cuento de comercio medieval españa-flandes

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1 FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES. ESCUELA DE HISTORIA. HISTORIA MEDIEVAL. II EXAMEN PARCIAL. ELABORADO Y PRESENTADO POR: IGNACIO ZÚÑIGA MASIS. B17428 PROF. ERIKA GOLCHER. CIUDAD UNIVERSITARIA RODRIGO FACIO

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FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES.

ESCUELA DE HISTORIA.

HISTORIA MEDIEVAL.

II EXAMEN PARCIAL.

ELABORADO Y PRESENTADO POR:

IGNACIO ZÚÑIGA MASIS. B17428

PROF. ERIKA GOLCHER.

CIUDAD UNIVERSITARIA RODRIGO FACIO

II CICLO 2013.

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DESARROLLO DEL II EXAMEN: DESCRIPCIÓN DE RUTA COMERCIAL.

Corría el año de 1282, nosotros, una familia acomodada que habitaba en el reino de

Murcia, una región recién recuperada por el reino de Castilla, al sur del reino, nuestro

antiguo reino musulmán fue acogido entonces por los castellanos, a partir de entonces se

comienza a gestar en nuestro territorio una serie de cambios en la forma de vida, al este

colindábamos con el reino de Aragón, al sureste con el todavía dominado por los moros, el

reino de granada, y al sureste poseíamos la costa en el mediterráneo, fronteras culturales,

religiosas y geográficas entre las cuales la vida era distanciada entre las pequeñas villas,

ciudades y unos cuantos enclaves de la ciudad capital del reino.1

Las principales actividades comerciales en las cuales podíamos desempeñarnos a lo

largo de la llanura costera giraban en torno a los pastizales dedicados a la ganadería

trashumante, además en algunas localidades del Cartagena, aquellas que eran más bajas y

húmedas eran buenas para los cultivos de hortaliza y pastos, pero este pequeño sembradío

no abastecía de manera necesaria la población de la región, el cultivo que más afecto a los

habitantes de esta vasta región fue el trigo, este producía poco y no alcanzaba a la

población, además al ser tan despoblada la tierra de cultivo, seguidamente era víctima de

saqueos, asaltos y robos, estos también en el camino entre Cartagena y Murcia, donde se

producían asaltos a los diferentes productores de la zona.2

Sumado a los pequeños territorios de cultivo y los constantes asaltos que nos

asechaban, el agua escaseaba, por lo que el desarrollo agrícola se complicaba aún más, por

lo que se debía recurrir a la recolección de grana para las tintas, lentisco de donde

1 Martínez, M. La Frontera Mediterránea de Castilla pp.45-462 Martínez, M. La Frontera Mediterránea de Castilla p.52

3

extraíamos el aceite y más tintes, espárragos, turmas o papas y caracoles, otros se

dedicaban a la extracción de leña, maderas y esparto estas últimas fibras para la fabricación

de redes para los pescadores, más otros tantos que dedicaban sus días a la caza de lobos y

perdices, así como de algunas aves como flamencos y garzas, estos en algunos estanques

que aun albergaban un poco de agua, y por supuesto no podía faltar la pesca a las orillas del

puerto de Cartagena en el mediterráneo.3

Las actividades económicas no eran las más rentables para la subsistencia, además

no eran actividades que presentaran un modo de vida que deseábamos, cerca del 1272, hace

diez años aproximadamente Alfonso X y la política marinera que manejaba propuso la

formación de La Orden militar de Santa María de España, esta con la finalidad de luchar y

ganar el derecho sobre el mediterráneo con los moros principalmente en el puerto de

Cartagena, de donde somos originarios. Nuestra ciudad fue el principal centro naval y

comercial del mediterráneo, así como Murcia era la capital política del reino al que

pertenecíamos, ambos súbditos al reino de Castilla, perdido hace un par de años, en 1280 el

puerto de Alicante, Cartagena quedaba como una ciudad de comercio devastada y

principiante, sin embargo para la corona de Castilla, con sede lejos de este territorio,

representaba el principal puerto mercantil que nos conectaría con el comercio

mediterráneo.4

Decidimos realizar este viaje, pues como ya mencione la vida en Cartagena no era

muy prospera, tuvimos varias opciones antes de arrancar en busca de comerciar, aunque

más que comercio lo que realizamos es expedición por los diferentes territorios conforme

vamos avanzando, realizamos intercambio comercial para ir subsistiendo el viaje, mis

3 Martínez, M. La Frontera Mediterránea de Castilla p.524 Martínez, M. La Frontera Mediterránea de Castilla p.55

4

demás compañeros son comerciantes dedicados a esta labor desde hace mucho tiempo, yo y

mi familia decidimos incursionar en esto como le repito a manera de expedición, así

salimos con la consigna de que si nos iba bien y nos agradaba a esto nos dedicaríamos, si

no Murcia y Cartagena en especial nos iba a estar esperando.

