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Noviembre 2020. Año III. Número 15 Coronavirus: impacto urbano y territorial

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Noviembre 2020. Año III. Número 15

Coronavirus: impacto urbanoy territorial

REVISTA DE ESTUDIOS URBANOS Y TERRITORIALES

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Crítica Urbana

MARICARMEN TAPIACoronavirus: repensar el modelo urbano y territorial

3

RUBÉN C. LOIS GONZÁLEZLa ciudad y el urbanismo en tiempos de pandemias

5

EDWARD FOXPaisajes de confinamiento

12

ANA FANI ALESSANDRI CARLOSCOVID-19: desigualdad y crisis en Brasil

19

PERLA ZUSMANLa pandemia del COVID-19, el estado nación y lasdesigualdades socio-territoriales en Argentina

15

FRANCISCO VERGARA PERUCICH; JUAN CORREA PARRA;CARLOS AGUIRRE-NÚÑEZSegregación urbana como problema de salud pública

31

EULALIA RIBERA CARBÓCOVID-19 en México. Una curva plana para un sistema desalud en crisis

27

ISABEL DUQUE FRANCOAhondando la brecha. Pandemia y desigualdad socio-espacial en Bogotá

23

ANTONIO BUJ BUJLa ciudad y las epidemias. La COVID-19, el último desafío

8

36JEFFER CHAPARRO MENDIVELSOLas abejas nos dieron alas para salir de la prisión distópica dela ciudad

40CRÍTICA URBANAEntrevista a Plácido Lizancos. Garantizar los servicios dearquitectura a las personas

42CRÍTICA URBANAEntrevista a Ángel Miramontes. Cartografía para combatir laCOVID-19 en Galicia

48ASOCIACIÓN AGARESOProtégete del racismo

50SÉRGIO LUCASFotorreportaje: Jan u otro cualquiera

44RICARDO LOEBELLEl Parque Forestal no es un terreno baldío

ÍNDICE

Foto portada: Maricarmen Tapia.

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Número 15. Noviembre 2020

CORONAVIRUS:REPENSAR EL MODELOURBANO Y TERRITORIAL

A CIUDAD como hábitat está siendofuertemente cuestionada a partir de lapandemia. ¿Son los lugares más sanos yseguros para vivir? A esta pregunta se sumauna segunda interrogante relacionada con la

crisis ambiental y energética ¿Son un hábitatapropiado para todas las personas y para el respetoy conservación de la naturaleza? La respuesta poneen crisis el actual modelo.Una gran cuestión que evidencia la pandemia es lanecesidad de retomar el sentido de la ciudad: ¿paraqué? y ¿para quién? Más que nunca, son necesariaslas políticas públicas, los servicios públicos y losespacios públicos. Lo colectivo, lo común cobra unaimportancia que, en la estructura y la lógica de laplanificación, había sido tratado como un resultanteo como un uso más.La pandemia no nos afecta a todos por igual,impacta con mayor crudeza a los más pobres, a laspersonas de menores rentas, a las comunidadesque no cuentan con salud pública adecuada, a losmayores y a quienes, por trabajo, se ven másexpuestos al contagio y de todos ellos, son lasmujeres las más afectadas por su condición dediscriminación. El diseño de nuestras ciudades, laespecialización en usos por la zonificación y lacentralización de los servicios agudizan los riesgos,ya que nos obligan a desplazarnos constantementepara satisfacer las necesidades del diario vivir,generando una alta movilidad y aglomeraciones. Sia ello le sumamos la segregación socio-espacial, lasdificultades y riesgo se multiplican. En esta línea, seproponen algunas dimensiones que permitencuestionar la lógica que sostiene el actual modeloterritorial.

1. Aprender de la historiaLa historia del urbanismo muestra que la ciudad demediados del siglo XIX se encontraba en unasituación de fuerte crisis social, azotada por lacontaminación y continuas epidemias. Elhigienismo surgió con fuerza en paralelo con lascrecientes demandas sociales. Fue necesariomejorar sustantivamente las condicionessocioeconómicas de los trabajadores y también lascondiciones espaciales en las ciudades. Es allídonde encontramos la raíz del urbanismo, quebuscaba resolver las necesidades funcionales, devivienda y de salubridad. Idelfons Cerdà (Ensanchede Barcelona, 1859) es uno de los precursoresporque integra en su propuesta un profundoanálisis de las condiciones de vida de losbarceloneses. Para él los elementos básicos de estanueva ciudad eran proveer de sistemas básicos(agua, energía y alcantarillado), ventilar, iluminar ysolear nuestras residencias, nuestros espacios detrabajo y el propio espacio público. En la formaurbana esto se definía a través del diseño yplanificación de anchos de calles, esquinas, áreasverdes, áreas libres, equipamientos y serviciospúblicos, volumetría, altura, densidad máxima…Nos preguntamos en qué momento y cómo seextraviaron nuestras ciudades.

2. Derecho a la ciudadUn siglo después de Cerdá, Henri Lefebvre dedicasu trabajo a una crítica profunda del modeloterritorial y urbano y propone el Derecho a laCiudad (1968). Hoy se avanza en la definición deeste derecho colectivo, calificado como “difuso” ode “tercera generación”. El Derecho a la ciudad

L

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Crítica Urbana

busca recobrar la capacidad de las comunidades deconstruir y decidir sobre sus entornos de vida:vivienda, barrio, ciudad. Es decir, las ciudades por ypara sus habitantes.

3. Derecho a la viviendaLos últimos números de Crítica Urbana, Derecho ala vivienda y Derecho a la ciudad, han sidoprofundamente influidos por los efectos de lapandemia. Específicamente, se trató el derecho avivienda como un elemento crítico tanto durante elconfinamiento como para sobrellevar la pandemia.Autoras y autores coincidían en que la desigualdaden las condiciones de la vivienda y su localizaciónmarcaban la forma en que se vivía elconfinamiento y su capacidad de prevención. Lavivienda como derecho es también una condiciónde salud pública. El ejercicio de este derecho debeestar protegido del uso especulativo y rentista.

4. La proximidad como criterio deorganizaciónUn aspecto espacial interesante de destacar es lanecesidad de la proximidad al abastecimiento denuestras necesidades. Es decir, acortar las distanciasy descentralizar el acceso a bienes y serviciosurbanos. Ello nos lleva a la escala de barrio, lasdistancias caminables y los servicios, equipamientosy comercio de proximidad, evitando grandesdesplazamientos y aglomeraciones. Se trata derepensar la ciudad no de manera abstracta, sino aescala de las personas, asegurando su autonomíavital y en donde los cuidados forman parte de loscriterios de diseño.

5. Soberanía alimentaria, farmacéutica,energéticaRelacionada con la proximidad, otra discusión queha emergido y que afecta a una escala diferente anuestras ciudades se relaciona con la soberanía endiversos aspectos. La economía basada en laimportación y en la pérdida de los tejidos de laeconomía local puso en jaque estos meses a losgobiernos. Existe una rica discusión sobre modelosalternativos, públicos o colectivos, tales como elabastecimiento de elementos básicos -comoalimentos y medicamentos- a través de la fabricacióny distribución públicas, o la gestión del tráfico dedatos de manera pública y transparente. En el caso delas energías y el agua, aprendiendo de los múltiples yexitosos casos de modelos controlados por lascomunidades locales.

6. Salir de la caja… y un nuevo modelo dehabitarLa pandemia, como se ha insistido, ha dejado aldescubierto una crisis que se arrastra y queconcierne al modelo económico que ha permeadotoda nuestra cultura, nuestra forma de usar elplaneta y ha determinado el modelo urbano yterritorial. No obstante, hay propuestas de salida,como el Decrecimiento o una profunda reforma dela fiscalidad que permita financiar las necesidadescolectivas. Es necesario quebrar nuestra concepciónde la forma “natural” en que se estructura nuestrasociedad, pensar hasta qué punto es legítimo elorden impuesto y, desde ahí, pensar cómo seríannuestros territorios, barrios y hogares.

Raquel Águila, Santiago de Chile; Eveline B. Algebaile, Rio de Janeiro;Fransualdo Azevedo, Natal; Jonatan Baldiviezo, Buenos Aires;Horacio Capel, Barcelona; Marcos Bernardino de Carvalho, SaoPaulo; Nadia Casabella, Bruselas; Jeffer Chaparro, Bogotá; PatriciaCorvalán, Santiago de Chile; Manuel Delgado, Barcelona; El RogleCooperativa, València; Lucía Escrigas, A Coruña; Álvaro Ferreira, Riode Janeiro; Ángela A. Ferreira, Natal; Liliana Fracasso, Bogotá;Floriano Godinho de Oliveira, Rio de Janeiro; Oriol Nel·lo, Barcelona;José Luis Oyón, Barcelona; Alfredo Rodríguez, Santiago de Chile;Joao Seixas, Lisboa; José Luis Sepúlveda, Temuco; Clecio A. da Silva,Florianópolis; Ana Sugranyes, Santiago de Chile.

ASESORES:

ISSN 2605-3276

DIRECCIÓN:Maricarmen Tapia Gómez.

EQUIPO EDITORIAL:Jerónimo Bouza, Nadja Monnet, Maricarmen Tapia, Aníbal Venegas.

Emanuela Bove, Nápoles; Vicenç Casals, Barcelona; Fabiola C. deSouza Cordovil, Maringá; Miquel Domingo, Barcelona; IsabelDuque, Bogotá; Daniel Jiménez Schlegl, Barcelona; Rubén Lois,Santiago de Compostela; Alfonso Raposo, Santiago de Chile;Eulàlia Ribera, Ciudad de México; Mercè Tatjer, Barcelona.

Crítica Urbana. Núm. 15. Noviembre 2020. Editores: Maricarmen Tapia y Jerónimo Bouza. Avda. do Seixo, 170. 15626. A Coruña.

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Número 15. Noviembre 2020

LA CIUDAD Y EL URBANISMOEN TIEMPOS DE PANDEMIARUBÉN C. LOIS GONZÁLEZ

“En los últimos textos que he escrito casi siempre referidos alCOVID, insisto en una idea para mi fundamental: el mundo hacambiado con la pandemia y no sabemos hasta qué punto lasmudanzas registradas serán irreversibles. La noción de crisis seha reforzado con relación a la época actual. Primero fue la crisiseconómico-financiera de 2008, y cuando ya la habíamossuperado, llega la crisis sanitaria, con la amenaza permanentede los efectos del cambio climático, que nos sitúan ante laeventualidad de una crisis ambiental, más o menos inminente.”

OR LO TANTO, cabe deducir que estosdecenios iniciales del siglo XXI son los decrisis en el modelo de desarrollo, en elsistema económico capitalista, bajo el quese ordena el mundo. Y esta crisis afecta a

todo el espacio, sea urbano y rural, a escala 1:2.000y a escala 1:1.000.000. Afecta a la Geografía en suplenitud, y la Geografía junto con el urbanismo deberepensar la ciudad y el proceso urbanizador. Se tratade una tarea prioritaria, ya que la ciudad era elescenario triunfante del capitalismo hegemónico, dela globalización y del libre comercio cuando la viejanormalidad regía sin grandes contratiempos nuestrasvidas.A pesar de que la sucesión de datos, informes ypolíticas públicas más o menos contradictorias puedandespistarnos, una evidencia resulta clara respecto ala evolución de la pandemia: las ciudades y áreas

P urbanas más compactas, densificadas y vinculadas aun mayor nivel de movilidad de la población son losespacios más afectados por la COVID.

Ciudades globales en el epicentroPrimero fue una gran ciudad china, Wuhan, luegoMilán y Lombardía en Europa, más tarde New York,también Sao Paulo o Melbourne. Siempre lasciudades globales en el epicentro de la crisissanitaria, donde los muertos se cuentan por miles ylos infectados constituyen un porcentaje significativode la población. Además, a la mínima relajación delas normas de confinamiento, las posibilidades derebrote vuelven a centrarse en estos lugares. Enconsecuencia, para la Geografía urbana y elurbanismo, los ejemplos de grandes capitalesmundiales, bien comunicadas por aeropuertos ytrenes rápidos, con empresas que mantienen

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Crítica Urbana

relaciones económicas y comerciales en todo elmundo, se revelan los espacios frágiles de la nuevacrisis. Un panorama de millones de personasencerrados en sus casas, costosas y no muy grandes,conectados por ordenador con el exterior, y quetoman todas las precauciones al salir a comprar o ahacer ejercicio, constituyen en reverso un tantofantasmal de la ciudad mundial, emprendedora ycreativa que los manuales y numerosos libros nosmostraban como ejemplos de centros triunfanteshace tan sólo unos pocos años.Como resultado de esta constatación, el debate enteciudad compacta y ciudad dispersa parece beneficiarhoy en día a esta última. Incluso se vuelve a evocarun cierto renacimiento del rural, tranquilo y másseguro, frente a las aglomeraciones que promueve laurbanización. Pero si profundizamos un poco más ennuestra reflexión, estas impresiones iniciales sematizan. Aun considerando la magnitud mundial deesta crisis, es previsible que la misma pueda sersuperada en unos meses. Por lo tanto, las grandescapitales y ciudades globales continuarán operandocomo nodos de referencia en el sistema urbanomundial. Otra cuestión diferente se refiere a que losurbanistas y planificadores tendrán que actuarlimitando las elevadas densidades de algunossectores o barrios de la ciudad. Unas cifras dedensidad superiores a los 70 u 80 hab/km2 no son

recomendables ante un escenario más o menosreiterado de crisis sanitaria, ambiental o económico-financiera. Tampoco semeja que la ciudad dispersa,periurbana, con el derroche ambiental y el exceso demovilidad que impone, sea la alternativa deseada.Sin duda, y este debate se ha generalizado a otrosaspectos del gobierno, tendremos que ampliar elprotagonismo de lo público frente a la hegemonía deun discurso neoliberal en las ciudades que nos hallevado, o agravado, el efecto de las crisis. Lo público,expresado en las acciones de gobierno a diferentesescalas (desde la local a la estatal), deberá adquirir unprotagonismo superior que en estos últimosdecenios de lógicas desreguladoras. Esto supondríaun retorno a la planificación urbana y territorial,abandonadas en épocas recientes, y una mayorconsideración por los escenarios de sociabilidad(sean espacios libres, zonas verdes, dotaciones yequipamientos) en el diseño de la ciudad. Aunque noexiste la completa convicción de respetar lo públicoy lo colectivo por parte de algunos dirigentes, elmiedo a la crisis que se ha instalado entre nosotrosobliga a una concepción del urbanismo máscentrada en la calidad de vida, con criteriosambientales cada vez más rígidos, y conprecauciones respecto a modelos de crecimientoilimitado y competitividad que pueden revelarsefrágiles en poco tiempo.

Santiago de Compostela. Praza Roxa. Foto: Maricarmen Tapia.

