ConVosotrosSemanario de la Iglesia en Ciudad RealDomingo, 7 de octubre de 2018Año XXXV – n.º 1874 – D.L.: CR-91/1988

Nombramientos sacerdotales

Con fecha 6 de julio de 2018

• Rvdo. Sr. D. Adriano Delgado Perea. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de Santiago de Ciudad Real vinculado preferente a la cura pastoral de la Parroquia Santa María del Prado.

• Rvdo. Sr. D. Isidro Manuel Martín-Consuegra Montealegre. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de Santiago de Ciudad Real vinculado preferente a la cura pastoral de la Parroquia Santiago, Apóstol.

• Rvdo. Sr. D. Pedro López de la Manzanara Nuñez. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de Santiago de Ciudad Real vinculado preferente a la cura pastoral de la Parroquia Santiago, Apóstol.

• Rvdo. Sr. D. Joaquín Gutiérrez Villar. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de Santiago de Ciudad Real vinculado

preferente a la cura pastoral de la Parroquia San Juan de Ávila. Moderador.

• Rvdo. Sr. D. Jaime Quiralte Tejero. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de Santiago de Ciudad Real, encargado de la Pastoral Juvenil de toda la U.A.P. y vinculado preferente a la cura pastoral de la Parroquia San Juan de Ávila.

• Rvdo. Sr. D. Luis Manzaneque Alberca. Adscrito con responsabilidades pastorales en la Unidad de Acción Pastoral de Santiago de Ciudad Real.

• Rvdo. Sr. D. Alfonso Cabezuelo cano. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de San Pedro de Ciudad Real. Moderador.

• Rvdo. Sr. D. Lorenzo Trujillo Díaz. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de San Pedro de Ciudad Real.

• Rvdo. Sr. D. Pablo Martín del Burgo Cabañero. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de San Pedro de Ciudad Real.

• Rvdo. Sr. D. Jesús Álvarez Alcaide. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de San Pedro de Ciudad Real.

• Rvdo. Sr. D. Juan Carlos Fernández de Simón Soriano. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral del Pilar de Ciudad Real vinculado preferente a la cura pastoral de la Parroquia Nuestra Señora del Pilar. Moderador.

• Rvdo. Sr. D. Felipe Muñoz Maldonado. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral del Pilar de Ciudad Real vinculado preferente a la cura pastoral de la Parroquia Nuestra Señora de los Ángeles.

• Rvdo. Sr. D. Antonio Ruiz Pozo. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de Santo

El obispo, monseñor Gerardo Melgar, ha firmado los nombramientos sacerdotales de este curso con varios cambios en las parroquias, especialmente en la capital, muchas de ellas ahora integrando Unidades de Acción Pastoral.

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Domingo, 7 de octubre de 2018CV

Tomás de Villanueva de Ciudad Real vinculado preferente a la cura pastoral de la Parroquia Santo Tomás de Villanueva. Moderador.

• Rvdo. Sr. D. Lorenzo Navarro García-Retamero. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de Santo Tomás de Villanueva de Ciudad Real vinculado preferente a la cura pastoral de la Parroquia San José Obrero.

• Rvdo. Sr. D. Francisco Guerrero González. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de Santo Tomás de Villanueva de Ciudad Real vinculado preferente a la cura pastoral de la Parroquia San Juan Bautista.

• Rvdo. Sr. D. Antonio González Villén. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de San Pablo de Ciudad Real. Moderador.

• Rvdo. Sr. D. Fernando García-Cano Lizcano. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de San Pablo de Ciudad Real.

• Rvdo. Sr. D. Oscar Palomo Novalbos. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de Malagón vinculado preferente a la cura pastoral de la Parroquia Santa María Magdalena. Moderador.

• Rvdo. Sr. D. Amós Damián Rodríguez de Tembleque Serrano de la

Cruz. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de Malagón vinculado preferente a la cura pastoral de la Parroquia Santa Teresa de Jesús.

• Rvdo. Sr. D. Vicente Fernández-Espartero González-Mohíno. Párroco de la Unidad de Acción Pastoral de Villarta de San Juan.

• Rvdo. Sr. D. Antonio Ruiz GaRcía. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de Los Montes vinculado preferente a la cura pastoral de las Parroquias San Sebastián de Porzuna, San José de Las Peralosas y Cristo Rey de El Tricheto. Moderador.

