dayron robles - … · viejo tópico de que se puede ser «pobre pero honrada». a pesar de todas...

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07 • ISSN: 1999-8090 • $1.00 • •NOVIEMBRE 2008• ESTIMADOS LECTORES: La conversación que proponemos para noviembre se ini- cia con la telenovela brasileña y esas apa- sionadas mujeres que esclavizan a los tele- espectadores cubanos; propone después la discusión de los arquetipos capitalinos de representación del oriental cubano, un tema que apenas se esboza en este primer acercamiento, sigue con Dayron Robles y su entrenador Santiago Antúnez, presen- tados en el contexto de una escuela cuba- na de excepcionales vallistas, hasta llegar a los jóvenes jazzistas Harold López-Nu- ssa y Dayramir González, que nos hablan de sus expectativas y esfuerzos. Finalmen- te en las páginas del lector, encontrarán la discusión en torno a Sergio y al ideal de revolucionario que existe en la sociedad cubana actual. Queremos informarles de un hecho que nos regocija muy especial- mente: nuestros diseñadores Alexis Ma- nuel Rodríguez Diezcabezas de Armada (10k) y Ramiro Zardoya Sánchez ( zardo- yas ), se alzaron con el Premio La Ceiba de La Habana al Mejor Diseño Editorial del 2008 por su trabajo en LA CALLE DEL MEDIO, el primer premio que recibe nuestra joven publicación. Gracias por su fidelidad. CM EDITORIAL 2-3 ¿vale todo en la novela brasileña? MUJERES APASIONADAS TELEVISIÓN pág. 6 pág. 4 pág. 12 pág. HAROLD Y DAYRAMIR DEPORTE los secretos de la escuela cubana de vallas dos jóvenes jazzistas hablan de sus proyectos MÚSICA © zardoyas © carmen souto © tv o globo © javier abreu garcía DAYRON ROBLES SOCIEDAD por una visión más integral de la cubanidad EL ARQUETIPO DEL «ORIENTAL» barco sin puerto seguro 11 NÚMERO el deseo irresistible de tener un accidente 10 10 ojalá

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07• ISSN: 1999-8090 • $1.00 •

•NOVIEMBRE 2008•

ESTIMADOS LECTORES: La conversaciónque proponemos para noviembre se ini-cia con la telenovela brasileña y esas apa-sionadas mujeres que esclavizan a los tele-espectadores cubanos; propone despuésla discusión de los arquetipos capitalinosde representación del oriental cubano, untema que apenas se esboza en este primeracercamiento, sigue con Dayron Robles ysu entrenador Santiago Antúnez, presen-tados en el contexto de una escuela cuba-na de excepcionales vallistas, hasta llegara los jóvenes jazzistas Harold López-Nu-ssa y Dayramir González, que nos hablande sus expectativas y esfuerzos. Finalmen-te en las páginas del lector, encontrarán ladiscusión en torno a Sergio y al ideal derevolucionario que existe en la sociedadcubana actual. Queremos informarles deun hecho que nos regocija muy especial-mente: nuestros diseñadores Alexis Ma-nuel Rodríguez Diezcabezas de Armada(10k) y Ramiro Zardoya Sánchez (zardo-

yas), se alzaron con el Premio La Ceiba deLa Habana al Mejor Diseño Editorial del2008 por su trabajo en LA CALLE DEL MEDIO,el primer premio que recibe nuestra jovenpublicación. Gracias por su fidelidad. CMED

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NOVIEMBRE, 2008doméstica toda la carga conflictual quepudo haberse explotado mientras que laadicción al alcohol de una Vera Holtz(Santana), brillante en su actuación, estambién tratada de una manera un tantoepidérmica para dar más espacio a amorí-os un tanto insulsos.

En definitiva Mujeres Apasionadasdeja el sabor de un guión que prometíamucho más de lo que fue capaz de ofre-cernos a pesar de sus mayoritariamentebuenas actuaciones, lujosos y bellos am-bientes y una excelente labor de musica-lización que identifica personajes y con-flictos con canciones bien escogidas yutilizadas.

A pesar de todas sus limitaciones nopuede negarse a esta versión de la pasiónsegún O Globo la buena factura que pose-en casi todas las entregas provenientes desu industria.

En las entregas de esa productora esposible apreciar, en los últimos años,cierto abandono del melodrama clásicoy la asunción de un patrón que fusionaironía, humor y realismo. La telenovelabrasileña deja de ser, cada vez más, dra-mática y se inclina con mayor frecuen-cia al realismo con un lenguaje colo-quial y desenfadado, abordando temasde más actualidad y donde las personasse ven mejor reflejadas.

La política de programación seguidapor la televisión cubana de alternar unanovela nacional con una extranjera hapermitido comprobar empíricamente queel auditorio de la Isla prefiere siempre laproducción foránea a la local y que es mu-cho más exigente con el producto realiza-do en su país que con el importado, exi-giéndole al primero una cuota mayor deverosimilitud y espíritu crítico.

Necesario es aclarar que en la recep-ción de todo producto artístico intervie-nen incontables mediaciones que condi-cionan la actitud del televidente que tam-poco puede verse como una masa homo-génea y pasiva a la que se atribuyan carac-terísticas demasiado generales.

Algunos habrán disfrutado de esta te-lenovela tal y como se les ha ofrecido.Otros nos quedaremos con los deseos deuna mayor hondura y complejidad en lostemas abordados.

Pero lo que si parece un consenso esque O Globo, con sus altas y sus bajas, es-tá consiguiendo desplazar a todas las pro-ductoras del continente gracias a su su-premo olfato para conectarse con la vida,aunque todavía lo haga con muchos edul-coramientos y con alguna superficialidad.

Mujeres Apasionadas no llegará a laaltura de una realización como la magis-tral Roque Santeiro, pero se deja ver ynos ofrece en su entramado no pocas aris-tas de los problemas sentimentales queaquejan a la mujer contemporánea. CM

de expresión de la idiosincrasia latinoa-mericana, aun cuando nos pese recono-cerlo.

Según Manoel Carlos «las telenovelasno deben ser un mero entretenimiento si-no que tienen el deber de informar y pro-testar».

Quizás si algo falló al escritor en la te-lenovela de la que estamos hablando fuesu ambición de abordar demasiados pro-blemas en una catarata de subtramas queno le permitieron profundizar lo suficien-te para que sus mensajes calaran hondo yse desprendieran de cierto tufillo de su-perficialidad.

Hay que reconocer, además, que quie-nes se pretenden protagonistas de la his-toria, Helena (Christiane Torloni) y César(José Meyer), devienen antihéroes por lacarga de egocentrismo y falta de solidari-dad en sus comportamientos ante las si-tuaciones a las que los enfrenta el libreto,además de ofrecer muy malas actuacionesquizás debido a la endeblez de sus perso-najes que no permiten la identificación ano ser para reprocharles su inmadurez ysu desinterés hacia quienes le rodean.

Excelente por su parte es la Lorena deSusana Vieira quien supo extraer de esamujer madura y tímidamente criticadapor su relación con un jovencito, los mejo-res matices histriónicos hasta el punto deque, por obra y gracia de sus recursos, seconvierte ella en el eje central de una his-toria cuya característica esencial es su faltade hilo conductor.

El caricaturesco personaje del hombreabusador resta al conflicto de la violencia

La pasiónsegún O Globo

viejo tópico de que se puede ser «pobrepero honrada».

A pesar de todas las limitaciones con-ceptuales que pueden achacársele a Muje-res Apasionadas hay que reconocer queel escritor Manoel Carlos tuvo la inten-ción de presentar algunos conflictos delespacio privado femenino de acucianteactualidad entre los que podrían citarse elalcoholismo, el adulterio, el lesbianismo yel abuso doméstico, así como otros de ma-yor alcance social como el maltrato a losancianos y la violencia urbana, situaciónque en Río de Janeiro –donde se desarro-lla la trama– alcanza la cifra de unos 50homicidios por cada 1 000 habitantes.

Baste decir que la muerte de Fernanda(interpretada con atino por la actriz Vane-sa Gerbelli) marcó en Brasil un punto defuerte polémica y agitación social hasta elpunto de que 50 mil personas marcharonpor Copacabana, cuando en la pantalla seproducían los sucesos de las «balas perdi-das», reclamando un Brasil sin armas.

El hecho nos da una idea de la influen-cia que ejerce un género como la telenove-la sobre el espectador y nos informa de sualta efectividad cuando logra concientizara una gran masa de la población con unmensaje de denuncia realizado a través dela movilización emocional.

Renunciar al folletín televisivo y acu-sarlo de un plumazo de diversionista ymanipulador pudo ser un grave error deun sector de la intelectualidad que, sobretodo en las décadas de los 60 y los 70, me-nospreciaban la telenovela considerándo-la un subgénero y olvidando cuánto tiene

MARILYN BOBES

CON 180 CAPÍTULOS, más de cien actoresy un libreto de quien es considerado elmejor guionista del género en Brasil, la te-lenovela de Televisión O Globo MujeresApasionadas se instaló en las pequeñaspantallas cubanas, tres años después desu exitosa exhibición en su país de origen.

Ubicada dentro de la tendencia que haoptado por el realismo y el reflejo de la vi-da cotidiana antes de poner su acento enel elemento melodramático (que tampocole falta aunque en pequeñas dosis), estanovela se caracteriza por presentar unamplio abanico de los conflictos que, ensu vida privada, pudiera confrontar unamujer contemporánea en un país comoBrasil. Solamente que, estratificado en cla-ses sociales muchas veces en velado ofranco antagonismo, el guionista ha esco-gido para situar su acción, básicamente alos sectores medios y los altos.

Es por eso que muchos reprochan a latelenovela su falta de profundidad conrespecto a los problemas sociales auncuando, de manera tangencial, se tocanaspectos relacionados con ese mundo decriados, prostitutas y empleados que en laobra se relacionan idealmente con los per-sonajes mejor situados económicamentesin que se manifiesten prejuicios que sos-pechamos latentes en la vida real.

La excepción sería la madre de Clau-dio y su menosprecio por Grazinha, pre-sentada –bueno es reconocerlo– comouna inescrupulosa arribista en salvadorcontraste con la buenaza de Eduviges, co-mo si el guionista quisiera salvarse de lasgeneralizaciones recordándonos aquel

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PEDRO DE LA HOZ

DESPUÉS DEL FÚTBOL, el samba y el car-naval, la telenovela se ha convertido en laimagen internacional de Brasil. Y no escosa únicamente de una expansión hacialos circuitos lusófonos o hispanohablan-tes. Los chinos siguieron La esclava Isau-ra con voluntariosa devoción y en Bah-rein El clon causó sensación.

La maquinaria se halla suficiente-mente engranada como para simular unperpetuum mobile. Una tras otra se suce-den las telenovelas como en una fábrica.

TV Globo lleva la voz cantante. Es unverdadero pulpo de la comunicación. Eldominio interno se halla asegurado alcapturar en el primer semestre de este2008 el 55 % de la audiencia durante todoel día, y un 60 % en horario estelar. En elárea de la televisión previamente pagada,cuenta con la mayoría de las acciones deGlobosat, la productora de canales de te-levisión más importante en este campoen Brasil, y mediante Net Serviços operasus propios sistemas de cable para másde 770 000 suscriptores. Cuenta con Pro-jac, la infraestructura de producción au-diovisual más grande y completa deAmérica Latina. Globo TV Internationalfacturó más de 25 000 horas en 2007. Dia-riamente unas 100 horas de telenovelasde TV Globo son transmitidas en diver-sas televisoras a lo largo y ancho del orbey son vistas por un promedio de 300 mi-llones de telespectadores.

Si se le pregunta al heredero del im-perio, Roberto Ireneu Marinho, hijo delmagnate Roberto Marinho, el iniciador,dirá que la clave del éxito está en «mos-trar siempre a Brasil, su cultura y sugente».

¿Lo dice por convicción o se trata deuna mera frase publicitaria? Ciertamen-

ploración temática es más aguda y se fa-vorece la calidad estética sobre el resulta-do comercial.

Esto no quiere decir que haya quedescalificar en términos estéticos a la te-lenovela. No caben dudas de que en Bra-sil han pasado a ser parte del imaginariosocial como una forma de narrativa po-pular fuertemente arraigada. Entre lasproducciones vistas en Cuba hemos asis-tido a momentos de alto vuelo, tales loscasos de Roque Santeiro, Piedra sobrepiedra y La próxima víctima. Incluso enlas más recientes hay segmentos de su-mo ingenio y logros narrativos, comocuando en Renacer (Canal Habana) seintroduce la fábula de los huevos de ga-llina que incuban diablitos. Pero la ba-lanza se inclina hacia varias miniseriestransmitidas, como Agosto, basada enuna excelente novela literaria de RubemFonseca, La muralla, Chiquinha Gonza-ga y La casa de las siete mujeres.

Ahora bien, el tratamiento de la reali-dad en las telenovelas de tema actual sue-le tender más de una trampa al especta-dor. Se muestra más el Brasil que la em-presa quiere, que el que responde a esarealidad. En el entramado dramatúrgicode la marca Globo, según la sociólogabrasileña María Inmacolata Vasallo, esposible apreciar «la vocación por mimeti-zar y renovar constantemente la imagende un Brasil que se moderniza (a partir)de los patrones de consumo vividos porlos personajes que hacen señas a los te-lespectadores con la posibilidad concretade integración social a través de ese con-sumo». O lo que es lo mismo, entre datosverídicos y aproximaciones veraces, lailusión termina por dictar la pauta.

De modo que no estemos muy segu-ros que el Brasil de las telenovelas de TVGlobo sea el Brasil real. CM

da el caso de quienes se especializan ensecuencias de acción. El maestro HansDonner ha sentado cátedra en las pre-sentaciones y despedidas.

¿Pero basta todo esto para que cadatelenovela sobrepase la distancia quemedia entre la rutina y la invención, en-tre la medianía y la excelencia? ¿Hastaqué punto se refleja «la cultura y la gen-te» de Brasil?

Todo depende del calibre del prismabajo el cual se relata la historia y la so-ciedad brasileña por parte de los reali-zadores y de los niveles de permisibili-dad que la empresa determine. De en-trada, como producto comercial cuyoalfa y omega es la rentabilidad empresa-rial, el éxito de una telenovela es directa-mente proporcional a los índices de au-diencia y la afluencia de capital de lospatrocinadores.

La estrategia de producción respondea ese principio inviolable. Las telenovelaspropiamente dichas –largas series decontinuidad estrenadas en horario este-lar– son obras abiertas, que se escriben yreescriben, se estructuran y reestructu-ran, mientras se le toma el pulso a la au-diencia. Las miniseries –cuando más 50capítulos, en horas avanzadas de la no-che– son obras cerradas. En estas la ex-

te, TV Globo raramente se mueve en unámbito ajeno a Brasil. Sus telenovelastratan asuntos brasileños en escenariosbrasileños. Las bandas sonoras origina-les –no esas que acompañan los produc-tos de exportación, muchas veces adere-zadas con el pop latino más ramplón–constituyen verdaderas gemas del artemusical de ese país. El nivel de realiza-ción es casi siempre decoroso a nivel téc-nico-profesional. La selección de actoresconsigue una mezcla de talentos histrió-nicos probados con rostros jóvenes querefrescan la pantalla. La producción flu-ye con precisión milimétrica. Los guio-nistas y realizadores tienen una estrictadivisión del trabajo; entre los primeros,la cabeza pone argumento y línea cen-tral; otros trabajan las subtramas y hayespecialistas en diálogos. Un director si-gue el núcleo, y otros garantizan la conti-nuidad, el rodaje de exteriores y hasta se

YURIS NÓRIDO

MUJERES APASIONADAS es, muy pro-bablemente, la más glamorosa de las te-lenovelas brasileñas trasmitidas por laTelevisión Cubana. Y no perdamos devista que si algo caracteriza a buena partede la producción dramatizada de ese países precisamente la magnificencia de suspuestas en pantalla. Pero Mujeres... hamarcado hitos: fastuosos decorados, con-cebidos hasta el último detalle (algunos,incluso, para ser usados en una sola esce-na); un cuidadoso y variopinto diseño devestuario, apuntalado por la disponibili-dad de ropa de marcas y creadores pres-tigiosos; fotografía e iluminación de grancalidad; locaciones de belleza exuberantepara las grabaciones en exteriores. Losproductores no escatimaron recursos, elaparato de mercadotecnia de la empresatrabajó al máximo. El espectáculo visualde Mujeres Apasionadas es en conse-cuencia deslumbrante. Ahí está, precisa-mente, uno de los principales atractivosdel producto. El público brasileño (yahora el cubano) ha reaccionado de lamanera esperada: todo el mundo es sen-sible a la belleza, a la elegancia, al lujo. Sia eso sumamos un elenco donde abun-dan los rostros jóvenes y agraciados, noes extraño el comentario: «da gusto verla,todo es tan bonito».

