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A y a l aA y a l aC u a d e r n o s d e

REVISTA DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICAY CIENCIAS HISTÓRICAS

ISSN 1576-2068 Dep. Legal M-10186-2000 Número 60 Octubre-Diciembre 2014

Cuadernos de Ayala 60 - OCT/2014 [2]

Estamos en un último trimestre del año plenode grandes conmemoraciones.

En primer lugar, la del Bicentenario de la Re-al y Militar Orden de San Hermenegildo, que desdeel 28 de noviembre de 1814 es el premio a la constan-cia militar. Se trata de una Orden nosolo antigua sino estimadísima desdesu fundación: baste recordar que setrata, junto con la Real y Militar Ordende San Fernando (creada en 1811), dela única condecoración española quese ha mantenido incólume desdeaquellos días fundacionales, sin quelas turbulencias políticas por las queha atravesado España -en particular,los dos aciagos periodos republicanos,afortunadamente breves- la hayanafectado apenas.

Su larga, rica y venerable his-toria puede leerse por menor en el que-por ahora- es el mejorestudio atinente a ella:el titulado La Real y Mili-tar Orden de San Her-menegildo, escrito por elDr. Ceballos-Escalera ypublicada en 2007, sien-do presentada al públicopor el entonces Jefe del Estado Mayor de la Defensaen el salón de actos del Centro de Estudios Superio-res de la Defensa Nacional.

A esta importante efemérides hemos queridodedicar algunas líneas en este sexagésimo número delos Cuadernos de Ayala, trayendo a colación el episo-dio de la elección de sus insignias y colores por el pro-pio monarca fundador. Nos servimos para ello de uninteresante documento inédito, que ahora damos a co-nocer al público.

Por otra parte, también en este último trimes-tre 2014 el más joven de los Ejércitos de España cum-ple sus primeros 75 años. Efectivamente, fue la ley de7 de octubre de 1939 la que creó y organizó el Ejérci-to del Aire, siguiendo lo que ya habían establecidootros países europeos como el Reino Unido, Francia,

Italia o Alemania -pero adelantándose a otras nacio-nes, como los Estados Unidos de América, que nocrearía su United States Air Force hasta después de laSegunda Guerra Mundial-. Y es que en aquellos años,el ejemplo de esos países y sobre todo las enseñan-

zas de la útima guerra civil -en la queel medio aéreo resultó de crucial im-portancia- aconsejaron dar la catego-ría de ejército a la Aviación, emanci-pándose así del Ejército de Tierra, delque hasta entonces dependía la Aero-náutica Militar (creada en 1911), y reu-niendo además al nuevo Ejército lamemorable Aeronáutica Naval (creadaen 1917).

Alcanzaba así su madurez ins-titucional y orgánica la Aviación Militarespañola, convertida ya como arma enel factor decisivo en los conflictos delsiglo XX. Y es que hoy es ya inconce-

bible una operación mili-tar sin un elemento aé-reo independiente ycapaz de alcanzar obje-tivos estratégicos másallá del apoyo cercano alas unidades terrestres ynavales.

A lo largo de este año el Ejército del Aire vienecelebrando diversas actividades conmemorativas paracelebrar esos tres cuartos de siglo de historia institu-cional. Y a ellas hemos querido sumarnos desde estosmodestos Cuadernos de Ayala, ofreciendo al lectoruna cumplida panorámica del sistema premial de laextinguida Aeronáutica Militar y del propio Ejército delAire. Una historia premial que en la Aviación Españolase remonta a 1926, y se mantiene viva en la actuali-dad.

Completa este sexagésimo número otro artí-culo de tema premial: el de las últimas condecoracio-nes rusas concedidas a espñaoles por el Zar NicolásII. A más de nuestras habituales secciones de noveda-des y cursos, de bibliografía y revistas, de encuentrossociales y noticias personales, de poesía y de humor.

EDITORIAL

NUESTRA PORTADABanda y venera de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo que perteneció a don Antonio Sánchez ySánchez (1865-1949), teniente general de la Guardia Civil (el único que tuvo el Benemérito Cuerpo en su

centenaria historia, hasta tiempos bien recientes). Una nueva crtesía de su biznieta nuestra colega la profesoraDra. Dª Ana Belén Sánchez Prieto.

LA REAL Y MILITAR ORDEN DE SAN HERMENEGILDOY EL EJÉRCITO DEL AIRE: DOS FELICES ANIVERSARIOS

VIII ENCUENTROS EUROPEOS DE FALERÍSTICA ENPARÍS

El viernes 26 de septiembre de 2014 comenza-ron estos interesantes Encuentros en el Palacio de laGrande Chancellerie de la Legion d’honneur (antiguo pa-lacio del Príncipe de Salm), en la parisina rue de Solferi-no. La inauguración oficial estuvo a cargo de M. Jean-Louis Gorgelin, general de ejército y actual GranCanciller de la Orden Nacional de la Legión de Honor, yde M. Vincent Hollard, Presidente de la Société des amisdu Musée de la Légion d’Honneur. Siguieron, en el Salónde la Rotonda del mismo palacio, las ponencias de Pa-trick Spillaert, Los collares y las cruces de la Orden delEspíritu Santo durante el Antiguo Régimen (1578-1789);Jean-Claude Gelhaar, La Orden del Elefante Blanco elReino de Siam/Tailandia; Charles-Philippe de Vergennes,La Cruz de Guerra Francesa: origen y desarrollo; Paul H.Démogé, Las medallas de la Marina Francesa concedi-das a extranjeros durante la primera mitad del siglo XIX;y Daniel Werba, Las Órdenes y medallas del Reino deSerbia. Al dia siguiente los participantes se trasladaron alCastillo de Chantilly para visitar la exposición Órdenes di-násticas de los últimos Príncipes de Condé y del Duquede Aumale y las colecciones del propio Palacio. Tars elalmuerzo allí, y de regreso a París, Mme. Anne de Chef-debien, directora y conservadora jefe del Museo de la Le-gión de Honor, ofreció una visita guiada a las salas y co-lecciones francesas y extranjeras, presentando enprimicia las insignias y condecoraciones que pertenecie-ron al General Charles de Gaulle, antiguo Presidente dela República Francesa: 21 collares, 38 grandes cruces y26 medallas diversas, que se encuentran depositadasprovisionalmente en el Museo. Unos Encuentros intere-santísimos por todos conceptos (MF).

XV XORNADAS DE XENEALO-XÍA, HERÁLDICA E NOBILIARIADE GALICIA

En los días 1, 2 y 3 deoctubre de 2014 ha tenido lugar enPontevedra (en los locales de laEscola de Canteiros de Poio) esteya tradicional encuentro científico,organizado por el Servicio do Patri-monio Documental e Bibliográfico

da Deputación Provincial de Pontevedra, con la colabora-ción de la Asociación de Xenealoxía Heráldica e Nobilia-

ria de Galicia. Tras la inauguración por parte del presi-dente de la Diputación Provincial de Pontevedra y de D.Carlos Acuña Rubio, presidente de la Asociación de Ge-nealogía, Heráldica y Nobiliaria de Galicia, se han oídoallí, entre otras, las comunicaciones del Dr. D. Luis Valerode Bernabé y Martín de Eugenio, Marqués de Casa Real,director del Colegio Heráldico de España y de las Indias,El Marquesado de Casa Real: un título de Galicia en In-dias; D. Manuel Pardo de Vera Díaz, La Hidalguía en laSociedad Estamental y en la Actualidad; Dª María JesúsFortes Alén y D. José Luis Ageitos Míguez, A Heráldicano Museo de Pontevedra; Pezas e Documentos; la Mar-quesa de Aranda y Señora de la Casa de Rubianes, ElPazo de Rubianes, El Señorío de Casa de Rubianes enla actualidad; y D. Carlos Acuña Rubio, Casa de Caama-ño: Historia de una investigación. Este interesante en-cuentro fue clausurado por quienes lo abrieron tres díasantes (MF).

INAUGURADO ENWÜRZBURG ELCENTRO DE IN-VESTIGACIONESSOBRE LA ORDENTEUTÓNICA

El 3 de septiem-bre de 2014, el pro-fesor Udo Arnold,académico ordinario

de la Accademia Teutonica Enrico VI di Hohenstaufen, hapresidido la ceremonia de apertura del Centro de Investi-gaciones Históricas de la Orden Teutónica (Deutscher Or-den), en la Universidad de Würzburg, cerca del antiguoCuartel Leighton. La iniciativa de este instituto universita-rio de investigación histórica, que se ha puesto bajo la di-rección del profesor Helmut Flachenecker, presidente dela Sociedad Regional de Historia de Franconia, ha sidodel profesor Dieter Salch, senador honorario de la Uni-versidad de Wurzburgo y caballero honorario de la OrdenTeutónica. La inauguración del Centro la han realizadomonseñor Bruno Platter, Gran Maestre de la Orden Teu-tónica, y la Decana protestante de Würzburg, reverendaEdda Weise. Una iniciativa tan feliz como prometedora(MF).

V JORNADAS DE GENEALOGÍAEN ARONA

La Sociedad de Estudios Genea-lógicos y Heráldicos de Canarias(SEGEHECA) y el Ayuntamiento deArona (Tenerife), han celebrado es-te encuentro científico en dicha lo-calidad, en los días 23 al 25 de oc-tubre de 2014. Las ponenciaspresentadas han sido las de D. Mi-guel Ángel Fernández González,

Heráldica eclesiástica, ¿ciencia o arte?; Dª Mercedes Oli-vares de Ardiles, Ángelo González de Vargas: una huellacanaria en el Fin del Mundo; Dª Sonia Meza Morales, In-ternet y la revolución de la Genealogía; Dª Febe Fariña


NOVEDADES, CURSOS Y ENCUENTROS CIENTÍFICOS Y CULTURALES


Pestano y D. Daniel García Pulido, Una visión ilustradade Tenerife a fines del siglo XVIII: el padrón de habitan-tes promovido por la Real Sociedad Económica de Ami-gos del País de Tenerife en 1779; D. José Alberto Delga-do Domínguez: Un aronero en Costa Rica, D. Juan EloyGonzález Frías; y D. Sergio A. Oliva López, Citas testa-mentarias del siglo XVII en la comarca de Acentejo (MF).

CONFERENCIA DEL DUQUE DE TO-VAR EN EL COLEGIO HERÁLDICODE ESPAÑA Y DE LAS INDIAS

En la tarde del 19 de noviembrede 2014 ha tenido lugar el sólitoacto de apertura del curso académi-

co en el Colegio Heráldico de Espa-ña y de las Indias, que preside S.A.I. y

R. el Archiduque Andrés Salvador de Austria.Promunció la lección inaugura D. Alfonso de Figueroa yMelgar, Duque de Tovar y eximio prócer de la Genealo-gía hispana, quien disertó con su amenidad acostumbra-da sobre el interesante tema Genealogistas y heraldosque he conocido. Fue presentado por el Dr. D. Luis Vale-ro de Bernabé, Marqués de Casa Real, director de la en-tidad, en presencia de un numerosos público que llenabacompletamente el Aula Marqués de Ciadoncha (MF).

ORDINESEl día 2 de octubre de

2014, de la mano de D.Manuel Ángel Álvarez deRon y Sela, ha nacido el

blog Ordines. Publicación que gira en torno al mundode las Órdenes de Caballería, las Corporaciones nobi-liarias y las asociaciones caballerescas, como tambiénde los ideales y valores que en las mismas se profe-san y reverencian tradicionalmente. Como no podíaser de otra manera, le deseamos una larga vida y re-comendamos a los lectores de Caudernos de Ayala lalectura de los artículos y comunicados que en el mis-mo se publican, en la dirección http://ordines.blogs-pot.com.es/ (MF).

XIX REUNIÓN AMERICANA DE GE-NEALOGÍA

El Instituto Chileno de Investiga-ciones Genealógicas ha convoca-do este encuentro científico, queha de tener lugar en Santiago de

Chile en los días 5 al 10 de octubrede 2015, juntamente con el IX Congre-

so Iberoamericano de las Ciencias Genealo-gía y Heráldica (CICGH). Estos encuentros arrancaronen 1961 en San Juan de Cuyo (Argentina), y el último secelebró en Utah (Estados Unidos de América en 2013; aellos acuden investigadores y estudiosos de los orígenesde grupos familiares que proceden de Europa, principal-mente de España, Portugal y sus reinos americanos.Además, interesan aquellos grupos de origen autóctonoo africano, con los que se ha producido un mestizaje in-tegrador. Debido a la celebración del Bicentenario de la

Independencia de Chile 2010-2018 (en realidad, de laprimera independencia, ya que Chile volvió al dominiodel Rey entre 1814 y 1818), se pretende abordar eseasunto histórico, y además otros: descendencia españolade familias criollas emigradas a España con motivo de larevolución independentista americana; familias españo-las con ancestros indígenas americanos y africanos;grandes linajes y sus redes sociales en los ámbitos políti-co, social y económico del mundo hispanoamericano;cambios sociales en grupo de familias en América espa-ñola, resultado de procesos migratorios puntuales. Apor-tes de origen no español o lusitano que recibieron poralianzas; heráldica y genealogía de Próceres de la Inde-pendencia; Genética y Genealogía, mestizajes; fuentesdocumentales y bibliográficas para estudios genealógi-cos; y temas varios sobre Genealogía y Heráldica. Paramás información: http://www.genealogia.cl/reunionameri-cana.htm (MF).

I COLOQUIO INTERNACIONALSOBRE LA NOBLEZA

Convocado en memoria de donVicente de Cadenas y Vicent(1915-2005) por la Real Asocia-ción de Hidalgos de España, la In-ternational Commission for Ordersof Chivalry y Famiglie Storiche d’I-talia, tendrá lugar en Madrid entreel 21 y el 24 de octubre de 2015.

Los asuntos a desarrollar serán: La Heráldica y los heral-dos en los países monárquico y republicanos; la evolu-ción histórica y la interpretación del concepto de noblezaen la sociedad multimedia; nueva visión del asociacionis-mo nobiliario; validez científica y fiabilidad en las publica-ciones, almanaques, y elencos nobiliarios. Esta podríaser una buena iniciativa, aunque provenga de una aso-ciación de gentes en su mayor parte ajenas a la Noblezaespañola, siempre y cuando se abra a toda la comunidadacadémica y se logre evitar un sectarismo que ya ha si-do denunciado en ocasiones. Para más información:http://www.hidalgosdeespana.com (LCE).

LA ACADÉMIE INTERNATIONALED’HÉRALDIQUE EN ITALIA

La Académie Internationale d’Héral-dique ha elegido al doctor FabioCassani, Conde de Giraldeli, comosu nuevo vicepresidente, y además

le ha nombrado delegado en Italia,con el fin de impulsar los estidios he-

ráldicos en aquella república. El doctorCassani, es doctor en Ciencias Políticas por la Universi-dad Federico II de Nápoles, Magister en Economía por laUniversidad de la Sapienza de Roma, diplomático en ex-cedencia y profesor de la Escuela Superior de la Admi-nistración (Ministerio del Interior); pertenece a la Acade-mia Melitense y ha merecido los premios Foyer desArtistes, Domenico Aliquò, y Rocca d'Oro. Desde Cua-dernos de Ayala le deseamos los mayores triunfos en tanloable empeño (MF).

NOVEDADES, CURSOS Y ENCUENTROS CIENTÍFICOS Y CULTURALES


Para conmemorar como corres-ponde el bicentenario de la Real y MilitarOrden de San Hermenegildo, que esuna de las dos únicas Órdenes españo-las cuya existencia se ha mantenido sincambios ni aboliciones desde su funda-ción el 28 de noviembre de 1814 (la otraes la también Real y Militar de San Fer-nando, establecida por la Regencia y lasCortes de Cádiz en agosto de 1811),quiero dedicar estas líneas a ofrecer allector alguna novedad histórica atinentea ella y a su larga historia institucional ypremial.

El empeño no es fácil, ya quedespués de la publicación de mi estudioLa Real y Militar Orden de San Herme-negildo (Madrid, 2007), que no puedonegar que es hasta hoy dia la mejor ymás completa obra sobre nuestra tanprestigosa y respetada Orden Militar -yuno de los mejores textos que han salidode mi pluma-, no resulta fácil hallar ennuestros archivos ninguna noticia nove-dosa, es decir no contenida en ese libro.

Afortunadamente, lo he logrado, apenas sinquererlo ni buscarlo, de manera fortuita pero -como ve-remos- feliz, precisamente en este año del bicentenarioy durante mis frecuentes expediciones al mar sin fondodel gran archivo militar segoviano.

Efectivamente, en el Archivo General Militar deSegovia, 2ª sección, 12ª división (Recompensas), lega-jo 127, se conserva impresa la real orden de 11 de ene-ro de 1816, dictada por el teniente general don Francis-co Bernaldo de Quirós, Marqués de Campo Sagrado,entonces ministro de la Guerra, que informa de haberdecidido el Rey, a propuesta de varios generales gran-des cruces de la Real y Militar Orden de San Fernando,la suspensión temporal del artículo 36 de su Reglamen-to (por el que se permitía que los militares condecora-dos con cuatro cruces de distinción por haber asistido abatallas y acciones de guerra, pudieran permutarlas poruna de 3ª o de 1ª clases, es decir no laureadas), y seseñalaban los requisitos y trámites para obtener las di-chas cruces sencillas de 3ª o de 1ª clases.

Pero lo que de esa repetida real orden nos inte-resa es su párrafo final, que literalmente dice así:

Asimismo se ha servido S.M. aprobarel diseño de la placa y banda de laGran Cruz de S. Hermenegildo que hapropuesto el referido Consejo Supre-mo de la Guerra, quedando divididoslos colores de la cinta en tres partesiguales, la del medio carmesí, y blan-cas las de los extremos; la placa con-servará de oro los brazos de la Cruzcomo en el reglamento se expresa,terminando sus extremos en un án-gulo entrante, la efigie del Santo a ca-ballo, y entre los brazos de la Cruz,rayos de plata.Por este interesante documento cono-

cemos, pues, cuándo (el 11 de enero de1816) y de qué manera (por el Rey, apropuesta del Supremo Consejo de laGuerra), fueron establecidos los mode-los de las placas, y los colores de lascintas.Notemos que el modelo escogido para

la cruz de las placas, que es una cruzmaltesa de oro sobre un ráfagado deplata, difiere netamente del modelo

adoptado para la cruz sencilla, que es blanca y recorta-da, sin ángulos, lo que en heráldica llamaríamos cruzpatada. Y va esmaltada, no es simplemente metálica.Este modelo de cruz es el que se mantuvo para los ca-balleros, y también para la venera de la banda de lagran cruz.

