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Ejercicios Espirituales Logroño, del 21 al 26 de abril 2014 A p r e n d i e n d o a 2

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Ejercicios EspiritualesLogroño, del 21 al 26 de abril 2014

Aprendiendo

a

ser

discí

pul

a

ESCUCHANDOal

Maestro

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EJERCICIOS ESPIRITUALES 2014

TEMAS, DÍAS Y HORARIO

1. DOMINGO DE RESURRECCIÓN, DÍA 20 DE ABRILTEMA CENTRAL: “Aprendiendo a ser discípula ESCUCHANDO al Maestro” 18,00 Comienzo, introducción y pautas de interés (pg. 3 y 4)

Presentación del día siguiente.

2. LUNES DE PASCUA, DÍA 21 DE ABRILTEMA CENTRAL: “Aprendiendo a ser discípula ESCUCHANDO al Maestro”

MI HISTORIA: “Historia de Salvación” (pg. 5)18,00 Presentación del día siguiente.

3. MARTES de PASCUA, DÍA 22 DE ABRILTEMA CENTRAL: “Aprendiendo a ser discípula ESCUCHANDO al Maestro”

¿QUIÉN ES DIOS PARA MÍ?: “Escuchar su Palabra” (pg. 9)18,00 Presentación del día siguiente.

4. MIÉRCOLES de PASCUA, DÍA 23 DE ABRILTEMA CENTRAL: “Aprendiendo a ser discípula ESCUCHANDO al Maestro”

MARTA Y MARÍA EN BETANIA: “La importancia de la ESCUCHA” (pg. 13)18,00 Presentación del día siguiente.

5. JUEVES de PASCUA, DÍA 24 DE ABRILTEMA CENTRAL: “Aprendiendo a ser discípula ESCUCHANDO al Maestro”

MARÍA: “Aprendió a ser discípula haciendo la voluntad de Dios” (pg. 18)18,00 Presentación del día siguiente.

6. VIERNES de PASCUA, DÍA 25 DE ABRILTEMA CENTRAL: “Aprendiendo a ser discípula ESCUCHANDO al Maestro”

PEDRO: “Señor, tú lo sabes todo, sabes que TE AMO” (pg. 21)18,00 Presentación del día siguiente.

7. SÁBADO de PASCUA, DÍA 26 DE ABRILTEMA CENTRAL: “Aprendiendo a ser discípula ESCUCHANDO al Maestro”

LA INTERIORIDAD: “Allí donde Dios nos habla y le hablamos” (pg. 27)

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EJERCICIOS ESPIRITUALES 2014

“APRENDIENDO A SER DISCÍPULA ESCUCHANDO AL MAESTRO”

LINEAS GENERALES

- Queremos vivir unos días de encuentro con Jesús, el Maestro y con nosotras mismas.- Nos unimos en la oración personal desde la comunidad y fraternidad.- Intentaremos entrar en un silencio exterior e interior fundamentado en la Palabra de Dios y

en nuestro momento actual.

FORMA CONCRETA DE ACTUACIÓN

- En la casa habrá un clima de silencio que sólo se romperá en las comidas.- Por la tarde se presentará el trabajo que se propondrá para el día siguiente.- El rezo laudes, vísperas y Eucaristía con la comunidad.- Tendremos alguna proyección en la biblioteca de las residentes.- Cada una se distribuirá el tiempo según sus necesidades y procurará sacar al menos tres

horas de oración o mejor dicho de estar con el Señor, ESCUCHAR la voz del Señor.

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ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS

BUSCADORES DE DIOS (San Agustín Soliloquios 1,5)

Señor, tú que nos diste el que te encontráramosy el ánimo para seguir buscándote,

no nos abandones al cansancio ni a la desesperanza.Haznos buscarte siempre y cada vez con más ardor.

Y danos fuerzas para adelantar en la búsqueda.

Manda y ordena lo que quieras,pero limpia mis oídos para que escuchen tu voz.

Sana y abre mis ojospara que descubran tus indicaciones.

Aparta de mí toda ignoranciapara que reconozca tus caminos.

Dime a dónde debo dirigir la mirada para verte a ti,y así poder cumplir lo que te agrada.

SOY DICHOSA

Soy dichosa porque fui llamada a la vida. Soy dichosa porque fui llamada a la fe. Soy dichosa porque Dios me amó primeroSoy feliz porque tengo un Dios mucho mejor del que me imaginaba.Soy feliz porque, al resucitar, venció a la muerte. Soy dichosa porque se que incluso el dolor es camino de resurrección.Soy dichosa porque él sigue estando conmigo. Soy dichosa porque me encargó la tarea de evangelizar. Soy dichosa porque, al ser él nuestro hermano, me descubrió cuán hermanos éramos nosotros. Soy dichosa porque él perdonará mis pecados como perdonó el de Pedro. Soy dichosa porque él curará mi ceguera como la de Tomás. Soy dichosa porque él avivará mis esperanzas muertas como las de los de Emaús. Soy dichosa porque él enderezará mi amor como el de Magdalena. Soy dichosa porque mi nombre está escrito en el reino de los cielos. Soy dichosa porque el reino de los cielos está ya dentro de mí. Soy dichosa porque me ha nombrado testigo de su gozo, la más hermosa de las tareas, el más bendito de los oficios, la misión que debería llenarme a todas horas los oídos de alegría.

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DÍA 21: MI HISTORIA“Historia de Salvación”

1. Personalizar la propia historia

La oración adopta como punto de partida la actitud de asumir la propia realidad delante de Dios.

v Sal 139 (138)Una mirada global a tu vida entera. Es lo más tuyo. Sin embargo, no tienes la última palabra sobre ella. Porque hay muchas cosas que se te escapan. Porque arrastras mucha carga negativa. Porque eres criatura finita… Tal vez tu “yo” se resiste a poner tu historia ante la mirada de Dios.El salmo expresa la experiencia de quien, por fin, no necesita el conocimiento que controla. Por fin, puedes ser tú misma ante Alguien. Por fin, puedes descansar tu historia en el padre. Por fin, Alguien te conoce y no necesitas defenderte de su juicio.

Tú me sondeas, Yahvé, y me conoces;sabes cuándo me siento y me levanto, mi pensamiento percibes desde lejos;de camino o acostado, tú lo adviertes, familiares te son todas mis sendas.Aún no llega la palabra a mi lengua, y tú, Yahvé, la conoces por entero;me rodeas por detrás y por delante, tienes puesta tu mano sobre mí.Maravilla de ciencia que me supera, tan alta que no puedo alcanzarla.¿Adónde iré lejos de tu espíritu, adónde podré huir de tu presencia?Si subo hasta el cielo, allí estás tú, si me acuesto en el abismo, allí estás.Si me remonto con las alas de la aurora, si me instalo en los confines del mar, también allí tu mano me conduce, también allí me alcanza tu diestra.Si digo: «Que me cubra la tiniebla, que la noche me rodee como un ceñidor»,no es tenebrosa la tiniebla para ti, y la noche es luminosa como el día.Porque tú has formado mis riñones, me has tejido en el vientre de mi madre;te doy gracias por tantas maravillas:

prodigio soy, prodigios tus obras.Mi aliento conocías cabalmente,mis huesos no se te ocultaban, cuando era formado en lo secreto, tejido en las honduras de la tierra.Mi embrión veían tus ojos; en tu libro están inscritos los días que me has fijado, sin que aún exista el primero.¡Qué arduos me resultan tus pensamientos, oh Dios, qué incontable es su suma!Si los cuento, son más que la arena; al terminar, todavía estoy contigo.¡Oh Dios, si mataras al malvado, si los sanguinarios se apartaran de mí!Ellos que hablan de ti dolosamente, tus adversarios que se alzan en vano.¿No odio, Yahvé, a los que te odian? ¿No me asquean los que se alzan contra ti?Los odio en el colmo del odio, los tengo por enemigos.Sondéame, oh Dios, conoce mi corazón, examíname, conoce mis desvelos.Que mi camino no acabe mal, guíame por el camino eterno

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v Is 55Cada frase es una llamada a la esperanza. Cuando todo parece perdido, cuando tienes miedo a enfrentarte contigo y tu historia, basta salir de ti y escuchar: “venid, escuchad, y viviréis”. Te lo dice tu Dios, el que promete y realiza.Basta un poco de confianza. Aunque los planes de Dios no sean los nuestros, aunque miremos con tristeza nuestra vida… “En vez de espinos, crecerá el ciprés”.

