debates y prÁcticas en materia de eleccign de centros

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DEBATES Y PRÁCTICAS EN MATERIA DE ELECCIGN DE CENTROS ESCOLARES EN LOS PAfSES EUROPEOS Y LOS ESTADOS UNIDOS MARIE DURU-BELLAT (•1 Rt^stn^Ent. Actualmente, entt•e los temas presentes en la agenda política de casi to- dos los países -excepto Francia, donde sigue siendo tema t:ibít- se encuenu•a la o}xión de que las familias clispongan de capacidacl c1e elección del cenn•o escolat• en que estudien sus hijos. Los políticos ti•anceses ciudan lanzar el <lebate sobre di- cho tema, ante el temor cle que una apertura cle posibilidades aumente la segrega- ción escolar y comprotneat la uniclacl de un sistema educativo que debe o6•ecet• igu:tlctad cle oportunidades pat^t todos, P:u•a aciat^tr dicha cuestión, basta comparar las im^estigaciones que evalúen las experiencias exu•:tnjeras en tnatet•ia cle elección de cenu•o escolar por los padres. A este respecto, hay una gran variecíad y, tanto aquí cano en el exu•anjero, las compataciones (intern:tcionales) pueden setvir cte base para la experimentación. Primeramente, situaremos las experiencias en su contexto ideológico y teót•ico; :t continuación se ofi•ecet•:( una desct•i}xión y an5lisis de Ias investig:tciones evalttadot^ts de sus efectos, en particular sobt•e la eficaeia y equiclad de los sistemas eclucativos, para profundizar finalmente en la especifici- dad itancesa. REStrnletv. Currendy one of• the topics present on the political agenda in nearly every country -except Fr:tnce, where it is still a t^•tbocr is [I)e option for tamilies to be able to choose the school ^rrl)ere tltcir cltildren will study. Frencl) politicians are rcluctant to enter the discussíon of thís topic, for féat• that opening uh possibilities utight ina•ease school Segregation ancl jeoparctise dte unity of :tn eclucational system that must offer equ:tl opportunities to all. To clarily this nrntter, it sufl^ces to have a look at research ev:tluating f•oreign experiences in the f•ielci of the choice of schools by p:u•ents. in this respect there is a large variety ancl, both in E^tance ancl abroacl, (internationaU comparisons could serve as a basis Cor experiments. First we must placr tlte experiences in their ideologir.tl and theoretical context. iVext we shall provicle a description and analysis of the research evalu:uing its effects, par- ticularly on tlte c:fl•ic:tcy :tnd equity of eduration:tl systems. Finally, we slnll cliscuss the specific situ:ttion in 1'c:tnce. (') thrir^ersfdad de i3<xn•uo);nc-IR[il)U (Institut de• Recherche sur t'1?conirmie de I'tiduc:uion), Fr.mrl:t. llorislnrlc•!:'rlrrc'nrirírr, núin. iii ( ^(A)•1), }>}r. 41-SR 4j 14•clr.i dr entt':^cl;^: 07-111-_>(x)-i I^ccha dc :^rc•pt:^cirín: ip-OI-ZIN)•!

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Page 1: DEBATES Y PRÁCTICAS EN MATERIA DE ELECCIGN DE CENTROS

DEBATES Y PRÁCTICAS EN MATERIA DE ELECCIGNDE CENTROS ESCOLARES EN LOS PAfSES EUROPEOS

Y LOS ESTADOS UNIDOS

MARIE DURU-BELLAT (•1

Rt^stn►^Ent. Actualmente, entt•e los temas presentes en la agenda política de casi to-dos los países -excepto Francia, donde sigue siendo tema t:ibít- se encuenu•a lao}xión de que las familias clispongan de capacidacl c1e elección del cenn•o escolat•en que estudien sus hijos. Los políticos ti•anceses ciudan lanzar el <lebate sobre di-cho tema, ante el temor cle que una apertura cle posibilidades aumente la segrega-ción escolar y comprotneat la uniclacl de un sistema educativo que debe o6•ecet•igu:tlctad cle oportunidades pat^t todos, P:u•a aciat^tr dicha cuestión, basta compararlas im^estigaciones que evalúen las experiencias exu•:tnjeras en tnatet•ia cle elecciónde cenu•o escolar por los padres. A este respecto, hay una gran variecíad y, tantoaquí cano en el exu•anjero, las compataciones (intern:tcionales) pueden setvir ctebase para la experimentación. Primeramente, situaremos las experiencias en sucontexto ideológico y teót•ico; :t continuación se ofi•ecet•:( una desct•i}xión y an5lisisde Ias investig:tciones evalttadot^ts de sus efectos, en particular sobt•e la eficaeia yequiclad de los sistemas eclucativos, para profundizar finalmente en la especifici-dad itancesa.

REStrnletv. Currendy one of• the topics present on the political agenda in nearlyevery country -except Fr:tnce, where it is still a t^•tbocr is [I)e option for tamilies tobe able to choose the school ^rrl)ere tltcir cltildren will study. Frencl) politicians arercluctant to enter the discussíon of thís topic, for féat• that opening uh possibilitiesutight ina•ease school Segregation ancl jeoparctise dte unity of :tn eclucationalsystem that must offer equ:tl opportunities to all. To clarily this nrntter, it sufl^ces tohave a look at research ev:tluating f•oreign experiences in the f•ielci of the choice ofschools by p:u•ents. in this respect there is a large variety ancl, both in E^tance anclabroacl, (internationaU comparisons could serve as a basis Cor experiments. Firstwe must placr tlte experiences in their ideologir.tl and theoretical context. iVext weshall provicle a description and analysis of the research evalu:uing its effects, par-ticularly on tlte c:fl•ic:tcy :tnd equity of eduration:tl systems. Finally, we slnll cliscussthe specific situ:ttion in 1'c:tnce.

(') thrir^ersfdad de i3<xn•uo);nc-IR[il)U (Institut de• Recherche sur t'1?conirmie de I'tiduc:uion), Fr.mrl:t.

llorislnrlc•!:'rlrrc'nrirírr, núin. iii ( ^(A)•1), }>}r. 41-SR 4j

14•clr.i dr entt':^cl;^: 07-111-_>(x)-i I^ccha dc :^rc•pt:^cirín: ip-OI-ZIN)•!

Page 2: DEBATES Y PRÁCTICAS EN MATERIA DE ELECCIGN DE CENTROS

EL CONTE}^I'O IDEOLÓGICO Y TEÓRICODE LAS POLITICAS DE ELECCIÓNDE CENTRO ESCOLAR

DEBATES PO1ITICOS Y

POSICIONAMIF.NTOS ÉTICOS

La elección clel centro escolar en Francia esun tema ligado al mercaclo en el campoectttcativo y a un liberalismo triunfante (yno rechazaclo). Dicho panorama, sln serfalso, peca cte simplista; ilustraremos sobreello, analizancto el planteamiento cie la in-troclucción de la elección en algunos delos muehos países que clescíe los añosoehenta extenclieron las posibiliciacles deelección escolar a los paclres. Anterior-ntente, estas oportuniclacles eran tnuchonienores, salvo en casos coneretos comoBélgica, Holancla o determinados Estacioscie los Estacios Uniclos. En general, en laescuel:t (pública) prev:tlecía un autoritariosistema cie clesignación en función del sec-tor geogr:ítico, limit5nclose al sector priva-clo l:^s posibilicl:ules cle elección.

En gener.tl, la ampliación cle las posi-Uilidacles cle elección se inscribe en uncontexto político liber:tl que valora el mer-caclo como mocto cte regulación y cienun-ci:t las limitaciones cle las institucionesest:ttales en tnateria cte eclucación. Claroejemplo cle esto es Gr.tn Bretaña, cloncle enlos años setent:t se impuso la vol^intacl derecortar pocleres ctel Estaclo y clestinarlos almercado y a los beneficios cle l:t cotnpe-tenci:t. 1?n 1979, con la llegacla cle los con-servaclores :t! pocler, !a elección por lospaclres clel centro escolar constituye el vec-tor emblem:ítico de la regulación clel siste-ma cle enseñ:tn•r.a. Esta polítíca no serácuestionact:t con la vuelta al pocler cle losIaboristas.

En los lstaclos Unidos, descle 1955, elcr ĉmon^ista Milton Friediu:tn clefenciió elsistcma clc honos eclucativos (clichos bo-nos -rx^uc%^ei:•r eran entrc:gados a las fami-li:ts p:tra que los ^;astasen en l:t escuela qiieeligicran), en un contexto prcocup:tclo por

los mediocres resultaclos clel sistema eclu-cativo americano frente a la competenciamunclial, principalmente soviética. La in-troclucción cle los mecanistnos cle mercacloen el campo cle la educación ha siclo cle-fenclida por una corriente icleológica hete-rogénea cle liberales -reclamanclo másmercacto y menos Estaclo- y eonservaclores-aun compartienclo con los anteriores sttcrttica del sistema pítbllco educativo, porburócrata e ineficaz, clefiencien la implica-ción del Estacio por sus valores académicosy morales generales (Carl, 1994^. Algunospolítlcos o investigactores «de izquierctas«tatnbién consicieran positivatuente la elec-ción clel centro escolar, al ver en ésta unmeclio para clar más pocler a las familiaspopulares.

