Crónica Nava el Sach Montería: Nava El Sach Localización: El Centenillo (J) Fecha: 17 Enero de 2015 Organiza: Sierracaza Puestos: 26. Rh: 19 Cupo: Sin Cupo J+V+Cv Finca cercada de 6.000 has. Se montearon 300 has. Resultado : J: 110 ( 30 navajeros, varias homologaciones) V: 33 Cv: 7

Cencerra da un golpe en la mesa. Crónica de E. Jiménez No lo estaba pasando bien esta temporada Antonio Gómez Cuenca tras tener que suspender casi la mitad de las monterías de su programa para evitar caer en la debacle que han caído otros a consecuencia de la falta de calidad que hay esta temporada en las monterías del nivel que Sierracaza trabaja. Dos meses de duro trabajo, trece fincas visitadas, miles de kilómetros y muchas horas de campo y teléfono nos han permitido disfrutar de una grandísima montería como la que ofreció esta emblemática organización andujareña el pasado 17 de enero en Nava el Sach, una de las mejores fincas monteras de este país. Sin duda ha merecido la pena la espera, y aplaudimos la decisión , incomprendida por muchos en su día, de suspender lo que sin duda hubieran sido unas monterías mediocres en fincas de primerísimo nivel, lo que para nada conviene a propiedad, organización ni monteros. De esta forma, Sierracaza cerró la contratación de esta montería y convocó a 26 afortunados monteros para disfrutar de un día de montería inolvidable.

La mañana del 17 de enero aunque amaneció fría apuntaba a mejorar, quedando el día finalmente inmejorable para el monteo. Todo se alió para que al final pasara lo que pasó: Una buena finca, una excelente propiedad, una magnífica guardería, un gran organizador y un día inmejorable para cazar. El resto lo pusieron los monteros: ilusión y ganas de divertirse. No se puede pedir mas. Nava el Sach, finca de más de unas 7.000 has, es uno de los paraísos cinegéticos de España. La mancha a cazar en el día de hoy era el cercón de 300 has que hay en la zona occidental de la finca, un cercón de espeso monte, amplios cortaderos y cochinos autóctonos criados y capturados en la misma finca. Aquí no hay suelta de guarros de granja, camionazos ni guarros cruzados de criadero. Son guarros que entran como balas a los puestos y que venden cara su vida antes de pasar por los cortaderos. Caza pura y salvaje en 300 has, donde sólo cazan 26 puestos. La cosa pintaba bien, pues además la “porra” de Ignacio, el Guarda Mayor, apuntaba más de 100 jabalíes y 30-35 venados sobre el cemento. Los nervios a flor de piel. Tras degustar el fabuloso desayuno bajo las carpas de la organización comenzó el sorteo de los puestos. Cencerra hizo mucho hincapié en la seguridad cuando se caza en cortaderos. Además, durante el mismo nos llevamos la primera gran alegría del día: se levantaba el cupo de jabalíes y se daba “caño libre” a todo. El personal ni se lo creía, ya que todos habían venido a la montería con cupo de 9 jabalíes y venados libres. La armada de Los Carasoles, fue la primera en salir. A las 10:30 h partían rumbo a la mancha y media hora después, tras un camino empedrado infernal, estaban colocándose en las posturas, unos puestos en cortafuegos tan anchos como una autovía de cuatro carriles, pero salpicado de piedras. A pesar de ello la seguridad era total, pues además la organización eliminó algunos para evitar la concentración de monteros y espaciar los tiraderos. A eso de las 11:30 h llegaban el resto de armadas a sus posturas y entraban las rehalas a la mancha. en apenas 20 minutos estaban batiendo el monte. El festival daba comienzo, ¡y de que manera!. Con los perros en el monte se formó el lío. A las doce menos cuarto soltaron, y a las 12 h el puesto nº 4 de Los Carasoles llevaba 4 venados y un jabalí patas arriba mientras el resto de la armada se tiznaba las manos en el cortadero. En la primera hora y media aquello era un ojeo de perdices. Las ladras y las carreras hacían temblar el monte, y los rifles echaban humo. Desde el 4 de Los Carasoles, que seguía tirando venados como si tal cosa, (llegó a tirar 11 venados) se veía como pasaban los jabalíes como misiles por los cortaderos. ¡Menuda montería!. A eso de las 2 de la tarde la cosa amainó, y en la siguiente hora, con las rehalas de vuelta a los camiones, los lances eran más espaciados, pero no paraba el chorreillo. A eso de las tres finalizó el monteo, y para entonces Julián M. , en el nº 4 de Los Carasoles había tirado 11 venados y dos jabalíes, cobrando 8 ciervos y los dos guarros, mientras que entre el nº 2 y nº 3 de la misma armada, ocupados por P. Machuca y A. Carmona se hacían con otros 13 venados y 3 jabalíes, dos de ellos buenos navajeros.

Siete venados y un guarro cobró el primero y 6 venados y 2 navajeros el segundo, fallando ambos varios guarros más. Por su parte, el famoso “puesto de la piedra”, ocupado por J. P. Cabrera, había volteado 16 jabalíes y 1 venado, tirando más de una veintena de guarros. Manuel A. se hacía con 9 marranos en el nº 2 del Boquete, mismo resultado que consiguió Mariano R. en el nº 5 de Los Encames. Y así en la mayoría de las posturas, ya que quien no hizo “perchas” de 4 o 5 jabalíes fue porque los falló. Triunfaron casi todos los puestos. Y con guarros autóctonos criados en libertad por aquellas benditas sierras. Ahora le llegaba el turno al equipo de campo de la finca y al personal de apoyo de la organización, que realizaron un trabajo impresionante para sacar con celeridad toda la caza abatida de aquellos espesos jarales y empinadas pedrizas. De esta manera, mientras los monteros degustaban un buen plato de judías y otras ricas viandas, las pickups de la finca no daban abasto arrimando cochinos. En poco tiempo se formó un plantel de 110 guarros, 33 venados y 7 ciervas, destacando una treintena de navajeros con algunos dando metal. Resaltar de este fabuloso día la buena organización de la montería por parte de Sierracaza, el trato exquisito de guardería y propiedad, con los jóvenes Javier y Nacho López de Quesada a pie de cañón atendiendo a monteros y ayudando en la organización de forma diligente y magistral, ( ¡menudos cracks los hijos de D. Ignacio!, que buena genética tiene y que gran escuela, así da gusto montear. Felicidades de verdad porque son unos fenómenos ), y como no, destacar el excelente trabajo de Ignacio , el Guarda Mayor, y de todo su equipo en la preparación de la mancha y en la recogida de reses. No se puede hacer mejor. Desde estas líneas felicitamos a todos ellos por la excelente montería que nos ofrecieron, y a los monteros darle la enhorabuena por haber contribuido a que la montería fuera una auténtica fiesta. Una vez más Cencerra vuelve a triunfar y da un golpe en la mesa demostrando que los 40 años que lleva en lo más alto de la organización de monterías en España no son fruto de la casualidad. La seriedad y la profesionalidad dan su fruto una vez más y son el mejor aval de esta organización, que sabe de lo que está hablando cuando de monterías se trata. Enhorabuena. E. Jiménez