cuaderno de cuentos y leyendas indigenas

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RECOPILACIN DE HISTORIAS, LEYENDAS Y POEMAS

Educacin y Capacitacin para el Desarrollo Sostenible del Chaco SudamericanoPROYECTO DE MANEJO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL CHACO SUDAMERICANO - GTZ

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EDUCACIN Y CAPACITACIN PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE DEL CHACO SUDAMERICANO - GTZ

PROYECTO DE MANEJO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL CHACO SUDAMERICANO-GTZ Responsable por GTZ: Evelin Hhne Coordinacin: Patricia Maldonado (LLASTAY-ARGENTINA) Equipo: Liliana Argello (UNC-CERNAR- ARGENTINA) Guillermo Schwindt (UNC-CERNAR- ARGENTINA) Daniel Daz Romero (UNC-CERNAR- ARGENTINA) Judith Heredia de Cruz (TEKO - guaran, BOLIVIA) Levi Hiebert Funk (Fund. DeSdel Chaco-PARAGUAY) Colaboradora: Adriana Torrico (CLIMA-BOLIVIA)Diseo y Diagramacin: Jimena Vera Psar

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EDUCACIN Y CAPACITACIN PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE DEL CHACO SUDAMERICANO RECOPILACIN DE HISTORIAS, LEYENDAS y POEMAS

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NDICE

Introduccin Caa (yerba mate) -leyenda guaran Coquena (dios de los pastores) -leyenda saltea Ichepe Usaka Ayuda mtua El Algodn El Benteveo -leyenda guaran El Cacuy -leyenda quichua El Guajoj Cuento de las canastas El tat y el avestrz La comunidad Nivacl recuerda sus lugares Cuenta un anciano nivacl El Irup -leyenda guaran Decadencia de Machareti -sequas y plagasEl origen del NVike -violn de lataEl hombre Luna y su mujer El Quebracho Colorado -leyenda quichua El Timbo -leyenda guaran La Algarroba -leyenda quichua El Lapacho blanco y la Viudita -leyenda Qom (toba) La Leyenda del origen de los ros Pilcomayo y Bermejo Origen de los ros chaqueos El monte nos protege, alimenta y nos d medicina Las Aves Una historia para reexionar! El ciclo de la vida Poemas de jvenes chaqueos

5 7 9 11 11 12 13 17 23 23 24 25 27 30 32 33 34 35 39 41 45 47 48 52 53 56 58 61

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Los materiales que hoy presentamos son el resultado de un trabajo en conjunto de varias instituciones del Gran Chaco Americano (Paraguay, Argentina y Bolivia), del aporte de numerosos colaboradores que conaron en nuestro trabajo y accedieron a compartir sus experiencias e informacin y al apoyo brindado por la Cooperacin Tcnica Alemana GTZ, quien acompao este proceso desde sus inicios. La idea de desarrollar materiales didcticos para apoyar la educacin ambiental en el Gran Chaco surge a partir de dos encuentros realizados con el objeto de compartir y explorar la experiencias existentes en la regin, donde por otra parte se conforma la Red de Educacin Ambiental del Chaco. Una de las demandas expresadas por quienes asistieron a estos encuentros fue la necesidad de contar con materiales didcticos regionales. Y para ello se constituye un equipo trinacional con el n de desarrollar una propuesta didctica para la regin, que facilite la integracin de los conocimientos locales, introduciendo a alumnos, docentes y capacitadores en un proceso interactivo de generacin de saberes y destrezas desde donde se aborden las problemticas de la regin chaquea. Es as como se decide elaborar un maletn o caja de herramientas didcticas con el objeto de contribuir al trabajo de las diferentes instituciones y personas que ejecutan proyectos y actividades de educacin ambiental, conservacin de recursos naturales y desarrollo rural, tanto en los espacios formales como en los no formales.ACERCA DE LA RECOPILACIN

I

NTRODUCCIN

Ya hicimos referencia en el cuaderno sobre Metodologa y Tcnicas de que la complejidad ambiental requiere de nuevos desafos metodolgicos y de un abordaje sistmico. Sin embargo esta complejidad no slo debe considerarse en la escala espacial, sino tambin es importante tener en cuenta su escala temporal. Los situaciones ambientales presentes no son el producto slo del accionar de las comunidades actuales, o mejor dicho para comprender las relaciones actuales que los hombres establecen con la naturaleza debemos explorar las propias relaciones histricas. Una de las caractersticas mas sobresalientes del Gran Chaco es su rica diversidad tanto biolgica como cultural. Esta ltima se reeja en las mltiples lenguas, en la amplia existencia de leyendas e historias, que traducen la profunda vinculacin del hombre chaqueo con su ambiente y nos permiten comprender en parte las situaciones actuales. Por ello consideramos que entre los materiales no deba faltar este tipo de recurso, y decidimos recopilar algunas de las leyendas, cuentos, historias, poemas,etc. como una muestra ms del valioso patrimonio existente en el Chaco, ofreciendo al mismo tiempo una dimensin particular para el abordaje de los temas elegidos desde la dimensin mgica que nos proponen los cuentos y las leyendas.

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CA (yerba mate)(LEYENDA GUARAN)

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ace muchos, muchsimos aos, la Luna no se contentaba con enviarnos desde el cielo su luz blanca y hermosa, sino que tambin bajaba ella a nuestros campos y bosques, ansiando respirar aire puro, sentir el perfume de las ores y alegrarse con el murmullo de los arroyuelos y el canto de los pjaros. No imaginis a la Luna, en sus paseos por la Tierra, rodando de aqu para all como una bola cualquiera!... Imaginadla transformada en una mujer hermossima, con ojos brillantes como dos estrellas, de larga cabellera plateada, y envuelta en tules nsimos de suaves colores. As bajaba la Luna a la Tierra! Y no vena sola; acompabala siempre una bellsima joven, que era, a su vez, una nube a la que la Luna haba transformado. Nuestros indios guaranes llamaban a la Luna, Yac, y a la; nube, Ara. Adoraban a Yac porque, segn ellos, era la diosa que protega y premiaba a los hombres buenos. Una tarde, Yac y Ara paseaban juntas aspirando embelesadas el aroma de las plantas y de las ores del bosque. De pronto, en una vuelta del camino, entre la maleza, se les apareci un temible yaguaret (tigre) que, en actitud de saltar sobre ellas con las fauces abiertas para destrozarlas con sus dientes y sus garras, pareca esperarlas hambriento. Imaginad la escena. Ellas nada pueden hacer para defenderse. Se detienen horrorizadas ante el feroz animal y all quedan inmviles; paralizadas de espanto; a pocos pasos est el tigre agazapado y medio escondido entre las plantas, esperando el menor movimiento de ellas para alcanzarlas de un zarpazo. Yac y Ara slo piensan en huir para librarse de su terrible enemigo. Ya va a saltar el tigre sobre ellas, cuando ven con gran asombro que ste, rugiendo de dolor, cae herido por una echa que alguien le ha arrojado. Yac y Ara huyen horrorizadas, y desaparecen. Mientras tanto, el yaguaret, rugiendo furioso, busca a su heridor para atacarlo. Y qu ve? All, oculto, detrs del grueso tronco de un rbol, est un indio viejo que sostiene entre sus manos un arco y muchas echas. El es quien intenta matar al tigre para salvar la vida de las dos mujeres. El yaguaret, al verlo, brama furioso queriendo arrojarse sobre el indio para devorarlo. Pero ste, aunque viejo, es astuto y muy valiente; consigue apartarse y arrojar nuevas echas al yaguaret, el que cae, al n, muerto a sus pies. Pasado el peligro vulvese el indio hacia el lugar en que viera a las dos mujeres, pero no las encuentra: Yac y Ara, llenas de espanto, habanse transformado en Luna y en nube para elevarse nuevamente, sutiles y aladas, al reino de los cielos de donde haban bajado. La noche cae ya sobre el bosque. El indio apresrase a sacar la piel al yaguaret, se cubre con ella y trepa luego a la copa de un rbol, dispuesto a pasar aI la noche. Satisfecho por la buena accin realizada, el indio viejo no tarda en quedarse profundamente dormido. Y sucedi que mientras estaba entregado al sueo, vio aparecer ante s, como

Vocabulario:CA: Yerba mate YAC: Luna ARA: Nube YAGUARET: Tigre americano, llamado tambin jaguar.

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envuelta en nubes radiantes de luz, la gura bellsima de la mujer de los cabellos de plata que haba visto esa tarde en el bosque. Oy tambin claramente que ella, acercndose a l, le deca: Soy Yac, la diosa de los hombres buenos. Era yo, acompaada de Ara, quien paseaba por el bosque esta tarde. T has luchado con valor para salvar nuestras vidas, poniendo en peligro la tuya. El indio, maravillado, quiso responder algo, pero no pudo. La diosa continu hablndole: Los hombres buenos reciben siempre recompensa por sus nobles acciones. T recibirs la tuya, porque tu bondad y tu valor la merecen! Cul ser esa recompensa?se preguntaba el indio, mientras contemplaba embelesado a su diosa protectora. La respuesta no se hizo esperar, porque Yac prosigui: Har nacer para t, en este bosque, una nueva planta. Llmala Ca y cudala mucho. Te advierto que sus hojas sern venenosas, por lo que debers tostarlas para hacer uso de ellas. Muchos benecios recibirs de Ca!... Muchos!... Dicho esto, desapareci la diosa. Despert el indio y mir a su alrededor, buscndola pues le pareca, continuar oyendo su dulce voz. No la encontr, ms bien pronto escapse de sus labios una exclamacin de sorpresa: Aqu est la planta de que me habl Yac!... Qu alegra!...Esplanta del cielo la que aqu encuentro!...Es Ca! Y en efecto: all estaba entre la salvaje maleza, Ca, iluminada por la luz de la Luna.

la de la yerba mate.

Nube...

