confucio en 90 minutos - paul strathern

136

Upload: carlos-augusto-perez-trujillo

Post on 27-Dec-2015

65 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

La colección Filósofos en 90minutos incluye interpretacionesbreves, pero autorizadas, de losmás grandes pensadores de lahumanidad y descifra sus filosofíasen una forma amena y accesible quelas hace interesantes ycomprensibles a casi cualquiera.

Confucio lo sabía todo de la vida, ysin embargo sabemos muy poco dela suya. Nos ha dicho cómocomportarnos, pero no podemosaveriguar exactamente qué hacía él.Su colección de tópicos

bienintencionados, máximaspintorescas y anécdotas cuasi-enigmáticas se combinan paraproducir una filosofía ideal parafuncionarios. Su objetivo eraconvertir a sus pupilos en excelentesfuncionarios del gobierno, pero susenseñanzas superaron sus másoptimistas expectativas,proporcionando reglas de conductay alimento espiritual durante más dedos mil años.

E n Confucio en 90 Minutos, PaulStrathern presenta un recuentopreciso y experto de la vida e ideasde Confucio, y explica su influencia

en la lucha del hombre porcomprender su existencia en elmundo. El libro incluye una selecciónde escritos de Confucio, una brevelista de lecturas sugeridas paraaquellos que deseen profundizar ensu pensamiento, y cronologías quesitúan a Confucio en su época y enuna sinopsis más amplia de lafilosofía.

Paul Strathern

Confucio en 90minutos

Filósofos en 90 minutos - 04

ePub r1.0Erudito 27.03.14

Título original: Confucius in 90 minutesPaul Strathern, 1996Traducción: José A. Padilla Villate

Editor digital: EruditoDigitalizador: jarviskenshinePub base r1.0

Introducción

Confucio lo sabía todo de la vida y, sinembargo, sabemos muy poco de la suya.Esta circunstancia nos deja endesventaja cuando se le va a juzgarcomo persona. Nos ha dicho cómocomportarnos pero no podemosaveriguar exactamente qué hacía él.

Confucio es el aspirante con másposibilidades de conseguir el título dehombre más influyente de la historia, portanto debemos sentirnos afortunados deque su filosofía sea nebulosa y bastanteaburrida. Su colección de tópicos bien

intencionados, máximas pintorescas yanécdotas cuasi enigmáticas secombinan para producir una filosofíaideal para funcionarios. Y esta eraprecisamente la intención de Confucio.A diferencia de otros sabios, no deseabaver a sus discípulos convertidos envagabundos sin un céntimo deambulandopor los caminos en un estado deiluminación que no les daba para comer.Su objetivo era convertir a sus pupilosen excelentes funcionarios del gobiernoy aquí radicó su éxito, que superó susmás optimistas expectativas. Durantemás de dos mil años, sus enseñanzasproporcionaron reglas de conducta y

alimento espiritual para administrativos,maestros, ministros y administradoresque vivían en el seno del atrofiadoconformismo del Imperio Chino. Esteera el Imperio que nos regaló lamaldición «Ojalá vivas momentosinteresantes». En la China de Confucio,el aburrimiento era una bendición. Perono resulta, en absoluto sorprendente, sise consideran las alternativas. Si alguiense salía de la línea marcada, si cometíaincluso el más mínimo delito, debíasentirse afortunado si no acababacastrado. Las Cortes de los irasciblesgobernantes chinos parecían como siestuvieran regidas por una pandilla de

niños de escuela.Hasta la revolución comunista de

1949, el confucionismo era casisinónimo de la forma de la vida china.Durante la época de Mao en la Chinacontinental, el confucionismo fueconsiderado con una profundaambivalencia. El mismo Confucio fuevilipendiado porque se creía que habíapertenecido a la clase de terratenientes ycapitalistas (en realidad, no encuadrabaen ninguna de estas categorías. Confuciopasó la mayor parte de su vida sinempleo, siempre andaba escaso dedinero y carecía de propiedades).Durante la Revolución Cultural de los

años 60, la Guardia Roja intentó purgarlos últimos restos de confucionismo enel pensamiento chino. Aún así, elpresidente Mao continuó, en algunaocasión, alentando a sus camaradas conenseñanzas de Confucio. Estos últimoshechos indican una fuerte corrientesubterránea de confucionismo en lafilosofía china que persistió por debajodel barniz del marxismo.

Por otro lado, el confucionismopermaneció y permanece muy vivo entoda la diáspora China, desde Taiwán alos Chinatowns de todo el mundo. Lospensamientos de Confucio hansobrevivido con éxito de generación en

generación, y su nombre ha logrado unacentralidad cultural similar a la deShakespeare para los ingleses o Goethepara los alemanes.

Sorprendentemente, Confucio comopersona fue un fracaso. Al menos así lopensaba él, y ¿quiénes somos nosotrospara contradecir a un hombre tan sabio?Confucio consideraba que no habíatenido éxito en su vida y muriósintiéndose profundamentedecepcionado.

Vida y obra de Confucio

Confucio es la forma latinizada deKungfutzu (que significa «el maestroKung»). Nació en el siglo VI a.C. y viviódurante la mayor parte de su vida en laregión costera septentrional de China. Els i g l o VI a.C. fue, quizá, el mássignificativo en la evolución humana yaque el primer hombre de las cavernasinadvertidamente prendió fuego a suhogar. Además de ser testigo delnacimiento de Confucio, éste siglotambién vio la fundación del taoísmo, elnacimiento de Buda y el inicio de la

filosofía griega. Sigue siendo unmisterio porqué estos acontecimientoscruciales tuvieron lugar en ese precisomomento, cuando la mayor parte de lascivilizaciones se encontraban endistintos estados de desarrollo y máximecuando no tenía contacto entre ellas.Alguna de las soluciones que seescribieron para explicarlo (comovisitas de extraterrestres, actividadexcepcional sobre la superficie del Sol,enfermedades cerebrales, etc., tal vezindican que no hemos progresado muchodesde entonces).

Confucio nació en el 551 a. C. en elestado feudal de Lu, que ahora forma

parte de la provincia costeraseptentrional de Shantung. Procedía deuna larga línea de nobleza empobreciday se dice que descendía directamente delos gobernantes de la dinastía Shang.Había sido la primera dinastía china,que duró más de seiscientos años, desdeel siglo XVII al XII a.C.

Se dice que el pueblo chinorealizaba una cerámica de color azulpintada con hermosas flores y utilizabaconchas de cauri rosa como moneda.Según la leyenda, a sus habitantes se lesatribuye haber inventado la escriturachina para poderse comunicar con susantepasados por medio de mensajes

grabados en los caparazones de lastortugas. Naturalmente, todas estasencantadoras tonterías fueron rechazadaspor los historiadores más rigurosos.Hasta que los últimos descubrimientosarqueológicos han confirmado laexistencia y un estilo de vida similar enuna dinastía del segundo milenio antesde Cristo. Pero, por desgracia, entre losmamotretos que se conservan decaparazones de tortuga no se hadescubierto ningún mensaje de losprimeros miembros de la familia deConfucio.

Lo que sabemos es que el padre deConfucio era un oficial militar de baja

categoría y que tenía 70 años cuandonació Confucio. Cuando el filósofo teníatres años, su padre murió y fue educadopor su madre (curiosamente, de ladocena más o menos de personajes quefundaron las filosofías y religiones másgrandes del mundo una gran mayoríafueron educados en familiasmonoparentales).

Años después, Confucio recordaríaque cuando tenía quince años sólo«estaba interesado en estudiar». Esta fuela base de su vida que posteriormentedividiría en varias etapas. «Cuandotenía 30 años comencé mi vida, a los 40estaba seguro de mí mismo, a los 50

comprendí mi lugar en el vasto esquemade las cosas, a los 60 aprendí a dejar dediscutir, y ahora a los 70 puedo hacer loque quiero sin perturbar el desarrollo demi vida». Es difícil separar lo que esauténtica autobiografía espiritual y loque es una variante de Confucio sobre lasabiduría tradicional concerniente a las«edades del hombre». De cualquierforma, contiene muy pocas notaspersonales, o lo que consideraría unlector moderno muy poca «vida».

Aparte de su autoproclamado amorpor el aprendizaje, poco se sabe de losprimeros años de la vida de Confucio.Además de la habitual colección de

historias más o menos creíbles que seacumulan alrededor de figura tantrascendente (pájaros encantados en losárboles, el perro favorito de su tíodevuelto a la vida, cometas…). En esemomento, la dinastía Chou, deseiscientos años de antigüedad y quehabía llevado la civilización a China,estaba comenzando a desmoronarse. Eraun periodo con ciudades-estado vasallasque intercambiaban alianzas y sedeclaraban la guerra casi cuando lesdaba la gana. Los señores de la guerravivían como los señores de la guerrahabían vivido siempre (masacres,hambrunas, orgías) y el resto de la

población servía exclusivamente paraque sus señores no se vieran obligados arealizar actividades más individuales(asesinato, inanición, depravación).

