Ruben Dario frente a la crecienteinfluencia de los Estados Unidos

L A preocupaci6n de Ruben Dario con respecto a la creciente influenciade los Estados Unidos parece enfocarse en dos caracteristicas del

gigante yanqui: I) el afan al exceso, y 2) la frialdad y crudeza anglo-sajonas. 1 Otros han comentado las observaciones del poeta visibles en"Salutaci6n del optimista", "A Roosevelt", "La Gran Cosm6polis", "Ed-gar Allan Poe", "El triunfo de Caliban", "Los anglosajones", y en elprefacio de Prosis prof anas. Pero Dario expresa tambien en otros t:xtosopiniones dignas de ser repasadas aqui.

Excl'so de enfasis materialista. Un ejemplo del idealismo hispanicofrente al materialismo yanqui se ve en lo que dice Dario al enterarse deque Castelar, el famoso orador espafiol, se niega a escribir mas pararevistas y peri6dicos norteamericanos despues de la guerra de 1898 queel estadista llama "la iniquidad". Comenta Ruben: "Un yanqui, en sucaso, escribiria el doble y pediria el triple por un articulo. Pero, iquedirian el Cid y Don P'elayo?" ("La legaci6n argentina en casa de Cas-telar") .2

1 Rod6 hace la mas famosa presentaci6n de los temores latinoamericanos ensu Ariel (1900). El uruguayo no fue el primero en asociar los Estados Unidos conel concepto de Caliban. Jose A. Balseiro, "Estudios rubendarianos: Arieles y Cali-banes", en "Homenaje a Angel del Rio", Revista Hispanica Moderna, XXXI (ene-ro-octubre, 1965), 47, afirma que el concepto de Ariel y Caliban yes una de las clavesa la obra de Dario. Nota que en Los saros (1896), hace menci6n de Pr6spero yque Dario reconoce su deuda a Paul Groussac per el concepto de "esos ciclopes"y a Joseph Peladan por "esos feroces calibanes".

Groussac, en octubre de 1893, usa comillas a! referirse a la calidad "caliba-nesca" de la civilizaci6n de los Estados Unidos. El articulo probablemente fue pu-blicado pcco despues en La Nacidn, La Biblioteca, o La Courrier de la Plata, lostres de Buencs Aires, segun lo que el autor nos dice en Del Plata al Niagara (Bue-in:s Aires: Imprenta y Casa Editora Coni, 1925), p. xi. En esta edicion la referen-cia a "calibanesca" aparece en el capitulo titulado "Chicago", p. 345.

2 Ruben Dario, Obras Completas (Madrid: Afrodisio Aguado, editor, 1955,5 t:omos), Politicos, II, 1102-1103). Todas las citas de esta edici6c llevaran enadelante los titulos particulares no dados en el texto, seguidos de los numeros deltomo y de la pagina.

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Corolarios del materialismo son orgullo en "lo mis grande" y en"lo mis rapido". Al visitar el Coliseo en Roma, el nicaragiiense piensa:"En verdad ---como ante el Acueducto, la Cloaca Maxima, las Termas-,ante esas ruinas viene la usual frase: obra de romanos. Los yanquisquieren para si eri nuestra 6poca la aplicaci6n del decir, por su tendenciaa realizar 'lo mis grande del mundo' " ("Roma", Peregrinaciones, III,590-591).3 "Lo mis rapido" en una sociedad materialista es importanteporque time is money. Caracteristico del poeta, que prefiere la gracia y laelegancia a la rapidez, es su opini6n que los autos le dan "cierta subleva-ci6n de inimo" y que son "...un placer inestetico y sucio. Inestetico,porque jam6s la mejor Dion o Mercedes o Deschamps equivaldri en gra-cia y elegancia a un soberbio carruaje tirado par tronco mis soberbioaun de brillantes caballos..." ("Libro primero", La caravana pasa, III,653-654). Los Estados Unidos han llegado a ser la capital de la maniaautomovilistica. He aqui un parrafo clave que trata la carrera de Paris aMadrid:

Antes de la primera etapa los muertos han sido siete, entre sportsmenricos, y los heridos muchos. Fuera de los locos de las m.quinas han sidovictimas pobres gentes encontradas en los caminos y destripadas por laveloz y pesada cucaracha de hierro y caucho... Trust, record, looping-the-loop, cake-walk... van con el progreso, que tiende a la posesi6n delinfinito par la supresi6n del tiempo y del ,espacio. Todo Io que el adelantohumano crea, todo lo que los inventores inventan va a ese afin de dioses:suprimir el espacio y el tiempo. En el sport moderno se complica Feseafin con la neurosis colectiva. Todo l1eva al exceso; exceso de goces,exceso de negacios, fiebre de velocidad. Y el espiritu yanqui invadiendo elmundo, impone el record. ... Y el porvenir viene en autom6vil, velozmen-te, desbocadamente, matando, estallando ("El hipogrifo", Parisiana, IV,1346-1349).

