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A yala A yala Cuadernos de REVISTA DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICA Y CIENCIAS HISTÓRICAS ISSN 1576-2068 Dep. Legal M-10186-2000 Número 65 Enero-Marzo 2016

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A y a l aA y a l aC u a d e r n o s d e

REVISTA DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICAY CIENCIAS HISTÓRICAS

ISSN 1576-2068 Dep. Legal M-10186-2000 Número 65 Enero-Marzo 2016

Cuadernos de Ayala 65 -ENE/2016 [2]

El ambiente de inseguridad jurídica en el quesobreviven los ciudadanos españoles, es muy pesado:así lo vienen denunciando ilustres juristas y abogados,como, por ejemplo, el letrado don Luis Zarraluqui Sán-chez-Eznarriaga en memorable artículo apa-recido en las páginas de Otrosí, revista delIlustre Colegio de Abogados de Madrid. Ytambién en estas páginas de los Cuadernosde Ayala hemos hecho públicas varias denun-cias en cuanto toca a la legislación nobiliariavigente y a su defectuosa aplicación por partedel Ministerio de Justicia y de los tribunales. Las leyes nose aplican, las leyes se modifican subrepticiamente y encontextos legales ajenos a su razón de ser temática, lassentencias judiciales tantas veces ni se ejecutan ni secumplen... et sic de ceteris.

Un nuevo ejemplo, por fortuna de escaso alcan-ce, nos lo proporciona la reciente promulgación de la Leyde Jurisdicción Voluntaria (Ley 15/2015, de 2 de julio),en cuyo preámbulo, ordinal 13º, se dedican veinte líneas,nada menos, a justificar la reforma de la disposición tran-sitoria 3ª de la Ley 33/2006, de igualdad del hombre y lamujer en la sucesión de los Títulos nobiliarios -que afectaa la irretroactividad-. Reforma que se lleva a efecto en ladisposición final 16ª de dicha Ley de la Jurisdicción Vo-luntaria. Un cambio legislativo subrepticio y disimulado,aunque sea menor, realizado de ocultis en una disposi-ción legal que nada tiene que ver con la legislación nobi-liaria.

Por otra parte, los incultos y desvergonzados di-putados de Esquerra Republicana de Catalunya señoresJoan Tardà Coma y Gabriel Rufián Romero, han presen-tado el pasado 4 de marzo de 2016 en el Congreso delos Diputados, una Proposición no de Ley sobre el no re-conocimiento oficial de las distinciones y títulos nobilia-rios. En su exposición de motivos, ambos afirman gala-namente que el origen de la legitimidad en el actualEstado español legalmente proviene de las Siete Parti-das del rey Alfonso X (señor de Castilla, Toledo, León,Galicia, Sevilla, Córdoba, Murcia, Jaén y el Algarve). Di-cho reconocimiento, que sería refrendado por las Cortesde Alcalá de 1348 de Alfonso XI y traspuesto a la legisla-ción de la Edad Moderna mediante la Novísima Recopi-lación impulsada por Felipe III en 1615, permanecerá talcual hasta el siglo XIX, momento en que se produce eltránsito del Antiguo Régimen al Estado liberal (sic). Yque en la práctica dicha distinción suponía la legaliza-ción de un sistema feudal, clasista, en que por razonesde nacimiento, unas clases poderosas y ociosas (noble-

za) vivían con lujos a costa de unas clases trabajadoras,explotadas y sumisas (plebeyos), que sobrevivían sinmás derechos, libertades ni recursos que aquellos que lagraciosa voluntad de los señores les permitían (sic).

Y continúan: La recuperación de los de-rechos y libertades democráticas no supuso, noobstante, la derogación de la legislación fran-quista en este ámbito. Es más, el Estado demo-crático y de Derecho no solo ha reconocido lavalidez de los títulos nobiliarios y sus mecanis-mos de sucesión -con el consentimiento del pro-

pio Tribunal Constitucional al amparo de la legislaciónfranquista vigente-, sino que los ha legitimado nueva-mente y ha creado nuevos títulos nobiliarios -incluso su-cesorios-. Por eso, según ellos, el Estado democráticoactual debe entroncar con la herencia de los procesosde democratización de 1812-20, 1873 y 1931, en detri-mento de la herencia de las etapas autoritarias, y en estalínea suprimir el reconocimiento de las distinciones cla-sistas de la nobleza por parte del Estado.

Por todo ello han presentado la siguiente Propo-sición no de Ley: «El Congreso de los Diputados insta alGobierno español a: Realizar las modificaciones legalesoportunas a fin de que el Estado no reconozca distincio-nes y títulos nobiliarios. Dicha modificación, que incluiráa todas las instituciones del Estado y a los diferentes re-conocimientos actualmente vigentes (legislación, Regis-tro Civil, protocolo...), implicará tanto el no reconocimien-to de los vigentes como el no otorgamiento de nuevasdistinciones y títulos nobiliarios en el futuro».

Pues para ser diputados a Cortes, son muy igno-rantes, ya que desconocen el artículo 62f de la vigenteConstitución Española, que reconoce y ampara la conce-sión y pervivencia de los Títulos nobiliarios y de las de-más distinciones nacionales. No saben que suprimirlos ono, no es competencia del Gobierno al que dirigen suproposición, sino que requeriría una reforma constitucio-nal, nada menos.

En fin: aparte de que se trata de un ataque inad-misible a nuestro patrimonio histórico inmaterial, es quesorprende mucho que estos dos galanes, que son losque verdaderamente integran hoy unas clases podero-sas y ociosas, que viven con lujos a costa de unas cla-ses trabajadoras, explotadas y sumisas, acusen a los ac-tuales ciudadanos titulados -que ni son poderosos, niociosos, ni viven con lujo a costa de nadie-, de ser ta-les... ¡cosas veredes, buen Cid...!

El doctor Vizconde Marqués director

EDITORIAL

NUESTRA PORTADARetrato de S.M. el Rey luciendo las insignias (collar, placa y banda) de la Real Orden de Isabel la Católica

(la fotografía fue tomada en el Palacio Real de Madrid en la mañana del 16 de diciembre de 2015)

UNA NOVEDAD LEGISLATIVA EN MATERIA NOBILIARIAY OTRO INTENTO MÁS DE ACABAR CON ELLA

LAS NOBLEZAS DELA MONARQUÍAHISPÁNICA

En la Facultadde Filosofía y Letrasde la Universidad Au-tónoma de Madrid hatenido lugar el 24 defebrero este encuen-

tro científico, V Seminario Internacional sobre Nuevasperspectivas de Historia Global-Red Sucesión, dirigidopor los profesores D. Roberto Quirós Rosado, D. AntonioÁlvarez-Ossorio Alvariño y Dª Cristina Bravo Lozano, enel que han colaborado los grupos de estudio El modelopolicéntrico de sobernaía compartida (siglos XVI-XVIII):una vía alternativa a la construcción del Estado moderno,y Sociedad cortesana y redes diplomáticas: la proyeccióneuropea de la Monarquía de España. Las comunicacio-nes presentadas allí, han sido las de los profesores D. Ig-nacio Atienza Hernández, Jurisdicción, administración se-ñorial y estrategias matrimoniales en la aristocraciacastellana; D. Jesús Gascón Pérez, La nobleza aragone-sa en la Edad Moderna: entre la fidelidad al reino y elservicio de la monarquía; D. Alfredo Floristán Imízcoz, Lareordenación de la nobleza navarra en la Monarquía deEspaña (1556-1725); D. Enrique Soria Mesa, Una noble-za mestiza. Los múltiples orígenes de la nobleza españo-la (ss. XVI-XVII); D. Jesús Bustamante García, La noble-za indígenea en el México central de lengua náhuatl(siglos XVI y XVII), y de cómo Lope y Calderón hablan enazteca; D. Francisco Andújar Castillo, Comerciantes en-noblecidos por la “gracia” del dinero: la nobleza tituladaamericana (1681-1700); D. Bernardo J. García García,La nobleza flamenco-brogoñona en la Monarquía Hispá-nica: lealtad, resistencia y exilio; D. Antonio Álvarez-Os-sorio Alvariño, Patriciado lombardo: de la cooptación a laapertura en la estrategia matrimonial; Giulio Sodano, Pro-fili delle nobiltà napoletane nel sistema imperiale spagno-lo del XVII secolo: indagini, suggestioni e prospettive; D.Santiago Martínez Hernández, “Entre las nuestras”: losmarqueses de Castelo Rodrigo y la integración de la fi-dalguía en la aristocracia hispánica, 1594-1723; y D. Pe-dro García Martín, La república aristocrática de Malta. hAsido un encuentro muy interesante.

II JORNADAS DE GE-NEALOGÍA E HISTO-RIA FAMILIAR DEBILBAO

La Iglesia de Je-sucristo de los Santosde los Últimos Días(Mormones), en cola-boración con las enti-

dades genealógicas Family Search y My Heritage, ha ce-lebrado este encuentro cultural y social en la Ínvicta yHeroica Villa, el 19 de marzo de 2016, en sus locales dela calle Henao 52, bajo.

CARLOS III Y CERVANTES:EL QUIJOTE Y LA ILUS-TRACIÓN

La Fundación Culturalde la Nobleza Española y laFundación Banco Santander,han organizado un nuevo ci-

clo de conferencias, dedicadas al tercer centenario delnacimiento del Rey Carlos III, y al cuarto centenario de lamuerte de don Miguel de Cervantes. Tendrán lugar en losdías 28 de marzo, y 4, 11, 18 y 25 de abril de 2016, a las19’30 horas, en el CentroCentro municipal (plaza de Ci-beles 1). Y son las que impartirán Dª Carmen Iglesias, Elmundo de Cervantes y el mundo ilustrado en el reinadode Carlos III; Jean Pierre Etienvre, Cervantes al margende los clásicos en España en el siglo XVII; Dª CarmenSanz Ayán, Mecenas y editores: una historia cultural; D.Julián Martín Abad, El Quijote en los talleres de imprentaespañoles del siglo XVIII; y D. Pedro Álvarez de Miranda,Cervantismo y quijotismos en la España de Carlos III. NOMBRADO UN NUEVOPERSEVANTE SLAINS

El Conde de Erroll,condestable de Escocia ymaestrante de Castilla, se hadignado nombrar nuevo per-sevante de su Casa y familia,con el tradicional título deSlains pursuivant, a John Malden, actual presidente de laHeraldry Society of Scotland y hasta hace muy pocotiempo persevante Unicorn de S.M. Británica. Como essabido, en el Reino Unido -más precisamente en el deEscocia- el tradicional derecho de nombrar y tener oficia-les de armas particulares es privativo de los jefes de cua-tro importantes clanes: el persevante Slains, por el citadoConde de Erroll; el persevante Garioch, por la Condesade Mar; el persevante Endure, por el Conde de Crawfordy Balcarres; y el persevante Finlaggan, por el Barón Mac-donald de Slate. Estos oficiales de armas se ocupan delasesoramiento heráldico y genealógico en los clanes yfamilias referidas, y tienen reconocimiento oficial. JohnMalden, nuevo Slains, sucede a John Stirling, hoy Linlith-gow pursuivant extraordinary de S.M. Británica, quien asu vez sucedió a nuestro llorado amigo Peter Drummond-Muray of Mastrick.

I CONGRESO DE GENEALOGÍADEL ALGARVE

Ha sido convocado para los dí-as 23 y 24 de abril de 2016 en lavilla de Silves (Portugal), en elcontexto del X Encontro de Gene-alogistas do Algarve. El logotipoha sido diseñado por Miguel Ân-gelo Bôto. En su momento, desde

Cuadernos de Ayala informaremos de los frutos de esteinteresante encuentro.

Cuadernos de Ayala 65 - ENE/2016 [3]

NOVEDADES, CURSOS Y ENCUENTROS CIENTÍFICOS Y CULTURALES

Cuadernos de Ayala 65 -ENE/2016 [4]

LA INVENCIÓN DELPASADO. MITOSGENEALÓGICOS

La Universidadde Granada, a travésde su Cátedra AntonioDomínguez Ortiz, haconvocado un ciclo de

conferencias sobre los mitos de la Historia de España.En ese ciclo se inserta la titulada La invención del pasa-do. Mitos genealógicos en la España del Siglo de Oro,que ha pronunciado el catedrático Dr. D. Enrique SoriaMesa en el Palacio de la Madraza, en la tarde del 3 demarzo de 2016. Una gran ocasión.

2016 AÑO GENEALÓGICO FRANCISCO FERNÁNDEZDE BETHENCOURT

Don Francisco Fernández de Bethencourt (Lan-zarote, Canarias, 1850-1916), es sin duda la figura másimportante de la nobiliaria y de la genealogía contempo-ránea, como el eximio don Luis de Salazar y Castro (Va-lladolid, 1658-1734) lo fue de la nobiliaria y la genealogíade la Edad Moderna. Sus obras le dieron un gran renom-bre, nacional e internacional, al renovar la ciencia genea-lógica en España y constituirse en referente internacionalpor su sistemática enciclopédica, marcando el camino deuna escuela de investigación -según el método de la es-cuela francesa de Borel-, que ha desembocado en la ge-nealogía como estudio de la familia. Nacido en Lanzaroteen 1850, en el seno de una familia de origen sevillano,por el flanco paterno, y lanzaroteña por el lado materno,siendo mozo se trasladó a Las Palmas de Gran Canariapara seguir los estudios eclesiásticos, que abandonó pa-ra iniciar los de Derecho en Tenerife, isla en la que sededicó después al periodismo -fundó el periódico La Le-altad, de corta vida-. En Tenerife se inició en las investi-gaciones genealógicas. Entre sus obras más destacadasy por las que es más recordado, podemos encontrar:Diccionario histórico, biográfico, genealógico y heráldicode la Provincia, Anales de la Nobleza de España, LesOrdres de Chevalerie en Espagne, La Genealogía y laHeráldica en la Historia (su discurso de entrada en la Re-al Academia de Historia de España, en 1900), La Coronay la nobleza de España, la monumental e insuperadaHistoria Genealógica y Heráldica de la Monarquía Espa-

ñola, Casa Real y Grandes de España, y el Nobiliario yBlasón de Canarias (que, revisado y actualizado por unajunta de especialistas coordinados por el profesor donJuan Régulo en los años de 1950, pasó a denominarseNobiliario de Canarias, en cuatro tomos). El conjunto desu obra le abrió las puertas de la Real Academia de His-toria, en donde fue recibido el 29 de junio de 1900, ytambién las de la Real Academia Española de la Lengua,en 1914. Por todo ello, distintas personas y entidades delos ámbitos público, social, cultural y genealógico, hanpropuesto la institucionalización del homenaje al eruditoy polifacético autor canario bajo el nombre de 2016 AñoGenealógico. Francisco Fernández de Bethencourt(1850-1916), con un planteamiento totalmente abierto acuantas personas y entidades quieran adherirse, puessólo pretende reconocer y proyectar la figura de un cana-rio universal, en el centenario de su fallecimiento, quefue capaz de llevar su pasión más allá de nuestras fron-teras, y ofrecer así el justo reconocimiento que se mere-ce. A tan feliz iniciativa se han sumado, a más de estarevista Cuadernos de Ayala y de la Federación Españolade Genealogía, Heráldica y Ciencias Históricas, la RealAcademia Española, la Real Academia de Ciencias, Be-llas Artes y Nobles Artes de Córdoba, la Académie Inter-nationale d’Héraldique (Europa), la Académie Belgo-Es-pagnole d’Histoire, el Cronista de Armas de Castilla yLeón, los Ayuntamientos de Agaete y El Sauzal, la RealSociedad Económica de Amigos del País de Gran Cana-ria, la Real Sociedad Económica de Amigos del País deTenerife, el Instituto de Estudios Históricos Rey FernandoGuanarteme, la Sociedad de Estudios Genealógicos yHeráldicos de Canarias, Gaviño de Franchy Editores (Te-nerife), el Centro de Estudios Genealógicos Marqués deAcialcázar, Genealogías Canarias, Cartas Diferentes Edi-ciones (La Palma), el Liceo Taoro de La Orotava, la CasaTroncal de los Doce linajes de Soria, Genea Generacio-nes (Chile), el Cuban Genealogy Club of Miami, la Aca-demia Dominicana de Genealogía y Heráldica, la Red deAntepasados, el Instituto de Estudios Históricos Bancesy Valdés (Asturias), la Asociación de Genealogía Hispa-na HISPAGEN, la Asociación Cultural Francisco Fernán-dez de Bethencourt de Lanzarote, el Instituto de Estu-dios Lanzaroteños, la Junta de Cronistas Oficiales deCanarias, Maxerco.es, Tataranietos.com, la AsociaciónCultural de Genealogía e Historia de Aragón, la Socie-dad Genealógica y de Historia Familiar de México, el Ins-tituto de Estudios Hispánicos de Canarias, la AsociaciónCanaria de Genealogía e Historia Familiar, la AsociaciónRiojana de Genealogía y Heráldica, la Sociedad de Fo-mento Instrucción y Recreo Casino de Gáldar, el InstitutoPiadoso Eclesiástico Jesús Sacramentado de la Villa deAgüimes, y Turigen. Para información y adhesiones sehan dispuesto el correo electrónico [email protected], y en las páginas https://plus.goo-gle.com/u/0/108675368567610455248, y https://www.fa-cebook.com/groups/1924615341097519/?fref=ts. DesdeCuadernos de Ayala iremos informando de las activida-des atinentes que se realicen durante los próximos me-ses (MF).

