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Conflicto y Cultura de Paz Corporación Nuevo Arco Iris PROGRAMA PAÍS DEMOCRACIA Y DERECHOS HUMANOS PARA COLOMBIA DE LA UNIÓN EUROPEA PROMOCIÓN TERRITORIAL DE PAZ Y SOLUCIÓN PACÍFICA DE CONFLICTOS

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Conflicto y Cultura de Paz

Corporación Nuevo Arco Iris

PROGRAMA PAÍS DEMOCRACIA Y DERECHOS HUMANOS PARA COLOMBIA DE LA UNIÓN EUROPEA

PROMOCIÓN TERRITORIAL DE PAZ Y SOLUCIÓN PACÍFICA DE CONFLICTOS

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Jose Luis VinuesaCoordinador RegionalPrograma Andino Democracia y Derechos Humanos de la Unión Europea

Juan Manuel OsorioGestorPrograma País Democracia y Derechos Humanos para Colombia de la Unión Europea

Antonio Sanguino PaézDirectorCorporación Nuevo Arco Iris

León Valencia AgudeloCoordinadorPromoción Territorial de Paz y Solución Pacífica de Conflictos

Andrés Restrepo RestrepoAntonio Sanguino PaézLeón Valencia AgudeloRodrígo OsornoElaboración de Textos

Marly Contreras RodríguezAndrés Restrepo RestrepoGiovanny Moreno CastroÁrea de Comunicaciones CNAIEdición de textos, diseño y diagramación

Dario Luna TapiaIlustraciones

Bogotá 2003

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PresentaciónLa negociación pacífica de los conflictos y el uso de su fuerza creativa en el diseño

de futuros positivos y posibles constituye uno de los paradigmas de mayor contenidorenovador en las sociedades modernas.

La realización de este paradigma, exige de hombres y conglomerados sociales, uncambio en las formas de comunicación y de diálogo, la formación de nuevas pers- pectivas y destrezas que permitan comprender el contexto de las situaciones

conflictivas, sus dinámicas y salidas, privilegiando la creatividad, el aprendizaje conti-nuo, la comprensión de los intereses del otro y de los otros. Es decir, una profundatransformación de los esquemas mentales sobre los que se ha operado, procurandouna lenta pero segura evolución hacia nuevas condiciones de vida en sociedad, haciauna auténtica cultura de paz.

Esa transformación exige nuevas comprensiones de los conceptos de paz y deconflicto, acordes con los propósitos de construcción de convivencia en democracia.

En esta perspectiva, el concepto de conflicto impone una mirada desde la oportuni- dad que brinda como fuerza y fuente transformadora, como construcción social y

humana, que muestra diversas posibilidades según se trate positiva o negativamen-te; también requiere, particularmente en nuestro ámbito, que se descarte la in-clinación de relacionarlo exclusivamente con la confrontación armada. Esto per-mite mirar los conflictos desde su tipología multiforme y variada: los culturales,los políticos, los económicos, los sociales, etc., considerando los diversos factoresen ellos involucrados, el cambio de actitudes que operan en cada caso, los con-textos, los poderes, las estructuras de dominio, las formas de comunicar las per-cepciones, etc.1

En cuanto a la manera como se aborda, es fundamental insistir en limitar lasrespuestas violentas en su solución y procurar su “transformación” más que su meragestión. Al decir de Lederach, “poner acento en su naturaleza dialéctica... mirarlocomo elemento necesario de la construcción y reconstrucción transformativa hu-mana de la organización y de las realidades sociales.2

En cuanto a la paz, exige, como se ha insistido desde diversos ángulos teóricos, que no se entienda exclusivamente como ausencia de la guerra, definiéndose desde

categorías nuevas en el sentido de justicia social, satisfacción de las necesidades bási-

1FISAS, Vicens. Cultura de paz y gestión de conflictos. Icaria. Ediciones UNESCO, Barcelona, 1998.2LEDERACH, John Paul. Prepraring for Peace. Syracuse University Press, 1996. Página 13 – 19.

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cas, autonomía, solidaridad, integración y equidad. Es decir, una paz caracterizadapor condiciones facilitadoras del bienestar humano3 .

