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CONGRESO INTERNACIONAL DE

DERECHOSHUMANOS

13 y 14 de Setiembre 2011Salón Bicameral del Congreso de la Nación

13 y 14 de Setiembre 2011Salón Bicameral del Congreso de la Nación

Instituto Superior de Derechos Humanos

Comisión Nacional deDerechos Humanos

Congreso de la Nación

Respuestas de los Derechos Humanosa las exigencias del Siglo XXI

Apoyan:

97 8999 67 6831 6

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PRESENTACIÓN

La Comisión Nacional de Derechos Humanos y “El Nunca Más al

Terrorismo de Estado” (CONADEH), con voz en los organismos nacionales

e internacionales, viene realizando, como una de la más antigua del

Paraguay y América, y desde su fundación, la más fecunda lucha contra

la violación de los Derechos Humanos.

Desde 1964, la CONADEH tiene vigencia en su lucha por las más

altas reivindicaciones por los sagrados e inalienables Derechos Humanos,

denunciando defendiendo y amparando a todos aquellos que vieron

avasallados sus derechos, sin importar su filiación política, raza, sexo, edad,

género, situación social o cualquier otra situación; y divulgando formas de

prevención y control ciudadano para el respeto y vigencia de los Derechos

Humanos en la sociedad paraguaya.

En la actualidad, desempeña su tarea de forma participativa, pluralista

y de voluntariado, congregando a todas las personas y organizaciones de la

sociedad civil en la loable tarea de construir y reivindicar el Desarrollo del

Hombre en su más amplia plenitud.

En consonancia a este cometido, y a través de la reconocida figura

nacional e internacional de su presidente, el Prof. Luis A. Resck H.,

acompañado de un equipo calificado, es que la CONADEH se lanza a la

iniciativa y el desafío, que constituye la realización del Congreso

Internacional de Derechos Humanos, bajo el lema “Respuestas de los

Derechos Humanos a las exigencias del Siglo XXI”, con el objetivo de dar a

conocer las principales características que revisten los Derecho Humanos,

desde puntos de vista interdisciplinares, y de diferentes exponentes de la

cultura de los Derechos Humanos de Europa y América.

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Como resultado del mismo, se establecerán líneas rectorales sobre

Derechos Humanos para nuestra agenda país y la región toda, sobre la base

del intercambio informativo referencial del Congreso Internacional en aras

de la plena vigencia de los Derechos Humanos, tanto a nivel nacional como

internacional.

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PALABRAS DE APERTURA

SENADOR JORGE OVIEDO MATTO: Pdte. del Congreso Nacional

En el marco de la celebración del Bicentenario de la Independencia Patria, constituye para mí un honor recibir y dar la bienvenida a tan ilustres visitantes, participantes todos del Congreso Internacional de Derechos Humanos, bajo el lema “Respuestas de los Derechos Humanos a las exigencias del Siglo XXI”, organizado por la Comisión Nacional por los Derechos Humanos y el “Nunca más al Terrorismo de Estado” (CONADEH) conjuntamente con la Cámara de Senadores, desde la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Senadores, presidida por la Senadora Ana María Mendoza de Acha.

La búsqueda global de un compromiso con la declaración de los DDHH afecta a todos. Esta campaña se apoya en miles de personas integradas y de grupos ciudadanos que arriesgan sus vidas por la causa. Una mayor aplicación en la defensa de los derechos humanos, contribuye a crear un entorno en el que la libertad y la dignidad se presuponen y se respetan. Depende de cada uno de nosotros el avanzar hacia este sueño. Es necesario recordar que la educación en la esfera de los Derechos Humanos debe abarcar más que un mero suministro de información, y constituir, en cambio, un proceso amplio que dure toda la vida, por el cual los individuos, cualquiera sea su nivel de desarrollo y la sociedad en la que vivan, aprendan a respetar la dignidad de los demás y los medios y métodos para garantizar ese respeto en todas las sociedades.

En el marco del Bicentenario de nuestra Patria que estamos festejando, había dicho una vez el Vice-Presidente en un acto, y se me quedó grabado, “yo

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no creo que los próceres de mayo que arriesgaron sus vidas por traer la independencia de nuestra patria hubiesen querido que haya niños mendigando en las calles, lo que también afecta a sus Derechos Humanos. Yo no creo que los próceres de mayo hubiesen querido ni pensado que, en nuestro país, iban a existir secuestros, asaltos, homicidios, como los que hoy día nos afectan”.

Considero que ha de ser muy difícil, para la gente que integra las comisiones de Derechos Humanos y que lucha por los Derechos Humanos, tener que lidiar o conjugar los Derechos Humanos de los secuestradores y de los secuestrados, de las víctimas y de los victimarios.

Ha de ser muy difícil el trabajo de Uds., por eso, les admiro en esa lucha en la cual no hacen distinción.

Creo que nuestros Próceres de Mayo trajeron la independencia a nuestro querido Paraguay para que todos vivamos en paz, respetemos los Derechos Humanos, para que los niños jueguen en sus casas o estén en las escuelas aprendiendo; para que los jóvenes estén en las universidades, y con un trabajo digno, y no emigrando de la patria. Por eso finalizando cito a Kofi Annan, ex Secretario General de la ONU y Premio Nóbel de la Paz del 2001, quien nos legara este significativo pensamiento, “No existe un solo modelo de democracia o de los Derechos Humanos o de la expresión cultural para todo el mundo, pero para todo el mundo tiene que haber democracia, Derechos Humanos, y una libre expresión cultural”.

Muchas gracias.

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Dr. LUIS MARÍA BENÍTEZ RIERA: Pdte. de la Corte Suprema de Justicia

En el año del bicentenario celebramos la apertura del Congreso Internacional de Derechos Humanos, bajo el lema “Respuestas de los Derechos Humanos a las exigencias del Siglo XXI”.

Ortega y Gasset afirmó que la única certeza posible, es la que nos brinda el conocimiento histórico, porque en la historia como sistema, el presente es fugacidad y transición y el futuro lo desconocido. Lo único que realmente podemos conocer es nuestro pasado. Es sabio y prudente, por tanto, utilizar el conocimiento del pasado, como guía orientadora que nos permita intuir el sentido general de la marcha de la humanidad, porque, sabiendo lo que pasó podemos anticipar en cierta medida lo que vendrá.

Según Vico, los Derechos Humanos, son como un oleaje ininterrumpido de sucesos que avanzan y que retroceden constantemente. Esos avances son consecuencia de los impulsos promovidos por el hombre, en pos de su propia elevación.

Este impulso provocó efectos políticos, movimientos sociales, y en definitiva logró, poco a poco y con mucho esfuerzo, que todos nos consideremos parte de una misma naturaleza esencial que nos abarque y nos englobe.

Desde esta perspectiva, todos los hombres somos acreedores naturales del mismo nivel de protección, que conocemos como Derechos Humanos. Los Derechos Humanos han avanzado progresivamente hacia la aceptación del valor universal de la persona humana. Han recorrido hasta hoy día un camino que reconoce ascensos y descensos, curvas, adelantos y retrocesos; poco a poco el espacio abarcado por los Derechos Humanos fue ampliándose y, cada vez

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más hombres, sintieron garantizado el ejercicio de sus potencialidades fundamentales.

Siempre hubo discriminaciones, esclavos, hombres de color, indígenas, pobres, hasta la moderna discriminación ideológica, pero en la lucha por la vigencia de los Derechos Humanos, el resultado fue la incorporación de esos sectores discriminados, al ámbito del respeto y protección acordados por ley.

De acuerdo con la filosofía occidental y judeo-cristiana, el respeto por la persona humana es indiscutible y de indiscutibles bases. Los Derechos Humanos son consustanciales con la naturaleza misma del hombre, y resulta casi una redundancia decirlo. Su protección nace con codificaciones tan remotas, como el Deuteronomio, el Código de Hammurabi, las leyes de Solón; su análisis comienza con la filosofía griega, y es continuado por la filosofía tomista, y luego, por la escuela teológica española.

Desde el punto de vista político, la protección de los Derechos Humanos, se remonta a la Carta Magna de 1215, que es la base sobre la que se han desarrollado las libertades inglesas; la declaración de los Derechos de Virginia de 1776, reconoció los derechos civiles a la libertad, a la propiedad, de culto y expresión; y la constitución de los EEUU, el derecho a la vida, a la honra y a los bienes. La declaración de los Derechos Humanos y Civiles de la Revolución Francesa de 1789, condensa los derechos y libertades fundamentales de la persona humana.

En el ámbito internacional de la protección de los derechos humanos, la 9ª Conferencia Internacional Americana, (Bogotá, 1948) aprobó la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; y, 7 meses después, con base en el artículo No.1.3 de la Carta de las Naciones Unidas, según el cual uno de los propósitos de la organización es estimular el respeto a los Derechos Humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por

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motivos de raza, sexo, idioma o religión se aprobó en París la Declaración de los Derechos Humanos.

Otros instrumentos fundamentales, a nivel regional, son: la Carta de las Organización de los Estados Americanos (OEA), la Carta de la Organización de la Unidad Africana, la Convención Europea de los Derechos Humanos, los Pactos de Naciones Unidas, la Convención sobre Prevención y Represión del Delito de Genocidio del 9 de diciembre de 1948, que entró en vigor el 12 de enero de 1951. Paraguay firmó el documento el 11 de diciembre de 1948 y lo ratificó el 3 de octubre del 2001.

Los derechos fundamentales de los seres humanos son consecuencia de su propia naturaleza, por ser hombre. El hombre es ontológicamente persona, en el sentido de que, de acuerdo con su razón, se pertenece a sí mismo, es capaz de dominar sus propios actos. Eso significa que el hombre es un ser libre.

Jurídicamente el hombre es también persona, es decir, sujeto de derechos y obligaciones. La persona en cuanto hombre y la persona en cuanto ser ante el derecho son inseparables. El hombre, es sujeto de derechos y obligaciones, por ser hombre. El derecho positivo reconoce esa condición, no la crea.

Muchas gracias.

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SENADORA ANA MARÍA MENDOZA DE ACHA: Pdta. de la Comisión de DDHH de la Honorable Cámara de Senadores

Como Presidenta de la Comisión de los Derechos Humanos de la Honorable Cámara de Senadores, constituye para mí un alto honor hacer uso de la palabra, en la apertura de este importante Congreso Internacional de Derechos Humanos, bajo el lema “Respuestas de los Derechos Humanos a las exigencias del Siglo XXI”.

A más de 60 años de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se inicio en el mundo un largo camino de un sistema de promoción y protección de estos derechos. Sin embargo, hablar hoy de los mismos en el Paraguay, es una cuestión pendiente aún, porque el sistema injusto y excluyente que rige en nuestra sociedad, viola permanentemente, los derechos más elementales del ser humano, el derecho a una vida digna, a una alimentación adecuada, a la educación, a un trabajo decente, a la vivienda y otros.

El acceso a ellos, todavía constituye sueños, que debemos construir día a día, fruto de la persistencia de sistemas políticos y económicos, creadores de injusticias, que consagran un orden social que beneficia a unos pocos cada vez más ricos, a costa de unos muchos pobres cada vez más pobres.

Las razones son muy diversas, son temas complejos, que requieren respuestas adecuadas, pero todas tienen un denominador común, la falta de políticas públicas de gobiernos anteriores, y obviamente del presente, dado que no han constituido temas de discusión o de debate, las políticas educativas, las políticas sanitarias, las políticas penitenciarias y las indigenistas, las de seguridad ciudadana, las de vivienda, las de relaciones exteriores, etc. En síntesis, falta la búsqueda de ofrecer respuestas efectivas a la gente en sus múltiples necesidades.

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Los tratados, los mecanismos y procedimientos especiales, y en general, el marco jurídico y las instancias que velan por su observancia, son recursos invaluables para garantizar la universalidad e indivisibilidad de los Derechos Humanos, así como su respeto efectivo. Pero debemos desarrollar nuevos instrumentos y métodos de trabajo. Es preciso, conseguir nuevos mecanismos, tanto de prevención como de sanción a las violaciones de los mismos.

En esta tarea es también crucial que la Comisión de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, como la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidades para los Derechos Humanos, fortalezcan la cooperación internacional para desarrollar las capacidades nacionales.

Abramos también nuestras puertas a la plena participación de actores claves, como las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones nacionales de Derechos Humanos, su presencia en este terreno es de utilidad para todos y debemos capitalizarla.

Es necesario que asumamos una nueva cultura de diálogo en materia de Derechos Humanos. Miles de personas en nuestro país y en el mundo, cuyos derechos fundamentales están siendo vulnerados en este mismo momento, están esperando que tomemos las decisiones más adecuadas y eficaces. Para ello, es necesaria la fuerza de la voluntad común, a fin de entender esta alta tarea, ya que ninguna persona, ningún Estado por sí solo, harán la diferencia.

El espectro que abarcan los Derechos Humanos, es sumamente amplio; sin embargo, en nuestro país, muchas veces, se lo concibe como sinónimo de víctimas de la dictadura. Si bien esto nos recuerda una oscura y amarga época para toda América Latina, que afortunadamente ha quedado atrás, y que no debemos olvidar jamás, sí nos ha dejado una enseñanza trascendente, y es que la libertad, la democracia y los Derechos Humanos fundamentales, son bienes preciados, que tenemos que defender cada día.

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Por ello, los mismos cobran especial importancia, cuando, como en nuestro querido Paraguay, en pleno siglo XXI, las instituciones no funcionan, la pobreza avanza, y la corrupción también. Es esto lo que deseamos analizar en este importante congreso, las respuestas a los Derechos Humanos ante las exigencias de este siglo.

En consecuencia, es necesario decir que, mientras existan personas con mera obsesión y ansias de poder, por el poder mismo, y no como un instrumento para dar soluciones efectivas a la población, se seguirán generando miserias en nuestro país y, por ende, se seguirán violando los derechos de sus habitantes.

Esto es sumamente grave, si visualizamos cómo en otros países hemos visto surgir grupos subversivos, que encontraron un caldo de cultivo ideal en sociedades con inequidades similares.

Señores y señoras, sólo me resta reiterar mi compromiso personal con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidades, con las víctimas de violaciones de los Derechos Humanos, y con Uds., convencida que, lejos de amilanarme, la situación me obliga a redoblar esfuerzos en la educación y promoción de los Derechos Humanos.

Este congreso será un importante aporte para cada uno de nosotros y para toda la ciudadanía.

Muchas gracias.

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Prof. LUIS ALFONSO RESCK HAITER: Pdte. de la Comisión Nacional por los Derechos Humanos y el “Nunca más al Terrorismo de Estado” (CONADEH)

Voy a comenzar respondiendo a lo que me había formulado un humilde

campesino: ¿Qué son los Derechos Humanos? Los Derechos Humanos son facultades propias del hombre, inherentes a

su naturaleza; las trae consigo mismo al nacer; por tanto, no son concesiones graciosas de Estado u Organismo alguno, sino exigencias de esa misma naturaleza, mediante cuya vigencia el hombre se realiza, en su dimensión, individual, social y trascendente. Constituyen Patrimonio de la Humanidad, consiguientemente, son universales; trascienden el tiempo y el espacio; no reconocen frontera. Son indivisibles: la violación de uno de ellos, incide negativamente sobre los demás, y viceversa. Decía el filósofo Máximo Pacheco, “por el sólo hecho de ser persona, ya es sujeto de Derechos Humanos”. Los derechos fundamentales tienen tres generaciones: en la primera están los derechos políticos y civiles; en la segunda, los derechos sociales, económicos y culturales; y en la tercera, los derechos colectivos, de los pueblos: derecho a la autodeterminación, derechos ecológicos, derechos a la solidaridad, al desarrollo y a la paz.

Pero quiero destacar, a propósito del influjo negativo del

postmodernismo, que el derecho a la vida es el más fundamental, sin el cual los otros no tienen sentido. El derecho a la vida desde la concepción, a pesar de nuestra constitución, que establece la defensa de la vida en general desde la concepción hasta la muerte. El término general es una ventana o una puerta que da pie al establecimiento de futuras leyes que aprueben el aborto o la eutanasia.

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Los derechos fundamentales rebasan las normas jurídicas: la constitución, las leyes, etc. Eso lo sostienen filósofos y juristas, como Máximo Pacheco, Jaime Castillo, entre otros.

Los Derechos Humanos, por una parte, representan necesidades antropológicas. Ello conduce a la afirmación del derecho natural.

La tesis fundamental de Maritain será tajante: Las teorizaciones acerca de la conducta humana son posteriores al hecho moral mismo. Esto refiere a un tipo de razón pre científica o espontanea. En esta razón pre-científica se encuentra un cierto tipo de conciencia moral, que se brinda como resultado de la historia de las experiencias trágicas y agradables de los humanos, que se han ido acumulando. Es, a partir de ella, que surge, en una instancia posterior, la especulación sistemática.

Es en ese campo, el de la razón espontánea, donde debemos buscar la fundamentación de los derechos del hombre. ¿Qué significa la conciencia moral espontánea de la humanidad? Es la conciencia que se refiere, con dudas y titubeos, a lo que hace que el hombre sea hombre. Se trata de una conciencia de las demandas inscritas en la humanidad del hombre; conciencia de la conformidad con la dignidad del hombre. Es la que llevó a los formuladores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos a un consenso que no era claro en terrenos de razón discursiva. Allí es donde se encuentra la noción de naturaleza humana y su correlato de ley natural. Es la razón que capta de una manera connatural, inmediata, vital, pre-científica, el hecho de la dignidad humana. Maritain hablará de esquemas dinámicos, que alertarían acerca de lo que hay que hacer y de lo que hay que evitar en la conducta humana.

No obstante, esta inmediatez, esta captación connatural es difusa, oscura, ya que el resultado de ese conocimiento no se encuentra totalmente formulado. Entonces, eso que se había captado en forma oscura, se especifica de una

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manera más precisa, en virtud de la tendencia de la inteligencia a ejercitarse plenamente en su actitud conceptualizadora y razonante.

Aquella dignidad humana, percibida de una manera connatural habrá de formularse ahora, traduciéndose en una serie de derechos específicos, perfectamente justificables, desde la razón metódica y discursiva.

Esa es la razón de nuestro naturalismo: existe una naturaleza humana, cuya mayor excelencia y realidad ordenadora es su dignidad. Esa dignidad es perfectamente cognoscible y es formulable en términos científicos. Esta formulación será traducida luego en derechos: los derechos fundamentales de los Derechos Humanos.

Los Derechos Humanos tienen tres fuentes: una ética, que corresponde al campo axiológico; la histórica, que corresponde a los hechos a través del tiempo; la ético-jurídica, que es una teoría que, además de su noción teórico- sistemática, es una realidad histórico-vivencial.

Si bien en la antigüedad ya existía un esbozo de conciencia, generada por circunstancias, por realidades dramáticas o/y circunstancias adversas, sin embargo, la conciencia clara y universal de tales derechos es propia de los tiempos modernos. No obstante ello, como ya hemos dicho, es oportuno observar importantes antecedentes, como por ejemplo la Magna Carta Libertarum (1215), la Magna Carta inglesa concedida por Juan sin Tierra, el decreto de Alfonso IX en la Corte de León (1188), la Constitución de Ávila (1521), el Habeas Corpus (1679).

Los derechos del hombre en tanto intersubjetividad, de autodeterminación de individuo, son derechos de la autodeterminación de las sociedades. Por ello, hablamos de autodeterminación de los pueblos, o de su transgresión que es la interferencia en la autodeterminación de un pueblo.

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Los derechos individuales y comunitarios se reclaman mutuamente, como una moneda no puede tener una sola cara.

Soberanía de un hombre sobre su propia vida; y del pueblo, sobre su propia historia, su propio caminar, son las dos caras de esta moneda.

El único sujeto de los Derechos Humanos es el hombre como persona (sustancia individual de naturaleza racional), autor de sus propios actos, arquitecto de su propia personalidad, protagonista de su destino y sujeto de la historia.

Así concebida la persona, tiene también como característica su intransferible dignidad humana, fuente de todo derecho.

Los Derechos Humanos, en su pleno ejercicio, posibilitan la realización del hombre, como persona, en su dimensión individual, social y trascendente.

Los Derechos Humanos fundamentales trascienden los límites de las estructuras jurídicas, como por ejemplo, el derecho a la vida, etc. Este criterio, lo sostienen los juristas y filósofos, como Jaime Castillo y otros.

Los Derechos Humanos se promueven en el marco de la democracia; como a la vez, correlativamente, la democracia sólo es posible mediante la vigilancia de los Derechos Humanos.

Sólo es posible la promoción de los Derechos Humanos y culturales en la observación de los derechos políticos, y los derechos políticos son efectivos, gracias a la implantación de los derechos socio-económicos y culturales.

Hemos de compartir, por oportuno, de palpitante actualidad, el pensamiento de Alfred Smith, según el cual “hay que curar los males de la democracia”; en tal sentido, cabe, pues, reiterar nuestro pensamiento: Para una comunidad cobijada bajo la bandera del supremo ideal de libertad y justicia

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social, afirmamos el principio de la economía humana, es decir, la economía al servicio del hombre –la economía solidaria-, que satisfaga las acuciantes demandas del pueblo; un desarrollo de la cultura, un creciente avance de la tecnología y de la ciencia, en el ámbito del bien común.

Y, más aún, Yves Cannac, en su publicación “Le Juste Pouvoir”, lo que podría constituir una relativa respuesta a los problemas que agitan a nuestra sociedad, sostiene, con vibración, que la demanda actualmente consiste en : “más equidad en la repartición de los esfuerzos y de las recompensas; más autonomía, tanto en la escogencia de la vida individual como de la colectiva; más unidad, en fin, de la nación, a objeto de establecer un nuevo diálogo, una nueva alianza”, diríamos, entre la sociedad civil y el poder.

Sin embargo, ella es mucho más: “La democracia es, en efecto, la búsqueda de un consenso nacional, a través de la confrontación de tesis y criterios, para apoyar soluciones que el país necesita; es la disposición a provocar los grandes encuentros de opinión, a partir de ideas, a veces muy diferentes; es el medio de hacer llegar los ideales de la democracia al mismo nivel de la vida cotidiana de un Pueblo”.

Y es desde los grandes consensos, como se puede construir la gran Nación

Latinoamericana, a la que se llegó como en un extraordinario Foro recién efectuado en Caracas.

Es absolutamente inaceptable que el escenario de la vida de nuestros pueblos, siga siendo considerado como una “zona dependiente” de los grandes centros de poder. Aspiramos, por tanto, a una Latinoamérica que, en puridad de verdad, sea, conforme a nuestro propio proyecto histórico, en cuyo contexto podamos ejercer efectivamente la libertad y emprender, en definitiva, un modelo socio-económico, político y cultural, con miras a la promoción real de los Derechos Humanos; a derrotar toda forma de sometimiento y miseria, en

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medio de la angustia y esperanza; a forjar nuestra propia identidad y nuestra especificidad mestiza; a superar las irritantes desigualdades, tanto a nivel nacional como internacional, frente a tantos y dolorosos contrastes, en la opción por los pobres y oprimidos.

¿Cómo es posible ir adelante en pos de un Nuevo Mundo donde la libertad, la justicia social y la paz prevalezcan con profundo sentido ético de la vida? ¿Cuál es el ancho camino a seguir, con miras a conquistar ese nuevo mundo donde varones, cuanto mujeres, particularmente quienes viven oprimidos y marginados, puedan desenvolverse “libres de temores y necesidades”?

Nos hallamos en el mismo umbral de lo que se ha convenido en llamar la “Civilización Planetaria”, sobre todo gracias al avance científico y tecnológico, verdaderamente gigantesco. Pero lamentablemente, en relación inversa inmensamente proporcional a los valores que están en crisis.

Esta circunstancia guarda estrecha relación con uno de los “presupuestos básicos” de los Derechos Humanos, que laten dolientes en nuestros corazones.

De ahí, pues, la importancia capital de las Naciones Unidas; de ahí, más aún, la trascendencia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Por todo eso, vemos que resulta, evidentemente, factible que la Carta

Internacional de los Derechos Humanos, según el maestro Rabossi, constituye el “prototipo de la parte de declaraciones y garantías de una futura constitución universal”.

René Cassin, con extraordinaria lucidez y oportunidad, ha sabido señalar

el gran reto que supone la noble causa de los Derechos Humanos. He aquí su pensamiento:

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“Erigida inicialmente como una protesta de la conciencia de la humanidad, contra los atroces actos que conllevan graves ataques a la dignidad del hombre… a una mejor condición y a una justicia menos imperfecta; afirma la creciente unidad de la humanidad, más allá de grupos sociales o territoriales. Coincidentemente con una era de descubrimientos científicos, que ha acrecentado, paradójicamente, los poderes del hombre sobre la naturaleza; y, también, sus riesgos y sus responsabilidades en el contralor de la fuerza, como la de carácter nuclear, la Declaración Universal –monumento humano– se presenta como una continuación lejana del decálogo”.

Aunque imperfecta en sí misma, ofrece una respuesta positiva al problema de cómo debe el hombre usar sus poderes; no para la opresión, la muerte, la impiedad, sino para salvaguardar la vida de todos y de cada uno de los integrantes de esta desgarrada humanidad.

Podemos afirmar que hay una crisis de valores y valores en crisis, que hay una crisis de hombre y hombre en crisis, que hay una crisis de humanidad y humanidad en crisis, la que sacude sobre todo a las áreas de poder.

Subsisten aún formas autocráticas y/o autoritarias y pobreza, corrupción y violencia en sus diferentes expresiones, en cuyo marco la conculcación de los Derechos Humanos siguen siendo una lamentable constante, en algunos países más y en otros menos.

Nuestra institución proclama enfáticamente su posición contra todo autoritarismo, dictadura y totalitarismo -subsistente aún en algunas latitudes-, cualquiera sea su signo; contra toda violencia, cualquiera sea su forma; contra el racismo y cualquier discriminación; contra la pobreza y el hambre, cualquiera sea su nivel; contra el imperialismo y el colonialismo, cualquiera sea su procedencia; contra toda atadura interna y dependencia externa, cualquiera

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sea su naturaleza, pues constituyen factores atentatorios contra los Derechos Humanos.

En nuestra región, particularmente en nuestro país, es un imperativo llevar a cabo profundas transformaciones, erradicando los oscuros resabios del ayer sombrío, como el autoritarismo, la injusticia social y la deshonestidad del sistema prevaleciente, en medio de deshumanizantes anti-valores, en la afanosa búsqueda de nuevas estructuras, que creen necesarias condiciones para la armónica edificación de la persona humana en plena convivencia solidaria, a través de la formación de su eminente dignidad.

Se impone, pues, la histórica responsabilidad de instaurar la democracia real imbuida de los valores ético-cívicos en el amplio contexto del humanismo integral, donde se destacan la libertad y la justicia social, bajo el signo de los sagrados DD.HH., pilares angulares del desarrollo, con miras a la auténtica paz, como respuesta a los grandes desafíos del siglo XXI, lo que en Paraguay constituye un homenaje al Bicentenario.

Según Gross Spiel, la paz es el equilibrio entre los DD.HH. y los deberes; es un sistema compensatorio de derechos y deberes, con miras al bien común. De ahí que la paz es un estado de ánimo caracterizado por la tranquilidad del presente avalado sicológicamente por la seguridad y, a la vez, es la garantía del futuro.

Esta es la paz positiva, a la luz de la libertad y la justicia social, es el deseo que nos alimenta y da fuerza a todos y todas.

Termino, parafraseando a Simón Bolívar: “moral y luces son las principales necesidades de la República”. Frase que debemos asumir como ciudadanos para honrar a nuestra patria en el marco de la celebración del Bicentenario de la Independencia.

Muchas gracias.

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PANEL 1

“MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA”

Dr. Belisario Dos Santos Jr.

Abogado brasilero egresado de la Facultad de Derecho de la

Universidad de São Paulo, con grado de maestría en Derecho Penal Especial. Abogado de presos y perseguidos políticos, a partir de 1969 a 1982. Miembro de la Comisión de Derechos Humanos de São Paulo de la Sección de

la Orden de los Abogados de Brasil, 1985/1990. Presidente de la Comisión para la Indemnización de los presos políticos y

torturados de Brasil y Miembro de la Comisión Especial del Estado para muertes y desapariciones políticas del mismo país.

Realizó el Curso de Especialización en Derecho Administrativo de la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo y el Curso Interdisciplinario de Derechos Humanos (Instituto Interamericano de Derechos Humanos de Costa Rica).

Hace muchos años en Misiones, un campesino estaba en la fila

esperando su turno para votar, yo estaba en mi función de observador internacional. Él estaba con su mejor traje para votar. En Brasil se dice con el traje para ver a Dios. Le pregunté qué sensación sentía a la hora de votar para la elección de presidente. Me respondió que era muy buena la sensación. Y añadió, “Ud. no conoce aún esa sensación”. Este campesino y muchas otras personas me dieron clases de política, ciencias políticas, Derechos Humanos, de solidaridad, de participación de la ciudadanía, etc.

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Hoy vengo a rendir homenaje a la Comisión Nacional de Derechos Humanos y el “Nunca más al Terrorismo de Estado” y, en especial, al Profesor, incansable educador, crítico de los sistemas autoritarios, el más antiguo exponente defensor de Derechos Humanos en el continente, el Prof. Luis A. Resck. Una organización y un hombre imprescindibles.

Mi ponencia habla de memoria, verdad y desarrollo. Un profesor brasilero fue llamado al tribunal de justicia en San Pablo, para recibir un gran honor de la Justicia de San Pablo, el Prof. Gofredo Stelo Junior, y fue llamado también un ministro de la Suprema Corte de Brasil, para recibir la condecoración de la Gran Cruz de la Justicia de San Pablo. Tenían que hablar de algo y eligieron el tema los significados del derecho. El ministro de la Corte de Brasil habló por dos horas, y nos dejó una clase muy profunda de derechos, de Derechos Humanos, de lo que significa el derecho. El Prof. Gofredo, habló tres minutos. Decía que “después de 60 años, -podría decir resumiendo-, que derecho es convivir o convivencia”.

La sabiduría del Prof. Godofredo, expuso que para enfrentar los desafíos del Siglo XXI, para el desarrollo de los Derechos Humanos, el desarrollo y la democracia, las palabras claves son: memoria, no olvidar el pasado, para no volver a cometer los mismos errores; la solidaridad internacional, así se construye la democracia; y la educación. Por tanto, los tres ejes son: memoria, solidaridad internacional y educación.

En julio de 2011 fue inaugurado en Asunción el Primer Museo Virtual de la Memoria Histórica, destinada a la difusión del informe de la Comisión de Justicia y Verdad del Paraguay y del conocimiento de la era del stronismo.

Yo vengo de un país, donde todavía se buscan los documentos; prendieron fuego a la información los militares, según la autoridades del Ministerio de Defensa, no en base a una constitución o ley sino en base a un

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decreto. La memoria de un país fue borrada en base a un decreto. En Brasil sigue la búsqueda de la documentación sobre la Guerra de la Triple Alianza, sobre la Segunda Guerra Mundial, sobre el período del autoritarismo que fue bastante largo. En Brasil hubo más de 200 muertos o desaparecidos políticos.

Una parte de la historia está documentada por acciones de la sociedad civil o por iniciativas de algunos sectores oficiales, como el libro Memoria y Verdad. O sea, con base a una no información, tenemos distintas percepciones para un mismo hecho.

La dictadura, la tortura, las desapariciones. Hay gentes que aún están en búsqueda de familiares desaparecidos.

Todavía así en parte de Latinoamérica hay un sentimiento de que la memoria es mala para el desarrollo. Hay un sentimiento de que el Estado debe tener una mano dura, como se observa en la encuesta latinoamericana respecto a la percepción de la democracia.

En Brasil existen dos posiciones bien diferenciadas. Una, representada por quien entiende que al arbitrio de ayer debe corresponder la justicia de hoy, o la justicia de la democracia. Lo que está en la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso “Gómez Nunes”.

La otra postura afirma que no conviene volver al tiempo. Rever un acuerdo que se dice pactado entre la sociedad civil y el gobierno al final de la dictadura. Hay una sentencia de la Suprema Corte de Brasil que los torturadores fueron beneficiados por una amnistía y no hay que rever la historia. Pero, rever la historia es un poco rever la justicia que no se hizo para estos hechos.

La gente dice: lo que importa es el desarrollo. Tenemos dificultad para aprobar en el Parlamento la Comisión de Verdad. Aquí se celebra el informe de

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la Comisión de Verdad y Justicia, mientras que en Brasil se está en la lucha por la creación de la Comisión de Verdad en el Parlamento para que puedan investigarse los hechos sucedidos en las violaciones sistemáticas y masivas de los Derechos Humanos ocurridos entre los años 1964 a 1985.

No hay que mirar por el espejo retrovisor, dicen ellos. Para ellos, es oportuno nombrar la Conferencia de Viena, “las notas características de los Derechos Humanos, la esencialidad, la universalidad, la indivisibilidad, etc. Pero ellos, comparten la que se acordó nominar la visión de la postmodernidad. La característica de la postmodernidad es el individualismo exacerbado. Este uso de la postmodernidad, como una realidad light, ambigua, multiforme, etc.

El Estado, de ser impulsor de las políticas públicas pasa a ser un simple gerente o gestor de competitividad. La política pasa a ser desacreditada, porque es ineficaz. Pierden valor los derechos políticos, los derechos civiles. Pero, no obstante, cae en una contradicción, porque los Derechos Humanos, se incardinan muy fuertemente, en un mundo globalizado. Puede ser una pista de solución, y todavía se dice que no hay que volver para atrás o mirar por el espejo retrovisor.

Todavía hay en Brasil novelas que hablan de la represión, de la tortura. Hay intentos de la sociedad civil y hay muchas gentes escribiendo sobre esto. Así que creo todavía como decía Don Pablo Evaristo Arns, “hay esperanza”. El lema de Don Pablo Evaristo es un lema muy fuerte: “De esperanza en esperanza”.

Voy a hablar de cuatro constataciones, una sugerencia y tres o cuatro conclusiones:

a- La primera constatación es que la historia de los Derechos Humanos se hace con personas. Personas superando adversidades.

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La Declaración Universal de los Derechos Humanos, surgió en medio de la “Guerra Fría”, la reunión de los grandes del mundo en 1945. Pero esta pauta no estaba incluida en la reunión. Derechos Humanos no estaba incluida en las pautas de la reunión de las naciones. Durante la Conferencia se fueron liberando informaciones sobre violaciones graves, sistemáticas, masivas. Y ahí empieza a impulsarse la idea de que el respeto a los Derechos Humanos debería aplicarse sin distinción de raza, lenguaje, sexo, religión, etc.

Los Consultores de 42 Organizaciones No Gubernamentales, propusieron la Comisión de Derechos Humanos. Hasta los Estados Unidos, se opuso a nombrar los Derechos Humanos en la Carta de la ONU. Ya empezaban ahí los debates en torno a los derechos políticos, civiles, económicos, sociales, etc. Y surge la idea de una mujer, muy fuerte, Eleanor Roosevelt, quien no estaba invitada inicialmente para la Conferencia. Fue invitada porque su marido, el ex presidente de los EEUU, había recién fallecido y había que darle algo porque acuñó una lógica muy importante, para nosotros todavía hoy. Decía en su lengua inglés: “Where begins the universal human Rights”. El comienzo de los Derechos Humanos, es decir, en los pequeños espacios o sitios, muy cerca de las casas; al menos ahí deben tener alguna significación, de lo contrario no tendrán significación en ninguna parte.

Esta constatación de que la historia se hace con personas, instituciones, con Organizaciones No Gubernamentales; empiezan con adversidades muy fuertes. Lo demostraron en Paraguay, el Prof. Resck y la CONADEH; en Argentina, Ligia Prieto; en Uruguay, Gili; en Brasil, etc.

b- La segunda constatación es que no hay contradicción entre Derechos Humanos y desarrollo. El desarrollo es un derecho síntesis. O sea, a partir de distintas declaraciones, el derecho al desarrollo tiene alguna inserción en las distintas declaraciones, en los distintos pactos, en las declaraciones de pre-

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conceptos de la UNESCO, en las Resoluciones de las Naciones Unidas, y finalmente fue establecido como derecho inalienable.

El derecho al desarrollo, por tanto, se empieza con la declaración sobre el derecho al desarrollo, como una declaración muy fuerte que se asocia con la dignidad de la persona.

La constitución de Brasil también lo coloca como una meta u objetivo fundamental y que el desarrollo tiene como expresión la eliminación de las desigualdades sociales y regionales; como un principio general de las actividades económicas y, también, como un agente de la dignidad de la persona humana. No es diferente la Constitución Paraguaya en este sentido, cuando se habla de la calidad de vida, de la política económica, de la promoción del desarrollo.

Cuando se habla de desarrollo, no se habla como hizo un general en Brasil; decía: “mira, el Brasil está muy bien, el pueblo no está tanto, pero Brasil está muy bien”. O sea el desarrollo de la nación o del Estado. Ya no se habla así, sino como dice la Constitución Paraguaya, el desarrollo como mejores niveles de vida, condiciones de vida más saludable, redistribución de los bienes producidos con la tecnología.

Nosotros amamos la tecnología, pero la tecnología no siempre nos ama a nosotros. La tecnología no siempre logramos utilizarla para redistribución de bienes. De todas maneras hay que decir que el desarrollo es una fórmula, como derecho síntesis, una fórmula de garantía de la dignidad humana.

c- La tercera constatación del derecho al desarrollo como derecho síntesis no excluye el derecho a la memoria, a la verdad de los hechos ocurridos, en épocas recientes en América Latina, y consecuentemente, derecho a la justicia.

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El punto de partida en la elaboración de los Derechos Humanos, es el principio republicano de la igualdad. Su corolario, es el principio de la no discriminación. El desdoble histórico de este punto de partida conduce a un proceso de inclusión política, económica, social y cultural.

De ahí la extensión de los derechos políticos, de los derechos económicos y sociales, que están todos direccionados para los problemas de la exclusión material, promoviendo la vigencia y abarcando todas las oportunidades para la producción de los bienes que son creados por las sociedades como necesarios para la dignidad de la vida.

Los Derechos Humanos son consagrados para la gente más vulnerable de la sociedad, los deficientes físicos, las niños, los sin memoria, los sin cuerpos de sus parientes, los sidosos, las mujeres, los discriminados por raza, religión, etc.

La memoria no es una simple retención del pasado, en nuestra representación mental. La memoria es trasmisión del pasado a las generaciones que vienen. Así la memoria está asociada con el derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. El derecho a la memoria comprende la libertad de búsqueda, de recibir y difundir informaciones e ideas de toda naturaleza, sin consideraciones de fronteras. O sea, no es un derecho de la gente que sufrió, que fue víctima, sino un derecho de todos los pueblos.

En Brasil no es el derecho de la gente, que no puede tener acceso al cuerpo de sus parientes desaparecidos, o a la historia de su pariente que fue muerto por la represión. Centenares de gentes sufrieron este tipo de situaciones. El derecho es de la nación brasilera, de la nación latinoamericana, de obtener la información, pero no solamente de tener la información como está en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pero también un acceso al derecho a la verdad, que va más allá de la información, que da a los

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ciudadanos el derecho de conocer la historia de su país o de su pueblo, saber qué estructuras condujeron a los autoritarismos que vivimos hasta recientes tiempos, en distintas partes de América.

El derecho a la verdad; sobre ello existen muchos artículos en las declaraciones que hablan de esto y son fruto de la evolución de la doctrina, de la jurisprudencia de los tribunales, incluso de los tribunales internacionales, la de Corte Interamericana. Este derecho a la verdad fue reconocido como derecho fundamental de las víctimas de las violaciones graves y sistemáticas de Derechos Humanos en Brasil y en distintas partes donde hubo conflictos, persecuciones, violaciones clásicas, que se dicen como crímenes de lesa humanidad.

Así, en nombre del desarrollo, no se puede pedir tolerancia al silencio, a la impunidad, a la violencia actual y a la corrupción. En distintas partes de América, se realizan juicios contra los militares de alto rango, quienes realizaron estas violaciones en distintas partes de América.

En Brasil rindieron homenajes a la gente represora, a la gente torturadora, en el Salón de la Cámara de Diputados de Brasil. Aún sigue esta situación ambigua.

El conocer las circunstancias de las violaciones sistemáticas y masivas de las estructuras de poder que condujeron a estas situaciones en épocas recientes, nos dará elementos más importantes para la garantía o para tener una seguridad jurídica de que tales hechos no se repetirán ni alimentarán.

d- Un desarrollo sostenible, exige un ambiente de paz, de dignidad que no se mezcla con sistemas de impunidad. Por ejemplo, si tomamos las ocho metas del milenio, que son pistas para la solución de los dilemas que nos proponemos enfrentar en esta conferencia. Estas ocho metas, están vinculadas umbilicalmente a la dignidad de la persona humana. Erradicar la extrema

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pobreza, llegar a la enseñanza primera fundamental universal para todos, promover la igualdad entre sexos y la autonomía de las mujeres, mejorar la salud materna, reducir la mortalidad infantil, etc.

O sea, todos los sistemas exigen que conozcamos nuestro pasado, que presentemos la garantía de que no vamos a volver al autoritarismo que justificaba la expresión que “el país va bien, pero el pueblo no va tanto”.

Con estas anotaciones o notas y recordando que Paraguay trabaja ahora en un programa nacional de Derechos Humanos; indicamos que en Brasil se trabajó también, pero hay que añadir o agregar notas para presentar desde una perspectiva latinoamericana los diferentes programas.

Hay que pensar en hacer de los programas nacionales de Derechos Humanos, programas que preserven la identidad cultural de sus pueblos, de sus conquistas, de su historia, etc., y también que puedan ser utilizados como guías prácticas de la actuación de los organismos de Derechos Humanos, en su militancia latinoamericana. Es decir, construir un plan de Derechos Humanos para América Latina, con experiencias y metas comunes, todo bien práctico y concreto como los programas de Derechos Humanos. Todo muy económico, utilizar leyes, el instrumental tecnológico que tenemos hoy y que tenga como objetivo el desarrollo y la memoria.

O sea, pienso que la esperanza reside aún en los espacios de Derechos Humanos que existen en los sistemas de protecciones internacionales. La gente valora estos espacios. Si la postmodernidad no contempla los grandes discursos, este discurso de los Derechos Humanos, sigue con fuerza: la Declaración Universal, los documentos aprobados, que constituyen los grandes documentos, los pactos, etc., son todavía importantes en este mundo postmoderno. Siempre habrá gente como Herman Hesse, líderes como instituciones como la CONADEH, que no van a tener a éstos como referencia.

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Creo que no se puede hablar de democracia sin conocer las circunstancias de las violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos en las dictaduras recientes, para crear garantías de no repetición. Yo creo que no se puede hablar de desarrollo, sin hablar de la solidaridad entre los pueblos, que todavía sigue siendo una herramienta importante para la garantía de la protección de los Derechos Humanos. No se puede hablar de desarrollo sin democracia, y no hay desarrollo sin memoria, sin verdad y sin justicia.

Muchas gracias.

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LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS FRENTE A LA

GLOBALIZACIÓN SIN ALMA NI GOBIERNO

Sr. Manuel Zaguirre

De nacionalidad española. Ex Presidente de SOTERMUN, la ONG promovida por la USO para la

solidaridad internacional y en la actualidad es Director de la misma. Fue Secretario General de la Unión Sindical Obrera de España. Ocupó diversos cargos directivos en la Confederación Mundial del Trabajo,

entre 1981 y 2006.

A mi modesto y leal saber y entender, la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, es esencialmente un grito liberal y libertario, en el sentido más noble del término; cuidado, que en los tiempos que corren, lo liberal, sobre todo aplicado a la economía, a la especulación financiera, es concepto degradante. No, estamos hablando de lo liberal y libertario en la acepción más noble del concepto y del valor que entraña, aplicable en este caso a la Declaración Universal de los Derechos Humanos del 48.

Esta monumental obra humana es un texto, según mi opinión, eminentemente preconstitucional y a la que luego quiero referirme como conclusión, a la posibilidad, o más que eso, a la urgente necesidad de que aquella Declaración de Derechos Humanos del 48 pudiera ser cuanto antes, 63 años después, un auténtico texto constitucional para la humanidad, obra de ella y al servicio de ella.

Es un texto de características sui generis que traslucía todo el rechazo y el sufrimiento de las dos sangrientas y horribles guerras, de matriz europea y

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de alcance mundial que habían tenido lugar en la primera parte del siglo XX, y también la euforia de la Alianza Democrática, que había abatido a la potencia nazi-facista. Todo eso, es el impulso de aquel grito, de aquel manifiesto de libertad, de dignidad, individual que debía y debe fundamentar siempre la naturaleza y la condición humana, su dignidad y su libertad individual e inalienable.

El desarrollo histórico de la Declaración de los Derechos Humanos, casi ha hecho regla de la violación y el irrespeto de la misma, más que norma de su aplicación y su instauración sobre la realidad de manera natural. Eso ha sido así y no reconocerlo, pues, sería, un ejercicio acrítico contra la mera observancia de la realidad de lo que ha sido el desarrollo histórico en estos 63 años transcurridos.

En la primera mitad de esos 63 años transcurridos, la época de la Guerra Fría, los Derechos Humanos, han sido una de las víctimas más genuinas de esa época. Desde la fundación, desde el momento mismo de la proclamación de la Declaración, porque hablar de las potencias democráticas o de la Alianza Democrática, cuando uno de los componentes centrales, era una potencia liderada por un genocida como Stalin, de la misma naturaleza y calaña de Hitler, y otros líderes facistas derrotados en la 2da. Guerra Mundial, pues auguraba que el desarrollo de los Derechos Humanos iba a tener muchísimas dificultades, amplitud de violaciones y de irrespetos. No obstante, digo esto, porque la época de la Guerra Fría, ustedes lo recordarán, en la América Latina lo sufrieron largamente. Las razones imperativas de la seguridad nacional, si no las sabían se las inventaban, eran suficientes para que la Declaración de los Derechos Humanos, tuviera menos valor que el más vulgar de los rollos de papel higiénico.

En América Latina, en África, a raíz de los procesos de descolonización, en Asia la disputa de las dos grandes superpotencias del planeta, imponía por

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las mismas razones de sentido inverso, la doctrina de la seguridad nacional, y eso lo justificaba todo: las dictaduras sistemáticas universalizadas. En América Latina hubo un tiempo en que no había un solo país en democracia, quizás Venezuela. Parece que todos eran dictaduras de la seguridad nacional. Aquí las tenían con solera propia, con el stronismo.

No obstante, no quisiera ser tan negativo, ese grito de libertad y dignidad humana, la Declaración de los Derechos Humanos, alumbró e inspiró en estos años muchas y muchas cosas buenas. Muchas de las constituciones nacionales están inspiradas en esos valores, de libertad y dignidad, y sobre todo quiero resaltar el hecho de que haya ido tomando cuerpo y se haya abierto camino hacia una jurisdicción internacional fundada en la primacía de los Derechos Humanos, por ejemplo, el Tribunal de la Haya, la Corte Penal Internacional, que tiene muchísimo recorrido por delante, pero ya ha hecho cosas de valor, ya ha sentado a genocidas, ya ha sentado a gente cuyo nivel de inhumanidad fue extremo. Eso parece que son frutos a resaltar.

Finalmente, como conclusión de esta primera etapa, tenemos la caída del muro de Berlín, y yo creo que todos sobre el planeta, generamos un sentimiento de esperanza, y también de euforia, similar por razones más o menos distintas, a la que se creó después de la 2ª Guerra Mundial, y la victoria de las potencias democráticas sobre las potencias totalitarias. Lamentablemente esa expectativa, esa euforia, dura muy poco. El muro de Berlín, como alguien dijo en un momento, se cayó de los dos lados. No se cayó sólo del lado del imperio soviético, sino también del lado nuestro, de occidente, rico y democrático, supuestamente.

Con esto intento decir, la expectativa de un mundo nuevo, donde la Declaración de los Derechos Humanos, inspirara las políticas, inspirara esos principios de libertad y de dignidad humana, inspirara modelos económicos progresivos, estructuras de redistribución social, es decir, un mundo que nos

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acercara a la utopía, entendiendo por la utopía hacer posible lo necesario en todo momento, y no un mero ejercicio de estúpidos que se empeñan en pedir lo imposible.

Eso, tras la caída del muro de Berlín, insisto, esa expectativa duró muy poco, y lo que se fue configurando, es lo que padecemos hoy. Es una regresión histórica del capitalismo sin precedentes, en dos siglos largos, desde que este modo de producción y acumulación pisa el planeta y lo patea, las dos cosas, lo pisa y lo patea. Es lo que conocemos como la globalización. Y hay una paradoja siniestra, pero no es tan paradójica si estudias el desarrollo de lo que fue el comunismo real y la etapa histórica de la hegemonía de la Unión Soviética, sobre al menos la mitad del planeta, y la etapa de la Guerra Fría.

Es en países con larguísimas trayectorias no democráticas o antidemocráticas, o que jamás conocieron la democracia, sometidos a estructuras que conocimos como el comunismo real, donde el bandazo de esa regresión histórica del capitalismo está anidando y está progresando de manera más notable y veloz. La Unión Soviética que conocimos, hoy es la sede o el paraíso del capitalismo más brutal e inhumano. No sólo en la antigua Unión Soviética lamentablemente. Quieren que hablemos de China, mejor que no, es la cuadratura del círculo, capitalismo salvaje en estado puro, pero para que no haya la menor imprevisión sobre el desarrollo de ese capitalismo salvaje, estado de naturaleza totalitaria bajo la conducción del partido comunista único. Esa cuadratura del círculo sólo lo pueden hacer los chinos.

Con esto intento decirles que este modelo de globalización genera un alto nivel de destrucción, de evasión, de agresión, a los Derechos Humanos básicos, los de primera generación, los de 1948, libertad y dignidad individual, pero también y sobre todo, a los de la segunda y tercera generación, los derechos sociales y colectivos.

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Un modelo, insisto, de regresión, a las expresiones más primigenias y salvajes del capitalismo, eso sí, conviviendo con cachivaches tecnológicos, y todo lo que quieran, de una supuesta llamada modernidad. No sé de qué modernidad se habla, capitalismo sobre la base de una alianza invisible, entre el capital especulativo, capital financiarista, improductivo y los desarrollos tecnológicos de los que se apropiaron; están haciendo con el trabajo humano, destrozos, que no tienen probablemente precedentes, o habría que remontarse a la Inglaterra de finales del siglo XVIII y principios del XIX, a los telares belgas de esa misma época.

Y esto es así, yo no soy extremista, no se confundan, soy un radical, me gusta conocer la raíz de los fenómenos. Un extremista es al que le gusta jugar en un extremo de la cancha y yo no soy extremista, soy centrista. Pero el análisis de los fenómenos hay que hacerlo de modo radical, yendo a la raíz. Y creo sinceramente, que este modo de globalización del capitalismo hay que abordarlo, y no se deja fácilmente.

Creo que fue un sociólogo brasileño, con esa gracia que les caracteriza a los brasileños, quien decía que los grandes sectores de negocio, los sectores de actividad de esta hora y de esta globalización, los que más aportan al PIB mundial, son en sí mismos delitos o los bordean; producción, tráfico y consumo de drogas, tráficos de armas, tráficos de seres humanos, niños, mujeres, trabajos forzosos, trabajos en situaciones de esclavitud, como sucede en Brasil. Y roza también el delito, el manejo de la especulación financiera, que nos está llevando a situaciones extremas en las que nos desenvolvemos; ahora ya, yo diría afortunadamente, para que todo el mundo reaccione y haya una solidaridad en lo negativo, también ante Europa y también ante potencias capitalistas enormemente desarrolladas o supuestamente desarrolladas y democráticas.

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Por lo tanto, cuando el PIB mundial se nutre, por supuesto, hay otros sectores de actividad, sanos, lícitos, pero esto que acabo de decir, son más de la mitad de las acciones que aportan al PIB mundial, las que constituyen en sí mismas actividades delictivas; no estoy definiendo, sino describiendo, simplemente tenemos que abordar el problema.

Este amigo decía de la globalización, que “en un momento dado, jugando, jugando con el mono, se nos salió de la jaula, y salió de la jaula con el martillo, y ahora no hay modo de devolverlo a la jaula; el mono no quiere volver a la jaula, pero está suelto y está haciendo auténticos destrozos con el martillo”. Me parece una metáfora excelente.

