conoce los nombres de los avisos … miércoles, y viernes de jueves sólo durante la hora santa...
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PALABRA DEL SEÑOR
ÓRGANO DE FORMACIÓN E INFORMACIÓN AÑO 3 N°114
04 de Febrero 2018 Ciclo B Tel. 1158-2276, 1158-2277 www.sanjeronimomty.org
“Curó a muchos enfermos” Dediquemos nuestra reflexión al amor de Jesús por los enfermos, también porque en pocos
días, en la memoria de la Virgen de Lourdes, el 11 de febrero, se celebra la Jornada mundial
del enfermo.
El pasaje evangélico de este domingo nos ofrece el informe fiel de una jornada
tipo de Jesús. Cuando salió de la sinagoga, Jesús se acercó primero a casa de
Pedro, donde curó a la suegra, quien estaba en cama con fiebre; al llegar la tar-
de le llevaron a todos los enfermos y curó a muchos, afectados de diversas en-
fermedades; por la mañana, se levantó cuando aún estaba oscuro y se retiró a
un lugar solitario a orar; después partió a predicar el Reino a otros pueblos.
De este relato deducimos que la jornada de Jesús consistía en un trenzado de
curar a los enfermos, oración y predicación del Reino. Dediquemos nuestra refle-
xión al amor de Jesús por los enfermos, también porque en pocos días, en la memoria de la Virgen de
Lourdes, el 11 de febrero, se celebra la Jornada mundial del enfermo.
Las transformaciones sociales de nuestro siglo han cambiado profundamente las condiciones del enfer-
mo. En muchas situaciones la ciencia da una esperanza razonable de curación, o al menos prolonga en
mucho los tiempos de evolución del mal, en caso de enfermedades incurables. Pero la enfermedad, co-
mo la muerte, no está aún, y jamás lo estará, del todo derrotada. Forma parte de la condición humana.
La fe cristiana puede aliviar esta condición y darle también un sentido y un valor.
Es necesario expresar dos planteamientos: uno para los enfermos mismos, otro para quien debe atender-
les. Antes de Cristo, la enfermedad estaba considerada como estrechamente ligada al pecado. En otras
palabras, se estaba convencido de que la enfermedad era siempre consecuencia de algún pecado perso-
nal que había que expiar. Con Jesús cambió algo al respecto. Él «tomó nuestras flaquezas y cargó con
nuestras debilidades» (Mateo 8, 17). En la cruz dio un sentido nuevo al dolor humano, incluida la enfer-
medad: ya no de castigo, sino de redención. La enfermedad une a él, santifica, afina el alma, prepara el
día en que Dios enjugará toda lágrima y ya no habrá enfermedad ni llanto ni dolor.
CONOCE LOS NOMBRES DE LOS
PASTORES DE TU IGLESIA
PBRO. JUAN ÁNGEL ACOSTA ZAVALA
PÁRROCO
PBRO. SERGIO BERNAL LANDEROS
VICARIO PARROQUIAL
HORARIO DE OFICINAS Lunes a Viernes de 9:30 a.m. a 1:30 p.m. y de
3:30p.m. a 6:30 p.m. Sábados CERRADO.
MISAS
Lunes a Viernes: 8:00a.m. y 7:00p.m. Sábados: 8:00a.m., 5:00p.m., 6:00p.m.
y 7:15 p.m. Domingos: 9:00a.m., 11:00a.m., 12:15p.m., 1:30p.m., 5:45p.m.,
7:00p.m. y 8:15p.m.
CONFESIONES Martes, Miércoles, y Viernes de
5:00p.m. a 6:30p.m. Jueves sólo durante la Hora Santa
BAUTISMOS
Todos los Sábados 12:00p.m. Limitado a 8 niños. Presentar 10 días antes en
oficina: Acta de Nacimiento original del bebé y
comprobante de las pláticas de los papás y padrinos religiosos.
Registro al entregar papelería completa
ADORACIÓN AL SANTÍSIMO Jueves de 8:00p.m. a 9:00 p.m. y los
Viernes primeros de mes.
El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros,
Jn 1:14
AVISOS PARROQUIALES
w w w . sa n j e r o n im o m t y . o r g
V DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO MIÉRCOLES DE CENIZA
LES RECORDAMOS QUE LA CUARESMA,
TIEMPO DE GRACIA PARA LA CONVER-
SIÓN, COMIENZA EL MIÉRCOLES DE CE-
NIZA: 14 DE FEBRERO
ADQUIERE LA BIBLIA: PALABRA DE DIOS, EN LA
OFICINA PARROQUIAL, ES UN INSTRUMENTO
INSUSTITUIBLE EN EL PROCESO DE LA CON-
VERSIÓN Y EL SEGUIMIENTO DEL SEÑOR
RECORDAMOS A TODOS SOBRE LOS JUEVES EUCA-
RÍSTICOS: EXPOSICIÓN DE JESÚS EUCARISTÍA PARA
LA ADORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DESDE LAS
8:30 AM HASTA LAS 9:00PM
11 DE FEBRERO JORNADA MUNDIAL DEL
ENFERMO:
“La enfermedad y el sufrimiento abren, entre nosotros y Jesús en la cruz, un canal de comunicación del todo espe-
cial.”