Las figuras de intervención social en la solución de conflictos, - la mediación y la conciliación comunitarias, vecinales, ambientalistas, empresariales, judiciales, fa-

miliares, escolares, etc. -, han crecido en Colombia de manera significativa en los últi-mos años, gracias al trabajo de diversas instituciones religiosas y organizaciones so-ciales y comunitarias, y también, hay que reconocerlo, por el aporte importante quedesde algunas instancias gubernamentales se viene haciendo.

La Corporación Nuevo Arco Iris, por su parte, ha utilizado la mediación en todassus acciones comunitarias, en el desarrollo de liderazgos pacíficos, proactivos y en lageneración de recomendaciones desde la experiencia, para formulación de políticaspúblicas en torno a la construcción de iniciativas de paz en Colombia.

La Corporación ha asentado su quehacer sobre varias premisas básicas de índole ética, como el respeto a la auto-determinación de los individuos y de los grupos,

el consentimiento informado de las partes, la imparcialidad en la actuación mediado-ra, la confidencialidad, la necesidad de una actitud no directiva que determine la deci-sión en uno u otro sentido y, obviamente la capacitación previa en las competenciasde mediación, liderazgo e incidencia en lo público de las personas responsables de elloy de todos los actores participantes de los procesos dinamizadores de la paz.

Este módulo tiene como objetivo, la generación de herramientas colectivas demediación y solución de conflictos en la perspectiva de construir condiciones para unaCultura de Paz en Colombia.

MetodologíaCada una de las partes del módulo se desarrollará de la siguiente manera:

Presentación de los animadores del módulo, los contenidos y la manera de abordarlos.Presentación de los y las participantes de la capacitación.Introducción a los conceptos de referencia y su contextualización por parte de

los animadores del módulo.Lectura de los textos guía y respuesta a las preguntas formuladas en los ejes

temáticos.Reflexión y debate general para procurar la definición de conceptos propios y

mecanismos de acción colectiva respecto a los conflictos analizados en cada unade las partes del módulo.

Retroalimentación por parte de los animadores de cada una de las partes delmódulo.

3FISAS, Vicent. Cultura de paz y gestión de conflictos. Opus. Cit. Página 18.

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Contenido1. La transformación positiva de los conflictos

Introducción ....................................................................................9El conflicto y sus componentes ...........................................................9El contexto ......................................................................................10Enfoques relacionados con el conflicto ............................................11La visión del conflicto .....................................................................12Metodologías e instrumentos ...........................................................13

2. Mediación de conflictosIntroducción ...................................................................................17El concepto de mediación ...............................................................18La práctica de la mediación en Colombia ..........................................19Perspectiva pedagógica de la mediación ..........................................20

3. Liderazgo y solución de conflictosIntroducción ..................................................................................25El concepto de líder .........................................................................25La historia marcha en otra dirección ................................................26El liderazo débil ...............................................................................27La mano débil de mediador ..............................................................28El negociador como tramitador de intereses colectivos ...................28

4. Política pública y gestión de conflictosIntroducción ....................................................................................33El concepto de política pública .........................................................34Condiciones para la formulación de políticas públicas ......................37Una política para la gestión del conflicto ..........................................38Momentos básicos en la formulación de políticas públicas ................40

El módulo se desarrollará en torno a preguntas y ejes temáticos,conceptos de referencia y documentos guía que desaten el debate, lareflexión y la conceptualización para la acción por parte de los y lasparticipantes del módulo. Esta lógica se aplicará para el desarrollo decada una de las partes del mismo.

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BibliografíaARISTÓTELES. “Origen del estado y de la Sociedad” en: La Política. 2ª. Edi-ción, Espasa Calpe. Buenos Aires, 1943.

ATEHORTÚA CRUZ Adolfo León. “Curso de Teoría de Conflictos”. SistemaInstitucional de Educación Desescolarizada. Universidad del Valle, Vicerrectoríade Extensión. Santiago de Cali 1997.

“Comunidad, Conflicto y Conciliación en Equidad”. Ministerio de Justicia y delDerecho Plan Nacional de Rehabilitación, Bogotá 1994.

