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CREDITOS

RECTOR DE LA UNIVERSIDADAUTONOMA DEL ESTADO DE MEXICO

M. en D. Mareo Antonio Morales Gomez

SECRETARIO ACADEMICOIng, Gilberto Cortes Bastida

SECRETARIO ADMINISTRATIVOIng. Uriel Galicia Hernandez

SECRETARIO DE RECTOR lAM. V.Z. Carlos Sergio Martinez Real

COORDINADOR GENERALDE INVESTIGACION

YESTUDIOS AVANZADOSM.C. Ezequiel Jaimes Figueroa

•DIRECTOR DE

LAFACULTAD DE HUMANIDADESMto. Samuel Morales Sales

SECRETARIO ACADEMICOLie. Gerardo Meza Garcia

COATEPEC es un 6rgano acadernico de difusi6n y divulgaci6nde las ciencias sociales y humanas de la Facultad

de Humanidades de la Universidad Nacional Aut6nomadel Estado de Mexico, abierta al debate y a la crftica.

Recibe colaboraciones para su publicaci6n, previaaceptaci6n por parte del Consejo Editorial de la Revista.

Las ideas manifestadas en los artfculos son responsabilidadabsoluta de los auto res, por 10 que no necesariamente

reflejan el punto de vista de la institucion.Se autoriza la reproducci6n y/o la utilizaci6n de

los materiales haciendo menci6n de la fuente.Ttraje: 1 000 ejemplares.

Oficinas: Facultad de Humanidades, UAEM,Ciudad Universitaria. Tel: 3 17 19 Y Fax: 3 1407.

Impreso en ELMSA. Editora L6pez Maynez, S.A de CVAv. Jose Ma. Morelos y Pav6n, mim. 300 Ote.

Toluca 50000 Mexico. Tel.: 152190.Precio al publico: Mexico: N$25.00; extranjero: $8.00 USD.

DIRECTOR DE LA REVISTAMto. Feo. Xavier Sole Zapatero

CONSEJO EDITORIALDr. Alberto Saladino Garcia

Mto. Francisco Lizeano FernandezLie. Javier Beltran Cabrera

Lie. Elvia Estrada LaraLie. J. Humberto Florencia Saldivar

Lie. Lino Martinez RebollarLie. Roberto Ransom

CONSEJO DE REDACCIONLie. Humberto Florencia Saldivar

Lie. Roberto Ransom

RELACIONES PUBLlCASLie. Gerardo Meza Garcia

ADMINISTRACIONLie. Miguel Angel Flores Gutierrez

DISENOMto. Feo. Xavier Sole Zapatero

TIPOGRAFlA Y FORMACIONAvellaneda y Oriana Castruita Clare

COLABORADORESJose Blanco Regueira

Jorge Cabrera BohorquezJaime Collazo Odriozola

Alfredo Antonio Fernandez PerezEsvon Gamaliel Calvillo

Luis Quintana TejeraAraeeli Ramirez Pefialoza

Marla Eugenia Rodriguez ParraMargarita Tapia Arizmendi

Jesus Isaias Tellez

* Portada:* Ilustraciones:

Laura EllzarrarasJuan Alarcon

Carlos AlmazanLaura Elizarraras

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SUMARIO

C~ F_IL_O_S_O_F_~~)

Heideggeryel abismo

Jose Blanco Regueira

• 5

La filosoffa de Tomesde Aquino, treotcton viva

Miguel Angel Sobrino• 10

La dimension concretade 10 humane

en Jose Carlos MariateguiPablo Guadarrama

Gonzalez• 16

Influjo de los trasterradosespenotes en el estudio

de la ciencia y la tecnologfaen Mexico

Alberto Saladino Garcfa• 25

C~ H_IS_T_O_R_IA~)

La perioaizecton dela £poca Colonial

en America Latina:algunas probtemstices

de ayeryhoyBrian F. Connaughton

• 29

Tierra y corporacionesciviles en Mexico:

una revision bibliograficadel proceso

de aesemoruzecton(1856-1910)

