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Kúm. 213 2. a época.—ANO XIV.—1." de Junio de 1889. PAg. 161 REVISTA DE TELÉGRAFOS PRECIOS DE SUSCEIOIOlí En España y Portugal, una peseta al mes. En el extranjero y Ultramar, una peseta 25 cents. PUNTOS DE SXJSCBIOION En Madrid, en la Dirección general. En provincias, en las Estaciones telegráficas. SUMARIO SBCCION OFICIAL.—Circular niím.1.—SECCIÓN TÉCNICA,—Contra la abstracción en la Geometría (continuación.), por D. Félix Ga- ray.—SistmadirlQX-Morse-Hughes (continuación), por D. Fran- cisco Pérez Blanca-—La electricidad en la Exposición Universal de Barcelona (continuación), por ü. Antoa ( no Suárez Saavedra.-- Congreso internacional de electricistas.—SECÜION GENKHAL.— Preferencias y exenciones (continuación).—Miscelánea, por V . - Coinunicado do D. Gregorio Fernández Arias.—Noticias.—Movi- miento del personal. SECCIÓN OFICIAL Ministerio de la Gobernación.—DIRECCIÓN GE- NERAL DE CORREOS Y TELÉGRAFOS.—Sección de Telé- grafos,~~Negociado 3.°- Circular míM. 7.—E1 día 7 del próximo pasado se abtió al público, con servicio limita- do, la Estación telegráfica de Illescaa, provincia y Sec- ción de Toledo, centro de Madrid y distrito Oeste, ha- biéndose instalado en el conductor núm. 287 é inter- media entre las de Madrid y Toledo; y el día 14 del pro- pio mes se abrid también al público, con igual clase de servicio, la de Logrosán, proTÍneia y Sección de Cace res, centro de Badajoz y distrito Oeste, siendo extrema de un nueVo ramal que parte de Tfujillo. La Compañía de ferrocarriles del Norte abrió al pú- blico, con servicio de día completo y sólo para el inte- rior, el día 1.° del corriente, las Estaciones telegráficas de Bellpuig y Ujó, en la provincia de Lérida la primera y en la de Oviedo la segunda, y con la misma fecha la Compañía de ferrocarriles do Madrid á Zaragoza y á Alicante abrió al público, con servicio limitado sólo' para el inferior, la Estación telegráfica de Chillón, pro- vincia de Ciudad Keal. El ramal quo calaza la Estación de Logrosán con la de Tnijilío figurará con el núm. 362 en el grupo de los de su clase, j se anotará asi en la circular sobre uso de hilos: Página 18: «802. TrujilloáLogrosán.» Página 26: «Trojillo. Logrosán. K1362. Toda clase de servicio.» Sírrase Y. hacer las debidas anotaciones en e Catálogo de Estaciones y circular núm. 11, y acusar recibo de la presente al centro de su dependencia, que lo hará á este Directivo. Dios guarde á V, muchos años.—Madrid 6 de Abril de 1889.—El Director general, Ángel Mansi. SECCIÓN TÉCNICA CONTRA 1A ABSTRACCIÓN EN LA GEOMETRÍA (Continuación). Del propio modo, aunque sin damos cuenta de ello, la operación de crear el espacio depende de nosotros, la hacemos nosotros; y como no po- ' demos vivir sin estar continuamente recibiendo impresiones y comparándolas, de ahí que siem- pre estamos creando espacio, siempre viendo espa- cio, siempre sintiendo espacio; y como esto lo ha- cemos sin que nos apercibamos de ello,*instinti- vamente, lo mismo que la circulación de la sangre y demás funciones orgánicas, que tampoco seno-, tan, de ahí la errónea creencia de que el espacio existe sin nuestra intervención, independiente- mente de nosotros, sin que tengamos la más mí- nima participación en su existencia: . -. Es verdad que el espacio sigue por todas par- tes al hombre y van siempre juntos. Donde hay hombre hay espacio, porque, donde hay hombre hay impresiones y hay comparaciones, y donde hay comparación de impresiones hay relaciones de moléculas, hay números, hay distancias y hay espacios. íso se ha conocido lugar en el mundo ni instante desdo que nació el hombre sin espacio, porque allí donde lia estado el hombre, allí ha funcionado como tal hombre, allí ha vivido reci-

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Page 1: DE TELÉGRAFOSarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/... · Del propio modo, aunque sin damos cuenta de ello, la operación de crear el espacio depende de nosotros, la hacemos

Kúm. 213 2.a época.—ANO XIV.—1." de Junio de 1889. PAg. 161

REVISTA

DE TELÉGRAFOSPRECIOS DE SUSCEIOIOlí

En España y Portugal, una peseta al mes.En el extranjero y Ultramar, una peseta 25 cents.

PUNTOS DE SXJSCBIOION

En Madrid, en la Dirección general.En provincias, en las Estaciones telegráficas.

SUMARIO

SBCCION OFICIAL.—Circular niím.1.—SECCIÓN TÉCNICA,—Contrala abstracción en la Geometría (continuación.), por D. Félix Ga-ray.—SistmadirlQX-Morse-Hughes (continuación), por D. Fran-cisco Pérez Blanca-—La electricidad en la Exposición Universalde Barcelona (continuación), por ü. Antoa(no Suárez Saavedra.--Congreso internacional de electricistas.—SECÜION GENKHAL.—Preferencias y exenciones (continuación).—Miscelánea, por V . -Coinunicado do D. Gregorio Fernández Arias.—Noticias.—Movi-miento del personal.

SECCIÓN OFICIALMinisterio de la Gobernación.—DIRECCIÓN GE-

NERAL DE CORREOS Y TELÉGRAFOS.—Sección de Telé-

grafos,~~Negociado 3 .°- Circular míM. 7.—E1 día 7 delpróximo pasado se abtió al público, con servicio limita-do, la Estación telegráfica de Illescaa, provincia y Sec-ción de Toledo, centro de Madrid y distrito Oeste, ha-biéndose instalado en el conductor núm. 287 é inter-media entre las de Madrid y Toledo; y el día 14 del pro-pio mes se abrid también al público, con igual clase deservicio, la de Logrosán, proTÍneia y Sección de Caceres, centro de Badajoz y distrito Oeste, siendo extremade un nueVo ramal que parte de Tfujillo.

La Compañía de ferrocarriles del Norte abrió al pú-blico, con servicio de día completo y sólo para el inte-rior, el día 1.° del corriente, las Estaciones telegráficasde Bellpuig y Ujó, en la provincia de Lérida la primeray en la de Oviedo la segunda, y con la misma fecha laCompañía de ferrocarriles do Madrid á Zaragoza y áAlicante abrió al público, con servicio limitado sólo'para el inferior, la Estación telegráfica de Chillón, pro-vincia de Ciudad Keal.

El ramal quo calaza la Estación de Logrosán con lade Tnijilío figurará con el núm. 362 en el grupo de losde su clase, j se anotará asi en la circular sobre uso dehilos: Página 18: «802. TrujilloáLogrosán.» Página 26:«Trojillo. Logrosán. K1362. Toda clase de servicio.»

Sírrase Y. hacer las debidas anotaciones en eCatálogo de Estaciones y circular núm. 11, y acusarrecibo de la presente al centro de su dependencia, quelo hará á este Directivo.

Dios guarde á V, muchos años.—Madrid 6 deAbril de 1889.—El Director general, Ángel Mansi.

SECCIÓN TÉCNICACONTRA 1A ABSTRACCIÓN EN LA GEOMETRÍA

(Continuación).

Del propio modo, aunque sin damos cuentade ello, la operación de crear el espacio dependede nosotros, la hacemos nosotros; y como no po- 'demos vivir sin estar continuamente recibiendoimpresiones y comparándolas, de ahí que siem-pre estamos creando espacio, siempre viendo espa-cio, siempre sintiendo espacio; y como esto lo ha-cemos sin que nos apercibamos de ello,* instinti-vamente, lo mismo que la circulación de la sangrey demás funciones orgánicas, que tampoco seno-,tan, de ahí la errónea creencia de que el espacioexiste sin nuestra intervención, independiente-mente de nosotros, sin que tengamos la más mí-nima participación en su existencia: . -.

Es verdad que el espacio sigue por todas par-tes al hombre y van siempre juntos. Donde hayhombre hay espacio, porque, donde hay hombrehay impresiones y hay comparaciones, y dondehay comparación de impresiones hay relacionesde moléculas, hay números, hay distancias y hayespacios. íso se ha conocido lugar en el mundoni instante desdo que nació el hombre sin espacio,porque allí donde lia estado el hombre, allí hafuncionado como tal hombre, allí ha vivido reci-

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hiendo impresiones milis nottis, comparándolasreflexiva é instintivamente, sin que haya podidotranscurrir un momento sin practicar esa opera-ción comparativa, y por consiguiente, sin crearespacio. Estos actos, creadores de distancias yde espacios, son sucesivos y discontinuos aunqueinstantáneos; pero como los instantes ó tiemposque median entre actoy acto son infinitesimales, sepresentan á nuestros imperfectos sentidos comouna cosa continua, sin que medie intervalo nin-guno entre ellos, y por eso creemos ver en esasentidades una cosa permanente y continua.

Siun hombre permanece en un lugar un mi-llón de instantes, en aquel lugar se han formadoun millón de espacios, porque ha recibido unmillón de impresiones y se supone que se hanpracticado otro millón de comparaciones. Perodesde que el hombre abandona aquel lugar ha-brán faltado allí las impresiones y las compara-ciones, y ya no hay creación de distancia, ya nohay espacio allí, se ha trasladado al punto adondese ha trasladado el hombre. Claro es que, como entodas partes ha visto espacio, cree que en todaspartes le hay, tanto más cuanto que, si vuelve almismo lugar que antes abandonó, le lia de encon-trar también.

De aquí se deduce que para cada hombre hayun espacio diferente, porque á cada hombre lecorresponde el espacio que él crea; y cuandomuera, como que no podrá comparar impresio-nes por falta del principio activo, que es el queejecuta las comparaciones, ya no le podrá formary no habrá espacio que á él corresponda.

Luego el espacio, no teniendo nada de perma-nente, es un conjunto simultáneo de actos cósmi-cos aislados, y por consiguiente, no es un. ser quetenga vida propia y con más ó menos permanen-cia. Luego no es una abstracción.