Pero más allá de la parafernalia (yque conste que no tenemos nada en con-

ocasiones se hace evidente el esfuerzo delos escritores por dotar a algunos perso-najes, prolijamente caracterizados, deuna historia que amerite su presencia enla serie.

Ojo: no falta pericia a la hora de es-tructurar la trama. El equipo de escrito-res se las arregla para alargar, con correc-ción dramatúrgica, una historia que bienpodría haber sido contada con muchosmenos capítulos. Pero hacer avanzar consuficiente agilidad y equilibrio este mare-mágnum de itinerarios personales exigeuna destreza poco común.

Es notable la calidad del diálogo, elcuidadoso diseño de algunos personajesy el dominio del contexto. Seduce la ac-tualidad de lo que se cuenta, la preten-sión de realismo, la falta de grandilo-cuencia de la trama. Y ahí radica otro delos talones de Aquiles de la serie: está de-masiado atada a las circunstancias deahora mismo, le falta aliento, voluntad dejerarquización. El autor es un cronistaaguzado de la sociedad brasileña con-temporánea (al menos de algunas de susfacetas), conoce los intereses de la gentey no escatima morbo y detalles a la horade reflejarlos. Tampoco es reacio, hayque reconocerlo, a aprovechar el poten-cial orientativo del género: aquí se hacehasta promoción de salud, algo plausibley perfectamente válido. Pero casi siem-pre se queda en la superficie, pocas vecesllega a las esencias.

Mujeres Apasionadas decepcionaporque no ha sabido sacarle provecho asu propio planteamiento; una historia co-mo esta necesitaba más enjundia y pa-sión. Su puesta en pantalla deslumbra yencanta, pero el cuento nos deja con lasganas.

Mucho glamour, poca sustancia. CM

tradicional, demasiado marcado por lapresencia de heroínas y villanas sin másaspiraciones que atrapar a su galán.

Y la ha desaprovechado no solo porla falta de intensidad de lo que se cuenta,sino por lo reducido de sus intereses. Es-tas apasionadas son casi todas de clasealta o media; se ignora todo un segmentopoblacional, el mayor, la gente pobre.Los conflictos particulares de las mujeresque tienen que luchar día a día por so-brevivir: he ahí mucha tela por dondecortar.

El autor, no obstante, tenía todo el de-recho de escoger su material, y de cual-quier forma aborda aquí temas polémi-cos. Pero parece más interesado en sor-prender al televidente con sus dosis deaparatosidad que en propiciar un debatemás sustancioso sobre los fenómenos.

Quizás el género oponga resistencia aestas pretensiones, quizás propicie trata-mientos más superficiales (algo de lo queno estamos muy seguros), pero lo que nopuede permitirse un folletín es aburrir altelevidente. Y en Mujeres Apasionadaslas historias avanzan poco, señorean lascacofonías, abundan los regodeos estéri-les en las mismas situaciones, con parra-fadas que dicen y vuelven a decir lo mis-mo. Los conflictos no son de baja intensi-dad, pero el ritmo de exposición estámuy por debajo de lo que el tema y el gé-nero precisan. Tiene mucho que ver elexceso de personajes y subtramas. En

tra de los grandes despliegues), a la histo-ria de Mujeres Apasionadas le falta con-tundencia dramática y cohesión. Y le so-bran unos cuantos capítulos. Asistimos auna consecución de peripecias que fun-ciona como almacén de conflictos y situa-ciones, sin demasiado orden ni concierto.Se extraña aquí una idea, una tesis lo sufi-cientemente sólida como para erigirse enbase y guía del entramado dramático.

¿Qué une a estas mujeres? ¿Dóndeconfluyen sus historias? ¿Qué tienen quedecir más allá de la exposición y soluciónde sus conflictos? Cada una sigue su pro-pia agenda, sin que se note en definitivauna exploración profunda en la feminei-dad, una reflexión interesante sobre losretos y las peculiaridades de ser mujer.Porque está claro que la mujer no ama,odia, ni siente igual que los hombres. Vi-ve además un cúmulo de experienciastrascendentales que la distinguen, comola maternidad. El tratamiento de asuntoscomunes más o menos espinosos para latelenovela tradicional, como el alcoholis-mo y la homosexualidad, plantea en elcaso de las mujeres más complejos retos,porque la percepción que tiene la socie-dad de estos temas varía sensiblemente.

Nadie le pide a la telenovela las hon-duras psicológicas y sociológicas de untratado científico, pero Mujeres Apasio-nadas ha desaprovechado la oportuni-dad de recrear un universo insuficiente-mente visitado por el folletín televisivo

EL NADA EXTRAÑO

CASO DE LAS

TELENOVELASBRASILEÑAS

CUANDO VALE (CASI)

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¿Basta conel glamour?

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numerosas etnias, de suschoques, relaciones y fundi-ciones, de comunidades lo-cales y regiones que compu-sieron el país.1

La conversión de «lo nacio-nal» en «lo habanero», con eldesconocimiento de las «relacio-nes y funciones», con la nega-ción de las «comunidades loca-les y regiones» es una clara co-rrupción del concepto. LaHabana vista, no como la cabezadel país sino como «el país», hasuplantado la visualidad Cuba.Así, ha secuestrado la multiplici-dad de la nación, ha castrado losreferentes visuales de una partey con él, a sus protagonistas, mo-dos, costumbres y escenarios.

El hogar, el barrio, el munici-pio, la provincia, la región… sonlos primeros espacios vitalesque se advierten y que comien-zan a formar parte del patrimo-nio personal y afectivo. El con-cepto de país es difícil de asir enlas primeras edades, y el «terru-ño» es el lugar desde el cual co-menzamos a ser cubanos, sinque haya que confundir regióncon regionalismo. Fue este unpesado fardo que marcó la gue-rra de independencia contra Es-paña, y exacerbarlo de cualquierforma la ausencia, el menospre-cio, la deformación se presentacomo una irresponsabilidad te-meraria. Ya lo advertía Martídesde finales del siglo diecinue-ve: «Cree el aldeano vanidosoque el mundo entero es su al-dea».2

Me resisto a no contar laanécdota: Después de muchos

años, volví a ver en La Habana ami ex compañero de estudios,Ayman, y decidí que no habíamejor manera de celebrarlo queir al estadio Latinoamericano aver un clásico de la pelota cuba-na: Industriales-Santiago de Cu-ba. Y allá nos fuimos.

Todo iba bien… hasta queempezaron los gritos de «pales-tino, palestino» dirigidos a losaficionados orientales y a los ju-gadores visitantes. Ayman na-ció en Palestina y ha recorridomedio mundo en contra de suvoluntad. Es muy sensible al te-ma. Ser palestino para él es unorgullo irrenunciable, y pormás que le expliqué la reasigna-ción de significados, la migra-ción interna y las pasiones quedesata el deporte… tuvimos queirnos antes de finalizar el nove-no inning. ¿Y dónde está Israel,me preguntó? No entendió queun término que le resulta sagra-do fuera usado con matiz des-pectivo… y mucho me costó quepasara la página.

En asociación relacionadacon las dificultades de vivienda yasentamiento, el oriental emi-grado hacia la capital devino«palestino». El arquetipo per sedel «oriental», reflejado por latelevisión cubana, es ese «emi-grado oriental». El esquema sue-le ir acompañado de toquesmarginales y de comentariosdesdeñosos o satíricos sobre suorigen, cual si se tratase de unaminusvalía o de un error porsubsanar. Más de uno se prestaa estos reduccionismos.

De un plumazo, las series cu-banas han desaparecido a «losorientales otros» que viven, tra-bajan, padecen, aman y muerenen el este de la Isla; o a los orien-tales profesionales que viven enLa Habana. El lente nacional hade darse prisa por calibrar esasmiradas y abrirse asimismo aotras ópticas.

«El interior», otro vocablopara designar la geografía no ca-pitalina, revela una cuota discri-minatoria por el estilo. Aunquesu uso aparece ya en el decimo-nónico Diccionario provincialcasi razonado de voces y frasescubanas (1836) de Esteban Pi-chardo, no hay que olvidar quela herencia llega de una épocade Habana intramuros/ extra-

REINALDO CEDEÑO PINEDA

VIVIMOS NO SÓLO en el siglode la comunicación, sino sobretodo, en el de la visualidad. Pordoquier, la imagen −y todas susvariantes− asalta con su enormepoder; la imagen y el movimien-to, en una simbiosis sin la cualya no sería posible imaginar lacontemporaneidad.

El cinematógrafo de los Lu-mière ha sido más importantepara la Humanidad que el as-censo a la Luna. Es más, esa ha-zaña sólo pudo ser aquilatadagracias al lente que la acercó alos hogares del mundo. Losavances posteriores en tal senti-do (la televisión, la transmisiónvía satélite, las imágenes vía In-ternet) no han hecho más quereafirmarlo.

La conformación −cotidianay acumulativa− de nuestro sus-trato cultural, corresponde, másde lo que se suele aceptar, a lapantalla doméstica, a la realidadque esta recorta. El lente cumplesus propias leyes. Entre las con-secuencias más inmediatas sehallan el efecto de prestigio, lalegitimación de autoridad y la fi-jación de valores, cánones y re-ferentes; todo a escalas insospe-chadas, imposibles de lograr porotra vía.

Por supuesto, nuestro paísno anda −no puede andar− ajenoa tales asertos; pero entre las je-rarquías culturales y los valoresque se desearía apuntalar, y losque en ocasiones van ocupandola pantalla, se han extraviadociertos caminos. La Cuba del úl-timo medio siglo nunca ha reba-

muros, de los difíciles y lentosviajes «tierra adentro» a caba-llo… de los que nos separan lar-gamente más de una centuria.

La condición de La Habanacomo hermosa geografía depuerto, es similar a la de otrasciudades cubanas. Luego, esa di-cotomía interior/exterior no tie-ne en una isla (rodeada de aguapor todas partes) reales aside-ros. Si no hay uno, no puede ha-ber el otro; aunque figuracionespor el estilo no son privativas denuestro país. Las capitales de lasnaciones del Tercer Mundo sue-len ser las «vitrinas de la na-ción», con centralización de po-deres y opciones únicas.

¿Cuándo comenzó el proce-so de «habanización» o «haba-no-centrismo» de la cultura cu-bana? ¿Qué consecuencias sico-lógicas, migratorias, culturales ysociales ha tenido? ¿Cuánto hacontribuido a reforzarlo nuestratelevisión en los últimos años?¿Qué imágenes ha construido?

El séptimo Congreso de laUNEAC dejó sentada las preo-cupaciones de sus miembrospor «las crecientes manifestacio-nes despectivas hacia las perso-nas de la región oriental del país».3 Es el reconocimiento táci-to a la existencia de un proble-ma, un primer paso que presu-pone el segundo: la búsqueda desoluciones.

Si bien de ninguna manerase le puede endilgar a la televi-sión cubana la responsabilidadde un fenómeno que lleva en sívarios entramados, su reflejoacrítico y la recurrencia facilis-ta a los arquetipos, lo dimen-siona. Es un juego de espejos, yen consecuencia de reflejos.De forma contraproducente,existe una marcada reticencia aadmitirlo: es la discriminacióninvisible.

El aplastante peso de la vi-sualidad habanera acaba con-virtiendo en raros los modosde actuar o de ser no capitali-nos. De esta manera, ante lafalta de costumbre visual, «lodiferente» comienza a ser, pocoa poco, «lo inferior». No es po-sible querer lo que no se cono-ce. La invisibilidad crea un cír-culo del infierno: no estás en latelevisión porque no te conoz-co; como no te conozco, no es-

El arquetipo del «oriental»en la TV cubana

© zardoyas

jado su televisión a la condiciónde simple vehículo de enajena-ción; pero en la crítica radical entendida como ese martiano ira las raíces hallamos uno de losfactores para su salud.

La imagen Cuba Para entrar en materia es ne-

cesario esbozar uno de los con-ceptos más difíciles de asir: el deidentidad nacional.

El «ser nacional» es la asun-ción de un concepto sicológicode representación, más allá deposiciones geográficas. Esa re-presentación asumida, ha deconvertirse en carne y savia detodas sus partes de manera irre-nunciable, como la raíz sostieneal árbol y el tronco «representa»a sus propias ramas. Lo «nacio-nal» no es un atributo tomado amanera de garantía o de graciadivina, sino una expresión de ca-rácter inclusivo, sin cuya mani-festación se diluye, pierde la ra-zón de su existencia y pasa aconvertirse en caricatura de símisma.

Acudo, a una de las defini-ciones más completas sobreidentidad nacional, la del inves-tigador Fernando Martínez He-redia, Premio Nacional de Cien-cias Sociales 2006:

La identidad nacional […] eshija de una lenta y prolonga-dísima acumulación de ras-gos, tomados, creados, reela-borados o recreados, de lavida cotidiana, los materialesmíticos, las creencias, las ex-presiones artísticas y los co-nocimientos adquiridos de

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Pese a esos señalamientos,vale apuntar que la programa-ción informativa ha sido capazde escudriñar en los rinconesdel país, enriquecer nuestro co-nocimiento del archipiélago ymantener programaciones espe-ciales de largas horas. Al final…¿habrá que agradecer al paso delos huracanes que el lente nacio-nal haya redescubierto muchoslugares de Cuba cuasi descono-cidos, aún cuando sean imáge-nes en medio de la catástrofe?

Hace cuarenta años se fundóTele Rebelde en Santiago de Cu-ba. Hablar con sus fundadoreses un viaje hermoso a la memo-ria, a la pasión… y también al do-lor. Cuando en 1986 fue recon-vertido en el canal territorial Te-le Turquino para concentrar lospocos recursos disponibles enun lugar y no en el canal nacio-nal que se había ganado ser , sefracturó la posibilidad de esta-blecer referentes visuales no ha-baneros de forma permanentepara toda la Isla.

Es algo muy común que enprogramas variados o culturales,el conductor lea una «nota cultu-ral», que se refiere, en exclusiva, ala actividad de tal anfiteatro o detal Casa de Cultura… de La Haba-na. La subvaloración del destina-tario y la falta de una concienciaverdaderamente nacional sondos de los errores más comunesde algunos programas de la tele-visión que se emiten desde la ca-pital. Reconstruir esa concienciaes uno de sus grandes retos. Seríaun gran servicio al país.

Los dramatizados, son puntoy aparte. Los cubanos podremosdisfrutar las series foráneas, pe-ro no hay que confundirse: nosgustan las nuestras, con nues-tros artistas, nuestros directoresy nuestros escenarios. Somosexigentes, porque así nos hanenseñado, mas no me referiré alocéano de las repeticiones ni acomo se defrauda a la audienciaen espacios como la telenovela olas aventuras, sino a ciertas ofer-tas detenidas en el tiempo.

