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1LUCES Y SOMBRAS DE LA SOFISTICA

La sofistica es probablemente el movimiento intelectual que hatenido peor prensa a 10 largo de la historia. Las palabras sofista,sofisma, sofisteria, razonamiento sofistico tienen hasta hoy una claraconnotacion peyorativa. Y 10que es pear, los pocos datos que nosllegan desde la antigliedad parecen coilfirmar estos prejuicios.

De acuerdo con la vision tradicional, los sofistas fueron unos in-dignos maestros de retorica que se haefan pagar grandes sumas dedinero a cambio de ensenar trampas logicas. Seglm esta imagen, 10que habia detras de esa actividad no era solamente una total faltade escnipulos sino tambien un escepticismo sin fondo: como no te-nemos manera de saber 10que es verdadero y 10que es falso, 10quees bueno y 10que es malo, 10que esjusto y 10que es injusto, el pro-grama de vida mas racional que podemos adoptar consiste en ex-plotar la perplejidad <yena en beneficio propio.

Esta leyenda negra es antigua y cuenta con abogados cele-bres. Cuando intentamos descubrir quienes la pus~eron en mar-cha, nos topamos con figuras de la talla de Platon y:de Aristote-les. Sin embargo, esta no es una razon suficiente para aceptarlasin discusion. Platon y Aristoteles ~~eron filosofos admirables,pero son bastante poco confiables comb historiadores del pen-samiento. La defensa de sus propias ideas los condujo con fre-cuencia a ser injustos con los dichos y escritos de 10s autoresque los precedieron. No solo tenian tendencia a deformar lasideas ajenas, sino tambien a presentarlas del modo que mas fa-cilitara su refutacion.

Esto es exactamente 10 que ocurre en el caso de los sofistas. Pe-

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se a todo 10 malo que se ha dicho de ellos, no hay verdaderas ra-zones para presentarlos como una mancha en la historia del pen-samiento. Mas aun, hay argumentos considerablemente solidoscomo para pensar que son merecedores de nuestra gratitud inte-lectual. Solo que, si queremos ver las cosas de este modo, tene-mos que alejarnos de las interpretaciones tradicionales y adoptar10 que puede ser Hamado una "interpretacion politica de la sofis-tica". Segun esta perspectiva, 105sofistas no deben ser considera-dos unos simples mercaderes del relativismo, sino los primerosteoricos de la politica democritica. Mas en particular, la interpre-tacion politica propone ver a los sofistas como los primeros inte-lectuales en haber comprendido que, con la aparicion de las ins-tituciones politicas, habia nacido una nueva forma de interaccionentre los hombres.

no son siempre claros. Por ejemplo, no es sencillo saber en cualde las dos debe ser ubicado Gorgias.

Estas complc;jidades no nos impiden, sin embargo, identificaruna serie de rasgos que caracterizan al conjunto del movimiento.El primero es el origen extranjero de la mayor parte de sus miem-bros. Si bien los sofistas confluyeron en Atenas a partir de media-dos del siglo V antes de Cristo, casi ninguno de ellos era atenien-se. Protagoras habia llegado de una ciudad Hamada Abdera.Gorgias venia de Leontinos, en Sicilia, y fue uno de Jos instigado-res de una desastrosa invasion a la isla que llevo ala derrota deAtenas en la Guerra del Peloponeso. Prodico era de Ceos, Hipiasera de Elide y asi sucesivamente.

Este comun origen extranjero implicaba que, aunque resi-dieran en Atenas durante perfodos relativamente prolongados,los sofistas carecfan de los derechos tfpicos de los ciudadanosatenienses. No podian votar en la asamblea ni ocupar ningunode los cargos publicos que se distribuian por sorteo. Sin embar-go, esto no alcanzaba para excluirlos totalmente de la vida poH-tica porque -segundo rasgo compartido- casi todos ellos ha-bfan llegado a Atenas como embajadores de sus respectivasciudades de origen. Esta posicion les daba derecho a hablar enla asamblea cuando se trataban temas de 10 que hoy llamarfa-mos "politica exterior", al tiempo que los obligaba a estar enpermanente contacto con los principales dirigentes politicos ycon los lideres de opinion.