Por lo general, el ctesarrollo cle la liber-tacl cle elección escolar se engloba en unconjunto más atnplia cle reforn^as, condu-centes a una cleterminacla clescentraliza-ción, una mayor autonomía par:t lasescuelas, el impulso a una díversíficacíóncie !a oferta propuesta a los «usuarios«, asícomo el desarrollo cle la evaluación exter-na. Estos cambios afectan :tl equilibrio depocleres entre profesionales y usuarios,tencliendo a instaurar un mado de regula-eión ciistinto clel sistema ecluc:uivo. Por unlaclo, se interpela la cap:tcidad de mejor:tde los centros escoiares; y por otro, el prin-cipio cle libertad cle elección escolar clamás confianza a los consumidores que alos burócratas par q que presionen a losprol'esionales cle l:t eclucación con el I'in demejorar el funcionamiento clel sistetua. Asíse impugna la «regulacián burocrática« tra-ciicional en que una alianza entre el Fstacloy los protésores rige el sistema, p:tra im-plantar una nueva alianza entre Estado yp:ulres, una «regulación por el mercado»,que actúa contra el pocter dc los prof^•so-res, con cl reL•uivo ricsgo de la autonomíadel sistenia eclucativo frente :t las dem: ► n-d:ts sociales (Barroso, 'LO(.)0).

I:n cstos clelxttcs, es cviclc nlc quc^ alEst:tclo clehe clescu^pcñar un papcl rn

^^

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ntateria de educación. La principal discre-pancia, esencíaltnente retórica, enfrenta aquienes consideran que el Estado debe ex-presar opciones colectivas en materia deeducación, velar por su consecución y encaso necesario, adaptar la expresión de lasopciones individuales por un lado, y porotro, de quienes creen que deben prevale-cer las opciones individuales, tan librescottto aparecen en el •mercado•, sin que ta-les opciones estén supeditadas a un interéscolectivo superIor. En el primer caso, la es-cuela es una instltución diriglda por el Es-tado para alcanzar objetivos contunes ybeneficios sociales -un misnto bagaje es-colar en su af3n por lograr la cohesión so-cial, por ejetnplo, lo que conlleva recursospúblicos, gestionados y controlaclos dento-craticamente por los cuerpos aciministrati-vos locales y una ^urocracia que vele porel interés general. En el segundo caso, el sis-terua educativo es ante todo un servicio quedebe satisfacer los intereses Individuales yacL^pGtrse a la ciiversicL-td de la clentancia, or-ganiza^lo de modo independiente y can-trolado por •consutnidores» atomizados. Eneste caso, los intereses indivlduales son elárbitro suprento.

No obstante, esta oposición se revelapoco pertlnente, al tiempo que existe todoun abanico de situaclones intermedias. Alpromover en sus textos la noción de elec-ción, el Est:uio brttiinico ha implantado unCurriculum Nacional, que ha provocadotoda una revolución en el pals, pues con-sicleraba su deber establecer las condi-clones de la competencia. De lo que sedesprencle que el mercado no debilíta sls-tematicamente el p:rpel del Estado, sinoque tttas bien lo despla•r.a (Carl, 2994).

.junto a estas consider.tciones políticas,han surgida las consideraciones filosóficas(eciuc:ttivas), a las que se une un espectrocle clefensores mueho mayor que el de lacterecha (Walford, 1994). En printer lugar,es un clereeho Funclantental cle los p:r-cires tontar toclas las clecisianes rel:ttivas asu hijo. Aclem:ís, los padres resultan núis

competentes que la burocracia a la hora deelegir el centro escolar más adeeuado parasu hijo.

Por otra parte, a la defensa cle la liber-tad de elección se une la preocupaciónmanifestacía por numerosos pedagogos(incluidos los »cle izquierdas^) hacia una di-versificación de la educación en Funciónde las aptitudes y necesidades del nir^o. Enlos Estados Unidos en concreto, dejar laelección en manos de los padres significadarles poder, para contrarrestar el ostenta-do por los profesíonales (y el Estado). Enocasiones se trata de poder adquisitivo, alproponerse un sistema de bonos eclucati-vos (vor^chers). En deflnitiva, aumentar lasposibilidades de elección supone ac:tbarcon la •selección en función del lugar deresidencia», lo que en un sistema como eldel •ntapa escolar» sólo permite a algunosla posibilidaci de elegir la escuela :il elegirsu barrio.

En los Estados Unidos, el debate entorno a la libertad de eleccián, al principioestuvo vinculado al de la segregación ra-cial. Para luchar contra la integración con-vertida en obligación legal a partir de 1954,la derecha defendió en un primer motl+etrtola libertad de elección de escuela. Actual-mente, tanto la izquierda conto la derechadefienden el objetivo de la •integración»social y étnica: lirvorecer la eiección de es-cuela significa participar propicianclo la•extracción» de los alumnos pobres pero•con méritos» cle la (ruediocre) escuela desu barrio. A este interés por ntejorar la ca-lidad de la oferta escolar propuesta a losniños ntás ciesfavoreciclos se añacie la creclen-te preocupación -^a causa de la diversitiraciónétnira- por respetar las particularidades c[rl-turales de los niños pertenecientes a las•minorías», aím cuando cle esta forma sea^ran las puertas al desarrol[o de un •mer-cado» de escuelas étnicamente especializa-das, no exentas cle riesgo en lo conrernientea la cohesión social. En consecuenci:r, losclebates sobre la libertacl cle elerción cieescuela plante:rn interroRantes cle gr:rn

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tr:tsfonclo icleológico sobre el mejor moclocle conciliar libertaci y respeto de tas ciife-rencias, equiclacl y cohesión social.

JusrrFlcacloNrs Y cotvrxovcRSlns z^ólucnsSOSRE LA LIBI:RTAD DP, EI.GCCIbN

Los econon^istas liberales, en la línea cleAclam Smith, consicleran el niercado sus-ceptiUle cte aportar una respuesta a lacuestión cle la regulación cle la sociedacl,sin enfrent:ui^ientos y por el bien de toclos,respetanclo la lihertacl inclividual para c[eeí-clir el interés personal. Sin etnUargo, parayue el juego cle los intereses incliviclualesconverja hacia el interés general, el Estacloclebc clefinir las reglas del juego, lo queviene clemostrar la elicacia en funeión clelos postulaclos teóricos sobre la propia no-ción de u^ercacto. Recorclemos que el mer-cado se fundament:t en la hipótesis clecomportatnientos cle maximización cle lautiliclacl por parte cle toclos los aetores, en!a existenci:t cle un número consiclerablecle compraclores y solicitantes que pueclenentrar o salir IiUreniente clel mercaclo y clis-poner cle inEortnación con^pleta, etc.

La situución actual es muy cliferente.En un sistem:t púUlico con mapa escolar,resulta imposi^le saber si l:t oFerta eclucati-va corresponcle a las expectativas cle los•solicit:tntes», pues se trata cle usuarios cau-tivos en la eseuela cle ima zona clacla. F,n elraso cle una situación cie mercaclo, los•consuti^i<lores^ tienen li^ertad cle elección;I:ts escuca:ts tienen que renclirles cuentas yla cornpetencia les obliga a aclapr.trse másesu•echamente : ► la cliversiclacl cle petieio-nes cle sus potenci:tles ^clientes•. Gsto cle^etraclucirse en ^ma mayor cliversiclacl cle laol^c:rta escol:tr, L•t pramoción cle formas clecxcclenci:r m:ís cliversiticacl^ts y una m:tyorcreativiciacl pecla};ógica, lo que supone fle-xil^iliclacl y n^oviliclacl par parte clc los•ufert:tntcs•: las escuel:ts tuás solicitaclas es-t:ín prepara<1: ►s p:u•a clesarrollarse y s:uisFa-cer L•t clentancla, ntientr:ts que I:rs ruenossoGcit:tci;ts clcl>en mcjorar si pretendcn so-

brevivir. De esta forma y en teoría, el mer-caclo supone una mejor a<laptación a laspreferencias cle los consumiclores y, enconsecuencia, una mayor satisFacción clelos usuarios. A1 hacer que las escuelaspresten más atención a sus clientes, el mer-caclo clebe romper la rigiclez inherente alsistema públlco, consicleraclo lig:uto a laburocracia y a los lobbtes sinclicales(Chubb y Moe, 1990). Sólo una regulaciónpor el n^ercacio puecíe cambiar raclicalmen-te la situación actual, al concecler a losusuarios, al tnenás en teoría y por su pro-pia elección, el pocler para control:tr la ca-liclad del sistema.

Los economistas se han esforzaclo porprobar empíricamente la tesis cle una tna-yor e}icacia clel n^erc:tclo. El centro cle l:t ar-gument:tción raclica principalniente en lascomparaciones enu•e centros priv:ulos ypúblicos. En los Estnclos Uniclos, los clelén-sores clel niercaclo ( con^o ChubU y Iv}oe)consicleran haber clemostraclo la m:ryor efi-cacia cie los centros privacios (en concreto,cle los colegios católicos). Pero este teulasigue sienclo niuy controverticlo (13ryk yLee, 199'l): si se analiz:tn las car:tcterísticascle los alun^nos cle :unUos sectores, L•t ven-taja cle los colegios católicos parece míni-ma y no es significativa ( cf. princip:tlmenteGolcllt:tber, 1996), y estaría ni:ís justificaclapar el apoyo y el control norc^I:uivo cle lacon^uniclacl ( religiosa) que por el estatusprivaclo cle estos centros, sin incluir los fac-tores no controlaclos como las actituclcsvinculaclas al hecl^o cle enviar a su hijo :t uncentro cle este tipo. En otros países conioNueva 'Lelancla (Laucler y IIughes, l^^)), laventaja cle los colegios privaclos es t:rn clé-!>il que carece cle alcanre polí[iro, por loyue al l'in:tl clestaca claramente l:r proximi-cL•tcl cle resultaclos cle l:ts eseuelas priv:tcl:ts ypúUlirts, motivo por cl cual los investig:rclo-res son ruuy pruclentes en sus n^:rniFestacio-nes relativas :t la superioriclacl cle un moclocle org:rnización peclagógicr priv:tcla.

