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Ninja 300Kawasaki

Hará falta algo más?

Hay quienes creen que solo cuando se rueda a los mandos de una moto grande se puede uno sentir vivo hasta la médula… hoy les ha llegado la hora de revaluar seriamente sus palabras, porque esta Ninja podrá no ser la más grande ni la más potente de la familia, pero tampoco le falta ni un solo gen.

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Texto: Daniel Velandia - Fotos: Kawasaki

No nos referimos simplemente a la estética, si así fuera estaríamos limitándonos a lo obvio, hablar de la apariencia de la Ninja 300 en comparación con sus hermanas mayores, con la ZX 10R particularmente, es redundar sobre lo que todos percibimos a simple vista. Baste

entonces con decir que en Akashi supieron, al estilo del mejor sastre, ajustar el traje a las medidas de este bicilíndrico haciendo una versión casi idéntica de la 1000. Basta fijarse por ejemplo en como el chasis tubular en su parte inferior, justo donde los plásticos no lo ocultan, cambia los tubos por unas platinas que dan la impresión de ser un chasis de doble viga, como el de la hermana mayor.

De hecho esta es una moto que engaña y encanta. Engaño porque sus líneas dan la impresión de contener un motor más gordo entre ellas, vista de frente, de lado, desde atrás, si no te fijas podrás pensar que hay algo ahí con más de 300 centímetros cúbicos, y cuando entiendes que no se trata de la rompe records con casi doscientos caballos de potencia, el engaño, lejos de decepcionar, te dejará una grata impresión al comprobar que una máquina de medio cilindraje no tiene nada que envidiar en apariencia a sus parientes. Prueba irrefutable de esto es que casi no hay semáforo, parada en una tienda, espera en una esquina en la que no se acerque alguien y te pregunte qué cilindraje es, qué tanto acelera o qué tal voltea en las curvas, por supuesto sobran los halagos a sus formas.

Desde el punto de vista técnico estamos ante una máquina equipada con lo mejor para su clase; el chasis es tubular como ya lo mencionamos, pero a diferencia de lo comúnmente usado en esta cilindrada, ha cambiado la estructura tipo cuna, por una de diamante que sigue los parámetros de los chasis de las deportivas de alta cilindrada. En el propulsor (un bicilíndrico paralelo de 296cc, DOHC, 8 válvulas), la estructura tradicional de cilindros con camisa ha sido reemplazada por una en que los cilindros son directamente fundidos en aluminio evitando la adición de las camisas y reduciendo peso. Son nuevos igualmente los pistones, más ligeros y con cabezas planas para evitar oscilaciones y la generación de vibraciones, además de mejorar el rendimiento del motor. La alimentación ha sido confiada a un sistema de inyección que incorpora dos cuerpos de 32mm y doble mariposa en cada conducto para asegurar el flujo correcto de combustible de acuerdo a la apertura del acelerador.

Hablando de régimen de trabajo, la ficha técnica declara que el par máximo de 2.8Kgm está en las 10.000rpm y que la potencia máxima de 39hp llega a las 11.000rpm, esto da pie para pensar que esta es una moto que solo se disfruta al tope de revoluciones (la línea roja empieza en las 13.000rpm), pero la realidad es completamente distinta, agradece al avance de la ingeniería, al sistema de inyección, al desarrollo de este nuevo propulsor, a quien quieras porque en la marcha esta Ninja es un híbrido entre una común y corriente moto de calle y una de esas máquinas de velocidad capaz de llevarte los nervios al límite.

Entre las calles rueda con total fluidez, el motor responde desde las 3.000rpm y en menos de lo que dices “esternocleidomastoideo” ya vas en sexta a 6.000rpm y el motor como si nada, frenos suaves de

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aplicar y efectivos en su accionar, comandos suaves, una caja de cambios a la que no hay nada que criticarle, no hay tampoco excesos de calor provenientes del motor gracias a la cubierta posterior del radiador que dirige el aire caliente hacia debajo de la moto; la Ninja se mueve con tanta soltura entre los carros que llegamos casi a olvidarnos de su orientación deportiva, de no ser porque de un lado tenemos esos dos espejos que parecen unas antenas de las que hay que ir pendiente y porque el radio de giro de esta moto a pesar de ser generoso y práctico, en ocasiones se queda corto para moverse entre las líneas del tráfico. La posición de manejo ayuda igualmente al movernos a baja velocidad, tiene naturalmente una tendencia orientada hacia lo deportivo pero no llega a ser extrema, los semi-manilares están un poco altos lo que ayuda a descargar peso de las muñecas apretando bien las piernas contra el depósito, el asiento es largo, lo suficiente como para encontrar acomodación pero es a la vez duro y es posible que más de una persona lo encuentre incómodo luego de un par de horas ahí sentado.

