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3 Historias de la Ciudad Reportajes de estudiantes Compilación: Maite López y Guiomar Rovira

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Historias de la

CiudadReportajes de estudiantes

Compilación:

Maite López y Guiomar Rovira

4 5

Título: Historias de la ciudad: reportajes de estudiantes

Compilación:

Guiomar Rovira SanchoMaite López Flamarique

Primera edición, 2006D.R. © Universidad Autónoma de la Ciudad de México

Fray Servando Teresa de Mier, núm. 99,Col. Centro, Delegación Cuauhtémoc,C. P. 06080, México, D. F.

Hecho e impreso en México

Correo electrónico: [email protected]

6 7

ÍNDICE

PRESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

PREFACIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

I. PERSONAJES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

BUENOS DÍAS, DEPRESIÓN. . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .21

Mónica Venecia Hernández Arcos

DIARIO DE UNA SKATE. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35

Esaú Salvador Bravo Luis

MI ABUELO MAZAHUA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49

Magdalena Pérez Reyes

ME LLAMO ENRIQUE Y SOY ALCOHÓLICO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63

Claudia Angélica Medina Garcés

II. OFICIOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .77

“DIEZ PESOS LE CUESTA, DIEZ PESOS LE VALEEE…” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .79

Dolores Adriana Núñez Gómez

LA VIDA DE UNA LECHUGA ORGÁNICA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93

Diana Hernández Chávez

LA POLLERÍA, SACRIFICIO POR PARTIDA DOBLE. . . . . . . . . . . . . . . . . . .105

Francisco Javier Luna Hernández

DANZANTES, GUARDIANES DE LA TRADICIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .119

Rita Annabel Mendoza Aguirre

8 9

UNA PROBADA EN EL CENTRO COMERCIAL. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133

Ana Lucía San Juan Sánchez

III. AMOR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .149

DE: HOJITA_BOND. ASUNTO: CORAZÓN ROTO. . . . . . . . . . . . . . . . . .151

Hugo Lozano Cabrera

DESEOS DE MUJER. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .165

Yadira Yessica González González

MONOGAMIA O POLIAMOR, ¿QUÉ DECIDES? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .175

Amanda del Carmen Moreno Zepeda

IV. LUGARES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189

EL ZÓCALO VIVE. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191

Cintia Ivonne Medina Juárez

EL CHOPO: LA TIERRA DE LOS MELÓMANOS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201

Fernando David Salazar Franco

NIÑOPA: EL NIÑO MILAGROSO DE XOCHIMILCO. . . . . . . . . . . . . . . . . .217

Pamela Esmeralda Pérez Guerrero

FARAONES EN CHAPULTEPEC. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231

Haidé Morales Sanguino.

CITA CON SAN JUDAS TADEO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249

Karina Mendoza López

EL METRO COLOR DE ROSA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259

Cristina Curiel Cielo

8 9

PRESENTACIÓN

Maite López Flamarique

Este libro recoge la palabra y la mirada de algunos de

nuestros estudiantes. Se trata de una selección de los mejores

reportajes escritos a partir de los talleres de Periodismo Literario

y de Investigación impartidos por Guiomar Rovira (semestre

2004-I) y por Maite López (semestre 2005-I). Es una mirada

fresca que se posa en cuestionas cercanas y cotidianas: el

Metro, el supermercado, el Zócalo, la comida o los jóvenes. Una

mirada que a nosotros, como lectores, nos hace voltear la vista

sobre aquello que sucede a nuestro alrededor, nos descubre

nuevos aspectos, nuevos lugares y nuevos personajes de

nuestra ciudad.

Es una visión profunda, crítica y sensible. Describe

la forma para luego adentrarse en el fondo, buscando una

explicación para la realidad que nos rodea. Muchos de

estos trabajos son atravesados por cuestiones de género e

identidad, mostrando la capacidad reflexiva de sus autores,

así como su habilidad para trasladar al terreno periodístico

cuestiones sobre las que han teorizado en otras materias de

la licenciatura.