Otra metáfora que no es de origen brasileño, para definir esta globalización, considera a ésta como “un caballo que está enloquecido, pateando, al galope y encima va un individuo, un jinete que se sostiene como puede, para no caer. Y un amigo que pasa le dice al jinete: ¿a dónde vas? Le responde el jinete: qué sé yo, pregúntale al caballo”. Es decir, el caballo, es ese capitalismo, sin rumbo, sin norte, no tiene más elemento de valor u horizonte, que la codicia, la avaricia, la usura, el afán desmedido de la ganancia a toda costa. Y el jinete somos nosotros, la especie humana, los pueblos, los trabajadores, todos nosotros, estamos ahí, pero no tenemos el menor gobierno y el menor control sobre el destino de ese caballo, sobre sus intenciones, sobre ese galope enloquecido. Esta metáfora también me parece excelente.

Por tanto, como para ir concluyendo, decimos que proponemos convertir la Declaración Universal de los Derechos Humanos en una suerte de constitución mundial de la humanidad, en una suerte de bien común de la humanidad, es decir, manteniendo los valores primigenios de las declaraciones liberales, de dignidad, de libertad inalienables, eternos, manteniéndolos.

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Eso no hay que revisarlo, no hay que releerlos, incorporar a esa declaración del 48, elementos eminentemente de naturaleza y desarrollo social y colectivo. Es decir, como en el desarrollo de muchos países, ha habido fases pre-liberales, antes de la constitución de los EEUU, por ejemplo, por citar uno bien emblemático, de tantos países europeos, o de fases de esta parte pre-constituyentes, eran los gritos de libertad y de independencia. Un poco la declaración del 48 fue derivando, se fue constitucionalizando, tomando cuerpo en textos de naturaleza jurídica, vinculantes en algunos casos, imperativos, que llamamos, nuestras constituciones, las constituciones. También las hay de otros ergos democráticos, por lo tanto, de esto se trataría, esto a su vez respondería colateralmente o centralmente a muchas necesidades, la primera es “que el mono vuelva a la jaula” y “que el jinete gobierne el caballo”.

Es tan sencillo, esa inversión de valor es absurda, no nos lleva a ninguna parte. Yo no puedo entender que unos cuantos neuróticos sobre el planeta, quieran acumular fortunas, que les costaría 70 vidas gastarlas. Está bien, es un caprichito, pero no lo pueden hacer, a costa del sufrimiento de más de la mitad de la humanidad. Porque esto es lo que está sucediendo. No pueden y el liberalismo no alcanza a tanto, y no deben alcanzar a tanto, por eso, esto tiene que ser constitucionalista, tiene que ser gobernado, hay que planificar, los recursos no son infinitos, la desigualdad es extrema, sin ningún complejo. Ya sabemos que ellos, estos neuróticos de la codicia, de la avaricia, del lucro desmedido, nos señalan con el dedo, y nos llaman utópicos; cuando les respondemos lo que es ser utópicos, nos llaman demagogos; y cuando les respondemos, si pueden nos quitan de en medio.

Por lo tanto, sin ningún complejo, para evitar el colapso, hay que humanizar esta globalización, tiene que ser gobernada, tiene que empezar necesariamente por constitucionalizar el marco mismo de la misma, donde la gente gana dinero, atropella inhumanamente, donde la gente sufre sin motivo,

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sin razón, el hambre en un planeta que produce para 12.000.000.000 de personas; el hambre es cada vez un riesgo y una realidad, absolutamente intolerable porque los alimentos, son elementos de la especulación internacional como cualquier otro, como el petróleo, etc.

A su vez, el marco de gobernabilidad no hay que inventarlo; yo cuando veo a estos políticos de cartón piedra, aunque sean de países muy ricos, que parecen estar todos trazados con tiralíneas, porque los educan en un mismo gabinete de imagen, sobre todo europeos, decir las mismas cosas huecas o vanas, que en el mismo tono servir a los mercados, que es el eufemismo para no decir especuladores o codiciosos… me produce mucha tristeza, y les veo hacer el G7, G8, etc. Pero, ¿de qué G me hablan?, hay que hacer el G180 que son los países del planeta, y se llaman Naciones Unidas. No hagan más experimentos, poténciese la organización de Naciones Unidas, porque lo tiene todo, después de décadas, agencias sobre la infancia, sobre el desarrollo, sobre la cultura, sobre la educación, sobre los Derechos Humanos, sobre el trabajo, etc. Todo eso, es Naciones Unidas desde hace décadas. En vez de dejarlo caer, deteriorarse, para hacer G7 o G8, estériles, volvamos a afianzar a las Naciones Unidas, haciendo un G180.

Finalmente las coordenadas, del desafío constitucionalista global: aquí se ha dicho, es evidente, arranca de la declaración del 48, que jamás quedará obsoleta, y a ella hay que incorporar, todos los desarrollos históricos, de innovación que la realidad misma, nos está poniendo y de modo apremiante.

Yo creo con esto, soy partidario de una constitución global, que esa declaración del bien universal, puede empezar con la declaración de la constitución italiana que es hermosísima, que dice, que “Italia es una República fundada en el trabajo humano”.

¿Sobre qué otra cosa se puede fundar el destino de la humanidad: sobre la codicia, sobre la especulación financiera, sobre la acumulación del poder

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económico y político para unos pocos, que son sufrimientos, angustias, sin horizontes, para mayorías? No. Hagámoslo sobre lo que la condición humana tiene de creativo, de laborioso, lo más hermoso, porque no estamos hablando del trabajo desde la perspectiva del corporativismo sindicalista, sino del trabajo como expresión más genuina del ser humano y, a partir de ahí, los valores del trabajo humano, que también es un valor. Por eso me encanta el preámbulo de la Constitución Italiana para trasladarlo a lo que nos ocupa.

Y dicho esto, aquí habría que incluir literalmente la declaración del 48, lo que tiene de liberal y libertario, y la segunda mitad de la misma que son tímidas, pero muy personalizadas, muy individualistas, menciones a las derechos sociales y colectivos, que tienen que ser desarrollados y tienen que ser formulados a la medida del inicio del siglo XXI y no a la mitad del siglo XX desde la declaración del 48. Estamos hablando de los Derechos Humanos de la segunda y tercera generación: del trabajo digno, de la educación, de la protección social, de la vivienda, el acceso al agua potable, etc.

Y yo creo que hay que enfatizar algunas cuestiones, que hace más de medio siglo eran casi impensables y que ahora, digamos, impactan centralmente con cualquier proyecto de desarrollo, de reto de sostenibilidad, el problema del medio ambiente.

El problema de la erradicación, formulándola en texto constitucional, de la peor forma o forma más aberrante de la explotación humana, de los niños, de las mujeres, del trabajo forzado, etc.

Hay que formular un modelo de economía eficiente, en el plano global, no somos tan necios para pensar que sin una economía eficiente, se puede construir justicia o redistribución social. Nosotros la llamamos economía social de mercado, no la llamamos economía marxista, leninista. Lo sustantivo es el concepto social. Lo funcional, lo instrumental es el mercado, como debe ser. Por supuesto, que creemos en el mercado; son ellos lo que no creen, los

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especuladores, los que truncan las reglas, los que hacen las reglas fáciles para ganar siempre. Qué especuladores “son éstos, los van al casino para ganar siempre”.

Está el tema de los indígenas, no es un tema baladí, está el tema de las migraciones. En una sociedad global, si realmente lo es, pidamos que todo esté globalizado, también lo humano; el tema de las migraciones que se está manejando de una manera inmoral e inhumana en muchos casos. Y un inmigrante es a priori un delincuente, y alguien a perseguir. En esta perspectiva, y en esta constitucionalidad, miramos esta globalización para revertirla hacia lo humano y social.

Finalmente el tema de la mujer, porque son más de la mitad de la humanidad y porque el tema sintetiza, seguramente las mayores expresiones de sufrimiento de la humanidad, que son las mujeres, la mayor parte pobres, inmigrantes, son indígenas, no tienen empleo, viven en situaciones extremas de pobreza, y a pesar de todo recae sobre ellas, en muchos casos, el destino de su propio país.

Concluyo, diciendo que nosotros lo que estamos planteando no es un mundo de clones donde todos seamos iguales, no somos necios; a parte de que apostar por un mundo donde todos seamos iguales, sería un mundo tan “in-vivido”, tan aburrido, tan inhumano. No. Lo que estamos ideando para constitucionalizar y humanizar esta globalización, es un nuevo contrato social mundial, donde haya una línea invisible, que llamamos, la línea de la dignidad humana. Por debajo de esa línea de la dignidad humana, no puede haber un solo habitante del planeta, no puede haber un solo ser humano. La línea de la dignidad humana tiene que ver con su trabajo, con su cultura. Por debajo de la dignidad humana, no puede haber nadie. Hoy hay centenares de millones de seres humanos por debajo de la línea invisible de la dignidad. Por encima de esa línea de la dignidad humana garantizada, es lógico, que haya desigualdades

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funcionales, que tienen que ver con la geo-cultura, la condición humana del mayor o menor esfuerzo. Esto es lo que estamos planteando. Esto no es utópico, que es hacer posible lo necesario.

Por encima de esa línea garantizada de la dignidad humana, que la desigualdad tenga lugar, según el país, latitudes, etc.

Y si no hacemos por solidaridad este mensaje, triunfarían los poderosos, a quienes no les gusta escuchar esto, yo los entiendo.

Si no lo hacemos por solidaridad y sentido humano, hagámoslo por egoísmo inteligente, porque que se cree que eso no se va a aguantar por mucho tiempo. Si no hay un correctivo histórico, profundo y radical, en el manejo y en la gobernabilidad de esta globalidad, no se crea que se aguantará mucho tiempo esto.

En esta crisis terrible que está sacudiendo también a los países eminentemente enriquecidos, ¿saben quiénes van saliendo a la cancha? Miles de millonarios, de gente riquísima que dicen a los gobiernos –qué vergüenza para esos gobiernos–, súbannos los impuestos, quiero pagar más impuestos, porque si no, esto se viene abajo, colapsa y yo me tengo que ver, porque mi fortuna la tendré que vivir en cárceles de oro, porque el entorno estará repleto de violencia, por tratarse de entorno de extrema desigualdad e injusticia social.

En Europa hay gobiernos que tienen que aguantar la afrenta de los multimillonarios, que les piden públicamente que les suban los impuestos, porque son gobiernos, algunos de izquierda y progresistas. La mayoría de derecha dicen que no, en vez de subir los impuestos, bajémoslos, que el mercado se encargará de regular todo de manera milagrosa. ¡Ahí tienen los mercados después de la caída del muro!

Muchas gracias.

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LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA PROTECCIÓN DE LOS DDHH

Dr. Leandro Despouy

Abogado de nacionalidad argentina. Ex Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, hoy Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Preside la Auditoría General de la Nación de la República Argentina desde 2002. Reconocido jurista de trayectoria mundial en especialidades del derecho internacional y de los derechos humanos. Es experto independiente en la ONU y la OEA, entre otros organismos internacionales. Fue abogado defensor de presos y perseguidos políticos en la Argentina, debiendo exiliarse en Europa entre 1975 y 1983. Actuó en el fortalecimiento institucional de países de la región que dejaban las dictaduras. En la década del 90 llevó a cabo misiones de cooperación internacional (Rusia, Haití, Paraguay, entre otras).

Buenos días. Antes que nada, a pesar de la afección en la garganta que dificulta el tono de mi voz, pero no quería dejar de estar; entonces como sea, aun cuando puede pasarme que no llegue a decir todo lo que quiero decirles, no pude dejar de venir.

Y les digo que vengo con un sentimiento muy grato, cálido, porque vengo a un Paraguay al que veo reedificándose sobre una institucionalidad, después de aquellos años tan dolorosos en donde el Paraguay era símbolo del ostracismo, de la ruptura, del aislamiento, de la dictadura. Y ahí conocí yo el verdadero Paraguay de esa época. Compartí con algunos paraguayos el exilio,

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ahí conocí a muchos, me hice amigo de Roa Bastos y de tantos otros, que han tenido después una vida institucional, que han hecho su aporte. Después de producirse el regreso de la democracia en la Argentina, Alfonsín me encomendó que me ocupara de la situación de los paraguayos exiliados en la Argentina, un gran número en ese momento del MOPOCO.

Y algunos de ellos pudieron regresar, quedarse, otros, después vino la institucionalidad, recuerdo que yo era el fiscal de Naciones Unidas del Paraguay en tiempos de Stroessner y recuerdo la alegría con que festejamos su caída. Después cuando se instauró el proceso democrático, vine al Paraguay a colaborar en las actividades de reconstrucción de la temática de los Derechos Humanos. No sé cuánto habré hecho, pero sin duda, mi vida, está marcada por la vida de los paraguayos.

Entonces, les hablo casi de una intimidad mutua porque también viví vicisitudes importantes, recuerdo un intento de golpe, recuerdo también otras crisis institucionales, lo cierto es que siempre estuve cerca, siempre estuve cerca de este país y entonces individualicé a las personas que hoy nos reciben, nuestro querido Resck, ya les contaré cómo le conocí y qué patrimonio común tenemos para compartir, porque entiendo que hay que escribir, es muy importante que se sepa: ¿qué pasó del Paraguay, cómo nació la democracia, en qué pilares se apoyó, qué rol jugaron los organismos de Derechos Humanos, qué rol jugó Doña Coca de Lara Castro?.

Personas que fueron embajadores de Naciones Unidas, y recuerdo que me acercaba a ella y le decía: “Coca ¿y ahora?” Me respondía: Voy a volver, seguramente me van a detener, pero yo quiero decir lo que pasa en el Paraguay. Y venía, y tenía una colección de cachorros chicos y la detenían, y luego volvía a salir, y la volví a encontrar en el exterior llevando su testimonio.

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Mis primeras palabras son para decirles que ustedes tienen un patrimonio muy importante. Sepan disfrutarlo, sepan inspirarse en él. Aquí con Resck tienen un hombre de una estatura no solo nacional sino también latinoamericana y mundial.

Yo tengo por propósito hablarles muy libremente de algunas reflexiones, pero como ya han intervenido algunos oradores anteriores, siempre me sustraen tiempo, tengo la ventaja que con Belisario Dos Santos tenemos un viejo pacto: el que habla primero dice las cosas, después vengo yo o él y dice: adhiero a todo lo que él dijo, hago mío eso; se imaginan ustedes que la gente ya antes de que empiece a hablar me empieza a aplaudir. Y también quiero decirles que la reflexión sobre la globalización es un tema que merecería una reflexión desde distintos ángulos.

Yo voy a tratar de hacer solo tres aspectos y después quiero volver de nuevo al Paraguay, porque, si he venido así en estas condiciones, es porque no quiero privarme de decirles a ustedes lo que hemos vivido acá.

Yo creo que, para situarse en un hecho histórico como fue la Declaración Universal, habría que ver de qué mundo veníamos.

Hay una imagen que a mí me ha acompañado toda mi vida. Antes de la Segunda Guerra Mundial, antes de que Alemania invadiera Polonia y Checoeslovaquia, en una reunión de la Sociedad de las Naciones estaban reunidas las distintas delegaciones y, de una manera un poco imprudente o atípica de la época, resulta que hay un grupo de expertos que habían elaborado un informe sobre las minorías polacas en Alemania, donde se hablaba de las violaciones graves de los Derechos Humanos. Y quisieron pasar a tratarlos, entonces Webel, ministro de la propaganda y del turismo, nada más y nada menos, este hombre de la propaganda, pidió la palabra y dijo: esto es un error muy grande, nosotros como Alemania nunca vamos a aceptar que aquí en un

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organismo de Naciones Unidas pueda hablarse de minorías, de Derechos Humanos o de cuestiones que conciernen exclusivamente al Estado Alemán.

Como intentaron, continuaron; Webel, acompañado por varios guardaespaldas que llevaban armas, insistían en interrumpir la palabra; como no pudieron interrumpir la palabra, Webel se retiró de la asamblea, y luego comunicó a la Sociedad de las Naciones que Alemania se retiraba de la Sociedad de las Naciones. Y ustedes saben que, luego de esa oportunidad, el derrumbe de la Sociedad de las Naciones marcó con la invasión inmediata de Checoeslovaquia, de Polonia y luego desde ahí, de la mayoría de los países de Europa, transformando el Occidente en una verdadera hoguera de sangre.

Esta fue la historia, uno de los aspectos para relatarles el mundo en que vivíamos, en ese mundo no se podía hablar de un estado que violaba los Derechos Humanos, no se podía hablar de un Estado. Los Estados eran absolutamente libres y autónomos para reconocer los derechos de sus súbditos, o bien, una vez reconocidos, respetarlos o no respetarlos; toda injerencia interna era evaluada como un rechazo, era un acto de agresión y debía ser prácticamente conculcado o rechazado; recuerden que Hitler en esa época decía: “los pactos, se cumplen hasta que se dejan de cumplir”. Esta era la “pacta sunt servanda” del mundo en el cual emerge, desde la Segunda Guerra Mundial, un mundo marcado por una historia también de ocupación, de colonialismo, de la legitimidad del uso de la fuerza, de la ocupación extranjera; prácticamente África era una enorme colonia junto a muchos países asiáticos. Les digo esto porque ahí nació este pequeño injerto, quizás inexplicable, porque tampoco era el propósito crear esta creatura, pero se empujó y hubo circunstancias, porque el mundo entendió que lo que podía pasar en un país, así como Hitler combatía a los propios alemanes porque eran judíos, homosexuales o comunistas, después también hacía lo mismo en los países que ocupaba, de tal manera que lo que pase en un país, tarde o temprano termina pasando en otros. Era

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necesario construir un mundo más democrático, eran bases donde la ética pudiese regular mínimamente las relaciones internacionales, y en cierta manera se va a abrir todo un proceso, no inspirado exclusivamente en esto, pero sí en una condena de la ocupación, en una condena del uso de la fuerza, y empezaron a emerger todas las luchas de liberación, y el mapa político de África de alguna manera cambió en su expresión política.

Siempre, cuando veo la Declaración, me imagino y he leído los autores y he conocido algunos de ellos. Se van a sorprender, uno de los autores vivientes de la Declaración Universal que participó, Hessel, es un hombre que estuvo en los campos de concentración en Alemania, escribió un libro que todos ustedes deben saber y lo pueden identificar, se llama “Andigne bu” “indígnese usted”, que ha servido de base para todas las plataformas de movilización europea, sobre todo en Madrid, en Grecia, etc., Todas esas movilizaciones tienen como base ese libro que se llama “Indígnense”, y precisamente ese libro plantea en muchas de las reflexiones lo que nos señalaba recientemente nuestro Profesor Honoris Causa Luis A. Resck H, recientemente declarado como tal.

Entonces, yo les aconsejo que lo lean, porque ahora ha salido otro libro, una especie de “movilícese usted”, algo parecido, que ha tenido una enorme difusión, pero les quiero decir que este hombre fue uno de los constructores de la nueva arquitectura del mundo, en donde la Declaración Universal fue la piedra angular de esa construcción.

A mí me ha tocado, ya como hombre ocupado de la problemática de Derechos Humanos, como experto, como representante del gobierno, como embajador, en los distintos roles que he tenido, me permitió ver cómo este instrumento se fue haciendo como un elástico y, por eso, yo soy optimista y creo que nuestro Profesor apuesta bien cuando apuesta a la naturaleza de la Declaración Universal, porque ha dado muchísimos frutos.

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Fíjense ustedes: todo el sistema de Naciones Unidas de protección de los Derechos Humanos se construyó a partir de la Declaración Universal, a partir de esa Declaración Universal, porque empezaron a construirse pactos regionales, pactos internacionales, pactos de derechos civiles y políticos, la Convención Americana, pero que era lo universal, que era lo que unía a todos, y creamos un procedimiento que se llamaba el “Procedimiento de la 1503”, que era un procedimiento primero confidencial, etc., que nos permitía llevar a las dictaduras a examinar ahí en esas reuniones plenarias de Naciones Unidas, aunque fuera a puertas cerradas, a tratar el tema de las violaciones, y Paraguay estuvo durante muchos años, en esa lista negra de países que examinábamos, y ¿cuál era el tema del telón de fondo? Y el telón de fondo era la Declaración Universal.

Recuerdo el primer acto de la democracia después de la caída de la dictadura, yo estaba en Ginebra como embajador también por la Argentina, y llegó el nuevo embajador de Paraguay, que acababa de ser designado por Rodríguez, y él nos dijo: queremos salir de esa lista siniestra, le queremos prometer al mundo y vamos a hacer todo lo que sea necesario. Y los países latinoamericanos pensábamos que era grato que el Paraguay se retirara de esa lista, y al año siguiente fue Frutos Vaesken que era Ministro de Justicia, después Canciller, el que planteó y obtuvo como una especie de aliento latinoamericano y mundial, el retiro de esa lista negra en la cual el Paraguay había estado por más de 20 años.

Es cierto que después la propia Declaración inspiró muchos otros convenios; si no no hubiéramos tenido el Pacto de Derechos Civiles y Políticos, no los podríamos haber tenido, lo mismo la Declaración Americana.

Yo tengo la convicción que el sistema de Derechos Humanos a nivel mundial es una primera conclusión ya del juego de la construcción jurídica, política e ideológica de los Derechos Humanos, como factor de transformación

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de la realidad internacional y de la incorporación de la ética, como condicionante de las relaciones internacionales.

Es cierto que se inició, sobre todo, a partir de la posibilidad de que el individuo pueda hacer una presentación, pero, también habilitó a los Estados a que pudiesen presentar querellas. Fíjense que éste es un sistema, que no se ha usado mucho, la Convención Americana lo prevé, la Convención Europea lo prevé, y me acuerdo, a raíz de mi colega, que tiene una trayectoria sindical tan importante, cuando los coroneles griegos, tomaron el poder, invadieron Chipre, y cayeron en una situación muy parecida la de las Malvinas, luego, vino el Juzgamiento, similar a lo que nosotros hicimos con las juntas militares, pero, en ese momento la O.I.T. hizo un informe sobre la situación de los Derechos Humanos en Grecia, para pedir el retiro de Grecia del sistema Europeo, a raíz de una denuncia que habían presentado los países nórdicos.

Cuando me nombraron relator sobre los países en crisis, los estados de excepción, etc., ahí tomé mucho de esa jurisprudencia: la O.I.T. fue muy valiosa, instructora del derecho, ha producido frutos; es cierto, y esto es una impresión, que se ha apagado un poco con los últimos años, no la veo con esa creatividad histórica, no olvidemos que la Organización Internacional, más antigua, mas importante de principios de siglo, tuvo un rol enorme y transcendente, etc. Pero les doy esto para decirles que hay una articulación entre la declaración universal, las convenciones de la propia O.I.T. que contemplan protecciones de Derechos Humanos e inclusive, regulaciones de las situaciones de crisis, y los otros pactos e instrumentos internacionales.

El otro elemento importante, es cómo la jurisprudencia de uno, ha incidido en los otros. Fíjense ustedes, que cuando un juez iberoamericano, dicta una sentencia, toma jurisprudencia europea, y la jurisprudencia europea, puede inspirarse en el Comité de Derechos Humanos, que es el órgano que regula el pacto de derechos civiles y políticos. Otro fenómeno muy importante

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es cómo se articula el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, con el Derecho Internacional de la Guerra, de los conflictos armados. Fíjense, ustedes, que en la dictadura nuestra, cuando los militares decían: bueno miren, en Argentina, hay una guerra, vamos a declarar un estado de sitio, suspendemos todos los derechos. Entonces se les decía: no pueden suspender todos los derechos, si los suspenden porque hay guerra, en ese caso, apliquen el derecho humanitario, el derecho de la guerra. Respondían: Ah, no, esta no es una guerra internacional, ésta no es una guerra convencional, por lo tanto, no le aplico ninguna norma, ni la guerra, ni los conflictos, ni las normas de derechos internacionales humanitarios. Esto fue lo que facilitó en gran medida el tema de esas situaciones de la desaparición forzada de personas, sustraer a la gente de los tribunales, etc.

Bueno, podría decirles muchas reflexiones, vinculadas a ese progreso, tanto particular, específico de los organismos, como en esa construcción jurídica de un nuevo derecho internacional, en donde los individuos, los pueblos, son ante todo los principales actores, y no los Estados, de tal manera que hay una suerte de orden público internacional, que hace que un estado pueda inclusive denunciar a otro, porque no respeta los Derechos Humanos, como decía a través de la querella interestatal. Y diríamos que hay un orden público internacional, que regula las relaciones en donde los Derechos Humanos ocupan un lugar sumamente importante desde el punto de vista de la diplomacia. Los Estados gastan muchísimo dinero, para tener una buena imagen. El pasaporte de un país, hoy es la vigencia o no de los Derechos Humanos. Es muy importante, porque se ha proyectado sobre el mundo, y yo creo que ha sido el efecto benéfico.

Si ustedes me dijeran: ¿dónde están los grandes retrasos?, yo coincido en gran medida, con quien me ha precedido. Yo creo que, así como se ha avanzado mucho por los caminos de la libertad, en un sentido formal, hoy por

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ejemplo, podemos estar acá en una Cámara de Diputados y Senadores, que la gente pueda hacerse oír, se nota que hay un progreso, se acuerdan del parlamento tan chiquito de la época, yo me acuerdo, prácticamente inexistente, y creo que en materia de libertad se ha avanzado. Todavía queda un camino por hacer, donde no hemos progresado es ahí, en el ámbito del bienestar, todavía el tema de los derechos económicos, sociales y culturales sigue siendo el gran déficit de nuestras democracias, y esto hay que reconocerlo, hay que pelear y dar la batalla, desde el punto de vista de los Derechos Humanos, y no simplemente desde el punto de vista político, como aspiraciones, etc.

Hay una dimensión de Derechos Humanos que, cuando uno la olvida, también de alguna manera la debilita y ahí están los grandes problemas que ha planteado nuestro querido Profesor Honoris Causa, lo digo con todo cariño. También coincido, creo que ese mundo de la globalización, al cual yo accedo sobre todo como auditor general de mi país, para ver toda la problemática que se genera, por los grandes flujos financieros, sobre todo especulativos, que hacen que haya una producción de dinero acelerada, mucho más rápida que la propia riqueza, creando distorsiones, creando corrimientos, que son los que provocan enormes daños en la economía, en la institucionalidad y en los Derechos Humanos. Y en eso yo coincido, las enormes transferencias de flujos públicos del Estado, hacia el sector privado, que se ha producido en los últimos años en los EE.UU. A partir de la famosa crisis de Enron y otros, hay que mirarlos también, con su impacto sobre el tema y sin ir más lejos con respecto a los fondos de pensión, que de EE.UU fugaron a China, en ese momento a Taiwán y otros, porque en EEUU habría habido estas maniobras dolosas, en donde las propias consultoras eran a la vez auditoras, y permitían, diríamos, todo un manejo financiero, que llevaba a la quiebra de las instituciones y a una capitalización enorme de los recursos de los directivos. Eso hay que mirarlo desde el punto de vista de los Derechos Humanos, porque hay una dimensión

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de los Derechos Humanos, algunos la identifican como la gran corrupción, la gran corrupción, porque aparece como identificada, realmente se puede monetarizar, se puede verificar.

Entonces, creo también que en los derechos colectivos es donde más impulso tenemos que darle, perdonen, yo creo que el problema de las migraciones, los españoles tienen mucho para decir, es terrible, yo escribí un artículo hace poco, “no levanten ese muro”, una situación parecida a Israel y a otros países, no es posible, hay un tratamiento muy despiadado, y muy contrario a los progresos de los Derechos Humanos, y esto también hay que decirlo, yo les felicito que sean los propios Europeos, los que lo reconocen.

Los grandes flujos de masas, de personas, entre los fenómenos latinoamericanos, el problema de las personas, de los nuevos desaparecidos que le llaman, con las criaturas, las mujeres, etc. Esto a mi me parece, que es un tema que hay que analizarlo, un tema que tiene que dar lugar ordinariamente a reuniones de organismos de Derechos Humanos, porque se está registrando anomalía total, hay centenares de personas que desaparecen en la infancia.

Y los grandes flujos, en las guerras en los conflictos armados; estuve en el Congo, como relator especial, sobre independencia de la justicia y les quiero decir, que es realmente conmovedor, 5.000.000 personas han muerto, en un país que tiene 7 fronteras en conflicto, todas bombardeando, y una de las cosas más tristes, es que la guerra moderna, se realiza a través de los genocidios, y los genocidios son de la población civil, y dentro de la población civil, de la mujer, los niños y las personas que no pueden; alguien decía que se es soldado, para salvarse de las guerras modernas.

Acá tenemos otro problema, yo recuerdo que hablando me acordaba de una de las poblaciones así; el Congo es un país, no tienen idea, riquísimo, para darles una idea, tiene uranio, tiene cobalto, tiene este nuevo mineral para las

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computadoras, y está siendo explotado con una mano de obra esclava, su gran dificultad históricamente. Existe riqueza, tiene posibilidad de explotar y en nada lo explotan. Los ruandeses, en general los hindúes, pero iba a los lugares y generalmente veía las incursiones, toda la violencia se descargaba casi inexorablemente sobre la mujer y esto generaba al mismo tiempo las violaciones, los embarazos y después toda una situación de hijos nacidos por violadores. No se imaginan ustedes la tragedia que es.

En una de las cárceles vi una mujer, me impresionó la cara de esta mujer, yo la veía, muy atractiva, pero estaba tirada en el piso, tenía una expresión de dolor, da la coincidencia, la miro dos veces, sigo visitando gente y vuelvo y hablo con el tipo de la cárcel, porque las Naciones Unidas nos permite ver a la gente, quiero tal y tal, y justamente era esta mujer, alguna vez yo había intervenido por ella, yo no sabía nada.

Y entonces, le digo: cuéntame; estaba un tipo de la propia comisaría y le digo: usted se va. Me cuenta la historia, pero la verdad es que lo más importante era la historia personal de ella; ella vivía en Londres, con su marido un tipo de Kenia, le iba bien, tenía una empresa y tenía varios hijos, tenía tres, uno de catorce años, una hija y un hijo; la cuestión, es que se va al Congo, porque ella quiere ser jueza, y resulta que ocuparse de la situación… no puede, y entonces, se ocupa, se presenta como candidata a la Presidencia de la República. Sale segunda, y después que sale segunda de las elecciones, el Presidente, Kabila, entra en disputa con el tercero, y resulta que lo echa al tipo, lo saca, tiene que exiliarse y ella lo defiende. Entonces, la toman presa y la tienen detenida e incomunicada. Yo le pregunto a ella y me decía que “lo único que yo le pido por favor, mire yo tengo tres hijos, pero tengo uno, que tiene catorce años. Mi familia se volvió loca, cuando sabía que yo había venido acá, no quería saber nada. “Volvé que sos una chiflada”. Decían todas las cosas, que usted se puede imaginar, pero el único que me apoyaba, era este chico. Ahora,

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lo único que le pido por favor, que usted hable con ese chico y le diga lo que yo le voy a pedir que le diga. Este chico, decía ella, sí a mí me ejecutan, va vivir toda su vida con su culpa, de haber sido el que me apoyó, para que yo me quedara en el Congo. Entonces, me dice, yo lo único que te pido es eso, haga preguntar cuál es la sentencia”. Y habían pedido la pena de muerte, la iban a ejecutar rapidísimo.

Entonces, le digo: mira, no te preocupes, yo voy a intervenir, voy a hablar con los jueces acá, yo voy a hablar con el Presidente, voy a hablar con todo el mundo. Quédate tranquila, y la mujer me agarraba de la mano: por Dios, mi único pedido es éste, habla con él, es un chico. Cuando me dicen pena de muerte, salí de ahí, de la cárcel, me fui, hablé con el Presidente, hablé con todo el mundo, finalmente la liberaron y el fiscal que yo convencí que pidiera la absolución de ella, lo metieron preso y lo juzgaba un tribunal militar, pobre, después tuve que intervenir por el fiscal. Pero, después entre seis u ocho meses, habló por teléfono, y cuando después voy a Ginebra, me comentan que María Teresa estaba muy agradecida. La llamo y le digo: ¿qué tal María Teresa?, ¿cómo estás? Muy bien, me contesta. Y le digo, decime una cosa, y ¿ahora qué? Ahora estoy con hijos, con mi familia. ¿Qué te gustaría ser? Me responde: jueza y en el Congo. La verdad, que son ejemplos de vida y utilizo este ejemplo, para decirles que acá, hubo muchísima gente que vivió así.

Yo quiero rendirle un homenaje particular, a este gran hombre, a Luis Alfonso Resck, porque su voz, yo la descubrí, allá alguna vez por Madrid, cuando estábamos todos en el exilio, después la escuché en Francia, después en México, siempre peleando, al igual que Doña Coca, Roa Bastos, entre otros. Pero todos ustedes los que llegan a la comisión de Derechos Humanos, ahí hay un patrimonio, hay un testimonio, algo muy valioso, que ustedes no tienen que olvidar, y creo que un hombre que acompañó todo el proceso, fue Don Hans Curd, quien tendría que ayudarnos en la reconstrucción histórica de los

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primeros pasos de la democracia, sin cuyo concurso difícilmente hoy estaríamos donde estamos.

Es muy importante pensar que, si la transición democrática no se hubiese dado, sobre la base de los Derechos Humanos, hoy el Paraguay podría tener una imagen de autoritarismo. Entonces, cuando yo veo, en esta memoria que él ha escrito sobre su vida, donde muestra las 106 detenciones, cuando las torturas, que en ningún caso lo llevaron a retroceder, me parece que cuando él, les habla de cuál es el punto común de su vida, mi Paraguay pequeño, mi chiquito Paraguay etc., pienso que él está pensando en ustedes.

Muchas gracias.

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LOS DERECHOS HUMANOS Y LA GLOBALIZACIÓN. DESAFÍOS ANTE LA

CRISIS ECONÓMICA

Dr. Gutenberg Martínez

De nacionalidad chilena, catedrático, abogado y rector de la Universidad Miguel de Cervantes de Chile.

Ex Presidente de la Cámara de Diputados de Chile y de la Organización Democrática Cristiana de América.

Escribió diversos libros y ha realizado trabajos y exposiciones sobre temas relacionados con los desafíos de la política, el humanismo cristiano, crecimiento con equidad, el parlamento, desarrollo sustentable, medio ambiente, ciencia y tecnología sobre aspectos de la Universidad.

Miembro Asesor de la Comisión Bicentenario de Chile. Publicó diversas obras referentes a Derechos Humanos, en especial en lo referente al área jurídica.

Buenos días. Antes que nada quiero agradecer la invitación, y agradecérsela en la persona del Prof. Resck, al conjunto de luchadores de Derechos Humanos, que hemos escuchado hoy día en la mañana, acá en la testera, y que nos acompañan otros tantos, entre ustedes.

Conversábamos con uno de ellos, antes del comienzo de esta conferencia, de que quizás uno de los desafíos más importantes en el tema de los Derechos Humanos, como bien lo dijo, quien primero me antecedió en el uso de la palabra, es no perder la memoria; como dice Hannah Arendt, “mirar el pasado con visión de futuro, con ojos de futuro”.

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Creo que el testimonio que hoy día hemos escuchado, desde el mundo de la judicatura, desde el mundo del sindicalismo, desde el mundo de la solidaridad internacional, me permiten agradecerle al Dr. Luis Alfonso Resck, la oportunidad de concurrir a esta conferencia, y de sumarme a este homenaje, a él y a todos quienes me han antecedido en el uso de la palabra.

Cambié un poquito los términos, de lo mío, a partir de que nos hemos reducido el tiempo y que tenemos, en todo caso la oportunidad de dejar un documento para la CONADEH, que podrá ser compartido con quienes tengan el interés.

Y por lo tanto, lo que voy a tratar de hacer en estos 20 minutos, es referirme a lo que yo estimo debiera ser o son los principales desafíos que tienen los Derechos Humanos en el mundo de hoy.

En primer lugar, una cuestión conceptual, los Derechos Humanos, no se pueden concebir desde una visión conservadora, me recuerda el escrito de un filósofo contemporáneo, del último tiempo, que a mi juicio bien dice al afirmar “que solo el diablo es o puede ser conservador”. Un concepto adecuado de los Derechos Humanos, como de la democracia, necesariamente implica reconocer, que su perfeccionamiento, profundización y extensión, es del deber ser del concepto de los Derechos Humanos; no puede quedarse, por lo tanto, en los distintos y destacados avances que hoy día nos han comentado, ni en la declaración del cuarenta y tantos, ni en todo lo que pudo haber sido la declaración jurídica, político institucional, que se ha dado en las últimas décadas.

Desde un punto de vista del concepto, quienes se comprometen con la democracia y los Derechos Humanos, tienen que tener una visión, progresista renovadora, en el entendido de que su perfeccionamiento, es parte de lo que es su propia naturaleza.

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Y en segundo lugar, una adquisición desde el punto de vista histórico, mi país, soy Chileno, se crio y me crio y nos crio, a toda una generación en la enseñanza que la democracia era un bien ganado y un bien que no tenía ningún peligro en su devenir, dicho en lenguaje sencillo entre los nuestros, se decía: en Chile nunca pasa nada, o cuando mirábamos otras naciones hermanas de Latinoamérica, se nos decía: eso jamás va pasar acá.

Mi enseñanza es muy simple, nada es irreversible y en materia de Derechos Humanos y en materia de democracia, esta necesidad de recordar el pasado, de tener memoria histórica, tiene que ir acompañada de la conciencia que la promoción, la defensa de los Derechos Humanos y la democracia, debe ser permanente, porque nada es irreversible en la historia de la humanidad, aunque haya una senda de progreso final, que nos alcance mejores situaciones.

Creo que en esta perspectiva, más que de un punto de vista, si ustedes quieren, jurídico, político e institucional, yo veo que hay seis desafíos sustanciales hacia el futuro:

El primero nace de esta relación, tan absoluta, tan imbricada, entre democracia y comunidad, veíamos un folleto, que se nos distribuía a los panelistas, antes de comenzar con esta conferencia, donde el Prof. Luis A. Resck decía: “Sin Derechos Humanos no hay Democracia, sin Democracia no hay Derechos Humanos”.

La relación entre ambos conceptos es total, y todos sabemos que no hay democracia en toda la humanidad, y todos sabemos que la democracia se ve amenazada constantemente, y todos sabemos que todavía hay países en América Latina y en el mundo, en los quel la vigencia de la democracia y la vigencia de los Derechos Humanos no es aún una realidad.

Por lo tanto, si hay un desafío inicial, un desafío que no se ha terminado porque ustedes hayan reconstruido, construido una democracia, Argentina en

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su tiempo, Brasil la suya, nosotros en Chile y buena parte de los Latinoamericanos, eso no quiere decir que el desafío democracia, Derechos Humanos, esté terminado y esté cumplido, ni desde un punto de vista mundial, ni desde un punto de vista regional.

La democracia hoy día parece cuestionada, aparece insatisfactoria, para muchos de nuestros ciudadanos, aparece como compleja, las instituciones se observan en la distancia, hay un desarraigo con la política y las instituciones, de lo cual ya se nos hablaba hace bastante tiempo, “cuidar la democracia, lograr conquistarla donde se haya perdido, consolidarla donde ya exista, profundizarla, en aquellos lugares en que ya se alcanzó”.

Aparece como visión de personas que quieren comprometerse con los Derechos Humanos, una cuestión muy sustancial y, por lo tanto, hay un primer desafío.

Un segundo desafío, a mi juicio está en algo que está bastante hablado, que es lo que se ha dado en denominar la crisis de los Estados nacionales; buena parte de la conceptualización de los Derechos Humanos, en las décadas en las cuales se genera, se hace sobre la base de entender que la situación de los Estados es muy determinante.

Hoy día lo que tenemos, es lo que se denomina la crisis de los Estados nacionales, el surgimiento de supra poderes, mundiales, transnacionales, internacionales, que muchas veces y cada vez más veces, tienen más poder y más influencia e inclusive, en una visión más general o más genérica, tienen más capacidad de coerción, que los propios Estados nacionales. Por lo tanto, un segundo desafío, a mi juicio evidente, es la necesidad de una gobernanza a nivel mundial, en la cual, frente a esta crisis de los Estados nacionales, tenemos que ser capaces de generar otra instancia, que permita cautelar lo que hay que cautelar, en materia de Derechos Humanos.

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Un tercer desafío, a mi juicio, es que, sin perjuicio de que los Estados nacionales estén en crisis, visto desde los ciudadanos, hoy día parecen como dos grandes poderes, el mercado y el Estado. Si uno revisa la perspectiva de derechos, la posibilidad de ejercer esos derechos, sea desde el plano de defensa de consumidores, sea del plano de defensa de los ciudadanos, o del ejercicio de su propio derecho, me atrevería a decir que es un hecho, al menos en nuestra región, que la ciudadanía se percibe, no tan solo más distante, sino también más débil, frente a estos dos grandes poderes del mercado y del Estado, que a veces parecieran como omnipotentes.

Uno se influye por sus lecturas, a mi juicio hay una necesidad de recuperar el valor, el concepto, la dinámica y los derechos, de lo que significan las comunidades. Frente a este Estado importante, a veces omnipotente, frente a los ciudadanos, frente a este mercado, hoy día tan fuerte frente al ciudadano, necesitamos darles a las comunidades, mucha más fuerza, mucho más poder, mucho más derechos, de tal modo que a lo menos podamos equilibrar o en la visón de Cioni, llegar a construir una trilogía virtuosa, en la cual sean capaces de convivir, Estado y mercado con una fuerte comunidad, que juegue una suerte de rol, de reequilibrar, lo que son esas relaciones de poder. Esto dice relación naturalmente con los Derechos Humanos, porque los Derechos Humanos, no son solo declaración, sino son también práctica y ante estos poderes tan relevantes, una forma de fortalecer esa práctica, es fortalecer las comunidades, espacios indispensables para la realización de las personas.

En cuarto lugar, creo que hay un desafío en términos, en el concepto de ciudadanía; desde un punto de vista filosófico, algunos hablan en términos más macros, de reponer en discusión, una suerte de humanismo cívico; los ciudadanos hoy día, decíamos recién, tienen menos poder que ayer, el individualismo reinante genera una suerte de relación clientelar, en la cual el ciudadano pasa a ser más un cliente, que un portador de derechos. Pero no tan

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solo eso, sino que en esa visión deshumanizante del ciudadano, que se transforma en un cliente, “que opera en el mercado” y en que a veces su gran instrumento de opinión, es la tarjeta de crédito, o la tarjeta que puede entrar en la caja automática de un banco. En esta re-concepción del ciudadano, a este ciudadano cliente, se le dota de supuestos derechos y en una visión, a mi juicio equivocada del liberalismo, cada día más se le exime de la necesaria obligación. Vamos generando, por lo tanto, un ciudadano cliente, supuestamente portador de derechos, pero que ya no reconoce, lo que es la esencia del concepto de la persona, que vive en sociedad y se transforma en ciudadano, sobre la base de ser un sujeto de derechos y obligaciones.

Sobre la relación necesariamente correlativa entre derecho y obligación, un ciudadano que tiene derecho y que tiene obligaciones, que tiene, por lo tanto, un deber para con los otros, que tiene por lo tanto un deber para con la sociedad, es un ciudadano más activo, es un ciudadano más poderoso, es un ciudadano que tiene mayor capacidad de vivir, de ejercer y de defender los que son los Derechos Humanos.

Creo que aquí hay un quinto desafío que es claro, porque en una ciudadanía individualizada, que pierde la riqueza del ser ciudadano, si seguimos la tendencia del individualismo exacerbado en la lectura, es lo que nos lleva, como dicen los americanos, a estar solos en la bolera. Ustedes saben, permítanme la disquisición, que hoy día en los EE.UU se dice jugar a los bolos, como la esencia, junto con el fútbol americano y el básquetbol, de la vida cotidiana. Este sociólogo lo resume muy bien en su libro, diciendo solo en la bolera, porque ya se ve a americanos que van solos a jugar a los bolos, porque ya no tienen con quien jugar.

El recuperar, por lo tanto, el concepto de ciudadanía, sujeto de derechos y obligaciones, dentro de un marco de humanismo cívico y dentro de la

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necesaria formación cívica, me parece que es otro desafío, para los efectos de los Derechos Humanos, hacia el futuro.

Sexto desafío, a mi juicio, son los nuevos poderes; relacionémoslo con lo que estamos viviendo hoy día, una crisis financiera y económica mundial, que a Dios gracias, en América Latina, no nos ha golpeado tanto, comparativamente con otros. Pero, “golpeemos madera”, que esto no tenga una evolución, en que finalmente terminemos también pagando los costos de aquéllos, pero esta crisis, como ya alguien lo ha dicho, no tiene su origen necesariamente en las políticas de los Estados; el ejercicio ciudadano de la elección de un gobierno, de una determinada lógica, de una determinada orientación, idealmente con determinada base programática y la implementación de esos programas, no es necesariamente al principal responsable o a los principales responsables, de lo que se ha producido; es un fenómeno que va dentro de la globalización, pero no es un fenómeno amorfo, no es un fenómeno desconocido.

Vi que en la conferencia el Dr. Carlos Custer, nos va hablar de eso, la diferencia y lo que significa lo negativo de la globalización y me imagino, posiblemente, lo positivo de una mundialización que toma al hombre como ser central de un proceso de esas dimensiones.

Pero lo que quiero decir es que hay poderes en juego, hay actores, hay causa y hay efecto y de un punto de vista de la visión de los Derechos Humanos, concebidos inicialmente como un tema, como el derecho internacional público, una relación entre los Estados; después se incorpora la relación de los Estados con los ciudadanos, estamos hablando que tienen que incorporar con más fuerza, la relación de los derechos de las comunidades.

Creo que un tema que queda para la doctrina, para los juristas, para los luchadores, es que aquí hay actores que también influyen, determinan, vulneran, violan, los Derechos Humanos, a partir y dentro de este proceso de la

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globalización y que, por lo tanto, desde el punto de vista de la doctrina jurídica, tenemos que estudiar el desafío que ello implica, en términos de creación y, por qué no decirlo, inclusive de casos de tipificación.

Lo que quería, por lo tanto, era referirme a cinco o seis, de los que yo veo como desafíos actuales, en una visión más político institucional, hacia el futuro, hacia lo que pueda significar un mejor desarrollo de los Derechos Humanos; más y mejor democracia, perfeccionar y profundizarla; en lo teórico, reivindicar un humanismo cívico, donde el ciudadano recupere su condición de centro del sistema democrático; en lo internacional, una “gobernancia” supranacional, comprometida con los Derechos Humanos.

En lo doctrinario, incorporar a las comunidades, como sujeto de los Derechos Humanos y re-conceptualizar una visión sistémica de las violaciones a los derechos que los nuevos poderes transnacionales puedan cometer. Yo diría seis desafíos a mi juicio centrales, no los únicos, pero en mi visión, quizás los más importantes, a los cuales por supuesto se suman las tareas de siempre, que son la defensa de los Derechos Humanos, el testimonio en esa lucha y la necesaria, indispensable solidaridad internacional.

Otra cuestión a explayarme brevemente es sobre una cuestión evidente, tenemos una crisis de nuestras democracias. Hoy día en América Latina, se habla de una crisis de representatividad. La crisis de representatividad se expresa, por una parte, en las deficiencias del sistema, lo que es la burocratización del Estado, la poca modernización del Poder Legislativo, en muchos casos la dificultad de acceder a la justicia, y de que la misma haga justicia, y las ineficiencias en el aparato público, en el buen desarrollo e implementación de políticas públicas, desde un punto de vista de las labores propiamente del gobierno, y esto además golpeado por los que son los acicates de la corrupción, que desgraciadamente, es un mal que se extiende día a día en

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la región, y los otros males sociales, a los cuales ya se hizo referencia durante otras exposiciones.

Pero la otra parte del tema, es que a mi juicio, el individualismo en su visión económica, ha penetrado también en el mundo de las instituciones, y en este caso, ha penetrado el concepto mismo de ciudadanía. Ya no es tan solo un problema de práctica económica, no es tan solo un problema de práctica en la sociedad de consumo, no es tan solo el que las personas se transforman en clientes, como tema fundamental dentro de su vida en la sociedad, sino que el propio concepto de ciudadanía, comienza a degradarse.

Y uno va escuchar a muchas autoridades, a muchos parlamentarios, a muchos políticos, al menos en mi país, no me corresponde comentar lo que hay en los otros, y los cuales se vanaglorian mucho de decir la expresión, “los ciudadanos tienen que tener derechos”, y comienzan a exceptuarlos de la necesidad de tener obligaciones, en una fórmula populista, un poco encantadora, de responder a este impacto en lo económico, de este ciudadano, que se transforma en cliente, de este homo económico, como lo definen algunos, que se caracteriza por ser un consumidor. Por lo tanto, tiene que estar supuestamente dotado de las capacidades para consumir, trasladando esa visión de homo económico, a lo que significa el concepto de ciudadanía política.

Y al generar ese tipo de ciudadanos, que solamente se creen portadores de derechos, supuestos además, porque otra cosa es que los pueda alcanzar, ejercer y practicar. Se debilita el concepto de ciudadanía, se debilita la participación y, por lo tanto, lo que entra en crisis, no es solo la democracia, como una súper estructura, sino que también la democracia, en cuanto a lo que son sus actores fundamentales, que vienen a ser los ciudadanos, que son los que deben gobernar esa democracia.

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Creo que, como todas las cosas, aquí son dos mundos o dos facetas y dentro de ésta, está la ciudadanía que debe ser sujeto de derechos y obligaciones. Esto significa reconocer, el que vive en sociedad, reconocer que la relación de solidaridad con otros es parte de su esencia, que desde el punto de vista filosófico, se habla de un elemento de alteridad, que yo requiero tenerle afecto al otro, como parte de mi propia realización, como persona. Es una visión humanista o cristiana en mi caso. Pero, esa es la lógica de la persona hecha ciudadano, con derechos y obligaciones, como también la carencia de esto, debilita el sistema democrático.

Muchas gracias.

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SESIÓN DE DEBATE

Sr. Derlis Leite: El Dr. Dos Santos afirmó que la memoria tiene un rol importante, en la construcción de la actualidad y de un futuro. En este contexto, esto no es nada absolutamente personal, Ud. que es un ciudadano brasileño, ¿cómo ve el tema de la Guerra de la Tiple Alianza? Brasil tiene una deuda histórica con nuestro país, y hay dos elementos fundamentales que siempre estoy tocando, en todos los espacios que cabe, cuales son: el retorno a la República del Paraguay de los documentos que fueron llevados al Brasil y también del cañón cristiano, que se había fundido con las campanas de las catedrales del Paraguay, le ruego por favor nos conteste esta pregunta.

Dr. Belisarrio Dos Santos Jr.: No solamente los ciudadanos paraguayos, sino también los brasileños queremos saber qué pasó en la Guerra de la Triple Alianza. En nuestro país, hay una plaza en Sao Pablo, que tiene la figura de un general, que también tenía un título de nobleza, sin embargo, en Paraguay hay una plaza, donde se rinde homenaje a los Niños Mártires. O sea hay dos visiones de una guerra y nosotros estamos luchando, ahora está en el Parlamento, un proyecto de ley que intenta remplazar a una ley actual que permite el secreto. Un proyecto de ley que permita toda la información sobre la historia de Brasil, así que no solamente la documentación en torno a la Guerra de la Triple Alianza, sino también todas las que nos interesan y que fue sustraída a nuestro conocimiento, salvo a unos pocos privilegiados o iluminados que nosotros, pero a los que la ciudadanía no tiene acceso. Estamos en esa lucha para que podamos acceder a la información. Y acceso a la información significa compartir la información, no solamente con los brasileños, como también restablecer la verdad histórica y devolver los documentos a sus dueños.

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En cuanto a la segunda parte de la pregunta, el Cañón Cristiano, es un cañón que se había fundido en Ybycui con el bronce de las campanas de las catedrales del Paraguay. Y los brasileños lo llevaron, como joya preciosa; en algún lugar del Brasil se encuentra y nos gustaría que ese cañón vuelva a estar en alguna plaza paraguaya. Puede ser que lo pongan en un lugar público o no, ¿verdad?

Yo creo que empezamos una nueva fase de la relación ahora entre los pueblos. Ahora verdaderamente solidaria empezamos con la revisión del tratado de Itaipú, que se hacía necesaria, me enteré de esta reivindicación, pero, sí claro, hay que enfrentarla.

