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    EL TIEMPO EN UN CUENTO DE BORGES: EL JARDN DESENDEROS QUE SE BIFURCAN

    Josefina Pantoja Melndez, Universidad Nacional Autnoma deMxico.

    Resumen: Una de las preocupaciones metafsicas constantes en la obra de Jorge LuisBorges es el tiempo, el cual ha sido represen tado en forma de laberinto ramificado enel El jardn de senderos que se bifurcan (1941). Se trata de un cuento con unaestructura literaria y filosfica compleja, en el que encontramos alusiones a lasmetafsicas de Leibniz y de San Agustn y por otro lado,nos ofrece la clave para hacer

    una lectura distinta a la del mismo Borges ( prlogo de Ficciones, 1944).

    Abstract: A constant metaphysical concerns in the work of Jorge Luis Borges is thetime, represented as a "labyrinth branched" in "The Garden of Forking Paths" (1941).This is a story with a complex literary and philosophical frameworkin which we findallusions to the metaphysics of Leibnizand St. Augustineon the other hand, offers thekey to a different reading than the same Borges (Ficciones prologue, 1944).

    El propsito de este artculo es asomarnos a la problemtica del tiempo en elcuento de Borges El jardn de senderos que se bifurcan (1941). Intentaremosuna lectura que, aunque violenta de algn modo la clave autoral queencontramos en el prlogo, se fundamenta en la estructura literaria del relato.Asimismo, procuraremos el desarrollo de un anlisis intertextual que d cuentade la manera en quelas estrategias de la praxis literaria de Borges se ven

    afectadas por la presencia de algunos textos filosficos. Antes conviene comentarbrevemente la preocupacin por el tiempo en la obra de Borges, as como laimportancia de la filosofa en sta y la pertinencia de la teora de laintertextualidad para estudiar la literatura del argentino.

    1. El tiempo, la filosofa y la intertextualidad en la obra de Borges.

    El tiempo es una preocupacin constante en la obra de Borges,desde lasprimeras bsquedas metafsicas de Fervor de Buenos Aires (1923) hasta lasfinales de El otro, el mismo (1964) o El oro de los tigres (1972); sin olvidar lasreflexiones ensaysticas de Historia de la eternidad (1936) y de Otrasinquisiciones (1952). El tiempo es tema central en la cuentstica y en casi todaslas narraciones del argentino y, como bien lo ha sealado uno de sus crticos, esun "tpico borgeano:1

    1 Anderson Imbert, citado por Alazraki, Jaime, La prosa narrativa de Jorge Luis Borges,Madrid, Grdos, 1983. p. 111.

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    Pocos argumentos predominan en Borges con la meritoria persistencia que tiene el deltiempo. Los espejos son una oscura fobia, metafsicamente justificada; el idealismo,tesis que hace del mundo una confusa alucinacin, acta a modo de luz difuminada quetodo lo baara de irrealidad. Pero el tiempo es permanente obsesin, preocupacinsostenida que adopta formas diversas.2

    Formas que atraviesan una amplia gama de posibilidades: desde las serias yreflexivas, aunque no exentas de irona, como en Nueva refutacin deltiempohasta las ldicas, como en sus mejores cuentos de la dcada de loscuarentas. Y efectivamente, como advierte Ana Ma. Barrenechea sobre lanarrativa de Borges: Toda clase de juegos le estn permitidos: remontarse en elfluir de las horas, agotar las probabilidades de combinacin del presente, el

    pasado y el futuro, modificar el pasado, girar en la rueda inacabable del tiempocclico, bifurcarlo, subdividirlo hasta el infinito, detenerlo, negarlo...3 quebrarlo,desintegrarlo y desgastarlo; combinar el pasado con el futuro y luego mezclarlocon un presente quieto y efmero. Letras y tiempo ruedan infinitamente en laobra de Borges viviendo una serie de vidas, de instantes que asumen formasmltiples y diversas. Tiempos soados como en Las ruinas circulares; tiemposdetenidos como en El milagro secreto4; tiempos cclicos como en Tema deltraidor y del hroe o tiempos bifurcados como en El jardn de senderos que sebifurcan. El tiempo, en sus mltiples conjeturas es constante reiteracin, quizporque como el mismo Borges escribi: El tiempo es un problema para nosotros,un tembloroso y exigente problema, acaso elms vital de la metafsica... 5 Sinembargo, referir este trmino y sus inquietaciones ya nos remite a la filosofa.