Isaías 55¡Oh, todos los sedientos, id por agua, y los que no tenéis plata, venid, comprad y comed, sin plata, y sin pagar, vino y leche! ¿Por qué gastar plata en lo que no es pan, y vuestro jornal en lo que no sacia? Hacedme caso y comed cosa buena, y disfrutaréis con algo sustancioso. Aplicad el oído y acudid a mí, oíd y vivirá vuestra alma. Pues voy a firmar con vosotros una alianza eterna: las amorosas y fieles promesas hechas a David. Mira que por testigo de las naciones le he puesto, caudillo y legislador de las naciones. Mira que a un pueblo que no conocías has de convocar, y un pueblo que no te conocía, a ti correrá por amor de Yahveh tu Dios y por el Santo de Israel, porque te ha honrado. Buscad a Yahveh mientras se deja encontrar, llamadle mientras está cercano. Deje el malo su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Yahveh, que tendrá compasión de él, a nuestro Dios, que será grande en perdonar. Porque no son mis pensamientos vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos - oráculo de Yahveh -. Porque cuanto aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los vuestros y mis pensamientos a los vuestros. Como descienden la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que dé simiente al sembrador y pan para comer, así será mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornará a mí de vacío, sin que haya realizado lo que me plugo y haya cumplido aquello a que la envié. Sí, con alegría saldréis, y en paz seréis traídos. Los montes y las colinas romperán ante vosotros en gritos de júbilo, y todos los árboles del campo batirán palmas. En lugar del espino crecerá el ciprés, en lugar de la ortiga crecerá el mirto. Será para renombre de Yahveh, para señal eterna que no será borrada.

v Lc 13, 1-21Dios es el Dios de la vida. Somos nosotros los prisioneros de nuestros esquemas del bien y del mal, sin esperanza.Pero Dios es capaz de suscitar la vida en cuanto ve un corazón abierto. Dios paciente con la higuera, el que endereza a los que se doblan, a los encorvados bajo el peso de su pasado. Si supiésemos ver el reinado de Dios en el granito de mostaza, en la levadura…

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Al principio, cuando estrenas la fe, ¡parece débil! Pronto verás fermentar toda la masa.

En aquel mismo momento llegaron algunos que le contaron lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de sus sacrificios. Les respondió Jesús: « ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo. O aquellos dieciocho sobre los que se desplomó la torre de Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que los demás hombres que habitaban en Jerusalén? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo.»

Parábola de la higuera estéril.Les dijo esta parábola: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, fue a bus-car fruto en ella y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: `Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera y no lo encuentro. Córtala; ¿Para qué ha de ocupar el terreno estérilmente?' Pero él le respondió: `Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas.'»

Curación en sábado de la mujer encorvada.Estaba un sábado enseñando en una sinagoga. Había allí una mujer a la que un espíritu tenía enferma hacía dieciocho años; estaba encorvada y no podía en modo alguno enderezarse. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad.» Y le impuso las manos. Y al instante se enderezó y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiese hecho una curación en sábado, decía a la gente: «Hay seis días en que se puede trabajar; venid, pues, esos días a curaros, y no en día de sábado.» el Señor le replicó: «¡Hipócritas! ¿No desatáis del pesebre todos vosotros en sábado a vuestro buey o vuestro asno para llevarlos a abrevar? Y a ésta, que es hija de Abrahán, a la que ató Satanás hace ya dieciocho años, ¿no estaba bien desatarla de esta ligadura en día de sábado?» Y cuando decía estas cosas, sus adversarios quedaban abochornados, mientras que toda la gente se alegraba con las maravillas que hacía.

Parábola del grano de mostaza.Decía, pues: « ¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su huerto; creció hasta hacerse árbol y las aves del cielo anidaron en sus ramas.»

Parábola de la levadura.Dijo también: « ¿A qué compararé el Reino de Dios? Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina hasta que todo fermentó.»

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MI HISTORIAa) Nada es irreversible. Todo puede ser re-vivido dándole un sentido. Recordar

no significa pasar la película de la vida en plan objetivo, sino volver a recorrerla, comprometiéndome en ella, haciéndola mía. Por supuesto, nadie mira su propia historia sin que se remuevan los fondos: experiencias críticas, sueños íntimos, personas significativas…

b) Dios lo ha asumido todo antes que yo. c) ¿Qué temas se repiten en mi historia? ¿Qué lugar ocupa Dios?d) Mi historia de adulto ha ido elaborando “mi mundo”, es decir, un conjunto

de realidades, externas e internas, que dan a entender desde dónde he dado sentido a mi vida. Lo que socialmente puede ser verificado como “mi mundo” no siempre coincide con mi proyecto íntimo de ser.

e) Sería interesante que escribieras tu historia.• Escribir la historia significa, en primer lugar, dar nombre a los

recuerdos. Algunos los percibes como amenazantes. Descríbelos. Vivéncialos emocionalmente.

• Releer los acontecimientos: situarlos en un conjunto, de modo que, ahora, los ves con otra luz. Lo que antes era puramente negativo, ahora no lo es tanto.

• Releerlos como historia de salvación: “Yo viví aquello así; pero ¿qué pretende Dios con ello?”.

****(Del libro “Una Espiritualidad para hoy, Javier Garrido pg.70-71)

Te seguimos, Señor Jesús, Pero para que te sigamos, llámanos,

Porque sin ti nadie avanza. Que sólo Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida.

Recíbenos como un camino acogedor recibe. Aliéntanos como la verdad alienta.

Vivifícanos, puesto que Tú eres la Vida.

San Agustín

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DÍA 22: ¿QUIÉN ES DIOS PARA MÍ?“ESCUCHAR SU PALABRA”

¿Quién es Dios para mí?

Como creyente, Dios ha estado presente en tu historia. Pero ¿qué Dios? ¿Es el Dios “vivo y verdadero” (1 Tes 1, 9), o un dios a tu medida? La cuestión no es ideológica, sino existencial.La Palabra te confronta con la realidad de Dios tal como Él se ha revelado.v Éx 3

Dios atrae y descalza, a un tiempo. Presencia en fuego y Alguien que me llama por mi nombre. ¿Nunca has sentido que los ojos se te cerraban delante de Él? Siempre es igual cuando efectivamente Él quiere mostrarse tal como es: sentimos vértigo ante su presencia y ante lo que nos propone. Por eso sabemos que no es obra de nuestros deseos infantiles, porque, a la vez que nos envía al corazón del mundo, nos fundamenta en su palabra. Hay que estar dispuestos a lo imprevisible, a iniciar una nueva vida. A veces creemos que la cuestión es cambiar de conducta moral. La vida cambia cuando, al fin, le conoces como Alguien absoluto. “Yo soy el que veréis quién soy? A Dios se le conoce a posteriori, cuando te atreves a creer en su Palabra. ¿De qué te sirve hablar de Él como de un objeto maravilloso, si nunca te has fiado de Él?

Moisés era pastor del rebaño de Jetró su suegro, sacerdote de Madián. Una vez llevó las ovejas más allá del desierto; y llegó hasta Horeb, la montaña de Dios. El ángel de Yahveh se le apareció en forma de llama de fuego, en medio de una zarza. Vio que la zarza estaba ardiendo, pero que la zarza no se consumía. Dijo, pues, Moisés: «Voy a acercarme para ver este extraño caso: por qué no se consume la zarza.» Cuando vio Yahveh que Moisés se acercaba para mirar, le llamó de en medio de la zarza, diciendo: « ¡Moisés, Moisés!» El respondió: «Heme aquí.» Le dijo: «No te acerques aquí; quita las sandalias de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra sagrada.» Y añadió: «Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.» Moisés se cubrió el rostro, porque temía ver a Dios. Dijo Yahveh: «Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo en Egipto, y he escuchado su clamor en presencia de sus opresores; pues ya conozco sus sufrimientos. He bajado para librarle de la mano de los egipcios y para subirle de esta tierra a una tierra buena y espaciosa; a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los perizitas, de los jivitas y de los jebuseos. Así pues, el clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto además la opresión con que los egipcios los oprimen. Ahora, pues, ve; yo te envío a Faraón, para que saques a mi pueblo, los israelitas, de Egipto.» Dijo Moisés a Dios: ¿Quién soy yo para ir a Faraón y sacar de Egipto a los israelitas?» Respondió: «Yo estaré contigo y esta será para ti la

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señal de que yo te envío: Cuando hayas sacado al pueblo de Egipto daréis culto a Dios en este monte.» Contestó Moisés a Dios: «Si voy a los israelitas y les digo: “El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros”; cuando me pregunten: “¿Cuál es su nombre?”, ¿qué les responderé?» Dijo Dios a Moisés: «Yo soy el que soy.» Y añadió: «Así dirás a los israelitas: “Yo soy” me ha enviado a vosotros.» Siguió Dios diciendo a Moisés: «Así dirás a los israelitas: Yahveh, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros.Este es mi nombre para siempre, por él seré invocado de generación en generación.» «Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: “Yahveh, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo: Yo os he visitado y he visto lo que os han hecho en Egipto. Y he decidido sacaros de la tribulación de Egipto al país de los cananeos, los hititas, los amorreos, perizitas, jivitas y jebuseos, a una tierra que mana leche y miel.”

v Sal 95 (94)Este salmo introduce cada mañana la oración del Pueblo de Dios. ¡Qué conciencia de la realidad viviente de Dios! A Dios se le aclama con palmas y vítores, se le escucha como voz que llama a vivir en su presencia, según su voluntad.