Rene Garcfa Castro• 35

ESTUDIOSLATINOAMERICANOS

Historia obrera:una lectura latinoamericana

Ricardo Melgar Bao• 43

El secreta del desarrolloGustavo Esteva

• 50

Mexico y Venezuela:posguerra y modernidad

Felicitas Lopez Portillo T.• 64

Notas para el estudiodel origen de la elite

revolucionaria cubanaMartin Lopez Avalos

• 72

Tendencias ideologico-polfticas del Frente

Sandinista de Lib eracionNacional, 1975-1989

Juan Monroy Garcfa• 78

Etnodesarrol/oen America Latina

Edgar SamuelMorales Sales

• 82

( ESTUDlOS LlTERARIOS)

Los precursoresde Cervantes

Francisca suarezCoalla• 87

Alejo Carp entier:el concierto

de la identidadAlrnee Gonzalez

aotanos

• 92

La novela deMario Benedetti:

la clase mediau:-uguaya

como protagonistaMargarita Tapia

Arizmendi• 102

La conquista, perdida yrecuperecion del Parafso

Alfredo AntonioFernandez Perez

• 108

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Tierra y corporaciones civilesen Mexico: una revision bibliograflca

del proceso de desamortizaclon(1856-1910)

RENE GARCiA CASTRO

Este trabajo examina tres pro-blemas que tienen que ver con

la interpretacion historica del pro-ceso de desamortizacion de tierrasen Mexico durante la segunda mi-tad del siglo XIX. El escrito se cen-tra en la caracterizacion de la priva-tizacion de los bienes rafces de lasllamadas corporaciones civiles por-que considero que su esclareci-miento es clave para comprendertanto la multiplicacion efectiva delos pequeiios y medianos propieta-rios de la tierra, como la consolida-cion de un Estado central mexicanoal liquidar la base material de lascorporaciones con caracter de anti-guo regimen.

El primer problema trata sob rela necesidad de diferenciar los pro-cesos de privatizacion de tierras en-tre las propiedades corporativas ci-viles y eclesiasticas dentro del pro-ceso general de desamortizacion enMexico. Un segundo problema ex-plora la conveniencia de diferen-ciar en detalle los procesos de de-samortizacion entre los distintos ti-

RENE GARCfA CASTRO. Profesor-inves-tigador de la Facultad de Humanida-des de la UAEM.

pos de propiedades corporativas ci-viles cuyo origen y uso determineciertos fenomenos peculiares deprivatizacion en la segunda mitaddel siglo XIX. Y finalmente, un ter-cer problema trata sob re la perti-nencia de aplicar una metodologiageografica al fenomeno de la desa-mortizacion civil en este pais. Eltrabajo se basa en gran medida enel analisis de los logros y perspecti-vas de los iiltimos estudios histo-riograficos sobre el tema.

I. La prlvatlzacion de laspropiedades corporativas civilesy eclesiasticas en Mexico en la

segunda mitad del siglo XIX: dosproyectos del Estado mexicano.

Como es bien sabido, al fenomenode la desarnortizacion en Mexicoen la segunda mitad del siglo XIX sele puede concebir y estudiar en dosgrandes secciones. Una referida alproceso de privatizacion de tierrasde las llamadas corporaciones ecle-siasticas, y otra al de las civiles.Dentro de la primera categorfa en-traron los bienes rafces que estabanbajo la administracion de obispa-dos, parroquias, conventos, orde-nes religiosas, hermandades, hospi-

tales y de muchas otras instanciasde la Iglesia.! Y dentro de la segun-da categorfa estaban los bienes delos colegios y los barrios indigenasasf como los de los ayuntamientosde ciudades y pueblos.e

Esta division estuvo siemprepresente en el pensamiento de lospoliticos mexicanos de esa epocapues distinguieron, por un lado, lanecesidad de eliminar con urgenciael poder economico de la iglesia ea-tolica mexicana mediante la priva-tizacion de sus bienes rafces y, porel otro, la de reordenar las relacio-nes entre un Estado nacional enformacion y los gobiernos de los es-tados y los de las ciudades, pueblosy comunidades indigenas del pafs.Todo ello a traves de la desamorti-zacion de los bienes corporativos acorto y mediano plazo.

Es decir, que la Ley Lerdo signi-ficaba la coronacion de un largoproceso anticorporativista que tra-taba de consolidar dos proyectosdistintos: el Estado laico mexicanoy la supremacfa del Estado centralsobre los poderes region ales y loca-les.