La miseria estaba muy arraigada,desde el punto de vista de la escalaoriental tradicional, algo que no havuelto a verse desde la revolucióncomunista que, no obstante, se lasarregló para conservar parte de lasmiserias tradicionales. Este sustrato dehorrores cotidianos ejerció un profundoefecto en el joven Confucio. Iba aimpartir una dureza y sentido práctico asu pensamiento, que pocas veces perdió.Confucio se dio cuenta rápidamente de

que para que cesara ese inenarrablesufrimiento toda la noción de sociedadtendría que cambiar. La sociedaddebería trabajar por el beneficio detodos sus miembros en lugar de serutilizada únicamente como pretexto paralos excesos de sus gobernantes.Confucio fue el primero en formular estecliché tan frecuentemente ignorado. Nofue hasta doscientos años despuéscuando los antiguos griegos comenzarona cuestionarse este punto. Pero, comoellos lo debatieron, rápidamentedesarrollaron una sofisticada nociónabstracta de Justicia. Confucio no tuvola oportunidad de tratar tales asuntos

durante sus años formativos, por tanto supensamiento continuó siendoeminentemente práctico. Decidió que lanoción de sociedad debía cambiar, perono la sociedad misma. El gobernantedebe gobernar y el administradorrealizar sus cometidos al igual que elpadre debe ser siempre un padre conrespecto a su hijo. La revolución queConfucio enseñó era una revolución deactitud y de conducta: Debemosesforzarnos por cumplir nuestrocometido de la forma más virtuosaposible.

Pero Confucio se pronunció sobreeste y otros asuntos relacionados lo que

dio a sus seguidores mucho juego parala interpretación. Por ejemplo: «si unateoría se extiende es porque el cielo loquiere», «es difícil ser un gobernante,pero tampoco es fácil ser un súbdito»,«los hombres íntegros actúan de formadiferente», «conocer lo que es justo y nopracticarlo es una cobardía».

Esta amplia y casi cohesiva falta delógica que caracterizaba las enseñanzasde Confucio iba a demostrar la granfuerza del confucianismo. Porque, enúltimo término, no se puede demostrarque estaba totalmente equivocado, y sise piensa con el suficiente detenimientosiempre se puede encontrar algo en ellas

que prácticamente da en el blanco. Elconfucianismo estaba destinado acompartir esta característica con laBiblia, así como con los textos sagradosde la mayoría de las creencias másduraderas.

A los dieciocho años, Confucio secasó y tuvo un hijo llamado Lieu (quesignifica «carpa grande»). Lieu estabadestinado a decepcionar a su ilustrepadre y nunca se convertiría en el granpez que había esperado. Confucio erapobre y para llegar a fin de mes teníaque aceptar numerosos trabajos,incluyendo el de empleado en un graneroy el de guardián de una especie de zoo

de animales sagrados. En su tiempolibre estudiaba historia, música yliturgia, gracias a lo cual adquiriórápidamente la reputación del hombremás sabio de Lu. Confucio eraambicioso. Esperaba conseguir unaelevada posición en la administraciónpara poner sus ideas en práctica. Sinembargo, no resulta en absolutosorprendente que los hedonistasgobernantes no tuvieran ningún deseo deemplear a un aguafiestas de esta índolepara gobernar sus dominios, y lassolicitudes de Confucio nunca fueronmás allá de la etapa de la entrevista(Confucio era un hombre muy serio que

creía en la necesidad de compartir suvasto aprendizaje con el mundo, lo queno se puede considerar una técnica aimitar en las entrevistas de trabajo).Entonces, como ahora, todo el que nopodía conseguir un trabajo en el área desu elección con frecuencia acababaenseñándolo. El estado de Lu se sentíaespecialmente orgulloso de sus diversasescuelas, donde se enseñaba etiqueta yrituales de la Corte a los futuroscortesanos. En estas escuelastrabajaban, por lo general, antiguoscortesanos que tenían gran conocimientode las intrincadas normas de la Corte,pero que habían perdido su trabajo

debido a alguna metedura de patainvoluntaria. Lo que también pudo habercausado la pérdida de algunasposiciones más valiosas incluso que susalario. Confucio decidió fundar unaescuela pero, con una diferencia, élenseñaría a los administradorespolíticos a gobernar.

Afortunadamente, Confucio tenía unapersonalidad atractiva que inspirabaconfianza, y no le preguntaron nadasobre sus cualificaciones. Y prontocomenzó a reclutar alumnos. Parece queel método de su escuela fue muy similaral desarrollado por los antiguosfilósofos griegos durante los siglos

siguientes. El ambiente carecía de todaformalidad, el maestro conversaba consus alumnos, a veces de pie y, a veces,sentado bajo la sombra de un árbol.Ocasionalmente el maestro impartía undiscurso, pero la mayoría de laslecciones consistían en sesiones depreguntas y respuestas.

Las respuestas del maestro solíantener la forma de reflexiones: «Mandar ala guerra a un pueblo sin haberloinstruido es abandonarlo a su suerte»,«el hombre superior es parco en hablarpero dinámico en obrar», «si no cambiastus defectos serás cada vez másimperfecto». Seguro que estas

observaciones debieron haber parecidocasi tan banales hace 2500 años comohoy. También se nos dice que Confuciono soportaba a los tontos: «si señalo unaesquina de un tema, y el alumno nopuede deducir las otras tres por élmismo, lo expulso». Tampoco habíasitio para los cobardes en la escuela deConfucio. Por lo general tenía dosdocenas de alumnos, desde príncipes apobres. Las enseñanzas de Confucio quehan llegado hasta nosotros no son todasbanales: algunas son polémicas, otrasopacas o enigmáticas e incluso las hayprofundas. («El que no conozca el valorde las palabras nunca comprenderá a los

hombres». «La vida perfecta buscadentro en sí misma, la vida vacía buscaen los otros».) Se dice que susobservaciones contienen incluso unapizca del fino humor oriental, peroparece que este sentido del humor nollega a la mayoría de los oídosoccidentales.

Confucio fue sobre todo unenseñante moral. Siempre era sincero ydesconfiaba de la elocuencia. Suobjetivo era enseñar a sus alumnos acomportarse adecuadamente. Sideseaban gobernar a otras personas,primero deberían aprender a gobernarsea sí mismos. Pero el verdadero núcleo

de sus enseñanzas se encuentra en elámbito familiar: la virtud significa amaral prójimo. Este sentimiento moral, elmás profundo de la humanidad, fuearticulado por Confucio más dequinientos años antes del nacimiento deCristo. Y no fue concebido como unprincipio religioso. Confucio puedehaber fundado una religión (elconfucianismo), pero sus enseñanzas nofueron religiosas per se. En realidad, nitan siquiera eran una religión, y esteenigma chino ha contribuido ciertamentea su longevidad.

Hay todavía otra cuestión en estaparadoja. Las enseñanzas de Confucio

quizá no hayan sido religiosas, pero élmismo sí lo era. O parecía serlo casisiempre. En otras ocasiones se mostrabaevasivo. Sus enseñanzas en esta materiaoscilan entre lo exagerado y loenigmático. Nunca sabremos hasta quépunto estas actitudes fueron dictadas porla conveniencia personal o por lanecesidad política.

Parece que Confucio creía que eluniverso contiene un poder para hacer elbien, lo que algunos pueden considerarcomo una fe de primer orden, aunque nose ha observado evidencia alguna queapoye tal optimismo. Confucio elogiabaal hombre virtuoso que vivía intimidado

por el cielo, pero consideraba que lamayoría de las prácticas religiosas de suépoca era tonterías supersticiosas. Sinembargo, por otro lado, se deleitaba conlos rituales y consideraba sus efectossumamente beneficiosos.

En esto, como en muchas cosas más,Confucio compartía una sorprendentesemejanza con Sócrates. En efecto, másde un gran orientalista ha comparado aConfucio con un Cristo socrático(además de vilipendiar a las tresmayores figuras de la historia, estaendeble calumnia contiene el habitualirritante parte de verdad).

El elemento clave de las enseñanzas

de Confucio está simbolizada por elcarácter chino ren, que significaba lacombinación conceptual demagnanimidad, virtud y amor por lahumanidad. Tiene una cercanaproximidad con la noción cristiana decompasión y de amoroso cuidado (sedice que ren también incorporó el Zenen el budismo zen, aunque varios siglosdespués de la muerte de Confucio).Junto con ren, las enseñanzas deConfucio resaltan las cualidadescomplementarias del te (virtud) y del yi(rectitud). En la vida diaria destaca lanecesidad del li (decoro) y laobservancia de los ritmos tradicionales.

Pero la observancia tenía que ser unaparticipación significativa; cuando seconvierte en mera formalidad, reflejauna enfermedad espiritual, tanto en elindividuo como en la comunidad. Elobjetivo de Confucio era producirChuntzu (personas superiores) quevivirían una vida de armonía y virtud,libres de la ansiedad y la angustia.

