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CONOCIENDO LOS INICIOS DE LA REFORMA EN GINEBRA

Por: Caesar Arevalo

El conocer el impacto del Protestantismo Reformado en Europa después de que Lutero clavó sus

85 tesis en el castillo de Wittemberg es uno de los aspectos más fascinantes e importantes en la

historia de la Reforma que nos ayuda a entender como la “nueva” fe fue recibida entre el pueblo

Europeo. Unos de los acontecimientos claves e importantes en este aspecto es la Reforma en

Ginebra, cuna de la Reforma Calvinista, la cual cambió totalmente el continente Europeo y

transformo la teología incipiente reformada en algo más compacto y sistemático.

¿Qué paso cuando la Reforma entró en Ginebra? ¿Cuál fue el impacto de las enseñanzas de

Calvino, Farel, y otros? ¿Cómo recibió el pueblo Ginebrino el mensaje de la Reforma? Estas y

muchas otras preguntas debería de preguntarse el investigador serio, es mas estas preguntas

deberían llevar a todo el que profesa la fe Reformada. Algo que muchos críticos mal informados

de la reforma hacen es que “los Reformadores no tenían celo evangelizador,” como veremos, tal

acusación es fundamentada en ninguna evidencia histórica, al contrario, los Reformadores y

misioneros Protestantes se lanzaron a predicar la “nueva” fe en todas las ciudades de Europa.

El presente artículo pertenece al extracto pertenece al libro “La Compañía de Pastores de

Calvino” escrito por Scott Manetsch, el cual examina el ministerio práctico y las actividades de

los ministros reformados Ginebrinos hasta principios del siglo diecisiete.

DESCUBRIENDO LA REFORMA Y ANTI-CATOLICISMO

Para principios del siglo 16, Ginebra fue el centro de los cambios teológicos y religiosos en

Europa. La reacción de los que abrazaban la fe reformada se distinguía por un fuerte rechazo a la

fe Católica Romana. Manetsh narra lo siguiente:

“En Diciembre 1533, un predicador Dominicano llamado Guy Furbity mientras estaba

predicando su sermón acerca de la Navidad arremetió fuertemente en contra de los Protestante

mientras defendía la doctrina de la transubstantacion. Sin embargo en el medio del sermón,

Antoine Froment y Alexandre Canus abruptamente demandaron que el sacerdote justifique sus

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enseñanzas desde la Escrituras. Una gran confusión se origino que todos decían que Furbity era

un falso profeta.”

Referente ha como los simpatizantes del protestantismo en Ginebra respondieron después del

incidente, Manetsh dice lo siguiente:

“la siguiente primavera, los simpatizantes Protestantes tomaron el monasterio Franciscano del

Rio, haciéndolo el lugar permanente de Farel y Pierre Viret y sus seguidores evangélicos. Más de

cuatrocientas personas se reunieron en el auditorio del Monasterio para escuchar a Farel el

predicar el evangelio y recibir la Cena del Señor en Semana Santa, en 1534. El sonido de las

campanas “protestantes” del monasterio Franciscano sirvió como un recordatorio público y

provocador que los evangelicos estaban reuniéndose dentro de la ciudad.”

Manetsch continua diciendo que “durante este periodo un gran numero del clero Católico

empezó a mostrar interés en la Reforma. En la fiesta de Pentecostés, uno de los capellanes de la

Catedral llamado Louis Bernard asistió a una prédica Protestante y luego públicamente declaro

su lealtad a la fe evangelica. El historiador Católico Jeanne de Jussie observo con disgusto que

Bernard se caso con una viuda Luterana dos días más tarde. El siguiente año, Thomas Vandel,

sacerdote de la iglesia de San German, también se convirtió.”

Las predicaciones de misioneros Reformados en territorios Ginebrinos traían como resultado el

destronamiento de imágenes en iglesias Católica Romanas. Las autoridades, sin embargo, para

evitar más enfrentamientos violentos tenían que arrestar a los misioneros Reformados que

distribuían literatura Protestante, trastornaban la paz, y profanaban propiedades católicas.

