cuadernos 15

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Enero, 2009 Cuadernos Nº 15 Página 7 E n el artículo anterior (El pa- pel de la banca en el desequi- librio financiero actual), pu- blicado en Cuadernos nº 14 de Noviembre 2008, nos re- ferimos a las principales causas que condujeron a la actual crisis, que por sus mismas características puede cata- logarse como crisis socio-económica y financiero-política La mecha prendió, ciertamente, en el campo de las finanzas para contagiar luego a todos los sectores de la econo- mía, con las obvias implicaciones so- bre la sociedad. En otras palabras: pa- samos del sector estrictamente finan- ciero al de la economía real, con las re- lativas implicaciones: desempleo, re- ducción del ahorro, disminución del consumo, quiebra de instituciones bancarias y financieras, aumento de la incertidumbre, etc. Son estos, no hay duda, los resultados más negativos para cualquier crisis: la afectación de la economía real, por reducirse y/o pa- ralizarse las labores más dinámicas -como la industria de la construcción- y luego las demás actividades productivas, en general, por la contracción de los con- sumos y las restricciones crediticias, ex- tendiéndose paulatinamente a los secto- res primarios y terciarios. Aquí es donde se abre el abanico de las interpretaciones sobre el origen de las crisis y de las posibles soluciones. Es cierto que las actuales estructuras burocráticas nacionales e internacio- nales poseen más instrumentos idó- neos para reducir, cuanto menos, los impactos causados por las crisis eco- nómicas. Sin embargo, la mayor parte de las medidas acaban por ser coyun- turales, más fáciles de tomar que las estructurales, reconociendo las dificul- tades para intervenir sobre las es- tructuras socio-económicas y jurídico-políticas. En los diversos paises, la presencia de mercados comunes, organismos y acuerdos internacionales, la globaliza- ción, los monopolios, oligopolios y em- presas transnacionales y multinacio- nales, etc., que, en síntesis, limitan la soberanía de cada gobierno, por ende su capacidad de maniobra, por una parte; y por la otra, la interdependen- cia financiera-económica y tecnológi- ca-comercial del mundo actual les impiden escaparse de estos efectos. No obstante, sin olvidar estas reali- dades, nos parece oportuno señalar al- gunos aspectos menos evidentes, pero fundamentales, acerca de la crisis que estamos enfrentando. Concretamente, queremos referirnos a lo que es uno de los elementos clave, pero bastante olvi- dado y/o subestimado por las socieda- des (en especial por los países subde- sarrollados o en vía de desarrollo), con algunas excepciones (ciertamente los países escandinavos y en menor escala Japón y Alemania): el papel de la so- ciedad civil, justamente considerado como capital social. Este término se debe, entre otros auto - res, a los aportes de Bernardo Kliksberg (1942- ), Daniel Coleman (1928-1990), Pierre Bourdieu (1930-2002), Robert D. Putman (1941- ), Albert O. Hirschman (1915- ) como alternativa a los escasos éxitos y/o fracasos de las ideas economi- cistas sobre el desarrollo. En dichas teo- rías y programas se introducen nuevos conceptos, tales como: w el fomento de la ética w el sentido de asociatividad y solida- ridad w la conciencia cívica como soporte al sentido de pertenencia a la socie- dad w la responsabilidad personal hacia la comunidad w el fomento de valores fundamenta- les, como la superación w la importancia del trabajo w la educación y el conocimiento w el respeto hacia el prójimo w ... Obteniéndose como resultado tan- gible el concreto apoyo a las políticas públicas y a los diseños de las estrate- gias para lograr un crecimiento econó- mico real y auto-sostenido que desem- boque, obviamente, hacia un desarro- llo social equitativo y participativo. El capital social permite, entre otras cosas, el fortalecimiento de los actores y las redes sociales; en otras palabras: la presencia activa de la sociedad civil permite un control eficiente de las ac- tuaciones de la administración públi- ca, en general, obteniéndose un siste- ma transparente y eficiente de la mis- ma, y del comportamiento de los parti- dos políticos y demás instancias públi- cas y privadas presentes en la socie- dad, convirtiéndose de esta manera en un elemento fundamental para apoyar y fortalecer la democracia. Es oportuno señalar que, en Vene- zuela, la Universidad Metropolitana ha realizado iniciativas y actividades para fomentar el conocimiento y la aplica- ción del capital social, inclusive cola- borando para la publicación del libro de Bernardo Kliksberg (El Capital So- cial, Editorial Panapo y Universidad Metropolitana, Caracas, 2001). Por su parte el prof. Isaías Covarrubias M., de la UCLA (Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado) sintetiza así el mencionado libro del Dr. Kliksberg: “¿Que es capital social? Ante