}:n el r.rmpo c•clucativo I:t rclcrencia :rlmercaclo presenta al tnc:nos un r,rr.íctcr

y^

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aproxirnativo, por r;tzones cle funciona-ruiento rle la oFerta y l:t clemancla, hasta elpunto que muchos economistas hablan ;tc-tu:clntente cle un •cu:tsi ntercado» (Walforct,1997; Aclnett y Davies, 1999).

Por el l:ulo cle la oferta, las institucio-nes no presentan cvnto oUjetivo primero l:tmaxituización clel beneficio; acleniás, la ]le-gacla cle nuevos »ofertantes• al mercaclopor lo general es controlacia, soUre toclocuanclo es el Estaclo quien financia y son^e-te las ayuclas a cleterminacias condiciones.Por otrt parte, la competencia entre coie-gios requiere zonas con suFiciente pobia-ción, por lo que la noción cle ntercaclocarece cle senúclv en las zonas rurales. Poríiltinto, resulta poco prob:tble que los•ofertantes» cierren sus puertas cuanclo lesrechaccn los usuarios insatisfecltos, princi-p:rlntente clurante I:t eseolariclacl oUligato-ria ya que toclos los alumnos cieben tenerplaza. Si la amenaza cle cierre es teórica,las escuelas solicitaclas seran sitnplementetn:ís sclectivas, rnientras que l:ts escuel:tscon ntenor atr:tctivo se ntantenclrán •pordeFecto», acogienclo a los :tlurunos yue nohan siclo seleccionaclos en las primeras,rnn lo yue 1'all:t uno cle los puntos 1'uncla-tnentales.

l:n lo que respecta :t la clemancl:t, clu-clatuos quc los paclres funcL•tmcnten suclección en criterios cie el'icacia escol:u', yque estv les ha^;a ser extretnaclantentc«moviUles» en el mercaclo. 'focla la argu-ment:tcicín r.rclíca en la iclealízacíón ctelconsumiclor responsal>le y racional, hicnintorntaclv, que cla prioriclacl q la eomp:tr:t-cicín, a L•t ntovilidacl, : ► la planii'icación aI:u•go pl:tzo, en perjuirio ctc l:t itttegr:tcicínen la comuniclacl local, l:rt particular, cuan-clo c^l funcionamicnto hahitual clcl mcrcacloexige que t:utto los consunticlorrs contoios procinctores estón per'tr=ctantcnte intijr-ttt:rclos clc Ia n:uur: ► lera cle lvs procluctos, eseviclente quc los p:ulres no se encucntr:rn enun q sittcrci<ín clc^ contplcta irliorntación so-I>re I;t c:rlicL•ul clc los cc:ntros y la aclccua-cicítt al pcrfil clc^ su Itijo. Los <Icl'cnsores clc^l

tnercaclo proponen trna intervención clelEstaclo para clifunclir esta información yasegurar que llegue a los p:tclres ntás cles-favoreciclos; clicha regulación conlleva ungasto considera^te, que puecle perjuclicar alas ventajas esperaclas clel mercaclo ( Coltn,1997).

En clefinitiva, los economistas, en suinntensa ntayoría, consicleran que el^mer-caclo no puede ciesetnbocar en un »óptintosocial•, y solo ciebería anteponerse a cual-quier otro ntoclo cle regulación cuancio secumplan cleten^tinaclas conciiciones, sobretoclo en lo relativo a la circulación cle la in-Formación, e incluso el ntocio en que pue-cle respetarse un interés colectivo -et•rencliutiento social» cle la eclucación- noreclucible a la sunta cle los intereses inclivi-cluales. Altor:t i^ien, en cuanto al correctof'uncion:tntiento cle un •ntercaclo• siguenFaltanclo dos claustrlas t'unclatnentales. I'orun laclo, las fautilias carecen cle los mecliosnecesarivs para contpar:tr I:ts clit'erentes al-ternativas eciueativas; por vtro laclo, enfunción cie las variaciones cle I:t caliclacl clel•proclucto» ofrecicto y/o ia aclaptación a suhijo, pueclen camhi:tr cle colegio a su híjoen cualquier momento. Acleruas, nacla ase-gura que no exista un:c contraclicción entrelos intereses inclivicluales y el interés colec-tivo, si tcnemos en cuenta que ei compor-t:uniento dc unos tienc^ canseruencias enla «suerte• cle los otros, :tspecto yue reto-marentos m:ís aclelantc, pues la t'uRa cle losntcjores alumnvs cie las escuelas nt:ís dca3i-les cncicrra :rún utas en su •Khetto• :r estosúltimos inlluyenclo a la ir.tj:r en l:ts oportu-niclacles cle éxito cle los alumnos que per-m:tnecrn, una sc};rckación cuyo costcsocial es re:tl. AI unirse I:rs elecciones r:r-cion:tles se pueclen proclucir cl'ectos per-versos y •externalicl:rcles negativas-.

[:n consecuenria, ta ci^icacia ^;lolr.ri cfelntcrc'aclo clcpcrtclc <Ic los ol^j^tivos priorit:c-rios. 1>aclo clue el ntc^rcaclo se ri};e por las: ► list:rcción clc los ronsumíclores, sc• pueclcronsiclerar priorit:rrio cl •rc•nclimiento pú-Itliro• clc I:t ccluc:rricín y sus nt ŭUiplcs •cx-

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ternalidades• positivas. De este modo sejustifica plenamente un sistema público,además de que la mayoria de los sistemaseclucativos mundiales pertenecen a estetipo. Este punto resulta especialmente reala nivel de la formación obligatoria respec-to a un sistema de mercado, que por supropia lógica tiende a ntultiplicar las •uni-clacies de producción• divergentes, mien-tras que la consecución de objetivossociales supone una relativa convergencla.Respecto a la equidad, algunos economis-tas consideran Indiscutible la ventaja de unsistenta público, pues resulta más fácil ga-rantizar estándares mínimos iguales paratodos los alumnos; otros opinan que si apriori éste es más difícil en un sistenta demercado, es posible organizarlo de modoque genere una mayor equidad. Pero in-cluso entre los partidarios más fervientesdel mercado, toclos desean que el Estadogarantice un mínimo de regulación (Too-ley, 1997).

De hecho, un número considerable deeconomistas presentan soluciones inde-penciientemente de ia oposición público/pri-vado, sistema público actual/mercado. Esen ]a práctica, en la dosificación que reali-cen los políticos entre el comprontiso delEstado, su intensidad y modalidades, y elh^gar que se conceda a los usuarios, dondese ntanifestarán abienamente las preferen-cias ideológicas y las justificaciones teóri-cas er: abstracta.

El éntásis de los defensores del mercado(principalmente Chub et Moe, 1990) sobre elcarácter cnicial del •control social» del siste-nta educativo a priori debia contzr con el In-terés cle los sociólogos... Estos últimos van acentrirse en la cuestión c!e saber si, en una so-ciedad desigual, el mercado puede funclonaren beneticio de todos, obteniendo una res-puesta evidentemente negativa. Incluso pue-cle sorprencler ver cónto los sociólogospartidarios de las tesis •conllictualistas• de-lienden el sistenta público actual, al analizlrporntenorizadantente el merrado. Desde losestudios cle los arios sesenta y setenta, se

sabe que los gn^pos en posición desigualpretenden controlar la escuela sin éxito, yasea definiendo la excelencia escolar (conla ideología del don), ya sea empleandotodas las facetas del currículum como crite-rio de distinción. En consecuencia, el desa-rrollo de la elección paterna no va ainvertir un Funcionamiento anterior justo:el tnapa escolar no sólo se basa en unasectorizacibn espacial disgregada, sino quelas famillas acomodadas e informadas laeluden con facilidad ellgiendo su domicilioen cortsecuencla o evitando el centro esco-lar que no es de su agrado.

Los sociólogos (principalntente Ball y aL,1996) describen las luchas entre los gruposde •usuarios• siguiendo la lógica del hándi-cap sociocultural: para ubicarse en el cant-po escolar, se requiere un cierto capitalcultural que evalúe los retos de las eleccio-nes, adquirir el valor escolar que ofrexcamás salidas, manifestar los •gustos• queconducirán a las carreras más apreciadas.Ahora bien, las familias no cuentan con lasmismas actitudes y competencias pari par-ticipar en este juego social.

EL OB3TAClJLO FRANCÉS

En Francia no hay debates en torno a lascuestiones que etniten los vecinos anglosa-jones relativas a las vías para obtener unadeterntinada justicia social en la escuela olas modalidades de control de la naciónsobre la institución escolar. No obst:^nte,hay problemas que resolver, y a menudose producen cambios que no acaban deaceptarse, en una opacldad e hipocresíavergonzosas (cf Dubet y Duru-Bellat,2000). De este ntodo, se aprecia una seriede fenómenos de mercado en el sistemaeducativo francés, mientras que oficial-mente no existe la referencia al mercado ya la posibiliciad de elegir.

Una primera evolución concierne al•clescubrimiento• de la equidad a principiode los años ochenta. Conviene recordar

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que clurante tnucho tiempo la centraliza-ción y uniformiciacl clel sistema echicativoen Franci:t han garantizaclo la uniclact cle laRepú^lica, la universaliclad cle la razón yuna cleterminacla justici:t social. Progresiva-tnente, esta representación se fue desmoro-nanclo en los años sesenta y setenta, aconsecuenci:t cte los siguientes cambios: elcreciente escepticisnio respecto a las virtu-ctes clel centralisn^o, la exigencia de unaeficacia cie evaluación m:ís apremiiante, unmejor conocimiento cle la diversidacl de si-tuaciones escolares y de las clesigualcladesque las cletern^inan... Se ha extendido unacierta clescentralización al sistema escolar,principaluiente con un ciesarrollo cle la auto-nomía cle los centros. A1 no querer percleresta autononiía, los actores clel sistema sepreocup:tn por la ciiversilicación ciel sistetua,l:t respons:t^ilicLtcl en autuento cle los actoreslocales, la evaluación cle sus proyectos y re-sultaclos, toclos ellos en la etiqueta »cierivaempresari:tl»... Sin embargo, la legitinúcl:tcl clel:t :tutononúa cle los centros y las nuevas nio-claliclacles cle pilotaje que ésta exige nuncahan siclo objeto c1e clebate.

