cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

32
Es una publicación de Año 1 • Nº 2 • Octubre de 2007 - $ 6.- CUADERNOS DE CAMPO 2 Pequeñas anécdotas sobre las instituciones Entrevista a Fernando Ulloa Prácticas actuales en Análisis Institucional Raquel Bozzolo, Osvaldo Bonano La educación en los pliegues del desfondamiento Silvia Duschatzky ¿De qué se trata intervenir? Diana Markwald Las condiciones actuales de la experiencia Laboratorio de Análisis Institucional de Rosario Institución sin nación Ignacio Lewkowicz Territorios micropolíticos Ana María del Cueto Puntos de vista Cristian Varela

Upload: audiodelica-px

Post on 05-Jul-2015

1.412 views

Category:

Documents


8 download

TRANSCRIPT

Page 1: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

Es una publicación de Año 1 • Nº 2 • Octubre de 2007 - $ 6.-

CUADERNOS DE CAMPO2Pequeñas anécdotas sobre las

institucionesEntrevista a Fernando Ulloa

Prácticas actuales enAnálisis InstitucionalRaquel Bozzolo, Osvaldo Bonano

La educación en los plieguesdel desfondamientoSilvia Duschatzky

¿De qué se trata intervenir?Diana Markwald

Las condiciones actuales de la experienciaLaboratorio de Análisis Institucional de Rosario

Institución sin naciónIgnacio Lewkowicz

Territorios micropolíticosAna María del Cueto

Puntos de vistaCristian Varela

Page 2: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

CUADERNOS DE CAMPO / 2

CURSO DEFORMACION EN ANALISISINSTITUCIONAL

Abril - Noviembre 2008

Lic. Cristian VarelaMgr. Roberto Montenegro

Coord. Ps.Soc. Eugenia Manzanelli

Inst. Nac. Sup. del Prof. Técnico (UTN)

San José 225 / 243 Capital Federal

Certificados Oficiales

4983-2278 / 4981-2193 / 4381-3358

MEDIACION Seminario Anual

12º año. Jornadas intensivas. Marzo a Noviembre.

Un sábado por mes. De 13 a 19 horas.Total: 9 jornadas.

• Introducción a los métodos alternativos de resolución de conflictos.

• Entrenamiento en: negociación, facilitación y mediación.

• Conflicto y Comunicación. Teoría y técnicas de aplicación.

Coordinador y docente: Lic. Jorge LeozCertificados homologados por Ministerio de Justicia y

Derechos Humanos de la Nación (Hab. 72-Resol.284/98)

Informes: 4923-2034 ó [email protected]

Inscripción: Sede de la Escuela 24 de noviembre 997 - Cap. Tel: 4957-19074931-0200 www.psicologiasocial.esc.edu.ar

Charla informativa:

miércoles 26 de marzo de 2008, 20 hs.

CARRERAS TERCIARIAS TITULOS OFICIALESwww.espsicosocial.com.ar

Consultoría Psicológica (3 Años)Turnos mañana - noche - Sábados intensivos

Post-Grado en Desarrollo Personal (1 Año)Turno noche - Sábados intensivos

Psicología Social (3 Años)Presencial: turnos mañana - noche - Sábados intensivos

A distancia: 1 tutoría mensual + tutorias virtuales

Grafología (3 Años)Plan especial para profesionales

MEDIACION – 1 año – IANCA (Homologado por el Ministerio de Justicia)

PSICODRAMA – 1 año – Curso Teórico Vivencial

Escuela Superior de Psicología Social (A-1327)

Yerbal 1755 -C.A.B.A. (Alt. Av. Rivadavia 6200) Tel: (011) 4631-3582/9424

Fundación de InvestigacionesGrupales, Institucionales

y Comunitarias

Presidenta: Ana María del CuetoVicepresidenta: Maricel Eiriz

Actividades 2007/2008

• Laboratorio de Investigación Psicodramática

• Seminario de Psicología de las Instituciones

• Seminario de Posgrado en Grupos y Psicodrama -Convenio con la Universidad Popular Madres Plaza de Mayo

011 4861-2956 / 011 [email protected]

Page 3: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

CUADERNOS DE CAMPO / 3

Liberen la acción política de cualquier forma de paranoiaunitaria y totalizante.

Hagan crecer la acción, el pensamiento y los deseos porproliferación, yuxtaposición y disyunción, más que porsubdivisión y jerarquización piramidal.

Suelten las amarras de las viejas categorías de lo negativo(la ley, el limite, la castración, la falta, la carencia) que elpensamiento occidental ha sacralizado durante tantotiempo en tanto que formas de poder y modos de acceso ala realidad. Prefieran lo que es positivo y múltiple, ladiferencia a la uniformidad, los grupos a las unidades, lasarticulaciones móviles a los sistemas. Consideren que loque es productivo no es sedentario, sino nómada.

No piensen que hay que estar triste para ser militante,incluso si lo que se combate es abominable. Lo que poseeuna fuerza revolucionaria es el vínculo del deseo con larealidad (y no su fuga en las formas de representación).

No se sirvan del pensamiento para proporcionar a unapráctica política un valor de verdad ni se sirvan de ellapara desacreditar un pensamiento, como si éste no fuesemás que pura especulación. Sírvanse de la práctica políticacomo de un catalizador de pensamiento y de análisis,como de un multiplicador de las formas y de los espaciosde intervención de la acción política.

No exijan de la política que restablezca los derechos delindividuo tal y como la filosofía lo ha definido: elindividuo es el producto del poder, lo que hay que hacer es desindividualizar mediante la multiplicación y eldesplazamiento de los diversos dispositivos. El grupo nodebe ser el vínculo orgánico que una a individuosjerarquizados, sino un constante creador dedesindividualización.

No se enamoren del poder.

Michel FoucaultFragmento del prólogo a "El Antiedipo. Capitalismo y Esquizofrenia" de Deleuze y Guattari.

CUADERNOS DE CAMPO es una publicación de Campo Grupal. Director: Román MazzilliColaboran en ésta edición: Laboratorio de Análisis Institucional de Rosario

Argerich 2543 “B” - (1417) Capital - Argentina. Tel: 4501-1701 [email protected]

No se enamoren del poder

Page 4: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

Cuando empezamos a pensar en la edición de unCuaderno de Campo dedicado a la práctica delanálisis institucional hoy, uno de los primerosnombres que nos surgió, en forma inmediata, fueel de Fernando Ulloa. Esto se vincula con quenuestra formación en análisis institucional estáestrechamente vinculada con la lectura de sustextos. Sin embargo, hasta el momento, si bienhabíamos presenciado algunas de susconferencias y participado, como miembros deuna institución, en sus trabajos de intervención,aún no habíamos tenido la oportunidad deconversar en forma personal sobre el devenir deesta práctica en las últimas décadas. Esto motivóel deseo de ponernos en contacto con él paraproponerle un encuentro a tal fin. A continuaciónpublicamos parte de esa conversación llevada acabo a finales del mes de septiembre en la ciudadde Rosario, mientras compartíamos un almuerzo ala vera del río Paraná.

Laboratorio de Análisis Institucional de Rosario(LAIR): Nosotros teníamos varias preguntas pero, enrealidad, son casi una sola. Ésta tiene que ver con el pasado ycon el presente. Nosotros veíamos que cada vez queestudiamos o leemos o pensamos el tema de las institucionesvemos grandes modificaciones en los últimos treinta años.Entonces nuestra pregunta es: ¿Cómo va variando la prácticadel análisis institucional a medida que van variando loscontextos sociales y las configuraciones institucionales?

Fernando Ulloa: Yo en este momento no hablo deinstituciones sino de numerosidad social. Numerosidad socialal principio era todo el campo social. Después se fuetransformando en la medida en que trabajo con gruposacotados. Cuando pude definir la numerosidad social como elcampo donde cuentan tantos sujetos de cuerpo presente comosujetos hablantes cuentan. El primer cuentan tiene que vercon la mirada en reciprocidad. Por eso yo siempre trato detrabajar en rueda, porque es lo primero que hace al sujetosocial. El segundo cuentan tiene que ver con el sujetosingular, con lo que pude decir a los treinta años de LesLuthiers: habíamos conseguido un grupo de solistas muy bienafiatados. En un grupo es importante que cada uno puedadesarrollar su estilo, su personalidad, pero todo es patrimoniodel grupo. En el campo de la numerosidad social, dónde lapalabra y la mirada son en reciprocidad, y donde hay un sujeto

singular que además esta contextuado socialmente, hay algode puesta en escena teatral. Así como una imagen vale pormuchas palabras, una puesta teatral, una dramaturgia,acrecienta el valor de las palabras. No vale por muchaspalabras, acrecienta el valor de las palabras. Esa fuerza queadquiere yo le llamo efecto per. “Per” es un prefijo quesignifica intensidad emotiva, intelectiva, sostenida en eltiempo. Lo atestiguan “persistente”, “permanente”, “per-petuo”, “perjudicial”. Entonces ese efecto per, que es eseefecto dramatúrgico de la puesta teatral, rompe ese aforismoparadojal con que Freud presentó a la transferenciaintertópica, al hacer conciente lo inconsciente. Es repetir parano recordar. Entonces, ¿cómo aparece en la discusión crítica,en un debate crítico? Un debate crítico en donde laintimidación ha retrocedido, que generalmente no son losdebates políticos en donde hay una hostigación ideológica quede por sí ya sanciona la postura del otro, sino en un grupocreativo. Había una experiencia en el campo, que a mí medivertía mucho de chico. Cuando se estaba preparando lacomida alguien contaba, como no había radio ni diarios nitelevisión, un relato. No era necesariamente el más viejo sinoaquel que tenía cierta habilidad para contar, para entretener.Entonces siempre alguien interrumpía más o menos con estaspalabras: “Ahora que dice...”; y tenía una ocurrencia. Todaocurrencia quiere decir que se ha roto ese efecto de repetirpara no recordar, esa barrera que es paradojal. Porque Freudpresenta la transferencia intertópica, hacer conciente loinconsciente, por el obstáculo, por el repetir para no recordarque tiene una forma aforística. La ocurrencia rompe con éso.No es que rompe la barrera sino que atrás de esa ocurrenciasiempre hay una memoria recuperada. Hasta el grado depensar “¿Cómo no se me ocurrió antes?”.

En los primeros tiempos, cuando todavía estaba en laAPA, escribí un trabajo en donde yo decía que una instituciónera el resultado de la distribución de tres cosas: el espacio, eltiempo y los roles. Esa distribución implica articulaciones.Esa se llamaba la teoría de las fracturas; porque en esasarticulaciones, cuando están fracturadas, es donde convergenlas tensiones del campo. Es en las articulaciones fracturadasdonde uno puede inventar una semiótica para leer un campo.Una semiótica adecuada a la clínica pertinente con la que cadauno trabaje. También trabajaba con lo que llamaba lasarbitrariedades intrínsecas y las arbitrariedades extrínsecas.Las arbitrariedades intrínsecas de un hospital dependen de lossujetos que dirigen ese hospital o que integran esa planta, lasarbitrariedades extrínsecas dependen de estrechecespresupuestarias, del ministerio, etc. Es importante conocerlaspara poder peticionar a las autoridades pero no son resortes deuno, a diferencia de las arbitrariedades intrínsecas.

En cambio hoy procedo de otra manera por trabajar encondiciones muy adversas. Hay una frase de Freud que dice“los pacientes graves son los que hacen avanzar elpsicoanálisis”. Entonces las condiciones adversas graves,meterse en camisa de once varas, te obliga a avanzar. En las

CUADERNOS DE CAMPO / 4

Entrevista a Fernando Ulloa

“En la numerosidad social hay algo de puesta en escena”

Page 5: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

ocurrencias hay una memoria recuperada, rompen con elrepetir para no recordar. Las cosas que no tienen memoria,cosas de la temprana infancia, tocan el ánimo. En unasituación colectiva hay que lograr un debate crítico y no loque yo llamo fenómeno SIC (saturación, indiferenciación ycanibalismo). Fenómeno generado cuando no se sabe quién esquién o se habla sobre la palabra del otro.

En un grupo para mí es básico el registro de lasocurrencias que van disparando con valor de interpretación elcomentario de un compañero. Con valor de interpretaciónporque rompen una inhibición. Hay algo a recordar y aparececomo una ocurrencia. Pero también es muy importante que enun grupo se tenga suficiente confiabilidad para decir qué lespasó anímicamente, cuáles fueron los toques de ánimo.Porque en la atemporalidad del inconsciente tanto las cosasreprimidas por represión secundaria como aquellas derepresión primaria que no constituyen memoria sino toques deánimo, provocan, en tanto son eternas en la atemporalidad delinconsciente, maneras de ser.

LAIR: En el contacto con otros analistas institucionales,¿has detectado que ha ido variando a lo largo de las décadaslas formas de intervención, los problemas mas habituales, elmodo de situarse en una intervención?

Fernando Ulloa: En un grupo, que se llamaba H8,trabajábamos en condiciones muy adversas. Toda esta gentesigue trabajando en esta situación. Tal vez por aquello de quelos pacientes graves hacen avanzar al psicoanálisis. Hay untexto que escribí sobre Pichón, que se titulaba “PichónRiviere ¿Es la propia gravedad la hechura de unpsicoanalista?”. Descompongo la palabra “gravedad” endiferentes variaciones etimológicas. Gravedad quiere decir enprimer término gravitación, fuerza, presencia, fuerza degravedad para sostenerse en un rol difícil. Ser convocado poruna institución y no ser demandado te coloca en una situacióndifícil que uno la resuelve cuando asume el rol de unpsicoanalista institucional. ¿Cómo se asume un rol teatral?Primero por lo que no hace. Hay cosas que uno no va a hacer,como ser, si pasa un amigo entre el público uno no lo va asaludar, ahí hay una restricción. Además hay otra, porque conun cierto adiestramiento, uno empieza a percibir de entradalas tendencias, las secuencias, pero también empieza apercibir el secreto. No es legítimo, no es pertinente, empezara denunciar el secreto. Entonces uno se las ingenia, tal veztrabajando con los “distinguidos” que son aquellos que nofueron escuchados en otro momento y mantienen ante elanalista una posición distante, para que alguien denuncie elsecreto, que le ponga propias palabras y lo asumacolectivamente.

La segunda variación es el gravamen, el costo que tiene unoficio asumido éticamente. Uno no puede hacer determinadascosas, no sería pertinente. La pertinencia es un concepto dePichon que significa que un analista tiene que ajustarse a lasleyes del campo. No es lo mismo analizar a un sujeto queanalizar un campo institucional. Uno tiene que tratar de operarde acuerdo a las normas del campo en el que está trabajando.Lo cual no implica que uno tenga que operar haciendo oídossordos a los síntomas particulares, pero está totalmentevedado las operaciones interpretativas de dichos síntomas.

La tercera variación de la palabra gravedad es la gravidez.Lo señalé cuando dije, los pacientes graves hacen avanzar lateorización. Al principio yo estaba muy desprovisto deherramientas. Trataba de transportarlas de mi consultorio aldispositivo colectivo. Después me di cuenta con variaspersonas que trabajaban en los hospitales, cuando todavía

desde la APA trabajar en un hospital era considerado unaespecie de masoquismo, que la práctica colectiva,comunitaria, enriquecía nuestra práctica individual. Nossacaba de ortodoxias impertinentes.

Y la cuarta variación es el agravio. Cuando uno sedescubre en una falencia narcisística o se descubre en algoque el paciente hizo y que uno no lo tolera. Ahí es donde hayque retroceder frente al agravio. Si uno está en formación lollevará al propio análisis y si uno está cerca del fin de análisis,cuyo indicio es que uno ha adquirido una capacidad de propioanálisis, no retroceder ante los agravios, saber que solamentedesde ahí se acrecienta la presencia, se acrecienta elgravamen, y se acrecienta la gravidez, es decir, la fecundidad.

Entonces, una variable es que uno interpreta teatralmenteel rol de analista por lo que no hace. Otra variable es todo esesufrimiento: a veces muy difícil asumir un papel cuando hayque conducir algo, hay cierto sufrimiento. Todo eso aproximalas palabras para decir lo que ahí está ocurriendo, para decirpertinentemente lo que ahí es pertinente decir. Y eso es casiuna interpretación psicoanalítica. Decir pertinentemente algosobre la estructura que uno ha advertido es la interpretaciónque uno se permite. No se trata de interpretar la neurosis detransferencia, sino de interpretar lo que es pertinente a esemomento. Lo que uno interpreta en realidad es latransferencia en el sentido primero que le dio Freud:transferencia intertópica de la tópica inconsciente a la tópicaconciente. Las ocurrencias (“a propósito de esto”, “me dicuenta de que siempre supe lo que acabo de decir”), son laestructurada hablada de lo percibido, son casi unainterpretación, totalmente pertinente que no se mete con laestructura singular de un sujeto, son con lo que ahí estápasando.

CUADERNOS DE CAMPO / 5

presenta al filósofo italiano

Franco Berardi “Bifo”en Argentina

Actividades abiertasMartes 6 de noviembre, 19 hs.

“¿Qué es ser feliz en el semiocapitalismo?”Patio de la Facultad de Filosofía y Letras

de la Universidad de Buenos Aires / Puan 480

Miércoles 7 de noviembre, 19 hs.“Generaciones post-alfa. Patologías e imaginario

en el semiocapitalismo”Biblioteca Nacional. Aguero 2502 (Sala J. L. Borges)

Jueves 8 de noviembre / Rosario“Generaciones post-alfa. Patologías e imaginario

en el semiocapitalismo”

Actividad dirigida a profesionales del campo de la salud mental (arancelda)

Miércoles 7 de noviembre, 10 hs.“Patologías e imaginario en el semiocapitalismo. De

la cultura alfabética a la post-alfabética:consecuencias teóricas y prácticas para la clínica”

Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupos Informes e inscripción: Arévalo 1840, Capital

4774-6465 4772-7439

Page 6: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

Raquel Bozzolo y Osvaldo Bonano [email protected]

Acerca de ser, saber y hacer

Una vacilación nos toma al ponernos a escribir estacomunicación; sospechamos que la misma ya introduceciertas dimensiones del tema a ser tratado. El cuaderno al quenos sumamos, ¿convoca a analistas institucionales? ;¿o acasoa psicólogos, sociólogos, trabajadores sociales, psicólogossociales que practican “intervenciones institucionales”?; bajoesa figura, ¿es legítimo y pertinente incluir actividades querealizamos en docencias universitarias, consultorías,supervisiones de prácticas clínicas? Tal vez entremos así enuno de los problemas que nos toma en el punto de partida.

Hace al menos unos veinte años que trabajamos enagrupamientos más o menos organizados, inscriptos eninstituciones diversas, tanto públicas como privadas. Lohacemos ante consultas o pedidos diversos: “ayudarlos en losproblemas del equipo”, “pensarse como grupo”, “sorteardificultades en la tarea”, etc. Pero nos importa subrayar que loque hacemos en los agrupamientos -habitualmente equipos-que constituimos nosotros mismos, es hoy el campo más fértilde innovaciones y procesos activos de pensamiento.

Estos dos planos de actividades requieren diferentesposicionamientos subjetivos. En lo que sigue nos proponemosconsiderar las alteraciones producidas en ellos, puesto que lapotencia que hemos encontrado en ciertas modalidades dehabitar los equipos de trabajo, reclama poner en forma lasoperaciones que se fueron construyendo.

En las intervenciones, generalmente en espacios públicos(hogares de menores, hospitales de día, equipos hospitalariosde salud, residencias de salud mental, colegios secundarios,organizaciones no gubernamentales, etc.), la actividad mismase continuó configurando alrededor del encargo a un equipo oa un profesional. nombrado no sin ambigüedades, comoanalista institucional. En esas consultas -o en los relatos delas experiencias en encuentros y congresos- solemospresentarnos como "analistas institucionales" para subrayar lainscripción de nuestras prácticas en una clínica excéntrica a lacaptura de la misma por el eje terapéutico/asistencial. Pero,¿designa este nombre lo que hacemos o es apenas la inerciade un nombre agotado?

Pensamos que la sustitución del mismo por otroalternativo, por ej. “esquizoanalistas”, no alcanza para salir dela encerrona identitaria. La forma coagulada de un haceralrededor de una identidad profesional, supone una posiciónsubjetiva, unos instrumentos, y unos referentes teóricos, perosobre todo indica un lugar que configura el dispositivo ydispone los procedimientos. Una tesis bien central paranosotros, que concierne a la efectuación de las prácticas encondiciones post-estatales, es que el lugar –profesional- ya nohabilita la mínima eficacia y potencia a los procedimientos dequien opera. Más bien las obstruye, puesto que supone

estructura que distribuye lugares, y ello induce ceguera paracaptar el declive que se ha producido, justamente, en lasestructuras y sus lugares institucionales.