Como le comente antes de salir topamos con varias opciones para realizar el viaje,

primero ser parte de la Orden militar de Santa María, en defensa de nuestros puertos, en

este caso yo y mis dos hijos Alejandro y Miguel, pero no era muy factible, por otro lado

teníamos la opción de salir al mediterráneo, pero este se encontraba dominado por

genoveses y florentinos y la supremacía comercial de los italianos sobre estas aguas, tanto

así que los genoveses fueron quienes le dieron vida al puerto de Cartagena,5 y revitalizaron

la puesta en práctica de las actividades comerciales que ya le mencione, con el fin de

expandir su comercio desde este puerto y hasta este puerto, es decir traer mercadería y

sacarla también, con mucho provecho de nuestro territorio, por lo que no nos era cómodo y

mucho menos provechoso embarcarnos al mediterráneo, mucho menos con el poderío de

los genoveses en este, nada haríamos a la par de ellos.

Ahí fue donde mi cuñado Andrés Pérez López me comento que saldrían hacia

Palencia en busca de los tejidos que se daban ahí para comenzar a comerciarlos en distintas

ciudades, donde también comprarían algunos productos para llevarlos a otras ciudades, así

hasta llegar al condado de Flandes donde se comerciaban los textiles ingleses de alta

calidad, algo se comentaba entonces de la guerra entre Francia e Inglaterra,6 sin embargo no

pensamos que nos pudiera perjudicar en ningún momento.

5 Martínez, M. La Frontera Mediterránea de Castilla p.456 Romero, J. Historia de la edad media. p.80

5

Así pues fue como decidimos aventurarnos en familia, todo en busca de aquellos

textiles ingleses que se comerciaban en Flandes, si bien nos dijeron que el viaje seria

pesado y que en cada ciudad íbamos a comerciar diferentes productos, principalmente

textil, tomamos la oportunidad y arrancamos, de Cartagena viajamos con un par de caballos

y una carreta con vestimenta y unas cuantas provisiones hasta Murcia, en este lugar nos

encontramos con Andrés Pérez, hermano de mi esposa y comerciante de profesión y sus

colegas Ramiro Fernández, Germinio García y Juan Antonio Hernández, los cuales

viajaban con sus respectivas familias, una vez todos reunidos iniciamos el viaje hasta

Palencia en busca de los tan famosos tejidos como primera fuente comercial de nuestro

largo viaje.

Partimos en lunes, claro debíamos comenzar la semana, y desde luego el comienzo

de la semana representaba además el inicio de un nuevo camino, un nuevo rumbo que

tomaría nuestra familia hacia una nueva vida, la de expedicionarios comerciantes donde los

viajes constantes entre una ciudad y otra y los trueques con los demás comerciantes serian

parte de nuestro diario vivir. Nuestros compañeros de viaje recién llegaban de Valencia, en

este territorio tenían contactos comerciales con algunos judíos quienes mantenían contactos

marítimos y terrestres de comercio en esta región, algunos se trasladaban a las fronteras de

Castilla y Aragón a intercambiar algunos de sus productos y llevarse otros, pero la mayoría

se dedicaba a realizar negocios de usura y llevar a sus locaciones algunos productos.7

Los principales productos que explotaban comercialmente los judíos eran minerales

como hierro, cobre, plomo, algunas fibras textiles como el cáñamo, utensilios domésticos

como tazas, cuchillos, cucharas, armamento, escudería, espadas, limas de acero, cadenas

7 Hinojosa, J. Actividades comerciales de los judíos en Valencia. p.22

6

para amarrar perros, pinzas, tijeras y cofres entre muchos más,8 a valencia se llevaba seda,

trigo, pieles de cabritos, quesos, lana y algún as especies como el comino y en algunas

ocasiones peses, estos productos como fuente para sustentar la demanda de este reino,

porque al igual que en Cartagena la producción no daba abasto.9

Al momento en que mi cuñado y sus colegas llegaron a Murcia donde yo y mi

familia les esperábamos para iniciar el viaje, topamos con la sorpresa de que venía cargado

con unas cuantas vajillas, utensilios domésticos, agujas y tijeras, ya que en sus intercambios

comerciales llevaron desde el reino de Portugal y de castilla, trigo, peses y seda, ahora les

tocaba regresar a castilla distribuir estos nuevos productos que poseían, no sin antes pasar

por Palencia donde nos esperaban los tejidos que nos aseguran un buen porvenir comercial,

de ahí en adelante la ruta será lo que nuestro Dios nos mande, encomendados a él partimos

ese lunes.

