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INSTITUTO NACIONAL DE ESTADISTICA
GEOGRAFIA E INFORMATICA INSTITUTO FRANCÉS DE INVESTIGACION CIENTIFICA
PARA EL DESARROLLO EN COOPERACION
DR ©1991, Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática
Edificio Sede
Av. Prolongación Héroe de Nacozari No. 2301 Sur
CP 20290 Ciudad Industrial
Aguascalientes, Ags.
ORSTOM
Instituto Francés de Investigación Científica
para el Desarrollo en Cooperación
Cuaderno de Información Básica
Región Cofre de Perote
Impreso en México ISBN 968-892-464-4
Esta publicación consta de 500 ejemplares y se terminó de
imprimir en el mes de febrero de 1991 en los talleres del
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática,
Av. Prolongación Héroe de Nacozari No. 2301 Sur,
Acceso 11, P.B., CP 20290 Ciudad Industrial
Aguascalientes, Ags.
Presentación
En mayo de 1980, se firmó en París, Francia, el "Acuerdo complementario de ciencia y tec-
nología" entre México y Francia. En este marco de cooperación internacional, el Instituto Nacio-
nal de Estadística, Geografía e informática (Inegi), por conducto de la Dirección Regional
Oriente, suscribió un convenio con el Instituto Francés de Investigación Científica para el Desa-
rrollo en Cooperación (Orstom); para llevar a cabo la configuración del Sistema de Información
Geográfica y Análisis Regional. El cual fue dado a conocer en octubre de 1987, en la XIII Con-
ferencia Internacional de Cartografía, organizada por el Inegi en Morelia, Michoacán.
Este sistema ha sido desarrollado por Orstom alrededor de tres ideas fundamentales:
- Permitir una gestión potente y flexible de los datos geográficos localizados.
- Producir una cartografía temática sencilla.
- Crear un sistema autónomo de base de datos, que permita una amplia gama en la evolu-
ción de la información.
Y contempla como objetivo principal: proporcionar a los tomadores de decisiones y planifica-
dores, los datos necesarios para un buen manejo del espacio geográfico.
Por su parte, el Inegi aporta los datos consolidados en el Sistema Nacional de Información,
tanto a nivel estadístico como geográfico.
A partir de estos convenios, se han generado trabajos de investigación y automatización car-
tográfica, que hoy día constituyen una vía alternativa para el mejor conocimiento de la realidad.
Y han derivado estudios específicos como el proyecto piloto Inegi-Orstom que constituye el
Sistema de Información Geográfica del Estado de Veracruz, y tiene por objeto proporcionar
representaciones gráficas y cartográficas de información, tanto estadística como geográfica,
permitiendo la interrelación de los indicadores estadísticos con el espacio real del desenvolvi-
miento de los procesos socio-económicos y dimensiona diversos aspectos geográficos y estadís-
ticos entre sí.
El sistema, en sus aspectos informáticos, parte de una concepción de gestión relacional de
datos, enfatizando el atributo de localización, lo cual permite una producción rápida de fácil
comprensión e interactiva de mapas temáticos, en la proyección y escala requeridos. Por otra
parte, el sistema, desde el punto de vista temático, es un sistema abierto, con múltiples posibili-
dades para configurar la base de datos y relacionar variables de diversa índole.
El proyecto piloto contempla el total de la superficie del Estado de Veracruz como marco ge-
ográfico y establece someter los métodos de procesamiento a prueba, en áreas geográficas más
reducidas.
En el contexto del desarrollo de los trabajos propios del sistema de información geográfica
para el Estado de Veracruz (Síg), el gobierno del estado expresó su interés por tener información
relativa a una zona específica del territorio estatal: la región del Cofre de Pero te; información
necesaria para la conservación de los recursos naturales y la definición de un programa de desa-
rrollo rural.
De este modo, el equipo Inegi-Orstom se abocó a la aplicación del sistema para el estudio de
un área específica, de interés particular, probando así, los métodos establecidos para generar las
bases de datos, sus relaciones analíticas y su representación cartográfica.
La información generada, por la naturaleza del sistema, se presenta en un cuaderno carto-
gráfico, que incluye aspectos del medio natural e información estadística sobre demografía,
aspectos sociales y aspectos económicos. INE
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Asimismo, en el presente, se hace una descripción general de los mapas y se incluyen glosa-
rios y anexos que facilitan la consulta del cuaderno cartográfico.
El propósito de este trabajo consiste en ser de utilidad a los encargados de planear el desarro-
llo del Estado de Veracruz; ya que la finalidad de la información generada es permitir al usuario
realizar análisis e hipótesis, a partir de información confiable, detallada y con una localización
precisa.
El presente estudio, está dividido en cuatro partes:
I. Medio natural.
II. Aspectos demográficos.
III. Aspectos culturales y del bienestar social.
IV. Aspectos económicos.
Por lo que respecta al medio natural, se analizan, tras la localización del área de estudio, imá-
genes de satélite, base topográfica, hipsometría, geomorfometría de pendientes, geomorfometría
de la profundidad de disección, modelo numérico del terreno, geología, suelos, hidrografía, el
factor climático y la vegetación.
En lo que se refiere a los aspectos demográficos, se evalúan, a manera de ejemplo, algunos
indicadores importantes que caracterizan a la población total, la dinámica y distribución de la
población y la fecundidad.
En relación a los aspectos culturales y de bienestar social, se tocan algunos puntos de interés
general, como son: el índice de bienestar social, el analfabetismo, la población que habla lengua
indígena, las viviendas colectivas y las que disponen de agua entubada; y los servicios educati-
vos.
Los aspectos económicos que se tratan, están referidos a la configuración de la población
económicamente activa, la tenencia de la tierra, las actividades agropecuarias de los ejidos y las
actividades industriales y de servicios.
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Indice
I. NATURAL
A. El Cofre y El Valle de Perote en el Entorno Regional X
B. Localización 1
C. Imágenes Spot 1
D. Base Topográfica 2
E. Hipsometría 2 F. Geomorfometría de Pendientes 3 G. Geomorfometría de la Profundidad de Disección 4
H. Modelo Numérico Terreno 6
I. Geología 7
J. Los Suelos 9 K Hidrografía 14
L. El Factor Climático, Temperatura y Precipitación 15
M. Vegetación 16
II. ASPECTOS DEMOGRAFICOS 18
A. Población Total 19
1. Razón de Masculinidad (1980) 19
2. Relación entre Menores de 25 Años y Mayores de 65 años 20
B. Dinámica y Distribución de la Población 20
1. Densidad de la Población 20 2. Dispersión de la Población por Localidad 21
3. Tasas de Crecimiento y Movimientos Migratorios 22
a) Municipios de Crecimiento Observado Inferior al Promedio 22
b) Municipios de Crecimiento Observado Superior al Promedio 22
c) Inmigrantes entre la Población Nacida en la Entidad 23
d) Nacidos Fuera del País 23
e) Indice de Inmigración para la Región de Cofre de Perote (1970-1980) 23 C. Fecundidad 23
1. Promedio de Hijos Nacidos Vivos por Mujer 23
2. Evolución de la Fecundidad 23
3. Relación Menores de 5 Años Mujeres de 25-49 Años 24
III. ASPECTOS CULTURALES Y DE BIENESTAR SOCIAL 24
A. Indice de Bienestar Social 24
B. Análisis por Indicador del Bienestar Social 25
C. Analfabetismo 26
D. Población que Habla Lengua Indígena 26
E. Población Bilingüe 26 F. Población Monolingüe 27
G. Población en Unión Libre 27
H. Características de la Vivienda 27
1. Servicios Educativos 27
IV. ASPECTOS ECONOMICOS A. Población Económicamente Activa
B. Tenencia de la Tierra y Propiedad Social
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V. ACTIVIDADES AGROPECUARIAS 30
A. Superficie e Integrantes de los Ejidos 31
B. Uso del Suelo 31 1. Principales Cultivos Agrícolas 31
2. El Cultivo de la Papa 32
3. El Cultivo del Maíz 33
4. Tecnología, Equipamiento e Infraestructura 34
5. Crédito 35
6. Ganadería 35 7. Silvicultura 36
8. Organización 36
C. Actividades Industriales y de Servicios 36
1. Establecimientos 36
2. Evolución del Número de Establecimientos 36
3. Personal Ocupado Promedio por Establecimiento 37 4. Ingreso Promedio por Establecimiento 37
ANEXOS 39
ANEXO 1 40
Municipios Comprendidos en la Región del Cofre de Perote 40
ANEXO 2 41
Figuras Medio Natural 41
ANEXO 3 46
Algunas Referencias Florísticas en Comunidades Primarias 46
ANEXO 4 47
Glosario de Términos en Aspectos Demográficos, Culturales y
Económicos. 47
ANEXO 5 48 Indicadores del Nivel de Bienestar Social por Municipios 43
ANEXO 6 54
Servicios Educativos: Relación de Alumnos y Maestros (Histrograma) 54
RELACION DE CUADROS
Cuadro No. 1 Pirámide de Edades de la Población del Cofre de Perote 56
RELACION DE MAPAS 57
BIBLIOGRAFIA 58
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I. Medio Natural
¿Cómo delimitar la zona del Cofre de
Perote? Y hablando de este espacio serrano,
¿En qué medida se puede asimilar el concepto
de región? Estas preguntas se vuelven insis-
tentes sobre todo cuando se está planteando
una serie de medidas concretas para llevar a
cabo planes de conservación y desarrollo.
Puesto que la problemática, motivo del
estudio, queda evidentemente relacionada con
las condiciones ecológicas y socioeconómicas
que prevalecen en la zona del Cofre y del
Valle de Perote, resulta evidente que la divi-
sión político-administrativa no puede servir de
marco de referencia, aún así es primordial
tener la lista precisa de los municipios que se
ubican en la zona definida con otros criterios
(ver anexo 1).
A. El Cofre y el valle de Perote en el
ENTORNO REGIONAL
Toda la Sierra Madre Oriental y el Cofre de
Perote en particular, corresponden a una zona
de transición, entre dos ámbitos muy contras-
tados, si no opuestos: el trópico húmedo y el
altiplano. Debido a circunstancias históricas, la
región del Valle de Perote es la única incur-
sión del Estado de Veracruz en el altiplano.
A pesar de las condiciones que prevalecen
en esta región (no hay duda que El Valle de
Perote es una de las zonas más deprimidas y
frágiles del altiplano), quizá el mayor pro-
blema que habrá que resolver es el de su loca-
lización, que genera una doble polarización.
En efecto, conviene destacar que la pro-
blemática del Valle de Perote se asemeja física
e históricamente a la situación que prevalece
en el altiplano poblano y tlaxcalteco. Desde
ahí proviene la población que colonizó las fal-
das occidentales del Cofre. Indudablemente la
influencia cultural y económica se ejerce al
oeste, mientras el área sigue dependiendo
admi-nistrativamente del estado de Veracruz.
En cambio, las faldas orientales del Cofre,
están bajo la influencia directa de Xalapa y la
explotación del medio recibe fuerte presión
por parte de cientos de miles de habitantes que
viven al pie del Cofre.
A menudo las zonas de transición regional
son marginadas, y casi siempre las regiones
montañosas constituyen zonas de transición.
El problema en esta región es la falta de con-
gruencia espacial interna. La bipolarización
observada, refuerza el carácter fragmentado de
este espacio.
Es importante señalar que las cartas de
geología, edafología, precipitación y tempe-
raturas son ampliaciones de las cartas escala
1:250,000 del Inegi-Orstom. De manera gene-
ral, podemos decir que la ampliación de una
carta de escala menor a escala mayor tiene
muchas limitaciones, puesto que supone una
precisión que no puede dar una amplificación.
B. LOCALIZACION
Básicamente, los criterios que tomamos en
cuenta para definir la zona de estudio, son
elementos de la topografía. Al norte, el límite
corresponde a la zona de transición entre lo
que es el propio Cofre de Perote y la Sierra de
Jalacingo (prolongación de la Sierra Norte de
Puebla); al sur, el límite lo constituye la línea
de latitud que cruza Rafael J. García, Pue. Al
oeste, el límite del Valle se aproxima al límite
estatal. Al este, un meridiano que pasa por
Xalapa y Coatepec. Y este nivel (1400
metros), corresponde a lo que podemos consi-
derar como el pie del volcán.
Como ha sido mencionado, una delimita-
ción hecha a partir de límites administrativos
no puede ser plenamente satisfactoria; por
ésto, y aún sabiendo las dificultades que pue-
den aparecer al momento de coordinar los
trabajos de dos entidades políticas distintas,
resulta oportuno considerar que el Valle de
Perote es parte de la Cuenca de El Carmen en
el Estado de Puebla cuya problemática es muy
semejante.
C. Imágenes Spot
Se incluyen, en el cuaderno cartográfico
copias en papel, correspondientes a la dos
imágenes del satélite Spot. Una es pancromá-
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tica en blanco y negro tomada en marzo de
1987 y la otra multiespectral en falso color de
junio de 1987. Se presentan en escala aproxi-
mada 1:100 000, lo que permite su sobreposi-
ción con la base topográfica en plástico trans-
parente.
La definición de la pancromática es de 10 x
10 mtrs. por pixel (resolución mínima del
punto elemental de la imagen), en tanto que la
de falso color es de 20 x 20 mtrs. La primera
corresponde a la época del año contrastando la
vegetación dominada por hojas perennes de las
caducas, así como las superficies con riego; la
segunda, del inicio de lluvias contiene una
amplia gama de tonos rojos correspondientes a
diversas intensidades fotosintéticas de la
cubierta vegetal, es inmediato el contraste
entre el altiplano seco con tonos tenues, a
excepción de las áreas de riego, y la vertiente
húmeda de la sierra, en especial hacia el este
donde se encuentra la zona cafetalera con
tonos intensos.
El trabajar con impresiones de imágenes de
satélite, ofrece al investigador un amplio
campo de estudio, dependiendo de su interés y
especialización; pues permiten estudiar diver-
sos aspectos geográficos y económicos, tales
como: rasgos fisiográficos, cubierta vegetal,
localización de la infraestructura, actividades
económicas observables como el uso del suelo,
etcétera.
