conversación y ciudadanía el proyecto medellín se toma la...
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Conversación y ciudadanía
El proyecto Medellín se toma la palabra. Descripción de la experiencia.
Natalia María Echeverri1,
Eduardo Domínguez Gómez2
Edilson Bustamante Ospina3
Palabras claves: Comunicación pública, comunicación para el desarrollo, cualificación de
la opinión, ciudadanía, participación ciudadana, opinión pública.
Introducción.
En este capítulo se describe la experiencia de Medellín se toma la palabra, un proyecto de
la alianza entre la Alcaldía de Medellín y la Universidad de Antioquia que busca
incrementar el interés de los ciudadanos por los asuntos públicos y a la vez, mejorar sus
competencias para el diálogo. La cualificación de la opinión pública se constituye en una
condición indispensable en la comunicación para el desarrollo, toda vez que habilita al
ciudadano para el ejercicio de la participación, ampliando su comprensión de las dinámicas
del territorio que habita y la sociedad a la que pertenece.
El proyecto Medellín se toma la palabra fue presentado el 30 de julio de 2013 y desde esa
fecha despliega estrategias de comunicación masiva y dirigida a los habitantes de la ciudad.
En este documento se describen los fundamentos conceptuales que le dan soporte al
proyecto, las estrategias y las reflexiones que se han producido a partir de los temas
abordados.
Resumen
Medellín se toma la palabra es un proyecto de la alianza Alcaldía de Medellín y
Universidad de Antioquia mediante el cual se busca incrementar el interés de los
ciudadanos por los asuntos públicos y sus capacidades para el diálogo colectivo. El
1 Gerente del proyecto. Comunicadora Social. Especialista en Gestión Humana. 2 Validador académico, Historiador. Profesor titular, Universidad de Antioquia, Facultad de Comunicaciones.
3 Ph.D en Comunicación en Salud. Coordinador. Profesor ocasional, Facultad de Comunicaciones,
Universidad de Antioquia. Coordinador General del Proyecto
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proyecto contempla estrategias masivas y dirigidas desde las cuales se posiciona
la conversación como la base de la democracia.
En su primera fase el proyecto está abordando los temas de ética y legalidad, vida y
convivencia, equidad y ciudadanía. Con microprogramas de radio y televisión, contenidos
en medios masivos, estrategias digitales, encuentros de ciudad y un grupo de
dinamizadores, el proyecto pretende que los ciudadanos amplíen su comprensión sobre
estos temas y visualicen su responsabilidad en la trasformación de su entorno.
La democracia es diálogo y acción
El diálogo es la base de la democracia. O en palabras de Germán Franco Díez, “la
democracia es la conversación pública”4. Expresar nuestras ideas y opiniones en escenarios
de encuentro con otros ciudadanos, nos permite crear responsablemente las
transformaciones que deseamos para la sociedad. Esto es, ser ciudadanos modernos que
aprendemos a conversar en un clima de confianza donde usamos de forma inteligente la
información, las emociones, los argumentos, los desacuerdos y celebramos la pluridad de
miradas (MONEDERO, 2009: 56).
Todos los ciudadanos, sin importar la edad, el oficio o el estrato, tenemos responsabilidades
en el desarrollo, y nuestro papel se cumplirá mejor si conocemos y entendemos lo que pasa
en el territorio. “Nadie quiere lo que no conoce” dice la sabiduría popular y muchos de
nosotros vivimos en una ciudad que no entendemos, que no desciframos, con unos
problemas y potencialidades que no están claros en nuestra mente.
No basta con ver los noticieros, hablar desde lo que hemos visto o de lo que nos han
contado. Necesitamos saber mucho más de nuestro entorno para dejar de pensar, actuar y
hablar desde el desconocimiento, desde “la ignorancia que nos trae sugestionados” como
canta Rubén Blades.
La propuesta del proyecto, Medellín se Toma la Palabra, es ampliar las comprensiones y
reanimar la conversación como base de las relaciones entre los ciudadanos, porque la
4 Taller de asesoría al proyecto en septiembre de 2013
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democracia más que un decreto y la sustancia de una carta constitucional, es una
forma de vincularnos. Mediante diferentes herramientas pedagógicas y de
comunicación, ponemos a circular temas que nos permitan sumergirnos en un
conocimiento más preciso de la ciudad que habitamos y desde ahí, transformar nuestros
pensamientos y actuaciones con el propósito colectivo de hacer de Medellín un mejor lugar
para vivir.
Desde otra perspectiva, queremos avivar la pasión de las personas por el discurso, por la
palabra que las conecta desde la emoción y el argumento, con el entorno y los
conciudadanos. Podemos citar a Daniel Prieto Castillo que en su libro La Pasión por el
Discurso,
llamo pasión por el discurso a la capacidad de emocionarse ante sus formas, de sentir la
fuerza del lenguaje, de crear y recrear imágenes, de reir con las palabras, de proyectar
universos posibles e imposibles, de estallar en una metáfora imprevista, de encontrarse,
reconocerse en una expresión (1996: página 13).