La caravana de los cuatro comerciantes y sus familias más yo, mi esposa y mis tres

hijos era dirigida por mi cuñado Andrés Pérez, hermano de mi esposa, Ramiro Fernández le

seguía, Germinio García y José Antonio Hernández iban más atrás y mi familia a quien yo

dirigía, íbamos de últimos detrás de aquellos grandes comerciantes de la península, los más

experimentados del reino de Murcia y los que más recorrido poseían sobre el comercio en

los reinos que componen esta vasta península, íbamos con un rumbo y una consigna, los

textiles ingleses que se comerciaban en el condado de Flandes, el regreso aún no estaba

claro lo más común seria regresar por el mismo camino pero existía la posibilidad de

explorar otra ruta, la cual era un secreto entre los cuatro comerciantes y nuestra familia

quedo al margen de esta conversación y aun no sabíamos si regresaríamos a Castilla,

8 Hinojosa, J. Actividades comerciales de los judíos en Valencia. p.289 Hinojosa, J. Actividades comerciales de los judíos en Valencia. pp.29-30

7

Murcia, Aragón o si nos desplazaríamos a los reinos germánicos, y lo que menos nos

imaginamos fue regresar vía marítima como en realidad fue.

Aquel lunes nos encaminamos entonces a Palencia, un largo viaje nos esperaba, sin

embargo era más largo de lo que nos imaginábamos, aquellos seis días fueron para mí y

para mi familia una eternidad, y claro como no lo iba a ser si lo más que habíamos

recorrido eran unas cuantas horas entre Cartagena y Murcia, pasamos por localidades como

Albacete, luego nos dirigimos hacia Ciudad Real, al norte nos encaminamos a Toledo, aquí

nos enteramos del comercio de textiles y paños provenientes de territorios como Francia,

Países Bajos, y muy importante desde la región de Valencia y Cataluña, por lo que

decidimos realizar contacto con mercaderes y comerciantes catalanes para comprarles unos

cuantos paños, que vale decir eran un mercado con mucho consumo en todo el reino de

Castilla,10 ya con los paños confeccionados en Cataluña y en nuestro poder continuamos el

camino.

Nos dirigimos entonces a Valladolid, buscando conectar con Palencia, las ciudades

de Ávila y Segovia no presentaron mayor inconveniente y el único trato comercial fue la

compra de alimentos al igual que en las ciudades anteriores con excepción de Toledo donde

adquirimos los paños catalanes, en esta ciudad lo más destacante que encontramos fueron

los trabajos en arcilla y cerámica, las vasijas, ollas, y jarras principalmente,11 estas de una

calidad esplendorosa, como estas pocas habían distribuido los comerciantes que nos

acompañaban, y que lo digan ellos es en realidad sorprendente ya que conocían y habían

comerciado de estos artefactos en muchas ocasiones y de diferentes localidades,

presentaban además de un acabado muy fino y uniforme, y se encontraban decoradas por

10 Diago, M. El comercio de los tejidos a través de la frontera terrestre p.17211 Santamaría, J. Un lote cerámico de época medieval p.266

8

diferentes técnicas como los diseños de incisión en ondas que las rodeaban, bordes

acanalados principalmente en el cuello de las jarras y las ollas y en algunas una serie de

cordones pegados que la rodeaban a lo largo y ancho de las piezas,12 valla que eran muy

hermosas, cambiamos unas ollas y jarras por paños catalanes y tijeras que aun triamos

desde Murcia, pasamos la noche y a la mañana siguiente partimos con una ruta establecida

con fin en Palencia.

Cruzamos algunos pueblos donde tomamos un pequeño descanso y nos cargamos de

provisiones para continuar directo a Palencia, la parada más esperada, donde

encontraríamos los famosos tejidos de esta ciudad que tanto nos habían hablado nuestros

compañeros de viaje, las mantas como los principales tejidos que se producían en esta

ciudad,13 fue hasta que por fin logramos llegar a la ciudad palentina, a eso de las horas de la

tarde, por lo cual decidimos alojarnos en esta para tomar la mañana siguiente para realizar

el trueque con los tejedores y emprender el camino hacia el resto de la ruta.

Esa noche fue muy corta, hasta que por fin habíamos llegado a Palencia, luego de

seis largos días de viaje, noches tortuosas, intercambios con distintas personas en distintos

pueblos y un cansancio extremo pero con la dicha de poder completar esta fase del

recorrido comercial que recién emprendíamos, ya que nos hacía falta mucho camino y muy

pesado hasta Flandes. Ya en pie nuevamente comenzó la hora de los negocios, los tejedores

nos comentaban que el desarrollo de los tejidos había sido por la abundancia en materia

prima para este, primordialmente la calidad de la lana que era de las mejores que se

12 Santamaría, J. Un lote cerámico de época medieval p.27013 González, C. Los tejedores de Palencia durante la edad media. p.97

9

conseguía, los artesanos se encontraban hacia el sur de la ciudad cerca de la iglesia de San

Miguel, ahí también se encontraban los mercaderes y comerciantes del pueblo.14

Vale mencionar que en Castilla la obra textil no era muy desarrollada durante estas

épocas, por lo que se daba el comercio entre Palencia como territorio de León con Castilla,

al igual que se daba por el otro lado entre Aragón Y Castilla, y siempre en cuestiones

textiles como mayor producto comercial, si bien las relaciones entre estos dos reinos era

muy unida a tal punto en el que pronto se podrían unificar, el comercio era un poco difícil,

se establecieron por parte de Alfonso X impuestos de aduana, con lo que el llamo un nuevo

sistema fiscal, meramente económico, pero este fue puesto en práctica más que nada en las

fronteras del reino,15 por lo cual de momento no nos afectó de mayor manera.