Tampoco el tiempo es más que una relaciónnumérica de unidades desconocidas. Así comoignoramos de cuántas moléculas consta el kiló-metro y el milímetro, sabiendo sólo la relaciónnumérica de 1.000 que entre ambas extensionesexiste, del propio modo desconocemos el númerode instantes de que constan la hora, el minuto yel segundo, conociendo solamente las relacionesnuméricas que existen,entre esas totalidades,hora, minuto y segundo. Sabemos que la horatiene 60 veces más instantes que el minuto, y elminuto 60 veces más que el segundo; pero igno-ramos en absoluto el tamaño del instante, comoignorábamos en el espacio el tamaño dé la mole-.cuín. Y así como para formar iista/nda necesitá-bamos cuando menos dos impresiones simultá-neas procedentes de dos moléculas, para formartiempo necesitamos también otras dos impresio-nes simultáneas, con la diferencia de que las im-

presiones que constituían ó formaban el espacioentre molécula y molécula eran directas, y de lasdos impresiones con las cuales se forma el tiempo,la una es actual y directa, procedente de algunamolécula presente, y la otra es indirecta ó recor-datoria, procedente y consecuencia de otra im-presión que se experimentó con ocasión de lamisma molécula ó de cualquier otra.

Dijimos que si un ojo recibiese su impresiónparticular correspondiente á una molécula, y elotro ojo su impresión particular de otra molécula,de modo que el un ojo no pudiese dar cuenta de loque ve el otro, no se formaría espacio, y por consi-guiente, no existiría semejante entidad. Igual-mente sucede con el tiempo. Si de las dos impre-siones sucesivas, de la primera no quedara ennuestro sensorio vibración recordatoria ninguna,borrándose completamente sus huellas y redu-ciéndose, por consiguiente, á la nada, las vibra-ciones constituyentes de la segunda impresiónno tendrían compañeras con quien compararse, yno habiendo comparación no habría tiempo. Ysiendo esas vibraciones recordatorias las queconstituyen la memoria y la retentiva, podremosdecir que si Dios no hubiera dotado al hombre dememoria, no se hubiera podido formar el tiempoy no existiría.

El tiempo, pues, es una relación de actos cós-micos; y como los términos de la comparación óde la relación pueden variar sin que varíe estarelación, de ahí resulta que el tiempo nada tienede permanente, ni de existencia propia, y por con-siguiente, no es por sí una cosa ni abstracta niconcreta, es una serie de actos cósmicos ó movi-mientos atómicos, todos sucesivos y diferentes, yá los cuales se ha permitido conceder una per-manencia y una existencia fija é independiente dela materia nuestra fantaseadora imaginación.

Hemos hecho la hipótesis de que Dios achica-se en Un momento dado todas las moléculas, ypor consiguiente, todas las distancias, guardandoempero íntegras todas sus numéricas relaciones.

Hagamos ahora otra hipótesis, y es que dis-minuya Dios y amengüe todos los instantes queconstituyan el tiempo, pero sin variar tampocoen un ápice las relaciones entre las totalidades deesos instantes, teniendo siempre el año 365 días,el día 24 horas, la hora 60 minutos, etc., y queesta metamorfosis se hubiera hecho antes del na-cimiento del primer hombre. Claro es que conesta transformación, no sólo los movimientos me-cánicos habían de ser más rápidos,, sino que todoslos fenómenos del universo, que, como tenemosdemostrado,no son más que actos cósmicosyeom-binacionesde vibraciones atómicas, se ejecuta-rían con más rapidez, con una velocidad mayor,en tanto cuanto nos designa y señala la propor-

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ción según la cual se verificó la disminución delinstante y del tiempo.

Pero como desde nuestro nacimiento no per-cibiríamos más tiempo ni más instantes que esos,no tendríamos idea ninguna de ningún otro tiem-po con quien comparar, y el concepto que formá-semos del tiempo sería el mismo que el que tene-mos formado en el día.

El universo cósmico puede, pues, agrandarseó achicarse; los instantes y los tiempos puedenser también mayores ó menores de lo que sonahora, aumentándose ó menguándose la rapidezde la vida cósmica, tanto en los movimientos pla-netarios y estelares, como en los atómicos é infi-nitesimales, sin que deje de continuar la obra deDios incólume en su manera de existir, en susrelaciones con la humanidad, manteniéndose in-tegérrimas todas las leyes, todas las impresiones,todos los sentimientos, todos los hechos, todas lasteorías y todas las verdades que constituyen lasciencias y las artes del actual universo, con tal deque dichas transformaciones se hubiesen hechoguardando siempre la misma proporcionalidad,por cuanto no siendo estas entidades más quemeras relaciones ó conjuntos de unidades desco-nocidas, obtenidos sea por la reflexión, sea por laintuición, estas relaciones subsistirían inaltera-bles, y por consiguiente, también nuestros con-

(Contmitam.)FÉLIX GARAY.

SISTEMA DIPLEX-MORSE-HUGHES

(Continuación.)

El estudio de los importantísimos trabajos he-chos sobre las comentes fotioeléclricas por el dis-tinguido físico dinamarqués Mr. Paul la Cour, nosinspiró la idea de emplear el electrodiapasón deMr. Lissajons como conmutador de pilas. Pero elelectrodiapasón empleado por Mr. Paul de la Courpara enviar las corrientes sobre la línea es bas-tante complicado, y además los contactos de aper-tura y cierre de circuito son de resortes, con locual dicho se está que se oxidan pronto y dan lu-gar á averías, y el electrodiapasón sencillo em-pleado en sus estudios especiales de estos apara-tos por Mr. Mercadier adolece del segundó de losdefectos hasta tal punto, que el mismo Mr. Mer-cadier manifiesta la necesidad de hacer girar decuando en cuando la cabeza del tornillo que inte-rrumpe y cierra los circuitos para variar los con-tactos (1). ; • - .

(1) El electrodiapasdn empleado por Mr. La Cpurpueden verlo los que lo deseen én el folleto del mismola, Rtme Phmiqne, impreso en Copenhague en. 1S78 ven

Tratándose de un aparato que debe suminis-trar la pila, no es posible imponer este cuidado alque tiene á su cargo la transmisión, y, por lo tan-to, era necesario modificar la disposición del elec-trodiapasón, de manera que se evitaran todos es* .'•tos inconvenientes. '.•'.

Desde luego se pensó en establecer las cone-xiones para cerrar los circuitos empleando cápsinlas con mercurio, en las cuales entrasen agujasde cobre con puntas de platino, y que estas agu- 'jas recibiesen sus movimientos alternativos de los,de las ramas del diapasón y de tal suerte que de-terminasen las entradas y salidas en el mercuriode una manera conveniente.

Esto exigía que el diapasón se dispusiera de:-modo que sus ramas estuviesen horizontales y su.plano ocupase una posición vertical; que la am-plitud de las oscilaciones fuese bastante para ve-rificar con seguridad los cierres y aperturas delos circuitos, y, por liltimo, si las ramas del dia-pasón debían formar parte del circuito local quédetermina sus oscilaciones, que estas mismas ra-mas llevaran á los manipuladores directamentelas corrientes de trabajo, excluyéndolas de estoscircuitos.

Colocado el electrodiapasón en la posición quehemos dicho, y sujeto por su mango á un soportefijo normalmente á un tablero dispuesto vertical-meato, se colocó en la misma posición una plan-cha metálica con una hendidura que recibe unode los extremos de una lámina vibrante quepueda alargarse ó acortarse, haciéndola deslizarpor la hendidura, y fijándola cuando era necesa-rio por medio de un tornillo de presión. La plan-;cha metálica recibe uno de los polos de la pila lo-cal afecta al diapasón; la lámina vibrante, qué en -estado normal no toca las ramas del diapasón, se:

pone en comunicación con éstas en el momento:en que se les imprime un movimiento de cierre,',la corriente las invade entonces, y pasa á la., bo-bina, porque uno de los extremos del hilo del ca-rrete va soldado al soporte y recorre dicho Mío,saliendo por el otro extremo que está en comuni-cación constante con el otro polo de la pila local.;:

El rozamiento que se verifica constantemente"entre la lámina vibrante y las ramas del diapasón, •y la gran superficie, relativamente hablando, en \que sus contactos se verifican, impiden la oxida-,:ción de éstos, como lo prueba que eri más de tres-meses que lleva funcionando el electrodiapasón"que nos sirve para nuestros trabajos, no hayamos'tenido en él la más pequeña avería, aunque on

el núm. 29 del Journal Tétigrag/iique correspondiente almes de Mayo de 1877: el usado en sus estudios porMr, Mercadier lo hemos descrito detalladamente en elartículo que publicamos en esta REVISTA sobre el apa-rato Delany.

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algunas ocasiones ha funcionado setenta, y dothoras consecutivas.

Formando parte, como queda dicho, del circui-to local del electrodiapasón las ramas de éste,forzoso era eliminarlas de los que habían de rerrer las corrientes de trabajo.

Í3ste asunto ofrecía serias dificultades si ha-bíamos de emplear, como nos habíamos propues-to, el mercurio y Jas agujas de platino para cerrarlos circuitos, y no habíamos de complicar eí elec-trodiapasón, y para resolverle emprendimos unaserie de experiencias de que no tenemos noticiasse haya* ocupado ningún físico, y que tenían porobjeto averiguar:

1.° Si el aditamento de planchas poco vibran-tes con relación al acoro hechas en las ramas deun electrodiapasón hacían variar de un modomuy notable el número de períodos de vibracio-nes que hacía, funcionando á la manera ordinaria.

2.° 'Si la amplitud de las vibraciones aumen-taba proporcional mente á- la mayor longitud quepor el aditamento experimentaban las ramas.

Estos dos importantísimos problemas, que átantas aplicaciones pueden presfarse, no hemospodido resolverlos hasta el punto de determinar,como hubiera sido de desear, las leyes que losrigen. La razón la alcanzarán fácilmente todosnuestros compañeros. Para resolverlos sería nece-sario disponer de electro diapasones perfectamen-te construidos, de aparatos adecuados para contarcon exactitud los períodos que hagan y de los ne-cesarios para medir con exactitud las amplitudes,y nada de esto es fácil proporcionarse en esta lo-calidad. El electro diapasón que nos ha servidopara nuestras investigaciones apenas si merece elnombre de tal: su temple es incompleto, su for-ma, "que debe'corresponder á la del sólido, deigual resistencia, es simplemente la de una lámi-na de igual espesor, encorvada por su parte me-dia, etc., etc. A pesar de todo, pudimos obser-var, qué:

' Adicionando á cada una de las ramas unaplaftcha de ebonita del mismo grueso y anchoque ellas, y de un quinto de su longitud, se per-díaa de tres á cuatro períodos por seg-undo, sien-do 30 el número que hacía en eí mismo tiempocuando vibraba libremente, y qué la amplitud,que en el segundo caso era de 9 á 10 milímetros,llegó ¿alcanzar más de 15 con el aditamento.