Para bien o para mal de todos, cada ciudadano es constructor de la ciudad que habita. Todo
lo que una persona piensa, dice y hace va creando una realidad a su alrededor. El ama de
casa en su familia, el empresario en su organización, el sacerdote desde su parroquia, el
estudiante con sus amigos y protestas, el político en su entidad, el desempleado y el
empleado, el policía, el desmovilizado, el recluso, las víctimas. Cada quien es responsable
de una historia privada que al combinarse con las demás se convierten en la historia misma
de la ciudad. Por eso decimos que Medellín es lo que cada uno y todos hagamos de ella.
Bertolt Brecht, citado por Cristóbal Peláez Director del Teatro Matacandelas en su
Novenario para la novena Fiesta de las Artes Escénicas, sostiene que
El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los
acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan,
de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El
analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la
política. No sabe que de su ignorancia política nacen la prostituta, el menor abandonado, y
el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las
empresas nacionales y multinacionales.
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El habitante de la ciudad que no se atreve a tomar partido, a disentir, a pactar, a
decidir, no alcanza la ciudadanía. Es un citadino, pero sus fundamentos éticos
fallan porque no conoce hasta dónde puede llegar su libertad y dónde empieza la de
los demás. La escritora española Adela Cortina, citada en el artículo “Construir Ciudad es
tarea de todos” de la edición digital de El Colombiano del 7 de julio de 2013, lo llama ética
cívica. "Es importante cultivar una amistad cívica, para que la gente se dé cuenta de que
están construyendo juntos una sociedad. Darle poder a otro para que pueda llevar su vida
adelante. El mandamiento fundamental de la ética moderna es el de no dañar, no
instrumentalizar a otros y sí empoderarlos". Desde Medellín se toma la palabra queremos
empoderar a las personas para que ejerzan el poder que representa una ciudadanía en favor
de la vida, del bienestar.
En otras palabras, si queremos construir una nueva historia para la ciudad, tenemos que
hacerlo desde de la vida misma de los ciudadanos. Si cada persona la comprende mejor,
conversa de ella y se hace responsable de transformarla desde los escenarios que habita
cotidianamente, tendrá el poder de llevar su vida adelante porque será una orientadora más.
Tal es el propósito del proyecto Medellín se toma la palabra. Por eso decimos que
Conversando nos entendemos: porque a partir del diálogo, los desacuerdos y los pactos,
comprendemos mejor al otro que comparte conmigo la ciudad y la entendemos mejor.
Nuestra tarea es construir con los ciudadanos -valiéndonos de diferentes medios masivos y
materiales didácticos- conocimientos que nos permitan comprender mejor nuestra ciudad;
abrir espacios para la conversación en torno a esos conocimientos, donde se puedan
enriquecer las posturas individuales desde diferentes miradas. De esta manera las personas
contarán con mayores competencias para ejercer responsablemente su ciudadanía, se
fortalecerá el tejido social desde la confianza y la cooperación y Medellín tendrá una
opinión pública más ilustrada y activa.
La importancia de conversar
Desde el lenguaje se establecen todos los vínculos del ser humano. Los gestos, las caricias,
las palabras, la música, el baile, el cine, los grafitis, la fotografía son lenguajes mediante los
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cuales uno conversa con uno mismo, con los otros y con el mundo. Es esa
comunicación la que nos hace seres humanos (MATURANA, 1996: 39).
En Medellín se toma la palabra vemos una oportunidad de reanimar la conversación
entre los ciudadanos con temas que nos unan en el propósito de transformar nuestras vidas y
nuestra ciudad para entendernos, establecer acuerdos y saber en qué no estamos de acuerdo,
definir horizontes hacia los cuales queremos proyectarnos. Es una oportunidad de fortalecer
nuestra capacidad argumentativa, porque
Se argumenta para aprender, para esclarecer los problemas — quizás no para resolverlos—,
por el gusto de debatir. En la argumentación “quien pierde, gana”. Gana quien más corrige
sus ideas, quien más se renueva, quien más aprende; en suma, quien más se ve persuadido.
(FRANCO, 2012: 18)
Podemos afirmar que solo a través del diálogo permanente es posible que se validen los
intereses de todos los actores sociales, que cada quien exprese lo que desea lograr y a partir
de eso, busquemos acuerdos en función del bienestar colectivo, de lo público, de la
dignificación de la vida como propósito de ciudad.
Cuando se suprime el diálogo, cuando no nos comunicamos, unos pocos deciden por todos.
Impera la ley del más fuerte y al poder se accede mediante luchas donde la mayoría salimos
perdiendo. Pero también es cierto que, cuando la gente se conecta entre sí en función de un
propósito, es capaz de grandes transformaciones y de democratizar el poder (MATHEWS,
1994: 257).