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Repensar el concepto de ciudad globalEstos meses nos han demostrado claramente queexiste una Geografía (urbana) de la crisis. Algunasurbes han notado mucho más los efectos delCOVID-19 y otras menos. La territorialización a laque nos referimos resulta sencilla y debe marcar ladirección para el urbanismo del futuro. Por unaparte, la ciudad compacta y de gran tamaño espeligrosa ante un escenario de crisis ambiental osanitaria. Es necesario repensar el concepto deciudad global, ahora que la presencialidad enmuchos actos, reuniones y toma de decisiones noes imprescindible. Retomar con fuerza elpolicentrismo que ya imaginara P. Geddes nosparece un buen camino para reorganizar el sistemaurbano, donde más ciudades medianas y pequeñaspueden adquirir importancia, no sólo como centrosespecializados o creativos, sino como escenarios decalidad de vida. La urbe compacta se mantendráfrente a la ilógica urbanización difusa de porcionescrecientes del territorio, pero se deben frenar ycontrolar las densidades, la fragmentación delespacio residencial en microviviendas, y el absolutopredominio de lo construido frente a lo libre o loverde en determinados barrios, por lo general máspobres. La ciudad segregada de las clases socialesprovoca todo tipo de problemas y conflictos.Algunas desligadas de la crisis del COVID, como elestallido antirracista en Estados Unidos. Otrasasociadas directamente, como pobreza urbana y

mayor incidencia de la pandemia. Por eso, laspolíticas urbanas y el urbanismo tienen que retomarsus objetivos de corrección de las desigualdadesresidenciales, dotacionales y étnicas en el interior delas ciudades. Unas ciudades bien planificadas,presididas por el objetivo de la mejora de lascondiciones de vida y la corrección de las brechassociales profundas, serán más resistentes a las futurascrisis. Expresado de otra forma, el nuevo urbanismoque cabe desarrollar en esta época de incertidumbre,se basa numerosas recetas clásicas ya aplicadas, queahora se beneficiarán de progresos técnicos eneficiencia energética, diseño inteligente a través denuevos sofwares y modelos de planificaciónparticipativa ya ensayados en muchos lugares.Aguardemos por nuestro bien que estas soluciones seimpongan.En numerosas obras se repite que la obsesión de losgeógrafos y urbanistas por ordenar bien el territorio yla ciudad no es nada nuevo. Pero en nuestra defensase debe argumentar que ya predijimos los escenariosde crisis contemporánea, siempre generados por ladesregulación. Por lo tanto, aunque las grandesciudades globales seguirán manteniendo su primacía,y el debate compacto-disperso continúeprolongándose hacia el futuro, aprender de los buenosejemplos de planificación continúa siendo la recetaidónea para hacer frente a crisis sanitarias, pandemiasy amenazas ambientales, que en el futuro sepresentarán ante nosotros.

NOTA SOBRE EL AUTOR.Rubén C. Lois González. Geógrafo, catedrático de la Universidad de Santiago de Compostela. Cuenta con una activa participación encuerpos profesionales, actualmente es Vicepresidente de la Unión Geográfica Internacional. Ha trabajado para la administración pública ydirección de centros interinstitucionales. Autor de numerosas publicaciones sobre análisis territorial. Es miembro del equipo de redacción deCrítica Urbana.

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Crítica Urbana

LA CIUDAD Y LAS EPIDEMIAS.LA COVID-19, EL ÚLTIMODESAFÍOANTONIO BUJ BUJ

“Como escribe Italo Calvino, las ciudades son un conjunto demuchas cosas: lugares de trueque, no sólo de mercancías, sinotambién de palabras, de deseos, de recuerdos, de memorias.También, como se sabe, de contagio fácil con los patógenos:desde la Gran Peste de la Atenas de Pericles en el verano de 430a.C., con un tercio de sus habitantes muertos, a los miles defallecidos en las megalópolis actuales por el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la llamada COVID-19.”

STA última acapara, a día de hoy, la atención detodos los medios de comunicación, en especialdesde que la Organización Mundial de la Saludla declarara pandemia a principios de marzo de2020. La COVID-19 ha trastocado la vida de

todas las ciudades del mundo, de manera especial la delas más globalizadas por la economía, el comercio y,sobre todo, por el turismo.No sólo la pandemia de la COVID-19 genera daños.Cientos de enfermedades infectocontagiosas semanifiestan hoy en el mundo. Las más letales son latuberculosis, el paludismo y el sida, que sumananualmente millones muertos. El dengue, la fiebretifoidea, la fiebre amarilla, el ébola, el virus Zika, elcólera, entre muchas otras patologías, matan y lastranel destino de miles de millones de personas en todoel planeta. Sólo la viruela, una de las epidemias másletales en el pasado, ha sido oficialmente erradicada.

E A este triunfo parcial se debe añadir la diferenciasustantiva entre lo que se conoce hoy sobre lasenfermedades infectocontagiosas y lo que se sabíahasta hace poco más de cien años sobre las mismas,momento en que se institucionalizó la microbiologíamédica. A pesar de las detalladas observaciones delhistoriador Tucídides, todavía no se ha podidoconcretar si la Gran Peste ateniense fue provocadapor la viruela, la fiebre tifoidea o por la pestebubónica. El coronavirus SARS-CoV-2 fue identificadocomo un virus peligroso al poco de manifestarse en laciudad china de Wuhan, a finales de 2019.La COVID-19 es el último desafío pandémico al quese enfrentan las ciudades y el mundo en general. Elfuturo augura más retos de este calibre. Analicemosalgo del pasado. En el siglo XIX, la pandemia de cólerasirvió para cuestionar y transformar la ciudad, enespecial la nueva urbe industrial, la del hacinamiento

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intramuros y del suburbio. Esa enfermedad generómiedo y angustia durante todo el siglo: se sabe dericos huyendo de las zonas afectadas -un clásico-, oasistidos en sus domicilios, antes que ingresar en loshospitales de entonces, espacios para los másmiserables; también de autoridades amenazando conpena de inhabilitación a médicos que huían de laspoblaciones contagiadas. La ciudad decimonónica setuvo que rediseñar. La COVID-19 ha generadoigualmente miedo y angustia, pero también unademocratización del conocimiento científico médicocomo nunca antes se había producido. Hoy el hospitales una institución nuclear para el cuidado sanitario dericos y pobres. Es cierto que estos últimos han sido losmás golpeados por la pandemia, pero existe laconciencia de que a esta plaga solo se la combatecolectivamente. Una institución global como laOrganización Mundial de la Salud nos lo recuerdacada día.La crisis de la COVID-19, junto a otros retos de hoy,como el del cambio climático, el calentamiento globalo la contaminación, deberán servir para reconfigurar laciudad del futuro. El cólera encontró un caldo de

cultivo perfecto en los espacios físicos dehacinamiento urbano, aunque su rápida expansión seasoció al incremento del uso de los sistemas detransporte introducidos por la revolución industrial; larápida propagación de la COVID-19 en lo quellevamos de 2020 hay que achacarla, en buenamedida, al proceso de globalización exponencial delas últimas décadas. Un camino que, por otra parte,no tiene vuelta atrás.El cólera es una enfermedad bacteriana intestinal quese transmite por la ingestión de agua o alimentoscontaminados por heces o vómitos de pacientesinfectados por el bacilo Vibrio cholerae. La personaatacada puede morir en cuestión de horas. La tasa deletalidad excede el 50%; con tratamiento apropiado,esa tasa es menor del 1%. A día de hoy siguenmuriendo personas por cólera. El coronavirus SARS-CoV-2 se trasmite por el aire y puede provocarpatologías respiratorias agudas y neumonías graves enhumanos. Las personas más afectadas suelen tenerpatologías previas. No existen tratamientosespecíficos a día de hoy. Las medidas preventivas sonla mascarilla, la limpieza de manos recurrente y el

Cheonggyecheon, afluente del Han, en Seul, fue durante décadas un espacio contaminado. Su restauración paisajística hacreado un área verde ininterrumpida de casi seis kilómetros. En algunas partes del río se han introducido diversas especies

acuáticas y aves. Al ocupar un espacio histórico central, su renovación ha significado la revitalización del corazón de la urbey provocado cambios radicales en la configuración del nuevo imaginario de la ciudad. Foto: Francisca Guerola.

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Crítica Urbana

distanciamiento social. Hasta el presente, y en esperade una vacuna o un tratamiento adecuado, lo másefectivo para parar la propagación de la enfermedadha sido aplicar cuarentenas a la población.En el siglo XIX, millones de personas perecieron comoconsecuencia de la combinación de cólera,hacinamiento y desconocimiento científico. Estoúltimo era así a pesar de la ya importante red demédicos higienistas, críticos con la falta de salubridadde la ciudad industrial, pero adheridos a las teoríasantiguas sobre las enfermedades. La teoría telúricasobre las epidemias afirmaba que el mal venía de latierra. La eléctrica, que dependía de las condicionesatmosféricas. La ozónica, que era causada por la faltade ozono en la atmósfera. En general, hasta casifinales del siglo XIX se habló de los llamados miasmascomo causantes de las epidemias. Estos eranoriginados por la descomposición de cadáveres yelementos orgánicos, o por las emanaciones de losenfermos. Esas concepciones tenían su fuerza en latradición. La idea de que la enfermedad se transmitíaa través del aire envenenado venía de la medicinagriega del s. III a.C. También se recurría, en los sectoressocialmente más conservadores, a la idea del castigodivino o a la de la crisis moral de la sociedad parajustificar la enfermedad.Esas fueron algunas de las concepciones que sirvieronpara explicar, a mitad del siglo XIX, la aparición delcólera en Londres, el centro económico del mundo.La capital del imperio británico tenía por aquellasfechas 2,4 millones de habitantes. La primera vez queel cólera llamó la atención en el mundo occidental fuehacia 1817, aunque desde el siglo XVI los navegantesportugueses en el Índico habían descrito lasintomatología de la enfermedad. El foco endémicodel cólera se encuentra en la zona meridional del valledel Ganges. Sólo entre 1817 y 1860 se calcula quefallecieron más de 15 millones de personas en la Indiabritánica por la enfermedad, y más de 33 millonesentre esa última fecha y los inicios de la PrimeraGuerra Mundial. En Gran Bretaña hubo tres oleadasimportantes de cólera en el siglo XIX. La primera, de1831-1832, mató a más de 30.000 personas. Lasegunda, en dos etapas, 1848-1849 y 1853-1854,mató a casi 100.000 personas. La última tuvo lugaren 1865-1866, con más de 15.000 víctimas, un terciode las cuales ocurrieron en Londres.En España, las oleadas fueron algo más tardías perolos efectos igualmente devastadores. La primeracomenzó en 1833 y no desapareció hasta 1835. Lascifras más optimistas hablan de más de cien milmuertos, aunque algunos las triplican. Sólo en Madridmurieron unas cinco mil personas. Las medidasanticoléricas aplicadas en toda Europa, también enEspaña, incluían cordones militares en torno a lasciudades infectadas, cuarentenas, expulsión de

mendigos y vagabundos, y expedición de certificadossanitarios. Ante la inutilidad de las mismas, sepropusieron medidas de higiene personal y delimpieza de los espacios públicos, que tampocoresultaron efectivos. La siguiente oleada empezó en1853 y duró varios años, con más de 200.000muertos. Sólo en Barcelona se contabilizaron 5.657muertes. La última oleada importante, iniciada en1883, y activa hasta 1885, provocó unos 120.000fallecimientos, de los cuales casi cinco mil en la ciudadde Valencia. En esos años, Robert Koch descubrió elvibrión colérico, pero la explicación microbiológicaacerca del origen del cólera no fue unánimementeaceptada. Hasta el descubrimiento de las sulfamidas ylos antibióticos no se pudo luchar eficazmente con elbacilo colérico.La salud pública se convirtió en uno de los temasurbanísticos del siglo XIX y, de manera especial, elcólera fue uno de los responsables de latransformación de las ciudades. Esta enfermedadadquirió una reputación de golpearindiscriminadamente, un mito que exacerbó losmiedos en Europa a lo foráneo, y acentuó loscomportamientos irracionales. En el París de 1832,cuando la ciudad fue asolada por esta plaga, sushabitantes se defendieron tapándose la boca conpañuelos blancos, color que les parecía especialmenteprotector. Esa falsa protección no evitó trece milmuertes. Frente a la COVID-19 también se hanmanejado teorías telúricas y actitudes irracionales, enforma de negacionismo de la enfermedad o en lasmaneras de combatirla. Especialmente dañino es queesos comportamientos vengan de líderes políticos degrandes potencias. Esa actitud suele ir acompañadade la arrogancia destructora del medio natural y delnegacionismo del cambio climático, delcalentamiento o de la pérdida de la biodiversidad delplaneta. Todos ellos son factores que ponen enpeligro el futuro de la humanidad.El parón mundial provocado por la COVID-19 haservido para cuestionar, una vez más, el modelo dedesarrollo capitalista, basado en la depredación delmedio natural y asentado en escandalosasdivergencias sociales y regionales. La nueva pandemiadel COVID-19, al igual que las otras enfermedadesinfectocontagiosas, deben ser combatidas y, sobretodo, prevenidas. Hay que cuestionar también unmodelo productivo que está llevando al planeta aunos niveles de degradación nunca vistos, y conresultados muy mejorables: a fecha de hoy, porejemplo, unos 3.000 millones de personas nodisfrutan de servicios sanitarios básicos como inodoroso alcantarillas. Otra batalla fundamental es la que sedebe librar contra la barbarie de la ignorancia, madrede todas las xenofobias. ¿Cómo hacer todo eso desdela ciudad? La urbe ha sido y es el motor de la

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creatividad, de la innovación, de la tolerancia, de lageneración de riqueza. La ciudad, sin embargo, no esun cuerpo uniforme. Llamamos ciudad aconcentraciones humanas de pocos miles de personasy a otras de decenas de millones, aunque tienen undenominador común: son los lugares de la circulaciónlibre de ideas y de personas, especialmente en lostiempos de internacionalismo, momentos en los quehan tenido lugar los mayores avances de lahumanidad. La pandemia del coronavirus ofrece unagran oportunidad en ese sentido.

Más allá de la coyuntura del COVID-19, el gran desafíode la ciudad actual es, sin duda, su renaturalización, esdecir, su redefinición como espacio verde para llevaruna vida sana tanto física como emocionalmente, y sureconfiguración, una vez más, como el espacio de laconvivencia, tal como era alentada ya en la obra delgriego Homero. Más logos y menos ignorancia,castigo supremo de los hombres, en acertadaexpresión de Emilio Lledó (Fidelidad a Grecia. "Lo belloes difícil” y otras ideas que nos enseñaron los griegos,Madrid, 2020).

NOTA SOBRE EL AUTORAntonio Buj Buj (Barcelona,1957) es doctor en Geografía Humana por la Universidad de Barcelona. Ha publicado numerosos artículos sobretemas relacionados con el higienismo, el Estado y los riesgos naturales, los riesgos epidémicos y las plagas de langosta. Su último libro setitula Plagas de langosta. De la plaga bíblica a la ciencia de la acridología (Barcelona, 2016). Desde su creación, ha sido colaborador habitualde la Red Geocrítica Internacional (http://www.ub.es/geocrit/red.htm).

Plaza de las Glorias, Barcelona. De anillo viario a zona verde de más de veinte mil metros cuadrados. El soterramiento de lacirculación de vehículos va a permitir recuperar para las personas el centro de la urbe pensado por Ildefons Cerdá.

Foto: Francisca Guerola.

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Crítica Urbana

PAISAJES DECONFINAMIENTOEDWARD FOX

“Todos los días, por la mañana, salgo de casa con mi perrita,Luna. Tenemos tres o cuatro rutas favoritas que repetimos sincansarnos. A lo largo de estos meses de confinamiento,hemos experimentado la libertad contradictoria de descubriry redescubrir diariamente la naturaleza urbana que nosrodea."