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COQUENA (dios de los pastores)(LEYENDA SALTEA)

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OQUENA, dice una linda leyenda de los valles del Norte, era un dios bondadoso que amparaba el ganado que paca en los cerros. Gracias a l andaban tranquilos por valles y sierras, los guanacos, las vicuas, llamas y cabras. Coquena no permita que nadie maltratase tos animales. Por esa razn l premiaba siempre a los buenos pastores. Cierta vez fue visto en la falda de un cerro, guiando unas cabritas que, sin duda, se haban extraviado. Dicen que era enanito, de tez muy morena, de rostro simptico y de mirada dulce y profunda. Que vesta una larga casaca de lana de vicua, y cubra su cabeza con un gran sombrero. En vez de zapatos usaba ojotas. Dicen tambin que aquel da en que los pastores lo vieron bajando con unas cabritas la cuesta del monte, iba apoyado en un grueso bastn, y silbando contento. Era la hora en que el sol, prximo ya a desaparecer detrs de los cerros vecinos, tenda sus ltimos rayos sobre las faldas verdes y oridas. Nunca ms volvieron a verlo los pastores. Oan, s, algunas veces, su alegre silbido, mientras llevaban a pacer sus ganados. Un da, un pastorcillo haba llevado sus cabras al cerro. Subi ms y ms por la pendiente escabrosa siguiendo de cerca el rebao, y en la cima misma del monte lo sorprendieron las primeras sombras del anochecer. De pronto levantse un fuerte viento. Comenz el cielo a cubrirse de densos y oscuros nubarrones. Un silencio aterrador se cerna en el ambiente. Las rfagas de viento rugan cada vez con mayor furia, repercutiendo en el valle con modulaciones siniestras. La borrasca se hizo recia e implacable. Alarmado y temeroso, el pastorcillo quiso reunir sus cabras y bajar al valle; pero tan rpidamente como quiso huir, una niebla espesa cubri el cerro, y el pobre zagal ya no pudo ver nada. Las cabras se haban dispersado rpidamente en todas direcciones; el pastor comenz a gritar desesperado, llamndolas; corra de un lado a otro, desaando al huracn para atraerlas; pero todo fue intil. Grit y llor el desolado pastorcillo hasta que lleg la noche. La oscuridad se hizo entonces absoluta. Y al n, el fro, el viento y la niebla vencieron al buen pastorcillo, que se qued muy triste sin sus lindas cabras. Sentse bajo unas peas a descansar y no tard en quedarse profundamente dormido, envuelto en su ponchito de vicua. Con las primeras luces de la aurora, despert el pastorcito. Record su desgracia y comenz a llorar. Mas bien pronto secronse sus lgrimas; sus ojos expresaron el ms profundo asombro: era que a su lado, muy junto a l, alguien haba dejado una bolsa llena de monedas de oro. Maravillado el pastorcillo, y rebosante de alegra, contlas varias veces hacindolas sonar entre sus dedos. Quin me dej este tesoro, mientras yo dorma? Quin habr querido consolarme por las cabras que perd?se preguntaba. De pronto ces en sus reexiones y exclam alborozado: Ya s!... Es Coquena, el dios enanito!... Qu alegra! Es Coquena!... Haba comprendido, al n, que no poda ser otro que Coquena, el dios enanito,PROYECTO DE MANEJO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL CHACO SUDAMERICANO - GTZ9

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como l lo llamaba, quien as lo premiaba por haber sido siempre un pastorcito humilde y bueno, que cuidaba su rebao con alegra y cario.REFERENCIAS SOBRE COQUENALos indgenas que habitaban la regin de Salta y Jujuy, crean en la existencia de Coquena, el pequeo dios que protega los guanacos, llamas, vicuas y cabras. Si alguno de ellos se extraviaba en los montes, Coquena lo guiaba hacia el verdadero camino. Salvaba a los animales de todos los peligros y los amparaba de los malos tratos de los pastores, o de los abusos de los arrieros que conducan recuas de llamas o de guanacos cargados. Los indgenas de los valles calchaques (que comprendan las actuales provincias del noroeste), crean en la existencia de otro dios semejante a Coquena. Llambanlo Llastay, y tambin Amigo o Dueo de las aves. Al decir aves, se referan a todos los animales de caza, llamando aves mayores a los cuadrpedos y, menores, a los otros, a las verdaderas aves. Llastay protega a las aves y sus pequeas cras de las crueldades y abusos de los cazadores. Coquena y Llastay, dioses buenos y justos creados por la imaginacin de nuestros indios, nos prueban que los animales haban despertado tambin en el corazn de aquellos seres primitivos, profundos sentimientos de ternura y compasin.

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ICHEPE USAKA(NUESTRA IDENTIDAD EN TUS MANOS)

Cuento del origen de Pirana jovencita que estaba guardada se levantaba a las tres de la maana, se iba al ri y se baaba todas las noches. Un da iba solita en el camino a medio da* , haba un rbol de algarrobillo , recto y limpio, no tenia espina y ella deca en su mente Que hermoso y bonito. Se acercaba al rbol y le tocaba tres veces, luego llegaba a su casa. Una noche la jovencita so tal como le gustaba el rbol, en el sueo le deca: Esperame a medio da en el ri y nos baamos juntos, si me atraso llmame aguarore, ey yayay yau. De este modo lo llamaba todos los das cuando llegaba al ri, pero sus padres se molestaban mucho, porque llegaba tarde a su casa. Un da el padre espi a su hija y la vio bandose con l, charlando, riendo, jugando. Se enoj mucho y cont todo a su esposa y se preparaban para matar a la vbora y la mat sin que su hija supiera, pero derram sangre por el camino. Cuando la jovencita lleg a la hora indicada, llam y llam y aguarore no llegaba. Vio sangre por el camino, se enojo mucho, se enferm, no quiso comer nada. Al ver esto su pap dijo que no deba estar triste por una vbora. Por su palabra se dio cuenta que su pap lo haba matado. Un da la chica se escap, llego al ri y se meti bien al medio da y deca aguarore...y se convirti en muchas piras (peces). *Salir al medio da al

U

Faustino Morales, La Brecha. HISTORIETA

ri es una actividad no permitida a las mujeres durante el yemondia

Ayuda mtua(DIALOGO DEL HOMBRE CON LAS PLANTAS)

Vocabulario:Ivirayepiro en guaran: Caesalpinia paraguarienses

Planta: Mbiruyuka, ya no nos cortes tanto porque nos vas a exterminar Mbiriyuka: Ah, como creen ustedes que van a vivir en vano, yo quiero que el suelo est limpio para sembrar y los voy a utilizar para mi cerco. Planta: No sabes que tus animales viven de nosotros y ustedes tambin? Mbiriyuka: Pero solamente para eso sirven ustedes. Planta: No es as, ahora aprende. Nosotros puricamos el aire y producimos la lluvia para que ustedes vivan tranquilos. Burro: Es cierto, Mbiriyuka, ellos nos dan de comer. Si los terminas de cortar, entonces nosotros no tendremos comida y nos moriremos. Nosotros somos los dueos de las plantas, porque cuando comemos las vamos sembrando por donde pasamos. Paloma: Nosotros tambin sembramos las plantas en el suelo y abonamos el suelo. Mbiriyuka: Ah, es cierto, recin me estoy dando cuenta como nos ayudamos todos en esta tierra. Planta: As es, si todos nos ayudamos mutuamente, viviremos en paz. Mbiriyuka: As es como nos ayudamos. Ahora aprendamos a utilizar las cosas adecuadamente para que no desaparezcan.PROYECTO DE MANEJO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL CHACO SUDAMERICANO - GTZ

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El AlgodnCuando estaba pequeo me gustaba observar las ores del algodn, son tan bellas cuando estn oreciendo, son muy amarillitas. Nuestras abuelas estiman mucho estas plantas. En las estn en el Chaco y tambin tenemos alrededor de nuestros patios. Cuando revientan los frutos del algodn, lo recogemos con mi abuela, traemos mucho y los guardamos en un mate grande, mi abuela sabe la cantidad de hilo que sale y que cosas se puede elaborar con ellas. Este trabajo con el algodn me alegra mucho, nos dice mi abuela: a veces cuando falta el algodn, nos dice: no me siento bien porque no tengo con que hilar. Pregunto a mi abuela: De dnde trajo esta semilla del algodn? Y ella me contesta: El algodn es trabajo de las mujeres, por eso desde muchos aos se elaboran cosas con el algodn. Es hermoso ver los trabajos coloridos con el algodn. Por las noches, mi abuelo nos rene para contarnos cosas. Mi abuela se sienta a su lado para hilar, porque todos estamos acostumbrados a hilar por las noches y me indica como debo hacer el trabajo. Mi puisca debe quedar bien panzoncita para el otro da.

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EL BENTEVEO(LEYENDA GUARAN) Cuando Akit y Mondor se casaron, ocuparon una cabaa construida con varios horcones clavados en la tierra y cubiertos con ramas y con hojas de palmera. La nueva oga m estaba en plena selva misionera. Cerca, el gran Paran pasaba impetuoso formando pequeos saltos en las piedras que encontraba al paso. Al morir la madre de Akit, su padre, que quedara solo, les pidi albergue en su cabaa y, como buenos hijos, recibieron con cario al pobre tuy a quien la edad y las enfermedades haban restado energas y capacidad para trabajar. A pesar de ello l trataba de no ser una carga para sus hijos, a los que ayudaba en lo que le era posible. Para entonces ya haba nacido Sagua-, que al presente contaba ocho aos. Una de las tareas del abuelo, y que por cierto cumpla con sumo agrado, era atender al pequeo mientras sus padres, por su trabajo, se vean obligados a alejarse de la cabaa. Grandes compaeros eran el abuelo y el nieto. Jugando, aqul le enseaba a manejar el arco y la echa y nada haba que distrajera ms al nio que ir con l a pescar a la costa del ro. Cuando sus padres volvan, era su mayor orgullo mostrarles el surub, el piray, el pacu o el pat que haban conseguido y que muchas veces ya se estaba asando en un asador de madera dura. Otras veces, era una vasija repleta de miel de lechiguana que lograran en el bosque no sin grandes esfuerzos. Para el pobre tuya no haba ms deseos que los de su nieto y, aunque a costa de grandes sacricios, muchas veces, su mayor felicidad era complacerlo. Valido de tanta condescendencia, el nio era un pequeo tlrano que no admita peros ni rplicas a sus exigencias. Slo en presencia de sus padres que, compadecidos de la capacidad del abuelo, restringan sus pretensiones, Sagua- se deprima. A medida que el tiempo transcurra, las fuerzas fueron abandonando al pobre viejo que ya no poda llegar hasta la orilla acompaando a pescar a su nieto, ni hasta el bosque a recoger dulces frutos o miel silvestre. Pasaba la mayor parte de su tiempo sentado junto a la cabaa, haciendo algn trabajo que su poca vista le permita: tejiendo cestos de .bras vegetales o puliendo madera dura que transformaba en echas o en anzuelos para su nieto. Sagua- correteaba sin cesar, alejndose de la oga m con cualquier pretexto y dejando solo y librado a sus pocas fuerzas al abuelo, que nada deca por no contrariar al nio ni privarlo de sus diversiones. Cuando los padres regresaban, encontraban siempre a su hijo junto al abuelo, de modo que, conados en que el nio no se mova de su lado, dejaban tranquilos la cabaa para cumplir su trabajo en el algodonal. El anciano, por su parte, jams haba dicho una palabra que pudiera delatar al cumin, ni intranquilizar a sus hijos. Pero sucedi que un da, Sagua- se detuvo ms que de costumbre en sus

Vocabulario:AKIT: Terrn. MONDOR: Cierta clase de abeja. TUY: Anciano, viejo. PIRAY: Dorado (pez). PAC: Pez grande de agua dulce. PAT: Pez grande sin escamas. SURUB: Especie de bagre grande. SAGUA-: Arisco. CUMIN: Nio. TEMBIREC: Esposa. IGA: Canoa. INIMB: Lecho. PITO G: Cachimbo que fue. TUP: Dios bueno. OGA M: Casita.