DEBATE ENTRE CATOLICOS Y PROTESTANTES REFORMADOS

En Mayo 10, 1535, el concilio de la ciudad de Ginebra aprobó un debate entre los principales

representantes de la Reforma y del Catolicismo de ese entonces. En el lado Reformado estaba

Farel, Pierre Viret y un ex – Franciscano llamado Jacques Bernard. En el lado Católico estuvo

por el principal del monasterio Dominico, Jean Chalais, y el Dr. en teología de la universidad de

la Sorbone Pierre Caroli. El debate duro por tres semanas, los dos lados debatieron las

proposiciones centrales de la Reforma: La Justificacion por la sola Fe, la autoridad de la

Escritura sobre la iglesia, Jesus Cristo como el mediador entre Dios y los hombres, la inutilidad

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de orar a los santos, y la abominación de la misa papal. En sus argumentos finales, los

Reformadores demandaron “la abolición de la misa y sus abusos, la imágenes y todas

invenciones por las cuales el nombre de Dios es blasfemado grandemente, y la gente pobre que

es llevada al engaño.” Los católicos en su temor de verse perdidos en su poder religioso sobre la

gente amenazaron a los magistrados de la manera más intimidante.

La disputa terminó en Junio 24 de 1535, con los magistrados todavía divididos. Para muchos del

concilio, pareció que Ginebra tuvo mucho que perder y poco que ganar si abrazaban la fe

Reformada.

LA ETAPA FINAL

En Agosto 8 de 1535, La Clemence llamo a toda la población a adorar, Guillamine Farel y sus

aliados de la Reforma tomaron control de la catedral de San Pierre. Farel, parado en el pulpito

ofreció un sermón apasionado y poderoso a todos los reunidos. Mas tarde del mismo día, la

población entro a la Catedral en el servicio vespertino, amenazaron a los sacerdotes y

comenzaron a destruir a las imágenes, y abriendo cajas que contenían reliquias religiosas. Los

magistrados estuvieron impotentes para evitar tal revuelto. El próximo día, Agosto 9, las

manifestaciones en contra de las estatuas se extendió a otras ciudades, entrando en iglesias y

destruyendo imágenes.

Para Diciembre de 1935, el magistrado de Ginebra ordenó a los monjes Franciscanos y

Dominicanos asistir a escuchar sermones Protestantes o ser exiliados. Trece de los veinte

Franciscanos eligieron renunciar sus votos religiosos y abrazaron la Reforma, muchos de ellos se

casaron. Muchas ciudades renunciaron su pasado Católico y limpiaron sus iglesias de estatuas e

imágenes.

LA NECESIDAD DE REFORMAR LAS PARROQUIAS

En su entrada a Ginebra, Calvino relata la deplorable condición de Ginebra cuando visito la

ciudad en Julio de 1536: “Cuando llegue a la Iglesia no encontré casi nada. Ellos estuvieron

predicando pero nada más. Ellos eran buenos solo en buscar estatuas para quemar pero no hubo

Reformación. Todo era una confusión.” En realidad la descripción de Calvino fue correcta en su

mayor parte. La partida de todo el clero Católico de la ciudad creó un vacio en el liderazgo y una

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crisis en el cuidado pastoral, especialmente en las villas y pueblos. No hubo una iglesia

constituida Reformada, o un plan de instruir a los niños. La Misa había sido abolida, y ninguna

liturgia había sido creada para reemplazarlo. La relación entre Iglesia y magistrado todavía tenía

que ser establecido. Farel y los lideres de Ginebra entendieron que una cosa era destruir la

antigua orden religiosa, y otra la de construir un nuevo orden.

Farel estaba perturbado y buscaba la mejor manera de establecer la Reforma en toda Ginebra.

Calvino tenía 27 años cuando llego a Ginebra en camino a Strasburgo en Julio 1536. Calvino no

tenía planeado quedarse en Ginebra, excepto el seguir sus estudios teológicos. Sin embargo, la

providencia tenía algo diferente para Calvino y también para Ginebra.