Historizaciones

Las prácticas de intervención en agrupamientos uorganizaciones, producidos “a demanda”, fueron designán-dose de muy diversa manera. Una somera elucidación de loscambios sufridos en la nominación, muestra inscripcionesdiversas en ciertas corrientes del trabajo con las instituciones:psicología institucional, grupos de reflexión institucional,análisis institucional…

Respecto de las modalidades de trabajo singulares que sefueron acuñando en Buenos Aires, Cristian Varela hapuntuado algunos mojones. Allá por los años sesenta, desde elarranque pichoniano, la incidencia de psicoanalistas comoBleger y Ulloa sesgó prácticas hacia abordajes en los que ladimensión institucional, sin duda presente, aún no tenía unateoría y unas categorías que permitieran pensarla y operarlaen su propio plano de consistencia, las teorías sociales que semanejaban eran convencionalmente durkheimianas, lo queimpedía entender los incipientes y crecientes fenómenos dedesagregación de “lo social”. Hoy podríamos decir que esasprácticas “institucionales” formaron cuerpo con el extensocampo del grupalismo y sus concepciones de referencia.Fueron experiencias marcadas por la implementación dealguna variante del grupo operativo en las que se registra elpeso de esa matriz conceptual pichoniana donde lo“institucional” era uno de los ámbitos de ejercicio de laPsicología Social, situado entre lo socio-dinámico y locomunitario.

En la década de los sesenta-setenta las prácticas deintervención institucional se entremezclaron con variadasprácticas en el campo “comunitario”; el ámbito deoperaciones solía ser bien algún centro de salud inserto en esa“comunidad”, bien asociaciones vecinales, sociedades defomento o cualquier otra que pre-existiera a las operacionesque un equipo profesional se propusiera desplegar. Talesprácticas giraban en torno a las propuestas de la psicologíapreventiva, la promoción de la salud y al enganche con lospromotores y líderes naturales de las comunidades; no estabantan ceñidas a operaciones con grupos, en las que subyacía latesis que la potencia de la operación radicaba en el“dispositivo de grupo”. En lo comunitario se trataba de“patear el barrio” e impulsar el desarrollo de los recursospropios de la comunidad.

Numerosas prácticas quedaron inhibidas y sofocadasdurante la dictadura; se produjo un repliegue sobre la“interioridad” de los grupos y una suerte de encierro en lasinstituciones en que nos nucleamos. Mientras que aquellasprácticas era evocadas no sin nostalgia, a la vez, al menos ennosotros, se produjo el encuentro de nuevos referentesteóricos y operacionales en los aportes de Michel Foucault y

CUADERNOS DE CAMPO / 6

Acerca de la nominación y las prácticas actuales delAnálisis Institucional

Page 7: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

en el Análisis Institucional propiamente dicho, que junto a lastesis ontológicas de Cornelius Castoriadis respecto al dominiode lo histórico-social, proporcionaron operadores concep-tuales claves para captar los brutales trastornos que se estabanproduciendo en instituciones tales como justicia, democracia,representación, y en acceder a conceptualizaciones propias delo socio-histórico que la plataforma psicoanalítica no proveía.Esas conceptualizaciones nos permitieron, por ejemploefectuar un análisis institucionalista de la represión política,de los movimientos de derechos humanos, de la instituciónpsicoanalítica y del psicólogo como codificación instituida deunas prácticas y un posicionamiento profesional, a la vez quedar una inflexión decisiva a nuestros dispositivos de trabajo.

Sospechamos que en la perduración de la nominación"analistas institucionales" está activa una inercia de aquellostiempos, en los cuales algunos saberes y algunos haceresarmaban identidades profesionales. En el caso de los analistasinstitucionales la cosa no llegó a coagular en profesión,probablemente por factores de diverso tipo. La inserción delanálisis institucional en las poblaciones psi de Buenos Airesse efectuó en un espacio en que el psicoanálisis erahegemónico en la provisión de sustento teórico y rasgosidentitarios, sobre todo en el perfil profesional; sabemos queel costo de ello fue que sobrepuso un impedimento paraanalizar a las propias instituciones y obviamente a lainstitución misma del psicoanálisis.

A su vez, las concepciones del análisis institucionalimplicaban un trabajo sobre el experto, que en el ejercicio desus prácticas precisaba que otro oficio le funcionara deapoyatura. En Francia, por ejemplo, se apoyó sobre la tarea desociólogos y pedagogos, y su perduración actual se basa en laexistencia académica de investigadores universitarios, queoperan principalmente por encargo estatal sobre institucioneseducativas. Como vemos, la fundación de esa práctica y deesa corriente de pensamiento es datable en un momentohistórico (y un país) en el que el estado como meta institucióngozaba de buena salud, aunque producía sus síntomas.

Ya señalamos que Lourau -y Castoriadis- habilitaron laactividad de elucidación crítica y su fundamento. En aquellasorganizaciones o agrupamientos en los que se manifiestapenosamente un desacople entre las significaciones que lasfundaron y las prácticas que efectivamente se despliegan,utilizamos lo que consideramos en su momento una suerte de"vía regia": la elucidación crítica de las significacionessociales.

En ese dispositivo el problema pasaba por la captura delos sujetos por el inconciente institucional; la operaciónconsistía en la puesta en visibilidad de esas determinaciones.Esta concientización, tanto en el sentido psicoanalítico comoen el de las filosofías críticas, tendría efectos liberadores ytransformadores de la sofocación que lo instituido causaba; apartir de allí se podría conquistar una movilidad subjetiva ygrupal que estaba aplastada. El punto problemático consistióen que tales efectos, no se producían, y así ese dispositivomostró que no disponía de potencia en otras condiciones deproducción de subjetividades.

Posteriormente revisamos el privilegio que leotorgábamos a la elucidación crítica, al comprobar que laoperación de elucidar requería la existencia de un tiposubjetivo, que ya mostraba signos de su extenuación: lasubjetividad del ciudadano responsable de sus actos. Ladenominada subjetividad cínica, muestra al extremo esacoagulación de lo que se suele nombrar como des-responsabilización, que preferimos pensar como desconexiónentre actos y consecuencias. Al no producirse en formaautomática el sujeto anclado en la ley, elucidar, en el sentido

CUADERNOS DE CAMPO / 7

“Institución y basta”“La sociología nos enseña que…”. “La psicología nosdice que…”. En realidad, este tipo de fórmulassustancializan metafísicamente las disciplinas cuyaidentidad presumida no existe más que por y para losorganismos estatales quienes definen las fronteras (afalta de contenidos) y el modo de cooptación selectivade sus representantes oficiales. Con todo, seríapretencioso y ridículo (y yo no escaparía a ello!)expresarse de una manera análoga a propósito delanálisis institucional. La crítica de la noción de campo yla idea, de la que deriva, de campos de interferencias, seaplican directamente al análisis institucional…“Institución y basta”. Tal es el obsequio de laimaginación socioanalítica como libertad demovimientos. …… Para unos, el análisis institucional es una referenciavagamente teórica y política con olor a pasado, con lafragancia de la calle salvaje de 1968; o un pensamientosalvaje, marchito, olvidado entre las primeras páginasdel Capital de Marx o de un folleto de Bakunin acerca delfin del Estado. Para otros, será una zona franca,estimulante o poco recomendable, apoyada en losterritorios de la psicosociología, del psicoanálisis, de lasociología de campo, incluso la historiografía y laciencia política. Algunos, todavía, se contentan conreagruparse bajo esta bandera de las experiencias,preferentemente alejadas en el tiempo, en psicoterapia,en pedagogía, en la consulta, en la intervención, etc.La palabra “institución”, empleada a cada paso, demodo encantatorio bastará a muchos para exhibirsecomo “institucionalistas”. Esto no inquietaráverdaderamente la existencia, en las institucionesuniversitarias y de investigación, de una corrientesociológica norteamericana homologada como tal,incluidas por las obras generales, diccionarios ymanuales franceses. El análisis institucional de origenfrancés, en su diversidad mal identificable, apenas tienerelaciones con el institucionalismo de Talcott Parsons oel neo-institucionalismo de sus discípulos. A lainstitución durkheimiana parsoniana que designa unaestructura estática de normas y de funciones, estructuraexterior a nosotros -individuos y grupos- nuestroparadigma sustituye el modelo dinámico deinstitucionalización y de la implicación dentro de lainstitucionalización. ......No existe consigna, abracadabra o fórmula mágicacomplicada para entrar en el análisis institucional. Losconceptos que uno separa o que uno enumera paraproveer signos de pertenencia no son más que palabras,términos que se describen por el uso linguístico de laslíneas de fuga de procesos relacionales, y no sustanciasidentitarias, fijas como en la metafísica de Aristóteles yen la actual lógica binaria, no contradictoria. El trámiteconsiste no en identificarse imaginariamente con el“análisis institucional” sino al contrario en perseguirferozmente a todas las identificaciones y todoidentitarismo dentro de nuestros propios razonamientos.

René Lourau (Fragmentos de ‘Libertad de movimientos’)

Page 8: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

de tomar conciencia, no propicia proceso alguno desubjetivación.

La caída del estado

Aquel sesgo profesionalista de la población psi,fuertemente condicionado por la inclinación liberal delejercicio del psicoanálisis, que marcó a quienes realizabananálisis institucional “a demanda” se flexionó en los nuevostiempos a que el operador se constituya en una suerte deprestador de servicios (consultores institucionales, asesores,etc.).

Fue necesario pensar sin estado, como diría IgnacioLewkowicz, en nuestras prácticas de intervención. Estas, másacá de las hegemonías o modas de pensamiento, más allá delos agrupamientos institucionales desde los que recibimos lasconsultas, han ido desordenando aquellos parámetros queantes describimos, dado que devinieron inactivos. Nuestrosdispositivos, ante las nuevas formas de existencia hoy seordenan bajo una modalidad del acompañamiento y de unosprocedimientos de intervención que recogen la remoción delos supuestos acerca de la potencia anterior de dispositivos yoperaciones

En una reunión del Laboratorio de Análisis Institucional

de Buenos Aires, en marzo del 2001, nos preguntábamos quéocurriría con nuestras prácticas institucionales en lascondiciones que parecían abrir los acontecimientos del 20 dediciembre. En el surgimiento de asambleas barriales algunosvislumbraron algo así como una generalizada operación deanálisis institucional… desde allí se preguntaban si seríaposible seguir realizando intervenciones, si seríamosnecesarios como analistas institucionales luego de ese¿acontecimiento?…

La lógica que hacía suponer una operación que realice latransformación o un análisis de la sociedad, era todavíaheredera de la lógica de la revolución. También es importanterecordar la fuerte conexión entre el análisis institucionalfrancés y los sucesos de Mayo del 68. Estos linajes teóricosfilosóficos e ideológicos se ven trastornados en nuestrasprácticas actuales, y de allí la búsqueda de otros marcosconceptuales.

Las alteraciones subjetivas producto del agotamiento delestado nación, profundizaron su presentación en losagrupamientos, en un campo ensanchado de visibilidad: laimposibilidad de armar un común, la fragmentaciónindividualista de los equipos, el achatamiento de la capacidadde inventiva, la pérdida de alegría y una saturación desentidos equivalente a la pérdida del sentido en la tarea que

CUADERNOS DE CAMPO / 8

Cartografías ecosóficasEs difícil, si bien fundamental, dar vuelta de hoja yolvidarnos de los viejos sistemas de referenciabasados en una ruptura de oposición entre izquierday derecha, socialismo y capitalismo, economía demercado y economía de planificación estatal… No setrata de crear un punto de referencia “centrista”,equidistante de ambos extremos, sino de disociarsede este modelo de sistema basado en una adhesióntotal, en un fundamento supuestamente científico oen conceptos trascendentales judiciales y éticosdados a priori. La opinión pública, ante las clasespolíticas, ha desarrollado una alergia a los discursosprogramáticos, a los dogmas que no toleran ladiversidad de opinión. Pero, mientras el debatepúblico y los mecanismos de debate no hanrenovado sus formas de expresión, existe un granpeligro de que se alejen cada vez más del ejerciciode la democracia y se acerquen a la pasividad de laabstención o al activismo de las faccionesreaccionarias. Esto significa que en una campañapolítica, no se trata tanto de conquistar el apoyomasivo del público para una idea, sino de ver cómola opinión pública se estructura en múltiplessegmentos sociales vitales. La realidad ya no es unae indivisible. Es plural y está marcada por líneas deposibilidad que la práctica humana puede tomar alvuelo. Además de la energía, la información y losnuevos materiales, el deseo de escoger y asumir unriesgo se coloca en el núcleo de los nuevos retos dela era de la máquina, sean tecnológicos, sociales,teoréticos o estéticos.Las “cartografías ecosóficas” que deben serinstituidas tendrán como particularidad que no sóloasumen las dimensiones del presente sino tambiénlas del futuro. Se interesarán tanto por lo que la vida

del ser humano en la tierra será dentro de treintaaños como por el sistema de transporte público dedentro de tres. Estas cartografías llevan implícitas laresponsabilidad de velar por las generacionesfuturas, o lo que el filósofo Hans Jonas denomina“una ética de responsabilidad”. Es inevitable que lasdecisiones que se hagan a largo plazo choquen conlos intereses a corto plazo. Hay que conseguir quelos grupos sociales afectados por estos problemasreflexionen sobre ellos, modifiquen sus costumbres ysus coordenadas mentales, que adopten nuevosvalores y postulen un significado humano para lastransformaciones tecnológicas del futuro. En unapalabra, negociar el presente en el nombre delfuturo.No se trata, sin embargo, de una cuestión deapoyarnos en visiones totalitarias y autoritarias de lahistoria, mesianismos que, en el nombre del paraísoo del equilibrio ecológico, pretendan gobernar la vidade todos y cada uno de nosotros. Cada “cartografía”representa una particular perspectiva del mundo que,aun cuando sea adoptada por un gran número depersonas, siempre contendrá un cierto elemento deincertidumbre en su seno. Este es, en verdad, el másprecioso capital, posible simiente de una auténticareceptividad hacia los demás. La receptividad ante ladisparidad, la singularidad, la marginalidad e incluso,la locura no surge sólo de los imperativos de latolerancia y la fraternidad, sino que constituye unapreparación esencial, una llamada permanente a eseorden de incertidumbre y la eliminación de lasfuerzas del caos que siempre persiguen a lasestructuras dominantes, autosuficientes que creen ensu propia superioridad.

Félix Guattari (Fragmento de ‘Para una refundación delas prácticas sociales’)

Page 9: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

realizan.Recordamos el trastorno que sufrimos, poco antes del

2001, en una intervención en un equipo de residentes, cuandoluego de trabajar intensamente la relación de los integrantescon la institución de la residencia, pudimos registrar laextenuación de la misma como formación en servicio; unaoperación permitió que se produjera un crudo enunciadopleno de facticidad: la residencia hoy es “trabajo pago porcuatro años y después el abismo”. Algo equivalente ocurre altrabajar con maestros, profesores o preceptores de escuelassecundarias, frente a la inexistencia de aquellos rasgossubjetivos que supieron constituir la escena escolar.

Desde estas experiencias, para nosotros las institucionesen sí ya no son el foco de la intervención. Su elucidación y larelación que los miembros del agrupamiento mantienen conellas no son el sitio de la intervención… tampoco podemoslegitimar nuestro accionar, como lo hicimos durante ciertotiempo, en el sufrimiento psíquico de los sujetos.

Si tanto el foco como el sitio de la intervención no pasanmás por la “institución”, habría que pensar en la existencia deun oficio aún sin nominación…, como efecto de la caída delestado, se agotan lugares profesionales y sitios deintervención. En algún momento, urgidos por la necesidad deinstituir espacios en la transmisión universitaria, hemosdenominado a esta perspectiva como clínica de lasubjetividad.

Acaso este cambio de nombre no diseñe otro ámbito detrabajo sino que apuesta una nominación que aloje los efectosde la caída del orden institucional que garantizaba el estado ylogre cobijar bajo este nombre algunos dispositivos yprocedimientos, que implementamos tanto como consultoresexternos como las que realizamos en nuestros propiosequipos.

La destitución del experto

Efecto inevitable de la caída del estado nación quesostenía profesionales y expertos, el rehusamiento a ocupar ellugar de experto, es hoy un requisito para la potencia de laintervención. La mera suposición de existencia del lugar yahace obstáculo, puesto que lo que suponíamos existente noexiste a menos que se funde allí. Aunque la intervención seinicie por una consulta a quienes se los supone expertos, seavizora pronto la fragilidad del lugar; y en las ocasiones enque los consultantes lo sostienen, se lo experimenta como unformidable obstáculo para la operación a realizar. Sucede lomismo con el emplazamiento y la función de docentes u otrosinstituidos. La existencia de esos lugares no asegura nada,aunque puede ser ocasión de que se produzca una ciertaconexión, una cierta composición que presente nuevaspotencias.

El rasgo central, que sostenemos es determinante, es quelas experiencias más fecundas se están produciendo enespacios en los que nuestra posición no es la de analistas quellegan desde una exterioridad al agrupamiento mismo, sinoque lo integramos en su propio plano de consistencia. Tal esel caso de nuestra participación en un equipo de cátedra de lacarrera de Psicología de una universidad nacional y en undepartamento de una institución de psicoanálisis vincular. Enambos casos se trata de equipos heterogéneos en cuanto aexperiencia profesional y a edades, rasgo que consideramosimportante en cuanto a las subjetividades que nos habitan. Ental caso, la potencia de las operaciones no se basa en el lugardesde el cual se interviene, aunque sí puede sostenerse laexistencia de una función.

El “dispositivo de intervención”, (si reiteramos nomina-

ciones propias del análisis institucional) no es tangencial osobrepuesto al trabajo acostumbrado del agrupamiento. Por elcontrario, es central respecto de su consistencia material ypráctica. Nuestras actividades y nuestros devenires subjetivosno se efectúan bajo un “dispositivo de intervención”encabalgado al funcionamiento habitual del agrupamiento,sino que son una misma cosa.

Estos modos de operación suponen una densacomplejidad, puesto que constatamos que siguen actuandoinercias tanto en las asignaciones transferenciales como en loslugares instituidos propios del orden institucional donde elequipo se encuentra inscripto, por ejemplo en la docenciauniversitaria, ordenada según estamentos y jerarquías. Lapregnancia del vector transferencial en muchos casosobstaculiza más que posibilita las actividades de intervencióne inhabilita que estas lleguen a configurarse comooperaciones efectivas de composición. La destitución delexperto en estos casos es la interrupción activa de los lugaresasignados por inercia institucional, lo que podríamos afirmarque constituye una primera operación imprescindible paraestablecer otras condiciones para el conjunto deprocedimientos.

Las herramientas del oficio

Hemos puntualizado que los equipos de trabajo queconstituimos han sido un espacio de intervención privilegiadopara el trabajo de intervención en nuestras subjetividades. Decompañeros de equipo o integrantes de grupo a co-pensores,el laboratorio ha sido el modo en que preferentementefuncionamos para posibilitar tanto el alojamiento de lasafectaciones subjetivas como su procesamiento en elencuentro con otros. Podríamos asegurar que en el trabajosobre las subjetividades que (nos) habitan en nuestros equiposde trabajo, al tiempo que alojamos los efectos subjetivos deestas alteraciones, se termina de consumar la operación del“análisis institucional”.

Estamos en plena actividad de conformación para lograruna puesta en forma de algunas de nuestras herramientas.Intervenciones, procedimientos y operaciones parecenconstituir tres planos diferentes de lo que hacemos.

Ya indicamos que, dadas las inercias existentes en lacomplejidad actual de los agrupamientos, se necesita laproducción de una primera operación para poder desatarprocesos de subjetivación. La misma pasa por la interrupciónde esas inercias subjetivas. La declaración de agotamiento designificaciones enunciadas y desacopladas con lasfacticidades y la elucidación de las significaciones presentesen ellas son algunos de los procedimientos de nuestraactividad.

Del “campo de análisis” y “campo de intervención” a lanoción de subjetividad… de la elucidación crítica alencuentro dialógico… De los padecimientos al sufrimiento,del aislamiento al diálogo; de la no experiencia a laexperiencia; del estar al habitar, de la desubjetivación asubjetivaciones posibles… Poner palabras a la perplejidad,ponerle nombres a los problemas que acucian… Son sóloalgunos de los nombres de las derivas que se producen y nosproducen en este oficio de acompañar e intervenir, en lo quepor ahora nombramos como políticas de subjetivación.

NotaEsta contribución forma parte de un trabajo más extenso, en el que inten-tamos poner en regla las herramientas teórico prácticas que nos estánpermitiendo intervenir hoy.

CUADERNOS DE CAMPO / 9

Page 10: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

Silvia Duschatzky [email protected]

La escuela parece desdibujarse en cada signo que laatraviesa. Transitamos sus espacios, tomamos “el lugar” quenos corresponde, hablamos su lengua, pero el juego no searma. Estamos en la escuela, ¿estamos en la escuela? Qué esuna escuela en la saturación de información1, en la velocidadincesante, en un mundo desreglado?

Del homo- sapiens al homo- zapping

Esa mañana al llegar a la escuela me estaba esperando lacoordinadora académica...cuando me anuncian que el padrede un alumno quería conversar conmigo, le pido queespere....ya con él me comenta que el día anterior a la salidasu hijo había quedado encerrado en el baño...pido misdisculpas al señor...viene a verme el arquitecto....estamosanalizando los costos de una obra cuando me anuncian quealguien debe acompañar a un niño que cayó por laescalera...me encuentro con el profe de Tecnología que meanuncia que abandona el curso por indisciplina de losalumnos...

La ignorancia del Saber

Llega la vice y vamos a la dirección para conversar sobrela sanción de dos alumnos que agredieron verbalmente a unaprofesora...Converso con los auxiliares docentes sobre lasdificultades que tienen los alumnos en la clase de historia,sobre los actos de violencia de Rubén que por la mañanainsultó a la profesora de Ed Física, sobre la profesora dematemática quien no puede dar clases porque los chicos no laescuchan...

