daniel leyenda

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Nunca Ayudes a un Desconocido NUNCA A Y UDES A UN DESCONOCIDO ¨Es aconsejable ayudar a alguien que necesita nuestra ayuda? Nuestro instinto nos dice que debemos ayudarnos los unos a los otros. Pero a veces sin saberlo nos podemos poner en peligro o caer en una trampa…¨

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Nunca Ayudes a un Desconocido

NUNCA AYUDES A UN DESCONOCIDO¨Es aconsejable ayudar a alguien que necesita nuestra ayuda? Nuestro instinto nos dice que debemos ayudarnos los unos a los otros. Pero a

veces sin saberlo nos podemos poner en peligro o caer en una trampa…¨

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La Segunda Guerra undial !ab"a acabado# pero el da$o que !ab"an causado

los alemanes durante la ocupaci%n y sobre todo durante su repliegue tras perder 

la &atalla de Normand"a !ab"a dejado al pueblo 'ranc(s en la m)s absoluta

miseria. *on muc!os de sus cultivos incendiados y sin casi ganader"a# comer se

!ab"a convertido en un privilegio al que s%lo unos pocos pod"an aspirar.

En medio de este caos acceder a un tro+o de carne o un !uevo era casi

imposible y s%lo en el mercado negro se pod"a conseguir un alimento 'resco que

llevarse a la boca. Por supuesto sus desmesurados precios eran controlados por 

un grupo de gente sin escr,pulos que eran capaces de ver morir de !ambre a

sus compatriotas con tal de aumentar su 'ortuna. No es por eso e-tra$o que se

pagaran relojes de oro# joyas !eredadas generaci%n tras generaci%n u obras de

arte por un simple mendrugo de pan.

onique# la protagonista de esta !istoria# no era ajena a la situaci%n. urante la

ocupaci%n se !ab"a visto obligada a /o'recer0 sus encantos 'emeninos a los

soldados alemanes para poder comer. Por este motivo entre una multitud de

gente casi 'am(lica# por un !ambre prolongada durante meses 1si no a$os2#

onique destacaba por su lo+an"a y por tener alg,n 3ilito de m)s# algo

totalmente inusual y que la !ac"a verse m)s atractiva que la mayor"a de las

mujeres de su edad. onique sab"a que esa era su mejor arma para seguir 

consiguiendo comida# pero la situaci%n se !ab"a vuelto tan tensa que ya nadieparec"a requerir sus /servicios0# pre'er"an comer# que su compa$"a.

4n poco angustiada por el !ambre# que por primera ve+ empe+aba a su'rir 

desde que comen+% el con'licto# recorr"a el mercado buscando alguien a quien

poder /convencer0 para que le diera una pie+a de 'ruta o un tro+o de pan. 5lgo

de carne era algo impensable ya que el ,nico puesto que a,n la despac!aba

ten"a unos precios pro!ibitivos y sus distribuidores parec"an inmunes a sus

encantos. ientras miraba con la boca !ec!a agua como 'ileteaban un tro+o de

carne para un se$or que !ab"a o'recido como pago un collar de oro un viejecito

cay% casi a sus pies.

La turba de gente que se agolpaba junto al puesto de carne !ab"a empujado al

anciano# quien !ab"a recibido un 'uerte golpe en la cadera y parec"a no poder 

levantarse. 6al ve+ la moral de onique no 'uera la m)s adecuada# pero sin

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duda la c!ica ten"a un gran cora+%n y como un resorte se agac!% a ayudar al

se$or para ayudarle a levantarse.

El viejecito a,n dolorido le pidi% que le ayudara a salir de all" y le guiara !asta

unas escaleras que !ab"a cerca para poder sentarse un rato.

7 uc!as gracias por tu ayuda jovencita# parece que el !ambre le !ace olvidar a

la gente el respeto por sus mayores.

7 Esto es un verdadero caos 8 dijo onique 8 no deber"a acercarse a ese

maldito puesto de carne# las personas se vuelven como animales cuando

empie+an las pujas.

7 Pero si no me !ubiera acercado a!ora no tendr"a esto 8 dijo el ancianomostrando un paquete con apro-imadamente un 3ilo de carne.

Los ojos de onique se abrieron como platos# no !ab"a visto la carne tan cerca

en semanas.

7 9*%mo te llamas jovencita? 8 dijo el se$or que esbo+aba una maliciosa sonrisa

mientras onique ten"a los ojos clavados en la comida.

7 onique 8 dijo sin apartar su mirada de la carne.

7 :agamos un trato onique 8 dijo el viejo que sab"a que la c!ica !ab"a picado

su an+uelo7 Si me ayudas a llevar este tro+o de carne a mis !ijos que viven

cerca de aqu"# te prometo un 'ilete para ti sola. 5l 'in y al cabo un 'avor se paga

con otro y yo casi no puedo caminar con el dolor que tengo en la cadera.

onique que no pod"a salir de su asombro por tan gentil o'erta s%lo acert% a

asentir con la cabe+a mientras miraba al anciano. Este le e-tendi% el paquete y

le pidi% que esperara un momento mientras escrib"a en un papel que meti%dentro de un sobre que posteriormente cerr%.

7 ;a de paso aprovec!o para que le entregues esta carta a mi !ijo at"as 8 dijo

el viejo quit)ndole importancia 8 si no# no se va a creer que te !e prometido un

tro+o de carne por el encargo je'e.