Dos estudios excelentes abor-dan la problematica general de laprivatizacion de los bienes del cleroen Mexico en la segunda mitad del

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COATEPEC. 36

siglo XIX, a rafz de la promulgacionde la Ley Lerdo en 1856, y se com-plementan estos trabajos con otrosestudios de caso.t Como se muestraen estos ensayos, la riqueza de laIglesia en nuestro pais estuvo con-centrad a dentro de la jurisdicciondel Arzobispado de Mexico y la delos obispados de Puebla, Oaxaca,Durango, Michoacan y Jalisco,donde tuvo lugar el proceso de pri-vatizacion de bienes religiosos masintenso del territorio mexicano. Sinembargo, hace falta revisar 10 quesucedio con los bienes del clero enlos obispados sureiios de Yucatan yChiapas, y los norteiios de Monte-rrey, Sonora y Sinaloa para teneruna panoramica mas completa deeste asunto.

Segun estos estudios, la desa-mortizacion de los bienes eclesias-ticos dio lugar, en term inos genera-les, a un proceso de privatizacionque se caracterizo por haber coad-yuvado mas a la concentracion de lapropiedad rural que a la generacionde pequeiios y medianos propieta-rios como elliberalismo de esa epo-ea esperaba. Ademas la desamorti-zacion y nacionalizacion de los bie-nes de la Iglesia en Mexico se hizocon tal rapidez que bien puede de-cirse que este proceso culmino enmuchas partes antes de 1875.

Esta imagen del impacto de laprivatizacion de los bienes del clero

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ha predominado en la mayoria delos estudios historiograficos que serefieren a este fenomeno y en con-secuencia ha oscurecido a la con-traparte de este proceso que tieneque ver con la desamortizacion delos bienes de las corporaciones ci-viles.

Existen tarnbien otros elemen-tos que han favorecido a la historio-graffa de la desamortizacion de losbienes eclesiasticos y le han permi-tido una reconstruccion casi com-pleta del fenomeno. Por ejemplo,una cierta facilidad para la identifi-cacion de los distintos sectores dela Iglesia como propietarios y laspropiedades mismas debido a la ex-istencia de varias listas y relacionesde la riqueza territorial del clero enMexico' elaboradas desde fines dela epoca colonial. Ademas, la rela-tiva concentracion espacial y tem-poral de este fenomeno ha propi-ciado que se facilite tambien laconstruccion de una interpretaciongeneral de este import ante procesohistorico.

En contraste, no tenemos hastaahora un estudio similar del proce-so general de la desamortizacion ci-vil en Mexico despues de 1856. Al-gunos de los intentos actuales comolos trabajos de Fraser' y Powelfque datan de principios de la deca-da de los setenta de este siglo xx,marcan en cierto sentido un partea-

guas en la historiograffa de la desa-mortizacion en Mexico. Sin embar-go, estos estudios pioneros dejaronmas preguntas que conclusionesdefinitivas.

Esta nueva historiograffa intere-sada en la desamortizacion civilse-iiala de alguna manera la necesidadde estudiar con mas detalle los si-guientes aspectos: el origen diversode las propiedades y los propieta-rios de los bienes rafces de las cor-poraciones civiles; el volumen delos bienes que poseian estas corpo-raciones a mediados del siglo XIX;la identificacion y magnitud de losbeneficiarios mismos; las relacio-nes con los multiples actores socia-les y politicos que intervinieron demanera directa 0 indirecta con estefenomeno, y los ritmos distintos delproceso en las diversas regiones delpais durante todo el siglo XIX.6

11.La privatizaci6n de "propios"y de tierras de "comun

repartimiento": una distinci6nfundamental en

la desamortizaci6n civilen Mexico.

Hoy dia tenemos mas de una vein-ten a de estudios de caso sobre ladesarnortizacion civil en Mexicodurante el siglo XIX con distintosniveles de profundidad y extension.Estos ensayos nos brindan valiososcriterios que podemos utilizar parair construyendo una interpretaciongeneral de este proceso.