Cabe mencionar que estas Imágenes se tie-
nen a partir de un convenio establecido entre
Orstom y el CNES (Centre National d'Etudes
Spaciales) por medio del PEPS(¡) 164 Cnes-
Grstom.
D. Base topográfica
La base topográfica escala 1:100,000 es de-
rivada de la Cartografía Topográfica en escala
1:50000 con claves: E14B26, E14B27,
E14B36 y E14B37, reducidas por procesos
fotomecánicos, lo cual permite tener un nivel
de precisión confiable y una legibilidad en sus
(1) Programa de Evaluación Preliminar. Spot.
detalles bastante aceptable. Se presenta en
material transparente, lo que permite la
sobreposición en las cartas temáticas de la
misma escala, pudiendo localizar, analizar,
interpretar y relacionar los rasgos topográficos
con la información temática.
La Carta Topográfica, nos brinda informa-
ción de las obras hechas por el hombre, la
localización de los rasgos naturales y su
nomenclatura; así como del relieve represen-
tado por curvas de nivel, que son la unión en
líneas de puntos de igual altura sobre el nivel
del mar, con una equidistancia a cada veinte
metros.
En el apéndice se integra una carta topográ-
fica con el mismo material, pero con la separa-
ción de los rasgos de altimetría, hidrografía y
planimetría; para tener una herramienta de
trabajo más versátil y legible en su uso.
E. Hipsometria
A pesar de la simplicidad con que se ela-
bora, esta carta es muy importante en el estu-
dio del relieve, ya que nos muestra una visión
clara e inmediata del mismo en su totalidad,
permitiendo en esta forma simplificada, su
fácil comprensión; además, puede ser ^ una
ayuda en la interpretación de algunos fenóme-
nos y hechos que tienen relación directa o
indirecta con la altura.
Esta carta define los intervalos de valores
altitudinales, a partir de alturas mínimas y
máximas que nos dan las curvas de nivel, éstos
están dados cada 500 metros de altura y se
consideraron los siguientes rangos: menor de
1000 m., 1000-1500 m., 1500-2000 m., 2000-
2500 m., 2500-3000 m., 3000-3500 m., 3500-
4000 m., mayor a 4000 m.
En la carta podemos observar claramente
como rasgo topográfico importante, el desa-
rrollo del cono volcánico, con una altura
mayor de 4,000 m; en el extremo occidental se
identifica un nivel de base que constituye el
Valle de Perote, con una altura promedio de
2380 m.(s.n.m.); al oriente, se tiene una mayor
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cantidad de intervalos de altura, como conse-
cuencia de una mayor profundidad que baja
hasta los 700 m.; en una distancia relativa-
mente corta, de aproximadamente 25 Km. lo
que ocasiona, sólo por este hecho, una diversi-
dad de factores interesantes de observar como
la temperatura, precipitación y estratificación
de la vegetación, entre otros.
F. Geomorfometria de pendientes
La carta de pendientes es útil, particular-
mente en estudios del medio natural. Cuando
el hombre se establece en alguna región, hace
uso de los recursos que le rodean (suelos, ve-
getación, agua, etc.), sin embargo, no sólo está
en función de los recursos disponibles, sino
además de su acceso y ubicación en el terreno,
por lo tanto, de la pendiente misma del
terreno.
Las limitaciones que ejerce la pendiente en
las actividades del hombre, se acentúan en re-
lación directa a su incremento. Por ejemplo: el
trazo de caminos madereros en pendientes
fuertes, obliga a destruir muchos árboles, afec-
tando la explotación forestal; otro ejemplo
claro lo encontramos en la agricultura, ya que
en pendientes fuertes, la pérdida del suelo por
erosión se acentúa, además de impedir el uso
de maquinaria; así mismo, es un factor limi-
tante para los sistemas de cultivo a utilizar. El
uso pecuario se ve también limitado, pues el
ganado no está (a excepción del caprino y
ovino) adaptado a pastar en pendientes fuertes.
Finalmente, los asentamientos humanos y su
intercomunicación, están también afectados,
pues se buscan los lugares con menos
pendiente, que con frecuencia son los más ap-
tos para la agricultura y para establecerse; y la
ubicación de sus medios de comunicación y
servicios (ver anexo 2 Fig.l).
Ciertas características de la vegetación y
del suelo, están parcialmente determinadas por
su grado de inclinación, además de su posición
topográfica. Por ejemplo, el desarrollo de la
vegetación y su altura; la profundidad, salini-
dad y desarrollo del suelo. El uso inadecuado
del suelo y la explotación del bosque rompen
el equilibrio ecológico, ocasionando graves
problemas, los más evidentes son: la erosión y
la degradación de la cubierta vegetal. Eviden-
temente la correlación de cada unidad carto-
gráfica del mapa de pendientes es de gran
importancia para la planeación, desarrollo y
aprovechamiento de los recursos del suelo y el
bosque.
El grado de inclinación del terreno, se
puede apreciar comparativamente en los diver-
sos lugares que muestra la carta topográfica,
con sólo observar la mayor o menor separa-
ción entre las curvas de nivel. Donde dicha
separación decrece y las líneas se juntan, el
declive es más acentuado. La pendiente entre
dos puntos se define como la relación entre la
diferencia de altitud de estos dos puntos y la
distancia horizontal que guardan entre sí, ésto
es:
Formula L- Pendiente= diferencia de
altura/distancia horizontal.
De igual forma el porcentaje de pendientes
se define como:
Formula 2- Porcentaje de pendiente=
(diferencia de altura/distancia horizontal) X
100.
El valor de la pendiente en grados, se puede
obtener recurriendo a las funciones trigono-
métricas, recordando que el ángulo de la pen-
diente es el arco tangente del valor obtenido en
la fórmula 1.
Para la elaboración de la carta se hizo el
estudio en cartas 1:50,000; después de transfe-
rida la información se aplicó una reducción a
1:100,000 por lo que el grado de precisión en
esta presentación final es sumamente acepta-
ble.
Derivado de un análisis de áreas homogé-
neas visibles en la altimetría de la región de
estudio y de la obtención promedio de sus
pendientes , se definieron 7 rangos significati-
vos, correspondiendo los dos primeros princi-
palmente a la zona del valle y los dos últimos
a las barrancas más pronunciadas de la ver-
tiente este del cofre.
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Se enuncian a continuación estos rangos,
así como sus principales características:
1.- Menos de Io 8' (menos 2.2%)
Pendientes muy suaves, en planicies sin
remoción. Sin límites para uso agrícola y
pecuario intensivo.
2.- Entre 1° 9' y 3o 16' ( entre 2.2 y
5.7%)
Pendientes suaves, en planicies inclina-
das y onduladas con remoción ausente o muy
débil. La pendiente es una limitante menor
para el uso agropecuario.
3.- Entre 3° 17'y 5° 42' (entre 5.7 y
10%)
Pendientes de suaves a moderadas, en
planicies inclinadas de lomeríos que presentan
remoción significativa y desarrollo de barran-
cas; se ubican entre el pie de monte y laderas
montañosas. La pendiente es aún una limitante
menor en el uso agropecuario.
4. Entre 5o 43'y 11° 18' (entre 10.1 y
20%)
Pendientes moderadas, en laderas
montañosas con remoción fuerte. El uso agro-
pecuario se ve moderadamente limitado por la
pendiente.
5.- Entre ll°19'y 21*48' (entre 20.1 y
40.0%)
Pendientes de medias a fuertes, en lade-
ras montañosas con gran desarrollo. La
pendiente impide la mecanización tradicional
y las prácticas agrícolas son manuales; esta
limitante se debe compensar con manejos
apropiados y mejoramiento, antes de una acti-
vidad agropecuaria intensiva. En algunos
casos estas prácticas son muy restringidas en
función de otras limitantes del suelo.
6.- Entre 21°49'y 38°39'( entre 40.1 y
80.0%)
Pendientes muy fuertes, en barrancas,
en donde existe el límite natural del reposo
(32°). El uso agropecuario y forestal tradicio-
nal esta restringido.
7.- Mayor a 38 40' ( mayor de 80.0%)
Pendientes excesivamente fuertes, en
barrancas y cañadas muy pronunciadas. El uso
agropecuario y forestal es muy restringido.
En la carta se observan diferentes zonas
que agrupan pendientes similares. En la ladera
superior del volcán, se tienen pendientes de las
clases 6 y 7, ubicadas alrededor del cráter (de-
rrumbado por erosión). Se extienden en todas
direcciones desde la parte más alta, de los
4200 m. hasta los 3000 m. aproximadamente,
hacia la parte este donde alcanzan menor alti-
tud (2000 m.).
Hacia las vertientes norte y noreste, en la
zona de pie de monte se encuentran pendientes
promedio de la clase 4, con un proceso menor
de erosión, además de una inclinación leve de
los escurrimientos fluviales; estos escurri-
mientos penetran en el subsuelo al llegar al ni-
vel de base, representado por la planicie del
Valle de Perote y la Cuenca de Oriental. El
Valle de Perote es una zona con pendientes
menores a 1°8', salvo en algunos lomeríos
calcáreos emergentes.
La vertiente este, en la zona de pie de
monte, está representada por profundas ba-
rrancas, con pendientes de las clases 5 y 6,
pero también existen de la clase 4. En esta
zona la precipitación es cuatro veces mayor,
comparada con el oeste. Hacia la región de
Xico es marcada la presencia de lomeríos y
barrancos con pendientes de la clase 4.
En la vertiente sur, (hacia el límite estatal)
el relieve se torna muy accidentado, con pen-
dientes muy pronunciadas.
G. Geomorfometria de la profundidad de
DISECCION.
La forma del relieve está representada con
precisión en la cartografía topográfica escala
1:50,000 del Inegi. Esta precisión en la alti-
metría e hidrografía, permite realizar estudios
de los procesos formadores del relieve, además
de su cuantificación.
Las formas terrestres dependen en primer
lugar, de la naturaleza de las rocas y de su dis-
posición, es decir, de la litología y de sus es-
tructuras; en segundo lugar, de las condiciones
climáticas, de las que, a su vez, dependen el
suelo y el tipo de cubierta vegetal; bajo las
cuales tiene lugar la disección de la superficie
terrestre. Y en tercer lugar, de su posición
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dentro del ciclo de erosión, que es el tiempo
empleado en la reducción de un relieve a su
nivel de base. Este trabajo considera la pro-
fundidad de la disección en las diversas formas
del relieve, como herramienta en el análisis del
proceso erosivo del mismo.
Desde el punto de vista geomorfológico, el
relieve resulta de la interacción de dos proce-
sos, el primero, se refiere a las causas endóge-
nas, relacionadas con la estructura intrínseca
de la tierra, manifestadas por sismicidad,
formación de estructuras volcánicas e intrusi-
vas y ruptura de las rocas, es decir, que produ-
cen levantamientos y hundimientos; y el
segundo, a las causas exógenas, relacionadas
con los fenómenos que ocurren en la superfi-
cie, especialmente la acción de la gravedad y
las precipitaciones pluviales; manifestándose
en la destrucción de las formas originales por
fenómenos erosivos y el relleno de las depre-
siones por acumulación.
El estudio de la disección, involucra cono-
cer cómo se manifiestan los procesos endóge-
nos y exógenos, así como sus interacciones.
Los procesos endógenos son comentados en el
apartado correspondiente a geología. Los pro-
cesos exógenos están en función de la litología
y la tectónica, es decir de los endógenos; y de
los fenómenos erosivos en su expresión más
amplia, ésto es: el intemperismo, que es la
suma de los procesos físicos, químicos y bio-
lógicos que destruyen las rocas; y de la remo-
ción de las partículas rocosas por la acción del
agua, el viento y la gravedad. Estas partículas
se acumulan permanente o temporalmente en
posiciones topográficas con bajo valor de
inclinación de su pendiente (ver carta de pen-
dientes del terreno).
La aplicación de los estudios de disección,
se deben hacer no como análisis aislados,
sino relacionados con otras observaciones.
Se pueden aplicar en estudios morfométri-
cos orientados al manejo de las cuencas
hidrológicas, pues ubican las zonas de capta-
ción de agua y la intensidad de erosión; como
consecuencia, son también aplicados en los
estudios de riesgos de erosión, que deben
incluir la revisión de otros factores como
cobertura vegetal, tipo de suelo, manejo y uso
del suelo, e inclinación del terreno, entre otros.
La correlación con otros elementos geológicos
es útil para estudiar la ruptura de las rocas,
edad del relieve, yacimientos minerales, etc.
La cuantificación de la profundidad de la
disección del relieve se puede hacer con mapas
topográficos y ortofotomapas. El material ele-
gido, en este caso, es el mapa topográfico en el
cual se trazan dos diferentes tipos de líneas:
una representa todos los escurrimientos o
cauces (talwegs) y la otra representa todos los
parteaguas o divisorias. Las diferencias de
altura vertical entre los talwegs y divisorias,
obtenida por medio de las curvas de nivel, da
la profundidad de erosión o disección buscada.
El proceso se divide en tres partes. Primero,
se realiza el trazo de los talwegs y divisorias
sobre el mapa topográfico. Segundo, se efec-
túa la división del mapa en figuras geométricas
iguales: en este, caso cuadros de 1 km2. en la
carta escala 1:50000. Tercero, se obtiene el
valor máximo de profundidad de erosión en
metros, para cada cuadro, anotando su valor al
centro de cada uno, para su posterior agrupa-
ción en valores de igual categoría, y la colora-
ción del mapa en forma convencional, previa
reducción a la escala 1:100,000.
Los rangos determinados en la carta de pro-
fundidad de la disección del relieve son los si-
guientes:
1.- Más de 300 m.
Los valores más altos de profundidad
superan los 300 m, incluso en casos extremos
alcanzan los 900 m. Se relacionan a rocas cali-
zas cretácicas, con altas precipitaciones y
pendientes por lo general superiores a los 39°.