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correras por el bosque con otros nios de su edad y al llegar Akit y su tembirec Mondor a la cabaa, hallaron al abuelo que no haba probado alimento por no haber tenido quien se lo alcanzara. Sus piernas ya no le respondan y era incapaz de moverse sin la ayuda de otra persona. Indignado Akit quiso conocer el comportamiento de su hijo en das anteriores, haciendo preguntas al abuelo; pero ste, pensando siempre en el nieto con benevolencia y cario, contest con evasivas, evitando acusarlo y encontrando en cambio disculpas que justicaron su alejamiento. Cuando Sagua- lleg corriendo y sofocado, tratando de adelantarse al arribo de sus padres, Akit lo reprendi duramente, enrostrndole su mal proceder, su falta de piedad y de agradecimiento hacia el pobre abuelo que tanto le quera y que no haba hecho otra cosa que complacerlo siempre. Sagua- nada respondi. Baj la cabeza y su rostro adquiri una expresin de ira contenida. En su interior no daba la razn a su padre sino que, por el contrario, juzgaba injusto su proceder. Por qu l; sano y fuerte, que poda correr por el bosque, trepar coger frutos y miel silvestre, o llegar a la costa, echar el anzuelo y os peces, deba quedarse all, quieto, junto a una persona inmvil ? Acaso al abuelo cuando poda caminar, no le gustaba acompaarlo sus excursiones ? Qu culpa tena l, ahora, de que no pudiera cerlo? Y en ltimo caso, si no poda caminar, que se quedara el elo en la cabaa, que l, por su parte, nada poda remediar quedose tambin. irano egosta haba aparecido en estas reexiones, que si bien no oriz con palabras, lo decan bien a las claras su ceo fruncido y resin airada que en ningn momento trat de disimular. entonces, varios das se qued la madre en la cabaa. El padre a trabajar. lo se haba agravado y ya no poda abandonar el lecho de ramas y e palma. Era necesario atenderlo y alcanzarle los alimentos, pues l era incapaz de moverse por su voluntad. Ese da muy temprano, cuando las estrellas aun brillaban en el cielo, Akit sali a trabajar. Su tembirec ira algo ms tarde pues era imprescindible su ayuda ese da. Sagua- quedara cuidando al abuelo. Cuando despuntaba la aurora, Mondor consider que era hora de salir. Antes de hacerlo, despert a su hijo que dorma profundamente. El nio despert de mala gana, refregndose los ojos con el dorso de sus manos. Malhumorado al tener que dejar el lecho tan temprano, respondi irritado al llamado de la madre: iQu quieres! No puedes dejarme dormir? No seas egosta, Sagua-. Tu abuelo no puede quedar solo y adems es necesario atenderlo. Su enfermedad le impide moverse por su voluntad y es justo que se lo cuide. Tu padre y yo debemos trabajar y tu tienes la obligacin de dedicarte al pobre abuelo enfermo. Por qu tengo que atenderlo? insisti iracundo. Yo haba decidido ir al ro a pescar y por culpa de l debo quedarme ac como si estuviera prisionero! Ya he prepaPROYECTO DE MANEJO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL CHACO SUDAMERICANO - GTZ14

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rado la ig y yo ir a pescar! El abuelo no necesita nada! No seas malo, Sagua-! Recuerda que tu abuelo fue siempre muy bueno contigo y que slo bondades y mimos has recibido de l. Ahora te necesita, es justo que le dediques tu atencin! Te prohibo que te muevas de casa! Ya irs a pescar cuando hayamos vuelto tu padre y yo! Exiges que me quede? Muy bien... me quedar! Pero te aseguro que no me obligarn a hacerlo otra vez! concluy amenazante el despechado Sagua-. Triste se fue Mondor al reconocer los sentimientos mez-quinos que dominaban a su hijo. Mientras iba caminando, pens en Sagua- cuando era pequeito y record la bondad que albergaba entonces su corazn... Con su manecita tierna acariciaba a los animalitos que se acercaban a la cabaa en busca de alimento y a los que era capaz de dar lo que l estaba comiendo... Y no olvidaba el da cuando, entre dos de sus deditos traa una orecilla silvestre cortada por l mismo que le entreg mirndola con expresin tan alegre y orgullosa como si le hubiera dado un tesoro... Cmo haba cambiado su hijo! Qu malos sentimientos se haban apoderado de su alma! Cul sera la causa de este cambio? Temi la madre por l. Tup, el Dios que premiaba a los buenos, no dejaba sin castigo a los malos. Qu tendra reservado para Sagua-? Dominada por tan tristes pensamientos hizo el camino hasta la plantacin de algodn, d c t te presentimiento se cumpla. s m ro como l deseaba. Del pobre abuelo ni se acord siquiera. y entrecortada: Sagua-...! Sa... gua......! , r di: Qu quieres? Ya voy! Pero ni se movi. El anciano, mientras tanto, se debata en su lecho con un desasosiego que creca por momentos. Sagua- oy que lo volva a llamar: Ven... Sa...gua......! Ven... por... favor...! Acudi por n el nio de mala gana. Cuando estuvo junto al inimb donde yaca el enfermo, airado volvi a preguntar: Qu quieres? Alcnzame un poco de agua...! Tengo sed... Mi vida se apaga... Tu vida se apaga? Se apaga como un cachimbo? y continu riendo divertidoPROYECTO DE MANEJO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL CHACO SUDAMERICANO - GTZ15

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por la gracia que le haban hecho sus propias palabras. S... mi vida se apaga... como un pito g... Alcnzame un poco de agua... Hazme ese favor... Pero el desalmado, slo pensaba en rer y repeta sin cesar: Pito g... Pito g... El viejo, mientras tanto, llegados sus ltimos momentos, con los labios resecos, vencido por una sed abrasadora, expir. Al mismo tiempo el nio, que asista impasible a la escena, continuaba repitiendo las palabras que le haban hecho tanta gracia: Pito g... Pito g... Nada le hizo pensar en la transformacin que se produca en esos momentos en l. Su cuerpo se achicaba, se achicaba ms y ms, cubrindose de plumas de color pardo. Su cabeza, ya pequeita, se alargaba y su boca se transformaba en un pico con el que hallaba cierta dicultad para seguir gritando: Pito g... Pito g... Momentos despus, en la cabaa, sobre su lecho de palma yaca exnime el anciano, mientras en un rincn, junto a la ventana, un pjaro de lomo pardo y pecho amarillo, que tena una mancha blanca en la cabeza, no cesaba de repetir: Pito g... Pito g... Era Sagua-, que, castigado por su egosmo y su mal proceder, fue trans-formado en ave por uno de los genios buenos que enviaba Tup a la tierra. Ellos eran los encargados de premiar a los buenos y dar, a los malos, su merecido. Cuando Akit y Mondov volvieron, encontraron al anciano muerto en su inimb. En el momento de entrar, un pjaro de plumaje pardo y amarillo vol pesadamente, saliendo de la habitacin por la abertura de la puerta. Una vez en el exterior, parado en una rama del jacaranda que creca junto a la cabaa, no dejaba de gritar con tono lastimero: Pi.:.to g... Pi...to g... Pi...to g... Este, decan los guaranes, haba sido el origen de nuestro benteveo, al que ellos llamaban pito g, imitando su grito, en el que crean ver reproducidas las palabras que causaran tanta gracia al pequeo egosta cuando las oy de labios del abuelo moribundo.REFERENCIASEl benteveo es un pjaro americano de treinta centmetros de longitud, ms o menos. Tiene el lomo y la cola de color pardo verdoso; la cabeza negra con dos listas blancas, que, partiendo del pico, adornan ambos lados de la cara; la garganta y parte del pecho son blancos; el resto de este ltimo y el abdomen ostentan un color amarillo vivo, color que luce tambin en el copete, que termina en negro. El pico, de color negro, lo mismo que las patas, es tan largo como la cabeza, terminado en un gancho bien pronunciado. Las alas, alargadas, llegan hasta la mitad de la cola, que es, asimismo, alargada y adems cuadrada. Aunque se alimenta tambin de lombrices y de otros gusanos, es animal insectvoro, causa por la cual difcilmente puede vivir en cautividad. Preere atrapar los insectos al vuelo, o bien de las ramas y de las hojas. Construye su nido, grande, en forma esfrica, con lanas, ramitas y paja, en horquetas o en las ramas de los rboles, colocndole la entrada al costado. Pone huevos de color amarillento con manchas parduscas. Vive en lugares donde hay arboleda, generalmente cerca de las poblaciones. Su vuelo es recio, alcanzando mayores alturas que otros pjaros. Es muy valiente, capaz de hacer frente a algunas aves rapaces, de las que se deende con valor y a las que obliga a alejarse de las cercanas de su nido, favoreciendo as a otras aves indefensas y hasta a las aves de corral. Su grito agudo y prolongado, en el que algunos creen or: benteveo, otros pitog, o bichofeo, pitagu, quetub, pitojun y otros, es el que da origen al nombre que lleva y que vara segn las diferentes regiones que habita. En nuestro pas vive desde Buenos Aires, San Luis y Mendoza hasta el lmite norte, de Jujuy a Misiones. En algunos lugares se tiene la creencia que cuando el benteveo grita a medioda, junto a una casa, avisa la llegada de gente inesperada: parientes, amigos o personas extraas. En otras partes atribuyen su grito cerca de una casa a un anuncio de nacimiento.

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EL CACUY(LEYENDA QUICHUA)

onko y Huasca eran hermanos. Haban quedado hurfanos haca muchos aos, y desde entonces vivan solos en la selva; habitando el rancho que fuera de sus padres. Sonko era el menor. Alto, fornido y muy trabajador, posea un corazn tierno, cuyo cario se volcaba en su hermana, a quien quera como a la madre que perdiera siendo nio. Pero Huasca no retribua ese afecto. Por el contrario, siempre se mostraba agresiva con el buen hermano, disputaba con l, lo maltrataba y le haca padecer en toda ocasin la perversidad que la dominaba. A pesar de ello, Sonko segua profesando un profundo cario a esta hermana cruel. Tanto la quera, que al ver los jugosos frutos maduros slo tena un pensamiento: recogerlos para Huasca. As lo hizo ese da. De vuelta al rancho, cort los ms dulces y sabrosos, los deposit en un canastillo de bras de yuchn, que l mismo fabricara, y feliz y contento con el tesoro obtenido, corri hasta su choza a n de entregarlos a la ingrata. Mientras corra, pensaba: Que contenta se pondr Huasca! Ella habr preparado la comida para mi almuerzo, pero yo, en cambio, le regalar estas hermosas chirimoyas y estas sabrosas algarrobas. Mi hermana es tan golosa! Si su corazn fuera ms dulce conmigo! Porque con los dems es muy buena y es cariosa... Solo conmigo es brusca y es mala. Se detuvo un momento, para comprobar que las frutas no sufran con la carrera, y continu sus reexiones: Por qu Huasca se mostrar tan dura conmigo? Pero... no importa! Yo conseguir que me quiera. Con mi cario lograr el de ella. Ilusionado por su fe lleg a la choza. Al lado de sta haba un telar rstico, con una manta de vivos colores empezada. Ello le demostr que Huasca haba estado trabajando. Una cancin muy suave le lleg desde el interior del rancho. Era su hermana que cantaba. Alentado y gozoso, al pensar en el regalo que le traa, llam con voz dulce: Huasca!... Huasca!... Hermanita!... Una linda doncella de piel cobriza apareci en la puerta de la choza. La cancin se haba apagado en sus labios, y una mirada hosca, cargada de rencor, acompa a sus palabras. Dirigindose a su hermano, le respondi en el ms brusco de los tonos: Qu quieres! Sonko sufri un desencanto. Le pareci que su corazn se achicaba y le dola al sentir el desprecio de la perversa doncella. Sin embargo resisti el dolor y nada dijo. l se haba propuesto conquistar el afecto de su hermana y no abandonara la empresa al primer contratiempo. Con suave voz y tierna expresin, le dijo: Mira, golosa, mira lo que he trado para ti

S

Vocabulario:SONKO: Corazn. HUASCA: Soga. CHIRIMOYA: Fruto del chirimoyo, de sabor muy agradable. ALGARROBA: Fruto del algarrobo. MAZAMORRA: Comida hecha y con maz blanco muy cocido en agua. PATAY: Pan de harina de algarroba negra. LECHIGUANA: Avispita que fabrica miel. TURAY: Hermano. PUCO: Escudilla. CACHUY: Haz harina. CACUY TURAY: - Muele harina, hermano. OJOTA: Plantilla de cuero que se asegura a los pies por medio de tiritas de cuero. YACU: Agua. YACU-CHIRI: Agua fra.