todo se trata de un activo intangi- ble que se manifiesta en la capaci- dad de confianza, valores cívicos y asociativos que pueda lograr la so- ciedad. Aunque la economía con- vencional los ha ignorado, estos as- pectos tienen un peso significativo en las posibilidades de desarrollo de los paises…Los primeros estu- dios econométricos al respecto, de- muestran la existencia de correla- ción entre, por ejemplo, la capaci- dad de cooperación y asociatividad de una comunidad y su bienestar. A mayor asociatividad, mayor es el potencial de crecimiento económico que puede alcanzar una determina- da sociedad…” Estos problemas se expresan en el alto índice de disgregación familiar, a su vez causa fundamental del alto nú- mero de mujeres solas al frente del ho- gar, violencia doméstica e incapacidad de proporcionar una infancia normal, entre otros. Destaca, además, el alar- mante ascenso de la criminalidad, de- rivado en buena medida de esta ruptu- ra familiar… Kliksberg hace, a lo largo de este ensayo, un llamado normativo, partiendo de un análisis preocupante de la realidad latinoamericana, hacia el rescate de la familia y los valores, im- plícitos en la educación, la ética del tra- bajo, la capacidad de cooperación y la asunción de esquema de participación genuinos, verdaderamente democráti- cos…De esta forma se abrirían los es- pacios para el incremento de ese meca- nismo oculto y valioso para el logro del bienestar, condensado en lo que se ha dado en denominar capital social.También no debemos pasar por alto los esfuerzos de cooperación interna- cional desplegados por los países es- candinavos, en especial Suecia, me- diante programas específicos de for- mación y asistencia para administrar la ayuda estatal en los países en vía de desarrollo. Citamos algunos: ASDI/SIDA, agencia sueca para la a- sistencia internacional, fundada en 1962 y la CONTEXT, también sueca y con los mismos objetivos. En nuestro continente existen otras importantes iniciativas, como es el caso del Instituto de Comunicación y Desarrollo de Uruguay que, con el apo- yo de la Fundación W.K. Kellogg, está llevando a cabo el proyecto Rendición de Cuentas y Transparencia de las Organizaciones de la Sociedad Civil en Iberoamérica, con la participación ac- tiva de importantes ONGs, a saber: la AGODI de Argentina, la Catholic Relief Services (CRS) de Bolivia, la RITS de Brasil, la Fundación Soles de Chile, la Fundación Acceso de Costa Rica, la CEHPRODEC de Honduras, la Su- mando de Paraguay, la Alianza ONG de República Dominicana, y la OTS de España. Como conclusión quedan algunas consideraciones adicionales y no me- nos importantes. Cuando la sociedad civil se expande el poder del Estado se reduce. El Estado siempre será necesa- rio; pero no puede -ni debe- realizar actividades que son competencia de la sociedad civil, que tiene, entre otras ta- reas, la obligación de controlar al Estado, para evitar que se transforme, de hecho, en totalitario. Del mismo modo la sociedad civil debe controlar el mercado, para evitar las deformaciones y abusos, siendo los más conocidos: los monopolios, oligo- polios y carteles. Pero también para es- tablecer los valores éticos del mercado mismo. En conclusión: es evidente la impor- tancia de la presencia de la sociedad ci- vil en una nación. Los partidos políti- cos, frecuentemente, se transforman en fuentes de poder y, por ende, son tentados por la corrupción y por la au- sencia de contralores; realidad casi normal, con contadas excepciones, en América Latina y, en general, en los países subdesarrollados. Todo ello con consecuencias negativas cuyo aspecto más evidente es la práctica oficial del populismo estatal, que crea defor- maciones socio-económicas y políticas incalificables. Por el contrario, basta observar los países donde existe una presencia real y efectiva de la sociedad civil: el creci- miento económico y el desarrollo hu- mano son valores prioritarios y signifi- cativos. Tanto es así que esas naciones encabezan permanentemente las clasi- ficaciones relativas a la calidad de la vida, justa aspiración de todos los se- res humanos y obligación primaria del Estado, de la clase política y de la clase dirigente, en general. En la próxima entrega hablaremos del posible modelo económico con la participación efectiva del capital social. [email protected] La importancia del control social en la calidad de vida Las alternativas a las crisis: la participación del capital social Renzo Buia Carpi “…Es importante el com- promiso de la comunidad internacional en la coope- ración para el desarrollo que, de paso, es la medida más efectiva para frenar el terrorismo.” Martti Ahtisaari, ex presidente de Finlandia, fundador de Iniciativa para la Mediación de Crisis (CMI), al recibir el premio Nóbel de la Paz del 2008. El profesor Bernardo Kliksberg, teórico de la pobreza y autor de numerosos trabajos sobre el capital social.