Es posible que hayamos asistido a tertulias, debates o conversaciones informales donde
cada quien habla de la ciudad sin conocimiento. Incluso, manifestamos optimismos o
desesperanzas extremas sin suficiente comprensión de las realidades. Hablamos de “lo que
creemos que es verdad”, de “lo que me contaron”. Así mismo, elegimos a nuestros
gobernantes según lo que creemos que necesita la ciudad, persuadidos por campañas
publicitarias y ruido propagandístico.
Restaurar la confianza
El silencio entre vecinos, la negación al diálogo, nos hace perder la confiabilidad mutua. Y
esta debilidad de confianza lleva con facilidad al desprecio. Buscamos otra vía: la
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restauración. Una de nuestras invitadas al Comité Editorial del proyecto, Luz
Gabriela Gómez, consultora empresarial y docente universitaria, afirma que el
activo mayor para alcanzar la necesaria coordinación de acciones impuesta por la
vida en sociedad, es la capacidad de diseñar conversaciones productivas. Personas, equipos
y organizaciones controlan la incertidumbre del mundo contemporáneo y aprenden a
identificar las flexibilidades propias del multiculturalismo y la globalización. Entonces, en
todos los escenarios de la organización social, mundo del trabajo y mundo de la vida, el
centro de gravedad es la palabra. Y como efecto directo, la confiabilidad que se propicia en
la vida cotidiana de las organizaciones, empieza a constituirse en la emocionalidad esencial
que determina el juego de permanentes interacciones entre las personas. Esa confianza,
esencial ya para la supervivencia, el bienestar, la productividad y el desarrollo; está
necesariamente determinada por las competencias conversacionales: hablar, escuchar,
emitir juicios, disentir, acordar, cumplir las promesas, administrar el silencio, etc.
Por eso la conversación debe continuar. El diálogo tiene que ser permanente. No se trata de
conversar hoy y listo, pensar que ya hablamos demasiado. Cada día tendremos nuevos
temas sobre los cuales conversar, porque la vida nos ofrece retos para solucionar juntos
cada día, uniendo voluntades y acordando caminos. Mientras estamos vivos necesitaremos
conversar con los otros para seguir construyendo conectados la ciudad donde queremos
vivir.
La cualificación de la opinión
Los medios masivos de comunicación tienen la posibilidad de impulsar los cambios
sociales y culturales. Con su capacidad de mediar entre la realidad que vive directamente
cada persona y las realidades colectivas de la ciudad, se han convirtiendo en divulgadores,
críticos y analistas de ideas colectivas.
Muchas de las ideas que tenemos han sido tratadas por los medios masivos de
comunicación. Las preguntas que surgen con frecuencia son ¿hacia qué cambios nos
orientan los contenidos que recibimos de los medios?, ¿qué comprensiones sobre la ciudad
están promoviendo? Para responderlas queremos que los medios masivos de comunicación
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también se tomen la palabra participando en las instancias de diseño del
proyecto y que traten los temas que proponemos en la dinamización de las
conversaciones ciudadanas.
De los reeditores o mediadores de la conversación
Existen ciudadanos líderes en sus ambientes de actuación. Gente que por su oficio o su
personalidad tiene la capacidad de convocar a otros y motivarlos a conversar. A esas
personas, nosotros los llamamos reeditores, actúan como facilitadores de la conversación
que proponemos, dinamizando conversaciones en sus espacios de actuación y promoviendo
la participación de otras personas en los encuentros virtuales y presenciales.
Los reeditores conocen los intereses, la manera de hablar y de relacionarse de los grupos
con los que trabajan. Por eso, tienen la capacidad de facilitar la conversación de manera que
los temas tratados se hagan comprensibles y cobren sentido en el diario vivir.
En Medellín se toma la palabra invitamos a hombres y mujeres de diferentes sectores de la
ciudad, que cuentan con escenarios propios para la discusión de los temas a que motiven
la deliberación y participación ciudadana. Este es un grupo de voluntarios que no recibirán
remuneración. Serán estimulados mediante certificación institucional de su participación y
los espacios de encuentro y formación con el equipo de trabajo del proyecto. Se
identificarán también reeditores virtuales que puedan movilizar el debate mediante
herramientas digitales.
La Alcaldía y la Universidad de Antioquia
El modelo de comunicaciones de la administración actual de Medellín, desde donde cobró
vida Medellín se toma la palabra, busca ir más allá del suministro de información acerca de
los hechos positivos de gobierno. El reto es tramitar una comunicación pública para la
ciudadanía, que promueva, facilite y desate procesos de movilización hacia la construcción
de propósitos comunes de sociedad.
Medellín ha tenido significativos avances en los procesos de participación; diferentes
proyectos claves para el empoderamiento del ciudadano. La meta es mantener escenarios y
procesos permanentes de deliberación que permitan una democracia participativa,
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pluralista, conversacional, decisoria, incluyente y diversa, con la intervención de
ciudadanos críticos y propositivos (FRIEDRICH, 1966: 54).