DEL SOL, Chantal. “Introducción a la cuestión política”. Conferencia UNAL,septiembre 2000.

MENY, Ives y THOENING Jean Claude. Politiques Publiques, París, PUF, Col“Thémis”, 1989, Pág. 130.

SABINE, George. Historia de la Teoría Política. Capítulos I y II: “La teoría de laCiudad – Estado” y “El pensamiento político antes de Platón”, páginas 15 – 37.Fondo de Cultura Económica. Colombia, 1992

RESTREPO R. Andrés. Documentos síntesis de las Escuelas Negociadoras. Es-pecialización en Negociación y Resolución de Conflictos Universidad Central.Cursos 2002 y 2003.

UPRIMMY Y., Rodrigo. “Orden Democrático y Manejo de Conflictos”. Escuelade Liderazgo Democrático. Módulo de Viva la Ciudadanía y la Universidad Pe-dagógica Nacional.

VATIMO, Gianni. “Pensamiento débil. Editorial Anagrama”. Policopiado.

VERA GRAVE y Otros. “Aportes a una Pedagogía para la Paz”. Observatorio parala Paz, Edición y artes Editorial Apice, Bogotá, D.C. –Colombia, diciembre de 2001.

WEBER, Max. “El Político y el científico”. Ediciones Altaya, 1995. Página 156

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1. LA TRANSFORMACIÓN POSITIVA

DE LOS CONFLICTOS

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9L A T R A N S F O R M A C I Ó N P O S I T I V A D E L O S C O N F L I C T O S

Introducción

La transformación positiva delos conflictos en una sociedad como la colombiana implica

pensar con propiedad en la razón deser de los mismos: en su naturale-za, en la multiplicidad de sus cau-sas, en las expresiones, los intere-ses y las motivaciones que en ellossubyacen, en los actores y secto-res sociales que intervienen. Enigual sentido, considerar las solu-ciones exige sopesar las diversassalidas que puede tener un conflic-to, pensando en los beneficios y enlas afectaciones que puedan repre-sentar para las comunidades, sec-tores sociales, organizaciones y te-rritorios involucrados.

La transformación positiva delos conflictos implica una apuestadefinitiva por opciones distintas ala violencia. Mediación, concilia-ción, amigable composición, tran-sacción y negociación, son todostérminos que indican que los con-flictos pueden ser tramitados porvías pacíficas, recurriendo al diá-logo y la concertación, y buscandoque el desenlace de los conflictosfavorezca mutuamente a los con-tendientes.

Esta parte del módulo tienecomo objetivo, propiciar elemen-tos de análisis orientados a definirqué es un conflicto, cuál es su na-turaleza, cómo es su evolución,cuál es el papel que juega en los

procesos de transformación social, desde unaperspectiva civilista y no violenta.

En particular se propone:

Consolidar y profundizar una visión co-mún de la teoría de los conflictos, sus compo-nentes metodológicos básicos, las potenciali-dades en y de su transformación, utilizandoen lo posible los distintos enfoquesmetodológicos existentes.

Precisar y caracterizar, en cada uno delos territorios, el conflicto identificado, su osus escenarios, sus actores, su impacto, lasmotivaciones e intereses antagónicos, los pro-bables mecanismos de abordaje y resolucióny las consecuencias que produciría su adecua-da canalización o transformación en el corres-pondiente conglomerado humano.

El Conflicto y sus componentes

El conflicto es en esencia la desavenencia oel choque que ocurre entre partes, en procurade un interés concreto. Se presenta siempre enuna estructura o contexto socio – político con-creto, que incide en el conflicto y sus actores,pero que también es impactado por la presen-cia misma de la situación conflictiva.

Ejes temáticos Qué es un conflicto. Aspectos o componentesbásicos.

Contexto y conflicto La existencia de los conflictos como opor-tunidad para la transformación social

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“Una disputa surge cuando uno o variosactores manifiestan pretensiones encontradassobre determinados recursos. El desarrollo deun conflicto implica entonces que existen unosactores (al menos dos) que, en determinadassituaciones y en la medida que buscan finali-dades encontradas, asumen actitudes que obs-taculizan la cooperación social, de tal maneraque la acción del uno es vista como obstáculopara la acción del otro”4

Un conflicto, es pues, el resultado del en-cuentro de intereses o motivaciones en disputa,que se expresa a través de actores con capaci-dad de influir sobre su dinámica sustancialmente.