Me he preguntado si, acaso,algunos escritores y directoresno han sobrepasado aquello de«los personajes típicos» y «lascircunstancias típicas»? ¿Quépapel desempeñan los asesores?Creo, sinceramente, que la ase-soría es la gran asignatura pen-diente en la radio y la televisióncubanas. Se actúa como si la mi-rada habanera examinara «laotredad» del país desde cierta al-

tás en la televisión. Y más alláde la pantalla, claro.

Las estrategias sostenidashasta hoy para paliar estas au-sencias son, a mi modo de ver,muy limitadas, fragmentarias einconsecuentes: la llegada a unaprovincia, de festival en festival,de algunos programas de la «te-levisión nacional»; los «tres mi-nutos de fama» otorgados a los«artistas de provincia» por la, nopocas veces, asombrada miradacapitalina.

A mi modo de ver, se debeestudiar la posibilidad de re-convertir uno de los canales dealcance nacional o al menos al-gunas de sus horas en el espa-cio que acoja el talento de lasotras ciudades y lugares de Cu-ba. El personal técnico-artísticode los telecentros está, por logeneral, subutilizado, ávido dehacer y marginadas sus pro-puestas a las horas de paso dela audiencia trabajadora o estu-diantil: de cuatro a seis de la tar-de, o el mediodía.

Estamos tan habituados, porejemplo, a que grupos y solistasde jerarquía residentes en pro-vincias vayan al encuentro de las«cámaras nacionales», que noadvertimos la cuota de inconse-cuencia. Estamos viendo las co-sas al revés. Son las «cámaras na-cionales», precisamente por sucondición de tal, las que debíanenfocar al artista en sus escena-rios habituales, tal como se hacecon la Serie Nacional de Béisbol.No pretendemos desconocer lasespecificidades, pero ninguna esmenos que otra. Aunque en to-dos los sitios no haya igualescondiciones, existe más de un te-atro y más de un estudio en elpaís que podría acoger a los ar-tistas de su territorio, y desde allíproyectarlos a toda la nación. Asíserían visibles los «otros rostros»y los «otros sonidos» desde elOriente y desde cualquier sitiodel archipiélago. Es más, la dis-ponibilidad de recursos y la plu-ralidad visual, lo aconsejan.

La programación informati-va, especialmente el NoticieroNacional de Televisión, se «ali-menta» de reportes periodísti-cos que llegan desde muchoslugares del país. Es cierto. La-mentablemente, ese esfuerzo,algunas veces, queda rebajadopor el olvido de la dramaturgiainformativa, sustituida por elcamino trillado, el ángulo de-cantado o la poca humaniza-ción de la noticia.

tura, recortara los personajes asu parecer y acabara convirtien-do los espacios en una pasarelade parodias: el oriental, el pina-reño, el guajiro, el negro…

Miremos algunas de las últi-mas propuestas: el oriental que«no se vuelve atrás por nada delmundo», la vieja tía que llega«de lejos», el bombero decimistahazmerreír del colectivo, la gua-jira paridora y refranera, la jo-ven oportunista y ladrona, o elpueblo imaginado monte aden-tro donde la gente se mueve en-tre la torpeza y la payasada…

Podría decirse que al fin y alcabo, la guajira Lucrecia y su fa-milia (Oh, La Habana) y la joventambién campesina (Mónica dePolvo en el viento), no son todoOriente: es verdad. ¿Puede ha-ber Mónicas, Lucrecias y bom-beros decimistas? Sí… no preten-demos pedir calcos del entornoa una obra artística, mas es la au-sencia de «personas comunes»no capitalinas en los seriados cu-banos, la circunstancia que lesasigna ese carácter de represen-tación de toda una región; es so-bre todo, la recurrencia a los«guajiros tipos», esas ficcionesque por repetitivas acaban tras-mutadas en «la realidad».

Si bien Oriente ha manteni-do su identidad regional másallá de la división político-admi-nistrativa de 1976 ha de perdo-nárseme la perogrullada: orien-tales hay de todo tipo, pero losque «interesan» (o los que pare-cen interesar) y los que «se ven»salen todos de un mismo molde.

En esos seriados es curioso ,la región central del país no tienepersonajes, casi «no existe».Oriente es «la gran loma»: no hayorientales citadinos, los escogidossiempre son montañeses. Se es-cribe sobre lugares de los que só-lo se tiene una somera idea, o sedesconocen. Y se representa a sugente con igual ligereza. El látigohumorístico se detiene en sus es-paldas, casi con saña. Es increíbleque aún se hagan guiños al guaji-ro de Romance del Palmar deRamón Peón, que guardaba el di-nero en la funda del machete.

Las series dramatizadas cu-banas, la televisión cubana, estáurgida de salir del escenario ha-banero, desandar otras calles yconversar con otros cubanos.Está urgida de redescubrir Cu-ba, de retomar de una vez y portodas, el pulso de una nación decuatro letras que se extiende deSan Antonio a Maisí y que se lla-ma CUBA. CM

1 Fernando Martínez Heredia: Elhorno de los noventa, en La Gace-ta de Cuba, N.5, La Habana, sep-tiembre-octubre, 1998, p.4.

2 José Martí: Nuestra América, enObras Escogidas, T. ii, Editorialde Ciencias Sociales, La Habana,1992, p. 480 (Artículo publicadooriginalmente en La Revista Ilus-trada de Nueva York, 1 de enerode 1891).

3 Documentos de la Comisión Cultu-ra y Sociedad, en el 7mo. Congresode la UNEAC, efectuado del 1 al 4de abril de 2008 en el Palacio de lasConvenciones de La Habana.

sobrevivientes de Kcho. Lamen-table. Los que por irnos a la uni-versidad, o por otras tantas razo-nes logramos encontrar estas de-licias de la cultura nacionalsabemos cuanto se pudiera nosolo prevenir, sino curar en el es-

píritu de nuestros San Anto-nios. Pero hay un peligroaún mayor que se alimentade estas ausencias. A nues-tros pueblitos les han naci-do PCs, quemadores deCDs, DVDs y otras muchasvariantes tecnológicas de las

que se han preñado con in-creíble rapidez sitios dondese comercian las más enga-ñosas y elaboradas artima-ñas pseudoculturales y delentretenimiento.

No se malinterprete, quebien que la tecnología no sea

patrimonio exclusivo, que bue-no que muchos podamos poner

una nueva variable a nuestra pro-gramación casera. Lo que mepreocupa es que en mi pueblito ysus réplicas, la variable es casi yauna constante de propuestas quenada tienen que ver con arte ge-nuino, ni siquiera con diversióngenuina. Sobre PCs, CDs, DVDsvan, no a caballo, yo diría que so-bre la luz, decenas de programasde muy baja factura que sin em-bargo tienen el voto en cada ho-gar de guajirito, y estoy seguro,sencillamente porque los nom-bres antes mencionados no lle-gan a nuestra boleta.

Hoy la conga que una vez mepareció en exceso totalitaria (almenos en tiempo de exposición),es sin dudas un arca donde se sal-va la cubanía, y pluralidad denuestra semana de la cultura. Elresto del año ha cedido ante laavanlancha de CDs con ritmosrepetidos, transculturizados queson una y otras vez en cada ho-gar, en cada auto, en cada nochede fin de semana, en cada boca,incluso en cada cumpleaños.

Si salen de mucho más cerca,dónde se atasca la Travesía Mági-ca de Liuba, dónde naufragan losbotes de Kcho, dónde aprisionanlos cisnes de Viengsay, dondemuere el milagro de la isla de Vi-vanco, adonde marchan los caba-llos de Interactivo. No sé, todasestas maravillas del arte y la cultu-ra cubana a las que he podidoasistir quizás por estar algo lejosde mi pueblito natal, son ausenciacasi total en el nacimiento de losguajiritos de San Antonio y susréplicas, mientras se mueve a ve-locidades relativistas, el halo en-sombrecido de la pseudocultura.Cristina y su showteo, el reguetónen todas sus variantes, (aunqueen realidad son bastante pocas),las novelas a lo Tellado, viajancon extrema velocidad, lo nuestroesta más cerca y es genuino, y sedemora, demasiado. ¿Cómo ha-cer para ayudarlo a llegar? CM

* Microbiólogo. Investigador del Cen-tro de Ingeniería Genética y Biotec-nología de La Habana.

AMILKAR PÉREZ RIVEROL*

NO TODOS los que dan argu-mento a estas líneas llegaron porSan Antonio de los Baños. En re-alidad no es transcendente, nohay un solo San Antonio de losBaños en Cuba, porque engran medida San Antonio ysus guajiritos se replican encada pueblito de nuestro país.Yo arribé a la vida muy cercade allí, soy hijo de una culturade comarca. Como guajiritollegué tarde a sucesos comoel Festival del Nuevo Ci-ne Latinoamericano, deBallet de La Habana, alCentro Pablo o a laAmérica abierta en suCasa. El tema es quehasta bien creciditos ya,gran parte de nosotros,los guajiritos, solo cono-cíamos el patio dondepastaban nuestras galli-nas y nada sabíamos delde la UNEAC. No podía-mos siquiera sospecharla muralla que se exten-día, invisible pero objeti-va, sobre nuestras fronteras cul-turales.

Los estanquillos de mi in-fancia siempre estuvieron re-pletos de ancianos apurándosepor comprar cada día su ejem-plar del Granma, pero fueronausentes de jóvenes, de todos,apretándonos igualmente porobtener una edición de cual-quier revista o publicación delque pudiéramos respirar la vi-da cultural de nuestra nación.Recuerdo que para llenar esasausencias, la anciana Casa de laCultura batallaba llena de espa-cios que en poca medida logra-ban tocar las expectativas deuna generación (de guajiritos)en la que acreditar una salida alKarl Marx, al Yara, a una disco-teca, o a cualquier espacio cul-tural de la ciudad, era como cla-var una bandera con nuestronombre en la superficie de laluna. Ah, también estaba la se-mana de la cultura, esa en laque la conga asaltaba frenéticanuestras calles, nuestras ma-drugadas y el sábado se nosconcedía la divina gracia de te-ner a una agrupación «destaca-da» en el ámbito musical (léasesiempre música popular baila-ble) del país.

Debo hacer un alto. Siempreadmiré el tremendo esfuerzo demuchas de las personas y autori-dades que con enorme dedica-ción se entregaban al afán de daroxígeno cultural a nuestro pue-blecito. Pero es que la tarea era ti-tánica y la distancia, enorme.

Lleguemos al eje. Los guajiri-tos de mi infancia en su mayoríay con gran orgullo debo decir, si-guieron siéndolo, pagando elriesgo de perderse definitiva-mente las novelas de Chavarría,los poemas de Dulce María, loscisnes de Viengsay, las teclas deLopez-Nussa y los botes siempre

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CUBA VIVA EN PANTALLA...

Si bien de ninguna manera se le puede

endilgar a la televisión cubana la res-

ponsabilidad de un fenómeno que lle-

va en sí varios entramados, su reflejo

acrítico y la recurrencia facilista a los

arquetipos, lo dimensiona

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DAYNET RODRÍGUEZ SOTOMAYOR

CUANDO DAYRON ROBLES ganó enagosto último los 110 metros con vallasen los Juegos de Beijing, Cuba volvía aescalar lo más alto del podio en una es-pecialidad que ocho años antes habíavisto coronarse a Anier García. Dos cam-peones olímpicos, el récord del mundode 12,87 segundos, logrado en Ostravapor el propio Dayron, son los exponen-tes más altos de una tradición de vallis-tas que se inició hace tres décadas. ¿Có-mo se forman? ¿Cuál es el secreto deléxito? ¿Tenemos los cubanos una predis-posición especial para un deporte tancompleto?

Los héroes anónimosAl este de La Habana, en el Centro de

Entrenamiento del Alto Rendimiento(CEAR) cercano al Estadio Panamerica-no, un grupo de atletas intenta una y otravez vencer el cansancio. Son los vallistasde los equipos juvenil y de mayores, lide-rados por Dayron Robles. Bajo el sol delmediodía y en un terreno que parece in-cómodo para correr, comienzan a tejerselos sueños de un título. Mientras, Santia-go Antúnez, el «mejor entrenador delmundo» y artífice de los logros cubanosen la disciplina, vigila la preparación. Conél buscamos las respuestas.

«Todo el resultado deportivo denuestro país comienza en la base. Esosentrenadores que están en toda Cubason los héroes anónimos, los que descu-bren al alumno, convencen a los padresde que sus hijos tienen las aptitudes querequiere la disciplina: –el somatotipo, laaltura y el tamaño de las extremidadesinferiores–, y les desarrollan la capacida-des coordinativas. Luego insisten connosotros y nos mandan los talentos».

Antúnez recuerda el caso de AnierGarcía: «Su mamá, entrenadora en San-tiago de Cuba, me estuvo llamando nochetras noche para convencerme de que suhijo tenía condiciones para las vallas. Yahí está, es un campeón olímpico. A Day-ron Robles lo mandaron desde Guantá-namo, una provincia de donde vienenatletas muy bien formados. Había pasa-do por varios deportes pero ellos creíanque podía ser un gran vallista. Hoy es ti-tular olímpico y recordista mundial.

«Ya cuando llegan aquí, a nosotrosnos queda pulirlos como atletas y comopersonas». Es ahí cuando empieza esarelación de padres e hijos entre entrena-dores y atletas. Por eso, Antúnez insisteen llamarse formador: «Si no nos llama-mos formadores, educadores, no tienesentido nuestro trabajo. Primero, por-que estamos con un ser humano, quepuede tener problemas y uno tiene queayudarlo en todo. Están las 24 horas deldía con nosotros y llegamos a conocer-los a veces más que los padres. Y segun-do, darles una preparación integral. Lagente dice: qué bien habla Dayron, peroeso se lo hemos inculcado, además deque él tiene un ansia muy grande de supe-ración. Lo más importante es que seancampeones olímpicos de la vida».

La escuela cubanaUn corredor de la elite en los 110 me-

tros con vallas logra la distancia en pocomás de 13 segundos. Son instantes detécnica, fortaleza, sincronía, velocidad,fluidez y sobre todo, coordinación.

Para Dayron Robles, el recordistadel mundo, «es un evento tan técnico…que se necesita ser casi perfecto. Saberque hay un espacio donde no te puedessobrepasar porque tienes una valla en-frente y si corres más rápido te golpeas y

si vas más lento no llegas, es bastantecomplicado pero fascinante, igual que lasincronización de los movimientos entrevalla y valla».

Según el profesor Antúnez, la disci-plina es muy difícil de trabajar porquelos atletas tienen que ser muy completosy tener de velocistas, saltadores y hastagimnastas y bailarines de ballet.

«Me gusta comparar las vallas con elballet no solo porque la carrera es comouna coreografía sino por todo el esfuerzoque lleva detrás. Siempre les digo que re-cuerden cuánto tiempo está un bailarínpara tratar de dominar un movimientoespecífico y hacerlo a la perfección; eso esla valla: perfección y cualquier pequeñoerror te cuesta cuatro años de trabajo».

Entonces, el profe comienza a hablarde esa escuela cubana a la que ha dadoforma junto a un equipo de entrenado-res, psicólogos y médicos y que hoy esreconocida y respetada en el mundo delatletismo.

«Desde jóvenes nos ocupamos delestudio de la especialidad. Vimos los mé-

todos de los preparadores de EstadosUnidos, Gran Bretaña, Francia y empe-zamos a hacer arreglos de acuerdo anuestras características: el somatotipodel cubano, su sentido de la música, elritmo y la manera de bailar.

«A la técnica de los americanos y eltrabajo sobre la fuerza más propio de loseuropeos, se han añadido muchos ejerci-cios de vallas que son propios de nuestraidiosincrasia. A veces estamos haciendouna práctica y yo les pongo como ejem-plo: hay que hacerlo como la conga san-tiaguera… para darle el sentido del ritmoa la carrera».

