¡Vüm. l3ü

REVISTA

DE TELÉGRAFOS.PKECIOS DE SUSCRICIÓN.

iíti M.spaña ¿-Portugal, una peseta al mes.Mu el extranjero y Ultramar. una peseta 35 cents.

PUNTOS DE SUSCRICIÓN.

iín Madrid, en la Dirección general.lín provincias, en las Kstaciones telegráficas.

ADVERTENCIA

Por causas ajenas á nuestra voíimiacl nos ve-nios obligados á enviar eipresentenúmeroá nues-tros suscrUores sin e! folletín de circulares que vasiempre 311 el csntro de ia EÍEVLSTA

En los números inmediatos resarciremos á lossuscntores de ia IÍEVISTA.

D. Ang-el Maiisi J Jiomlia. por la líertienun. -ÜEdioN i r r ^ u - i .--Adacciones y repulsiones eléctricas y rna-üiftic.-w, por i> Fo-

DON ANGUL UA.N'Si Y 150M1XY

Al personal del Cuerpo i[uc liaco muchosaños tiene dedicada su actividad al servicio dela Telegrafía le será sumamente grato, enmo-no» lo es á nosotros, el saludar con efusión alrespetable jefe que ya en tiempos lejanos ocupódigoísiinamoiHe el puesto de Director generalde Correos \ Telégrafos.

Los compañeros á quienes nos referimos sonüeles á la motilona de aquel Director joven ylleno de entusiasmo por la misión que se le ha-

bía encomendado en circunstancias difíciles yazarosas.

Al cabo de mucho tiempo nos encontramos'de nuevo á las órdenes de D. Ángel Mansi; y se-ría una redundancia hacer aquí protestas do ad-hesión que surgen espontáneas en nuestros co-razones, puesto que los beneficios y ventajasque antes reportó el Cuerpo de Telégrafos delas dotes de actividad é inteligencia (jue ador-nan al Sr. llansi son prenda segura de lo quedebemos esperar de él hoy que la Telegrafía haadquirido vuelos más levantados, y tiende áseruno do los elementos que con mayor impulsocontribuyan al grandioso ino\imionto de la ci-vilización moderna.

listamos seguros de que en la época presen-te, como en la época pasada, ha de hallar el se-ñor Mansi en su nuevo cargo ocasiones de quela opinión pública le aplauda y el personal quepor él es dirigido se congratule de su valiosa efi-cacia.

hn ohsíM'vafiítH! y oí fstiulio fueron la normado \n conducta del Sr. Mans; <lesde los primerosanos de su vida.

Hijo do una familia acomodada y distinguidade Oropcsíi (provincia ele Toledo), halló 3a en la

j infancia nn noble modelo qne imitar en la vidado su seíloi* padre, que representó en Corles eldistrito de Puente del Arzobispo durante muchotiempo.

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Los primeros triunfos escolares del Sr. Man-si tuvieron por campo de acción el Instituto deToledo, donde cursó con gran aprovechamientolos años del Bachillerato.

Emprendió luego en la Universidad de Ma-drid la carrera de Leyes y Administración, ha-ciéndose Licenciado en la primera de estas fa-cultades y Doctor en la segunda, y obteniendoen ambos estudios el titulo de sobresalienteapenas contaba la edad de veintitrés años.

Uno de los personajes españoles que prime-ro supo apreciar las buenas condiciones del se-ñor Mansi fue el distinguido publicista Sr. CalvoAsensio, que le tributó un cariño entrañable,señalándole como uno de los jóvenes notablesde aquel tiempo.

Pronto formó el Sr. Mansi parte de los varo-nes que en la Academia de Jurisprudencia dis-cutían temas importantes.

Allí nuestro actual Director se distinguiócomo criminalista, captándose el aprecio y laconsideración de muchos Jueces y Magistrados,ante los cuales informó después COK mucha fre-cuencia.

Desde el año 04 al 68 dedicó una parte de suactividad en las tareas del periodismo, publican-do en los más importantes diarios de entoncesmultitud de artículos, en los cuales campeaba suespíritu expansivo y su manera de razonar claray precisa.

, Con su madurez de juicio coincidió el cam-bio ocurrido en la política española el añode 1868.

Amigos delSr. Mansi fueron los personajesmás salientes de aquella época; y era naturalque semejantes relaciones, agregadas á su pro-pio mérito, le proporcionaran el desempeño decargos de importancia.

En las primeras Cortes del reinado de donAmadeo de Saboya figuró como representantedel distrito de Puente del Arzobispo, dando áconocer muy pronto en el Congreso sus condi-ciones oratorias.

Varias fueron las muestras de distinción queen la Cámara obtuvo, y entre las cuales men-cionaremos el ser elegido miembro de la Comi-sión de actas, y después individuo de la Comi-sión del mensaje, como recompensa á los pri-meros trabajos que desempeñó con verdaderoahinco.

Desde entonces vióso figurar al Sr. Mansi enios más vivos y animados sucesos de nuestra

patria, entrando su voto algunas veces comogran factor para la solución de cuestiones muy

' transcendentales.No seguiremos paso á paso en las columnas

de la REVISTA DE TELÉGRAFOS la carrera de nues-tro actual Director al través de los aconteci-mientos públicos.

Recordaremos solamente que tras la fechadel 3 de Enero de -1874 aceptó del nuevo Go-bierno el cargo de Director general de Correosy Telégrafos, que con vivas instancias le fueofrecido.

Las circunstancias en que el país entoncesse encontraba á causa de la guerra civil, quehacía imposibles todo género de comunicacio-nes, particularmente en las comarcas ocupadaspor los carlistas; las líneas telegráficas, destrui-das unas veces por las partidas facciosas, yotras veces en poder del mismo ejercito enemi-go, todo contribuía á que fuese sumamentecrítica y difícil la situación del Sr. Mansi.

Á pesar de todo esto, que se oponía á susmás decididos impulsos, logró vencer multitudde obstáculos, mereciendo el parabién del paísy la aprobación sincera del Gobierno.

La cualidad que más resalta en el señorMansi es la posesión de un espíritu verdadera-mente reformador, que le lleva á estudiarlascuestiones más hondas, á someterlas á un aná-lisis detenido y abordarlas después resuelta-mente.

Importantes muestras de esta condición dioen el tiempo que estuvo al frente del Cuerpo deTelégrafos.

Durante su dirección se dictaron las basespara regularizar el pase de los individuos delCuerpo á nuestras posesiones ultramarinas,ocasionándose con esto incuestionables venta-jas al personal de Telégrafos.

Otro de los beneficios que tuvimos queagradecer á la celosa iniciativa del Sr. Mansifue el decreto del Presidente del Poder Ejecuti-vo acreditando al personal de Telégrafos comoservicio activo el tiempo que aquél hubiese es-tado ó estuviere en situación de excedente ó su-pernumerario.

Recordamos que, por entonces, esta reformafue acogida con inmensa satisfacción, precisa-mente porque la excedencia había colocado ámuchos compañeros nuestros en situación aza-rosi.

