consejo diocesano de pastoral · 2013. 8. 14. · bol-373 pág. 1 la nueva evangelizacion...

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  • Centro Diocesano de Pastoral

    Morelos 34. A. P. 21Tel. (395) 785-0020 Fax. (395) 785-0171

    Correo-E: [email protected]: [email protected]

    47000 San Juan de los Lagos, Jal.

    Responsable:

    Consejo Diocesano de Pastoral

    Diócesis de San Juan de los Lagos.

    SUMARIO:

    Presentación ............................................................................. 1

    Génesis del concepto deNueva Evangelización ...................... 3

    XIII Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos ............. 13

    Propuestas del Sínodo al Papa ............................................... 22

    Fundamentos teológicos de la Nueva Evangelización .......... 39

    El Año de la Fe "es una invitación a una auténtica y renovadaconversión al Señor, único Salvador del mundo" (Porta Fidei, 6)

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    LA NUEVA EVANGELIZACION

    Presentación

    La Nueva Evangelización de ninguna ma-nera puede sernos ajena. Ha sido un ele-mento constante en todos nuestros Planesde Pastoral. Desde el primer Plan de Pastoral haconstituido el núcleo de nuestro Objetivo generaldiocesano, y como tal ha permanecido en lossiguientes cuatro, incluyendo nuestro actual VPlan diocesano de pastoral.

    Designa el proyecto eclesial de dar un nuevoimpulso al anuncio de Jesucristo en los nuevoscontextos, con una novedad en cuanto a su entu-siasmo, energía, voluntad, métodos, frescura, ex-presiones, aplicaciones e ingenio. Responde a lossignos de los tiempos y las necesidades de hoy,hasta crear una cultura cristiana. No puede igno-rar que la presencia de María ha sido clave en laevangelización de nuestras comunidades.

    Responde al mandato de Jesús, síntesis de larazón de ser por la que vino al mundo: «Vayan portodo el mundo y anuncien a todos la BuenaNoticia» (Mc 16,15). Por eso san Pablo exclama:«¡Ay de mí si no evangelizo!» (1 Co 9,16). Se tratade la única misión de la Iglesia, que consiste endar a conocer a Jesús como contemporáneo detodas las generaciones. Coloca en el nivelprotagónico a todos los miembros de la Iglesia:clero, religiosos y laicos: todos discípulos misio-neros de Jesucristo.

    Inicia a partir de un testimonio que cuestiona,incluye necesariamente un anuncio explícito deCristo y un encuentro vivo con Él para provocarla fe y la conversión, y pide un acompañamientomediante los sacramentos, la catequesis, la vidacomunitaria y de caridad, que suscita a su vez unnuevo proceso de misión.

    La Nueva Evangelización, pues, no se refieresólo al actuar de la Iglesia, sino a su mismo ser,identidad y misión. No es un programa o estrate-gia que se agrega a su misión, sino la misma vidade la Iglesia que se comunica y que reenvía alacontecimiento que la generó y que continua-mente la sigue regenerando. Coloca a toda laIglesia en «estado permanente de misión». Poreso en América Latina se realiza en la Misióncontinental.

    En tiempos de encrucijadas de épocas, las nue-vas condiciones sociales y culturales emergenteshan interpelado y erosionado la tradición católica.Y han planteado a la Iglesia la exigencia derevitalización para una renovada propuesta, origi-nando corrientes de santidad y nuevas formas deevangelización. Veamos algunos ejemplos:

    En la edad antigua, la Iglesia apostólica se viosometida a la persecución por parte del ImperioRomano, y entonces ofreció el brillante testimo-nio de los mártires y originó la institución delcatecumenado.

    Cuando vino la paz, se vio sometida a fuertesseducciones de mundanización, y varios movi-mientos heréticos la sacudieron. Pero surgió laexperiencia monástica, oxigenando el espíritu,conservando la cultura, promoviendo el progresoy la unidad de la Iglesia.

    Con la total desarticulación del Imperio Ro-mano de occidente por la invasión de los bárba-ros, irrumpió el carisma de san Benito, y de santosCirilo y Metodio, originando una nueva civiliza-ción, la cristiandad medieval, y evangelizandolos nuevos pueblos.

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    Cuando estuvo en juego la libertad de la Iglesiapor los vínculos feudales, las corrientes de santi-dad irradiadas desde Cluny y Claraval hicieronposible la reforma gregoriana y una segundaevangelización de la cristiandad.

    Ante el surgimiento de la revolución urbana,mercantil y universitaria del Bajo Medievo, pulu-lando los fenómenos sectarios de todo tipo, sur-gieron las Órdenes mendicantes para una auten-ticidad de vida cristiana en el seno de la Iglesiacatólica.

    Al presentarse la crisis protestante, la «refor-ma católica» en torno al Concilio de Trento fuealba de la modernidad y propició la evangeliza-ción de los «nuevos mundos» descubiertos, entrelos cuales nos encontramos nosotros.

    En la segunda mitad del siglo XIX, asediadapor la modernidad secularizante y anticlerical, yla persecución de los nuevos Estados nacionales,la Iglesia se vio revitalizada por un resurgimientoteológico, patrístico, espiritual y misionero.

    Y cuando el existencialismo puso al descubier-to la crisis de la modernidad ante las dos guerrasmundiales, floreció en la Iglesia un gran despertar,con una gran riqueza intelectual y misionera quefue preparando el Concilio Vaticano II.

    Hoy, ante el fenómeno de la globalización, dela crisis postmoderna y de las nuevas tecnologíasde comunicación, la Iglesia reemprende una Nue-va Evangelización.

    Durante 27 años, Juan Pablo II usónumerosísimas veces la expresión, aunque encontextos diferentes, y Benedicto XVI la asumió,con un sentido que ha ido evolucionando; creó unDicasterio para la Nueva Evangelización, y con-vocó el Sínodo de los Obispos con el tema: Lanueva evangelización para la transmisión de la fecristiana.

    Busca mantener unidos los dos aspectos: elfin de la nueva evangelización es la transmisiónde la fe; y el proceso de la transmisión de la fe,que hoy encuentra obstáculos de diversa natura-leza, se desarrolla en el ámbito de la nuevaevangelización.

    En este Boletín de Pastoral ofrecemos intere-santes puntos para la reflexión de las comunida-des, los equipos pastorales, los grupos y movi-mientos apostólicos, y los agentes en particular,acerca de la Nueva Evangelización, completandola Glosa del Objetivo que aparece en nuestro VPlan diocesano de pastoral.

    En primer lugar aparece una descripcióncontextualizada del concepto de «Nueva Evan-gelización», pues las interesantes intervencio-nes de los Padres en el último Sínodo de losObispos pusieron de manifiesto que es sobretodo un estilo de anuncio que se adapta a lasdiferentes situaciones.

    Luego, presentamos una reseña de la XIIIasamblea ordinaria del Sínodo de los Obispossobre «Una Nueva Evangelización para la trans-misión de la fe cristiana», desde su preparaciónhasta su desarrollo.

    A continuación, tras un resumen del Mensajedel Sínodo al Pueblo de Dios, ofrecemos unatraducción de las «Propositiones» que los Padressinodales entregaron al Santo Padre, y que élquiso que se pudieran dar a conocer mediante unaversión no oficial en inglés.

    Finalmente, extractamos, de la intervenciónprevia a las discusiones de Card. William en elSínodo, los Fundamentos de la Nueva Evangeli-zación.

    Esperamos que, al terminar de leer estas apor-taciones, estemos mejor dispuestos a asumir nues-

    tro Objetivo generaldiocesano y trabajar poravanzar en su consecu-ción.

    Atte:

    Vicaría de Pastoral

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    LA NUEVA EVANGELIZACION

    La palabra «evangelización

    El término «Evangelio» (anuncio de la BuenaNoticia de salvación) es bastante frecuente en lostextos sagrados; el verbo «evangelizar» es denaturaleza tardía.

    La expresión «el Evangelio», τς εύ αγγέλιον,la empleó a menudo san Pablo para indicar lapredicación del anuncio que Dios le haconfiado (cf 1 Ts 2,4) «entre frecuentes luchas»(1 Ts 2,2), y toda la nueva economía de lasalvación (cf 1 Ts 1,5ss; Ga 1,6-9).

    Además de Marcos (cf Mc 1,14.15; 8, 35;10,29; 13,10; 14,9; 16,15), lo usa también Mateo,frecuentemente como «el Evangelio del Reino»(Mt 9, 35; 24, 14; cf. 26, 13). San Pablo utilizatambién el término evangelizar (εύαγγελίσασθαι, cf 2 Co 10, 16), que se encuentraen los Hechos de los Apóstoles (cf. enparticular Hch 8, 4. 12. 25. 35. 40), y cuyo usoha tenido un notable desarrollo en la historia dela Iglesia.

    Fue posiblemente Erasmo de Rotterdam quienutilizó por primera vez el término «evangélico»para designar el fanatismo luterano. A partir delConcilio Tridentino se designaba así todo lo refe-rente a los protestantes, prefiriendo el término«misión» para la acción de la Iglesia. En el sigloXVIII algunos protestantes comenzaron a llamar«evangelización» a la actividad misionera, cau-sando cierta resistencia en el campo católico. Enel Concilio Vaticano I la palabra «Evangelio»aparece una sola vez.

    A partir de los años 50 del siglo XX, gracias almovimiento catequético, se comenzó a llamar«evangelización» al primer anuncio de Cristopara suscitar la fe y la conversión, distinguiéndo-la de la catequesis y de otras modalidadespastorales. En el Concilio Vaticano II se usa 157veces la palabra «Evangelio», 31 veces «evange-lización» y 18 veces «evangelizar». Poco a pocose fue convirtiendo en lenguaje común, paradesignar el anuncio de Cristo que hace la Iglesiaen el mundo contemporáneo. En 1974 Pablo VI

    GÉNESIS DEL CONCEPTODE NUEVA EVANGELIZACIÓN

  • LA NUEVA EVANGELIZACION

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    presidió el Sínodo de los Obispos con el tema de«La evangelización del mundo contemporáneo»,y ofreció en 1975 la exhortación apostólica«Evangelii nuntiandi» (EN).

    En nuestros tiempos, con el término evangeli-zación se indica la actividad eclesial en su totali-dad, comprendiendo dentro de tal categoría lapredicación, la catequesis, la liturgia, la vidasacramental, la piedad popular, el testimonio devida de los cristianos (cf EN 17, 21, 48ss). EN hadato un notable dinamismo a la acciónevangelizadora de la Iglesia en las décadas suce-sivas, acompañado por una auténtica promociónhumana (cf EN 29,38,70).

    «Nueva Evangelización» en América LatinaEn cuanto a la expresión «Nueva Evangeliza-

    ción», no podemos ignorar su arraigo en nuestraIglesia latinoamericana, pues aquí nació y hatenido su principal desarrollo.

    Por primera vez aparece en el Documento dePuebla (1979): «Situaciones nuevas (AG 6) quenacen de cambios socio culturales y requieren unanueva evangelización: emigrantes a otros países,grandes aglomeraciones urbanas en el propio país;masas de todo estrato social en precaria situaciónde fe; grupos expuestos al influjo de las sectas y delas ideologías que no respetan su identidad, con-funden y provocan divisiones» (DP 368).