Foto: Ed Fox

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EMOS EXPLORADO juntos los espaciosverdes de la periferia de Mánchester: elparque público que fue antes jardínprivado de un filántropo mancuniano;campos de fútbol o golf; parcelas

abandonadas y re-asilvestradas; riberas artificiales deríos y riachuelas, invadidas de plantas de lashimalayas; prados nostálgicos por las vacas de suantaño rural; bosques mágicos de abedules y álamos,crecidos milagrosamente sobre tierras contaminadas;lagos artificiales formados por la extracción degravilla; estaciones depuradoras de la épocavictoriana; ya convertidos en ecosistemas únicos ...paisajes profundamente humanos, creados poraccidente o abandono – el inverso de la ciudad.La repetición de rutas y la soledad de la mañana noshace grandes observadores de los cambiosprogresivos que marcan el lento avance del año yconvierten nuestros paseos en una especie detrance. Luna con su hocico y yo con mis ojos y oídos.Los dos con el cuerpo, reaccionando al frío, a lalluvia, a las largas sombras de la mañana, a las nubesveloces o al vuelo acrobático de las golondrinas. Enmarzo las primeras hojas del abedul, de un verdebrillante, y las flores del endrino entre sus espinasnegras. En abril las flores del cerezo, el peral y elmanzano; el roble y el fresno compiten para verquién saca antes sus hojas. Poco a poco todos losárboles se van vistiendo de sus distintos verdes y lashierbas van creciendo y distinguiéndose con susformas, densidades, alturas y tonos, hasta cubrir aLuna, que pasea por ellos como por la selva. Laszarzas y ortigas invaden los caminos y cubren elsuelo de los bosques post-industriales. Dentro de losbosques, empiezan a aparecer cabañas caseras,hechas con ramas y objetos abandonados, como siestuviera naciendo una generación de nuevosermitaños, con ganas de huir al bosque, de sentirseparte de la naturaleza, de esconderse del mundo. Y,el río Mersey, creador y conector de todo el paisaje,fluye hacia Liverpool y el mar, a veces con prisas,ruidoso y bravo, pero a veces tranquilo y modesto,confinado dentro de su camisa de fuerza, construidaen los años 60 para evitar las inundaciones.

Andar como forma de meditación. Prestar atención atodo lo que nos rodea. Estar vivo y sentirse parte deuna naturaleza humana, cultural, un elemento másen un ecosistema que depende de nosotros, perodel que también dependemos. Sentirnos dueños denuestra historia y futuro.COVID-19, y la histeria que ha generado, ha actuadocomo una lente, un microscopio, revelando eiluminando aspectos de la vida que siempre estabanallí, a plena vista, pero invisibles: desigualdades,prejuicios, xenofobias e injusticias, revelándonos quela ciudad humana puede ser a la vez la ciudadnatural, la ciudad como ecosistema biológico-cultural. Irónicamente, al privarnos del movimientolibre, al obligarnos a encerrarnos, nos ha hecho sentirla importancia de esa necesidad básica, corpórea, deespacio, de verde, de movimiento libre.A algunos nos ha regalado una experiencia nueva - omás intensa - de vivir la ciudad de otra forma, desentirla más nuestra y menos ajena, mientras paraotros ha intensificado su encarcelamiento, literal ysocial. Los que hemos pasado un ‘lockdown light’, ytenemos la suerte de vivir fuera de los densoscentros urbanos, hemos podido disfrutar el placer desentirnos dueños del espacio urbano: de bailar porcalles vacías de coches; de coger una bicicleta y andarcomo borrachos por un centro urbano casiabandonado; de oír el escándalo de los pájaros por lamañana y el viento en las hojas; de respirar hondo sinmiedo a ingerir veneno. Hemos podido entrever unaciudad nueva, más humana, más sana y más libre.Sin embargo, no todos han tenido esta suerte. Al otroextremo del espectro ha habido muchos que se hanencontrado atrapados dentro de pisos pequeños oresidencias, ya fuera por edad, salud, pobreza, osimplemente por casualidad, mucha gente se hasentido más aislada y limitada que nunca, y se hatenido que conformar con ver el mundo enmarcadopor sus ventanas, a lo mejor a vislumbrar a lo lejos loscampos o montes más allá de la ciudad, o aconformarse con ver programas de la naturaleza enla tele.COVID ha llegado como una historia bíblica, comoun juicio salomónico o una visión de Noé,

H

Foto: Ed Fox

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Crítica Urbana

NOTA SOBRE EL AUTOREd Fox es director del Máster de Arquitectura del Paisaje de la Universidad Metropolitana de Manchester (MMU), puesto que ocupa desdehace 8 años. Anteriormente ha pasado más de una década trabajando en estudios de arquitectura del paisaje en Mánchester. Sus interesescomo investigador se enfocan en temas del paisaje rural y periférico y ha publicado también artículos sobre la rehabilitación de ríos urbanos.

abriéndonos los ojos a las ciudades invisibles, a lasciudades deseadas y necesarias, así como a todas lasposibles futuras ciudades. Lo triste es que la ‘nuevanormalidad’ parece que padece de amnesia y que loúnico que se nos ocurre es volver a la ceguera pre-Covid.Mientras tanto, ajenos a todo, Luna y yo continuamospaseando por un paisaje ya otoñal, observando losprimeros cambios de color de las hojas, los amarillosde los abedules y chopos, los rojos de los arces; loshongos que proliferan en los troncos caídos en lastormentas de agosto; la basura diaria que deja la

gente en sus escapes a su paraíso suburbano; elalargamiento diario de las sombras y el soplo de unviento más húmedo y amenazante. Y, mientras tanto,el río Mersey sigue fluyendo hacia Liverpool y el mar,a veces rebelde, caudaloso, llevando ramas yneumáticos desde los montes y pueblos periféricos,amenazando con desbordar sus altas defensas contralas inundaciones, pero a veces tranquilo, manso,contento de seguir moviendo dentro de su propioconfinamiento, la ingeniería humana que le restringe.

15 de septiembre de 2020

Foto: Ed Fox

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Número 15. Noviembre 2020

AS acciones de la Organización Mundial de laSalud (OMS) se orientaron a ofrecerdirectrices en torno a identificación desíntomas, tratamiento y prevención de laenfermedad. En ningún momento la OMS o

cualquier otra institución global ideó estrategiascolaborativas en términos de seguridad sanitaria, dedesarrollo científico tecnológico o de otra índole quefacilitaran a los países más vulnerables el acceso aequipamientos, insumos, o la vacuna en el futuro.Estas atribuciones quedaron en manos de los EstadosNacionales.En América Latina algunos Estados como el argentinomostraron la voluntad para gestionar el cuidado de lapoblación. En este texto identificamos las accionesemprendidas por dicho Estado para hacer frente a lapandemia. Asimismo damos cuenta de lasdificultades que algunas instancias de estepresentaron para hacer frente a cuestiones derivadas

de las desigualdades socio-territoriales como losproblemas habitacionales que afectan al ÁreaMetropolitana de Buenos Aires.

El decreto del Aislamiento Social Preventivoy Obligatorio (ASPO)El día 20 de marzo de 2020 el presidente argentinoAlberto Fernández dictó un Decreto de Necesidad yUrgencia1 por el cual declaró el Aislamiento SocialPreventivo y Obligatorio en todo el país (ASPO). Eldecreto promovió el cierre de las fronterasinternacionales, la limitación de la circulación depersonas en todo el país (con excepción de aquellascomprometidas con actividades consideradasesenciales como la salud, la alimentación, la

L

LA PANDEMIA DE LA COVID-19,EL ESTADO NACIÓN Y LAS

DESIGUALDADES SOCIO-TERRITORIALES

EN ARGENTINAPERLA ZUSMAN

“La expansión espacial del virus COVID-19 reflejó las dificultadesque encontraron los organismos internacionales para ofrecer unarespuesta global ante una emergencia sanitaria que se extendiópor casi todo el planeta. A través de su trayectoria, gran parte deestas instituciones desarrollaron estrategias para garantizar lafluidez financiera en detrimento del cuidado de la poblaciónmundial.”

1. El Decreto de Necesidad y Urgencia en Argentina es unanormativa dictada por el Presidente, tiene validez de ley. Luego desu sanción el Congreso puede revisarlo y determinar la continuidadde su vigencia.

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Crítica Urbana

comunicación, la producción agropecuaria, y laseguridad, entre otros) y la permanencia de los y lashabitantes en sus residencias habituales.Por 46 días, el decreto del ASPO se aplicó a todo elpaís. Sin embargo, para mediados de mayo sesustituyeron las medidas de confinamiento poraquellas llamadas de distanciamiento social (sepermitía el desplazamiento con cuidados,especialmente se impedían reuniones en lugarescerrados) en gran parte del territorio. A su vez, seflexibilizaron las limitaciones a la movilidadinterprovincial.El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)mantuvo y aún mantiene, restricciones para eldesplazamiento y para el desarrollo de actividadeseconómicas. En los meses de junio y julio, el 95 % delos contagios del país de registraban en el AMBA (enestos meses el total de casos diarios aumentó de2000 a 6000).El AMBA es un conglomerado urbano constituido porla Ciudad de Buenos Aires y por los 40 municipios de

la provincia de Buenos Aires que la rodean.Concentra el 37% de la población del país(14.800.000 habitantes según el último censo depoblación del 2010) y el 40% de las actividadeseconómicas. Antes de la pandemia ingresabandiariamente 3.500.000 personas desde la provinciade Buenos Aires a la Ciudad de Buenos Aires. En elmarco de la pandemia, los acuerdos entre lasautoridades de estas dos jurisdicciones llevaron aconsiderar el AMBA como una única unidad sanitariay a restringir el uso del sistema de transporte públicode pasajeros (solo los trabajadores consideradosesenciales podían utilizarlo).

El Estado frente a las desigualdades socio-territoriales.La instauración de políticas neoliberales en Argentinaen la década de 1990 disminuyó la inversión ensanidad, ciencia y tecnología. Si bien en el período delos gobiernos neodesarrollistas de Néstor Kirchner(2003-2007) y Cristina Kirchner (2007-2015)

Imagen de la Toma de Tierras en el Municipio de Guernica. Partido de Perón, Provincia de Buenos Aires, agosto 2020.Foto: Juan Pablo Venturini.

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incrementaron las inversiones en ambos sectores, losacuerdos realizados con el Fondo MonetarioInternacional durante la presidencia neoliberal deMauricio Macri (2015-2019) requirieron ajustes en elgasto público.Esta situación llevó a que el período del ASPO fueseutilizado para organizar hospitales móviles,refuncionalizar espacios con fines de aislamiento,incrementar el número de camas de terapia intensivay comprar respiradores o instrumentos de testeo. Enel campo de la ciencia y tecnología se multiplicaronlos laboratorios donde podría hacerse el diagnósticode la enfermedad. Al mismo tiempo, se comenzarona producir pruebas nacionales de detección deanticuerpos y a ensayar distintos tipos de tratamientode la enfermedad. Además, en el mes de agosto serealizaron acuerdos con los laboratorios Astrazenecay Pfizer para garantizar el acceso a la vacuna contra elCOVID.Según los datos del Instituto Nacional de Estadísticasy Censos hacia el segundo semestre del 2019, lapobreza en los conglomerados urbanos habíaalcanzado a un 35,5% de las personas. En estecontexto, en el AMBA se incrementaron lasdesigualdades socio-territoriales. Se preveía que elASPO afectaría aún más las condiciones económicasde la población, especialmente a aquellos conempleos precarios o que desarrollaban actividades enel sector informal pues no podían trabajar.A los fines de paliar los efectos de la crisis económica,el Estado estableció una serie de ayudas. En primerlugar, instauró una especie de salario universal

denominado Ingreso Familiar de Emergencia (IFE)(equivalente aproximadamente a 159 U$S en elmomento en que se decide ponerlo en práctica). Ensegundo lugar, asumió el pago de la mitad de lossueldos de más dos millones de empleados enrelación de dependencia. En tercer lugar, postergó elvencimiento de los impuestos, reforzó los montos delas jubilaciones, pensionados y beneficiarios deplanes sociales. Por último, incrementó el reparto dealimentos entre poblaciones vulnerables2.Estas medidas no fueron suficientes para afrontar losproblemas que afectaban a las personas que vivían yviven en situaciones de precariedad habitacional. Dehecho, en el AMBA se localizan aproximadamente1000 barrios populares. Sus habitantes no solocarecen de título de propiedad del suelo sinotambién de acceso regular a servicios como aguacorriente, red de energía eléctrica con medidordomiciliario y/o red cloacal.Hacia mediados de mayo, cuando incrementaron loscasos de COVID-19 en el AMBA por circulacióncomunitaria, la Garganta Poderosa, un medio decomunicación organizado e impulsado desde losbarrios populares, visibilizó la situación de la llamadaVilla 31, situada en la Ciudad de Buenos Aires. En elcontexto en que el Estado aconsejaba lavarseasiduamente las manos, la Villa 31 se quedó sinsuministro de agua. Frente a ello, dentro del barrio se

Imagen de escaparate de la Avenida Corrientes. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, julio 2020. Foto: Perla Zusman.

2. Información obtenida del texto escrito por Bercovich . Alejandro“Ya colaboré. Poniendo estaban los ricos”. Colectivo Editorial Crisis.La vida en suspenso. Siglo XIX, Buenos Aires, 2020, pp. 23-34.

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creó un Comité de Crisis conformado por distintasorganizaciones sociales y políticas para elevar susdemandas al Gobierno de la Ciudad.Las necesidades del barrio fuero desoídas hasta lamuerte por COVID-19 de una de las dirigentessociales, Ramona Medina, cuyo fallecimiento tuvo unalto impacto social. A partir de ese momento, elComité de Crisis, el Gobierno de la ciudad y el EstadoNacional definieron una estrategia conjunta paraenfrentar la pandemia en el barrio. Ella contemplabala búsqueda activa de personas con síntomas decoronavirus, la difusión de información clara yconfiable sobre los cuidados a través de los canalesde comunicación del barrio y la instrumentación deacciones a largo plazo para enfrentar las carenciassanitarias de la villa.La precariedad habitacional también incrementó losprocesos de toma de tierras no ocupadas oincorporadas a la producción. La carencia de trabajo,las dificultades para el pago de alquileres y lanecesidad de vivir en ambientes menos hacinadosfrente a la pandemia, habría desembocado en estaoleada de tomas. La ocupación en el municipio deGuernica (Partido de Perón, provincia de BuenosAires) fue la que tuvo mayor visibilidad mediática. En

el mes de julio 2500 familias (entre las cuales seencuentran 3000 niños y niñas) tomaron 100hectáreas. Los habitantes lotearon los terrenos deforma equitativa y se dieron una forma deorganización asamblearia. En la actualidad se estánllevando adelante negociaciones para evitar eldesalojo.En conclusión, si bien se ha observado en el Estadocierta demora para asumir los problemas derivadosde las desigualdades socio-territoriales, seríaconveniente que las políticas y prácticas destinadas aconstruir una sociedad más justa siguieran presentesen la agenda política y económica de los próximosaños (que la vida postpandemia no las silencie). A lavez, convendría incorporar estas preocupaciones enlas agendas de los organismos globales. Estoimplicaría un cambio en las prioridades de losactores hegemónicos del planeta: el pasaje a unmundo menos interesado en el enriquecimiento ymás preocupado por el cuidado de la vida humana.La experiencia de un año de vida en vilo no pareceríaofrecer indicios para conducirnos por este camino.

Buenos Aires, agosto 2020

NOTA SOBRE LA AUTORAPerla Zusman. Doctora en Geografía por la Universidad Autónoma de Barcelona. Actualmente se desempeña como Profesora TitularRegular en la Carrera de Geografía en la Universidad de Buenos Aires y como Investigadora del Consejo Nacional de InvestigacionesCientíficas y Técnicas (Argentina).

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COVID-19: DESIGUALDADY CRISIS EN BRASILANA FANI ALESSANDRI CARLOS

“En Brasil, la pandemia provocada por COVID-19 profundizauna crisis que es, en esencia, social. La pobreza, que es el rostromás visible de la desigualdad social, en Brasil tiene raíceshistóricas que se profundizan con la industrialización ahorradorade mano de obra (creada por su condición de país periférico en elcontexto de desarrollo desigual del capitalismo mundial)promovida con altas tasas de explotación laboral (bajossalarios) y sin políticas sociales que puedan mitigar estasituación. El territorio nacional revela la desigualdad de esteproceso con la extrema concentración de riqueza y poder.”

