A y a l aA y a l aC u a d e r n o s d e

REVISTA DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICAY CIENCIAS HISTÓRICAS

ISSN 1576-2068 Dep. Legal M-10186-2000 Número 29 Enero-Marzo 2007

EDITORIAL

Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [2]

Cuadernos de Ayala, la revista de la FederaciónEspañola de Ciencias Históricas, entra ya en el séptimo añode su presencia en el ámbito periodístico, y lo celebramoscon una cierta satisfacción, no sólo porque apenas nadienos auguraba una vida tan larga -siete años no son po-cos en el mundo de las empresas editoriales-, sinosobre todo porque las críticas que recibimos denuestros fieles y pacientes lectores continúansiendo muy favorables a la calidad, a la oportu-nidad y al rigor científico de cuanto publicamosen estas páginas. Aún mejor: hemos crecidoen tirada, hemos aumentado nuestro ámbitode difusión, y para colmo notamos cómo todala comunidad científica se va haciendo eco denuestros escritos y de nuestros planteamien-tos historiográficos. ¡Verdaderamente intolera-ble para tanto nesciente envidioso!.

Se cumplen también ahora los prime-ros diez años desde la fundación de la socie-dad editorial Palafox & Pezuela, allá por la pri-mavera del 1997. Tampoco se le auguraba unalarga vida por parte de los incansables maliciosos:pero una buena gestión empresarial, y una acertadalínea editorial especializada, han hecho posible su pervi-vencia ¡para colmo dando beneficios!. Otro motivo de satis-facción, tanto personal como colectiva.

La Federación Española de Genealogía, Heráldi-ca y Ciencias Históricas ha discernido, como viene siendohabitual por estas fechas desde hace tantos años, sus presti-giados Premios Nacionales. Los premiados en esta oca-sión, junto a los de los años anteriores, forman ya el elencode la flor y nata de la Genealogía, la Heráldica y la Nobiliariahispanas.

El lector encontrará en las páginas de este númeroel relato del homenaje que la Academia Belgo-Española deHistoria ha ofrecido a nuestro compañero y querido amigo ellicenciado Dávila. Un homenaje sentido, y sobre todo bienmerecido por quien, durante su ya larga vida, ha realizadouna obra histórica muy respetable, y además se ha desvividosiempre por sus amigos y por su familia.

A partir de este número integra nuestras páginasuna nueva sección, digamos que secundaria: la que, bajo elpoético lema ésos que son peritos en achacar a otros susdelitos, se dedicará a presentar unidas las noticias más biencómicas atinentes a ese submundo pseudocientífico que loscastizos de la Villa y Corte, con su habitual gracia, han dadoen denominar el corralito. Efectivamente, en tal cosa se haconvertido, por obra y gracia de sus actuales dirigentes, laque fue hasta hace algunos años prestigiosa Real Acade-mia Matritense de Heráldica y Genealogía, la entidad re-gional nobiliaria hoy tan decaída en todas sus actividades.Notemos que, contra lo que esos personajes declaran pordoquier, no se trata por nuestra parte de ninguna persecu-ción personal, de esas que ellos tanto acostumbran a poneren práctica -la maquinaria del descrédito ad personam estáen constante funcionamiento en esa casa-, como lo demues-

tra el hecho innegable de que, cuando hacen algo bien, nonos duelen prendas en reconocerlo y en elogiarlo desde es-tas mismas páginas. No: lo que no quieren entender algunosde ellos, oscuros funcionarios de tres al cuarto y otros ilustres

desocupados, es que, aunque a ellos les parezca sor-prendente, resulta que como tales académicos son

personajes públicos porque forman parte de unainstitución pública, y por eso están sujetos a unacrítica perfectamente legal y perfectamente legí-tima, por nuestra parte, que es la de los ciuda-danos particulares. El victimismo desvergon-zado que constantemente practican en todoslos salones por los que pululan -porque cienciahistórica hacen poca, pero bombones socialessí que lo son-, haciéndose pasar por víctimasde ataques cuando hasta ahora han sido siem-pre ellos los agresores, no les servirá de nadaa la larga. Y tampoco les servirá la política judi-

cial que han emprendido contra toda voz críticao discrepante. A estas alturas de la democracia,

los tribunales saben muy bien lo que es la defen-sa del derecho al honor, y lo que no es más que un

desesperado intento por su parte de tapar las bocascríticas -silencio avises o amenaces miedo-, y además

utilizando a los jueces.

Y hablando de gentes prestigiosísimas: Dios nuestroseñor parece haber castigado sin piedra ni palo a algún ge-nealogista y bombón social allí donde más suele doler a cual-quiera -en el orgullo-. ¡Condenado y puesto en ridículo elque se nos ha autopresentado siempre como modelo de mo-ralidad, discreción y prudencia! ¡Condenado y puesto en ridí-culo el que desde siempre ha sorprendido la buena fe de in-cautos y cursis discerniendo galanamente patentes de lonobiliaria y socialmente correcto!. En fin, qué a propósitovienen aquí aquellos atinados versos del Padre Isla de losque hemos hecho memoria antes: ésos que son peritos enachacar a otros sus delitos.

Y pasando ya a otros asuntos de interés más gene-ral, diremos que ya se están notando los primeros efectos dela coloquialmente llamada ley de las señoras, es decir de laLey 33/2006, que ha reformado el sistema sucesorio en ma-teria de Grandezas y Títulos nobiliarios, y que ya aplica regu-larmente el Ministerio de Justicia. Según nuestras noticias,son bastantes los pleitos en curso -ya se ha producido la pri-mera sentencia al respecto-, y son muchas más las familiasenfrentadas por este asunto. Lo que no deja de maravillar esque la cúpula dirigente de la Diputación y Consejo de laGrandeza de España, que -al menos para sus pretensiones-tantos errores y desaciertos ha tenido en el desarrollo de es-tos acontecimientos, se mantenga impertérrita en sus pues-tos, sin pensar siquiera en que el decoro y la decencia lesobligaban a dimitir de inmediato. El papelón que está hacien-do su flamante presidente don Enrique Falcó y Carrión,Conde de Elda, al aferrarse tanto al sillón, es de antología, yserá recordado durante muchos años como ejemplo.

Dr. Ceballos-Escalera

EDITORIAL

NUESTRA PORTADA

Óleo del siglo XVIII que representa las armerías de los Dávila Villavicencio (linaje oriundo de Utrera) y susagregadas. Colección José Antonio Dávila, Madrid.

ANIVERSARIOS FELICES, HOMENAJES A SU TIEMPO, Y ALGUNAS CRÍTICAS

Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [3]

F E D E R A C I Ó N E S PA Ñ O L A D E G E N E A L O G Í A Y H E R Á L D I C A

Y C I E N C I A S H I S T Ó R I C A S

Qu in t ana , 2 8 - 2 8008 Mad r i d

P R E M I O S N A C I O N A L E S 2 0 0 6

La Federación Española de Genealogía, Heráldica y Ciencias Históricas ha discernido losPremios Nacionales correspondientes al año pasado de 2006, acordando por unanimidad las si-guientes atribuciones:

- Premio Nacional de Estudios Genealógicos a D. Jaime Soliván de Acosta, por su extensa obragenealógica de las familias antiguas de Puerto Rico.

- Premio Nacional de Estudios Heráldicos a D. Víctor Franco de Baux y Fernández, por haber su-perado en sus estudios las 25.000 identificaciones de escudos de armas.

- Premio Nacional de Estudios Nobiliarios a los profesores Dª María Concepción Quintanilla Raso,Dª Remedios Morán Martín, Dª Paulina López Pita, Dª María del Pilar Carceller Cerviño, y D. JoséIgnacio Ortega Cervigón, por su obra Títulos, Grandes del Reino y Grandeza en la sociedad políti-ca. Fundamentos en la Castilla medieval.

- Premio Nacional de Arte y Diseño Heráldico a D. Ikkon-Andre' Yamashita Il-Keun Kim de Kim-yong-Silla et Kimhae, por su extraordinaria maestría en el diseño heráldico moderno, basado en elprimitivo estilo medieval.

- Premio Nacional de Estudios sobre Fuentes y Referencias Documentales a D. Luis García Cube-ro, por su obra sobre los porcones de la Biblioteca Nacional.

- Premio Nacional de Divulgación y Enseñanza de Estudios Históricos al profesor Dr. D. FélixMartínez Llorente, al cumplirse quince años de su magisterio heráldico-genealógico en variasUniversidades españolas.

- Premio Nacional del Mecenazgo de los Estudios Históricos a S.A.I.R. el Archiduque Andrés Sal-vador de Austria., presidente del Colegio Heráldico de España y de las Indias, y constante soste-nedor de proyectos culturales y estudios históricos en Europa.

- Premio Nacional de Estudios Hispánicos a D. Richard García-Bosch Morales, director en el Mi-nisterio de Justicia (Francia).

- Premio Nacional a una vida dedicada a los estudios nobiliarios, genealógicos y heráldicos a D.José Antonio Dávila y García-Miranda, cuyos primeros ochenta años al servicio de los estudioshistóricos acaban de cumplirse.

- Premio Nacional a la mejor publicación sobre Genealogía, Heráldica o Nobiliaria a la magna obratitulada World Orders of Knighthood & Merit, de la casa editorial Burke's, dirigida por Guy S.Sainty.

- Premio Nacional a la defensa del Patrimonio Histórico y Cultural a Dª María José Martínez de laFuente, por su decidida defensa del patrimonio histórico y cultural de Aranjuez, declarado Patri-monio de la Humanidad por la UNESCO.

La Federación Española de Genealogía, Heráldica y Ciencias Históricas felicita a losgalardonados, y hace públicos estos Premios Nacionales para su satisfacción y para ejemplogeneral.

El Secretario General

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El 21 de febrero de 2007 ha fallecido en Madridel doctor don José Navarro Ferré, escritor y publicista,gran conocedor de la historia de la Orden de Malta.Su muerte constituye una pérdida muy grande.

Vástago de la distinguida familia desu apellido que trae su tronco de los Condesde Olivetto y de los Marqueses de Villar delLadrón (hoy Villar del Infantado), José Na-varro Ferré nació en Montferri (Tarragona)el 2 de marzo de 1950.

Estudió Periodismo y Leyes, hastalograr los grados de licenciado en Derecho,y doctor en Ciencias de la Información por laUniversidad Complutense.

Periodista de raza, fue jefe de comuni-cación en el Gabinete de la Presidencia del Go-bierno durante el mandato de Adolfo Suárez (1979-1981), y triunfó más tarde como director de La ActualidadEspañola, y empresario de la comunicación a través devarias sociedades de comunicación. Historiador de laPrensa española, perteneció a la Asociación de la Prensade Madrid, a la Sociedad Periodística Española, y a laAsociación Hispánica de Historiadores del Papel. Genero-so siempre en compartir sus saberes, fue profesor de pe-riodistas y comunicadores en las Universidades Complu-tense de Madrid, Alfonso X el Sabio y Rey Juan Carlos I.

Vinculado a las islas Canarias por su matrimonio,fue agregado cultural en la Embajada de España en Nige-ria, sus vivencias africanas le llevaron a tomar la plumapara recoger sus vivencias: de aquella época data su no-vela La soledad de África (1994). También salieron de supluma los estudios Los factores de seguridad que afectan

a las islas Canarias (en España ¿qué defensa?, 1981),Viaje a la isla de El Hierro (1994), y El periodismo de

José Martí (1998), a más de un número notable deartículos. Llegaría así a ser un escritor distingui-

do, habiendo merecido algunos galardones lite-rarios de importancia, como el Premio Alonsode Ojeda para libros de viajes, por su obra Elviajero de las islas atlánticas (2004).

Navarro Ferré fue un viajero en el plenosentido de la palabra, observador inteligentede cuanto veía y curioso siempre de los lu-gares y de los hombres. Por eso pertenecióa la Sociedad Cartográfica Hispana, cuya

presidencia servía al tiempo de su muerte.

José Navarro Ferré, retomando una ideadel doctor don Antonio Pau, fue el verdadero ins-

pirador y el impulsor de la Academia Melitense His-pana, creada en 2002, de la que fue secretario generalhasta el día de su muerte. La Academia queda ahora muyhuérfana de su consejo y prudente gobierno.

Navarro Ferré, fiel a sus orígenes familiares, fuecaballero de las Órdenes de Malta y Constantiniana deSan Jorge, y del Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid.

Una cruel y larga enfermedad nos ha arrebatadomuy prematuramente a nuestro amigo y compañero eldoctor don José Navarro Ferré. A su madre doña RosaFerré Batalla, a su esposa doña María Elisa Pérez Hamil-ton, y a sus hijos Gabriel y Ramón, nuestras bien senti-das condolencias por su dolor, que en gran parte es tam-bién el nuestro.

Dr. Ceballos-Escalera

IN MEMORIAM

J O S É N A V A R R O F E R R É

XXIII CURSO DE FORMACIÓN DE HISTORIADORES

EN ÁVILA

En el contexto de los prestigiosos cursos que desde hace más de dosdecenios organiza en la ciudad de Ávila la Fundación Sánchez Albornoz, sei n c l u ye u n cu r so so b re H ER Á LD IC A Y GEN EA LOGÍA ESPA Ñ OLA S .INTRODUCCIÓN A SU ESTUDIO, que tendrá lugar, D.m., en las aulas delMonasterio de Santo Tomás en los días 23 al 27 de julio de 2007.

Organiza el Curso la Federación Española de Genealogía y Heráldica, conel patrocinio de la Fundación Cristóbal Gabarrón.

Co-dirigen el Curso el Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera Gila, Cronistade Armas de Cast i l la y León, Presidente de la Federación Española deGenealogía, Herá ld ica y Ciencias His tór icas; y la Dra. Dª. Ana BelénSánchez Prieto, Profesora Titular de Ciencias y Técnicas Historiográficas dela Universidad Complutense de Madrid.

INFORMACIÓN: FUNDACIÓN SÁNCHEZ ALBORNOZ

Paseo del Dos de Mayo 8 - 05001 Ávila

Telº 920 352 729 y Fax 920 224 047

Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [5]

ACADEMIA BELGO-ESPAÑOLA DE HISTORIA: HOMENAJEA JOSÉ ANTONIO DÁVILA

El martes 16 de enero ha tenido lugar en la Real GranPeña madrileña (Biblioteca Fernández -Durán), la cena del ho-menaje ofrecido por la Académie Belgo-Espagnole d’Histoire(entidad cultural fundada en Bruselas en 1953) a don José An-tonio Dávila y García-Miranda, abogado nobiliarista e investi-gador histórico, verdadero renovador de la Ilustre ComunidadMozárabe de Toledo a partir de 1966 y miembro de la junta di-rectiva de la Casa de Zamora en Madrid, académico numerarioy correspondiente de numerosas academias e institucionescientíficas, nacido en Zamora y vecino de Madrid desde 1960,con motivo de cumplir sus primeros ochenta años.

Encabezó el homenaje el presidentede honor de la Academia, D. ManuelFraga Iribarne, senador del Reino y anti-guo ministro del Gobierno, al que acom-pañaron en todo el actual presidente,profesor Dr. D. Alfonso de Ceballos-Es-calera Gila, y el secretario general Dr. D.Juan Van Halen y Acedo, senador delReino por Madrid.

Abrió el acto el Dr. Ceballos-Escale-ra, para ceder enseguida la palabra alsenador Van Halen, que hizo el ofreci-miento con unas entrañables, sentidas

y literarias palabras, a las que el homenajeado José AntonioDávila contestó emocionado, manifestando su gratitud a la Aca-demia. Finalmente, D. Manuel Fraga Iribarne hizo formal entre-ga al licenciado Dávila de la placa y diploma del Premio Flan-des 2006 -que le ha sido discernido por la propia AcademiaBelgo-Española de Historia en atención a sus grandes méritos

culturales-, y dirigió una alocución a to-dos los presentes, glosando con susvastos saberes los grandes vínculoshistóricos entre España y Flandes (esdecir, los territorios actuales de Bélgicay de los Países Bajos), y relatando laanécdota de la ocasión, ya lejana, enque siendo embajador de España enLondres recibió allí la visita del licen-ciado Dávila, de Juan Van Halen y deGabriel Elorriaga, que en nombre de laAcademia Belgo-Española acudieron acumplimentarle.

Además del sólito nutridoelenco de académicos, entre lasinstituciones y personalidades quese sumaron al homenaje notamosal Embajador de Bélgica; RealAcademia de Bellas Artes y Cien-cias Históricas de Toledo; IlustreComunidad Mozárabe de Toledo(presente en el acto mediante lapersona de su hermano mayor D.Antonio Muñoz Perea, que sesentó en la mesa presidencial);Instituto de Estudios Visigótico-Mozárabes de San Eugenio; Antiguo e Ilustre Solar de Tejada;Casa de Zamora en Madrid; Junta de Nobles Linajes de Sego-via (representada por su diputado secretario el Vizconde de Al-tamira de Vivero); Padre D. ÁngelGarcía, presidente de Mensajerosde la Paz y Premio Príncipe de As-turias; Dr. D. Fernando de Salas,presidente de la Sociedad de Estu-dios Internacionales; Dra. MaríaDolores Cabañas, decana de laFacultad de Filosofía y Letras de laUniversidad de Alcalá; D. Luis Va-lero de Bernabé, presidente delColegio Heráldico de España y delas Indias; varios catedráticos de laUniversidad, diputados a Cortes ysenadores del Reino, autoridadesde Toledo, Zamora, La Rioja y Za-ragoza; jerarquías de las Órdenes y Corporaciones nobiliarias ycaballerescas; y varios numerarios y correspondientes de laAcademia Melitense y de la Real Academia Matritense deHeráldica y Genealogía, a las que también pertenece el home-najeado. El numerosísimo concurso de parientes y amigos dellicenciado Dávila llenó completamente el bello salón de la Bi-blioteca Fernández-Durán (LCE).

FERNANDO DE ARTACHO, PREMIOATENEO DE SEVILLA

Don Fernando de Artacho y Pérez-Blázquez, presidente del Centro de Es-tudios Históricos Ortiz de Zúñiga, vocalde la Federación Española de Genea-logía, Heráldica y Ciencias Históricas,y miembro del comité de redacción deestos Cuadernos de Ayala, que a másde un egregio historiador y genealogis-ta sevillano es un escritor ya consagra-do, ha sido distinguido el 9 de marzopor el Ateneo de Sevilla con el PrimerPremio de Novela Histórica por su

nueva novela, titulada La gubia del alumbrado. Juan MartínezMontañés. Le auguramos el gran éxito de las otras produccio-nes literarias de Fernando de Artacho: su primera novela, Hijade la Iglesia, está agotada y ha sido editada colección de bolsi-llo; la segunda, Las dos verdades, ha alcanzado también mu-chas ventas; y la tercera, El enigma de la Santa Espina, fue fi-nalista del XXXVII Premio Ateneo de Sevilla, ha tenido grandesventas y también ha sido editada en colección de bolsillo. Feli-citamos de todo corazón a nuestro querido amigo y compañeropor este gran éxito literario (ACE).

NOvEDADES, CuRSOS y ENCuENTROS

Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [6]

HOMENAJE A DON JUAN CASCALES VALERO

El pasado día 26 de enero de 2007, en los locales dela Hermandad de la Legión, de la calle San Nicolás de Madrid,tuvo lugar el homenaje que la Sociedad Heráldica Española ysu Imperial Orden Hispánica de Carlos V tributó al ilustre ilicita-no don Juan Cascales Valero. Como es sabido, Cascales esun constante animador de grandes eventos culturales vincula-dos a Elche, lo que le valió hace ya mucho tiempo ser honradocon la Orden de la Dama de Elche, condecoración oficial deaquel ayuntamiento. Es también el único gran collar hereditariode la Orden de Carlos V, distinción al mérito que otorga la dichaSociedad. Presidido por don Enrique de Borbón, el acto fueofrecido con unas sentidas palabras por el Dr. D. José María deMontells y Galán, que evocó la bonhomía y caballerosidad delhomenajeado. Un copioso almuerzo en su honor congregó alos muchos amigos de Cascales: allí vimos, entre otros mu-chos, a don Bernardo Ungría, a don Francisco Conde, a donLuis Valero de Bernabé, a don Guillermo Torres-Muñoz, al coro-nel don Fernando Dueñas, a don Fernando Agudo, a don Ma-nuel Tourón, y a un sin fin de conocidas personalidades delmundo caballeresco. El secretario de la Sociedad Heráldica Es-pañola, don Guillermo Torres-Muñoz hizo entrega a don JuanCascales de una placa conmemorativa del evento (FCP).

SOCIETAT VALENCIANA DE GENEALOGÍA I HERÁLDICA

El grupo de moderadores de la página web y foroGenValencia nos comunica que el 3 de marzo quedó constitui-da la Societat Valenciana de Genealogía i Heràldica. Dichaasociación será la forma en que GenValencia pueda actuar co-mo ente jurídico del grupo a fin de desarrollar diferentes actua-ciones en la vida pública valenciana y cuyos objetivos fijadosen la I asamblea son: sensibilizar a nuestro pueblo respecto delas disciplinas de la genealogía y la heráldica; promocionar yfomentar las citadas disciplinas con el fin de que su estudio seaconsiderado como una parte de la cultura popular valenciana;

conseguir que la enseñanza de dichas disciplinas tenga uncarácter oficial; velar para que la investigación de estas discipli-nas tenga siempre un carácter científico y un rigor histórico ymetodológico fuera de toda duda; asesorar técnicamente per-sonas o colectivos interesadas en las citadas disciplinas. Algu-nos de los proyectos que la Societat Valenciana de Genealogíai Heráldica pretende desarrollar son: la creación de una páginaweb que sea punto de encuentro y lugar de intercambio de in-formación entre profesionales y aficionados a la genealogía yheráldica; la catalogación de los importantes fondos notarialeshistóricos de la Comunidad Valenciana, fuente de informaciónfundamental para el estudio de la genealogía valenciana; la re-dacción de catálogos de archivos y de documentos para el es-tudio de la genealogía y heráldica valenciana; la realización decursos de formación y conferencias a cargo de expertos en es-tas materias; y convocar reuniones y mesas redondas con res-ponsables de los archivos históricos, eclesiásticos y notariales.Hasta el funcionamiento de la web de la Asociación,www.svgh.net, los interesados pueden informarse a través deGenValencia, y próximamente a través de página webwww.genvalencia.com (JE).