    El Beato Papa Juan Pablo II realizó sus prime-ras convocatorias al proyecto de una «nuevaevangelización» en tierras de América Latina. Enmarzo de 1983 invitó al episcopado latinoameri-cano, en la asamblea del CELAM reunida enPort-au-Price (Haití) a promover una «evangeli-zación nueva, nueva en su ardor, en sus métodosy en sus expresiones». Y la fue reiterando yprecisando en sus visitas pastorales a nuestrospaíses.

    El episcopado de nuestro continente asumió lapropuesta, ofreciendo como respuesta la IV Con-ferencia General en Santo Domingo (1992), conel tema: «Nueva evangelización, promoción hu-mana, cultura cristiana».

    El Papa fue definiendo el término en sus viajesapostólicos a las Iglesias de América Latina.

    Hacía de esta expresión un instrumento de intre-pidez; un medio de comunicación de energías envista de un nuevo fervor misionero y evangeliza-dor. Y lo relanzó en su Magisterio dirigido a todoel mundo.

    Desde Aparecida (2007), la Misión continen-tal permanente es la modalidad con la cual realizaese proyecto evangelizador.

    En la Concelebración del 12 de diciembre de2011, festividad de Nuestra Señora de Guadalupe,celebrando el Bicentenario de la Independenciade los países latinoamericanos, el Papa BenedictoXVI anunció su visita a México y dio a conocer eltema del Sínodo.

    Intuición del proyecto «Nueva Evangeliza-ción»

    Veamos cómo se fue desarrollando el concep-to «Nueva Evangelización» en el pensamiento yel magisterio del Beato Juan Pablo II.

    La introdujo, inicialmente sin particular énfa-sis ni presagiando el papel que cobraría, en suviaje apostólico a Nueva Huta en Polonia (NuevaHuta fue un proyecto de ciudad comunista sinespacio para una iglesia, pero tras la manifesta-ción popular que organizó Karol Wojtyla la navi-dad de 1973 las autoridades permitieron la Misa):«Donde surge la cruz, se ve la señal de que hallegado la Buena Noticia de la salvación delhombre mediante el amor... La nueva cruz demadera ha surgido no lejos de aquí, exactamentedurante las celebraciones del milenario. Con ellahemos recibido una señal: que en el umbral delnuevo milenio –en esta nueva época, en las nue-vas condiciones de vida–, vuelve a ser anunciadoel Evangelio. Se ha dado comienzo a una nuevaevangelización, como si se tratara de un segundoanuncio, aunque en realidad es siempre el mis-mo» (Homilía  en el Santuario de la S. Cruz,Mogila, 9 junio 1979, 6). Se trata, pues, de testi-moniar una fe viva frente al poder ateo ysecularista.

    A los Obispos de América Latina les invita enPuerto Príncipe a mirar con agradecimiento yespíritu de evaluación crítica los 500 años deevangelización del continente: «Mirada de fide-

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    LA NUEVA EVANGELIZACION

    lidad a su pasado de fe. Mirada hacia los desafíosdel presente y a los esfuerzos que se realizan.Mirada hacia el futuro, para ver cómo consolidarla obra iniciada. La conmemoración del mediomilenio de evangelización tendrá su significa-ción plena si es un compromiso de ustedes comoobispos, junto con su presbiterio y sus fieles;compromiso, no de re-evangelización, pero sí deuna evangelización nueva. Nueva en su ardor, ensus métodos, en su expresión» (Discurso a la XIXAsamblea del CELAM 9 marzo 1983, 3).

    No se trata de hacer nuevamente algo que hayasido mal hecho o que no ha funcionado, juzgandocomo desacierto la primera evangelización. Lanueva evangelización no es una reduplicación dela primera, ni una simple repetición, sino consisteen el valor de atreverse a transitar por nuevossenderos, frente a las nuevas condiciones en lascuales la Iglesia está llamada a vivir hoy elanuncio del Evangelio. Se trata de un renovadoentusiasmo en el anuncio de Cristo, de suerte quenuestra evangelización no se quede inmovilizadaen el pasado. Las Iglesias sean capaces de reno-varse a sí mismas poniendo en acto nuevas for-mas expresivas de anuncio en un contexto socialque ha cambiado. Los desafíos de entonces eranla difusión de la ideología comunista, la apariciónde las sectas y el fenómeno del urbanismo. En unproceso de discernimiento, nuestra Iglesia erallamada a leer y evaluar la situación en la cual seencontraba.

    Ya el Beato Juan XXIII, en su Gaudet MaterEcclesia, invitaba a mirar al hombre contemporá-neo y su cambiada relación con Dios, para encon-trar formas adecuadas capaces de hacerle enten-der el Evangelio. «Es necesario que la doctrinasea examinada más intensamente, y que los espí-ritus sean plenamente empapados e informados,de modo que esta doctrina cierta e inmutable seaprofundizada y expuesta de acuerdo a lo querequieren nuestros tiempos. Una cosa es el depó-sito de la Fe, es decir, las verdades contenidas ennuestra venerable tradición, y otra es el modocomo ellas son anunciadas, siempre en el mismosentido y en la misma acepción». Habla de «vigorde nuevas energías», «un nuevo orden de cosas»,

    «mirar al presente que comporta nuevas situacio-nes y nuevos modos de vivir, y ha abierto nuevoscaminos al apostolado católico», «no debemossólo custodiar este precioso tesoro como si nosocupáramos de una antigüedad, sino enérgica-mente, sin temor, debemos continuar la obra quenuestra época exige, continuando el camino quela Iglesia ha recorrido».

    El Concilio Vaticano II también había expre-sado la misma idea: «Este deber (de la evangeli-zación) es único e idéntico en todas partes y entodas las condiciones, aunque no se realice delmismo modo según las circunstancias… Estascondiciones dependen, a veces, de la Iglesia, y aveces también, de los pueblos, de los grupos o delos hombres a los que la misión se dirige. Pues,aunque la Iglesia contenga en sí la totalidad o laplenitud de los medios de salvación, ni siempre nien un momento obra ni puede obrar con todos susrecursos, sino que, partiendo de modestos co-mienzos, avanza gradualmente en su esforzadaactividad por realizar el designio de Dios; másaún, en ocasiones, después de haber incoadofelizmente el avance, se ve obligada a deplorar denuevo un regreso, o a lo menos se detiene en unestado de semi plenitud y de insuficiencia… Peroa cualquier condición o situación deben corres-ponder acciones propias y medios adecuados…En esta actividad misional de la Iglesia seentrecruzan, a veces, diversas condiciones: enprimer lugar de comienzo y de plantación, y luegode novedad o de juventud. La acción misional dela Iglesia no cesa después de llenar esas etapas,sino que, constituidas ya las Iglesias particulares,pesa sobre ellas el deber de continuar y de predi-car el Evangelio a cuantos permanecen fuera.Además, los grupos en que vive la Iglesia cam-bian completamente con frecuencia por variascausas, de forma que pueden originarse condicio-nes enteramente nuevas. Entonces la Iglesia tieneque ponderar si estas condiciones exigen de nue-vo su actividad misional» (AG 6).

    Desarrollo del proyectoCon esta acepción, retomó y relanzó el térmi-

    no en su Magisterio dirigido a la Iglesia universal,primero en la Encíclica Redemptoris Missio (RM),

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    y luego en la preparación y proyección del GranJubileo y las asambleas especiales del Sínodo delos Obispos para los varios continentes.

    «Las diferencias en cuanto a la actividad den-tro de esta misión de la Iglesia nacen, no derazones intrínsecas de la misión misma, sino delas diversas circunstancias en las que ésta sedesarrolla. Mirando al mundo actual, desde elpunto de vista de la evangelización, se puedendistinguir tres situaciones. En primer lugar aque-lla a la cual se dirige la actividad misionera de laIglesia: pueblos, grupos humanos, contextossocioculturales donde Cristo y su Evangelio noson conocidos, o donde faltan comunidades cris-tianas suficientemente maduras como para poderencarnar la fe en el propio ambiente y anunciarlaa otros grupos. Esta es propiamente la misión adgentes. Hay también comunidades cristianas conestructuras eclesiales adecuadas y sólidas; tienenun gran fervor de fe y de vida; irradian el testimo-nio del Evangelio en su ambiente y sienten elcompromiso de la misión universal. En ellas sedesarrolla la actividad o atención pastoral de laIglesia. Se da, por último, una situación interme-dia, especialmente en los países de antigua cris-tiandad, pero a veces también en las Iglesias másjóvenes, donde grupos enteros de bautizados hanperdido el sentido vivo de la fe o incluso no sereconocen ya como miembros vivos de la Iglesia,llevando una existencia alejada de Cristo y de suEvangelio. En este caso es necesaria una ‘nuevaevangelización’ o ‘reevangelización’» (RM 33).

    «Hoy la Iglesia debe afrontar otros desafíos,proyectándose hacia nuevas fronteras, tanto en laprimera misión ad gentes, como en la nueva evan-gelización de pueblos que han recibido ya elanuncio de Cristo. Hoy se pide a todos los cristia-nos, a las Iglesias particulares y a la Iglesiauniversal la misma valentía que movió a losmisioneros del pasado y la misma disponibilidadpara escuchar la voz del Espíritu» (RM 30).

    «No es fácil definir los confines entre atenciónpastoral a los fieles, nueva evangelización y ac-tividad misionera específica, y no es pensablecrear entre ellos barreras o recintos estancados...Las Iglesias de antigua cristiandad, por ejemplo,

    ante la dramática tarea de la nueva evangeliza-ción, comprenden mejor que no pueden ser mi-sioneras respecto a los no cristianos de otrospaíses o continentes, si antes no se preocupanseriamente de los no cristianos en su propia casa.La misión ad intra es signo creíble y estímulopara la misión ad extra, y viceversa» (RM 34).

    Se trata de una acción sobre todo espiritual: lacapacidad de hacer nuestros, en el presente, elvalor y la fuerza de los primeros cristianos, de losprimeros misioneros. Por lo tanto, exige un pro-ceso de discernimiento acerca del estado de saluddel cristianismo, la verificación de los pasoscumplidos y de las dificultades encontradas.

    Explica más adelante el mismo Papa JuanPablo II: «Enteros países y naciones, en los que enun tiempo la religión y la vida cristiana fueronflorecientes y capaces de dar origen a comunida-des de fe viva y operativa, están ahora sometidosa dura prueba e incluso alguna que otra vez sonradicalmente transformados por el continuo di-fundirse del indiferentismo, del secularismo y delateísmo. Se trata, en concreto, de países y nacio-nes del llamado Primer Mundo, en el que elbienestar económico y el consumismo –si bienentremezclado con espantosas situaciones depobreza y miseria– inspiran y sostienen una exis-tencia vivida ‘como si no hubiera Dios’.... Encambio, en otras regiones o naciones todavía seconservan muy vivas las tradiciones de piedad yde religiosidad popular cristiana; pero este patri-monio moral y espiritual corre hoy el riesgo de serdesperdigado bajo el impacto de múltiples proce-sos, entre los que destacan la secularización y ladifusión de las sectas. Sólo una nueva evangeliza-ción puede asegurar el crecimiento de una felímpida y profunda, capaz de hacer de estastradiciones una fuerza de auténtica libertad. Cier-tamente urge en todas partes rehacer el entrama-do cristiano de la sociedad humana. Pero la con-dición es que se rehaga la cristiana trabazón de lasmismas comunidades eclesiales que viven enestos países o naciones» (ChL 34).