Venid, cantemos gozosos a Yahvé, aclamemos a la Roca que nos salva;entremos en su presencia dándole gracias, aclamándolo con salmos.Porque un gran Dios es Yahvé, Rey grande sobre todos los dioses;él sostiene las honduras de la tierra, suyas son las cumbres de los montes;suyo el mar, que él mismo hizo, la tierra firme que formaron sus manos.

Entrad, rindamos homenaje inclinados, ¡arrodillados ante Yahvé que nos creó!Porque él es nuestro Dios, nosotros somos su pueblo, el rebaño de sus pastos.¡Ojalá escuchéis hoy su voz!:«No seais tercos como en Meribá, como el día de Masá en el desierto,allí vuestros padres me probaron, me tentaron aunque vieron mis obras.

v Mt 4, 1-11¿Quién es Dios para Jesús? El Único, ante quien ayuna, vacío de todo otro proyecto que no sea estar disponible: “¿Señor, qué quieres que haga?”. El Dios que conduce al desierto, a la situación de prueba, para que pueda comprobar que “no sólo de pan vive el hombre”. El Dios digno de fe, por encima de todo signo humanamente verificable. El Señor. En adorarle encuentra Jesús la fuente y el sentido de su existencia. Sólo en Él recobra el mundo el paraíso perdido.

Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.

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Y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre. Y acercándose el tentador, le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se con-viertan en panes.» Mas él respondió: «Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.» Entonces el diablo le lleva consigo a la Ciudad Santa, le pone sobre el alero del Templo, y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra alguna.» Jesús le dijo: «También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios.»De nuevo le lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del mundo y su gloria, y le dice: «Todo esto te daré si postrándote me adoras.» Entonces Jesús le dijo: «Apártate, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él darás culto.» Entonces el diablo le deja. Y he aquí que se acercaron unos ángeles y le servían.

La imagen vivida de Dios

1. Personalizar la imagen de Dios, a la luz de los textos bíblicos, comporta un movimiento doble. Primero, el de la oración-meditación: dejar que la Palabra nos muestre quién es Dios en realidad. Pero no para identificarnos desde el deseo religioso. Caeríamos en la trampa de vivir del ideal. Lo normal, pues, es que sintamos la desproporción entre la imagen del Dios de la Revelación y la propia experiencia vivida.Pero si esta constatación sólo nos lleva al desánimo realista de lo que nos sobrepasa, el remedio sería peor que la enfermedad. La Palabra se nos ha dado para que contemplemos en ella el verdadero rostro de Dios. Por eso, insistamos en personalizar esa imagen del Dios vivo en la oración, admirando quién es Dios, gozando con su conocimiento, interiorizando las resonancias de los textos bíblicos.

2. El segundo movimiento pertenece al discernimiento: ¿qué imagen hemos tenido y tenemos de Dios? Evidentemente, estamos discerniendo la imagen vivida, no la conocida por información doctrinal.

− Compara tu proceso de maduración humana y el de tu relación con Dios. ¿Hay correlación o desfase? ¿Por qué?

− ¿Hay alguna experiencia que ha configurado tu imagen de Dios? Puede ser que la haya marcado con rasgos negativos, que bloqueen una relación auténtica. Puede ser que la imagen del Dios bueno sea tan gratificante, que no tenga nada que ver con el Absoluto. Tal vez alguna experiencia te abrió la posibilidad de conocer realmente a Dios.

− Si expresase con alguna frase corta quién es Dios para mí, ¿cuál sería la mía? ¿qué contenido afectivo conlleva? ¿Expresa una relación de autoridad, de temor, de amistad, de rivalidad, de amor? ¿Tiende a ser simétrica o asimétrica la relación? ¿Crees que tiene algo que ver con tu historia afectiva, por ejemplo, la familia?

− Mi imagen vivida de Dios, ¿ha ido acercándose progresivamente al Dios de la Biblia?

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3. Después de este discernimiento, vuelve a orar con los textos señalados. La personalización tiene grados y dinámicas variadas: hay quien se dilata al contacto con la Palabra; hay quien no se fía de su experiencia interior. Lo importante no es asimilar plenamente el tema, sino la experiencia de ir viviéndolo.

(Del libro “Una Espiritualidad para hoy, Javier Garrido pg.72-73)

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Tomad, Señor, y recibidtoda mi libertad,

mi memoria,mi entendimiento

y toda mi voluntad,todo mi haber

y mi poseer;Vos me lo diste;

a Vos, Señor, lo torno;todo es vuestro,

disponed todo a vuestra voluntad;dadme vuestro amor y gracia,

que esto me basta.

San Ignacio de Loyola

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DÍA 23: MARTA Y MARÍA EN BETANIA“La importancia de la ESCUCHA”

LUCAS 10, 38-42

Mientras iban de camino entró también él en una aldea, y una mujer de nombre Marta lo recibió en su casa.Ésta tenía una hermana llamada María, que se sentó a los pies del Señor para escuchar sus palabras.Marta, en cambio, se dispersaba en múltiples tareas. Se le plantó delante y le dijo:- Señor, ¿te parece bien que mi hermana me deje sola con el servicio? Dile que me eche una mano.Pero el Señor le contestó:- Marta, Marta, andas preocupada e inquieta con tantas cosas: sólo una es necesaria. Sí, María ha escogido la parte mejor, y ésa no se le quitará.

Dios quiere y puede comunicarse conmigo personalmente. Esta es la sabiduría de maría “El Maestro ha venido de camino y se queda en su casa”. Que otra cosa puede hacer el discípulo sino sentarse y ESCUCHAR.Jesús alaba a maría porque ha descubierto el gran principio de la fe que es “ESCUCHAR SU PALABRA”.Uno no puede ser discípulo hasta que no descubre donde está la fuente. La fuente no está en la oración sino en la escucha, esperar y amar en obediencia al Padre.Desde nuestra cultura actual nos identificamos con Marta “Ella quiere controlar la existencia”María es como aquel que encontró un tesoro en el campo…Ser como Jesús en obediencia, viviendo la Palabra que sale de la boca de Dios.Él viene a enseñarnos lo esencial “a ser discípulos a los pies del Maestro”

NECESARIO Y URGENTE (escrito por José Antonio Pagola)

Mientras el grupo de discípulos sigue su camino, Jesús entra solo en una aldea y se dirige a una casa donde encuentra a dos hermanas a las que quiere mucho. La presencia de su amigo Jesús va a provocar en las mujeres dos reacciones muy diferentes.María, seguramente la hermana más joven, lo deja todo y se queda «sentada a los pies del Señor». Su única preocupación es escucharle. El evangelista la describe con los rasgos que caracterizan al verdadero discípulo: a los pies del Maestro, atenta a su voz, acogiendo su Palabra y alimentándose de su enseñanza.La reacción de Marta es diferente. Desde que ha llegado Jesús, no hace sino desvivirse por acogerlo y atenderlo debidamente. Lucas la describe agobiada por múltiples ocupaciones. Desbordada por la situación y dolida con su