PREMIOS DEL CUERPO DE LA NOBLEZADEL PRINCIPADO DE ASTURIAS

La institución que reúne a la primera y másnotoria Nobleza asturiana ha discernido losprestigiosos premios que concede anualmen-te. El Premio Trelles-Villademoros a la laborcultural ha correspondido a D. Gustavo Suá-rez Pertierra, presidente del Instituto Elcano y

antiguo ministro de Defensa; el Premio Conde de Toreno a lacooperación humanitaria, a Dª Magdalena Loring y Armada, porsu labor social en el Principado; el Premio Carreño de Mirandaal mérito en las Artes, a D. Emilio Sagi, por su labor musical enel desarrollo de la ópera; y el Premio Conde de Campomanes,al mérito económico, a D. Rufino Orejas Rodríguez-Arango, por

L e ó n & P o t a ug e s t i ó n h i s t ó r i c a y n o b i l i a r i a

Investigaciones genealógicasExpedientes de ingreso en Órdenes y Corporaciones

Certificaciones de ArmasHeráldica y Vexilología Municipales

Dibujos de Árboles Genealógicos y Arte HeráldicoPiedras Armeras y Reposteros

Medallas e Insignias

Grandezas y Títulos del ReinoProcedimientos Administrativos y Judiciales

Títulos extranjeros

Quintana, 28 - 28008 Madrid - España +34 915 477 031 y +34 689 456 538correo electrónico leon@potau.es

Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [7]

su destacada labor empresarial. Los galardones han sido entre-gados con gran solemnidad por el Conde de Latores, consejeromagistral del Cuerpo de la Nobleza de Asturias, durante unacena celebrada en el Real Club de Tenis de Oviedo el 21 de oc-tubre (ACE).

LA JUSTICIA DECLARA POR PRIMERA VEZ EL MEJOR DE-RECHO DE UNA PRIMOGÉNITA A UN TÍTULO DEL REINO

El Juzgado de Primera Instancia nº 3 de Badajoz hadeclarado por sentencia de 23 de enero de 2007 el mejorderecho sucesorio de la hermana primogénita del actualMarqués de la Alameda de Mendoza, en aplicación de la ley33/2006, que igualó los derechos de los primogénitos conindependencia de su sexo. La sentencia, que creemos no esajustada a dicha norma legal porque la aplica con carácterretroactivo -lo que prohíbe la propia ley-, aún no es firme (ACE).

INSTITUTO DE GENEALOGÍA E HERÁL-DICA DA UNIVERSIDADE LUSÓFONADO PORTO

Esta nueva entidad cultural (abre-viadamente denominada IGH-ULP), fun-dada el 17 de febrero de 2006, está dedi-cada a la investigación y el desarrollo dela Genealogía y la Heráldica en Portugal -

Oporto es la segunda ciudad del vecino país-, y se consideraheredera directa del Centro de Estudos de Genealogia e Herál-dica da Universidade Moderna do Porto (CEGH-UMP), que fuefundado en 1998 por el entonces vicerrector, profesor Dr. D.Antonio Costa de Albuquerque de Sousa Lara, y que tuvo unanotable actividad en sus cinco años de existencia (de la quehacen grata memoria 15 libros publicados, y 10 números de suprestigiosa revista). Esa buena memoria y esos buenos frutoscientíficos han sido los causantes de la revitalización de las ac-tividades a partir de 2005. Actualmente, el Instituto de Genea-logía e Heráldica da Universidade Lusófona do Porto se gobier-na por una Dirección colegiada, integrada por el director DelfimBismack Ferreira, y los vocales Rodrigo Ortigâo de Oliveira, Ar-naldina Riesenberger, Lourenço Correia de Matos y FernandoAllegro de Magalhâes, y reune en sus filas a unos ochenta es-tudiosos, investigadores y aficionados. El Instituto acaba de pu-blicar el primer número de su Revista Lusófona de Genealogiae Heráldica, por cierto de notable calidad científica, cuya glosay relación de su contenido hacemos en este mismo número deCuadernos de Ayala (ACE)

A LA BÚSQUEDA DEL TOISÓN DEORO. LA EUROPA DE LOS PRÍNCI-PES, LA EUROPA DE LAS CIUDA-DES

La Generalidad Valenciana, a travésde la Fundación Jaume II el Just, y el

Ayuntamiento de Valencia, organizanuna gran exposición internacional bajo el

título A la búsqueda del Toisón de Oro. La Eu-ropa de los Príncipes/La Europa de las Ciudades, centrada enel periodo comprendido entre la investidura de Alfonso V elMagnánimo (1445) y la muerte de Fernando II el Católico(1516). Se van a reunir piezas de excepcional calidad e impor-tancia, procedentes de los museos del Prado, Louvre, Cluny,Berlín, Thyssen-Bornemisza, Viena y Cataluña, British Mu-seum, National Gallery, y archivos y bibliotecas de Madrid,París, Vaticana, Zabálburu, Bruselas, Nápoles y Valencia. Lamuestra tendrá lugar en el Museo de la Ciudad (Palacio Berbe-del) y en el emblemático edificio llamado El Almudín, entre el 3

de marzo y el 3 de junio de 2007. El comisariado de esta expo-sición ha sido encomendado al Dr. D. Eduardo Mira, de la Uni-versidad de Alicante, antiguo director del Instituto Cervantes enBruselas, y la Dra. Dª Ana Delva. Más información en la Funda-ción Jaume II el Just, plaza de la Abadía 3, 46750 Simat de laValldigna (Valencia), teléfono 963530986 (ACE).

MODIFICACIÓN LEGAL DEL PROCESO DE CAMBIO DEAPELLIDOS

El 9 de feb rero ha publicado el Boletín Oficial del Es-tado el real decreto 170/2007, de modificación del Reglamentodel Registro Civil. Esta norma modifica los artículos 21 y 22 delReglamento del Registro Civil, para simplificar el procedimientode autorización de cambio de apellidos, especialmente en loscasos de urgencia debido a una situación de violencia. Con ellose logra, de modo muy abreviado y rápido, el necesario amparode las víctimas que se contempla en la Ley de Medidas de Pro-tección Integral contra la Violencia de Género. El cambio deapellido de las personas que se ven amenazadas por el acosomoral o físico que sufren en el marco de la violencia domésticao de género, así como de los hijos que se encuentren bajo sucustodia y sometidos a la misma amenaza, es un instrumentode protección útil como complemento a las posibles órdenesjudiciales de alejamiento que se pudieran dictar, ya que dificultala localización de la víctima por el posible agresor. Medianteesta modificación, la autorización del cambio de apellidos parasolicitantes que sean objeto de violencia de género -acreditadamediante medidas cautelares judiciales- podrá realizarse porun procedimiento rápido como es una orden del Ministerio deJusticia. Además, la modificación afecta a los artículos 205 y208, por cuanto desde ahora se incluye el supuesto de ostentarun apellido extranjero -y por ende, susceptible de causar xeno-fobia- como causa suficiente para lograr la modificación delapellido. Esta modificación legal afectará, como es lógico, a losfuturos estudios genealógicos (ACE).

LA HERÁLDICA RIOJANA: EL LEGADODOCUMENTAL DE DÁMASO RUIZ DECLAVIJO

La Fundación Caja Rioja ha organi-zado una muestra itinerante sobre la ricaepigrafía heráldica riojana, sobre seleccio-nando una parte del legado documentaldel desaparecido investigador histórico D.

Dámaso Ruiz de Clavijo (Ribafrecha, 1950-2003). La exposi-ción se refiere a los inicios y difusión del sistema heráldico oc-ciental, para abordar después con detalle los emblemas de losSolares de Tejada y Valdeosera, y de la Probática Piscina, losde varios linajes riojanos ilustres -como los Samaniego-, y lasarmerías de los concejos riojanos. La colección podrá verse enHaro (9 al 22 de enero), Calahorra (23 de enero al 12 de febre-ro), Alfaro (13 de febrero al 5 de marzo), Nájera (6 al 26 demarzo), y Santo Domingo (27 de marzo al 18 de abril).

EL DOCTOR CEBALLOS-ESCALERA, EN EL INSTITUTO DEESTUDIOS GENEALÓGICOS Y HERÁLDICOS DE BUENOSAIRES

Nuestro Director, Dr. Alfonso de Ceballos-Escalera, hasido elegido Miembro Correspondiente del Instituto de EstudiosGenealógicos y Heráldicos de la Provincia de Buenos Aires, en-tidad fundada en 1991, que ha alcanzado a través de sus mu-chas actividades académicas un gran prestigo nacional e inter-nacional, a la que pertenecen desde hace años otros ilustrescompatriotas como Manuel Rodríguez de Maribona y Luis Vale-ro de Bernabé. Reciba nuestra afectuosa felicitación (PCF).

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RATIFICADA LA CONDENA ALPRESTIGIOSO GENEALOGISTAJAIME DE SALAZAR ACHA

La Audiencia Provincial de Ma-drid, en sentencia dictada el 12 de fe-brero de 2007, ha ratificado la conde-na impuesta al prestigioso funcionarioy genealogista don Jaime SalazarAcha por las injurias que profirió con-

tra su compañero don Manuel María Rodríguez de Maribonay Dávila. Como recordarán nuestros lectores, fue el 13 de di-ciembre de 2005, durante una actuación corporativa de laReal Academia Matritense de Heráldica y Genealogía anteel Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 19 de Ma-drid, el señor Salazar Acha se enfrentó al señor de Maribo-na, profiriendo contra su persona diversos insultos y amena-zas. Tras esperar en vano unas disculpas caballerescas, elseñor de Maribona denunció los hechos a la Policía, que lospuso en conocimiento de la Justicia. Posteriormente, elseñor Salazar Acha intentó evadir su responsabilidad negan-do los hechos y hasta presentándose como la víctima delque él mismo había agredido: de nada le ha servido, porquetanto el Juzgado de Instrucción como ahora la AudienciaProvincial no se han creído sus historias y le han desenmas-carado, castigando su mal comportamiento. Notemos que, sibien la justicia -es decir, la sociedad española- le ha conde-nado, Salazar Acha ha contado con la complicidad del di-rector y la mesa de gobierno de la Real Academia Matriten-se, siempre solícitos en la aplicación de la ley del embudo,ya que se han negado a abrir el expediente disciplinario quelos estatutos señalan, y le han mantenido en el cargo de vi-cedirector que tan malamente ha honrado. La sentencia yaes firme, y produce una cierta tristeza por la Matritense, yuna mayor pena por el desprestigio de Salazar Acha, quien,sin discutir sus merecimientos, creemos que en esta oca-sión se ha equivocado, y que no ha sabido salir del embrollocomo hacen los señores -pidiendo disculpas-, sino que seha embarcado en una gran tontería -la de una vulgar huídahacia delante-.

DESLUCIDA RECEPCIÓN DE EDUARDOPARDO DE GUEVARA EN LA REAL ACA-DEMIA MATRITENSE

El respetado y querido medievalista y he-raldista gallego Dr. D. Eduardo Pardo deGuevara y Valdés, antiguo director del Insti-

tuto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento(CSIC) y sin duda uno de los más diestros artis-

tas heráldicos de cuantos trabajan hoy en España, que fueelecto numerario de la Real Academia Matritense de Heráldi-ca y Genealogía en el otoño de 1988, ha leído su discurso derecepción casi veinte años después. Este acto académico -elmás importante que celebran en España las verdaderas Rea-les Academias- ha tenido sin embargo lugar en un salón delmadrileño club de la Real Gran Peña en la tarde del 15 demarzo, en una sesión privada (sic), lo cual nos disgusta mu-cho porque creemos que así se ha escatimado al público en

general el beneficio de los saberes del Dr. Pardo de Guevara,que son muchos y muy apreciables -esperemos que esos tex-tos se den a la imprenta, porque sin duda serán de importan-cia-. El tema escogido por Pardo de Guevara ha sido el titula-do Parentesco e identidad: un panorama desde Galicia al finde la Edad Media, y le ha contestado el eximio heraldista D.Faustino Menéndez Pidal de Navascués, aunque obviando sucondición de prestigioso Director de la Matritense, no sabe-mos por qué. En fin, nunca es tarde si la dicha es buena.

FRACASA LA QUERELLA INTERPUESTAPOR LOS PRESTIGIOSOS DIRIGENTESDE LA REAL ACADEMIA MATRITENSECONTRA UNO DE SUS COMPAÑEROS

Como ya informábamos en Cuadernos deAyala nº 25 (enero-marzo de 2006), los diri-

gentes de la Real Academia Matritense deHeráldica y Genealogía, instigados por el sem-

piterno y polémico vicedirector don Jaime de Salazar Acha,interpuso en febrero de 2006 una querella criminal por un su-puesto falso testimonio contra el numerario don Manuel MaríaRodríguez de Maribona y Dávila, antiguo secretario general yuno de los tres fundadores de la entidad, que es conocido di-sidente de la facción que encabeza el prestigioso señor Sala-zar Acha. En realidad, la querella intentaba de facto dospropósitos extrajudiciales: de una parte, distraer la atenciónsobre la denuncia por injurias formulada por Maribona contraSalazar (denuncia que ha resultado ser cierta, porque ha con-cluido en la condena penal del vicedirector); y de otra parte,llevar a efecto la venganza de Salazar contra Maribona, porhaberle dejado en ridículo en público. Practicadas todas laspruebas solicitadas por las partes, el Juzgado de Instrucciónnº 3 de Madrid, con el pleno acuerdo de la Fiscalía, ha acor-dado mediante Auto de 21 de febrero de 2006, el sobresei-miento y el archivo de tan infundada querella, por no haberseacreditado en los hechos denunciados por Salazar Acha ysus colegas ningún indicio de delito. Esta torpe maniobra esmuy de lamentar porque viene a redundar aún más en el cre-ciente desprestigio de la otrora prestigiosa institución regionalde estudios nobiliarios, toda vez que cualquier observadorecuánime y ajeno a las pasiones de la prestigiosa facción sa-lazarista, ha de considerar que en la Matritense el ambientees pésimo, y que los enfrentamientos son ya navajeros. Es elinevitable resultado de toda una política constante y reiteradade ataque, de persecución y de descrédito del adversario, sinconsideración alguna a los valores de la convivencia, ni res-peto por el principio de libre opinión y de crítica, absolutamen-te unido siempre a toda labor científica que se precie de tal.En cualquier caso, parece indiscutible que la utilización deuna entidad por parte de uno de sus dirigentes, para satisfa-cer sus intereses, sus fobias o sus venganzas personales, nosolamente merecería una severa crítica en términos morales,sino que por el carácter público de esta Corporación debierallevar aparejada una responsabilidad: Y, si así hubiera ocurri-do, ¿sería mucho pedir la dimisión del prestigioso instigador,y la de quienes desde la Mesa se han hecho cómplices deeste despropósito cainita?. Aplicandose siempre allí la ley delembudo, eso parece.

DE SALONES y CORRALITOS PRESTIGIOSOS

é s o s q u e s o n p e r i t o s e n a c h a c a r a o t r o s s u s d e l i t o s

Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [9]

Cádiz era una ciudad de behetría, en la que no habíadistinción de estado: por lo tanto, no se hicieron en ella padronespara diferenciar a los miembros de la Nobleza de los hombresbuenos o pecheros. Por ello, la prueba de nobleza de las familiasgaditanas o residentes en ésta ciudad es difícil de encontrar. Noobstante, hay varias fuentes a las que se puede acudir con bue-nos resultados. Entre ellas, las secciones de Estado Noble delAyuntamiento de Cádiz, en donde se encuentran más de tres-cientas informaciones de hidalguía datadas entre 1717 y 1807; lade Órdenes Militares (Santiago, Malta, Carlos III); y la de Títulosde Castilla, ambas también en el Archivo de éste Ayuntamiento.Otra fuente es un padrón confeccionado en 1773 y publicado porJosé María Millán Sevilla(1);es importante este padrón,pues la gran mayoría de loshijosdalgos y nobles eranpersonas de muy humildecondición, como pajes, ser-vidores, taberneros, pe-queños comerciantes, car-pinteros, doradores, escri-bientes, soldados, contado-res, con fiteros, empleados,mozos de tiendas y taber-nas, administradores, tene-dores de libros, etcétera,siendo el número másabundante el de criados, ta-berneros y mozos de taber-nas y de tiendas.

Ello se debía aque la mayoría de estosprovenían de las montañasde Santander, Asturias, lasVascongadas y la Tierra deCameros, donde un impor-tante porcentaje de sus habitantes eran hijosdalgos notorios. En-contramos familias hidalgas de estas tierras que ya llevaban enCádiz dos o tres generaciones. Muchas de ellas, al llegar a ma-yor fortuna con el comercio de Indias, hacían valer sus derechosnobiliarios, no ante el Estado - pues éste casi siempre se lostenía en cuenta -, sino ante Órdenes militares y corporacionesnobiliarias, que le daban un mayor prestigio social, que no Noble-za, pues la nobleza es la misma.

Otro fondo documental de importancia para estudiar laNobleza de Cádiz son los expedientes militares de la Real Com-pañía de Guardias Marinas y del Colegio Naval; escuelas milita-res donde se preparaban a los futuros marinos de guerra. La pro-vincia de Cádiz nutrió en un alto porcentaje estos centros depreparación militar, basta mirar sus expedientes y ver las familiasoriginarias de esta ciudad cuyos miembros siguieron carrera en laReal Armada.

Otra fuente de estudio de la Nobleza más notoria de laprovincia de Cádiz son los fondos de la Ilustre Cofradía de Caba-lleros Veinticuatro del Puerto de Santa María. La junta de gobier-no la formaban exclusivamente los Cofrades Veinticuatro del pri-vativo número y Gobierno de la Ilustre Cofradía, que debíanpertenecer a la más ilustre nobleza de la ciudad -pero fuera de lajunta de gobierno, podían pertenecer a la Hermandad toda clasede personas-.

El capítulo cuarto de sus Reglas manda que las perso-nas que componen el número de los 24 hermanos de esta Co-fradía sean de las más nobles e ilustres familias de esta ciudadsegún ha estado en costumbre desde tiempo inmemorial hasta elpresente año [1752]. Y los que fueren admitidos como tales enesta Cofradía, no tanto han de apreciar el beneficio que Dios lesha hecho en la calidad heredada o adquirida, cuanto haber sidoseñalados y escogidos humildísimos esclavos del que es Rey deReyes y Señor de los Señores... Sean pues notoriamente noblesy legítimos y habidos de legítimo matrimonio…

La importancia nobiliaria que suponía pertene-cer a esta Archicofradía, la encontramos en numerosos docu-

mentos, y se demuestra cla-ramente en los expedientesde Caballeros de las Órde-nes Militares, en Reales Co-legios de Nobles y en la Re-al Compañía de GuardiasMarinas, donde presenta-ban como principal acto po-sitivo de nobleza la perte-nencia a ella, aún porencima de cargos y preben-das que ya de por sí indica-ban una preclara posesión ydisfrute de nobleza.

Por último podemos encon-trar documentos de noblezadentro del Archivo de Proto-colos de Cádiz; para esto esimportante tener en cuentael libro de Manuel RavinaMartín(2), en donde encon-tramos un buen número deprobanzas de hidalguía,limpieza de sangre y otor-

gamientos de hábitos de las Órdenes Militares.

Los que hemos investigado sobre familias gaditanas,para buscar su hidalguía, siempre tuvimos en cuenta que perte-necer al Consulado de la Ciudad era un indicio más que impor-tante para que la familia en cuestión tuviera antecedentes nobilia-rios. Esta afirmación no es más que el producto de unainvestigación y la posterior comprobación de este hecho. En Cá-diz la pertenencia al Consulado -sobre todo a su directiva- eratenida como un grado de distinción, y ello era porque sus miem-bros pertenecían al Estado Noble, no por ninguna ordenanza oprivilegio escrito, sino por una práctica habitual que siempre secumplió.

Tomando como base el libro de Julián B. Ruiz Rivera(3),resulta que una inmensa mayoría de los comerciantes matricula-dos, cercana al 80% pertenecen al Estado Noble. Estudiando só-lo los matriculados entre 1743 y 1823, son la mayor parte de elloshijosdalgos notorios. Basta dar la relación de matriculados que loson, sin perjuicio de que dentro del resto no comprobado, tam-bién haya un importante porcentaje de nobles. Los comerciantesde noble linajes matriculados en este periodo tienen los siguien-tes apellidos:

Adriansén, Aguado, Aguilar y Cueto, Aguirre, Albarracín, Albarra-tegui, Albizu, Aldama, Alejandre, Alfaro, Allende, Alonso, Alsazua,Altamirano, Alvarez-Campana, Álvarez de Castro, Alzaga, Amili-

DE RE NObILIARIA

LA NOBLEZA EN EL CONSULADO DE CÁDIZ

por D. Fernando de Aracho y Pérez-Blázquez (CEH Ortiz de Zúñiga)

Vista del centro de la ciudad de Cádiz, en un dibujo realizado porAnton van der Wyngaerde en 1567. Viena, National-Bibliothek,

m.s. Min.41, folio75.