La implantación y •1'lexi^iliclacl» clel»ni:tpa escolar» ilustran t:tles ambigiieciacles.Recorclemos yue el mapa escolar, instau-rando en 19Gi l:t obligación de asistir alcentro escol:tr corresponctiente a la zonaclel clotnicilio, limitalr.t el g:tsto cle tr.tnspor-te para los usuarios y clemocrttizaVa el acce-so a las cliferentes carreras, mejoranclo laracionalicl:ul acinúnistrativ:t y l:t el^icacia eco-nómic:t clel sistem:t escolar. Veinte años cies-pués, las consicleraciones prícticas parecenmenos iu^puest:rs y se reconoce que la sec-torizacicín cs inc:tpaz cle I^omogenei•r.:tr I:telección cle los centros escol:tres, al tratarsecle espacios resicleneiales segregaclos. I'inal-niente, clescle los años ocl^ent: ► y caci:t vezcon n^:ís frecuencia, el I^eclto cle quc la eler-riĉín clc un centro escoL•u• sea posihlc en clprivaclo y no clentro clc la púhlica constituyeuna :tncm^:tlí:t n^olesta e impopular.

Las políticas ( clc: izyuicrclas, por :tyuclentc>nccs) van a cliviclirse cntrc cl apcgo

(común a la inmensa niayoría cle los profe-sores) a una forma cle funcionar que sim-boliza los valores republicanos (toclos losalumnos cleUen ser iguales para la escuelapública clel barrio) y el continuo aurnentocie las cletnanclas clé •usuarios»... En Fran-cia, la introclucción cle una cierta »closis»cle elección no cíeriva del reconocimientocie virtucles positivas (potenciales) en el»n^ercado», sino más bien ctel tímido com-promiso ante este dilema, que es un con-flicto de valores. Concretatnente, setraduce en la ausencia de un texto nacio-nal y el que se confte a las autoridades aca-démicas la clecisión cle flexibilizar o no elmapa escolar en función de clistintas tno-claliclades, tras una fase cle experitl^enta-ción inlciacla en 1983, a cuya soluci.ón decomprontiso »tlexible» se aclhirieron los si-guientes ministerios. La cuestión se repiteen los textos (el objetivo cle mezcla socialcte los centros escolares se reaf•im^a en lacircular clel 29/12/1999, así carno la legi-timación cie una regulación para garanti-zarlo), y en cieternúnacias zonas (con lareforn^a cle la sectorización en I'arís poraquelia época).

EI ejetnplo francés y su siniilitucl conlos países vecinos que presentaremos acontinuación, recuercia la riecesicíacl deque las políticas eclucativas no sean (o nosiempre) el retlejo claro y unívoco cle posi-cionamientos icleológicos tajantes; intluyecl contexto y las tracliciones históric:ts, lasrel:tciones entre políticos, profesores y Fa-n^ilias, y la coyuntur:t política (en este casola presión cle los usuarios cle los centrospri v:tclos ).

LA ELL'CCIbN EN IA PI2AC'CICA:I)IS77N7'OS MOI)OS nE ORGANI"LACfÓN,I:FEC'1'OS CONTRAS'IAI)OS

IA9 POI.tf1'ICAS lll: EI.EC,CI(SN IMI'E.AN7'ADAS

I?N I:oB I)1571N7n5 PAÍSF4

'I'ratan sot^rc facet:ts variadas clcl sjstenla^duc:rtivo (c>cnt:, 1994):

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• La financiación de los centros privactos:al financiar los centros privados, se pue-cle lograr que sean tan accesibles comolos centros públicos, aunlentancio así lasposibiliclacles cte elección y la cotnpe-tencia entre los centros; es el caso cleHolancla, I)inamarca y algtmos sistemascle «bonos• eclucativos que incluyen alos privaclos en la «lista• de centros clis-ponibles.

• Las reglas de inscripcibn en el sectorpítbllco: la noción de zona cle recluta-mlento puede suprimirse o suavlzarse,pero la situación varía, si no existe nin-gún «zoning•, como en I^Tueva Zelandacioncle todos los alumnos pueclen elegir,o Suecia o Francia, en que la posibilidaclcle elegir sólo se procluce sí se recllazaal centro de la zona. También se puecleconfiar nlayor o menor libertacl a loscentros a la hora cie seleccionar a losalumnos: o bien son totahnente librespara cletlnir sus criterios -conlo en Nue-va Zelanda- o bien cleben respetar lasreglas relativas al nivel escolar o a lascaracterístic:ts sociaes o étnicas de losalutllROS aclulitidos, conlo es el caso clealgunos Estaclos americanos, que enbreve presentarenlos.

• L:t competenda entre los centros puecleaumentar al vincular su financiación alos efectivos que acoge; si bien se aplicael principio general segítn el cual «el di-nero sigue al alumno•, cie 1110CI0 n1^S Omenos estricto en función de los países.

• La cliferencia entre los centros puecleimpulsarse o imponerse, ya que la elec-ción sólo tiene senticlo cuancto los cen-tros son realmente discintos...

• La elección ctel centro puecie resultarm5s f:ícil por la clifusión cle una infor-mación indepenctiente sobre la calicladde los centros, por un servicio cie trans-porte escolar más :tdaptado, etr.

Si la cuestióx de la elección ctel centroescolar y sus moctalidacles aparece comouna cuestión de actualiclad unicla al ascen-so cie la icieología liberal, esta libertaci exis-te descle hace ntucho tiempo en unnúmero cíeternlinaclo cle países europeos.Es el caso de Bélgica, doncie existe un«cuasi mercacto« y a la vez hay financiacio-nes públicas y libre elección de centro es-cotar (Vandenberghe, I997): el Estadoflnancla los centros en proporción a susefectivos, mientras que los pacires soncornpletamente libres para elegir el cole-gio, por lo que los centros cleben competirpara lograr stt clientela.

La sltuación belga evoca la cie Hoian-cla, que hasta hace poco ilustraba muybien lo que puede ser un «tnercado« eneducación (Karsten, 1994; Teelken, 1999).La elección, que se renlonta a principiosdel siglo aoc, se inscribe en la Constitución:todas las fa1111has, inciependientemente clesus principios eciucativos y sus valores cul-turales y religiosos, cleben pocler encontrarttn centro escolar financiaclo por los Fon-dos pŭblicos que les satisfaga. En caso ne-cesario, un gntpo de pactres puede proponerla creación cle un centro escolar f'inanciadocon fondos pí^blicos, siempre que se cum-plan determinaclos criterios, El tistado ga-rantiza la libertaci educativa y L•i calid:ul de!a Fonnación clispensacla, fin:tncianclo a to-clas las escuelas par.i asegur:u una homo-geneidacl y caliclad mininlas. De esta Formael Estado Financia mayoritariamente a loscentros privaclos, mientras los colegios pú-blicos son minoritarios (representando el35°^o de los centros de enseñanr.:t primariay el 179^o de secunclaria). L:t elección cle lospaclres es íntegra y no h:ry destinos obliga-torios en función clel lugar de resiclenci:t(las clistancias son pequeñas y la red de co-legios muy clensa). Los centros públicosestán obligacios a acoger a todos los niños,tnientras que los centros privados puedenno aceptar a los niños cuya •visión cleltnuncio• no coincicta con L•^ ciel centro encuestión.

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Aparte de controlar }a cual}Ficación clelos profesores y las materias de estuc}io,descle los años setenta el Estaclo aplicaun:t política cie cliscriminación positiva(Ritzen et al., 1997), concecliendo mayoressubvenciones n los centros con mayorproporeión cle a}umnos ciesfavoreciclos, yportc}erando de moc}o clistinto el •precio»de cacla a}unino; un alumno de m}noríaétnica puede suponer para el colegio casiel doble de dotación que un alumno pro-cedente de un med}o favorecido (unniño neerlandés origin:irio de un med}oclesfavorecido supone una dotaclón de1,25). Desde finales cle los años ochenta,el Estaclo interviene mas para fijar objeti-vos pedagógicos nacionales y un progra-ma común a toclos.