He reunido en el Cuadro I algu-nos de los resultados logrados encatorce ensayos historiograficosque permiten cierta comparacionentre sf. Resulta revelador que deesta muestra hay por 10 menos ochotrabajos que corresponden al cen-tro de Mexico. De ellos el mas im-portante es, en terminos de profun-didad y extension historiografica, elreferido a la ciudad de Mexico. En

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esta seleccion incluf otros cinco es-tudios para la amplia region de To-luca al poniente del vane de Mexi-co, uno para la zona norte del ac-tual estado de Hidalgo, otro paraTlaxcala, uno muy breve para Vera-cruz y otro muy importante paraOaxaca. Para la zona occidental delpafs hay por 10 menos cuatro ensa-yos (dos para Michoacan, uno parala zona de Guadalajara y otro parala de Tepic). Es decir, que en con-junto cubren un area semejante a laque tenemos en la historiograffa so-bre la desamortizacion de los bie-nes eclesiasticos.

Los resultados de los ensayos deesta muestra son significativos puesmuestran dos tipos basicos de bie-nes desamortizados: los llamadospropios y los de coman repartimien-to (vease adelante el Cuadro I).

Los primeros se caracterizabanporque eran, al momento de la de-samortizacion, administrados porlos ayuntamientos. Es decir, se tra-taba de bienes rakes que muy posi-blemente habian servido coma lafuente basica de ingreso a la ha-cienda municipal, pero que en mu-chos casos sirvieron tambien comaapoyo financiero a las fiestas reli-giosas locales, perdiendo con ello laposibilidad de ser exceptuados se-gun la legislacion vigente.? La ma-yorfa de ellos er an fincas nisticas(ranch os, haciendas, molinos ygrandes terrenos pastales) que es-

taban arrendadas a particulares ylos pocos bienes urbanos estabancompuestos generalmente de loteso solares. Todos estos bienes de ti-po civil fueron los que mas rapida-mente se desamortizaron despuesde la promulgacion de la Ley Lerdoen 1856 y sobre todo de la Consti-tucion del 57.

En cambio los segundos, los decoman repartimiento, fueron en to-dos lados bienes nisticos en manosde pueblos y comunidades indige-nas que eran administrados colecti-vamente en organizaciones de tipotradicional desde por 10 menos fi-nales de la epoca colonial. Aunquetambien habfa ranchos y haciendas,la mayorfa fueron parcelas agrfco-las que al ser desamortizadas fue-ron adjudicadas a un rnimero relati-vamente grande de individuos conun rango entre 1 y 20 hectareas porbeneficia rio, segun la region. Muypo cos de estos bienes estabanarrendados al momento de la desa-mortizacion pues casi todos esta-ban en posesion de los vecinos delos pueblos que los retenian desdetiempos inmemoriales.f

Esto ultimo explica por que elproceso de privatizacion de este se-gundo tipo de bienes civiles, segunel Cuadro I, se inicio a fines de ladecada de los sesenta y principiosde los setenta y parece que se incre-mento notablemente en las deca-das de los ochenta y noventa del

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siglo pasado. Es decir, que su augecoincidio cuando la desamortiza-cion de los bienes eclesiasticos ha-bfa casi concluido en nuestro pais.

Aunque en todos estos ensayoshistoriograficos se reconoce a cua-tro tipos basicos de propiedades decorporaciones civiles en Mexico,los referidos a los ejidos yelfundolegal nunca aparecen coma ejem-plos de bienes que hayan sido pri-vatizados. Tampoco esta muy claroen ellos coma hacer una valoraciondel volumen de propiedades rafcesque pudieran haber posefdo algu-nos ayuntamientos (propios) 0 pue-bIos (comun repartimiento) de ma-nera corporativa.

Desde mi punto de vista esta ul-tima apreciacion varfa segun la his-toria y el exito de cad a region enparticular. Si seguimos un caminoprospectivo para conocer la histo-ria de los propios, nos debemos in-volucrar en la historia de muchosayuntamientos constitucionalesque se crearon a principios del Me-xico independiente y que entraronen franco conflicto con los pueblosy comunidades de indios de su juris-diccion por la posesion y adminis-tracion de ciertos bienes rafces cu-yos productos (rentas) debfan ser-vir para el sostenimiento del cuer-po municipal.? 0 tambien podrfa-mos comenzar por identificar la ea-lidad de ciertas localidades, comapor ejemplo las ciudades creadasen la epoca colonial destinadas alasentamiento de poblacion espa-fiola y que fueron dotadas desde sufundacion con suficientes ejidos ypropios que conservaron hasta1856. De tal suerte, que la desa-mortizacion civil en estos ultimossitios no represento ninguna ten-sion con los pueblos de su jurisdic-cion.