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hermana, expone su queja a Jesús: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano».Jesús no pierde la paz. Responde a Marta con un cariño grande, repitiendo despacio su nombre; luego, le hace ver que también a él le preocupa su agobio, pero ha de saber que escucharle a él es tan esencial y necesario que a ningún discípulo se le ha de dejar sin su Palabra «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor y no se la quitarán».Jesús no critica el servicio de Marta. ¿Cómo lo va a hacer si él mismo está enseñando a todos con su ejemplo a vivir acogiendo, sirviendo y ayudando a los demás? Lo que critica es su modo de trabajar de manera nerviosa, bajo la presión de demasiadas ocupaciones.Jesús no contrapone la vida activa y la contemplativa, ni la escucha fiel de su Palabra y el compromiso de vivir prácticamente su estilo de entrega a los demás. Alerta más bien del peligro de vivir absorbidos por un exceso de actividad, en agitación interior permanente, apagando en nosotros el Espíritu, contagiando nerviosismo y agobio más que paz y amor.Apremiados por la disminución de fuerzas, nos estamos habituando a pedir a los cristianos más generosos toda clase de compromisos dentro y fuera de la Iglesia. Si, al mismo tiempo, no les ofrecemos espacios y momentos para conocer a Jesús, escuchar su Palabra y alimentarse de su Evangelio, corremos el riesgo de hacer crecer en la Iglesia la agitación y el nerviosismo, pero no su Espíritu y su paz. Nos podemos encontrar con unas comunidades animadas por funcionarios agobiados, pero no por testigos que irradian el aliento y vida de su Maestro.

CUANDO MARÍA SE CONVIERTE EN MARTA (Escrito por Enrique Martínez Lozano)

Una vez más, como tantas otras en los relatos evangélicos, no nos encontramos ante una mera "anécdota" de la vida de Jesús, sino ante una catequesis sobre en qué consiste ser discípulo.Esta narración aparece únicamente en el evangelio de Lucas y tiene como trasfondo la doble actividad que se desarrollaba en las primeras comunidades: el servicio (o diaconía) y la proclamación de la palabra. Según el texto, parece que el autor tiene un interés especial en subrayar la importancia de la escucha de la palabra, a la que califica como "la parte [porción] mejor", que no puede ser quitada.Esa expresión de la "mejor parte" hace alusión a la "porción del Señor". En el reparto de la tierra, cuando el pueblo se estableció en Palestina, a los levitas no se les asignó ninguna porción: su "lote" era el Señor. Y así se recoge en los Salmos:

"Tú, Señor, eres mi copa y el lote de mi heredad,mi destino está en tus manos.Me ha tocado un lote delicioso,¡qué hermosa es mi heredad!" (Salmo 16,5-6)."Mi porción, oh Yhwh,es guardar tus palabras" (Salmo 119,57).

En la narración, la misma postura de María –"sentada a los pies"- es una alusión directa a su lugar de discípula: ésa era la postura que adoptaban

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los discípulos judíos ante sus maestros. Y no deja de ser llamativo que, en una cultura tan machista, en la que ningún maestro judío hubiera consentido tener mujeres en su grupo, se reconozca a una mujer el derecho pleno a ser discípula.Si María es la que escucha la palabra, Marta representa el servicio. Y es ésta la que se dirige a Jesús, con un título frecuente en el evangelio de Lucas, pero que nació a partir de la experiencia pascual: Kyrios, Señor.La queja de Marta, sin embargo, no va a ser bien acogida. En la respuesta que el autor pone en boca de Jesús –no es probable que esas palabras pertenezcan al Jesús histórico-, pueden distinguirse dos partes: la que se refiere a la inquietud de Marta y la que elogia a María por haber elegido "la mejor parte".Toda la respuesta rezuma sabiduría: la inquietud y el nerviosismo son síntomas de ansiedad, se corresponden con la hiperactividad mental –la rumiación incesante- y ponen de manifiesto que estamos alejados del presente.Todo ello suele denotar una carencia afectiva o vacío psicológico no resuelto, origen de una prisa que no nos deja en paz, sino que nos introduce en una carrera interminable y agotadora que no conduce a ninguna parte.Cuando eso se produce, la persona está identificada con su mente y, por tanto, con su ego o yo. Por eso, a aquel vacío psicológico se le añade el vacío esencial propio del yo, y la suma de ambos produce una incapacidad radical de vivir en el aquí y ahora. Porque el yo, como no puede "hallarse" a sí mismo en el presente, sólo puede sostenerse en tanto en cuanto mantiene expectativas que lo proyectan a un futuro imaginado.Frente a todas esas trampas y engaños, suena sabia la palabra que proclama: "sólo una cosa es necesaria". Lo único realmente necesario –aunque haya que trabajar otras cuestiones para que ello sea posible- es venir al presente.Cuando aprendemos a vivir en el momento presente, todo empieza a fluir ajustada y armoniosamente. Cesa la inquietud, el nerviosismo, el estrés, el despiste, la ignorancia, el cansancio desproporcionado, los "dramas" mentales, los diversos mecanismos de huida, el sufrimiento inútil...En la medida en que ponemos presencia en nuestra vida, todo empieza a encontrar su lugar, redescubrimos el gusto por vivir y emerge la Plenitud. Decididamente, la Presencia es lo único necesario. Y, como decía el místico sufí, "quien lo probó, lo sabe".Cuando vivimos en la mente, fuera del presente, nos pasamos el tiempo buscándole un significado a la vida; basta venir al instante presente para disfrutar de una vida plena de significado. La Presencia es sentido.Dejamos de percibirnos como el yo aislado y vacío, ansioso e inquieto, para empezar a descubrirnos como esa misma Presencia que todo lo abraza e integra.Nos liberamos de la tiranía de la mente pensante para percibirnos como la Conciencia desde la que la mente cumple su función: pasamos de considerarnos como "pensadores identificados con su mente" a vivirnos como "observadores de los propios contenidos mentales".Sólo aquí y ahora: "Ser, nada más; y basta. Es la absoluta dicha" (Jorge Guillén), lo único necesario.

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Así entendida la "parte" que ha elegido María, queda claro que es "la mejor" y que "no se la quitarán". Podemos perder todo lo que hemos ido adquiriendo, todo lo que tenemos, el mismo yo..., pero no podremos perder jamás lo que somos: eso es lo que nadie nos podrá quitar.Cuando sufrimos porque creemos amenazada cualquier cosa que tenemos –bienes, imagen, fama...-, estamos todavía identificados con el yo; permanecemos en el mundo de las "formas"; no hemos encontrado aún "lo único necesario". Cuando "cae" el yo, con él cae cualquier forma de miedo y de sufrimiento.Ahora bien, es necesario subrayar que "lo único necesario" no es estar sentada escuchando la palabra, sino vivir en la Presencia. Y es necesario advertirlo porque este texto se usó, con frecuencia de una forma muy desafortunada, para contraponer lo que se llamaba "vida activa" y "vida contemplativa".En esa lectura simplista, las palabras de Jesús vendrían a afirmar la superioridad de la segunda sobre la primera: el trabajo manual ocuparía un lugar muy secundario con respecto a la actividad orante o contemplativa.Tal interpretación, no sólo se apoya en un dualismo insostenible, engañoso y perjudicial –por el que "oración" y "vida" correrían por caminos diversos-, sino que olvida lo más característico de la respuesta: lo decisivo no es lo que hacemos, sino dónde estamos.Hay personas contemplativas que no logran salir de su mente y hay personas muy activas con una vivencia profunda del presente. Es decir, la disyuntiva que el texto plantea no hay que entenderla como si fuera entre "trabajo" y "oración", sino entre "ignorancia" y "consciencia", entre "cavilación" y "presencia".Está en Dios quien vive en la Presencia, tanto dentro de los muros de un monasterio como en el vértigo de un tráfico incesante.Es significativo que, dentro de una tradición que entendió esta escena evangélica en la clave a la que aludía más arriba, apareció una lectura totalmente divergente, en boca de uno de los mas grandes místicos cristianos: el Maestro Eckhart, en el siglo XIII-XIV.Para Eckhart, la postura digna de elogio es la de Marta. Porque es ella la que vive el servicio y la dedicación a los otros. Con esto, el Maestro renano buscaba subrayar algo a veces olvidado en la espiritualidad: el test y la garantía de un camino espiritual auténtico viene dado por la bondad y el amor servicial que produce en la persona.Es fácil advertir que, así entendido, no sólo no hay ninguna oposición entre ambas interpretaciones, sino que se reclaman. Con otras palabras, el auténtico camino espiritual se produce cuando María se convierte en Marta, una vez que ambas se han unificado gracias a la Presencia, porque las dos, en cualquier ocupación, han aprendido a vivir en presente.

