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Navas de San Juan (Jaén)

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Nº 2

Navas de San Juan tiene MUCHO QUE CONTAR

Navas de San Juan tiene MUCHO QUE CONTAR LITERATURA DE TRADICIÓN ORAL RECOGIDA EN NAVAS DE SAN JUAN (JAÉN, ESPAÑA) © Juan Ignacio Pérez y Ana María Martínez © De esta edición, Asociación LitOral (www.weblitoral.com) Trabajo de campo realizado en 2005 con el patrocinio del Centro Andaluz de las Letras (Consejería de Cultura, Junta de Andalucía) Se permite la reproducción de los textos siempre que se indique la procedencia de los mismos Edición digital Andalucía, 2005

Colección MUCHO QUE CONTAR Cuadernos de literatura de tradición oral

Nº 2


Trabajo de campo, transcripción y clasificación realizados por Juan Ignacio Pérez y Ana María Martínez

Asociación LitOral 2005

ÍNDICE Presentación ............................................................................................ 9

Textos narrativos Cuentos de encantamiento ............................................................... 11 Cuentos anecdóticos y sucedidos .................................................... 19 Romances e historias de cordel ......................................................... 24

Juegos y canciones Juegos infantiles .................................................................................... 34 Canciones festivas ................................................................................ 36 Acertijos .................................................................................................. 41 Adivinanzas ............................................................................................ 43 Trabalenguas ......................................................................................... 49

Dichos y hechos Vocabulario coloquial ......................................................................... 50 Refranes.................................................................................................. 53 Expresiones y dichos ............................................................................. 54 Comparaciones .................................................................................... 55 Pregones y canciones de trabajo...................................................... 56 Brindis....................................................................................................... 57 Historias de vida .................................................................................... 57 Oraciones ............................................................................................... 62 Informantes ........................................................................................... 64 Este es un libro inacabado.................................................................. 65

JUAN IGNACIO PÉREZ Y ANA MARÍA MARTÍNEZ

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Presentación

Suele decirse, no sin cierta dosis de nostalgia, que la literatura de tradición oral se pierde inexorablemente por el empuje de nuevas formas de comunicación y por los cambios operados en los estilos de vida.

Cierto es que los más jóvenes no suelen tener acceso espontáneo a las mismas manifestaciones culturales que transmitían de viva voz sus antepasados, pero también es importante resaltar, por un lado, que las personas de más edad (y no sólo las ancianas) aún pertenecen a esa generación que escuchó cuentos, canciones, poemas y otras expresiones anónimas de boca de sus mayores; y, por otra parte, que en la actualidad siguen transmitiéndose historias anónimas entre los jóvenes que resultan igual de interesantes que las tradicionales.

No tiene sentido, pues, lamentarse ante una posible situación sin retorno. Antes bien, se impone la necesidad de intervenir para devolver el sentido a la tradición oral como manifestación cultural de primer orden.

LitOral, asociación especializada en la búsqueda, catalogación y difusión de este patrimonio inmaterial colectivo, trabaja por esta revalorización de personas, textos, formas y costumbres, una tarea que cada día sentimos más necesaria como respuesta a distintas problemáticas:

• La necesidad de comunicación entre generaciones y entre iguales.

• La importancia de conocer las raíces colectivas (familiares, geográficas, sincrónicas) para reconocerse como miembros de un grupo.

• La convivencia entre culturas de diversas procedencias.

• La importancia de los aspectos socio-afectivos en una


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sociedad que tiende a la individualización y a la automatización.

Entre los trabajos que nos planteamos periódicamente en nuestra asociación se encuentran las campañas de recuperación y puesta en valor de la literatura popular en barrios o localidades concretos y en comarcas administrativas o naturales.

Estas campañas, bajo la denominación MUCHO QUE CONTAR, plantean una sistemática recogida de textos orales de tradición popular cuyo objetivo principal es elaborar un catálogo de textos de tradición oral de la zona para evaluar su transcendencia artística, social e histórica, así como tomar el pulso a los intereses locales en relación a dicho patrimonio.


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Textos narrativos

CUENTOS DE ENCANTAMIENTO

El pájaro hablador INFORMANTE: Mª Juana Requena

Eran un padre y una madre y tenían tres hijas, y eran muy pobres, no eran ricos, estaban en el campo y vivían como podían. Y cerca de donde estaban viviendo había un riachuelo y se fueron a bañar las tres hijas que tenían. Estando bañándose debajo de un puente, una decía: -Yo, cuando me case me tengo que casar con un señor que me tenga a las mil maravillas. Y la otra decía: -Pues yo tengo que tener criadas a punta pala. Y la otra, la más chica, calladita. Y ya las otras dos le dicen: -¿Y tú con quién te vas a casar? Por encima del puente pasaba un señor con su tropa y al oirlas a ellas se paró y ya la escuchó: -Yo, cuando me case, tengo que tener un hijo y una hija; el niño tiene que tener el sol en la frente y la niña la luna. -¿Pero con quién te vas a casar? -A mí me da igual. Entonces, el señor que pasaba por encima del puente la miró a ella y se quedó enamorado de la niña. Entonces mandó a sus lacayos a que fueran a por ella para verla, pero ella no quería salir ni quería nada. Pero luego después se salen del baño y se van a donde estaban su padre y su madre y el señor aquel mandó a sus lacayos a que fueran a hablar con el padre y con la madre. Y ella no quería, pero él, como se enamora de ella, hace todo lo posible por conseguirla y se casa con ella. Y, claro, al casarse con ella, la madre de él no la quería porque era pobre y ellos eran que no me veas, es que él era un príncipe, pero no estaba destacado en decir quién era ni


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nada. La madre no quería que se casara, pero él dijo que se casaba con ella, que se casaba y, total, que se casó. Vivían todos juntos en el mismo palacete y se quedó ella en estado. Por donde ya que estaba ella un poquito avanzada, él se va a la guerra, está luchando y en ese tiempo en que él está en la guerra, ella sigue en estado y la suegra, como no la podía ver, la trataba muy mal. Se pone ella de parto y tiene el niño con el sol y la niña con la luna. al dar a luz, ella no veía nada, así que de momento le dijeron que lo que había tenido estaba muerto y a ella la cogen y la encierran en una habitación. Ya viene él de la guerra y dice que dónde estaba su mujer y le dicen que su mujer, al dar a luz, se había muerto. -¿Y los críos que tuviera? -El crío que tuvo se murió y ella también. Él siempre estaba pensando y reinando en ella muy deprimido y, se salía con sus lacayos al campo a pasearse. Pero la madre de él, cuando dio a luz, les dio los críos a unos pastores y los pastores los criaron y los tenían allí. Pero él empezó a pasearse y veía a los niños con una venda en la cabeza. -Mira que los niños estos, el tiempo que yo llevo paseando y siempre con la venda en la cabeza. ¿Qué será? Total, que un día se acerca a la pastora y le dice: -Pero, ¿a los niños estos qué es lo que le pasa, que siempre tienen la venda en la cabeza?. -Ay, mire usted, que son muy malos y siempre están aporreados y yo ya no sé lo que voy a hacer. Y eso es lo que le tengo, la venda en la cabeza para ver si no se aporrean más. Él empezó a reinar y a reinar porque no se le quitaban de la cabeza los dos nenes aquellos que veía. Y un día daba una comida en su casa y dice él: “Pues yo voy a invitar al pastor y a la pastora y a los niños, que se vengan”. Les dice: -Miren, que ha dicho el señor que vayáis que os invita a comer. Y el pastor: -Yo no voy, primero que no tengo ropa para los niños y que los niños son muy malos y muy traviesos. Y él: -Mira, si son traviesos como si son como sean tienen que ir.