Se encuentran al norte de Las Minas y sur de
Ixhuacán. La vertiente este del volcán, alcanza
también estos valores de profundidad en una
zona fracturada de ande sitas y basaltos, con
pendientes superiores por lo general a los 22°.
2.- Entre 300-200 m.
Estos valores siguen relacionados a altas
precipitaciones (norte de Ixhuacán, este de
Coatepec, noroeste de Coacoatzintla), en cali-
zas, tobas y basaltos, con pendientes entre 11o-
39°.
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3.- Entre 200-100 m
Se siguen presentando, como en los
anteriores, en laderas montañosas. La
precipitación, es variable, incluso baja, en
rocas ígneas del tipo de las tobas, basaltos, an-
desitas y calizas ( en baja proporción). La pen-
diente es uniforme entre IIs-22° al norte de
Tlacolulan, vertiente este del volcán, noreste
de Ixhuacán, barrancas, cercanas a Teocelo y
cerca de la Gloria.
4.- Entre 100-50 m.
Estos valores se encuentran esparcidos
en diversas áreas de la carta, pero sobresale
una zona de regular tamaño entre Coacoatzin-
tla y Cosautlán, en la zona de pie de monte,
con afloramientos de tobas, basaltos y andesi-
tas, con pendientes de 3°-22° y abundante pre-
cipitación.
5.- Entre 50-20 m.
Se definen algunas zonas: la vertiente
suroeste del volcán, y alrededores de Xalapa,
Cosautlán y las Vigas. La precipitación pluvial
es abundante, la roca por lo general son tobas
y basaltos, incluso andesitas, y la pendiente
tiende a ser baja 3o-22°.
6.- Entre 20-10 m.
Se encuentran diseminadas a lo largo de
la carta, pero existen dos zonas definidas; la
vertiente norte del volcán y cerca de Coatepec,
las brechas volcánicas y basaltos constituyen
sus tipos de rocas y su pendiente varía entre
3°-22°.
7.- Entre 10-1 m.
Se ubica en este rango la zona de pie de
monte, al noroeste del volcán, así como parte
del nivel de base cerca de Perote, también en
un derrame basáltico reciente cerca de La Joya
y al sur de Coatepec. Las tobas y basaltos son
el substrato lítico, las precipitaciones son muy
variables pero la pendiente es muy baja en
todos los casos, 1*11°.
8.- Cercana a 0 m.
Se ubica en el nivel de base, llamado
Valle de Perote. La roca es toba y la pendiente
aproximada a Io.
H. Modelo Numérico de Terreno
Normalmente, vemos los cosas a nivel del
suelo en una visión horizontal, si nos elevamos
podremos verlas en una visión oblicua, pero si
nos posicionamos justo encima de éstas, las
veremos en la vertical; esta visión es la utili-
zada para la identificación y dibujo de. los
elementos puntuales, lineales y zonales que
aparecen en una carta. En esta transcripción
convencional de la realidad, se requiere para
su comprensión de aprender a leer las distintas
informaciones que contiene una carta, en el
caso de la representación del relieve, por
medio de curvas de nivel dibujadas en un
plano generalmente de color sepia. La aprecia-
ción y comprensión del relieve en su conjunto,
es compleja.
Actualmente, por medios informáticos, es
posible el cálculo y la representación en tres
dimensiones, con la posibilidad de visualizar-
las en una o muchas posiciones de observación
manipuladas. Esta reconstrucción del relieve,
puede ser una herramienta importante en estu-
dios de Geomorfología, Geología, Hidrología
e Ingeniería ya que, además de ser una repre-
sentación impactante en tercera dimensión,
permite la realización de trabajos específicos
como el cálculo de pendientes, sombreados,
asoleamiento, estructuras geológicas y estu-
dios de impacto al medio natural de grandes
proyectos entre otros.
Para la realización del Modelo Numérico de
Terreno (MNT) del Cofre de Perote, fue nece-
sario la digitalización de 253,000 puntos sobre
las curvas de nivel de la Carta Topográfica
con una superficie de 1,225 Km2.
Por medio del Programa Babel, desarro-
llado por los ingenieros Marc Souris y Domi-
nique Remy de Orstom Francia, es posible la
visualización en bloque de diagramas del
MNT en las siguientes formas;
- Representación por malla de puntos
acotados; sólo unas líneas de la retícula son
dibujadas. La sensación de relieve puede ser
buena pero depende del ángulo de rotación, sin
embargo, es el único método de representación
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El cofre de Perote
con salida en graficador de plumas (ver anexo
2 fig.2)
- Representación por luminosidad; una
fuente de luz está posicionada en función de
un ángulo de rotación y una incidencia esco-
gida. Cada malla de la retícula recibe y re-
flecta una cantidad de luz en función de la po-
sición de su normal con los rayos de luz (su-
pongamos la fuente de luz al infinito, entonces
los rayos de luz son paralelos). Esta cantidad
de luz es dado por la Ley de Lambert (intensi-
dad proporcional al coseno del ángulo de la di-
rección de la luz con la normal a la superficie).
La visualización de cada faceta, en función de
la luminosidad reflejada, da una excelente re-
presentación del relieve (ver anexo 2 fig.3).
- Representación por luminosidad y
sombra; la sombra portada puede ser añadida
al dibujo. El cálculo se hace afectando un
valor dado (luminosidad ambiente) a todas las
facetas que no pueden ser directamente
tocadas por un rayo de luz.
- Representación por pendientes u
orientación horizontal.
- Representación por luminancia; los
valores de reflectancia de una imagen de saté-
lite sirven para "alumbrar" el MNT. Se nece-
sita una imagen reorientada geográficamente
sobre el modelo numérico.
A partir de la representación en pantalla,
el dibujo sobre papel se hace por copia sobre
la impresora de inyección de tinta o impresora
por transferencia térmica, que da una intensi-
dad de cada pixel ^2Me acuerdo a los niveles de
gris.
I. Geología
Fisiografía. El principal accidente geográ-
fico de la región de estudio, se define por una
franja de orientación norte-sur formada por la
Sierra Volcánica Perote-Orizaba, en ella se
localizan los volcanes Cofre de Perote
(Naucampatepetl) y Pico de Orizaba (Citlalte-
petl). Esta sierra queda comprendida en el eje
neovolcánico transmexicano, en el que se
(2)j>unto elemental de una imagen de satélite.
encuentran los volcanes más altos de México,
así como cientos de aparatos volcánicos de
menor tamaño; el posible origen de este eje se
explica como resultado de la subducción de la
Placa de Cocos en la Placa Americana. Este
proceso se inicio en el eoceno, tuvo su apogeo
en el oligo-mioceno, pero no está extinto pues
hoy en día sigue la actividad especialmente
hacia su parte occidental.
Geomorfología. El paisaje volcánico de la
región de Perote está parcialmente modificado
por emisiones lávicas, que forman mesas pro-
fundamente disectadas por acumulaciones
piroclásticas que forman volcanes, lagos crá-
ter, grandes abanicos aluviales y una extensa
planicie con lagos interiores.
Estratigrafía. El origen geológico de la
región se sitúa en tres edades: mesozoico
(cretácico), cenozoico terciario (oligo-
mioceno) y cenozoico cuaternario. Se remon-
tan las primeras rocas al mesozoico, cuando se
originó la Sierra Madre Oriental, ésta se cons-
tituye principalmente de rocas sedimentarias
carbonatadas que se depositaron y evoluciona-
ron sobre un basamento paleozoico y precám-
brico en un ambiente marino, en condiciones
de trasgresión lo que explica su composición
calcárea en los niveles inferiores pasando pro-
gresivamente a depósitos terrígenos. La Sierra
Madre Oriental, constituye una faja montañosa
orogénica que sigue en su segmento sur una
trayectoria general noroeste-sureste; se com-
pone de estrechos pliegues con una orientación
que sigue el rumbo general de la sierra.
Durante el oligo-mioceno se desarrolló la
etapa de plutonismo del eje neovolcánico,
afectando principalmente a la secuencia meso-
zoica cubriéndola paulatinamente, casi en su
totalidad. Es entonces cuando se originaron los
volcanes Cofre de Perote y Pico de Orizaba.
La actividad volcánica (basáltico-andesítica)
culmina en el cuaternario representado por
depósitos de travertino, así como de material
clástico poco consolidado. Actualmente sólo
en algunos extremos de la región de estudio,
afloran secuencias mesozoicas superpuestas a
las volcánicas que son las predominantes de la
región.
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Geología estructural. En el área se pueden
interpretar tres etapas tectónicas de deforma-
ción: la primera de carácter distensivo, desa-
rrollada durante el jurásico, es la responsable
de la invasión marina y está estrechamente
relacionada con la apertura del Golfo de
México; la segunda, es compresiva, desarro-
llada durante el cretácico superior-terciario
inferior que plegó la secuencia mesozoica y
terciaria; y la tercera que tiene carácter disten-
sivo, en ésta se desarrolla un sistema de fractu-
ramiento ortogonal, del cual se originan las
grandes y numerosas estructuras volcánicas
(Naucampatepetl, Citlaltepetl, etc) así como
derrames fisurales.
1. Descripción de unidades
Descripción tomada y resumida de la carta
geológica escala 1:250000 (SPP-Inegi), agru-
padas por litología (rocas superficiales) y
ordenadas de la más antigua a la más joven.
2. Rocas ígneas extrusivas
Ts (A). Andesita. El afloramiento de esta
unidad forma la estructura volcánica del Cofre
de Perote, además se exponen en otras áreas al
oriente de Ayahualulco y el Progreso. Los
minerales que componen esta roca son muy
diversos, sobresaliendo: plagioclasa zoneada,
lamprobolita, piroxenos, clorita, sericita, pirita,
hemaüta, magnetita, zircón, calcita y cuarzo
embebidos en una matriz microcristalina des-
vitrificada, con textura merocristalina afaní-
tica.
Ts (Bvi). Brecha volcánica intermedia. Los
afloramientos se ubican cerca de las faldas
norte del Cofre y, ocasionalmente, sobreyacen
a las andesitas del terciario superior, le sobre-
yacen depósitos piroclásticos cuaternarios. Se
compone de depósitos piroclásticos de frag-
mentos de andesitas y basaltos en una matriz
tobácea de grano grueso.
Ts (Ti). Toba intermedia. Estos depósitos
son producto de emisiones piroclásticas arro-
jadas por el Cofre de Perote (al oriente,
poniente y norte de sus faldas). Sobreyacen
discordantemente a calizas cretácicas, a
derrames lávicos andesíticos y a brechas vol-
cánicas intermedias; su morfología es de lome-
ríos suaves. Son depósitos Andesíticos com-
puestos por tobas.
Ts (B). Basalto. La unidad sobreyace en
contacto discordante a rocas carbonatadas del
cretácico inferior, así como a depósitos terrí-
genos del terciario, subyacen a rocas ígneas
extrusivas tanto del terciario superior como del
cuaternario. Se extiende en barrancas cercanas
a Ixhuacán de los Reyes, al norte de las Vigas
de Ramírez y entre Jilotepec y Coacoatzintla.
Dentro de esta unidad se incluyen basaltos y
basaltos andesíticos que exhiben textura afa-
nística holocristalina, sus componentes mine-
rales son labradorita, andesina, hematita y
magnetita.
Ts (Tb-Bvb). Toba básica-brecha volcánica
básica. La unidad sobreyace a derrames de
basaltos y andesitas del terciario superior, así
como a depósitos piroclásticos de la misma
edad, subyace a estos depósitos y a conglome-
rados del cuaternario. Forma parte del evento
magmático desarrollado durante el mioceno-
plioceno. Su morfología es de terrazas y
mesetas con desarrollo de estructuras por ero-
sión como nichos y comizas, afloran en un
punto al oriente de Jilotepec. La unidad está
compuesta por una intercalación irregular de
tobas brechoides y brechas volcánicas de
composición básica; las tobas son líticas y
vitreas. Las líticas son de basalto y andesita;
las brechas son depósitos piroclásticos.
Q (B). Basalto. La unidad sobreyace a cali-
zas del cretácico inferior, a lutitas-areniscas
del eoceno y oligoceno, así como a rocas
volcánicas del terciario superior. Forma parte
del vulcanismo básico del eje neovolcánico.
Los afloramientos de esta unidad ocurren
como derrames de amplia extensión y como
aparatos volcánicos. Se encuentran cerca de
San Antonio (El Limón), al noroeste de la
Gloria, entre Ayahualulco y El Triunfo, entre
Xico y Coatepec, alrededores de Rafael Lucio
y otras pequeñas áreas. Se constituyen por
derrames de basaltos.
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Q (Tb). Toba básica. Sobreyace a calizas
del cretácico inferior, a basaltos del terciario y
cuaternario, así como a depósitos clásticos
cuaternarios. Su expresión es de lomeríos.
Aflora entre Cosautlán y Teocelo.
Q (Bvb). Brecha volcánica básica. Estas
emisiones piroclásticas de composición básica,
corresponden al último evento volcánico
pliocuaternario del eje neovolcánico. La
expresión morfológica que adoptan, es de
cerros y lomeríos localizados en pequeñas
áreas de toda la región. Principalmente, son
formadoras de conos cineríticos, incluso lagos
cráter. Se compone de fragmentos poco
consolidados de escoria y lapilli, así como
fragmentos con estructura de bombas, los
cuales son utilizados como agregados en
construcción de carreteras.
Q (Ta). Toba ácida. Los afloramientos
expuestos de estas tobas se encuentran
distribuidos hacia el Valle de Perote y la pla-
nicie de la Cuenca de Oriental. Corresponden
a las últimas etapas volcánicas citadas. Se
encuentran en áreas con pendiente suave y al
pie de la sierra. Se constituyen de depósitos
piroclásticos de composición dacítica y riolí-
tica, principalmente, son tobas líticas que exhi-
ben textura holohialina piroclástica, contiene
algunos minerales de plagioclasa, biotita,
hematita, magnetita, fragmentos de dacita y
obsidiana, contenidos en una matriz de vidrio
ácido, fragmentos de pómez con estructura
acicular y, además, intercalaciones de ceniza
fina y gruesa poco consolidada.