    «La Iglesia tiene que dar hoy un gran pasoadelante en su evangelización; debe entrar enuna nueva etapa histórica de su dinamismo mi-

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    LA NUEVA EVANGELIZACION

    sionero. En un mundo que, con la desapariciónde las distancias, se hace cada vez más pequeño,las comunidades eclesiales deben relacionarseentre sí, intercambiarse energías y medios, com-prometerse a una en la única y común misión deanunciar y de vivir el Evangelio. ‘Las llamadasIglesias más jóvenes –han dicho los Padressinodales– necesitan la fuerza de las antiguas,mientras que éstas tienen necesidad del testimo-nio y del empuje de las más jóvenes, de tal modoque cada Iglesia se beneficie de las riquezas delas otras Iglesias’» (Exhort. Apost. Christifideleslaici, 30 dic.1988, 35).

    A tal concepto se recurre, pues, para indicar elesfuerzo de renovación que la Iglesia está llama-da a hacer con el fin de estar a la altura de losdesafíos que el contexto socio-cultural actualpone a la fe cristiana, a su anuncio y a su testimo-nio, en correspondencia con los fuertes cambiosque se dan de hecho. A estos desafíos la Iglesiaresponde no resignándose, no cerrándose en símisma, sino promoviendo una obra derevitalización de su propio cuerpo, habiendo pues-to en el centro la figura de Jesucristo, el encuentrocon Él, que da el Espíritu Santo y las energías paraun anuncio y una proclamación del Evangelio através de nuevos caminos, capaces de hablar a lasculturas contemporáneas.

    Así configurado, el concepto de «Nueva Evan-gelización» fue asumido y nuevamente impulsa-do en las Asambleas Sinodales Continentales,celebradas como preparación al Jubileo del 2000,manifestándose ya como un término adquiridodentro de las reflexiones pastorales y eclesialesde las Iglesias locales. Y el proyecto se relanzapara el nuevo milenio:

    «He repetido muchas veces en estos años la«llamada» a la nueva evangelización. La reiteroahora, sobre todo para indicar que hace faltareavivar en nosotros el impulso de los orígenes,dejándonos impregnar por el ardor de la predica-ción apostólica después de Pentecostés. Hemosde revivir en nosotros el sentimiento apremiantede Pablo, que exclamaba: «¡ay de mí si no predi-cara el Evangelio!» (1 Co 9,16). Esta pasiónsuscitará en la Iglesia una nueva acción misione-

    ra, que no podrá ser delegada a unos pocos «espe-cialistas», sino que acabará por implicar la res-ponsabilidad de todos los miembros del Pueblode Dios. Quien ha encontrado verdaderamente aCristo no puede tenerlo sólo para sí, debe anun-ciarlo. Es necesario un nuevo impulso apostólicoque sea vivido, como compromiso cotidiano delas comunidades y de los grupos cristianos» (Novomillennio ineunte 6 enero 2001, 40).

    El Papa Juan Pablo II hizo, pues, de esteempeño, uno de los principios fundamentales desu extenso Magisterio, profundizadosistemáticamente en numerosos discursos. Estedeber incumbe a la Iglesia hoy, en particular enlas regiones de antigua cristianización. Su pro-grama se refiere directamente a la relación de laIglesia con el exterior, pero presupone una cons-tante renovación hacia su interior para pasar deevangelizada a evangelizadora.

    «La llamada a la ‘nueva evangelización’ esante todo una llamada a la conversión. En efecto,mediante el testimonio de una Iglesia cada vezmás fiel a su identidad y más viva en todas susmanifestaciones, los hombres y los pueblos deAmérica Latina, y de todo el mundo, podránseguir encontrando a Jesucristo, y en Él, la verdadde su vocación y su esperanza, el camino haciauna humanidad mejor» (Discurso inaugural enSanto Domingo).

    «Nueva evangelización» es sinónimo: de re-novación espiritual de la vida de fe de las Iglesiaslocales, de puesta en marcha de caminos de dis-cernimiento de los cambios que están afectandola vida cristiana en varios contextos culturales ysociales, de relectura de la memoria de la fe, deasunción de nuevas responsabilidades y energíasen vista de una proclamación gozosa y contagiosadel Evangelio de Jesucristo (Cf Juan Pablo II,Exhortaciones Apostólicas: Ecclesia in Africa 14sept 1995, 57.63; Ecclesia in America 22 enero1999, 6.66; Ecclesia in Asia 6 nov. 1999, 2;Ecclesia in Oceania 22 nov. 2001, 18).

    Sintéticas y ejemplares palabras dirigió a laIglesia en Europa, al hablar de «la urgencia y lanecesidad de la ‘nueva evangelización’»: «Euro-pa, hoy, no debe apelar simplemente a su herencia

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    cristiana anterior; hay que alcanzar de nuevo lacapacidad de decidir sobre el futuro de Europa enun encuentro con la persona y el mensaje deJesucristo» (Ecclesia in Europa 28 junio 2003, 2;cf n. 2 de la declaración final de la PrimeraAsamblea Especial del Sínodo de los Obispospara Europa, 1991; cf. Ecclesia in Europa, 45).

    Continuidad con el ConcilioSin embargo, el origen de todo este programa

    se encuentra en el Concilio Vaticano II, y en suvoluntad de dar respuestas a la desorientaciónexperimentada también por los cristianos frente alas fuertes transformaciones y laceraciones que elmundo estaba conociendo en ese período; res-puestas no marcadas por el pesimismo o la renun-cia (GS 1.4), sino inspiradas en la fuerza recreadorade la llamada universal a la salvación (LG 2), queDios ha querido para cada ser humano.

    En efecto, la acción evangelizadora está entrelos temas centrales: en Cristo, luz de los pueblos(LG 1), toda la humanidad redescubre su identi-dad originaria y verdadera (GS 22), que el pecadoha contribuido a oscurecer; y a la Iglesia, sobrecuyo rostro se refleja esta luz, corresponde lamisión de continuar la obra evangelizadora deJesucristo, haciéndola presente y actual, en lascondiciones del mundo de hoy.

    En esta prospectiva, la evangelización es unade las principales exigencias del Concilio, quellevó a un nuevo impulso y fervor en esta misión.La evangelización es un deber de los obispos(ChD 2) y de los presbíteros (PO 2.4); más aún,esta misión fundamental de la Iglesia es un deberde cada cristiano bautizado (cf LG 31; AA 2.6).Como contenido primario de la misión de laIglesia se explicita en el entero decreto Ad gentes,que demuestra cómo con la evangelización seedifica el cuerpo de las Iglesias particulares y engeneral de cada comunidad cristiana. No se redu-ce a una simple acción entre otras tantas, sino esel dinamismo eclesial, la energía que permite a laIglesia realizar su objetivo: responder a la llama-da universal a la santidad (LG 39-40).

    En la misma línea del Concilio, Pablo VIobservaba que el empeño de la evangelizacióndebía ser nuevamente promovido con fuerza y

    mucha urgencia, dada la descristianización demuchas personas que, no obstante el Bautismoviven fuera de la vida cristiana; gente simple quetiene una cierta fe y que conoce mal sus funda-mentos. Cada vez más personas sienten la nece-sidad de conocer a Jesucristo en una luz diversade las enseñanzas recibidas en la propia infancia(EN 52). Y además, fiel a la enseñanza conciliar(AG 6), agregaba que la acción evangelizadorade la Iglesia «debe buscar constantemente losmedios y el lenguaje adecuados para proponer-les la revelación de Dios y la fe en Jesucristo»(EN 56).

    «En este décimo aniversario de la clausura delConcilio Vaticano II, cuyos objetivos se resu-men, en definitiva, en uno solo: hacer de la Iglesiadel siglo XX cada vez más apta para anuncir elEvangelio a la humanidad del siglo XX… nece-sitamos absolutamente ponernos en contacto conel patrimonio de su pureza, y a la vez el deber depresentarlo a los hombres de nuestro tiempo conlos medios a nuestro alcance de una maneracomprensible y persuasiva» (EN 2-3).

    «El Evangelio y, por consiguiente, la evange-lización no se identifica con la cultura y sonindependientes con respecto a todas las culturas.Sin embargo, el Reino que anuncia el Evangelioes vivido por hombres profundamente vincula-dos a una cultura, y la construcción del Reino nopuede sino tomar los elementos de la cultura y delas culturas humanas. Independientes con respec-to a las culturas, Evangelio y evangelización noson necesariamente incompatibles con ellas, sinocapaces de impregnarlas a todas sin someterse aninguna… Lo que importa es evangelizar -no deuna manera decorativa, como un barniz superfi-cial, sino de una manera vital, en profundidad yhasta sus mismas raíces- la cultura y las culturasdel hombre en el sentido rico y amplio que tienensus términos en la Gaudium et spes (50), tomandosiempre como punto de partida la persona yteniendo siempre presentes las relaciones de laspersonas entre sí y con Dios» (EN 20).

    «El problema e cómo evangelizar es siempreactual, porque las maneras de evangelizar cam-bian según las diversas circunstancias de tiempo,

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    LA NUEVA EVANGELIZACION

    lugar, cultura; por eso plantean casi un desafío anuestra capacidad de descubrir y adaptar. A noso-tros, pastores de la Iglesia, nos incumbe especial-mente el deber de descubrir con audacia y pru-dencia, conservando con fidelidad el contenido,las formas más adecuadas y eficaces de comuni-car el mensaje evangélico a los hombres de nues-tro tiempo» (EN 40).

    Magisterio de Benedicto XVIEl Papa Benedicto XVI vuelve a tomar la idea.

    La convocación de la Asamblea sinodal y lacreación del Pontificio Consejo para la Promo-ción de la Nueva Evangelización constituyen unaetapa más en el proceso decomprensión de su significa-do. «Haciéndome cargo de lapreocupación de mis venera-dos predecesores, considerooportuno dar respuestas ade-cuadas para que toda la Igle-sia, dejándose regenerar porla fuerza del Espíritu Santo,se presente al mundo contem-poráneo con un impulso mi-sionero capaz de promoveruna nueva evangelización...:no es difícil percatarse de quelo que necesitan todas las Igle-sias que viven en territoriostradicionalmente cristianos esun renovado impulso misionero, expresión deuna nueva y generosa apertura al don de la gracia»(Ubicumque et Semper).

    A la luz de la Redemptoris missio (RM 33), laCongregación para la Doctrina de la fe explicitóasí su sentido: «En sentido amplio se habla de‘evangelización’ para referirse al aspecto ordina-rio de la pastoral, y de ‘nueva evangelización’ enrelación a los que han abandonado la vida cristia-na» (Nota doctrinal sobre algunos aspectos de laevangelización 3 dic 2007, 12). Esta definiciónfue luego retomada por la Exhortación Apostóli-ca Postsinodal Africae munus 160.

    Su espacio geográfico dentro del cual se desa-rrolla, sin ser exclusivo, es primariamente elOccidente cristiano. Sus destinatarios: aquellos

    bautizados de nuestras comunidades que vivenuna nueva situación existencial y cultural, dentrode la cual, de hecho, está incluida su fe y sutestimonio. La nueva evangelización consiste enimaginar situaciones, lugares de vida y accionespastorales, que permitan a estas personas salir del«desierto interior», imagen usada por BenedictoXVI para representar la condición humana ac-tual, prisionera de un mundo que ha prácticamen-te excluido la cuestión de Dios del propio hori-zonte. Tener el valor de introducir el interrogantesobre Dios dentro de este mundo y de dar nueva-mente cualidad y motivos a la fe de muchas denuestras Iglesias de antigua fundación.