Yo voy a tratar de ver, yo no soy autoridad en Brasil, soy un abogado, como abogado yo soy uno más, pero, si claro, voy a tratar de ver eso, yo creo que se debe, ¿por qué no hacer una reivindicación formal? Estamos en la fase de buenas negociaciones. Paraguay está bien con eso, ¿por qué no presentar una reivindicación formal? Quizás esta documentación, quizás este símbolo de Paraguay, aparezca y, juntamente con ésta, aparezcan otras informaciones que no hayan sido tomadas por el fuego. Yo creo que estaría conforme con esta reivindicación, pero por ahora el fuego del decreto vale más que la constitución de Brasil.

Dra. Celeste Téllez: La pregunta que quiero hacer, es una inquietud que tengo, a partir de los años 80, cuando me inicié como estudiante de ciencias biológicas. En esa época todavía no se hablaba de una globalización, pero ya teníamos una inquietud, que recabamos de una reunión internacional realizada en un país europeo, con la ministra Butlan, en la década del 70.

Al Paraguay llegó esta visión de la ministra Butlan en la década del 90. Veinte años más tarde, pero, hay un criterio de agradecimiento a esta tardanza. A través de ellos todavía podemos contar todavía con un capital natural, un

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poco deteriorado, pero, en fin podemos todavía hablar de una selva verde y no de una selva negra, como la de Alemania.

Y mi pregunta es para el Sr. Zaguirre, pero antes quiero agradecerle, lo mucho que he aprendido de él esta mañana, me encantó la metáfora económica de la globalización con respecto al caballo desbocado y con el jinete como Estado. Y especialmente, los Estados denominados actualmente como países de economía emergente, es un piropo que nos están haciendo de hecho, pero valdría la pena utilizarlo en una forma constructiva.

Cuando la Sra. Butlan lanzó como criterio, muy acertado por cierto, que había que consensuar los objetivos económicos, los objetivos sociales y los objetivos ambientales. Y en el punto de consenso de los tres objetivos, tendríamos lo que se llama el desarrollo sustentable, todavía no hemos logrado ese consenso y ya tenemos encima el jinete de la globalización, aplastando los pocos estudios de compatibilización.

Estudios que fueron hechos a través de reuniones internacionales, en donde los países que deberían estar más comprometidos, los del Norte, que son los más industrializados, no firmaron la mayoría de los convenios. Convenios, que tienen que ver con los Derechos Humanos, porque la emisión del dióxido de carbono, monóxido de carbono y todos los elementos que hacen al cambio climático, es una presión a todo el mundo global. Es una necesidad holística, es una necesidad ante la cual no podemos mantener los ojos cerrados.

Entonces, yo le pregunto a este señor, que sabe tanto de metáforas, me encantó, y le pido permiso para copiar algunas, cuando alguna vez yo tenga que dar una charla.

¿Cuál es la fórmula, si es que ya se ha encontrado en Europa, sobre los criterios, que en la década del 70, recibieron ustedes de la Sra. Butlan y que

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nosotros los latinoamericanos podríamos aplicarlos, pero no estamos teniendo la fórmula, que tal vez ustedes la tienen guardada?

Sr. Manuel Zaguirre: Muchas gracias por los comentarios, es enormemente precisa, o enormemente extensa, por lo que arriesgo de no contestarla, lo que quiero decirle es que si no se considera contestada no es por desafecto, es por no tener la capacidad de captar la agudeza de su pregunta.

A riesgo de ello, lo que quiero decirle es que la Unión Europea, lo que hizo desde más de 50 años, precisamente para no volver a ser nunca un escenario de guerra, de destrucción, de sufrimiento humano extremo, lo que hizo fue unirse, es decir, crear un espacio de paz, de cooperación, de concertación, desde hace mas de 50 años, a partir del famoso tratado de Roma, por el que nace lo que hoy conocemos como Unión Europea, que entonces tenía un nombre menos ampuloso, más vinculado a la fase de unión de las cosas, el carbón y el acero, poco a poco los mercados, hasta llegar a la unión monetaria de hoy.

¿Cuál es el problema? Porque hoy esa Unión Europea, cuyo fundamento es esencialmente monetario y mercantil, está a punto de saltar en mil pedazos, víctima de los delincuentes especuladores, a los que me refería antes. Pero, no son delincuentes especuladores, porque especulen contra las economías europeas más débiles y, a través de ellas, contra toda la moneda europea y toda la Unión Europea; lo son porque especulan siempre y en todas partes del planeta donde pueden. Y esto, por otra parte, es bueno para los europeos, porque jamás vivieron una crisis así.

Vivimos y somos muy vulnerables. Yo conozco a la gente con capacidad de resistencia ante de la crisis, son la gente que siempre han vivido en crisis.

Paraguay es un gran país, con una potencialidad de futuro enorme, no es vulnerable a las crisis, siempre le condenaron a vivir en ella.

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Los países del futuro no son sólo los llamados emergentes, que en medio grandes debilidades están dispuestos para emerger y a cometer los mismos errores. Los países que siendo emergentes en su día, hoy son tremendamente decadentes, lo son por los errores medioambientales del consumismo, de destrucción del hábitat, de destrucción de los Derechos Humanos y de las libertades.

Esos países emergentes, pueden tener una gran ventaja en aprender de los errores ya cometidos por las potencias económicas capitalistas, en el último medio siglo, o siglo y medio para no volver a cometerlos. El caso de Brasil, tiene grandes enseñanzas en materia medioambiental, materia de redistribución de la riqueza. Los chinos, podrían hacer algo fabuloso, mostrando primero el respeto a las libertades y a la dignidad básica de esos 1500 millones de seres humanos, y sobre esa plataforma, articulando un desarrollo y una actividad económica fabulosa y legítima, en todo caso.

En Europa, el problema es que solo unificamos las cosas en estos 50 años, esencialmente sólo las cosas. Hay más, tenemos parlamento europeo y otras instituciones, que no deben eliminarse. Yo no lo intento, pero, esencialmente el proyecto de unir Europa, no concluyó, es una unión política, no hay una unión social, fiscal, una definición de macro y micro políticas comunes.

Entonces, ¿qué ocurre con la moneda? La moneda única, que nota ese déficit, y es tremendamente vulnerable, ante este fenómeno de la especulación, que viene provocado por la quiebra de los EE.UU, pero el delito es que no hay nadie en la cárcel, salvo el tonto este, Murdoch creo que se llama, tiene narices con lo que ha pasado. No hay nadie más ante un tribunal, ni en la cárcel. Insisto con el nivel objetivo de delito en el manejo financiero, las hipotecas basuras, etc. que envenenaron los circuitos financieros del planeta. Finalmente la crisis se derivó contra la economía real, contra la economía productiva y son

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millones y millones de desempleados y la exasperación de la pobreza y la marginación previa a todo ello.

Por lo tanto, este es el drama europeo, si no corremos para concluir y culminar esa unión de las cosas, a la unión política y social, a una gran federación democrática de pueblos y naciones europeas. Estamos en manos de la especulación, no van a poder aguantar los países más débiles, aunque tiene sus bemoles. En España no diría tiene tantos bemoles, como Grecia y Roma, las cunas de la civilización, lo más moderno, y lo más progresista; están al borde del colapso, no voy a decir España que algo tiene que ver, no sería tan chovinista.

Y en América Latina, si me permiten un comentario, intenten lo propio, sin cometer los errores de los europeos, tengan cuidado en esto, las potencias emergentes de América Latina, que propenden a mirar en muchas direcciones y no siempre hacia la propia América Latina, pienso en Brasil, en Argentina y en otras, como tengo amigos en todos lados, luego me dicen aparte: Manolito, no tienes que hacer comentarios, bueno, está bien.

Háganlo, hagan la Gran Comunidad Latinoamericana de Naciones cuanto antes, de Rio Grande a Tierra de Fuego, porque la potencialidad de ustedes es fabulosa. El humanismo y la cultura, judío-cristiana, a la que se han referido, que de alguna forma es hilo conductor de esa realidad y de esa construcción Latinoamericana, puede ser un aporte a esa nueva globalización humana, gobernada, constitucionalizada, a la que me refería, fabulosa. Por eso digo, yo creo que el devenir del mundo y de la humanidad entera, en muy buena medida, pasa determinantemente por la integración de toda nuestra América Latina, a favor de todo eso, no necesariamente contra nadie, ni contra el norte rico. Esos son viejos tópicos de cuando éramos jóvenes y más extremistas que ahora, gracias y disculpen.

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Sr. Miguel Ángel Fernández: Buen día. Quiero felicitar a todos y especialmente a nuestro querido director, Prof. Luis A. Resck, por esta oportunidad que nos brinda de expresar al pueblo, yo soy Juan Pueblo. Esto es para el Sr. Manuel Zaguirre, el español, que fue muy claro, lo felicito realmente. Ud. habló de seguridad nacional, y esta es una de las cosas que me pone la piel de gallina, los Estados modernos y lo sabemos todos, cada vez se especializan más en seguridad nacional, en la seguridad interna, lo que más les interesa a los Estados modernos, es controlar al ciudadano, pero sobre todo, no controlar en la parte física, si no el pensamiento del ciudadano y ahí esta mi preocupación.

Luego Ud. habló del capitalismo, es muy claro también cuando dice, que el capitalismo improductivo, está haciendo destrozos en el ser humano, y también habló luego de la globalización del capitalismo que nos lleva a una explotación del hombre por el hombre en la actualidad. Mi pregunta concreta para el Sr. Manuel Zaguirre es, ¿cómo hacemos con ese mono, que salió de la jaula, con un martillo y con ese jinete, que dirige un caballo que está loco?, ¿cómo controlamos eso?, ya que los Estados modernos se especializan cada vez más en los controles internos de sus ciudadanos y dentro de los controles internos, está el control cultural de la persona. Nos manejan a través de los grandes medios de comunicación, desinformándonos, mal educándonos y, desde ese punto de vista, nos hacen vulnerables a todos los procesos de estos neuróticos, explotadores y codiciosos, que son los que al final cortan la torta por donde les parece, y se llevan la mejor parte siempre.

Usted, finalmente, dijo que la Organización de las Naciones Unidas debe potenciar su trabajo, humanizando a los pueblos, ¿cómo hacemos, Sr. Manuel Zaguirre, para lograr sobre todo que ese mono vuelva a la jaula y ese jinete finalmente dirija el caballo? El ciudadano o los pueblos son soberanos, pero los Estados modernos, cada vez más, se especializan en controlar nuestros cuerpos,

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eso lo hace la policía nacional, cuando te toma en la calle sin documento, en controlar o dirigir la mente del ciudadano a través de los grandes medios de comunicación, y si seguimos así, vamos a terminar siendo potencialmente felices, pero sin conciencia, en el sentido de que vamos a caer en lo que Aldous Huxley escribió hace mucho tiempo, un mundo feliz, pero era un mundo feliz, porque había logrado hombres autómatas.

Sr. Manuel Zaguirre: Lo primero es soñar, o sea lo que yo creo que diferencia, a la condición de la especie humana, de cualquiera de las otras especies animales, es la capacidad para soñar.

Nosotros podemos producir, virtualmente aquello que queremos realizar; podemos, lo que pasa, es que este sistema, nos golpea de una forma diversa y enormemente sutil, no solo frontal. En el reciente pasado, a los llamados países empobrecidos, este sistema de capitalismo estéril, parasitario, los golpeaba sin respeto a las formas, mientras que en la actualidad todo es más sofisticado.

La virtualidad de esta crisis global, yo observo, sobre todo, su utilidad, no quiero ser sibilino o florentino, pero, me parece muy bien, porque, es un gran revulsivo de conciencia en los países centrales, los que se dieron en llamar los países centrales, los países enriquecidos. Yo jamás hablo de países ricos y pobres, es una mala broma. Hay países enriquecidos y empobrecidos. En Europa hay países “súper ricos”, que son más chicos, por ejemplo, que un barrio pequeño de Buenos Aires; y hablar de países pobres, aquí en América Latina o África, donde tienen de todo y si Dios existe, y no estoy autorizado a ponerlo en duda, desde luego los bendijo con territorio, con población, con materia prima, se les llama pobres. Es absurda esa conceptualización. Injusta en todo caso.

Entonces, la línea divisoria, es esa capacidad de soñar, lo que hacemos cuando decidimos proyectar el pensamiento, llevarlo a la acción, estamos

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soñando. Yo creo que esa fase, hay que recomponerla, hay que recuperarla, evidentemente asumir que te señalen con el dedo, pero, Ud. dice de una constitución global, pero qué dice Usted de la universalidad de los Derechos Humanos, pero qué dice Ud. de que no haya un solo ser humano fuera de la línea de la dignidad, y sí, expreso mis sueños, y cada vez, sueña más gente, en los países centrales, en lo que está pasando, lo de la indignación a la que se refería el amigo argentino, si él me lo permite, no solo me encantó, me emocionó su exposición, por el fondo y la forma, porque no estaba impostando, no estaba siendo habitual, no sé cómo es él habitualmente, pero me encantó en las cosas que dijo y cómo.

Es decir, sobre el librito, es un librito muy chico, que está siendo como pólvora, un reguero, que esta encendiendo a la juventud de Europa, poco a poco, no a toda y no a toda la velocidad deseada, ¿saben que hacen los muchachos, los indignados que se llaman, en Madrid, en Barcelona, en las plazas de España, también en Grecia, en Italia, en muchas ciudades Europeas?, están redescubriendo la necesidad y la capacidad de soñar, porque al ser muy jóvenes les merece la pena soñar, porque tienen capacidad y mundo y vida por delante, para convertir sueños en acción y en realizaciones; es más difícil soñar con la edad por encima de los 60, 70 u 80.

Es decir, tenemos que tener un proyecto ideal, porque si no, no hay acción, no hay pensamiento, no sabemos para qué y cómo, no hay estímulo, y es de lo que más se está golpeando esa coyuntura histórica.

Los países enriquecidos y los empobrecidos en pensamiento, en la capacidad de idear, en la capacidad cualitativa de expresar lo mejor de la condición humana. Vuelvo a lo del ciudadano cliente, me encanto, huir de esa condición, porque es absolutamente reduccionista, y ridícula, tenemos que ser clientes cuando seamos clientes, pero, no puede haber una fusión entre la condición de ciudadano y la de cliente, como está sucediendo en todas partes,

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incluso en los países empobrecidos lo plantean como aspiración o modelo de vida.

Creo que eso es sine qua non y el resto, como todo lo que tiene éxito, es fruto del pensamiento, es fruto de la voluntad y es fruto del coraje y la convicción. Ahí decimos, no sé quién lo inventó eso, yo siempre lo utilizo, alguien me lo diría, en donde fuera que vamos adelante, con la cabeza, con el corazón y con el coraje.

Es decir, el pensamiento, es la fe, la convicción y el coraje también, por lo tanto, y concluyo, no creo que estemos haciendo cosas estúpidas. Hace unos años, nuestra ONG muy humilde, financiamos en Argentina una cosita, que era un proyecto, algunos juristas, gente buena, algunos intelectuales, hicieron una constitución que sirviera de soporte a la Comunidad Latinoamericana de Naciones, a la que me acabo de referir, hicimos un acto en el Senado de la Nación y vino a clausurarlo el Presidente del Senado y Vicepresidente de la Nación, creo entonces, el Sr Scioli; había juristas, había gente nobilísima, y ese proyecto de constitución existe, está formulado, está articulado, es liberal y libertaria la formulación de libertades y dignidades, y es social y socialista, si se me permite en el sentido más amplio, no reduccionista del término, en la formulación de derechos y deberes, de lo que son las libertades básicas socio-laborales, socio-políticas, etc.

Esto es a lo que nos estamos refiriendo, es lo mismo, pero el drama, a mi me parece ser, que hay un gran déficit de soñadores en nuestras instituciones políticas, en nuestros medios de comunicación. Han llegado, se creen a ese discurso del final de historia, es decir, relájate y goza, no hay más que lo que hay; si puedes, accede a ese consumismo, a estos cachivaches de la tecnología, de la supuesta modernidad; si son útiles, hay que utilizarlos, como es obvio, pero, no sublimarlos.

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La modernidad no es solo desarrollo tecnológico, la modernidad, desde que el mundo es mundo, y la condición humana es tal, es el desarrollo humano por excelencia, de poder alcanzar cotas irreversibles de libertad, dignidad, formación y capacidad vivencial. Eso es la modernidad, siempre y permanentemente, en mi modesta opinión, puede ser no compartida.

Por eso para empezar a hablar, volvamos a soñar, empecemos a soñar y podremos seguir hablando, pensando y construyendo.

Sr. Rodolfo Romero: Bueno, primero, lo que trae del río, es puro arte, quiero abordar muy brevemente el problema del caballo salvaje. Flora Tristán, una franco-peruana, militante y pensadora de la etapa de la revolución industrial y el movimiento sindical, dijo algo que tiene actualidad “me admira la inteligencia de las bestias y la bestialidad de la persona humana”; y de verdad que cuando encaramos el desarrollo en los términos en que lo estamos encarando, esta mujer franco-peruana, Flora Tristán, tiene razón.

El otro aspecto, cuando se habla aquí de extranjero y ciudadano; si nosotros no eliminamos de nuestro vocabulario y de nuestra mente, especialmente en América Latina y el Caribe, la expresión extranjero, no vamos a avanzar en la dirección de un proceso de integración.

Porque sentirnos ciudadanos de la patria grande, es dejar de ser extranjero y dejar de ser extranjero, es aprender a ser ciudadano latinoamericano. Por eso la invitación y he escuchado desde la mañana, reiteradamente hablar de extranjeros y conferencistas que vienen del extranjero. Por favor, esta es una rémora, una conspiración contra las posibilidades de integrarnos realmente, realcemos la ciudadanía latinoamericana y eliminemos del vocabulario y de nuestra mente, la palabra extranjero.

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Y eso, automáticamente, nos va permitir sentirnos ciudadanos en otra dimensión, y con relación a la ciudadanía, que se mencionó muy bien, estar vinculado con derechos y deberes, pero, el problema de la ciudadanía, no es declaración. El problema de la ciudadanía es poder ejercer los derechos, no que me declaren los derechos y que en las cumbres se repitan que se respetará los Derechos Humanos y los derechos al ciudadano, ¿qué ciudadanía tiene un desocupado?, ¿qué ciudadanía tiene un analfabeto?, ¿qué ciudadanía tiene una persona a quien, la juventud en especial, a quien se le niega la oportunidad de realizarse en este escenario de la vida? De tal manera que no nos confundamos, no se es ciudadano, porque aparece en las constituciones nacionales y en las declaraciones, ya sea la declaración de los derechos universales del hombre, sino se es ciudadano en la misma manera en que exista una igualdad de oportunidades y una posibilidad de ejercer plenamente los derechos.

Por eso, tiene razón Hannah Arendt cuando decía: “Se es ciudadano cuando se tienen todos los derechos y se los puede ejercer”. Por eso invito a la mesa, y a todos nosotros, a que no hablemos más de extranjero, porque no somos extranjeros y termino sobre esta problemática, del mundo de hoy; yo creo que la consigna nuestra es simple, nosotros a partir de la experiencia de la Unión Soviética, a partir de la experiencia que hoy tenemos del neoliberalismo, nosotros ya no queremos ni la dictadura del Estado, ni la dictadura del mercado.

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PANEL 2

GLOBALIZACIÓN VS. MUNDIALIZACIÓN

Dr. Carlos Cúster

De nacionalidad argentina. Graduado en Ciencias del Trabajo por la Universidad Libre de Bruselas,

Bélgica. Miembro del Equipo Promotor del Movimiento hacia la Constituyente Social

de Argentina; y Miembro de la Junta Directiva del partido por la Unidad Popular.

Miembro del “Circolo di Roma”, en Roma - Italia. Ex Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República Argentina

ante el Vaticano. Ex Secretario General de la Confederación Mundial del Trabajo, en Bélgica. Fue Diputado Nacional por la Provincia de Buenos Aires entre 1989 y 1990. Actualmente Miembro del Consejo Nacional de la Asociación de Trabajadores

del Estado Argentino.

Es un placer, un honor para mí, estar en este Congreso. Yo como mi connacional argentino, el Dr. Despuy, estaba con una fuerte bronquitis el domingo y estaba por avisar que no venía, pero la verdad es que no me quería perder esta fiesta y también es un acto de reconocimiento a nuestro extraordinario Presidente del Congreso Internacional de los Derechos Humanos, el Prof. Luis A. Resck.

El Prof. Luis A. Resck es un testimonio vivo, a quien yo le llamo el “Gigante de los Derechos Humanos”, no solo por la prédica que él ha hecho,

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sino por las acciones, por el compromiso. Un monumento a la coherencia de vida, creo que el resumen que tenemos de su memoria es un documento básico, importantísimo y no podía faltar en este Congreso, donde sin lugar a dudas, la elección de él como Presidente, marca un jalón importante de reconocimiento que la sociedad paraguaya y los latinoamericanos le debemos al Prof. Resck.

No puedo dejar de recordarme también, aunque ya fue citada por el Dr. Despuy, de Doña Carmen de Lara Castro, nuestra querida “Coca”, porque los que veníamos en los años 70 y 80 a Paraguay, en condiciones muy difíciles, en la casa de Doña Coca encontrábamos un hogar abierto que sin medir los riesgos, porque seguramente la policía nos seguía, Doña Coca nos recibía a todos con los brazos abiertos y era un vínculo extraordinario de la solidaridad internacional.

En estos dos reconocimientos no puedo de dejar compartir con ustedes dos cuestiones, una un poco triste y otra más contenta. La primera, que hace unas horas murió en Santiago de Chile, Gabriel Valdez. Fue Canciller del Presidente Freire padre, durante seis años y después exiliado por la dictadura militar de Pinochet. Estuvo en el exterior muchos años y fue designado Director General del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, etapa más brillante de ese programa y, como dice el nombre, lo que buscaba era el desarrollo de los países más pobres.

Gabriel Valdez fue infatigable defensor de los Derechos Humanos, por eso pagó con el exilio muchos años fuera de su país, y cuando volvió se convirtió en un político de una gran autoridad moral en Chile.

Tuve la suerte de compartir hasta hace unos pocos años, específicamente hasta el 2008, el destino diplomático, él era Embajador de Chile en Roma y yo lo era del gobierno argentino y aunque murió a los 92 años, hasta los 87 u 88 años, tuvo una lucidez extraordinaria.

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Así que en este Congreso Internacional de Derechos Humanos me parecía conveniente recordar la figura de Gabriel Valdez.

A su vez, el motivo de alegría es que en este mismo día, la UNESCO le está entregando el Premio Internacional de los Derechos Humanos a una connacional, a la Sra. Estela de Carlotto, Presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, una organización extraordinaria de abuelas que buscan a sus nietos en mi país.

De 500 chiquitos que se consideran desaparecidos en la época de la dictadura militar, se han recuperado ya unos 120, pero faltan muchos, entre ellos la propia nieta o nieto de Estela de Carlotto. Y a pesar de este dolor de haber perdido los hijos y de estar buscando a sus nietos, estas abuelas se han convertido en unas extraordinarias luchadoras por los Derechos Humanos a partir de su propia desgracia, y se han convertido también en un factor moral importantísimo en la vida política argentina.

Así que hoy Estela de Carlotto, a quien hace poco el gobierno paraguayo y, creo que este mismo Congreso, la distinguieron particularmente, está recibiendo el Premio Internacional de los Derechos Humanos. Así que para ella con gusto un aplauso, como un homenaje a todas las mujeres.

Este es un homenaje a todas las mujeres, porque, fíjense, se habla de las abuelas y no de los abuelos y se habla de las madres y no de los padres, porque en las situaciones extremas, las mujeres son las que tienen más fuerza. No sé de dónde la sacan, pero tienen más fuerza para impulsar las causas nobles.

Ahora sí, refiriéndome al tema, hoy hemos hablado mucho, ha sido muy rico el debate de esta mañana, permítanme decirles que para mí ha sido una fiesta para el espíritu, para el intelecto, para el compromiso político y social que tenemos, porque ha sido un panel extraordinario, entonces, va a ser difícil no

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repetir ni decir cosas que fueron muy buenas, y como estoy seguro que las suscribimos, creo que no es necesario repetirlas, pero expongo precisiones.

Hablamos de la globalización como un fenómeno negativo, en tanto y en cuanto la globalización fue aprovechando el salto tecnológico, la capacidad de comunicación. Los grandes capitales financieros aprovecharon esta globalización en función de sus propios objetivos y de sus propios intereses.

Esta ha sido una globalización que nos ha acarreado innumerables perjuicios. Ustedes ven que, a partir de los últimos años, vivimos de crisis en crisis y algunas, que parecen terminales.

Y lo dijo muy bien, Manuel Zaguirre, el fenómeno de un capitalismo, de un mercado exacerbado, sin controles, sin moral, sin principios, creo que la figura del caballo y el jinete o del orangután que se escapó de su jaula, lo pinta muy bien.

Este capitalismo desmedido nos ha llevado a una desgracia tras de otra. Y el colmo, hace pocos días, hay dos o tres calificadoras de créditos, Standard and Poll, Smuli y Merry Linch. Estas tres calificadoras de créditos, tienen más poder que todos los gobiernos del planta. Fíjense que esas tres calificadoras, que son empresas que están a disposición de los famosos 'fondos buitres', de los grupos especuladores, son las que bajan y suben la nota del supuestamente gobierno más importante del mundo. Son las que tienen acorralados a los 27 países de la Unión Europea.

Es decir, que los 27 Bancos Centrales y el Banco Central Europeo, no pueden hacer nada contra estas calificadoras de créditos. Y en nombre de este mercado que no tiene nombre, valga la redundancia, son las que dictan las condiciones en función de esta economía especulativa que nos lleva al desastre, de que la especulación suplanta a la producción.

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Y en este contexto, yo quería recordar al Grupo de Lisboa, que es un grupo de economistas, encabezado por Ricardo Petrela, que fue Economista Senior de la Unión Europea, quién denunciaba ya a principios de los años 90, el peligro de un mercado que sin controles terminaría arrodillando a los estados ante este poder difuso de la especulación financiera.

Yo quería señalar un artículo de un amigo nuestro, que el Prof. Resck conoce muy bien, Roberto Sabio, un periodista fundador de Interpress Servis, que decía: “Los gobiernos han liberado a un monstruo que ahora no saben cómo controlar. La libre circulación de capitales, la desregulación de los mercados financieros y el poder concedido a determinadas entidades privadas, no solo convierten en papel mojado el concepto de soberanía popular, sino que configuran un mundo económico – financiero caótico, que en cualquier momento puede precipitarnos en una crisis como jamás se haya conocido. Esto es el producto de la globalización”.

Esta desglobalización desenfrenada, basada en el peor rostro del capital, que es la especulación y el lucro sin mérito, hace que nosotros rechacemos el valor de la internacionalización de las relaciones, de la mundialización de nuestro sistema. Claro, justamente hay una diferencia, puede ser semántica, entre globalización y mundialización.

Globalización es un término, dicho sea de paso, que no existía. No sé si lo ha incorporado la Real Academia Española. Globalización es la traducción de globalization que es un término anglosajón. No sé, supongo que lo hemos incorporado, pero no existía este término.

Los franceses que son un poco más celosos de no ser colonizados culturalmente, no aceptaron el término 'globalización' y lo llamaron 'mundialización'.

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Pero, más allá del valor de las palabras, lo que cuenta son los contenidos. Nos oponemos a esta globalización especulativa, financiera, hecha en manos de un mercado ciego que persigue el único fin de aumentar su lucro, pero sí estamos de acuerdo con una mundialización, porque soñamos con 'la aldea global'.

Soñamos con una sociedad planetaria de hombres libres, repito también lo dicho por Manuel Zaguirre, donde todos los hombres gocemos un mínimo, una base mínima de libertades y derechos; donde todos, en principio en cada uno de nuestros países, los latinoamericanos, y también en el orden mundial, nos consideremos hermanos.

Hoy el Prof. Resck nombraba a destacados pensadores cristianos, al maestro René Cassin, que fue el redactor de la Declaración de los Derechos Humanos. A Jacques Maritain que fue el filósofo que entre bambalinas empujó esta declaración. A Máximo Pacheco Gómez, un latinoamericano que estuvo en el Consejo Interamericano de Derechos Humanos.

Todos estos pensadores aportaron este contenido de base a una mundialización ordenada, hecha no al servicio de los capitales, sino al servicio del desarrollo humano integral de los hombres.

En esta globalización han cumplido un triste papel los organismos económicos – financieros internacionales. El Fondo Monetario Internacional, no es necesario que yo lo diga acá, Joseph Stiglitz, que fue el economista jefe del Banco Mundial, ya ha descrito lo que han sido los manejos del Fondo y del Banco Mundial al servicio del famoso G8, que eran los países centrales o los países con mayor poder.

Estos organismos financieros internacionales con las famosas recetas de los ajustes, llevaron a los países de América Latina y del África al desastre. Y fueron responsables de haber querido crear un mundo a medida de los

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intereses de los países centrales; felizmente, ese proyecto fracasó y es la gran oportunidad de crear alternativas.

Esta globalización que nos dejó un aumento de la brecha entre ricos y pobres, ya no solo de países, sino en el seno de las propias sociedades, por ejemplo, un taxista de Asunción nos decía esta mañana, el país crece mucho, ahora, nosotros no lo vemos. Y alguien habló, creo que el Prof. Resck, de que puede crecerse al 10, al 15, al 18%, pero ¿crecen en igual medida los derechos de los trabajadores, que son los que originariamente producen la riqueza?, ¿crecen en igual medida los derechos culturales?, ¿crece en igual medida, la calidad de la educación?, ¿crece en igual medida la seguridad que está basada en una sociedad más armónica y una sociedad que toma a enormes franjas de la población como marginales, que no tienen ninguna posibilidad? Ya son más que pobres, son descartables; y después nos quejamos los ciudadanos de la falta de seguridad. ¿Qué seguridad puede tener una sociedad que da como descartable al 20% de la población?

¿Ellos creen que la gente se va a quedar resignada a ver cómo otros disfrutan de lo que a ellos se les ha negado? Entonces, cuando se habla de la seguridad, sobre todo hablo de la Argentina y de las políticas de mano dura y de que hay que fortalecer la policía, claro, habrá cosas que hacer, pero hay que indicar que el fondo de la inseguridad en un 80% se debe a la injusticia social, a la discriminación, a la marginalidad. Ahí radica el origen de la inseguridad. Por supuesto que habrá que tomar medidas preventivas. A nadie le gusta ser asaltado ni robado, ni que se metan en su casa, pero tenemos que ir al origen de los problemas, no tratar de atacar solo las consecuencias.

Frente a esta globalización injusta, ¿cómo nosotros podemos oponer otra forma de relación?

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Quiero recordarles, lo que decía Manuel Zaguirre, la crisis de la Unión Europea, muchos países, Estados Unidos, Europa, incluido Japón, después del desbarajuste del 2008, de la quiebra de grandes empresas, de grandes consorcios y figuras del capitalismo, los Estados fueron a auxiliar. Y ahí uno ve que cuando pide leche o recursos para educación y salud, dicen: no hay fondos.

Ahí se fueron cientos de miles de millones de dólares para tratar de emparchar una situación que habían creado todos estos especuladores y estas empresas suicidas, con las famosas burbujas inmobiliarias, con los bancos y con el famoso producto, creaban intereses sobre intereses, era una suerte de cadena del dólar, que no se iba a terminar nunca. Cuando se rompió el primer eslabón, se cayó todo.

Entonces, ahí la fórmula ¿cuál fue? Privatizamos la ganancia en las épocas buenas y socializamos la pérdida en las épocas malas. Estos mismos estados que concurrieron con miles de millones de dólares, para mantener a estas empresas y estos bancos que habían hecho política, cuyos gerentes y directorios merecerían ir a la cárcel, esos mismos Estados resulta que entraron en déficit económico, porque enorme cantidad de sus dineros fueron aportados a estas empresas.

Y claro, después vienen los ajustes, hay que equilibrar las finanzas. ¿Dónde se equilibra? No en el impuesto de las ganancias ni la política fiscal, ni en los porcentajes de las acciones, se equilibra en los gastos sociales: menos fondos para salud, menos fondos para educación, menos fondos para promoción popular.

Esto fue el resultado de esta política suicida, lo que nosotros llamábamos la financiarización de la economía, donde, de cada 10 dólares que transitaban en el mundo, 7 lo hacían por el canal de la especulación financiera y solo 3 iban a la inversión productiva.

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Esto un día tenía que estallar, estalló, está estallando, y vemos las consecuencias, la Unión Europea, acorralada, Estados Unidos que no sabe cómo contenerse, ajustes sobre ajustes que caen sobre los más pobres, pero eso sí, los impuestos no se tocan, más bien hay que reducir el impuesto. Y, como decía Manuel Zaguirre hoy, es vergonzoso, que algunos sectores financieros de alta rentabilidad, están pidiendo que el estado les ponga más impuestos. Yo creo que tienen hasta vergüenza ya, después de haber confiscado tanto el dinero de trabajadores y de productores y ahora ellos mismos están diciendo que les pongan más impuestos. Seguramente no por convicciones ni por actitudes altruistas, sino porque se dan cuenta que la hecatombe puede ser tan grande, que todo lo que se ha amontonado corra peligro.

Y esto es lo que nosotros tenemos que tratar de evitar creando modelos alternativos en las relaciones económicas y también en las relaciones internacionales.

Hoy citó el Dr. Despouy, el esfuerzo que había hecho la OIT (Organización Internacional del Trabajo) uno de cuyos miembros del Consejo de Administración es Pedro Parra Gaona, dirigente de la CNT, del cual el Paraguay puede sentirse orgulloso.

Hace tres años, la OIT creó la Comisión Mundial sobre la Dimensión de la Globalización. A mí no me gusta la terminología, pero como acá también prima lo anglosajón, a la mundialización la llaman globalización, pero nos ponemos de acuerdo en que lo que importa son los contenidos y no las palabras.

Esta dimensión social de la globalización la presidían dos jefes de estado, el Primer Ministro de Guyana y la Primera Ministra de Suecia. Eran 50 personalidades de todas las disciplinas, inclusive empresarios, sectores sindicales, estadistas, economistas y banqueros que hicieron un trabajo muy

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bueno. Es decir, que el Grupo de Lisboa, del P3 de los 90 y la OIT en el 2000, realizaron informes en las que se expuso cuál es la ruta a seguir, de que hay que terminar con la especulación, pero en ambos casos se tocan intereses.

Nosotros hace muchos años habíamos tenido una reunión con Michele Candesur y ahí hablamos del famoso impuesto, 'la Tasse Tobim'. Tobim fue un economista americano, Asesor de Carter, y él había sacado una propuesta de que la movilidad de los capitales financieros, tenía que tener una tasa. Porque él decía: “una tasa mínima sobre esos miles y miles de millones de dólares, que transitan de manera especulativa sirve para dos cosas: primero, para crear un fondo importante que sirva para financiar proyectos de desarrollo. Y segundo, para controlar estos capitales financieros, que tienen un descontrol absoluto”.

Pues bien, los gobiernos, el Fondo Monetario, les aclaro que siendo yo Secretario de la Corporación Mundial del Trabajo, estuvimos en el Banco Mundial, en las Naciones Unidas, en una reunión especial con Michel Candessus, que en ese momento era Director Gerente del Fondo; no hubo caso, todos decían no, eso es irreal, no se puede. Decía “los capitales tienen que buscar su libre curso, porque es como el agua, no pueden reconocer diques”. Bueno, a eso lleva la irracionalidad de la economía.

Entonces, hoy vuelvo a decir, ya no es tanto lo que debemos hacer porque con lo que escuchamos esta mañana, ya tenemos claro lo que tenemos que hacer. El problema es cómo lo podemos hacer. Y en este aspecto, yo me quería referir particularmente a estos desafíos. ¿Cuáles son nuestros desafíos? El Dr. Gutemberg Martínez, nuestro amigo chileno explicó algunos, yo le agrego otros.

El campo social y cultural es fundamental, porque a nosotros nos ganan la batalla acá en lo socio-cultural, es decir, en el convencimiento de que nuestros valores y principios, no son solo una utopía, sino que tenemos que

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luchar todos los días para que se concrete en que sí puede haber cambios en la sociedad. Y que en una sociedad donde la explotación y la marginalidad parece que se han instalado como cosa permanente y definitiva, tenemos que cambiarla.

El mundo, decía Patricio Aylwin, el ex Presidente de Chile, abriendo la Conferencia Social Mundial sobre el Desarrollo en Copenhague en el 2005, “el mundo tiene todos los recursos para posibilitar la satisfacción de las necesidades de los seres humanos”.

La economía de mercado, se ha demostrado importante para dinamizar el proceso económico, pero es terriblemente incompetente, para la distribución de la riqueza. Y eso es cierto. Esto es a lo que nosotros tenemos que hacer frente y hacer frente en el campo de lo socio-cultural, que es lo que determina las conductas de los dirigentes, de los pueblos, es decir, tener conciencia de que aspiramos con legitimidad a una sociedad más justa y que esa se puede realizar.

En el ámbito de la economía, nosotros tenemos que pasar a hacer frente a este mercado, ¿cómo podemos hacerlo? Fortaleciendo los procesos democráticos, haciendo que los Estados sean más eficientes, buscando también que en el orden internacional, creemos instituciones más sólidas.

Hoy, las Naciones Unidas, son un elemento clave, que hay que revitalizar. Las Naciones Unidas es el organismo que congrega a la humanidad, que tiene todas sus agencias especializadas para las especificidades de cada sector, por ejemplo, en el sector cultural, agrario, laboral, de la medicina, de la salud, etc. ¿Y de qué manera podemos mejorar nuestra democracia política? Nosotros vivimos en una democracia que yo llamo restringida, hay que defender la democracia.

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Estoy contentísimo y orgulloso de poder hablar hoy. Cuando hemos venido en la época de la dictadura y veíamos ese triste edificio, daba pena, no por la bella arquitectura colonial sino por lo pobre que era el Parlamento en la época de la dictadura militar. Y hoy, nos vemos hablando en este Parlamento.

Entonces, tenemos que defender esta democracia, y las heridas y las deficiencias de la democracia, como decía José Manuel Estrada, se curan con más democracia. La democracia cuando tiene heridas y deficiencias, hay que curarla aumentando la calidad democrática.

Por ello, de una democracia restringida tenemos que ir a una democracia participativa; una democracia que mejore la participación de los ciudadanos, una democracia real, como dice el Prof. Resck, que prime sobre la economía, que la política prime sobre la economía. Y eso, sin querer arrinconar el dinamismo de la economía de mercado, pero dentro de los cánones de un Estado que tiene fuerza, para obligar a todos, a unos y a otros, a cumplir con las leyes fundamentales.

Termino diciendo que tenemos que armonizar cosas que yo considero fundamentales: el estado, la política, la sociedad civil y la economía. Y además de estas cuatro cosas, asegurarnos como dice la Constitución Italiana, que nuestras democracias estén basadas en el trabajo. Que el trabajo sea el derecho fundamental, que ningún hombre esté privado del trabajo, porque con el trabajo se realiza cada uno de nosotros por sí mismo, con el trabajo nos asociamos a otros en la creación colectiva.

Creo que esta responsabilidad personal y social, nos tienen que ayudar ya no solo para tener la idea. Rescato la utopía, porque a veces decíamos, no, nuestros valores no se van a poder realizar en una sociedad que ya está tan consolidada, donde el poder económico ya está tan cristalizado; esa misma sociedad hoy se resquebraja por todos los costados.

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Es el momento de decir, ayudemos a crear una alternativa. Los pueblos no se suicidan, si estos modelos fracasan, hay modelos sustitutos. Lo que sí tenemos que tener, que además de la capacidad de la elaboración, tengamos también la capacidad de construir, la fuerza necesaria para poder cambiar la relación de aquellos que no quieren cambiar, los conservadores; que aquellos que quieren conservar un Estado injusto, tengan enfrente una fuerza mayor para poder hacer justicia.

Entonces, tanto la sociedad civil, los intelectuales, los académicos, los artistas, los profesionales, como los sectores populares, los sindicalistas, los campesinos, los cooperativistas, tenemos que hacer cada vez más fuerte una unión, sabiendo que hay especificidades e intereses que son distintos, pero que tenemos que concentrarlos en la defensa fundamental de los Derechos Humanos, que es el objetivo que yo creo que está logrado en este Congreso.

Muchas gracias.

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LOS DERECHOS HUMANOS EN EL CONTEXTO DE LA INTEGRACIÓN

LATINOAMERICANA

Dr. Cairo López Sánchez

De nacionalidad nicaragüense, catedrático, consultor independiente y conferencista internacional.

Licenciado en derecho por la Universidad Nacional de Nicaragua y Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid – España.

Posee postgrados en España, Bélgica y París. Máster en Administración de Empresas por la INCAE, Managua. Profesor de las materias de Derecho Constitucional y Derecho

Administrativo en universidades de Nicaragua. Ex Diputado a la Asamblea Nacional de Nicaragua, entre 1990 a 1997 y ex

presidente de ese poder del Estado. Fue Presidente de Asociación Pro – Justicia y miembro de la Academia de

Ciencias Jurídicas y Políticas de Nicaragua. Actualmente dirige un programa televisivo con el nombre "Foro

Ciudadano", en Managua.

Muy buenas tardes. Para entrar directamente al tema, mis saludos en primer lugar al Prof. Resck, quien es un referente de los Derechos Humanos en Latinoamérica y a nivel mundial.

Distinguidos miembros de la Mesa de Honor, amigos todos: Apenas estamos ingresando en la segunda década de este nuevo milenio y recién acabamos de doblar ese cabo histórico milenario. Y apenas comenzaban a disiparse los temores cataclísmicos y apocalípticos, anunciados por profetas y profecías, cuando de repente, de manera súbita e inesperada el mundo se ve

LOS DERECHOS HUMANOS EN EL CONTEXTO DE LA INTEGRACIÓN

LATINOAMERICANA

Dr. Cairo López Sánchez

De nacionalidad nicaragüense, catedrático, consultor independiente y conferencista internacional.

Licenciado en derecho por la Universidad Nacional de Nicaragua y Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid – España.

Posee postgrados en España, Bélgica y París. Máster en Administración de Empresas por la INCAE, Managua. Profesor de las materias de Derecho Constitucional y Derecho

Administrativo en universidades de Nicaragua. Ex Diputado a la Asamblea Nacional de Nicaragua, entre 1990 a 1997 y ex

presidente de ese poder del Estado. Fue Presidente de Asociación Pro – Justicia y miembro de la Academia de

Ciencias Jurídicas y Políticas de Nicaragua. Actualmente dirige un programa televisivo con el nombre "Foro

Ciudadano", en Managua.

Muy buenas tardes. Para entrar directamente al tema, mis saludos en primer lugar al Prof. Resck, quien es un referente de los Derechos Humanos en Latinoamérica y a nivel mundial.

Distinguidos miembros de la Mesa de Honor, amigos todos: Apenas estamos ingresando en la segunda década de este nuevo milenio y recién acabamos de doblar ese cabo histórico milenario. Y apenas comenzaban a disiparse los temores cataclísmicos y apocalípticos, anunciados por profetas y profecías, cuando de repente, de manera súbita e inesperada el mundo se ve

LOS DERECHOS HUMANOS EN EL CONTEXTO DE LA INTEGRACIÓN

LATINOAMERICANA

Dr. Cairo López Sánchez

De nacionalidad nicaragüense, catedrático, consultor independiente y conferencista internacional.

Licenciado en derecho por la Universidad Nacional de Nicaragua y Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid – España.

Posee postgrados en España, Bélgica y París. Máster en Administración de Empresas por la INCAE, Managua. Profesor de las materias de Derecho Constitucional y Derecho

Administrativo en universidades de Nicaragua. Ex Diputado a la Asamblea Nacional de Nicaragua, entre 1990 a 1997 y ex

presidente de ese poder del Estado. Fue Presidente de Asociación Pro – Justicia y miembro de la Academia de

Ciencias Jurídicas y Políticas de Nicaragua. Actualmente dirige un programa televisivo con el nombre "Foro

Ciudadano", en Managua.

Muy buenas tardes. Para entrar directamente al tema, mis saludos en primer lugar al Prof. Resck, quien es un referente de los Derechos Humanos en Latinoamérica y a nivel mundial.

Distinguidos miembros de la Mesa de Honor, amigos todos: Apenas estamos ingresando en la segunda década de este nuevo milenio y recién acabamos de doblar ese cabo histórico milenario. Y apenas comenzaban a disiparse los temores cataclísmicos y apocalípticos, anunciados por profetas y profecías, cuando de repente, de manera súbita e inesperada el mundo se ve

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envuelto en medio de una crisis económica y financiera de proporciones planetarias, con consecuencias sociales, políticas y culturales devastadoras.

Y el ser humano, conmovido y estremecido, se plantea interrogantes, buscando respuestas, tratando de encontrar nuevos nortes, nuevas estrellas polares que le guíen con rumbo cierto en este mar de incertidumbres que parecieran hacer zozobrar la barca de la humanidad, y lanzar nuestra nave tierra hacia la destrucción con la amenaza del cambio climático y la posible extinción de esta humanidad.

Entonces, nuevamente humildes y contritos, experimentamos la nostalgia y vigencia de la moral, de los Derechos Humanos como una carta de navegación segura, como una bitácora, ya recorrida en momentos similares, que nos pueda guiar con rumbo cierto, interpretando los signos y las señales de los tiempos.

Somos la resultante de nuestros antepasados, de sus ideas y costumbres, de sus creencias y mitos, que en diversas lenguas, religiones, cosmovisión y tradiciones, han forjado nuestra identidad latinoamericana, a la que con nuestros aciertos y errores, aportamos el diseño del perfil de las futuras generaciones.

Somos contemporáneos del futuro y herederos continuadores del pasado, en la medida en que expresemos en el hoy, en el aquí y el ahora, en este espacio y tiempo concreto, seamos capaces de dar respuestas y soluciones a las grandes interrogantes, que desde siempre se ha planteado el hombre: ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿para dónde vamos?, ¿cuál es el sentido de nuestras acciones y cuál es el sentido moral y ético?

El tema de los Derechos Humanos, es un tema vinculado a lo humano, al hombre mismo, a su naturaleza y a su esencia.

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Ya los griegos, dentro de nuestra tradición occidental judeo – cristiana, se plantearon este tema, a través de las consideraciones pitagóricas, desarrolladas posteriormente por los sofistas y con esplendor y fuerza por el pensamiento socrático, aristotélico y platónico, adquiriendo una nueva dimensión y trascendencia con el cristianismo, cuya ética vivificante y libertaria, con la idea de la igualdad esencial de la humanidad, abriría nuevos horizontes a la reflexión, difusión, acción y conducción de una ética solidaria y humana, de la que tanto nos hemos apartado y cuyas consecuencias funestas, cosechamos en frutos amargos el día de hoy.

Advertimos un comportamiento hedonista y egoísta, centrado alrededor del bienestar individual, sin importar las injusticias, atropellos y violaciones que a diario se cometen. Pareciera que un nuevo dios se ha apoderado de la humanidad, el dios del dinero, Mammon, que a través de tantos adoradores, seguidores, en los cuatro rumbos de la tierra, se han precipitado en un enriquecimiento repentino, amasando fortunas en especulaciones financieras o explotando a los inocentes que, sugestionados por el ideal utópico de un nuevo credo redentor, crean con su trabajo, sin percatarse, una nueva clase que usufructúa la miseria de los demás.

La corrupción, a través de diversas formas, ha invadido todas las esferas y niveles. Se ha vuelto el pan nuestro de cada día, pan envenenado que arrebata el alimento a las masas empobrecidas.

El intelectual, el humanista, se ha dicho, no es una torre de marfil, desvinculado de los grandes temas de nuestro tiempo, sino que ha de pensar y reflexionar, filosofar y proponer soluciones, para ser sal y levadura de la sociedad. Para poder enmendar, corregir y alumbrar nuevos rumbos y derroteros.

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Y en ese sentido, la reflexión sobre los Derechos Humanos, no es una actividad especulativa, abstracta, aséptica y neutral, sino un quehacer libre y vital, comprometido con su entorno y la realidad, actividad que fluye de la esencia humana, en esa búsqueda incesante e insaciable, continua y sostenida de la verdad.

Es el pensamiento que elevado con las alas del intelecto, como en el mito de Ícaro en un vuelo ascendente y permanente, está siempre más allá de las cumbres del intelecto. O como Prometeo, arrebatando el fuego misterioso y sagrado a los dioses, para entregárselo a los hombres, por lo que fue castigado. O como en el relato bíblico de Adán y Eva, que fueron castigados por querer asemejarse a Yahveh al comer del fruto del árbol del conocimiento.

La búsqueda del conocimiento está en nuestra propia naturaleza humana, en nuestro ADN e impele a satisfacer los interrogantes que un día brotaron en la mente de nuestros antepasados, quizás al contemplar en las lenguas de fuego, figuras y ondas caprichosas, cuando sentados alrededor de una fogata, despertaban en sus meditaciones, quién sabe qué pasado inscripto en su cerebro o en la añoranza incomprensible que sentían en su ser al levantar la mirada al cielo y tratar de descifrar en la luz de los astros y las estrellas, el lenguaje misterioso de remotas constelaciones.

La filosofía, que es el amor a la sabiduría; amor desinteresado y altruista que busca respuestas por sus causas últimas y la ética, como parte de ella, tiene como misión explicar el sentido de la vida, las acciones del hombre, sus objetivos, metas y aspiraciones.

Desde esa óptica, el saber científico adquiere sentido. Y no sin razón se ha afirmado que la ciencia sin ética ni conciencia, aleja al hombre de su dignidad y de sus derechos, produciendo cataclismos sociales que ensombrecieron el siglo XX. Siglo de profundas contradicciones, de progresos

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técnicos y científicos espectaculares, pero también de retrocesos en la escala humana, con guerras espantosas, hambre, miseria, expoliaciones dolorosas y violaciones incesantes a los Derechos Humanos y a la dignidad de la persona humana.

La ética, no es una simple deontología profesional, sino una manera especial de ser y hacer, de actuar y comportarse. Se advierte en ella, una continuidad a través de la historia, atravesándola como el hilo de Ariadna en el laberinto del palacio, dando respuesta sin perder jamás su sentido único y trascendente.

No puede concebirse como un conocimiento relativista, no hay una ética para cada tiempo, pues no hay una moral para cada pueblo, para cada período, pues la noción de lo bueno, de lo correcto, de lo justo, de lo torcido e incorrecto, de lo malo y de lo injusto y del mismo modo de los Derechos Humanos, siempre han existido de manera permanente, pues son consustanciales a la naturaleza humana. Lo único que varía es su aplicación en cada momento y situación dada.

Una concepción relativista de los Derechos Humanos en nuestra América Latina, sería altamente peligrosa, como la noción positivista del derecho, que se tuvo en la Alemania Nazi y en los regímenes fascistas y marxistas, donde los derechos aceptados eran únicamente aquellos reconocidos y sancionados por el Estado. Concepción que abrió el camino a tantas violaciones y desconocimiento de los Derechos Humanos, millones de muertos, esclavos modernos sometidos a las más crueles servidumbres y sevicias, campos de concentración y el Gulag soviético.

La concepción de los Derechos Humanos, ha de partir del hombre mismo, siendo el punto de inicio y fin de toda reflexión. Su alfa y omega.

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La vida adquiere sentido y trascendencia desde una visión antropológica que partiendo de la persona humana, estudie e interprete la sociedad, el Estado, sus instituciones, el gobierno, el municipio, la participación en la res-pública. Solo desde esta visión antropológica se justifican las instituciones humanas y desde ellas pueden juzgarse y calificarse

Dentro de esa noción, aparece la idea de libertad, que es consustancial al ser humano, de quien se ha dicho es un microcosmos, que posee capacidad creadora y transformadora y para ello necesita libertad, libertad personal para su propio perfeccionamiento, y libertad frente a los demás y frente al Estado para perfeccionarlo.

La libertad es una condición sine qua non, para que el hombre sea realmente hombre y pueda realizarse en plenitud. Y hay que distinguir entre libertad personal o individual y libertad frente a los otros, para los otros y junto a los otros, es decir, la libertad social.

La primera, le permite elegir entre una u otra opción. Es una decisión personal, intransferible, basada en un acto de reflexión íntima y de volición consciente. Solo el hombre, verdaderamente libre es capaz de querer el bien, buscar la felicidad propia y de los suyos, sin dañar a otros, y de tolerar y comprender desde una altura intelectual y moral, las acciones de los otros, siendo capaz de oponerse a las fuerzas que le pueden causar un daño moral o social, rechazando los grilletes que le esclavizan y le atan y le impiden extender las alas poderosas de su ser, frenando su pleno desarrollo y afirmación como ser humano.