Junto con la metodología, insiste endestacar el trabajo de los psicólogos ymédicos que evalúan en el entrenamien-to el tiempo estimado y calculan de muydiversas formas las posibilidades realesde un atleta, un apoyo «que muchos paí-ses no tienen, independientemente quesean desarrollados».

El caso de Dayron es modélico. No lecorrespondía este ciclo olímpico pero laexperiencia y el olfato de Antúnez y suequipo les decía que iba a estar listo paraBeijing 2008 y el récord del mundo. «Paracorroborar lo que los tiempos daban en elentrenamiento y determinar la realidadcientífica de las capacidades de Dayron,nos dedicamos a hacer unas pruebas mé-dicas. Nosotros veíamos que él corría yapenas se notaba el esfuerzo. Como cuan-do hizo 13.00 ó 12.92 segundos. Y miraque hemos visto correr a todos los mejo-res y se les ve en el rostro cuando han he-cho 13.08. Entonces hicimos varias prue-bas y dieron que sus potencialidades aúnno tienen límites. El profesor y médicodel equipo, Richard Pérez Sarría, nos dijo

entonces: Dayron va a romper el récorddel mundo más de una vez y no se va aenterar de lo que está haciendo. Y resultóque el 2008 fue la temporada perfecta».

La conjugación de ciencia y sabiduríaacumulada también los ha ayudado aadaptar la técnica, que es una sola, al esti-lo de cada atleta. Estudios biomecánicos,por ejemplo, concluyeron que Dayronpodía realizar siete pasos para alcanzar laprimera valla mientras la mayoría de losatletas necesita ocho. También se ha ga-nado otro paso de ventaja de la última va-lla a la meta. «Son posiciones biomecáni-cas y secretos que nos han llevado al ré-cord del mundo», explica Antúnez.

Otra de las características de esa es-cuela cubana es la integración de todoslos atletas, que los juveniles se miren enel espejo de la selección nacional y sien-tan el respeto por sus mayores. Y al mis-mo tiempo, los tengan a la mano paracompartir experiencias.

«Ahora los viste entrenar juntos. Asíes desde Emilio Valle, Eric Batte, YoelHernández, Anier... Y les decimos quenunca piensen en derrotarse unos aotros, llegas a la pista y compites, peroganarle, hay que ganarle a los ingleses, alos americanos, aquí nosotros somos unequipo y tenemos que ayudarnos. Ahoramismo Anier ha sido una pared, un blo-que unido con Dayron, eso es muy im-portante, el respeto y la admiración porlos atletas que te han antecedido. Ese esel secreto del éxito y de tener grandesatletas y grandes personas».

El mejor alumnoLo tiene todo: el récord del mundo,

el título olímpico, una temporada de en-

Anier García y Dayron Robles después de una sesión de entrenamiento.

Santiago Antúnez, entrenador de Anier y Dayron.

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sueño, la admiración de la elite. Y solo21 años. «Dayron Robles apenas estáempezando a correr las vallas», dice elprofesor Antúnez. «Sin embargo, lo queha hecho no va a ser fácil de superar.Eso es lo que mide el mundo, que conesa edad ha hecho algo increíble. Cuan-do corren Usain Bolt y Dayron nadie enla pista hace nada, todo el mundo se pa-ra a verlos porque son atletas extraclase.Los dos tienen 21 años nada más. Porejemplo, Allen Johnson en dos décadasen el alto rendimiento ha bajado 11 ve-ces de 13 segundos. Dayron en dosaños, lo ha hecho en ocho oportunida-des. Y todavía le falta mucho por dar.

«No es que sea mi atleta, yo he teni-do muchos y muy buenos como Emilio,Eric, Yoel, Anier… pero Dayron es ejem-plo dentro de todos e interpreta muybien la estrategia de la carrera. Es muydisciplinado con el entrenamiento. Porsu juventud, porque es un niño todavía,presenta cualidades que como personaha tenido que adelantar y nosotros se loadmiramos mucho. Él tiene siempre unanhelo de superación que es increíble,en todos los sentidos. Esa es su mayorvirtud.»

Con esas recomendaciones, el profe-sor nos deja en un diálogo con Dayron:

¿Además de tus excepcionales condicio-nes físicas, cuáles son tus mayores virtudespara haber logrado el éxito?

Yo creo que mi preocupación porquerer llegar a ser grande fue el eslabónfundamental de esta cadena que esta-mos tratando de completar. Tuve un in-terés muy grande. No fue hablar sino de-mostrarlo con hechos. Me sentaba a verel entrenamiento del equipo nacional y

siempre me guiaba por ellos y trataba desacar lo mejor».

¿Quiénes eran tus referentes, tus ídolos?En Cuba Anier Garcia porque fue el

corredor que abrió el camino y ha mar-cado el deporte de los 110 c/vallas y elnorteamericano Allen Johnson, por suconsistencia. Y un ídolo que me imaginoque sea el de la mayoría de los cubanos,el Comandante en Jefe.

Con el récord del mundo quedaron atrásinstantes amargos pero, ¿qué recuerdos te

traen esas carreras en las que no cumplistelos pronósticos y qué te enseñaron los errores?

Te voy a ser sincero, pasé momentosdifíciles, a veces no se dan cuenta queuno es un atleta joven y le quieren acha-car acciones que en definitiva son pro-ducto de la inexperiencia y uno no tienepor qué tener tanta presión. Los erroresme han enseñado mucho: que no puedehaber confianza, que todas las carrerashay que hacerlas rápido, hay que hacer-las fuerte, no importa si es frente al peor

de los contrarios, los errores han sidouna experiencia para la vida.

¿Cómo pudiste soportar la presión me-diática previa a los Juegos Olímpicos, por elduelo con Liu Xiang y por tener que demos-trar que el récord no era casualidad?

Fue bastante difícil porque saber quetodo el mundo espera algo bueno de ti yque detrás tengo un pueblo exigente esmás presión todavía. El público deporti-vo cubano es muy exigente y eso lo en-tiendo porque cuando se trata de otrosdeportes me convierto en ese especta-dor, pero es muy difícil. Tuve que buscaruna concentración fuerte y salirme delmundo del deporte, refugiarme en lamúsica, en Internet, para tener el equili-brio y descompresionar.

Has hablado de la longevidad como tuobjetivo principal...

Lo más difícil no es llegar sino man-tenerse. Pasar de los 32 ó 33 años en unevento como este al máximo nivel signi-fica que hay que tener cuidado y limi-tarte en muchas cosas de la vida. Soy jo-ven, soy cubano, nosotros a veces come-temos locuras, nos gustan las fiestas yhay que limitarse para poder tener esalongevidad en el deporte. Me preparocon mucha tranquilidad. Tratar de olvi-darse de la fama y todas las cosas bue-nas que pueda traer el deporte. Siem-pre pensar en que tienes metas másgrandes por realizar.

¿Te consideras perfecto en lo que haces?No, siempre hay motivos para traba-

jar. La perfección es algo que se buscacuando ya tienes el tiempo necesario, yocreo que todavía no soy perfecto en lacarrera de las vallas, me falta mucho portrabajar y mucho por dar todavía. Hiceel récord mundial ahora pero creo quepuedo seguir bajando el tiempo.

¿Cómo es Dayron Robles fuera de las pistas?Soy una persona tranquila y caris-

mática y me gusta estar en la vaciladeracomo a cualquier joven cubano, perotambién me considero muy consagradoa mi trabajo y consciente de lo que ten-go que realizar cada día. Ahora, llevar lafama y la popularidad es bastante com-plicado porque soy un cubano de a pie,estoy en la calle, en Centro Habana,donde vivo con una tía y estoy en con-tacto directo con la gente, pero me feli-citan constantemente y eso es algo queno lo pagan los millones que puedan te-ner otros atletas en cualquier parte delmundo. CM

En el reinocubano de las vallas

En el reinocubano de las vallas

TRES DÉCADAS EN LA ELITE MASCULINA

1976. montreal. Alejandro Casañas, subcampeón olímpico1977. copa mundial. Casañas obtiene la medalla de plata.

En una reunión atlética en Sofía ese año, Alejandro Casañas implanta record mundial absoluto de 13, 21 segundos.

1980. moscú. Alejandro Casañas nuevamente subcampeón1992. barcelona. Emilio Valle llega a una final olímpica.

Se ubica en el sexto lugar. 1993. mundial de atletismo en sttugart. Emilio Valle volvió a estar

entre los finalistas. Cuarto lugar.1995. mundial de atletismo en gottenburgo, suecia.

Por primera vez dos cubanos en una final de 110 c/vallas: Erick Batte y Emilio Valle, séptimo y octavo, respectivamente.

1996. atlanta. Dos cubanos de nuevo juntos en una final, esta vez olímpica. Emilio Valle, quinto y Erick Batte, octavo.

1999. mundial de atletismo en sevilla, españa. Anier García, plata.2000. sydney. Anier García, campeón olímpico. Yoel Hernández, cuarto lugar.2001. mundial de atletismo en edmonton, canadá.

Anier García, plata. Yoel Hernández, finalista.2004. atenas. Anier García, bronce olímpico.2006. mundial de atletismo bajo techo, moscú.

Dayron Robles, plata.2008. reunión atlética de ostrava, república checa.

Dayron Robles, recordista mundial absoluto, con 12,87 seg.beijing. Dayron Robles, campeón olímpico.

fuente: www.5septiembre.cu/deportes250.htm.«Hay que quitarse

el sombrero, compay», artículo de eddy luis napoles cardoso.

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MODERNA PISTA SINTÉTICAUna moderna pista sintética en tonos

de azul claro y oscuro es ahora la carta depresentación del Estadio Panamericano.La instalación se hizo realidad gracias alaporte conjunto de la Federación Interna-cional de Atletismo (IAAF, por sus siglasen inglés) y el Gobierno cubano. Fue pro-ducida por la firma italiana Mondo y sedestina, especialmente, al entrenamientodiario. Allí ya se preparan las principalesfiguras del atletismo en la Isla.

La zona sintética tiene un espesor quevaría de 13 milímetros en la pista de ca-rrera a 20 milímetros para las modalida-des del campo. Se asemeja, por su tonali-dad, a los estadios Panamericano de Ríode Janeiro y Olímpico de Atenas.

fuente: «el estadio panamericano

de la habana contará con moder-

na pista sintética». francisco mas-

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EDUARDO GALEANO

¿OBAMA PROBARÁ, desde el gobierno,que sus amenazas guerreras contra Irány Pakistán fueron no más que palabras,proclamadas para seducir oídos difícilesdurante la campaña electoral?

Ojalá. Y ojalá no caiga ni por un mo-mento en la tentación de repetir las ha-zañas de George W. Bush. Alfin y al cabo, Obama tuvo ladignidad de votar contra laguerra de Irak, mientras elPartido Demócrata y el Parti-do Republicano ovacionabanel anuncio de esa carnicería.

Durante su campaña, la palabra lea-dership fue la más repetida en los discur-sos de Obama. Durante su gobierno,¿continuará creyendo que su país ha si-do elegido para salvar el mundo, tóxicaidea que comparte con casi todos sus co-legas? ¿Seguirá insistiendo en el lideraz-go mundial de los Estados Unidos y sumesiánica misión de mando?

Ojalá esta crisis actual, que está sa-cudiendo los cimientos imperiales, sirvaal menos para dar un baño de realismoy de humildad a este gobierno que co-mienza.

¿Obama aceptará que el racismo seanormal cuando se ejerce contra los paí-ses que su país invade? ¿No es racismocontar uno por uno los muertos invaso-res en Irak y olímpicamente ignorar losmuchísimos muertos en la población in-

¿El gobierno de Obama con-firmará, una vez más, que el Parti-do Demócrata y el Partido Republi-cano son dos nombres de un mismopartido?

Ojalá la voluntad de cambio, queestas elecciones han consagrado, seamás que una promesa y más que una es-peranza. Ojalá el nuevo gobierno tengael coraje de romper con esa tradición delpartido único, disfrazado de dos que a lahora de la verdad hacen más o menos lomismo aunque simulen que se pelean.

¿Obama cumplirá su promesa de ce-rrar la siniestra cárcel de Guantánamo?

Ojalá, y ojalá acabe con el siniestrobloqueo de Cuba.

¿Obama seguirá creyendo que estámuy bien que un muro evite que los me-xicanos atraviesen la frontera, mientras

vadida? ¿No es racista este mundo don-de hay ciudadanos de primera, segunday tercera categoría, y muertos de prime-ra, segunda y tercera?

La victoria de Obama fue universal-mente celebrada como una batalla gana-da contra el racismo. Ojalá él asuma,desde sus actos de gobierno, esa hermo-sa responsabilidad.

SANTIAGO ALBA RICOEspecial para LA CALLE DEL MEDIO

TODO LO QUE COGEMOS entre las ma-nos prolonga nuestro cuerpo o, másexactamente, nuestro cuerpo es el extre-mo (o la punta) de aquello que cogemosentre las manos. Somos instrumentos denuestros instrumentos y medios denuestros medios; pendemos al final decadenas más o menos largas de accionesy artefactos que, al mismo tiempo, man-tenemos en movimiento. Con un hacha,somos bruscos y discontinuos; con unpiano, nerviosos y delicados; con un bis-turí, fríos y minuciosos. En un bosque,somos ciervos o lobos; en un bosque sinlobos, somos honestos y solidarios.

Enamorados, somos lentos: extensio-nes del cuerpo del amado, nos pasamosel día contándole despacio las orejas, nu-merándole los dedos, certificando susbrazos y sus tobillos, y el orgasmo es elacelerón que hace fracasar el espesor deesta eternidad fugitiva. Hambrientos, so-mos rápidos: extensiones de la cuchara yde la manzana, las hacemos desaparecervertiginosamente en nuestra boca y lasaciedad es el cumplimiento y la frustra-ción de una velocidad que virtualmentese quiere comer el universo. El hambrees una característica típicamente occi-dental, aunque allí la llamamos «consu-mo»: siempre más co-mida, más bebi-

cidente, la sociedad capitalista está preo-cupada, no por la catástrofe inminente,sino por los frenos que pueden retrasar-la; frente a la actual crisis económica, loprimero que ha hecho Obama –comotambién Zapatero en España y Berlusco-ni en Italia– es anunciar medidas paraproteger y revitalizar la industria auto-movilística.