Si bien es cierto que nuestros estudiantes van

“educando” su mirada, descubriendo una nueva forma de ver, el

reto de este trabajo ha sido el atreverse a contarlo. Apropiarse

10 11

de la lengua, de sus recursos expresivos, enfrentando con éstos

el papel en blanco. Asumirse como autores, como periodistas,

como productores de información. Convencerse de que tienen

algo que contar, que pueden hacerlo y que es importante que

lo hagan.

Para mí, como docente, ha sido un placer acompañarlos

en este proceso: verlos dudar de sus capacidades, cambiar

varias veces el tema de sus reportajes, participar de las

dificultades enfrentadas para conseguir la información, tener

que decidir qué incluir cuando “todo es tan interesante” y

sobreponerse al pánico ante la hoja en blanco. A lo largo del

curso hemos aprendido más sobre nosotros mismos y sobre el

trabajo de los demás.

Tras la lectura del texto de Mónica Hernández

no podremos sino ver de otra forma a las personas que

sufren depresión. Esaú Bravo, a través de su reportaje, logra

acercarnos al mundo femenino del skate. Magdalena Pérez

nos retrata de una forma exquisita y llena de sensibilidad a su

abuelo mazahua y Angélica Medina nos hace acompañar a un

alcohólico por sus vicisitudes. Todo ello en el primer capítulo

del libro dedicado a estos personajes de la ciudad.

En el segundo capítulo, Dolores Núñez nos sumerge

en la venta ambulante del metro y Diana Hernández, a través

de la historia de una lechuga, nos introduce en el mundo de la

agricultura orgánica. Por medio de la lectura de estas páginas

10 11

pasaremos un día vendiendo pollos junto con Francisco Javier

Luna y otra larga jornada de trabajo como demostradora en

un súper de la mano de Ana Lucía San Juan. Por último, Rita

Mendoza nos acercara al apasionante mundo de los danzantes,

guardianes de una tradición, en un marco urbano.

¿Quién dijo que está escrito todo sobre el amor? En el

tercer bloque de reportajes del libro encontramos un creativo

texto de Hugo Lozano, quien no duda en adoptar la voz de

una joven que cuenta el amor a través de internet. Jessica

González nos introduce en el mundo y los sentimientos de

las mujeres que aman a mujeres y Amanda Moreno hace un

divertido reportaje sobre la siempre polémica infidelidad o

¿deberíamos decir poliamor?

En el cuarto capítulo, Cintia Ivonne Medina nos

traslada al Zócalo, o mejor dicho, deja que el propio Zócalo se

presente a sí mismo; David Salazar nos confiesa su melomanía

y nos lleva a dar un paseo por El Chopo; Pamela Pérez nos

permite participar de la emotiva ceremonia que todos los

años protagoniza el Niñopa en Xochimilco y Karina Mendoza

nos hace compartir la fe y la devoción de miles de personas

por San Judas Tadeo. Si alguien se perdió la exposición Faraón,

todavía puede compartir la emoción sentida por Haidé

Morales durante sus numerosas visitas y adentrarse en el

mundo mágico de la egiptología. Para cerrar el libro, Cristina

Curiel nos lleva de viaje por la línea rosa del metro.

12 13

Historias de la ciudad escritas en sus calles, en sus

rincones, en los seres que la habitan y que estos jóvenes han

sabido trasladar a estas páginas. Esperemos que su publicación

sea un estímulo para sus autores y un incentivo para el trabajo

de los demás estudiantes, especialmente para quienes cursan

la materia de Periodismo literario y de investigación. Sólo me

queda desearles que disfruten de su lectura.