....En quinto año un chico sacó un arma y lastimó a uncompañero...la secretaria pregunta: ¿llamo alministerio?.Claro responde el director y deciles que venganpronto porque yo no atiendo a la prensa, que se hagan cargopara eso le pagan...En ese momento se hace presente elequipo de convivencia del ministerio y simultáneamente lapolicía, luego de conversar se llevan al agresor..llega la tíacon quien vive el agresor, le informan sobre lo acontecido ydice: yo no puedo más con este chico, no se que hacerrealmente....Este chico está para un reformatorio le contestael director.....Esta escuela me supera, yo saco licencia que sehaga cargo la vice...

La insoportable levedad del ser

La directora explica al padre que ya no saben qué hacercon los problemas de conducta del mayor de los adolescentesy le dice que han agotado todas las instancias: habló con élla preceptora, lo hizo la tutora, pasó por dirección, intentó

convencerlo un compañero, firmó llamados de atención...Noquiero expulsarlo pero lo ultimo que hizo rebasó cualquiervaso....El hombre se muestra asombrado y tranquilamenteindica que no esperaba que fuera ese chico sino el otro de loshijos..No comprendo la actitud rebelde porque desde quecreció y no entra por los ventiluces no lo obligo más aacompañarme a robar por las noches que es de lo quevivimos..ahora vienen el de 7mo que es más flaco y no selastima tanto al entrar...

La pregunta inicial se altera. El valor testimonial de lasescenas no nos dice qué es una escuela sino cómo se habita.El testimonio, no relata episodios sino que da cuenta de unmodo de existencia en condiciones singulares. El testimonioafecta a quien lo pronuncia y a quien lo recibe. Quien lopronuncia no lo hace en nombre de un deber ser que juzga loque vive sino de un real que lo con-mueve, que lo sitúa frentea la exigencia de configurarse a partir de lo que sucede. Porsu parte el receptor queda definido por las operaciones quetiene que hacer para pensar el testimonio. El valor deltestimonio no está en lo que dice sino en la posibilidad decrear el marco que confiera algún sentido a los enunciados. Eltestimonio produce interlocutor, hace lazo. El testimoniopierde su dueño; una vez que produce un lector, un receptor,la responsabilidad sobre lo testimoniado es compartida. Elefecto del testimonio es la “comunidad”de pensamiento.

Las escenas testimonian un habitar desreglado. No sólotodo puede pasar sino que lo que acontece no puede seralojado en una referencia de sentido. Qué ocurre cuando elorden de la Legalidad no estructura el mundo? Al parecer, yano contamos con un saber o un guión que nos ampare y nosproporcione la inteligibilidad necesaria para movernos en lavida social.

Los protagonistas de las escenas insisten en no saber quéhacer; los padres no saben qué hacer, los docentes no sabenqué hacer y los chicos hacen más allá del saber. El no saber noes mera ignorancia sino una constatación de que el saber queno dialoga con lo que se presenta no produce efectosprácticos, no habilita modos subjetivantes de hacer con loreal.

Decíamos, que la impotencia envuelve a los sujetos. Meatrevería a dar vuelta la afirmación: no se trata de un mero nosaber sino de un saber que no habla, que no produce actos, noarma lazo, no crea posibilidades de existencia .

Veamos como opera un saber que ha dejado de hablar. Quésabemos de la función paterna? Ante todo que es portadora deley, que su función es inscribir al cachorro humano en eluniverso de la cultura, en el mundo de las convenciones quenos unen a los otros; pero resulta que sorpresivamente nostopamos con un padre que nos comenta que por las nochessale a robar con su hijo. Y qué sabemos de la función docente:que cuenta con los recursos para afectar al alumno en unadirección determinada y con qué nos encontramos?, con unprofesor agredido, otro que renuncia y un director que pide

CUADERNOS DE CAMPO / 10

La educación

Una posibilidad en los plieguesdel desfondamiento

Page 11: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

licencia porque las circunstancias lo superan. Qué sabíamosde los dispositivos de producción de ley ?, que prescribían yordenaban un hacer. Qué su fuerza no radicaba en la presenciafísica - de las máximas autoridades en la escuela- sino en lacapacidad performativa de sus normas y discursos. Quéocurre en cambio?. Frente al estallido de los acontecimientos,los directivos demandan la presencia concreta de las figurasministeriales - equipos de convivencia- a lo que le sigue noobstante, el pedido de licencia del director.

Los docentes, directivos, alumnos, padres devienenhabitantes de un universo desreglado. ¿Cómo pensar alhabitante de un universo desreglado?. En principio se trata deun sujeto a la deriva, sin anclaje que lo funde, sin unaanterioridad que lo constituya. Pero la paradoja de estasituación es que un sujeto a la deriva o se deshace o seconstituye pensando lo que hay.

Los testimonios nos hablan del padecimiento de un estar ala deriva. Se padece por dispersión, por superfluidad. Pero noes igual padecer que dar cuenta que se padece, que narrar elpadecimiento. Se padece con el cuerpo, se padece en soledad,se padece porque no alcanzamos a descifrar qué nos hacepadecer. Cuando el padecimiento se narra, se arma uninterlocutor y se instala una palabra, una palabra que al serdicha instaura un principio de simbolización dónde no lohabía.

Las escenas testimonian la imposibilidad de armarsituación educativa. En tiempos estatales, en sociedaddisciplinaria, la situación educativa estaba dada. Podíamosencontrar diferencias en el estilo pedagógico pero la situaciónse armaba por efecto de la eficacia de los lugares instituidos.Bastaba con un docente (dícese del que ejerce su lugar) y unalumno( dícese del que ejerce su lugar) para que la situación

se planteara. Por lo tanto el encuentro, término que remite noa una mera reunión de términos sino a la capacidad de queesos términos se afecten, fundaba el principio de la situacióneducativa. Desde aquí la imposibilidad de situación educativaen los tiempos que vivimos, no radica en que no se enseñancontenidos pedagógicos sino en un estar desencontrados.

Un estar a la deriva es un estar padeciente. Elpadecimiento en los relatos se insinúa como un padecimientoextensivo: es un padecer de alumnos, docentes, padres. Elpadecimiento revela una posición de vulnerabilidad y lavulnerabilidad habla de un afectarse por la situación. Lavulnerabilidad es la condición primera de un pensamiento eninmanencia, un pensamiento cuya fertilidad no está encriterios externos de legitimidad sino en su poder de afectar-se y afectar una práctica. La percepción de vulnerabilidaddeviene de la ineficacia de las representaciones. Lo que sesuponía no se presenta, lo que se hacía ya no resultaproductivo, lo que se imaginaba no se halla en ningún lugar.La vulnerabilidad es el modo en que se expresa elagotamiento de una lógica.

La vulnerabilidad supone un pliegue en dos direcciones:por un lado en relación a las representaciones de la culturaescolar tan afecta a las jerarquías y las asimetrías. Lapedagogía en su trayectoria produjo asociaciones de sentidoentre autoridad-saber-verdad- . Así, cuanto más poder y mássaber más autoridad y más sentido saturando ( y suturando) lavida social. En este plano admitir la vulnerabilidadcompartida coloca a los sujetos en un plano equivalente deposibilidades. Por el otro, si la vulnerabilidad es en este casovulnerabilidad de las representaciones y los dispositivosinstituidos, crece la responsabilidad y la decisión subjetiva entorno de pensar lo que vivimos. La vulnerabilidad entonces es

Un lugar para Vivenciar, Pensar, Crear, Crecer como Personas, como Profesionales.

[email protected] www.inesmoreno.com.ar Virrey del Pino 2714 - Capital Tel: 4785-3273

• CAPACITACIÓN• COACHING• ENTRENAMIENTO de CAPACITADORES• ASESORAMIENTO• WORKSHOP IN COMPANY• TEAM BUILDING• JORNADAS de CONVIVENCIA• DESARROLLO de PROYECTOS• DIAGNÓSTICO y EVALUACIÓN• SELECCIÓN de PERSONAL• CREACIÓN Y ARMADO de ESPACIOS

de JUEGOS PUBLICITARIOS

CUADERNOS DE CAMPO / 11

estudio inés moreno

1977 - 2007 30 años

Tenemos mucho para dar y recibirpor eso, seguimos caminando

- Abordaje: IndividualGrupal - Organizacional

- Utilización de Técnicas Lúdicas no Convencionales y Formales

- Focalizando Factor Humanoactitudes - emociones - procedimientos

PROYECTOS “A MEDIDA”

Page 12: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

un pliegue en tanto de ahora en más los modos de habitarresultan de un doble juego: decidir y hacerlo con otros. Estosotros no resultan de un organigrama sino que son aquellos conlos que podemos componernos para desanudar problemas ydesplegar posibilidades.

La vulnerabilidad se presenta entonces como punto departida para entrar en relación con lo que hay. Pero sólo puntode partida, es necesario hacer activa la vulnerabilidad y estoimplica producir un intervalo en la velocidad incesante de loque acontece. La idea de intervalos-pliegues2 da cuenta de unmovimiento que permita albergar, alojar un dato, hacerlointeligible en los marcos de la singularidad y no de lossupuestos : de qué nos habla un padre que sale a robar con suhijo?. Qué nos hace obstáculo de esa situación, que suceda oque nos lo relate?. Qué nos produce un director que huyedespavorido, qué un alumno que desoye a sus docentes, conqué nos chocamos cuando asistimos a un docente impotente?.

Los testimonios testimonian la imposibilidad del ejerciciodel rol3. Sin embargo no se trata de disfunciones, sino de losefectos de la caída de la función. El Nombre del padre,maestro, alumno es un vestigio, tal vez activo en ciertascondiciones, pero ya no invariante estructural, determinaciónuniversal, que fija posiciones y produce actos. Por lo tanto siun padre armaba un hijo, si un docente armaba un alumno yun director convalidaba una configuración jerárquica, hoysolo se trata de nombres que han perdido la cosa quenombran. Estamos frente a un desafío: componernos a partirde operaciones de afectación. Ser director, docente, alumnoserá entonces producto de movimientos que produzcan larelación donde no la hay, donde ya no se produce por efectoautomático de los instituidos. Si sólo pienso al padre como elportador de ley no es posible ligar con ese “padre” real. Sisólo pienso al alumno como el que se configura respecto deuna autoridad no hay composición posible con el “alumno”que rompe los moldes previstos, si sólo pienso al docentecomo el que cumple con la obligación prescripta no hayenseñante efectivo. Por lo tanto la consistencia de unencuentro no descansa en formatos previos sino en lasoperaciones que posibiliten una ligadura. La cohesión porejemplo entre ese padre y el docente no resultará de laequivalencia de identidades sino de las huellas de un hacerjuntos. Sabemos lo que nos separa de ese padre, ¿pero qué nosune o qué podría unirnos?. Qué tarea, qué problema, quéestrategia?

Como sugiere Cristina Corea, en condiciones de fluidez, siuna experiencia no está hecha de múltiples operaciones, secae, se diluye, no acontece. La subjetividad contemporáneano se instituye en relación con algo dado ( saberes, prácticasacumuladas, experiencia previa). Nos chocamos con infinidadde presencias que aportan un exceso, un plus, una diferenciaque no deja atraparse en las tradiciones ni en lógicas decomprensión aprehendidas. Pareciera que una operación en lafluidez puede dar lugar a una experiencia subjetiva si tienealguna opción de constituir un entorno, una configuración quehabilite experiencias y proporcione criterios de decisión en lasaturación general. En medios inestables, lo decisivo para lasubjetividad son las operaciones y una operación es aquelmovimiento capaz de producir lo que no está. Unmovimiento, una operación capaz de enlazar lo disperso tienela radicalidad de la constitución.

Si algo existe en la fluidez es porque se está operandosobre lo que se presenta disperso. La subjetividad de loshabitantes de las escuelas relatadas, deviene superflua. Sumodo de estar es propio de la navegación incesante por unaserie de nodos, que a su turno exigen una operación deconexión de baja intensidad. La violencia, el planilleo, los

chicos que no aprenden, los docentes impotentes funcionancomo “paradas” momentáneas en el flujo de información queno dejan rastros capaces de alterar los modos de habitar laescuela.

Los testimonios testimonian un hacer que no produce, unestar que amontona pero no enlaza, un choque de presenciasque no alcanza a convertirse en encuentro. Pero también dancuenta de las potencias: la cercanía de los cuerpos, lavulnerabilidad compartida, la ignorancia de partida.

Dicho de otro modo; la potencia está en lo que hay:presencias desarticuladas, fragmentadas pero presencias al fin.Se trata de que esas presencias produzcan una existencia 4.

Notas1 Información es todo aquello que se nos impone, que nos

convoca a una operación de conexión. La información en la era de lavelocidad no es un dato pleno de valor, sino el nodo que nos conectaa una red. Su único valor es producir una operación de enganchecapaz de diluirse frente a una nueva operación. Dice Castell. “Lasredes operan según una lógica binaria de exclusión/inclusión. Encuanto a formas sociales carecen de valor. Tanto pueden matar obesar, no hay nada personal en lo que hacen”...Ver Pekka Imanen. Laética del hacker. Destino, Barcelona 2001

2 El pliegue no es un pensamiento en busca de entidades fijas. Elpliegue huye del verbo ser y remite a circunstancias: en qué caso,donde, cuando, cómo. El pliegue es un pensamiento de las formas,un pensamiento que permite componer lo que se muestradesarticulado, informe o pleno de forma. Un pensamiento en plieguees un pensamiento de la com-posición no de la clasificiación. Lospliegues incorporan sin totalizar, sin unificar, reunendiscontinuamente en la forma de movimientos que producensuperficies, espacios, flujos y relaciones”. Ver Doménech, M y otros.El pliegue: psicología y subjetivación. En Cuaderno de PedagogíaNo 8. Centro de Pedagogía Crítica. Rosario 2000

3 Rol: término que alude a la acción de jugar un juegopreviamente diseñado. El rol supone el desempeño de un papelasignado

4 La existencia no es de índole física sino simbólica. Laexistencia es del orden de la creación

CUADERNOS DE CAMPO / 12

Page 13: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

Diana Markwald [email protected]

Poner como título alguna pregunta creo que es unaposición frente a la tarea de la intervención institucional. Esponer en juego una dimensión ética a la hora de acercarnos auna institución.

Las instituciones en la actualidad

La realidad en general y la de las instituciones en laArgentina en particular, ha ido cambiando.

Pienso que en términos generales hoy nos encontramosfrente a dos tipos de instituciones que implican dosconvocatorias diferentes a la hora de intervenir.

Están aquellas en que el contexto hostil se ha hecho textoinstitucional provocando el desfondamiento. Son éstas,instituciones que se encuentran a la deriva, donde laalternativa de la desintegración parece más próxima. De aquíen adelante las llamaremos las instituciones de perfil 1.

Están las otras, de las que siempre hubo, que durante sutrayecto histórico institucional presentan momentos dequiebre, de conflicto, de malestar, pero cuyo proyecto, enprincipio, no está puesto en cuestión. A estas las llamaremoslas instituciones de perfil 2.

¿Qué requerirán cada una de ellas de nosotros al momentode intervenir?.

Las intervenciones en la actualidad

Por una cuestión de imposibilidad, sumada a una cuestiónética diremos que en relación a las de perfil 1, no puedeaplicarse la consigna más radical del análisis institucional de“hacer estallar las instituciones”. Es impensable que ladialéctica instituído-instituyente pueda reestablecerse si delprimero sólo quedan retazos disfuncionales. Propiciarinstituyentes tomados de las voces disonantes que emergen deellas solo traería aparejada más disolución. Entiendo que aquíse impone pensar más en una tarea de acompañamiento.

En las instituciones de perfil 2, si bien podemos pensarque tampoco se beneficiarían con la consigna de “hacerestallar las instituciones”, sí podrían enriquecerse haciendo untrabajo sobre las voces acalladas, un trabajo sobre el fondoquizás inmóvil que, habiendo atrapado las voces singulares,impide la dialéctica instituído –instituyente. Se tratará aquí deotro tipo de acompañamiento.

¿De qué se trata acompañar?

Tomo “acompañamiento” no en un sentido adaptacionista,conformista sino como reconocimiento de que el lugar deprotagonistas lo tienen los otros, los actores institucionales.

Coincido así con la propuesta de J. Ardoino deacompañamiento:

“Menos que de guiar, conducir, se trata pues de escuchar

al que acompañamos postulado en forma explícita comoúnico capaz en definitiva de elegir adónde quiere ir y cómoconcibe hacer las cosas”

Es la acción de un tercero que colabora y acompaña en laproducción de conocimiento y en el desarrollo de cambiospersonales, grupales u organizacionales en contextos deincertidumbre.

No somos los expertos que sabemos y la organizacióncliente no es un objeto pasivo ignorante, sino que vamosjuntos a tratar de entender cómo es esta realidad nueva que sedio en la intersección de nuestro encuentro.

Aún así, y tal como ya lo dejaramos planteado antes, lasformas que va tomando el acompañamiento, si el diagnósticoal que hice referencia está bien hecho, es diferente frente a lasdos figuras institucionales antes mencionada.

Intervenciones en las instituciones de perfil 1

En muchos casos, la idea de reconstruirse es solidaria conla idea de hacer experiencia.

En el libro Produciendo realidad, que analiza loacontecido con las fábricas recuperadas, hay un artículo deEnrique Carpintero: “Cuando la subjetividad se encuentra conla experiencia produce realidad”, y lo que me parecenovedoso de su planteo es que, para él, la incertidumbre y elaislamiento vivido todos estos años han traído como resultadola búsqueda de un nosotros y de un sentimiento decomunidad, y que la recuperación de fábricas por parte deobreros ha posibilitado (con todos sus vaivenes) que lasubjetividad se encontrara con una experiencia que producerealidad. De esta manera el colectivo social se afirma en supotencia.

Vemos que, allí donde lo que prima es lo destituído,acompañar adquiere el sentido de ir logrando lareintroducción de la dialéctica instituído-instituyente.

Intervenciones en las Instituciones de perfil 2

En estas instituciones lo que prima es algún tipo dedesencuentro y lo que aparece es una escena institucionalburocratizada, invadida por el espíritu de la pesadez.Percibimos en esas consultas que ese desencuentro se muestracomo insatisfacción, como sentimiento de enajenamientofrente al proyecto institucional en el que están inmersos o serefleja en la distancia que hay entre lo que esa institución sepropone como fin y la modalidad con la que lo lleva adelante.Pienso que en estos casos, la intervención debe acompañarnuevos agenciamientos, dando lugar al espíritu crítico, a lareflexión, a la interrogación.

Finalidad de la intervención

Aún tomando estas diferencias que van mostrandooperatorias diferentes, creo que nuestra intervención, así

CUADERNOS DE CAMPO / 13

¿De qué se trata intervenir en el contexto actual de lasinstituciones?

Page 14: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

como sucede con otro tipo de intervenciones como la médica,sigue teniendo como finalidad la de aliviar algún malestar. Setrata de apostar a que se puede construir, consolidar,modificar, reconstruir, para lograr un quehacer satisfactoriopara todos los sujetos comprometidos en ese proyecto

En el texto “La intervención: imaginario del cambio ocambio de lo imaginario?”, J.Ardoino juega con elsignificado de “intervenir” en el sentido de venir entre,interponerse, y lo juega tanto como sinónimo de mediacióncomo de intromisión. En este sentido cualquier intervencióntendrá algo de violento. Violencia por el solo hecho deincluirse en una escena prestada pero también violenciaporque intentará ir en contra de las fuerzas que tienden a ladestrucción, a la desintegración del proyecto.

Sabiendo esto, creo que es importante poder irdeterminando el grado de permeabilidad o impermeabilidadque tiene una institución a esta intromisión y a soportar supropia interrogación. Hay instituciones que ofrecen grietasmás permeables a un abordaje y otras que no.

En la medida en que las instituciones tienen dificultades,la intervención intentará colaborar en la diferenciación de losobstáculos que vienen del mundo exterior de aquellos quevienen del seno mismo de la institución. Esta diferenciaciónpermite recortar el campo de problemáticas y ubicar ante quéperfil institucional estamos.

Intervenir en el caso de las instituciones de perfil 1 seráhacer resurgir los instituídos, reestablecer la culturainstitucional, recuperar “el saber hacer” y potenciar la apuestaque les permita navegar aún en un contexto de turbulencias.Una vez logrado esto, y si la posibilidad de la reflexión estápresente, vendrá otro tiempo de la intervención: el de lainterrogación.

Intervenir en el caso de las instituciones de perfil 2 serátrabajar sobre los imaginarios y las creencias compartidas,con la apuesta de ir logrando que el instituído no sea la únicabandera institucional y de esta manera allí donde lo que primaes el “espíritu de la pesadez” se pueda reestablecer la tensiónentre potencia e impotencia.

Además de los perfiles ya caracterizados, podemosencontrarnos con un tipo institucional combinado, que tieneun proyecto claro (como sucede con las instituciones delperfil 2) pero que, al mismo tiempo, debe enfrentar uncontexto turbulento el cual no está en sus manos podermodificar (como sucede con las instituciones de perfil 1). Eneste caso el trabajo de interrogación permitirá una posicióndiferente frente a las arbitrariedades del mundo exterior.Dicha posición conlleva un cambio de mirada de los actoreshacia la situación tanto interna como externa.