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6ras despedirse del se$or# que a,n se sujetaba la cadera con la mano en un

claro s"ntoma de dolor# onique se dirigi% !acia la direcci%n indicada. <uedaba

al otro lado de la pla+a# cru+ando el mercado# pero algo le perturb% cuando

!ab"a avan+ado s%lo unos metros. 4no de los vendedores en el puesto de carne

parec"a esbo+arle una sonrisa# pero no una de esas que le regalaban los!ombres para ganarse sus 'avores# !ab"a algo perverso o malicioso en ella. &aj%

la cabe+a un poco asustada y como si su instinto 'emenino le avisara sinti% que

algo raro estaba pasando. Se gir% para mirar al anciano pero all" ya no !ab"a

nadie 9c%mo pod"a !aberse ido tan r)pido y escasos segundo antes no pod"a ni

levantarse?

*ontinu% su camino !acia la direcci%n marcada pero !ab"a algo en su interior 

que le dec"a que tuviera cuidado# una especie de intuici%n o se-to sentido que le

ped"a que saliera corriendo y nunca entregara esa carne. Pero como ya

!ab"amos dic!o# onique era una c!ica !onesta que se ve"a incapa+ de robarle

a un anciano y a pesar de su miedo# prosigui% con su encargo.

Pero algo la detuvo una ve+ que lleg% al lugar marcado# la direcci%n e-acta

estaba en un oscuro y rec%ndito callej%n que quedaba oculto de la mirada

indiscreta de todo el que paseara por la calle principal. Ligeramente asustada

por la idea de que el viejo !ubiese ideado un plan para violarla. ecidi% que lo

mejor era no arriesgarse# as" que o'reci% una moneda de peque$o valor a unmuc!ac!o de la calle para que terminara el encargo.

Le esperaba en la esquina mientras observaba como el c!iquillo llamaba a una

sucia puerta de madera en la que se abri% una mirilla por la cual un !ombre se

asom% para ver quien !ab"a llamado y comprobar que no !ubiera nadie m)s con

(l.

7 9Es usted at"as? 8 ijo el c!ico7 su padre le env"a esta carta y este paquete

de carne.

El !ombre no le !i+o esperar# abri% la puerta con la intenci%n de recibir el

paquete. Pero para sorpresa de onique# que observaba todo desde la

distancia# no agarr% el paquete de carne# si no que sujet% 'uertemente la mu$eca

del muc!ac!o y de un tir%n lo meti% dentro de la casa cerrando la puerta con

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'uer+a. Se comen+aron a escuc!ar gritos que 'ueron acallados en pocos

segundos…

El bullicio ensordecedor de la pla+a !ab"a silenciado al peque$o. Pero onique

!ab"a sido testigo de todo# as" que gritando se dirigi% a un par de militares quesab"a que siempre vigilaban que todo estuviera en orden cuando el mercado se

abr"a.

7 =Por 'avor ayuda# acaban de secuestrar a un ni$o> 8 dijo onique mientras

tiraba del bra+o de uno de los soldados gui)ndole !acia el lugar.

En menos de un minuto los militares se encontraban golpeando la puerta del

lugar en el que !ab"a desaparecido el ni$o. 4n 'uerte alboroto se escuc!% en el

interior del edi'icio# un par de !ombres voci'eraban y golpeaban la puerta desdeel interior# parec"a que estaban colocando muebles y otros objetos pesados para

evitar que se abriera con las patadas de los soldados. e repente el ruido ces% y

segundos despu(s# por una de las ventanas que !ab"a en el tejado apareci% un

!ombre que velo+mente salt% al edi'icio cercano y desapareci% de la vista de

onique# quien gritando avisaba a los militares que estaban escapando por 

arriba. 4n segundo !ombre sali% y los soldados advertidos por onique le

dispararon# uno de los disparos le acert% en pleno cora+%n y cay% rodando por el

tejado !asta el vac"o# golpeando el suelo con un golpe atronador a unos metrosde onique.

6ras un par de minutos# los militares se cercioraron de que nadie m)s saliera por 

la ventana y regresaron a la puerta# que empe+aron a golpear con m)s

insistencia !asta que consiguieron abrirla lo su'iciente para apartar los muebles

con los que los delincuentes !ab"an 'ormado una barricada temporal que

imped"a acceder al edi'icio.

*uando consiguieron entrar se quedaron estupe'actos# uno de ellos tuvo quesalir inmediatamente mientras vomitaba# su est%mago no pudo soportar el

presenciar tan macabro espect)culo.

e un ganc!o colgaba el ni$o boca abajo con la garganta degollada# un cubo

debajo recog"a toda la sangre. 5 escasos metros !ab"a una mesa que parec"a

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usarse para separar la carne del !ueso y donde se pod"an ver restos !umanos

como pies# manos y una cabe+a. unto a unos cuc!illos ensangrentados !ab"a

varios montones de carne !umana que ya estaba lista para ser empaquetada.

ientras# onique# ajena al matadero !umano que !ab"an visto los militares seacerc% al !ombre abatido por los disparos# al mirarle m)s de cerca le reconoci%

como uno de los !ombre que despac!aban carne en el mercado. Pero lo que

m)s le llam% la atenci%n 'ue que de uno de sus bolsillos asomaba el sobre que le

!ab"a entregado el anciano. La mujer se agac!% y tras recogerlo decidi% abrirlo#

en su interior encontr% escrito lo siguiente@

“Esta es la última que os envío hoy, las ventas van mejor que nunca” 

Por supuesto cuando los soldados 'ueron al puesto de carne ya no quedabanadie all"# seguramente el !ombre !uido !ab"a conseguido avisarles