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Curiosidad estelar Rosario, Cuna de la Bandera Año 13, Nº121, agosto de 2013. PRECIO DEL EJEMPLAR: $19.- Auspiciada por la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación, la provincia de Santa Fe y la Municipalidad de Rosario. Nº122 SEP/13

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Curiosidadestelar Rosario, Cuna de la Bandera

Año 13, Nº121, agosto de 2013.

PRECIO DEL EJEMPLAR: $19.-

Auspiciada por la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación,la provincia de Santa Fe y la Municipalidad de Rosario.

Nº1

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SEP/

13

Domicilio legal y postal: Salta 1892,(2000), Rosario. Provincia de Santa Fe. Argentina.Teléfono: 54 9 341 155 527748Correos electrónicos: [email protected] y [email protected]

Inscripto en la Dirección Nacional de Derecho de Autor Nº5038641. Propietarios Miguel Ángel Leopoldo Gabriel De Marco Nemey Oreste Francisco Cirimele Sanchez.

Prohibida la reproducción total o parcial de los artículos aquí editados. Las opiniones expresadas en los artícu-los, así como también las notas firmadas y avisos publi-citarios, son exclusiva responsabilidad de sus autores y no coinciden necesariamente con la opinión del editor.

Declarada de Interés Cultural Nacional por la Secretaríade Cultura de la Presidencia de la Nación.Declarada de Interés Educativo Provincial por el Ministerio de Educación de Santa Fe.Declarada de Interés Municipal, Legislativo Provincialy Parlamentario Nacional.Declarada de Interés Cultural por la Secretaría de Culturade la Provincia de Santa Fe.Auspiciada por el Servicio Provincial de Enseñanza Privada y la Junta de Historia de Rosario.

Director general:Miguel Ángel Leopoldo Gabriel De Marco

Director ejecutivo y de edición: Oreste Francisco Cirimele

Producción de contenidos:CEHDRE / Centro de Estudios Históricosdel Desarrollo Regional

Diseño de tapa y diagramación:Romina Ambrosini / Cristian David Tabares

Corrección y estilo: María Cecilia CivilottiDepartamento fotográfico: María Andrea BabsiaSecretaria: Liliana Verdichio

Departamento administrativo y circulación:Francisco Omar Aragno y Juan Ignacio DAlessandro

Agradecimientos: Walter Grisolía. Doctores CPN Alfredo José, Fernando Victor Bianchi Gabbi y Dres. Guillermo Pablo Grisolía y Carlos Alfredo Hernández.

Fondos documentales:Archivo General de la Nación / Museo Históri-co Provincial "Julio Marc" / Biblioteca Argen-tina "Dr. Juan Álvarez" / Biblioteca y Archivo De Marco / Hemeroteca de la Biblioteca Argentina / Archivo de Redacción del Diario La Capital / Archivo de Redacción “Rosario, la fuerza de su historia” / Archivos particulares.

Revista de avances de investigación, divulgación y enseñanza de la historiapara la formación y el rescate del patrimonio identitario. CEHDRE (Centro de Estudios Históricos del Desarrollo)

Ilustración de Tapa:Monumento a San Martín en Rosario.Fotografía de María Andrea Babsia.

"Quien no conoce nada,no ama nada".

Paracelso.

“Exponer ideas es un derecho.Difundirlas entre el mayor número

es un deber impuesto por lasolidaridad de la cultura”.

Pedro E. Martínez, año 1922.Imprimió: Imprenta Acquatint L. N. Alem 2254.2000 Rosario. Santa Fe. Argentina. Septiembre 2013.