Queda aún pendiente la averiguación de losmotivos que movieron al Rey y al Consejo de Guerra aescoger como colores de la nueva Real y Militar Ordende San Hermenegildo, el carmesí y el blanco. Recorde-mos que ya se mencionan en la consulta elevada alRey por el Consejo de la Guerra el 18 de octubre de1814, aprobada por el monarca el 28 de noviembre si-guiente. Yo sospecho que la elección tenga que vercon los colores de las banderas militares que entoncesse usaban por todos los cuerpos de las Reales Ejérci-tos: blancas, con la cruz de Borgoña carmesí.

En todo caso, el hallazgo de este interesantedocumento ha sido, como antes decía, tan oportuno co-mo feliz, porque viene a enrquecer nuestros conoci-mientos sobre la historia institucional de uno de nues-tros dos principales premios militares.

DE RE PREMIAL

BICENTENARIO DE LA REAL Y MILITAR ORDEN DE SANHERMENEGILDO: NOTICIA DE LA CREACIÓN DE SUS

INSIGNIAS Y COLORES

por el Dr. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Marqués de la Floresta

Nicolás II era coronel honorario desde1908-, para que por velasen el cadáver ydiesen guardia de honor a la enlutadaEmbajada. Y es que era habitual en lacorte española que cuando en ella falle-cía un embajador residente, el entierro yfunerales tuviesen carácter de duelo ofi-cial, hasta el punto de que la Gaceta deMadrid publicó el 9 de marzo un real de-creto disponiendo que al cadáver se lerindiesen los honores fúnebres que la Or-denanza señala para el capitán generaldel Ejército que muere en Plaza conmando en Jefe.Y así, a primera hora de la tarde del vier-

nes 10 de marzo, a pesar de la intensalluvia que cayó en Madrid, los restos delembajador Barón de Budberg fueron lle-vados a enterrar con tales honores, esdecir con una comitiva militar formada porun piquete de la Guardia Civil, cuatro pie-zas del 5º regimiento Montado de Artille-ría, un batallón del Regimiento Inmemo-rial, el armón de artillería con el féretro(cuyas ocho cintas llevaron los presiden-tes del Senado y del Congreso, el jefe su-perior de Palacio, el subsecretario de Es-

tado, el capitán general del Ejército más antiguo yel único de la Armada, y el embajador y el ministroplenipotenciario más antiguos), un zaguanete deReales Guardias Alabarderos, una sección del Es-cuadrón de la Escolta Real, el capitán general deMadrid, y cerrando una sección del Lanceros deFarnesio. Las demás tropas de la guarnición cu-brieron toda la carrera, con uniforme de gala. Presi-dió el duelo S.A.R. el Infante Don Carlos de Bor-bón, en representación del Rey, con el encargadode negocios ruso, el primer secretario señor Geor-

ges Solovieff(1) y el cónsul general ruso en Barcelonapríncipe Gagarin, a quienes seguían el presidente delConsejo de Ministros y los ministros de Guerra y de Ha-cienda, los jefes superiores de Palacio, y los embajado-res de Francia, Inglaterra y Estados Unidos, con otrosmuchos representantes diplomáticos, la Diputación Pro-vincial y el Ayuntamiento de Madrid, la colonia rusa y va-rias comisiones del Ejército, Armada, Tribunal de las Ór-denes, las cuatro Órdenes Militares, Tribunal deCuentas, Consejo Supremo de Guerra y Marina, TribunalSupremo, Consejo de Estado, Ministerio de Estado, Se-

A pesar de que las relaciones di-plomáticas hispano-rusas datan de me-diados del siglo XVII, y de que pasaron alo largo de los siglos por momentos denotable intensidad -por ejemplo, cuandoel Zar Pedro el Grande envió a varios jó-venes nobles a estudiar en Cádiz, en laReal Compañía de Guardias Marinas, allápor el 1719-, la concesión de cruces delas Órdenes Imperiales rusas a ciudada-nos españoles solo fue habitual a partirde la alianza hispano-rusa de 1812 contraNapoleón, generalizándose más a partirde la posguerra, y a lo largo del siglo XIX.Los ciudadanos españoles que recibieroncondecoraciones rusas fueron numerososen ese periodo histórico, hasta que la re-volución comunista de 1917 dio al trastecon la monarquía zarista. Las relacionesdiplomáticas hispano-rusas solamentevolvieron sostenerse durante el breve pe-riodo de 1933-1939 (sobre todo desde1936, al estallar la guerra civil española),y ya continuamente a partir del restableci-miento pleno en 1977.

A media mañana del martes 7 demarzo de 1916 fallecía en Madrid, a cau-sa de una pulmonía que lo acabó en cinco días, elque desde 1909 era embajador extraordinario y ple-nipotenciario de Su Majestad Imperial el Zar Nico-lás II, Emperador y Autócrata de todas las Rusias,excelentísimo señor Fyodor Andréyevich Budberg(o Fedor Pavel Andrei Andreyevich von Budberg,llamado en España el Barón Teodoro de Budberg).Descendiente de la ilustre y antigua familia de losBudberg de Boeninghausen (Westfalia), radicadosen la Curlandia rusa desde la Edad Media, el diplo-mático, nacido en 1851, había sido antes consejeroimperial y embajador en Estocolmo. Era soltero y no te-nía parientes cercanos en España.

Inmediatamente de anunciarse el fallecimiento,acudieron a la sede diplomática un representante delRey Don Alfonso XIII, el presidente del Consejo de Minis-tros Conde de Romanones, y el Cuerpo Diplomáticoacreditado en Madrid, en pleno. Además, el ministro dela Guerra envió inmediatamente al palacio de la Embaja-da de Rusia, un destacamento de oficiales y soldadosdel Regimiento de Lanceros de Farnesio -del que el Zar


DE RE PREMIAL

LAS Ú LT I MAS CONDECORAC I ONES I M PER I A L ESRUSAS O TORGADAS POR E L Z AR N I CO LÁS I I A

SÚBD I TOS E S PAÑOLESpor el Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Vizconde de Ayala,

quien lo dedica a su buen amigo el Embajador Yuri P. Korchagin

Su Majestad Imperial el ZarNicolás II, Emperador y

Autócrata de todas las Rusias,con el collar del Toisón de Oro

y el uniforme de coronelhonorario del Regimiento de

Lanceros de FarnesioDebajo, retrato del Barón deBudberg con uniforme de

ceremonia

capitán de Húsares de la Princesa; D. Genaro Ribot Pou,capitán de Lanceros de Farnesio; D. José López García,capitán del 5º Montado de Artillería; y D. Antonio Fernán-dez Albalat, capitán del 2º de Zapadores Minadores.

Con la encomienda de la Orden Imperial de SanEstanislao, D. Francisco Mª de Borbón, comandante delInmemorial; D. Antonio Santa Cruz Lamayor, teniente co-ronel de Húsares de la Princesa; y D. Javier de Mencosy Ezpeleta, comandante de Lanceros de Farnesio.

Con la cruz de caballero de la Orden Imperial deSan Estanislao, D. Miguel Fernández de la Puente y D.Manuel Barrera González, tenientes del Inmemorial; D.Jaime de Alós Rivero, teniente de Húsares de la Prince-sa; D. José Marchesi Butler y D. Joaquín Asenjo Espino-sa, tenientes de Lanceros de Farnesio; D. Jaime Altarribay Porcel, Barón de Sangarrén, y D. Jaime Ferrer Asín, te-nientes del 5º Montado de Artillería; y D. Antonio BustosAnsart, teniente del 2º de Zapadores Minadores.

Con la medalla al cuello, D. Belisario Calles Pa-chón, sargento de Lanceros de Farnesio; y D. AdolfoOlaya, sargento del 5º Montado de Artillería (que fue elque condujo el armón con el féretro).

nado y Congreso, etcétera. Desde el palacio de la Emba-jada, sita en el paseo de la Castellana 34, descendió lacomitiva fúnebre por el paseo de Recoletos hasta llegarpor el Prado a la plaza de Moyano, donde se le rindieronal cadáver los últimos honores. Despedido ya el dueloante el Real Jardín Botánico, tras los disparos de las sal-vas y el desfile de las tropas, el féretro sobre el armón yla escolta militar continuaron hasta el Cementerio Británi-co, donde se dio cristiana sepultura a los restos del em-bajador Barón de Budberg(2).

Agradecido el Zar por esas muestras de respetoy cortesía a su difunto embajador -muestras en realidadhechas al Imperio ruso, al que el embajador representa-ba en España-, tuvo a bien dignarse a conceder variascondecoraciones imperiales -19 cruces y 34 medallas- avarios jefes, oficiales y clases de tropa del Regimientosde Infantería del Rey nº 1, el Inmemorial; de los Regi-mientos de Lanceros de Farnesio, 5º de Caballería -delque el Zar era coronel honorario desde 1908-, y de Hú-sares de la Princesa, 19º de Caballería; del 5º Regimien-to Montado de Artillería, y del 2º Regimiento de Zapado-res Minadores. Esos fueron los Cuerpos armados querindieron esos honores, tanto en la Embajada haciendoguardia al cadáver (los Lanceros de Farnesio), como ha-ciendo las salvas, cubriendo la carrera y acompañándolohasta el cementerio (los demás).

Los 53 agraciados por esta muestra del aprecioimperial fueron los jefes, oficiales sargentos, cabos y sol-dados que siguen:

Con la encomienda de la Orden Imperial de San-ta Ana, D. José Roselló Aloy, teniente coronel del Inme-morial; y D. Miguel Feijoo Pardiñas, coronel de Húsaresde la Princesa.

Con la cruz de caballero de la Orden Imperial deSanta Ana, D. José Escribano Aguado, capitán del Regi-miento Inmemorial del Rey; D. Antonio Sarraiz Valcarce,


- Con la medalla al pecho, D. Francisco Lucas Hernán-dez, D. Camilo Cuadrado Domínguez, D. Ignacio ToralGarcía y D. Ramón Prieto Santiago, cabos de Lancerosde Farnesio; D. Sergio Herrero Inés y D.Arsenio Santos Sáez, trompetas del mismoRegimiento; D. Eugenio Llanos Castañón,herrador del mismo Regimiento; D. AvelinoOsorio Fernández, D. Joaquín FernándezRodríguez, D. Florentino Manzano Matilla,D. Sabino García Gago, D. Luis GordónRamírez, D. Pantaleón González Magro,D. Santos Rodríguez Macías, D. BartoloméBermejo Gómez, D. Adolfo García García,D. Francisco Fernández González, D. FélixRodríguez Asensio, D. Alejandro RascónMarcos, D. Sixto Ortega Monge, D. Nica-sio Álvarez Menéndez, D. Simón CampaFernández, D. Victorio Palmero Gutiérrez,D. Justo García Sanz, D. José FernándezFernández, D. Rufino Cano Redondo, D.Mariano Arranz Barbolla, D. Paulino Gó-mez Juárez y D. Esteban Pérez Salvador,soldados de Lanceros de Farnesio; y D.Antonio Rodríguez, D. Eduardo Martínez yD. Emilio Gómez, soldados del 5º Montadode Artillería (estos últimos fueron los queacompañaron el armón con el féretro).

Recibidos los diplomas en Madrid, y enviados el28 de octubre de 1916 al Ministerio de la Guerra, por es-te organismo se autorizó a los agraciados a lucir las res-pectivas insignias sobre su uniforme militar, con fechadel 4 de noviembre del mismo año, y se les remitieronsus diplomas(3).

Si bien las cruces de las Órdenes Imperiales deSan Estanislao y de Santa Ana no platean ningún proble-ma de identificación, cosa distinta son las que en la do-cumentación consultada se denominan simplemente me-dalla al cuello o medalla al pecho. Para aclarar cuálesserían esas medallas al cuello y medallas al pecho, dire-mos que el artículo 676 del Código del Imperio Ruso, es-tablece las medallas Za userdie o Al celo, de oro y plata,con la efigie del Zar reinante en el anverso y el nombrede la medalla en el reverso, que se otorgaban por el lar-go servicio continuado, en doce clases. Esas claseseran, de menor a mayor, las siguientes: medalla de plataal pecho con cinta de la Orden de San Estanislao; meda-lla de plata al pecho con cinta de la Orden de Santa Ana;medalla de oro al pecho con cinta de San Estanislao;medalla de oro al pecho con cinta de Santa Ana; medalla

de plata al cuello con cinta de San Estanislao; medallade plata al cuello con cinta de Santa Ana; medalla de pla-ta al cuello con cinta de la Orden de San Vladimiro; me-

dalla de plata al cuello con cinta de la Or-den de San Alejandro Nevski; medalla deoro al cuello con cinta de San Estanislao;medalla de oro al cuello con cinta de SantaAna; medalla de oro al cuello con cinta deSan Vladimiro; medalla de oro al cuello concinta de San Alejandro Nevski; y por fin lararísima medalla de oro al cuello con cintade la suprema Orden de San Andrés(4).

Con estos antecedentes, todo parece in-dicar que a los soldados españoles se lesconcedería en 1916 el honor de lucir meda-llas Za userdie o Al celo, al pecho o al cue-llo según sus graduaciones, seguramentetodas de plata y todas con la cinta de la Or-den Imperial de San Estanislao. Tal y comoconstan representadas más arriba.

Posiblemente a estas gracias imperialesotorgadas a militares españoles, acompa-ñarían otras similares conferidas a perso-nas de la corte alfonsinas y del Cuerpo Di-plomático, que hubiesen contribuido a losdichos funerales y honores póstumos al

embajador ruso; pero si se dieron, de momento no lasconocemos.

Creo que las que se han enumerado habrían si-do, pues, las últimas condecoraciones imperiales rusasconcedidas a ciudadanos españoles. Porque cuatro me-ses después, en febrero de 1917, la revolución rusa diocomienzo, y ante la presión del Gobierno Provisional deKerensky, el Zar Nicolás II abdicó la corona imperial el 2de marzo. Lo que vino después ya es de la Historia -tris-te y terrible Historia-.

N O T A S1) También formaban parte de la legación el segundo secretarioBarón Conrad de Meyendorff, el agregado militar capitán Sou-ratoff, y el agregado naval señor Wladimir Dimitriew.2) Los detalles del fallecimiento, velatorio y entierro del embaja-dor, en la Gaceta de Madrid del 9 de marzo, página 554; y en eldiario ABC, de los días 8 y 11 de marzo.3) Todo lo que antecede consta documentado en el AGM Sego-via, 2ª sección, 12ª división, legajo 142.4) Agradezco a mi buen amigo el conde Stanislaw Dumin, hoyel primer heraldista y genealogista de Rusia, su inapreciableayuda para llegar a saber estas curiosidades del complejo sis-tema premial ruso de aquella época.


Uno de los condecoradospor el Zar: don Francisco deBorbón, comandante deInfantería, futuro IV Duquede Sevilla y teniente general

del Ejército

Bien sabido es que la Aeronáutica Militar espa-ñola nació en una época muy temprana -las fechas sonlas del 2 de abril de 1911 y el 28 defebrero de 1913-, en el contexto de lanaciente aviación mundial(1). Muy po-cos años después, en 15 de septiem-bre 1917, nacería la Aeronáutica Na-val, en una de cuyas bases prin-cipales, la de San Javier (Murcia), ra-dica hoy la Academia General del Ai-re(2). De los largos y meritorios servi-cios de sus pilotos y tripulaciones enlas campañas de África, en las trave-sías oceánicas e intercontinentales, yen la última guerra civil, no es del ca-so tratar aquí; pero recordemos, por-que es de justicia, los nombres de susrespectivos impulsores: don Pedro Vives Vich (1858-1938), entonces coronel de Ingenieros, y el entonces ca-pitán de corbeta don Pedro Cardona Prieto (1872-1936).

Ya en 7 de octubre de 1939, ambas se reuniríanen el Ejército del Aire, cuyos primeros 75 años estamoscelebrando en este mismo mes. Y para contribuir al me-jor conocimiento de nuestras instituciones y organismosaeronáuticos, glosaremos con algún detenimiento los sis-temas premiales que han distinguido esos méritos y ser-vicios, desde sus orígenes en 1926, hasta nuestros días.Tales sistemas premiales se pueden dividir cronológica-mente en tres periodos: los que transcurren entre 1911 y1931; entre 1931 y 1945; y desde 1945 hasta hoy -note-mos en estos años ha habido también momentos distin-tos-.LOS AÑOS FUNDACIONALES: 1911-1931

En el periodo entre 1911 y 1945, tanto la Aero-náutica Militar como la Aeronáutica Naval, como a partirde 1940 el ejército del Aire, se rigen en materia premialpor las respectivas instituciones del Ejército y de la Ar-mada, sin que hasta 1926 existan premios especialespara los méritos y servicios aeronáuticos. Los pilotos, tri-pulantes y mecánicos reciben, pues, los premios milita-res y navales que ya existían, que por el orden de su je-rarquía eran las cruces de la Real y Militar Orden de SanFernando (1811) al valor en campaña; de la Real y MilitarOrden de San Hermenegildo (1814), a la constancia mili-tar; de las Reales Órdenes Militar y Naval de María Cris-tina (1890 y 1891), al valor en campaña; y de las Órde-nes del Mérito Militar (1864) y del Mérito Naval (1866),en sus colores distintivos (blanco, rojo y bicolor). Además

de las medallas conmemorativas de las campañas, yotras condecoraciones menores. Todas ellas quedarían

reguladas por la Ley de 29 de junio de1918, que además vino a establecerunos nuevos premios al valor militarde neto origen francés: la Medalla Mi-litar y la Medalla Naval, sustitutoriasde las cruces sencillas o de 1ª clasede la Orden de San Fernando. Estesistema duraría muchos años: prácti-camente hasta 1970.