Entiendo que el horizonte inmediato de cada una de estasintervenciones difiere pero hay algo del espíritu del análisisinstitucional que persiste. Lo que persiste en uno u otro tipode intervención es el espíritu de recuperar un espacio.

Si se trata de las instituciones de perfil 1 recuperar unespacio tendrá que ver con remontar un texto institucional queha sido arrasado por una violencia cuyo horizonte era ladestrucción, la desaparición. Si se trata de las instituciones deperfil 2, tendrá que ver con “conjurar los efectos desobrecodificación o rotulación posibilitando así lacreatividad o el surgimiento de otros efectos de sentido” talcomo dice Osvaldo Saidón.

¿Desde dónde trabajamos?

Pienso que cuando vamos a iniciar un trabajo lo hacemosdesde el no saber, pero no desde la fachada del no saber sinodesde realmente pensar que de esa organización yo no sé

CUADERNOS DE CAMPO / 14

El cuerpo como superficie vibrátilSi vivir sin una casa concreta es difícil, no hayvida humana posible sin un modo de ser en elcual uno pueda sentirse “en casa”. No nos hemosvuelto todos homeless: no es verdad que la casasubjetiva haya desaparecido; sólo está sufriendoun cambio radical en el principio de suconstrucción, hecho que no deja de serperturbador. Construir un “en casa” dependeahora de algunas operaciones que, aunquebastante inactivas en la subjetividad del occidentemoderno, le son familiares al modo antropofágicoen su actualización más activa: sintonizar lastransfiguraciones en el cuerpo, efectos de nuevasconexiones de flujos; montar la ola de losacontecimientos que tales transfiguracionesdesencadenan; desarrollar una prácticaexperimental de configuraciones concretas deexistencia que encarnen estas mutacionessensibles; inventar nuevas posibilidades de vida.Tales operaciones dependen, a su vez, delejercicio de potencias del cuerpo igualmenteinactivas en la subjetividad contemporánea:expandirse más allá de la representación;conquistar una intimidad con el cuerpo comosuperficie vibrátil que detecta las olas inclusoantes de que rompan; aprender a montarlas;forjar zonas de familiaridad en el propiomovimiento; o sea, “navegar es preciso”, si nomuy probablemente el destino será el naufragio.Un “en casa” hecho de totalidades parciales,singulares, provisorias, fluctuantes, en devenir,que cada uno (individuo o grupo) construye apartir de los flujos que tocan el cuerpo y sonfiltrados en forma selectiva por el deseo.Sin embargo, a pesar de que la experienciasubjetiva haya cambiado a este punto, latendencia predominante es a mantenerse bajo elrégimen que hasta hace poco estaba en vigor: un“en casa” identitario. Esto es evidente en losatrincheramientos en los que se ubican gruposétnicos, raciales, religiosos, sexuales o, incluso,naciones enteras que insisten en existir comoidentidades recortadas del océano de flujosmutables del que está hecha hoy la consistenciasubjetiva de todos los habitantes de la Tierra.¿Por qué no se consigue dejar de lloriquear desaudade de la casa enraizada a pesar de estecambio evidente e irreversible? Ciertamente, porfuerza de la costumbre inscripta en nuestrodeseo; pero también y, tal vez principalmente, porfuerza del modo hegemónico de subjetivación enel neoliberalismo mundial integrado que necesitadel régimen identitario para funcionar y quemoviliza esta costumbre en nuestro deseo comodispositivo esencial para su realización.

Suely RolnikFragmento de ‘Más allá del principio de identidad. Lavacuna antropofágica’.

Page 15: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

nada. Yo sé de organizaciones en general, producto de unrecorrido que me avala pero de esa institución puntualmenteno sé nada.

Fernando Ulloa utiliza una expresión muy poética para darun consejo: “Marchar como los baqueanos. Con el equipajeligero, eficaz y desprejuiciado, manteniendo la mayor lealtada lo que ahí acontece y poca fidelidad a lo que la tradiciónpresupone debe acontecer”.

Creo que esta advertencia da cuenta de la importancia delencuentro singular con esa institución desde una posición deignorancia sin buscar los elementos que una cierta teoría a lacual respetamos (pero no rendimos culto) nos incita aencontrar.

Y allí voy, como dice la autora mejicana Claudia SalazarVillaba, en búsqueda de relatos. Dice que un analistainstitucional es un “atrapa relatos” y la cito: “El que va deintervención (que se va de intervención como se va de pesca,de cacería) va buscando”.

Ella plantea allí que el que interviene va en búsqueda dealgo que no sabe de antemano. “El que interviene cree,imagina, supone, sospecha, teme”.

Trabajar desde el no saber implica reconocernos comoposeedores de un valioso instrumento que nos permite unaapertura y también la posibilidad de asombrarnos ante esasingular institución que nos convoca.

¿Para quién trabajamos?

Trabajamos para ayudar a dar lugar a las instituciones devida, para que las instituciones, como dice Eugene Enriquez“sean espacios donde el otro importe en su realidad depersona, sean espacios donde unos y otros se formen a travésdel intercambio subjetivo, espacios donde cada sujeto devienelo que va siendo”. En este sentido creo que cuando esto noocurre, el espacio institucional se ve atrapado por una pulsióntanática bajo la forma de la repetición, la estereotipia y laburocratización. A esta altura es bueno dejar en claro queutilizo “institución” como un modo cotidiano de conversaciónpero que, en rigor, las instituciones se expresan en grupos y enorganizaciones, y a su vez estas organizaciones tienen unamisión particular que es la de darle vida a la institución.Nunca se ve a la institución educativa, se ven lasuniversidades, las escuelas que tienen la misión de mantenerviva la institución educativa. No se ve a la institución familiasino que cada una de las familias vehiculiza la idea de lainstitución familiar.

Tal como se habrá ido dando cuenta el lector, se fuerevelando de a poco que nuestra preocupación es el proyectoinstitucional, pero que en realidad el gran desafío en unaintervención es cómo atender a lo común encarnado en eseproyecto y a la vez dar lugar a los despliegues singulares.Se trata de ir trabajando, implicación mediante, en cómo noquedar atrapado en las explicaciones individuales y, por otrolado, cómo proceder para no romper “la movilización de lasinteligencias y las personalidades”.

Fernando Ulloa aproxima la importante idea de que elanalista puede componer una narración que aluda a lo quesucede sin apuntar a ninguna persona en particular: una suertede interpretación puesta a disposición del que la desee.

Si bien el analista institucional conduce una situacióncolectiva, su eficacia habrá de operar en la singularidad decada sujeto contextuado institucionalmente. Esta concepciónhace sinergia con la idea del Dr. Enrique Pichón Rivierecuando plantea que el trabajo es grupal pero la apropiación espersonal.

Comentarios finales: acerca de la hospitalidad

“Seamos hospitalarios” dice nuestro primer mandatosocial. La aparición de la palabra articulada en uno de losprimeros relatos de Occidente hace honor a ese mandato. Hagoreferencia aquí a La Odisea de Homero. Saliendo de laoscuridad, de una época de guerra y destrucción, Homero poneen el centro argumental de La Odisea la ley de hospitalidad.

Que cada institución esté obligada a respetar la ley dehospitalidad supone la posibilidad de que esa instituciónperdure, que nuevos miembros sean albergados y hallen ciertasatisfacción en ella. Si a algo hay que obligar es porque no sólono se da naturalmente sino que también puede no darse.

¿Cómo se podría pensar que la ley de hospitalidad se juegaen una institución para cada uno de los sujetos?. Creo que nopodría ubicarse solamente en la realización de una tarea que alfinal representara el Bien Común. Deberíamos pensar si no estambién en el uso de la institución mientras se realiza la obrainstitucional. Un uso que permita encontrar una forma desatisfacción compartida y que incluya la particularidad de cadauno, el rasgo propio de cada cual y no necesariamente unasatisfacción idéntica para todos. Nuevamente se trata deatender a lo común y a su vez dar lugar a lo singular.

Creo que la ley de hospitalidad no se decreta, sino que seva instaurando sin un criterio único, y por lo tanto es del ordendel acontecimiento que se da cada vez y en cada institución.Se trata de que cada institución vaya encontrando la “mejorhospitalidad posible” para la satisfacción personal de cada unode los actores institucionales, sabiendo que alberga en símisma la tensión alojamiento- desalojamiento. Se trata depoder ir construyendo otros bordes para la permeabilidadinstitucional.

CUADERNOS DE CAMPO / 15

N.E.P.S.NUEVA ESCUELA DE PSICOLOGÍA SOCIAL

Incorporada a la Enseñanza Oficial – Reg. Nº 7418/05Fundada en 1987

Dirección: Lic. Carlos Rico AlcázarCoordinación Institucional: Diana Marcovecchio

Formación de Operadores en Psicología Social

Carrera de Nivel Terciario aprobada por el Ministerio de Educación RESNº 606/02 DGEGPPuntaje Docente: Anexo de Títulos Decreto 469/04 Apéndice IX

Teoría de Enrique Pichon RivièreTÍTULOS OFICIALES

Abierta la Inscripción 2008

Duración: Tres AñosTítulo intermedio: Dos años

Frecuencia: Una vez por semana - Sábados de 9.00 a 14.30 hs.Lugar de cursada: Av. Corrientes 1994/96 C.A.B.A.

Solicitar entrevista 4953-0903 (sábados de 9:00 a 13:00 hs.)

4654-2225 (martes de 18:00 a 22:00 hs.)

Contacto directo 15-4889-0983

Aranceles preferenciales para afiliados a UTE y SUTEBA (CTERA) Afiliados No afiliados

Matrícula $ 100 $ 120 Cuota mensual $ 120 $ 140

[email protected]

Page 16: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

Laboratorio de Análisis Institucional de Rosario [email protected]

Introducción

Cuando en abril de 2006 decidimos constituirnos comoequipo para realizar intervenciones de análisis institucional,surgieron algunos interrogantes que aún siguen sobrevolandonuestras discusiones: ¿Cómo se reconfigura esta práctica deacuerdo a las profundas mutaciones sociales, políticas,económicas de los últimos treinta años? O mejor dicho: ¿Lasmutaciones contextuales modifican inequívocamente unapráctica como el análisis institucional?

Evidentemente no se trata de discusiones teóricas, o sí,pero por lo menos creemos que no se tratan de discusionescuyas respuestas puedan surgir desde un plano teórico oabstracto. El devenir mismo de las prácticas y lasintervenciones va mostrando los tipos de variaciones –o no-que experimenta el análisis institucional hoy. Quizá en estemomento sea necesario sostener estos interrogantes, lo cualno niega, por cierto, la posibilidad de avanzar con ciertashipótesis provisorias que nos permitan ir repensando nuestrosmodos de intervención.

Un punto de partida posible: en tiempos de soberanía delestado nación, de sociedades disciplinarias, la existencia delas instituciones no estaba puesta en discusión. El aspectodecisivo al momento de las intervenciones era que lareproducción y permanencia de dicha institución tampocoestaba en duda. Las intervenciones, por lo tanto, se realizabanal interior de una trama institucional sólida y, por eso mismo,perdurable. No podríamos afirmar que ese esquema hayadesaparecido por completo en la actualidad, pero sí que ennuestras experiencias de intervención nos hemos encontradocon escenarios de otro tipo.

Existencias e insistencias

Una de nuestras intervenciones tuvo lugar en una escuelapública estatal. Cuando empezamos con ese trabajo nosencontramos con testimonios que ponían de manifiesto cómoreglas y normas que habían servido para regular elfuncionamiento de esa institución ya no tenían eficaciasimbólica. Si bien permanecían en los estatutos y se repetíanhasta el cansancio, no lograban producir efectos prácticos.Esto es, no producían subjetividad en maestros, alumnos yautoridades. En las reuniones con padres, profesores ydirectivos surgía con insistencia una imagen habitual a la horade describir la escuela en los últimos años: "Los chicos noobedecen reglas y eso alimenta la violencia". Hasta ahí nadanuevo. Desde nuestro punto de vista, antes que por trasgresióna las reglas, la agresividad entre los alumnos se producíacomo un modo de estar entre ellos ante la dificultad paratramar relaciones dentro de –y con- la institución. Más quevincularse entre sí, lo que hacían era chocar en el vacíoabierto por la ausencia de sentidos que armaran algún tipo delazo posible. Sin embargo, esta crisis, encontraba uncontrapunto que, transcurrido un cierto tiempo, e iniciada otra

intervención, se transformó en un elemento de reflexión sobrela práctica misma del análisis institucional: la certeza de queesa misma institución escolar, más allá de sus intensosconflictos internos, no iba a desaparecer. Podían removerselas autoridades, sufrir algún tipo de intervención desde elMinisterio, agravarse los malestares, pero la escuela iba aseguir emplazada en el mismo sitio, dependiendo de lasmismas reparticiones del Estado y continuando, con todas lasdificultades del caso, con sus tareas. Por si fuera necesario loaclaramos: verificar la existencia fáctica de una institución(cumplir con los requisitos administrativos, desempeñarnormalmente las actividades pautadas, estar en regla en surelación con las dependencias del Estado), no permite deducirque allí se produzca subjetividad.

Esta certeza de permanencia de la institución, de igualmodo, aún en medio de sus crisis, marca diferencias notoriascon otro tipo de experiencias colectivas cuyos conflictos ydificultades no ponen en cuestión sólo la capacidad deproducir subjetividad sino, inclusive, su existencia fácticamisma.

En este sentido, la siguiente intervención que realizamoscomo equipo implicó un replanteo de nuestras prácticas. Eltrabajo se acordó con cooperativas autogestionadas de laciudad de Rosario. Se trató de un taller –actualmente encurso- con los presidentes de estos emprendimientos a fin deconstruir un mapa de la gestión de la innovación. En sumayoría son empresas que fueron recuperadas por sustrabajadores. Para comenzar con el trabajo se realizaron unaserie de reuniones con trece empresas autogestionadas, en lasque se leyó la propuesta de trabajo y se acordó el inicio de lostalleres. Sería encuentro de frecuencia de encuentrosquincenal y una duración de dos horas.

En los dos primeros encuentros registramos una serie deanalizadores: tres cooperativas que compartían un mismoproyecto productivo no iban a participar de los talleres, talcomo se había acordado, dado que ese proyecto en comúnhabía desaparecido en cuestión de semanas; la cooperativa enla que se realizarían las reuniones estaba por sufrir uninminente desalojo judicial; en la primera reunión uno de lospresidentes, consultado sobre cómo se desarrollaba la toma dedecisiones en su cooperativa, anunció una posible fractura delproyecto ante graves conflictos internos. Otro elemento deanálisis fueron las serias dificultades de los presidentes paraasistir a los encuentros, incluso luego de confirmar supresencia en los días anteriores; por último, la dificultad pararespetar el tiempo de duración de los mismos, a pesar de habersido un acuerdo establecido entre todos los participantes.

En cada una de las reuniones los presidentes daban cuentade la inestabilidad propia de sus emprendimientos, de lasfricciones internas, y de la precariedad de su situaciónfinanciera, legal, edilicia, tecnológica. Los testimonios sobremúltiples dimensiones de las cooperativas mostraban hastaqué punto la destitución era un riesgo y una amenaza latenteen constante actualización. La recuperación, en ese plano, nohabía recuperado ningún tipo de estabilidad ni certeza. Estostestimonios registrados ponen de manifiesto que ya no sóloestamos frente a instituciones desregladas pero que tienen

CUADERNOS DE CAMPO / 16

Las nuevas condiciones de la experiencia

Page 17: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

asegurada, aunque sea en forma fáctica, su continuidad através del respaldo del Estado; en los talleres nos encontramoscon emprendimientos que podían quebrar y desaparecer antedeterminadas situaciones como las crisis internas entre lostrabajadores, las demandas de los mercados, problemas desolvencia financiera o un fallo judicial desfavorable.

Este panorama abre nuevos interrogantes: ¿Qué lugarocupa la práctica del análisis institucional en este tipo deinstituciones? ¿Qué implicancias tiene elaborar unaintervención con instituciones bajo permanente amenaza dedestitución? ¿Cómo se combina la precariedad con lasposibilidades de una intervención? ¿Cómo trabajar con lo quese deshace todo el tiempo?

Producción de trama y amenaza de desconfiguración

Según el esquema clásico, el análisis institucional, almomento de una intervención, operaba a partir de unbinomio: instituido/instituyente. La institución era laresultante de la dinámica y tensión que se producíacontinuamente entre estos dos polos. Lo que vamosregistrando en nuestros recorridos es que en las institucionestomaría el centro de la escena un tercer elemento quereconfigura ese esquema: lo destituyente. Es decir: una fuerzaque insiste en hacer tambalear ya no a lo instituido sino al pisomismo que posibilita el acontecer de la dinámica “instituido”/“instituyente”, y por ende a la mismísima institución1.

En las reuniones de equipo nos interpelaba la dificultad delos trabajadores para asistir a un encuentro de dos horas deduración con frecuencia quincenal, también nos interpelaba elhecho de que éstos asistieran y no pudieran sostener esapresencia hasta el final de cada jornada de trabajo. En algúnmomento se disculpaban y se retiraban para concurrir a otrasreuniones o para realizar trámites. Una vía de análisis posiblepodía ser la falta de interés. Sin embargo, el taller surgióprecisamente como resultado del interés y de un acuerdoexplícito con los presidentes de las cooperativas.

En un principio el hincapié lo poníamos en las ausencias yen la dificultad para trabajar el lapso acordado. ¿Qué ocurreque no pueden permanecer sentados dos horas seguidas? Noobstante, a medida que van pasando los encuentros, vamosoperando un cambio de perspectiva. ¿Qué lo generó? Elregistro de las dinámicas singulares de estos proyectos. Noresultaba productivo pensar en esas ausencias o faltas sinotodo lo contrario: la intervención lograba justamente producirun detenimiento, una lentificación productiva en medio dejornadas de trabajo vertiginosas y desbordantes. Estamoshablando de trabajadores sumidos en fuertes crisis internas,concurriendo a una reunión con abogados para verificar elestado de las causas judiciales por la expropiación, acudiendoa otra con proveedores, al mismo tiempo teniendo quedescargar un camión con mercadería, y, además, como cierredel día, teniendo que diseñar estrategias comerciales. Anteeste panorama, el hecho de que un presidente asistiera,aunque sea durante el lapso de una hora, a una reuniónquincenal a pensar con otros presidentes sobre los problemasestratégicos en la gestión, no era un dato menor. Al contrario.El cambio de perspectiva significó situar como suelo de laintervención estas vertiginosas dinámicas de trabajo, tambiéna la imprevisibilidad y el cambio constante como elementosconstitutivos de estas experiencias.

Así la inestabilidad, la incertidumbre, la variaciónconstante, lejos de ser vista únicamente como algo meramentenegativo, pasan a ser dinámicas que permiten larecombinación continua de recursos y fuerzas. El tercerencuentro con las empresas autogestionadas deparó un cuadro

inesperado: los trabajadores habían coordinado una reuniónentre ellos con posterioridad al trabajo de taller para tratartemas pendientes entre las cooperativas. El día del tallerestaba a la vez siendo utilizado como día de reunión entreellos. La intervención estaba generando condiciones para elencuentro. Como equipo de intervención, siguiendo a PaoloVirno, decimos: ese actuar sin partitura de los presidentes,lejos de una mirada que sólo lee informalidad (falta deagenda, superposición de horarios, etc.) posibilitó, en elmarco de una intervención como el taller, la iniciativa dereunirse para analizar entre todos, por ejemplo, la oferta de unservicio. En estos términos, como elemento no previsto, elencuentro en el taller crea un orden situacional, establece unaagenda común, arma trama entre las cooperativas ahí dondeprevalecían las dificultades para reunirse y compartirproblemas.

Bajo condiciones de precariedad, lo destituyente tienealtas chances de disputarle a lo instituido el rol de fuerzaprevaleciente en la trama institucional. Entonces, comoconsecuencia directa, la inercia no es hacia la repetición sinohacia la desconfiguración. Si esta es la tendencia, por lomenos en determinadas condiciones, creemos que unaintervención desde el análisis institucional necesariamentedebe variar en sus formas.

La intervención tendría como función configurar tramadonde más que anudamientos instituidos sólidos prima lafluidez. Si esto fuera así, se pone en evidencia un pasajecualitativo: las intervenciones no siempre apuntan adeconstruir una trama institucional preestablecida sino aproducir trama ahí donde prima la desconfiguración, o bien areforzar los anudamientos establecidos de forma precaria y/ointermitente. La intervención, entonces, adquiere su potenciaen su carácter constituyente más que deconstructivo.