En una comunidad, localidad, o territorioexisten diversos conflictos, que dan cuenta dela presencia y dinámica de relaciones socialesdiferentes y diversas; los hay de tipo social,político, cultural, étnico y hasta racial.

Así como los intereses y las motivaciones enlas sociedades son múltiples y variados, así lo sonlos conflictos: algunos son de carácter colectivo,otros individual; unos se presentan entre secto-res de una misma comunidad, otros entre la co-munidad e instituciones estatales; algunos entrelos mismos líderes y otros entre actores y organi-zaciones en un mismo territorio. Los conflictos seexpresan de manera diversa y multiforme.

Un conflicto pasa por varias fases, desde sugestación hasta su solución o transformación:surgimiento, latencia, manifestación ,desarrollo,madurez y resolución. Su duración no puede cal-cularse con exactitud en tiempo ni resultados.

Para el adecuado y más completo análisisde los conflictos, las diversas escuelas de nego-ciación han diseñado distintos instrumentos: elmás difundido en Colombia, en aplicación delMétodo de Harvard5, sugiere analizar en pri-mer lugar el escenario del conflicto, luego losactores, las incompatibilidades básicas, la diná-

mica observada, y la propuesta más clara deresolución. El análisis de un conflicto implicaentonces, la descripción y comprensión de sucontexto, de sus causas y sus actores.

El contextoSe refiere al ámbito territorial y espacial de-

terminado donde tiene lugar el conflicto, en el queemergen realidades socioculturales y políticas queinciden en su desarrollo de manera directa e in-directa. En el contexto se manifiestan los actoresy se evidencian sus propias relaciones y las quetienen con otros sectores sociales en el mismomarco espacial y socio – cultural. Es el espacio enel que surge y expresan en buena medida, las cau-sas y motivaciones que dan origen al conflicto, yasí mismo, es el escenario donde se concreta ladinámica de relaciones conflictivas.

Los ACTORES son las personas, grupos, or-ganizaciones, comunidades organizadas, sectoressociales, grupos armados, que según el tipo de in-tereses, se expresan como los contrincantes, dán-dole un sello determinado al conflicto. La evolu-ción de una disputa depende en gran medida dela percepción que tienen las partes enfrentadas6 .

Son los actores los que en grado sumo de-terminan la dinámica del conflicto, porque cuan-do éste se agudiza es a través de aquellos que seexpresan directamente el tipo de razones y mo-tivaciones que están detrás de cada conflicto ylas formas por las que optan para solucionarlo.

Las MOTIVACIONES E INTERESES EN DISPUTA,constituyen las razones o causas que dieron origenal conflicto y significa para las partes enfrentadas,

4Uprimmy Yepes, Rodrigo. Orden Democrático y Manejode Conflictos. Escuela de Liderazgo democrático, Págs.47 y 48.5Ury. Escuela de Negociación de Harvard.6Uprimmy Yepes, Rodrigo. Se refiere a las grandesdificultades para teorizar sobre los conflictos, en:Aproximación Informal al Conflicto, Pág. 22.

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la satisfacción de necesidades, la obtención de re-cursos, ascensos en los niveles de poder, la recu-peración de condiciones económicas, políticas, so-ciales y culturales. La naturaleza del conflicto estádeterminada por el tipo de asuntos en litigio o con-troversia y las aspiraciones de los actores a acce-der a estos; factores que a su vez, permiten en elproceso de tratamiento visualizar la dimensión ylas posibilidades de solucionarlo.

Es aquí donde es importante establecer elpapel que juega el contexto comunal o local enla conformación de intereses mutuamente in-compatibles y la conexión que puede haber conotras realidades conflictivas; al mismo tiempo,el grado en que afecta a otros sectores, los be-neficios que puede aportar una salida favora-ble, en tanto satisfaga aspiraciones mutuas yponga en movimiento iniciativas creativas.