Fueron igualmente recibidas co,n alabanzas

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generales otras muchas disposiciones, talescomo la excepción á favor de los individuos deTelégrafos acerca del decreto sobre incompati-bilidad de los funcionarios públicos para ser-vir en los pueblos de su naturaleza; el decretoordenando la forma en que se había de repar-tir una cantidad consignada en presupuestospara gratificar á Conserjes y Ordenanzas, yotras disposiciones beneficiosas referentes á lasituación que ocupaban en el ejército los indivi-duos de Telégrafos á quienes tocaba ser solda-dos, y respecto de la exención de alojamientosá favor del personal del Cuerpo.

Muchas de las reformas llevadas á cabo porel Sr. Mansi son lioy base firmísima de la na-ciente legislación telegráfica; y es de esperarque, con igual interés y análogo criterio al deentonces, contribuirá en la época actual á me-jorar las condiciones del personal que sirve ásus órdenes v á desarrollar el movimiento de laTelegrafía.

Por lo que se refiero al ramo de Correos,tuvo el país en la persona del Sr. Mansi un pers-picuo representante en el Congreso postal ve-rificado en Berna durante los meses de Septiem-bre y Octubre de 1874.

Allí defendió con firme entereza el princi-pio de que el ramo de Correos fuese considera-do como un servicio y no como una reñía, sos-teniendo que se debían facilitar las comunica-ciones entre todos los países.

La idea del Sr. Mansi encontró fuerte oposi-ción en el representante de Francia, por ser eslanación la que mayores productos alcanzaba conel tránsito postal de las correspondencias de losdemás países; pero el Sr. Mansi halló simpatíasen Alemania y en Bélgica, cuyos representantesle apoyaron, abriéndose con este motivo anima-dos debates, que, si no lograron hacer triunfarla idea del tránsito gratuito absoluto, recabaronpor lo menos, en tal sentido, ventajas conside-rables.

Después de un interregno producido por losvaivenes de la política, fue nombrado el señorMansi Director general de Establecimientos pe-nales.

En este nuevo cargo tuvo ocasión de aplicarsus estudios predilectos.

,-í 4La tarea del Sr. Mansi era en extremo ardua.!¡S<H»íiituación de, las cárceles y presidios y el

cuerpo de empleados de los mismos reclama-ban una reglamentación inmediata.

El Sr. Mansi planteó y llevó á cabo la re-forma.

Desterró inveterados abusos dictando dispo-siciones para que los Comandantes de presidiosredactaran y remitieran á la Dirección generalcuentas mensuales de productos.

Planteó nuevas cárceles en capitales de pro-vincia; dio impulso á los trabajos de la Cárcel-Modelo; inauguró el Asilo de los hijos de las pe-nadas de Alcalá, siendo en esta ciudad recibidocon gran entusiasmo.

Refiriéndose á este suceso, decía La Refor~ma Penitenciaria del 12 de Junio do 1881 lo si-guiente :

«El Sr. Mansi debe estar satisfecho de suobra.

»Los niños que merced á ella van á recibirinstrucción y cuidados á que hubieran sido detodo en todo extraños, bendecirán por siempresu nombre y su memoria.

»¡No es posible alcanzar satisfacción inerosa ni más grande!»

D. Ángel Mansi está de nuevo al frente delas corporaciones de Correos y Telégrafos.

El personal que se halla á sus órdenes es loque ha sido siempre: activo, fiel, celoso y subor-dinado.

Con los gratos recuerdos del ayer espera em-palmar las gratas realidades del mañana.

La REVISTA DE TELÉGRAFOS creo interpretarfielmente el sentimiento general enviando á donÁngel Mansi una respetuosa enhorabuena.

Y á la par que saluda al actual Director, tri-buta la REVISTA un homenaje de cariñosa despe-dida al Sr. D. Aquilino Herce y á los que hanejercido por algún tiempo el cargo de Directoresinterinos, los Sres. ü. Francisco Corbalán, donGabriel F. de Cadórniga y D. Arcadio Roda,todos los cuales han guardado exquisita consi-deración al personal del Cuerpo do Telégrafos.

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SECCIÓN TECUCA.

ATRACCIONES Y REPULSIONES

ELÉCTRICAS Y MAGNÉTICAS

Toda onda se propaga con más ó menos faci-lidad y de «na manera li otra hacia todos lados,Luego lijándonos en una dirección determinada,aun cuando respecto á ella las contracciones óretrocesos sean más enérgicos que lo? movimien-tos de avance, la onda avanzará, como es fácildemostrarlo prácticamente por medio de un ém-bolo moviéndose dentro de un cilindro . Pues lomismo sucede cumulo se produce un movimientode atracción en cada uno de los puntos en que seforma la inducción; á pesar de este retroceso, laonda avanza, lo que quiere decir que una fila demoléculas puede tener un movimiento generalhacia el punto atractivo, al mismo tiempo que lasondas pueden propagarse en el sentido contrarioá esta dirección.

Recíprocamente esta fila de moléculas puedetener un movimiento general repulsivo, propa-gándose las ondas como antes.

Si la electricidad es estática, ó se encuentracomo aprisionada en el recinto de unouerpo másó menos conductor, hacía todos lados se encon-trarán las ondas con los dieléctricos del ambiente;y al formar las inducidas en sus choques de re-troceso en el interior del cuerpo, se destruiránunas á otras, es decir, se convertirán en otraclase de ondas; y sólo quedarán perceptibles laspropaR-acioues hacia fuera en sentido normal, esdecir, que las inducidas en el ambiente tendránsu principal y su más enérgica propagación enla dirección de dicha normal, por más que hayatambién corrientes ó propagaciones hacia todoslados, pero con menor intensidad, siendo aquéllala predominante.

En esta serie de moléculas que todas juntasproducen un movimiento de aproximación haciaeí punto de la superücie de! cuerpo en que se ve-rifica la inducción, están incluidas, no solamentelas del ambiente, sino todas las que circundan ádicho punto, constituyendo sólidos, líquidos, etcé-tera,y cuyas energías están enlazadas con las delambiente por la trabazón delasespiraieseléctrícas,calóricas, etc., que son sus elementos contituyRn-tes, como tenemos ya dicho repetidas veces. Porconsiguiente, todos los cuerpos que se vean pre-cisados á seguir este movimiento general, por serestas trabazones suficientemente fuertes, verifi-carán un movimiento de avance; es decir, quetodas las energías darán un paso hacia el referi-do punto, ó, mejor dicho, verificarán tm paso de

propagación ó traslación de un punto á otro infi-'. nitamente próximo. Pero como este movimiento! se obtiene cada vez que la onda inductora verificaI una pulsación, estos movimientos de avance ha-

cia el punto de atracción, ó estas propagaciones] se repetirán continuamente, constituyendo unai corriente atractiva que arrastra consigo á los

cuerpos ligeros.