    Pero el Occidente es asumido como un lugarejemplar, más que como el objetivo único, puesla Nueva Evangelización no puede reducirse aun simple ejercicio de actualización de algunasprácticas pastorales, sino que requiere una com-prensión seria y profunda de las causas que lehan llevado a tal situación. «También en Áfricahay muchas situaciones que reclaman una nue-va presentación del Evangelio, ‘nueva en suardor, en sus métodos, en su expresión’... Lanueva evangelización es una empresa urgentepara los cristianos en África, ya que tambiénellos deben renovar su entusiasmo por pertene-cer a la Iglesia. Inspirados por el Espíritu delSeñor resucitado, están llamados a vivir, en elámbito personal, familiar y social, la BuenaNueva y a anunciarla con renovado celo a las

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    personas cercanas y lejanas, empleando para sudifusión los nuevos métodos que la providenciadivina pone a nuestra disposición» (Ecclesia inAfrica, 165.171). Se aplica a los cristianos enAmérica, en Asia, en Europa y en Oceanía,continentes en los cuales desde hace tiempo laIglesia está comprometida en la promoción dela nueva evangelización.

    Nueva evangelización no significa «nuevoEvangelio», porque «Jesucristo es el mismo, ayer,hoy y por los siglos» (Hb 13,8). Nueva evangeli-zación significa dar una respuesta adecuada a lossignos de los tiempos, a las necesidades de loshombres y de los pueblos de hoy, a los nuevosescenarios que muestran la cultura a través de lacual expresamos nuestra identidad y buscamos elsentido de nuestras existencias. Nueva evangeli-zación significa promoción de una cultura másprofundamente radicada en el Evangelio. Quieredecir descubrir «el hombre nuevo» (Ef 4,24), queestá en nosotros gracias al Espíritu que nos hasido dado por Jesucristo y por el Padre.

    No obstante, en el debate eclesial y cultural,permanecen algunas reservas, como si con estaexpresión se quisiera elaborar un juicio de des-aprobación y una remoción de algunas páginasdel pasado reciente de la vida de las Iglesiaslocales.

    Juan Pablo II en Puerto Príncipe dijo que no setrata de una reevangelización, pero en RedemptorisMissio las equipara. El prefijo «re» puede indicarla repetición de una acción, reproponer algo; o elretorno a una fase anterior para readquirir susvalores; o conferir un nuevo valor a la acción. Ennuestro caso, no se trata de repetir la evangeliza-ción de siempre; ni una evangelización en oposi-ción a la precedente; mucho menos conferirle unnuevo valor de contenido. Se trata de anunciar elEvangelio de siempre, con nuevo entusiasmo,nuevos lenguajes comprensibles en una situacióncultural diferente, y nuevas metodologías capa-ces de transmitir el sentido profundo que perma-nece inalterado.

    Existe quien duda que cubra o esconda laintención de nuevas acciones de proselitismo porparte de la Iglesia católica principalmente en

    relación a las otras confesiones cristianas: «Quieroasegurar a los pastores y a los hermanos y herma-nas de las Iglesias ortodoxas, que la nueva evan-gelización en modo alguno debe ser confundidacon el proselitismo, quedando firme el deber derespetar la verdad, la libertad y la dignidad detoda persona» (Ecclesia in Europa, 32). La nece-sidad de la evangelización, la diferencia entreevangelización y proselitismo, el modo de vivir laevangelización dentro de una clara actitudecuménica, se aclara en el documento de la Con-gregación para la Doctrina de la Fe, Nota doctri-nal acerca de algunos aspectos de la evangeliza-ción (3 dic. 2007), 10-12.

    No hay un cambio en la actitud de la Iglesiahacia aquellos que no creen, haciéndolos objetosde persuasión y no interlocutores en el contextode un diálogo que nos descubre a todos unidos porla misma humanidad y en la búsqueda de laverdad de nuestra existencia. Benedicto XVI res-pondió en su viaje apostólico a la RepúblicaCheca: «Me vienen aquí a la mente las palabrasque Jesús cita del profeta Isaías, es decir, que eltemplo debería ser una casa de oración para todoslos pueblos (cf Is 56,7; Mc 11,17). Él pensaba enel llamado ‘patio de los gentiles’, que desalojó denegocios ajenos a fin de que el lugar quedara librepara los gentiles que querían orar allí al únicoDios, aunque no podían participar en el misterio,a cuyo servicio estaba dedicado el interior deltemplo. Lugar de oración para todos los pueblos:de este modo se pensaba en personas que cono-cen a Dios, por decirlo así, sólo de lejos; que noestán satisfechos de sus dioses, ritos y mitos; queanhelan el Puro y el Grande, aunque Dios sigasiendo para ellos el ‘Dios desconocido’(cf Hch 17,23). Debían poder rezar al Dios des-conocido y, sin embargo, estar así en relacióncon el Dios verdadero, aun en medio de oscuri-dades de diversas clases. Creo que la Iglesiadebería abrir también hoy una especie de «patiode los gentiles» donde los hombres puedan en-trar en contacto de alguna manera con Dios sinconocerlo y antes de que hayan encontrado elacceso a su misterio, a cuyo servicio está la vidainterna de la Iglesia» (Discurso a la Curia Ro-mana 21 dic. 2009, 12).

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    LA NUEVA EVANGELIZACION

    En cuanto creyentes, debemos amar también alas personas que se retienen agnósticas o ateas.Ellas, tal vez, se asustan cuando se habla de nuevaevangelización, como si ellas debieran transfor-marse en objetos de misión. Sin embargo, lacuestión sobre Dios permanece igualmente pre-sente también para ellos. La búsqueda de Dios hasido el motivo fundamental a partir del cual hanacido el monacato occidental y, con él, la culturaoccidental. El primer paso de la evangelizaciónconsiste en tratar de mantener alta la atención endicha búsqueda. Es necesario perseverar en eldiálogo no sólo con las religiones, sino tambiéncon los que consideran la religión como una cosaextraña.

    La imagen del «patio de los gentiles» se nosofrece como un ulterior elemento, que pone demanifiesto la audacia de los cristianos de norenunciar jamás a buscar positivamente todos loscaminos para delinear formas de diálogo quecorrespondan a las esperanzas más profundas y ala sed de Dios de los hombres. Tal audacia permi-te colocar dentro de este contexto la preguntasobre Dios, compartiendo la propia experienciaen la búsqueda y comunicando como un don elencuentro con el Evangelio de Jesucristo.

    La misma imagen del «patio de los gentiles» escitada en el Mensaje para la Jornada Mundial delas Comunicaciones Sociales 2010. En este textolos nuevos «patios de las gentes» son los espaciosde socialización que los nuevos medios de comu-nicación han creado, y que están acogiendo cadavez más personas: nueva evangelización quieredecir imaginar senderos para el anuncio del Evan-gelio también en estos espacios ultramodernos.

    Una análoga capacidad o actitud similar exigeun primer momento de autoverificación y purifi-cación, para reconocer los vestigios de temor,cansancio, aturdimiento, repliegue sobre sí mis-mo, que la cultura en la cual vivimos haya podidogenerar en nosotros. En un segundo momento, esurgente un impulso y puesta en marcha, gracias ala acción del Espíritu Santo, hacia aquella expe-riencia de Dios como Padre, que el encuentrovivido con Cristo nos permite anunciar a todos loshombres.

    Estos momentos no constituyen etapas tempo-rales sucesivas, una después de la otra, sino másbien movimientos espirituales que se suceden sinsolución de continuidad dentro de la vida cristia-na. San Pablo trasmite esto cuando describe laexperiencia de la fe como una liberación «delpoder de las tinieblas» y un ingreso en el «Reinode su Hijo querido, en quien tenemos la reden-ción: el perdón de los pecados» (Col 1,13-14;cf. Rm 12,1-2). Esta audacia no es algo tan nuevoo inédito para el cristianismo, pues hay signos deesta actitud ya en la literatura patrística (p.ej: S.Clemente de Alejandría, Protreptico IX, 87, 3-4;S. Agustín, Sermo 14, D, 3).

    En su carta apostólica Ubicunque et Semperescribe: «En nuestro tiempo, uno de los rasgossingulares ha sido aforntar el fenómeno del aleja-miento de la fe, que se ha ido manifestandoprogresivamente en sociedades y culturas quedesde hace siglos estaban impregnadas del Evan-gelio. Las transformaciones sociales a las quehemos asistido en las últimas décadas tienencausas complejas, que hunden sus raíces en tiem-pos lejanos y han modificado profundamente lapercepción de nuestro mundo. Por eso, haciéndo-me cargo de la preocupación de mis veneradospredecesores, considero oportuno dar respuestasadecuadas para que toda la Iglesia, dejándoseregenerar por la fuerza del Espíritu Santo, sepresente al mundo contemporáneo con un impul-so misionero capaz de promover una nueva evan-gelización. Esta se refiere sobre todo a las Iglesiasde antigua fundación, que viven realidades bas-tante diferenciadas, a las que corresponden nece-sidades distintas, que esperan impulsos de evan-gelización diferentes; en algunos terrirotios, enefecto, aunque avanza el fenómeno de la secula-rización, la práctica cristiana manifiesta todavíauna buena vitalidad y un profundo arraigo en elalma de poblaciones enteras; en otras regiones,en cambio, se nota un distanciamiento más clarode la sociedad en su conjunto respecto de la fe,con un entramado eclesial más débil, aunque noprivado de elementos de vivacidad, que el Espí-ritu Santo no deja de suscitar; también existen,lamentablemente, zonas casi completamentedescristianizadas, en las cuales la luz de la fe etá

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    confiada al testimonio de pequeñas comunida-des: estas tierras, que necesitarían un renovadoprimer anuncio del Evangelio, parecen particu-larmente refractarias a muchos aspectos del men-saje cristiano. La diversidad de situaciones exigeun discernimiento atento; hablar de ‘nueva evan-gelización’ no significa tener que elaborar unaúnica fórmula igual para todas las circunstancias.Y, sin embargo, no es difícil percatarse de que loque necesitan todas las Iglesias que viven enterritorios tradicionalmente cristianos es un reno-vado impulso misionero, expresión de una nuevay generosa apertura al don de la gracia».

    ConclusiónSe llama Nueva Evangelización al impulso

    espiritual y lanzamiento de un movimiento deconversión que la Iglesia pide a sí misma, a todassus comunidades, a todos sus bautizados. Por lotanto, no se refiere sólo a determinadas regionesbien definidas, sino se trata del camino que per-mite desplegar y traducir en la práctica la heren-cia apostólica para nuestro tiempo. Con ella, laIglesia desea introducir en el mundo de hoy y enla actual discusión su temática más originaria yespecífica: ser el lugar en el cual ya ahora serealiza la experiencia de Dios, donde bajo la guíadel Espíritu del Resucitado nos dejamos transfi-gurar por el don de la fe. El Evangelio es siempreel nuevo anuncio de la salvación obrada porCristo para hacer participar a la humanidad en elmisterio de Dios y de su vida de amor y abrir atodos los hombres un futuro de esperanza seguray sólida. Subrayar que en este momento de lahistoria la Iglesia está llamada a intensificar laacción misionera para responder plenamente almandato del Señor.