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Al mismo tiempo abri la cesta cargada de apetitosos frutos, y al verlos, la mala hermana slo supo exclamar: Chirimoyas y algarrobas! Cmo me gustan! Sin una frase de agradecimiento al pobre muchacho, le arrebat la canastilla y entr en el rancho. El hermano la sigui. No agreg una sola palabra y se sent dispuesto a almorzar. En una vasija de barro, la mazamorra se cocinaba al fuego. Tom un puco, y ya iba a llenarlo con el sabroso alimento, cuando su hermana lo detuvo dndole un manotn, al tiempo que le gritaba airada: Deja eso! O crees acaso que yo cocino para ti? Poca comodidad sera! Pasar la maana fuera y volver cuando ya est todo hecho! Cuando no hay ms que estirar la mano para servirse! Y, dominante, agreg: Retrate turay! Cacuy turay! Pero... Huasca... Yo tambin he trabajado. He estado recogiendo miel de lechiguana y labrando la tierra para sembrar... Y quin si no yo cuida nuestra majadita de cabras? Con el tono ms humilde continu: Anda, s razonable... Srveme un poco de mazamorra y dame un trozo de patay... Ya he dicho que no! Si quieres comer, t te lo has de preparar. Esto es mo! Cacuy turay! Cacuy turay! Dame entonces unas chirimoyas de las que traje... implor el muchacho. Ni una. Para m dijiste que eran y yo las comer termin inexible Huasca. Triste la mir Sonko. Sus ojos brillaron colmados de lgrimas; pero nada respondi. Cabizbajo sali del rancho. Cmo era posible que su hermana le negara una porcin de mazamorra o un trozo de patay cuando l trataba siempre de complacerla? Por qu sera as su hermana? Qu podra hacer l para corregirla? Sus esperanzas de dulcicar el corazn de la perversa iban perdiendo fuerza. Se senta incapaz de continuar. Sin embargo, hara una ltima tentativa. Ese da lo pas vagando por el bosque y alimentndose con frutas silvestres. Entrada la noche, volvi al rancho y se acost. Una idea ja le impeda conciliar el sueo: cmo lograr el afecto de su hermana. Por n, el cansancio lo venci y se qued dormido. A la maana siguiente, muy temprano, volvi a salir de la choza. Llevaba la intencin de conseguir, para su hermana, algo extraordinario, algo que le agradara mucho... Sonko pensaba: Tal vez as, con una dedicacin y un deseo de complacerla cada vez mayores, llegar un da en que Huasca corresponder a este hondo cario que por ella siento. Qu felices seremos entonces! Levant sus ojos al cielo y, como si hablara con alguien, continu: Viviremos unidos por un afecto profundo y nuestros padres nos bendecirn desde la estrella donde estn ahora...PROYECTO DE MANEJO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL CHACO SUDAMERICANO - GTZ18

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A su paso, un ave asustada levant vuelo. Tan preocupado iba, que apenas prest atencin a este hecho. Tampoco oa el coro de los pjaros que a esa hora era una gloria. Persista en su mente la misma idea: merecer el cario de su hermana. De pronto, un fruto hermoso llam su atencin. Su color su brillo y su tamao lo hacan resaltar entre todos los otros. se sera el regalo para su hermana! Pero, qu alto estaba! Le costara alcanzarlo... Mas, qu importaban las dicultades cuando el premio iba a ser tan maravilloso? Y ya no pens ms. Aunque los riesgos eran muchos, lo alcanzara. Con la agilidad de un muchacho acostumbrado a trepar rboles y a escalar montaas, Sonko apoy en una rama baja sus pies calzados con ojotas, y ayudndose con manos, brazos y piernas fue subiendo... subiendo... Las espinas y las ramas secas araaban su piel y desgarraban sus ropas. Pero nada importaba. Lo esencial era llegar hasta el hermoso fruto que se ofreca all en lo alto. Continuaba entusiasmado la ascensin, cuando lanz un grito. Una enorme espina se haba clavado en su carne. El dolor que le produca era tan intenso que no le permita sostenerse con la mano herida. Trat de arrancarse la espina, pero fue en vano. La mano comenz a hincharse y a tomar un feo color morado. Deba darse por vencido y abandonar la empresa. Resuelto ya, comenz a descender. Una vez en tierra, observ la herida con detencin. En un ltimo esfuerzo, arranc la espina, y la sangre brot de la lastimadura. Se sinti desfallecer. Su cabeza arda y tena la garganta seca. Con las fuerzas y la desesperacin que le prestaba su estado, corri a la casa. Su hermana saba preparar un blsamo con las hojas y las ores del molle... Ella lo curara y le dara de beber. Ya le faltaba poco... un ltimo esfuerzo y llegara a su rancho. De lejos divis a Huasca trabajando en el telar. Cuando estuvo delante, le suplic: Huasca, por favor! Quise traerte un fruto hermoso que vi en el bosque y cuando ya crea alcanzarlo, una espina que se clav en mi mano me impidi lograr mi deseo. Huasca, hermanita, sufro mucho y tengo sed! Alcnzame un poco de agua! La hermana se levant de inmediato. Lo tom de un brazo y lo ayud a sentarse. Oh!, turay... iCmo tienes la mano!; Yo te la curar y traer agua y miel para apagar tu sed. As diciendo, corri al interior del rancho, y llevando en sus manos un cntaro de barro, fue a una vertiente cercana para llenarlo con agua fresca. Sonko crea soar. Mentira le pareca la dedicacin de la hermana. Lleg a bendecir la espina que, al herirlo, le haba permitido gozar del cario y de los cuidados de su querida Huasca. Corriendo volvi la doncella. Con la carrera el agua que llenaba el cntaro saltaba y caa al suelo salpicando sus piernas desnudas. Entr al rancho para buscar un puco con miel. Con ambas manos ocupadasPROYECTO DE MANEJO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL CHACO SUDAMERICANO - GTZ19

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se present ante Sonko. La ansiedad y el reconocimiento se pintaron en el rostro del hermano. Un dulce bienestar lo invadi al or que Huasca le deca con dulzura: Pobre turay! Hermanito..., sufres? Tienes sed? Aqu hay yacu-chiri y miel en abundancia, las ves? Hizo una pausa, y cambiando d expresin y con la voz ruda de otras veces, agreg: Pero no son para t! Preero drselos a la tierra! Y al tiempo que, ante los ojos azorados del muchacho, volcaba el contenido de las dos vasijas, lanzando una carcajada estridente y burlona, continu: Anda t!... Anda a la vertiente, que all el agua sobra!... All podrs tomar toda la que quieras! Esto bast para que el carino que senta el muchacho se trocara en un odio intenso contra la perversa hermana. Un sentimiento de venganza naci en l, tan profundo y persistente, que ya no lo abandon. Arrastrndose casi, lleg a la vertiente. Se ech en el suelo y con avidez bebi el lquido fresco. Sumergi en el agua la mano herida y se sinti mejor. Un suave sopor lo invadi y a la sombra de un rbol corpulento se qued dormido. Cuando despert, el sol se esconda tras los cerros veci-nos. Se levant y camin unos pasos. El dolor de la herida persista. Decidi ver a la curandera para pedirle algo que aliviara su mal. Y ech a andar en direccin a lo de la mdica. El canto de los pjaros no se oa ya. Los rumores de la selva se haban apagado. Una estrella lejana brill en el cielo. La media luz del crepsculo, con reejos rojos de incendio, iluminaba la paz de la tierra. Slo en el alma del pobre turay ruga, como una tormenta, la venganza. Con conocimientos de heridas y emplastos, el muchacho cur. A los pocos das estuvo completamente bien. Cmo haba cambiado Sonko! La mirada, antes tierna, era ahora hosca y dura. Su voz haba perdido la dulzura de otros das. Callado y taciturno, continuaba preparando sus planes. Un da, de vuelta del valle, a donde llevara la majadita de cabras, se dirigi muy resuelto al rancho. Iba a poner en prctica su idea de venganza. Fingiendo sentiminetos que ya no senta, y con la misma voz de pasados das, llam a su hermana: Huasca!... Hermanita! He encontrado para ti algo que te va a dar un gran placer, golosa. Qu es, Turay? Una colmena. Si te animas y me acompaas, toda la miel ser para t. La recogeremos y en varias vasijas la traeremos a casa. Me acompaas? S! S! En seguida. Ya lo creo que te acompaar a buscar miel. Se me hace agua la boca! No olvides de llevar un poncho para envolverte la cabeza. Ya sabes que las abejas no abandonan de buen grado la colmena y te picarn sin piedad. Muy preparados se fueron los dos hermanos. Caminaron entre plantas hermosas de grandes hojas y perfumadas ores. Los piquillines y los mistoles lesPROYECTO DE MANEJO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL CHACO SUDAMERICANO - GTZ20

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ofrecan sus frutos dulces. La exuberante vegetacin de la selva era all un maravilloso espectculo. Al Ilegar a un claro del bosque, el hermano se detuvo. Aqu es le dijo. Envulvete la cabeza con el poncho, defendiendo tu cara de las picaduras de las abejas. Ves ese rbol tan alto? En la cima est la colmena. Te animas a subir? Ya lo creo. T me guiars, pues yo no ver muy bien con mis ojos cubiertos con el poncho. No tengas cuidado. Yo te conducir la conform su hermano. Con mucho trabajo fueron subiendo al rbol que era el de mayor tamao del lugar. Una vez que hubo instalado a la hermana, sentada en una horqueta, en lo ms alto de la copa, Sonko, ngiendo acercarse a la colmena, sac de su cintura un hacha y comenz a descender cortando las ramas que abandonaba. As dej el tronco liso y sin puntos de apoyo para que no pudiera bajar la infeliz Huasca. Ella, conada y ajena a lo que suceda, esperaba que su hermano le indicara la tarea a cumplir. Cuando Sonko lleg a tierra, se alej del lugar dejando abandonada y sin defensa a la ingrata hermana. Pasados algunos instantes, y en vista de que no oa al muchacho, Huasca empez a temer. Apart el poncho de su vista, y lo que vi le hizo temer algo desagradable. Anocheca y su hermano haba desaparecido. Lo llam, primero tranquila, pero al no obtener respuesta, el miedo la domin. Con tono quejumbroso y desesperado, que era un lamento, grit: Tutay! Turay! Pero el hermano no apareci. Con gran sorpresa de su parte, sinti que sus miembros se endurecan, que toda ella cambiaba de forma y su cuerpo se cubra de plumas. En pocos instantes qued convertida en un ave cuyo grito lastimero se oa en la quietud de la hora. Turay! Turay! Y como recordando la orden que le daba de continuo, repeta: Cacuy turay! Cacuy turay! Desde entonces, este llamado, que es un doloroso recuerdo, un verdadero lamento, y que tal vez sea un grito de arrepentimiento, se oye al anochecer, cuando el cacuy se acuerda que fue una hermana cruel y perversa. As llama al hermano para pedirle perdn: Turay!... Turay!... Y vuelve a repetir como en otros das: Cacuy turay!... Cacuy turay!... Los que, al anochecer, oyen el grito de esta ave, se estremecen, pues creen escuchar el grito lastimero de una persona. Tal es su parecido con el gemido humano.