ATRACCIÓN DE DOS CUERPOS ELECTRÍZADOS CON ONDASj DE DIFERENTE SIGNO

¡ • Sus inducidas serán también de distinto sig-í no; v como se encuentran caminando en direc-| cioiies contrarias, se sanarán las ondas y habráj ]a consiguiente contracción molecular. Al mismoj tiempo, y después cuando ya .se hubiesen auna-¡ do jas oscilaciones cíe todas la s ondas en un mis-I ino ritmo, todas estas nuevas ondas ó todas e&tíi.s! moléculas juntas se moverían hacia el primn-¡ cuerpo por causa de las especies de vacíos que¡ allí se formarían durante la creación de las indu-

cidas en su superficie. Igualmente se ínoveriutoda esta masa molecular hacia el segundo cuer-po por los vacíos que .se hubiesen originado ensu superficie al formarse sus inducidas. Las reac-cionen mutuas 4e las ondas procedentes de uncuerpo y del otro las obligarán á unirse y osci-

j lar en un mismo ritmo. Estas mismas reaccionasJ entre todas las ondas, comprendida? ias induf-; toras del primer cuerpo y del segundo, obliga¡ rán á toda la masa molecular comprendida entre

ambos cuerpos á verificar sus vaivenes alterna-tivamente, moviéndose primeramente hacia t;l

• primer cuerpo, tanto ias moléculas del ambieti-I te corno las del segundo cuerpo, y moviéndole

después hacia el segundo ias moléculas del am-j biente y las del primer cuerpo. De modo que, en

el primer instante, las energías de segundo cuer-po, es decir, el segundo cuerpo, da un pa«o hacia

I el primero. En el. segundo instante, el primercuerpo da otro paso hacia el segundo. .Después elsegundo da otro paso hacia el primero, y luegoel primero hacia el segundo, y así sucesivamente

I se irían atrayéndose mutuamente.* Además, como en e! campo comprendido en-

tre los dos cuerpos hemos hecho vacíos en dobleconcepto, y estos cuerpos, carg'adoa como estánde electricidad, están com J erizados de corrien-tes que les empujan, por decirlo así, de fuera ba-cía dentro, tienen que obedecer á ella» y moverleuno hacia el otro. El caso es parecido á cuandoa una fila de bolas de marfil se la golpea alterna-tivamente de uno y otro lado.

Ahora bien: cada punto de! primer cuerpoverificará esta atracción mutua con cada uno de•los puntos de! segundo cuerpo. Siendo,pues, m-las moléculas del primero, y « las del segundo,

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el número total de corrientes atractivas y pasosdé avance de ambos cuerpos será de m X n. Loque se expresa diciendo que dos cuerpos eléctri-cos se atraen en razón compuesta de sus densi-dades eléctricas.

La otra ley de que las atracciones están enrazón inversa del cuadrado de la distancia, hayqué consignarlo como un simple hecho, sin queyo conozca raciocinio que lo demuestre.

REPULSIÓN Di; DOS CUERPOS ELECTRIZADOS CON ONDAS

DEI, MISMO SIGNO

'• Sus inducidas serán también inducidas deigual signo. Las corrientes que estas induccionesal crearse produzcan, causarán en el primer mo-mento un movimiento general de atracción mo-lecular; pero después, al combinarse individual-mente onda con onda, como que son de la clasede las inducidas y están formadas y propagadasen un dieléctrico, se rechazarán, porque ya noson sólo las ondas espirales eléctricas las que jue-gan, sino la totalidad de ellas, es decir, las molé-culas elásticas. Y así como antes cada pulsaciónde la onda inductora del primer cuerpo producíaun movimiento del segundo cuerpo hacia el pri-mero, y cada pulsación de la onda inductora delsegundo otro movimiento del primero hacia elsegundo, ahora una de aquellas pulsaciones delprimero produce un movimiento de alejamientodel segundo, y una de las pulsaciones de la ondainductora del segundo un movimiento de aleja-miento del primero, y así sucesiva y alternativa-mente, estando las intensidades de estas repul-siones en razón compuesta de las densidadeseléctricas por la misma razón que lo estaban lasatracciones, y en razón inversa de los cuadradosde las distancias, sin que separaos por qué,

Saliendo corrientes hacia todas direcciones decada uno de los puntos de dos cuerpos electriza-dos; el1 eampocomprendido entre ellos quedarácruzado por dichas corrientes radialmente, entérminos que por un; punto cualquiera de aquelespacio cruzarán corrientes en todas direcciones,hallándose cada molécula y cada onda modifica-da y solicitada por dos movimientos encontra-dos, pareciéndose el fenómeno al sólido solicita-do por lo que, en mecánica racional', se llamapares de fuerzas. Y como ia onda-, por más quesea esencialmente variable, que crece siempre ósiempre decrece, tiene, según tenemos dicho,una especie de solidez, y las fuerzas hay que con-siderarlas como dos movimientos, y aun comodos corrientes, resulta que, por la mism razónquetél sólido toma un movimiento giratorio ó derotación, tomará la onda este mismo género de^íüóvlmíentb cüánda: esté ;solicitada ó modificada;í^^»;<;Gríientes opuestas. Excusado es decir

que esos sólidos y esas fuerzas son creaciones denuestra imaginación, debidas á la imperfecciónde nuestros sentidos. Los sólidos no son más queconjuntos de energías onduladas, y las fuerzasno son más que movimientos. De todos modos*como estos movimientos giratorios van siempreacompañados de un movimiento de avance ó depropagación lineal, la combinación de estos mo-vimientos toma la forma helicoidal. Y como todoslos cuerpos están más ó menos electrizados, po-demos decir que la electricidad pasa de unoscuerpos á otros helicoidal mente ó en espirales, almenos en el campo de los infinitamente peque-ños.

Cuando una onda inductora llega á teneruna intensidad extremada, hace llegar casi á sulimite al movimiento de vaivén ó de resorte de lainducida, por lo cual ésta reacciona fuertementesobre aquélla y la naturaleza de la primera vaacercándose á la de la segunda, porque 3a granintensidad de la onda eléctrica pone en juegotodas las demás ondas ó espirales; y la onda in-dnctora, lo mismo que la inducida, se han con-vertido en dos moléculas elásticas, reaccionándo-se mutuamente, cuya reacción se propagará for-mando una corriente homogénea de electricidaddesde el interior del cuerpo electrizado al exte-rior, continuando por el ambiente; y como elaumento exagerado de la energía, eléctrica haproducido e! aumento de las energías calóricas,lumínicas, etc., por las reacciones de sus es-pirales, por eso aparecen en este caso la luz, elcalor, etc. Además, esta corriente iluminada sepresenta bajo la forma de zigzag", cuya forma noes masque un hélice muy irregular, efecto de ladiversidad de energías y densidades que la co-rriente encuentra en el ambiente. Las espiralesde liumo que ascienden en la atmósfera y las queforman los cuerpos muy ligeros descendiendo porelia, son ejemplos de esta índole.

Si los dos cuerpos cargados de electricidad sepusiesen en comunicación con la tierra, las ener-gías de las ondas que antes se empleaban casi ex-clusivamente en reaccionar contra el ambienteformando inducidas en dire'ción de la normal encada punto de las superficies de los cuerpos, aho-ra, al contrario, la mayor parte de las expansio-nes se dirigirán hacia el punto de atracción, quees la tierra, en dunde se verifica una especie dedispersión de energías extendiéndose por un cam-po indefinido; cuyo fenómeno se presentaría másostensible si dichos cuerpos fuesen dos hilos con-ductores de corto diámetro, manteniendo su es-tado eléctrico por un generador permanente,-como'es-l& pila.

Repitamos, pues, que en el caso de la electri-cidad-estática, las principales corrientes que iban

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de uu cuerpo á otro tenían su principal intensi-dad en sentido normal á las ¡-superficies, Ahora,en el caso de la electricidad dinámica, al contra-rio, su mayor propagación ó expansión se verifi-ca en la dirección del conductor y do la marchade la corriente de la pila á la tierra.