Nota1 Para profundizar el análisis de esta tendencia, ver:

“Instituciones hoy: de la crisis a las estrategias de recom-posición”. Laboratorio de Análisis Institucional de Rosario. EnRevista Campo Grupal nº84

CUADERNOS DE CAMPO / 17

Page 18: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

Ana María del Cueto [email protected]

En el momento en que una institución formula un pedidode análisis institucional, adquiera éste la forma de unasupervisión, un diagnóstico, o un simple pedido de ayuda, losactores institucionales han recorrido un largo camino quehabla de dificultades, obstáculos, conflictos y violencias queno han podido resolver solos. Este proceso que los lleva aconsultar es oscuro, contradictorio, profundamenteambivalente para los miembros de la institución. Y por otrolado aparece la idea de posibilidad de “deseo otra manera deser y estar aquí”. Es necesario un primer acuerdo individualque organice el campo posible de análisis e intervencióninstitucional sobre una base común. Cuestiones como lacirculación del poder, sus constelaciones mudas y sus juegos,el coeficiente de transversalidad de sus grupos, el dinero, elejercicio de los roles y sus violentaciones, la circulación deldeseo y sus flujos libidinales, son analizadores sensibles alanálisis institucional y a través de ellos se expresan lasproducciones institucionales. Estos analizadores se dan en laintersección que se produce entre el campo de análisis y elcampo de intervención en el dispositivo analizador creadoartificialmente por el analista Institucional. Los obstáculos,malestares, peleas, discusiones, repeticiones, no las debemospensar en negativo, sino más bien en lo que de productivotienen dichas manifestaciones, de qué nos hablan. Cuando unatarea no puede ser hecha, cuando un fin no puede seralcanzado, cuando existen violencias discursivas ynegaciones de lugares y personas, la institución está hablando,manifiesta de esta manera algo que le sucede. Nada esinsignificante. El discurso, tanto la palabra como los gestos, elespacio en donde habita, cómo lo ocupa, los espaciosclausurados o usados inconvenientemente, las acciones, suevaluación, el clima institucional, sus tensiones ymetereologías, lo dicho y lo no dicho. Sus violencias yplaceres.

Atravesada por lo social, lo histórico, lo individual, logrupal, todo esta ahí Presente/Ausente. Moviéndonos en ladimensión institucional entramos en el mundo de lasproducciones Institucionales. Nos implicamos en un procesomolecular en donde se hacen visibles las trasformacionessociales, políticas, económicas del mundo globalizado deestos últimos años en la realidad “invisible” del afecto y deldeseo. Bloquean sus movimientos sensibles de atracciones yrechazos desubjetivando el mundo de los afectos.Serializándolo en modos de sentir, pensar y actuar totalitariosy que se componen con una política de captura delpensamiento y de los afectos. Esta máquina abstracta crea unacrisis del pensamiento y de la palabra. Produce dolorpsíquico. Nos quedamos sin palabras y en silencio. Nuestroespíritu se ve afectado. Existe de todas formas un “PlusInstitucional”.

El Análisis Institucional es una intervención en unterritorio Micropolitico que posibilita a través de la AsambleaGeneral Socioanalítica crear un territorio horizontal en dondepensar tales cuestiones y provocar cambios en lasproducciones institucionales. Su complejidad impide

reducirlo a un solo punto de vista. Hallaremos entre todos,analista institucional y los miembros dispuestos aaventurarse en la búsqueda de soluciones, líneas depensamientos, segmentos, ideas contradictorias, opuestas,múltiples que nos permiten acercar cierta inteligencia sobrelos padecimientos institucionales y sus posibles precisiones.Intentaremos recuperar identidades, reformular sentidos,desenquilozar roles y funciones, produciendo o intentandoproducir una recodificación institucional. Se constituyen asíprocesos disipativos que permiten abordar cambios,generando dispositivos que rearticulan el quehacerinstitucional produciendo nuevos acontecimientos signi-ficantes.

En los periodos de transformaciones y crisis en lasinstituciones se intensifican los discursos totalitarios. Lospedidos de intervenciones institucionales, en generalsostenidos desde los propios demandantes en tiempo y dinero,apuntan a mejorar historias de maltrato, impunidades ysilencios que abarcan la vida institucional e impiden a vecestrabajar. Violencias simbólicas y reales invaden la vidainstitucional provocando no pocas enfermedades a nivel físicoy psíquico que atañen a la Salud Mental Institucional. Laposibilidad de un análisis institucional es intervenir a partir deestos territorios micropolíticos incluyendo en el análisis de lagestión y de la organización, el pensar la institución como unser vivo en permanente movimiento en donde circulan elpoder, el dinero, los grupos formales e informales, latransversalidad institucional. Las instituciones sufrenviolencias y violentaciones. En una intervención confluyenmultiplicidad de sistemas significantes produciendo órdenesheterogéneos, interconectados en un régimen de afectaciónque imprimirá en singular su sentido de producción. Por eltipo de actividad que se realiza en un análisis institucional nopueden pensarse conclusiones en el sentido estricto deltérmino, ya que el flujo institucional e intersubjetivo continúaproduciendo efectos, reformaciones, recuperaciones desentido e identidades, junto a la explosión de procesosdisipativos que suelen mutar las subjetividades masificadas.Constituyen así movimientos institucionales, generando otradimensión que implica a los sujetos, los roles y las funciones.Permite abordar cambios que superen no solo laburocratización de lo colectivo sino poner en cuestión unamanera de sentir actuar y pensar generando dispositivos querearticulen el quehacer institucional, produciendo crea-tivamente nuevos sistemas significantes instituyentes.Buscando las líneas de fuga.

El dispositivo de Asamblea General Socioanalítica juntocon la utilización del Psicodrama intentan “permitir elanálisis”. Es en este “entre” que se va instalando el análisisinstitucional a través de un dispositivo de intervención, laAsamblea General, que es a su vez un dispositivo analizador.Allí es donde va a ocurrir el análisis institucional. Horizontal.Creativo. Múltiple.

Es en estos espacios creados artificialmente, con pérdidade referentes habituales que quedan por fuera de las formas deencuentro y de la lógica de las relaciones intersubjetivas quese colocan en presente algunas cuestiones, líneas depensamiento, distintos puntos de vista, segmentos de ideas

CUADERNOS DE CAMPO / 18

Práctica de intervención en territorios micropolíticos

Page 19: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

que hablan, susurran gritan acerca de lo que acontece junto alcuerpo y sus afectos.

Tanto los actores que participan del trabajo deintervención como la analista institucional están implicadosen la tarea que realizan con afectos, deseos, opiniones,subjetividades, pasiones y disensos. Esto es parte del trabajode análisis y tiene que ver con el juego de tensiones que en elintercambio se produce.

Estableceremos un plano para recorrer los movimientosinfinitos, las diferentes intensidades, los humores, los olores,las anécdotas. Trataremos de armar un medio indivisible endónde conceptos, ideas, relatos, historias, se repartanocupando un espacio. El plano es lo que garantiza el contactoExtraeremos así pequeños segmentos puros, sucesivos osimultáneos que se vinculan con otros segmentos y en eseentrecruzamiento, en este acoplamiento, en ese toquedistinguiremos el medio en el que”ésta” institución y suanalista institucional se mueven buscando transformacionesdel mundo sensible del afecto y del quehacer. Pensar, actuar ysentir. Signo. Imagen Marca.

La batalla esencial se da en el terreno de las ideas y de loscambios que singularicen y en la apropiación de estosespacios micropolíticos que desarrollan la potencia del ser.Intenta crear nuevos territorios existenciales, nuevascartografías, nuevos agenciamientos de deseo. Aparecennuevas componentes de expresión y de contenido heterogéneohasta el momento ajenos, que constituyan intercambiosmúltiples.

Breves puntuaciones

Intentaré trasmitir a partir de algunos ejemplos elconcepto de transversalidad y su coeficiente1, pensando elconcepto en su complejidad y movimiento y recuperando susaportes. Más que para re-producir sus concepcionesapropiarse del texto de Guattari y Deleuze como texto vivo enmovimiento, como productividad. La relación entre el texto yel lector será concebida como la relación de dosproductividades que si se encuentran, si coinciden en unmomento determinado crean un espacio. No solo noscomunica y describe concepciones, conclusiones, ideas.También nos propone un juego según los espacios queestemos abiertos a crear y producir. Múltiples sentidos,múltiples escenas, múltiples espacios entre el texto y el lector.Entre la obra escrita, el autor y el lector.

Una de las especificidades del análisis institucional es suencuentro con grupos múltiples y heterogéneos unidos en unaactividad concreta. En general no elegidos como tales por losactores institucionales. El análisis de la transversalidad y sucoeficiente es el objeto mismo de la investigación de un grupoinstitucional y alude al grado de comunicación entre losdiferentes niveles institucionales y con el grupo que posee elpoder real. Este grupo determina de manera conciente oinconciente la regulación de las actividades extensivas de losotros niveles. Es una cuestión que nos habla de las relacionesde fuerzas y que no siempre coincide con el poder real. Seopone y se relaciona con la verticalidad y la horizontalidadcon respecto al Organigrama institucional y a los flujosdeseantes de la misma. Introduce potentemente al grupo comomáquina deseante .Analiza cuanto de sujeto tiene un grupoanalizando la relación que tiene con el poder real y/oimaginario de la institución y cuanto es dueño de su palabra.El Grupo Sujeto pretende fundarse a partir de una ley interna,con roles móviles, desprendido de jerarquías y es agente deenunciación colectiva. Expresa una palabra singular que noalude a lo individual. El Grupo Objeto tiene una máxima

jerarquización vertical y/o piramidal, traslada el organigramainstitucional dentro del grupo. Es hablado por el PoderInstitucional. No tiene palabra propia. Responde al poderinstitucional.

Las Intervenciones

Tomare como ejemplo una intervención realizada en unaescuela media que pertenece a un proyecto piloto de trabajocon alumnos repitentes. Este proyecto piloto es presentadopor el Equipo Directivo (ED) y por el Equipo Técnico (ET) yaprobado por el Ministerio de E educación. El pedido deanálisis institucional es realizado por este mismo grupo (EDY ET) y las dificultades señaladas por ellos están relacionadascon:

Problemas en la comunicaciónPoco intercambio de experienciasDificultad para llegar acuerdosDesvalorización de profesores y docentes de primer año y

de los estudiantesAutoritarismoConflicto entre sectores/grupos institucionalesEl Equipo Directivo y el Equipo Técnico dueño del

Proyecto y de su implementación soporta sobre sí lastrasferencias territorializadas convocadas por el rol y por elsaber acerca del desarrollo del proyecto, de las acciones condocentes y alumnos. Estas acciones son múltiples y variadasy no tienen en cuenta ni a los docentes, ni a los alumnos. Estándespegadas de la realidad de la escuela y de sus posibilidades,están vacías de contenidos deseantes para los alumnos y paralos profesores que tienen que implementarlas. Son“académicas”. El poder manifiesto y el poder real coinciden

CUADERNOS DE CAMPO / 19

JORNADAS 25º ANIVERSARIO DE

DOMINGO 25 de NOVIEMBRE 2007 de 12 a 19 hs.

Lugar: Biblioteca Nacional Agüero 2502 - Sala Jorge Luis Borges

MESAS:Apertura: Alejandro Ollier y Samuel Wolf

Salud Mental y Derechos Humanos: Alfredo Moffatt - Eduardo Pavlovsky - Abuelas de Plaza de Mayo

Realidad Social: Horacio Gonzalez - Vicente Zito Lema - Alfredo Zaiat

Organizaciones Populares: El Bancadero - La Colifata - Cooperanza - Movimiento de Trabajadores Desocupados

de La Matanza - Red Abasto.

...además: música, teatro y muchas cosas más.

Page 20: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

en el Equipo Directivo. En este sentido hay poca movilidadtransferencial. Las relaciones de fuerza están yadeterminadas. Con respecto a la transversalidad y sucoeficiente entre los diferentes grupos institucionales(preceptores, docentes, profesores, docentes “los VIP”,docentes devaluados, alumnos modelos, alumnos devaluados)como forma de oponerse a la voz institucional resisten conacciones, devaluaciones de sentido, inasistencias, acuerdosentre dos, de forma totalmente fragmentaria e individual.Esta dinámica institucional convierte y provoca en losdiferentes grupos una dinámica de Grupo objeto ya que laoposición a la máxima jerarquía vertical que se da en lainstitución es individual. Esta jerarquía (ED y Et) impide eldesarrollo de cortes mediante decisiones autoritarias y con elaparente “acuerdo” de todos. Digo que sí y luego hagoindividualmente lo que me pare e. Todos participan. Vienentodos a las reuniones de Análisis Institucional. Evitan la noparticipación, pero ¿participan realmente? Vienen pero hagocomo que....

Mínima transversalidad entre lo diferentes grupos y elcoeficiente de transversalidad es mínimo o transversalidad 0,ya que coincide su grado con la máxima verticalidad delorganigrama. Las diversas salidas individuales de oposición ypalabra propia muestran como no pueden constituirse a nivelinstitucional en salidas del Grupo Objeto. No constituyen unnosotros grupal que sirva de soporte a un hablar institucionalque se aparte del poder real y que cree su propia palabra y seapodere de su quehacer.

El consenso general de preceptores, docentes y profesoreses que el equipo directivo es autoritario. Y que la función delEquipo Directivo es controlar, exigir y presionar. Lescorresponde reglamentar, dirigir y hacer cumplir. (Sic) Luegocada uno individualmente adapta la norma a susconveniencias personales evitando involucrarse. Normas,reglas memorando no pueden con ellos. La burocratizacióninstitucional es inversamente proporcional a la participación.

En los encuentros de análisis institucional, con eldispositivo que siempre aplico, (Asamblea GeneralSocionalitica y Psicodrama) aparecen y advertimos algunasfugas hacia lo real que nos sorprenden y hablan por sí mismas

Ausentismo del 50% de los docentes de primer año(enfermedades, artículos, pedidos de licencias, etc.)

Un primer año nómade que hace lo que quiere y no tieneaula, deambula por todo el colegio

Falta de matriculación de alumnos a primer año que hacepeligrar la continuidad del proyecto.

La escuela no tiene nombre, los alumnos no pertenecen aninguna escuela solo al turno. Son vándalos sin nombre.

A lo largo de los encuentros hubo momentos de mayortransversalidad. Transitamos distintos humores y comoresultado de la intervención se organizó una Jornada que fuepreparada durante algún tiempo para buscarle entre todos “deverdad” un nombre a la escuela. Se realizaron encuestas, losdocentes y los alumnos organizaron distintas jornadas paraaveriguar los nombres posibles y su significación. Losalumnos “nómades” junto con otros de los últimos añosorganizaron un boletín de novedades que se encargan dedistribuir por toda la escuela y un mini centro de estudiantes.Y se realizó una capacitación para los preceptores. Se amplioel espacio de poder y algunos docentes y profesores pudieronapropiarse del quehacer

El ED y el ET sintieron el cimbronazo de los cambios yhubo algún problema con los honorarios que eranautogestionados que luego se aclaró y advirtieron que “solos”no podía. La intervención duró 8 encuentros con vaivenes ydesencuentros.

En otra intervención realizada en un EquipoInterdisciplinario de alrededor de 100 personas constituidopor Asistentes Sociales, Psicopedagogos, Psicólogos,Psicomotricistas y Fonoaudiologos, que constituían losdistintos grupos institucionales, contrataron autogestivamenteun análisis institucional. Con el dispositivo de AsambleaGeneral Socianalítica y Psicodrama.

Caótico, desorganizado, totalmente impulsivo, muy buenarelación aparente entre todos, horizontal, con juegos de poderno del todo visibles consultan ya que no podían llevaradelante las mínimas tares ni proyectos institucionalescoherentes a sus fines. Contratamos seis encuentros de 12horas cada uno, el pago de mis honorarios es autogestivo.

Los momentos de anomia y autoritarismo se dan casi encada encuentro sin que pueda determinarse si pertenece a ungrupo institucional sino más bien es algo que circula como unflujo indeterminado entre los grupos y entre las personas. Soncomo espasmos ininterrumpidos a los largo de variosencuentros. El número de integrantes propone unamasificación importante que tengo en cuenta en la realizaciónde ejercicios y propuestas.

Alrededor del tercer encuentro comienza a surgir unmalestar poco habitual, un clima enrarecido y pelean muyacaloradamente por dos temas: el cigarrillo, el humo y lassillas (sic). No me detendré acá en los significantes y a quetrayecto dieron lugar. Baste decir que mediado el trabajosurge de uno de los grupos institucionales con característicasdefinidas la necesidad de decir “LA VERDAD”

Pone sobre la mesa de discusión como surgen los cargos,quien es quien dentro de la institución y a que grupo políticoy de política institucional pertenece cada uno. Un grupo deprofesionales había presentado en su momento un proyectoinstitucional quedando desplazado por personas ajenas a lavida institucional sin capacidades académicas ni de proyecto.Esto constituye un quiebre importante dentro del grupo.Máximo momento de transversalidad de todo el grupo- Elequipo discute, se opone, hace valer su palabra y organizaacciones que modifican el juego de fuerzas hacia adentro yhacia fuera.

Pensar. Sentir y Actuar.Transversalidad 0. Máxima Burocratización. Grupo

Objeto Movimiento Instituido. RepeticiónTrasversalidad 100. Máxima horizontalidad grupal. Grupo

Sujeto. Movimiento Instituyente.Entre uno y otro momento temporal la institución con sus

vaivenes.Estos conceptos nos permiten pensar una institución y su

intervención en sus movimientos sensibles de atracciones yrechazos de los sistemas de poder dentro y fuera. Sussilencios, sus palabras, sus capturas de pensamientos yafectos, las alianzas explicitas e implícitas.

Fragmentos de historias institucionales, de devenires queintentan buscar una forma “singular” de pensar, sentir yactuar.

Nota1 Para una ampliación de este concepto “Psicoanálisis ytransversalidad” Felix Guattari/ Prólogo de Gilles DeleuzeSiglo XXI Ediciones/abril 1976.-

CUADERNOS DE CAMPO / 20

Page 21: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

Cristián Varela [email protected]

I.Hablar de psicología institucional resulta en principio

algo ambiguo y sujeto a equívocos. Uno de los sentidos quesuele adjudicarse a esa denominación alude a las prácticaspsicológicas que se realizan en contextos institucionales. Aesta acepción se la encuentra con más frecuencia enambientes no psicológicos; suele ser desde otros dominiosque se denomina así a la práctica que ejerce el profesional porencargo y bajo control de la institución. Sin embargo la ideade una psicología institucional como tarea que es efectuadapor la propia institución posee considerable difusión. Tal es elcaso de lo que suele entenderse por institutional psychologyen los Estados Unidos, como trabajo desarrollado por elprofesional de la psicología en tanto que perteneciente a lainstitución. Ese trabajo se orienta ya a colaborar en laconsecución de los fines institucionales, ya a la asistenciapsicológica –por lo general preventiva y psicosocial– de susmiembros. Una acepción similar es la que a veces seencuentra vinculada con la psicología educacional; en laescuela, la tarea del profesional está en consonancia con elobjetivo de la institución, ya sea como complemento de latarea pedagógica o bien en la orientación respecto detrastornos psicológicos del niño y de su ámbito familiar. En lamedida en que esta actividad se halla en estrecha vinculacióncon los fines de la institución existe lógicamente unatendencia a concebirla como una psicología institucional.

Sin embargo hay que decir que no siempre la psicologíainstitucional vinculada con la escuela es entendida como unapráctica al servicio de la institución; de la misma manera hayque reconocer que no todo lo que se denomina institutionalpsychology responde a un esquema similar. Respecto de loprimero, a título de ejemplo, basta con confrontar los trabajosde Lidia Fernández (1998) en los que la Escuela es tomadacomo objeto de estudio de la Psicología Institucional. En loque cabe a la denominación estadounidense puedenconfrontarse los trabajos de Lois Holzman (1997) donde porinstitutional psychology se entiende ante todo los modelosque la institución promueve, algo así como su cultura interna.De todas maneras, más allá de estas objeciones, lo queinteresa destacar es que existe una concepción de laPsicología Institucional en la que ésta es considerada comouna práctica desarrollada en y por la institución. No es esta laperspectiva que por mi parte sustento; por el contrario mesiento cómodo con una corriente inscripta en la línea quearranca con la Psicoterapia Institucional que, entre los años’40 y ’50 de la centuria pasada planteó la necesidad de darsecomo objeto de análisis a la institución en sí, antes que a lossujetos de la institución (Daumezon y Koechlin, 1952). Enconsecuencia, un primer punto de vista a sustentar es que laPsicología Institucional no es aquella que tiene por sujetoque la ejerce a la institución, sino por el contrario es lapsicología que tiene a la institución como objeto de estudio yde intervención.

II.La aserción hecha en el punto anterior puede dar lugar a

otro equívoco: si la Psicología Institucional tiene su propioobjeto ¿se constituye como una disciplina teórica también consu propio corpus conceptual? La respuesta es aquí simple ynegativa, pues este objeto es de naturaleza empírica antes quede índole conceptual. Si bien la Psicología Institucionalcuenta con algunos elementos teóricos, éstos son extensionesy apropiaciones de conceptos desarrollados en otros campos,principalmente de la Psicología, pero también –y en no pocamedida– de otras disciplinas. En este sentido se la puedeentender como un campo de aplicación de la Psicología y almismo tiempo como una especialización de la misma. Entanto tal, la Psicología Institucional debe reconocer dosantecedentes directos. Uno que se sitúa en el campo de laclínica, más precisamente en el de la clínica psiquiátricaejercida en instituciones, tal es el caso de la ya mencionadacorriente de la Psicoterapia Institucional de Daumezon,Tosquelles, Guattari et alter; también es el caso de la TerapiaComunitaria de Maxwell Jones, así como de los desarrollosde la Tavinstock Clinic (E. Jacques), y de otras experienciasde índole similar (Laing, Cooper, Bassaglia, etc.). El otroantecedente, más abarcativo y quizás de mayor pregnancia, es

CUADERNOS DE CAMPO / 21

Puntos de vista en Psicología Institucional

ALQUILER DE CONSULTORIOS

zona Tribunales

• A estrenar,ambientes modernos

• Silenciosos - Amplios- luminosos

• Recepción y sala de espera

• Servicio de Secretaría

• Alquiler por hora, módulos y día completo

Paraná 264 Piso 4 Of. 40Tel: 4371-9628 15-6252-2432www.consultoriosparana.com

Page 22: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

el que le llega desde la Psicología Social en sus distintasvertientes y desarrollos, antecedente sobre el que me detendrémás adelante.