Pero están también los costes huma-nos, culturales, subjetivos. La paradojade esta íntima necesidad de velocidaddel capitalismo es que, a fuerza de acele-ración, acaba paralizando el movimien-to. También literalmente. La velocidadproduce atascos. En los años 70, el soció-logo Ivan Illich escribió en un famosoensayo: «El estadounidense típico consa-gra más de 1 500 horas por año a su au-tomóvil: sentado dentro de él, en marchao parado, trabajando para pagarlo, parapagar la gasolina, las llantas, los peajes,el seguro, las infracciones y los impues-tos (…) Estas 1 500 horas le sirven pararecorrer unos 10 000 kilómetros al año,lo que significa que se desplaza a una ve-locidad de 6 kilómetros por hora». Des-de nuestro automóvil –que la publicidadpresenta libre y salvaje en carreteras va-cías rodeadas de montañas– vemos có-mo nos adelantan los peatones y las bici-cletas; es decir, los pobres. ¿Podemosimaginar lo que significa un automóvilfrenado no por la razón femenina ni porla conducción social sino por la mismasociedad que nos exige y nos prometevelocidad y nos impone, al tiempo quelos deja en suspenso, los medios para es-ta elegante automoción suicida? El sexorápido es muy frustrante cuando unobusca un abrazo largo; un coche lento esmuy frustrante cuando uno busca un cri-men rápido. La frustración es la ley sub-jetiva del consumidor occidental, que só-lo tiene deseos equivocados o suicidas yni siquiera puede satisfacerlos. ¿A dóndevamos? Hacia el accidente final. Pero nisiquiera podemos ir deprisa... CM

¿Puede imaginarse lo que significa elautomóvil en una sociedad –la capitalis-ta– que se mueve a velocidad creciente,de accidente en accidente, hacia el acci-dente total, sin más intervención que losimpulsos o pulsiones individuales? ¿Po-demos imaginar lo que significa el auto-móvil en una sociedad sin «represión»de la automoción individual? ¿Podemosimaginar lo que significa el automóvil enuna sociedad en la que las tentacionespsicológicas impuestas por el propio so-porte automovilístico –la superación delotro, la carrera, el atropello, la hegemo-nía zoológica, la exhibición de potencia,la sensación de invulnerabilidad, la exci-tación sin freno del hambre insaciable–no sólo no son socialmente controladassino que, al contrario, son recompensa-das, aplaudidas, estimuladas, asociadasa la felicidad y al prestigio y reclamadascomo condición de la integración, el res-peto y la autoestima? ¿Y puede imagi-narse, al mismo tiempo, lo que significael automóvil en una sociedad que se ali-menta de velocidad –y no de pan, de li-bros o razonamientos– y que, por esomismo, necesita producir cada vez más,cada vez más deprisa, automóviles y au-tomóviles? De los costes ecológicos deesta búsqueda del accidente lo sabemosya todo: la producción de un automóvilde 850 kilogramos requiere cerca de dostoneladas equivalentes de petróleo y nu-merosas materias primas y productos in-dustriales, como acero, aluminio, cau-cho, pinturas, vidrio o plásticos; el 60%de la contaminación ambiental en lasciudades europeas está ocasionado porel automóvil; en España, donde circulan26 millones de vehículos, 8 000 kilóme-tros cuadrados están ocupados por ca-rreteras, calles, aparcamientos, estacio-nes y aeropuertos. La previsión es queen todo el mundo haya 1 000 millones devehículos dentro de dos años, con el con-siguiente agravamiento de la crisis ener-gética y alimenticia. Volcada hacia el ac-

da, más lavadoras, más teléfonos móvi-les, más casas, más imágenes, más emo-ciones. El emblema y el motor del con-sumo occidental –modelo generalizadoal resto del planeta– es el automóvil.

El amor es la tentación de la lentitud:velar o acariciar un cuerpo, poner unavenda o hacer una trenza, contemplarlargamente la estela de un niño que jue-ga. El automóvil, al contrario, es la tenta-ción de la velocidad. Molusco rodante,huracán enlatado, quiero ir cada vez másdeprisa, adelantar todos los remansos,atropellar todos los obstáculos, y correry correr sin detenerme hacia el límite or-gásmico; es decir, hacia el accidente,frustración y cumplimiento de la auto-moción libre. No nos engañemos: el ver-dadero propósito, la función y la finali-dad del automóvil es el accidente, comolo demuestran los 450 000 muertos y los23 millones de heridos de la última déca-da en las carreteras europeas. El auto-móvil se automueve hacia el accidente ysi sirve para otra cosa, si puede tambiénsalvar vidas y transportar humanos y en-seres, es a condición de reprimir su auto-moción. Eso que llamamos conducir –omanejar– es en realidad un acto de vio-lencia humana contra la velocidad auto-motriz que reclama sin cesar orgasmosmortales. Pero por eso mismo, la con-ducción o el manejo del automóvil nopuede ser dejado al arbitrio individual;cada carro, cada camión, cada ambulan-cia, deben ser conducidos por toda la so-

ciedad. En otro mundo posible y a laespera de reeducar a los hombres en

la lentitud, serán las mujeres lasque se ocupen de reprimir la ve-locidad y manejar los transpor-tes públicos: las estadísticas de-

muestran que en España lamayor parte de los conduc-tores borrachos son hom-

bres y que sólo dos de cada diezcoches accidentados son conduci-

dos por mujeres.

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el dinero pasa sin que nadie le pida pa-saporte?

Durante la campaña electoral, Oba-ma nunca enfrentó con franqueza el te-ma de la inmigración. Ojalá a partir deahora, cuando ya no corre el peligro deespantar votos, pueda y quiera acabarcon ese muro, mucho más largo y bo-chornoso que el Muro de Berlín, y contodos los muros que violan el derecho ala libre circulación de las personas.

¿Obama, que con tanto entusiasmoapoyó el reciente regalito de setecientoscincuenta mil millones de dólares a losbanqueros, gobernará, como es costum-bre, para socializar las pérdidas y paraprivatizar las ganancias?

Me temo que sí, pero ojalá que no.¿Obama firmará y cumplirá el com-

promiso de Kyoto, o seguirá otorgandoel privilegio de la impunidad a la na-ción más envenenadora del planeta?¿Gobernará para los autos o para lagente? ¿Podrá cambiar el rumbo ase-sino de un modo de vida de pocosque se rifan el destino de todos?

Me temo que no, pero ojaláque sí.

¿Obama, primer presidentenegro de la historia de los Estados

Unidos, llevará a la práctica el sueño deMartin Luther King o la pesadilla deCondoleezza Rice?

Esta Casa Blanca, que ahora es su ca-sa, fue construida por esclavos negros.Ojalá no lo olvide, nunca. CM©

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El deseo irresistible de tener un accidente

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Jamís

INCLUYE POEMAS DE...

A. A. G.

TOMAMOS estos dos poemas deamor del poeta cubano Fayad Jamís,de su libro póstumo Entre la muertey el alba. Escritos en un lenguaje sen-cillo, en ellos el poeta se vuelve haciael hechizo de lo cotidiano para entre-garnos esta poesía llena de vitalidaden palabras que son un testimonio pro-fundo y abierto de su tierra y de su época.Considerado una de las voces másimportantes de la poesía cubana en elsiglo recién terminado, Fayad fueademás un notable pintor. A su autoría se deben varios títulosfundamentales de nuestra tradiciónpoética; algunos de ellos escritos an-tes de 1959 como Los puentes y Lapedrada, ambos publicados en 1962,así como Abrí la verja de hierro(1973) y Por esta libertad (1962), conel que un año antes obtuviera el Pre-mio Casa de las Américas.

Precisamente este 13 de noviem-bre se cumplen veinte años de sumuerte, ocurrida en La Habana a po-cos días de que el poeta hubiera cum-plido los 58 años. Sea este nuestrohomenaje al Moro, como cariñosa-mente lo llamaban sus allegados, pa-ra quien la poesía tuvo siempre –se-gún sus propias palabras–, algo detempestad, de sacudida larga e intensa,de incendio, de explosión…

· ni llueve, ni golpea ·

Ni llueve ni golpeael viento en una puerta,ni sé si la noche crece en sus estrellas(desde mi mesa solo perciboel tranquilo rumor de las calles).Todo transcurre con naturalidad,a veces escucho unos pasos,a veces cantan los grillosy tu ausencia llena la casa.Todo transcurre con naturalidad:tropiezo contigo mientras te recuerdo,estrecho tu cintura, voy a telefonearte,acabas de salir, me estás hablandode sencillas cosas fundamentales.En estos días he aprendido mejora conocerte, a escucharte.Estoy acostumbrado a compartir contigoeste amor.

· dulce es el sueño ·

Dulce es el sueñocuando estás a mi alcance(tu piel, tus párpados cerrados,tu tibieza, tus manos).La noche no tiene sentidosi mis manos no te tocan.Sábanas blancas para tu sueño,para cubrir el espejo de tu carne.Sábanas blancas de mi muerteen ti, de mi vida verdadera,amándote con un dolor alegrepor nuestros días en el mundo.Sé lo que sueñas. Me he asomadoa la blanca pared de tu noche.Quiero vivir despierto junto a tipara matar los monstruos de tus sueñosy prolongar las horas a tu lado,mi vida tuya y mía, mientras duermes. CM

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ron una campañaen la que –entreotras mentiras–, acu-saban a los refugiadosde agentes comunistas que desalojaríande puestos de trabajo a los cubanos, ma-nipulando la dura situación económicaque sufría el país.

También durante una enorme mani-festación antisemita en la capital cubana,patrocinada por el político Ramón GrauSan Martín, se convocó a «luchar contralos judíos hasta expulsarlos», lo cualconfirmaba el argumento nazi de que loshebreos eran indeseables en la mayoríade los países e indirectamente apoyabalos planes de Hitler de crear campos deconcentración, donde morirían alrede-dor de siete millones de judíos y de otrasnacionalidades, en los años de la ii Gue-rra Mundial, iniciada el primero de sep-tiembre de 1939.

Operación Sol LuminosoLa compañía Hapag-Hamburg Ame-

rican Line, que operaba el buque SanLuis era representada en La Habana porLouis Clasing y Robert Hoffman, oficia-les de la inteligencia nazi cuya tarea fuegarantizar que inicialmente se expidie-ran los permisos de entrada a Cuba, pa-ra lo cual entregaron alrededor de 500000 dólares al director de inmigración,Manuel Benítez González, por los cien-tos de presuntas visas que se vendierona los esperanzados refugiados.

El incierto viaje del San Luis encu-bría una compleja trama de inteligencia,

JORGE WEJEBE COBO

EL SÁBADO 27 DE MAYO DE 1939 arribóa la bahía habanera el trasatlántico ale-mán San Luis procedente del puerto deHamburgo, con 937 refugiados judíosque huían del nazismo hacia una supues-ta tierra prometida. Irónicamente, seconvertirían en víctimas de una pérfidamaniobra del gobierno de Adolfo Hitler,en complicidad con las autoridades cuba-nas, que a pesar de haber expedido elpermiso, impedirían su entrada al país,obligándolos a regresar, lo que para lamayoría significaba la muerte

Todo comenzó cuando los nazis conci-bieron una gran campaña de propaganda:seleccionaron a un grupo de judíos, algu-nos presos en campos de concentración,para que abandonaran Alemania comoprueba de que su gobierno permitía el li-bre movimiento de los hebreos. Los auto-rizados tendrían que pagar más de milmarcos por el pasaje y la visa para Cuba.También se incluyeron judíos adinerados,que debían entregar sus fortunas a las au-toridades fascistas para salvar la vida.

La salida del barco de Hamburgo el13 de mayo de 1939 fue cuidadosamentepreparada, con gran despliegue de noti-cieros que mostraban a los sonrientes via-jeros, no muy diferentes a los turistas dela época. Mientras que al otro lado delAtlántico, en La Habana, los diplomáticosde la embajada alemana con la colabora-ción del partido nazi cubano y del Diariode la Marina, órgano de los sectores falan-gistas que apoyaban al fascismo alemán,entre otros órganos de prensa, orquesta-

codificada como Operación Sol Lumino-so, que debía cumplir Otto Schiendick,un aparente sobrecargo de la tripulacióndel San Luis, en realidad oficial de la in-teligencia militar nazi, enviado para con-tactar en La Habana a Robert Hoffman,representante de la Hapag HamburgAmerican Line y recibir de éste docu-mentos militares secretos del ejército es-tadounidense, escondidos en varias re-vistas, un bastón y en unas plumas esti-lográficas.

Las autoridades aduanales no lo de-jaron abordar el barco con las revistas yel bastón. Sólo pudo entregar las estilo-gráficas a su enlace. Para poder culmi-nar la misión, intimidó al capitán delbarco en su condición de oficial de laGestapo, exigiéndole que permitiese a latripulación bajar a tierra. En un bar dela zona del puerto habanero logró entre-gar a Schiendick el resto de la informa-ción, con lo que concluyó parte de laoperación de la que se desconocen otrasacciones.

El desenlace de la odisea de los refu-giados se definió cuando el entoncesPresidente Federico Laredo Brú desau-torizó los permisos entregados por Bení-tez –quien al parecer no compartió susganancias– y solicitó como requisito unaexorbitante suma a instituciones judíasque trataban de salvar a los viajeros delSan Luis. El dos de junio Laredo Brú de-cidió finalmente que la nave abandonaralas aguas cubanas bajo la vigilancia de laMarina de Guerra.

Tampoco los viajeros fueron acep-tados en Estados Unidos y regresarona Amberes, Bélgica, desde donde fue-ron repartidos hacia otros países delcontinente europeo. De los pasajerosdel San Luis sólo 240 sobrevivieron, elresto murió en los campos de concen-tración.

En la época que ocurrió este vergon-zoso hecho Fulgencio Batista era jefe delas fuerzas armadas y ejercía gran poder,mientras el Presidente Laredo Brú era sutítere y Benítez su hombre de confianza.Existen sobradas razones para conside-rar que Batista fue el principal cómplice,la persona que desde la sombra dirigiólos acontecimientos en los cuales cadauno de sus cómplices desempeñó un rolpreviamente convenido con la Alemaniafascista. CM

Barco sinpuertoseguro

Imagen del buque San Luis en la rada habanera

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AILER PÉREZ Y CARMEN SOUTO

A FINALES DE NOVIEMBRE se desarrollatradicionalmente en La Habana el Jojazz,certamen competitivo que agrupa a jóve-nes músicos que comienzan a asumir eljazz como forma de expresión, y que re-sulta rica cantera de un agrupamientoque hoy llamamos «Jóvenes Jazzistas»,músicos de sólida formación que han en-trado con paso firme y se han hecho pre-sentes en el devenir de la música cubanaactual. Por estas razones quisimos iniciarun diálogo con ellos, a través de la voz dedos jóvenes pianistas, Harold López-Nus-sa y Dayramir González, con quienes re-flexionamos, en diferentes momentos, so-bre temáticas comunes de interés general,no con el ánimo de debatirlas, sino demarcar pautas para próximos encuentroscon otros representantes de esta aristamusical.

Se habla de «jóvenes jazzistas» y se piensaen una generación muy amplia, que incluye ajóvenes casi adolescentes recién salidos de lasEscuelas de Arte, y a otros no tan jóvenes yaconsagrados dentro del quehacer musical cu-bano, una generación que busca hacer cosasnuevas, diferenciarse de la anterior que tras-cendió internacionalmente y que representala cara del jazz cubano en el mundo.

Harold López-Nussa: Lo que creoque distingue un poco más a esta genera-ción, lo que más me llama la atención amí, es como cada cual tiene su propio len-guaje, su propia manera de tocar el piano,de hacer la música, su propia música dis-tinta al otro, aún cuando vivimos la mis-ma época, estamos en la misma situacióngeográfica, social, económica del país.Eso es lo que más me gusta, que cada cualestá tratando de buscar su identidad, susello; para mí eso es lo más importante enel arte, y además lo más difícil. Tener unaidentidad propia cuando ya se han hechotantas cosas en la música –ya casi todo es-tá hecho, no de ahora, desde el siglo xix–,tiene tremendo valor y lo veo en esta ge-neración joven, aunque no te pueda decirque alguien está haciendo algo que nuncanadie haya hecho.

Dayramir González: Creo que todojoven tiene una idea a seguir en su cabezaque es cómo crear algo nuevo y eso se hamantenido por los años de los años. Creoque eso no nos distingue para nada, por-que todo el mundo cree tener la última pa-labra o cree que está haciendo algo nuevo.Entonces si estamos hablando de unifica-ción en cuanto a nuestra generación esque todos nos mantenemos con la idea deque siga siendo la música cubana la carade nosotros en Cuba y en el mundo. Cadacual tiene su manera de tocar, su manerade decir. Por ejemplo Harold [López-Nu-ssa] ahora está haciendo cosas en cuarte-to, en quinteto, tocando a piano solo, yotambién lo hago de esa manera, me gustatrabajar con proyectos grandes, un pocorescatando el trabajo que hizo Chu-cho Valdés con Irakere.

También notamos que existeuna regularidad en los jóvenesjazzistas, que se ha vueltocasi una regla: ser gra-duados (o al menoshaber cursado al-gunos años) delas Escuelas deArte del país, inclu-so del Instituto Supe-rior de Arte, que en su for-mación asumen el jazz comovehículo esencial de expresión,de reconocimiento, incluso de«identidad artística». Entonces se en-frentan a una contradicción: aprender

empíricamente un género entre los muros dela academia.

