d aleixandre - la voluntad de dios. original

8/18/2019 D Aleixandre - La Voluntad de Dios. Original

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LA VOLUNTAD DE DIOS:

a un paso del juego y del riesgo

Dolores Aleixandre, rscj

El tema de "la voluntad de Dios" es ciertamente un clásico de la espiritualidad y, desde los orígenesde nuestra iniciación cristiana, hemos oído que nos va la vida en acertar con ella y estamos

convencidos de que es ahí donde nos jugamos lo más nuclear del seguimiento de Jess!

De lo que quiá no somos siempre conscientes es de que, a la ve que pisamos tierra sagrada, nos

aproximamos a algo en torno a lo cual pueden girar muchos de nuestros juegos más peligrosos! #

esto, no porque tengamos mala voluntad, sino porque todo el misterio de nuestra li$ertad consiste enelegir entre ese "jugárnoslo todo" o "jugar a que lo hacemos"!

%ada uno de esos juegos tiene sus propias reglas, pero a todos les es comn una particular

constelación de expresiones y actitudes que seguramente aprendimos en la catequesis o en la clasede religión, en los comienos de la vida religiosa, en el seminario o en el "lenguaje $ásico" comn a

la predicación, los Ejercicios o los "$est seller&s" de la espiritualidad de ciertas 'pocas!

(osi$lemente, para muchos de mi generación la primera vivencia de la voluntad de Dios )ue una

etapa de "idilio"* esta$a allí, tan clara y distinta como el sonido de la campana que nos hacía

interrumpir hasta la letra empeada+ o como el letrero que indica$a con toda exactitud cómo ha$íaque colgar las esco$as! esidía plácidamente en la mente de los superiores que nos go$erna$an -de

los novicios.as más próximos al pensamiento del maestro.a se decía que entra$an "en su mente"/, se

deja$a alcanar por la voluntariosa exactitud con que procurá$amos ser )ieles y o$servantes!

Eran tiempos de "primera ingenuidad" que para mí se tradujo, a nivel la$oral, en estar haciendo

encaje de $olillos durante los dos a0os y medio que duró el noviciado+ al terminarlo, el resultado

e)ectivo )ue una cuarta de puntilla renegrida y con muchas trampas, pero que yo sa$ía era el testigosilencioso y lleno de al)ileres de mi a)án por hacer lo que Dios quería!

1uego me dieron un reloj porque en la vida )uera del noviciado ya ha$ría menos toques de campanay en ese momento intuí di)usamente que empea$a otra etapa en la que hacer la voluntad de Dios ya

no i$a a ser tan sencillo como antes! # a)ortunadamente no lo )ue! (ero eso es otra historia y

está$amos en lo de los juegos!

A UN PASO DEL JUEO

Decía que una de sus características es la de emplear )rases estereotipadas que en su origen

seguramente no lo )ueron y que para muchos seguirán siendo verdaderas pero que, a )uera de

usarlas, pueden convertirse en expresiones de plástico, de esas que repetimos mecánicamente y enlas que una pala$ra arrastra irremedia$lemente a otras! # por un )enómeno similar al que o$liga a la

sequía a ser pertina!" al entusiasmo indes#ripti$le y al misterio insonda$le" la voluntad divina

atrae una constelación de expresiones de este tipo* "esta$a de Dios"+ "'l tiene determinada la hora decada cual", "tenemos que aceptar con resignación lo que Dios disponga", "'l, en su divina

(rovidencia, lo ha querido así"" -con la variante "lo ha permitido" para situaciones especialmente

calamitosas/!


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1o peor de esa costum$re es que la voluntad de Dios se convierte, en un "atri$uto exento", en una

#osa que tiene Dios, normalmente escondida, y que nosotros tenemos que estar $uscando!

2tiliando imágenes espaciales, eso signi)icaría que esa voluntad suya nos precede, se oculta enalguna parte y nosotras3os tenemos que caminar muy atentos para no con)undirnos porque en cada

cruce de caminos sólo hay uno que va a parar a ella, mientras, que los otros son equivocados!

