d e a q u y d e allÁ - fábula, revista literaria ... · una de las cuestiones aún no resueltas...
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D E A Q U í y D E ALLÁ
CUENTOS POR ENCARGO
Autores: Ángel González, Carmen Beltrán, Carlos Cabezón, Diego Marín A,
Enrique Cabezón, íñigo San Sebastián, José Luis Pérez Pastor, Luis RodríguezLucas, Manuel Prendes, Santiago Esparza, Sonia San Román y Odón Serón.
Editor: José Luis Pérez Pastor
Editorial: Ayuntamiento de Logroño
Páginas: 82.
amo no p~a'fa-g9J:-deotra manera, también yo rese
ño "por encargo" este libro que viene a refrescar el
yerto panorama de la narrativa riojana, en una épca
en la que toda la literatura parece realizarse por
encargo editorial, por el dirigismo del mercado y por el afán
de lucro dirigido. Feliz encargo el mío, porque me ha per
mitido a la vez disfrutar de un libro agradable, divertido,
juvenil en sí mismo, y revisar varios tópicos acendrados en
manuales y ensayos de los que utilizo en clase cuando
intento explicar en teorías, técnicas y tendencias la narrati
va final de milenio en España, de modo que uno empieza
a sentirse útil cuando tiene que explicar a un público no
necesariamente universitario no ya lo que ha leído, sino
más bien lo que se encuentra entre las líneas de un libro
que entre sus especificidades y peculiaridades tiene el de
ser una edición de 250 ejemplares no venal (esto es, gratuita a todos los efectos), realizada por la Unidad de
Infancia y Juventud del Ayuntamiento de Logroño y cuya
atípica presentación se realizó en formato electrónico-digi
tal en el marco (impagable, por su no-venalidad, e incom
parable, porque apenas sí se conocen actividades de este
tipo en otras ciudades, y además así cumplimos con la
frase hecha) de ArteFacto 2003. Dicha edición electrónica
se puede solicitar por correo electrónico a
nausicaa [email protected].
La primera característica reseñable de este florilegio de
cuentos actuales es la procedencia de gran parte de los
autores de estos relatos, cuyas bio-bibliografías anteceden
cada texto: se trata de escritores jóvenes (nacidos entre
1981 y 1976, con la excepción del venerable anciano
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Manuel Prendes nacido en 1974) que compatibilizan la
escritura poética (¿mal de juventud?) con el esfuerzo narra
tivo. Criados en torno a la Universidad de La Rioja y del
Aula literaria de Logroño, estos autores han velado sus pri
meras armas literarias en la poesía en la mayor parte de los
casos, lo que depara una primera característica en la doce
na de cuentos reunidos, bien escritos todos ellos, estiliza
dos, capaces de mostrar un estilo de época, el que recoge
de la oralidad una de sus constantes para dar la impresión
de un texto fluido, escrito de un tirón, como arrancado delfluir de la existencia.
Una de las cuestiones aún no resueltas por la teoría
cuentística es la necesidad de un final sorprendente, por loque cada vez con mayor frecuencia nos encontramos en el
cuento actual una tendencia a desvelar desde un principio
las claves de la sorpresiva resolución; en este supuesto
nos encontramos frente a textos que desvelan el gusto de
la narrativa por convertir al lector en cómplice de un des
cubrimiento que se va forjando desde el inicio del relato,
pero que no renuncian a la circularidad que concede al
texto una apariencia de compleja y completa unidad. No
sólo la brevedad, sino también esa forma oral y la resolu
ción inesperada van tejiendo la identidad de un género
(popular) como el del cuento que se ha recuperado en laModernidad: en el presente libro, dichas características se
atenúan a favor de otros rasgos más acordes con la litera
tura más urgente, como por ejemplo la cotidianidad de los
sucesos narrados, el cosmopolitismo urbano, con sus
escenarios de impersonalidad, las referencias culturalistas
a la música, el cine y la literatura, y en general un tono de
desasosiego y de desidia que muestran la condición
melancólica y nostálgica de unos jóvenes que impostan la
falsa madurez de quienes sueñan en un futuro imposible,
desconcertante, terrorífico, como el que Santiago Esparza
refleja en 'Dos habitaciones', entre la ciencia-ficción y e[
existencialismo que juega al cinismo desesperante, a un
nihilismo no exento de rasgos de humor e ironía, que dan
