cuadernos del instituto ravignani 9 · aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se...

114
CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 COMERCIO, MERCADOS E INTEGRACION ECONOMICA EN LA ARGENTINA DEL SIGLO XIX Miguel Rosal - Roberto Schmit Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani Facultad de Filosofía y Letras - Universidad de Buenos Aires

Upload: others

Post on 30-Apr-2020

6 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI9

COMERCIO, MERCADOS E INTEGRACION ECONOMICA EN LA ARGENTINA DEL SIGLO XIX

Miguel Rosal - Roberto Schmit

Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani Facultad de Filosofía y Letras - Universidad de Buenos Aires

Page 2: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

DecanoDr. Luis A. YanesVicedecanoDr. José E. BurucúaSecretario AcadémicoLie. Ricardo P. GrazianoSecretario de Investigación y PosgradoDr. Félix SchusterSecretaria de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil Prof. Gladys PalauSecretario de Supervisión Administrativa Dr. Antonio M. Scodellaro

Consejo Editor Berta Braslavsky Francisco Bertelloni Susana Romanos de Tiratel Fernando Rodríguez Adrián Vila

Prosecretaría de Publicaciones Prof. Gladys PalauCoordinador Técnico de Publicaciones Lie. Mauro Dobruskin Coordinadora Editorial de Publicaciones Lie. Sara I. Perez

INSTITUTO DE HISTORIA ARGENTINA Y AMERICANA "DR. EMILIO RAVIGNANI”

DirectorProf. José Carlos Chiaramonte

Serie CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI

Consejo EditorialProf. José Carlos ChiaramonteDra. Noemí GoldmanProf. Oscar Terán

Diseño y producción editorial Prof. Fernando J. Boro Prof. Juan José Santos

Número 9, Buenos Aires, 1995

© Facultad de Filosofía y Letras - UBA -1995 Puan 480, Buenos Aires, República Argentina

I.S.S.N.: 0524-9767

Page 3: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI

En el p rim er núm ero de esta serie de C uadernos de l Institu to R avignani inclu im os una Advertencia sobre sus objetivos, cuyo texto estim am os conveniente reproducir: "Se in icia una serie destinada a pub licar d istin tos traba jos que contengan in form ación útil para los investigadores y cuyo grado de e laboración, aunque no estuviese en estado final, perm ita darlos a conocer; com o, por e jem plo, avances de investigación de los in tegrantes del Institu to y otros m ateria les de in terés sim ilar. Asim ism o, serán inclu idos en la serie otros trabajos, com o a lgunas tes is de licenciatura de egresados de la Facultad, cuya circu lación se considere tam b ién provechosa. La d irección de la serie estará a cargo de la D irección de l Institu to y su Consejo Asesor, qu ienes se leccionarán los traba jos a pub licar en base a su ca lidad y al aporte que s ign ifiquen para el conocim ien to de la h istoria argentina y am ericana".

En este núm ero se publican tres artícu los del Dr. M igue l Rosal (C O N IC ET- Instituto Ravignani) y del Lie. Roberto Schm it (Institu to Ravignani). Una versión pre lim inar del prim ero fue presentada en las X IV Jornadas de H istoria Económ ica (Córdoba, m ayo de 1994). El segundo de los artículos fue d iscutido en las XIII Jornadas de H istoria Económ ica (M endoza, octubre de 1992) y en el C o loquio Internacional "C ircu itos m ercantiles, m ercados y región en Latinoam érica, sig los XV III-X IX " (M éxico, m arzo de 1993). R especto del último, fue presentado en el P rogram a de H istoria A rgentina Pos-colonia l del Instituto Ravignani (Buenos Aires, noviem bre de 1993).

Institu to de H istoria A rgen tina y A m ericana "Dr. Em ilio R avignani"

Page 4: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

El Interior frente a Buenos Aires. Flujos comerciales e Integración económica, 1831-1850’

Miguel A. Rosal

Introducción

Las guerras de Independencia que siguieron al estallido revolucionario de 1810 trastrocaron los circuitos mercantiles coloniales al punto de que cuando finalizaron se había quebrado el principal eje (Potosí-Buenos Aíres) sobre el cual giraban las economías regionales rioplatenses. Así, mientras al menos parte del espacio iba entretejiendo un firme vínculo con los mercados de ultramar, simultáneamente se desarticulaba el que se había estructurado a lo largo de tres siglos en tomo a la riqueza minera altoperuana. Este proceso, dados los recursos naturales y ubicación geográfica de las diversas regiones, si bien benefició a la zona b o n a e re n se -lito ra le ñ a , p rodu jo considerables perjuicios económicos en el interior del espacio en cuestión. Con la emancipación y la vinculación plena con Europa, este último tuvo que afrontar una com petenc ia d e s favo rab le para sus artesanías, dadas la baratura y la mejor calidad de los productos industrializados, a la vez que desapareció o, al menos, de redujo drásticamente su comercio con extensas zonas del viejo orden colonial. De todos modos, la competencia ultramarina no parece haber castigado de la misma manera a dichas artesanías; algunas fueron sofocadas, tal el

caso de la del textil de algodón catamarqueño, otras contenidas en su expansión hasta hacerlas retroceder y quedar reducidas a mínimas expresiones, como sucedió con la vitivinicultura cuyana (aunque en este caso coadyuvó la guerra civil) y, en el mejor de los casos, golpeadas duramente, aunque de larga supervivencia, como en el caso de la artesanía textil de lana de Córdoba y Santiago del Estero. En síntesis, "la ruina de las artesanías, supuesta consecuencia necesaria de la liberalización comercial, no parace haber sido...ni tan rápida, ni tan completa como se supone a veces"1. Más adelante volveremos sobre el tema de los caldos y tejidos "de la tierra".

De cualquier modo, para las provincias interiores se tornaba imperativo adoptar medidas proteccionistas que de haberse implementado hubieran implicado el riesgo de una merma del volumen del comercio exterior y un aumento del precio de los artículos de consumo, consecuencias indeseadas por Buenos Aires, largamente beneficiada con el proceso abierto en 1810 y a la que poco importaba la situación del Interior. En efecto, el puerto, indiferente a la adversidad que atravesaban las provincias, disfrutaba de un período de expansión económica basada en la ganadería, cuyos productos eran altamente

5

Page 5: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani"

apreciados como materia prima por la industrialización europea. Mantenía, además, el control sobre los derechos aduaneros y, al prohibir la libre navegación de los ríos interiores, se reservaba los servicios de intermediación, a lo que se agregaba la implementación de una política arancelaria "sui géneris” — en tanto surgida de la adminis­tración rosista, supuestamente federal— , ai menos desde el punto de vista de los provincianos. En realidad, "en el Buenos Aires de Rosas existían pocas libertades, pero el libre comercio era una de ellas"2.

El Litoral, semejante a la región bonaerense en recursos y posibilidades económicas, se adaptó mucho mejor a las nuevas reglas de juego. Sin embargo, el concepto de "libertad de comercio" que las provincias litoraleñas tenían era bastante más amplio que el que manejaban los porteños. El de aquéllas incluía la libertad de navegación de los ríos, que les hubiera permitido obviar los servicios del puerto de Buenos Aires y, sobre todo, los de intermediación. De allí que "para el interior la revolución de 1810 fue demasiado lejos; para el litoral no fue bastante lejos"3.

En cualquier caso, no obstante los distintos enfoques sobre el desarrollo económico más conveniente, las provincias coincidían en que la recaudación aduanera debía ser administrada por un poder central y no por una sola provincia, y que para ello se necesitaba una organización nacional y una constitución que la rigiera, para así cercenar los privilegios porteños y atender a los intereses de todos los estados provinciales. Estas divergencias tuvieron su trágica culminación en las luchas civiles, y hasta tanto las provincias no contaran con la fuerza necesaria para doblar el brazo bonaerense, debían resignarse, comprometiendo su partici­pación en diversos espacios mercantiles, pues, después de todo, era una cuestión de supervivencia económica4.

Es así como, ya fuera en función de su producción, de la distancia, o de ambas cosas a la vez, se fueron inclinando hacia los d is t in to s m e rc a d o s s u rg id o s d e l

reacomodamiento del sistema económico post­colonial. En tanto el Litoral no dudó de que saldría beneficiado al articularse con el Atlánti­co5, las provincias norteñas de lo que más tarde sería la Argentina, por su parte, conformaron la periferia de un nuevo espacio mercantil, cuyo núcleo se asentaba en el antiguo Alto Perú (aun con ocasionales envíos, ya fueran directos a Buenos Aires o que se dirigieran a Córdoba, la cual los reexportaba hacia el puerto), mientras que las cuyanas, no obstante sus conexiones con dicho mercado, parecían más predispuestas a recostarse sobre el Pacífico.

Así presentado el problema — y más allá de algunas concesiones casi arrancadas a Buenos Aires, como en el caso de la Ley de Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los flujos mercantiles hacia las salidas alternativas al mercado porteño, la articulación plena del espacio rioplatense con el Atlántico parecía ser sólo cuestión de tiempo; sin embargo, el peligro de desintegración económica del mismo estaba siempre latente. En todo caso, el análisis de las conexiones comerciales con Buenos Aires puede aportar una mejor comprensión de los cambios operados a partir de 1810.

En ese sentido, el presente trabajo estudiará el comportamiento y naturaleza del flujo comercial desde el Interior hacia el puerto de Buenos Aires y la participación que le cupo a cada región en la constitución total del mismo, en un período por demás azaroso en e! marco de las luchas entre unitarios y federales, en el plano interno, y de los bloqueos francés y anglo-francés —amén de los conflictos con el Uruguay y la Confederación Peruano-Boliviana, entre otros— , en el externo. El objetivo será ilustrar las conexiones comerciales existentes entre las distintas provincias de la confederación y su capital durante la extensa etapa rosista; ello permitirá entrever la relación casi exclusiva en algunos casos, más débil en otros, que fueron entretejiendo

6

Page 6: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

las diversas regiones-provincias con Buenos Aires en esa lenta agregación de mercados regionales que subyace en toda formación de un mercado nacional.

Antecedentes significativos sobre este tipo de estudio se pueden hallar en la obra de Mirón Burgin6 y en la de Carlos Sempat Assadourian, que analiza el flujo exportador cordobés durante las primeras seis décadas del siglo pasado7. Otros valiosos aportes son los recientes estudios de José Carlos Chiaramonte0 y Roberto Schmit9 sobre Corrientes, además de aquéllos referidos a un período anterior al que abarca nuestro trabajo10.

De todos modos, observamos que no ha sido mucho lo que se ha trabajado sobre flujos comerciales en gran escala11 y prácticamente nada si nos referimos a flujos mercantiles totales en función del monto comerciado y de la totalidad del espacio económico rioplatense, al menos para el período elegido12. Es por eso que al encarar el estudio de la dirección de dichos flujos hacia el principal puerto exportador del espacio en cuestión, nuestro trabajo puede llegar a aportar — creemos— algunas cifras e ideas que ayuden al esclarecimiento del tema.

Las fuentes

La división temporal propuesta (1831-1835, 1836-1838 y 1839-1850) para la realización de este estudio obedece a la imposibilidad de utilizar una misma fuente principal para todo el período.

Entre 1831 y agosto de 1835 hemos recogido los datos brindados por los libros de Contribución Directa — conservados en el Archivo General de la Nación— constituidos por los M a n if ie s to s que p re s e n ta b a n los consignatarios de Buenos Aires en la Aduana porteña para retirar las mercancías, yen donde se asienta el valor de la "contribución directa", impuesto que alcanzaba el 4 %. (cuatro por mil) del total de los precios de aforo de los productos, aparentemente bien ordenados y

completos (sólo faltan los correspondientes al primer bimestre de 1833)13.

Los datos que más nos interesaba extraer eran: el origen de la carga, el monto comerciado de cada nota o manifiesto, la cantidad de cueros, tejidos, caldos, lana, tasajo, etc., y, de ser posible, el precio por unidad de los mismos. Cada manifiesto en cuestión fue considerada como una operación y bajo esta denominación fue consignada en nuestro trabajo. También se pueden encontrar, entre dichas notas, algunas pocas guías de origen, es decir, guías de comercio extendidas en el lugar desde donde partió el cargamento.

Por decreto del 15 de septiembre de 1835 se declaran libres de impuesto de Contribución Directa los frutos y efectos "de la República", introducidos a Buenos Aires por agua o tierra (con excepción de la yerba mate y el tabaco), por lo que para completar dicho año nos servimos de cuatro legajos de comprobantes de Cargo de la Cuenta de la Receptoría General14.

Para el estudio del lapso 1836-1838 debimos recurrir al Registro Oficial de la Provincia de Buenos Aires, que aporta datos desde el segundo semestre de 1835 al primero de 1840, aunque los del primero de los citados y los del primer semestre de 1836 no pudieron ser utilizados pues los mismos no están desagregados. En definitiva, obtuvimos cifras globales (y no regionales, como era nuestro deseo) sobre la segunda mitad de 1836 y los años 1837 y 1838. En algún sentido, este lapso es el más obscuro de nuestra investigación, lo que es de lamentar en grado sumo, pues no podemos apreciar con exactitud la reacción de las provincias ante la Ley de Aduanas de 1835.

Por ley del 12 de abril de 1839, llamada de Contribución Directa, comienza a cobrarse nuevamente el impuesto por lo que a partir de mayo se pueden obtener los datos, ahora sí ininterrumpidamente, hasta 1850, a través de varios legajos —también del Archivo General de la Nación— de la Receptoría General, Cargo y Data, sección "Contribución Directa", constituidos por Manifiestos similares a los

7

Page 7: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani"

de los "libros" de principios de la década, aunque más completos, en tanto consignan "precios" de aforo de los efectos y frutos en la mayoría de los mismos.

Por último, debemos decir que las fuentes en cuestión están citadas al pie de los cuadros de "flujos" (Cuadros 1, 5 y 9) y que en ellas se basan los distintos cuadros y gráficos de cada lapso en que fue dividido el trabajo.

Creemos que es interesante transcribir el concepto que Assadourian tiene sobre la utilización de este tipo de fuentes: "el uso de estos "precios" fiscales puede ser algo más que una tosca aproximación a la realidad, hasta creemos que para ciertos períodos reflejan con bastante fidelidad las variaciones significativas e incluso los accidentes circunstanciales de los precios del mercado al por menor". De todos modos, al realizar estudios de esta naturaleza no debemos hacernos demasiadas ilusiones sobre una reconstrucción cuantitativa "total". En ese sentido, los problemas con que se encontró el citado autor en su trabajo sobre Córdoba son bastante ilustrativos: en primer lugar, el contrabando, pues "aun poseyendo los datos completos sobre el flujo mercantil legal lo que alcanzamos es una buena aproximación y nunca la precisión absoluta respecto a la totalidad de la circulación mercantil (la legal más la ilegal)"; en segundo lugar¿ "la imperfección de las fuentes"15.

Regiones y subregiones

Para facilitar el análisis del comportamiento y naturaleza del flujo comercial que desde el interior se dirigía al principal puerto exportador del país hemos dividido el espacio en estudio en tres grandes bloques o regiones, los cuales a su vez fueron fraccionados en sub-regiones que, salvo casos muy puntuales, coinciden geográficamente con los distintos territorios provinciales de la confederación rosista. Esto, por su parte, coadyuvará a comprender el trasfondo político — léase los incesantes reclamos regionales en torno a las

c u e s tio n e s fu n d a m e n ta le s de la nacionalización de la aduana, la libre navegación de los ríos y, en fin, la organiza­ción constitucional, a los cuales Buenos Aires no tendrá más remedio que prestarles atención, ya fuese para hacer concesiones parciales, o en casos extremos, para acallarlos por medio de las armas— de un aspecto meramente económico como pueden ser las relaciones comerciales.

1. Litoral: esta región, que por su dinamismo económico es sin duda la más importante de las tres aquí consideradas, está dividida en tres sub-regiones/provincias (Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos) y tres sub­regiones determinadas en función de los datos hallados (una pequeña fracción de la campaña bonaerense del norte, próxima a la costa del Paraná; la franja litoraleña recostada sobre el río Uruguay, en el territorio de la ex-Banda Oriental y la zona sureña del Paraguay, sub­región sobre la cual, de todos modos, no poseemos demasiados datos, y todos los hallados corresponden a la década del 40, cuando dicho país comienza a salir de su aislacionismo, luego del fallecimiento de Gaspar Rodríguez de Francia).

a) Buenos Aires: llamada así por formar parte — pequeña, en realidad— de la campaña norte16 de la provincia de Buenos Aires, cercana a la zona costera del río Paraná, cuyos puertos (en especial, San Nicolás, pero también Baradero, San Pedro y Zárate) se destacan en la conexión comercial con la capital; además, cumplirán el papel de puntos de enlace entre la producción del Interior y la Capital, por medio de la complementación establecida entre el transporte terrestre —especialmente el implementado a través de arrias— y el fluvial.

b) Santa Fe: tanto la capital provincial como el puerto de Rosario son centros excluyentes de la producción y comercialización santafesina17, a lo que deben agregar su rol reexportador de parte de las mercancías que provienen de la región Central y desde Cuyo, como así también de la producción maderera litoraleña.

8

Page 8: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm 9, 1995

c) Corrientes: los puertos correntinos sobre el Paraná (Esquina, Goya, Bella Vista y, en especial, el capitalino) son los que concentran la actividad exportadora de la provincia. No hemos recogido información similar referente a la orilla opuesta, es decir, la recostada sobre el río Uruguay. Sospechamos que al menos parte de la producción misionera se canalizaba a través de comerciantes correntinos; sin embargo, esa situación no aparece claramente especificada en las fuentes. Corrientes fue quizá la que más impugnó la política económica implementada desde Buenos Aires, lo que la llevó a tener sangrientos enfrentamientos con la misma, los cuales sin duda repercutieron negativamente sobre su economía, al punto de que su conexión comercial con el puerto fue en ocasiones bastante débil, y por momentos inexistente.

ch) Entre Ríos: esta sub-región se puede dividir en dos zonas, similares en cuanto a la producción, aunque las diferencias se irán marcando en lo que se refiere a la dinámica económica a lo largo del período en estudio. La primera de ellas, una franja costera sobre el Paraná e identificada con dicho nombre, tiene a la Bajada como el principal puerto exportador. La segunda es la costa occidental del río Uruguay, con varios puertos (Mandisoví-Concordia, Arroyo de la China- Concepción del Uruguay, Gualeguaychú) que se destacan en la conexión comercial con la capital rosista. Tal como sucedía con Corrientes, es posible que esta zona canalizara parte de la producción misionera (e incluso correntina) llegada desde río arriba, pero una vez más las fuentes no son, salvo contadas excepciones, lo suficientemente precisas al respecto18. Lo que sí podemos adelantar es que tendrá a partir de la década del 40 del siglo XIX un crecimiento económico tal, que la llevó a ubicarse como una de las más importantes de todo el espacio estudiado. Por medio de esta división zonal se podrán comparar los flujos que bajaban, no ya a través de los dos grandes ríos, sino más aún, los provenientes de cada una de las orillas

de los mismos. Juntas, es decir "Paraná" y "costa occidental del río Uruguay", conforman la sub-región más significativa de todas las analizadas en el presente trabajo.

d) Uruguay: tal como hemos anticipado, se trata de la franja costera sobre el río del mismo nombre, esta vez en territorio perteneciente a la antigua Banda Oriental, con varios puertos que participaban en el tráfico comercial, como por ejemplo, Salto, Paysandú, Mercedes, Colonia, etc.. Políticamente, dicho territorio ya formaba parte de la República Oriental del Uruguay; sin embargo, los lazos económicos con la ex-capital virreinal eran considerablemente estrechos, al punto de convertir a esta sub-región en la segunda en importancia en cuanto ai volumen del monto comerciado. De allí su inclusión en este estudio.

e) Paraguay: si bien la información no es demasiado abundante, hemos recogido datos sobre algunos envíos, principalmente desde la zona sureña paraguaya (aunque también registramos unas pocas remesas desde la capital, Asunción), de un limitado número de cueros vacunos y suelas, a partir del tercer lapso en que fue dividido el trabajo.

2. Central: esta región aparece mucho más comprensible en su división geográfica en sub-regiones, pues las mismas están conformadas por las distintas provincias: Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Catamarca y La Rioja. Aun antes de finalizar las guerras de la Independencia, comenzaron a recomponerse los circuitos mercantiles norteños, conformándose un nuevo espacio económico andino, heredero raquítico del potosino colonial, al cual se integraron varias de las mencionadas sub­regiones como una periferia sureña del mismo. Existieron, para ello, varias razones: en especial, la escasa posibilidad que tenían los productos del interior de competir en el mercado porteño con los artículos importados de ultramar, generalmente más baratos y de mejor calidad. Pero también incidía ia falta de moneda metálica, la cual podía ser provista sólo por la región altoperuana,

9

Page 9: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani'

pronto convertida en la República de Bolivia19. En todo caso, tal como señalan Langer y Conti, no quedaban demasiadas alternativas20. De cualquier manera, "no debe exagerarse la importancia de la fuerza y el tamaño de este mercado interno [pues]... tenía serias debilidades que provocaron su rápida desaparición en la segunda mitad del siglo XIX"21.

De todos modos, hasta la década del 60, Salta tenía un comercio de exportación más importante con Bolivia y Perú que con las provincias argentinas22. Catamarca, La Rioja y, especialmente, Tucumán comprometían su participación en diversos espacios mercantiles: obviamente, el Alto y Bajo Perú (Bolivia y Perú, respectivamente), pero también Cuyo (y su enlace con el Pacífico), aunque sin olvidar los débiles lazos que las unían al puerto. En realidad, sólo Córdoba era la que había ingresado, a partir de 1830-1835 en una "etapa de articulación absoluta con el Atlántico"23; el panorama del resto de la región indicaba que era inestable aquella aparentemente lograda integración económica de 183524, que sólo se cimentará con la llegada del ferrocarril a las zonas más alejadas de lo que será la Nación Argentina.

3. Cuyo: está integrada por tres sub- regiones/provincias (Mendoza, San Juan y San Luis) lo que significa que hemos mantenido la división geográfica tradicional, pues en verdad la producción exportada a Buenos Aires de las dos primeras se diferencia considerablemente de aquélla enviada por los púntanos, bastante similar a la de Córdoba, aunque claro está, muchísimo menos abundante que la de esta última. De cualquier modo, las tres parecerían tener problemas similares a los que soportaban sus hermanas de la región Central en su vinculación económica con el puerto de Buenos Aires. Tanto unas como otras, sólo en la época de los bloqueos pudieron acercar sus productos — aunque en la medida de sus posibilidades, por cierto nada excepcionales— a la Aduana porteña. En tiempos normales, el único desahogo económico a la asfixiante situación cuyana era la vinculación con Chile.

La misma fue de un nivel considerable, incluso en las épocas en que se establecieron prohibiciones, emanadas ya de Santiago, ya de Buenos Aires (aunque principalmente de esta última). No obstante, los contactos, ya fueran legales o no, aumentaban el peligro de la disgregación del espacio económico.

Lapso 1831-1835

Los flujos comerciales

A través del Cuadro 1 podemos observar la significativa participación que le cabe a Entre Ríos (24,20 %) en la composición total del flujo comercial hacia el puerto, a la vez que notamos la importancia que en la misma tenían la franja costera sobre el Uruguay de la antigua Banda Oriental (15,55 %) y Corrientes (13,02 %).

Asimismo, nos llama la atención el registro de Santa Fe (7,70 %), que podríaconsiderarse bajo si pensamos que a fines del período estudiado por Wentzel había cobrado un dinamismo similar al que tenía en los tiempos en que gozó los privilegios del "puerto preciso", justamente por haberse convertido en el nexo entre la retraída Asunción y Buenos Aires25. Más aún, si tenemos en cuenta que Santa Fe canalizaba una parte — si bien no demasiado importante— de la producción de las áreas central y cuyana.

La situación de la sub-región Buenos Aires es, por su parte, muy particular; aunque su participación en el total del monto no es espectacular, ni mucho menos (9,74 %), debemos tener en cuenta que se trata de sólo una parte de la campaña bonaerense del norte, la más cercana al Paraná, por medio del cual fluye hacia la capital la producción de las zonas inmediatas a los citados puertos de San Nicolás, San Pedro, etc.. Aun así, el aporte de la misma es bastante significativo, si bien también debemos tener en cuenta e! rol reexportador de los excedentes de producción del Interior que cumplieron dichos puertos (ver Gráfico I).

10

Page 10: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

Cuadro A: Participación del "Litoral de los Ríos" en el total del monto comerciado, 1831*1836

Río Paraná Rio Uruguay

costa occid. costa oriental costa occid. costa oriental (Bs.As.-S.Pe) (Ctes.-Paraná) (Pcia.E.RIos) (Uruguay)

9,74% -7,70% 13,02%-12,49% {

17,44 % 25,51 % 11,71 % 15,55 %

42,95 % 27,26 %

Los porcentajes son bastante sugestivos: si bien el flujo a través del Paraná es realmente notable, no creemos que sea nada desdeñable el que aporta su hermano menor, y aunque no tenemos estudios sobre períodos anteriores, lo cierto es que la costa entremana sobre el Uruguay se va vitalizando progresivamente por lo que no es de extrañar la dinámica observada en el tráfico comercial a través de dicho curso de agua. Pero vayamos por partes.

Cuando tratemos el tema de la composición del flujo veremos que los productos pecuarios, especialmente los cueros, tienen la porción más significativa del monto comerciado total. Podemos, entonces, entender el magro 7,70 % de Santa Fe: "La revolución y laguerra...consumieron desenfrenadamente la riqueza ganadera local. Santa Fe...llegó a 1820 sin ganados en sus estancias...[y] seguirá siendo, en 1830, la más aguerrida, pero la más pobre y despoblada de las provincias litoraleñas"26. Nuestras cifras sobre envíos de cueros a Buenos Aires confirman plenamente este descenso santafesino.

La situación de Corrientes, por el contrario, es más desahogada y no sólo por ese 13,02 % del to ta l del m onto. La p rov inc ia ha experimentado a partir de 1821 una estabilidad

institucional impensable en otros Estados y sus gobernantes han llevado a cabo una férrea política económica basada en el proteccionismo aduanero, el fomento de la producción agrícola- ganadera e industrial y la organización de un eficaz sistema rentístico, lo que desembocará en el surgimiento de una firme posición frente a Buenos Aires en las trascendentes cuestiones de la nacionalización de la Aduana, la libre navegación de los ríos y, en fin, la organización iconstitucional del país27.

Es el tumo de Entre Ríos, con similares aportes a través de los dos grandes ríos, conformando un 24,20 %. A diferencia de su vecina del norte, la anarquía política y el sometimiento a Buenos Aires fueron características constantes durante la década inmediatamente anterior al lapso que estamos estudiando. Si bien el segundo seguirá, un tanto atenuado, hasta que Urquiza se sienta lo bastante fuerte, la primera terminará en 183128. A pesar de todo, lo cierto es que a partir de nuestras cifras podemos observar que la provincia en cuestión es la que más aporta en el quinquenio en estudio, incluso si consideramos año por año, excepto para 183229. En todo caso, creemos que es importante llamar la atención sobre el papel que desempeña la zona costera sobre el Uruguay, significativa ya en ios primeros años de la década del 3030, si bien recién en la siguiente tendrá el definitivo despegue.

En síntesis, la franja litoraleña oriental del Paraná contribuye con la cuarta parte del total de los valores comerciados hacia la Aduana de Buenos Aires, mientras que la orilla de enfrente nos presenta el limitado aporte de una porción de la campaña bonaerense norte y una magra participación de la alicaída Santa Fe. Las imágenes de la otra vía fluvial muestran la significativa conexión comercial que existía entre la antigua Banda Oriental31 y la capital de la confederación rosista, y la dinámica que va cobrando la franja costera occidental.

De la región Central, sólo podemos subrayar la sustancial porción que le corresponde a Córdoba (16,56 %), segunda

11

Page 11: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani'

entre todas las sub-regiones en que hemos dividido el espacio. Del resto, poco hay para decir pues las cifras son por demás elocuentes: salvo por la tibia participación de Tucumán, se podría pensar que ese extenso sub-espacio languidece. Sin embargo, hemos anticipado que, exceptuando en cierta forma a Córdoba, gran parte de la región orientaba sus excedentes de producción hacia el mercado del altiplano, y más allá de que no poseamos cifras concretas al respecto, debemos tener en cuenta que a partir de 1825, cuando se reabre la ruta al Alto Perú, esta región ya ha cortado lo lazos que la unían al Atlántico de la época hispánica: "El Interior será entonces para Bolivia proveedor de ganados y de alguna otra producción local; no será ya el intermediario entre el altiplano minero y Buenos Aires, emisaria de la economía metropolitana"32.

La situación de Cuyo, con su 5,28 % en el total del flujo, es decididamente diferente de aquélla que imperaba en dicha región pocos lustros atrás; la imagen que presenta a comienzos de la década del 30 es la de una economía en crisis que sólo encuentra relativo alivio cuando lograba estrechar sus vínculos comerciales con Chile. Hacia principios del lapso que estamos estudiando comienza en Chañarcillo un nuevo ciclo minero chileno y esa expansión del país vecino alimenta las esperanzas cuyanas33. La orientación de la región hacia el Pacífico, más allá de no poseer cifras al respecto34, estaría probada por la aspiración de Mendoza y San Juan de reglamentar sus relaciones comerciales con Chile, que desembocará en la firma del "conven io p rivado" de 183535. No casualmente a fines de ese año, Rosas, ante la posibilidad de una desintegración del espacio económico, accede a algunos de los reclamos del Interior al establecer la famosa Ley de Aduanas36.

Componentes del flu jo

Cueros: los cueros, especialmente losvacunos, fueron — dentro de un proceso que

arrncó a fines del siglo XVIII— el principal producto exportable de estas tierras. A través del Cuadro 2 se puede observar la cantidad de los mismos que desde el Interior llegó a Buenos Aires durante el quinquenio (ver Gráfico II).

Si bien sería interesante, para completar el panorama, lograr acercamos a la cifra total de los enviados a la Aduana porteña — pues la diferencia estaría indicando, grosso modo, el aporte de la región casi no tratada en este trabajo, es decir, la campaña bonaerense, especialmente la del sur— deberemos dejar el análisis de la cuestión para cuando contemos con cifras de exportación suficientemente confiables, tales como las consignadas por Parish hacia el final del período rosista. Volveremos sobre el tema.

Consideraremos ahora diversos aspectos que surgen del envío de cueros vacunos desde algunas regiones del Interior. A través de la curva dibujada por Assadourian37 parecería que el número de cueros vacunos cordobeses exportados a Buenos Aires es más alto que el registrado por nosotros (excepto para el año 1832). Esto podría deberse a varias causas. En principio se debe tener en cuenta la pérdida de documentación (nosotros no hemos podido hallar la correspondiente al primer bimestre de 1833 y nos falta la del último cuatrimestre de 1835). Es posible que mercancías salidas desde Córdoba hacia el puerto no llegaran a destino a causa de la convulsión interna que sufrió el país en aquellos años38. Y además están las evasiones fiscales. Halperín Donghi, refiriéndo­se a la década del 20, habla sobre "cueros de animales sacrificados en la campaña [de Buenos Aires] y exportados sin pasar por los mercados"39 y el mismo Assadourian comenta sobre embarques en otros puertos, por ejemplo Santa Fe, hacia la época del segundo bloqueo europeo: en 1847 "los comerciantes cordobeses envían 11613 cueros a Buenos Aires y 26491 hacia Santa Fe, lugar donde las circunstancias políticas permitían evadir el bloqueo impuesto al puerto principal del país" (y agrega que algo similar

12

Page 12: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

hacía Urquiza en Entre Ríos)40; sin embargo, Assadourían coloca en su curva a los pocos más de 38000 cueros como enviados a Buenos Aires. También Giberti hace alusión, para 1829, a "deficiencias estadísticas" y "evasión de impuestos" al referirse al sacrificio de animales vacunos destinados a los saladeros porteños41. En fin, es probable que situaciones semejantes se hayan dado durante la época que estamos estudiando. Y en todo caso, la pérdida de documentación y de m ercancías, la im perfección en las estadísticas y la evasión fiscal, todas o alguna(s) de estas causas, explicarían la disimilitud entre nuestras cifras y las de Assadourían.