N TODO Brasil, los signos de estadesigualdad bajo la pandemia se puedenleer, en un primer momento, en lospaisajes de las grandes ciudades donde losproductos de los vendedores ambulantes

salen de las calles, el centro se vacía mientras lasperiferias continúan su vida de trabajo yexplotación. Estos contrastes entre lleno y vacío,iluminan la contradicción centro-periferiaexpresada en la jerarquía socioespacial producidapor la yuxtaposición entre morfología espacial ysocial que construye ciudad segregada. Tal realidadexpresará como se vivirá la pandemia – quiéntienederecho y quién está privado de él.La desigualdad tiene como contenido una crisissocial que se ha profundizado con la cartillaneoliberal asumida en los últimos años por el

gobierno brasileño. Cuando la pandemia se convierteen una realidad irreversible, la lucha contra el virusencuentra un sistema de salud que ha sidodilapidado por las políticas neoliberales cuyoejemplo es la Enmienda Constitucional (95/2016),conocida como la “enmienda el fin del mundo”,aprobado por el gobierno de Temer, congelando elgasto en salud y educación durante 20 años,provocando la degradación del sistema de salud.La crisis social asociada a la actual crisis política seprofundiza. El país está en manos de la extremaderecha que coquetea con el fascismo, queminimiza la pandemia, niega la ciencia, imponetratamiento con cloroquina asociado a las accionesde la presidencia que sistemáticamente naturalizalas muertes por COVID-19. En la contracorriente delas estrategias propuestas por la OMS, el gobierno

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Crítica Urbana

El vacío: la Avenida Paulista, centro financiero de São Paulo. Foto: Francis Anderson, en Pixabay.

guiado por la estrategia de crecimiento económicoa expensas de la vida, ha privilegiado al sectorprivado. Tal estrategia terminó provocandoenfrentamiento incluso con gobernadores deestados brasileños que mantuvieron la victoria enlas urnas de la actual presidencia.El 1 de abril de 2020 se emite una medidaprovisional (MP 936) que autoriza el recorte desalarios y jornada laboral durante la crisis delCoronavirus (que puede llegar al 100%), que segúncuentas del gobierno podría alcanzar a más de 24millones trabajadores. En mayo, el presidentefirma un decreto para ampliar la lista de servicios(cerrados como medida provocada por elaislamiento social) para hacer crecer la economía yse dirige con ministros y empresarios a la puertade la Corte Suprema con la solicitud de medidasrestrictivas a los Estados, quien mantuvo las reglasde aislamiento social sugeridas por la OMS. Eneste momento declaró que “el efecto secundariode combatir el virus no puede ser más dañino quela propia enfermedad” y la economía debe seguirfuncionando. El 12 de junio se sanciona la Ley derégimen jurídico durante una pandemia,asegurando ciertos derechos. Mas todavía hayvetos del presidente, contra la ley que impide el

desalojo de inquilinos (revertido por el CongresoNacional en agosto) y contra el dispositivo queautorizaba a los administradores del edificio, hastaoctubre, a restringir, o incluso prohibir, reuniones,fiestas o uso de áreas comunes para evitar lacontaminación.Es, también, esclarecedor el hecho que, desde el 5de mayo, el Ministerio de Salud ha estado enmanos de un general del ejército (como interinoque nombró a otros 28 militares) y que, en tiemposde pandemia, los ministros son destituidos (opuestos en situación de renuncia) por no seguirliteralmente las órdenes del "jefe" que piensa enBrasil como "lo suyo". Es la privatización de lopúblico.Así, acompañado de una profunda crisis política, eldrama social en Brasil se multiplica por lacontradicción entre la política federal que privilegiael “derecho al crecimiento” y las estrategiassugeridas por la OMS y, seguidas en parte por losgobernadores y alcaldes brasileños, de “derecho ala vida".Un dato importante de esta orientación políticaaparece a través del cotidiano como puede serverificado por las informaciones del Instituto deRegistro Imobiliário do Brasil (IRIB), que el 27 de

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julio reveló los altos incumplimientos que enfrentamás del 60% de la población activa que no puedepagar las propiedades compradas y creciendo elnúmero de propiedades asumidas por los bancos.Al mismo tiempo, aumenta el número de desalojosen todo Brasil mientras continúa la reanudación depropiedades ocupadas por la parte de la sociedadsin acceso al mercado inmobiliario. Según OXFAM-Brasil, mientras la mayoría de la población perdióempleo e ingresos (el país tiene actualmentealrededor de 13 millones de desempleados y 40millones de trabajadores informales y más de 600mil micro, pequeñas y medianas empresas ya hancerrado sus puertas) los 42 multimillonariosbrasileños vieron incrementada su riqueza en US$34 mil millones durante la pandemia.Luego de una larga lucha por mitigar laprofundización de la crisis social provocada por lapandemia, finalmente el gobierno presionado porel Congreso estableció una ayuda de emergenciapor un monto de 113,32 dólares (cambio del 14 deseptiembre). La propuesta del gobierno fue tresveces menor. La ayuda, sin embargo, llega aquienes la necesitan (66,2 millones el número debrasileños beneficiados) de forma desorganizada eirrespetuosa, obligando a una inmensa parte de la

sociedad a hacer cola – por días enteros - en laspuertas de los bancos para el pago. La pandemia deCOVID-19 destruyó 7,8 millones de puestos detrabajo en Brasil hasta el mes de mayo, mes en elque 9,7 millones de trabajadores quedaronimpagados.Para quienes mantienen sus puestos de trabajotenemos: aquellos que pueden continuar su trabajoen home office a través de una extensa red quecrece conectada a aplicaciones y que puedenmantener las reglas de aislamiento social, yaquellos que continúan trabajando pero necesitanviajar durante mucho tiempo en transporteabarrotado y expuesto al riesgo de contaminación(son aquellos que en, su mayoría, viven en laperiferia). Esta situación muestra quién tienederecho al aislamiento social y quién está privadode este derecho.Así se configuran las clases sociales. Por un lado, laclase media y, por otro, una parte importante de lasociedad que vive de trabajos informales, o decontratos flexibles (cuyos salarios disminuyeron enel período); los que viven del “contrato de cerohoras” y una gran cantidad de desempleados. Losnúmeros indican que el virus ha afectado a lapirámide de ingresos más bajos y, por tanto, a

El lleno: colas en la puerta de un banco. Fonte: Agência Senado, Crédito: Adenir Britto/CMSJC.

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NOTA SOBRE LA AUTORAAna Fani Alessandri Carlos. Geógrafa. Programa de Pós-graduação em Geografia Humana -FFLCH-Universidade de São Paulo.Coordenadora do Grupo de Estudos de Geografia Urbana Crítica Radical (GESP).

aquellos con menor nivel educativo, que viven enzonas periféricas, en su mayoría pobres, negros ypardos. Según datos de la PNAD (Encuesta Nacionalpor Muestra de Hogares realizada por IBGE -Instituto Brasileño de Geografía y Estadística)publicados el 24 de junio, de los 4,2 millones debrasileños que presentaron síntomas de laenfermedad en mayo, el 70% eran de color, negroo pardo. La calamidad afecta de manera desigual ala sociedad y se distribuye en el territorio deacuerdo con una jerarquía socioespacial, difiriendoespacialmente por clase social, renta y por raza.Las razones de las desigualdades basadas tambiénen derechos diferenciados o inexistentes (oexistentes pero que no se ponen en práctica) se

basan en la historia de desigualdad social planteadapor el desarrollo del capitalismo basado en lapropiedad privada, concentración de la riqueza conel consiguiente poder de una clase sobre otra. Estase desarrolla y se expande acompañada deldiscurso que naturaliza las desigualdades, mientrasque la alianza entre los poderes políticos yeconómicos (que utiliza el discurso del crecimientogenerador de empleo en el que la expansión delbeneficio y el consumo es lo mejor para todos) sesuperpone al plan de vida.En medio de esta crisis social cada vez másprofunda, el Brasil había perdido (desde elcomienzo de la pandemia hasta el 13 deseptiembre) 131.625 vidas a causa de la COVID-19.

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AHONDANDO LA BRECHA.PANDEMIA Y DESIGUALDAD SOCIO-ESPACIAL EN BOGOTÁ

ISABEL DUQUE FRANCO

“Cuando en marzo de este año se hizo evidente la propagación delCOVID-19 entre las ciudades latinoamericanas, una de laspreocupaciones más recurrentes fue el impacto que la pandemia,junto con las medidas de cuarentena y aislamiento social, tendríansobre una región caracterizada por la desigualdad socio-económicay espacial.”

Una imagen de Bogotá. Foto: Michael Lechner en Unsplash.

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Crítica Urbana

O HUBO que esperar mucho tiempo paraconstatar cómo los peores presagiostomaban forma. En Bogotá, por ejemplo,cuando apenas habían transcurrido unosdías de la cuarentena obligatoria, se

comprobó que los sectores más vulnerables de laciudad, sin viviendas adecuadas y dependientes de laeconomía informal, tenían serias dificultades parapermanecer en casa y prevenir el contagio.Actualmente con 274.829 casos confirmados,Bogotá concentra el 32,1% de los contagiosregistrados en el país1. Los datos por localidad yestrato socio-económico2 muestran de maneracontundente que la mayoría de casos,hospitalizaciones y decesos se están produciendoentre la población más vulnerable en términossocio-económicos (Figura 1).Si bien los estratos 2 y 3 son predominantes en laciudad, el hecho de que la mayoría de personasafectadas por el virus corresponda a estos sectores,significa que están más expuestas al contagio y quelas probabilidades de que enfermen, e inclusofallezcan, son mayores que en otros estratos. Esto seexplica fundamentalmente por dos factoresrelacionados entre sí: unas condiciones dehabitabilidad deficitarias que facilitan el contagio yuna pobreza monetaria asociada al empleo informalque impide el aislamiento social.En Bogotá existen alrededor de 23.500asentamientos informales, el 60% de los cuales seencuentra en las localidades de Ciudad Bolívar,Usme, Bosa y Kennedy3, que a su vez concentran el39% de los infectados en la ciudad. Las viviendas enestos asentamientos presentan problemas dehacinamiento, carecen de acueducto o acceden alservicio por medios rudimentarios, no cuentan conalcantarillado y tampoco con espacio público o unainfraestructura básica para el cuidado. A esto sesuman los desalojos a arrendatarios por elincumplimiento en el pago del alquiler durante lacrisis sanitaria. Una situación que, a pesar de lasprohibiciones desde el gobierno nacional, haresultado especialmente crítica en los sectorespopulares, en donde muchos propietarios tienen elalquiler como como único ingreso.

De otra parte, al comenzar el año la tasa de empleoinformal en la ciudad era del 42%4. Se trata de unapoblación que carece de ingresos estables, no cuentacon medidas de protección social como un seguro dedesempleo y trabaja por un sueldo diario. En el marcodel confinamiento esto ha implicado un doble riesgo:de un lado, que no disponen de los recursossuficientes para subsistir durante ese tiempo y deotro, que deben salir a trabajar arriesgando su propiasalud, la de sus familias y sus comunidades. Según elmonitoreo al aislamiento que realiza la Alcaldía Mayorde Bogotá5, durante el mes de agosto, un mes críticoen los niveles de ocupación de las UCI, la mayoría depersonas que tuvieron que salir de sus hogarespertenecían a los estratos 1 y 2; el 39% lo hizo portrabajo frente al 24% de los estratos 4, 5 y 6. Encambio, el 15% de las personas de estratos altossalieron para sacar una mascota, tomar cursos osocializar con amigos. Entre los estratos bajos estasactividades apenas llegan al 6% (Figura 2). Resultaevidente que los sectores sociales más expuestos alcontagio por razones económicas son aquellosdependientes de la informalidad o empleados entrabajos no calificados. El gobierno de la ciudadadoptó una serie de medidas para mitigar los efectosde la crisis sanitaria entre la población más pobre ovulnerable. En materia de hábitat algunas de lasmedidas fueron la aplicación de subsidios a serviciospúblicos domiciliarios para estratos del 1 al 4, lareconexión de servicios, especialmente de acueducto,así como la asignación de un subsidio de arriendosolidario. Con respecto al ingreso y sostenimiento, secreó el programa Renta Básica Bogotá, un sistema deayudas monetarias que hasta el mes de agosto habíasido asignado a hogares de estrato 1 (21,6 %), 2 (61,2%)y 3 (16,2%). El programa también incluye la entrega deayuda alimentaria (mercados, canastas alimentarias,bonos y comida preparada)6. Sin embargo, ladistribución de estas ayudas no ha estado exenta deproblemas. Durante las primeras semanas laadministración se vio desbordada, se presentarondemoras en la entrega de mercados y subsidiosdebido al proceso de identificación de las posiblesfamilias beneficiarias y a problemas de tipo logístico,lo que generó protestas y cacerolazos en diferentesbarrios de las localidades más pobres. Según los

N

1. SALUDATA, Observatorio de Salud de Bogotá. Fecha de corteoctubre 04 de 2020.2. Se trata de un sistema de clasificación basado en lascaracterísticas físicas de las viviendas y su entorno inmediatorelacionado también con el ingreso. El estrato 1 presenta las peorescondiciones y el 6 las mejores.

3. Techo. (2015). Derecho a Bogotá. Informe de AsentamientosInformales. Bogotá. Disponible en:https://issuu.com/techocolombia/docs/derecho_a_bogot__

4. Observatorio de Desarrollo Económico. (2020). Boletín MercadoLaboral Especial No.66. Abril 23 de 2020. Bogotá: Secretaría deDesarrollo Económico.5. Alcaldía Mayor de Bogotá. (2020). #Yo me quedo en casa.Seguimiento COVID -19. Bogotá Informe de seguimiento#18Encuestas telefónicas. Agosto 21 de 2020. Disponible en:https://bogota.gov.co/monitoreo-al-aislamiento-bogota6. Alcaldía Mayor de Bogotá. (2020a). Renta básica. Bogotá rindecuentas. Octubre 3 de 2020, Disponible en:https://rentabasicabogota.gov.co/#rendicion

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manifestantes, las estrictas medidas de aislamientosocial les impedían conseguir su propio sustento y lasayudas del gobierno no llegaban o eran insuficientes7,de suerte que estaban ante el dilema de “contagiarseo morir de hambre”.En términos generales, las medidas implementadaspor la administración de la ciudad, junto con las delgobierno nacional y las diferentes iniciativas solidariaspromovidas desde la sociedad civil, no han sido másque paliativos ante una situación de proporcionesinusitadas y con profundos impactos a mediano y

largo plazo. En julio la tasa de desempleo alcanzó el25,1%, cerca de 15 puntos porcentuales por encima dela tasa registrada en julio de 20198. En 2019 el Índicede Pobreza Multidimensional (IPM) ya resultabapreocupante para Bogotá, al pasar de 4,1% al 7,1% enapenas un año9. Teniendo en cuenta que algunas delas variables contempladas en este índice, como lasrelacionadas con salud, educación y trabajo, se estánviendo afectadas con la pandemia y el confinamiento,

8. Observatorio de Desarrollo Económico. (2020a). Boletín MercadoLaboral No.121. Septiembre 4 de 2020. Bogotá: Secretaría deDesarrollo Económico.9. DANE. (2020). Encuesta Nacional de Calidad de Vida 2018-2019. Bogotá: DANE.

Figura 1Distribución de casos de recuperados y fallecidos según estrato socio-económico

Fuente: SALUDATA. Observatorio de Salud de Bogotá (octubre 4 de 2020)

Figura 2Salidas de la gente durante el aislamiento según estrato socio-económico

Fuente: Encuesta de monitoreo al aislamiento. Alcaldía Mayor de Bogotá (agosto 21 de 2020)

7. Se calcula que las transferencias monetarias mitigan apenashasta el 40% del ingreso.

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Crítica Urbana

NOTA SOBRE LA AUTORAIsabel Duque Franco. Profesora del Departamento de Geografía de la Universidad Nacional de Colombia. Socióloga de esa Universidad yDoctora en Geografía Humana por la Universidad de Barcelona. Forma parte del Grupo de Estudios sobre la Problemática Urbano-Regionalen Colombia (Geourbe). Ha trabajado en la promoción y acompañamiento de procesos de planeación participativa, en escuelas deformación ciudadana y pedagogía política, así como en el fortalecimiento de las capacidades de incidencia de organizaciones sociales enBogotá y otras regiones de Colombia. Forma parte del equipo de redacción de Crítica Urbana.