    Ninguna situación eclesial puede ser excluidade este programa: ante todo, las antiguas Iglesiascristianas con el problema del abandono prácticode la fe da parte de muchos. Este fenómeno,aunque en menor medida, se registra también enlas nuevas Iglesias, sobre todo en las grandesciudades y en algunos sectores que ejercen uninflujo cultural y social determinante. Como gran

    desafío social y cultural, las nuevas metrópolisson terreno adecuado. La Nueva Evangelizaciónse refiere, además, a las Iglesias jóvenes, com-prometidas en experiencias de inculturación queexigen continuas verificaciones para poder intro-ducir el Evangelio, que purifica y eleva las cultu-ras, y para abrirlas a su novedad. Más en general,todas las comunidades cristianas tienen necesi-dad de una Nueva Evangelización, porque estáncomprometidas en el ejercicio de una atenciónpastoral que parece siempre más difícil de llevaradelante y corre el riesgo de transformarse en unaactividad repetitiva poco capaz de comunicar lasrazones para las cuales ha nacido.

    Ha sido providencial que la V Conferencia delepiscopado latinoamericano y del Caribe se con-centre en la cuestión fundamental de hacer decada cristiano un discípulo misionero de Jesu-cristo, dando lugar a la Misión continental perma-nente como renacer de entusiasmo y de esperan-za. Esta respuesta a la Nueva Evangelización seva enriqueciendo por el intercambio de experien-cias concretas de evangelización. Es necesario«recomenzar desde Cristo» por medio de unapredicación kerigmática y testimonial, para sus-citar un renovado encuentro personal y comuni-tario con Cristo, un camino de discipulado fiel, uncrecimiento en el seguimiento de Cristo y confi-guración con Él, hasta hacerse portadores de laBuena Noticia de la victoria de Cristo en laResurrección a través de la Cruz. El anuncio deCristo no admite reducciones moralistas,politizantes o ideológicas. Ese anuncio recapitulatoda la creación y la historia en el Misterio Pascualde Cristo y que apunta hacia la vida eterna.

    El fenómeno del alejamiento del influjo delEvangelio, la secularización, la masificación, elanonimato, la despersonalización, la descristia-nización, nos llevan a un replanteamiento en elpropio compromiso de fe, para dialogar con lasculturas en una cercanía cordial con las personas.Se nos exigen nuevas lecturas de la realidad,nuevas respuestas a los cuestionamientos de loslaicos, y una mayor coherencia y testimonio.

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    LA NUEVA EVANGELIZACION

    INTRODUCCIÓNTema del Sínodo: La nueva evangelización

    para la transmisión de la fe cristiana. Importamantener unidos dos aspectos: el fin de la nuevaevangelización es la transmisión de la fe; y elproceso de la transmisión de la fe, que hoy en-cuentra obstáculos de diversa naturaleza, se desa-rrolla en el ámbito de la nueva evangelización.

    Cristo Resucitado inicia el tiempo de la misiónde la Iglesia: «Vayan por todo el mundo y procla-men la Buena Nueva a toda la creación» (Mc 16,15). La Iglesia existe para anunciar siempre y entodas partes la Buena Nueva a todos. El mandatosigue siendo el mismo, como Cristo, el mismo«ayer, hoy y por los siglos» (Hb 13, 8), aunquecambien destinatarios y condiciones sociales, cul-turales, políticas y religiosas.

    La oración acompaña y anima toda actividadsinodal. Una reunión de Obispos, representantesdel episcopado de todo el mundo, en torno alObispo de Roma, sólo se puede realizar en unambiente de oración. El pueblo ora por el Sínodo.

    Al inicio de los trabajos sinodales, los PadresSinodales invocan al Espíritu Santo; cada maña-na la Hora Media abre los trabajos; las reunionesde la tarde están precedidas por una breve ora-ción; los trabajos concluyen, mañana y tarde, conuna cordial invocación a la Virgen María, Madrede la Iglesia y Estrella de la Nueva Evangeliza-ción. En la capilla adyacente al Aula sinodal está

    el Santísimo Sacramento, para ofre-cer la posibilidad de permanecer enmeditación ante el Maestro que conti-núa enviando sus discípulos por loscaminos del mundo a anunciar elEvangelio, la Buena Nueva tambiénal hombre contemporáneo.

    Un Sínodo provoca una amplia par-ticipación y recoge la reflexiónteológica y pastoral de un representa-tivo número de personas y organis-mos de todo el mundo y de todas lascondiciones. Sobre todo a partir desus documentos preparatorios: losLineamenta y el Instrumentum laboris.Tuvieron importante papel las re-flexiones del Papa: las catequesis so-

    bre la oración, dos Cartas Apostólicas en formade Motu proprio: Ubicumque et semper (21 sept2010) con que erigió el Consejo Pontificio para laPromoción de la Nueva Evangelización; y PortaFidei (11 octubre 2011) con la que proclamó elAño de la Fe.

    Cada Padre Sinodal tenía 5 minutos para pro-nunciar su intervención durante las Congregacio-nes Generales. En la discusión libre, de 18 a 19mins., cada intervención dura menos de 3 minu-tos, para favorecer mayor participación en eldebate como expresión de comunión y sentidocolegial. Las intervenciones de los Delegadosfraternos y de los Oyentes no deberían superar los

    XIII ASAMBLEA ORDINARIADEL SÍNODO DE LOS OBISPOS

    «NUEVA EVANGELIZACIÓN PARA LA TRANSMISIÓN DE LA FE CRISTIANA»

  • LA NUEVA EVANGELIZACION

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    4 minutos. El límite de tiempo oral permite inter-venir mayor número y enriquecer más la re-flexión sinodal, aunque lo entregado por escritono tiene límite. Se utilizan los aparatos de vota-ción electrónica. Para las Propositiones se man-tiene votación, tanto por escrito como de modoelectrónico; la Comisión de Escrutinio se ocupadel recuento de papeletas.

    En la XIII Asamblea del Sínodo participaron262 Padres Sinodales, el número más elevado enla historia de los Sínodos. De Europa 103, deAmérica 63, de África 50, de Asia 39 y de Oceanía7; 182 elegidos, 172 por las ConferenciasEpiscopales y 10 por la Unión de los SuperioresGenerales; 3 designados por las Iglesias Orienta-les Católicas; 37 por oficio, 40 nombrados por elPapa. Entre estos: 6 Patriarcas, 49 Cardenales, 3Arzobispos Mayores, 71 Arzobispos, 120 Obis-pos y 14 sacerdotes. Por el cargo: 10 Líderes deIglesias Orientales, 32 Presidentes de Conferen-cias Episcopales, 26 Responsables de Dicasteriosde la Curia, 211 Ordinarios y 11 Auxiliares.

    Relator General Card. Donald William Wuerl,Arzobispo de Washington (EE.UU.), y Secreta-rio Especial Mons. Pierre-Marie Carré, Arzobis-po de Montpellier (Francia). Tres PresidentesDelegados: Card. John Tong Hon, Obispo deHong Kong (China); Card. Francisco RoblesOrtega, Arzobispo de Guadalajara (México), yCard. Laurent Monsengwo Pasinya, Arzobispode Kinshasa (República Democrática del Con-go). Participaron también 45 Expertos y 49 Oyen-tes, hombres y mujeres de los cinco continentes,elegidos entre numerosos especialistas y perso-nas comprometidas en evangelización. Y losDelegados fraternos, representantes de 15 Igle-sias y comunidades eclesiales que todavía no estánen plena comunión con la Iglesia Católica; lapresencia de Su Gracia Dr. Rowan DouglasWilliams, Arzobispo de Canterbury y Primado deInglaterra y la Comunión Anglicana, y de SuSantidad Bartolomé I, Arzobispo de Constantinoplay Patriarca ecuménico, aporta una contribuciónecuménica notable a la Asamblea.

    Como Invitados especiales: hermano Alois,Prior de Taizé (Francia), Rev. Lamar Vest, Presi-

    dente de la American Bible Society (EE.UU.) y Sr.Werner Arber, Profesor de Microbiología en elBiozentrum de la Universidad de Basilea (Suiza)y Presidente de la Academia Pontificia de lasCiencias.

    Aseguran el diálogo con los responsables delos medios de comunicación 5 Encargados dePrensa en cada lengua de la Asamblea. Mantie-nen encuentros diarios con los periodistas, excep-to cuando están previstas Ruedas de prensa conparticipación de Padres Sinodales. Los PadresSinodales cuentan con 32 Asistentes y 30 Traduc-tores. En total, más de 400 personas.

    PREPARACIÓN DE LA XIII ASAMBLEA GENE-RAL ORDINARIA

    Antes de concluir la XII Asamblea, los PadresSinodales sugirieron temas que pudieran ser estu-diados en la siguiente Asamblea Sinodal. Aunquelas respuestas fueron numerosas y diversas, unnúmero significativo mostró cierta preferenciapor el tema de la transmisión de la fe. Después dela audiencia papal del 9 enero 2009, Mons. NikolaEteroviæ, Secretario General, solicitó a los Jefesde los Dicasterios de la Curia Romana y al Presi-dente de la Unión de los Superiores Generalestres posibles temas que pudieran ser objeto deldebate sinodal, con tres condiciones: 1) ser deinterés para la Iglesia universal; 2) responder auna necesidad pastoral actual y 3) se pudieranexaminar desde un punto de vista realístico en elSínodo de los Obispos. Las respuestas fueronexaminadas por el Consejo Ordinario de la Secre-taría General en su reunión del 3 y 4 junio.

    Mons. Nikola Etereviæ sometió al PapaBenedicto XVI tres temas. En la audiencia del13 junio de 2009, expresó su preferencia por laprimera: La transmisión de la Fe a través de laeducación y la iniciación cristiana. Las otrasconcernían a la parroquia como la comunidadde comunidades y a los desafíos antropológicosde nuestros tiempos. Decidió que la XIII Asam-blea Sinodal tendría lugar del 2 al 23 de octu-bre de 2011.

    En una audiencia concedida a la SecretaríaGeneral el 7 septiembre 2009, Su Santidad com-partió su intención de instituir un Consejo para la

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    LA NUEVA EVANGELIZACION

    Nueva Evangelización, y consideró oportunocombinar el tema de la transmisión de la fe con enel de la nueva evangelización. Animó a los miem-bros del Consejo Ordinario a considerar el asuntoen su encuentro del 24 y 25 septiembre 2009,mientras trabajaban el borrador de los Lineamenta.

    Después de profundas reflexiones, se reformulóel tema: La nueva evangelización para la trans-misión de la fe cristiana. En una audiencia conce-dida al Secretario General el 3 julio 2010, el SantoPadre lo aprobó. Con la Carta Ubicumque etsemper (21 septiembre 2010), estableció el Con-sejo Pontificio para la Promoción de la NuevaEvangelización.

    La Asamblea Especial para Oriente Medio delSínodo de los Obispos tuvo lugar en octubre2010, aplazando un año la XIII Asamblea. ElSanto Padre quiso personalmente anunciar eltema el 24 octubre 2010, durante la Celebracióneucarística en la Basílica de San Pedro, en laclausura del Sínodo para Oriente Medio, indican-do que tendría lugar en octubre 2012.

    Los Lineamenta

    El XII Consejo Ordinario de la SecretaríaGeneral se reunió dos veces. El 24-25 septiembre2009, con la asistencia de algunos expertos, acor-daron el borrador, considerando las observacio-nes de los obispos, sus sugerencias de posiblestemas y las situaciones pastorales y sociales delmundo donde viven y trabajan. Hicieron referen-cias al Concilio Vaticano II y sucesivos pronun-ciamientos del magisterio de la Iglesia, en espe-cial el del Santo Padre Benedicto XVI.

