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ÁCIDO VALPROICO Viejos retos, nuevos acontecimientos IV SIMPOSIO Congreso de la Sociedad Española de Epilepsia

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ÁCIDO VALPROICOViejos retos, nuevos acontecimientos

IV

SIM

POSIOCongreso

de la Sociedad Española de Epilepsia

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IV Congreso de la Sociedad Española de Epilepsia Simposio SANOFI: Ácido valproico: viejos retos, nuevos acontecimientosMadrid, 21 de octubre de 2017

Edita:

Avda. de la Vía Láctea, 1 - 2ª planta28830 San Fernando de Henares (Madrid)www.id-medica.com

Depósito legal: M-2839-2018

Edición patrocinada por: Sanofi

© 2018 INFORMACIONES DIGITALES Y COMUNICACIÓN, S. L.Reservados todos los derechos de la edición. Prohibida la reproducción total o parcial de este material, fotografías y tablas de los contenidos, ya sea mecánicamente, por fotocopia o cualquier otro sistema de reproducción digital sin autorización expresa del propietario del copyright.

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MADRID, 21 de octubre de 2017

Introducción

Aunque se conocen sus propiedades antiepilépticas desde los años 60 del pasado siglo, el ácido valproico sigue siendo el fármaco de primera elección en mu-chos casos de epilepsia.

Sin embargo, el conocimiento de sus efectos tera-togénicos y el hecho de que recientes estudios tam-bién han asociado su uso en mujeres embarazadas a un mayor riesgo de que sus hijos desarrollen trastor-nos neurocognitivos ha dado lugar a que se deban tomar especiales precauciones a la hora de prescri-birlo en mujeres.

Este problema fue el eje del simposio patrocinado por Sanofi titulado “Ácido valproico: viejos retos, nuevos acontecimientos”, que se celebró el 21 de octubre de 2017 en Madrid, en el marco del IV Con-greso de la Sociedad Española de Epilepsia.

Moderado por el Dr. Javier Salas Puig, del Servicio de Neu-rología del Hospital Vall d’Hebron, de Barcelona, intervinie-ron como ponentes el Dr. Antonio Gil-Nagel, del Servicio de Neurología del Hospital Ruber Internacional, de Madrid, y la Dra. Dolores Montero, responsable del Servicio de Far-macoepidemiología y Farmacovigilancia de la Agencia Es-pañola de Medicamentos y Productos Sanitarios.

En el simposio se ofreció la visión sobre la utilidad de este medicamento, en ciertos casos prácticamente imprescindible, cuya prescripción debe considerarse cuidadosamente en la población femenina teniendo en cuenta sus beneficios y sus riesgos.

En definitiva, un tema a tener en cuenta por los profe-sionales sanitarios, para así transmitirlo a las pacientes usuarias de esta medicación con el fin de hacerlas par-tícipes de la toma de decisiones clínicas.

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ÁCIDO VALPROICO: viejos retos, nuevos acontecimientos

Aportaciones del ácido valproico en el tratamiento de la epilepsia

Dr. Antonio Gil-Nagel Rein

“Actualmente existe mucha confusión en relación con el manejo del ácido valproico”. De este modo inició su ponencia el Dr. Antonio Gil-Nagel, del Servicio de Neurología del Hospital Ruber Internacional, de Ma-drid, quien a lo largo de su charla repasó la historia de este medicamento, sus aplicaciones vigentes y las recomendaciones sobre su utilización basadas en la experiencia clínica existente.

Historia del ácido valproico

El ácido valproico se sintetizó en el siglo XIX cuando Beverly S. Burton buscaba sustancias sedantes rela-cionadas con la valeriana. Describió en 1882 la síntesis de este derivado del ácido valérico que nunca llegó a emplearse con esa finalidad inicial, pero que se utilizó a lo largo del siglo XX como sustancia inerte para man-tener estables compuestos orgánicos.

De manera casual, el grupo francés de Pierre Eymard y colaboradores observó en 1962 sus propiedades antiepilépticas. Utilizaban el ácido valproico como conservante de diferentes compuestos que estaban investigando en modelos animales (test de pentilente-trazol en ratas) y observaron que todos aquellos com-puestos funcionaban, lo que condujo a deducir que realmente era el ácido valproico la molécula asociada a la eficacia que habían observado. Pocos años des-pués, en 1967, se aprobó su empleo en Francia como antiepiléptico y en los años 70 se fueron publicando estudios en los que se demostró su efectividad en di-ferentes tipos de epilepsia.

Uno de los puntos de inflexión fue el ensayo clínico de Penry et al., publicado en 1984, en el que se com-probó que las tasas de respuesta al fármaco en epi-lepsia mioclónica juvenil era muy elevada, llegando a alcanzar a un 89% de los pacientes1 y lo que condujo a que el ácido valproico siga siendo un fármaco muy utilizado hoy en día.

Amplia utilización del ácido valproicoEl Dr. Gil-Nagel mostró a continuación datos recogidos en la consulta del Dr. Salas Puig, donde se aprecia que se trata del fármaco más utilizado en epilepsias gene-ralizadas idiopáticas, gracias a su alta eficacia y tole-rabilidad. Asimismo, mostró que en Suecia2 el ácido valproico se encuentra también entre los tratamientos más empleados al iniciar monoterapia en epilepsias de reciente diagnóstico, situación similar que se observa en Colombia3, donde es el medicamento más utilizado.

El ácido valproico se usa también en casos de epilepsia focal benigna de la infancia que requieren tratamiento farmacológico, siendo el medicamento más utilizado con este fin en Europa. “La sensibilidad de los europeos respecto al aumento paradójico de crisis epilépticas en algunas patologías, como las epilepsias focales benig-nas de la infancia, ha hecho que en Europa se prefiera el ácido valproico, mientras que el miedo a una po-tencial hepatopatía grave en menores de 4 años conlleva que en Estados Unidos se prefiera la car-bamazepina”, explicó el especialista.

También se emplea ha-bitualmente en casos de encefalopatía epiléptica –término que se aplica globalmente a pacientes con epilepsia y discapa-cidad intelectual-, que representa el 25-30% de la po-blación con epilepsia e incluye una serie de patologías muy diversas, entre ellas el síndrome de West, las epi-lepsias asociadas a la mutación SCN1A, el síndrome de Lennox-Gasteux –donde el ácido valproico se con-sidera de primera elección en muchas revisiones- y también en la ausencia mioclónica.

“El ácido valproico es fármaco más utilizado en epilepsias generalizadas idiopáticas, gracias a su alta eficacia y tolerabilidad”

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Estudios comparativos

Dentro de las epilepsias generalizadas idiopáticas -“en las que el ácido valproico marca la gran diferencia”, según el Dr. Gil-Nagel-, en la epilepsia de ausencia infantil y la epi-lepsia mioclónica juvenil se pueden encontrar estudios comparativos que permiten diferenciar al ácido valproico de otros fármacos. Por ejemplo, cuando se compara con etosuximida, los resultados son similares en cuanto al control de las crisis de ausencia, pero este último fármaco no es eficaz respecto a las crisis tónico-clónicas, mien-tras que sí lo es el ácido valproico. “Por este motivo, dado

que las crisis tónico-clóni-cas se producen en el 30-50% de los pacientes con epilepsia de ausencia, muchos especialistas pre-fieren iniciar el tratamiento con ácido valproico”, aña-dió este especialista.

La comparación con la-motrigina se ha llevado a cabo en varios ensa-yos clínicos abiertos, pero los resultados son constantes a la hora de demostrar que el áci-

do valproico es superior en el control de las crisis de ausencia y, sobre todo, por sus efectos inmediatos, puesto que la lamotrigina, debido a su farmacodiná-mica, no ejerce efecto sobre las ausencias hasta pa-sados unos seis meses desde el inicio del tratamiento.

Epilepsia mioclónica juvenil

Hasta los años 70 del pasado siglo se contaba bá-sicamente con el fenobarbital para tratar la epilep-sia mioclónica juvenil, y se había comprobado que controlaba mejor las mioclonías que la fenitoína. Sin embargo, en 1977 se publicó un estudio danés de Schroll et al., en el que se demostró la eficacia del ácido valproico para esta forma de epilepsia4, y unos años después el trabajo ya citado de Penry et al., en el que se observó una tasa del 89% de respuesta con control completo de crisis generalizadas y una clara mejoría en el control de las crisis mioclónicas. “No hay muchos estudios en epilepsia que alcan-cen una tasa de respuesta tan positiva como este”, apunto el Dr. Gil-Nagel.

