bibliografiainif.ucr.ac.cr/recursos/docs/revista de filosofía ucr...frondizi, risieri: substancia y...

11
construcción que reclamaba Hume en el 'Apén- dice' y buscaron la unidad de las 'percepciones' justamente en los intersticios que las separa- ban" (p. 128). De donde vinieron soluciones de remendón, queriendo superar el atomismo humiano, conservando el mismo atomismo. ,Qué síntesis auténtica propone Frondizi? A con- testar esta pregunta dedica la segunda parte de su Libro. Rechaza-y con mucha razón-el intuicio- nismo como instrumento exclusivo del conoci- miento del propio yo, pues si la intuición nos revela en forma inmediata y absoluta la presen- cia del yo, por qué existen tantas discrepancias acerca de la naturaleza constitutiva del mismo yo? W. James y Bergson son testimonio elo- cuente de ello. Precisa recurrir a la reflexión. El yo no es una suma de vivencias ni una substancia. Para demostrar lo errado del subs- tancialismo por lo que concierne específica- mente al yo, parte el A. del sistema substan- cialista tal como queda concretado en Expe- rience and SlIbstance, obra excelente del filó- sofo norteamericano Witt H. Parker. Y llega a la siguiente conclusión: si el ato mismo con- secuente diluye la existencia del yo, el substan- cialismo destruye la naturaleza del yo que tra- ta de salvar, porque confunde la permanencia con la inmutabilidad: "He aquí un hecho que ni el atomismo ni el substancialismo llegaron a comprender: lo qlle nos pasa modifica la estrllc, tllra del yo pero al mismo tiempo es lo qlle le confiere estabilidad (p. 169). A juicio de Frondizi no hay otra solución para resolver semejante paradoja que la ofre- cida por la Psicología de la Forma. El yo es una estructura. Hay que convenir en que el A. aplica con rigor y profundidad el guestal- tismo al problema del yo. Desde este punto de vista, diremos que no hemos leído páginas tan claras y originales como las de este libro. Aunque la teoría del A. esté expuesta a todas las objeciones que se le hacen a la Psicología de la Forma. BIBLIOGRAFIA FRONDIZI, RISIERI: Substancia y función en el problema del yo, Biblioteca filosófica, ed. Losada, Buenos Aires, 1952, 246 págs. En esta obra, R. Frondisi, actual Rector de la Universidad de Buenos Aires, presenta con amplitud el eterno problema de la substancia- lidad del YO. El estudio tiene dos partes: la histórica, que le sirve para delimitar y esta- blecer los términos del problema, y otra, en la que expone su pensamiento personal. Se trata de un libro claro, bien documentado y resolutorio. El problema moderno de la substancia del yo procede de Descartes, el cual del "cogíto" salta sin los miramientos críticos que propone en su 'método', a la 'substancia cogitans'. Ese salto-viene a afirmar Frondizi-se realiza en virtud de los viejos prejuicios que actuaban en el subconsciente del filósofo de la duda metódica. La doctrina cartesiana de la subs- tancia es la que tienen presente los grandes autores con los cuales empieza y se consuma el proceso crítico-disolutivo del concepto de substancia: Locke, Berkeley y Hume; con éste adquiere su madurez el antisubstancialismo. La lucha empirista trasparenta un verdadero dra- ma entre ideas viejas y modernas aun en los mismos autores que lucharon contra el subs- tancialismo de Descartes. Por ejemplo, Berkeley no se atreve con absoluta decisión a enfrentar- se a la 'substancia cogitans', En esta primera parte, manifiéstase muy bien informado el A. de la filosofía inglesa, y todavía podríamos añadir que él es un verdadero especialista en filosofía de habla inglesa si tenemos presente el contenido del libro que reseñamos. De todo esto ya había dado pruebas fehacientes con an- terioridad, al presentarnos en lengua española a otros pensadores, como el difícil A. N. Wite- head. Frondizi trata de superar el dilema en que quedó la cuestión tal como fue planteada por Hume: "Las soluciones en el plano empírico que se intentaron posteriormente siguieron o bien la actitud del Tratado o la del Apéndice. Quienes adoptaron la primera actitud cayeron en el error de Hume de creer que había que optar por un yo substancialista o negar toda forma del yo. Los otros se lanzaron a la re- T.OLARTE

Upload: others

Post on 04-Feb-2021

11 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • construcción que reclamaba Hume en el 'Apén-dice' y buscaron la unidad de las 'percepciones'justamente en los intersticios que las separa-ban" (p. 128). De donde vinieron solucionesde remendón, queriendo superar el atomismohumiano, conservando el mismo atomismo. ,Quésíntesis auténtica propone Frondizi? A con-testar esta pregunta dedica la segunda partede su Libro.

    Rechaza-y con mucha razón-el intuicio-nismo como instrumento exclusivo del conoci-miento del propio yo, pues si la intuición nosrevela en forma inmediata y absoluta la presen-cia del yo, por qué existen tantas discrepanciasacerca de la naturaleza constitutiva del mismoyo? W. James y Bergson son testimonio elo-cuente de ello. Precisa recurrir a la reflexión.

    El yo no es una suma de vivencias ni unasubstancia. Para demostrar lo errado del subs-tancialismo por lo que concierne específica-mente al yo, parte el A. del sistema substan-cialista tal como queda concretado en Expe-rience and SlIbstance, obra excelente del filó-sofo norteamericano Witt H. Parker. Y llegaa la siguiente conclusión: si el ato mismo con-secuente diluye la existencia del yo, el substan-cialismo destruye la naturaleza del yo que tra-ta de salvar, porque confunde la permanenciacon la inmutabilidad: "He aquí un hecho queni el atomismo ni el substancialismo llegaron acomprender: lo qlle nos pasa modifica la estrllc,tllra del yo pero al mismo tiempo es lo qlle leconfiere estabilidad (p. 169).