En Gran Tiret:tña, un año clespués c}el;t lleg:ula al poder de los conservadores, laLey de Edrrcactórt c}e 1980 procluce la.puesta en marcha» del sistema eclucativo(Eclwarcis et Whitty, 1994). Los dereehoscle !os paclres en n^ateria de elección esco-lar aumentan progres}vatnente a lo largocie la clécad;t, hasr.i que la Ley de Edrrca-ción de 1998 impuls:t la elección por lospaclres medi:tnte I;t con^pleta liberalizaciónde las normas cle inscripción en los cole-gios. P:tra inFormar :t los padres, el Gobier-no difunde sisteroáticamente los resultadoscle los ccntros escolares en los exámenesnacionales (las l.eac(rre 'I'ahles, que no sonn^eclidas de el'icacia, sino puntuacionesbrutas, que en parte clepenclen clel perl'ilcle los alumnos). Sc ;tplir,t un dispositivode Asslsled Places Sci.^e^ ►► tc^ los mejores een-tros privados reciben suUvenc}ones paraconceder un níu»ero determinaclo cle pla-Las q los ;tlun^nos seleccionados, con eloUjetivo de promover :t los a}umnos de ori-gen popular. Por otra parte, la fin:tnciaciónde los centros escol:u•cs depende amplia-niente clel número de alumnos que c;tpteel centt•o (el 85^>/<, de la clotación es propor-cion:tl al número de alun^nos). l^sta form q

de finanriación equiv:tlc a la implantacicínde un sistema dc bonos ( r^r^rrc'l.ters) virtual,

ya que los centros sin clientes tenclrán quecerrar. Estas nieclidas no lograr.ín insr<iurarun •auténtico» mercaclo; su oUjetivo es liberarlas iniciativas cle los centros escolares y laresponsabiliclacl de los paclres, En la polítieaeclucativa cle los años ochenta y noventa,este conjunto de mecliclas convergentescoexiste con un tzlovintiento inicialnientecontraclictorio en que el Estaclo asutne loscontenidos cle formación, ya que la Ley deEdtrcactón c[e 1988 introc}uce la hasta en-tonces desconocida noción de currlcu}umnacional.

Los Estados Unidos son un claro ejem-plo de la variedacl cle sistemas de elecciónposibles. Mientras teórlcamente prevaleceun sistema cle tipo mapa escolar para la se-lección c}e los centros públicos ( sabiencloque el 12% de los alumnos asisten al priva-clo pagando), :t}gunos Estaclos han proba-do sistemas cle elección escolar, quecl}f}eren en dos par^tmetros esenciales: elgrado de libertad ( o, al eontrario, cle •cle-penclencia») de la elección Fan^}I}ar por unlado y el grado de IiUertad ( de organiza-ción o selección cle a}umnos) que tienenlos cenh•os, por otro.

Algunos cle estos sistemas de elecciónvaloran explícitatnente ka equidacl. Los pri-meros intentos cte •busing• (consistente enel tr;tnsporte de los niños residentes en losharrios pobres a los colegios de las b:trriosmás aconioclaclos) enipezaron hace treintaaños. Este sistenki se rc^clt:tzó insistentementey a leclta cle lioy, }as •Ma^;net schc^ols• sonuna alternativa: a menudo ubicaclas rn Icfscentros populares cle las grancles ciucl:ules,y proponiendo un:t especializaci^n en un:írea determinacla, c:tptan :t niños que nopertcnecen : ► I clistrito y cn consecucncia suseleccián favorecc: l;t íntegr: ►rión, mejor;tn-do la formación de los niños m;ís clesl•avo-rec•idos. Si consiguen n^antener en c l centroa los niños de clasc n^cdia de los Ir.u•rios }x^-pul;tres, -escoger.ín la Ilor y n;ita- entrc !osalumnos de !os eentros circunclantes.

I:n un inter^s ex^^lírito por lograr I;tequidacl, mucltos [?st:tclos It;tn idcadc^

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procediniientos Uasados en la eleccíón decentro escolar. En general, los colegios yano clispanen de una xona de selección, lospaclres están informaclos sobre toclos loscentros existentes y expresan sus eleccio-nes; la selección puecle hacerse entoncespor sorteo o pueclen ser las mismas escue-las quienes lo efectúen. Entre los criterioscle evaluación de los centros escolares,puede haber cupos étnicos o sociales, perotambién int7uye la distancia al domiciliodel niño, la presencia de hermanos o her-manas... Así, en Minneápolis (Glazerman,1998), existe un sistema de elección desde1970, creado en un principio para lucharcontra I:t disgregación racial. Desde 1989,afecta a la tot:tlidad de los colegios públi-cos y, clesde su ingreso en pritnaria, todoslos paclres cleUen etnitir tres votos; se en-trega una información que destaca la sin-gulariclacl de los centros (y no sólo sueficacia escolar). La administración destina:t los alumnos en función de su elección,velanclo por que los colegios no superen al15% de la proporción de alumnos blan-cos/no blancos del distrito. Cuanclo el nú-mero cle peticiones supera la capacidad deacogicla, se procede al sorteo.

En ►os diferentes sistenias de elección,el Estaclo (la Administración escolar) estámuy presente. Una alternativa radical con-siste en crear un mercaclo en que los con-sumiclores puedan elegir libremente,consistienclo el papel prineipul clel Estadoen velar por que las desigu:^lclacles econó-micas no obstaculicen las posibiliclades deinstrurción de algunos aluninos. Es el sis-ten^a cle L^onos eclucativos o t^arcf^eis:cacla :tlumno recibe un bono para acredera cu:^lquier colegio y el Estacio cuenta conuna U-iple función: conceder los ayudas,aceptar a los centros escol:tres y h:tcer Fun-cionar al ronjunto gar: ►ntizanclo la circula-ción cle infortuación sohre los centros,resolvienclo los litigios entre ofertantes yconsumiclores, comproUancto que tocloslos niños teng:tn :^cceso a las escuel:tsol'ertaclas. T'aml^i^n pueclc estal>Iccer una

discriminación positiva, concediendo a al-gunos niños bonos cie mayor valor.

Desde los años setenta, se han proba-do diferentes sistemas de bonos ectucativos;por ejemplo el dispositivo implementacioen Milwaukee desde 1990 fue concebicloespecíficamente para permitir a los niñosde medios cíesfavorecidos asistir a los cole-gios privados de pago. Los colegios que de-seen recibir a alumnos con bonos debenaceptarlos hasta cubrir la mitad de sus efec-tivos, por sorteo y sin discrinúnación; cuan-do acogen a un alumno procedente de unmectio popular, reciben una subvención clelEstado sin^ilar a la que recihe un alumno delsector público. La canddad de efectivos cap-tados de esta nianera ha crecido especial-mente de 1990 a 1999, lo que prueba lapopularidad de este sistema, pues nunca an-tes se había asistido a una fuga masiva de loscolegios públicos: aproxim:tdamente el 79^0cle fanúlias elegibles utilizaron esta posibili-dad en Milwaukee, registrándose cifr.ts pare-cidas en otros prograntas.

Es obvio que pueclen plantearse infini-dad de sistemas, entre la elección integralno regulada y la reglamentación estatal.

EL FUNCIONAMlENTO DE I.03 DISP03r17V09

DE ELECCIbN

Un aspecto esencial de este nuevo «merca-do» de la eleccián cle colegio es el modoen que las fatnilias eligen. Entre las razo-nes señalaclas por l:ts Faniilias para recha-zar un colegio (Smedley, 1)95; Wcst yVarlaam, 1991), la •n^:tla reput:tciórn es laprimera, por representar a la vex un climaagitaclo, incluso violento, problemas de ra-cismo, resultados escolares bajos, profesorespoco motivaclos... Los criterios declaraclospor las familias para clefencler la eleccióncle un centro son más tenues. I'rinieran^cn-te, se tienen muy en cuenta los criterios cleeficacia del colegio, pero menos hegen^ó-nican^ente cle lo que creían los particl:u•iosclel mercaclo. Intlcrye tanto o más la per-cepción que tienen los p: ►clres clel rlima y

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la ealiclacl cie los profesores: las Familias semueven por los difusos signos de un climapropicio al estuciio, más bien tradicional,así como por los inclicios de una contposi-ción social o étnica tranquílizadora (Hun-ter, 1991).

La realiclacl cle las eleceiones apenasrefleja a •unos consumiciores obsesionadospor maximizar la caliclaci acadéntica cte laFormación que recil.^e su hijo. Estos consu-niiclores pueden elegir un colegio por ra-zones que na tienen nada que ver con laeFicacia (el ambiente, el cliuza...), hechoéste particulanuen[e cierto a nlvel cle la es-cuela primaria, o con la clistancia que exis-te det centro a) clomicilio, prevalecienclo elbienestar del nirlo por encima de las consi-cleraciones acaciémicas. Incluso a nivel cleenseñanza secundaria, no ciotnina la preo-cupación acaCiéllliCa, comprenciienclo aquía las clases mectias. De hecho, la calidaciacadéniica cle los centros funciona comouna variable «umbral• que sólo desempeña^in papel negativo cuanclo es demasiacloclébil.

't'oci:rvía Falta estructurar las rtzones clela elección, tras tas tendencias nteciias, enfunción cle las características socioeconó-micas y culturales cie las fatuilias. L.1s fami-lias acomodaclas e instruidas son las quemás recurren a la libertacl cle elección: evi-clentemente, los pacires ntzs acomodadosson los menos motivaclos para optar a laelección, pues su ctomicilio se encuentraen un ls:trrio en que los colegios reúnen alpúhlico conforme a aquello que cleseanpara su hijo. En consecuencia, los paclres•electores• a menuclo pertenecen a la clasemedia, est5n Lxtstante instruiclos y sensihi-liz:tdos sol5re las cuestiones escolares paraquerer y pocler elegir, pero no tienen la su-I'iriente suerte para encontrar lo que bus-can. A este respec•to, los padres profesoresson particul:trmente activos.

5in enthargo, en determinados contex-tos, las Gtntilias de ntedio popular se ntues-tran muy motivaclas al pocler elekir. l:n eldistrito clc (v(inneápolis (Gla•r.erman, Ic^)K),

toclas las Familias optan a una oFerta ciiver-sificada, ya que muchos centros escolaresproponen programas especít^icos para lasclistintas comunictacles étnicas. Los criterioscle elección que nrís int7uyen (revelaclospor el análisis cle los comportantientosefectivos cle las fan^ilias) son la composiciónracial ctel colegio, la clIs[ancia al colegio y sutonalidacl soeial. Los paclres envían a suhijo a un colegio cloncle estudiará con susiguales, étnica y socíalmente hablanclo.Esta iencíencia a un •socia! matching• quepracticarlan tocios los gntpos sociales cles-cle que cuentan con la posibiliclaci paraelegir se observa en Holancia (Karsten,1994; LouIs y van Velzen, 1991), clonde seconcecie gran importancia a las consider.i-ciones culturales y étnicas. Las familias•blancas• a menucio etigen centros catóii-cos o protestantes, mientras que en loscentros públicos el volun^en de alumnosextranjeros constituye el 509^^-C09^b de loset'ectivos.