Pero la visibilidad publica de los sofistas no se debfa tanto a sulabor diplomatica como a su condicion de maestros de retorica,es decir, de expertos en aquellas habilidades argumentativas quepermitian tener exito en la asamblea y en los tribunales de justi-cia. El mas importante de sus rasgos distintivos erajustamente es-ta comun profesion pedagogica. Mas aun, los sofistas fueron losP!~IIleros maestros en hacerse pagar por sus lecciones. Los fi16so-fos que habian surgido en el periodo anterior, como Tales, Hera.-clito 0 Parmenides, habian difundido su sabiduria sin reclamarninguna retribucion. Los sofistas, en cambio, exigian un pagopor el conocimiento que ofrecfan, 10 que en rigor los convierteen los primeros profesionales de la ensenanza.

Los sofistas no se dejan retratar en familia con facilidad, y esoal menos por dos razones. La primera es que, si bien estamosacostumbrados a hablar de la soffstica, en realidad nunca hubouna escuela que respondiera a este nombre. Mas bien se tratabade un conjunto de individualidades que se movfan independien-temente unas de otras, seguidas por grupos de discfpulos que serenovaban todo el tiempo. La malevola descripcion que hace Pla-ton al comienzo de su dialogo Protagoras es correcta en 10 esen-cial: un sofista era d y sus disdpulos, Yel impacto de su pie.dicase debia ante todo ala fuerza de su personalidad. .

La otra razon que dificulta el retrato de grupo es que l1.0'hu-bo una soffstica sino dos. La primera generacion (cuyas figurasmas prominentes fueron Protigoras e Hipias) no solo se distin-gue cronologicamente de la segunda (integrada entre otros porAntifonte, Trasimaco, Critias y Calicles), sino tambien por unprof undo cambio de actitud: el optimismo ilustrado de la prime-ra dio lugar al pesimismo y al irracionalismo que estan en el ori-gen de la 1eyenda negra. Para peor, y pese alas gran des diferen-cias que hay entre ambas, los limites entre una y otra generacion

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Este carclcter de profesores remunerados esta en el origen deldesprecio que sintieron por ellos S6crates y Platon. Y fueron Iascrfticas de estos filosofos Ias que pusieron en marcha Ia leyendadel sofista como mercader de falsos saberes, es dccir, como un in-dividuo que se ofrecia a ensenar una serie de trampas argumen-tativas a cambia de una suma de dinero. Hay una historia a pro-p6sito de Protagoras que parece confirmar esta version:aparentemente, unjoven Hamada Eulato Ie pidio que Ie ensena-ra todo 10 necesario para tener exito en Ios tribunales de justicia.Ambos acordaron que el curso no tendria un precio ~jo sino queel alumna entregaria a su maestro la suma que ganara en el pri-mer caso. Pero luego de finalizadas las lecciones, Eulato dejo pa-sar el tiempo sin iniciar ningun proceso, de modo que fue el pro-pia Protagoras quien 10 llev6 ante Ios tribunales. "Si yo gano estejuicio -dUo Protagoras alas jueces- Eulato tendra que pagarmeporque habre ganado. Y si el gana tambien tendra que pagarme,porque eso fue 10 que acordamos al empezar las lecciones".

Si bien estas historias pueden ser divertidas, hay en ellas algaque no funciona. Los sofistas surgieron en la epoca de oro de laAtenas imperial y democratica. Una figura como Protagoras eracontemporanea de Pericles, Herodoto y Tucidides, de Sofocles yde Euripides, de los fil6sofos Anaxagoras y Zenon, del escultar Fi-dias (creador del Partenon) y deljoven S6crates. Si hubieran sidounos simples mercaderes de trampas judiciales, diffcilmente hubie-ran conseguido hacerse notal' entre tanta gente brillante. Y aun-que hubieran querido hacerse pagar por sus lecciones, es muy po-co probable que hubieran encontrado a alguien 10 bastanteingenuo como para hacerlo. Sin embargo, sabemos que Ios sofistasno solo encontraban clientes sino que~g~~~<l.n h<icerse Pa.gClr:mu-cho dinero. Esto hace pensar que el conocimiento que ofrecianera considerado valioso par los atenienses de su tiempo. Y tambiensabemos que, lejos de ser unos personajes marginales, los sofistascons~gu!an introducirse en los drculos mas selectos de la sociedadateniense. Protagoras, por ejemplo, era hombre de consulta de Pe-~cle~, que fueel polftico mas brillante de su epoca. Y las cr6nicascuentan que, cuando los atenienses decidieron fundar Ia coloniade Turios, en 10 que hayes Italia, y se propusieron darle una cons-

titucion que Euera un modelo de perJecci6n dcmocralica, Ie pidi<:·ran al propio Protagoras que redactara el texto.