NOVEDADES, CURSOS Y ENCUENTROS CIENTÍFICOS Y CULTURALES

Cuadernos de Ayala 65 - ENE/2016 [5]

Nació en Santander, en lacalle de Juan de Herrera 4, el 14de marzo de 1931, en el seno deuna familia de antiguos hidalgosradicada en el valle de Iguña: supadre era propietario rural y teníaun acreditado depósito y criaderode yeguas de raza. La familia pa-só por graves dificultades durantela primera etapa de la guerra civil,refugiada en su casona familiar deMolledo, hasta que la entrada delas tropas nacionales aseguró elterritorio montañés. Des-pués, ya en la posguerra,Pedrosa siguió regular-mente sus estudios de ba-chillerato en Santander, enel Instituto de EnseñanzaMedia y en el Colegio delos Padres Calasancios.

Comenzó su vidalaboral ganando oposiciónen la Sanidad Pública, tra-bajo que compaginó conel de locutor de RadioSantander. En 1953, Ra-dio Nacional de Españaconvocó una oposición pa-ra obtener plaza de locu-tor: la ganó García de laPedrosa, todavía menorde edad, y con este moti-vo se trasladó a Madridpara siempre. En RadioNacional de España trans-curriría su distinguida ca-rrera profesional como pe-riodista, y en la entidadascendió sucesivamente alocutor de primera, a re-dactor y a redactor jefe, hasta desempeñar el puestode editor de los Diarios Hablados. Simultáneamente,creó una emisión de temas de heráldica y genealogíapara Europa y América, a través de Radio Exterior deEspaña, programa que alcanzó una enorme difusión yfue muy escuchada y muy seguida. Prejubilado el 6de febrero de 1986 -en el mismo día en que los terro-

ristas vascos asesinaron al vice-almirante Duque de Veragua-, al-canzó la jubilación definitiva en1992, y desde entonces se dedi-có plenamente a la investigación.

La verdadera vocación de Pe-drosa ha sido la cultural, y en es-pecial la bibliofilia. Fue autor devarias obras de mérito, como suextenso Diccionario de apellidosy escudos de Cantabria (2001), oLas Reales Órdenes Militar y Na-val de María Cristina. La Cruz de

Guerra (2005), y de nume-rosos artículos y colabora-ciones en revistas espe-cializadas, como la revistaHidalguía, los Anales de laReal Academia Matriten-se, los Annales du Cin-quantenaire, los Cuader-nos de Ayala o la revistaAltamira. Reunió a lo largode su vida una célebre bi-blioteca especializada enHistoria -historia nobiliariay genealógica, emblemáti-ca y heráldica- que cuentacon más de 15.000 volú-menes, depositados endos casas de su propie-dad. Y su dedicación almecenazgo cultural ha si-do siempre tan generosacomo notable.

No menos notable essu colección de arte,orientada a los clásicos yal retrato, que cuenta conobras de Goya y otros ar-

tistas de fama. En su rica colección de curiosidadesse encuentran numerosos objetos que pertenecieron ala Familia Real, como el sello de Luis Felipe, Rey delos Franceses, o el bastón de campaña de Don Alfon-so Carlos de Borbón, último monarca carlista.

Estos méritos le llevaron a ser elegido miem-bro del Centro de Estudios Montañeses (InstituciónCultural de Cantabria) desde 1950 -cuando contaba

IN MEMORIAM

DON CONRADO GARCÍA DE LA PEDROSA Y CAMPOYBIBLIÓFILO, ACADÉMICO Y MECENAS

(1931-2016)

de España -en la cual ha sido vocaldel Patronato de Publicaciones «Ma-nuel de Aranegui»- y a la Real Her-mandad de Infanzones de Illescas, yfue comendador perpetuo del CapítuloNoble de la Orden de la Merced.

Contrajo matrimonio don Con-rado García de la Pedrosa en el vera-no de 1971, en el Santuario de Nues-tra Señora de la Caridad de la villa deIllescas, con doña Gloria de Murga yde Maltrana, de ilustres familias norte-ñas, de cuya unión no ha habido pro-le. Desgraciadamente, el pasado 23de octubre de 2014, don Conrado ha-bía quedado viudo, y esta pérdida fuela causa de un gran decaimiento de suánimo. Y así ha muerto de improvisoen Madrid en la mañana del domingo14 de febrero de 2016, siendo sepulta-dos sus restos mortales en la capillafamiliar de la catedral de Santa Maríade la Almudena.

Dios nuestro señor acoja el al-ma de don Conrado García de la Pe-

drosa y Campoy, Díaz de Cueto y de Marichalar, quea más de un excelente amigo de sus amigos, fue ungran prócer montañés que, como verdadero señorsiempre, supo dar a la Cultura y a la sociedad españo-la en general, mucho más de lo que de ellas había re-cibido.

Dr. Marqués de la Floresta

apenas dieciocho años-, numerario dela Académie Belgo-Espagnole d’His-toire, del Instituto Internacional de Ge-nealogía y Heráldica, de la Sociedadde Estudios Internacionales (de la queha sido profesor), de la Real SociedadEconómica Matritense de Amigos delPaís, de la Real Academia Matritensede Heráldica y Genealogía (de la queha sido vicedirector y actualmente eraacadémico decano), del Colegio He-ráldico de España y de las Indias, dela Federación Española de Genealo-gía y Heráldica, de la Academia Meli-tense, y de la Académie Internationaled’Héraldique. Ha sido también vocaldel Real Patronato de la Biblioteca Na-cional (designado como uno de lostres representantes de la Casa deS.M. el Rey, junto al Nobel Camilo Jo-sé Cela y al académico Martín de Ri-quer). Y ha merecido el Premio Mar-qués de la Ensenada 1964 y 1967, yel Premio Flandes 1999.

Condecorado con las enco-miendas de las Órdenes de Isabel la Católica y de Be-neficencia, y con la insignia de la Orden francesa delas Palmas Académicas, pertenecía al Real Cuerpo dela Nobleza de Madrid, a la Orden Ecuestre del SantoSepulcro de Jerusalén, a la Orden Militar y Hospitala-ria de San Lázaro de Jerusalén, a la Maestranza deCaballería de Castilla, a la Real Asociación Hidalgos

Cuadernos de Ayala 65 -ENE/2016 [6]

(+34) 670 826 300 - [email protected]

J o s é M i g u e lP e c o s

Antiguo Maestro Mayor

de

Cejalvo

tiempos con plena vigencia, es sin duda un hecho quebien merecía conmemorarse dignamente.

Y así ha sido, en una afortunada cooperaciónentre varios organismos oficiales- el Ministerio de Asun-

tos Exteriores y de Cooperación, la Agencia Esta-tal Boletín Oficial del Estado, la Real Casa de

la Moneda-Fábrica Nacional de Moneda yTimbre-, y varios ciudadanos particulares,agrupados en la Asociación Nacional deCondecorados de la Real y Americana Or-den de Isabel la Católica.

Fue precisamente esta última laque en los últimos meses de 2014, presen-

tó al Ministerio un programa distribuido enuna decena de actividades conmemorativas:

una solemne Misa de acción de gracias el 24 demarzo en la Real Basílica de San Francisco el Grande,

sede de la asamblea y del capítulo dela Orden desde 1818; redacción y pu-blicación de una monografía sobre labicentenaria historia de la Orden; re-dacción y publicación del folleto divul-gativo sobre la Orden, el mismo quese viene entregando desde mediadosdel siglo XIX a todos los condecora-dos, junto a su diploma -cuya revisióny adaptación era y es oportuna-; or-ganización de una exposición conme-morativa, abierta al público; acuña-

ción de una medalla conmemorativa; emisión de unamoneda de valor nominal, tal y como se ha hecho enotras semejantes ocasiones; emisión de un sello postaldedicado a la Orden y a su Bicentenario, tal y como seha hecho en otras semejantes ocasiones; convocatoriade un corto ciclo de Conferencias sobre la bicentenariahistoria institucional y premial de la Orden, a cargo deprestigiosos estudiosos de la Orden y de la Españaconstitucional; y recuperación y rediseño del primitivomodelo de los diplomas de la Orden, adoptado en los dí-as fundacionales, cuya calidad artística y cuyo valor his-tórico son muy superiores a los que tiene el modelo ac-tual, usado desde la última posguerra y muy necesitadode amejoramiento.

Y así, llegado el momento el 24 de marzo de2015, las conmemoraciones se han iniciado con la cele-bración de la solemne Misa de acción de gracias en lamadrileña real basílica de San Francisco el Grande, cuyoaltar mayor fue adornado de flores de los colores de Es-paña y de la Orden. A ella fueron convocados todos los

Bien sabido es, porque se ha tratado de ello enrecientes páginas de estos Cuadernos de Ayala, y por-que es extensa la bibliografía atinente al asunto, que laReal y Americana Orden de Isabel la Católica fue creadapor el Rey Don Fernando VII, mediante su RealDecreto de 24 de marzo de 1815, movido porel aprecio que sentía el monarca por los va-lientes que defendían la presencia españo-la en Ultramar (sobre todo en América), ycon el deseo de recompensar la acrisola-da lealtad, el zelo y patriotismo, despren-dimiento, valor y otras virtudes, que tantolos individuos de la milicia como los de to-das las clases y gerarquías del Estado hanmostrado y mostraren en adelante, en favorde la defensa y conservación de aquellos remo-tos países. Fue conservada tras la independenciade los dominios americanos, y ha sido mantenida duran-te los últimos doscientos años por lossucesivos regímenes políticos que hatenido España desde entonces.

Actualmente se rige por el re-glamento aprobado mediante el RealDecreto 2395/1998, de 6 de noviem-bre (Boletín Oficial del Estado del 21de noviembre), y tiene por objeto pre-miar aquellos comportamientos extra-ordinarios de carácter civil, realizadospor personas españolas y extranje-ras, que redunden en beneficio de laNación, o que contribuyan, de modo relevante, a favore-cer las relaciones de amistad y cooperación de la Naciónespañola con el resto de la comunidad internacional.

Hoy en dia, bajo el maestrazgo de S.M. el ReyDon Felipe VI, la Real Orden de Isabel la Católica es unvalioso medio de fomento de la amistad y la cooperaciónentre naciones, pueblos y personas, que cuenta desdeantiguo con el aprecio y el reconocimiento de todos lospaíses del mundo hispánico, y del ámbito europeo e in-ternacional.

Como digo, el 24 de marzo de 2015 se ha cum-plido el segundo centenario de la creación de la Real yAmericana Orden de Isabel la Católica. Y el hecho deque una institución premial, creada en un contexto histó-rico e ideológico tan lejano al actual -e incluso aparente-mente contrario a los paradigmas que impone por do-quier el pensamiento de la izquierda contemporánea-,haya sabido evolucionar y adaptarse a cada época y acada régimen político hispano, hasta alcanzar estos

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DE RE PREMIAL

FASTOS DEL BICENTENARIO DE LA

REAL Y AMERICANA ORDEN DE ISABEL LA CATÓLICA

por D. Manuel Mª Rodríguez de Maribona y Dávila,de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía

caballeros y damas de la Orden, y estuvopresidida por el Excmo. Señor D. Juan Jo-sé Lucas Giménez, vicepresidente primerodel Senado y caballero gran cruz, antiguoministro de la Presidencia y antiguo presi-dente de la Junta de Castilla y León, y porel presidente de la Asociación Nacional deCondecorados. Asistieron representacio-nes de los Ministerios de la Presidencia,de Asuntos Exteriores y Cooperación, y deHacienda, y también del Cuerpo Diplomáti-co acreditado en España.

La segunda de las actividadesconmemorativas proyectadas, la publi-cación del estudio histórico mono-gráfico, ha sido más ardua. ElMinisterio de Asuntos Exterio-res y de Cooperación, y el Bo-letín Oficial del Estado, enco-mendaron ese estudio a unode los primeros especialistasen la materia de las Órdenes ycondecoraciones españolas: elprofesor Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Vizconde de Ayala.Quien, auxiliado por un gran equipo decolaboradores -los doctores D. Félix Mar-tínez Llorente, Dª Dolores Palmero Pé-rez, D. Fernando de Artacho y Pérez-Blázquez, D. Luis de Cevallos-EscaleraGila, D. Fabio Cassani Pironti, D. VitorEscudero de Campos y D. Lorenzo Co-rreia de Matos, a más de D. Carlos Na-varro, D. Rafael Portell Pasamonte y DªAdriana Mª Pérez Vanegas-, han logra-do la publicación en los términos apete-cidos. De su contenido y mérito se dacuenta en páginas sucesivas de estemismo número de Cuadernos de Ayala.Una gran publicación, hemos de decir,tanto por su contenido como por su lu-joso formato, que ya ha cosechadounánimes felicitaciones y parabienes,empezando por los de S.M. el Rey -Quien ha ordenado que ese libro seaen adelante su regalo institucional conpreferencia-.

Mientras tanto, la Fábrica Na-cional de Moneda y Timbre-Real Casade la Moneda, y Correos, han llevado aefecto las dos actividades de sus res-pectivas competencias: la acuñaciónde una moneda conmemorativas, y laemisión de un sello postal. La moneda,diseñada por los doctores D. RafaelFeria Pérez y el Vizconde de Ayala, esuna pieza de 60 mm, en cuyo anverso luce la placa y ellema de la Orden, y el reverso la cifra del Rey Don Fer-nando VII y leyenda alusiva al bicentenario. De esta me-dalla se han acuñado tan solo 200 ejemplares numera-

dos, más otros diez en plata, destinados aSS.MM. y altas autoridades del reino. Delsello postal emitido con valor facial de 1’30euros, que muestra la placa de la grancruz de la Orden junto a una efigie de laReina Isabel I de Castilla, se han puestoen circulación 220.000 ejemplares.

Seguidamente, el 19 de enero de 2016se inauguraba por el ministro de AsuntosExteriores y de Cooperación, otras altasautoridades de los Ministerios de la Presi-dencia y de Hacienda, y numerosos em-bajadores extranjeros, en un solemnísimo

acto en el Palacio de Santa Cruz, laexposición A la lealtad acrisolada,

comisariada por los mismos doc-tores D. Rafael Feria Pérez y elVizconde de Ayala. En uno delos patios barrocos de dichoPalacio -antigua Cárcel deCorte, construido entre 1629 y

1636-, y con un montaje atracti-vo y vistoso, dispuesto por la Re-

al Casa de la Moneda, se han ex-puesto al público un centenar largo depiezas, procedentes de las coleccionesdel Ministerio de Asuntos Exteriores yCooperación, Museo del Ejército, MuseoNaval, Museo de la Real Casa de la Mo-neda, Archivo Histórico Nacional, Archi-vo General Militar, y diversas coleccio-nes particulares. La muestra ha tenidoun gran éxito de público y de crítica.

Y también podemos de-cir que los dos proyectos aludidos, osea editar un texto actualizado del fo-lleto informativo que el Ministerio deAsuntos Exteriores y de Cooperacióndifunde entre los condecorados, y recu-perar el primer y bellísimo modelo dediploma de la Orden, o bien moderni-zarlo, están en estos momentos en cur-so, y se esperan buenos sucesos res-pectivos.

Al cumplirse hoy el año del bi-centenario de la Orden, creemos que laconmemoración de su segundo cente-nario ha sido no solo muy digna, sinoincluso muy superior a lo que cabríaesperar del momento político por elque España atraviesa. Por ello hemosde felicitarnos todos los ciudadanos es-pañoles, que vemos así respetado ysalvaguardado un elemento relevantede nuestro patrimonio histórico inmate-

rial, y también todos los ciudadanos iberoamericanos y fi-lipinos, que en su mayor parte tuvieron a esta bicentena-ria Orden como la primera y propia de sus nacientespatrias. Vaya también nuestra entusiasta felicitación aquienes lo han hecho posible.

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Ho parlato più volte del vezzo usato da sedi-centi principi ed aspiranti eredi a Troni, di proclamareanche la pretesa di essere “soggetti di Diritto interna-zionale”. I folkloristici personaggi , talvolta persino inoccasione di interviste televi-sive, affermano di avere lapossibilità di accreditare am-basciatori, rilasciare passa-porti o di non essere tenuti apagare tasse, proprio perchési considerano soggetti diDiritto.

Preciso che tutti i fal-si principi, duchi e preten-denti che attribuiscono ques-ta qualifica a sé stessi odesignano i loro falsi ordinicome sovrani, dimostrano ancora una volta la rozzez-za della preparazione generale, una marcata ignoran-za giuridica elementare , una superficialità che può so-pravvivere solo grazie alla scarsa conoscenza altruidelle materie in causa. Materie che sono serie, impor-tanti e dovrebbero essere severamente disciplinate eprotette.Per soggetto di Diritto Internazionale, infatti, si puòconsiderare solo un ente che effettivamente lo sia, enon colui che pretende di esserlo. Fondamento essen-ziale del Diritto Internazionale, infatti, è il principio dellaeffettività, ossia la consacrazione di uno stato di fattoche viene pacificamente accettato e contro cui non silevano opposizioni interne di una qualche importanza.