En resutnen, todas las nociones habi-tualmente presentes en el paracligma cielmercaclo, como la soberania clel conss^mi-clor o la lihre elección entre los •procluctos-ciiversiticacios no son (al menos no en to-clos los casos) pertinentes, habicla cttentacte L•t complejiclad y el carácter sorialmentesobrecieterminaclo cle este mercado.

LA ELECCION DF.I. CENTRO F.9COLAR

Y F.L Ft1NCIONAMIEN'IY) DF.L 9131'[;MA

Los eFectos clel desarrollo de eleccián so-bre el funcionamiento del sistema puecleninfluír en el trat^ajo clel profésor o el direc-tor, en los valores y practicas pedagógicase incluso en el tipo de oferta escoL•tr.

F.n Gran Bretaña (Gewirt•r. et a1.,1995),la competencia entre los centros gener:^caml^ios signit^icativos en la «cultura• de loscentros. No sólo experin^entan l:t neresi-ciad de. resultar atractivas antc sus •clicntes•potenci:tles, sino que rcflexion:tn sol^re !:timaKen que qiiieren oFrecer a tal o cual•srKntento• ( rc•tomando un térntina cle

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m:u•keting) cfe la población, sobre tocio enrel:tción con sus »rivales» del mercaclo lo-cal. Utílizan cada vez más las técnicas pu-blicit:► ri:rs, ponienclo especial énfasis en los:tspectos sitnples y meclíbles de su funcio-nantiento, atractivos p:tra los paclres cle losalumnos con ios que se clesea contar (elhecho cle llevar uniForme, la okerta cle op-ciones artístícas o clases cle nivel). El objetivoes captar a los •aluninos más aclecuados»,que ctoten a su centro cie una posicfón favo-r:►ble en las •Leagrre Tables•. Si la creacióncle un ntercaclo clebía sensibilizar a los cen-tros sobre las necesiclacles cliversifieaclas clelos aluntnos, se obtíene el efecto contrariocon los colegios que intentan captar a los;tlutunos »sin problenias». I':trece que lesinteresa tu^^s elevar el nivel escolar y socialcle su púLlico par:t rnejatar sus resultaclos,quc perfeecionar su «procluetiviclacl• pecla-gógica.

En el laclo pr:íctico, se aprecia una cre-ciente foc:tliz:tción en o^jetivos acaclétní-cos, interes:ínclose en los result:► clos :tcorto plazo, visi^les y cuantificables, a nte-nuclo conclucentes a agntpaciones por ni-vel (para satistacer a los paclres cle los«I^uenos» alumnos), en perjuicio cle unosobjetivos ecluc:ttivos ntas amplios (sociali-z:tción, actitucles...), restringienclo -en clefi-nitiva- los o^jetivos estableciclos en laescolaricL•tcl. En I:t lorm:t, el »traclicion:tl« es-tilo cle eclucación brit:ínico, con su anrbiente orclenacla y autoritario, sus ritosescol:tres y unil'ormes tenclría toclo : ► su fa-vor... (13agley et q L, 199Gb).

l.n otro plano, l:t cliversificación cle laofert:t escol:tr era uno cle los objetivos (y aI:t vez un:t conclición para el Cunciona-ntic nto) cle la intpl;tnt:tción: para yuc s^ielección tenga senticlo, los consutnicloresclel^en percihir claratuente I:ts cliFerenci:rsrntre los cole};ios. I^e Iteclto, cl princip;tlcfecto visihle cle la cliversil^icación clel sistc-rua t:tl y ronto se impulsó en el Reino Uni-clc^, fue el enclurecitnic:nto cle la selección.hlucltos cc:nu•os priv:rclos, que no tcní:tnnin};ún intcrés por auntent:u^ su capacicl:ul

de aeogida, ltan tenicto la posibiliclacl clereforzar su selección. A la hora cte elegir,en las decisiones cle las famili:ts británicasprevalece un moclelo cle colegio dominan-te, y no les aU•ae la varieclacl, uno cle lospresupuestos en que se basab:t la políticacie elección. La competencia tenciría contoresultaclo una mayor semejanza entre loscentros, m^s que su ciiversificación.

En algunos países, las escuelas a ntenu-cio realizan elecciones peciagógicas muy di-ferentes. Sobre toclo es el caso cle los EstaclosUnicios, cuando se aciaptan los currícula a fasexigencias cle las nŭnorías étnicas. Si bienes positivo, en los países en que el tnulti-culturalismo no plantea problema algunosucecie que esta ciiversificación cie la ofertaescolar en tttnción cle las clivergencias étni-c:rs resuita especi:tlmente preocupante.Así, en algunos países cle Europa clel Estedoncle se It:t intplantaclo la eleccián clecolegio, se observa una •b:tlcanización»crecíente con riesgos sociales especít'icos(Heyneman, 1997). En estos países, I:ts ten-siones entre I:ts «minorías» étnicas son fuer-tes, con lo que la elección m:tntiene lasciivergencías e incluso hostilidacies existen-tes entre los grupos, yenclo en c:onu^a cle Inintegracíón socíal.

LOS EFECTOS DE LA L'LECCI(^NEN LA SÁI1SrACC1^N f^G LOS IISUARIOS,ASÍ COMO EN LA F.FICACIAY EQUIDAI^ DL'L SIS'I'L'MA

Anterior ►nente, hetnos observ;ulo una clife-renci:tción en auntento entre los colegios,sobre el m:tpa escolar ( n:uuraleza y caliclaclcle (a enseñ:trl'La propuest:t) y soci:tl (tipocle público reciUiclo). Pero esta ruesticíncontinú:t relativantente aUiert:t, y son ntu-chas las controversias que plantean los in-vestigaclores. En los lataclas Uniclos, en lotoc:tntc :t los sistemas clc tipo «bonos cclu-c:ttivos», l:ts ev:tlii:tciones ( por cjentplo,Witte, 1995; Peterson et :tl., 199c)> pruel.rtncluc: Ias l^antilias que It:rn utiliz:td<> cstc sis-tettta (sol.^re toclo las m:ís pol^res, pero tn:ís

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instruiclas y preocupacías por la escolari-cl:td cle su ltijo que l:ts f trnili:ts que pueclenelegir pero no aprovechan esta opción) es-tán s:uisfech:ts cle su elección y se han itn-plieaclo más en 1:+ eclur.teión cle su ltijo,aunque el nível escolar cte éste í► ltinto nah:tya ,uejoracio tanto como si hubiera se-guicla en el sector p4blico.

Es muy clifícil contrastar las repercu-siones cie los distintos sistemas cte elee-ción, ya que las 1•antilias electoras tienenunas características (principalmente :tctitu-des eclucativas) muy clistintas a las contro-lacJ:ts lutbitualmente (proFesión, nivel <!einstrucción..J, que les ciiferenci:tn cle lasi:tmilias que no pueden elegir. A este res-pecto, resulta especialntente interesante efcaso de Milwaukee, cloncle los rolegiossortearon a los aluntnos yue cleseaban te-ner en sus :tul:ts; cn consecuencia, se pue-clen contp:trar los resultados cie las clossubpohlaciones elector:ts -las que hanquedacla satisfechas y las que no- par,t co-nacer las repercusiones ligucl:ts aJ hechode :tsistir :tl centro liJ^rentente elegido. Seobserva entonces yue, en térutinos cle re-sultaclas, los el•ectos son ntenos insi^;nifi-c:tntes e incluso posítivos p:u-a los alumnosque han optado aJ centro eligiclo, despuéscle tces o cuau'o aiios asistienclo a éste últi-mo (Grcenc, 1996). Adewás, un estudiosoiare cleterntinados sÍStetlt:ts cie bonoseclucativas, cantrol:tnclo estos •sesgos cleselección^ conJ^irma el tuejor rendintientoclentro de los centros elegidas, pera sóloen cl caso de ios niños de oriKcn al'rcr-ante-ric: ►no (llowell et al., 2(x)O).

En cu: ► lquier atso, para quien valore Lts:uisfaccicírt a intplicacicín de los paclrca, sc•puede canrluir eJ éxito clc^ la ntayorí:t drlas expericnci:+s antericanas (ct'. princip:tl-t»cntr Grren, 1999; WoIJ' et :+I., 20O0); enp:+rtícul:tr, sc: pucclen It:tccr efectiv:ts lasposil>iliclaclc^s de clcccicín dc: J:+s lantili:tsm:ís poL^res. lin términos cle éxito cscolar,se ntiti};:t cl ixtlancc, y It:ry yue relerirsc alIr:rc:+so, tcm: ► tic,l>rc cl yt+c^ hal>l: ► rctuos clcs-puc^ti.

Los trabajos que estuclian los eFectosde los sistemas cie bonos eclueativos sobrela integ,•ación social y étnica san escasos.EI estu<lio cle G reen ( 1999) so^re Cleve-lancl clestaca que los colegios privaclos in-tegraclos en el sistema de bonos y portanto suscepti^le cle acoger a niños proce-clentes cie nteclios dcsfavorecicíos, son tu:ísheterogéneos étnica y socialntente que loscolegios púbiicos clel sector. El l,echo deescolarizar a su hijo en un colegio menossegregaclo es una cle los factores que pra-duce mayor satíst^acción en las falllÍlJas.Este hecho pt,ecJe pareeer un aspecto posi-tivo clel sistema, y sabienclo que desembo-ca en este contexto, los colegios públicosno estar:in menos segregacios, sino ntítsbien al contrario.