Se trata de consolidar la participación como elemento sustantivo de la democracia y
estrategia movilizadora de los bienes públicos, los valores cívicos, sociales y políticos de
nuestra sociedad, promoviendo una nueva cultura política como soporte del buen gobierno,
en un marco de relaciones de complementariedad entre las instituciones de la democracia
representativa y la democracia participativa (DAHL, Robert A. 1993: 386)
Todo esto a partir de acuerdos, alianzas y acciones en la organización, los territorios y los
actores sociales, donde cada ciudadano tenga el interés, la formación y la posibilidad de ser
un coprotagonista responsable, de la mano de una institucionalidad moderna e innovadora,
buscando juntos el desarrollo humano integral.
La Universidad de Antioquia, durante sus 210 años de existencia como el proyecto cultural,
social y político más importante de la región, ha promovido este modo de Democracia.
Como epicentro de grandes aportes a la construcción del país en aspectos fundamentales
como medicina, educación, ingeniería, literatura, ciencias agrarias, deporte, filosofía,
derecho, artes o comunicaciones, encontró pertinente la invitación y se unió al propósito,
asociándose con la Alcaldía para darle forma a este modelo de conversación colectiva,
aportando su rigurosidad y experiencia en el desarrollo de proyectos de comunicación
pública donde valida su reputación, demuestra su capacidad de convocatoria y pone en
circulación sus conocimientos.
Dependencias que operan el Proyecto
El proyecto Medellín se toma la palabra es posible gracias a un convenio
interadministrativo de la Alcaldía de Medellín y la Universidad de Antioquia. Desde la
Alcaldía, la dependencia que lo lidera es la Vicealcaldesa de Educación, Cultura,
Participación, Recreación y Deporte, específicamente la Secretaría de Participación
Ciudadana. Por su parte, en la Universidad de Antioquia es liderado por la Facultad de
Comunicaciones desde el Parque de la Vida.
El Objetivo general
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Medellín se toma la palabra busca contribuir a que los habitantes de la ciudad
incrementemos nuestro interés y capacidad para conversar sobre temas de
desarrollo colectivo. Queremos promover y ampliar espacios de disertación
calificada, propicios para que los ciudadanos nos pronunciemos frente a lo que vemos
inconveniente y las posibles soluciones, y sobre lo que vemos acertado y cómo proyectar su
afirmación. Promocionamos la palabra y el ejercicio democrático de concertaciones y
disensos.
¿Con qué contribuimos?
Desde el objetivo general del proyecto, consideramos que nuestra contribución al desarrollo
social, se dirige a:
1. Contar con ciudadanos más interesados en lo público: con conciencia de su rol y su
papel en la construcción de la ciudad, con sentido de corresponsabilidad y mayor
capacidad argumentativa.
2. Información de calidad: socializar, mediante diferentes estrategias de comunicación y
pedagogía, información que contribuya a cualificar la opinión pública y a fortalecer los
conocimientos de nuestra realidad circundante en Medellín.
3. Nuevos lenguajes, nuevos actores: enriquecer la conversación con diferentes
lenguajes expresivos (fotografía, cine, palabra escrita y oral, artes plásticas, música,
teatro) y buscar la participación de personas que tradicionalmente no se vinculan a
estos proyectos.
4. Confianza: donde los participantes en el proyecto evidencien que pueden opinar
porque tienen información, escenarios e interlocutores vinculados en el interés por lo
público y el respeto por el debate.
5. Ampliar la democracia: desde la promoción de la comunicación pública en nuestra
ciudad, se entiende la democracia como una conversación de lo colectivo, una manera
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de relacionarnos para la consolidación de nuevas formas de ciudadanía a
partir de información cualificada, escenarios para la deliberación y
participación ampliada. No buscamos “la solución” porque no existe una.
Estamos ante la posibilidad de inaugurar nuevos comportamientos y explicaciones que
modifiquen la trayectoria y los argumentos para que la acción y la conciencia de todos
nosotros contribuya a volver realidad el Estado Social de Derecho Participativo.
Cronograma del proyecto
Primera etapa: junio a diciembre de 2013
En esta etapa los enfoques de la conversación que el Comité Editorial decidió abordar son:
- Ética y legalidad
- Vida y convivencia
Segunda etapa: enero a junio de 2014
Enfoques de la conversación:
- Equidad
- Ciudadanía
Ruta de acción del proyecto
Para el desarrollo se creó un Comité Técnico, instancia encargada de validar las estrategias
que hagan posibles los objetivos del proyecto, que midan los alcances logrados y
propongan nuevos retos. Este Comité Técnico está conformado por:
- La Vicealcaldesa de Educación, Cultura, Participación, Recreación y Deporte.
- El Secretario de Participación Ciudadana.