• Rvdo. Sr. D. Carlos FeRReRo MoReno. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de Los Montes vinculado preferente a la cura pastoral de las Parroquias Nuestra Señora de Consolación de Alcoba de los Montes, Santos Felipe y Santiago de Fontanarejo y Santa Quiteria de Santa Quiteria.

• Rvdo. Sr. D. Miguel Francisco Moraleda Jiménez. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de Los Montes vinculado preferente a la cura pastoral de las Parroquias Nuestra Señora del Carmen de El Robledo y Nuestra Señora de Guadalupe de El Torno.

• Rvdo. Sr. D. José Manuel Medina Porrero. Párroco de la Unidad de

Acción Pastoral de Argamasilla de Calatrava.

• Rvdo. Sr. D. Juan Antonio Ruiz Rodrigo. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de San Juan Bautista de Puertollano vinculado preferente a la cura pastoral de la Parroquia San Juan Bautista y la capellanía del Hospital Santa Bárbara. Moderador.

• Rvdo. Sr. D. Jean Baptiste Gahamanyi. Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de San Juan Bautista de Puertollano vinculado preferente a la cura pastoral del Hospital Santa Bárbara y de las Parroquias San Esteban Mártir de Mestanza, La Inmaculada Concepción de Solana del Pino, San Ildefonso de Hoyo de Mestanza y San Antonio de Padua de Solanilla del Tamaral.

• Rvdo. P. Fr. Rafael Carmelo Márquez Megía, OSST. Párroco in solidum de la Parroquia de Santa Quiteria, Virgen y Mártir, de Alcázar de San Juan.

Con fecha 11 de septiembre de 2018

• Rvdo. Sr. D. Jesús Álvarez Alcaide. Ecónomo Diocesano.

• Rvdo. Sr. D. Vicente Díaz-Pintado Moraleda. Delegado Diocesano de Vida Consagrada.

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Solemnidad deSanto Tomás de Villanueva

El próximo 10 de octubre ce-lebraremos en toda la diócesis la solemnidad de santo Tomás de Vi-llanueva.

El santo, que nació en Fuenlla-na y creció en Villanueva de los Infantes, es el patrono principal de nuestra Iglesia. Por este motivo, y para revitalizar esta celebración, el próximo miércoles el obispo presi-dirá una procesión a las 12:00 horas

en el entorno de la Catedral, pasan-do después al templo para celebrar la eucaristía. Es el deseo de don Gerardo «institucionalizar oficial-mente la celebración solemne de la Eucaristía en la S.I.B Catedral de Ciudad Real», de manera que santo Tomás haga que nos sintamos más Iglesia unida, que recemos juntos y pongamos bajo su amparo nuestro quehacer pastoral.

10 de octubreCatedral de Santa María del Prado

12:00 horas

Carta de nuestro Obispo

Domingo, 7 de octubre de 2018CV

Hasta hace no mucho tiempo hablar del mes de octubre como el «mes del rosario», era algo que entendía

todo cristiano y no extrañaba a na-die, porque la práctica del rezo del rosario era una experiencia que se vivía en muchas, por no decir en la mayoría de las familias cristianas.

Hoy, si las familias cristianas tu-vieran que explicar a otras que no lo son en qué consiste dicha práctica, seguro que encontrarían serias difi-cultades para hacerlo, por no decir, que no lo lograrían; porque ya se desconoce, porque ya en las fami-lias cristianas tampoco se practica el rezo del rosario.

La familia no reza el rosario, no porque esta práctica haya dejado de tener validez, sino porque ya no se reza ni el rosario ni otro tipo de ora-ciones en familia.

Nuestras familias ya no rezan juntas como familia. Es más, cuando la madre o la abuela rezan, lo hacen cuando están solas, cuidando que no esté el resto de la familia delante para no molestar, para que los otros no se sientan mal, como si rezar fue-ra algo que la familia y en la familia cristiana se debiera ocultar.

El rosario, como lo fue siempre, sigue siendo una oración válida y

valiosa, y los que solemos rezarlo lo sabemos, pero para poder entender y descubrir su sentido, antes debe-mos recuperar el valor de la oración en familia, descubrir lo valiosa que es como experiencia para los hijos. A través de la oración los hijos van a tener una experiencia de fe, expe-

riencia esta, que va a tener una im-portancia grande para toda su vida como creyentes.