Pero si seguimos por el caminoretrospectivo debemos contentar-nos con identificar en ciertas listas

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CUADRO I. Continuacion

Origentierras Fuente

Municipioentuidad Tipo Volumen Periodo Metodo Beneficiario

Churunuco comunes nisticos 23 ranchos 1868-1898 A vecino 12(Michoacan) 3 hdas

urbanos 500 lotes

Inisticos 300 1855-1890 R,A arrendatario 13propios operaciones denunciante

Guadalajara urbanos vecino(Jalisco)

comunal rusticos ? 1881-1912 ?

Tepic propios nisticos 242 1856 A, VC denunciante 14(Nayarit) operaciones

urbanos

NOTAS: A= adjudicaci6n; R= rem ate; VC= venta convencional; ha= hectareas,

FuENTES:1 Vease Lira, Comunidades indigenas, passim2 Vease Bazant, M., La desamortizaci6n de las tierras

comunales, pp. 1-9.3 Vease Quezada, "Desamortizaci6n civil", pp. 1-45.4 Vease Menegus, "Ocoyoacac", pp. 33-78.5 Vease Schenk, "Jornaleros y hacendados", pp. 1-20.6 Vease Archivo Municipal de Thluca, secci6n Tierras, caja l.7 Vease Schryer, ''l\ ranchero economy", pp. 418-443.

alas municipalidades que poseianbienes rafces con la denominacionde propios, que son los que en esemomento le brindaban un ingresoseguro (renta) al erario municipal.Esta via no nos permite conocer elorigen exacto de estos bienes. Tam-poco podemos relacionar los luga-res de gran volumen de desamorti-zacion de bienes eclesiasticos comolugares de abundantes bienes civi-les. Mas bien el ejemplo de 10 quepaso en Veracruz y la ciudad deMexico en 1856y 1857muestra unarelacion inversa.l! De tal suerteque el origen y la distribucion geo-grafica de los bienes corporativosllamados propios en Mexico a me-diados del siglo XIX es mucho masamplia y compleja de 10 que se hapensado hasta ahora.

8 vease Halverhout, "Desamortization", pp. 1-13.9 Veaae Berry, La Reforma, pp. 159-214.

10 Vease Bazant, J., Los bienes de la Iglesia, pp. 73-9l.11 Veare Franco, "La desamortizaci6n", pp. 169-188.12 Vease Snchez, "La transformaci6n", pp. 61-82.13 Vease Knowlton, "La individualizaci6n", pp. 24-6114 Vease Meyer, "La desamortizaci6n", pp. 5-30.

Mas diffcil de calcular son losbienes de comun repartimiento por-que casi siempre se carece de listaso relaciones oficiales debido a queeste tipo de propiedad fue retenidapor las organizaciones informalesde indios y campesinos al interiorde los pueblos.

Los estereotipos tampoco hanayudado mucho a replantear esteproblema. Por ejemplo, el caso deOaxaca del que se pensaba existfagran cantidad de tierras de comunrepartimiento porque se considera-ba que esa entidad federativa lashabia conservado desde la epocacolonial en manos de una pobla-cion en su mayorfa indigena, resultaque este tipo de bienes eran masbien escasos alrededor de la ciudadcapital y regularmente abundantes

en las zonas mas alejadas de esecentro.P Lo mismo parece que su-cede con los ejemplos de los vallesde Toluca, el de Puebla-Tlaxcala yen Michoacan, en el que los pue-bIos serranos y mas alejados del al-tiplano son los que privatizaronuna gran cantidad de tierras en be-neficio de antiguos comuneros y al-gunos rancheros, mientras que laslocalidades que estaban asentadasen el valle y alrededor de las princi-pales ciudades son las que desa-mortizaron proporcionalmentemenos cantidades de tierras com-paradas con el volumen de sus ve-cinos.P

Es import ante hacer notar quealgunos estudios modernos revelanque el proceso de privatizacion detierras de comun repanimiento du-

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rante la segunda mitad del siglo XIXestuvo precedido, desde los prime-ros afiosdel Mexico independiente,de un proceso continuo de "indivi-dualizacion" 0 "reparto" de tierrasa campesinos e indfgenas.l"

Este reparto de la primera mitaddel siglo XIX era parte de una prac-tica polftica muy generalizada deconfirmacion 0 redistribucion de latierra laborable de tenencia comnpuesta en marcha por los gobiernosestatales. La tierra no llego necesa-riamente a privatizarse en el senti-do estricto del termino pues la ma-yorfa de estas individualizacionesse concretaron como "arreglos in-ternos" entre los jefes politicos, lasautoridades municipales, los caci-ques y los beneficiarios mismos sinque se produjeran documentos no-tariales al respecto.