ORACIÓN:

Sé Siempre lo Mejor, pues el Mejor te Creó.

Si no puedes ser pino alto y robusto, que en las cumbres se baña de esplendor, no te aflijas por ello. Sé un arbusto.

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Pero entre los arbustos sé EL MEJOR. Si eres césped tan sólo en la pradera, embellece el camino con las flores. Y si tan solo un pececito fueras, sé el encanto del lago donde mores.

No podemos ser todos capitanes, si nadie es tropa, el esfuerzo es vano. No tan solo hay lugar para titanes. Tenemos obra al extender la mano.

Si no fueras camino, se vereda. Sé una estrella, si no fueras sol. No ser grande es la gloria verdadera, sin importar el lugar que ocupes, recuerda que has sido creada a imagen del perfecto y más grande de todos los seres.

Donde quiera que estés, sin importar lo que hagas, SÉ LO MEJOR

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DÍA 24: MARÍA “Aprendió a ser discípula cumpliendo la voluntad de Dios: Ocultamiento en Nazaret”

JUAN 2, 1-11

Al tercer día hubo una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús; y fue invitado Jesús, como también sus discípulos, a la boda.Faltó el vino, y la madre de Jesús se dirigió a él:- No tienen vino.Jesús le contestó:- ¿Qué nos concierne a mí y a ti, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.Su madre dijo a los sirvientes:- Cualquier cosa que os diga, hacedla.Estaban allí colocadas seis tinajas de piedra destinadas a la purificación de los Judíos; cabían unos cien litros en cada una.Jesús les dijo:- Llenad las tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.Entonces les mandó:- Sacad ahora y llevadle al maestresala. Ellos se la llevaron.Al probar el maestresala el agua convertida en vino, sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), llamó al novio y le dijo:- Todo el mundo sirve primero el vino de calidad, y cuando la gente está bebida, el peor; tú, el vino de calidad lo has tenido guardado hasta ahora.Esto hizo Jesús en Caná de Galilea, como principio de las señales; manifestó su gloria, y sus discípulos le dieron su adhesión.

MARÍA EN LA VIDA PÚBLICA DE JESÚS

(Del libro: El camino de María, Javier Garrido pp.66-74)

El Evangelio de Juan presenta a María en las bodas de Caná, cuando Jesús realiza el primer signo mesiánico. Escena paradójica, porque María tiene un papel mediador y, sin embargo, Jesús la coloca en su sitio, fuera de su acción mesiánica, anunciándole su lugar propio más tarde, en la hora, es decir, al pie de la Cruz.En los evangelios sinópticos, María desaparece de la vida pública de Jesús, excepto en dos ocasiones.Mc 3, 31-35 (paralelos en Mt 12, 46-50 y Lc 8, 19-21) cuenta que, mientras Jesús estaba en plena actividad en Galilea (se supone que había adquirido ya cierto prestigio),

“…fueron su madre y sus hermanos, se detuvieron fuera y le enviaron un recado llamándolo. La gente estaba sentada en torno a él y le dicen:-Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan.Él les respondió:-¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?Y mirando a los que estaban sentados en cículo alrededor, dice:

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-Mirad mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano y hermana y madre”.

El siguiente texto tiene sabor de escena popular y va en la misma línea. Se refiere a María, aunque ella no esté presente.

“Mientras hablaba, una mujer de la multitud alzó la voz y dijo:-¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron!Él replicó:-¡Dichosos, más bien, los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen!” (Lc 11, 27-28).

En los sinópticos, no se habla de María en los relatos de la Pasión. Sólo en Lucas vuelve a escena en el grupo de los discípulos que se reúnen a orar, esperando la venida del Espíritu Santo.¿Qué significado puede tener esta desaparición de María?La más obvia para algunos: que realmente tal fue su papel, el que correspondía a la mujer en aquel contexto, aunque fuese la madre del líder religioso.Otros vemos en ambas escenas una intencionalidad clara por parte de Jesús, que, paradójicamente, atañe nuclearmente a la vida y misión de María en esta etapa.En efecto, las palabras de Jesús suenan a distanciamiento, a separación de campos, pero formulan el motivo, y éste no es sociológico, sino propio de su misión escatológica. Es como si dijese:

Existen lazos de la carne y de la sangre, los familiares, que tanta importancia tienen en la vida humana. Incluso pertenecen, por designio de Dios, a la alianza del Padre con Israel. Pero de ahora en adelante lo que cuenta es la nueva familia de los hijos de Dios, los que viven de la voluntad de Dios, escuchando mi palabra y cumpliéndola. Ha llegado el paso de la carne al espíritu.Pues bien, si mi madre quiere entrar en el Reino, tiene que hacerse discípula mía, dejando atrás su maternidad humana. Podrá vivir así otra maternidad, la espiritual, la del Padre del cielo que se está haciendo presente a través de mi misión.

María aprendió a ser discípula haciendo la voluntad del Padre según la misión que Jesús le encomendó: permanecer en el ocultamiento.Su vida entera estuvo marcada por el oír y creer. A partir de su experiencia vocacional de madre y en Nazaret, la voluntad del Padre tenía por contenido dar vida y educar a Jesús. A raíz de lo ocurrido en el Jordán, su obediencia inició un proceso de purificación. ¿En qué consistía?En desapropiarse de la maternidad “carnal” para entrar en la maternidad propia del Reino, la del espíritu. No es que María se hubiese apropiado ser madre de Jesús. Al contrario, siempre lo vivió en obediencia. Lo que pasa es que, durante un tiempo, esa obediencia tenía forma de maternidad natural, lazos humanos de sangre y de afectividad. Ahora Jesús le pedía, la obligaba más bien, a entrar en la maternidad teologal. De nuevo, el único camino era la obediencia de fe.¿En qué consiste esta maternidad teologal?En vivir su afectividad al modo de su hijo, según la misión del Reino: en pertenencia exclusiva al Padre, dando paso a su auto-donación al mundo. El evangelista Juan lo ha dicho en un contexto distinto, con alusión implícita quizá

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a María.“Vino a los suyos, los suyos no la acogieron (la Palabra).A los que la recibieron los hizo capaces de ser hijos de Dios, a los que creen en él: los que no han nacido de la sangre ni del deseo de la carne, ni del deseo del varón, sino de Dios” (Jn 1, 11-13)

Para ello es necesario asumir en obediencia el sitio que el Padre nos asigna en el Reino. La fecundidad es suya y la realiza en virtud de esta obediencia.Jesús asignó a María su sitio: el ocultamiento en Nazaret, sin lazos de familia con él, hasta que el Padre manifieste otra cosa.María tuvo que aprender a ser discípula de Jesús, desapropiándose de su maternidad humana, para ser incorporada a su misión, es decir, a ser madre de todos los discípulos y esposa fecunda del nuevo Pueblo de Dios.

****En el ocultamiento, su misión consistió en amar. Por el amor oculto estaba asociada a la misión de Jesús. Y ¡cómo lo llevaba en el corazón, permanentemente unida! Y ¡cómo intercedía por Él! Y ¡cómo deseaba lo que Jesús: la gloria del Padre!

****Permaneció en el anonimato de Nazaret, dedicada a las tareas más vulgares y con un corazón que le crecía sin límites, al ritmo de la misión de su hijo.

ESTE ES HOY NUESTRO MAGNIFICAT

Este es hoy nuestro Magnificat:

María: porque acogiste el mensaje de Diosy te hiciste fidelidad

y apertura a Él y a los hermanos para siempre.Porque te apresuraste a cantar tu pequeñez,

la grandeza de Diosy ofrecer tu servicio solícito y amable.

“BENDITA TÚ…”

Porque supiste guardar la Palabra y transmitirlaen toda su sencillez y profundidad.

Porque te hiciste ojos y oídos y manos para queel día de Caná fuera más feliz para los hombres. .

“BENDITA TÚ...”

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Al final del día, cada una completa el Magnificat con el suyo personal…DÍA 25: PEDRO

“Señor, tú lo sabes todo, sabes que te amo”

Juan 21, 15-19

Después de haber comido, Jesús dijo a Simón Pedro: “Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos?” Le respondió: “Sí, Señor; tú sabes que te amo”. Él le dijo: “Apacienta mis corderos”.Volvió a decirle la segunda vez: “Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?” Pedro le respondió: “Sí, Señor; tú sabes que te amo”. Le dijo: “Apacienta mis ovejas”.Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas”.“En verdad, en verdad te digo: Cuando eras más joven, tú mismo te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y otro te ceñirá, y te llevará adonde tú no quieras”.Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: “Sígueme”.