Estos resultados, aunque sólo aproximados,eran suficientemente satisfactorios para nuestroobjeto^ £,aá dos ramas del diapasón fueron prolon-gadas con dos planchas de ebonita de cinco centít-metros de'largo, y sobre ella se sujetaron contornillos dos piezas .de cobrer formando un rectán-gulo, al cual falta uno de sus lados. Los dos quequedan sin tocarse se doblan en ángulo recto en

direcciones normales al plano del rectángulo, yvienen á entrar en dos vasos dispuestos en la par-te inferior de cada una de las ramas que contie-nen mercurio. Una lámina de platino establece lacomunicación entre el mercurio de cada vaso yun collar metálico que fijado por una espiga me-'tálica y un tornillo de presión al tablero de- ma-dera que sostiene el electro diapasón mantiene encomunicaciones constantes eí mercurio de uno delos vasos con los polos positivo y negativo de dospilas respectivamente. Una pila queda de estemodo afecta á los vasos que corresponden á la ra-ma superior y la otra á los que corresponden á lainferior.

Los tornillos de presión de los otros dos vasosestán en comunicación con los botones de pila dedos distintos manipuladores en el sistema Morse ycon el tornillo P de cada uno de los Hughes quedeben funcionar en diplex.

En situación de reposo, las puntas de platino notocan el mercurio, estando alejadas de él un milí-metro próximamente; cuando se pone en acción elelectrodiapasón resulta que en el momento de ce-rrarse sus ramas, las agujas correspondientes á la.superior entran en el mercurio que contienen lasdos cápsulas, las pone en comunicación á travésdel rectángulo de cobre, y la corriente va al torni-llo depila, del manipulador correspondiente; cuan-do las ramas del diapasón se abren, el circuito dela rama superior se interrumpe y se establece elde la inferior.

Resulta de esta disposición:1,° Que cada individuo que transmite tendrá

•:en su manipulador tantas corrientes por segundo•cuantos sean los períodos que baga el diapasón,siendo estas corrientes positivas ó negativas, se-gún procedan de.una ú otra rama de aquél.

2.° Que sólo en el caso dé que baje el manipu-lador, enviará corrientes á la línea, resultando deaquí que si uno de los funcionarios afectos al ser-vicio diplex transmite, la línea se encontrará enlas mismas condiciones que si funcionara en sen-cillo, y únicamente su pila estará en acción, que-dando inactiva la de su compañero.

Es muy fácil disponer las cosas de modo queuna soia pila suministre las corrientes positivas ynegativas alternadas. Basta para ello colocar encada rama del diapasón dos rectángulos de cobreanálog-os á los descritos y que correspondan á cua-tro vasos con mercurio. Los correspondientes áuno de los rectángulos afectos á la rama superior,por ejemplo, se ponen en comunicación con elpolo positivo de la pila y el botón del mismo nom-bre del manipulador, y los afectos al otro rectán-:ulo de la misma rama se conectan con el polo ne-'ativo de la pila y tierra. Una cosa análoga se hace

en los. vasos que corresponden á la rama inferior.

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Pero las ventajas que presenta esta disposiciónson más aparentes que reales. En primer lugar, lasramas del diapasón se cargan más de lo necesa-rio, y los aditamentos de ebonita necesitan sermás largos, lo que perjudica ai número de perío-dos y á la amplitud de las vibraciones; y en se-gundo, como la entrada y salida de todas las agu-jas ha de ser en un instante dado, puede haberdesarreglos que, aunque sean fáciles de corregir,es conveniente evitar.

Por otra parte, el consumo de las pilas es elmismo, ya se empleen dos pilas ó una, pues en e\primer caso el circitito está cerrado doble tiempoque lo están cada uno de los circuitos particularesde las dos pilas. '

Hay, además, que tener en cuenta que de losexperimentos de gabinete hechos hasta ahora re-sulta que las corrientes que proceden del electro-diapasón pueden emplearse además en las comu-nicaciones de otros conductores en la forma quehoy se practica para pilas ordinarias, sin que seperjudique la transmisión díplex.

Por estas razones hemos adoptado el empleode las dos pilas.

FBANCISCO PÉREZ BLANCA.(Se continuará.)

LA ELECTRICIDAD

EN LA EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE BARCELONA

(CoBtiimacidii.)

A la mesa que ocupaban los aparatos diiplexdel que escribe estos apuntes, seguía la que con-tenía los del Sr. Pérez Santano.

El sistema dúplex del Sr. Pérez Santano hasido descrito en Industria é Invenciones, en laREVISTA HE TELÉGRAFOS y cit La Electricidad,

pero dejaríamos incompleto el estudio que esta-mos haciendo si fuudado cu eso no reprodujéra-mos aquí las bases de dicho sistema, mucho máscuando el movimiento natural en la lista de sus-critores haría que muchos que lo son nuevos nopudieran tener conocimiento de él, y siendo asíque estos apuntes aparecen también en los Analesde la Electricidad y en un folleto titulado LaElectricidad en la Exposición Universal de Bar-celona, publicaciones ambas en las que nada seha dicho hasta ahora del dúplex Pérez Santano.

B. Manuel Pérez Santano. Oficial primero delCuerpo de Telégrafos, hallándose prestando susservicios en las islas Canarias, tuvo ocasión deestudiar los sistemas dúplex entonces conocidos,y de dedicar sus horas libres de servicio al ensa-yo de esos sistemas, según vemos consignado enel folleto de que es autor, publicado en 1887 enMadrid con el título de Método de transmisión

dúplex, con los Manipuladores y receptores MOTSSordinarios; de estos estudios y ensayos naci(!> elsistema de que nos ocupamos.

En la figura 32 se ve el montaje del misino,que, como se comprende, es igual en,ambas esta-ciones en correspondencia, con lasóla, pero im-portante diferencia, de que habiendo de funcio-nar aquéllas con polos diferentes, si en la repre-sentada en la figura el polo negativo.de la pila Pes el que comunica con el botón de, pila del mani-pulador M a l a vez que con el .reostato R, y elpolo positivo comunica con la plancha de tierraTy con el botón de la derecha de dicho nianipu-íador, en la otra estación estos polos se, han <íehallar cambiados, es decir,, el positivo comunica-rá con el botón de la izquierda de la plataformadel manipulador y con R,y el negativo con elbotón de la derecha y con T.

Además de estos aparatos, pila, manipulador,reostato y plancha de tierra,—ó sea plancha me-tálica puesta en comunicación con tierra>-rhayel receptor, que represento por sus carretes' 6electroimán JB B'.

En estado de reposo, el manipulador está tajopor la derecha nuestra, mirando al dibujo, v su-cede que la corriente de la pila P marcha por elreostato á B1 ,• recorre ésta bobina, y llegando ála culata del hierro dulce se encuentra con doscaminos que seguir, uno á la tierra de la relaciónque consideramos por M, T, y otro á la línea, bo-bina £ de la otra estación, manipulador de la.

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misma, y tierra; como este otro camino le ofrecemucha, mayor resistencia, es indudable que lamayor parte de la comente no pasa á la línea,sino que por Mse va á tierra en la propia esta-ción que consideramos, por lo cual la pequeñaparte de corriente que marche á la línea no afectaal buen funcionamiento de los aparatos.

En "virtud de la completa imantación de la bo-bina i? ' , y para ser exacto, debo decir que tam-bién por la imperfecta imantación de B, la palan-ca pjf es atraída si el resorte r se lo permite; peroéste se ha de tensar de modo que esta atracciónno sea posible. En esta posición, si se recibe unacorriente de la línea, ésta marchará casi en su to-talidad por la bobina B al manipulador y tierra,y la imantación de esta bobina, rompiendo elequilibrio en que se hallaba la palanca pp', haráque ésta sea atraída, y la impresión del signoquedará hecha en papel-cinta, tal como ya he di-cho al tratar de los receptores Morse. La pequeñaparte de corriente que viniendo de la línea se de-rive en O y marche por B', Jí, P, 1\ no hará másque contribuir á este mismo resultado, toda vezque, como ya he dicho, se trabaja con polos con-trarios, lo que da siempre corriente de la mismadirección.

Si la estación que consideramos transmite,baja por til la palanca de su manipulador, la co-municación con tierra queda interrumpida, y hayaquí dos momentos que tener eu cuenta; el pri-mero aquel en que se verifica esta rotura, duran-te el cual toda la corriente de P marcha por 11,BB' á la linead, y el segundo, cuando la palan-ca del manipulador forma contacto con su botónde pila, en cuyo caso es indudable que la casi to-talidad de la corriente deja de pasar por li, B',marchando directamente por O B á la línea; nodejando de ser dig'no de estudio que, á pesar deestos dos estados diferentes para un mismo mo-vimiento del manipulador, la pa l anca^ ' del re-ceptor queda inactiva, lo que debe atribuirse áqtie en el primer momento la resistencia opuestaá la corriente es doble aproximadamente que du-rante el segundo, puesto que el reostato R debetener una resistencia eléctrica igual a l a de lalínea.

Si 011 la posición de transmitir nuestra esta-ción, la otra transmite también, como ambas co-rrientes se suman porque marchan en la mismadirección, la bobina B se imanta con mayor fuer-za, el antagonista r cede, y es atraída la palan-c a ^ ' .

El uso de condensadores, en derivación con lacaja de resistencias ó reostato, es indispensablecuando la linea es de longitud considerable ó hayen olla cables subterráneos ó submarinos, por lacapacidad'eléctrica que en estos casos existe.

Sigue en el orden de colocación de los objetosel dúplex de la invención de D. Carlos de Orduña,Directorjubilado.de Telégrafos; pero si no re-cuerdo mal, el modelo presentado es igua) al queya obtuvo premio en la Exposición de París de1881, que hace tiempo funcionó entre la Centralde Madrid y la sucursal del barrio de Salamanca,y fue ensayado en varias líneas, sistema conocidopor lo tanto, y del que nos limitaremos á dar aquíuna noticia teórica.

. Supongamos un receptor Morse con sus bobi-nas independientes, y un manipulador tambiénMorse, pero dispuesto de modo que á la vez secierren y abran dos circuitos, ó como si dijéramosun doble manipulador Morse, aislada una mitadde la otra, y movibles al mismo tiempo; que parala teoría; esta suposición da lo mismo que el ver-dadero manipulador Orduña, dispuesto para obte-ner iguales resultados.