    A juicio de Frondizi no hay otra soluciónpara resolver semejante paradoja que la ofre-cida por la Psicología de la Forma. El yo esuna estructura. Hay que convenir en que elA. aplica con rigor y profundidad el guestal-tismo al problema del yo. Desde este puntode vista, diremos que no hemos leído páginastan claras y originales como las de este libro.Aunque la teoría del A. esté expuesta a todaslas objeciones que se le hacen a la Psicologíade la Forma.

    BIBLIOGRAFIA

    FRONDIZI, RISIERI: Substancia y función en el problema del yo,Biblioteca filosófica, ed. Losada, Buenos Aires, 1952, 246 págs.

    En esta obra, R. Frondisi, actual Rector dela Universidad de Buenos Aires, presenta conamplitud el eterno problema de la substancia-lidad del YO. El estudio tiene dos partes: lahistórica, que le sirve para delimitar y esta-blecer los términos del problema, y otra, enla que expone su pensamiento personal. Setrata de un libro claro, bien documentado yresolutorio.

    El problema moderno de la substancia delyo procede de Descartes, el cual del "cogíto"salta sin los miramientos críticos que proponeen su 'método', a la 'substancia cogitans'. Esesalto-viene a afirmar Frondizi-se realiza envirtud de los viejos prejuicios que actuabanen el subconsciente del filósofo de la dudametódica. La doctrina cartesiana de la subs-tancia es la que tienen presente los grandesautores con los cuales empieza y se consumael proceso crítico-disolutivo del concepto desubstancia: Locke, Berkeley y Hume; con ésteadquiere su madurez el antisubstancialismo. Lalucha empirista trasparenta un verdadero dra-ma entre ideas viejas y modernas aun en losmismos autores que lucharon contra el subs-tancialismo de Descartes. Por ejemplo, Berkeleyno se atreve con absoluta decisión a enfrentar-se a la 'substancia cogitans', En esta primeraparte, manifiéstase muy bien informado el A.de la filosofía inglesa, y todavía podríamosañadir que él es un verdadero especialista enfilosofía de habla inglesa si tenemos presenteel contenido del libro que reseñamos. De todoesto ya había dado pruebas fehacientes con an-terioridad, al presentarnos en lengua española aotros pensadores, como el difícil A. N. Wite-head.

    Frondizi trata de superar el dilema en quequedó la cuestión tal como fue planteada porHume: "Las soluciones en el plano empíricoque se intentaron posteriormente siguieron obien la actitud del Tratado o la del Apéndice.Quienes adoptaron la primera actitud cayeronen el error de Hume de creer que había queoptar por un yo substancialista o negar todaforma del yo. Los otros se lanzaron a la re- T.OLARTE

  • 288 BIBLIOGRAFIA

    una condición del conocimiento sensible, y esesa intuición pura del espacio la que suminis-tra el objeto de la Geometría como ciencia delespacio. En cambio Leibniz sostiene la doctrinacontraria: el espacio no existe como funda-mento del movimiento espacial; es sólo unaidea de orden, una relación inteligible entrelas mónadas.

    Michelson llevó a los científicos a la con-clusión de que éter no existe; no ha y un re-lleno elástico del espacio de Ncwton. Si seextendiera esa conclusión al campo de la Geo-metría, habría que afirmar que el espacio noexiste.

    El A. analiza varias nociones que, al serdefinidas con un carácter estrictamente espa-cial, presentan a la vez a la intuición la afir-mación y la negación del espacio. Son ellas lacualidad de rectitud, como una afirmación delespacio en el concepto de distancia; pero comouna negación estricta del espacio para la mis-ma intuición, o como una abstracción del espa-cio, cuando se observa la rectitud en escorzoen que la recta se reduce a un punto límitedel espacio, al que no corresponde ninguna de-terminación geométrica, ya que sólo dos puntosconstituyen una distancia intuible.

    SAUMELLS, R., La Dialéctica del Espacio, Madrid, C S. 1.C, 1952.

    El A. tiene la convicción de que la Meta-física no es imposible como ciencia, segúnafirma Kant, aunque por su naturaleza seaextraña a los métodos de la Geometría y dela Mecánica. Por lo tanto se propone dar unavisión exacta de la contextura profunda de laGeometría y de la Mecánica; una visión quepermita pasar a una consideración filosóficaadecuada sobre el espacio, hoy íntimamenteunido al tiempo en la teoría de la relatividad.El material del que se vale es el teorema deDesargues, proposición fundamental en la Geo-metría, Proyectiva, y cuya demostración no pue-de hacerse en el plano que sirve de fundamentopara representarlo, sino que ha de efectuarseen el espacio, que según Kant, es propio dela intuición externa.

    En el capítulo primero expone el A. el teo-rema de Desargues, y su admiración ante elhecho de que la demostración no pueda efec-tuarse en el plano de la figura, sino que re-quiera el traspasar idealmente la figura al es-pacio, revistiéndola de planos. La demostraciónestá regulada por el espacio mismo, que con suscaracteres intuitivos determina la posibilidadde toda demostración de esa índole. Pero enel teorema de Desargues no hay, como requiereKant, ninguna síntesis a priori que sirva debase a la demostración, y la cual explique elhecho de que la demostración dé la razón delteorema, de que el razonamiento alcance larealidad. La demostración es representable enla intuición, pero no en una condición a prioridel plano; no se puede hacer por determinacio-nes internas del plano, pues requiere la nociónde distancia. Por lo tanto, según la teoría kan-tiana de la demostración por verdades sinté-ticas a priori, el teorema de Desargues resul-taría indemostrable. Es entonces necesario enla demostración proyectiva, el establecer unconjunto de proposiciones referentes al espacioque sean el fundamento a priori de toda re-presentación externa, y que conduzcan a sín-tesis reguladas por el espacio de la intuición.