****La aparición de Tiberíades pone las cosas exactamente en su sitio. Los pecados de Pedro no cambian el corazón de Jesús. Pedro es el pecador confirmado: seguirá siendo pecador en el libro de los Hechos y se comportará de forma ambigua en varias ocasiones; será increpado por Pablo por su conducta... no importa nada de eso. Los pecados de Pedro están cubiertos por otra frase que es la clave: "Señor, tú sabes que te quiero".La virtud de Pedro, aquella que le hace ser elegido y confirmado como pastor de la iglesia es su adhesión incondicional a Jesús. Ésta le confirmará, ésta le hará poner toda la vida al servicio de la iglesia, ésta le hará sentirse honrado y feliz cuando es perseguido, le llevará a aceptar humildemente las reprimendas de Pablo, hasta la meta: dar su vida por Jesús crucificado en la persecución de Nerón. Pedro, el pecador.Jesús elige el momento adecuado.Esta conversación que Jesús iba a tener con Pedro no iba a ser una conversación cualquiera, era importante.

1- “Cuando hubieron comido...”Jesús elige el momento adecuado.Esta conversación que Jesús iba a tener con Pedro no iba a ser una conversación cualquiera, era importante.Después de saciar nuestra hambre viene la sobremesa, es cuando los comensales están relajados, se toma té, café... El corazón está más contento con el estomago lleno.Antes de comer Pedro tenía hambre, Jesús quería tener a Pedro al 100% de su atención.

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Dios actúa así con nosotros: Nos habla en el momento adecuado. Y el elige el tiempo, y requiere toda nuestra atención.Leer la Palabra distraído, orar pensando en otra cosa, tener la mente fuera en la alabanza... Todo esto no “ayuda” a que el Señor nos hable.Y como cristianos podemos pasar mucho tiempo sin tener tiempo para Dios. El Señor quizá entonces para hablarnos tenga que meternos en algún “lio” en el que tengamos que clamarle a Él.Pregunta: ¿Estas en algún aprieto en el que no encuentras salida y antes no tenías tiempo para Dios? Porque si es así quizá sea Dios mismo el que está en este asunto...

2- “Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás”Una de las cosas más increíbles que uno encuentra en la Biblia es como Dios siendo Dios, y yo siendo nada, conozca mi nombre y se ocupe de mi.En el Antiguo Testamento Dios llamaba por nombre a sus siervos. Dos ejemplos:A Moisés al acercase a zarza que ardía y no se apagaba le dijo “¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es”. (Ex 3:4-5)A Abram le dijo: “No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande”. (Gn 15:1)En los evangelios tenemos a ese Dios poderoso hecho hombre en Jesús (“Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”. Jn 1:14)Y en este pasaje que estamos comentando tenemos a Pedro frente al mismo Dios, hablándole cara a cara, llamándole por su nombre, comiendo pescado en la playa.A veces se nos olvida que Jesús es Dios.Jesús les dijo en una ocasión a los discípulos que era mejor que él se fuera para que pudiera venir el Espíritu Santo (leer Jn 16:7)Les estaba diciendo que era mejor que el Espíritu Santo estuviera EN nosotros, después de realizada su misión, a que Jesús estuviera CON nosotros.¡Ese mismo Dios poderoso del AT, que tronaba en el Sinaí y que los israelitas se tapaban los oídos porque no podían soportar la voz directa de Dios, y le decían a Moisés que no nos hable El... (Leer Ex 19) hablaba con Pedro, y está EN nosotros!

¡GRATITUD, SANTIDAD y REVERENCIA AL SEÑOR!

3- la conversaciónJn 21:15...Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos.Jn 21:16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.Jn 21:17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.

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Esta es una conversación que tu y yo podemos leer ahora, y resto de discípulos pudieron oír, pero seguro que solo Pedro y Jesús entendían en su totalidad su trasfondo, todo lo que implicaba esa conversación, y toda su importancia.Esa conversación era fruto de una vivencia en común, de personas que han pasado juntas situaciones difíciles.¿No te ha pasado que estás en una conversación entre dos personas, y entiendes lo que dicen pero intuyes que detrás de esas palabras hay algo mas, y dices “me estoy perdiendo algo”?Eso es lo que nos puede pasar leyendo este pasaje.Vamos a tratar de entender el pasaje mejor, y para ello vamos recopilar las vivencias entre Jesús y Pedro, y luego volvemos a leer el texto a ver si lo entendemos de otra manera...Además esto nos va a servir para conocer más cómo era Pedro.

3.1 recopilación de las vivencias de Pedro con Jesús1. Pedro es presentado a Jesús por su hermano Andrés. El Señor le ve y le dice: “Tu eres Simón, hijo de Jonás, tú serás llamado Cefas que quiere decir Pedro” (Jn 1:42)Aquí Pedro conoce a Jesús pero no se va con Él. Sigue con su trabajo.2. Pedro y Andrés estaban pescando y Jesús les llama desde la orilla: “Venid en pos de mi y os haré pescadores de hombres” (Mt 4:19)Aquí Andrés y Pedro siguen al Señor.Pasa unos tres años con Jesús: Recibe enseñanzas, ver milagros, convive con Jesús...3. Jesús en una ocasión acompañado con Jacobo, Juan y Pedro a un monte. Y allí se transfigura y conversa con Moisés y Elías. Fue ahí cuando Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. (Mc 9:5)4. Ve a Jesús andar sobre el mar, y le dice: “Señor si eres tu manda que yo vaya a ti sobre las aguas” (Mt 14:28)Estaban los doce en la barca y fue Pedro quien se arriesgó.¿Vamos comprendiendo mejor acerca de Pedro?5. Una vez Jesús preguntó a los discípulos: “¿Quién decís que soy yo?”Pedro enseguida se lanzó a contestar: “Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente” (Mt 16:15)6. Al poco tiempo Jesús reprende a Pedro y le dice: “Quítate delante de mi Satanás, me eres tropiezo porque no pones la mira en las cosas de Dios sino en las de los hombres” (Mt 16:23)7. Pedro fue el que preguntó a Jesús:” ¿Cuántas veces perdonaré a mi hermano que pecare contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le contesto: No te digo siete sino hasta setenta veces siete” (Mt 18:21)8. Jesús eligió a Pedro y a Juan para preparar un suceso tan importante como la Pascua, la última cena. (Mc 9:2)9. Pedro se negó en un principio a que Jesús le lavara los pies: “¿Tu me vas a lavar los pies? No me lavaras los pies jamás!” A lo que el Señor le contestó: “Si no te lavare los pies no tendrás parte conmigo”. Pedro dijo entonces: “Señor, no solo los pies, sino también las manos y la cabeza” (Jn 13:6-7)Estamos entendiendo las vivencias de Pedro con Jesús...

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10. Pedro aseguró Jesús que nunca le negaría: “Aunque me sea necesario morir contigo no te negaré” (Mt 26:35)“Aunque todos se escandalizaren de ti, yo nunca me escandalizaré” (Mt 26:33)11. En el Huerto de los Olivos, Jesús escogió a Pedro, Jacobo y Juan para que le acompañaran mientras oraba. Y se quedaron dormidos. (Mt 26:37)12. Cuando Jesús es arrestado, Pedro saca una espada y le corta la oreja a un siervo del Sumo Sacerdote. Jesús le dijo: “Vuelve la espada a su lugar, porque todos los que tomen espada a espada morirán” (Mt 26:52)Jesús muere en la cruz, es guardado en el sepulcro, y resucita...13. Pedro es avisado por las mujeres de que no está Jesús en el sepulcro. Y va corriendo con Juan a comprobarlo. Y ve la tumba vacía. (Lc24:12)14. Pedro ve a Jesús resucitado el primer día. La Biblia no da más detalles. (Lc24:34)15. Pedro vuelve a ver a Jesús resucitado dos veces más cuando están los discípulos reunidos (Jn 20:19 y 26)16. Esta es la tercera vez que ve a Jesús resucitado.