4tras veces, estamos tan tranquilas3os y, de pronto, la voluntad de Dios se a$ate so$re nosotros de

manera imprevisi$le e inevita$le y no nos queda más recurso que acudir al lenguaje del "misterioso

plan" y el "inescruta$le designio", al "hay que resignarse ante lo que Dios manda" o al quejoso"5qu' he hecho yo para merecer esto!!!6" que es el equivalente a la ventanilla de reclamaciones, pero

que cada ve empleamos menos porque suena a película de Almodóvar!

De ahí a sentir el )uturo regido por el querer de Dios como una espada amenaante que va a recaer

so$re nosotras3os en cuanto nos descuidemos, a la consecuencia* "esto es un castigo de Dios", "algo

ha$remos hecho para que nos ocurra esto", no hay más que un paso y, si no lo )ormulamos tal cual,

es porque nos parece impropio de personas modernas e ilustradas como nosotras3os!

En otras ocasiones pasamos a la o)ensiva y sorprendemos a propios y extra0os con la iluminada

rotundidad con que de)endemos algo que "hemos visto clarísimo delante de Dios", dejándolosa$sortos y recomidos de envidia ante la dicha reservada a unos pocos elegidos que pueden goar de

mani)estaciones tan epi)ánicas de la voluntad divina!

7oy consciente de que escri$ir estas cosas ronda la irreverencia y no me atrevería a hacerlo si no

)uera por la sospecha de que, detrás de algunas de nuestras pretendidas "reverencias" se pueden

ocultar cosas $astante raras, ma0as psicológicas muy sutiles e imágenes de Dios un tanto ne)astas!

(orque podemos llamar "hacer la voluntad de Dios" a entrar en el juego de un )atalismo y una pasiva

resignación que dejan las cosas como están porque, "si el mundo está así, es porque el 7e0or tiene

sus planes que no coinciden con los nuestros y hay que adorar en silencio su santísima voluntad"!

# 5para qu' vamos a luchar por cam$iar la realidad si es Dios quien lo dispone de esa manera y 'l

sa$rá por qu' resulta tan injusta6

Detrás de ese discurso que paralia el espa$ilamiento de "hijas e hijos de la lu" al que nos llama el

Evangelio, 5no irá pegada la calcomanía de un dios autoritario y caprichoso que parece dis)rutar connuestro sometimiento y que $usca ejecutores resignados o )uncionarios mod'licos que rellenan

sumisamente el programa preesta$lecido para cada una y cada uno de ellos desde toda la eternidad6

7i sólo una de las respuestas al )ormulario es la correcta y, en un momento dado no atinamos conella 5estará ya toda nuestra vida marcada por ese error, cerrada a la $uena noticia de que Dios sea

mayor que nuestras equivocaciones6

# si "cumplir su voluntad" nos hace vivir con la tensión de ser irreprocha$les y meticulosos,

deseosos de "dar la talla" ante 'l, a0orando siempre tener un recetario exacto en el que se nos

especi)ique detalladamente qu' es lo que tenemos que hacer y lo que no para "estar en orden" en su presencia!!! 5no estaremos jugando a hacerle entrar en las cuadrículas de nuestros per)eccionismos e

insatis)acciones6

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Ese Dios que todo lo determina, go$ierna, organia, programa, decide y proyecta 5no estará hecho a

imagen y semejana de nuestras propias am$iciones de intervenir, mandar e imponernos en cuanto

nos dejan y a veces, aunque no nos dejen6

57erá así como 'l nos quiere* in)antiles, alienadas3os, pasivos, cumplidores estrechos de sus órdenes,

re)ugiando nuestro miedo a la responsa$ilidad detrás de caretas de "in)ancia espiritual" que nos

descarga del riesgo de ser li$res6

1as motivaciones de la oración se vuelven entonces movedias y enmara0adas y podemos utiliarla

como un "rito protector" que desvíe de nosotras3os y de quienes amamos las decisiones divinas que puedan amenaarnos, o para conseguir que intervenga tilmente para hacer realidad nuestros deseos

y necesidades!