Posteriormente, se publicó el estudio de Panayiotopou-los et al., ensayo abierto de cinco años de duración con 66 pacientes, en el que se obtuvo un control completo de las crisis mioclónicas y tónico-clónicas en el 88% de los sujetos tratados con ácido valproico5. Este trabajo también muestra que, si es necesario reducir las dosis de este fármaco, se puede combinar con clonazepam.

Más recientemente, otros estudios advierten que fármacos indicados para la epilepsia generalizada idiopática, como la lamotrigina, pueden exacerbar las crisis mioclónicas. “Nos encontramos con una situación en que la epilepsia generalizada idiopática se abre a diferentes fármacos –añadió el ponente-, pero no todos tienen un perfil eficaz para controlar los tres tipos de crisis que se dan en esta entidad, algo que sí consigue el ácido valproico, e incluso alguno como la lamotrigina puede empeorar algunos cua-dros, con una mayor exacerbación de crisis mioclónicas”.

Epilepsia focal

El ácido valproico también tiene su papel en las epilep-sias focales, aunque en menor medida. Si bien existen algunos trabajos que muestran similitud de eficacia entre este fármaco y la carbamazepina, cuando las muestras de pacientes están bien seleccionadas se observa una tasa de eficacia inferior del ácido valproico, sobre todo en el control de las crisis parciales complejas. No obstante, según el Dr. Gil-Nagel, este fármaco desempeña también un papel importante en el tratamiento de las epilepsias focales utilizado en combinación con otros, por ejemplo en aquellos cuadros de difícil control o farmacorresisten-tes. Los estudios que han mostrado eficacia de distin-tas combinaciones para estos casos se apoyan precisamente en el ácido valproico, y la combina-ción más utilizada es con lamotrigina, sobre la cual se han publicado nume-rosos estudios. Dichos trabajos han comproba-do que la respuesta es mejor con esta combina-ción, alcanzando una tasa del 64%, que cuando la lamotrigina se asocia a carbamazepina (41%) o fenitoína (38%)6.

“El ácido valproico desempeña también un papel importante en el tratamiento de las epilepsias focales utilizado en combinación con otros fármacos, por ejemplo en aquellos cuadros de difícil control o farmacorresistentes”

“Dado que las crisis tónico-clónicas se producen en el 30-50% de los pacientes con epilepsia de ausencia, muchos especialistas prefieren iniciar el tratamiento con ácido valproico”

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ÁCIDO VALPROICO: viejos retos, nuevos acontecimientos

Epilepsia generalizada

El estudio de Berkovic et al., por su parte, en busca de alternativas al ácido valproico, investigó el levetiracetam, medicamento que fue aprobado a continuación como te-rapia asociada en epilepsias generalizadas idiopáticas7. Pero este trabajo deja algunos detalles interesantes, a juicio del Dr. Gil-Nagel, como el hecho de que son nece-sarias dosis muy altas -3.000 mg/día, o bien 2.000 mg/día si se producen efectos adversos-. “El levetiracetam es un fármaco bien tolerado con 1.000 mg/día, pero por encima de esa dosis aumenta la incidencia de efectos indeseados, algunos al cabo de mucho tiempo, como depresión e irritabilidad -comentó el ponente-. Por ello, puede considerarse que su eficacia es parecida a la del ácido valproico, pero nos deja dudas en relación con la otra cara de la moneda, los efectos adversos”.

Además, este estudio de Berkovic et al. no explica la res-puesta respecto a las crisis mioclónicas ni a las ausen-cias, y únicamente menciona que el levetiracetam no las empeora. Tampoco permite analizar la tasa de depresión, que es más frecuente cuanto más prolongado es el tra-tamiento, y su tasa de respuesta no se compara con la respuesta previa al ácido valproico en los pacientes en los que el levetiracetam fue el fármaco de sustitución.

Por su parte, el estudio SANAD, de Marson et al. indica que en las epilepsias generalizadas y en aquellas en las que no se distingue bien si es focal o generalizada –en las que se busca instaurar un tratamiento de amplio espectro-, el ácido valproico resulta ser superior en eficacia respecto a la lamotrigina y mejor tolerado que el topiramato8. “Es el fármaco con el que más pacientes obtienen beneficio y se mantienen en tratamiento”, puntualizó el Dr. Gil-Nagel.

Tasa de retención

El estudio de Sala Padró et al. de 2016 comprobó una mayor tasa de pacientes libres de crisis con ácido val-proico que con levetiracetam en una muestra de 58 su-jetos (62% mujeres) con epilepsia mioclónica juvenil, y observó además que la tasa de retención generalizada para ambos sexos fue superior entre los que recibieron ácido valproico (74% frente a 65%)9. En mujeres jóve-nes, de 35 años, hubo comparable tasa de retención entre levetiracetam y valproato; con lo cual, levetirace-tam, según este estudio, podría ser una buena opción en mujeres con epilepsia mioclónica juvenil con crisis mioclónicas prominentes9.

Farmacorresistencia

Por otro lado, el trabajo de Gesche et al., publicado en 2017, concluye que solamente puede hablarse de epi-lepsia generalizada idiopática farmacorresistente cuan-do falla el ácido valproico, dado que todos los demás fármacos fracasan con relativa frecuencia10. De hecho, la experiencia clínica muestra que el ácido valproico permite controlar a pacientes que fracasaron con otros tratamientos y, por lo tanto, en este estudio se propone variar el concepto de farmacorresistencia, definiéndolo no como la resistencia a dos fármacos sino como la resistencia al ácido valproico.

Sin embargo, esta idea es difícil de introducir en guías clínicas que se ba-san en el más alto nivel de evidencia científica derivada de ensayos con-trolados, por lo que ac-tualmente no existe en las guías la indicación de áci-do valproico para la epi-lepsia mioclónica juvenil, a pesar de saberse que es el fármaco más eficaz.

De hecho, es el fármaco que elegirían muchos clínicos como primera opción para tratar a varones adultos con epilepsia generalizada idiopática, así como a varones adultos con epilepsia y discapacidad intelectual.

Dosificación

Respecto a la dosificación, el Dr. Gil-Nagel explicó que el ácido valproico puede utilizarse a dosis bajas, tal como han demostrado muchos estudios. Se ha visto que en epilepsia generalizada idiopática tiene un efecto progresivo a lo largo del tiempo y que las dosis altas iniciales pueden re-ducirse posteriormente sin poner en riesgo del control de las crisis. Hay trabajos que han mostra-do que dosis bajas de 500 mg/día permiten controlar epilepsias generalizadas

“Actualmente no existe en las guías la indicación de ácido valproico para la epilepsia mioclónica juvenil, a pesar de saberse que es el fármaco más eficaz”

“El ácido valproico tiene un efecto progresivo a lo largo del tiempo y las dosis altas iniciales pueden reducirse posteriormente sin poner en riesgo del control de las crisis”

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idiopáticas durante dos o más años. Por ejemplo, el estu-dio de Miró et al. incluyó a 54 pacientes y comprobó que dosis inferiores a 1.000 mg/día del fármaco son efectivas para la mayoría de pacientes con epilepsia mioclónico ju-venil (78,3%) y para aquellos que solamente experimen-tan crisis tónico-clónicas (92,9%), mientras que aquellos con epilepsia de ausencias juvenil necesitarían dosis más elevadas o politerapia11.

Efectos adversos

El principal problema de ácido valproico es la teratoge-nicidad, identificada ya en los años ochenta. “La mayor parte de los neurólogos éramos conscientes de ello y ya estábamos aplicando medidas para reducir el riesgo

disminuyendo la dosis o sustituyéndolo por otros medicamentos”, apuntó este especialista12.

“Sin embargo, hay ocasio-nes en que no se puede sustituir –añadió-. Hay fár-macos antiepilépticos que se retiraron del merca-do porque no aportaban prácticamente nada. Pero en el caso del ácido valproico se continúa em-

pleando porque puede ser la única alternativa existente en epilepsia generalizada idiopática, incluso en casos de mu-jeres embarazadas”. Los estudios realizados sobre este tema muestran que la teratogenicidad es dependiente de la dosis12. El trabajo de Tomson et al. basado en datos adquiridos de EURAP, un registro de mujeres tratadas con medicamentos antiepilépticos (FAE) al inicio del em-barazo, revela que la tasa de malformaciones congénitas graves casi el doble cuando se utilizan dosis superiores a 700 mg (10%) en comparación con dosis inferiores a 700 mg (5,9%)13. No aporta información con dosis de 500 mg/día, pero ya se ha visto en otros estudios que esa dosifica-ción puede ser también eficaz en muchos casos.