Ad essere soggetto di Diritto Internazionale èlo Stato e non la persona fisica. Le persone infatti,costituiscono sempre e solo un organo dello Stato, equindi interessano il Diritto Internazionale solo nel mo-mento in cui esplicano, per lungo o per breve tempo,le funzioni legate ai loro compiti istituzionali. Esempio:la Regina Elisabetta II non è soggetto di Diritto inquanto capo di una Casa reale o discendente di sovra-ni; ma perché organo di un soggetto di Diritto che è loStato inglese. Nel momento in cui la Sovrana decides-se di abdicare, non sarebbe più soggetto giuridico,tranne nel caso in cui fosse delegata dal successore asvolgere una qualsiasi funzione di rappresentanza.Conservare il passaporto diplomatico, per la Reginasarebbe soltanto un elemento legato alla sua dignitàreale, come per i Grandi di Spagna il cui passaportoera collegato alla loro altissima dignità. Questa con-cessione, dunque, è legata ad un esercizio tempora-neo o a un titolo; abbiamo a che fare con un elemento

che rientra nell'ambito del cerimoniale e degli usi, enon significa rendere soggetto di Diritto Internazionalea persona fisica che lo riceve.

La stessa considera-zione vale per tutti i principie i re che hanno abdicato,per i presidenti di repubblicaal termine del loro mandato,per l’abdicatario BenedettoXVI. Umberto II, nel momen-to in cui accettò l'esito delreferendum istituzionale e siritirò in esilio, lo Scià di Per-sia quando preferì lasciarel'Iran per evitare scontri in-terni, il presidente Napolita-no quando ha terminato il

suo mandato, l'ex-Benedetto XVI al momento dellasua abdicazione, hanno cessato di essere soggetti diDiritto Internazionale e sono entrati nel mondo dellacronaca o della storia.

L’altra frase derelitta e stupida usata in sitiarrangiati e pubblicazioni di propaganda, è quella se-condo cui il pretendente è soggetto di Diritto in quantoi suoi antenati non hanno subito la “debellatio” ed essiconserverebbero perciò i loro diritti “internazionali”. Laparola “debellatio” è fra quelle usate ed abusate soloper riempire qualche rigo con una parola latina che vasempre bene per abbagliare gli ignoranti; il suo signifi-cato rimane umbratile,variabile, poco chiaro, ancheper coloro che la usano, ed anzi conferma l'abissaleignoranza che i suoi utenti hanno del mondo del Dirit-to. Esistono Stati che non sono stati mai sconfitti e chetuttavia hanno cessato di esistere, come quelli spag-noli nel momento in cui lo Stato iberico si è unificatoper trasmissione ereditaria. Altre Entità statali, comel’Ordine di Malta o la Santa Sede, pur essendo stateprivate violentemente del territorio su cui esercitavanola loro Sovranità, hanno invece continuato ad esseregeneralmente considerate come soggetti di Diritto In-ternazionale. Né sono soggetti di Diritto Internazionalepretendenti autentici, come il nipote del re Zogu d'Al-bania, il Duca d'Austria-Este, il Duca di Parma o ilGranduca di toscana. Pur essendo veri principi, essipossono soltanto esercitare i diritti che a loro vanno ri-conosciuti come Capi delle loro Case; e solo nell'ambi-to in cui lo riconoscano le Leggi degli Stati in cui liesercitano. Così, per esempio, essi possono concede-re in Italia i loro Ordini dinastici, oggi riconosciuti dalloStato; Ordini, si faccia attenzione, che hanno tutt'altro

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DE RE FALSARIA

I PRINCIPI FALSI E L’ IGNORANZA VERApor el Barón Carmelo Currò

titolo ben diverso (si pensi al SacroMilitare Ordine Costantiniano diS.Giorgio) da quello “Sovrano”, concui imprudentemente si intestanotanti ignoranti.

Del resto, non sarebberoneppure soggetti internazionali i ca-pi di Stato o Governo in esilio, an-che ingiusto, come nel corso dellaseconda guerra mondiale furono iresponsabili di Stati conquistati daiTedeschi, per esempio l’Olanda, laJugoslavia o la Cecoslovacchia. Ilfatto che esistessero a Londra Go-verni in esilio, riconosciuti da alcuniStati in guerra, rappresentò una“finzione” giuridica tenuta in vita (al-meno fino a quando non si orga-nizzò in Patria una resistenza milita-re) esclusivamente per motivi politici. Ed anche inquesto caso, i responsabili di questi Governi in esilioerano organi e non soggetti di Diritto. Nello stessotempo, si può affermare che i Governi “fantocci” ins-taurati dagli occupanti tedeschi non furono soggetti diDiritto, in quanto non potevano esercitare una legittimaautorità, non avevano libertà di scelta nell'esercizio digoverno, e sopravvivevano solo grazie alla presenzadell'esercito hitleriano sul proprio territorio. Diverso ilcaso del Fronte popolare di liberazione del Vietnamdel Sud che ai tempi del famoso conflitto era conside-rato un’emissione dei Governo di Hanoi. Esso infattigodeva dell’appoggio di parte della popolazione delSud-Vietnam, controllava ampi spazi di quel territorioed era forte di un proprio esercito.

Il riconoscimento, inoltre, non equivale ad attri-buire uno “status” di soggetto di Diritto internazionale,tanto è vero che oggi esiste lo Stato della Cina nazio-nalista che mantiene diplomaticamente rapporti solocon pochi Stati ma che a tutti gli effetti è autentico sog-getto di Diritto, perché in possesso della effettiva sov-ranità, in grado di esercitarla sul territorio e pacifica-mente accettata dai cittadini che vi risiedono Lasovranità infatti è elemento essenziale di un Ente diDiritto Internazionale, e non è legato alla territorialitàche non ne costituisce invece requisito essenziale.Sovranità significa avere statuti validi, liberi da influen-ze esterne e riconosciuti da sudditi.

Così, la Santa Sede, pur privata del suo terri-torio dall’invasione italiana del 1870, aveva statuti cheper gli Stati esteri erano considerati sovrani e in cuinessun Governo avrebbe potuto inserirsi. Del resto,anche oggi la Chiesa cattolica in Cina continua a nonriconoscere l’intervento del Governo di Pechino nellanomina dei vescovi e nei suoi affari interni, e ha prefe-rito essere perseguitata e strutturarsi sotterraneamen-te pur di non subire le invadenze statali. E più volte laMagistratura italiana ha dichiarato la propria estraneità

in merito a rapporti di lavoro di di-pendenti dell’Ordine di Malta, consi-derati lavoratori presso uno Statoestero.

I soggetti di Diritto Internazio-nale, dagli Stati Uniti a Taiwan, allaSanta Sede, hanno sudditi su cuivalidamente esercitare le proprieleggi. I Governi in carica o la SantaSede hanno leggi e tribunali chepossono imporre i propri regola-menti. Anche in casi recenti di cro-naca politica, abbiamo constatatocome la Santa Sede abbia datomandato ai propri organi di aprireinchieste, arrestare e condannare.

Nel caso dei falsi pretendenti,a parte nominare o espellere “cava-lieri” che sono liberi di entrare

(spesso a pagamento) o uscire dai loro “ordini”, qualediritto sovrano può essere esercitato dai falsi gran ma-estri? Tutti loro sono obbligati all'osservanza delle leg-gi degli Stati di cui sono cittadini o in cui risiedono;spesso contravvengono a queste leggi esibendo falsedecorazioni o organizzando false cerimonie. Ma in tuttii casi, essi non fanno altro che andare contro la Leg-ge, approfittando della buona fede altrui o del fatto chesindaci o vescovi non erano informati di quel che ac-cade in una chiesa, spesso situata in aree periferiche.Il sindaco, il vescovo, i Carabinieri, possono in qualsia-si momento vietare, sospendere, condannare ogni in-contro e manifestazione senza tener conto del principe“sovrano”. Insomma, i pretendenti e gran maestri sov-rani possono esercitare una vera autorità solo sui pa-renti, domestici (quando ne abbiano) e sul cane daguardia.

Un qualsiasi “gran maestro” falso che scrive diessere soggetto sovrano e di Diritto Internazionale ri-ceve invece la cartella delle tasse, multe e ingiunzionidi pagamento, come avviene a un qualsiasi mortale.Se volesse protestare e non pagare, riceverebbe lestesse sanzioni amministrative di ogni altro cittadino.Se esibisse un passaporto diplomatico (falso, come intanti casi, e stampato ad arte), sarebbe immediata-mente denunciato.

I “riconoscimenti” di cui fanno mostra non deri-vano certo da uno Stato. In genere si tratta di quelli ri-cevuti da consimili principi falsi, ignoranti e senza ver-gogna; o da soggetti (come qualche sedicentevescovo ortodosso) che ugualmente non sono deposi-tari di alcun diritto internazionale; o ancora si usavaesibire qualche benedizione papale, usando il diplomainviato su cui venivano inserite le qualifiche richiestedal mittente, come accade anche per tutte le coppie disposi che domandano l’augurio per il loro matrimonio.Insomma, niente. Zero, più zero, più zero. Sempre ze-ro.

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que es el de su autentici-dad real. Formalmente, eldocumento que tratamospuede parecer auténtico,aunque no lo sea: obvia-mente, un falsificador demoneda que se precie, nose le escaparía ponerBanco de España conuve. Así que esta autenti-cidad formal no puedeservir de base para quealguien afirme que sea unoriginal.

Resulta que en lasmás de treinta y cinco milsetecientas cincuenta pá-ginas que conforman elarchivo del Solar de Val-deosera, la primera men-ción al supuesto docu-mento de los ReyesCatólicos, tiene fecha de1783 cuando, concluidoun juicio en la Chancilleríade Valladolid (años de1776 a 1783), sobre lapertenencia del Solar consu término, jurisdicción al-ta e baxa, mero y mixtoimperio a dichos Caballe-

ros Diviseros del mismo, y un mes antes de que sedictara la sentencia -favorable a estos, por mor de tes-timonios y documentos presentados-, el licenciadodon Pedro García Montenegro, fiscal de S.M, pide quese presentase la Confirmación de Reyes Católicos (8de agosto de 1491), que existe en el Pleito que sobresu Hidalguía siguieron en esta Chancillería Joseph,Antonio, y Pedro Gregorio, vezinos de la villa de Lagu-na de Cameros -pleito de 1781-. Y añadió, al respectoa las confirmaciones de privilegios: Que las confirma-ciones nunca pueden subsanar el defecto del título oPrivilegio que se desea porque las Confirmaciones nodan ni quitan fuerza a lo que se confirma, sólo sirvende preservar la eficacia de la cosa confirmada sin per-juicio de la verdad porque los Soberanos expiden sus

En la revista Hidalguíanº 533 (invierno 2013), losprofesores don Juan Car-los Galende Díaz y donJosé María de FranciscoOlmos publicaron un meri-torio estudio, realizadodesde el punto de vistapaleográfico y diplomáti-co, de la supuesta Cartade privilegio y confirma-ción dada por los ReyesCatólicos al linaje de Teja-da en 1491.

Sobre ese asunto de-seo aportar algunas preci-siones históricas -las quevienen a ser la otra carade una misma moneda-,con el fin de ayudar a co-nocerlo mejor, estudiándo-lo desde otros aspectosrelevantes.

Entrando en materia:existen fundadas razonespara dudar de la autentici-dad de los dos documen-tos tejadinos llamados deEnrique IV, de 1460, y delos Reyes Católicos, de1491. Esa autenticidad hasido puesta en tela de juicio por no pocos historiado-res porque, pese a su regia apariencia, nadie ha sidocapaz de encontrar el primero ni de demostrar su exis-tencia; mientras que el segundo de ellos parece serque está en un archivo privado. Ninguno de ellosconsta registrado en el Registro General del Sello, elcual se conserva en el Archivo General de Simancas apartir de los años de 1454. Todos sus asientos, para laépoca que nos ocupa, han sido publicados, y no hayni rastro de ese supuesto privilegio y confirmación.

Por eso, sin duda, los profesores Galende Díaz yDe Francisco Olmos han dicho que el documento deReyes Católicos es auténtico en su formalidad y reali-zación. Pero evitan entrar en el fondo del documento,

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El supuesto privilegio dado en 1491 por los Reyes Católicosal linaje de Tejada, cuya autenticidad se viene poniendo enduda debido a las “incógnitas interesantes” que plantea

DE RE DOCUMENTAL

LA SUPUESTA CARTA DE PRIVILEGIO Y CONFIRMACIÓNDE LOS REYES CATÓLICOS, SUPUESTAMENTE DADA

EN 1491 AL LINAJE DE TEJADA:ALGUNAS “INCÓGNITAS INTERESANTES”

por D. Luis Pinillos Lafuente, antiguo Alcalde Mayor del Solar de Valdeosera

cenciado don Diego Castrillo y Rivero, en su visita ju-dicial a dicho Solar.

No hay pleito de hidalguía ni do-cumento alguno anterior a esta fe-cha, que mencione o aluda a esossupuestos documentos reales de1460 y 1491, y tampoco aparecenmencionados en las obras de losautores que trataron estos temas,como fray Atanasio de Lobera en suHistoria de las Grandezas de lamuy antigua e Insigne ciudad eIglesia de León, del año 1596; donMauro Castellá Ferrer en su Histo-ria del Apóstol de Iesu ChristoSanctiago Zabedeo Patrón y Capi-tán General de las Españas, delaño 1610; el padre fray Mateo deAnguiano en su Compendio Histo-rial de la Provincia de La Rioja, delaño 1701; o el doctor don JoséGonzález Texada en su célebre

Abrahan de La Rioja. Por contra, resulta chocantecomprobar que muchos de los datos de su contenido,son copia casi literal de lo escrito por fray Atanasio deLobera en 1596; quien, por meter su apellido en elasunto (como demostró, años más, tarde GonzálezTexada), hablaba de haber leído en algunas memoriassobre doce caballeros que pudieran ser galicianos olos propios hijos de don Sancho, sin más referencias.

Recordemos que, con la entronización del primerBorbón, se expidió un real decreto mandando que to-das las villas y lugares sometiesen a confirmación susordenanzas y privilegios. Las que habían tomado par-tido por el perdedor de la guerra civil -el ArchiduqueCarlos-, se vieron despojados de ellos. En La Rioja, lavilla de Valdeosera fue el único Solar nobiliario conoci-do que presentó documentación para demostrar lapertenencia del mismo a los señores diviseros de él;pero no fueron esos importantes documentos atribui-dos a Don Enrique IV y a los Reyes Católicos losaportados, sino sus Ordenanzas Viejas, de 1579; conello, Valdeosera obtuvo real provisión del Rey Don Fe-lipe V, fechada el 22 de septiembre de 1716, para eldicho Solar e Villa de Valdeosera, con todos sus vasa-llos e jurisdicción civil e criminal, horca e cuchillo, altoe bajo, mero mixto imperio.

En nombre de la posteriormente llamada villa o so-lar de Tejada, nada se presentó. Se perdió así, quécosas, una buena ocasión para dar a conocer los su-puestos documentos de Don Enrique IV y de los Re-yes Católicos ¡si es que ya existían en esas fechas!.

Luego, además, está el escudo de armas. En lacertificación de armas que don Domingo Gerónimo deMata expidió a favor del Solar de Valdeosera, se lee: yen el quarto quartel, ansí mesmo en campo de plata,

Confirmaciones bajo la buena fee de ser cierto el Pri-bilegio y como su Soberana intención es no dar másderecho al impetrante que el quetenga por el Privilegio ni derogar elderecho de terceros no se exami-na ni disputa en este acto si escierto o no el Privilegio ni se citapara su confirmación a los intere-sados quienes si hacen ver que laConfirmación se obtubo con enga-ño, de nada sirve.

La intromisión del fiscal del Reysorprendió a los diviseros de Val-deosera, y alegaron no saber nadadel documento que mencionaba, nique pudiera ser de utilidad para sudefensa en el pleito que se seguía.Esta intromisión del fiscal, incul-cándose en otros incidentes, resul-taba sorprendente y desconcertan-te para los diviseros, puesto queentre los instrumentos presentadospara su defensa, no figuraba confirmación de privile-gios alguna; y porque, además, había quedado claroque las dichas confirmaciones no servían para justifi-car un derecho a la propiedad del Solar.

Y es que, en realidad, la primera vez en la historia,que aparece mencionado un documento llamado, ex-plícitamente, así: Confirmación de Privilegios, otorga-da por los Reyes Católicos en 1491, fue en el año1749, con la presentación de una solicitud para obte-ner carta de confirmación por parte del Rey Don Fer-nando VI. Dicho documento carecía del Sello Real deplomo, que forzosamente debía acompañarlo, pen-diente de cintas de seda de distintos colores. Quizáesa ausencia pueda hallarse en el sano temor de quefalsificar un documento, llevando incluso un sello ro-dado, fuera una cosa delictiva, pero llegar a falsificarun Sello Real se pagaba con la pena capital.

También resulta revelador el hecho de que, con lapetición, presentaron un traslado, claramente infiel,del Certificado del Blasón del Solar de Valdeosera,dado en 1636 por don Domingo Gerónimo de Mata,rey de armas del Rey Don Felipe IV. En la transcrip-ción se omitieron algunas frases que aparecen en eloriginal, como la de que el oso y el roble son Armasde Valdeosera. O la referente a las divisas: siendocondición y bínculo de que no se pudiese acrecentarvecindad, ninguna más de las trece Casas y Solares yDivisas, que así se llaman, de do descienden todoslos subcesores, por vía de barón. Y otras alteraciones,entre las cuales se encuentra la inclusión de la segun-da bordura, con la leyenda, que fuera añadida por elSolar de Valdeosera en 1644, laudemus viros et pa-rentes nostros in generatione sua. De que hay cons-tancia por la visita a vista de ojos, realizada por el li-

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Detalle del sello rodado que consta en elsupuesto privilegio tejadino

del 1491

un roble, de sinopla, y a él ligado, un oso, al natural,con una cadena de yerro o arjen. En cambio, sobre elescudo que aparece en el supuesto privilegio de losReyes Católicos, más de una autoridad en los estu-dios heráldicos opina que su composición no es ante-rior a la época de Don Felipe II (1556-1598); y así, aldescribir el cuarto cuartel, se lee: en el cuarto campoque es también plateado, está un ár-bol que se llama texo, y en él estáatado un oso, con una cadena a unarama del árbol, que significa la quecortó Sancho de Tejada, cuando se lequebró la lanza… Y se dice en el do-cumento, que esa es la razón de quea don Sancho le llamaran Tejada, por-que se defendió de la morisma emple-ando como arma, la rama de un tejo.Vieja historia, ya contada en 1248,cuando la toma de Sevilla donde elactor era don Pedro de Vargas Ma-chuca y el arma, una rama de olivousada para machucar. La anécdota esfamosa y no insistiremos en ella. Peroes que aquí, en el caso de Tejada, lagramática también juega su papelpues, etimológicamente, el vocabloformado por derivación de tejo, no es,precisamente, tejada.