Dicho esto, merece la pena observarque la noción central de Confucio delren ha dado lugar a una variedad deinterpretaciones. La misma palabra se hatraducido de diversas maneras, desdeperfección moral a magnanimidad,desde humanidad a compasión, o incluso

como simple altruismo.El carácter chino para ren está

formado por dos elementos, el elementohombre y el elemento dos. Hombre +dos = Hombre para la humanidad. Enotras palabras, el ren no está interesadoen la moralidad espiritual individualsino en la conducta social o en elcarácter moral demostrado en un marcosocial. Confucio lo simplifica en susenseñanzas (o Lun Yu , tambiénconocidas como Analectas). «Cuandofue preguntado por el significado de ren,Confuncio replicó: “Significa amar a losseres humanos”». «Hay cinco virtudes ytodo el que las ponga en práctica es ren.

Estas son respeto, tolerancia, honradez,diligencia ingeniosa y generosidad. Siun hombre es respetuoso, no será tratadocon insolencia. Si es tolerante, vencerásobre la multitud. Si es honrado, losotros le confiarán responsabilidad. Si esdiligente e ingenioso, conseguiráresultados. Si es compasivo, será losuficientemente bueno para ponerse almando de otros hombres».

Confucio consideraba el ren comoparte de la educación. En otras palabras,alguien debía enseñarnos esta conductaen lugar de aprenderla simplemente dela experiencia. En su época seconsideraba la educación como una

forma de aprender a comportarse, enlugar de adquirir un conocimientoespecífico. Confucio estaba de acuerdocon esta actitud. La adquisición deconocimiento era sabiduría, no ren. Estoúltimo no sólo implicaba la moralidadsino también muchos valorestradicionales, especialmente la piedadfilial, que era mucho más fuerte que elsimple respeto hacia los padres y queimplicaba asumir todo su sistema devalores y rituales tradicionales.

Ya en la época de Confucio lastradiciones de la moralidad Chinaestaban bien desarrolladas. Los dosconceptos clave eran tao y te. Tao

significa literalmente «la vía»; en elmismo sentido que Cristo utilizabacuando decía «yo soy la luz y la vida».Un equivalente occidental mucho másfamiliar sería «verdad», aunque nocontiene el elemento progresivopresente en el tao. Era vital para elbienestar individual que se adhiriera ala «vía». Pero, el tao no sólo se aplica alas personas, todo un Estado puedeapartarse de la «vía».

La actitud de Confucio hacia el taoera sumamente ambivalente. Congnómica ironía concluye: «Quien por lamañana capta la “vía”, al anochecerpuede morir contento». Confucio

soportaba de mala gana la religión quesurgió de este concepto, el taoísmo, querepresentaba una interiorización quehacía que el individuo se retirase de lasociedad. Para Confucio, la moralidadtenía que ver con la implicación en lasociedad. Por otro lado, aprobaba la«vía» cuando se refería a lasobservancias de la moral tradicional. Elritual podía ser de gran ayuda a la horade aprender ren.

El otro concepto clave de lamoralidad china tradicional era el te.Generalmente se traduce como «virtud»,pero también procede del término quesignifica «conseguir». Se consigue

llegar a la virtud siguiendo la «vía».Pero, de nuevo, Confucio se muestraambivalente. En uno de sus viajes,cuando estaba siendo perseguido por elcélebre Huan Tui, y su vida corríapeligro, Confucio expresó suecuanimidad de la forma siguiente: «Lavirtud que da el cielo está en mí, ¿quéme puede hacer ese Huan Tui?». Lo queimplica que recibimos nuestra virtud del«cielo». Confucio ha enseñado querecibimos del cielo nuestra capacidadindividual para la virtud. Esta capacidadpuede diferir de una persona a otra, perodepende de nosotros cultivar todo elpotencial moral que llevamos dentro.

Este cultivo de la virtud deberíaconstituir nuestra principalpreocupación y la imposibilidad delograrlo es lo que preocupaba aConfucio. «El fracaso de cultivar lavirtud, el fracaso de reflexionar sobre loque he aprendido, la incapacidad dedefender lo que sé que es correcto, laincapacidad de reformar mis defectos…esto es lo que me preocupa».

El te también podría desempeñar unejemplar rol social. El orden público semantenía bien por castigo o mediante elejemplo. «Si el príncipe conduce alpueblo por medio de las leyes y lomantiene bajo control mediante castigos,

el pueblo se abstiene de hacer mal; perono sabe lo que es la vergüenza. Si elpríncipe dirige el pueblo con buenosejemplos y lo mantiene en la unidad porel li el pueblo tendrá vergüenza de hacerel mal y será virtuoso». Esto pareceoptimismo en grado sumo. Y en elcontexto de la China del siglo VI a. C.,durante el problemático período de ladinastía Chou, cuando el país estabagobernado por insignificantes y peleonesdictadores y por señores de la guerra,este consejo parece una sublimeincongruencia. No se conseguía nadacon semejante curso de acción.¿Facilitar el gobierno? ¿Una población

contenta? ¿Y después qué?Lo verdaderamente significativo de

su actitud era su propia originalidad. Elte era nada menos que un paso evolutivohacia delante. La compasión y lanobleza, por ejemplo, eran novedades enun mundo de primitiva barbarie.Parecían imposibles. Su supervivencianecesitaría nada más y nada menos queun milagro, pero el milagro finalmenteocurrió, tanto en China (con elconfucianismo) como en Occidente (conel cristianismo). Sin este elementohumanitario que surgía de la barbarie delas luchas intestinas, no sería posible eldesarrollo de ninguna civilización

humana (sólo hay que recordar losderramamientos de sangre y la crueldadde las civilizaciones mayas y egipciaque avanzaban sin este nuevo elementoemergente).

Es difícil explicar este «imposible»paso último en la sociedad humana, quefue articulado por primera vez y deforma general por Confucio. ¿Qué lellevó a proponer esta nueva humanidad?Sólo podemos hacer deducciones. Conla sabiduría que da la experiencia, nosdamos cuenta de que era una forma desalir del fango de la barbarie y dealcanzar nuestro potencial como sereshumanos. ¿Confucio se dio cuenta de

esto de forma instintiva?La respuesta parece obvia: Confucio

debe haberse inspirado en su creenciaen un dios, y en un dios benevolente,además. Pero, muy a pesar nuestro,Confucio era como mucho un agnóstico.Era un acérrimo defensor de la terapiadel ritual pero, en lo que respecta a lacreencia en Dios, en la vida después dela muerte o en cualquier tipo demetafísica, permanece claramenteevasivo. Chi-Lu le preguntó: «¿Cómopodría servir a los espíritus de losmuertos y a los dioses?» El maestrodijo: «Ni siquiera eres capaz de servir alos hombres, ¿cómo podrías servir a los

espíritus?» «¿Puedo preguntarle acercade la muerte?» «Si ni siquieracomprendes la vida, ¿cómo puedescomprender la muerte?»

Sin embargo, Confucio creíatácitamente en algo. No era algotrascendente, pero servía para el mismopropósito que cualquier otra religión.Creía en el propósito moral de lahumanidad. Tenemos la obligación dehacernos cada vez mejores, de ser lomás humanos posibles, y de convertirnosen mejores seres humanos. Esta es laúnica forma significativa de vivir lavida. No hay recompensa alguna para eléxito en la vida más allá de la muerte, ni

siquiera el castigo por el fracaso. Hayque emprender esta tarea por el propiobien, sin pensar en las consecuencias. Sepodría considerar, incluso más de dosmil años antes de Darwin, una religiónsecular totalmente de acuerdo con laevolución. A su manera, era la expresiónde la última nobleza de la humanidad: labúsqueda de la bondad únicamente pornuestro propio bien.

Este sentimiento tan elevado estámuy bien pero, ¿cómo debemoscomportarnos en realidad? Confucio eraabsolutamente práctico y su moralidadno elude la prescripción de exigenciasde conducta para la vida diaria.

Aconseja: «Domestica el yo» y «Lo queno desees para ti no lo impongas a losdemás». Era una cuestión de actitud ycoherencia. «Maneja tus asuntospúblicos sin resentimiento, maneja tusasuntos privados sin resentimiento».Deberíamos dirigir nuestro objetivo avivir «sin preocupaciones y sin miedo».Pero, ¿cómo conseguirlo? «Si en suintrospección no encuentra motivos depesar, ¿de qué tiene que preocuparse, aqué tiene que temer?»

Ante los ojos modernos se nosmuestra como un importante defecto dela moralidad de Confucio. Nuestramoralidad tiende a reflejar los aspectos

igualitarios de la sociedad, por tanto nodebería resultarnos sorprendente que lamoralidad de Confucio refleje lanaturaleza primitiva y clasista de lasociedad china durante la dinastía Chou.Confucio consideraba la moralidadcomo una cuestión de clase. Losindividuos que lograban su potencialmoral se convertían en ren. Eranpersonas superiores: los miembros de laclase gobernante.