Dejamos en Palencia los restos de la mercadería que traíamos de Murcia, algunas

tijeras y agujas que les eran muy útiles y las vajillas que aún nos quedaban, algunos

jarrones y ollas que aun poseíamos de Valladolid y recogimos una gran cantidad de mantas

con las cuales emprendimos el camino alejándonos de la tentativa de alto cobro que

significaba estar en las cercanías de la frontera con el reino de Portugal y las intenciones de

cobro del rey Alfonso III,16 que luego de su muerte hace unos tres años fueron dejadas de

laso por su hijo y sucesor Dionisio, esto nos lo comentaban los comerciantes y mercaderes

de Palencia, ya que se verían afectados por los cobros, ya que pocos serían los que les

comprarían y por supuesto las ventas mermarían hacia Castilla donde eran más

comerciados y en Portugal crecerían ya que los precios bajarían relativamente, pero el

mercado aquí no es muy rentable, según nos contaban los colegas comerciantes palentinos.

14 González, C. Los tejedores de Palencia durante la edad media. p.10315 Porras, P. Los portazgos en León y Castilla durante la edad media. p.17116 González, C. Los tejedores de Palencia durante la edad media. p.104

10

Ya con nuestra mercadería y luego de seis días de veje desde Murcia partimos hacia

Flandes, una travesía muy osada para nuestra familia y hasta para los colegas comerciantes

que viajaban en nuestra pequeña caravana que aumento con dos comerciantes que

decidieron acompañarnos hasta Flandes en busca de los tejidos ingleses, Claudio Pereira y

Ramiro Pereira, hermanos que se aventuraron a acompañarnos en nuestro viaje, cada uno

con su respectiva familia.

Ya en camino nos dirigimos a la capital del reino castellano, cuando logramos llegar

a Burgos era necesario tomar más que un pequeño descanso y conocer la capital de este

gran reino que continua creciendo, pasamos dos días, todo el domingo y el lunes día y

noche, conocimos la capital y centro del reino antes de continuar, Martes al amanecer

decidimos continuar porque nos esperaba un largo y cansado camino hasta el condado de

Flandes, continuamos hacia La rioja, y cruzamos al reino de Navarra, donde logramos

atravesar Pamplona y luego de tres días nos encontrábamos en las puertas del territorio de

las Gascuña en Francia, logramos cruzar sin contratiempos dejando unas cuantas mantas

palentinas como tributo de entrada y nos encaminamos hacia la región Flamenca como

nuestro primordial destino.

En el transcurso del viaje topamos con infinidad de comerciantes, unos con

productos agrícolas, , alimentos, otros como nosotros con paños y telas así como también

material industrial como las tijeras, otros tantos con perfumes especies y mercadería textil

más fina y de calidad proveniente de diversas regiones,17 encontramos comerciantes de

corta distancia que se desplazaban de una ciudad a otra y regresaban pero también

comerciante de larga distancia como lo somos nosotros que viajamos de reino en reino, y

17 Caunedo, B. El desarrollo del comercio Medieval p.203

11

hasta fuera de nuestras fronteras como lo hicimos al cruzar Francia, éramos conocidos

como grandes mercaderes,18 aunque a decir verdad yo y mi familia era la primera

expedición comercial que realizábamos y no conocíamos mucho al respecto, diferentes

maneras de comerciar existían, y nosotros decidimos la más arriesgada la de larga distancia

y por vía terrestre.

Muchos nos dicen que nuestro sistema comercial, a pesar de ser bastante difícil y

extremo así como aventurado podría ser la base de un gran modelo comercial mundial que

una a todas las fronteras comercialmente a lo largo de varios siglos, eso sí con una

continuidad que lo valide,19 pero esto del comercio es muy variante, si bien es cierto las

personas ocupan lo que nosotros distribuimos en determinado momento puede que caiga el

negocio, en realidad la vida es buena pero no nos podemos confiar mañana no se sabe que

sucederá, que compraremos y que no solo lo dirá el tiempo y nuestro señor Dios a quien le

rogamos nos mantenga con trabajito y el negocio prospere.

El recorrido desde Burgos hasta la Gascuña fue particular, encontramos a diferencia

del recorrido desde Murcia hasta Palencia donde las poblaciones se encontraban más

aisladas, encontramos en el norte del reino una serie de villas y núcleos de población más

organizados,20 esto nos referenciaba un modo de vida distinto al sur, y claro como en

Cartagena era un territorio muy desolado y poco poblado y la llegada a Murcia representaba

un camino brusco, era lógico que al conocer esta serie de villas poblacionales tan cercanas

nos sorprendiera encontrar la cercanía entre unos y otros, lo que demostraba el crecimiento

18 Caunedo, B. El desarrollo del comercio Medieval p.20419 Igual, D. Economía, Mercado y comercio en la península Ibérica p.17020 García, I. La vivienda medieval p.79

12

que tiene el reino de castilla, y como al sur de donde somos es tan reciente la apropiación

no se ha generado ese crecimiento poblacional.