En cuanto a la teratogenicidad cognitiva, el estudio de Baker et al,. con 243 niños de 6 años de madres epilépti-cas y 287 controles de la misma edad, observó que dosis de ácido valproico inferiores a 800 mg/día no se asociaron a un menor coeficiente intelectual, aunque sí por encima de esa dosificación14. “No tenemos datos para establecer

un punto de corte –dijo el Dr. Gil-Nagel- por debajo del cual disminuya signifi-cativamente el riesgo”.

Otro trabajo que cau-só alarma fue el de Christensen et al., que analizó la relación entre el uso del ácido valproi-co en el embarazo con el autismo15. Mostró que los niños expuestos al ácido valproico en el úte-ro materno multiplican el riesgo de autismo (5,2 veces más) y de trastornos del espectro autista (2,8 veces más) en comparación con hijos de mujeres sin epilepsia. Además, la compara-ción de hijos de mujeres epilépticas tratadas con ácido valproico durante la gestación y no tratadas también revela un riesgo superior de autismo (2,89 veces más) y de trastornos del espectro autista (1,7 veces más) entre las que recibieron el fármaco. Sin embargo, el Dr. Gil-Nagel matizó que, como en los estudios comentados previamente, no existe información sobre la dosis a la que aumenta dicho riesgo.

“La realidad –prosiguió- es que retirar el ácido valproico en el embarazo también supone asumir riesgos”. Otro es-tudio reciente de Tomson et al. concluye que, cuando el fármaco se retira en el primer trimestre de la gestación, la recurrencia de crisis generalizadas tónico-clónicas se pro-duce en el 33,3% de los casos y el estatus aumenta en un 2,2%16. A su vez, la sustitución del ácido valproico por otro antiepiléptico se asocia a la recurrencia de las crisis tóni-co-clónicas en el 28% de los casos. En cambio, mantener el tratamiento con ácido valproico se relacionó con la recu-rrencia de dichas crisis solo en el 14%. “Por tanto –indicó-, debemos comparar el riesgo de tomar ácido valproico y aumentar el riesgo de teratogenicidad frente a no tomarlo y aumentar el riesgo de crisis tónico-clónicas, empeorar la calidad de vida y asumir el riesgo de accidentes debido a la falta de control de la epilepsia”.

Como ejemplo de esto último, mostró un artículo sobre la evolución de 6 mujeres con epilepsia generalizada idiopá-tica no controlada, tratadas con diversos antiepilépticos pero no con ácido valproico, en la que se observa cómo experimentan crisis tónico-clínicas frecuentes durante

“Cuando el fármaco se retira en el primer trimestre de la gesta-ción, la recurrencia de crisis generalizadas tónico-clónicas se produce en el 33,3% de los casos”

“Debemos comparar el riesgo de tomar ácido valproico y aumentar el riesgo de teratogenicidad frente a no tomarlo y aumentar el riesgo de crisis tónico-clónicas y una calidad de vida pésima debido a la falta de control de la epilepsia”

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años, así como crisis mioclónicas y ausencias a diario, todo ello asociado a otras complicaciones como nefroli-tiasis y depresión grave, y accidentes como quemaduras y traumatismo17. Cuando esas seis pacientes comenza-ron a tomar el ácido valproico estuvieron libres de crisis y pudieron desarrollar una vida normal.

Recomendaciones

Para reducir estos riesgos existen recomendaciones de la Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE) y de la Academia Europea de Neurología (EAN) respecto al uso del ácido valproico en niñas y mujeres en edad fértil:

• Evitar el fármaco, si es posible, en mujeres en edad fértil.

• Tomar una decisión compartida entre el paciente, la familia y el médico, considerando los riesgos y otras opciones terapéuticas.

• No utilizar el ácido valproico como primera línea para la epilepsia focal.

• Se puede utilizar ácido valproico como primera op-ción en síndromes en los que es el tratamiento más eficaz, como las epilepsias generalizadas idiopáti-cas con crisis tónico-clónicas.

• Puede ser la primera opción cuando el embarazo es muy poco probable; por ejemplo, en casos de discapacidad intelectual.

• Debe realizarse un seguimiento regular en la con-sulta, revisando si sigue siendo el tratamiento más adecuado a lo largo del tiempo.

Reducción de la dosis

Posteriormente, el ponente comentó una serie de tácti-cas terapéuticas para reducir la dosis de ácido valproi-co en pacientes con epilepsia generalizada idiopática. Cuando ya ha transcurrido un tiempo de control, que puede ser de meses o años, el médico puede valorar reducir la dosis del fármaco. También destacó la impor-tancia de insistir en la higiene del sueño, ya que este tipo de epilepsias son muy sensibles a la falta de sueño.

El Dr. Gil-Nagel recomendó añadir otros fármacos, por ejemplo clonazepam para controlar mioclonías, zoni-samida para reducir el aumento de peso, levetiracetam para mejorar las mioclonías y las crisis tónico-clónicas, lamotrigina para mejorar las ausencias y crisis tóni-co-clónicas –aunque ello puede empeorar o provocar la aparición de mioclonías-, o lacosamida, carbamace-pina o topiramato para mejorar las crisis tónico-clóni-

cas, pero en dosis bajas para no empeorar las au-sencias ni las mioclonías.

En el caso de que al áci-do valproico se necesite durante el embarazo, este especialista aconseja uti-lizar dosis mínimas. Antes de la concepción, recordó la necesidad de adminis-trar ácido fólico, emplear el ácido valproico en monoterapia a dosis entre 300 y 600 mg/día y potenciar la higiene del sueño.

En el primer trimestre de la gestación, recomendó mante-ner la dosis baja, prestar mucha atención al sueño y pro-porcionar la baja laboral si es necesario. A partir del tercer trimestre, cuando los riesgos de teratogenicidad son me-nores, y en el caso de que se produzca un aumento de las crisis, el Dr. Gil-Nagel valoró la posibilidad de variar la dosis del fármaco en función de las mioclonías.

Conclusiones

En sus conclusiones, el ponente puso de manifiesto que el ácido valproico a bajas dosis es eficaz para controlar la epilepsia, especialmente la epilepsia mioclónica juvenil. A pesar de no existir estudios comparativos en epilepsias generalizadas idiopáticas, la experiencia ha demostrado que es igual o más efi-caz que otros antiepilépticos.

Para el Dr. Gil-Nagel, el ácido valproico puede ser la primera opción de tratamiento en la epilepsia miocló-nica juvenil cuando existe una necesidad imperiosa de controlar las crisis; en presencia de depresión, irritabi-lidad o psicosis; o en mujeres sin planes de embarazo que utilizan anticoncepción eficaz, algo que se debe revisar en cada consulta.

Respecto a la teratogenicidad, subrayó que este pro-blema puede controlarse utilizando dosis bajas de 500 o 600 mg/día durante el primer trimestre. Como suge-rencia, planteó revisar los valores de referencia del ran-go terapéutico de concentración plasmática. Y finalizó recordando la frase de Paracelso: “El veneno no está en la sustancia, sino en la dosis”, idea que tiene mucho sentido al hablar del ácido valproico.

“El ácido valproico puede ser la primera opción de tratamiento en la epilepsia mioclónica juvenil cuando existe una necesidad imperiosa de controlar las crisis”

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7. Berkovic SF, Knowlton RC, Leroy RF et al. Placebo-controlled study of levetiracetam in idiopathic generalized epilepsy. Neurology. 2007 Oct 30;69(18):1751-60.