3. Rocas sedimentarias
Ki (Cz). Calizas. Estas calizas se depositan
en facies de borde de plataforma, principal-
mente. Esta unidad sobreyace en contacto
transicional a la secuencia calcárea del jurá-
sico superior y subyace en concordancia a las
calizas del cretácico superior. La unidad
presenta cuerpos granodioríticos que en algu-
nas partes han originado zonas marmolizadas,
las que se encuentran en explotación así como
zonas mineralizadas. Las geoformas represen-
tativas son sierras altas y alargadas, asociadas
a la Sierra Madre Oriental en la porción noro-
este (cerca de Las Minas) y cerros y lomeríos
(hacia Quechulac y La Gloria). Presentan una
rica fauna fósil. La unidad contiene frecuen-
temente nodulos de hematita, vetillas de
calcita y estilolitas.
Ks (Cz). Calizas. Estas son depositadas en
facies que varían de talud a prearrecifal. Esta
unidad sobreyace en concordancia a la secuen-
cia calcárea del cretácico inferior y subyace de
igual modo a la secuencia calcáreo-arcillosa
del cretácico superior. Así como en contacto
discordante a la cubierta volcánica de andesita
y tobas ácidas del terciario superior. Aflora en
las áreas cercanas a Ixhuacán de los Reyes,
con formas de sierra de mediana altura. Pre-
senta una fauna fósil rica en foraminíferos. La
unidad contiene frecuentemente nodulos,
lentes y bandas de pedernal negro, así como
vetillas de calcita.
J. LOS SLELOS
1. Formación y Clasificación
La cartografía del tema "edafología" del
1NEGI, señala la ubicación, extensión y distri-
bución de los suelos, clasificados según el
sistema FAO/UNESCO 1970 con algunas
modificaciones. Este sistema es internacio-
nalmente aceptado, se basa primordial men te
en la morfología de los suelos descrita en tér-
minos de sus horizontes.
A fin de definir con claridad estos concep-
tos y de comprender debidamente el sistema,
conviene considerar algunos aspectos funda-
mentales de la edafología. Todo suelo se ha
formado a partir de algún material geológico
parental, como roca, aluvión, depósito de ceni-
zas volcánicas, fango de pantano y otros. Al
irse transformando en suelo, dicho material de
origen, sufre cambios químicos como descom-
posición de minerales primarios (por hidróli-
sis, oxidación, etc) y síntesis de secundarios
(arcillas, óxidos, carbonatos, etc) o acumula-
ción de materia orgánica humificada, entre
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otros muchos, lo mismo que cambios físicos
concurrentes, como migración de materiales
dentro de la zona edáfica (o sea, la zona de
formación y desarrollo de suelo), disminución
de la densidad aparente, cambio de color, etc.
Como consecuencia, se van integrando capas
definidas, edáficas, llamadas horizontes. El
conjunto de los horizontes de un suelo, dife-
renciados unos de otros por las características
químicas y físicas adquiridas, determina la
morfología del mismo, e integra su perfil, que
puede ser observado y estudiado en un corte.
Las características generales de los horizontes
son las siguientes:
Horizonte A. Es la parte superficial del
suelo en donde existe la acumulación máxima
de materia orgánica, la cual, por actividad
biológica se empieza a transformar y a integrar
al material mineral del suelo. Y es de donde
emigran hacia los horizontes inferiores ciertos
elementos orgánico-minerales. En cierto sen-
tido, el horizonte A protege el resto del suelo y
en él son más dinámicos los fenómenos que
forman el suelo.
Horizonte B. Es aquel en el que se mani-
fiestan los cambios que está sufriendo el mate-
rial que dio origen al suelo y en el que se acu-
mulan los elementos orgánicos-minerales,
provenientes del horizonte A.
Horizonte C. Es una capa de material no
consolidado, afectada relativamente poco por
la influencia de los organismos. Muestra mar-
cadamente las características de la roca que le
da origen.
La capa R es la roca consolidada, a partir
de la cual se ha desarrollado el Horizonte C u
otro material originario del suelo, cuando no
existe este horizonte.
Cada uno de estos horizontes, puede pre-
sentar diferencias específicas que se reportan
como subhorizontes. No todos los suelos pre-
sentan todos los horizontes, algunos solo
tienen A y C, otros C y otros más A y R. El
grado en que cada una de las características
resultantes de la acción de los factores y pro-
cesos formativos del suelo, se manifiestan en
los horizontes que son precisamente, los que
sirven de base para la clasificación de los
suelos. Se recomienda al lector más intere-
sado, consultar la Guía para la Interpretación
de Cartografía, Edafología del Inegi.
El sistema diferencia básicamente unidades
de suelos. Las primeras se refieren a los gru-
pos principales cuyas características distintivas
son las más importantes, por ejemplo: clima,
desarrollo del suelo, material que lo formó,
etc. Las segundas abarcan características
menos relevantes, como el color del suelo, la
presencia de algún elemento químico, su satu-
ración con agua, etc. Desde el punto de vista
cartográfico es importante señalar que el sis-
tema Fao/Unesco permite asociar dos o tres
unidades, con sus subunidades respectivas, en
una misma área cartografiada. En estos casos
la mayor parte de dicha área se cubre predo-
minantemente por la primera unidad escrita,
seguida de la segunda y tercera, respectiva-
mente. Ejemplo: Je+Re+E indica que la uni-
dad predominante es Je (fluvisols) seguida de
Re (regosols) y en baja proporción E
(rendzinas).
El sistema considera, además, como ele-
mentos de clasificación del suelo a las caracte-
rísticas que son de importancia para su uso o
manejo, ésto es: clase textural, fases físicas y
fases químicas. La pendiente topográfica se ha
señalado en otro capítulo, por eso se remiten
los comentarios de este importante elemento,
al apartado correspondiente.
La clase textural, que se refiere al conte-
nido, en los 30 cms. superficiales de suelo de
partículas de diferentes tamaños. Se presenta
en tres formas: suelos de textura gruesa; que
en la superficie son arenosos, lo que ocasiona
problemas de poca retención de agua y pocos
nutrientes en los mismos. Suelos de textura
media (parecida a los limos de los ríos); aquí
abunda precisamente el limo y es la textura
con menos problemas de drenaje, aereación y
fertilidad. Los suelos de textura fina son arci-
llosos, por lo cual tienen mal drenaje, poca
porosidad, son duros al secarse, pueden inun-
darse, según su posición topográfica, y por lo
común tienen problemas de laboreo.
Las fases físicas se subdividen en superfi-
ciales y profundas. En las superficiales, se
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tienen dos fases: pedregosa, que refiere
presencia de fragmentos de roca mayores de
7.5 cms. de largo en la superficie del terreno o
cerca de ella; y la fase gravosa, que refiere
presencia de gravas (piedras menores de 7.5
cms. de largo) en la superficie del terreno o
cerca de ella. En las fases físicas profundas, se
tienen las fases lítica (somera) y lítica
profunda, que indican una capa de roca dura y
continua o un conjunto de trozos de roca muy
abundantes, que impiden la penetración de
raíces, limitando así la capacidad agrológica
del suelo. Las fases someras se encuentran a
menos de 50 cms. de profundidad y las pro-
fundas entre 50-100 cms. de profundidad.
Las fases químicas, se refieren a la presen-
cia de sustancias químicas en el suelo, que
limitan o impiden el desarrollo de los cultivos;
comprenden las fases salina y sódica. La fase
salina, es la presencia de sales solubles en el
suelo; y la fase sódica, está relacionada con
altos contenidos de sodio en el suelo. Las fases
químicas ocurren desde la superficie hasta 100
cms. de profundidad.
La formación de los suelos es un proceso
complicado en el cual intervienen, en términos
generales, cinco elementos, éstos son:
-Roca originaria.
-Condiciones climáticas.
-Características de la topografía.
-Seres vivos (microorganismos, plantas
y animales).
-Edad o tiempo.
En la región de estudio, estos elementos
ocurren de manera determinante. Y el estudiar
cualquiera de ellos, o sus inteirelaciones,
resulta una tarea difícil, sin embargo, algunos
aspectos generales que explican la configura-
ción de los suelos se citan a continuación:
Roca originaria. La mayor parte de los
suelos derivaron de emisiones volcánicas,
especialmente cenizas, por lo cual se podría
esperar que sus componentes minerales tuvie-
sen similar composición química, sin
embargo, debido al efecto de los demás
elementos que forman el suelo, los materiales
originarios han sufrido cambios en su minera-
logía. Pequeñas áreas tienen afloramientos de
rocas sedimentarias calizas, en ellas las unida-
des características son las rendzinas.
Condiciones climáticas. El clima ejerce
en la formación de los suelos una influencia
muy marcada, así encontramos en las zonas
cálido húmedas, suelos con formación de arci-
llas, acrisols, ocasionados en buena proporción
por la fuerte incidencia de los procesos fisico-
químicos y biológicos, que ocasionan su for-
mación en estos medios; en regiones templa-
das y semitropicales con buen grado de hume-
dad, se han propiciado suelos de mediano
desarrollo con acumulación de materia orgá-
nica y formación de minerales arcillosos en
baja proporción, andosols, feosems, cambisols
y luvisols, estos últimos con considerable
acumulación de arcillas. Hacia las zonas secas
predominan los suelos de bajo desarrollo, con
poca o ausente acumulación de materia orgá-
nica y minerales arcillosos, fluvisols, regosols,
litosols.
Características de la topografía. En las
zonas de pendiente pronunciada se originaron
suelos de poca profundidad y altamente sus-
ceptibles a erosionarse, andosols especial-
mente. Y en las zonas de pendiente muy suave
o plana, debido a que el clima es seco, el desa-
rrollo del suelo es pobre, regosols especial-
mente. Existe además un caso especial, el de
los suelos con acumulación de sales, solon-
chaks, cuya posición topográfica ocupa el
fondo de la cuenca endorreica de oriental.
Seres vivos (microorganis mos, plan-
tas y animales). En cuanto a los seres vivos,
resalta la importancia del bosque y los
microorganismos en la formación de un hori-
zonte orgánico mezclado con material mineral
(humus), este es de gran valor desde el punto
de vista ecológico, pues tiene íntima relación
con el desarrollo y la estabilidad del suelo (se
encuentra en los suelos con la subunidad
húmico). Cabe subrayar que cuando éste hori-
zonte desaparece, sobreviene la pérdida parcial
de los elementos nutritivos del suelo, además
de acentuarse en ellos la erosión, estos fenó-
menos son actualmente evidentes en muchas
zonas del Cofre de Perote (ver disección del
relieve).
Edad o tiempo. La edad geológica dfe
estos suelos es relativamente joven, por lo
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cual, los procesos de formación se pueden
considerar de mediano a bajo desarrollo en la
mayoría de los casos. Resaltan los litosols
ubicados en los derrames lávicos donde el
suelo tiene desarrollo muy incipiente.
2. Descripción de los suelos que ocupan la
región del Cofre de Perote.
Fluvisols (J) (La.t.fluvius.-río): estos suelos
ocupan pequeñas áreas cercanas a Perote, son
aprovechados para cultivar maíz, cebada y
papa. Se caracterizan por estar siempre forma-
dos por materiales disgregados, acarreados por
agua (depósitos aluviales recientes), lo que
explica su ubicación cercana a los márgenes de
los escurrimientos así como en los ríos (donde
no son aprovechados para cultivar). Dos subu-
nidades pueden encontrarse tanto como suelos
predominantes como asociados a regosols,
son:
Fluvisols calcáneos (Je) (Lat. calcareum-
calcáreo). Son aquellos fluvisols con cal en
todas sus capas (horizontes) o al menos en
alguna parte del suelo entre 20 y 50 cms. de
profundidad, tienen en general suficientes
nutrientes.
Fluvisols eútricos (Je) (Gr. ew.-bueno).Son
aquellos que presentan las características de la
unidad solamente. Sus rendimientos en rela-
ción a cultivos son variables en función de su
textura y profundidad.
Los fluvisols no tienen una superficie
extensa, su textura es gruesa (arenosa), en
algunas partes corren peligro de inundación
repentina y en otras su textura es tan gruesa
que forman dunas impidiendo su laboreo.
Litosols (I) (Gr. lithos- piedra). Estos sue-
los se encuentran en diversas posiciones
topográficas, en áreas cercanas a las Vigas de
Ramírez, Jilotepec, El Limón, La Gloria y
Teocelo. Por lo común se encuentra en ellos
vegetación natural, a excepción de pequeñas
áreas cultivadas con café, cercanas a Teocelo.
Sus propiedades varían en función de su posi-
ción topográfica, material que lo forma, vege-
tación y clima que presenten, sin embargo
tienen una característica común, el ser suelos
limitados en profundidad por un estrato duro,
continuo y coherente, dentro de los 10 cms.
superficiales. Por lo común se asocian a otros
suelos.
La fase lírica de estos suelos limita su apro-
vechamiento agrícola, por lo cual se ocupan
con fines pecuarios y forestales. Lo más acer-
tado en estos suelos es su repoblación forestal
o la preservación de su cubierta vegetal. La
textura media es la predominante en estos
suelos.
Regosols (R) (Gr. rhegos-manto, cobija).
Connotación de capa de material suelto que
cubre a la roca. Se encuentran en el Valle de
Perote y en toda la Cuenca de Oriental. En su
mayor parte son utilizados para el cultivo de
diversos productos, como: maíz, cebada, haba,
trigo, papa, avena y otros; solo pequeñas áreas
son ocupadas por vegetación natural. Se
caracterizan por presentar horizontes claros y
sueltos poco diferenciados. Se encuentran en
la región dos subunidades:
Regosols calcáricos (Re) (Lat. calcareum-
calcáreo). Son regosols ricos en cal, al menos
en alguna parte del suelo entre 20 y 50 cms. de
profundidad. En términos generales son férti-
les.