La sobrevivencia de las listas deesos repartos indican la forma enque se determino la distribucion in-terna de la tierra en una municipa-lidad y a veces se sefiala 0 se anotauna nueva relacion de los benefi-ciarios con las autoridades locales,regionales 0 estatales. Esto sugiereque la prerrogativa del reparto detierras laborables se traslado, en lasegunda mitad del siglo XIX, de ma-nos de las autoridades estatales 0

regionales a las del gobierno fede-ral a traves del mecanismo legal deprivatizacion de bienes rafces deorigen corporativo.

Muy contados trabajos historio-graficos han rebasado el nivel de lafrialdad de las cifras de las tierrasdesamortizadas. Por fortun, hoy yacontamos con interesantes plan-teamientos que relacionan el pro-ceso de privatizacion civil con losprocesos sociales y politicos de suentorno inmediato.

Asi, por ejemplo, tenemos quepor un lado hay estudios que esta-blecen relaciones con las rebelio-nes de los pueblos, la intervencion

directa de los lideres y autoridadeslocales (caciques, alcaldes munici-pales) y region ales (jefe politico deldistrito 0 canton) en el proceso dedesamortizacion; y por otro lado,hay interpretaciones que revelanlos nexos de ciertos grupos sociales(clase media urbana: profesionistasy comerciantes; y clase media rural:rancheros) interesados en la adqui-sicion ycontrol de las tierras corpo-rativas de los pueblos.

Otros estudios han encontradouna relacion estrecha entre el pro-ceso de privatizacion civil de lospueblos y las juntas locales de ins-truccion y las de beneficencia publi-ca que sefialan la existencia de for-mas alternativas de financiamientoa ciertas instituciones de interes na-cional.P

Todo esto significa que el proce-so de desamortizacion civil en Me-xico afecto tanto a los pueblos y eo-munidades indfgenas como a loscuerpos municipales de ciudades yvillas de poblacion mayoritaria-mente mestiza. Sin embargo, estaafectacion no debe siempre valo-rarse de manera negativa, pues laprivatizacion de este tipo de bienesfomento, efectivamente, un mayormimero de pequefios y medianospropietarios.

Es decir, que el proceso de pri-vatizacion de tierras corporativasde tipo civil en Mexico durante lasegunda mitad del siglo XIX fue unmecanismo que tuvo dos efectos:uno al interior de los cuerpos mu-nicipales donde se redistribuyo tie-rra y poder, y otro, hacia el exteriorde los pueblos y gobiernos localesen el que se debio reconstituir unanueva relacion politica, de identi-dad y poder con el gobierno cen-tral.

Todo esto justifica, sobradamen-te, que hay que emprender un nue-vo conjunto de estudios historio-graficos sobre estos temas con una

vision regional mucho mas detaIla-da y cuidadosa de 10 hecho hastahoy dfa.

Ill. Elementos para unageografia de la desamortizaci6n

civil en Mexico.

De acuerdo con la muestra histo-riografica y a la distincion que se hahecho en el punto anterior tene-mos que la desamortizacion depro-pios es posible estudiarla y encon-trarla practicamente en todo el te-rritorio nacional pues las unidadesde observacion son las municipali-dades en que se subdividian las en-tidades federativas mexicanas deese entonces.

Por su parte, la desamortizacionde tierras de coman repartimientoestuvo estrechamente relacionadacon la practica de posesion ances-tral que tuvieron los pueblos indi-genas de la antigua area mesoame-ricana. Esto hace que sea diffcilen-contrar en el norte del pafseste tipode tenencia de la tierra porque ahila mayoria de los asentamientos te-nian en su composicion un bajo vo-lumen de indios yestos no siemprepudieron alegar la poses ion inme-morial de la tierra como en el cen-tro y sur.