    Luego se discute el problema de si la Geo-metría Proyectiva trata de la extensión pura-mente concebida por el pensamiento y nocomo percibida empíricamente en la sensación;o bien si los conceptos geométricos estaránrestringidos por intuición sensible, empírica,del espacio.

    Para Newton y para Kant el espacio existecomo el fundamento que determina el carácterespacial del movimiento. Para Newton el espa-cio es absoluto, fijo entre sí; para Kant elespacio existe como una intuición pura, como

    Otras de esas nociones afirmado ras y ne-gadoras a la vez del espacio, para la intuición,son la gravitación, que es equivalente mecánicodel espacio, y el éter, como su equivalente elec-trodinámico. El espacio gravitatorio, como uncampo de fuerza, presenta una zona en que lafuerza de atracción es inversamente proporcio-nal a la distancia, y otra zona en que nose registra fuerza alguna, ya que se anula esafuerza, como sucede con la recta concentradaen un punto. El éter, para poder ser un prin-cipio de explicación, representable a la vez parala intuición, habría de presentarse a la vez co-mo absolutamente fluído (más que el aire) ycomo absolutamente rígido (más que el acero).En cuanto a la luz, su teoría física y su des-cripción geométrica se basan en la negación delespacio, que se nos representa como trayectoria.Las leyes fundamentales de la óptica sustitu-yen el espacio por el tiempo, ya que establecenun tiempo mínimo, al que corresponde un tra-yecto rectilíneo. En la interpretación electro-magnética de la luz es también fundamental eltiempo, que es la base de la onda electromag-nética, y que es representado por medio dela imagen de la acción próxima. El experimentode Michelson demostró la no existencia delespacio en la electrodinámica, y que el concep-

  • BIBLIOGRAFIA 289

    to de campo se funda en la abstracción delespacio.

    El A. presenta su aporte al concepto de es-pacio puro: "El concepto de una relación sin-tética entre dos nociones de espacio de conte-nido objetivo antitético". Es decir, una síntesisentre las teorías métricas del espacio basadasen la intuición, y las teorías proyectivas delespacio que se dan con carácter estrictamenteracional, con anulación o abstracción de laintuición del espacio.

    A pesar de que Leibniz y Kant adoptan acti-tudes contrarias ante la intuición externa en suconcepto del espacio, ambos llegan a la con-clusión de que no podrá fundamentarse filosó-ficamente una Geometría como ciencia abstractacuyo objeto sea el espacio, sin que tome eseespacio como fundamento empírico de sus con-ceptos. El mismo espacio que hace que la Geo-metría sea necesaria y universal, une tambiénla Geometría con la Metafísica. Es necesarioentonces en una Geometría Proyectiva que susconceptos y sus teoremas se elaboren en formaabstracta, sin fundamentarse en la intuición ex-terna; pero que el contenido de esos conceptossea a la vez representable en la intuiciónexterna.

    El espacio proyectivo es aquel en el que suselementos se definen como términos de relacio-nes (por ejemplo: los puntos como términosespaciales de relaciones); es decir, no se defi-nen las relaciones mismas como relaciones es-paciales entre términos. Análogamente, en elespacio cinemático los puntos son términos detrayectorias; los términos de partida y de lle-gada tienen sentido espacial, mientras que latrayectoria misma no lo tiene.

    De acuerdo con su teoría, el A. nos hacever que el espacio euclídeo es una síntesis deambos conceptos antitéticos. Además, el espacioeuclídeo es el medio en el que se realiza unasíntesis dialéctica de una coexistencia lógica yuna coexistencia empírica.

    La tesis que se ha sustentado en el libroes la de que la razón de ser de la Geometríaeuclídea es la estructura dialéctica del con-cepto mismo del espacio. El espacio euclídeoes una síntesis de nociones del espacio de

    contenidos antitéticos: unas que abstraen oniegan el espacio, por ser de carácter estric-tamente lógico, y otras que se fundamentan enla inclusión del espacio, por basarse en laintuición sensible.

    Kant no tomó en cuenta este doble aspectodel concepto del espacio, sino que buscó labase de la Geometría en una necesidad im-puesta sólo por las condiciones de la sensibi-lidad, olvidando que la síntesis se forma dedos conceptos, uno que prescinde de la intui-ción y otro que se fundamenta en ella. Elpeligro que debe evitar la reflexión critica so-bre la Ciencia es doble: es fácil que en unconcepto que sintetiza dos nociones antitéticas,se olvide la forma del concepto por las condi-ciones de la intuición que hacen posible surepresentación; o bien, que donde no hayarepresentación intuitiva, se olviden las condicio-nes de la intuición por la forma del conceptomismo. El segundo error es el que ha cometidoKant con respecto a la Mecánica de Newton.El sistema de Ptolomeo describía la reales fre-cuencias temporales de aparición de los astros,y la de Copérnico describía las órbitas realesespaciales de los astros; la segunda, en suexpresión newtoniana, fue preferida, excluyendola primera, en lugar de llegar a una síntesisconceptual de las dos teorías.

    La presente obra aclara con extremado rigorfilosófico muchos de los conceptos relativos alespacio. Asimismo, abre acceso a una originaly profunda concepción del espacio como unasíntesis entre nociones de contenido antagónico:una que niega o prescinde del espacio, porestar formada de elementos representativos deorden intelectual, y otra basada en la intuiciónsensible del espacio.

    El libro tiene un carácter profundamentecientífico, ya que se refiere no sólo a la Geo-metría, sino también a los avances de la cien-cia en los diferentes campos: óptico, electro-magnético, mecánico, involucrando todos esosaspectos dentro de la misma solución. Tal vezpor ese carácter rigurosamente científico, esmás obra de estudio que de simple lectura.