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Con que les prepararon una ropa y fueron, pero cuando se llevaban a los chiquillos, el chiquillo sale corriendo y se vuelve. Y él le pregunta que por qué se volvía. -Porque yo me tengo que llevar mi pájaro, yo no voy sin mi pájaro. -Hombre, luego. -Yo me llevo mi pájaro si queréis, si no, no voy. Total, que se lleva su pájaro. Llegan allí y lo primero que hace el pájaro es ir desde el hombre de la chiquilla al hombro del chiquillo. Y les decía: -¡Que pongan una silla, que pongan una silla, que pongan una silla! Y el señor: -¿Qué es lo que dicen los niños? Y la pastora: -Es que son muy malos, yo me voy, que yo no me estoy aquí. -No, a ver qué es lo que están diciendo. -Nada, me está diciendo que falta una silla, que pongan una silla. -Hala, pues que pongan una silla. Claro, la iban a poner en cualquier parte y el pájaro que no, que la silla tenía que estar al lado de él, del señor. Y ya que está la silla puesta, dice el pájaro en los hombros de los chiquillos: -¡Que abran aquella puerta, que abran aquella puerta, que abran aquella puerta! -¿Qué es lo que están diciendo? -No, si no dicen nada, ¿ha visto cómo son los chiquillos, que son muy malos? Que yo me voy. -No, no, no. Ahí están diciendo algo. -Lo único que dicen es que abran esa puerta. En ese momento, dijo él que abrieran la puerta, pero la madre no quería. -No, ha dicho que se abra esa puerta y esa puerta se abre. Claro, abrieron la puerta y estaba ella. En aquel momento se quedó..., pero se cayó y no dijo nada. Ya le dice que sentara ella al lado de él y la sentaron a ella al lado de él. Y ya que


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estaban todos allí tan tranquilos que iban a empezar a comer, empieza el pájaro: -¡Que cierren las ventanas y corran las cortinas, que cierren las ventanas y corran las cortinas, que cierren las ventanas y corran las cortinas! -¿Qué es lo que están diciendo? Y dice la pastora: -Mire usted, yo me levanto. Yo me llevo a mis niños porque esto no puede ser, que no dejan parar a nadie. -Señora, usted siéntese ahí que los niños no se van hasta que no se termine de comer y de pasar aquí el rato que ellos quieran. -¡Que cierren las ventanas y corran las cortinas, que cierren las ventanas y corran las cortinas, que cierren las ventanas y corran las cortinas! Eso hicieron, cerraron las ventanas y corrieron las cortinas. No había luz ni nada. Y empieza el pájaro desde el hombro de los chiquillos al hombro del padre y de la madre y les decía: -¡Este es tu papá y esta tu mamá, este es tu papá y esta tu mamá! -¿Qué es lo que está diciendo ahora? -Me está diciendo que usted es mi papá y usted mi mamá. -¿Y eso cómo puede ser? Entonces, ¿el pájaro qué hizo? Darle un picotazo en la frente al chiquillo, le quitó la venda y salió el sol, le dio otro picotazo a la chiquilla, le quitó la venda y salió la luna. Y se dio cuenta de que eran su hijo y su hija. A la madre la desterraron, la echaron fuera y ellos vivieron felices, comieron perdices y yo, que estaba allí, me dieron con un plato en las narices.

La adivinanza del pastor INFORMANTE: Justa Menchón

Era una familia que tenía un hijo medio tonto y tenían ganado. El pobre quería casarse con una reina que decía que se casaría con el que supiera cantar flamenco. Y él se liaba a cantar flamenco en la sierra y no podía. Pero un día le dice a la madre:


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-Madre, que quiero casarme con la hija del rey. -Pero, hijo mío... -Que sí me caso. ¿Y la madre qué hizo? Envenenó una torta y se la metió en la alforja y se fue con los ganados. Llevaba un perro que se llamaba Paula y el perro comió de la torta. Llevaba también tres ovejas que también comieron de la torta y se envenenaron y vinieron siete grajos a comerse a las ovejas. �espués bebió agua de un botijo que había colgado en las olivas. Cuando llegó a la reina, le puso esta adivinanza de las cosas que le habían pasado: Torta mató a Paula, Paula mató a tres, tres mataron a siete, bebí agua en una fuente que ni estaba en el cielo ni estaba en la tierra. Y ella, como no la acertó, se casó en el pastor

Periquillo y Mariquilla INFORMANTE: Antonia Hervás

Eran dos hermanos y su madre los mandó a un mandado, a cada uno a un sitio. Cuando llegó el niño, que se llamaba Periquillo, le dijo: -Mamá, ya he venido. -Pues toma pan y queso. -Tengo sueño. -Acuéstate en la cama. -No, que tiene chinches. -Acuéstate en la tarima. -No, que tiene pulgas. -Entonces acuéstate en la artesa. Calentó entonces la madre una olla de agua, se la echó por lo alto y lo mató. Lo arregló y lo metió en una olla para la merienda de su padre. Y viene Mariquilla y le dice:


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-¿Ha venido ya Periquillo? -No. Venga, que vas a llevarle a tu padre la merienda. Pero no destapes el puchero hasta que no llegues allí. Por el camino destapó el puchero y vio salir los dedos de su hermano. Y ella llorando: -¡Ay, mi hermano, que lo ha matado mi madre! Ya no tengo hermano. Se encuentra a una abuela y le dice: -¿Por qué lloras, Mariquilla? -Porque mi madre ha matado a mi hermano y lo llevo a mi padre de merienda. -Tú, cuando tu padre esté comiendo, me recoges todos los huesos y te los echas en el mandil. -Y luego después ¿qué hago? -Los entierras en el estercolero, unos en un lado y otros en otro. Con que eso hizo: estaba comiendo y echaba los huesos en el mandil. Y dice su padre: -Niña, ¿para qué coges los huesos? -Para un perrillo que hay ahí más abajo, que me quiere morder. Y entonces llegó al estercolero y en un lado echó los huesos y en otro otras cosillas. En un lado salió un naranjo y en el otro un limonero. Y dice el padre: -Mariquilla, dame una naranja. Y sale la voz del niño: -No, que me comiste. Sale la madre: -Dame un limón. -No, que me mataste. La Mariquilla dice entonces: -Dame una naranja, Periquillo. -Tómalas para ti todas, que me recogiste.

La novia rana INFORMANTE: Antonia Hervás

Eran tres hermanos y dice el padre: -El que me traiga el perro más grande, ese se casa.


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Llevaba cada uno su caballo y dijeron: -Tú por esta vereda, tú por esta y yo por esta y el mismo día nos juntamos aquí. -Bueno. Llegan los dos hermanos mayores a un sitio donde había unos perros muy grandes, más grandes que un caballo, y dicen: -Nosotros vamos a llevar estos perros. Y entonces, el más chico llega a una perrería y dice: -Dame un perrillo, el más chiquitillo que tengas. Y lo llevaba metido en el bolsillo. Y se juntan allí otra vez los tres hermanos y dicen. -Bueno, ¿tú qué? Mira qué perros tenemos. ¿Y tú? -Yo no he encontrado nada. Llegan donde el padre y le enseñan los perros y dice el padre: -Madre mía, si estos perros me comen a mí. ¿Y tú? -Yo no he encontrado nada. ¿Qué voy a encontrar yo si yo no sé nada? Se mete la mano en el bolsillo y lo pone encima de la mesa. Y el padre: -¡Oh, qué perro más primor! Ahora, el que traiga la novia más guapa, ese se casa. Entonces se van otra vez con los caballos. -En el mismo sitio nos juntamos. Y el chico llorando: -¿A quién voy a buscar yo? Llegó a un alberca y había una rana que estaba encantada, y le dice: -¿Por qué lloras? -Porque me ha dicho mi padre que el que lleve la novia más guapa se casa. -Tú no sientas, tú te pones delante y yo detrás, pero no vuelvas la cabeza hasta que llegues a tu casa. Llega a su casa, se baja del caballo, vuelve la cabeza y... ¡la rana era una virgen más guapa! -Venga, ahora vamos a comer. Se ponen a comer y ella: -Bueno, ¿eso lo hace él? Pues yo también lo hago.


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Enseguida que terminan de comer, se levantan las mujeres que habían traído los hermanos y dicen: -¡Suegro! Y se tiran a los brazos. ¡Y salió una manada de polvo! Y la otra hizo igual y la del hermano chico no hablaba, pero se puso a recoger el polvo. Y entonces dice el padre: -Pues este es el que se va a casar. Y se termina el cuento.

Los dos hermanos INFORMANTE: Encarnación Delrós o del Ros

Eran dos hermanos que habían ido a por agua. Por el camino se encontraron con la Virgen que les quiso dar una naranja, pero uno de ellos no quería. Entonces la Virgen le dio al otro una naranja y el otro iba por todo el camino: -Hermano, dame la naranja, dame la naranja. Y el otro no quería. Llegaron a una fuente y al ir a coger la botella del agua, el otro lo empujó y lo mató. Lo enterró y con las cañas que salieron de sus tripas se hizo un pastor una flauta y el hermano otra. Cuando tocaba salía esta canción:

Ay, hermanito mío, tócame con primor,

que tú mismo me mataste en la fuente del amor

por quitarme una naranja que la Virgen me la dio.

Ay, hermanito mío, tócame con primor.