Habra que considerar otros fac-tores que nos gufen en el estudio dela distribucion geografica del pro-ceso de desamortizacion civil enMexico, ademas de los ya mencio-nados en el punto 11que se refierena la distincion entre los pueblos se-rranos y los que estan sobre los alti-pIanos. Por ejemplo, habra queidentificar y poner mucha atencionalas municipalidades que tenian lacategoria de "cabeceras de parti-do" donde, segun la Ley Lerdo, de-bian ejecutarse las adjudicaciones,den uncias y remates de los bienescorporativos de toda esa jurisdic-cion. Los archivos de estas munici-

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palidades y las de los notarios deestos lugares deben ser prioritariosen la biisqueda de informacion so-bre este tema.

Asimismo, debe considerarseque el auge de la desamortizacionde los bienes civiles coincidio, enterminos generales, con el periodode cambio social y consolidaciondel mercado interno nacional. Eneste sentido, son prioritarios los es-tudios sobre este tema en aquellasregiones donde se hizo la introduc-cion del ferrocarril, donde se esta-blecieron las industrias fabriles,donde hubo especializacion agrfco-la y ganadera, y en general dondehubo un desarrollo notable del eo-mercio y las comunicaciones. Y encontraste, tambien donde no exis-tio nada de esto.

La regionalizacion dernograficarepresenta un imperativo para losestudios sobre la privatizacion delos bienes corporativos civiles enMexico. Esta variable debe of re-cernos una dimension explicativade los lugares que contaban conmuch a 0 poca presion poblacionalpara relacionarlos con aquellos quetenfan mucha 0 poca tierra. La dis-tribucion poblacional por caracte-rfsticas etnicas es tarnbien un factorimportante que debe ser considera-do para relacionarlo con otras va-riables de nuestra problematica.

Habra que poner tambien mu-cha atencion a 10 que sucedio conlas grandes extensiones de tierrassin vocacion agrfcola como los bos-ques y montes que en muchos cas ossiguieron estando en manos depueblos y comunidades indfgenas,al menos formalmente. Una buena

Notas

1 Se exceptu6 de elIo alas edificios des-tinados al uso inmediato de las corporacio-nes coma los conventos, parroquias, pala-cios episcopales, casas de parrocos y cape-lIanes, etc. Veanse los artfculos 8 y 25 de la

parte de estas superficies ha llega-do a nuestros dias como tierras co-munales que representa, quiza, laultima forma de resistencia a la mo-dernizacion individualizante de lapropiedad rural en Mexico.

Conclusiones

Aunque estamos lejos de lograr unestudio general sobre el proceso dedesamortizacion civil en Mexico,hay en los ensayos historicos actua-les elementos sugerentes que pue-den sistematizarse para lograr esteobjetivo.

En ellos encontramos que la di-ferenciacion de los procesos de de-sarnortizacion eclesiastica y civil enMexico respondio tambien a dosproyectos distintos del Estado me-xicano: el fortalecimiento y conso-lidacion del Estado laico y la supre-macfa del gobierno central sobrelos gobiernos locales y estatales res-pectivamen te.

El aporte mas significativo de losultimos estudios historiograficos hasido el cuestionamiento a la gene-ralizacion de los efectos creadospor el proceso de desamortizacionde los bienes del clero en algunasregiones de Mexico y en conse-cuencia se ha revalorado el papelde la desarnortizacion civil como elmecanismo que favorecio la multi-plicacion de la pequefia y medianapropiedad rural.

En la muestra historiograficaque se ha consultado se ha encon-trado que es posible distinguir dosprocesos y dos fases de desamorti-zacion de bienes civiles en Mexico.Por un lado, la privatizacion de losllamados propios y, por el otro, el de

Ley Lerdo y el27 de la Constituci6n de 1857.2 Sobre la reserva concedida alas corpo-

raciones civiles, el articulo 8 de la Ley Lerdodice ademas que "de las propiedades perte-necientes a los ayutamientos se exceptuaran

COATEPEC. 41

las tierras denominadas de comunrepartimiento. Con ello se demues-tra que las leyes de Reforma no soloafectaron a los pueblos y comuni-dades indigenas, sino tambien demanera paralela alas corporacio-nes municipales de villas y ciudadescon poblacion predominantemen-te de mestizos.

