debe permitirse la práctica de la eutanasia en casos de enfermedad terminal

1
A26. EL COMERCIO VIERNES 7 DE NOVIEMBRE DEL 2014 OPINIóN EDITORIAL “El Ejecutivo debe impulsar una reforma tributaria y laboral en serio”. Editorial de El Comercio El paquete que necesitamos / 7 de octubre del 2014 HUMOR PROFANO EL TÁBANO ¿La cuarta es la vencida? La palabra de Humala El nuevo paquete reactivador es un paso adelante, pero se pudo ir más lejos. E l miércoles por la noche, el ministro de Economía, Alonso Segura, anunció que el Consejo de Ministros ya había aprobado el cuarto paquete reactiva- dor. Así, el gobierno espera, en pala- bras del ministro, ayudar a “reenganchar la eco- nomía” a través de una propuesta que se divide en cuatro componentes: reducción de tramito- logía, estímulo al consumo, cambios laborales y cambios tributarios. En lo que toca a la reducción de la tramitolo- gía, hemos tenido una buena noticia, pues entre las medidas que se debatirán en el Congreso se estaría creando una certificación ambiental in- tegrada. Hoy, a los estudios de impacto ambien- tal (EIA) les sigue un largo período de obtención de una serie de permisos. Con la certificación integrada, el gobierno busca que, al menos ini- cialmente, los EIA incluyan ya 12 de estas auto- rizaciones (entre ellas, por ejemplo, permisos de agua y de Osinergmin), lo que haría que –de funcionar como espera el gobierno– conseguir todo lo anterior demore siete meses en lugar de tres años. De concretarse, esta medida podría en efecto agilizar muchísimos proyectos mineros, de hidrocarburos, hidroeléctricos y de infraes- tructura, solo por dar algunos ejemplos. Además, ha sido un acierto proponer fortalecer el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las In- versiones Sostenibles (Senace) otorgándole ma- yor presupuesto y capacidades, pues será la enti- dad encargada de este procedimiento. Para incentivar el consumo, por otra parte, el gobierno busca inyectar directamente dinero a la economía. Para ello, ya ha es- tablecido –mediante un decre- to de urgencia publicado ayer– que se destinará, por única vez, aguinaldos extraordinarios de S/.300 para 1,7 millones de funcionarios públicos y de S/.100 para los programas Juntos y Pensión 65. A esto, que se espera que, sin ser significativo, sí tenga un impacto a corto plazo aumentando el con- sumo, se le ha sumado la decisión del Ejecuti- vo de otorgar dinero adicional para que desde el gobierno se ejecuten pequeñas obras que se iniciarán en lo que queda del año y en el primer trimestre del 2015. Así, el Ministerio de De- sarrollo e Inclusión Social ha recibido S/.400 E sta semana, Ollanta Humala –en lo que no fue, ni mucho menos, un inten- to de desviar la atención de los posibles pero negados nexos del prófugo Mar- tín Belaunde con el Ejecutivo– le envió una carta al presidente del BCR, Julio Velarde. En esta le solicitaba, con amabilidad, que recon- sidere el aumento de sueldo que le otorgó el di- rectorio de esta institución. El señor Humala, por supuesto, se esmeró a lo largo de la carta en demostrar su más profundo respeto por la institución, pues, aunque enfati- zó “su profundo desacuerdo con esta decisión”, agregó también que “respeta” su “autonomía” y firmó manifestando sus sentimientos de “espe- cial consideración”. El consejo, en todo momen- to, era más bien amical. Agradecemos, junto con el presidente Hu- mala, que el señor Velarde haya reconsiderado y TIBIO El Ejecutivo pecó de tímido en su propuesta porque no contaría con el apoyo político para ir más allá. - MARIO MOLINA - - DAMITA DE HIERRO - bajado su sueldo. Acción que, dicho sea de paso, nadie ve como una respuesta a presiones injeren- cistas del gobierno, sino solo como el resultado, pongamos, de una meditación inducida, eso sí, por el presidente. Ojalá estas cartas se vuelvan costumbre; así el Ejecutivo podrá funcionar como conciencia moral del BCR, lo que, reiteramos, no es lo mis- mo que injerir. La próxima semana sugerimos se venga una misiva sobre cómo hacer para que el dólar baje; mientras más valga el sol, después de todo, más contentos los corazones de los votan- tes, perdón, de los peruanos... - óSCAR SUMAR - Abogado - LUIS SOLARI DE LA FUENTE - Ex presidente del Consejo de Ministros H ace pocas semanas, el Caso Brittany Maynard ha pues- to de nuevo sobre el tapete la discusión sobre si la euta- nasia para pacientes con en- fermedades terminales debería ser per- mitida. En general, la asistencia para el suicidio