Supongamos que una bobina del receptor for-ma parte del circuito de una pila local, y de unade las palancas, y la otra mitad forma parte delcircuito y de la pila de línea; bajando la doblepalanca se cerrarán ambos circuitos á la vez, laacción de una bobina sobre la armadura quedarádestruida por la acción de la otra bobina, la ar-madura no será atraída, pero llegando la eorrien-te á la otra estación, acciona á una bobina de sureceptor; y como allí no hay esta compensación,la armadura será atraída y la impresión quedaráhecha; si ambas estaciones emiten comente á lavez, como en este sistema aquéllas trabajan conpolos del mismo nombre, resultará que no existecorriente de línea y sí sólo la local, que hará fun-cionar á ambos receptores.

En dos palabras: el sistema Gint, modificadobastante por otros, y en especial por el ilustradoDirector jubilado D. Carlos de Orduña. Por estaclasificación no se considerará molestado nuestroantiguo compañero, que reconocerá conmigo queen materia de inventos todas son modificacionesmás ó menos radicales; ni llevará á mal tampocoque, no interrumpiendo aquí el juicio crítico quevoy haciendo de los aparatos eléctricos presenta-dos en la Exposición, diga lo que ya he dicho delsistema Fernández Arias; esto es, que en la prác-tica, y para líneas de distancia algún tanto consi-derable, en mi humilde opinión,—y mi opiniónpuede ser errónea,—en el circuito local debe ha-ber línea artificial si el sistema ha de funcionarcon regularidad; encontrando también alguna de-ficiencia en el doble contacto, ó sea en el cierre deambos circuitos á la vez por medios mecánicos.

Y voy á entrar ahora en las cuestiones de prio-ridad, aunque de una manera somera, respecto áestos sistemas dúplex, que son la novedad más im-portante en cuanto á invenciones, presentada en

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DE TELÉGRAFOS 167

la sección de Telégrafos de la Exposición Univer-sal de Barcelona. Y como públicamente se ha de-Batida esta prioridad en la REVISTA DE TELÉGRA-FOS sobre los sistemas Orduña y Pérez Santano,empezaré por aquí.

Si se tratara del sistema del Sr. Orduña, de queacabo de exponer la teoría, no cabe duda que noes posible la controversia; media entre ambos di-ferencias esencialísimas, y ni siquiera, en mi con-cepto, cabe llamar al del Sr. Pérez Santano modi-ficación del de 1). Carlos Orduña; pero para dar alCésar lo que es del César, reproducimos en la figu-ra 33 una combinación ideada por dicho Sr. Ordu-ña, y publicada ya en 1881, en el tomo II, pagina349, figura 323 del atlas del Tratado elemental deTelegrafió, práctica, escrito por D. Francisco Pé-rez Blanca.

Hé aqui cómo yo entiendo la teoría de ese sis-tema. Ambas estaciones en correspondencia ira-bajan con polo de nombre contrario, lo que expre-sa desde luego que sus corrientes marchan en lamisma dirección. Consideremos la estación repre-sentada en el dibujo. En estado de reposo, el tor-nillo del manipulador Morse ordinario reposa á lavez sobre un yunque dividido en dos mitades ais-ladas entre sí, permitiéndonos en el dibujo repre-sentar esto por una barrita perpendicular á la pa-lanca del manipulador, barrita metálica q ue en di-cho estado de reposo apoya á la vez sobre dos yun-ques a, b; sucediendo entonces qne la corriente dela pila P marcha por ambas bobinas B, B', ypor a, í, al polo .opuesto de dicha pila, producien-do en B una imantación y en B' la neutralizaciónde la polaridad del imán permanente i i'; de modo

que para que no sea atraída la armadura por laacción de la bobina B debemos estirar el resorte^lo que sea necesario.

Tenemos ya en esto cuatro analogías con elsistema del Sr. Pérez Santano: 1.", dos hilos extre-mos, uno de cada bobina, unidos entre sí; 2.a, unacomente, que circula constantemente por el elec-troimán; 3.", una sola bobina, accionando sobre laarmadura en estado de reposo; 4.a, un resorte es-tirado suficientemente para deshacer el efecto dedicha acción.

Cuando esta estación baja su manipulador porla manivela, la corriente de la pila marcha á la lí-nea pasando por B, pero sin atraer á la armadurapor efecto del tensado del resorte; 5.a analogía, óllámese identidad, con el sistema del Sr. PérezSantano.

Cuando se recibe una corriente de la línea es-tando en reposo la estación que la recibe, comoésta es de nombre contrario á la que obra sobre elreceptor de esta xiltiraa, se producirá aumento deintensidad en la imantación de B, neutralizaciónde los efectos de la comente que obra sobre B', y,por lo tanto, acción atractiva de i i', atracción dela armadura é impresión del signo.

Si ambas estaciones bajan á la vez su manipu-lador, la corriente no pasará por B' y sí por B, ycomo ambas corrientes marchan en la misma di-rección, se sumarán,—analogía 6.a con el sistemaPérez Santano,—y la armadura será atraída porsolicitarla también el imán i i'.

Ya se ve que para deducir la gran relación quetiene el dúplex del Sr. Orduña, descrito en 1881,con el del Sr. Pérez Santano, inventado muchodespués, no hay para qué decir que ambos nece-sitan dos Oficiales de guardia en cada estación,dos tinteros y dos plumas en cada mesa y un or-

Que el ordenanza afecto al servicio del dúplexPérez Santano lleve despachos ínterin duerme elotro ordenanza, también lo creo; en primer lugar,porque aparte unos ensayos hechos por el Sr. Or-duña con el sistema de que nos ocupamos, entreValladolid y Madrid en 1883.—que dieron buen re-sultado, según nos asegura este señor,—nunca hasido utilizado aquél; y después, perqué indudable-mente, las grandes reformas que constituyen elhonroso invento del Sr. Pérez Santano, dan al sis-tema que legítimamente lleva su nombre, un ca-rácter mucho más práctico que al del Sr. Orduña.

Entienda el Sr. Pérez Santano, coneuyaaiiua-tad me honro, porque para mí es honrusa siemprela amistad del que estudia y trabaja,—que no nie-go su invento; que lo que niego en absoluto j contoda la energla.de que soy capaz es que haya in-vento alguno que no sea un eslabón más en Ja ca-dena dé las invenciones, ó una idea nueva en la

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inteligencia colectiva que entrañan la ciencia ysus aplicaciones.:

Entienda el Sr. Orduña que al clasificar de unamanera indirecta de poco práctico á su sistema, ob-jeto de esta discusión, es porque principalmenteel'doble contacto con los dos medios yunques memerece esa calificación, tratándose de electrici-dad, donde hay que mirar las cosas con un mi-croscopio que abulte los objetos millares de veces;además de que sigo creyendo que, tratándose deuna larga línea, al transmitir, la acción local seriamás rápida que la del circuito de línea, efecto dela falta de línea artificial.

Si tuviera que seguir con igrual extensión exa-minando estas siempre enojosas cuestiones deprioridad, sólo para tratar de las que conciernen& los dúplex presentados en la Exposición, necesi-taría escribir varios artículos; así es que, descar-tada la cuestión debatida públicamente entre losdos señores citados, be de ser muy conciso al pre-sente.

Como lo hace notar el ilustrado y erudito Doc-tor Zetzsche al ocuparse en el Journal TilégmpM-(jiis de esta cuestión, con relaciona- los sistemasque tienen por base la división de las dos bobinasdel receptor, el sistema dúplex que nos ocupa, delSr. Orduña, tiene intima relación con el de Fuchs,con ia sola diferencia esencial del empleo por par-te del primero del imán permanente.

' El mismo sistema del Sí. Fernández Arias, queen mi concepto presenta cierta originalidad, qui-zás por no conocer yo á fondo la historia de latransmisión simultánea en sentido opuesto, parte,como no puede menos que partir, de principiosfundamentales ya conocidos.

En cuanto á mi sistema dúplex, reconociendoyo que no se puede ser padre y j uez á la vez de supropio hijo, lo dejo á la critica razonada de todoél que quiera ocuparse de él. No puedo hacer másen prueba de mi buena fe, que confesar franca-mente que pai'te asimismo de principios reconoci-dos, y cuando alguien versado en cuestiones deprioridad mo lo demuestre, reconoceré con la mis-ma franqueza que es un facsímile de tal ó cualsistema, no sin manifestar desde luego que, dehaberlo sabido antes, no hubiese perdido lastimo-samente el tiempo, que tanta falta me hace, puesuna cosa es modificar ventajosamente, y otra cosaes copiar.

ANTONINO STJÁBEZ SAAVEDÜA.

(Se centiauará,}

CONGRESO INTERNACIONALDE ELECTRICISTAS

En la Exposición de París se reunirá el Con-greso de electricistas del 24 al 31 de Agosto

próximo, viniendo á completar la obra empezadaen 1881.

El Presidente del Comité de organización,M. Mascart, nos ha remitido el programa de lasmaterias que han de ser tratadas.

Por el extracto del Reglamento se estableceque serán miembros del Congreso los que hayandirigido su adhesión al Presidente antes de laapertura de las sesiones, ó se inscriban duranteéstas, mediante el pago de la cuota que se hafijado en 20 francos.

Los miembros recibirán de la Comisión unatarjeta, que será estrictamente personal.

En la primera sesión se constituirá la mesa, yésta cuidara de publicar las actas de los trabajosdel Congreso, entregando un ejemplar á cada unode los asociados.

El Congreso durará ocho días, y su programaserá el siguiente:

PBIHEKA SECCIÓN

Medidas.Unidades.—Trabajos recientes sobre la unidad

de resistencia.—Relaciones de las unidades delsistema electromagnético y del sistema electroes-tático.—Nuevas unidades prácticas.

Instrumentos de medidas para las diversasmagnitudes eléctricas: corriente, resistencia, fuer-za electromotriz, capacidad, coeficiente de induc-ción, campo magnético, potencia, energía.

Patrones prácticos de corriente y de fuerzaelectromotriz.

SEGUNDA SECCIÓN

Máquinas de inducción.—Transformadores.Distribución.

Progreso reciente en la teoría y en la construc-ción de las máquinas generatrices y receptrices.—Cálculo de sus elementos.—Procedimientos de re-gularización automática.—Definición y medidadel rendimiento.—Comparación entre las máqui-nas de corrientes alternativas y de corrientes con-tinuas.