    Emir Rodrguez Monegal, uno de los estudiosos ms importantes de la vida yobra de Borges, seala que la filosofa es fundamental para comprender elproceso de produccin de la obra del argentino, as como el campo cultural en quese inscribe y el origen de sus figuras y tpicos.6 El filsofo espaol Juan Aranapor su parte reconoce un estilo propio de filosofar en Borges que asume lasmodalidades propias de la poesa intelectual y el relato fantstico7. Justo a partirde los sesentas Borges se vuelve un punto de referencia asociado junto a losnombres de Kafka y Nabokov y en un motor para la invencin narrativa,filosfica y cinematogrfica. En el prlogo a Les mots et les choses (1966) Foucaultasegura que, "este libro naci de un texto de Borges". El texto aludido es "Elidioma analtico de John Wilkins".8 Ms contundente aun, Jean Wahl, un filsofoprofesional, ha declarado, a propsito del peso de la filosofa en la obra de Borges:

    2 Nuo, Juan, La filosofa de Borges, Mxico, FCE 1986. p. 114.3 Barrenechea, Ana Mara La expresin de la irrealidad en la obra de Jorge Luis

    Borges,Mxico, Colegio de Mxico, 1957p. 1024 Borovich, Beatriz, Los caminos de Borges. La kbala, los mitos y los smbolos, BuenosAires, Ed. Lumen. p. 455 Borges, J. L. Historia de la eternidad en Obras Completas T. I Buenos Aires, EmecEditores, 2001 p. 3536Borges, por el mismo, Caracas, Monte vila, 1976 p. 477 El centro del laberinto, EUNSA Ediciones Universidad de Navarra, S.A. Pamplona, 19948 Assensi, Manuel, Literatura y filosofa. Madrid, Sntesis, 1995, pp. 244-245.

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    "Il faut connatre toute la littrature et la philosophie pour dchiffrer l`oeuvre deBorges"9 Pero cmo estudiar la filosofa en la obra de Borges?

    PavaoPavlicic en su ensayo titulado "La intertextualidad moderna y laposmoderna"sintetiza las diferencias entreliteratura moderna y posmoderna ensu concepcin de la obra literaria; para la primera, se trata de un sistema cerradoen s mismo; para la segunda, en cambio, la obra literaria se define como una redcompleja de relaciones con otros:

    Ahora se concibe al texto como un fenmeno enredado en una espesa red de complejasrelaciones con una serie de otros fenmenos, y ante todo con una serie de otros textos.Precisamente por eso estas relaciones estn en el centro del inters. Si antao seprocuraba que no se mirara ni a la izquierda nila derecha del texto, hoy se procura que

    se mire no slo a la izquierda y a la derecha, sino tambin delante y detrs, arriba yabajo, y, en casos extremos, que en el texto en general ni siquiera se eche una ojeada.Para decirlo de manera simple, es como si ya no existiera el texto, sino slo elintertexto.10

    Pavlicic destaca tres factores determinantes en esta apreciacin de la obraliteraria, que trajo consigo la dcada de 1960: 1) son conocidos tanto los textos deBarthes sobre la muerte del autor como los primeros trabajos de losdeconstruccionistas y de los tericos de la recepcin; 2) el trmino"intertextualidad" aparece con Julia Kristeva; 3) se redescubre la literatura deJorge Luis Borges, el primer gran escritor posmoderno, segn Pavlicic. En elmomento en que se comprende a Borges ms ampliamente, podemos decir que hacomenzado la literatura posmoderna "...porque en l hallamos precisamente eltipo de intertextualidad que es el ms aceptable para el postmoderno". 11 En esta

    misma lnea de anlisis Nancy Kason,12 asocia la literatura fantstica de Borgescon la posmodernidad. No es inters de este trabajo tal preocupacin, sobre todoporque en la obra del mismo Borges se destila cierto escepticismo ante talescategoras ("La verdad gusta de anacronismos"). Sin embargo, resulta paradjicoque la literatura de Borges se preste de manera singular al tipo de anlisistericos como el de la intertextualidad. No es casualidad, advierte JaimeAlazraki, "que para algunos expositores de la aproximacin intertextualista,Borges se haya convertido en una suerte de gur del mtodo."13

    Y efectivamente, si la literatura no es otra cosa que "la diversa entonacin deunas cuantas metforas" y si "es verosmil conjeturar que desde Homero todas lasmetforas ntimas, necesarias, fueron ya advertidas y escritas" (Historia de laeternidad, 1936), entonces la tarea de la literatura no consiste sino en "los modosde indicar o insinuar esas metforas". Las de Borges son historias que se narran

    9 Citado por Nuo, Juan. La filosofa de Borges, op cit. p. 11.10 Ibdem, p. 17511 Ibdem. p. 180.12 Cf. Kason, Nancy,Borges y la posmodernidad. Un juego de espejos desplazantes, UNAM,Mxico, 1994.13 Alazraki, J. La prosa narrativa de Jorge Luis Borges, Madrid, Grdos, 1983. Apndice

    VII "El texto como palimpsesto: lectura intertextual de Borges" p. 439.

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    y se transforman: el cuento "El Zahir" es la reescritura del Poema de losNibelungos; el relato "El fin" rehace el final del Martn Fierro de Hernndez; "Lacasa de Asterion" es una versin de la antigua leyenda del minotauro deApolodoro. Borges busca casi siempre establecer la relacin entre dos o mstextos: la idea de Dios o el mundo como una esfera est en Jenfanes, en ElTimeo de Platn, en Permnides, etc. y la operacin se repite en "La flor deColeridge". En este sentido escribe Graciela Reyes:

    Los cuentos de Borges suelen estar construidos sobre un texto anterior, literario o no,del que el cuento es una nueva versin, un "resumen", un comentario, una supuestaresea. El narrador indica su fuente en el texto mismo, o en notas, prlogos y eplogos.Creo que la intencin es notoria: mostrar el mecanismo, buscar la confabulacin irnica,

    hacer recordar al lector que lo que va a leer, ha ledo o est leyendo es un ya dichoporque todo texto lo es, debe serlo y de eso se trata [...] Esta perspectiva de la obraliteraria como un palimpsesto.14

    Un estudio que d cuenta de la manera en que las estrategias de la praxisliteraria de Borges se ven afectadas por la filosofa, precisa de un sistema decategoras capaces de conceptualizar las formas que asumen la presencia de lostextos filosficos en los cuentos del escritor argentino. Palimpsestes: la littratureau second degr (1982) de Gerard Genetteconstituye el primer ambiciosos intentode realizar una taxonoma sistemtica de las numerosas formas detranstextualidado de "todo lo que pone al texto en relacin manifiesta o secretacon otros textos".15Genette las clasifica en cinco tipos: 1) la intertextualidad, queconsiste enla presencia de un texto en otro (cita, plagio, alusin); 2) laparatextualidad o relacin que guarda el texto con el ttulo, interttulo, eplogo,

    advertencias, prlogos, notas, etc.3) La metatextualidad, que refiere la relacinque une a un texto con otro sin nombrarlo. Este es el lugar de la crtica y elcomentario; 4) la architextualidad o la relacin muda que articula una relacinparatextual de pura pertenencia taxonmica (el gnero es un aspecto delarchitexto) y 5) la hipertextualidad que se define como la relacin que une untexto B (hipertexto) a un texto A (hipotexto). Las categoras que utilizaremospara nuestro anlisis son la intertextualidad y la paratextualidad.

    2. El argumento del cuento

    El jardn de senderos que se bifurcan16 se presenta en principio como unargumento de gnero policial que podra resumirse como sigue. Yu Tsun, espa

    14 Reyes, Graciela, Polifona textual. La citacin en el relato literario, Madrid, Grdos,1984. pp. 47 y 6815 Genette, Grard,Palimsestos, la literatura en segundo grado, Madrid, Taurus, 1989. pp.9-1016 Borges, J. L. Ficciones, Madrid, Alianza, 1995. Edicin que se citar en adelante.

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    chino a las rdenes del Imperio alemn durante la Primera Guerra Mundial, hasido descubierto por su rival, el capitn ingls Richard Madden. Yu Tsun huyepara tratar de hacer llegar a su jefe en Berln su ltimo servicio de espa: elnombre del preciso lugar del nuevo parque de artillera britnico sobre el Ancre.Encontrar la manera de transmitir este secreto es el mvil de la trama. Para elloYu Tsun viaja, desde Londres al pueblo cercano de Ashgrove, a la casa del doctorStephen Albert, reputado sinlogo y antigo misionero en Tienstin. All Borgesinterpola un segundo relato, Stephen Albert ha dedicado su vida a descubrir elmisterioso sentido de una obra genial, El jardn de senderos que se bifurcan delnovelista Tsui Pn, antepasado de Yu Tsun. Albert le revela a este ltimo el finde sus interminables investigaciones sobre la novela, luego el espa da muerte a

    Stephen Albert, crimen con la esperada notoriedad para transmitir el mensaje alos alemanes, ya que el nombre del lugar donde est apostada la artillerabritnica se llama precisamente Albert.

    3. Juego de narradores

    Yu Tsun narra la historia antes de morir ahorcado y la transcribe unnarrador-editor que slo aparece en la nota al pie de pgina del prembulo delcuento. La narracin de Yu Tsun es un documento legal en manos de autoridadesinglesas y debemos suponer que Yu Tsun -ahora reo de muerte condenado por elasesinato de Stephen Albert- no tiene idea del destino que corre su declaracindictada, releda y firmada. Adems hay que aadir que la transcripcin de ladeclaracin tal como la presenta el narrador editor viene a ser como uncomentario o correccin de los consignado por el historiador Liddell Hart en suobra Historia de la Guerra Europea, donde se relatan las maniobras militares enlas que desempe un papel importante el bombardeo de Albert.La estructura delcuento nos remite a una especie de crculo concntrico de narradores queenuncian el relato, una especie de juego narrativo de cajas chinas.

    Yu Tsun y Madden (posiblemente el narrador-editor)17son narradores ypersonajes en el cuento; que por un lado, participan en el universo diegtico; y porotro, enuncian el discurso. De tal manera que podemos definirlos comonarradores homodiegticos. Sin embargo, la perspectiva de focalizacin de ambosnarradores es diametralmente opuesta.Las discrepancias entre las dosnarraciones saltan a la vista desde el principio. Esto es notorio desdeelprembulo quedeclara que la demora de la ofensiva britnica que haba sidoplaneada para el 24 de julio de 1916 [...] debi postergarse hasta la maana delda 29 (p. 472). La versin inglesa que representa el narrador -editor (y el mismo

    Liddell Hart) seala que la demora en la ofensiva britnica fue provocada por

    17 Hiptesis que defiende Roberto Gonzlez Echevarra en El jardn de senderos que sebifurcan Olea Franco, Rafael (Ed.) Desesperaciones aparentes y consuelos secretos, Mxico,Col. De Mxico, 1999. pp. 61-74.