Número 122

El ómnibus eléctrico rosarino.Por Adrián Yodice

De cómo, en Rosario, López Jordánse fugó vestido de mujer.Por Julio Chiappini y Julio E. Chiappini

En el mes del maestro: Rosa Ziperovich.Centenario de su natalicio.Por Maximiliano Reimondi Rosario. Un lugar en el mundo:Los Sopranzo.Por Egle Frattoni Romano

RESEÑA BIBLIOGRÁFICA:

“Muchas gracias, Campeón. Memorias de los hinchas sobre el inolvidable Newell s 87/88”, de José Osvaldo Dalonso. Por Juan Pablo Robledo

Museo del Rugby en RosarioPor Manuel Augusto Pablo Funes

NOTICIAS:

Encuentro de los historiadores federados del sur de Córdoba y Rosario/Reunión de la Asociación Casco Histórico de Rosario.

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Los informes de Adolfo Posada de 1925, leídos por los catalanes.Por Gabriela Dalla-Corte Caballero

Médicos de Rosario:El Doctor Joaquín B. Bustos (1864-1941).Por Sebastián Alonso

Agustín Magaldi.La voz sentimental del tango.Por Fernando L. Venier

Nuestra Bandera en grises; verdes o tostados.De la escarapela a la bandera mimética.Por Miguel Carrillo Bascary

Bicentenario de las batallasde Vilcapugio y Ayohuma.Por Adolfo Mario Golman

CURIOSIDADES ROSARINAS:Impacto en Rosario 1932.Un posible “Micro Tunguska” de entrecasa.Por Edgardo Ronald Minniti Morgan

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Por Gabriela Dalla-CorteCaballeroUniversitat de [email protected]

Una de las publicaciones catalanas más desconocidas ha sido la Revista Comercial Ibero-Americana Mercurio de Barcelona, fundada en la ciudad condal en diciembre de 1901, y gestora del impul-so americanista catalán has-ta la actualidad. En su seno se conformó un importante grupo de americanistas ca-talanes que el 11 de abril de 1911 inauguraron la Casa de América de Barcelona. Esta entidad catalana tuvo un gran desarrollo hasta la Guerra Civil española. En todos esos años se dedicó a generar e impulsar diversos proyectos internacionales vinculados estrechamente a los países latinoamericanos. Pero es importante señalar que dicha entidad fue un interesante desprendimiento de la ori-ginal Revista Comercial Ibero-Ame-ricana Mercurio de Barcelona, la cual llegó a su fin en el año 1938, en plena Guerra Civil española, y en virtud del exilio que hicieron sus miembros más importantes a la República Argentina: Francesc Cambó Batlle, Rafael Vehils Grau-Bolívar y Andrés Bausili.(1) Precisamente en esos años también vi-sitó la República Argentina el intelec-tual Adolfo Posada (en origen llamado Adolfo González Posada), quien en el año 1912 dio a conocer en España su importante libro titulado La República

Plata de la revista Mercurio, sus di-rectores Pere Casas Abarca y Mariano Viada publicaron un interesante traba-jo dedicado a la transformación de la reciente ciudad de Rosario. El artículo que comentamos aquí comienza con la descripción que hizo Adolfo Posa-da con el título “Paseos por Rosario de Santa Fe”, incluyendo también un buen

número de imágenes foto-gráficas sobre los mejores lugares urbanos. La prime-ra información que aparece en este artículo es la cre-ciente población rosarina:

“Por enorme y verdadera-mente rica la región que nutre de productos, mer-cancías, el gran puerto de Rosario, y que da vida y va-lor y fuerza expansiva a la ciudad más importante del Paraná, segunda población de la Argentina, con más de 250.000, quizás 300.000 ya. Es aquella una de las regiones más pobladas, cultivadas y valorizadas

de la República. Y en Rosario –en su puerto- viernes no sólo las comarcas –grandes, dilatadas extensiones- del Sur de la provincia de Santa Fe, sino otras amplias zonas del interior”. (3)

Precisamente en esa obra, Adolfo Po-sada señala que en el año 1920 la pro-vincia de Santa Fe llegaba a 1.207.370 hectáreas de trigo, 580.700 de lino, 10.000 de avena y 998.000 de maíz, al-canzando una producción de 470.007 toneladas de trigo, así como 207.500 de lino. Pero ahora, en el año 1925, de-cidió centrarse más en la población de