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CUENTOS ANECDÓTICOS, CUENTECILLOS Y SUCEDIDOS

El nieto difunto INFORMANTE: Mª Juana Requena

Eran un padre y una madre que tenían un hijo. El padre y la madre se murieron y se quedó el hijo solo y a ver con quién se iba a quedar el chiquillo. Entonces la abuela dice: -Hijo mío, vente conmigo, yo te crío, a ver qué vamos a hacer. Y la abuela, pues claro, todos los gustos y todo lo que quería el nieto, pues todo se lo daba. Y hacen la matanza, matan un marrano y hacen las morcillas, el chorizo y todo eso y mira por dónde se muere el nieto. Y la abuela todas las noches se ponía -¡Ay, hijo mío, si tú vinieras, porque el chorizo ya está pa comérselo, y te lo comerías! Y así una noche y otra. Y hasta que los vecinos de al lado se enteraron de lo que decía la abuela. Y dice el vecino: -Ya verás la abuela. Se sube al tejado y por la chimenea: -¡Abuelaaaa! -¡Ay, hijo mío! Ay, ¿qué quieres? Ay, que has venido a verme. ¿Qué es lo que quieres? -¡Abuelaaaa, que me acuerdo del chorizo que ya estará para comérselo! -Sí, hijo mío, que ya está para comérselo. ¡Ay, mi nieto que ha venido para comerse el chorizo! Y dice: -Yo quiero que me des porque allí paso mucha hambre. -A ver en qué. -Yo te echo una soga, haces una espuerta y me lo echas por la chimenea. Y la abuela le echó el chorizo. A los dos o tres días: -¡Ay, mi nieto, que vino a por el chorizo! ¡Ay, si mi nieto viniera otra vez a por el otro chorizo! Así sucesivamente, todas las noches la abuela le daba lo mismo los chorizos que las morcillas que todo. Y ya empezó a llevarse los jamones. Y ya no quedaba más que un jamón y dice:


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-Abuela, que ya no voy a poder venir más. -¡Ay, hijo mío, asómate que te vea la cara! -Abuela, es que no puedo. -Anda ya, el último recuerdo, que te vea la cara. Y puso el culo así en la chimenea y se queda la abuela mirando: -¡Ay, hijo mío, qué ojos tan grandes y qué nariz tan larga tienes!

Cuento: La chaqueta INFORMANTE: Mª Juana Requena

Eran unos novios y se casaron y ella ni barría, ni fregaba, ni guisaba ni hacía nada. Y cuando él venía del trabajo tenía que hacerlo todo. Y decía: -Mira que venir del trabajo y tener que hacerlo todo. Y se quitaba la chaqueta y la ponía en la silla y, cuando se iba al trabajo, le decía a la chaqueta: -Mira, esta noche, cuando venga, tienes que tener guisado, barrido y fregado y tenerlo todo hecho. Cuando venga yo esta noche que no tenga yo que hacerlo. Y ella le decía a la chaqueta: -Mira lo que te ha dicho: que barras, que friegues y que guises, que si no ya verás. Él llega y, claro, la chaqueta no había hecho nada. Y así llevaba siete u ocho días y ella diciéndole a la chaqueta que barriera, que fregara y que guisara. Y en vista de que no hacía nada de nada, ya llega él un día y dice: -Hoy tampoco has barrido, ni has guisado ni has hecho nada. Y le dice a la mujer: -Ponte la chaqueta. Coge una vara, se enreda a palos, vengan palos. Claro, los palos se los daba a la chaqueta, pero ella la tenía puesta y era ella la que recibía los palos. -Mira, no le pegues más a la chaqueta, déjala, que si ella no quiere hacerlo mañana lo hago yo, que mañana barreré, guisaré y lo haré todo.


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El cura y el barquero INFORMANTE: señor del Centro de Día, 78 años

Antiguamente, cuando los ríos los cortaban y los pasos eran muy largos, había tablas grandes y había quien se dedicaba a tener una barca. En esa barca pasaba a la gente, le daban diez céntimos, cinco céntimos, algo, y con eso se iba manteniendo el barquero. Y llega un cura y dice que si le podía pasar al otro lado. -Sí, hombre. Se monta el cura y yendo montado le dice el cura al barquero: -Hijo, mío, ¿sabes rezar? -Pues no, padre. -¿Y el Padrenuestro? -Tampoco. -Bueno, tienes media vida perdida. Y a todo tenía media vida perdida. Y dice el barquero: -Señor cura, ¿usted sabe nadar? -Pues no. -Pues me parece que tiene usted toda la vida perdida. Le dio media vuelta a la barca y decía: -¡Que me ahogo, que me ahogo!

La adivinanza del preso INFORMANTE: Francisca Calvo

Era un matrimonio que tenía una hija y al padre lo metieron en la cárcel. La hija iba a ver a su padre a la cárcel y, como no le daban de comer, su hija le daba el pecho y decía:

Primero fui hija

y luego fui madre, el niño que yo amamanto es el marido de mi madre.


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El borrico en el pozo INFORMANTE: Mª Dolores Bautista

-Papá, papá, que se ha caído el borrico al pozo. -Échale pienso, que agua ya tiene.

La vieja romana INFORMANTE: Ana González

-¿Quieres que te cuente el cuento de la vieja romana que tiene más pelos que lana? -Sí. -Que yo no te digo ni que sí ni que no, que si quieres que te cuente el cuento de la vieja romana que tiene más pelos que lana.

¿Cómo quiere el pollo? INFORMANTE: Mª Juana Requena

-Señor cura, que dice mi madre que cómo quiere usted el poooooollo. -Chiquillo, anda y dile a tu madre que no lo quiero ni asao ni frito, que lo quiero en crudo y en pepitooooria.

Las tres hermanas INFORMANTE: Modesta González

Eran tres hermanas y el hermano estaba en la mili. Y el pobre les dice: “Mira, yo les voy a llevar, a una unos aretes, a otra una sortija y a la otra unos zapatos”. Y como estaban toda la vida en un cortijo pues estaban como yo, que sentían las campanas y salían corriendo. Y las pobres se arreglaron un domingo. Y se fueron a la calle y empezaron a decir: -Mira qué sapos, mira qué sapos (enseñando los aretes).


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-No lo creo, no lo creo (moviendo el dedo donde tenía el anillo). -Písalo, písalo, písalo (adelantando los pies para enseñar los zapatos).

Cristóbal Colón INFORMANTE: Justa Menchón

La maestra pregunta al niño más listo: -A ver, Pablito, ¿cómo murió Cristóbal Colón? -Hecho pedazos, maestra. -¿Dónde leíste esa tontería? -Mi libro lo dice. “Cristóbal Colón, su vida en veinte partes”.

El loro y la leña

INFORMANTE: Dolores Hermosilla Iba un hombre con un borrico vendiendo leña por la calle: -¿Quién compra leña? Y salta un loro y dice: -Váciela usted aquí. Vacia el hombre la leña y entra a cobrar. Y la mujer: -¿Qué quiere usted? -Que vengo a cobrar la leña. -¿Qué leña? -¿No me ha dicho usted que descargue aquí? -No señor, yo no he dicho que descargue leña ninguna. -Sí, señora, usted me ha dicho que descargue aquí la leña y me la tiene usted que pagar. -No, que no, que no, que yo no he encargado leña ninguna, que no quiero leña. Tanto caldeó al hombre que cargó la leña y se fue otra vez. Y va dando vueltas por la calle otra vez: -¿Quién compra leña? Y al rato pasa otra vez por allí. -¿Quién compra leña?


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-Váciela usted aquí –en la misma casa. Y la vació otra vez. Y entra el hombre a cobrar otra vez. -Pero bueno, ¿no le he dicho que no quiero leña? -¿Y usted por qué me dice que la descargue aquí? -No, yo no le he dicho que la descargue aquí. -Pues sí. Bueno, cargó el hombre otra vez la leña y se va dando vueltas por allí. Y pasa otra vez por allí y dice: -¿Quién compra leña? Y salta otra vez el loro: -Váciela usted aquí. -Pero bueno, ¿usted la ha tomado conmigo? -No señora, usted me ha dicho que la descargue. Ahora es verdad que no me llevo la leña, me la tiene usted que pagar. -¡Ay, el loro ha sido! Le pagó la leña al hombre y fue corriendo detrás del loro a pegarle, se dejó las sardinas en medio y el gato que tenía se las comió. Y baja a la cocina y dice: -Ya se comió el gato las sardinas. Y se va el gato para que no le pegaran y se mete debajo de la cama. Y le pregunta el loro, que también estaba escondido allí: -¿Tú también compras leña?

ROMANCES E HISTORIAS DE CORDEL

Romance de ciego INFORMANTE: Modesta Gonzaléz

Un curilla, siendo cura de la religión de Dios,

se enamoró de una niña desde que la bautizó. Un día en el invierno la niña estaba al sol, por allí pasó el curita, por allí pasó el traidor.


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Le ha pedido de su pecho: Dame de tu pecho. No.

La ha montado en su caballo y en su casa la mató,

la metió en un cuarto oscuro sin ver la luna ni el sol,

la metió en un cuarto oscuro sin ver la luna ni el sol.