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    lluvias, y que esa demora no fue nada significativa. No obstante, si atendemos ala declaracin del espa chino descubrimos otras causas de esa demora y a la luzde esa declaracinahora en manos inglesasresulta muy significativa porquejusto ella constituye buena parte del corpus del relato de Borges. Ya desde elprincipio vemos pues, como la perspectiva del narrador-editor est acotada por unngulo de percepcin de los hechos, definido por el inters en que se crea lo dicho.Esta afirmacin del narrador sobre la insignificancia de la demora hace pensarque o se trata de alguien favorable a Inglaterra, o que le importa demostrar queYu Tsun a la postre ha sido derrotado. Aunque ya alertados en el inters quepersigue el narrador, esta expresin se hace altamente sospechosa de pretenderdevaluar el doble sacrificio de Yu Tsun (el de su muerte y la de Albert.) Estas

    discrepancias en las lecturas que los narradores hacen de los hechos no es casualsino deliberada y se relaciona con la clave que nos permite interpretar elcuento, que no es la consignada por Borges en el prlogo de Ficciones, sino la quedescubre Stephen Albert en lanovela de Tsui Pn: El jardn de senderos que sebifurcan.

    4. Paratexto e intratextualidad.

    En el prlogo (entonces prlogo a una coleccin de cuentos de 1941 que luegoseraincluido en Ficciones, 1944) encontramos la "frmula" de interpretacinautoral que define un tipo de lectura del cuento: las otras piezas en el libro sonfantsticas, mientras que El jardn de senderos que se bifurcan es policial...Aunque como ya hemos dicho la frmula o clave que nos permite hacer unalectura del texto distinta a la autoral es la que nos revela Stephen Albert. Peroahora detengmonos brevemente en las relaciones18que mantiene este cuento conotro del mismo Borges: "Examen de la obra de Herbert Quain", de la que JuanNuo afirma que se trata de un ensayo o borrador de El jardn de senderos que sebifurcan19Examen de la obra de Herbert Quain es una especie de cuento-reseaescrito bajo la forma de notas a libros, Borges expone el proyecto de guin parauna novela que incluye un diagrama con nmeros y letras. Lo particular de lanovela es que trastorna el orden temporal; se llamaApril March, y es un relatoregresivo, ramificado. Comienza con una narracin (ambigo dilogo de unosdesconocidos en un anden) en flash back, desarrollando una cadena de posibleshistorias, de conformidad con un plan que Borges algebriza. Algo semejantesucede con The Secret Mirror, otra comedia de Herbert Quain, y hasta con ciertosrelatos del mismo autor, llamados Statements, que estn deliberadamenteincompletos o bien se bifurcan en otros relatos. Bifurcacin manejada por Borges

    18 De acuerdo con Alazraki. Este cuento tambin mantiene relaciones intratextuales conEl tiempo y J. W. Dunne: En el cuento El jardn de senderos que se bifurcan [...]Estimulado por el esquema temporal de Dunne, Borges inventa un novela -El jardn desenderos que se bifurcan- regida por una concepcin del tiempo similar a la de Dunne. Laprosa narrativaop. cit. p. 110.19 Nuo, J. op. cit. p. 127.

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    Cmo podra una novela ser infinita? Cmo Las mil y una noches o cmouna obra platnica inconclusa en su tarea de aproximarse al arquetipo? La novelade Ts'ui Pn era catica y confusa. Cmo era ese caos? Con el propsito deaclarar la idea, glosemos el ejemplo que seala Albert a Yu Tsun. Fang, unpersonaje de la novela, tiene un secreto y un desconocido llama a su puerta. Losdesenlaces posibles son varios: Fang resuelve matarlo; el intruso mata a Fang;ambos se salvan, ambos mueren. Es decir, todos los desenlaces ocurren. Cmo esposible esto? El libro de Ts'ui Pn Lo he examinado alguna vez [...] en el tercercaptulo muere el hroe, en el cuarto est vivo... (p. 476) plantea la posibilidad detiempos simultneos y el resultado es una novela catica.

    En la narrativa de Borges las imgenes del jardn, al igual que la delaleph,

    son imgenes del caos y ambas representan al mundo. Albert al revelar elmisterio de la novela, dice haber conjurado "el plan de ese caos: el plan de esecaos es el caos. El jardn de senderos que se bifurcan es una imagen incompleta,pero no falsa, del universo...22. Y el jardn-novela tambin es laberinto. En otrosrelatos de Borgeshemos visto la configuracin de otros laberintos: circulares,concntricos (Las ruinas circulares) lineales, (La muerte y la brjula), etc. Eneste cuento se trata de un laberinto-jardn chino. Arturo Echavarra, en suinteresante estudio titulado Espacio textual y el arte de la jardinera china enBorges: El jardn de senderos que se bifurcan, analiza la arquitectura del jardnde la tradicin china resaltando sus contradicciones internas; ya que por un lado,est sujeto a normas estticas rigurosas y sin embargo, a juzgar por suensamblaje, aspira a que se le perciba como un caos. As, partiendo de lo limitadoy finito pretende proyectar una imagen de lo infinito. Cuando dice Albert heconjeturado el plan de ese caos (la novela de Tsui Pen) se refiere al espacio

    textual limitado de El jardn de senderos que se bifurcan, el cual es a su vez,comoel jardn fsico chino, una cifra del cosmos.23Pero cmo podra un libro que esun acervo indeciso de borradores contradictorios, segn palabras de Yu Tsun, serinfinito? Cmo conjetura Albert el plande ese caos? El libro -novela y ellaberinto infinito eran una y la misma cosa, esto lo deduce Albert de una carta deTs'ui Pn:

    Dejo a los varios porvenires (no a todos) mi jardn de senderos que se bifurcan. Casi enel acto comprend; el jardn de senderos que se bifurcan era la novela catica; la frasevarios porvenires (no todos) me sugiri la imagen de la bifurcacin en el tiempo, no en elespacio. La relectura general de la obra confirm esta teora. En todas las ficciones,cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y eliminalas otras; en la del casi inextricable T 'sui Pn, opta -simultneamente- por todas. Creaas diversos porvenires, diversos tiempos que tambin proliferan y se bifurcan. (p. 476-7).

    22 Alazraki, J. La prosaop. cit. p. 11123 Espacio textual y el arte de la jardinera china en Borges: El jardn de senderos que sebifurcan, op. cit. pp. 82-3

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    contra la lnea de Serre-Montauban haba sido planeada para el 24 de julio de 1916 ydebi postergarse hasta la maana del da 29. Las lluvias torrenciales (anota el capitnLiddell Hart) provocaron esa demora -nada significativa, por cierto. (p. 472)

    Tenemos dos lecturas sobre la demora de la ofensiva britnica 1) Fue casual ynada significativa y 2) No fue casual y s muy significativa.La lectura 1 es lalectura oficial inglesa representada porel historiador Liddell Hart y el narrador-editor de la apostilla. Evidentemente, las autoridades inglesas que conocen laverdad pues tiene en sus manos el informe del espa chinodecidieron ocultar elbombardeo producto del espionaje.

    La lectura 2 podra corresponder a Yu Tsun y al propio lector del cuento. Lademora fue provocada, no por lluvias torrenciales, sino por el bombardeoalemn de las trece divisiones britnicas.Adems, fue significativa porque causuna demora de cinco das con respecto a la ofensiva contra la lnea Serre-Montauban. Como ste, Echavarra analiza otros ejemplos de lecturasdivergentes en el cuento de Borges: el asesinato de Runeberg y el mismo nombrede Albert, por citar slo dos ejemplos.Sobre el primer caso, Yu Tsun hace lalectura de que Runeberg debi haber sido arrestado y asesinado; en cambio eleditor, presumiblemente un miembro de la oficiala inglesa o alguien allegado aella, recurre en nota al pie a la perfrasis legislativa y justificante con el fin dedar otra lectura del evento. Sobre el segundo caso, la palabra Albert refieretanto al nombre del sinlogo ingls Stephen Albert como el de una ciudad enterritorio francs, donde estn apostadas las trece divisiones britnicas que sernbombardeadas.

    As pues, como las ramificaciones en el tiempo resultan ser clave en la novela

    de Ts'ui Pn, las ramificaciones en la lecturas resultan ser parte estructural delcuento de Borges. En este sentido escribe Echevarra: De igual modo, sirvindosede la relacin de Yu Tsun, Borges logra crear, como T'sui Pn antes que ldiversos porvenires, diversos tiempos, que tambin proliferan y se bifurcan, esdecir, lectores cuyos contextos crean lecturas simultneas, diversas ycontradictorias.26

    6. Intertextualidad filosfica (Leibniz y San Agustn)

    El jardn de senderos que se bifurcan es un texto que entreteje ciertosprincipios de la metafsica de Leibniz con algunas reflexiones de San Agustnsobre el tiempo. Con estos materiales se define parte de su intertextualidadfilosfica. Sobre el primer filsofo, se trata de alusiones directas a la teora de losmundos posibles y en lo referente al santo de Hipona, las referencias apuntan asendos pasajes de las Confesiones.

    De la misma manera que El jardn de senderos que se bifurcan plantea laposibilidad de que todas las alternativas se realicen para cada circunstancia,Leibniz postula tambin un nmero infinito de mundos posibles, aunque como

    26 Ibdem, p. 90

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    explicar ms adelante hay un ligero matiz en este planteamiento metafsico. Enel cuento analizado, Borges realiza innumerables mundos, una especie de OrbisQuartus27 en el que las mltiples alternativas que representan los innmerosfuturos se realizan simultneamente. Aunque siempre en dilogo con lametafsica leibniziana, la ontologa borgiana de mundos posibles nos invita asobrepasar al mismo Leibniz. Para el filsofo alemnaunque todos los mundosson posibles, slo serealiza el mejor. El que vivimos es el nico mundo realizado;ergo, es el mejor de los mundos posibles (fe que arranc la carcajada deVoltaireen Cndido o del optimismo).