    MARTA ]IMENEZ

  • parece poderse relacionar a uno de los perso-najes con Sartre, pero los perfiles carecen denitidez. Los problemas ideológicos de la iz-quierda francesa están presentados con con-fusión y sin valor de generalidad.

    La traducción es deficiente.

    290 BIBLIOGRAFIA

    BEAUVOIR, SIMONE DE, Los JWandarines, México, Ed. Latino Americana,1956. Trad. J. M. Francés, 752 págs.

    SANTORO, GUSTAVO, .Analisi Sociologica.. JWanuale di Sociologia applicata.Franco Angeli Editore, Milano, (1957), 373 págs.

    Esta obra recibió el premio Goncourt en 1954.Como novela, me ha parecido mediocre.A pesar de lo que podía esperarse de su A.,

    carece de interés filosófico, o bien, éste sehalla tan cuidadosamente diluido que habráde ser el lector quien filosofe. Quizá podríaseñalarse el incidental concepto del "compro-meterse a ciegas". Hay momentos en que

    El Dr. Gustavo Santoro entregó, poco antesde ser nombrado Director de la Cátedra deSociología de Estudios Generales de la Uni-versidad de Costa Rica, un manuscrito a laEditorial Franco Angeli de Milán. Hace unaspocas semanas salió de las prensas de estacasa, con el título de .Análisis Sociológico, ma-nual teórico-práctico. El volumen, impecable-mente editado, contiene casi cuatrocientas pá-ginas, ricamente ilustradas con una serie deláminas y grabados que facilitan grandemen-te la comprensión del texto.

    Análisis Sociológico es continuación de laJ"trodtlcción a tina :Metodología Sociológica,publicada hace dos años por el mismo A. Enla obra presente se ocupa el Prof. Santoro dela organización de la investigación, del mé-todo estadístico, del análisis numérico, del dis-cursivo y de la indagación del grupo. No setrata de un 'texto'; el libro, fruto de largosestudios y de vastas experiencias adquiridasen diversos ambientes del viejo y del nuevomundo, presenta ante todo problemas puramen-te técnicos. Ya pasaron, dichosamente, lostiempos en que estudiar Sociología equivalíaa familiarizarse con las especulaciones sobrela naturaleza y la organización de las 'socieda-des'; con el sinnúmero de escuelas sociológi-cas en Francia, Alemania, etc., con las socie-dades animales y las así llamadas sociedadesprimitivas; con los sistemas religiosos tribal es;con la evolución del poder político o biencon la diferenciación de las formas de pensa-miento. La cultura contemporánea ya no pue-

    c.L.c.

    de pasar por alto el estudio científico de loshechos sociales, puesto que el análisis socio-lógico es indudablemente un factor importan-tísimo del progreso humano y un instrumentopara conocer la civilización moderna. De ahíque la nueva obra del Dr. Santoro, rigurosa-mente científica, pero escrita en un lenguajeque no ofrece mayores dificultades de compren-sión, no sólo enriquecerá grandemente los co-nocimientos del técnico especializado, sino ser-virá también de manual valioso a estudiantesy otras personas interesadas en los complejosproblemas sociales de nuestros días. Bien essabido que toda ciencia emplea una serie depalabras en un sentido distinto que otras y quesu contenido no concuerda con el que se lesuele dar en la vida cotidiana. Por eso el dic-cionario de términos sociológicos que trae enlas últimas setenta páginas de la obra en cues-tión, nos parece revestir especial importanciay ser de extraordinaria utilidad. Ojalá queAnalisi Sociologica aparezca pronto en versióncastellana para que los estudiosos de CostaRica, cuya cultura sociológica, gracias a unaAntología recientemente publicada por nuestraUniversidad y la iniciativa del Prof. Santo ro,ha experimentado un enriquecimiento induda-blemente, puedan aprovecharla. En vista de lacarencia casi total de obras sociológicas téc-nicas en toda la América Latina, los beneficiosmencionados podrían extenderse a nuestrospaíses hermanos.

    ERNESTO ]. WENDER

  • BIBLIOGRAFIA 291

    DArt et la Pensée de Eéonard de 'J!inci, Cornrnunication du Congrés Internationaldu Val de Loire (7 - 12 Juillet 1952), Etudes D'Art, ns. 8, 9 et 10.

    JASPERS, KARL, genio y Locura, Aguilar, Madrid, 1956.

    En t 952, al cumplirse el 5' centenario delnacimiento de Leonardo, se celebró en Franciaun Congreso Internacional, cuyos resultados sepublicaron un año más tarde, en un tomo bajoel nombre de El arte y el pensamiento deLeonardo de 'Vinci.

    La obra y la vida de este hombre universalfueron revisadas desde múltiples puntos de vis-ta por Germain, Bazin, Marcel Brion, Gíousse-ppina Fumagalli, C. Gombrich, Franco Simone,Antonina Vallentín y muchos otros más crí-ticos y escritores, quienes aportaron nuevos da-tos a la investigación, lanzaron interpretacio-nes diferentes y también, coincidiendo en partecon la tradición, la afirmaron haciéndola másinteligible.

    Algunos de los trabajos arrojan luz, aunqueincierta, sobre los cuatro años de la vida deLeonardo en Amboise. Francia se gloría de ha-berle dado plácido albergue a este hombreilustre, reteniéndolo hasta su muerte.

    Al conmemorar el nacimiento de Leonardo,en aquella oportunidad, fueron numerosos yfecundos los enfoques sobre esta personalidadextraordinaria, en la que cristalizó la libertadde espíritu alcanzada por el hombre del Rena-cimiento. Leonardo se manifestó en la plenitudde todas sus facultades, rebasando ampliamentesu época y apareciéndose en la nuestra comoel hombre integral, ejemplo y anhelo de nues-tra cultura en este siglo de especializaciones.