En 13él^;ica, clonde hace muclto tiempoyue la elección por parte dc l:ts familias escotuplet:tntente Jibre, Ja segre^;ación sociales tnuy significativa ( Vandenberglte, 19c)7).En I:ts grancles duclactes, algunos centrostienen tnenos clel 5c%, cle aluntnos con re-traso escolar; otros, n13S C1E'1 9(w/^. Pareceque esta segregación pracecle clel mercadoy que el núntero cle ccntros :tccesibles alpúblico en un ctístrito es un Jactor yue au-tnent:t !a scgregacicín. l;n 1-iol:tncla, donclcexiste un sistenta cle eleccicín integr:tl des-de hare 85 arios, entrc los centros yue sedistiní;ucn oFici:tlntcnte por su orientaciónreligiasa ltrevnlece una consicleraltle se^;re-^;acicín étnica y la dispcrsicín cle los alunt-nos extr:tnjeros entrc: los cenu'os es ntuchont: ► yor yue I:t tasa ck aJuntnc>s <leJ ntrcliopopular ( K;trsten, 1994). ist: ► se};rc^;acicinétrtica It:t auntentado cle ntodo siuniiic:ttivocn los íiltimcas atios: cacl:+ vc•r. son nt:ís lasnecrlanclcsc^s que c,tiplran !a Jil^crtacl dc:cleccicín -conceclid q por r:tzones re•liJ;ic,-sas- par:t :tlejarse dc I<^s ccntrc^s a Ic^s cµ+e:tsistcn aluntnos neKros, tttientras quc losgrupos de conl^csión ntusulnt: ► na se cs-luc^rr:tn por tin;tnci:tr sus prc,pios role};iosc'on li>nclos pcíl^lic•^s. I-loy en clía, sr pl:tn-tc:t sin racJc•c>s cl pr<,1>Icma cl<• I:+ c•ontJ^ati-l^ilicl:+cl cnuc I:+ lil>ert:tcl quc^ };ar:tntir:+ la

Si

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Constitución y el objetivo de integraciónsocial (Louis y van Velzen, 1991).

En Nueva Zelancia, el sistema cle elec-ción se ha implantaclo en clos tiempos, pre-vienclo que el primer año (1991) loscolegios realicen la selección mediantesorteo; los clos siguientes años, estos cole-gios establecerán un ,enrolment scheme•que presente de modo público y notoriosus criterios de selecclón cte alumnos. Loscambios cie comportamiento cie las faml-lias han sido relativamente limitados (Was-lander, 1995): tanto antes como despuéscle la reforma, la mayoría de los alumnos(el 71^/o frente al 789^0) asisten al centro es-colar más cercano (el clel clistrito); aclem^s,los niedlos sociales más acomoclados sonquienes más utilizan las posibiliclacies cleelección. A su vez, el sistema cle elecciónest:í ligaclo a una segregación social entrelos centros que Ita iclo en autnento, salvoen el primer ae^o, cuanclo prevalecía el sis-tema cle sorteo (que pociría ser un clisposi-tivo cle equictacl). Este último puntopresenta las conclusiones ciel análisis cleldispositivo cle Minne^polis (Glazerman,1998), que mostraba que en un sistemaprevisor cloncle se procecte al sorteo cuan-<lo las peticiones cie plaza en un colegiosuperan su capaciclacl cle acogicla, la segre-g:tción (racial, sobre todo) es más débilque en un sistetua cloncle no haya límlte deelección (y quecle satisfecha en todos loscasos). Este estuclio también prueba queun ciispositivo cle eleceión eontrolacla pue-cle ronclurir a un nivel cle segreg:tción r:t-cial, social y escoL•tr menor que en unsistema cle tipo mapa escolar, que retleja lasegregación social cle la zona.

Los efectos clel clesarrollo cte la elec-e'rón en la equiclad clel sistema Itan sido elcentro cle clebates especialmente intc:nsosen Gran liretaña. h1ientras tocios los :máli-sis cualitativos confinnaban un aumentocle las clesigu:tlclacles entre los colegios, unníimero consicler:tble cle tr•.tbajos recientesh: ► quericlo probar est:t tesis remitiénclo-sr :t <Iatos estadístiros scíliclos. Segtín estos

estudios (Gorarci,1997; Gorarcl y Pitz,1998y 2000) entre 1988 y 1998, no habría au-mentaclo la segregación social entre los co-legios e incluso podría haber ciisminuicio.En 1990 se observó un alza, quizá porquelos primeros pacires que recurrieron a lasposibiliciacles cle elección pertenecían auna clase social muy ciefinicla; a continua-ción, entre 1991 y 199.3 hubo un descensomuy marcado, de ntocio que la elección ac-tualmente recaería en las capas menos favo-recldas de la poblaclón. Tras los 3 0 4últimos años, se ha observado un ligero ysignlfIcativo ascenso en fttnción de diver-sos indicadores (Noden, 2000).

Otra cuestión consiste en saber si, enuna zona concreta, hay colegios que evo-lucionan de moclo contrastado, de mocioque unos son las «papeleras• cle los otros,mlentras que la segregaeián nieclia clismi-nuiría. Para clos investigaclores británieos(Gibson y Asthana,1999), hay que estucliarel concepto mismo cle la polarización clelos colegios: ésta se «Fabrica• a nivel clemercaclos locales, y la cuestión es saber,dentro de estos mercados, qué colegioshan mejorado su posición; en otras pala-bras, cuales prosperan y cu5les clecaen. Anivel cle tnercados tocales, situanclo a caclacolegio en relación con su competencia, lasegregación aumenta. Los colegios mejorclasiFcactos en su mercacto local son aque-llos en que más ha progresaclo su nivel es-colar, aumentando en consecuencia lascliferencias entre los centros cle lu mismazona. La evolución social clel púl^lico es lasiguiente: los colegios yue tn:ís progresanreciben menos niños procedentes clel me-dio popular.

Pese a las precauciones, sigue sienclomuy clifícil relacionar eon el ctesarrollo clela elección a la evolución ( o ausencia) clela segregación constatada, pues el contex-to histórico y geogr5fico est:í cteterminaclopor otras evoluciones, locales o regionales,sobre el que el merc:ulo quizá c:trezc:t clecompetencia. En particul:tr, cl nivel cle clis-gre);:tción social ol^serv:ulo cn los colegios

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t:unbién clepencle de la disgregación y evo-lución cle la zona estucliacla.

Si la cuestión es saber si el clesarrollocie la elección afecta al alz:i la segregaciónentre los colegios, ésta seguirá estanclo re-lativ:tmente abierta; lo nlismo sucecle res-pecto a sus efectos en el renciimiento clelos alutnnos y en la eficacia global cíel sis-tenla, si Uien hay un núnlero considerablecie presunciones.

Pese a que las f'anlilias no se clecidenen función cie la eficacia ciel colegio, sinode los valores cle convivencia (bienestardel niño, ambiente^..), esta conclusión estnucho nlsyor en Gran Bretaña qi ►e en losEstaclos Uniclos (ocnE, 1994), aunque elaumento cle las posibiliclades cle elecciónp^tecla generar nlás etlcacia. Si nortnalnlen-te se observa una tllayor satisf tcción cle losusu:trios o un aumento cle la participaciónpaterna en la vicla escolar, en cuanto a laprogresión cle los niños, aunque éste eraun objetivo esencial, actualmente los resul-taclos son poco convincentes.

A I:t inversa, se puecle concluir, unavez canociclas las cifras más o menos ho-mogéneas sobre la asistencia a clase (o alentorno escolar), si el autnento de la se-gregación se :tcompaña cle un aumentode las cliferencias entre los alumnos: :tlconcentr:u a los buenos alumnos en loscolegios cle élite tienen más posibilict:t-cles cie que sean nlejores, nlientras la con-centración cle aluulnos clé^iles en centroselegidos por defecto, concluce a una ine-xorable y distanci:tciora •espir:tl de caícla».1'or ejemplo, en l^r:tncia, Duru-l3ellat yMingat (1997) demuestran que la ganan-cia de los alumnos dél^iles al asistir a unacl: ►se heterogénea cluplica l:t pérdida ex-periment:ula por los mejores alumnos endirha situación, aclem:ís cle que los alutli-nos clélJiles son m:ís sensií>les a la ralidaclclel entorno escolar.

Estos traUajos también prueban el inte-rés cle las Familias para que sit hijo asista ala mejor elase posiUle, pues se progresanlás cuanto niayor sea el nivel cie la clase.Las familias más inf7uyentes, cuyos hijosobtienen los mejores result:ulos según lamedia, van a ciefencler las elases cle nivel.Por su parte, los mejores alumnos cie loscentros escolares intentarán, con razón, ac-cecier a los mejores centros (cloncie progre-sarán m5ts); sin emUargo, con su fuga,hacen mas homogéneos a los colegios quedejan (con alumnos m^s débiles), lo quedificulta la progresión de estos últinlos,pues, conlo ya clijinlos, los alunlnos clébi-les son particularnlente sensibles a la cali-daci del entorno escolar. La polarizaciónciel tnercaclo y la ineficacia global tiene suorigen en que la clecisión cle las fatnilias setoma en función cle beneficios privaclos,sin apreciar el coste colectivo de su elec-cfón. Acfenlás, cacla centro percibe su inte-rés (seguir las preferenci:^s de las familias ylos profesores) sin exatninar l:ts conse-cuencias cle su política sobre los otros cen-tros. En definitiva, hay clases y colegiosmás polarizados y los »efectos cie los igua-les» resultantes cle tal situación sólo pue-clen afectar al descenso de la eficaciaescolar global del sistenla, nlientras la me-jora cle la r.tlidad er:t y sigue siendo cmocie los argumentos mas Fuertes cie los de-fensores del mercaclo.