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via, Amores, Andía, Andrade-Vanderwilde, Angioleti, Angulo,Antón, Ansoategui, Aramendi, Arana, Araoz, Araujo, Arbolí, Ar-chimbaud, Ardanaz, Arenas, Arespacochaga, Arévalo, Argote, Ar-guelles, Arias, Arispe, Arístegui, Ariza, Arismendi, Arizón, Armas,Armenta, Arozarena, Arrechea, Arregui, Arriaga, Arrieta, Arrillaga,Arróspide, Arroyo, Artechea, Artecona, Ascaso ó Acaso, Asencio,Avendaño, Aymerich, Ayraldo, Azcona, Azcue, Baamonde, Badi-llo, Baraibar, Barnier, Barragán, Barreda, Barroso, Barthelemy oBerthelemy, Basterra, Beaumont, Bejines, Belaústegui, Beristain,Bermúdez de Castro, Bernabé, Bernacci, Berrio, Bertendona, Bil-bao, Biñalet, Blázquez, Bocanegra, Bohórquez, Bolaños, Bolois,Bonilla, Bracho, Bravo, Buceta, Buendía, Buitrago, Bulnes, Bure-ba, Bustamante, Caballero, Cabrera, Calderón, Clarebout, Calon-je, Calvo, Calzada, Cameros, Campo, Canal, Candiani, Canisbro,Canto, Caraza, Carazo, Carballo, Carbonell, Cárdenas, caro, Ca-rracedo, Carranza, Carrasco, Carrera, Carrión, Casalduero, Ca-sanova, Casanova, Castañeda, Castilla, Castillo, Castroverde,Castro, cavadas, Cañas, Cedillo, Celis, Cepeda, Claussell, Cobo,Colarte, Collantes, Concha, Contreras, Corcuera, Cortés, Cos,Cossío, Costas, Creaph, Cuesta, Cueto, Cueva, Chacón, Chamo-rro, Dávila, Dañino ó Dagnino, Delfín, Díaz de la Barrera, Díaz dela Serna, Díaz de Robles, Díaz de Sarabia, Díaz de Ceballos,Díez de Bulnes, Díez de las Cuevas, Díez de Tejada, Echarri,Echavarría, Echave, Echegoyán, Echenique, Egía, Eguiluz, Ele-jalde, Elizaizín, Elósegui, Embila, Enciso, Enrile, Enríquez, Eraun-ceta, Erquicia, Escobar, Espinosa de los Monteros, Estenoz, Ez-peleta, Fagoaga, Fajardo, Falcó, Felices, Fernández de Acevedo,Fernández de Bobadilla, Fernández de Cossío, Fernández deHeredia, Fernández de Rávago, Fernández de la Reguerara,Fernández Pintado, Fernández del Valle, Fesser, Figueroa, Fle-ming, Flores, Folch, Font, Franco, Fresno, Fuentes, Fuster,Galván, Gálvez, Garay, García, García de la Torre, García de Pe-rea, García de Rueda, García de Lemus, García de Prado,García de Ros, Garnica, Garro, Gastambide, Gatica, Gil, Gimeno,Girón, Godoy, Goicoechea, Goiri, Gómez, Gómez de Figueroa,Gómez Comendador, Gómez de la Cortina, Gómez de Terán, Gó-mez de la Fuente, González, González Bejarano, González deCastañeda, González de Echávarri, González de la Hoyuela,González de la Cuesta, González de la Serna, González de Mie-ra, González Nandín, González de la Vega, Gorbea, Gorosarri,Gortari, Goyena, Goyeneche, Groso, Guerra, Guerra de la Vega,

Guerrero, Guimet, Gurruchaga, Guruceta, Gutierrez de Célis, Gu-tiérrez de Henestrosa, Gutiérrez de la Concha, Gutierrez de laHuerta, Gutierrez de Palacios, Gutiérrez de Villegas, Guzmán,Haedo, Haro, Henríquez, Heras, Hermida, Hermosilla, Hernán-dez, Herrán, Herrera, Herrero, Hervia, Hontañón, Hontoria, Hor-maechea, Hornaza, Hoyos, Hoz, Hualde, Huertas, Hurtado, Iba-rrola, Ibarra, Ibanez, Idiaquez, Imaz, Imaña, Imbuluzqueta,Inchausti, Inciarte, Infante, Iñigo, Iñiguez, Iriarte, Iribarren, Irigo-yen, Irisarri, Iracheta, Isasi, Iturralde, Iturriaga, Izquierdo, Izturiz,Jácome, Jara, Jaúregui, Jiménez, Jiménez de Almaraz, Jordán,Laborde, Lacomba, Laiglesia, Lama, Lamberto, Lanaud, Lancla-raes, Landa, Landáburu, Landaeta, Lardizábal, Larrain, Larra-mendi, Larraondo, Larrazabal, Larrea, Larrumbe, Lasa, Lasaleta,Lasarte, Laso, Lasquetti, Lastra, Latorre, Lazaleta, Lazama, Laz-cano, Leal, Leaniz, Ledesma. Lecuona, León, Lequerica, Ler-chundi, Lerdo de Tejada, Leyrens, Linch, Lisuain, Lisaso, Lizardi,Lobato, Loizaga, Londoño, Longo, López, López Bravo, López deLetona, López de Tejada, López de Vargas, López de la Peña,López de Lezama, López de Mendoza, Losada, Losúa, Llano,Lloréns, Llorente, Madariaga, Maestre, Magarola, Maisterrena,Mandalúniz, Manrique, Mansilla, Mantilla, Manuel, Marín, Már-quez de la Plata, Marrón, Marticorena, Martín, Martínez, Martínezde Aguiar, Martínez de Aparicio, Martínez de Bengoa, Martínezde la Cuadra, Martínez de Ochagavia, Martínez de Tejada, Martí-nez Junquera, Martínez de Eguilaz, Martínez de Murguía, Martí-nez de Rioboo, Murube, Mata, Mauriño, Maza, Medina, Mejía,Meléndez, Mella, Menacho, Menchaca, Méndez, Mendiburu,Mendiguren, Mendiola, Mendizaval, Mendoza, Menoyo, Maestre,Michelena, Micheo, Mier, Mier de Terán, Miera, Miguel, Miranda,Miravete, Molina, Molla, Moltó, Mont, Montalvo, Montenegro,Montero, Montes, Mora, Montoto, Morrell, Moreno, Morfi, Morillo,Morquecho, Moscoso, Mosti, Mota, Moya, Moyano, Mújica, Mu-narriz, Munilla, Murga, Muñoz, Muñoz de Estepa, Naredo ó Nave-do, Navajas, Necochea, Nieto, Noble, Noguera, Ocariz, Ocaña,Ochoa, Ochoa de Amézaga, Odriozola, Ojeda, Olagüe, Olave,Olazábal, Olo, Olmedo, Oneale, Orbaneja, Ordiales, Ordoño, Or-duña, Oribe ó Uribe, Oronoz, Orosio, Ortega, Ortiz, Ortiz de Zára-te, Ortiz de Sandoval, Ortuño, Orueta, Oruña, Oryazábal, Osso-rio, Otaegui, Otalora, Otero, Oviedo, Oyarzábal, Oñate, Pacheco,Paez de la Cadena, Palacios, Palomino, Palomo, Pardiñas, Par-do, Paredes, Parody, Paulín, Paulín de la Barrera, Pavía, Paz,

LA JARRA Y LA PIPACERVECERÍA

CERVEZAS NACIONALESY DE IMPORTACIÓN

TABLAS DE QUESOS Y PATÉS

ALCALÁ 147Madrid

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Pazos de Miranda, Pérez, Pérez de Aguilar, Pérez de Arce, Pérezde Baños, Pérez de Navas, Pérez de Tejada, Pérez Garro, Pérezde Quijano, Pérez de Yllera, Peña, Picota, Piedra, Pimentel, Pine-da, Pinto, Pisón, Polo, Ponce, Ponce de León, Pons, Porro, Por-ter de la Rosa, Portilla, Portillo, Pozo, Prado, Prats, Presilla, Prie-to, Pumarjo, Puyada, Puyade, Quadras, Quintana, Quintanilla,Quintas, Quiroga, Quiroga, Quirós, Ramírez de Medina, Ramírezde Villegas, Rasquín, Rávago, Recaño, Recio, Requejo, Respal-dizar, Revilla, Rey, Reyes, Río, Rioja, Ríos, Rioseco, Riva, Rivas,Rivera, Rivero, Rocha, Rodríguez, Rodríguez de Alburuqrque,Rodríguez de Arueta, Rodríguez de Carasa, Rodríguez Torices,Rodríguez Pedroso, Rodríguez Taboada, Romero, Rosell, Rubínde Celis, Ruiz, Ruiz de Apodaca, Ruiz de Bustamante, Ruiz deCalahorra, Ruiz de la Vega, Ruiz de Loizaga, Rull, Saavedra, Sa-vater, Sáenz, Sáenz de Santa María, Sáenz de Tejada, SáinzPardo, Salazar, Salcedo, Saldamando, Salgado, San Ginés, SanMartín, San Pedro, Sánchez, Sánchez de Bustamante, Sánchezde Acuña, Sánchez de Cueto, Sánchez de la Vega, Sánchez dela Madrid, Sánchez del Villar, Sánchez de Córdoba, Sancho, San-doval, Santa Cruz, Santibáñez, Santo Domingo, Santos, Sanz,Sanz del Río, Sarmiento, Sarralde, Segovia, Segura, Septién,Serna, Serra, Servera ó Cervera, Sierra, Silva, Sistiaga, Sobral,Sobrevilla, Sobrino, Solano, Soldevilla, Solís, Sologuren, Somo-za, Soriano, Sorozábal, Sota, Sotero, Soto, Suárez, Suero, Ta-maño, Tamarit, Tamayo, Teja, Tejada, Tejera, Tellechea, Terán, Te-rri, Terry, Tezanos, Tomati, Torre, Torres, Torróntegui, Tovar,Trevilla, Troncoso, Troquero ó Torquero, Tuero, Ucelay, Ugarte,Umarán, Uneus, Urdaneta, Ureta, Urezberroeta, Uriarte, Urmene-ta, Urquiaga, Urquijo, Urreta, Urquinaona, Urruchi, Urrutia, Uzcu-rrum, Uztáriz, Uzuriaga, Vaamonde ó Baamonde, Valcarcel,Valdés, Valdivia, Valdivieso, Valiente, Valladares, Valle, Vandem-brouck, Van Halen, Varela, Vargas, Vázquez, Vea, Vea . Murguía,Vega, Vela, Velarde , Velasco, Vélez, Velilla, Ventua, Vera, Verga-ra, Vernimen, Viar, Víctor, Vicuña, Viguera, Villaamil, Villaciervos,Villalón, Villar, Villaverde, Villegas, Villoslada, Viniegra, Vinthuise-en, Vinuesa, Vivanco, Vivero, Viveros, Vizcardo, Winthuissen,Ybarra, Ymbrechts, Yrungaray, Zabala, Zapata, Zardívar ó Zaldí-var, Zavala, Zavallos, Zorozabal, Zenon, Zenzano, Zorrilla, Zu-bialde, Zubigaray, Zulaica, Zuleta, Zuloaga, Zuloeta, Zumalacáre-gui, Zumarán y Zurbituaga.

Lo mismo ocurre al analizar la lista de los comerciantesmatriculados que aparecen en el periodo comprendido entre1730 a 1738, y el complemento desde 1739 a 1742: en éste últi-mo periodo más del 90% son nobles. En ambos listados de co-merciantes matriculados, además de figurar linajes nobles de pri-

mera importancia en toda la nación, hay muchos de ellos queson Títulos del Reino y como tales constan; entre estos: los Mar-queses de Valdeosera, Casa Estrada, La Granja, Medina, Mon-tefuerte, Nevares, Tous y Villafranca, y los Condes de Jimera deLíbar, del Paraíso, Saucedilla, Benagiar, y Villanueva.

Si hacemos el mismo estudio genealógico-nobiliariocon los comerciantes que aparecen en el libro del profesorGarcía-Baquero, El libre comercio a examen gaditano. Crítica yopinión en el Cádiz mercantil de fines del siglo XVIII, llegamos ala conclusión que el porcentaje de nobles era superior al 70%.Además, hemos buscado -para que no quede ninguna duda- laprueba nobiliaria que hace indudable la nobleza de los comer-ciantes allí reflejados. Estas van junto a los nombres de los co-merciantes.

De los 39 comerciantes que aparecen en el libro, sóloen doce casos no hemos podido dar con su filiación nobiliaria,pero esto no quiere decir que no la tuvieran. Al ser muchos deellos forasteros, pudieron probar la nobleza en sus lugares deorigen.

Los comerciantes a los que hasta ahora no les he do-cumentado la hidalguía son los siguientes: don Ventura deImaña (al que por su apellido, seguramente de origen vasco, sele puede presumir hidalguía); don Diego Fernández Jiménez,don Manuel Miravete Martínez, don Juan José Baquero (en laReal Chancillería de Granada hay seis reales provisiones de hi-dalguía a linajes de este apellido), don Francisco Javier de Blas-co, don Manuel Díez Catalán, don Dionisio Joaquín de San Pe-layo (miembros de este linaje demostraron su hidalguía en laReal Chancillería de Valladolid, pero no hemos encontrado suenlace con los de Cádiz, aunque con casi toda seguridad seanlos mismos), don Antonio Barceló y Prats, don FernandoFernández Rávago, don Buenaventura Magarola y don Leonar-do de Noguera (cuyo apellido coincide con el de varios linajesque probaron su hidalguía en la Real Chancillería de Granada).

Veamos ahora quiénes eran estos comerciantes gadi-tanos, y en cada caso cómo y dónde probaron su hidalguía:

- DON MIGUEL RODRÍGUEZ CARASA. Demuestra su hidal-guía en el Ayuntamiento de Cádiz el 7 de diciembre de 1774.Casó con doña María del Rosario Barbier y Prichard, quien hizoinformación de limpieza de sangre en 1774(4).En 1777 apareceempadronado como hidalgo, era natural de Castilla, casado yde 45 años, y vivía en la calle del Husillo. En 1771, siendo veci-no de la Real Isla de León, obtuvo real provisión de hidalguía enla Real Chancillería de Valladolid.

Otra vista de la ciudad de Cádiz, realizada por el mismo Anton van der Wyngaerde (Antón de las Viñas, como lellamaban los españoles), que data de 1567. Viena, National-Bibliothek, ms. Min.41, folio76º.

Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [12]

- DON VENTURA DE IMAÑA.

- DON DIEGO FERNÁNDEZ JIMÉNEZ.

- DON MANUEL MIRAVETE Y MARTÍNEZ.

- DON JUAN Y DON RAMÓN VALIENTE

- DON PABLO GARCÍA Y PAVÓN.

- DON JUAN JOSÉ BAQUERO.

- DON MATÍAS DE LA VEGA. En los padrones de Cádiz y en laReal Compañía de Guardias Marinas, hay hijosdalgos de esteapellido, que aunque no hemos podido enlazar con don Matías,son con toda seguridad el mismo linaje.

- DON LORENZO DE LA VEGA Y MIRANDA, vecino del Puertode Santa María, obtuvo Ejecutoria de hidalguía en la Real Chanci-llería de Granada en 1768.

- DON FRANCISCO JAVIER DE BLASCO.

- EL CONDE DE SANTA ANA DE IZAGUIRRE. Título del Reino.

- DON JOSÉ GUTIERREZ PALACIOS. Don Juan José Gutiérrezde Palacios, vecino de Porcuna, obtuvo real provisión de hidal-guía en la Chancillería de Granada en el año 1816.

- DON ANTONIO DE VICUÑA Y GOENAGA. Fue diputado delAyuntamiento del Puerto de Santa María en 1768. Junto a sus hi-jos, ganó real provisión de hidalguía en la Chancillería de Grana-da el año 1775. Don Antonio María de Vicuña y Echave ingresóen la Hermandad de Caballeros del Santísimo Sacramento delPuerto de Santa María en 1780: a esta Hermandad sólo podíapertenecer los Veinticuatro Nobles más importantes de Cádiz ysu provincia. Fue secretario de la misma en 1794 y Presidente en1799 y 1800.

- DON SEBASTIÁN LASQUETTI. En 1777 aparece empadronadocomo hidalgo, tenía 36 años, natural de Cádiz, casado, con domi-cilio en la Comisaría Lasquetti. También aparecen como hidalgosen el mismo lugar: don José Lasquetti, de 66 años, natural de Cá-diz, casado, y sus hijos don José María, de 24 años y soltero; donRafael, de 8 años ; y don Francisco, de 3 años. Don José Las-quetti, oriundo de Pisa (Gran Ducado de Toscana, Italia), demues-tra su nobleza en el Ayuntamiento de Cádiz el 8 y 23 de junio, 1de julio, 31 de agosto y 9 de octubre de 1773, tras haber ganadosentencia ejecutoria ante la Real Chancillería de Granada enaquel mismo año. Don Juan José Lasquetti y Lasquetti, natural deCádiz, ingresa en la Real Compañía de Guardias Marinas el año1791, para lo que probó su notoria hidalguía, ya demostrada en laReal Compañía por su padre, don Juan María Lasquetti, capitánde fragata, natural de Cádiz, y en la Real Chancillería de Granadaen la que obtuvieron ejecutoria de hidalguía el año 1773.

- DON MANUEL DÍEZ CATALÁN.

- DON JOSÉ DE ECHEA. El 25 de abril, 5 de julio y 26 de agostode 1775, se informa en el Ayuntamiento de Cádiz sobre su hidal-guía. En 1775 obtuvo real provisión de hidalguía en la Chanci-llería de Granada. Sus apellidos completos eran Echea y de laRosa, originario de Vizcaya y vecino de Cádiz.

- DON FRANCISCO MARTÍNEZ VALLEJO. Linaje que demostrósu nobleza en la Real Compañía de Guardias Marinas.

- DON DÁMASO JOAQUÍN DE SAN PELAYO.

- DON ANTONIO BARCELÓ Y PRATS.

- DON JUAN TOMÁS DE MICHEO. En 1794, don Manuel José,doña María Josefa, doña Dolores y don Francisco Javier de Mi-cheo hicieron Información de nobleza y limpieza de sangre ante laJusticia de la Ciudad de Cádiz(5).

- DON TOMÁS IZQUIERDO. Fue recibido en el Ayuntamiento deCádiz, junto a sus hermanos, como caballeros hijosdalgos el 19de noviembre de 1788.

- DON FRANCISCO FERNÁNDEZ RÁVAGO.

- DON JUAN Y DON RAMÓN VALIENTE, demostraron su hidal-guía en la Real Chancillería de Valladolid.

- DON FRANCISCO GUERRA DE LA VEGA, empadronado comonoble en el padrón de Cádiz de 1777 (49 años, casado, comisiónde matrícula). Don Francisco Guerra de la Vega, Marqués de laHermida, casó con doña María Belén de Tabernilla y Martínez, yfue su hijo don Luis Fernando Guerra de la Vega, Marqués de laHermida y caballero de la Real y Distinguida Orden de Carlos III,que contrajo matrimonio con doña María Francisca de Collantes yFonnegra, Velasco y Camino (nacida en Londres, hija de donLuis Collantes de Velasco y doña María de Fonnegra y Camino).Procrearon a don José Joaquín Guerra de la Vega y Collantes,nacido en Puerto Real el 12 de julio de 1807, que ingresó, trasdemostrar su notoria hidalguía por los cuatro costados, en la RealCompañía de Guardias Marinas el año 1826. Don Luis Guerra dela Vega y Collantes, nacido en Puerto Real, Cádiz en 1803, in-gresó en la Real Compañía de Guardias Marinas el año 1820,retirándose en 1826. En 18 de octubre de 1856, en San Fernan-do, se informa de la limpieza de sangre de doña María Guerra dela Vega y Bustinaga, que practicó su padre don Francisco Guerrade la Vega(6). Don Francisco Guerra de la Vega, vecino de Cádiz,en un pleito que mantuvo contra los Concejos de Chiclana y dePuerto Real, que duró desde 1769 a 1781, obtuvo real pProvisiónde hidalguía en la Chancillería de Granada.

- DON MATEO GÓMEZ DE LEYS: en 18 de octubre y 23 de di-ciembre de 1749 se informa en el Ayuntamiento de Cádiz sobre lahidalguía de don Lorenzo de Ley.

- DON SEBASTIÁN GONZÁLEZ NANDÍN. Probó su hidalguía an-te el Ayuntamiento de Cádiz el día 8 de agosto de 1785, 11 denoviembre de 1785 y 6 de diciembre de 1786. Y ganó real provi-sión de hidalguía en la Chancillería de Granada en 1785-1786.

- DON LUIS FRANCISCO NAVARRO. Estos Navarro demostra-ron su nobleza en la Real Compañía de Guardias Marinas.

- DON IGNACIO DE AGUIRRE Y ARANA. Linaje que en repeti-das ocasiones ha demostrado su hidalguía en la Chancillería deGranada, Real Compañía de Guardias Marinas, Órdenes Milita-res y la Ilustre Cofradía de Caballeros Veinticuatro del Puerto deSanta María, entre los que se encontraban los siguientes seño-res:

- AGUIRRE, don José Antonio. 1842.

- En el Colegio Naval Militar sientan plaza don Joaquín, don Ri-cardo y don Pedro Aguirre y Sáenz de Juano, hijos de don JoséAntonio Aguirre y Camerino, nacido en Cádiz en 1786, casadoen el Puerto de Santa María el 6 de enero de 1830 con doñaMaría Joaquina Sáenz de Juano y Riquelme, natural de la RealIsla de León, donde nació el 20 de abril de 1811. Nieto paterno dedon Juan de Aguirre y Guridi, natural de Legazpia (Guipúzcoa), yde doña Agustina Camerino y Machía, natural de Cádiz, dondecasó en 1784. Se hizo información testifical de pruebas de losaspirantes en el Puerto de Santa María.