    Para el filsofo alemn y dentro del discurso filosfico el concepto mundoposible no refiere una realidad sino ms bien una forma pseudo-ontolgica de

    subrayar la validez universal o la necesidad absoluta de una enunciacin; afirmarque una proposicin es verdadera en todos los mundos posibles equivale aafirmar su validez. Sin embargo, en Borges lo possibile logicum alcanza realidadontolgica. Borges rebasa a Leibniz en audacia metafsica.

    Sin embargo, a pesar de esas pequeas discrepancias, el dilogo mantenidocon el pensador alemn contina. El principio de los indiscernibles leibnizianosatraviesan el cuento de Borges, justo en la meditacin que hace Yu Tsun sobreese antepasado suyo que renunci al mundo para escribir una novela y edificarun laberinto, en el que se perdieran todos los hombres:

    Bajo rboles ingleses medit en ese laberinto perdido: lo imagin inviolado y perfectoen la cumbre secreta de una montaa, lo imagin borrado por arrozales o debajo delagua, lo imagin infinito, no ya de quioscos ochavados y de sendas que vuelven, sino deros y provincias y reinos...Pens en un laberinto de laberintos, en un sinuoso laberintocreciente que abarcara el pasado y el porvenir y que implicara de algn modo los astros.

    Absorto en esas ilusorias imgenes olvid mi destino de perseguido. Me sent por untiempo indeterminado,percibidor abstracto del mundo. (p. 475) [Subrayados mos]

    El trmino percibidor abstracto del mundo la encontramos en el relatoSentirse en muerte (Nueva refutacin del tiempo, Otras inquisiciones, 1952)en el que declara Borges haber tenido una insinuacin de eternidad al vivenciarel momento (en que percibe una tapia rosada), como si se tratara del mismo queexperiment treinta aos atrs. La insinuacin identificalos dos momentos, loshace indiscernibles y detiene el tiempo en la conciencia del percibidor. Por lotanto, basta que una sola vez, en la experiencia de un individuo, se repita unconglomerado de sensaciones tal cual para que se venga abajo la asimetra delflujo temporal y por tanto la nocin de tiempo. Una repeticin en la cadenaimplica la irrealidad del tiempo.28

    27 Cfr. Mateos, Zulma, La filosofa en la obra de Jorge Luis Borges , Buenos Aires, Biblos,1998.28 Moulines, C. Ulises, El idealismo ms consecuente segn Borges: la negacin deltiempo en Alfonso y Fernando del Toro (eds.) Jorge Luis Borges. Pensamiento y saber en elsiglo XX, Madrid, Ed. Vervuet Iberoamericana, 1999 p. 185.

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    Leibniz completara el razonamiento: si no pueden distinguirse entre sentonces son la misma, las dos noches son indiscernibles-idnticas; ergo, son una.El diseo arquitectnico del cosmos leibniziano prev la perfecta armona: no haymnadas perfectamente iguales y si las hay son sustancialmente lo mismo. Cadamnada es diferente de las dems. "No hay en la Naturaleza dos seres reales yabsolutos indiscernibles entre s; pues si los hubiera Dios y la Naturalezaactuaran sin razn al ordenar uno en vez de otro" (principio de raznsuficiente).29 Ana Mara Barrenechea no pasa por alto el contexto filosficoleibniziano de los indiscernibles en el que est prendido la refutacin borgesianaal tiempo. Escribe la autora que:

    Borges ha expresado en diversas circunstancias y bajo diversos smbolos una negacindel tiempo que fundamenta en la identidad de dos momentos de la llamada serietemporal. Lo cotidiano y reiterado es para l garanta de eternidad, porque si ahoravivimos un instante idntico a otro del pasado, queda anulado el fluir de las horas.30

    La percepcin que tiene Yu Tsun de camino a la casa de Albert, es unapercepcin abstracta ya que rebasa el mbito personal y borda alrededor deperplejidades metafsicas sobre el misterio abismal del tiempo; asunto en tornoal cual, como ya sealamos, gira todo el cuento de Borges. La autodescripcin deYu Tsun, quiz habra que interpretarla como unasntesis de significacin delpersonaje. Finalmente, esos adjetivos que en parte lo describen (percibidorabstracto del mundo) funcionan como operadores tonalesque habr queinterpretar junto con la vivencia que experimenta del tiempo; por un lado, eltiempo como presente perpetuo y por otro, el porvenir en tanto, irrevocable comoel pasado. Y otra vez estamos atrapados en los zigzagueantes caminos dellaberinto de laberintos. Rota la serie lineal del tiempo que distingue claramentetres momentos: pasado-presente-futuro, las fronteras entre el inicio y el fin de losmomentos de la serie se tornan difusas. El perseguido Yu Tsun, ha de vivir en suconciencia presente, el futuro como pasado irrevocable. Tal es el consejo de YuTsun que para hacer llegar su mensaje a Alemania matar a un inocente afuturos guerreros o bandoleros: El ejecutor de una empresa atroz debe imaginarque ya la ha cumplido, debe imponerse un porvenir que sea irrevocable como elpasado. As proced yo, mientras mis ojos de hombre ya muerto registraban lafluencia de aquel daque era tal vez el ltimo (p. 474). Consejo que se apresura acumplir para as esencializar su conducta, hacindola invariable a travs deltiempo, al menos en una de las bifurcaciones posibles, de ste. Cosificar los actoshumanos, por medio de la inalterabilidad pretrita es el mismo recurso puesto enprctica por Emma Zunz, a la hora de vengar al padre deshonrado y muerto:

    recogi elpapel y se fue a su cuarto. Furtivamente lo guard en un cajn, como side algn modo ya conociera los hechos ulteriores. Ya haba comenzado a

    29 Leibniz, G. Nuevo tratado sobre el entendimiento humano. Buenos Aires, Aguilar, 1972p. 65.30 Barrenechea, Ana Mara. La expresin de la irrealidad e la obra de Jorge Luis Borges .Mxico, El Colegio de Mxico, FCE, 1957. pp. 116-118.