Argentina, y que él elaboró durante la primera visita que hizo al país dos años antes, en 1910.(2) En sus estudios sobre Argentina, sumó los informes que pre-sentó a la revista Mercurio de Barcelo-na entre 1904 y 1925. Entre ellos po-demos señalar los siguientes temas: la educación de los comerciantes; la par-ticipación de los españoles en las Con-

ferencias del Trabajo; el significado del movimiento social; el rol de la Sociedad de las naciones; el desembarco en Bue-nos Aires y la primera visita que hizo en Argentina en 1910; los problemas argentinos; el significado de las provin-cias de Catamarca, Jujuy y Córdoba, y de la Cordillera Andina; el rol de la ciu-dad puerto representada por Rosario; la diferencia entre panamericanismo e ibero-americanismo; así como el rol de los inmigrantes en la construcción de la República Argentina. En octubre de 1925, precisamente du-rante la celebración de las Bodas de

Paseos por Rosario de Santa Fe: Los informes de Adolfo Posada de 1925, leídos por los catalanes

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la ciudad más importante de la provin-cia santafesina: Rosario. Fue entonces cuando afirmó:

“Ya eran buenas esas cifras, sin duda, pero región, la de aquella histórica provincia, en rápido e intenso pro-greso, ha logrado más recientemente otras, que comparadas con las prime-ras, explican, sin necesidad de mayo-res esclarecimientos, el crecimiento de Rosario: si en 1909 figuraba con unos 200.000 habitantes, llega ahora, como acabo de indicar, a los 300.000. Y se explica también la transformación progresiva del puerto. Según datos re-gistrados en uno de los años recientes, las hectáreas cultivadas pasaron bas-tante de los cuatro millones, corres-pondiendo al maíz 1.180.000, al lino 550.000, a la cebada 20.000, etc… Así se comprende el movimiento incesante del puerto de Rosario”.Precisamente el puerto le otorgaba a Rosario un lugar distinto en la pro-vincia santafesina. La ciudad también ejercía un favorable influjo a partir de sus vicisitudes políticas, insepara-bles del proceso urbano y económico. Siendo una original ciudad, su origen no era otro que el desarrollo rápido en manos de Urquiza, vencedor en Ca-seros del famoso tirano Rosas, decla-rando a Rosario ciudad y puerto de las once provincias confederadas en 1858, es decir, en un año de la etapa histó-rica contemporánea. Eso diferenciaba especialmente a la “definida y especí-fica” ciudad, como afirmó Adolfo Po-sada en pleno año 1925, del resto de las ciudades argentinas que provenían de la etapa colonial, es decir, del dominio monárquico español. Fue precisamen-te Urquiza quien estableció a favor de

“En una carta que acabo de leer en La Nación de Buenos Aires, de don Mar-tiniano Leguizamón, tal fecha es evi-dentemente errónea. Hay, según este señor, datos que inducen a pensar que `el año de la fundación rosarina con-tinúa siendo un pequeño enigma de nuestra historia, que está brindándose a los estudiosos , y que, por mi parte, les dejo íntegro. Pero fuera en 1725, o después, allá hacia 1763, era Rosario una toldería con unos 250 habitantes; a principios del siglo XIX, hacia la fe-cha de la independencia, era Rosario aldea de 400 habitantes al finar las luchas contra Rosas, en 1851, cuenta Rosario 3.000 almas”.

