Crónica en Canet de Mar

Mi cónica va a ser un tanto especial y diferente, ya que yo no fui a Madrid.

Explicaré mis fantásticos días en este maravillosísimo pueblo que es Canet de

Mar, ya que se puede hacer un muchísimas cosas en el…

Lunes día 22 de Marzo

Alrededor de las once de la mañana me levanté con ánimo de adelantar los

deberes mandados por los profesores, pero entre una cosa y la otra se hizo tarde y

ya era la hora de comer. Comí unos deliciosos macarrones hechos por mí misma,

seguidamente recogí la mesa y lavé los platos. Como ya no andaba yo con ganas

de estudiar, decidí mirar una película para pasar el rato y no recordar a mis

ausentes compañeros. Más tarde después de salir a la calle a airearme un poco,

llamé a Aina y a Paula, no me cogieron el móvil ¿qué deberían estar haciendo?

Cuando por fin me lo cogieron, me contaron que el viaje había ido bien, y el

motivo por el cual no me cogían el teléfono era porque estaban visitando el

museo Reina Sofía.

Ya se hacía de noche, me di cuenta de que los días pasan muy rápido, que las

horas se convierten en minutos, y que los minutos se expiran como segundos.

Martes día 23 de Marzo

Ese día mi estimado Messenger no le dio la gana de funcionar, así que aburrida

de estar en el ordenador sin hacer nada, me fui a hacer las faenas de casa, me

llamó mi madre, y me encargó hacer unos recados para mi abuela. Le llevé los

mandados a mi abuela y como recompensa me dijo que si quería quedarme a

comer y yo astutamente asomé la cabeza en la cocina y no pude negarme al sentir

ese olor a comida que hacen las abuelas. Después de que me contara todos los líos

de los personajes de la novela de la tarde, por fin pude escaparme a mi casa.

Esa tarde no me encontré muy bien, me dolía la cabeza, así que aprovechando

que internet no iba demasiado bien, me acosté en mi lúgubre y fría cama.

Un día más había pasado, y yo sin hacer los deberes…

Mis abuelos cuando eran jóvenes,

ahora ella está un poco desmejorada,

pero sigue siendo igual de guapa…

Miércoles día 24 de Marzo

Parecía que el dormir durante toda la noche me había ido bien, me levanté

enérgica y con las pilas puestas, me duché y hasta avancé con las tareas del

colegio. Me sorprendí a mí misma, me sentía muy bien, como si me tuviera que

comer el mundo. Llame a Aina para saber como estaban todos y por fin pude

hablar con Flor, me hizo reír más que nunca, estaban en Toledo, un lugar donde

yo quería estar, con ellas…

Casualmente era el día de mi serie favorita Perdidos, después de comer vi el

capítulo de esa semana, tan interesante como siempre, me puse eufórica e

hiperactiva. Por la tarde llamé a mi mejor a miga para quedar y hablar durante un

rato. Por la noche, al reunirme con mi familia pude observar que estando feliz se

ven las cosas desde otro punto de vista, con otros ojos. Simplemente el hecho de

estar unidos me hacía sentir muy bien.

Jueves día 25 de Marzo

Me levanté tranquilamente, mi madre tenía fiesta en el trabajo ese día y aproveché

para estar con ella y ayudarla. Hicimos la comida para nosotras dos solas ya que

mi padre trabajaba fuera y mis hermanos iban a casa de mi abuela a comer

después del cole. Pasé un rato en el ordenador y haciendo un poco de deberes

para que así en semana Santa no fuera tan duro el trabajo.

Por la tarde hablé con un amigo, que siempre está ahí para ayudarme y apoyarme

en todos los momentos, sean buenos o malos. Luego ayude a mis hermanos con

los deberes y salí con mis amigas. Llamé a Paula para saber como estaban, Flor y

ella me contaron que un tal individuo llamado Arturo, no dejaba de hablar de la

edad media y de juegos extraños. También pensé en que en el día siguiente iban a

hacer mi queridísimo “Cansino histórico y Gustavo Adolfo Bécquer”

(http://www.youtube.com/watch?v=MmaSEIohqNE), eso me llenaba de felicidad.

Y de tan feliz que estaba me fui a dormir.

A lo mejor no hice mucho durante esa semana, pero pude reflexionar sobre cosas

importantes, cosas que pueden ser insignificantes para unos y tan importantes

para otros. Pude aprender y saber rectificar en cosas que me habían ocurrido

anteriormente. Tuve tiempo de pensar y reaccionar. Estoy contenta del resultado

obtenido.