CALVINO Y LA REFORMA EN GINEBRA

Farel confrontó al teólogo Calvino y con la firmeza de un profeta le dijo: “Declaro, en el nombre

de Dios, que si tu no nos ayudas en este trabajo del Señor, el Señor te castigara por seguir tus

propios intereses en vez de tu llamado.” Como resultado de tan dramático encuentro, Calvino

acepto el quedarse en Ginebra para estudiar teología y pronto como pastor. Sobre los próximos

28 años, con la excepción de tres años de exilio de 1538 a 1541.

Calvino emergió como el principal arquitecto de la Iglesia en Ginebra, y el ministro y teólogo

más prominente en Europa Protestante. Su legado más importante fue el que consolidó la

Reforma en Francia y estableció instituciones religiosas que preservaron su distintiva visión

teológica que perduro más allá de su vida.

Una de los primeros proyectos que Farel y Calvino enfrentaron fue la necesidad de crear una

confesión de fe. En 1536, Farel con la ayuda de Calvino, elaboro la “Confesión de Fe,” que

definió la fe Reformada en 21 artículos, los cuales revelan la teología teniendo como principio la

sola Escritura como “regla de Fe y religión.”

En 1537 Calvino entrego al magistrado una constitución rudimentaria titulado “Artículos

Referente a la Organización de la Iglesia,” el cual propone una guía básica para la vida religiosa

en la ciudad, la cual incluyó celebraciones mensuales de la Cena del Señor, la práctica de la

disciplina de la iglesia y ex comunicación, canto congregacional de los Salmos, instrucción del

catequismo para los niños, y la creación de la corte de matrimonios para juzgar casos

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matrimoniales. Como parte del catecismo, Calvino también elaboro su primer Catecismo para

jóvenes y adolescentes con la intención de instruirlos en la fe Reformada. Las fuentes de estos

documentos fueron fundamentados en sus Instituciones de la Religión Cristiana (1536); los

escritos de Lutero, Philip Melanchton, y Zwingli.

Es evidente por documentos históricos, que la vida cambio significativamente en la Ginebra de

Calvino en muchas maneras que marcaron la Reforma en Europa. Las iglesias de las ciudades

fueron reducidad de siete a tres. Una compañía de quince pastores pronto reemplazaron los casi

500 sacerdotes, curas y monjes, y monjas que alguna vez habían administrado en la ciudad. Los

ministros Reformados comenzaron a ofrecer servicios de adoración usando la vestimenta de

eruditos, batas negras, cuellos blancos, y gorros negros, todo esto en vez de los vestidos

coloridos del clero tradicional.

La función principal de los pastores fue el predicar sermones expositivos en el lenguaje Francés

en vez de recitar la Misa en Latín. Las iglesias en Ginebra nunca más observaron los

sacramentos católicos de la confirmación, la penitencia, ordenes santas, ordenación, matrimonio

y extrema unción. La cena del Señor y el bautismo todavía se celebraron. El servicio público en

la Ginebra Reformada fue muy simple. Se abolieron las procesiones, el incienso, velas, coros

monásticos, y los órganos melodiosos. En lugar de eso, los Reformadores crearon una liturgia

que dio la prioridad a las oraciones públicas, la proclamación de la Palabra de Dios, y el cantar

de los Salmos a capela. Anularon todas fiestas religiosas de los calendarios. Estos cambios y

otros cambiaron radicalmente la vida social y religiosa en Ginebra en los meses a seguir.

CONCLUSION

La evidencia indica que la verdadera Reforma fue aplicada en Ginebra y abarco todas las aéreas

mas criticas que el Catolicismo Romano había tomado control. La Reforma por lo tanto en sus

inicios en Ginebra estuvo no limitada a la doctrina soteriológica, pero incluyo la instrucción

religiosa y el magistrado civil. La liturgia original fue sencilla y totalmente centrada en las

Escrituras y la adoración fue determinada por el canto solo de los Salmos sin el acompañamiento

de instrumentos. Es importante entonces ir a las fuentes a conocer la Reforma original, su

liturgia, e instrucción, y el contexto histórico en donde se desarrollo.

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FUENTE: “Calvin’s Company of Pastors”2013, (pgs. 14-19), Scott M. Manetsch,. Oxford

University Press.