EN LA PARROQUIA DE SAN JERÓNIMO CELEBRAREMOS EL
PRÓXIMO JUEVES 9 DE FEBERO A LAS 4 DE LA TARDE: MI-
SA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS Y TAMBIÉN CONFESIÓN
(SÓLO ENFERMOS)
CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO:
“En la Liturgia de la Palabra las páginas de la Biblia dejan de ser un texto escrito para ser palabra viva de Dios. Él mismo nos habla y nosotros lo escuchamos poniendo en práctica lo que nos dice”
Por ello, afirmó el Santo Padre, tenemos necesidad de escucharlo. De hecho, es una cuestión de vida, como bien lo recuerda la expresión que “no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. “En este sentido – precisó el Papa – hablamos de la Liturgia de la Palabra como de una ‘mesa’ que el Señor dispone para alimentar nuestra vida espiritual, tanto con las lecturas del Antiguo y Nuevo Testamento, como también del salmo responsorial”.
Pensemos en la riqueza de las lecturas bíblicas que nos ofrecen los tres ciclos dominicales, indicó el Pontífi-ce, que a la luz de los Evangelios sinópticos, nos acompañan en el curso del año litúrgico. “Deseo aquí recor-dar la importancia del Salmo Responsorial – puntualizó el Papa – cuya función es de favorecer la meditación de lo que hemos escuchado en la lectura que lo precede. Es bueno que el Salmo – agregó – sea valorizado con el canto, al menos con el estribillo”.
La Palabra de Dios manifiesta y favorece la comunión eclesial:
“La proclamación litúrgica de las lecturas, con las antífonas y cantos tomados de la Sagrada Escritura, señaló el Obispo de Roma, manifiestan y favorecen la comunión eclesial, y acompañan nuestro camino de fe. Hay que valorar la liturgia de la Palabra, formando lectores y creando un clima de silencio que favorezca la expe-riencia del diálogo entre Dios y la comunidad creyente”.
Después de la larga hospitalización que siguió al
atentado en la Plaza de San Pedro, el Papa Juan
Pablo II escribió una carta sobre el dolor, en la
que, entre otras cosas, decía: «Sufrir significa ha-
cerse particularmente receptivos, particularmen-
te abiertos a la acción de las fuerzas salvíficas de
Dios, ofrecidas a la humanidad en Cristo» (Cf.
«Salvifici doloris», n. 23. Ndt). La enfermedad y
el sufrimiento abren entre nosotros y Jesús en la
cruz un canal de comunicación del todo especial.
Los enfermos no son miembros pasivos en la Igle-
sia, sino los miembros más activos, más precio-
sos. A los ojos de Dios, una hora del sufrimiento
de aquéllos, soportado con paciencia, puede valer
más que todas las actividades del mundo, si se
hacen sólo para uno mismo.
Ahora una palabra para los que deben atender a
los enfermos, en el hogar o en estructuras sani-
tarias. El enfermo tiene ciertamente necesidad de
cuidados, de competencia científica, pero tiene aún más necesidad de esperanza. Ninguna medicina
alivia al enfermo tanto como oír decir al médico: «Tengo buenas esperanzas para ti». Cuando es posi-
ble hacerlo sin engañar, hay que dar esperanza. La esperanza es la mejor «tienda de oxígeno» para
un enfermo. No hay que dejar al enfermo en soledad. Una de las obras de misericordia es visitar a
los enfermos, y Jesús nos advirtió de que uno de los puntos del juicio final caerá precisamente sobre
esto: «Estaba enfermo y me visitasteis... Estaba enfermo y no me visitasteis» (Mateo 25, 36. 43).
Algo que podemos hacer todos por los enfermos es orar. Casi todos los enfermos del Evangelio fue-
ron curados porque alguien se los presentó a Jesús y le rogó por ellos. La oración más sencilla, y que
todos podemos hacer nuestra, es la que las hermanas Marta y María dirigieron a Jesús, en la circuns-
tancia de la enfermedad de su hermano Lázaro: «¡Señor, aquél a quien amas está enfermo!» (Juan,
11, 3).
EL ENCUENTRO CON JESÚS DESPIERTA LA ALEGRÍA Y RENUEVA LA ESPERANZA: “Este canto de esperanza – afirma el Papa refiriéndose al canto de Simeón – lo hemos heredado de nuestros mayores. Ellos nos han introducido en esta dinámica. En sus rostros, en sus vidas, en su entrega cotidiana y constante pudimos ver cómo esta alabanza se hizo carne. Somos herederos de los sueños de nuestros mayores, herederos de la esperanza que no desilusionó a nuestras madres y padres fundadores, a nuestros hermanos mayores”. “Somos herederos de nuestros ancianos que se animaron a soñar; y, al
igual que ellos, también nosotros queremos cantar hoy: Dios no defrauda, la esperanza en Él no desilusiona” PAPA FRANCISCO EN EL ENCUENTRO CON LA VIDA CONSAGRADA.
PADRE RANIERO CANTALAMESSA OFM
5 DE FEBRERO NO SOLO CELEBRAMOS LA CONSTITUCIÓN MEXICANA, SINO LA FIESTA DEL PRIMER SANTO MEXICANO: SAN FELIPE DE JESÚS
QUE MURIÓ MÁRTIR EN JAPÓN, DANDO LA VIDA POR CRISTO Algo que no debes olvidar: San Felipe de Jesús fue el protomártir mexicano, murió martirizado con otros compañeros en Nagasaki, Japón Fue un religioso de la orden de los franciscanos en Manila. Al venir a ordenarse a México, naufragó su barco y llegó a Japón donde lo mata-ron. Murió repitiendo el nombre de “Jesús”. Oración: San Felipe de Jesús, Protomártir de México, que llevaste tu espíritu ge-neroso hasta el Extremo del mundo , enséñanos a medir el valor exacto de las cosas; que nues-tra patria vuelva a su antigua riqueza espiritual, y sea Dios el Señor de cada vida. San Felipe de Jesús, que aprendamos de ti a ser como el mundo nos necesita. ¡Glorioso Mártir Mexicano, ruega por tu Patria y por los que vivimos en ella!