El ejercicio de la libertad, tanto personal como en relación a los demás, ha de ejercerse de manera responsable, solidaria y tolerante.

Ya decía la religión maya: “tú eres yo y yo soy tú”, expresando desde una concepción solidaria, muy propia de nuestra América, la cosmovisión que

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los hombres como especie humana, compartimos un destino común que recuerde el mandamiento cristiano de “amaos los unos a los otros”, subyacente también en la concepción Paulina del Cuerpo Místico de Cristo.

Y como decía “el Benemérito de las Américas”, Benito Juárez, el respeto al derecho ajeno es la paz, lo que en Roma expresara Ulpiano en su célebre máxima, que la justicia y el hombre justo era aquel que practicaba un “'honeste vivere, alterum non laedere, suum cuique tribuere”, es decir, “vivir honestamente, no dañar a otro y dar a cada uno lo suyo”.

La libertad social, la del ser humano como parte integrante de una comunidad, le permite construir una sociedad en beneficio de todos, en la búsqueda del bien común, creando, promoviendo estructuras e instituciones que faciliten su desarrollo personal y el de su comunidad. Un hombre libre es un verdadero creador y constructor de sociedades más humanas y solidarias y que se opondrá con todas sus fuerzas y energías a aquellas formas que tiendan a ahogar la libertad, pues ellas sofocarían, sojuzgarían y limitarían el proyecto humano que cada uno de nosotros ha de realizar.

La libertad, a su vez, se concretiza en una serie de manifestaciones, pudiéndose hablar de la libertad básica y primigenia, la de no ser sometido a cualquier forma de esclavitud y servidumbre, sea política, económica, social o cultural y que se traduce también en libertad de pensamiento y de conciencia libertad de adorar a Dios bajo cualquier forma religiosa o filosófica, libertad de poder trasmitir el pensamiento sin frenos ni cortapisas, sin censura, libertad de movilización y asociación, etc.

La libertad adquiere sentido en la democracia que ha sido la mejor forma de gobierno y que la humanidad ha perseguido con esfuerzos y sacrificios, con avances y retrocesos entre nosotros, en una búsqueda constante

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y el deseo de su perfeccionamiento, como un ideal nunca acabado ni alcanzado plenamente, pero siempre anhelado.

El ser humano logra su plenitud y expansión, cuando ejerce la libertad en una auténtica democracia, construida alrededor y fortalecida por el concepto de “Estado de Derecho”, que supone la sujeción del gobernante y de los gobernados al derecho, a la norma jurídica que ellos mismos han creado, respetando las reglas fundamentales sin alterarlas ni cambiarlas en beneficio propio o de grupos, conculcando los derechos y libertades de los demás. Un Estado que reconoce, acepta y promueve los derechos, aquellos que posee la persona humana y que no pueden ser disminuidos, violados o desconocidos.

El Estado de Derecho, tiene una connotación generalmente aceptada. Este concepto desde luego ha evolucionado, no ha permanecido estático y ya desde Kant, comienzan a estructurarse los elementos indispensables para que haya un auténtico Estado de Derecho, señalándose entre otros lo siguiente:

1- Verdadera separación de poderes. 2- Reconocimiento de una esfera de derechos y garantías

fundamentales en el individuo. 3- Existencia de una jurisdicción realmente independiente y

profesional. 4- Medios jurídicos de defensa de esos derechos. 5- Sujeción del gobernante al derecho. 6- Pluralismo político. 7- Sistema democrático, donde las autoridades sean legítimamente

electas, en elecciones libres, trasparentes, confiables, pluralistas, periódicas y competitivas.

8- Responsabilidad jurídica del Estado por sus acciones u omisiones y por los daños que podría ocasionar.

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9- Y finalmente, sistemas de controles sobre el poder, particularmente de una jurisdicción constitucional.

Esa concepción del Estado de Derecho ha de estar vinculada a la idea del Estado social de derecho y a la idea de una economía social de mercado.

La humanidad demanda no solamente la consagración de los derechos fundamentales en los textos constitucionales sino que estos se hagan realidad. Karl Lewenstein en su clasificación ontológica de las constituciones, las dividió en normativas, nominales y semánticas.

En estas últimas, la Constitución no es más que un ropaje bajo el cual se ocultan situaciones de injusticia y de opresión, de desconocimiento y violencia e irrespeto a los Derechos Humanos y de continuismos en el poder de minorías de uno u otro signo, bajo expedientes ilegítimos que laceran el cuerpo de nuestra América Latina.

El poder ha de encontrar limitaciones, presenta un cierto carácter demoníaco como señala Lewenstein y que ya Lord Acton decía en Inglaterra, “el poder tiende a corromper y el poder absoluto, a corromperse absolutamente”.

Nuestros pueblos buscan y demandan nuevas formas y expresiones a la formulación de los Derechos Humanos, a los derechos tradicionales. Estos son: salud, tener y gozar de una vida más larga y saludable; acceso al conocimiento para desempañarse más eficientemente en un mundo cada vez más competitivo; acceso a una vivienda digna y no una cueva o choza miserable, como si un sector de nuestros semejantes viviera en la edad de piedra; disponer de los recursos necesarios para llevar una vida decente y participar en la toma de decisiones de su comunidad, de manera consciente y racional y no convocado para clamar a un caudillo o a una minoría iluminada.

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Los llamados derechos económicos, se ven afectados por la crisis financiera mundial que está teniendo efectos catastróficos en los países más pobres, y el hambre comienza a enseñorearse en vastas regiones del mundo, afectando ya a algunos países de nuestra América Latina, pese a las cifras macroeconómicas que publicitan nuestros gobernantes.

La globalización ha aumentado las desigualdades sociales en los países que están subdesarrollados, dándose una mayor concentración de la riqueza, donde unos pocos viven en palacetes con un boato comparable al de los millonarios de los países desarrollados, mientras los desheredados, ignorantes a veces de su situación, hasta los proclaman como sus líderes y redentores.

Ha crecido la diferencia entre países pobres y ricos. El alza del petróleo, las materias primas, la subida de los precios de los alimentos, puede provocar crisis alimentarias y sociales, incrementando las migraciones hacia los países vecinos y hacia los países más ricos.

El llamado neoliberalismo y el mercado, como único regulador y distribuidor de riquezas, ha sido insuficiente para las aspiraciones y necesidades de nuestros pueblos. Se ha derrumbado la teoría de la “mano invisible”, del “laisser faire, laisser passer”, junto con otros principios económicos clásicos. Pero a su vez, el sistema estatista y los socialismos de nuevo cuño han fracasado al limitar en aras de un supuesto ideal de justicia, la libertad del ser humano, lo que más bien ha redundado en beneficio de nuevas minorías, creando situaciones de injusticia.

La afirmación de Stiglitz, que “los gobiernos son peores que los mercados y por lo tanto, el mejor Estado es menos Estado”, mostró ser equivocada, resultando gobiernos raquíticos, anoréxicos e insuficientes.

Hoy, una de las grandes preocupaciones es el tema de la reforma y rediseño del Estado. ¿Qué papel ha de desempeñar el Estado?, ¿Cómo ha de

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estructurarse?', ¿Qué lugar y cómo ha de participar la sociedad civil en la reorganización social, en la conformación de nuevos modos de convivencia de la administración pública? Y sobre todo, si tienen sentido estos Derechos Humanos en las sociedades amenazadas y cambiantes del Siglo XXI.

En los últimos 100 años, la temperatura de la superficie terrestre aumentó 1.74 grados centígrados, entre 1880 y el 2008, es decir, en los últimos 130 años, los 10 años más cálidos se registraron a finales del Siglo XX y comienzos del Siglo XXI.

Hoy día aqueja a la humanidad, el aumento de las plagas, el uso de pesticidas, la contaminación de los suelos y de las fuentes de agua.

Somos 7.000 millones de seres humanos. Las proyecciones indican que la población seguirá creciendo, presionando sobre las fuentes energéticas tradicionales, pero el derecho a la educación hoy resulta inaccesible para cerca de 800 millones de personas, que son analfabetos totales, es decir, un poco más del 10% de la población mundial.

Al nivel de la defensa de los derechos, éstos han permanecido casi siempre y han sido del resorte de los gobiernos; desalienta que algunos países latinoamericanos aún se resistan a aceptar la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, pues este mecanismo jurídico constituye un medio disuasivo y de protección a los Derechos Humanos.

La integración no ha de ser solo de gobiernos, ni de capitales ni de mercados; no ha de ser sólo económica, ha de involucrar a nuestros pueblos.

Y finalmente, este 11 de setiembre, conmemoramos los trágicos acontecimientos de hace 10 años, cuando en los Estados Unidos, fanáticos fundamentalistas, destruyeron las Torres Gemelas en Nueva York, causando

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numerosas víctimas y dolor por la intolerancia y desprecio a los derechos y valores fundamentales.

En ese día se aprobó también en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, la Carta Democrática Interamericana que de algún modo es una esperanza para nuestros pueblos, con una visión optimista, con fe y confianza en el porvenir, basados en la libertad y en el respeto fervoroso de los Derechos Humanos, seremos capaces de construir una auténtica y mejor democracia y dar una respuesta a los tiempos que vivimos, como decía André Malraux, “el hombre nunca podrá sondear las profundidades de su propio ser. Su verdadera imagen no se descubrirá por la extensión del conocimiento que adquiera, sino por las preguntas que haga”, a lo que podríamos añadir, y por la capacidad de respuesta que tengamos a esos interrogantes.

Ha llegado, entonces, el momento en que los tiempos parecen vencerse y las oportunidades se acaban, pero es la hora en que acicateados e impelidos por una ética vivificante y por una posición militante, comprometida con los Derechos Humanos, seamos capaces de transformarnos, usando adecuadamente nuestra libertad personal para convertirnos en cirio que brille en la oscuridad y que, aunándose a la luz de los demás, nos vuelva capaces de provocar una inmensa alborada latinoamericana, redentora y democrática, que cambie y transforme nuestra sociedad, volviéndola más humana, solidaria y fraterna.

Las tinieblas actuales no son más que la ausencia de la luz y ellas huyen frente a la luz. Seamos todos capaces de aportar nuestra propia luz y juntarla a la de otros hombres que tienen el corazón bien puesto, que sean capaces de vibrar y conmoverse, frente a las necesidades de nuestro prójimo, haciendo realidad los Derechos Humanos en nuestras latitudes.

Muchas gracias.

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LOS DERECHOS HUMANOS Y LOS DESAFÍOS DEL SIGLO XXI

Sr. Rodolfo Romero Garcete

Ciudadano latinoamericano nacido en Limpio – Paraguay, exiliado por la dictadura, reside en la actualidad en Caracas – Venezuela.

Fue Acreditado General Adjunto de la Central Latinoamericana de Trabajadores – CIAT.

Fue Director General de la Universidad de los Trabajadores de América Latina – UTAL, con sede en Venezuela.

Ex-presidente de la Comisión Latinoamericana de Defensa de los Derechos y Libertadores de los Trabajadores y Pueblos de América Latina con sede en Venezuela.

Fundador y Primer Director del Centro Paraguayo de Estudios Sociales – CEPAES.

Ha escrito varios libros, entre otros: “Proceso de Integración de América Latina – Caribe” y “La América Latina y el Paraguay que queremos”.

Fue declarado Ciudadano Ilustre del Municipio de Limpio de Paraguay y por el Municipio de San Antonio de los Altos de Venezuela.

Mis saludos a los presentes. La verdad es que la generosidad siempre alienta. Creo que este encuentro tiene la posibilidad de marcar un hito en el derrotero de las luchas por la liberación humana, porque cuando pensamos en promover, defender y proteger, la vigencia plena de los Derechos Humanos, en el fondo, estamos luchando por la liberación humana.

Y me alegra la presencia de las personalidades que están aquí. Veo a militares y es importante. Y eso me recuerda una anécdota en Argentina. Se dio una masacre en el Sur de Argentina, el Presidente de la Republica General de División Lanusse, cuando le preguntaron los periodistas por la masacre y por

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qué se dio, respondió: “Para que la ciudadanía y los rebeldes sepan que los militares no tenemos las armas de adorno”. Fue el periodista y le preguntó a Perón, que estaba en Madrid, y le dice: General, ¿qué opina usted de las declaraciones del Presidente Lanusse, que dice que los militares no tienen las armas de adorno? Y contestó Perón: “Pero claro, él dijo una verdad. Lo que los militares tienen de adorno, es la cabeza”.

Menciono esto para decir que hemos establecido una distancia muy grande entre civiles y militares y es un error en la sociedad.

Y ninguna sociedad podrá ser democrática de verdad mientras no se civilice a los militares y nosotros no aprendamos una cierta disciplina que nos permita establecer un diálogo con este estamento de la sociedad. Por eso me alegra la presencia de ustedes, hermanos, que están compartiendo con nosotros esta jornada.

Me alegra muchísimo la presencia de intelectuales. Un francés que nació en el mismo año que yo, decía lo siguiente “que lo más triste de este tiempo histórico, es que los intelectuales se han convertido en perros guardianes de las clases dominantes”.

Y constatar que no todos los intelectuales están como perros al servicio de las clases dominantes, es importante que en este Congreso Internacional de Derechos Humanos, tengamos la presencia de intelectuales, que tienen la vocación de servir al pueblo, a los intereses nacionales, etc.

Mi currículo dice: “provengo del movimiento sindical”. Fui dirigente del Sindicato de Obreros y Empleados de Comercio de Paraguay y después asumí responsabilidades internacionales.

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Pero lo que más me alegra es que están presentes aquí luchadores sociales, ya sea de comisiones de Derechos Humanos, de ONG, pero los rostros, dicen claramente que son luchadores. Y en eso se destacan las mujeres.

Yo quiero pedir un aplauso especial por la presencia de las mujeres en este encuentro, porque significa que los Derechos Humanos van a tener en esta segunda década del siglo XXI, nuevos defensores y nuevos promotores y nuevos guardianes.

Lali, hija de Juan Manuel Peralta, un luchador que estuvo como migrante en Argentina, y muchos de ustedes han estado fuera del país.

Yo tengo más de 30 años fuera del país, pero sigo comulgando profundamente con todo lo que significa, por un lado, la tricolor bandera, y por otro lado, la bandera del arco iris que de alguna manera representa los intereses globales de América Latina.

Les digo más, esta mañana dije que si alguna palabra teníamos que eliminar de nuestro vocabulario y de nuestra mente, era la denominarnos “extranjeros”. Esto es todavía producto de una cultura colonial, de una cultura que se nos impone, a través, de fronteras arcifinias, hasta donde llega tu nacionalidad. Y cruzando una frontera arcifinia, que significa frontera artificial, es otra la nacionalidad.

Les pregunto, ¿ustedes creen que Bolívar se preguntó, si para ir a liberar a Quito, a Lima, a Bogotá, a Panamá – porque Panamá era parte de Colombia –, se preguntó, ¿yo soy extranjero? Él dijo: “nuestra patria es América”. Y hoy podemos decir: “nuestra patria es América Latina y el Caribe y en América Latina y el Caribe no existen extranjeros”.

Y si todavía tenemos una conciencia más abierta, no nos vamos ni siquiera a encerrar en la posible frontera de América Latina, porque aquí está

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Manuel Zaguirre y no quiere ser tampoco de ninguna manera extranjero, viene de España, es decir, somos ciudadanos del mundo, esto es importante.

Pero, en la visión de los Derechos Humanos, tenemos que tener claridad, si tú previamente no construyes tu casa, la casa que está más allá no la vas a construir.

Y la primera tarea que tenemos los paraguayos y los latinoamericanos, es construir la “patria grande” de América Latina y en esa “patria grande”, nosotros no solamente vamos a soñar, sino vamos a realizar nuestros sueños; porque se dice: “triste no es el hombre que no ha realizado sus sueños, triste es el hombre y la mujer que nunca han soñado”. De tal manera, que nosotros estamos dispuestos a seguir soñando en la construcción de la paz de América Latina.

Yo tengo un escrito, si ustedes quieren yo les leo. Más bien voy a tocar algunas cosas.

La primera cosa que me parece fundamental es que para entender a fondo los Derechos Humanos y para entender a fondo la dimensión política de una sociedad, nosotros tenemos que tocar la base estructural de esa sociedad, la base productiva de esa sociedad.

Tenemos que analizar la economía, porque mientras no los analicemos no podremos conocer la dinámica del manejo económico mundial, ni tampoco la posibilidad de modificar la realidad económica en la actualidad.

Entonces, este es un problema fundamental, o tocamos las estructuras básicas de la sociedad, controladas por la verdadera estructura de poder de la sociedad, la base económica, la base financiera, los medios de comunicación social que también están involucrados y que todavía tienen ganas de seguir engañándonos, diciéndonos que es el “Cuarto Poder”. No, los medios de

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comunicación social, controlados por monopolios y oligopolios, se han convertido en el “primer poder”, y si no es directamente el “primer poder”, es el vocero del “primer poder” en la sociedad. De tal manera, que cuando nosotros vamos descubriendo la realidad, descubrimos el gran problema que nos permitirá ir descubriendo los secretos de la realidad.

Ya el filósofo Heráclito, 500 años a. de C. decía que “la naturaleza sabe esconder sus secretos”. Y como también decía Aristóteles, “el hombre se caracteriza por el don de la curiosidad”. Con este don de la curiosidad, nosotros estamos descubriendo los secretos de la naturaleza, de la economía, de las finanzas y eso es a lo que no vamos a renunciar, que en este siglo XXI y a partir de esta segunda década, podamos ser cada vez más dueños de nuestros derechos. Podamos ser cada vez más ciudadanos y podamos ejercer no solamente en los papeles, sino en la vida diaria y en la lucha diaria, la vigencia plena de nuestros derechos.

Tienen que saber ustedes que los rostros esperanzadores, presentes en este congreso, son un signo revitalizador. Porque si uno no tiene fe ¿qué nos queda? Y el fundamento de la esperanza es la fe. San Pablo decía: “La fe es el fundamento de la esperanza”. Y, en honor a estos rostros esperanzadores, ECO-CULTURA TV COMUNITARIA, transmite en directo este evento, por ser uno de los medios de comunicación que busca expresar los intereses comunitarios y desentrañar esas misteriosas preocupaciones que tenemos y muchas veces las callamos.

Esto me recuerda al Presidente de la Argentina, Ernesto Kirchner, cuando en el año 2005, para quebrar definitivamente el ALCA, el proyecto norteamericano, en su discurso dijo: “Terminó el tiempo de hablar en voz baja”.

Y creo que este congreso es una oportunidad para decir en voz alta lo que sentimos, lo que palpamos, lo que pensamos, lo que soñamos, lo que

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queremos y lo que estamos dispuestos a construir y queremos construir un futuro diferente.

Y por eso, nos hacemos cargo de la síntesis genial a los que arribaron en los distintos eventos del Foro Social Mundial, cual es que “otro mundo es posible”.

Y esa es la clave: otros derechos humanos son posibles de estar vigentes en la sociedad, otra manera de concebir los Derechos Humanos, otra manera de concebir la economía, la política, etc. Llegó el tiempo en que tenemos que nuevamente elaborar una nueva teoría del poder, porque nos deja maltrechos esta manipulación del poder, esta ilegitimidad del poder, esta forma grosera a veces de utilizar el poder para liquidar las mejores esperanzas. Y cuando logramos elegir a gobernantes democráticos, desde esas estructuras perversas del poder, buscan liquidar a dichos gobiernos. Por ejemplo, tenemos la forma edulcorada en que se destituyó al gobierno de Honduras, para establecer una nueva modalidad de liquidar los gobiernos legítimamente electos. Esto nos indica claramente que aún hoy, nuestra democracia no está asegurada.

Por eso, prefiero hablar, antes que de democracia, de procesos de democratización. A medida que aceleremos los procesos de cambio en nuestras sociedades, a medida que hagamos partícipes a los ciudadanos de todo lo que implica la política, en esa misma medida democratizamos la sociedad.

En la misma medida en que nos establecen normas y más normas, leyes y más leyes, aunque, como decía Martín Fierro: “La ley es como la lluvia, nunca puede ser pareja, el que la aguanta se queja, pero el asunto es muy sencillo, no ofenda a quien la maneja”. Frase llena de sabiduría y de la que tenemos que sacar muchas enseñanzas.

Por tanto, no solamente es un problema de normas, es un problema de tener una voluntad política para transformar lo que necesitamos transformar y

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eso va a depender de nuestro coraje cívico. Pero, a más del coraje cívico, es importante tener la visión a nivel de pensamiento. Esto que decía Octavio Paz, Premio Nóbel de Literatura: “Toda sociedad se imagina a sí misma”. ¿Qué sociedad imaginamos para el mañana en Paraguay, Argentina, Brasil, Chile, Uruguay o en América Latina?

¿Ustedes saben cuál es la distinción fundamental que tenemos que aprender a hacer entre economía y cultura política?

La economía responde a las necesidades humanas y, por tal motivo, no se puede desconocer su importancia, pues se encarga de producir bienes y servicios para satisfacer las necesidades humanas; mientras que la cultura política, depende del desarrollo de la conciencia. Y aquí se manifiesta una diferencia fundamental en el hecho de que la necesidad acosa, y muchas veces, los medios de comunicación tienen la capacidad, e incluso el mismo sistema educativo, de adormecer la conciencia y crea la percepción de estar consciente, sin embargo, uno se encuentra adormecido.

Les voy a contar una anécdota de lo que experimenté en el Brasil, creo que fue en Porto Alegre durante el período electoral de la época de Lula. La publicidad vista en todos los lugares decía que: “Nacieron 15 gatitos y todos van a votar por el enemigo, el opositor a Lula”. Pasaron 7 días, entre noticias y noticias, 2 gatitos ya no van a votar por el opositor a Lula. A los 10 días: 7 gatitos ya no van a votar por el opositor a Lula. A los 15 días: ningún gatito va a votar por el opositor a Lula. Pero aquí tenemos una verdad muy simple, el gato nace ciego. A medida que vea podrá saber por quién votar. Y eso es lo que nos falta todavía en América Latina. Por tanto, conciencia ciudadana, no es sólo conciencia de derechos sino conciencia de opciones.

Y nos hablan de crisis. Estamos enloquecidos por este problema y yo digo que tenemos crisis de cultura y crisis de civilización. Crisis de cultura por

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la deshumanización creciente del ser humano. Crisis de civilización, porque estamos viviendo la etapa más depredadora de esta civilización que, según algunos, empezó en Egipto hace 5.000 años. Pero, lo concreto es que estamos experimentando una crisis cultural y de la civilización.

Yo estuve leyendo un libro y encontré la explicación de la crisis. Había sido que la crisis comenzó con Adán y Eva. El expositor Cairo nos mencionó que comieron el fruto del desconocimiento y ahí surgió el primer problema. Dios llama a su despacho a Adán, se estaba comenzando a implementar las políticas neoliberales. Y le dice Dios, ¿qué hiciste Adán? Violentaste las normas del paraíso. ¿Por qué comiste del árbol del bien y del mal, el fruto prohibido?

Y Adán le dijo a Dios lo que hasta hoy los hombres seguimos diciendo: la culpa tiene Eva. Y entonces, le despide del paraíso, sin indemnización y sin beneficios sociales.

Y Eva se le acerca a Adán y le dice: Adán, ¿Qué pasó? ¿Qué te dijo el Señor? Adán la dice: Eva, estamos en crisis. Aquí empezó el gran problema.

No solo como el diccionario lo dice, sino como lo manejan los chinos, crisis significa oportunidad. Que hay un tiempo que muere sin estar sepultado y hay un tiempo que nace sin tener todavía ni las raíces, ni las alas que necesita para vivir.

Menciono raíces y alas, porque Miguel de Unamuno, filósofo español, nos dijo algo interesante: “a los luchadores, a los padres, a las madres, algo hay que legar a nuestros hijos y a nuestros nietos. Y lo que tenemos que legar a nuestros hijos y a nuestros nietos, son raíces y las alas. Raíces profundas, convicciones y creencias”.

El drama de la juventud de hoy es que tiene ideas, pero no tiene creencias. Y las creencias conforman raíces. Las ideas, como sufrimos un

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bombardeo sistemático de ideas, llegan y pasan, no tenemos tiempo ni de procesar porque cuando vas a procesar la última idea, ya te asaltó la otra idea que está llegando, especialmente en este tiempo de la revolución científica y tecnológica. En este sentido, Alain Toffler, en su libro "La Tercera Ola", afirmó lo siguiente: “Para el mundo del mañana, los dirigentes tienen el siguiente desafío: la batalla será entre los lentos y los veloces”. Si caminamos lentamente y no asumimos el compromiso político que tenemos que asumir, estamos traicionando esta responsabilidad que tenemos hoy en relación al mañana.

¿Saben ustedes lo que decía Alberto Weisser antes de morir? Y parece que estuviera hablando para el día de hoy. Decía él: “vivimos una época peligrosa. El ser humano ha aprendido a dominar la naturaleza, mucho antes de haber aprendido a dominarse a sí mismo”. Y yo me hago la pregunta, ¿hemos aprendido de verdad a dominar la naturaleza ya que la estamos depredando? Y ¿qué nos falta para dominarnos a nosotros mismos?

¿Saben lo que decía Lincoln, el leñador? “Es difícil hacer a un hombre miserable, mientras sienta que es digno de sí mismo”. Creo que fue en 1861 cuando comenzó la guerra civil norteamericana, no muy anterior a la guerra contra la Triple Alianza, que fue un genocidio, que liquidó la suerte del Paraguay, siendo en ese momento el país más avanzado de América Latina. Teníamos técnicos europeos, jóvenes que estaban estudiando, ferrocarril, telégrafo, fundición, etc. Y tenían que liquidarnos, como están liquidando hoy a Libia, a países de África, bombardeando supuestamente para proteger vidas humanas. Por eso se dice que en la guerra, lo primero que muere es la verdad y; lo segundo, los Derechos Humanos. Por eso tenemos que indignarnos ante esos acontecimientos.

En contraste a lo afirmado por Lincoln, si uno quiere ser un hombre miserable debe hacer como hacen los perros, meter el rabo entre las piernas y marcharse. Pero no, nosotros tenemos vocación de lucha y de poder.

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Y, ¿saben una verdad? Que cuando uno no tiene ningún poder, ni el perro te va a ladrar. De manera que necesitamos construir un poder en la sociedad para transformar la sociedad y avanzar en la dirección de ese horizonte posible, sabiendo que el horizonte nunca lo vamos a alcanzar, pero puede ser la referencia para estar con la disposición de avanzar siempre.

Yo tengo una publicación que se llama, "Avanzar siempre". El luchador no tiene otra vocación, sino avanzar siempre y no burocratizar la vida, porque podemos hacer muy lindos discursos y no tener el compromiso de lucha sobre el terreno, de tal manera que tenemos un reto extraordinario.

Pero les voy a decir lo que Gandhi decía, le preguntaron, ¿cuáles son los factores que destruyen al ser humano? El sabio Gandhi contestó: “La política sin principios; el placer sin compromiso; la riqueza sin trabajo; la sabiduría sin carácter; los negocios sin moral, la ciencia sin humanidad y la oración sin caridad”. Parece que son preceptos para el día de hoy. ¡Qué extraordinario!, un hombre que ofreció su vida, adoptando un método de la no violencia activa. Y nos dice el mundo cómo está.

Les quiero mencionar algo: todo lo que se elaboró hoy, con la calidad de las intervenciones, nos indica claramente que tenemos suficiente material para entender en plenitud lo que significan y representan los Derechos Humanos. Es decir, por qué luchamos, no solo Derechos Humanos declarados en papel, sino derechos convertidos en forma de vida y de lucha, para defender la dignidad humana.

Y por eso quiero mencionarles que uno de los instrumentos democratizadores de nuestra sociedad, fue el movimiento sindical, denominado por el Papa Juan Pablo II, Movimiento de Solidaridad.

Cuando nace el movimiento sindical, cuando nace la revolución industrial, nace al calor del perfeccionamiento que hace James Watt, un escocés

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en 1769 de la máquina a vapor. Y esta máquina a vapor permite, por primera vez en la historia humana, producir el movimiento por vía mecánica. Y permite la producción en serie y establecer las bases de la fábrica para la producción industrial y no simplemente la producción artesanal.

Un capitalista le escribe a James Watt diciendo: “Hay un invento extraordinario, tenemos que apoderarnos de ese invento y hacer que no sean los chapuceros los que se encarguen de explotar este invento maravilloso, sino nosotros, y hacerles trabajar a los trabajadores en las condiciones que nosotros establezcamos”.

Y así el dueño del capital somete al factor trabajo en 1769. En 1789 la Revolución Francesa y tres años después ya se dicta la primera ley antisindical, la Ley de Chapelier, a propuesta de un diputado francés, estableciéndose que “el trabajador no tiene derecho a invocar intereses comunes, el trabajador no tiene derecho a designar síndico, etc. Por eso el movimiento obrero se le conoce como la “Ley del No”.

Y la lucha de la clase trabajadora derrotó a esta ley limitativa del derecho de los trabajadores. Y entre 1833 y 1844, el movimiento obrero lanza una protesta porque las personas que no eran propietarias no votaban.

Por dicha circunstancia se presenta una carta a los lores que la rechazan, para que vote el pueblo. El movimiento obrero asume esta carta y se desarrolla el movimiento cartista reclamando el derecho al voto de los no propietarios, con grandes movilizaciones de 100, 200 mil obreros en las calles de Londres, Manchester, Chesterfield, etc. Esto produjo el cambio y se logra la ciudadanía de los que no eran propietarios. Vemos que no hay mucha distancia y estamos hablando de 1833.

El 9 de octubre de este año (2011) en el Paraguay, se va a votar para ver si los paraguayos que están en el exterior pueden votar. ¡Qué vergüenza! ¿No

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soy ciudadano por vivir en el exterior? No digo en el extranjero, sino que en el exterior. Entonces, tenemos que apoyar esta movilización.

Con el Dr. Carlos Cúster, compañero y amigo, con quien he compartido muchas jornadas, preparé y les voy a leer lo que considero, para nosotros, el Decálogo de los desafíos de los Derechos Humanos en esta segunda década del Siglo XXI.

1°. La dimensión, profundidad y respeto de la dignidad personal y de los Derechos Humanos. Recuerden el pensamiento de Lincoln: “El hambre, el desempleo, los salarios miserables, atentan contra la dignidad humana”. Mientras no podamos romper la estructura de distribución del ingreso en la sociedad, es puro palabrerío lo que vayamos a escribir. Y nos seguiremos engañando, creyendo que por hacer buenos discursos o buenas declaraciones, los empresarios van a pagar el salario mínimo. Ni salario mínimo se paga en los supermercados. Asimismo, no permiten organizarse, casi en ninguna parte, sindicatos en los supermercados. El dato que nos proporciona el Ministerio de Justicia y Trabajo de Paraguay, de cada 10 sindicatos que se constituyen, 7 mueren porque el patrón los despide y están dispuestos a pagar millones, con tal de que el sindicato no exista en la empresa.

2°. El verdadero sentido y alcance de la libertad y la justicia social, para conformar una nueva ciudadanía y una nueva sociedad, con posibilidades y oportunidades de tener y ejercer todos los derechos.

Es bueno recordar el pensamiento de Frederick Von Halles, pope del neoliberalismo. Dijo lo siguiente: “si hay alguna palabra que tiene que desaparecer del diccionario, es la palabra justicia social”. ¿Por qué? Porque esa palabra es un valor que atenta contra los demás valores de la civilización libre. La civilización libre es aquella que no practica la justicia social. Por eso, el

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rescate y posibilidad de asociar libertad y justicia social es clave; si nos hablan mucho de libertad y no hablan de justicia social, nos están mintiendo.

Y si nos hablan de justicia social y no nos hablan de libertad, también nos están mintiendo. ¿Y la justicia social? El 2% de propietarios de tierras en el Paraguay controlan más del 80% de la propiedad de las tierras. Esa desfachatez todavía les permite a las autoridades del país, salir a decir: “nosotros defendemos la propiedad privada”, como lo manifestó el Vicepresidente Federico Franco, ante las primeras manifestaciones de lucha por recuperar las tierras que fueron vendidas por el Estado en forma fraudulenta y por exigir una auténtica reforma agraria. Y me pregunto: ¿La propiedad privada de quién o quiénes? Porque en realidad se niega el acceso a una parcela de tierra a la mayoría. Y mientras no modificamos esa cultura, no vamos a alcanzar el desarrollo de nuestra sociedad.

3°. La cultura de cambio paradigmático para avanzar hacia la verdadera democratización de nuestras sociedades y poder construir efectivamente la democracia real, es decir, la democracia representativa, participativa y pluralista, basada en la dignidad humana, en el ejercicio y respeto pleno de los Derechos Humanos, como dice el artículo 1° de la Constitución Nacional del Paraguay.

En el Congreso Nacional, senadores y diputados protestaron cuando se habló de la democracia participativa. Por lo tanto, aquí en este recinto, nosotros tenemos que denunciar esa restricción que pretenden establecer los diputados y senadores, en contravención de lo que dispone la Constitución Nacional

4°. La revalorización del trabajo humano y de los derechos laborales. Esto implica fundamentalmente crear una verdadera oportunidad para el trabajo digno y empleo decente, como plantea la Organización Internacional

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del Trabajo (OIT); miembro de ese Consejo de Administración de la OIT, es el compañero Pedro Parra, por ahí siempre moviéndose, para resolver problemas.

La antropología cultural estudia nuestros orígenes, descubriendo hallazgos importantes como por ejemplo que lo original del ser humano es el trabajo. Nosotros somos los únicos que trabajamos. El burro trabaja porque nosotros le hacemos trabajar y por eso se llama burro, caso contrario, hubiera tenido otro nombre. Pero hay que tener en cuenta que el trabajo humano está apegado o ligado a la dignidad humana, y si nosotros aceptamos, como dicen los neoliberales, que el trabajo es mercancía, nos hundiremos en la explotación. En consecuencia, tenemos que superar esa falsa concepción del trabajo humano.

Asimismo, mediante la antropología cultural, se descubre otro elemento original del ser humano que es el lenguaje y, gracias al trabajo que realizamos y al lenguaje que utilizamos, generamos cultura y la educación para trasmitir los principios y los valores culturales.

De manera que por eso se nos llama “animales simbólicos”. Y, por ser “animales simbólicos”, nosotros estamos dispuestos a morir por la cruz, por la media luna, por la hoz y el martillo, que son símbolos. Esa es la dimensión de la riqueza del ser humano.

5°. El respeto y defensa de la naturaleza y de todo el medio ambiente. Una cultura ecologista, es sinónima de cultura, de fomento y respeto de los Derechos Humanos.

6°. Enfrentar la violencia, el terrorismo, el narcotráfico, la corrupción, la impunidad, que son elementos profundamente perturbadores y, en cuyo clima, se violentan todos los Derechos Humanos.

7°. Desarrollo de una cultura de no violencia activa, como predicaba Gandhi, para incorporar la verdad, la solidaridad, la fraternidad, el espíritu de

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servicio y del amor, en contraposición de los mecanismos de odio, discriminación, opresión, represión, dominación, que hoy predominan. El gran poeta Antonio Machado decía: “la vida sin amor que la ennoblezca es una tediosa rutina”.

8°. Enfrentar el armamentismo, la política guerrerista y la visión expansionista de los grandes centros de poder, asociados a las corporaciones trasnacionales, que transgreden la soberanía nacional y la autonomía de los pueblos.

En estos días hubo una matanza terrible en México, que le obligó por primera vez al Presidente mexicano Felipe Calderón, a decir lo siguiente: “Sentimos esto que acontece, la muerte de nuestros hermanos, pero tenemos que decir al mundo que nosotros vivimos al lado de Estados Unidos, el país de mayor consumo de drogas y el mayor vendedor de armas en el mundo”.

El ex Presidente Bush escribió un libro sosteniendo que la tortura se justifica, se refería a la tortura en Guantánamo, en Irak, etc. Y el Vicepresidente Dick Cheney afirmó la técnica del submarino, que es meter a la persona en el agua, lo cual no es ninguna violación de Derechos Humanos porque permite obtener informaciones importantes, claves, para la seguridad y libertad humana. Estos son ejemplos elocuentes de cómo se violentan los Derechos Humanos.

9°. Avanzar en los procesos de integración y desarrollo de nuestra región latinoamericana-caribeña, que nos permitan desarrollar una nueva cultura de respeto, de fomento y vigencia plena de los Derechos Humanos de primera, segunda, tercera y cuarta generación, para avanzar hacia la igualdad efectiva ante la ley, la igualdad de género y la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos y ciudadanas. Debemos asumir la cultura de que nadie es extranjero en nuestra patria grande.

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10°. Una materia de profunda significación para la marcha de la humanidad en el presente siglo XXI, es una opción esencial. Es la gran batalla entre la guerra y la paz. Y la paz es producto de la justicia social.

Es evidente que en un clima de guerra, como el que estamos padeciendo, resultará cada vez más difícil la vigencia y el respeto pleno de los Derechos Humanos, pues en la guerra, lo primero que muere es la verdad y la segunda víctima son los Derechos Humanos. La opción hoy, mañana y siempre, debe ser la construcción de la civilización asentada en el valor del trabajo, la justicia social, la libertad y el amor.

Muchas gracias.

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USO Y ABUSO DE LOS DERECHOS HUMANOS

Dr. José Leopoldo Decamilli

De nacionalidad paraguaya. Abogado y licenciado en Filosofía. Profesor emérito de la Facultad de Humanidades de la Universidad Técnica

de Berlín. Fundó numerosas organizaciones sociales y culturales. Publicó revistas y libros de diversos temas relacionados al ámbito político,

filosófico y de Derechos Humanos. Es Presidente de la Comunidad de Trabajo Internacional "Libertad y

Democracia".

Muy buenas tardes. El planteamiento que se ha hecho hasta ahora por parte de los expositores, ha sido realmente extraordinario y muy profundo.

Quiero plantear el tema desde una perspectiva un poco diferente. La totalidad del universo físico y la casi totalidad de los seres vivos obedecen en su formación y desarrollo a leyes de las que uno no puede zafarse. El determinismo rige todo el proceso de génesis, constitución y desintegración.

El ser humano, único ser que tiene el privilegio de poder evadirse, por lo menos parcialmente, del ineluctable yugo de las leyes físicas. Sólo el ser humano tiene el don de aprehender la verdad y gozar de la contemplación de la belleza y de realizar el bien. O, esa es su cruz, de mancillar los valores esenciales de la existencia humana.

Los Derechos Humanos tienen su base en la excelencia de esa naturaleza sui géneris, que requiere y posibilita forjar por su propio esfuerzo la vida de

USO Y ABUSO DE LOS DERECHOS HUMANOS

Dr. José Leopoldo Decamilli

De nacionalidad paraguaya. Abogado y licenciado en Filosofía. Profesor emérito de la Facultad de Humanidades de la Universidad Técnica

de Berlín. Fundó numerosas organizaciones sociales y culturales. Publicó revistas y libros de diversos temas relacionados al ámbito político,

filosófico y de Derechos Humanos. Es Presidente de la Comunidad de Trabajo Internacional "Libertad y

Democracia".

Muy buenas tardes. El planteamiento que se ha hecho hasta ahora por parte de los expositores, ha sido realmente extraordinario y muy profundo.

Quiero plantear el tema desde una perspectiva un poco diferente. La totalidad del universo físico y la casi totalidad de los seres vivos obedecen en su formación y desarrollo a leyes de las que uno no puede zafarse. El determinismo rige todo el proceso de génesis, constitución y desintegración.

El ser humano, único ser que tiene el privilegio de poder evadirse, por lo menos parcialmente, del ineluctable yugo de las leyes físicas. Sólo el ser humano tiene el don de aprehender la verdad y gozar de la contemplación de la belleza y de realizar el bien. O, esa es su cruz, de mancillar los valores esenciales de la existencia humana.

Los Derechos Humanos tienen su base en la excelencia de esa naturaleza sui géneris, que requiere y posibilita forjar por su propio esfuerzo la vida de

USO Y ABUSO DE LOS DERECHOS HUMANOS

Dr. José Leopoldo Decamilli

De nacionalidad paraguaya. Abogado y licenciado en Filosofía. Profesor emérito de la Facultad de Humanidades de la Universidad Técnica

de Berlín. Fundó numerosas organizaciones sociales y culturales. Publicó revistas y libros de diversos temas relacionados al ámbito político,

filosófico y de Derechos Humanos. Es Presidente de la Comunidad de Trabajo Internacional "Libertad y

Democracia".

Muy buenas tardes. El planteamiento que se ha hecho hasta ahora por parte de los expositores, ha sido realmente extraordinario y muy profundo.

Quiero plantear el tema desde una perspectiva un poco diferente. La totalidad del universo físico y la casi totalidad de los seres vivos obedecen en su formación y desarrollo a leyes de las que uno no puede zafarse. El determinismo rige todo el proceso de génesis, constitución y desintegración.

El ser humano, único ser que tiene el privilegio de poder evadirse, por lo menos parcialmente, del ineluctable yugo de las leyes físicas. Sólo el ser humano tiene el don de aprehender la verdad y gozar de la contemplación de la belleza y de realizar el bien. O, esa es su cruz, de mancillar los valores esenciales de la existencia humana.

Los Derechos Humanos tienen su base en la excelencia de esa naturaleza sui géneris, que requiere y posibilita forjar por su propio esfuerzo la vida de

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cada individuo. Y es esa naturaleza también la que llena los espacios vacíos y marca los límites lícitos del hacer y del obrar del hombre.

La fisonomía concreta de los Derechos Humanos, ha ido plasmándose y enriqueciéndose en el curso de los siglos. Ya se mencionó aquí, lo repito, fue avizorada ya en el Antiguo Testamento y en el Código de Hammurabi. Se perfiló más claramente en las reflexiones de Platón y de San Agustín. Floreció con magistrales reflexiones en Santo Tomás de Aquino y desembocó finalmente en las modernas consideraciones de Locke, de Rousseau, prólogo de las convulsiones revolucionarias de América y de Francia.

El reconocimiento de los Derechos Humanos por la comunidad de naciones civilizadas, constituye algo sumamente positivo, porque supone la aceptación de que toda la vida social y política tiene su firme apoyatura en la dignidad de la persona humana y en sus derechos y libertades fundamentales. Con ello, se levanta un vallado infranqueable para todas las formas de tiranía y totalitarismo, incluido el poder despótico de las épocas de la ilustración demagógica

La incorporación de la defensa de los Derechos Humanos al cuerpo del Derecho Internacional Público, es asimismo la mayor garantía para salvaguardar la paz y la cooperación entre todos los pueblos de la tierra. Mas, como lo hemos expresado más arriba, entre las "capacidades del hombre", figura también la facultad de arrasar con los valores más sublimes.

En el caso de los Derechos Humanos, creo que esta labor realmente deletérea es alimentada por tres grupos:

El primero, es de carácter fundamentalmente ideológico. Se trata de la concepción muy generalizada actualmente, el escepticismo relativista. En efecto, nuestro tiempo viene signado con la mácula de confusión de las ideas más fundamentales. El diálogo sobre temas que afectan la médula del vivir

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humano y su situación en el universo, es casi imposible porque cada sujeto presenta como verdad absoluta, su opinión individual, sin preocuparse lo más mínimo de cotejarla con la realidad, por considerar ya a priori que esta realidad es inaccesible. El relativismo epistemológico, ha hundido al hombre contemporáneo en un mar de profunda inseguridad.

Al no existir un criterio objetivo para conocer la realidad humana, los Derechos Humanos caen en el ámbito de la arbitrariedad, del capricho de las pasiones y del egoísmo humano.

Quien argumente con razones basadas en constataciones objetivas y en realidades palmarias, es inmediatamente calificado como intolerante. Y más aún, como un dogmático fundamentalista. Sin embargo, el único camino que permite comprender el universo, la existencia de los seres y el sentido de la vida en su conjunto, es abandonar los sueños de la subjetividad y adentrarse en la realidad.

Aprender la compleja estructura o textura de la realidad, no es tarea fácil, pero tampoco es afán vano, sobre todo, si se cuenta con el esfuerzo solidario de los siglos y generaciones.

En el plano de la vida social e histórica, el relativismo cultural rechaza, por ejemplo, rotundamente el valor universal de los Derechos Humanos. Sostiene que la unidad e igualdad esencial de los seres humanos es un arma encubierta para imponer el dominio de la cultura occidental. O sea una especie de imperialismo o imperialismo cultural.

Asegura que cada unidad cultural posee su propia escala de valores, y es la que debe ser preservada y cultivada por cada pueblo. Se niega por consiguiente la universalidad de los Derechos Humanos. Y esto es muy grave.

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Para que podamos hablar sobre los Derechos Humanos con una sola voz, y sobre todo, para que podamos preservar realmente la intangibilidad de la persona humana, su dignidad y su libertad, es urgente que nos pongamos de acuerdo sobre lo que el hombre objetivamente es.

Las ciencias que se ocupan de su constitución física y de sus interioridades, la antropología y la sicología, nos ayudarán a comprender la compleja estructura del humano vivir. La moral y el derecho natural, afincado en aquellas conclusiones de las ciencias experimentales, nos mostrarán el sendero que el hombre debería seguir, para lograr el pleno desarrollo de todas sus potencialidades y de sus más profundas aspiraciones o apetencias.

Lo que llamamos Derechos Humanos, no es otra cosa que las exigencias cardinales de la naturaleza humana, nada más. La segunda fuente, desde donde se organiza el ataque al humanismo universalista, es prohijada por el materialismo dialéctico. El marxismo rechaza los principios de la filosofía humanista porque, para esta concepción, el sujeto de la historia no es el hombre, sino la clase social.

En las obras de Marx y de Engels se habla de que el hombre es el creador, el sujeto de la historia, pero es que aquí se entiende la cosa en otro sentido completamente diferente, en un sentido no de causa principal y primera, sino más bien de causa instrumental de las leyes que están por encima de él, que afectan la estructura social, y a las cuales él debe obedecer absolutamente. Él no es el creador de la historia en sentido real.

Entonces, creo yo que los ideólogos del marxismo, del materialismo dialéctico, se oponen a esos derechos, a los Derechos Humanos, porque afirman que, tal como son concebidos por “el mundo burgués”, no son derechos reales y carecen realmente de un fundamento social y político que afiance su cumplimiento.

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Sostienen que los Derechos Humanos tendrán vigencia real, cuando se haya desarticulado la superestructura ideológica e institucional montada por la burguesía, y se imponga la seguridad material, social y cultural, a través, como se sabe, de la dictadura del Partido Comunista.

Sólo entonces, cuando se hayan aniquilado los privilegios de la sociedad capitalista, dicen, y la desigualdad inherente a ella, la voluntad omnímoda del partido del proletariado suprimirá la alienación y establecerá la revolución verdaderamente igualitaria entre todos los miembros de la comunidad nacional e internacional.

Hay que tener en cuenta solamente el poder totalitario del partido, y el control de la economía por los órganos del Estado.

Aquí se ha hablado mucho de los excesos de la economía basada en la propiedad privada, sí señor, son muchos y hay que corregirlos; pero se ha hablado poco, creo, de los elementos y aspectos negativos de la economía controlada por los órganos de un Estado todopoderoso.

Aquí es el poder de un Estado el que determina, en definitiva, todos los derechos que puedan tener los seres humanos y las comunidades. Esto creo que es un aspecto sumamente negativo.

El tercer frente de batalla está compuesto por un grupo heterogéneo carente en realidad de toda identidad o de un vínculo unitario de carácter ideológico. Aquí se encuentran, pululan y se agitan, todas aquellas organizaciones, que son muchas, que ocultan detrás de la reivindicación de los Derechos Humanos, en definitiva, deleznables intereses materiales o de dominación política.

Los que integran este grupo, populistas y demagogos de diverso pelaje y catadura, se presentan como acérrimos defensores de los Derechos Humanos,

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pero esto es una cosa puramente teórica. Realmente, lo que está detrás de esto, de esta reivindicación de los Derechos Humanos, es frecuentemente, asegurar jugosas prebendas o un poder político despótico.

La defensa de los Derechos Humanos es una nobilísima tarea que exige mucha circunspección y una permanente vigilancia, para no caer en las redes de los que vociferan libertad para imponer tenebrosos poderes o cubrir los tentáculos, que son muchos y muy grandes, de la corrupción.

Las consecuencias de estas ideas que acabamos de exponer, de estas ideas erróneas, de estos intereses políticos y de la impúdica explotación de los Derechos Humanos, puede comprobarse en distintos sectores de la vida individual y social.

Voy a entrar en un terreno más concreto. Se proclama, por ejemplo, solemnemente, como un derecho fundamental, la intangibilidad de la vida, de la vida humana, pero a renglón seguido, sin percibir al parecer la contradicción en que incurren, se defiende la legalidad del asesinato, no puedo calificarlo de otro modo, de cientos, de miles de personas, de criaturas humanas que todavía no han nacido.

Y tampoco parecen encontrar ninguna dificultad en promover que la ley permita la eliminación, una especie de reciclaje, como se hace con las botellas, de niños enfermos o de ancianos, en la eutanasia.

En numerosos países el gobierno ha legalizado esta matanza colectiva, que no dista mucho de las limpiezas étnicas del nacional socialismo y de las purgas políticas y sociales de la Unión Soviética.

En España, otrora estandarte del cristianismo, el gobierno actual, ha autorizado el aborto de las niñas menores de edad, incluso sin consentimiento de sus padres; y esto, a pesar de que la Convención Americana sobre Derechos

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Humanos, el Pacto de San José de Costa Rica, en su Artículo 4º, Inciso 1º, “establece que toda persona tiene derecho a que se respete su vida”. Y, lo sabemos, el niño que todavía no ha nacido es persona desde el momento de su concepción.

Les voy a citar un par de cifras. En el año 2008 fueron asesinados en el territorio de los 27 países de la Unión Europea 1.207.646 niños no nacidos. ¡¡¡Por favor!!!

Si se suman a estos países de la Unión Europea, los que no son miembros de esta unión, Rusia incluida, el número de vidas sacrificadas, eliminadas, asciende a 2,9 millones por año; una cifra que equivale a la población total de Estonia, Chipre, Luxemburgo y Malta, conjuntamente. ¿Por dónde vamos?

El aborto también es la causa de la disminución de la población de Europa y de su envejecimiento.

Las consecuencias de estas ideas erróneas, intereses políticos y todo, son, como hemos dicho, muy grandes y habría que evitarlos en cualquier caso. Puedo citarles otros ejemplos, pero tengo que acortar. El recurso a los Derechos Humanos para encubrir afrentosas violaciones al derecho natural tiene lugar en muchos ámbitos.

En el plano social existen numerosas organizaciones no gubernamentales que aducen defender los Derechos Humanos, pero que en realidad trabajan afanosamente en la conformación de sociedades políticas en las que se perpetúa la esclavitud de la persona.

Para dar realidad a éstas, a sus aviesos propósitos, muchas de ellas no vacilan en buscar la alianza, incluso con organizaciones terroristas, encubriendo los crímenes de las mismas, bajo el manto depurador de organizaciones que luchan por la libertad de los pueblos.

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Quiero puntualizar, los Estados han cometido horribles crímenes, pero tenemos que ampliar el concepto de violación de los Derechos Humanos y de crímenes de lesa humanidad, ampliándolos también a aquellas organizaciones que no están en el gobierno, pero que también han cometido crímenes que deben ser igualmente condenados; así lo establecen incluso los considerandos del Estatuto de Roma, donde se habla no solamente de los crímenes del Estado, sino también de otras organizaciones.

Y el fallo de la Corte Penal, en el caso Dusko Tadic, también establece que no solamente el Estado, sino también ciertas organizaciones, pueden cometer crímenes de lesa humanidad. Creo que es interesante ampliar un poco este concepto.

Tengo que simplificar. Frente a todos estos crímenes horrendos que no tienen ninguna justificación ni pueden de ninguna manera justificarse, caben dos soluciones: una primera, es que la sociedad en cuestión, en donde se han producido estos crímenes, en Hispanoamérica y numerosos países, se acuerde una amnistía, un olvido.