Dario insiste sobre el mismo tema al hablar en "La Prensa y la Libertad"de los escindalos de la prensa francesa: "Los que han impulsado por estecamino el periodismo actual son los yanquis. Ellos, por su mercantilismoy por su aprecio del tiempo, han hecho que el telegrama se antepongaal editorial; ha establecido el reinado de la informaci6n sobre la doc-trina" (II, 122).

Con el materialismo puede ir una falta de aprecio para la funci6ndel artista. Ademas de haber abusado de los talentos de Poe y de Whit-

3 Paul Groussac dice al hablar de los Estados Unidos: "Estamos como Gulli-ver en el reino de Brobdingnag", en Del Plata al Nidgara, p. 337, y Dario, en"El triunfo de Calibin": "...estamos alli en el pals de Brobdingnag...".

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man, los calibanes yanquis, desconocedores del genio, ciertamente no ha-cen mas fAcil el camino de Jose Marti, a quien Dario venera.4 El poetanota que el ap6stol cubano se siente obligado a estar "en lugares dondejam;s se podria saber el valor del altisimo ingenio" ("Jose Marti", Losraros, II, 484).

Exceso de democracia. Dario, como se sabe, tiende mas a la aristo-cracia que a la democracia. Se nota esto en su frecuente uso de adjetivospeyorativos como "igualitaria" y "orgullosa" para referirse a la forma degobierno de los Estados Unidos. El poeta observa: "Las aristocracias entodas partes son las mantenedoras de la tradici6n y las sostenedoras delculto". ,Esto esti en contraste con ". . vastas oleadas de muchedumbreselectorales tocando pitos..." en los Estados Unidos (El viaje a Nicaragua,III, 1076, 1020).

Exceso ide poder econdmico y politico. Dario escribe en "El cetrodel 'Chiffon' ": "Todo lo que los norteamericanos se proponen, casisiempre lo consiguen, pues el peso del oro americano hace inclinarse almundo al ladac de ellos" (Parisiana, IV, 1229-1230). Como anota PedroSalinas, Dario tiene una orientaci6n primariamente hedonista y sensual.5Por eso no es de extrafiar que el poeta se inquietara por una naci6n dereyes burgueses. Son conocidos los muchos comentarios del bardo acercade uno de sus odios especiales, Nueva York, simbolo del amor a locolosal y a lo frenetico y sede de los magnates del enorme poder finan-ciero. Tipico es este comentario: "Ally en la Imperial Nueva York...de hierro, junto a los edificios babblicos y las oficinas de negocios, porBroadway o por Wall Street, adonde le llevaron sus funciones diplo-miticas. Fabio y yo, entre el horror de la ciudad comercial, hablibamosde arte, de belleza, de poesia, viendo ain, poesia, belleza y arte aun enel trabajo y trifagos de aquellos ciclopes" ("Fabio Fiallo", Semblanzas,II, 871). Para Ruben, New York representa el poder yanqui, del que scdebe el predominio del dinero y del hierro.

Las intervenciones de los Estados Unidos en Centroambrica sin dudainfluyen mucho en las opiniones de Dario. Vemos muy a las claras la

4 Jose A. Balseiro, op. cit., sefiala a varios artistas latinoamericanos que noeran apreciados en su patria. Ademis de Balsciro, Marshall Nunn en su "RubenDario y los Estados Unidos", America (La Habana: Afio 1, N9 2, febrero de1939), 61-64, nota que Dario da credito a los Estados Unidos por producir algu-nos artistas de primer rango. La cita que se discute dice: "Alli donde la mayoriase dedica al culto del d61lar, se desarrolla, ante el imperio plutocritico, una mino-ria de innegable excelencia... Entre esos millones de Calibanes nacen los mismaravillosos Arieles" ("Los anglosajones", Peregrinaciones, III, 426-427).

" Pedro Salinas, La poesia de Ruben Dario, 2* edici6n (Buenos Aires: Los.-Pa, 1957), p. 12.

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actitud dariana en la carta a Julio Piquet que el poeta termina asi:"Conste, para la documentaci6n en donde yo naci (Metapa, Nica-ragua, Centro Am&rica, U.S.A.), porque, desde estos momentos [di-ciembre 13 de 1913 ] en que leo un peri6dico, el pequefio Estado deNicaragua queda sujeto a los Estados Unidos".6 En otra ocasi6n puedeverse que los yanquis s61o observan la doctrina Monroe cuando les con-viene y que "las tentativas del filibustero Walker en Nicaragua nofueron sino vistas con gran simpatia en los Estados Unidos" ("Librocuarto", La caravana pasa, III, 838).