También con Roberto Schmit tenemos algunas diferencias; el citado, al estudiar el comercio correntino hacia Buenos Aires entre 1822 y 1833, obtiene registros más altos que los nuestros en el caso de los envíos de cueros vacunos, y más bajos en lo que se refiere a las remesas de cueros baguales, entre los años 1831 y 1833, únicos que pudimos comparar. De todos modos, las diferencias no son significativas y se pueden entender por el hecho de haberse utilizado en las respectivas investigaciones distinto tipo de fuentes42. En cualquier caso, de los casi 12000 cueros baguales que según nuestras cifras exportó Corrientes a Buenos Aires entre 1831 y 1835, más de 8500 corresponden al primero de los años citados. Es posible que luego de ese año se haya dado una situación similar a la planteada por Burgin, es decir, la fijación por parte del gobierno provincial de "un impuesto relativamente elevado a la exportación de cueros de caballo [lo cual tenía] por objeto impedir la matanza en gran escala de los equinos", y agrega: "a veces se prohibía totalmente la exportación de ganado vacuno o de caballo en pie [para] evitar el agotamiento de los recursos naturales"43.

Teniendo en cuenta el valor de los cueros se puede vislumbrar la significativa porción que ocupan dentro del monto comerciado total. 61,24 %; si bien este porcentaje engloba a los cueros vacunos, baguales, ovinos y

caprinos, los primeros son los que en buena parte la conforman: 52,87 % de dicho monto (ver Cuadro 18).

De todos modos, es conveniente hacer algunas aclaraciones respecto a estas cifras. Obviamente, hemos utilizado "precios" de aforo. Los mismos se mantuvieron estables durante el quinquenio, aunque con leves variaciones44, lo que nos llevó a establecer precios promedio. Sin embargo, la mayor dificultad estuvo dada por los pocos ejemplos encontrados para algunas categorías, y si bien afortunadamente éstas eran las menos s ig n ifica tiva s , deb im os f ija r p rec ios tentativos45. No obstante lo apuntado, estimamos que los valores manejados se acercan bastante a la realidad, una realidad que ilustra sobre el predominio de la actividad pecuaria en estas tierras, sin duda potenciado por un vigoroso mercado externo45.

Tejidos "de ia tie rra ": si bien la producción textil del Interior había comenzado a decaer a partir de fines del período colonial, ia presencia de los tejidos cordobeses y santiagueños en Buenos Aires — que sin duda configuraba el mercado consumidor y el centro redistribuidor más importante que tenían los mismos en el espacio ríoplatense— era aún considerable en la temprana etapa rosista47. Debemos aclarar, sin embargo, que nos estamos refiriendo al aspecto numérico de la cuestión (cantidad de "piezas"), pues si hablamos en términos de "valor", el de los tejidos era bastante exiguo, especialmente si lo comparamos con el de los cueros vacunos48.

Una clasificación muy general de los tejidos coloniales nos indica que existían los de lana, los de algodón y los mixtos. Los primeros estaban representados mayoritariamente por los ponchos y "frezadas", pero incluían también los cortes de jergas, bayeta, picote, etc., provenientes de Córdoba y San Luis, otros textiles de lana eran originarios del Perú, Alto Perú y Chile; por último, sabernos que en el mercado porteño tenían una considerable receptividad los ponchos y jergas pampas, producidos por las tribus araucanizadas. Los

13

Page 13: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani"

lienzos de las Misiones, los catamarqueños y los tucuyos cochabam binos estaban confeccionados, a su vez, de algodón. Los textiles mixtos, por su parte, tenían en los ponchos santiagueños los representantes típicos (aunque los había del mismo origen realizados en lana)49.

Las piezas textiles que hemos de considerar en este trabajo — y que han sido agrupadas por Garavaglia y Wentzel bajo la denominación de "textiles del área del poncho"— serían, entonces, los ponchos "llanos" cordobeses, de lana, sencillos en su confección y de bajo costo; los santiagueños, los cuales tenían un.a mayor elaboración, de sugestivos diseños y llamativas tonalidades, y por supuesto, un precio más alto; las "frezadas" (y "fp azadones") y jergas (y jergones). Las fue' ites también nos hablan de "piezas de tejidos del país", originarias de Córdoba: son tardos que incluyen indistinta­mente ponchos, "frezadas", jergas, cortes de bayeta y de picote, etc., sin especificar cantidades, por lo que las hemos reunido aparte en el cuadro respectivo (ver Cuadro 3).

En el Cuadro 3 se puede observar el número de piezas de tejidos "de la tierra" llegadas* a Buenos Aires entre 1831 y 183550, Con un promedio de unas 37830 unidades por año (aunque con marcadas variaciones anuales, las cuales pueden tener su explicación, en parte, en las convulsiones internas que sufrió la región). Si cotejamos nuestras cifras con algunas de las consignadas por Garavaglia y Wentzel51, veremos que están lejos de las obtenidas por éstos para los períodos 1800-1809 (87840 piezas anuales de promedio), 1810-1814 (55747), 1815-1821 (56246), pero que a su vez superan a las del lapso 1840-1845 (34803). Es decir que, aparentemente, se va confirmando ese lento (pero irreversible) retroceso de la presencia textil cordobesa y santiagueña en la Aduana de Buenos Aires señalado por los citados autores. Y aquí hay que recordar que si estos textiles pudieron resistir la competencia de los tejidos europeos se debió al bajo costo de su producción,

merced a la "autoexplotación de la fuerza de trabajo familiar en el marco de la economía campesina" y, en parte, a razones relaciona­das con la moda que hicieron que se llegara a preferir tejidos de más baja calidad pero vistosos52. Es posible que estas causas de índole económica y sociológica fueran más efectivas que el presunto proteccionismo de la tan mentada Ley de Aduanas, la cual, según Garavaglia y Wentzel, "no parece haber tenido sino escasa influencia en la evolución de la producción textil campesina durante el período 1830-1850"53.

Caldos "de la tie rra ": un rápido vistazo al Cuadro 4 nos permitirá comprender que la otrora floreciente producción vitivinícola cuyana, en el contexto de las relaciones de producción coloniales, era, en la década del 30 del siglo XIX, una cosa del pasado. (Sólo a fines del siglo la región tendrá un nuevo período de desarrollo de la industria en cuestión, pero ese es tema de otro estudio). En esta crisis cuyana mucho tendrán que ver la competencia de los caldos extranjeros y los estragos de la guerra civil. Las vides ahora son reemplazadas por los alfalfares que no sólo alimentan a los ganados locales sino también a los de las provincias centrales que se orientan hacia el mercado del Pacífico54 (ver Cuadro 4).

De las arrobas de aguardiente y vino llegadas a Buenos Aires, obtenemos como promedio del período unas 2734 y 420 arrobas anuales, respectivamente55. Comparando estas cifras con las del quinquenio 1817-1821 — lapso al final del cual ya era evidente la crisis de la economía cuyana— en donde se alcanzaron como media anual alrededor de 15650 arrobas de aguardiente y 27175 de vino56, notamos que si bien la caída de la exportación de caldos desde Cuyo a Buenos Aires fue significativa en el caso del aguardiente, fue decididamente espectacular en el del vino57.

Y una manifestación más de esta declinación cuyana. Si toda la carga de San Juan y Mendoza — cueros, caldos y frutas secas, principalmente— se hubiera trasladado

14

Page 14: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

en carretas, se habrían necesitado unas mil unidades, es decir unas doscientas por año como promedio, bastante alejado de la media alcanzada en el período 1781-1811 que era alrededor de 635 vehículos (y eso sin contar el considerable acarreo de las muías — unas 1845 como promedio— que de enero a diciembre llegaban al mercado porteño en dicho lapso)58. Sin embargo, la realidad del período 1831-1835 era más cruda aún, pues lo concreto es que buena parte de los productos mendocinos y casi la totalidad de los de San Juan se desplazaron en muías, lo que refleja el estancamiento e incluso la decadencia del transporte carretil.

O tros: en este rubro se han considerado siete productos que, en distintos lapsos y para algunas de las sub-regiones, han tenido un peso más o menos significativo en la conformación de los respectivos flujos mercantiles. En el Apéndice se puede apreciar, a través del Cuadro 15, el volumen de dichas mercancías, en donde se destacan el tasajo oriental y la lana, tanto litoraleña como cordobesa, cuyos precios para el período eran de alrededor de 12 pesos el quintal y 10 pesos la arroba, respectivamente. Para los demás productos, los precios son demasiado fluctuantes como para sacar alguna conclusión, o directamente se ignoran.

O bservaciones fina les sobre el lapso 1831-1835

El precedente análisis sobre la articulación del espacio rioplatense con Buenos Aires durante la temprana etapa rosista tiene, somos conscientes, dos dificultades de considerable significación: en primer lugar, se trata de un corto lapso; en segundo, las fuentes utilizadas son incompletas. Por lo tanto, las conclusiones» — si podemos llamarlas así— a que hemos arribado no pueden ser sino limitadas y provisionales.

De este modo, el estudio de los flujos comerciales desde el Interior hacia el principal puerto exportador de la confederación rosista

durante el quinquenio 1831-1835 refleja el lugar preponderante que ocupa la región litoraleña — incluida una pequeña zona de la campaña bonaerense del norte, inmediata a los puertos que se erigieron a lo largo del Paraná— en la composición total del monto de los valores comerciados.

Dentro de la región, podemos destacar el papel que cumple Entre Ríos, la cual posee una significativa porción — casi la cuarta parte— de la totalidad de dicho monto (y en donde va adquiriendo una dinámica propia la franja costera sobre el Uruguay), beneficiada sin duda por el fin de la anarquía política que la había desgastado durante toda la década anterior.

Corrientes, con un considerable aporte, ha experimentado desde 1821 una saludable estabilidad institucional que permitió el establecimiento de una férrea política económica al servicio de la provincia y el fomento de firmes convicciones federalistas que tarde o temprano chocarán con los intereses bonaerenses.

La otra gran provincia litoraleña, Santa Fe, por el contrarío muestra la imagen de una economía estancada; las guerras civiles han consumido su principal riqueza, el ganado vacuno, y los santafesinos no han podido reponerse.

Buenos Aires cumple un modesto papel (en el cual coadyuva el rol reexportador de parte de los productos, ya de las provincias interiores, ya de las del Litoral, que desempeñan algunos de sus puertos, en especial San Nicolás) en tanto se trata de una pequeña zona de la campaña bonaerense del norte.

Por último, nuestros datos confirman la significativa conexión comercial que perduraba entre la antigua Banda Oriental y Buenos Aires.

Del resto del espacio rioplatense, podemos destacar la pujanza de Córdoba — segunda sub-región en importancia si consideramos la totalidad del monto comerciado— y poco más. Las economías del Interior parecen más comprometidas y, en todo caso sus lazos con el puerto son débiles, por momentos inexistentes; la búsqueda de salidas

15

Page 15: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani”

alternativas para sus productos ponen en evidencia la posibilidad de una fragmentación del espacio económico, lo cual arrancará algunas concesiones del poder portuario, tal el caso de la Ley de Aduanas de 1835.

La actividad productiva por excelencia es la pecuaria, cuyo destino casi exclusivo es el mercado externo, y tiene en los cueros vacunos secos el bien más preciado, los cuales significan más del 50 % del monto comerciado total.

En otro orden de cosas, cabe destacar la persistente presencia de los tejidos "de la tierra" — aparentemente en una lenta y progresiva desaparición de la plaza de Buenos Aires— merced a sus bajos costos de producción y, en parte, a sus diseños llamativos que los hicieron competitivos frente a los productos europeos.

En cuanto a los caldos "de la tierra" originarios de Cuyo, hemos notado la vertiginosa caída en la introducción de los mismos —especialmente en el caso del vino— en el mercado porteño, lo cual refleja la crisis de las economías de Mendoza y San Juan, producto tanto de la competencia de los caldos extranjeros como de los estragos que produjo la guerra civil.

Por último, entre los restantes flujos secundarios, se destacan los envíos de la lana litoraleña y cordobesa, como así también los del tasajo de la ex-Banda Oriental.

Lapso 1836-1838

El tratamiento del tema de los flujos mercantiles desde el Interior a Buenos Aires cuenta para este corto período con varias dificultades. En principio, las fuentes son incompletas pues nos falta la información del primer semestre de 1836; en segundo lugar, los datos utilizables no están desagregados en forma regional; finalmente, el año 1838 sufrirá las consecuencias de la distorsión provocada por el comienzo del bloqueo francés. En síntesis, si bien el margen para el análisis que ofrece no es muy prometedor, es importante

acercarnos al problema que nos ocupa, incluso a través de una fuente no demasiado generosa, para tratar de vislumbrar la respuesta del Interior a la Ley de Aduanas de fines de 1835.

Dadas las dificultades mencionadas, 1837 podría tomarse como año base para el análisis en cuestión (ver Cuadro 5).

Los dos semestres que lo conforman — según la presentación de los datos efectuada por el Registro Oficial de la Provincia de Buenos Aires— alcanzaron montos comerciados muy similares. Parece posible que algo semejante haya sucedido en 1836. De ser correcta nuestra presunción, ambos serían los más importantes de la década y estarían mostrando un efecto inmediato favorable por parte de las provincias a la política arancelaria impiementada a través de la citada ley.

Dentro de los componentes del flujo, podemos apreciar, una vez más, el destacado lugar que ocupan los cueros (ver Cuadro 6).

Haciendo comparaciones con el lapso anterior vemos que los cueros vacunos secos suman más de la mitad de los llegados entre 1831 y 1835, y los salados directamente los superan. Si bien no se consignan cueros vacunos curtidos y es bajo ei número de los chicos, es importante la cantidad de suelas y de los chicos curtidos, siendo diferente la situación en el rubro de los cueros caballares. Sin embargo, el salto más significativo se da en los cueros ovinos y caprinos. Al respecto "los lanares adquirirán importancia en momentos de tranquilidad social, para perderla rápidamente cuando las guerras civiles impidan las tareas rurales....Comienza en 1836 una breve época de paz que alienta a los criadores"59. Los envíos de lana de este lapso (ver en el Apéndice, Cuadro 16) parecerían confirmar estas apreciaciones.

En cuanto a la porción que ocupan los cueros en el monto comerciado total, sufre una considerable merma, a pesar de que el precio de aquéllos tiende a subir60. Es posible que tanto la inflación como cierta diversificación de la producción de las provin-

16

Page 16: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani. núm. 9, 1995

cías y envío de la misma al puerto como respuesta favorable a la Ley de Aduanas, sean la explicación a este fenómeno. Además, para el caso particular de 1838, sin duda tuvo mucho que ver la distorsión causada por el bloqueo.

También las remesas de tejidos y caldos "de la tierra", especialmente en el caso de los primeros, invitan a pensar en una favorable reacción por parte del Interior ante la Ley de Aduanas (ver Cuadros 7 y 8).

En cuanto a los textiles, una vez más debemos aclarar que, en todo caso, se trata de una cuestión de cantidad, pues si nos fijáramos en el valor de estos productos veríamos que la porción que ocupan en el monto comerciado total oscila entre el 2 y el 5 %. Sin embargo, no podemos pasar por alto las 87291 piezas que como promedio entraron en el lapso en cuestión61, una media casi igual a la que se dio entre 1800 y 1809, que, según datos de Garavaglia y Wentzel, fue el período de mayor penetración de los tejidos "de la tierra" en el mercado de Buenos Aires62.

También fue significativa, para los tiempos que estamos tratando, la cantidad de arrobas de aguardiente que llegaron a la Aduana porteña. El caso del vino "de la tierra", sin embargo, parece insoluble. En cuanto a la porción que les toca en el monto comerciado total, es similar a la de los textiles: oscila entre el 1 y el 6 %.

En fin, otros rubros que tuvieron un significativo crecimiento en sus envíos, fueron el tasajo, la harina y los cordobanes.

Cabría preguntarse, por último, cuál es el real valor de estas cifras, teniendo en cuenta las características de la fuente de donde fueron extraídas y las de aquélla en la cual se basó la mayor parte del presente trabajo. Como anticipamos, el Registro Oficial consigna datos a partir del segundo semestre de 1835 (aunque son utilizables sólo desde el segundo de 1836) y hasta el primero de 1840. De allí que la mejor opción que nos queda para comparar la información del Registro con la extraída de la Contribución Directa es elegir

el año 1839, al que sólo le faltan los datos del primer cuatrimestre de la segunda de las mencionadas fuentes. El cruzamiento de cifras efectuado nos permite decir que, en términos generales, ambas consignan la misma información, lo cual daría margen para afirmar que, más allá de la falta de desagregación regional del Registro, éste coadyuva en una forma relativamente eficaz a solucionar los problemas globales planteados en el trabajo.

En síntesis, el análisis de este breve lapso a través de una fuente, a la vez parca e incompleta, sugiere que a partir de 1836 comenzó a gestarse una nueva y más estrecha relación comercial entre el Interior y la capital de la confederación. El inicio del bloqueo francés y las repetidas modificaciones que paulatinamente iban anulando el efecto proteccionista de la Ley de 183563, pondrán pronto fin a esta atípica situación, para retomarla a aquellos tiempos en donde la desintegración económica del espacio era algo más que un peligro latente

Lapso 1839-1850

A pesar de ser el más largo, es el periodo para el cual la documentación es casi completa; sólo falta la referente al primer cuatrimestre de 1839. Además aumenta la calidad de la fuente, pues gran parte de los Manifiestos consignan los precios de aforo de las mercancías.

Habíamos dicho que las diferentes formas de concebir la vinculación con la Europa industrializada (librecambio o proteccionismo) rápidamente devino en una necesidad mucho más perentoria: la de organizarinstitucionalmente al país, lo que a su tumo generó nuevas controversias, las cuales tendrán su crudo reflejo en las luchas civiles. Y si bien para este período lo peor en esta materia casi ha quedado atrás, Corrientes, posiblemente la más reluctante a la política implementada desde Buenos Aires, continuará envuelta en serios enfrentamientos con esta última — los cuales repercutirán

17

Page 17: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani”

negativamente en su economía, al punto de que sus lazos comerciales con el puerto en ocasiones fueron muy débiles y en otras inexistentes— , eventualmente aliada con el Paraguay, que comienza a salir de su aislacionismo — en el cual estuvo inmerso a partir de 1810— luego del fallecimiento de Gaspar Rodríguez de Francia (1840), mientras que Entre Ríos llevará el mayor peso de la carga que significó el "sitio grande" de Montevideo64. Por su parte, el principal puerto de la confederación rosista sufrirá dos grandes bloqueos en un corto lapso, y si bien Buenos Aires saldrá políticamente fortificada de ambos conflictos con las potencias europeas, es indudable el perjuicio económico que los mismos ocasionaron.

En fin, en este período veremos que las conclusiones provisionales que habíamos extraído del análisis del transcurrido entre 1831-1835 se van confirmando, al menos en términos generales, teniendo en cuenta que los flujos mercantiles han crecido considerablemente, aunque más lo hayan hecho los valores comerciados en virtud de la inflación registrada en el lapso. De las cifras obtenidas, se desprendería que el peligro de desintegración económica del espacio que pareció existir hacia 1835, continuaba vigente en 1850 (si bien desde el punto de vista político, el poder rosista estaba más sólido, dado el prestigio alcan­zado en materia de política exterior).

Los flujos comerciales

El lapso en estudio comienza en pleno bloqueo francés del puerto de Buenos Aires. Obviamente, en esa situación, el flujo de las mercancías del Interior que tenía como destino final — previo paso por la Aduana porteña— el mercado ultramarino disminuía sensiblemente, mientras que el destinado al consumo interno de la capital (originario, por lo general, de las sub-regiones que menos lazos tenían con aquélla en tiempos normales) crecía. De todos

modos, este incremento derivado de un proteccionismo forzado no alcanzaba a compensar lo perdido en aras del librecambio ejercitado desde el poder portuario.

Ejemplos de lo expresado se pueden encontrar en el análisis de 1840. De los casi 337 millones de pesos que sumó el monto comerciado total del período, al año 40 le corresponden poco más de 4,5 (ver Cuadro 14); del total de cueros vacunos llegados a la Aduana de Buenos Aires en el lapso estudiado — más de 5 millones— sólo 14658 lo hicieron en 1840, y de ellos, entre los que no se encontraba ninguno que fuera salado, más de 10000 procedían de Córdoba y Santiago del Estero. En fin, en el año en cuestión, el Litoral, como región, y los cueros vacunos, como producto exportable, pierden la preponderancia que le habíamos notado en el período 1831-1835, precisamente por estar cerradas las salidas a ultramar.

Como contrapartida, el Interior cobra cierta fuerza, pues sus frutos son apetecidos en la capital al no poder ser abastecida desde el exterior. (El caso de los caldos cuyanos es bastante sugerente: buena parte de las remesas de la región hacia el puerto se efectúan en épocas de bloqueo). Este despertar del Interior durará poco: una vez abiertas las vías de comunicación hacia el viejo continente, Norteamérica, Brasil y Cuba, el "Litoral de los Ríos" y su producto más preciado, los cueros vacunos, superarán con largueza la performance de 1831-1835.

En síntesis, 1840 es un año atíplco y de allí que las sub-regiones que más aportan en la conformación del monto comerciado sean San Juan (27,00 %) y Tucumán (23,26 %). De operar normalmente el puerto de Buenos Aires, la situación antedicha es totalmente impensable para los tiempos que estamos tratando; en 1841 el monto comerciado pasó los 33 millones, y San Juan y Tucumán apenas alcanzaron al 1,29 % y 0,49 %, respectivamente, de dicho monto — los que traducidos a pesos papel significaron bastante menos de la mitad de lo que obtuvieron un año antes— , mientras que los cueros vacunos

18

Page 18: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1993

superaron las 560000 unidades (y más de 470000 las aportó el Litoral).

Se puede observar, a través del Cuadro 9, que poco ha cambiado en el panorama que habíamos presenciado en la década del 30. En cuanto a las regiones, el Litoral sigue teniendo la mayor participación en la composición total de| monto comerciado, mientras que la región Central y, sobre todo, Cuyo se encuentran, en ese aspecto, muy rezagadas (ver Cuadro 9 y Gráfico III).

De las subregiones, Entre Ríos no sólo continúa siendo la más importante, sino que, incluso, ha tenido un crecimiento significativo (pasa de 24,20% a 31,38 %), si bien el aumento porcentual que registró la antigua Banda Oriental es mucho más llamativo (de 15,55 % subió a 25,15 %); también Santa Fe consigna una leve alza. En la situación opuesta se hallan Buenos Aires, Corrientes y Córdoba, que pierden, en conjunto, lo que han ganado las anteriores (para quedar en 2,71 %, 7,94% y 10,13 %, respectivamente). El resto de las sub-regiones mantiene el nivel de participación en la conformación del monto total, aunque con leves variaciones.

Al analizar el Cuadro B notaremos algunos cambios sustanciales, si comparamos sus porcentuales con los obtenidos en el lapso 1831-1835. El más significativo es el que nos indica que ahora las sub-regiones más dinámicas ya no se encuentran sobre el Paraná, sino que son aquéllas bañadas por su hermano menor las alcanzadas por un proceso que había comenzado a vislumbrarse en la década del 3085.

El limitado ascenso de Santa fe, la cual parece estar dejando atrás el fantasma del estancamiento que le habíamos observado en la primera mitad de la década del 3066, y el consignado para Paraná, no alcanzan para compensar las bajas producidas en Buenos Aires, cada vez más compenetrado en su simple rol de intermediario entre el Interior y la Aduana porteña, y Corrientes, repetidamente embarcada en sangrientas luchas contra el poder rosista67.

El panorama sobre el río Uruguay es

totalmente distinto: el crecimiento en la participación del total del monto comerciado observado tanto en una como en otra orilla, permite concluir que el eje del tráfico comercial rioplatense se ha trasladado hacia esta vía fluvial.

Cuadro B: Participación del "Litoral de los R íos" en el total del monto comerciado, 1839-1860

Rio Paraná Rio Uruguay

costa occid. costa oriental costa occid. costa oriental(Bs As.-S.Fe) (Ctea.-Paraná) (E.RIos) (Uruguay)

2,71% -10,09% 12,80%

7,94% -12.90%20,90% 18,42% 25,15%

33,70% 43.57%

Es probable que parte de la explicación de este crecimiento, observado especialmente en la zona que hemos denominado cosfa occidental dei río Uruguay, dentro de la sub- región/provincia Entre Ríos, resida en el acuerdo político tejido entre Rosas y los entrámanos orientales, entre los que iba creciendo la figura de Urquiza. A través de dicho acuerdo, concertado en los inicios del decenio anterior, Buenos Aíres debió aceptar una mayor autonomía política de la provincia, además de conceder ciertas ventajas económicas, como la autorización para la instalación de saladeros; por su parte, los entrerrianos orientales ofrendaron su distanciamiento de la oposición rosista exiliada en Montevideo con la que, eventualmente, se habían aliado para enfrentar a las autoridades provinciales68.

De todos modos, debemos dejar en claro que el crecimiento de Entre Ríos no le permite, ni con mucho, acercarse al que ha experimentado la provincia de Buenos Aires a partir de la tercera década del siglo. En efecto, en cuanto a la expansión del Litoral a partir del 30 y el peso que Buenos Aires tiene en el

19

Page 19: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani"

total de las exportaciones, sería oportuno situar ambos hechos en su real dimensión. Lo cierto es que aquélla "está todavía lejos de significar una rivalidad seria para Buenos A ires...; en los años de m ayores exportaciones, las de tasajo de Entre Ríos son del orden del 10 % de las que puede ofrecer la fatigada y poco rendidora industria saladeril porteña"69.

No obstante lo expresado, un estudio puntual que hemos realizado sobre dos cortos lapsos de la década del 40 (1842-1844 y 1848-1850) exentos de las distorsiones causadas por los bloqueos ayuda a matizar la cuestión70. En efecto, si bien es cierto que el ascenso de Entre Ríos no puede competir con el de Buenos Aires, si fuéramos estrictos y excluyéramos a las sub-regiones "Uruguay" y "Paraguay" del análisis y las consideráramos como regiones exteriores, periféricas del espacio económico con núcleo en Buenos Aires — algo similar a lo planteado por Langer y Conti con respecto a las provincias norteñas argentinas y el espacio mercantil andino— , veríamos que aquél es mucho más importante de lo que puede suponerse a simple vista: más del 43 % (para 1842-1844) y casi un 46% (para 1848-1850) del monto comerciado correspondería a Entre Ríos.

Si fuéramos todavía más allá — aún a riesgo de forzar el análisis— , teniendo en cuenta que el peso del "Sitio Grande" recayó en su mayor parte sobre Entre Ríos (lo que implica movilización de tropas y recursos) podríamos considerar que lo que nosotros denominamos sub-región "Uruguay" estaba, en cierta forma, dominada por los entrerrianos de la zona oriental, constituyendo una suerte de exten­sión geográfica y económica de la misma, con lo cual la participación de Entre Ríos en el monto comerciado ascendería a un sugerente 60 % (para ambos períodos en estudio).

El hecho de que Uruguay fue la sub-región más importante en el primero de los lapsos analizados (especialmente por los aportes de 1843 y 1844), precisamente cuando la presión entrerriana sobre el "Sitio Grande" era más firme, para pasar a ser postergada por Entre

Ríos entre 1848-1850, la cual habría derivado sus esfuerzos desde la ex-Banda Oriental canalizándolos en beneficio propio71, daría cierto grado de consistencia a estas presunciones.

En todo caso, antecedentes de las actividades entrerrianas en la costa oriental del Uruguay pueden encontrarse en la génesis misma del proceso de crecimiento de la provincia, cuyas claves fueron la expansión de la frontera productiva sobre tierras vacantes del este de Entre Ríos durante la década de 1820, y la venia gubernamental para que los estancieros obtuvieran ganado en la ribera de enfrente; así los productores "que pasen a la Banda Oriental caballadas, y traigan en su retomo ganados, quedan absolutamente libres..." sin tener que pagar ningún derecho.72 De este modo se obtuvieron tierras y ganado, los dos factores básicos para el futuro crecimiento de las actividades pecuarias de la zona que hemos denominado "Costa occidental del río Uruguay".

Por último, en el Apéndice, a través del Gráfico V se podrán apreciar los flujos mercantiles generales año por año, y en el Gráfico VI los regionales en porcentajes, comparando los períodos 1831-1835 y 1839- 1850.

Componentes del flujo

Cueros’ si bien nuestra intención es ilustrar sobre la cantidad de cueros enviados desde las provincias a Buenos Aires — lo cual podemos observar a través del Cuadro 10 y su apéndice— habíamos dicho que sería interesante, para completar el panorama, tratar de acercarnos a la cifra total de los llegados a la Aduana porteña, pues la diferen­cia estaría indicando, grosso modo, el aporte de la región casi no tratada en este trabajo, es decir, la campaña bonaerense, especialmente la del sur. En principio, sería conveniente insistir en que nuestros datos sobre la campaña norte son limitados; los productos que han llegado al mercado porteño son los

20

Page 20: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

muy cercanos al río, faltando los de tierra adentro que de seguro se transportaban en carretas (obviamente, tampoco se encuentran registrados los de las campañas oeste y sur).

Las cifras del comercio exterior (extraídas de la obra de Parish) nos han permitido, creemos, hacer una estimación bastante cercana a la realidad, al deducirles las obtenidas en nuestra investigación.

Cuadro C: Exportación de cueros” : Buenos Aires

frente al Interior

CUEROS VACUNOS

Exportación Prod.Interior % Prod.Bs.As. %

1849 2961342 772296 26,08 2189046 73,92

1850 2424251 869287 35,86 1554964 64,14

CUEROS BAGUALES

Exportación Prod.Interior % Prod.Bs.As. %

1849 238514 170758 71,59 67756 28,41

1850 187107 113404 60,61 73703 39,39

Las cifras sobre cueros vacunos corroborarían grosso modo las afirmaciones de Parish, según el cual "la sola provincia de Buenos Aires ... contribuye hoy [se refiere al bienio 1850-1851] como con dos terceras partes de todo el número de cueros que se expenden en aquel m ercado, s iendo lo restante especialmente introducido a Buenos Aires de las provincias ribereñas... Comparativamente, son muy pocos los que se traen de las provincias del Norte"74.

En cuanto a los cueros caballares, la situación es totalmente distinta: son las provincias, especialmente las litoraleñas (junto a la sub-región Uruguay), las que más aportan al flujo exportador. El significativo envío de

este tipo de cueros, especialmente los de yegua, reflejaría, por un lado, la abundancia de recursos naturales como consecuencia de la multiplicación natural del ganado (acaecida durante el segundo bloqueo, al cesar la matanza ante la imposibilidad de exportar los derivados a los mercados ultramarinos), y por otro, la época de paz que gozó el país hacia fines del lapso rosista, pues debemos recordar la importancia militar que tenía el equino en aquellos tiempos.