Ya cruzada la frontera con el territorio francés, emprendimos el viaje desde la

Gascuña rumbo a Flandes, cada hora que pasaba nos sentíamos más cerca de tan anhelado

destino y ni que decir de los días que cada vez se hacían más largos y las noches más

cortas, nos tomó cinco días llegar al territorio de Languedoc, específicamente a

Montpellier, nos dirigimos luego al norte a Feurs en el condado de Forez, de ahí nos

desplazamos al territorio de Borgoña, donde fuimos bien recibidos, en este trayecto

demoramos tres días, llegando martes a un monasterio de la orden de Cluny donde fuimos

recibidos de buena manera.

Ya instalados en este monasterio donde nos ofrecieron quedarnos el tiempo

necesario, conocimos la maravilla de arquitectura y nos comentaron que este fue fundado

en los años 900,21 es decir hace como unos trecientos años, y que vinieron a reformar el

cristianismo, si bien Murcia y Cartagena de donde procedemos estuvo bajo el dominio de

los moros y su islam, nuestra familia se mantuvo fiel al cristianismo del lado de mi padre y

madre así como la familia de mi esposa profesaron el catolicismo en el momento en el que

se estuvo bajo el mando de los moros.

Nos mencionaron que este monasterio fue fundado por un duque de Aquitania,

quien fue el que dono el territorio e impuso a los monjes bajo la orden del gran Patriarca

San Benito, bajo el mando del Santo Papa,22 al igual que las demás ordenes monasteriales

del cristianismo, pero que esta tuvo un gran crecimiento en el resto de los reinos europeos,

21 El monasterio de monjes Bernardos de Santa María de Ríoseco y su cartulario. p.33222 El monasterio de monjes Bernardos de Santa María de Ríoseco y su cartulario. p.322

13

todos bajo el mando del Abad de Borgoña, sin embargo este crecimiento provoco que el

seguimiento de la ley de San Benito fuera perdiéndose en los monasterios, por lo cual se

generaron reformas para mantener viva la base principal del monasterio.23

El abad era el patriarca del ducado y del monasterio, este era elegido por la

comunidad, además los monjes en una cómoda tertulia nos contaban que ellos se

manejaban independientes de los obispados, por lo que le debían rendir cuentas única y

exclusivamente al papa, y podían contar con Prioratos dependientes del monasterio

principal,24 en el cual nos alojamos, esos prioratos eran como sedes en diferentes ciudades,

sedes que hicieron crecer la orden por los reinos de occidente, esto demostraba la propia

organización eclesiástica que ostentan.25 Su arquitectura es muy hermosa y como nos

dijeron los monjes un tanto revolucionaria, está inspirada en lo que llaman romanticismo,

pasando a sustituir las pequeñas iglesias en las ciudades a convertirse en catedrales en

espacios más poblados.26

En Francia sede principal de este monasterio y donde nos alojamos por una noche y

un día, el régimen real se había apoyado en la iglesia, siendo la orden de Cluny la más

beneficiada, ya que se encarga de proteger la iglesia en base a la orden de Cluny, su sistema

económico está basado al igual que el en los distintos monasterios según lo que se recoja en

los aranceles de la comunidad, la tierra como ya les comente se convirtió en focos urbanos

por lo que era difícil tener tierras de cultivo, el abad era la cabeza, y los prioratos le rendían

cuenta, el patriarca o Abad solo al papa le rendía cuentas independiente de los obispados,

todo en torno al cristianismo y bajo las reglas de San Benito patrón de la orden cluniacense.

23 El monasterio de monjes Bernardos de Santa María de Ríoseco y su cartulario. p.33224 UNIR. La sociedad feudal: señores y dependientes. p.725 UNIR. La sociedad feudal: señores y dependientes. p.726 Martínez, P. Desarrollo Urbanístico de las ciudades episcopales. p.961

14

Luego de pasar dos días y dos noches en este hermoso monasterio donde se nos

trató de muy buena manera, decidimos partir nuevamente hacia nuestro rumbo, llevábamos

ya veintiún días de camino desde que salimos de Murcia y aun no sabíamos cuantos días

más tardaríamos en llegar a Flandes, y mucho menos el regreso, aun eran temas que se

manejaban entre los comerciantes, ahora con los hermanos Pereira dando su opinión acerca

del regreso de la caravana que se componía ya de seis comerciantes y sus familias más

nuestra familia aventurera.

