coxalgia en varón joven

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Correo de los lectores 636 FMC. 2012;19(10):631-7 2. Selby R, Ramírez CB, Singh R, Kleopoulos I, Kusne S, Starzl TE, et al. Brain abscess in solid organ transplant recipients receiving cyclosporine- based immunosuppression. Arch Surg. 1997;132:304-10. 3. DiMauro S, Moraes CT. Mitochondrial encephalomyopathies. Arch Neurol. 1993;50:1197-208. 4. Jung Hyeon M, Won-Sang Ch, Hyun-Seung K, Jeong Eun K. 31 Nocar- dia Brain Abscess in a Liver Transplant Recipient. J Korean Neurosurg Soc. 2011;50:396-8. Publicación electróncica en 2011. 5. Fauci AS, Braunwald E, Kasper DL, Hauser SL. Harrison Principios de Medicina Interna. 17.ª ed. Madrid: McGraw-Hill Interamericana. 2009. p. 2621-41. 6. Royal College of Radiologists. Making the best use of a Department of Clinical Radiology: Guidelines for Doctors. 4.ª ed. Londres: The Colle- ge; 1998. p. 123-42. Coxalgia en varón joven Sr. Director: Presentamos el caso de un varón de 48 años con antecedentes de hipertensión arterial en tratamiento con betabloqueantes que pre- senta dolor de 7-8 meses de evolución, de características mecáni- cas, localizado en región glútea derecha irradiado hacia trocánter y cuádriceps con mala respuesta al tratamiento farmacológico por vía oral, infiltraciones locales con corticoides y tratamiento fisioterápi- co. El paciente tiene vida basal activa, practica deportes de forma habitual como bicicleta, musculación y elíptica. En la exploración de la extremidad afecta presenta dolor con la abducción hacia la derecha. Debido a la persistencia de los síntomas, a pesar del tratamiento analgésico pautado, se solicitó una radiografía de pelvis donde se observó una giba en la cabeza del fémur derecho con signos de su- frimiento del cotilo, lo cual sugería la presencia de impingement o atrapamiento femoroacetabular. Dado los resultados obtenidos en la radiografía, remitimos al pa- ciente al servicio de traumatología para ampliar las pruebas com- plementarias con resonancia magnética nuclear y artrografía de ca- dera. En las imágenes solicitadas, se observa giba cervicocefálica y rotura del labrum anterosuperior. Se decide, previo consentimiento por parte del paciente, realizar artroscopia terapéutica. El choque fémoro-acetabular se ha convertido en una de las prin- cipales causas de dolor de cadera en deportistas entre 20-40 años con una prevalencia del 10-15% 1 . Generalmente, acuden refiriendo dolor localizado en región inguinal 1,2 que incrementa de intensidad al rea- lizar movimientos de rotación de la cadera, sobre todo tras una acti- vidad física o al incorporarse desde una posición de sedestación 2 . Ante la presentación de estos síntomas, hay que hacer un diag- nóstico diferencial con dolor de origen lumbar, pélvico, genitouri- nario o gastrointestinal referido a la cadera; dolor extraarticular; degeneración articular avanzada y con dolor de la articulación co- xofemoral 1 . En este último caso, cabe considerar si existe una alte- ración en la estructura del mismo, ante lo cual orientaría más hacia una lesión del labrum acetabular, o bien si hay alteración estructu- ral, pensaremos en choque fémoro-acetabular, deformidad de Per- thes o necrosis avascular, entre otros 2 . Existen 2 tipos de atrapamiento, pero hasta en un 86% de los ca- sos la causa es mixta 1 . El tipo CAM o biela, cuya causa se encuen- tra a nivel femoral, donde el cuello del fémur choca con el labrum por un acetábulo prominente. El tipo tenaza o pinza, donde la causa es a nivel acetabular debido a que su mayor tamaño atrapa la cabeza del fémur 1,2 . La exploración física presenta 3 maniobras que caracterizan este atrapamiento como son la maniobra de choque 2 en la que a pesar de no ser una maniobra específica, la aparición de dolor con la fle- xión a 90º con rotación interna y aducción de cadera orientaría ha- cia esta patología. La maniobra de aprehensión, la cual indica le- sión del labrum al reproducir dolor con la rotación externa máxima. Finalmente, la maniobra de FABER 2 (flexión, abducción y rotación externa) que será positiva si la distancia vertical desde la rodilla hasta el borde de la camilla es menor en la extremidad afectada frente a la contralateral. Las pruebas complementarias que acompañan el diagnóstico junto con los datos de la exploración física son radiografía simple (fig. 1) que permite observar degeneración articular en la proyec- ción anteroposterior de pelvis, axial de Dunn y lateral pura; tomo- grafía computarizada en estadios degenerativos, resonancia magné- tica nuclear y artro-resonancia magnética nuclear (fig. 2) que aportan una información más completa orientada hacia el trata- miento definitivo mediante cirugía 1-4 . Figura 1. Radiografía de pelvis: giba en cabeza femoral D, con sig- nos de sufrimiento en cotilo. Figura 2. Artrografía y artro-resonancia magnética de cadera dere- cha: se observa giba cervicocefálica y rotura del labrum anterosu- perior.