El DESARROLLO POSIBLE DE LA SITUACIÓN,son los escenarios que pueden surgir para la so-lución de un conflicto. Aunque este aspecto noestá referenciado en los componentes básicos,es el producto de la exploración y el análisis, ylas alternativas posibles de solución que puedetener el conflicto. Son situaciones deseadas yprefiguradas por los actores y/o mediadores alas que se quiere llegar mediante soluciones.

En síntesis, un conflicto es la controversiapor intereses o motivaciones encontrados; si-tuación en la que se expresan dos o más acto-res, en la que la posición de un actor es inter-pretada por el otro como un obstáculo para larealización de sus satisfacciones; y el contextoaporta en forma importante las causas que ori-ginan el conflicto, pero a su vez, es donde seexpresa, concreta y manifiesta la dinámica delconflicto. Los tres componentes deben ser en-tendidos en relación con la dinámica y desarro-llo del conflicto. Al respecto Johan Galtung, lodenomina como el triángulo de la conflictividad,que establece la relación entre las situaciones,las actitudes y los comportamientos7 .

De igual manera, los conflictos en una so-ciedad son múltiples y variados, pues obedecena las diferencias y diversidad de intereses pre-valecientes; y la dimensión de los mismos, de-pende del tipo de situaciones en las que se origi-nan: económica, política, sociales, culturales; con-flictos de orden estructural, racial, religioso yétnicos; Conflictos de carácter colectivo e indivi-dual; y conflictos en los cuales intervienen másde dos actores. Por ello, en la investigación y es-tudio es indispensable avanzar en clasificarlos,si de lo que se trata es de darles el tratamiento ymanejo adecuado. Con respecto a la existenciade diversos antagonismos, se advierte que hayconflictos bien difíciles de negociar y que pue-den desencadenar en violencias, aludiendo aenfrentamientos de carácter étnico y religioso.

Enfoques relacionados conel conflicto

El conflicto en las sociedades es leído de ma-nera diferente, dependiendo de la valoración queen ella se haga de mismo: si una sociedad se con-cibe cambiante, ella admite la expresión de lasdiferencias, respeta la pluralidad y la diversidad,ve el conflicto como algo consustancial a ella.

En Colombia, por la persistencia de laviolencia y las guerras, la existencia de con-flictos es asociado a algo malo, a confronta-ción armada, a violencia, y por las mismas si-tuaciones, las opciones son encaminadas aacabar con los conflictos, o en el mejor de loscasos a evitarlos.

Respecto de los enfoques y la valoración delconflicto en sí mismo, es común aceptar que éstese presenta en las sociedades, pero las perspec-tivas desde las cuales se valora y se trata, asícomo sus efectos son vistos de manera negativapor unos, y en forma negativa por otros.

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7Ibid. Pág. 48.

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Las visiones del conflictoEn la visión extrema se ubica el concepto

según el cual, las sociedades están atravesadasprofundamente por conflictos y luchas, cuyoresultado es el caos y la destrucción, frente a locual se requiere que exista un poder que im-ponga el orden y la autoridad, e impida el desa-rrollo de los conflictos porque generan violen-cia. Según Hobbes, los seres humanos, en elestado naturaleza viven en una permanenteguerra de todos contra todos8 . Este es un en-foque que ve el conflicto como algo negativopara la sociedad; pues considera que ésta debefuncionar en torno al orden y la autoridad.

Otra corriente que coincide en valorar losconflictos en forma negativa, ubica que las so-ciedades tienden a la armonía y que los con-flictos se presentan con poca frecuencia, sien-do resueltos con medidas de autorregulación.Desde esta perspectiva, el conflicto es vistocomo nocivo y disfuncional a la sociedad quedebe permanecer integrada y viviendo en ar-monía. Desde esta óptica, la postura es traba-jar por eliminar el conflicto en todas sus ex-presiones.

Así mismo, existen otras corrientes quereconocen la conflictividad en la que se desen-vuelven las sociedades y las luchas y confron-taciones que ella se producen, terminando poraceptarla como algo funcional y oportuno.