Retomando el tema de las exportaciones desde el Interior a Buenos Aires, habíamos visto que en la primera mitad de la década del 30, los cueros, especialmente los vacunos, ocupaban una significativa porción — alrededor del 60 %— del monto comerciado total, si bien a fines del decenio habíamos notado cierta declinación en los porcentuales (ver Cuadro 10 y Gráfico IV)

Entre 1841 y 1845 se produjo una considerable entrada de cueros vacunos además de una duplicación de los precios con respecto a 1831-1835, con lo cual la parte que les correspondió en el monto comerciado alcanzó niveles similares, e incluso superiores, al obtenido en aquel lapso. Sin embargo, durante la segunda mitad de los cuarenta, además de mermar las entradas, los precios registraron una sensible caída, lo que en definitiva dio como resultado que el porcentaje dentro del monto comerciado se redujera. De todos modos, debemos dejar bien en claro que, en algunos casos, sólo hemos manejado cifras estimativas de un lapso donde se produjeron considerables oscilaciones en las entradas (ver Gráfico V il) y en los precios de los cueros como consecuencia de los blo­queos que sufrió el puerto de Buenos Aires. Aun así, y más allá de estas consideraciones, parecería que la porción que les corresponde a los cueros dentro del monto comerciado hacia fines del período rosista sufrió una mengua significativa.

Si bien Halperín Donghi ha señalado que es poca la influencia de los precios mundiales pecuarios en el aumento o descenso de la producción rioplatense (sobre la cual tendría

21

Page 21: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani'

más incidencia el clima o la situación política)75, nos preguntamos si pudo haber habido cierta consonancia entre la tendencia a la baja de aquéllos76 y el descenso observado en los de la plaza de Buenos Aires, y si esto alcanza para explicar la reducción porcentual de los cueros en el total del monto comerciado, o si, además, al repercutir negativamente en las economías provinciales, en especial en las del litoral, donde se empezaba a vislumbrar cierto agotamiento del sistema, éstas comenzaron un proceso de diversificación de la producción como un saludable intento de supervivencia económica, agudizando aún más la merma porcentual de los cueros.

Si en la provincia de Buenos Aires el triunfo de los cueros vacunos salados sobre los secos data de la tercera década del siglo77, la situación en el Litoral a fines de la quinta indica, en cambio, que los primeros apenas llegan al 9,63 % (considerando a ambos categorías como un todo). Muy distinto es el caso de los cueros baguales: los salados ocupan un 76,19 % del total. Los principales centros de producción de los cueros salados —tanto bovinos como caballares— son Uruguay y Entre Ríos, en ese orden; y si bien menores, no son desdeñables los envíos correntinos. Los cueros rioplatenses eran preferidos en los mercados europeos por su resistencia y grosor. Una vez muerto el animal, se lo desollaba (parte de la calidad del cuero dependía del hecho de no tener adherencias de carne), luego se procedía al estaqueo, y se continuaba con la salazón (baño de salmuera); por último se apilaban los cueros, dejándolos estacionados de una a dos semanas. El cuero seco era bastante más liviano que el salado, pero en relación obtenía una mejor cotización en los mercados internacionales78.

Tejidos "de la tie rra ": nos referimos, vale la pena repetirlo, a los ponchos "llanos", frazadas y jergas, de lana, de confección sencilla y bajo costo, llegados desde Córdoba y a los ponchos "mestizos" de Santiago del Estero, más elaborados, de lana y algodón

(aunque también los había de lana solamente) y que alcanzaban mayor precio en el mercado porteño, donde la presencia de estos textiles, a fines de la primera mitad del siglo XIX, era mucho más significativa de lo que se podría suponer79 (ver el Cuadro 11).

Los tejidos "de la tierra" parecen resistirse plenamente a una supuesta declinación que se habría producido a partir de la segunda década del siglo. En efecto, la media anual de piezas textiles llegadas a Buenos Aires durante el lapso en estudio alcanza, según los datos consignados en el Cuadro 11, a las 45092, lo que significa un considerable incremento si lo comparamos con las casi 38000 que llegaban por año a la Aduana porteña entre 1831-1835. Más aún, si observamos los seis últimos años del período, en los del segundo bloqueo (1845-1847) entran alrededor de 25000 piezas anuales, para superar con holgura las 60000 entre el 48 y el 50. Estas cifras no se compadecerían, por un lado, con el tan meneado argumento de la competencia europea, y por otro, con una presunta desaparición lenta y gradual de los tejidos "de la tierra" pues en el menor de los casos los textiles de la región Central parecen gozar todavía de buena salud80.

Obviamente que nos referimos a una cuestión meramente numérica y no a valores: si a fines del siglo XVIII un poncho "llano" cordobés y un cuero vacuno seco tenían un precio similar, cinco décadas más tarde se necesitaban varias unidades del primero para cubrir el valor del segundo. En fin, debemos recalcar "la limitada relevancia, en el marco de los intercambios internos, que poseían estos textiles de la tierra en el mercado de Buenos Aires"81.

Cabría recalcar, por último, las causas de la tenaz resistencia que opusieron estos textiles ante el embate desatado luego de 1810 por parte de las telas importadas. Las mismas serían de carácter económico (los bajos costos de producción de estas piezas, al ser elaboradas en el seno familiar, en el marco de una economía campesina) y hasta sociológico (la preferencia de tejidos de baja calidad, pero

22

Page 22: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

de llamativos colores, lo que explicaría la gran aceptación que tenían los vistosos ponchos santiagueños en el mercado porteño).

Caldos "de la tie rra ": la situación de los caldos cuyanos es totalmente distinta a la de los textiles. El aguardiente y el vino de San Juan y Mendoza tienen una presencia cada vez más simbólica en el mercado porteño: apenas 1522,92 y 260,17 @ anuales, respectivamente (ver el Cuadro 12).

Estos promedios no sólo ya están muy lejos de los alcanzados hacia fines de la década del ’10 principios de la del ’20, cuando ya se empezaba a notar la declinación de la vitivinicultura cuyana, sino que se han reducido con respecto a los obtenidos para el lapso 1831- 1835. Tanto las luchas civiles como la introducción masiva de caldos europeos han tenido que ver en esta virtual desaparición de la producción vitivinícola de Cuyo.

Las cifras de la exportación de caldos consignada, reflejan con crudeza la debilidad de los lazos comerciales entre la región y el puerto. Por lo que, a pesar de las dificultades que Mendoza y San Juan tenían en entablar relaciones normales con Chile, restricciones que no sólo provenían desde Buenos Aires, sino que en ocasiones, como ocurrió entre el 42 y el 46, se originaban en Santiago, las provincias cuyanas, ante la falta de una alternativa viable, se recostaron hacia el Pacífico, más aún cuando sus productos, en especial las frutas secas y el jabón, tuvieron una significativa receptividad en el mercado califomiano82, donde se había desatado la fiebre del oro. A su vez, Chile, embarcado en nuevos ciclos mineros (el de la plata, en Chañarcillo, desde la década del 30, y el del cobre, un decenio más tarde) necesitaba importar,entre otras cosas, ganado en pie, y Cuyo comenzó la reconversión de su economía, reemplazando las vides y el cereal por campos de alfalfa para la cría de vacadas y recuas locales, y el engorde de las provenientes de la región Central83. La vitivinicultura cuyana, en el marco de las relaciones de producción coloniales, era, definitivamente, una cosa del pasado.

O tros: a través del Cuadro 17 se puede observar la importancia que tuvieron distintas producciones en las diversas sub-regiones del espacio en estudio. Se destacan la lana cordo­besa, cuyo precio por arroba llegó hacia mediados de siglo hasta los 45 pesos, bastante más alto que el que tenía la lana litoraleña; aún no hemos podido encontrar una explicación satisfactoria de este fenómeno. Fue muy importante también el ciclo de la harina cuyana la cual registró considerables oscilaciones en el precio. En fin, los pellones tucumanos, los cordobanes, los cereales santafesinos y el tasajo oriental tienen una presencia consi­derable en el mercado porteño hacia fines del período rosista; tanto este último como aquélla, se van valorizando a lo largo del período hasta alcanzar, e incluso superar, el precio de los cueros vacunos.

Conclusiones

La desarticulación del mercado rioplatense- altoperuano a partir de 1810 producirá en el primero de los espacios mencionados el comienzo de un proceso sin retomo que culminará en una vinculación plena con el Atlántico. Obviamente, la historia terminó así, pero creemos que no necesariamente tuvo que ser de ese modo; en todo caso, hay varías razones para pensar que durante la primera mitad del siglo XIX pudo haber más mutilaciones que las sufridas a partir de la Revolución en el espacio presuntamente dominado por Buenos Aires.

No todas las regiones-provincias, ya fuera por la calidad y cantidad de sus recursos naturales, y/o por razones geográficas, pudieron adaptarse rápidamente a la dislocación del antiguo orden y asimilar las reglas de juego que el nuevo proponía. De allí que la conexión comercial de aquéllas con Buenos Aires tuvo distintos niveles de intensidad, pasando desde el tendido de unas débiles ligaduras, casi inexistentes, hasta el entrelazamiento de firmes nexos con el puerto, siempre en función de un ávido mercado

23

Page 23: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani"

exterior de ciertas materias primas, en especial las derivadas de la ganadería.

Si en el último de los casos mencionados se encontraban las provincias litoraleñas, Córdoba y, en menor medida, Tucumán, no por su mejor posición respecto a las que se hallaban en el primero se conformaban con la parte que les tocaba en suerte. Sabían que más allá de los distintos intereses en torno al proteccionismo o al librecambio, la discusión de fondo pasaba por la organización constitucional que cercenaría el poder politico­económico de Buenos Aires para compartirlo entre todos los integrantes de la nueva nación.

Por supuesto, la situación en el resto del Interior es mucho más preocupante; extensas zonas del espacio rioplatense parecen obligadas a orientar sus producciones hacia otros mercados. Así, mientras Cuyo mira hacia el Pacífico, el noroeste aparentemente se recuesta sobre Bolivia y Perú, pues poco tieñen que ofrecer en el mercado porteño y/o se encuentran demasiado alejadas del mismo como para hacer beneficioso su acercamiento al puerto. De todos modos, no poseemos datos concretos sobre dichas conexiones y sólo podemos aventurar que las mismas permitieron un cierto desahogo a esas ec on om ías p o s te rg a d a s luego del reacomodamiento producido a partir de 1810, alivio que sin embargo pareció, por momentos, comprometer la integración del espacio econó­mico dominado por la antigua capital virreinal. (Por supuesto que estos conflictos económicos se veían reflejados en los políticos, cuya más trágica manifestación fueron las luchas civiles).

Por el contrario, hemos obtenido cifras que nos ilustran sobre la articulación de todo el espacio rioplatense con Buenos Aires durante la extensa etapa rosista. El estudio de los flujos comerciales hacia el puerto durante la década del 40 del siglo pasado, confirma, en térm inos generales, las conclusiones provisionales a las que habíamos arribado luego del tratamiento del tema en cuestión para el período 1831-1835. De las tres regiones en que se dividió el espacio, el Litoral es, largamente, la que más firmes lazos

mantiene, a través de Buenos Aires, con los mercados ultramarinos.

Dentro de la región, Entre Ríos se consolida como la provincia más pujante, con un relativo equilibrio en el desenvolvimiento económico de las dos grandes zonas que la componen: la bañada por el Paraná, al oeste, y la que se recuesta sobre el otro gran río. El dinamismo observado en esta última, sumado al que se desarrolla en ia orilla de enfrente, territorio de la antigua Banda Oriental, permite concluir que el eje del tráfico comercial rioplatense se ha trasladado desde el Paraná al Uruguay De las restantes sub-regiones, sólo Santa Fe muestra alguna recuperación respecto al lapso estudiado anteriormente; Buenos Aires, esa pequeña zona de la campaña del norte cercana al río Paraná, cada vez más se limita al papel de intermediario entre los productores del Interior y el puerto exportador, y Corrientes continúa demasiado embarcada en sus sangrientas luchas con el poder rosista, como para poder prestar atención a su progreso económico. Asunción, por su parte, recién comienza a despertar de su largo letargo.

De la región Central, no hay demasiado para destacar, salvo que ha habido un retroceso en sus porcentuales de participación en la composición total del monto comerciado respecto a 1831-1835, y la más perjudicada de todas las sub-regiones/provincias fue Córdoba, con una baja de seis puntos; de cualquier modo, continúa siendo la más firme­mente vinculada al Atlántico. Las demás tratan de involucrarse en los distintos circuitos mercantiles surgidos del reacomodamiento del sistema económico luego del final de las guerras de Independencia, pero sobre este tema no tenemos cifras precisas.

Algo similar sucede con Cuyo, que, salvo en los períodos de bloqueo, no tiene lazos demasiado estrechos con Buenos Aires; en todo caso, mantiene — aunque con una leve mejoría— los niveles de participación en la totalidad del monto. Chile se convierte así en la mejor — y a veces única— alternativa para la salida de los excedentes de su producción y la importación de lo

24

Page 24: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

imprescindible, aunque tampoco en este caso poseemos datos puntuales.

Los productos pecuarios son los principales componentes del flujo comercial, y entre ellos se destacan los cueros vacunos. En términos de valor, sin embargo, la porción que les corresponde dentro del monto total ha disminuido en relación a los inicios de la época rosista. La baja de los precios intemos (quizás en concordancia con la de los internacionales) fue la causa directa de esta merma; pero es posible que las provincias, ante esta situación, multiplicaran esfuerzos para diversificar su producción, cuyos excedentes significaron un aumento de la parte no correspondiente a los cueros en el monto comerciado total84. Hemos observado, por último, que mientras los textiles "de la tierra" originarios del área central mantienen una singular presencia en el mercado porteño, los caldos cuyanos prácticamente han desaparecido del mismo.

En síntesis, creemos que las apreciaciones formuladas sobre el tema para los años iniciales del período rosista conservan su vigencia, en términos generales, hacia el fin del mismo. Queda pendiente, entonces, una adecuada integración económica del espacio rioplatense, en tanto el sistema rosista deberá enfrentar resistencias internas y externas que finalmente determinarán su derrumbe.

En efecto, hacia fines de la primera mitad del siglo XIX la estructura económica y las relaciones internacionales en los que se basaba el régimen porteño habían ingresado en un proceso de cambio. La demanda de los productos que aportaba la ganadería — punta

de lanza del sistema económico rosista— , en especial los cueros y la carne salada, había iniciado una curva descendente en los mercados extranjeros. A esto se sumaba la competencia que surgía, en el exterior, con el desarrollo de los saladeros del sur de Brasil, y en el plano interno, con el irrefutable ascenso de Entre Ríos, ascenso que, en realidad, tenía m ás i m p l i c a c i o n e s p o l í t i c a s q ue económicas85, y que se había acelerado a partir de 1846, cuando pudo distraer sus esfuerzos del "Sitio Grande" para volcarlos en beneficio propio. Durante el bloqueo, su producción tiene salidas alternativas que eluden la vigilancia de Buenos Aires86, por lo que, normalizada la situación, pareció una carga insostenible aceptar la imposibilidad de navegar libremente los ríos y la gravosa intermediación porteña, amén del injusto manejo de la cuestión arancelaría y los recursos aduaneros. Las provincias interiores, en tanto, sobrevivían gracias a sus conexiones con mercados vecinos, pero externos. Todos estos elementos conformaron un denso caldo de cultivo donde se fue gestando el ocaso del régimen rosista, aun cuando bajo el mismo la integración política parecía contar con más garantías que la económica. En realidad ésta se iría consolidando en la medida de que el capitalismo madurase en estas tierras y un signo vital de tal maduración sería la extensión de la red ferroviaria, a la cual acompañarían la ocupación de los espacios interiores y la fijación de las fronteras, proceso que desembocaría en la formación de un mercado nacional, pero cuyo análisis escapa a los objetivos del presente estudio.

25

Page 25: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani'

Notas:

* Una versión previa del presente trabajo será publicada por la revista Secuencia, Instituto Mora, México. Agradezco los comentarios que, en distin­tas etapas de la investigación, he recibido de Juan Carlos Garavaglia, José Carlos Chiaramonte, Roberto Schmit, Silvia Palomeque, Silvia Romano, Enrique Tandeter y Ruggiero Romano.1. Tulio Halperín Donghi, De la revolución de Independencia a la confederación rosista, Buenos Aires, Paidós, 1980, 1ra. reimpresión, p. 156.2. John Lynch, "Las Repúblicas del Río de la Plata", en Leslie Bethell, ed., Historia de América Latina. 6. América Latina Independiente, 1820- 1870, Barcelona, Editorial Crítica, 1991, p. 272.3. Mirón Burgin, Aspectos económicos del federalismo argentino, Buenos Aires, Solar, 1987, 4ta. reimpresión, p. 167. Recordemos, de todos modos, que aun para una provincia litoraleña como Corrientes, la cuestión arancelaria era primordial.4. Erick Langer y Viviana Conti, Circuitos comerciales tradicionales y cambio económico en los Andes centromeridionales (1830-1930), en "Desarrollo Económico", vol. 31, n° 121, Buenos Aires, IDES, abril-junio de 1991, p. 93.5. Incluso las provincias litoraleñas, en especial Corrientes, buscaban la apertura hacia mercados externos, como por ejemplo, el nuevo Estado Oriental.6. M. Burgin, Aspectos económicos....7. Carlos Sempat Assadourian, El sector exportador de una economía regional del interior argentino. Córdoba. 1800-1860. (Esquema cuantitativo y formas de producción), en Idem: El sistema de la economía colonial. El mercado interior. Regiones y espacio económico, México, Nueva Imagen, 1983, pp. 307-367.8. José Carlos Chiaramonte, Mercaderes del Litoral. Economía y Sociedad en la provincia de Corrientes, primera mitad del siglo XIX, México, Fondo de Cultura Económica, 1991.9. Roberto Schmit, Mercados y flujos comerciales en los estados provinciales argentinos de la primera mitad del siglo XIX. El comercio de Corrientes a Buenos Aires, (1822-1833), en "Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana 'Doctor Emilio Ravignani'", 3ra. serie, n° 4, Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, segundo semestre de 1991, pp. 31-61.10. Entre otros, podemos citar los de Claudia

Wentzel, El comercio d e l"Litoral de los Ríos" con Buenos Aires: el área del Paraná, 1783-1821, en "Anuario IEHS", n° 3, 1988, Tandil, UNCPBA, 1989, pp. 161-210. Samuel Amaral, Comercio libre y economías regionales. San Juan y Mendoza, 1780-1820, en "Jahrbuch für Geschichte von Staat, Wirtschaft und Gesellschaft Lateinamerikas, band 27, Koln, 1990, pp. 1-67. Silvia Palomeque, La circulación mercantil en las provincias del interior, 1800-1810, en "Anuario IEHS", n° 4, 1989, Tandil, UNCPBA, 1990, pp. 131-210.11. Una aproximación al tema se puede hallar en los trabajos de Silvia Cristina Mallo y otros, El comercio entre Buenos Aires y las Provincias de 1830 a 1835, en "Primer Congreso de Historia Argentina y Regional", 1971, Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 1973, pp. 263- 276; Hebe Judith Blasi, Las relaciones comerciales entre las Provincias y Buenos Aires (1835-1839), en "Primer Congreso...", pp. 277-285; y María Clelia Cano y otros, Comercio interprovincial, 1840- 1850, en "Primer Congreso...", pp. 287-304. Los mismos están basados en el análisis de La Gaceta Mercantil, que si bien no puede ser despreciada como fuente para el tratamiento del tema en cuestión, en comparación con las que revisamos, parece mucho menos rica.12. El presente trabajo trata de integrar los frutos de una extensa investigación: El Río de la Plata en la primera mitad del siglo XIX: las relaciones comerciales entre e! Interior y Buenos Aires, 1831- 1835, en "Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana 'Doctor Emilio Ravignani’", 3ra. serie, n° 5, Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, 1er. semestre de 1992, pp. 49-75; El Río de la Plata en la primera mitad del siglo XIX: las relaciones comerciales entre el Interior y Buenos Aires, 1840- 1845; comparaciones con el período 1831-1835 (1992), aceptado para ser publicado por la "Revista de Historia de América" del Instituto Panamericano de Geografía e Historia; El Río de la Plata en la primera mitad del siglo XIX: las relaciones comerciales entre el Interior y Buenos Aires hacia fines del período rosista (1993, mimeo) y Flujos comerciales, mercados e integración económica del espacio rioplatense hacia mediados del siglo XIX, en XIV Jornadas de Historia Económica, Córdoba, mayo de 1994.13. En realidad el año 1831 comienza cor, el manifiesto 820 y al final de ese año está, obviamente fuera de lugar, el número 815 con

26

Page 26: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

fecha 30-12-1830, lo que invita a pensar que los numerados entre el 1 y el 819 corresponden, muy probablemente, a los años 1829 y 1830, pero hasta el momento no han sido hallados.14. Los mismos documentan la llegada a Buenos Aires de considerables cargamentos de tabaco y yerba —cosa que no habíamos observado hasta ese momento— desde las sub-regiones que hemos denominado "Uruguay", "Entre Ríos" y "Corrientes", por lo cual el monto comerciado total de las mismas tuvo cierto incremento respecto de las demás, sobre las cuales no hemos obtenido noticia alguna. Como contrapartida, hemos hallado unos pocos casos en que, en virtud del decreto antedicho, se deja de lado el cobro de impuestos (y la valuación) de cueros y suelas. Cabe agregar que los lugares de origen de la yerba y el tabaco eran Corrientes, Misiones y Paraguay; los productos de este último se canalizaban a través de los puertos orientales sobre el Uruguay, en especial, Salto. En cuanto a ios legajos de comprobantes, existen doce (uno para cada mes) correspondientes a 1836, pero los mismos brindan muy pocos datos significativos.15. Carlos S. Assadourian, El sector exportador..., pp. 308-309 y 314.16. En las fuentes consultadas, en especial entre 1831 y 1835, aparecen unos pocos envíos desde la campaña sur de la provincia de Buenos Aires ("el Tullú", Bahía Blanca, Patagones); los mismos consisten en cueros, sal y cereales, principalmente.17. Existen unos pocos datos referentes a otras localidades, como por ejemplo, San Lorenzo.18. Refiriéndose a Corrientes, Chiaramonte expresa que "la falta de control político de la provincia sobre su despoblada franja oriental" hacía que el comercio por el río Uruguay escapara a cualquier propósito de regulación; sólo a partir de 1830 se efectuarían los primeros intentos de revertir la situación. Cfr. José C. Chiaramonte, Mercaderes del Litoral..., p. 70.19. "La plata boliviana, que circuló como moneda y como mercancía, constituye un elemento esencial para entender la preservación de este espacio económico durante el siglo XIX". La misma "circuló por un amplio espacio mercantil que ... abarcó el sur del Perú, toda Bolivia y el norte de la Argentina". Cfr. E. Langer y V. Conti, Circuitos comerciales..., p. 96.20. "Al estructurarse el nuevo espacio mercantil andino, la oligarquía terrateniente-comercial del noroeste —especialmente Jujuy y Salta— vio allí la

única posibilidad de supervivencia que la coyuntura le ofrecía". Cfr. E. Langer y V. Conti, Circuitos comerciales..., p. 94.21. E. Langer, Espacios coloniales y economías nacionales: Bolivia y el norte argentino (1810- 1930), en "Siglo XIX", año II, n° 4, Monterrey, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Autónoma de Nueva León, julio-diciembre de 1987, pp. 144-145.22. E. Langer, Espacios coloniales..., p. 144.23. Carlos S. Assadourian, El sector exportador..., p. 366.24. Tulio Halperín Donghi, Revolución y guerra, Buenos Aires, Siglo XXI, 1972, p. 83.25. C. Wentzel, El comercio del "Litoral de los Ríos"..., p. 180.26. Tulio Halperín Donghi, De la revolución .... p. 182. También Chiaramonte nos muestra una declinante economía santafesina a través de cifras parciales sobre sus finanzas. Cfr. José C. Chiaramonte, Finanzas públicas de las provincias del Litoral, 1821-1841, en "Anuario IEHS", n° 1, 1986, Tandil, UNCPBA, 1987, pp. 159-198.27. Sobre el tema, se puede consultar el citadotrabajo de Chiaramonte en relación a las finanzas de las provincias litorales, y además, del mismo autor: Organización del estado y construcción del orden social: la política económica de la provincia de Comentes hacia 1821-1840, en "Anuario", 2da. época, n° 11, Rosario, Universidad Nacional de Rosario, 1985, pp. 229-250 (incluido enMercaderes del Litoral... cit.) y Legalidad constitucional o caudillismo: el problema del orden social en el surgimiento de los estados autónomos del Litoral argentino en la primera mitad del siglo XIX, en "Desarrollo Económico", vol. 26, n° 102, Buenos Aires, IDES, julio-septiembre de 1986, pp. 175-196. En cuanto a la expansión del comercio correntino hacia Buenos Aires durante la época, se puede consultar el citado estudio de Schmit. Además, en el caso correntino en especial, debemos tener en cuenta sus conexiones directas con la antigua Banda Oriental e, incluso, el Brasil, aparte de las que la ligan al resto de la confederación.28. Sobre la situación política-económica de Entre Ríos se pueden consultar los ya citados trabajos de José C. Chiaramonte, Legalidad constitucional.... y Finanzas públicas....29. Ver el cuadro 13, en el Apéndice.30. Para dar una idea del dinamismo de esta zona entrerriana sólo baste decir que aporta 125775

27

Page 27: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani'

cueros vacunos secos y salados contra 119389 que se exportan desde la orilla bañada por el Paraná.31. Probablemente hacia el final del quinquenio —así lo indicarían las cifras— dieron resultado las medidas tomadas por Buenos Aires (reducción y eliminación de aranceles) en su "guerra entre puertos" con Montevideo, para atraer el comercio fluvial. Cfr. M. Burgin, Aspectos económicos.... cap. IX. También se debería tener en cuenta que la antigua Banda Oriental en ocasiones reexportaba productos brasileños y paraguayos; sobre el tema se puede consultar a Nidia R. Areces y Nora E., Itapúa: comercio y frontera en el Paraguay del Doctor Francia; algunas consideraciones, en "Siglo XIX" (citado), pp. 113-134, y a Thomas Whigham, The back-door approach: the alto Uruguay and paraguayan trade, 1810-1852, en "Revista de Historia de América", n° 109, Instituto Panamericano de Geografía e Historia, enero-junio de 1990, pp. 45-67.32. Tulio Halperín Donghi, Revolución y guerra, p.82. Cabe destacar que en el lustro inmediatamente anterior a nuestro estudio el principal destinatario de las exportaciones jujeñas es el mercado altoperuano. Cfr. Olga Dina Gamboni, Notas sobre la economía de Jujuy (1821-1830), en "Cuarto Congreso Nacional Y Regional de Historia Argentina", 1977, Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 1980, t. 1, pp. 401-416.33. Tulio Halperín Donghi, De la revolución..., pp. 289-290.34. Las pocas que hemos obtenido nos han llamado la atención, por ejemplo, las de exportación de cueros mendocinos del año 1827: de los 9370, 670 fueron para Buenos Aires, y el resto —es decir, 8700— para Chile. Cfr. Woodbine Parish, Buenos Aires y las provincias del Rio de la Plata, Buenos Aires, Hachette, 1958, p. 489.35. Carlos S. A. Segreti, La economía del Interior en la primera mitad del siglo XIX (correlación de documentos). I. Cuyo, Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 1981, pp. 141-147. El mismo autor expresa "se busca el comercio con Chile porque la política porteña es la causante del general empobrecimiento y porque se ha perdido la esperanza de una próxima reorganización nacional que, mediante una constitución, pusiera fin a tan lamentable situación. Cuando se creyó lo contrario —y pienso que es la mejor prueba de mi afirmación— se buscó desalentar el comercio ultracordillerano gravándolo con un fuerte impuesto como ocurriera en 1832. Perdida toda esperanza

luego de la disolución de la Comisión Representativa y agravada la situación económica se impone entonces el acuerdo con Chile". Cfr. Carlos Segreti, Contribución al estudio del convenio particular mendocino-chileno de 1835 hasta la muerte del gobernador José Félix Aldao, en "Cuarto Congreso Nacional ...", p. 256. Sobre este tema, también se puede consultar a: Mario Guillermo Saravi, Consideraciones acerca del tratado entre Mendoza y Chile (1835), en "Cuarto Congreso Nacional ...", pp. 239-253.36. Tulio Halperín Donghi, Revolución y guerra, p.83.37. Carlos S. Assadourian, El sector exportador..., p. 323; la información fue extraída de la aduana de Córdoba.38. Carlos S. Assadourian, El sector exportador..., p. 335.39. Tulio Halperín Donghi, De la revolución..., p. 181.40. Carlos S. Assadourian, El sector exportador..., p. 325.41. Horacio C. E. Giberti, Historia económica de la ganadería argentina, Buenos Aires, Hyspamérica, 1985, p. 88.42. R. Schmit, Mercados y flujos comerciales..., pp. 57-60 A nuestro entender, Schmit pudo manejar una fuente más precisa que la nuestra en lo que se refiere al origen de los cargamentos; también en lo referente a las suelas tenemos disimilitud en las cifras.43. M. Burgin, Aspectos económicos..., p. 183. Además, se debe recordar la finalidad militar de los animales caballares.44. A pesar de todas las dificultades financieras de la provincia de Buenos Aires, el estudio de M. Burgin establece que "el valor del peso papel permaneció en verdad relativamente estable durante toda la primera mitad del decenio del 30". Cfr. M. Burgin, Aspectos económicos..., p.219.45. Para dar una idea sobre el tema, digamos que los cueros vacunos secos, el grueso del total aquí analizado, costaba unos 15 pesos papel, y 17 y 18 pesos los salados y curtidos, respectivamente. Los cueros chicos valían entre 2 y 3 pesos y los caballares andaban en los 9 pesos los secos y 12 los curtidos, mientras que los ovinos y caprinos valían alrededor de un peso. En tanto, las suelas podían alcanzar los 30, e incluso más. También debemos tener en cuenta que no todos los cueros que llegaron a la Aduana porteña pagaron Contribución Directa; los llegados hacia fines de