    Dejando a un lado diversos aspectos igual-mente interesantes de este gran espíritu, voya concretar esta breve nota sobre Leonardocomo filósofo.

    Hay dos fases que probablemente desde cier-to ángulo pueden fundirse en una sola, peroque se presentan a veces por aparte, o sea, laFilosofía implícita en las notas de Leonardo,que como se sabe, no dejó conscientementeningún sistema escrito, pero entre otras muchas,se ha creído ver la influencia neoplatónica porejemplo, en el acontecer poético de su arte

    La magnífica obra de Karl jaspers, denomi-nada yenio y Locura es un análisis patográficode cuatro extraordinarios artistas, dementes, derenombre universal. Estas cuatro personalida-des, de las que, con tanto acierto, se valejaspers para realizar su labor, son Van Gogh,Swedenborg, Strindberg y Holderlin.

    Es digno de tomar en cuenta cómo el filó-

    y en la unidad de su pensamiento. En cambioG. Fumagalli dice: "no es por negar el mun-do metafísico sino por negar la pretensión depenetrarlo, que Leonardo se aleja claramentedel pensamiento neoplatónico".

    Lo que sí es innegable para todos-sinexclusión de otras tendencias-es su raciona-Iismo y empirismo, que le permitió romper conlos dogmas clenfificos del pasado, y despre-ciar a astrólogos y alquimistas como a char-latanes que pretenden cambiar la naturalezasin conocer sus leyes.

    El otro aspecto había sido expuesto con lu-cidez por Paul Valéry con bastante anterio-ridad: "Leonardo es un pintor, yo digo quetiene a la pintura como Filosofía ... " "Pintarpara Leonardo es una operación que requieretodos los conocimentos y casi todas las téc-nicas, geometría, dinámica, geología, fisiología.Todas las cosas son para él como iguales antesu voluntad de alcanzar y comprender las for-mas por sus causas".

    En las notas escritas que Leonardo ilustracon dibujos a fin de concretar y esclarecermejor su pensamiento, busca el dominio delmundo exterior, pero también lo consigue conplenitud por medio de su pintura, haciendodel arte un instrumento cognoscitivo para pe-netrar el mundo y dando testimonio, como tam-bién sucede con otros artistas, de que la pin-tura puede ser Filosofía.

    A propósito de este Centenario, debe men-cionarse también el Coloquio internacional ce-lebrado en París, y cuyas Actas fueron publi-cadas por las Presses Universitaires de Franceen t 953 con el título Léonard de 'Vinci etI'expérience scientiíiqve au seiziéme siécle, enel que tomaron parte, entre otros, G. Sarton,P. H. Michel, O. Sergescu, R. Dugas, V. Ron-chin, B. Gille, S. Taylor, R. Hooykaas, F. S.Bodenheimer, E. Belt.

    FRANCISCO AMIGHETrI

    sofo alemán nos muestra su peculiar manerade afrontar un problema tan concreto, pero detan grandes proyecciones en muchos otros cam-pos del saber. Debe darse a conocer también,que en esta obra empezaron a gestarse ideas,que constituyeron más tarde, su sistema filo-sófico.

    Como iniciación al planteamiento de este

  • 292 BIBLIOGRAFIA

    estudio debemos recordar la intención de suA. al Ilevarlo a cabo. Notamos que su esencialpropósito fue el de establecer las relacionesred procas que puedan encontrarse entre laenajenación mental y las facultades artísticasen el grado de lo espiritual. Es decir, tratade precisar la influencia que las enfermedadesmentales puedan tener en la creación de lasgrandes obras artísticas.

    En primer lugar trata, en una forma lo másobjetiva posible, de delimitar las diferentes per-sonalidades de sus cuatro protagonistas, que,por sus similitudes y diferencias, coloca en dosgrupos: Strindberg y Swedenborg por un ladoy Holderlin y Van Gogh por otro ..

    Los rasgos más sobresalientes que caracteri-zan a estos dementes podrían enumerarse co-mo sigue:

    Notamos en Strindberg ciertas predisposicio-nes congénitas que han dado lugar a serias dis-cusiones entre varios A., pues algunos afir-man que aquéllas van a ser determinantes ensu futura demencia, mientras otros, entre losque se encuentra Iaspers, afirman lo contrario.Se dice que Strindberg era un personaje degran sensibilidad y a quien le afectaban lasmenores cosas. Esta sensibilidad se va a agu-dizar cada vez más en él y va a dar lugara muchas de sus maneras de actuar durantetoda su vida. A medida que transcurren losaños notamos en éste ciertas formas de reac-cionar que no pueden tildarse todavía comoproducto de una enfermedad mental. En Strind-berg la psicosis se inicia con ciertos trastornosfísicos y violentas crisis nerviosas, de las quetrata de liberarse sin conseguirlo nunca. Con-forme progresa la enfermedad se notan otrosrasgos más sobresalientes de su dolencia, talescomo la manía persecutoria, el delirio de loscelos, etc. Lo interesante de todas estas mani-festaciones, es que se observan en personascompletamente normales; claro está, en ungrado ínfimo comparándolas con las encontra-das en el dramaturgo. La actitud de Strindbergfrente a su enfermedad nos deja verdadera-mente asombrados, pues notamos cómo se es-fuerza por interpretar los síntomas de su es-quizoírenia. Sabemos que él no logra nuncauna conciencia absoluta de su estado, perotampoco debemos olvidar lo poco que paraello le faltó. Se dan en él dos datos de grantrascendencia, que resultan decisivos para suvida y destino: en primer lugar, su duda eincertidumbre (jamás aceptaba una idea, sinantes someterla a prueba; esto le ayudará ano convertirse en un autómata); el otro datoserá su enorme sensibilidad frente a la opre-sión, de la cual trata de liberarse en muchas

    ocasiones. En cuanto a la creacion artística deStrindberg en los períodos precedentes y pos-teriores al punto culminante de su enferme-dad observamos que no se producen cambiosni en la técnica, ni en la forma, ni en ningúnotro de sus logros artísticos. Es innegable sinembargo, que la psicosis ejerce una gran in-fluencia en el contenido de su obra. Así ve-mos cómo los primeros brotes de la enferme-dad le impulsan a escribir libros de un carác-ter distinto a los anteriores.