Regosols eútricos (Re) (Gr. ew.-bueno). Se
ajustan solamente a las características de la
unidad, son de fertilidad moderada.
Los regosols de la región de Perote se deri-
varon principalmente de cenizas, escorias y
arenas gruesas volcánicas recientemente depo-
sitadas. La mayor parte de su textura es
gruesa. El uso de fertilizantes y aplicación de
sistemas de riego, llevan a producciones ópti-
mas, sin embargo se debe verificar frecuente-
mente el contenido de sales acumulables y la
pérdida del horizonte superficial del suelo por
erosión eólica.
Andosols (T) (Japonés, an.-oseuro; do.-
suelo). Junto con los regosols, los andosols
son los suelos más frecuentes en la región del
Cofre de Perote, especialmente en toda la zona
montañosa del mismo. Se encuentran cubiertos
de vegetación natural, la cual con frecuencia
es boscosa. En climas húmedos son aprove-
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chados para el cultivo del café, caña de azúcar,
plátano, maíz y otros; en cambio en climas
menos húmedos, son cultivados con maíz,
cebada, haba, trigo, papa, avena, manzana,
durazno y otros. Se trata de suelos derivados
de cenizas volcánicas ricos en el mineral haló-
fano, su capa superficial puede ser obscura o
clara, además de ser suelos esponjosos o muy
sueltos. Su textura predominante es media.
Dos subunidades se pueden encontrar en la
región montañosa,
Andosols húmicos (Th) (Lat. hummus.-tie-
rra). Presentan una capa superficial color obs-
curo, rica en materia orgánica, pero por lo
general ácida y pobre en nutrientes (Horizonte
A úmbrico).
Andosols ócricos (To) (Lat. ocris-claro).
Presenta una capa superficial de color claro,
pobre en materia orgánica.
Los andosols son suelos fáciles de labrar,
con considerables reservas de fertilidad, pero
con limitantes, tales como la susceptibilidad a
erosionarse y su pobreza de fosfatos en formas
aprovechables por las plantas en desarrollo. La
explotación tradicional de estos suelos provoca
su empobrecimiento, lo cual suele derivar en
zonas erosionadas.
Rendzinas (E) (Polaco, rzedzic.-ruido).
Estos suelos ocupan pequeñas áreas cercanas a
La Gloria, en ellos se sustenta vegetación
natural con alto grado de disturbio ocasionado
por sobrepastoreo y tala. Se caracterizan por
poseer una capa superficial abundante en
humus muy fértil (Horizonte A mólico), o
altas concentraciones de carbonato de calcio
en esta capa, su espesor es menor de 50 cms. y
subyace sobre material calcáreo (caliza). Son
generalmente arcillosos y muy susceptibles a
erosionarse. Las rendzinas se encuentran aso-
ciadas a litosols.
La naturaleza boscosa de estos suelos y sus
pendientes pronunciadas le impiden un uso
agrícola, por lo cual el pecuario es el más
extendido. Los procesos de erosión se han
desarrollado amenazando seriamente con la
eliminación de estos suelos.
Cambisols (B) (Lat. cambiare.-cambiar).
Estos suelos ocupan también áreas cercanas a
Xico y Ayahualulco. Se cultiva en ellos pastos,
café, plátano y caña de azúcar entre otros. En
la región de estudio se puede encontrar la
subunidad siguiente:
Cambisols húmicos (Bh) (Lat, hummus.-
tierra). Se caracterizan por poseer un Hori-
zonte úmbrico, mayor de los 25 cms. de espe-
sor. Tienen una capa superficial de color obs-
curo, rica en materia orgánica, pero ácida y
pobre en nutrientes. Además puede presentar
bajo la capa anterior, una de pobre desarrollo
pero que presenta más estructura de suelo que
de roca.
Por lo general estos suelos son de baja pro-
ductividad, por lo cual su uso se debe enfocar
a la silvicultura y ganadería.
Solonchaks (Z) (ruso. soL-sal). Son suelos
de textura fina que ocupan una pequeña área
cercana a Alchichica, se cubren de vegetación
halófila y se utilizan con fines pecuarios. Se
caracterizan por tener un alto contenido de
sales en alguna parte del suelo o en su totali-
dad (Horizonte sálico). En su área de distribu-
ción se distinguen dos subunidades:
Solonchaks Takiricos (Zt) (uzbekistano
takyr.-llano estéril). Son solonchaks de textura
pesada (arcillosa), que cuando están secos pre-
sentan agrietamiento en forma de placas poli-
ginales.
Solonchaks órticos (Zo) (Gr. orthos,-recto,
derecho). Son solonchaks que presentan sola-
mente las características de la unidad.
Estos suelos se encuentran en el punto más
bajo de la Cuenca de Oriental, se forman de
sedimentos lacustres. Su alta salinidad impide
su aprovechamiento agrícola por métodos tra-
dicionales.
Feosems (H) (Gr. phaios.-negruzco y ruso.
zemlja- tierra). Estos suelos presentan una
capa superficial oscura, suave, rica en materia
orgánica y nutrientes (Horizonte A mólico). La
textura superficial de estos suelos es media.
Ocupan pequeñas áreas cercanas a Alchichica,
Guadalupe Victoria y Xalapa. Por lo común se
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encuentran asociados a regosols. En la región
se encuentran dos subunidades:
Feosems háplicos (Hh) (Gr. haplos- sim-
ple). Son suelos que se ajustan solamente a las
características de la unidad.
Feosems calcáneos (He) (Lt. calcareum.-
calcáreo). Feosems calcáreos, al menos en
alguna parte del suelo entre 20-50 cms. de
profundidad. Son fértiles y productivos cuando
se presentan profundos y están en lugares
planos.
La productividad y la tendencia a la erosión
dependen del clima, relieve y características
intrínsecas del mismo suelo. Para la región del
cofre los feosems háplicos son de climas
húmedos y se cultiva en ellos pastizales, café y
plátano, algunos sustentan aún bosques de
coniferas. En cambio los feosems calcárteos
son de climas menos húmedos y se cultiva en
ellos maíz, cebada, frijol y trigo entre otros,
además sustentan algunos matorrales y pasti-
zales.
Acrisols (A) (Lat. acris.- ácido y solum.-
suelo). Ocupan algunas áreas cercanas a
Coatepec, Xico, Teocelo y Tlaltetela. Son cul-
tivados con café, caña de azúcar, plátano, maíz
y frijol, entre otros, sustentándose en bosques
y pastizales. Sus texturas son medias y finas.
Se caracterizan por presentar acumulación de
arcilla en el subsuelo (Horizonte B argílico) el
cual está sumamente lavado. Dos subunidades
pueden encontrarse:
Acrisols húmicos (Ah) (Lat. hummus.-tie-
rra). Presentan una capa superficial color obs-
curo, rica en materia orgánica, por lo general
ácida y pobre en nutrientes (Horizonte A
úmbrico).
Acrisols órticos (Ao) (Gr. orthos.- recto,
derecho). Presentan una capa superficial de
color claro, pobre en materia orgánica (Hori-
zonte A ócrico) además del Horizonte B argí-
lico.
La fertilidad de estos suelos es variable
según su grado de pendiente, así como su pro-
fundidad. Con frecuencia son pobres en nitró-
geno, fosfato y potasio por lo que cons-
tantemente deben ser fertilizados.
Luvisols (L) (Lat. W.-lavar). Estos suelos
ocupan pequeñas áreas cercanas a Teocelo,
Tlacolulan y Banderilla. Por lo común se aso-
cian a otros suelos. Se cultiva en ellos café,
plátano, caña de azúcar y maíz entre otros,
además sustentan algunos bosques y pastiza-
les. Estos suelos se caracterizan por presentar
un Horizonte B argílico, estos son más fértiles
y menos ácidos que los acrisoles, son también
altamente susceptibles a erosionarse. Una
subunidad se encuentra en la región.
Luvisols órticos (Lo) (orthos.-recto, dere-
cho). Presentan solamente las características
de la unidad ya descrita. Su fertilidad es mode-
rada.
K. Hidrografía
El volcanismo y el clima se combinan para
dividir la región de estudio en dos grandes
conjuntos muy contrastados. De hecho, el eje
neovolcánico es responsable de la formación
de varias cuencas endorreicas (sin salida de los
ríos hacia el mar): Cuenca del Carmen, Valle
de México, etc.
A las zonas más bajas de la Cuenca del
Carmen corresponden las zonas inundables en
verano. El endorreismo explica los movi-
mientos verticales de minerales en el suelo
(salitres) que impiden un crecimiento vegeta-
tivo normal de los productos agrícolas.
El parteaguas entre la vertiente atlántica y
el Valle de Perote pasa por la peña del Cofre y
el Pico de Orizaba. La forma cónica de los
volcanes, favorece la dispersión de los escu-
rrimientos dificultando la jerarquización de la
red hidrográfica.
En las faldas oeste del Cofre (hacia el valle)
ésta característica topográfica añadida a la
escasez de las lluvias en la proximidad del
nivel de base del Valle de Perote, explica la
ausencia total de una red hidrográfica bien
definida. Por lo tanto, no hay formación de
arroyos con escurrimiento permanente y el
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agua desaparece en la superficie antes de lle-
gar al Valle.
Al contrario, la parte oriental del Cofre
constituye la reserva de agua de una buena
parte de la región centro del estado. De hecho,
alimenta a las cuencas del Río Bobos, Actopan
y La Antigua.
L. El factor climático, temperatura y
PRECIPITACION
El Cofre de Perote se caracteriza por condi-
ciones climáticas muy particulares. Es sabido
que las temperaturas disminuyen de 0.5 a 0.7
grados centígrados por cada 100 m. de altura.
De la misma forma se sabe que cuando una
masa de aire húmedo sube en altitud, ésta por
disminución de la presión atmosférica, llega a
condensarse explicando la formación de las
nubes.
En el caso del Cofre, las temperaturas
disminuyen y las precipitaciones aumentan
(hasta un cierto nivel) con la elevación en
altitud. Pero si bien es cierto que las condicio-
nes climáticas siguen el esquema general, con-
viene rescatar las especificidades climáticas de
la zona. Es por ello que para el análisis de esta
carta es necesario ampliar el marco geográfico
de observación más allá de la zona del Cofre,
con el objeto de comprender mejor la inciden-
cia del factor climático en la región.
En relación a su altura (4250 m.) el Cofre
de Perote es el edificio más cerca de la Costa
Atlántica (80 km.). Al igual que toda la Sierra
Madre Oriental, este volcán se ve afectado por
las influencias húmedas que provienen del
Atlántico, o sea, los vientos alisios (calientes
húmedos) que soplan del Noreste y los llama-
dos "nortes" de invierno (vientos húmedos
fríos). Esta proximidad de la costa, se caracte-
riza por un aumento de las precipitaciones en
las faldas expuestas al Océano Atlántico.
Siendo más elevado el gradiente altitudinal,
las lluvias más abundantes descargan al este
del Cofre (Xalapa-Coatepec) dejando una zona
extremadamente seca al oeste del volcán. Esta
zona corresponde al Valle de Perote (ver
anexo 2 fig.4).
Los mismos contrastes pluviométricos se
encuentran en la región del Pico de Orizaba,
pero podemos observar que a pesar de tener
una altitud más elevada, las faldas de este
volcán no reciben más precipitaciones. Y que
las zonas de sequía extrema al oeste de este
macizo (región de Ciudad Serdán y Morelos
Cañada, Puebla) tiene una superficie menor.
Si ampliamos más nuestro marco de refe-
rencia nos damos cuenta que llueve mucho
más en regiones serranas más bajas, este es el
caso en la región de Cuetzalan, Puebla, donde
llueve dos veces más que en la región de
Coatepec, 4000 mm. de lluvia al año en el
primer caso, contra 2000 mm. en Coatepec.
Esta situación toma todavía más relevancia en
las faldas de la Sierra de Oaxaca (oeste de la
presa M. Alemán) donde las precipitaciones
marean el "record" regional con 4500 mm. al
año.
Así, salta a la vista lo siguiente: a la altura
de la región centro del Estado de Veracruz, los
dos volcanes principales (Pico y Cofre) reci-
ben un volumen de lluvia relativamente bajo.
En análisis rápidos y simplistas, pero
imposibles de demostrar, uno podría explicar
esta aparente "anomalía" por la despoblación
forestal. Hasta que no se hayan hecho estudios
más complejos, que deben incluir datos sobre
la evolución regional y nacional de los climas;
estas afirmaciones son meras especulaciones.
De hecho, una parte de la explicación la
encontramos en los fenómenos de exposición.
Dada la orientación de la Sierra Madre
Oriental, entre Xalapa y Orizaba, ésta se pro-
longa hacia el este al norte de Xalapa, hasta
cerrar totalmente la planicie costera al nivel de
la central eléctrica de Laguna Verde. A esta
latitud la sierra tiene una orientación oeste-este
desde la Sierra Norte de Puebla, la Sierra de
Jalacingo, Misantla y Chiconquiaco. Este
conjunto constituye una verdadera barrera para
los vientos húmedos del norte y sobre todo
para los "nortes".
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Por ésto, si llueve menos sobre los volcanes
y la región centro, es sobre todo, por causa del
papel de barrera que tiene la Sierra Norte,
prolongada hacia el mar por la Sierra de
Chiconquiaco. Esta provoca una primera
pérdida de lluvia antes que lleguen las masas
de aire húmedas, más al sur en la región de
Xalapa. También propicia el hecho que se
desvíen los vientos hacia el mar, dejando una
zona de sequía al noroeste del puerto de
Veracruz.
Del mes de diciembre al mes de abril,
periodo de los "nortes", la estación climatoló-
gica de Cuetzalan del Progreso en Puebla,
recibe 886 mm. de agua; esta cifra corres-
ponde al 20% del total anual de precipi-
taciones en este lugar. En la estación de
Teocelo, en Veracruz a 1,200 m. de altitud,
llueve solamente 292 mm. de agua durante el
mismo periodo, o sea el 14% del total anual
(2,087 mm./año). Más arriba, pero ya en el
Valle de Perote, esta proporción es de 16% en
Tenextepec, pero con solamente 62 mm. de
lluvia durante esos 5 meses. Estos datos
muestran claramente el papel "protector" de
esta sierra orientada este-oeste.