Otro día, por la mañana, el cura se levantó

a pedirle al Padre Santo todo lo que le pasó:

-Ahora quiero que me eches la pena que debo yo.

Le echaron de penitencia, de penitencia le echó

que se metiera en un horno de la primera calor,

que se metiera en un horno de la primera calor.

Viendo que lo iba a hacer, del cielo bajó una voz: -Quítate de ahí, curita, quítate de ahí, traidor,

que has hecho un crimen grande con una niña de Dios.

Las señas del esposo INFORMANTE: Dolores Hermosilla

-Soldadito, soldadito,

de qué guerra viene usted. -De la guerra de Melilla

¿qué se le ha ofrecido a usted? -¿Ha visto usted a mi marido

que a la guerra fue también? -No, señora, no lo he visto


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ni tampoco sé quién es. -Mi marido es un buen mozo,

alto y recio como usted y en la punta de la espada lleva señas de un marqués. -Esas señas que usted da,

su marido muerto es que se lo han llevado a Francia

en casa de un coronel. -Siete años lo he esperado

y otros siete esperaré si a los catorce no viene

a monja me he de meter. -Alza los ojos, paloma, si me quieres conocer,

que soy tu esposo marido y tú mi esposa mujer.

Romancillo INFORMANTE: Ana Díaz

Siendo yo enfermera

de La Caridad curaba yo un enfermo

grave y militar. Pero un día que fui

a cuidarlo allá, él me pidió un beso

un beso na más. Como me lo pedía con tanta ansiedad yo no se lo negué

por la caridad. Cúreme, enfermera, cúreme usted bien, que llegará el día

en que me ponga bien.


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Ya se puso bueno, yo le supliqué

que a nadie le dijera que yo lo besé,

que tuviera suerte y felicidad

y que se portara como un militar. Al año siguiente tuve carta de él

en la que me decía que era coronel,

pero aquella carta pronto la rajé

porque me decía que era para él.

Un día que estaba muy suspensa yo llegó la superiora y a mí me llamó, pero al verlo a él un mareo me dio, yo me caí al suelo

él me recogió. Levántate, Leonor, levántate de ahí

que ha llegado el día de venir a por ti, que la mesa está

preparada ya para un buen servicio

para un militar. Me metí en mi cuarto,

me puse a llorar, ay, madrecita mía, ya no puedo más,

las cosas me pesan, la medalla más


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de ver que me caso con el militar.

El Barranco del Lobo (1909) INFORMANTES VARIAS

En el Barranco del Lobo

hay una fuente con agua, sangre de los españoles

que murieron por la patria.

ESTA ESTROFA FALTÓ, PERO ES DE LA CANCIÓN: [¡Pobrecitas madres,

cuánto llorarán, al ver que sus hijos

en la guerra están!] Yo ni como ni me lavo

ni me pongo la mantilla, hasta que venga mi novio

de la guerra de Melilla. Melilla ya no es Melilla, Melilla es un matadero

donde van todos los hombres a morir como corderos.

Después del Barranco del Lobo, utilizada como juego de

comba, cantan la siguiente:

A un francés lo van a meter preso, a ver por qué,

porque ha robado un queso, y a su mujer la van a fusilar

a ver por qué, porque ha robado un pan.

Maestro Calderón ha puesto tablas

pa que pase María


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tropiece y caiga, pasó el novio, la vio llorando,

qué te pasa, María, que estás llorando. Me he roto un pie,

siete costillas, mañana comeremos

pan y morcilla.

Copla de cordel INFORMANTE: Ana Díaz

Reposada en una mata pasando la triste noche, reposada en una mata

y en su puerta paró un coche. ¿Quién habita en esta casa

que tanta pena se oye? habita una desgraciada,

desgraciada por un hombre. Por un hombre malnacido

no he podido ser feliz, hasta la tierra que piso se revuelve contra mí. En tu casa llora un niño

y tú casada no eres, el niño te dice “madre” y tú marido no tienes. Ese niño que yo llevo de pequeño lo cogí

y ahora le estoy enseñando que me diga madre a mí. Vengo a casarme contigo

de la pena que me da que tienes un hijo mío y nadie te va a mirar.


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Si tú te casas conmigo la partera que me pague porque yo me fui contigo

como la Virgen del Carmen. Clara soy, Clara me llamo, soy muy clara, mire usted,

por eso me oye decir “de esta agua no he de beber”.

Romance de ciego INFORMANTE: Ana Díaz

(…)

Y un navero que allí vive casado con su mujer,

con tres hijas que tenía para darles de comer. El novio abusó de una

sin que nadie se enterara, a los cuatro o cinco meses la niña está embarazada.

Y la madre le reñía que no saliera a la puerta pa que no se lo notaran

pa que no se dieran cuenta. Una noche va Manuel

preguntando por su hija. Tu hija ya se ha acostado

porque se encuentra malita. Yo también me voy a acostar

porque me encuentro cansado, esta noche te toca a ti

echarle de comer al ganao. Sí, Manuel, acuéstate, acuéstate tú seguro,

yo le traeré de comer a la yegua y a los mulos.


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Ya que llevaba Manuel un ratito acostado

siente gritar a la hija con los dolores del parto. Se ha levantado Manuel, se la ha llevado al pajar,

allí ha tenido un niño, qué desgraciado será. Lo lían entre pañales

allí llevaban al muerto donde tenía el Manuel amontonao el estiércol.

Las gallinas que escarbaron y al perro le ha dao olfato,

lo cogió por piececitos por la calle va arrastrando,

los pedazos de la carne en las piedras van quedando.

Ya llaman a la vecina a tomar declaración, la que no tenga delito no se muda de color.

Copla de cordel: En la estación de Alicante INFORMANTE: Ana Díaz

En la estación de Alicante

al tren subió un militar en un coche de segunda

que para su casa va. Al ir a tomar asiento

el joven quedó mirando a una señora muy guapa

que llevaba a un niño en brazos. La señora se levanta y le dice muy risueña:

-Si no tiene inconveniente


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me quiere dar usted las señas. -Soy del pueblo de Almadén

me llamo José Jiménez, vivo en la calle Mayor,

número cuarenta y nueve. La señora se levanta,

le dice con mucha gracia: -¿Me quiere tener al niño

mientras bajo a beber agua? Se pasan cuatro estaciones,

la señora no volvió, el militar con el niño:

-Y ahora qué voy a hacer yo. Se queda mirando al niño: -Niño, no viene tu madre.

Ve que en la mano derecha lleva colgada una llave. Le coge la llave al niño, coge y abre la maleta,

envueltas en unos papeles llevaba cien mil pesetas.

En los papeles decía “procura al niño criarlo

y si le falta dinero lo publica en el diario”. Al llegar a la estación

donde todos lo esperaban al verlo con ese niño

se quedaba asombradas. La novia que estaba enfrente

fue y le dijo estas palabras: -Tú eres un sinvergüenza,

me has tenido engañada. Desde la estación al pueblo

le cuenta lo que le pasa, cómo le dieron al niño

y el dinero que llevaba. Ya preparan pa la boda


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y muy pronto se casaron y se llevaron al niño

y con dinero lo criaron. Ya que cumple ocho años

lo meten en un taller pa que aprendiera un oficio,

que eran los deseos de él. Ya que ha aprendido el oficio se ha marchado a Barcelona,

se ha colocado de chófer con una grande señora. Ya que lleva varios días

y también varias semanas le hacía muchos regalos

por lo bien que se portaba. Hasta que un día la señora

lo ha llamado a su despacho: -Perdona mi atrevimiento

y escúchame bien, muchacho: Si tú te casas conmigo,

como yo no tengo a nadie, todito mi capital

será para ti y tus padres. -Señora, no tengo madre,

pero buena no será, que siendo yo muy pequeño

me entregó a un militar. -Ven acá, dame un abrazo,

yo soy tu madre querida, lo hice por no manchar la honra de mi familia.


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Juegos y canciones

JUEGOS INFANTILES

Nana INFORMANTES VARIAS

Mi niño no tiene abuela,

lo van a despertar los chiquillos de la escuela.

Ea, ea, mi niño, ea, mi niño se duerme,

bendito sea.

Juego de persecución: Zapatilla por detrás INFORMANTES VARIAS

Alpargatico por detrás que ni lo ves ni lo verás.

Cancioncillas para echar a suertes INFORMANTES VARIAS

En un carrusel de abuelitas

¿que cuántas le pides tú, Caperucita? (dice un número y se cuenta hasta llegar a ese número)

... El enano y su mujer

se arrancaron a correr, el enano no corría, le tocó la lotería.

... Tengo un gato en la cocina

que me dice la mentira, tengo un gato en el corral


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que me dice la verdad.