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Pacientes en los que se sospecha o que presentan enfermedad mitocondrial. El valproato puede desencadenar o empeorar los signos clínicos de enfermedades mitocondriales subyacentes causadas por mutaciones del ADN mitocondrial, así como del gen nuclear que codi�ca la POLG. En particular, se han noti�cado con mayor frecuencia insu�ciencia hepática aguda y muerte por causas hepáticas inducidas por valproato en pacientes con síndromes neurometabólicos hereditarios causados por mutaciones en el gen que codi�ca la enzima mitocondrial polimerasa gamma (POLG), p. ej., el síndrome de Alpers-Huttenlocher. Se debe sospechar la existencia de trastornos relacionados con la POLG en pacientes con antecedentes familiares o síntomas que indiquen un trastorno relacionado con la POLG, incluidos pero no limitados a estos, encefalopatía idiopática, epilepsia refractaria (focal, mioclónica), estatus epiléptico como cuadro clínico inicial, retrasos en el desarrollo, regresión psicomotora, neuropatía sensitivomotora axonal, miopatía, ataxia cerebelosa, oftalmoplejia o migraña complicada con aura occipital. Deben realizarse pruebas de mutaciones de la POLG de acuerdo con la práctica clínica actual para la evaluación diagnóstica de dichos trastornos (ver sección 4.3). Agravamiento de las convulsiones. Como con otros medicamentos antiepilépticos, algunos pacientes pueden experimentar en lugar de una mejora, un empeoramiento reversible de la frecuencia y gravedad de las convulsiones (incluyendo status epilepticus), o el inicio de nuevos tipos de convulsiones con valproato. En caso de agravamiento de las convulsiones, los pacientes deben ser advertidos de que consulten inmediatamente con su médico (ver sección 4.8). Disfunción hepática. Condiciones de aparición: En casos poco frecuentes se ha comunicado insu�ciencia hepática grave, en ocasiones con desenlace mortal. La experiencia con la epilepsia indica que los pacientes con riesgo máximo, especialmente en casos de politerapia anticonvulsivante, son lactantes y niños menores de 3 años de edad con trastornos convulsivos graves, sobre todo aquéllos con lesión cerebral, retraso mental y/o patología metabólica o degenerativa congénita. A partir de los 3 años de edad, la incidencia de aparición se reduce signi�cativamente y declina progresivamente con la edad. En la mayoría de los casos, este tipo de insu�ciencia hepática aparece en el curso de los 6 primeros meses de tratamiento, con una frecuencia máxima entre la segunda y duodécima semana. Síntomas: Los síntomas clínicos son esenciales para establecer el diagnóstico precoz. En particular deben ser tomados en consideración los procesos siguientes, que pueden preceder a la ictericia, sobre todo en pacientes de riesgo (ver anteriormente: “Condiciones de aparición”): Síntomas inespecí�cos, habitualmente de inicio súbito, como astenia, anorexia, letargia y somnolencia que, en ocasiones, se asocian a vómitos repetidos y dolor abdominal. En pacientes con epilepsia, recidiva de convulsiones. Los pacientes (o sus familiares en caso de niños) deben ser informados de la necesidad de noti�car inmediatamente a un médico cualquiera de estos signos que experimenten. Deben realizarse de inmediato exámenes, incluyendo la exploración clínica y la evaluación biológica de la función hepática Detección: La función hepática debe ser evaluada antes de empezar el tratamiento, monitorizándola luego periódicamente, durante los 6 primeros meses del mismo. Entre los exámenes habituales los más signi�cativos son las pruebas que re�ejan la síntesis de las proteínas, especialmente la tasa de protrombina. La con�rmación de una tasa de protrombina anormalmente baja, sobre todo asociada a otras anomalías biológicas (reducción signi�cativa del �brinógeno y de los factores de coagulación; incremento del nivel de bilirrubina y elevación de las transaminasas) exige la suspensión del tratamiento con Depakine Crono. A título de precaución y en caso de que sean administrados concomitantemente, los salicilatos deben ser suspendidos, dado que utilizan la misma vía metabólica. Pancreatitis. En muy raras ocasiones se han comunicado pancreatitis graves cuyo desenlace puede ser mortal. Este es un riesgo que afecta especialmente a los niños pequeños, pero disminuye a medida que aumenta la edad. Serían también factores de riesgo las crisis graves, el deterioro neurológico y el tratamiento anticonvulsivo. Los pacientes que experimenten dolor abdominal agudo deben ser sometidos rápidamente a una exploración clínica. En caso de pancreatitis debe suspenderse la administración de valproato. La insu�ciencia hepática con pancreatitis aumenta el riesgo de desenlace mortal. Las pruebas de función hepática deben realizarse antes del tratamiento (ver sección 4.3) y periódicamente durante los 6 primeros meses, especialmente en pacientes de riesgo (ver sección 4.4). Al igual que con la mayoría de fármacos antiepilépticos, puede detectarse un incremento leve de los enzimas hepáticos, sobre todo al comienzo del tratamiento; se trata de un fenómeno transitorio y aislado que no se acompaña de ningún signo clínico. En estos pacientes se recomienda la realización de determinaciones biológicas más extensas (incluido tasa de protrombina); cuando proceda puede considerarse un ajuste de la dosis y las pruebas deben repetirse siempre que sea necesario. Cuando se prescriba Depakine Crono se recomienda administrarlo en monoterapia en niños menores de 3 años; sin embargo, debe sopesarse el bene�cio potencial de Depakine Crono frente al riesgo de insu�ciencia hepática o pancreatitis en estos pacientes antes de iniciar el tratamiento (ver sección. 4.4.). Debe evitarse el uso concomitante de salicilatos en niños menores de 3 años a causa del riesgo de toxicidad hepática. Se recomienda la realización de pruebas hematológicas (hemograma completo, incluyendo recuento de plaquetas, tiempo de sangría y pruebas de coagulación) antes del inicio del tratamiento o antes de una intervención quirúrgica y en casos de hematomas o hemorragias espontáneos (ver sección 4.8).En pacientes con insu�ciencia renal puede ser necesario reducir la dosi�cación. Dado que la monitorización de las concentraciones plasmáticas puede ser equívoca, la dosis debe ajustarse con arreglo a la supervisión clínica (ver sección 5.2). Aunque durante la administración de Depakine Crono sólo en casos excepcionales se han detectado trastornos inmunitarios, debe sopesarse el bene�cio potencial de Depakine Crono frente al riesgo potencial en pacientes con lupus eritematoso sistémico. Los pacientes que experimenten dolor abdominal agudo deben ser sometidos rápidamente a una exploración clínica y determinación de amilasemia. En caso de pancreatitis debe suspenderse la administración de valproato. Cuando se sospeche una de�ciencia enzimática del ciclo de la urea deben realizarse exámenes metabólicos antes del tratamiento por el riesgo de hiperamonemia con el uso de valproato (ver sección 4.3). Los pacientes deberán ser advertidos de la posibilidad de ganar peso al inicio del tratamiento, por tanto, deberán adoptarse medidas apropiadas para minimizar este riesgo (ver sección. 4.8). Los pacientes con dé�cit subyacente de carnitina palmitoiltransferasa tipo II deben ser advertidos del mayor riesgo de rabdomiólisis cuando toman valproato. Durante el tratamiento los pacientes no deberán ingerir alcohol. Ideación y comportamiento suicida. Se han noti�cado casos de ideación y comportamiento suicida en pacientes en tratamiento con fármacos antiepilépticos para varias indicaciones. Un meta-análisis de ensayos clínicos aleatorizados y controlados con placebo con fármacos antiepilépticos también mostró un pequeño incremento del riesgo de sufrir ideación y comportamiento suicida. No se conoce el mecanismo de este riesgo y los datos disponibles no excluyen la posibilidad de un incremento de riesgo para el ácido valproico. Por lo tanto, debe vigilarse en los pacientes la aparición de signos de ideación y comportamiento suicida, y se debe valorar el tratamiento adecuado. Se debe avisar tanto a los pacientes como a los cuidadores de los pacientes, acerca de la necesidad de buscar asistencia médica en caso de que aparezcan signos de ideación o comportamiento suicida. Carbapenems. No se recomienda el uso simultáneo de ácido valproico/valproato sódico y antibióticos del grupo de los carbapenems (ver sección 4.5). 4.5. Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción: Neurolépticos, inhibidores de la MAO, antidepresivos y benzodiazepinas. Depakine Crono puede potenciar el efecto de otros psicotrópicos, como neurolépticos, inhibidores de la MAO, antidepresivos y benzodiacepinas; por tanto, se recomienda vigilancia clínica y ajustar la dosi�cación siempre que proceda. Litio. Depakine Crono no tiene efecto sobre los niveles séricos de litio. Fenobarbital. Depakine Crono incrementa las concentraciones plasmáticas de fenobarbital (a través de la inhibición del catabolismo hepático), con posible aparición de sedación grave, sobre todo en niños. En consecuencia, se recomienda ejercer una vigilancia clínica durante los 15 primeros días del tratamiento de combinación, reducir inmediatamente la dosis de fenobarbital si apareciera sedación, y determinar las concentraciones plasmáticas de fenobarbital siempre que proceda. Primidona. Depakine Crono aumenta las concentraciones plasmáticas de primidona con intensi�cación de sus efectos adversos (como sedación); estos síntomas desaparecen en el tratamiento a largo plazo. Se recomienda vigilancia clínica, sobre todo al comienzo del tratamiento de combinación, reducir inmediatamente la dosis de primidona si apareciera sedación, y determinar las concentraciones plasmáticas de primidona siempre que proceda. Fenitoína. Depakine Crono reduce la concentración plasmática total de fenitoína. Por otra parte, incrementa la forma libre de fenitoína con posibles síntomas de sobredosi�cación (ácido valproico desplaza a la fenitoína de sus lugares de unión a las proteínas plasmáticas y reduce su catabolismo hepático). Por tanto, se recomienda vigilancia clínica y, cuando se determinen las concentraciones plasmáticas de fenitoína conviene evaluar la forma libre. Carbamazepina. Se ha descrito que la administración conjunta de valproato y carbamazepina causa toxicidad clínica, el ácido valproico puede incrementar los niveles de carbamazepina hasta un nivel tóxico a pesar de que el nivel de carbamazepina se mantenga dentro del rango terapéutico. Se recomienda vigilancia clínica sobre todo al comienzo del tratamiento de combinación y ajustar la dosi�cación cuando proceda Lamotrigina. Depakine Crono reduce el metabolismo de lamotrigina e incrementa la vida media de lamotrigina casi dos veces. Esta interacción puede dar lugar a un incremento de la toxicidad de lamotrigina, en particular rash cutáneo grave. Por lo tanto, se recomienda monitorización clínica y ajustar la dosis (reducir la dosis de lamotrigina) cuando proceda. Zidovudina. El valproato puede incrementar la concentración plasmática de zidovudina dando lugar a un aumento de la toxicidad