- AGUIRRE Y O’NEALE, don Manuel. 1842. Era hijo de don Ma-nuel Aguirre y Marquina, bautizado en Barcelona en 1760, ca-pitán de Milicias del Puerto de Santa María en 1817, que habíasido cadete del Regimiento de Voluntarios de Cataluña, y dedoña Patricia O´Neale y Bray, bautizada en el Puerto de SantaMaría en 1761; habían casado por la jurisdicción castrense en elPuerto el 26 de agosto de 1784. Nieto paterno de don José Agui-rre y Castillo, nacido en Tudela (Navarra) en 1721, teniente delRegimiento de Aragón, insaculado en la bolsa de ilustres y regi-dores cabos de Tudela, regidor segundo de esa villa, y de doñaAntonia Marquina y Escuder, nacida en Gerona en 1723, hija dedon Pedro Marquina y doña Francisca Escuder. Nieto maternode don Patricio O´Neale, nacido en el Puerto en 1712, y de doña

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María Antonia Bray y Warnes, nacida en Cádiz en 1734, hija dedon Diego Bray y doña Margarita Warnes. Segundo nieto de donDomingo Aguirre de la Cruz, consultor del Santo Oficio de la In-quisición, y de doña María Josefa del Castillo y Morales.

Don Francisco de Aguirre y O´Neale, nacido en el Puerto el 8 deabril de 1791, hermano del Caballero Veinticuatro, sentó plaza enla Real Compañía de Guardias Marinas en 1809. Hermano dedon Manuel, fue capitán de navío de la Real Armada, casó en ElFerrol el año 1827 con doña María Segunda de Tejada y Eulate,hija de don Félix Ignacio Tejada y Suárez de Lara, teniente gene-ral de la Real Armada, comendador de la Orden de Santiago ySeñor de Torralba de Andino, y de doña María del Carmen deEulate y Tobía. Su hijo, don Patricio Aguirre de Tejada, sentó pla-za en el Colegio Naval Militar el 9 de julio de 1849. En su expe-diente para ingresar en la Real Compañía demuestra la noblezade sus cuatro costados, y se exhibió un privilegio de nobleza da-do por el Rey Don Carlos III en 1776 a don Patricio O´Neale yFernández de Hivero.

- DON PEDRO MARTÍNEZ DE MURGUÍA. Figuran como caballe-ros de la Orden de Santiago residentes en Cádiz, don Pedro ydon Andrés Martínez de Murguía. Don Pedro Martínez de Mur-guía, natural de Puerto Real, obtuvo real provisión de hidalguíaen la Chancillería de Valladolid el año 1768.

- DON ESTEBAN MIGUEL MACÍA. Don Esteban, don Miguel,don Lorenzo y don Niceto Macía, vecinos de Cádiz, obtuvieronreal provisión de hidalguía en la Chancillería de Granada en1786. Don Lorenzo Maciá probó su hidalguía en el Ayuntamientode Cádiz el 18 de mayo de 1786.

- DON IGNACIO DÍAZ DE SARABIA. Don Ignacio y don ManuelDíaz de Sarabia, vecinos de Cádiz, ganaron real provisión de hi-dalguía en 1779, en un pleito que interpusieron al Concejo deSanlúcar de Barrameda.

- DON JUAN DÍEZ MORENO. Demostró su hidalguía ante elAyuntamiento de Cádiz el día 16 de marzo de 1775. Empadrona-do como hidalgo en Cádiz el año 1777 (vivía en la calle Algarrido,tenía en esta fecha 54 años y era soltero).

- DON SIMÓN BABIL DE URIZ. Aparece empadronado como no-ble en el padrón de 1777 (50 años, casado, natural de Pamplonay comerciante, vivía en la calle de San José); pero en el padrónaparece con el nombre de Simón Balvidebris, debe ser un fallode inscripción.

- DON BUENAVENTURA MAGAROLA.

- DON SEBASTIÁN HERRERO. Don Manuel Pérez de Herrerodemostró su nobleza ante el Ayuntamiento de Cádiz el día 23 dediciembre de 1796.

- DON MARTÍN DE AGUIRRE. Nos remitimos al otro comerciantede este apellido.

- DON LUIS FRANCISCO NAVARRO. Don Luis y don ManuelNavarro y García-Grande hacen información testifical de su no-

bleza en Cádiz para ingresar en la Real Compañía de GuardiasMarinas en 1820. Eran hijos de don Juan María Navarro, tenientede fragata.

- DON ROQUE AGUADO. Caballero Veinticuatro del SantísimoSacramento del Puerto de Santa María en 1814 (caja 531, en li-bro de cuentas.). Fue recibido como caballero hijosdalgo en elAyuntamiento de Cádiz el 13 de noviembre de 1782. En el índicede caballeros de la Orden de San Juan de Malta existe un donRoque Aguado de la Cruz, Delgado y Ruiz, natural de Cádiz, queingresó en la Orden el año 1783, y era hijo de don Roque Aguadoy de doña María Bernarda de la Cruz. Nieto paterno de don Anto-nio Aguado y doña Antonia Delgado. Nieto materno de don Salva-dor de la Cruz y de doña María Ruiz. Don Roque Aguado y sus hi-jos, vecinos de Cádiz, ganaron real provisión de hidalguía en laReal Chancillería de Granada en 1777. Don Gaspar Aguado, veci-no del Puerto de Santa María, ganó real provisión de hidalguía enla Real Chancillería de Granada en 1784.

- DON LEONARDO DE NOGUERA.

- DON MIGUEL DE IRIBARREN. Demostró su hidalguía ante elAyuntamiento de Cádiz el 10 de diciembre de 1779.

- DON JOSÉ GUTIERREZ DE LA HUERTA. El 2 de mayo, 8 dejulio y 6 de octubre de 1752, se informa en el Ayuntamiento deCádiz sobre la nobleza de don Antonio Gutierrez de la Huerta.

BIBLIOGRAFÍA Y ARCHIVOS CONSULTADOS

- Archivo Artacho. Genealogías.

- Archivo Histórico Provincial de Cádiz. Protocolos.

- Archivo del Arzobispado de Sevilla. Expedientes matrimoniales.

- Archivo del Obispado de Cádiz. Expedientes matrimoniales.

- Archivo de la Parroquia Prioral del Puerto de Santa María, Cádiz. Sec-ción de la Hermandad Sacramental.

- Pilar Núñez Alonso, Archivo de la Real Chancillería de Granada. Sec-ción de Hidalguías (Granada, 1985).

- Alfonso X el Sabio, Las Siete Partidas.

- Dalmiro de la Válgoma y Barón de Finestrat, Real Compañía de Guar-dias Marinas y Colegio Naval. Catálogo de pruebas de caballeros aspi-rantes (Madrid, Instituto Histórico de la Marina, 1943-1956, 7 vols.).

NOTAS

1) José María Millán Sevilla, Padrones de nobles e hidalgos en la Ciudadde Cádiz en el año 1773 (Madrid, 1981).

2) Manuel Ravina Martín, Catálogo de los documentos genealógicos delArchivo Histórico Provincial de Cádiz (Madrid, 1993).

3) Julián B. Ruiz Rivera, El Consulado de Cádiz. Matrículas de comer-ciantes 1730-1823 (Cádiz, Diputación Provincial, 1988).

4) Manuel Ravina Martín, op. cit.

5) Manuel Ravina Martín, op. cit.

6) Manuel Ravina Martín, op. cit.

Apunte de la ciudad de Cádiz realizado por Van Wyngaerde. Viena, National-Bibliothek, ms. Min.41, folio 22º.

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INTRODUCCIÓN

Como aficionado que soy desde hace algunos años alestudio del fenómeno heráldico en general, me llaman mucho laatención dos importantes dictámenes del Consejo de Estado enmateria de emblemas heráldicos, cuyos contenidos apenas hevisto mencionados en las publicaciones y foros que se ocupande esta interesante materia-al menos, no se citan des-de el punto de vista científi-co, sino sólo para criticar aun determinado tercero-.

Como es bien sa-bido, el Consejo de Estadoconstituye, desde su funda-ción en 1526 por el ReyDon Carlos I, Emperadorde Alemania, y tras sufrirlas sólitas reformas de loscambios de régimen, elmás alto Cuerpo Consultivodel Estado, y muy en parti-cular del Gobierno y de lasComunidades Autónomas.Actualmente se rige por laLey Orgánica 3/1980, de 22de abril, modificada por laLey Orgánica 3/2004, de 28de diciembre.

Notemos, antesde seguir adelante, que susdictámenes no son en mo-do alguno vinculantes, sino tan solo consultivos. Digo esto por-que algunas voces interesadas suelen presentarlos como sifuesen leyes de obligado cumplimiento. No lo son, ni tampocopueden, en buena lógica jurídica, suspender ni afectar a cual-quier disposición legalmente promulgada por las Cortes, o porcualquiera de las Administraciones Públicas españolas.

En todo caso, los dictámenes del Consejo de Estadosí que han merecido, al menos hasta tiempos relativamente re-cientes, un respeto y una veneración proverbiales por parte delos gobiernos, tribunales, doctrina y foros jurídicos en general.Lamentablemente, ese antiguo prestigio se ha visto muy mer-mado en los tres últimos decenios, debido a la contaminaciónde raíz política que muchas -demasiadas- veces ha sufrido elpropio Consejo de Estado.

Entrando ya a considerar el objeto de mi atención, diréque el primero de los dos dictámenes a que voy a referirme esel número 2437/95/LD, fechado el 30 de noviembre de 1995; yque el segundo de ellos es el numerado 2047/2004, datado a21 de octubre de 2004. Para obviar prolijidad, llamaré al prime-ro Dictamen del Cronista de Armas de Castilla y León, y al se-gundo Dictamen del Solar de Valdeosera. Estos dictámenes nose refieren al mismo asunto, pero ambos ofrecen el parecer delConsejo de Estado en la materia de los emblemas heráldicos. Ylo peor es que se contradicen entre sí gravemente.

EXAMEN DEL DICTAMEN SOBRE EL

CRONISTA DE ARMAS DE CASTILLA Y LEÓN

El Dictamen 2437/95 se inició cuando quien ostentabatal cargo público solicitó la convocatoria de un tribunal para ob-tener el título profesional de Cronista de Armas, al amparo del

Decreto 13 de abril de 1951.El Ministerio de Justicia, nosabemos si de buena o demala fe -la decisión la tomóDª María del Carmen Llo-rente Cea, entonces jefa dela sección de Títulos yGrandezas-, decidió solicitaropinión al Consejo de Esta-do -sin comunicarlo al solici-tante, que no pudo ejercerninguno de los derechos le-gales reconocidos, porejemplo el de la audiencia-,el cual, finalmente emitiódictamen desfavorable a laspretensiones del ciudadanosolicitante.

En todo caso, lo que nos in-teresa examinar ahora, por-que son notables, son algu-nas de las afirmaciones yde las consideraciones queen tal Dictamen se contie-nen.

En primer lugar, las referencias históricas que el Dicta-men contiene (páginas 11a 13), atinentes a la Heráldica y a losreyes de armas:

La necesidad de identificar en batalla a los guerreros cuyo ros-tro se hallaba cubierto por un yelmo movió a éstos a contraer lacostumbre de dibujar en su escudo algunas figuras o formasque supieran representar su apellido. En un primer momento es-tas figuras servían a la identificación de cada caballero indivi-dual, pero era habitual que los hijos, sin heredar el escudo pa-terno, acogieran sus blasones y añadieran a éstos otros nuevosalusivos a sus personas, de modo que los escudos de armas,de sencillos que fueron en un principio, tornáronse cada vezmás complicados, frustrándose así en parte su originaria finali-dad. Las Cruzadas en Europa y en nuestra península la Recon-quista extendieron el recurso a la heráldica. A partir del siglo Xlas riñas de caballeros en torneos exigieron la intervención deun heraldo (también haraute o heraute, del francés "héraut"),que anunciaba a grandes voces los nombres y calidades de loscombatientes y examinaba el escudo y patentes de nobleza decada uno. En Castilla el heraldo se llamó también "rey de ar-mas", se le suponía experto en escudos, con sus armerías yblasones, y se le confió normalmente los registros de nobleza,pues en cierto momento los escudos de armas se hicieron here-ditarios e indicaban nobleza, grabados en la piedra de balcona-jes, torreones, arcadas y sepulcros.

DE RE HERALDICA

DICTAMENES DEL CONSEJO DE ESTADO EN MATERIA DE

EMBLEMAS HERÁLDICOS: UNA CRÍTICA Y ALGUNAS REFLEXIONES

por el Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila (UCJC)

El Palacio del Duque de Uceda o Palacio de los Consejos,edificado en 1618 al final de la Calle Mayor de Madrid,

sede del Consejo de Estado

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En tiempo inmediato poste-rior al reinado de los ReyesCatólicos, debido a la grancantidad de personas cu-yos servicios en el descu-brimiento y conquista deAmérica atrajeron algúnpremio o merced real, y ala creciente complejidad dearmerías y blasones, se or-denó a los Reyes de Armasque confeccionasen escu-dos para los linajes premia-dos según las reglas de laciencia del blasón, que en-tonces comenzaba a culti-varse, de modo que el es-cudo de armas de familiafue desde entonces, al me-nos en principio, una con-cesión de la autoridad re-gia, que además debíaconstar en una certificaciónque se expedía al efecto.Con Felipe el Hermoso y Carlos V la corte castellana adoptó engran manera la ceremonia borgoñona, que tanto había enrique-cido la heráldica, lo que pudo también tener parte en la nuevaordenación que de esta materia se intentó por entonces.

Las prerrogativas y exenciones diversas de que gozaban losnobles y señores las fueron perdiendo éstos durante el sigloXIX. Esto determinó sin duda que el antiguo oficio de Rey deArmas, ligado de alguna manera a la genealogía y heráldicadel estamento noble, mudara, cuando éste dejó en realidad deexistir, su antigua función. Quizá guarde relación con este he-cho el cambio de nombre, "Rey de Armas" por el actual "Cro-nista de Armas", que sugiere el desempeño de una ciencia au-xiliar de la Historia, alejada de los derechos o interesescontemporáneos.

Dejando de lado los errores históricos e institucionalesque estos párrafos contienen -probablemente se tomaron decualquier manualito decimonónico de escasa solvencia científi-ca-, creo más importante notar la concepción del Consejo deEstado: los emblemas heráldicos fueron y son premiales, esdecir que durante la Edad Media y la Edad Moderna se otorga-ban solamente por concesión regia, carácter que se habríamantenido hasta la actualidad. Ya sabemos que esto no escierto, pero lo importante aquí es la idea que de ello tiene el Al-to Cuerpo consultivo.

Seguidamente, el Consejo de Estado examinaba lanormativa vigente en materia de nombramiento y ejercicio pro-fesional de los cronistas de armas:

El Cronista de Armas, para los Decretos de 1915 y 1951, es unparticular que ejerce un oficio privado sometido a un cierto con-trol administrativo (prueba de aptitud, nombramiento, pago deimpuesto, expedición de título, visto bueno de las certificacio-nes) y así lo admite el Área de Asuntos de Gracia del Departa-mento consultante cuando dice: "los Cronistas de Armas no os-tentan en la actualidad la consideración de funcionarios, siendouna actividad estrictamente privada". A cambio, goza de un de-recho exclusivo, pues sin el título los cronistas "no podrán ejer-cer sus funciones". El confesado fin del Decreto de 1951 es,según el preámbulo, "evitar que personas sin títulos de aptituddesempeñen las funciones encomendadas a los referidos Cro-nistas" y, en consecuencia, "dotar de suficientes garantías ladelicada misión de estos profesionales, actualizar sus funcio-

nes y proteger adecuada-mente los intereses de losque a ellos acuden". Se en-tiende que son los particula-res los que puedan tener es-te interés en un tiempo que,según se expresa, han au-mentado las peticiones derehabilitación y sucesión conel restablecimiento de la le-gislación nobiliaria en 1948.

Frente a esta figura del cro-nista de armas como profe-sional libre de la genealogíay la heráldica, regulada en1951 (al que el Consejo deEstado denomina cronistade armas familiar), surgió enla Comunidad Autónoma deCastilla y León en 1991 ladel cronista de armas confunciones públicas (al que elConsejo de Estado llama

cronista de armas municipal):

La Junta de Castilla y León aprobó, el 9 de mayo de 1991, elDecreto 105/1991 que contiene "normas de aprobación, modifi-cación y rehabilitación de escudos y banderas municipales".Los primeros artículos definen el objeto del Decreto y la compe-tencia autonómica (artículos 1 a 3), después se regula el proce-dimiento (artículos 4 a 9), siguen unas normas heráldicas (artí-culos 10 a 12) y vexilológicas (13 y 14) y, finalmente, la últimaparte del Decreto se intitula "Del Cronista de Armas" (artículos15 a 17). El artículo 15 prescribe que el Cronista de Armas de-berá ser Licenciado en Derecho o en Letras, experto en Herál-dica de reconocido prestigio y ser nombrado por Decreto delPresidente de la Junta de Castilla y León.

El Presidente de la Junta de Castilla y León, en uso de las fa-cultades que le atribuía el artículo 15 citado del Decreto105/1991, de 9 de mayo, y por Decreto 111/1991, de 15 de ma-yo, nombró Cronista de Armas de Castilla y León al ..., Mar-qués de ..., Licenciado y Doctor en Derecho, y autor de nume-rosos artículos sobre heráldica y otros temas afines,otorgándole el tradicional albalá.

Al entrar en el examen legal comparativo entre ambasfiguras del cronista de armas privado y familiar, y del cronista dearmas público, el Consejo de Estado declara que son figurasinstitucionales netamente diferentes -cosa evidente: el primeroera un profesional libre y privado, pero el segundo es un funcio-nario público-:

En cambio, el Decreto autonómico de 1991 persigue otros finesdistintos y diseña el cargo de Cronista de Armas con otro statusy funciones. Dice el Preámbulo que "la Heráldica (...) tiene unade sus más conocidas aplicaciones en los escudos de armas ybanderas municipales"; observa que en Castilla y León hayAyuntamientos dotados de antiguo de símbolos heráldicos pro-pios, pero la mayoría carece de ellos y es creciente el númerode los que desean adoptar escudos heráldicos y banderas quelos representen, "simbolizando en ellos su pasado, y constitu-yendo un vínculo de identificación entre sus vecinos y frente alresto de la colectividad". Ahora bien, escudos y banderas de-ben blasonarse según las reglas de arte y no caprichosamente.

Sin duda ninguna, el Decreto se refiere a la llamada "heráldicamunicipal" que, aunque de origen medieval como la "heráldicafamiliar", a la que responden los Decretos de 1915 y 1951, no

El salón de plenos del Consejo de Estado

Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [16]

debe confundirse con ella. Aunque son discipli-nas afines y próximas, las funciones de los ex-pertos, llamados "Cronistas de Armas", son cla-ramente diferenciables: se podría hablar de unCronista de armas familiar (genealogista), queexpide certificaciones a los particulares intere-sados en su genealogía o en la sucesión o re-habilitación de un título ante el Ministerio deJusticia e Interior, y de un Cronista de Armasmunicipal o Heraldo que asesora (sin ser remu-nerado, artículo 16.2 del Decreto autonómico105/1991) al Municipio y a la Comunidad sobrela adopción de escudos municipales.

Las competencias que el Decreto 105/1991atribuye al Cronista de Armas son: las definidasen los artículos 5 y 6 (redactar una memoria,heráldica o vexilológica, y elaborar un informe)como un trámite técnico dentro de un procedi-miento administrativo; la contenida en el artícu-lo 17 ("reunir cuantos antecedentes se conser-ven sobre Heráldica y Vexilología municipales castellano-leonesa, depositando los minutarios anuales con sus informes ydictámenes en el Archivo Central de la Administración de Casti-lla y León"); "informar cuantas cuestiones de su especialidad lesometan la Junta de Castilla y León y las Diputaciones Provin-ciales" (artículo 16.1).

Y según este razonamiento, el Consejo de Estadoconcluye que:

En la medida en que las funciones del Cronista familiar y muni-cipal son distintas, aunque lleven idéntico nombre (Cronista deArmas), el Decreto 105/1991 es respetuoso con el Real Decre-to 3.036/1982 de traspaso de competencias, el Estatuto de Au-tonomía y el Reglamento aprobado por Real Decreto2.568/1986: en un procedimiento administrativo de adopción deescudo municipal las dos Administraciones competentes, elMunicipio y la Comunidad Autónoma, solicitan un informe deexperto; pero este experto ni ha aprobado un examen de apti-tud, ni es responsable personalmente de sus certificados, ni es-tos certificados deben obtener el visto bueno de la autoridadadministrativa, ni, en realidad, expide propiamente certificadospara uso autorizado de los particulares en sus asuntos de no-bleza y genealogía, sino que emite informes internos previos ala resolución final. De ahí que el Decreto autonómico se abs-tenga de resaltar, como hace el Decreto de 1951, que sin el tí-tulo correspondiente los cronistas "no podrán ejercer sus fun-ciones": no es preciso ningún control administrativo sobre estaactividad privada porque en el Decreto autonómico la actividades plenamente administrativa.