representa un dilema moral. Para buena parte de la población, nuestra vida le pertenece a Dios. Por lo tanto, la propia persona no puede disponer de su vida como si fuera una cosa. Acep- tando esto, surge la pregunta: ¿El Estado debería involucrarse en el problema? Desde el punto de vista filosófico, no es una pregunta zanjada –ni lo será jamás– si el Estado debería involucrarse o no (es decir, cuán “neu- tral” debería ser). Desde el punto de vista legal, sin embargo, nuestra Constitución nos consagra como un Estado laico. Para el propio Tribunal Constitucional, “según el principio de laicidad, el Estado se autodefine como laico o ente radi- calmente incompetente ante la fe y la práctica religiosa, no correspondiéndole ni coaccionar ni siquiera concurrir, como un sujeto más, con la fe religiosa de los ciudadanos”. La fe o la moral cristiana no son, pues, los fundamentos de la prohibición de la eutanasia. ¿Cuál es, entonces, el fundamento? Desde un punto de vista más pragmático, el Estado, mu- chas veces, influye en decisiones que considera que los individuos realizamos en contra de nues- tros propios intereses. Nuestro derecho a decidir está aparejado a nuestra habilidad para tomar decisiones racionales. En algunos casos –debi- do a deficiencias permanentes o temporales en nuestro razonamiento– somos incapaces para tomar dichas decisiones. Si una persona está cerca de tomar la decisión de suicidarse, podemos presuponer vá- lidamente que está en un estado mental distinto al ordinario, sujeto a un estrés particular que podría nublar su razona- miento. ¿Quisiéramos que estas perso- nas tomaran dichas decisiones “en ca- liente” o que lo pensaran dos veces? Creo que la mayoría estaría de acuerdo con que es más deseable que estas personas pudieran pensar más antes de decidir suicidarse. Sin embargo, asumiendo también que el sui- cidio no asistido es una alternativa a la eutanasia, ¿cuál de las dos nos deja en una mejor posición para lograr que las personas piensen mejor su decisión? Sin duda, la eutanasia. Si opta por esta alternativa, la persona deberá consultar a un es- pecialista antes de tomar una decisión sobre su vida. La prohibición de la eutanasia impide que algunas personas piensen mejor su decisión. Des- de este punto de vista, prohibir la eutanasia, antes que jugar a favor de la racionalidad, juega en con- tra. Siendo que la falta de racionalidad es la razón para la intervención del Estado en primer lugar, el resultado en este caso es contradictorio. Fuera de lo dicho, es difícil pensar en el sui- cidio como una decisión irracional en todos los casos. Las personas tenemos miedo a la muerte y consideración por nuestros seres queridos. Si una persona decide quitarse la vida, en muchos casos tendrá una buena razón para hacerlo. En el caso específico de una persona con una enfermedad terminal –o su familia–, difícilmen- te podríamos pensar que esta decisión se tomará de manera irrazonada. Teniendo esto en cuenta, la regulación (en lugar de la prohibición) de la eutanasia –para que se realice en condiciones se- guras y compatibles con su importancia– parece una alternativa más adecuada. D eborah Britting, Phil Bau- mann, Tracey Schoettelkotte y Brittany Maynard fueron diagnosticados de glioblas- toma multiforme estadio IV, tumor cerebral de alta malignidad. Deborah Britting fue tratada con ciru- gía, terapia de protones de intensidad modulada y quimioterapia oral. Recuperada, continúa las evaluaciones del ensayo clínico. Phil Bauman fue tratado con dos cirugías y el virus Delta-24-RGD, que diseminado en las cé- lulas tumorales las obliga a “devorarse” a sí mis- mas. Con un tratamiento convencional le dieron 14 meses de sobrevida. Con el tratamiento vía vi- ral lleva 35 meses bien. A Tracey Schoettelkotte le dieron tres meses de vida. Consultó con el equipo adecuado y recibió cirugía, radioterapia convencional y quimiotera- pia. Relata cómo diez años después contemplaba a su hijo de 9 años abrir sus regalos de Navidad, di- ciéndose: “Soy una mujer afortunada”. Brittany Maynard escogió ser sometida a eu- tanasia. ¿Por qué las tres primeras personas de- cidieron vivir y la última morir? Simplemente tuvieron esperanza y confiaron en ellas y en sus familias. Tracey relata cómo el neurocirujano oncólogo la miró a los ojos y le dijo: “¿Está usted lista para pelear la pelea?”. Sin dudar, ella res- pondió: “¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!”