Transformadores de comentes continuas y decorrientes alternativas.—Cálculo de sus elemen-tos.—Determinación del rendimiento.—Compara-ción de los dos sistemas. '

Sistemas de distribución.—Canalización.Estaciones centrales.—Ventajas é inconvenien-

tes del empleo de las máquinas de gran potenciacomparado con el de un grupo equivalente de má-quinas de potencia reducida.—Máquinas de re-

:rva.—Ventajas é inconvenientes de los enla-ces eléctricos y mecánicos de las máquinas en-tre sí.

TERCERA SECCIÓN

Pilas y acumuladores.—tipos empleados en la

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DE TELÉGRAFOS 169

industria: fuerza electromotriz, rendimiento, cparidad, duración.—Precio resultante para laenergía eléctrica.

Electrólisis.—Fuerza electromotriz necesariapara la electrólisis de los compuestos usuales.—Galvanoplastia.—Densidades de corrientes, com-posición de los baños, temperaturas empleadas,su influencia sobre la calidad de los depósitos.—Separación y refinamiento de los metales.

Electrometalurgia.— Hornos eléctricos.— Sol-dadura eléctrica.

CUARTA SECCIÓN

Alumbrado de las habitaciones, de los talleres,de la vía pública.—Alumbrado necesario en cadacaso.—Su medida.—Distribución é intensidad delas corrientes que deben emplearse.—Compara-ción entre el arco voltaico y las lámparas de in-candescencia.—Lámparas de incandescencia degrande intensidad.

Reguladores.—liedlos que deben emplearsepara disminuir la resistencia,

Lámparas de incandescencia.—lúievos proce-dimientos de fabricación.—Su influencia sobre elrendimiento y sobre la duración.

Modo de explotación de las estaciones cen-trales.

QUINTA SECCIÓN

I. Telegrafié,Empleo de las máquinas como productoras de

corrientes.—Establecimiento, empleo y duraciónde las líneas subterráneas y submarinas.—Líneasaéreas.—Aparatos de transmisión rápida.—Apa-ratos múltiples.—Pararrayos.

II. Telefonía.

Perfeccionamiento en los teléfonos y micrófo-nos.—Pilas.—Establecimiento de líneas.—Efectosde inducción.—Telefonía á gran distancia.

Organización de las estaciones centrales.—Conmutadores.

Estaciones de abonados y cabinas públicas.—.Empleo de una sola línea para Yarias estaciones.

' Reglamento de servicio.Estadística y legislación.

III. Aplicaciones diversas.

Relojes eléctricos, cronógrafos.—Aparatos re-gistradores.—Señales.—Aplicaciones á la guerra,á la marina y á los trabajos públicos.—Corrientestelúricas.

SEXTA SECCIÓN

Comparación de los efectos obtenidos por elempleo de diversos aparatos medicales.—Neeesi-

dad de definir las comentes de las cuales se haceuso.

Naturaleza de los fenómenos eléctricos que seproducen en los animales vivos.

Efectos de las descargas de las corrientes con-tinuas y do las alternativas sobre los animales'.—Electrólisis délos tejidos.—Precauciones que de-ben tomarse en las instalaciones eléctricas.

SECCIÓN GEIERAL

PREFEUENCIAS Y EXENCIONES

(Continuación.)

«Art. 9.°=Los empleados cesantes que por vír-»tud de lo dispuesto en el art. 5.» ingresen en el¡•Cuerpo de Correos, ocuparán en el escalafón ac-t ivo de su clase el lugar que les corresponda, con• arreglo á su antigüedad en la misma.=Los que»siendo llamados á servir destinos del ramo los«renunciasen, ó no mediando causa justificada«dejasen de tomar posesión de los mismos dentro«del plazo legal, se entenderá que renuncian al«derecho que les concede el art. 5.°»

De manera que, para ser colocados en el esca-lafón de cesantes, se les tiene ya en cuenta su an-tigüedad en su clase, comparándola con la de losotros cesantes de la misma; y para colocarlos enel escalafón activo, cuando les toca cubrir vacan-te activa, se vuelve á tener en cuenta su antigüe-dad para que ocupen el lugar que, con arreglo áella, les corresponda, comparándola con la de losotros empleados activos que ya lo eran al ser ellosllamados, y sobre alguno ó algunos de los cuálessaltarán, ganando puestos, si su antigüedad esmayor que la de los otros en aquella su clase áque son llamados.

Los de telégrafos, que, según hemos dicho,ingresarán en el escalafón de cesantes de Correos,con la categoría y con el sueldo que tuvieran enTelégrafos la última vez que cesaron en el servi-cio activo de Correos, y por turno riguroso de an-tigüedad en su clase de cesantes de Correos, siem-pre en Correos para los efectos de este Eeal de-creto que examinamos, serán colocados en el es-calafón de activos, cuando les toque cubrir vacanteactiva, con arreglo á la susodicha categoría y alsusodicho sueldo de Telégrafos, y á la menciona-da antigüedad de Correos.

Ahora bien: se entenderá que pierden el dere-cho que les concede el art. 5.°, jos que siendo lla-mados á servir destinos activos del ramo los re-nunciasen, y los que, no mediando causa justifi-cada, dejasen de tomar posesión de los misinosdestinos; dentro del plazo legal.

¿Comprende esta disposición á los de Telé¿'ra«fos? Creemos que sí.

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170 REVISTA

ClaTO es, que de los que renuncien su derechono hay que hablar.

, Pero sí de los que sean llamados y no vayan átomar posesión de sus' destinos.

El escalafón de cesantes del nuevo Cuerpo deCorreos es un documento transitorio que lia dellegar á desaparecer: figurarán en él todos losque en 13 de Marzo último tuvieran derecho áque se les incluya: con ellos se irá cubriendo lamitad de las vacantes que en lo porvenir ocurranen las tres primeras categorías del indicado nuevoCuerpo: los empleados activos, serán en lo suce-sivo inamovibles: no habrá, pues, nuevos cesan-tes que aumentar al escalafón de los que en 13 deMarzo lo eran; y es, por tanto, evidente, segúntodo esto, que los cesantes de Correos llegarán áextinguirse, desapareciendo entonces su escalafónespecial que ahora se forme.

Son cesantes de Correos, ya lo hemos dicho,todos los individuos de Telégrafos que pertene-

- cíeron al Cuerpo de Telégrafos desde el 24 deMarzo de 1869 hasta el 13 de Septiembre de 1871,y todos los que desdo el 14 de Octubre de 1879hasta el 13 de Marzo de 1889 hayan servido y de-jado de servir, una ó varias veces, en alguna es-tafeta fusionada.

Habrá algunos, tal vez muchos, á quienes, porsu coloeación en el Escalafón de cesantes de Co-rreos, convenga pasar á dicho ramo cuando seanllamados en él al servicio activo; y deben irse,pues quedando supernumerarios en Telégrafos,con arreglo al art. 39 de nuestro Reglamento or-gánico, tienen siempre cubierta su retirada, y ga-narán en el sueldo regulador de su jubilación yde la pensión de su viuda ó de sus huérfanos, sisirven allí, en efecto, más de dos años con mayorsueldo del que tienen en Telégrafos.

A otros muchos no les convendrá irse á tomar) los destinos de Correos para que serán

dos; perderán el derecho que les concede elartículo 5.°, y serán borrados del Escalafón de ce-santes de Correos.

De este modo, se irán librando, rápidamente,los de Correos, de los ;individuos de Telégrafosque hoy son cesantes de Correos.

Esto es evidentísimo respecto del pasado; perosurge aquí una cuestión dificilísima, respecto h loporvenir, que trataremos más adelante, con algu-na oíra consideración general, cuando hayamosterminado de analizar el Real decreto.

«Art. 18.—Cuando existan empleados exceden-t e s serán éstos preferidos á los activos y cesan-«tes para todas las vacantes de su clase que se»produzcan.»

«Art. 25, 2.'párrafo. =También se contará para»la antigüedad el tiempo de excedencia.»

" «Art. 26. ==Serán excedentes, para los efectos

»de este decreto, aquellos empleados que cesarenspor reforma ó supresión de destino, á contar des-»de la publicación de aquél en la Gaceta.»

A contar desde la publicación del Real decretode 12 de Marzo de 1889 en la Gaceta; es decir, ácontar desde el 13 de Marzo de 1889, en que di-cho Real decreto se publicó en la Gaceta.

Como los empleados de Correos no eran antesinamovibles, sólo tenían las situaciones de activosó cesantes.

Se les da ahora la inamovilidad; pero no pue-den proscribirse en absoluto las reformas futurasdel nuevo Cuerpo, ni la supresión de destinos poreconomías, y se crea, con muy buen juicio, la si-tuación de excedentes: ya dice el art. 26 que ácontar desde el 13 de Marzo de 1889.

Se nos figura que esto es muy claro.El art. 18 y el 2." párrafo del 25 determinan los

derechos ó prerrogativas de los excedentes.Los demás artículos del Real decreto de 12 de

Marzo de 1889, se refieren todos al personal deempleados de Correos, sirviendo ya y funcionan-do como tales individuos del nuevo Cuerpo; y juz-gamos que no es necesario, en modo alguno, quenos ocupemos de analizarlos aquí, puesto quenuestro objeto no era otro que el ya conseguidode observar la relación que el mencionado decretotiene con nosotros, por virtud del decreto de 24 deMarzo de 1869 y Real decreto de 14 de Octubrede 1879.

* *Mas detengámonos un momento; en algunas

observaciones generales.Hemos dicho que servimos los de Telégrafos,

en el momento actual, 412 estafetas de Correos, yque habremos de servir, en lo venidero, muchasotras.

Los que las sirven y las sirvan son y serán, áun tiempo mismo, empleados activos de Telégra-fos y empleados activos de Correos, dependiendopara el servicio, también lo hemos indicado, delos Directores de las Secciones telegráficas y delos Administradores principales de Correos; pero•sólo de Telégrafos en los asuntos puramente depersonal. • , -

Con efecto: por conducto del Negociado 1.° dela Sección de Telégrafos se ha nombrado siem-pre, se nombra actualmente, y se nombrará en losucesivo, el personal de Telégrafos que, en virtuddel Keal decreto de 14 de Octubre de 1879,,ha ser-vido, sirve, y servirá, en las estaciones telegráfico-postales, ó sea, en las estafetas fusionadas y quese fusionen.