- El Coordinador, la Gerente y el Validador académico del proyecto.
- Un delegado de la Secretaría de Cultura.
- Un delegado de la Secretaría de Comunicaciones.
- Un representante de Medellín Ciudad Inteligente.
- El interventor del proyecto.
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A continuación se describe la ruta de acción que sigue el proyecto en cada uno
de los ciclos de conversación con la ciudadanía:
1. Elección de un enfoque para la conversación: un Comité Editorial (30 líderes de la
ciudad, representantes de ONG`S, medios de comunicación, organizaciones
ciudadanas, empresarios, académicos y funcionarios públicos), proponen los temas
centrales de conversación que consideran prioritarios para contribuir a cualificar la
opinión pública. Los cuatro enfoques elegidos para la primera y segunda etapa son:
Ética y legalidad; Vida y convivencia; Equidad; Ciudadanía.
2. Investigación periodística: el proyecto realiza una investigación sobre el estado del
tema en la ciudad para aportar puntos de reflexión, historias, preguntas clave que
provoquen la conversación y contribuyan a la cualificación de los criterios de
conversación. Los periodistas que han liderado las investigaciones son:
Ética y legalidad: Juan Diego Restrepo
Vida y convivencia: José Guarnizo
Equidad: Manuela Lopera.
Ciudadanía: Gonzalo Medina.
Estas investigaciones son asesoradas por el profesor Eduardo Domínguez Gómez, asesor
académico del proyecto.
3. Diálogo con Comité Editorial: el Comité Editorial del proyecto realiza un
conversatorio sobre el tema para enriquecer la investigación periodística y nutrir la
base conceptual desde la cual se elaborarán las herramientas de comunicación y
didáctica.
4. Producción de herramientas de comunicación y didáctica: a partir de la
investigación periodística, se elabora un material para que los ciudadanos conozcan
mejor el tema, se interesen en él y conversen alrededor de la reflexión propuesta. Este
material se pone en circulación en medios masivos y medios dirigidos.
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Dentro de este material se cuentan:
Programas de televisión
Bajo el género épico se registra, en microprogramas de cinco minutos de duración, la
historia de un personaje de la vida real que afronta retos y dificultades en una situación
problemática. El microprograma pone en evidencia cómo desde la vida cotidiana se
asumen los temas de conversación propuestos, desde diferentes ópticas y posturas,
promoviendo siempre el enriquecimiento del diálogo público. Los espectadores pueden
sentirse identificados o confrontados por la historia del personaje y las preguntas que
se van proponiendo como dinamizadoras de la conversación. Los microprogramas son
emitidos por Telemedellín y se usan también como material educativo dentro de los
encuentros del proyecto.
Dentro del paquete de televisión también se están produciendo:
Dos programas institucionales que explican el proyecto y sus propósitos. De 5
minutos cada uno.
Un documental por cada dos temas de conversación, de 30 minutos cada uno que da
cuenta del desarrollo del proyecto.
Programas de radio
Reconocemos también el potencial de la radio como medio de conexión entre los
ciudadanos por su facilidad de penetración y accesibilidad. De cada uno de los temas
de conversación se están produciendo cuatro microprogramas (de 2 a 5 minutos) desde
diferentes géneros (crónica, reportaje) y cuñas radiales, con un tono convocante que
aproxime la reflexión a la cotidianidad de las personas.
Material didáctico
De cada uno de los temas de conversación se diseñan juegos, impresos, elementos
simbólicos y montajes teatrales que contribuyen a la dinamización de la reflexión y su
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acercamiento a la comunidad. Este material también se hace con versiones
digitales para su publicación y uso desde la web.
Gestión de prensa
Atendiendo la capacidad de colectivización que tienen los medios, el proyecto busca
que sus contenidos circulen de manera permanente bajo dos estrategias:
1. Cualificación del criterio editorial: buscamos que los periodistas accedan a la
información que genera el proyecto (investigación y conversaciones ciudadanas)
como forma de fortalecer su criterio para el manejo de las noticias y el cubrimiento
de los temas de interés público. Para ello producimos boletines de prensa,
reportajes, crónicas, testimonios, informes especiales que entregamos a los medios
de comunicación. También realizamos conversaciones con los periodistas en las
que podamos tener interacción directa.
2. Pauta en prensa: el proyecto dispone de recursos para la publicación de avisos en
prensa escrita y cuñas radiales.
Medios digitales y redes sociales
Bajo el entendido de que el internet opera como un conjunto descentralizado de redes
al que hasta hace algunos años ingresábamos únicamente para obtener información y
que hoy nos permite ser usuarios y generadores de contenidos al mismo tiempo,
Medellín se toma la palabra se propone llevar la conversación ciudadana a la web 2.0.
Nuestro propósito es aportar a la construcción de una comunidad de usuarios
interesados en conversar sobre lo público. Es un proyecto de conversación ciudadana
real y virtual, donde queremos la participación de ciudadanos críticos y propositivos
corresponsables de la transformación de la ciudad.
