cuento de dignidad

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CUENTO DE DIGNIDAD EL CONCIERTO Esteban perdió a su mamá cuando era muy pequeño. Casi no la recuerda. Para él, es sólo la joven de pelo corto que aparece en las fotografías del álbum familiar. El padre de Esteban es ingeniero y siempre está ocupado. Por eso decidió contratar a doña Ernestina para que cuidara a su hijo mientras él trabajaba. Al principio, el trato entre Esteban y doña Ernestina era muy formal. Ella lo esperaba a la salida del colegio, le servía de comer y se quedaba en la cocina mientras él hacía la tarea o veía la televisión. De vez en cuando, le llevaba un vaso de leche y se aseguraba de que estuviera bien. Poco a poco ambos comenzaron a volverse amigos. Esteban la invitaba a ver las caricaturas con él y, durante los anuncios, le platicaba de sus maestros y sus compañeros. Por su parte, ella le contaba de Cuilapam, la población de Oaxaca donde nació. Cuando Esteban comenzó a tomar clases de violín, doña Ernestina se encargaba de llevarlo a la academia de música y lo esperaba fuera. Al regresar a casa le preparaba chocolate al estilo de su tierra. Esteban demostró un gran talento para la música. La gente decía que era un “niño prodigio”. En muy pocos años dominó el violín y, cuando cumplió 17, le ofrecieron dar un concierto de gala en el Palacio de Bellas Artes. Su padre estaba muy orgulloso e invitó a sus amigos y colegas al recital. Doña Ernestina se sentía muy contenta, pues consideraba a Esteban como un hijo. Su alegría aumentó cuando el muchacho le dio un boleto para asistir a la función. El día señalado, doña Ernestina quiso compartir su felicidad con sus seres queridos. Por eso invitó al concierto a dos de sus primas, a una tía y al esposo de ésta. Los cinco llegaron muy contentos a Bellas Artes, pero el hombre que cuidaba la puerta les dijo: “No pueden pasar los cinco con un solo boleto. Además, su atuendo no es adecuado para una función de gala”. Ellos no comprendían. En las fiestas de Cuilapam

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Cuento de Dignidad

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CUENTO DE DIGNIDADEL CONCIERTO

Esteban perdi a su mam cuando era muy pequeo. Casi no la recuerda. Para l, es slo la joven de pelo corto que aparece en las fotografas del lbum familiar. El padre de Esteban es ingeniero y siempre est ocupado. Por eso decidi contratar a doa Ernestina para que cuidara a su hijo mientras l trabajaba. Al principio, el trato entre Esteban y doa Ernestina era muy formal. Ella lo esperaba a la salida del colegio, le serva de comer y se quedaba en la cocina mientras l haca la tarea o vea la televisin. De vez en cuando, le llevaba un vaso de leche y se aseguraba de que estuviera bien. Poco a poco ambos comenzaron a volverse amigos. Esteban la invitaba a ver las caricaturas con l y, durante los anuncios, le platicaba de sus maestros y sus compaeros. Por su parte, ella le contaba de Cuilapam, la poblacin de Oaxaca donde naci. Cuando Esteban comenz a tomar clases de violn, doa Ernestina se encargaba de llevarlo a la academia de msica y lo esperaba fuera. Al regresar a casa le preparaba chocolate al estilo de su tierra. Esteban demostr un gran talento para la msica. La gente deca que era un nio prodigio. En muy pocos aos domin el violn y, cuando cumpli 17, le ofrecieron dar un concierto de gala en el Palacio de Bellas Artes. Su padre estaba muy orgulloso e invit a sus amigos y colegas al recital. Doa Ernestina se senta muy contenta, pues consideraba a Esteban como un hijo. Su alegra aument cuando el muchacho le dio un boleto para asistir a la funcin.