    Podría reducirse la importancia de la esqui-zofrenia en Strindberg al hecho de que leproporciona a éste uno de los materiales deque se nutre su creación artística y su con-cepción de las cosas.

    Sabemos que la demencia de Swedenborgera muy similar a la de Strindberg, pero exis-ten entre ambos grandes diferencias. Lo quede común tienen estos dos alienados es el pro-ceso de su enfermedad, que deja intactas enambos casos sus facultades de reflexión ycoordinación; que la enfermedad se inicia yavanza en un momento determinado y quesuscita fenómenos similares en los dos.

    Fue Swedenborg un eminente naturalista cu-ya erudición le llevó a ocupar cargos muy im-portantes en su país natal, Suecia. El graninterés científico que poseía éste, se trocó enun momento determinado, en un interés teo-sófico y religioso. Jaspers cree que el procesoesquizofrénico de este A. sueco, tuvo, comoen otros muchos casos, una prolongada fasepreliminar. Después de ésta sobrevino la etapaaguda caracterizada por la sobreexitación y laangustia. A continuación vuelve la calma, enla que Swedenborg recobra la seguridad en símismo y la armonía.

    Sobre Holderlin podría decirse también mu-cho; se sabe que desde muy joven presenta losprimeros síntomas de su esquizofrenia, y muypronto se van a revelar éstos como hechosevidentes. En cuanto a sus obras notamos lagran disparidad de criterios a que dan lugar,porque hay quienes consideran las obras crea-das tras su enfermedad sin ningún valor, encomparación con las elaboradas antes de ella,y otros, por el contrario, les dan mayor valo-ración a las escritas después de dicha psicosis.

    Se plantea entonces un problema. ¿Han su-frido las poesías de Holderlin una modificación,debida a la esquizofrenia, que les haya dadouna nueva fisonomía? Muchos críticos hantratado de dar satisfactoria respuesta a esteproblema sin lograrlo por completo. Algunosde ellos han establecido diferencias entre losdos períodos de la labor de este poeta. Otrossin embargo dan a conocer la existencia de

  • 293BIBLIOGRAFlA

    una "continuidad evidente en toda esa evo-lución" de su obra, aunque no niegan que huboun momento de derrumbamientto en su perso-nalidad. Muchos afirman también que la de-mencia produjo en él el despertar de un nuevoestilo. Se afirma que Holderlin tuvo desde pe-queño una conciencia clara de su vocaciónpoética, pero, pese a esta precocidad, tropiezade continuo con dificultades. Se cree incapazde adaptarse a la realidad. De aquí surgen susquejas contra el mundo en que vive. Algodigno de admirar en este poeta es que a me-dida que su enfermedad avanza, la concienciaque tiene de sí mismo adquiere mayor solidezy dominio.

    De Van Gogh se sabe que fue un hombrede gran talento y de una personalidad muy in-teresante e inhabitual. Se inclinaba por la so-ledad y en opinión de muchos la convivenciacon él era muy difícil. Parece que le costabagran trabajo adaptarse a la vida de los demás,y que su vida no tenía fin alguno. Sin embar-go se sabe que poseía una conciencia clara desu destino. Respecto a su trabajo se nota enprimer lugar las fluctuaciones en la intensidaddel mismo, en las diversas fases por las queatraviesa su enfermedad. Su primer período secaracteriza por un aumento, en su producciónartística, que decrece luego, a partir de lamisma crisis. O pierde sin embargo su grancapacidad creadora.

    Se dice que la personalidad de Van Cogh,como los anteriores, es de las que se consumenen la realización de su obra y llegan muchasveces hasta su desintegración. Se ha llegadoa la conclusión que la esquizofrenia por sísola, no es creadora, pues son muy pocos losalineados de esta índole que existen. Pero sela considera como una condición previa, sin

    la cual no se les revelaría a estos artistas laprofundidad que su intuición puede alcanzar.Es evidente que la csquizofrenia no serviríapara crear nada, si de antemano no existieseuna acumulación de experiencias artísticas ytécnicas en la vida del genio. Tampoco aportanada nuevo. Simplemente viene a confirmar lacapacidad que conlleva el artista.

    La comparación a establecerse entre estoscuatro artistas, es muy instructiva e intere-sante. Un ejemplo lo encontramos en VanGogh y Holderlin, cuyas personalidades difie-ren mucho. El primero es un realista integralsiempre apegado a la tierra; el segundo porel contrario, es etéreo e ideal, pero ambaspersonalidades se adaptan al medio con muchadificultad.

    Ya habíamos señalado que el tipo de VanCogh y Holderlin representa un personajediametralmente opuesto al de Strindberg ySwedenborg. En la obra de estos últimos laesquizofrenia no es más que un simple ingre-diente material, mientras que en la de aquéllos,la demencia está condicionando la forma másíntima de su creación, su mismo proceso defecundidad. Además vemos en los segundosque la capacidad de producción literaria semantiene firme todo el tiempo, sin llegar aun desmoronamiento. En los primeros notamospor el contrario, una aceleración en el proce-so creativo, que estalla a la llegada de sumomento final.