    El 8-9 junio 2010, examinó el borrador. Trasun profundo debate, hicieron varios cambios paramejorar el texto, e indicaron aspectos que reque-rían un desarrollo ulterior. La Secretaría General,con algunos expertos, incorporó estas observa-ciones.

    Cuando el tema del sínodo fue hecho público,envió los Lineamenta por correo electrónico acada miembro del Consejo Ordinario, para suaprobación y para añadir posibles comentarios envistas a mejorar el texto. Incorporadas las obser-vaciones, se tradujo a varios idiomas.

    La Secretaría General se ocupó de su publica-ción con fecha 2 febrero 2011, presentado en laOficina de Prensa de la Santa Sede el 4 marzo2011 por Mons. Nikola Etereviæ, Secretario Ge-neral, y Mons. Fortunato Frezza, Subsecretario.

    Fueron ampliamente difundidos, por los me-dios de comunicación de la Santa Sede y la IglesiaCatólica. Bajo el nombre «Sínodo de los Obis-pos» en la página web de la Santa Sede se puso enocho idiomas: latín, francés, inglés, italiano, po-laco, portugués, español y alemán. Contenían 72preguntas, para facilitar la reflexión y el debate.Solicitó responder antes del 1 noviembre 2011.

    El Instrumentum laboris

    La Secretaría General recibió varias respues-tas, generalmente muy detalladas. Narraban lasactividades pastorales que ya se estaban llevandoa cabo en muchas Iglesias particulares. Eviden-ciaban la necesidad de renovar el celo pastoral enel trabajo de evangelización, para hacerlo másreceptivo a la gracia del Espíritu Santo, queinspira nuevos caminos para anunciar la BuenaNueva a los cercanos y los alejados y, sobre todo,a los bautizados que se han distanciado de laIglesia.

    El porcentaje de respuesta fue del 90,5%, de lasiguiente manera:- Sínodos de las Iglesias Católicas Orientales:

    84,6% (11 de 13 Iglesias; no se recibió delArzobispado Mayor de la Iglesia Siro-Malankaray la Iglesia Metropolitana Rutena;

    - Conferencias Episcopales: 81,5% (93 de 114Conferencia Episcopales);

    - Dicasterios de la Curia Romana: 96,1% (25 de26 Dicasterios; faltó la Administración del Pa-trimonio de la Sede Apostólica);

    - Unión de los Superiores Generales: 100%.Respecto a las Conferencias Episcopales:

    - África: 66,6% (24 de 36 ConferenciaEpiscopales; no respondieron: Camerún, Chad,República del Congo, Gabón, Gambia, Guinea,Guinea Ecuatorial, Namibia, Nigeria, OcéanoÍndico, República Centroafricana, Sierra Leo-na, Uganda);

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    - América: 95,8% (23 de 24 ConferenciasEpiscopales; Haití no envió respuesta);

    - Asia: 88,8% (16 de 18 Conferencias Episcopales;Sri Lanka y Tímor Oriental no respondieron);

    - Europa: 81,25% (26 de 32 ConferenciasEpiscopales; no se recibió de Albania, Bulgaria,Grecia, Lituania, Turquía y Ucrania);

    - Oceanía: 100% (respondieron las 4 Conferen-cias Episcopales del continente).Junto con estas respuestas están las contribu-

    ciones del Consejo de las ConferenciasEpiscopales de Europa (C.C.E.E.) y de la Asam-blea de la Jerarquía Católica de Egipto.

    También recibió observaciones de varias insti-tuciones eclesiales, p.ej, de la Unión Internacionalde Superiores Generales; algunas universidades ycentros de enseñanza superior; y muchas personasinteresadas en el tema del Sínodo. La SecretaríaGeneral tomó en consideración todas estas res-puestas y observaciones, junto con los resultadosde los varios encuentros y artículos publicados enrevistas especializadas y populares.

    En el encuentro del 22 y 23 noviembre 2011,los miembros del XII Consejo Ordinario, con elasesoramiento de expertos, examinaron minu-ciosamente las respuestas a los Lineamenta y sepusieron de acuerdo sobre un resumen para elInstrumentum laboris, aportando numerosas su-gerencias para el borrador del texto.

    En el encuentro del 16 febrero 2012, el Conse-jo Ordinario examinó el borrador (el 17 la mayo-ría participaron en el Consistorio). A fin de faci-litar la discusión, la Secretaría General envió eltexto a los miembros del Consejo, para comenzarinmediatamente un vivo debate, proporcionandonumerosas y sensatas observaciones para mejo-rar el texto. Asimismo, los miembros del Consejoobservaron con gratitud la decisión del SantoPadre de convocar el Año de la Fe. Prestaronconsiderable atención a la Carta apostólica enforma de motu proprio Porta fidei para la redac-ción.

    Para obtener la aprobación final del documen-to, Secretaría General volvió a enviar el texto porcorreo electrónico a los miembros del Consejo

    Ordinario. Algunos hicieron ulteriores sugeren-cias que se incorporaron para mejorar el texto.Procedió entonces a traducir el documento enocho idiomas. Fechado en Pentecostés, 27 mayo2012, fue presentado el 19 junio 2012 en laOficina de Prensa de la Santa Sede por Mons.Nikola Eteroviæ y Mons. Fortunato Frezza.

    Fue objeto de una amplia distribución, a travésde Internet -en la página web de la Santa Sede- ynumerosas publicaciones. Su difusión dio a cono-cer a muchas personas el orden del día de laasamblea sinodal, la positiva tarea de las Iglesiasparticulares y algunos puntos que requieren unaamplia reflexión y desarrollo.

    Consejos EspecialesAdemás de la actividad del Consejo Ordinario,

    la Secretaría General del Sínodo de los Obisposrealizó también las reuniones de los ConsejosEspeciales, en particular para África y para OrienteMedio, con motivo de la preparación de susAsambleas Especiales.

    Desde la celebración de la XII Asamblea Ge-neral Ordinaria, el Consejo Especial para Áfricase reúne seis veces: 27 y 28 noviembre 2008; 23y 24 enero 2009; 19 marzo 2009; 19 y 20 enero2010; 27 y 28 abril de 2010; 19 y 20 noviembre2011.

    El Consejo para Oriente Medio se reunió nue-ve veces: 21y 22 septiembre 2009; 24 y 25 no-viembre 2009; 23 y 24 abril 2010; 4 al 6 junio2010; 20 y 21 enero 2011; 30 y 31 marzo 2011; 17y 18 mayo 2011; 6 y 7 julio 2011; 14 al 16septiembre 2012.

    El que se ha reunido con mayor frecuencia esel Consejo Especial para América, prácticamenteuna vez por año: 18 y 19 noviembre 2008; 17 y 18noviembre 2009; 16 y 17 noviembre 2010; 27 y28 octubre 2011.

    El Consejo Especial para Asia se ha reunidodel 11 al 12 diciembre 2008 y el Consejo Especialpara Oceanía lo ha hecho el 9 diciembre 2011.

    Actualización del Vademecum

    El Ordo Synodi Episcoporum, aprobado porBenedicto XVI el 29 septiembre 2006, centró suatención en las prácticas de las últimas asambleas

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    LA NUEVA EVANGELIZACION

    sinodales que han favorecido un desarrollo máscolegial de los trabajos sinodales.

    Al final de la Congregación General de la tardehabía un debate libre de 6 a 7 p.m. Cada PadreSinodal podrá tomar la palabra durante 3 minu-tos, y replicar una sola vez.

    Se recomienda indicar el número o númerosdel Instrumentum Laboris al que desea referirse.Se da prioridad a quienes deseen hablar de laprimera parte del Instrumentum Laboris, del n.1al n. 40 (Introducción y tema de Jesucristo, Evan-gelio de Dios para el hombre). A continuación seprofundizará la segunda parte que incluye deln.41 al n. 89, Tiempo de nueva evangelización.Seguirá la tercera parte del n. 90 al n. 128, Trans-mitir la fe. La cuarta parte, del n. 129 al n. 169,incluye el cuarto capítulo Reavivar la acciónpastoral, y la Conclusión. Se desea, de tal mane-ra, favorecer una reflexión más ordenada, portemas, con el fin de facilitar la profundización delos mismos.

    DESARROLLO DEL SÍNODOSe realizaron 23 Congregaciones Generales y

    8 Sesiones de los 12 Círculos menores, según laslenguas oficiales, con un Moderador y un Relatorpara exponer el contenido esencial de los resulta-dos en la Congregación General del viernes 19octubre.

    El domingo 7 octubre el Papa presidió la So-lemne Inauguración de la XIII Asamblea GeneralOrdinaria del Sínodo de los Obispos, donde de-claró doctores a San Juan de Ávila y SantaHildegarda de Bingen.

    El lunes 8 octubre se realizó la Solemne Aper-tura en la Primera Congregación General (por laMañana). Tras la Meditación del Santo Padre y elSaludo del Presidente Delegado, Card. John TongHon, Ob. de Hong Kong (China), hizo su Rela-ción el Secretario General Mons. Nikola Eteroviæ,Arz. Tit. de Cibale (Cd. Vaticano). Y siguió laRelación anterior a la Discusión, del RelatorGeneral Card. Donald William Wuerl, Arz. deWashington (EEUU).

    En la Segunda Congregación General (por laTarde) se tuvieron las Relaciones sobre los Con-

    tinentes, en las cuales representantes del episco-pado de cada uno de los cinco continentes dicencómo han percibido el tema las Iglesias particu-lares de su continente. E iniciaron las Interven-ciones en el Aula.

    Las sesiones de Intervenciones se tenían deacuerdo a los capítulos del Instrumentum laboris:Introducción (Puntos de referencia, expectativas,tema, continuidad con el Concilio). Cap. I: Jesu-cristo, evangelio de Dios para el hombre (Jesu-cristo evangelizador; la Iglesia, evangelizada yevangelizadora; el Evangelio, don para cada hom-bre; el deber de evangelizar; evangelización yrenovación de la Iglesia). Cap. II: Tiempo denueva evangelización (exigencia; escenarios;nuevas fronteras del escenario comunicativo;cambios del escenario religioso; cristianos enestos escenarios; Missio ad gentes, atención pas-toral, nueva evangelización; transformaciones dela parroquia; definición y significado). Cap. III:Transmitir la fe (primado de la fe; la Iglesiatransmite la fe que vive; pedagogía de la fe;sujetos de la transmisión de la fe; familia, lugarejemplar de evangelización; llamados para evan-gelizar; dar razón de la propia fe; frutos de la fe).Cap. IV: Reavivar la acción pastoral (Iniciacióncristiana, proceso evangelizador; exigencia delprimer anuncio; transmitir la fe, educar al hom-bre; fe y conocimiento; fundamento de toda pas-toral evangelizadora; centralidad de las vocacio-nes). Conclusión (Jesucristo, Evangelio que daesperanza; la alegría de evangelizar).

    El martes 9 de octubre, Tercera CongregaciónGeneral (por la mañana), continuaron las Inter-venciones en el Aula sobre la primera parte. Fuela primera escucha de los Delegados Fraternos yla Intervención de Invitado Especial Dr. LamarVest, Presidente de American Bible Society(USA).