1as variaciones ldicas son in)initas y están casi todas inventadas hace mucho tiempo, desde que los

sumerios acudían a sus videntes para que les vaticinaran el querer de sus dioses en el palpitar de las

vísceras de un animal sacri)icado o en las manchas del aceite so$re el agua! 8srael se dejó contagiar

por casi todas aquellas prácticas, practicó la adivinación -9i :, ;/, la necromancia -< 7am =>, :.=?+8s >,


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mano para indicar un camino", "orientar", "guiar","indicar" y coincide poco con nuestro concepto

jurídico de "ley"!=

En tercer lugar , la Escritura misma nos ense0a a hacer un proceso de "discreción de lenguaje"!Asistimos en ella a un paso progresivo de una manera de ha$lar determinista que vincula a Dios con

)enómenos cósmicos e históricos -el 7e0or "hio morir", "endureció el coraón del )araón!!!"/, a otra

en que la acción divina aparece discreta y silenciosa, como el agua su$terránea que )ecunda yvivi)ica secretamente -el li$ro de ut por ej!H/

2n li$ro tardío lo )ormulará así* "El )ue el que al principio hio al hom$re y lo dejó en manos de su propio al$edrío" -Eclo


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Es verdad que la i$lia nos presenta a A$raham, y so$re todo a 9aría, como modelos de un "sí"

inmediato e incondicional a Dios, pero tam$i'n nos conserva la memoria de otros muchos

personajes que intentaron esca$ullirse de la llamada de Dios, se resistieron a ella, inventaron pretextos, pronunciaron invectivas, se quejaron, se re$elaron, se lamentaron amargamente y llegaron

a desearse la muerte! 7in las narraciones so$re 9ois's -Ex ,


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como entremos por ahí, ya estamos al $orde del despe0adero de la justi)icación por las o$ras y a

punto de no sa$er qu' hacer con la gracia!

Andamos culpa$iliados y descontentos de nosotras3os mismos porque sentimos lo estrecha que esnuestra generosidad y lo vacilantes que son nuestros propósitos de vivir segn el evangelio de Jess!

2na y otra ve volvemos a )ormular opciones y a prometer conversión, pero, una y otra ve, nos

olvidamos de leer en ese mismo evangelio de dónde nace todo* "1a voluntad de Dios, podría ha$er dicho Jess, se parece a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hom$re, por la

alegr,a" )ue y lo vendió todo para comprar aquel campo"! ecord'moslo $ien* no por voluntarismo,

ni por convicción, ni por resignación ni por aquello de "el de$er, ante todo, el de$er siempre", sino-por la alegr,a-, por el mismo goo secreto de sa$erse en posesión de algo valioso que hacía decir

a Jess* "#o tengo un alimento que ustedes no conocen, hacer la voluntad de mi (adre" -Jn , :/!

2n alimento, es decir, algo que produce )ruición, y vitalidad y crecimiento y plenitud! # alegría!

(or eso, las pala$ras de Jess que expresan los momentos más densos de su vida y que coinciden

con su o$ediencia más incondicional, van precedidas siempre de una invocación con)iada al (adre

que revela, no el acatamiento de un siervo que se somete, sino la comunión, la a)inidad, la adhesión pro)unda de un hijo que se )ía!

De eso precisamente carecían el hijo mayor de la pará$ola de 1ucas -1c


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para que digas* M5qui'n su$irá al cielo a $uscarla!!!, 5qui'n cruará el mar a $uscarla6& (ues la

pala$ra está muy cerca de ti, en tu $oca y en tu coraón para que la cumplas" -:I, , :


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como se enraia un ár$ol junto a corrientes de agua -7al

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