Si bien cuando se indagan los orígenes de la PsicologíaInstitucional esas dos líneas antecesoras suelen aparecerconfundidas –se verá cómo esto ocurre en el caso de sudesarrollo en la Argentina–, es conveniente mantenerlasdistinguidas por cuanto suponen movimientos distintos. En elcaso del antecedente clínico, el movimiento que da origen a ladimensión institucional es el que realizan los terapeutas delHospicio cuando cambian el foco de atención, desviándolodel paciente para dirigirlo hacia la institución; se trata, por asídecirlo, no de un movimiento de traslación, sino de un giroefectuado sobre un mismo eje (el del HospitalNeuropsiquiátrico). En el caso del antecedente psicosocial, entérminos generales el movimiento consiste en un doblepasaje. Hay primero un pasaje de la psicología del individuohacia el campo social, dando origen así la Psicología Social.Luego, en un segundo momento, esta psicología se aplica alcampo institucional, pero sin recortar a la institución comoobjeto específico, solamente se aplica a ella como un ámbitomás de lo social. Será luego de un período de experimentaciónpráctica que esta Psicología Social aplicada a la institución seirá contornando como Psicología Institucional.

Sin duda estas afirmaciones pueden ser contestadas, perode lo que aquí se trata, antes que hacer una historia de losorígenes de la cuestión, es delinear las tendencias generalesque hacen al surgimiento de la Psicología Institucional. Sudesarrollo en la Argentina ejemplifica de manera bastanteclara el recorrido recién expuesto. Si se hace centro en lafigura de Pichón Rivière se podrá observar como él participade los orígenes del Psicoanálisis en nuestro medio, en tantoteoría y práctica del sujeto individual. Luego se distancia deese psicoanálisis para inaugurar su Psicología Social.Finalmente serán sus discípulos, tales como Bleger y Ulloa,quienes darán forma a una psicología institucional decontenido psicoanalítico1. Un segundo punto de vista asustentar consiste entonces en plantear que la PsicologíaInstitucional se articula con conceptos teóricos provenientesde campos epistemológicos colindantes entre sí, tantopsicológicos como no psicológicos; y que esta característicano constituye una carencia, sino que hace a su riquezaconceptual.

III.Si se afirma que por Psicología Institucional no hay que

entender las prácticas psicológicas que realiza la institución,sino a la psicología que la tiene por objeto, se abre entoncesel espacio de una pregunta, ¿poseen las instituciones unaparato psíquico que amerite ser abordado por unapsicología? Pregunta que puede resultar ingenua, pero que ala vez es fundamental pues se sitúa en los orígenes mismos dela Psicología Social, antecedente –como se vio– de laPsicología Institucional. Para esa misma pregunta Durkheimensayó una respuesta: ante la evidencia de que existíanrepresentaciones anímicas metaindividuales, intentó postularla existencia de un aparato psíquico colectivo que explicara elhecho. Si no pudo avanzar en la idea es porque para losparadigmas de la época –en los cuales él se inscribía– lanoción de psiquismo se sustentaba en la neurobiología. Sincontar con la existencia de un cuerpo orgánico colectivoresultaba imposible plantear la idea de un psiquismo social,pues para postular una mente supraindividual se requeríaidentificar su sustrato biológico, corporal (Durkheim, 1912).

Por otro lado, si la pregunta sobre la existencia de unaparato psíquico propio de la institución puede parecer

CUADERNOS DE CAMPO / 22

Implicación en un proceso molecularEn la perspectiva de Guattari, el análisisinstitucional no se relaciona con la dinámica degrupos (Lewin), ni con el psicodrama (Moreno).No es un añadido marxista al psicoanálisis. Ni setrata de la terapia de un grupo de individuos, odel análisis de una institución. Tampoco sereduce a los impulsos transformadores deFrançois Tosquelles (un psiquiatra catalánrefugiado en Francia después de la guerra civilespañola). Ni se confunde con las corrientesprogresistas francesas que desarrollan la llamadapolítica del sector. El análisis institucional es paraGuattari implicación en un proceso molecular.Una intervención política que, a través de undispositivo analítico de enunciación, revela aristasde una constelación social.En 1964, unos años antes de iniciar su trabajocon Gilles Deleuze, Félix Guattari presenta uninforme que titula La transversalidad. Afirma allíque en toda existencia se conjugan dimensionesdeseantes, políticas, económicas, sociales ehistóricas. Critica la reducción de estamultiplicidad. Alerta contra la psicologización delos problemas sociales. Entiende que lospadecimientos psicopatológicos (o los malestaresindividuales, o las fracturas familiares) no sepueden pensar por fuera del universo social.Sugiere, por ejemplo, que el fantasma decastración es fantasma de castración y es modode regulación capitalista. Deseo que muerde en elfruto prohibido e interiorización de la represiónburguesa. Propone la idea de coeficiente detransversalidad para ilustrar las situaciones deceguera institucional. Describe cómo lascondiciones sociales intervienen en la produccióndel malestar.Pero el pensamiento de Guattari no se propone(como se dijo) introducir la política en elpsicoanálisis sino revelar que la política escondición de producción del inconsciente mismo.Guattari supone que el inconsciente no sólo tienerelación con las coordenadas míticas y familiaresinvocadas tradicionalmente por algunospsicoanalistas, sino que es (también) formaciónentre texturas sociales, económicas y políticas.Piensa que los contenidos sociopolíticos delinconsciente intervienen en la determinación delos objetos del deseo. O, en otras palabras, noconcibe las relaciones sociales como un más alláo un más acá o un después de las cuestionesindividuales, familiares o institucionales. Piensaque las relaciones sociales son los flujosmaquínicos con los que el inconsciente hace sutrabajo.

Marcelo PerciaFragmento de ‘Noticia sobre Félix Guattari’, publicadoen Campo Grupal Nº 3

Page 23: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

ingenua, es porque la noción de psiquismo ha quedadofuertemente ligada a la de individuo. Aunque en losdesarrollos de Freud se encuentre la respuesta a laspreocupaciones de Durkheim sobre las representacionescolectivas, y si bien conocemos sus afirmaciones respecto delcarácter social de toda psicología, hay aceptar que elPsicoanálisis se orientó y se institucionalizó como teoría ypráctica del sujeto individual; lo cual no es de extrañar porqueesa era la intención de su fundador: una clínica para el sujetoque padece. En virtud de la impronta individualista delPsicoanálisis, la idea de un psiquismo colectivo puede resultarextraña aún para psicoanalistas abocados a la prácticainstitucional, como el caso de G. Mendel2. Sin embargo,cuando Freud avanza en la formalización de su teoría se venecesitado de plantear una suerte de isomorfismo, desemejanza de estructura, entre la organización psíquica y laorganización social: la multitud equivale al Yo y el líder alIdeal del Yo. Más aún, plantea que la organización social escomo un psiquismo inacabado, y que la organización psíquicadel neurótico es como una institución imperfecta3. En suma,la organización social es como la organización psíquica yviceversa. Con apoyo en las formulaciones freudianas, Kaës(1987) llega a postular la idea de un aparato psíquicoinstitucional, al cual sitúa en determinados momentos ylugares de una organización social concreta. Por otro lado, enuna perspectiva antropológica influida por la sociología deMerton, Mary Douglas (1986) sostiene que “las institucionespiensan”. Lo afirma en el sentido que la institución es unacategoría cognitiva, es un modo lógico o una maneraparticular de pensar, propia de una comunidad y que seactualiza en cada sujeto. En tanto tal, el pensamientoinstitucional es anterior a la conciencia individual y esdeterminante del juicio subjetivo. Como se observa, aquellaidea de Durkheim no resultaba tan descabellada y ha sidoretomada por otras vías, tanto dentro como fuera delpsicoanálisis.

Como expuse, el movimiento por el cual un psicoanálisisdeviene en psicología institucional supone un paso previo porla dimensión de lo social. En el caso de Kaës esa dimensiónprevia tiene la forma de un psicoanálisis de lo grupal; enPichón Rivière, la tiene en su teoría del grupo operativo4. Laalusión a estas mediaciones sirven para plantear que, en loconceptual y en lo operativo, la dimensión de lo psicológicoen la institución se constituye primero como dimensióngrupal. Pareciera que recién después de asentarse la idea –y lapráctica– de una dimensión de fenómenos psicológicosabordable a nivel grupal, puede extenderse lo mismo a nivelde la institución. En este sentido, la intervención grupal –laeficacia de una operación psicológica con un sujeto o unasubjetividad grupal– es el laboratorio que permite avanzar enla postulación de una dimensión institucional que resulteabordable y operable por la Psicología (dimensión quealgunos autores denominan psiquismo institucional).

Por economía expositiva me circunscribo aquí a unrecorrido de autores y corrientes de orientación psicoanalítica,pero si se observa por ejemplo el desarrollo de las ideas de G.Mead y de K. Lewin, y la contribución que ellas hacen a unapsicología institucional (que mejor se identifica con ladenominación de “organizacional”), se verá cómo esas ideastransitan primero por una psicología del individuo(Conductismo en el primero, Psicoanálisis en el segundo)para luego conformar teorías psicosociales (InteraccionismoSimbólico y Teoría del Campo, respectivamente), pasandodespués a teorías de los pequeños grupos, y finalmenteaportando a teorías organizacionales. Un movimiento similarpuede observarse respecto de la actual corriente del neo-

institucionalismo; si se leen en detalle sus postulados se verála fuerte impronta que posee del Interaccionismo Simbólicode los seguidores de Mead5.

En resumen hay que decir que si bien la noción de unpsiquismo institucional se circunscribe a determinadosautores, la idea de que existe una dimensión de fenómenospsicológicos identificables y abordables a nivel de lainstitución, posee suficiente desarrollo y sustentación desdedistintas perspectivas epistemológicas; lo cual legitima laposibilidad de hacer de la “institución” un objeto de laPsicología, y fundamenta hacer de la institución un objetoespecífico, propio de una psicología específica. Este es untercer punto de vista a sustentar.

IV.En el punto anterior hice referencia a la Psicología

Organizacional como campo teórico y de intervencióncolindante con el de la Psicología Institucional. No hayespacio aquí para abordar en detalle las diferencias entreambas denominaciones, pero a los efectos de precisar mejorlo que debiera entenderse aquí por institución –en tanto objetode una psicología– cabe hacer algunas breves distinciones.Para el lenguaje corriente organización e institución sontérminos homólogos; en lo que hace al discurso teórico lasdiferencias dependen en gran medida de los autores y lascorrientes que se tengan en cuenta y, un paso más allá, delcampo epistémico desde donde se aborde la cuestión. Entérminos generales cabe decir que la institución como objetoes materia de preocupación de la Filosofía desde épocastempranas (vg. las Instituciones oratorias de Quintillano6)para luego pasar a incluirse dentro las Ciencias Socialescuando éstas surgen a fines del siglo XVIII, principios delXIX: ligada también al Derecho, a la Iglesia, al Estado y a lacuestión política, la institución ha sido tema constante ytransversal del pensamiento occidental.

Por su parte la preocupación por la organización surge apartir de los estudios sobre la administración que se inician aprincipios del siglo XX –Taylor en los EE.UU. y Fayol enFrancia– en directa relación con los procesos deindustrialización, por un lado, y de consolidación de laburocracia del Estado moderno, por el otro. El avance de lasciencias físico naturales, especialmente la Biología, dotaluego al tema de la organización de un estatuto de mayorcientificidad. Finalmente, impulsado por el desarrollo de laorganización empresa, y por la preeminencia que ésta cobraen el mundo contemporáneo, el objeto organización tiende ainstalarse como un objeto conceptual, a mitad de camino entrelo social y lo técnico, pero sustentado con los avances teóricosde la física, la bioquímica, la cibernética, y la comunicación.

Si se requiere una rápida distinción entre ambos términos,convendría entender por institución a las formas y modos derelación entre los sujetos y con el mundo que toda sociedadestablece y sanciona, tanto explícita como implícitamente (vg.el derecho, le educación, la religión, la familia, el modo deproducción). La existencia de la institución requiere deformas materiales que indistintamente pueden denominarseinstituciones u organizaciones (vg. un tribunal, una escuela,un templo, una familia, una empresa). De manera que lasorganizaciones pasan a ser formas materiales que responden aun ordenamiento determinado en función de un objetivo y unaracionalidad que las excede, los cuales se sitúan por fuera deellas en un nivel que corresponde a la institución7.

Llevando estas distinciones al campo aquí en cuestión,cabe precisar que la Psicología Organizacional trata sobre losprocesos psicológicos que ocurren en el interior de lasorganizaciones, y que en gran mediada sus formulaciones son

CUADERNOS DE CAMPO / 23

Page 24: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

herederas de los desarrollos del Neoconductismo, la TeoríaSistémica y la Teoría de la Comunicación8. Por su lado laPsicología Institucional se ocupa de esos mismos procesospero sin circunscribirse al estricto ámbito de lasorganizaciones; pues si la institución, en tanto modo derelación, posee una existencia material y evidente en losespacios organizacionales, existe antes en el conjunto de lasrelaciones sociales. Mas aún, Castoriadis (1983) afirma que loque otorga existencia a la sociedad es su institución, es elhecho de hallarse instituida. Finalmente hay que decir que lainstitución como “forma que adquieren las fuerzas sociales”no sólo existe en la sociedad misma, y de manera transversala las distintas organizaciones singulares, sino también –y estoes nodal al tema que aquí se trata– posee un estatutoinconsciente (Lourau 1970; 1980). En lo que tiene deinconsciente, la institución es inteligible con las categorías delPsicoanálisis. En este sentido, no sólo constituye un objeto delinconsciente, sino que antes bien es su causa9. Pero elconstructo teórico del Psicoanálisis no cubre todo lo que lainstitución tiene de inconsciente; por ejemplo los desarrollosde Castoriadis sobre lo imaginario como naturaleza primerade la institución, van en el sentido de elucidar su estatuto noconsciente; lo hace con apoyo en el Psicoanálisis, perotambién mediante el necesario recurso de la Semiología, laEconomía, la Historia y la Ciencia Política. Un cuarto puntode vista consiste entonces en plantear, a modo de problema,que la institución como objeto conceptual de la PsicologíaInstitucional, excede al campo epistémico que lo intentaabordar, pues ella se sitúa en campos lógicos diversos; entreotras razones, porque su materialidad es a la vez concreta,pulsional, sociohistórica y significante.

V.Se ha hablado hasta aquí de la institución en general, lo

cual no deja de ser una abstracción pues las instituciones noexisten por fuera de un espacio y un tiempo. Aún en los casosen que se presenta bajo las formas más evanescentes(imaginaria, significante, etc.) la institución no puedeprescindir de las determinaciones materiales ysociohistóricas. En realidad, las instituciones son formasproducidas por la sociedades en la historia (a la vez que sonproductoras de lo social-histórico), hay en este sentido unadialéctica indiscernible entre sociedad e institución(Castoriadis 1983; Lourau, 1970).

Por otra parte existe también una relación entre lasinstituciones de una sociedad y la reflexión que sobre ellas sehace en esa sociedad. Recurriendo a la distinción entre unadimensión analítica y otra práctica, se puede decir que todaactividad de reflexión teórica (dimensión analítica) de unhecho social se realiza siempre en relación con lascontingencias históricas, con la realidad práctica de esasociedad. O, dicho a la inversa, es en la práctica social ehistórica donde se producen ciertas reflexiones teóricas sobrela institución: en determinados momentos y lugares se piensaa la institución de distinta manera. Así, durante elRenacimiento, el paradigma con que se la piensa es el de ladominación, y el modelo de pensamiento en juego encuentraun buen ejemplo en Maquiavelo. En la Modernidad elparadigma es el de la libertad; y, entre los numerosospensadores de la época, tal vez se pueda elegir a Montesquieucomo modelo, aunque mal se podría dejar de lado aTocqueville y Rousseau por citar sólo a dos pensadores más.

La particularidad de la Modernidad es que su modo depensar (pensamiento que fue también debate y violencia) dioforma a instituciones distintas, alumbró nuevas formas deorganizar las relaciones sociales y, lo que resulta inmediato,

CUADERNOS DE CAMPO / 34

Pensar de otro modoNuestro trabajo apunta específicamente a una reflexiónbasada en vivenciar y resignificar el lugar del terapeuta,del coordinador y del técnico en la institución. Esto noslleva a la creación de un espacio lúdico que posibilite laaparición de redes y articulaciones fantasmáticasdiversas, tanto en lo vertical, lo horizontal y lotransversal que se juegan en la institución, sus gruposy sus miembros.Se intenta un trabajo que analice a intervenga a partir dela implicación conciente a inconsciente de los actoresinstitucionales, que impone una reflexión acerca de losvínculos grupales que se ponen en juego entre losgrupos, sus miembros y con el imaginario institucional.Esto incluye un análisis de la dimensión corporal en susdiferentes perspectivas, como cuerpo portador deafectos, generador de goce, de padecimiento o deenfermedad y como cuerpo afectado por la maquinariainstitucional.Sería propio de una retórica tecnicista quedarnos almargen de cuál es el motor que hoy en nuestra realidadorganiza nuestra propuesta de trabajo.Ella se inscribe en un modo de ser analistas que deberíainterrogar tanto el campo de la clínica grupal, individual,como el trabajo con instituciones y organizaciones.establecimientos y los diversos instituidos (hospital,consultorios privados, instituciones psicoanalíticas) sonproducidos y atravesados por procesos que dejanla marca de la historia productivo deseante. Marcassoportadas por los agentes institucionales, lastecnologías en uso, los espacios, la arquitecturadominante y los modos de transmisión y comunicación.Está todavía por explicarse, por ejemplo, la adhesión yla fascinación que produce en cientos de agentes desalud mental el discurso sofisticado, rebuscado aincomprensible, a veces, de cierto lacanismopsicoanalítico.Se precisa de investigaciones a intervenciones que dencuenta de cómo en este final de milenio se vieneorganizando un consenso y una subjetividad cómplicecon estas políticas del despojo económico y cultural.Los anuncios postmodemos sobre el fin delinconsciente, el fin de la historia o el fin de lo social,procuran darle una racionalidad y preparan laaceptación intelectual de esta “Realidad neoliberal”.Por otra parte, la velocidad de los cambios registradosen el panorama ideológico en el mundo, la caída de lasutopías, la preponderancia omnímoda del mercado,ataca núcleos de constitución psíquica de maneras quetodavía desconocemos, al tiempo que estamospresenciando el surgimiento de formas imprevisibles desubjetivización.El porvenir es imprevisible y sabemos, que todarecreación de la vida psíquica a institucional, exige uninvestimiento anticipado del tiempo futuro.El desafío que hoy se presenta es mantener ensuspensión las certezas, pero incorporar la consistenciade una práctica, que revolucione lo cotidiano yencuentre en la permanente experimentación, lasposibilidades de pensar de otro modo.

Osvaldo Saidón (Fragmento de ‘La escena institucional’)

Page 25: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

produjo nuevas formas de subjetivación. En este sentido, elpensamiento moderno sobre la institución cobra dos aspectos:uno es la crítica de las instituciones del Antiguo Régimen, elotro refiere al modo de organizar las libertades adquiridas; secuestionan las instituciones existentes y se debate cómo darforma al espacio social conquistado (Arendt, 1966); con estesegundo aspecto surge la reflexión sobre la regulación comomanera de garantizar la perdurabilidad de los nuevos derechosy libertades ganados10. Aún a riesgo de esquematizar, puededecirse que de ahí en más quedan instaladas dos líneasrespecto de la institución, una crítica, otra de regulaciónsocial; líneas que se mantienen cuando surge la PsicologíaSocial y luego la Institucional. Respecto de esta última, ladivisoria de aguas tiende a distribuir las corrientes teóricas endos psicologías distintas: la que se identifica comoorganizacional (línea de conservación y regulación) y la quelo hace con el nombre de institucional (línea analítica ycrítica).

Pero las esquematizaciones pueden inducir a errores; siademás de considerar el factor temporal, histórico, se atiendea la otra determinación, la del lugar donde la institución serealiza y piensa, se verá como la criticicidad puede perdersentido aunque se sustente en teorías que surgieron con eseespíritu. Adelantando algo al respecto puede decirse quecuando la reflexión sobre la institución, generada en uncontexto social, se traslada y se aplica a otro distinto, sepierde en el tránsito el sentido de esa reflexión. Esta pérdidaocurre porque se interrumpe la relación dialéctica que liga alcampo de análisis teórico con el campo social práctico.¿Sepueden pensar las instituciones de aquí, con categoríasforjadas allá, sobre y en las instituciones de allá? ¿hasta dóndesí y hasta donde no?