Pero volvamos a 1918, unaño clave en nuestra historia premial.Tengo dicho en otra ocasión, al tratarde la Orden de San Fernando, que laLey de Organización del Ejército, de29 de junio de 1918, suprimió las re-

compensas a las acciones distinguidas en la Orden deSan Fernando, y conservó tan solo la cruz laureada y lagran cruz, para premiar respectivamente los actos de he-roísmo, y a los generales en jefe. A su vez, creó la Meda-lla Militar, que venía a sustituir a las cruces de San Fer-nando de 1ª y de 3ª clase como premios a las acciones yservicios distinguidos. Todo esto fue, en nuestra opinión,insistimos en ello, un craso error, al seguirse -sin ningunanecesidad- modelos premiales franceses, completamen-te ajenos a nuestro sistema premial militar.

Esta nueva Medalla Militar, que aparece precisa-mente en el sistema premial español cuando Francia es-tá ya a punto de alcanzar su gran victoria contra el Impe-rio Alemán, tiene un neto origen francés, y un ante-cedente claro en la Medaille Militaire creada por Luis Na-poleón Bonaparte, Presidente de la II República France-sa -meses después ya Emperador Napoleón III- en ene-ro de 1852. Y también las británicas Army Gold Medal yNaval Gold Medal, establecidas durante las guerras na-poleónicas (1793-1815); la célebre Victoria Cross de1856; la Distinguished Service Order, que data de 1886;o las más modernas Military Cross de 1914 y Military Me-dal de 1916, tenían semejante orientación premial.

Esta clase de distinciones generales al valor mili-tar tenía también arraigo desde antiguo en Portugal, don-de se restableció en 1808 la Ordem da Torre e Espada,do Valor, Lealdade e Mérito, que es desde entonces lagran condecoración lusitana al valor en campaña, sobretodo a partir de las luchas civiles de los años de 1820-1834. Casi coetáneamente se estableció en Prusia en1813 la Cruz de Hierro (Eisernes kreuz) como premio mi-


DE RE CORTESANA

El emblema del Ejército del Aire, colo-quialmente llamado rokiski, fue diseña-do hacia 1913 por la Infanta Doña Bea-triz, esposa del Infante Don Alfonso de

Orleáns

NOTAS PARA LA HISTORIA DEL SISTEMA PREMIAL DE LAAVIACIÓN MILITAR ESPAÑOLA

(EN EL 75º ANIVERSARIO DEL EJÉRCITO DEL AIRE)dedicado al Comandante D. Alfonso Texidor Nachón

por el Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Marqués de la Floresta

litar. También en Italia se consagró como premio al valory al mérito en campaña la Ordine Militare d’Italia, hasta1947 llamada Ordine Militare di Savoia, creada en 1815por Víctor Manuel I, Rey de Cer-deña; aparte de las prestigiosísi-mas Medaglia d’Oro al Valore Mi-litare, Medaglia d’Argento alValore Militare y Medaglia diBronzo al Valore Militare, que sonpremios al valor militar un pocomás antiguas, puesto que se da-tan en 1793.

La Medalla Militar espa-ñola fue así, desde 1918, y des-pués de la cruz laureada de SanFernando, la recompensa ejem-plar e inmediata -podía conceder-la el general en jefe sobre el mis-mo campo de batalla- a hechosde valor y servicios muy notoriosy distinguidos realizados frente alenemigo. No fue, al principio, unarecompensa pensionada.

El primer diseño de laMedalla Militar individual se apro-bó mediante la real orden de 7 dediciembre de 1920: una medallametálica de hierro oxidado, sinesmaltes, casi circular, en cuyoanverso, que no ha sufrido cam-bios desde su institución, semuestra a una matrona que re-presenta a España, que en unamano sostiene una corona delaurel, y con la otra sostiene unescudo ornado de una cabeza deleón, mientras que al fondo el solse alza sobre las olas del mar; está enmarcada en unaorla de plata brillante, laureada, y esta a su vez en otrade roble y laurel con un león y un castillo, y por bajo el le-ma Al mérito en campaña. En el reverso, el escudo na-cional de España -que ha ido cambiando con los regíme-nes políticos- con una palma y una espada. La cinta escasi la misma que hasta aquel momento tuvieron las Re-ales Órdenes Militar y Naval de María Cristina(3), es decirblanca con una lista central de los colores nacionales, ylos cantos amarillos; por cierto que su longitud suele ser,habitualmente, mayor que en las restantes condecora-ciones.

El consiguiente Reglamento de RecompensasMilitares en tiempo de guerra, promulgado por real de-creto de 19 de octubre de 1921, escalafonó de la maneraque sigue las recompensas militares en tiempo de gue-rra:- Cruz del Mérito Militar o Naval con distintivo rojo.- Medalla Militar (y Medalla Naval y Medalla Aérea).- Cruz laureada de la Orden de San Fernando.

Los distintivos de la Medalla Militar colectiva fue-ron aprobados por las reales órdenes de 12 de agosto de

1921 y de 27 de marzo de 1924. El distintivo individualconsiste en un bordado formado por una corona de lau-rel, de su color, con leones y castillo de oro, y en la parte

inferior el lema Al mérito en cam-paña; en el centro, normalmenterojo, se borda un motivo alusivoal hecho de armas causante delpremio, o a la unidad militar pre-miada. Este distintivo se lucebordado sobre la manga izquier-da -antebrazo- del uniforme co-rrespondiente.El distintivo orgánico de las uni-

dades que gozan de bandera oestandarte, consiste en una cor-bata de los colores de la cinta,sobre cuyos extremos o cabosse bordan el anverso y reversode la Medalla Militar; a veces seha colgado de esta cinta la pro-pia insignia (medalla) metálica.Para las unidades que no tienenbandera o estandarte propios, eldistintivo consiste en un banderíncuadrado, de medio metro de la-do, unido a una lanza; que mues-tra los mismos colores que la cin-ta, en la misma disposición-aunque en los primeros tiemposse dispusieron horizontalmente-,y al centro el de la misma Meda-lla Militar, con el nombre de launidad premiada.Muy poco después, la real orden

de 1º de julio de 1918 creaba laMedalla Naval; su reglamento sepublicó el 14 de octubre de 1921.

La insignia era muy semejante a la de la Medalla Militar:en el anverso se introdujo un ancla en lugar de un casti-llo, y en el reverso las Armas nacionales se presentaronreducidas a los cuarteles de Castilla y León -como seña-ló Carlos III para los pabellones navales-, timbrados de lacorona real y acolados de dos anclas puestas en aspa;la cinta, blanca con la lista central de la Bandera Nacio-nal, lucía los cantos azules.

Mayor variación hubo respecto del distintivo dela Medalla Naval colectiva: el individual consistía en unacinta de 30 mm de anchura, cosida en forma de ángulosobre el brazo izquierdo, y en el seno el nombre del bu-que y la fecha de la acción. El orgánico consistía en dosplacas, una con el anverso y la otra con el reverso de lainsignia, para colocarlas en las cámaras de oficiales y declases. En la cámara del comandante del buque se col-garía, además, un cuadro con la propia Medalla Naval,con la relación de las operaciones premiadas, y la rela-ción nominal de la tripulación que la ganó. Además, sereguló también un banderín semejante al de la MedallaMilitar, ya descrito antes.

En este contexto nació la Medalla Aérea, comodiré luego luego.


Medalla Aérea creada en 1926:primer modelo, vigente hasta 1929

Debajo, ejemplar conservado en el Museo Navalinventario nº 2...

En 1944 (ley de 26 de mayo) se extendieron alos poseedores los beneficios otorgados a los caballerosde la Real y Militar Orden de San Fernando, entre ellosel ascenso honorífico al pasar a la reserva o ser retiradosdel servicio. Este beneficio se confirmó por la ley 2/1961,

de 19 de abril; y se amplió por las leyesde 2 de marzo de 1963, 16 de diciembrede 1964 (incremento del 22% sobre el se-ñalado para sus haberes pasivos) y 26 deabril de 1969.

La primitiva insignia individual (oprimer modelo) era muy semejante a lasde la Medalla Militar y la Medalla Navalde 1918: de hierro oxidado o pavonado,pero un veinte por ciento más reducida,ya que estaba timbrada del emblema co-ronado de la Aeronáutica Militar, que de-bía ser dorado; el reverso era igual a laMedalla Militar. En su centro debía gra-barse la fecha de la concesión. La cintaera igual -blanca con la Bandera Nacionalal centro-, pero los cantos parece ser queeran de color azul marino; no obstante, lalámina publicada en 1926 muestra loscantos de color amarillo, como los de la

Medalla Militar.De este primer modelo

se conserva en el Museo Navalun excelente ejemplar, que debede ser el que lució el malogradoteniente de navío Durán(6). Note-mos que en este el emblema dela Aeronáutica Militar está con-feccionado en plata, y no en oro;y que los cantos de la cinta sonde color azul marino, como los dela Medalla Naval.

Para las concesiones co-lectivas, el reglamento de 1926preveía pintar en los aparatos oglobos premiados el emblema dela medalla, dentro de la escara-pela con los colores nacionalesque los identificaba. Y para laspersonas agraciadas, en la man-

ga del uniforme, un distintivo igual al de la Medalla Military Naval; pero con la adición de las alas del emblema deAviación en su parte superior.

El primer modelo apenas estuvo vigente durantedos años, pues el real decreto de 24 de enero de 1928,al modificar los artículos 2º, 3 y 9º del primer reglamento,estableció una nueva insignia, que no llegó a definirsehasta que se hizo por real orden de 4 de octubre de1929: en el anverso, un águila volando bajo un cielo so-leado, atravesando un anillo dorado en que, con letrasazules, se lee el lema Premio al Mérito Aéreo, y con nú-mero dorados la fecha de la concesión; en el reverso, elEscudo Nacional rodeado del collar del Toisón de Oro yel lema Reinando Alfonso XIII. También cambió la cinta,

LA MEDALLA AÉREA (1926)El auge de la Aviación tras la Primera Guerra

Mundial, y su destacado papel en las campañas de Áfri-ca y en las travesías intercontinentales, movieron a losgobiernos europeos a crear premios especiales para pi-lotos y tripulaciones. Y así lo hizo tam-bién el Gobierno español presidido por elgeneral don Miguel Primo de Rivera, po-niendo a la firma del Rey Don Alfonso XIIIel real decreto de 9 de abril de 1926, porel que se creaba la Medalla Aérea.

Recordemos otra vez que la cita-da Ley de 29 de junio de 1918 había es-tablecido la Medalla Militar y la MedallaNaval para los generales, jefes, oficiales,asimilados, clases y tropa del Ejército ode la Marina, que realizasen actos distin-guidos frente al enemigo(4). Y como el in-cremento de las operaciones aéreas, uni-do al hecho de que en virtud de la Ley de27 de noviembre de 1912, se considera-ban “servicios de campaña”, se hizo sen-tir la conveniencia de crear un premio se-mejante y específico para esos serviciosaeronáuticos.

Eso se hizo mediante elreal decreto de 9 de abril de1926, que creaba la Medalla Aé-rea individual en categoría única,para distinguir a todos los indivi-duos del Ejército y de la Armada,de cualquier graduación, queprestasen sus servicios en la Ae-ronáutica Militar o en la Aeronáu-tica Naval, y como recompensaejemplar e inmediata de los he-chos y servicios muy notorios,arriesgados y distinguidos, reali-zados precisamente en el aire.También podría concederse talMedalla Aérea de manera colec-tiva, como ocurría con sus con-géneres militar y naval. El regla-mento correspondiente fue apro-bado el 14 de abril de aquel mis-mo año, y en el mismo se regulaban las condiciones deobtención, limitadas al personal militar de cualquier gra-duación que acredite, en tiempo de paz o de guerra, tri-pulando precisamente aparatos de aviación o aerosta-ción, valor, abnegación, virtudes militares y aptitudesprofesionales sobresalientes en una hazaña, en una ope-ración de guerra o en una fructífera acción de conjunto.Además, su concesión podía ser colectiva, es decir a losaparatos, globos y dirigibles, escuadrillas, grupos y es-cuadras aéreas. También regulaba dicha norma las in-signias, y las normas de tramitación e imposición(5).

Inicialmente honorífica, solo fue convertida enpensionada por orden de 10 de febrero de 1943, seña-lándosele una pensión del 20% del sueldo del agraciado.


Medalla Aérea : segundo modelo, vigentedesde 1929 a 1931

Debajo, el modelo republicano de 1931,vigente hasta 1936

Las concesiones de la Medalla Aérea individualfueron muy pocas: 33 en total, desde 1926 a 1970. De

ellas, 8 las concedió Don Alfonso XIII, 4el Gobierno republicano, y el resto elGobierno franquista. Las cuatro prime-ras de ellas se otorgaron en 1926 a lostripulantes del vuelo atlántico del PlusUltra (don Ramón Franco, don Julio Ruizde Alda, don Juan María Durán y donPablo Rada); y la última se dio al tenien-te coronel don Federico Garret Rueda,en 1970. No hay que decir que entre losrestantes condecorados se hallan losgrandes nombres de la Aviación españo-la, cual Núñez Rodríguez(7), Méndez Pa-rada, Barberán, Collar, Ansaldo, Pombo,Rein Loring, González-Gallarza, Kinde-lán, Salas Larrazábal, Orleáns, y otros-.De todos ellos, cuatro pertenecían a laArmada; otros cinco eran pilotos civiles,tres comerciales y dos campeones de

vuelo sin motor.Notemos también, porque avalora la dificultad

que supuso merecer esta Medalla Aérea, que siete delas concesiones lo fueron a título póstumo, a otros tantoshéroes que habían perdido la vida en acto de servicio:Méndez Parada, Barberán, Collar, Zorita (primer pilotoespañol que cruzó la barrera del sonido), Fernández-Pe-ña, Romero y Garret. También en acto de servicio pere-cieron Durán y Ruiz de Alda.

No conozco ninguna concesión de la MedallaAérea a título colectivo.

La Medalla Aérea creada en 1926 como premioal valor distinguido en combate o en vuelo, y modificadaen varias ocasiones con posterioridad, perduró hasta suabolición en el verano de 1970, a consecuencia de lapromulgación de la ley 15/1970, de 4 de agosto, de Re-compensas Militares.LA MEDALLA DE LA GUERRA AÉREA (1939)

El borrador del Reglamento de Recompensasdel Ejército del Aire preparado el 27 de noviembre de1939, al que luego me referiré más por menor, incluíauna condecoración denominada Medalla de la GuerraAérea, que en la escala premial se situaba entre la Me-dalla de la Campaña de 1936-1939, y la Cruz del MéritoAéreo con distintivo rojo.

Este premio no llegó a crearse nunca, pero en elborrador se dice que existió un modelo de la insignia -que no he podido localizar-, y que la cinta sería de colorblanco con aspa negra (distintivo de los aviones naciona-les en la pasada guerra).

Para tener derecho a esta medalla, era precisohaber efectuado cien servicios de guerra, como mínimo.El número de servicios de guerra se señalaban con pa-sadores en la cinta de la medalla: para Bombardeo seráun pasador rojo por 50 servicios, y uno dorado por 100;para Caza, además será un pájaro rojo por cada aviónderribado, y un pájaro dorado por cada cinco aviones de-rribados.

que pasó a ser de color azul celeste, con una lista cen-tral de los colores nacionales.

Este modelo estuvo en vigorhasta después de que la república fueseproclamada mediante un golpe de esta-do incruento el 14 de abril de 1931. ElGobierno provisional modificó medianteórdenes circulares de 19 de noviembre(Ejército) y de 9 de junio y 31 de julio(Armada), las insignias de las tres Meda-llas Militar Naval y Aérea, suprimiendolos símbolos monárquicos -flores de lis,coronas reales- que fueron sustituidospor los republicanos -coronas murales,bandera tricolor-. Los cambios en la Me-dalla Aérea (epígrafe 1,F), fueron estos:en el anverso se sustituyó la corona realpor la mural, y en el reverso el óvalo delas lises y la leyenda Reinando AlfonsoXIII, cambiada por la de Aeronáutica Es-pañola. Además, la cinta pasó a ser azulcon los cantos blancos, según orden circular de 3 de ma-yo de 1934. Este tercer modelo solo duró lo que aquelrégimen político, pues entre 1934 y 1948 no se produje-ron concesiones.

Durante la guerra civil que se inició el 18 de juliode 1936, el Ejército Español (del bando nacional) mantu-vo y conservó el sistema tradicional de las condecora-ciones militares, mientras que el Ejército Popular (delbando rojo o republicano) renunció a ello, por razonesde estricta política revolucionaria, primero de facto, ydesde 5 de marzo de 1937 también de iure, establecien-do un nuevo sistema premial muy inspirado en el modelosoviético: por un decreto suscrito en dicha fecha por elpresidente Azaña y el ministro Largo Caballero, se de-clararon abolidas y extintas todas las Órdenes y conde-coraciones que hasta entonces habían existido, se prohi-bió terminantemente el uso de sus insignias -incluso conlas modificaciones establecidas en 1931-, y se crearoncuatro nuevas recompensas militares de pésima estética.

En el territorio dominado por el Gobierno de Bur-gos, continuaron las concesiones de la Medalla Militar -no así de la Medalla Naval ni de la Medalla Aérea, refun-didas de facto en aquella-, cuyas insignias volvieron aser las de 1918-1921; hasta que la adopción del nuevoEscudo Nacional -decreto de 11 de febrero de 1938- mo-dificó sus reversos respectivos. Los escudos fueron tim-brados desde entonces con la llamada corona imperial -en realidad una corona real abierta, medieval-.