Esta combinaci6n de datos sugiere que, 0 bien los atenienscseran lll10S incautos que se dejaban engailar pOl' una banda de cs-tafadores, 0 bien Ios sofistas eran alga diferente de 10 que nos di-ce la leyenda negra. En principia pudo ocurrir cualquiera de lasdos cosas pero, como norma general, conviene ser esceptico res-pecto de aquellas interpretaciones que solo pueden ser verdade-ras bajo la condici6n de que mucha gente actue tontamente du-rante mucho tiempo. Par eso vale la pena bus car una versionalternativa a la que nos cuenta esa leyenda. Ypara encontrarla de-bemos preguntarnos que pueden haber hecho los sofistas parallamar la atenci6n de sus contemporaneos del modo en que 10 hi-cieron, y que pueden haber dicho para que algunos de los masgrandes filosofos de todos los tiempos -Socrates, Plat6n, Aristote-les- hayan dedicado una parte no desdel'iable de su energia a dis-cutir con ellos.

Responder a estas preguntas no es demasiado faeil a causa de," la escasez de textos. Los sofistas en general escribieron poco

(eran ante todo maestros de la palabra dicha) y casi todo 10 queprodujeron se perdio hace much a tiempo. Pese a estas dificulta-des, hay algunos casos en torno a los cuales pudo trabarse la dis-cusion de los especialistas. Y e1mas importante de esos casos es eIde Protagoras, que no solo fue uno de los miembros mas influ-yentes del movimiento sino uno de los pocos que escribio varioslibros. Es verdad que todas sus obras se han perdido, pero nosquedan algunos testimonios razonablemente confiables acercade 10 que estaba escrito en eHas. '.

Todo 10 que nos ha llegado de Protagoras puede resumirse enpocas lfneas. Sabemos que escribi6 una obra titulada Sabre las dio-ses, en la que defendfa un punto de vista agnostic 0 probablemen-te escandaloso para la epoca. r~J?:]-)ien sabemos q,u,eescribi6 unlibro llamado Antilagias, 0 Discursas enfrentadas, del que nos ha ll(~-

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gado su tesis central ("acerca de cualquier asunto hay dos discur-sos que se opemen entre sf"), asf como su declaracion programa-tica de "hacer mas fuerte el discurso mas debil". De un tercer li-bro titulado Acerca de la Verdad conservamos su afirmacioncentral, conocida como la tesis de !a homomensura 0, dicho en cas-tellano, del hombre como medida: "el hombre es la medida detodas las cosas, de Ias que son en tanto son y de las que no son entanto no son". POl' ultimo, hay solidas razones para creer que unmito relativamente extenso que Flatan pone en su boca en el dia-logo titulado Protagoras proviene de una obra suya, aunque se dis-cute exactamente de cual.

Estas breves citas constituyen todo el material que conocemos,pero no son la (mica base sobre la que se construya Ia imagen deProtigoras. Cada uno de estos fragmentos nos llega acompaiiadode los comentarios realizados pOl' autores tan importantes comoPlatan y Aristoteles, asf como por otras figuras menos conocidasque fueron igualmente influyentes en su tiempo, como el filoso-fo esceptico Sexto Empirico. Es esta conjuncion de textos origi-nales y comentarios antiguos 10 que dio Iugar a 10 que puede de-nominarse la "interpretacion tradicional" del pensamientoprotagorico.

