El arte de ser FELIZ

• Había una vez en una escuela llamada ByCENED un grupo de jóvenes que se hicieron amigos desde el primer día de clases, a ellos les gustaba mucho salir a divertirse, estudiar juntos, y ayudar a las personas que lo necesitaban, ellos siempre respetaban a los demás, sus opiniones sobre distintos temas, trataban de comprender a las personas que tenían algún problema o que estaban en una difícil situación e intentaban ayudarlos, aceptaban las diferencias y muchas veces aprendían de las mismas, nunca juzgaban a las personas sin antes conocerlas, nunca pelaban con nadie ya que aparte de ser muy pacíficos eran comprensibles, siempre estaban rodeados de mucha gente buena que aprendía de ellos, sus actitudes, valores inculcados, etc.… Ellos siempre decían una frase que les parecía muy muy importante y con mucho significado la cual decía: “Mientras más queramos y toleremos a otra persona, más cosas podemos compartir”.

• Un día llegaron como siempre muy felices a la escuela y se dieron cuenta de que había entrado una chica nueva al salón de clases, todos estaban muy entusiasmados por saber quien era, de donde venia, porque se cambio de escuela, etc.… a todos les surgían muchísimas dudas. Todos comenzaban a hablar con ella y tratarla bien, pero ella tenia una actitud muy mala, era sangrona, berrinchuda, egoísta y grosera, todos estaban muy decepcionados ya que pensaban que era diferente, el grupo de jóvenes decidió ir a hablar con ella, hacerse sus amigos e invitarla a desayunar en el receso, pero cuando ella comenzó a hablarles con un tono de voz muy fuerte y desagradable se dieron cuenta de que ella no era la chica que parecía, todos estaban muy confundidos pero aun así todos la aceptaban tal y como era, ya que ellos sabían que nadie es perfecto y todos alguna vez cometen errores, la chica con el paso del tiempo se fue quedando sin amigos solo por sus malas actitudes,

• los jóvenes se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo con ella y decidieron hablarle nuevamente, le dijeron “que debía controlarse, ser mas paciente, ayudar a los demás, tratar a todos de buen modo, ya que mientras mas tolerante fuera mejor se llevaría con las personas que la rodean y mas amigos llegarían a su vida, aunque seamos diferentes, todos somos valiosos e importantes”, ella les agradeció mucho el consejo y pasó varios días reflexionando lo que sus compañeros le habían dicho. Un día la chica llego a la escuela muy feliz y saludando a todos, todos sus compañeros estaban muy sorprendidos con la actitud de aquella chica y le preguntaron: ¿que había sido lo que la había hecho cambiar de actitudes y de parecer? Y ella simplemente respondió: simplemente me di cuenta de las buenas personas que han llegando a mi vida y de la manera tan egoísta que las eh tratado, de la manera mas respetuosa y honesta les pido una disculpa.

• Todos muy alegres aceptaron sus disculpas y desde ese día todo comenzó a cambiar, todos en el salón se llevaban muy bien, se ayudaban entre todos y se dieron cuenta que para tener una mejor comunicación se debe aceptar a los demás y ayudar a quienes lo necesitan, respetar a todos ya que cada persona es distinta, no criticar a otros y nunca discriminar a los demás, ya que en algún momento te podrá tocar estar en el lugar de esa persona a la que se le hacía daño y recuerda “Mientras más queramos y toleremos a las personas, más cosas podemos compartir”.