Los que las sirven actualmente, son emplea-dos activos de Correos, dentro de uno ú otro delos cuatro, casos del art. 3.°; pero la Sección deTelégrafos puede relevarlos dé los puntos en que

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DE TELÉGRAFOS msirven, sin intervención alguna de la de Correos,y llevarlos á estaciones fusionadas ó no fusiona-das, destinando allí á otros, en su lugar, tambiénsin intervención de la Sección de Correos, y yasea desde otras estafetas fusionadas ó ya desdeestaciones ú oficinas que no lo estén.

He aquí, pues, un personal de Telégrafos, queentra y sale, y vuelve á entrar y á salir, en elCuerpo de Correos, sin intervención ninguna delNegociado del personal de la Sección de Correos.

Y esta es la cuestión dificilísima de que anteshablábamos.

Cuando algún individuo de Telégrafos pase deuna estación fusionada á otra que no lo esté, ¿de-jará de ser empleado activo de Correos y entraráen el escalafón de cesantes del propio ramo, óserá declarado excedente del mismo?

Cuando alguno que sirva en una estación nofusionada, haya ó no servido ó pertenecido antes,ó nunca, á Correos, por ser de Telégrafos, paseA servir en otra que lo esté, ¿entrará desde luegoen el escalafón de activos del Cuerpo de Correos?

¿Y lo uno y lo otro sucederá cuantas veces en-tre y salga en Correos un mismo individuo de Te-légrafos, por haber sido destinado á, ó sacado de,una estación fcelegráfica-postal, por el Negocia-do 1.° de la Sección de Telégrafos sin interven-ción alguna del Negociado 1." de la Sección deCorreos?

A la primera pregunta contestaremos que, ánuestro juicio, debe ser declarado excedente enCorreos, porque en el escalafón de cesantes, quedebe irse disminuyendo hasta extinguirse, no ca-ben más que los cesantes en 13 de Marzo de 1889;y á la segunda y tercera responderemos afirmati-vamente, pero entendiendo que, si el interesadode quien se trate ha servido ya en Correos y seencuentra'en el 1.°, 2.° ó 3.<* caso del art. 3.°, debeentrar inmediatamente en el escalafón de activos,y que si no ha servido antes en Correos se le debeconsiderar como comprendido en el caso 4.° ytiene que hacer el examen que le corresponda,según su categoría, conforme á lo que sobre estohemos explicado en el lugar oportuno.

De todos-modos: resulta un incesante trasiegoó lleva y trae del personal de Telégrafos, que en-tra y sale eñ el Cuerpo de Correos, y un escribiry borrar nombres en la lista que ha de llevarsede los excedentes, y en el escalafón de activos,quemerece fijar la atención de la Superioridad,para adoptar álg-unas reglas que determinen yorganicen lo que deba hacerse á fiü de simplificart o d o e s t o , r : • Í~';. ' : '-...•

Hay otro,puntoen qfte es preciso nos detenga-mos tarnbiénún instante.',,; ;',-.."

El art. 2S no lo habíanlos entendido bien.. í - p ¡ c e i ~ ' ? : í r , : . ' ; '-• '•''•'• • / ' í Y s ' - : •.•••••;•' •:

«Art. 25. Para loa efectos de este decreto la«antigüedad se computará por el número de años,«meses y días durante los cuales se hubiese pres-»tado servicio activo.—También se contará para»la antigüedad el tiempo de excedencia.»

Que el tiempo de excedencia se ha de contarpara la antigüedad, está ahí claramente determi-nado; y esto nos aclara la comprensión del primerpárrafo, que era el que á nosotros nos resultabaoscuro.

Es decir, que la antigüedad no se obtiene des-de la fecha, ó por la fecha, en que se entró ó seentre a servir, sino por el tiempo real y positivoque se ha servido ó se sirva, contado, minuciosa-mente, por años meses y dias.

De manera que, para establecer el orden co-rrelativo de los empleados activos ó cesantes decada ciase, ó en cada clase, al formar los respec-tivos Escalafones, se tendrá en cuenta el númerode años meses y dias de servicio efectivo en Co-rreos de cada uno, y sucederá ru«y bien, y mu-chas veces, que un individuo que entró á serviren Correos, por ejemplo, y para toda claridad, en1869, se colocará detrás de otro de su clase queentró á servir en 1883, por haber servido el pri-mero solamente dos años cinco meses y diez ynueve días, si el segundo ha servido, pongamospor caso, cinoo años unos meses y unos días.

Esto bien comprendido y aclarado, se penetra-rán nuestros compañeros de la razón con que lesdecíamos arriba que era preciso que no se forja-sen engañosas ilusiones.

Son, en efecto, empleados activos ó cesantesde Correos, con la categoría y con el sueldo quetuvieren en Telégrafos al servir á un mismo tiem-po en Correos y en Telégrafos; pero su antigüe-dad en Correos ha de contarse, dentro ya de laclase á que pertenezcan según su categoría y susueldo, por el tiempo efectivo de sus servicios enCorreos, como activos y como excedentes, tomadodía por día.

En resumen: esto es, cuanto sobre el Eeal de-creto de 12 de Marzo de 1889 se nos ofrecía decirá nuestros lectores.

Pensamos que quedan con ello contestadas lasnumerosas consultas que ha recibido la REVISTAsobre unos y otros puntos ó extremos de la men-cionada Real disposición; y entendemos que se hahecho muy bien con acudir en solicitud de lospuestos que nos corresponden en el nuevo Cuerpode Correos, porque ningún derecho que se tengadebe abandonarse.

Hagan pronto los de Correos una convocatoriade ingreso, según el art., 10; que no estará demáselque se creen, algunos derechos, al calor de eseReal decreto. •,[..:. í.

• : (CmUrntrí.)

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rra REVISTA.

MISCELÁNEA

Las Exposiciones do'889—Tiompos nuevos, procedimientos vie-jos.— Aumento do telegramas y disminución de ingresos.—Ne-crología.

Cuando aun todavía no se han extinguido losecos de la admiración que causó el brillante éxitode la fexposioión -universal de Barcelona, abreParís sus puertas á otro colosal certamen, al quetambién concurren artistas, sabios y fabricantesde todoel mundo, y la industriosa ciudad de Bir-mingham, tan conocida y celebrada por sus fábri-cas de armas, por sus joyerías, sus máquinas devapor y por sus artículos de quincalla, se aprestaa celebrar en el próximo mes de Agosto otro deaspecto más modesto, pero no menos importante,pues que tendrá el carácter de eléctrico é indus-trial. Ko sabemos qué reformas, qué ventajas yqué maravillas nos reservan estos certámenes enla parte que se refiere á la electricidad, que tantoen uno como en otro tiene y tendrá lucida re-presentación, tanto del laboratorio y talleres deM. ;Edisson como de otros varios de los EstadosUñidos y de las casas Felsen. de Colonia, de Sie-mens y otras de Alemania, como de las de Henley,Latimer Clark, Jolmson y Phillips, y cien más deInglaterra, Francia, Austria, Bélgica é Italia, paí-ses todos en donde tan adelantada se halla la in-dustria eléctrica.

Destácase en primer término, y como entradaá los palacios de la Exposición universal de Pa-ris, la monumental torre Eiffel, que si bien suestudio corresponde a las ciencias de la construc-ción y de la mecánica, ha de servir, ya erigida,para importantes y curiosas investigaciones sobremeteorología y electricidad. Ni tiene ni podía te-ner la erección de la torre elevada sobre las mar-genes del Sena la soberbia pretensión de los quetrataron de construir otra de tanta ó mayor alturaen las márgenes del Eufrates; la obra de Eiffeles sólo uii atrevido alarde del adelanto á que hanllegado en este siglo las ciencias de la construc-ción y sus auxiliaies, alo que ha contribuido engran manera el desarrollo de las vías férreas con,sus viaductos que salvan abismos, y sus puentesde hierro, que, como el que cruza el Tyne, exce-de en longitud en más de un kilómetro. El "único:objeto práctico del referido gigantesco monumen-;tó es el de servir de poderoso faro de luz eléctri-rca que ilumine París y tal vez sus cercanías; mas:aunen este caso, presenta, entre otros inconve-nientes, el de que precisamente por la misma al-¡tura á que se halla el foco luminoso uo llegan los;destellos de éste al recinto de lá base de la torre;

ni aun áios edificios de la Exposición, qué qué-:darían en la oscuridad déla noche si no fuese;porque están iluminados por otro alumbrado, y¡

solamente desde la plaza de la Concordia empie-zan á caer los rayos de luz de la torre Eiffeldirectamente sobre el suelo y á iluminarle. En elresto de París sus elevados edificios impiden quela misma luz alumbre sus calles.

Y así como en 1828 Si preguntaban los madri-leños para qué servirla e. montecillo ó cueto quese estaba elevando en un de los ángulos del Buen'Retiro, y sobre el que se construyó después unmirador, los parisienses se preguntan: ¿para quénos servirá la torre Eiffel? No es fácil predecir,contestan los hombres de ciencia, los muchos pro-blemas que se podrán descifrar y rectificar desdeeste famoso y primer laboratorio de los espacios.Las observaciones, los estudios que sobre las co-rrientes de aire, sobre el espectro solar en ambien-te más sutil, las referentes á la presión atmosféri-ca, sus efectos sobre la economía animal y otrasvarias que han hecho penosamente en moviblesglobos los aereonautas, podemos hacerlas aquícon toda tranquilidad como en un gabinete de es-tudio. Desde luego tendrán además los parisien-ses un eficaz pararrayos, que no solamente evita-rá las descargas eléctricas probablemente en todala gran ciudad, sino que su acción preventiva talvez consiga, neutralizando la electricidad atmos-férica, desvanecer la formación del granizo, quearrasaría ios campos de sus cercanías.

La torre termina por una larga varilla de pa-rarrayos, másbien como fino y agudo rema-te dela construcción que como necesidad sentida parapreservarla, porque siendo toda de hierro, exceptola base, que es de manipostería, constituye por símisma, con sus aristas innumerables, un poderosopararrayos. No ha faltado publicación que ha di-cho que la varilla tiene por objeto recoger y llevarpor un cable metálico les efluvios eléctricos de lasalturas á que se halla aquélla. Esta absurda afir-mación, tratándose de una construcción de hierro,es análoga á la de los que creen,indispensable co-locar una varilla de pararrayos detrás de las cru-ces de hierro dé las torres y campanarios, con granperjuicio de la belleza y hasta de los sentimientosde piedad, pues bastarla con unir él cable conduc-tor á lá base de la cruz, y terminar ésta con agudocono de platino ó de cobre sobredorado, y servi-ría de útil pararrayos. •¡ Esperamos, pues, que la reunión de tantoshombres científicos como han de acudir á Paríscoñmotivo de su Exjiosición universal nos lian derevelar ignotos misterios meteorológicos y eléc-triepsy que tendrán fácil explicación estudiándolosá la elevada altura de 300 metros sobre el suelo.""