Este medicamento está sujeto a seguimiento adicional, lo que agilizará la detección de nueva información sobre su seguridad. Se invita a los profesionales sanitarios a noti�car las sospechas de reacciones adversas. Ver la sección 4.8, en la que se incluye información sobre cómo noti�carlas.1. NOMBRE DEL MEDICAMENTO. Depakine Crono 300 mg comprimidos de liberación prolongada. Depakine Crono 500 mg comprimidos de liberación prolongada. 2. COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA. Cada comprimido de Depakine Crono 300 mg comprimidos de liberación prolongada contiene 200 mg de valproato sódico y 87 mg de ácido valproico, equivalentes a 300 mg de valproato sódico. Cada comprimido de Depakine Crono 500 mg comprimidos de liberación prolongada contiene 333 mg de valproato sódico y 145 mg de ácido valproico, equivalentes a 500 mg de valproato sódico. Para consultar la lista completa de excipientes, ver sección 6.1. 3. FORMA FARMACÉUTICA. Comprimidos de liberación prolongada. Son comprimidos oblongos de color blanco. 4. DATOS CLÍNICOS. 4.1. Indicaciones terapéuticas. Epilepsias generalizadas o parciales: - Generalizadas primarias: convulsivas, no convulsivas o ausencias y mioclónicas. - Parciales: con sintomatología elemental (comprendidas las formas Bravais-Jacksonianas) o sintomatología compleja (formas psicosensoriales, psicomotrices...). - Parciales secundariamente generalizadas. - Formas mixtas y epilepsias generalizadas secundarias (West y Lennox-Gastaut). Tratamiento de episodios maniacos en el trastorno bipolar cuando el litio está contraindicado o no se tolera. Puede considerarse la continuación del tratamiento después de un episodio maniaco en aquellos pacientes que hayan respondido a valproato para manía aguda. 4.2. Posología y forma de administración. Se debe ajustar la dosis diaria según la edad y el peso corporal; si bien también se debe tener en cuenta la amplia variabilidad individual de la sensibilidad a valproato. La administración es por vía oral. Los comprimidos se deben tragar enteros, sin masticar, ni triturar, con ayuda de un poco de agua en 1 ó 2 tomas, preferentemente en el curso de las comidas. Debido a que no se ha establecido una correlación satisfactoria entre la dosis diaria, la concentración sérica y el efecto terapéutico, la dosis óptima debe determinarse básicamente con arreglo a la respuesta clínica. Cuando no se consigue un control su�ciente de las crisis o se sospecha la presencia de efectos adversos, además de la monitorización clínica puede considerarse la determinación de las concentraciones plasmáticas de ácido valproico. El rango de e�cacia comunicado �uctúa habitualmente entre 50 - 125 μg/ml (300 - 752 μmol/l). En epilepsia: La posología media/día a administrar de valproato es: Lactantes y niños (28 días a 11 años): 30 mg/kg. Adolescentes (≥12 años) y adultos (≥18 años): 20-30 mg/kg. Ancianos (≥65 años): 15-20 mg/kg. Dosis superiores a las indicadas son necesarias muy rara vez. En ese caso, se deben repartir en 3 tomas diarias y reforzar la vigilancia clínica del paciente. Las dosis de mantenimiento proporcionalmente más altas en niños y adolescentes se deben a que en estos pacientes, los valores de aclaramiento del valproato son más altos. En pacientes con insu�ciencia renal debe tenerse en cuenta la elevación del ácido valproico libre en plasma y reducir la dosis adecuadamente. En las mujeres que deseen quedarse embarazadas, se recomienda repartir la dosis diaria en 3 tomas. Con Depakine Crono es posible la administración en una toma única en el caso de epilepsias bien controladas con una dosis diaria de 20 a 30 mg/kg. Para la instauración del tratamiento con Depakine Crono: Si se trata de un paciente no sometido a ningún otro tratamiento antiepiléptico, la obtención de la dosis total diaria deberá efectuarse en etapas sucesivas, incrementando la dosis inicial cada 2 ó 3 días hasta alcanzar la posología óptima en el plazo de una semana. Si se trata de un paciente en tratamiento con otros antiepilépticos, introducir progresivamente Depakine Crono durante 2 a 8 semanas, disminuyendo al mismo tiempo en 1/3 o 1⁄4 parte la dosis del antiepiléptico en uso, sobre todo cuando se trata de fenobarbital o fenitoína (ver sección 4.5). Cuando se trata de sustituir un tratamiento establecido con la forma entérica de Depakine por la forma de liberación prolongada de Depakine Crono, se aconseja mantener la misma dosis diaria. En niños. En niños menores de 11 años se considera más apropiada la administración del medicamento Depakine 200 mg/ml solución oral. En el tratamiento de episodios maníacos en el trastorno bipolar: En adultos: La dosis diaria debe establecerse y ser controlada de forma individualizada por el médico. La dosis inicial diaria recomendada es de 750 mg. Asimismo, en ensayos clínicos una dosis de inicio de 20 mg de valproato/kg de peso ha demostrado también un per�l de seguridad aceptable. Las formulaciones de liberación prolongada pueden administrarse una o dos veces al día. La dosis debe incrementarse tan rápido como sea posible para conseguir la dosis terapéutica más baja que produzca el efecto clínico deseado. La dosis diaria debe adaptarse a la respuesta clínica para establecer la dosis e�caz más baja para el paciente. La dosis media diaria normalmente está comprendida entre 1.000 y 2.000 mg de valproato. Los pacientes que reciban dosis diarias mayores de 45 mg/kg de peso deben ser cuidadosamente monitorizados. La continuación del tratamiento de los episodios maníacos en el trastorno bipolar debe ajustarse individualmente utilizando la dosis e�caz más baja. En niños y adolescentes: La seguridad y e�cacia de Depakine Crono para el tratamiento de episodios maníacos en el trastorno bipolar no se ha evaluado en pacientes menores de 18 años. Niñas, mujeres adolescentes, mujeres en edad fértil y mujeres embarazadas: Depakine Crono se debe iniciar y supervisar por un especialista con experiencia en el manejo de la epilepsia o el trastorno bipolar. El tratamiento únicamente se debe iniciar si otros tratamientos no son e�caces o no se toleran (ver secciones 4.4 y 4.6), y el bene�cio y el riesgo se deben reconsiderar cuidadosamente con revisiones regulares del tratamiento. Preferiblemente Depakine Crono se debe prescribir como monoterapia y a la menor dosis e�caz, si fuera posible como formulaciones de liberación prolongada para evitar picos altos de concentraciones plasmáticas. La dosis diaria se debe dividir en, al menos, dos dosis individuales. 4.3. Contraindicaciones. Hipersensibilidad a valproato sódico o a alguno de los excipientes. Hepatitis aguda. Hepatitis crónica. Antecedentes personales o familiares de hepatitis grave, especialmente la relacionada con fármacos. Por�ria hepática. Hepatopatía previa o actual y/o disfunción actual grave de hígado o páncreas. Trastornos del metabolismo de aminoácidos rami�cados. Pacientes con trastornos conocidos del ciclo de la urea (ver sección 4.4). El valproato está contraindicado en pacientes con trastornos mitocondriales conocidos provocados por mutaciones en el gen nuclear que codi�ca la enzima mitocondrial polimerasa gamma (POLG), p. ej., el síndrome de Alpers-Huttenlocher, y en niños menores de 2 años de edad en los que se sospecha que padecen un trastorno relacionado con la POLG (ver sección 4.4). 4.4. Advertencias y precauciones especiales de empleo:

Niñas/mujeres adolescentes/mujeres en edad fértil/embarazo: Depakine Crono no se debe utilizar en niñas, en mujeres adolescentes, en mujeres en edad fértil y en mujeres embarazadas a menos que los tratamientos alternativos no sean e�caces o no se toleren, porque el potencial teratogénico y el riesgo de desarrollar trastornos del desarrollo en niños expuestos a valproato en el útero son altos. El bene�cio y riesgo se deben reconsiderar cuidadosamente con revisiones regulares del tratamiento, en la pubertad y urgentemente cuando una mujer en edad fértil en tratamiento con Depakine Crono planee un embarazo o si se queda embarazada. Las mujeres en edad fértil deben utilizar un método anticonceptivo e�caz durante el tratamiento y deben ser informadas de los riesgos asociados al uso de Depakine Crono durante el embarazo (ver sección 4.6). El prescriptor se debe asegurar de que a la paciente se le facilita información comprensible sobre los riesgos con materiales adecuados, como un documento informativo para la paciente que le ayude a entender los riesgos. En particular el prescriptor se debe asegurar que la paciente entiende: • La naturaleza y magnitud de los riesgos de la exposición durante el embarazo, en particular los riesgos teratogénicos y los riesgos de trastornos del desarrollo. • La necesidad de utilizar un método anticonceptivo e�caz. • La necesidad de una revisión regular del tratamiento. • La necesidad de consultar rápidamente a su médico si está pensando quedarse embarazada o si existe la posibilidad de embarazo. En mujeres que planean quedarse embarazadas, se deben hacer todos los esfuerzos para cambiar a un tratamiento alternativo adecuado antes de la concepción, si fuera posible (ver sección 4.6). El tratamiento con valproato únicamente se debe continuar después de una reevaluación de los bene�cios y riesgos del tratamiento con valproato para la paciente por un médico con experiencia en el manejo de la epilepsia o el trastorno bipolar.

Page 11: Congreso de la Sociedad Española de Epilepsia IPOIO · ausencia y, sobre todo, por sus efectos inmediatos, puesto que la lamotrigina, debido a su farmacodiná-mica, no ejerce efecto