2En que consiste esta interpretacion tradicional? Dicho en di-ffciI, en hacer una lectura gnoseologica de los textos originales.Dicho de manera menos oscura, en leer esos textos desde Iaperspectiva de la teorfa del conocimiento (gnosis era la palabraque usaban los griegos para referirse al acto de conocer). Lo ques,l1Eone la interpretacion tradicional es 9.11e,al escribir 10 quenos ha llegado, Protagoras estaba elaborando una teorfa acercadel modo en que se construye nuestro conocimiento del mundo.Segun esa interpretacion, Ia tesis de la homomensura debe serentendida como una afirmacian relativista acerca del valor delconocimiento humano. Cuando Protagoras dice que "el hombrees la medida de todas las cosas", esta diciendo ,que no contamoscon ningun criterio objetivo para evaluar los datos de nuestrapercepcion. Por ejemplo: 10 frio es aquello que nos parece frio y10 caliente es aquello que nos parece caliente. Mas aun, al afirmarque el hombre es la medida de las cosas "que son en tanto son y

de las que no son en tanto no son", Protagoras estaria sugirien-do que no hay diferencia entre decir que algo existe y decir que10 conocemos.

Esta lectura en terminos de teoda del conocimiento permitfaarmonizar la tesis de la homomensura con !a tesis cen tral de IasAntilog[as, es decir, con la idea de que "acerca de cualquier asun-to hay dos discursos que se oponen entre sf", Si efectivamente esfrfo 10 que nos parece frio y caliente 10 que nos parece caliente,es Iogico que los juicios humanos discrepen acerca del frio y delcalor. Todo depende de los puntos de referencia de los que par-tamos, 10 que a su vez esta condicionado por la experiencia pre-via de cada individuo. Y como es casi imposible que la experien-cia previa de un individuo coincida con Ia de otro, resultainevitable que sobre cualquier asunto haya dos discursos 10 sufi-cientemente divergentes como para generar enfrentamientos.

Todo esto suena en principio muy coherente y parece armoni-zar con el unico pasaje que conocemos del libro Sobre los dioses,donde la pregunta sobre la existencia divina se plantea desde elpunto de vista de las posibilidades de nuestro propio conoci-miento: "Acerca de los dioses no puedo saber si existen 0 no exis-ten, ni cual es su aspecto, porque hay muchos impedimentos pa-ra saberlo: tanto la os,curidad de la cuestion como la brevedad delavida humana". Yes justamente esta relativa facilidad para darcuenta de los diferentes text os de Protagoras, sumada a la autori-dad de Platon y de Aristoteles, 10 que hizo que Ia lectura gnoseo-logica se convirtiera en una ortodoxia que no fue desafiada du-

, rante mucho tiempo.Pero asi como es cierto que la interpretacion tradicional tiene

buenos punt~s de apoyo, tambien es verdad que presenta aIgu-nas insuficiencias preocupantes. En primer lugar, Ia lectura gno-~e()lcSgicaconvierte a Protagoras en un blanco demasiado facilpara !as crfticas de sus adversarios. Es bastante sencillo mostrarque un relativismo tan extremo como el que supuestamente de-fendio conduce de manera inevitable a contradicciones. Esto fuejustamente 10 que hizo Platon en un dialogo llamado Teetetos,donde la tesis de la homomensura es hecha trizas sin mayor es-fuerzo. Pero si Protagoras era un personaje tan debil en terminos

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inte1ectualcs, '2como cKplicar el irnpacto que tuvo sobre sus con-temponineos? La Atenas de aquella epoca era el lugar dondeconfluian todosaquellos que tuvieran alguna intenci6n de im-presionar a sus semejantes. Si algo abundaba en la ciudad eranlas tesis peregrinas sobre la mas amplia variedad de ternas. Prota-goras apenas habria llamado la atenci6n si hubiera defendido lasideas rudimentarias que Platan pone en su boca.

En segundo lugar, la lectura gnoseol6gica permite explicar al-gunos de los textos que nos han llegado, pero es incapaz de darcuenta de otros. Para empezar, no permite entender el program apropuesto en las Antilogias de "hacer mas fuerte el discurso masdebil". Y sobre toda, carece por campleta de recursas para inter-pre tar el mita reproducido pOl' Platan en el dialoga que lleva elnombre del sofista.

construfan para intentar comprcndcrla. Es intercsante observal'que, de una manera todavfa arcaica, tambien ellm habian llega·do ala noci6n de equilibria eco16gico.