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Las al ter na ti vas a las cri sis: la par ti ci pa ción del ca pi tal so cial “…Es im por tan te el com - pro mi so de la co mu ni dad in ter na cio nal en la coo pe - ra ción para el de sa rro llo que, de paso, es la me di da más efec ti va para fre nar el te rro ris mo.” Mart ti Ahti saa ri, ex pre si den te de Fin lan dia, fun da dor de Ini cia ti va para la Me dia ción de Cri sis (CMI), al re ci bir el pre mio Nó bel de la Paz del 2008.

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Page 1: Cuadernos 15

Enero, 2009 Cuadernos Nº 15 Página 7

En el ar tícu lo an te rior (El pa -pel de la ban ca en el de se qui -li brio fi nan cie ro ac tual), pu -bli ca do en Cua der nos nº 14de No viem bre 2008, nos re -

fe ri mos a las prin ci pa les cau sas quecon du je ron a la ac tual cri sis, que porsus mis mas ca rac te rís ti cas pue de ca ta -lo gar se como cri sis socio-económica yfinanciero-política

La me cha pren dió, cier ta men te, enel cam po de las fi nan zas para con ta giar lue go a to dos los sec to res de la eco no -mía, con las ob vias im pli ca cio nes so -bre la so cie dad. En otras pa la bras: pa -sa mos del sec tor es tric ta men te fi nan -cie ro al de la eco no mía real, con las re -la ti vas im pli ca cio nes: de sem pleo, re -duc ción del aho rro, dis mi nu ción delcon su mo, quie bra de ins ti tu cio nesban ca rias y fi nan cie ras, au men to de lain cer ti dum bre, etc. Son es tos, no hayduda, los re sul ta dos más ne ga ti vospara cual quier cri sis: la afec ta ción dela eco no mía real, por re du cir se y/o pa -ra li zar se las la bo res más di ná mi cas-como la in dus tria de la cons truc ción- ylue go las de más ac ti vi da des pro duc ti vas,en ge ne ral, por la con trac ción de los con -su mos y las res tric cio nes cre di ti cias, ex -ten dién do se pau la ti na men te a los sec to -res pri ma rios y ter cia rios.

Aquí es don de se abre el aba ni co delas in ter pre ta cio nes so bre el ori gen delas cri sis y de las po si bles so lu cio nes.Es cier to que las ac tua les es truc tu rasbu ro crá ti cas na cio na les e in ter na cio -na les po seen más ins tru men tos idó -neos para re du cir, cuan to me nos, losim pac tos cau sa dos por las cri sis eco -nó mi cas. Sin em bar go, la ma yor par tede las me di das aca ban por ser co yun -tu ra les, más fá ci les de to mar que lases truc tu ra les, re co no cien do las di fi cul -ta des para intervenir sobre las es -tructuras so cio-económicas yjurídico-políticas.

En los di ver sos pai ses, la pre sen ciade mer ca dos co mu nes, or ga nis mos yacuer dos in ter na cio na les, la glo ba li za -ción, los mo no po lios, oli go po lios y em -pre sas trans na cio na les y mul ti na cio -na les, etc., que, en sín te sis, li mi tan laso be ra nía de cada go bier no, por endesu ca pa ci dad de ma nio bra, por unapar te; y por la otra, la in ter de pen den -

cia fi nan cie ra-eco nó mi ca y tec no ló gi -ca-co mer cial del mundo actual lesimpiden escaparse de estos efectos.

No obs tan te, sin ol vi dar es tas rea li -da des, nos pa re ce opor tu no se ña lar al -gu nos as pec tos me nos evi den tes, perofun da men ta les, acer ca de la cri sis quees ta mos en fren tan do. Con cre ta men te,que re mos re fe rir nos a lo que es uno delos ele men tos cla ve, pero bas tan te ol vi -da do y/o sub es ti ma do por las so cie da -des (en es pe cial por los paí ses sub de -sa rro lla dos o en vía de de sa rro llo), conal gu nas ex cep cio nes (cier ta men te lospaí ses es can di na vos y en me nor es ca laJa pón y Ale ma nia): el pa pel de la so -cie dad ci vil, jus ta men te con si de ra docomo capital social.