. ¿Por qué Brittany respondió reiteradamente: “¡No!, ¡no!”, si la medicina moderna en su país ha demostrado tener recursos para tratarla? De su vi- deo del jueves 30 de octubre puede interpretarse que aún no había descubierto el valor unitivo del sufrimiento en la vida personal y familiar. En mis cuarenta años de egresado como mé- dico he atendido –con los oncólogos– a muchos Estado laico y eutanasia Rendirse o luchar ¿DEBE PERMITIRSE LA PRáCTICA DE LA EUTANASIA EN CASOS DE ENFERMEDAD TERMINAL? pacientes con tumores y he visto el impac- to que han tenido los momentos más di- fíciles en ellos y en sus familias. ¿Devas- tados? No, nunca. Unidos como jamás imaginarían que estarían unidos. Inclusive no creyentes me han conmo- vido imborrablemente. Recuerdo al ateo que, ante la inminencia de la muerte, me pidió ser bautizado. Fui su padrino. No falleció. O aquel amigo que fue diagnosticado de en- fermedad tumoral, con sobrevida de tres a cinco años. Surgieron nuevos tratamientos y estuvo con su familia 12 años más. No se lo llevó el cán- cer, sino otra causa. Nunca “tiró la toalla”. Siem- pre se levantaba y regresaba a la “pelea”. Todos –menos Brittany– tenían inscrito en lo ín- timo de su ser que el derecho a la vida no es disponi- ble por nadie, menos por uno mismo. Por eso está moral y socialmente condenado el suicidio y pena- do matar. Tenían inscrito en su corazón que la vida no es un “solo yo”, sino que la vida es un “nosotros”. Me llamó la atención que al final del video Brittany diga: “Ahora no parece el momento in- dicado” y que continuara con un video de una or- ganización proeutanasia, con un muy visible link que solicitaba donaciones. Más llamó mi aten- ción lo “producido” del video de Brittany, y que al final invitara a ir a la web del Fondo de Brittany, en la cual es inevitable dirigir la mirada hacia donde está su link que solicita donaciones. Lamentablemente, Brittany cumplió su anun- cio. Ahí siguen los links en las mismas páginas, solicitando donaciones, penosamente no para dirigir a pacientes a las opciones modernas de tratamiento y hacia la vida, sino para guiarlos a la negación de sí mismos y hacia la muerte. No se enfrentan ni se ganan batallas rindién- dose; se enfrentan y se ganan luchando. millones y el sector Educación S/.200 millones adicionales. El éxito de este desembolso de di- nero dependerá, sin embargo, de la capacidad que tengan ambos sectores para gastarlo, pues de nada servirá si lo mantienen paralizado. En lo que toca a las medidas tributarias y la- borales que se presentarán al Congreso, las más esperadas en todo el año, tenemos que, en general, se ha ido en la di- rección correcta; sin embargo, no se ha tratado de una reforma pro- funda que vaya a lograr un impac- to verdaderamente significativo en el PBI en los próximos meses. El ministro Segura ha afirmado que se ha pro- puesto reducir a cero el arancel que se aplica a la importación de insumos, medida que se suma a la ya vigente reducción a cero del arancel para la importación de bienes de capital. Si bien así se es- tará reduciendo costos de producción y mejoran- do el clima para hacer negocios, lo ideal hubiese sido ir más lejos: por ejemplo, una reducción al Impuesto a la Renta, que incentivaría verdadera- mente el consumo y volvería el país más atractivo para la inversión. Acerca de las medidas laborales, el gobierno ha anunciado la creación de un régimen especial para promover la contratación de menores de 24 años, que incluirá medidas como el reembolso a las pequeñas y medianas empresas de los costos de seguridad social que estos trabajadores le sig- nifiquen e incentivos fiscales por su capacitación. Aunque esto será positivo en el mediano y largo plazo, nuevamente sentimos que no se trata de una reforma de fondo. Si queremos que el Perú sea un país más atractivo para los negocios, es im- perante abaratar la contratación, flexibilizando, por ejemplo, el régimen de despidos y reducien- do los sobrecostos laborales. Recordemos cómo siete de cada diez peruanos siguen trabajando en la informalidad y cómo la actual regulación está pensada solo para favorecer a una minoría privilegiada a costa de la exclusión de la mayoría de trabajadores que se ven forzados a laborar sin ningún tipo de protección legal. Lo más seguro es que el Ejecutivo haya pecado de tímido en su propuesta porque sabe que no con- taría con el apoyo político para ir más allá. Lo cual, entre otras cosas, lamentablemente restringe las posibilidades de todo el país de salir adelante.