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REFERENCIASEl cacuy es un ave nocturna. Duerme durante el da escondida en algn rbol y aparece cuando el sol se esconde. Tiene un aspecto desagradable. Su cuello, grueso y corto, sostiene una cabeza chata, en la que se destacan los ojos muy grandes y una boca enorme. Para posarse busca el extremo de las ramas secas. El color de la corteza es como el de su plumaje, pardo con mezcla de negro. Estirada sobre ellas, parece una continuacin de la misma rama. En esa forma trata de pasar inadvertida y fuera de la vista de los cazadores. Hace el nido en los huecos de los rboles con pequeas ramas y recubre la parte interior con cerdas. Su canto es un grito quejumbroso y muy fuerte que se oye a gran distancia. Muchos lo confunden con el lamento de un ser humano. Esta forma de gritar: ca...cuy! ca...cuy! ha originado el nombre con que la designan los pueblos de habla quichua. Los guaranes le llaman uruta. En la Argentina habita las zonas Norte y Nordeste. En Tucumn y Santiago del Estero se supone que su grito augura cambio de tiempo. En Catamarca se tiene la creencia de que, al gritar, anuncia la proximidad de alguna colmena.

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EL GUAJOJuy conocido en el pueblo y al alrededor es la leyenda del guajoj, que segn los narradores, dicen que tambin son almas errantes que se buscan mutuamente. Estas almas dicen que pertenecen a dos hermanos, hijos de una familia muy empobrecida, que los padres al no poderles dar un sustento, haban decidido regalarlos a otras familias diferentes, quienes se los llevaran a lugares tambin distintos, pero estos hermanos que se queran mucho se fueron con la idea de huir para retornar al hogar, y volverse a encontrar. Luego de la huida, estos hermanos se perdieron en el bosque en el intento de encontrarse, de ah que en las noches de verano, se oiga un grito de lamento y angustia, el que es respondido por otro similar y paralelo, sin lograr el ansiado encuentro, es lo que ahora se conoce como el grito del guajoj.

M

Vocabulario:Guajoj: Nyctibius griseus Pjaro nocturno del Chaco.

CUENTO DE LAS CANASTAS

A

ntes las canastas tenan pies para llevar las cosas. Esto le pareca bonito a sus dueos. Porque sus cosas caminaban solas. As las canastas eran solo para alzar cosas. Pero no podan pasar por encima de las cosas que estaban en su camino, no podan pasar por encima del agua. Esperaba a alguien para que lo hiciera pasar. As eran ellas. Un da mientras iban cargadas...un palo se encontraba atravesado en sus camino, ah espera a alguien que lo hiciera pasar. El Nderi (especie de pjaro) haba estado mirndolos en el monte muy enojado, y les dijo: -Qu estn llevando? -Las cosas de nuestros dueos estamos llevando. Dijeron las canastas. -Ah...ahora van a ver los dueos de las cosas, dijo el Nderi enojado. Diciendo eso el Nderi agarr un palo y golpeo a las canastas por sus canillas con el palo. As acabo de romper las canillas de las canastas, as las pobres canastas empezaron a rodar por donde sea y no pudieron levantarse ya. As la maldicin del Nderi afect a los dueos de las canastas, desde entonces los dueos alzan a sus canastas. As concluye este cuento de las canastas.

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EL TATU Y EL AVESTRUZn da, el tatu se fue a caminar muy lejos. De pronto lleg donde vivan los avestruces y vio que los avestruces bailaban muy alegres y el tatu les dijo entonces: Mira, los avestruces tienen su nalga hacia delante. Cuando los avestruces escucharon estas palabras, se preguntaron y dijeron: Quin esta por ah que est hablando para nosotros? Vamos a verlo, dijeron. Y vieron que por ah estaba el tatu y se amontonaron a el y quisieron matarlo. El tat les dijo: Los que me matan tienen que patearme muy fuerte por mi espalda. Inmediatamente un avestruz empez a patearle. De repente empez a quebrarse sus patas del avestruz en las espaldas del tat. Y los otros avestruces se corrieron del tat, porque le tuvieron miedo y el tat se ri de ellos. As el tat cazo al avestruz para llevar el alimento a sus amigos.

U

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LA COMUNIDAD NIVACL RECUERDA SUS LUGARESISCHAT - SAN LEONARDO As eran en tiempos antiguos las aldeas de los nivacl. Los ancianos cuentan que haba muchos pueblos alrededor de Fischat. Eran muchas, las aldeas; cada una con su nombre. Estos son los nombres: * Vatacochi: los samto (blancos e.h.) la llaman 28, cerca de: * ftsejashi, lo que los samto llaman General Daz. * Fachee: cerca de Fischat, hacia el norte. * Tsujcucatshi, en castellano 22, hacia el este. * Tinjoque, en la pronunciacin de los samto Tinfunque, en la estancia Brusquetti.. * Pactsechat, lo que los samto llaman San Pedro; all, en lo que era la estancia del Doctor Jara. Haba otra aldeas: * Jocat, cerca de Fischat. * Vancatshiy, en la estancia Santa Rosa. * yacl y Siyjiy, en la estancia del Vicariato. * Nuujiy; all estaba el pueblo donde llegaron los primeros misioneros.

F

Iban all siempre hasta que al n se pusieron de acuerdo para ser amigos. Poco tiempo trabajaron juntos all - dos aos, dicen - viviendo juntos all, porque sobrevino la creciente del ro y cubri la poblacin. Entonces buscaron para ellos un lugar alto. Lo encontraron, y trabajaron all, levantando la misin, all donde se encuentra el da de hoy. Hacia el poniente haba tambin aldeas de los antiguos. Estos son los nombres: * Faaicucat, cerca de Fischat; en la estancia del nado Snchez. * Fischat Lhcachi, cerca de Fischat. * Cerca de all la aldea de Tovosec. * A la misma distancia estaba Jpc. * Y a igual distancia estaba Fatsuuc. Todas estas aldeas estaban en la tierra del nado Snchez. Tambin al sur, en lo que ahora es Argentina, haba aldeas que los antiguos nivacl llamaban Tyish, juntamente con Lhcachi, en el lugar que los argentinos llaman Remanso, que ahora pertenece a la Argentina, en frente de La Verde, lugar que pertenece al Paraguay. Y nalmente el pueblo de Lhavjac, llamado por los samto Esteros. Todos estos pueblos constituan el territorio de los nivacl. Esta tierra, la cuidaban los antiguos nivacl y la defendan. Se hicieron fuertes para no ser expulsados de ella. Y lleg un tiempo en que fueron hostigados, los nivacl. Fueron atacados para quitarles su tierra. Los toba los atacaron; ellos queran correr a los nivacl. No estaban dispuestos a abandonar su tierra y llegaron a aliarse con los toba. Se aliaron con los argentinos, los cuales de esta manera queran correr a los nivacl de sus tierras. En aquella poca, ellos vivan en estado constante de alerta. Entonces, los toba buscaron alianza para sus propsitos, se aliaron con los argentinos y,PROYECTO DE MANEJO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL CHACO SUDAMERICANO - GTZ25

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quin poda montar guardia contra todos ellos? Por esta razn, los nivacl removieron sus aldeas. Este traslado era necesario por las expediciones de guerra que les alejaba de las aldeas; y as trasladaron todas aquellas aldeas (del sur). Cuando vinieron aquellos samto, que vinieron de lejos en busca de obreros, muchos nivacl siguieron a aquellos hombres, que vinieron del ingenio Ledesma en Argentina. Les dieron trabajo en las plantaciones de caa dulce. Durante ocho meses les dieron trabajo; y luego los llevaban de vuelta. Su buscaba la forma para amansarlos. Sin embargo, no se olvidaron de que ellos haban sido sus antiguos enemigos. Cuando aquellos nivacl se haban tranquilizado, queran regresar, porque haca mucho tiempo que haban ido a trabajar. En aquella ocasin mataron a muchos nivacl. Les haban preparado una emboscada en la orilla del ro de aquel entonces, en Toishivoyish, lo que los samto llaman Fortn Snchez. Ms de 200 fueron matados, casi mataron a todo el grupo; apenas unos 15 se escaparon con vida. Los samto recibieron a los nivacl muy atentamente. Se ngieron ser amigos y les daban todo lo que pedan. Les mataron vacas para traerlos a la trampa, y les hicieron formar las. An cuando haban puesto en posicin una ametralladora grande, los nivacl no se daban cuenta de que era para tirarlos ellos. Las tropas, por su lado, haban ajustado a las monturas de sus caballos para perseguir a los nivacl en la pampa extensa donde se encontraban. Dijo un samto a unos jefes de los nivacl: Ahora vamos a comer asado juntos. Pnganse en las. Voy a llamar a nuestro jefe para comer con nosotros el asado. Y se fue, pero dijo eso para despistarlos. Dio orden a los que manejaban la ametralladora, y al instante cayeron vctimas muchos de los nivacl. Pero aquellos que se salvaron, saltaron al ro. Y ellos informaron de lo sucedido; eran quince los sobrevivientes. Ellos no siguieron su marcha durante el da; caminaban de noche e la oscuridad, y llegaron por n a su aldea. Aquella matanza habr tenido lugar en el ao 1922. Tres aos ms tarde llegaron los primeros misioneros. Se fueron a Lhavjac, pueblo que los bolivianos llamaban Esteros; era en el ao 1925. Primero se pusieron de acuerdo con los bolivianos para quedar all. Luego fueron aquellos primeros misioneros a preguntar a los nivacl. Entonces, los nivacl deliberaron en consejo, y se pusieron de acuerdo. Enseguida se fueron junto a ellos para invitarles a que vivieran junto a ellos. Dijeron algunos nivacl: Mandad aviso a Tofaai, para que est de acuerdo con los que han venido junto a nosotros. Y dijo su corredor; Yo voy a ir junto a l. Un mensajero avis en todas las aldeas nivacl, en todas las aldeas daba informacin de que haba llegado aquella gente a Lhavjac, Esteros, donde vivan juntos nivacl y bolivianos. Y lleg el mensajero al pueblo de Tofaai, y le inform que haban llegado los primeros misioneros OMI; y que haban decidido recibirlos. Y dicen que dijo Tofaai: Est bien que han venido; quizs sean ellos nuestra salvacin. Vamos a apoyarnos en ellos. Hasta aqu el informe de los lderes de Fischat.(La comunidad nivacl) - Agosto 1989.Fuente: Historia de las comunidades del Vicariato Apostlico del Pilcomayo. Recopilado y traducido del Nivacl por Miguel Fritz, OMI, Mariscal Estigarribia 2000.