Según varios autores genealógi-cos, Tejada es un linaje castellano, delSolar de Valdeosera (Logroño). Y esteapellido se deriva de teja, la cual másallá de un simple objeto arquitectóni-co, es un elemento cargado de simbo-lismo, principalmente representandola Casa (entendida esta como un ope-rador social, más que como una construcción). Comoentidad protectora del grupo doméstico. La teja es,pues, signo de propiedad y símbolo de la casa y desus derechos; con o sin confirmación de privilegios,ya que la propiedad habría sido obtenida como unaaprisio o presura, durante la ocupación de terrenosdeshabitados en la época de la Reconquista en LaRioja. O concedida como recompensa, contrapresta-ción o pago de los heroicos esfuerzos y señaladosservicios de los antepasados de los diviseros.

Respecto a la afirmación del informe, de que dichosupuesto documento de los Reyes Católicos otorgó alos pobladores de los solares por fin una plena seguri-dad, ya que desde entonces no volvieron a tener pro-blemas con los señores de la zona, baste decir quetan sólo la villa de Valdeosera tenía pobladores enton-ces -por eso era villa-, aunque aparezca entre las con-cesiones enriqueñas, nunca fue poseída por los Are-llano; y cuando, hacia 1473, el Señor de los Cameros,con gente de armas, decide tomarla por la fuerza, loshijosdalgo del Solar no recurren al contenido de ese

supuesto o imaginario documento de Don Enrique IV,ni argumentan ser behetría para defenderse del deArellano. Pues, aunque hay quien mantiene que sí loeran, e incluyen a Tejada, no han señalado documen-to alguno que avale esta sugerente hipótesis. Y hayescritos que confirman dicha condición a varios pue-blos de La Rioja, aunque sus nombres no llegasen a

tiempo de figurar en el Libro Becerrode las Behetrías, de hacia 1350. No:los de Valdeosera acudieron a los Re-yes Católicos en demanda de justicia,y los monarcas fulminaron en 1481una real provisión contra don Alonsode Arellano, Conde de Aguilar de Ines-trillas y Señor de los Cameros (y pri-mo del Rey Católico), por atentar con-tra el Señorío de Valdeosera. En ella,los Reyes ordenaron a don Alonsoque dejase el Solar de Valdeosera asus legítimos dueños, los Señores yDiviseros de él, por lo qual vos man-damos que agora, ni en de aquí ade-lante, cesedes de perturbar e non per-turbades a los dichos, a la vez queconfirmaron a los mismos, la posesióndel Señorío y su jurisdicción civil y cri-minal. No ocurrió lo mismo con su po-sesión de los montes Cardines, yaque en 1511 el territorio fue partido ynuevamente amojonado, y las cuatroséptimas partes pasaron a propiedadde los Arellano. Es curioso: tampocoen este importante pleito vieron la luzesos importantes documentos de DonEnrique IV y de los Reyes Católicos.

Ni tan siquiera hubo una referenciaa ellos cuando, en 1692, Martín Fernández de Tejadahabiendo optado al hábito de caballero de la Orden deSantiago, relató en su expediente, cómo fue partidaTejada y las cuatro séptimas partes pasaron a ser pro-piedad de don Juan de Arellano, y que la parte restan-te se llama siempre y comúnmente y así mismo en lasescripturas públicas y autos Judiciales con el nombrede Tejada.

Por otro lado, la aseveración de que esta Carta deprivilegio y confirmación, que es el primer documentooriginal conservado en el que se recogen los privile-gios de estos Solares, y que desde entonces fue co-rroborada por todos los monarcas, no parece muyacertada, pues desde la supuesta fecha de concesión(1491), hasta su aparición en sociedad (1749), pasa-ron 258 años, sin que haya constancia, en archivosoficiales, de que monarca alguno que lo hubiera corro-borado y confirmado.

Como bien dicen los autores del informe -autoresinteresados, hay que decirlo ya, porque su dictamen

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El alarde de un supuesto privilegiodado por Enrique IV en 1460, quenadie ha visto, viene siendo unaconstante actividad de algunosmiembros del Solar de Tejada

desde 1960

no fue por amor al estudio, sino oneroso-, en ese su-puesto documento de los Reyes Católicos, formal-mente -solo formalmente- auténtico, se notan incógni-tas interesantes. Es muy cierto: tan interesantes,como que algunas circunstancias y algunas pruebasmueven a pensar que alguien pudo falsificar un docu-mento regio -o dos-.

A las dos posibles soluciones que dan para resol-ver las incógnitas interesantes que presenta el su-puesto documento de Don Enrique IV,o sea la realización fraudulenta del do-cumento, o bien que tras aceptar elrey expedir la carta la dejara firmadaen blanco; habría que sumar una ter-cera conjetura, cual es que dicho mo-narca tuviera el don de la ubicuidad,ya que en la fecha en que se data, yse data en Valladolid a 10 de septiem-bre de 1460, resulta que el Rey DonEnrique estaba en Segovia.

Y ya llegando a este punto, apare-ce una cuarta posible solución: la deque todo sea una falsificación docu-mental que comenzó a gestarse, muyposiblemente, a partir del 1652, cuan-do el ansia de los pecheros camera-nos por cambiar de estado, desembo-có en un suceso conocido como laAsonada de Torrecilla. Y así la tortuo-sa conversión de la antigua granja deTejada -nunca fue villa ni solar, comoacreditan los documentos de alcaba-las de 1561 conservados en Siman-cas, y los procesales de 1652 y 1667conservados en la Real Chancilleríade Valladolid-, nada menos que enuna Casa Solar conocida de hijosdal-go. Proceso iniciado años antes de 1716, cuando lasvillas circunvecinas se quejaron a las autoridades deque ha llegado a nuestra noticia pretender y la quierenhacer Casa Solariega e Infanzona [a Tejada] y paraello, a imitación de lo que se practica en este NobleSolar [de Valdeosera] amparado ha hacer libros don-de han asentado y asientan todas las personas quehan querido asentarse de las dichas Villas y otras par-tes así nobles como plebeyos aunque es cierto quealgún plebeyo, aunque esté allí asentado, no se leguarda en ... lugar exención su franqueza alguna denoble, y que han puesto y formado su audiencia conFiscal para hacer las tales admisiones y hecho abrir elmismo sello y escudo de Armas de que da y está da-do por blasón a este dicho Noble Solar [de Valdeose-ra].

Algo de cierto habría en las denuncias, porque al fi-nal el Rey Don Carlos III, a petición del fiscal de lo civilen su Real Chancillería de Valladolid, dictó el 7 de oc-

tubre de 1773 una real provisión que mandaba revertodas las hidalguías concedidas desde el año de 1703(setenta años antes). Una medida concreta y limitadaa la comarca de los Cameros, en razón de que en lasvillas y lugares de que se compone la tierra de Came-ros, había diferentes personas intrusas al estado no-ble. Al parecer se vieron obligados a justificar su con-dición hasta 334 hidalgos de veinticuatro pueblos delos dos Cameros, exclusivamente. Y, por supuesto, nose contaron entre ellos mujeres, no, ninguna -porque

esta otra fantasía nobiliarista solo na-ció en el seno de los miembros del So-lar de Tejada muchos años después-.

En esta misma línea de pesquisas,ya hemos dicho en otra ocasión que elsupuesto privilegio enriqueño, apare-ció y desapareció -cual Guadiana- amediados del siglo XX, según las auto-ridades tejadinas, sin que, a la fecha,se sepa su paradero; y hemos dichoque aquellos sucesos coincidieron enel tiempo en que don Jesús Larios, al-calde mayor del Solar de Tejada -y suverdadero restaurador-, tuviese unaíntima amistad con don Manuel Fer-nández Padial, un calígrafo y miniatu-rista segoviano de excepcional mano ycalidad. No estoy afirmando, porqueno me consta, que esos dos hicieranalgo así como falsificar un documentodel siglo XV; solamente debo apuntaruna vía de investigación, para cuandoreaparezca el privilegio original y pue-da someterse a pruebas científicas desu autenticidad.

En conclusión, con toda prudenciapero con toda contundencia, venimos

a plantear la posibilidad de que en el hoy llamado So-lar de Tejada alguien pudiera haber falsificado uno odos documentos regios -los de Don Enrique IV y losReyes Católicos-, con intenciones nobiliaristas; y queesto pudo suceder hacia 1652. Usando para ello, qui-zá, la técnica del palimpsesto, o sea, reescribiendosobre un documento auténtico.

Esperemos que en el futuro llegue a aparecer eloriginal del supuesto privilegio de Don Enrique IV(1460); y que ese mismo futuro se lleguen a realizarpruebas verdaderamente científicas -y por parte de-sinteresada- del supuesto privilegio de los Reyes Ca-tólicos (1491). Solo así se resolverán por fin las incóg-nitas interesantes que este último plantea, y en casofavorable se podrán disipar las dudas razonables quemuchos historiadores tienen acerca de que el hoy lla-mado Solar de Tejada esté fundado sobre una gransuperchería pseudohistoricista.

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En los últimos decenios, algunosmiembros del Solar de Tejada sehan afanado en la difusión de sus

supuestos privilegios yconfirmaciones. Lamentablemente,

sin añadir el aparato críticoimprescindible, por lo que estasediciones solo han contribuido aaumentar la confusión de laspersonas poco informadas

usaba un exlibris de tipo manuscrito. Y en toda la Penín-sula Ibérica se conocen esas marcas manuscritas a par-tir del siglo XIII. Muchas de ellas incluso conminatoriascontra el robo o la sustracción del libro en cuestión: Hic

liber est meus, quem mihi dedit Deus (estelibro es mío, que Dios me lo dio); Hic liberest meus. Testis est Deus. Qui eum rapiat,diabolus capiat (Este libro es mío. Dios estestigo. Quien me lo robe lo lleve el diablo);o incluso Qui me furtatur, mala morte moria-tur (Quien me robe tenga una mala muer-te). En esta misma costumbre cultural seencuadra el mandato identificatorio de Her-nando Colón, hijo del Descubridor y el másinsigne bibliófilo de la Europa de su tiempo-su Biblioteca Fernandina, hoy Colombina,en Sevilla, fue la más grande de toda la Eu-ropa renacentista-, cuando ordenó que enla primera hoja de los 15.344 volúmenes

que formaron su librería, se hiciese constar que Don Fer-nando Colón, hijo de Christóval Colón, primero almiranteque descubrió las Yndias, dexó este libro para vso y pro-vecho de todos sus próximos. Rogad a Dios por él(1).

Sin embargo, el exlibris, tal y como hoy lo cono-cemos, aparece junto con la imprenta en la Alemania demediados del siglo XV, ya que el exlibris, como señal depropiedad, se considera tal cuando se realiza y se aplicamediante un artefacto externo o matriz reproductora. Setrata de lo que denominamos un hecho general de civili-zación, y por eso pronto se extendió a toda el área ger-mánica, y desde allí a la Italia renacentista, desde dondeirradió al resto de la Europa occidental. La Península Ibé-rica siguió a su debido tiempo esas corrientes culturalesy artística, y cuenta con una amplia tradición exlibrista,por otra parte bien estudiada por los tratadistas, comoFrancisco Vindel y Juan Delgado, en España; y FaustoMoreira Rato, Sergio Avelar, Segismundo Pinto y LuisFarinha Franco, entre otros muchos, en Portugal(2).

El primer exlibris parece ser el del bávaro Johan-nes Hans Knabensberg, apodado Igler (el que caza eri-zos o puercoespines), que fue capellán de la familia vonSchönstett; se data hacia 1450 -notemos que se dataapenas diez años después de la aparición de la impren-ta-, y consiste en una sencilla xilografía o grabado enmadera, que muestra precisamente un erizo con una floren la boca, rodeado por la leyenda Hans Igler, das dich

En el 60º Aniversario de la fundación de la Aca-demia Portuguesa de Ex-Libris, que se celebró digna-mente en Lisboa, en la Sociedade de Geografia de Lis-boa, en la tarde del 23 de octubre de 2012, tuve el altohonor de ser designado orador. Y ahora nolo tengo menos en dar a la luz pública laspalabras que allí pronuncié.Excelenças, Senhoras e Senhores, meusamigos tudos:

El altísimo honor que me ha dis-pensado la Academia Portuguesa de Ex-Li-bris, a la que me honro en pertenecer des-de hace varios años, de ser Orador en estagran ocasión del sexagésimo aniversario desu feliz fundación, y el no menos honoríficoámbito de la Sociedade de Geografía deLisboa, cuyo prestigio trasciende las fronte-ras lusitanas y se extiende por el mundo,me pone en el natural compromiso de saber estar a la al-tura de este encargo. Y el intento no deja de ser muycomprometido, considerando la altura intelectual y aca-démica de las personalidades aquí presentes, que meabruma y me obliga a hablar en castellano para no ofen-der a nadie con mi portunhol. Confío en que VuestrasExcelencias quieran disculparme que, por esos respetos,les hable en la lengua de Cervantes, y no en la deCamões, como sería más oportuno hacer hoy aquí.

A la hora de escoger el tema de mi oración con-memorativa, me ha parecido que quizá fuese las másadecuada la glosa del primer exlibris que se usó en laPenínsula Ibérica, que, aunque es asunto conocido, nodeja de ser oportuno su recuerdo. Pero, como mi desig-nación como principal orador me obliga a presentar algu-na novedad en el por otra parte bien conocido ámbito delos estudios sobre el exlibrismo hispano, me he decididoa reflexionar con vosotros sobre cuál sea el primer exli-bris portugués. -o, mejor dicho, cuál no es ese primer ex-libris portugués, aunque se haya venido considerando taldurante decenios-.Antecedentes, precedentes y contexto histórico

Recordaré brevemente que las señales de pro-piedad de un libro -manuscritas o sigilográficas- son muyantiguas, y se remontan al antiguo Egipto, continuándo-se a lo largo de los siglos con ese mismo uso. Así, porejemplo, en Baviera, hacia el año de 1188, Federico I ya

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DE RE EXLIBRÍSTICA

EL PRIMER POSEEDOR DE UN EXLIBRIS EN LA PENÍNSULAIBÉRICA: EL CANÓNIGO BARCELONÉS FRANCISCO TARAFA

(Y ALGUNA REFLEXIÓN CRÍTICA SOBREEL PRIMER EXLIBRIS PORTUGUÉS)

por el Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera Gila, Vizconde de Ayala

da Academia Portuguesa da Historia e da Academia Portuguesa de Ex-Libris

tol San Juan; y le sigue en el tiempo el de Charles d’Ai-lleboust, obispo de Autun, de 1574(6). Y el ex libris italianomás antiguo es el que perteneció a monseñor Cesare,dei Conti Gambara (Brescia, 1516-1591), obispo de Tor-tona, que es xilográfico, muestra un jeroglífico paraherál-dico de su nombre, y está datado después de 1548; fueseguido por el de Nicolò Pelli, jurisconsulto de Pistoia es-tablecido en Pisa, que también es una xilografía heráldi-ca, labrada en 1559(7). De los primeros exlibris portugue-ses hablaré más adelante.

El exlibris del canónigo Francisco TarafaRecordemos ya al feliz propietario del primer ex-

libris ibérico, y su no menos afortunada trayectoria vital:Francisco Tarafa, nacido en Llerona, hoy provincia deBarcelona, hacia 1495, y muerto en Roma en 1556. Ar-chivero de la catedral de Barcelona desde 1532, canóni-go de la misma sede desde 1543, y prior de Santa Maríade Manlleu entre 1544 y 1556, Tarafa fue un personajemuy destacado en la Barcelona de su época, y un nomenos destacado humanista(8).

Del canónigo Tarafa se conocen varias obras, ta-les las tituladas Cronica de cavallers catalans (que corrióenseguida manuscrita, y que no se editó hasta los añosde 1952-1954); De origine ac rebus gestis Regum Hispa-niae liber, multarum rerum cognitione refertus (un estudiosobre el origen de los reyes hispanos, que también corriómanuscrita hasta que se imprimió en Amberes en 1553,y en Colonia en 1557, y por fin en Barcelona en 1562, yatraducida al castellano); y Rerum Hispaniae memorabi-lium annales, en colaboración con Joannes Vaseo (im-preso en Colonia en 1577). Conocemos algunas otrasobras que permanecieron inéditas; y en la colecciónepistolográfica del cardenal Granvela, conservada en laReal Biblioteca madrileña, se conservan algunas intere-santes menciones a nuestro canónigo, a más de dos car-tas de éste al cardenal, fechadas en Roma en el mismoaño de su muerte, en que aludía a los estudios y obrasen que entonces estaba ocupado.