Fíux GUHAV.íSe concluirá.)

SECCIOI GENERAL

ANALES Y LEYES DE TELÉGRAFOS

En 1." de Enero de 1879, el entonces Directorgeneral de Correos y Telégrafos, Exemo. é Ilustrí-símo Sr. D. Gregorio Cruzada Vil'.aamil, que enpaz descansa hace poco más de un año, presentóA su inmediato Jefe, el Ministro de la Goberna-ción, Excmo. Sr. D. Francisco Romero y Robledo,siguiendo los pasos, é imitando la conducta delExcelentísimo Sr. D. Pedro Rodríguez Campoma-nes, ilustre Confie de Campomanes, respecto desu Itinerario de las carreras de postas de dentro yfuera del Reino, con relación al Excmo. Sr. D. Ri-cardo Val , Ministro de listado de S. M. el BeyDon Carlos III, y Superintendente general de Co-rreos, los Anales de Iris Ordenanzas de Correos deEspaña.

En 3 de Marzo del propio año, el inolvidableAlfonso XT1, que santa gloria ha, y á quien se iráhaciendo justicia conforme transcurra el tiempo,disponía, imitando también á su glorioso antece-sor el grande Carlos 111, que se imprimiesen y pu-blicasen por cuenta del listado los Anales de lasOrdenanzas de Correos de Tápana, como se habíaimpreso y publicado, por cuenta de los propíosfondos, en 1761, el Itinerario de las carreras depostas dentro y fuera del lieino, del muy ilustrey sabio Conde de Campomanes.

Así tuvo efecto.' Y en cinco tomos voluminosos, de más de 500páginas cada uno, impresas á dos columnas, vie-ron la luz, poco después, dentro del mismo añode 1879, coleccionadas cronológicamente, todaslas órdenes que se lian dictado en España paraestablecer y organizar el servicio de Correos te-rrestres, desde 11 de Febrero de 1507, que llevapor fecha la primera de la colección, hasta finesde 1878.

Trabajo inmenso y pecoso j por el que no he-mos de escasear nuestros elogios á nuestros com-pañeros de la Sección de Correos que lo realiza-ron; teniendo para ello en cuenta, que;en esteramo, como en otros muchos del servicio público,se han perdido, á causaide las vicisitudes da los

tiempos, muchísimos documentos de interés su-mo, y que no concluidos todavía los índices razo-nados de los archivos nacionales, se hace hoy inrterminable la rebusca y consulta de papeles.

Consignemos aquí, como de paso, y sólo comouna cita que, al descuido y con cuidado, desliza-mos en el oído de todos nuestros queridos com-pañeros, que en el tomó primero de los Anales,página 232, columna 1.", linea 23, se halla,elReglamento para el Montepío de viudas y huér-fanos de los empleados en ¡as oficinas de la Rentageneral de Estafetas, Correos y Postas de dentroy fuera de la corle, ¡a de CaMinos y Real Impren-ta, en el que tiene fijos sus ojos, hace tiempo, elCuerpo de Telégrafos. . :

Pero en suma, y volviendo á los Anales de lasOrdenanzas de Correos en sí mismos:

Tan especial y eruditísimo trabajo, demuestra,en nuestro concepto, por la propia inmensa ba-lumba de cosas que contiene,.aunque estacadauna, ¿quién lo duda? en el sitio que le correspon-de, ia imperiosa necesidad de reunir en uu solocuerpo todas cuantas disposiciones rigen hoy so-bre Correos, descartando lo que ya no puede seraplicable, y presentar á las Cortes un proyecto deley general de Correos.

Lo propio acontece con los Telégrafos; y éstees el punto á que encaminábamos nuestros ra-zonamientos

Entendemos nosotros que, á semejanza de losAn%les de Correos, de que venimos hablando, ypor cuyo trabajo tanta gloria corresponde al di-tunto Sr. Cruzada Villaamil, pudiera muy bienemprenderse por nuestro nuevo Director gene-ral, el Bxcmo. Sr. D. Ángel Mansi y Bonilla, queposee gran carácter y tiene grandes iniciativas,la tarea, siempre ardua, de la recopilación ó for-mación- de lo? ANAIXS DE TELÉGRAFOS.

Comienza nuestra historia, si no nos equivo-camos, hacia el año de 18'15, con las Torres ópti-cas de Cataluña; y aunque también nos ocurra,quizá, que las vicisitudes de los tiempos y las nu-merosas mudanzas de sitio que han sufrido nues-tros archivos, sean, tal vez, causa de la pérdida, ótraspapelamiento,dealgunos documentos,ni pue-den ser muchos los perdidos ó traspapelados entan pocos años, que no pasan hoy de cuarenta,ni sería difícil,-pensamos nosotros, que entre to-dos no lo recordáramos todo, vivos aun, y no sa-bemos si alguno en el servicio activo todavía,varios de los fundadores de la Telegrafía ópticaen España.

De este modo, y antes que con el transcursodel tiempo acrezcan las dificultades, se podríanordenar y publicar los ANALES DE TELÉGRAFOS.

Claro es, que deberían luego proseguirse, deaño en año, como se prosiguen-, seguramente, los

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de Correosjporqueseríafaltaimperdonablej aban-donar la compilación, una vez salvadas y venci-das las dificultades del trabajo, que, como es na-tural, se presentarían todas al comenzar á hacer-se el resumen ó la codificación de los cuarentaaños transcurridos.

Muy glorioso había de ser para, el Sr. Mansi,en nuestro humilde concepto, comenzar en Telé-grafos su nueva época, porque ya antes de ahorahemos tenido la honra y el gusto de sei manda-

, dos por el, dtsponipndo la formación de los ANA-$ I I ^ Df TFITORÍPOS, y estamos seguros de que el

Kxcrao Si D Venancio González, actual Mi-nistro de la Gobernación, queridísimo Directorgeneral que ha sido nuestro, no había de tener,mas tarde, inconveniente alguno en aconsejará S. M. la Reina Gobernadora, la impresión ypublicación de aquel trabajo por cuenta del Es-tado.

El Sr. Cruzada apuntaba, eu la exposiciónque precedía á los Anales de las Ordena-mas deCorreos, la necesidad de presentar, en breve, álas Cortes, un proyecto de ley general de Co-rreos; y hemos dicho, más arriba, que lo propioacontece con los Telégrafos.

Ya,en un número precedente de esta REVISTA,y bajo el epígrafe de Ley necesaria, hemos tra-tado este punto.

Concretamos allí nuestro pensamiento á de-mostrar la necesidad de que se llevase á las Cor-tes una pequeña ley, que ya estaba formulada,sobre protección de; las líneas y facilidades paraconstruirlas, con especialidad las telefónicas; éindicábamos el temor que teníamos de que, ha-biéndose redactado en España antes que en, Fran-cia tan importante ley, se habría de promulgaren Francia antes que en España..

Así, en efecto, ha sucedido; y nuestros lecto-res recordai'án que, no hace muchos números,hemos. dad;o,,traducidp, el texto de ,1a ley fran-CeSa. . • ; , , . , í •, . f , . ; .:• •:..

.jlin,España npse ha,, pensado todavía en lle-varía á las Cortes. , , • - ; . . ; . . . . , '.