Paseíllo: A la flor del romero INFORMANTE: Ana González

A pasar el río voy,

si me mojo que me moje, si la flor no florece ya ha florecido.

A la flor del romero, romero verde,

si el romero se seca ya no florece.

La vergüenza de los hombres ya se ha perdido, la de las mujeres no digo nada,

que van por los hombres de madrugada.

Juego de adivinar: Recotín recotán INFORMANTE: Ana González

Recotín, recotán,

los maderos de San Juan, cuchillito marinero,

¿cuántos dedos hay en medio? (...)

Si hubieras dicho cinco no te tenía que pegar.

Retahíla para liar la trompa (peonza) INFORMANTE: Luisa Márquez

Tía María,

dice mi tío que vaya usted.


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Dile a tu tío que no puedo ir, que me he quemado el culo con la piedra de batir.

(La tenemos recogiao a Francisco Castro en Tarifa como final

de un cuento erótico)

CANCIONES FESTIVAS Muchas de las canciones de los corros de carnaval son las

utilizadas en juegos infantiles de corro y paseíllo

Un particular retrato de dama INFORMANTE: María Barbas Manjón

Tengo una novia, señores,

que si la presento os vais a pasmar, con un sinfín de defectos

que ahora en secreto voy a explicar. Tiene las patas torcidas,

le falta una oreja, no tiene nariz

y si la ves cuando anda parece una gamba la pobre infeliz

Está más seca que una anguila, le falta medio pulmón

y cuando me besa la boca le echa una peste a cebolla que me entra el sarampión.

Corros de carnaval INFORMANTE: Ana Díaz

Saca a las niñas a bailar

y sácalas que es muy salao

y verás cómo se pone la gorra


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de medio lao, olé y olé.

La gorra de medio lao, pantalón a lo chanchullo, saca a las niñas a bailar

y aunque no sea novio tuyo olé y olé.

... Míralo por dónde viene,

el camino de prisión, ahora viene a que lo quiera

y ahora no lo quiero yo. ...

Ese que va por ahí no le pinta la corbata

que lo que le pinta a ese son los cuernos de una vaca.

Corros de carnaval INFORMANTE: Luisa Márquez

De esas dos que están bailando,

la que lleva el delantal es la novia de mi hermano,

pronto será mi cuñá. ...

El patio de mi casa es de chocolate,

las escaleras de azúcar, Jesús, qué disparate.

Corros de carnaval INFORMANTE: Ana Mª García

Eché un limón a rodar y en tu puerta se paró,


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hasta los limones saben que nos queremos los dos.

... No te ensanches, verdolaga,

arrecógete un poquito, que la huerta no es tan grande

ni el hortelano tan rico.

Corros de carnaval INFORMANTES VARIAS

Este pañuelo que hay

en el suelo del sembrado, recógelo, vida mía, (...) la mano ja, ja.

Así me lo he colocado y así a lo bandolero y así a lo sevillano

y así es la mujer que quiero ja, ja. (...)

pero más corre el caballo, pero más corren las cartas

que van por el telegrafo ja, ja. ...

(...) la cuadra está caliente

(...) desde mi casa se siente

Sí, sí, sí, olé, olé, olá, anda, so mala sombra,

de mí no te acuerdes más, de mí no te acuerdes más y no me rompas los dientes he sufrido un desengaño, no vuelvo más a quererte.

Ay, saleró, ay, salerá. Ay, saleró, ja, ja, ja.


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... (...)

con unas enaguas blancas que parece una mocita.

Ahora sí, sí, sí, ahora no, no, no. y ahora sí que te quiero yo

¡Así! ...

Manuel tiene una novia y dice que no lo quiere

Cuatro patas tiene un gato ¡Manuel!

y cuatro tiene la liebre ¡Manuel!

y cuatro tiene la cama ¡Manuel!

donde mi morena duerme ¡Manuel!

Hay que quererla ¡Manuel!

hay que adorarla ¡Manuel!

con ilusión ¡Varón!

... Palitroque, no hay más palitroque

palitroque, viva la sal. Palitroque, no hay más palitroque

palitroque, viva la sal. ¡Salero!

Salero con más salero, salero que tiene la sal y tú tienes más salero

que un salero puede dar. ...

A esa niña que hay en medio se le ha caído el volante

y no lo puede coger


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porque está el novio delante. ...

Son los hombres cobardes que no se atreven

a agarrarse a los corros que no, que te quedes,

que toma este ramo que es de flores verdes.

Si con este ramito tú no me entiendes,

más vale que te vayas que no, que te quedes,

que toma este ramo que es de flores verdes.

... El patio de mi casa es de chocolate,

que llueve y no se moja, Jesús, qué disparate.

Agáchate, y vuélvete a agachar, que la que no se agacha

no sabe bailar.

Corros de carnaval INFORMANTE: Justa Menchón

Iba la media naranja, iba la naranja entera,

iban los guardias de asalto, iban por esa carretera. Con esos tirabuzones

que te llegan a la espalda pareces una Magdalena cuando te besan la cara.

A un francés lo van a meter preso, a ver por qué,

porque ha robado un queso,


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y a su mujer la van a fusilar porque ha robado un pan.

Coplas de mayos INFORMANTES VARIAS

Cuando sale nuestra Madre

el primer día de mayo, cuando sale nuestra madre

el primer día de mayo, cuando sale nuestra madre

el primer día de mayo. Lalaralará laralala...

Le habéis cantado a la Madre, le habéis cantado a la Madre

y al Niño lo dejáis en estos ramos de flores, mira qué bien lo miráis.

lalaralará laralala. ¡Viva la Virgen de la Estrella!

(...) por mayo y por esposa

a la Virgen de la Estrella, que su cara es un rosa

a la Virgen de la Estrella, que su cara es un rosa.

ACERTIJOS

INFORMANTE: Mª Juana Requena

¿Qué le dice un ojo a otro ojo? Tan cerca y no me ves.

En un fila, ¿qué le dice el culo de delante al de atrás?

No me soples que me despeinas.


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INFORMANTE: Mª Dolores Bautista

¿Qué le dice un zapato al otro? Qué vida más arrastrá llevamos

¿Qué le dice un carrillo del culo al otro?

Qué peste hay en el pasillo.

¿En qué se parecen una gamba a un hombre? En que se aprovecha todo menos la cabeza.

¿Qué le dice una cerilla a un cigarro?

Por ti pierdo la cabeza.

¿Qué le dice un water a un torero? Delante del toro muy valiente, pero cuando me ves a mí te

cagas.

INFORMANTE: Ana Díaz

¿Qué le dice una pierna a otra? No presumas de bigote que la mitad es mío.

INFORMANTE: Luisa Márquez

¿Qué le dice la sandía a la navaja?

Tú me abres la raja y yo te enseño la pepita.

INFORMANTE: Ana Mª García

Si dos trenes chocan, ¿cómo se llaman los jefes de estación? Por teléfono.

INFORMANTE: Francisca Calvo

¿Qué le dice un peo a otro?

Ponte el casco que nos vamos.


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Hay un río, una barca y un hombre que tiente una cabra, una berza y un lobo. Necesita pasar el río sin dejar solos a la cabra

con la berza ni al lobo con la cabra. Primero pasa la cabra y el lobo se queda con la berza, pero el

lobo no come berza. Después vuelve, coge al lobo y lo pasa, coge a la cabra y la

pasa al revés, coge la berza, la pasa y vuelve a por la cabra y ya la pasa.