Bajo este propósito el proyecto cuenta con los siguientes recursos digitales:
Micrositio informativo: http://parquedelavida.com/medellinsetomalapalabra.
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Facebook: Medellín se toma la palabra
Twitter: Yotomolapalabra
Boletín virtual: se envía mensualmente a los actores de interés clave en el
proceso con reflexiones y noticias breves. Incluye textos, imágenes y audio.
Sistematización y Evaluación
Se están recogiendo y analizando las conversaciones desplegadas en los espacios de
encuentro y mediante las estrategias mediáticas y digitales, de manera que se cree una
memoria del diálogo ciudadano.
Por otra parte, el proyecto contempla una evaluación cuali-cuantitativa donde se
involucran indicadores de gestión, resultado e impacto. Para ello se han construido
diferentes formatos de evaluación, dentro de los cuáles se tiene una encuesta de
evaluación y satisfacción, aplicada en cada uno de los encuentros, una relatoría y una
bitácora de observación. También se tiene previsto realizar unos grupos focales con
actores estratégicos con el propósito de validar y profundizar los resultados
intermedios del proyecto; se están realizando algunas entrevistas con actores claves
que nos permitan, en una segunda etapa, sistematizar la experiencia del proyecto.
5. Gestión de facilitadores
Los facilitadores, llamados técnicamente en el modelo macrointencionado de
comunicación5 como reeditores, operan como un equipo de ciudadanos aliados en la
5 Documento titulado "La comunicación y la movilización social en la construcción de bienes públicos",
preparado por José Bernardo Toro A. y Martha C. Rodríguez G., y publicado por el Banco Interamericano de
Desarrollo. El modelo macrointencionado plantea que la comunicación macro-intencional parte desde una
convocatoria hecha por un productor social, dirigida a re-editores sociales determinados, a través de redes de
comunicación directa, apoyada en medios masivos y orientada a generar modificaciones en los campos de
actuación de los re-editores en función de un propósito colectivo.
La convocatoria a un imaginario social es el primer paso hacia la creación de un interés colectivo, hacia la
creación de certezas compartidas. Por ser toda movilización una convocatoria de voluntades, la comunicación
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promoción y apropiación de temas de interés colectivo que usan la investigación
periodística y el material de comunicación y didáctica para dinamizar la
conversación en sus escenarios (trabajo, vivienda, estudio, gremio, medio de
comunicación, entre otros). Nuestra meta es consolidar un grupo de 50 facilitadores que
mantengan activa la conversación. Con los facilitadores se realiza un encuentro al inicio de
cada ciclo de conversación en el cual se les presenta la investigación periodística y se les
entrega el material didáctico con el cual pueden dinamizar las conversaciones.
6. Encuentros de ciudad
De cada tema se realizan ocho encuentros de ciudad en diferentes lugares del territorio. En
cada encuentro se desarrolla el tema central con un enfoque lúdico y pedagógico de manera
que se logre despertar el interés de diferentes actores sociales. La metodología que se está
privilegiando para la conversación es la del world café o café del mundo en la que se activa
la inteligencia colectiva a partir de un espacio seminformal de conversación en mesas
circulares a partir de preguntas provocadoras del debate.
7. Encuentro central
Es un evento para entregarle a la ciudadanía el resultado del proceso de cada ciclo, en el
cual se hace un recuento de cada una de las temáticas con reflexiones, actores, vivencias,
productos, dejando claras las contribuciones de Medellín se toma la palabra, para que los
invitados puedan establecer su posición y compromisos frente a los temas.
8. Alianzas estratégicas
Mediante la asociación con otros proyectos y entidades con los que compartimos el
propósito de contribuir a cualificar la opinión pública, se despliegan estrategias de
conversación. El propósito es que el proyecto logre la suficiente apropiación por parte de la
ciudadanía de manera que se sostenga en el tiempo, que este tipo de conversaciones se
que le es propia debe ser de la misma naturaleza, este es un aspecto fundamental. La convocatoria debe surgir de
la naturaleza y forma del imaginario y de los propósitos que propone la comunicación.
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instalen en la cotidianidad de las personas y no dependan de la voluntad política
institucional para su continuidad.
Ética y legalidad, desarrollo del primer ciclo de conversación
El primer ciclo de conversación que se llevó a cabo en el proyecto abordó el tema de ética y
legalidad. En la investigación periodística se eligieron los siguientes enfoques para su
desarrollo:
- La cultura del “avispado” con la cual en ocasiones se asocia y se exalta al paisa y
que valida la trampa, el pasar por encima del otro, aprovecharse de las
circunstancias sin respeto por la ética y la norma.
- Tensión entre eficiencia legal e ilegal: percepción ciudadana sobre los resultados del
accionar de las instituciones legales frente a los grupos irregulares.
- La tributación: ¿pagar, pagar poquito o no pagar?.