El albalá [de nombramiento] está encabezado con elnombre del Presidente de la Junta de Castilla y León, quien sedirige a "Vos ..., Marqués de ..., vecino de Segovia"; se refiereprimero al Decreto de nombramiento y sigue: "Y luego, habien-do vos aceptado este nombramiento, he resuelto expediros elpresente Albalá para que desde hoy en adelante os podáis se-guir nombrando y titulando Cronista de Armas de Castilla yLeón, ostentando todas las facultades y competencias, honoresy distinciones, de los antiguos Cronistas Reyes de Armas deCastilla y León, pudiendo por tanto firmar como tal los informesy dictámenes que esta Junta de Castilla y León os solicite enlas materias de vuestra competencia, expedir las certificacio-nes de genealogía, nobleza y escudos de armas, las cartas deoficiales de armas, las confirmaciones, atribuciones de nuevasarmerías y autorizaciones de uso que os fueren solicitadas porlos particulares (las que para su validez deberán llevar el visa-do de esta Junta y quedarán guardadas y registradas en vues-

tros Minutarios, que se depositarán cada añoen el Archivo Central de la Administración deCastilla y León), usar las insignias tradiciona-les de este oficio, y nombraros al suscribir conel título de Castilla-León". Encarga y manda atodas las Autoridades, Corporaciones y parti-culares que le reciban y tengan por Cronistade Armas de Castilla y León, con sus honras,preeminencias y prerrogativas, "sin que parala perpetuidad de este nombramiento sea ne-cesario otro decreto, mandato ni cédula. Dadoen Valladolid, a trece de junio de mil novecien-tos noventa y uno".

Si bien el Consejo de Estado declaró confor-me a la legalidad el Decreto 105/1991 por elque se regulaba la figura del Cronista de Ar-mas de Castilla y León, censuró las facultadesde atribución y registro de armerías familiarescontenidas en su artículo 16, y especialmenteen el subsiguiente albalá del nombramiento:

La conclusión a la que se llega después de exponer estos razo-namientos es esta: el solicitante ostenta legalmente el cargo deCronista de Armas municipal, pero carece por completo de lasfunciones de Cronista de Armas familiar tal y como aparecenexpresadas en los Decretos de 1915 y 1951.

Ciertamente, en el momento en que se emitió tal Dic-tamen (1995), la cuestión podía ofrecer algunas dudas, ya quemediante el real decreto 3.036/1982, de 24 de julio, en su artí-culo 2, se aprobó el traspaso al Consejo General de Castilla yLeón de las competencias en materia de Administración Localenunciadas en su Anexo I. El apartado B del mencionado Ane-xo, en el punto 3 relativo al "régimen jurídico", en su párrafo 1,incluye el traspaso de esta competencia concreta: "La conce-sión a las Corporaciones Locales de tratamientos, honores odistinciones, así como el otorgamiento a los Municipios y pro-vincias de títulos, lemas y dignidades, previa la instrucción deexpediente; y la aprobación de Escudos Heráldicos municipa-les, previo informe de la Real Academia de la Historia". Por suparte, el Anexo II, que recoge las disposiciones legales afecta-das por esta transferencia, no se refería en ningún momento nial real decreto de 29 de julio de 1915 ni al decreto de 13 deabril de 1951.

El Estatuto de Autonomía de Castilla y León no reco-nocía a la Comunidad ninguna competencia particular sobre lamateria. El Reglamento de organización, funcionamiento y régi-men jurídico de las corporaciones locales, aprobado por realdecreto 2.568/1986, de 28 de noviembre, en sus artículos 186 y187 confía al órgano de gobierno de cada Comunidad Autóno-ma el otorgamiento a las Entidades Locales de "títulos, escu-dos, banderas, blasones, lemas y dignidades" y la aprobaciónde "escudos heráldicos municipales".

En consecuencia, el Consejo de Estado, respetando eltradicional principio de que los escudos de armas constituíanmateria premial -y por ende se tramitaban, como las Grandezasy Títulos del Reino, a través del Ministerio de Justicia-, concluíaque:

Considerados todos estos argumentos, se entiende que lacompetencia por remisión contenida en el artículo 16.1 del De-creto 105/1991 perturbe la distinción tan nítida de funciones en-tre las dos clases de Cronista de Armas, el familiar, reconocidopor el Ministerio de Justicia e Interior, y el municipal, depen-diente de la Comunidad Autónoma. Cuando ese artículo dispo-ne que el Cronista de Armas de Castilla y León "ostentará lasfacultades y competencias tradicionales de los antiguos Cronis-

El profesor Dr. D. FranciscoRubio Llorente, presidente

del Consejo de Estadodesde 2004

Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [17]

tas, Reyes de Ar-mas y Heraldos deCastilla y León,contenidas en elReal Decreto de 29de julio de 1915 yel Decreto de 13 deabril de 1951", laJunta de Castilla yLeón confunde in-debidamente am-bas clases de cro-nistas y decidesobre una compe-tencia que no leestá atribuida, por-que pertenece enexclusiva al Minis-terio de Justicia eInterior. El mismojuicio merece el tí-tulo-albalá concedi-do al solicitante encuanto le autoriza aéste a "expedir lascertificaciones degenealogía, nobleza y escudos de armas, las cartas de oficia-les de armas, las confirmaciones, atribuciones de nuevas ar-merías y autorizaciones de uso que os fueren solicitadas porlos particulares" (sustituyendo incluso el visto bueno del Minis-tro por un visado de la Junta).

Notemos, en primer lugar, que el Consejo de Estadoha cometido en todo su discurso argumental un error de bulto,al olvidarse -no lo toma siquiera en consideración- el hechocierto de que no existe reserva de ley en favor del Estado enestas materias, y es por eso que todas las Comunidades Autó-nomas han adoptado y promulgado reglamentos sobre protoco-lo y orden de precedencias en sus respectivos territorios.

Dicho esto, que no es baladí, resulta que el hilo argu-mental del Consejo de Estado sería en cuanto al resto, aparen-temente lógico, pues hemos visto antes cómo el propio organis-mo consultivo consideraba los emblemas heráldicos comopremiales (en cuyo caso la potestad de su otorgamiento y re-gistro correspondía al Rey, a través del Ministerio de Justicia),en vez de considerar que el fenómeno heráldico, y la consi-guiente atribución y registro de armerías, formaba parte inte-grante de la Cultura española y europea, integrando el patrimo-nio histórico, y que así la figura del Cronista de Armaspertenecía al patrimonio histórico del antiguo Reino de Castillay León, y que su profesión, ejercicio y servicios bien podíanconsiderarse como centro cultural, a la vista de las actividadesdesarrolladas por este funcionario público.

Ese error de concepto jurídico-institucional del Conse-jo de Estado no deja de ser notable, ya que si quisiéramos apli-car tal concepto, resultaría que cualquier ciudadano tendría de-recho a que el Ministerio de Justicia le atribuyese nuevasarmerías o registrase y certificase las antiguas que pudiera po-seer su familia. Y ya sabemos que no es así: no existe ni se re-conoce tal derecho ni el trámite administrativo correspondiente,ni siquiera utilizando los servicios privados del cronista de ar-mas familiar que propugna el Consejo de Estado, toda vez que,desde 1951, el Ministerio de Justicia se ha negado a convocarel tribunal que ha de examinar la competencia profesional delos posibles candidatos -en la actualidad, tras el fallecimientode D. Vicente de Cadenas en diciembre de 2005, ya no existe

ningún cronista de ar-mas amparado en elDecreto de 13 deabril de 1951-.

Mientras que, siatendiéramos al con-cepto y carácter me-ramente cultural de laatribución y registrode armerías, que pro-pugnamos y defen-demos, resulta que laJunta de Castilla yLeón tenía en 1995 ysigue teniendo unaplena capacidad enla materia, según seestablece en el Esta-tuto de Autonomía deCastilla y León, TítuloII (Competencias dela Comunidad), artí-culo 26, en los apar-tados:

13) Patrimonio históri-co, artístico, monumental y arqueológico de interés para laComunidad. Museos, bibliotecas, hemerotecas, archivos,conservatorios de música y otros centros culturales de in-terés para la Comunidad y que no sean de titularidad esta-tal.

14) Fiestas y tradiciones populares de la región.

16) Fomento de la cultura y de la investigación ... con espe-cial atención a las distintas modalidades culturales de la Co-munidad y a sus intereses y necesidades.

El mismo Estatuto, al tratar de las competencias enmateria de administración de la Comunidad, reconoce en suartículo 31 que

31. Corresponde a la Comunidad la creación y estructuraciónde los órganos y servicios de la Administración regional quetengan por objeto servir al ejercicio de las competencias atribuí-das a aquella.

También es de aplicación el Real Decreto 2469/1982sobre transferencias en materia de cultura, Anexo I, apartadoB), subapartado:

f) La promoción de actividades culturales para el desarrollo co-munitario y familiar.

Así como el Real Decreto 3019/1983 sobre la mismamateria, Anexo I, apartado B), subapartados:

1 (a.1) Todas las funciones sobre el patrimonio histórico ... deinterés de la Comunidad Autónoma...

3. La creación y mantenimiento de infraestructura cultural.

Es decir, que el fenómeno heráldico, en lo atinente alas armerías de linaje o familiares, no podía ya considerarse, en1995 (fecha del dictamen del Consejo de Estado) como parteintegrante del sistema premial del Estado (como entendió erró-neamente el Consejo de Estado), sino como parte integrantede la Cultura española, es decir del patrimonio histórico es-pañol, y además del sistema de protección y fomento de la cul-tura y de la familia. En ambos casos, esas competencias deCultura habían sido ya expresamente transferidas a la Junta de

Albalá de nombramiento del Cronista de Armas de Castilla y León, expedidopor el Presidente de la Junta de Castilla y León el 13 de junio de 1991

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Castilla y León, como se ha expuesto ydemostrado.

Pero en todo caso, toda la argu-mentación expuesta por el Consejo deEstado en su Dictamen 2437/1995 deca-erá inmediatamente, toda vez que duran-te esta misma legislatura serán transferi-das por el Estado a la Junta de Castilla yLeón las competencias en materia deJusticia -de hecho, en el nuevo Estatutode Autonomía de Castilla y León, cuyaaprobación está ya muy próxima, ya seincluyen-. De esta manera, esas transfe-rencias darán formalmente al traste contoda la base argumental del Dictamen2437/1995 en cuanto a la falta de com-petencia del Cronista de Armas de Casti-lla y León para la atribución y registro dearmerías familiares.

Examinado ya el Dictamen2437/95 en cuestión, permítaseme unapequeña disgresión, que no es baladí: entodo caso, creo que es muy importantehacer notar al sector nesciente que pululaen el corralito heráldico-genealógico, queningún organismo de la AdministraciónPública española ha tomado en conside-ración este Dictamen meramente consul-tivo.

En primer lugar, la Junta deCastilla y León, principal afectada, no hamodificado hasta ahora las facultadesque en su Decreto 105/1991 concedió alCronista de Armas de Castilla y León, yaque en Valladolid se depositan sus minu-tarios anuales, que contienen, hasta aho-ra, unas 260 certificaciones de armas ygenealogía, de carácter familiar, expedi-das a favor de ciudadanos particularesque se lo han solicitado, y a quienes laJunta de Castilla y León ofrece ese servi-cio público. Y muchas de ellas han sidoincluso publicadas en las páginas del Bo-letín Oficial de Castilla y León (1).

En segundo lugar, resulta que elpropio Ministerio de Justicia reconoció yaen el mismo año de su nombramiento(1991), la firma del Cronista de Armas deCastilla y León, y sus certificaciones dearmas y genealogía fueron reconocidas yautorizadas desde entonces hasta 1993.Posteriormente, la firma ha sido reconoci-da y legalizada por el Ministerio de Admi-nistraciones Públicas, a través a travésde la Dirección General de Cooperación Territorial.

Y en tercer lugar, resulta que también la Casa de S.M.el Rey reconoce las facultades de certificación y registro de ar-merías familiares que tiene conferidas el Cronista de Armas deCastilla y León, hasta tal punto que le ha encargado en reitera-das ocasiones la organización, blasonamiento y certificación delas armas de varias ilustres personalidades a las que Su Majes-tad ha querido distinguir mediante la concesión de Títulos nobi-liarios: son memorables los casos del maestro Joaquín Rodri-go, Marqués de los Jardines de Aranjuez; del general D. SabinoFernández Campo, Conde de Latores y Jefe de la Casa de

S.M.; del profesor y académico D. EmilioGarcía Gómez, Conde de los Alixares; ydel almirante D. Fernando Poole Pérez-Pardo, jefe del Cuarto Militar de S.M. Ypor cierto que S.M. reinante Se ha digna-do, nada menos que en tres ocasioneshasta 1995 (fecha del Dictamen que esta-mos criticando), suscribir y aprobar manuregia, nada menos, esas armerías atribuí-das por el Cronista de Armas de Castillay León a Latores, a Alixares, y al almiran-te Poole, jefe del Cuarto Militar de S.M.¿Alguien podría encontrar una mayormuestra de reconocimiento, no ya perso-nal, sino en cuanto a sus facultades pú-blicas, del Cronista de Armas de Castillay León?.

Por último, a mayor abundamiento,resulta que el propio Consejo de Estado,en un dictamen posterior, ha venido adesdecirse de lo que propugnaba en elaludido Dictamen de 1995. Tal rectifica-ción ab fundamenta se contiene en el se-gundo de los textos que examino: me re-fiero al antes citado Dictamen delConsejo de Estado 2047/2004, sobre laconfirmación del derecho a uso de armasa favor del Ilustre Solar de Valdeosera.

EXAMEN DEL DICTAMEN SOBRE ELSOLAR DE VALDEOSERA

La Comisión Permanente del Con-sejo de Estado, en sesión celebrada eldía 21 de octubre de 2004, emitió, porunanimidad, dictamen sobre el expedien-te relativo a la solicitud de confirmacióndel derecho al uso del escudo de armasdel Ilustre Solar de Valdeosera, es decirdel privilegio de armas inmemorial quefue confirmado en Valladolid el 10 deseptiembre de 1460 para que sus des-cendientes, los Señores Caballeros Divi-seros Hijosdalgos del Solar de Valdeose-ra, puedan usarlo legítimamente. Por realorden de 4 de abril de 1878, se expidiópor el Rey Don Alfonso XII una real cédu-la confirmatoria de dicho privilegio.

Recordemos el precedente del tam-bién riojano Ilustre Solar de Tejada, enposesión de un privilegio de armas muysemejante, que ha sido objeto de diver-sas cartas de confirmación, la últimaotorgada por S.M. el Rey con fecha de 4de marzo de 1981 (Boletín Oficial del Es-

tado de 5 de octubre).

En atención a estos antecedentes, tanto el Ministeriode Justicia como la Diputación y Consejo de la Grandeza deEspaña se mostraron favorables a la confirmación que habíasolicitado el Ilustre Solar de Tejada.

Sin embargo, el Consejo de Estado ha dictaminadodesfavorablemente, repitiendo casi ad pedem literae el relatomalamente historicista que sobre la Heráldica, sus supuestosorígenes y su posterior evolución, había plasmado en el ante-cedente Dictamen 2437/1995:

Las competencias armeras delCronista de Armas de Castilla y Leónhan sido reconocida por el Ministerio

de Justicia desde el 9 de julio de1991, por resolución de la

Subsecretaría, como se acreditamediante el visado regular de las

certificaciones de armas que expide.

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La necesidad de identificar en batalla alos guerreros cuyo rostro se hallaba cu-bierto por un yelmo movió a éstos a con-traer la costumbre de dibujar en su escu-do figuras o formas que supieranrepresentar su apellido. Las Cruzadas enEuropa y en nuestra península la Recon-quista extendieron el recurso a la heráldi-ca. En Castilla, el heraldo se llamó "Reyde Armas", al que se le suponía expertoen escudos, con sus armerías y blaso-nes, y se le confió normalmente los re-gistros de nobleza, pues en cierto mo-mento los escudos de armas se hicieronhereditarios y, grabados en balconajes,torreones, arcadas y sepulcros, procla-maban la nobleza de sus propietarios. Entiempo inmediato posterior al reinado delos Reyes Católicos, debido a la grancantidad de personas cuyos servicios enel descubrimiento y conquista de Améri-ca atrajeron algún premio o merced real,y a la creciente complejidad de armeríasy blasones, se ordenó a estos Reyes deArmas que confeccionaran escudos paralos linajes premiados según las reglas dela ciencia del blasón, que entoncesnacía, de modo que el escudo de armasde familia fue desde entonces una con-cesión de la autoridad regia, que debíaconstar en una certificación que se ex-pedía al efecto. Las prerrogativas y exen-ciones diversas de que gozaban los nobles y señores las fue-ron perdiendo éstos durante el siglo XIX, lo que determinó queel antiguo oficio de Rey de Armas, ligado a la genealogía yheráldica del estamento noble, una vez extinguido este esta-mento, tornara sus funciones.

Para, seguidamente, volver de nuevo a opinar sobrela figura contemporánea de los cronistas de armas:

En el Derecho vigente, comparten el nombre de "Cronista deArmas" dos figuras afines pero distintas. En efecto, en el De-creto de 13 de abril de 1951 se regulan las funciones de unCronista de Armas familiar, un oficio privado al que se accedeprevia superación de unas pruebas públicas y competente paraexpedir certificaciones de nobleza, genealogía y escudo de ar-mas. Estas certificaciones, conforme al artículo cuarto del De-creto, "con autorización para el uso sólo tendrán validez con elvisto bueno del Ministerio de Justicia", si bien los Cronistas"son personalmente responsables de las certificaciones que ex-pidan en el ejercicio de sus cargos". En un tiempo inmediata-mente posterior a la restauración de la legislación nobiliaria en1948, dada la acumulación de expedientes de sucesión y reha-bilitación de títulos, el Decreto pretendía, según se expresa ensu preámbulo, "dotar de suficientes garantías la delicada mi-sión de estos profesionales, actualizar sus funciones y protegeradecuadamente los intereses de los que a ellos acuden". En1995, sólo una persona había sido titulada conforme al Decretode 1951 (véase el dictamen 2.437/95, de 30 de noviembre de1995). Además de este Cronista de heráldica familiar, algunasComunidades Autónomas han aprobado Decretos que contem-plan la figura de un Cronista de Armas especialista en heráldicamunicipal. Por ejemplo, el Decreto 105/1991 de la Junta deCastilla y León contiene "normas de aprobación y rehabilitaciónde escudos y banderas municipales y sus artículos 15 a 17 sededican al Cronista de Armas, nombrado por el Presidente en-tre los Licenciados en Derecho o en Letras que sean expertos

en heráldica de reconocido prestigio. Estesegundo Cronista no expide certificacio-nes(2) ni debe superar pruebas de acce-so, sino sólo asesora al Municipio y a laComunidad Autónoma sobre la adopciónde escudos municipales, pues en Castillay León algunos Ayuntamientos están do-tados de antiguo de símbolos heráldicospropios pero la mayoría carece de ellos yes creciente el número, dice el Decreto,de los que desean adoptar escudosheráldicos y banderas que los represen-ten, y para blasonar de acuerdo con laciencia heráldica y no caprichosamente,se impone en el procedimiento adminis-trativo un trámite técnico de consulta a unespecialista.

Continúa el Consejo de Estado exa-minando la naturaleza jurídica e institu-cional del Ilustre Solar de Valdeosera, ypor extensión de sus congéneres, paraconcluir que:

después de las leyes de nacionalizacióno liberalización de señoríos y de las des-vinculadoras, el Solar es simplementeuna comunidad de bienes de carácter pri-vado sujeta al Código Civil. Es esta co-munidad la que, transcurridos 126 desdela última vez, solicita un atípico reconoci-miento al derecho de uso del escudo dearmas. Se trata de una solicitud anacróni-

ca que parece remontarse en el tiempo a la época del AntiguoRégimen en la que el Solar disfrutaba de privilegios, prerrogati-vas y exenciones exclusivas del estamento noble, representa-dos simbólicamente por un escudo de armas que era una con-cesión regia. En el actual ordenamiento constitucional y legalno existe un estamento noble con su estatus especial de dere-chos y obligaciones, han desaparecido los señoríos y los escu-dos de armas familiares -otra cosa los municipales- no pasande ser, cuando puede asegurarse su autenticidad, un icono deinterés histórico o sentimental. Así como el Solar, cuya antigüe-dad hunde sus raíces en la misma Edad Media, ha venido a seren la hora presente una comunidad de bienes regulada por elCódigo Civil, pese al exotismo arcaizante de su nombre com-pleto y del de alguno de sus cargos directivos, así también eluso de su escudo de armas se limita al dominio privado y care-ce de función alguna fuera de él, sin perjuicio de que puedaninstar del Cronista de Armas familiar la certificación de su au-tenticidad histórica. La Corona no concede escudos ni autorizael uso de los concedidos en tiempos pretéritos. Para ese usoprivado ningún reconocimiento del derecho por la Corona esnecesario y es de creer que en verdad el Solar haya usado deesa limitada manera su escudo desde el último reconocimientoexpedido en 1878. El solicitante no razona qué uso pretendedar al escudo ni por qué parece entender ese uso de algunaforma condicionado al reconocimiento regio, dado que ningunaconsecuencia práctica cabe deducir en Derecho de dicho reco-nocimiento. Es sintomático que en su escueto escrito de alega-ciones no invoque norma alguna.

Notemos ya aquí, porque tiene su importancia, que elConsejo de Estado niega llanamente la existencia en la actuali-dad de un estamento noble. Pero esto es una verdad a me-dias: no existe, ciertamente, como grupo social dotado de dere-chos y obligaciones particulares -es decir, privilegiadas-, pero síque existe la Nobleza en España, pues, dejando aparte las de-cenas de litigios y de sentencias judiciales en materia de suce-

Certificación de armas expedida en1992 por el Cronista de Armas de

Castilla y León a favor de D. SabinoFernández Campo, Conde de Latores.

Notemos que las nuevas armeríasfueron otorgadas por S.M. el Rey,cuya firma figura al pie del dibujo

(que es de Ángel Frontán).