Cuestión de genes podría decirse, pero al entrar en las curvas, proyectar la mirada y girar el puño derecho, te das cuenta realmente que no es mentira eso del ADN familiar. La 300 es capaz de moverse con un dinamismo y una agilidad excitantes cuando sales de la urbe y exploras la parte alta del cuenta revoluciones, cada una de las seis marchas que antes parecían evaporarse

Motor

CilindradaRel. compresiónTorque Máx.Potencia Máx.AlimentaciónEncendido TransmisiónSusp. Del.Susp. Tra.Freno Del. / Tra.Peso Capacidad TanquePrecioPara saber másFi

cha

Técn

ica

Bicilíndrico, DOHC, 8 válvulas, refrigeración líquida

296 c.c.10,6 : 1

2.8 Kg/m a 10.000 rpm39 hp a 11.000 rpm

Inyección electrónica KeihinEléctrico

6 velocidadesTelescópica 37mm

Monomortiguador ajustableDisco 290mm / Disco 220mm

172 kg con tanque lleno4,5 galones (17 L)

$14.500.000www.kawasaki.com.co

en la ciudad aquí se dejan exprimir a fondo consiguiendo que la respuesta de la moto sea enérgica y decidida, las suspensiones muestran su mejor rendimiento aportando un plus de seguridad y velocidad cuando se trata de sortear una curva tras otra con el acelerador a pleno aprovechando la agilidad que tiene esta moto para realizar cambios de dirección de manera casi intuitiva, la clave está en no olvidar que pasado cierto límite (generalmente por encima de los 125/130km/h) la moto tiende a ponerse un tanto nerviosa en gran parte por la corta distancia entre ejes, un detalle para aprender a controlar, sobre todo teniendo en cuenta que estamos hablando de una motocicleta que a 120km/h va relajada, que en un tramo corto alcanza con facilidad los 150km/h y que tiene el tope cerca de los 170km/h, puesto de otra manera, esta Ninja, pequeña así como la ves, habla con números grandes, de esos que todos ansían pero que no muchos saben controlar.

Otra característica de esta moto que otorga un extra en la conducción deportiva es la implementación de un embrague anti rebote que en ciudad pasa casi desapercibido, pero que en carretera deja ver sus bondades: la ventaja de este tipo de embrague es, puesto de una manera muy simple, que al reducir

los cambios para entrar a una curva, por ejemplo, puedes equivocarte con la sincronización de las revoluciones del motor con las de la transmisión y no pasa absolutamente nada, la moto sigue recta y la llanta continúa girando, mientras que sin este sistema, si te equivocas al momento de presionar la palanca y bajar el cambio es muy factible que la rueda trasera se bloquee al menos momentá-neamente con la consiguiente pérdida de agarre y estabilidad del tren trasero. Pero con la Ninja esto es algo del pasado, puedes entrar pasado de

revoluciones o tirar uno tras otro los cambios hacia abajo que el embrague se hace cargo, perdona todo, como el Espíritu Santo.

Suele suceder que las pri-meras impresiones no sean las de confiar, una máquina como la Ninja 300 da a primera vista

la impresión de ser a todo o nada, no en vano su predecesora es reconocida por su debilidad en la parte baja y media del tacómetro obligándote a ir generalmente con el pulso abierto, además está la apa-riencia de esta 300 con esa cara de estar siempre lista a ir a fondo, y de hecho lo está, pero tras haber tenido la oportuni-

dad de rodar unas cuantas semanas con ella hay que decir que va mucho más allá

de lo que parece, esta moto tiene lo necesario para ser la compañera del día a día, con varias ventajas y desventajas por supuesto, pero más de las primeras que de las últimas.

Estamos ante una moto muy bien equipada, con excelentes luces como para meterse en la boca del lobo, es cierto que es glotona si te excedes con el acelerador, pero en general da un promedio de 97km/g, lo cual no es malo te-niendo en cuenta que son 300cc, esto unido a la capacidad del tanque de 4.4 galones te puede dar

una autonomía de hasta 350 kilómetros, además, si lo quieres tener en cuenta, la moto incorpora un indicador de manejo económico que se activa según la apertura del acelerador. Es cómoda, guapa, amable con tu acompañante a pesar de que su sillín no es el ideal para rodadas largas y el día que llueva tú o tu compañera van a llegar con la espalda empapada. Tal vez en el día a día pierda un poco ante máquinas más livianas, ágiles o prácticas, pero qué importa si tienes una moto que se mueve con soltura en las calles y que en las carreteras, bien llevada, es capaz de poner en problemas a más de una moto grande cuando se trata de sacar lo mejor de ti como piloto. ¿Hará falta algo más?

De frenos está sobrada con sus discos en ambos ejes. El tablero, además de ser muy completo es bastante agradable a la vista, cualidad que tam-

bién aplica al mofle.

En una pista la Ninja 300 no desentona

para nada.

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