El relato de Adolfo Posada de 1925 siguió en relación a la población que llenó a la ciudad rosarina a partir de mediados del siglo XIX; no antes. Es Urquiza quien se encargó de levantar la imagen rosarina ante Buenos Aires y la propia capital de Santa Fe. Para 1858, y gracias a los estudios de Ga-briel Carrasco,(4) recordó que la ciu-dad tenía ya 9.785 habitantes; en 1869 llegaron a 23.000; en 1887 a 50.000; a inicios del siglo XX eran 112.000; en 1909 se convirtieron en 175.000, y así continuaba su rápido crecimiento para lograr la cifra de población de 200.000 en el momento en que Posada estaba de visita por la ciudad de Rosario que también se encontraba mostrando su crecimiento urbano a través del Ro-sedal del Parque de la Independencia, cuya fotografía fue incorporada en la Revista Comercial Ibero-Americana Mercurio de Barcelona (Imagen 1).Uno de sus grandes informadores fue nada más y nada menos que el palen-tino Daniel Infante, abogado y repre-

Rosario los derechos diferenciales, grandemente perjudiciales para Bue-nos Aires. En base a esta propuesta de Adolfo Posada, Rosario aparece como una de las tantas causas de la evolu-ción creadora de la República del Pla-ta. Sin embargo, el proceso de creación y transformación de Rosario, como centro propulsor de la economía agro-pecuaria de la nación, acompañaba “la cepa hispana”. Para justificar este prin-cipio, el autor, recordó la fundación del futuro poblado de Rosario en 1725 por Francisco de Godoy, que fue fijado por la Municipalidad rosarina. Si bien por en-tonces era sólo un “viajero”, también se consideró a sí mismo como un “erudito”; por ello, quince años después de publicar su libro, y precisamente en el momento en que se encontraba en Rosario al cele-brarse el segundo centenario de aquella fundación en manos de Godoy, Adolfo Posada escribió para las páginas de la revista Mercurio de Barcelona:

SIENDO UNAORIGINAL CIUDAD, SU ORIGEN NO ERA OTRO QUE EL DESARROLLO

RÁPIDO EN MANOS DE URQUIZA, VENCEDOR EN CASEROS DEL FA-

MOSO TIRANO ROSAS,DECLARANDO A ROSA-RIO CIUDAD Y PUERTO DE LAS ONCE PROVIN-CIAS CONFEDERADAS

EN 1858

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sentante del también palentino Carlos Casado del Alisal.(5) Se trataba, según el autor, de “españoles argentinizados” que habían aceptado, precisamente, “argentinizarse”. Rosario, en especial, era un ámbito urbano cargado de po-blación joven, un pueblo joven y rosa-rino que él visitó por segunda vez ha-cia 1920, precisamente en el momento en que Palacios regresaba de Asunción del Paraguay. Cinco años después, en 1925, Palacios hizo su tercer viaje y mencionó la respetada presencia de es-pañoles en empresas y comercios, en particular los “García Hermanos”, que controlaban la producción y el comer-cio de telas. En este caso, Adolfo Posa-da incluyó la imagen de la calle Córdo-ba, y en la esquina, en el número 1101, aparece la marca “La Favorita”. Desde hace unos años, este famoso edificio rosarino está en manos de la empresa chilena “Falabella” (Imagen 2).También aparecen mencionados los Rey, con su gran Bazar; el médico To-ribio Sánchez, ex diputado en las cortes españolas, que dirigía en Rosario unas estancias productoras de ganado; y el propio Montserrat, que controlaba el comercio de ferretería. Por ello también incorporó imágenes fotografiadas en las calles Rioja y San Luis (Imagen 3), así como en la del Mercado Central (Ima-gen 4). En esos espacios se vendían los productos importados en Rosario. To-dos ellos, según Palacios, movían “mi-llones de pesos por año, su corralón, sus fábricas de clavos y de sacos”. También se estaba consolidando la educación a través del reforzamiento del Palacio de Maestras y de la Escuela Nacional de Maestras (Imagen 5). Precisamente el literato fue recibido nuevamente por el