Un cuarto modelo se adoptó en virtud de la pro-mulgación, por decreto de 30 de noviembre de 1946, delReglamento de Recompensas del Ejército del Aire entiempo de paz. Según su artículo 29, la insignia de laMedalla Aérea pasó a asemejarse a la Medalla Militar,pero con la leyenda “Al Mérito Aéreo” en su parte inferior.También cambió en este cuarto modelo la cinta, que vol-vió a ser blanca con la Bandera Nacional al centro, peroahora con los bordes verdes. La descripción detallada deesta insignia apareció publicada por orden ministerial de20 de julio de 1949.


Distintivo de antebrazo de laMedalla Militar colectivaconcedida a unidad aéreadurante la última guerra civil

EL ÁGUILA DE ORO Y EL ÁGUILA DE PLATA (1940)Precisamente un año después de haberse crea-

do el Ejército del Aire, la orden ministerial fechada el 22de octubre de 1940 creó unos distintivos honoríficos,destinados a premiar a aquellos pilotos adscritos a la Es-cala del Aire, que hubiesen mantenido su aptitud de vue-lo durante más de veinticinco o treinta años: eran res-pectivamente la Cruz del Águilade Plata, y la Placa del Águila deOro(8). Para la concesión se re-quería además no tener notadesfavorable en la hoja de servi-cios, a más del informe favorabledel Consejo Aeronáutico.

La insignia consistía enuna cruz patada, esmaltada deblanco y con cuatro hélices tripa-las entre los brazos, en cuyo cen-tro circular aparecía brochante unáguila negra muy estilizada. Todoello rodeado o abrazados por lasalas abiertas de tres águilas deoro o plata.

Al día siguiente -la ordenapareció en el mismo número delBoletín Oficial del Estado que pu-blicó la creación-, una orden mi-nisterial publicaba la primera con-cesión, que recayó en S.A.R. elInfante Don Alfonso de Orleáns yBorbón (1886-1975), entoncesrecién ascendido al empleo degeneral de brigada del Ejércitodel Aire, que había obtenido su tí-tulo de piloto en Francia el 23 deoctubre de 1910. El Infante eraentonces el único piloto militarespañol en activo con tanta anti-güedad en su título(9).

La imposición de estaplaca tuvo lugar en la misma fe-cha de la concesión, fue solem-nísima, y de ella se hizo eco todala prensa del momento. El actose celebró en Sevilla, en el aeró-dromo militar de Tablada, y fuepresidido por don Ignacio de lasLlanderas, general de Artillería ysegundo cabo de aquella Capita-nía General. Correspondiendohacer la imposición al coroneldon Eduardo González Gallarza,jefe del Estado Mayor del Aire,quien ante una formación de tro-pas de la 2ª Legión y de la 2ª Re-gión Aérea, y otra de alumnos pi-lotos. Concurrieron a la cere-monia el gobernador civil de laprovincia, el presidente de la Di-

putación Provincial, el alcalde de Sevilla, el provisor delArzobispado, el rector de la Universidad hispalense,otros muchos mandos y autoridades, y un gran gentío.

El Infante Don Alfonso de Orleáns, teniente ge-neral del Ejército del Aire y gloria de la Aviación españo-la, lució siempre con orgullo la placa, hasta el fin de susdías, treinta y cinco años después.

Curiosamente, y el hechono deja de sorprender, ni la Cruzdel Águila de Plata (veinticincoaños de piloto), ni la Placa delÁguila de Oro (treinta años de pi-loto), fueron otorgados nuncamás a piloto alguno. Por más queya en 1940 vivían varios pilotosen estado de actividad de vuelo ycon los cinco lustros de antigüe-dad requeridos -Sáenz de Burua-ga, White, González Gallarza-, yque en los años siguientes la al-canzaron otros muchos, y tam-bién los treinta años y más.

Ni el reglamento de Re-compensas del Ejército del Aireaprobado en 1945, ni el Regla-mento de Uniformidad aprobadoen 1946 incluyeron estos distinti-vos, por lo que desde entoncesse consideraron obsoletos o in-cluso abolidos. Y así este raropremio duró desde 1940 hasta1946, aunque perduró hasta lamuerte del Infante en 1975.LA CRUZ DEL MÉRITO AERO-NÁUTICO (1945)

La creación casi simultá-nea de las Órdenes del Mérito Mi-litar (1864) y del Mérito Naval(1866), como galardón militar bá-sico y general para el personalmilitar y civil, en sus dos distinti-vos rojo (acciones de guerra) yblanco (servicios especiales), vi-no a conformar definitivamente elsistema premial militar. Su prolife-ración, y su excelente visibilidad -una cruz llana, blanca o roja, conemblema y corona real- fueron lacausa de que muy pronto llega-sen a ser el eje de ese sistemapremial. Y aun en nuestros días,aunque devaluadas, lo siguesiendo.

Aunque sus categoríastuvieron algunas variaciones, di-gamos que ambas órdenes sedistribuían en cinco grados: lacruz de plata para clases y tropa;la cruz de primera clase para ofi-


Boceto original del modelo del Águila de Ororealizado en 1940 por la Casa Cejalvo

Debajo, retrato del general Infante Don Alfonso deOrleánsl y Borbón, luciendo sobre el pecho elúnico distintivo del Águila de Oro que llegó a

concederse

ciales; la de segunda (placa plateada) para jefes; la detercera (placa dorada) para coroneles; y la gran cruz(placa y banda) para generales y asimilados.

Durante algunosperiodos, todas estascruces pudieron serpensionadas, lo que seevidenciaba medianteunas franjas del opuestocolor en los brazos delas cruces. Tambiénexistió, brevemente, unacruz bicolor.

Fue con estascruces del Mérito Military del Mérito Naval conlas que se premió alpersonal de la Aeronáu-tica Militar y de la Aero-náutica Naval desde1911 a 1939. A partir dela creación del Ejércitodel Aire, y en tanto seaprobaba la creación de un distintivopropio, fue la Orden del Mérito Militarla que tuvo ese papel premial, ya queasí se dispuso mediante la ley de 18de junio de 1942. Notemos esta ano-malía: reglamentariamente, la Ordendel Mérito Militar dependía del Minis-terio del Ejército, pero el Ministerio delAire quedó autorizado -un caso insóli-to de doble cancillería- para conce-derla al personal del Ejército del Aire.Y así se hizo en numerosas ocasio-nes, como consta de los documentosconsultados(10).

Pero el jovencísimo Ejércitodel Aire necesitaba imperiosamentede su propia y privativa recompensa,que sería precisamente la Cruz delMérito Aeronáutico. Elprimer borrador de unReglamento de Recom-pensas de paz y de gue-rra se data ya en 27 denoviembre de 1939, Añode la Victoria(11), pero suaprobación aún se retra-saría seis años. En esteborrador se incluía lacreación de la Cruz delMérito Aéreo (sic), queque- daba reservada agenerales, jefes y oficia-les. Tenía los sólitos dis-tintivos rojo y blanco, ytres grados o categorí-as. La cruz con distintivoblanco podría ser pen-

sionada. También se incluía en este proyecto, ya lo he di-cho antes, la frustrada Medalla de la Guerra Aérea.

Fue ya en 1945 cuando los trabajos se culminen.Inicialmente, parece quese pensó en un Regla-mento de paz y de gue-rra -lo que finalmente notuvo efecto-.

Los diseños delas insignias se encar-garon a la acreditadaCasa Cejalvo, y nuestraantigua amistad con susdirectivos me permitiófotografiar en enero de2004 los diseños y bo-cetos originales, hoy la-mentablemente perdi-dos. Tengo mucho gustoen reproducirlos en es-tas páginas. Notemosque el modelo seguidoes absolutamente el de

la Orden del Mérito Militar -cruces lla-nas, rojas y blancas-, con cintas dife-renciadas, y con el emblema del Ejér-cito del Aire al centro. Notemostambién que en estos primeros boce-tos este emblema varió: en unos apa-rece un águila volante -muy semejan-te a la de los pilotos italianos-, enotros el primitivo emblema del Ejércitodel Aire (rokiski con centro rojo carga-do de águila negra), y en otros unarara combinación del rokiski cargadode las Armas Nacionales franquistas,con águila y columnas, todo puestosobre una hélice cuatripala. Y note-mos, por último, que los colores de lacinta ya quedaron entonces fijados, yque se incluyen en los bocetos cru-

ces con distintivos rojo yblanco, aunque las des-tinadas a premiar servi-cios de guerra no seaprobarían por enton-ces, sino ya entre 1970y 1989.

Finalmente, elReglamento de Recom-pensas del Ejército delAire para tiempos depaz, fue promulgado pordecreto de 30 de no-viembre de 1945 (Bole-tín Oficial del Estado del16 de diciembre siguien-te), siendo ministro delAire el teniente generaldon Eduardo González


En esta página y en la que sigue, los bocetos de Fernando Cejalvopara la Cruz del Mérito Aeronáutico (1945)

compañado de 9 ge-nerales y 42 jefes,oficiales, suboficialesy soldados. Estas in-signias, muy lujosasy muy costosas, lefueron regaladas alGeneralísimo porsuscripción volunta-ria de todo el perso-nal militar y civil delEjército del Aire, con-tribuyendo a ello des-de los generales (con50 pesetas) hasta latropa (con 0’25 pese-tas)(12).

Salvo otrasdos grandes crucesotorgadas en 20 dediciembre de 1946 adon Ildefonso Mara-ñón Lavín y a donTomás Maestre Za-pata, parece que lasconcesiones de cru-ces de la Orden delMérito Aeronáuticocomenzaron a con-cederse regularmen-te ya en el año de1947(13).

Desde 1955al menos se detectauna preocupación enlas altas esferas mili-tares -en particularen el Ministerio delEjército- por actuali-

zar el sistema premialmilitar: ya en 20 deenero de dicho año, undecreto ley(14) vino amodificar algunas dis-posiciones contenidasen los viejos reglamen-tos de recompensas mi-litares de 1920, 1921,1942 y 1945, y másprecisamente los regla-mentos de la Cruz delMérito Aeronáutico y desus congéneres las Ór-

denes militar y naval, en elsentido de unificar las re-compensas en tiempo depaz.

En el año 1958, el almi-rante don Rafael Fernán-dez de Bobadilla y Ragel

Gallarza. Las recom-pensas establecidaspara el tiempo depaz eran la MedallaAérea, la Cruz delMérito Aeronáutico, yla Mención honorífi-ca.

La nuevaCruz del Mérito Aero-náutico -que a dife-rencia de sus congé-neres militar y naval,nunca se ha denomi-nado Orden-, exclusi-vamente con el dis-tintivo blanco, podríaser pensionada o no,pero para la conce-sión de cruz pensio-nada se requería in-forme favorable delConsejo Superior Ae-ronáutico y acuerdodel Consejo de Mi-nistros. La nuevacondecoración solotenía tres grados:cruz de primera cla-se, para oficiales ysuboficiales; de se-gunda clase, para je-fes; y de tercera cla-se o gran cruz, paragenerales. A las cla-ses e individuos detropa se les podríaconceder la denomi-nada Cruz de Platadel Mérito Aeronáutico,que también podía serpensionada.

La primera con-cesión fue -como nopodía ser de otro mo-do- la gran cruz otorga-da al GeneralísimoFranco, primer capitángeneral del Aire. No fuepublicada en el BoletínOficial del Estado, peroconsta que la ceremo-nia de entrega de lasinsignias fue solemnísi-ma y la hizo el propioministro del Aire en lasede madrileña de lacalle O’Donnell 47, enel dia de la Patrona, laVirgen de Loreto, a-


to, Naval y Aérea). Notemos que ya apenas se denominóOrden a esta clase de cruces, es decir que quedaronconvertidas en simples condecoraciones destinadas a

premiar los servicios o trabajos dedestacado mérito e importancia, asícomo por perseverancia en la distin-ción cuando previamente se hayanobtenido dos recompensas de men-ción honorífica especial. La gran cruzsolamente podía concederla el Jefedel Estado, mientras que los ministrosdel Ejército, de Marina y del Aire esta-ban facultados para conceder todaslas demás clases -salvo las crucespensionadas, que requerían acuerdodel Consejo de Ministros con el infor-me favorable del Consejo Superior Ae-ronáutico-. Porque estas recompensaspodían concederse con una pensióntemporal del tres por ciento del sueldodel agraciado -como mínimo el de sar-gento-, pero la pensión se perdía alpasar a reserva, a retiro, o a situaciónde no actividad.

Las categorías de las cruces del MéritoAeronáutico fueron en adelante las sólitas cin-co, pero invirtiendo el orden jerárquico de sudenominación: gran cruz para generales y al-mirantes, cruz de primera clase para jefes,cruz de segunda clase para oficiales, cruz detercera clase para suboficiales, y cruz decuarta clase para clases de tropa y marinería(artículo 48).

A esta Ley de Recompensas de 1970 lesiguieron varias disposiciones menores, comoel decreto de 18 de noviembre de 1971, quedesarrollaba algunas disposiciones de aque-lla, en particular respecto de las pensionesanejas a las cruces. Además, la Ley 47/1972adaptó el sistema jerárquico de las cruces delMérito Aeronáutico concedidas con anteriori-

dad -las antiguas de segunda clase, a las de primera(para jefes); las antiguas de primera clase, a la de se-gunda (para oficiales); las antiguas de primera clase (pa-ra suboficiales), a las de tercera; y las antiguas cruces deplata (para tropa), a las de cuarta clase.

Durante el largo reinado de Don Juan Carlos I,casi cuarenta años, se han producido importantes nove-dades en el seno de la Cruz del Mérito Aeronáutico. Así,en 5 de marzo de 1976 se promulgó un Reglamento delas Cruces del Mérito Militar, Mérito Naval y Mérito Aero-náutico, que vino a desarrollar los preceptos contenidosen la Ley General de Recompensas Militares de 1970.En esta norma se especificaron los requisitos necesariospara optar a la concesión de las cruces, tanto de la CruzRoja del Mérito Militar (en clase única para todas lasFuerzas Armadas y para todos los grados y empleos),como de las Cruces con distintivo blanco: a) Ser autor detrabajos, estudios o inventos que el mando consideredignos de recompensa; b) Destacar en el cumplimiento

(1901-1979), propuso a la Presidencia del Gobierno uncambio de denominación de las Órdenes del Mérito Mili-tar, Naval y Aeronáutico(15). También propuso que se su-primiese la denominación con distintivoblanco, por considerarlo un estigma(16);que en la del Mérito Aeronáutico secreasen las cruces con distintivo rojo,ya que carecía de esta clase de con-decoraciones para servicios de guerra;y que los generales de cada empleo lu-ciesen una estrella o lucero más, paraigualarse a sus colegas europeos, yaque estimaba que España estaba pró-xima a entrar en la O.T.A.N.

De nuevo en 1965, un decretode 7 de julio, dictado a propuesta delAlto Estado Mayor, ordenó la creaciónde una Comisión Interministerial parael estudio y actualización del Regla-mento de Recompensas de guerra ypaz para las Fuerzas Armadas; la for-maron en diciembre siguiente el gene-ral segundo jefe del Alto Estado Mayor,como presidente, siendo vocales un tenientecoronel auditor del Aire y un capitán de fraga-ta, por dicho Alto Estado Mayor; un tenientecoronel del Servicio de Estado Mayor, por elMinisterio del Ejército, un capitán de navío porel de Marina, y un teniente coronel de Aviaciónpor el del Aire, actuando como secretario unteniente coronel de Infantería del Alto EstadoMayor. Los trabajos fueron arduos y dificulto-sos, y una orden de 17 de abril de 1968 hubode ampliar el plazo concedido para su desem-peño.

La Ley General de Recompensas delas Fuerzas Armadas, aprobada el 4 de agostode 1970(17), vino a introducir modificacionesimportantes en la Cruz del Mérito. Para empe-zar, en adelante se premiarían toda clase deservicios bélicos con una única Cruz Roja delMérito Militar -quinta en la jerarquía de los premios decampaña(18)-, lo que supuso que los servicios aeronáuti-cos de riesgo -ni los de mar- ya no pudiesen ser premia-dos como hasta entonces lo habían sido, pues este ga-lardón quedaba reservado a los servicios hechos encampaña, es decir habiéndose declarado el estado deguerra: se premiarán con esta recompensa los hechos oservicios destacados y de eficacia reiterada en el desa-rrollo del combate, pudiendo ser pensionada temporal ovitaliciamente con el cuatro por ciento del sueldo de sar-gento. Eso sí: los artículos 30 y 41 mantuvieron una posi-bilidad remota de concesión por hechos arriesgados enel aire o en la mar, previniendo que cuando el carácterde los servicios que se recompensen lo justifique, estarecompensa podrá concederse excepcionalmente entiempos de paz.

Y a los tiempos de paz quedaron reservadas lascruces del Mérito Militar, Mérito Naval y Mérito Aeronáuti-co (inmediatamente después de las Medallas del Ejérci-


Primer modelo de la Cruz del MéritoAeronáutico: placa de cruz de 2ª clase,

y cruz de 2ª clasepensionadas

de los deberes militares y laprestación de sus servicios demanera que constituyan un mé-rito extraordinario apreciadopor el mando; o c) Haber obte-nido previamente dos Mencio-nes Honoríficas Especiales, cu-ya reglamentación se efectuarápor los Estados Mayores de lostres Ejércitos coordinados porel Alto Estado Mayor. Para quela recompensa fuese pensiona-da, era preciso que los trabajoso servicios realizados revistie-ran un carácter relevante y ex-cepcional. Además, este Regla-mento permitió expresamentela concesión de estas cruces aciviles -siempre sin pensión-,en cuyo caso era preciso quelos servicios o méritos por quese conceda seanexcepcionales ymuy distingui-dos, así comoestrictamente re-lacionados conlas actividadespropias del De-partamento mili-tar correspon-diente; en estecaso, la determi-nación de la ca-tegoría de lacruz dependíade la importan-cia de los servicios o méri-tos, así como el rango pro-fesional, intelectual, social opolítico de la persona re-compensada.

Muy poco más tar-de, el real decreto de 4 deenero de 1977 vino a modi-ficar el modelo de las insig-nias de las cruces de la Or-den del Mérito Aeronáutico-así se denomina en estetexto legal-, en el sentido desustituir la actual corona porla de Su Majestad el Rey.