28

Page 28: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

1835 (alrededor de 8000 cueros vacunos, 500 baguales y 800 suelas), al no haber sido considerados en los cuadros de los montos tampoco se los contempló en el de valores. Sobre el tema de los "precios" se puede consultar a Julio Broide, La evolución de los precios pecuarios argentinos en el período 1830-1850, Buenos Aires, Instituto de Economía, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Buenos Aires, 1951. Para el caso de los cueros vacunos, el autor se refiere a "la pesada de cueros de 35 libras y la mejor calidad de cueros de buey", y no a unidades, tal como aparecen en nuestros cuadros y en donde se engloban distintas calidades (de macho, de vaca, de desecho, etc.), por lo que no es posible utilizar la serie; algo similar le sucedió a José C. Chiaramonte, Mercaderes del Litoral..., p. 245. Para el caso del precio de los cueros de caballo, por el contrario, ia serie está elaborada en base a pesos papel por unidad; a través de la misma hemos calculado un precio promedio general del quinquenio de 9,80, bastante cercano al obtenido por nosotros que fue de 9,00.46. "A lo largo de la primera mitad del siglo XIX los cueros nunca constituyeron menos del 60 por ciento del total de exportaciones, en valor; muy frecuentemente proporcionaron más del 70 por ciento de ese total. El resto estaba constituido en buena parte por exportaciones complementarias de las de cuero: otros productos de la industrialización del vacuno, básicamente carne salada y sebo (pero también, por valores mucho menores, astas, huesos para botones y para abono, crin...) completan hasta mediados de la década del 40, alrededor del 90 por ciento del valor total de las exportaciones". Tulio Halperín Donghi, La expansión ganadera de la campaña de Buenos Aires (1810-1852), en "Desarrollo Económico", vol. 3, n°s. 1 y 2, Buenos Aires, IDES, abril-septiembre de 1963, p. 59.47. Sobre los textiles de la tierra, su producción y circulación dentro del espacio en estudio, se puede consultar, entre otros, el trabajo de Juan Carlos Garavaglia y Claudia Wentzel, Un nuevo aporte a la historia del textil colonial: los ponchos frente al mercado porteño (1750-1850), en "Anuario IEHS", n° 4, 1989, Tandil, UNCPBA, 1990, pp. 211-241.48. El precio de aforo de ponchos y jergas de Córdoba giraba, para ei quinquenio en estudio, alrededor de los 4 pesos; sobre los ponchos santiagueños no hemos obtenido datos, aunque probablemente fueran un poco más caros. Tal

como se expresa en el trabajo de Garavaglia y Wentzel, entre 1802 y 1821 "el valor total de los textiles del área del poncho no ocupa sino un rol muy secundario en el mercado de Buenos Aires". Cfr. J. C Garavaglia y C. Wentzel, Un nuevo aporte..., p. 215. Para la época que estamos tratando, este proceso se había acentuado, pues se daba, por un lado, una menor presencia numérica, y por otro, la alta valuación que habían alcanzado los productos pecuarios, en especial los cueros.49. J. C Garavaglia y C. Wentzel, Un nuevo aporte..., pp. 215-218.50. Recordemos que nos faltan datos sobre el primer bimestre de 1833 y el último cuatrimestre de 1835.51. J. C Garavaglia y C. Wentzel, Un nuevo aporte..., cuadro 4, p. 228.52. J. C Garavaglia y C. Wentzel, Un nuevo aporte..., p. 235. Tulio Halperín Donghi,, Revolución y guerra, pp. 106-107.53. J. C Garavaglia y C. Wentzel, Un nuevo aporte..., p. 239.54. Tulio Halperín Donghi, De la revolución..., p. 290.55. Una vez más debemos recordar que nos faltan datos sobre el primer bimestre de 1833 y el último cuatrimestre de 1835.56. Los promedios fueron obtenidos de los datos extraídos de la tabla confeccionada porC. Wentzel, "Buenos Aires. Importación de caldos cuyanos, 1802-1821", a su vez inserta en el trabajo de S. Amaral, Comercio libre..., p. 51.57. En el año 1827 se transportaron desde Mendoza a Buenos Aires 12608 arrobas de aguardiente y 15960 arrobas de vino. Cfr. W. Parish, Buenos Aires y las provincias..., p. 489. Esta significativa cantidad de una de las dos provincias productoras se entiende pues Buenos Aires sufría en esos momentos el bloqueo brasileño. (Si fijamos nuestra atención en la cita 34 entenderemos el porqué Mendoza debía enviar sus cueros a Chile: en Buenos Aires, los cueros sobraban, en cambio los caldos...).58. Miguel Angel Rosal, Transportes terrestres y circulación de mercancías en el espacio rioplatense, 1781-1811, en "Anuario IEHS", n° 3, 1988, Tandil, UNCPBA, 1989; los promedios se obtuvieron de los datos aparecidos en la p 151, que incluyen vehículos y bestias movilizados desde San Luis y Río Cuarto, los que en realidad conforman un número bastante poco significativo; en ese sentido fue más importante el

29

Page 29: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani"

desplazamiento de carretas mendocinas que generó la carga originaria de Chile, transportada a través de los Andes. En 1820, cuando la decadencia del comercio cuyano era una realidad palpable, se trasladaron desde la región unas 160 carretas y 3290 muías. Cfr. M. A. Rosal, Los transportes durante la primera década post-revolucionaria; la quiebra de un sistema, en "La Gaceta Americana", año II, v. II, n° 7, Buenos Aires, noviembre-diciembre de 1990, pp. 15- 25. Sobre la crisis del comercio cuyano también se puede consultar la citada obra de S. Amaral, Comercio libre....59. H. Giberti, Historia económica..., p. 107.60. El precio por unidad de los cueros vacunos secos es de unos 18, 17 y 20 pesos para 1836, 1837 y 1838, respectivamente. La porción que ocupan —tanto los cueros vacunos como los cueros en general— en el monto comerciado total se puede apreciar en el Apéndice, cuadro 18.61. Recordemos que nos faltan datos sobre el primer semestre de 1836.62. Entre 1800 y 1809 entraron unas 87840 piezas anuales. Cfr. J. C. Garavaglia y C. Wentzel, Un nuevo aporte..., cuadro 4, p. 228.63. Sobre este tema, ver a M. Burgin, Aspectos económicos..., pp. 308-314.64. Tulio Halperín Donghi, De la revolución..., p. 294.65. Tulio Halperín Donghi, De la revolución..., p. 29466. Hacia fines de 1847, William Mac Cann, en su viaje desde Buenos a Rosario, señalaba al acercarse a la última de las mencionadas: "atravesamos campos de buenos pastos, pero escasos de ganado". Cfr. William Mac Canrr; Viaje a caballo por las provincias argentinas, Buenos Aires, Hyspamérica, 1985, p. 223. Sobre la misma zona, Sarmiento, en su marcha con el Ejército Grande, expresaba, no sin cierta dosis de exageración, en enero de 1852: "Esta tierra privilegiada dotada por la naturaleza de productos iguales a los que el trabajo del hombre obtendría sólo por una labor incesante, está despoblada y lo ha estado siempre. No hay una sola casa, no hay en esta vasta extensión una sola cabeza de ganado. Los gamos son los poseedores de esta parte del territorio argentino". Cfr. Domingo Faustino Sarmiento, Campaña en el Ejército Grande (selección), Buenos Aires, Eudeba, 1962, p. 62. (El subrayado es nuestro).67. El aporte paraguayo es demasiado limitado como para tomarlo en cuenta.

68. Sobre este tema, consultar a José C. Chiaramonte, Legalidad constitucional..., pp. 182 y 193-195.69. Tulio Halperín Donghi, De la revolución..., p. 296.70. Nos referimos a Flujos comerciales, mercados e integración económica del espacio ríoplatense...c\\..71. Tulio Halperín Donghi, De la revolución..., p. 294.72. Recopilación de leyes, decretos y acuerdos de la Provincia de Entre Ríos, decreto del 30/11/1823, Tomo I.73. Las cifras de exportación son de W. Parish, Buenos Aires y las provincias..., p. 512; las de la producción del Interior incluyen cueros secos y salados, no así curtidos, cuya cantidad es francamente despreciable. Debemos aclarar que si bien la sub-región Buenos Aires envía una fracción (no demasiado numerosa, por cierto) de aquéllos, buena parte de la misma provenía de otras áreas.74. W. Parish, Buenos Aires y las provincias..., pp. 522-523.75. Tulio Halperín Donghi, La expansiónganadera..., p. 62.76. Tulio Halperín Donghi, La expansiónganadera..., pp. 60-63. José C Chiaramonte, Mercaderes del Litoral..., p. 216. En el primer caso se trata de los precios en el mercado de Londres; en el segundo, en el de Hamburgo.77. Tulio Halperín Donghi, De la revolución..., p. 286.78. Manuel Macchi, Urquiza, el saladerista, Buenos Aires, Ediciones Macchi S. A., 1971, pp. 77-80.79. También hemos constatado envíos de otras áreas, como por ejemplo San Luis y Tucumán, además de los reexportados a través del Paraná.80. De todos modos, Halperín Donghi ya señaló que "...la [producción] de telas de lana iba a mantener una vitalidad comprobada aún en la séptima década del siglo..." pero que dicha situación no bastaba "para afectar el cuadro general: una industria artesanal ya escasamente vigorosa sobrevive a partir de 1810 en un lento descenso que llenará aún tres cuartos de siglo; es precisamente el ferrocarril quien pone fin a su agonía". Cfr. Tulio Halperín Donghi, Revolución y guerra, p. 108.81. J. C. Garavaglia y C. Wentzel, Un nuevo aporte..., pp. 232-234.82. C. Segreti, La economía del Interior..., pp. 203-205.

30

Page 30: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani. núm. 9, 1995

83. Tulio Halperín Donghi, De la revolución..., pp. 289-290. En Catamarca y La Rioja se daba una situación similar.84. Según las estimaciones generales que hemos realizado, el monto comerciado estaría integrado en un 55 % por los cueros (a ios aquí considerados habría que sumarle otros como, por ejemplo, los de "león", "tigre", vicuña, oso, etc.), un 15 % por los que hemos denominado "flujos secundarios", un

2,5 % por los tejidos "de la tierra" y otro tanto por los caldos del mismo origen, correspondiéndole el 25 % restante a productos tales como el sebo, la grasa, la cerda, las astas, la cal, la leña, las frutas secas, etc..85. J. Lynch, Las Repúblicas del Río de la Plata, pp. 292-293.86. Tulio Halperín Donghi, De la revolución..., p.294. C. S. Assadourian, El sector exportador..., p. 325.

31

Page 31: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Apéndice

Cuadros y gráficos

Page 32: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 1: Flujo comercial hacia Buenos Aires: total de valores comerciados, 1831-1835 (1)

regiones sub-regiones monto * % regional % totalBUENOS AIRES 2956929 13.87 9.74SANTA FE 2340446 10.99 7.70CORRIENTES 3951172 18.54 13.02

LITORAL ENTRE RIOS (2) 7345264 34.46 24.20URUGUAY 4718952 22.14 15.55

tot.reg. 21312763 100.00 70.21

CORDOBA 5025310 67.56 16.56SGO. DEL ESTERO 450050 6.05 1.48TUCUMAN 1398895 18.81 4.61

CENTRAL SALTA 430200 5.78 1.42JUJUY 50200 0.67 0.17CATAMARCA 59200 0.80 0.19LA RIOJA 24600 0.33 0.08

tot.reg. 7438455 100.00 24.51

MENDOZA 811615 50.66 2.68CUYO SAN JUAN 668908 41.76 2.20

SAN LUIS 121444 7.58 0.40

tot.reg. 1601967 100.00 5.28

total general ** 30353185 - 100.00

Fuente: AGN, Contribución Directa, Sala III, 23-1-9 a 23-7-6; Cargo,Sala III, 23-7-10 a 23-8-6; Cargo y Data, Sala III, 24-1-1.

(1) faltan datos sobre el primer bimestre de 1833 y el último cuatrimestre de 1835.

% total 12.49 11.71

* en pesos papel.** sobre un total de 5574 operaciones.

(2) la sub-región ENTRE RIOS se puede dividir en dos zonas

ParanáC.Oc.Río Uruguay

monto37921973553067

% regional17.7916.67

34

Page 33: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 2: Exportación de cueros desde el Interior alpuerto de Buenos Aires, 1831-1835

REGION sub-regiones CuV. CuVsal. CuB. CuVch. Suelas CuC.

L Buenos Aires 99538 796 2412 17291 2368 106961I Santa fe 88283 605 1453 2002 303 30079T Corrientes 143571 - 9583 1245 18082 -

O Entre Ríos 235646 9518 24158 468 — 32415R31 Uruguay 99159 25641 15600 723 794 3188nL tot.regional 666197 36560 53206 21729 21547 172643

Córdoba 245018 — 36 131 5064 23488C Sgo. Estero 24197 - - - 2349 -

E Tucumán 39407 - 200 481 26664 -

N Salta 9627 - - - 1340 -

T Jujuy 3172 - - - - -R Catamarca 1110 - — 750 104 -A La Rioja 302 — — — —lJ

tot.regional 322833 - 236 1362 35521 23488

C Mendoza 17284 — — — — —

u San Juan 2694 - - - - -Y San Luis 5926 — — — 944u

tot.regional 25904 - - - - 944

TOTAL GENERAL 1014934 36560 53442 23091 57068 197075

nota: de los 53442 CuB., 72 son salados (CuBsal.), originarios de Uruguay.

35

Page 34: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 2: Exportación de cueros desde el Interior al puertode Buenos Aires, 1831-1835 (continuación)

sub-regiones CuVct. CuBct. CuVchct.Suelas ct.

Buenos AiresSanta FeCorrientesEntre RíosUruguayCórdobaTucumán

- 62- 100

1449 262011548 21225

485 1308- 100

50 -

125 —

1131 783430 -

- 150615 14340 50

total 13532 25415 2641 997

Referencias del cuadro 2

CuV.: cueros vacunos secos; incluye de "macho" y de "vaca", "livianos", o "de bajo peso", "de desecho", "de epidemia" y "redondos sin garra" (las tres últimas sub-categorías son poco significativas).

CuVsal.: cueros vacunos salados.CuB.: cueros baguales secos; incluye "de potro", "de yegua", "de

potrillo" y "de desecho" (las dos últimas sub-categorías son poco significativas).

CuVch.: cueros vacunos chicos: "nonatos", "terneros" y "becerros".

CuC.: cueros de carnero y de cabra; incluye de oveja, de cordero oo borrego, de cabrito o *chivato y curtidos (las sub-categorías chicas y los curtidos son poco significativas). En general, los cueros ovinos provenían del Litoral y los caprinos de la región Central.

CuVct.: cueros vacunos curtidos.CuBct.: cueros baguales curtidos.CuVchct.: cueros vacunos chicos curtidos.

Suelas ct.: suelas curtidas.

36

Page 35: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 3: Exportación de "tejidos de la tierra" desde elInterior al puerto de Buenos Aires, 1831-1835

1831 1832 1833 1834 1835 total

uni f uni f uni f uni f uni f uni f

PO

y

Córdoba Sgo.Est. reexpor.

4474 - 2215 -

14600 9 7981 ~ 5900 1

7605 ~ 1230 ~ 1910 3

13698 - 75 8

345 -9006 - 2050 - 4263 ~

49383 9 11336 8 14633 4

FRE total 6689 29581 11075 14558 15319 77222

JER Córdoba reexpor.

4084 - 12058 23 85 -

10485 - 9870 ~ - 1

5224 ~ 14 -

41721 23 99 1

GAS total 4084 15662 10485 10023 5238 45492

PIE Córdoba reexpor.

7160 48 15705 18 700 ~

6322 3 15730 - 1500 ~

8583 6 53500 75 2200 ~

ZAS total 14024 18979 6751 17230 9441 66425

total gral. 24797 64222 28311 41811 29998 189139

Referencias:

PO: ponchos FRE: "frezadas" uni: unidades f: fardosreexpor.: reexportados desde alguno de los puertos del Paraná, en

especial desde Santa Fe, Rosario o San Nicolás.nota: los multiplicadores aplicados para obtener la cantidad de

unidades de los fardos son: 110 (fardos de ponchos de Córdoba), 55 (fardos de ponchos de Santiago del Estero), 153 (fardos de jergas) y 143 (fardos de piezas de tejidos del país); dichos multiplicadores resultan del estudio de 97, 22, 52 y 84 casos, respectivamente, durante el quinquenio en estudio.

Cabe destacar, por último, que entre las jergas hemos incluido algunos jergones, y que entre las piezas se hallan unas pocas varas de picote y de sayalete, y un chuse.

37

Page 36: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 4: Exportación do "caldos de la tierra" cuyanos*al puerto de Buenos Aires, 1831-1835

AGUARDIENTE VINO

Mza. Sn. Juan reexp.* * total Mza. Sn.Juan reexp.* * total

1831 200 2348 610 3158 164 8 24 196

1832 32 4256 314 4602 658 494 46 1198

1833 374 3394 64 3832 516 80 - 596

1834 762 832 - 1594 60 52 - 112

1835 84 366 32 482 - - - -total 1452 11196 1020 13668 1398 634 70 2102

* en arrobas.** reexportados: desde alguno de los puertos del Paraná, en especial

desde Santa Fe, Rosario o San Nicolás.

38

Page 37: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 5: Flujo comercial hacia Buenos Aires: total de valorescomerciados, 1836-1838

año monto*

1836 (1) 7887751 ps. 2 rls

1837 15385273 ps. 2 rls

1838 8954031 ps. 3 rls

total 32227055 ps. 7 rls

Fuente: Registro Oficial de la Provincia de Buenos Aires, años 1837, 1838 y 1839.

(1) faltan datos sobre el primer semestre.

39

Page 38: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 6: Exportación de cueros desde el Interior al puerto de Buenos Aires, 1836-1838

año CuV. CuVsal. CuB. CuBsal. CuVch. Suelas CuC.

1836 159087 16767 5184 - 930 9551 170538

1837 312937 39968 10633 2993 6794 20141 239566

1838 125346 10740 2929 2127 1978 17845 134626

total 597370 67475 18746 5120 9702 4753 7 544730

Apéndice del cuadro 6: Cueros curtidos exportados desde el Interior a Buenos Aires, 1836-1838

año CuVct. CuBct. CuVchct.Suel.ct.1836 1333 809

1837 7477 -1838 - 5381

total 8810 6190

40

Page 39: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 7: Exportación de "tejidos de la tierra" desde elInterior al puerto de Buenos Aires, 1836-1838

año ponchos frazadas jergas piezas total

1836 6223 3489 15556 16159 41427

1837 35335 45396 39606 8723 129060

1838 28720 25799 36833 34 91386

total 70278 74684 91995 24916 261873

nota: las piezas de 1836 y 1837 corresponden a 113 y 61 fardos, respectivamente; se aplicó el multiplicador "143" obtenido para el período 1831-1835. Las piezas de 1838 incluyen sayales y bayetones.Las frazadas incluyen "frezadones" y las jergas, jergones.

Exportad ón Interior al

de "caldos de la puerto de Buenos

tierra"* desde el Aires, 1836-1838

año aguardiente vino

1836 3274 -1837 3988 356

1838 8538 817

total 15800 1173

* en arrobas.

41

Page 40: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 9: Flujo comercial hacia Buenos Aires: total de valores comerciados, 1839-1850 (1)

regiones sub-regiones monto * % regional % totalBUENOS AIRES 9140183 3.48 2.71SANTA FE 33986403 12.94 10.09CORRIENTES 26748983 10.19 7.94

LITORAL ENTRE RIOS (2) 105714101 40.26 31.38URUGUAY 84730908 32.27 25.15PARAGUAY 2255501 0.86 0.68

tot.reg. 262576079 100.00 77.95

CORDOBA 34120387 64.15 10.13SGO. DEL ESTERO 6034434 11.35 1.79TUCUMAN 12582184 23.66 3.74

CENTRAL SALTA 371205 0.70 0.10JUJUY 19520 0.04 0.01CATAMARCA 57497 0.10 0.02LA RIOJA — — —

tot.reg. 53185227 100.00 15.79

MENDOZA 11733660 55.63 3.48CUYO SAN JUAN 7939263 37.64 2.36

SAN LUIS 1420552 6.73 0.42

tot.reg. 21093475 100.00 6.26

total general ** 336854781 100.00

Fuente: AGN, Receptoría General. Cargo y Data. Sección: Contribución Directa, sala III, 24-5-1 a 26-1-2.

(1) faltan datos sobre el primer cuatrimestre de 1839.(2) la sub-región ENTRE RIOS se puede dividir en dos zonas

monto % regionalParaná 43643010 16.62C.Oc.Río Uruguay 62071091 23.64

* en pesos papel.** sobre un total de 23498 operaciones.

% total12.9618.42

42

Page 41: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 10: Exportación de cueros desde el Interioral puerto de Buenos Aires, 1839-1850

REG .sub-reg. CuV CuVsal CuB CuBsal CuVch Suelas CUC

L Buenos Aires 88109 2044 1124 — 1019 647 102144I Santa Fe 421025 8806 3642 - 4408 4328 173015T Corrientes 524047 8677 3245 38133 999 14812 —0 Entre Ríos 1823313 176029 67542 117918 4668 3392 167694R Uruguay 1508682 335834 14626 135704 25434 2005 10121Ar

Paraguay 46684 — — — 17 5826 —

tot.regional 4411860 531390 90179 291755 36545 31010 452974

Córdoba 395719 — 1286 — 8953 743 7 212840c Sgo. Estero 84768 - - - 120 2470 63327E Tucumán 80445 - 180 - 1920 122237 4893N Salta 3319 - - - — 5400 —T Jujuy 1120 - - - - — -R Catamarca — - - — - 557 -AT

La Rioja — — — — - — -

±J

tot.regional 565371 - 1466 - 10993 138101 281060

C Mendoza 30845 — _u San Juan 2535 - - - — — —

Y San Luis 12040 — - - - 13260

tot.regional 45420 - - - - - 13260

TOTAL GENERAL 5022651 531390 91645 291755 4 7538 169111 747294

43

Page 42: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 10: Exportación de cueros desde el Interior al puerto de Buenos Aires, 1839-1850 (continuación)

sub-regiones CuVct CuBct CuVchct Suel.ctCuVchsal

Buenos Aires — — 70 — —

Santa Fe 54 12 72 2040 119 -Corrientes 460 2076 2713 405 -

Entre Ríos 1602 10429 4196 1 246Uruguay 597 602 1952 1176 3405Córdoba - 559 5715 - -Tucumán — 183 5861 150 —

total 2713 15121 22547 1851 3651

nota: para las referencias, remitirse a las del cuadro 2; aquí sólo hemos agregado los CuBsal. (cueros baguales salados) y los CuVchsal. (cueros vacunos chicos salados).

44

Page 43: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 11: Exportación de "tejidos de la tierra" desde elInterior al puerto de Buenos Aires, 1839-1850

sub-regiones 1839 1840 1841 1842 1843 1844 1845

Córdoba 7575 1832 4046 4338 2970 3651 2354Sgo.Estero 5780 8290 7915 22721 12080 7900 12945

PONCHOS Tucumán 200 600 - 2750 100 500 —

reexportados — 228 127 95 — 26

total 13555 10950 12088 29904 15150 12077 15299

Córdoba 8375 1349 1346 2710 4907 654 1101Tucumán - - - - — — -

"FREZADAS" San Luis 400 - - — — — «A

reexportados — 210 1002 1010 1614 1014 475

total 8775 1559 2348 3720 6521 1668 1576

Córdoba 36796 14276 43566 16710 16422 6722 9457Sgo.Estero - - — - — — —

JERGAS reexportados — 1525 191 3000 1000 - -

total 36796 15801 43757 19710 17422 6722 9457

Córdoba — 1214 — mm 300PIEZAS reexportados 65 30 - — - - -

total 65 1244 - - - 300 -

total general 59191 29554 58193 53334 39093 20767 26332

45

Page 44: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 11: Exportación de "tejidos de la tierra" desde el Interioral puerto de Buenos Aires, 1839-.1850 (continuación)

sub-regiones 1846 1847 1848 1849 1850 total general

Córdoba 690 396 — 15 200 28067Sgo.Estero 10370 7950 19800 14780 36357 166888

PONCHOS Tucumán 2210 112 - 3700 - 10172reexportados — — 2306 3400 204 6386

total 13270 8458 22106 21895 36761 211513

Córdoba 1552 1448 2908 2280 4574 33204Tucumán 150 - - - - 150San Luis - - - 1469 877 2746

"FREZADAS" reexportados 50 4 120 300 1589 7388

total 1752 1452 3028 4049 7040 43488

Córdoba 7443 10223 ’ 43608 37211 21533 263967Sgo.Estero 610 1800 1400 300 - 4110

JERGAS reexportados — 450 1800 824 7552 16342

total 8053 12473 46808 38335 29085 284419

Córdoba 3 5 — — 71 1593PIEZAS reexportados — — — — — 95

total 3 5 - - 71 1688

total ' general 23078 22388 71942 64279 72957 541108

46

Page 45: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 12: Exportación de "caldos de la tierra" cuyanos* al puerto de Buenos Aires, 1839-1850

AGUARDIENTE VINO

Mza. S.Juan reexp.** total Mza. S'.Juan reexp.** total

1839 626 5092 - 5718 1588 68 - 1656

1840 388 4584 24 4996 756 88 - 844

1841 4 1230 48 1282 28 16 - 44

1842 24 311 - 335 16 - - 16

1843 8 226 64 298 108 8 6 122

1844 186 628 - 814 28 12 - 40

1845 12 190 4 206 - - 12 12

1846 12 586 - 598 100 56 - 156

1847 68 1438 12 1518 44 38 4 86

1848 78 2218 86 2382 60 - 4 64

1849 - 32 - 32 - 4 6 10

1850 88 8 - 96 - 72 - 72

total 1494 16543 238 18275 2728 362 32 3122

* en arrobas.** reexportados: desde alguno de los puertos del Paraná, en especialdesde Santa Fe, Rosario o San Nicolás

47

Page 46: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 13: Flujo comercial hacia Buenos Aires: total devalores comerciados, 1831-1835

REG .sub-regiones 1831 1832 1833 1834 1835

L Buenos Aires 448910 1054917 664228 468044 320830I Santa Fe 554160 509085 418996 460215 397990T Corrientes 684650 651175 607800 1046920 960627O Entre Ríos* 927865 1265946 1408194 1933181 1810078Rn

Uruguay 333416 705491 991670 1019534 1668841JiL tot.regional 2949001 4186614 4090888 4927894 5158366

Córdoba 636980 1635531 864517 1147082 741200C Sgo. Estero - 219800 96300 59350 74600E Tucumán - 676945 209750 308450 203750N Salta - 132050 80800 118450 98900T Jujuy - - 25000 12400 12800R catamarca - 24200 18150 16850 -A La Ríoja — 20000 3000 1600 —

tot,regional 636980 2708526 1297517 1664182 1131250

C Mendoza 81380 190560 201825 221490 116360U San Juan 73520 246130 166578 111260 71420Yn

San Luis — 63154 30430 6250 21610L /

tot.regional 154900 499844 398833 339000 209390

TOTAL GENERAL 3740881 7394984 5787238 6931076 6499006

* la sub-región Entre Ríos se puede dividir en dos zonas:

1831 1832 1833 1834 1835

Paraná C.Oc.R.Urug. 504355

423510660780605166

723119685075

1066018867163

837925972153

48

Page 47: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 14: Flujo comercial hacia Buenos Aires: total devalores comerciados, 1839-1850

REGIONsub-regiones 1839 1840 1841 1842 1843 1844

L Buenos Aires 147872 101576 323963 1294935 1634758 1082440I Santa Fe 349774 289171 3432839 3145487 3492994 3070293T Corrientes 100483 - 162021 1217391 6028779 -

O Entre Ríos* 322848 267081 17031759 10158069 11887555 11242595R Uruguay - 30350 5378534 2979855 17550971 14271076AT .

Paraguay — — 27725 45775 198275 471800

tot.regional 920977 688178 26356841 18841512 40793332 30138204

Córdoba 1571170 919317 5203327 3672220 3958783 2577006C Sgo. Estero 52985 281715 579380 890709 647940 353035E Tucumán 565877 1081715 164300 2085195 1111662 756395N Salta 21200 6000 - - 73060 48590T Jujuy 11520 8000 - - - -R Catamarca 2400 - - 8000 - -

AT

La Rioja — — — — —

tot.regional 2225152 2296747 5947007 6656124 5791445 3735026

c Mendoza 405251 373917 376050 675165 2286790 1546355u San Juan 677047 1255957 429010 410107 1140273 562497Y San Luis 13699 36700 103750 39200 24056 7020

tot.regional 1095997 1666574 908810 1124472 3451119 2115872

TOTAL GENERAL 4242126 4651499 33212658 26622108 50035896 35989102

* la sub-región Entre Ríos se puede dividir en dos zonas:

1839 1840 1841 1842 1843 1844

ParanáC.Oc.R.Urug.

31102211826

19786469217

112296025802157

67432463414823

47662707121285

48012006441395

49

Page 48: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 14: Flujo comercial hacia Buenos Aires: total devalores comerciados, 1839-1850 (continuación)

REGIONsub-regiones 1845 1846 1847 1848 1849 1850

L Buenos Aires 1137935 141639 53 7224 623374 740593 1373874I Santa Fe 2756700 657567 2141199 4441380 4985488 5223511T Óorrientes 68020 11700 1981246 3788598 7454836 5935909O Entre Ríos* 7596773 102649 1363755 11066856 17034872 17639289R Uruguay 8795130 29754 202562 8124145 14318558 13049973AT Paraguay 92920 — 15000 383460 1008066 12480±j

tot,regional20447478 943309 6240986 28427813 45542413 43235036

Córdoba 2251817 2537199 2374904 2856349 3489569 2708726C Sgo. Estero 568285 217065 363310 749320 531302 799388E Tucumán 747229 820525 840946 1932275 1104634 1371431N Salta 98250 11305 - - - 112800T Jujuy - - - - - -R Catamarca — 30525 • 11322 — 5250 -A+

La Rioja — — — — — —tot.regional 2665351 2616619 3 5 9 Z 4 5 2 5337944 ̂1 í ̂ ̂ *M m - W w 4992345

C Mendoza 1881331 700114 1958609 474873 242087 813118U San Juan 435955 372226 1276822 682239 407236 289894yo San Luis 24280 — 119320 291000 330361 431166

tot.regional 2341566 1072340 3354751 1448112 979684 1534178

TOTAL GENERAL 26454625 5632268 13186219 35413869 51652852 49761559

* la sub-región Entre Ríos se puede dividir en dos zonas:

1845 1846 1847 1848 1849 1850

Paraná C.Oc.R.Urug.

28972934699480

6244840201

920938442817

26952608371596

421489612819976

480297112836318

50

Page 49: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 15: Flujos comerciales secundarios desde el Interioral puerto de Buenos Aires, 1831-1835

REG .sub-regiones lana trigo maíz tasajo harina cordobán pellón

L Buenos Aires 15015 7407 15206 310 168 10I Santa Fe 10512 470 4537 2049 332 — -

T Corrientes 1907 - 408 5950 - — -0 Entre Ríos 24370 1192 335 33905 128 - -R Uruguay 6577 1602 194 84513 — - -J±L tot.regional 58381 10671 20680 126417 770 168 10

Córdoba 27750 — — — _ 2821 _C Sgo. Estero - 22 - - - - -

E Tucumán - - - - - - 231N Salta - - - - - - -T Jujuy - - - - - - -R Catamarca - - - - - - -A La Rioja — — — — — — —±J

tot.regional 27750 22 - - - 2821 231

C Mendoza 1218 21 — — 2115 — —

u San Juan - 2 - - 478 - -

Y San Luis — — — — — —u

tot.regional 1218 23 - - 2593 - -TOTAL GENERAL 87349 10716 20680 126417 3363 2989 241

nota: la lana y la harina están expresadas en arrobas; el trigo y el maíz, en fanegas; los cordobanes y pellones, en unidades; y el tasajo, en quintales (este último incluye unos pocos envíos de charque).

51

Page 50: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 16: Flujos comerciales secundarios desde el Interioral puerto de Buenos Aires, 1836-1838

año lana trigo maíz tasajo harina cordobanes pellones

1836 21840 2287 370 43509 100 4810 4

1837 66021 7427 16 88611 1200 41487 500

1838 38775 1008 104 27025 10569 12668 632

total 126636 10722 490 159145 11869 58965 1136

nota: la lana y la harina están expresadas en arrobas; el trigo y el maíz, en fanegas; los cordobanes y pellones, en unidades; y el tasajo, en quintales (este último incluye unos pocos envíos de charque).

52

Page 51: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 17: Flujos comerciales secundarios desde el Interior alpuerto de Buenos Aires, 1839-1850

REG .sub-regiones lana trigo maíz tasajo harina cordobán pellón

L Buenos Aires 41452 3692 680 — 51519 6938 32I Santa Fe 57990 8685 19197 707 7955 6627 -T Corrientes 15939 - 656 45 - - —0 Entre Ríos 292687 40 312 11497 70 - —R Uruguay 131763 62 142 125342 - - 22AT. Paraguay — — 50 — — — —

tot.regional 539831 12479 21037 137591 59544 13565 54

Córdoba 500788 2043 — mm 53881 225894 544C Sgo. Estero 35 103 - - - 450 467E Tucumán 835 630 - - 1073 2232 6758N Salta - - - - - - 20T Jujuy - - - - - - -R Catamarca - - - - - - -AT

La Rioja — — — — — — -J-i

tot.regional 501658 2776 - - 54954 228576 7789

C Mendoza 758 47 — — 235759 7592u San Juan - 12 - - 80626 - -Y San Luis 21657 — — — 149 10500u

tot.regional 22415 59 - - 316534 18092 -TOTAL GENERAL 1063904 15314 21037 137591 431032 260233 7843

nota: la lana y la harina están expresadas en arrobas; el trigo y el maíz, en fanegas; los cordobanes y pellones, en unidades; y el tasajo, en quintales (este último incluye unos pocos envíos de charque).