Las clases gobernantes siempre hancreído que son superiores. Las clasesgobernantes no necesitaban queConfucio les recordara esta verdad tanevidente. Por otro lado, no esperaban

que los demás se comportaran comoellos. ¡El cielo lo impida! «Haz lo quedigo, no lo que hago». La moralidadsiempre se ha visto acosada por lacuestión de las clases. Resulta bastantefácil ser bueno cuando la sociedad estáconformada para nuestro beneficio yprotección, pero cuando las velas noestán a nuestro favor nos sentimosmenos inclinados a la bondad (unarealidad que se refleja en laspoblaciones carcelarias de todo elmundo).

Confucio quizá nos parezca un snob,pero su revolucionaria noción demoralidad intentó sortear la cuestión de

las clases. El hombre superior puede serde clase superior, pero si cualquierpersona se comporta como la delhombre superior, no habrá ningunadiferencia entre los dos. Pero todavíahay mucho más, el hombre superiorexhibe una conducta ejemplar en elsentido literal de la palabra. Lamoralidad del hombre superior tiene queservir de ejemplo (o no es un hombresuperior). De esta forma, Confucioconvierte la moralidad en algo universalque se aplica a todas las clases en todaslas épocas.

Incluso así, hay restos de ladistinción de clases en alguno de los

consejos morales más prácticos: «Elduque Ching de Chi preguntó a Confucioacerca del gobierno. Confucio le dijo:“Que el gobernante sea gobernante, queel súbdito sea súbdito, que el padre seapadre y el hijo sea hijo”. El duque dijo:“Excelente. Sin embargo, si elgobernante no es un gobernante, si elsúbdito no es un súbdito, si el padre noes un padre, ni el hijo un hijo, ya nosería capaz de confiar en nadie nuncamás, ni siquiera sabría dónde se va acelebrar mi próxima comida”». Algunoshan detectado un elemento de ironía enlas enseñanzas de Confucio, teniendo encuenta la preocupación del duque por su

estómago. Pero parece poco probable.La moralidad de Confucio quizá hayasido revolucionaria pero políticamentesigue siendo la de un recalcitranteconservador. Lo que no resulta extrañoconsiderando la anarquía política y lamiseria que vio a su alrededor. En esaépoca no sólo los «viejos carrozas»sentían la necesidad de volver a un«gobierno fuerte como los viejostiempos»». Para Confucio los lejanosdías de la dinastía Chou aparecían antesus ojos como una edad de oro; habíansido días de gobierno firme, de logrosculturales y estabilidad con elemperador que gobernaba sobre sus

señores feudales. En la época deConfucio este sistema feudal estabacomenzando a fracturarse y los señoresfeudales se estaban convirtiendo enseñores de la guerra. A sus ojos estaalternativa a la sociedad estratificadaera simplemente anarquía.

Es más, para Confucio, un elementofundamental de la sociedad moral no erala clase social sino el amor. Aquímerece la pena hacer un alto paracomparar el confucianismo concristianismo. Ambos suscriben que lofundamental es el amor al prójimo; peroConfucio era lo suficientemente atrevido(u optimista) para sugerir que se podía

extender de la persona a la sociedad ensu conjunto. El cristianismo se quedócorto al prescribir para el Estado: «Dadal César lo que es del César». Elcristianismo tuvo éxito al constituirsecomo la «moralidad de los esclavos» deun imperio corrompido, poniendo ungran énfasis en la persona y susalvación, así como en un amordesprendido hacia los demás, dentro delmarco de la religión. Siglos despuéstales ideas se metamorfosearon en elmarxismo, aunque en su mayor parte losgobiernos del occidente cristianosiguieron basándose en el pragmatismoen lugar de en los principios morales. El

confucianismo, al adoptar las virtudestradicionales chinas y al comprometersecon una moralidad pública, se convirtióen el sinónimo del modo de vida chino.Al pasar los años, su moralidadejemplar y su amor por el prójimoevolucionarían muy lentamente al igualque la misma China. Y a pesar de suferviente rechazo, se siguenreconociendo elementos delconfucianismo en el marxismo maoísta.Incluso con reflujos marxistas el vínculoentre la autoimagen de China y elgobierno sigue siendo tan fuerte comosiempre. A medida que China comiencea absorber las ideas occidentales será

cada vez más importante la comprensiónde tales diferencias y similitudesculturales.

Confucio trata específicamente sufilosofía política en el librodecimotercero de sus enseñanzas.Comienza dando consejos básicos muysensatos. «Tzu Lu preguntó acerca delgobierno. El maestro dijo: “Incita a loshombres con tu ejemplo”. Tzu Lu lepidió más precisión. El maestrorespondió “Nunca cejes en el empeño”.Cuando se le preguntó cómo gobernar,Confucio replicó: “Sé indulgente con loserrores sin importancia y promueve alos hombres de talento”. “Pero, ¿cómo

reconocer a los hombres de talento?”. Elmaestro dijo: “Promueve a los quereconozcas, a los que no reconozcasseguirán por su propio impulso”».

Pero el maestro pronto trascendió detales banalidades. Cuando se le preguntólo primero que haría si estuviera a cargodel gobierno, Confucio replicó: «Loprimero que haría con certeza es querectificaría los nombres». «¿En serio?¿Esto no es un despropósito?» «¡Quéignorante eres! Cuando no sepas de algoes mejor permanecer callado». Despuésde molestar a su desafortunadodiscípulo, Confucio continuó esbozandosu teoría lingüística del gobierno: «Si

los nombres no son correctos, cuanto sedice no tiene objeto alguno. Cuando notiene objeto alguno, nada se puede hacercorrectamente. Cuando nada se puedehacer correctamente, los rituales sedesorganizan y la música se vuelvediscordante, y los castigos sondesacertados. Cuando los castigos sondesacertados, nadie sabe a qué atenerse.Por tanto, sea lo que se piense hay queser capaz de comunicarlo. Y sea lo quese diga, hay que ser capaz de llevarlo acabo. En lo que concierne al lenguaje, laprecisión es de la mayor importancia.No hay que dejar nada que dé lugar auna mala interpretación». Todo esto está

muy bien pero, ¿como principalprioridad? Es más, nos podemospreguntar qué tiene todo esto que vercon el gobierno.

Confucio persiste en este enfoquecon relación a su siguiente tema. Cuandose le pregunta acerca de la práctica de laagricultura, ofrece una larga réplica queno tiene nada que ver con la agricultura.«Fan Chi pidió a Confucio que leenseñara a cultivar cereales. El maestrocontestó: “No soy tan bueno como unviejo campesino”. A continuación lepidió que le enseñara jardinería.Confucio contestó: “No soy tan buenocomo un viejo jardinero”. Cuando se

marchó Fun Chi, el maestro exclamó:“¡Qué ignorante es este Fun Chi! Cuandosus superiores se dedican a los rituales,el pueblo no osa ser irreverente. Cuandose dedican a la justicia, el pueblo no osaser desobediente. Cuando se dedican ala sinceridad, el pueblo no osa serdeshonesto. Cuando todo esto sepractica, las gentes de los cuatroconfines del mundo se acercan con sushijos a la espalda, ¿Para qué quierehablar de Agricultura?”»

Confucio parece entonces adoptar lapostura contraria. Después de habermenospreciado la habilidad práctica,ahora resalta su superioridad sobre el

refinamiento. «Piensa en un hombre quepuede recitar los trescientos poemas deltradicional Libro de cantos. Se ledesigna para ocupar un puesto oficial,pero resulta ser un incompetente. Se leenvía a una misión diplomática, perodemuestra ser incapaz de tomar lainiciativa. ¿De qué le sirven todos lospoemas? El cultivo de la poesía no esdiferente del cultivo de los tulipanes,ambos son igualmente inútiles para elcultivo del ren. Cuando alguien poseeesta cualidad, todo lo demás viene porañadidura. Si el gobernante es recto,habrá obediencia sin necesidad de darórdenes; pero, si no es recto, por mucho

que mande no será obedecido».Como gran parte de la doctrina de

Confucio, todo esto es muy loable, peroen la práctica es una pura fantasía. Lanaturaleza humana es como es. La genteobedece a un tirano sediento de sangrecon mucha más presteza que a ungobernante de buenas intenciones. ¿Porqué entonces éste loable consejo?Confucio estaba intentando mejorar elcomportamiento de los abominablesgobernantes de su época, y cualquierintento de mejorar estas cuestionesmerece todo tipo de elogios. Pero, alelegir esa trayectoria, Confucio limita larelevancia de su consejo a una época

determinada y a un lugar concreto.Todos los consejos políticos

comparten en cierto grado el mismodefecto, cuanto más pertinentes son másredundantes se vuelven. Comparemossólo los consejos prácticos de Confuciocon la otra gran obra de enseñanzapolítica, El Príncipe de Maquiavelo. Eldeseo de cumplimiento político deConfucio habría sido irrelevante en laItalia del Renacimiento, muchos decuyos gobernantes creían a pie juntillasque debían influir en sus súbditos conuna conducta cultivada y ejemplar. Porel mismo motivo, El Príncipe hubierasido redundante en las manos de

cualquier señor de la guerra chino de laúltima dinastía Chou. Ese oportunismosin escrúpulos y esa deshonestidad crueleran inherentes en la sociedad china dela época, dado que constituyen losrequisitos esenciales para cualquiergobernante Chou que deseara conservarsu puesto de trabajo. Confucio soloestaba intentando rectificar el equilibrioa favor de una visión más civilizada.