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sión de Grandezas y Títulos -lo que yaes un buen reconocimiento estatal-,resulta que el Tribunal Supremo tienedeclarado en su Sentencia de 16 defebrero de 1988, que la pertenencia ala Nobleza española puede acreditar-se además mediante la pertenencia alas cinco Reales Maestranzas de Ca-ballería y el Real Cuerpo Colegiado dela Nobleza de Madrid.

Seguidamente, niega todovalor emblemático a los escudos dearmas, a los que califica de mero ico-no de interés histórico o sentimental.Resultaría así que cualquier persona oempresa puede registrar un emblemacomo marca o patente, pero que unciudadano cuya familia ha utilizado yostentado durante siglos de un emble-ma heráldico, no podría en modo algu-no protegerlo de malos usos por partede terceros, y quedaría inerme porquelos organismos públicos de una viejanación europea occidental -el Consejode Estado en este caso- no quierenatender ni a su rico pasado ni a los de-rechos históricos de sus ciudadanos.

Pero lo más grave viene acontinuación: el Consejo de Estado,ignorando completamente la reali-dad(3), afirma nada más y nada menos que la Corona no tienela facultad de conceder ni de reconocer ni de confirmar escu-dos de armas a las personas físicas o jurídicas. Y en el siguien-te párrafo vuelve a reiterarlo para que no que duda alguna:

En efecto, la legislación vigente no contempla facultad regia al-guna de concesión o confirmación del derecho de uso de escu-dos de armas. La potestad de concesión de honores y distincio-nes reconocida por el art. 62.f) de la Constitución ha deejercerse según el precepto constitucional "con arreglo a las le-yes", entendiendo por tales las disposiciones de rango legal yreglamentario que contienen el régimen jurídico de esta mate-ria. A diferencia de Constituciones precedentes que suponían laexistencia de una potestad regia cuasi absoluta para concederhonores y distinciones de todas clases, en la vigente esta po-testad se halla constreñida a lo establecido en el ordenamientojurídico y su ejercicio está sometido al refrendo ministerial, loque impide que las lagunas legales puedan interpretarse comoatribución implícita al Monarca de una potestad indefinida yamplísima (dictámen 1.590/96).

Este párrafo nos deja estupefactos porque contradicela realidad, y sabido es que hacer tal cosa es condición de lalocura, parafraseando a Steiner.

¿Acaso no ha confirmado S.M. el Rey en 1981 un pri-vilegio de armas en todo semejante a favor del Ilustre Solar deTejada, que para colmo es una institución nobiliaria gemela delIlustre Solar de Valdeosera? ¿Acaso tal confirmación no ha si-do refrendada por el señor Ministro de Justicia? ¿Acaso talconfirmación no ha devengado unos derechos fiscales a favordel Estado? ¿Acaso tal confirmación no ha sido publicada me-diante orden ministerial en el Boletín Oficial del Estado?.

¿Acaso no ha concedido S.M. el Rey en 27 de octubrede 1992 unas nuevas armerías al maestro D. Joaquín Rodrigoy Vidré, primer Marqués de los Jardines de Aranjuez?

¿Acaso no ha concedido S.M. elRey, firmándolas de su propia mano, en14 de diciembre de 1992, unas nuevasarmerías a D. Sabino Fernández Cam-po, primer Conde de Latores y Grandesde España, jefe de su Casa?.

¿Acaso no ha concedido S.M. elRey, firmándolas de su propia mano, en15 de octubre de 1993 unas nuevas ar-merías al almirante D. Fernando Poole,entonces jefe de su Cuarto Militar y suPrimer Ayudante?

¿Acaso no ha concedido S.M. elRey, firmándolas de su propia mano, en15 de mayo de 1995, unas nuevas ar-merías a D. Emilio García Gómez, pri-mer Conde de los Alixares?.

Pues resulta que no, que nada detodo esto parece afectar al Consejo deEstado, que concluye impertérrito:

Entiende este Consejo de Estado que eluso de armas y blasones pertenece a laesfera privada y que, en consecuencia,no debe el Ministerio de Justicia elevara S.M. el Rey la solicitud de confirma-ción del derecho al uso de determina-das armas o blasones de particulares ofamilias o, como en este caso, de unacomunidad de bienes. Por tanto, no pro-

cede acceder a la solicitud formulada por el Solar de Valdeose-ra.

Pues bien: esta última consideración viene a echar portierra toda la argumentación jurídica del propio Consejo de Es-tado, plasmada en el Dictamen 2437/1995 (Cronista de Armasde Castilla y León), que hemos examinado antes.

Hasta aquí la glosa y pormenor del propio Dictamen2047/2004.

UNA INTERPRETACIÓN

Pero, ¿qué es lo que subyace bajo esta aparente ene-miga del Consejo de Estado contra el uso público en la actuali-dad de los emblemas heráldicos?.

Examinar esta cuestión entra ya en el terreno de la in-terpretación y de la especulación. Pero no dejaremos por eso,como corresponde a un ensayo jurídico-institucional como eseste, de interpretar y de especular cuanto sea convenientesiempre que nos conduzca al esclarecimiento de este asunto.

Lo que delata este dictamen es la voluntad política -que no jurídica- de ir despojando a la Corona de cualquier atri-bución o facultad que no esté expresamente concedida por lavigente Constitución de 1978, en este caso en su artículo 62,que se refiere a las facultades y competencias de gracia o pre-miales del monarca.

Ello es conforme con la conocida ideología del actualpresidente del Consejo de Estado(4), que es declaradamenterepublicana, y que forma parte integrante de una corriente doc-trinal que entiende que la Corona no existe ni antes ni más alládel tenor literal -y restrictivo- de la Constitución Española pro-mulgada en 1978.

Se trata de una interpretación legalista estrictamentejurídica -juridicista, más bien-, mecanicista si se quiere, frente aotra corriente doctrinal -de la que se honra en formar parte el

Certificación de armas expedida en 1995por el Cronista de Armas de Castilla y

León a favor de D. Emilio García Gómez,Conde de los Alixares. Notemos que lasnuevas armerías fueron otorgadas por

S.M. el Rey, cuya firma figura en el dibujo(que es de Eduardo Pardo de Guevara)

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autor de estas líneas- que entiende quela Corona es una institución indudable-mente metajurídica, es decir que tras-ciende -y mucho- al propio texto consti-tucional(5).

De nuevo, el choque de los ac-tuales integrantes del Consejo de Esta-do con la realidad: la Corona españolaya existía con anterioridad a la Constitu-ción de 1978 -Don Juan Carlos es Reydesde noviembre de 1975-, y aunqueeste texto legal recortó sus poderes yfijó sus facultades y competencias, tam-bién señaló que Su Majestad es el legí-timo heredero de la Dinastía histórica(artículo 57). Es decir: que la Coronaespañola no trae su origen del citadotexto constitucional, ni todas sus facul-tades y competencias históricas se con-tienen y enumeran en el mismo, sinoque forman parte de un valioso bagajehistórico compartido.

En el fondo, mediante el Dicta-men 2047/2004 se intenta dar un pasomás en el vaciamiento de la Corona, nosolo como fons honorum sino en todosus aspectos simbólicos, que son im-portantísimos en esta institución. Y enrealidad, se quiere ir mucho más allá:se quiere republicanizar la Jefatura delEstado-, oscureciendo y disimulando to-das sus actividades públicas, protocola-rias o políticas, hasta convertirla en unafigura desconocida, por lejana, de los propios ciudadanos es-pañoles, que solamente la perciben en sus actividades y apari-ciones más banales.

Y en ello han tenido mucho que ver las actitudes dealgunos altos funcionarios de la Casa del Rey, por su gran des-concierto, su inepcia y su falta de criterio, que les llevan cons-tantemente a evitar cualquier pronunciamiento y, en definitiva, aceder terreno en la sorda contienda por el vaciamiento compe-tencial de la Corona que ellos, los primeros, debieran impedir.

En esta lucha entre ambos bandos -los republicanistasy los regalistas-, la tendencia de los primeros ya ha triunfado: laCorona española se ha hecho, de facto, invisible a la sociedadespañola.

Y UNA CRÍTICA, A MODO DE CONCLUSIONES

Por todo cuanto antecede, hemos de concluir que, enambos Dictámenes el Consejo de Estado se ha dejado llevarpor su ignorancia de algunas cuestiones, sus prejuicios y -enparticular en el segundo- por sus posiciones doctrinales, másque por razones estrictamente jurídicas. Aunque en ambos ca-sos sus conclusiones se revistan de una apariencia de juridici-dad, que no es tal si consideramos que no existe reserva de leyen favor del Estado en estas materias heráldicas.

En primer lugar, es notable la ignorancia histórica delConsejo de Estado en materia de emblemas heráldicos, lo quesin embargo, por su propia especialidad, quizá no se le puedarecriminar al Alto Cuerpo Consultivo.

En segundo lugar, creemos que el Consejo de Estadomanifiesta poca pericia y rigor jurídico, al repetir en 2004 lo quedijo en 1995, sin considerar los cambios legales y fácticos aca-

ecidos -por no hablar se las escandalo-sas omisiones-.

Y parece particularmente negativoel hecho de que el Consejo de Estadose empecine en desconocer la realidad,es decir los hechos y los actos adminis-trativos ciertamente realizados por diver-sas Administraciones Públicas -la Jefatu-ra del Estado, los Ministerios de Justiciay de Administraciones Públicas, la Juntade Castilla y León en fin-.

Finalmente, el Consejo de Estadoha ido en 2004 contra sus propios actosde 1995. Ambos dictámenes aquí exami-nados, aparentemente -solo aparente-mente- concordes, son en realidad total-mente opuestos, ya que en 1995 sepresupone que la atribución y registro deemblemas heráldicos es de carácter pre-mial y por ende, reservada al Estado;mientras que en 2004 se dictamina quesolo pertenecen a la esfera privada yque en ello nada tiene que ver el Estado.

NOTAS

1) Por ejemplo, el Boletín Oficial de Castilla yLeón de 29 de marzo de 1993 publica variosedictos de registro de armerías familiares.

2) Aquí el Consejo de Estado se muestra muydesinformado: nada menos que 260 certifica-ciones de armas y genealogía ha expedidodesde 1991 el Cronista de Armas de Castillay León, todas reconocidas por la Administra-ción Pública, y algunas de ellas incluso rubri-

cadas por el Jefe del Estado.

3) Ya hemos dicho que S.M. el Rey ha confirmado en 1981 el uso deescudo de armas al Ilustre Solar de Tejada (Boletín Oficial del Estadodel 5 de octubre de 1981); y que además ha otorgado manu regia nue-vas armerías en otras ocasiones -he recordado solamente los cuatrocasos anteriores a la fecha de 1995, que es la del repetido Dictamen2437/1995).

4) El presidente del Consejo de Estado desde 19 de abril de 2004, esdon Francisco Rubio Llorente, que nació en San Fernando (Badajoz), el25 de febrero de 1930. Es Catedrático Emérito de Derecho Constitucio-nal de la Universidad Complutense de Madrid y Director del Departa-mento de Estudios Europeos del Instituto Universitario Ortega y Gas-set. Ha sido Secretario General del Congreso de los Diputados yDirector del Centro de Estudios Constitucionales. Entre 1980 y 1989ha sido Magistrado del Tribunal Constitucional en el cual desempeñó laVicepresidencia. Es Director de la Revista Española de Derecho Cons-titucional, Miembro del Consejo Científico del Annuaire International deJustice Constitutionnelle y Miembro del Instituto Euroregions de Fribur-go (Suiza). Está en posesión de la Orden de Isabel la Católica y laGran Cruz de la Orden del Mérito Civil.

5) Sobre este debate, tan constante como ya añejo, recuérdense las in-tervenciones y ponencias presentadas en el curso La sucesión a la Co-rona: Derecho Histórico y Constitución, organizado en Ronda en 1996por la Universidad de Burgos. Uno de los paladines de la defensa de laCorona como institución histórica y por tanto metajurídica, es el Dr. D.Fernando García-Mercadal, cuyos numerosos textos atinentes a estaimportante materia constitucional son esclarecedores y memorables:“La Corona como “fons honorum”: la concesión de distinciones y el artí-culo 62f de la Constitución”, en Actas del I Congreso Internacional deEmblemática General, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, ...“La Monarquía como símbolo (Apunte crítico de una prerrogativa endeclive)”, en XXV Años de Constitución Española (Barcelona, Bosch,2003, págs. 899-906; y también en Cuadernos de Ayala, 15 (julio-sep-tiembre 2003), págs. 9-13.

Certificación de armas expedida en 1993por el Cronista de Armas de Castilla y

León a favor del Almirante D. FernandoPoole, Jefe del Cuarto Militar de Su

Majestad. Estas nuevas armerías fueronotorgadas por S.M. el Rey, cuya rúbrica

“manu regia” figura al pie del dibujo(que es de Eduardo Pardo de Guevara)

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Jesús Fernando Agudo y Sánchez, LAIMPERIAL ORDEN HISPÁNICA DECARLOS V, LA HERMANDAD DE LOSCABALLEROS DEL EMPERADOR DEDOS MUNDOS. Madrid, 2006. ISBN 84-89188-14-9. 104 páginas con numerosasilustraciones en blanco y negro, y color.Breve pero denso e interesante estudiohistórico e institucional sobre una de lashermandades españolas de inspiracióncaballeresca más activas durante los dosúltimos decenios, que encabeza desdesu fundación el Señor Don Enrique deBorbón, hermano menor del Duque deSevilla. Prologado por D. Luis Valero deBernabé, vicepresidente del ColegioHeráldico de España y de las Indias, yuno de los más conspícuos y prolíficosheraldistas y genealogistas hispanos, ellibro recoge la crónica extensa de la Or-den, sus ordenanzas, y un completísimoescalafón de todos sus miembros, entrelos que encontramos a numerosas per-sonalidades: Ministros, parlamentarios ypolíticos, catedráticos y profesores, em-bajadores, generales y almirantes, jefesy oficiales de las Fuerzas Armadas es-pañolas -en particular del Cuerpo de Arti-llería-, y también Grandes de España yTítulos, caballeros de las Órdenes Milita-res y nobles en general. Fernando Agudomerece una cordial felicitación por el éxi-to de su esfuerzo para fijar la historia deesta honrosa Orden caballeresca abiertaal mérito y a la virtud (ACE).

Francisco Manuel de las Heras Borrero,UN PRETENDIENTE DESCONOCIDO:CARLOS DE HABSBURGO, EL OTROCANDIDATO DE FRANCO. Madrid, Dy-kinson, 2004. ISBN 84-9772-556-5. 254págs. con numerosas ilustraciones enblanco y negro. El Doctor de las Heras,autor extremeño de acreditada pluma ynotable nobiliarista, nos ofrece una obrabiográfica muy acabada sobre la vida y

la actuación política del Archiduque Car-los de Austria (1909-1953), conocido enEspaña como Carlos VIII, uno de lospenúltimos pretendientes carlistas, comohijo de la Infanta Doña Blanca deBorbón, hija a su vez del gran Rey carlis-ta por excelencia: Don Carlos VII, quereinó en buena parte de España entre1872 y 1876. Se trata de un excelenteestudio histórico, excepcionalmente biendocumentado, que viene a dar luz sobrela figura, polémica en su tiempo, de estepretendiente carlista que, vinculado alRégimen franquista, tanto juego políticodio a partir de 1941, hasta su súbita einesperada muerte. Una obra recomen-dable (ACE).

Carlos Berbell Bueno y Yolanda Rodrí-guez Vidales, SÍMBOLOS Y RITOS DELA JUSTICIA. Madrid, Consejo Generaldel Poder Judicial, 2006. 30 págs. connumerosas ilustraciones a todo color.Obra de divulgación sobre el ritual y sím-bolos de los tribunales de justicia es-pañoles, se trata de un manual tan opor-tuno como encomiable, cuyas páginas sedividen en varios escuetos capítulos queglosan la vinculación entre Justicia y Re-ligión, los símbolos de la Justicia en lasdiferentes épocas y culturas, los diosesde la Justicia, la evolución de la imagende la Justicia desde el Renacimiento, elsímbolo romano del haz de fasces, lastogas y puñetas, el gran collar de la Justi-cia, el ritual de los juicios, el jurado popu-lar, los jueces y magistrados, y sus distin-tos nombres y títulos. Esta obra no está ala venta, sino que se entrega gratuita-mente a los vistantes por el Consejo Ge-neral del Poder Judicial, calle Marquésde la Ensenada 1, 28004 Madrid. En to-do caso, es una obra encomiable, quemerece la gratitud ciudadana y la felicita-ción a sus autores, y a su acertado editor(ACE).

M. Antonino Fernandes, RIBEIROS.MORGADOS DE TORRADOS E DA TO-RRE DE IDÂES. Oporto, 2006. ISBN972-95217-2-7. 132 páginas, con ilustra-ciones en blanco y negro. Estudio gene-alógico clásico, muy bien realizado poreste acreditado genealogista lusitano(que lo inició en 1954, nada menos), so-bre una de las grandes familias de la altanobleza del norte de Portugal: la de Ri-beiro, en sus líneas de los mayorazgosde Torrados y de la Torre de Idâes, cuyoorigen se halla en el ricohombre RodrigoAfonso Ribeiro (1248-1306), y cuya su-cesión recae hoy día en el doctor JoâoPacheco Rebello de Carvallo, licenciadoen Ciencias Sociales y caballero de obe-diencia de la Orden de Malta. Concluyecon un cuidado apéndice documental(ACE).

Manuel Ravina Martín y Victoria MartínMila, INVENTARIO DEL ARCHIVO DELMARQUÉS DE VILLARREAL DE PU-RULLENA. Cádiz, Junta de Andalucía yFundación Luis Goytisolo, 2006. ISBN84-8266-656-8. 276 páginas, con variosárboles genealógicos. Modélico texto ar-chivístico es este que han preparado Ma-nuel Ravina y Victoria Martín, sobre losrestos del que debió de ser espléndidoarchivo de los Marqueses de Villarreal dePurullena y familias agregadas, conser-vado hasta hace pocos años en su pala-cio de El Puerto de Santa María (Cádiz),y desde 1995 felizmente puestos a salvopor Luis Goytisolo en el Archivo HistóricoProvincial de Cádiz. Se trata de un fondorelativamente moderno, puesto que el ri-co comerciante de la Carrera de Indiasdon Agustín Ortuño y Rueda (fallecido en1759), esposo de doña Florentina Monta-naro (Cartagena, 1706-1784), sólo logróel citado Título de Castilla en 1751. En elfondo inventariado y estudiado se inclu-yen sus propios papeles (Ortuño y Mon-tanaro), junto a los que se fueron incor-porando posteriormente a través de lossucesivos enlaces familiares con las fa-milias Delgado y Romo (Guadalajara), Iri-barren (Cádiz), y Torres Zayas y Calvillo(El Puerto de Santa María, El Arahal yDaimiel), principalmente. Es un fondomuy misceláneo, pero contiene muchadocumentación de índole genealógica ynobiliaria; aunque quizá el mayor interésde este fondo documental radique en quese trata del único archivo de tipo comer-cial y contable que de un cargador de laCarrera de Indias se nos ha conservado.El catálogo, minucioso hasta la prolijidad-lo que se agradece mucho-, se comple-menta con varios árboles genealógicosbien ajustados, un índice onomástico yotro índice topográfico, que también faci-litan mucho cualquier consulta. En resu-men, un excelente trabajo de cataloga-ción (ACE).

REvISTA DE LIbROS

Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [23]

Carlos Barquero Goñi, LOS HOSPITA-LARIOS EN LA ESPAÑA DE LOS RE-YES CATÓLICOS. Madrid, Trea, 2006.ISBN 84-9704-252-2. 208 páginas. Enlas primeras líneas del prólogo, el profe-sor Ladero Quesada ya nos recuerdaque el autor de este libro es, con todaprobabilidad, quien mejor conoce hoy lahistoria de la Orden Militar de San Juandel Hospital en tierras hispánicas durantela Edad Media. Dicho esto, que es unagran verdad -Carlos Barquero es uno delos más distinguidos numerarios de laprestigiosa Academia Melitense-, no esde extrañar que el libro que glosamossea un texto excelente, que se refiere pormenor a las características y organiza-ción de la Orden en España (donde re-sidía la quinta parte de sus caballeros,centenar y medio hacia 1515), vías deacceso y conventos femeninos, entreotras cuestiones. Los primeros capítulosse dedican a examinar la potencia military económica de la Orden en España,desde los orígenes de su presencia pe-ninsular, y cómo los Reyes Católicos, sinincorporarla a la Corona -como hicieroncon las de Calatrava, Santiago y Alcánta-ra-, la sumaron a sus planes y actuacio-nes políticos. Barquero estima la rentaseñorial de los prioratos hispánicos entreinta mil reales ánuos, y señala la im-portancia de la incorporación a la Ordende las del Santo Sepulcro y San Lázaro.Seguidamente, Barquero estudia las re-laciones de los Reyes Católicos con laReligión sanjuanista, subrayando la coo-peración naval en el Mediterráneo, y laparticipación en las campañas de Grana-da, del Rosellón y de Nápoles. El trato delos hospitalarios hispanos con el clero,con los nobles y con los concejos llamatambién la atención de Barquero, que .Como bien señala Ladero Quesada, estees un libro de primera importancia, llama-do a convertirse en obra de referenciadurante mucho tiempo (ACE).