Mayor importanciatuvo la Ley de 19 de julio de1989, reguladora del Régi-men del Personal MilitarProfesional, porque introdu-jo -por vez primera- en sudisposición final primera lascruces del Mérito Aeronáutico con distintivo rojo, como

recompensa por hechos o servi-cios de guerra.

Pero la primera de lasgrandes reformas del sistemapremial militar durante este largoreinado se produjo mediante laley de 1º de junio de 1995, desti-nada a regular las cruces delMérito Militar, Mérito Naval y Mé-rito Aeronáutico en el contextode las recompensas de paz y deguerra, y -gran novedad- a lasconcedidas en el desempeño demisiones internacionales conparticipación española. El Regla-mento promulgado el 28 de juliode 1995 concluyó esta reforma.Optándose entonces por una ab-yecta limitación a dos únicas cla-ses -la gran cruz y la cruz(19)- delas meritadas cruces, se introdu-

jo además enton-ces en ellas unsistema de dife-renciación cro-mática que ha si-do igualmentecriticado: mante-niéndose las tra-dicionales crucescon distintivo rojo(para serviciosde guerra) y condistintivo blanco(para serviciosde paz), se crea-ron entre ambas

las cruces con distintivo azul(para servicios en operacio-nes derivadas del mandatode la ONU o en el marco deotras organizaciones inter-nacionales), y con distintivoamarillo (para hechos queentrañen grave riesgo y enlos casos de lesiones gra-ves o fallecimiento comoconsecuencia de actos deservicio no comprendidosen los distintivos rojo oazul). Las insignias de lascruces rojas o blancas novariaron apenas, mientrasque las de las nuevas cate-gorías azul y amarilla se di-ferenciaron a la manera delas antiguas cruces pensio-nadas -es decir, mediantepasadores o trabillas del

respectivo color en su brazo inferior-.


Primer modelo de la Cruz del Mérito Aeronáutico: gran cruzcon banda, placa de gran cruz, placa de cruz de 2ª clase, cruz

de 1ª clase, y cruz de plata

El Reglamento general de recompensas milita-res, promulgado el 1º de agosto de 2003, es el que ac-tualmente rige las condecoraciones de la Cruz del MéritoAeronáutico con distintivos rojo, azul, amarillo y blanco,

escalafonada en el quinto lugar del sis-tema premial militar, con sus dos gra-dos de gran cruz y de cruz que existendesde 1995. El Reglamento mantieneen líneas generales las disposicionesde la ley y el reglamento de 1995, an-tes mencionados, en cuanto a las in-signias -con las novedades que diréenseguida- y al procedimiento de con-cesión.

Las insignias han sufrido unamodificación muy importante en térmi-nos de corrección histórica: la afortu-nada sustitución en el rokiski del ina-decuado cuartelado de Castilla y Leóncon el escusón de Granada (modelofranquista adoptado en 1945), por uncuartelado constitucional de Castilla,León, Aragón y Navarra, entado enpunta de Granada y con el escusón deBorbón. Una novedad acertadísima en

términos heráldicos y simbólicos, que vino aponer fin a un dislate que duró casi sesentaaños(20).

La cruz del Mérito Aeronáutico con dis-tintivo rojo está destinada exclusiva e indivi-dualmente a los oficiales generales, oficiales,suboficiales, tropa y marinería, cabos y guar-dias, reservistas y personal civil bajo las ór-denes directas de los mandos de las FuerzasArmadas, exclusivamente por acciones, he-chos o servicios prestados en el transcursode conflictos armados, así como de operacio-nes militares que impliquen o puedan impli-car el uso de fuerza armada, ya que sólo po-drán ser concedidas estas recompensas alpersonal de las Fuerzas Armadas, del Cuer-po de la Guardia Civil, cuando este último de-sempeñe acciones de carácter militar, o alpersonal civil que preste servicios en aqué-llas en virtud de orden competente, dentro de

fuerzas militares organizadas, que con valor, hayan reali-zado acciones, hechos o servicios eficaces en el trans-curso de un conflicto armado o de operaciones militaresque impliquen o puedan implicar el uso de fuerza arma-da, y que conlleven unas dotes militares o de mando sig-nificativas. Las acciones, hechos o servicios recompen-sables son los que pongan de manifiesto, según loscasos y conforme se define en el artículo anterior, dotessignificadas de mando, serenidad o iniciativa frente afuerzas hostiles o que traten de impedir el cumplimientode la misión encomendada; o bien los que impliquen, deacuerdo con el artículo anterior, una acertada dirección oempleo de las fuerzas propias en el desarrollo de la ope-ración armada, así como el inteligente y eficaz cumpli-miento de la misión encomendada. Esta clase de cruz

Las cruces con distintivo rojo podrían conceder-se a quienes pongan de manifiesto, según los casos, do-tes de valor, serenidad o iniciativa frente al enemigo o afuerzas hostiles, o bien acrediten una acertada direccióny empleo de las fuerzas en el combatey el inteligente y eficaz cumplimientode la misión encomendada. Las cru-ces con distintivo azul se darían aquienes pongan de manifiesto, segúnlos casos, dotes de valor, serenidad oiniciativa en operaciones de manteni-miento de la paz cuando se desarro-llen en circunstancias de riesgo ajenasal combate o enfrentamiento con fuer-zas hostiles, o bien acrediten un inteli-gente y eficaz desempeño de los co-metidos específicos que correspondena las fuerzas en tales operaciones demodo que constituyan un mérito extra-ordinario apreciado por el Mando. Lascruces con distintivo amarillo corres-ponderían a los que pongan de mani-fiesto, según los casos, dotes de valor,serenidad o iniciativa en circunstanciasde grave riesgo derivadas de la rela-ción de servicios del interesado; losque, comportando una especial conducta me-ritoria, tengan como consecuencia el falleci-miento o lesiones graves en acto de servicio;y también los méritos contraídos por los mili-tares capturados por el enemigo o fuerzashostiles mientras permanezcan en esta situa-ción. Finalmente, las cruces con distintivoblanco se concederían por destacar en elcumplimiento de los deberes militares y laprestación de sus servicios de manera queconstituyan un mérito extraordinario aprecia-do por el Mando; ser autor de trabajos, estu-dios o innovaciones que el Mando consideredignos de recompensa; o haber obtenido pre-viamente tres menciones honoríficas.

Por cierto que hubo entonces otranotable novedad, y es que se autorizó la con-cesión de cualquiera de estas cruces a civi-les, siempre que los méritos o servicios es-tén relacionados estrictamente con lasactividades propias de la Defensa Nacional, determinán-dose el grado según el rango institucional, administrativo,académico o profesional de la persona recompensada.

El procedimiento de concesión no varió apenas,iniciándose a propuesta del jefe de la unidad respectiva yconcluyéndose por concesión de S.M. el Rey con acuer-do del Consejo de Ministros -en el caso de las grandescruces-, o por orden del Ministerio de Defensa -en el ca-so de las cruces sencillas-. En tiempo de guerra, las cru-ces con distintivo rojo podrían concederse por el generalen jefe de un Mando Operativo Principal o de las Gran-des Unidades Superiores, o Agrupaciones Navales o Aé-reas. En todo caso, la concesión había de publicarse enel Boletín Oficial del Ministerio de Defensa.


Segundo modelo de la Cruz del MéritoAeronáutico, con la corona real

(1977)Placa de gran cruz con distintivo rojoy debajo cruz con distintivo blanco

Finalmente, la cruz delMérito Aeronáutico con dis-tintivo blanco, se concedepor méritos, trabajos, accio-nes, hechos o servicios dis-tinguidos, que se efectúendurante la prestación de lasmisiones o servicios que or-dinaria o extraordinariamen-te sean encomendados a lasFuerzas Armadas o que es-tén relacionados con la De-fensa, y que no se encuen-tren definidos en las tressecciones anteriores de este

capítulo, fundándose la concesión en alguna de las si-guientes acciones, hechos o servicios: destacar en elcumplimiento de los deberes militares y la prestación desus servicios, de manera que constituyan un mérito ex-traordinario apreciado por el mando; ser autor de traba-jos, estudios o innovaciones que el mando considere dig-nos de recompensa; o haber obtenido previamente tresMenciones honoríficas. Las insignias de estas cruceseran las mismas establecidas en 1945, pero con los ele-mentos del actual Escudo Nacional en el centro del rokis-ki.

La cruz del Mérito Aeronáutico, con cualquierdistintivo y en cualquiera de sus dos categorías, puedeconcederse al personal civil, siempre que los servicios oméritos por los que se concedan sean distinguidos y es-tén relacionados estrictamente con las actividades pro-pias de la Defensa Nacional y, preferentemente, del Ejér-cito de que se trate, determinándose la categoría de lacruz según el rango institucional, administrativo, acadé-mico o profesional de la persona recompensada.

El procedimiento de concesión no varió apenas,iniciándose a propuesta del jefe de la unidad respectiva(en el caso de las cruces con distintivo amarillo o blan-co), o bien a través del jefe que dirija las fuerzas desple-gadas en el campo de operaciones (para las cruces condistintivo rojo), del jefe de las fuerzas desplegadas enoperaciones de un mandato de la ONU u otra organiza-ción internacional (para las cruces con distintivo azul). Encualquier caso, toda propuesta se remite luego bien alJefe del Estado Mayor de la Defensa, al Subsecretario

mantiene las insignias esta-blecidas en 1945: la cruz lla-na, ahora esmaltada en rojo,con el rokiski de oro y carga-do de las Armas Nacionales.

La cruz del MéritoAeronáutico con distintivoazul se concede por accio-nes, hechos o servicios ex-traordinarios que, sin com-prenderse en losdeterminados para obtener lacruz con distintivo rojo, se lle-ven a cabo en operacionesderivadas de un mandato de las Naciones Unidas o en elmarco de otras organizaciones internacionales por quie-nes pongan de manifiesto, según los casos, dotes de va-lor militar, mando, serenidad o iniciativa en operacionesde mantenimiento de la paz cuando se desarrollen en cir-cunstancias de riesgo ajenas al enfrentamiento con fuer-zas hostiles o que traten de impedir el cumplimiento de lamisión encomendada; o bien acrediten un inteligente yeficaz desempeño de los cometidos específicos que co-rresponden a las fuerzas en tales operaciones, de modoque constituyan un mérito extraordinario apreciado por elmando. Las insignias son semejantes a la cruz con dis-tintivo blanco, pero con pasadores azules en los brazos,y dos filetes azules en los cantos de la cinta.

La cruz del Mérito Aeronáutico con distintivoamarillo se conceden por acciones, hechos o serviciosque entrañen grave riesgo y en los casos de lesionesgraves o fallecimiento, como consecuencia de actos deservicio, siempre que impliquen una conducta meritoria,realizados por los que pongan de manifiesto, según loscasos, dotes de valor militar, mando, serenidad o iniciati-va en circunstancias de grave riesgo derivadas de la re-lación de servicios del interesado; por los que, compor-tando una especial conducta meritoria, tengan comoconsecuencia el fallecimiento o lesiones graves en actode servicio, o con ocasión de éste; o por los méritos con-traídos por los militares capturados por el enemigo ofuerzas hostiles mientras permanezcan en esta situación.Las insignias son semejantes a la cruz con distintivoblanco, pero con pasadores amarillos en los brazos, ydos filetes amarillos en los cantos de la cinta.


Tercer modelo de la Cruz del Mérito Aeronáutico (2003), con el Escudo Nacional: placas de gran cruz con distintivos rojo, azul,amarillo y blanco, y debajo cruces con distintivos blanco, rojo, azul y amarillo

acto de servicio participando en misiones en el exteriorcomo consecuencia de acciones violentas de elementoshostiles, tales como atentados con explosivos, minas o

supuestos análo-gos. Digamos queesta norma hadesvirtuado poruna mera razón deevidente oportu-nismo político estaclase de cruces, yha rebajado el mé-rito de su conce-sión, toda vez quehasta ahora sepremiaban con-ductas activas devalor, y desde2007 basta paraobtenerlas unaconducta que pue-de muy bien serpasiva, cual es lade resultar muerto

en acción, aunque no se participe acti-va y voluntariamente en ella.

Hasta aquí la historia institucio-nal y las disposiciones legales atinentesa la septuagenaria Cruz del Mérito Ae-ronáutico, creada en 1945.LA FRUSTRADA ORDEN DEL VUELODEL ÁGUILA (¿1970?)

Según nos informa Jaime Agui-lar Hornos en su mencionado artículodedicado a glosar los distintivos delÁguila de Oro y de Plata, durante elmandato ministerial de don Julio Salva-dor y Díaz-Benjumea, es decir entre1969 y 1970, se preparó un proyectopremial denominado Orden del Vuelodel Águila, que llegó a ver la luz en el

Boletín Oficial del Estado. Este proyecto estaba llamadoa premiar las más altas cualidades aeronáuticas de pilo-tos y tripulaciones, que alcanzasen buen número de ho-ras de vuelo o de años de permanencia, a través de unaprolongada dedicación, con ejemplar e intachable con-ducta.

Según el borrador del reglamento atinente, la in-signia consistiría en una gran águila pasmada con lasalas extendidas hacia lo alto, con corona real, de 6 cmsde altura; se luciría pendiente del cuello mediante unacinta de seda de color azul cielo, de 2,5 cms de anchura.Las cruces de plata de 1ª clase llevarían la corona dora-da; las de segunda clase, la corona plateada; y las detercera clase no llevarían la cinta y pendientes de un cor-dón de seda azul cielo.

Se ignora todo lo relativo al cursus administrativode este fracasado proyecto, que quizá fuese rechazadopor el Consejo Aeronáutico, o quizá por el Consejo deMinistros.

del Ministerio de Defensa, o a los Jefes del Estado Ma-yor del Ejército, de la Armada o del Aire, los cuales, unavez informada la propuesta, la remiten al Ministro de De-fensa. El expe-diente se conclu-ye, bien por elarchivo del expe-diente, bien por laconcesión de lacruz, con la cate-goría y distintivode que se trate,por S.M. el Rey(con acuerdo delConsejo de Minis-tros en el caso delas grandes cru-ces, o por ordendel Ministerio deDefensa en el ca-so de las crucessencillas). Entiempo de guerra,las cruces con dis-tintivo rojo pueden concederse, si paraello les faculta el Ministro de Defensa,por los jefes de los mandos operativospermanentes o eventuales, así comopor los de las grandes unidades supe-riores o de las agrupaciones terrestres,navales o aéreas. En todo caso, la con-cesión había de publicarse en el Bole-tín Oficial del Ministerio de Defensa.

Una interesante novedad, por-que en cierta manera viene a recordarel concepto de Orden que otrora tuvie-ron estas cruces, es que se ha estable-cido un procedimiento ceremonial parala imposición de estas cruces, muy so-lemne cuando se conceden con distinti-vo rojo.

También es de notar que laconcesión de estas cruces del Mérito Aeronáutico se va-lora como mérito en el contexto de las evaluaciones delpersonal militar, así como para el acceso a los centros deenseñanza militar; y, en el caso de las que tienen distinti-vo rojo, da derecho al agraciado a que en su hoja de ser-vicios se haga constar su valor reconocido.

Finalmente, el real decreto de 13 de julio de2007 ha venido a poner por ahora el broche final a la yaseptuagenaria trayectoria de la Cruz del Mérito Aeronáu-tico originada en 1945: esta norma ha modificado los ar-tículos 36 y 37 del Reglamento general de recompensasmilitares aprobado en 1º de agosto de 2003, para autori-zar la concesión de las cruces del Mérito Aeronáuticocon distintivo rojo a las personas que fallezcan en actode servicio en misiones en el exterior, como consecuen-cia de acciones violentas de elementos hostiles; aña-diendo a las acciones, hechos o servicios que dan dere-cho a ellas un tercer supuesto por el fallecimiento en


Bocetos del tercer modelo de la Cruz del Mérito Aeronáutico, con el EscudoNacional: placas de gran cruz con distintivos rojo y blanco,y debajo cruces con distintivos blanco, rojo, azul y amarillo

(2003)

por una hebilla dorada de la forma y dimensiones usua-les y reglamentarias para esta clase de distintivos. Sobrela cinta la condecoración, un pasador dorado en donde

constan las circunstancias de la acción.La concesión podía hacerse a tí-

tulo individual o colectivo; en el primercaso podía ser pensionada vitalicia-mente con el cinco por ciento del suel-do del interesado (como mínimo, el desargento).

El Reglamento de esta condeco-ración, que definió las insignias, seaprobó mediante el Decreto 1091/1976,de 5 de marzo. Y por él se introdujo unsegundo modelo, muy semejante, esdecir que en la cartela inferior del an-verso se graba la fecha 1970, y que cu-riosamente la cinta pasa a lucir los co-lores nacionales puestos en formahorizontal sobre el ya tradicional colorazul celeste -pero esta novedad no pa-rece haber sido aplicada-. Se unificaronademás los reversos de las tres meda-llas. Posteriormente, el real decreto de4 de enero de 1977 dispuso la sustitu-ción de la corona llamada imperial porla corona real; y la orden ministerial de22 de julio de 1985 reguló la manera delucir las insignias, pasadores y miniatu-ras.