Partimos pues en viernes hacia Flandes con la consigna de llegar lo más pronto

posible por los textiles ingleses y volver a nuestra tierra natal, cruzamos el territorio de

champaña, hasta llegar al candado de Artois, nos encontrábamos entonces a las puertas del

condado de Flandes, lo único que debíamos hacer era cruzar la frontera y llegar hasta el

puerto de Brujas, nuestra familia iba convencida que el regreso sería por el mismo camino,

largos días de viajes hasta regresar a Murcia, sin embargo teníamos la esperanza de recorrer

otros caminos y conocer más ciudades, y porque no encontrar una en la cual nos

pudiéramos asentar y comenzar una nueva vida, pero no sucedió así, llegando al puerto de

brujas en martes comenzamos el trueque de los tejidos ingleses cambiados por los

productos que aun conservábamos unas cuantas vajillas de Valencia, jarrones y ollas que

aún nos quedaban de Valladolid y unos cuantos paños catalanes que aun teníamos en

nuestro poder, luego del intercambio decidimos tomar un descanso en esta ciudad, dos días

y nos pondríamos en camino de vuelta, aun sin saber la ruta ni hacia donde nos

dirigiríamos.

15

En el territorio de Flandes topamos con suerte, ya que en este se encontraban

muchos comerciantes de Valencia y Cataluña y unos cuantos de Mallorca,27 lo cual propició

que fuéramos considerados del mismo gremio, sin dejar de lado que nuestros acompañantes

encontraron unos cuantos colegas, gracias a esto el panorama de la vuelta cambio, teníamos

la esperanza de conocer nuevas localidades y retornar por caminos distintos al del viaje que

recién terminábamos, tocaba entonces retornar, regresaríamos con plomo, cuero, lanas,28 y

los tan ansiados textiles ingleses,29 objetivo principal de nuestro viaje.

Uno de los contactos de mi cuñado Andrés, era un valenciano llamado Aarón Vidal,

el conocía unos mercaderes que se trasladaban por el Cantábrico, por lo cual decidimos o

en realidad los comerciantes de verdad y nuestra aventurera familia acepto, por lo cual nos

embarcamos de regreso a castilla, pero esta vez por medio marítimo, cruzando el cantábrico

desde el puerto de brujas emprendimos el viaje, mas descansado que el de ida pero aún más

largo y tortuoso, más se rescata la experiencia que vivimos en el momento de zarpar, la

proa fue nuestra, mi familia y yo emocionados pasamos las primeras horas del viaje

observando el amplio mar, hasta llegar la noche donde nos dispusimos a descansar.

El principal comercio que se realiza por el cantábrico como nos contaba Aarón y el

capitán Enrique, era de tejidos y paños de la región flamenca,30 siendo nosotros unos de

esos tantos comerciantes que traían estos productos, además del plomo, el cuero y algunas

lanas que llevábamos pero en menor cantidad.

27 Hinojosa, J. De Valencia a Portugal y Flandes relaciones durante la edad media. pp.160-16128 Hinojosa, J. De Valencia a Portugal y Flandes relaciones durante la edad media. p.16829 Romero, J. Historia de la edad media. p.8030 Diago, M. El comercio de los tejidos a través de la frontera terrestre p.173

16

La primera parada fue en Normandía, esta de manera rápida para surtir provisiones,

luego de varios seis días de navegación desde el puerto de brujas atracamos en los puertos

de Guyena, donde tomamos un día de descanso, miércoles por la tarde desembarcamos y

viernes por la mañana luego de conocer la región partimos del puerto La Rochelle,31

nuevamente, dos días nos tomó llegar a los puertos del país Vasco, luego de haberse

unificado toda la costa del cantábrico en poder de reino de Castilla, esta región se convirtió

en un punto estratégico de comercio, por lo que decidimos navegar por varios puertos,

primeramente en los vascos, aparcamos en San Sebastián y luego nos trasladamos a Bilbao

donde comerciamos con el cuero y plomo que traíamos desde Flandes y recogimos trigo y

caballos,32 estos últimos como elementos claves para continuar vía terrestre.

Nos dirigimos hacia Oviedo, en esta ocasión las pautas a seguir eran llegar a Galicia

y devolvernos cerca de la frontera del reino Portugués, pasando por diferentes ciudades del

reino de León, principal parada de los viajeros que realizaban la peregrinación a Santiago,33

por lo cual decidimos visitarla y de una vez conocer de aquella tan mencionada ciudad, el

comercio en Oviedo había sido muy local, los precios estaban fijados y se había fijado el

principio de libre comercio, en el que los otovenses estaban exentos de pago de impuestos

de transito por el mar de León, así como también se le protegía y se le aseguraba un libre

tránsito de mercancías,34 por lo que negociar en este territorio era muy cómodo para los

otovenses no mas así para nosotros lo foráneos, sin embargo nos aventuramos y lo

logramos, la población en esta sección del reino venía creciendo gracias a las facilidades

que se les prestaba,35 los principales productos de consumo era el trigo, vinos, sal, y poca

31 Arizaga, B. Conflictividad por la jurisdicción marítima y fluvial en el Cantábrico p.3732 Arizaga, B. Conflictividad por la jurisdicción marítima y fluvial en el Cantábrico pp.35-3633 Ruiz, I. El comercio Otovense en la edad media. p.34034 Ruiz, I. El comercio Otovense en la edad media. p.34435 Ruiz, I. El comercio Otovense en la edad media. p.345

17

carne,36 extrayendo por su parte pescado y hierro labrado y sin labrar, maderas, y

manufacturas textiles,37 aquí fue donde logramos distribuir una gran parte de los textiles

ingleses que trajimos desde Flandes, y que con gran expectativa se cumplió la venta.