Upload: ines-lazo

Post on 03-Jul-2015

48 views

Category:

Education


0 download

DESCRIPTION

El Comercio 7 noviembre 2014

TRANSCRIPT

Page 1: Debe permitirse la práctica de la eutanasia en casos de enfermedad terminal

A26. EL COMERCIO VIERNES 7 DE NOVIEMBRE DEL 2014

Opinión

EDITORIAL

“El Ejecutivo debe impulsar una reforma tributaria y laboral en serio”.Editorial de El Comercio El paquete que necesitamos / 7 de octubre del 2014

HUMOR PROFANO EL TÁBANO

¿La cuarta es la vencida?

La palabra de Humala

El nuevo paquete reactivador es un paso adelante, pero se pudo ir más lejos.

El miércoles por la noche, el ministro de Economía, Alonso Segura, anunció que el Consejo de Ministros ya había aprobado el cuarto paquete reactiva-dor. Así, el gobierno espera, en pala-

bras del ministro, ayudar a “reenganchar la eco-nomía” a través de una propuesta que se divide en cuatro componentes: reducción de tramito-logía, estímulo al consumo, cambios laborales y cambios tributarios.

En lo que toca a la reducción de la tramitolo-gía, hemos tenido una buena noticia, pues entre las medidas que se debatirán en el Congreso se estaría creando una certificación ambiental in-tegrada. Hoy, a los estudios de impacto ambien-tal (EIA) les sigue un largo período de obtención de una serie de permisos. Con la certificación integrada, el gobierno busca que, al menos ini-cialmente, los EIA incluyan ya 12 de estas auto-rizaciones (entre ellas, por ejemplo, permisos de agua y de Osinergmin), lo que haría que –de funcionar como espera el gobierno– conseguir todo lo anterior demore siete meses en lugar de tres años. De concretarse, esta medida podría en efecto agilizar muchísimos proyectos mineros,

de hidrocarburos, hidroeléctricos y de infraes-tructura, solo por dar algunos ejemplos. Además, ha sido un acierto proponer fortalecer el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las In-versiones Sostenibles (Senace) otorgándole ma-yor presupuesto y capacidades, pues será la enti-dad encargada de este procedimiento.