Con Montesquieu cobra cuerpo la idea de que lasinstituciones de una sociedad están determinadas por loshábitos y costumbres del pueblo al que pertenecen, además deestarlo por la geografía y el clima del lugar en que sedesarrollan. Aunque el pensamiento de Montesquieu esiluminista, esta idea posee una impronta que adquirirá formaneta con el Romanticismo alemán y con la concepción de quehay una continuidad que no puede desconocerse entre elmundo natural y lo humano social. Del espíritu de las leyes estambién una reflexión sobre la institución, y si se estádispuesto a leerlo así, se observará la presencia constante eimplícita de una psicología social en las referencias que haceMontesquieu al temperamento y carácter de un pueblo, a sushábitos y costumbres, etc. También está ahí presente la ideaque aportará luego Marx, en el sentido que la naturaleza de lasrelaciones sociales está mediatizada por la relación que elhombre mantiene con las fuerzas naturales. En Marx la fuerzanatural es el trabajo, en Montesquieu son la geografía y elclima, que determinan el carácter de un pueblo y lascaracterísticas de sus instituciones. Expresado en clave,actual esto significa que existe una continuidad entre lascondiciones materiales de existencia, la psicología social deuna comunidad y las formas institucionales que ésta se da.Este (quinto) punto de vista, al que suscribo, debecompletarse con el agregado de otra instancia en la secuenciade ese continuum recién aludido (sustrato material –psicología de la comunidad – formas institucionales). Lanueva instancia consiste en la reflexión o teorización que unasociedad hace respecto de sus instituciones. Dicho de maneradirecta, la reflexión crítica sobre la institución –la reflexiónque intenta su transformación– no puede efectuarse por fuerade las determinaciones concretas que determinan al hechoinstitucional que se analiza. En este sentido debe entendersela afirmación del Análisis Institucional respecto de que la

institución se analiza en sus analizadores (materiales, socialesy subjetivos)11.

VI.Las ideas del Romanticismo llegan al Río de la Plata de la

mano del joven Echeverría, se difunden a través su SalónLiterario, cobran cuerpo en la Asociación de Mayo y danlugar a la Generación del ’37, en la que se forma el tambiénjoven Alberdi. Cuando ya en su madurez este último debaproponer un modelo para la institucionalización política delpaís, echará mano de las ideas románticas para armonizar laperspectiva liberal del los unitarios con las ideas localistas delbando federal12. Pues a partir de 1810, desde Buenos Aires,se venía intentando plasmar un modelo institucional liberalsustentado en un iluminismo que rechazaba las institucionesheredadas del virreinato. Un ejemplo paradigmático loconstituye el gesto de Rivadavia de abolir los cabildos porconsiderarlos una rémora del hispanismo, para pasar asustituirlos por la institución sajona del juez de paz. En estemovimiento se observa clara la ruptura de la secuencia entrela materialidad concreta, las costumbres psicosociales y laforma de las instituciones de una sociedad. Pero, en el caso deSarmiento, aunque se confiesa continuador de las ideasrivadavianas, hay que reconocer que no ocurre lo mismo. Enel Facundo se observa un interesante análisis mesológicodonde se vinculan la geografía (el desierto) con lascostumbres y las instituciones de esta parte de América:somos como somos por el suelo que habitamos y lascostumbres que heredamos. El problema es que en su apuestainstitucionalizadora –que en no poca medida gana–Sarmiento, como conclusión de sus análisis, propone exprofeso la ruptura de aquella secuencia. No sólo su ruptura,

CUADERNOS DE CAMPO / 25

Para comprender que es lo que nos pasacon lo que pasa

ESCUELA DE PSICOLOGIA SOCIAL SAN ISIDROINSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR - DIPREGEP

La única escuela oficial de Psicología Social de la Zona Norte

[email protected]

http://psisosanisi.blogspot.com

Leandro N. Alem 226 - San Isidro Tel: 4747-4479

Atención de lunes a jueves de 18 a 22 horas.

Page 26: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

sino también la inversión del proceso: traer institucionesforáneas para cambiar las costumbres y modificar la realidadgeográfica (cultivar). Alberdi, contemporáneo pero enemigointelectual del sanjuanino más ilustre, hará por su parte unplanteo menos drástico, menos liberal y más romántico podríadecirse simplificando los términos de la cuestión. Puesaunque también inscripto en las ideas liberales, y al mismotiempo socialistas, el inspirador de nuestra Constituciónintentará una transacción con la realidad telúrica defendidapor el bando federal. De todos modos, las soluciones queaporta el tucumano en el fondo apuntan a la misma inversiónde la secuencia natural entre hábitat, hábitos e instituciones.Estas soluciones fueron las que efectivamente materializó laGeneración del ’80.

Este rápido resumen tiene por objeto postular una posiciónal respecto: el proceso de institucionalización –que comienzaa debatirse al día siguiente de la Segunda Invasión Inglesa,culmina después de Caseros, y se materializa en los ‘80–produjo la modernización del país al precio de privar derepresentación institucional a una parte considerable de susociedad y su historia. A esta dimensión negada MartínezEstrada (1932) la denomina realidad telúrica o facúndica, y laconcibe como a una fuerza inconsciente que subyace pordebajo de la realidad civilizada. Como fuerza, lo facúndicotrabaja en dos sentidos, por una parte mina a la estructurainstituida vaciándola de contenido, por otra parte,esporádicamente, emerge como magma volcánico o masaaluvional superando al sistema institucional. Hay en los textosde Martínez Estrada, posteriores al ’30, un constante ysaludable esfuerzo de construir una reflexión sobre lainstitución en la Argentina. Claro que su intento es detectablesi se posee la inquietud de indagar sobre el particular, pues nohace falta indicar que en nuestro medio es escasa la reflexiónexplicita sobre lo institucional. Sobre todo, lo que escasea esuna reflexión crítica hecha con categorías que se adecuen a lasingularidad local del problema13.

En el punto IV se expuso la idea de que el objeto propiode la Psicología Institucional se sitúa a la vez en distintoscampos epistemológicos. Como un sexto punto de vista habráque agregar ahora, en primer lugar, que como objeto nosiempre se presenta bajo su propio nombre: institución, sinoque corresponde indagarlo allí donde se trata de formascolectivas socialmente sancionadas, de manera explícita oimplícita (vg. una Constitución, el carácter de un pueblo,usos y costumbres, etc.); en segundo lugar, correspondeincluir dentro del campo en cuestión los procesos opuestos,aquellos donde la institución es negada por la irrupción de lonuevo que viene a contradecirla, ya sea que desemboque enuna nueva forma o bien que permanezca en la dimensión delo instituyente.

VII.La mayor extensión comparativa que suponen estos

apartados relativos a la cuestión sociohistórica no debierainducir a pensar que implican un desvío en relación con loespecífico de la Psicología Institucional. Así como ladimensión de lo psíquico es inalienable de la condiciónhumana, y lo psicosocial indiscernible de la dimensión de losocial, toda vez que se trate de la cuestión institucional –aunbajo la forma más positiva de una ley jurídica como laConstitución– la dimensión psicológica está ahí presente,tanto más presente cuanto más se la niega u oblitera. Otro delos supuestos de la teoría del Análisis Institucional es que lainstitución no reside tanto en la forma que se denomina conese nombre, sino que es aquello por descubrir en la prácticaanalítica para sacarla de la “oscuridad en que trabaja”14. Esta

afirmación bien puede extenderse a la vinculación de lapsicología con la institución, diciendo que para la PsicologíaInstitucional se trata de elucidar la dimensión psicológicapresente de manera inalienable en toda forma institucional,con lo cual queda planteado un séptimo punto de vista.

VIII.Resta aún retomar la cuestión de la reflexión que una

sociedad hace respecto de sus propias instituciones. Conapoyo en el materialismo dialéctico y en el romanticismohistórico he planteado la continuidad que se tiende entre: lascondiciones existenciales de una sociedad, la psicologíasocial que le es propia, y las formas institucionales que esasociedad produce. Otro sustento posible para explicar esamisma continuidad es el concepto de transducción, tal comoes trabajado por Gilbert Simondon15. Lo interesante de suidea es que liga mediante una misma lógica a procesos denaturaleza diferente. Pero más lo es su afirmación de que elpensamiento que permite dar cuenta esos procesos no es enraíz distinto de los procesos mismos. Pues el modo lógico conque opera el pensamiento es transductivo, como transductivosson los procesos sobre los que el pensamiento piensa: “lagénesis del pensamiento se cumple al mismo tiempo que lagénesis del objeto”.

Producir instituciones y analizar instituciones se nospresentan comúnmente como procesos distintos, hasta quizásantagónicos; suele decirse que debe haber ruptura necesariacon el proceso –o en el proceso– institucional para que hayaanálisis; que debe haber distanciamiento con el objeto, ydistinción del sujeto que reflexiona, para que hayapensamiento sobre la institución. Todo lo cual es cierto, peroes precisamente porque existe de hecho continuidad entreobjeto y sujeto, entre el proceso institucional y elpensamiento, que debe operarse tal distanciamiento16. Ahorabien, esta toma de distancia es distinta de un extrañamiento ode una extranjería del pensamiento en relación con su objeto,pues se trata de una separación operativa, o aún de una ruptura(crisis), pero que se opera en la institución; la reflexión sobrela institución es un proceso inmanente a ella, es una vueltasobre sí, a la manera de una inversión, donde lo producido sevuelca sobre el mecanismo de producción para transformarlo.

Este carácter inmanente de la reflexión, necesario paraproducir efectos en la institución, no debe sin embargoconfundirse con la autorreferencialidad, la que de por sí esanti-productiva. En todo caso, la afirmación de que elpensamiento sobre la institución es inmanente al campomismo de la institución, es asimilable a la noción deautopoiesis. Pues ésta supone un proceso donde se generan enun dominio de realidad nuevas dimensiones hasta entoncesinexistentes. En el campo biológico la autogeneración seproduce como respuesta a las condiciones de entorno, talcomo ocurre en el dominio de los socio-institucional. Pues lasinstituciones son por naturaleza sistemas abiertos, aunque seconciban a sí mismas como cerradas. Es innegable que en lareflexión crítica sobre la institución el factor exógeno siemprejuega (por ejemplo, las Invasiones Inglesas y la consecuentecrítica social que desmorona al sistema virreinal). Pero en unproceso reflexivo auténtico el factor externo opera comodisparador o precipitador (amorce es el término que utilizaRamos Mejía17) y no como respuesta ni aún como categoríao instrumento de análisis (o analizador). La variableendógena no debe considerarse como productora del cambio,sino como el precipitador del proceso de transformación. Deotro modo, si en el análisis reflexivo –o en la puesta en crisisreal– no son las fuerzas inmanentes a la institución las que setransforman produciendo así el cambio institucional, si esas

CUADERNOS DE CAMPO / 26

Page 27: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

fuerzas no operan su propia transformación para pasar aconstituirse en una nueva realidad, si ellas no integran elproceso de cambio ni conforman el producto que resulta delanálisis (conservación en superación), éste análisis resultafallido. De manera inversa, si las categorías analíticas –o lasolución ready made– vienen dadas desde afuera, puedenocurrir dos cosas: o bien resultan inocuas y ningún cambio seproduce, o bien se produce un cambio pero por efecto decolonización. En este segundo caso habrá conservación sinsuperación de lo existente; y lo que así se conserva operarácomo resistencia, que será tanto más resistente cuanto mássordo e inercial sea su estatuto de existencia.

En resumen, con este planteo queda sustentado como unoctavo y último punto de vista lo que considero una tareapara una Psicología Institucional en nuestro medio: eldesarrollo de categorías de análisis inmanentes a lanaturaleza de nuestras instituciones, habida cuenta lasparticularidades que poseen, producto de las contingenciasya referidas de su génesis sociohistórica. Como se expuso, sise quiere operar transformaciones no alcanza con proveersede un pensamiento crítico; pues no está garantizada sucriticidad, si ese pensamiento se forjó en otra realidadsociohistórica.

Notas1 Cfr. Balán (1991), Ulloa (1995), Vezzetti (1996), Bleger (1995).2 En rigor Mendel arriba al psicoanálisis luego de transitar, y sin nuncaabandonar, la sociología. Por otro lado sus objeciones se orientan hacia lafactibilidad de una operación “clínica” fundamentada en un psiquismo social;pues habida cuenta lo inasible que resulta la idea de un sujeto colectivo¿cómo intervenir con eficacia psicoanalítica –tornar consciente loinconsciente– con el instrumental legado por Freud? (cfr. Mendel, 1992).3“la masa que posee un caudillo y no ha adquirido aún, por una‘organización’ demasiado perfecta, las cualidades de un individuo”. “...elneurótico (...) reproduce así las instituciones de la humanidad en un aspectodesfigurado...” (Freud, 1921, pp. 2592 y 2609).4 Aunque en realidad en Pichón Rivière lo social no se agota en lo grupal,pues su tributación al materialismo dialéctico supone una apertura enparalelo de su pensamiento hacia un horizonte propiamente social. PichónRivière (1980).5 Cfr. North (1993).6 Siglo I de nuestra era.7 Ver Varela, C. La entrada al terreno institucional, Tramas, Nº 20, Ed.Universidad Autónoma de México, 2004. 8 Aunque no habría que descartar otros aportes teóricos, como los másrecientes de H. Maturana y F. Varela (1973) surgidos del campo de laBiología.9 No se nos escapa que el peso de esta afirmación requiere exponer susustento teórico, pero las circunstancias de espacio nos requieren remitir allector a los postulados de Lacan sobre la naturaleza estructurante dellenguaje, constitutivo del sujeto deseante “hecho de un animal presa dellenguaje” (Lacan, 1966; 608), el cual es la institución fundante de lo humanosocial. Por otro lado están las formulaciones de Käes (op. cit.) que con apoyodirecto en Freud plantea una función similar para la institución respecto delpsiquismo.10 Las figuras de Saint Simón y Comte resultan por demás representativas deambos momentos de la Modernidad, el primero como utopista yrevolucionario, el segundo, su secretario, como formalizador del pensamientosociológico. 11 Cfr. Lourau (1970), Lapassade (1966), Varela (2002).12 Cfr. Alberdi (1853) Bases; también la reflexión que al respecto hemoshecho, Varela (2003) La República inconstituida.13 Incluso debe hacerse lugar a la crítica que observa en Martínez Estrada unpensamiento de raigambre europea (cfr. Jauretche, A., Los profetas del odioy la yapa). 14 Lourau, R., Implication, Transduction, Paris, Anthropos, 1997 (latraducción es nuestra).15 “Entendemos por transducción una operación física, biológica, mental,social, por la cual una actividad se propaga de próximo en próximo en elinterior de un dominio” (Simondon, G., L’ Individuation psychique etcollectif, Paris, Aubier, 1987, p.24 – la traducción es nuestra).16 Hay que recordar aquí la afirmación de Mary Douglas (1999) en el sentidoque el pensamiento es institución.17 Ramos Mejías, José M., Las multitudes argentinas,

CUADERNOS DE CAMPO / 27

Un saber indisciplinadoLas líneas y discursos del institucionalismo sonvariadas y, si no caemos en las actitudes veleidosasa las que nos tenemos acostumbrados, pueden sersu inestimable fuente de alimentación. Es debido a la indignidad de hablar por los otrosque el análisis institucional no elabora sus propiosdiscursos -eso sería prescriptivo- sino a través decoadyuvar a los actores de instituciones ensituaciones singulares. Se podrá decir que existen diferentes líneas, unamás psicologista, otra organizacionalista, unasociologista, otra ideologizante. No obstante, estono es relevante ni de importancia porque seríadetenernos en una consideración de recortesdisciplinarios, más estructural que acontecimental.Nos gusta decir que, antes que interdisciplinario otrandisciplinario, el análisis institucional es un saberindisciplinado. Preferimos el eclecticismo al dogmatismo; despuésde todo, el ecléctico se apropia de lo mejor o lonecesario de muchas teorías: contratransferencia,condensación, desplazamiento, etc.; cooperación,fuerza de trabajo, plusvalía, etc.; nociones delámbito grupal, los tipos de dominación de ciertasociología junto con herramientas propias -implicación, transversalidad, analizador- recursosfilosóficos y otros metodológicos provenientes, enparte, de la antropología. La literatura proveemagníficos testimonios. Hay inversiones de deseo que no subvierten elpoder instituido sino que lo modelan y diseminan.Es tiempo de reconocer que las masas handeseado el fascismo, no sólo fueron engañadas,reprimidas. ¿El pueblo nunca se equivoca? No es la hora de esperar al comité central denuestras obediencias, alentamos a dar la luchacontra toda forma de explotación pero también aluchar contra las formas de poder como abuso. Eldel niño; ante una infantilización que no es la suya;el alumno como prisionero; el loco comoanormalidad monstruosa; el trabajador comoresiduo humano arrojado a una diáspora histórica... El análisis institucional aspira a una etnología denosotros mismos; ver en nosotros mismos losbichos raros que colocamos fuera de la 'civilización'.Ni esculcar intimidades ni pergeñar dotes deintérprete: destapar ollas y popularizarlas.Sospechar en lo 'evidente' y denunciar el secreto.No se trata de traducir teorías a prácticas, se tratade luchar contra las infinitas formas de poder, acá yallá, en ustedes y en mí, todas institucionales comola subjetividad. Construir o colaborar en lossistemas regionales de la lucha, utilizar los recursosdisponibles. Y, si no funcionan es preferiblearrojarlos, y buscar otros, que cerrarse en un sabersin fecundidad. Se trata de hacer de toda instituciónuna zona erógena.

Gregorio Kaminsky(Fragmento de ‘Una apertura’, en Zona Erógena)

Page 28: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

Ignacio Lewkowicz

IEn medio del torrente insensato de palabras superfluas, de

pronto una nominación hace fortuna. Si bien es probable, noes seguro que se deba sólo a un malentendido. Pues puededarse el caso –en otros tiempos, menos infrecuente– de queunas palabras nominen algo decisivo de nuestra experiencia.Así, en nuestros días, el malestar institucional –o su varianteenfática: violencia institucional– se ha instalado entrenosotros. Y al instalarse no sólo ha proporcionado una ocasiónde reunión. También nos ha puesto cara a cara con unproblema serio.

Como suele suceder con los problemas serios, la violenciainstitucional actual comporta un desafío para nuestros hábitosde pensamiento. Lo que sabemos o creemos saber sobre elasunto se agotará rápidamente en su productividad. No se nosimpone solamente pensar otra cosa; sobre todo se nos imponepensar de otro modo. Estamos empezando.

Desde el sesgo de la violencia institucional se nos imponemás una reflexión sobre lo institucional mismo, sobre laposibilidad actual de lo institucional, que una consideraciónrestringida sobre el eje de la wviolencia. Pues, como intentarémostrar, lo que hoy llamamos violencia institucional nodenuncia un disfuncionamiento específico, sino que más bienalerta acerca de una alteración drástica en el concepto mismole institución.

Para dejarla caer rápidamente, quisiera mencionar unadimensión de la violencia que es ineliminable en lasinstituciones. Se la podría plantear en dos registros: se trata dedos formas de registrar o de enunciar la misma dimensiónestructural de la violencia. El primero señala que hay unadiferencia irreducible entre los cuerpos y los lugaresinstitucionales ocupados por esos cuerpos. Estemos en lainstitución que estemos, el sistema de lugares no coincide nipuede coincidir con el conjunto de los cuerpos –o individuos,o sujetos, o como sus convenciones terminológicas lodeterminen–. La distancia entre los lugares y lo que seemplaza en ellos es irreducible o por lo menos ineliminable.El segundo registro de la misma violencia estructural de lasinstituciones radica en el hecho de que el discurso preexiste alos ocupantes, a los miembros de la institución.

Estos dos hechos son estructurales. Tanto que hoy no tienedemasiado sentido catalogarlos bajo el rubro violencia: estasdificultades están alojadas en el ser mismo de las institu-ciones. Ninguna diferencia histórica puede jugarse en esteplano estructural, ninguna diferencia histórica puede aboliresta dimensión de sufrimiento institucional. Aquí, nuestrosaber es suficiente: saber estructural sobre problemasestructurales. El inconveniente es que sobreviven problemasle otra índole. Quizá convenga entonces reservar el nombre leviolencia para otro tipo de prácticas, de efectos, de discursos,históricamente atestiguables, diferenciables.

IIQuisiera comparar, muy esquemáticamente, dos modelos

institucionales, dos tipos ideales de instituciones, histó-

ricamente diferenciables. Quizá de esta comparación resultealguna luz sobre las peculiaridades actuales de nuestrofuncionamiento. Aclaro que lo de tipo ideal no se refiere alcarácter supuestamente deseable de un tipo de instituciones.No se refiere, como decía el adagio sobre lo clásico, a unmodelo digno de ser imitado. Aquí, tipo ideal es un puroprincipio metodológico. Se dice ideal para nombrar la formapura de un tipo, no contaminado por impurezas, y no paradesignar una realidad que satisface todos nuestros anhelos.Ideal, aquí, sólo significa que encarna una idea. Estosmodelos jamás existieron tal cual en la faz de la civilización,pero a partir de estos tipos ideales se pueden volverinteligibles una serie de fenómenos institucionales. Su valores ése: capacidad de interpretación de fenómenos y no deadecuación respecto de una realidad que supuestamentedescribirían.