ADIVINANZAS

INFORMANTE: Justa Menchón

En aquel lao del río tiene mi tío un quijonal florío que se le coge quijí, quijones

del quijonal de mi tío. El perejil

Largo como una soga

y en cada punta tiene una prra Arquillos y Santisteban (localidades cercanas

INFORMANTE: Mª Juana Requena

Largo, largo como un alpargate

y tiene pelos en el turretate El cepillo

Redondo, redondo como un centimillo

y cogen más de cien chiquillos El hormiguero

Entre dos paredes blancas

hay una flor amarilla que se le puede presentar


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hasta al mismo rey de Castilla El huevo

Entre sábanas de Holanda

del color del carmesí parió la infanta un infante más verde que el perejil

La cebolla

Un horno lleno de cepas, nunca están verdes

ni tampoco están secas Los dientes

Cien damitas en un corral

y todas mean a la par Las tejas

Ahí vienen nuestros padres,

padres de nuestros hijos, hijos de nuestros padres

y nuestros propios maridos Cada mujer está casada con el padre viudo de la otra

Largo larguero, los pies coloraos y el hábito negro

La lumbre y la chimenea

Choco con todos, late mi corazón, si no lo aciertas

eres un tontorrón El chocolate

Redondo como una taza

y va contigo a la plaza La luna


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INFORMANTE: Francisca Redondo

Y lo es, y lo es,

y no lo aciertas en un mes El hilo

INFORMANTE: Antonia Hervás

Con el pico pica,

con el culo aprieta y con lo que le cuelga

tapa la grieta La aguja

El padre cura y su hermana,

el médico y su mujer compraron nueve naranjas

y tocaron a tres El médico está casado con la hermana del cura, por eso sólo

son tres

La poteta está preñada con más de cien potetillos. ¿Cómo podrá la poteta,

sin ninguna teta, criar tantos potetillos

La granada

Bajé a la plaza, vi a un chiquillo,

le bajé los calzones y le comí el piquillo

El plátano

Debajo de la mesa está Teresa

con el chocho abierto


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y la polla tiesa El botijo

En ti me subo, tú te meneas, gusto me das

y leche te queda La higuera

Tan largo como una caña, gordo como es menester, echa leche por la punta

y hace zagales con él La caña de encalar

Dos con pelo y un pelado

y también lleva pelos el que los lleva agarrado

El arado

INFORMANTE: Modesta González

Cien monjas en un barranco y todas con el culo blanco

Los juncos

Derecha te la metí y derecha te la saqué

La llave

INFORMANTE: Mª Dolores Bautista

La porra me pica, la punta me arde

y no me la aciertas en toda la tarde

La guindilla


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INFORMANTE: Epifanía Molina

Blanco fue mi nacimiento

y verde mi mocedad, de macho me hice hembra

porque me supe guardar El espárrago

¿Cuál es la fruta

que se come macho y se caga hembra?

El caqui

Largo como una soga y tiene dientes de zorra

La zarza

INFORMANTE: Ana Díaz y Luisa Márquez

Donde quieras quiero, en la cama o en el suelo,

se junta pelo con pelo y lo que revolotea en medio

El sueño o el ojo

INFORMANTE: Luisa Márquez Redondo como una olla

y tiene culo, chocho y polla El botijo

INFORMANTE: Ana Mª García

Verde mi nacimiento, negro mi porvenir,

los palos me atormentan y en oro fino me volví

La aceituna


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Redondo como un cimbel y no te puedes sentar en él

El pozo

INFORMANTE: Francisca Calvo ¿Tres patas y una corona? Las trébedes, so tontona

Hay un árbol con doce ramas, cada rama tiene cuatro nidos,

cada nido siete huevos ¿Qué es?

El año, los meses, las semanas y los días

INFORMANTE: Dolores Hermosilla

En un cuarto muy barrido y muy fregado está Juanillo espatarrado.

La cama

Dos torres altas, dos miradores,

un quitamoscas y cuatro andadores

El toro

INFORMANTES VARIAS

Fui al campo, clavé una estaca

y el agujerito me lo traje a mi casa

Defecar


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TRABALENGUAS

Tres veces ocho INFORMANTE: Antonia Hervás

No hay quien me ayude con gracia

a decir tres veces ocho: ocho, troncho, corcho y caña, caña, troncho, corcho y ocho.

Entraví INFORMANTE: Dolores Hermosilla

(...)

Entraví cuadrí quinada el señor que la entraví cuadrí quinó

no pudo entraví cuadrí quinarla mejor.

La gática mándica INFORMANTE: Dolores Hermosilla

La gática mándica supiticándica

no tiene puño, del gático mándico supiticándico

le haremos uno, y responde la gática mándica supiticándica

con tantos humos (...)

para tu puño.

Un nido de gualquitrepas INFORMANTE: Dolores Hermosilla

Tengo un nido de gualquitrepas

con cuatro gualquitrapillos,


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si los gualquitrepas trepan trepan los gualquitrapillos.

La chacha y el chacho INFORMANTE: Luisa Márquez

Por la ventanilla del patio le enseñaba la chacha

el choto al chacho, y el chacho decía:

¡Qué choto más grande tiene mi tía!

Dichos y hechos

VOCABULARIO COLOQUIAL CEDIDAS POR: Pedro Hermosilla Pineda

ACEBONAO: Muy grueso, muy bien alimentado. AMOGAR: Saldar una deuda, pagar. AMORREAR: Cortar el pelo dejándolo excesivamente corto. ATROJILLAR (utilizado en albañilería): Cubrir con cemento, pasando la regla, una pared de nueva construcción, o una vieja, previamente descarnada. AVOLEARSE: Caerse desde una cierta altura. BOLLAGAS o MOLLAGAS: Apelativo cariñoso que se aplica a un niño, o a un adulto, de constitución gruesa y carácter tranquilo. CAMAMEO: Actitud no exenta de adulación que consiste en fingir despiste o estupidez para conseguir un beneficio de alguien. CANTEARSE: Moverse, perder el equilibrio o la compostura. CASTROJO: Palurdo, torpe, que se pone en evidencia. COFRENTAR (por confontrar): Cotejar, comparar, poner frente a frente a dos personas, ideas o situaciones. COSCURREAR: Masticar por lo bajo algo crujiente.


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CHANCHARAMANCHA: Irresponsable, entrometido. Dícese de alguien sin criterio, con un comportamiento impropio de un adulto. CHASPALINDES: Denominación afectuosa, de un gran frescura expresiva. Se dirige generalmente a un niño. CHIMICHIQUE: Cría de pájaro. En general, algo diminuto. CHICHOPLOS: Nombre de un alimento inexistente, que se emplea de forma burlesca y cuyo contenido equivaldría a aire, vacío, nada... Cuando yo era niño, al preguntar a mi madre: “¿qué vamos a comer?”, respondía en muchas ocasiones y de una manera absolutamente enigmática: "chichoplos en salsa",dejándome desconcertado, sin llegar a comprender cuál podría ser tan extraña comida. DIFAREAR: Desvariar, decir cosas sin sentido. EFARRAO: Desbarrado, que discurre y actúa fuera de razón. Sin límite en su comportamiento. EJARBILLAO: Desgarbado, desgarbilado, falto de garbo y porte. EMPESTILLAR: Fastidiar, tomar a alguien como objetivo para causarle perjuicio o mal. ENFOLLINARSE: Enfadarse y dar muestras ofensivas de ese enfado. ENIVELAR: Acertar, atinar. Utilizamos el término con un segundo significado; decimos "Fulano parece que está un poco más enivelao", reflejando una cierta mejoría en su aspecto o padecimiento. ENRAMBLAR (cambio de significado): inundar, llenar un lugar de un determinado objeto o sustancia. ENTERIQUITICO: Entero, enterico, enteriquito, enteriquitico, ¿no resulta exuberante esta formación en cadena de diminutivos, subiendo cada uno de ellos en intensidad respecto al anterior? ESPIZCAR: Hacer partes muy pequeñas de algo, desmenuzar. FOGARRINA: Acaloramiento físico; situación ambiental densa y sofocante propia de las altas temperaturas del verano. GALGO CANDILERO: Alguien a quien le gusta comer cosas buenas. GRÍNGOLO: Dícese de quien hace frecuentes viajes, salidas o excursiones y, en general, de quien dedicademasiado tiempo a su holganza y diversión.


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GUIZCAR (por guisgar): azuzar, comprometer. IMPENTAR: Descargar en alguien el malestar propio o culparle de algo. JERGUEAR: Pegar a alguien, darle una paliza. LAMBREAO: Golpe o castigo dado a alguien con una vara, cinta o correa. LLAMARETÁ: Llamarada, lengua de fuego. MENDRUGUEO (estar de): Perder el tiempo en tareas perniciosas e improductivas. MORCIGUERO: Dícese de una gran cantidad de un producto, sustancia o cosa. MOSQUERRERÍO: Multitud de moscas especialmente inoportunas y fastidiosas. MULÁNCANO: Obstinado. Se aplica a alguien que difícilmente comprende las razones que se le exponen, o que no las atiende, aunque suele ser una persona de carácter bonachón. OBEJARUGO (por abejaruco): Le cambiamos el significado, resultando, con ligera variación, un sinónimodel término anterior (muláncano). PAPAJOTE: Masa de harina de trigo con sal y levadura, que se fríe en aceite de oliva y presenta una textura ahuecada y crujiente y tiene un sabor delicioso. PASTERAS: Marcas de suciedad en la cara, generalmente de los niños, producidas al comer o al jugar. PEDITORIO (petitorio): Celebración previa a la boda, que se hacía en casa de la novia con motivo de la "petición de mano" por parte de la familia del novio. A los invitados se les obsequiaba con dulces caseros (rosco, mantecados, crocantes o "coclanes" -como decíamos todos-, pitisús, polvorenes) y con pequeñas copas de anís y risol. PIMPONEAR: Cobrar más de lo debido por un artículo o servicio. PUNTILLÓN: Puntapié. SARRETAZO: Golpe seco dado a alguien con un palo u otro objeto rígido. SOTARRARSE: Sentarse a pleno gusto, con total despreocupación. TIVANTE: Lleno, a rebosar.