    En la Cuarta Congregación General, por laTarde, se hizo la Votación para la Comisión parael Mensaje y continuaron las Intervenciones en elAula. Luego, Card. Marc Ouellet, P.S.S., Prefec-to de la Congregación para los Obispos, en suRelación refiere acerca de la recepción de laExhortación Apostólica Postsinodal Verbum

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    Domini, resultado de la XII Asamblea del Sínodo(octubre 2008). Por la noche se presentó el Docu-mental: el Concilio Vaticano II cincuenta añosdespués.

    El 10 de octubre se dedicó a Círculos Menorespara conocerse, nombrar Moderador y Relator, yprever la dinámica de trabajo (por la mañana).Fue la Quinta Congregación General por la Tar-de, con la Intervención de S.G.Dr. Rowan DouglasWilliams, Arz. de Canterbury, Primado de Ingla-terra y de la Comunión Anglicana (Gran Breta-ña), en la cual ilustra, desde el punto de vistaanglicano, el desafío de la nueva evangelizacióny la transmisión de la fe.

    El 11 de octubre por la mañana se tuvo laCapilla Papal para la Apertura del Año de la Fe:el Santo Padre presidió la Eucaristía con ocasióndel 50 aniversario del inicio del Concilio Vatica-no II y del 20 de la promulgación del Catecismode la Iglesia Católica. Inicia el Año de la Fe, queterminará en la solemnidad de Jesucristo Rey delUniverso, el 24 noviembre 2013. Durante la cele-bración eucarística el Patriarca EcuménicoBartolomé I se dirigió a Benedicto XVI y a todoslos participantes.

    Por la tarde fue la Sexta Congregación Generalen la cual se ofrecieron ideas a la Comisión parael Mensaje, continuaron las Intervenciones en elAula y se escuchó al segundo de los DelegadosFraternos. Por la noche se organizó la Procesiónde antorchas y la Oración «La Iglesia bella delConcilio».

    El Viernes 12 por la Mañana se realizó laSéptima Congregación General con Intervencio-nes en el Aula y terminó con Audiencias y Comi-da con el Santo Padre.

    Por la tarde, en la Octava Congregación Gene-ral fue la Intervención del Invitado Especial Prof.Werner Arber, Prof. de Microbiología en elBiozentrum de la Universidad de Basilea; Pte. dePontificia Academia de Ciencias (Suiza), en lacual expuso algunas reflexiones sobre la relaciónentre ciencia y fe, para animar el debate libre delfinal de la tarde. Se hicieron correcciones alborrador del Mensaje, y los Padres eligieron los12 miembros de la Comisión del Mensaje, con el

    Presidente Card. Giuseppe BETORI, Arzobispode Florencia (Italia) y Vicepresidente Mons. LuisAntonio G. Tagle, Arzobispo de Manila (Filipi-nas). Será un testimonio de vida cristiana y unrenovado dinamismo al confesar la fe, en comu-nión con el Santo Padre Benedicto XVI, 264°sucesor de San Pedro.

    El sábado 13 de octubre, Novena Congrega-ción General (por la mañana), siguieron las Inter-venciones, la tercera Audición de los DelegadosFraternos y la composición de la Comisión para laInformación.

    Por la tarde, Décima Congregación General,además de las Intervenciones en el Aula, se pre-sentaron los Volúmenes sobre el XI y XII Sínodoy el Enchiridion de la Nueva Evangelización, enedición especial para el Año de la Fe. El texto,publicado por la Librería Editorial Vaticana, con-tiene textos del Magisterio pontificio y conciliar.Es un instrumento que recoge las múltiples for-mas de la expresión «Nueva Evangelización» ysu riqueza a través de una amplia selección dediscursos, mensajes, homilías, cartas apostólicasy otros documentos papales a partir de 1939.Contiene además pasajes de los documentos ofi-ciales del Concilio Vaticano II, seleccionados porsu importancia para la Nueva Evangelización.Presenta el tema a partir de la formación y difu-sión de dicho concepto durante los últimos dece-nios, y demuestra su importancia para la Iglesiade hoy.

    El lunes 15 octubre por la mañana, UndécimaCongregación General, siguieron las Interven-ciones y los padres visitaron la exposición.

    Por la tarde, Duodécima Congregación Gene-ral, además de las Intervenciones, se presentó elVolumen del X Sínodo y fue el Día de debate ydiálogo sobre la Nueva Evangelización.

    La mañana del martes 16 de octubre, Decimo-tercera Congregación General, dio su MensajeS.E.R. Mons. Lucas Ly Jingfeng, Obispo deFengxiang [Shaanxi] (China). Continuaron lasIntervenciones y la primera parte de la Audiciónde los Oyentes.

    Por la tarde, Decimocuarta Congregación Ge-neral, fue la Intervención del Cardenal Secretario

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    de Estado, y el Anuncio de una Delegación enSiria. Continuaron las Intervenciones en el Aulay la Audición de los Delegados Fraternos. Final-mente, Intervención del Invitado Especial, Fr.Alois, Prior de la Comunidad Ecuménica de Taizé(Francia). Por la noche se presentó el Concierto:«Una Buena Noticia».

    El 17 octubre por la mañana, DecimoquintaCongregación General(Miércoles 17 por la Ma-ñana), sólo hubo Inter-venciones y II Audiciónde los Oyentes.

    En la DécimosextaCongregación General(por la Tarde) se hizo laRelatio Post Discepta-tionem y la tercera Audi-ción de los Oyentes. Porla noche se presentó laPelícula: «Jerzy Popiel-usko: Messenger of TheTruth».

    El 18 de octubre sólose recibieron Intervenciones por escrito de losPadres Sinodales, pues fue la primera Sesión delos Círculos Menores por la mañana, y por latarde la segunda y tercera Sesiones.

    El viernes 19 de octubre por la mañana,Décimoséptima Congregación General, se hicie-ron las Relaciones de los Círculos Menores, yterminó con la Audición de Delegados Fraternosy de los Oyentes.

    El sábado 20 de octubre fue la cuarta sesión delos Círculos Menores. Por la mañana, en la Deci-moctava Congregación General, se hizo la Vota-ción para el Consejo que dará seguimiento alSínodo. Se presentó y discutió el Esquema delMensaje.

    El domingo 21 octubre, DOMUND, el Papapresidió la Concelebración en la cual canonizó 7beatos: Santiago Berthieu, Pedro Calungsod,Giovanni Battista Piamarta, María del MonteCarmelo Sallés i Barangueras, Marianna Cope,Caterina Tekakwitha y Anna Schäffer.

    El martes 23 de octubre por la mañana serealizó la Décimonovena Congregación Generalen la cual fue la Intervención del Cardenal Secre-tario de Estado nuevamente con el Anuncio De-legación en Siria. Se hizo la Presentación de laLista Final de las Propuestas. Se hizo la Votaciónpara el Consejo. Y la Respuesta al Mensaje deMons. Lucas Ly Jingfeng, Ob. de Fengxiang

    [Shaanxi] (China).El miércoles 24

    de octubre se dedi-có a los CírculosMenores: QuintaSesión. Sólo se re-cibieron Interven-ciones por escritode los PadresSinodales y de losD e l e g a d o sFraternos. Se pre-sentó la Película:«Arte y Fe. ViaPulchritudinis». Yfue el interesante

    Encuentro: «Testimonios Laicos, Vocación uni-versal a la Santidad. Nueva Evangelización».

    El 25 de octubre continuaron los CírculosMenores: Sexta, Séptima y Octava Sesión.

    El viernes 26 de octubre por la mañana, en laVigésima Congregación General, se hizo la Pre-sentación y Votación del Mensaje del Sínodo delos Obispos al Pueblo de Dios. Continuó la Audi-ción de Delegados Fraternos y Oyentes. El Men-saje del Sínodo al Pueblo de Dios pide vencer elmiedo con la fe, el cansancio con la esperanza yla indiferencia con el amor; fomentar dos expre-siones significativas: la contemplación y el servi-cio a los pobres; e invita a América Latina a vivirla Misión Permanente para enfrentar los desafíosdel presente como pobreza, violencia y pluralis-mo religioso.

    En la Vigésimoprimera Congregación Gene-ral, por la Tarde, se hizo la Presentación de laLista Final de las Propuestas, y la Composicióndel XIII Consejo Ordinario de la Secretaría Gene-ral del Sínodo de los Obispos.

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    El sábado 27 de octubre, en la Vigésimo-segunda Congregación General (por la Maña-na) continuó la Presentación de la Lista Finalde las Propuestas. Saludo Final del PresidenteDelegado. Intervención del Santo Padre. Vota-ción de la Lista Final de las Propuestas. Audi-ción e intervenciones de los Oyentes e Inter-venciones por escrito. Los Padres sinodalesentregaron al Papa 58 Propuestas, en cuatrosecciones (naturaleza de la Nueva Evangeliza-ción, contexto de la misión actual de la Iglesia;respuestas pastorales a las circunstancias denuestros días, y agentes y participantes de laNueva Evangelización), abordando cuestionescomo secularismo, libertad religiosa, derechoshumanos, migraciones, Doctrina Social de laIglesia, opción por los pobres, catequesis, jóve-nes, contemplación, diálogo, relación entreciencia y fe, familia, vida consagrada.

    El domingo 28 de octubre el Papa presidió laConcelebración eucarística de Clausura del Sí-nodo, con todos los Padres Sinodales y sacerdotesque han participado. En su Homilía de Clausura,el Santo Padre, comentando la curación deBartimeo, recalcó las líneas principales de ac-ción: los sacramentos de la Iniciación Cristiana,la evangelización de quienes no conocen a Cristo,la atención a los alejados («atrio de los gentiles»)y la atención a los bautizados que no viven lasexigencias de su Bautismo; vivir la vocación a lasantidad, pues los santos han hablado con su vidaun lenguaje comprensible a todos.

    La celebración de esta Asamblea General Or-dinaria del Sínodo de los Obispos ha sido para laIglesia como un nuevo Cenáculo, en el cual lossucesores de los Apóstoles prepararan los cami-nos de la nueva evangelización, reunidos en ora-ción junto con la Madre de Cristo, que ha sidoinvocada como «Estrella de la Nueva Evangeli-zación» (Ecclesia in America 22 enero 1999), 11;Novo millennio ineunte 6 enero 2001, 58).

    SÍNTESIS DEL MENSAJE AL PUEBLO DE DIOSSe redactó en 5 versiones lingüísticas (italia-

    no, inglés, francés, español y alemán).Al inicio del documento los obispos recuer-

    dan el pasaje evangélico del encuentro de Jesús

    con la samaritana en el pozo: es la imagen delhombre contemporáneo con un ánfora vacía,que tiene sed y nostalgia de Dios, y hacia el quela Iglesia debe dirigirse para hacerle presente alSeñor. Y como la samaritana, quien encuentra aJesús no puede hacer otra cosa sino convertirseen testigo del anuncio de salvación y esperanzadel Evangelio.

    Mirando al contexto de la nueva evangeliza-ción, el Sínodo recuerda la necesidad de reavivarla fe, que corre el riesgo de oscurecerse en loscontextos culturales actuales, también frente aldebilitamiento de la fe en muchos bautizados. Elencuentro con el Señor, que revela a Dios comoamor, sucede sólo en la Iglesia como forma decomunidad acogedora y experiencia de comu-nión; desde aquí, entonces, los cristianos pasan aser sus testigos en otros lugares. Sin embargo, laIglesia afirma que para evangelizar hay que estar,ante todo, evangelizados y lanza una llamada -empezando por ella misma- a la conversión, por-que la debilidad de los discípulos de Jesús pesansobre la credibilidad de la misión.