La amnistía está prevista incluso en el Artículo 65 del segundo Protocolo, anexo a los Convenios de Ginebra, es decir, es una solución que puede existir, un Estado puede, un gobierno, una sociedad puede decidir por esa amnistía, si considera que con ello se salvaguarda la paz; pero si no se quiere seguir ese camino, si se quiere realmente condenar estos crímenes, mi apelación es que tengamos la suficiente sinceridad para que se condenen no solamente los crímenes de un sector, el oficial; sino que condenemos los crímenes de todas las fuerzas, aquellas que todavía no están en el gobierno pero que también han cometido crímenes, que se incluya en esa condena a estas organizaciones.

Muchas gracias.

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SESIÓN DE DEBATE

Dra. Celeste Téllez: Al Dr. Carlos Cúster, esta tarde se enfocó mucho a la parte del desarrollo económico y si es posible, con dignidad.

Entonces, parafraseando un poco las tres metáforas de la economía, tenemos que el dios Zeus baja a la tierra y representa la producción económica artesanal en donde tenemos todavía la auto-sustentabilidad y el trabajo con dignidad.

La segunda metáfora; el dios Prometeo, hijo de Zeus, es enviado por éste a la tierra y deja parte de su fuego; entonces, tenemos la era industrial, en donde comenzamos con nuestros graves problemas, por ejemplo, con el tema de la esclavitud laboral, sueldos bajos, problemas ambientales internos de la empresa, higiene, falta de protección sanitaria para el trabajador, la competencia del mercado libre, el monopolio y el oligopolio.

La tercera metáfora; con el dios Apolo, que representa la producción tecnológica, y que se deriva en un exceso de producción, lo que implica una masificación de los productos y un gran acceso, que por un lado se esperaba que fuera algo positivo para los recursos humanos, pero sin embargo, tenemos un revés porque hay, digamos, un buen montón de personas que todavía continúan siendo analfabetas digitales, por varios motivos, pero el más fuerte es el económico.

Personalmente, de mi análisis, creo que el Paraguay ha pasado por la primera etapa de la metáfora económica, la artesanal todavía la tenemos; la industrial prácticamente la hemos saltado y llegamos a la digitalización.

Mezclando un poquito con la mundialización y la globalización, lo que me cabe es el análisis de cómo tenemos al Paraguay en este momento, para

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llegar a una sugerencia concreta a nivel de representantes internacionales, que tal vez pudieran darnos una manito como ciudadanos universales.

La globalización tiene como consecuencia la desubicación de una gran parte de los recursos humanos y la ubicación de estos mismos en la llamada línea de la dignidad humana, por debajo, según nos decía el doctor Manuel Zaguirre, la cual no debería darse, pero sin embargo, es una realidad, por lo menos para nuestro país.

Solamente Cordillera, por el momento está beneficiada con el proyecto: “Una laptop para todos los niños” y Cordillera no es todo en el Paraguay.

Y parafraseando, en este punto a Edgar Morín, la pobreza está institucionalizada en América Latina y ahí se incluye al Paraguay; y como él lo dice, está la pobreza ya con una brecha muy profunda y, a lo sumo, lo que se puede hacer, es crear un puente de tal forma que se evite el agrandamiento de la pobreza, a través de un puente llamado educación.

Para nosotros dar derechos verdaderos, reales, tangibles, sustentables, a cualquier niño dentro de la próxima generación, tenemos que apostar fuertemente por la calidad educativa.

Por el otro lado, la mundialización, que afecta en especial a la economía, se podría decir que tiene la capacidad de hacer desaparecer la mano invisible del Estado; entonces, hay una desregularización.

Y tenemos el mercado de la libre competencia, en donde tenemos un buen montón de gente que también está por debajo de la marginalidad, de la línea ideal o imaginaria que esta mañana el expositor había delineado muy bien.

Entonces, teniendo en cuenta estos dos elementos, lo que ya es ineludible para el mundo globalizado, para la biosfera, pues la mundialización y la globalización son dos eventos que ya no los podemos negar, lo que sobra es

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buscar alguna manera de que la inequidad sea la brecha contra la cual no podamos luchar al no poder construir el puente llamado educación.

Entonces, se me ocurre, que a través de ustedes, ciudadanos universales, amantes de los Derechos Humanos, tal vez se podría de alguna manera hacer un estudio acabado y mi propuesta concreta teniendo en cuenta la economía de la producción, es llegar a la internalización de las externalidades de la producción, recoger el producto de esta internalización de las externalidades, y derivarlos, como lo dijeron en Copenhague en el año 2005, a proyectos de desarrollo social sostenible, porque hablar de mucha historia es loable, el hombre necesita memoria.

Dr. Carlos Cúster: Una cuestión fundamental: hay un libro que se llama "El fin del trabajo humano", un libro preocupante de Jeremy Rifkin; un americano que ha descrito desde otro punto de vista de la óptica, porque él dice: "Yo defiendo el capitalismo, pero hay que crear un capitalismo más justo"; esto para mí es una contradicción.

Pero en términos inteligentes, él, como defensor del sistema y de esto estoy hablando desde hace 12 o 13 años, ya decía que el capitalismo por la vía que había elegido, iba llevar el mundo a una hecatombe, porque él decía "El maximizar el lucro y las ganancias, hace que cada vez los costos laborales sean menos para que aumente la ganancia".

Al haber cada vez costos menores laborales, es decir, cada vez hay gente con menos trabajo; más el impulso de la tecnología, tenemos una sociedad muy desarrollada pero cada vez, lo dije yo en mi exposición, con mayor cantidad de pobres y marginados.

Entonces, para responder a esta contradicción, Jeremy Rifkin proponía, digamos, lo que él dice era clave y es positivo, el trabajo humano es fundamental y, si no existe, hay que inventarlo; decía: "ninguna sociedad puede

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subsistir si no se crea trabajo humano". Y propone que ya el trabajo no sea el trabajo tradicional, propone el tercer sector, el pago de los voluntarios, asegurándole a todo el mundo un ingreso.

Y ésta es la diferencia entre la globalización desordenada y negativa, y la mundialización que usted señala que es crecer una sociedad más armónica y más justa.

Otro elemento, clave si revalorizamos el trabajo humano, es la distribución de la riqueza. La riqueza existe, pero cada vez está más concentrada, cada vez es más desigual la distribución de la riqueza, y eso depende de nosotros, depende de este parlamento, de la política fiscal, de los impuestos.

¿Cómo puede ser que paguen, en el caso de Argentina, el IVA, el impuesto directo, y no paguen los dividendos de acciones ni las transferencias de capitales? Es decir, el gran capitalismo no paga impuestos, y el hombre que paga un salario o los jubilados argentinos sigan pagando impuestos porque, después de un cierto nivel, tiene una carga impositiva.

Entonces, el otro esquema clave; primero, revalorización del trabajo; segundo, la distribución de la riqueza; tercero, yo estoy de acuerdo, la educación. Estas tres cosas se deben realizar –trabajo, distribución de la riqueza y mejora de la educación–, caso contrario no tenemos un Estado democrático y eficiente porque el Estado es el vehículo común de una sociedad, no tenemos otra forma.

Entonces, ¿qué tenemos que hacer?, mejorar los Estados, mejorar la democracia, hacer la democracia más participativa, aumentar los controles sobre los dineros del Estado. Es imposible que la democracia conviva con sistemas institucionales de corrupción, y eso lamentablemente se da en todos los países.

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Ahora, quiero señalar que la educación sola no va a resolver el problema, si no cambian también los otros niveles de estas cuestiones. La educación no va a resolver el problema si falta el trabajo; la educación no va a resolver el problema si se concentra la riqueza.

De la Argentina se están yendo alrededor de 3 mil millones de dólares por mes de fuga de capital; es trabajo de argentinos que se apropia una minoría y los manda al exterior; y eso que el país no está en crisis, el país atraviesa un momento de bonanza.

Esto demuestra este criterio depredador de los que manejan las grandes finanzas internacionales, que utilizan un país para crear sus riquezas personales y se llevan el dinero. Entonces, ¿qué educación vamos a poder hacer si los dineros públicos, o la parte de esos dineros que corresponden al bien común, son concentrados y expatriados por estas minorías?

Entonces, vuelvo a repetir, la revalorización del trabajo humano, la distribución de la riqueza, la calidad de la educación, también significa que mejoremos las democracias, que tengamos Estados más democráticos y más eficientes.

Dr. Vergara: A estas alturas me parece a mí, que tenemos una obligación moral muy grande, como dijo Romero, de no acobardarnos y hacer uso de este espacio privilegiado que tenemos, para tratar de escudriñar el objetivo de este congreso y que el fruto que dejemos esté al servicio del pueblo paraguayo y de la región del pueblo latinoamericano.

Y con la debida modestia, debo decir que los expositores de esta tarde hablan de los derechos económicos y sociales, de los derechos de primera, segunda, tercera, cuarta generación, etcétera; y, pareciera que nosotros en el Paraguay, y esto les reclamo como paraguayo, no expresamos que tenemos

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necesidad absoluta de la comprensión internacional y mundial, acerca del derecho que tiene el pueblo paraguayo, el derecho al desarrollo.

Y recojo con mucho entusiasmo la sugerencia del profesor y amigo, Belisario Dos Santos, de latinoamericanizar los programas de Derechos Humanos.

No se imaginan la alegría que siento de que un hermano de Derechos Humanos del Brasil venga y nos proponga esto, porque nosotros estamos luchando en el Paraguay por instalar el derecho al desarrollo que tiene el Paraguay, merced a que el Paraguay es el país más poderoso, más potente, de mayor nivel de producción hidroeléctrica.

Y tenemos una renegociación en curso con el Brasil, que evidentemente ha aumentado un poco en las regalías, que todos conocen, pero el derecho a utilizar nuestros recursos naturales, de utilizar el 50% de los recursos que tenemos nosotros, es un derecho inalienable para industrializar el Paraguay, para crear fuentes de trabajo, y donde ya cabe toda la especulación sobre los derechos de segunda, tercera y cuarta generación.

Me pone muy contento porque evidentemente, si proviene de un compañero de los Derechos Humanos, a través del compañero Belisario, en el Brasil podrá repetirse hasta el cansancio también este derecho que tiene el Paraguay de utilizar sus recursos, el 50% de sus recursos, y no quedarnos en las formas jurídicas elaboradas en décadas pasadas, cuando la realidad internacional permitía posiblemente una suerte de geopolítica de las fronteras vivas, y donde el Tratado que hicimos con el Brasil, nos dejó en una situación, es lo mínimo que se puede decir, de perplejidad y de no soberanía.

No quiero dejar pasar la oportunidad para rendir un homenaje a la Dra. Alicia, que en su momento y dentro de la bancada que intuía que había algo que no cuadraba en el año 73, y respecto a eso, tenemos digitalizadas las sesiones

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del Congreso, que acá se hizo en los archivos de la sala de la Cámara de Senadores.

Entonces, para resumir, es el derecho al desarrollo como Derecho Humano, sin negar los otros valores, y pidiendo disculpas, porque yo no quisiera apelar solamente al derecho al desarrollo, y esto lo dijimos con el profesor Resck hace un mes en la cátedra del Instituto de Derechos Humanos de la Facultad de Filosofía, no queremos apearnos de los muchos otros derechos, pero el pueblo paraguayo nos exige ese prisma, esa luz de latinoamericanizar los Derechos Humanos y hacer que, culmina la línea maestra que tiene actualmente la política exterior del Brasil, que consiste en la necesidad de una integración genuina con otros pueblos.

Nosotros apelamos a ese recurso porque tenemos mucho que ganar mediante un debate en que se involucren los sectores más progresistas del Brasil, pues, según dijo el compañero Dos Santos, en Brasil también existen sectores conservadores.

Entonces, propongo simplemente que la distinguida mesa, presente ahora nos ilustre un poco sobre esta cuestión del derecho al desarrollo como prioridad para el pueblo paraguayo, e invito a los restantes panelistas, a que intervengamos para orientar esta cuestión en el sentido de que, sin renegar de los derechos de primera o segunda, vayamos al tercero y cuarto, el derecho de desarrollo de los pueblos, y abramos el debate oportunamente para materializar este programa de Derechos Humanos, a nivel de Latinoamérica, por la latinoamericanización, como dijo el distinguido amigo, del cual también esperaría una respuesta, igual que de esta mesa.

Sr. Rodolfo Romero: Este problema exige un abordaje amplio, que no lo vamos a hacer; pero vamos solamente a marcar ciertos aspectos. El punto 10

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que yo marqué como tarea y desafío que tenemos, hablaba justamente de integración y desarrollo.

Nosotros estamos acostumbrados, hablando de economía, a hablar de crecimiento económico, y todo el montaje del sistema capitalista gira alrededor del crecimiento y no del desarrollo. Esto es muy importante distinguir.

El crecimiento económico es una necesidad imperiosa porque hay que ampliar la torta, porque se multiplica la población; y el sistema económico tiene que tener capacidad para reproducirse a sí mismo, es decir, para responder mañana a las necesidades de la sociedad y al incremento creciente de nuevos trabajadores. Entonces, el crecimiento económico es una necesidad, pero siempre se ha dicho que el crecimiento económico no es suficiente, es necesario plantearse un verdadero desarrollo.

Hoy se mencionó a Joseph Stiglitz, quien es uno de los críticos más duros del sistema neoliberal, cuestionando su referencia a las fórmulas del Fondo Monetario, pero hay que mencionar la otra dimensión de Joseph Stiglitz, quien dijo que "la globalización está produciendo efectos devastadores en la economía de los países pobres".

Y la globalización, se habló de globalización y mundialización; yo distingo esto, la mundialización es un proceso natural en la especie humana, porque simplemente nos vamos identificando como ocupantes de una nave espacial que se llama Tierra, y somos responsables porque lo convertimos en un hogar común. De ahí que la mundialización es esta comprensión de la unicidad del planeta Tierra.

La globalización es el avance, la insurgencia de los mercaderes, que utilizan este proceso de mundialización para los intereses económicos que ellos controlan, para los intereses financieros que ellos controlan; y, para controlar aún más, hoy invocan propiedad intelectual, de tal manera que van a utilizar

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toda la riqueza cultural de nuestros pueblos, van a apropiarse de los procesos productivos que ellos crean con la tecnología que incorporan. Entonces, eso les pertenece con exclusividad, y cuando nosotros tenemos que comprar o utilizar esta tecnología, tenemos que pagar propiedad intelectual.

Entonces, sobre desarrollo, Joseph Stiglitz habló varias veces diciendo "necesitamos cambiar de rumbo". Pero uno de los pensadores económicos, Premio Nóbel de Economía, Amartya Kunar Sen de la India, es el que más ha avanzado con relación a una visión de desarrollo y él habla de desarrollo humano integral. Dice que “el desarrollo humano integral es la creación de bienes y servicios que garantizan la libertad de la persona humana”.

Santo Tomás, estamos hablando de 1230 a 1250, decía: "un mínimo de bienes materiales es necesario para la práctica de la virtud". Es decir, si no existen bienes materiales básicos al alcance de la población, no nos extrañemos de que los jóvenes roben, asalten; y, además, motivados por los intereses mercantilistas que se transmiten por la televisión, se les muestra cómo tienen que robar.

Entonces, el desarrollo es una concepción integral donde se coloca a la economía al servicio de las necesidades de la población y debe responder adicionalmente a las exigencias de una demanda para exportar productos, pero tiene que responder primero a la necesidad de la población para satisfacer sus exigencias básicas.

Y desarrollo es crear condiciones materiales, culturales y espirituales en la sociedad, de tal manera que la sociedad comprenda que lo que produce le permite satisfacer sus necesidades básicas, le permite reproducir el sistema económico que existe en ese momento, porque garantiza las inversiones por el sistema de ahorros que se va accionando. Es decir, hay una complejidad importante en la concepción del desarrollo, por eso no podemos debatir todo

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esto a fondo, pero ya que la pregunta es tan exigente, mencionamos estos elementos con relación al desarrollo.

Y en la política de desarrollo, si no hay educación, no existe desarrollo, primero; segundo, si no existe participación de la ciudadanía, no existe desarrollo; tercero, si no se accede a los bienes y servicios que produce la sociedad, no existe desarrollo. Porque va a existir lo que hoy existe, acumulación y concentración de la riqueza por parte de una minoría que acumula riquezas, acumula poder para someter a la población, para someter a los países y garantizar tener siempre recursos, hoy ni siquiera ya se habla de materia prima, de insumos, cuando tú estás apoderándote de ciertos conceptos, ellos ya van a cambiar, como se dice, cuando aprendí a responder a las preguntas que me hicieron, me crearon nuevas preguntas.

Prof. Luis A. Resck: Solamente quisiera hacer una advertencia muy seria y muy constructiva. No vayamos, por favor, a pretender justificar bajo ningún punto de vista, la violencia extrema, asalto a mano armada, secuestro, crímenes por un celular, justificar por la pobreza; ahora, de que contribuye la pobreza justamente a ello, no discuto, pero pretender justificar, no.

Eso es muy, muy serio, porque muchos de estos criminales que han cometido justamente crímenes de lesa humanidad contra criaturas robándoles un celular, justifican que no tienen qué comer. Entonces, con eso hay que tener mucho cuidado, no vayamos a posturas extremas.

Es muy cierto lo que dice Santo Tomás, cuando se le cierran las puertas al pueblo y no tiene cómo justificar, no tiene cómo alcanzar los recursos mínimos necesarios para su subsistencia, apela a la violencia, pero otra clase de violencia, no crímenes de lesa humanidad.

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Eso es lo que quiero advertir. Es preocupante, porque escuché la vez pasada de unos reclusos decir: "sí, yo he matado a ese joven porque no tenía con qué comer ese día, robándole un celular".

Muchas gracias.

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PANEL 3

LA PROMOCIÓN Y GARANTÍA DE LOS DERECHOS HUMANOS EN EL MARCO

DE LA DIPLOMACIA MODERNA

Dr. Oscar Buenabentura LLanes

De nacionalidad paraguaya, embajador extraordinario y plenipotenciario de la República del Paraguay ante el gobierno de Costa Rica.

Posee el título de Doctor en Derecho Público, otorgado por la Facultad Nacional de Derecho de la Universidad de Brasil.

Posee doctorado en Ciencias Jurídicas, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, otorgado por la Universidad Nacional de Asunción.

Profesor de la Universidad del Distrito Federal y Centro de Estudios Universitarios de Brasilia y Universidad Nacional Autónoma de México, entre otras universidades.

Ejerció el periodismo en diversos medios de nuestro país. Autor de diversas obras de su especialidad, publicadas en Paraguay, Brasil,

México, Centro América y Portugal. Distinguido en 1996 por la República Federativa del Brasil y admitido en la

Orden de Río Branco en el Grado de Comendador.

Buenos días. Estoy profundamente emocionado, pues en toda mi carrera de funcionario público es la primera vez que estoy en este pódium. Esto me compromete y honra y agradezco por la oportunidad que me da la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en especial, creo que es más por la amistad que me ofrece que por méritos propios, y le retribuyo con creces al Dr. Resck, así como a mis compañeros exponentes, el Prof. Cándido del Brasil, el Prof. Pérez

PANEL 3

LA PROMOCIÓN Y GARANTÍA DE LOS DERECHOS HUMANOS EN EL MARCO

DE LA DIPLOMACIA MODERNA

Dr. Oscar Buenabentura LLanes

De nacionalidad paraguaya, embajador extraordinario y plenipotenciario de la República del Paraguay ante el gobierno de Costa Rica.

Posee el título de Doctor en Derecho Público, otorgado por la Facultad Nacional de Derecho de la Universidad de Brasil.

Posee doctorado en Ciencias Jurídicas, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, otorgado por la Universidad Nacional de Asunción.

Profesor de la Universidad del Distrito Federal y Centro de Estudios Universitarios de Brasilia y Universidad Nacional Autónoma de México, entre otras universidades.

Ejerció el periodismo en diversos medios de nuestro país. Autor de diversas obras de su especialidad, publicadas en Paraguay, Brasil,

México, Centro América y Portugal. Distinguido en 1996 por la República Federativa del Brasil y admitido en la

Orden de Río Branco en el Grado de Comendador.

Buenos días. Estoy profundamente emocionado, pues en toda mi carrera de funcionario público es la primera vez que estoy en este pódium. Esto me compromete y honra y agradezco por la oportunidad que me da la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en especial, creo que es más por la amistad que me ofrece que por méritos propios, y le retribuyo con creces al Dr. Resck, así como a mis compañeros exponentes, el Prof. Cándido del Brasil, el Prof. Pérez

PANEL 3

LA PROMOCIÓN Y GARANTÍA DE LOS DERECHOS HUMANOS EN EL MARCO

DE LA DIPLOMACIA MODERNA

Dr. Oscar Buenabentura LLanes

De nacionalidad paraguaya, embajador extraordinario y plenipotenciario de la República del Paraguay ante el gobierno de Costa Rica.

Posee el título de Doctor en Derecho Público, otorgado por la Facultad Nacional de Derecho de la Universidad de Brasil.

Posee doctorado en Ciencias Jurídicas, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, otorgado por la Universidad Nacional de Asunción.

Profesor de la Universidad del Distrito Federal y Centro de Estudios Universitarios de Brasilia y Universidad Nacional Autónoma de México, entre otras universidades.

Ejerció el periodismo en diversos medios de nuestro país. Autor de diversas obras de su especialidad, publicadas en Paraguay, Brasil,

México, Centro América y Portugal. Distinguido en 1996 por la República Federativa del Brasil y admitido en la

Orden de Río Branco en el Grado de Comendador.

Buenos días. Estoy profundamente emocionado, pues en toda mi carrera de funcionario público es la primera vez que estoy en este pódium. Esto me compromete y honra y agradezco por la oportunidad que me da la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en especial, creo que es más por la amistad que me ofrece que por méritos propios, y le retribuyo con creces al Dr. Resck, así como a mis compañeros exponentes, el Prof. Cándido del Brasil, el Prof. Pérez

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de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, hombre respetable y honorable.

Queridos amigos, veo rostros muy queridos, veo rostros que son parte de mi memoria estudiantil, de mi memoria familiar y de mi memoria profesional; muchísimas gracias a todos ustedes por permitirme estar aquí y disfrutar de este momento, porque quien más disfruta soy yo.

Así también quería hacerle un comentario muy especial y agradecer al Instituto Nacional de Aprendizaje de Costa Rica, que envió un técnico para transmitir este evento en directo por internet a todo el mundo. Se encuentra aquí, el Sr. Henry Mendoza, a quien agradezco y pido un fuerte aplauso, y al Instituto Nacional de Aprendizaje que no escatimó esfuerzo para que él esté presente aquí con nosotros; es un premio, porque son cortesías muy difíciles de pagar, y viene con el ánimo de disfrutar de nuestra cordialidad.

Mi ponencia es sobre “la promoción y garantía de los Derechos Humanos en el marco de la Diplomacia Moderna”. La diplomacia contemporánea, en la esfera Interamericana, reconoce como derecho inalienable los Derechos Humanos, así como el Derecho Internacional Público, que reconoce bajo la visión de principios, las reglas jurídicas de la interpretación, y estos principios reconocidos universalmente, como principio de interpretación de las normas, principio de sentido nacional y ordinario, principio de integración, principio de efecto útil, principio del recurso de la práctica subsiguiente y principio de la contemporaneidad.

Estos seis principios que llamaríamos clásicos, pues obran en toda la doctrina existente sobre Derechos Humanos, en el criterio personal vamos a dividir este coloquio entre amigos en seis ejes centrales, que iremos tratando por unidad temática sin querer abusar de la paciencia y el heroísmo de todos.

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Derechos Humanos individuales; la experiencia práctica de la política inter-universal, considera que no es suficiente el reconocimiento de los derechos individuales, en las cartas constitucionales de los Estados; si fuera así, los individuos de esa nacionalidad estarían sujetos a las apreciaciones del Estado donde se encuentran los cuestionamientos y la observancia de estos derechos.

Las de razones que la norma internacional que regula estos principios, se encuentre por encima de las leyes nacionales, de que no estén sujetos a la voluntad del Estado nacional, los derechos y obligaciones de los individuos, y de que además esa misma ley internacional, prevea la creación de órganos de protección especializados.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, encargadas de investigar y adoptar decisiones imparciales y eficaces, en los casos que se discuta la observancia de aquellos incuestionables derechos, siguiendo siempre a doctrinadores paraguayos que se citan en muchos materiales, como es el Sr. Rodolfo Aseretto y Elodia Almirón, compatriotas muy queridos.

Reconocemos que el paso histórico de esta noble figura jurídica de los Derechos Humanos, en la conferencia de México en el bello Palacio de Chapultepec en 1945, sobre problemas de la guerra y de la paz, fue donde por primera vez se trató la necesidad de establecer un sistema de protección de los Derechos Humanos. Esa Conferencia en México, concluyó con la Conferencia Nº 15 proclamada de adhesión de todas las repúblicas americanas, que recomendaron que esa simple declaración se conformara y se transformara en Convención, cuya finalidad era de institucionalizar definitivamente la protección internacional de los Derechos Humanos.

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En la Conferencia Internacional Interamericana de Bogotá –Colombia– desde que se consagraron los Derechos Humanos como figura jurídica. Sin embargo, su protección fue escasamente analizada. La particularidad de esta Conferencia fue que también aprobó la Carta Interamericana de Garantías Civiles-Sociales, donde se establece que el Estado respetará los derechos de la persona humana y los principios de la moral universal, agregando otros conceptos que hacen referencia a otras normas económicas sociales y culturales, sobre las cuales los Estados tienen la obligación de asegurar, proteger y cumplir, en cuanto constituyen derechos económicos y sociales de los individuos.

El concepto jurídico de Derechos Humanos, se sitúa en la cima del ordenamiento jurídico Internacional, considerado como fundamento de la actuación de la sociedad internacional; los Derechos Humanos se consideran derechos fundamentales porque constituyen el elemento indeclinable de la persona humana, esencia misma del ser, pues la expansión de los derechos fundamentales de las personas por todo el mundo, la ha consagrado definitivamente, teniendo por base normativas de carácter universal.

Nos preguntamos ¿cuáles son los principios y características? Y las vamos señalando en ese orden: la universalidad, la inviolabilidad, la interdependencia, la imprescriptibilidad, la extraterritorialidad y la individualidad. En este primer eje central encontramos que la persona humana como individuo es el centro de la preocupación de la sociedad y del Estado, reconociendo los derechos esenciales de la persona humana, independientemente de nacionalidad y/o del vínculo del sujeto con un Estado.

El fundamento central, es el de poseer atributos de la persona humana, o sea, que están bajo la jurisdicción de un Estado por donde se encuentre ese ser humano, pues no se requiere ser nacional del Estado donde esa persona está localizada.

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En consecuencia, los Estados partes asumieron la doble obligación de reconocer y respetar los derechos y libertades, por un lado, y; por otro, garantizar su libre y pleno ejercicio. Cabe recordar que existen recomendaciones por las que los Estados partes se comprometieron a adoptar medidas legislativas nacionales, que garanticen los derechos y libertades, consagradas en la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Deduciendo así, que el Estado no puede contradecir la norma internacional, por una legislación interna, anterior y posterior a la citada Convención, debiendo instaurar o modificar para que las normas tengan coordinación, consonancia y concordancia.

Corresponde analizar con detenimiento una salida política a una norma racional; el deber de los Estados, es respetar los derechos y libertades, que solo están limitados, en caso de guerra, peligro público o en caso de emergencia, que amenace la independencia o seguridad del Estado parte, siempre que la suspensión no genere discriminación.

La libertad de expresión; existen conceptos mediáticos superficiales que distorsionan el conocimiento exacto de los vocablos; libertad de expresión, en la doctrina jurídica y política. Libertad de expresión significa que es una figura enclavada en los Derechos Humanos, legítimos, por ser el reconocimiento que los Estados deben proteger y aplicar, porque es esencia misma de la persona humana, el ejercicio de su opción personal, opción preferencial; ella determina la personalidad del sujeto. A eso llamamos libertad de expresión.

Cabe citar, como ejemplo, en las distintas opciones que la persona realiza para definir su personalidad, ser nacional de este o aquel Estado; ser parte de este o aquel partido político; definir su preferencia sexual como opción de madurez del sujeto; el estado civil, profesión; opción laboral y otros. A eso

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llamamos libertad de expresión que normalmente se confunde con libertad de opinión. Son dos vocablos muy diferentes.

Ciudadanía; el estudio de la ciudadanía se encuentra en el capítulo de las nacionalidades. Todo ser humano tiene derecho a una nacionalidad, y nada más que una, dice la Convención de la Declaración en su Artículo No.14, y nada más que una. Por lo tanto, la doble nacionalidad es una ficción jurídica, la ciudadanía corresponde a la capacidad jurídica de ejercer derechos políticos, elegir y ser elegido, por ejemplo, un menor, será nacional, pero no será ciudadano. Así las nacionalidades presentan dos sentidos opuestos, pero no son conflictuantes, ellas se integran en el marco de un aspecto sociológico y un aspecto jurídico.

El aspecto sociológico, en la formación histórica de nacionalidades, el campo social ejerce una función preponderante, pues aquí tenemos la sociedad unificada y monolítica de individuos entrelazados por el idioma, la sangre y la fe, que los autores alemanes sustentan como esencial para la formación de una nación; así como la protección y el amparo de los derechos individuales, contrario a la doctrina francesa que resalta el elemento psicológico del querer vivir en común; la corriente italiana concilia estas dos doctrinas, a la que nosotros los paraguayos nos adherimos, ya que los aspectos psicológicos y orígenes comunes, fortalecen y unifican una nación.

Aspecto jurídico; este aspecto por la formación personal y diplomática del suscripto, la más importante; se da el hecho de un individuo de poseer varias nacionalidades, reconocido como potencialmente posible, por ciertas constituciones y tradición jurídica, que reconocen el ius sanguinis y el ius soli y la capacidad de optar por un Estado. Este concepto nos lleva a afirmar sin recelo, que en cuanto a la nacionalidad, debe ser una, por ser el vínculo de un sujeto con el Estado y sólo la presentación o exhibición de una nacionalidad, aunque sea portadora de otras potencialmente.

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Movilidad social, cultural y étnica, en este tiempo de desplazamientos y la incesante búsqueda de mejores condiciones de vida personal y familiar. Me remito a un escritor mexicano, Carlos Fuentes, en su obra “Los 5 Soles de México”, donde se enumera el ciclo de las civilizaciones, y en este tiempo, se vive el quinto ciclo, el ciclo de las movilizaciones; las cuatros anteriores son, tierra, mar, fuego y aire.

Los Estados, en su afán de proteger sus legítimos intereses elaboran y promulgan leyes que limitan en forma terrible el acceso a su territorio. Leyes vergonzantes para cualquier criterio de racionalidad, como las nuevas leyes en los Estados Unidos de gran difusión en los medios, la propia Unión Europea donde con el criterio selectivo, se violan sistemáticamente los Derechos Humanos.

Es interesante, por lo tanto, que nuestros nacionales se informen correctamente del sistema migratorio de estos Estados para evitar humillaciones de toda clase y la extraña sensación de sentirse delincuente por anticipación.

Relaciones internacionales; esta disciplina se ha vuelto como eje central en los intercambios de emociones e intereses, cuando las personas por un motivo, tengan que desplazarse de su lugar de origen y necesitan de los instrumentos jurídicos adecuados para tal fin. Las antipáticas visas, quiero recalcar, las antipáticas visas existentes en los distintos continentes y el ejercicio diplomático se torna un problema, para la defensa y protección de los nacionales; cuando esta situación se presenta, se debe utilizar el ingenio y la creatividad para impedir que se violen los derechos elementales y se pisoteen dignidades, lo que se ha vuelto tan común en los aeropuertos y zonas fronterizas del mundo entero. También la aparición de sujetos que se aprovechan de la debilidad y de la vulnerabilidad de sus semejantes, víctimas de la explotación de individuos carentes de toda vergüenza.

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Los irregulares; llamo irregulares, no llamo indocumentados, son simplemente irregulares, es una figura jurídica de contravención, es una falta administrativa; no son delincuentes, personalmente tengo profundo respeto por el inmigrante, pues deja tras de sí toda su historia personal y familiar, su vida en una geografía que le habla al oído y le acaricia el alma; olvidar su idioma, arrinconar sus creencias, sustituir aromas y gustos para adoptar una patria nueva, con todos sus vicios y sus debilidades, y por qué no decir, sus noblezas; el inmigrante debe recibir el calor, como forastero debe ser bienvenido, sin armas y con una sola voluntad, integrarse a la patria que le recibe en bienaventuranza.

Tengo dos propuestas a formular: la primera una propuesta de la apertura, la creación, la instauración de un Tribunal de Primera Instancia de Derechos Humanos; los acontecimientos internacionales que se suceden a diario, nos llenan de estupor, pasmo, miedo, y hasta sin querer, de indiferencia. Este estado psíquico se ha vuelto normal en todas las sociedades civilizadas o no. En las comunidades tribales los sucesos tienen otra connotación, dependiendo de la costumbre que le es propia y es ajena a la información que es escasa en su círculo.

Los órganos representativos multilaterales, sean universales o regionales como Naciones Unidas u OEA, deberían promocionar entre sus miembros, la instauración de Tribunales de Derechos Humanos, como una dependencia propia para tratar de estos temas específicos, con celeridad y prontitud, que es el deseo natural de quien invoca un derecho violado en cualquiera de las formas sucedidas, sea como daños físicos, morales o patrimoniales; cuando la víctima del agravio postula un legítimo derecho y el Estado, en su lento caminar por encrucijadas burocráticas, hace más dificultosa la acción, se evaporan las pruebas y el impacto del hecho ya no tiene la misma impresión y efecto, debilita y se torna endeble y frágil, frágil la sanción, por la

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generalmente grave acción demandada y, por otro lado, la disminuida situación del demandante.

Por la ligera enumeración señalada, la doctrina debería intervenir más, promover, exigir más; es hora de que se instale un Tribunal de Primera Instancia en Derechos Humanos, en forma Jurisdiccional, con recursos humanos calificados, con especialistas que accedan a la magistratura con solvencia, con seguridad jurídica, independiente de factores políticos; que el filtro para el ingreso al Poder Judicial en un Tribunal de tanta importancia, sea difícil su acceso, pero tendrá seguro el ejercicio de su profesión, criteriosa elección, concurso de méritos y actitudes, distante de los partidos políticos, que generalmente acaban con otros intereses, que no son necesariamente jurídicos como deberían ser, y el ejercicio de la función sea permanente hasta el día de la jubilación, como Magistrado, salvo que el mismo cometa hechos que desabonen la honorabilidad, la transparencia y la pulcritud.

Pues los Derechos Humanos necesitan de responsables por su vigilancia, de jueces probos, con sólida formación académica, de trayectoria profesional intachable y una conducta personal sin mancha; convoco a los académicos y a los líderes políticos a adherirse a estas reflexiones, para ir sumando, formar una corriente que se transforme con el tiempo no muy lejano, en realidad, como en un órgano judicial de Primera Instancia, primer socorro para las víctimas, generalmente en estado de desamparo y carente de toda protección, que tenga la inmediatez necesaria para la solución y no como remedio para el afligido, el portador de una injusticia que dilacera su alma y su ser como persona, sujeto de derecho.

Creo que los miembros de un poder del Estado, el legislativo específicamente, deberían asumir la paternidad de esta propuesta, pues no podemos tratar Derechos Humanos como un pagaré o cualquier otra figura

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jurídica incompatible con la esencia del ser humano, con dignidad y respetabilidad.

Quiero hacer una última propuesta, pero ésta es más una propuesta social que jurídica, que contempla un Derecho Humano elemental, la tranquilidad en el ejercicio de la profesión.

En un tiempo en que el conocimiento es el arma principal de la revolución moderna, la sociedad como un todo, el Estado como gestor, las instituciones que gozan de sus beneficios y explotan la necesidad de los docentes, hicieron que la actividad laboral del docente se convierta en una tarea marginal, llevando la figura del maestro a un desprecio social y disminución en el concepto del desarrollo social. Pobrecito, es un maestro, la actividad del docente se ha convertido en una función que lastima y molesta, pero el valor, la imperiosa necesidad de reconocer la importancia de un maestro bien remunerado y feliz, y no, como en todos los cuadrantes del mundo, el presupuesto más bajo se destina a la educación.

Llevando esta situación al desánimo, al desinterés, a la desidia y al poco caso para quien entrega su vocación y su destino a esta función tan relevante, es importante la formación de seres humanos con honradez, probidad y patriotismo, es hora de reconocer los Derechos Humanos inalienables, irrenunciables de los maestros, por su verdadera dignificación que es una deuda de siglos, como ya registrara el poeta del pueblo Don Teodoro S. Mongelós en su obra: Che Mbo'e harepe.

Muchas gracias.

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APLICACIÓN DIRECTA Y PREVALENTE DE LAS NORMAS

INTERNACIONALES SOBRE DERECHOS HUMANOS

Dr. Alberto Pérez Pérez

De nacionalidad uruguaya. Máster en Derecho Comparado por Universidad de Columbia, Estados

Unidos. Doctor en Derecho y Ciencias Sociales por la Universidad de la República de

Montevideo - Uruguay. Fue funcionario de las Naciones Unidas y de la República del Uruguay. Catedrático de diversas universidades del MERCOSUR. Posee escritos libros y otras publicaciones independientes. Actualmente es juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos,

elegido en junio de 2009 hasta el año 2015.

Buenos días. Un Paraguayo jamás será extranjero en el Uruguay y un uruguayo nunca puede sentirse extranjero en Paraguay. Eso no es solo por los conceptos generales que comparto de la ciudadanía latinoamericana, de la patria de la humanidad, es porque entre nuestros pueblos hay vínculos que vienen desde el origen mismo de nuestras nacionalidades, desde antes que se formaran como tales, desde el tiempo de nuestro máximo héroe, el General Artigas, que ya tuvo y manifestó su hermandad de ideales con los independentistas paraguayos desde 1811, que encontró en el Paraguay su segunda patria, cuya bandera tenía los tres colores de la bandera paraguaya y que, además, entrando a temas más prácticos y más concretos, defendió como ha defendido y consagra en su constitución, el Paraguay, la libre navegación de los ríos.

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Dr. Alberto Pérez Pérez

De nacionalidad uruguaya. Máster en Derecho Comparado por Universidad de Columbia, Estados

Unidos. Doctor en Derecho y Ciencias Sociales por la Universidad de la República de

Montevideo - Uruguay. Fue funcionario de las Naciones Unidas y de la República del Uruguay. Catedrático de diversas universidades del MERCOSUR. Posee escritos libros y otras publicaciones independientes. Actualmente es juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos,

elegido en junio de 2009 hasta el año 2015.

Buenos días. Un Paraguayo jamás será extranjero en el Uruguay y un uruguayo nunca puede sentirse extranjero en Paraguay. Eso no es solo por los conceptos generales que comparto de la ciudadanía latinoamericana, de la patria de la humanidad, es porque entre nuestros pueblos hay vínculos que vienen desde el origen mismo de nuestras nacionalidades, desde antes que se formaran como tales, desde el tiempo de nuestro máximo héroe, el General Artigas, que ya tuvo y manifestó su hermandad de ideales con los independentistas paraguayos desde 1811, que encontró en el Paraguay su segunda patria, cuya bandera tenía los tres colores de la bandera paraguaya y que, además, entrando a temas más prácticos y más concretos, defendió como ha defendido y consagra en su constitución, el Paraguay, la libre navegación de los ríos.

APLICACIÓN DIRECTA Y PREVALENTE DE LAS NORMAS

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Dr. Alberto Pérez Pérez

De nacionalidad uruguaya. Máster en Derecho Comparado por Universidad de Columbia, Estados

Unidos. Doctor en Derecho y Ciencias Sociales por la Universidad de la República de

Montevideo - Uruguay. Fue funcionario de las Naciones Unidas y de la República del Uruguay. Catedrático de diversas universidades del MERCOSUR. Posee escritos libros y otras publicaciones independientes. Actualmente es juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos,

elegido en junio de 2009 hasta el año 2015.

Buenos días. Un Paraguayo jamás será extranjero en el Uruguay y un uruguayo nunca puede sentirse extranjero en Paraguay. Eso no es solo por los conceptos generales que comparto de la ciudadanía latinoamericana, de la patria de la humanidad, es porque entre nuestros pueblos hay vínculos que vienen desde el origen mismo de nuestras nacionalidades, desde antes que se formaran como tales, desde el tiempo de nuestro máximo héroe, el General Artigas, que ya tuvo y manifestó su hermandad de ideales con los independentistas paraguayos desde 1811, que encontró en el Paraguay su segunda patria, cuya bandera tenía los tres colores de la bandera paraguaya y que, además, entrando a temas más prácticos y más concretos, defendió como ha defendido y consagra en su constitución, el Paraguay, la libre navegación de los ríos.

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Quiero aclararles, aunque ya se lo han dicho, que les habla un juez, para mí profesión nueva, estoy en mi segundo año de esta materia. Mi profesión y mi vocación son la enseñanza, la docencia y la sigo, y decirles que les habla un juez quiere decir que hay algunos temas de los que no les voy a poder hablar; ustedes han tenido oradores que han desarrollado aspectos que la circunspección que debe tener un juez, y que estoy aprendiendo a tener, impide que nosotros desarrollemos.

Por otro lado, en la ponencia mía que se refiere a lo que hemos llamado “aplicación directa y prevalente de las normas internacionales sobre Derechos Humanos”, voy a tratar de señalar en particular los aportes específicos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, desde sus textos fundacionales hasta lo que es su práctica y su jurisprudencia incluso más reciente.

En particular hoy vamos a estudiar o vamos a referirnos al concepto de control de convencionalidad, y vamos a hacer de paso algunas referencias cuando tratemos esto desde el punto de vista del derecho interno, al concepto del llamado “bloque de constitucionalidad”.

Comenzando con un planteo general del tema, una de las exigencias del siglo XXI en materia de Derechos Humanos, tema general de este Congreso, consiste en asegurar que las normas que reconocen los derechos fundamentales de los seres humanos de carne y hueso, de las personas reales, no queden como letra muerta, sino que formen parte viviente y efectiva del ordenamiento jurídico aplicable a esos seres humanos de carne y hueso.

El problema que tenemos que resolver es que las normas más importantes del derecho contemporáneo de los Derechos Humanos, son normas de fuente internacional, de derecho internacional, pero los seres humanos de carne y hueso, las personas reales vivimos todos dentro de Estados y estamos sujetos al poder de un Estado, y cada Estado tiene a su vez su propio

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ordenamiento interno. Entonces, lo que se está acá ahora analizando, es cómo conseguir, cómo asegurar que las normas internacionales sobre estos Derechos Humanos beneficien y protejan efectivamente a los seres humanos de carne y hueso.

Para ello es imprescindible que esas normas se encuadren directamente dentro de cada Estado y que tengan aplicación directa, y que esas normas prevalezcan sobre cualquier norma interna que pretenda decir lo contrario. Es decir, tengan aplicación prevalente, y por eso hemos hablado de aplicación directa y prevalente.

Esa aplicación directa y prevalente, la podemos fundar en argumentos que hemos dividido en tres órdenes fundamentales: primer nivel, podemos llamar de sentido común, otros son de derecho internacional, ya sea en general o de los Derechos Humanos, otros son de derechos internos. El mero sentido común lleva a pensar casi intuitivamente que, si en un tratado internacional se han consagrado para los seres humanos derechos y se ha establecido para los Estados la obligación de respetarlos y hacerlos efectivos, eso quiere significan que esas normas deben aplicarse en el ámbito interno de cada Estado de una manera prevalente.

Si no fuera así, se estaría negando todo efecto práctico para los tratados internacionales sobre Derechos Humanos, porque bastaría que un Estado, que quisiera violar las normas internacionales de Derechos Humanos lo hiciera dándole la forma o el nombre de ley o de constitución y, entonces, pretendería estar sustrayéndose a la obligación que ha asumido libre y voluntariamente, al hacerse parte en un tratado. Esa consecuencia es absurda, es contradictoria con la esencia misma de los tratados sobre Derechos Humanos, y por lo tanto, el solo sentido común nos indica ya que habiendo un tratado internacional sobre Derechos Humanos, sus normas deben aplicarse dentro de cada Estado y deben prevalecer sobre las normas internas de ese Estado.

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Segundo nivel, el del nivel del derecho internacional. El Derecho Internacional resuelve de una manera clara, terminante, sin dudas, indiscutida, el tema de la precedencia. Si es un derecho como es un sistema jurídico, como lo es sin ninguna duda, sus normas obligan a los que integran la comunidad para la que va a regir ese derecho internacional, la comunidad de los Estados básicamente y, por lo tanto, en derecho internacional positivo, por ejemplo, la Convención de Viena, sobre derecho de los tratados, lo dice con toda claridad. En jurisprudencia, en la práctica de los Estados, el reconocimiento de la superioridad del derecho internacional es absolutamente claro. Nadie lo duda en esa materia y, además, hay también claridad, no en el derecho internacional en general, sino en el derecho internacional de los Derechos Humanos.

Una serie de normas y principios que vamos a ver en la parte final de esta charla, son propios y reafirman de una manera también indiscutible esa aplicación directa y prevalente del derecho internacional de los Derechos Humanos con respecto al derecho interno de cada uno de los Estados.

Algunos de los problemas principales surgen aquí en lo que es el derecho interno de los distintos Estados, donde, si bien admiten que de fronteras para afuera es válido lo que le estamos diciendo, hay unos cuantos que de fronteras para adentro dicen: “aquí rigen nuestros derechos”. Si hay algún conflicto con las normas internacionales, lo resolveremos en el ámbito internacional. Nos dirán que hemos violado el derecho internacional, pero dentro de este Estado no se aplican las normas de derecho internacional, a menos que haya un acto explícito, expreso, concreto de cada uno de esos Estados que tienen esa posición, que transformen la norma internacional en norma de derecho interno; es lo que en la doctrina jurídica se conoce como la posición dualista, en materia de relaciones entre relaciones internacionales y el derecho interno. Dos ordenamientos separados, uno rige las relaciones internacionales, otro rige dentro de cada Estado.

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Otros Estados han tomado posiciones de las que se suelen llamar monistas, unidad, comunicabilidad entre los dos ordenamientos jurídicos, aunque aparecen diferencias en cuanto a saber si la norma internacional, que desde este punto de vista, se considera directamente aplicable, dentro de cada Estado, tiene una jerarquía igual o superior a la de la ley, igual o superior a la de la constitución. Eso es un punto que tenemos que ver cómo se resuelve en las prácticas y las constituciones de los Estados.

Un fenómeno relativamente reciente del derecho constitucional, digo relativamente reciente, aunque tiene sus comienzos después de la primera guerra mundial y, fue desarrollado posteriormente en constituciones de la segunda pos guerra mundial y, luego, en constituciones más modernas, es el de incluir en las constituciones mismas, exposiciones que nos indican cuál es la situación de las normas internacionales, de todas ellas o de algunas, o discriminando, según sean de origen convencional o no. O, y esto es lo que ocurre en las constituciones más recientes, según sean de Derechos Humanos o sobre Derechos Humanos o sobre otras materias. Por ejemplo, la constitución Argentina, la constitución de España, la constitución del Paraguay, que no tengo por qué recordarles a la mayoría de los presentes acá, establece sí la aplicación directa de la normativa internacional, aunque establece un orden de precedencia determinado en el cual la constitución es la norma suprema. Entonces, la mayoría de los problemas en esta materia están resueltos con estas normas, a menos que los conflictos se planteen con la constitución, porque si se plantean con la constitución, no ha ocurrido ni va a ocurrir en el Paraguay, pero ocurrió en algunos momentos, por ejemplo de la historia del Perú, cuando buscó reformar y reformó posteriormente, creo, a pesar de lo que dijo la Corte Interamericana de Derechos Humanos en su momento.

La Constitución del Perú, que sólo admitía la pena de muerte para los casos de traición a la patria en tiempos de guerra, pasó a incluir otros casos en

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que también sería aplicable la pena de muerte, a pesar de que la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica, el tratado fundacional de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que integro en la actualidad.

Dice que, en los países que no hayan abolido la pena de muerte, no se podrá aplicar a otros delitos a los que no fuera aplicable en los momentos en que un Estado se convierte en parte, y hay una clara violación de normas internacionales por una norma interna de grado constitucional.

Hay muchos países en el mundo que no han dicho nada en sus constituciones y el tema habrá que resolverlo, de acuerdo con la doctrina, con los principios jurídicos aplicables. En fin, otros temas, por ejemplo, mi país el Uruguay tiene una situación peculiar, porque, a pesar de algunos intentos que hace unos años hicimos algunos, no tiene ninguna norma que podamos llamar moderna sobre este tema, y sobre todo ninguna norma que encare en particular la situación de los tratados sobre Derechos Humanos. Pero tiene una norma vieja, la mayor parte de su contenido viene de nuestra primera constitución que es del año 1830, que tuvo alguna modificación posterior, aunque ya bastante antigua a esta altura e indirectamente da bases para resolver el problema que estábamos mencionando. Es una norma que atribuye competencia originaria, jurisdicción originaria, exclusiva a la Suprema Corte de Justicia, para entre otras cosas entender en las causas relativas a tratados, para entender en los delitos contra el derecho de gentes, y para entender en las causas de los diplomáticos en los casos previstos por el derecho internacional.

Entonces, analizando esa norma, que en realidad nunca se ha aplicado, nunca se ha invocado expresamente para referirse a este tema, pero yo hace algún tiempo, tengo muchos años y esos años la mayoría los he dedicado al estudio del derecho, y a medida que uno va estudiando y enseñando, enseña y aprende, he aprendido a cambiar algunos aspectos de la interpretación, he

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encontrado que si allí se nos dice como con toda naturalidad que nuestra Suprema Corte es competente para entender en los casos de juzgar para los que hayan cometido delitos contra derecho de gentes, que era el nombre antiguo del derecho internacional, está queriendo decir que esos tribunales van a tener que aplicar directamente las normas de derechos de gentes o sea de derecho internacional que tipificaban como delitos allá por el año 1830, la piratería y la trata de esclavos.

Actualmente, tenemos otro elenco de delitos, con otra serie de referencias, tenemos la Corte Penal Internacional, y a ésa no la metemos aquí, que también reconoce la aplicabilidad directa del derecho internacional, cuando nos dice que la Suprema Corte entiende en las causas de los diplomáticos acreditados en la república, en los casos previstos en el derecho internacional, en el momento en que esa norma se escribió, quería decir, el derecho internacional consuetudinario, porque no teníamos todavía la Convención de Viena sobre el estatuto de relaciones diplomáticas.

Incluso se aplicó como derecho consuetudinario en causa allá por los años 40, cuando algunos diplomáticos franceses, quienes habían depositado fondos en un banco que quebró, y nuestra jurisprudencia entendió que esos casos debían quedar eximidos de la jurisdicción interna. Se aplicó allí, se devolvieron los fondos, nos devolvieron la luz, etc. Esto significa aplicación directa, pero aplicación prevalente. Fíjense, en el derecho uruguayo lo podemos encontrar, a través de las disposiciones que hablan de cuestiones relativas a tratados. Es una disposición cuyo origen lo encontramos en la constitución Federal de los Estados Unidos de América, donde son competencia del Poder Judicial Federal todos aquellos casos que surjan en relación con tratados internacionales, Poder Judicial Federal en general, no Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos de América, que ya sería otra cosa, que sí tiene

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competencia exclusiva cuando se trata de causas de embajadores o diplomáticos.

Entonces esa disposición, que creo que no tomó otras de las constituciones pro-fundacionales de nuestra república a principios del siglo XIX, pero que en la constitución uruguaya se ha mantenido desde entonces, no puede querer decir lo mismo que en los Estados Unidos, donde tiene un sentido en un Estado Federal, quiere decir cuando hay un tratado, ese tratado no va a ser aplicado e interpretado, por lo que en el inicio eran 14 Poderes Judiciales distintos, los de los tres Estados fundadores y la Unión, y ahora serían los 50 Estados y la Unión.

Tiene que haber una sola competencia de aplicación; si en el Uruguay dijéramos eso, resultarían que todo lo que está en un tratado es de competencia de la Suprema Corte de Justicia, y significaría que todo el derecho laboral, a través de los convenios internacionales del trabajo, sería competencia de la Suprema Corte de Justicia; si yo sostuviera esta interpretación, los miembros de nuestra Suprema Corte de Justicia buscarían la manera de privarme del uso de la palabra, para que no los recargáramos de trabajo inútilmente y estuviéramos suprimiendo los juzgados laborales, yo creo que eso quiere decir que en el Uruguay las cuestiones que se refieren al tratado mismo, donde la materia de la contienda es el propio tratado, existencia, validez y eficacia, son de competencia originaria y exclusiva de la Suprema Corte de Justicia, y entonces, el llamado control de convencionalidad al que vamos a aludir, dentro de un rato, va a estar cometido en el Uruguay, a la Suprema Corte de Justicia.