12 13

PREFACIO

EL REPORTAJE COMO RE-CREACIÓN DE LA REALIDAD

Guiomar Rovira Sancho

Lejana, como la escritura, es la fuente de donde abreva

la necesidad de dejar testimonio sobre el presente para

comunicarlo a otro espacio y a otro tiempo. Con la aparición de

los medios masivos de comunicación la oferta y la demanda

de informació sobre lo que acaece en el mundo no ha dejado

de crecer. El boom de los periódicos consolida los géneros

informativos, con sus exigencias y límites. Se extiende también

el reportaje como el más libre de los formatos para contar lo

que acontece en el ámbito de lo social, lo cultural y lo político.

La intuición del periodista y la investigación inmediata

de los hechos llevan al desarrollo de nuevas técnicas y

reglas. Contrastar las fuentes, ser sobrio, buscar la verdad

—perseguirla y no inventarla—, seducir al lector, atrapar su

atención desde el primer párrafo hasta el último, arrancarle un

suspiro, darle una imagen que lo lleve a buscar en otra edición,

en otra página, información que le servirá como nutrimento.

Síntesis de los demás géneros informativos, el

reportaje tiene cualidades intertextuales amplísimas. Incorpora

en su seno la crónica minuciosa, la entrevista a profundidad, la

nota de actualidad que responde al qué, quién, cuándo, dónde,

cómo, añadiendo como hilo narrativo el espacio, el tiempo

14 15

y el porqué, en la búsqueda de una interpretación, verdad

periodística de lo singular.

¿Para qué leer un periódico de ayer? Los diarios son

la contradicción de la escritura como permanencia, nacen con

fecha de caducidad. Frente a los géneros testimoniales, ¿por

qué escribir para lo efímero? De la quema se salvará, si acaso, el

buen reportaje, no porque algunos estudiantes lo recorten y lo

archiven sino porque el género apunta a un plazo duradero. El

reportaje puede reproducirse, compilarse, constituirse en serie,

convertirse en libro —deseo de todo reportero, es decir, de

quienes integran la clase más baja de la supuesta legitimidad

literaria; el reportero es el proletariado de la escritura, en

cuya cima se encuentran los denominados escritores—.

El periodismo, dirán algunos, es un oficio para muertos de

hambre, no es literatura, no es arte, no trasciende. Sin embargo,

el periodismo se lee y los lectores a los que accede un reportero

que conoce su oficio son muchos. El deseo de trascender y

el compromiso con la sociedad están en todo escritor, sin

embargo, el periodista tiene una mayor responsabilidad:

por sus manos pasa la sustancia con la que socialmente se

construye la realidad, incide en los procesos, define actores

y causas. Arroja visibilidad a las zonas premeditadamente

olvidadas de nuestra sociedad. Los periodistas practican una

de las profesiones más riesgosas: la muerte acecha a quienes

se atreven a revelar verdades ocultas y a quienes se animan

14 15

a estar en el lugar de lo que debe contarse fehacientemente.

En esta mezcla entre literatura y acción, realidad y recreación

escrita de los hechos, los periodistas son algo más que

escritores: son actores, moldean lo social.

Hoy en día, lo que más se vende no es precisamente

la ficción sino los casos de la vida misma, tenemos “hambre de

realidad”. Así, el auge de las biografías, de las memorias; todo

aquello que pueda asemejarse a la friolera de lo real atrae al

público. Las películas basadas en hechos reales tienen un plus

de atracción frente a las que anuncian que “todo parecido con

la realidad es mera coincidencia”.

El periodismo parte del paradigma de lo real: en su

pacto de inteligibilidad con el lector promete contar hechos,

únicamente hechos. Para hacerlo hecha mano de la caja de

herramientas existente: recurre a los procedimientos y a las

convenciones de representación propios de la cultura literaria

precedente: la novela realista. A su vez aplica las técnicas de

investigación de las ciencias sociales.