Este tér mi no se debe, en tre otros au to -res, a los apor tes de Ber nar do Kliks berg(1942- ), Da niel Co le man (1928-1990),Pie rre Bour dieu (1930-2002), Ro bert D.Put man (1941- ), Albert O. Hirschman(1915- ) como al ter na ti va a los es ca soséxi tos y/o fra ca sos de las ideas eco no mi -cis tas so bre el de sa rro llo. En di chas teo -rías y pro gra mas se in tro du cen nue voscon cep tos, ta les como:w el fo men to de la éti caw el sen ti do de aso cia ti vi dad y so li da -

ri dadw la con cien cia cí vi ca como so por te al

sen ti do de per te nen cia a la so cie -dadw la res pon sa bi li dad per so nal ha cia

la co mu ni dadw el fo men to de va lo res fun da men ta -

les, como la su pe ra ciónw la im por tan cia del tra ba jow la edu ca ción y el co no ci mien tow el res pe to ha cia el pró ji mow ...

Obte nién do se como re sul ta do tan -gi ble el con cre to apo yo a las po lí ti caspú bli cas y a los di se ños de las es tra te -gias para lo grar un cre ci mien to eco nó -mi co real y auto-sos te ni do que de sem -bo que, ob via men te, ha cia un de sa rro -llo social equitativo y participativo.

El ca pi tal so cial per mi te, en tre otrasco sas, el for ta le ci mien to de los ac to resy las re des so cia les; en otras pa la bras:la pre sen cia ac ti va de la so cie dad ci vilper mi te un con trol efi cien te de las ac -tua cio nes de la ad mi nis tra ción pú bli -ca, en ge ne ral, ob te nién do se un sis te -ma trans pa ren te y efi cien te de la mis -ma, y del com por ta mien to de los par ti -dos po lí ti cos y de más ins tan cias pú bli -cas y pri va das pre sen tes en la so cie -dad, con vir tién do se de esta manera enun elemento fundamental para apoyary fortalecer la democracia.

Es opor tu no se ña lar que, en Ve ne -zue la, la Uni ver si dad Me tro po li ta na ha rea li za do ini cia ti vas y ac ti vi da des parafo men tar el co no ci mien to y la apli ca -ción del ca pi tal so cial, in clu si ve co la -bo ran do para la pu bli ca ción del li brode Ber nar do Kliks berg (El Ca pi tal So -cial, Edi to rial Pa na po y Uni ver si dadMe tro po li ta na, Ca ra cas, 2001). Por supar te el prof. Isaías Co va rru bias M., dela UCLA (Uni ver si dad Cen troc ci den tal Lisandro Alvarado) sintetiza así el

mencionado libro del Dr. Kliksberg:

“¿Que es ca pi tal so cial? Antetodo se tra ta de un ac ti vo in tan gi -ble que se ma ni fies ta en la ca pa ci -dad de con fian za, va lo res cí vi cos yaso cia ti vos que pue da lo grar la so -cie dad. Aun que la eco no mía con -ven cio nal los ha ig no ra do, es tos as -pec tos tie nen un peso sig ni fi ca ti voen las po si bi li da des de de sa rro llode los pai ses…Los pri me ros es tu -dios eco no mé tri cos al res pec to, de -mues tran la exis ten cia de co rre la -ción en tre, por ejem plo, la ca pa ci -dad de coo pe ra ción y aso cia ti vi dadde una co mu ni dad y su bie nes tar. Ama yor aso cia ti vi dad, ma yor es elpo ten cial de cre ci mien to eco nó mi co que pue de al can zar una de ter mi na -da so cie dad…”

Estos pro ble mas se ex pre san en elalto ín di ce de dis gre ga ción fa mi liar, asu vez cau sa fun da men tal del alto nú -me ro de mu je res so las al fren te del ho -gar, vio len cia do més ti ca e in ca pa ci dadde pro por cio nar una in fan cia nor mal,en tre otros. Des ta ca, ade más, el alar -man te as cen so de la cri mi na li dad, de -ri va do en bue na me di da de esta rup tu -ra fa mi liar… Kliks berg hace, a lo lar gode este en sa yo, un lla ma do nor ma ti vo,par tien do de un aná li sis preo cu pan tede la rea li dad la ti noa me ri ca na, ha cia el res ca te de la fa mi lia y los va lo res, im -plí ci tos en la edu ca ción, la éti ca del tra -ba jo, la ca pa ci dad de coo pe ra ción y laasun ción de es que ma de par ti ci pa ciónge nui nos, ver da de ra men te de mo crá ti -cos…De esta for ma se abri rían los es -pa cios para el in cre men to de ese me ca -nis mo ocul to y va lio so para el lo gro delbie nes tar, con den sa do en lo que se hadado en de no mi nar capital social.”