La práctica uruguaya consiste en que efectivamente los tratados internacionales se aplican internamente de forma directa. Nadie discute, hace por lo menos sesenta años, incluso desde antes que yo entrara a la facultad de derecho como estudiante, nadie discute que esos tratados se aplican directamente, y el tema que a veces se ha discutido, es el de con qué jerarquía o

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con qué nivel se están aplicando. En jurisprudencia reciente, incluso sobre Derechos Humanos, nuestra Suprema Corte de Justicia ha considerado que las normas internacionales sobre Derechos Humanos pueden considerarse o forman parte integrante de la constitución uruguaya, a través de la referencia importantísima que contiene el Art. Nº 72, de nuestra constitución a los Derechos inherentes a la personalidad humana o que se derivan de la forma republicana de gobierno, derechos que no importa que no estén enumerados o mencionados expresamente en la constitución, igual existen e igual rigen a través de ésos.

Ahora observemos que, con esta posición, con la posición de la mayoría de los Estados que han adoptado en la constitución el criterio de referirse a la aplicabilidad directa de los tratados y que incluso les han dado jerarquía constitucional, resolvemos la casi totalidad, la enorme mayoría de los problemas que tenemos que resolver acá, pero no resolvemos el problema de un eventual conflicto, entre un tratado y una norma constitucional posterior, que si decimos que forma parte de la constitución, eso no podemos decir que está por encima de la constitución; la propia Reforma Constitucional Argentina del año 1.994, cuando dio jerarquía constitucional a los grandes instrumentos internacionales sobre Derechos Humanos, lo hizo diciendo que con eso no se deroga ninguna de las disposiciones de la propia constitución y algunas otras salvedades.

Quiere decir que aquí estaríamos aplicando una noción de la que no voy a decir nada más que el nombre, porque si no, nos llevaría a tener varias charlas como ésta, para poder acercarnos al concepto, lo que se suele llamar corrientemente ahora, el bloque de constitucionalidad, que es muchas veces más un nombre que un concepto, pero que lo que nos está diciendo es que hay normas que no están escritas en la constitución, pero que también tienen jerarquía y valor constitucional, en el tema que estamos estudiando acá, no nos

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alcanza con que sea un bloque de constitucionalidad, tendríamos que llamar un bloque de supra-legalidad, de normas internacionales que se imponen a los Estados de todas maneras.

Llegando a la parte final de la charla, pero no tan breve como alguno puede imaginar, el tema de la aplicación prevalente de las normas internacionales de Derechos Humanos, ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Primero que nada, tenemos que referirnos a los propios textos fundamentales o fundacionales, al Pacto de San José de Costa Rica; los Art. 1.1 y 2 dicen, con toda claridad, que: “Los Estados se comprometen a proteger y a hacer efectivos los Derechos Humanos, y que si internamente faltan normas que sean necesarias para ello, que se comprometen a dictar y aplicar las normas que sean necesarias”.

Algunos pueden pensar que esto quiere decir que, si no se dictan las normas legislativas necesarias, no habrá una aplicabilidad directa de las normas internacionales sobre Derechos Humanos; pero la propia redacción de ese Art. N°.2, nos va diciendo que no, y sobre todo hay en la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica, otra disposición, que es muy importante para la interpretación de ésta, la llamada “Cláusula Federal”, que dice que: “En los Estados Federales las disposiciones de la convención, se aplicarán directamente o se aplicarán de un mismo modo que los demás”. No usa la palabra directamente, a todos los asuntos que son de competencia del propio Estado Central, de la Unión o del Estado Federal. En cambio, si se trata de temas de competencia de los Estados miembros, el Pacto de San José, lo que establece es la obligación de las autoridades federales centrales, de someter el tema a las autoridades de cada Estado miembro, para que adopte las medidas correspondientes.

Si eso es distinto de la aplicación normal de la convención al Estado Federal, nos está diciendo al mismo tiempo, que en el caso general del propio

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Estado Federal o de los Estados que no son federales, la aplicación de las normas es directa, que no hay una obligación de crear normas para que puedan aplicarse, Art. N° 2, el otro es del Art. N° 28, para que se hagan efectivos esos derechos fundamentales.

Tenemos también una norma muy importante en el Art. Nº 68.2 de la Convención Americana, el Pacto de San José, que es el que se refiere a la ejecutabilidad interna, dentro de los Estados, de las sentencias que dicte la Corte Interamericana, la parte del fallo que disponga indemnización compensatoria, se podrá ejecutar en el respectivo país por el procedimiento interno vigente para la ejecución de sentencias contra el Estado.

Lo dice solo para ese caso, pero no es un punto donde podemos usar una interpretación a contrario sensu, es decir, el resto de la sentencia de la Corte, que obviamente aplica el Pacto de San José no se puede ejecutar internamente, lo que nos dice es: allí no sabemos si hay un procedimiento pre-establecido, como sin duda hay o tiene que haber en todos los Estados, para la ejecución de sentencias que obliguen a pagar sumas de dinero y, en ese caso, en que la hay, la convención dice: eso se va a aplicar. Este es otro punto donde vemos la aplicabilidad directa.

En la jurisprudencia de la corte, este tema ha llegado a través, tanto de la jurisprudencia consultiva como de la jurisprudencia contenciosa, y en la jurisprudencia contenciosa, tanto en las sentencias de fondo, como en las sentencias o decisiones que adoptan medidas provisionales. Opiniones consultivas sobre el tema, tenemos dos fundamentales, dos seguidas, la N°13 del año 1.993 y la N° 14 del año 1.994, que resumiendo, ahí dijeron con toda claridad: los Estados tienen la obligación de aplicar las normas internamente, no pueden invocar su derecho interno en contra de ello, e incluso la segunda que se refirió a aquella modificación constitucional, entonces proyectada en Perú que les conté hace un rato, dije esa modificación no puede hacerse porque

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es contraria a la Convención Americana, obviamente era una opinión consultiva y no un fallo obligatorio, entonces no pudo aplicarse de esa manera.

En las sentencias de la Corte, competencia contenciosa de fondo, está establecido en más de una oportunidad y en términos absolutamente inequívocos, que ciertas disposiciones, como algunas leyes de amnistía por delitos de graves violaciones contra los Derechos Humanos, son manifiestamente incompatibles con la Convención Americana y, por lo tanto, carecen de efectos jurídicos y el Estado al que se refiere esa sentencia, tiene la obligación de eliminar todos los obstáculos que se oponen a la aplicación de la Convención y que puedan provenir de esa ley.

Eso lo dijo primero en algunas sentencias que hablaban de las llamadas Leyes de Auto-amnistía, las que un régimen dictatorial aprobaba antes de terminar, para regir después y librar a los responsables de ese régimen de eventuales responsabilidades posteriores; son los casos Barrios Altos de Perú, Almonacíd Arellano de Chile, por ejemplo; avanzó el año pasado un poco más con una sentencia relativa a Brasil en el caso Gómez, donde aplicó ese mismo criterio a una Ley de Auto-amnistía, que ya había sido votada después de la re-institucionalización del país, y dio el paso más trascendente todavía, en una sentencia relativa a mi país, en la que yo no pude intervenir, porque la normativa interna dice que no es así, el caso Gelman, donde incluso dijo, no importa que esa ley haya sido un objeto de Referéndum y el pueblo haya votado en contra del recurso y, por lo tanto, haya mantenido la ley.

No importa incluso que después haya habido un intento de reformar la Constitución, para declarar que esa ley era nula, y ese intento fracasó, porque aunque tuvo una enorme cantidad de votos, anduvo alrededor de 1,5% por debajo de la mitad del total de los votos emitidos, aunque hubieran sido en blanco o nulos y no votos realmente en contra, aplica esto mismo en muchas medidas provisionales que son fundamentales en la actividad de la Corte,

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porque ustedes sin duda conocen el viejo dicho, de que la justicia tarda pero llega, en el régimen de protección de los Derechos Humanos, y esto sería motivo de alguna otra charla, podemos decir al revés, la justicia llega pero tarda, llega mucho después, y si no se toman antes medidas provisionales para proteger la vida, la integridad física de muchas personas, al final llegaríamos a encontrar que no se puede resolver nada útil o no se puede hacer, ir marcha atrás lo que haya significado una muerte.

Y eso además, con estas palabras creo que voy a terminar, también en la jurisprudencia de la Corte se ha desarrollado y se aplica muy intensa y extensamente, un mecanismo de supervisión del cumplimiento de las sentencias y de las medidas provisionales, que implica no solo a los Estados le dice: usted internamente tiene que hacer esto, y le impone una serie de obligaciones muy concretas y muy importantes que van más allá de pagar sumas de dinero, que requieren muchas cosas más, sino que después vuelve a contarnos cómo lo aplicó, y si no lo aplicó, pasa vergüenza, la verdad, no podemos conseguir otra cosa, la Corte no tiene policías, no tiene alguaciles, no tiene ejército, pero tiene autoridad moral, mientras trabaje bien y así logramos la aplicación directa y prevalente de las normas internacionales sobre Derechos Humanos en el plano interno.

Muchas gracias.

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DERECHOS HUMANOS ECONÓMICOS Y SOCIALES: SU IMPORTANCIA PARA

LA JUSTICIA DE LOS ESTADOS DEMOCRÁTICOS COMO PREVENCIÓN DE LA

CRIMINALIDAD

Dr. Cándido Furtado Maia Neto

De nacionalidad brasilera. Abogado y catedrático de DDHH de Postgrado en Brasil. Experto en Derechos Humanos, Derecho Penal y Criminología. Consultor internacional de las Naciones Unidas durante 1995 y 1996. Procurador-Fiscal del Ministerio Público de Brasil. Doctor en Derecho Penitenciario y Magister en Ciencias Penales y

Criminológicas por el Instituto de Criminología Dra. Lola Aniyar de Castro, Universidad del Zulia, Venezuela.

Postdoctorado por el Instituto Vasco de Criminología, Universidad del País Vasco, en España.

Miembro de la Asociación Internacional de Derecho Penal (AIDP) Autor de libros y de diversos trabajos jurídicos publicados en revistas

especializadas en Brasil y en el exterior. Ha dictado conferencias en varios Congresos, Seminarios y Conclaves de

Derecho Penal, Criminología e Derechos Humanos, en Brasil y en el exterior (América Latina y Europa).

Buenos días. Mis saludos a los participantes de este Congreso Internacional de Derechos Humanos, en el marco del Bicentenario del Paraguay. Quisiera saludar y prestar mis mejores homenajes al Prof. Dr. Luis A. Resk, por su organización de este evento y, por su calidad de defensor de los Derechos Humanos, con reconocimiento internacional.

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Mis amigos y amigas, después de tantas exposiciones, tantas ponencias de excelencia que fueron tratados por los expertos de Derechos Humanos de ayer y de hoy, hablo específicamente de la ponencia a cargo de mi amigo el Dr. Oscar Llanes, la ponencia del Prof. de la Corte Interamericana Alberto Pérez Pérez, yo me quedo en una situación de gran dificultad, por dos motivos, porque después de tanto hablar y muy bien sobre las cuestiones de Derechos Humanos, casi nada me resta y lo más difícil es continuar hablando este portuñol. Voy a intentar por eso hacer algo bastante objetivo, bastante rápido para que no se tenga duda. Mi tema es “la importancia de los Derechos Humanos, económicos y sociales, para la prevención de la criminalidad”.

Quisiera empezar citando a un gran jurista brasilero de renombre internacional, llamado Ruy Barboza. Fue Ministro de Justicia de Brasil, jurista, pensador y filósofo. Él dijo cierta vez que todo presenció en su vida como profesional del derecho, como persona humana, y trabajador de la justicia. Afirmó que todo se resume en cinco palabras: “No hay justicia sin Dios”.

Evidentemente que cuando dijo esto, no estaba hablando de Dios, vinculado a una religión, más estaba hablando de Dios como creador de todo y de las mejores cosas que tiene la tierra. La justicia sólo se puede efectivizar a través de los deseos humanos, de los compromisos humanos con la verdad y, esos compromisos, tienen mucho que ver o están directamente vinculados a los Derechos Humanos, es decir: en la justicia de los países de todo el mundo, no adoptar o no respetar los principios de Derechos Humanos, implica que no se está haciendo justicia.

Los principios consagrados en los tratados, en los pactos de Derechos Humanos, como muchas veces fue repetido en este Congreso, tienen prevalencia universal ante toda la legislación interna de todos los países.

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Y la justicia busca la verdad. Son los hombres los que hacen la justicia, no son los computadores. Son los hombres los que tienen sentimientos y deseos. La justicia penal, acusa o condena, pero también absorbe, y en todos los códigos penales del mundo, democráticos y no democráticos, permiten incluso el perdón judicial. Todo esto para hacer repetir lo que hace mucho tiempo se hablaba en la Revolución Francesa, fraternidad, igualdad y libertad.

Son los hombres los que juzgan a sus semejantes, si nosotros no somos o no sabemos ser humanos, cómo podemos hablar de Derechos Humanos. Dios es religión, el Dios de la esperanza, el Dios de la fe, forma justicia rápida, una justicia verdadera, una justicia que sea efectivamente democrática, en nombre del respeto de la dignidad de las personas humanas.

La historia de los Derechos Humanos es la propia historia de la humanidad, del derecho escrito o del derecho no escrito. Podemos mirar los Derechos Humanos y al contexto filosófico o ius-naturalista, son los derechos absolutos, los derechos naturales; en el contexto universalista, son aquellos concretizados en los tratados, en los pactos y convenciones de los Derechos Humanos, que los Estados democráticos tienen la obligación de respetar y adoptar; y también, en un contexto constitucionalista, son aquellos Derechos Humanos que están en los tratados, en los pactos y fueron positivados en las constituciones o en las cartas magnas de los países, que nosotros llamamos derechos fundamentales.

Por tanto, los Derechos Humanos y los derechos fundamentales de la persona son la misma cosa, porque los derechos fundamentales son cláusulas pétreas, son cláusulas y dispositivos auto-aplicables, que prevalecen y tienen jerarquía sobre otras normas, especialmente, sobre las normas internas o las normas nacionales, fundamentalmente después de la 2ª Guerra Mundial con la Declaración Universal de los Derechos Humanos del año 1948 hasta la internacionalización y la importancia de los Derechos Humanos en el siglo XXI.

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Todos los Estados que se dicen verdaderamente democráticos, tienen que tener expresamente y objetivamente en sus cartas magnas, de manera objetiva y taxativa, que los instrumentos internacionales de Derechos Humanos y sus principios, son superiores jerárquicamente a las propias leyes nacionales, y tiene que estar expreso, que se reconoce a los organismos internacionales como las sentencias de las cortes, de las justicias, de los organismos internacionales, cito las Naciones Unidas, como los organismos regionales, la Organización de los Estados Americanos.

Por qué hago esto, es muy sencillo; cuando se instala una asamblea nacional constituyente en un país que desea conformar o formular una constitución en un régimen democrático, los miembros de la asamblea nacional constituyente, toman como base los tratados y las convenciones internacionales de Derechos Humanos. Entonces, después de ser aprobada o refrendada por plebiscito, se van a respetar los Derechos Humanos. Esto se hace en muchos países y a través de la jurisprudencia, se observa mucha confusión sobre la cuestión de la jerarquía y del valor de los tratados internacionales.

Es muy sencillo, la carta magna de un régimen democrático fue hecha en base a los tratados y convenciones de Derechos Humanos y así consta en los preámbulos de las constituciones. No hay justicia, no hay democracia, no hay ciudadanía y no hay respeto a la persona humana si no hay preservación integral a los Derechos Humanos. Es deber de los Estados democráticos preservar y garantizar los Derechos fundamentales, para la buena calidad de vida o la digna vida de sus ciudadanos. La protección de la vida empieza con la concepción, con el nacimiento del ser humano, la protección en la niñez, en la juventud, en la fase adulta y hasta la muerte debe tener respeto humano y su dignidad.

Cuando se dice protección a la vida, no está hablando solamente de la protección en al área del Derecho Penal, está hablándose de la protección de la

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vida en todos los aspectos, en todas las instancias y contextos del derecho. Es decir, protección a la vida en el área civil, laboral y ambiental. Hablamos de la dignidad de la vida con libertad. La libertad para la construcción de una sociedad justa, solidaria y democrática, sin distinción alguna entre las personas, sea en cuanto al sexo, la edad, la cultura, la riqueza o por la nacionalidad, como mucho ya se dijo en este Congreso, no hay nacionalidad, en el contexto profundo de los Derechos Humanos.

No hay ciudadanos paraguayos, no hay ciudadanos brasileros. Todos son iguales y merecen respeto. Todos son ciudadanos de América Latina, iguales en deberes y derechos y la libertad de ir y venir, en la expresión y el pensamiento, la libertad en el trabajo, de no ser explotado por un sistema económico o un sistema capitalista de las grandes potencias mundiales.

Las Naciones Unidas aprobaron una declaración para los individuos que viven y trabajan en los países en que no son nacionales; esos individuos que viven y trabajan en otros países que no son nacionales, muchos de ellos, son verdaderos refugiados económicos porque en los Estados en que son nacionales, donde nacieron, no están proporcionando la buena o la digna calidad de vida, entonces buscan en el mundo un canto para vivir, para trabajar con dignidad de criar a sus familias.

Los Derechos Humanos, fueron divididos en generaciones, más no tenemos que siempre estar aplicando los Derechos Humanos desde el Siglo XVIII con las primeras generaciones, que es el Derecho a la Libertad, la segunda y la tercera generación de los Derechos Humanos del Siglo XIX o del Siglo XX.

En nombre de las libertades públicas, civiles, políticas y sociales, yo hablo de forma general: los documentos internacionales de Derechos Humanos para protección de las personas procesadas, de las personas presas. Hago referencia al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones

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Unidas de 1966; el Pacto Internacional de las Naciones Unidas, sobre derechos económicos, sociales y culturales de 1968; la Convención Americana sobre Derechos Humanos de la OEA de 1969. Me refiero a estos 3 últimos documentos, porque todos los países de América Latina los ratificaron, y deben tener valor jerárquico prevalente y deben estar y deben ser citados en las sentencias judiciales.

Infelizmente, poco miramos las sentencias judiciales, citar tratados y convenciones de Derechos Humanos, es una lástima o es falta de costumbre de los profesionales del derecho en reconocer estos tratados. No hay democracia sin derecho a la salud, no hay democracia sin derecho a la educación, sin trabajo, sin sueldos dignos, sin vivienda familiar y sin seguridad pública. La seguridad pública solo se efectivizará cuando los gobiernos, los Estados y los políticos prestaren atención a los Derechos Humanos económicos y sociales de los ciudadanos.

Esta es la forma de prevención de la criminalidad, el derecho penal tiene como objetivo, la pena, el crimen y la persona acusada. Es evidentemente represivo, entonces el derecho penal nada tiene que ver con la prevención de la criminalidad, el derecho penal es usado después del acontecimiento del delito.

Aún se piensa y se habla en las universidades, en las facultades de derecho, que la pena intimida, pero la pena no intimida; que la pena resocializa, pero sabemos que la pena no resocializa. En todas las partes del mundo se dice y se enseña esto a los estudiantes de derecho. No hay ningún libro que diga o describa, que el derecho penal sirve, que el derecho penal es eficiente, que las prisiones son justas, que las prisiones respetan la dignidad de las personas. No hay ningún libro, yo no conozco, y nosotros continuamos condenando a las personas a mucho tiempo de cárcel y hablando de la resocialización y sabemos que nadie será resocializado, quizás un pequeño porcentaje de la población penitenciaria mundial tenga seres resocializados. Si se resocializó fue por

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voluntad propia, por espíritu de voluntad, por deseo, no por la asistencia y el deber del Estado de respetar a las personas presas en cuanto a su dignidad.

Si el Estado no respeta la dignidad de las personas que viven en libertad, en cuanto a los derechos económicos y sociales para las mínimas condiciones de vida, ¿cómo se van a respetar los derechos económicos y sociales de las personas encarceladas? El Estado no puede tener un discurso hipócrita y demagógico, vemos que tiene que tener un discurso objetivo o de la verdad.

Entonces, pienso que el camino para la prevención de la criminalidad es cumplir con los Derechos Humanos económicos y sociales de la sociedad. Este es el camino, ésta es la prevención extra derecho penal. Es claro que debemos también tener respeto a las personas procesadas, a las personas condenadas por la justicia, a través de sus mínimos derechos para que se efectivice lo que llamamos el debido proceso legal.

Pienso que es sencillo que se entienda esto, que los magistrados, que los fiscales, que la policía, sepan de esta situación y cuando estuvieren trabajando en sus respectivas áreas, atribuciones y competencias, respeten los códigos de conducta de las Naciones Unidas y el principio del uso de la fuerza y el arma de fuego, los códigos deontológicos, éticos de la justicia, del ministerio público y de los abogados, también aprobados por Naciones Unidas.

El Estado tiene que ser ético, si el Estado exige que el ciudadano cumpla las leyes vigentes. El Estado tiene que ser el primero en cumplir con los Derechos Humanos, tiene que dar ejemplo. El Estado que no cumple con los Derechos Humanos está practicando un crimen de abuso de autoridad o abuso de poder y estos crímenes de abuso de autoridad o abuso de poder, en la verdad son crímenes contra los Derechos Humanos, de lesa ciudadanía, de lesa democracia, de lesa patria y de lesa humanidad.

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Todos nosotros somos víctimas de abusos contra los derechos económicos y sociales. Las Naciones Unidas también en su declaración de principios para las víctimas de 1985, ya conceptuó, definió que víctimas pueden ser todas las personas, aquéllas que sufren perjuicios, daños materiales, morales, colectivos o individuales.

El ministerio público o la fiscalía, esto es mi propuesta, no solo acuse, condene a las personas que practican un delito, mas tiene una tarea mucho más importante, la fiscalía es un organismo de protección de la sociedad, de tutela de los interesas indisponibles, sociales e individuales; que la fiscalía accione también contra el Estado.

Entonces, la fiscalía tiene como deber principal accionar judicialmente ante el gobierno o los gobiernos del Estado, para saber si el presupuesto de la educación, de la salud y de la seguridad pública, si están siendo aplicados efectivamente para la comunidad. Ésta es la tarea, pienso yo, del ministerio público moderno, de un ministerio público que busca la prevención de la criminalidad en los países democráticos en el siglo XXI, no solamente acusar o procesar o actuar en el área de Derecho Penal contra los ciudadanos, pero también contra aquéllos que no cumplen con los presupuestos mínimos y básicos para la asistencia de la salud, de la educación y la seguridad pública.

Esto, entonces, son los derechos, económicos, sociales y culturales como medio para prevenir la criminalidad; si no fuera así, nosotros vamos a continuar hablando de derecho penal, hablando de prevención y aumentando la criminalidad y la población penitenciaria de todos los países.

Yo inicié hablando del jurista de mi país Ruy Barbosa y termino citando a Voltaire cuando dice, “es tan difícil llegar a la justicia como cristianos”. Cito también el Evangelio de Mateo, “bienaventurados los perseguidos por causa de la injusticia, porque de ellos es el reino de los cielos” y cito más, dos cantantes

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brasileros, Iván Lins y Víctor Martin, donde en una música dicen, “el perdón sea sagrado, que la fe sea infinita, que el hombre sea libre y que la justicia sobreviva; cuando todos los gobiernos respetaren efectivamente los Derechos Humanos fundamentales, económicos, sociales y culturales, tendremos una sola república”

Muchas gracias.

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LOS DERECHOS HUMANOS EN UN CONCEPTO AMPLIO DE LIBERTAD

Dra. Liliana Valiña

De nacionalidad argentina. Abogada y Máster en estudios del Desarrollo y Maestría en Derecho

Internacional de los Derechos Humanos por la Universidad de Ginebra, Suiza.

Fue consultora internacional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra (Suiza).

Trabajó con organizaciones internacionales de Derechos Humanos en Ginebra, como consejera jurídica y, sucesivamente, coordinadora de programas de Europa, América Latina y África.

Fue Representante Adjunta de la Oficina en México de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos antes de su llegada a Paraguay.

Autora de varias publicaciones y artículos sobre Derechos Humanos y sobre derecho internacional humanitario

Actualmente es Asesora en Derechos Humanos de las Naciones Unidas para Paraguay, Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.

Buenos días. Muchas gracias a los organizadores, quisiera felicitarlos y un saludo muy respetuoso y de admiración al Prof. Resck, distinguido defensor de Derechos Humanos Realmente este Congreso es una experiencia y una propuesta muy importante para el país.

A más de 10 años de haber entrado en el nuevo milenio, los desafíos para la humanidad siguen vigentes en numerosas áreas. La Declaración Universal de los Derechos Humanos continúa hoy representando una hoja de ruta que presiona las conciencias y las agendas mundiales, regionales y

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nacionales, para pasar de la retórica a la acción que cambie la vida de millones de seres humanos.

A ella se ha sumado, en la búsqueda de cambios significativos concretos, la Declaración del Milenio y sus objetivos de desarrollo, que condensan las aspiraciones de dar respuestas a varias de las más extremas exclusiones e indiferencias institucionalizadas.

Afortunadamente, nuestra región, América Latina, en su mayoría, ha podido dejar atrás regímenes dictatoriales, que basaron su poder en graves violaciones de Derechos Humanos, apostando a una construcción democrática, y Paraguay, no es la excepción, sin embargo, los mencionados regímenes han dejado como herencia, prácticas autoritarias, intolerancia, corrupción, y bases estructurales, sociales y estatales que perpetúan las desigualdades, la discriminación y la exclusión de muchas mujeres, hombres, niños y niñas en nuestras sociedades.

Entre estos sectores que más sufren distintas formas de discriminación y/o exclusión, se encuentran los pueblos indígenas, las personas con discapacidad, los adultos mayores, las personas con diversidad en su orientación sexual o identidad de género, las personas y comunidades afro-descendientes, migrantes, víctimas de trata, personas que viven con VIH y aquéllas, fundamentalmente, que padecen la pobreza y la pobreza extrema, en las que se concentran normalmente discriminaciones múltiples.

Curiosamente, aquellas mismas sociedades, que presionan y aceptan con frecuencia el sacrificio de sus libertades fundamentales, en honor de la supuesta defensa de intereses atacados por la inseguridad e impunidad, paralelamente justifican la exclusión y el abandono de comunidades, grupos y pueblos enteros, en aras de un concepto de desarrollo que empobrece ética, social y económicamente a esas mismas sociedades.

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Todo esto, para decir, que a través de una falacia se pretende presentar como contrapuestos e incompatibles, conceptos y valores, que son complementarios y que se resumen en torno a los Derechos Humanos, como marco de unión.

En la reflexión que propongo compartir hoy en este foro, quiero hacer referencia a un informe, que para mí en todo caso ha sido impresionantemente significativo, por el mensaje contundente que tiene y por la tarea enorme que propone. Me refiero al informe presentado por el entonces Secretario General de la Naciones Unidas, Kofi Annan, en 2005, titulado: “Un concepto más amplio de la libertad”. Apela a una interpretación más profunda e integral de la libertad, que reconozca la idea de que el desarrollo, la seguridad y los Derechos Humanos van de la mano y se fortalecen recíprocamente. Pensemos que son las 3 áreas, una de las 3 áreas más fundamentales de los retos de este milenio; realmente hemos hecho pasos hacia delante pero seguimos con grandes deudas y las deudas están de cara al tema de los Derechos Humanos, a la seguridad y al desarrollo, muchas veces mirados como si fueran contrapuestos y eso no es lo que propone este informe.

En dicho informe, el Secretario General manifestaba, “el que pueda votar para elegir a sus dirigentes, un joven con sida que no sabe leer ni escribir y amenazado por el hambre, no es verdaderamente libre, del mismo modo, aunque gane lo suficiente para vivir, una mujer que vive bajo el peligro de la violencia cotidiana y que no tiene voz sobre la forma en que se gobierna su país, tampoco es verdaderamente libre. El concepto más amplio de la libertad supone que los hombres y las mujeres de todas las partes del mundo tienen el derecho a ser gobernados, por su propio consentimiento, al amparo de la ley, en una sociedad en la que todas las personas, sin temor a la discriminación ni a las represalias, gocen de la libertad de opinión, de culto y de asociación”.

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Esta reflexión, muestra claramente la interdependencia y la universalidad de los Derechos Humanos, al mismo tiempo que pone en evidencia, que las prioridades no son las mismas en todos los segmentos de la población, ya que depende del contexto y de la situación en que ellos se encuentran; y se requieren por lo tanto, respuestas diferenciadas para atender sus necesidades específicas. No obstante, como varias de esas comunidades, permanecen invisibles, pues no aparecen en las estadísticas, no se miden sus realidades de manera particular o no son tomadas en cuenta en los diseños y tomas de decisiones vinculadas a las políticas públicas esenciales; muchas veces, entonces, las respuestas del Estado son en el mejor de los casos insuficientes y en el peor de ellos inexistentes.

Durante siglos, este tipo de pobreza se ha considerado un aspecto lamentable, pero inevitable de la condición humana; hoy en día, esta opinión es intelectualmente y moralmente indefendible. Los derechos Humanos son cruciales para la seguridad y la prosperidad de una sociedad.

El informe que citaba antes, alude a la libertad de vivir sin miseria, la libertad de vivir sin temor y la libertad de vivir con dignidad. Creo que resume muy bien lo que es la aspiración de cualquier ser humano. Tres conceptos y retos insoslayables en el actual milenio, asociando la libertad a los tres grandes desafíos: la miseria y la pobreza extrema, el temor o la inseguridad y la dignidad o el respeto de los derechos fundamentales de todas las personas.

Resalta igualmente el error que supondría tratar los Derechos Humanos como si estuvieran contrapuestos a otros objetivos, como el desarrollo y la seguridad. La visión relativa a los Derechos Humanos como obstáculos, a la eficacia de las políticas y a las acciones en materia de seguridad y de protección o de desarrollo, es errónea, sería por ejemplo, poco riguroso pensar que los Estados más democráticos y más respetuosos de los Derechos Humanos, si esto fuera contradictorio, serían los más ineficientes en la protección de derechos y en la protección de la seguridad de las personas.

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El informe citado agrega que cederíamos terreno en la lucha contra los horrores de la pobreza extrema o el terrorismo, si en nuestros esfuerzos por acabar con estos flagelos negáramos los mismos Derechos Humanos de los que estos flagelos privan a la gente, a la ciudadanía.

La nueva realidad mundial nos muestra una paradoja que requiere ser puesta en evidencia. Los emergentes métodos y prácticas que los Estados democráticos están utilizando para hacer frente a la amenaza del terrorismo y del crimen organizado, por ejemplo, suponen el grave riesgo de sacrificar aquellos valores que en principio se están defendiendo y resguardando.

El Secretario General de la ONU de entonces reconocía en ese informe que las estrategias basadas en la protección de los Derechos Humanos, son fundamentales tanto para nuestra posición moral como para la eficacia práctica de nuestras acciones en estas áreas. En este ámbito, la alternativa pasa lista en el mejoramiento de los aparatos de seguridad, el profesionalismo de los sistemas de investigación, el fortalecimiento del Estado de derecho, el combate a la corrupción, y el tratamiento de los demás eslabones por los que la delincuencia elude la actividad punitiva de un Estado.

Pero el reto también pasa lista en la adopción de un concepto más amplio de libertad, por el que se abogaba en este informe. Un concepto más amplio de libertad que incluya que hombres y mujeres de todo el mundo se vean libres, y en esto es muy interesante lo que decía el informe, porque hace una asociación que muchas veces olvidamos, afirmando que “se vean libres de la miseria, de manera que se levanten para ellas las sentencias de muerte, que imponen la pobreza extrema y las enfermedades infecciosas y libres del temor, de manera que la violencia y la guerra no destruyan su existencia y sus medios de vida”. Siempre trata de entrelazar estos tres conceptos, de este tamaño es el reto y la oportunidad que tenemos en frente.

En el mismo informe se abordaban grandes tareas y metas, entre las cuales figuran la igualdad entre los géneros, mediante la superación de los

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persistentes prejuicios basados en ese concepto; los retos en tema de medio ambiente, mediante una inversión en una mejor ordenación de los recursos; el desarrollo rural mediante los aumentos de la producción de alimentos y de ingresos; el desarrollo urbano a través de la creación de empleo; mejoramiento de los barrios marginales, pero también la búsqueda de alternativas para evitar la formación y la existencia de estos barrios; sistemas de salud, basados en la garantía del acceso universal a servicios esenciales, y la educación bajo el presupuesto de garantía de la enseñanza primaria universal y la ampliación de la enseñanza secundaria y superior.

Por otra parte, la sociedad en su conjunto y las víctimas de violaciones de Derechos Humanos en particular, tienen derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación, y estos también son temas pendientes en muchos casos del nuevo milenio. Estos derechos están íntimamente vinculados con la obligación del Estado de proveer justicia, mediante un sistema independiente e imparcial, que represente una garantía de protección para las víctimas, además de constituir también una herramienta fundamental de prevención, de persuasión, de la perpetuación de las condiciones que permiten o que facilitan la repetición de las violaciones de los Derechos Humanos. La impunidad, entonces, es otro de los grandes males que aquejan a nuestra región y el acceso a la justicia es parte esencial, de un déficit que no hemos podido superar.

La protección y promoción de los valores universales del imperio del derecho, de los Derechos Humanos y la democracia, constituyen fines por sí mismos, también son imprescindibles para lograr un mundo de justicia, oportunidad y estabilidad, no habrá plan de seguridad ni campaña en pro del desarrollo, que consiga sus objetivos, si no se reposa en un sólido fundamento del respeto por la dignidad humana.

La participación social, la igualdad y el combate a la discriminación, son parte de una estrategia que debe guiar la acción de los Estados, pero también

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son parte de una asunción de responsabilidades en el sector privado, empezando por las empresas y por los medios de comunicación.

Los desafíos en el ámbito cultural de la promoción de una cultura de los Derechos Humanos y el combate a la discriminación, es uno de los elementos tal vez, en los que menos hemos avanzado, incluso se han reforzado en sociedades más avanzadas por su nivel de desarrollo, los prejuicios, la xenofobia y la discriminación. Por lo tanto, es un reto, no es nuevo, pero es reforzado en este nuevo milenio y creo que completa este panorama que estamos viendo.

La consolidación de una cultura de Derechos Humanos, con prácticas democráticas, participativas y respetuosas de la dignidad y de la diversidad, y ahí entra también justamente el concepto de discriminación, es un proceso lento y largo pero definitivamente representa las mejores estrategias; me parece que ante un fenómeno como la discriminación, con profundas raíces y dinámicas de tipo cultural, social, psicológico e incluso antropológico, las medidas legislativas son un elemento importante, pero a todas luces son aún insuficientes. Es crucial que al combate a la discriminación se sumen actores de muy diversos ámbitos de la sociedad, academia, iniciativa privada, sociedad civil, intelectuales, artistas, pero de manera preponderante, los medios de comunicación, en sus diversas expresiones, están llamados a jugar un rol central en la erradicación de la discriminación. Pueden ser como una herramienta para perpetuar los estereotipos, la exclusión y la discriminación, o todo lo contrario, como son formadores de opinión obviamente.

La anterior Alta Comisionada, hizo una reflexión que me parece interesante: “Nadie tiene el lujo de dormirse en sus laureles ante batallas ganadas en nombre de los Derechos Humanos, o de invocar la impotencia ante los abusos persistentes”. Y manifestaba que “la lección por ella aprendida era que lo que últimamente nutre y define los objetivos más valiosos y duraderos es la humildad de no ser distraídos por los triunfos y una firme determinación

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para no estar decepcionados ante los tropiezos”. Yo creo que aquí, algo que me viene inmediatamente a la mente, es que justamente quienes no están decepcionados, por estos tropiezos, son esenciales en una sociedad y en el avance por la defensa de los Derechos Humanos, son los defensores de los Derechos Humanos”.

Finalmente, sin esos factores en una sociedad que van empujando, que van haciendo conciencia, que son actores de la democracia, si la democracia y las instituciones no entienden que son actores de la democracia fundamental, evidentemente hay un problema, creo que es muy importante ser conscientes y dar espacio, proteger, promover el trabajo de las defensoras y los defensores de los Derechos Humanos. Y éste ha sido incluso el lema, junto con la discriminación, justamente porque son actores fundamentales en la lucha contra la discriminación, del último 10 de diciembre, día de los Derechos Humanos a nivel mundial, el lema que proponía la Alta Comisionada, la Sra. Navi Pillay.

Pero además, finalmente debemos reconocer que la xenofobia, la discriminación y la intolerancia, es uno de los combates, como decía anteriormente, menos exitosos y más acuciantes, pues invaden las sociedades de todos los países del mundo, sean estos pobres o ricos, más o menos desarrollados, más o menos democráticos.

La Sra. Navi Pillay, actual Alta Comisionada para los Derechos Humanos, manifiesta en un escrito que saca ahora a la luz, que la semana que viene se cumplen 10 años de la Conferencia Mundial de Durban, contra el racismo, la xenofobia, la discriminación y la intolerancia, y dice: “es una vergüenza que el racismo, la intolerancia y la discriminación sigan siendo algunos de los problemas más apremiantes de nuestros tiempos, a pesar de los diseños de campaña en contra, a pesar de los esfuerzos de muchos grupos y muchas naciones, a pesar de las incontables pruebas que existen del tremendamente alto precio que impone, el racismo persiste, no hay una sola sociedad exenta,

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sea grande o pequeña, rica o pobre, y añade, hay que reconocer que la globalización, al parecer ha puesto de relieve el desafío de asegurar el respeto mutuo entre las personas de diverso origen, o en sociedades que son cada vez más pluri-culturales”.

La xenofobia está en alza, señala, y en el peor de los casos y cuando se utiliza con fines supremacistas en los programas políticos, la manipulación de la ideas de diversidad han sido el caldo de cultivo de incluso conflictos armados prolongados, y han encendido de repente la llama de conflictos comunitarios violentos. Es decir, comunidades que no se aceptan unas a otras, porque esta mirada del otro distinto se ve como una amenaza, más que como una riqueza de construir esta sociedad pluri-cultural.

El desafío mayor en este campo no es sólo algo que depende del Estado y sus instituciones que, por supuesto, tienen el mayor peso en garantizar condiciones favorables para el respeto de la igualdad y de la dignidad de todas las personas que habitan y que transitan en su suelo, sino también depende de la conciencia y de la responsabilidad de actores sociales claves de la sociedad en su conjunto, para construir lo que hablábamos de esta cultura de Derechos Humanos, una cultura que destruye estereotipos discriminatorios y excluyentes.

Paraguay, por ejemplo, está actualmente iniciando un proceso de elaboración de un Plan Nacional de acción en Derechos Humanos, un compromiso que asumieron los Estados en 1993, en la Conferencia Mundial de Viena, que por otro lado, fue la conferencia que dio origen y creó el cargo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Finalmente tan relegado estaba el tema de los Derechos Humanos, que tampoco había un liderazgo claro en el tema. A partir de 1993 esta discusión puso en evidencia la universalidad y la interdependencia de los Derechos Humanos, pero también el compromiso de que los Estados tengan un plan de acción que aterrice en las constituciones que son teóricas y que por supuesto

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son derechos y obligaciones a una realidad que permita tener metas a corto, mediano y largo plazo, en un conjunto de discusiones participativas con plena acción y participación de la sociedad civil. Esta es una acción muy importante y evidentemente así como otros países en la región, Paraguay está apostando a una estrategia que puede llegar a ser una respuesta importante, obviamente por sí misma, es un primer escalón, el reto principal es la implementación por supuesto.

Volviendo, entonces, para terminar al comienzo de mi reflexión, es relevante notar que la discriminación hace que la presión social sobre la seguridad sea una prioridad sólo para la protección de los que no están excluidos o quienes no están marginados de una sociedad y de sus derechos.

Que el reclamo del desarrollo no pase por la redistribución de los recursos de un Estado atendiendo a quienes más lo necesiten y que los Derechos Humanos y las libertades fundamentales garantizadas en las constituciones no encuentren espacios legislativos, administrativos, presupuestarios y políticos para convertirse en una realidad que cambie realmente la vida de las personas.

Permítanme, entonces, concluir con una referencia al informe citado con el que comencé manifestando: “No tendremos desarrollo sin seguridad, no tendremos seguridad sin desarrollo y no tendremos ni seguridad ni desarrollo si no se respetan los Derechos Humanos”.

Muchas gracias.

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SESIÓN DE DEBATE

Dr. Alcides Vergara: Lo que pude entender y aprender de estas ponencias es que los Derechos Humanos son derechos naturales del ser humano y que la sociedad organizada en Estados y Estados estos que se unen a nivel internacional en la ONU o en la OEA. Y éstos se comprometen para el reconocimiento de estos Derechos Humanos y al tutelaje de los derechos fundamentales en sus respectivas naciones o repúblicas, pero se ve que para la garantía y el goce de estos derechos fundamentales también se tiene que canalizar, a través de la tutela ciudadana que es también el mecanismo para desarrollar la garantía, la protección y el gozo de los derechos fundamentales.

Entonces, tenemos que exigir la corresponsabilidad, es decir, bajo el tutelaje del ciudadano y el tutelaje principal del Estado, que es el responsable de garantizar el goce pleno de los derechos fundamentales. En ese sentido, en nuestro país hay una cuestión fundamental, así como lo dijo el Dr. Cándido, de lesa patria, de lesa humanidad, que sucedió en este siglo XX y XXI con relación a dos cuestiones fundamentales, a dos grandes obras, que Paraguay y Brasil lo hicieron, Itaipú; y Paraguay y Argentina hicieron Yasyreta, donde se violaron todos los Derechos Humanos imaginables del trabajador y de su familia.

Y hoy día, eso no puede ser más aceptado ni permitido. Es el momento de reconocer los derechos económicos y sociales de los trabajadores paraguayos y es hora que el Estado cumpla su responsabilidad de tutelaje de estos derechos fundamentales.

Entonces, pido a la representante de las Naciones Unidas en Paraguay y pido a los compañeros representantes del Brasil, defensores de los Derechos Humanos, que se practique todo lo que se expuso en este Congreso, y que a partir de nosotros, los ciudadanos, que somos los dueños de esos derechos

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fundamentales, se exija al Estado que cumpla con sus responsabilidades de tutelaje de los derechos fundamentales de todas las personas.

Dra. Ladislada Giménez: Soy una de las herederas de un mártir por la paz, el Juez de Paz, Rodolfo Arlindo García Ponce de León, acallado por la defensa de los Derechos Humanos de su pueblo Santa María de Misiones, donde él ha denunciado las atrocidades de los colorados pynandíes de aquella época. Los campesinos, miles en Abraham Cué, públicamente violados en las calles, la casa de la gente pobre, incendiada y saqueada. No me queda otra cosa que rendirle un homenaje a tanta gente que sufrió en la zona de Misiones, específicamente, que es de donde provengo, yo como heredera les estoy diciendo a ustedes y les solicito por su intermedio se pueda llegar a las instancias correspondientes.

Hemos iniciado, los procesos para la indemnización de víctimas en nuestro caso personal, de nuestros parientes y amistades desde el año 2008. Y, aún no tenemos respuesta alguna. Muchas personas ya se han muerto mis queridos compatriotas, mientras que otras personas son indemnizadas al cabo de 5 años.

Además, aquel suceso de hace más de 50 años, cuando ni siquiera había caminos, en muchos casos no existen datos escritos o documentales, haciendo muy difícil el pago de la indemnización. Por tanto, solicito a ustedes su intervención, para que se conforme una mesa de investigación, para que esa gente que han muerto como consecuencia de la dictadura no quede impune y sin el pago de la indemnización a sus familiares, como el caso mío, pues mi padre fue torturado y muerto por el régimen dictatorial, y solicito a todos ustedes que seamos condescendientes y solidarios con los que aún viven.

Dr. Alcides Vergara: A los distinguidos panelistas y también la ponencia del Dr. Cándido nos evocaba la necesidad de conciliar la vigencia de los

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Derechos Humanos segunda generación con la prevención de la criminalidad; nos aterra la situación de las cárceles de Tacumbú y del Buen Pastor. La pregunta gira en torno a si existe algún estudio en torno a diferencias entre las prisiones de América Latina. Y, si existe alguna actualización de Naciones Unidas en materia de Derechos Humanos.

Dra. Liliana Valiña: Gracias por la pregunta, por lo menos en el caso de Paraguay, estamos finalizando en estos momentos un buscador que permitirá identificar y acceder fácilmente a la información de recomendaciones directas hechas por los distintos Órganos de Naciones Unidas a Paraguay. Es decir, el objetivo es una división temática, sub-temática, etc. que permita saber si hay una instancia de la sociedad civil, del Estado o de la academia, que aborda un tema, ya sea para elaborar una política pública, para discutir una norma o para hacer una supervisión y un monitoreo de la sociedad civil. Por ejemplo, se puede hacer una consulta directa respecto al derecho a la alimentación o al medio ambiente sano, sin navegar por todos los informes y las páginas webs diversas, es decir, se va a tener una respuesta simplificada y sistematizada, sobre lo que tiene que ver con Paraguay, de sus obligaciones internacionales en materia de Derechos Humanos.

Dr. Cándido Furtado Maia Netto: Quisiera decir sobre las prisiones, que tanto la ONU como la OEA, hace mucho tiempo vienen declarando y aprobando documentos internacionales de protección de los Derechos Humanos; sólo precisaría citar las reglas mínimas de 1955 y otros tantos documentos sobre la dignidad de las personas encarceladas.

Las prisiones en América Latina se encuentran con un grave problema de sobrepoblación. Es decir, cada día va aumentando el número de las personas encarceladas, no habiendo la resocialización, porque no hay respeto a la dignidad de las personas encarceladas, en cuanto a las mínimas condiciones

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que deben tener; y los profesionales del derecho, los fiscales y los magistrados deben cumplir con la legislación nacional e internacional al respecto.

Nosotros no podemos continuar diciendo que la prisión sirve para contener la criminalidad y que la prisión sirve para resocializar. Por el contrario, cada persona que es encarcelada por los organismos del Estado vuelve a la reincidencia criminal. Es decir, el propio Estado, con sus instituciones de administración de justicia, está generando el aumento de la reincidencia.

También los organismos internacionales están, hace mucho tiempo, diciendo que se tienen que aplicar medidas alternativas a la prisión, a través de documentos, incluso la ONU tiene un documento específico de directrices a los fiscales del ministerio público de todo el mundo y normativiza para los fiscales, que procuren alternativas al proceso criminal y a la prisión. Y expresamente conceptúa a la prisión como un problema y una de las que peores consecuencias puede producir al ser humano. Por eso tenemos que tomar conciencia de esto, y no mejorará la situación encarcelando a las personas y pensando que va a producirse la resocialización o la reintegración social.

Sr. Miguel Ángel Martínez Rojas: Muy buenos días a los distinguidos panelistas, a los distinguidos compañeros presentes y mis felicitaciones a los organizadores de este evento tan importante sobre los Derechos Humanos. Quiero referirme breve y puntualmente sobre algunos aspectos, considerando que los Derechos Humanos son realidades concretas en constante evolución. Rápidamente voy a recordar la clasificación que ya se ha tocado, primero tenemos, por el sujeto titular de los derechos, que son derechos individuales, colectivos y de los pueblos. Por la naturaleza de la materia que regulan, derechos civiles y políticos, derechos económicos, sociales y culturales. Y por el momento histórico que fueron reconocidos; de primera generación, civiles y políticos, derechos de protección a la vida; de segunda generación, derechos

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económicos, sociales y culturales; y, de tercera generación, de la autodeterminación de los pueblos, derecho al medio ambiente, etc.

Aquí quiero agregar que tenemos que preocuparnos hoy día del derecho de la cuarta generación, que se viene, que es derecho de protección a la vida, y de la identidad genética de la humanidad frente a los riesgos de desarrollo tecnológico y científico, que son las clonaciones humanas.

También quiero aportar que no se pueden suspender, ni siquiera en situaciones excepcionales, ni en conflictos armados no internacionales, ni en estados de excepción, el respeto a la protección de la vida, el respeto a la protección contra la tortura, la protección contra la esclavitud, la servidumbre, la protección contra las leyes penales retroactivas, la protección y el reconocimiento de la personería jurídica, la protección de la libertad de pensamiento, conciencia y religión.

Finalmente, quiero acotar que no solamente tenemos que mirar el tutelaje sino mirar que los Derechos Humanos deben ser en primer lugar reconocidos, respetados, tutelados y promovidos por el Estado, la ciudadanía toda y por los organismos internacionales.

Ahora, la pregunta al Dr. Oscar Llanes, quien se ha referido a la creación de un tribunal, si no sería más factible que las variadas organizaciones, contraloras existentes de Derechos Humanos, se fortalezcan, optimicen y presupuesten como corresponde para que puedan atender realmente el ejercicio del Estado de derecho.

Dr. Oscar B. Llanes: En mi labor de representante diplomático tuve la oportunidad de ayudar a muchísimos casos de compatriotas poniendo en riesgo muchas cosas. La idea de la creación de un tribunal, como otras ideas, surge generalmente en la academia y después cobra fuerza o toma otros caminos y hasta otra paternidad, aunque eso no importa, pero sí importa la idea.

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El presupuesto está en otras instancias que no me competen sinceramente y la preocupación es referente a que en muchos casos de Derechos Humanos llevan tiempo la rectificación o reparación, pues cuando la gente solicita o requiere algún reparo al daño ocasionado, el resto de la sociedad se ha olvidado del caso y la indiferencia domina el expediente. Por eso, la idea de que se cree una primera instancia de Derechos Humanos, a los efectos de que la institución jurisdiccional reciba con rapidez o prontitud las demandas para que sean atendidas también con la misma celeridad del hecho sucedido. Esa es la preocupación que tengo, porque he acompañado muchísimos casos de demandas que quedaron en el olvido, y es del interés del individuo que sea resuelta de manera rápida y barata. Por ejemplo, hoy me entregaron un documento, el cual ya tiene bastante tiempo, porque los procesos son demorados, tanto en las instancias nacionales como en las internacionales.

Sr. Antonio Zarza: Una consulta a la senadora Ana María Mendoza de Acha en virtud de lo que se está hablando sobre la implementación de los Derechos Humanos, pues hace pocos días se promulgó una Ley N° 4.288/11 donde se establece el mecanismo nacional de prevención contra la tortura y otros tratos crueles en concordancia con el protocolo de Naciones Unidas sobre el mismo tema. Si la ley fue promulgada y está previsto el mecanismo de selección de los comisionados y teniendo la ley en vigencia que es el encargado de supervisar el tema de los tratos en los lugares de detención, ya sea privado u oficial, para prever el tema de torturas y otros tratos crueles. ¿Qué falta para que esto funcione? ¿En qué etapa de su implementación se encuentra?

Senadora Ana María Mendoza de Acha: Muchas gracias por su pregunta, es una manera también de informarles a todos los participantes que está aprobado, como dijo usted, el mecanismo nacional de prevención de la tortura por la cual las personas que están en albergues, en cárceles, en

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comisarías, pueden ser visitadas por esta comisión sorpresivamente y de esa manera se prevé la tortura en esos lugares.

Ahora, qué falta para su implementación, solamente un presupuesto para lo cual me inscribí este año en la Comisión de Presupuesto General de Gastos de la Nación de modo que podamos tener prevista la partida presupuestaria, y que pueda echar a andar el mecanismo.

Quiero aprovechar el uso de la palabra para hacer una sugerencia, resulta que estuvimos viendo a lo largo de todo este tiempo las deficitarias instituciones, que caracterizan al Paraguay. Las instituciones no funcionan, por lo tanto, hay una enorme deficiencia que clama la ciudadanía. Por eso es que la Comisión de Derechos Humanos tanto de la Cámara de Senadores como de la Cámara de Diputados, está abarrotada de denuncias, porque tampoco funciona la Defensoría del Pueblo y, entonces, tenemos que hacer como de defensores del pueblo también.

Esta deficiencia de falta de institucionalidad se manifiesta también en la administración deficitaria de la justicia en nuestro país; incluso podemos decir que la administración de justicia casi no existe en el Paraguay y lógicamente la impunidad se regodea y esto trae como consecuencia la corrupción.

