cuento sobre generosidad

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Cuento sobre generosidad. Una lechuga no es un plato ¡Hay un gusano en mi plato!, dijo Matías haciendo gestitos con la mano como para ahuyentarlo. El gusano primero miró el plato, después miró a Matías y luego dijo: - ¡Glup!, parece que me equivoqué. Esta no es una hoja de lechuga. Cuando se le pasó un poquito el miedo , Matías, que era muy curioso, se acercó a observar muy bien a don Gusano. - ¡Vaya! -pensó- No sólo es bastante extraño y bonitos sus colores, sino que también tiene muchas patitas. Debe estar desorientado. - Desorientado no, apenas un poco cegato –corrigió el gusano- pero en voz tan bajita que nadie lo escuchó. Por un instante el gusanito detuvo su marcha, encorvó su lomo verde y miró a Matías con sus ojitos finitos de gusano perdido. Sonrieron cada uno a su manera. Matías, entonces, trajo una hoja de lechuga, que con mamá sacó de la heladera. Lo cargó sobre ella y la llevó al jardín. Don Gusano sintió el airecito y fue feliz . Entretanto, Matías lo miraba divertido. Pasito a paso el gusano se fue perdiendo entre las rosas con un buen bocado de lechuga entre las mandíbulas. Pero eso sí ¡lechuga sin condimentar!

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Cuento sobre generosidad. Una lechuga no es un plato

Hay un gusano en mi plato!, dijo Matas haciendo gestitos con lamanocomo para ahuyentarlo. El gusano primero mir el plato, despus mir a Matas y luego dijo:- Glup!, parece que me equivoqu. Esta no es una hoja de lechuga.Cuando se le pas un poquito elmiedo, Matas, que era muy curioso, se acerc a observar muy bien a don Gusano.- Vaya! -pens- No slo es bastante extrao y bonitos sus colores, sino que tambin tiene muchas patitas. Debe estar desorientado.- Desorientado no, apenas un poco cegatocorrigi el gusano- pero en voz tan bajita que nadie lo escuch.Por un instante el gusanito detuvo su marcha, encorv su lomo verde y mir a Matas con sus ojitos finitos de gusano perdido.Sonrieron cada uno a su manera. Matas, entonces, trajo una hoja de lechuga, que con mam sac de la heladera.Lo carg sobre ella y la llev al jardn. Don Gusano sinti el airecito y fuefeliz.Entretanto, Matas lo miraba divertido.Pasito a paso el gusano se fue perdiendo entre las rosas con un buen bocado de lechuga entre las mandbulas.Pero eso s lechuga sin condimentar!

Cuento sobre el respeto. Itzelina y los rayos de solCuentos para nios sobre valoresItzelina Bellas Chapas era una nia muycuriosaque se levant temprano una maana con la firme intencin de atrapar, para ella sola, todos los rayos del sol.Una ardilla voladora que brincaba entre rbol y rbol le gritaba desde lo alto. A dnde vas, Itzelina?, y la nia respondi:- Voy a la alta montaa, a pescar con mi malla de hilos todos los rayos del sol y as tenerlos para m solita.- No seas mala, bella Itzelina - le dijo la ardilla- Deja algunos pocos para que me iluminen el camino y yo pueda encontrar mialimento. -Est bien, amiga ardilla - le contest Itzelina-, no te preocupes. Tendrs como todos los das rayos del sol para ti.Sigui caminando Itzelina, pensando en los rayos del sol, cuando un inmenso rbol le pregunt. Por qu vas tan contenta, Itzelina?- Voy a la alta montaa, a pescar con mi malla de hilos todos los rayos del sol y as tenerlos para m solita, y poder compartir algunos con mi amiga, la ardilla voladora.El rbol, muy triste, le dijo:- Tambin yo te pido que compartas conmigo un poco de sol, porque con sus rayos seguircreciendo, y ms pajaritos podrn vivir en mis ramas.- Claro que s, amigo rbol, no ests triste. Tambin guardar unos rayos de sol para ti.Itzelina empez a caminar ms rpido, porque llegaba la hora en la que elsolse levantaba y ella quera estar a tiempo para atrapar los primeros rayos que lanzara. Pasaba por un corral cuando un gallo que estaba parado sobre la cerca le salud.- Hola, bella Itzelina. Dnde vas con tanta prisa?- Voy a la alta montaa, a pescar con mi malla de hilos todos los rayos del sol y as poder compartir algunos con mi amiga la ardilla voladora, para que encuentre su alimento; y con mi amigo el rbol, para que siga creciendo y le d hospedaje a muchos pajaritos.- Yo tambin te pido algunos rayos de sol para que pueda saber en las maanas a qu hora debocantarpara que los adultos lleguen temprano al trabajo y los nios no vayan tarde a laescuela.- Claro que s, amigo gallo, tambin a ti te dar algunos rayos de sol le contest Itzelina.Itzelina sigui caminando, pensando en lo importante que eran los rayos del sol para las ardillas y para los pjaros; para las plantas y para los hombres; para los gallos y para los nios.Entendi que si algo le sirve a todos, no es correcto que una persona lo quiera guardar para ella solita, porque eso esegosmo. Lleg a la alta montaa, dej su malla de hilos a un lado y se sent a esperar al sol.Ah, sentadita y sin moverse, le dio los buenos das, viendo como lentamente los rboles, los animales, las casas, los lagos y los nios se iluminaban y se llenaban de colores gracias a los rayos del sol.Este cuento quiere ensearnos lo importante que es elrespeto al bien comn.

Cuento infantil. Carrera de zapatillasCuentos para nios que fomentan la amistadHaba llegado por fin el gran da. Todos losanimales del bosquese levantaron temprano porque era el da de la gran carrera de zapatillas! A las nueve ya estaban todos reunidos junto al lago.Tambin estaba lajirafa, la ms alta y hermosa del bosque. Pero era tan presumida que no quera ser amiga de los dems animales.La jiraba comenz a burlarse de sus amigos:- Ja, ja, ja, ja, se rea de la tortuga que era tan bajita y tan lenta.- Jo, Jo, Jo, Jo, se rea del rinoceronte que era tan gordo.- Je, je, je, je, se rea del elefante por su trompa tan larga.Y entonces, lleg la hora de la largada.El zorro llevaba unas zapatillas a rayas amarillas y rojas. La cebra, unas rosadas con moos muy grandes. El mono llevaba unas zapatillas verdes con lunares anaranjados.La tortuga se puso unas zapatillas blancas como las nubes. Y cuando estaban a punto de comenzar la carrera, la jirafa se puso allorardesesperada.Es que era tan alta, que no poda atarse los cordones de sus zapatillas!- Ahhh, ahhhh, qu alguien me ayude! - grit la jirafa.Y todos los animales se quedaron mirndola. Pero el zorro fue a hablar con ella y le dijo:- T te reas de los dems animales porque eran diferentes. Es cierto, todos somos diferentes, pero todos tenemos algo bueno y todos podemos seramigosy ayudarnos cuando lo necesitamos.Entonces la jirafa pidi perdn a todos por haberse redo de ellos. Y vinieron las hormigas, que rpidamente treparon por sus zapatillas para atarle los cordones.Y por fin se pusieron todos los animales en la lnea de partida. En sus marcas, preparados, listos, YA!Cuando termin la carrera, todos festejaron porque haban ganado una nueva amiga que adems haba aprendido lo que significaba laamistad.Colorn, colorn, si quieres tener muchos amigos, acptalos como son.