10. Rivera, Mónica. (2020). El desalojo en medio de la cuarentenaen Altos de la Estancia. El Espectador, mayo 19 de 2020.Disponible en:https://www.elespectador.com/noticias/bogota/el-desalojo-en-medio-de-la-cuarentena-articulo-919986/

previsiblemente más personas han sido o seránempujadas hacia la pobreza durante este año.Asimismo, las desigualdades socio-económicas sehan agudizado y se evidencia un mayorempobrecimiento en determinados segmentossociales. Muestra de ello es la cantidad de hogares deestrato 3, considerado tradicionalmente como unsector de ingresos medios, que han requerido de losauxilios de renta básica y ayuda alimentaria;sumándose así a los estratos socio-económicos másbajos, también duramente golpeados por la crisis. Deotra parte, los problemas asociados a los déficitshabitacionales no solamente siguen sin resolver, sinoque están agravados por el surgimiento de nuevosasentamientos informales durante la cuarentena10.

Desde comienzos de septiembre se han idoflexibilizando las restricciones y la economía pareceestarse reactivando lentamente. No obstante, larecuperación social y económica, así como lasuperación de la brecha ahondada por la crisis, pasa,ahora más que nunca, por una política públicaambiciosa producto de la concertación entre el sectorpúblico, el privado y la ciudadanía.

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COVID-19 EN MÉXICO.UNA CURVA PLANA PARA UN SISTEMADE SALUD EN CRISIS

EULALIA RIBERA CARBÓ

“Las altas tasas de contagio y mortalidad por COVID-19 enMéxico han sido enfrentadas por un gobierno que ha enfocadosus estrategias a la disminución de la velocidad de la epidemia.El achatamiento de la curva epidemiológica pretendió ganartiempo para asegurar los servicios hospitalarios e iniciar lareconstrucción de un sistema de salud pública desmantelado porlas políticas neoliberales de más de treinta años.”

L 27 de febrero de 2020, las autoridadessanitarias de México y de la capitalconvocaron a una rueda de prensa. Sería laprimera de las que se han transmitidodiariamente por televisión abierta desde

entonces. La intención, como ahí se anunció, fue la detransmitir al país claridad técnica respecto a laactuación organizada del Estado nacional sobre elfenómeno pandémico1. México se había estadopreparando con anticipación, organizando protocolosde respuesta ante la inminente llegada del virus.Según un índice publicado por el Centro JohnsHopkins para la Seguridad de la Salud, el país ocupabael número 25 entre los países mejor preparados en elmundo para enfrentar la crisis sanitaria que provocaríael SARS CoV-22.

El reto era complicado. El sistema de salud públicatiene grandes rezagos después de más de 30 años deabandono y reformas en los mecanismos definanciación y provisión de servicios de salud por partedel Estado, propias de las reformas neoliberales deseis gestiones de gobierno consecutivas, y con cercadel 50% de la población viviendo en índices depobreza3. Pero la epidemia llegaba al empezar elsegundo año de gestión de un gobierno de signonuevo, con un proyecto de transformación enfocado,entre otras cosas, a restablecer las funciones de unEstado de bienestar.El 28 de febrero se ratificaba el primer caso importadode la enfermedad en la Ciudad de México. El 23 demarzo, con 367 casos confirmados, se decretaba laJornada Nacional de Sana Distancia4. Se suspendían las

1. https://www.youtube.com/watch?v=8Ah2nhOfl9M2. BBC News/Mundo, 29 de febrero 2020,https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-51684360

3. CONEVAL,https://www.coneval.org.mx/Medicion/Paginas/PobrezaInicio.aspx4. https://coronavirus.gob.mx/2020/03/23/conferencia-23-de-marzo/

E

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Crítica Urbana

actividades económicas consideradas no esenciales, secerraban todos los centros educativos del país ylugares de recreación, se cancelaban eventos masivosy se conminaba a la población a aislarse, con unacampaña titulada “Quédate en casa”. La Secretaria deSalud se dio a la tarea de reconversión hospitalariapara asegurar la atención de la población. Ochohospitales federales y los institutos nacionales desalud de alta especialidad fueron reconvertidos parcialo totalmente para atender a pacientes infectados y sinservicios de seguridad social en la Ciudad de México5.Se pusieron en marcha muchos hospitalesabandonados o a medio construir por todo el país,algunos en zonas rurales de alta marginación, seacondicionaron hospitales militares y se firmó unconvenio con nosocomios privados para la atencióngratuita de servicios de segundo nivel, con lo que seliberaron espacios en las instituciones públicas desalud para la atención de pacientes con la nuevaenfermedad6. Los hospitales COVID, que el 25 de abrilsumaban 654, el 27 de junio llegaban a 899, y habíansido contratados 45 000 profesionales de la saludmás en la nómina estatal7.Se repitió insistentemente que la sociedad debíacolaborar para lograr la mitigación de la infeccióncomunitaria, aplanar con ello la curva epidémica y asíevitar la saturación de los servicios de salud. Esa era lameta, mediante una reducción de la movilidad de almenos -65%, lo que se traduciría en una disminuciónsignificativa en la velocidad de los contagios. Sinembargo, no se impusieron medidas restrictivas a losciudadanos. En las conferencias diarias se repitió conperseverancia: las libertades civiles y los derechoshumanos no se violarían en aras de la salud pública8.La idea planteada fue que con los cierres de actividady espacios públicos se evitaría que la gente saliera decasa de manera significativa. El resto era un trabajo deconvencimiento para desplegar un ejercicio masivo desolidaridad.La respuesta ciudadana fue distinta en cada entidadfederativa del país. En la Ciudad de México, lasmayores reducciones se registraron durante lasegunda quincena del mes de abril, fluctuando entreel -60% y -80%. El 21 de abril, la cifra global dereducción en la movilidad en el país era de -67% y, a

principios de junio, la Ciudad de México se manteníaen la meta de -65%9. El 1 de junio, todavía durante elpico más alto de infección, se dio por terminada laJornada y se pasó a lo que se llamó “La nuevanormalidad”, con un manejo asíncrono regional de lapandemia, tutelado por el gobierno federal. Eraimpostergable buscar el equilibrio entre el cuidado dela salud y el sustento de la población. Se trataba dereabrir gradualmente actividades para hacer frente ala crisis económica y social, en un país en el que elempleo informal representa el 56.2% de la poblacióneconómicamente activa10.Las medidas de mitigación, lograron que el picoepidémico en el país tardara en llegar 123 días a partirdel registro del primer caso, en comparación, porejemplo, con España que lo alcanzó en 26 días, Italiaen 32 y Francia en 28, con mayor número de casospor millón de habitantes (véase gráfica de la Fig. 1)11.Con la disminución de la velocidad de la epidemia,traducida en una curva más plana de meseta larga, selogró que los hospitales no se saturaran, llegandodurante el acmé a un pico máximo de alrededor del80% de ocupación en algunos lugares12.La oposición política, y algunos sectores deacadémicos y científicos en el país han criticadoferozmente las estrategias sanitarias y económicasimplementadas, argumentando principalmente lanegativa contundente del gobierno al endeudamientopara solventar la crisis derivada de la pandemia; unapoyo insuficiente a la pequeñas y medianasempresas y el mantenimiento de programas depensiones y becas a los sectores más desprotegidosde la población; retraso y laxitud en las medidas deconfinamiento; falta de pruebas masivas a lapoblación; resistencia al uso obligatorio decubrebocas; ocultamiento de la realidad por elsubregistro en las cifras oficiales; y unos números deexceso de mortalidad que llegan a 122.765 entremarzo y agosto, lo que implica un aumento del 59%respecto de las expectativas13.

5. Cruz, Ángeles, “Supera México el reto de reconvertir hospitalesCovid”, La Jornada, 25 de junio de 2020,https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/06/25/supera-mexico-el-reto-de-reconvertir-hospitales-covid-7923.html6. Raziel, Zedryk, “Ejército ‘curará’ al pueblo, dice AMLO; militaresoperarán 31 hospitales para atender COVID-19”, Animal Político, 3 deabril de 2020, https://www.animalpolitico.com/2020/04/amlo-ejercito-hospitales-covid-19/; IMSS, Gobierno de México,http://www.imss.gob.mx/prensa/archivo/202004/2147. https://coronavirus.gob.mx/2020/06/28/conferencia-28-de-junio/8. https://coronavirus.gob.mx/2020/06/04/conferencia-4-de-junio/

9. https://coronavirus.gob.mx/2020/04/21/conferencia-21-de-abril/;Secretaría de Movilidad, Gobierno de la Ciudad de México,https://www.semovi.cdmx.gob.mx/tramites-y-servicios/transparencia/preguntas-frecuentes/preguntas-frecuentes-covid-19/movilidad-durante-la-emergencia-sanitaria-covid-1910. INEGI, 29 de abril de 2020,https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2020/trabajoNal.pdf11. Milenio, 14 de agosto de 2020,https://www.milenio.com/politica/coronavirus-mexico-tardo-123-llegar-pico-lopez-gatell12. https://coronavirus.gob.mx/2020/06/28/conferencia-28-de-junio/13. Stillman, Amy, “La cifra real de la tragedia: México reportó un excesode 122,765 muertes durante la pandemia”, Infobae, 7 de septiembre de2020, https://www.infobae.com/america/mexico/2020/09/07/la-cifra-real-de-la-tragedia-mexico-reporto-un-exceso-de-122765-muertes-durante-la-pandemia/

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El epidemiólogo Hugo López-Gatell, subsecretario dePrevención y Promoción de la Salud, convertido enpersonaje principal de la palestra pública durante losmeses de la epidemia en México, reitera latransparencia en la información reconociendosubregistros inevitables, la inutilidad de pruebasmasivas cuando se cuenta con proyeccionesestadísticas serias y, sobre todo, explicando cómo lascomorbilidades en un país con ¾ partes de lapoblación con sobrepeso y obesidad handeterminado el elevado número de muertes y hanconcentrado la carga de enfermedad en personas de30 a 54 años de edad14. El 27 de septiembre, alterminar la semana epidemiológica 38, eran 76,430las defunciones confirmadas, aunque algunos cálculoshablan de estimaciones de cerca del 50% por encimade la cifra oficial15.

El gobierno mexicano ha aprovechado las difícilescircunstancias epidémicas y de recesión económica,para poner en primer plano de acción la resolución deproblemas que ya estaban en su agenda, y parainsistir en su gravedad por falta de políticas públicasadecuadas de las administraciones anteriores.Adicciones, desprotección social de las trabajadorasdomésticas, violencia intrafamiliar, embarazoadolescente, enfermedades mentales y suicidios, ymovilidad urbana han sido explicados porespecialistas, junto con los programas implementadospara su atención, en las conferencias de prensa diariassobre COVID-19. El tema más tratado, por su relacióndirecta con la gravedad de la epidemia, ha sido el de lamala nutrición y las epidemias de obesidad ydiabetes, señalando que no son un asunto deresponsabilidad individual sino uno que requiere depolíticas de Estado integrales.El pasado 24 de septiembre, en plenas discusionessobre el manejo de la pandemia, México y susautoridades sanitarias recibieron un espaldarazo porparte de la Organización Mundial de la Salud. Elrepresentante del organismo de la ONU en el paísanunció un reconocimiento durante la conferencia deprensa vespertina, por la contribución de México para

Figura 1. Casos nuevos confirmados diariamente de COVID-19 por millón de habitantes.

Fuente: Our World in Data, University of Oxford, https://ourworldindata.org/coronavirus-data-explorer?zoomToSelection=true&country=MEX~USA~ESP~FRA~ITA~BRA~DEU&region=World&casesMetric=true&interval=smoothed&hideControls=true&perCapita=true&smoothing=7&pickerMetric=location&pickerSort=ascObservación: Aunque los subregistros en los números de casos confirmados varían de un país a otro debido, sobre todo, alas diferentes políticas de aplicación de pruebas masivas, este gráfico permite darse una idea más o menos aproximada ycomparativa del comportamiento de la epidemia en algunos países.

14. Cruz, Ángeles, “Supera México el reto de reconvertir hospitalesCovid”, La Jornada, 25 de junio,https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/06/25/supera-mexico-el-reto-de-reconvertir-hospitales-covid-7923.html15. https://www.youtube.com/watch?v=QnsNZrHnNR0; ZepedaPatterson, Jorge, “Lo que nadie sabía de la COVID-19”, SINEMARGO,27 septiembre 2020, https://www.sinembargo.mx/27-09-2020/3867146

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Crítica Urbana

NOTA SOBRE LA AUTORAEulalia Ribera Carbó es geógrafa por la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de Barcelona. Es profesora einvestigadora en el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora en la Ciudad de México. Sus proyectos y publicaciones sedesarrollan principalmente en las líneas de la geografía histórica y la historia urbana. Forma parte del equipo de redacción de Crítica Urbana.

enfrentar el problema de las enfermedades notransmisibles y por trabajar en aras de la coberturatotal del sistema de salud, con la aprobación ypróxima entrada en vigencia del etiquetado frontal deadvertencia de alimentos y bebidas procesadas, quese posiciona como el más avanzado del mundo, y“uno de los mayores logros de la salud pública deMéxico en los últimos tiempos”16.Habrá que esperar al final de la pandemia para poderhacer un balance más certero sobre el manejoepidemiológico en todo el mundo. Y queda pendientepara los geógrafos estudiar las dinámicas territorialesdel fenómeno. Analizar, por ejemplo, las relaciones delos indicadores de exclusión en las periferiasmetropolitanas con la movilidad y la intensidad de loscontagios, en sociedades altamente urbanizadas y

con crecimiento acelerado como México, que cuenta59 zonas metropolitanas, un 78% de poblaciónurbana17, y cerca del 50% de ciudadanos viviendo enniveles de pobreza. Como ha escrito RogérioHaesbaert, este virus “no tiene nada dedemocrático”18; se ha ensañado con la población delos espacios marginados y sin posibilidades deconfinamiento o distancia social.Por lo pronto, el gobierno mexicano parece haberlogrado los propósitos en los que puso la prioridad:aplanar la curva de la epidemia para asegurar lacobertura hospitalaria, y empezar la reconstrucción deun sistema de salud en crisis, en concordancia con susproyectos para acabar con un endémico problema decorrupción y restablecer las obligaciones del Estadocon el bienestar social.

16. Vergara Rosalía, “La OMS reconoce a México por etiquetadofrontal en alimentos”, Proceso, 24 de septiembre de 2020,https://www.proceso.com.mx/650048/la-oms-reconoce-a-mexico-por-etiquetado-frontal-en-alimentos ;https://www.youtube.com/watch?v=aOzp6JBb2KA

17.Guerrero, Carlos, “Implicaciones ambientales de la distribuciónterritorial de la población”, Información para la toma de decisiones:Población y medio ambiente, INEGI, 19 de febrero de 2015.18. Haesbaert, Rogério, “Reflexoes geográficas em tempos depandemia”, Espaço e Economia, año IX, n° 18, 17 abril 2020https://journals.openedition.org/espacoeconomia/11826

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SEGREGACIÓN URBANACOMO PROBLEMA DESALUD PÚBLICAFRANCISCO VERGARA PERUCICHJUAN CORREA PARRACARLOS AGUIRRE-NÚÑEZ

“La segregación urbana no representa mucha novedad paraquienes durante décadas han denunciado cómo los sistemascapitalistas de organización de relaciones sociales privilegian aciertos grupos de personas de la ciudad en desmedro de otros.”