Por eso es que estamos en contra del cuoteo político en la elección de los miembros de la Corte Suprema de Justicia. Probablemente mucha gente no entiende por qué tanta pelea para que los ministros de la Corte sean de tal o cual partido. Sin embargo, lo importante es que al tiempo que se deban elegir ministros de Corte, sean personas, hombres y mujeres de derecho, que apliquen la ley a ciegas, como está la diosa Astrea en la puerta del Palacio de Justicia, sin mirar a quién. Y entonces, no importará quién haya cometido el delito o crimen, pues la justicia caerá con todo el peso de la ley. Esto no ocurre, porque resulta

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que la conformación de la Corte Suprema de Justicia está dada con el sistema del cuoteo político.

El cuoteo político puede existir, la pluralidad puede existir en el ambiente, que es un ambiente político, pero no en una administración de justicia. No puede ser que el único mérito que deba tener una persona que se candidata a ministro de Corte Suprema de Justicia, sea pertenecer a tal o cual partido.

Por eso, nuestra administración de justicia es deficitaria. Entonces, por eso es que les animo a que se unan, a que formen asociaciones, aunque eso sea difícil porque creo que una de las herencias más nefastas de la dictadura que hemos vivido, fue la disolución de las asociaciones intermedias, al prohibir que nadie podía estar reunido sin la anuencia del dictador.

Entonces, avivemos otra vez esa iniciativa, esa inquietud y ese ánimo para estar, para formar organizaciones y, al tiempo que se tengan que elegir nuevamente los ministros de corte, tengamos una fuerza importante a partir de la ciudadanía con los políticos que realmente queremos el bien de nuestra ciudadanía, y que para eso vinimos, para que presionemos y logremos hacer la diferencia. Juntos, con seguridad vamos a lograr las transformaciones, pero tenemos que tener en cuenta que el cuoteo político nunca más debe existir para la elección de los ministros de la Corte Suprema de Justicia.

Sra. Genara Liduvina Aponte: Mi pregunta va dirigida al Dr. Furtado Maia Netto que nos visita del Brasil, como usted dijo que a los presos, o sea una persona que tenga problemas con la justicia, no debería de ponérselo preso o algo así. ¿Qué sugerencia tiene usted para esas personas? O ¿qué alternativas sugiere a esas personas?

Dr. Cándido Furtado Maia Netto: Las alternativas son muchas, hechas por Naciones Unidas y algunas legislaciones de Europa. Brasil ahora tuvo una

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legislación moderna después de mucho tiempo, con medidas procesales a las personas que evidentemente no fueron condenadas, que están siendo procesadas, dejando la prisión preventiva como última opción o en forma excepcional como última razón del derecho penal.

Esto no es nada nuevo en la doctrina, pero tiene que estar marcado en una norma y decir cuáles son las medidas. Entonces, hay un respeto al principio de la presunción de inocencia para determinar los crímenes. Hay posibilidad de esas medidas alternativas, prisión domiciliaria, trabajo en instituciones, etc. Sin embargo, hay que mencionar que cuando los crímenes son muy graves, las penas deben ser ejemplares, sin que exista allí la posibilidad de medidas alternativas.

Muchas gracias.

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LOS DERECHOS Y LIBERTADES EN EL MARCO DE UN DESARROLLO

HUMANO INTEGRAL

Dr. Luis Enrique Marius

Catedrático de nacionalidad uruguayo. Posee estudios universitarios de sociología y economía. Fue dirigente sindical del sector textil en Uruguay. Fue alto dirigente de la Central Latinoamericana de Trabajadores y de la

Universidad de los Trabajadores de América Latina, ambos en Venezuela.

Se destacó como Director General del Instituto Latinoamericano de Cooperación y Desarrollo y como Vice-presidente de la Confederación Mundial del Trabajo en el año 2004.

Posee la Orden 1ro. de Mayo en Primera Clase de Venezuela. Actualmente es Presidente del Consejo Consultivo del Observatorio

Latinoamericano para la Libertad de Expresión e Información. Buenas tardes. Es realmente un placer poder compartir con ustedes en la

tarde de hoy, algunas reflexiones. Agradezco a la CONADEH y a las entidades patrocinantes de este enriquecedor encuentro, el haberme invitado y brindarme la oportunidad de compartir, muy modestamente, los desafíos y las respuestas que nos presenta Latinoamérica del siglo XXI, para lograr la plena vigencia de los derechos y libertades de todos nuestros pueblos.

Especialmente quiero agradecer la gentileza, disponibilidad y aprecio que me brinda el siempre querido amigo, el Prof. Luis A. Resck, a quien

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LOS DERECHOS Y LIBERTADES EN EL MARCO DE UN DESARROLLO

HUMANO INTEGRAL

Dr. Luis Enrique Marius

Catedrático de nacionalidad uruguayo. Posee estudios universitarios de sociología y economía. Fue dirigente sindical del sector textil en Uruguay. Fue alto dirigente de la Central Latinoamericana de Trabajadores y de la

Universidad de los Trabajadores de América Latina, ambos en Venezuela.

Se destacó como Director General del Instituto Latinoamericano de Cooperación y Desarrollo y como Vice-presidente de la Confederación Mundial del Trabajo en el año 2004.

Posee la Orden 1ro. de Mayo en Primera Clase de Venezuela. Actualmente es Presidente del Consejo Consultivo del Observatorio

Latinoamericano para la Libertad de Expresión e Información. Buenas tardes. Es realmente un placer poder compartir con ustedes en la

tarde de hoy, algunas reflexiones. Agradezco a la CONADEH y a las entidades patrocinantes de este enriquecedor encuentro, el haberme invitado y brindarme la oportunidad de compartir, muy modestamente, los desafíos y las respuestas que nos presenta Latinoamérica del siglo XXI, para lograr la plena vigencia de los derechos y libertades de todos nuestros pueblos.

Especialmente quiero agradecer la gentileza, disponibilidad y aprecio que me brinda el siempre querido amigo, el Prof. Luis A. Resck, a quien

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LOS DERECHOS Y LIBERTADES EN EL MARCO DE UN DESARROLLO

HUMANO INTEGRAL

Dr. Luis Enrique Marius

Catedrático de nacionalidad uruguayo. Posee estudios universitarios de sociología y economía. Fue dirigente sindical del sector textil en Uruguay. Fue alto dirigente de la Central Latinoamericana de Trabajadores y de la

Universidad de los Trabajadores de América Latina, ambos en Venezuela.

Se destacó como Director General del Instituto Latinoamericano de Cooperación y Desarrollo y como Vice-presidente de la Confederación Mundial del Trabajo en el año 2004.

Posee la Orden 1ro. de Mayo en Primera Clase de Venezuela. Actualmente es Presidente del Consejo Consultivo del Observatorio

Latinoamericano para la Libertad de Expresión e Información. Buenas tardes. Es realmente un placer poder compartir con ustedes en la

tarde de hoy, algunas reflexiones. Agradezco a la CONADEH y a las entidades patrocinantes de este enriquecedor encuentro, el haberme invitado y brindarme la oportunidad de compartir, muy modestamente, los desafíos y las respuestas que nos presenta Latinoamérica del siglo XXI, para lograr la plena vigencia de los derechos y libertades de todos nuestros pueblos.

Especialmente quiero agradecer la gentileza, disponibilidad y aprecio que me brinda el siempre querido amigo, el Prof. Luis A. Resck, a quien

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considero como pocos, en América Latina, que son íconos indiscutibles de compromiso y de coherencia y, esto lo reafirmo, ícono indiscutible de compromiso porque lo que dice trata de cumplirlo y de coherencia porque trata de hacerlo de acuerdo a lo que piensa.

Durante mi vida de militante siempre tuve presente la importancia de los derechos y las libertades. La gravedad de las violaciones que se continúan cometiendo y muy especialmente, muchas veces somos nosotros mismos los que las condicionamos, cuando agotamos los derechos y libertades, los agotamos y los acotamos a nuestros discursos, y no los convertimos en práctica cotidiana.

Fue en el año 92 cuando comencé a profundizar en esta temática, cuando en la CLAT me encargaron la presidencia de la Comisión Latinoamericana para la Defensa de los Derechos y Libertades de los Trabajadores y de los Pueblos (CLADELP).

Y debí asumir su defensa en todas sus dimensiones y trascendencias, cuestionando incluso a instituciones y dirigentes, que violan los derechos y libertades que dicen defender, y cuestionando porque muchas veces nos quedamos en la protesta, en declaraciones altisonantes y no tenemos propuestas para lograr su plena vigencia.

En esta oportunidad y, por vez primera, he intentado visualizar la problemática de los Derechos Humanos y las libertades en cinco dimensiones, asumiendo la integralidad de las mismas como natural y consecuente derivación de la integralidad de la persona humana.

Permítanme compartir con todos ustedes esta visión en la proyección de cinco dimensiones: la dimensión ético-cultural, económica, social, política y medio-ambiental, y lo voy a hacer con algunos ejemplos concretos.

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Hace unas tres semanas en una universidad del Perú, hacía referencia a las máximas Incas, no sé si ustedes tenían conocimiento de que los Incas tenían elaborados cinco mandamientos, por llamarlos con un concepto que todos sí conocemos, cinco máximas que orientaban y regulaban la vida de los Incas y eran una clara síntesis, no era un invento de ellos, era una síntesis de las diferentes culturas y civilizaciones que se aglutinaron para formar el Imperio Inca, el Reino del Tahuantinsuyo, cuyo centro era la ciudad de Cosco, no Cusco. Cosco, en quechua significa "ombligo", y no Cusco como los españoles llamaban a sus perros callejeros, una forma denigrante de poner el nombre a esa ciudad.

Ésas cinco máximas en lengua quechua eran "ama sua, ama quella, ama llulla, ama sipix y ama mapa", que significan "no robar, no ser ocioso, no mentir, no matar, no engañar"; dicho de otra forma, quizás propositiva, esas máximas me significan a mí, compartir en justicia los bienes, dignificarse con el trabajo humano, buscar juntos la verdad, respetar y defender la vida humana y ser coherentes. Suponiendo, mestizaje mediante, que esas máximas formaban parte de la identidad cultural de nuestros pueblos, especialmente el peruano.

Pregunté en la conferencia, abriendo un diálogo, gubernamentales por cierto, a dirigentes, si se podrían utilizar estas máximas para poder medir el nivel y compromiso de los dirigentes en el Perú; había más de 150 personas. La respuesta quiero decirles que fue para mí unánime, tan unánime como tajante y preocupante; si se utilizara, me dijeron que sería muy difícil encontrar a alguien que las cumpliera.

Este hecho, junto a muchos más en los últimos años, me ha permitido confirmar uno de los elementos claves del diagnóstico que he hecho y que continuaremos haciendo, de nuestra realidad latinoamericana sumida en una profunda crisis de identidad que nos afecta y que se hace difícil superar.

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Estoy seguro que a partir de la enorme riqueza de la cultura guaraní, podemos encontrar referencias muy similares que pensaron nuestros pueblos originarios, ¿Seremos capaces de medirnos a partir de esos principios?

Si esas máximas tuvieran vida en nuestros pueblos, especialmente en nosotros y en todos los dirigentes, y tantas otras pautas culturales de nuestros pueblos primigenios enriquecidas por el evangelio, fuesen referencia esencial en nuestro quehacer, en nuestra vida, sin lugar a dudas viviríamos muy cercanos a la plena vigencia de los derechos y libertades a que aspiramos y que merecemos. Esto nos lleva a tener que pensar más profundamente en las cosas que decimos y no cargar sobre ciertos sectores solamente la responsabilidad de lo que está sucediendo con esto.

Y voy a hacer una cita de un informe que considero muy importante; la cita dice así: "Durante las últimas dos décadas, y esto es pasando a la dimensión económica, América Latina ha mostrado avances en materia de reducción de la pobreza, pero no ha conseguido avances equivalentes en materia de reducción de las desigualdades. Una proporción significativa de la población no logra acceder a los beneficios del crecimiento económico, es excluida de participar en la economía formal, vive en condiciones de vulnerabilidad, y no tiene acceso o lo tiene muy limitado, a los sistemas de protección social". Esto dice el último informe del año 2010 de la CEPAL, un organismo de Naciones Unidas. Por tanto, un organismo de nuestros gobiernos; a confesión de parte, relevo de prueba, como dicen los abogados.

Cuando se habla de una proporción significativa y esta es la verdad que confrontamos a diario en América Latina, se hace referencia a más de la mitad de las familias latinoamericanas, lo que significa que el generalizado crecimiento económico, como se ha dado aquí también en Paraguay, que es referencia en todos los discursos gubernamentales, no es acompañado con un indispensable incremento en los sistemas de distribución de las riquezas. Aquí

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aumentó el Producto Interno Bruto y también aumentó la pobreza, según datos oficiales, violentando uno de los Derechos Humanos fundamentales, el derecho al desarrollo, que algunos ponentes antes que yo, y más brillantemente que yo, lo plantearon; y eso es en la gran mayoría de nuestros pueblos latinoamericanos.

Más aún, esta situación conlleva a la violación sistemática y permanente de otros Derechos Humanos esenciales del derecho a la vida de nuestros hijos. Se estima que casi un millón de niños mueren anualmente en América Latina por desnutrición, enfermedades curables, deficiencias de los sistemas de salud o por la inseguridad en zonas marginales; a ello debemos agregarle las enormes deficiencias y disparidades que afectan a nuestro derecho a la educación, a un empleo digno con salario justo, a una efectiva participación social y política en la construcción de sociedades más justas, libres y soberanas.

Hace apenas dos meses me propusieron la presidencia del Consejo del Observatorio Latinoamericano para la Libre Expresión; esto está promovido por una entidad propiciada por la más antigua organización de periodistas de América Latina, la Asociación Nacional de Periodistas del Perú, con la capacidad y el compromiso de haber creado hace 53 años una escuela para periodistas que lleva el nombre del que creó el primer periódico en el Perú, Don Jaime Bausate y Meza. Hoy, esa escuela que acaba de cumplir 53 años y yo tuve la suerte de estar con ellos, hoy se ha convertido en una universidad dirigida y orientada por trabajadores de la comunicación social.

Por ello acepté este desafío y con mucho gusto, pero con una condición, la de defender con el mismo tesón y con la misma coherencia la lucha por la libertad de expresión, la indispensable libertad de información, porque tan importante es que todos podamos expresar libremente nuestras ideas, como preservar el derecho que todos merecemos a recibir una información veraz y objetiva.

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Charles Chaput, en un discurso cuando el Presidente Barack Obama recibía un doctorado en la Universidad de Notre Dame, casi al inicio de su mandato, le dijo mirándolo a los ojos: "Señor presidente, desde pequeño me enseñaron que debía dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios y lo sigo haciendo y predicando; pero nunca le daré, al César lo que es de Dios y la vida no es un derecho, es un don de Dios, y por ello confronto y confrontaré, su política de financiar con nuestros aportes las campañas abortistas y de control de la natalidad en Latinoamérica, en Asia y en África”.

Superada la estrategia de seguridad nacional y me estoy refiriendo a la dimensión política externa de los derechos y libertades, de nuestros derechos y libertades, a nacer en esta tierra, y a que nuestras madres, esposas e hijas, puedan generar vida; superada la estrategia de seguridad nacional que alimentó y promovió las negras décadas de las dictaduras en América Latina, hoy nos enfrentamos a una nueva estrategia, la estrategia de la seguridad demográfica, que se ha propuesto eliminar la pobreza asesinando a los pobres antes de nacer; es la reedición de las políticas ideadas por el señor Zbigniew Brzezinski, promovidas por el señor Mc Namara, en la década de los años 70, que hoy se presentan en nuestra región como políticas progresistas, que son muchas veces acompañadas por dirigentes que se autodenominan modernistas y de izquierda, una inoculta estrategia criminal contra los pobres y excluidos de los países marginados del desarrollo”.

En Asia, en India concretamente, se les está regalando una moto a todos los hindúes que están dispuestos a esterilizarse; y en Ghana se está pagando mil dólares. Todo esto con fondos de entidades no gubernamentales, entre comillas, de los Estados Unidos, que reciben las ayudas que ha desbloqueado el presidente Obama.

Uno de los más grandes desafíos del siglo XXI es la necesidad de definir nuevos parámetros para discernir situaciones que postergan nuestras

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aspiraciones y necesidades. Continuamos manejando clasificaciones de dirigentes y de políticas, y esto es fundamental porque no nos permite profundizar en la realidad y poder tomar opciones concretas.

Clasificamos los dirigentes y las políticas como de izquierda o de derecha, cuando eso ya es perimido, son derivados de las polarizaciones ideologizantes de la Guerra Fría en las décadas del 60 y 70. Hay que buscar nuevos parámetros de medida.

Ya se ha hecho común, además de inverosímil, que dirigentes con discursos revolucionarios que culpan de todo al imperialismo yanqui, faciliten la presencia y acción explotadora de transnacionales, no dejen de proveer sustentos a los operativos militares de los Estados Unidos y mantengan con ellos excelentes relaciones comerciales. Es que una cosa son los derechos, libertades, las políticas, y otra cosa muy distinta son los negocios, para estos señores.

Mientras tanto, las grandes mayorías de nuestros pueblos no pueden elegir libremente a sus dirigentes gubernamentales, por serias violaciones a la libertad de expresión, por sistemáticas violaciones a la libertad de información, debiendo reducir el ejercicio del voto a la triste actitud de optar por el mal menor. Y esto es una frase que dolorosamente escuchamos a lo ancho y largo de toda América Latina. La última experiencia fue en Perú, preguntamos y nos dijeron: “vamos a elegir el mal menor".

La globalización esa licuadora planetaria donde unos pocos deciden lo que se mezcla y cómo se mezcla, por supuesto, en su beneficio, ha incrementado la triste y explotadora incidencia externa a nuestra región, gracias a condenables complicidades internas en el marco de una generalizada mediocridad, en una preocupante crisis de identidad y en un gran vacío de pensamiento.

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Yo, cada día me pongo más radical frente a quienes, ante las dificultades que tenemos, buscan afuera o externamente la causa de los males que aquejan a nuestras sociedades latinoamericanas. Normalmente miramos hacia el norte y decimos "el imperio yanqui" y todo eso, y no nos miramos hacia adentro, para ver los cómplices que pactan y que facilitan toda una acción externa depredadora a nuestros países, y no solamente del ambiente, sino que depredadora de los seres humanos.

Revisémonos, por eso insisto mucho, nadie puede decir lo que no tiene dentro, nadie puede dar ejemplo si no es capaz de vivirlo; no critiquemos hacia afuera, mirémonos; ¿Por qué hay ciertas cosas que suceden, cómo suceden y a quiénes benefician?

Esto conlleva lamentablemente a la violación del derecho y a la libertad de participación, agotando la democracia en manipulados ejercicios donde se impone el marketing electoral, donde ganan muchas compañías, por supuesto haciendo marketing, y siempre extranjeras, nunca de nuestros países, porque faltan las propuestas, transformando la política en un proceso para la toma del poder, sin importar el cómo ni el para qué, en lugar de realzar el rol de servicio a la comunidad para facilitar el protagonismo de las personas en la construcción del bien común, factor esencial para generar un mejor futuro para nuestros hijos. Esa es la política.

Y no nos quejemos por favor de los políticos. Normalmente decimos "yo no me meto en política". Todos somos políticos, todas nuestras actitudes son políticas, con mayúsculas, es nuestro compromiso de persona, no se lo tenemos que regalar a nadie, defendamos la política como el hermoso protagonismo que tenemos como personas de crear naciones distintas, situaciones de justicia de nuestros pueblos, y no simplemente, crear condiciones para tener alguien a quien le vamos a echar después la culpa.

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En otra dimensión, hay un pensamiento, yo estoy buscando de quién es, estuve revisando en los papeles de dónde lo saqué, pero me encantó; un pensamiento, lo digo “anónimo” por el momento, afirma que "cuando hayas cortado el último árbol, contaminado el último río y pescado el último pez, te darás cuenta que el dinero no se puede comer, olvidaste que la tierra no es una herencia de nuestros padres, sino que un préstamo de nuestros hijos". Y esto me parece muy sabio.

Si esto es cierto, y nadie puede negarlo, estamos ante la violación de nuestro derecho al futuro. Aquí también nos encontramos con explotadores, cómplices e inconscientes, todos inmersos, cautivados o capturados por el nuevo y moderno pensamiento, el neo-pragmatismo.

Es muy triste que en uno de nuestros países, con un gobierno catalogado y autodefinido como progresista, la gran mayoría de los parlamentarios del partido de gobierno hayan aprobado con altisonantes celebraciones, una ley que perdona las penalidades por la depredación de bosques y liberan miles de hectáreas para ser deforestadas y todo ello por la incidencia del rico y explotador sector agropecuario.

Esto es muy triste, tiene que ver con lo que decíamos antes, de las izquierdas y de las derechas. No conozco los derechos de la naturaleza, pero sé muy bien que estas actitudes agreden y en forma trascendente, el desarrollo pleno de la persona humana, su entorno vital, pero especialmente, el derecho a vivir con la esperanza de un mundo mejor, más justo y solidario.

Debo confesarles que tenía un problema con el título de este Congreso "Respuestas de los Derechos Humanos a las exigencias del siglo XXI", ya que puede derivar en dos interpretaciones bastante diferentes.

Podía haber asumido el tema desde el supuesto pensamiento de moda, el neo- pragmatismo, considerando que los desafíos ya están dados, no son

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modificables, debemos vivir con ellos, buscar con las mejores intenciones la forma de atenuarlos, por supuesto denunciarlos, pero finalmente, acomodarnos a ellos, y si nos equivocamos, siempre le endosaremos la culpabilidad a otros, preferentemente del exterior y del norte.

Por el contrario, lo asumí como mi inclinación a ser nadador contracorriente, como lo define muy bien otro gran amigo español, Juan Manuel de Prada, nadando contracorriente, intentando ser portador de una propuesta alternativa porque ya estamos cansados que otros piensen, nos impongan y muchos dirigentes cómplices asuman lo que debemos hacer y pensar.

Lo ubicamos en el esfuerzo de asumir el destino de nuestras naciones y de Latinoamérica en su conjunto, pensando, elaborando y promoviendo un modelo alternativo de desarrollo humano integral, que lleva en sus entrañas lo sustantivo y determinante de nuestros derechos y libertades.

Les agradezco la comprensión que me han brindado con esta segunda interpretación. No podía hacer otra cosa porque es el camino que estamos transitando, con varios cientos de dirigentes latinoamericanos, que conlleva a partir de nuestra identidad cultural, asumir la promoción de implementación de un modelo alternativo de desarrollo humano integral hacia la construcción de una auténtica comunidad latinoamericana de naciones.

Tres elementos, para nosotros indispensables; sin identidad cultural jamás vamos a poder superar la crisis de identidad que tenemos, vamos a postergar y hasta a traicionar a nuestros ancestros, y quiero decirlos que aquí en Paraguay, a mí me duele mucho lo que significó la Guerra de la Triple Alianza, un genocidio ocultado históricamente.

Con muchos amigos estamos para recuperar esto, para que no se pierda la memoria histórica, reconociendo que fueron, yo diría, gobiernos que fraguaron y pusieron la cara, y otro gobierno estaba detrás financiándolo,

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porque ese fue el rol de Inglaterra, financiando la Guerra de la Triple Alianza, pero que todos sepamos que gran parte del pueblo brasileño, uruguayo y argentino, no estaban de acuerdo y muchos se la jugaron y ustedes lo saben muy bien.

Hice referencia, aunque muy someramente, con algunos ejemplos y citas, por razones de tiempo, a cinco problemáticas: la identidad ético cultural, la económica, la social, la política y la medioambiental. Podemos profundizarlas; que parecerían ajenas o en todo caso, distantes de la problemática de los Derechos Humanos y libertades.

Sin embargo, estoy profundamente convencido que si no somos capaces de promover y generar, como lo decíamos antes, un modelo de desarrollo humano integral frente al fracaso de los modelos del capitalismo de Estado y del capitalismo privado en nuestros días, jamás podemos mitigar y resolver los desafíos que nos hemos impuesto, de darle plena vigencia a los derechos y libertades, indispensables e ineludibles para la persona humana.

Estas dimensiones son las que enmarcan y definen la propuesta que CELADIC, el Centro Latinoamericano, perdónenme el aviso comercial, para el Desarrollo de la Integración y la Cooperación, hemos elaborado y que estamos impulsando.

CELADIC es un enriquecedor espacio de encuentro, no es una institución más, es un lugar donde nos encontramos dirigentes. En el año 2005 empezamos siete, hoy somos más de 700 en todos los países de América Latina, con un excelente conjunto de dirigentes paraguayos que integran el capítulo nacional, aquí en Paraguay, y las promisorias y determinantes relaciones que tenemos con dos universidades, la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción” y la Universidad Politécnica y Artística del Paraguay, con quienes estamos desarrollando en estos momentos, a partir del 10 de octubre, el primer

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programa virtual sobre desarrollo humano integral, en nuestra plataforma de encuentro virtual, junto a otras nueve universidades de siete países de América Latina, que estuvieron de acuerdo en reunirse y compartir los objetivos de hacer un esfuerzo, en generar un nuevo sector dirigente en América Latina, coherente con esta propuesta.

Y esto constituye un primer paso en la otra integración, la que no viene desde arriba y que no es mercantilista, porque esa fue la condición a todas las universidades. Si piensan que esto puede ser un negocio, mejor no vengan. Nosotros tenemos nuestro precio, pero nuestro precio es en especie, queremos un cambio y un cambio radical, y profundo desde nuestras propias raíces.

Espero y deseo, que este modesto aporte pueda ser de utilidad para las deliberaciones y reflexiones, y especialmente para nuestro compromiso compartido; que no quede simplemente en un discurso.

Muchas gracias.

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VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN EN BRASIL: LA SENTENCIA DEL CASO

ARAGUAIA EN LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

Dra. Beatriz Affonso

De nacionalidad brasileña. Es Graduada en Ciencias Políticas por la Universidad de São Paulo, Brasil.

Desde 1991 ha comenzado sus actividades como investigadora y activista en el área de los Derechos Humanos.

Desde el año 2005 es la directora del programa del Centro para la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) en Brasil.

Experta consultora en Derechos Humanos

Buenas tardes. Antes de todo quiero agradecer a la CONADEH por la invitación y la oportunidad de compartir este espacio con tan expertos e ilustrados abogados, jueces, fiscales, académicos, militantes, sindicalistas, y demás participantes de este Congreso. También los felicito por toda la organización, que sabemos que es suma de mucho trabajo.

Saludo a la mesa en la persona del estimado Prof. Luis A. Resck y aprovecho para expresar, que la inspiración y admiración por su dedicación a los Derechos Humanos, nos impone a todos sus defensores de las nuevas generaciones, una enorme responsabilidad de garantizar que este trabajo siga siendo hecho con su coherencia, también parafraseando a mi compañero de mesa Mario, y su enorme sabiduría. Muchas gracias por estar con nosotros y nosotras y enseñarnos el camino y fortalecernos con oportunidades como este Congreso que está haciendo posible un profundo análisis, identificación y propuestas concretas para trasponer desafíos que se presentan a los Derechos Humanos en el contexto del siglo XXI.

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Paso directamente a mi tema, que es compartir con ustedes cómo encontramos los Derechos Humanos el día de hoy en Brasil.

Entonces, se percibe pronto que todos los participantes que me antecedieron, hicieron análisis generales, y yo ahora, muy modesta y humildemente expongo solamente cómo está la situación del Brasil, para intentar compartir con ustedes los diferentes niveles en que los países de América Latina encuentran los desafíos, para concretizar, respecto a los Derechos Humanos.

Hablo desde mi actuación en el Programa del Brasil para los Centros de la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), en el cual los últimos 6 años tengo sobre mi responsabilidad la dirección. Así que para que no tengan dudas, yo soy una defensora de los Derechos Humanos, soy socióloga, y hablo, creo que muchas veces, del mismo lugar donde están ustedes que aquí me escuchan.

Entre otros casos que llevamos en la oficina del Brasil a los órganos del sistema interamericano, la Comisión y la Corte Interamericana, destaco que muchos temas que acá fueron abordados, fueron trabajados por los CEJIL, como por ejemplo casos que denuncian trabajos como esclavos, la lucha para que las mujeres tengan una vida libre de violencia o para combatir la explotación sexual de niños y niñas, la discriminación racial, por orientación sexual, identidad de género, asesinatos de campesinos en medio del conflicto agrario, entre tantos otros.

Muchas veces me dieron ganas de cambiar mi charla con ustedes acá, por todo lo que he escuchado de los expositores que estuvieron antes, porque muchas veces tocaron temas que también estamos trabajando en CEJIL en estos casos; pero aquí elegimos el caso Gomes Lund, que es conocido como “Guerrilha do Araguaia” en Brasil, que tuvo una sentencia de la Corte Interamericana a finales del año pasado, para intentar como ejemplo, compartir con ustedes la

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situación que aún tenemos en Brasil, de un estándar muy bajo respecto a los Derechos Humanos.

No en tanto, hoy humildemente hablaré por medio del caso Gomes Lund vs. Brasil, conocido como “Guerrilha do Araguaia”, los obstáculos para el respeto de los Derechos Humanos heredados de la deuda histórica, vinculados con los crímenes de la dictadura militar entre los años 64 y 85, que tuvo vigencia en Brasil, desafortunadamente.

Hablo de los derechos a la verdad, justicia y reparación, que según nuestro pensamiento, además de no ser aún respetados, siguen siendo importantes indicadores del grado de respeto o irrespeto por parte de los Estados, al Estado democrático de derecho en las nuevas democracias.

Desde este ángulo, presentan informaciones sobre la madurez de las democracias y la capacidad de los Estados, en respetar otros derechos más contemporáneos o que llamamos las relecturas de viejas violaciones, como por ejemplo, la situación análoga con la esclavitud.

Es decir, que en el nivel de respeto a los Derechos Humanos, un Estado está para poder con serenidad enfrentar nuevos u otros viejos obstáculos a la realización de los Derechos Humanos, si tiene resuelto los problemas de la deuda histórica, si tiene claridad de cuáles son las funciones y los límites que un agente del Estado puede usar en su acción cotidiana, o su trabajo cotidiano.

Antes de entrar en el caso propiamente dicho, quiero compartir unas cifras, informaciones sobre cómo avanzamos en muchos frentes en Brasil, y algunas, desafortunadamente, sin salirnos mucho de donde estábamos. Damos, como ejemplo cinco ítems, de los cuales cuatro son ítems de avances legales. La tipificación del crimen de tortura; nosotros en Brasil tipificamos el crimen de tortura en 1996, aun así, investigaciones recientes, de fines del año pasado, comprobaron que desafortunadamente la ley que tipificó la tortura en Brasil,

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no está siendo utilizada en ninguna acción; o sea, rarísimas son las acciones criminales donde las personas que cometen crímenes de torturas están siendo responsabilizadas utilizando la ley.

En general, el crimen de tortura está siendo una forma de agravar los crímenes cuando hay secuestros en Brasil, solamente para este tipo de crímenes. Todas las torturas que ocurren en las cárceles, siguen estando en la impunidad, sin ningún tratamiento en la justicia.

En la misma forma, con mucha lucha de la sociedad civil, logramos por presión política, durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, transferir los homicidios dolosos hechos por los policías militares de la Justicia Militar a la justicia común. Hoy día en Brasil, todos los crímenes cometidos por policías, aún son juzgados en la Justicia Militar, con la única excepción de los homicidios dolosos.

Yo misma traté de hacer investigación en mi maestría, estudié 300 casos solamente de Sao Paulo, de ejecuciones hechas por la policía militar de Sao Paulo, que pasaron a un ombudsman, o sea, deberían haber tenido un tratamiento más cuidadoso con las pruebas, y aun así, el 80% de los casos están archivados por la fiscalía ordinaria, que no es la fiscalía militar. Así que, después de tanta lucha, aún no logramos cambiar el estándar que sigue asolando a los homicidios dolosos cometidos por la policía en Brasil.

El otro cambio legal sería la “Lei María da Penha”, nuestra ley en Brasil que logramos después de un caso que se envió al sistema interamericano, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, donde se creó entonces una ley para castigar a aquellos que practican la violencia doméstica. Esta ley es muy moderna.

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Traje también instrumentos para prevención, además de la punición, donde el Estado debería organizar instrumentos de mecanismos para tratar a los agresores que tienen, por ejemplo, problemas con alcohol o drogas.

La verdad es que la ley tuvo un impacto muy grande en Brasil y sirvió de ejemplo para varios otros países para crear sus leyes para combatir la violencia doméstica, pero desafortunadamente, los mecanismos de protección para que las mujeres ya no sean muertas en Brasil, la ley no ha alcanzado.

Estamos ahora, en el próximo mes de octubre, presentando una audiencia temática en la Comisión Interamericana, sobre los obstáculos de la implementación de la “Lei Maria da Penha”, y desafortunadamente tenemos un número de casos del último año, de muchas mujeres que sí presentaron solicitud, que estaban amenazadas, solicitud de protección para la justicia, y aun utilizando la ley, no fue posible evitar que murieran.

Sigo, el último ejemplo del cambio legal, que fue otra lucha enorme de la sociedad civil del Brasil, que fue una ley para criminalizar la discriminación racial. Ustedes saben que Brasil es el segundo país del continente con la mayor población afro-descendiente y tenemos casos gravísimos cotidianos sobre discriminación racial.

Desafortunadamente, las encuestas muestran que la ley tampoco está siendo utilizada. Los afro-descendientes siguen siendo discriminados y los pocos casos que llegan a la justicia, siguen siendo considerados como injurias y no como discriminación racial.

Y por fin terminé mis ejemplos, solamente quería darles una base de varios cambios legales que con mucha lucha logramos, pero aún no logramos implementar, sobre un tipo, que es un tipo de una herencia directa de la dictadura militar, que es la resistencia seguida de muerte. Es una clasificación que la justicia y la policía utilizan cuando hay un supuesto enfrentamiento entre

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civiles y la policía, donde el enfrentamiento en sí no es investigado. Una vez que la persona que fue muerta por la policía, supuestamente estaba cometiendo un crimen, la investigación se abre por el crimen y como la persona fue muerta, no hay más que investigar.

Entonces, tenemos casos muy graves en Brasil. En Río de Janeiro, en tres años, una media por resistencia de muerte, se mueren 90 personas al mes hace tres años seguidos; en Sao Paulo son 45 al mes desde hace tres años, haciendo la media. Y todas estas muertes no son investigadas, aunque tengan testigos, familiares que dijeron que estas personas no estaban cometiendo crímenes, que no estaban armadas, que no había enfrentamiento, o sea, se hace la misma escena que se hacía en la dictadura para justificar las muertes de los militantes políticos.

Esta es nuestra herencia menos sofisticada, nuestra herencia que está como siempre fue desde la dictadura, tanto la forma como la policía hace, así como el tratamiento que la justicia no le da, no le da seriedad, no le da investigación. Entonces, todos estos muertos se quedan, aun públicamente, con el estigma de que estaban cometiendo crímenes, aunque no los estuviesen haciendo. Las familias siguen muchas veces buscando también sus cuerpos, porque, desafortunadamente, pasan muchas veces las desapariciones de los cuerpos hechas por la policía.

Este no es un mejor escenario, pero yo sé que todos creen, claro, que en el Brasil avanzamos mucho, tenemos alguna institucionalidad de Derechos Humanos, tenemos una Secretaría de Derechos Humanos que hoy tiene estatus de ministerio, tenemos varias fiscalías que tienen roles específicos para trabajar en Derechos Humanos; una sociedad civil bastante activa, bastante organizada. Aprovecho para felicitar a todos los paraguayos porque he escuchado que están por hacer el Plan Nacional de Derechos Humanos,

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personalmente trabajé en Brasil en el primero y segundo Plan Nacional y el Plan Estatal con el Dr. Belisario de Sao Paulo.

Hay un gran valor en hacer un Plan Nacional de Derechos Humanos, es decir, hay muchas cosas que un plan puede traer de bueno, pero creo que lo mínimo, es la proximidad y la elección de prioridades entre todas las organizaciones gubernamentales, las víctimas, los familiares de víctimas, o sea, que todo el país, toda la sociedad civil del país tenga la conciencia de cuáles son las prioridades para cada tema y que pueda uno pasar a respetar y luchar con otros también, lo que antes no pasaba.

Así pasó en Brasil, fue muy importante en Brasil para que nosotros tuviéramos inmunidad en la sociedad civil para construir juntos luchas comunes, o sea, muchas veces quien trabajaba con niños no sabía cuáles eran las prioridades de quien trabajaba con la discriminación racial; el plan nacional y las conferencias nacionales, lograron que todos pudiesen tener las prioridades y conocer las prioridades de aquellos que trabajan con seguimientos específicos, y eso fue muy productivo.

Los felicito, y aquí estoy con muchas esperanzas de que puedan hacer un buen plan y que ese plan traiga muchos frutos para Paraguay. Por ejemplo, hasta el día de hoy se perpetúan prácticas formales e informales que reflejan mecanismos que no garantizan un tratamiento igualitario delante de la ley, a todos los ciudadanos y ciudadanas brasileñas.

Identificación de los obstáculos resultantes de la transición democrática en el Brasil, para la realización de una democracia plena y efectiva, como garantía del "Nunca más". Traigo aquí para ustedes dos grandes problemas que tuvimos con la transición en Brasil. Además del escenario del día de hoy, de la actualidad, estoy ahora volviendo a la transición democrática, para intentar

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compartir las explicaciones del por qué hasta el día de hoy estamos en este nivel.

En primer plano, muchos han escuchado que Brasil tuvo una Ley de Amnistía que logró hacer la conciliación nacional, de la que todos estamos muy contentos, que así no tenemos más problemas. Es verdad, la Ley de Amnistía de 1979 imposibilitó la persecución penal de las graves violaciones a los Derechos Humanos y crímenes de lesa humanidad, impidiendo que se haga justicia en contradicción a las obligaciones internacionales de los Estados que aceptaron de buena fe los tribunales y los instrumentos internacionales de protección.

O sea, la Ley de Amnistía en Brasil, para aclarar, fue una ley que en verdad debería, por el texto de la ley y las cosas que están allá escritas con todas sus letras, en verdad no amnistiaron a los militares ni tampoco a los agentes que cometieron crímenes en nombre de la represión. Utilizaron allí una estructura jurídica sobre crímenes conexos a los crímenes políticos, para aprovechar por esta interpretación, amnistiar a todos además de los civiles que practicaron la resistencia.

La ley fue hecha aún durante la dictadura, aprobada por un congreso que no tenía libertad, un congreso en el que la dictadura tenía todo el control, no había libertad, y en nombre de un acuerdo, porque así se conoció por muchos años, que en verdad no reconoció el derecho de las víctimas y de los familiares de víctimas, aunque la sociedad civil en aquel momento pidió, contestó, propuso artículos para que en esta Ley de Amnistía también estuviese contemplada por lo menos la información de dónde estaban los desaparecidos.

Entonces, esta ley nos trae, a nosotros que representamos a los familiares de las víctimas y las víctimas del caso “Araguaia”, que en dos minutos voy a hablar un poco sobre el caso para que lo conozcan; nos dio mucho trabajo convencer a los órganos internacionales, la Comisión y la Corte Interamericana,

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que era una ley que sí tenía su diferencia de las otras leyes de América Latina, que habían solamente amnistiado con todas las letras a los militares y agentes que cometen un crimen en nombre de las dictaduras.

Pero aun así, a pesar de que nuestra ley había amnistiado a los civiles que practicaron la resistencia, los militares también se aprovecharon de la ley, y por lo tanto ella también había tenido un rango de auto-amnistía, así como todas las otras. Sin embargo, como la ley, de hecho, amnistió a los civiles, nosotros no queríamos que la Corte y la Comisión hicieran la misma cosa que siempre ha hecho en los otros casos, que era la derogación de la Ley de Amnistía, porque verdaderamente muchos civiles que practicaron la resistencia fueron amnistiados en el Brasil.

Entonces, nosotros siempre solicitamos a los órganos internacionales, la reinterpretación de la Ley de Amnistía, donde se pudiera leer en verdad lo que está escrito, y no la interpretación política que hicieron los militares en la época, y que desafortunadamente, siguen hasta el día de hoy haciendo presión para que siga siendo una ley válida para amnistiar a los torturadores y ejecutores.

La otra cosa que también heredamos de la transición democrática, que yo quería especialmente compartir con ustedes, fue la ausencia de un ordenamiento jurídico interno que garantice el acceso a la información.

El Estado tiene cercenado el derecho a la verdad en el país, la ausencia de una ley de acceso a la información y mecanismos de producción de información, asociados al estricto marco legal de clasificación, del sigilo de documentos oficiales y la práctica de la destrucción de documentos, obstrucción y negligencia en la producción de documentos relevantes, tienen imposibilitado el efectivo acceso de los familiares y de la sociedad, a la

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reconstrucción de los hechos históricos y conocimiento de la verdad en los casos individuales.

Entonces, claro, con la Ley de Amnistía y además con la desaparición de los documentos, porque como aquí ya fue compartido con ustedes, en Brasil hasta hoy día, nos dicen que los documentos de las Fuerzas Armadas fueron incinerados, fueron quemados y tampoco nos dicen de dónde salió la orden para que fueran incinerados.

El uso de la Ley de Amnistía impide hasta el día de hoy que las personas puedan tener una investigación, hacer entonces juicios que puedan traer la verdad o quizás traer documentos. Esta es nuestra esperanza.

Ahora voy al caso puntual, para poder compartir con ustedes, cómo esto ha llegado a la Comisión Interamericana. El caso Gomes Lund, conocido como “Guerrilla de Araguaia”, fue el único caso brasileño referente a la dictadura militar, que se ha tramitado ante los órganos del sistema interamericano de Derechos Humanos, Comisión y Corte. Fueron largos 15 años de trámite.

Lo importante aquí es resaltar para ustedes, cuando yo digo que la Ley de Amnistía fue un obstáculo, aún sigue siendo adentro. La Ley de Amnistía significó para nosotros también un gran obstáculo para que el propio sistema interamericano comprendiera la gravedad.

Entonces, como un caso de la deuda histórica, tenemos aquí una jurisprudencia importante, el Caso Goiburú de Paraguay, que fue uno de los primeros con sentencia de América del Sur, teníamos solamente los casos anteriores de Centro América.

Ningún caso llegó a estar tanto tiempo en la Comisión Interamericana tramitándose, porque todas las veces que teníamos los trámites oficiales del proceso, que teníamos chance de aportar información a la Comisión, el Estado

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brasileño siempre contestaba que esto ya no era más un problema, que en Brasil no necesitábamos la verdad, que en el Brasil no necesitábamos justicia, que en Brasil la Ley de Amnistía era la única cosa que necesitaban los brasileños. Entonces, fue muy duro convencerlos de esta particularidad que tiene nuestra ley, y que sin embargo, nuestra sociedad también sigue deseando tener verdad y justicia, y entiende que para cambiar muchos otros niveles de respeto a los Derechos Humanos, es necesario que podamos mirar, conocer y reconocer en Brasil, qué ha pasado durante la dictadura.

Comparto con ustedes que hay cosas un poco simbólicas, pero creo que sirven también para aclarar cómo estamos en este punto en Brasil. Hasta el año pasado los militares todavía conmemoraban el día del golpe militar, que fue el 31 de marzo en Brasil; había conmemoraciones y fiestas. Los militares lo llamaban "La Revolución Democrática" al golpe militar; entonces, aún tenemos mucho que cambiar en Brasil, además de los aspectos formales, pero también los aspectos informales y culturales.

Bueno, como tengo poco tiempo, voy a pasar un poco rápidamente. “Araguaia” es un ejemplo de extrema gravedad de violación de los Derechos Humanos, promovido por la dictadura, lo cual afectó a toda una población de la región norte del país y desaparecieron aproximadamente 70 personas. Pasados más de 35 años desde que ocurrieron los hechos, aún no se inició ninguna investigación judicial criminal por parte del Estado, con el objetivo de verificar la responsabilidad individual de los perpetradores, los cuales no fueron procesados o castigados.

Las acciones civiles interpuestas por familiares en el ámbito interno para conocer la verdad y localizar los despojos de los desaparecidos políticos, no tuvieron eficacia. En parte, por la falta de diligencia y obstrucción del acceso a las informaciones oficiales y, especialmente, por la imposibilidad de acceder a los archivos de las fuerzas militares.

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Voy directamente a la sentencia. La sentencia de la Corte Interamericana fue muy buena, parte de ella el Dr. Pérez Pérez por la mañana ya postuló, teniendo en vista que la Corte Suprema del Brasil, dos meses antes de la audiencia de la Corte, que fue en mayo del año pasado, ha hecho una audiencia interna. La Suprema Corte del Brasil, para interpretar si la Ley de Amnistía aún tenía validez hasta el día de hoy; desafortunadamente, los ministros de nuestra Suprema Corte entendieron que sí, que la Ley de Amnistía sigue teniendo validez aún para los casos de desapariciones forzadas que siguen en andamiento hasta el día de hoy. La Ley de Amnistía tenía una vigencia temporal hasta 1979.

Entonces, uno de los importantes fallos de la sentencia, que habló el Dr. Pérez Pérez, que está destinado directamente al gobierno brasileño, al Estado brasileño, es decir, que el Estado brasileño en la Corte termina sus alegatos finales, diciendo a la Corte que no iría a cumplir las sentencias, y quien le dice esto a la Corte es un representante de las fuerzas armadas. Así es que esto llevó a la Corte a escribir páginas y páginas sobre el control de convencionalidad, que exactamente cuando les pedían a la Corte Suprema del Brasil que no solamente tuvieran la calidad que tiene responsabilidad internacional por el cumplimiento de las sentencias y que no pueden escoger entre las que ellas desean cumplir y las que no desean cumplir. Además, sobre la responsabilidad vinculada a la Convención Americana, tiene este control de convencionalidad para dentro del Brasil, para que los jueces del Brasil también incorporen las jurisprudencias internacionales.

Bueno, de forma muy corta les cuento que, sobre la justicia, la Corte determinó, que si pierde efectos jurídicos, los artículos de la Ley de Amnistía que amnistiaron a los torturadores, o sea, que permiten esta interpretación, y por esto dijo que tienen que empezar ahora las investigaciones criminales en la justicia ordinaria y no la Justicia Militar. Por tanto, a pesar de tener un largo

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proceso por la justicia, la idea que la sentencia de la Corte nos trasmite, es que la verdad va a venir en parte por los juzgados individuales, no la verdad judicial.

Entonces, la Corte fue muy dura, muy expresiva con el Estado brasileño y ahora estamos en este punto. Para terminar, les cuento que el Estado de Brasil en estos primeros meses de sentencia con la Presidenta Dilma Rousseff, a pesar de que públicamente dio entrevistas, habló en la tele, que va a cumplir la sentencia, que no va a dejar de cumplir, éste es también el mensaje que nos manda el ministerio de relaciones exteriores. Desafortunadamente, sabemos que la posición que está dentro del gobierno de Dilma Rousseff, es que la Suprema Corte va a seguir amnistiando a los torturadores, a los asesinos de la dictadura militar en Brasil. Así es que aún tenemos un largo camino para que se pueda cumplir la parte de la justicia de la sentencia de la Corte Interamericana.

Y para terminar, he hecho algunas preguntas que como defensora de los Derechos Humanos quería compartir con ustedes para una reflexión, o sea, termino mi presentación no con soluciones, desafortunadamente, pero traigo aquí inquietudes que podríamos reflexionar en conjunto.

Nosotros ahora hicimos las tareas de casa, tenemos sociedades conscientes del papel del Estado y de que los órganos necesitan fiscalización de sus actividades. Los agentes de los poderes públicos no tienen más dudas de que no pueden utilizar la fuerza otorgada por el pueblo en contra de él; que en ninguna circunstancia un crimen cometido por el Estado, por un agente público o privado en su nombre, se quedará impune; una vez que éstos sean los lastres de una democracia real, estamos nosotros con poder para impedir la utilización de viejas prácticas como herencias del período autoritario, antes justificadas por el estado de excepción y ahora por el control de la violencia.

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¿Cómo avanzar si aún está la tortura en las cárceles o las ejecuciones sumarias de presuntos criminales? Cambian los actores y siguen las motivaciones, aun en nombre de la seguridad. Algunos de los países están logrando hacer justicia, como Argentina, Chile y Perú, como por ejemplo con el juzgamiento de Fujimori, que fue un juzgamiento histórico. Paraguay encontró parte de sus archivos, y ha hecho una Comisión de Verdad con resultados importantes.

Yo les deseo que con los archivos y con la Comisión de Verdad, como también deseamos que podamos hacerlo en el Brasil, podamos algún día ascender a la justicia, porque para que los Estados sean respetuosos, para que las generaciones sepan luchar por sus derechos, tenemos que seguir los ejemplos de aquellos que tienen la posibilidad de terminar el poder y las acciones del Estado.

Muchas gracias.

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LAS PERSECUCIONES A LAS MINORÍAS EN MEDIO ORIENTE

Sr. Rafael Cerrato

De nacionalidad española. Estudió Ciencias Económicas en la Universidad de Málaga, España. A partir del año 2005 empieza a publicar escritos en referencia a temas

históricos, religiosos y de derechos humanos. En el 2010, intervino en un foro interreligioso del Mediterráneo, organizado

por la Universidad de Barcelona, España. Publicó varios libros.

Buenas tardes. Es la primera vez que vengo a Paraguay y quiero decirles que para mí ha sido una muy grata sorpresa. El concepto que se tiene en Europa de Paraguay, digamos que no es muy favorable; sin embargo, yo desde el primer día vi una realidad muy distinta. Y la realidad que vi, se las voy a decir muy simplemente la diferencia que vimos en Paraguay con otros países, que tienen ustedes en este país, es que ustedes tienen un potencial muy valioso.

Ya he dado varias conferencias, desde que llegué hace cinco o seis días, y en cuanto digo esto, todo mundo me dice "tenemos una agricultura, una ganadería y mucha agua". Tienen ustedes un potencial muchísimo más valioso que esas cosas, tienen una juventud muy grande; desde que salí del aeropuerto vi esto, una juventud que vale un imperio, y si la saben cuidar, si la forman adecuadamente, les puedo garantizar que tienen un futuro garantizado.

Dicho esto, voy a pasar a hablar un poco sobre los temas que yo más domino. Yo estudié el tema de los Derechos Humanos fundamentalmente en tres zonas. La primera fue en Israel, por una serie de viajes que tuve que hacer; la segunda fue en Cuba, por un libro que escribí sobre un preso político que

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estuvo 28 años encerrado en las cárceles del Sr. Castro que es el dueño de la isla; y la tercera, pues sobre Oriente Medio, especialmente sobre Irán.

Como ustedes saben, la zona de Oriente Medio es una zona de las más conflictivas del mundo y una de las zonas donde el peligro de que una llama pueda incendiar la humanidad, es cada día más latente.

En primer lugar, el por qué en los países de Oriente Medio el tema de los Derechos Humanos no avanza. Me voy a referir a un libro que se publicó en Inglaterra en el año 1995, el autor tuvo que hacerlo con un seudónimo puesto que de no hacerlo con un seudónimo, corría el mismo peligro que muchos intelectuales; el libro se titula, traducido al español, "¿Por qué no soy musulmán?".

Entre otras cosas, él, que es un musulmán o que dejó de ser musulmán, dice "el Corán y su carácter divino es inmutable. Por tanto, de difícil o imposible reinterpretación, a diferencia de la Biblia o el Nuevo Testamento, que con el paso de los tiempos han sufrido numerosas interpretaciones, hasta el punto de que hoy en día, casi nadie las asume a la letra".

Es decir, el Corán es inamovible, un libro que se escribió hace aproximadamente 1400, casi 1500 años ya, sigue siendo un libro inamovible y como comprenderán, hoy día, lógicamente, todo ha quedado atrás.

Y continúa, diciendo "la figura de Mahoma es muy discutida, el innegable papel de inferioridad de la mujer que por mucho que intenta disfrazar, el no menor aplastamiento de los Dinis, sometidos prácticamente de otras religiones. El mito de la tolerancia islámica, la masiva falsificación de hádice, hacen que todo sea una gran confusión".

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El autor, con cuyo seudónimo significa "el papelero", o “el copista”, reivindica su derecho a equivocarse, a apostatar, a cambiar de religión sin que por ello se le aplique la pena de muerte, prevista en el Derecho Islámico.