Frialdad y crudeza anglosajonas. Buen ejemplo de la critica de Dariosobre la falta de sutileza de los norteamericanos se revela en su articulo"Mark Twain" cuando dice: "Licores bien fuertes son los que necesitanlos ciclopes, y no espumas dulces y perfumadas" (IV, 820). Se expresauna opini6n semejante al escribir de un joven argentino que quiere queel poeta le prologue el libro: "El joven hablaba con un tono un pocoduro y golpeado, como deben haber hablado los ciudadanos romanos, ycomo hablan los ciudadanos de los Estados Unidos de Norteambrica"("El iltimo pr6logo", I, 848). Un ejemplo del perfecto caballero his-pinico, segfin Dario, es su amigo Fabio Fiallo que encarna las virtudesantiguas. Declara el poeta: "No es el sereno y frio gentleman, antes bienel cordial y abierto y fraterno latino, o mejor, el criollo sensitivo ysincero, con mucho de la dignidad gentilicia, herencia de los abuelosespaioles" (Semblanzds, II, 87I). La impersonalidad anglosajona es co-mentada por Ruben al hablar de "...el manethecelphirico rengl6n queal despertarme en la sombra de la noche solia aparecer bajo el telefonoen mi cuarto del Astor: You have mail in the offices' (El viaje a Nica-ragua, III, 1020).

Es muy clara la actitud del poeta al escribir sobre su visita a untemplo swedenborguiano en Paris donde conoce a una sacerdotisa de lasecta:

Madame Humann, fuerte norteamericana, todavia agradable 3' bastante sim-putica, me da, complaciente, unas cuantas ncticias, en su frances marcadode vigoroso acento anglosaj6n. Me habla de los progresos de su re'igi6n,y de la guerra que hacen a la Nueva Jerusal6n los cat6lircs, y sobre todolos jesuitas. Pero esta religi6n vencer pcr fin. Es la verdad, y la viudaSwedenborg, te6logo [sic] para yanquis, ha expuesto el ideal supremo. Lasefiora expone la "plataforma"' espiritual admirablemente y habla de la vidaeterna como de una compafifa de seguros. Por otra parte, ella es sincera; y

6 A'berto Ghiraldo, El .archivo de Rube;n Darlo (Buenos. Aires; Losada,1943), p. 302..

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ha gastado muchos miles de d6lares en la: empresa mistica, limited, comaotodas las religiones de los Estados Unidos (Peregrinaciones, III, 462).

Se nota que Dario implica que los yanquis se refieren a su fe de unmodo prictico mis apropiado para la vida politica o los negocios yque aun quieren organizar la entrada al cielo como una compafiia. Hacenotar la fe ingenua de los estadounidenses en conseguir mas y mis conel hecho de gastar mis dinero. Nadie mejor que Ruben conoce lo quesignifica el dinero, o la falta de e1. Pero tratar de comprar almas es otracosa.7

No se han comentado mucho las observaciones de Dario respecto ala discriminaci6n racial tal como existe en los Estados Unidos. Sin dudaste es un punto sensitivo, que proclama al principio de Prosas pro-

fanas: "Hay en mi sangre alguna gota de sangre de Africa, o de indiochorotega o nagrandano?" ("Palabras liminares", V, 762). Una vez alver a una joven francesa con un negro, Dario escribe en "Films de Pa-ris": "Como no estamos en los Estados Unidos, la muchacha jovial queama los oros no graduia ni los relentes ni los inconvenientes de la mayoro menor cantidad de betin de su acompafiante" (Todo al vuelo, II, 522).Sugiere Dario en "Blanco y negro":

-- iQue se venga a Paris el negro! -decian algunos.Y, con raz6n. En Paris los negros o mulatos con dinero no tienen por

qu6 quejarse. Hay muchos de ellos, que en los Estados Unidos o en ciertoscirculos de las aristocracias hispanoamericanas serian rechazados, y queaqui viven tan lindamente, dandose gusto y hasta viendo su nombre en losperi6dicos (Todo al vuelo, II, 564).

Se nota la justicia del poeta al incluir a Hispanoamarica en su critica.En su cuento "El linchamiento de Puck" aparece: "Sali6 [Puck] al cam-po, y en cuanto una mariposa blanca le mir6, se puso a gritar 'isocorro!',isocorro!', igual a una de las j6venes norteamericanas cuya inocencia es

atacada por los' negros del Sur, y vengada por la horca yankee, al eco deun humanitario clamor victorioso" (IV, 137).