Los marchamos de Oviedo hacia Galicia en dos días logramos llegar a esta región,

legando a la ciudad de Lugo, encontramos que la mayor compra de productos para

consumo es del sur, Portugal, Andalucía, Granada, del mediterráneo, y eran productos

como vinos, tientes, especies, frutas y aceites,38 a Dios gracias habíamos adquirido algunos

vinos en Oviedo los que pudimos comerciar en esta región. Vendimos los vinos y algunos

textiles ingleses de Flandes, pero no logramos realizar conexiones comerciales ya que la

mayor prioridad es el mar que llaman atlántico,39 y su mayor concentración comercial se

encuentra en las costas,40 por lo que en Lugo no fue en donde mejor nos haya ido, por lo

cual decidimos partir pronto hacia el sur.

Nos desplazamos entonces hacia el sur, pasamos por localidades como León donde

se quedaron los comerciantes que se nos unieron desde Palencia, los hermanos Pereira

quienes continuarían sus viajes por aparte, nos desplazamos a Zamora, Salamanca,

Plasencia, Cáceres, Badajoz, Sevilla y nos desplazamos al noreste a Córdoba, siete largos

días de caminata pasando por pueblos donde el comercio era escaso, simplemente las

provisiones que obteníamos y las noches que pasábamos en estas.

Ya en Córdoba mi cuñado Andrés y sus colegas, Ramiro, Germinio y Juan Antonio

decidieron dirigirse a Granada en busca de algún comercio con los moros que aún se

36 Ruiz, I. El comercio Otovense en la edad media. p.34937 Ruiz, I. El comercio Otovense en la edad media. pp.352-35338 Ferreira, E. Galicia en la marisma de Castilla. p.17039 Ferreira, E. Galicia en la marisma de Castilla. p.17440 Ferreira, E. Galicia en la marisma de Castilla. p.174

18

encontraban ahí, a mí me pareció peligroso y arriesgado ya que somos católicos y

conocemos lo que creían los musulmanes, trate de convencerle de no ir sin embargo insistió

por lo cual asentimos y los tuvimos que acompañar al momento de llegar a Granada

llevábamos ya cuarenta y cinco días de viaje desde que dejamos Cartagena y partimos de

Murcia aquel lunes en busca de una nueva vida.

La esperanza de llegar a Murcia lo antes posible a descansar se hacía más larga, y en

viernes por la tarde llegamos a Granada donde nos recibieron los moros de buena manera a

tal punto de invitarnos a quedar por el fin de semana en uno de sus monasterios, en este

momento y aún se mantiene el reinado de los Nazaríes o Nazarís,41 como les llaman ellos a

esos musulmanes que los gobiernan, la Alhambra que era donde vivían los gobernantes, era

un palacio majestuoso su arquitectura era muy elaborada que le daba a la cuidad una

estructura urbana a ambos lados del rio Darro.42

Se practicaba una amplia actividad agrícola por la adquisición de tierras y

estrategias de siembra y regadío que habían permeado el territorio moro desde las

comunidades cristianas,43 por otra parte los crecientes reinos cristianos como el de castilla

que ya había recuperado mucho terreno caso nuestro en Murcia representaba una amenaza

para esta región de Granada,44 según nos contaban los habitantes de este monasterio,

poseían un sistema similar al nuestro es decir un régimen económico de tipo feudal, además

se contrataban trabajadores rurales que se encargaban de trabajar algunas tierras por un

salario.45

41 García, J. La primera cerca medieval de Granada. p.11442 García, J. La primera cerca medieval de Granada. p.12143 Marín, R. Sociedad, política y protesta popular en la España Musulmana. p.49944 Marín, R. Sociedad, política y protesta popular en la España Musulmana. p.49945 Marín, R. Sociedad, política y protesta popular en la España Musulmana. p.508

19

La guerra contra los infieles aún se mantenía, mas con la amenaza como le comete

de los crecientes reinos cristianos,46 y aunque ya hace algunos años no voy a granada

imagino sigue igual, esto por el poder militar que posee, la agricultura, la escritura, la

administración,47 son los fuertes que mantienen a los moros dentro de nuestro territorio.