en general a la mayoría de los relatos aquí recogidos un
dulce tono estilística, un edulcorado rasgo de estilo que se
entiende como santo y seña de este momento,A través de las fisuras del humor se destila en muchos
casos una escasa crítica social, especialmente dirigida a la
sociedad de consumo en que todos nos vemos atrapados;
unas gotitas de solipsismo y mucha nostalgia contenida
acaban de manifestar cuanto de feliz impostura contiene el
arte literario, haciendo posible que una infancia cercana se
convierta en la paradisíaca patria a la que la palabra conduce de forma irreversible,
La coloquialidad, una forma de lo oral que se ha ido
aposentando en nuestra narrativa más reciente, permite
contemplar muchos de estos cuentos como si de un trozo
de existencia se tratase, un monólogo en que no hay prin
cipio ni fin, en que esa especie de cuento de nunca acabar
permite que el final sea la cuadratura de un círculo en que
las frustraciones forman parte de un proyecto estético que
busca en lo irrealizado el deleite inenarrable que sólo la fic
ción proporciona y expande en los márgenes de lo intras
cendente y [o brumoso, Porque esa jovialidad con que se
afrontan los más de estos cuentos tiene mucho que ver
con el desengaño generacional que se esconde bajo la
aparente calma del "no pasa nada" con que parecen estar
concebidos todos el[os, sea por la vía de la ilusión fantás
tica, de la normalidad cotidiana, de los tópicos de la edad
o del monótono discurrir de historias sin moraleja,
Dentro del consentido y consabido escenario urbano
en que irremediablemente todos se desarrollan, descolla
por su abstrusa desesperanza (única forma de violencia
que en ellos se reconoce, pese a la provocativa portada) el
cuento de Enrique Cabezón, Kb, 'Incompleto', en el que
parece no haber lugar para la conmiseración, ni siquiera
para la autocomplacencia de autor y lector: deben ser
cosas de la edad, si tenemos en cuenta que Kb es uno de
los más provectos antologados,
DE AQuí y DE ALLÁ
La presencia de amores platónicos evocados con
pizcas de nostalgia se alterna con la irrealidad en la que
pretenden inmiscuimos algunos de estos relatos, sin
perder por ello su relación con un mundo tangible, del
que no se atreven a desprenderse definitivamente, por lo
que lo cotidiano sigue siendo esencial incluso en losrelatos fantasiosos,
Un libro como éste, de fácil lectura (aunque no sé si de
difícil digestión), no exento de provocaciones y sugeren
cias, permite reconocer que el resurgir de la narrativa rioja
na viene ligada a una innegable realidad cultural: ya está
dando sus primeros frutos la implantación de la
Universidad en esta región; en aulas y pasillos académicos
llegué a conocer a muchos (no a todos) los autores de esta
obra, excelentemente encomendada por José Luis Pérez
Pastor a los exponentes de un nuevo rumbo de la joven lite
ratura riojana, y aunque ninguno de ellos menciona expre
samente en sus relatos la Universidad, estoy convencido
de que sin ella (y a su pesar) esta obra ratifica la consoli
dación de un grupo de escritores que, aunque no lleguen
a ser del gusto de todos, exponen un estado de concien
cia social, un renovado afán por experimentar literariamen
te ese mundo de sensaciones estéticas que han deglutido
a través de lecturas y referencias que el avezado lector
descubrirá tras estas variadas y entretenidas páginas,Como todo libro de cuentos, éste mantiene su unidad
en su diversidad; como un tímido aire de nuevas perspec
tivas, en él se condensan las tendencias que paulatina
mente se van asentando en nuestra narrativa menor, en
ésa que con el paso del tiempo desaparecerá o se hará
adulta, manteniéndose en la eterna juventud de quien se
resiste a confesar, como irónicamente hace oiego Marín en
'Cuando éramos algo tontos', que "me averguenza recono
cerlo, pero sí, yo también he sido niño", Aunque haya sido
por encargo, no es la brevedad la características que une
esta reseña con los cuentos de que aquí se trata, pero al
menos llego al final de ella con la seguridad de que quien
pese a la reseña se atreva a leer estos cuentos disfrutará
con ellos tanto como yo y por supuesto más que con este
aburrido exordio al que por misericordia del paciente lector
pongo fin,
Ernesto Puertas Moya
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