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TABORGAS: Término utilizado cordialmente para denominar a alguien de carácter reposado y tranquilo. TUMBO: una gran cantidad. Ejemplo: Ha caído un tumbo de agua VENTAREA (por ventolera): Golpe de viento fuerte y de poca duración. ZANCAJOSO: Dícese afectuosamente de quien sale o viaja con demasiada frecuencia, pudiendo sobreentenderse que deja desasistidas sus obligaciones. ZINGUANGANO: Zanguango, perezoso, desocupado.

REFRANES Y FRASES HECHAS

1. El de Sabiote, el que no es tonto es carajote 2. Pajarillo que tanto relata se come la miel detrás de las

matas 3. A borrico regalao no le miren el diente 4. Quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón 5. Quien mal anda mal acaba 6. Quien se pica ajos come 7. No hay mejor vecina que el rincón de tu cocina 8. Perro ladrador, poco mordedor 9. Dime con quién andas y te diré quién eres 10. Cuando no hay pan, buenas son tortas 11. En casa de herrero, cuchara de palo 12. El que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija 13. De tal palo, tal astilla 14. Ojos que no ven, corazón que no siente 15. Abril, el de las aguas mil 16. Enero, frío y heladero 17. ¿Cuándo hace frío? Cuando llueve o ha llovido 18. Si la moza supiera lo que es la ruda, de consigo lo llevara

en la cintura 19. Más vale pájaro en mano que ciento volando 20. En abril quema la abuela el celemín 21. En agosto, frío en rostro 22. En abril, como te pille te hago subir


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23. Agua en San Juan quita aceite, vino y pan 24. Agua que no has de beber, déjala correr 25. Cuando el río suena, agua o piedras lleva

EXPRESIONES Y DICHOS CEDIDAS POR: Pedro Hermosilla Pineda

1. Estar montantero: Ir de un sitio para otro sin estar

controlado por nadie. 2. Tirar de beta: Excederse en el gasto o en el uso de las

cosas, despilfarrar. 3. Tomarse aforraeros: Preocuparse demasiado e

innecesariamente por algo. 4. Dar un lobao: Padecer una indigestión o cualquier otro

mal, siempre a consecuencia de comer en exceso. 5. No hay más chinches que la manta llena:

Frase de significado ambiguo, como lo es su propia composición: por un lado, quiere decir que hay que aguantarse con lo poco o mucho que haya; por otro, se puede considerar como una queja ante una situación peor de lo que se había previsto.

6. Pillar un colao: Irse con excesivas prisas. 7. Pa ti la perragorda: Literalmente: tienes razón, acepto tus

condiciones o argumentos. 8. Pillar zarpa: Sufrir de las consecuencias negativas de un

acto sin haber intervenido en él. 9. Dar un rapaleo: Reconvenir, amonestar, "dejar a alguien

en su sitio". 10. Darse el zuri: Irse, desaparecer apresuradamente. 11. Armarse una pelagarza: Empezar, desarrollarse una

discusión, pelea o estado de confusión. 12. Salir diciendo "fu" como los gatos: Desaparecer de

"escena" apabullado por las razones del contrario. 13. Estar de galguceo: Comer entre horas, especialmente

manjares o golosinas. 14. Ser un pelaespigas: Dícese de alguien poco fiable y sin

criterio.


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15. Me tiene dividío: Me gusta mucho algo. 16. Quedar primos hermanos: Terminar mal una relación

entre dos o más personas. 17. Andando va la barca: Expresión cargada de optimismo

que manifiesta aceptación, conformidad, buena disposición para algo, que todo va bien o que se han puesto los medios para que así sea.

18. Se presentó y vino: Se dice para significar que alguien ha llegado de forma inesperada, o que su llegada es inoportuna, o bien, ambas cosas.

19. Ya se dirá si es palo o pedrá: El paso del tiempo aclarará las dudas que ahora existen en torno a un hecho o sobre una situación determinada.

20. Estar como vaca sin cencerro: Estar desorientado, inseguro, sibn saber qué hacer o a donde ir.

21. Dar su descarte: Dar su opinión. 22. El cabo de año: Misa de difuntos en el primer

aniversario de un fallecimiento. 23. Mala cara tiene el perro: Se refiere a una situación

claramente adversa, que presenta mal cariz. 24. Estar caducando: Disminuir las facultades, en especial

las mentales. Un claro síntoma de esta situación es que dicha persona empieza a "dar muy malos golpes".

25. Hacer un soletón: Que hace un día muy soleado. 26. El que se mienta se presenta: Señala la coincidencia que

se produce cuando alguien llega a un sitio inmediatamente después de haberse mencionado su nombre.

27. Estar de siete sueños: Estar profundamente dormido. 28. A mala leña, buen brazao: Lo que no tiene valor,

abunda.

COMPARACIONES INFORMANTE: Justa Menchón

Era una mujer tan friolera que hasta a las patas de la mesa le ponía medias.


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INFORMANTE: Francisca Calvo

Era un hombre con los pelos del culo tan largos que se tiró un

peo y se mató a latigazos. ···

No es lo mismo comprarte un vestido negro que verte negro para comprarte un vestido

PREGONES Y CANCIONES DE TRABAJO

Pregón del sereno SIN DATOS DE INFORMANTE

Las dos pasás y sereno,

al que no se acueste lo quemo.

Pregón del trapero INFORMANTE: Modesta González

De vez en cuando asomaba el trapero por el pueblo. Los niños habíamos ido guardando en el tumbaíllo (cámara

entre el tejado y la casa) todo lo que habíamos ido encontrando: ropa vieja, trozos de hierro, alpargates

(alpargatas)... Yo le cogía los alpargates a mi padre por tal de recibir el barquillo. Mi padre preguntaba por ellos porque

eran los únicos que tenía y yo le contestaba: "No sé". Esta es la cancioncilla con que se presentaba el trapero:

Llevo los barquillos de canela,

pa tu tía y pa tu abuela. Compro los trapos meados,

cagados y churreteados. El que lo prueba lo repite

y, al que no, le da la gripe.


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Cancioncilla del herrero INFORMANTES VARIAS

Canta el padre:

Ve a por pan, ve a por pan (a ritmo de martillo). Responde el primer hijo:

No hay con qué, no hay con qué (a ritmo de martillo). Responde el segundo hijo:

Fiao, fiao (moviendo el fuelle).

BRINDIS

Bota pinfota INFORMANTE: Ana Mª García

Bota pinfota,

en el campo fuiste chota, por el monte saltando

da un brinco y vente a mi boca que aquí te estoy esperando.

FRAGMENTOS DE VIDA

Las botas INFORMANTE: Mª Juana Requena

Mi tío estaba en la mili y le escribió una carta a su padre: “Mira, estoy descalzo. Si pudieras, me mandarías unas botas o lo que fuera, que estoy descalzo y no puedo andar ni ná”. Entonces mi abuelo fue y compró unas botas y, claro, de qué manera se las iba a mandar, él no sabía de qué manera se las iba a mandar. Y entonces, como él sabía que las líneas del teléfono llegaban donde estaba y dando voces podía hablar, mi abuelo cogió las botas y las colgó en la línea del teléfono y dijo: -Mira, mi hijo está en tal sitio, anda, ve y llévale las botas.


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Y, claro, qué van a llegar las botas, nunca en la vida llegaron las botas.

Las espinas de los chumbos INFORMANTE: Mª Juana Requena

Mi abuelo tenía una finquita y dentro tenía una cueva y todo alrededor de la cueva estaba llena de palas de higos chumbos. Claro, como no había para comer en esos tiempos, cogían los chumbos para comérselos y, como iban medio en pelotas, se le hincaron unas espinas en el ombligo. Le dicen que se ponga en la silla a quitárselas y no se le ocurre otra cosa que subirse de pie en la silla a quitarse las espinas. Y, claro, se cayó de cabeza.

Subirse al borrico INFORMANTE: Mª Juana Requena

Tenían un borrico chiquitito y, cuando se iba a subir mi tío en el borrico, se caía porque no llegaba. Entonces no se le ocurría otra cosa que intentar subirse en la sombra del borrico, que estaba en el suelo y ahí sí llegaba. Otra vez al suelo.

Los caquis INFORMANTE: Mª Juana Requena

A este mismo tío, como había mucha hambre, tenían un caqui en un huerto. Los caquis estaban siempre contados para que no se los levara nadie, y mi tío, para que sus padres no lo vieran, se los metía en el bolsillo y, claro, se espachurraban. Y su padre: -Pedro, ¿has cogido tú un caqui? -Yo no, papa. -Es que falta un caqui. -Papa, que yo no he cogido ninguno.