Cómo olvidar aquella estampa en la que el padre o la madre dirigía el rezo del rosario y los hijos, unas veces más formales, y otras menos, porque éramos críos, pero rezába-mos, nos dirigíamos a María, una y

otra vez, hasta las cincuenta avema-rías que componen los cinco miste-rios. Por cincuenta veces le decíamos juntos los mismos piropos a la madre del cielo, la llena de gracia, la felicitá-bamos porque el Señor está con ella, la llamábamos bendita porque ha sido elegida entre todas las mujeres, y le agradecíamos el fruto de su vien-tre: Jesús.

También le pedíamos por noso-tros, que nos sabemos pecadores, no solo ahora en esta vida, sino que so-licitábamos su auxilio en la hora de nuestra muerte.

Queridos amigos, queridos cris-tianos: tenemos que recuperar la ora-ción y la oración en familia y, por qué no, el rosario en familia. No importa que a veces nos distraigamos y des-pistemos, pero si sabemos que esta-mos piropeando a nuestra madre y que le estamos pidiendo su amparo y

ayuda, con ello tiene más que c u mpl ida su misión el rezo del rosario.

La pérdida de esta práctica del rezo del rosario en familia nos hace

ver no solo eso, nos hace entender que no es el rosario lo que no reza-mos, porque, como dicen algunos, resulta muy monótono y nos distrae-mos y no sabemos lo que decimos. El problema auténtico es que no reza-mos, que la oración no tiene impor-tancia hoy para tantos que se llaman cristianos y que, no es que no recen el rosario, es que no rezan nada.

La oración en familia, sea del tipo que sea, es un signo claro de que se es una familia cristiana, porque el que reza es que cuenta con el Señor; pero si no se reza, Dios ha dejado de tener en nuestra vida la importancia que le corresponde.

Amigos y familias cristianas: mi-rémonos por dentro, fijemos nuestro pensamiento y nuestros ojos en nues-tra familia y analicemos si la oración tiene o no tiene importancia para nosotros, porque su realidad o su ausencia es el barómetro de nuestra fe, de nuestra identidad de cristianos y de lo importante o no importante que está siendo Dios en nuestra vida y en nuestra propia familia.

La familia no reza el rosario, noporque esta práctica haya dejado de tener validez, sino porque ya no se reza ni el rosario ni otro tipo de oraciones

Mes de octubre, mes del rosario

El rosario, como lo fue siempre,sigue siendo una oración válida y valiosa, y los que solemos rezarlolo sabemos

Director: Miguel Á. Jiménez Salinas • Edita: Delegación MCS c/ Caballeros, 5 13001 Ciudad Real. Tel.: 926 250 250 • Correo: comunicacion@diocesisciudadreal.es

Salterio y Lecturas bíblicas para la semanaIII Semana del Salterio. Lunes Gál 1, 6 – 12 • Lc 10, 25 – 37 Martes Gál 1, 13 – 24 • Lc 10, 38 – 42 Miércoles Santo Tomás de Villanueva, obispo Is 61, 1 – 3a • 1Tim 6, 6 – 12.17 – 19 • Lc 12, 32 – 34 Jueves Gál 3, 1 – 5 • Lc 11, 5 – 13 Viernes 1Crón 15, 3 – 4.15 – 16;16, 1 – 2 • Lc 11, 27 – 28 Sábado Gál 3, 22 – 29 • Lc 11, 27 – 28

Domingo, 7 de octubre de 2018CV

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• ENTRADA. El Seño nos reúne para celebrar la eu-caristía, memorial de su muerte y resurrección. Nos entregamos juntamente con Él al Padre, haciendo de nuestra vida ofrenda de alabanza a Dios y de servicio a nuestros hermanos.

• 1.ª LECTURA (Gén 2, 18 – 24). El libro del Génesis nos presenta el origen de la pareja matrimonial sobre el fundamento de una unidad indisoluble. Hombre y mujer tienen el mismo origen y un fin común.