Dayramir González: Sin duda laformación académica sólida define enparte a la generación joven. Anteriormen-te pasaba con Thelonious Monk, con BudPowell, que fueron músicos que se dieronmuy empíricos. Actualmente vemos quecomo está el desarrollo jazzístico en elmundo, dicho no por mí, dicho por Her-bie Hancock, dicho por el mismo KeithJarrett, si no tienes una formación sólidagrande te quedas atrás, independiente-mente de que el jazz es un género que tie-ne la posibilidad de que el músico con po-co pueda decir más. Por supuesto, hayquien tiene menos posibilidades técnicas,y puede hacer con pocas ideas un buendiscurso musical, un buen desarrollo te-mático jazzístico.

Harold López-Nussa: Yo aprendí atocar jazz en la academia, no te enseñabanen las clases, pero donde yo aprendí jazzfue en la escuela, con mis compañeros deaula, no con una clase en la que me dije-ran: el jazz se toca así, pero fue ahí… Ha-bía un interés general entre mucha gentey ahí nos poníamos cada uno, «mira sepone un acorde así», «mira yo oí esto, sehace así». Tú veías como tocaba fulano yél veía como lo hacías tú. La escuela cuba-na de música tiene un nivel probado en elmundo y definitivamente esa formaciónacadémica del instrumento –aunque bási-camente la formación que te dan en las es-cuelas es de música de concierto, clásica–,todos esos elementos que tú estudiaste, to-da esa música que escuchaste, toda esamúsica que aprendiste, que examinaste,que llevaste a concursos, todo ese desarro-llo que tienes, lo aplicas a la hora de tocarel instrumento, de hacer un arreglo, de to-car con otros instrumentistas. En mi casola formación académica ha sido casi lomás importante, aunque también la es-cuela tiene cosas que no enseña y real-mente cuando tú quieres tocar jazz porejemplo, con lo de la escuela no puedes.Tienes la técnica, tienes los conocimientospara leer, pero no puedes leer el cifradode música popular. Eso está un poco en lacalle. Me parece que eso es algo que se de-bería cambiar, darle más importancia,porque aquí la enseñanza está vinculada ala música clásica y me parece genial, perobueno, podría prestársele un poquito másde atención a esas otras cosas.

Dayramir González: En las escuelaslos muchachos aún están tocando a Ma-ría Matilde Alea, que armónicamente yaestá muy atrás. Podríamos pensar en unmomento determinado crear una escuela,en la ENA qué sé yo, donde se pueda de-cir: los niños de 10 años están tocando te-mas con armonías jazzísticas. Por su-puesto, no tiene que ser un acorde de 10notas, un acorde de 4 notas que pueda so-nar lo suficientemente fuerte y con purapersonalidad para que ese niño lo pueda

tocar, pero que también aporte acadé-micamente. Para tener un nivel mu-

cho más alto del jazz, necesitas alo mejor de una universidad,

necesitas no ser empírico,porque me doy cuenta

que el jazz es tan eli-tista, es tan grande,

es tan fuerte, estan serio, que

no es sólo te-ner un libro y

treinta y cinco mildiscos y sacar los solos:

es necesario tener a al-guien, como pasa en el clási-

co, para ser conciente de lo queestamos tocando. Los jóvenes cu-

banos necesitamos una escuela jazzís-

seriedad y tratando de tener una estéticabuena, puede hacer que me lance en to-das esas aventuras.

Dayramir González: A mi me inte-resa que me reconozcan como músico.Es de lo que me he preocupado siempre.Nosotros los cubanos tenemos la gransuerte de que el sistema nos ha ayudadoa que educacionalmente tengamos unabase muy sólida en muchas vertientes.Tienes la posibilidad de ver a un niño es-tudiando música clásica, pero al mismotiempo está tocando música cubana o sepreocupa por abordar cosas de pianocontemporáneo y mezclarle cosas de Be-la Bártok y de Gonzalo Rubalcaba. En-tonces estás viendo un muchacho de só-lo 16-18 años, tocando cosas increíbles apiano solo, creando cosas con la manoizquierda, creando patrones rítmicos.Eso nos ha pasado a todos, y ya nos da-mos cuenta que somos los que estamos ycon los que estamos tenemos que inten-tar seguir echando para adelante. Somosun gremio que nos ponemos a tocar to-dos para divertirnos: tocamos todos jun-tos, una porque somos socios, otra por-que nos damos cuenta que los que que-damos tenemos que unificarnos, en estecaso sí nos unifica el jazz concientemen-te, porque es la base donde te estás mo-

tica cubana, conciente y seria, que defien-da la música cubana, pero que al mismotiempo le ayude a tomar conciencia al jo-ven músico de las demás herramientas.

A pesar de defender tan fuertemente estasnecesidades, los jóvenes jazzistas no eludenasumir resultados provenientes de otros ámbi-tos como puede ser la tradición musical cuba-na, con frecuentes incursiones en la música po-pular bailable. Esto responde a una convic-ción: el interés de ser reconocidos comomúsicos que se pueden desdoblar hacia otrasáreas de la música cubana, sin renunciar a supertenencia a un gremio de músicos con intere-ses comunes hacia el jazz.

Harold López-Nussa: A mí me en-canta el jazz y yo trato de tocarlo lo me-jor posible, pero no me considero un jaz-zista. Soy músico y el jazz es una de lasfacetas que más me gusta, siento que esalgo a lo que me voy a dedicar de por vi-da, pero realmente me gustaría que mevieran como un músico. Yo he tenido lasuerte de haber trabajado con muchosmúsicos y espero seguir trabajando conmuchos más. Haciendo música bailable,otra cosa totalmente diferente, aprendesun millón de cosas que tú no conocescuando estás tocando por ejemplo jazzsolamente. He tocado pop- rock, conCarlos Varela, otra cosa también diferen-te. He tocado con Teresita García Catur-la, con Afro Cuban All Star, con Barbari-to Torres, el Buena Vista [Social Club].Este año estoy haciendo giras con Oma-ra Portuondo, que es música más tradi-cional, aunque ahora mismo lo que esta-mos haciendo no es tan tradicional, puesestá ligado con jazz, con música brasile-ña, y ahí estoy aprendiendo muchísimo.Por eso es que te digo que a mí realmen-te lo que me gusta es la música y cual-quier música que yo vea que tiene un va-lor, algo que aportar, que sea hecha con

«MARCAR LA

HAROLD LÓPEZ-NUSSA

Soy músico y el jazz esuna de las facetas quemás me gusta, sientoque es algo a lo que mevoy a dedicar de por vi-da, pero realmente megustaría que me vierancomo un músico.

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buscar algo nuevo, buscar una nueva so-noridad…

Dayramir González: Si nos pone-mos a cerrar el cerco y ver, los jóvenesjazzistas que estamos realmente hacien-do algo interesante de verdad, te dascuenta que estamos intentando avanzar.Oyes, por ejemplo, el disco de Vargas,Trapiche, y te das cuenta que hay un mú-sico que al menos se preocupa por echarpara adelante, que se está armando conunas armonías más orientales, más mo-dernas… Oyes entonces a Aldo López-Ga-vilán y te das cuenta que tiene una manerade coger temas como Campanero y a mi-tad de tema te das cuenta que ha pasadopor tantas elaboraciones motívicas, queeso viene de la misma formación clásica.Te das cuenta que sí, estamos avanzando,que el jazz no se ha detenido, creo que he-mos tenido la suerte de seguir evolucio-nando el jazz, que podemos darnos el pla-cer de decir que el trabajo que hizo [Ar-mando] Romeu, Chucho Valdés, EmilianoSalvador, Frank Emilio, Gonzalo Rubalca-ba, Ernán López-Nussa, Ramón Valle,creo que sí gracias a Dios las personas quevan a un teatro pueden sentirse contentasde decir «no vamos a oír más de lo mis-mo», ese día vamos a oír algo de verdadque puede ser muy chévere, muy bueno…

Eso tiene de parte y parte. Estamos encrisis, porque hay algo que se llama, pri-mero facilismo, hay otra cosa que se lla-ma dinero, hay otra cosa, que en el argotfarandulero se conoce como «canalita»,por donde supuestamente hay que regir-se, si no literalmente no puedes comer.Por ahí es por donde todo el mundo se es-tá rigiendo: la Charanga Habanera, AlainDaniel, los Ángeles de La Habana, sonagrupaciones que tienen muchos puntosen común, si oyes Bamboleo, oyes AzúcarNegra, te das cuenta cuando cambias aTania y pones a Ailin, que cantan súperbien, tienen muchos puntos en común,cambias a Constelación de la Habana o acualquier grupo de esos y es una copia dela Charanga Habanera, como ha pasadoen muchos grupos, y te das cuenta que síestamos en crisis. Es lo que pasó con loque dijo una vez hace poco Juan Formell:«¿por qué si una vez yo di un palazo conel Buey Cansa’o voy a mantenerme los 40años de vida que me quedan en la músicacon el mismo estilo porque fue una fór-mula que me dio resultado?» No, la ge-nialidad del músico está en pensar deque si el Buey Cansa’o me dio resultado,perfecto, vamos a buscar una fórmulanueva, vamos a salir entonces a la calle yver qué es lo que pasa: ¿qué está hacien-do Harold, qué está haciendo Aldo Ló-pez Gavilán, qué está haciendo Vargas,qué está haciendo Rolando Luna, quépuedo hacer yo? Porque cuando estamostodos, como pasó en el pasado Festivalde Jazz, que estamos todos a piano solotocando, uno atrás del otro, con un públi-

co súper exigente, entonces te dascuenta que tienes que ser una perso-

na distinta, o intentar preocupar-te por ser distinto, porque si

no te empiezas a repetir y elpúblico no te recibe de la

misma manera por-que está oyendo

más de lo mis-mo. Enton-ces tienes que

tener la capaci-dad de abrir los

ojos y ver a las perso-nas que te están rodean-

do, qué está haciendo cadauno, y qué puedo hacer yo con

mi técnica, con lo que tengo, conmis armas. CM

igual, pero sí hay mucha gente joven enlos conciertos de jazz y eso me llama laatención.

Es recurrente encontrar a los pianistas co-mo líderes de agrupaciones o formatos que ha-cen jazz. ¿Será por cuestiones de personalidad,será una casualidad que la mayoría sean pia-nistas, por la fortaleza de la formación acadé-mica a partir de que el piano es un instrumentobásico, líder por excelencia, o por la propiafunción del piano dentro del concepto jazzísti-co manejado por la mayoría de las formacio-nes cubanas, quizás permeadas de una tradi-ción danzonera-sonera donde el piano tieneuna función esencial?…

Harold López-Nussa: Yo creo queviene un poco de la idea que tiene uno delo que es el piano y sus posibilidades físi-cas. A veces tú no necesitas más nada queel piano, porque tienes el bajo, tienes laarmonía, tienes la melodía, tienes el rit-mo, es decir, es suficiente y no necesitasningún otro instrumento para tocar. Nodigo que con el saxofón no se pueda ha-cer, pero es un poco más difícil porque esun instrumento melódico. Yo creo que es-to es una de las cosas que le da más rele-vancia al piano y en la historia de la músi-ca ha sido así. Si miramos para atrás en eljazz siempre hay muchos más pianistasque han trascendido. Quizás debido alpropio papel que ha jugado el piano den-tro de la música cubana, donde era el en-cargado de llevar el montuno. Pensadoasí como música cubana el jazz, tambiénel piano juega un papel fundamental, des-de las formaciones de tríos que son lasclásicas (piano, bajo y batería), hasta nosé, cualquier formación. Con el piano sepueden hacer millones de cosas puescreo que si no el más, es uno de los instru-mentos más dotados que hay.

Dayramir González: Desgraciada-mente se ha dado un fenómeno que nosha afectado a todos, que es el éxodo demuchos de nuestros músicos. La idea esque desafortunadamente esta ida de losmúsicos hacia otros lugares, se ha dadomucho más en los instrumentos de vien-to que en el piano. Hace cinco años atrás,había un movimiento jazzístico que eramás completo: había pianistas, saxofo-nistas, trompetistas… Al pasar ese pro-blema, entonces tenemos a los pianistascasi como los que tenemos la responsabi-lidad de seguir echando pa’alante el mo-vimiento jazzístico, y no son problemaspolíticos ni nada, es problema de que decierta manera, aunque tenemos la suertede que educacionalmente se ha pensadomucho en el joven músico, hay muchascosas que nos faltan. Pasa primero quesomos un movimiento de jóvenes quenos reciclamos unos a otros, prestándo-nos los discos, prestándonos las mismasideas, nos recirculamos porque somoslos únicos que quedamos, aunque parez-ca muy grande, somos un grupo reduci-do de jóvenes.

En estos días en que se debate mucho acer-ca de las realidades de la música cubanaen todos los ámbitos que la componen,hemos escuchado criterios que refie-ren al jazz cubano (sobre todopensado en la creación másjoven) como producciónde avanzada que reú-ne algunos de loscriterios más só-lidos y trascen-dentes en la músicacubana contemporá-nea.

Harold López-Nussa:

Sí, definitivamente. Creo quelos músicos que hacen jazz quie-ren hacer algo con calidad y hacenun trabajo serio y eso es importante,

bien que cada cual tenga su oportunidadde grabar.

Dayramir González: Sin duda el Jo-jazz es una de las pocas cosas que se ha-cen por el joven jazzista cubano. Es unode los espacios que se tienen para mos-trar su parte compositiva, demostrar sumanera de pensar jazzística, demostrartodo lo que ha aprendido en la escuela,pero sin duda alguna te das cuenta quellegan muchos jóvenes jazzistas al Jojazz,que es una gran fiesta, pero muchos nollegan con el nivel que se tiene que llevara un concurso de jazz.

Es cierto que se ha ganado mucho en au-diencias a partir de la inserción de los jazzistasen otros discursos como el de la música popu-lar bailable u otros productos de trascenden-cia comercial mundial como pueden ser las se-cuelas del Buena Vista Social Club. Sin em-bargo, resulta curioso que este aumentocoincida con el hecho de que el público está re-cibiendo el discurso del jazz a través de vías di-versas, por ejemplo, para cerrar programas in-fantiles, o como fondo musical dentro de lasclases de Universidad para Todos. Es decir, es-tá llegando el jazz por canales que no son loscomunes y está creciendo su audiencia sobretodo para los jóvenes jazzistas…

Harold López-Nussa: Yo creo quees por todo ese movimiento y tanta gentehaciendo música, y es verdad que se le hadado un poco más de difusión. Al habertantos músicos jóvenes, tanta gente ha-ciendo jazz, se abren un poco más las ex-pectativas. De hecho, hay un público alque le gusta el jazz, no es la inmensa ma-yoría pero lo hay y lo ha habido toda la vi-da. Me llama la atención la cantidad degente joven, porque como quiera que seael jazz es una música que hay un pocoque conceptualizarla, pensarla, es másabstracta, no es como la música bailable,que es más espontánea y es riquísima

viendo. Cada cual tiene su manera depensar y creo que todos los puntos devista son válidos y mi manera de devol-ver el jazz no tiene por qué ser mi ver-dad absoluta.

Esta conciencia gremial se ha dado tam-bién por la participación en certámenes com-petitivos, como el Jojazz, que funcionan comopunto de validación de los jóvenes jazzistas,cuya cantera la nutren esencialmente estu-diantes de música, lo cual, a su vez enriquece elnivel que exige cada año.

