PINKI, EL CERDITO VALIENTE

Buenas tardes, somos Estefanía, Ana María, Cristina y Cristina y os vamos a contar un cuento que se titula: el cerdito valiente. Esperamos que os guste y disfruteis de la representación.

Había una vez, una granja llamada la granja de Bimbo. Esta granja estaba situada a las afueras de un pueblo muuuuuy lejano,y estaba  en lo alto de la montaña. En este pueblo habitan pocas personas pero muchos animales.

Bimbo es un hombre mayor y es el dueño de la granja. Durante toda su vida ha trabajado en su granja. La ha limpiado y la ha cuidado con muuucho cariño. Gracias a su esfuerzo, ha conseguido que ahora en la granja de Bimbo hayan muchos animales, como vacas, ovejas, gallinas.

Además de todos estos animales había un pequeño cerdito que se llamaba Pinki, quien había sido el último en llegar, pues tan sólo tenía dos meses de vida. Pinki era un cachorrito muy divertido que siempre estaba revoloteando por la granja.

Pinki, era un cerdito muy juguetón, al que le gustaba mucho estar con las ovejas mientras que estaban en el prado pastando. Se tiraba encima de ellas para jugar y ellas jugaban con él. Se lo pasaban muy bien!

Pinki solía correr siempre detrás de las ovejas intentando alcanzarlas pero nunca lo conseguía ya que Pinki era muy pequeño y corría más despacio que ellas. A pesar de esto nunca perdía la ilusión y seguía jugando con ellas.

Hasta que un día, Pluto, el perro pastor, regañaba a Pinki por no dejar a las ovejas comer tranquilas, y entonces las dejaba de molestar, hasta que Pluto se distraía.

Pinki era un cerdito muy valiente. Él no tenía miedo a nada y salía por las noches a curiosear la granja mientras todos los animales dormían, aunque siempre le avisaban de que no lo hiciera por sí una noche aparecía un animal salvaje.

Pluto dormía plácidamente en su cama, mientras el sol iba saliendo porque se estaba haciendo de día, y a Pluto le cayó una gota fría en la nariz, y eso hizo que Pluto se despertara. Cuando se desperté verá que  ya no había ninguna oveja durmiendo…

Mientras tanto, las ovejas, estaban ya pastando desde hacía un buen rato, y de repente aparció muy contento y saltarín, Pinki, que había madrugado para ir a darle los buenos días a sus amigas las ovejas. ¡Le encantaba estar con ellas!

El cerdito pinki, desde su casita, vio como se acercaba sigilosamente un lobo. El lobo andaba tan despacio que pasó desapercibido por delante del perro Pluto, que estaba en su casita durmiendo la siesta.

Cuando el perro Pluto seguía durmiendo (la siesta), y el cerdito Pinki observaba lo que estaba haciendo el lobo, las ovejas estaban jugando entre ellas por la montaña. Mientras las ovejas jugaban, el lobo salió por los matorrales, y fue a por las ovejas.

Perp Pinki rápidamente cogió su pandereta y empezó a tocarla muy muy fuerte para avisar a las ovejas de que algo peligroso estaba sucediendo en la granja y que estas pudieran huir corriendo para evitar que algo malo les pasara.

Las ovejas empezaron a correr todo lo deprisa que pudieron cuando Pinki empezó a tocar el tambor, las ovejas estaban muy asustadas porque sabían que algo malo les podía pasar si no huían rápidamente.

Después de correr un gran camino todas juntas se dirigieron a la casa donde se encontraba Pluto durmiendo para avisarle de lo que estaba pasando y ellas poder esconderse detrás de la casa de Pluto.

Pluto, al escuchar los balidos de las ovejas, se despertó rápidamente y fue a defenderlas. Cuando el lobo vio a Pluto, se asustó muchísimo y de una vez por todas dejó a las ovejas en paz y nunca más volvió a asustarlas.

Desde entonces, Pinki, tras avisar que venía el lobo, pasó a llamarse el cerdito valiente de la granja de Bimbo. Todos los animales estaban muy agradecidos con él y admiraban mucho su valentía.

Pues gracias a él, ninguna de las ovejas fueron heridas por parte de aquel lobo malvado. Pinki, había ayudado a todos sus amigos y por eso él estaba muy muy contento, y de esa manera podrían ser todos amigos y estar siempre juntos.

Gracias a que el cerdito salvó a las ovejas del lobo, fue así como las ovejas y el cerdito Pinki comenzaron una relación de amistad para siempre. Como ya eran amigos, a las ovejas ya no les molestaba que el cerdito jugara con ellas.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.