En Franria, las evoluciones no se eva-lúan si no están regul:tdas. A nivel de collé-Sc^' se organizó un:t evaktacián al inicio dela »experiencia» de 1'lexil^ilidacl clel m:tpaescolar (Ballion, 198G), muy trztnquilizado-ra, pucs c•n Lts xon:rs :tl^cctaclas la tasa depeticicín cle canthio era d^l l lc%, con c:vi-dentes dil'erencias cntre las rcgiones rura-les y una t:tsa próxima al O'%^ y algunaszan:rs url>:tnas c^on un:t tas:t que en oca-sianes supercí al 2(r%,. Como en los p:úses

( I) N. del 't^.: C:i^//i;uc^ roleuic^, centrc^ o c^st;thlerimicnto t^úhlieo Icx^a cle ensetlanza que aeoge ;i ;tlumnoshas L^ trrminnción dc Lt cscuela prim:ui:^ par:t protx^rcionarles un;t cdur.ición ^cuncl:ui:t de piimer cirlo cc^mopartc tundamental de la cscol:u'id:^d ol^li^:uc>ria.

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vecinos, las peticiones cle catnbio eran cle-sigualmente frecuentes en función de lasclases sociales, hecho éste analizado en losrecientes trabajos cle Héran (1996) y cieLangouét y Léger (1997). Si las proFesionesliberales eligen principalmente la enseñan-za privacla, la elección cle la pública recaeen los profesores y sobre toclo en los cuer-pos superiores cle !a función pública.

La evolución de las políticas acaclénú-cas clurante la década de los noventa no seconoce bien, pero se puede atirmar que en1990 la uiitad cle los coll ►̂es y la cuartaparte de los lycéie^ eran el centro de lasmediclas cle flexibilizaeión clel mapa eseo-lar y sus clistintas moclalidacies de org:tni-zación. No obstante, las investigacionesrecientes, principalmente cle Broccolichi yVan Zanten (1997), clenxiestran, al menosen las zonas urbanas ( en concreto la peri-feria parisina), un aumento de (as preocu-paciones paternas traclucido en auténticasfugas cie cletern^inados centros escolarespor parte cte las familias niejor infonnaclas.Gste Fenómeno ( cuyas cifras se clescono-cen :tctualmente) surge en un contexto enque disminuye el número cie alumnos (en:tlgunos colegios cte París hay pl:tzas li-bres); a este respecto cabe destacar que enlos países vecinos el clesarrollo cle la elec-ción escolar a menudo ha coincictido conun perícxlo cle pausa demográFica.

Sigue pendiente el an:ílisis objetivo delos efectos cle la tlexibiliztción en la disgre-gación de los centros escolares. Se clisponecle un estuclio que describe cletallacl:tmentela evolución de las rartcterlsticas cle los co-lléyes ( principalmente eclad y origen socialde su pút^lico), desde 1989 (Trancart,1998), apreci:índose diferenclas ligeran^en-te crecient.es entre los colléges, en funciónde las car: ► cterísticas escolares y sociales desus alumnos: ahor:t sc concentra a losalwnnos con retraso o a los proceclentes deun ntedio clesfavoreciclo en cleterminaclos

centros escolares. Pero esta evolución, dela que el autor cleclara, con pruciencia, quepor una parte e indiscutiblemente se pue-cte imputar a la flexibilización clel mapa es-colar, se conjuga con otra, cle senticloinverso: los colléges, en cliez años, se clis-tinguen eacia vez menos clebiclo a las op-ciones escolares cle sus alumnos. En otraspalabras, las opciones escolares son másuniformes de un collége a otro, aun cuanclosu púVhco sea un poco n^s detlniclo. Pri-meramente, en esta tendencia paradójica,se observa el impacto de la politica nacio-nal cle pralongación cle la escolariclacl (y lasupresión efectiva de la odentación al tér-mino clel quinto año).

Cabe clestacar, par:t quien trate cle eva-luar los efectos cle la Flexibilización clelmapa escolar, que actualmente no existeningún estudio que determine el hecho deque el aumento de tales clispariclacles entrecollc^es sea mayor en las zonas afectaclaspor esta flexibilización. El aumento de lasdesigualclades cle reclutamiento entre loscolléyes se ha oUservacto no sólo en las ciu-dades cloncle se mantiene el map:l escolar,al menos cle moclo fonnal (T3roccolichi yVan Z:tnten, 1997); adem:ís se aprecianotros cambios en relación con la flexibili-zación del mapa escolar en las zon: ►s enque sigue habiencio una sectorixacicín.Quizá haya que aludir a fenómenos inco-nexos con la elección cle las familias, comola evolución cle la desagregación social desu entorno. Determinaclos f'enómenos ob-servaclos en las zonas sectorizadas y en L•tsno sectorizacl:as, como la rrearicín por p:tr-te cle los clirectores de las clases de nivelpara •proteger^ a los Uuenos alun^nos qui-r.:ítengan alguna relación con el camUio depúblico escolar, ya que en los últimos cua-tro años de collé^e no existe ninguna selec-ción (clescle medi: ► clos de los : ► ñosochenta). El clima cle los colli^{cs puedcr.tmbiar, las estr.ttegias cie los paclres pueden

_.._. .._ ---(21 N. del T.: l.,lrck^: cenu^o púhlico local cte enseñanz^, cledicado a i:^ enserlanza xcuncl:n9a dr scKundo

gr.idci o superior y:d^icilo :^ los alumnas quc h:^y:ut terminado con éxito los estudios en cl r r,lG;^r^.

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enclurecerse, pero nunca se pondrá enclucla la elección.

En clefinitiva, si Fr:tncia mantiene elntap:r escol:tr en gr.tn parte clel territorio (loque tiene que ver eviclenternente con el !te-cho cie que tas cliferencias entre los centrosson tuenores en Fr.tncia que en los paísesvecinoŝ como Bélgíca y Holand:i) y!as polí-tir.ts nacionales siguen regulando el sistema,las estr.ttegias de las familias cada vez tienenm^s peso y tiencien :t restablecer, no dentoclo espectacul:tr pero sí continuo los en-tornos escolares (clase y colf^ye). Muchostrnlr.tjos demttesttan qtte las fanúllas nkfs in-fomtací:ts logran sttper.ir l:t indiferencl:t y en-contr.tr continu:mtente nuevos criterios paraque ia escol:tridad cle su iiijo sea •deternti-n:tnte•; en consecuenci:t podentos pregun-tarnos si, en Francí:t, el collége al que seasiste Ilegar5 :t sustituir la escolaricl:ul com-plet:t r.tsi univers:tl clel collé^+e, clecisivo cri-terio cle ctistinción, sobre todo con vistas alacceso :t un lycée cleterntinncío, si bien setr:tta cie un:t mer:t suposición.

CONCLUSIÓIV

Saber si canvíene des:trroll:tr t:ts posibiiicia-des cle eleccíón cle las famílías, pregunt:tque se formul:tn :tctualmente l:t m:ryorí:t delas p:tíses, es un:t cuestión de naturalez qpolítica cuya respuesta v:u•iar.í en funciónclc las o^jetivos priorit:trios p:tr:t I:t institu-ción escol:tr; si se uata cle la integraciónsorial a I:t •utaximización• cle las contpe-tencias escol:tres clel conjunto cle un:t elasede edad, el desarrallo cle la eleccián ser:íobjeto cle un juieio negativo ( cle maner:tm:1s o ntenos linlilacLt en Función de su or-g:tniz:tción en p:trtícular). Efectivantente,se sabc que en ténninos de efic:tcia, nohay que esperar un nt:tyor renclimiento:tcadómico por la elección, y yue en m:tte-ria de equidacl, el des:u•rollo de l:t elecciónparccc relativ:tmentc arriesgaclo, y:t yue el•ntercaclan tiencle a praducir segntentacióny pol:trir.nción, cxcepto cu:tndo se re:tliz:tdc fornta rstric'ta.

Sin embargo, si se potencia la satisfac-ción cle los usuarios e incluso la formacióncíe una élite, el juicio ser5 el contr^rio, e in-c1USO lll:is bien positivo, tanto más cuantoqt^e no se juzgue negativantente una ciertaclisgregación cult^tral o étnica. Entonces L•rpotítica tendr:í optar entre ctar ntayor satis-fitccíón a las fantilias (o a algunas de eltas)y exponerse a los consiguientes etéctos nocleseados, cotno ttna mayor disgregación(racial, soclal o escolar) por una eficaciaglobal más reclucicla.

Por otra parte, existen políticas alter-nativas :tl desarrollo cie la elección centra-clas en mejorar la eficacia de todos loscentros nt:is que en tttotiv:tr a las fantiliaspara que buscar los mejores colegios y cle-biliten a los restantes, lo cual no costaríam4s que una política de eiección, y permi-tíría preservar con tocta probabiiidztci losobjetivos soci:tles de la educación, que jus-tifican la intervención del Estaclo en este^mbito. Lo qtie resulta evidente es que, entodas partes y en las clistintas mocl:tlid:tdescle c:ul:t país, hay que distinguir entre unapolítica activ:t de homogeneización cle lacaticlad cle la oferta eseolar, o el desarrollocle sistem:ts de elección tnecíiante dispositi-vos capaces de supritnir los efectos no de-se:tcios.

(7rndrrccicírr: Silr^ttc MnrrterU)

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