Harold López-Nussa: Sin duda, con-cursos como el Jojazz han sido fomenta-ción de muchísimos músicos jóvenes, degente que quiere hacer algo. Pienso queha desarrollado la generación joven deljazz, aunque ha tenido, a mi entender, susaltas y sus bajas. Pero son muchos los quehan ganado, no sé, Yasek Manzano, Mai-kel González, trompetistas; Gastón [Jo-ya], bajo, un muchachito que es increíblecomo toca; [Alejandro] Vargas, en fin,mucha gente que sigue y eso los ha ayu-dado, porque siempre, un concurso, tenerun premio, aunque no te define la carreraes una experiencia y te da más ánimo pa-ra seguir. También te da la posibilidad decolocarte en un medio, en un circuito, lagente habla de ti, sabe que existes y te lla-ma. Por ejemplo, eso de hacer un disco alos premios del Jojazz es genial, y si se hi-ciera siempre fuera más genial todavía.Realmente se han hecho cosas y eso estábien, pues no es música que se venda tanfácil, que sea éxito total, pero eso está

DIFERENCIA»

DAYRAMIR GONZÁLEZ

Me interesa que me re-conozcan como músi-co. Es de lo que me hepreocupado siempre.

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COMO SIEMPRE, iniciamos estasección agradeciendo el interés, lasolidaridad y las sugerencias denuestros lectores. LA CALLE DEL ME-DIO se ha movido por varias institu-ciones estudiantiles de La Habanay planea llegar hasta la Universi-dad de Matanzas en los primerosdías de diciembre. Sabemos que

existe una famosa calle en la ciudad delos puentes que ostenta el nombre queelegimos; la profesora y amiga GladysCristina Rodríguez González la defineasí: «la calle del medio es el único lugarde Matanzas –incluida la provincia– quenadie no conoce; es efectivamente bohe-mia, representativa de la arquitecturaecléctica republicana, limitada por el ríoSan Juan y el mar. No es calle propia-mente para debate, su centro es el co-mercio y el deambular de los diversospersonajes de la nueva realidad social».Aunque no pensamos en ella a la horade nombrarnos, nos alegra esta coinci-dencia, y si su carácter no es propicio pa-ra el debate, sí lo es el de estas páginashomónimas. Queremos dejar constanciade las misivas enviadas por Vladimir Ro-dríguez González, Nelvin A. Reyes, Gon-zalo Morán, Pepe Rey Mena, René Le-yant Herrera, Susana Martín, AndrésMatos Alcántara, Manuel B., EnriquePérez González, Ernesto de la Torre, Ro-gelio Paris, Hédel Núñez Bolívar, Adria-na Miret Lliraldi, Yordanka, MadelayneMenéndez Torriente, Roberto MoralesBerroa, Yanelis Alfonso Salt, RCS, JorgeYasel Beltrán Miranda, Hilda CapdevilaAlonso, Jorge Fernández Crespo, Yu-naisy Santana, Kendra Vergara, M. Car-men Souto González, Carlos FernándezOcampo, ljpr, Andria Alonso, Carlos E.Pérez Heredia, Rodney Rodríguez, Jos-sie Pérez González, Heriberto González,José M. Golardy Alarcón, Ariel SánchezNavarro, Rosa Mayda Sosa, Luisa L.Ruiz, Alejandro Zamora Montes, IránArencibia Feria, Magalys C. Pérez More-no, Doctor O. Brito Sánchez, Arturo Ma-nuel Arias Sánchez, Nicolás Juan SilvaOchandía, Rolando Cáceres, Lic. DavidG. Gross y Bismaury Diago Díaz. Gra-cias a todos.

Cierto que últimamentecuando en el cine, la lite-ratura y el teatro, casi

nunca en la televisión, aparece untipo intransigente, moralizadorapabullante y «diz que» cumplidora rajatabla y sin desvío, de hasta elúltimo párrafo de las todas las dis-posiciones, normativas, reglamen-tos y etcéteras con que convivimos,se le da el tratamiento de pesa’o yhasta de ridículo y podría sin mie-do tratársele como extraterrestre,porque es sabido que el que más yel que menos, se ha montado a laguagua por la puerta indebida o al-guna vez ha pisado el césped. Creoque es a ese tipo de personaje y no

al revolucionario al que se le tilda de an-tipático o se le convierte en blanco deburlas, porque ser revolucionario no sig-nifica necesariamente ser un infaliblecarnaval de virtudes. Es probable que aquien se le está pasando la cuenta es aese héroe almidonado, siempre dispues-to al teque y a la consigna, que duranteaños nos han brindado los medios, estavez incluyendo a la televisión y comoejemplo podemos poner a pioneros co-mo salidos de un cartel de la Gran Gue-rra Patria, enfrentados a niños que porser los negativos, visten, se peinan y has-ta se paran como lo hace, en fin, el 98%de nuestros niños o a los adolescentes

tontamente buenos que moralizan aotros adolescentes tontamente maloscon discursos tontamente débiles. He-mos visto también a personajes que ac-túan y se expresan como si vivieran enotra galaxia y no tuvieran las mismas di-ficultades que el resto de los cubanos pa-ra reparar el techo de la casa, llenar lostanques de agua o conseguir una piezapara el viejo chevrolet, (a no ser que nolas tengan).

En mi opinión, en la Cuba de ahoramismo el héroe se parece más al Dimitride Polvo en el viento, al que la vida poneante disyuntivas y trampas en las quepuede hasta caer, pero finalmente pre-fiere avanzar por propio y lícito esfuer-zo. En Cuba el héroe cotidiano se en-frenta a problemas que le hacen ser in-conforme, se cuestiona cosas, se sale delguión, pero opta por incorporarse conbríos a la buena causa de todos. El cuba-no en general sigue estando por mayoríaapegado a la virtud. Remitiéndonos denuevo a Polvo en el viento, también secomenta en la calle con disgusto (no conla novela, sino con el personaje) que Mó-nica robó a manos llenas y salió ilesa delpercance. La gente sabe que el tramposoy el ladrón, perjudican a todos por igual.El robo y la «vista gorda» no están en elinventario de nuestras aspiraciones co-mo pueblo, pero cuando avanza este ti-po de fenómeno, cuando al ladrón se leempieza a identificar como «luchador»,cuando el que combate a ultranza caemal, es el pesa’o, entonces hay que irmucho más profundo, tanto, que no sepuede ni enunciar en un espacio tan re-ducido como este.

Nuestra máxima aspiración comopueblo, es sin dudas la virtud. Las difi-cultades por las que atravesamos no de-ben ser la justificación para que perda-mos como sociedad la brújula de losbuenos caminos. Pero tal como en la vi-da real, el héroe de ficción tiene que ate-rrizar, de no ser así, aparece como con-traparte un héroe derrotista, desmotiva-do y descreído. Tengamos en cuenta queel héroe de la zafra a veces bebe más dela cuenta, el dirigente destacado a vecesno atiende a sus hijos, el funcionario lecompra un maní al vendedor sin licen-cia, porque también en la vida real, parahacer ejercicios de virtud están muy difí-ciles las matrículas en los gimnasios dela pureza inmaculada.

SALVADOR F. MORALES

En mi opinión la sociedad cu-bana necesita una revolucióndentro de la Revolución, darle

un vuelco al desinterés, a la vagancia y ala filosofía del que «lucha y no coge lu-cha», entre tantas cosas que descansan ohallan su pretexto en los problemas ynecesidades que padecemos por causasharto conocidas. En un imperativo recu-perar el entusiasmo y fervor revolucio-narios de décadas pasadas y no bastanlas consignas ni los spots que pasan porla TV, ni los tres minutos de Este Día nilos episodios re-retransmitidos…

Los seriales extranjeros son critica-dos por lo que enseñan o no. Si House

su justo sentido, hurgando en las más re-cónditas causas sociales de cada fenóme-no. Y tendrá que ser así hasta tanto la so-ciedad que queremos construir sea másinclusiva y pueda desde su estrato eco-nómico-social dar cabida a todos. Luegode superada dicha etapa, en la que nopodremos juzgar o culpar a la sociedad,quizá lo maniqueo y el blanco y negrotengan cabidas; y las lecturas cerradasde los fenómenos sociales se justifiquen.Mientras los esfuerzos de inclusiones sequeden en el plano de las ideas seránmuchos los afortunados, entre los queme incluyo junto a la mayoría de los queopinan en esta publicación, que com-prenderán al detalle la realidad y podránabstenerse o no de los fetiches que creael mercado, la modernidad y la globali-zación. Queda el debate abierto para losque, por ponerles un nombre, llamo «noafortunados»: ¿los condenaremos desdeya por su inadaptación?

RCS

Hablar de paradigmas a estaaltura del partido es como es-tar en el noveno ininng, empa-

tado el juego a una carrera, hombre ensegunda con dos out y el bateador entres bolas y dos strikes. Una situaciónbien difícil. Entonces encontramos a ungrupo de teóricos, pongamos que el lan-zador, empeñados en confirmar la pér-dida de los paradigmas y tu, bateador entres y dos, sin saber a ciencia cierta si loque viene es una recta o una curva. Enese minuto decisivo es en el que me sien-to cuando me disparan la pregunta:¿existen en Cuba paradigmas socialesperecederos o la metamorfosis hace delas suyas?

En buen romance criollo, ni el médicochino tiene la verdad aplastante que todosbuscamos sobre ese tema. Ahora, si tuvie-ra que confirmar cual es mi paradigma derevolucionario: aseguraría que mi padre,llamémosle Ramón. ¿Su descripción? Re-volucionario a ultranza pero inteligentepara desterrar de su caja de ideas el esque-matismo; humano por encima de todo;consecuente; firme pero a la vez flexible;el militante del Partido que en los mo-mentos más duros del período especial,cogía su vieja bicicleta soviética –ganadaen un Forum de innovadores– y salía alcampo a conseguir alimentos para sus hi-jos, pero seguía creyendo en la Revolu-ción, aún cuando la escasez era agobiante.

Ese es el padre que quiero ser, el hé-roe a imitar, que es lo mismo el revolu-cionario que anhelo llegar a formarme,en parte el Sergio de la novela, en parteJosé, quizás resultado de la dialécticasincera que debe implicar –no siemprese logra– ser cubano.

Porque así es Cuba –y particular-mente es lo que más me gusta de esta ín-

es un médico cínico e intratable y cues-tionable desde lo ético, qué decir enton-ces de Mónica y Leo en Polvo en el vien-to, un barman expulsado que sigue su«lucha» con un almendrón que se com-pró y la mujer que, a costa de todo, se ha-ce de un mejor puesto en la tienda don-de trabaja y se vende por una casa en lacapital.

Sigo diariamente el acontecer de mipaís desde todos los ángulos y realmenteme atemoriza lo que oigo, lo que veo, sa-ber lo que piensan y hacen los de mi ge-neración, los que no luchamos ni sufri-mos la humillación, represión, discrimi-nación; los que viven comparando cómoera antes y ahora, cómo es allá y aquí sindarse cuenta que antes es historia y alláun error, el caos. Es lógico que así pasecuando la memoria histórica deja de sercontada o pierde efectividad en el proce-so por la repetición obstinada de los me-dios de comunicación. Ese es el trabajode la TV Cubana. El reto es enorme perose achica ante la trascendencia de lo quehemos hecho con errores, con aciertos, amedias o de más. Lo que sí sabemos esque somos rebeldes, lo que no debemoses perder el rumbo.

RAFAEL SUÁREZSantiago de Cuba

Sergio para nada puede o debehomologarse a uno de esos ra-dicales del setenta, pero en él

queda una intransigencia que sí es homo-logable. Pero para nada quiero centrarmeen Sergio pues tengo la convicción de queno es «el malo de la película».

Esa categoría se la llevan Leo y Mó-nica. Los vividores, los luchadores; perotambién los que no tienen casa propia yviven de alquiler en alquiler. Los que deuna forma velada o no saquean el bienpúblico (a veces no tan público), los queprovienen de un barrio marginal o pue-blo del interior. Y es que hacer, construiruna sociedad que sea inclusiva es muydifícil y no obstante se lo proponga,siempre será dentro de los paradigmasque estipulen sus fundamentos políticose ideológicos. Así que no sería justo juz-gar a estos «malos de la película» a prio-ri, sólo por estar articulándose en unárea fuera de los presupuestos políticos-sociales que defendemos. Eso sería muysencillo pero muy seudorevolucionarioy nos conlleva a la pregunta del millón:¿por qué no hemos logrado integrar aestos dos personajes? Y de esta preguntase desgajan otro millón de ellas empe-zando por la recurrente: ¿a quién culparpor la creación de estos dos malos de lapelícula? Claro que no pretendo señalara Silvio por medio de ninguna retórica,pues si hay algo que hizo bien este escri-tor fue crear personajes verosímiles, nimuy malos ni muy buenos y todo lo con-tradictorios que permite la actualidad.

Los revolucionarios de hoy, que di-cho sea de paso no creo que sean másque los de los setenta, pero sí mejores,no se dejan hechizar ni por la «intransi-gencia» de Sergio ni por la «lucha» deLeo y Mónica. Los revolucionarios dehoy, los verdaderos, juzgan cada cosa en

LOS LECTORES

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zás; son héroes de carne y huesos que aveces también se equivocan, como le su-cediera al propio Michel, autor de unagrave indisciplina por la que debió cum-plir una sanción deportiva. Él lo recono-ce con valentía en la entrevista. Por esolo admiro ahora más: ya sé que ademásde un extraclase en el terreno de pelota,es un hombre valiente, que sabe recha-zar la indignidad de vender su talento yla tentación de no reconocer sus errores.

ORESTES PEREIRA

Hola, mi novia y yo noshemos convertido en fie-les seguidores de sus pá-

ginas, desde que por primera vezcayó en nuestras manos un ejem-plar de la Calle del medio; prontose ganaron nuestra confianza, res-peto y admiración. Por lo que qui-siéramos felicitar al equipo res-ponsable de la elaboración de esta

revista, la más democrática, podría decir,de toda la prensa cubana.

Quienes les hablamos somos una pa-reja que disfrutamos juntos de esta nue-va manifestación que combina la crea-ción artística audio visual con tecnologí-as informáticas, pero que a su vez ha sidomuy repudiada en nuestro país, bien porignorancia o por desinformación, tal co-mo lo fueron otra manifestaciones del ar-te, como por ejemplo «el cine» en sus ini-cios. Para nosotros constituyen el 8vo arte,pues combinan todas las manifestacio-nes existentes y le suma la interactividad,

Mi opinión como lectora va lógica-mente dirigida al debate de la música cu-bana.

Pertenecemos a este mundo y no es-tamos exentos de la influencia de las mo-das. La música con melodías reiterativassiempre ha sido una buena opción parael publico bailador, ahí tenemos el casodel cha, cha, cha, el mambo, el juanito, lalambada, entre otros, lo que verdadera-mente las letras nunca fueron tan vulga-res y explícitas como muchas de las ac-tuales. Toca a las instituciones crear lavía para que los diferentes géneros ten-gan un espacio donde proyectarse, noexisten muchas opciones y a precios ase-quibles para el que quiera escuchar unabuena música, a no ser los días que se re-alizan concierto en los teatros, la vidanocturna está limitada a tres, cuatro sa-las de baile, muy caras por cierto, a lasque la juventud no tiene acceso, enton-ces los adolescentes inquietos y deseo-sos de relacionarse y conocer gente nue-va no tiene de otra que ir a las fiestas ca-llejeras donde pone la música cualquieraque tenga equipos. Los artistas callejerosdistribuyen su música entre los que ha-cen fiestas y la llevan a los diferentescentros nocturnos. ¿Acaso las institucio-nes tienen la misma capacidad para dis-tribuir en los diferentes lugares las últi-mas producciones discográficas y audio-visuales de nuestras agrupaciones ysolistas? Entonces, ¿de que manera va-mos a combatir lo que consideramos noes lo mejor para el consumo de nuestrapoblación si somos incapaces de crearuna estrategia de difusión a la par de laque tienen ellos con sus escasos recur-sos?. La radio y la televisión no son losúnicos medios de difusión con que con-tamos, hay que hacer hincapié en losotros y esto no quiere decir que se dejede poner el reguetón, porque es una co-rriente que gusta y un ritmo que parabailar es muy divertido, lo que hace faltaes lograr el equilibrio y mantener actua-lizado el catálogo musical de todos loslugares. Según la variedad que se pro-mueva el público tendrá la posibilidadde ir escogiendo y descartando.