• 2.ª LECTURA (Heb 2, 9 – 11). La pasión de Cristo no es un fin en sí misma, sino el camino hacia la resurrec-ción y la salvación plena. Ha padecido la muerte para el bien de todos.

• EVANGELIO (Mc 10, 2 – 16). Dios ha creado al ser hu-mano hombre y mujer y, en su unión matrimonial, uno y otro se enriquecen y complementan mutuamente. La unión es sagrada y nada, ni nadie, la puede separar.

• DESPEDIDA. Terminamos la celebración de la euca-ristía y somos enviados a testimoniar nuestra fe. Aquí hemos podido compartir el pan del Señor. Que este primer domingo de mes, día de Cáritas en nuestras parroquias, sirva de acicate para nuestro compromiso con los más necesitados.

S. Roguemos a Dios con humildad y confianza: — Para que la Iglesia, esposa de Cristo, sea fiel en su amor

y aparezca ante el mundo como luz que alumbra en las tinieblas. Roguemos al Señor.

— Para que el mundo sea la casa común donde todos puedan vivir en paz y armonía. Roguemos al Señor.

— Para que todos podamos comprender el significado de la unión matrimonial, pensada por Dios como proyección de su amor eterno y universal. Roguemos al Señor.

— Por todos los trabajadores, empleados o empresarios: para que el trabajo les dignifique y haga un mundo más próspero y justo . Roguemos al Señor.

— Por todos nosotros: para que nuestras vidas manifiesten el gozo de sentirnos amados por Dios, y vivamos nues-tra fe con alegría. Roguemos al Señor.

S. Que sepamos, cada día, reforzar los lazos de amor que nos unen a Ti y a los demás Por Jesucristo nues-tro Señor.

XXVII Domingo del Tiempo Ordinario (ciclo B)Moniciones Oración de los fieles

Para la celebración Por Antonio Ruiz Pozo

CantosEntrada: Creo en Jesús (CLN/274) Salmo R.: Que el Señor no ben-diga todos los días de nuestra vida (LS) Ofrendas: Este pan y vino (CLN/H4) Comunión: Donde hay caridad (CLN/O26) Despedi-da: Estrella y camino (CLN/316)

En la Eucaristía —mediante la Palabra que nos ilumina y el Pan que nos alimenta— recibimos la fuer-za necesaria para romper el círcu-lo de nuestro egoísmo y abrirnos así a la necesidad ajena. Y también en ella experimentamos la imprescin-dible compañía para hacer de la ca-ridad un compromiso comunitario, que vaya más allá de nuestras con-veniencias e intereses y enmiende nuestros errores y debilidades.

La eucaristía es «el pan de ca-ridad», que brota del amor miseri-cordioso de Dios Padre que nos re-gala lo mejor que tiene: a su propio Hijo Jesucristo que, entregando su vida, se convierte en alimento que da nueva vida y crea lazos de fra-ternidad.

Sólo el pan puede expresar en toda su profundidad el sentido de ese amor. También la caridad, como el pan, busca atender la necesidad del empobrecido a través del sacri-ficio personal. El que ama se desvi-ve por el otro y se convierte en pan que da vida.

Ciertamente somos grano, inclu-so podemos convertirnos en harina mediante el esfuerzo y la valía per-sonales. Pero necesitamos del agua bautismal, que nos hace hijos, y del fuego del Espíritu Santo, que nos consagra como guardianes de nues-tros prójimos, para que seamos real-mente como panes partidos y com-partidos.

La participación eucarística transforma nuestros pequeños ges-

tos de ayuda en manifestación visi-ble de una verdadera comunidad de hermanos. Así, la solidaridad es an-tesala de la caridad fraterna.

Si nuestras caridades se desgaja-ran de la celebración eucarística per-derían su capacidad de convertirse en signos de compartir fraterno. Por-que el objetivo no es sólo ayudar al pobre sino acogerlo como un herma-no necesitado, que también nos enri-quece con su presencia.

Efectivamente, el modelo de la ca-ridad no se parece a un almacén de alimentos que repartir sino a una cena de amigos que compartir, donde lo importante es gustar no tanto de los manjares cuanto de la compañía y conversación de los comensales. Ahí radica su carácter eucarístico.

Enraizados en la Eucaristía

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Números de cuenta de Cáritas

Con Caridad, en el primer domingo de mes