Tam bién no de be mos pa sar por altolos es fuer zos de coo pe ra ción in ter na -cio nal des ple ga dos por los paí ses es -can di na vos, en es pe cial Sue cia, me -dian te pro gra mas es pe cí fi cos de for -ma ción y asis ten cia para ad mi nis trarla ayu da es ta tal en los paí ses en vía dede sa rro llo. Ci ta mos al gu nos:ASDI/SIDA, agen cia sue ca para la a -sis ten cia in ter na cio nal, fun da da en1962 y la CONTEXT, también sueca ycon los mismos objetivos.

En nues tro con ti nen te exis ten otrasim por tan tes ini cia ti vas, como es elcaso del Insti tu to de Co mu ni ca ción yDe sa rro llo de Uru guay que, con el apo -yo de la Fun da ción W.K. Ke llogg, estálle van do a cabo el pro yec to Ren di ciónde Cuen tas y Trans pa ren cia de lasOrga ni za cio nes de la So cie dad Ci vil enIbe ro amé ri ca, con la par ti ci pa ción ac -ti va de im por tan tes ONGs, a sa ber: laAGODI de Argen ti na, la Ca t ho lic Re lief Ser vi ces (CRS) de Bo li via, la RITS deBra sil, la Fun da ción So les de Chi le, laFun da ción Acce so de Cos ta Rica, laCEHPRODEC de Hon du ras, la Su -man do de Paraguay, la Alianza ONGde República Dominicana, y la OTS deEspaña.

Como con clu sión que dan al gu nascon si de ra cio nes adi cio na les y no me -

nos im por tan tes. Cuan do la so cie dadci vil se ex pan de el po der del Esta do sere du ce. El Esta do siem pre será ne ce sa -rio; pero no pue de -ni debe- rea li zarac ti vi da des que son com pe ten cia de laso cie dad ci vil, que tie ne, en tre otras ta -reas, la obli ga ción de con tro lar alEsta do, para evi tar que se transforme,de hecho, en totalitario.

Del mis mo modo la so cie dad ci vildebe con tro lar el mer ca do, para evi tarlas de for ma cio nes y abu sos, sien do losmás co no ci dos: los mo no po lios, oli go -po lios y car te les. Pero tam bién para es -ta ble cer los va lo res éticos del mercadomismo.

En con clu sión: es evi den te la im por -tan cia de la pre sen cia de la so cie dad ci -vil en una na ción. Los par ti dos po lí ti -cos, fre cuen te men te, se trans for manen fuen tes de po der y, por ende, sonten ta dos por la co rrup ción y por la au -sen cia de con tra lo res; rea li dad casinor mal, con con ta das ex cep cio nes, enAmé ri ca La ti na y, en ge ne ral, en lospaí ses sub de sa rro lla dos. Todo ello concon se cuen cias ne ga ti vas cuyo as pec tomás evi den te es la prác ti ca ofi cial delpo pu lis mo es ta tal, que crea defor -maciones so cio-económicas y po líticasin calificables.

Por el con tra rio, bas ta ob ser var lospaí ses don de exis te una pre sen cia realy efec ti va de la so cie dad ci vil: el cre ci -mien to eco nó mi co y el de sa rro llo hu -ma no son va lo res prio ri ta rios y sig ni fi -ca ti vos. Tan to es así que esas na cio nesen ca be zan per ma nen te men te las cla si -fi ca cio nes re la ti vas a la ca li dad de lavida, jus ta as pi ra ción de to dos los se -res hu ma nos y obli ga ción pri ma ria delEstado, de la clase política y de la clasedirigente, en general.

En la pró xi ma en tre ga ha bla re mosdel po si ble mo de lo eco nó mi co con lapar ti ci pa ción efec ti va del capitalsocial.

ren zo buia@in ter link.net.ve

La im por tan cia del con trol so cial en la ca li dad de vida

Las al ter na ti vas a las cri sis: la par ti ci pa ción del ca pi tal so cial

Ren zo Buia Car pi

“…Es im por tan te el com -pro mi so de la co mu ni dadin ter na cio nal en la coo pe -ra ción para el de sa rro lloque, de paso, es la me di damás efec ti va para fre narel te rro ris mo.”

Mart ti Ahti saa ri, ex pre si den te de Fin lan dia,

fun da dor de Ini cia ti va para laMe dia ción de Cri sis (CMI), al

re ci bir el pre mio Nó bel de la Pazdel 2008.

El pro fe sor Ber nar do Kliks berg, teó ri code la po bre za y au tor de nu me ro sostra ba jos so bre el ca pi tal so cial.