Finalmente, con el cumulo de es-tudios de caso con que ya se cuentaes pertinente la aplicacion de unametodologia geografica a las varia-bles explicativas de este fenomeno.Los estudios futuros pueden brin-dar mejores resultados si conside-ran ciertos facto res que tienen unaimportante expresion geografica.

Todo esto nos lleva alas siguien-tes reflexiones sobre el proceso dela desarnortizacion en Mexico. Elproceso logro destruir la base ma-terial de la mayorfa de las antiguascorporaciones civiles y eclesiasti-cas. Aumento de manera conside-rable el mimero de propietariosprivados de la tierra como una con-secuencia inmediata de la aplica-cion de estas leyes. Y, seguramen-te, esto abrio la posibilidad de lainversion de capital en las activida-des agropecuarias y la acumulacionprogresiva de tierra y riqueza.

Sin embargo, esto no significo laaniquilacion total de los bienes eo-munales de los pueblos, pues mu-ch os de ellos aiin hoy dfa conservangrandes extensiones bajo este tipode tenencia a veces como una for-ma estoica de resistencia a la mo-dernidad agresiva de este siglo xx,la mayor parte de las veces comoform as convencionales de coexis-tencia •

tarnbien los edificios, ejidos y terrenos desti-nados exclusivamente al servicio publico delas poblaciones a las que pertenezcan". Elartfculo 27 constitucional s610 habla de ex-ceptuar a los "edificios destinados inmediata

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COATEPEC. 42

y directamente al servicio u objeto de la ins-titucion", Sin embargo, en ambas disposicio-nes no se consider6 ninguna posibilidad deexceptuar de la desamortizaci6n a los bienesrafces en manos de organizaciones no for-males coma los pueblos y barrios indfgenas.

3 Veanse los siguientes trabajos genera-les: Bazant, J., Los bienes de IIJ Iglesia, pas-sim; y Knowlton, Los bienes del clero, pas-sim. Veanse algunos estudios de caso comalos de Bazant, M., La desamortizaci6n, pas-sim; Berry, La Reforma en Oaxaca, pp. 159-194; YMeyer, "La desamortizacion", pp. 5-30.

4 Vease Fraser, "La polftica de desamor-tizaci6n", pp. 615-652.

5 Vease PoweIl, Elliberalismo y el cam-

Bibliografia

ARCHIVO Municipal de Toluca, Tie-rras, Caja 1.

BAZANT, Jean, Los bienes de LaIgLesiaen Mexico (1856-1875), Mexico, ElColegio de Mexico, 1984.

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6 Vease tambien 10 que dice Meyer, "LaLey Lerdo", p. 189.

7 Vease PoweIl, Elliberalismo y el cam-pesinado, p. 76.

8 Veanse los ejemplos que he inc1uido enel Cuadro Iy remftanse a la bibliograffa ahfcitada en apoyo a este argumento.

9 El caso mejor documentado es el de laciudad de Mexico. Vease Lira, Comunida-deslndfgenas,pa~im.

10 Veanse por ejemplo los casos de Gua-dalajara y Lerma que fueron antiguas ciuda-des coloniales y que en 1856 desamortizaronsin ningun problema aparente gran cantidadde tierras municipales. Veanse Knowlton,"La individualizacion", pp. 24-61; y Bazant,M., "La desamortizacion de las tierras eo-

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11 Para el caso de Veracruz, vease Ba-zant, J.,Los bienes de la Iglesia, pp. 73-91; Ypara el de la ciudad de Mexico, vease Lira,Comunidades indigenas, passim.

12 Vease Berry, La Reforma, pp. 157-214.

13 Vease el Cuadro I y la bibliograffa ahfcitada.

14 Vease a Knowlton, "La individualiza-cion", pp. 24-61; YMeyer, "La Ley Lerdo",pp. 189-212.

15 Veanse, entre otros: Berry, La Refor-ma, pp. 159-214; Halverhout, "Desarnorti-zation", pp. 1-13; Meyer, "La desarnortiza-cion", pp. 5-30; Schenk, "Jornaleros y ha-cendados", xx-xx; Schryer, "A RancehroEconomy", pp. 418-443.

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