Al igual que todo el altiplano y más gene-
ralmente en toda la zona tropical en el hemis-
ferio norte, el verano corresponde a la estación
de lluvia en el Valle de Perote. El periodo de
lluvia es muy corto pero es cuando cae la
mayor parte de las precipitaciones (julio-
agosto).
En verano, nos encontramos con el ritmo
pluviométrico clásico de las regiones tropica-
les. La fuerte evaporación favorece la forma-
ción de nubes cuyo desarrollo vertical puede
llegar hasta 10,000 m. de altura. Estas nubes se
convierten en tormenta al atardecer. En el
Altiplano, esas masas de aire de por sí muy
inestables, se vuelven muy sensibles a la rugo-
sidad de la topografía, así un cerro del tamaño
del de "las derrumbadas" puede provocar tor-
mentas muy violentas.
Como ya se ha dicho, las masas de aire des-
cargan sus lluvias en las primeras faldas del
cofre. Estas siguen subiendo hasta pasar del
otro lado. Esta brusca ruptura topográfica pro-
voca una aceleración de los vientos, estos
penetran profundamente en el Valle de Perote
y explican la importancia de la erosión eólica,
cuya acción es mucho más fuerte en los suelos
secos, polvosos y sin estructura del Valle; de
hecho llueve poco, pues la acción de los vien-
tos aumenta la sequía.
Cabe recordar que la carta de precipitacio-
nes y temperaturas escala 1:100,000 se obtuvo
de la ampliación de la carta hidrológica de
aguas superficiales escala 1:250,000. Es
importante señalar, que en esta temática, se
deberán realizar estudios detallados sobre el
comportamiento del factor climático en la
zona del Cofre.
M. VEGETACION
1. Distribución General de la Vegetación
La cartografía de Uso del suelo y vegeta-
ción, escala 1:250000 de la Región del Cofre,
fue publicada por Inegi, en 1984, habiendo
utilizado en su elaboración fotografías aéreas
de 1975. En el tiempo transcurrido, el uso del
suelo y los recursos vegetales se han sometido
a cambios drásticos por lo cual, es clara la
desactualización de la carta. Debido a esto se
hizo una interpretación de la imagen Spot,
PEPS N2 164 Cnes-Orstom de fecha 21 de
marzo de 1987, apoyándose en los datos de la
cartografía publicada en 1984, ésto permitió
ajustar los contactos, haciéndolos al mismo
tiempo más idóneos a la escala 1:100,000.
La vegetación está condicionada por el
medio ambiente, especialmente el clima, ejer-
ciendo sobre ella una influencia directa y otra
indirecta a través del suelo, ya que interviene
en sus procesos de formación. Los tipos de
suelos y vegetación se ven influidos también
por la roca madre y la flora, respectivamente.
El considerar algunos aspectos del clima de
la región, ayuda a comprender mejor la distri-
bución de la vegetación. Los vientos prove-
nientes del mar, alisios o de influencia cicló-
nica o incluso muchas veces de masas de aire
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polar, se encuentran cargados de humedad.
Esto es favorecido por la presencia de la
corriente cálida del Golfo. Los vientos son
levantados y modificados en dirección por la
interferencia orográfica de la Sierra de
Chiconquiaco y la Sierra volcánica Perote-
Orizaba, principalmente. Al ascender los
vientos se someten a un enfriamento por
expansión adiabática, provocando la forma-
ción de nubes o nieblas que propicia el desa-
rrollo del bosque mesófilo de montaña. Se pro-
vocan asimismo lluvias en la mayor parte de
la vertiente oriental de la sierra citada, favore-
ciendo el desarrollo de bosques de pino, pino-
encino y oyamel, con diferentes rangos de
temperatura y humedad.
La altitud alcanzada por el Cofre de Perote
provoca temperaturas muy bajas, limitando el
desarrollo de la vegetación arbórea, desarro-
llándose en su cumbre una pradera de alta
montaña.
Al pasar los vientos hacia la vertiente occi-
dental, han perdido gran parte de su humedad,
se desarrollan entonces bosques menos húme-
dos de pino y pino-encino.
Conforme nos acercamos hacia el centro
de la Cuenca de Oriental, se acentúa más la
sombra de lluvia, encontrando bosques de
táscate y matorrales desérticos rosetófilos
francamente secos. Además, por tratarse de
una cuenca endorreica, se encuentran en su
fondo sales en altas concentraciones (laguna
del salado) donde se desarrollan pastizales
halófilos (ver anexo 2, fig.5)
2. Vegetación en la Región del Cofre de
Perote
En la región de estudio, encontramos los
siguientes tipos de vegetación:
1. Bosque de oyamel.
2. Bosque de táscate.
3. Bosque mesófilo de montaña.
4. Bosque de pino.
5. Bosque de pino-encino.
6. Matorral desértico rosetófilo.
7. Pastizal halófilo.
8. Pradera de alta montaña.
9. Vegetación secundaria.
1. Bosque de oyamel (BA)
Comunidad arbórea de climas semifríos y
húmedos entre 2000-3400 metros de altitud,
la cual se localiza en la parte superior del
volcán. Se encuentra muy afectada por las
actividades humanas. La especie dominante es
Abies religiosa.
2. Bosque de táscate (Bj)
Comunidad formada por arboles escuami-
folios (hojas en forma de escamas). Se
encuentra como un bosque bajo poco abierto,
en un punto cerca de Quechulac.La especie
más común es Juniperus deppeana.
3. Bosque mesófilo de monta-ña (BM)
Comunidad arbórea densa, desarrollada en
sitios húmedos, con neblinas frecuentes, entre
800-2400 metros. Esta comunidad está muy
afectada por actividades agropecuarias, tales
como cultivo de café, plátano, caña de azúcar
y pastos cultivados. Las especies más comunes
son: Liquidambar styraciflua, Pinus spp y
Quercus spp.
4. Bosque de pino y bosque de pino-encino (BP) y (BPQ)
Comunidades arbóreas, distribuidas amplia-
mente en la región de estudio, incluso en algu-
nos derrames lávicos, en un extenso rango
altitudinal en todo el Cofre de Perote. Se
encuentran fuertemente afectadas por activi-
dades agrícolas y forestales. Su composición
florística diferencia estos bosques en pinares
(Pinus spp) y pinares-encinares (Pinus spp-
Quercus spp). Estos últimos también llamados
bosques mixtos de pino y encino.
5. Matorral desértico rosetófilo (MDR)
Matorral formado por especies con hojas
en forma de rosetas, en zonas áridas. Ocupa
actualmente pequeñas áreas pero posiblemente
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se extendía en buena parte de la planicie de la
Cuenca Oriental, en lugares ahora cultivados.
Sus especies dominantes son Yucca filifera,
Agave spp, Notína spp.
6. Pastizal halófilo (PH)
Comunidad de gramíneas formada en
suelos salinos, ocupa una área considerable del
fondo de la cuenca citada. La especie más
común es Distichlis spicata.
7. Pradera de alta montaña (VW)
Comunidad formada por gramíneas acom-
pañadas por algunos arbustos. Se desarrolla
hacia el límite altitudinal de la vegetación, en
la cima del Cofre de Perote. Entre las especies
dominantes están, Muhlenbergia spp, Junipe-
rus montícola.
8. Vegetación secundaria (VS)
Bajo este concepto se incluyen aquellas
comunidades vegetales primarias o climax,
que han sido destruidas total o parcialmente,
principalmente por actividades humanas o por
sus animales domésticos. Para la región de
estudio, muy afectada, entre las causas de esta
destrucción se encuentran las siguientes: un
exceso de población en relación a la disposi-
ción de terrenos laborables aplicando las téc-
nicas tradicionales, así como falta de otras
fuentes de trabajo; la explotación forestal y
desarrollo de la ganadería con métodos alta-
mente destructivos y pertubantes, tales como
el desmonte, sobrepastoreo, tala desmedida y
uso de incendios. La erosión, de por si un
fenómeno natural, puede ser acelerada por la
actividad humana, este proceso se ha iniciado
en varias partes del volcán. El Parque Nacio-
nal está parcialmente destruido y lo que sobre-
vive de él, está sumamente afectado.
9. Algunas referencias florísticas en comuni-
dades primarias.
Ver anexo 3.
II. Aspectos Demográficos
La preocupación del hombre por conocer el
entorno físico en que vive, los recursos que de
él obtiene y la cantidad de habitantes que con-
figuran la estructura social, ha creado la nece-
sidad de elaborar instrumentos estadísticos que
permitan ese conocimiento.
Es así como el análisis demográfico es de
especial importancia en la planeación del desa-
rrollo porque proporciona un panorama gene-
ral de la situación prevaleciente en un espacio
definido, permitiendo, además, la elaboración
de programas tendientes a mejorar las condi-
ciones de vida de los individuos de un país o
región. En este sentido, cabe reiterar el alto
valor descriptivo que tiene la dimensión cuan-
titativa de los fenómenos sociales, es decir, la
relevancia que tiene sobre los fenómenos o
procesos que nos interesan, el ordenamiento y
análisis de los resultados censales.
En esta parte del trabajo se seleccionan
algunas variables estadísticas que permiten
ejemplificar el análisis demográfico de la
Región del Cofre de Perote. Cada variable está
representada mediante mapas que muestran la
región, haciéndose para cada una de ellas el
análisis y la interpretación correspondiente.
Para la mejor comprensión de los términos
empleados en esta parte del estudio, consultar
el glosario en el anexo 4.
Se analizan los 21 municipios que caen
dentro de la ventana delimitada por las coor-
denadas 96°55' y 97*25' de longitud al oeste
del meridiano de Greenwich y 19° 17' y 19°42'
de latitud norte.(ver anexo 1)
El estudio está realizado a partir de infor-
mación básica proveniente principalmente, del
IX y X Censo General de Población y
Vivienda, procesada por la Dirección Regional
Oriente.
A continuación se describen los
siguientes aspectos demográficos:
A. Población Total.
B. Dinámica y Distribución de la
Población.
C. Fecundidad.
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A. POBLACION TOTAL
En 1980, el X Censo General de Población
y Vivienda reportó para los 21 municipios
contenidos en la Región del Cofre de Perote
una población total de 497,328 habitantes,
representando el 9.23% de la población total
del estado de Veracruz (5387,680 hab.). Se
observa que el municipio de Xalapa concentra
casi la mitad de la población de la zona
(42.78%) con 212,769 habitantes. Le siguen,
Coatepec con 50,631 habitantes y Altotonga
con 41,251 habitantes, representando el
10.18% y el 8.29% respectivamente. Por otro
lado, los municipios de Coacoatzintla (4,564
hab.), Las Minas (3,693 hab.), Rafael Lucio
(3,644 hab.) y Tlanelhuayocan (4,595 hab), en
conjunto, representan únicamente un 16.5% de
la región.
Dos de los aspectos a considerar dentro del
análisis de la población son los referentes a la
edad y al sexo. Es importante señalar que estas
variables demográficas adquieren relevancia
por la incidencia que tienen sobre otras varia-
bles como la fecundidad y la población
económicamente activa, entre otras.
La información proporcionada por el X
Censo General de Población y Vivienda acerca
de la población total por municipio y edad
según sexo, revela para la región del Cofre,
básicamente una población joven; lo cual se
asemeja a la estructura nacional. Para 1980,
dentro de la estructura por edades, observamos
que el 75% de la población tiene entre 0 y 34
años y sólo el 4.5% de la población declaró
tener más de 64 años. La población que tiene
de 0 a 4 años representa el 40.4%.
Paralelamente, en la estructura por sexo,
tenemos que el 9.01% de los hombres y el
9.5% de las mujeres de la entidad, se localizan
en el Cofre. Asimismo, del total de la pobla-
ción en la región, el 48.5% son hombres y el
51.5% son mujeres, existiendo una diferencia
positiva en el número de las mujeres del 3.0%.
Cabe añadir que la diferencia entre el número
de hombres y mujeres se hace evidente en los
últimos estratos de la pirámide, es decir, des-
pués de los 64 años; el caso contrario se
presenta en el grupo de edad 0-4 años.
1. Razón de Masculinidad (1980)
En todo el estado de Veracruz, según datos
del X Censo General de Población y Vivienda
de 1980, la razón de masculinidad es de
98.39%.
Para representar los municipios de la región
de Perote que se encuentran, tanto por arriba
como por abajo del promedio en la entidad, se
generaron dos mapas para medir la razón de
masculinidad, correspondientes a dos grupos
de edad: de 20 a 24 años y de 45 a 49 años,
respectivamente.
Si un municipio tiene una razón de masculi-
nidad que rebasa al promedio de la entidad,
ésto se indica mediante cuadros, y si sucede lo
contrario, se utilizan triángulos. Cada uno de
los símbolos son proporcionales al incremento
o disminución de que se trate.
En general, en ambos mapas puede apre-
ciarse un predominio de hombres, el cual
parece acentuarse en el grupo de edad 45-49
años.
En el mapa 2.5.1, referido al grupo de edad
20-24, puede apreciarse que la razón de
masculinidad se acentúa en los municipios de
Teocelo y Cosautlán de Carvajal.
Por otro lado, para el grupo de edad 45-49,
(mapa 2.5.2) destaca un alto índice de mascu-
linidad en el municipio de Ixhuacán y en
menor grado en los municipios de: Jilotepec,
Ac ajete y Las Vigas de Ramírez.
Si se sobreponen ambos mapas, es posible
apreciar que en ambos grupos de edad hay
predominio de hombres en los municipios de:
Jalancingo, Rafael Lucio, Acajete, Ixhuacán
y Cosautlán de Carvajal.
Por otro lado, el predominio de mujeres en
ambos grupos de edad se da únicamente en los
municipios de Banderilla, Xalapa, Tlanelhua-
yocan, Coa-tepec y Xico.