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CUENTA UN ANCIANO NIVACLuiero contar cmo era la vida de nuestros abuelos cuando vivan todava en sus pueblos antiguos. Estos son los nombres de los pueblos que habitaban: Lhavtjayechat, Mitsalhalhich, Cuvyu Lhavnus, Aishivoni, Cpiy Yishi; estos son los campos arenosos que estaban detrs de Mariscal Estigarribia, cuando no haba todava los blancos; solamente los nivacl andaban por sus pueblos. Haba un jefe anciano que se llamaba Shupi; l hablaba siempre a su gente al clarear el da y tambin por la tarde. Hablaba a su gente animndolos a que buscaran comida para sus hijos. Y as se animaron a salir en busca de comida para sus hijos; as salieron entre muchos en busca de miel: de la yana, del rubito, y la miel de la abeja negra; la miel era el alimento de sus hijos. Cuando estaban de vuelta todos, todos los que traan miel, entonces sus esposas recibieron sus recipientes para repartir la miel entre todos. Nuestros abuelos compartan entre todos lo que tenan; reinaba mucha conanza entre ellos. Al amanecer, el jefe anciano hablaba a su gente: Ya est el da encima, hijos mos; es tiempo para buscar carne y tomar el caldo; junto podemos tomar caldo. Cuando el sol estaba por aparecer, salieron juntos en busca de carne; tenan echas con punta de cuchilla para cazar los animales mayores que encontraban, y as lo hicieron los nivacl como hacan sus esposas: se repartieron la carne del animal, la salaban con el salitre del suelo al cocinarla; as salaban la carne, pues no conocan la sal; ahora s que la usan. Tampoco no tenan ries; estos no los conocan en ese tiempo. Cuando llegaba el tiempo esperado del algarrobo, los nivacl estaban felices; en esta temporada haba algarrobo, yishina (algarrobito), mistol y molle; toditos los frutales del monte tenan sus frutas, y stas eran el alimento de los nivacl. Era la temporada feliz cuando vean que tenan todas sus frutas; tenan comida en abundancia. Tambin estaban con frutas la sachasanda y el poroto del monte. Y entonces hicieron depsitos para conservar las vainas del algarrobo; pero para conservar la harina de esas frutas ahuecaban el samuu; en el hueco del samuu guardaban las harinas de algarrobo; hacan de la harina tambin una pasta remojada y compactada en bolas duras. As mismo almacenaban las frutas del poroto del monte la sachasanda. Eran las reservas que guardaban para la poca de invierno. Cuando llegaba el tiempo del invierno, buscaban ranas y anguilas; estos eran tambin alimentos que los nivacl coman en invierno. En esa poca del invierno tambin tenan frutas varias que coman; aunque no eran ricas: tenan frutas la doca pequea y la doca grande y la variedad quina, bulbos de dos clases de caraguat; todas esas frutas les servan de alimento. Cuando llegaba la poca de la primavera, entonces los nivacl ya comenzaban a pensar en sus siembras; limpiaban el lugar donde queran sembrar. Nuestros abuelos usaban para este trabajo la pala que llamaban jooc, porque estaba hecha de palosanto. Con esta pala limpiaban el lugar donde queran sembrar. Cuando terminaba el invierno, rozaban el espacio que iban a . sembrar; en esto trabajaban hasta llegar la primavera. Los nivacl sufran mucho en la limpieza de sus chacras, pues era la poca del hambre crudo, cuando les tocaba limpiar las chacras. Vestan un pedazo de tela como chiripa que ataban por la

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cintura. Cuando comenzaban a orecer estas plantitas de or rosada y las frutas de las cactceas; estas ores y frutas las mezclan para comer y lo condimentaban con tierra salada, y con esto calmaban el hambre que les morda las tripas. Cuando vieron que sala la or de la planta del zapallo, se alejaron de lado y las frutas del zapallo hasta que crecieran grandes, igual que el anco y el maz. Mientras tanto, las mujeres buscaban varias frutas cactceas. No queran cocinar las frutas de su chacra antes de que se terminaran las frutas cactceas. Entonces recin observaban sus siembras, a ver si ya se poda comer. Al amanecer ya, un anciano invitaba a los dems que vinieran para comer juntos los zapallos, y quedaron muy felices, porque haba comida. Los varones se ponan aparte para compartir su comida y tambin las mujeres se pusieron aparte para compartir su comida. Nuestros antiguos abuelos iban as: no haba pantalones, ni camisas, ni todas esas cosas que usan los jvenes hoy. Y cuando llegaba la poca del algarrobo, los nivacl ya tenan su cosecha. Entonces vinieron nivacl de otros pueblos. Mucha gente sola reunirse. Se encontraban as con los parientes y amigos que vivan lejos. y entonces se pusieron de acuerdo para hacer un baile tradicional. Si haba una chica que tena recin su menstruacin, se le organizaba la esta de la iniciacin. Se haca los bailes como es la costumbre antigua; el que organizaba la esta tocaba todo el da su bombo hasta la tarde. Despus de un breve descanso, el que tocaba el bombo alto ya entraba para bailar, y bailaron muchos. Pero alrededor de las diez de la noche iban a descansar. Tempranito al amanecer, el dueo del bombo ya tocaba otra vez. Otros hacan juegos de fuerza; otros jugaban a la pelotita hecha de madera; otros jugaban el juego de tsucc, y otros, jvenes contra chicos, jugaban el casenjate. Cuando terminaba la esta y el bombo cesaba, se dispersaron los antiguos nivacl. Lleg luego el tiempo de la guerra entre paraguayos y bolivianos. Opinan que era por el ao 1920. Llegaron los bolivianos para pelear. Pero haba un anciano que recordaba bien el tiempo de la guerra; su hijo transmite este relato; es Cornelio Inaa Fleitas. As comenz la guerra en la cual los paraguayos pelearon con los bolivianos. Durante la guerra, los nivacl se dispersaron. No salan afuera los nivacl; escuchaban por el ruido de los fusiles dnde pasaba la lucha, y se cuidaron de pasar cerca. Llevaban a sus esposas lejos del lugar de los combates en lugares seguros. Haba muchsimos fusiles, y hubo tambin tanques de guerra. Hubo mucho ruido de los fusiles y los tanques de guerra, y tenan mucho miedo los nivacl y las mujeres tambin. Entonces ocurri que se encontraron unos bolivianos con un grupo de nivacl; a los varones los mataron, pero a sus esposas, las llevaron los bolivianos. Eran dos las mujeres que llevaron; sus esposos y sus hijos los exterminaron. Pero aquellas dos mujeres que haban secuestrado quedaron cuatro noches con los que les llevaban. Entonces se pusieron de acuerdo y decidieron escaparse. Entonces, por medianoche se fueron. Quin sabe, cuntos das iban buscando a su gente. Pero los nivacl ya tenan su cosecha, y esas mujeres andaban mucho tiempo buscando a su gente sin encontrarlos. Ellas sufran un hambre tremendo. Encontraron unos tat bolitas; largo tiempoPROYECTO DE MANEJO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL CHACO SUDAMERICANO - GTZ28

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observaban los tat bolitas y entonces agarraron un palito para destripar los tat bolitas; superando el asco, comieron al carne cruda, pues estaban muriendo de hambre. Haba un nivacl que sali en busca de miel y se fue directamente donde estaban aquellas mujeres. Ellas se asustaron otra vez y gritaron de miedo: Ah viene un blanco! El les habl y grit: No! Soy yo! Ellas andaban completamente desnudas. Se pusieron muy contentas que se encontraban otra vez con su gente. Entonces iban terminando los combates. Habr sido en verano hacia el n de la poca del algarrobo cuando hubo la lucha, y entonces vena llegando un grupo de paraguayos. Ellos les pedan sandas. Tenan mucho miedo a los nivacl cuando se encontraron con ellos. Eran 4 los que venan. Ellos tiraron sus ries al suelo, porque vean que los nivacl les tenan miedo. Y dicen que dijo el jefe anciano: Miren, hijos! Voy a acercarme a los samto. Y se fue al encuentro de ellos y sealo con el dedo las sandas; luego sealo con el dedo la boca de uno de ellos, y luego le dio una sanda. Y los samto coman las sandas con mucho apetito. Desde entonces, los nivacl tenan ries, porque los soldados paraguayos cambiaban sus ries por sandas. Ellos, sin embargo, no volvieron al frente de combate, porque haban cambiado sus armas por sandas.Fuente: Historia de las comunidades del Vicariato Apostlico del Pilcomayo. Recopilado y traducido del Nivacl por Miguel Fritz, OMI, Mariscal Estigarribia 2000.

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EL IRUP(LEYENDA GUARAN)

A

orillas del Paran viva el cacique Rubich Tac (Jefe Algarrobo), que gobernaba una tribu de hombres aguerridos y hermosas mujeres. Rubich Tac tena una hija, Morot (Blanca), joven y bella pero orgullosa y coqueta, novia de Pit (Rojo), el guerrero ms valiente de la tribu. Moro y Pit se queran mucho; pero el genio del mal, envidioso de la felicidad de los jvenes, inspir una mala idea a la india. Un da, al caer la tarde, paseando por la orilla del ro con otras doncellas, Morot vio a Pit que, en compaa de varios guerreros, se ejercitaba con el arco y las echas. Para demostrar a sus amigas cunto la amaba Pit y cmo satisfaca todos sus caprichos, les dijo con orgullo: Ahora vern cmo Pit cumple cualquier deseo mo. Ven este brazalete? Lo arrojar al ro y mi novio ir a buscarlo. Una de sus amigas la interrumpi: No hagas eso, Morot. Es muy peligroso y Pit podra ahogarse. A lo qu respondi Morot: No seas tonta! Pit es el mejor nadador y el ms valiente de la tribu. Ir a buscar mi brazalete al fondo del ro! Inmediatamente sac Ia alhaja de su brazo y, llamando a Pit, orden: Pit! iHe arrojado mi brazalete al Paran, y lo quiero! Ve a buscarlo! Pit, que quera mucho a su novia y la complaca siempre, se arroj al agua seguro de volver, satisfaciendo as una vez ms a su hermosa Morot... Pero sucedi que los que quedaron en la orilla esperando ansiosos la vuelta de Pit, empezaron a impacientarse, pues ste no volva... Qu podra haberle sucedido? Habra quedado enredado entre las races de alguna planta? Estara herido?... As pensaban, cuando Morot, desesperada y llorosa, dijo: iYo soy la culpable de lo que sucede! Pit deba haber salido ya! Algo le ha pasado! Yo no quiero que muera! Que llamen al Adivino de nuestra tribu y diga qu debemos hacer para salvarlo! Varios guerreros salieron inmediatamente a buscara Pegco (Profundo), el Hechicero, y al rato volvieron con l. Todos hicieron silencio, mientras Pegco, mirando las profundas aguas del ro, dijo con voz misteriosa: iYa lo veo...! Es l..., Pit! Est con I-Cu-Pay (hechicera de las aguas) en su hermoso palacio de oro y piedras preciosas!... La Duea de las Aguas quiere que se quede, y para ello le ofrece todas sus riquezas...! Pit parece aceptar... . Y t, Morot, por tu orgullo y tu coquetera eres la nica culpable de la prdida de nuestro mejor guerrero! No! No! jYo quiero salvarlo! grit Morot, desesperada . Dime qu debo hacer y te obedecer ciegamente. Y habl Pegco:

Vocabulario:IRUP: (Plato sobre el agua). Victoria regia, lirio acutico. MOROT: Blanco. PIT: Rojo. PEGCO: Profundo. I - CU-PAY: Hechicera de las aguas. PARAN: Gran ro que nace en el Brasil y desemboca en el Ro de la Plata. GUARAN: Raza de indios que habitaba el litoral de nuestro pas. TUP: Dios. RUBICH-TAC: Jefe Algarrobo.