    Resumiendo, puede decirse que Karl Jasperslogró la intención que le movió a escribireste libro, porque pudo establecer en una for-ma clara la relación existente entre el "Genioy la Locura".

    NELL Y CARCIA MURILLO

  • 294 BIBLIOCRAFIA

    "49) El arte contemporáneo... Niega, enel uso y el abuso de lo pasajero, esta perenni-dad, en sus diversas categorías estéticas.

    "59) Este arte contemporáneo cultiva un nar-cisismo ayuno de toda visión general del uni-verso. Se aproxima a un estéril solipsismocompletamente nugatorio y falso en sus princi-pios, en su desarrollo y en sus finalidades.

    "69) El teatro actual participa de esta obse-sión narcisista, que prefiere, a la realidad esté-tica, la originalidad desvertebrada. Las escuelastodo lo han fraccionado bajo el influjo deeste narcisismo, que niega la necesidad de co-municación del hombre, su amor por lo claroy por la sencillez que lo produce.

    "79) Las grandes obras de teatro han bus-cado la expresión perenne de sus motivos, enel afán de interpretar el mundo dentro de susmás amplios horizontes. Por eso, han producidoun arte perenne que justifica mi fórmula esté-tica de la eternidad como denominador comúnde toda belleza.

    "89) Los artistas pueden alcanzar, al tra-vés de sus obras, la visión de lo perenne ...

    "109) o se puede dominar la estética, sinajustarla al resto de sus conexiones filosóficas ...

    "119) La obra de teatro es colectiva, en elsentido de que no está realizada sino cuandose la representa; tampoco por el solo autor delIibrete. o por los actores. Esto ensancha susexigencias de perennidad en la interpretaciónde la vida y de! mundo".

    BIBLIOGRAFIA COSTARRICENSE

    VINCE ZI, M., Los 1dolos del Teatro, Ensayo de 1nspección Estética TeatralSan José de C. R., Trejos Hnos., 1957, 44 págs.

    La obra se compone de tres partes: "El tea-tro y su tiempo", "Las zonas del gusto" y"Conclusiones".

    En la primera, el A. busca la base de sus-tentación del teatro, su núcleo artístico mismo,que encuentra, no en cada uno de sus ele-mentos, sino en su realización colectiva. Deestc planteamiento, pasa a examinar las raícesmás profundas del teatro, que encuentra enla implicación del devenir y la eternidad enla estructura misma del hombre. Tras un de-tallado examen de la forma cognoscitiva deaprehender estos dos hechos, pasa a negar queun fragmentarismo estético pueda fundamentarel fenómeno teatral.

    En la segunda, parte del análisis y comen-tario de la principal obra de Benda para, trasla crítica despiadada de las tendencias irracio-nalistas de la Literatura contemporánea, volvera justificar el bello estilo.

    En la tercera parte resume:

    "19) Toda estética, general o particular, tie-ne que dar por resuelto el problema del deve-nir y de la eternidad. El crítico no podríadeterminar el mérito verdadero de una obra,sin este primer paso.

    "29) En mi opinión, debe aspirarse a pesardel devenir, a la perennidad de las obras, enun sentido o en otro ...

    "39) Como e! devenir está inmerso en laeternidad, el arte que lo interpreta debe bus-car, sin negarlo, las secretas fuentes de loperdurable en él. c.L.c.

  • BIBLIOGRAFlA 295

    GAMBOA, EMMA, Jolm Dewey y una 'Jilosofía de la Libertad,s. t., 1957, 15 págs.

    Se trata de una exposición de conjunto delpensamiento de Dewey, clara y rigurosa. Elpunto de partida es: "La obra de john Deweyes un proceso tenaz de pensamiento generadoen los problemas y condiciones de nuestrotiempo, informado en la ciencia e inspirado enlas posibilidades de la cultura de la cual fueactivo partícipe. Cuando transitamos su bos-que de ideas austeras tenemos la impresiónde ir adentrándonos en una obra muy extensay alta, arraigada en la tierra y que ha conver-tido en conciencia histórica la responsabilidadprofunda del vivir cotidiano".

    Tras señalar las influencias (Hegel, Picrce,]ames), es destacada su sincronización con elmétodo científico, lo que lleva a la relatividaden el filosofar, que Dewey formuló en el con-cepto de la interacción o criterio relacíonal,

    como base para la validez del pensamiento fi-losófico. Seguidamente se estudia la inclusióndel concepto de Filosofía en la Cultura, en-tendida ésta como experiencia individual ysocial. El estudio de Platón le sirve de plata-forma para la reestructuración del tema delhombre, relacionando vital mente la Filosofíacon las necesidades presentes, lo que realizamediante su instrumentalismo. De ahí, el hom-bre libre gracias a la inteligencia, que fuctificaen una nueva paideia, al identificar Filosofíay Teoría de la Educación.

    De esta manera, es tomado como eje del fi-losofar de Dewey el concepto de libertad, inte-ligencia y acción a la vez, y esta concepciónes presentada como mensaje de nuestra época.

    c.L.c.

    Boletín de la Academia Costarricense de la Lengua, Año 1, núm.(San José, Costa Rica), 15 de Setiembre de 1957), 143 págs.

    Este número comprende hasta la página 127,una serie de treinta crónicas de Arturo AgüeroCh., sobre el Segundo Congreso de Academiasde la Lengua. Aparte del gran interés especí-fico que tiene este estudio dentro de su propiocampo, y al que no es lugar referimos en estaRevista, debo destacar algunos puntos, por suvalor para la vida filosófica.