Hoy indicamos, además de loque dejamos di-cho sobre los ANALES DE TELÉGRAFOS, que es ya

indispensable pensar en hacer UNA I.EY GENERALnt<: TELÉGRAFOS.

Casi todas las naciones de Europa, y muchastíe América, y la India inglesa, la tienen ya, y

L ifspaña carece aún de ella.El Sr. Mansi-y el Sr. González, que son dos

notables hombres:de .administración, mirarán,seguramente, por el interés del. Estado y el me-jor servicio del público, y^dotarán, en breve^asílo esperamos con kfe.coa^anza, al pjaísy. $l.'r&T

^ á P j i s ^ dé ^ájajey general de

las cuales no podrían por menos de concederlessu entusiasta aprobación las nuevas Cortes, quehan de convocarse muy pronto, y que vienen, óestán, llamadas a traducir en sabia.s y oportunasleyes las aspiraciones de la nación.

LOS A.VAí.-ES V [,AS LE"Y!-;S Dlí TliLMiRAfOS: p o r

ahí deben comenzar su administración, que sinduda ha de ser beneficiosa, los Kxcmos. Señoresdon Ángel Mansi y D. Venancio González.

Así se lo ruega, así lo espera, el Cuerpo deTelégrafos, que, al mirarse hoy, nuevamente, ásus órdenes, siente el placer, y tiene la honra, desaludarles corno á sus antiguos, cariñosos Jefes,cuyos talentos, cuyo carácter, y cuy#s nobles iai-ciativas le son de sobra conocidas.

¡Salud al Sr. Mansi!¡Salud al Sr. González!

T,A FUSIÓN ES NECESARIA

Subordinadas las cuestiones administrativas,como no pueden monos de estarlo, k Lorf movi-mientos de la política, en España ramo en todaslas naciones del mundo, tas reformas que recla-man los servicios piíblicos han de resentirse ne-cesariamente, siquiera sea por aplazarse la épocade su planteamiento, cuando sobrevienen cambiosradicales en la política imperante.

Así, por ejemplo, el Sr. Fernández de Villa-verde, que hasta hace poco desempeñó la carterade Gobernación, tenía en estudio una serie deimportantísimos proyectos con tendencia todos ámejorar en lo posible el servicio telegráfico, queen breve habrían sido un hecho á no haber ocu-rrido el último cambio político.

No por haber abandonado su puesto antes dñllevar á la práctica aquellos proyectos que tan be-neficiosos., habrían sido, para eí país, es menosacreedor .el Sr. Villaverde al reconocimiento dejanación en general y del Cuerpo de Telégrafos enparticular, por el-que aquel Ministro tuvo siem-pre, y desde el primer momento, marcada predi-lección: Reciba, pues, nuestro humilde pero en-tusiasta aplauso por su noble y levantada con-ducta, y tenga la seguridad de que por sus espe-ciales dotes deja un grato recuerdo entre los te-legrafistas españoles.

Pero las cuestiones administrativas, si enla-zadas estrechamente á los acontecimientos políti-cos, tienen un carácter más estable que aquéllos,como reflejo que son de las .necesidades perma-nentes.del país, y como objetivo que persignencon idéntico afán aquellos á quienes el destino

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lleva á regir los intereses de la patria. Debemos,pues, esperarj y nos lisonjeamos de prometérnos-lo así, que las transcendentales reformas á quealudimos se llevarán eu breve al terreno de lapráctica, ó que serán sustituidas por otras análo-gas y de idénticos beneficiosos resultados paratodos.

Un hombre ilustre, harto conocido en Españapor sus vastos conocimientos administrativos ypor su entereza y decisión, en corregir los viciosde que adolece la Administración publica, se haencargado después de la última crisis de la car-tera de Gobernación.

El Eoxtno. Sr. D. Venancio González, que, tan-to al frente del Cuerpo á que pertenecemos, comodesempeñando el importante puesto que nuevamente confía ásu aptitud y á sus conocimientosla Reina Gobernadora, se distinguió siempre porau incansable solicitud y su tenaz propósito enrealizar las medidas que aconsejan la práctica yla teoría é imponen la experiencia y las necesida-des del país, es y debe ser una esperanza para elCuerpo de Telégrafos.

Y el Cuerpo de Telégrafos, que tan ávido estáde auxilio por parte de los Gobiernos, porque ja-más ha contado con los medios indispensablespara poder corresponder á la confianza que en éldeposita el público, ha de recibir necesariamentecon satisfacción á un ilustre repúblico, cuyo másvehemente deseo ha de ser siempre el alcanzar eljusto reconocimiento de sus conciudadanos porlos beneficios que se reportan de su gestión ad-ministrativa.

No es, sin embargo, sencillo el realizar todasaquellas reformas indispensables para conseguirque las comunicaciones telegráfica y postal lle-guen en España al grado de prosperidad alcanza-do por las primeras naciones de Europa j Améri-ca, y que nuestra patria tiene derecho á exigir,tíia problemas que han de resolverse para llegaral fin perseguido son tantos y tan complicados,que escapan, lio ya alas atribuciones, sino hastaá los propí sitos qué puede acariciar an Ministro dela Corona, que fatalmente ha de subordinar susdeseos á las imposiciones consiguientes al estadoactual dé la administración pública.

fío obstante, los antecedentes políticos y ad~. ministrativos del actual Ministro de la Goberna-ción son una garantía lo suficientemente sólidapara que nuestras legítimas esperanzas puedanconsiderarse como de inmediata realización.

Uno de los problemas más importantes, cuyoplanteamiento para una solución definitiva inicióel Sr. González, es el de la fusión de los servicios

: de Correos y Telégrafos.'•': Este pensamiento, llevado á la práctica, seríasin duda alguna la base para la favorable solución

de los problemas planteados, y bastaría por sisolo para que ambos servicios mejoraran consi-derablemente.

Con efecto: la inamovilidad del funcionario yla seguridad de que su buen comportamiento esla garantía de su porvenir, es la condición nece-saria de la buena Administración pública.

Mientras el empleado vea que su destino y latranquilidad, por consiguiente, y el reposo de snfamilia, dependen más que de inteligencia y la-boriosidad, de la instabilidad de una situación po-lítica, difícilmente sentirá gran entusiasmo porel servicio que se le confía, y rara vez hallaráocasión de sacrificar sus conveniencias á las con-veniencias del pais.

Pensar de otro modo sería desconocer porcompleto las debilidades de la naturaleza huma-na, y las teorías que se fundamentaran en esteprincipio serían todo lo bellas que se quiera, perocarecerían del principal y más positivo de los ca-racteres, á saber: de aplicación práctica. La ex-periencia, por otra parte, demuestra de tal modola virtualidad de la inamovilidad del empleadocuanto á la moralización de los servicios públi-cos, y de la familia y de la sociedad por tanto,que ni aun en teoría se pueden seriamente pre-sentar objeciones en contrario.

Conocedor profundo de nuestra administra-ción y de sus numerosos defectos, el actual Mi-nistro de la Gobernación ha perseguido constan-temente este fin, especialmente cuanto al servi-cio de Correos se refiere, y sus antecedentes y suhistoria nos autorizan para esperar que por estavez no han de verse defraudadas sus esperanzasni las del país.