El exlibris de Tarafa, según la catalogación y re-producción hecha por Francisco Vindel(9), es de carácterxilográfico, talla en madera de 62x76 mm, y muestra unaforma oval en cuya doble orla se puede leer Bibliotheca

ein Igel kuss (Hans Igler, que te bese un erizo). Sin em-bargo, siguiendo a Warnecke, parece más cierto que elprimer exlibris propiamente dicho sea el que pertenecióal monje cisterciense Hilpbrand de Biberach, que ostentael escudo de armas de la familia de Brandenburgo, y quese data en los años de 1470-1480(3). Por otra parte, noes de olvidar que Gustav Amweg, en su estudio sobrelos exlibris del antiguo obispado de Basilea, defiende queel exlibris más antiguo haya sido el de Guillaume Grimai-tre, un clérigo y capellán originario de Neueville, en Lau-sana, todavía parte del Sacro Imperio Romano Germáni-co. El caso es que enseguida el exlibris se extendió portoda Alemania y la Suiza germana -de 1480 data el deGerold Edlibach-, y algunos grandes artistas y pintorescomo Hans Holbein o Alberto Durero, diseñaron exlibris:así, el del humanista Willibald Pirckheimer y su consorteCrescencia Rieter, realizado hacia 1501-1503; y el deHieronimus Ebner von Eschenbach, juez de Nurembergy amigo de Lutero, realizado en 1516; ambos diseñadospor el gran Durero.

Pronto la moda del uso de los exlibris -que fue,ante todo, eso: una moda, un uso social considerado co-mo un signo de distinción y de elegancia, como tambiénlo era entonces la posesión de libros y librerías(4)- se ex-tendió por toda Europa occidental. El exlibris inglés másantiguo es el del Cardenal Wolsey (se data entre 1515 y1530); aunque otros autores señalan el de sir NicholasBacon, de la librería de la Universidad de Cambridge(5).El exlibris francés más antiguo es el de Jean-Bertaud deLa Tour Blanche (1529), en el que se representa al após-

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Exlibris de Johannes Hans Knabensberg (alias Igler), c.1450y de fray Hilpbrand von Biberach c.1470

Dos exlibris de la mano de Alberto Durero:el de los cónyuges Pirckheimer-Rieter, c.1501-1503y el de Hieronimus Ebner von Eschenbach, c.1516

El exlibris de sir Nicholas Bacony e exlibris de monseñor Cesare Gambara

Francisci Tarapha Canonici Barchi(Biblioteca de Francisco Tarafa, ca-nónigo de Barcelona), y en el centromuestra las conocidas armerías de lafamilia de Tarafa -blasonadas por elpropio Tarafa como un escudo de ve-ros de plata y azur, cargados de unafaja de oro con un tao de sable(10)-, yla fecha de 1553.

Esas mismas armerías delos Tarafa pueden verse en la porta-da de la llamada Casa de Canongesbarcelonesa, así como en el claustrode Santa María de Manlleu, construi-do por su sobrino y sucesor en aquelpriorato.

Tal es el más antiguo exlibrisibérico conocido, y tal fue su propie-tario. El siguiente exlibris español estambién bastante remoto, puesto quese data en 1568: es el que usó Fran-cisco Peña.

El primer exlibris portugués: unacuestión polémica

El debate sobre cuál puedaser y considerarse el primer exlibrisportugués es largo en el tiempo, y to-davía no se ha resuelto definitiva-mente.

Para Francisco de Sousa Vi-terbo, el primero que usó un exlibrisen Portugal habría sido el bibliófiloquinientista João Vasquez, maestre-sala de la Duquesa Isabel, esposadesde 1430 del Duque Felipe el Bue-no de Borgoña(11). Por su parte, Anto-nio Leandro Bouza afirma que el pri-mer ex libris lusitano conocidoperteneció a Jorge de Almeida (1531a 1585), arcediano de Évora (consi-derada la patria portuguesa del géne-ro)(12). En cambio, Martinho da Fon-seca afirma que el exlibris no se usóen Portugal hasta el siglo XVII, consi-derando el más antiguo el de unchantre de la catedral de Évora, delque más adelante haré mención(13).Moreira Rato estima que ese exlibris más antiguo podríaser la lámina heráldica grabada con las armas del obispode Coimbra, dom Afonso de Castelo Branco (1522-1615); pero no consta que esa lámina se utilizase jamáscomo un exlibris(14).

Los autores modernos, grandes autoridades enmateria de exlibris lusitanos, concuerdan en que el usodel exlibris en Portugal no se remonta más atrás del sigloXVII, es decir, que la moda tardó casi ciento cincuentaaños en llegar hasta Portugal desde el centro de Europa,donde nació hacia el 1450; y cien años en atravesar la

Península Ibérica, en cuyo extremonororiental ya hemos visto que seusaron exlibris desde mediados delsiglo XVI.

Esos mismos autores moder-nos, tales los egregios SegismundoPinto y Sergio Avelar, con otros mu-chos, vienen considerando que el pri-mer exlibris portugués fue el que usódon Manuel de Moura e Corte Real,II Marqués de Castelo Rodrigo.

Yo, con toda humildad, porquesoy un simple aficionado al exlibris-mo; pero con toda contundencia, por-que tengo alguna experiencia y algu-nos conocimientos en los campos dela Historia en general, y de la Herál-dica en particular, debo combatir esaatribución. Y ello por varias razonesque voy a relatar enseguida; pero di-ré, antes de pasar adelante, algoacerca de la trayectoria vital del pro-pietario, y también describiré la piezaen cuestión y su ubicación.

Don Manuel de Moura e CorteReal, II Marqués de Castelo Rodrigoy I Conde de Lumiares, nacido enLisboa en 1582 y muerto en Madridel 28 de enero de 1651, fue tambiénseñor de las capitanías de Angra ySão Jorge, comendador mayor de laOrden de Alcántara, comendadormayor de la Orden de Cristo, gentil-hombre de cámara de Su Majestad,embajador en Roma (1639-1641) yen Viena (1641-1644), y gobernadorgeneral de Flandes (1644-1648). Semantuvo fiel a su Rey y Señor natu-ral tras la rebelión del 1º de diciem-bre de 1640, y vio luego confiscadostodos sus bienes en Portugal por losrebeldes. Vuelto a España desdeFlandes en 1648, fue nombrado enaquel año consejero de Estado ydesde 1649 fue mayordomo mayordel Rey Católico, el supremo cargopalatino de la Monarquía Universalhispánica, que jamás hasta entonces

se había dado a un Grande que no fuese castellano. Porentonces fue retratado por el gran Velázquez, de origentambién lusitano(15).

Y vamos ahora a su presunto exlibris. Se tratade un grabado al buril y aguafuerte sobre cobre (calco-grafía), de gran tamaño (la hoja en que está impresa mi-de 204x311mm), que dentro de una orla cuadrangularsencilla nos muestra un escudo de armas timbrado pordos cimeras, a la manera germánica, que se blasona así:sobre cruz de Alcántara, cuartelado: 1º y 4º, de Moura; 2ºy 3º, de Corte Real. El timbre diestro con cimera de Mou-

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El exlibris del canónigo Tarafaes el primero que se usó en la Península

Ibérica, y se data en 1550. Debajo,detalles de las armas de los Tarafa en elclaustro de la prioral de Manlleu, y en lacasa de los Canónigos barcelonesa

bre todo sus dimensiones, pues en esta obra la portadanos muestra una huella de plancha de 196x292 mm, so-bre unas hojas de 235x340 mm; mientras que doce delos quince grabados insertos, igualmente obra de Schor-kens, tienen una huella semejante: entre 195-200x290-

315 mm(20). Es decir, que la mayorparte de los grabados de Schorkensinsertos en ese Viagem de Lavanha,tienen unas dimensiones muy seme-jantes a las de la única lámina cono-cida de Schorkens con las armas delMarqués de Castel Rodrigo (204x311mm), conservada en la BibliotecaNacional lisboeta. Naturalmente,convendría examinar con mayor de-tenimiento ambas obras, sobre todola lámina en cuestión, para confirmarlas dimensiones exactas, y las cali-dades y marcas del papel utilizadoen cada una, y para compararlas.

Recordemos que los Marquesesde Castel Rodrigo figuraron en esafamosa Jornada Real de Lisboa de1619, acompañando al Rey y ocu-pando lugares destacados en todoslos actos públicos allí celebrados, enparticular durante las Cortes allí cele-bradas para jurar al Príncipe, y poreso les cita reiteradamente el cronis-ta del Viagem, João Baptista de La-

vanha.Pero es que hay más, mucho más, en cuanto a

la estrecha relación que unió a nuestro segundo CastelRodrigo, con el cosmógrafo y cronista Lavanha, comotiene demostrado el profesor Bouza Álvarez: Castel Ro-drigo encomendó a Lavanha la copia y transcripción demuchos códices y manuscritos genealógicos portugue-ses, e incluso patrocinó la edición romana del Nobiliariodel Conde de Barcelos (1640) y en otras publicaciones.Parece ser que Castel Rodrigo quiso enaltecer sus oríge-nes familiares, y para ello contrató al cronista-mor Lavan-ha, quien no siempre fue un fiel copista de los manuscri-tos antiguos obtenidos en la Torre do Tombo quetranscribió para su patrocinador durante años(21). Tam-bién se ocupó Lavanha, bajo la protección del segundoCastel Rodrigo, en ciertas gestiones en Lisboa, sobreasuntos y reformas navales.

En conclusión, yo creo que el llamado y conside-rado exlibris del Marqués de Castel Rodrigo, ni fue ni esen verdad un exlibris, ni fue concebido como tal ni paratal fin. Se trata de una lámina heráldica de considerabletamaño, probablemente abierta por Jan Schorkens parailustrar la edición en castellano y en portugués del Via-gem da Catholica Magestade del Rey D. Filipe II N.S. aoReyno de Portugal. Esa lámina heráldica, soberbia porcierto, no llegó jamás a integrarse en el libro de Lavanha,sospecho que por decisión del propio Rey, que quiso quetan importante edición fuese solamente suya -y así la lá-mina preparada en memoria del fallido mecenazgo deCastel Rodrigo no llegó a reproducirse-. Y, casualmente

ra y corona de Conde; el siniestro, de Corte Real y coro-na de Conde. El único ejemplar conocido se encuentraadherido a las guardas de la obra de Damião de Goes,Livro de Linhagens (copia manuscrita sacada por ordendel Marqués), en la Biblioteca Nacional lisboeta, códice977(16).

La lámina aparece firmadapor Jan Schorkens, un conocido gra-bador flamenco cuya labor se docu-menta en el Madrid filipino, en dondepor entonces trabajaban tambiénotros ilustres colegas y compatriotassuyos. En Madrid castellanizó sunombre, al uso de la época, firmán-dose Juan Schorquens(17).

Y ahora ya es el momento dehacer la reflexión crítica que el títulode mi oración promete.

En primer lugar, me llama laatención el tamaño de la lámina, quees a todas luces desmesurado paraun verdadero exlibris, máxime en unaépoca en la que la mayor parte delos libros eran de dimensiones redu-cidas, es decir que se imprimían en8º o en 4º. Un exlibris tan grandeapenas hubiera sido de utilidad parasu propietario.

En segundo lugar, notemosla falta de atribución al propietario o asu librería; es decir, que nada en la lámina hace alusiónni al nombre del Marqués de Castel Rodrigo, ni tampocoa su librería, que la tuvo y buena, en parte heredada desu padre y en parte muy aumentada por él.

En tercer lugar, también me llama la atenciónque el ejemplar conservado sea único, pues no se cono-ce otro alguno sino el que ya he dicho se conserva enLisboa. Esta circunstancia hace muy sospechoso queesa lámina fuese un exlibris, pues naturalmente quien semandaba confeccionar un exlibris, lo reproducía en buennúmero de ejemplares y lo colocaba en todos sus libros,que solían ser también numerosos. Pues bien: ya he di-cho que no hay más que un ejemplar de esta lámina he-ráldica, y me parece muy raro que solamente uno de loslibros del Marqués haya llegado hasta nosotros. Esto se-ría muy extraño.

Además, debo hacer notar la coincidencia del ta-maño de la lámina heráldica del Marqués de Castel Ro-drigo, con la que el mismo grabador Jan Schorkens abriópara ilustrar la portada de la edición portuguesa de la co-nocida obra del cronista y cosmógrafo regio João Baptis-ta de Lavanha (1555-1624)(18), titulada Viagem da Catho-lica Magestade del Rey D. Filipe II N.S. ao Reyno dePortugal e rellaçao do Solene recebimiento que nelle selhe fez a S. Magestade (impresa en Madrid, por Tomásde Junti, en 1621). Ciertamente, he examinado en Ma-drid, en la Biblioteca Nacional y en la Biblioteca Real,cuatro ejemplares distintos de esta obra(19), y creo queno solamente coincide la disposición de la orla, sino so-

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Don Manuel de Moura e Corte Real, IIMarqués de Castel Rodrigo, retratado porVelázquez hacia 1648 (hoy en paradero

desconocido)

2008), pág. 21.2) Francisco VINDEL, Ensayo de un catálogo de ex-librisIbero-americanos (siglos XVI-XIX), (Madrid, 1952, 2 tomos).Juan DELGADO, Los exlibris españoles (Valencia, 1975).

Fausto MOREIRA RATO, Manual deEx-Librística, subsídios para a histó-ria e arte dos ex-líbris (Lisboa, Im-prensa Nacional-Casa da Moeda,1976). Sérgio AVELAR DUARTE, Ex-Líbris Portugueses Heráldicos (Opor-to, Liv. Civilização Editora, 1990). Se-gismundo PINTO y Luis FARINHAFRANCO (coords), Ex-libros: co-lecções (Lisboa, Biblioteca Nacional,1998).3) Friedrich WARNECKE, Die deuts-chen Bücherzeichen (Ex-libris) vonihrem Ursprunge bis zur Gegenwart(Berlin, 1890); y también Bücherzei-chen (ex-libris) des XV u. XVI. Jahr-hunderts (Nuremberg, 1970). Wil-helm Ludwig SCHREIBER, Manuelde l’amateur de gravure sur bois(Leipzig, 1902).4) Sobre este asunto, la bibliografíaes muy extensa; pero por ejemplovéanse mis textos “De libros, de li-brerías y de libreros en la Segoviadel Renacimiento”, en las Actas del ISeminario Internacional Compluten-se El Acceso al conocimiento en elMedievo y el Renacimiento: el libro ylas bibliotecas (Madrid, Universidad

Complutense y Académie Belgo-Espagnole d’Histoire,2010), págs. 211-238; y también en “More & Spiritus Nobi-lium Traditio: familia, corte, libros”, en Liber Amicorum P.Gonzalo Martínez Díez (Madrid, Universidad Rey Juan Car-los I y Dyckinson, 2016).5) Castle EGERTON, English Bookplates (Londres, 1892);Peter SUMMERS, “Bookplates”, en A New Dictionary of He-raldry, (Londres, 1987), págs. 64-68.6) Walter HAMILTON, French Book-Plates (Amsterdam,1975), págs. 63-65.7) Achille BERTARELLI y D. H. PRIOR, Gli Ex-libris Italiani(Milán, 1902). Gianni MANTERO, en el Catalogo della Mos-tra dell’Exlibris Ligure (Genova, 1975), pág. 12. Vito SA-LIERNO, Gli exlibris italiani dalle origini ai nostri giorni (Leg-nano, 1994), pág. 8.8) Aunque los catalanistas, con sus manías y obsesiones, lellaman siempre Francesc, resulta que en sus cartas él se fir-maba Francisco. Véanse “Tarafa i Savall, Francesc”, en Dic-cionari d’història eclesiàstica de Catalunya (Barcelona, Ge-neralitat de Catalunya y Claret, 2001), vol. 3, pág. 497;Daniel FERRER ISERN, “Les obres llatines de Francesc Ta-rafa (c. 1495-1556) com a principi i font de la Chrònica deCatalunya”, en Actes del Tretzè Col·loqui Internacional deLlengua i Literatura Catalanes (Barcelona, Publicacions del’Abadia de Montserrat, 2006), vol. 1, págs. 163-176; “Elogiode Francisco Tarafa ... en la colección del Cardenal Granve-la”, en Avisos. Noticias de la Real Bblioteca, 52 (enero-mar-zo 2008), págs. 1-2; y “El cronista Francisco Tarafa en lacorrespondencia del Cardenal Granvela”, en idem, 59 (octu-

o por circunstancias que ignoramos, una prueba de artis-ta -porque obviamente la conservada en Lisboa es unaprueba de tórculo, a la vista de su escaso entintado-, fuepegada y adherida a un ejemplar manuscrito del Livro deLinhagens de Damião de Goes, hoyconservado en la Biblioteca Nacio-nal de Lisboa. Así de sencillas creoyo que pudieron ser las cosas en loatinente a esta lámina heráldica,que jamás fue un verdadero exlibris.