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2. Relación entre menores de 25 años y
mayores de 65 años
Se define como el cociente de la población
menor de 25 años dividida entre la población
mayor de 65 años.
El mapa 4.4.1 destaca los municipios de
Ayahualulco y Perote, los cuales muestran
una mayor proporción de jóvenes que de
ancianos.
En orden descendente, destacan los munici-
pios de: Tlacolulan, Tatatila, Tlanelhuayocan y
Aldama.
B. DINAMICA Y DISTRIBUCION DE LA POBLACION
En este apartado se relacionan los aspectos
demográficos de: la densidad de la población,
su dispersión y los movimientos migratorios;
para la región del Cofre de Perote. Específi-
camente, los movimientos migratorios se ven
influidos por fuerzas sociales, económicas y
políticas, tanto en el área de origen como en la
de destino.
1. Densidad de la Población
Tomando en cuenta la densidad poblacio-
nal, expresada por el número de habitantes por
kilómetro cuadrado, dada la concentración
poblacional en el municipio de Xalapa, su
densidad no es sólo la más elevada de la zona
(con 1802.34 hab/km2) sino también una de
las más altas de todo el estado de Veracruz. En
la zona de Perote,en densidad poblacional, le
suceden a Xalapa los municipios de Banderilla
(362.54 hab/km2), Teocelo (229.78 hab/km2),
y Coatepec (198.39 hab/km2). Por su parte, los
municipios menos densamente poblados son
Jalacingo, Perote e Ixhuacán.
La densidad de población se obtuvo con
datos de 1980 a partir del Cuaderno de Infor-
mación para la Planeación correspondiente al
estado de Veracruz (Inegi,1986). De acuerdo a
esta misma publicación, la densidad promedio
del estado era de 74.17 habitantes por kilóme-
tro cuadrado, más del doble que la nacional,
34. Es posible apreciar que del total de muni-
cipios, 16 de éstos rebasan la densidad prome-
dio del estado, siendo la excepción: Ixhuacán,
Jalacingo, Las Minas, Perote y Tlacolulan.
Esta situación refleja la alta concentración de
población, la cual presiona sobre la demanda
de bienes y servicios que se requieren para
satisfacer las necesidades mínimas de la
población.
Para la región del Cofre de Perote, se
generaron dos mapas que expresan la densidad
de población correspondiente a 1970 y a 1980,
estableciendo una comparación intercensal
entre ambos mapas.
Comparando el mapa de densidad de pobla-
ción de 1970 (mapa 1.1.1) con el de 1980
(mapa 1.1.2) puede apreciarse para cada
estrato lo siguiente:
De 0-19 hab/km2.
El municipio menos densamente poblado
continúa siendo Tlaltetela.
De 20-49 hab/km2.
Permanece sin cambio el municipio de
Perote.
De 50-99 hab/km2.
Se mantienen en el mismo estrato, de
1970 a 1980: Las Vigas de Ramírez y Tlacolu-
lan. También caen dentro de este rango los
municipios de Ayahualulco y Tatatila, que
vieron incrementada su densidad poblacional.
De 100-199 hab/km2.
Altotonga y Jilotepec para 1980 se
ubican en este estrato. Al tiempo que, el
municipio de Xalapa, Banderilla y Teocelo
rebasan esta clasificación teniendo una
densidad superior a 200 hab/km2.
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2. Dispersión de la Población por localidad
Haciendo una clasificación de acuerdo al
tamaño de la localidad (definida por el número
de habitantes residentes en la misma, en el
momento del censo: 4 de junio de 1980), se
observa que en las 14 localidades que se con-
sideran urbanas, se concentra el 63.07% de la
población regional y el 36.93% restante, se
distribuye en 421 localidades rurales. Hay que
aclarar que esta división se hace en base al
criterio que define a las localidades rurales
como aquellas que tienen una población menor
a 2,500 habitantes. Esto es:
Area N9 hab. N9loc
Pob. rural 183,684 421
Pob. urbana 313,644 14
Totales 497,328 435
En la región se presentan casos extremos,
por un lado están municipios eminentemente
rurales como Acajete, Ixhuacán, Las Minas,
Tlanelhuayocan, Tatatila, y Tlacolulan; y por
el otro, municipios con una población urbana
que representa más del 80%. Tal es el caso de
los municipios de Banderilla y Xalapa.
Con el fin de presentar la distribución del
número de localidades por rango de población,
en base a la clasificación utilizada en el IX
Censo General de Población y Vivienda se
elaboró el Cuadro No. 1: número de
localidades y población total por sexo, por
grupos de tamaño de las localidades según el
número de habitantes.
Del total de localidades, 102 (el 23.45%)
registran una población menor a 100
habitantes, teniendo un total de 4,642
habitantes (0.93% del total regional). Los
municipios que presentan un mayor número de
localidades con una población entre 1 y 99
hab. son Coatepec y Xico (29 y 19 localidades
respectivamente).
Puede apreciarse que el segundo rango
(100-499) presenta la más alta concentración
de localidades. Cabe agregar, que a pesar de
esto, estas localidades cuentan con sólo el
10.19% de la población total de la Región del
Cofre de Perote. Los municipios con mayores
localidades dentro del rango son: Las Vigas de
Ramírez, Ixhuacán, Coatepec y Cosautlán de
Carvajal (con 15 localidades cada una) y Xico
(con 16 localidades).
El siguiente rango (de 500 a 999 hab.)
contiene el 10.42% de la población regional y
el 17.70% del total de localidades. Los
municipios con mayor número de localidades
en el tercer estrato son: Altotonga (con 13
localidades), Ayahualulco, Jalacingo y
Tlacolulan (con 8 cada una).
Asimismo, 41 localidades (9.43%) y 53,881
habitantes (10.83%) se localizan en el estrato
que comprende de 1,000 a 1,999 habitantes.
Los municipios con mayor número de
localidades en este rango son: Altotonga (con
10 localidades) y Jalacingo (con 6
localidades).
Finalmente, en el rango de 2,000 a 2,499
(último estrato correspondiente a las
localidades rurales) existen 10 localidades
(2.30%) con 22,691 habitantes (4.56%). Los
municipios que contienen dicho estrato tienen
una sola localidad, siendo la excepción
Altotonga y Perote con 2 y 3 localidades
respectivamente.
El proceso de concentración urbana se hace
más evidente en las cabeceras municipales,
siendo el caso extremo Xalapa de Enríquez,
cabecera del municipio de Xalapa la cual
concentra el 41.52% de la población total
regional y el 97.14% del total municipal,
siendo sólo una localidad con 204,594
habitantes.
Cabe aclarar que ninguna localidad de la
Región del Cofre cae dentro del rango 30,000
a 99,999 habitantes (señalado en el censo) por
lo que se hace omisión de éste.
En conclusión, los municipios que
contienen el mayor número de localidades
rurales son Coatepec, con 50 localidades
rurales y los municipios de Altotonga y Xico
con 35 localidades rurales cada uno.
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Este análisis nos da una idea clara de la
marcada tendencia a la concentración pobla-
cional en los centros urbanos, lo cual influye
de manera significativa en las actividades eco-
nómicas y en el crecimiento demográfico ace-
lerado de las zonas más saturadas.
Esta extrema dispersión de la población
tiene su lógica pero, también, trae sus conse-
cuencias en términos de desarrollo. En efecto,
en un medio cuya topografía es muy acciden-
tada, el problema principal es el transporte y la
movilidad de las personas. En la montaña, la
dispersión de la población responde a la nece-
sidad de vivir cerca de sus parcelas.
De esta forma, la atomización de la pobla-
ción vuelve más problemático el desarrollo de
las infraestructuras, ya que siempre resulta
más costosa la construcción de caminos, de
escuelas y de centros de salud y la electrifica-
ción de los pueblos cuando éstos tienen una
población escasa y son de difícil acceso.
En el anexo 5 presentamos el Catálogo
General de Integración de Localidades
(CIGEL) para los municipios de la región.
3. Tasas de Crecimiento y Movimientos
Migratorios
El crecimiento poblacional se lleva a cabo
en forma exponencial. Sin embargo, se
expresa por medio de una tasa anual, que en
promedio, para un periodo determinado, (en
este caso, de 1970 a 1980) indica el número de
habitantes en que se incrementó la población
por cada 100 habitantes, con respecto al año
anterior.
Cabe señalar, que la tasa de crecimiento
poblacional para todo el estado de Veracruz,
en la década pasada, fue de 3.51% anual; por
encima del 3.2% del país en su conjunto. Sin
embargo, el promedio de las tasas de creci-
miento poblacionales para todos los munici-
pios fue de 3.25%. Cabe aclarar que cada
municipio tiene distintas tasas de crecimiento
poblacionales, lo cual no implica que su pro-
medio sea equivalente a la tasa de crecimiento
de toda la población del estado.
Sin tomar en cuenta los movimientos
migratorios interestatales ni la incidencia de
otros fenómenos demográficos como la natali-
dad y mortalidad, si las tasas de crecimiento
son superiores al promedio municipal (3.25%),
en cierta forma puede afirmarse que dichos
municipios deben tener movimientos de inmi-
gración. De suceder lo contrario, los munici-
pios con tasas de crecimiento menores al
promedio municipal explican en forma
aproximada el fenómeno demográfico de la
emigración.
Se obtuvieron cuatro mapas comparativos,
con cuatro rangos cada uno para ilustrar los
municipios, con tasas de crecimiento tanto
inferiores como superiores al promedio muni-
cipal; tanto para toda la entidad de Veracruz
como para la región de Perote.
a) Municipios de Crecimiento Observado
Inferior al Promedio
Puede observarse que en todo el estado de
Veracruz, los municipios con tasa de creci-
miento muy inferiores al promedio y que
explican en forma aproximada el fenómeno de
emigración son: Tlacojalpan, Ixmatlahuacán,
Sayula de Alemán y Mecayapan (mapa 1.2.1).
En la región objeto de estudio, de acuerdo a
los criterios definidos, los municipios que
muestran mayor grado de emigración son:
Altotonga, Las Vigas de Ramírez, Ixhuacán y
Cosautlán de Carvajal (mapa 1.2.2).
b) Municipios de Crecimiento Observado Superior al Promedio
En el estado de Veracruz los municipios
con tasas muy superiores al promedio munici-
pal, que en cierta forma explican el fenómeno
de inmigración, son: Isla, Jesús Carranza,
Hidalgotitlán y Minatitlán (mapa 1.3.1)
En lo que respecta a la región de Perote,
destacan los municipios de Villa Aldama,
Ayahualulco, Teocelo, Rafael Lucio, Banderi-
lla y Xalapa; como los de mayores tasas de
crecimiento poblacional.Y consecuentemente,
debieron ser polos de atracción durante la
década pasada (mapa 1.3.2).
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c) Inmigrantes entre la Población Nacida
en la Entidad
La tasa de inmigración se obtiene mediante
el cociente de la población nacida fuera de la
entidad con respecto a la población nacida en
la entidad.
En el Estado de Veracruz se puede apreciar
que hay un mayor número de inmigrantes al
norte, en la región del Panuco y Tuxpan-Poza
Rica; al centro, en Perote, Xalapa, Veracruz,
Orizaba y Tezonapa; y al sur, destacan las
regiones del valle del bajo Papaloapan,
colindante con Oaxaca; y el extremo sur del
Istmo de Veracruz colindante con Tabasco y
Chiapas (2.1.1).
d) Nacidos Fuera del País
De acuerdo a los resultados del censo de
1980, puede apreciarse en el mapa correspon-
diente a la región del Cofre de Perote (mapa
2.4.1), que el predominio de extranjeros
destaca en la ciudad de Xalapa y en menor
grado en los municipios de: Las Vigas de
Ramírez, Acajete, Cosautlán de Carvajal y
Coatepec. En municipios circunvecinos a los
mencionados anteriormente, hay cierta presen-
cia de extranjeros, pero en menor proporción.
e) Indice de Inmigración para la Región
del Cofre de Perote (1970-1980)
El índice de inmigración se calculó como la
razón de personas nacidas en otra entidad y en
otro país, con respecto a las nacidas en la enti-
dad.
En la región objeto de estudio, el índice
promedio en 1970 fue de 1.56%; mientras que
en 1980 fue de 3.08%. Debido a la forma en
que se calcula el índice de inmigración, el
tamaño de los triángulos, en ciertos casos,
resulta ser semejante. Sin embargo, el número
de inmigrantes (la suma de los nacidos en otra
entidad y los nacidos en otro país) puede
variar considerablemente.
Puede apreciarse en los mapas (2.2.1 y
2.3.1), correspondientes a la región de estudio,
que Xalapa y Perote continúan siendo impor-
tantes polos de atracción; y que en el trans-
curso de la década (1970-1980), los munici-
pios de Banderilla, Coatepec, Ixhuacán, Teo-
celo, Cosautlán de Carvajal, Jalancingo y
Altotonga, han cobrado cada vez mayor
importancia como polos de atracción a nuevos
inmigrantes.
C. Fecundidad
1. Promedio de Hijos Nacidos Vivos por Mujer
El promedio de hijos nacidos vivos por
mujer (de 12 años y más), se obtuvo divi-
diendo el total de hijos nacidos vivos entre el
total de mujeres de 12 años y más, con o sin
hijos.
En el Estado de Veracruz, el promedio de
hijos por mujer en 1970 fue de 3.1; el cual,
disminuyó a 2.7 en 1980. Este indicador pro-
porciona información sobre la fecundidad de
la población, siendo ésta muy importante para
el estudio de las perspectivas de su creci-
miento y la probable evolución de la estructura
por edades.
Se obtuvieron dos mapas, para la región del
Cofre de Perote (mapa 5.2.1 y 5.2.2) corres-
pondientes a los censos de 1970 y 1980, res-
pectivamente.
Comparando ambos mapas, puede obser-
varse una disminución de la fecundidad en el
periodo intercensal.
En los municipios donde se aprecia mejor
la disminución de la fecundidad destacan:
Tatatila, Jilotepec, Tlanelhuayocan y Xalapa.