- La informalidad, espacio de ilegalidades.
- La tramitomanía y su relación con la ilegalidad
- Grupos armados ilegales e institucionalidad
- El atajo como rasgo cultural que determina algunas conductas ciudadanas.
El texto completo de la investigación puede ser consultado en
www.parquedelavida.co/medellinsetomalapalabra.
Con esta investigación se produjeron los siguientes recursos didácticos:
- Cartilla con el texto completo de la investigación
- Librillo con un resumen didáctico de la investigación acompañado de preguntas
dinamizadoras de las conversaciones.
- Infográfico con los elementos clave del tema y un diagramación que facilita su
lectura.
También se produjeron ocho microprogramas de televisión, presentados en los encuentros
y emitidos por Telemedellín.
Conclusiones parciales.
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A partir de las conversaciones sostenidas en los encuentros, El Comité Técnico
aprobó el siguiente texto:
Terminada la primera fase del proyecto, con el tema de reflexión: “Ética y
legalidad”, es posible afirmar que estamos en la senda acertada para cumplir los objetivos
que nos propusimos en esta alianza. Y que estos objetivos son apropiados para el momento
que vive la ciudad. La sesión realizada en Ruta N el 16 de octubre, con un centenar de
personas en el auditorio, así lo demostró. Distintos participantes ratificaron la urgencia de
promover y ampliar espacios de disertación calificada, propicios para que los habitantes de
la ciudad se pronuncien frente a lo que ven inconveniente y las posibles soluciones, y sobre
lo que ven acertado y cómo proyectar su afirmación.
La propuesta de conclusiones sobre estos primeros diálogos fueron muy bien recibidas y
apoyadas, esto indica que debemos seguir en la promoción de la palabra y del ejercicio
democrático de concertaciones y disensos.
El valor de sentir vergüenza
El título es una frase pronunciada por una persona participante en los diálogos realizados
que promueven la comunicación pública en nuestra ciudad, fortalecen los conocimientos de
nuestra realidad circundante en Medellín, la capacidad argumentativa de los habitantes
hacia nuevas formas de ciudadanía y permiten identificar modos de vivir sin abusos, sin
violencia, sin miedo, sin cohibición. La frase sintetiza la necesidad ética más apremiante
entre nosotros.
Después de presenciar los diálogos sobre “Ética y legalidad”, nutridos con la
investigación presentada por el periodista Juan Diego Restrepo, con datos muy
significativos acerca de cómo se comprenden ambos valores en nuestra ciudad, es posible
concluir que Medellín se encuentra ante una disyuntiva: mantener la dinámica que trae
favorable a una sociedad del miedo y del desprecio (HONNET, 2011: 139), o darle curso a
los nuevos síntomas de una restauración democrática y participativa.
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La situación heredada se caracteriza, entre otros elementos, por los siguientes
síntomas de horror:
1. Los comportamientos de una buena parte de los habitantes se han
transformado durante las últimas cuatro décadas al ritmo impuesto por el
fortalecimiento de la economía del narcotráfico y su capacidad de corrupción.
Valores como la honradez, la solidaridad, el respeto y el progreso han caído bajo el
signo pesos, y tienen cotización. La perspectiva tiende a agravarse si comprobamos
que hasta los niños de seis y siete años ya tienen pautas de conducta chantajistas y
de amenaza en su vida cotidiana.
2. El consejo dado por matronas antioqueñas del siglo XIX “Consiga plata mijo y
consígala honradamente, pero si no se puede honradamente, consiga plata mijo”
ha pasado de ser chiste a consigna, a un objetivo que buena cantidad de personas
acepta como recurso natural en un mundo donde la ley del más fuerte en la oferta y
la demanda impone su ritmo azaroso.
3. La irrupción de la gran masa de dinero proveniente de negocios con drogas ilícitas,
el control ilegal del efectivo desde la extorsión, los paga diario, las pirámides, etc.
ha permitido que sus beneficios impregnen distintas actividades sociales y
económicas y los beneficiarios externos opten por el silencio cómplice, explicando
que el dinero es el dinero y no pregunten por sus orígenes. Lo importante es la
ganancia. La Industria, el comercio, la banca, la construcción, no han demostrado
la suficiente valentía para cerrarle sus puertas, y cuando se han atrevido, el nuevo
capital se ha abierto paso a sangre, tortura, chantaje, secuestro y homicidio.
4. Las actividades políticas, armadas o no, también se han visto impregnadas por el
nuevo torbellino, las organizaciones no fueron suficientemente recias para mantener
su capacidad selectiva, y la tentación de mejor logística para la propaganda y la
captación de votos o de armas se ha impuesto.
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5. Las tres ramas del poder público, en sus dimensiones local,
departamental o nacional, no han escapado a la coerción de este nuevo
capital. La corrupción se manifiesta dramáticamente y su capacidad punitiva
y el ejemplo de pulcritud han entrado en serias dificultades con efectos como el
desconocimiento de los procesos, la cultura del dinero fácil, la falta de veedurías y
controles efectivos, la falta de valoración de lo público, la debilidad de los sistemas
de contratación.