Para incentivar el consumo, por otra parte, el gobierno busca inyectar directamente dinero a la economía. Para ello, ya ha es-tablecido –mediante un decre-to de urgencia publicado ayer– que se destinará, por única vez, aguinaldos extraordinarios de S/.300 para 1,7 millones de funcionarios públicos y de S/.100 para los programas Juntos y Pensión 65. A esto, que se espera que, sin ser significativo, sí tenga un impacto a corto plazo aumentando el con-sumo, se le ha sumado la decisión del Ejecuti-vo de otorgar dinero adicional para que desde el gobierno se ejecuten pequeñas obras que se iniciarán en lo que queda del año y en el primer trimestre del 2015. Así, el Ministerio de De-sarrollo e Inclusión Social ha recibido S/.400

Esta semana, Ollanta Humala –en lo que no fue, ni mucho menos, un inten-to de desviar la atención de los posibles pero negados nexos del prófugo Mar-tín Belaunde con el Ejecutivo– le envió

una carta al presidente del BCR, Julio Velarde. En esta le solicitaba, con amabilidad, que recon-sidere el aumento de sueldo que le otorgó el di-rectorio de esta institución.

El señor Humala, por supuesto, se esmeró a lo largo de la carta en demostrar su más profundo respeto por la institución, pues, aunque enfati-zó “su profundo desacuerdo con esta decisión”, agregó también que “respeta” su “autonomía” y firmó manifestando sus sentimientos de “espe-cial consideración”. El consejo, en todo momen-to, era más bien amical.

Agradecemos, junto con el presidente Hu-mala, que el señor Velarde haya reconsiderado y

TIBIO

El Ejecutivo pecó de tímido en su propuesta porque no contaría con el apoyo político para ir

más allá.

- MariO MOlina - - DaMita De HierrO -

bajado su sueldo. Acción que, dicho sea de paso, nadie ve como una respuesta a presiones injeren-cistas del gobierno, sino solo como el resultado, pongamos, de una meditación inducida, eso sí, por el presidente.

Ojalá estas cartas se vuelvan costumbre; así el Ejecutivo podrá funcionar como conciencia moral del BCR, lo que, reiteramos, no es lo mis-mo que injerir. La próxima semana sugerimos se venga una misiva sobre cómo hacer para que el dólar baje; mientras más valga el sol, después de todo, más contentos los corazones de los votan-tes, perdón, de los peruanos...

- óscar suMar -Abogado

- luis sOlari De la Fuente -Ex presidente del Consejo de Ministros

Hace pocas semanas, el Caso Brittany Maynard ha pues-to de nuevo sobre el tapete la discusión sobre si la euta-nasia para pacientes con en-

fermedades terminales debería ser per-mitida. En general, la asistencia para el suicidio representa un dilema moral. Para buena parte de la población, nuestra vida le pertenece a Dios. Por lo tanto, la propia persona no puede disponer de su vida como si fuera una cosa. Acep-tando esto, surge la pregunta: ¿El Estado debería involucrarse en el problema?

Desde el punto de vista filosófico, no es una pregunta zanjada –ni lo será jamás– si el Estado debería involucrarse o no (es decir, cuán “neu-tral” debería ser). Desde el punto de vista legal, sin embargo, nuestra Constitución nos consagra como un Estado laico. Para el propio Tribunal Constitucional, “según el principio de laicidad, el Estado se autodefine como laico o ente radi-calmente incompetente ante la fe y la práctica religiosa, no correspondiéndole ni coaccionar ni siquiera concurrir, como un sujeto más, con la fe religiosa de los ciudadanos”.

La fe o la moral cristiana no son, pues, los fundamentos de la prohibición de la eutanasia. ¿Cuál es, entonces, el fundamento? Desde un punto de vista más pragmático, el Estado, mu-chas veces, influye en decisiones que considera que los individuos realizamos en contra de nues-tros propios intereses. Nuestro derecho a decidir está aparejado a nuestra habilidad para tomar decisiones racionales. En algunos casos –debi-do a deficiencias permanentes o temporales en nuestro razonamiento– somos incapaces para tomar dichas decisiones.