    Así, es interesante la crónica veintiuna, enque se informa de la proposición de un ho-menaje del Congreso a la figura de Unamuno:"Los delegados firmantes solicitan que, en oca-sión de la visita a efectuarse a Salamanca ellunes 30 de abril, se rinda un homenaje deadmiración a don Miguel de Unamuno antesu busto en la Universidad". Con modifica-

    ciones de detalle, se aprobó la propuesta. Lacrónica veintisiete informa de la visita a Sa-lamanca y en particular del discurso delRector Tovar especialmente dedicado a Una-muno, así como la veintiocho informa del ho-menaje ante la estatua del Rector Unamuno,recogiendo gran parte del discurso de JulioCésar Chaves.

    Las crónicas veinticuatro a veintiseis estándedicadas al homenaje ofrecido a MenéndezPela yo, recogiendo las intervenciones del Condede Casa Bayona (con especiales referencias fi-losóficas), de Gui1lermo Bustamante, EduardoCarranz a, Raúl Silva Castro y Agustín Con-zález Amezúa. c.L.c.

    2 discursos del Rector [Rodrigo Facio], 1954 y 1955, Universidad de Costa Rica,Editorial Universitaria, 1956, 34 págs.

    Dentro de la Filosofía de la cultura, la preo-cupación por la determinación del concepto yde la misión de la Universidad ha venido agí-gantándose desde los tiempos de Díderot, Cuocoo Fíchte, hasta los ya clásicos trabajos deMax Scheler, Ortega, jaspers, Heidegger, White-head, ete. Especial ocasión para este examenson los momentos en que el pensador, puestoal frente de la institución universitaria, analiza

    en el plano de lo general la efectividad dela institución. Así, Rodrigo Facio se plantea elexamen: " ... quienes nos hallamos al frentede la institución hagamos un alto en el caminoe invitemos a los demás a hacerla, para recor-dar los valores fundamentales en que ella seasienta y reflexionar sobre si están siendo cum-plidos a integridad o no". La Universidad deCosta Rica " ... en sus pocos años ha sabido

  • 296 BIBLIOGRAFlA

    AGUILAR MACHADO, ALEJA ORO, J-listoricismo o 7tfetajísica,San José, 1950, 32 págs.

    Revista de Ciencias Jurídico-Sociales, 1, 2 (Universidad de C. "R,XII - 57), 271 págs.

    plenamente garantizado en su independencia ysu dignidad individuales, pueda vivir espiri-dcfinirse como una institución libre, y la li-bertad es la condición para que el hombre,tualmente, vida espiritual sin la cual la verda-dera Universidad no existe". Además de lalibertad jurídica, reconocida en la ConstituciónPolítica, considera fundamental " ... la cortapero clara tradición de respeto recíproco des-arrollada en las relaciones de la Universidadcon los Poderes Públicos. Más importante en lacomprensión por los diversos sectores políticose ideológicos del país, de que la actividad cul-tural, nacional, que aquí se realiza, no debeser turbada por las pasiones del momento ... ".Otro aspecto fundamental de la Universidadcomo institución fundada en la libertad es el

    En esta publicación se incluyen una seriede artículos sobre aspectos de! historicismo,precedidos por una semblanza de! A. de B.Montilla Pineda que destaca especialmente lafaceta de pensador de A. Aguilar Machado.

    El A. estudia las aportaciones de Dílthey,especialmente la ampliación de la ciencia almundo de lo histórico, como objetivación dela vida en el tiempo. Así, ejernplifica con lanoción de Ser, mostrando sus desarrollos his-tóricos, de los que pasa a afirmar: "La reduc-ción del concepto ser a elemento constitutivopermanente del hombre, es la base para uncambio radical en la vida", pero ganando tam-

    La apancion de este segundo volumen se-ñala e! desarrollo en nuestra Llnivcrsidcd dela investigación en el campo jurídico-social,tanto por la calidad de los trabajos como porlos temas.

    En relación con nuestra Revista, debemos

    de la libertad de Cátedra, por de cansar lacondición del progreso científico en la libé-rrima discusión de todas las ideas y todos losprincipios. En consecuencia, "ante el desmesu-rado fenómeno de insurgencia democrática... la Universidad tiene obligadamente quetransformarse, como Universidad del pueblo, pa-ra el pueblo y por el pueblo que es, para con-tribuir a crear el espíritu, e! ambiente, la ener-gía, la preparación y los instrumentos con loscuales tratar de darles satisfacción a tan múl-tiples y acongojantes problemas ... " Este puntoes desarrollado in extenso en el segundo dis-curso, centrado en el estudio de las relacionesde la Universidad y el país.

    CL.C

    bién, además de la verdadera categoría de su-jeto, la dimensión histórico-social. Seguidamenteestudia algunas de las derivaciones subsiguien-tes a este planteamiento, para, en la terceraparte, estudiar los conceptos centrales histo-ricistas: vivencia, expresión, comprensión.

    Más que una rígida exposición de Diltbey,es una reelaboración de los principios dilthc-ya nos desde supuestos personales, particular-mente de manifiesto en la final apelación es-piritualista a la divinidad.

    CL.c.

    señalar los estudios de GUSTAVO SANTORO,Sociología y Economía (p. 151 - 163) Y deALFONSO CARRO Z., J:.a oPinión pública ylos Partidos Políticos (p. 173 - 190).

    CL.C

  • BIBLIOGRAAA 297

    Revista de Criminología y Ciencias Conexas, 1, 1 (San José, 1958), 301 págs.

    C. L C.

    Es interesante que se haya iniciado en CostaRica la publicación de una Revista de Crimi-nología precisamente en este año en que secelebra el centenario de Alfonso de Castro,fundador del Derecho Penal moderno a la parde filósofo importante. Muy de desear es quela Revista se afiance y mantenga el interés de

    este primer número, dedicado al tema de ladelincuencia infantil, recogiendo todos los ele-mentos necesarios para la fundamentación deun Código del Niño, Tutelar o de Familia.