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    alumbrarlos, tal vez; ya era la que sera (...) Los hechos graves estn fuera deltiempo, ya porque en ellos el pasado inmediato queda como tronchado delporvenir, ya porque no parecen consecutivas las partes que los forman31

    Sin embargo, vivir en el presente, el futuro como irrevocable pasado, nosarroja a una sola certeza: no hay sino presente. Y en l pintan su laberinto contodas sus inextricables bifurcacioneslos otros tiempos. No hay sino un solotiempo, el del ahora: Todas las cosas suceden ahora tal como lo sospech SanAgustn. Tirado de espaldas en la cama de hierro contemplando los tejados y elsol nublado de las seis, Yu Tsun cavila:

    Me pareci increible que ese da sin premoniciones ni smbolos fuera el de mi muerteimplacable. A pesar de mi padre muerto, a pesar de haber sido un nio en un simtrico

    jardn de Hai Feng yo, ahora, iba a morir? Despus reflexion que todas las cosas lesuceden a uno precisamente, precisamente ahora. Siglos de siglos y slo en el presenteocurren los hechos; innumerables hombres en el aire, en la tierra y el mar, y todo lo querealmente pasa me pasa a m... (p. 472) [cursivas mas].

    Yu Tsun tira la piedra a las profundidades metafsicas del tiempo; en lasondas que el impacto va dibujando llegamos a los tiempos lejanos del siglo IV,tiempos agustinianos.

    La perplejidad ante el misterio insondable del tiempo sentida por San Agustnes sin duda compartida por Borges. Pensar siquiera ya no digamos definir lanaturaleza del tiempo es como querer tejer una cuerda de arena el tiempotiende a no ser se nos resbala como arena, se nos dispersa como las partes delcarro del rey Meneandro. Se mueve del presente hacia el pasado, si no el presentesera eternidad; pero tambin del presente hacia el porvenir, si no estaramos enun proceso regresivo; pero tanto el pasado, como el futuro, no tienen otraposibilidad que no sea en el presente. Entonces pareciera que el misterio deltiempo y su direccin son un mismo problema. La lucha de Borges contra eltiempo, sus tesis y refutaciones giran en torno a su existencia y curso, inclusollega a reducir el problema del tiempo al problema de su direccin, as en Historiade la eternidad al referirse a las oscuridades inherentes al tiempo escribe: Unade las oscuridades, no la ms ardua pero no la menos hermosa, es la que nosimpide precisar la direccin del tiempo. Que fluye del pasado hacia el porvenir esla creencia comn, pero no es ms ilgica la contraria... (p. 353) En El tiempo yJ. W. Dunne ampla la idea: No s que opinar mi lector. No pretendo saber qucosa es el tiempo (ni siquiera si es una cosa) pero adivino que el curso del tiempo

    y el tiempo son un slo misterio y no dos... (Otras inquisiciones, p. 26)Quiz los argumentos de Borges no muestran la vacuidad de la idea de

    temporalidad, sino de una forma de concebirla en tanto ordenacinunidimensional.Y hago hincapi en que se trata tambin de una concepcin, no deuna realidad ontolgica. El mundo no es un en ssino un para s, es decir, slosabemos del mundo lo que nos permiten nuestros rganos de percepcin ynuestras facultades mentales. Concebimos al tiempo en trminos sucesivos;

    31 Nuo, J. op. cit. p. 73

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    antes-ahora-despus tienen su momento absoluto en esa lnea irreversible en laque las causas necesariamente preceden a los efectos. Lo contrario esinconsistente e ininteligible. La concepcin de un mundo en el que mltiplesalternativas, por ejemplo A y no-A, se den simultneamente resulta imposiblepara la razn humana que construye su idea del mundo de acuerdo con losprincipios lgicos de identidad, no-contradiccin y causalidad. Pero el mundorealmente se ajusta a estos principios?, la no-contradiccin y la causalidad sonrasgos constitutivos de la realidad? o ms bien se trata de una exigenciagnoseolgica? Desde un enfoque epistemolgico kantiano se puede decir que laconsistencia o inteligibilidad racional no es un rasgo constitutivo y emprico delmundo sino ms bien un rasgo regulativo de nuestro entendimiento. La

    causalidad y el tiempo conforman un esquema perceptual-cognitivo con el queapresamos la dispora de instantes temporales (slo tenemos un conjunto deimpresiones)para imprimirles un orden y un lugar en una corriente lineal,unidimensional e irreversible que distingue un antes, un ahora y un despus. Aesto se ajusta nuestra nocin estndar de tiempo. Sin embargo, los tenuesintersticios de nuestra imagen del universo nos hacen suponer que estopudiera ser falso. Por qu suponer que el tiempo avanza en lnea recta? Quefluye del pasado hacia el porvenir es la creencia comn, pero no es ms ilgica lacontraria32Borges comparte la inquietud metafsica del santo de Hipona en laque tambin se funden la esencia y la direccin del tiempo:

    No obstante con seguridad digo que si nada pasara no habra tiempo pasado; y si nadaacaeciera no habra tiempo futuro, y si nada hubiese, no habra tiempo presente. Estosdos tiempos, pues, el pasado y el futuro, cmo son puesto que el pretrito ya no esy elfuturo no es todava? Mas el presente, si siempre fuese presente y no pasara a pretrito,ya no fuera tiempo sino eternidad. Si el presente, pues, para ser tiempo tiene que pasara ser pretrito, cmo podemos afirmar que es, si su causa de ser es que ser pasado,de tal manera que no podemos decir con verdad que el tiempo es sino porque caminaal no ser?33

    Entonces tenemos tres hiptesis posibles sobre el curso del tiempo: 1) gravitahacia el pasado, 2) su esencia esel presente y 3) el porvenir es la garanta de quelas cosas suceden, es decir, de que el tiempo existe.En el razonamiento del santoel tiempo zigzaguea del hoy hacia el ayer, del hoy hacia el maana, del serfluctuante hacia los no-seres que representan el pasado y el porvenir. Y en esecontexto argumentativo slo existe el presente, como nica posibilidad deltiempo. Si slo tenemos impresiones instantneas que no podemos acomodar enun esquema que distingue antes o despus y de acuerdo con el principio de losindiscernibles que identifica los momentos iguales entonces el tiempo no existefuera de cada instante presente. Nuo advierte las consecuencias de laexhaltacin de la instantaneidad. Aceptar un presentismo que identifica demanera absoluta la identidad de los instantes equivale a vivir en un presente

    32 Historia de la eternidad en Obras completas,op. cit. p. 35333 San Agustn, Confesiones, op. cit. 336.

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    reificado y nico en el que slo existe lo dado en el momento, sin disponersiquiera del irnico consuelo de su fugacidad ya que el presente congelado ydetenido nunca pasa. El itinerario de la reflexin de San Agustn es tambinlaberntico. En ese laberinto, el tiempo se quiebra y desaparece en cuantoempezamos a querer definir su curso. Curso en el que suelen distinguirse tresmomentos: presente, pasado y futuro. Afirmar la existencia del pasado y delfuturo resulta complejo porque el no ser los atraviesa de parte a parte. El pasadoha dejado de ser, igualmente el futuro aun no es. Y, aunque pare en ese cruce decaminos que define eldejar de ser y eltodava no ser, slo queda el presente.

    Es en el presente donde viene a darse el futuro bajo la forma de previsin y elpasado bajo la forma de la memoria. Cuando Agustn dice que el tiempo es

    distensin se refiere a que no se trata de un tiempo que se pueda desmenuzarcon categoras lgicas (causa-efecto, antes-despus, etc.) sino ms bien se trata deun tiempo vital en el que se manifiesta la correlacin constante de nuestrosrecuerdos y nuestras esperanzas:

    Quin niega que los futuros an no son? Y con todo hay todava en el alma espera defuturos. Y, quin niega que los pasados ya no son? Y, con todo, hay an en el almamemoria de los pretritos. Y, quin niega que el tiempo presente carece de espaciopuesto que pasa en un punto? Y con todo perdura la atencin por la cual puede pasar aser ausente lo que es presente...34

    Porque de hecho y hablando con rigor, no podemos hablar de un pasado, unpresente y un futuro como realidades en s. Podemos hablar, ahora, en esteconstante ahora que es nuestra vida, de presente de pasados, presente depresentes, presente de futuros35. La revelacin es la misma en la reflexin de YuTsun e indudablemente tiene una tesitura agustiniana: todas las cosas lesuceden a uno precisamente, precisamente ahora. Ahora le tocaba morir;Ahora ser un perseguido; Ahora asesinar a Albert; Ahora tomar el tr en aAshgrove; Ahora...siempre Ahora, como si en sus infinitas bifurcaciones eltiempo estuviera detenido en el presente dibujando las esbeltas lneas de unlaberinto.

    A modo de conclusin

    El tiempo, ese sinuoso laberinto de estructura ramificada, que hace posiblela co-existencia de todas las posibilidades ante un evento, es la clave, no slo paradescifrar la novela de T'sui Pn, sino el mismo cuento de Borges: El jardn desenderos que se bifurcan; que como intentamos demostrar ramifica las posibles

    lecturas que podemos tener como lectores. Asimismo, el tiempo concebido comoun jardn que bifurca infinitamente sus senderos es la tesis de este cuento,articulada tanto a la teora de los mundos posibles de Leibniz, como a la reflexin

    34 San Agustn, Confesiones, Libro XI, 37. Barcelona, Ediciones Madrid, 1971.35 Ibdem, Libro XI, 26 Confesiones.

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