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T eres quien puede salvarlo, t y slo t! Espero tu mandato. Habla, Pegco! Debes arrojarte al Paran y traerlo t misma a la supercie. T debes arrancarlo del poder de la Duea de las Aguas! Te obedezco, Pegco, y me arrojo al ro! Yo volver con Pit! Mi amor vale ms que todas las riquezas de I-Cu-Pay! Diciendo as, se arroj a las aguas, que se abrieron para dejar pasar a la coqueta y orgullosa joven que, arrepentida, iba a salvar a su novio del poder de la Hechicera de las Aguas. Toda la noche debieron esperar el regreso de los jvenes. Se encendieron fuegos y se danz a su alrededor para invocar a Tupa (Dios) y ahuyentar los malos espritus. Los ancianos hacan conjuros vencedores del mal. Los guerreros y las doncellas bailaban danzas sagradas... Ya amaneca cuando fue nuevamente consultado el Hechicero, que segua mirando las aguas, y Pegco dijo: Ya se han encontrado! Morot ha salvado a Pit! Ya vuelven abrazados a la super cie! Ya vuelven! En ese mismo instante, atnitos y maravillados, vieron aparecer en la super cie del agua una hermosa or de ptalos rojos y blancos. iEran Morot y Pit que, as transformados, ofrecan al mundo su belleza y su perfume como smbolos de amor y arrepentimiento!REFERENCIAS SOBRE EL IRUPEl irup es una planta acutica maravillosa. No hay en el mundo otra tan magnca ni de ms raras cualidades. Es originaria de Amrica del Sur, existiendo nicamente en los ros ms importantes. Crece en las aguas de nuestro Paran, pero slo en su parte norte, porque all encuentra el clima clido que necesita para vivir. Los indios guaranes la llamaron irup (plato sobre el agua) porque sus hojas circulares, que presentan un pequeo reborde vertical, se asemejan a grandes fuentes o bandejas. Estas hojas tienen gruesas nervaduras huecas, que las hacen otar en el agua, ofreciendo tal resistencia, que aves como las garzas pueden posarse sobre ellas. Las ores del irup son hermossimas. Estn formadas por muchos ptalos brillantes, de color blanco nacarado en su parte exterior, y rosado en la interior; este color se hace ms vivo, hasta llegar a rojo en los ptalos del centro de la or. Las preciosas ores del irup, slo lucen su hermosura a la luz del da, exhalando al mismo tiempo su aroma delicioso y suave. A la hora del crepsculo pliegan sus ptalos y lentamente desaparecen bajo el agua, como si quisieran reposar durante la noche. AI despuntar el alba, surgen nuevamente perfumadas y bellas. El fruto del irup, del tamao de un coco, est recubierto de semillas negras como granitos de pimienta. Estas semillas, segn se asegura, ofrecen cierto alimento; por eso la planta ha recibido tambin el nombre de maz del agua. Victoria Regia la llaman muchos, y bien podramos nosotros proclamarla Reina de nuestras plantas, ya que la Naturaleza la hizo generosa cual ninguna, para que nos ofreciera el esplendor de su belleza, la bondad de su fruto y el delicado aroma que sus ptalos esparcen sobre las ondas de nuestro hermoso Paran.

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Decadencia de Machareti -sequa y plagasor los aos 1.898 a 1.905 toda la zona que hoy comprende el Chaco Boliviano sufri el embate de la naturaleza, en este periodo la ausencia de lluvias en la poca de siembra era desesperante, cuando el buen tiempo lo permita se sembraba, pero por falta de agua, no daban sus frutos. El ganado mora de sed y de hambre porque a la falta de agua, se agregaba que los pastizales naturales existentes, eran devorados por grandes cantidades de langostas que venan arrasando cultivos y pastos. Era tan inmensa la cantidad de estos insectos que volaban durante todo el da y en la noche se dedicaban a comer toda la clase de hojas, la gente dedicada a la siembra de maz, frjoles y otros productos para su subsistencia, hacan zanjas donde caan parte de los insectos, prendindoles fuego en el vano intento de defender sus sementeras. Esta calamidad, ahond la situacin de los guaranes y los padres misioneros tuvieron que aceptar la migracin de muchas familias que salieron de Machareti hacia la Argentina en busca de sustento, ya que en la Misin se sufra de hambre, miserias y enfermedades.

P

Fuente: En tierras Chaqueas, Autor Elio Montes Snchez

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EL ORIGEN DEL NVIKE(VIOLN DE LATA) Profeca Qom:

Quien interprete el NVIKE cundo brilla el lucero (chiiski) se encuentra con su ser querido antes del amanecern la tribu haba una gran cantidad de jvenes, Hombres y mujeres bellos que bailaban y rean, pero tambin viva con ellos un joven muy feo, que no poda compartir la alegra de los dems porque era despreciado y rechazado con burlas por su presencia, todos le decan Laaxaraxaik (el feo). Por ese motivo estaba siempre su mocedad era trgica porque no poda conseguir esposa. Cierto da estaba descansando debajo de un gran rbol a del monte, se la acerco un hombre, que se dio a conocer co dueo del monte, al verlo tan triste se apiad de l y le rega un instrumento hecho de madera hueca, con un mango cuy cuerdas y arco con que se ejecutaba era de crin de caballo. Laaxaraxaik muy pronto aprendi a tocar y todos los es cuchaban, pero l cuando se acercaba a una joven era d nuevo rechazado y esto lo entristeca. De nuevo apareci su protector y viendo que el Nvike no era feliz, le cedi a una de sus hijas, ella era una joven muy hermosa de larga cabeller y su piel pareca suave como capullo de algodn. El ensegu se enamor, y se casaron, la msica del Nvike ahora son alegre como su vida, hasta pareca que l tambin se pona c da ms lindo. Este despert el inters de las mujeres que antes lo rechazab era asediado continuamente y una noche donde haba esta luz de un gran fuego su mujer lo vio abrazado a otras muje entonces arrancndole el Nvike de sus manos, se lanz al fu donde las llamas la devoraron rpidamente, entonces una b de fuego se levant y subi al cielo convirtindose en estrella que los ancianos la llamaron LUCERO DEL ALBA D t l l N ik f t t d h

E

Nvike del cual salan las ms alegres melodas ahora eran tristes y parecan lamentos del dueo de monte por la partida de su hija. Cuando muri Laaxaraxaik, el Nvike quedo sin dueo. Cierta noche un joven enamorado no poda dormir pensando en su amada que viva a muy larga distancia, en otra tribu; tomo el Nvike olvidado y comenz a tocarla cuando comenzaba a salir el lucero, era tanta la angustia del joven que el dueo del monte olvido su dolor y convirti al Nvike mgico por que la voz del enamorado recorri la distancia que lo separaban hasta llegar a odos de la joven que corri a sus encuentro. Desde entonces si un enamorado lo toca antes del amanecer pronunciando el nombre de la mujer, por ms larga que sea la distancia que los separa, seguramente antes del atardecer se producir el encuentro. En la actualidad se sigue construyendo y es uno de los instrumentos ms autctonos de la cultura aborigen.PROYECTO DE MANEJO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL CHACO SUDAMERICANO - GTZ33

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EL HOMBRE LUNA Y SU MUJERRELATO WICHI

a luna, para los wich, es smbolo masculino. Cuenta la historia de los abuelos que el hombre luna tena una mujer. Vivieron mucho tiempo juntos hasta que un da el hombre luna se sinti morir pero le dijo a su mujer que en tres das iba a volver (por eso se pierde la luna y vuelve a salir como luna nueva). As volvi y convers con su pareja y le dijo: -voy a morir pero volver en tres das y estar sentado en la puerta de mi tumba. El hombre luna le pidi a su mujer que fuera a la tumba y llevara un balde de agua, que le limpiara y que no tuviera miedo, si esto se cumpla l volvera para estar juntos. Cuando la mujer lleg lo encontr sentado, agachado con las manos en la cabeza, la mujer los reconoci y tir el agua y se fue a su casa llorando. Al otro da sali el hombre como luna nueva. La mujer se sinti tan triste que se pas seis das llorando y muri de amor, pero el hombre luna la llamo y la convirti en estrella para tenerla siempre junto a l, as naci el Lucero la mujer y el hombre luna.

L

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EL QUEBRACHO COLORADO(LEYENDA QUICHUA)

A

nka era el cacique de una tribu quichua de las que ocupaban el territorio de nuestro pas que hoy llamamos Santiago del Estero. La selva, poblada por gigantes de troncos recios y grandes copas siempre verdes, de cuyas ramas colgaban como encajes las lianas y las enredaderas, les proporcionaba el alimento necesario para su subsistencia. El tacu, el rbol sagrado de los bravos indgenas, era la planta completa. Les daba sus bayas doradas que ellos transformaban en patay o en aloja o que coman al natural gustando su sabor dulce y agradable. Anka tena un hijo: Puca-Sonko, que desde pequeo acompa a los hombres de la tribu en las incursiones a la selva, en la caza del jaguar, del venado y del quirquincho, adquiriendo as una fortaleza fsica y una destreza como slo la vida sana, en contacto directo con la naturaleza es capaz de proporcionar. As lleg Puca-Sonko a ser un muchacho fuerte y audaz cuyos brazos nervudos de acero bruido manejaban el arco y la echa, la lanza y el hacha con la Vocabulario: maestra del ms aguerrido y valiente de los guerreros de su padre. Vocabulario: En las luchas contra otras tribus belicosas que pretendieron despojarlos de sus ANKA: Rebelde, osado, atrevido. posesiones, el muchacho demostr su sin igual amor a la tierra de sus antepasaTACU: Algarrobo. dos, dando pruebas concluyentes de coraje y de audacia. PUCA-SONKO: CoraEn tiempos de paz, la vida transcurra plcida y serena en el seno de la tribu de zn rojo. VIRACOCHAS: Nombre Anka, el cacique venerado por todos, que daban los quiDedicados a labrar la tierra, a la tejedura y a la alfarera, fueron sorprendidos chuas a los espaoles. por la infausta noticia de que importantes ejrcitos de viracochas venan del ZPAY: El demonio. norte en son de conquista. MACHI: Hechicero, curandero. Interrumpieron entonces sus labores para dedicarse a trazar planes de accin CORO: Gusano. tendientes a combatir al enemigo que se acercaba y cuyas armas ellos ya las CHASQUI: Correo. conocan parecan creadas por Zpay para ayudarlos en sus conquistas. INTI: Sol. CURACA: Cacique. Anka llam a su hijo. Se lament de que su edad y su precario estado fsico le impidieran encabezar las las de guerreros que combatiran a los extranjeros, pero conaba en Puca-Sonko, que lo reemplazara en la direccin de la lucha, pues una a su bravura indmita una viveza y una perspicacia incomparables. Escuch Puca-Sonko los sabios consejos de su padre y conado y decidido a vencer en la contienda, parti con sus huestes en busca de los intrusos. Mucho tuvieron que luchar, pero al n la astucia y su gran conocimiento del terreno lograron el triunfo sobre la inteligencia y la fuerza de los extranjeros, que debieron retirarse impotentes para realizar sus propsitos. Pas el tiempo. La paz volvi a reinar en la tribu y la vida de trabajo recomenz. El viejo cacique, cuya vida declinaba de da en da, sinti acercarse el nal de su existencia. La alarma cundi entre los que lo rodeaban y de inmediato se envi a llamar al hechicero. Presto acudi el machi y debemos agregar que bien provisto, tal como acostumbraba hacerlo siempre. A n de dar visos de verdad a su tratamiento, recoga una piedrecita, una espina, un gusano o cualquier objeto que le fuera posible llevar en la boca y con lPROYECTO DE MANEJO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL CHACO SUDAMERICANO - GTZ35