Michel Pastoureau, UNA HISTORIASIMBÓLICA DE LA EDAD MEDIA OC-CIDENTAL. Buenos Aires, Katz Editores,2006. ISBN 987-1283-25-3. 394 páginas,con ilustraciones en color. Michel Pastou-reau, uno de los especialistas en heráldi-ca y emblemática de mayor prestigiomundial -es director de la Escuela Prácti-ca de la École des Hautes Etudes parisi-na- publica en español un espléndido li-bro en que se recopilan muchos de susartículos, varios de ellos inéditos. Por suspáginas desfilan muchos asuntos degran interés, todos relacionados con lasimbólica medieval: los animales, losbestiarios y la caza; los vegetales y enparticular la flor de lis; los colores y suhistoria, sus usos eclesiásticos e indus-triales (los tintoreros), y los siempre sos-pechosos pelirrojos -como Judas-; losemblemas heráldicos, su nacimiento, sudifusión y su evolución -la génesis me-dieval de los emblemas nacionales-; eljuego como medio de aculturación enOccidente -con especial referencia al delos escaques o ajedrez-; los ecos moder-nos de la simbólica medieval en los lite-ratos y poetas de los siglos XVIIII y XIX,etcétera. Los apéndices, con el índice deilustraciones, el de las fuentes y biblio-grafía utilizadas, y el analítico, son tam-bién importantes. Este libro, bellamenteeditado, es un verdadero tesoro paraquienes desean acercarse al fenómenoheráldico -y al sistema de símbolos occi-dentales, en general- desde una pers-pectiva no meramente divulgativa, sinodesde aquella que corresponde a la ver-dadera ciencia, a la alta escuela de laHistoria. Pastoureau, una vez más, nosilustra con sus vastos saberes y nos dejamuy claro su elevado rango científico: elde todo un gran maestro europeo (ACE).

Manuel Artur Norton, Barón de San Ro-que, A HERÁLDICA EM PORTUGAL.Lisboa, Dislivro, 2004. ISBN, 972-8876-81-5. 380 páginas, con numerosas ilus-traciones en color. Tercer y último volu-men de esta obra monumental, y sobretodo obra clave en la historiografía herál-dica portuguesa, cual es esta del eximioheraldista lusitano. recordemos que ensus dos primeros volúmenes (2004), setrataban por menor todos y cada uno delos aspectos tocantes a los orígenes yevolución del sistema heráldico portu-gués, basándose en una extensa docu-mentación mayoritariamente inédita, frutode las investigaciones de Norton: la pro-toheráldica; la distinción heráldica; losprincipios de la Heráldica en Portugal; lasarmas de Portugal y de familia; las espe-cificidades de la armería portuguesa -es-te es un capítulo fundamental-; la heráldi-ca de familia y la heráldica eclesiástica

portuguesas; y un extenso y verdaderoarmorial familiar portugués, ordenado al-fabéticamente, que además integra la re-lación de los libros copiadores desapare-cidos del Cartorio da Nobreza lisboeta.En este tercer volumen se incluyen dosobras quinientistas de Antonio Coelho(Livro em que se trata da Origem dosReis e Quantos houve em Portugal, e co-mo sucederam), que son las fundamen-tales de la Heráldica portuguesa, sabia-mente glosadas por Norton. De nuevo, elaparato erudito y las fuentes y biblio-grafía utilizadas por el Barón de San Ro-que, son impresionantes. Notemos quelas investigaciones de Norton son intere-santes -en particular en sus aspectosmedievales-, para la propia historia de laheráldica castellano-leonesa, y españolaen general. El doctor Norton ha confirma-do de nuevo, al culminar esta obra ma-gistral, lo que muchos ya sabíamos: quees el máximo conocedor, hoy día, del sis-tema heráldico portugués (ACE).

Antonio Urquízar Herrera, COLECCIO-NISMO Y NOBLEZA. SIGNOS DE DIS-TINCIÓN SOCIAL EN LA ANDALUCÍADEL RENACIMIENTO. Madrid, MarcialPons, 2007. ISBN 978-84-96467-39-2.230 páginas, ilustraciones en blanco ynegro. Excelente estudio sobre ciertosaspectos del llamado more nobilium y suproyección social, en este caso centradoen el examen de los usos y costumbresde la nobleza andaluza renacentista encuanto a la ornamentación doméstica. Apartir de los inventarios de sus casas yresidencias, es decir de sus colecciones(en un sentido amplio, porque no siem-pre se quería coleccionar según se en-tiende hoy), el autor desarrolla toda unateoría sobre su intencionalidad social, esdecir sobre los modelos imaginarios a losque tales usos e intentos se dirigían. Untema bien abordado y resuelto (ACE).

REvISTA DE LIbROS

dalgos del Reino de Aragón, entresaca-dos de varios documentos (III); y Fernan-do de COTTA MÁRQUEZ DE PRADO,Caballeros de la ciudad de Villanueva dela Serena que han vestido el hábito de lasÓrdenes Militares (5 y fin) (ACE).

BOLETÍN JOVELLANISTA, nº 6 (2005).Incluye entre sus páginas los artículos deFrancisco Javier DÍEZ MORRAS, Jove-llanos y las élites locales; y de AgustínGUZMÁN SANCHO, Francisco de PaulaJovellanos, último alférez mayor de Gijón(ACE).

ATAVIS ET ARMIS, nº 11 (marzo 2007).La revista de la Orden de San Lázaronos presenta dos artículos: los de JoséMaría de MONTELLS GALÁN, San Láza-ro en Compostela; y Pierre daniel de LO-SADA MARTÍ, Un gisant pour Roncelinde Fos? (ACE).

CASTILLOS DE ESPAÑA, núm. 144. Laveterana revista de la Asociación Es-pañola de Amigos de los Castillos, quedirige con tanto acierto el Dr. D. AmadorRuibal, incluye en este número un intere-sante artículo del Dr. D. Carlos BARQUE-RO GOÑI sobre Los castillos de la Ordende San Juan en Castilla durante la EdadMedia, texto galardonado con el PremioManuel Corchado 2006 (ACE).

HERALDRY IN CANADA/L’HÉRALDI-QUE AU CANADÁ, vol. 40/1 (2006). Eneste número, más grueso que de cos-tumbre, se incluyen dos interesantes artí-culos: los de Claire BOUDRET, Le Royd’armes; y el rev. Peter HANNEN, TheHumour in Heraldry (ACE).

HIDALGUÍA, núm. 320 (enero-febrero2007). Nos ofrece, entre otros, los artícu-los de Flavio JOPPERT, O dragâo deSâo Jorge e a mitologia da cavalaria;María Inés OLARÁN MÚGICA, Emigra-ción vasco-navarra a Sâo Paulo (I);María Teresa MUÑOZ SERRULLA, Mo-neda y crédito en la Nobleza madrileña:los primeros años del Monte de Piedad; yAlexander SCHELL-EXNER, La noblezaen Dinamarca (ACE).

IL MONDO DEL CAVALIERE, núm. 25.(enero-marzo 2007). Incluye los artículosde Domenico SERLUPI CRESCENZIOTTOBONI, Imperiale e Reale CasaGranducale di Toscana: l’Ordine del Meri-to Civile e Militare; María Loredana PI-NOTTI y Euristeo CERAOLO, L’Ordinedei Vitéz (Vitézi Rend); Francesco ATA-NASIO, Il Cavaliere di Chateaubriand. Elnúmero se acompaña de un cuidado einteresante suplemento firmado por PierFelice DEGLI UBERTI y María LoredanaPINOTTI, titulado L’Onorificenze dellaRepubblica Italiana atraverso le leggi e lenormative vigenti (ACE).

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BOLETÍN DE LA ACADEMIA VALEN-CIANA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDI-CA, tomo X (julio-diciembre 2006). Inclu-ye este número, además de una extensareseña de las actividades académicasdurante el año 2006, entre otros, los artí-culos de José Miguel PALLÁS GÓMEZ,Linajes franceses en el Reino de Valen-cia: Martí; José Segundo MIGUEL YSÁNCHEZ, La Orden del Temple; Enri-que MIRA-PERCEVAL VERDÚ, Los Me-dina, parientes del insigne marino JorgeJuan; María Elena del RÍO HIJAS, Gene-alogía de la familia Cros; José MARTÍCORONADO, El Señorío de Chóvar. Es-tudio histórico documental. I. Gilaberto deZanoguera, siglo XIV. El número conclu-ye con una extensa noticia sobre la rioja-na Divisa, Solar y Casa Real de la Pisci-na (ACE).

BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DEBELLAS ARTES DE LA PURÍSIMACONCEPCIÓN, nº 40 (2005). El órganode la Academia vallisoletana incluye, en-tre otros, tres interesantes artículos, sus-critos dos de ellos por Jesús URREAFERNÁNDEZ, El palacio vallisoletano delos marqueses de Távara, y Capillas ypatronos de la Catedral de Valladolid; yel tercero por Juan Bautista VARELA DEVEGA, El Gaudeamus Igitur universitario.Su desconocido orígen (ACE).

NOBILTÁ, núm. 76 (enero-febrero 2007).Integran este número, entre otros, losartículos de Maurizio Carlo Alberto GO-RRA, La procedura per la concessione oil riconoscimento degli stemmi degli Entiin Italia; Domenico SERLUPI CRESCEN-ZI OTTOBONI y Alessandro PANAJIA, Leconcessioni dell’Ordine di San Giuseppedal 1859 al 1908 (ACE).

BANDERAS, núm. 101 (diciembre2006). La revista de la Sociedad Españo-la de Vexilología incluye los artículos deMaikel ARISTA SALADO Y HERNÁN-DEZ, La bandera del Presidente [de Cu-ba]; Rafael ÁLVAREZ RODRÍGUEZ,Consideraciones sobre la bandera de laII República española, 1931 -1939 (y II);y José Luis ALONSO y Juan ManuelPEÑA, Las banderas de Texas (ACE).

REVISTA DE LA SOCIÉTÉ DE L´HIS-TOIRE ET DU PATRIMOINE DE L’OR-DRE DE MALTE, nº 18, especial (2006).La prestigiosa publicación francesa dedi-ca todo este número especial a un sober-bio estudio de Alain BELTJENS (sin dudael primer especialista contemporáneo enlos orígenes históricos de la Orden deSan Juan), sobre Un commentaire anglo-normand d’une partie importante de laRègle et de quelques fragments de régle-mentations diverses de l’Hôpital de Saint-Jean de Jérusalem (ACE).

REVISTA LUSÓFONA DE GENEA-LOGÍA E HERÁLDICA, nº 1 (noviembrede 2006). Este primer número de la nue-va publicación del Instituto de Genea-logía e Heráldica de la UniversidadeLusófona de Oporto (heredero del funda-do hallí en 1998 por el profesor D. Anto-nio de Sousa Lara, y actualmente dirigidopor Delfim Bismarck Ferreira), incluye losartículos de Arnaldina RIESENBERGER,Subsídios para o estudo das familias es-trangeiras em Portugal; Delfim BIS-MARCK FERREIRA, O Colégio Portuen-se; Joâo Bernardo GALVÂO-TELLES,Relaçâo dos alunos do Colégio dos No-bres de Lisboa (1766-1837); Joâo de FI-GUEIRÔA-RÊGO, O serviço da Coroa eo Império: percurso e trajectorias familia-res; José Bernard GUEDES SALGADO,Aliquando dormitat bonus Homerus. Umprato armoriado de porcelana Japonesa;Lourenço CORREIA DE MATOS, Origense percursos sociais dos constituintes de1821-1822; Manuel Artur NORTON, As-pectos na heráldica portuguesa no sécu-lo XX; M. Antonio FERNANDES, Familiasgenuinas do Porto: os Beliáguas; MiguelMETELO DE SEIXAS, Joâo Pinto Ribeiroe a vexilologia municipal portuguesa: emtorno de uma polémica seiscientista; Pe-dro de BRITO, As cartas de cavaleiro eescudeiro nos séculos XV e XVI; y Ro-drio ORTIGÂO DE OLIVEIRA, A familiado Conde de Ferreira. Deseamos unalarga y fructífera vida a esta revista quenace con tan preclaros padres y padrinos(ACE).

HIDALGUÍA, núm. 319 (noviembre-di-ciembre 2006). Incluye los artículos deEmilio CÁRDENAS PIERA, Oficios variosy señoríos. Hacienda; Francisco JoséMORALES ROCA, Mercedes concedidascon motivo de la exaltación al trono delRey Don Carlos IV; Andrés J. NICOLÁS-MINUÉ SÁNCHEZ, Relación de nobles,caballeros, infanzones, escuderos e hi-

REvISTA DE REvISTAS

Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [25]

C O N D E C O R A C I O N E S E S P A ñ O L A SUNA COLECCIÓN EXCEPCIONAL DE ESTUDIOS HISTÓRICOS, INSTITUCIONALES Y PROSOPOGRÁFICOS

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Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [26]

En este artículo pretendemos recoger únicamente ladescendencia completa de don Miguel de Unamuno y Jugo,que preparamos en el año 2003, pero vamos a citar algunosdatos familiares sobre nuestro personaje, de sus padres,abuelos y ascendientes, basándonos fundamentalmente enla magnífica biografía que sobre él escribió Emilio Salcedo(1).

El linaje de Unamuno es vascongado, y según LuisMichelena, los hermanos García Carraffa, y Jaime de Quere-xeta(2) -que a su vez beben en fuentes más antiguas-,en vascuence signIfica monte de gamones (com-puesto de una-, gamón, y de -muno, colina), oquizá gamonal. Según estos mismos autores,Juan de Unamuno era vecino del barrio deChurruca, en Soraluce, Placencia (Guipúz-coa) en 1558; y Nicolás de Unamunoprobó su hidalguía ante la justicia de Ei-bar en 1738; y también se acreditó en Bil-bao en 1824. Ramiro Larrañaga atribuyeestas armas a la casa de Soraluce y Pla-cencia: de plata, un árbol frutado, y un ja-balí pasante, atravesado al tronco; al cos-tado diestro del árbol, una estrella deoro(3).

Don Miguel se tenía por un posibledescendiente -yo ahora, acaso de su sangre,dirá en 1934- de aquel Juan de Unamuno, cu-chillero de Durango, al que la Inquisición peniten-ció e hizo quemar en 1444 por apóstata.

De la nobleza e hidalguía de estos Unamuno origi-narios de la villa de Vergara no parece haber duda: no sólopor su vizcainía originaria, sino porque consta acreditado an-te las Juntas Generales del Señorío de Vizcaya en los expe-dientes instruidos por don Pedro de Churruca y Unamuno,natural de Placencia (1757); don José María de Ansuategui yAltuna, Urisarri y Unamuno, natural de Vergara (1827); y donPedro de Aguirrecceceaga y Albisua, Urizar y Unamuno, veci-no de Vergara (1830)(4).

También es vizcaíno el linaje de Jugo, que segúnlos repetidos García Carraffa y Querexeta, toma su apellidodel lugar de Jugo, en el Valle de Zuya. Gentes de este apelli-do residían en la villa de Bilbao ya durante el siglo XVI. Leatribuyen estas armas: de oro, un árbol de sinople, terrasado,con dos lobos de sable cebados de gules, pasantes y atrave-sados al tronco(5).

Don Miguel de Unamuno y Jugo nació en Bilbao,en el actual número 16 de la calle de Ronda, el día 29 deseptiembre del año 1864, a las siete y cuarto de la tarde,siendo hijo de don Félix de Unamuno y Larraza, fabricantede pan y más tarde comerciante, y de doña Salomé de Jugoy Unamuno. Según nos dice Salcedo, fue bautizado la mis-ma tarde de su nacimiento en la parroquia de los Santos Jua-nes, por su titular don Pascual de Zuazo, imponiéndosele alneófito el nombre de Miguel, porque era el santo del día. Leapadrinaron sus tíos don Félix de Aranzadi, natural de Verga-

ra, y doña Valentina de Unamuno, de la misma localidad, yfueron testigos los sacristanes Ramón de Arrugaeta y Lucasde Ayesta.

Era Miguel el primero de los varones y el tercer hijode los seis que tuvieron sus padres, y el último que nació enla calle de Ronda y que fue bautizado en los Santos Juanes,al trasladarse enseguida la familia con su prole a vivir en lacalle de la Cruz, y depender de la parroquia de San Nicolás

de Bari.

La primogénita fue doña María Felisa, quenació el día 8 de enero de 1861, y falleció en

Salamanca el 3 de enero de 1932. La segun-da, doña María Jesusa, nacida el 16 de ene-ro del año 1863, que murió niña el 20 de di-ciembre de 1867. Después de Miguel, alaño, nació don Félix José Gabriel, que fa-lleció en Bilbao el día 4 de mayo de 1931.La quinta hija fue doña Susana Presenta-ción Felisa, nacida el 20 de noviembre de1866, que fue monja y que murió 3 demarzo de 1934. Y por último doña María

Mercedes Higinia, nacida el 11 de enero de1870, que murió antes de cumplir su primer

año de vida, el 16 de noviembre de 1871.

Según nos narra Salcedo, don Miguel deUnamuno no tenía apenas datos de su familia pa-

terna, únicamente que su padre era hijo de don Mel-chor de Unamuno, vecino de Vergara, y de profesión con-

fitero. Este don Félix de Unamuno Larraza salió muy jovende esa localidad, y viajó a México, estableciéndose en la ciu-dad de Tepic, donde a base de trabajo y esfuerzo reunió uncierto capital que le permitió regresar a Bilbao, instalando pri-mero una fábrica de pan y posteriormente un comercio, ydonde contrajo matrimonio con su sobrina doña Salomé deJugo y Unamuno, que era bastante mas joven que él. Muriódon Félix en Bilbao en el año de 1871.

Doña Salomé de Jugo y Unamuno, dueña del ca-serío de Jugo (barrio de Aparribay, en la anteiglesia deGaldácano), era hija de don José Antonio de Jugo y Eréz-cano, natural del valle de Arratia, caserío de Arilza (aunquenació y se educó en Ceberio), y de doña Benita de Unamu-no y Larraza, hermana de don Félix de Unamuno, y por cier-to dueña de una pequeña fortuna (dos casas en Bilbao yDeusto), y el caserío de los Jugo. Murió doña Benita, que eradominadora, decidida y muy liberal en política, en Bilbao, enel año de 1880. Don Miguel de Unamuno, que no tenía noti-cias de su familia paterna, sí que las tenía de la materna, ycomo nos dice Salcedo, conocía la serie completa de sus an-tepasados, desde el octavo abuelo don Juan de Jugo, cuyohijo, don Pedro de Jugo Sáez de Abendaño, nació en Galdá-cano en el año 1608.

La muerte de don Félix de Unamuno en 1871 supu-so una dura pérdida para Miguel, que tan solo contaba seisaños de edad, pero de él conservó un gran recuerdo, impre-

DE RE GENEALOGICA

L A D E S C E N D E N C I A D E U N A M U N O

por D. Manuel Mª Rodríguez de Maribona y Dávila (Academia Asturiana)

(dedicado a don Miguel de Unamuno Pérez, a doña Pilar Vera Sánchez-Jara y a don Miguel de Unamuno Vera, por su amabilidad)

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sionándole fundamentalmente dos cosas, su biblioteca y losidiomas. Según nos dice Salcedo, don Félix era autodidacta,y formó una parva y entrañable biblioteca, en la que reuníatanto los libros que le interesaban para sus negocios, como lapanificadora, así como también otros de los temas que gusta-ban en la época, Historia, Derecho, Filosofía, CienciasSociales y Ciencias Generales, entre otros. En estabiblioteca don Miguel comenzó a descubrir los li-bros. En cuanto a los idiomas, el mismo donMiguel de Unamuno nos cuenta:

Era la sala en casa un lugar casi sagrado,adonde no podíamos entrar siempre quese nos antojara a los niños; era un lugardonde había sofá, butacas y bola de es-pejo en que se veía uno chiquitito, cabe-zudo y grotesco. Un día en que mi padreconversaba en francés, con un francés,me colé yo en la sala y de no recordarlesi no en aquel momento, sentado en subutaca, frente a monsieur Legorgeu, ha-blando con él en un idioma para mí miste-rioso, deduzco cuán honda debió ser en míla revelación del misterio del lenguaje.

Don Miguel de Unamuno y Jugo contrajomatrimonio en Guernica el 31 de enero de 1891 consu amiga de la niñez doña Concha Lizárraga Ecé-narro, nacida en Guernica el día 25 de julio de1864, e hija de don Fernando de Lizárraga. Vi-vió su niñez en Bilbao -donde ambos se co-nocieron-, pero cuando en 1874 quedóhuérfana, regresó a Guernica, sin interrum-pirse nunca el noviazgo entre ambos ado-lescentes.

Según los antes citados genea-logistas y heraldistas García Carraffa, Mi-chelena y Querexeta, existen diversos li-najes apellidados Lizárraga, aunquetodos debieron de tomarlo de uno de losdos topónimos navarros existentes, cuyosignificado en vascuence es fresnedo, esdecir lugar de fresnos (de lizar, fresno). Elque tocaba a la esposa de don Miguel deUnamuno no debe de tener apenas relación conlos navarros -muy ilustres-, y se hallabaestablecido en el Duranguesado desdeantiguo. Le señalan por armas: escudopartido; primero, de oro con un fresno desinople, y dos lobros de sable, pasantesal pie del tronco, uno por delante y otropor detrás, y bordura de gules con ochoaspas de oro; y segundo de azur contres luceros de oro puestos en faja; cortado y jaquelado deoro y gules(6).