El momenta cr1tico del mito llega cuando Prometeo se propo·ne inspeccionar el trabajo de su hermano y descubre que Epirne-teo habfa agotado codas las cualidades disponibles antes de habet'llegado a los seres humanos. A causa de esta torpeza, el hO~lbl't~habia quedado desnudo y sin protecci6n. No era demaslaclogrande ni demasiado rapido, de modo que estaba expuesto (~III iIpeligros que era incapaz de enfrentar. Para compensar. esta, sltL~a-ci6n de inferiaridad, Prometeo decidi6 robarle la sablduna tee-nica (techne} ala diosa Atenea y el fuego al dios Hefestos. De es- Ita manera el hombre se convirti6 en el unico animal capaz dt!fabricar sus propias garras y corazas, aS1como de servirse del km- Iguaje para coordinar sus acciones. 4

Hasta aquf todo suena muy tradicional. Protagoras no ha hC'- tcho mas que apropiarse de una historia bien conocida (el whodel fuego y de la tecnica por parte de Prometeo) para subrayat' •aquello que distingue a los hombres de las otras especies animu- •les. La principal idea expuesta hasta aqui (el dominio de la l(klll· •ca y dellenguaje es 10 caracter:fsticamente humano) resu)t.ahll •muy familiar para 105atenienses de aquel tiempo.

Lo interesante, sin embargo, es que el relato no se cletiell(~em •este punto. Gracias a la intervenci6n de Prometeo, los scrt!1Ihll- •manos tuvieron la capacidad de construir su vivienda, SII vtllltl· •menta y sus armas. Pero esto no alcanzaba para resolver todoH IUAproblemas porque, 0 bien los hombres vivfan despercligadoll yan Iese caso segufan SiF-~<iOpresa facil de las fieras, 0 bien dcddilln Ivivir en comunidad<.-,)y entonces empezaban los conf1ictol'lr.ntt,_ellos. Esto se debia, dice Protagoras, a que los hombres habi'," ,., ..cibido la sabiduria tecnica y el lenguaje, pero todavfa no l~Cln•••ban con la sabidurfa politi ca. Y mientras no dispusicl'an e1e •••don seguirian siendo incapaces de coexistir.

Ante esta situaci6n potencialmente destructiva, el proplo ZI\lIdecidi6 intervenir. Y 10 hizo enviando a su mensajero, Hcermll,para que distribuyera entre los hombres dos virtudes ~1h&1qUiProtagoras llama "el respeto y el sentido de la justicia". Pelf' 1I.,n_

La historia que Plat6n reproduce en el Protiigoms no tiene enprincipio nada de extraordinario. Se trata de uno de los tantosmitos que relatan el origen del mundo, con el aparente prop6si-to de explicar el dominio de las artes y de la tecnica par parte delos seres human os.

Los dioses -cuenta Protagoras- crearon a los seres vivos apartir de una mezcla de tierra, fuego y otras sustancias. Luegoencomendaron a los hermanos Prometeo y Epimeteo la tareade dotarlos de las cualidades necesarias para que cada uno pu-diera sobrevivir. Epimeteo se encarg6 inicialmente del trab~o yempez6 a distribuir las diferentes cualidades de manera equili-bracla. A 10s animales pequenos los hizo rapidos para que pu-dieran escapar cle los mas grandes. A los carnivoros les clio po-ca descendencia y a los herbfvoros mucha, de modo que nocorrieran el riesgo de ser exterminados. A los que debfan en-frentar el frfo les dio cueros gruesos y pelajes espesos. A 10s quedebian moverse en el agua les dio miembros adecuados para na-dar. Todo el reI:lto es un excelente resumen de la manera enque los griegos observaban la naturaleza y de las teorias que

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tido de 1ajusticia" debemos en tender 1a capacidad de distinguirentre 10justo y 10 irUusto 0, dicho de otra manera, 1a capacidadde preguntarse cua] es 1a m~jor solucion que podemos dar a unproblema narmativo. En cuanto al respeto, la palabra griega queemp1ea Protagoras es aidos, un termino que ya usaba Homerocon el sentido de 'vergllenza'. Aid6s era 10 que sentfa un guerre-ro 0 un atleta cuando era derrotado por su rival y descubrfa queno pertenecfa al grupo de los mejores. Pero Protagoras usa la ex-presion en el sentido de 'respeto' 0, mas precisamente, de 'pu-dol": se trata de aquel sentimiento que nos hace detenernoscuando notamos que estamos dejando de actuar con una minimadecencia. Ii::y un respeto basico que les debemos a los demas, alas leyes}ala polis. Yel reconocimiento de ese limite es 10 que nosconvierte en. personas confiables.