Un aspecto básico del logro deConfucio fue su habilidad comoeducador. El propósito principal de suescuela era producir funcionarios quepudieran propagar sus ideas sociales ypolíticas: el cultivo de la conducta

humana y de una sociedad compasiva.Siempre resaltaba que el logro del renno era para beneficio del individuo sinopara sociedad. «Se cultiva a sí mismopara que pueda llevar paz y felicidad atoda la gente». Esperaba que esosnuevos administradores consideraran sutrabajo más como una vocación quecomo medio de ascenso personal. «Esvergonzoso hacer del salario el únicoobjeto». El hombre recto no deberíapreocuparse por la pobreza.

A pesar de este respeto por elsistema de clases en política, Confuciono lo practicaba en su escuela. Creía en«la educación para todos sin tener en

cuenta su clase». En su época laeducación estaba confinada sólo a laclase superior, por tanto esta política depuertas abiertas proporcionó unaexcepcional oportunidad a muchos quede otra forma hubieran vivido una vidade monotonía y humillación. Comoresultado, la mayoría de los alumnos deConfucio procedían de los extractos máshumildes de la sociedad e iban apermanecer leales a su maestro durantetoda su vida. De esta forma, Confuciofue responsable de una inyección denuevo talento así como de nuevas ideasen el funcionariado civil de su región.Era totalmente consciente de lo que

estaba haciendo. «Donde hay educación,no hay distinción de clases» (pordesgracia, ante nuestros ojos de nuevosigue siendo una loable fantasía).

Sin embargo, a pesar de esteevidente igualitarismo, Confucioconservaba ciertos prejuicios. «Noconvienen al hidalgo las pequeñashabilidades sino las grandesresponsabilidades. No conviene alvillano las grandes responsabilidades,sino las pequeñas habilidades».

Confucio era un excelente profesor,y muchos de sus alumnos acabaronsiendo administradores de gran éxito.Sabiamente, los alumnos de Confucio

hacían caso omiso de sus principiosmenos prácticos tan pronto comoentraban en el mundo real del gobierno.Defender esas ideas humanitarias yrevolucionarias sólo les habría ayudadoa tener un trabajo en el coro de niños.Sin embargo, esa primera generación decapaces administradores no olvidó a sugran maestro y formaron una especie defraternidad masónica. Su educaciónciertamente afectó a su forma de vivirtanto como a su actitud hacia el trabajo.Se sembró la primera semilla de unnuevo progresismo. Desde entonces,pocos creyeron que sus gobernantes erandescendientes divinos y que gobernaban

por decreto del cielo. Entendieron queel Estado podía convertirse en unaempresa cooperativa para beneficio detodos; y los nuevos administradoreshicieron todo lo posible para disuadir asus jefes de embarcarse en guerras sinsentido.

Entre los alumnos de Confucio habíavarios vástagos de familias influyentes,por lo general procedentes de otrasprovincias, pero finalmente algunosmiembros curiosos de la familiagobernante de Lu comenzaron a asistir asus charlas. De esta forma, Confucioconoció al futuro príncipe gobernante deLu, Yang Hou (que no debe confundirse

con Yang Hoo, que se convertiría enobjeto de escarnio después de que surégimen se convirtiera en un tremendodesorden). Yang Hou se sentíaimpresionado por Confucio y cuando sehizo cargo del poder nombró al yamaduro filósofo ministro de crimen. Porfin Confucio podía poner en práctica susprincipios.

Según todas las fuentes, Confuciotuvo un enorme éxito como ministro decrimen aunque parece que tuvo poco quever con sus tan cacareados principios.Confucio estableció un reino de terrorcontra los criminales locales. «Mientrasestuvo en activo, dejó de haber robos en

la tierra de Lu», escribe su biógrafo H.G. Creel. Confucio fue incluso más lejosal instaurar la pena de muerte por«inventar ropajes inusuales»; y pronto lavida estaba tan organizada en laprovincia que «los hombres caminabanordenadamente por la derecha de lacalle y las mujeres por la izquierda».Finalmente se decidió que ya erasuficiente. Alguien sobornó al primerministro con ochenta hermosas jóvenespara que se deshiciera de Confucio. Elprimer ministro que, evidentemente, nohabía disfrutado de las ventajas de laeducación confuciana, se encontróincapaz de rehusar semejante oferta tan

tentadora. Confucio fue cesado de supuesto, los hombres y mujeres de Luvolvieron a caminar por el mismo ladode la calle y comenzaron a llevar ropade moda sin ser condenados a muertepor ello; y los delincuentes pudieronabandonar sus inadecuados empleospara continuar ejerciendo su verdaderavocación.

Como reconocimiento a susservicios, Confucio fue ascendido a unpuesto mucho más prestigioso con unimpresionante título y salario. Sinembargo, pronto descubrió que sólo erauna sinecura desprovista de todaautoridad. Volvió a dimitir de su puesto

con disgusto. No estaba interesado en eltrabajo si no podía decidir sobreimportantes cuestiones de Estado.

Confucio tenía cincuenta años porentonces. Decidió organizar, con unospocos discípulos, un viaje deperegrinación alrededor de China. Perono era un peregrinaje en el habitualsentido espiritual. No tenía ningúndestino sagrado y Confucio no buscabaninguna iluminación. Su viaje, al igualque su filosofía, albergaba intencionesabsolutamente laicas: iba a buscartrabajo. Y si no podía encontrar untrabajo, quizá podría encontrar un futurogobernante para ejercer como su tutor y,

al menos en algún lugar, poner enpráctica sus principios. Pero obviamentese habían difundido las opiniones acercade Confucio, y su peregrinaje en buscadel Santo Grial del empleo iba a durarmás de diez años. De vez en cuando sele pedía consejo, pero de nuevo ningunaoferta de empleo permanente fue másallá de la etapa de la entrevista.

Sólo podemos especular sobre losmotivos del rechazo. Confucio eraconsiderado el hombre más sabio deChina. Había enseñado a muchos de losadministradores más capaces y él mismohabía ocupado un cargo oficial menor,sin aceptar un solo soborno o, incluso,

sin traicionar a su jefe a sus enemigos.Tal excentricidad contribuyó a lacreencia posterior de que Confuciohabía sido un personaje legendario y quenunca había existido. Obviamente habíaalgo en Confucio: seriedad y ningunadisposición al compromiso, hábitospersonales desagradables, o quizá unasimple halitosis del alma. Nuncasabremos con exactitud qué es lo quetenía que no atraía a las clasesgobernantes chinas. En mi opinión,después de estudiar sus escritos, es quele debieron encontrar terriblementeaburrido.

Incluso las aventuras de Confucio

durante su década de viajero parecenhaber adquirido ese característico halode aburrimiento. Cuando visitaba elestado de Wei, celebró una audienciaprivada con la hermana del gobernante,la conocida Nan Tzu, conversación quemolestó profundamente a sus discípulos.Pero la historia ha censuradoprudentemente qué es lo que tantomolestaba a los discípulos, y tampocosabemos cómo había conseguido NanTzu su notoriedad, aparte de algúncotilleo inocente acerca de un incestoreal. En la provincia de Sung, Confuciosupo que alguien quería asesinarle, portanto decidió llevar ropas que no

llamasen la atención y así continuó suprosaico peregrinaje. En Sung dijotambién que había conocido algobernador local y que había habladohasta altas horas de la madrugada con él,convenciendo finalmente a su anfitriónde que valía la pena seguir sus ideasacerca de cómo gobernar. La virtud y laadministración competente, no laambición personal, eran las claves parael éxito. La cruzada de Confucio habíahecho otra conquista. Pero ni siquieraese gobernante le ofreció trabajo.

Por entonces Confucio tenía ya 67años. Sus coetáneos de menos valíaestaban ya felizmente jubilados,

mientras él intentaba iniciar su carreraprofesional. Al final, los discípulos deConfucio que habían regresado a Ludecidieron que la única respuesta erainvitar a su maestro a volver otra vez acasa. Para estos filósofos más prácticosera el momento de que Confucioabandonara para siempre la idea depoder ganarse el sustento. Confucioregresó debidamente casa y vivió losúltimos cinco años en Lu. Fueron añosmuy tristes. Murió su discípulo favoritoYen Hui, y por primera vez en su vidaConfucio cayó brevemente en ladesesperación. «¡Ay! Ya no queda nadieque me entienda», dijo a los discípulos

restantes. Se convenció de que sumensaje vital nunca llegaría a lasgeneraciones venideras. Su hijo Lieutambién murió. No se sabeprácticamente nada de la vida de él. Sedice que no tenía cualidadesexcepcionales pero la evidenciaposterior indica lo contrario. Pocossiglos después, más de cuarenta milpersonas en China afirmaban ser losdescendientes de Confucio, lo queindicaría una actividad excepcional delúnico hijo del maestro.