Pero la inamovilidad del empleadode Correos,que imponen los más rudimentarios elementosadministrativos, no puede concederse por el Esta-do sino en virtud de condiciones determinadas,porque de otro modo no se llegaría á la forma-ción de un excelente cuerpo facultativo, y deaquique aparezca como una necesidad la fusión de losservicios postal y telegráfico.

Repetidas veces ha demostrado el personal dsTelégrafos su perfecta idoneidad para el acertadodesempeño del servició de Correosen todas condi-ciones y circunstancias, y una experiencia conti-nuada de más de seis años ha evidenciado lacon-veniencia de quesea un mismo personal,yun per-sonal en todo ajeno á las candentes luchas de lapolítica, el que desempeñe ambos servicios.

Eazones poderosas de economía y razonespo-derosísimas de conveniencia para el público abo-nan esta necesidad, que há tiempo está en la con-ciencia de todos los españoles.

Pues bien: exíjase en los empleados de Correoslas circunstancias qué concurren en los télegra-

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fístas, concédaseles la inamovilidad, y tendremosun Cuerpo de Comunicaciones suficientementeinstruido para llenar cumplidamente las exigen-cías de la nación, con uu solo personal apto parael desempeño indistintamente de los dos servi-cios, y con antecedentes ó historia para que elpaís deposite en él una absoluta confianza.

Pero no sería esta la sola ventaja que se obten-dría con la fusión de que nos ocupamos, ni ellaresolvería cumplidamente las múltiples necesida-des de ambos servicios. Otros fines se alcanzaríanigualmente importantes para el servicio deComu-nicaeiones, y que por otro camino quizá mineasellegaría á ellos.

El servicio de Correos, como el servicio deTelégrafos, no puede ni debe ser consideradocomo fuente productora directamente para elErario, sino como servicio del que no puede pres-cindir ni por un momento la nación. Y bajo estepunto de vista, ninguna inteligencia mediana-mente organizada puede fijarse en cuánto produ-cirá el servicio, sino en cuánto costará, satisfa-ciendo todas las necesidades de! listado y del pú-blico.

Los presupuestos de la Sección de Telégrafosse cierran con déficit, por razones que ya hemosanalizado en ocasiones diferentes; circunstanciaque no existiría si en nuestros hombres de admi-nistración hubiera predominado alg'íin más sen-tido práctico; pero en cambio, los de la Secciónde Correos acusan un importante superaba, quefácilmente se conseguirá aumente en gran escalaatendiendo con energía y decisión inquebranta-ble á la corrección de g-i'aves defectos de que hoyadolece aquel servicio. Ahora bien: dependiendoaquellas dos Secciones de un nisrno centro direc-tivo, nada más natural ni nada más lógúco queconsiderar los rendimientos y gastos aunados,sin que pueda calificarse de producto cantidadalguna mientras no estén cubiertos todos los des-embolsos que imponen ambos servicios.

Y teniendo presente que en una y otra Sec-ción hay que introducirre/ormas muy importan-tes que supondrían algunos desembolsos, la ten-dencia de una administración inteligente debeser realizar aquéllas en las condiciones más favo-rabíes para ei Tesoro; por ejemplo: señalar unaparte de los rendimientos que resultarán para laadopción de las medidas que imponen las necesi-dades del servicio, ya que la situación de nues-tras rentas no permiten la aplicación íntegra detodos los productos á la mejora de los dos siste-mas de comunicación.

En el ramo de Correos se hacen precisas gran-des reformas, así para crear frecuentes expedi-ciones en algunas comarcas que hoy no están losuficientemente servidas, como para dotar á gran

parte del personal subalterno de haberes en ar-monía con el penoso servicio que prestan y conlas exigencias de la vida. En el de Telégrafoslas necesidades son mayores, porque mayor ha si-do ei descuido con que se ha mirado hasta aquítan importante servicio.

Son necesarias nuevas líneas que lleven losbeneficios de la Telegrafía á zonas dilatadísimasque hoy carecen de ellas; son precisos aparatosrápidos que faciliten la inmediata salida del mu-cho servicio que á cada momento se acumula enlos Centros; son indispensables algunas sumasque permitan la reparación de las líneas existen-tes y otras que den íug'ar á mejorar la situaciónprecaria de nuestro personal subalterno, especial-mente el de la categoría de Aspirantes, OficialesyJefes de Estación que se eternizan en sus escalaspara alcanzar un ascenso de todo punto insigni-ficante, y que trabajan incomparablemente másque los demás funcionarios de los distintos ramosdéla Administración.

Todos estos problemas, de gran transcenden-cia para el porvenir dei servicio ele Comunicacio-nes en nuestra patria, se resolverían con la fu-sión que nos ocupa, sin que el Estado tuvieraquehacer grandessacrificios y sin proceder violen-tamente ni perjudicar en manera alg'ima dere-chos adquiridos.

Y decimos esto, porque nos consíade un modoevidente que en el ramo de Correos hay muchosy muy ilustrados funcionarios, encanecidos en lasoficinas, conocedores del complicado mecanismodel servicio postal, a.sí en el interior del reino co-mo en las relaciones internacionales, que son detodo punto acreedores á las consideraciones delgobierno y del país, y cuyos derechos, adquirí-dos en una larga vida de laboriosidad, habían deser reconocidos y respetados.

En nuestro humilde concepto, se llegaría á laobtención de un solo personal idóneo é ilustrado,exigiendo á los funcionarios de Correos que se co-loquen en condiciones para desempeñar el servi-cio de telégrafos, y á los telegrafistas los conoci-mientos prácticos y teóricos necesarios para elcorrecto desempeño del servicio postal en cual-quiera de las oficinas del ramo.

Todas estas consideraciones nos inducen ámirar como necesaria la completa y den" niti va fu-sión de arnbas comunicaciones, así como la pre-sencia en el Ministerio de la Gobernación del Ex-celentísimo Sr. D. Venancio González nos haceabrigar la esperanza de que proyecto tan impor-tante se convierta en breve en una consoladorarealidad.

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MISCELÁNEA

E\ Teiectroscoiiio.—Apertura del servicio telegráfico y telefónicosimultáneo en Francia. - L a red pneumática de París.— Dascar-gador para los hilos telefónicos.—La gutapercha de liassia.—Alumbrado eléctrico en los trenes.

La revista American Facturer anunció enuno de sus números, correspondientes al añode 1880, que la casa Connelly hermanos, de Pit-tsburg', había solicitado un privilegio por lain-

' vención de la «trauamisión eléctrica de la ondalumínica, del mismo modo que el sonido se trans-mite por el teléfono;» dióse poca importancia porJa prensa europea á esta invención, que conside-ró irrealizable, quedando velejada casi al olvidopor los progresos que en la misma Telefonía se

•./.verificaban y por la invención del fonógrafo. Sinembargo, la transmisión á distancia de los efec-tos ópticos por medio de la electricidad había te-nido ya sus precedentes, y algún tiempo despuésse recordó que de ello se había ocupado M. Ca-rey de Boston, cuya idea pasó desapercibida. Eneste sistema rudimentario proyéctase la imagenen una cámara oscura de fotografías, y la placasobre la que aquélla se dibuja es un disco de ma-teria aisladora lleno de un gran número de agu-jeros de diminuto diámetro; en cada uno de és-tos se introduce un pedacito de selenio, forman-do contacto con hilos metálicos, que de este modoestablecen una relación eléctrica entre los dife-rentes puntos dei disco y los correspondientes deotro del mismo género, constituyendo este últi-mo el receptor, el cual se cubre con una hoja depapel, movida por un aparato de relojería y pre-parada con eianofemiro de pofasio, ioduro de

• potasio ú otra sustancia análoga, para que enella ejerza su influencia la corriente, producién-doseel efecto deseado. Este se realiza por las im-presiones que se verilican bajo la influencia del

. paso de las corrientes al atravesar los diversoshilos, estando las tintas en relación, con la inten-sidad de las corrientes; y como ésta depende dela intensidad luminosa que impresiona los dife-rentes puntos que ocupa el selenio, es pasible ob-tener una reproducción cuadriculada de la ima-

1 gen proyectada, representada cual un bordadoén cañamazo.