Si una persona está cerca de tomar la decisión

de suicidarse, podemos presuponer vá-lidamente que está en un estado mental distinto al ordinario, sujeto a un estrés particular que podría nublar su razona-miento. ¿Quisiéramos que estas perso-nas tomaran dichas decisiones “en ca-liente” o que lo pensaran dos veces? Creo

que la mayoría estaría de acuerdo con que es más deseable que estas personas pudieran pensar más antes de decidir suicidarse.

Sin embargo, asumiendo también que el sui-cidio no asistido es una alternativa a la eutanasia, ¿cuál de las dos nos deja en una mejor posición para lograr que las personas piensen mejor su decisión? Sin duda, la eutanasia. Si opta por esta alternativa, la persona deberá consultar a un es-pecialista antes de tomar una decisión sobre su vida. La prohibición de la eutanasia impide que algunas personas piensen mejor su decisión. Des-de este punto de vista, prohibir la eutanasia, antes que jugar a favor de la racionalidad, juega en con-tra. Siendo que la falta de racionalidad es la razón para la intervención del Estado en primer lugar, el resultado en este caso es contradictorio.

Fuera de lo dicho, es difícil pensar en el sui-cidio como una decisión irracional en todos los casos. Las personas tenemos miedo a la muerte y consideración por nuestros seres queridos. Si una persona decide quitarse la vida, en muchos casos tendrá una buena razón para hacerlo.

En el caso específico de una persona con una enfermedad terminal –o su familia–, difícilmen-te podríamos pensar que esta decisión se tomará de manera irrazonada. Teniendo esto en cuenta, la regulación (en lugar de la prohibición) de la eutanasia –para que se realice en condiciones se-guras y compatibles con su importancia– parece una alternativa más adecuada.

Deborah Britting, Phil Bau-mann, Tracey Schoettelkotte y Brittany Maynard fueron diagnosticados de glioblas-toma multiforme estadio IV,

tumor cerebral de alta malignidad.Deborah Britting fue tratada con ciru-

gía, terapia de protones de intensidad modulada y quimioterapia oral. Recuperada, continúa las evaluaciones del ensayo clínico.

Phil Bauman fue tratado con dos cirugías y el virus Delta-24-RGD, que diseminado en las cé-lulas tumorales las obliga a “devorarse” a sí mis-mas. Con un tratamiento convencional le dieron 14 meses de sobrevida. Con el tratamiento vía vi-ral lleva 35 meses bien.

A Tracey Schoettelkotte le dieron tres meses de vida. Consultó con el equipo adecuado y recibió cirugía, radioterapia convencional y quimiotera-pia. Relata cómo diez años después contemplaba a su hijo de 9 años abrir sus regalos de Navidad, di-ciéndose: “Soy una mujer afortunada”.

Brittany Maynard escogió ser sometida a eu-tanasia. ¿Por qué las tres primeras personas de-cidieron vivir y la última morir? Simplemente tuvieron esperanza y confiaron en ellas y en sus familias. Tracey relata cómo el neurocirujano oncólogo la miró a los ojos y le dijo: “¿Está usted lista para pelear la pelea?”. Sin dudar, ella res-pondió: “¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!”.

¿Por qué Brittany respondió reiteradamente: “¡No!, ¡no!”, si la medicina moderna en su país ha demostrado tener recursos para tratarla? De su vi-deo del jueves 30 de octubre puede interpretarse que aún no había descubierto el valor unitivo del sufrimiento en la vida personal y familiar.

En mis cuarenta años de egresado como mé-dico he atendido –con los oncólogos– a muchos

Estado laico y eutanasia Rendirse o luchar

¿Debe perMitirse la práctica De la eutanasia en casOs De enFerMeDaD terMinal?

pacientes con tumores y he visto el impac-to que han tenido los momentos más di-fíciles en ellos y en sus familias. ¿Devas-tados? No, nunca. Unidos como jamás imaginarían que estarían unidos.