Esta condecoración ha sido re-formada mediante el real decreto1040/2003, de 1º de agosto, que dispu-so que las Medallas del Ejército, Navaly Aérea, cuya concesión se produciráde forma muy excepcional, tienen porobjeto recompensar a quienes, con vir-tudes militares y profesionales sobresa-lientes, lleven a cabo acciones o he-chos distinguidos durante la prestaciónde los servicios que, ordinaria o extra-ordinariamente, sean encomendados alas Fuerzas Armadas, siempre que laacción o el hecho se realice en situa-ciones distintas a las que se desarro-llan en el transcurso de los conflictosarmados o de operaciones militaresque impliquen o puedan implicar el usode fuerza armada. A estos efectos, ten-drá la consideración de acción distin-guida aquella que, siendo equiparableal valor exigido para la concesión de laMedalla Militar, según se define en elartículo 7 de ese Reglamento, se acre-dita fuera del marco de los conflictosarmados o de las operaciones militares

que impliquen o puedan implicar el uso de fuerza arma-da. Igualmente, la acción o hecho realizado ha de serconsecuencia inmediata y directa de las misiones pro-pias de las Fuerzas Armadas, suponer un riesgo extraor-

LA MEDALLA AÉREA DE 1970La repetida Ley General de Recompensas Milita-

res de 4 de agosto de 1970 resumió las antiguas Meda-llas Militar, Naval y Aérea en una únicaMedalla Militar, individual o colectiva;pero creó una nueva Medalla Aérea queapenas tenía relación, como instituciónpremial, con la antigua Medalla Aéreade 1926 que entonces se abolía, todavez que en lugar de estar destinada arecompensar los actos de valor distin-guido en tiempo de paz o de guerra, seorientaba solo a premiar con caráctermuy excepcional, a quienes en tiempode paz realizasen algún hecho que su-pusiera valor distinguido, unido a virtu-des militares y profesionales sobresa-lientes. Notemos, pues, porque es muyimportante este hecho, que esta Meda-lla Aérea de 1970 es un premio homóni-mo pero de muy menor jerarquía pre-mial que la Medalla Aérea establecidaen 1926 -incluso tenía menor rango je-rárquico que la cruz roja del Mérito Mili-tar-. Aquella de 1926 era, de hecho,equivalente a las cruces de primera cla-se de la Real y Militar Orden de SanFernando, y se destinaba como hemosvisto a premiar el valor distinguido enhechos de campaña, mientras que lacondecoración de 1970 era una recom-pensa que podía alcanzarse por méri-tos y servicios en tiempo de paz.

Según la ley 15/1970, la insig-nia adoptada siguió el modelo de lasantiguas Medalla Militar, Naval y Aéreade 1918-1926, pero de forma ovalada yno circular; es decir que recuerda mu-cho a su homónima, ya que su diseñoes muy semejante: una medalla de hie-rro oxidado, ovalada, de 42 milímetrossu eje vertical y 28 milímetros en hori-zontal. En el anverso, circundando suborde un filo de plata de tres milímetrosde ancho, ostenta una matrona sentadaque representa a España, ofrendandouna corona de laurel con la mano dies-tra mientras que en la otra sostiene unaespada, y un sol naciente en el lado iz-quierdo. En la parte superior, el lema AlMérito Aéreo. La parte comprendida en-tre el filo de plata y el borde la constitu-ye una orla de laureles, atados con cin-tas y con dos leones a los flancos. Elreverso, de análoga factura que el an-verso, ostenta, dentro del óvalo de pla-ta, el emblema del Ejército del Aire. La cinta de la quepende es de seda, de 35 milímetros de ancho, con lafranja central de 15 milímetros de ancho con los coloresnacionales, y su fondo de color azul cielo; esta cinta tie-ne 45 milímetros de longitud a la vista y se lleva sujeta


Dos ejemplares de la Medalla Aéreacreada en 1970: notemos la

diferencia del color de las cintas

dinario y ser claramente demostrativo de la considera-ción requerida en el párrafo anterior y de las virtudes mi-litares y profesionales a que se refiere el párrafo primerode este apartado.

Notemos que en ese reglamento de 2003 seomite la referencia tradicional a recompensas en tiempode guerra y en tiempo de paz. Otra novedad importantede esta norma es su expresa extensión a losmiembros de la Guardia Civil, e incluso al per-sonal civil.

La Medalla Aérea quedó desde en-tonces escalafonada después de la CruzLaureada de San Fernando, la Medalla Mi-litar individual y la Cruz de Guerra; y pordelante de las Cruces del Mérito Militar, Na-val o Aeronáutico.

La insignia se modificó levemente poresa norma de 2003 -cambio del lema, y reducciónde las dimensiones de la cinta-, y se describe literalmen-te así: Las medallas serán de hierro oxidado, ovaladas,de 42 milímetros en su eje vertical y 28 milímetros en elhorizontal, y llevarán en su parte superior un asa oblongade 15 milímetros en el sentido horizontal y siete milíme-tros en el vertical. En su anverso, circundando su borde,llevarán un filo de plata de tres milímetros de ancho ydentro del óvalo habrá un sol naciente tras el mar y unamatrona, en pie, representando a España, que ofrenda,con la mano diestra, una corona de laurel y sostiene unaespada, con la siniestra. En la parte superior del óvalo,ostentarán el lema: «AL MÉRITO DISTINGUIDO». Laparte comprendida entre el filo de plata y el borde laconstituirá una orla de dos ramas de laurel en la que al-ternan dos leones y que, en la parte superior, se remata-rá con un castillo y se apoyará, en la parte inferior, enuna cartela, en la que irá inscrita la fecha de concesión.En su reverso, de análoga factura, ostentarán dentro delóvalo el emblema ... del Ejército del Aire, según corres-ponda y proporcionado a las dimensiones del óvalo. Lacinta de la que irán pendientes las medallas será de se-da y de 30 milímetros de ancha, dividida en tres partes:la central, de 12 milímetros de ancho, con los colores na-cionales, y las de los costados, con los colores ... azur(sic), para la Aérea. Esta cinta tendrá 30 milímetros delongitud a la vista y se llevará sujeta por una hebilla dora-da de la forma y dimensiones proporcionadas y usualespara esta clase de condecoraciones. Sobre la cinta sellevará un rectángulo de metal dorado con la leyenda co-rrespondiente a la acción, en negro.

Esta Medalla Aérea, recompensa militar ejem-plar, puede ser concedida a título individual o colectivo(cuando sean concedidas a unidades, centros y organis-mos militares o del Cuerpo de la Guardia Civil). En esteúltimo caso, las unidades, centros y organismos milita-res que tengan concedido el uso de la Enseña Nacionaltendrán derecho al uso de la corbata de la Medalla Aéreaen sus banderas o estandartes; si no lo tuvieran, tendránderecho a usar el guión-enseña de la Medalla Aérea, y laPlaca correspondiente. En los actos oficiales solemnes yen los desfiles militares en los que participen, sus bande-

ras, estandartes y guiones-enseña figurarán en lugarpreeminente y destacado de las restantes banderas y es-tandartes de otras unidades, centros y organismos milita-res, e inmediatamente después de aquéllas condecora-das con la Laureada Colectiva de San Fernando y con laMedalla Militar colectiva.

Los guiones-enseña estarán depositados en lasvitrinas de la sala principal de las unidades, centros

u organismos, de donde saldrán, únicamente,cuando la unidad superior forme con su ense-

ña o cuando la condecorada haya de salir aprestar un servicio independiente. El guión-enseña será portado siempre por un subofi-cial, en forma análoga a como lo hacen losoficiales con las banderas o estandartes. El

portador del guión-enseña tendrá su puestoen formación junto al jefe de la unidad conde-

corada. Estas insignias colectivas son, por lo tan-to, tres:

a) La Corbata de la Medalla Aérea, de seda en losmismos colores que la cinta especificada en elapartado 2 del artículo anterior y de 80 milímetrosde anchura, con una lazada de dos caídas de 500milímetros de longitud, terminadas con flecos deoro de 50 milímetros, llevando bordada en una deellas, a 100 milímetros del borde del que pende elfleco, la orla con el reverso de la medalla corres-pondiente descrito en el apartado 1 del artículo an-terior, con un tamaño de 42 milímetros en su ejevertical y 28 milímetros en el horizontal y debajode ella, en negro, la unidad, la acción y la fechaque determine el real decreto de concesión. LaCorbata irá sujeta a la moharra de la bandera oestandarte, y quedará pendiente sobre ella y a laaltura de su centro. La ostentación de la Corbataserá repetible cuando se hubiera concedido másde una de ellas.b) El Guión-Enseña de la Medalla Aérea estaráformado por dos telas superpuestas de damascode seda en los mismos colores proporcionales quela cinta especificada en el apartado 2 del artículoanterior y en un cuadrado de 560 milímetros de la-do. En su centro, irá bordado modelo análogo alde la Medalla correspondiente descrita en el apar-tado 1 del artículo anterior, con un diámetro totalde 200 milímetros y debajo de éste, en negro y poreste orden, la unidad, la acción y su fecha. ElGuión-Enseña irá sujeto al asta de las dimensio-nes reglamentarias para los estandartes. Cuandose ostente más de una Medalla Aérea colectiva,habrá tantos guiones-enseña como recompensasconcedidas.c) La Placa de la Medalla Aérea será de plata, conforma rectangular y de dimensiones proporciona-das al lugar donde vaya a ostentarse, llevará gra-bado en dorado y en su parte izquierda el reversode la medalla correspondiente descrita en el apar-tado 1 del artículo anterior, proporcionado a su ta-maño, debajo del cual, en dorado, se situará, por



este orden, la unidad, la acción y la fecha que sedetermine en el real decreto de concesión. En suparte derecha figurará, en dorado, la inscripción Alservicio distinguido.

En cuanto al personal militar que hubiese inter-venido directamente en las acciones o hechos que moti-varon la concesión de la Medalla Aérea colectiva corres-pondiente a la unidad, centro u organismo militar,tendrá derecho a ostentar en el antebrazo de lamanga izquierda de su uniforme la insignia in-dividual representativa de la Medalla Aéreacolectiva, que consiste en un emblema bor-dado de 42 milímetros en su eje vertical y28 milímetros en el horizontal, formado poruna orla ovalada sujeta con cuatro brazale-tes, dos a cada lado; entre los brazaletes,dos leones rampantes. La parte superior de laorla estará rematada con un castillo y la inferiorestará apoyada en una cartela en la que figure inscri-to el nombre de la unidad y la fecha de concesión de larecompensa. La orla irá bordada en sus colores y en suinterior irá un óvalo de color azur (sic) con el emblemadel Ejército del Aire. Para el reconocimiento de tal dere-cho, una vez concedida la recompensa, el jefe de la uni-dad, centro u organismo recompensado elaborará unarelación nominal del personal militar que hubiera tomadoparte activamente en el desarrollo de la acción o hechorecompensado colectivamente, sin menoscabo del valorexigible a todo militar en el transcurso de operacionesmilitares.

Además, la Medalla Aérea individual es una delas raras condecoraciones pensionadas: la concesión lle-va aneja la percepción de una pensión vitalicia, consis-tente en el cinco por ciento del sueldo correspondiente alos funcionarios al servicio de las Administraciones públi-cas clasificados en el grupo A, con independencia de suempleo militar o categoría laboral, profesional o funciona-rial.

La Medalla Aérea individual y la Medalla Aéreacolectiva serán concedidas por S.M. el Rey, mediante re-al decreto acordado en Consejo de Ministros, a propues-ta del Ministro de Defensa y con informe favorable delConsejo Aeronáutico o Junta Superior del Ejército del Ai-re.

Esta recompensa creada en agosto de 1970 so-lamente se ha concedido, hasta el día, a cinco personas:al teniente general don Julio Salvador y Díaz-Benjumea,ministro del Aire (1971); al coronel don Rafael LorenzoVellido (1974); al coronel don Luis Azqueta Brunet; al bri-gada don Agustín Gonzalo Ciruelos (1978, a título póstu-mo); y al coronel don Luis Arancibia Resines (1979). Y,colectivamente, al propio Ejército del Aire (1988); al 802ºEscuadrón de Fuerzas Aéreas (1984); y al DestacamentoÍcaro (2000).

Desde la entrada en vigor de la Ley de Recom-pensas Militares de 2003, que endurece o más bien com-plica el procedimiento de concesión, no se ha producidoninguna a título individual ni colectivo.

COLOFÓNEste recorrido histórico de las recompensas del

Ejército del Aire nos permite concluir que se trata de unsistema muy acorde con la tradición premial militar espa-ñola, sin apenas diferencias, más allá de las que son con-secuencia de su propia especificidad. Todas las institucio-nes premiales del Ejército del Aire son concordes con las

de sus hermanas del Ejército y de la Armada. Suprincipal activo premial, la Cruz del Mérito Aero-

náutico creada en 1945, es una condecora-ción bien configurada y regulada, y hoy endía respetada y apreciada por doquier.De lege ferenda, sería muy aconsejable

la recuperación del primitivo sistema decuatro o cinco grados de la Cruz del Mérito

Aeronáutico, por las elementales razones dejusticia y de igualdad antes expresadas; y la

supresión en ella de la multitud de distintivos queno sean el rojo y el blanco tradicionales en las Fuerzas

Armadas españolas, porque los colorines en nada presti-gian y en mucho contribuyen a la confusión.

N O T A S1) La Historia de la Aviación Española, publicada por el Insti-tuto de Historia y Cultura Aérea en 1988, es una buena refe-rencia -aunque se limite a la trayectoria histórica de la Aero-náutica Militar-.2) Rafael de la GUARDIA Y PASCUAL DE POBIL, Crónicade la Aeronáutica Naval española (Madrid, 1977, en dos to-mos).3) Alfonso de CEBALLOS-ESCALERA GILA e.a., Las RealesÓrdenes Militar y Naval de María Cristina. La Cruz de Gue-rra (Madrid, 2005).4) Sobre las concesiones de la Medalla Militar, pueden con-sultarse los siete tomos de la Galería Militar Contemporá-nea, publicados por el Servicio Histórico Militar entre 1951 y1980. Sobre la Medalla Naval, la obra de referencia, quecontiene todas las concesiones hechas, es la de Alfonso yLuis de CEBALLOS-ESCALERA GILA y José María MA-DUEÑO GALÁN, Los Marinos en la Orden de San Fernando(Madrid, Ministerio de Defensa, 2011), págs. 249-280.5) Gaceta de Madrid del 10 de abril y del 15 de abril de1926. Archivo Histórico del Aire, Recompensas, 2ª, 13ª, nº1396 (años 1926-1929 y 1940-1941). Sobre la Medalla Aé-rea, el único artículo publicado hasta ahora es el de JaimeAGUILAR HORNOS, “La Medalla Aérea”, que apareció en laRevista de Aeronáutica y Astronáutica, nº 442 (septiembrede 1997), págs. 703-711.6) Museo Naval, inventario nº 2333. En el catálogo de dichoestablecimiento se afirma que probablemente perteneció alcapitán de corbeta Guillén Tato, pero el futuro contralmiranterecibió la recompensa en 1932, y entonces el modelo de lainsignia era bien distinto. Además, en sus numerosos retra-tos, de pintura y fotográficos, luce una insignia semejante ala de la Medalla Militar individual, muy distinta de los mode-los de la Medalla Aérea de 1926 o de 1929-1931.7) Sobre este gran aviador naval y general del Ejército delAire, véase Alfonso de CEBALLOS-ESCALERA GILA, Mar-qués de la FLORESTA, “El pluricondecorado teniente de na-vío Núñez Rodríguez”, en Revista de Historia Naval, 88(2005), págs. 97-101.

8) La crónica detallada de todos estos hechos fue publicadaen la Revista de Aeronáutica, 53 (octubre 1940), págs. 7-8.Jaime AGUILAR HORNOS, “En el cincuentenario delÁguila de Plata y Oro”, en Revista de Aeronáuticay Astronáutica, diciembre de 1990, págs. 1262-1266.9) Don Benito Loygorri Pimentel, piloto civil,que entonces vivía, también había obtuvo sutítulo en una escuela francesa, incluso antesque el Infante (el 10 de agosto de 1910); perodesde los años de la Gran Guerra había abando-nado toda actividad aeronáutica.10) Archivo Histórico del Aire, Recompensas, 2ª 13ª, nº5440.11) Archivo Histórico del Aire, Recompensas, 2ª 13ª, nº3340.12) Archivo Histórico del Aire, Recompensas, 2ª 13ª, nº 5426y nº 9247.13) Archivo Histórico del Aire, Recompensas, 2ª 13ª, nº9249.14) Boletín Oficial del Estado del 29.15) Archivo Histórico del Aire, Recompensas, 2ª 13ª, nº9259.16) Ciertamente, en la mentalidad de los militares de la épo-ca, muchísimos de ellos curtidos en las campañas de África,España y Rusia, las cruces blancas eran despreciables. Re-cuerdo haber oído a mi buen y llorado amigo don AntonioGalbis Loriga, Conde de Morphy, general de Artillería, mani-festarse en tal sentido y mostrarse muy orgulloso de sus

cruces rojas y de no haber aceptado nunca durante su lar-ga carrera una cruz con distintivo blanco -a pesar de habersido ayudante del Caudillo y ayudante del Rey Don Juan

Carlos, puestos en los que le hubiese sido muy fácil ob-tenerlas-.

17) Colección Legislativa, número 176. Boletín Ofi-cial del Estado, números 187 y 307, de 6 de agostoy 24 de diciembre; y Diario Oficial del Ministerio delEjército, números 176 y 292, de 8 de agosto y 27 de

diciembre.18) Tras la Cruz Laureada de San Fernando, la Medalla

Militar, el Avance en la Escala, la Cruz de Guerra con Pal-mas y la Cruz de Guerra.19) Dividiendo a los premiados en dos únicos grupos: losgenerales y almirantes, y todos los demás. De manera quea un bizarro teniente coronel destacado y esforzado enBosnia o en el Líbano, se le premia con la misma cruz blan-ca que se entrega con gran habitualidad ¡al personal delservicio de limpieza del Ministerio!. Me siento obligado a re-cordar al señor ministro de Defensa que es hoy, o al quemañana fuere -si llegaran a leerme-, que tan discriminatorioes tratar con desigualdad a personas o servicios semejan-tes, que tratar con igualdad a personas y servicios muy di-ferentes. Esto último no es sino un igualitarismo mal enten-dido. 20) Esta importante novedad se produjo apocos mesesdespués de la publicación del artículo de Alfonso de CEBA-LLOS-ESCALERA GILA, Marqués de la Floresta, “Las Cru-ces del Mérito Militar y Aeronáutico: un modelo inadmisible”,en Cuadernos de Ayala, 14 (abril-junio 2003), pág. 2.