Lá experiencia nos venía- demostrando desdehace ya treinta ó cuarenta años que el modo más

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DE TELÉGRAFOS 173

adecuado para preservar los cables submarinos delos embates de las especies zoológicas marinas yde los que presentara un fondo roquizo, consiste enrecubrirlos con armaduras de hilos de hierro ó deacero; y á pesar del enorme peso con que así seles sobrecarga y de lo que aumenta el precio desu construcción, se ha gastado en ello muchosmillones de .pesetas inútilmente, según M. Wea-therbee, quien estima innecesarias estas armadu-ras de hierro, y les atribuye además ser causa delas numerosas interrupciones de los cables inter-continentales y de la pérdida definitiva de algunode éstos.

Ya desde los comienzos de la Telegrafía sub-marina se discutió con todo el interés que el casorequería si los cabl-es se podrían conservar pormucho tiempo ilesos en el fondo de los mares sinmás cubierta que una de cáñamo, ó si sería indis-pensable recubrirlos además con una armadurametálica: prevaleció esta segunda opinión, á pe-

• sar del aumento de peso y precio muy considera-bles que esto suponía, y así se han construido to-dos los cables que constituyen la red submarinaque envuelve el planeta que habitamos. M. Wea-therbee deplora este despilfarro, pues su largapermanencia en Halifax, punto el más importan-te para la reparación de los cables submarinos, leha hecho ver que la armadura de éstos es causaprincipal de su deterioro.En apoyo de su tesis citahechos prácticos, entre otros la reparación efec-tuada en 1887 en uno de los cables transatlánti-cos, sustituyéndose cincuenta millas de cable dearmadura de hilos de hierro con un trozo de iguallongitud recubierto sencillamente con cáñamo;menciona las numerosas muestras de cuerdas decáñamo extraídas después de más de un siglo delfondo del Océano, hallándose en tan perfecto es-tado como el día que se sumergieron; lo que nosucede ciertamente- con los cables de hierro, por-que en éstos se producen acciones galvánicas enpresencia del agua del mar, ejerciendo una per-judicial acción corrosiva. Otra de las ventajas delos cables con cubierta de cáñamo sería el teneruna capacidad electrostática mucho menor queen los de armadura de hierro, y permitiría acele-rar la rapidez de la transmisión. El asunto no dejade ser de verdadero interés, ya bajo el punto devista económico, ya bajo el de la mayor extensiónque podría adquirir la Telegrafía submarina, yde esperar es que no se tardará en verificar ensa-yos sobre un cable de gran longitud reoubierto decáñamo, que permitirán comprobar las opinionessustentadas por M. Weatherbee.

Y á bien que aun .mirándose sólo bajo el as-pecto económico, seria importantísimo resultara

práctico este antiguo procedimiento; porque lasCompañías de cables submarinos empiezan á la-mentarse de que ven con efecto que aumenta elnúmero de telegramas que cursan, pero,.aunqueparezca paradójico, pues no han rebajado las ta-rifas, disminuyen los ingresos. Ejemplo, entreotros, el de la Direct Spñ%ish TdegTaph, que enel primer trimestre del corriente año ha cursadopor sus cables 2.000 telegramas más que en igualperíodo del año anterior, y, sin embargo, los in-gresos por el mismo concepto han sido inferiores.Tiene este enigma su explicación por el empleo dellenguaje convenido en los telegramas, que redu-ce el número de palabras lo menos una terceraparte del que se necesitaría usando el lenguajecorriente; y como las tarifas de los cables es ex-clusivamente por palabras, de aquí,que se pue-dan expedir hasta con tres solamente, sin pagarmás; lo que no ocurre en las tarifas de las lineasaéreas, que tienen el primer tipo de telegrama de10 ó 15 palabras, pagándose lo mismo auncuandosólo contenga tres ó cuatro. EMenguaje conveni-do ó Código telegráfico es muy completo y de fá-cil manejo: está escrito en inglés, latín, francés,alemán, español, italiano, portugués y holandés,de modo que no hay nación culta que carezca deél. Pero los intereses de las Compañías sufren, yéstas se proponen abordar reueltaraente esta cues-tión en la próxima conferencia telegráfica.

* *La ciencia acaba de experimentar la pérdida

de uno de sus prohombres en la persona de M, Va-rren de la Rué, fallecido en Abril último. Nacióen (íuernesey en 1815, y estudió en París y se dioá conocer por sus trabajos referentes a fotografíaestelar. En 1860 estuvo en España estudiando.eleclipse de sol de aquel año. Sus investigacionessobre la descarga eléctrica, sirviéndose de una ba-tería de 15.000 elementos de cloruro de plata, son'muy apreciadas y bien conocidas de los electri-cistas. Formó parte del Congreso internacional d6electricistas de 1881, y pertenecía á varias'Socie-dades científicas de Inglaterra, Francia, Eusia y

,rca.V.

COMUNICADO

Sr. Director de la REVISTA DE TELÉGRAFOS.

Muy señor mío y de mi mayor consideración:Ruego á Ud. tenga la bondad de dar cabida en laREVISTA de su digna dirección al adjunto comuni-cado, por lo cual le queda altamente reconocidosu afectísimo subordinado y seguro servidor quebesa su mano.—Gregorio Fernández Arias.

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174 REVISTA

«En la sección «La Electricidad en la Exposi-ción Universal de Barcelona» que con tanta ilus-tración publica nuestro compañero y competentepublicista Sr. Suárez Saavedra, al tratar de misaparatos, como lo hace en la REVISTA del 1." deMayo último, seguramente es con toda la exten-sión que esta clase de crónicas permiten, y pormás que agradezco en extremo la benevolencia yatenciones que me dispensa, sin embargo, hayalgo que, bien á mi pesar, me obliga á tomar lapluma para deshacer algunos de sus conceptos.

" •; En primer lugar, trata de disculpar al Juradode lo que yo me quejaba en mi comunicado á laEEVISTA del 16 de Enero último. Esto no me pare-ce mal,—-es una caballerosidad suya.—Creyó noquedaban en buen lugar los que han rehusadocontestar á mi comunicado, y trata de discul-parlos, por más que desde luego comprende queha ocurrido algo anormal, y á la vez quiere con-tentarme a mí diciendo: «son cosas de España.»

Asi, quizá, para no hacer resaltar más aquellaanormalidad, en vez de tratar mis aparatos con laextensión precisa para que el lector pueda formaruna ligera idea, sólo lo hace nombrándolos úni-camente para que no se diga lo calla. Así hacecon mis pilitas; se conforma con llamarlas lilipu-tienses, cuyo adjetivo está bien aplicado, puestoque cada elemento sólo pesa diez gramos; por estopodrá juzgarse de su tamaño; el que estén secas,no era, como él cree, un inconveniente para pro-barlas, pues precisamente esa es una de sus ven-tajas, el ser secas, por ser el reactivo, no un líqui-do, sino una pasta. Sin embargo, comprendiendoque después de estar montadas varios meses noestarían en disposición de funcionar por falta decuidado, y para que el Jurado pudiese juzgar conacierto, mandé un elemento sin montar y con ins-trucciones para que hubiera servido para las

Tratando de los relevadores, describe uno bieny deja de hacerlo de los otros dos, entre ellos elmás importante, qne es el que yo inscribí con el tí-tulo.de Relevadores para corrientes débiles ó v(trriáMes, el cual, sin los dibujos y una minuciosaexplicación del modo de equilibrarlos, no es posi-ble formar una idea, y mucho menos comprenderla causa de la gran sensibilidad que tiene, y el porqué puede recibir con corrientes tan variables.- Lo mismo ocurre con los dúplex, y por másque tenga razón al conceptuarlos uno solo (1), di-fícilmente podría nadie que no sea tan ilustrado

(1) A pesar de que yo no di datos al Sr. Suároz Saavodra do otrossistemas duplos, ha dtíbido figurar otro mío con varias soluciones.

. Él citado señor comprenderá perfectamente las causas que m í lianobligado & callar esto, asi como el no haber presentado todos losinscritos.

como el querido amigo Sr. Suárez Saavedra, es-tablecer el caso 3.° sin otra explicación que ladada.

En el párrafo en que dice: «El Sr. FernándezArias insiste en la necesidad de que, al ser reco-rridas por la corriente, ejerza siempre más fuerzala bobina fi' que la 8, y para esto propone en latercera solución, etc.» en esto hay un error, puesse refiere exclusivamente á los casos 1.* y 2.°, ymi insistencia tiene tantísima importancia, quedebo llamar la atención del lector sobre la misma.

Con mi insistencia no trato de ocultar un de-fecto, como alguien pudiera comprender, sinomuy al contrario, es donde está la ventaja másimportante de mi sistema sobre todos los demásdúplex, ventaja que, sin duda, pasó inadvertidapara mi querido amigo, puesto que nada dice deella.

Decía yo: «Las bobinas *S" y &"". ya sean sole-noides ó ya electroimanes, han de estar muy próxi-mas á las palancas, y las S y S" bastante retira-das, con lo cual conseguiremos que siempre quede la línea venga alguna corriente, ya sea éstafuerte ó floja, la palanca de la estación transmiti-do™ permanecerá en el contacto de reposo siem-pre que se transmita el signo sencillo; es decir, quesea cualquiera el estado de la línea, tendremossiempre arreglado el aparato, lo cual nos facilita-rá el poder funcionar en dúplex en la mayor par-te de los casos en que es imposible efectuarlo niaun con los aparatos simples.

Para demostrar hasta qué punto pueden variarlas corrientes, debo citar las pruebas que acabode nacer con un dúplex pequeñito: haciendo pasaruna corriente de 30 elementos por la bobina local,han bastado dos elementos en la de línea para con-trarrestar ó neutralizar los efectos de la primera,sin variar en nada el arreglo del aparato é ido va-riando los elementos hasta emplear 30 para la lí-nea y sólo cuatro para la local; de todo esto se de-duce que la línea puede variar entre uno y cientosin qne influya nada para la buena marcha de losaparatos.