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as escondido, se presentaba ante el enfermo. Esto mismo hizo en la presente ocasin, en que llevaba, debajo de la lengua, oculto a las miradas de todos, un gusano hallado junto a su toldo. Entr a la casa del cacique moribundo chupando la pipa, que slo rara vez dejaba de fumar. Se acerc al enfermo y, como si realmente conociera el mal que aquejaba al anciano, aplic sus labios al pecho del curaca, chupando con fuerza. Pareca que esto bastaba para arrancar del cuerpo la dolencia que lo aquejaba. Despus de realizar varias veces esta operacin se levant, acerc a su nariz polvo de semillas de servil y aspir con fuerza, lo que le produjo gran excitacin y un estado particular. Pareca hallarse posedo por algn espritu extrao. Hizo despus diversos gestos, prori gritos destemplados y elev sus brazos con movimientos nerviosos. Una vez cumplido este ritual, entre espumarajos arroj el gusano que aun guardaba en su boca y dijo con voz montona, mostrndolo a los presentes, ahora descansando en la palma de su mano: Cunta razn tenas al quejarte, Anka! Este coro roa tus entraas producindote sufrimientos y desazn. Mralo. Aqu est... Desde ahora tus males han terminado. Descansars tranquilo y recuperars la salud. Sin embargo, contra tales armaciones del machi, esa misma noche, el cacique muri. Reunido el Consejo de Ancianos entreg el poder a Puca-Sonko, que reemplaz a su padre como curaca de la tribu. Al poco tiempo volvieron a llegar rumores de que ejrcitos de hombres blancos, en camino desde el norte, avasallaban a los pueblos indgenas que encontraban a su paso. Fue lo suciente para que los sbditos de Puca-Sonko, encabezados por l mismo y siguiendo sus ejemplos de audacia y de bravura, no pensaran sino en prepararse para hacer frente y expulsar de sus dominios a los odiados extranjeros. El chasqui que lleg con la conrmacin de la noticia de su arribo vena impresionado por el aspecto marcial de los espaoles, cuyos cascos de metal bruido relumbraban al sol. Tambin sus corazas refulgan con brillo de oro al ser alcanzadas por los rayos de Inti. Y lleg el da en que la selva se pobl de ruidos extraos, de retumbar de cascos de caballos, de chocar de armas y de voces que hablaban un idioma desconocido... Los espaoles estaban muy cerca de la aldea. Haban decidido acampar a la salida de la selva. All establecieron su cuartel. La rapidez del chasqui, cuyas giles piernas y su gran resistencia le permitan recorrer largas distancias en relativamente cortos espacios de tiempo, hizo posible que los indgenas de la tribu de Puca-Sonko conocieran el arribo de los espaoles al tiempo que stos realizaban las tareas de instalacin. Los indgenas aprovecharon la nueva para prepararse. No queran ser tomados desprevenidos. Esa noche Puea-Sonko no durmi. Por primera vez deba enfrentar, como jefe supremo de su tribu, a un enemigo tan peligroso como era el extranjero. Por eso su mente no dej un momento de elaborar proyectos. Deseaba salir airoso de

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tan difcil situacin salvando sus posesiones y el bienestar de su pueblo. Despus de mucho luchar consigo mismo, decidi poner en prctica un plan audaz y por dems arriesgado pero con el que le pareci tener ms probabilidades de triunfo. Decidido, llam a los guerreros ms importantes. Era medianoche y todos dorman en la aldea indgena. Cuando estuvieron reunidos, el curaca as les habl: Como lo arm el chasqui que vino del norte un ejrcito de viracochas ha acampado a la salida de la selva, instalando all su cuartel. Sin duda piensan atacarnos, dirigiendo desde all las operaciones. Pero he decidido que no les demos tiempo para que procedan as, sino que, por el contrario, tomndolos por sorpresa y aprovechando que se hallan preparando su instalacin, seremos nosotros quienes iniciaremos el ataque, nica forma que puede favorecer nuestra accin. Los extranjeros son muchos y sus armas seguras y diablicas aniquilarn a nuestros hombres. Si a nuestro bro y a nuestra bravura no agregamos astucia y sagacidad, estamos perdidos... ellos sern los vencedores! Un rumor de voces indignadas acompa sus ltimas palabras. El ms importante de los guerreros respondi: Seor... imparte tus rdenes que nosotros estamos dispuestos a cumplirlas. No dejaremos de luchar, mientras estemos con vida, hasta que hayamos expulsado al ltimo viracocha! Rpido se hicieron los preparativos. La tribu estuvo en pie en contados minutos. La noche sin luna favoreci a los nativos, que as encubiertos por la oscuridad marcharon decididos a exterminar a los intrusos. Comenzaba a clarear cuando llegaron cerca de su punto de destino. Se distribuyeron de acuerdo a las rdenes del curaca y con empuje ero se lanzaron al ataque de la guarnicin. Sin embargo, y contra todas las suposiciones de los jefes indgenas, en el cuartel de los espaoles no se hallaban desprevenidos. Hombres avezados en la lucha contra el indio, al que venan combatiendo desde tanto tiempo atrs, saban que era necesario estar siempre alerta si no se quera ser vctima del ataque sorpresivo y astuto de los naturales. Y se entabl la contienda recia, tenaz, salvaje... Gritos estridentes, alentando a la lucha, se mezclaban con el estampido de los arcabuces. Se haban enfrentado la bravura de unos, con el coraje de los otros. Rodaban los heridos alcanzados por el fuego de las armas espaolas y caan stos atravesados por las echas mortferas de los naturales. Pero lleg un momento en que los indgenas, vencidos por la superioridad de nmero y de elementos, seguros de sucumbir ante el poder nefasto y arrollador de las armas extranjeras, abandonaron la lucha, dispersndose en todas direcciones. En la confusin, nadie reconoca a sus jefes, y sintindose vctimas de algn enviado de Zpay, slo atinaban a huir, a huir del poder absoluto de las armas enemigas. Sembrado qued el campo de muertos y de heridos. Cuando la calma hubo vuelto dos indgenas hallaron muerto, junto al troncoPROYECTO DE MANEJO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL CHACO SUDAMERICANO - GTZ37

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de un rbol, a Puca-Sonko, oculto por un cerco de jarilla y de sunchos. Yaca sobre un charco de sangre y sin duda haba llegado hasta all arrastrndose, a juzgar por el rastro dejado sobre las piedras. La parte inferior del tronco estaba tomando un color rojo. Se dira que la sangre perdida por el curaca era absorbida por el rbol, gracias a lo cual su sangre brava seguira circulando por un cuerpo vivo al que dara su fortaleza y su bravura. Y segn creencia de los indios as debi ocurrir, porque das ms tarde todo el tronco haba tomado un color rojo que hasta ese momento no tena. Al mismo tiempo su dureza se hizo tan extraordinaria como haba sido extraordinaria la bravura del cacique Puca-Sonko. As, de acuerdo a la conviccin de los quichuas, naci el quebracho, rbol que puebla las selvas del norte argentino y que constituye la planta ms til de nuestra ora.REFERENCIASEl quebracho, conocido tambin con el nombre de quiebrahacha, es un rbol que debe su nombre a la extraordinaria dureza de su tronco El quebracho colorado se caracteriza por el color rojo de su madera, a diferencia del quebracho blanco, cuya madera es de este color. En nuestro pas se conocen dos especies de quebracho colorado: el chaqueo y el santiagueo. El primero es un rbol que mide entre 10 y 20 metros de altura. Las ramas estn, muchas veces, provistas de espinas agudas y fuertes. Las hojas son simples, enteras, unidas a la rama por un pequeo pecolo. Las ores son pequeas, de color amarillo verdoso. El fruto es una smara leosa. Esta especie abunda en el noreste de nuestro pas, en Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones y norte de Santa Fe. A diferencia de la especie chaquea, el quebracho colorado santiagueo alcanza menos altura, unos quince metros ms o menos, su corteza es oscura y las hojas compuestas. Habita la regin noroeste de nuestro pas: Jujuy, Tucumn, Salta, Santiago del Estero, La Rioja, Catamarca, Crdoba. Ambos rboles constituyen una de nuestras principales riquezas forestales. Su madera, extraordinariamente dura, muy rica en tanino, tiene especial resistencia a la humedad, por lo que en muchos casos reemplaza con ventaja al hierro, como sucede con los durmientes de ferrocarril, postes, pilotes y el que se usa en trabajos hidrulicos. Se utiliza tambin para lea y para fabricar carbn. El tanino que se extrae del tronco del quebracho colorado constituye un importante producto de exportacin. Se enva en gran cantidad a Italia, Alemania, Francia y Estados Unidos de Norte Amrica. Es muy til en el curtido de cueros, pues evita que se pudran. Con lo expuesto, nos es fcil comprobar la gran utilidad de esta planta y la riqueza que representa para la economa de nuestro pas.

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EL TIMB(LEYENDA GUARAN)

I

ra!... Hija ma!... Dnde ests?... Ven a mi lado! No te apartes de tu viejo padre!... T eres la luz de mis ojos, la alegra de mi corazn, el consuelo de mis penas, el apoyo de mi ancianidad!... Tu cario es el nico sostn de mis ltimos aos! No te alejes de m, Ira! No me abandones nunca! Quien as hablaba siempre a su hija era Isaraki, el viejo cacique de una tribu de indios timbes que haban establecido sus tolderas en un hermoso lugar, a orillas de nuestro Paran. Isaraki, que haba perdido toda su familia y se encontraba ya viejo y enfermo, adoraba a su nica hija. Era tan grande el cario que le profesaba que sin su compaa el anciano sentase solo, triste y abatido. Ira era para l una hija solcita y cariosa. Lo guiaba y lo acompaaba siempre, ayudndolo en todas sus tareas de jefe de la tribu; y como era joven, alegre y bulliciosa, sus risas y sus cantos regocijaban tambin el corazn del padre. Ira haba llegado a ser, para el anciano, la luz de sus ojos, el consuelo de sus penas, como l le dijera. Llevaban ambos en su choza una vida tranquila y apacible. Pero una tarde Ira not que su padre estaba, al parecer, muy triste y apenado. Padre: qu pesar aige tu corazn? Qu pensamientos oscurecen tu alma y te hacen callary pensar tanto? le interrog con cario Ira. Hija ma replic el padre con los ojos llenos de lgrimas , desde hace tiempo un solo pensamiento me tortura. Dmelo padre... yo te ayudar a desecharlo para que vuelvan la calma y la alegra a tu corazn! Es que ya no confas en m? No crees que mi cario pueda disipar tu penas? No sabes que dara mi vida por verte contento y feliz?