•;..> Esta invención no resolvía el problema de la/./transmisión de una imagen luminosa; pero era

el primer paso dad') en este camino. Después,M. Sawyer, en el Scienli/ic American, expuso unadisposición especial, basada en los movimientossincrónicos de dos aparatos puestos en comuni-cación. H. Adriano de la Paiva, en Portugal;MSI. Ayrton y Perry; Shelford Yidwell, en Ingla-

• térra; Senlecq de Ardres, y M. Leblanc, en Fran-

cia, publicaron también una serie de trabajos in-teresantes, la mayor parte sobre investigacionesreferentes á este particular, si bien MJI. Ayrtony Perry construyeron unos aparatos que parecedieron buenos resultados relativamente.

En su sistema, la placa, sensible á la acción dela luz y sobre la cual la imagen luminosa se hade reproducir, se compone de euadraditos de se-lenio, unidos unos'á otros, como los de un tablerode damas, y constituyendo lo que sus autores lla-man elementos del transmisor, y cada uno de di-chos elementos está en relación con el aparatoreceptor de la imagen, llamado iluminador. To-dos estos experimentos recuerdan el aparato te-legráfico Cazelli; pero con la diferencia que éstetiene por objeto, como es sabido, reproducir unescrito ó una figura trazada en un plano. Mas elproblema que trataron de resolver los físicos yelectricistas citados es más complejo, y no se hadesistido seguramente de hacer nuevos ensayos,pues que el Mleclnteeinische Zeiíschrifl del mesde Noviembre nos dice que Mr. Nipkow ha con-seguido verdaderamente transformar en un re-ceptor especial las vibraciones eléctricas en on-das luminosas, siendo, p ir lo tanto, el sistemamás interesante de todos los de su clase presen-tados hasta el día. Tres partes principales le cons-tituyen: la realización de movimientos sincróni-cos en los dos puntos lejanos que se correspon-den, transformación del trabajo luminoso en tra-bajo eléctrico, y transformación inversa en elpunto de recepción. Forma parte del sistema unteléfono, cuya placa es un espejo plano, y que,por consecuencia de las vibraciones que sufrecuando entra en acción, se convierto, ya en es-pejo cóncavo ó ya convexo, cuyas variaciones,producidas por el intermedio de la electricidad,producen exactamente en el órgano de la visiónla misma sensación que la vista directa de la ima-gen transmitida. No es fácil prever los resulta-dos y ventajas prácticas que podrá proporcionaresta nueva transformación de la energía, comotampoco cuando Bell inventó el teléfono se podíaadivinar la gran importancia que en pocos añosha llegado á adquirir su descubrimiento; perotal vez el sistema de Nipkow esté, llamado á serel complemento de la Telefonía.

Un servicio telefónico público se ha abiertoel l.° del actual entre París y Eeims, utilizándo-se los hilos de la línea telegráfica, para lo cualse ha aplicado como antiinductor el sistema deRysselberghe. Hasta ahora solamente se puedecomunicar en París desde la Estación de la Bol-sa; pero en Eeims puede ya hacerse ¡desde,diez

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Estaciones. Uno de los circuitos telefónicos estáformado por dos hilos de 4 milímetros y 8 kiló-metros de cable, y otro de dos hilos de 5 milíme-tros y un cable de igual longitud; la de ambaslíneas es de 217 kilómetros, y, por lo tanto, lade cada circuito es de 434, teniendo en cuentael hilo de ida y el de vuelta. Transmisores y re-ceptores d'Arsonval son los empleados en uno delos circuitos; en el otro, transmisores Mourlón(que tiene montados los carbones en cantidad),y receptores d'Arsonval. También se ensayantransmisores y receptores Ader, especiales parala Telefonía á g*ran distancia.

Las pilas que dan mejores resultados, y queexclusivamente se emplean entre París y Keims,son las de Lalande y Chapetón, Se ha observadoque, aun cuando el cable solamente tiene 8 kiló-metros, ejerce una sensible influencia en las co-municaciones, que son bien distintas entre Parísy la puerta de Soissons, en Reims, antes de en-trar en ei circuito el cable, que con las lístacio-nes del interior de esta ultima población, quecomprenden ya el cable en el circuito. El preciode la tarifa se ha fijado en un franco por cincominutos de conversación

Trátase de hacer extensiva esta comunica-ción telefónica á los abonados de ambas pobla-ciones que lo soliciten, para lo cual necesaria-mente se habrán de introducir algunas modifi-caciones apropiadas á la Telefonía á gran dis-tancia.

El Anuario de la Estadística nos facilita los si-guientes datos sobre la red pneumática de París.Su desarrollo total es de 140 kilómetros. Com-prende una red principal de doble vía, de las queparten otras doce secundarías con diversos en-tronques, y además una vía doble directa desdela .Estación, central á la Bolsa. Las Estacionesabiertas para esta clase de servicios son 75. Paraefectuar las operaciones se emplean máquinas devapor, situadas en ocho puntos diferentes, re-uniendo entre todas una fuerza total de 315 caba-llos; para una eventualidad hay de reserva cua-tro motores hidráulicos. Los paquetes circulande tres en tres minutos de la Estación central ála Bolsa, y cada cinco minutos por la red princi-pal y por las secundarias; en algunos entronquessolamente cada cuarto de hora. Al servicio mecá-nico están dedicados 213 obreros.

El precio de esta clase de cartas-telegramas,remitiéndose cerradas es de 50 céntimos, y con

.respuesta pagada 60. Si van abiertas, solamentees de 30 céntimos, sin la respuesta pagada. Unasy otras tardan por término medio de 30 á 45 mi-nutos en llegar al destinatario. El número total

detelegramas cursados por los tubos pneumáticosen 1883 ascendió á 1.844.060 y los productos á682.000 francos.

Los del servicio telegráfico de París en el mis-mo año, comprendiendo los telegramas interioresé internacionales expedidos por la Estacióu cen-tral y las noventa y dos sucursales, subieron enel mismo año á 10.430.000 francos. Para desem-peñar el servicio postal y el telegráfico, así enParís como en el departamento del Sena, hay em-pleadas 6.830 personas.