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Correo de los lectores

636 FMC. 2012;19(10):631-7

2. Selby R, Ramírez CB, Singh R, Kleopoulos I, Kusne S, Starzl TE, et al. Brain abscess in solid organ transplant recipients receiving cyclosporine-based immunosuppression. Arch Surg. 1997;132:304-10.

3. DiMauro S, Moraes CT. Mitochondrial encephalomyopathies. Arch Neurol. 1993;50:1197-208.

4. Jung Hyeon M, Won-Sang Ch, Hyun-Seung K, Jeong Eun K. 31 Nocar-dia Brain Abscess in a Liver Transplant Recipient. J Korean Neurosurg Soc. 2011;50:396-8. Publicación electróncica en 2011.

5. Fauci AS, Braunwald E, Kasper DL, Hauser SL. Harrison Principios de Medicina Interna. 17.ª ed. Madrid: McGraw-Hill Interamericana. 2009. p. 2621-41.

6. Royal College of Radiologists. Making the best use of a Department of Clinical Radiology: Guidelines for Doctors. 4.ª ed. Londres: The Colle-ge; 1998. p. 123-42.

Coxalgia en varón jovenSr. Director:

Presentamos el caso de un varón de 48 años con antecedentes de hipertensión arterial en tratamiento con betabloqueantes que pre-senta dolor de 7-8 meses de evolución, de características mecáni-cas, localizado en región glútea derecha irradiado hacia trocánter y cuádriceps con mala respuesta al tratamiento farmacológico por vía oral, infiltraciones locales con corticoides y tratamiento fisioterápi-co. El paciente tiene vida basal activa, practica deportes de forma habitual como bicicleta, musculación y elíptica.

En la exploración de la extremidad afecta presenta dolor con la abducción hacia la derecha.

Debido a la persistencia de los síntomas, a pesar del tratamiento analgésico pautado, se solicitó una radiografía de pelvis donde se observó una giba en la cabeza del fémur derecho con signos de su-frimiento del cotilo, lo cual sugería la presencia de impingement o atrapamiento femoroacetabular.

Dado los resultados obtenidos en la radiografía, remitimos al pa-ciente al servicio de traumatología para ampliar las pruebas com-plementarias con resonancia magnética nuclear y artrografía de ca-dera. En las imágenes solicitadas, se observa giba cervicocefálica y rotura del labrum anterosuperior.

Se decide, previo consentimiento por parte del paciente, realizar artroscopia terapéutica.

El choque fémoro-acetabular se ha convertido en una de las prin-cipales causas de dolor de cadera en deportistas entre 20-40 años con una prevalencia del 10-15%1. Generalmente, acuden refiriendo dolor localizado en región inguinal1,2 que incrementa de intensidad al rea-lizar movimientos de rotación de la cadera, sobre todo tras una acti-vidad física o al incorporarse desde una posición de sedestación2.