Producen seda y fijan los precios para su comercio, y seda muy fina y de alta calidad que

comercian por el mediterráneo,48 ahí nos quedamos hasta el lunes siguiente, por dos días

fuimos atendidos de buena manera por los musulmanes, sin embargo tampoco fue como lo

vivido en Cluny, esto por las disputas religiosas, pero la visita fue provechosa y entretenida.

En comparación con Cluny encontramos que en el monasterio de los moros el que

lidera es el líder de la ciudad como lo era el Abad en Borgoña, lo es el califa en Granada, el

sistema religioso e ideológico, lógicamente es contrario pero se recata que Cluny había

crecido por toda Europa, más en cambio, los musulmanes iban siendo expulsados por los

reinos cristianos, la tierra se manejaba de manera distinta en ambos monasterios Cluny casi

no manejaba tierras mientras que los moros habían adaptado un sistema feudal y de empleo

a los trabajadores rurales por un salario, y poseían una estructura social y eclesiástica

diferenciada, los cluniacenses solo le rendían cuenta al papa independientes de las diócesis,

mientras que el califa se encontraba completamente aparte del imperio musulmán que había

crecido por oriente, por lo que de relaciones comerciales no pasaban, esas como las

principales diferencias que encontramos entre ambos monasterios luego de habernos

alojado dos días en cada uno.

46 Marín, R. Sociedad, política y protesta popular en la España Musulmana. p.51747 Marín, R. Sociedad, política y protesta popular en la España Musulmana. p.51848 Marín, R. Sociedad, política y protesta popular en la España Musulmana. p.518

20

Partimos pues lunes de nuevo hacia Murcia, ya por fin logramos salir de regreso a

casa, luego de casi cincuenta días fuera de casa en esta expedición, nos desplazamos en

camino directo a Murcia y luego de dos días logramos llegar, cincuenta y dos días de viaje,

viaje expedicionario que nos proporcionó una experiencia inigualable tanto así que la vida

de comerciante cautivo a mi familia, salir y conocer diferentes ciudades, regiones, personas,

transportar productos de una ciudad a otra, camino cansado pero que valió la pena, tanto así

que decidimos dedicarnos a esto una vez llegados a casa, no tan osado como el primer viaje

llegando hasta Flandes, si no que nos dedicamos al comercio de corta distancia, nos

trasladamos de Murcia a Valencia, retornamos a Murcia, nos dirigimos a león y Palencia,

burgos y de nuevo a casa, no más de semana y media o dos semanas de viaje, donde

surtimos de productos nuestra comunidad y llevamos los nuestros a otras comunidades.

Fue así como decidí entrar en este mundo, mundo en el que mis dos hijos Alejandro

y Miguel con sus familias y mi hija Ángela con su esposo Carlos se manejan, ellos luego de

este viaje decidieron entrar a este mundo económico y es a lo que se dedican.

Fue así como finalmente incursione en este negocio que luego de años ha sido lo

que ha dado de sustento a la vida que poseo, ahora me encuentro negociando en caravanas

con mi cuñado Andrés y con Germinio García, el comercio que realizamos es relativamente

corto de una ciudad a otra, si bien el viaje que realizamos a Flandes fue muy bonito y

conocimos diferentes pueblos en diferentes reinos, fue muy osado llegar hasta ahí, y la

ganancia que obtuvimos no fue la que esperábamos, por lo que decidimos no incursionar de

manera tan arriesgada a tierras tan lejanas, muchos dicen que fue por los destinos de las

ventas que no fue tan rentable el negocio, pero la experiencia nos dictó que la ganancia del

comercio de corta distancia era más rentable que la de larga distancia.

21

En el recorrido de aproximadamente cincuenta días conocimos ciudades

importantes, distintos condados, capitales comerciales, distinguimos la forma de

urbanización entre el sur y el norte de Castilla, cruzamos la frontera con Francia y luego

con Flandes, nos hospedamos en un monasterio de la orden Cluny, donde nos alojamos por

unos días, compramos mercadería inglesa en el puerto de Brujas y nos embarcamos de

regreso a Castilla, la primera experiencia marítima de nuestra familia algo impresionante, a

nuestra llegada a los países vascos y nuestra expedición a Galicia nos dejó pocas ganancia y

nuestra incursión en tierra musulmana fue bien recibida por los moros.

En fin nuestro primer viaje significo la entrada de la familia en un nuevo estilo de

vida, el comercio, largo o corto comercio al fin, gracias a nosotros la economía se mueve

dentro y fuera de este creciente reino de Castilla.

Relato de Antonio José Martínez García de su primer viaje comercial con su familia, le acompañaban su esposa María Lucía Pérez López y sus hijos Alejandro, Miguel y Ángela Martínez Pérez, además de los cuatro comerciantes; relato contado a Ignacio Zúñiga Masis quien tenían la intención de entrar al negocio.

Marzo 15, 1295.

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Anexo: Mapa de la ruta.

26

Camino de ida hacia Flandes. Camino de regreso hacia Murcia. Principales ciudades visitadas y mencionadas en el texto. Ciudad de Partida y Regreso: Murcia.