    Conscientes del hecho de que el Señor es laguía de la historia y que, por tanto, el mal notendrá la última palabra, invitan a los cristianos avencer el miedo con la fe y a mirar el mundo consereno coraje porque, aunque éste está lleno decontradicciones y retos, sigue siendo el mundoque Dios ama.

    Por consiguiente, nada de pesimismo:globalización, secularización y nuevos escena-rios de la sociedad, migraciones, incluso con lasdificultades y sufrimientos que conllevan, debenser oportunidad de evangelización. Porque no setrata de encontrar nuevas estrategias, como si elEvangelio hubiera que difundirlo como un pro-ducto de mercado, sino de redescubrir los modoscon los que las personas se acercan a Jesús.

    El mensaje mira a la familia como lugar natu-ral de la evangelización e insiste en que debe sersostenida por la Iglesia, la política y la sociedad.Dentro de la familia, se resalta el papel especialde las mujeres y se recuerda la situación dolorosade los divorciados y vueltos a casar: aunquereconfirma la disciplina sobre al acceso a los

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    LA NUEVA EVANGELIZACION

    sacramentos, insiste en que no están abandona-dos por el Señor y que la Iglesia es la casa queacoge a todos.

    El mensaje cita también la vida consagrada,testimonio del sentido ultraterrenal de la existen-cia humana; y las parroquias como centros deevangelización. Recuerda la importancia de laformación permanente para los sacerdotes y losreligiosos e invita a los laicos (movimientos ynuevas realidadeseclesiales) a evan-gelizar permane-ciendo en comu-nión con la Igle-sia. La nuevaevangel izaciónacoge favorable-mente la coopera-ción con las otrasIglesias y comu-nidades eclesiales,también ellas mo-vidas por el mis-mo espíritu deanuncio del Evangelio. Se presta particular aten-ción a los jóvenes, en una perspectiva de escuchay de diálogo para recuperar, y no mortificar, suentusiasmo.

    A continuación, el mensaje mira al diálogo dedistintas maneras: con la cultura, que necesitauna nueva alianza entre fe y razón; con la educa-ción; con la ciencia que cuando no encierra alhombre en el materialismo se convierte en unaaliada de la humanización de la vida; con el arte;con el mundo de la economía y el trabajo; con losenfermos y los que sufren; con la política, a la cualse pide un compromiso desinteresado y transpa-rente del bien común; con las otras religiones. Enparticular, el Sínodo insiste en que el diálogointerreligioso contribuye a la paz, rechaza elfundamentalismo y denuncia la violencia contralos creyentes.

    El mensaje recuerda las posibilidades que ofre-cen el Año de la Fe, la memoria del ConcilioVaticano II y del Catecismo de la Iglesia Católi-ca. Por último, indica dos expresiones de la vida

    de fe, especialmente significativas para la nuevaevangelización: la contemplación, donde el si-lencio permite acoger mejor la Palabra de Dios, yel servicio a los pobres, para reconocer a Cristo ensus rostros.

    En la última parte, el mensaje mira a lasIglesias de las distintas regiones del mundo y acada una de ellas les dirige palabras de alientopara el anuncio del Evangelio: a las Iglesias de

    Oriente les desea quepuedan practicar la fe encondiciones de paz y delibertad religiosa; a laIglesia de África le pideque desarrolla la evan-gelización en el encuen-tro con las antiguas y lasnuevas culturas, hacien-do después un llama-miento a los gobiernospara que cesen los con-flictos y la violencia.

    Los cristianos deAmérica del Norte, que viven en una cultura conmuchas expresiones lejanas del Evangelio, debenmirar a la conversión, a ser abiertos para acogera los emigrantes y refugiados. Se invita a Améri-ca Latina a vivir la misión permanente para hacerfrente a los desafíos del presente como la pobre-za, la violencia, también en las nuevas condicio-nes de pluralismo religioso.

    La Iglesia en Asia, aun cuando es una pequeñaminoría a menudo relegada al margen de la socie-dad y perseguida, es animada y exhortada a man-tenerse firme en la fe. Europa, marcada por unasecularización también agresiva y herida por re-gímenes pasados, ha creado sin embargo unacultura humanística capaz de dar rostro a la dig-nidad de la persona y a la construcción del biencomún; las dificultades del presente no deben portanto abatir a los cristianos europeos, sino quedeben ser percibidas como un reto. A Oceanía sele pide que sienta de nuevo el compromiso deanunciar el Evangelio.

    El mensaje se cierra encomendándose a Ma-ría, Estrella de la Nueva Evangelización.

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    LISTA FINAL DE LAS PROPUESTASEn conformidad con el Ordo Synodi

    Episcoporum (Arts 15 y 39) la Lista final de lasPropuestas de las Asambleas Generales Ordina-rias del Sínodo de los Obispos, cuyo texto oficialestá en latín, objeto de voto personal por parte delos Padres Sinodales, está destinada al SumoPontífice, a quien es debidamente entregada. Taltexto, debido a su naturaleza, es reservado y no sepublica para respetar el carácter consultivo de laasamblea sinodal. Por benévola decisión, el SumoPontífice concede en esta ocasión una versiónprovisional y no oficial en inglés, preparada por laSecretaría General del Sínodo de los Obispos,que se publica en el Boletín de la Oficina dePrensa de la Santa Sede.

    A este respecto se precisa además que lasPropuestas son un momento del proceso sinodaly pueden servir para la promulgación de un docu-mento pontificio. Ellas no agotan la riqueza de lasaportaciones de las Líneas de Orientación, delDocumento de trabajo, de la Discusión en el aula,de la Relación antes de la Discusión, de la Rela-ción después de la Discusión y del Mensaje alPueblo de Dios (Nuntius). El trabajo de los Círcu-los Menores ha permitido la maduración delconsenso sinodal, en un clima de intensa comu-nión episcopal cum Petro y sub Petro a través dela escucha recíproca, aún en la inmediatez deldebate libre.

    INTRODUCCIÓNProposición 1: La documentación pre-

    sentada al Santo PadreAdemás de toda la documenta-

    ción sobre la Nueva Evangeliza-ción para la transmisión de la Fe cristiana enrelación con este sínodo, presentamos al SantoPadre para su consideración lo siguiente: lasLineamenta, el Instrumentum laboris, la Relatioante disceptationem, la Relatio postdisceptationem, la presentación escrita de lasIntervenciones de los Padres en la sala sinodal y

    las entregadas por escrito, el Mensaje al Pueblode Dios, los Informes de los Grupos pequeños ysus discusiones, los Padres sinodales han dadouna cierta importancia a las proposiciones si-guientes. Los Padres sinodales piden humilde-mente también el Santo Padre a considerar laoportunidad de emitir un documento sobre latransmisión de la fe cristiana a través de unanueva evangelización.

    Proposición 2: El Sínodo expresa suagradecimiento

    Los Padres sinodales reconocencon gratitud el patrimonio de la

    enseñanza papal, enriquecida a menudo con losfrutos de anteriores asambleas sinodales, que hasido fundamental para el trabajo durante las se-siones del Sínodo para la Nueva Evangelizaciónpara la transmisión de la fe cristiana. Las reflexio-nes del Sínodo recurrieron a documentos comoEvangelii nuntiandi de Pablo VI, CatechesiTradendae, Redemptoris missio y Novo millennioineunte del Beato Juan Pablo II y Deus caritas est,Sacramentum caritatis y Verbum Domini del PapaBenedicto XVI. El ejemplo más reciente de estaguía es el Año de la Fe, proclamado por el SantoPadre al inicio de este Sínodo. Para este ministe-rio profético le estamos muy agradecidos.

    Proposición 3: Iglesias Orientales Ca-tólicas

    Las Iglesias Orientales católi-cas sui iuris, iluminadas por la

    tradición que se ha transmitido desde los Após-toles a través de los Padres, son patrimonio detoda la Iglesia de Cristo (cf OE 2; CodexCanonum Orientalium Ecclesiarum, 39). EstasIglesias son parte de la herencia apostólica através del cual se llevaron la Buena Noticia atierras lejanas (cf Ecclesia in Medio Oriente,88). Agradecen la posibilidad que se les ofrecepara llevar a cabo sus deberes pastorales a susfieles migrantes en los países con tradicionesde la Iglesia Latina. También esperan que su

    PROPUESTAS DEL SÍNODO AL PAPA

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    LA NUEVA EVANGELIZACION

    tradición pueda ser más plenamente conocida yrespetada entre los fieles y el clero de lasIglesias particulares de todo el mundo.

    1) LA NATURALEZA DE LA NUEVA EVANGELI-ZACIÓN

    Proposición 4: La Trinidad fuente dela Nueva Evangelización

    La Iglesia y su misiónevangelizadora tiene su origen y

    fuente en la Santísima Trinidad, de acuerdo conel plan del Padre, la obra del Hijo, que culminócon su Muerte y gloriosa Resurrección, y lamisión del Espíritu Santo. La Iglesia continúaesta misión de amor de Dios en nuestro mundo.La evangelización tiene que ser entendida enun amplio y profundo sentido teológico-doctri-nal, enmarcada como una actividad de la Pala-bra y de los sacramentos que, sobre todo através de la Eucaristía, nos admite a la partici-pación en la vida de la Trinidad, y esto, enton-ces, despierta a través de la gracia del EspírituSanto el poder de evangelizar y dar testimoniode la Palabra de Dios con entusiasmo y valor.La Nueva Evangelización reconoce la prima-cía de la gracia de Dios y cómo en el Bautismose inicia a vivir en Cristo. Este énfasis en lafiliación divina debe conducir a los bautizadosa una vida de fe que manifiesta claramente suidentidad cristiana en todos los aspectos de suactividad personal.

    Proposición 5: La Nueva Evangeliza-ción y la inculturación

    Jesús nos ofrece el don del Espí-ritu Santo y nos revela el amor del

    Padre. La Nueva Evangelización es un tiempo dedespertar, de nuevo aliento y nuevo testimonio deque Jesucristo es el centro de nuestra fe y denuestra vida diaria. Hace un llamado a todos losmiembros de la Iglesia a una renovación de la fey un esfuerzo real de compartirlo. También esnecesario discernir los signos de los tiempos en elmundo, que afectan el ministerio de la Iglesia, yen los territorios propios de las diversas Iglesiasparticulares. Entre estas señales a reconocer estásin duda una conciencia cada vez mayor de laspersonas a las circunstancias cambiantes de la

    vida actual. Además, llama la Iglesia a alcanzar aaquellos que están lejos de Dios y de la comuni-dad cristiana para invitarlos a escuchar una vezmás la Palabra de Dios, a fin de encontrar al SeñorJesús de una manera nueva y profunda. La nuevaevangelización exige una atención particular a lainculturación de la fe que puede transmitir elEvangelio en su capacidad de valorar lo que hayde positivo en todas las culturas, al mismo tiem-po, purificarla de elementos que son contrarios ala plena realización de la persona de acuerdo aldesignio de Dios revelado en Cristo. Lainculturación implica el esfuerzo para que elEvangelio se encarne en la cultura de cada pue-blo» (CEC 854).

    Proposición 6: Proclamación delEvangelio

    Dios, nuestro Salvador, quiereque todos se salven y lleguen al

    conocimiento de la verdad (cf 1Tm 2,4). Pues-to que la Iglesia cree en este plan divino de las