Ante la presentación de estos síntomas, hay que hacer un diag-nóstico diferencial con dolor de origen lumbar, pélvico, genitouri-nario o gastrointestinal referido a la cadera; dolor extraarticular; degeneración articular avanzada y con dolor de la articulación co-xofemoral1. En este último caso, cabe considerar si existe una alte-ración en la estructura del mismo, ante lo cual orientaría más hacia una lesión del labrum acetabular, o bien si hay alteración estructu-ral, pensaremos en choque fémoro-acetabular, deformidad de Per-thes o necrosis avascular, entre otros2.

Existen 2 tipos de atrapamiento, pero hasta en un 86% de los ca-sos la causa es mixta1. El tipo CAM o biela, cuya causa se encuen-tra a nivel femoral, donde el cuello del fémur choca con el labrum por un acetábulo prominente. El tipo tenaza o pinza, donde la causa es a nivel acetabular debido a que su mayor tamaño atrapa la cabeza del fémur1,2.

La exploración física presenta 3 maniobras que caracterizan este atrapamiento como son la maniobra de choque2 en la que a pesar de no ser una maniobra específica, la aparición de dolor con la fle-

xión a 90º con rotación interna y aducción de cadera orientaría ha-cia esta patología. La maniobra de aprehensión, la cual indica le-sión del labrum al reproducir dolor con la rotación externa máxima. Finalmente, la maniobra de FABER2 (flexión, abducción y rotación externa) que será positiva si la distancia vertical desde la rodilla hasta el borde de la camilla es menor en la extremidad afectada frente a la contralateral.

Las pruebas complementarias que acompañan el diagnóstico junto con los datos de la exploración física son radiografía simple (fig. 1) que permite observar degeneración articular en la proyec-ción anteroposterior de pelvis, axial de Dunn y lateral pura; tomo-grafía computarizada en estadios degenerativos, resonancia magné-tica nuclear y artro-resonancia magnética nuclear (fig. 2) que aportan una información más completa orientada hacia el trata-miento definitivo mediante cirugía1-4.

Figura 1. Radiografía de pelvis: giba en cabeza femoral D, con sig-

nos de sufrimiento en cotilo.

Figura 2. Artrografía y artro-resonancia magnética de cadera dere-

cha: se observa giba cervicocefálica y rotura del labrum anterosu-

perior.

Correo de los lectores

FMC. 2012;19(10):631-7 637

Con la presentación de este caso, queremos insistir en la existen-cia de esta patología a la hora de hacer un diagnóstico diferencial de coxalgia, considerar la necesidad de ampliar las pruebas diag-nósticas necesarias para llegar a un diagnóstico correcto y derivar a atención especializada para completar el estudio y tratamiento.

Rebeca Tenajas Coboa,*, Natasha Leco Gila y Julia C. Sánchez Mirób

aResidente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud

Francia. Fuenlabrada. Madrid. España.bEspecialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud

Francia. Fuenlabrada. Madrid. España.

*Correo electrónico: [email protected]

Bibliografía1. Mardones RR, Barrientos CV, Nemtala UF, Tomic A, Salineros UM.

Pinzamiento femoroacetabular: conceptos básicos en una nueva causa de dolor inguinal. Rev Med Chil. 2010;138:102-8.

2. Marín O, Ribas M, Ledesma R, et al. Atrapamiento o choque femoro-acetabular: concepto, diagnóstico y tratamiento (Parte I). Archivos de Medicina del Deporte. Volumen XXV. Número 124. 2008;128-33.

3. Ribas M, Vilarrubias JM, Ginebreda I, Silberberg J, Leal J. Atrapamiento o choque femoro-acetabular. Rev Ortop Traumatol. 2005;49:390-403.