N EL Área Metropolitana de Santiago, elíndice de disimilitud es de 0.6, lo que seconsidera muy alto; mientras en la mayoríade las capitales regionales el índice supera elfactor 0.5 que es considerado alto1. Así es

como diferentes fenómenos que se piensa queafectan a todos, tendrán mayor repercusión en zonasde menores ingresos2. Esto aplica para terremotos,catástrofes naturales, calidad de vida y, por supuesto,en caso de pandemia. El nuevo coronavirus de 2019ha permitido que más ojos vean una realidad drástica:la desigualdad es un problema sanitario y lasegregación residencial es una amenaza. La pandemiadel nuevo coronavirus ha sido eficaz en plantear laurgencia por repensar la organización de la vida

colectiva, antes de que otros fenómenos asociados alcambio climático nos lleven a la extinción.Lamentando la muerte de miles de personas por elCOVID-19, es momento de aprender de los errores yenmendar antes de repetir estrategias fallidas. Desdeel caso de Chile, una de las naciones más afectadasdel mundo por la pandemia, compartimos una miradaurbanística interdisciplinaria del problema.

Biopolítica del fracaso neoliberal: delestallido social a la crisis sanitariaEn un comienzo, el proceso biopolítico de control demasas3 fue un escenario ideal para el gobierno deSebastián Piñera, apremiado por una ciudadanía quedesde el 18 de octubre de 2019 (18-O) avanzaba haciasuperar el modelo neoliberal. La pandemia parecía unsalvavidas a la ideología del gobierno. Los millones depersonas en las calles se veían forzados a encerrarse,y la pandemia justificaba un régimen autoritario decontrol sobre lo público. La misma ciudadanía y los

E

1. El índice de disimilitud es una estimación de la desigualdistribución de grupos de población en el territorio, yendo de 0 (sinsegregación) a 1 (segregación absoluta). En este caso, la estimaciónse desarrolla a partir del nivel de escolaridad con datos del CENSO2017 y a nivel de zona censal.2. Févre and Tacoli, Coronavirus Threat Looms Large for Low-IncomeCities. IIED, 2020. https://www.iied.org/coronavirus-threat-looms-large-for-low-income-cities.

3. Peters, Michael A. “Foucault, Biopolitics and the Birth ofNeoliberalism.” Critical Studies in Education 48, no. 2 (2007):165–78. https://doi.org/10.1080/17508480701494218

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líderes de los movimientos sociales invitaban acuidarse, a quedarse en casa, a no salir a la calle. Elgobierno buscaba apoderarse del timón de la nación,extraviado en las propias contradicciones neoliberales,caracterizado por una nación donde la mayoría nopuede solventar el costo de vida. Remuneraciones detrabajadores desacopladas en un 31% de la inflación,el endeudamiento y la ausencia de un sistema deseguridad social eran parte de la crisis. Las marchascesaron y el confinamiento fue transformado en unarresto domiciliario, donde en amplias zonas de lanación durante las noches los militares tomaroncontrol del orden público. Para los nostálgicos dePinochet era el paraíso.

No obstante, las mismas causas que empujaron elestallido social agravaron la crisis en pandemia.Mientras otras naciones neoliberales paralizaban laeconomía, se endeudaban y fortalecían sus sistemasde seguridad social, en Chile, la ortodoxialibremercadista hizo agua al poco andar. El gobiernose resistió por semanas a una cuarentena, no dioseguridad a los hogares, no confinó los espacios conmayor intercambio de flujos y se actuó acorde a loque dictaba el capital financiero, hasta que se volvióinsolvente seguir en la porfía. Como mantraneoliberal, se escuchó a los empresarios y no aorganizaciones de base o gobiernos locales; sefocalizó la ayuda a grupos de bajos ingresos dejando

Figura 1. Exploración de tipologías domésticas para vivienda de 33m2 según modelotipo de proyectos inmobiliarios en la ciudad de Santiago.Fuente: Los autores.

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desprotegida la clase media. En el peak de labiopolítica, se permitió a empleadores mantener asus trabajadores eximiéndoles de la responsabilidadde pagarles el sueldo4. Todo esto ocurría mientrasdiversos expertos vociferaban que era urgente pasara la cuarentena total del país, indicando que en otrospaíses neoliberales, como Nueva Zelandia, esto habíasido exitoso y que con ello las actividadeseconómicas podrían retornar más rápido a su caucenormal. El dogma neoliberal hizo de Chile una lasdiez naciones con más contagiados por coronavirus anivel mundial. No hubo protección social, miles demuertes fueron evitables con planificación parareducción del riesgo de desastre. Como en muchasocasiones, el mercado aplicó la necropolítica5 enbusca de salvaguardar la rentabilidad del capital. Laspersonas tuvieron que recurrir a sus seguros dedesempleo y jubilación para solventar los gastosdurante la pandemia. La rabia del 18-O sigue,confinada por ahora; pero cada vez que el presidentePiñera realiza un discurso simultáneo en cadenas deradio y televisión, el ruido del caceroleo no dejaescuchar su voz. La biopolítica fracasó en calmar lacrisis neoliberal y es inminente un nuevo régimenconstruido sobre la solidaridad y una ciudad otra.

Durante la pandemia, durantemeses de personas mirandosus viviendas, la crisis de lacalidad espacial se haconvertido en una agendainevitable. Antes del estallidosocial, el mercado inmobiliariointentó naturalizar viviendasminúsculas como si fuesen unhábitat aceptable. ¿Qué tantose puede resistir al encierro enun espacio de 33m2? Unavivienda pensada para untrabajador y no un habitante,en un espacio constreñido,donde cuesta dar 20 pasoslineales seguidos, exponen lacrisis de la arquitecturaminúscula (Figura 1).En el papel, esta arquitecturaexiste porque el precio desuelo es muy caro y se buscaoptimizar la inversión6. Desdeel modelo económico deproducción de vivienda sejustifica el minusculismo

habitacional, pero entra en crisis en situaciones comouna pandemia, cuando el encierro durante mesesrevela la deficiencia de un espacio pensado para elrendimiento del capital y no para la vida cotidiana. Porotro lado, aquellas personas con el poder de comprapara acceder a mejores espacios, con patios o ampliasterrazas y sin hacinamiento, tuvieron más libertaddurante el confinamiento. Esto que se revela en lodoméstico, también ocurre a escala metropolitana.A escala del área metropolitana de Santiago, dondeexiste un alto nivel de segregación socio-residencial,el virus siguió una clara trayectoria por clases. Enmarzo de 2020, mes que marca el fin de lasvacaciones de verano, el COVID-19 entra a la ciudadpor el barrio alto (Las Condes, Providencia, SantiagoCentro y Vitacura principalmente), donde viven las

4. Ministerio del Trabajo y Previsión Social, Ley de protección alempleo por COVID-19, 2020.5. Mbembe. A, Necropolitics. Public Culture 15, no. 1 (January 1,2003): 11–40. https://doi.org/10.1215/08992363-15-1-116. Vergara-Perucich, José-Francisco, Felipe Encinas, Carlos Aguirre-Núñez, Ricardo Truffello, and Felipe Ladrón de Guevara.Contribución a la Economía Política de la vivienda en Chile. Santiago:RIL Editores, 2020.

Figura 2. Gráfico de expansión del virus en el ÁreaMetropolitana de Santiago a partir de grupos decomunas.Fuente: Los autores basándose en informes epidemiológicosdel Ministerio de Salud.

El espacio pandémico y lasecuencia de contagio

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personas de más altos ingresos; quienes tuvieroncontacto con personas contagiadas en aeropuertos ocentros turísticos. Con el pasar de los días, el virus semueve dentro de la ciudad y dado que el Gobierno nodeclara la cuarentena total, desde el barrio alto el viruscomienza a expandirse hacia el resto de las comunas.

En esto, es importante explicar que en Santiagoexisten un grupo de comunas atractoras porconcentrar empleo, comercio y servicios(principalmente Santiago Centro, Providencia y LasCondes) y otras comunas dormitorio, donde viven lostrabajadores. Entre mediados de marzo y fines de

Figura 3

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NOTA SOBRE L0S AUTORESFrancisco Vergara-Perucich es Doctor en Planificación para el Desarrollo por The Bartlett Development Planning Unit y Director del CentroProducción del Espacio de la Universidad de Las Américas.Carlos Aguirre-Núñez es Doctor(C) en Valoración Urbana por la Universidad Politécnica de Catalunya y Director de la Escuela deConstrucción de la Universidad de Las Américas.Juan Correa-Parra es Geógrafo por la Pontificia Universidad Católica de Chile e Investigador del Centro Producción del Espacio de laUniversidad de Las Américas.

mayo, la expansión del virus comienza a abandonarlas comunas de más altos ingresos (Las Condes yVitacura) y se comienza a concentrar en las comunasde menores ingresos, las más lejanas del centro de laciudad y donde existen además mayores condicionesde hacinamiento, allegados y peor calidad devivienda, con menos acceso a centros de salud ydonde los cuidados son más difíciles de llevar a cabopor las propias deficiencias urbanas y de la vivienda(Figura 2). Desde junio en adelante, el COVID-19 seasienta en estas comunas de menores ingresos,provocando muerte, enfermedad, aislamientos,desempleo, profundizando condiciones deprecariedad (Figura 3). De la misma forma, loscontagios se ven cada vez más correlacionados con elhacinamiento, síntoma de precariedad habitacional.Es el efecto que vectores incontrolables por elmercado producen sobre tejidos urbanos neoliberales.Por tanto, ante esta emergencia sanitaria, lascondiciones de segregación urbana agudizaron loscontagios, vulnerando el bienestar de la población.

Propuestas para una nueva constituciónNuestro diagnóstico es que la segregación urbana esun problema de salud pública y como tal deberesolverse en modo interdisciplinario en busca delbienestar general de la población, reduciendo el

riesgo de desastres sanitarios, sociales y económicos.Es urgente abandonar la política urbana basada enagregación de viviendas y espacios de tránsito parapasar a políticas integrales de reformulaciónsocioespacial. Este giro debiese ser parte de unanueva constitución donde la calidad de vida y lajusticia social se impongan por sobre la privatizaciónde los asuntos públicos. En concreto, planteamos quela vivienda y la gestión del suelo son asuntos públicosirrenunciables; su vulneración va contra los derechoshumanos.Proponemos una aproximación normativa: el Estadodebe ser garante de un territorio socialmenteintegrado, siendo el principal propietario de suelos yrestaurando el rol social de la propiedad paragestionar la organización territorial y generar tambiénun amplio banco de vivienda pública, resolviendo asíel efecto de la especulación inmobiliaria sobre elcosto de vida. Es decir, sacar el hábitat del mercado ylocalizarlo como una infraestructura clave para lanación. En la práctica, el estado deberá adquirir suelobien localizado y generar vivienda para reducir lasegregación. Es un gran desafío. Por ejemplo, paraeliminar la segregación en el Gran Santiago, sedeberían reubicar un millón de viviendas. Es urgentecomenzar.

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STE sentimiento de culpabilidad es un juegode espejos de mi mente inquieta. Así queluego caigo en cuenta de esa dinámica,recapacito y me tranquilizo. Igual no olvido lasinnumerables veces que soñé y deseé que

algo fuerte, duro y trascendental pasara en estemundo descontrolado, desquiciado y criminal. Desdeniño siento que algo va muy mal en este planetahermoso. Seguramente el problema radica y sesoporta en los mismos humanos, la especie humana,estos seres sin mente y ansiosos de poder y de pelea.Seres altaneros y poco elevados. Al fin y al cabo seres

LAS ABEJAS NOS DIERONALAS PARA SALIRDE LA PRISIÓN DISTÓPICADE LA CIUDADJEFFER CHAPARRO MENDIVELSO

“Hay que tener mucho cuidado con los sueños porque puedenconvertirse en realidad... En ciertos momentos me siento un pococulpable por la actual pandemia. Luego recuerdo que nadiepuede controlar a este mundo ni a las fuerzas de la naturaleza.Es una idea bastante absurda pensar que un deseo humano sehaga realidad a escala planetaria. Ningún terrícola controlará aPachamama jamás. Tan solo la Madre Cósmica podría ostentartal poder.”

E efímeros en el Cosmos; esto sí me tranquiliza ycomplace mucho1...Lo que en un principio parecía el apocalipsispaulatinamente dio paso a una situación menosfuerte pero no por ello despreciable. Jamás se meolvidarán y se borrarán de mi mente las caravanas dela muerte italianas, el pésimo manejo de los hogares

1. En este aspecto estoy muy influenciado por Nietzsche. Véaseespecialmente: Nietzsche, Fridrich. Sobre verdad y mentira ensentido extramoral y otros fragmentos de filosofía del conocimiento.Madrid: Tecnos, 1996, 120 p.

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Foto: Jeffer Chaparro

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geriátricos en España y las fosas comunes de NewYork que vi en las pantallas de las que dispongo.Imágenes asociadas al fenómeno potente del Homovidens2. Desde que decretaron la cuarentena estrictaen Bogotá, específicamente a partir del 25 de marzode 2020, duré aproximadamente un mes deconfinamiento total. Siempre desconfiando de laspantallas, los gobiernos, la biotecnología, lasfarmacéuticas, los ejércitos, las policías y hasta de loshospitales. La ciudad, el país y el mundo se volvieronmás caóticos e impredecibles de lo ya acostumbradoen las dos primeras décadas del tercer milenio delabsurdo calendario Vaticano3.Entre los sectores productivos vitales que no cerraronpor la pandemia, según el decreto presidencialcorrespondiente a la cuarentena, se encontraban lasactividades agropecuarias. Como sé leer, revisé lanormatividad por mi cuenta y unos grandes amigosdel campo, Víctor y Lorena, me alentaron a salir de laciudad. Desde niño he tenido un fuerte vínculo con elcampo. Y ahora como docente universitario4 esevínculo se ha estrechado. En mis prácticas de campo(2009 - 2019) hemos visitado muchas fincasproductivas, emprendimientos agropecuariosalternativos, terrenos permaculturales, cabildosindígenas, ecoaldeas y zonas despobladas. Hemosacampado cerca de la nieve, en altiplanos lacustres,valles secos, páramos, selvas húmedas y hasta en laplaya frente al mar. He caminado mucho. Hemoscaminado mucho por el territorio colombiano.Desde el año 2015 viajo con gran frecuencia alOriente de Cundinamarca, cerca de Bogotá. A partirdel año 2018, junto a Andrés y Johanna, hemosemprendido una aventura muy estimulante ygratificante en el campo: cuidar abejas para laprotección ambiental y para obtener en conjunto conellas: miel, polen, propóleo y cera, en especial paraautoconsumo. Más que un fin productivista nosinteresa la conservación ambiental y la investigaciónaplicada5. La iniciativa apícola se enmarcaba dentro delas excepciones a la cuarentena, por lo cual era posiblerealizar las revisiones técnicas a las abejas de manerapaulatina, con los correspondientes desplazamientosfuera de la ciudad de Bogotá. Es así que las abejas nosdieron alas para salir de la prisión distópica de la

ciudad. Quiero reconocer que en mi caso particularsentí muy poco la cuarentena asociada a la COVID-19.Nunca se irá de mi mente la felicidad queexperimenté al ver de nuevo el verde profundo de lasmontañas agrestes del Oriente de Cundinamarca. Mesentí muy feliz y contento al salir de la ciudad y alregresar al campo. Había pasado apenas alrededor deun mes de mi distanciamiento con la vereda,producto de la cuarentena, y ya extrañaba su aire, suviento, sus aves, sus quebradas, sus bosques, susinsectos... Las luciérnagas alumbrando por miles losprados en la noche. El ascenso de la luna llena desdeChingaza. Júpiter, Marte, Venus y Saturno apreciablesen la bóveda celeste a simple vista en ciertas nochesdespejadas. Las moras silvestres repletas de sabor. Ypor supuesto extrañaba a las abejas y las flores quevisitan.Salir de la ciudad parecía muy complicado durante lapandemia. Una situación realmente extraña. Pormomentos me sentí ensoñando planear la fuga de laprisión de Alcatraz6. Desde hace varios años sientoque la ciudad me atrapa al estilo de un hoyo negro: noescapa ni la luz. Aunque aprecio mucho los entornosurbanos, siento frecuentemente que retienen a lagente, en ocasiones a la manera de una cárceldisfrazada de democracia y oportunidades falsas7. Demanera obvia este sentimiento de confinamiento losentí más fuerte durante la cuarentena… Pero ademásme sentí más vigilado y monitoreado por elOrgasmatrón, por Canibalia, por el EstadoColombiano y por las multinacionales globales quetrafican con los datos personales de la gente que usaInternet8. Lamentablemente la ciudadfrecuentemente me parece asfixiante. La pésimacalidad del aire en Bogotá es solo una de las aristasdel problema.Al regresar a la montaña, luego de caminar menos deuna hora, noté la pérdida de estado físico a causa delencierro. Y por fin vi de nuevo las cajas de madera quecontienen las colmenas. Las abejas estaban en otromundo. Mejor dicho: Gaia, la Ecumene, esmultidimensional, y ello aplica al conjunto de la tramade la vida. Los humanos aterrorizados por un virus, lasabejas afectadas por la crisis ambiental global, peroellas trabajando sin miedo. El miedo se ha extendido

2. Sartori, Giovanni. Homo videns. La sociedad teledirigida. Madrid:Taurus, 1998, 159 p.3. Si asumiéramos como inicio del tiempo humano reciente lafinalización de la última glaciación planetaria, deberíamos iraproximadamente en el año 20000. En todo caso esta tambiénsería una decisión absurda.4. En el Departamento de Geografía de la Universidad Nacional deColombia.5. Andrés culminó su investigación de pregrado en IngenieríaAgrícola en la Universidad Nacional de Colombia a partir delemprendimiento con estas abejas.