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-Pues mira, faltan tres caquis y yo no he visto a nadie que haya pasado ni que se lo haya llevado. Cuando se daba media vuelta, se los sacaba del bolsillo y el padre que lo veía: -¿No decías que no? -Yo qué sé, papa, se habrán metido ellos aquí.

Los toros INFORMANTE: Justa Menchón

Estaba yo en el campo con mi nena y mis dos nenes. Y un encierro que viene corriendo y digo yo: “¿A dónde está mi hija? Y pensé que estaba dentro del chozo. Los toros dieron la vuelta y corriendo metí a mis dos hijos debajo de un puentecillo que había y dejé a la niña creyendo que estaba dentro del chozo. Cuando me di cuenta de que el encierro iba para allá, salí corriendo y vi que mi hija estaba entre las olivas y había cogido un ovillo de lana y se había puesto a hacer un corral rodeando los árboles con la lana. -¿Qué haces? -Mama, haciendo una alambrada para que no pasen los toros. Menos mal que los cabestros no pasaron por allí, que si no...

La carta INFORMANTE: Dolores Hermosilla

Mi abuela, Dolores Collado, escribió esta carta en verso de agradecimiento al teniente de su hijo (mi tío Samuel) por haberlo tratado tan bien durante el servicio militar. Desgraciadamente, mi tío murió después durante la guerra civil. Como loca y sin sentido yo me dirijo a tu jefe y no sé cómo decirle lo mucho que se merece. Usted no es jefe de tropa, usted es un ángel del cielo.


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Llevarse a mi hijo a su casa y encima darle dinero. Dios guarde a usted muchos años y a su señora también. Me dispensará estas letras, soy la madre de Samuel.

Juan Mañas INFORMANTE: Francisca Redondo

Mi padre mandó a mi hermano a por leña y mi hermano dijo: -Yo no puedo cargar la leña. -Bueno, pues tú llamas a Juan Mañas. Mi hermano, cuando ya tenía cargada la leña, llamó a Juan Mañas para que se la cargara: -¡Juan Mañas, Juan Mañas! Y Juan Mañas no iba. Entonces mi hermano cogió y la cargó y cuando llegó a mi casa, le dijo mi padre: -¿Quién te ha cargado la leña? -Pues yo. He estado llamando a Juan Mañas y Juan Mañas no ha ido por allí. -Pues, hijo mío, ese es el Juan Mañas. Juan Mañas es la maña que tú has tenido para cargar la leña.

La misma historia nos la cuenta Viveeana Sultana, inmigrante instalada en el pueblo que procede de Rumanía

Era un rey que tenía un hijo al que no le gustaba trabajar. La madre lo mandó a cargar leña al campo. El hijo cogió el caballo con la carreta y se fue al campo a cargar leña, y se quedó esperando a la sombra de la carreta a que viniera el hombre que le iba a ayudar a cargar la leña. Esperaba pero no venía. Llegó el mediodía y el hijo dice: -Ya me pongo yo a cargar la leña, que aquí no viene nadie a ayudarme.


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Cargó la carreta y se fue poco a poco a casa., pero por el camino se rompe la carreta. Se puso encima de una piedra a esperar otra vez al hombre que iba a venir a ayudarlo, pero se hacía de noche y el hombre no venía, así que se puso a arreglar la carreta. Cuando llegó a la casa, se fue a su padre muy enfadado: -Padre, ¿por qué me ha mentido? -¿Por qué te he mentido yo? -Me habías dicho que vendría un hombre a ayudarme. El padre le dice: -Si tú has llegado, ¿quién te ha ayudado a poner la leña? -Yo la he puesto, yo he arreglado la carreta que se ha roto. Y el padre, muy alegre, le dice: -Pues, hijo mío, este es el hombre que te iba a ayudar a cargar la leña y a arreglar la carreta.

La serpiente listilla INFORMANTE: Modesta González

Lo que voy a contar es de verdad del Señor. Vivíamos en cortijo y estábamos seis en la misma cama: mi padre, mi madre, yo, mi tía Aurora, mi hermana que la tenía mi madre dándole el pecho y mi hermano, que era el más chico. Todos en la misma cama. Había una ventana en la habitación y todas las noches se metía una bicha. Iba y le metía el rabo a la chiquilla en la boca y la bicha le mamaba a mi madre y mi madre se quedaba muerta. Pero por dónde una mañana ya muy temprano siente mi madre algo extraño como de bullir, se despierta corriendo y estábamos todos en la misma cama, una cama de cuatro patas con ramales. Y salta mi madre y hace así: -¡Ay, ay, una bicha! Mi madre mala, la chiquilla mala, todos malos para morirnos de pensar que había una bicha todas las noches encima de la cama de todos y que no nos enterábamos ninguno. La bicha llegaba en el primer sueño, mamaba y se iba o se liaba en la pata de la cama y ¡hala!


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Ya mi padre y mi madre cogieron la bicha y la mataron. Y mira por dónde la chiquilla, como le metió el rabo pues estaba malilla y la tuvo que llevar al médico. Entonces estaba don Martín, que le manda unas inyecciones fuertes a mi madre. Pero mira por dónde que mi madre le estaba dando el pecho a la chiquilla y el veneno se le fue al cerebro y la chiquilla se quedó ciega. Bueno, pues se queda ciega y mi madre todos los días llorando: -¡Ay, qué lástima de mi hija, tan bonica y ciega! Por dónde había allí una mujer (que yo no la conozco ya, pero ellas sí) que la llevó a Úbeda y le dice: -Mercedes, no llores, verás que la chiquilla se pone bien. Tenía tres meses. -¿Cómo se va a poner bien si con las inyecciones que me han puesto a mí se le han ido al cerebro y no ve ni gota, está completamente ciega? (Ya ves, con unos ojazos que tiene). Y le dice el médico en Úbeda: -Llegando ya por Sabiote tiene que ver la chiquilla. Y llegando a Sabiote empieza la chiquilla a abrir los ojos y que llegamos al cortijo y ya veía la chiquilla. Y mi madre, que era lo más exagerado, todo lo que veía era para esa mujer, agradecida que estaba.

ORACIONES

INFORMANTE: Mª Juan Requena

Agua bendita de Dios consagrada que limpia mi cuerpo y también mi alma.

... A la iglesia subo

a tomar mi comunión, que Dios limpie mi alma como el día que nació.

...


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Golondrina que vienes de tierra africana,

fui la que quitó la espina que la ingratitud humana clavó en la frente divina

y por eso, desde entonces, son mis colores los de la Virgen de los Dolores:

una túnica blanca por la pureza y un manto de luto por la tristeza y de sangre divina el santo sello,

una gota en la frente y otra en el cuello. ...

Madre mía de la Estrella, vengo a visitarte,

si sé que vas a hablar, te pongo un bozal.

(parece resto de un cuentecillo).


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INFORMANTES

Nombre Oficio Nacimiento Justa Menchón Almansa Servicio dom. 1936 Modesta González Rodríguez Campo 1943 Antonia Hervás Pérez Sus labores 1932 Mª Juana Requena Paredes Auxiliar cocina 1936 Francisca Redondo Navarro Servicio dom. 1944 Ana Díaz Calvo Sus labores 1948 Mª Dolores Bautista Rosillo Campo 1937 Luisa Márquez Almansa Campo 1932 Francisca Calvo García Campo 1935 Ana Mª García García Carbonera 1937 Epifanía Molina Villar Jornalera 1947 Casimira García Guirado Jornalera 1931 Dolores Hermosilla Romero Jornalera 1934 Ángeles Luna ¿? ¿? Encarnación Delros ¿? ¿? Lucía Córdoba Hermosilla Maestra 1948 Ana González Mercado Maestra 1960 María Barbas Manchón ¿? 1931


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ESTE ES UN LIBRO INACABADO

Seguramente, el lector estará pensando que otros muchos textos podrían haberse incluido en este libro. Claro que sí. Algunos los hemos dejado para un próximo volumen, pero otros no nos los llegaron a contar.

Por eso, con objeto de completar el repertorio de la zona, animamos a realizar un pequeño esfuerzo memorístico o un sencillo trabajo de campo en su entorno más cercano y a ponerse en contacto con la Asociación LitOral, donde clasificaremos sus textos y les daremos difusión en próximas ediciones.

No olvide recoger datos referentes a la persona informante (nombre y apellidos, lugar y fecha de nacimiento...), así como aportar sus propios datos personales para incluirle como colaborador de la obra.

CONTACTO: Asociación LitOral

www.weblitoral.com [email protected]

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mucho contarque

Cuadernos de literatura de tradición oral

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