cuento 4 emilia pardo bazán - la resucitada

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CUENTO 4 Emilia Pardo Bazán La resucitada En este cuento se describe la triste historia de Dorotea de Guevara, una mujer que resucita de su muerte y que intenta volver a vivir la vida que siempre había tenido. Dorotea abrió los ojos y pudo ver que todo estaba envuelto de oscuridad. La mujer se levantó de su túmulo y, después de varias dificultades, consiguió salir de la iglesia donde había sido enterrada. La mujer caminó y caminó hasta que al final llegó a su casa, a su verdadera casa. Ella llamó a la puerta y, aunque no le fue nada fácil, consiguió entrar. La convivencia con Enrique de Guevara (su esposo), doña Clara y don Félix (sus hijos), y don Pedralvar y doña Lucingüela (sus criados), no era muy agradable, puesto que así lo veía Dorotea en el estado de espanto de los que la rodeaban. Una noche, la resucitada doncella quiso acariciar a su marido, aunque mientras lo hacía, ella pudo comprobar la sensación de terror que había en los ojos de su esposo. Fue en ese momento cuando la mujer entendió que su familia lo estaba pasando mal porque sentían miedo al estar con una persona que ya había muerto. Ésta fue la razón que impulsó a Dorotea a volver a su tumba y permanecer ahí para siempre.

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Page 1: Cuento 4   emilia pardo bazán - la resucitada

CUENTO 4

Emilia Pardo Bazán – La resucitada

En este cuento se describe la triste historia de Dorotea de Guevara, una mujer

que resucita de su muerte y que intenta volver a vivir la vida que siempre había

tenido.

Dorotea abrió los ojos y pudo ver que todo estaba envuelto de oscuridad. La

mujer se levantó de su túmulo y, después de varias dificultades, consiguió salir

de la iglesia donde había sido enterrada.

La mujer caminó y caminó hasta que al final llegó a su casa, a su verdadera

casa. Ella llamó a la puerta y, aunque no le fue nada fácil, consiguió entrar.

La convivencia con Enrique de Guevara (su esposo), doña Clara y don Félix

(sus hijos), y don Pedralvar y doña Lucingüela (sus criados), no era muy

agradable, puesto que así lo veía Dorotea en el estado de espanto de los que

la rodeaban.

Una noche, la resucitada doncella quiso acariciar a su marido, aunque mientras

lo hacía, ella pudo comprobar la sensación de terror que había en los ojos de

su esposo. Fue en ese momento cuando la mujer entendió que su familia lo

estaba pasando mal porque sentían miedo al estar con una persona que ya

había muerto. Ésta fue la razón que impulsó a Dorotea a volver a su tumba y

permanecer ahí para siempre.