Otras visiones giran alrededor del conceptode la primacía del más fuerte; otras ven en elconflicto una oportunidad, que estimula la crea-tividad y el desarrollo económico. Son perspec-tivas que terminan coincidiendo con la lógica delmercado de Adam Smith y con teorías como lade Darwin, aplicadas a las sociedades y los con-flictos. Son visiones que trabajan en pro de quelos conflictos sean funcionales al orden estable-cido en las sociedades, ya sea para que operenlas leyes del mercado o prevalezcan los másfuertes sobre los más débiles.

La corriente marxista, ha ubicado la vio-lencia como la partera de la historia; la exis-tencia del conflicto relacionado con las clases,y la guerra como paso obligado para conse-guir la paz, a través de la eliminación de lasclases y del Estado y la generación de unasociedad libre y autorregulada. Esta concep-ción también ha enfocado los conflictos en for-ma positiva, y de hecho, ha situado toda suapuesta de cambio y de transformación en laconflictividad, sólo que concebida desde laconfrontación de clases.

El conflicto entendido desde una perspec-tiva democrática, reconoce la existencia de lasdiferencias, la pluralidad de intereses, las ex-presiones de lucha por la realización de aspi-raciones y satisfacciones, y la necesidad de quese evidencien y se confronten socialmente,mediante mecanismos y formas pacíficas, per-mitiendo transformaciones democráticas y, porende, el desarrollo de la sociedad.

Esta corriente plantea que los conflictos soninherentes a las sociedades y se presentan debi-do a las restricciones en el acceso a los recursos,pero también por la existencia de las diferenciasreferidas a la naturaleza misma de la condiciónhumana; negar las diferencias, evitar los conflic-tos o reprimir sus manifestaciones, significa po-nerle obstáculos al desarrollo de la sociedad. Sonpues inevitables los conflictos y permiten el de-sarrollo de la sociedad. Las sociedades perma-necen como sociedades humanas en la medidaque combinan en sí lo irreducible y mantienenvivo el desacuerdo.9

Ahora bien, reconocer la persistencia de losconflictos en la sociedad, al igual que su poten-

8Thomas Hobbes, citado por el autor del Texto: OrdenDemocrático y manejo de Conflictos.9Ralf Dahrendorf “Las funciones de los conflictossociales”, Págs. 122 y 118, retomado por Uprimmy, enHacia una Concepción de la Democracia sobre elConflicto, Pág. 43.

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cial transformador en la vida democrática, im-plica una nueva manera de encarar los proble-mas y afrontar soluciones. Implica ver en losconflictos, no enemigos sino problemas por re-solver conjuntamente, en los cuales todos se be-nefician, aprendiendo y creciendo juntos en lasdiferencias y la diversidad. Es un punto de par-tida y una opción distinta, en el que todos ga-nan y no hay vencedores y vencidos.

En esta corriente democrática, la perspec-tiva no es orientarse hacia la superación defini-tiva de los conflictos; por el contrario, es conce-birlos como inherentes a las sociedades y a lacondición humana, sustentados en la existen-cia de la diversidad y la pluralidad. Es enten-derlos no como sinónimos de violencia y gue-rra, sino como condiciones necesarias para nue-vas transformaciones.

Esta manera de ver los conflictos enfatizaen la necesidad de hacer distinción de los con-flictos. Unos, que por su estructura y caracte-rísticas son destructivos en sus efectos para lasociedad, y otros que facilitan el desarrollo ycrecimiento de las sociedades. Hay conflictos detipo político, social y cultural; conflictos de or-den estructural, racial, étnico y religioso. Porestas circunstancias, muchos hablan de la ne-cesidad de clasificar los conflictos.

En Colombia, junto al conflicto armado,conviven una serie de conflictos sociales, cu-yos móviles e intereses son múltiples y varia-dos, así como son los actores que intervienen;conflictos que además de generar violencia,están destruyendo el tejido y la organizaciónsocial e impiden estructurar apuestas de de-sarrollo y convivencia.

Reconociendo el grado de conflictividad quecaracteriza nuestra sociedad; la necesidad deafrontar de manera diferente la solución de losconflictos y las potencialidades que representanpara la construcción social, es que se hace nece-

sario la exploración de mecanismos alternativos,que aporten a la generación de condiciones deconvivencia, y el fortalecimiento de sectores dela sociedad civil y de las organizaciones.