6. Maestros y padres de familia no triunfan en su búsqueda educativa porque su
actividad cuenta con la oposición cotidiana de combos y bandas que reclutan a los
niños y jóvenes para actividades bélicas, de microtráfico o de consumo.
7. Si esta es la situación de las instituciones, ¿Qué esperar de los ciudadanos de a pié?
El miedo toma posesión de los corazones y de las mentes, la fortaleza de carácter
cede y se sumen en una actitud de indiferencia porque “la responsabilidad es de
las autoridades”, cuando no es que aceptan las condiciones de viveza, la rosca o la
trampa para salir de embrollos circunstanciales.
8. Estos síntomas indican que lentamente abandonamos la invitación de las doctrinas
democráticas constitucionales y republicanas a favor de una sociedad que desprecia
el intrerés público, la primacía del bien común sobre el bien individual, y prefiere el
estatus y la distinción egocéntrica sobre la comprensión y el apoyo institucional
mutuo.
Sin embargo, en la herencia también hay otros síntomas: En las sesiones se sintió el anhelo
de cambiar la tendencia dolorosa para beneficiar prácticas que buscan nuevas formas de
amistad y de ciudadanía.
1. Todos los públicos llamaron la atención acerca de NO GENERALIZAR.
Particularmente, el sector de los empleados públicos fue enfático: No todos están
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en la práctica del soborno o del tráfico de influencias. No están cómodos
sintiéndose observados como fuente de todos los males ni como una masa
amorfa de corruptos.
2. En la vida diaria hay ejemplos, por miles, de personas y organizaciones que
practican la honradez, la solidaridad, el respeto y el progreso sin esperar nada
distinto a nuevas costumbres y modos de vivir mejor. Líderes barriales, laborales y
sociales, personas anónimas que dedican parte de su jornada diaria a tareas de apoyo
social, educación, manutención y supervivencia. Esto ha impedido que el tejido
social salte en pedazos y nos encontremos en un caos total próximo a una guerra
que comprometa a toda la juventud y a los adultos en capacidad de combate.
3. La invitación a conseguir plata como sea ya se empieza a ver fastidiosa por los
resultados comprobables en la pérdida de tranquilidad. Los hechos están
demostrando que por mucha plata que una persona pueda acumular, tarde o
temprano la putrefacción sale a flote, porque el rumor no calla, la pone en aprietos y
su posibilidad de disfrute se desvanece. Ya muchos expertos en estos atajos han
dejado ver su desilusión, en la cárcel o por fuera de ella.
4. Muchas organizaciones políticas y empresariales por lo menos han abierto el debate
y aceptan que sus comités de ética abran procesos de averiguación cuando hay
denuncias. Por aquí podemos fortalecer el llamado de atención: no todo vale.
5. Ante el surgimiento de nuevas formas de control y participación social con las redes
sociales electrónicas que permiten la intervención individual y colectiva, los entes
públicos pierden cada vez más su posibilidad de anonimato, sus actuaciones salen
con mayor velocidad a la luz pública. Una gran red de jóvenes relacionados de
manera natural con la Internet emerge como practicante de una nueva ciudadanía,
dispuesta a vigilar el interés público. La hemos visto actuar en distintas
movilizaciones.
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6. La delincuencia organizada, las milicias urbanas de las guerrillas, los
combos y bandas del microtráfico, empiezan a captar las señales del
descontento social por sus modos de acorralamiento. Y si bien todavía se
cuentan por miles en la ciudad, ya distintas organizaciones sociales empiezan a
dirigir su dedo índice pidiéndoles que consideren su propio futuro porque para ellos
también puede abrirse un espacio de sosiego.
7. Entre los ciudadanos de a pié montones de personas han roto la indiferencia, y están
organizando su modo de quitarse el miedo. Saben que todo derecho tiene su
posibilidad de concretarse en tanto acepten que tienen deberes, entre ellos el de
crear amistad, apoyo, respeto y responsabilidad.
8. No estamos ante “la solución” porque no existe una. Estamos ante la posibilidad de
inaugurar nuevos comportamientos y explicaciones que modifiquen la trayectoria y
los argumentos para que la acción y la conciencia de todos nosotros contribuya a
volver realidad el Estado Social de Derecho Participativo. No es corto el camino
pero no está perdido el norte.
A esta reconstrucción es que contribuyen jornadas de conversación como las que
proponemos en Medellín se Toma la Palabra y otra cantidad de iniciativas en la ciudad y el
departamento que invitan a todos los ciudadanos para que en el mediano plazo ya no
necesitemos el valor de sentir vergüenza, sino la satisfacción de sentir que tenemos
dignidad.
Bibliografía citada y obras de referencia
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