A la vista de estas circuns-tancias, considero que el más anti-guo exlibris portugués pasaría a ser,esta vez sin duda alguna y con tododerecho, el que usó a mediados delsiglo XVII el diplomático Franciscode Melo e Torres, I Marqués deSande y I Conde da Ponte (1620-1667), por cierto uno de los conspi-radores de diciembre de 1640 que,rebelados contra el Rey de ambascoronas, lograron la independenciade Portugal. Le habrían seguido enel tiempo los exlibris del eximio ca-nónigo evorense Manuel Severimde Faria (1583-1655), gran escritory gran bibliófilo, cuyo exlibris fuegrabado por Andreas Paulus; el dedon Francisco de Mascarenhas, IConde de Conculim (1662-1685),grabado por João Gomes hacia1680; y el de Luis José de Vascon-celos e Azevedo (1671-1713), grabado por Clemente Be-llinque hacia 1695, en tres láminas de distintos tamaños,para distintos formatos de libros.Colofón

Portugal, integrado desde tiempos remotos en elmovimiento artístico-cultural del uso de exlibris, muy de-sarrollado aquí durante los siglos XVIII al XX, posee hoyun numeroso grupo de coleccionistas, una vasta y muysolvente bibliografía, y hasta revistas especializadas so-bre el asunto. Y es que el exlibrismo portugués, junto conel catalán, han sido y son los más desarrollados de todala Península Ibérica. Pero la tradición lusitana es muchomás larga en el tiempo -la catalana se inicia solo duranteel Modernismo, hacia 1900, teniendo su auge en las dé-cadas de 1930 a 1970-.

Espero haber contribuido a la feliz conmemora-ción de estos primeros sesenta años de fructífera vidade la Academia Portuguesa de Ex-Libris, a la que deseootros muchos años de existencia y de trabajos, y tam-bién confío en haber servido bien tanto a la Academiacomo a la Sociedade de Geografía de Lisboa, que hantenido siempre para mí reiteradas atenciones y cortesías.

Muito obrigado pela sua atenção.

N O T A S1) José Manuel RUIZ ASENCIO, La biblioteca de HernandoColón, una aventura bibliográfica en el siglo XVI (Valladolid,

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El supuesto exlibris del II Marqués de CastelRodrigo, cuyo único ejemplar se conserva en

la Biblioteca Nacional de Lisboa

1618, trabajó con impresores y libreros de la Corte y de Al-calá de Henares, Lisboa, Huesca, Uclés y Barcelona. Abriólas láminas para las portadas e ilustraciones de las obras deAlonso de Herrera, Consideraciones de las Amenazas deIuicio (Sevilla, 1617); de Melchor Prieto, Psalmodia Eucha-ristica (1622); de João Baptista de Lavanha, Viagem da Cat-holica Magestade del Rey D. Filipe II N.S. ao Reyno de Por-tugal (Madrid, 1621 o 1622; en esta obra se insertan susmejores obras, como la gran vista de Lisboa según la pintu-ra de Domingos Vieira, y los arcos triunfales); y de Gil Gon-zález Dávila, Teatro de las grandezas de la villa de Madrid(Madrid, 1623). Sobre su vida en Madrid, véase JavierBLAS BENITO, Grabadores extranjeros en la Corte espa-ñola del Barroco (Madrid, Biblioteca Nacional, 2011), págs.254-255, n. 265.18) La gran figura del lisboeta Lavanha no ha tenido hastaahora la gran biografía que sin duda merece. Las mejoressemblanzas de su persona y de su trayectoria vital, son, porahora, la de Antonio Paulo UBIETO ARTUR, “Aportações àbiografia de João Baptista Lavanha”, Revista da Universi-dade de Coimbra, XXXVI (1991), págs. 395-408; y las mías,“Una navegación de Acapulco a Manila en 1611. El cosmó-grafo mayor Juan Bautista de Labaña, el inventor Luis deFonseca Coutinho, y el problema de la desviación de laaguja”, en Revista de Historia Naval, 65 (1999), págs. 7-42;aumentada en “Más acerca de las investigaciones científi-cas hispanas sobre el problema de la desviación de la agujanáutica: los trabajos y ensayos del cosmógrafo mayor JoãoBaptista de Lavanha y del inventor Luis de Fonseca Coutin-ho, durante una navegación por el Pacífico desde Acapulcoa Manila en 1611”, en Journal of Alternative Perspectives inthe Social Sciences, 4/1 (febrero 2012), págs. 373-421.19) Biblioteca Nacional, Madrid, sigª ER/4071. BibliotecaReal, Madrid, sigª V/924, I/C/2, y MC/152.20) Así las representaciones de los arcos de los Ingleses,los Oficiales de la Bandera de San Jorge, los Plateros, losCereros, los Italianos, los Pintores, los Orífices y los Lapida-rios, los Monederos, los Sastres, los Familiares del SantoOficio, y los Alemanes. Solamente otras tres láminas, queestán plegadas en el libro, son de mayor tamaño al señala-do.21) Fernando BOUZA ÁLVAREZ, en Corre manuscrito: unahistoria cultural del siglo de oro (Madrid, 2001), en el capítu-lo dedicado a la circulación de manuscritos en España y enPortugal, págs. 70-80. Véase a mayores la nota 190.

bre-diciembre 2009), págs. 1-2.9) Francisco VINDEL, Ensayo de un catálogo de ex-librisIbero-americanos (siglos XVI-XIX), (Madrid, 1952), II, pág.160, número 841.10) Martín de RIQUER, “L’armorial dels canonges de la Seude Barcelona de Francesc Tarafa”, en Heràldica catalanades de l’any 1150 al 1550 (Barcelona, Edicions dels Qua-derns Crema, 1983), II, págs.741-755.11) Francisco Marques de SOUSA VITERBO, “D. Isabel dePortugal, Duquesa de Borgonha”, en Archivo Histórico Por-tugués, III (Lisboa, 1905), págs. 90-92.12) Antonio Leandro BOUZA, El exlibris: tratado general. Suhistoria en la Corona española (Madrid, Patrimonio Nacio-nal, 1990), pág. 34.13) Martinho A. Ferreira da FONSECA, Notícia dos ex-libris- Bibliografia da História do Livro em Portugal: séculos XV aXIX (Lisboa, 1902).14) Fausto MOREIRA RATO, Manual de Ex-Librística, sub-sídios para a história e arte dos ex-líbris (Lisboa, 1976),págs. 30-31.15) Santiago MARTÍNEZ HERNÁNDEZ, “Don Manuel deMoura Corte Real, marqués de Castelo Rodrigo: propagan-da, mecenazgo y representación en la Monarquía Hispánicade Felipe IV”, en Poder y saber. Bibliotecas y bibliofilia en laépoca del conde-duque de Olivares (Madrid, 2011), págs.97-120; también “En los maiores puestos de la Monarchia:don Manuel de Mora Corte Real, marqués de Castelo Rodri-go, y la aristocracia portuguesa durante el reinado de FelipeIV: entre la fidelidad y la obediencia (1621-1651)”, en Portu-gal na Monarquia Hispânica. Dinâmicas de intregação econflito (Lisboa, 2013), págs. 435-492. En el Archivo Históri-co de Madrid, sección de Estado, se conserva un importan-te fondo documental de los tres Marqueses de Castel Rodri-go. Y otro fondo semejante se conserva en el ArchivoGeneral de Simancas.16) La descripción en Segismundo PINTO y Luis FARINHAFRANCO (coords.), Ex-libris: colecções (Lisboa, 1998), nú-mero 101. Solamente se equivocan levemente al atribuir lacruz acolada a la Orden de Calatrava, cuando ciertamenteel Marqués propietario de las armerías fue comendador ma-yor de la Orden Militar de Alcántara, cuya cruz es muy se-mejante, pero de color verde.17) Jan Schorkens (*Amberes 1595 y †¿Madrid c.1630?),fue uno de los grabadores más prolíficos de su tiempo, y unfino pintor retratista. Establecido en Madrid a partir de 1617-

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De izquierda a derecha, los cuatro primeros exlibris usados en Portugal: los de Francisco de Melo e Torres, Marqués de Sande(1620- 1667); Manuel Severim de Faria (1583-1655); Francisco de Mascarenhas, Conde de Conculim (1662-1685);

y Luis José de Vasconcelos e Azevedo (1671-1713)

dez-Pacheco, jefe del Departamento de Conservacióndel Archivo Histórico Nacional, que nos ha facilitadouna copia fotográfica del retrato, nos ha movido a in-tentar la correcta identificación del personaje.

Volviendo a Serrano, elgeneral bonito, digamos yaque basta un simple golpe devista para comprobar que enmodo alguno se correspon-den sus rasgos con los delretratado, aunque pueda per-cibirse una leve semejanza.Pero es que, además, unexamen somero del uniformee insignias que viste el per-sonaje, viene a confirmarnosla errónea identificación: pa-ra la época correspondientea tal reglamento de uniformi-dad, el Duque de la Torre yahabía muerto; y en todo casosi fuese este su retrato, en élhubiera lucido los tres entor-chados de capitán general -yno uno solo de general de di-visión-, a más de las insig-nias de las Órdenes del Toi-són de Oro, de SanFernando y de Carlos III.

La pintura, muy realista-hasta el punto de hacernos

sospechar sea en realidad una gran fotografía biencoloreada, según técnica artística muy en boga en laépoca- nos muestra a un hombre moreno de medianaedad, mostacho y mosca al belfo, y con acusada calvi-cie. Viste uniforme reglamentario de general de divi-sión, del Ejército según el reglamento vigente entre1889 y 1907, o sea guerrera azul marino de una solafila de botones, con un entorchado de oro en la boca-manga, y en ella también los tres galones de habermandado regimiento como coronel; faja carmesí ypantalón rojo. Cruza su pecho la banda de la grancruz de la Real y Americana Orden de Isabel la Católi-ca, cuya placa luce al pecho, junto con las placas delas Órdenes de San Hermenegildo, y del Mérito Militarcon distintivo rojo y con distintivo blanco. El cuadro esde regular dimensión, unos 80-90 cm de altura. Elmarco es moderno y sin interés.

En los meses otoñales del 1898, que siguierona la derrota española en Cuba a manos de los agreso-res yankees, las autoridades españolas que permane-cieron en la isla, bajo el mando del último capitán ge-neral González Parrado, seocuparon ante todo de la re-patriación de las tropas delEjército y de la Armada; perotambién de transportar hastala Península una ingentecantidad de papeles y docu-mentos, y también algunasobras de arte. Como las pin-turas, algunas excelentes, dela galería de retratos de loscapitanes generales, queadornaba los muros del pala-cio de la Capitanía Generalde aquella isla. Este vistosoconjunto fue entregado comotesoro artístico al Ministeriode Instrucción Pública y Be-llas Artes, que decidió su de-pósito en la sede del ArchivoGeneral de Indias sevillano,en cuyas paredes se exhibedesde entonces, para disfru-te visual de los investigado-res.

Sin embargo, algu-nos pocos de esos retratos,considerados quizá de importancia menor, fueron co-locados como ornato en el madrileño Archivo HistóricoNacional, que entonces se hallaba instalado en el mis-mo palacio que aún hoy alberga la Biblioteca Nacionaly el Museo Arqueológico Nacional. Y cuando en 1953,después de la última guerra civil, se produjo el trasla-do del establecimiento al actual edificio de la calle deSerrano 115-117, en el ámbito del Consejo Superiorde Investigaciones Científicas, esos pocos cuadros si-guieron a los legajos de papeles.

De esos retratos nos ha llamado mucho laatención uno, que hasta hoy ha estado incorrectamen-te identificado como del capitán general don FranciscoSerrano y Domínguez, Duque de la Torre (1810-1885),presidente del Gobierno Provisional, regente del Rei-no y presidente del Poder Ejecutivo de la República.La amabilidad de don Juan Ramón Romero y Fernán-

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DE ICONOGRAFÍA

EL RETRATO DEL GENERAL ARDERÍUS

EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL DE MADRIDpor el Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Marqués de la Floresta

El general don José Arderíus García(óleo anónimo en el Archivo Histórico Nacional

de Madrid)

Nuestras pesquisas se dirigen a obtener noti-cias de los generales condecorados con dichas gran-des cruces en aquella época, y a determinar cuálesde ellos tuvieron relación directa con la isla de Cuba.Más precisamente, para saber los que ocuparon elpuesto de segundo cabo de la Capitanía General, cu-yo empleo correspondía entonces al de genera de di-visión -el mismo del personaje retratado-. Prescindire-mos de exponer prolijamente estos trabajos deinvestigación -más bien de selección mediante exclu-sión-. Pero haremos notar que hemos comparado la fi-sionomía del retratado con el muysencillo retrato que se publicó en larevista Blanco y Negro en 1895.

Y así diremos ya que el per-sonaje retratado fue don José Arde-ríus García, nacido en La Habana el11 de septiembre de 1832, siendo hi-jo de don José Arderíus y de doñaMaría de la Concepción García.

Ingresó como cadete en elColegio General Militar en 1848, fuepromovido a subteniente de Infante-ría en 1852, y a capitán en 1863,cuando fue destinado a Puerto Rico.

Aquel mismo año contrajomatrimonio con doña Aurora Rivera yOlavide, hermana de la esposa delcelebérrimo general don Arsenio Mar-tínez de Campos y Antón (1831-1900), artífice de la Restauración endiciembre de 1874 y también muydistinguido en las duras campañasdel Norte, de Cuba y de Melilla. Ambos generaleseran, pues, además de coetáneos, concuñados.

En Ultramar tomó parte destacada en las cam-pañas de la isla de Santo Domingo (1863-1865), y dela isla de Cuba (1871-1879). Entretanto, también com-batió durante algunos meses en la Península, en lacampaña del Norte (1876), siendo destinado nueva-mente al ejército de Cuba en el mismo año 1876.

Brigadier de Infantería en 1878, gobernador ci-vil y militar de la plaza de La Habana en los años de1879-1881, sirvió después en la Península, tanto en elConsejo Supremo de Guerra y Marina, como en elConsejo de Ultramar.

Volvió a su isla natal en agosto de 1890, comogobernador militar de La Habana -por segunda vez-.

En septiembre de 1891 ascendió a general dedivisión, y enseguida fue gobernador militar de lasprovincias de Matanzas y de Santa Clara, y goberna-dor interino de la isla entre julio y septiembre de 1893.En aquellos años participó en numerosas operacionesmilitares contra los separatistas, lo que le valió en ma-yo de 1897 la gran cruz roja del Mérito Militar.

Diremos, como curiosidad, que fue precisa-mente en 1895 cuando llegó a la isla, como observa-dor militar pero con ínfulas de reportero del The DailyGraphic londinense, el entonces jovencísimo tenientedel Ejército británico Winston Spencer Churchill. Y laautoridad militar que le recibió, y que le permitió incor-porarse -empotrado, diríamos hoy- a las fuerzas delEjército, fue precisamente el general Arderíus. Chur-chill, que en noviembre de aquel año ganaría en uncombate de aquella campaña la cruz de de la Ordendel Mérito Militar con distintivo rojo -cuya insignia os-

tentó sobre sus sucesivos uniformesmilitares y civiles durante toda su vi-da-, guardó siempre un gran recuer-do de aquellos días antillanos. Tanto,que lo que vió hacer a los españolesen Cuba le causó un respeto tal que,años más tarde, orientó toda su polí-tica respecto a España.

En enero de 1896, el generalArderíus fue designado como segun-do cabo de la Capitanía General dela isla de Cuba, cuando acababa decesar como capitán general y gober-nador su ilustre concuñado el gene-ral Martínez-Campos; Arderíus sirvióa las órdenes del enérgico y autorita-rio general don Valeriano Weyler. Pe-ro antes de acabar el año se le desti-nó de nuevo a la Península, conplaza de vocal en el Consejo Supre-mo de Guerra y Marina.

Durante su brillante carrera mi-litar, Arderíus fue distinguido con la gran cruz de la Or-den del Mérito Militar con distintivo blanco, en 1880;con la gran cruz de la Real y Militar Orden de SanHermenegildo, en 1884; con la gran cruz de la RealOrden Americana de Isabel la Católica, en 1892; y porfin con la gran cruz de la Orden del Mérito Militar condistintivo rojo, en 1897. Estas son, precisamente, lasinsignias que luce en su retrato. Mereció, además,otras condecoraciones menores -cruces del Mérito Mi-litar rojo y blanco, la medalla de Alfonso XII, la medallade la campaña de Cuba-.

En enero de 1899, cuando España ya habíaperdido su isla de Cuba natal, fue promovido al em-pleo de teniente general del Ejército, y pocos mesesdespués pasó a presidir una sección en la Junta Con-sultiva de Guerra.

En tal desempeño falleció el general Arderíusen su domicilio de Madrid, el dia 28 de febrero de1901.

N O T A - AGM Segovia, 1ª sección, 1ª división (Personal), le-gajo A-2158: expediente personal y hojas de serviciosdel general don José Arderíus García.