IN MEMORIAM

FRANCISCO ANTONIO DE SIMAS ALVES DE AZEVEDOEl 3 de diciembre fallecía en Lisboa, tras una larga do-

lencia y cuando contaba 81 años de edad, el insigne heraldistaFrancisco de Simas Alves de Azevedo, profesor de enseñanzasecundaria y autor de una obra muy vasta, con centenares deestudios y artículos dedicados a la Historia, la Heráldica, la Sigi-lografía y la Genealogía.

Alcanzó a ser académico honorario de la Academia Por-tuguesa de Historia, y miembro distinguido de la Academia Por-tuguesa de Ex-Libris, de la Academia de Artes e Letras, de laAcademia Internacional de Heráldica (Suiza), de la Heraldry So-ciety, de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealo-gia, de la Associação dos Arqueólogos Portugueses, del Centrode Estudos de Genealogia, Heráldica e História da Família daUniversidade Moderna (Oporto), vocal del Conselho de Numis-mática da Imprensa Nacional - Casa da Moeda, y consultor delextinguido Conselho de Nobreza, entre otras muchas institucio-nes y academias.

De un carácter adusto y a veces hasta difícil, supo sinembargo granjearse el respeto, el aprecio y hasta la amistad dequienes formamos este espacio de la comunidad científica.

Paz a su alma.AYALA


Denis Álvarez Pérez-Sostoa e IñakiGarrido Yerobi, IN DEI NOMINE. LAHONDARRIBIA DEL SIGLO XVI ATRAVÉS DE SUS TESTAMENTOS.Hondarribia, Ayuntamiento, 2014.ISBN 978-84-942370-1-0. 680 pági-nas, más un CD-rom. En esta publi-cación, bilingüe en castellano y vas-cuence, resultado de siete años deinvestigación, los autores nos ofrecenun estudio completo, a través delanálisis de los 1126 testamentos re-copilados, de cómo fue la sociedadhondarribiarra (de los lugares quecomprendían la jurisdicción de Fuen-terrabía en el siglo XVI: Fuenterra-bía/Hondarribia, Lezo, Pasajes/Pa-saia e Irún). Este novedoso trabajo,consta de cuatro partes: en la primerase analiza el corpus documental de laobra (testamentos, codicilos, memo-riales, testamentos perdidos, testa-mentos cerrados y abiertos, composi-ción interna de los testamentos,etcétera). En la segunda, tomandocomo referencia los datos aportadospor los testamentos recopilados, sedetalla la villa y su entorno, la iglesiay el clero y, finalmente, la composi-ción de la sociedad de la época, cen-trada especialmente en el ámbito delos marineros, los mercaderes y losmilitares. Así, el estudio analizará lavida intramuros y extramuros de laciudad, la ordenación de la parroquiay su cabildo eclesiástico (con aten-ción a las cuatro parroquias de la ju-risdicción hondarribiarra del siglo XVI,en concreto, las sepulturas y asientosde mujer, los diferentes altares, cofra-días, ermitas y hospitales) y el intere-sante mundo de los mercaderes y susredes comerciales y productos mer-cantiles, pescadores, constructoresnavales, la presencia vasca en Terra-nova, el papel de la Cofradía de SanPedro, la carrera de Indias, los nau-fragios, el papel de los corsos y el pa-

pel de la ciudad dentro del contextobélico europeo del siglo XVI, incluyen-do la relación de todas sus capitaníasy militares ilustres de la misma. Latercera parte incluye un índice deotorgantes por orden alfabético (conun análisis previo de los criterios decomposición de dicho índice). Lacuarta y última parte consta de los ín-dices generales del estudio, con en-tradas individualizadas para el índiceonomástico, el toponímico y el de ofi-cios, amén del elenco de los 37 árbo-les genealógicos derivados del análi-sis documental. La obra incorpora unCD-rom en el cual los autores inser-tan en formato pdf el catálogo docu-mental de los 1126 testamentos, to-dos ellos transcritos íntegramente,más 37 árboles genealógicos. Obramonumental, cuajada de noticias degran interés genealógico, por todosconceptos recomendable (ALL).Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila,Vizconde de Ayala, LA SOMBRA DEARGO. CIENCIA Y MARINA ESPA-ÑOLAS EN EL SIGLO XVIII. ISBN978-84-939304-7-9. Santander, Be-dia, 2014; 118 páginas. El importanteasunto de las expediciones marítimashispanas de la segunda mitad del si-glo XVIII -Jorge Juan y Ulloa, Malas-pina, la Vacuna y así hasta sesentafamosos viajes- ha sido abordado enmuchas ocasiones, y tanto en sus as-pectos políticos, como científicos ohumanitarios. Pero casi siempre seha hecho tratando los casos particula-res, o sea el de cada expedición porseparado, y casi nunca en todo suconjunto. Porque aquellos viajes nose hicieron como una mera sucesiónde expediciones debidas a la iniciati-va de unos u otros actores, sino quetodas ellas formaron parte de un granproyecto político y científico, auspicia-do por la Corona española con deci-sión y con unas ideas muy claras. Co-mo bien señala el autor, la Coronaespañola, durante todo el siglo XVIIIimpulsó el aumento del poder navalpara garantizar la seguridad de susvastísimos dominios, y al mismo tiem-po fomentó el redescubrimiento delos más lejanos a la Península, en-viando a ellos sucesivas expedicionespolítico-científicas, que contribuyeronde una manera harto significativa amejorar el conocimiento del mundo,procurando grandes avances científi-

cos en materia de cartografía e hidro-grafía, navegación, meteorología, an-tropología, medicina y epidemiología,fauna y flora, minería, etcétera. Sin ol-vidar sus alcances políticos y socia-les, que fueron también notables. Yaún más, pues como oportunamenteafirma el prologuista, solo por la RealExpedición Filantrópica de la Vacuna,los españoles merecemos un lugar alsol de la Historia. A exponer e ilustrarel desarrollo de aquel magno proyec-to en su conjunto se dirige este libro,primorosamente editado por Bedia,en el cual se examinan por menor ysucesivamente la cambiante geopolí-tica europea e hispana durante el si-glo XVIII, el poder naval y la Real Ar-mada dieciochesca, las relacionesentre la Corona y la Ciencia en la Es-paña ilustrada, y por fin las circuns-tancias de cada una de las principa-les expediciones y comisiones:expedición geodésica al reino de Qui-to, de Jorge Juan y Antonio de Ulloa;comisiones demarcadoras de límitesen el Amazonas y el Plata; expedicio-nes botánicas al Perú y Chile, a laNueva España (Sessé), y a la NuevaGranada (Mutis); expedición minera-lógica a Chile y Perú; expediciones hi-drográficas y cartográficas al estrechode Magallanes y al mar Caribe; expe-dición de Malaspina y Bustamante;comisión de Guantánamo y Cuba; ex-pediciones de descubrimiento y colo-nización del noroeste del Pacífico(California, Canadá, Alaska); Real Ex-pedición Filantrópica de la Vacuna(Balmis); y expediciones de Humboldt(en parte hispanas). A modo de con-clusión, Ceballos-Escalera hace unbrillante comentario de los logros yfracasos de aquel gran proyecto na-cional, frustrado por la invasión fran-cesa de 1808 y las independenciasde los virreinatos americanos. Es muyimportante notar que el autor de esta

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obra ha recogido al final de ella unextenso corpus actualizado y clasifi-cado de las fuentes y bibliografía ati-nentes a tan importante asunto, cor-pus que reúne no menos de 400títulos y referencias. Solo por estaaportación, verdaderamente relevan-te, la publicación merece todos losplácemes. La obra tiene un carácternetamente divulgativo, por lo que nolleva aparato erudito de notas niapéndices documentales. Y son muydestacables las palabras de presenta-ción del profesor Sergio M. RodríguezLorenzo. En cuanto a las ilustracio-nes, en general bien seleccionadas,poco conocidas y oportunamente dis-puestas, cabe señalar que el méritode esta obra hubiera merecido que al-gunas de ellas apareciesen a un ta-maño mayor. Del autor poco diremos,por ser sobradamente conocida delpúblico la trayectoria de este presti-gioso historiador naval: autor de 41 li-bros y de 400 monografías y artículospublicados, ha logrado tres veces elgrado de doctor en tres universidadespúblicas distintas (en Derecho, enHistoria y en Ciencias Políticas), hasido profesor en las Universidades deValladolid, Madrid y Lisboa, y es nu-merario de la Real Academia de laMar, así como correspondiente de lasReales Academias de la Historia, y deJurisprudencia y Legislación, entreotras instituciones científicas de pres-tigio a las que también pertenece(MRM).Tomás Rubio de Tejada y Fernández,SOLAR DE TEJADA. ASIENTOS YELECCIONES 2008-2014. Logroño,2014. ISBN 978-84-617-1380-6. 196páginas. En esta obra se recogen to-dos los copropietarios de esta históri-ca comunidad de bienes riojana, lla-mados diviseros, que han sidoinscritos entre 2008 y 2014; y además

todas las Juntas de Gobierno y de-más cargos, comprendidos entre di-chas fechas. A tal elenco, por ciertopleno de datos biográficos y genealó-gicos, le sigue un índice onomásticode dichos comuneros, que integratanto a los comprendidos en este vo-lumen, como en el precedente delmismo autor, Solar de Tejada. Asien-tos y Elecciones 1569-2008, publica-da hace seis años. La información so-bre este interesante repertorio en:www.solardetejada.es (LCE).Pierre Daniel de Losada y Martí, HÉ-RAUTS, ROIS D’ARMES ET POUR-SUIVANTS DE LA COURONNED’ESPAGNE. Nimes, Lacour, 2014.168 páginas con numerosas ilustra-ciones en color. No es fácil de com-prender, hoy en día, lo que fue la vidacotidiana en las épocas medieval ymoderna. En aquellas cortes y socie-dades medievales, compuestas degrupos humanos mayoritariamenteiletrados y analfabetos, los emblemasvisuales -como los heráldicos- tuvie-ron una importancia superlativa, y lalabor de los oficiales de armas queeran peritos en su formación y sucomprensión, fue crucial. Y no lo fuemenos en las cortes y sociedades dela Edad Moderna, tan caracterizadaspor un ceremonial refinado y compli-cado. Pierre Daniel de Losada, Madri-gal heraldo de armas, español por sulinaje y francés por su formación, essin duda uno de los más notables es-tudiosos del fenómeno heráldico eu-ropeo, y a su pluma se deben algu-nos textos que son ya apreciados yrelevantes. Hoy nos presenta un den-so y completo estudio que se refiereal Oficio de Armas en una región peri-férica de la Europa Occidental -recor-demos que no hubo heráldica sinodonde hubo justas y torneos, y ellosolo ocurrió en ese ámbito territorial-.Más exactamente, Losada trata delas personas que lo sirvieron y de-sempeñaron: los reyes de armas, losheraldos y los persevantes. Deboconfesar al lector que la lectura de es-te importante estudio me ha deparadomás de una sorpresa, quizá porqueyo lo he abordado con una idea pre-concebida, cual es la de que un estu-dioso residente en Francia, es decirlejos de los archivos y de las fuentesdocumentales atinentes al tema quetrata, difícilmente podría realizar una

obra de gran alcance. Esa idea míaha resultado ser muy equivocada. Yes que el estudio de Losada es, co-mo digo, denso y muy completo. Y esuna obra de madurez, como lo dela-tan no ya la escasez de citas y lacompleta y actualizada repertorio bi-bliográfico que ha utilizado, sino so-bre todo el enfoque desde el que haabordado tan interesante asunto: Lo-sada se aproxima al tema no tantodesde la perspectiva funcional (cual lohizo el maestro Adam-Even) o institu-cional (como lo hicimos antes Wagnery quien suscribe), sino desde unaperspectiva de índole política y socio-lógica, es decir analizando la figurade los oficiales de armas hispanos enel contexto de las cortes y de las so-ciedades medievales y modernas enlas que se desenvolvieron. En estesentido, la inclusión de textos y rela-tos coetáneos me parece muy oportu-na. Y, sin embargo, Losada no desde-ña los aspectos institucionales: elcapítulo dedicado a las insignias yatributos simbólicos de los reyes dearmas, de los farautes y de los perse-vantes, creo que es no solamentemuy novedoso -nunca se había he-cho hasta ahora-, sino más bien inte-resantísimo. También lo es el elencode los títulos de esos oficiales, quecomo es sabido eran bautizados conun peculiar nom de guerre al tiempode su bautizo o recibimiento corporati-vo. Por último, como corresponde auna obra científica, Losada proporcio-na al lector un apéndice documentaly legislativo, y otro bibliográfico: am-bos, a más de completos, son muyútiles. Sea bienvenida esta importanteaportación a los estudios heráldicos ehistóricos, y vaya nuestra cordial en-horabuena a Pierre Daniel de Losada,Madrigal heraldo de armas, por estenuevo y gran servicio prestado a losestudios heráldicos (MF).

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BOLETÍN DE LA INSTITUCIÓNFERNÁN GONZÁLEZ, 248 (2014).Contiene este númerolos artículos deJosé Antonio CUESTA NIETO, ElLdo. Pedro de Nebreda: linaje y pa-trimonio de un oidor de la Chancille-ría de Valladolid; Rafael SÁNCHEZDOMINGO, La concesión de un de-recho singular en el territorio burga-lés bajo el reinado de Alfonso VIII;Belén CASTILLO IGLESIAS, El se-pulcro de Antonio Sarmiento: estudioiconográfico; Óscar Raúl MELGOSAOTER, Monumentos efímeros en lasexequias burgalesas de los Austrias;y Ana RALLO y Jesús MOYA, Hidal-gos de Las Meridades de Burgos (si-glos XVI a XVIII): saga de los Garcíade la Yedra (MF).CADERNOS BARÂO DE ARÊDE, 1(2014). Acaba de ver la luz en tierraslusitanas una interesante publicacióntrimestral que es la revista oficial delCentro de Estudios de Genealogía yHeráldica Barón de Arêde Coelho.Su fundador es el arquitecto Luis So-veral Varella, notable genealogista ydestacado lazarista del Gran Prioratode Portugal de las Órdenes de Maltay de San Lázaro. El sumario de estesu primer número es el que sigue:Óscar CAEIRO PINTO, D. MartimAnes de Barbuda – Aquel que nuncative medo; y también Pero Vaz Pinto:Cavaleiro em Ceuta, Senhor da Hon-ra de Loivos; Luis SOVERAL VARE-LLA, O Foral Novo de Carvalhais,Ferreiros, Fontemanha e Vale deAvim; y también Os Heredia y e a va-ronía dos Herédia da Linha de SuaAlteça Real a Senhora Dona Isabel,Duquesa de Bragança; y también ASangue dos Arêde; Nuno de CAM-POS INÁCIO, Apuntes genealógicosde Manuel Teixeira Gomes; y tam-bién Vínculos genealógicos de Por-

timão com o resto do mundo; JoséMaria Simões dos SANTOS, Tristãoda Cunha, da Ilha Graciosa a oAlemtejo?; Fernando AGUAS, Os Ja-ques; David FERNANDEZ SILVA,Ex-Libris Heráldico deo Barao deArêde Coelho; y también Ex-LibrisHeráldico de S.A.R. a Senhora DonaIsabel, Duquesa de Bragança; y Mi-guel Ângelo BÔTO, Blasones dos Fi-dalgos de Cota d’Armas do Algarve.Esta nueva revista ofrece un conte-nido variado y de calidad, su ediciónes cuidada, y está bien ilustrada. Pa-ra mayores informaciones: www.are-de.eu. Deseamos al arquitecto Sove-ral Varella muitos parabéns (MF).NOBILTÀ, 122 (septiembre-octubre2014). Destacamos de su contenidolos escritos de Giorgio ALDRIGHET-TI, L’Ordine di Malta e l’araldica; DonAntonio POMPILI, Note circa alcuneeccellenze dell’araldica ecclesiasticaportoghese. Appunti da un viaggio;Ilaria BUONAFALCE, Lo stemma el’impresa di San Carlo Borromeo; yAlberto LEMBO, Documenti per lastoria della Guardia Nobile Pontificia:l’impiego in funzioni estranee al ser-vizio di guardia (MF).PRO-PHALARIS, 9 (enero-julio2014). En esta entrega aparecen lasaportaciones de José Vicente deBRAGANÇA, Agraciamentos portu-gueses aos Príncipes da Casa deSaxe-Coburgo-Gota; Ricardo TRI-LLANES SÁNCHEZ, José Vicente deBRAGANÇA y Humberto Nuno deOLIVEIRA, Orden del Águila Aztecaa portugueses (MF).EN LA ESPAÑA MEDIEVAL, 37(2014). Entre sus páginas notamoslos artículos de Alvaro FERNÁNDEZDE CÓRDOVA MIRALLES, Bajo elsigno de Aljubarrota: la parábola em-blemática y caballeresca de Juan Ide Castilla (1379-1390); David NO-GALES RINCÓN, Un año en la cortede Enrique III de Castilla (1397-1398); Eduardo AZNAR VALLEJO,Las rentas del Almirantazgo castella-no. Entre la ley y la costumbre; Maríadel Pilar RÁBADE OBRADÓ, La elitejudeoconversa de la Corte de los Re-yes Católicos y el negocio fiscal; Ma-nuel CIUDAD RUIZ, Catálogo de frei-les clérigos que ocuparon cargos enla Orden de Calatrava (Edad Media);y José Manuel NIETO SORIA, ¿La

segunda parte del Catálogo Real deCastilla de Gonzalo Fernández deOviedo en un manuscrito de la Bri-tish Library? (MF). ALTAMIRA, 85 (2014). La revista delCentro de Estudios Montañeses in-cluye en este número los textos deRafael PALACIOS RAMOS, Trayec-toria profesional de los Alcaldes Ma-yores de Santander (1736-1833);Francisco Javier GARCÍA MANTE-CÓN, Suerte y adversa fortuna delas fundaciones de Juan de Terán enRuente (1626-1855); Paulino LAGUI-LLO GARCÍA-BÁRCENA, Cántabrosnotables en el reinado de Felipe V;José Luis BARRIO MOYA, Don Fran-cisco Gutiérrez de Palacio, un prós-pero mercader de lienzos cántabroen el Madrid de Felipe V; y MarinoPÉREZ AVELLANEDA, Bartolomé deEscobedo (c. 1505-1563), en el 450aniversario de su muerte I. Reivindi-cación de su figura y posible origenen Escobedo de Camargo (MF).HIDALGUÍA, 364-365 (mayo-agosto2014). De su contenido destacamoslos artículos de Jesús CARDIEL LA-NUZA, Los Villacampa de Laguarta ySobrarbe; José María de FRANCIS-CO OLMOS, La Gracia Real. Títulosnobiliarios y Grandezas otorgadaspor S.M. el Rey Don Juan Carlos I(1975-2014); David HUIDOBROSANZ, El linaje de la Cuadra del Va-lle de Carranza y sus descendienteslos Cuadrao o Cuadrado de Canta-bria y Burgos; Pere MARTÍ i MARTÍ-NEZ, Identificación heráldica de lossepulcros del Monasterio del Puig enValencia: los Joinville y los Lauria;Lucio PÉREZ CALVO, El Marquesa-do de las Hromazas; y Dolores SE-GURA DEL PINO, El Marquesado dela Cimada.Orígenes y formación deun linaje de Ronda (MF).