6. En la línea de la película. Véase: Sieguel, Don. Escape fromAlcatraz. USA: Paramount Pictures, 1979, 1h 52min.7. Una importante investigación sobre la visión negativa de laciudad la realizó Horacio Capel (aunque no sobra señalar que éldefiende a la ciudad como un entorno muy importante para eldevenir de la humanidad). Véase: Capel, Horacio. Gritos amargossobre la ciudad. In Javier Maderuelo (Ed.). Desde la ciudad. Arte ynaturaleza. Actas del IV Curso, 1998. Huesca: Diputación de Huesca,Universidad Internacional Menéndez Pelayo, 1999, p. 95-132.8. Sobre este último asunto recomiendo mucho consultar:Snowden, Edward. Vigilancia permanente. Madrid: Planeta, 378 p.

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y ha infectado a la población mundial de forma tal vezmás fuerte que el mismo virus de la COVID-19. Elmiedo ontológico a la muerte… Ahora frente a todos.En las pantallas. En las calles de las ciudades. Miedomezclado con las pantallas de Internet que atrapancomo telarañas a los humanos9. Y mientras tanto lasabejas en su tarea: volar de flor en flor…Pero hay más sorpresas en este mundo intrincado yasombroso: algunas investigaciones recientesplantean que los apicultores no sufren de COVID-19a causa de la apitoxina y que los productos asociadosa las abejas disminuyen de manera sustancial elriesgo de contraer el virus10. Las abejas están en serioriesgo por la irresponsabilidad del sistema político-económico imperante en el mundo. La cosificaciónde la vida y el dataísmo, junto a la cienciaaniquiladora y sin alma, han dado origen alAntropoceno. Evidentemente todo está alimentadopor el crecimiento excesivo de la poblaciónplanetaria y su correlación con la expansión de lasciudades y los centros poblados11.

Aproximadamente desde hace una década tengouna intuición: el futuro de la humanidad pasa porregresar al campo y a la vida frugal y sencilla. Aunqueuna posible alternativa sería invadir de verde a lasciudades con jardines de hierbas medicinales,bosques comestibles, terrazas productivas y jabonesbiodegradables que no contaminen los ríos y losmares. Pero esto es demasiado fantasioso. Lasindemia actual12, madre de la pandemia por COVID-19, debería dar impulso a nuevas utopías que lehagan frente a las distopías de este milenio.La vereda en la que me encuentro no es el paraíso,pero es mucho más amigable y agradable que laciudad.¿Para qué sirve la geografía académica? ¿Cuál es lafunción real de las ciudades? ¿Es posible volar sinalas?

9. Chaparro, Jeffer. Telarañas digitales. Cavilaciones sobreciberespacios, proto-cíborgs y realidades aumentadas en espaciospúblicos. En Espacio público. Diseño, violencia e ilusiones urbanas.México D.F.: UNAM, 2020, 22 p (en prensa).10. Véase: Yang, Wei; Hu, Fu-liang; Xu, Xiao-feng. Bee venom andSARS-CoV-2. Letter to the Editor. Toxicon. Amsterdam: Elsevier, N°181, 2020, p: 69-70.https://doi.org/10.1016/j.toxicon.2020.04.105.

11. Aquí una discusión personal sobre estos temas: Chaparro, Jeffer.Territocracia: propuesta embrionaria para diseñar territoriostransparentes y respetuosos con la vida (capítulo 3). En: Ferreira,Alvaro; Rua, Joao; De Mattos, Regina. Produção do Espaço:Emancipação Social, o Comum e a Verdadeira Democracia. Rio deJaneiro: Consequencia, 2019, p: 73-99, 505 p.12. Desde mi perspectiva la actual pandemia es solo una pieza delrompecabezas denominado sindemia. Sobre este último conceptovéase: Lolas, Fernando. Perspectivas bioéticas en un mundo ensindemia. Editorial. Acta bioethica. Santiago de Chile: CentroInterdisciplinario de Estudios en Bioética, Universidad de Chile, vol.26, n° 1, mayo de 2020.https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1726-569X2020000100007

NOTA SOBRE EL AUTORJeffer Chaparro Mendivelso. Geógrafo y Doctor en Geografía Humana. Ha investigado sobre las tecnologías digitales, la educación no escolarizada,el turismo crítico, el antropoceno, la crisis ambiental, el cine, las comunidades neorurales y los grupos neoancestrales. Ha colaborado conorganizaciones sociales vinculadas a la educación sin escuela, la permacultura, la agricultura orgánica, la conservación ambiental y la restauraciónecológica. Es docente de la Universidad Nacional de Colombia y colaborador del portal de Geocrítica de la Universidad de Barcelona. Es miembrodel equipo asesor de Crítica Urbana.

Foto: Jeffer Chaparro

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ENTREVISTA: PLÁCIDO LIZANCOS

GARANTIZAR LOS SERVICIOSDE ARQUITECTURA A LASPERSONASCRÍTICA URBANA

"En los inicios del confinamiento en España, el pasado mes demarzo, surgió en Galicia la Clínica das Casas, una iniciativa de laEscuela de Arquitectura de A Coruña con el fin dar asistencia a laciudadanía para la mejora de las condiciones de habitabilidaden los hogares durante el confinamiento. Entrevistamos aPlácido Lizancos, director de la Escuela y miembro del grupo quepuso en marcha este servicio."

¿CÓMO UNA INICIATIVA DE ESTE TIPO LLEGA AQUIENES LO PUEDEN NECESITAR?En tiempos de reclusión, el principal camino parallegar a las personas que precisan el servicio de laarquitectura son las redes. Y no hablo solo de lasredes digitales, sino de las redes de ayuda, bien sea delas formales como las ONG o los servicios socialesinstitucionales, sino también las redes de ayudamutua.Una de las evidencias del confinamiento es que hahabido mucha gente que ya estaba confinada antesdel confinamiento: personas de edad, personas condisfuncionalidades y patologías incapacitantes,matrimonios monoparentales sin recursoseconómicos, inmigrantes alegales o simplementegente de tan baja capacidad económica que debíandesarrollar su vida en un ámbito social y espacial muy

limitado. En muchísimas de estas situaciones elaislamiento es también informativo y digital. Nopodíamos plantearnos llegar a estas familias a travésde los canales formales.

¿CUÁLES FUERON LAS PRINCIPALESNECESIDADES DETECTADAS DURANTE ELCONFINAMIENTO?Múltiples. Desde disfuncionalidades debidas a lanecesidad de utilizar la casa para actividades para lasque no había sido proyectada, dando lugar apatologías de orden funcional, hasta asuntos de saludy confort, como por ejemplo todas aquellascuestiones que se evidenciaron en los hogares concondiciones precarias de iluminación, ventilación oclimatización. Añadiría además una tercera familia desituaciones que son las relacionadas con la viviendacomo dispositivo de socialización. Durante la

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pandemia se puso al descubierto que la viviendadurante el confinamiento podía provocar, con surigideces y estrecheces, la perdida de la autonomíaindividual de las personas o de los subgrupos dentrodel grupo familiar. En ese mismo orden de cosas sepuso al descubierto la inexistencia o en su caso lamala calidad de los espacios colectivos de laedificación, muchas veces limitados a un estrechorellano en una escalera sin ventilación natural, a ungaraje en un sótano mohoso o a un vestíbulo sucio yoscuro en la planta de los trasteros. Imaginamoscuánto más llevadera podría haber sido la vida de laspersonas si todas estas situaciones hubieran estadoadecuadamente resueltas.

¿QUÉ VIVIENDAS NECESITAN MAYOR ATENCIÓN,LAS URBANAS O LAS RURALES?En el mundo urbano se acusa con diferencia laexistencia de viviendas, edificios y espacios urbanosde menor calidad. Y atención a este dato: en Galicia, aligual que en muchos otros lugares del Estado, cuandohablamos de vivienda rural o urbana debemos indicarque incluso en pequeños núcleos de población,alzados en entornos nítidamente agrarios, lasviviendas en tiempos recientes se han diseñado deacuerdo con los esquemas funcionales y espacialesdominantes, que son los urbanos. La construcción delespacio colectivo ha seguido los mismos patrones,importados desde la ciudad. Es así por lo quepodemos ver en minúsculos núcleos de poblaciónproblemáticas de habitabilidad precaria, pues, porejemplo, las viviendas se construyen en edificios enaltura, con sus habitaciones abriendo a minúsculospatios, pese a estar rodeadas de amplísimos paisajesagrarios. Es sorprendente, pero es una realidad.Otra problemática diferente es la de la infravivienda,que en la Galicia rural es más abundante; sin embargo,

algunas de estas situaciones quedan paliadas por lasredes de asistencia mutua, que en este medio suelenser vigorosas.

¿NOS PODRÍAS DAR ALGUNASRECOMENDACIONES PARA MEJORAR NUESTRASVIVIENDAS EN EL CONTEXTO DE COVID?No llamo a que nadie tome ahora una caja deherramientas y se ponga a derribar tabiques o aampliar sus ventanas o a colgar balcones nuevos ensus fachadas, tal como los medios de comunicaciónde masas insinúan. Creo que lo verdaderamenteimportante en este momento es que las personasmanifiesten públicamente cuáles son las condicionesen las que están viviendo y demanden políticas demejora. Esta atención deben reclamársela a lasautoridades, al mundo profesional, a la academia y almundo empresarial, incluyendo a la banca. Lavivienda fue una operación lucrativa, es hora de queese lucro se reinvierta y que las políticas públicaspongan a las personas en el centro. Esa es la triplerecomendación: visibilizar, programar y actuar.

¿CUÁLES SON LAS DIFICULTADES PARA PONER ENMARCHA UNA INICIATIVA DE ESTE TIPO?Todo trabajo social requiere crear confianza entre laspartes. Las personas usuarias de viviendas tienenmotivos más que sobrados para desconfiar de todo loque les venga de fuera.Y la otra gran dificultad es cambiar el paradigma.La vivienda es un derecho y como tal debe ser uno delos pilares del estado de bienestar y esto parece habersido olvidado por todos los actores, incluso,paradójicamente, por las personas usuarias.

¿QUÉ PLANES TENÉIS PARA EL FUTURO?Seguir trabajando hasta que el derecho a una viviendadigna esté consolidado y nadie se quede atrás.

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Crítica Urbana

ENTREVISTA: ÁNGEL MIRAMONTES

CARTOGRAFÍA PARACOMBATIR LA COVID-19EN GALICIACRÍTICA URBANA

"En marzo de este año se realizó en Galicia una convocatoriapública para realizar investigaciones que ayudaran a combatir lapropagación del virus. Uno de los proyectos ganadores fueGeneración de cartografía de riesgo del COVID-19 en losespacios urbanos y rurales de Galicia dirigido por el profesor dela Universidad de Santiago de Compostela Ángel MiramontesCarballada, acompañado por el miembro del equipo del proyectoJosé Balsa-Barreiro. En medio de su intenso trabajo, ÁngelMiramontes nos recibe y explica a Crítica Urbana."

¿QUÉ SE PROPONE COMO PROYECTO?Buscamos analizar la dinámica territorial de laCOVID-19 en Galicia a diferentes escalas. Realmenteel objetivo está claro, es analizar cuál es elcomportamiento espacial de propagación del virus dela COVID-19 en Galicia, a fin de conocer dónde selocalizan los principales focos de contagio, con quéfactores territoriales se relaciona, y cuáles son losespacios clave de actuación para frenar lapropagación. Esto porque entendemos que elseguimiento espacial del contagio a nivel multiescalardesde la micro urbana a la municipal es clave parafrenar la transmisión del virus en la actualidad y, de

ser el caso, adelantarnos al comportamiento espacialfuturo de posibles rebrotes del virus.

¿CÓMO SE REALIZA ESTE SEGUIMIENTO?Básicamente se trata de un proyecto GIS en el quecombinamos diferentes indicadores territoriales ysocioeconómicos con datos oficiales de la COVID-19de Galicia. Combinamos información territorial (datosdemográficos, infraestructuras, limitesadministrativos, etc., todo de fuentes oficiales) conlos datos de la COVID-19. Tras una serie de filtros yaplicación de algún algoritmo sencillo, realizamosuna cartografía. Pero, lo más innovador, lo másenriquecedor son los análisis que realizamos de esos

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mapas. De hecho, somos geógrafos, analistasterritoriales. Los mapas son importantes, pero lo esmás saber leerlos y aportar una tipología deinformación que de otro modo sería imposible omucho más complicado.

¿CUÁLES HAN SIDO LOS PRIMEROS RESULTADOSY HALLAZGOS?Uno de los primeros ha sido que el patrón dedistribución de la población en Galicia y las jerarquíasterritoriales determinan en gran parte la propagaciónde la pandemia. Esta cartografía, además de aportarinformación novedosa, nos permite confirmarrealidades que se dan por supuestas según laspropias características del territorio de Galicia. Comola concentración de la población y valoressocioeconómicos a lo largo del Eje Urbano Atlántico,la centralidad de las capitales provinciales orientales,etc. También temas de dispersión de losasentamientos de población, movilidad, hasta dóndellegan los límites de los focos…

¿SE OBSERVA UN PATRÓN DISTINTO DECONTAGIO URBANO-RURAL?Partiendo de la dificultad que existe entre los“límites” urbano-rural, sí apreciamos niveles depropagación diferentes entre las principales ciudades(considerando sus conurbaciones) y el resto delterritorio.

¿ES POSIBLE AFIRMAR QUE LAS ZONAS DONDESE CONCENTRAN LAS MENORES RENTAS SONLOS LUGARES MÁS AFECTADOS?Afirmar sí, generalizar no, ya que cada ciudad tieneuna estructura e idiosincrasia propia que debe seranalizada en cada caso particular. Dentro delproyecto estamos trabajando a múltiples escalas,hacemos un análisis de Galicia en conjunto, por áreassanitarias, de cada una de las 7 ciudades, ejemplos enel rural y a escala de trama urbana. Y en cada caso seanaliza según sus propias características territoriales.Por lo que temas como las rentas se ven másclaramente en alguna ciudad que en otra. Es unavariable más de las muchas que manejamos dentrodel proyecto.