de este fármaco. Nimodipino. En pacientes tratados concomitantemente con valproato sódico y nimodipino, la exposición a nimodipino puede incrementarse un 50%. Por lo tanto la dosis de nimodipino se debe disminuir en caso de hipotensión. Etosuximida. El valproato sódico incrementa la concentración de etosuximida en plasma, con el consiguiente riesgo de efectos adversos. Si se combinan ambos medicamentos se recomienda un control de los niveles plasmáticos de etosuximida. Felbamato. El ácido valproico puede disminuir hasta un 16% el aclaramiento medio del felbamato. Olanzapina. El ácido valproico puede disminuir las concentraciones plasmáticas de la olanzapina. Rufinamida. El ácido valproico puede dar lugar a un incremento en los niveles plasmáticos de ru�namida. Este incremento es dependiente de la concentración de ácido valproico. Debe tenerse precaución particularmente en niños ya que este efecto es mayor en esta población. Propofol. El ácido valproico puede incrementar los niveles en sangre de propofol. Cuando se administra conjuntamente con valproato, debe considerarse una reducción de propofol. También se ven afectados el metabolismo y la unión a proteínas plasmáticas de otras sustancias como la codeína. Efectos de otros fármacos sobre valproato: Los antiepilépticos con efecto inductor de enzimas (fenitoína, fenobarbital y carbamazepina) reducen las concentraciones séricas de ácido valproico y, por lo tanto, reducen su efecto. El uso concomitante con otros medicamentos inductores puede incrementar el riesgo de toxicidad hepática e hiperamonemia. En caso de tratamiento de combinación las dosis deben ajustarse en función de la respuesta clínica y de los niveles plasmáticos obtenidos. Los niveles de metabolitos de ácido valproico pueden verse incrementados en caso de uso concomitante con fenitoína o fenobarbital. Por lo tanto los pacientes tratados con estos dos medicamentos deben ser monitorizados cuidadosamente debido a la posible aparición de signos y síntomas de hiperamonemia. La combinación de felbamato y valproato disminuye el aclaramiento de ácido valproico de un 22% a 50% y consecuentemente incrementa las concentraciones plasmáticas de ácido valproico. Por ello deben monitorizarse los niveles de valproato. La mefloquina incrementa el metabolismo del ácido valproico y posee un efecto convulsivo; por tanto, la administración concomitante puede producir convulsiones epilépticas. El uso concomitante de valproato sódico y anticoagulantes (warfarina) o ácido acetilsalicílico puede incrementar la tendencia a hemorragia. El ácido acetil salicílico reduce además la unión a proteínas plasmáticas del ácido valproico pudiendo aumentar las concentraciones séricas libres de valproato. Por lo tanto es recomendable una vigilancia regular de la coagulación sanguínea. El valproato sódico y el ácido acetilsalicílico no deben administrarse conjuntamente en casos de �ebre y dolor, principalmente en bebés y niños. El uso concomitante con cimetidina, fluoxetina o eritromicina puede incrementar las concentraciones séricas de valproato (como consecuencia de la reducción del metabolismo hepático). Es posible que medicamentos potencialmente hepatotóxicos, incluyendo el alcohol, puedan exacerbar la toxicidad hepática. Carbapenems. La administración de ácido valproico junto con antibióticos del grupo de los carbapenems, diminuye los niveles plasmáticos hasta un 60% en aproximadamente dos días. Debido al rápido comienzo y el grado de disminución, la administración conjunta de agentes carbapenems a pacientes estabilizados con ácido valproico no es aconsejable y debe evitarse. Rifampicina puede disminuir los niveles en sangre de ácido valproico dando lugar a una falta de efecto terapéutico. Por lo tanto puede ser necesario un ajuste en la dosis de valproato cuando se administra conjuntamente con rifampicina. Inhibidores de la proteasa. Los inhibidores de la proteasa como lopinavir, ritonavir disminuyen los niveles plasmáticos de valproato cuando se administran concomitantemente Colestiramina. La colestiramina puede llevar a una disminución de los niveles plasmáticos de valproato cuando se administran concomitantemente. Otras interacciones: La administración concomitante de valproato y topiramato o acetazolamida se ha asociado con encefalopatía y/o hiperamonemia. En pacientes tratados con estos dos fármacos, deben monitorizarse cuidadosamente los signos y síntomas de encefalopatía hiperamonémica. Quetiapina. La administración conjunta de valproato y quetiapina puede incrementar el riesgo de neutropenia/leucopenia. En diabéticos con sospecha de cetoacidosis debe tenerse en cuenta la posibilidad de obtener resultados falso-positivos en el test de excreción de cuerpos cetónicos ya que el valproato sódico es metabolizado parcialmente a cuerpos cetónicos. Habitualmente, el valproato carece de efecto inductor enzimático; en consecuencia, no reduce la e�cacia de agentes estroprogestagénicos en mujeres que toman anticonceptivos hormonales. 4.6. Fertilidad, embarazo y lactancia: Embarazo: Depakine Crono no se debe utilizar en niñas, en mujeres adolescentes, en mujeres en edad fértil y en mujeres embarazadas, a menos que otros tratamientos no sean e�caces o no se toleren. Las mujeres en edad fértil deben utilizar durante el tratamiento un método anticonceptivo e�caz. En mujeres que planean quedarse embarazadas se deben hacer todos los esfuerzos para cambiar a un tratamiento alternativo adecuado antes de la concepción, si fuera posible. Riesgo de exposición a valproato durante el embarazo: Tanto la monoterapia con valproato como la politerapia con valproato, están asociadas a un desenlace anormal del embarazo. Los datos disponibles sugieren que la politerapia antiepiléptica que incluya valproato está asociada con un riesgo mayor de malformaciones congénitas que la monoterapia con valproato. Malformaciones congénitas: Los datos derivados de un meta-análisis (que incluye registros y estudios cohorte) han mostrado que el 10,73% de los niños de madres epilépticas expuestas a valproato en monoterapia durante el embarazo sufrieron malformaciones congénitas (95% CI: 8,16 -13,29). Este riesgo de malformaciones mayores es más alto que para la población general, para la que el riesgo es del 2-3%. El riesgo es dosis dependiente pero no se ha podido establecer el umbral de dosis por debajo del cual no existe riesgo. Los datos disponibles muestran un aumento de la incidencia de malformaciones menores y mayores. Los tipos de malformaciones más frecuentes incluyen defectos del tubo neural, dismor�smo facial, labio leporino y paladar hendido, craneoestenosis, defectos cardiacos, defectos urogenitales y renales, defectos en las extremidades (que incluye aplasia bilateral del radio), y anormalidades múltiples que implican a varios sistemas del organismo. Trastornos del desarrollo: Los datos han mostrado que la exposición al valproato en el útero puede tener efectos adversos sobre el desarrollo físico y mental de los niños expuestos. El riesgo parece ser dosis dependiente pero, en base a los datos disponibles, no se puede establecer el umbral de dosis por debajo del cual no existe riesgo. El periodo gestacional exacto de riesgo para estos efectos no está claro y no se puede excluir la posibilidad de riesgo durante todo el embarazo. Los estudios en niños en edad preescolar expuestos a valproato en el útero muestran que hasta el 30- 40% experimentan retrasos en el desarrollo temprano como hablar y caminar más tarde, menor capacidad intelectual, pobre habilidad en el lenguaje (expresivo y comprensivo) y problemas de memoria. El coe�ciente intelectual (CI) medido en niños en edad escolar (6 años) con antecedentes de exposición a valproato en el útero fue una media de 7-10 puntos menor que los niños expuestos a otros antiepilépticos. Aunque no se puede excluir el papel de factores de confusión, existe evidencia en niños expuestos a valproato de que el riesgo de insu�ciencia intelectual puede ser independiente de CI materno. Existen datos limitados de los resultados a largo plazo. Los datos disponibles muestran que los niños expuestos a valproato en el útero tienen un riesgo mayor de trastornos del espectro autista (aproximadamente tres veces) y autismo infantil (aproximadamente cinco veces) comparado con la población general estudiada. Datos limitados sugieren que los niños expuestos a valproato en el útero pueden tener más posibilidades de desarrollar síntomas de dé�cit de atención/trastornos de hiperactividad (TDAH). Niñas, mujeres adolescentes y mujeres en edad fértil (ver lo anterior y sección 4.4): Si una mujer quiere planear un embarazo: • Durante el embarazo las convulsiones tónico clónicas maternas y el status epilepticus con hipoxia pueden dar lugar a un riesgo concreto de muerte para la madre y el feto. • En mujeres que planean quedarse embarazadas o que están embarazadas, se debe reevaluar el tratamiento con valproato. • En mujeres que planean quedarse embarazadas se deben realizar todos los esfuerzos para pasar a un tratamiento alternativo adecuado antes de la concepción, si fuera posible. No se debe interrumpir el tratamiento con valproato sin una reevaluación de los bene�cios y riesgos del tratamiento con valproato para la paciente por un médico con experiencia en el manejo de la epilepsia o el trastorno bipolar. Si en base a una evaluación cuidadosa de los riesgos y bene�cios, se continua el tratamiento con valproato durante el embarazo, se recomienda: • Utilizar la mínima dosis e�caz y dividir la dosis diaria de valproato en varias dosis pequeñas para tomarlas a lo largo del día. El uso de formulaciones de liberación prolongada es preferible a otras formulaciones para evitar picos altos de concentraciones plasmáticas. • Suplementos de folato antes del embarazo pueden disminuir el riesgo de defectos del tubo neural comunes a todos los embarazos. Sin embargo, la evidencia disponible no sugiere que prevenga los defectos al nacimiento o las malformaciones debidas a la exposición a valproato. • Establecer una monitorización prenatal especializada para detectar la posible aparición de defectos del tubo neural u otras malformaciones. Riesgo en el neonato: - Se han noti�cado casos muy raros de síndrome hemorrágico en neonatos de madres que han tomado valproato durante el embarazo. Este síndrome hemorrágico está relacionado con trombocitopenia, hipo�brinogenemia y/o disminución de otros factores de coagulación. También se ha noti�cado a�brinogenemia, que puede ser mortal. Sin embargo, este síndrome se debe distinguir del descenso de los factores dependientes de vitamina K inducidos por fenobarbital e inductores enzimáticos. Por lo tanto, en neonatos, se deben analizar el recuento de plaquetas, el nivel de �brinógeno en plasma, las pruebas de coagulación y los factores de coagulación. - Se han noti�cado casos de hipoglucemia en neonatos de madres que han tomado valproato durante el tercer trimestre del embarazo. - Se han noti�cado casos de hipotiroidismo en neonatos de madres que han tomado valproato durante el embarazo. - Puede aparecer un síndrome de retirada (como agitación, irritabilidad, hiperexcitabilidad, nerviosismo, hipercinesia, trastornos de la tonicidad, temblor, convulsiones y trastornos de la alimentación) en neonatos cuyas madres han tomado valproato durante el último trimestre del embarazo. Lactancia: Valproato se excreta en la leche materna en una concentración entre el 1% y el 10% de los niveles en suero materno. Se han observado trastornos hematológicos en neonatos lactantes/lactantes cuyas madres han estado en tratamiento (ver sección 4.8). Se debe tomar la decisión de interrumpir la lactancia o interrumpir/abstenerse del tratamiento con Depakine Crono teniendo en cuenta los bene�cios de la lactancia para el niño y los bene�cios del tratamiento para la mujer. Fertilidad: Se ha noti�cado amenorrea, ovarios poliquísticos e incremento de los niveles de testosterona en mujeres que utilizan valproato (ver sección 4.8). La administración de valproato también puede disminuir la fertilidad en hombres (ver sección 4.8). Los casos noti�cados indican que los trastornos de la fertilidad son reversibles después de la interrupción del tratamiento.. 