En primer lugar, planteo un tipo ideal, un tipo de instituciónque; si la palabra no estuviera ya demasiado fatigada, habríaque llamar moderna. Y que vamos a llamar moderna paraabreviar, y para no entrar en tecnicismos. Su esquema setrama a partir de dos líneas. Por un lado –digamos, en sudimensión exterior–, se caracteriza por el hecho de quecualquier institución en la modernidad forma parte de unsistema de instituciones. Hay una coordinación estatal de lasinstituciones que opera de modo tal que los sujetosproducidos por una, son necesitados por otra. Se trata de lafunción del Estado como garante de la puesta en cadena de lasinstituciones. Su efecto es el ideal de racionalidad moderna: elEstado-nación como megainstitución cuyo organigramainterno es el conjunto de todas las instituciones. La trama dela red resultante es coherente; la cadena puede ser recorridacomo quien aborda un silogismo, o una cadena deductivamatemática. Nada queda fuera de la trama estatal-institucional. La violencia institucional se encuentra entoncesdiseminada en una red orgánica de instituciones.

Estamos ante un modelo funcionalista, en el que el conjuntode instituciones son solidarias, orgánicas, funcionales alsistema del que forman parte. El tipo ideal de instituciónmoderna es siempre parte de un todo. Se trata de unarquetipo, de una idea platónica. En la faz de la tierra, estojamás existió, ni podría existir de este modo. Lo tomamoscomo ideal, sólo para designar una dimensión de nuestraexperiencia, para nombrar el hecho fuerte de que lasinstituciones, en el funcionamiento efectivo de los Estadosnacionales representativos, estaban medianamente coordi-nadas sobre todo por el Estado.

El segundo rasgo característico de estas instituciones –loque podríamos llamar su dimensión interior–, concomitantecon el primero, es que la confianza en la razón, la confianzaen un orden del mundo y la confianza en el progresoengendraron un tipo muy peculiar de institución. Son lasinstituciones que, según los valores de cada uno, podemosllamar burocráticas o racionales. Su organización se basó enla suposición de que todo lo relacionado con la operatoria dela institución era racionalmente calculable de antemano. Estasinstituciones suponían la calculabilidad integral del real con elque trataban.

CUADERNOS DE CAMPO / 28

Existencia o tiniebla

Institución sin nación

Page 29: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

¿Cuáles son estas instituciones? Las que, a su cabeza, teníanprecisamente una cabeza: instituciones piramidales, deduc-tivas, planeadas para durar eternamente, instituciones quesuponían calculable de antemano el sistema en que seinscribían y el conjunto de los efectos sobre los que deberíanintervenir. Los organigramas de estas instituciones montancircuitos descendentes, verticales, con terminales deducidas apartir de la cúspide de la pirámide. Estos organigramas sonperfectamente calcables sobre el mapa de una deducciónformal en regla, sobre el mapa de los teoremas deducidos apartir de un axioma básico que concentra la suma del saber. Elreglamento, el estatuto, concentra en sí el saber institucionaldesde el cual deducir en cada instante qué debe hacer cadaagente para afianzar la institución en su circunstancia.Organización vertical y privilegio de la deducción a partir deun saber previo son, entonces, términos correlativos.

Brevemente, entonces, se puede condensar el tipoinstitucional moderno sobre estos dos rasgos. Por un lado,inscripción en un conjunto orgánico de instituciones. Por otro,organización vertical, racionalista, que supone un mundocalculable.

Esta construcción, que hoy puede parecer un monstruodelirante, fue eficaz. Fue sumamente exitosa mientras elmundo resultó calculable, o mejor, mientras resultó calculableel conjunto de sus efectos como organización. Funcionóefectivamente mientras el proceso no fue un puro mitoideológico, mientras no fue un señuelo descarnado, sino unseñuelo creíble.

IIILa caída de estos tópicos, el descrédito general que los

impugnó como valores y los acreditó como mitos es lo queabre, en el campo del lazo social, eso que se suele llamarposmodernidad. Quizá sea conveniente rectificar un tanto lanominación. Parece que no ganamos mucho si sustituimosposmodernidad por modernidad tardía. Sin embargo, algocambia. Los historiadores suelen llamar Antigüedad tardía alperíodo que se abre en el Occidente Romano tras la crisis delsiglo III, cuando se desarticulan los parámetros queestructuraron la experiencia antigua del mundo, sus ejespolíticos, institucionales, religiosos, pero no aparecen nuevosparámetros que organicen una nueva experiencia del mundo yla sociedad. La Antigüedad tardía vive de los valoresantiguos, la descomposición de los valores antiguos, pero node la emergencia de nuevos valores.*2 Se suele llamar.Antigüedad tardía, entonces, al período que media entre ladesarticulación de la experiencia antigua y la estructuraciónde la experiencia cristiano-feudal.

En principio, a nadie apasionan estas disquisiciones, peropueden agregar algo a la hora de preguntar por la entidad deesto que proponemos llamar Modernidad tardía. Preferimosesta denominación para indicar que se están descomponiendolos parámetros que estructuraron la experiencia moderna delmundo pero que aún no adoran los principios alternativos queorganicen otra experiencia. Vivimos una modernidaddecadente, o invertida. Aún no habitamos otro mundo. Laalternativa modernidad-posmodernidad resulta, en principio,una oposición en el seno de lo mismo.

En esta Modernidad tardía, en el agotamiento deldispositivo institucional de la Modernidad, el mundo parecedesordenarse. Ya no tiene el mismo sentido, ni mucho menosla misma eficacia, organizarse pensando en un orden delmundo duradero o estable. Adora un tipo de pensamiento quedeja de ser estructural, sistemático, sistematizante, paradeterminarse como estratégico, situacional, coyuntural,oportunista, o como quieran llamarlo. Un tipo de pensamiento

estratégicamente determinado para pensar y operar en elinstante, que no está destinado a durar sino a obtener la mayoreficacia en el instante actual.

Esto genera un efecto raro. Por un lado, si las institucionesmodernas estaban inscriptas en una totalidad orgánica deinstituciones, hoy, en la Modernidad tardía, cada instituciónes un mundo aparte. Esto lo sufrimos en carne propia. Cadainstitución se considera como productora exhaustiva de lossujetos que necesita en la situación en que los necesita. No lostoma de ninguna otra ni los produce para ninguna otra. Esdecir, las instituciones viven para sí. Si se quisiera unamuestra suplementaria sobre el aspecto de pequeño mundoaislado que presentan las instituciones contemporáneas, sepuede exhibir un efecto tenaz de estos parcelamientos. Endistintas situaciones históricas, cuando caen las organiza-ciones centrales, en el plano de las lenguas avanza ladiferenciación de los dialectos. Y un fenómeno atestiguablede nuestra cultura contemporánea es la babelización de loslenguajes.

Este aislamiento genera un doble efecto. Por un lado, unaanarquía en la relación de la institución con su exterior. Porotro, una tiranía despótica en el interior de las instituciones.Porque ahora cada institución necesita producir exhausti-vamente sus sujetos. Es como decir que cada institución secomporta, para sí misma y para cada individuo, comoinstitución total, que no toma nada ni cede nada al exterior,que vive para sí.

Me gustaría, llegado a este punto, señalar algo que sucedeen la comunidad de historiadores (lo de comunidad es porhablar de un modo suave): los historiadores perdimos elarraigo social. El historiador tiende a ser cada vez menosreconocido como término activo de la división social deltrabajo. La institución historiadora funciona hoy despóti-camente para confirmarle a los miembros de la institución queefectivamente siguen siendo historiadores a pesar deldesarraigo social. La identidad de historiador ya no vienedada por el arraigo en las prácticas de otras instituciones, yano se trata de una identidad simbólicamente construida en larelación con otros espacios de producción social. La identidadviene dada por la institución misma, por una especie deautoengendramiento), de autopoiesis, identidad imaginariaque sólo se sostiene en el interior de ese mundillo aislado.

Pero si cuento esto no es para injuriar una institución o pararenegar de la formación que me permite estar aquí diciendo loque estoy diciendo. Lo planteo como muestra de un fenómenogeneral, quizá confiando en aquello de pintar la aldea.Entonces, en general, cada institución, en medio del desorden,trabaja para producir el reconocimiento mutuo de losmiembros de la institución y el reconocimiento de lainstitución por sus miembros. Las instituciones hoy tienen unreglamento interno, un tanto tiránico, de modo que todo aquelque lo cumpla meticulosamente sea reconocido comomiembro de la institución; luego, por ejemplo, comoprofesional. Pero todo esto transcurre independientemente deotro tipo de reconocimiento social. El único riesgo es caerfuera de la institución. Pero esto no equivale a caer en otroeslabón de la cadena de instituciones porque la cadena comotal se desarticuló. Caer fuera de la institución es caer en lanoche del no ser, en la desaparición. Pues en ausencia dereconocimiento social, es decir, en ausencia de un sistema deinstituciones que lo reconozcan, la institución es únicadonadora del ser, única prodigadora de identidad. De ahí suenorme poder. En este rasgo puede concentrarse la novedadde la violencia institucional contemporánea. En la medida enque la institución deviene única instancia de producción deidentidad o de existencia, la violencia extorsiva se multiplica

CUADERNOS DE CAMPO / 29

Page 30: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

o adentro o afuera. Lo que equivale a decir en el lenguajeextorsivo del donador único: o existencia o tiniebla. Es en estesentido –decía al comienzo– que la violencia institucionalhabla más de la condición misma de lo institucional denuestros días que de la figura estructural del componenteviolento de cualquier pertenencia.

Se podría leer esta situación ya no desde el punto de vistadel funcionalismo, sino desde una especie de darwinismosocial al que le falta una de las patas en que apoyarse. Si eldarwinismo se basaba en los principios de evolución de lasespecies y selección natural, nuestro neodarwinismo parecehaber sacrificado el primero, o haber consagrado la seleccióncomo principio supremo ante la disolución histórica del idealde evolución o progreso indefinido. En el campo institucional,la violencia interna funciona sobre la base de la imposibilidadde evolución y de un principio despótico de seleccióninstitucional que se presenta como selección natural. Estaselección institucional es estrictamente interna, en la medidaen que el reconocimiento mutuo de los miembros es el únicoprocedimiento para constituir una identidad que socialmentese va disolviendo en el aire.

IVSeñalo una consecuencia: las instituciones se abroquelan

para desestimar la alteración esencial de su entorno. No digoque se trate de un hecho estructural –cada institución en estoes un mundo aparte, precisamente por lo que veíamos–. Enestas instituciones que funcionan sin arraigo, el único efectovisible de su operatoria es el reconocimiento mutuo de losmiembros. Pero si ése es el efecto, y el efecto se convierte enfin, la consecuencia es calamitosa para el pensamiento: elbloqueo del discurso. El discurso ya no piensa; se defiende.Ya no toma activamente un real; desestima ese real en favorde su consistencia interna.

Muchísimos efectos de discurso se podrían generaractivamente, por ejemplo en la institución psicoanalítica o enla institución historiográfica; de hecho, no se producen,obturados precisamente por bloqueos institucionales. Cuandose producen estos enquistamientos, estos refugios enidentidades imaginarias, la institución ya no trabaja comosoporte material de la productividad de un discurso sino comoobstáculo real ala producción del discurso para asegurar laconsistencia imaginaria de la comunidad de pares. Como eldiscurso no tiene arraigo, los miembros de la comunidad noobtienen su identidad en la división social del trabajo porintervención en un campo, sino por transferencia de laidentidad del discurso que sostienen. El lazo institucional noestá tramado por un problema compartido sino por las rutinasestablecidas. Impedir que el discurso prolifere es unanecesidad de esta consistencia institucional imaginaria:cualquier proliferación engendra diferencias. Y en ausencia deun campo de intervención efectivo en el que componersetrabajando, estas diferencias en la representación se tornanabsolutas. En estas configuraciones institucionales la altera-ción del entorno queda excluida, o mejor, es expulsada haciaun campo indeterminado, difuso, impreciso en el que seconfunden, a la vez, lo irrelevante y lo impensable.

Por un lado, es frecuente la estrategia institucional de negarel carácter alterador de esto que emerge. Es lo mismo desiempre: no hay ninguna novedad. Lo que parece unadiferencia no es más que una repetición. Dardo Scavino, enBarcos sobre la pampa, nos supo mostrar cómo Sarmiento,cuando tenía que explicar en Europa, o para Europa, qué cosaera el gaucho, qué era esta singularidad que llamamos pampa,afirmaba que los gauchos eran los beduinos de la pampa. Sien la Argentina hubiera tenido que explicar qué eran aquellos

beduinos, pues bien, habría dicho que eran los gauchos deldesierto. Las dos singularidades quedan disueltas en lainterpretación bajo la forma de la repetición. Estasinstituciones actuales se comportan como el Sarmiento deScavino, en el mejor de los casos: la diferencia sólo es más delo mismo; la institución dispondrá de especialistas que así lotraduzcan.

Por otro lado, en el peor de los casos, la estrategia defensivase reduce apercibir la alteración como diferencia ya tratar ladiferencia, lisa y llanamente, como agresión externa al cuerpocomún. Como el lazo es dogmático, como el discurso seestabiliza o se congela en un punto dado y es presentado comocúspide y verdad, nada hay más hostil que una diferencia,entendida como un cuerpo extraño que debe volver a su lugar:el exterior de la institución. Todo ocurre como si la instituciónpudiera definirse exclusivamente desde sí misma: en lugar deconcebir la institución como un órgano, como una organi-zación que media entre un discurso que interviene en unasituación y la lógica de la situación en la que interviene, lasinstituciones en vías de enquistamiento prefieren definirsedesde sí mismas con prescindencia de un entorno que sóloprovee, al parecer, impedimentos, postilidades, animadver-siones.

La antigua mitología topológica que intentaba distinguir,con sencillez ramplona, interior y exterior, aquí es convocadade urgencia. El exterior no tiene que ser constitutivo. Lalógica puramente interior de una institución (que, dicho seaentre paréntesis, deja de serlo al dejar de intervenir sobre suentorno y definirse desde sí misma) prefiere abstenerse decualquier contacto impuro con un exterior que, alterado, ya noes su exterior sino meramente lo exterior. La ramplonería sesofistica. La institución tenía, con la nación, un exterior queera su exterior, un exterior amigablemente constitutivo,interno, una relación de hospitalidad. Ya sin nación, elexterior deviene exterior-exterior, un nuevo afuera, la zonaincierta de la pura expulsión. Si la nación, si el tramado estatalde consistencia nacional, proporcionaba el espacio deexterioridad constitutiva de la institucionalidad, sin nación loinstitucional mismo entra en franco proceso de interrogacióno desagregación (elija cada uno lo que prefiera o lo quepueda).

En el fondo, la decisión que se nos impone nos confrontacon la posibilidad de dos racionalidades distintas. Según eldialecto de nuestros días se expresa así: o maximizarbeneficios o minimizar los costos. Minimizamos los costos sipaulatinamente nos vamos restringiendo al espacioinstitucional que, a su vez, se va restringiendo. Afuera, la puratiniebla exterior; adentro, el reconocimiento mutuo de undiscurso compartido y sin salida. Nuestra violenciainstitucional podrá aquí definirse como un máximo deextorsión a cambio de un mínimo de existencia. Laposibilidad de maximizar beneficios impone, naturalmente,otros costos. La identidad segura en un interior sumamenteestabilizado perderá su garantía si la institución se enunciacomo una organización capaz de pensar y operar sobre unentorno en alteración, como la posibilidad de armar unasubjetividad en el pensamiento, cuando se disponga a símisma como el espacio en que se alberga una experiencia y yano el espacio en que se asegura una existencia identitaria.Veremos si afrontamos los costos o nos privamos de losbeneficios; nuevamente: si afrontamos los costos de laidentidad o nos privamos de los beneficios de la experiencia.

* Intervención en el Foro Concordia de Salud Mental (1993) en elPanel ‘Violencia institucional’. Publicado en ‘Pensar sin Estado’, Paidos 2004

CUADERNOS DE CAMPO / 30

Page 31: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

CUADERNOS DE CAMPO / 31

-intervención-investigación -formación en

análisis institucional

¿Quiénes somos? Somos un equipo de profesionales del campo de lasalud, la comunicación y las ciencias sociales conformación y experiencia específica en intervenciones,prácticas y herramientas de análisis institucional.

contactos:

(0341) 4214411 15-325-6346 / [email protected]

Centro PsicoSocial

ArgentinoAsociación Civil

Personería Jurídica: 1772728/57422Resolución Ministerial: 01198/06

-Institución de Salud Mental que forma parte delPlan estratégico de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

ROAD: 4589/06 Director: Prof. Daniel Gonzalez (Psicólogo Social)

DEPARTAMENTO ACADEMICOInscripción Cursos Marzo 2008

-OPERADOR SOCIOTERAPEUTICO EN DROGADICCION

-ACOMPAÑANTE TERAPEUTICO-COORDINADOR GRUPAL EN DROGADICCION

Y ALCOHOLISMO

DURACION 5 MESESLos certificados son OFICIALES

y con salida laboral.

Teléfono: 4326-4641Mail: [email protected]

Viamonte 776 piso 4 Capital

ESCUELAPSICOANALITICADEPSICOLOGIA SOCIAL

“Todo campo es el nuestro...”DIRECTOR: MARIO MALAURIE

22000088:: IINNSSCCRRIIPPCCIIOONN AABBIIEERRTTAA

OOPPEERRAADDOORR EENN

PPSSIICCOOLLOOGGIIAA SSOOCCIIAALLTTIITTUULLOO OOFFIICCIIAALL TTEERRCCIIAARRIIOO

ARTICULACIÓN UNIVERSITARIAREVÁLIDA DE TÍTULOS PRIVADOS

LLaa PPssiiccoollooggííaa SSoocciiaall jjeerraarrqquuiizzaaddaa ppoorr eell eessttuuddiioo ssiisstteemmááttiiccoo ddeell PPssiiccooaannáálliissiiss

FFrreeuudd –– LLaaccaann –– CCaassttoorriiaaddiiss

4433-4988 4706-2397 [email protected] www.psicosocial.com.ar

AAssoocciiaacciióónn AArrggeennttiinnaa ddee PPssiiccoollooggííaa yy PPssiiccootteerraappiiaa ddee GGrruuppoo

IInnssttiittuuttoo ddee PPssiiccooaannáálliissiiss ddee llaassCCoonnffiigguurraacciioonneess VViinnccuullaarreess

Curso anual““PPssiiccooaannáálliissiiss ddee llooss vvíínnccuullooss”” Herramientas teórico-clínicas - Problemáticas y

especificidades del campo vincular.

Laboratorio de prácticas vincularesTrabajo permanente de la implicación del rol

profesional, en la clínica y en los distintos ámbitos de inserción laboral.

-- CCuurrssoo aannuuaall iinntteennssiivvoo:: segundos viernes y sábados decada mes: Producción de subjetividad - Intervenciones

en el campo vincular - Grupos de reflexión -- LLaabboorraattoorriioo ddee pprrááccttiiccaass vviinnccuullaarreess..

- El laboratorio puede cursarse en forma independientey está dirigido a profesionales del campo psicológico,

jurídico, ocupacional, organizacional, institucional, etc.

IInniicciioo AAbbrriill ddeell 22000088

Abierta la inscripción. Entrevistas no aranceladas.Informes: Arévalo 1840, Capital. 4774.6465

4772.7439 [email protected]

Page 32: cuaderno de campo: el análisis institucional hoy

CUADERNOS DE CAMPO / 32

También en Mar del Plata 10mo. Seminario Anual

Operación Psicosocial en las OrganizacionesEstrategias, tácticas y técnicas para el cambioÁmbito Institucional Organizaciones de servicios, salud, educativas, justicia, gobierno, pymes, municipios, no gubernamentales, gremiales, profesionales.

Director del Seminario: Carlos R. MartínezDuración de Abril a Noviembre de 2008 - Ciudad de Buenos Aires Lunes de 19,30 a 21,30 hs. frecuencia semanal Ciudad de Mar del Plata frecuencia mensual un sábado por mes

Módulo 1 - Organizaciones, Categorización de las Organizaciones, Formas de Apropiación, Esquema Organizacional, Estructura, Racionalidad, Ideología, Cultura, Módulo 2 - Conflicto, Incidencia del Rol en Situaciones de Conflicto, Forma del Despliegue de los Conflictos, Conductas Tácticas, Proceso de Solución de Conflictos,Ejercicio, Relaciones e Ilusiones de Poder, Los Sujetos y el Poder, Justificaciones del Uso del Poder, Acerca de las Ilusiones de PoderMódulo 3 - El sujeto en la organización, y los grupos en la organización, Unidad Grupal y Exclusión, Normales, transgresores, Marginales. Prejuicio, TareacorrectoraMódulo 4 - Cambio, Los sujetos en procesos de cambio, Vínculos de expoliación, y de la producción, Cómo operar en un proceso de cambio. Proceso y técnicasde indagación, Obstáculos y técnicas dagar, Tipos de preguntasMódulo 5 - Diagnóstico Organizacional, Unidades diagnósticas, Simultaneidad diagnóstica-operativa, Formas de obtención de información: Observacionesparticipativas, entrevistas, participación simulada, Autodiagnósticos grupales, Acceso de la información. El discurso de los sujetos, Lo manifiesto, lo presunto, lodeseado.Módulo 6 - Operación psicosocial, Táctica operacional, Aprendizaje Organizacional, La Intervención, Formas de intervención, Dispositivos y técnicas, Talleres,Aportes conceptuales, Particularidades de la operación, Reflexiones sobre en imprevisto, La posición del operador.

Confluencia psicosocial (011) 4633 - 8144 - [email protected]