Segun el relato de Protagoras, Hermes Ie pregunto a Zeus co-mo debia distribuir estas virtudes: si debia hacedo de manera de-sigua1 entre los hombres (como habia ocurrido con los saberestecnicos) 0 si las debia distribuir entre todos par igual. Y la res-~uesta de Zeus fue que debia distribuidas parejamente, porqueS1 esas dos virtudes solo estuvieran a1alcance de algunos "las ciu-dades no podrian subsistir".

Esta es la gran sorpresa que encierra el mito del Protagoras. Unrelato que comienza hablando de10rigen de las especies y relatacomo los hombres adquirieron los saberes tecnicos, cambia de te-ma abruptamente y pasa a hablar de polftica. Lo que nos separa de10sanimales no es solo el dominio de 1a tecnica y dellenguaje, si-no nuestra capacidad de vivir polfticamente. EI tonG con el queconcluye el mito es el de una fuerte reivindicacion de la politica co-mo emprendimiento tipicamente humano y humanizador.

Este texto ha sido desde siempre un elemento perturbador'pa-ra quienes interpretaban el pensamiento de Protagoras en clavegnoseologica. 1)na reivindicacion tan fuerte de la politica comoempresa civilizadora no era en principio 10 que se deberia espe-

rar de L jcnor 5upuestamente dedicado a e1aborar tesis pocoafortunadas sobre la manera en que conocemos e1mundo. ~Quevinculo puede haber entre 10sjuicios sobre nuestras sensacionestermicas y la afirmacion de que las virtudes politic as estan igual-mente repartidas entre 10shombres? E1problema que plantea es-ta pregunta podria evitarse diciendo que solo estamos ante unadiO'resion respecto de 10 que era el tema principal de Protagoras.P:ro en ese caso, ~como explicar que Platon Ie haya atribuidotanta importancia a este mito, hasta el punto de transcribirIo pa-labra por palabra en una de sus obras?

Estas perplejidades, sumadas a la imposibilidad de interpretargnoseologicamente el programa de hacer fuerte el discurso masdebil, Ilevaron a muchos autores a hacerse nuevas preguntasacerca del modo en que debemos leer el legado de Protagoras.Se discutio, por ejemplo, como debe entenderse la palabra cosasen la tesis de la homomensura. Cuando Protagoras dice que elhombre es la medida de todas las cosas, ~debemos asumir que serefiere a 10s objetos sensibles 0, de manera mucho mas general,a todo aquello que pueda ser objeto de interpretacion? La pala-bra griega que aparece en el texto (chrernata) admite ambas lec-turas. Del mismo modo, el hombre al que se refiere la tesis, ~es els~ieto percipiente individual, coJ,?o parece sugerir Platon en elTeetetos, 0 de be ser entendido de una manera alternativa? La pa-labra que usaProtagoras (anthropos) admite tanto una interpreta-cion individualista como una generica, y aun puede ser emplea-da para referirse a individuos en interaccion. Una discusionsi~ilar se planteo en tomo ala tesis central de las Antilogias ("so-

.bre cualquie'r asunto hay rlos discursos que se oponen entre si").La interpretacion tradicic.._.alhabia entendido esta afirmacion enel s-~-~tidode que, sobre cualquier tema que se considere, siem-pre hay dos proposiciones que se neutralizan mutuamente. En es-tas condiciones carecerfamos de elementos para distinguir 10ver-dadero de 10 falso. Pero mas tarde 1a tesis se 1eyo en un s.~~tidodiferente: tal como ocurre en los tribunales, sobre cualquierasunto hay siempre dos discursos que proponen interpretacionesdivergentes. Y nuestro problema consiste en elegir entre ellos sinpretender acceder a fuentes de verdad extrahumanas.