cana Mercurio. Para cerrar este artícu-lo, vale la pena indicar que los temas fundamentales fueron sobre Rafael Calzada y sobre Julio V. González; el significado de las grandes aglomera-ciones urbanas; la importancia de la construcción de viviendas para los in-migrantes; la obra de escritores hispa-noamericanos como Rodolfo Rivarola; la función de la Universidad y de la enseñanza secundaria; el significado del Instituto Internacional de Derecho público; así como la trascendencia de la producción de libros hispanoame-ricanos. Para la historia argentina es importante recordar que el correspon-sal de la revista barcelonesa Mercurio y el delegado para la Casa de Améri-ca fue, nada más y nada menos, que el catalán Ricardo Monner Sans, uno de los tantos inmigrantes en Buenos Aires. (6) Desde Argentina colaboró activamente con Adolfo Posada, este último nacido en Oviedo y establecido en Barcelona para desempeñarse como jurista, sociólogo, traductor y escritor vinculado al Regeneracionismo. Cabe señalar que el nieto de Ricardo Mon-ner Sans, que lleva el mismo nombre que su abuelo, es el abogado más reco-nocido en la actualidad como respon-sable de la lucha contra la corrupción que ha sufrido el país. Durante los años que fueron de 1901 a 1938, la revista Mercurio fue dirigi-da por personajes centrales como Fe-derico Rahola Trèmols, Rafael Vehils Grau-Bolívar y Mariano Viada Lluch, mientras que la dirección artística quedó en manos del artista Pere Ca-sas Abarca. La publicación ideada por estos personajes, en particular por el artista Casas Abarca, nos ha permiti-

jurista Daniel Infante, y en las páginas de Mercurio escribió:“Viví en Rosario varios días; pude res-pirar a mi satisfacción el ambiente de trabajo, de aquel foco de vida intensa, núcleo urbano muy construido, docu-mento o texto abierto en el cual podéis estudiar, como en pocos, la palpita-ciones del pueblo que, desde el río y

desde el Océano, lucha por convertir la tierra argentina en valor humano…si yo quisiera explicarme Rosario hoy, empezaría por fijar, claro es, el puer-to, y al lado o en él, un inmenso grane-ro, al cual llegasen, incesantemente, trenes de cereales; y cerca del granero un gigante cargador de granos”.

Entre 1925 y 1933, Adolfo Posada redactó un buen número de artículos para la Revista Comercial Iberoameri-

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do recoger las imágenes rosarinas que ofreció el español Posada para dar a conocer a esta novedosa ciudad de la que somos parte. Estos miembros fun-dadores de Mercurio se repitieron en abril de 1911 para dar lugar a la fun-dación de la Casa de América de Bar-celona, (7) hoy día una institución an-cestral que desde el año 2006 adquirió el nombre de Casa Amèrica Catalunya.

Editorial Municipal, Rosario, 1996.5 Pasquali, Patricia, Daniel Infante, Editorial Munici-pal, Rosario, 1996. 6 Dalla-Corte Caballero, Gabriela, La Crónica Argenti-na de Ricardo Monner Sans. Periodismo, política y cul-tura en la revista Mercurio de Barcelona, Reial Acadè-mia de Bones Lletres (RABL), Barcelona, 2013. 7 Dalla-Corte Caballero, Gabriela, Casa de América de Barcelona (1911-1947): Comillas, Cambó, Gili, Torres y mil empresarios en una agencia de información e in-fluencia internacional, LID Empresarial, Madrid, 2005.

1 Dalla-Corte Caballero, Gabriela, Cultura y negocios: el americanismo catalán de la Revista Comercial Ibero-Ame-ricana MERCURIO (Barcelona, 1901-1938), KM 13.774, Ediciones de la Casa Amèrica Catalunya, Barcelona, 2012.2 Posada, Adolfo, La República Argentina, Impresio-nes y Comentarios, V. Suárez, Madrid, 1912.3 En adelante utilizamos el artículo de Posada, Adolfo, “Paseos por Rosario de Santa Fe”, Revista Comercial Ibero-Americana MERCURIO de Barcelona, Año XXV, Núm. 501, Barcelona, 29 de octubre de 1925, pp. 300-303.4 De Marco, Miguel Ángel (hijo), Gabriel Carrasco,

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