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Sir Winston S. Churchill, luciendo lacruz roja de la Orden del Mérito

Militar que mereció por su valor en lacampaña de Cuba

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Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila,Vizconde de Ayala. LA REAL YAMERICANA ORDEN DE ISABELLA CATÓLICA (1815-2015). Madrid,Ministerio de Asuntos Exteriores yBoletín Oficial del Estado, 2015.ISBN 978-84-340-2263-8. 312 pági-nas ilustradas a todo color. El 24 demarzo de 1815 S.M. el Rey Don Fer-nando VII rubricaba con su firma lafundación de la Real y AmericanaOrden de Isabel la Católica comoinstrumento ideal para favorecer launión de ambos continentes bajo laCorona española. La Real y Ameri-cana Orden de Isabel la Católica sefundó en 1815 como premio a los es-pañoles -peninsulares y americanos-que defendían la soberanía del Reyen Ultramar, siendo así la primeracondecoración propia de todos aque-llos países pronto independientes.Las insignias de la nueva OrdenAmericana recogieron los símbolosde la unión de ambos mundos bajola autoridad de la Corona española,y sus colores recuerdan el pabellónespañol tradicional -rojo carmesí-, ylas riquezas de las Indias -el oro y laplata de los colores de la cinta-; du-rante estos dos siglos, han sido con-decorados más de 70.000 ciudada-nos españoles y extranjeros. UnaReal Orden que, dos centurias des-pués, ha sabido mantener su vigen-cia, interés, funcionalidad y reconoci-do prestigio dentro y fuera denuestras fronteras, por lo que en lapráctica es considerada como la pri-mera Condecoración Civil española,con la que se vienen reconociendoaquellos servicios personales o cor-porativos que especialmente contri-buyen a estrechar las relaciones deamistad y cooperación del Reino deEspaña con sus socios, aliados ycon el resto de países de la comuni-

dad internacional. A partir de 1975, ydurante los dos últimos reinados, laOrden de Isabel la Católica ha au-mentado su difusión en el ámbito delas relaciones internacionales de Es-paña, y se ha acrecido mucho suprestigio. Los estatutos promulgadosen 1998 la adaptaron a las necesida-des de la sociedad española, abrien-do a las mujeres todos los grados dela Orden y permitiendo su concesióna las personas jurídicas y a los co-lectivos sociales. La Real Orden deIsabel la Católica es hoy, por su ge-neralidad y por el número de los dis-tinguidos, la más difundida y presti-giosa de las condecoracionesespañolas, y un excelente instrumen-to de las relaciones internacionalesde España. En ella se resume y con-densa la historia de la Nación espa-ñola durante los dos últimos siglos, ypor eso su bicentenario se ha cele-brado por el Estado y por la sociedadde varias maneras: celebrando unamisa solemne, acuñando una meda-lla conmemorativa y poniendo en cir-culación un sello de correo, organi-zando una gran exposición, ypublicando, en fin, esta obra. La mo-nografía que viene a poner el brochede oro a las solemnidades del bicen-tenario de la Orden Americana esuna obra magna, tanto por su conte-nido como por su continente. Encar-gada por el Ministerio de Asuntos Ex-teriores y la Agencia Estatal delBoletín Oficial del Estado a quien sinduda es hoy el primer especialistaespañol en materia de Órdenes ycondecoraciones, el Dr. Vizconde deAyala ha puesto en ella lo mejor desus saberes y de su método científi-co, ya que es una obra fruto de suslargas y profundas investigacionesen los archivos públicos y privados,como meramente delata su exten-sión. Es decir, que, frente a los quesuelen presentarnos tantos y tantospublicistas de salón, este estudio noes un refrito de otros anteriores, sinoque se funda en una solvente pes-quisa archivística, seguida de unconcienzudo análisis institucional.Prologada por el culto embajador D.Julio Albi de la Cuesta y por el profe-sor Dr. D. Félix Javier Martínez Llo-rente, catedrático de Historia del De-recho y de las Instituciones de la

Universidad de Valladolid, en sus pá-ginas se examina el contexto premialen el que nació y se desarrolló la Or-den Americana; la figura histórica dela Reina Isabel I de Castilla -y deSanta Isabel, Reina de Portugal ypatrona de la Orden-; la idea y la re-alización de la fundación por el capi-tán bilbaíno Goossens, el ministronovohispano Lardizábal, y el monar-ca Don Fernando VII; los condecora-dos y sus privilegios, grados, cere-monias, pensiones e insignias; laAsamblea Suprema y su estructura,sesiones, ministros, dependientes yoficinas; la celebración de los solem-nes capítulos; la evolución de la Or-den durante el Trienio constitucional,las postrimerías del absolutismo y losalbores del régimen constitucionalisabelino, la guerra civil, la reformade 1847; el Sexenio revolucionario yla Monarquía carlista; la Restaura-ción, con la apertura de la Orden atodas las clases sociales, y a las mu-jeres; la segunda República, queconservó y potenció la Orden; elFranquismo y la Monarquía demo-crática, durante la cual la Orden haalcanzado su mayor relevancia yprestigio… Esta mera enumeraciónde algunos de sus contenidos nosproporciona una idea cabal del riquí-simo contenido de esta obra impor-tante, que se complementa con va-rios apéndices documentales,legislativos, prosopográficos de losjefes y ministros, y de fuentes y bi-bliografía utilizadas. Como todo estu-dio de esta entidad -este, además,se ha completado y redactado enocho meses- es en buena parte unaobra colectiva, a la que han contri-buido, agrupados en una comisióntécnica internacional, los doctores DªDolores Palmero Pérez, D. Luis deCevallos-Escalera y Gila, D. Fernan-

REVISTA DE LIBROS

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REVISTA DE LIBROS

do de Artacho Pérez-Blázquez, D.Fabio Cassani-Pironti, Conde de Gi-raldeli, y los investigadores D. VítorEscudero de Campos, D. LourençoCorreia de Matos, D. Carlos NavarroGazapo, D. Rafael Portell Pasamon-te y Dª Adriana María Pérez Vane-gas. Esta obra tan importante vienea señalar el camino científico por elque debe transitar quien desee tratarcon rigor y con solvencia de nuestrasprincipales instituciones premiales;confiemos en ver pronto otras pro-ducciones semejantes. Ahora, la feli-citación al autor principal, Dr. Ceba-llos-Escalera, y a sus colaboradores,es muy obligada, a la vez que pla-centera (JMM).Alfredo Alvar Ezquerra: EL EMBA-JADOR IMPERIAL. HANS KHE-VENHÜLLER (1538-1606) EN ES-PAÑA. Madrid, Boletín Oficial delEstado y Ministerio de Asuntos Exte-riores y de Cooperación, 2015. ISBN978-84-340-2205-8. 750 páginas conilustraciones en color. El doctor Alfre-do Alvar, investigador principal delConsejo Superior de InvestigacionesCientíficas, el último resultado delproyecto de investigación La escritu-ra del recuerdo en primera persona:diarios, memorias y corresponden-cias de reyes, embajadores y cronis-tas (siglos XVI-XVII), que tuvo vigen-cia hasta diciembre de 2014. Unestudio que cabe calificar de magno,y que está dividido en seis partes. Laprimera, dedicada a la práctica diplo-mática, es un estudio sobre los em-bajadores recíprocos de Madrid yViena -y Praga-, así como de las for-mas de comunicación escrita, y unanálisis del Khurzer Extrakt, del Bre-ve extracto ... genealógico y autobio-gráfico del embajador Hans Kheven-hüller, que fundamenta en buena

parte este trabajo. En la segundaparte se traza una extensa y profun-da biografía del embajador imperial,con gran acopio de noticias familia-res y personales. La tercera parte esla traducción del alemán al español(realizada por Mónica Sáinz Meistere Ingrid Cáceres Würzig, con revi-sión del propio Alvar), del menciona-do Breve extracto… genealógico yautobiográfico, que es, además de laautopercepción de la pertenencia aun gran linaje, también una historiade la Corte española en los días deDon Felipe II y Don Felipe III. Las400 páginas de texto van acompaña-das de un aparato crítico formadopor nada menos que 450 notas eru-ditas. La cuarta parte está dedicadaal destino de la familia Khevenhüllerdurante la Reforma, para entendercon propiedad quién fue Franz Chris-toph (historiador, corógrafo, embaja-dor en España, etcétera); y cómo elapellido se ha usado en la literaturade los siglos XVIII y XX. La quintaparte está destinada a explicar cómoun ejemplar –hasta hoy desconoci-do- de la historia de la familia, escritopor Franz Christoph, llegó a la RealAcademia de la Historia, en dondehoy se custodia. Cierra el libro unapéndice importante: la traduccióndel epistolario secreto entre el Emba-jador y su amo el Emperador RodolfoII -en un año, escogido de muestra,el de 1598-. Finalmente, unos brevescomentarios, tres óleos aún hoy casidesconocidos y desde luego, nuncaeditados juntos, son el colofón de este gran trabajo de investigación. Másde veinte ilustraciones en color, ensu mayor parte cedidas por la actualfamilia Khevenhüller-Metsch, animanel estudio. El último encarte está co-ronado con un impresionante retratode Georg Khevenhüller, que pasó suvida transcribiendo documentación.Un espléndido texto este del profesorAlvar Ezquerra (MF).María del Carmen López Cerezano:EL VIZCONDADO DE CAMPOGRANDE. Madrid, Colegio Heráldicode España y de las Indias, 2015.ISBN 978-84-89188-07-5. 308 pági-nas, con numerosas ilustraciones atodo color. La doctora López Cereza-no, farmacéutica, nos presenta uncompleto estudio histórico sobre esta

merced nobiliaria creada por el ReyDon Carlos IV en 1807, en cabezadel asturiano don Ramón José deJove y Hevia, Flórez y Arango (1740-1831), coronel de los Reales Ejérci-tos y regidor perpetuo de Oviedo yde Gijón. Sus densas páginas ilumi-nan las trayectorias vitales de losseis sucesivos vizcondes de CampoGrande, y de sus familiares y deu-dos, desde el origen del linaje de Jo-ve, allá por el siglo XIV, hasta el últi-mo titular, nuestro llorado amigo donRamón Gutiérrez y Álvarez de la Te-jera (1931-2014), consejero magistraldel Cuerpo de la Nobleza del Princi-pado de Asturias; todas esas noticiasse nos presentan incardinadas en losgrandes sucesos de la Historia deEspaña. De su calidad científica,bastará con señalar que más de lamitad de la obra, 150 páginas nadamenos, contienen la transcripción li-teral y fotográfica de no menos deveinte documentos originales, quesirven de base al estudio. El aparatográfico es igualmente estimable, yaque las imágenes suman varios cien-tos, y en buena parte -retratos, caso-nas- son inéditas. Se trata, pues, deun estudio histórico de interés, yaque viene a hacer la historia de unaCasa y de una familia poco conoci-das hasta ahora en los anales de lahispánica Nobleza provincial (MF).SÍMBOLOS DE ESPAÑA. Madrid,Boletín Oficial del Estado, 2015. LaAgencia Estatal del Boletín Oficial delEstado nos sorprende muy agrada-blemente con esta publicación, queen forma de carpeta sobria pero muycuidada, nos presenta once sober-bias láminas, editadas a todo color ysobre un excelente papel. En ellas,la reproducción fidelísima de los sím-bolos del Reino de España, es decir

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de sus banderas y escudos de ar-mas de uso oficial. Son, por su ordeny rótulos: la Bandera Nacional, el Es-cudo Nacional, el Estandarte de S.M.el Rey Don Felipe VI, el Estandartede S.M. el Rey Don Juan Carlos I,las Enseñas usadas por las FuerzasArmadas, los ornamentos de lasbanderas y estandartes militares(corbatas, guardamanos, moharras,portabanderas, astas y regatones),los Distintivos de Autoridades Civilesy Militares, las Insignias de Autorida-des Militares y de Mandos Militares,y las banderas para buques y embar-caciones. Una iniciativa loable, y unresultado aún más notable, que me-rece una sentida felicitación (MF).Luc Duerloo: EL ARCHIDUQUE AL-BERTO. PIEDAD Y POLÍTICA DI-NÁSTICA DURANTE LAS GUE-RRAS DE RELIGIÓN. Madrid,Centro de Estudios Europa Hispáni-ca, 2015. ISBN 978-84-15245-33-9.536 páginas, con ilustraciones a to-do color. El archiduque Alberto(1559-1621) fue enviado muy joven ala corte de Madrid para que Felipe IIse hiciera cargo de su educación yfutura carrera. Ambos resultaron te-ner mucho en común: nunca parecí-an cansarse de las tareas de gobier-no, de leer el incesante caudal depapeles de Estado o de escuchar ca-si inmóviles durante horas de larguí-simas audiencias. Profundamentepiadosos, tío y sobrino estaban con-vencidos de que les había sido enco-mendada la misión de gobernar porel bien de su dinastía, su fe y sussúbditos. En un principio el Rey Pru-dente preparó al archiduque para lacorte de su hijo y heredero, de modoque Alberto fue nombrado cardenal yse inició en el arte del gobierno comovirrey de Portugal. Sin embargo, porun inesperado giro en los aconteci-

mientos el monarca cambió de pla-nes y decidió que Alberto colgase loshábitos para casarse con su hija ma-yor, la infanta Isabel Clara Eugenia,que recibió los Países Bajos meridio-nales como dote. Mediante esta ce-sión, el rey esperaba poner fin a larevuelta holandesa y reunir aquellasprovincias bajo el gobierno habsbúr-gico y el catolicismo romano. El si-guiente paso sería asegurarse deque Alberto resultara elegido empe-rador del Sacro Imperio. A través desu investigación sobre el reinado deAlberto, Luc Duerloo ofrece una lec-tura novedosa y completa de losacontecimientos internacionales deaquel momento. Basándose en unaamplia documentación de archivo yen fuentes visuales muy variadas,demuestra con su análisis de la cul-tura política habsbúrgica el alto nivelde independencia del que gozó el ré-gimen archiducal y su decisivo papelen los conflictos que enfrentaron alas grandes potencias en la lucha porla hegemonía europea. Así, el archi-duque –que trató de desarrollar unapolítica realista de consolidación quebeneficiara a la Monarquía Hispánicay a la casa de Austria– preparó el te-rreno para la paz anglo-española de1604 reconociendo de inmediato aJacobo I, allanó el camino para laTregua de los Doce Años al aceptarde manera condicional la indepen-dencia de las Provincias Unidas, rea-firmó la influencia de los Austrias enRenania mediante la intervención ar-mada de 1614 y concibió las líneasmaestras del Tratado de Oñate de1617. Mientras que los análisis sobreesta cuestión publicados hasta ahoratendían a centrarse en la relación en-tre España y los Países Bajos o en-tre España y el Imperio, Duerloobrinda aquí una perspectiva muchomás profunda y matizada sobre elfuncionamiento de la casa de Austriacomo dinastía durante aquellos añoscríticos de crecientes tensiones reli-giosas. Su importantísima labor deinvestigación en los archivos del régi-men archiducal y sus aliados o riva-les diplomáticos llena el vacío quesepara los reinados de Felipe II y Fe-lipe IV, sentando nuevas bases paralos estudios sobre este periodo. LucDuerloo, doctor por la Universidad deLovaina, es profesor de Historia de la

Universidad de Amberes. Entre suspublicaciones destacan Armorial dela noblesse belge (4 vols., 1992, conPaul Janssens) y Scherpenheuvel:Het Jeruzalem van de Lage Landen(2002, con Marc Wingens). Fue co-misario de las exposiciones Albrecht& Isabella, 1598-1621 (Bruselas,1998) y Hungaria regia (Bruselas,1999). Actualmente trabaja sobre lasrelaciones entre arte y política en laEdad Moderna, en particular en lacorte de los archiduques Isabel y Al-berto. Ha sido investigador visitanteen el Institute for Advanced Study dePrinceton y en la Universidad de Co-lumbia, y es numerario de la Acadé-mie Belgo-Espagnole d’Histoire (re-censión del Centro de Estudios deEuropa Hispánica).Ilaria Fiumi Sermattei y Roberto Re-goli (edit.), LA CORTE PAPALENELL’ETÀ DI LEONE XII, en Qua-derni del Consiglio Regionale delleMarche, 186 (Ancona, 2015). ISSN1721-5269. 470 páginas. León XII(Genga, 1760-1829) fue un pontíficedistinguido, muy culto y gran renova-dor de la Iglesia y de la organizaciónadministrativa de los Estados de laIglesia, que entre otras cosas refor-mó la corte y la capilla pontificias, du-rante su corto pontificado (1823-1829). El grueso volumen recoge lasaportaciones al simposio internacio-nal dedicado al tema, celebrado elpasado verano en Genga, la locali-dad natal del pontífice, e incluye elcatálogo completo -y muy extenso, ya todo color- de la exposición quecoetáneamente tuvo lugar allí. Entrelas trece comunicaciones, notemosla de Consolación Fernández Mellén,La maschera della diplomazia: il diffi-cile equilibrio delle relazioni tra laSpagna e Leone XII. Un volumenmuy interesante (MF).