53

Page 52: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadro 18: Porción que les corresponde a los cueros dentro del monto comerciado total, 1831-1850

años monto total monto cueros % monto CuV. %1831 3740881 2756276 73.68 2290688 61.231832 7394984 4913733 66.45 4296758 58.101833 5787238 3579998 61.86 3212136 55.501834 6931076 4112315 59.33 3551112 51.231835 6499006 3225467 49.63 2695700 41.48

Promedio 1831-1835 61.24 52.8 7

1836 7887751 3780786 47.93 3245916 41.151837 15385273 7305564 47.48 6187685 40.221838 8954031 3 727908 41.63 2878406 32.15

Promedio 1836-1838 45.97 38.20

1839 4242126 1573724 37.10 741380 17.481840 4651499 1331632 28.63 503472 10.821841 33212658 24209188 72.89 22774280 68.571842 26622108 20137031 75.64 18143625 68.151843 50035896 34411555 68.77 33650145 67.251844 35989102 25093387 69.72 24465992 67.981845 26454625 16371022 61.88 15438550 58.361846 5632268 1298302 23.05 722960 12.841847 13186219 3478788 26.38 2668955 20.241848 35413869 15443220 43.61 12540822 35.411849 51652852 24620833 47.67 20162852 39.041850 49761559 27212766 54.69 22911658 46.04

Promedio 1839-1850 57.94 51.87

PROMEDIO GENERAL (1831-1850): 57.23 50.84

54

Page 53: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Gco. I: Flujo comercial a Bs. As.valores comerciados, 1831-1835

Otes.13.02

<j \a i

Page 54: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Gco. II: Exportación de CuV.*del Interior a Bs. As., 1831-1835

Thousands

03.As. Sta.Fe Otes. E.Ríos Uguay. Gba. S.Est. Tmán. Salta Mza. resto

*3 eco3, salados y curtidos.

Page 55: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Gco. III: Flujo comercial a Bs. As.valores comerciados, 1839-1850

en

Page 56: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Gco IV: Exportación de CuV.*del Interior a Bs. As., 1839-1850

Thousands2 5 0 0 1----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------1

Bs.As. Sta.Fe Otes. E.Ríos Uguay. Cba S.Est. Tman. resto

' 30eos, salados y curtidos.

Page 57: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

en<0

Gco. V: Flujo comercial a Bs. Asmonto comerciado: 1831-1850

1 8 3 1 3 2 3 3 3 4 3 5 3 6 3 7 3 8 3 9 4 0 41 4 2 4 3 4 4 4 5 4 6 47 4 8 4 9 1 8 5 0

Page 58: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Gco. VI: Flujo comercial a Bs. Amonto comerciado: 1831-35 /1839-50

100

8 0

6 0

40

20

0

(en %)

LITORAL CENTRAL CUYO

1 8 3 9 -5 01831-35

Page 59: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Gco. Vil: Exportación de CuV.desde el Interior a Bs. As., 1831-1850thousands

1000

800 -

600 -

400 -

200

1 8 3 1 3 2 3 3 3 4 3 5 3 6 3 7 3 8 3 9 4 0 41 4 2 4 3 4 4 4 5 4 6 4 7 4 8 4 9 1 8 5 0

* secos, salados y curtidos

Page 60: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

Comercio y mercado en el Litoral argentino durante la primera mitad del siglo XIX

Roberto Schmit

Introducción

El objetivo en este trabajo es contribuir al estudio de la evolución de los tráficos mercan­tiles y los mercados del Litoral argentino durante la primera mitad del siglo XIX. El análisis de esta región es de singular impor­tancia ya que fue el principal centro económi­co y político de la Argentina decimonónica1.

Desde el siglo XVII Buenos Aires se había consolidado como el principal centro de la actividad comercial en la cuenca hidrográfica del Litoral2. Así, durante el período colonial fue el eje del sistema de ingreso de mercan­cías ultramarinas e intermediaria de un vasto conjunto de productos regionales americanos que llegaban a distintos mercados rioplatenses y altoperuanos3. Luego de la independencia de 1810 se perdió la fuerte vinculación comercial con el Alto Perú, no obstante ello Buenos Aires mantuvo su hegemonía mercantil sobre el Litoral en base a su negativa de permitir la libre navegación de los ríos interiores, reservándose el rol intermediario entre las provincias y los mercados doméstico y ultramarino, mantenien­do sobre este espacio una posición económica y geopolítica privilegiada (ver mapa).

Como señalamos, el proceso independentis- ta desarticuló el circuito comercial que había unido a Buenos Aires con el Alto Perú4, y que

proporcionaba hasta 1810, con la riqueza minera altoperuana, el 80% del valor de las exportaciones rioplatenses hacia Europa. La interrupción del flujo de plata potosina, ia creciente demanda externa de productos ganaderos, junto a las ventajas comparativas de esta región llevó a que la estructura econó­mica se orientara cada vez más hacía la exportación de productos pecuarios.

Después de 1810, a) cabo de una década de luchas, caído definitivamente el dominio español, y frustrados los intentos de constitu­ción de extensas unidades políticas, se daba a partir de los años de 1820 una nueva reali­dad estatal que estaría marcada por la emer­gencia de estados provinciales que bajo el sistema de confederación rigieron esos territo­rios en la primera mitad del siglo XIX, hasta la constitución del Estado Nacional Argentino5.

Entonces, para los primeros cuarenta años de vida independiente ia nueva reali­dad marcó como desafíos primordiales para los diferentes estados provinciales, al menos, tres tópicos básicos: controlar con la mayor eficacia posible su espacio políti­co-administrativo, soportar el peso econó­mico del Estado administrando con la mayor eficiencia posible las finanzas públicas y tratar de expandir sus actividades económi­cas principales e integrarlas a los mercados.

63

Page 61: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani'

En nuestro trabajo abordaremos especial­mente esta última cuestión; por tanto, nuestro principal objetivo será delinear el ritmo y la composición de la exportaciones del Litoral a Buenos Aires. Esto nos permitirá, por un lado observar las características de las produccio­nes de las provincias litoraleñas; por otro medir el peso relativo de los efectos enviados tanto al mercado doméstico como al ultramari­no, lo que nos indica el grado de integración de las economías provinciales — vía Buenos Aires— con aquellos mercados.

Como veremos más adelante las provincias buscaron aumentar en lo posible la participa­ción de sus productos en los mercados en un intento por alcanzar cierto grado de crecimien­to en su economía.

También, será de nuestro interés estimar el significado de los avatares que desencadena­ron los continuos conflictos interprovinciales. Si durante las décadas de 1820-50 en nume­rosas ocasiones las provincias del Litoral tuvieron serios enfrentamientos y desacuerdos con los porteños, fue porque la influencia que tenía en las relaciones interprovinciales el estado de Buenos Aires era contraria a sus intereses. Entre las diversas fricciones que se plantearon se debe evaluar el peso que pudo implicar para las producciones litoraleñas la evolución de los precios, las políticas arance­larias y la intermediación porteña del mercado ultramarino.

La historiografía sobre el Litoral

La situación de la producción y el comercio del Litoral para las últimas décadas del siglo XVIII han sido evaluados por dos excelentes traba­jos. Por una parte, el estudio sobre los diez­mos de Juan C. Garavaglia ha demostrado que entre 1786 y 1802 el Litoral en su conjun­to tuvo un evidente crecimiento6. Aunque, teniendo en cuenta que, como el mismo autor señala, ese comportamiento no tocaba por igual a todas las áreas de aquel espacio. Así, Santa Fe fue la que mostró una mayor dinámi­ca, seguida luego por Buenos Aires, la Banda

Oriental y más atrás Corrientes.Posteriormente el trabajo de Claudia Went-

zel sobre los flujos mercantiles de fines del siglo XVIII, ha corroborado este desarrollo del Litoral7. Para la autora, Buenos Aires se con­solida como uno de los polos dinámicos de América Meridional en su función de puerto que relaciona una combinación de áreas con el exterior. De todas esas áreas participantes en el mercado de Buenos Aires, la del Litoral es una de las más importantes.

Por entonces, la tendencia del comercio del Litoral fue al alza, marcada por una constante hasta 1818. En cuanto a la composición se observa que la yerba mate es predomi­nante, completándose el flujo con produc­tos ganaderos y textiles. Pero hacia 1790- 1800 la ganadería comenzará a cobrar mayor peso, generando una nueva coyun­tura para estos productos.

También, Tulio Haperín Donghi ha marcado el rápido avance del Litoral a fines del siglo XVIII. Sin embargo habría sido, según el autor, un avance parcial en medio de penosos rea­justes, por lo cual no sería sino el momento inicial de un proceso irreversible, que recién a lo largo del siglo XIX remodelaría el panorama del litoral rioplatense8.

Pero, iniciado el período de las guerras de la independencia y los disturbios que esta generó, ¿cómo evolucionó la situación a partir de 1820, al cristalizarse la presencia de los Estados Provinciales y el avance de la producción pecuaria en la segunda década del siglo XIX?

Los trabajos de José Carlos Chiaramonte muestran que la situación en Corrientes cobra singularidad desde fines de 1821, cuando los correntinos pudieron asumir su autonomía política al constituir su Estado Provincial9. A partir de entonces esta provincia se erigió en uno de los pocos casos exitosos, para esos años, en que se logró sostener un desarrollo económico a la par de una singular estabilidad política. Los pilares de aquel desarrollo fueron tres factores esenciales que se conjugaron en el proceso: su variada riqueza de recursos naturales, el papel de la nueva administración

64

Page 62: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núni. 9, 1995

provincial y la notable expansión mercantil. Estos elementos dieron, a partir de 1824, un fuerte estímulo a la producción y el comercio que se tradujo en un moderado y lento desa­rrollo económico10.

Para Entre Ríos los estudios postulan una realidad singularmente diferente. En primer lugar, como sabemos, la provincia vivió desde principios de 1820 hasta 1831, una larga coyuntura de crisis política en la cual se suce­dieron un sinnúmero de gobiernos, ninguno de los cuales logró consolidarse en el poder. Según Cesar Perez Colman11, la situación propicia que se había experimentado a princi­pios del siglo XIX fue afectada severamente por las guerras civiles y de la independencia, las cuales habrían dañado a numerosas indus­trias y al comercio local generando a partir de allí una coyuntura de crisis. También, M.Burgin observa que en Entre Ríos y Santa Fe, la actividad principal estuvo constituida por los bienes pecuarios, siendo predominantes los cueros y la carne salada12. Al igual que Pé­rez Colman, afirma que la situación de estas producciones y del comercio para las décadas de 1820-40 era bastante desalentadora. Para Burgin, el magro progreso se debía en gran parte a que los entreoíanos no pudieron manejar su comercio exterior con mayor autonomía y se vieron peijudicados por la intermediación porteña, lo que era particular­mente grave dado el carácter competitivo de sus respectivas producciones.

Una visión similar en cuanto al estado de desamparo en la producción y el comercio es sostenida por Beatriz Bosch13. Según esta interpretación la situación económica habría llegado a ser sumamente crítica, al punto de que a principios del decenio de 1820 se daba en la provincia una escasez de numerosos artículos de primera necesidad. Para Tulio Halperín, el panorama de Paraná entre 1814- 1820, era sombrío debido a las luchas civiles que ocurrieron en esos años, por lo cual se había devastado la producción ganadera; por esto la primera tarea, en años posteriores, sería la reconstrucción económica14. Así, esta zona habría pasado del auge ganadero

de fines del XVIII a una situación de hambru­nas a mediados de los años de 1820. Finalmente, también para el caso de la provin­cia de Santa Fe los distintos trabajos concuer- dan en que a principios de 1820 la producción dominante era la actividad pecuaria, comple­mentada por el cultivo de algunos cereales como el trigo y el maíz y la explotación de los bosques de la zona norte de la provincia y dei delta ribereño del río Paraná.

Según Manuel Cervera, la campaña santa- fesina desde la década de 1810 se encontraba escasa de ganado y carne a consecuencia de los saqueos que habían desatado las guerras de independencia15. Esto, para Cervera, ha­bría llevado a abandonar muchas estancias llegando a interrumpir el flujo exportador. Así Santa Fe pasaría, en pocos años, de ser dueña de una inmensa cantidad de ganado a una situación de crisis devastadora. En un trabajo muy posterior Horado Pereyra confir­mó esta visión al afirmar que Santa Fe pre­sentaba en las primeras décadas del siglo XIX un estado deplorable al estar diezmada su ganadería, sin llegar siquiera a satisfacer sus necesidades internas. Esta situación de debili­dad habría ocasionado también que la provin­cia mantuviera durante varias décadas una posición relegada y que se subordinara a Buenos Aires16.

For su parte, Tulio Halperín, al analizar la misma cuestión, señala que la condición de la provincia era sumamente grave, ya que se había consumido desenfrenadamente en pocos años la riqueza ganadera17. Así, uno de los síntomas más claros de la realidad que se vivía a principios de 1820, estaría ejemplifi­cado por los términos del convenio entre Santa Fe y Buenos Aires, por el cual esta última se comprometía a entregar un plantel de vacunos para intentar revertir la situación desastrosa de la ganadería santafesina. Según este autor, la recuperación de Santa Fe se daría en forma muy lenta. Así, aún para los años de 1850 las tierras potencialmente ricas de la frontera provincial con Buenos Aires todavía no ha­brían sido repobladas con ganado vacuno.

65

Page 63: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani"

Como conclusión de esta breve síntesis podemos afirmar que, según la interpretación dominante hasta ahora en los estudios, duran­te la primera mitad del siglo XIX la producción y el comercio en Entre Ríos y Santa Fe se encontraban en una profunda crisis. Según los distintos autores esta situación tuvo su origen en los sucesos revolucionarios y la anárquica situación posterior, que habrían peijudicado a la producción ganadera y a los circuitos co­merciales. Por su parte, a diferencia de los casos anteriores, los correntinos habrían logrado superar tempranamente los desajustes producidos por los sucesos revolucionarios, lo que les habría permitido sostener un proceso de fortalecimiento estatal y de lento crecimien­to de sus actividades económicas.

Las fuentes y su tratamiento

Para la elaboración de este trabajo hemos utilizado esencialmente tres tipos de documen­tación. En primer término para el periodo de 1822 a 1833 hemos tomado la información de los Manifiestos de Aduana, documento que presentaban los consignatarios de mercancías ante la aduana de Buenos Aires para retirar sus productos del puerto18. Esta fuente indi­ca: la fecha de arribo y el nombre de la em­barcación; los efectos introducidos, así como su procedencia y volumen (expresados en arrobas, libras o unidades); los precios de aforo y el valor total de la operación. Final­mente señala el o los impuestos que pagaba cada producto, su porcentaje y valor total, el nombre del consignatario y eventualmente el del remitente19.

Debido a que una cantidad significativa de efectos introducidos en Buenos Aires no abonaban impuesto de entrada — especial­mente los productos ganaderos y las made­ras— , éstos solían no ser declarados en los manifiestos, por lo que esta omisión impide la reconstrucción de una parte del flujo. Pero dicho problema ha podido ser salvado al complementarse los documentos anteriores con la serie de Libros de Casilla de Resguardo

de Aduana de Buenos Aires entre 1822-33; éstos son anuales, están rubricados y regis­traban diariamente la entrada de todas las mercancías a la casilla de la aduana. En esta última fuente se indica: fecha de arribo y nombre del barco, tipo y volumen de los productos y el nombre del consignatario20.

Finalmente, para el lapso que va desde 1834 a 1849 utilizamos los datos de los libros de Contribución Directa. Estos libros están compuestos por los manifiestos que presenta­ban los comerciantes, al igual que los mencio­nados en primer término, en donde esencial­mente se tomaba nota del impuesto de Contri­bución Directa que gravaba el cuatro por mil del valor de la operación. En esta fuente figura regularmente, la fecha, los efectos, la canti­dad, el precio unitario de los productos, el barco transportista, el nombre del consignata­rio y la cantidad que abonó de impuesto al ingresar a Buenos Aires21.

A partir del cruce de las fuentes menciona­das se ha obtenido una serie representativa del comercio del litoral a Buenos Aires22. No obstante, debemos señalar que para el caso de Entre Ríos y Santa Fe las cifras que hemos obtenido para los años de 1823 y 1824 no son confiables, pues creemos que en esos años las fuentes presentan datos incompletos para estas provincias; por lo tanto hemos preferido en este estudio no incluir valores para ese lapso. Asimismo, carecemos de datos en las fuentes para los años que van desde 1836 a 183923.

Por otra parte, dada la frecuente ausencia en las fuentes, de 1822 a 1833, de los precios de los productos ganaderos, estos han sido tomados de los valores al por mayor del mercado de Buenos Aires, para cada una de nuestras operaciones24. Estos precios son equivalentes a los de aforo, ya que según la legislación de aduana de Buenos Aires "los derechos [impositivos] se calculan sobre valores de la plaza por mayor, declarados por los interesados al tiempo de presentar su manifiesto"25.

También es de advertir que los valores registrados en los documentos a partir de

66

Page 64: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani. núm. 9, 1995r*wr

1822 están expresados en pesos papel. Como sabemos, esa moneda no es un buen indica­dor debido al fulminante proceso inflacionario que se desató en Buenos Aires a partir de 1826, por lo que su uso nos impediría un análisis ajustado, así como la comparación con los valores de otros períodos. Para evitar esos problemas hemos convertido (mes a mes) el peso papel a pesos oro y con poste­rioridad a pesos plata como aparecen en el trabajo26.

Evolución del flujo mercantil del Litoral, 1810-1849

Si observamos el comportamiento del flujo comercial en el período independiente y lo comparamos con los decenios anteriores (ver Gráfico I), vemos que la primera década poste­rior a la revolución se mantiene en valores similares a los de 1800-1809. Recién a partir de 1820-25 hay una baja, pero a partir de 1827 ya se dio una importante recuperación del comer­cio con una sostenida alza.

Estos valores nos muestran, por una parte, que no fue tan traumática la década de 1810- 20 como han sostenido ciertos trabajos, y también, que hubo una baja a principios de la década de 1820 producto esencialmente de una merma en la ganadería litoraleña. Los valores ya se recuperan desdé 1828, a pesar de que el bloqueo brasileño entre 1826-28 dificultó notablemente el comercio de productos ultramarinos. Así, podemos afirmar que desde 1830 en adelante se consolidaría el crecimiento del comercio litoraleño, que se apoyó principal­mente en los efectos de origen pecuario.

Con respecto a la composición de las transacciones podemos observar que en el flujo hubo una constante supremacía de los cueros que representaron el grueso de las mercancías exportadas (ver Gráfico II). Sin embargo, debemos remarcar que en diferen­tes momentos el flujo adquirió un carácter más diversificado gracias a la presencia de productos que tenían como destino los mer­cados domésticos.

Así, desde 1785 hasta 1800 los productos pecuarios representaron poco más del 60% de los valores, mientras el resto estaba compuesto por yerba mate y textiles. Más tarde, entre 1801-09 cae la presencia de estos últimos productos al 12%, llegando los productos ganaderos a representar el 88%, A partir de 1810 y hasta 1825 en que se da una difícil situación de la producción ganade­ra, los productos pecuaríos suman el 54% de los valores mientras que el resto de los productos llega al 46%. Finalmente a partir de 1830 se acentúa el casi absoluto predo­minio de los cueros, siendo mínimo el aporte de productos como la cal, el tabaco y los cueros de nutria.

El comercio de las provincias litoraleñas

1. El comercio de Corrientes

El comercio de Corrientes a Buenos Aires en el período nos muestra sucesivas variaciones en su comportamiento Entre 1815-25, sufre una baja, que se debe a la crisis de la gana­dería correntina en ese período. Luego, entre 1826-35, recuperado el stock ganadero, suma­do con las suelas y el tabaco, el comercio tuvo un alza significativa. Más tarde sufrió un impacto negativo producto de sus enfrenta­mientos bélicos con Buenos Aires, los cuales diezmaron parte de su economía. Así, ésta se vio afectada en 1840-43 y 1845-46 dándose en estos últimos años continuos altibajos (ver Gráfico III).

En cuanto a la composición en la primera etapa (1815-25) hay un ligero predominio de los productos ganaderos (cueros de vaca, bagual y suelas) sobre el resto de los produc­tos agrícolas y manufacturados (tabaco, yerba mate y cigarros). En un segundo momento (1826-49) muestra un perfil distinto, ya que se va acentuando el predominio de los efectos ganaderos.

También se puede hacer otra lectura de estos datos, al advertir que, salvo ios cueros,

67

Page 65: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani"

el resto de las mercancías muestra cierto nivel de valor agregado. Así, si sumamos las manu­facturas (suelas, cigarros) junto a otros pro­ductos con un relativo proceso de elaboración (tabaco y yerba) se comprueba que la estruc­tura de producción correntina era más comple­ja que la de sus vecinas provincias litoraleñas.

No obstante lo señalado, se puede ponde­rar el peso de los productos ganaderos en el comercio correntino como la producción que plasmó la tendencia. Al tiempo que también se puede afirmar que la composición de éste nunca perdió su carácter diversificado, aunque el tabaco, los cigarros y la yerba mate fueron decayendo en su importancia relativa, hasta verse excluidos del flujo.

El comercio de los productos ganaderos

La ganadería correntina entre 1815 y 1820 debió soportar el peso de la irrupción artiguista y luego entrerriana, que diezmaron el stock ganadero provincial a causa de los arreos, matanzas y robo de ganado, métodos frecuen­tes en los disturbios de esos años.

Aquellas sucesivas campañas militares sobre Corrientes llevaron, al igual que en otras zonas del litoral, a un consumo significativo de cabezas de ganado. Ello motivó que una de las primeras preocupaciones del gobierno correntino a partir de 1822 fuese la recoñstitu- ción de la ganadería.

Cueros vacunos

Los índices del flujo mercantil reflejan, sobre todo a partir de 1823, la crisis ganadera, mostrando una caída drástica en los cueros de vaca y en las suelas. Esta baja reflejó la prohibición gubernamental de extraer cueros de Corrientes, estipulada en el decreto de diciembre de 1822 al "quedar absolutamente prohibida la extracción de cueros de vaca y becerro"27.

La intención del gobierno fue controlar el estado de la ganadería y permitir el creci­

miento del stock, por lo que también se orde­naba que "los comerciantes y hacendados harán un exacto manifiesto de los que tuviesen acopiados, hasta aquella fecha, reservándose el gobierno tomar las más eficaces medidas para impedir abusos..."28. Además, estos decretos fueron acompañados por otras disposiciones que impedían la salida de ganado en pie — vac­uno y caballar— fuera de la provincia29.

Las prohibiciones se mantuvieron estricta­mente por dos años y sólo a partir de 1825 se permitió la extracción de caballos y la venta de cueros. El flujo mercantil y el crecimiento del stock ganadero que muestran los censos, confirman la efectividad de las restricciones del gobierno30.

Sin embargo, superadas las prohibiciones y recuperado el ganado, el bloqueo brasileño entre 1826-28 afectó la circulación y dilató la recomposición del comercio de cueros. Recién a partir de 1829, se produjo un violento salto en las exportaciones. Esta inversión en la tendencia tuvo como correlato la reapertura del comercio ultramarino que permitió la salida del stock de cueros acumulados.

A pesar de las fluctuaciones^ anuales que registran las exportaciones de cueros , desde 1829 en adelante tuvieron un promedio anual de 36000 piezas, convirtiéndose en el produc­to principal del comercio correntino a Buenos Aires. Esta evolución guarda un comporta­miento similar con el flujo comercial de cueros de Córdoba con destino a Buenos Aires anali­zado por Assadourian31.

Las suelas

El segundo producto en importancia de origen ganadero en el comercio correntino fueron las suelas. Su ritmo fue similar al de los cueros de vaca, con una baja entre 1822-25, pero con la diferencia que éstas se recuperaron a partir de 1826, ya que se beneficiaron con la reconstitu­ción del stock y no se vieron afectadas por el bloqueo portugués, pues eran un producto con una importante demanda — especialmente por la guerra— en el mercado interno.

68

Page 66: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

En el lapso 1828-33, las suelas ocuparon el segundo lugar en las exportaciones, represen­tando el 14.5% del total comercializado, con un promedio de 3500 unidades anuales. Las fluctuaciones que registran, a partir de 1829, podrían ser explicadas ya sea en base a una elección entre comercializar los cueros al pelo o a su conversión en suelas. Sin duda, la rentabilidad de uno y otro producto debe haber decidido la preferencia.

El aumento de las exportaciones de cue­ros al pelo y la competencia de las suelas paraguayas y tucumanas en el mercado porteño, parecen haber afectado a la indus­tria. En 1835 habría comenzado a declinar el sector, y la situación se agudizó en la déca­da de 184032.

En síntesis, la posibilidad de introducir cueros en el mercado ultramarino — casi ilimitada para las cantidades involucradas en las exportaciones de la ganadería correnti- na— , conjugado con un mercado interno para las suelas, junto al crecimiento del stock ganadero permitieron, a partir de finales de la segunda mitad de la década de 1820, que estas mercancías tuvieran un alza significativa marcando el ritmo de las exportaciones.

El comercio del tabaco, los cigarros y la yerba mate

Estos productos, típicos en el comercio colo­nial, se caracterizaron en el período estudiado por sus continuas fluctuaciones y su desapari­ción en el tráfico mercantil a Buenos Aires. Indudablemente, se debió a que estos efectos compitieron en el mercado porteño con pro­ducciones sustitutivas del Paraguay y el sur brasileño.

Las posibilidades de las mercancías corren- tinas, como veremos más adelante, dependie­ron de los precios con los cuales accedieron a la plaza de Buenos Aires. A ello se sumó otra restricción importante como fueron los recar­gos impositivos que tuvieron en el lapso anali­zado, con un impuesto de entrada que osciló entre un 10 y 20% de su valor comercial.

El flujo mercantil del tabaco y los cigarros muestra las mismas tendencias. El primero, entre 1822 y 1826, sufrió continuas oscilacio­nes , con un promedio de 3000 arrobas anua­les. A pesar de sus fluctuaciones fue el princi­pal producto de las exportaciones correntinas a Buenos Aires entre 1822-27, representando un 35.3% del valor comercializado en dicho período.

Luego de una importante caída entre 1827- 28, el tabaco recuperó a partir de 1829 su promedio de 3000 arrobas anuales. Pese a que el promedio de los últimos cinco años no varió significativamente del que registró en el lapso anterior, vio disminuida su importancia relativa en los valores totales de las exporta­ciones de la provincia, debido a la baja de su precio en la plaza porteña.

Las posibilidades del tabaco fueron limita­das, su producción y comercialización continuó siendo periférica respecto de la paraguaya. No obstante lo señalado, los índices del comercio de tabaco correntino a Buenos Aires indican que sus volúmenes no fueron despreciables. Por tanto nos parece exagerada la afirmación de T.Whigan acerca de que "between the 1820 and 1850, the tale of correntino tabacco is one of optimistic projections that faltered and were destroyed by political reality"33.

Por su parte, los cigarros, después de una pequeña participación en los tres años inicia­les, registraron un fuerte alza a partir de 1824. De allí en más siguieron las mismas fluctua­ciones que el tabaco. Desde 1824 tuvieron una media de 3 millones de unidades anuales.

Este producto se vio gravado con un im­puesto de entrada a Buenos Aires, que en los dos primeros años fue del 10% ad valorem, para elevarse posteriormente al 20% cuando su comercio adquirió mayor peso. Detrás de la suba del arancel posiblemente se encontraba la propia industria de cigarros locales, que en la década de 1830 cobró importancia.

Los cigarros nunca sobrepasaron el 10% del valor total del comercio, siendo un 8.1% entre 1822-27, y un 4% en el segundo perío­do. La disminución en el peso relativo de la exportación de cigarros en los valores comer-

69

Page 67: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani"

cíales correntinos responde, al igual que el tabaco, a la baja que registraron sus precios en la plaza porteña.

Finalmente, el comercio de yerba mate —tan significativo en la época colonial— mantuvo entre 1822 y 1827 niveles bajos en el flujo a Buenos Aires. Su promedio fue de 580 arrobas anuales.

A partir de 1828 cambió la tendencia al alterarse la oferta y la demanda de yerba mate. El crecimiento de la primera se relacio­na con las incursiones que, desde 1827, habían organizado los gobernantes correntinos sobre las Misiones. El avance sobre los yerba- tales paraguayos parece haber permitido a los correntinos apropiarse de parte de la produc­ción. Estos, desde 1828, comenzaron a introducir yerba paraguaya a Buenos Aires, llegando a completar entre 1829-31 el 30% de sus exportaciones con producción de aquel origen.

A principios de 1830, el conflicto correntino- paraguayo se agravó. La apetencia tenaz de ambos estados por las Misiones — zona estra­tégica para la producción yerbatera, además de territorio clave como ruta comercial de las exportaciones del Paraguay— , tornó suma­mente inestable la presencia correntina en aquella región34.

Por su parte, la yerba mate de origen brasi­leño, ya desde la década de 1810 había comenzado a desplazar a la correntina y paraguaya de la plaza porteña35. Pero el conflicto bélico con los portugueses (1826-28) afectó este comercio, provocando un gran alza en sus precios. Esta coyuntura habría altera­do la demanda de yerba correntina, la que pudo reemplazar en parte a la brasileña, registrando un crecimiento en su tráfico y una baja en su precio. En 1831, los valores de la yerba mate de Río Grande y Parana- guá recuperaron sus precios habituales — por debajo de la correntina— , al tiempo que ésta se redujo notablemente hasta desaparecer del flujo en 1833.

Esta alteración se habría dado, según T. Whigan, debido a que "High prices directly stimulated the expansión of yerba economies

in areas that hither to had not producet the herb for export"36, de este modo "the hinter- land of Paraná province and several districs of Río Grande do Sul benefited greatly"37. Para comienzos de 1820 las producciones paragua­yas y correntinas ya no dispusieron de un mercado seguro en Buenos Aires.

La yerba correntina alcanzó en el periodo 1828-32 un promedio de 2150 arrobas anua­les, cantidad que representó el 3.3% del valor comercial entre 1828-33.

Sin duda, las permanentes fluctuaciones en el comercio de yerba mate son difíciles de precisar. Hasta que no dispongamos de cifras sobre el comercio paraguayo-brasileño hacia el Plata, no será viable una explicación acaba­da del tráfico de yerba en el mercado porteño.

Por tanto, las mercancías correntinas dirigi­das al mercado doméstico marcan, a partir de sus fluctuaciones en el comercio conjuntamen­te con la caída de sus precios, la dificultad que enfrentaron en Buenos Aires para compe­tir con los productos tanto paraguayos-brasile­ños como porteños, que parecen haberle impedido consolidarse en esa plaza.

2. El comercio de Entre Ríos

Si observamos el Gráfico IV podemos ver que el flujo mercantil entrerriano muestra un magro desempeño hasta la década de 1830 en que inicia un movimiento ascendente que se pro­longó en las dos décadas siguientes. Sin duda, el pobre comportamiento de la produc­ción ganadera en los primeros años estudia­dos tuvo un impacto muy directo sobre el total de las exportaciones. A diferencia, esta provincia, no contaba con productos expor­tables como el tabaco o la yerba mate, y sólo tuvo en el comercio de cal una alter­nativa que paliara en parte la baja de las exportaciones pecuarias.

La recuperación y posterior crecimiento de los valores comerciales estuvo estrechamente ligada a la expansión de la frontera económica sobre los territorios del este de la provincia, en la ribera del río Uruguay.