Fue a partir del boom de las revistas o magazines, en

el primer tercio del siglo XX, que el reportaje de largo aliento

entró en el periodismo contemporáneo, ofreciendo a los

lectores dosis de realidad y provocando una crisis en la novela

de ficción. Nadie duda que el reportaje novelado adquiere

su carta de naturalización cuando Truman Capote escribe A

sangre fría.

16 17

Las herramientas desarrolladas en el largo camino de

la literatura realista se desplazan, con el reportaje, al campo

de la no ficción. Ya no se trata de hacer “un cuento” sino de

“dar cuenta”, con palabras, del mundo de lo inmediato; lograr,

a través del relato de los acontecimientos reales y únicos, la

aproximación al momento, la revelación del todo en el detalle.

Porque antes de que la física cuántica descubriera

los fractales, ya el periodismo había entendido que con las

denominadas “historias de interés humano”, es decir, con

los casos singulares, los personajes anodinos, los detalles

minuciosos de una vida, se puede reflejar la realidad socio-

histórica. De ahí la importancia de los testimonios, de

los personajes que el periodista debe recrear —que no

inventar— la necesidad de describirlos en su aspecto y

contexto. Para comunicar y conmover al lector sólo tenemos

en nuestras manos la posibilidad de enfrentar lo encarnado, el

caso particular, la experiencia, sus palabras, sus movimientos,

su vivencia. La congoja no aparece ante lo universal sino frente

al dolor y la alegría de una persona que tiene nombre, edad y

relieve. Nunca las palabras más abstractas alcanzan la grandeza

empática que las descripciones concretas logran convocar. Las

cifras de muertes no tienen nada que hacer frente al desgarro

que produce leer el dolor de una sola madre, cuando éste es

contado con rigor y sensibilidad, que no sensiblería. El dato

estricto o la cifra deben ser siempre acompañamiento de lo

16 17

que se denomina “color”: el detalle y el contexto singular no

generalizable.

Hay que empezar por una señora deprimida para

hablar de la depresión, contar que su hija llega a casa después

de la escuela y ella todavía no se levanta de la cama. Esa

mujer tiene nombre, una bata, un escenario. Después, si

acaso, diremos la cifra, la estadística, el número de mujeres

deprimidas, la magnitud social de la enfermedad. El lector

sacará entonces sus propias conclusiones. Nosotros, como

periodistas, debemos aportar la materia, la que tiene que ver

con el fango, la que se pega a los dedos, aquella que toca el

mundo. Las ideas vendrán solas. En el periodismo no se puede

ser un observador distante, hay que meter las manos hasta los

codos y los pies hasta el empeine en el cieno. Si no estamos

“en el lugar de los hechos” para percibir lo único, lo menos

generalizable, lo singular como lo absolutamente humano en

la entrevista, no lograremos decir nada.

El periodismo de investigación ha servido para

desenmascarar al poder, sus estrategias antidemocráticas,

desde el famoso caso Watergate —que llevara a la ruina moral

al entonces presidente de Estados Unidos— hasta el papel

jugado en México por el semanario Proceso. También hay que

señalar el auge del mal periodismo, cada vez más en boga, que

se presta a filtraciones y sirve a intereses de grupos; periodismo

que simula investigación mientras se presta a entregar su voz a

los juegos ocultos del poder.

18 19

En muchas ocasiones las rutinas profesionales y las

presiones por la productividad que sufren los reporteros

impiden que buenos trabajos lleguen a los periódicos,

reportajes que necesitan varios días para madurar, integrarse,

investigarse. En la UACM, los estudiantes de periodismo han

tenido la oportunidad de consagrar un semestre entero a la

realización de un reportaje. Quizás falte una investigación

minuciosa en algunos de los trabajos que presentamos a

continuación, sin embargo, todos ellos son el resultado de

un intento bien logrado de contar con precisión, y con las

herramientas del lenguaje escrito, fragmentos de la vida de

nuestra ciudad, haciéndolos vibrar ante nosotros y dotándolos

de vida.