Confucio pasó leyendo sus últimosaños, corrigiendo y escribiendocomentarios sobre los clásicos chinos,

el canon de obras que datan del períodoen que China salió de la antigüedad. (ElLun Yu —Enseñanzas de Confucio— seañadiría a ese canon antes de que fueragrabado en piedra a mediados del sigloIII a.C.) Los libros clásicos chinos vandesde el sublime Shi (Poemas, a vecesconocido como el Libro de cantos), queincorpora material legendario conatemporales detalles diarios de la vidachina más antigua, hasta el misterioso ysiempre mal utilizado I Ching (El librode los cambios) mezcla intrigante dejerigonza metafísica y de percepciónpsicológica. Este último libro comenzósu vida como libro de adivinación. Al

igual que la astrología babilónica, quedata de la misma época de laadolescencia de la humanidad, contieneun edificio de sabiduría gnómicaconstruido sobre la más endeble de lasbases.

La innegable naturaleza esotérica deI Ching resultaba vergonzosa para losestudiosos de Confucio, quienes insistenen la aproximación práctica a lafilosofía del maestro. Incluso no seniega que Confucio pasó varios años desu vida leyendo este libro, y durante susúltimos años escribió un extensocomentario sobre él. Lejos de reírse delos con frecuencia fantásticos contenidos

d e I Ching, su comentario incluyedirectrices acerca de cómo utilizar laobra con propósitos adivinatorioslanzando pequeños palitos el aire einterpretando los dibujos que forman.Sin embargo, parece tan poco probablecómo descubrir que Hegel era, ensecreto, un bailarín del baile clásico;pero incluso los filósofos deben tenersus hobbies y lanzar palitos al aire paradescubrir quién va a ganar la carrera delas 2:30 en Shanghai, lo que me pareceuna actividad bastante inofensiva.

Confucio también pasó sus últimosaños transmitiendo los aspectosfundamentales de su filosofía a sus

discípulos. Las enseñanzas de Confuciocontienen referencias a la epistemología,lógica, metafísica y estética (lascategorías tradicionales de la filosofía)pero son sólo referencias pasajeras y noforman ningún sistema. Asimismotrasmite comentarios acerca el sabor deljengibre y de la longitud de loscamisones, sin constituir por ello unateoría de la cocina ni de la moda. Perosi lo juzgamos desde la perspectiva desu periodo de ministro del crimen,parece probable que sí que tenía unateoría muy clara de la moda. Por tanto,pudo haber formulado teorías de cocinay de filosofía que no han llegado hasta

nosotros.Esta enseñanza e instrucción

espiritual confuciana iba a conformar laeducación básica de la clase mandarínque gobernaría la administración chinadurante más de dos mil años. Al igualque todas las jerarquías dominantes,terminó por fosilizarse. Confucio habíaprevisto la necesidad de adaptarse a lostiempos. «Sólo los hombres de profundainteligencia y los necios de mente másobtusa permanecen invariables». Pero laadvertencia de Confucio era en vano.Quizás el destino de todos losfuncionarios civiles sea ser gobernadospor sabios o por idiotas.

En el año 479 a.C., a los 62 años,Confucio yacía en su lecho de muerte.Sus discípulos le atendieron durante suenfermedad. Sus últimas palabras fueronrecogidas por su discípulo favorito Tze-Lu:

«El gran monte se hunde,la viga maestra cede,

el sabio maestro se marchitacomo una planta».

Confucio fue enterrado por susdiscípulos en la ciudad de Choufou a lasorillas del río Ssu. El templo construidoen ese lugar y los recintos circulantes

fueron reconocidos como lugaressagrados. Durante más de dos mil añoseste sitio fue visitado por continuasoleadas de peregrinos. El reciente hiatode esta tradición durante la eracomunista parece que ha finalizado: hallegado el final de un breve lapso en unavenerable tradición china establecidamucho antes del nacimiento de Cristo yde Sócrates.

Según las últimas palabras deConfucio, se puede deducir que eraconsciente de su grandeza pero noestaba seguro de que su mensaje le fueraa sobrevivir. Confucio estaba en locierto al preocuparse en este punto. El

confucianismo ha sobrevivido durantecerca de dos milenios y medio pero suparecido con las enseñanzas originalesdel mismo Confucio a veces es difícil dedetectar (de la misma forma que esdifícil relacionar la Inquisición y laquema de herejes con el mensaje dequien pronunció el Sermón de laMontaña). Sin embargo, el mensaje deConfucio no fue totalmente desvirtuadopor sus seguidores. Dos siglos despuésde su muerte, la dinastía Han establecióla primera gran etapa de la cultura china.Esta dinastía gobernó casi siempresiguiendo los principios de Confuciocon resultados tan satisfactorios que la

dinastía prosperó durante más decuatrocientos años, superando a casitodos los demás imperios chinos yestableciendo un ejemplo cultural quelas siguientes dinastías intentaronemular. En Occidente, Confucio iba aser admirado por Leibniz y suracionalista contemporáneo Voltaire,que declaró: «Respeto a Confucio, fue elprimer hombre que no recibióinspiración divina».

Un eco frívolo de las enseñanzas deConfucio se encuentra en el arte marcialdel «kung fu», que se llama así en honoral maestro, pero que tiene tanto parecidocon el origen de su nombre como la

marca de pinturas Titán con estepersonaje mitológico. De forma similar,se pueden detectar ecos degradados deConfucio en la aberración delpensamiento chino que recientemente hasuplantado las enseñanzas del maestro.El culto a la personalidad del presidenteMao, el peregrinaje de la Larga Marchade los comunistas y la veneración delLibro Rojo de Mao tienen un inequívocoparecido con el culto que se desarrollóalrededor de Confucio, su propioperegrinaje en busca de un trabajopolítico y la veneración del clásicoEnseñanzas de Confucio. Pero todo estoprobablemente no le hubiera preocupado

demasiado. Como él mismo dijo: «Soydiferente. Tomo la vida como viene».

Epílogo: La filosofíachina

Se ha dicho que Occidente nunca hacomprendido realmente la filosofíachina. Es más, muchos pensadoresorientales sostienen que es imposiblepara la mente occidental comprendertales riquezas de matices de los que notienen la más mínima noción.

Casi todos los filósofos occidentaleshan mantenido un punto de vista similaren lo que respecta a la recepción por lacivilización occidental de su propiafilosofía. Por este motivo, no

deberíamos sentirnos especialmentedesconcertados por esta insistencia en laincomprensión mutua. La filosofía chinaes diferente de la filosofía occidental aligual que los chinos son diferentes delos europeos. Pero todos somos una subspecie aeterni igualmente despreciable,o valiosa. Todos compartimos la mismacondición humana, y esto esprecisamente lo que cada filosofíaafirma examinar. La filosofía chinapuede tener sus deficiencias a ojosoccidentales como la nuestra las tieneante los suyos, pero ambas son recetasválidas para una dolencia similar: lavida.

La filosofía china como tal aparecióa partir del siglo VI a.C. Durante esteperiodo se desarrollaron las CienEscuelas, tan diversas y divergentescomo su propio nombre sugiere.Consistían sobre todo en filósofostrotamundos que recorrían los diferentesestados que con el tiempo constituyeronChina. A su llegada a un estado elfilósofo abría una consulta y comenzabaa dar consejos filosóficos de uno y otrotipo. Generalmente los daban para lacorte y solían consistir en diversosprincipios cuyo objetivo era ayudar algobierno del estado. Inevitablemente,tales consejos pronto dejaban de

tolerarse, y el filósofo se volvía a verrecorriendo caminos.

Las filosofías producidas por lasCien Escuelas no solían reconocersecomo filosofías, según la nociónoccidental. Con frecuencia estasfilosofías no eran mucho más que«actitudes ante la vida», elaboradas consucintas o enigmáticas reflexiones. Sufilosofía real apenas estaba estructuradao planteada de una forma lógica ocoherente, y solía estar más cerca delconsejo político o religioso.

El ejemplo principal del primer casoera el confucianismo, y del últimotaoísmo. Pronto emergieron como las

dos variedades dominantes delpensamiento de la filosofía china.Posteriormente ambas corrientes sevieron afectadas por la llegada de latercera variedad de la filosofía china: elbudismo.