70

Page 68: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani. núm. 9, 1995

Cuadro 1. Aporte porcentual de las zonas del rio Paraná y Uruguay en el comercio entrerriano a Buenos Aires

Procedencia 1826-30 1831-35 1846-50Costa Paraná 58.5 46.8 26.9Costa Uruguay 41.5 53.2 73.1

Si analizamos la contribución regional que tuvo esta provincia, vemos que desde 1826 en adelante la zona de la ribera del Uruguay tuvo una nueva dinámica en el flujo comercial, y su participación llegó a fines del período analiza­do a superar el 70 % de los valores traficados.

El comercio de los productos ganaderos en Entre Ríos

La situación de la producción ganadera entre- rriana fue ruinosa durante los primeros años del decenio de 1820; esto se convirtió en la preocupación principal del gobierno, él cual señalaba su intento de buscar "con empeño los medios de hacer reembolsar a los hacen­dados que han sido arruinados en el curso de la guerra civil"38, para lo cual decretaba que los afectados se consideraran con derecho de recibir algún resarcimiento por los daños causados.

Como hemos expuesto, los valores comer­ciados muestran que la zorta del Paraná aumentó lentamente sus exportaciones, mien­tras que la zona sobre la costa del Uruguay fue la que logró una mayor dinámica en la producción pecuaria. La expansión de la frontera este de la provincia parece haber permitido a los estancieros obtener ganado en la costa de la Banda Oriental; así lo sugiere el hecho de que en 1823 se decretara con énfa­sis que "los que pasen a la Banda Oriental caballadas, y traigan en su retomo ganados, quedan absolutamente libres.." y no deben pagar en dicho tránsito derechos, tan sólo se les toma una fianza39.

Nuestros datos nos señalan que a partir de 1828 se da un continuo crecimiento en la exportación de cueros vacunos, estos tuvieron

entre 1829-33 una media de 35000 unidades: cifras que aumentaron notablemente en los decenios posteriores.

El comercio de cal

Desde fines del siglo XVIII se desarrolló la producción de la cal. Para 1809 había en la provincia once establecimientos que estaban establecidos en ambas riberas de Entre Ríos. Uno de los primeros en explotar ¡os yacimien­tos habría sido Manuel Barquín, a quien en años posteriores le siguieron una serie de productores y arrendatarios entre los que estuvieron Juan de Iriarte, José Díaz Velez, Salvador Espeleta, Juan Garrigos, Francisco Candiotti, Camilo Idoate, todos ellos importan­tes personajes de la economía entrerriana.

El Estado provincial fue también uno de los impulsores de esta producción, no sólo como arrendatario40 sino también como productor en varios yacimientos. Así, en 1822 el gobier­no mandó a que ”en el horno que se conoce de la propiedad de Don José Eusebio Ereñu, se deben construir por cuenta del Estado 6000 fanegas de cal.."41. Esta producción fue parte significativa de las exportaciones de la provin­cia, llegando en algunos casos a enviarse en parte de pago por las deudas contraídas por Entre Ríos con Buenos Aires.

Según nuestros datos la cal fue, después de los cueros, el segundo producto en impor­tancia en la economía entrerriana. Su exporta­ción, a pesar de algunos altibajos, tuvo una media de 6000 fanegas entre 1822-33, y su producción estuvo centrada en la costa del Paraná.

3. El comercio santafesino

El flujo mercantil santafesino muestra un pico de crecimiento entre los años de 1812-18, producto de su rol de puerto reexportador de yerba mate. Posteriormente sufre un estanca­miento en sus exportaciones, producto de su vapuleada ganadería y la pérdida de su papel

71

Page 69: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani'

de intermediario de productos del Alto Paraná. Así, entre 1820-40 los valores comerciales se mantienen por debajo de los 80 mil pesos. En la década de 1840 el crecimiento de la pro­ducción pecuaria de la zona sur de la provin­cia posibilitó un aumento sustancial en los valores (ver Cuadro 2 y Gráfico V).

Cuadro 2. Aporte porcentual de los puertos de Santa Fe y Rosario en el comercio santafesino a Buenos Aires

Procedencia 1826-30 1831-35Santa Fe 93.5 38.7Rosario 6.5 61.3

La situación de la ganadería en Santa Fe a principio de 1820 parece estar en un estado crítico; tal como ya hemos señalado para los otras provincias del Litoral estaba necesitado de rehacer su stock ganadero. El Estado intento, al igual que en Corrien­tes, brindar alguna protección al ganado caballar y a los vacunos. Por las cifras que encontramos en sus exportaciones a Buenos Aires su estado no llego a recu­perarse hasta la década de 1840.

Los cueros de nutria fueron el segundo producto en importancia que exportó la provin­cia. Aunque el comportamiento de este comer­cio fue muy desigual, para los años 1826-27 se registró un verdadero boom llegando a comerciar 11000 docenas; para luego descen­der notablemente en sus cantidades, sufriendo notables fluctuaciones.

Precios, aranceles e intermediación comercial

En las relaciones mercantiles litoraleñas la evolución de los precios, la cuestión de los aranceles y la intermediación mercantil se constituyeron en temas que generaron per­manentes discusiones entre ios Estados Provinciales. Como veremos los intereses que esgrimían los diferentes actores eran heterogéneos y por ello mismo de difícil solución.

En primer término, trataremos la política arancelaria implementada por el estado de Buenos Aires para el ingreso de mercancías a esta ciudad. Por lo tanto, expondremos una breve síntesis de las tarifas limitándonos solo a mencionar lo concerniente a los aranceles que regían para el comercio ¡nterprovincial entre 1822 y 1852.

Según la legislación de 1822 las tasas que debían pagar las mercancías introducidas desde las provincias en Buenos Aires se distribuía de la siguiente manera: nopagaban las maderas, la carne salada, el arroz, la lana, el algodón, la cerda, el coñac y los vinos. Pagaban un 10% ad valo- rem la yerba mate y el tabaco. Un 20% ad valorem los cigarros. El resto de los efectos pagaba un 4% ad valorem42.

Mas tarde, en 1824 se declaro libre el ingreso de todos los productos de las provin­cias, pero con la acepción de la yerba mate y el tabaco que continuaban pagando un 10% ad valorem, mientras los cigarros también pasaban a un 10% ad valorem siempre que su precio no excediera los 20 pesos la arroba43. Estas tarifas persistieron en los años posterio­res. La reforma que introdujo Juan Manuel Rosas en 1835 vario la situación del comercio interprovincial. Así, la yerba mate y el tabaco continuaron gravadas con una tasa del 10% ad valorem y los cigarros un 20%. Los demás productos no pagaban impuesto.

Como podemos comprobar este sistema favoreció la entrada a Buenos Aires de los productos pecuarios, que luego eran reexpor­tados a ultramar por el comercio porteño; al tiempo que gravaba sobre todo a los produc­tos correntinos que eran exportadores de tabaco, yerba mate y cigarros.

Los aranceles de la yerba mate y el tabaco

En primer lugar, veremos el caso de la Yerba mate proveniente de Corrientes. Si esta mer­cancía en el período colonial había sido uno de los productos principales de esta región, en la década de 1820, como vimos, continuó

72

Page 70: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani. núm. 9, 1995

perdiendo importancia y fue sustituida en ia plaza porteña por la hegemonía de la yerba producida en el Brasil.

La suerte de esta mercancía correntina estuvo ligada a las condiciones adversas que tuvo que enfrentar en el mercado; si compara­mos en primer lugar, los precios y además observamos el peso de los aranceles con que ingresaban al mercado porteño la yerba co­rrentina y la brasilera se hace evidente las ventajas que tuvieron estas últimas.

Cuadro 3. Precios y aranceles de la yerba mate en Buenos Aires (en pesos plata por arroba)

de Corrientes de Paranaguá de Rio GrandeAño Precio Arancel Precio Arancel Precio Arancel1823 4.3 0.43 3.7 0.74 1.7 0.341824 3.7 0.37 3.4 0.68 1.1 0.221825 3.5 0.35 3.4 0.68 0.8 0.161826 2.8 0.28 5.9 1.18 3.1 0.621827 1.7 0.17 8.4 1.68 4.3 0.861828 1.7 0.17 - - - -

1829 1.1 0.11 — _ - _

1830 4.3 0.43 3.2 0.64 - _

1831 7.1 0.71 2.5 0.50 0.9 0.181832 4.9 0.49 1.5 0.30 0.8 0.16

El cuadro nos muestra los precios de la yerba mate y a su lado hemos calculado el valor que debió pagar este producto (10% ad valorem para la correntina y 20% para las brasileras) en concepto de arancel para ingresar al mer­cado porteño. De estas cifras se pueden extraer dos conclusiones; en primer lugar, como ya afirmamos salvo los años de la guerra con los portugueses el precio de la yerba brasileña fue inferior a los litoraleños. Asimismo, los costos impositivos al ser de carácter ad valorem también favorecieron a las mercancías del Brasil.

Entonces según nuestros datos, el precio de la yerba del país no fue inferior a las extranje­ras44; y tampoco recibió a través de los aran­celes una protección que le permitiera una situación de preferencia.

En el caso del tabaco, a diferencia de la yerba mate, la incidencia de los precios y el monto del arancel muestra que efectivamente en este caso recargo más al proveniente del Brasil.

Cuadro 4. Precios y aranceles del tabaco correntino y brasileño (en pesos plata por arroba)

Tabaco correntino Tabaco brasileñoAño Precio Arancel Precio Arancel1824 9.6 0.96 6.2 1.551825 64 0.64 6.6 1.651826 13.5 1.35 14.2 3.551827 5.7 0.57 16.4 4.101828 6.1 0.61 — —

1829 4.3 0.43 — —

1830 5.1 0.51 4.9 1.221831 5.9 0.59 6.4 1.601832 6.7 0.77 75 1.871833 4.9 049 7.2 1.80

De esta manera para los dos productos anali­zados no acordamos completamente con lo afirmado por Burgin cuando señala que en Buenos Aires "recibían tratamiento de prefe­rencia el tabaco y la yerba mate del país"45, tal como vimos eso no ocurrió con la yerba mate. Por lo expuesto, creemos que si bien para algunos productos podría ser cierto que "los precios locales subían mas lentamente que los internacionales, (y por tanto) se en­sancho la separación existente entre los precios locales e internacionales, (otorgando) un efecto protector de la industria loca!"46; esto debe ser estudiado y demostrado para cada uno de los productos de gran consumo en ei Río de la Plata.

La razón de estas tarifas, que Buenos Aires defenderá ante las protestas de algu­nas provincias de! interior, como veremos más adelante, fue mantener una política de mercado abierto que permitiera el ingreso de ios productos de menores precios Ello permitía mantener más bajo el costo de la vida y en el caso de otros productos, que eran insumos, tener costos de producción menores.

Si para los correntinos era mas justo que en Buenos Aires protegieran a los productos que ellos llamaban del "país", para los porteños lo justo fue resguardar sus intereses mantenien­do bajos los precios, al tiempo que el Estado Porteño recaudaba a través de su política arancelaria una cantidad mayor de dinero.

73

Page 71: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani"

Los cueros vacunos

Los productos pecuarios, a diferencia de los anteriores, no sufrieron recargos significativos para ingresar al mercado porteño. Para 1822 y 1823 los cueros solo pagaban 4% ad valorem y estaban libre de pago la cerda y la carne salada. Mas tarde, en 1824 se declararon libres de ingreso todos los productos pecuarios, estimu­lando de esa manera el ingreso de estos efectos al puerto de Buenos Aires.

En el caso de estas mercancías nos parece significativo mencionar las consecuencias que pudo haber tenido, para la rentabilidad de las distintas provincias productoras, la baja de los precios y los costos de comercialización. En primer termino, se debe tener en cuenta que los cueros rioplatenses eran tomadores de precios en el mercado ultramarino y por ello se deben haberse visto afectados en forma negativa, como ya lo ha señalado T. Halperín y J.C.Chiaramonte, por la baja de los precios en los mercados de Inglaterra y Hamburgo47 (ver Gráficos VI y Vil).

En segundo lugar, los provincias del litoral, a diferencia de Buenos Aires, debieron sopor­tar los costos de intermediación que le impu­sieron los porteños. Lamentablemente aún desconocemos datos precisos sobre las perdi­das potenciales que sufrían los productos litoraleños. No obstante, es oportuno recalcar lo señalado por M. Burgin acerca de que la intermediación comercial habría costado a las provincias del interior, aclarando que en la zona Litoral quizás fue menor, entre un 20 y 30% del precio de los efectos. Por su parte, Chiaramonte para el caso de algunas opera­ciones de cueros vacunos pudo calcular que los correntinos perdieron alrededor del 6% del valor por pesada de cuero en concepto de costos comerciales48.

Sin duda, si el comportamiento de los precios en los mercados europeos no depen­día de los acontecimientos rioplatenses; no era de igual tenor la situación de intermedia­ción comercial del Litoral que tenía carácter artificial; ya que los ríos interiores eran nave­gables, y estas provincias podían relacionarse

directamente con el mercado ultramarino. De allí que los acontecimientos dependieron de las relaciones interprovinciales, y allí los inte­reses eran divergentes por lo cual las relacio­nes de fuerza dirimieron los acontecimientos.

Las discusiones entre correntinos y porteños

En el Litoral las discusiones sobre las tarifas y la libre navegación llegaron a un punto critico a comienzos de la década de 1830. Entonces esta se vio reflejada, junto a otras cuestiones, en los escritos, correspondencia y artículos periodísticos sobre todo de políticos correnti­nos y porteños.

Como señalamos al comienzo de este trabajo, el objetivo de los correntinos fue una política económica basada en un sistema mercantil en el cual se trataba de restringir al máximo las importaciones y de expandir el comercio exterior para lograr equilibrar la balanza comercial. En este esquema se inten­taba fomentar los productos locales y cargar con fuertes aranceles a los productos que eran potenciales competidores, y de esta forma llegar a tener superávit en el comercio aumentando el caudal de metálico de la eco­nomía provincial.

El programa correntino incluía, en su intento de sustituir importaciones, la producción local de algunos efectos que hasta entonces impor­taban; así, se fomento la elaboración de aguardiente y azúcar, al tiempo que se instau­ro una protección arancelaria muy fuerte al ingreso de esas producciones. Pero el proble­ma no terminaba allí, también para aquellos era necesario defender en otros mercados a los productos correntinos que competían con otros importados, para lo cual reclamaban dar prioridades a estos productos que estos llama­ban "nacionales".

En términos del correntino Pedro Ferre la cuestión del comercio de exportación e impor­tación tenía las siguientes características: "Para que las producciones de esta [provincia] prosperen como en tiempos pasados, es

74

Page 72: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani. núm. 9, 1995

necesario apartar y remover todo obstáculo que pueda impedir su industria, es decir, prohibir absolutamente la importación de algunos artículos que ella produce y puede proporcionarse, y al mismo tiempo habilitar otro ú otros puertos mas que el de Buenos Aires para el comercio de extranjería. Habilitándose, por ejemplo, el puerto de Santa-Fe, se disminuirán las distancias que los artículos de comercio del pais tienen que correr hasta llegar al mercado de Buenos Aires, y por supuesto se ahorrarán gastos de conducción ,.."49.

Los términos postulados por Ferre fueron rechazados por su carácter antiliberal y retró­grado en varios artículos periodísticos de Buenos Aires. Para el gobierno porteño "mu­chas son las razones que se oponen á la prohibición absoluta en los términos que la solicita el Sr. Ferre.1— La falta de una principal parte de estimulo para adelantar y perfeccionar la industria del pais, cuando nada hubiera de recelar de la concurrencia extranjera.2— El abuso que se haria para fijar arbitraria­mente los precios.3— La notable inferioridad en que queda­ría la industria del pais en este estado de aislamiento.4— La actividad que se pondría en la introduc­ción clandestina.5— La injusticia por parte del gobierno en privar á los ciudadanos del derecho de com­prar lo mejor, cuando es mas barato"50.

De implementarse las medidas solicitadas era obvio que la más perjudicada sería Bue­nos Aires, ya que perdería control en el circui­to mercantil al permitir la libre navegación, perdería parte de los ingresos aduaneros que eran el sustento de sus finanzas públicas y encarecería los productos que consumía. Por lo cual se convertía en una defensora aguerri­da de su política de librecambio, y apelaba a que no se instaure un sistema comercial en el cual "las provincias, que se titulan libres y hermanas, se llenaran de barreras, y establecerían peages, como en la época mas tenebrosa del feudalismo en Europa.

Mil veces mas tiranizadas que en tiempos de los españoles...."51.

Como señalamos los perfiles productivos y comerciales de las diversas provincias llevaron a que dentro del esquema de producción y circulación que se consolido a partir de 1810 no todas aquellas encontraran en los merca­dos regionales o ultramarino iguales beneficios para sus mercancías. E r ese contexto las discusiones que se plantearon por las tarifas al no existir un Estado nacional, ni un grupo dirigente de igual carácter que pudiera con­sensuar políticas interprovinciales, llevo a que cada estado provincial actuara en función de defender sus propios intereses, y en muchas ocasiones, como la que aquí exponemos, no encontraron solución y fueron una de las cuestiones de los violentos enfrentamientos interprovinciales.

Conclusiones

La literatura rioplatense ha presentado al Litoral durante la primera mitad del siglo XIX atravesando grandes penurias económicas, que se hacen presente desde la Revolución interrumpiendo el desarrollo iniciado en esta región a fines del siglo XVIII, que recién supe­rara a partir de la segunda mitad del siglo. En cambio en este trabajo planteamos que luego de la Revolución de 1810 las economías del Litoral argentino no tuvieron un desempeño tan magro y que experimentaron una expan­sión económica con ritmos muy desiguales.

Después de 1810 el Literal acentuó su orientación comercial hacia el puerto de Bue­nos Aires, ya que la mayor parte de sus pro­ducciones se dirigieron hacia el mercado ultramarino y en menor medida al mercado doméstico. La evolución del flujo del comercio litoraleño tuvo entre 1815-27 un primer mo­mento de baja, que se revierte aproximada­mente en 1828 A partir de entonces sostuvo durante las tres décadas siguientes un alza basada en la producción pecuaria que, si la comparamos con los decenios anteriores marca un punto máximo en sus exportaciones.

75

Page 73: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani"

En cuanto a las producciones litoraleñas destinadas al mercado domésticos la situación luego de la revolución no fue tan ventajosa. Así, productos como la yerba mate, los textiles y en menor medida el tabaco — que durante el período colonial habían tenido un mercado seguro en Buenos Aires— sufrirán, sobre todo a partir de la década de 1820, la competencia de los productos brasileños que finalmente los desplazarán del mercado.

Al analizar la situación de cada una de las provincias constatamos interesantes diferen­cias en la evolución de sus estructuras econó­mico-políticas que nos indica una relación estrecha entre el éxito en el desarrollo de la organización estatal y el impulso de sus fron­teras económicas.

Los correntinos — que lograron organizar el estado y la política provincial en 1821 y que disponíandeunaeconomíamásdiversificada— fueron los que lograron en primertérmino dar un mayor impulso a sus exportaciones. Más tarde, a fines de los años ’20, la estabilidad política y la expansión ganadera hacia la costa del Uruguay permitiría también a Entre Ríos sostener un notable crecimiento de su producción pecuaria; por lo que su recuperación no data de los años 40, como se suponía, sino que comienza un década antes. Por último, los santafesinos tuvieron durante el período estudiado una situación de estancamiento que revertirán a partir del decenio de 1840 con el impulso“ de la zona sur de Rosario.

Ahora bien, dentro de este esquema de producción y circulación — vía Buenos Aires— no todos los productos provinciales encontra­ron beneficios similares, por lo cual esta fase

de moderado crecimiento económico y de predominio de un reducido grupo comercial encontró a largo plazo numerosos escollos para consolidarse progresivamente.

Así, para los correntinos las nuevas condi­ciones de competencia en el mercado porteño perjudicaron, por el mayor precio de sus productos, a la yerba mate y en menor medida al tabaco, por lo cual aquellos intentaron forzar la modificación de las tarifas arancelarias para proteger las producciones que, según su punto de vista, eran "nacionales", y se perjudicaban ante la oferta de los productos foráneos.

A la situación, poco feliz, de los productos de consumo doméstico, debe agregarse para la producción pecuaria del Litoral — competi­dora de los porteños— la imposibilidad, deter­minada por el gobierno de Buenos Aires, de utilizar libremente la navegación del los ríos Paraná y Uruguay para su comercio de expor­tación e importación; esto hizo converger el tráfico en los comerciantes de la plaza porteña que se beneficiaron del comercio de las pro­ductos provinciales.

Estas restricciones para las economías del Litoral llevaron a que se plantearan graves desacuerdos sobre los "derechos" de las distintas provincias en el seno de la Confede­ración. Las fricciones que aquellos problemas generaron llevaron a que los estados provin­ciales mantuvieran serios enfrentamientos, que dada la condición política y estatal del período — de inexistencia de un Estado y de un grupo dirigente de carácter nacional que pudiera consensuar las políticas interprovinciales— generaron un permanente estado de enfrenta­miento entre las provincias.

76

Page 74: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani. núm. 9, 199$

Notas

1. La región del Litoral está compuesta por los estados provinciales de Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires.2. El rol y la importancia mercantil que adquirió desde fecha temprana Buenos Aires está expuesta de manera excelente en el estudio de Zacarías Moutokias, Contrabando y control colonial en el siglo XVII. Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1988. "El comercio Atlántico de Buenos Aires, 1760-1796: crecimiento y continuidad", (mimeo s/f).3. El funcionamiento de los mercados y de los flujos mercantiles del siglo XVI al XVIII ha sido estudiados por: Carlos Sempat Assadourian, "La producción de la mercancía dinero en la formación del mercado interno colonial", en: E. Florescano (Comp.) Ensayos sobre el desarrollo económico de México y América Latina 1500-1975. México, Fondo de Cultura Económica, 1985. El sistema de la economía colonial. Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 1982. Enrique Tandeter, Vilma Milletich, Roberto Schmit "Flujos mercantiles en el Potosí colonial tardío" (mimeo). Juan C. Garavaglia Mercado intemo y economía colonial. México, Enlace-Grijalbo, 1983.4. La disgregación de los vínculos comerciales del espacio mercantil altoperuano no fue tota! y la región noroeste del territorio argentino mantuvo hasta la década de 1870 un activo comercio con la zona de Bolivia. Sobre esta cuestión se pueden consultar los trabajos de: Erick Langer, "Espacios Coloniales y economías nacionales; Bolivia y el norte argentino (1810-1930)", en: Siglo XIX, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Autónoma de Nueva León. 1987. Viviana Conti, "Una periferia del espacio mercantil andino: el norte argentino en el siglo XIX". En: Avances en investigación; Antropología e Historia. Salta, Facultad de Humanidades, Universidad de Salta. 1989. Erick Langer y Viviana Conti, "Circuitos comerciales tradicionales y cambio económico en los Andes Centromeridionales (1830-1930)". En: Desarrollo Económico, N. 121, Vol. 31, (Abril- Junio)^ 991.5. Sobre esta cuestión seguimos la postura que recientemente ha formulado José Carlos Chiaramonte en sus trabajos: "Formas de identidad en el Río de la Plata luego de 1810", En: Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani". N. 1, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires (UBA).

Buenos Aires, 1989, págs. 71-92. Mercaderes del Litoral. Economía y sociedad en la provincia de Corrientes, primera mitad del siglo XIX. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1991 pág. 21-54. "El mito de los orígenes de la historiografía Latinoamericana". Cuadernos del Instituto Ravignani, Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani, Facultad de Filosofía y Letras, UBA. Buenos Aires 1991.6. Ver: Juan Carlos Garavaglia, "Crecimiento económico y diferenciaciones regionales en el Río de la Plata a fines del siglo XVIII", En: Economía, Sociedad y Regiones. Bs. As. Ediciones De la Flor, 1987. págs. 35-54.7. Claudia Wentzei, "El comercio del Litoral de los Ríos con Buenos Aires: el área del Paraná 1783- 1821". En: Anuario del Instituto de Estudios Histórico-Sociales. (IEHS) N. 3, Tandil, Provincia De Buenos Aires. 1987. págs. 161-210.8. Tulio Halperín Donghi, Revolución y Guerra. Formación de una elite dirigente en la Argentina criolla. Buenos Aires, Siglo XIX, 1972. págs. 15,27-31.9. La constitución del Estado Provincial correntino se consumó al consolidarse en el poder un grupo dirigente integrado por comerciantes y hacendados locales que lograron ejercer un alto grado de legitimidad e impusieron su control sobre el hintertand rural de la provincia.10. Véase J.C.Chiaramonte, "Mercado demercancías, mercado monetario y mercado de capitales en el Litoral argentino de la primera mitad del siglo XIX". En: Siglo XIX, Facultad de Fil. y Letras, Universidad de Nueva León, México, 1987 págs. 88-93. y Mercaderes del Litoral...... Ob cit.11. Cesar Perez Colman, Paraná 1810-1860, los primeros años de la vida nacional. Rosario, Taller gráfico de Emilio Fenner, 1946. págs. 217-225. Entre Ríos. Historia 1520-1810. Tomo III. Paraná, imprenta de la provincia. 1937. págs. 35-54.12. Mirón Burgin, Aspectos económicos del federalismo Argentino. Buenos Aires, Ed. Solar/Hachette, 1960. págs. 165-168.13. Beatriz Bosch, Historia de Entre Ríos, Buenos Aires, ed. Plus Ultra. 1978. págs 87 y 88.14. Tulio Halperín, Historia Argentina. De la revolución de independencia a la Confederación resista. Buenos Aires, Ed Paidos, 1980. págs.182- 184 y 294-295.15. Manuel Cervera, Historia de la ciudad y provincia de Santa Fe 1573-1853, Tomo II, Santa Fe, "La Unión", 1907. págs. 905-970.

77

Page 75: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani'

16. Horacio Pereyra, "Notas sobre la economía del Litoral argentino 1820-1836". En: Humanidades, N.35. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad de la Plata. 1960. págs. 123-15917. Tulio Halperín, Historia Argentina.., op. cit., págs. 182-184 y 295.18. Archivo General de la Nación (A.G.N.) Sala III: 22-4-7, 22-4-8, 22-6-1, 22-6-2, 22-7-2, 22-8-1, 22- 8-14, 22-9-3, 22-9-14, 22-10-5, 23-2-2, 23-3-6, Sala X: 37-1-9, 37-1-10, 37-1-11, 37-1-12.19. En el período estudiado se cobraron dos tipos de impuestos de entrada de mercancías. Uno, es el llamado impuesto de Entrada, que era de carácter ad valorem, fue permanente a los largo de los años analizados; su monto osciló según los diferentes efectos, entre el 4%, 10% y 20%, de acuerdo con lo estipulado por las leyes de aduana de Buenos Aires. El otro impuesto se cobró solo algunos años, desde 1831 en adelante, siendo el de contribución directa del cuatro por mil de la operación.20. A.G.N., Sala X: 37-1-23, 37-1-27, 37-2-17, 37- 2-3, 37-2-25, 37-2-23 y 37-2-18.21. A.G.N., Sala III: 23-1-9, 23-1-10, 23-2-10, 23-2- 11,23-2-12, 23-2-13, 23-3-13, 23-3-14, 23-4-1, 23- 4-2 y 23-4-3. Agradezco a Miguel Rosal haberme facilitado los datos de sus investigaciones en curso.22. Las cifras definitivas que manejamos en este estudio están compuestas por las sumas de las operaciones registradas a partir del cruce de las fuentes mencionadas.23. Para el caso particular de Corrientes nuestros datos también han sido comparados con la información disponible de los libros de salidas de mercancías del puerto de Corrientes, lo que permit ió una nueva conf i rmación la representatividad de esta serie.24. Para los productos pecuarios los precios han sido tomados de los precios por mayor de la plaza de Buenos Aires del diario La Gaceta Mercantil.25. Ver: Registro Oficial de la Provincia de Buenos Aires, Año de 1822, T. I, pág. 153.26. La cotización de la onza de oro es la de Pedro Agote y puede verse en M. Burgin Aspectos económicos..., op. cit., pág. 104 y 220. Con respecto a la paridad entre el oro y la plata hemos tomado la de 17 por 1 tal como señala Felipe Senillosa en "Memorias sobre los pesos y medidas", Buenos Aires, 1835, pág. 33.27. Registro Oficial de la provincia de Corrientes, tomo I, pág. 139.

28. Registro Oficial de la provincia de Corrientes, Tomo I, pág. 139.29. Registro Oficial de ia provincia de Corrientes, Tomo I, pág. 221.30. Los censos ganaderos pueden verse en el trabajo de Tomas Whigan, "Cattle raising in the argentine northeast 1750-1865". (mimeo), 1987. pág.21.31. ver C. S. Assadourian, "El sector exportador de una economía regional en el interior Argentino: Córdoba 1800-1860". En: El sistema de la Economía colonial...”, ob. cit., pág. 237.32. Para la evolución de la industria de las curtiduría ver: J. C. Chiaramonte, Mercaderes del Litoral..., ob. cit., págs. 121-133.33. T. Whigan, "The Politics of River commerce in the Upper Plata 1780-1865", Stanford University, 1986 (tesis doctoral), pág. 248.34. Esa zona fue estratégica como ruta comercial de los productos paraguayos, que a través de San Borja e Itapua era introducidos y exportados por los comerciantes brasileños. Véase Areces y Bouvet N, "Itapua: comercio y frontera en el Paraguay del doctor Francia", en Siglo XIX, México, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de nueva León, 1987.35. Sobre la situación de la yerba mate en Buenos aires puede verse también el trabajo de M. Bilbao, "Evolución de precios de la yerba mate y azúcar en Buenos Aires 1823-1832" (mimeo), Rosario, Vil Jornadas de Historia Económica, 1985.36. T. Whigan, "The politics...." ob. cit., pág. 248.37. T. Whigan, "The politics...", ob. cit., pág. 196.38. Recopilación de leyes, decretos y acuerdos de la Provincia de Entre Ríos, Tomo I. Uruguay, Imprenta del pueblo, 1875, pág. 391.39. Recopilación de leyes, decretos.... ob. cit.decreto del 30/11/1823. Tomo I.40. Según el decreto del 3/6/1822 el Estado arrienda por su cuenta la calera que perteneciera a Doña Juana Argerich por 30 pesos mensuales. Recopilación de leyes.., ob. cit. Tomo I.41. Recopilación de leyes..., ob. cit. Tomo I.42. Registro Oficial de la Provincia de Buenos Aires. Tomo II.43. Registro Oficial de la Provincia de Buenos Aires. Tomo II.44. M. Bilbao, "Evolución de precios de la yerba mate y azúcar en Buenos Aires 1823-1832". Vil Jornadas de Hist. Económica, Argentina. 1985 (mimeo).45. M. Burgin, Aspectos económicos..., ob. cit., pág. 107.

78

Page 76: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

46. M. Burgin, Aspectos económicos..., ob. cit., pág. 110.47. VerT. Halperin, "La expansión ganadera...", ob. cit., pág. 31. J. C .Chiaramonte, Mercaderes del litoral..., ob. cit., pág. 216.48. Ver, M. Burgin, Aspectos económicos.., ob. cit., págs. 162 y 163. J. C. Chiaramonte, "Mercado de mercancías....”, ob. cit., pág. 109.49. Circular del Sr. Ferre a los gobiernos del

Interior, 13/4/1832. En Documentos para la Historia Argentina, Tomo XVII, Relaciones interprovinciales, La Liga Litoral (1829-1833). Instituto de Investigaciones Históricas, Facultad de Fiiosofía y Letras. Buenos Aires, 1922, pág. 163.50. Artículo periodístico de £1 Lucero, año 1832 En: Documentos para .... ob. cit., pág. 203.51. Articulo periodístico de El Lucero, año 1832. En: Documentos para .... ob. cit., pág. 199.