4. Hauger O, Pelé E, Poussange N, Fournier C, Amoretti N. Labral patho-logy and impingement. J Radiol. 2011;92:524-34.

Causa infrecuente de abdomen agudoSr. Director:

El abdomen agudo es una patología intraabdominal de rápida instauración que requiere una buena historia clínica y una adecua- da exploración física para su diagnóstico. Sin embargo, en muchos casos se necesitan pruebas de imagen para llegar a un diagnóstico o para confirmar una sospecha diagnóstica. El tratamiento podría ser conservador o quirúrgico dependiendo de la causa y/o las compli-caciones.

Presentamos el caso de una paciente de 67 años, obesa, afecta de dislipemia, artritis reumatoide, hipotiroidimo y fibromialgia con antecedentes quirúrgicos de doble ooforectomía por cistadenoma mucinoso de ovario y reparación reciente de hernia por eventración en fosa ilíaca derecha. Consultó al centro de atención primaria por dolor abdominal localizado en fosa ilíaca derecha de 3 días de evo-lución, intenso, no irradiado, acompañado de febrícula e hiporexia. La exploración abdominal destacaba dolor a la palpación en fosa ilíaca derecha con signo de Blumberg positivo. Se derivó la pacien-te a urgencias hospitalarias con la orientación diagnóstica de abdo-men agudo (sospecha de apendicitis). En el hospital, se solicita una analítica que destaca bioquímica normal y hemograma normal (au-sencia de leucocitosis). Se realizó una tomografía axial computari-zada abdominal ante la persistencia de los síntomas a pesar del tra-tamiento analgésico, que descarta la presencia de signos de apendicitis aguda pero presenta mínimos cambios inflamatorios pe-ricecales sugestivos de infarto omental (fig. 1). Ante la ausencia de patología quirúrgica, se administró tratamiento analgésico y se dio alta a domicilio.

El infarto omental es una entidad infrecuente que afecta, gene-ralmente, al segmento derecho del omento mayor y se debe a un in-farto focal de la grasa omental1. Se considera una de las causas de abdomen agudo no quirúrgico. La etiopatogenia es poco conocida y se relaciona con una torsión omental o insuficiencia venosa por trombosis de venas omentales o traumatismos2. Dentro de los fac-tores predisponentes, se destacan los traumatismos abdominales, la obesidad y la cirugía abdominal reciente (estas últimas presentes en nuestra paciente). Clínicamente, puede simular un abdomen agudo caracterizado por dolor en fosa ilíaca con náuseas y febrícula. En cuanto a los cambios analíticos, es típica la ausencia de leucocitosis y neutrofilia, a diferencia de la apendicitis. La sospecha diagnóstica es clínica, pero la confirmación se realiza mediante la tomografía computarizada, mostrando una masa omental de densidad grasa que no capta contraste y suele localizarse anterior al colon trans-verso o anteromedial al colon ascendente3. El manejo de esta pato-logía es principalmente médico (analgésico), mientras que la ciru-gía se reserva para las complicaciones o en caso de fracaso del manejo médico.

Mais Khouli*, María Antonia Ribas Batllori y Pío Evelio Crespo Spósito

Medicina Familiar y Comunitaria. Àrea Bàsica de Salut Centre. CAP Just

Oliveras. Servicio de Atención Primaria L’Hospitalet de Llobregat.

Barcelona. España.

*Correo electrónico: [email protected]

Bibliografía1. Fernández-Rey CL. Infarto omental primario como causa de abdomen

agudo no quirúrgico: diagnóstico por imagen. Servicio de Radiodiagnós-tico. Hospital El Bierzo. Ponferrada, León. Rev Esp Enferm Dig. 2010;102.

2. Varela C, Fuentes M, Rivadeneira R. Procesos inflamatorios del tejido adiposo intraabdominal, causa no quirúrgica de dolor abdominal agudo. Hallazgos en Tomografía computada. Revista Chilena de Radiología. 2004;10:28-34.

3. Alberto M, Ripollés T, Martínez MJ, Morote V, Ruiz A. Apendicitis epi-ploica e infarto omental. Hallazgos en ecografía y tomografía computari-zada. Radiología. 2001;43:395-401.

Figura 1. Infarto omental.