Confucianismo

Las enseñanzas que se originaroncon Confucio han perdurado de una uotra forma hasta nuestros días. Elconfucianismo es esencialmentepráctico, pues explica la forma de viviren los niveles sociales y personales. Poreste motivo, sus temas principales son la

ética y la política. Hay pocaespeculación acerca del significado y dela naturaleza final de la vida. Lametafísica está prácticamente ausente.Todo esto se aplica al confucianismodesde sus comienzos hace más de dosmil quinientos años, y continúa siendocierto para el neoconfucianismo en suforma actual, algo difusa.

El confucianismo ha demostrado quees posible dirigir la propia vida sinrecurrir a la especulación metafísica. Yal cabo de tanto tiempo, el pensamientooccidental parece, renuente ygradualmente, estar llegando al mismopunto de vista.

Taoísmo

El taoísmo surge de la palabra chinatao que significa «la vía». Todos losfilósofos chinos tiene sus propios puntosde vista sobre el tao, pero el taoísmomismo procede de los sostenidos por elsabio Lao Tsé y su seguidor Chuang Tzu.Lao Tsé vivió durante el siglo VI a. C.,pero se sabe muy poco de su vida. Sedice que fue historiador y consejeroreligioso en la corte de los emperadoresChou. Según la leyenda, conoció aConfucio y no se sintió en absolutoimpresionado. Posteriormente se dijoque había partido hacia Occidente. En el

paso de Hsien-ku, el guardián le impidiópasar para abandonar China hasta quehubiera escrito todas sus enseñanzassobre el tao. Este libro se conoce comoTao Te Ching y se iba a convertir en elescrito sagrado del taoísmo. Lao Tsépartió hacia Occidente y según un relatocontemporáneo, «nadie sabe lo que hasido de él». Muchas de las CienEscuelas consideraban a Lao Tsé unsabio, un santo e incluso una deidad. Sedice también que los confucianoscontemporáneos le consideraban un granfilósofo. Esto es difícil de comprender,ya que las enseñanzas de Lao Tsé soncomplementarias a las de Confucio.

Desde la perspectiva de algunos, estasdos filosofías tratan ámbitos totalmentediferentes del empeño humano; desde elpunto de vista de otros, son totalmentecontradictorias en casi todos losaspectos.

Donde Confucio enseña la «vía delhombre», Lao Tsé enseña la «vía de lanaturaleza». Para Lao Tsé, la «vía» erasobre todo un concepto metafísico ymístico. Era una fuerza externa yabsoluta que controla la naturaleza peroque queda más allá del espacio y deltiempo. Esto es difícil de entender en lostérminos conceptuales lógicos quenormalmente requiere el discurso

filosófico de los pensadoresoccidentales. Pero ni siquiera es, comose pretende a menudo, extraño a lafilosofía que conocemos en Occidente.El estoicismo y la filosofía defendidapor los cínicos fueron sobre todoactitudes ante el mundo.

Según Lao Tsé deberíamossintonizar con el tao al intentaremularlo. Deberíamos vaciarnos deinsignificante preocupaciones, dedicarnuestras vidas a la simplicidad y a laespontaneidad, y al mismo tiempopermanecer tranquilos.

Cuando está transmitido por unprofesor ejemplar como Lao Tsé, el

taoísmo sin duda tiene una gran fuerza.Pero es preciso cierta elaboración parahacerlo viable incluso como filosofíametafísica. Esta elaboración fueproporcionada por Chuang Tzu, quenació un par de siglos después de LaoTsé. Tampoco sabemos mucho de suvida excepto que escribió un libro quese llama como él, el Chuang Tzu, y queatacó vehementemente el confucionismo.En sus últimos años, se dice que seconvirtió en un delicioso viejoexcéntrico: vestido con harapos, con suszapatos desintegrados sujetos por trozosde cuerda. Uno de sus discípulos visitóa Chuang Tzu cuando murió su mujer y

se sintió desconcertado al encontrarlecantando feliz y siguiendo el compás consu cuenco Chuang Tzu defendió suconducta diciendo que llorar y hacerduelo hubiera sido demostrar una«ignorancia del destino».

Para Chuang Tzu el tao transforma elazar y la naturaleza conflictiva en laarmoniosa unidad de la Vía de laNaturaleza. Esto sucede únicamentecuando la naturaleza imita a laNaturaleza, y la conseguimos cuandotambién imitamos esta Vía de laNaturaleza, en lugar de la Vía delHombre, tal como recomendabaConfucio. El tao (o Vía de la

Naturaleza) es un estado trascendentedonde el bien y el mal han dejado deexistir, y todas las cosas viven enarmoniosa igualdad. Pero Chuang Tzutambién mantenía que el tao estaba entodas partes y que existía en todas lascosas, incluso en las hormigas y en losexcrementos. En su lecho de muerteprohibió a sus discípulos que celebraranningún tipo de funeral, diciendo queprefería ser abandonado y ser pasto delos cuervos carroñeros en lugar deenterrado y comido por gusanos.

Budismo

El budismo llegó a China desde laIndia en la tercera centuria a.C. Durantesu largo periodo de desarrollo lejos desu país de origen, el budismo sufridouna transformación peculiarmente china,motivo de sus muchas similitudes con eltaoísmo.

El budismo está considerado por losoccidentales más como una religión queuna filosofía. Pero sólo hay que estudiarel escolasticismo de la Edad Media paraver cómo esos dos modos depensamiento tan distintos pueden estarinextricablemente enlazados. Desde estepunto de vista, el budismo esciertamente una filosofía y una religión,

su metafísica es casi el equivalente delescolasticismo (o del taoísmo, que parael caso es lo mismo). Sin embargo, adiferencia de los escolásticos, losbudistas tienden a creer en el fatalismodel laissez faire, sobre todo en lo queconcierne a los cismas. Como resultadode ello, no pasó mucho tiempo antes deque el budismo divergiera en una ampliavariedad de filosofías y religiones.Todas ellas insisten en llamarsebudismo, a pesar de que muchas de ellaseran enemigas de las otras (elparalelismo con el pensamientocristiano es, de nuevo, demasiadoevidente; con la diferencia de que en las

épocas de mayores dificultades losbudistas preferían prenderse fuego aellos mismos en lugar de al prójimo).

El budismo fue fundado por SidhartaGautama, que nació en Nepal hacia lamitad del siglo VI antes de Cristo.Después de casarse a los 16 años y viviruna vida de lujo durante otros treceaños, abandonó todo y partió hacia laIndia, donde se convirtió en un ascetavagabundo. En peligro de morirse deinanición debido a su enfoqueespecialmente entusiasta al ascetismo,decidió por fin seguir su propio caminode iluminación. Según la leyenda,finalmente adquirió esta iluminación

hacia el año 528 antes de Cristo, a los35 años, y por tanto se convirtió enBuda. Esto sucedió cuando estabameditando con las piernas cruzadasdebajo de un Bayan o ficus religiosa.

Al principio el budismo puso granénfasis en la meditación, que daba alque la practicaba la suficientetranquilidad espiritual y objetividadpara liberarse de los engaños ycontradicciones de la vida cotidiana.Estos cebos diarios son como nubes queoscurecen el sol, sólo cuando ladisciplina especial las disuelve, somosconscientes de la radiante verdad.

El budismo chino estuvo muy

influido por el taoísmo, que prevalecíaen China a la llegada del budismo. Másadelante el budismo influiría en eldesarrollo del confucionismo en el sigloXI. Este neoconfucianismo absorbió delbudismo las preocupaciones metafísicasque hubieran sido anatemas para elmismo Confucio, pero que parecíancubrir una necesidad en las enseñanzaspara sus seguidores.

Las enseñanzas deConfucio

Consejo de Confucio sobre cómo ser unbuen administrador y su efecto

Chuansun Shih preguntó al maestro:«¿Qué debo hacer para convertirme enun hombre superior y ejercer un cargo enel gobierno?». «Debes respetar lascinco cualidades y rechazar los cuatrovicios». «¿Cuáles son las cincocualidades?». «El hombre superior esbenefactor pero no derrochador; animaal trabajo pero no provoca

resentimiento; tiene ambiciones pero noes codicioso; posee grandeza pero nosoberbia; inspira respeto pero no escruel». «¿Y qué quieren decir esascualidades?». «Trabajar a favor delpueblo, ¿no es ser benefactor y noderrochador? Si das el trabajo correctoa la persona idónea, ¿quién se mostraráresentido? Si un hombre desea algo y loobtiene, ¿qué codicia cabe en él? Elhombre superior siempre acomete sustareas sin tener en cuenta su dificultad nisu tamaño y, por tanto, no es indolente,¿acaso no es poseer grandeza sinsoberbia? El hombre superior cuida suapariencia, se esmera en su vestimenta y

tocado, y trata a los demás con respeto.Y debido a su porte distinguido, todos letratan con reverencia; de esta formainspira respeto sin ser cruel». «¿Ycuáles son los cuatro vicios?». «Quienmanda matar a un hombre por no habercumplido bien su tarea sin haberle dadoinstrucciones precisas, esto es crueldad.Esperar que alguien haga algo sin previoaviso, esto es una atrocidad. Obligar aterminar una tarea a toda prisa cuando sele había pedido que la realizarameticulosamente, esto es perjudicial.Prometer una recompensa y luego pagarcon avaricia, esto es estrechez demiras».