INDIRA

Suelo pasar a menudopor el Parque Central deLa Habana y a veces me

detengo a escuchar las opinionesde los fanáticos del deporte queallí se reúnen. Por lo general nohablo, porque a pesar de que dis-fruto los triunfos y sufro las derro-tas de mi equipo Industriales, nosoy exactamente un conocedorque domine las estadísticas del jue-go y siga paso a paso el rendimien-to de cada jugador. Esta vez, sinembargo, me sentí obligado a in-tervenir en la discusión; unos afi-cionados ponían en duda la auten-ticidad de la nota recibida por elexcelente tercera base del equipoCuba Michel Enríquez, basados enun argumento insólito: todas laspersonas tienen un precio, y está

bien que así sea. Siempre he pensadoque solo los ladrones creen que todoslos seres humanos lo son o pueden serlosi encuentran las condiciones propicias.Y solo los que tienen precio, creen queen la vida todo está en venta. No ha sidosolo Michel. Omar Linares, Kindelán, yuna larga lista de excelentes peloteros,han rechazado ofertas millonarias pararegresar a la patria y vivir con dignidad.Son hombres comunes, nada perfectos,porque la perfección no existe, es ape-nas un ideal inalcanzable, por suerte qui-

sula– un mar de gente con opiniones queforman el día a día y lo más lindo es quetodos defendemos con tanta pasión loque pensamos que en ello radica el mis-terio de lo cubano.

Por eso es que en tres y dos…, noquiero poncharme, quiero ser el para-digma de pelotero jonronero. ¿Lograréserlo o tocaré la bola? Solo el asumir unapostura y ser consecuente con ella, de-mostrará a la postre si el que buscabaera a Sergio, a José o una mezcla de lomejor de ellos: Ramón.

JULIÁN ALONSO

Quisiera agradecer el ar-tículo sobre Omara, labuena música cubana de-

be ser parte de nuestro bregar yhay muchísimas cosas que nosidentifican que no deberíamosperder o al menos hacer el intentopor conservarlas. Soy instructorade teatro y admito que me cuestatrabajo transmitir mis conceptos alos niños porque son contados conlos dedos de las manos los que ma-nifiestan interesarse por la músicainfantil o por las actividades pro-

piamente para niños. Esto no es un se-creto para nadie y tampoco estoy descu-briendo el agua caliente, como se dice,pero lo cierto es que es una realidad, quedesgraciadamente está y al menos a míme golpea grandemente. No me estoyhaciendo «la culturosa» pero esto memolesta, tengo 21 años y voy a fiestas, oi-go reguetón, más menos me visto a lamoda; pero también voy a teatros, bailosalsa, escucho a Silvio, leo poesía, ¿no esesto normal? Lo más difícil de entenderes que los mismos adultos son los queinculcan esto en los niños, cierta vez tuveque soportar que en la escuela donde la-boro me dijeran que el CD de músicaChiquilín (hecho muy inteligentemente,gracias a la colaboración de varios músi-cos cubanos rescatando parte de la mú-sica hecha para niños) era aburrido, quesi no había otra música. Me alarmé real-mente y acudí al simpático personaje deEstelbina: ¿cómo quedo yo?

YOAMARIS NEPTUNO DOMÍNGUEZ

Les agradezco de todo corazónel que le hayan dedicado unespacio de su publicación a

quien ha puesto tan en grande el nom-bre de la Cultura Cubana y tanta Gloriaha dado a nuestro país, a mi queridaOmara Portuondo. Me pareció un justohomenaje a esa gran mujer. Pudimos co-nocer un poco mas de la Novia del Fi-ling. Omara es de los pocos artistas queatraen tanto público de diversas edades,ella lo sabe hacer. La admiro por su sen-cillez ya que nunca olvida a las que laacompañaron en otros tiempos y fueronsus hermanas (Elena y Moraima), en ca-da concierto que la veo las recuerda y lasmenciona con gran ternura, eres únicaOmara. Si hay que darle Gracias a la Vi-da es por que tú existes y eres cubana.

AMAURYS ECHEVARRIA RUIZ.

Estoy muy feliz de poder disfru-tar de una publicación, aunquesea mensual, con un lenguaje

tan dinámico y cercano a la población co-mo LA CALLE DEL MEDIO. Soy una apasiona-da de la música y los músicos, en el mejorsentido de la palabra, tengo el placer decontar con la amistad de muchos de ellosdebido a mi trabajo como realizadora yproductora, muy buena la entrevista deOmara, ella es uno de los personajes másadorables con el cual podemos contardentro del panorama musical cubano.

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donde el «supuesto espectador» pasa deuna categoría «pasiva», a ser protagonis-ta de la obra. Existen títulos buenos ymalos, algunos más educativos que otros,hay muchos cargados de verdadera «ba-sura», tal cual muchas películas produci-das en Hollywood que promueven elegoísmo, la violencia, el racismo y otrascategorías que se alejan de la verdaderaesencia humana. Pero también existen tí-tulos que trascienden, que educan y des-arrollan la imaginación, el intelecto y elpensamiento de los «espectadores acti-vos». Pensamos que existen numerososmitos y tabúes alrededor de este tema, locual ha limitado la difusión de los juegoselectrónicos en nuestro país. El descono-cimiento y la poca información al respec-to lo han estigmatizado.

Considero muy acertada la propues-ta de Vince, sobre la creación de video-juegos nacionales, que respondan a losintereses de nuestra sociedad, incluso sepudiera hacer una encuesta y les asegu-raría que la mayoría de los jóvenes y chi-cos cubanos (también adultos), utilizaneste medio como forma de entreteni-miento y a la vez de obtener conocimien-tos; creo además que es tarea de nuestrasociedad, el poder guiarnos y educarnosen ello, ignorarlo no es una solución.

Tanto mi novia como yo cursamos el5to año de universidad, en mi caso psico-logía y ella comunicación social, y nosinteresa mucho participar en investiga-ciones vinculadas a este tema

DAGGOTH & KERRIGAN

VIDEOJUEGO DEMUESTRA

QUE EL CRIMEN SÍ PAGA

PEDRO FELIPE RODRÍGUEZ S. REDACCIÓN TECNOLOGÍA

EL TIEMPO (COLOMBIA)Grand Theft Auto iv, uno de los títu-los más violentos del mercado, su-peró todos los records en ventas.

La cuarta versión del polémico video-juego Grand Theft Auto, un título en elque el personaje principal trafica condrogas, dispara a policías y maltrata aprostitutas, se convirtió en el juegomás vendido de la historia al recaudar500 millones de dólares en su primerasemana en el mercado.

La empresa Take-Two, creadora deltítulo, se quedó corta en sus expectati-vas, pese a que estas ya eran optimistas:esperaba vender 400 millones de dóla-res en ese lapso de tiempo. El récord enventas lo ostentaba Halo 3, de Micro-soft, que durante su primera semanavendió más de 300 millones de dólares.

«Las ventas de Grand Theft Auto ivlo convierten en el más grande lanza-miento en la industria del entreteni-miento interactivo; creemos que estosresultados sobrepasan los de cualquierlanzamiento de las industrias de la mú-sica o el cine hasta la fecha», le dijo

Strauss Zelnick, presidente de Take-Two, a la publicación de juegos Games-pot.com.

Según el diario El Mundo de Espa-ña, la película ‘El Retorno del rey’, quecerró la trilogía de ‘El señor de los ani-llos’ (la segunda película más taquillerade la historia) recaudó 246 millones dedólares en los cinco primeros días deexhibición en 28 países, la mitad queGrand Theft Auto iv.

Take-Two reportó que los consumi-dores adquirieron más de seis millonesde copias durante la primera semana, yafirma que al menos la mitad de lasventas se realizaron en el primer díadel juego en las tiendas.

Los analistas opinan que las ventasdel Grand Theft Auto ivpodrían inclu-so alterar el mercado de las consolasde videojuegos en el mundo.

Según el periódico español El País,su éxito podría impulsar a los usuariosa comprar más consolas Xbox 360 deMicrosoft o PlayStation 3 de Sony, lascuales están dirigidas a los amantes delos videojuegos; estos equipos fueroneclipsados en el último año por el éxitode la consola Wii de Nintendo, dirigidaa un público más amplio.

ENVIADO POR DESIDERIO NAVARRO

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YAMIR PELLEGRINO

HOY TOCAREMOS en nuestro relato auna fruta olvidada prácticamente ennuestras mesas y algo mal interpretadaen la cocina del cubano: la granada, puesademás de saludable y deliciosa, ayuda amantener nuestro organismo en magnifi-co estado.

La granada es una fruta originaria delos países del Este de Europa y del Orien-te, su origen está ligado a la zona de losBalcanes específicamente, es el fruto delgranado, árbol que puede llegar a alcan-zar cuatro metros de altura, y como de-coración es bien llamativo, y luce suscolores en muchos patios cubanos,así como en parajes más boscosos.

Sus propiedades son tales queen la Antigüedad fue consideradaun símbolo de fertilidad y vida, ade-más de poseer un fruto muy suge-rente y asociativo con la sensuali-dad por el color, la forma y las semi-llas o pepitas, que están dispuestasde manera muy poco usual.

La granada posee usos muy varia-dos, debido fundamentalmente a su ba-jo valor calórico y su escaso contenido dehidratos de carbono, lo que la conviertenen ideal para las dietas de adelgazamien-to, y es que 100 gramos de granada apor-tan 31,8 calorías. Luego se consume comofruta y puede utilizarse en la confecciónde ensaladas, en carnes, pescados y hastapara hacer mermelada; eso sin tocar susbeneficios al consumirla:

• Es rica en vitaminas C y B2, minera-les y antioxidantes

• Reduce el colesterol• Previene los problemas cardíacos• Colabora en el tratamiento de la

anemia• Mejora los problemas gastrointesti-

nales• Combate la arteriosclerosis• Elimina los parásitos intestinales

(sus semillas principalmente)• Puede llegar a ser efectiva en la lu-

cha contra ciertos tipos de cáncerTodo esto sin mencionar que el licor

que se produce con ella, es el mundial-mente conocido y muy demandado «gra-nadina», apetecido sobre todo en su ver-sión roja, muy utilizada en la cocteleríacubana y mundial, y es que esta noble fru-ta, quizás subestimada y un tanto olvida-da en Cuba, se gana por derecho propioun lugar en nuestra mesa… CM

NOMINADO YAMIR PELLEGRINO APREMIO MUNDIALNuestro colaborador YamirPellegrino, Director de Ali-mentos y Bebidas del HotelHabana Libre Trip, diploma-do en Dirección Hotelera yMaster de Vinos Clase A dela Universidad londinense

Wine & Spirit Education Trust, fue el úni-co latinoamericano nominado en 2008para el Premio Nobel Gourmand de lite-ratura gastronómica, el GourmandWorld Cookbooks & Wines BooksAward, entregado durante la pasada Fe-

LA CALLEDEL MEDIO

director

enrique ubieta gómez

diseño

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zardoyas

rnps: 0583PUBLICACIÓN CULTURAL DE PRENSA LATINA

fotografías

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javier abreu garcía

carmen souto

NOVIEMBRE2008

NÚMERO

07

LA CALLEDEL MEDIO

VA

RIA

DO

S

16

EL SECRETO DE LA BUENA MESA

· m o d o d e p r e p a r a c i ó n ·

Se saltea el ajo y la cebolla, en el aceite o la mantequilla según sea el caso, se leagrega la albahaca al Puré de Tomate ya hecho, en el caso del 2do también se aña-de la cascara de naranja y el ají (este hecho puré), se le agrega el caldo de pollo y sedeja cocinar a fuego lento por una hora, luego se bate todo y se cuela para evitarpedazos de desechos, se pone a la candela nuevamente y se le extrae la espumaque surge propia de la cocción, en el caso del 2do plato se le agrega el yogurt, la saly la pimienta al gusto, y en el 2do plato antes de servir se le vierte encima los cos-trones de pan tostados…

NOVIEMBRE, 2008

ria del Libro de Frankfurt. Pellegrino esautor de los libros Mi Pasión Gourmet,Premio al Mejor Libro de Gastronomíapara Profesionales del Mundo en el2005 (11na Edición del Concurso Gour-mand World Cookbook Awards, KualaLumpur, Malasia, 2006) y de Conocien-do el Vino, Premio al Mejor Libro delMundo de Vinos para la Educación en

el 2006 (12va Edición del ConcursoGourmand World Cookbook Awards,Beijing, China, 2007). Pellegrino, incan-sable en su deseo de superación, culmi-nó sus estudios de Derecho en la Uni-versidad de La Habana (mientras tra-bajaba en sus labores de maitre decocina) y cursa actualmente la Licencia-tura en Estudios Socio Culturales.

colaboradores

a.a.g.

santiago alba rico

marilyn bobes

amilkar pérez riverol

reinaldo cedeño pineda

pedro de la hoz

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calle 21 no. 406, vedado, la habana,

cuba. cp 10400.

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A cargo de CARMEN SOUTO, AILER PÉREZ, YANIRA MARTÍNEZ E ISABEL SOUTO

PROPUESTASMUSICALES

TEMA: SI ME QUIERES CONOCERAUTOR: ANGEL BONNE INTÉRPRETE: PUPY Y LOS QUE SON SONCD Tranquilo que yo controloEGREM, 2008

TEMA: EL ESPEJOAUTORES: ALEXEY «EL TIPO ESTE» RODRÍGUEZ

Y MAGIA LÓPEZINTÉRPRETE: MAGIACD Respuestas. Compilación de Raperas CubanasAsere Producciones, 2007

TEMA: CHACA CHACA EN LA AZOTEAAUTOR: OSAMU MENÉNDEZ SANTANAINTÉRPRETE: OSAMU Y SU GRUPOCD Rock con saborEGREM, 2008

TEMA: PARTIENDO LA HABANAAUTOR: SERGIO DAVID CALZADO, YOANDRIS

(BABY LORES) Y RAMÓN LAVADO (EL CHACAL)INTÉRPRETE: CHARANGA HABANERA,

BABY LORES & EL CHACALSencillo de producción independiente, 2008

TEMA: CHOTEOAUTORES: PABLO MILANÉS Y CHUCHO VALDÉS INTÉRPRETE: PABLO MILANÉS Y CHUCHO VALDÉSCD Más allá de todoPM Records/Comanche Productions S.R.L, 2007

CD TRAPICHEINTÉRPRETE: ALEJANDRO VARGAS

Y SU ORIENT QUARTETProducciones Colibrí, 2007

DIS

CO

ESPACIOPEÑAS DEL BALNEARIO UNIVERSITARIO (1ra y 42, Miramar), todos los sábados del mes, 8:00 p.m.

TEMA: SEÑALESINTÉRPRETE: M ALFONSOCD SeñalesDIR.: X ALFONSO

VIDEO CLIP

TE

MA

S

CREMA DE TOMATE

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crema

tomate

· i n g r e d i e n t e s ·

· 6 tomates medianos de cocina pelados

y sin semillas (hacer puré)

· 1 cebolla grande

· 1 diente de ajo

· ½ taza de grande de aceite vegetal

· albahaca a gusto

· 1 taza grande de caldo de pollo

· sal a gusto

crema

de tomate blix

· i n g r e d i e n t e s ·

· 6 tomates medianos de cocina pelados

y sin semillas (hacer puré)

· 1 cebolla grande

· 1 diente de ajo

· ½ mantequilla barra

· ½ pimiento rojo mediano cocido

y semilla

· albahaca al gusto

· 1 taza grande de calado de pollo

· ¼ corteza de naranja

· 1 cucharada grande

de yogurt natural

· pan picado en cubitos pequeños

bien tostados (varios costrones)