79

Page 77: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Apéndice

Gráficos

Page 78: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

GRAFICO I COMERCIO DELLITORAL A Bs. AS. 1785-1849

00NJ

PESOS PLATA (M illlo n s)

3 -

2 -

1

0

* Él

r8 5 /8 9 9 0 /9 4 9 5 /9 9 0 0 /0 4 0 5 /0 9 1 0 /1 4 15/19 2 0 /2 4 2 5 /2 9 3 0 /3 4 3 5 /3 9 4 0 /4 4 4 5 /4 9

QUINQUENIOS

STA. FE E. RIOS CORR.

Page 79: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

GRAFICO II. COMPOSICION DELCOMERCIO DEL LITORAL A BS.AS.

5

4

3

2

1

0 85-8990-9495-9900-0405-0910-14 15-19 2 0 -24 25 -2 9 ^ 0-34 3 5-3 9 40 -4 4 45 -4 9QUINQUENIOS

P.GANADERO TABACO

YERBA MATE QÍÜ:1 CAL

EE3 TEXTIL I I C. NUTRIA

Page 80: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

GRAFICO III.COMERCIO DECORRIENTES A BS.AS. 1810-1849

MILES DE PESOS PLATA

Ü 1 CORR.

Page 81: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

GRAFICO IV. COMERCIO DEENTRE RIOS A BS.AS. 1810-1849

MILES DE PESOS PLATA

^ E.RIOS

Page 82: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

GRAFICO V. COMERCIO DESTA. FE A BS.AS. 1810-1849

00O)

4 00 MILES DE PESOS PLATA

3 00 -

200 -

100 i

1810 1813 1816 1819 1822 1825 1828 1831 1834 1837 1840 1843 1846 1849YEAR

STA. FE

Page 83: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

GRAFICO VI. PRECIO DELCUERO DE VACA EN BS.AS.

INDICES (BASE 100-1830)

AÑOSBS. AS.

Page 84: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

GRAFICO VIL PRECIO CUERODE VACA EN HAMBURGO Y LONDRES

INDICES (1830=100)

AÑOS

LONDRES *— HAMBURGO

Page 85: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

PRINCIPALES CIUDADES Y PUERTOS DEL LITORAL ARGENTINO

Fuente: Vera Blinn Reber, British Mercantile Houses inAires. 1810-1830. Harvard University Press, Londres, 197?.

Buenos

89

Page 86: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

De la colonia a la Independencia. El comercio del Litoral argentino a Buenos Aires entre 1783 y 1850*

Roberto Schmit Miguel A. Rosal

Introducción

El análisis de los efectos económicos ocurri­dos desde fines de la época colonial y durante principios del período independiente en Hispa­noamérica ha mostrado una situación desalen­tadora en numerosas regiones del espacio en cuestión. En general hay acuerdo que en lo inmediato no se hicieron sentir los beneficios de los movimientos independentistas y sí las consecuencias negativas de las guerras y conflictos que los mismos trajeron aparejadas. Más aún, en buena parte de las ex-colonias esas funestas secuelas perduraron hasta mediados del siglo XIX1.

Así, por ejemplo, en Perú se registra un agudo decaimiento de la producción minera y una crisis prolongada en la agricultura; por lo cual las condiciones para el crecimiento llega­rían hacia 1850 en que aparece una economía moderna de exportación con el guano. En México, por su parte, según el estado de la minería, la balanza de pagos y la deuda pública, el crecimiento de la economía fue pequeño, al mismo tiempo que no aumentó la capacidad productiva2.

En cuanto al desempeño económico argen­tino parecería ser uno de los casos más exitosos de transición económica entre la colonia y el período independiente. Precisa­mente en este artículo aportamos nueva evidencia para el análisis de ese proceso,

tomando como sujeto de estudio al Litoral argentino entre 1783 y 18503.

El Litoral argentino, comúnmente llamado la Mesopotamia, se encuentra situada entre los ríos Paraná y Uruguay; es una gran llanura cortada en algunas zonas por lomadas entre numerosas lagunas y esteros que presentan una escasa elevación sobre el nivel de los ríos [confrontar mapa]. Esta región, tempranamen­te colonizada por los españoles, contó con la ventaja de que tanto el ño Paraná como el Uruguay — los cuales desembocan en el Río de la Plata— eran navegables por medianas embarcaciones desde el norte de la provincia de Corrientes. Estas vías fluviales permitieron vincular desde el siglo XVI las producciones litoraleñas al espacio económico peruano- rioplatense que tenia como eje a la ruta Lima- Potosí-Buenos Aires4.

De esta manera el Litoral se convirtió en una importante zona de la circulación comer­cial interregional que lo unía a Paraguay, Buenos Aires, Tucumán y el Alto Perú. Ya a comienzo del siglo XVII Santa Fe funcionaba como productora, depósito y centro redistribui­dor de cantidades considerables de ganado en pie, muías y yerba mate5.

Durante el siglo XVIII la relación del Litoral con los mercados regionales se acrecentó. Pero, en la segunda mitad del siglo la produc­ción ganadera que tenía como destino a ultramar cobró mayor dinámica; por lo cual se

91

Page 87: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani"

fortaleció aún más el nexo mercantil de esta región con el puerto de Buenos Aires. Estos perfiles de producción y circulación se acen­tuaron todavía más desde comienzo del siglo XIX dada su definitiva inclinación hacia el mer­cado atlántico.

En la era independiente se quebró el eje Potosí-Buenos Aires, sobre el cual giraban las economías regionales rioplatenses; esta ruptura perjudicó a algunas de las mismas, obligando a que su comercio se reorientara hacia otros mercados 6. El Litoral, en cambio, mantuvo la fuerte vinculación económica con Buenos Aires, sobre todo debido a la negativa de esta última de permitir la libre navegación de los ríos interiores, reservándose de ese modo el rol de intermediaria entre las regiones-provincias y los mercados doméstico y ultramarino.

Dados los estrechos vínculos mercantiles entre el Litoral y Buenos Aires, tomamos como indicador las exportaciones de aquella región a la aduana porteña, con el objetivo de analizarla evolución económica litoraleña desde fines del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX. Así, en este estudio tratamos de brindar un panorama complementario de aquéllos presentadas por otros estudiosos de la cuestión7.

Los estudios sobre el Litoral argentino

Diversas investigaciones han mostrado el progreso del Litoral desde fines del siglo XVIII. Entre ellas se destaca el estudio de Tulio Halperín Donghi que ha marcado el rápido avance de la región hacia finales de esa centuria; pero éste habría sido un avance par­cial en medio de penosos reajustes, por lo cual no sería sino el momento inicial de un proceso irreversible, que recién a lo largo del siglo XIX remodelaría el panorama del litoral rioplatense8.

Posteriormente, el trabajo sobre los diez­mos de Juan Carlos Garavaglia ha demostra­do que entre 1786 y 1802 esta región en su conjunto tuvo un evidente crecimiento. Aunque debemos tener en cuenta, como el mismo

autor señala, que ese comportamiento no tocaba por igual a todas las áreas de aquel espacio. Si se analizan los cortes temporales realizados en el trabajo se observa que entre 1788-1792 el predominio fue casi exclusivo de Buenos Aires, mientras que el Litoral se man­tenía estable. Pero en el lapso de 1798-1802 se dio un avance fulgurante de dicha región, cuya masa decimal nos muestra una suprema­cía de la ganadería9.

También Claudia Wentzel en su examen de las exportaciones litoraleñas de fines del siglo XVIII, ha corroborado ese crecimiento. Para la autora, el Litoral es una de las áreas más importantes de todas las participantes en el mercado de Buenos Aires10.

En lo que se refiere a la evolución económi­ca del Litoral después de la revolución, Mirón Burgin sostiene que las perspectivas económi­cas abiertas luego de 1810 eran tan brillantes para las provincias litoraleñas como para Buenos Aires. Pero en verdad el progreso económico de aquéllas fue desalentador comparado con el de esta última, ya que las reformas no pasaron de la apertura de Buenos Aires al comercio e x te rio r11.

Por su parte, los trabajos de Halperín Dong­hi, postulan que las guerras de la independen­cia, y más tarde las civiles, fueron portadoras del saqueo y la destrucción de la riqueza. Por lo cual, las provincias de esta región sufrieron durante varias décadas las consecuencias de los enfrentamientos políticos de aquellos años12. En cambio, este autor ha enfatizado que la provincia de Buenos Aires fue el único caso en el espacio rioplatense que experimen­tó a partir de 1820 un crecimiento económico significativo13.

El estudio más reciente de José Carlos Chiaramonte muestra una imagen algo dife­rente al referirse al caso de la provincia de Corrientes para las décadas de 1820-40. El mismo plantea que los correntinos lograron recuperarse más tempranamente de los desa­justes producidos por los sucesos revoluciona­rios, lo que les permitió sostener un proceso de fortalecimiento estatal y de lento crecimien­to de sus actividades económicas14.

92

Page 88: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

Pero, no obstante lo valioso de todos estos aportes, tanto de aquellos que abordaron el estudio de los circuitos mercantiles interregio­nales como el del desempeño de las produc­ciones rioplatenses decimonónicas 15, hasta el momento carecemos de un estudio cuantita­tivo como el que aquí nos proponemos reali­zar, que analice la situación a largo plazo permitiendo evaluar los efectos económicos ocurridos en el Litoral desde fines del siglo XVIII hasta mediados del XIX.

Exportaciones del Litoral a Buenos Aires

Las exportaciones del Litoral muestran un crecimiento en los valores desde 1783 hasta 1815, con una caída desde 1816 hasta 1825; finalmente entre 1826 y 1850 se dio un alza sostenida en los valores comercializados (ver Gráfico I).

Así, de acuerdo a las cifras del tráfico, durante el período colonial se produjo un permanente ascenso en el comercio litoraleño, que continúa aún en los años posteriores a la Revolución de 1810 y hasta 1815. Entonces, parecería que sólo durante unos años se hicieron sentir los efectos negativos de las guerras de independencia, sobre todo en la producción ganadera, por lo cual hubo una caída en los valores comer­ciales desde 1816 hasta 1825. A partir de 1826 y hasta 1850 comenzaría una nueva etapa de alza sostenida en el ritmo del comercio litoraleño a Buenos Aires.

Dentro de estas lapsos de alzas y bajas hay que tener en cuenta el efecto coyuntural negativo que tuvieron sobre la demanda de los productos pecuarios los bloqueos al puerto de Buenos Aires en el período independiente. Así, los valores comerciales denotan grandes saltos y se vieron disminuidos entre 1825 y 1828 por el bloqueo brasileño, más tarde, entre 1838 y 1840, por el francés y finalmente, entre 1845 y 1848, por el anglofrancés.

En cuanto a la participación de cada provin­cia en el comercio total del Litoral este fue

desigual; durante el período colonial fue mayor el peso del comercio santafesino secundado por el correntino. Luego, desde 1815 hasta 1830 fue significativo el aporte de Corrientes, mientras que a partir de la década del 30 los entrerrianos tendrán un peso decisivo en las exportaciones (ver Cuadro 1).

Si comparamos la participación del Litoral en el comercio a Buenos Aires con la del Interior vemos que entre 1831 y 1850 las provincias litoraleñas acumulaban un 48% del total del monto comerciado16. Ahora bien, si tenemos en cuenta que hemos incluido lo que proviene de una zona vecina pero exter­na, tal el papel que ya desempeñaba la ex- Banda Oriental, estas cifras podrían ser aún más abultadas17. En todo caso, estos valores ilustran con claridad la fuerte dinámica comercial de la región y reflejan la magra contribución del comercio de las provincias interiores (Ver Cuadro 2).

Con respecto a la composición de las tran­sacciones podemos observar que en el tráfico hubo una constante supremacía de los cueros que representaron el grueso de las mercan­cías exportadas desde el Litoral. Sin embargo, se debe tener en cuanta que en diferentes momentos el tráfico adquirió un carácter más diversificado gracias a la presencia de produc­tos secundarios de la ganadería y de otros que tenían como destino los mercados domés­ticos (ver Gráfico II).

Así, desde 1783 hasta 1815 los cueros representaron un 57% de los valores, mientras que la yerba mate alcanzó un 17%, los textiles el 8% y un resto del 18%. Más tarde, entre 1816 y 1825, cae la presencia de los cueros al 38%, en tanto que el tabaco llega al 32%, la yerba mate al 16% y un resto de 14%. Para el período 1826 a 1850 los cueros representan el 58%, seguido por los productos secundarios de la ganadería (lana, tasajo y suelas) 6% y un resto de 36%.

Como vimos, a pesar de la importancia que tuvieron los cueros en este comercio, no es despreciable el aporte relativo de otros efectos los cuales no han sido siempre ponderados por los estudios sobre el tema. Así, si medi-

93

Page 89: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani"

mos el porcentaje de incidencia de los cueros sobre el total tomando dos grandes momen­tos, vemos que durante el período colonial los cueros alcanzaron el 60,53 %, mientras que en el período independiente llegaron a repre­sentar el 54,57 % de los valores comerciales. Por tanto, el predominio de los cueros fue real, pero siempre estuvieron acompañados por otros productos que incidían fuertemente en la composición del tráfico (ver Cuadro 3).

Por su parte, las cifras de las expor­taciones ultramarinas del puerto de Buenos Aires que brinda Woodbine Parish nos per­mite hacer una estimación de la incidencia que tuvieron los cueros vacunos y baguales litoraleños en las mismas. Así, para 1849 y 1850, el Litoral aporta el 15,07 y el 22,02 % de cueros vacunos, respectivamente, y el 38,38 y el 28,71 % de cueros baguales, también respectivamente. (Ver Cuadro 4).

En cuanto a la composición de las exporta­ciones, el lapso 1820-1830 fue el período en el cual la diversificación fue mayor, adquirien­do importancia el tabaco, la cal y los produc­tos secundarios de la ganadería, tales como las suelas, la lana y el tasajo, los que, desde la década de 1830 en adelante, siguieron teniendo un peso destacado.

El comercio de las provincias

El comercio de Corrientes

El comportamiento del comercio correntino sufrió una sucesión de movimientos de alzas y bajas. Desde 1783 hasta por lo menos 1811 este tráfico muestra un período de alza. Poste­riormente, se hacen sentir las consecuencias de las luchas de independencia provocando una serie de años de bajas entre 1812-1815 y 1819-1825. A partir de 1826 comienza una etapa de ascenso que llegará hasta fines de la década de 1830. Por último, hacia finales del período estudiado hay una gran variabilidad en los montos, producto de la situación politico­económica de la provincia, de la competencia de los efectos paraguayo-brasileros, a las que

se agrega el efecto negativo de los bloqueos comerciales que sufrió el puerto de Buenos Aires (ver Gráfico III).

En cuanto a la composición del comercio durante el período colonial notamos la presen­cia de tres efectos principales: la yerba mate, los textiles y los cueros. Estos últimos a partir de 1790 adquieren mayor peso el la comercia­lización, llegando a representar, junto a los restantes productos pecuarios, cerca del 90 % de los valores mercantiles.

Ya partir de 1810-20 desaparecen los textiles y disminuye la presencia de la yerba mate, debido esencialmente a la pérdida del control político-económico de las ex-misiones por parte de los comerciantes correntinos. Paralelamente, cobra importancia el comercio de tabaco acompañado por los cigarros, mientras que se mantiene la supremacía de los productos ganaderos (cueros y suelas).

También, desde mediados de los años de 1820 se consolida en Corrientes un avance de la producción ganadera en el sur de la provin­cia. Este proceso implica un aumento de los stock ganaderos y de las tierras de pastoreo disponibles que posibilitará un fuerte creci­miento en la exportación de cueros y de suelas, situación de bonanza que se experi­mentará hasta fines de la década de 1830.

Durante aquella década también declina considerablemente el comercio de yerba mate y en menor medida el de tabaco, que ya no encontrarán un mercado disponible en Buenos Aires y serán desplazados por producciones paraguayas-brasileñas. Las posibilidades del tabaco en el mercado porteño fueron limitadas, su producción y comercialización continuó siendo periférica respecto de la paraguaya. No obstante lo señalado, los índices del comercio de tabaco correntino a Buenos Aires indican que sus volúmenes no fueron despreciables. Pero ello no presentaba una situación como la con­siderada por Thomas Whighan, el cual afirma que "entre 1820 y 1850, la historia del tabaco correntino tenía proyecciones optimis­tas pero estas fueros destruidas por las reali­dades políticas"18

94

Page 90: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

Por su parte, la yerba mate de origen brasi­leño ya desde la década de 1810 había comen­zado a desplazar a la correntina y paraguaya de la plaza porteña19. Esta alteración se habría dado, como bien señala T. Whighan, debido a que "los precios altos estimularon directamente la expansión de las economías con base en la yerba mate en áreas que hasta entonces no la habían producido para su exportación" 20, de este modo "el interior de la Provincia de Paraná y varios distritos de Río Grande do Sul se beneficiaron enormemente"21.

No obstante lo señalado, debemos tener en cuenta que ese efecto sustitutivo no se dio plenamente hasta bien entrada la década de 1830, ya que el conflicto bélico con los portu­gueses (1826-28) afectó este comercio, provo­cando un gran alza en sus precios. Esta coyuntura habría alterado la demanda de yerba correntina, la que pudo reemplazar en parte a la brasileña, registrando un crecimiento en su tráfico y una baja en su precio. Además, también se dio un circunstancial aumento de la oferta de yerba correntina, ya que estos habían organizado, desde 1827, incursiones sobre las territorios de las Misiones. El avance sobre los yerbatales paraguayos parece haber permitido a los correntinos apropiarse de parte de la producción. Estos, desde 1828, comenz­aron a introducir yerba paraguaya a Buenos Aires, llegando a completar entre 1829-31 el 30% de sus exportaciones con producción de aquel origen.

Pero, a principios de 1830, el conflicto correntino-paraguayo se agravó. La apetencia tenaz de ambos estados por las Misiones —zona estratégica para la producción yer­batera, además de territorio clave como ruta com ercia l de las exportaciones del Paraguay— , tornó sumamente inestable la presencia correntina en aquella región22.

Por tanto, la suerte de la yerba mate de Corrientes estuvo ligada a las condiciones adversas que tuvo que enfrentar en el merca­do; ya en 1831 los valores de la de Río Gran­de y Paranaguá recuperaron sus precios habituales muy por debajo del que registraba aquélla. Así, si comparamos los precios y

además tomamos en cuenta el peso de los aranceles con que ingresaban al mercado porteño la yerba correntina y las de Paranaguá y Río Grande se hace evidente las ventajas que tuvieron estas últimas. Como dijimos, salvo los años de la guerra con los portugueses el precio de la yerba brasileña fue siempre inferior al de la correntina, por lo cual los costos impositivos al ser de carácter ad valorem también favorecieron a las mercancías del Brasil.

Entonces, según nuestros datos, el precio de la yerba "del país" no fue inferior al de la extranjera; y tampoco recibió a través de los aranceles una protección que le permitiera una situación de preferencia23. En cambio, sí vemos el caso del tabaco, la incidencia de los precios y el monto del arancel muestra que efectivamente se recargó más al proveniente del Brasil. De esta manera, para los dos productos analizados no acordamos completamente con lo afirmado por Burgin cuando señala que en Buenos Aires "reci­bían tratamiento de preferencia el tabaco y la yerba mate del país"24.

Por lo expuesto, creemos que si bien para algunos productos podría ser cierto que "los precios locales subían más lentamente que los internacionales, ...[y por tanto] se ensanchó la separación existente entre los precios locales e internacionales, ...[otorgando] un efecto protector de la industria local"25, eso no ocu­rrió con la yerba mate, por lo cual esta hipóte­sis debe ser estudiada y demostrada para cada uno de los productos de gran consumo en el Río de la Plata.

Por tanto, las mercancías correntinas dirigidas al mercado doméstico marcan, a partir de sus fluctuaciones en el comercio conjuntamente con la caída de sus precios, la dificultad que enfrentaron en Buenos Aires para competir con los productos paraguayos- brasileños, que parecen haberle impedido mantenerse en esa plaza.

De esta manera la economía correntina que fue la que, después de la independen­cia, más tempranamente creció parecería haber encontrado un límite a su expansión hacia principios de la década de 1840.

95

Page 91: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani'

Ei comercio de Entre Ríos

El ritmo del comercio de Entre Ríos registra cifras bajas entre 1783 y finales de la década de 1820 mostrando una cierta continuidad en el desempeño de las exportaciones. De esta manera, nuestro análisis difiere de lo sosteni­do, entre otros, por César Pérez Colman quien afirma que la situación propicia que se había experimentado a principios del siglo XIX fue afectada severamente por las guerras de la independencia y las civiles, las cuales habrían dañado a numerosas industrias y al comercio local generando a partir de allí una coyuntura de crisis26. Una visión similar en cuanto al estado de desamparo del comercio es sosteni­da por Beatriz Bosch para quien la situación llegó a ser sumamente crítica, al punto de que a principios de 1820 se daba una escasez de artículos de primera necesidad27.

A través de nuestros datos se observa que será recién a partir de 1830 que Entre Ríos experimentará un significativo crecimiento en las exportaciones producto del considerable aporte de la expansión productiva de la zona oriental de la provincia. De esta manera pode­mos afirmar que en el comercio se diferencian dos etapas en la evolución de la economía entrerriana, una que llega hasta fines de la década de 1820, circunscripta a la costa del Paraná, y otra posterior que tiene como eje a la costa del Uruguay. Así, debido al crecimiento de esta nueva zona las exportaciones entrerrianas llegarán a representar el 30 % del total de los valores comerciados en la plaza de Buenos Aires entre 1831-1850 (ver Gráfico IV).

La composición del comercio entrerriano indica una clara supremacía de los cueros vacunos durante el período estudiado. De todos modos, la exportación de cal tuvo cierta importancia, sobre todo a partir de la década de 1820. Más tarde, hacia el final del período analizado, adquieren importancia los productos secundarios de la ganadería, en especial la lana, el sebo y el tasajo.

En cuanto a la producción ganadera, esta estuvo concentrada desde fines del siglo XVIII en la Bajada del Paraná, aunque en esos años

no experimentó un desarrollo demasiado sig­nificativo. Más tarde, la situación parece haber empeorado con los sucesos revolucionarios, pero ya en los primeros años del decenio de 1820 el gobierno provincial intentaba estimular a los productores ganaderos en pos de lograr una recuperación de los bienes pecuarios; así buscaba "los medios de hacer reembolsar a los hacendados que han sido arruinados en el curso de la guerra civil"28, para lo cual decretaba que los afectados se consideraran con derecho de recibir algún resarcimiento por los daños causados.

Los valores comerciados a partir de la década de 1830 muestran que la zona del Paraná aumentó lentamente sus exportacio­nes, mientras que la zona sobre la costa del Uruguay fue la que logró una mayor dinámica en la producción pecuaria. En este último caso fue clave la expansión de la frontera producti­va sobre tierras vacantes del este de la provin­cia, proceso que comenzó en los años ’20 y que incluso permitió a los estancieros obtener ganado en la costa de enfrente; así los pro­ductores "que pasen a la Banda Oriental caballadas, y traigan en su retorno ganados, quedan absolutamente libres.." sin tener que pagar ningún derecho29. De este modo se obtendrían tierras y ganado, los dos factores básicos para el futuro crecimiento de las ac­tividades pecuarias.

Finalmente, durante el decenio de 1840 el eje del comercio provincial se traslado definitivamente a la costa occidental del río Uruguay. En esos años se producirá un boom de los bienes pecuarios, dentro de los cuales ocupan un lugar importante el sebo, la grasa y el tasajo30.

La producción de cal se desarrolló también desde fines del siglo XVIII. Ya para 1809 había once establecimientos que estaban afincados en ambas riberas de Entre Ríos. Uno de los primeros en explotar los yacimientos habría sido el conocido empresario Manuel Barquín, a quien en años posteriores le siguieron una serie de productores y arrendatarios entre los que es­tuvieron Juan de Iriarte, José Díaz Velez, Sal­vador Espeleta, Juan Garrigos, Francisco Can-

96

Page 92: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani. núm. 9, 1995

diotti, Camilo Idoate, todos ellos importantes personajes de la economía entrerriana.

Ya en la era independiente, el Estado provincial fue también uno de los impulsores de esta producción, no sólo como arrendatario sino también como productor en varios yaci­mientos 31. Un claro ejemplo de esta activi­dad se puede ver en 1822 cuando el gobierno mandó a que "en el homo que se conoce de la propiedad de Don José Eusebio Ereñu, se deben construir por cuenta del Estado 6000 fanegas de cal..”32. Esta producción fue parte significativa de las exportaciones de la provin­cia, llegando en algunos casos a enviarse en parte de pago por las deudas contraídas por el estado de Entre Ríos con el de Buenos Aires.

Así en los decenios de 1820-30, la cal se transformó en un producto muy demandado ya que no sólo se usaba como un bien esencial en la construcción, sino que también era fun­damental para el curtido de cueros. Como señalamos, esta mercancía fue, después de los efectos pecuarios, el principal producto en importancia en la economía entrerriana. Su exportación, a pesar de algunos altibajos, tuvo una media de 6000 fanegas, y su producción estuvo centrada en la costa del Paraná.

De esta forma, Entre Ríos, que tuvo un magro aporte a fines del siglo XVIII y en las primeras dos décadas del XIX, será de las tres provincias estudiadas, la que finalmente logró un mayor crecimiento de sus exportaciones, gracias, fundamentalmente, a la expansión déla produc­ción pecuaria destinada al mercado atlántico.

El com ercio de Santa Fe

El comercio de Santa Fe manifiesta una limitada expansión hasta 1810. Posteriormen­te, gracias a su rol de reexportador de produc­tos paraguayo-correntinos tiene un alza muy importante que llega hasta 1816, con un máximo en 1813-1814, en que su tráfico está compuesta por grandes cantidades de yerba mate y tabaco.

A pesar de que — como señalamos— entre 1810 y 1815 las exportaciones santafesinas

aumentaron notablemente, el comercio de productos pecuarios decayó, por lo que Santa Fe parecería haber sido la más perjudicada de las provincias del Litoral por las guerras de independencia y civiles, al tiempo que se muestra como la provincia litoraleña que tuvo menor capacidad de expandir su frontera productiva ganadera. Como han indicado Manuel Cervera y Horacio Pereyra, la campaña de la provincia desde la década de 1810 se en­contraba escasa de ganado a consecuencia de los saqueos, lo que habría llevado incluso a interrumpir el tráfico33.

No obstante lo expuesto, la situación del comercio no fue tan crítica a largo plazo, así en las décadas de 1820 y 1830 sus valores se estancan y a partir de 1840 comenzará una etapa de crecimiento (ver Gráfico V).

El comercio santafesino estuvo conformado esencialmente por cueros vacunos, pero en diversos momentos se complementó con otros productos. Así, como indicamos, entre 1814 a 1821 el 69% del valor corresponde a yerba mate y tabaco. Luego a partir de la década de 1820 hasta fin del período es­tudiado, también tuvieron incidencia los cueros de nutria, las maderas y los cereales.

Los cueros de nutria tuvieron una demanda sostenida en Buenos Aires, ya que era un in­sumo en la industria de sombreros y también se exportaba exitosamente a ultramar. El compor­tamiento de este producto en el comercio fue muy fluctuante; tuvo un máximo durante los años 1826-27 llegando a enviarse 11000 docenas, para luego descendery tenergrandes oscilaciones. La caza de estos animales, a veces indiscriminada, a lo que se sumaron sequías, parece haber dificultado mantener un comercio estable de cueros. Por lo que, a pesar de una demanda sostenida, no hubo una respuesta acorde de la oferta del producto, ni aun luego del aumento de precios que este proceso generó.

Por su parte, la proximidad con los bosques del Chaco permitió a los santafesinos realizar una importante explotación forestal. Así, estos exportaban camas, rayos, mazas, ejes, tiran­tes y palos largos que se utilizaron en la

97

Page 93: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani"

construcción de carretas, que eran los vehículos de transporte por excelencia de esta época. También enviaban un importante número de tablas, postes y palos que se usaban en la construcción y en las activida­des rurales. De esta forma, la demanda de estos bienes fundamentales para la vida económica posibilitó a los santafesinos man­tener, sobre todo en las últimas tres décadas estudiadas, un constante tráfico de diversos tipos de maderas.

Las exportaciones santafesinas, que sufrie­ron altibajos debido al inestable rol de puerto reexportador y su posterior estancamiento productivo, se consolidarían recién luego de 1840 cuando se inicia una etapa de lento crecimiento en su economía que lo lleva a aportar el 10 % del total de los valores comerciados en Buenos Aires.

Conclusiones

La región rioplatense logró un crecimiento económico que se inició a fines del siglo XVIII y que se aceleró durante el período in­dependiente — pese a los conflictos bélicos— como consecuencia de la estrecha vin­culación con los mercados externos en función de la creciente demanda de produc­tos pecuarios.

El comercio exterior de la región litoraleña marca las siguientes etapas de evolución: desde 1783 las exportaciones, aun con altibajos, muestran un alza sostenida hasta 1815. Luego el tráfico sufre una merma hasta 1825, en que comienza un nuevo lapso de crecimiento. Así, a pesar de al­gunos años de baja, el período pos­revolucionario no se puede considerar como una etapa crítica.

Por tanto, sostenemos que las exportacio­nes, aunque tuvieron algunas oscilaciones, crecieron después de la independencia más rápidamente que durante el período colonial, y por tanto también el conjunto de la econo­mía litoraleña, si bien constatamos que el aporte de cada provincia en el total del

comercio tuvo una dinámica diferente de crecimiento.

Dentro de las etapas señaladas notamos que durante la colonia y a principios de la era independiente el eje comercial litoraleño estuvo hegemonizado sobre el río Paraná; más tarde, en la década de 1830, aquél se trasladaría hacia el río Uruguay debido a la expansión de las fronteras productivas, convirtiéndose así la franja ribereña sobre el mismo en el principal núcleo de la produc­ción y el comercio en el Litoral.

En cuanto a la composición de las expor­taciones hubo algunas variaciones a lo largo de los 68 años analizados, si bien los cueros fueron siempre hegemónicos. Incluso en el peor momento (1815-1825) significaron cerca del 40% del total del monto, superando el 50% del valor comercial antes y después de aquél. Durante los últimos 25 años el tráfico se complementó con los productos secun­darios de la ganadería (lana, tasajo y suelas) lo que acentuó el perfil pecuario del mismo. Esto comprueba que la mayor parte de las producciones litoraleñas se dirigieron hacia el mercado ultramarino.

Respecto a los bienes destinados al mer­cado doméstico, no fueron despreciables, pero su situación luego de la revolución no fue tan ventajosa. Así, productos como la yerba mate, los textiles y en menor medida el tabaco — que durante el período colonial habían tenido un mercado seguro en Buenos Aires— sufrirán, sobre todo a partir de la década de 1820, la competencia de los productos paraguayo-brasileños que final­mente los desplazarán del mercado.

De esta manera, el Litoral argentino — a diferencia de otras regiones hispanoamerica­nas— experimentó una transición económica relativamente exitosa entre el período colonial y la etapa independiente. Esta situación posibilitó que tempranamente se consolidara la expansión de las fronteras productivas, cuyos bienes se volcaron hacia el mercado exterior adquiriendo una dinámica creciente a lo largo de todo el siglo XIX.

98

Page 94: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1993

Observaciones finales

Las fuentes

En este trabajo utilizamos los datos de Claudia Wentzel sobre el comercio del Litoral entre 1783 y 1821, extraídos de la serie de las Guías de comercio y los Libros de Alcabalas de Buenos Aires conservados en el Archivo General de la Nación34. Para los años subsiguientes se han consultado esencialmente cuatro tipos de fuentes. En primer término para el período de 1822 a 1833 hemos tomado la información de los Manifiestos de Aduana, documento que presentaban los consignatarios de mer­cancías ante la aduana de Buenos Aires para retirar sus productos del puerto35. Esta fuente indica: la fecha de arribo y el nombre de la embarcación; los efectos introducidos, así como su procedencia y volumen (expresados en arrobas, libras o unidades); los precios de aforo y el valor total de la operación. Finalmente señala el o los impuestos que pagaba cada producto, su porcentaje y valor total, el nombre del consig­natario y eventualmente el del remitente36.