Pero para él, lo más importante es que no ve posibilidad de acomodo entre la razón de Dios y la razón humana; mientras que la oligarquía de jurisconsultos, jefes y funcionarios religiosos, más o menos burocratizados, no aceptan someter a discusión todo el entramado del Islam.

Él abunda en algo más en lo que yo no estoy muy de acuerdo, dice “cuando deje de ser musulmán en el sentido actual”. Según sus propias palabras, la única solución es que el debate sobre los Derechos Humanos no se lleve a cabo en la esfera religiosa, sino en el ámbito del Estado civil. Es decir, que se separe la religión del Estado y se creen Estados laicos en los que el Islam quede relegado a la esfera de lo personal. Vuelvo a insistir, en cuyo caso, evidentemente desaparecerá, pero bueno.

Esto, hoy día continúa provocando persecuciones como la de los egipcios, ejecuciones públicas como el sudanés Muhammad A Khan, o asesinatos como el del escritor egipcio Zabad.

Después, la justificación de los musulmanes, dice contestar a estos vendavales de desmanes con acuerdo de la inquisición o colonialismo, no es así, puesto que pocos países islámicos han sido colonizados por países europeos. Los países islámicos, si han sido colonizados, lo han sido por otros igualmente islámicos. Todos ustedes conocerán que prácticamente desde 1500, incluso antes, han sido colonizados por el Imperio Turco.

Por tanto, no sólo es injusto, sino que es una coartada perfecta para mantener a los países islámicos inmersos en el fatalismo y la ignorancia, porque como él señala, la causa principal del fanatismo islámico es el propio Islam.

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¿Qué tiene que ver la política exterior de Estados Unidos con la lapidación a muerte de una mujer por presunto adulterio en Nigeria? Continúa la teoría y la práctica de la jihad que deriva directamente del Corán y los hádices. Pero a los liberales y a los humanistas occidentales, les cuesta aceptar esto. Su problema es que son amablemente patológicos, creen que todo el mundo piensa como ellos; para los musulmanes, los terroristas no son más que ángeles desilusionados.

Los países islámicos no progresarán nunca si continúan culpando a occidente de todos sus males, quejarse del imperialismo americano no sacará a las naciones islámicas del pantano en que ella se ha hundido.

A la vista de esta visión, verán que la práctica de los Derechos Humanos en estos países, prácticamente es nula. Pero el problema de estos países no es sólo que la persecución de los Derechos Humanos se realice dentro de sus fronteras; como ustedes saben, hay dos grandes corrientes dentro del Islam, el Islam Suní y el Islam Chií.

El Islam Suní, en sus diferentes ramas, es normalmente el que de alguna manera permanece en los países islámicos más moderados; sin embargo, el Islam Chií, que se diferencia del Corán por una serie de suras que se recogen, conocidas como el de las dos luces, y reconoce la figura de Alí, etc. Y no voy a entrar en detalle del tema porque sería muy largo de contar. Esta vertiente es mucho más violenta y peligrosa.

Para hacerse una idea, les voy a explicar un poco la situación de Irán, que es completamente el núcleo principal del Islam Chií. Para ello he traído un pelín de historia. Tras el gran Imperio Iraní, Irán se sumió prácticamente en el caos y la miseria; sin embargo, en el siglo XVIII aproximadamente, cuando llegó la época del humanismo en Europa, tras la revolución americana, que después inventaron los franceses, que no fueron los franceses los precursores de la

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revolución, que esto hay que dejarlo bien claro; en lo intelectual los europeos, grandes intelectuales y grandes viajeros europeos, iniciaron, digamos de alguna manera, una búsqueda de las raíces de la identidad europea; y para ello se dirigieron fundamentalmente a la zona oriental, a los Alpes, entonces, esta zona pues tenía como tránsito todo Oriente Medio y toda la zona de Irán.

A la vista de aquello, pues franceses, ingleses y sobre todo rusos, empezaron a entrar en Irán y a invertir. ¿Qué pasó con aquello? En primer lugar se empezó a recibir los primeros testimonios en Europa de la situación del Islam. En segundo lugar, empezó el Clero a sentirse amenazado.

La primera amenaza que se conoce o que yo he conocido, fue a final de siglo XVIII. El Shad vendió y cedió el monopolio de tabaco a los ingleses por una cantidad. El monopolio del tabaco en los bazares. El que conozca un poco el tema de Irán, sabe que es una de las grandes fuentes del clero iraní e hizo que automáticamente se preparara la primera revolución.

Por aquellos años, uno de los clérigos más influyentes de aquella época, de nombre Danny, se llamaba Saide Hama Aldin, manifestó "el Shad es un delincuente que ha vendido al mejor postor la provincia de Irán a tres grandes potencias. Vende lo que pertenece a los musulmanes, vende los lugares en que vivió Mahoma y su familia a los extranjeros". Es decir, los clérigos gozaban de tal privilegio, que enseguida empezó a verse amenazado.

Para hacerse una idea de la influencia del clero en la constitución de 1906, hay un artículo que dice textualmente que "el oculto duodécimo Imán, el señor de todos los tiempos, es la autoridad verdadera, superior a todas las demás en Irán. En memoria suya el parlamento celebrará sus sesiones y deliberará, en su nombre serán sancionadas todas las leyes, por lo que los funcionarios, tanto legislativos como judiciales, serán declarados

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representantes del duodécimo Imán". Evidentemente, con estas leyes, los Shad tenían siempre el poder muy amenazado.

La situación siguió así más o menos hasta que en 1909 se descubrieron los primeros yacimientos de petróleo y a partir de allí todo cambió.

Pero antes de seguir adelante, quiero referir aquí un pasaje de uno de los dos visitantes más ilustres que fue en aquella época, que fue el doctor e historiador inglés Edward Granville Browne, quien escribió un libro titulado "Un año entre los Persas", y habla en este pasaje sobre los zoroastrianos, que de alguna manera era la religión básica de la Irán antigua y que es una de las grandes perseguidas, así como otras de las que más adelante hablaremos.

Dice "por lo que vi tanto en Yazd como en Kerman, me formé una buena opinión sobre su honestidad, integridad y laboriosidad, aunque con menos frecuencia que en el pasado, a menudo sufren vejaciones e insultos por parte de los mahometanos más fanáticos, que los consideran paganos, ni siquiera a la altura de los cristianos, judíos y demás gentes del libro, por lo que están obligados a llevar la vestimenta amarilla distintiva. No se les permite llevar calcetines, tienen que llevar turbante medio suelto, no pueden montar a caballo, y cuando van montados aunque sea en un burro, si encuentran a un musulmán, tienen que bajar y esperar a que pase, independiente de su categoría o edad”.

Durante el periodo de confusión que se produjo entre la muerte de Mohamad Shad y la subida al trono de Naseeruddin Shah, a muchos de ellos les robaron, apalearon y amenazaron de muerte para que renunciaran a su antigua fe y se convirtieran al Islam, y no pocos murieron.

Había un anciano zoroastriano en Yazd, todavía vivo durante mi estancia, que había sido apaleado, amenazado y al que por último dispararon varias veces, pero que se mantuvo firme en el rechazo a renunciar de la fe de sus antepasados. Es decir, la situación como verán, era tremenda.

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Con la llegada del Rezā Shah Pahlavi, intentó modernizar el país. Todos ustedes saben, supongo que la mayoría, que inició lo que se llamaba la Revolución Blanca. La Revolución Blanca era un intento de modernizar el país, se trazó como una meta subir a Irán a la quinta potencia del mundo.

¿Pero qué sucedió?, cometió dos errores. Uno, que quiso hacer un proceso demasiado acelerado de acercarse al occidente; y, un segundo error, que fue quitarle poder al clero, para lo que expropió las tierras del clero, y hacer una reforma agraria, pero aquella reforma agraria fracasó, y posteriormente tuvo que dar marcha atrás; ese fue uno de los grandes temas.

Fue en aquellos momentos cuando, Jomeini pasó a levantarse, después hubo un extraño caso de la muerte de un hijo de Jomeini, que se le echó la culpa a la policía secreta del Shah, a la SAVAK, pero bueno, investigaciones posteriores parecen probar que fue envenenado por estar opuesto a su padre.

Con la llegada de Jomeini al poder, que todos los occidentales y los de izquierda del mundo, creyeron que era una revolución, saludaron una revolución porque sería una liberación del pueblo. Lo que se produjo fue lo contrario, de tal manera que el principal partido que lo apoyó, que fue Partido Tudeh, el Partido Comunista, fueron los primeros perseguidos y los primeros asesinados.

A partir de allí, pues, se produjeron una serie de masacres, asesinatos y, bueno, tenía aquí una historia de informes y demás, pero en cinco minutos es imposible que pueda continuar. Lo que sí les puedo decir, es que hoy el peligro de Irán es más grave que nunca porque su antiamericanismo les está llevando a penetrar por la parte de atrás al continente americano, con vista a cercar a los Estados Unidos, no dándose cuenta muchos países que están colaborando con ellos en esta zona, del gran peligro que ellos suponen.

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En Irán, las persecuciones, las ejecuciones, están al orden del día. Las últimas de carácter religioso de las que yo tengo constancia, fueron hace tres o cuatro días, ejecutaron a tres personas por su religión.

Pero sobre todo, hay una minoría, y con esto voy a terminar, que es la más perseguida de todas y que es a la que más odio tienen, que es la de la Fe Bahai. La Fe Bahai, voy a ser muy breve, nació en Irán con un intento de modernizar el país, aproximadamente entre 1844 y 1868. La Fe Bahai ha sido sometida a las más terribles vejaciones porque intenta imponer en Irán, pues una serie de cosas modernas, una educación escolar universal, liberalización de la mujer, etc.

Y la originalidad de esta persecución es que hay una fátua, un documento secreto del Imán Ali Hamenein, diciendo que esta persecución se debe llevar a cabo, no sólo en el interior de Irán, sino que a nivel mundial, fuera de las fronteras de Irán; con lo cual, es la primera vez que yo veo que desde el interior de un país islámico se lanza una persecución a nivel mundial y esto bajo mi punto de vista, supone un peligro para una comunidad que está fuertemente extendida por el mundo, concretamente aquí en el Paraguay hay miembros y en prácticamente todo el mundo y que la componen aproximadamente, los datos que yo manejo últimamente, son unos 6 o 7 millones de personas.

Me hubiese gustado hablar más de este tema porque creo que es un tema que puede tener mucha importancia en países como este y en todo el Cono Sur Americano, de hecho ya vieron el atentado de AMIA en la Argentina y otra serie de atentados.

Muchas gracias.

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EL DERECHO A LA EDUCACIÓN Y SU CONTENIDO EN MATERIA DE

DERECHOS HUMANOS

Dra. Mariana Blengio Valdés

De nacionalidad uruguaya. Doctora en Derecho y Ciencias Sociales. Catedrática y profesora de Derechos Humanos. Fue profesora invitada en Universidades de Argentina, Brasil, Paraguay,

México, Estados Unidos, Francia e Italia. Coordinadora de la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos de la Universidad

de la República de Uruguay. Autora de diferentes obras en materia de Derechos Humanos, por citar

algunos: "Código de Derechos Humanos", "El derecho a la Educación", "El derecho al reconocimiento de la Dignidad Humana", "La prevención y prohibición de la Tortura", "Derechos Humanos en Movimiento".

Directora de la Revista de Derecho Público editada por Fundación de Cultura Universitaria.

Buenas tardes. Muchísimas gracias por la invitación que se me ha hecho, para mí es un honor compartir con ustedes esta instancia en la cual se arroja, se siente en la piel el compromiso en relación a la temática que nos convoca.

Dicen que la democracia es una flor exótica y por ello hay que cuidarla, hay que atenderla, hay que prestarle mucha atención y hay que aprender de ella para preservarla.

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El tema del cual voy a hablar es el que ustedes pueden ver, es el derecho humano a la educación, el derecho a la educación y su contenido en materia de Derechos Humanos.

Quiero también destacar que es muy grato para mí hablar de este tema, del cual hablo bastante a menudo, pero sobre todo del cual hago práctica porque enseño en Derechos Humanos a distintos colectivos, a distintos grupos, en el marco de un bicentenario de los pueblos de América, que ha llevado muchísimos festejos.

En este bicentenario para mí, la historia de Paraguay, como uruguaya, no me pasa jamás desapercibida y está en muchas de mis enseñanzas la memoria y el testimonio de lo que fue la lucha de niños, mujeres y hombres en el Paraguay a lo largo de la historia y una historia que para el Uruguay por momentos es un poco triste.

Sólo la educación es capaz de tender los puentes que van de la esclavitud, la pobreza, la ignorancia, el dinero o la droga a la libertad, porque permite la participación cívica, esencia de la democracia. Quería empezar con esta frase que me parece sumamente interesante, por todos los conceptos que están detrás de ella y porque termina nuevamente con el concepto de democracia.

En el transcurso de la exposición, me voy a referir a tres puntos claves; uno, es la educación como valor humano, el segundo, es el derecho humano a la educación y el tercero, es el derecho a la educación en Derechos Humanos.

En el informe de la UNESCO, el Informe Delors se llama, ya tiene algunos años, encontramos esto que yo he resumido con esta frase, es un informe muy largo que les sugiero estudiarlo y analizarlo a fondo, está claro que la ponencia fue enviada también a la organización en forma completa, así es que, si ustedes

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quieren consultarla más allá de estas diapositivas, pueden ir al documento completo de todo lo que estoy diciendo, acá voy a hacer un resumen nada más.

Este informe nos habla del valor de la educación y por eso lo quise citar, porque es el primer punto al cual me refería, la educación como un valor humano.

¿Qué otros valores humanos? Ustedes perfectamente me podrán decir que tenemos la vida, la libertad, la dignidad, la tolerancia, la solidaridad, son todos valores humanos que el derecho ha reconocido, y la fuente tanto derecho interno como derecho internacional, ha incorporado al efecto de proteger a la persona humana.

Podemos señalar que la constitucionalización del derecho a la educación es una constante en América Latina. Ustedes podrán ver en la ponencia que todas las constituciones de América Latina y el Caribe, han incorporado el derecho humano a la educación en el máximo texto, me estoy refiriendo desde el punto de vista de la jerarquía normativa, en sus constituciones nacionales. Esto fortalece lo que es el derecho a la educación y nos hace conscientes de la importancia de proyectarlo e instrumentarlo. En lo que se refiere, entonces, a las fuentes del derecho interno, a todas esas constituciones cuya nómina está desarrollada, me remito.

Luego tenemos que analizar el tema en el ámbito del derecho internacional de los Derechos Humanos, y en esta síntesis que estamos haciendo, podemos decir que lo primero que viene a nuestra mente en materia de lo que es el desarrollo del derecho internacional de los Derechos Humanos, es la Declaración Universal adoptada el 10 de diciembre de 1948; esta declaración, cuyo Artículo 26 expresa: “Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria.

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La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”.

Tengan en cuenta que en esa época teníamos una problemática en materia de educación totalmente distinta a la que tenemos en el siglo XXI; la accesibilidad, es decir, el problema cuantitativo era mucho mayor al problema cualitativo, eso quiere decir, para que tengan una idea, en 1950 teníamos en África un total de 84% de analfabetos, en el siglo XXI en África tenemos 39% de analfabetos, es decir, más allá de la enorme cantidad de personas que no tienen educación, las cifras han variado y tenemos que también adecuar lo que es nuestra preocupación por la protección de este derecho.

Si lo analizamos en América Latina, tenemos que en 1950 había 42% de analfabetos, mientras que en el siglo XXI esa cifra ha bajado considerablemente, no quiere decir que no haya analfabetos, ni mucho menos, pero digo que la problemática, cuando la Organización de las Naciones Unidas y los países que dijeron "Vamos a regular el tema del derecho a la educación, consentimos y somos contestes de que el derecho a la educación es un derecho humano y hay que introducirlo en la Declaración Universal”. La realidad en relación al analfabetismo, era mucho más dura de lo que es ahora.

Ahora bien, no sólo la Declaración Universal nos arroja la consagración del derecho humano de la educación, tenemos todos otros documentos acá en

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esta diapositiva, ustedes podrán ver los distintos países y quiénes han ratificado o no, los distintos documentos.

Hay convenciones que emanan del tema universal, como puede ser el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que se ratificó, que se aprobó por Naciones Unidas en el año 1966 y otros que emanan del Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, como la Convención Americana y el Protocolo de San Salvador, que es de 1988.Es decir, podemos ver en la evolución del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, el abordaje que se ha hecho del derecho humano a la educación y cómo se ha consagrado de distintas formas en los instrumentos que emanan de esas fuentes.

Tanto es así, que ya la consagración del derecho humano a la educación en el ámbito internacional, no es discutible; algunos llegan a decir que es una norma de ius cogens, el derecho a la educación, no se discute; no podría haber un país que negara el derecho a la educación y que lo considerara ilegítimo, eso sería una negación ilegítima desde nuestro punto de vista.

La preocupación ahora, más reciente, en las últimas décadas ha sido, “bueno, vamos a controlar cómo se cumple el derecho humano a la educación", y allí tenemos observaciones interesantes, como una observación general del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Observación Nº 13 del año 1999, en la cual las Naciones Unidas, a través de este comité que está compuesto por expertos independientes, se pusieron de acuerdo en emitir un documento donde se dieran ciertas pautas en relación a cómo cumplir con ese derecho que los Estados se comprometen a respetar.

Esta observación tiene distintos puntos; les separé estos cuatro que hacen a la disponibilidad, a la accesibilidad, a la aceptabilidad y a la adaptabilidad, todo eso tiene que ver en muchos casos, por ejemplo, no sólo con

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la capacidad de poder asistir, sino también con el contexto cultural y la sociedad donde se está desarrollando el proceso de educación.

Esta observación que es muy interesante, ustedes en el trabajo verán algunos extractos, pero si van al sitio de las Naciones Unidas, la van a encontrar completa; tiene algunos párrafos en relación a lo que es la libertad académica.

Y considerando que como ustedes, ya se dijo, yo provengo de un ámbito que es el universitario, donde la libertad académica nos resulta sumamente interesante para poder desarrollar nuestro oficio, queremos destacar que la observación señala justamente que "los miembros de la comunidad académica son libres, individual o colectivamente, de buscar desarrollar y transmitir el conocimiento y las ideas mediante la investigación, la docencia, el estudio, el debate, la documentación, la producción y la creación de escritos".

La propia Observación Nº 13 señala que los cuerpos docentes de las universidades son especialmente vulnerables a presiones políticas que ponen en peligro, en muchos casos, la vida académica, la independencia y la libertad de los académicos.

Así que, por eso destaqué que sería imposible hablar de toda la observación, pero sí, para que vean cómo en este proceso de ver cómo se instrumenta el derecho humano a la educación, se atienden algunos aspectos.

El otro elemento que separé, son unos ejemplos de lo que la observación señala en relación a lo que serían violaciones al derecho humano a la educación y allí ustedes podrán ver las cuestiones que puntualiza el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, en lo que significa la violación del derecho humano a la educación.

En la siguiente, continúan estos ejemplos de violación del derecho a la educación que pone Naciones Unidas y voy a destacar esto para que ustedes

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vean cómo en el caso de las dos primeras se está apuntando a que, en los países en que existan leyes que discriminan de alguna forma, o en los países en los que, más allá de la ley, hay prácticas discriminatorias en relación a grupos, deban adecuarse en clave de Derechos Humanos. Eso es lo que está diciendo la observación, eso va a colectivos como pueden ser por razón de sexo, de razas, de etnias, de religión, apostar a que no existan prácticas ni leyes, por supuesto, la práctica se va a encuadrar seguramente en una ley.

La última que quería destacarles en relación al derecho, es que señala el Comité, que la aplicación de los planes de estudio de todas las instituciones de enseñanza, obviamente estoy hablando de públicas y las privadas en el marco que sean habilitadas por lo público, la aplicación de los planes de estudio que sean incompatibles con los objetivos de la educación, expuestos en el Párrafo 1 del Artículo 13, que justamente consagra el derecho humano a la educación.

¿Y cuál es eso que está diciendo? ¿Qué es eso que está diciendo? Que los planes de estudios deben adecuarse a lo que dejamos para el tercer y último punto de nuestra exposición, que es la educación en Derechos Humanos en base a otro documento que es fundamental en materia de educación, que es el Protocolo de San Salvador.

Si ustedes leen con atención el Párrafo 2, van a ver qué contenido se le debe dar, se le apuesta a dar a la educación, y eso, de acuerdo a todo el encuadre jurídico que estamos manejando, nos lleva a afirmar que la educación en Derechos Humanos es un derecho, es decir, en los planes de estudio en todas las actividades formales e informales que se hagan, debe incorporarse la educación en Derechos Humanos.

¿Qué se entiende por educación en Derechos Humanos? Justamente aquí hay un contenido que lo pueden ver desde el Artículo 26 de la Declaración Universal, y en este contexto me estuve deteniendo en la constitución

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paraguaya, que señala creo en el Artículo 73, aunque puedo estar equivocando de número, en relación al contenido a dar a la educación, y es sumamente importante la fortaleza que tiene en lo que es la enseñanza de los Derechos Humanos.

Aquí quiero hacer una precisión, ustedes saben, tengo la suerte, por más que fue por un concurso de oposición y méritos, de enseñar en la Escuela Nacional de Policía de Uruguay, de allí egresan los agentes de la policía que van a intervenir, que van a trabajar profesionalmente a nivel de toda la comunidad. Dos de las materias que tienen los policías, justamente una es la que ya he dicho, es Derechos Humanos y la otra materia es la violencia doméstica, materia sumamente importante.

Pero en el tema de Derechos Humanos, la primera experiencia que como docente les puedo señalar que tengo, desde ya hace unos años que estamos participando como profesores en la escuela, es la comprensión a nuestro grupo de alumnos, que son todos policías, como acabo de decir, de que ellos son también titulares de Derechos Humanos.

Enseñar en Derechos Humanos a todos los colectivos, es una de las herramientas del “Nunca más”, pero lo que uno encuentra muchas veces es que esa primera aproximación es muy difícil porque los futuros policías tienen quizás una idea, de que uno va a hablar de derechos que no son de ellos, cosa que es totalmente equivocada; y felizmente logramos una aproximación muy buena a través de distintas prácticas y en esta actividad puedo decir que la que realmente soy educada en lo que es fortalecer la idea de la democracia y los límites a lo que es el poder y la seguridad, soy yo como docente.

Enseñar cuáles son los límites de la obediencia debida es algo que nosotros repasamos intelectualmente para poder llegar de alguna forma a quienes tienen un día que decidir.

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Vamos a terminar, como les acabo de decir, el último punto que iba a tratar era el derecho a la educación en Derechos Humanos; vamos a destacar en este sentido que nosotros hemos incluido algunos contenidos que consideramos que deben estar en programas de educación en Derechos Humanos.

Esto habría que focalizarlo, depende después, bien a la institución o al nivel, pero creemos que estos contenidos deberían estar en los programas que hacen efectivo el derecho a la educación en Derechos Humanos.

Por último, en relación a contenidos, y lo separé porque es una disciplina muy nueva, que la gente todavía no ha comprendido, por más que hay mucho desarrollo y especialmente en América Latina, que es la educación en bioética.

La bioética, como lo que es la ética en la medicina, la ética en la ciencia; eso nos lleva a una reflexión muy importante en relación a la vida misma, al avance científico y tecnológico en relación a la vida; a lo que puede significar un país rico, un país pobre en materia de salud, en materia de servicios; y es un contenido que incluimos dentro de lo que es la educación en Derechos Humanos.

Luis Pérez Aguirre, es un sacerdote uruguayo que falleció hace algunos años en un accidente de tránsito, y nos dejó muchos textos que son muy ricos, y sobre todo, interesantes en materia de educación. Nos dice: "Sucede que fuimos y muchos todavía somos, analfabetos en Derechos Humanos, superar esa incultura supone partir de lo más íntimo, cotidiano y doméstico, para remontarnos a lo más amplio, complejo y estructural".

"Nadie educa a nadie, los seres humanos se educan en comunión". Esa frase para todos conocida de Paulo Freire, es una guía; por eso el docente que va juntando en toda su trayectoria todas estas experiencias que sólo él íntimamente conoce, es realmente el hombre más millonario o la mujer más

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millonaria, porque es millonaria en valores, en riquezas y en esos conocimientos que no surgen de la teoría, sino de la práctica.

Voy a dejarlos con esta última frase, que es la consigna de la UNESCO de Derechos Humanos de la Universidad de la República, que desde hace ya algunos años dirijo, coordino y llevo adelante con mucho entusiasmo y mucha convicción. Esto que ustedes aquí están llevando adelante, es justamente esto que se llama construir los Derechos Humanos. Esta obra no tiene fin y no está en nosotros darle fin, sino que debemos empoderar a las generaciones futuras, a que continúen año a año, década a década, en esta obra que nosotros hemos transitado.

Muchas gracias.

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EL INFORME FINAL “VERDAD Y JUSTICIA” DE PARAGUAY

Monseñor Mario Melanio Medina Salinas

De nacionalidad paraguaya. Cursó sus estudios eclesiásticos de Humanidades y Filosofía en el

Seminario de Adultos de San Juan Bautista de las Misiones y Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.

Defensor de Derechos Humanos desde la dictadura stronista. Miembro activo de la Juventud Obrera Cristiana.

Presidente de la Comisión Verdad y Justicia del Paraguay, desde el año 2005.

Fue Vice-Rector del Seminario Mayor del Paraguay. Ocupó relevantes cargos en la Conferencia Episcopal Paraguaya. Actualmente está en Paraguay al frente de la Coordinación Nacional de

Comunidades Eclesiales de Base.

Muy queridos participantes, distinguido Presidente del Congreso Internacional Prof. Don Alfonso Resck, uno de mis maestros para descubrir la dignidad de la persona humana, sobre todo del trabajador, decía el Cardenal Michael Cardijn "El hombre no es ni maquina ni bestia de carga, vale más que todo el oro del mundo".

Como ya lo dijeran en este foro, en este encuentro, en este Congreso, en la Educación en Derechos Humanos. Con posterioridad a la entrega del Informe Final de la Comisión de Verdad y Justicia en el 2008, fue creada a la Dirección General de Verdad, Justicia y Reparación por Resolución Nº 179/09 de la Defensoría del Pueblo de Paraguay, refrendado por un decreto de la Presidencia de la República Nº 1875/09, por la cual se declara de interés

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nacional el Informe Final de la Comisión de Verdad y Justicia, su divulgación y su implementación de las recomendaciones formuladas.

Cuando entregamos los documentos, hemos pedido, cuando la Comisión ya fenecía en su función, al gobierno que instalara una secretaría de rango ministerial para seguir trabajando, sobre todo con respecto a las recomendaciones, que rápidamente voy a leer.

La Comisión de Verdad y Justicia estuvo integrada por representantes del Estado, organizaciones de la sociedad civil y víctimas de la dictadura. El informe final fue entregado en 8 volúmenes, a los tres poderes del Estado el 28 de agosto del 2008.

Primer tomo. Síntesis y caracterización del régimen; tiene un capítulo de conclusiones y recomendaciones, que es la síntesis de todo el informe y una introducción al mismo.

Pero más que eso, por la premura del tiempo, yo quería leerles las recomendaciones, porque son tarea pendiente que el gobierno y nosotros los que estamos en Derechos Humanos, tenemos que ir realizando necesariamente, porque fíjense ustedes, 177 recomendaciones, las cuales se refieren a:

Medidas dirigidas a la revelación pública y completa de la verdad, del 1 al 8; medidas dirigidas a la búsqueda de las personas desaparecidas, del 9 al 11; medidas dirigidas a obtener declaraciones oficiales, del 12 al 21.

Medidas dirigidas a obtener disculpas públicas, del 22 al 30; medidas dirigidas a aplicar sanciones, del 31 al 50; medidas dirigidas a la realización de conmemoración y homenajes a las víctimas, del 51 al 56.

Medidas dirigidas a proveer una Educación en Derechos Humanos que cuente lo ocurrido, del 57 al 63; recomendaciones en materia de restitución,

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establecimiento de derechos, del 64 al 70; medidas dirigidas a la devolución de los bienes, del 71 al 77.

Recomendaciones en materia de indemnización, perjuicio por el daño físico o mental, del 78 al 82; perjuicio por la pérdida de oportunidades, como educación, otras prestaciones sociales, del 83 al 84; otros perjuicios, 85; recomendación en materia de rehabilitación, atención médica y psicológica, del 86 al 88.

Servicios jurídicos y sociales, 89; recomendaciones en materia de no repetición, del 90 al 93; medidas que garanticen que todos los procedimientos civiles y militares se ajusten a las normas internacionales, del 94 al 96; medidas dirigidas al fortalecimiento de la independencia del Poder Judicial, del 97 al 103.

Medidas dirigidas a la protección de los profesionales que están en una particular situación de vulneración y riesgo, de 104 al 105; medidas en materia de educación para todos los sectores de la sociedad en materia de Derechos Humanos, de 106 al 124.

Medidas de capacitación en Derechos Humanos de los funcionarios, del 125 al 130; medidas dirigidas a promover la observancia de los códigos de conducta, del 131 al 136, medidas dirigidas a la promoción de mecanismos para precautelar los derechos laborales y proveer la paz social, de 137 al 140, y finalmente, medidas dirigidas a impulsar reformas constitucionales y legales, del 141 al 177.

Como ustedes podrán ver, aquí hay una tarea ingente para el gobierno, pero que no se va a hacer sin la presencia, y sobre todo, diríamos, sin la concienciación y hasta exigencia, valga la expresión, presiones legítimas de las entidades de los Derechos Humanos.

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Esto que se está haciendo acá, creo que una vez más está bueno, nos enriquece en la creación de la conciencia, pero siempre en estos encuentros, en estos congresos, están los que luchan y los amantes de la lucha por los Derechos Humanos.

Al Prof. Resck le dijeron un día “¿Profesor, usted no es comunista? Usted está favoreciendo a los comunistas porque lucha por los Derechos Humanos” y le dice un comisario "esta es la 109 vez que está entrando detenido", y él le dijo: "Gracias, señor comisario, porque yo había perdido la cuenta".

La Comisión ha conseguido con el Ministerio de Educación, un convenio en el cual se estipula la enseñanza opcional de "El autoritarismo en la historia reciente del Paraguay", asistieron muchos directores, pedagógicos de direcciones, maestros guías; pero yo no sé hasta qué punto se está haciendo esa instrucción en los colegios y en las escuelas.

Le digo como una señal de que hay que insistir en esto, en Misiones, donde hubo una terrible represión en el 76, estaba allí desde el 70 como sacerdote. Cuando hablamos de esto, de Derechos Humanos, cuando hablamos de la Comisión de Verdad y Justicia, mucha gente se quieren tapar los oídos y dicen "ya otra vez con esta historia, que ya pasó”, ¿por qué no dejamos de lado y comenzamos una nueva época?" Y nosotros decimos, "no hay nueva época, no hay renovación, no hay un comienzo de nuestra historia si no sabemos el pasado, para no repetir hechos que se deben conocer, que no deben olvidarse y que no deben ser repetidos”.

Entonces, es difícil a nuestra gente, allí hay una historiadora que está luchando por su abuelo en Misiones, pero la gente no le conoció, no le interesa la historia, nuestra gente no lee, no quiere leer y menos comprometerse en esta lucha de Derechos Humanos.

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Le agradezco al profesor porque él fue el artífice de este Congreso y el que ha hecho lo posible, yo le suelo decir: Tu última palabra antes de entrar al féretro va a ser "por los Derechos Humanos".

El Prof. Resck, con la cantidad de apresamientos y de torturas salió más fortalecido. Y eso es, como un chiste les cuento para terminar; las grandes manifestaciones, a veces dispersadas en forma fulminante y rápida porque venía la policía, a él le dejaban hablar el último y cuando él toma el micrófono no se calla más, de modo que cuando viene la policía, todo mundo corre y él apresado nuevamente porque estaba con el micrófono.

Bueno, agradecido por este encuentro, la Comisión de Verdad y Justicia está en esta Comisión de Verdad, Justicia y Reparación, que está haciendo algo y creo que va a hacer más, está allí una de las grandes luchadoras, Judith Rolón que tiene al padre desaparecido, y otra gente que está trabajando, como Goiburú, unas cuantas personas que trabajan allí, que han sufrido en carne propia el látigo de la represión de la dictadura stronista.

De modo que, creo que vamos a ir haciendo, pero lentamente porque los jóvenes son tan, yo diría llenos de desidia, estas cosas no les interesan, aunque siempre hay excepciones. Pero de todas maneras, es una lucha titánica porque nosotros tenemos una educación y con perdón de los militares, una educación cuartelera. ¿Cómo educamos? A base de castigo desde la casa es eso y se extiende hasta la escuela. En la escuela y en los colegios no hay que hablar, no hay que preguntar a la maestra porque el que pregunta es un zafado, es un mal educado, entonces, nadie pregunta.

Esa modalidad educativa algo se ha superado, pero muchísimo falta, porque da gusto desde luego, lo mismo pasa en la Iglesia, en las reuniones nos dicen: "Padre, díganos lo que tenemos que hacer y se termina, para qué discutir mucho acá, para qué reflexionar". Esto pasa un poco en todos los ámbitos.

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De modo que el dictador Stroessner, estaba como pez en el agua porque era el primer maestro, el primer deportista, el primer galán, el primero en todo y la gente estaba contentísima porque lo que él decía, se hacía y, además, no se decía su nombre, estaba prohibido, había que decir "por orden superior".

Mis queridos amigos y amigas, luchadores, multipliquemos la educación por los Derechos Humanos, luchemos por la dignidad de la persona humana.

Muchas gracias.

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SESIÓN DE DEBATE

Dr. Luis Enrique Marius: Me gustaría hablar sobre educación, la doctora habló muy bien sobre los derechos básicos que es la educación. Quisiera saber las razones por qué es un derecho tan frágil, tan quebrado, tan difícil de respetar, un derecho básico que forma al ciudadano y un ciudadano educado jamás va a cometer tantas atrocidades. Y la falla en la educación posiblemente va a ocasionar ciudadanos con defectos. ¿Por qué es tan negado el derecho básico a la educación, por qué los profesionales que trabajan en la educación son tan mal pagados, por qué la educación que es vital para la formación del ciudadano está tan alejada?

Dra. Mariana Blengio Valdés: La educación libera, la educación empodera, la educación nos hace conscientes del lugar que ocupamos en la sociedad; obviamente, la educación no sirve al autoritarismo y a la demagogia del poder. Las respuestas van por allí.

En relación a lo que más se agregó, aquí hay toda una discusión sobre el tema de la Educación en Derechos Humanos, si incorporarlo como asignatura o también como contenido. Creo que todo lo que se haga es positivo, ni que hablar como asignatura y eso es algo sumamente relevante, y quiero destacar la experiencia uruguaya en ese sentido, en materia de educación en seguridad pública, que el policía que está en la calle, que atiende los casos más sensibles a la población, tenga conocimientos sobre Derechos Humanos.

Todos los docentes que egresan del instituto de formación docente del Uruguay, tienen un seminario de Derechos Humanos para que ellos tengan una sensibilización en esta temática.

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Sr. Juan Álvarez: El objetivo de esta Asamblea Internacional sobre Derechos Humanos, es consolidar la posición de lucha por los Derechos Humanos a nivel nacional e internacional, con miras a dar respuestas a los grandes desafíos del siglo XXI.

Considero que se ha dado satisfacción a este objetivo porque, si podemos hacer una síntesis de este Congreso, es que “sin respeto los Derechos Humanos, la verdad y la libertad, no se podrá construir una sociedad justa, solidaria y pacífica, acorde a las exigencias que afronta la humanidad”.

Asimismo, quiero remarcar tres cuestiones, que considero sumamente importantes: la propuesta del embajador Dr. Llanes de abrir un Tribunal de Primera Instancia de los Derechos Humanos en nuestra patria; a ésta, quiero agregar, coincidiendo con todos los expositores, que recalcaron que la educación es muy importante y para Paraguay mucho más, porque necesitamos cambiar nuestra conciencia para cambiar nuestra conducta; y, por último, hace falta en el Paraguay una verdadera reforma de la educación en todos los niveles asentado sobre los auténticos valores, porque allí es donde se forma el futuro ciudadano que nosotros pretendemos para el país y para el mundo.

Por último, quiero recalcar que si bien es cierto, ya se ha hecho, es importante fortalecer las instituciones de Derechos Humanos, pero como las instituciones se conforman de hombres, por tanto, lo más importante es apoyar a los luchadores por los Derechos Humanos

Sr. Manuel Zaguirre: Solo un par de minutos sin interrumpir a nadie, porque la educación es un valor en sí mismo y sin ella no hay Derecho Humano alguno que se pueda ejercer. Dicho esto, quiero dejar constancia del cariño y del afecto que nos merece el Paraguay, desde España, desde la Unión Sindical

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Obrera y la Fundación de Solidaridad que presido en nombre de la Unión Sindical Obrera.

El cariño que nos merece Paraguay, su larga trayectoria de sufrimiento, de lucha y de esperanza por la afirmación y la vigencia de los Derechos Humanos contra tanto egoísmo, contra tanto poderoso sin escrúpulos ni moral alguna, que pretendieron someter a este pueblo y a su gente, inútilmente. El Paraguay siempre se abrirá camino porque es una gran nación y es un gran pueblo, lleno de riqueza natural de territorio, de juventud, como aquí se ha dicho.

Quiero hacerlo, a través, de la CONADEH en su presidente, entrañable amigo y compañero, Prof. Luis A. Resck, la expresión materializada de la paloma de la paz, que pintara nuestro más insigne pintor, el más universal, Pablo Ruiz Picasso, es la expresión de artesanos de Galicia, la más, si se me permite, sensible de nuestras fábricas cerámicas y artesanas de la región de Galicia.

La dedicatoria es para el Prof. Luis A. Resck, y para la CONADEH, no quiero dejar de recordar con emoción, espero que no me traicione esa emoción, el momento en que conocí al Prof. Luis Alfonso Resck fue en España, fue cuando allí estrenábamos democracia al principio del 78, él fue a España, venía en una misión por Europa. La Radio Nacional Española le dio una entrevista, fue sobrecogedor su testimonio para toda la sociedad española, lo que él contó de su país, de lo que se luchaba, de lo que se sufría, apenas habló de sí mismo, como es su estilo y como es su trayectoria.

Profesor, de usted se ha dicho casi todo, a mí sólo me queda una palabra, gracias por su testimonio, que haga 109 congresos más sobre Derechos Humanos y que viva 109, ciento veces más años de los que ya tiene. Mil gracias profesor.

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Sr. Rodolfo Romero Garcete: Les voy a contar una anécdota, a mí me gusta decir que la vida no es más que una suma de anécdotas y las anécdotas se encargan de recordar las oportunidades aprovechadas y las oportunidades perdidas.

Coincidimos con el Prof. Luis A. Resck en el Instituto Popular Juan XXIII, estamos hablando del comienzo de la década del 60, funcionaba cerca de la cancha de Villa Hayes. La creación del instituto fue a iniciativa de la Central Cristiana de Trabajadores, duramente perseguida por la dictadura y que fue liquidando, matando y expulsando dirigentes.

Y el Instituto Popular Juan XXIII se dedicó a dar becas a los hijos de los trabajadores, especialmente del barrio Obrero y del barrio Tacumbú. El director del colegio Instituto Popular Juan XXIII, fue el Prof. Luis Alfonso Resck, y el Secretario General el suscrito, Rodolfo Romero. Imagínense ustedes esta pareja.

Y terminaban las clases a veces a las 14 horas y a las 14 horas comenzaba otra clase en otra parte del Prof. Luis A. Resck y yo tenía una moto y salíamos “volando” porque teníamos que llegar para poder empezar las clases a la hora fijada; y, Resck me tomaba y me decía "Roró, no te vayas así, no quiero morir en un accidente yo quiero morir levantando una bandera en defensa de los Derechos Humanos".

Es decir, si hay alguien que ha vivido siempre intensamente lo que significa la defensa, promoción y exaltación de los Derechos Humanos, ese es Luis Alfonso Resck Haiter. Compartimos el exilio, tuve oportunidad de conocerlo tal vez más que nadie, porque de repente en Argentina o en Venezuela, sacaba su billetera y en un descuido venía y le llevaba un muchacho, por la forma ingenua en que él se maneja en esas cosas. Yo le decía: “Luis, no saques más su billetera en la calle".

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Por último, les voy a decir algo de contrabando, me entregaron una nota y me dicen que el Prof. Resck se opone a su lectura; pero como en este mundo sigue siendo una constante la violación de los Derechos Humanos, porque aún no estamos en el paraíso, doy lectura de la misma que expresa lo siguiente: Durante la realización del Congreso Internacional de Derechos Humanos, “Respuestas a las exigencias del siglo XXI”, los participantes nacionales y de otras nacionalidades, han deliberado acerca de la necesidad de conceder un merecido reconocimiento explícito de la comunidad nacional e internacional, al Prof. Luis Alfonso Resck Haiter por sus años de lucha para que se haga efectiva la vigencia plena de los Derechos Humanos, tanto a nivel nacional como internacional.

Pbro. José Valpuesta: Sería interminable, amaneceríamos acá si decimos los méritos del Prof. Luis Alfonso Resck Haiter.

Yo tomo no más una palabra que decía su profesor, José Ortega y Gasset, “la sociedad necesita modelos, hombres y mujeres que encarnen esos principios eternos”; aquí veremos un hombre que ha encarnado los Derechos Humanos en toda su vida.

Lo único entonces de toda esa letanía, yo elijo, modelo de humanidad y encarnación de los Derechos Humanos. Profesor, aunque son dos manos nada más las que te entregan, pero en estas dos manos va el corazón de toda la Comisión de Derechos Humanos y de todos los paraguayos, especialmente de los pobres que tú defendiste. ¡¡¡Profesor, contigo siempre!!!

Prof. Luis A. Resck: No va a ser ningún discurso, quiero, emocionado, agradecer estos tan generosos gestos. Me compromete mi gratitud y lo hago extensivo a mi querido pueblo paraguayo, es vuestro también porque vos habéis luchado codo a codo por la misma causa bajo cuya bandera me he cobijado. En forma especial quiero dedicarlo a mi señora esposa. Y a través de

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ella, a la mujer paraguaya. Porque compartió conmigo las horas más aciagas de la vida, yendo al confinamiento, a las cárceles, al exilio, y trabajando silenciosa pero efectivamente, por la misma causa.

Os agradezco de todo corazón y espero que estas energías, ya un poco digamos débiles, se agiganten y me den fuerzas para proseguir la lucha sin pausa hasta lanzar el último suspiro de vida, porque a través de estos gestos, me hacen descender de los 87 a los 67 años, me siento rejuvenecido, no por una sed de ambiciones desmedidas, sino porque llena mi corazón de un sentimiento que yo se lo he ofrendado a Dios y a todo mi pueblo. Entonces, a ti Manuel Zaguirre, a sus organizaciones, a la querida España, que nos ha abierto sus puertas en momentos difíciles de la historia, mi inmensa gratitud y esto renueva mi compromiso.

A vosotras, distinguidas damas, que con vuestra estampa hermosa dais realce a este evento, a todas las personas que aquí concurren, mi inmensa gratitud y renovado, repito con énfasis, gratitud, pero no con palabras, sino con gestos, de seguir luchando incansablemente por el pueblo, por los más marginados, los más excluidos, los más débiles.

Y a la ilustre y a las ilustrísimas personalidades que nos han honrado con su presencia y han proyectado la luz de su sapiencia para disipar un poco esa tiniebla que muchas veces se tiñe de incertidumbre ante los grandes desafíos del siglo XXI.

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CONCLUSIÓN

El Congreso internacional de Derechos Humanos, bajo el lema

“Respuestas de los Derechos Humanos a las exigencias del Siglo XXI”, convocado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CONADEH), el Congreso Nacional del Estado Paraguayo, el Instituto Superior de Derechos Humanos de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción y la Entidad Binacional Yacyreta, y realizado en los días 13 y 14 de septiembre de 2012 en la ciudad de Asunción, en la Sala Bicameral del Senado de la República, después de analizar y reflexionar sobre la problemática de los Derechos Humanos en nuestras sociedades, contando con la presencia de luchadores sociales, distinguidos intelectuales y personalidades destacadas de las diferentes esferas de las actividades humanas, provenientes de diferentes países de Europa y América Latina, consideramos necesario comunicar a la opinión pública, a las diferentes organizaciones e instituciones, sus conclusiones fundamentales.

Primero: Reafirmar que los Derechos Humanos son facultades inherentes a la dignidad de la persona humana y tienen carácter de universalidad, indivisibilidad, inviolabilidad, irrenunciabilidad e imprescriptibilidad; que constatamos sin embargo, desgraciadamente, son negados, violentados en forma permanente, siendo sus principales víctimas las personas que asumen la defensa de su dignidad y de los Derechos Humanos, los trabajadores que intentan reivindicar intereses y aspiraciones legítimas, los pueblos que buscan el respeto a su propia autodeterminación y las naciones que defienden su soberanía nacional.

Segundo: La segunda mitad del siglo XX y la primera década del presente siglo XXI, se caracterizan por consagrar en todos los escenarios el

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reconocimiento, vigencia y respeto de los Derechos Humanos, tanto de primera, de segunda, de tercera y cuarta generación, que permite convertir a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y a los demás pronunciamientos similares, como patrimonio cultural de la humanidad, pero el Congreso Internacional constató al mismo tiempo las contradicciones inaceptables que nos enseña la realidad nacional e internacional que avanza peligrosamente hacia la creación de un clima de guerra, de violencia generalizada, de corrupción e impunidad agresiva y sofisticada y de violación sistemática de los Derechos Humanos, indicando claramente la intención de matar la verdad imponiendo la mentira, de sacralizar la seguridad estableciendo la exclusión social, y de promover el pragmatismo en desmedro de los principios y los valores de una cultura basada en la ética y en la vigencia plena de los Derechos Humanos.

Tercero: El Congreso reitera su plena solidaridad a las comisiones y defensores de los Derechos Humanos de nuestros países, que siguen desafiando las amenazas y los rigores de mecanismos represivos y prácticas opresivas que aún siguen vigentes, utilizando desvergonzadamente, operativos de miedo, de terror y asesinatos ejecutados por mercenarios.

Cuarto: Denunciamos la vigencia de sistemas políticos totalitarios, vigentes en algunos países, de regímenes socioeconómicos basados en la explotación del trabajo humano y en la depredación de la naturaleza, como de culturas que contravienen el pluralismo étnico y cultural de la especie humana. Denunciamos la nueva etapa del armamentismo, del terrorismo y de cualquier política que se aplica en los países o en el plano internacional, basados en la utilización de la fuerza bruta y en la negación de los Derechos Humanos, de la autonomía de los pueblos y de la soberanía de las naciones.

Quinto: Denunciamos todo tipo de terrorismo, de torturas y prácticas que deshumanizan al ser humano y rebajan la dignidad humana, especialmente

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de quienes lo ejecutan. Los bombardeos que sufren pueblos enteros son criminales y repudiamos, esas políticas terroristas son impulsadas y gestadas por grupos, por corporaciones, por Estados que buscan imponer sus propios intereses geopolíticos, geoeconómicos y geoculturales, con una visión imperial, sacrificando el bien común de la humanidad.

Sexto: Denunciamos en los mismos términos y exigimos justicia en el caso de los narcotraficantes que desprecian la vida humana y trafican con los más nobles recursos que dispone la sociedad. Denunciamos las prácticas de incumplimiento de las leyes laborales por parte de corporaciones empresariales que no respetan las leyes nacionales y los convenios internacionales establecidos por la Organización Internacional del Trabajo, en especial, los referidos al Convenio 87, sobre libertad sindical y al Convenio 98, sobre Contratación Colectiva. En este tiempo, es necesaria más que nunca la observancia de la justicia social y de la libertad real.

Séptimo: Repudiamos en forma concreta las supuestas leyes antiterroristas que operan criminalizando la lucha social, favoreciendo a los poderosos que pretenden conservar y acrecentar en forma indefinida, sus privilegios y sus bienes, no siempre bien habidos. Rechazamos la xenofobia y las maquinaciones legales que establecen discriminaciones étnicas, discriminaciones en los procesos migratorios, religiosos y hasta culturales.

Octavo: Declaramos que los pueblos aborígenes son nuestros hermanos y merecen reparación histórica. Conservamos que todos los hombres y las mujeres somos iguales y sujetos de los mismos derechos y obligaciones y estamos esperanzados en contar con la igualdad de oportunidades para la realización de nuestro destino personal y el progreso de la humanidad.

Noveno: Exigimos la aplicación de la justicia y el rescate de la verdad en los casos de los crímenes de la dictadura, que merecen un castigo ejemplar y la

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sanción implacable de los responsables de la corrupción que siguen manipulando en forma descarada los resortes de la justicia y se han ganado la impunidad, y con los recursos mal habidos siguen operando en la política, manipulando a la opinión pública y comprando votos en los procesos electorales. Después de 35 años de dictadura y 22 años de impunidad, lanzan su grito al cielo reclamando justicia y verdad. El Operativo Cóndor debe ser enjuiciado y desmantelado.

Décimo: Reclamamos y exigimos la libertad inmediata de los hombres y las mujeres que han sido privados de su libertad en forma injusta e ilegal y que son apremiados en forma cínica y descarada para disminuir el ejercicio posible de todos sus derechos. Todavía existen crímenes de torturas, apremios ilegales y uso de procedimientos dolosos y maquinaciones corruptas para impedir el buen, eficiente y justo funcionamiento de la administración de justicia.

Undécimo: Recogemos también diferentes iniciativas presentadas para mejorar el funcionamiento de los instrumentos de defensa de los Derechos Humanos y de reestructuración de la administración de justicia de nuestros países para garantizar el pleno respeto de los derechos y obligaciones de la persona humana. Estas importantes iniciativas también merecerán el debido tratamiento.

Duodécimo: Sintetizando los desafíos que el presente siglo XXI presenta para el reconocimiento, la promoción, el respeto y la vigencia plena de los Derechos Humanos, planteamos las siguientes exigencias:

a) La construcción de una ciudadanía real y no meramente declarativa, para poder ser sujeto y ejercer plenamente los derechos y las obligaciones que corresponden a cada ciudadano. Requerimos una educación sistemática en materia de Derechos Humanos en las escuelas, en los colegios, en las universidades y en los diferentes institutos de formación.

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b) La necesidad de eliminar y destruir de cualquier forma de discriminación de género, étnica, religiosa y toda forma de explotación del trabajo humano y de la persona, ya sea por el Estado o por el mercado. Podemos asumir una consigna, “no queremos ni la dictadura del Estado ni la dictadura del mercado”.

c) La consideración de que conformamos una familia humana nos lleva a promover una visión de ciudadanía latinoamericana, caribeña y mundial, deslastrándonos de la expresión discriminatoria de extranjero, somos hermanos y no extranjeros, somos ciudadanos del mundo y no extranjeros de nuestro hogar común, la tierra.

d) La necesidad de mantener una alerta ante los avances de la violencia, del terrorismo, del narcotráfico, la corrupción e impunidad, que carcome peligrosamente nuestros principios, nuestros valores y los Derechos Humanos. Las fuerzas conservadoras retardatarias y regímenes autocráticos o autoritarios, deben ser superados para construir en nuestras sociedades una democracia real con justicia social, libertad y participación popular.

e) El compromiso de renovar nuestra disposición de seguir luchando por el respeto y vigencia de los Derechos Humanos, derrotando al miedo y a todas las amenazas que pretendan debilitar nuestra fe, nuestra esperanza, nuestra solidaridad y nuestro amor por la humanidad y por los hombres y las mujeres que la componen.

f) La conformación de una red social de Derechos Humanos en la región para dar seguimiento a las provocaciones, atentados, atropellos y violaciones de los Derechos Humanos, sin importar dónde se producen.

g) El compromiso de asumir las 177 recomendaciones planteadas por la Comisión de Verdad y Justicia del Paraguay, y a la vez, rendimos un homenaje a los defensores y comisiones de Derechos Humanos.

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h) El esfuerzo de trabajar por la unidad de nuestros pueblos y de las fuerzas sociales y de las organizaciones comprometidas en la liberación humana, para redoblar nuestras luchas en pro de los Derechos Humanos.

i) Por último, los participantes de este Congreso Internacional procedentes de diferentes nacionalidades, asumimos nuestro compromiso con la historia y con el porvenir, en vista de no hipotecar la vida y el bienestar de las generaciones venideras.

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