4.7. Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas: Depakine Crono actúa sobre el sistema nervioso central y puede producir: somnolencia mareos, alteraciones visuales y disminución de la capacidad de reacción. Estos efectos así como la propia enfermedad hacen que sea recomendable tener precaución a la hora de conducir vehículos o manejar maquinaria peligrosa, especialmente mientras no se haya establecido la sensibilidad particular de cada paciente al medicamento. 4.8. Reacciones adversas: Las reacciones adversas más frecuentemente descritas son las molestias gastrointestinales (dolor, náuseas y diarrea) que suelen ocurrir al comienzo del tratamiento aunque normalmente desaparecen a los pocos días de discontinuar el tratamiento. Puede tener lugar un incremento de peso. Por lo que el aumento del peso deberá estar estrechamente controlado, ya que puede ser un factor de riesgo en el síndrome del ovario poliquístico. Se han observado casos graves (e incluso mortales) de daño hepático, particularmente en niños tratados con dosis altas o en combinación con otros antiepilépticos. Las reacciones adversas se enumeran en orden decreciente de gravedad dentro de cada intervalo de frecuencia (muy frecuentes: ≥1/10; frecuentes: ≥1/100 a <1/l0; poco frecuentes: ≥1/1.000 a <1/100; raras: ≥1/10.000 a <1/1.000; muy raras: <1/10.000; frecuencia no conocida (no puede estimarse a partir de los datos disponibles): Trastornos congénitos, familiares y genéticos: Frecuencia no conocida: trastornos del espectro autista (ver sección 4.6), malformaciones congénitas y trastornos del desarrollo (ver sección 4.4 y sección 4.6). Trastornos de la sangre y del sistema linfático: Frecuentes: anemia, trombocitopenia (ver sección 4.4). Poco frecuentes: pancitopenia, leucopenia. Raras: insu�ciencia de la médula ósea incluyendo aplasia pura de células rojas, agranulocitosis, anemia macrocítica, macrocitosis. Exploraciones complementarias: Raras: disminución de los factores de coagulación (al menos uno), pruebas de coagulación anómalas (como tiempo de protrombina prolongado, tiempo de tromboplastina parcial activada prolongado, tiempo de trombina prolongado, INR prolongado) (ver sección 4.4 y 4.6), dé�cit de biotina/dé�cit de biotinidasa. Frecuencia no conocida: debido a que el valproato se excreta principalmente a través del riñón, parcialmente en forma de cuerpos cetónicos. La prueba de eliminación de cuerpos cetónicos puede dar falsos positivos en pacientes diabéticos. Trastornos del sistema nervioso: Muy Frecuentes: temblor. Frecuentes: trastornos extrapiramidales, estupor*, somnolencia, convulsiones*, fallo de memoria, dolor de cabeza, nistagmo, mareo (tras la inyección intravenosa, puede aparecer mareo al cabo de unos minutos y por lo general se resuelve espontáneamente en pocos minutos). Poco frecuentes: coma*, encefalopatía*, letargo*, parkinsonismo reversible, ataxia, parestesia, agravamiento de las convulsiones (ver sección 4.4). Raras: demencia reversible asociada a atro�a cerebral reversible, trastorno cognitivo. * Se han descrito unos pocos casos de estupor y letargia, que han conducido en ocasiones a coma transitorio (encefalopatía); se trataba de casos aislados o asociados a un aumento de la aparición de crisis convulsivas durante el tratamiento, atenuándose tras la suspensión del tratamiento o la reducción de la dosis. Estos casos han sido descritos con mayor frecuencia durante un tratamiento combinado (en particular con fenobarbital o topiramato) o tras un incremento súbito de las dosis de valproato. Trastornos del oído y laberinto: Frecuentes: sordera. Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos: Poco frecuentes: derrame pleural. Trastornos gastrointestinales: Muy frecuentes: náuseas*. Frecuentes: vómitos, trastorno gingival (principalmente hiperplasia gingival), estomatitis, dolor en la parte superior del abdomen, diarrea aparece frecuentemente en algunos pacientes al comienzo del tratamiento y desaparece normalmente después de unos pocos días, sin interrumpir el tratamiento. * También observadas unos minutos después de la inyección intravenosa y que resuelven espontáneamente en pocos minutos. Poco frecuentes: pancreatitis que puede llegar a ser mortal. (ver sección 4.4). Trastornos renales y urinarios:Poco frecuentes: insu�ciencia renal. Raras: enuresis, nefritis tubulointersticial, síndrome de Fanconi reversible aunque el mecanismo de acción sigue siendo desconocido. Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo: Frecuentes: enfermedades de las uñas y del lecho ungueal, hipersensibilidad, alopecia transitoria y/o relacionada con la dosis. Poco frecuentes: angioedema, erupción, trastornos del pelo (como textura anormal, cambios de color, crecimiento anormal del pelo). Raras: necrólisis epidérmica tóxica, síndrome de Stevens-Johnson, eritema multiforme, Síndrome DRESS (Síndrome de hipersensibilidad a medicamentos con eosino�lia y síntomas sistémicos). Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo: Poco frecuentes: se han noti�cado casos de disminución de la densidad ósea, osteopenia, osteoporosis y fracturas en pacientes en tratamiento prolongado con Depakine. El mecanismo por el cual Depakine afecta al metabolismo óseo se desconoce. Raros: lupus eritematoso sistémico (ver sección 4.4), rabdomiólisis (ver sección 4.4). Trastornos endocrinos: Poco frecuentes: Síndrome de Secreción Inadecuada de la Hormona Antidiurética (SIADH), hiperandrogenismo (hirsutismo, virilización, acné, alopecia de patrón masculino y/o andrógenos elevados). Raras: hipotiroidismo (ver sección 4.6). Trastornos del metabolismo y la nutrición: Frecuentes: hiponatremia, aumento de peso*. *al tratarse de un factor de riesgo del síndrome del ovario poliquístico debe ser monitorizado cuidadosamente. Raras: obesidad, hiperamonemia* (ver sección 4.4). * Casos de hiperamonemia aislada y moderada, que no se acompaña de alteraciones en las pruebas de función hepática, y que no debe ser motivo para suspender el tratamiento. Asimismo, se ha noti�cado hiperamonemia asociada a síntomas neurológicos. En estos casos, debe considerarse la realización de exploraciones adicionales (ver sección 4.4). Neoplasias benignas, malignas y no especi�cadas (incl quistes y pólipos): Raras: síndrome mielodisplásico. Trastornos vasculares: Frecuentes: hemorragia (ver sección 4.4 y 4.6). Poco frecuentes: vasculitis. Trastornos generales y alteraciones en el lugar de administración: Poco frecuentes: hipotermia, edema periférico no grave. Trastornos hepatobiliares: Frecuentes: lesión hepática (ver sección 4.4). Trastornos del aparato reproductor y de la mama: Frecuentes: dismenorrea. Poco frecuente: amenorrea. Raras: infertilidad masculina, ovario poliquístico. Trastornos psiquiátricos: Frecuentes: estado de confusión, alucinaciones, agresividad*, agitación*, trastornos de la atención*. Raras: comportamiento anormal*, hiperactividad psicomotora*, trastornos del aprendizaje*. *Estas reacciones adversas han sido principalmente observadas en la población pediátrica. Notificación de sospechas de reacciones adversas: Es importante noti�car sospechas de reacciones adversas al medicamento tras su autorización. Ello permite una supervisión continuada de la relación bene�cio/riesgo del medicamento. Se invita a los profesionales sanitarios a noti�car las sospechas de reacciones adversas a través del Sistema Español de Farmacovigilancia de medicamento de uso humano: https://www.noti�caram.es. 4.9. Sobredosis: Entre los signos clínicos de intoxicación destacan confusión, sedación o incluso, coma con hipotonía muscular, miastenia e hipo o arre�exia. En algunos casos también se ha observado hipotensión, miosis, alteraciones cardiovasculares y respiratorias, colapso circulatorio/shock, acidosis metabólica, hipocalcemia e hipernatremia. Se han descrito fallecimientos tras una sobredosis masiva; no obstante, en general el desenlace es favorable. En adultos y niños, los altos niveles plasmáticos provocan reacciones neurológicas anormales y cambios de comportamiento. No obstante, los síntomas pueden ser variables y se han descrito convulsiones en presencia de niveles plasmáticos muy elevados. Se han comunicado casos de hipertensión intracraneal asociada a edema cerebral. La presencia de sodio en las presentaciones con valproato puede dar lugar a hipernatremia cuando existe una sobredosis. No se conoce un antídoto especí�co. El tratamiento en régimen hospitalario de la sobredosis debe ser sintomático y se debe monitorizar la función cardiorrespiratoria. En caso de intoxicación oral se realizará lavado gástrico que, puede ser útil hasta 10 a 12 horas tras la ingestión, y se administrará carbón activado, mejor antes de los 30 minutos después de la ingestión. En este caso, es necesaria una vigilancia médica intensiva. En algunos casos aislados se ha utilizado con éxito la naloxona. Puede ser útil la diuresis forzada o la hemodiálisis. La diálisis peritoneal es poco e�caz. En caso de sobredosis masiva, hemodiálisis y hemoperfusión han sido utilizadas con éxito. No hay una experiencia su�ciente sobre la e�cacia de la perfusión de carbón activado hematogénico o sobre el reemplazo completo de plasma o transfusión sanguínea. Por esta razón, particularmente en niños, se recomienda el tratamiento hospitalario intensivo, sin técnicas especiales de desintoxicación, pero con control de la concentración plasmática. 6. DATOS FARMACÉUTICOS. 6.1. Lista de excipientes: Núcleo: Copolímero de ésteres acrílicos y metacrílicos (Cloruro de amonio cuaternario (tipo II) polvo). Etilcelulosa. Sílice coloidal hidratada. Recubrimiento: Hipromelosa. Macrogol 6000. Talco. Dióxido de Titanio (E-171). Poliacrilato 30% de dispersión. 6.2. Incompatibilidades: No procede. 6.3. Período de validez: 36 meses. 6.4. Precauciones especiales de conservación: No se extraerá el contenido de su estuche hermético hasta el momento de su administración. Se mantendrá al abrigo de la humedad y a temperatura ambiente (25oC). Ello es debido a que valproato sódico es una sustancia muy higroscópica, por lo que los comprimidos, en contacto con la humedad ambiental, pueden reblandecerse adquiriendo una consistencia pastosa, lo cual no supone una pérdida de actividad terapéutica. 6.5. Naturaleza y contenido del envase: Los comprimidos se envasan en blister. 6.6. Precauciones especiales de eliminación y otras manipulaciones: No existen instrucciones especiales. 7. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN. sano�-aventis, S.A. Josep Pla, 2 08019 Barcelona 8. NÚMERO(S) DE AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN. Depakine Crono 300 mg comprimidos de liberación prolongada – 60351. Depakine Crono 500 mg comprimidos de liberación prolongada – 60350. 9. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/RENOVACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN. 02/11/1995 10. FECHA DE LA REVISIÓN DEL TEXTO: Noviembre 2017. La información y actualizada de este medicamento está disponible en la página Web de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) http://www.aemps.es/. PRESENTACIONES Y PRECIO. Depakine Crono 300 miligramos 100 comprimidos (CN: 671131) P.V.P 11,65 €, P.V.P IVA 12,11€; Depakine Crono 500 miligramos 100 comprimidos (CN: 671149) P.V.P 19,30 €, P.V.P IVA 20,08 €. CONDICIONES DE PRESCRIPCIÓN Y DISPENSA-CIÓN: Financiado por el Sistema Nacional de Salud. Medicamento sujeto a prescripción médica. Tratamiento de larga duración. Aportación reducida. CONSULTE LA FICHA TÉCNICA COMPLETA ANTES DE PRESCRIBIR ESTE MEDICAMENTO.

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Page 12: Congreso de la Sociedad Española de Epilepsia IPOIO · ausencia y, sobre todo, por sus efectos inmediatos, puesto que la lamotrigina, debido a su farmacodiná-mica, no ejerce efecto

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