Doña Concha Lizárraga murió tras corta enfermedaden Salamanca el día 15 de mayo de 1934; mientras que co-mo es bien sabido, don Miguel la sobrevivió, sumido en lapena por la pérdida de su esposa, hasta el dia 31 de diciem-bre de 1936; murió, como es sabido, súbitamente. Fueronsus nueve hijos: don Fernando, don Pablo, don Raimundo,doña Salomé, doña Felisa, don José, doña María, don Rafaely don Ramón. De los cuales:

1) Don Fernando de Unamuno y Lizárraga, arquitecto del

Ayuntamiento de Palencia, nacido en Bilbao el 3 de agostode 1892, se casó en 1923 con doña Mercedes AdarragaDíez, y tuvieron siete hijos:

A) Doña Carmina de Unamuno y Adarraga contrajo matri-monio con don Luis Santos Gutiérrez, siendo padres de

nueve hijos:

a) Don Arturo Santos y de Unamuno. Sin suce-sión.

b) Doña Carmen Santos y de Unamuno, ca-sada con don Jaime Mir Obrador, y tuvierondos hijas:

a’) Doña Ana Mir Santos.

b’) Doña Marina Mir Santos.

c) Don Luis Miguel Santos y de Unamuno.Sin sucesión.

d) Doña Mercedes Santos y de Unamuno,casó con Manuel Peláez y García, teniendo

a Teresa y a Carmen.

e) Don Rafael Santos y de Unamuno, casado ypadre de un hijo y una hija.

f) Don Fernando Santos y de Unamuno. Sin sucesión.

g) Doña María Teresa Santos y de Unamuno. Tieneuna hija.

h) Don Enrique Santos y de Unamuno. Sin su-cesión.

i) Don Carlos Santos y de Unamuno. Sin su-cesión.

B) Doña Mercedes de Unamuno y Adarra-ga. Contrajo matrimonio con don Marianodel Mazo Zuazagoitia, tuvieron siete hijos:

a) Don Fernando del Mazo y de Unamuno.Casó con Eva Canaleta, siendo padres deMalena, Bruno y Pablo.

b) Don Alejandro del Mazo y de Unamuno.Contrajo matrimonio con doña Marta Alonso, y

tuvieron a Alejandro y Julia.

c) Don Antonio del Mazo y de Unamuno.Sin sucesión.

d) Don Miguel del Mazo y de Unamuno.Sin sucesión.

e) Doña Salomé del Mazo y de Unamuno.Sin prole.

f) Doña Mercedes del Mazo y de Unamu-no. Sin sucesión.

g) Don Bruno del Mazo y de Unamuno. Sin sucesión.

C) Doña Salomé de Unamuno y Adarraga. Celebró es-ponsales con don Bruno Escoubes; sin sucesión.

D) Don Miguel de Unamuno y Adarraga. Contrajo matri-monio con doña María Teresa Biel Legarre, siendo padresde:

a) Doña Elsa de Unamuno y Biel. Sin sucesión.

E) Doña Concha de Unamuno y Adarraga, que casó con

Los padres del pensador: don Félix de Unamuno Larraza

(+Bilbao, 1871)y doña Salomé de Jugo Unamuno

(+Bilbao 15-VIII-1908)

Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [28]

don Alejandro Cribeiro Rodríguez, y tuvieron cinco vásta-gos:

a) Don Santiago Cribeiro y de Unamuno, casado condoña Áurea; padres de:

a’) Doña Lara Cribeiro y N.

b’) Don Pío Cribeiro y N.

b) Doña Salomé Cribeiro y de Una-muno. Sin sucesión.

c) Doña María Pía Cribeiro y deUnamuno. Sin sucesión.

d) Doña Paula Cribeiro y de Una-muno. Sin sucesión.

e) Don Alejandro Cribeiro y deUnamuno. Sin sucesión.

A) Doña María Teresa de Unamuno yAdarraga, que celebró matrimonio condon Ramón Berra Bereira (+), procreandoa cuatro hijos:

a) Doña Aurora Berra y de Unamuno.Sin sucesión.

b) Don Ramón Berra y de Unamuno.Casado con doña Elena. Sin suce-sión.

c) Don Pablo Berra y de Unamuno.Casado con doña Carmen. Sin suce-sión.

d) Don Ricardo Berra y de Unamuno.Sin sucesión.

C) Don Fernando de Unamuno y Adarra-ga. Contrajo matrimonio con doña Am-paro Quesada, siendo padres deLucía, Fernando, Rocío y Ana.

a) Doña Lucía de Unamuno yConradi. Sin sucesión.

b) Don Fernando de Unamuno yConradi. Sin sucesión.

c) Doña Rocío de Unamuno yConradi. Sin sucesión.

d) Doña Ana de Unamuno y Conra-di. Sin sucesión.

2) Don Pablo de Unamuno y Lizárraga, mé-dico odontólogo, nacido en Salamanca en1894, que se casó con doña Josefina Pérez de laTorre, y fueron padres de cinco hijos:

A) Don Miguel de Unamuno y Pérez, casado con doña Pi-lar Vera y Sánchez-Jara, que procrearon cuatro vástagos:

a) Don Miguel de Unamuno y Vera. Sin sucesión.

b) Don Pablo de Unamuno y Vera. Sin sucesión.

c) Don Rafael de Unamuno y Vera, casado con doñaAna Espuela, y padres de:

a’) Doña Sara de Unamuno Espuela.

b’) Doña Isabel de Unamuno Espuela.

d) Don Rubén de Unamuno y Vera. Sin sucesión.

B) Don Ramón de Unamuno y Pérez, que contrajo matri-monio con doña Begoña Lumbreras Krauel, teniendo cua-

tro hijos:

a) Don Miguel de Unamuno y Lumbreras. Sin su-cesión.

b) Don José Mª de Unamuno y Lumbreras.Es casado y tiene un hijo.

c) Doña Lorea de Unamuno y Lumbreras.Sin sucesión.

d) Don Pablo de Unamuno y Lumbreras.Sin sucesión.

C) Doña Concha de Unamuno y Pérez,casada con don Pablo Marcos Lorenzo, ysiendo padres de:

a) Don Pablo Marcos y de Unamuno. Sinsucesión.

b) Doña Salomé Marcos y de Unamuno. Casaday con dos hijos.

c) Doña Ana Marcos y de Unamuno. Sin su-cesión.

D) Doña Josefina de Unamuno y Pérez, quecasó con don David Robertson, y fueron pa-dres de cuatro hijos:

a) Doña Wendy Robertson y de Unamuno,casada con don Francis N., y padres de:

a’) Francis N.

b) Don David Robertson y de Unamuno. Sinsucesión.

c) Don Ramón Robertson y de Unamuno.Sin sucesión.

d) Don Pablo Roberston y de Unamuno.Sin sucesión.

E) Don Pablo de Unamuno y Pérez. Con-trajo matrimonio con doña Pepita BustosValiente, y fueron padres de cuatro hijos:

a) Don Pablo de Unamuno y Bustos. Sinsucesión

b) Don Juan de Unamuno y Bustos. Sin su-cesión.

c) Doña Alicia de Unamuno y Bustos. Sin suce-sión.

d) Doña Blanca de Unamuno y Bustos. Sin sucesión.

3) Don Raimundo de Unamuno y Lizárraga, nacido en Sa-lamanca el 7 de enero de 1896. A los pocos meses de edadpadeció una meningitis tuberculosa que le dejó hidrocefálicoy paralítico de un brazo. Fue uno de los mayores tormentosde sus padres, impotentes ante el dolor del niño, -fue el de-sencadenante de la gran crisis religiosa de Unamuno, quejamás pudo olvidar a Raimundín-,. Finalmente murió en suciudad natal a los seis años de edad, en 1902.

4) Doña Salomé de Unamuno y Lizárraga, nacida en Sala-manca en 1897, y fallecida allí el 14 de julio de 1934. Contra-

Doña Concha Lizárraga(1864-1934)

esposa del pensador.Debajo, el padre de estaseñora, don Fernando de

Lizárraga

Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [29]

jo matrimonio con don José María Quiroga Pla, y fueron pa-dres de:

A) Don Miguel Quiroga y de Unamuno,nieto mayor de don Miguel, nacido enSalamanca en 1929. Casado condoña Josefa Ruiz Tejada, fue-ron padres de:

a) Don José María deQuiroga y Ruiz, quecasó con doña TeresaFernández Prieto, y fue-ron padres de:

a’) Doña Laura de Qui-roga Fernández.

5) Doña Felisa y Unamuno y Lizárra-ga, nacida en Salamanca en 1899;falleció soltera.

6) Don José de Unamuno y Lizá-rraga, que cursó la carrera de Cien-cias Exactas, nacido en Salamancaen 1900; falleció soltero.

7) Doña María de Unamuno y Lizárraga, nacida en Sala-manca en 1902; falleció soltera.

8) Don (Raimundo) Rafael de Unamuno y Lizárraga, médi-co, nacido en Salamanca en 1905. Contrajo matrimonio condoña Pepita Conde Gorjón; sin sucesión.

9) Don Ramón (Moncho) de Unamuno y Lizárraga, médi-co, y en su juventud jugador del Salamanca Fútbol Club, na-cido en Salamanca en 1910. Falleció sin sucesión.

Todos los hijos de don Miguel de Unamuno han fa-llecido a fecha de hoy (2003), y solo queda con vida de esageneración la viuda de su octavo hijo, doña Pepita Conde.

Las personas, descendientes de don Miguel, quehoy (2003) llevan el apellido de Unamuno en primer lugar son

sus doce nietos doña Carmina, doña Mercedes, doña Sa-lomé, don Miguel, doña María Teresa y don Fernando de

Unamuno y Adarraga; y don Miguel, don Ramón,doña Concha, doña Josefina y don Pablo

de Unamuno y Pérez. Sus dieciséis bis-nietos doña Lucía, don Fernando,

doña Rocío y doña Ana de Una-muno y Conradi; don Miguel, donPablo, don Rafael y don Rubénde Unamuno y Vera; don Mi-guel y don José María, doñaLorea y don Pablo de Unamu-no y Lumbreras; y don Pablo,

don Juan, doña Alicia y doñaBlanca de Unamuno y Bustos. Y

sus dos tataranietas doña Sara ydoña Inés de Unamuno y Espuela. O

sea, treinta personas en total.

NOTAS

1) Emilio Salcedo, Vida de Don Miguel(Unamuno, un hombre en lucha con su le-yenda), Salamanca, 1970 (pero utilizamosla 3ª edición, corregida, Salamanca, 1998).

2) Alberto y Arturo García Carraffa, El Solar Vasco-Navarro (Madrid,1947), tomo VI, págs. 152-153. Luis Michelena, Apellidos vascos (SanSebastián, 1953), pág. 104, nº 578). Jaime de Querexeta, DiccionarioOnomástico y Heráldico Vasco (Bilbao, 1972), tomo IV, pág. 279.

3) Ramiro Larrañaga, Sínrtesis histórica de la armería vasca (San Se-bastián, 1981).

4) Florencio Amador Carrandi, Catálogo de Genealogías del Archivo dela Casa de Juntas de Guernica (Bilbao, 1958).

5) Alberto y Arturo García Carraffa, El Solar Vasco-Navarro (Madrid,1947), tomo IV, pág. 301. Jaime de Querexeta, Diccionario Onomásticoy Heráldico Vasco (Bilbao, 1970-1980), tomo III, pág. 204.

6) Alberto y Arturo García Carraffa, El Solar Vasco-Navarro (Madrid,1947), tomo IV, págs. 446-447. Luis Michelena, Apellidos vascos (SanSebastián, 1953), pág. 83, nº 405). Jaime de Querexeta, DiccionarioOnomástico y Heráldico Vasco (Bilbao, 1980), tomo IV, pág. 327.

Don Miguel de Unamuno con su esposadoña Concha Lizárraga y ocho de sus hijos,

en un retrato familiar datado en 1916

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Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [30]

Llega a mi mesa, atestada de cosas diversas yvariopintas (una colección de es-tilográficas, la bandera blanca yazul de la Monarquía portuguesa,libros y libros de poesía, carpetasazules con fotos antiguas, etcéte-ra), una obra histórica extraordi-naria(1) que ha escrito un buenamigo, recuperado milagrosa-mente de la noche de los tiem-pos. Es una biografía del archidu-que don Carlos de Habsburgo yBorbón, Don Carlos VIII para susfieles carlistas. Me interesa resal-tar aquí que es la primera bio-grafía seria y rigurosa que se pu-blica del personaje, por otro ladomuy querido para mí.

Uno estaba muy acos-tumbrado a que cualquiera quetratase del archiduque, se despa-chase con la consabida fórmulade que don Carlos de Habsburgoy Borbón era, poco más o menos,una creación de Franco, hecha ala medida de los deseos políticosdel Generalísimo, para presionar a Estoril, cuando elConde de Barcelona alborotaba demasiado. Nada máslejos de la realidad.

Ya dije yo, en un trabajo sobre el carlismo másgenuino que publiqué hace unos años(2), que tanto el

Caudillo como don Carlos, losdos acérrimos anticomunistas,forzosamente tenían que coinci-dir en muchas cosas, sin que porello fuesen cómplices en nadaconcreto, ni mucho menos, res-pecto de unos supuestos planespara instaurar una nueva monar-quía, basada en los principiospolíticos de la Tradición. Soy delos que piensan que Francosiempre barajó la solución alfon-sina, pensando primero en DonJuan y luego en su hijo, DonJuan Carlos, lo que no resta na-da al hecho de que un Austria dela categoría humana de estepríncipe, sonase bien a los oídosdel Jefe del Estado.

No, Don Carlos VIII, el nieto delRey por excelencia de la Legiti-midad, Don Carlos VII, no fue un

pretendiente franquista, como de-muestra muy acertadamente, a mi

juicio, Francisco Manuel de Las Heras en este formidablelibro, sino que, convencido de su mejor derecho al tronode las Españas, fue el candidato de una parte muy im-

José Antonio Calderón Fdez.

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DE RE DINÁSTICA

Armas Reales de la Dinastía Carlista(con el Sagrado Corazón de Jesús)

Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [31]

portante del tradicionalismo español que no reconoceríala idoneidad, impuesta por Don Alfonso Carlos, de losBorbón-Parma, para ocupar la Jefatura de la Casa Realde España.

Independientemente delos que pensamos, teóricamenteal menos (con don FranciscoElías de Tejada, al que traté mu-cho en mi mocedad) que la Legi-timidad española anda en manosde S.A.R. don Duarte de Bragan-za, excluidas a perpetuidad todaslas ramas de los Borbones auto-ras o cómplices de la usurpación,ya que la sucesión una vez ago-tado el carlosoctavismo, pasaríaa la Infanta Doña Carlota Joaqui-na, hija de Carlos IV, casada conDom Juan VI, Rey de Portugal, yde ahí al actual Jefe de la CasaReal de Portugal, el SerenísimoSeñor Don Duarte; la sucesiónde Don Alfonso Carlos, en el hijode Doña Blanca de Borbón, susobrino nieto, era en todo confor-me con la tradición y el derecho.

Paréceme a mí que DonJavier de Borbón-Parma, Regen-te de la Comunión Tradicionalis-ta, un albacea al fin y al cabo porvoluntad expresa del Rey difunto,se excedió en sus funciones, au-to-designándose sucesor. En mimodesta opinión, Don Javier de-bió limitarse a proclamar rey adon Carlos. El argumento de quedon Carlos de Austria no podíasuceder por ser Habsburgo, esficticio: Don Carlos VIII sucedió aDon Alfonso Carlos, precisamen-te por ser Borbón.

Fue una candidatura sur-gida del carlismo más fidedigno ycombativo, y nada debió al fran-quismo, aunque este lo acogieracon simpatía y fuese observadocomo posible baza de recambiopor algún sector de Falange, co-mo demuestra muy bien mi ami-go de Las Heras en este libroapasionante que se lee de untirón. Naturalmente, el debate es absolutamente ocioso,porque la Historia ha caminado por otros derroteros. Hoy,los carlistas se dividen entre los seguidores de un carlis-mo democrático, izquierdoso y acomodaticio con la mo-dernidad, que personifica Don Carlos Hugo, Duque deParma, y un tradicionalismo más acorde con su historia y

características, que encarna don Sixto Enrique, su her-mano menor, Regente del Carlismo, en tanto sus sobri-nos no abanderen los principios de la Legitimidad.

A muchos lectores, todo esto leparecerá un galimatías indescifra-ble, pero no lo es. Me temo que laprematura muerte de Don CarlosVIII, malogró una más que posiblesolución sucesoria distinta de la deDon Juan Carlos, y quizá la única.Descartados por Franco por muydistintos motivos, S.A.R. Don Juande Borbón y Battemberg, S.A.R.Don Alfonso de Borbón-Segovia yS.A.R. Don Javier de Borbón-Par-ma, solo hubiese quedado en elhorizonte este Don Carlos deHabsburgo que, no se olvide, con-taba con sólidos apoyos entre lasélites del Régimen y cuyo sosténpolítico formaba parte del propioMovimiento Nacional.

De la atenta lectura del libro deFrancisco de Las Heras se des-prende que don Carlos fue un prín-cipe entregado a la causa de Es-paña, sincero, valiente y afectuoso,que merece, sin duda, un mejor lu-gar en la reciente historia de nues-tro país. El verano pasado estuveen el Monasterio de Poblet, bus-cando afanosamente su enterra-miento. Allí nadie recordaba dóndese encontraba, y por la cara queme puso la amable señorita aquien pregunté su paradero, tam-poco sabía quien era Don Carlos.Sólo mi tenacidad consiguió locali-zar la lápida bajo la que reposansus restos. Recé emocionado unPadrenuestro por el descanso desu alma inmortal ,y lamenté, unavez más, la indolencia y la desidiaque nos caracteriza. La gozosa ini-ciativa de la recuperación de su fi-gura, como la tomada por un in-vestigador tan avezado como deLas Heras, es, a mi modesto en-tender, un augurio formidable.

NOTAS

(1) Francisco Manuel de las HerasBorrero: Un pretendiente desconocido. Carlos de Habs-burgo. El otro candidato de Franco (Madrid, Dykinson,2004).

(2) En mi libro La otra dinastía (Madrid, Colegio Heráldi-co de España y de las Indias, 1995).

Retrato de Don Carlos VIII en una postalpropagandística

Debajo, la insignia de la Gran Cruz de laOrden de San Carlos Borromeo, discernida

por el Pretendiente carlista

Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [32]Cuadernos de Ayala 27 - JuL/2006 [32]

VERSOS DE HISTORIA Y TIEMPO

De la corrupción de la justicia humana, cuando

vence al justo y ensalza a los inicuos

(a propósito de una sentencia matritense)

J U S T I C I A

Dime, Padre común, pues eres justo:

¿Por qué ha de permitir tu providencia

Que, arrastrando prisiones la inocencia,

Suba la fraude a tribunal augusto?

¿Quién da fuerzas al brazo que, robusto,

Hace a tus leyes firme resistencia,

Y que el celo que más la reverencia,

Gima a los pies del vencedor injusto?

Vemos que vibran victoriosas palmas

Manos inicuas, la virtud gimiendo

Del triunfo en el injusto regocijo…

Esto decía yo, cuando, riendo,

Celestial ninfa apareció, y me dijo:

¡Ciego! ¿Es la tierra el centro de las almas?

Bartolomé Leonardo de Argensola(1562-1631)

Cuadernos de Ayala 25 - ENE/2006 [32]

Cuadernos de AYALA es una publicaciónperiódica de distribución controlada que seenvía directamente por suscripción. Laspersonas interesadas se dirigirán a nues-tra Redacción para comunicarnos su nom-bre y dirección. La suscripción anual es de20€ y puede enviarse mediante cheque otransferencia bancaria a favor de PALA-FOX Y PEZUELA S.L., Banco SantanderCentral Hispano, calle Quintana 19, 28008Madrid, cuenta corriente número 0049-5168-34-241003 9044.

Cuadernos de Ayala 29 - ENE/2007 [32]

Cuadernos de AyalaGaceta trimestral de información varia y miscelánea

sobre órdenes y condecoraciones, genealogía y heráldica,nobiliaria, iconografía, ceremonial y protocolo dirigida por

el Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila

CONSEJO DE REDACCIÓNDr. D. Félix Martínez Llorente (U. Valladolid), Dra. Dª AnaBelén Sánchez Prieto (U. Complutense), Dr. D. Juan VanHalen y Acedo (U. Alcalá), D. Manuel Rodríguez deMaribona Dávila (Academia Asturiana y Colegio Heráldico),Dr. D. Luis de Cevallos-Escalera Gila (U. Francisco deVitoria), D. José A. Dávila García-Miranda (Real Academiade Toledo), D. Conrado García de la Pedrosa Campoy(Biblioteca Nacional), D. Luis F. Cercós García (AcademiaMelitense), D. Fernando de Artacho Pérez-Blázquez (CEHOrtiz de Zúñiga).

Edita Palafox & Pezuela S.L.Quintana 28 - 28008 Madrid - España

Correo electrónico cuadernosdeayala@pezuela.com

Impreso en Industrias Gráficas CaroGamonal 2- Pol. Ind. de Vallecas - 28031 Madrid (España)

En este número:

[2] Editorial: Aniversarios felices, homenajes a

su tiempo, y algunas críticas

[3] Federación Española de Genealogía y

Heráldica: Premios Nacionales 2006

[4] In Memoriam: José Navarro Ferré

[5-7] Novedades, cursos y encuentros

[8] Salones y corralitos prestigiosos

[9-13] La Nobleza en el Consulado de Cádiz, por

D. Fernando e Artacho Pérez-Blázquez

[14-21] Dictámenes del Consejo de Estado en

materia de emblemas heráldicos, por el Dr.

D. Alfonso de Ceballos-Escalera Gila

[22-23] Revista de libros

[24] Revista de revistas

[26-29] La descendencia de Unamuno, por D. Ma-

nuel Mª Rodríguez de Maribona Dávila

[30-31] Sobre Carlos VIII, por el Dr. D. José María

de Montells y Galán

[32] Versos de historia y tiempo: Justicia, por Bar-

tolomé Leonardo de Argensola