Aparte están todas las vivencias que tuvo Pedro con el Señor y que no están escritas, y pertenecen a la privacidad de los dos.Según lo que hemos leído, podríamos hacer un perfil rápido de la personalidad de Pedro:

-Impetuoso-Temperamental-Valiente-Inconstante-Autosuficiente-etc...

Leamos de nuevo Jn 21:15-17

Jn 21:15...Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos.Jn 21:16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.Jn 21:17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.

3.2 la primera preguntaEs algo diferente a las otras: “Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? “La respuesta de Pedro: “Sí, Señor; tú sabes que te amo.”¿No se ve aquí un cambio de actitud de Pedro? En otro tiempo hubiera dicho: Sí Señor te amo más que estos.Ahora simplemente dice: Sí, Señor; tú sabes que te amo.Recordemos lo que dijo en Mt26:33 “Aunque todos se escandalizaren de ti, yo nunca me escandalizaré”.

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Pero vemos ahora que Pedro ya no se cree que puede más que los demás y que su confianza en sí mismo se había caído.Esto es bueno, porque ahora el Señor podía empezar a edificar. Dios tiene que derribar toda autosuficiencia en nuestra vida.

Si leemos el Salmo 119, vemos que en cada una de sus partes el salmista repite una y otra vez lo mismo:

Enséñame tus estatutos.Susténtame con tu Palabra.Hazme entender tu camino.Dame entendimiento.

Esa dependencia continua del Señor es lo que quería el Señor para Pedro y quiere para nosotros.Y vemos ahora a Pedro más en esa línea: Más reflexivo, más asentado, menos autosuficiente, más humilde.Esto es lo que Dios hace en nuestras vidas en cada uno de nosotros en nuestro caminar con El.

3.3 ¿ME AMAS? X 3Aquí, después de que Pedro le negara tres veces, Jesús le pregunta otras tres si le amaba.El Señor estaba dando a Pedro la oportunidad de volverle a decir con su boca que le amaba y que el Señor después de esta confesión pudiera decirle que apacentara mis ovejas, en definitiva, le estaba diciendo a Pedro: Pedro, ¡me eres útil!Una de las cosas que le pueden pasar a un cristiano cuando cae en mayor o menor grado es que se siente: Alejado de Dios, abandonado por Dios, inútil para Dios, condenado...Y Satanás y sus demonios se encargan de hacerte sentir así y que así te quedes. Si no puede arrancarte la fe, por lo menos que esa fe no se ponga en movimiento. Y así hay cristianos inutilizados.Pero esos cristianos quieren en su corazón al Señor; están derribados pero no destruidos.Así se podía sentir Pedro después de haber negado al Señor tres veces.Y esto está escrito porque Dios sabía que al igual que Pedro iba a ver muchos cristianos paralizados. Al igual que el Señor le habilitó a Pedro dándole un encargo, el Señor les dice: ¡ME ERES ÚTIL!¡Levántate, ponte en marcha!!Porque el justo cae siete veces y siete se levanta (Pr 24:16)

4- En todo su caminar con el señor Pedro nunca perdió la feLeemos:

Lc 22:31 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo;Lc 22:32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.

Aquí el Señor le está dando a Pedro un anticipo de lo que va a pasar:Satanás te va a zarandear

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Vas a caerTe vas a levantarVas a pastorear

Pero entonces Pedro no se enteraba de nada. Ahora en esta conversación con Jesús tenía para él todo el sentido.Hay cosas que el Señor nos hace pasar que no tiene sentido para nosotros, y preguntamos: ¿Por qué? Pasan los años, echamos la vista atrás y entendemos. Y en todo este tiempo, era el Señor el que nos sostenía.Muchas veces no sabemos dónde estamos, ni dónde nos quiere llevar el Señor; no sabemos nada. Y mientras dura este proceso ¿qué es lo que debemos tener? Fe.Porque debemos recordar el principio básico de que: TODO LO QUE NOS PASA ES PORQUE DIOS QUIERE.Dios nos ha dado fe, pero es responsabilidad nuestra mantenerla, cuidarla (“Cuidad en vuestra salvación con temor y temblor” Fil 2:12)

Jesús oro por Pedro para que su fe no faltara.

Y nosotros podemos leer en Romanos 8:34: “...Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.”Vemos que al igual que Pedro tuvo el respaldo de Jesús para su fe, nosotros tenemos el respaldo de Jesús para nuestra fe. Nada ha cambiado.

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Tarde te amé, belleza infinita tarde te amé,Tarde te ame belleza siempre antigua y siempre nueva!

Y supe, Señor que estabas en mi alma y yo estaba fuera, así te buscaba mirando la belleza de lo creado.

¡Tarde te amé belleza infinita, tarde te ame, tarde te ame, belleza siempre antigua y siempre nueva!.

Señor tu me llamaste, tu voz a mi llegó, curando mi sordera con tu luz brillaste cambiando mi ceguera en un resplandor,

¡Tarde te amé belleza infinita,tarde te ame, tarde te ame, belleza siempre antigua y siempre nueva!.

Tu estabas conmigo, mas yo buscaba fuera y no te encontraba, era un prisionero de tus criaturas, lejos de Ti.

¡Tarde te amé belleza infinita, tarde te ame, tarde te ame, belleza siempre antigua y siempre nueva!.

Hasta mí, ha llegado el aroma de tu gracia, por fin respiré, Señor yo te he buscado, siento hambre y sed, ansío tu paz.

¡Tarde te amé belleza infinita, tarde te ame, tarde te ame, belleza siempre antigua y siempre nueva!.

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San AgustínDÍA 26: LA INTERIORIDAD

“Allí donde Dios nos habla”

“El camino de la interioridad nos exige conocimiento y unificación de nosotras mismas,

oración y purificación del corazón,silencio y soledad para escuchar y atender la Palabra de Dios…”

(Constituciones nº 5)

Mt 9, 28-36: La Transfiguración.

Unos ocho días después de estas palabras, tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago, y subió al monte a orar. Y mientras oraba, el aspecto de su rostro se mudó y sus vestidos eran de una blancura fulgurante. Y he aquí que conversaban con él dos hombres, que eran Moisés y Elías; los cuales aparecían en gloria, y hablaban de su partida, que iba a cumplir en Jerusalén. Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero permanecían despiertos, y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Cuando ellos se separaron de él, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, bueno es estarnos aquí. Podríamos hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías», sin saber lo que decía. Estaba diciendo estas cosas cuando se formó una nube y los cubrió con su sombra; y, al entrar en la nube, se llenaron de temor. Y vino una voz desde la nube, que decía: «Este es mi Hijo, mi Elegido; escuchadle.» Cuando cesó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos callaron y, por aquellos días, no dijeron a nadie nada de lo que habían visto.

LA INTERIORIDADY he aquí que tú estabas dentro y yo fuera, y por fuera te buscaba; y sobre estas cosas hermosas que tú creaste me arrojaba deforme. Tú estabas conmigo, pero yo no lo estaba contigo… Me llamaste y más tarde me gritaste, y rompiste finalmente mi sordera; brillaste y resplandeciste, y ahuyentaste mi ceguera; exhalaste tu perfume, lo inhalé en mi respiración, y ahora suspiro por ti; gusté de ti, y siento hambre y sed; me tocaste, y me encendí en deseo de tu paz (C 10, 27, 38).Ésta es la experiencia de Agustín. Pero la formulación precisa de la doctrina agustiniana sobre la interioridad dice: No quieras ir fuera; entra en ti mismo; en el hombre interior habita la verdad; y si vieras que tu naturaleza es mudable, trasciéndete a ti mismo (VR 39, 72).La doctrina y experiencia espiritual de Agustín están dominadas por una llamada constante a la interioridad. El hombre vale por lo que es en lo íntimo, pues en el hombre interior habita la verdad que ilumina. En sus escritos están contenidas las llamadas al valor supremo de la interioridad; y él indaga el sentido profundo de estas llamadas, las etapas que hay que recorrer adecuadamente y los medios apropiados para conseguir vivir dentro. La interioridad consiste en conocerse, en vivir conscientemente. En gran