Algunos consejos más para el buengobierno

«Si el gobernante es recto, seráobedecido sin necesidad de dar órdenes;pero si no es recto, por mucho quemande no será obedecido».

«Si alguien me tomara a su servicio,en un año los resultados ya serianaceptables. En tres años, seríancompletos».

Hablando de gobierno, el maestrodijo a Chung Yu: «Exige a los demássólo lo que ya les has enseñado».

Confucio resalta la necesidad del

estudio y hace comentarios sobrenuestra actitud general hacia él

«Aprender es como perseguir loinalcanzable, temiendo perder loadquirido».

«Es excepcional que alguien quehaya estudiado durante tres años nollegue a ser bueno».

Algunas certeras observaciones

«No anticipes el fraude o el engaño,pero al mismo tiempo estate siempreatento ante ellos. Es necesario si quieresllegar a lo más alto».

«El que presume de valentía pero sequeja de ser pobre va a causarproblemas».

«Algunas personas pueden hacercosas sin ser capaces de entenderlas».

Otras observaciones no tan certeras

«Sólo cuando el año enfríaadvertimos que el pino y el ciprés sonlos últimos en marchitarse».

Cuando se le pidió otro consejosobre el gobierno, el maestro contestó:«Nunca cejes en el empeño».

El maestro decía del señor King de

Wei: «Es hábil hacendero». Cuandoempezó a tener caudal, dijo: «Esbastante adecuado». Cuando tuvo unpoco más, dijo: «Es bastante redondo».Cuando fue rico, dijo: «Es bastanteextraordinario».

Un funcionario de justicia preguntó aConfucio si el señor Chao observaba losritos y Confucio replicó que así lo habíahecho. Cuando Confucio se retiró, elfuncionario dijo: «Tenía entendido queel gran maestro era un sabio, pero yaveo que no lo es. El señor Chaocontraviene las observancias tomandouna esposa dentro de su propia familia,y oculta el hecho dándole otro nombre».

Cuando Confucio fue informado de esto,contestó: «¡Estoy de suerte! Si cometoun error, no pasará desapercibido».

Un típico ejemplo de pragmatismo,sabiduría y consejo del maestro sobrela vida

«Ten una fe inquebrantable, ama elestudio, defiende la buena Vía hasta lamuerte. No vayas a un Estado ensituación precaria; ni permanezcas enuno donde haya revolución. Esfuérzatepor brillar cuando la Vía prevalezca;cuando no prevalezca, ocúltate. Esvergonzoso ser pobre y desconocer unpaís donde la Vía prevalece. De igual

forma, es vergonzoso ser rico y recibirhonores en un país donde la Vía noprevalece».

Sobre la moda

El hombre superior no debe llevarorlas de color cárdeno ni morado sobresus ropas. En privado no debe vestirropas de color rosado ni púrpura. Enverano debe vestir frescos ropajes dehilo fino o grueso. En el exterior debellevar siempre una túnica. En inviernolleva una túnica negra sobre un ropajede lana. Con túnica negra sus ropajesinteriores deben estar revestidos conpiel de cordero. (…) En privado las

túnicas deben estar revestidas de piel dezorro o tejón. Siempre debe llevar todassus medallas colgando de la cintura,excepto en los funerales. (…) En elprimer día de cada mes, debería vestirsus ropajes de ceremonia para acudir ala corte. Durante la purificación, deberíavestir siempre ropas limpias de hilo.

Enseñanzas de Confucio

Algunos comentarios occidentales

Lo que nos ha transmitido son losvalores que durante años el pueblochino antes de él había valorado. No estanto que China sea confuciana, sino que

el confucianismo es chino.William McNaughton

Si tenemos que elegir una palabrapara caracterizar la ética confuciana, esapalabra puede ser humanidad. Lapreocupación principal de la éticaconfuciana es el proceso completo deaprender a ser humano. Este procesoimplica un compromiso total, unesfuerzo continuado deautorrefinamiento o automejora y unavisión holística de todo el proyecto deeducación moral.

Dr. Tu Wei-Ming, catedrático dehistoria y filosofía china, Universidad

de Harvard

Confucio estaba más preocupado porlas necesidades de gobierno y por laadministración del gobierno quecualquier otro filósofo.

Ezra Pound

Cronología de fechasfilosóficas

importantes

Siglo VI a.C.Comienzos de la filosofía occidental con

Tales de Mileto.

Final del siglo VI a.C.Muerte de Pitágoras.

399 a.C.Sócrates es condenado a muerte en

Atenas.

387 a.C.Platón funda en Atenas la Academia, la

primera Universidad.

335 a.C.Aristóteles funda en Atenas el Liceo,

escuela rival de la Academia.

324 a.C.El emperador Constantino traslada a

Bizancio la capital del Imperio Romano.

400 d.C.San Agustín escribe sus Confesiones. Lateología cristiana incorpora la filosofía.

410 d.C.Los visigodos saquean Roma.

529 d.C.El cierre de la Academia de Atenas porel emperador Justiniano marca el finalde la era Greco-Romana y el comienzo

de la Edad Media.

Mitad del siglo XIIITomás de Aquino escribe sus

comentarios a Aristóteles.Época de la Escolástica.

1453Caída de Bizancio ante los turcos.

Fin del Imperio Bizantino.

1492Colón descubre América. Renacimientoen Florencia. Revive el interés por la

sabiduría griega.

1543Copérnico publica De revolutionibus

orbium caelestium (Sobre lasRevoluciones de los Cuerpos Celestes)donde prueba matemáticamente que la

tierra gira alrededor del sol.

1633Galileo es obligado por la Iglesia a

retractarse de la teoría heliocéntrica deluniverso.

1641Descartes publica sus Meditaciones,

inicio de la filosofía moderna.

1677La muerte de Spinoza hace posible la

publicación de su Ética.

1687Newton publica Principia e introduce el

concepto de gravedad.

1689Locke publica su Ensayo sobre el

Entendimiento Humano. Comienzo delempirismo.

1710Berkeley publica Tratado sobre los

Principios del Conocimiento Humano,conquistando nuevos campos para el

empirismo.

1716Muerte de Leibniz.

1739-40Hume publica el Tratad o de laNaturaleza Humana, y lleva elempirismo a sus límites lógicos.

1781Kant, despertado de su «sueño

dogmático» por Hume, publica laCritica de la Razón Pura. Empieza lagran época de la metafísica alemana.

1807Hegel publica la Fenomenología del

Espíritu: punto culminante de lametafísica alemana.

1818Schopenhauer publica El Mundo como

Voluntad y Representación,introduciendo la filosofía hindú en la

metafísica alemana.

1889Nietzsche, que había declarado «Dios hamuerto», sucumbe a la locura en Turín.

1921Wittgenstein publica el Tractatus

Logico-Philosophicus, proclamando la«solución final» a los problemas de la

filosofía.

1920sEl Círculo de Viena propugna el

positivismo lógico.

1927Heidegger publica Sein und Zeit (Ser yTiempo), anunciando la brecha entre las

filosofías analítica y continental.

1943Sarte publica L’etre et le néant (El Sery la Nada), adelantando el pensamiento

de Heidegger e impulsando elexistencialismo.

1953Publicación póstuma de las

Investigaciones Filosóficas deWittgenstein. Esplendor del análisis

lingüístico.

PAUL STRATHERN, (nacido en 1940)es un escritor británico y académico.Nació en Londres y estudió en el TrinityCollege de Dublín, tras lo cual sirvió enla Marina Mercante durante un períodode dos años. Después vivió en una islagriega. En 1966 viajó por tierra a laIndia y los Himalayas. Su novela Una

temporada en Abisinia ganó un premioSomerset Maugham en 1972.

Además de cinco novelas, tambiénha escrito numerosos libros sobre laciencia, la filosofía, la historia, laliteratura, la medicina y la economía. Esel autor de dos exitosas series de librosintroductorios breves: Filósofos en 90Minutos y Los científicos y susdescubrimientos. Su libro sobre lahistoria de la química, titulado El sueñode Mendeléiev (2001) fuepreseleccionado para el Premio Aventis,y sus obras han sido traducidas a más dedos docenas de idiomas. Es el autor delos best-sellers Los Medici: Padrinos

del Renacimiento, Napoleón en Egipto,y El artista, el filósofo y el guerrero:Leonardo, Maquiavelo y Borgia - Unacolusión fatídica. Su más recientetrabajo El espíritu de Venecia: deMarco Polo a Casanova salió en mayode 2012.

Strathern fue profesor en laUniversidad de Kingston, donde fueprofesor de filosofía y de ciencia. Viveen Londres, y tiene tres nietos que vivenen Viena: Tristán, Julián y Opajoke.