A los numerosos tipos de pararrayos y des-cargadores para proteger los aparatos y las li-neas submarinas, uno más tenemos hoy que re-gistrar, destinado especialmente para los circui-tos telefónicos. Su autor le ha dado el nombre deprotector Carturight, y se diferencia de todos losde su clase en la particularidad de que establecela comunicación á tierra por medio de la arma-dura y el mícleo de un electroimán, quedandorestablecida aquélla con la línea una vez descar-gada ésta de la corriente de gran tensión quepudiera invadirla.

Lógranse estos efectos de la manera sig'uien-te: Sobre un zócalo de madera está colocado enposición horizontal un núcleo de hierro dulce,sostenido por sus extremos en dos escuadrasmetálicas que comunican con tierra; en su partemedia tiene un anillo de caucho, y arrollados alhierro dulce dos hilos aislados y en el mismosentido, uno que parte de un extremo al centro,y el otro del centro al extremo opuesto, viniendoá constituir dos bobinas separadas por el anilloaislador, pero á las cuales es común un mismo,núcleo; en frente délas dos caras planas de éstehay dos armaduras verticales, completamenteaisladas de ias bobinas. Los dos extremos cen-trales de los hilos de ambas bobinas comunican,uno con la línea de partida y otro coa la de vuel-ta, tratándose de comunicaciones telefónicas, y¡os otros dos Hítales con su armadura respectiva,estándolo ambas con los dos hilos del teléfono.Si la corriente que invade la línea es de pequeñatensión, recorrerá el hilo do las bobinas pasandoá las armaduras sin ejercer acción alguna sobreel electroimán que constituye el conjunto; perosi es una corriente de gran tensión, bien de ladeun hilo de los del alumbrado eléctrico ó una des-carga atmosférica, entonces las armaduras-sonatraídas, y al formar contacto con las caras pla-nas del núcleo, pasa aquélla á tierra por mediode las escuadras metálicas que le sostienen, que-dando protegido el teléfono ó aparato telegráfi-co, que también se puede utilizar para éstos.

REVISTA DE TELÉGRAFOS

•Volviendo las armaduras por medio de sus re-, sor tes antagonistas á su posición de reposo, que-

da cortada !a comunicación con tierra. El hilo de. las bobinas es bastante grueso para que no pue-dan fundirlo corrientes de elevada tensión. Como

idejamos indicado, puede aplicarse también este..descargador para proteg'er los aparatos telegrá-•V fieos, con sólo regular, por medio del resorte an-

tagonista y ei tornillo de inclinación, la distancia.•;de las.armaduras á las caras respectivas del do-,/ble electroimán. El EUclrical World asegura\;que se obtienen excelentes resultados con dicho•descargador, especialmente para los aparatos te-

lefónicos.

una nueva sustancia vegetal aisladora, aná-loga jila gutapercha, ha dado á conocer M. Cha-tín en la sesión celebrada en la Academia deCiencias de París el día 23 del anterior raes de

• Noviembre. Las investigaciones se deben áM. Heckel, quien cree posible obtener del árbol

, karite (butyróspermwiri ParHij un jugo coagula-ble parecido al del Isoiiandí'a gntku de Hoker,

, pues comparadas las propiedades físicas y cora-posición química de ambos productos, resultanmuy semejantes.

Estaguta, á la que da el nombre de BassiaPar/iii, se presenta en masas densas, es fibrosa ysu estructura y resistencia casi iguales á la gaitade la isla de Borneo. Su densidad es de 0,976, entanto qae la actualmente conocida en eí comercioes de 0,975 & 0,980, según el químico Payen. Seelectriza tan fácilmente como la citada de la Ma-lasia; se ablanda en agua caliente, adhiriéndosefácilmente á los cuerpos á la temperatura cer-cana 4 la ebullición, pudiendo servir de excelen-te cuerpo aislado r .

Sin embargo, bajo el punto de visía químico,dice i l . Ileckel, existen algunas diferencias,puesto que los disolventes no ejercen las mismasacciones sobre los dos productos. La guta deBassia, tratada por e! éter de petróleo, el éter or-dinario, el de trementina y por el ácido acético,no les ceden ¡os mismos principios solubles quela guta común, y sus residuos son pulverulen-tos, en tanto que los de esta última constituyenun barniz seco poco ó nada adherente. Pero laidentidad es casi perfecta disolviendo el nuevoproducto en el sulfuro de carbono, en el clorofor-mo, bencina y en el alcohol. Las muestras han si-do sometidas al análisis químico propuesto porPayen.

Oei conjunto de estos resultados se puede de-ducir la identidad de ambas gutas, y M. Heckelespera que la experiencia lo ha de demostrar ple-

ar por los q ue ya se han obtenido

en la aplicación á la galvanoplastia, que no hansido inferiores á los realizados con las mejoresgutaperchas conocidas de París.

El periódico la Tribuna, de New-York, refie-re que una Compañía de ferrocarriles americana .ha adoptado ya para sus locomotoras fanales deluz eléctrica de una intensidad luminosa de 2.000bujías. Segn'm dice el mencionado periódico, elmaquinista uisting'ue perfectamente el caminohasta una distancia de más de una milla, y la luzes visible desde unas cinco millas.

Esta mejora del alumbrado de trenes se haefectuado también recientemente en Europa, enel viaje que acaban de hacer los reyes de Wur-temberg desde su país á Niza, y cu3'o tren espe-cial, compuesto de seis vagones y tres furg'ones,ha sido iluminado por ía noche con luz eléctrica,obteniéndose im éxito satisfactorio. .

Parece que lia .sido propuesto para su jubilación elSr. Inspector D. José Galante y Villa randa.

Eia fallecido en Lubrín (provincia do Almería) unhijo del Director de segunda clase D. Vicente Coromi-na. quien se lialia momentáneamente en aquel plinto,transido de dolor por la pérdida de aquel niño, que encriad muy temprana ha bajado á la tumba, dejando;!su padre en el mayor desconsuelo.

Enviamos al Sr. Coramina el testimonio de mies-tro acendrado sentimiento.

Por la licencia que lian obtenido Ü. Guillermo Ca-sares, D. José Escacena y D. Saturnino Lamas, y áconsecuencia además de"la jubilación de D. ManuelGarcía Murciano, han sido propuestos para ascenderáoficiales primeros los segundos D. Pío Martínez v Gar-cía, D. Rafael Gallegos, D. Ricardo Saureu y "D. Ri-cardo Alvarez Falcó.

Han sido propuestos para su jubilación los Subdi-rectores de primera clase D. Facundo Fernández yFernández de los Ríos y D. Bartolomé Pórtela y 'Vila.

Los Directores de primera clase D. Justo Rodrigue»Rada y D. Angelo García Peña han sido propuestospara la Encomienda 'de Isabel la Católica, libre degastos.

Eí Director do secunda D. Fidel Golraayo, para laOruz dfi Caballé™ d«^Carlos Til, libre de ga.stos; y parala Cruz de Caballero de Isabel la Católica, libre degastos, el tíubd'rpefcor primero D. Valentín Lópea Sa-maniiígo. los Subdirectores segundos D. Antonio delValle y D. Miguel Moreno Cumichaga, y el Jefe deEstación D. Pedro Ferrer.

Se Ka hecho la propuesta para quesean ascendidos:D. Pedro del Río y Raimúndez, á Subdirector de pri-mera; D. José Norzafjaray, á Subdirector de s f t JD. Miguel Ooll, á Jefe de Estación.

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