REVISTA DE REVISTAS


CUERPO DE LA NOBLEZA DEL PRINCIPADO DE AS-TURIAS

En la iglesia de San Tirso el Real de la ciudad deOviedo, ha tenido lugar el acto de investidura de nuevoscaballeros y vamas del Cuerpo de la Nobleza del Princi-pado de Asturias, bajo la presidencia de su ConsejeroMagistral D. Francisco de Borbón, Duque de Sevilla,Grande de España. La ceremonia comenzó con la entre-ga de la Gran Cruz del Cuerpo de la Nobleza de Asturiasa Su Gracia Nobilísima el Duque de Westminster, caba-llero de la Orden de la Jarretera, e inmediatamente des-pués le fue otorgada también al Duque de Loulé. A conti-nuación realizaron los juramentos de ingreso lossiguientes caballeros: D. Juan Miguel Villar Mir, Marquésde Villar-Mir, apadrinado por don Alfredo Leonard y La-muño de Cuetos; D. Jordi Mestres de la Meana y López,apadrinado por don Manuel Ruiz de Bucesta y Álvarez;D. Santiago Balbín y Valdés, apadrinado por don ManuelRodríguez de Maribona y Dávila, y D. Juan Pedro Álva-rez de la Viña y Giménez de Aragón, apadrinado por donManuel Álvarez de Ron y González-Sela. Inmediatamen-te después lo harían también las nuevas damas: Dª Ma-ría de los Ángeles de Vargas-Zúñiga y Juanes, Duquesade Sevilla, amadrinada por la Duquesa de Maqueda; DªEsther María Koplowitz y Romero de Juseu, Marquesade Casa Peñalver, amadrinada por la Duquesa de Sevi-lla; Dª María Dolores Bermúdez de Castro y de Collan-tes, Duquesa Viuda de Montealegre, amadrinada por la

Duquesa de Franco; Dª As-censión María Veloso y Men-daro, Condesa de Carrión deCalatrava, amadrinada por laDuquesa de Maqueda; DªMaría Dolores de la Campay Alonso, amadrinada por laCondesa de Cabra; Dª MaríaJosé de Benito y Fourrat,amadrinada por Dª MartaIglesias Cienfuegos-Jovella-nos; Dª María Inés Fernán-dez de Luanco y Muñiz,amadrinada por la Condesade Cabra; y Dª Nadia Álva-rez de Ron y Gómez, amadrinada por Dª Ana María Ro-dríguez-Peláez y Peña. Tras la celebración de la SantaMisa, oficiada por don Gaspar Muñiz y don Agustín HeviaBallina, los asistentes se trasladaron al Real Club de Te-nis, donde el Consejero Magistral, tras agradecer la pre-sencia de las autoridades civiles, militares, representan-tes de las Corporaciones nobiliarias españolas yextranjeras, impuso la Gran Cruz del Cuerpo de la Noble-za a su Canciller, D. Manuel Luis Ruiz de Bucesta y Álva-rez, así como a su Presidente-Delegado en Madrid, D.Álvaro López de Becerra y Barón, Conde de Cabra yGrande de España; y también la Medalla de Oro de laCorporación al Contraalmirante D. Frederick Price y Gay-Truyols. Seguidamente se hizo entrega de los premiosque concede este Cuerpo de la Nobleza anualmente, yque fueron los siguientes: El Premio “Carreño Miranda”2014, a las Artes, otorgado al Museo del Prado, y que harecogido su Director Adjunto, D. Carlos Fernández deHernestrosa y Argüelles, Marqués de Villadarias. El Pre-mio “Trelles-Villademoros” 2014, a la labor Cultural, al Ar-chivo Diocesano de Oviedo, y a su Director, el Rvdo. Sr.D. Agustín Hevia Ballina. El Premio “Conde de Campo-manes” 2014, a la labor en Economía, concedido al Sr.D. Juan Miguel Villar Mir, Marqués de Villar-Mir, Presiden-te del Grupo Villar-Mir, y que recogió su hijo D. Juan Vi-llar-Mir y de Fuentes. El Premio “Conde de Latores”2014, a la Labor Humanitaria, otorgado a la FundaciónEsther Koplowitz, y que ha recogido personalmente supresidenta Dª Esther María Koplowitz y Romero de Ju-

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seu, Marquesa de Casa Peñalver. Asistieron como invita-dos el Delegado de Defensa de Asturias, Coronel D. Vi-cente Bravo Corchete, y la Concejal del Ayuntamiento deOviedo Dª Silvia Junco Martínez; y estuvieron represen-tadas las Reales Órdenes Militares de San Fernando ySan Hermenegildo, la Sacra y Militar Orden Constanti-niana de San Jorge, la Orden de Caballería del SantoSepulcro de Jerusalén, la Real Hermandad del SantoCáliz - Cuerpo de la Nobleza Valenciana, el Real Esta-mento Militar del Principado de Gerona, la Real Cofradíade Caballeros Cubicularios de Zamora, la Real Asocia-ción de Hidalgos de España, la Real e Ilustre Cofradía deInfanzones de Illescas, el Capítulo de la Merced, la Ma-estranza de Caballería de Castilla, el Real Gremio deHalconeros de España, la Royal Society of St. George, yla Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria (ALL).

SACRA Y MILITAR ORDEN CONSTAN-TINIANA DE SAN JORGE: FIESTADE SAN CARLOS BORROMEO

La Sacra y Militar Orden Cons-tantinaiana de San Jorge ha celebrado

en Madrid el 4 de noviembre la fiesta deSan Carlos Borromeo, onomástica de Su

Gran Maestre, S.A.R. Don Carlo María di Borbone, Du-que de Castro y Jefe de la Real Casa de Borbón de lasDos Sicilias. A la Santa Misa, celebrada en la iglesia ma-drileña de las Calatravas, asistieron numerosos caballe-ros y damas de la Delegación española de la Orden, en-cabezados por el Delegado D. Bruno Gómez-Acebo deBorbón, caballero gran cruz de justicia (LCE).CENA DE HOMENAJE A LORD DOURO

El pasado día 18 de noviembre, Lord ArthurCharles Valerian Wellesley, Marqués de Douro, Duquede Ciudad Rodrigo, Grande de España, Caballero de laOrden del Imperio Británico, heredero de Su Gracia elDuque de Wellington, Caballero de la Orden de la Jarre-tera, ha ingresado como Caballero en el Cuerpo de laNobleza del Principado de Asturias, y ha recibido la Me-dalla Conmemorativa del Bicentenario de la Cruz de Dis-tinción del Ejército de Asturias -una distinción que otorgala citada Corporación asturiana-. El acto tuvo lugar en la

Real Gran Peña deMadrid, donde elConsejero Magistralde la Corporación,Don Francisco deBorbón, Duque deSevilla y Grande deEspaña, le entregó laMedalla Conmemora-tiva en nombre delConsejo de Noblesde la Institución. ElVicecanciller de laCorporación, D. Ma-nuel María Rodríguezde Maribona dirigióunas palabras a losasistentes, destacan-do que la Nobleza de Asturias ha querido conmemorarcon la entrega de esta medalla los doscientos años devinculación del Reino de España con la Casa Wellesley,desde la decisiva intervención del primer Duque de We-llington, Generalísimo de los Reales Ejército, que contri-buyó de manera trascendental para lograr poner fin aldominio napoleónico sobre la Península. El Vicecancillerseñaló que el Cuerpo de la Nobleza del Principado deAsturias ha decidido conceder a Lord Douro la citadaMedalla como descendiente que es del primer Duque deWellington, y en histórico recuerdo de la Medalla originalque recibió también su antepasado de manos del Rey D.Fernando VII en 1815, junto a otras muchas y merecidasdistinciones y mercedes con las que aquél Monarca pre-mió su muy significativa y valiosa labor en favor de nues-tra España, y cuyo fin era para premiar a todos los astu-rianos que lucharon contra los franceses en la guerra deIndependencia. Posteriormente a la entrega de la Meda-lla Conmemorativa a Lord Douro, éste fue recibido comoCaballero de la Corporación, apadrinado por D. AlfredoLeonard, Vicesecretario General y Delegado en Madrid.Tras las palabras del Vicecanciller de la Corporación,Lord Douro, en perfecto castellano, pronunció unas senti-das palabras con las que agradeció al Consejo de No-bles la concesión de la Medalla Conmemorativa y el ha-ber sido recibido como Caballero destacando el granhonor que supone para él el ostentar en el Reino de Es-paña el honorable e histórico título de Duque de CiudadRodrigo, con Grandeza de España, con el que el ReyDon Fernando VII distinguió a su antepasado el primerDuque de Wellington. Al acto acudieron, entre otras per-sonalidades, D. Frederick Price MBE, el Vizconde deAyala, los Duques de Maqueda, los Condes de Cabra, D.Arturo Llerandi, D. Carlos Franco y su esposa Dª PilarRubio Lavedán, D. Javier Llerandi, D. Jesús García deJalón, el Marqués de Heredia, el Marqués de Torre Alta,Dª Inés Fernández Muñiz, D. José María Matres, Emba-jador de España en la República de Mali, acompañadode su esposa Dª Golnaz Rezai de Matres, el Profesor D.Juan Luna, D. Felipe de Grado, D. Antonio Sánchez deLeón, y D. Jaime Díaz de Arcaya.

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ENTREGA DE LA CRUZ DEL EJÉRCITO ASTURIANOAL EMBAJADOR DE RUSIA

El pasado día 19 de noviembre en los salonesde la Embajada de la Federación de Rusia, su Embaja-dor, S.E. Yuri P. Korchaguin, recibía la Medalla Conme-morativa del Bicentenario de la Cruz de Distinción delEjército de Asturias; una distinción que otorga el Cuerpode la Nobleza del Principado de Asturias. El acto tuvo lu-gar en la citada Embajada, en donde el Consejero Ma-gistral de la Corporación, Don Francisco de Borbón, Du-que de Sevilla y Grande de España, le entregó laMedalla Conmemorativa en nombre del Consejo de No-bles de la Institución. En el acto, el señor D. Manuel Ma-ría Rodríguez de Maribona, Vicecanciller del Cuerpo, diri-gió unas palabras a los asistentes, en las que destacóque la Nobleza de Asturias ha querido conmemorar conesta medalla a aquellos hombres que durante la Guerrade la Independencia dieron valerosamente su sangre, yen muchos casos su vida, por nuestro Principado de As-turias y por España, en la cruenta lucha contra el invasorfrancés. En esta contienda los españoles, de naturalezaagradecida, nunca podremos olvidar la decisiva interven-ción de Su Majestad Imperial el Zar Alejandro I, Empera-dor y Autócrata de Todas las Rusias, al firmar en 1812 laalianza con España y declarar la guerra también al Em-perador Napoleón. Dos años más tarde, los ejércitos es-pañoles y los ejércitos rusos habían derrotado a Bona-parte y ocupaban la capital francesa. También señalóque con esta distinción se ha querido mantener viva lahistórica amistad entre el Reino de España y el Imperiode Rusia, haciéndose la entrega la Embajador Korcha-guin de la Medalla Conmemorativa, como actual repre-sente de la Federación de Rusia, heredera del antiguo ygran Imperio Ruso. El Embajador Korchaguin por su par-te, agradeció este gesto a los representantes del Cuerpode la Nobleza de Asturias, porque simboliza, recuerda, yno deja en el olvido los fuertes lazos de amistad queunen a España y a Rusia. A continuación el Embajadorinvitó a los asistentes al acto a un excelente almuerzoen uno de los salones de la Embajada. Estuvieron pre-sentes, además del Embajador, del Duque de Sevilla ydel Vicecanciller del Cuerpo de la Nobleza, una delega-ción de la Corporación compuesta por el Marqués de He-redia, D. Carlos Franco, D. Felipe de Grado, D. ArturoLlerandi y el Vizconde de Ayala.

PRIMEROS 40 AÑOS DEL DOCTOR MARQUÉS DE LAFLORESTA COMO INVESTIGADOR MILITAR

El 30 de octubre de 1974, el coronel director delServicio Histórico Militar y de la Biblioteca Central Militar,entonces establecidos en el viejo edificio de la madrileñacalle de los Mártires de Alcalá, concedía a don Alfonsode Ceballos-Escalera y Gila, joven estudiante de 17años, la tarjeta de lector que le permitiría acceder a esosestablecimientos. Fue avalado, como era preceptivo, porun miembro del Ejército de Tierra: su abuelo paterno donRafael de Ceballos-Escalera y Sola, Marqués de Miran-da de Ebro, coronel de Artillería retirado.

Desde entonces ya han ido pasando cuarentaaños, pero aquel joven investigador ha hecho honor alpermiso concedido, constantemente prorrogado hastanuestros días, como acreditan varios documentos de ac-ceso. No solo en cuanto a progresos personales -tresdoctorados en tres Universidades públicas distintas, per-tenencia a varias Reales Academias, publicación de 41libros y casi 400 monografías y artículos, impulso de muynotables iniciativas culturales y académicas-, sino encuanto a los servicios prestados al hoy denominado Insti-tuto de Historia y Cultura Militar, y a las Fuerzas Armadasespañolas en general.

Y es que el Dr. Ceballos-Escalera ha sido duran-te años profesor del Servicio Histórico Militar y del Institu-to de Cultura Militar, y asesor del Museo del Ejército, co-mo también del Instituto de Historia y Cultura Naval, delMuseo Naval, y de la Cancillería de las Reales y MilitaresÓrdenes. Y es autor de importantes textos de HistoriaMilitar, en especial los libros y artículos dedicados a lasReales y Militares Órdenes de San Fernando y de SanHermenegildo, y al sistema premial militar. Pero tambiéna nuestra Historia Naval. Todo ello, hay que decirlo alto yclaro, lo ha hecho movido por una notoria vocación deservicio a España, de manera desinteresada y sin perci-bir nunca emolumento alguno. Y le han hecho merecedorde varias condecoraciones y premios.

Estos hechos acreditan bien que la autorizaciónconcedida entonces a aquel joven estudiante, hoy el de-cano de los investigadores del Instituto de Historia y Cul-tura Militar, fue todo un acierto para este, y para las Fuer-zas Armadas en general.

Ciertamente es un aniversario muy digno de serrecordado, en el que felicitamos muy afectuosamente ymuy orgullosamente a nuestro Director.

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Aquí la casa de todos,y aquí te traerán un día,

aquí vendrás a pararpor muchos años que vivas.

Aquí se acaban los odios,la venganza y las envidias,y a Dios le darás cuentas

de lo que has sido en la vida.

Lávate con aguafuerte,que no se va con lejía,

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sobre Historia institucional, Órdenes y condecoraciones,genealogía y heráldica, Historia nobiliaria, iconografía,

ceremonial y protocolodirigida por el Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila

CONSEJO DE REDACCIÓNDr. D. Félix Martínez Llorente (Universidad de Valladolid), Dra. DªAna Belén Sánchez Prieto (Universidad Complutense), Dr. D. JuanVan Halen (Universidad de Alcalá), D. Manuel Rodríguez deMaribona (Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía), Dr. D.Luis de Cevallos-Escalera (Academia Melitense), D. José A. Dávila(Real Academia de Toledo), D. Conrado García de la Pedrosa (RealAcademia Matritense de Heráldica y Genealogía), Dr. D. Fernandode Artacho (Academia Andaluza de la Historia), Dr. D. Luis Valero deBernabé, Marqués de Casa Real (Colegio Heráldico de España y delas Indias), Dr. D. José Mª de Montells (Academia de Alfonso XIII),Dr. D. Antonio de Sousa Lara (Universidad de Lisboa).

Edita Palafox & Pezuela S.L.Chopo, 1 - 28023 Madrid - España

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En este número:

[2] Editorial: La Real y Militar Orden de San Her-

menegildo y el Ejército del Aire: dos felices

aniversarios

[3-4] Novedades, cursos y encuentros

[5] Bicentenario de la Real y Militar Orden de San

Hermenegildo: noticia de la creación de sus

insignias y colores, por el Dr. Marqués de la

Floresta

[6-8] Las últimas condecoraciones imperiales ru-

sas otorgadas por el Zar Nicolás II a súbditos

españoles, por el Dr. Marqués de la Floresta

[9-24] Notas para la historia del sistema premial

de la Aviación española (en el 75º aniver-

sario del Ejército del Aire), por el Dr. Mar-

qués de la Floresta[24] In memoriam: Francisco Antonio de Simas Al-

ves de Azevedo

[25-26] Revista de libros

[27] Revista de revistas

[28-30] De gentes de bien

[32] Versos de historia y tiempo: poesía popular

necrológica en Castilla. Humor (galo y vanis-

torio).


cuadernos de a · ... en la universidad de würzburg, ... duque de tovar y eximio prócer de la...

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