La justicia de Dario notada arriba se ve tambi6n en esta descripci6nde Panama en, El viaje a Nicaragua: "Panama ha progresado con el em-puje norteamericano; Panama tiene hoy higiene, policia, mas comercio,

7 Esta actitud del poeta nos recuerda lo que Luis Mongui6 escribe sobre estemismo tema: "Y no se alegue que el protestantismo tambien reza a Jesucristo;para cierta mentalidad hispano-cat6lica el no cat6lico no es cristiano; casi hastael mismo cat61lico que no es de lengua castellana no le resulta muy cat6lico". Apa-rece en "1 origen de inos versos de 'A Roosevelt' " Hispania, 38 (1955),424-426,

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y, sobre todo dinero" (III, I02I). En "Impresiones de 'Sal6n' " Dariohabla de la ausencia de representantes del arte hispanoamericano en lossalones de Paris:

En cambio, la falange de norteamericanos crece cada vez mims. Porque sucedeesta inaudita cosa que nunca me cansar6 de repetir: nosotros, los que rego-deamos de latinidad, y de la Loba y de la herencia griega, nos preocupamosmalhadamente de nuestros artistas; y los yanqui, los de Porc6polis, los prac-ticos, los trusters, los barbaros, protegen, ayudan practicamente a sus artis-tas. Asi puede verse que van logrando en el terreno estetico lo que se hanpropuesto: tienen pintores y escultores, ma foi, que nosotros no tenemos,salvo excepciones contadisimas (Parisiana, IV, 1366-1367).

Esta habilidad de Ruben de ver las dos caras de la moneda tal vez se basaen su marcada preferencia por la armonia entre diversos pueblos. 8 En losultimos meses de su vida se ve una indicaci6n de la filosofia maduradel poeta en esta entrevista de Guatemala de abril de 1915:

Yo he sido siempre sincero partidario de la paz. La idea de la matanzay el exterminio, la lucha de pueblos y razas que se odian y acometen,conturba mi espiritu. ... Lamentablemente se equivocan quienes piensanque los yanquis no son hombres de altos pensamientos. Saben de todo.Atnasan millones de d6lares, escriben libros, construyen ferrccarriles, hacenpoemas y lanzan nuevas doctrinas cientificas que el mundo respeta yaoepta. 9

Aqui hay muestra de que el poeta si se da cuenta del enigma que hayen los Estados Unidos. Nada mejor que la figura de Teodoro Rooseveltpara representar esto. El presidente cazador de fama de "I took Panama"aun es ejemplo de este enigma porque hasta sus compatriotas ven en 61multiples paradojas.10 De familia adinerada, alcanz6 fama de trustbuster;

8 Hay que considerar lo raramente que Dario pierde su perspectiva hacia losEstados Unidos casi como un milagro si se recuerda que 61 tenia conocimiento, aveces intimo, de las opiniones de tales criticos del "coloso del Norte" como ManuelUgarte, Francisco Garcia Calder6n, Vargas Vila, Ricardo Rojas, Leopoldo Lugones,Groussac, Justo Sierra, Rod6, Eduardo Carrasquilla Mallarino y otros.

9 Edelberto Torres, La dramatica vida de Ruben Dario (Guatemala: Ed. delMinisterio de Educaci6n Publica, 1952), p. 421.

10 Ademas del desafio al hispanoamericano que habia en 61, lo de Panamahabia enfurecido a Dario porque el poeta Rafael Nifiez, ex presidente de Co1orn-bia, habia usado su influencia para conseguir para Rub6n el puesto de c6nsul enBuenos Aires, Rescatando al poeta de severos apuros econ6micos dio un distintorumbo al curso de su vida. V6ase: Francisco Contreras, Ruben Dario (Barcelona,1930), p. 72; Edelberto Torres, La dramdtica vida de Ruben Dario, pp. 164-165;Antonio Oliver Belmis, Este otro Rubin ariQ (Barcelona; Ed. Aedos, 1960), pp.82, 226, 228, 269,

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de linaje aristocritico, gozaba de asociarse con plebeyos; de conductaimperialista, era a la vez apreciador de las artes. Qu pensar de unCaliban con una buena dosis de Ariel?

A fin de cuentas, hemos visto que los Estados Unidos para RubenDario representaban una combinaci6n de cualidades, la mayoria de lascuales, no le eran agradables. Nacido en una 6poca que veia los comienzosdel gigante del industrialismo, el poeta reconocia que muchos de losvalores y las instituciones reverenciados por e1 iban a ser destruidos oradicalmente cambiados. Los Estados Unidos parecian ser el simbolo deun futuro que agradaria afin menos al Dario que escribi6 al principio deProsas profanas: "... yo detesto la vida y el tiempo en que me toc6nacer..." (V, 763). Es un tributo a su espiritu magninimo que casi alfin de su vida puede escribir: "Desde que soy, desde que existo,/mipobre alma armonias vierte" ("Divagaciones", V, 1474). Con el mismoespiritu, tenemos que admitir que una buena porci6n de sus observacionesson tan certeras que todavia tienen sus ecos en la actualidad.

DAVID H. ALLEN, JR.University of CaliforniaDavis

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