¿QUÉ PUEDE APORTAR UNA INVESTIGACIÓNCOMO ESTA, QUE NO SEA EXCLUSIVAMENTEDESDE LAS CIENCIAS MÉDICAS?Es una herramienta que permite llevar a una toma delas mejores decisiones por parte de las autoridades.Un conocimiento que aporta la posibilidad deentender los patrones de propagación, predecir sucomportamiento espacial, y evaluar los riesgosderivados de los mismos previo a la toma dedecisiones óptimas y eficaces en cada momento.

Número de casos COVID-19 a escala de concello en Galicia.

Localización territorial e intensidad de un foco de casos deCOVID-19 en la ciudad de Ourense durante la primera ola.

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Crítica Urbana

CAMPAÑA

PROTÉGETE DEL RACISMOASOCIACIÓN AGARESO

AS CALLES de Santiago de Compostela lespiden este otoño a las y los viandantes quese protejan, pero no del Coronavirus, sinodel racismo. Ninguna raza o cultura esresponsable de la COVID y ninguna etnia

cumple más ni mejor las normas sanitarias, reza lacartelería que inunda las marquesinas, los busesurbanos y los edificios administrativos.Las emisoras locales secundan el mensaje concuñas publicitarias de esta campaña, Protégete delracismo, que le recuerda a la ciudadanía de la capitalgallega que los prejuicios culturales y raciales sonmentira y acaban volviéndose contra todas y todosnosotros.Es responsabilidad de todas y cada una de nosotrasluchar contra los bulos racistas, concluye estacampaña de sensibilización capitaneada por laUnidad de Atención a las Migraciones delAyuntamiento de Santiago y organizada por laCoordinadora Gallega de ONGD con la colaboraciónde la Asociación Gallega de Comunicación para elCambio Social (Agareso).El 8 de mayo de 2020, el Secretario General de lasNaciones Unidas, Antonio Guterres, dijo que lapandemia sigue desatando una onda de odio yxenofobia, buscando chivos expiatorios y fomentandoel miedo e instó a los gobiernos a actuar ahora para

L

“El Ayuntamiento de Santiago de Compostela y las ONGs unenfuerzas en una campaña contra el discurso del odio agravadopor la pandemia.”

Foto: AGARESO

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fortalecer la inmunidad de nuestras sociedades contrael virus del odio.Los ataques contra las personas de ascendenciaasiática se propagaron en todo el mundo en elcomienzo de la pandemia y, más tarde, los mediosy las redes sociales difunden en Galicia y en elconjunto del Estado falsos rumores sobre lasupuesta mayor expansión del virus entre lapoblación gitana o en bares “de ambiente latino”.El Consejo por la Eliminación de la DiscriminaciónRacial o Étnica denunció este tratamiento mediáticoracista, antigitano y xenófobo por parte de algunos

medios de comunicación con noticias sobre el origende la propagación de la enfermedad o supuestosincumplimientos de la cuarentena que aluden alorigen étnico, racial o nacional de las personasimplicadas.El Ayuntamiento de Santiago de Compostela hadecidido ponerse manos a la obra y unir fuerzas conlas ONGs de la ciudad para frenar el avance deldiscurso de odio ligado al Coronavirus, con estacampaña que ofrece todos sus materiales para ellibre uso de aquellas entidades locales que deseensumarse.

Link: https://www.agareso.org/es/que-hacemos/accion-social-es/protegete-del-racismo/

NOTA SOBRE LA AUTORÍALa Asociación Gallega de Comunicación para el Cambio Social (AGARESO) es una organización sin ánimo de lucro cuyo principal objetivo esutilizar las herramientas de comunicación para conseguir la Transformación Social, principalmente a través de proyectos de CooperaciónInternacional, de Educación para el Cambio y de Acción Social.

Imágenes de la campaña. Fuente: AGARESO

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STA VEZ se trata de una iniciativa privada, queha recibido el beneplácito de la prensatradicional santiaguina y de algunaspersonalidades del ámbito político y cultural, yque contempla la propuesta arquitectónica de

socavar en pleno corazón del Parque Forestal un cubode hormigón de 5 pisos con restaurantes, bares,estacionamientos, un mercado, amén de teatro yanfiteatro al aire libre. Justificaría esta intervención lanecesidad de reinstalar el Museo de ArteContemporáneo (MAC), que hoy ocupa parte delPalacio que alberga al Museo Nacional de Bellas Artes,situado en otro sector del Parque. Hemos expresadonuestro apoyo ciudadano al fomento de la cultura, elarte y la generación de espacios para ello. Lo que sepone en cuestión es que deba sacrificarse un parquecon valor histórico, patrimonial, cultural, que alberga

E

CAMPAÑA

EL PARQUE FORESTALNO ES UN TERRENO BALDÍORICARDO LOEBELL

“Estando aún limitados por las restricciones sanitarias y el toque dequeda impuestos en el contexto de la pandemia, vecinos/asresidentes de los barrios Lastarria y Bellas Artes, aledaños alParque Forestal de Santiago de Chile, nos hemos movilizado,intentando sensibilizar a las autoridades gubernamentales y poneren alerta a la opinión pública, en torno a lo perjudicial que sería darcurso a un nuevo proyecto que amenaza la esencia del Parque.”

“Este parque es algo más que un vacío disponible, y latentación de considerar los parques vacíos disponibles esmuy peligrosa. La civilización demoró mucho en abrir susespacios verdes en las ciudades y convertirlos en espaciosciudadanos donde realmente el que tenía la voz era elciudadano.”1

árboles plantados hace más de un siglo con ocasión dela celebración del primer centenario de la República, yque fue declarado zona típica, precisamente paraasegurar su protección.La presentación de este proyecto de carácterprivatizador del espacio público, se asocia de maneraestratégica a la necesidad de ampliar el Museo de ArteContemporáneo -tantas veces manifestada por sudirector-, dando a entender que el proyecto habríanacido de la iniciativa del Museo. Por otro lado, a través

1. Palabras expresadas por Pilar Barba, Directora del Departamentode Arquitectura de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de laUniversidad de Chile, en su exposición en el marco delconversatorio “Diálogos de arquitectura: Anteproyecto Museo deArte Contemporáneo (MAC) de la Universidad de Chile”, convocadopor el Colegio de Arquitectos de Chile y realizado virtualmente el 1ºde octubre de 2020.

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de la participación de coleccionistas, entre ellosinversionistas y gestores culturales, muy alejados de laidea de la preservación del patrimonio, se intenta dotaral proyecto de un cierto rebozo cultural. La iniciativa seacompaña de una campaña mediática y manipuladora,que ha provocado el efecto de distraer a la comunidaddel daño patrimonial irreparable que generaría estaconstrucción invasiva en medio del Parque Forestal. Enefecto, los yacimientos de raíces de sus árbolescentenarios terminarían siendo destruidos y con ello suecosistema.En palabras del arquitecto Francisco Herrera2 -quienparticipó en el conversatorio organizado por el Colegiode Arquitectos-, el Parque Forestal se ha convertido enun espacio emblemático de Santiago y del país, en sudimensión múltiple, histórica, cultural, morfológica,ecológica, política, social y, en fin, patrimonial. Es unaunidad de 17 hectáreas que se encuentra protegidacomo monumento nacional en categoría de zona típicay por el artículo 60 de la Ley de Urbanismo yConstrucción, porque se ha reconocido su alto valorestético, artístico, histórico y simbólico.A juicio del arquitecto, frente a este contexto deinnegable valor desde el punto de vista patrimonial, elmarco teórico internacional indica que todaintervención contemporánea no sólo debe apuntar a lapuesta en valor del conjunto patrimonial, sino quedebe sustentarse en conservar la integridad yautenticidad del mismo. Se debe promover lapreservación integral de la estructura y morfologíaurbana y paisajística, evitar impactar las áreas libres yespacios generales, evitar impactar en lascaracterísticas del medio natural, su morfología, los

tipos y usos de suelo, los cursos de agua, la vegetación(arbustos, etc.), los microclimas y en general lascaracterísticas ambientales que posee el lugar.Esta clase de embates al Parque no es inusual. Por ello,aún durante la cuarentena provocada por la COVID-19,la comunidad organizada se mantuvo alerta en relacióncon el avance del proyecto Línea 7 del Metro queconsidera originalmente una salida al costado delmonumento “Fuente Alemana”, intervención que,entre otras externalidades negativas, supone arrancaralrededor de 30 árboles. Además de afectar y alterar elsustento vital de raíces y micorrizas, debido a lasvibraciones por la circulación continua de los vagonesdel Metro en alta frecuencia. Las micorrizas trabajancomo un sistema de absorción que se extiende por elsuelo, con el fin de tomar el agua y nutrientes que laplanta necesita, como nitrógeno y fósforo,principalmente.Hace más de 10 años el alcalde de turno planeabasustituir los caminos de maicillo del Parque poradocretos, y las sucesivas administracionesmunicipales no sólo han dañado el arbolado con podasmutiladoras, y se han planteado la cuestión de darleotras utilidades al espacio, sino que de hecho hanautorizado toda clase de eventos incompatibles conlos usos naturales del lugar, generando dañosevidentes a su ecosistema.De igual manera, otros organismos del Estado hanbuscado hacer rentable este bien nacional de usopúblico, como fue el caso del bullado evento FormulaE, que dejó como saldo perjudicial, entre otros, larotura de la obra “Dédalo e Ícaro”, de la escultoranacional Rebeca Matte Bello.

Imagen actual del Parque Forestal. Foto: Ricardo Loebell

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Imágenes del Parque Forestal. Fotos: Archivo Crítica Urbana

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Hasta aquí, ha sido la ciudadanía organizada la que hasalido permanentemente en la defensa de esteespacio urbano, única que parece reconocerlo en susvalores esenciales y que sólo pide que sea un parque.Para hacer frente a quienes creen que este parque esun terreno baldío, un terraine vague, es decir, “espaciolibre abandonado a su suerte” o lugar de nadie y denada; para proteger los derechos de la comunidad antelas autoridades de la comuna de Santiago y evitar eldeterioro de esta zona típica e histórica, en defensa deluso recreacional “no invasivo” y equilibrado de estebien nacional de uso público, nos hemos constituidocomo Comité de Adelanto de preservación de lanaturaleza y patrimonio del Parque Forestal.Desde aquí intentamos poner en valor lo que el parquees en su esencia: un lugar de encuentro, un rincón denaturaleza en medio de la ciudad, cada día más densa;un jardín con árboles frondosos y flores, para pasear,leer un libro, hacer deporte y distraernos, que nonecesita programas ni atractivos que lo conviertan enotra cosa. Un espacio para todos/as, vecinos/as y gentede otras comunas que lo disfrutan, y que secomplementa con una oferta cultural de calidad, de losMuseos, Nacional de Bellas Artes (MNBA), de ArteContemporáneo (MAC), de Artes Visuales (MAVI), CentroCultural Gabriela Mistral (GAM), Centro de Extensión

Universidad Católica (CEUC), Biblioteca Nacional, Teatro“La Comedia”, Cine “El Biógrafo”, librerías, cafés,restaurantes y otros espacios de recreación.Según Juan Guillermo Tejeda, vecino y columnista de ElMostrador (5.10.2020), ‘lo que necesita el ParqueForestal, es preservar su belleza patrimonial, regular sususos, proteger y fortalecer sus instalaciones. Es unespacio largamente exitoso, y como ocurre a menudocon tales espacios, aparece la pasión de intervenirlo, nopara mejorar la vida de las personas, sino para queseres que no viven allí ni lo visitan mucho hagan subusiness. La ciudad no debiera seguir adelante con suscriterios de segregación y mercantilización yprivatización maníaca de los espacios públicos. Losespacios patrimoniales deben ser protegidos yadecuados a los usos actuales.’La permanente situación de conflicto en torno a losusos y destino del parque exige el reiterado gesto de laciudadanía, por hacerse oír, que se entienda, que a finde cuentas el Parque Forestal se origina como unespacio libre de utilidades y un oasis al resguardo de lacodicia inmobiliaria. Aquí debiera primar la ausencia denegocios y del tráfago urbano.Estas líneas pretenden ser un resumen de un haz devoces de vecinos/as que expresan con fuerza que elParque Forestal no es un terreno baldío.

Imagen del proyecto de nuevo Museo de Arte Contemporáneo. Captura de pantalla del Conversatorio delColegio de Arquitectos (Ver nota 1 de la p.46)

NOTA SOBRE EL AUTORRicardo Loebell [Santiago de Chile]. Ingeniero en cibernética, Univ. Técn. Dortmund. M.A. y PhD, Univ. Goethe, Frankfurt. Realiza proyectosde curatoría y museografía y es profesor en diversas universidades. Es miembro de la asociación “El Barrio que queremos” y del “Comité deAdelanto del Parque Forestal”, del que forma parte de la Junta Directiva.

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Crítica Urbana

"Barcelona, octubre de 2018. Jan tenía 31 años y llevaba 5 viviendo en un piso dealquiler en El Clot, muy cerca de Poblenou -el barrio obrero donde creció y vivió todasu vida- cuando recibió una carta que lo desahuciaba al cabo de pocas semanas.Los motivos para echarlo del piso no fueron muy claros; comentó la administraciónde la finca que “el dueño había perdido la confianza”. Además, el precio subiría demanera desproporcionada, así que lo mejor era que se buscase la vida."

FOTORREPORTAJE

JAN U OTRO CUALQUIERASÉRGIO LUCAS

Jan busca apoyo jurídico en una oficina pública para frenar su desahucio. Lo derivan a varios departamentos y lasinformaciones que le dan son contradictorias. Unos dicen que se puede quedar, otros que debería abandonar el piso.Barcelona 22 de octubre 2018.

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Para la generación de Jan, la “casa” todavía conserva un significado especial: es un lugar que testimoniainnumerables experiencias y fases de la vida. Un sitio cómplice de lo que vivimos y de lo que somos, pero, sobretodo, un refugio en tiempos adversos. Un lugar con el que se teje una relación simbiótica, por eso el uno perteneceal otro. Cuando uno siente que “esta es mi casa” o “yo soy de aquí”. ¿Pero será eso posible en una ciudad cada vezmás capitalista?Actualmente, la casa va perdiendo ese significado, ya no es un lugar al que se pertenece, en el que se echan raíces.La casa pasa a ser un techo provisorio adaptado al turismo, a la oferta y la demanda, y a la especulacióninmobiliaria que genera la gentrificación desenfrenada. En definitiva, la casa se transformó de puerto seguro enprisión económica.

Jan descuelga un cuadro en su casa todavía sin saber quedestino tendrá. Barcelona 29 de octubre 2018.

Desmontaje del patio. Jan y Gora (su perra) todavía no tienenclaro cómo será su futuro. Barcelona 29 de octubre 2018.

Mudanza a la furgo. Barcelona 30 de octubre 2018.

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Después de dejar el piso, Jan pasó a la vida nómada en lafurgoneta, alejado del sistema de las grandes ciudades.Tenerife, enero 2019.

Jan se prepara para dormir después de la cena en su nuevohogar. Tenerife, enero 2019.

Por su parte Jan decidió dar un paso al lado de las reglas del capitalismo. Por otro lado, el propio sistema lofuerza a hacerlo. Por eso decide vivir en su furgoneta y alejarse lo más posible de la metrópolis y sus reglas.Debido a la pandemia, tuvo que volver a Barcelona y confinarse en la casa de sus padres. Al final, no se puedeser nómada para siempre. Por cierto, Jan podría ser otro cualquiera.

NOTA SOBRE EL AUTORSérgio Lucas, es fotógrafo documental madeirense. Desde 2012 vive emigrado entre Italia, Argentina y España. Sus trabajos se caracterizanpor ser proyectos con temáticas sociales.

Vista del patio de Jan en una noche de Enero de 2019 en Tenerife.