Debido a que una cantidad significativa de efectos introducidos en Buenos Aires no abonaban impuesto de entrada —especia­lmente los productos ganaderos y las maderas— , éstos solían no ser declarados en los manifiestos, por lo que esta omisión impide la reconstrucción de una parte del tráfico. Pero dicho problema ha podido ser salvado al complementarse los documentos anteriores con la serie de Libros de Casilla de Resguardo de Aduana de Buenos Aires entre 1822-33; éstos son anuales, están rubricados y registraban diariamente la entrada de todas las mercancías a la casilla de la aduana. En esta última fuente se indica: fecha de arribo y nombre del barco, tipo y volumen de los productos y el nombre del consignatario37.

Por su parte, para el lapso que va desde 1831 a 1835 utilizamos los datos de los libros de Contribución Directa. Estos son similares a los Manifiestos de Aduana, en donde esencial­

mente se tomaba nota del impuesto de Contri­bución Directa que gravaba el cuatro por mil del valor de la operación38. Finalmente, entre 1839 y 1850 recurrimos a los legajos de la Receptoría General, Cargo y Data, Sección "Contribución Directa" los cuales esencialmen­te consignan la misma información que los libros referidos a este impuesto39.

A partir del cruce de las fuentes mencionadas se ha obtenido una serie representativa del comercio del Litoral a Buenos Aires40. No obstante, debemos señalar que para el caso de Entre Ríos y Santa Fe las cifras que hemos obtenido para los años de 1823 y 1824 no son confiables, pues creemos que en esos años las fuentes presentan datos incompletos para estas provincias; por lo tanto hemos preferido en este estudio no incluir valores para ese lapso41. De la misma forma nos falta la información sobre el último cuatrimestre de 183542. y el primero de 1839, y carecemos de las fuentes para los años que van desde 1836 a 1838.

Por otra parte, dada la frecuente ausencia en las fuentes, de 1822 a 1833, de los precios de los productos ganaderos, estos han sido tomados de los valores al por mayor del mercado de Buenos Aires, para cada una de nuestras operaciones43. Estos precios son equivalentes a los de aforo, ya que según la legislación de aduana de Buenos Aires "los derechos [impositivos] se calculan sobre valores de la plaza por mayor, declarados por los interesados al tiempo de presentar su manifiesto”44.

Además, hemos constatado que existe similitud entre los precios de aforo y los de la plaza, por lo cual se pueden utilizar indistinta­mente; como ya ha manifestado Assadourian "el uso de estos "precios" fiscales puede ser algo más que una tosca aproximación a la realidad, hasta creemos que para ciertos períodos reflejan con bastante fidelidad las variaciones significativas e incluso los acciden­tes circunstanciales de los precios del merca­do al por menor"45.

También es de advertir que los valores registrados en los documentos a partir de 1822 están expresados en pesos papel.

99

Page 95: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani'

Como sabemos, esa moneda no es un buen indicador debido al fulminante proceso inflacionario que se desató en Buenos Aires a partir de 1826, por lo que su uso nos impediría un análisis ajustado, así como la

comparación con los valores de otros perío­dos. Para evitar esos problemas hemos con­vertido el peso papel a onza de oro y con posterioridad a pesos plata como aparecen en el trabajo46.

100

Page 96: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos del Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

Notas

* Agradecemos los comentarios que nos hicieron Enrique Tandeter y José Carlos Chiaramonte.

1. Ver por ejemplo: Tulio Halperin Donghi, Reforma y disolución de los imperios ibéricos 1750-1850, Madrid, Ed. Alianza, 1985; Historia contemporánea de América Latina, Madrid, Ed. Alianza, 1986; Reinhard Liehr (ed.), América Latina en la época de Simón Bolívar. La formación de las economías regionales y los intereses económicos europeos 1800-1850, Berlín, Colloquium Verlag, 1989; Leslie Bethell (ed.), Historia de América Latina, Tomos 5 y 6, Barcelona, Ed. Crítica, 1991 y Leandro Prados de la Escosura y Samuel Amaral (eds.), La in­dependencia Americana: consecuencias económi­cas, Madrid, Ed. Alianza, 1993.2. Ver por ejemplo: John Coatsworth, Los orígenes del atraso, México, Ed. Alianza, 1990; Richard Salvucci y Linda Salvucci, "Las consecuencias económicas de la independencia mexicana", en L. Prados de la Escosura y S. Amaral (eds.) ob. cit., pp. 31-53; Heraclio Bonilla etalia, La independencia del Perú, Lima, I.E.P., 1981; Paul Gootenberg, Between silver and guano: commercial policy and the State in postindependence Perú, Princeton, Princeton University Press, 1989 y Alfonso Quiroz, "Consecue­ncias económicas y financieras del proceso de independencia en Perú, 1800-1850", en Prados de la Escosura y Amaral (eds.) ob. cit., pp. 124-146.3. Denominamos Litoral o región litoraleña a las actuales provincias de Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe.4. Sobre el funcionamiento de ese amplio espacio económico ver: Carlos Sempat Assadourian, El sistema de la economía colonial. El mercado interior.Regiones y espacio económico, México, Nueva Imagen, 1983 y Enrique Tandeter, Vilma Milletich y Roberto Schmit, "Rujos mercantiles en el Potosí colonial tardío", Anuario IEHS, n° 9, Tandil, UNCPBA, 1994, pp. 97-126.5. El rol y la importancia mercantil que adquirió desde fecha temprana la región rioplatense están expuestas en Zacarías Moutoukias, Contrabando y control colonial en el siglo XVII, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1988, pp. 46-73 y "El comercio atlántico de Buenos Aires, 1760- 1796: crecimiento y continuidad", (mimeo). Sobre la producción y circulación la yerba mate se puede consular el importante trabajo de Juan Carlos Garavaglia, Mercado intemo y economía

colonial, México, Ed. Grijalbo, 1983.6. En cuanto a la región del noroeste del actual territorio argentino, se volcó hacia el nuevo mer­cado peruano-boliviano, mientras que la región de cuyo se inclinó hacia los mercados del Pacifico. Ver por ejemplo: Erick Langer, "Espacios coloniales y economías nacionales: Bolivia y el norte argenti­no (1810-1930)", Siglo XIX, n° 4, Monterrey, 1987, pp. 135-160; Erick Langer y Viviana Conti, "Cir­cuitos comerciales tradicionales y cambio económi­co en los Andes centromeridionales (1830 1930)", Desarrollo Económico, n° 121, Buenos Aires, 1991, pp. 91-111; Conti (1989). "Una periferia del espacio mercantil andino: e! norte argentino en el siglo XIX", Avances en Investigación. Antropología e Historia, Salta, 1989, pp. 37-62; "Espacios económicos y economías regionales. El caso del norte argentino y su inserción en el área andina en el siglo XIX”, Revista de Historia, n° 3, Neuquén,1992, pp. 27-40; "El norte argentino y Atacama: producción y mercados", Siglo XIX, n° 14, México,1993, pp. 7-38 y Carlos Segreti, La economía del Interior en la primera mitad del siglo XIX (correla­ción de documentos). I. Cuyo, Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 1981.7. El presente trabajo se basa en recientes inves­tigaciones efectuadas por los autores: Roberto Schmit, "Mercados y flujos comerciales en los Esta­dos Provinciales Argentinos de la primera mitad del siglo XIX. El comercio de Corrientes a Buenos Aires (1822-1833)", Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana "Doctor Emilio Ravignani", 3ra. serie, n° 4, Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, 1991, pp.31-61 y "Mercados y Flujos Comerciales en los Estados Litoraleños Argentinos de la Primera Mitad del Siglo XIX", Circuitos mercantiles, mercado y región en Latinoamérica, siglos XVIII-XIX. México, Instituto Mora. 1993, (en prensa). Miguel A. Rosal, "El Río de la Plata en la primera mitad del siglo XIX: las relaciones comerciales entre el Interior y Buenos Aires, 1831-1835", Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana "Doctor Emilio Ravignani", 3ra. serie, n° 5, Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, 1992, pp. 49-75; "El Río de la Plata en la primera mitad del siglo XIX: las relaciones comerciales entre el Interior y Buenos Aires, 1840-1845; (com­paraciones con el periodo 1831-1835)" Revista de Historia de América, I.P.G.H., 1992. (en prensa); "Las relaciones comerciales entre el Interior y Buenos Aires hacia fines del periodo rosista”,

101

Page 97: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani"

(mimeo); "El Interior frente a Buenos Aires; flujos comerciales e integración económica, 1831-1850", Secuencia, México, 1994, (en prensa) y "Flujos comerciales, mercados e integración económica del espacio rioplatense hacia mediados del siglo XIX”, XIV Jornadas de Historia Económica, Córdoba, 1994.8. Tulio Halperin Donghi, Revolución y Guerra. For­mación de una élite dirigente en la Argentina criolla, Buenos Aires, Ed. Siglo XXI.1972, pp. 15 y 27-31.9. Juan Carlos Garavaglia, "Crecimientoeconómico y diferenciaciones regionales en el Río de la Plata a fines del siglo XVIII", en Idem, Economía, Sociedad y Regiones, Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1987.10. Claudia Wentzel, "El comercio del Litoral de los Ríos con Buenos Aires: el área del Paraná 1783- 1821", Anuario IEHS, n° 3, Tandil, UNCPBA, 1987, pp. 161-210.11. Mirón Burgin, Aspectos económicos delfederalismo argentino, Buenos Aires, Ed.Solar/Hachette, 1960, pp. 165-168.12. Tulio Halperin Donghi, Revolución y Guerra...ob.cit., pp. 15 y 27-31; De la revolución de in­dependencia a la confederación rosista, 4ta.reimpresión, Buenos Aires, Ed. Paidós, 1980, pp. 182-184 y 294-295.13. Tulio Halperin Donghi, "La expansión ganadera en la campaña de Buenos Aires (1810- 1852)", Desarrollo Económico, n° 1-2, Buenos Aires, 1963, pp. 57-110.14. José Carlos Chiaramonte, Mercaderes del Litoral. Economía y sociedad en la provincia de Corrientes, primera mitad del siglo XIX, México- Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1991.15. También contamos con los estudios para Córdoba, provincias centrales y Cuyo, realizados por Assadourian, El sector exportador de una economía regional del interior argentino. Córdoba. 1800-1860. (Esquema cuantitativo y formas de producción), en Idem: El sistema de la economía colonial... ob.cit., pp. 307-367; Silvia Palomeque, "La circulación mercantil en las provincias del Interior, 1800-1810", Anuario IEHS, n° 4, Tandil, UNCPBA, 1989, pp. 131-210 y AMARAL, "Comercio libre y economías regionales. San Juan y Mendoza, 1780- 1820", Jahrbuch fürGeschichte von Staat, Wirtschafí und GesellschañLateinamerikas, band27,1990, pp. 1-67, respectivamente.16. Denominamos Interior o provincias interiores a Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta,

Jujuy, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza y San Luis.17. Hemos incluido dentro del comercio a Buenos Aires las exportaciones provenientes de una parte de la zona norte de la campaña bonaerense (la que se recuesta sobre el Paraná, en torno a los puertos de San Nicolás, Zarate, Baradero y San Pedro) y aparecen también unos pocos envíos de la capital y la zona sureña del Paraguay.18. Thomas Whighan, "The Politics of River com- merce in the Upper Plata 1780-1865", (Ph.D.diss., Stanford University), 1986, p. 248.; luego editado The politics of River commerce in the Upper Plata 1780-1870, Albuquenque, University of New México Press, 1991.19. Sobre la situación de la yerba mate en Buenos aires puede verse también el trabajo de María Bilbao, "Evolución de precios de la yerba mate y azúcar en Buenos Aires 1823-1832", Vil Jomadas de Historia Económica, Rosario, 1985.20. T. Whighan, "The Politics of River commerce ... ob.cit., 1986, p. 248.21. T. Whighan, "The Politics of River commerce ... ob.cit., 1986, p. 196.22. Esa zona fue estratégica como ruta comercial de los productos paraguayos, que a través de San Borja e Itapúa era introducidos y exportados por los comerciantes brasileños. Véase Nidia Areces y Nora Bouvet, "Itapúa: comercio y frontera en el Paraguay del Doctor Francia", Siglo XIX, n° 4, Monterrey, 1987. pp. 113-134.23. Ver M. Bilbao, "Evolución de precios de la yerba mate y azúcar... ob.cit..24. M. Burgin, Aspectos económicos del ... ob. cit., p. 107.25. M. Burgin, Aspectos económicos del ... ob. cit., p. 110.26. Cesar Perez Colman, Entre Ríos. Historia 1520-1810, Tomo 3, Paraná, Imprenta de La Provincia, 1937, pp. 35-54 y Paraná 1810-1860, los primeros años de la vida nacional, Rosario, Ed. E. Fenner, 1946, pp. 217-225.27. Beatriz Bosch, Historia de Entre Ríos, Buenos Aires, Ed. Plus Ultra, 1978, pp. 87-88.28. Recopilación de leyes, decretos y acuerdos de la Provincia de Entre Ríos, I. Concepción del Uruguay, 1875, p. 391.29. Recopilación de leyes, decretos y acuerdos déla Provincia de Entre Ríos, decreto del 30/11/1823.1.30. Oscar F. Urquiza Almandoz, Historia económica y social de Entre Ríos (1600-1854), Buenos Aires. Ed. Banco Unido del Litoral, 1978, pp. 172-187.

1 0 2

Page 98: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Cuadernos de] Instituto Ravignani, núm. 9, 1995

31. Según el decreto del 3/6/1822 el Estado arrien­da por su cuenta la calera que perteneciera a Doña Juana Argerich por 30 pesos mensuales. Recopilación de leyes, decretos y acuerdos de la Provincia de Entre Ríos, I.32. Recopilación de leyes, decretos y acuerdos de la Provincia de Entre Ríos, I.33. Manuel Cervera, Historia de la ciudad y provin­cia de Santa Fe 1573-1853. t. 2, Santa Fe, Ed. La Unión, 1907, pp. 905-970, y Horacio Pereyra, "Notassobre la economía del Litoral argentino, 1820- 1836", Humanidades, n° 35, La Plata, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Univer­sidad Nacional de La Plata, 1960, pp.123-159.34. Archivo General de la Nación (en adelante A.G.N.), Buenos Aires, Aduana de Buenos Aires, Entradas Terrestres, Salas XIII y III. Libros de Alcabalas de Buenos Aires, Sala XIII.35. A.G.N., Sala III: 22-4-7, 22-4-8, 22-6-1, 22-6- 2, 22-7-2, 22-8-1, 22-8-14, 22-9-3, 22-9-14, 22- 10-5, 23-2-2, 23-3-6, Sala X: 37-1-9, 37-1-10, 37-1- 11, 37-1-12.36. A partir de la década de 1820 se cobraron dos tipos de impuestos de entrada de mercancías. Uno, es el llamado impuesto de Entrada, que era de carácter ad valcrem, fue permanente a los largo de los años analizados; su monto osciló según'los diferentes efectos, entre el 4%, 10% y 20%, de acuerdo con lo estipulado por las leyes de aduana de Buenos Aires. El otro impuesto fue la Contribución Directa que gravaba el cuatro por mil sobre el monto de la operación comercial.37. A.G.N., Sala X: 37-1-23, 37-1-27, 37-2-17, 37-2- 3, 37-2-25, 37-2-23 y 37-2-18.38. A.G.N., Sala III: 23-1-9, 23-1-10, 23-2-10, 23-2- 11, 23-2-12, 23-2-13, 23-3-13, 23-3-14, 23-4-1,23- 4-2, 23-4-3, 23-5-4, 23-5-5, 23-5-6, 23-7-4, 23-7-5,23-7-6. Además se han utilizado los siguientes legajos para completar información sobre el último cuatrimestre de 1835: 23-7-10, 23-7-11, 23-7-12,23- 8-1, 23-8-6 y 24-1-1.39. A.G.N., Sala III: 24-5-1,24-5-2, 24-5-3, 24-5-4,24- 5-5, 24-5-6, 24-6-1, 24-6-2, 24-6-3, 24-6-4, 24-6-5, 24-7-1, 24-7-2, 24-7-3, 24-7-4, 24-7-5, 24-8-1,

24- 8-2, 24-8-3. 24-8-4, 24-8-5, 24-9-1, 24-9-2, 24- 9-3, 24-9-4, 24-9-5, 24-9-6. 24-9-7, 24-10-1,24-10- 2, 24-10-3, 24-10-4, 24-10-5, 24-10-6, 24-11-1,24- 11-2, 24-11-3, 24-11-4, 24-11-5, 24-11-6, 25-1-1,25- 1-2, 25-1-3, 25-1-4, 25-1-5,25-1-6, 25-1-7, 25-2-1, 25-2-2, 25-2-3, 25-2-4, 25-2-5, 25-2-6, 25-2-7,25-3-1, 25-3-2, 25-3-3, 25-3-4, 25-3-5, 25-3-6, 25-3-7, 25-4-1, 25-4-2, 25-4-3, 25-4-4. 25-4-5, 25-4-6, 25-4-7, 25-4-8, 25-5-1, 25-5-2, 25-5-3, 25-5-4, 25- 5-5, 25-5-6, 25-5-7, 25-5-8, 25-6-1, 25-6-2, 25-6-3, 25-6-4, 25-6-5, 25-6-6, 25-6-7, 25-7-1, 25-7-2, 25-7-3, 25-7-4, 25-7-5, 25-7-6, 25-7-7, 25-8-1, 25-8-2, 25-8-3, 25-8-4, 25-8-5, 25-8-6, 25-9-1, 25-9-2, 25-9- 3, 25-9-4, 25-9-5, 25-9-6, 25-9-7, 25-10-1, 25-10-2, 25-10-3, 25-10-4, 25-10-5, 25-10-6, 25-10-7, 25-10- 8, 25-11-1, 25-11-2, 25-11-3, 25-11-4, 25-11-5, 25-11-6, 25-11-7, 26-1-1 y 26-1-2.40. Las cifras definitivas que manejamos en este estudio están compuestas por las sumas de las operaciones registradas, unas 34127 entre 1822 y 1850, a partir del cruce de las fuentes mencionadas.41. Para el caso particular de Corrientes nuestros datos también han sido comparados con la infor­mación disponible de los libros de salidas de mercancías del puerto de Corrientes, lo que per­mitió una nueva confirmación la repiesentatividad de esta serie.42. De todos modos tratamos de subsanar el problema consultando algunos legajos complemen­tarios (ver nota 38).43. Para los productos pecuarios los precios han sido tomados de los precios por mayor de la plaza de Buenos Aires del diario La Gaceta Mercantil.44. Ver Registro Oficial de la Provincia de Buenos Aires, Año de 1822, I, p. 153.45. C. S. Assadourian, El sector exportador de una economía ... ob. clt., p. 314.46. La cotización de la onza de oro es la de Pedro Agote y puede verse en M. Burgin, Aspectos económicos del ... ob. cit., pp. 104 y 220. Con respecto a la paridad entre el oro y la plata hemos tomado la de 17 por 1 tal como se señala en Felipe Senillosa, Memorias sobre los pesos y medidas, Buenos Aires, 1835, p. 33.

103

Page 99: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Apéndice

Cuadros y gráficos

Page 100: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

CUADRO 1 VALOR DE LAS EXPORTACIONES DE LAS PROVINCIAS DEL LITORAL ABUENOS AIRES, 1783-1850 (en pesos plata)

AÑO SANTA FE ENTRE RIOS CORRIENTES TOTAL

1783 10079 1405 85870 973541784 35254 1035 53568 898571785 54119 3 750 77442 1353111786 34073 8118 41357 835481787 31571 4370 47343 832841788 7513 6518 28776 428071789 20061 25785 78941 12478717901791

15337 20212 62905 98454

1792 17244 13386 45702 763321793 19672 37490 150145 20730717941795

23412 41982 189505 254899

1796 19260 43358 145129 2077471797 13096 18465 122504 1540651798 8676 23601 140201 1724781799 28915 15303 135333 1795511800 18679 17707 84175 1205611801 29326 7840 67092 1042581802 48305 66134 106194 2206331803 46544 53925 140701 2411701804 48618 63823 192350 3047911805 38393 37246 173375 2490141806 41500 33979 100684 1761631807 25495 20433 111708 1576361808 38775 64250 129173 2321981809 61031 59946 161514 2824911810 97732 53672 100628 252032

106

Page 101: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

CUADRO : VALOR DE LAS EXPORTACIONES DE LAS PROVINCIAS DEL LITORAL ABUENOS AIRES, 1783-1850 (en pesos plata) (continuación)

AÑO SANTA FE ENTRE RIOS CORRIENTES TOTAL

1811 73552 15978 76990 1665201812 153549 22673 40666 2168881813 350543 16670 30333 3975461814 352455 87692 40721 4808681815 138092 90700 100359 3291511816 153155 26207 118214 2975761817 49359 66943 120899 2372011818 36505 38964 91694 1671631819 38181 29496 60137 1278141820 131776 128035 51798 3116091821 67113 83039 48925 1990771822 22899 53454 144767 221120182318241825

33219 35319 575497139040610

1260877139040610

1826 52143 47368 84550 1840611827 45444 72283 90616 2083431828 53551 44216 124559 2223261829 82779 135059 203169 4210071830 48944 98464 117394 2648021831 84491 141468 104386 3303451832 77362 192376 98953 3686911833 59175 198881 85841 3438971834 66022 277334 150191 4935471835183618371838

57038 259411 137672 454121

1839 23410 21608 6725 517431840 13144 12133 0 252771841 165087 819066 7742 9918951842 192870 622857 74646 8903731843 223867 761879 386387 13721331844 232867 852281 0 10851481845 188397 519176 4649 7122221846 30837 4813 548 361981847 103778 66047 96026 2658511848 213691 532466 182283 9284401849 276971 946381 414157 16375091850 359513 1214040 408544 1982097

Sin datos para los años 1791, 1795 Datos parciales para los años 1824

, 1836, 1837 y 1825

y 1838

107

Page 102: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

CUADRO 2: PORCENTAJE DEL COMERCIO DEL LITORAL SOBRE EL MONTO TOTAL COMERCIADO EN BUENOS AIRES ENTRE 1831 Y 1850 (en pesos plata)

AÑO MONTO CDO. TOTAL MONTO LITORAL PORCENTAJE

1831 570359 330345 57.921832 1123757 368691 32.811833 817339 343897 42.081834 994332 493547 49.641835 931404 454121 48.761836183718381839 283922 51743 18.221840 211398 25277 11.961841 1597214 991895 62.101842 1632375 890373 54.541843 3206825 1372133 42.791844 2728271 1085148 39.771845 1807954 712222 39.391846 264134 36198 13.701847 639104 265851 41.601848 1705339 928440 54.441849 2869603 1637509 57.061850 3424885 1982097 57.87

PROMEDIO DEL PERIODO 48.25

108

Page 103: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

CUADRO 3: VALOR Y PORCENTAJE DE LOS CUEROS EXPORTADOS DESDE EL LITORAL SOBRE EL MONTO TOTAL DEL COMERCIO LITORALEÑO A BUENOS AIRES ENTRE 1783 Y 1850 (en pesos plata)

AÑO MONTO DEL LITORAL MONTO DE LOS CUEROS %1783 97354 11391 11.701784 89857 34183 38.041785 135311 70524 52.121786 83548 46704 55.901787 83284 41817 50.211788 42807 15879 37.091789 124787 52310 41.921790 98454 51572 52.3817911792 76332 52064 68.211793 207307 140928 67.981794 254899 139870 54.8717951796 207747 146437 70.491797 154065 92641 60.131798 172478 63672 36.921799 179551 53640 29.871800 120561 65333 54.191801 104258 48918 46.921802 220633 165645 75.081803 241170 188750 78.261804 304791 223316 73.271805 249014 181758 72.991806 176163 118998 67.551807 157636 127537 80.911808 232198 129906 55.951809 282491 208327 73.751810 252032 160255 63.59

Promedio del período colonial: 60.53

109

Page 104: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

CUADRO 3: VALOR Y PORCENTAJE DE LOS CUEROS EXPORTADOS DESDE EL LITORAL SOBRE EL MONTO TOTAL DEL COMERCIO LITORALEÑO A BUENOS AIRES ENTRE 1783 Y 1850 (en pesos plata) (continuación)

AÑO MONTO DEL LITORAL MONTO DE LOS CUEROS %1811 166520 63086 37.881812 216888 27037 12.471813 397546 97438 24.511814 480868 171512 35.671815 329151 174860 53.121816 297576 102350 34.391817 237201 116821 49.251818 167163 87192 52.161819 127814 67601 52.891820 311609 66796 21.441821 199077 70335 35.331822 221120 99178 44.851823 126087 45256 35.891824 71390 183 72 25.731825 40610 18060 44.471826 184061 40850 22.191827 208343 50228 24.111828 222326 77591 34.901829 421007 338831 80.481830 264802 172571 65.17

110

Page 105: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

CUADRO 3: VALOR Y PORCENTAJE DE LOS CUEROS EXPORTADOS DESDE EL LITORAL SOBRE EL MONTO TOTAL DEL COMERCIO LITORALEÑO A BUENOS AIRES ENTRE 1783 Y 1850 (en pesos plata) (continuación)

AÑO MONTO DEL LITORAL MONTO DE LOS CUEROS %1831 330345 225381 68.231832 368691 244531 66.321833 343897 206834 60.141834 493547 284248 57.591835 454121 214318 47.191836183718381839 51743 22385 43.261840 25277 4429 17.521841 991895 728414 73.441842 890373 692894 77.821843 1372133 1025488 74.741844 1085148 765487 70.541845 712222 462207 64.901846 36198 9826 27.141847 265851 86599 32.571848 928440 388639 41.861849 1637509 755329 46.131850 1982097 1068247 53.89

Promedio del período independiente: 54.57

PROMEDIO TOTAL: 55.80

Sin datos para los años 1791, 1795, 1836, 1837 y 1838.

111

Page 106: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

CUADRO 4: CANTIDAD DE CUEROS LLEGADOS A BUENOS AIRES DESDE CADA PROVINCIA DEL LITORAL ARGENTINO, 1849-IB50

CUEROS VACUNOS*

AÑOS SANTA FE CORRIENTES ENTRE RIOS TOTAL

1849 48956 131345 266056 446357

1850 58358 105478 369887 533723

* Incluye cueros vacunos secos y salados.

CUEROS BAGUALES*

AÑOS SANTA FE CORRIENTES ENTRE RIOS TOTAL

1849 1466 25531 64539 91536

1850 34 11407 42285 53 726

* Incluye cueros baguales secos y salados.

112

Page 107: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

CUADRO 4 (cont.): EXPORTACION DE CUEROS A TRAVES DEL PUERTO DE BUENOS BUENOS AIRES. EL LITORAL FRENTE A LA CAMPAÑA BONAERENSE Y AL INTERIOR, 1849-1850

CUEROS VACUNOS

AÑOS EXPORTACION LITORAL % INTERIOR % BS. AS. %1849 2961342 446357 15.07 325939 11.01 2189046 73.92

1850 2424251 533723 22.02 335564 13.84 1554964 64.14

CUEROS BAGUALES

AÑOS EXPORTACION LITORAL % INTERIOR % BS. AS. %1849 238514 91536 38.38 79222 33.21 67756 28.41

1850 187107 53726 28.71 59678 31.90 73703 39.39

Fuentes: Cifras de exportación: PARISH Woodbine, Buenos Aires y lasprovincias del Río de la Plata, Buenos Aires, Hachette, 1958, p. 512.Cifras del Interior: ROSAL, Flujos comerciales, mercados e integración económica ... cit., pp. 12-13.

113

Page 108: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

114

GCO. I: COMERCIO DELLITORAL A BS. AS., 1783-1850

1783 1788 1793 1798 1803 1808 1813 1818 1823 1828 1833 1838 1843 1848

STA. FE E.RIOS CORRIENTES

Page 109: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

115

GCO. II: COMPOSICION DELCOMERCIO LITORAL-BS.AS., 1783-1850MILLONES DE PESOS PLATA

1.5

1 -

0.5 -

0a jDM

1783 1788 1793 1798 1803 1808 1813 1818 1823 1828 1833 1838 1843 1848RESTOCEREALES

CUEROS □ YERBA

TABACOTEXTIL

Page 110: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

116

GCO. III: COMPOSICION DELCOMERCIO CTES.-BS. AS., 1783-1850

500 MILES DE PESOS PLATA

4 0 0 -

1783 1788 1793 1798 1803 1808 1813 1818 1823 1828 1833 1838 1843 1848CUEROS

10S0 TABACOSUELAS

I I TEXTILC.NUTRIA CIGARROS

YERBARESTO

Page 111: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

117

GCO. IV: COMPOSICION DELCOMERCIO E. RIOS-BS. AS., 1783-1850

MILES DE PESOS PLATA

Page 112: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

118

GCO. V: COMPOSICION DELCOMERCIO STA. FE-BS. AS., 1783-1850

4 0 0 MILES DE PESOS PLATA

3 00 -

200 -

100 -

1783 1788 1793 1798 1803 1808 1813 1818 1823 1828 1833 1838 1843 1848CUEROS YERBA TABACO Í C.NUTRIA LSíIIj RESTO

Page 113: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Indice

E l Interior frente a B uenos A ires . Flujos comerciales

e integración económ ica , 1831-1850, por Miguel A. Rosal 5Introducción 5Las fuentes 7Regiones y subregiones 8Lapso 1831-1835

Los flujos comerciales 10Componentes del flujo 12Observaciones finales sobre el lapso 1831-1835 15

Lapso 1836-1838 16Lapso 1839-1850 17

Los flujos comerciales 18Componentes del flujo 20

Conclusiones 23Notas 26Apéndice. Cuadros y gráficos 33

C omercio y mercado en el L itoral argentino durante la prim era m itad del siglo XIX, por Roberto Schmit 63

Introducción 63La historiografía sobre el Litoral 64Las fuentes y su tratamiento 66Evolución del flujo mercantil del Litoral, 1810-1849 67El comercio de las provincias litoraleñas

1. El comercio de Corrientes 67El comercio de los productos ganaderos 68Cueros vacunos 68Las suelas 68El comercio del tabaco, los cigarros y la yerba mate 69

2. El comercio de Entre Ríos 70El comercio de los productos ganaderos en Entre Ríos 71El comercio de cal 71

3. El comercio santafesino 71Precios, aranceles e intermediación comercial 72

Los aranceles de la yerba mate y el tabaco 72Los cueros vacunos 74

Las discusiones entre correntinos y porteños 74Conclusiones 76Notas 77Apéndice. Gráficos 81

D e la colonia a la independencia . El com ercio del L itoral argentino a B uenos A ires entre 1783 y 1850, por Roberto Schmit y Miguel A. Rosal 91

Introducción 91Los estudios sobre el Litoral argentino 92Exportaciones del Litoral a Buenos Aires 93El comercio de las provincias

El comercio de Corrientes 94El comercio de Entre Ríos 96El comercio de Santa Fe 97

Conclusiones 98Observaciones finales

Las fuentes 99Notas 101Apéndice. Cuadros y gráficos 105

Page 114: CUADERNOS DEL INSTITUTO RAVIGNANI 9 · Aduanas de 1835— ¿fue inevitable que la balanza se inclinara hacia el puerto? Si bien no tenemos cifras globales concretas respecto a los

Esta publicación se imprimió en la Imprenta de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.