Inclusive no creyentes me han conmo-vido imborrablemente. Recuerdo al ateo

que, ante la inminencia de la muerte, me pidió ser bautizado. Fui su padrino. No falleció.

O aquel amigo que fue diagnosticado de en-fermedad tumoral, con sobrevida de tres a cinco años. Surgieron nuevos tratamientos y estuvo con su familia 12 años más. No se lo llevó el cán-cer, sino otra causa. Nunca “tiró la toalla”. Siem-pre se levantaba y regresaba a la “pelea”.

Todos –menos Brittany– tenían inscrito en lo ín-timo de su ser que el derecho a la vida no es disponi-ble por nadie, menos por uno mismo. Por eso está moral y socialmente condenado el suicidio y pena-do matar. Tenían inscrito en su corazón que la vida no es un “solo yo”, sino que la vida es un “nosotros”.

Me llamó la atención que al final del video Brittany diga: “Ahora no parece el momento in-dicado” y que continuara con un video de una or-ganización proeutanasia, con un muy visible link que solicitaba donaciones. Más llamó mi aten-ción lo “producido” del video de Brittany, y que al final invitara a ir a la web del Fondo de Brittany, en la cual es inevitable dirigir la mirada hacia donde está su link que solicita donaciones.

Lamentablemente, Brittany cumplió su anun-cio. Ahí siguen los links en las mismas páginas, solicitando donaciones, penosamente no para dirigir a pacientes a las opciones modernas de tratamiento y hacia la vida, sino para guiarlos a la negación de sí mismos y hacia la muerte.

No se enfrentan ni se ganan batallas rindién-dose; se enfrentan y se ganan luchando.

millones y el sector Educación S/.200 millones adicionales. El éxito de este desembolso de di-nero dependerá, sin embargo, de la capacidad que tengan ambos sectores para gastarlo, pues de nada servirá si lo mantienen paralizado.

En lo que toca a las medidas tributarias y la-borales que se presentarán al Congreso, las más

esperadas en todo el año, tenemos que, en general, se ha ido en la di-rección correcta; sin embargo, no se ha tratado de una reforma pro-funda que vaya a lograr un impac-to verdaderamente significativo en el PBI en los próximos meses.

El ministro Segura ha afirmado que se ha pro-puesto reducir a cero el arancel que se aplica a la importación de insumos, medida que se suma a la ya vigente reducción a cero del arancel para la importación de bienes de capital. Si bien así se es-tará reduciendo costos de producción y mejoran-do el clima para hacer negocios, lo ideal hubiese sido ir más lejos: por ejemplo, una reducción al Impuesto a la Renta, que incentivaría verdadera-mente el consumo y volvería el país más atractivo para la inversión.

Acerca de las medidas laborales, el gobierno ha anunciado la creación de un régimen especial para promover la contratación de menores de 24 años, que incluirá medidas como el reembolso a las pequeñas y medianas empresas de los costos de seguridad social que estos trabajadores le sig-nifiquen e incentivos fiscales por su capacitación. Aunque esto será positivo en el mediano y largo plazo, nuevamente sentimos que no se trata de una reforma de fondo. Si queremos que el Perú sea un país más atractivo para los negocios, es im-perante abaratar la contratación, flexibilizando, por ejemplo, el régimen de despidos y reducien-do los sobrecostos laborales. Recordemos cómo siete de cada diez peruanos siguen trabajando en la informalidad y cómo la actual regulación está pensada solo para favorecer a una minoría privilegiada a costa de la exclusión de la mayoría de trabajadores que se ven forzados a laborar sin ningún tipo de protección legal.

Lo más seguro es que el Ejecutivo haya pecado de tímido en su propuesta porque sabe que no con-taría con el apoyo político para ir más allá. Lo cual, entre otras cosas, lamentablemente restringe las posibilidades de todo el país de salir adelante.