Termina el querido amigo Sr. Suárez Saave-dra dando su parecer sobre mi dúplex, al que lesupone la necesidad de la línea artificial interca-lada en los circuitos &'j S", y dice que de no ha-cerlo notaría las contrariedades nacidas de que uncircuito local no se cierra exacta y matemática-mente lo mismo de línea. Duéleme en extremocontestar á este párrafo, pues siento que al ha-cerlo, para probar que no tiene el menor funda-mento, que sin duda ha sido un mal concepto óuna falta de estudio, tengo necesariamente quebuscar la defensa de mi opinión, entré otras co-sas, en los escritos del Sr. Suárez Saavedra, y ensu mismo dúplex, y quizá en esto pueda encon-

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trar algo que le mortifique, pero que desde luegopido me dispense, pues por muchos conceptos meinspira grandes consideraciones, y si alguna fra-se no fuese tan atenta como se merece, será hijade mi carácter, quizá algo rudo, y. sobre todo, dela falta de costumbre para sostener una polémicade esta especie.

Ciertamente parece que siendo menor el cir-cuito local que el de línea, la primera corriente hade tomar tierra antes que la segunda; pero vea-mos si efectivamente sucede esto en mi sistema.Observemos, en primer lugar, que en estado dereposo las comentes de las dos estaciones es-tán en comunicación directa con línea, y ésta secarga como un condensador. Si en esta posiciónuna de las estaciones baja su manipulador, al dartierra á su pila la da igualmente á la línea,-ycomo ésta se encontraba cargada,—según acaba-mos de demostrar,—se descargará con tanta rapi-dez como el circuito local, puesto que el circuitoes exactamente- el mismo, y este pequeñísimotiempo que emplee la línea en descargarse, ¿no esmás que suficiente para retener la palanca duran-te el "breve tiempo que pueda tardar en llegar lacorriente de la otra estación?

Además, todos sabemos que todos los cuerposnecesitan un espacio de tiempo para ponerse enmovimiento, y esta será otra de las causas quecontribuyan á que la palanca no se mueva antesde llegar la corriente de la otra estación.

Creo que basta esto para dejar patentizada lainnecesidad de la línea artificial, lo cual está de-mostrado en la práctica; pero por si no fuera bas-tante, he de recurrir al terreno en que le demos-traré que no siempre ha pensado lo mismo.

En esta misma BüvrsTA, en 1.° de Octubre de1887, hay un artículo del Sr. Suárez Saavedra so-bre Telegrafía dúplex, y después de citar algunosde los inconvenientes de que adolecen todos lossistemas, y entre ellos el Pérez Santano, dice: «Sipudiera prescindirse de la línea artificial, y, porlo tanto, de atender á. su regularización conformeá las variaciones, de la linea verdadera, se com-prende bien cuánta ventaja entrañaría la modifi-cación.

Ya en 1880, Mr. Kovacevie, Secretario' de laDirección de Telégrafos de Agram. ideó un siste-ma al efecto, pues suponemos que la descripciónque por entonces publicó en un periódico especia-lista se refería á invención suya; pero Kovacevicemplea para cada estación dos reíais polarizadosy dos pilas, y esto complica bastante el montaje,por más que lo creamos práctico y de resultadosmás ventajosos que los obtenidos por los sistemashoy en uso, al menos tratándose de las líneas es-pañolas, tan variables al día en sus condiciones deresistencia y capacidad.»

Pues bien: en este sistema que tanto enaltecenuestro querido publicista, la marcha de las co-rrientes os idéntica ai mío (véase Pérez Blanca.,tomo II, pág". 360), diferenciándose el mío de aquélen que sólo empleo un reíais y se modifican losreceptores ordinarios, según Memorias que tengopresentadas en. la Dirección general: no necesitorelevador ninguno, y siendo esto así, ¿cómo esque ve defectos en mi sistema y no los vio en elKovacevic?

Pero lo que más extrañará el lector; conformeá mí me extrañó, es que no haya visto el Sr. Su á--rez Saavedra que su dúplex es idéntico al mío, en .la parte que encuentra defectuosa.

En efecto; en la transmisión del signo sencillo,en su dúplex, y en la posición de reposo en elmío, las dos estaciones mandan las corrientes po-sitivas á la línea, que por ser iguales y en sen-tido contrario, se anulan, no produciendo ningúnefecto sobre los aparatos; si en el mío se trans-mite el signo sencillo, ó en el suyo se pasa delsig'no doble al sencillo, la corriente local tomatierra y obrará sobre los aparatos si la comentede la otra estación no viene á destruir estosefectos.

Supongo que en la REVISTA se publ icará el dú-plex del Sr. Suárez Saavedra, y así creo innecesa-rio hacer ninguna descripción del mismo; peromás adelante pienso ocuparme, no sólo de éste,sino de todos los que hayan figurado en la Expo-sición de Barcelona, probando las faltas de queadolecen, y que ninguno absolutamente sirve paracuando verdaderamente hace falta, que es cuandolas líneas están malas.

Puentedeume 13 Mayo de 1889.

GREGORIO FERNÁNDEZ AEIAS.

Según hemos oído, la autoridad judicial de Barcelo-na entiende en un asunto de suma gravedad, y en cuyaaclaración estamos sumamente interesados por refe-rirse al secreto de la correspondencia telegráfica.

Parece que 3a Compañía del Direct Spanisk, notan-do hace tiempo algunas irregularidades en el. aisla-miento de los conductores subterráneos del cable deBarcelona á Marsella, trató de proceder á su remedio,y encontró al abrir la zanja dos lulos cubiertos de plo-mo, adaptados á los conductores, y. cuyos empalmesdenotaban estar hechos por mano experta. •

Estos liilos iban á parar al sótano de una casa par-ticular de Barcelona, y que indudablemente induce ásospechar fuera para sorprender las cotizaciones deBolsa ú otra clase de noticias ntilizables en provechoparticular.

Como este asunto entraña considerablemente inte-rés para el Cuerpo, procuraremos tener al corriente ánuestros suscritores de los trámites que siga. .

Este hecho viene á demostrar una vez mág la nece*

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REVISTA DE TELÉGRAFOS

sidad de la ley penal de Telégrafos de que otras vecesnos hemos ocupado,

En virtud de Beal orden de 17 de Mayo han entradoen- planta el Oficial primero en expectación de destinoD, Vicente Martí Gisbert, y el Oficial segundo en igualBituacidn, procedente del Ejército, D. Luis Arenas yToronjo.

Ha sido declarado en expectación de destino el Ofi-cial primero D. José Guasón y Vicli.

Se ha consultado al Ministerio de Hacienda si pue-de aplicarse el remanente del crédito de 369.600 pese-tas del cable últimamente establecido, á la rehabilita-ción del aatíguo.

En la vacante por jubilación de D. Antonio Morahan sido promovidos: á Director de tercera, el Subdi-rector de primera D. José Luis de Martínez Borja; áSubdirector primero, el segundo D. José Aliaga García;á Subdirector segundo, el Jefe de Kstacíón D. CarlosCásala y Cristiani; á Jefe de Estación, el Oficial prime-ro ü. Gustavo Mayo Vela, que no ocupa vacante, as-cendiendo en su lugar D. Honorato Galavis, y entran-do en planta el Oficial primero D. Carlos Guart.

A consecuencia de la jubilación de D. E-zequieí Gar-cía de Aperregui y Martínez Aroma, lian sido promoví-dos: á Subdirector segundo, el Jefe de Estación D. Ju-lián Lucio Quiroga é Iparraguirre; á Jefe de Estación,el Oficial primero D. "Vicente Guerra y Díaz Canseco,y á Oficial primero, el segundo D. Jesxis Martín yArribas.

Ha fallecido en Tudela el Oficial primero D. José Ma-ría Alfaroy Troya.

Ha entrado en planta el Oficial primero D. Bartolo-mé Cardona y Aranda,

Se ha concedido autorización para el establecimien-to de una línea telefónica á D. Tomás Rubio Silva, ve-cino de Astorga, con el fin de unir su casa-habitacióncoa su fábrica de harinas Villa-Blanca.

Por gracia especial, y por esta sola y única vez, seha condonado á la Sociedad de Teléfonos de Madrid lamulta de 200 pesetas, impuesta por Keal orden de 19 deFebrero último.

Se ha autorizado al concesionario de la red telefóni-ca de Alcoy para establecer una sucursal en Benillaba,denegándosela en Muro, Penaguilla é Ibí.

Al concesionario de la red telefónica de Castellón sele ha concedido un mes ds prórroga para su insta-,lación.

También al concesionario de la red de Granada sele han otorgado quince días de prórroga, para que pue-da terminar sus trabajos.

Se ha impuesto una multa de 20 pesetas al eonce-sumario de la red telefónica de Alcoy por haberse ex-tralimitado en sus atribuciones.

Imprenta de M. Minuesa de los Ríos, Miguel Servet, 13.Teléfono 65Í.

MOVIMIENTO del personal durante la segunda quincena del mes de Mayo de 1889.

T 1=1 A. SI_» A C I O 3ST E¡ S

CLASES

Aspirante 2.". . . .

ídem. . . .ídemOficial 1.° . .ídem.. . .

Aspirante 2.6...

Subdirector L0 . .Oflciaíl .0 . . . . . . .ídem.

í d e m . . . . . . . ; . . .Aspirante 1.°...Oficial 2 . ° . . . . . . .

NOMBRES

D. Arturo de San Tito y Enrique

Eduardo Escudero y Guerreroííicolás L. Garán MonEaner.Manuel Beguer y BenedictoJosé María Ballesteros y Be-

Fernando Polarca y Muñoz.Alfonso Cabanyes y Olanüla.Gregorio García Manchón...José Luis Martínez y Eorja..Francisco P. MontónConstantino Mogilinisky

"Vicente Marti Gisbert' Manuel Rodríguez Caraarena.

; Faustino Salanovay Tarrcro.

PROCEDENCIA

CórdobaChertsTarragona

CentralLicencia, i . . . . . .Almería . . . . . . . .San Sebastián.Coruña.Puebla deCara-

miñal.LicenciaConiñaCentral.

DESTINO

LinaresTarragonaCherta..

Barcelona.... . .CentralGarruchaBurgosPuebla de Cara-

mmal. . . . . . .CentralBarcelonaCentralCoruña

OBSERVACIONES

Por razón del servicio.

ídem íd. íd.Por razón del servicio.Accediendo á sus deseos[dem íd. íd.

ídem íd. íd.ídem íd. íd. iPor razón del servicio.Accediendo á sus deseos.Idémíd. íd.