En el municipio de Xalapa, por ejemplo, el
promedio de hijos nacidos vivos por mujer
disminuyó de 2.5 en 1970 a 2.2 en 1980.
2, Evolución de la Fecundidad
Con el objeto de tener una medida más pre-
cisa de la evolución de la fecundidad, se cal-
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culó la diferencia entre la fecundidad de 1980
con respecto a la de 1970. Es decir, la diferen-
cia entre el promedio de hijos nacidos vivos
por mujer, para cada periodo censal.
Se utilizaron dos medidas diferentes de la
fecundidad: el promedio de hijos nacidos
vivos por mujeres entre los 20 y 24 años y el
promedio de hijos nacidos vivos por mujeres
que han llegado al final del periodo de procre-
ación (45-49 años). Para cada grupo de edad se
indica la evolución de la fecundidad de 1970 a
1980, a través de los mapas 5.3.1 y 5.3.2.
Podemos observar en los mapas, la simbo-
logía de triángulos y cuadros. Los primeros
indican una disminución en la diferencia
absoluta en la fecundidad de 1970 a 1980; y
los segundos, un incremento en dicha diferen-
cia. El tamaño de cada símbolo es proporcio-
nal a la diferencia observada y aquellos muni-
cipios que aparecen sin simbología, no tuvie-
ron cambios en el promedio de hijos nacidos
por mujer para el periodo intercensal de refe-
rencia.
En el primer mapa, correspondiente al
grupo de edad (20-24) se aprecia una disminu-
ción de la fecundidad en los municipios de
Tatatila, Coacoatzintla, Jilotepec, Acajete y
Tlanelhuayocan (mapa 5.3.1).
En el segundo mapa, correspondiente al
grupo de edad (45-49), hubo disminución en la
fecundidad en el período intercensal 1970-
1980 en los municipios de: Tatatila, Tlacolu-
lan, Jilotepec, Tlanelhuayocan, Ixhuacán y
Cosautlán de Carvajal (mapa 5.3.2).
En ambos mapas, hay una mayor propor-
ción de triángulos, lo que confirma que en el
período intercensal, en ambos grupos de edad,
disminuyó el promedio de hijos nacidos vivos
por mujer.
3. Relación menores de 5 años-mujeres de
25-49 años
Esta relación se define como el cociente
resultante de dividir el número de infantes
menores de cinco años, entre las mujeres entre
20 y 49 años de edad. Es un indicador demo-
gráfico que combina, entre otras variables
demográficas, la fecundidad y mortalidad
infantil.
En base al censo de población de 1980, se
generó un mapa para el estado de Veracruz y
otro para la región del Cofre de Perote.
En la entidad, las regiones con una alta
relación niños-mujeres (mayor que la unidad),
son los siguientes: La Huasteca Alta; el este de
la región de Poza Rica; parte de las regiones
de Xalapa, Córdoba y Orizaba; la región de los
Tuxtlas en el Valle del Bajo Papaloapan y
parte de la región de Coatzacoalcos-Minatitlán
(mapa 5.1.1).
En la región de estudio, puede observarse
una alta relación niños-mujeres en los munici-
pios de Jalacingo, Altotonga, Las Minas,
Tatatila, Tlacolulan, Acajete y Ayahualulco
(mapa 5.1.2).
III. Aspectos culturales y de
bienestar social
A. Indice de Bienestar Social
La concentración de la población es un
tema controversial que adquiere diversas
interpretaciones. Para algunos representa un
problema para el desarrollo, para otros, sin
embargo, una alta concentración no implica
necesarimente una relación inversa con el
nivel de desarrollo económico. Es importante
tomar en cuenta que en la distribución pobla-
cional confluyen diversos factores que en
ocasiones parecieran contradictorios.
En este contexto, haciendo un análisis para
la región, tenemos que los municipios más
densos como Xalapa, Banderilla, Teocelo y
Coatepec, presentan un índice de bienestar
social superior, incluso al promedio estatal y al
nacional.
El índice de bienestar, se elaboró utilizando
quince variables que comprenden los temas de
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El cofre de Perote
ingresos, educación, vivienda, salud y empleo;
mediante un ejercicio de estadística derivada,
consistente en la construcción de un índice
compuesto del nivel de vida de la población,
con base en el método de componentes
principales. Los resultados del índice de
bienestar social municipal y una breve expli-
cación del método, se encuentran en el
Cuaderno de Información para la Planeación
del Estado de Veracruz, publicado por el
Inegl Específicamente, puede observarse que
el municipio de Banderilla, siendo el segundo
municipio en densidad poblacional (362.54
hab/km2.) ocupa igualmente el segundo lugar
en lo que respecta a bienestar social, (mapa
4.3.1)
Cabe mencionar, que si bien los indicadores
se refieren a 1980, el análisis que se realiza
con ellos es de carácter estructural; ya que el
ritmo de cambio de las variables consideradas
es gradual, y, por consiguiente, el panorama
del desequilibrio social intermunicipal que se
obtiene, tiende a mantenerse por espacios
prolongados de tiempo.
En el anexo 6, se definen cada uno de los
quince indicadores del bienestar social, y
posteriormente se describe un cuadro,
mostrando los municipios del Cofre de Perote
con problemas particularmente acentuados en
materia de bienestar social.
tantes entre los municipios de la región del
Cofre de Perote.
A continuación se presenta un cuadro que
resume la comparación entre el promedio por
indicador en la región del Cofre y el promedio
estatal.
Comparación de indicadores de
bienestar social
Ind. Prom.Nac.
B1 25.34
B2 19.69
B3 21.10
B4 13.96
B5 27.89
B6 62.79
B7 27.18
B8 26.45
B9 28.44
B10 42.84
Bll 21.78
B12 29.95
B13 6.49
B14 7.97
B15 15.11
Prom.Est.
32.80
20.83
28.86
16.60
31.05
65.08
26.60
40.24
48.07
51.35
35.31
38.12
5.99
7.77
16.06
Cofre
36.71
19.26
20.42
15.63
28.32
60.50
28.86
25.90
25.60
45.73
27.64
35.94
8.49
17.45
17.22
B. Análisis por Indicador del Bienestar
Social
Para cada uno de los quince indicadores del
bienestar social, se calculó una media ponde-
rada con respecto al número de habitantes por
municipio, capturando los datos tanto del
Cuaderno de Información para la Planeación
correspondiente al Estado de Veracruz como
del X Censo General de Población y Vivienda.
En ambos casos, se considera a 1980 como el
año base de comparación. De esta forma el
valor calculado del promedio para la región,
puede compararse con el del estado sin tener
sesgos por la variación del número de habi-
Puede apreciarse, en lo que se refiere a los
indicadores de ingresos, que es mayor el
porcentaje de P.E.A. que recibe ingresos infe-
riores al salario mínimo (36.71%) que el exis-
tente tanto en el estado (32.80%) como a nivel
nacional (25.34%).
En cuanto a la educación, destaca el hecho
de que la tasa de población de 6 a 14 años que
no asiste a la escuela en la región (28.86%), es
superior, tanto a la media estatal (26.60%)
como a la nacional (27.18%). Las tasas de
analfabetismo, población de 15 años y más
con primaria incompleta y población de 18
años y más sin enseñanza media, son menores
que a nivel estatal.
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En términos comparativos, las condiciones
de vivienda en la región del Cofre de Perote
son mejores que las de todo el estado. Todos
los indicadores en este aspecto, referidos a
porcentajes de viviendas de piso de tierra, sin
agua entubada, sin tubería de drenaje, sin
energía eléctrica y los de un solo cuarto; son
menores a los promedios estatales.
Por otro lado, en lo que se refiere a salud, la
tasa bruta de mortalidad (por cada mil habi-
tantes) es de 8.49%; mientras que la estatal es
de 5.99% y la nacional de 6.49%,
El número de habitantes por unidad médica
es muy superior al estatal y nacional.
Finalmente, la P.E.A. que labora desde
menos de una hora hasta 32 horas a la semana
es superior a la media nacional y estatal.
Cabe señalar, que los datos agregados para
la región de estudio, se ven fuertemente
sesgados por las concentraciones urbanas de
Xalapa, Coatepec, Banderilla y Perote. Para
conocer la situación particular de cada
municipio, sugerimos revisar el anexo 5.
(municipios con problemas particularmente
acen tuados en materia de bienestar social, por
indicador).
C. Analfabetismo
La proporción de analfabetas indica la
población de 15 años y más por municipio que
no saben leer ni escribir. Se incluyen en esta
categoría, las que sólo saben leer y escribir
cifras o su propio nombre y las que saben leer
pero no escribir, así como las que sólo saben
leer y escribir alguna frase que han aprendido
de memoria.
Se obtuvieron dos mapas para indicar la
proporción de analfabetas en todo el estado y
dos para la región de Perote, tanto para la
población masculina como femenina.
Las tasas de analfabetas en el Estado de
Veracruz son mayores que las del país (21.2 %
frente a un 17%, de acuerdo a información
censal de 1980) y se presenta una mayor
incidencia entre las mujeres que entre los
hombres.
Puede apreciarse en los mapas del estado,
un mayor índice de analfabetismo en las
regiones de la Huasteca Alta, Totonacapan y
Zongolica (mapas 3.1.1 y 3.2.1). Las zonas de
analfabetismo femenino son semejantes a las
del masculino, pero abarcan un mayor número
de municipios por región, lo cual confirma que
el analfabetismo femenino es mayor que el
masculino.
En la región del Cofre de Perote resalta el
analfabetismo femenino (mayor al 50 %) en
los municipios de Las Minas, Tatatila,
Ayahualulco e Ixhuacán (mapa 3.2.2). El
menor grado de analfabetismo masculino se
encuentra en Xalapa, siendo éste menor al
14% (mapa 3.1.2).
Resulta interesante observar (después de
sobreponer este mapa con el de población
monolingüe) una gran coincidencia entre las
localidades de población monolingüe con
respecto a las que reportan altas tasas de
analfabetismo.
D. POBLACION QUE HABLA LENGUA INDIGENA
La población de 5 años y más que habla
lengua indígena incluye a las personas que
hablan o no español, según la información
censal referida a 1980.
Puede apreciarse en el mapa 4.1.1 que
destaca el municipio de Villa Aldama con la
más alta proporción de población de habla
indígena, seguido por Altotonga.
E. POBLACION BILINGÜE
En los municipios de Altotonga y Jalacingo,
aparecen varias localidades con población
bilingüe. También al sur, en los municipios de
Xalapa, Coatepec, Xico y Teocelo, se aprecian
localidades donde destaca la población
bilingüe (mapa 7.3.1).
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El cofre de Perote
F. POBLACION MONOLINGÜE
La población monolingüe, la cual se carac-
teriza por comprender a las personas que sólo
hablan lengua indígena y no hablan español, se
concentra en el norte de la región del Cofre de
Perote, así como en los municipios de
Altotonga y en algunas localidades de Tatatila,
Xalapa y Coatepec (mapa 7.2.1).
G. POBLACION EN UNION LlBRE
Expresa la razón de la población de 12 años
y más que para 1980, declaró un estado civil
de unión libre con respecto al total de la
población de 12 años y más; para cada
municipio del Estado de Veracruz.
La población en unión libre se clasificó en
cuatro estratos, quedando en el mayor estrato
contenidos los municipios cuya población de
12 años y más, reporta proporciones mayores
al 22 % viviendo en unión libre.
Puede apreciarse que en la entidad de
Veracruz, en el primer estrato, destacan las
regiones de la Huasteca Alta y la región del
Valle del Bajo Papaloapan (mapa 4.4.1).
H. Características de la vivienda
En relación a la vivienda, en Veracruz un
40% de las mismas tiene piso de tierra y un
48% carece de agua entubada, mientras que
estos porcentajes en el país son de 26% y 28%
respectivamente.
Para la región de Perote, en materia de
vivienda, se generaron dos mapas que
muestran la distribución tanto de las viviendas
colectivas como la de aquellas que cuentan
con agua entubada.
Las viviendas colectivas pudieran reflejar la
presencia de hospitales regionales, casas de
asistencia, asilos, cárceles o zonas militares;
mientras que, las viviendas con agua entubada
muestran, finalmente, un mayor índice de
bienestar social.
Existen municipios completos donde no se
localizan viviendas colectivas, como son: Villa
Aldama, Tatatila, las Vigas de Ramírez,
Tlacolulan, Acajete, Rafael Lucio y Tlane-
lhuayocan (mapa 8.1.1).
Por otro lado, se aprecia una concentración
de viviendas con agua entubada en Xalapa,
Coatepec, Teocelo; y en el norte de la región,
en Villa Aldama, las Vigas de Ramírez,
Acajete, Rafael Lucio y Jilotepec (mapa
8.2.1).
I. Servicios educativos
A continuación se hace un breve análisis
sobre los servicios educativos en la Región del
Cofre de Perote, a partir de los datos
proporcionados por la Secretaría de Educación
Pública, (inicio de los ciclos escolares 1984-85
a 1988-89)
Información del inicio de cursos del ciclo
escolar 1984-1985, indicaba la existencia en
la región del Cofre de 554 escuelas primarias,
las cuales daban cupo a 103,124 alumnos.
Porcentualmente, la región concentraba, con
respecto a la entidad, el 8.09% de las escuelas
primarias y el 8.85% de los alumnos en el
mismo nivel. Paralelamente, a nivel
secundaria, se reportaron 33 escuelas,
representando el 9% del total de la entidad.
Estas absorbieron, en el periodo, el 9.65% de
los alumnos que recibieron la enseñanza
secundaria en la entidad.
De acuerdo al análisis municipal en la
región, se observó para este periodo, una alta
concentración de escuelas y alumnos en cuatro
municipios: Xalapa, Coatepec, Perote y
Altotonga; con el 52.9% de las escuelas
primarias y el 70% del total de alumnos de la
región.
Cabe señalar, que únicamente ocho
municipios contaban con planteles de
educación secundaria, con aproximadamente
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