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REVISTA DE LIBROS

REVISTA DEL INSTITUTO SAN-MARTINIANO DEL PERÚ, 29 (octu-bre 2015). Con, entre otros, los tex-tos de Adrià ESPINETA ARIAS, Lascondecoraciones españolas en Amé-rica Latina; y Alfonso de CEBALLOS-ESCALERA GILA, Vida de don Joa-quín de la Pezuela después de servirrey (1821-1830) (LCE).IL MONDO DEL CAVALIERE, 60(octubre-diciembre 2015). Tras unsentido editorial dedicado al recuer-do del recientemente fallecido InfanteDon Carlos (1938-2015), se recogenlos textos de Pier Felice degli UBER-TI sobre las exequias y la sucesiónde dicho príncipe español en su hijodon Pedro; y otro más interesantesobre La sopravvivenza della “no-biltà” negli Ordini cavalleresche nobi-litanti preunitari (MF).NOBILTÀ, 129 (noviembre-diciembre2015). Con los artículos de Alessan-dro SAVORELLI, Quanti sono i “novestemmi della Repubblica Fiorentina”?Un indovinello dantesco; AlbertoLEMBO, Documenti per la storia de-lla Guardia Nobile Pontificia: la Guar-dia Nobile e onorificenze pontificie;Fabio ROBOTTI, Una tradizione de-lla Roma del Papa-Re: la girandola diCastel Sant’Angelo (MF).FUNDACIÓN, XII (2014-2015). Estenúmero de la revista de la Fundaciónpara la Historia de España está dedi-cado a las Actas de las IX JornadasInternacionales de Historia de Espa-ña, y de su denso contenido señala-mos las colaboraciones de María Fi-lomena COELHO, La aristocraciacristiana en León (siglos XII-XIII): his-toriografía y modelos de interpreta-ción; José MARTÍNEZ MILLÁN, Laarticulación de la Monarquía Hispanaa través del sistema de cortes; NadiaM. CONSIGLIERI, El color como

construcción cultural y simbólica.Nuevas perspectivas historiográficassobre la cromaticidad en los Beatoshispánicos (ss. XI-XIII); Walter D’ALOIA CRIADO y Marcelo GERSHA-NI OVIEDO, MARCELO, De hidalgosa beneméritos de Indias. Los Espe-che de Malara (De la Mancha al Va-lle de Catamarca, siglos XV-XVII);Susana LIKERMAN DE PORTNOY,El cardenal Juan de Torquemada ylos judíos conversos; María MarcelaMANTEL, Reflexiones sobre el papelde las reinas visigodas en las monar-quías germanas (siglos V y VI); Ju-liana Eva RODRIGUEZ, Memoria no-biliaria y corridas de toros: cambio ypersistencia; Susana ROYER DECARDINAL, El infante Felipe de Cas-tilla y Alfonso el Sabio: dos tempera-mentos, dos conductas, dos proyec-tos; Tamara SOMOZA, Demandasanti-señoriales de los pecheros abu-lenses: discursos e intereses (s.XV)(MF).CUADERNOS JOVELLANISTAS, 9(2015). En este número aparecen,entre otros, los artículos de DiegoTÉLLEZ ALARCIA, La conspiracióndel Marqués de Tabuérniga; y Pauli-no GARCÍA DIEGO, Jerónimo Gri-maldi. El ministro olvidado (MF).CUADERNOS DE HISTORIA MO-DERNA, 39 (2014) y 40 (2015). Es-tos dos números de la revista de laUniversidad Complutense nos ofre-ce, entre otros, en el primero los tex-tos de Félix LABRADOR ARROYO,La organización de la Casa de Cata-lina de Austria, Reina de Portugal(1523-1526); y Sylvène éDOUARD,Parentesco silenciado. Luis XIV y losAustrias mayores. Y en el segundolos de Doris MORENO MARTÍNEZ,Marina de Saavedra, una mujer en lafrontera confesional (Zamora, 1558-1559); Francisco GIL MARTÍNEZ,Las hechuras del Conde Duque deOlivares. La alta administración de lamonarquía desde el análisis de re-des; Ana MINGUITO PALOMARES,La entrada triunfal del VIII conde deOñate en Nápoles; Arturo ECHAVA-RREN, El caso de la Cantina. Un es-cándalo palaciego en el Madrid deCarlos II; y José Antonio CUESTANIETO, Los Mercado: una familia deregidores y cosecheros de vino deAranda de Duero (MF).

HIDALGOS, 544 (otoño 2015). Desu denso contenido destacamos lascolaboraciones de Joaquín RUIZ DEVILLA LÓPEZ, Don Juan Pombo Co-nejo, I Marqués de Casa Pombo;Marquesa de CASA REAL, TeresaCabarrús; Luis VALERO DE BERNA-BÉ, Heráldica y Nobiliaria escocesa;y José Manuel HUIDOBRO MOYA,Fernando de Valenzuela.El Duendede Palacio (MF).CADERNOS DO BARÂO DE ARE-DE, 6 (octubre-diciembre 2015).Con-tiene, entre otros, los textos de LuisSOVERAL VARELLA, Títulos Nobi-liárquicos, Apontamentos e Re-flexões sobre Direito Nobiliárquico; ytambién Os Heredia (fin); Óscar CA-EIRO PINTO, Os Giraldes Quadradode Almendra e Freixo de Numão; yJosé Manuel MARTINS FERREIRA,Breves Considerações à Importânciadas “Paraheráldicas” no Tardo Me-die-val e Renascimento. Y trae ade-más una oportuna referencia a laobra del artista heráldico españolCarlos Navarro (MF).NOBILTÀ, 130 (enero-febrero 2016).Con un oportuno editorial dedicado al apasionante asunto de Saper stareal proprio posto, en este númeroaparecen los artículos de MarcelloINTOTERO FALCONE, More nobi-lium. Dinamica e attestazione dellostatus nobiliare; Alberto LEMBO, Inconcetto di “sovranità affievolita” indi-viduato dalla Repubblica Italiana perautorizzare l’uso di Ordini dinisaticiconcesi dai capi delle dinastie giàregnanti in Italia prima dell’unità; LeoGiancarlo LAZZARI y Giacomo CE-RASOMMA, Appunti sulla nobiltà luc-chese; y Marco MATTEUCCI, PietroFerdinando Asburgo Lorena, Arcidu-ca d’Austria, Gran Duca titolare diToscana (1874-1948) (MF).

REVISTA DE REVISTAS

Cuadernos de Ayala 65 - ENE/2016 [27]

BICENTENARIO DE LA REAL Y AMERICANA ORDENDE ISABEL LA CATÓLICA: CONCESIÓN DE CRUCES

Con ocasión de celebrarse el Bicentenario de laReal y Americana Orden de Isabel la Católica, S.M. elRey, acogiendo la propuesta del Ministro de Asuntos Ex-teriores y de Cooperación, se ha dignado distinguir abuena parte de los miembros de las Comisiones Científi-ca y Técnica, que se han ocupado de llevar a cabo las di-stintas actividades de la celebración. De la primera, hansido recompensados con la encomienda de número deesta prestigiosa Real Orden, el catedrático don FelicianoBarrios, secretario de la Real Academia de la Historia, ydon Manuel de Tuero y Secades, director de la AgenciaEstatal del Boletín Oficial del Estado; y con la encomien-da de número de la Real Orden del Mérito Civil, el doctordon Rafael Feria Pérez, director del Museo de la RealCasa de la Moneda. De la Comisión Técnica han sidopremiados por Su Majestad el doctor don Luis de Ceval-los-Escalera y Gila, con la encomienda de la Real Ordende Isabel la Católica; los doctores D. Fernando de Arta-cho y Pérez-Blázquez, D. Vitor Escudero de Campos yD. Fabio Cassani Pironti, Conde de Giraldeli, con la cruzde oficial; y la doctora Dª Dolores Palmero Pérez, D. Lou-renço Correia de Matos, D. Rafael Portell Pasamonte, D.

Carlos Navarro Gazapo y Dª Adriana Mª Pérez Venegas,con la cruz. El acto de imposición de las insignias, reali-zado por el embajador D. Cristóbal González-Aller Jura-do, subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores yde Cooperación, y canciller de las dos Órdenes civiles,ha tenido lugar en el salón de embajadores del Palaciode Santa Cruz, en la tarde del 19 de enero. A todos loscondecorados, algunos de ellos colaboradores de estosCuadernos de Ayala, nuestra afectuosa felicitación porunos premios tan merecidos.

EL MARQUÉS DE VARGAS LLOSA EN EL CUERPODE LA NOBLEZA DE ASTURIAS

El pasado día 9 de febrero, el Premio Nobel deLiteratura D. Mario Vargas Llosa, Marqués de Vargas Llo-sa, ha sido recibido como caballero del Cuerpo de la No-bleza del Principado de Asturias en una ceremonia queha tenido lugar en la Real Gran Peña madrileña. El con-

sejero magistral de la Corporación, D. Francisco deBorbón, Duque de Sevilla y Grande de España, presidióel acto, en el cual el vicecanciller D. Manuel María Rodrí-guez de Maribona y Dávila dirigió unas palabras a los asi-stentes, destacando que la Nobleza de Asturias se honramucho de tener entre sus miembros a un escritor como elMarqués de Vargas Llosa, quien ha recibido en el campo

DE GENTES DE BIEN

Cuadernos de Ayala 65 - ENE/2016 [28]

de las Letras los más altos galardones, como lo son elPremio Nobel de Literatura y el Premio Príncipe de Astu-rias de las Letras. Asimismo, el académico Rodríguez deMaribona recordó la vinculación del Cuerpo con el Mar-qués de Vargas Llosa, quien el pasado año 2016 recibióel Premio Trelles-Villademoros a la Labor Cultural, queotorga esta misma Corporación asturiana. Enseguida,don Francisco de Borbón impuso al Marqués de VargasLlosa su insignia de caballero, siendo apadrinado por D.Alfredo Leonard, Consejero de Relaciones Instituciona-les de la Corporación. Al acto, que concluyó con unasencilla pero grata y emotiva taza de té, acudieron tam-bién el canciller D. Manuel Ruiz de Bucesta, el Conde deCarrión de Calatrava, D. Claudio Chaqués, acompañadode su esposa, y el profesor Vizconde de Ayala, entreotras personalidades.

EL PROFESOR DOM ANTONIO DE SOUSA LARA,GRAN OFICIAL DE LA ORDEN DEL INFANTE DONENRIQUE EL NAVEGANTE

S.E. el Presidente de la República Portuguesaha tenido a bien distinguir con el grado de gran oficial dela Orden del Infante Don Enrique el Navegante, al profe-sor doctor D. Antonio de Sousa Lara, Conde de Guedes,catedrático del Instituto de Ciencias Sociales y Políticasde la Universidad e Lisboa. Esta importante distinción leha sido impuesta con solemnidad en los salones del pa-lacio presidencial de Belem, el 18 de febrero. Una re-

compensa que viene a señalar los muchos méritos delprofesor Sousa Lara, no solo por su dedicación a la en-señanza universitaria durante varios decenios, sino en eldesempeño de otros cargos, cual los de secretario deEstado de Cultura y diputado a la Asamblea de la Repú-blica. Gran amigo de España, y antiguo presidente de laparlamentaria Comisión Luso-Española, Sousa Lara escomendador de número de las Reales Órdenes de Isabella Católica y del Mérito Civil, y miembro del Consejo deRedacción de estos Cuadernos de Ayala. Nuestra felici-tación al profesor Sousa Lara es, pues, bien sentida.

EL PROFESOR LUNA, EN LA ORDEN DE ALFONSO XEL SABIO

S.M. el Rey, a propuesta del Ministro de Educa-ción, Cultura y Deporte, se ha dignado distinguir con lasinsignias de la Encomienda con Placa de la Orden Civilde Alfonso X el Sabio a nuestro buen amigo el profesordon Juan José Luna Fernández, doctor en Filosofía y Le-tras, conservador del Museo del Prado y catedrático deGeografía e Historia, patrono del Centro Nacional del Vi-drio, presidente de la Alliance Française en España, vo-cal de la Fundación Hispano-Británica, miembro de laAsociación Española de Escritores y Artistas, y de la So-ciété de l’Histoire de l’Art Français, antiguo Patrono delMuseo español de Arte Contemporáneo y de la JuntaSuperior de Museos de España, antiguo becario delConsejo Superior de Investigaciones Científicas, de laFundación Juan March, de la Fundación Lázaro Galdia-no, del Ministerio de Educación de la República France-sa, académico numerario de la Real Academia de Docto-res y de la Académie Belgo-Espagnole d'Histoire,académico correspondiente de la Real Academia Sevilla-na de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, comen-dador de número de la Real Orden de Isabel la Católicay oficial de las Órdenes de Orange-Nassau (Holanda),Artes y Letras (Francia), Estrella Polar (Suecia), y Méritode la República Italiana. Se trata de una condecoraciónmuy merecida y prudentemente otorgada, que nos honramucho a todos los académicos de la Académie Belgo-Espagnole d'Histoire, y a todos sus amigos. ¡Sea enho-rabuena, y que la luzca y disfrute por muchos años!

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NUEVA CONDECORACIÓN MELITEN-SE: LA MEDALHA DE FREI SÂO DOMNUNO ALVARES PEREIRA

En sesión celebrada en diciem-bre de 2015, la Asamblea Portuguesade los Caballeros de la Soberana y Mili-tar Orden de Malta, que preside S.E.Dom Augusto Duarte de Andrade Albu-querque Bettencourt de Athayde, Condede Albuquerque, ha tomado el acuerdode crear una nueva distinción melitense,destinada a premiar y homenajear a laspersonas físicas singulares que hayancolaborado con la Asamblea y que la hayan apoyado enel desarrollo de las Obras Espirituales, Asistenciales yHospitalarias propias.

La distinción toma el nombre de uno de los máspreclaros sanjuanistas lusitanos: frei Dom Nuno AlvaresPereira (1360-1431), condestable de Portugal y artífice

de la victoria de Juan de Avis contraJuan I de Castilla en Aljubarrota (1380).Por su ejemplar vida cristiana, ha sidobeatificado en 1918, y canonizado en2009.

La nueva condecoración parece seguirel sistema de grados a la manera italia-na: gran cruz especial (placa de oro),gran cruz (placa de plata), gran oficial,comendador, oficial y caballero. Las insi-gnias muestran un diseño en que se fun-de la cruz sanjuanista -puesta por ciertoen una posición extraña-, y la cruz roja,

flordelisada y hueca, con que se suele representar a SanNuño. En el centro, las armas reales de Portugal. La cin-ta, de los colores melitenses.

Los diseños han sido plasmados por el artistagalo Mathieu Chaine en los dibujos que ilustran esta noti-cia.

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C O N D E C O R A C I O N E S E S P A Ñ O L A SUNA COLECCIÓN EXCEPCIONAL DE ESTUDIOS HISTÓRICOS, INSTITUCIONALES Y PROSOPOGRÁFICOS

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VERSOS DE HISTORIA Y TIEMPO

Canto a la Bandera

¡Salve, Bandera de mi Patria, salve!,y en alto siempre desafía al viento,tal como en triunfo por la t ierra toda

te l levaran indómitos guerreros.

Tú eres España, en las desdichas grande,y en tí palpita con latido eterno

el al iento inmortal de los soldadosque a tu sombra, adorándote, murieron.

Cubres el templo en que mi madre reza,las chozas de los míseros labriegos,

las cunas donde duermen mis hermanos,la t ierra en que descansan mis abuelos.

Por eso eres sagrada. En torno tuyo,a través del espacio y de los t iempos,

el eco de las glorias españolasvibra y retumba con marcial estruendo.

¡Salve, Bandera de mi Patria, salve!,y en alto siempre desafía al viento,

manchada con el polvo de las tumbas,teñida con la sangre de los muertos

Sinesio Delgado(1859-1928)

Por Real Orden de 13 agosto de 1907 se adoptócomo himno para ser cantado en los centros de

enseñanza primaria, tras un concurso convocadopor el Gobierno en 1905 al que se presentaron

1422 obras. Pero ya el 2 de jul io de 1906 sepublicó en Madrid como pieza musical, sobre la

música de la Marcha Real Española, con partiturade Juan B. Lambert

Cuadernos de AyalaGaceta trimestral de información varia y miscelánea

sobre Historia institucional, Órdenes y condecoraciones,genealogía y heráldica, Historia nobiliaria, iconografía,

ceremonial y protocolodirigida por el Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila

CONSEJO DE REDACCIÓNDr. D. Félix Martínez Llorente (Universidad de Valladolid), Dra. DªAna Belén Sánchez Prieto (Universidad Complutense), Dr. D. JuanVan Halen (Universidad de Alcalá), D. Manuel Rodríguez deMaribona (Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía), Dr. D.Luis de Cevallos-Escalera (Academia Melitense), D. José A. Dávila(Real Academia de Toledo), D. Conrado García de la Pedrosa (RealAcademia Matritense de Heráldica y Genealogía), Dr. D. Fernandode Artacho (Academia Andaluza de la Historia), Dr. D. Luis Valero deBernabé, Marqués de Casa Real (Colegio Heráldico de España y delas Indias), Dr. D. José Mª de Montells (Academia de Alfonso XIII),Dr. D. Antonio de Sousa Lara, Conde de Guedes (Universidad deLisboa), Dr. D. Fabio Cassani, Conde de Giraldeli (UniversidadPontificia Regina Apostolorum)

Edita Palafox & Pezuela S.L.Chopo, 1 - 28023 Madrid - España

Correo electrónico: [email protected]

www.cuadernosdeayala.es

En este número:[2] Editorial: Una novedad legislativa en materia

nobiliaria, y otro intento más de acabar conella

[3-4] Novedades, cursos y encuentros[5-6] Don Conrado García de la Pedrosa y Cam-

poy, bibliófilo, académico y mecenas (1931-2016), por el Dr. Vizconde de Ayala

[7-8] Fastos del Bicentenario de la Real y America-na Orden de Isabel la Católica, por D. MA-nuel Mª Rodríguez de Maribona y Dávila

[9-10] I principi falsi e l’ignoranza vera, por el Ba-rón D. Carmelo Currò

[11-14] La supuesta Carta de privilegio y confirma-ción de los Reyes Católicos, supuestamentedada en 1491 al linaje de Tejada: algunas “in-cógnitas interesantes”, por D. Luis PinillosLafuente

[15-20] El primer poseedor de un ex-libris en laPenínsula Ibérica: el canónigo barcelonésFrancisco Tarafa (y alguna reflexión críticasobre el primer ex-libris portugués), por el Dr.Marqués de la Floresta

[21-22] El retrato del general Arderíus en el Archi-vo Histórico Nacional, por el Dr. Marqués dela Floresta

[23-26] Revista de libros[27] Revista de revistas[28-30] De gentes de bien[32] Versos de historia y tiempo: Canto a la Bande-

ra, por Sinesio Delgado.

Cuadernos de Ayala 65 - ENE/2016 [32]