El da sealado, doa Ernestina quiso compartir su felicidad con sus seres queridos. Por eso invit al concierto a dos de sus primas, a una ta y al esposo de sta. Los cinco llegaron muy contentos a Bellas Artes, pero el hombre que cuidaba la puerta les dijo: No pueden pasar los cinco con un solo boleto. Adems, su atuendo no es adecuado para una funcin de gala. Ellos no comprendan. En las fiestas de Cuilapam no se le impeda la entrada a nadie. Y sobre su atuendo, todos vestan su ropa de domingo. Era injusto! Los cinco comenzaron a discutir en la puerta hasta que el padre de Esteban, quien llegaba en ese momento, les permiti el acceso. Sin embargo, los envi al segundo piso del teatro, pues as no se mezclaran con sus invitados. La primera interpretacin emocion al pblico, el cual aplaudi a rabiar. Mientras Esteban agradeca la ovacin, not que doa Ernestina estaba en el segundo piso, en uno de los asientos ms lejanos. Antes de continuar anunci Esteban, quiero que mi amiga Ernestina ocupe el lugar que le corresponde, aqu en la primera fila. Al or esto, todos se preguntaron quin era esa Ernestina para merecer tal honor. Cuando un acomodador la trajo, vino con sus familiares. El problema fue que slo quedaba una butaca desocupada en la primera fila. Entonces Esteban dijo que no tocara ms si no les daban tambin a ellos un lugar. De esta forma, a los cinco se les asign el palco de honor, el cual se encontraba vaco. Solamente entonces la funcin pudo continuar. El concierto fue un xito. Al concluir, Esteban no quiso asistir al elegante coctel que ofreci su padre. En lugar de esto se fue con doa Ernestina y sus parientes a tomar un rico chocolate estilo Oaxaca.

LA DIGNIDAD PROPIA DEL HOMBRE

La dignidad del hombre nace del hecho de haber sido creado por Dios a su imagen y semejanza, haber sido reconciliado por Cristo y estar llamado a la Bienaventuranza del Cielo.

Es tanta la dignidad del hombre, que el Concilio Vaticano II afirma que el hombre es la "nica criatura en la tierra a la que Dios ha amado por s misma"

El hombre, ayudado por la gracia y usando bien de su libertad, puede identificar su voluntad con la voluntad de Dios, pues "Lo que Dios quiere es siempre lo ptimo" (Santo Tomas Moro a su hija Margarita).

De dnde nace la dignidad del hombre?

La dignidad del hombre nace de ser creado por Dios a su imagen y semejanza, de haber sido reconciliado por Cristo y de estar llamado, mediante la gracia, a alcanzar su plenitud en la bienaventuranza del cielo.

Es un valor singular que fcilmente puede reconocerse. Lo podemos descubrir en nosotros o podemos verlo en los dems. Pero ni podemos otorgarlo ni est en nuestra mano retirarselo a alguien. Es algo que nos viene dado. Es anterior a nuestra voluntad y reclama de nosotros una actitud proporcionada, adecuada: reconocerlo y aceptarlo como un valor supremo (actitud de respeto) o bien ignorarlo o rechazarlo.

Este valor singular que es la dignidad humana se nos presenta como una llamada al respeto incondicionado y absoluto. Un respeto que, como se ha dicho, debe extenderse a todos los que lo poseen: a todos los seres humanos. Por eso mismo, an en el caso de que toda la sociedad decidiera por consenso dejar de respetar la dignidad humana, sta seguira siendo una realidad presente en cada ciudadano. Aun cuando algunos fueran relegados a un trato indigno, perseguidos, encerrados en campos de concentracin o eliminados, este desprecio no cambiara en nada su valor inconmensurable en tanto que seres humanos.

Por su misma naturaleza, por la misma fuerza de pertenecer a la especie humana, por su particular potencial gentico - que la enfermedad slo es capaz de esconder pero que resurgir de nuevo si el individuo recibe la teraputica oportuna -, todo ser humano es en s mismo digno y merecedor de respeto.