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estima suele tener el humano linaje la ciencia de las cosas terrenas y celestes; pero sin duda son más avisados los que a dicha ciencia prefieren el propio conocimiento (T 4, pr., 1).Dios habita en nosotros para ser advertido y reconocido como nuestra verdad y nuestra vida. A través de la búsqueda interior, Agustín llega a una relación profunda y familiar con Dios y siente la necesidad de comunicar lo que ha descubierto. Sin duda es el hombre de la interioridad, y desea que todos ahondemos en este mundo interior: ¡Oh hombre!, ¿hasta cuándo vas a estar dando vueltas en torno a la creación? Vuélvete a ti mismo, contémplate, sondéate, examínate (S 52, 17).En todos los tonos y siempre que tiene ocasión, invita a sus oyentes a que hagan la experiencia de la interioridad: Retornad, hombres, de vuestras afecciones. ¿Adónde vais? ¿Adónde corréis? ¿Adónde huís, no sólo de Dios, sino también de vosotros? Volved, prevaricadores, al corazón, escudriñad vuestro espíritu, pensad en los años eternos, encontrad la misericordia de Dios que tiene para vosotros, contemplad las obras de Dios: su camino está en el Santo (CS 76, 16).Él había vivido fuera, se había derramado en el exterior, y cuando uno se aparta de sí mismo, no puede encontrarse con Dios: Pero, ¿dónde estaba yo cuando te buscaba? Ciertamente tú estabas delante de mí, pero yo me había alejado de mí y no me encontraba. ¡Cuánto menos a ti! (C 5, 2, 2). Por eso es importante entrar en nuestro corazón y recorrer los caminos de la interioridad.Esta doctrina está considerada como el camino de quien de las cosas exteriores ha entrado en sí mismo, pero para transcenderse y alcanzar a Dios, que es alcanzar la Verdad: Pues ¿adónde arriba todo pensador si no es a la verdad?... Confiesa que tú no eres la Verdad, pues ella no se busca a sí misma, mientras que tú le diste alcance por la investigación, no corriendo espacios, sino con el afecto espiritual, a fin de que el hombre interior concuerde con su huésped (VR 39, 72).La interioridad no es un lugar de estancia, sino de paso: el camino hacia la trascendencia. Va desde la contemplación de las cosas visibles, entrando en uno mismo y transcendiéndose para llegar al encuentro con Dios: Alza tu vuelo sobre el cuerpo y experimenta el sabor del alma; eleva tu vuelo después sobre el alma y experimenta y gusta a Dios (TEJn 20, 11).Ciertamente, el que obra dentro del hombre es Cristo, pero no es menos cierto que el hombre tiene la misión de preparar la acción divina y cooperar con ella construyendo un hogar para Dios: Edifiquemos también nosotros mismos y hagamos una casa en nuestro corazón, a donde venga Él a enseñarnos y a hablar con nosotros (TEJn 7, 9). Con este trabajo de edificación, nuestro corazón puede convertirse en sede de la sabiduría. Es en el interior donde Dios se hace interlocutor del hombre. Allí nos habla y le hablamos, y se puede entablar una conversación donde Él enseñe sus grandes lecciones: Volveos a vuestro interior, y si sois fieles allí encontraréis a Cristo (S 102, 2).Si queremos recorrer los caminos de la interioridad, tenemos que someternos necesariamente a un proceso de purificación, es decir, quitar todo lo que obstaculice la acción del Maestro interior. Agustín nos recomienda: Limpia el ojo con que puedas verlo (S 53, 6-7). Si queremos

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recorrer los caminos de la interioridad hemos de dejar a un lado las cosas: si estamos proyectados hacia fuera, consideramos las cosas como fines y no como medios. Es necesario, pues, que nos apartemos y nos recojamos, ya que en medio del alboroto nos es muy difícil vivir dentro: Es del retiro de donde brota el gozo sólido, que no admite comparación con las restantes alegrías (Ca 10, 2).Volver a uno mismo significa para Agustín volver al lugar de nuestro ser para encontrar la paz y el descanso; significa buscar el lugar apropiado para recuperar las fuerzas perdidas en la dispersión: Nuestro recinto o aposento es nuestro corazón; allí se percibe el alboroto de la mala conciencia y allí descansamos cuando existe la buena… Trabajemos por limpiar el recinto de nuestro corazón, para que pueda sernos cómodo (CS 35, 5). Volver significa purificarnos: Todo nuestro esfuerzo, hermanos, en esta vida ha de consistir en sanar el ojo del corazón con que ver a Dios (S 88, 5-6).Por lo tanto, vivir en la dispersión es indistintamente salir de sí o salir el alma de su lugar natural: Dios. Al separarnos de Dios, nos perdemos a nosotros mismos, nos anulamos, y es obra de la soberbia: Temo que la causa de salir el alma de Dios sea porque es soberbia; mejor dicho, no lo dudo siquiera, pues está escrito… Entrar en lo más íntimo es desear lo que hay de más íntimo, y lanzar lejos las intimidades más íntimas es salir fuera. Por el orgullo salimos fuera, por la humildad volvemos al interior (TEJn 25, 15).La interioridad alimenta en nosotros el deseo de Dios, que sólo puede descansar bebiendo en la fuente: Corre a la fuente, desea la fuente de agua. En Dios está la fuente de vida, fuente perenne; en su luz encontrarás la luz que no se oscurece. Desea esta luz, esta fuente, esta luz que no conocen tus ojos. El ojo interior se apresta para ver esta luz, la sed interior se inflama para beber de esta fuente. (CS 41, 2).Si queremos conocernos a nosotros mismos, debemos recorrer los caminos de la interioridad, aprender a vivir dentro. Esa fue la experiencia de Agustín: cuando nos narra su encuentro con Ponticiano, como la experiencia personal de su conversión, nos lo dice en términos de encuentro consigo mismo y de conocimiento de su propia deformidad.Por otra parte, buscar a Dios requiere la interioridad como paso previo. Sólo si entramos en nosotros mismos podemos descubrir la verdad que habita en nuestro interior; es decir, sólo cuando entramos dentro podemos descubrir la imagen de Dios que llevamos impresa. Alejarnos de nosotros mismos es alejarnos de Dios, y volver a nosotros mismos es volver a Dios: Y el alma que anda fuera de sí, se la trae de nuevo a sí. Y lo mismo que se había alejado de sí misma, se había alejado de su Señor (S 142, 3-4).Ciertamente Dios habita en el interior de todo hombre: Él está donde se saborea la verdad, en lo más íntimo del corazón (C 4, 12, 18). Dios constituye la intimidad más íntima del hombre: Pero tú estabas más dentro de mí que lo más íntimo mío y más alto que lo más alto de mi ser. (C 3, 6, 11).

(Del Libro “15 días con Agustín de Hipona”, Santiago Sierra Rubio, pgs:59-64)

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ORACIÓN A SAN AGUSTÍN

(COMPUESTA POR JUAN PABLO II)

¡Oh gran Agustín, nuestro padre y maestro!, conocedor de los luminosos caminos de Dios, y también de las tortuosas sendas de los hombres, admiramos las maravillas que la gracia divina obró en ti, convirtiéndote en testigo apasionado de la verdad y del bien, al servicio de los hermanos.

Al inicio de una nueva etapa, marcada por la cruz de Cristo, enséñanos a leer la historia a la luz de la Providencia divina, que guía los acontecimientos hacia el encuentro definitivo con el Padre.

Oriéntanos hacia metas de paz, alimentando en nuestro corazón tu mismo anhelo por aquellos valores sobre los que es posible construir, con la fuerza que viene de Dios, la "ciudad" a medida del hombre.

La profunda doctrina que con estudio amoroso y paciente sacaste de los manantiales siempre vivos de la Escritura ilumine a los que hoy sufren la tentación de espejismos alienantes.

Obtén para ellos la valentía de emprender el camino hacia el "hombre interior", en el que los espera el único que puede dar paz a nuestro corazón inquieto.

Muchos de nuestros contemporáneos parecen haber perdido la esperanza de poder encontrar, entre las numerosas ideologías opuestas, la verdad, de la que, a pesar de todo, sienten una profunda nostalgia en lo más íntimo de su ser.

Enséñales a no dejar nunca de buscarla con la certeza de que, al final, su esfuerzo obtendrá como premio el encuentro, que los saciará, con la Verdad suprema, fuente de toda verdad creada.

Por último, ¡oh san Agustín!, transmítenos también a nosotros una chispa de aquel ardiente amor a la Iglesia, la Católica madre de los santos, que sostuvo y animó los trabajos de tu largo ministerio.

Haz que, caminando juntos bajo la guía de los pastores legítimos, lleguemos a la gloria de la patria celestial donde, con todos los bienaventurados, podremos unirnos al cántico nuevo del aleluya sin fin. Amén

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