Es otra noción que ve y encara el conflictoen forma diferente: reconoce la validez de losactores, de sus intereses y motivaciones; los tie-ne en cuenta como parte de la solución y no delproblema; y como constructores de sociedadesmás democráticas, viviendo en la diferencia yno a pesar de ella.

Metodológias einstrumentos

Realizar aproximaciones metodológicaspara el tratamiento y manejo de conflictos im-plica reconocer de entrada que éstos existen in-dependientemente de que los concibamos o no,y que por tanto, también existen diversidad deprácticas en la resolución de conflictos, así noestén reguladas; prácticas y procesos en los quees posible leer la aplicación de la justicia, la equi-dad y el ejercicio de actitudes autoritarias y/odemocráticas, por parte de los actores, media-dores y conciliadores.

Así mismo, identificar formas, estrategias,tácticas, conocimientos y experiencias utiliza-dos en la solución de conflictos. Un criterio en-tonces en el campo de la metodología, es hacerla exploración, que permita establecer los co-nocimientos y experiencias con los que se cuentaen comunidades y territorios.

Junto a la investigación y estudio de losconflictos, las experiencias y conocimientosexistentes en los lugares de intervención, rela-cionar los aportes teóricos y prácticos de fueray los que poseemos, buscando producir conoci-mientos nuevos y comunes en el tema, pormedio del diálogo, que permita interpelar ac-tores y comunidades en la definición de alter-nativas de solución.

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Otro componente de la metodología, esque una vez establecido el tipo de conflictos atrabajar, se define las necesidades en materiade formación y capacitación, de visibilización yde comunicación de las acciones y del tipo deconflicto objeto de la intervención.

Los instrumentos que pueden aportar aldesarrollo de metodologías apropiadas al ma-nejo de conflictos son:

Construcción de un sistema de informa-ción y seguimiento a la evolución del conflicto,a los resultados de las acciones y los cambiosque se van produciendo.

Además de la definición de los aspectos quese quieren leer en los procesos, se requiere de uninstrumento como la memoria o diario de campo,que permita desarrollar una labor sistemática, conlas inquietudes, problemas y nuevas situacionesque van surgiendo en los procesos.

Encuestas y entrevistas, para corrobo-rar información, contrastar opiniones e inda-gar por aspectos nuevos del trabajo.

La construcción conjunta de módulos que ha-blen de los contenidos específicos de los conflictos, delas metodologías y elementos nuevos en pedagogía.

El acercamiento a las universidades paraestablecer con ellas convenios de cooperación yestablecer relaciones con expertos y expertaspara profundizar en las prácticas de solución deconflictos y el desarrollo teórico en la materia.

Ejercicio colectivoCon el ánimo de profundizar y precisar en

los conceptos desarrollados. Se busca que cadagrupo seleccione un conflicto, avance en el aná-lisis de sus características y particularidades,establezca sus relaciones con otros conflictospresentes en la comunidad, los obstáculos con

los que se puede encontrar la comunidad enprocura de su solución; pero también, las po-tencialidades que puede desatar para los líde-res, comunidad, organizaciones, habitantes ypobladores en general.

LOS GRUPOS DEBERÁN REALIZAR:

La descripción del conflicto seleccionadopor parte de cada equipo y la de su entorno,deteniéndose en los aspectos socioeconómicosy políticos más relevantes; las motivaciones eintereses en disputa y los actores; los antece-dentes del conflicto y la tradición observada desu tratamiento; los líderes, organizaciones e ins-tituciones que están interesados en participar.

Hacer una interpelación al conflicto se-leccionado, utilizando para ello las siguientespreguntas:

¿Qué factores económicos, sociales, y cul-turales de la localidad o territorio (contexto másinmediato) inciden o están relacionados con elconflicto?

¿Cuáles son los intereses o motivacionesen disputa y los actores que se expresan direc-tamente en el conflicto?

¿Qué otro tipo de intereses, actores y/o comunidad contribuyen al desarrollo delconflicto?

¿Cuánto hace que existe el conflicto y cuá-les han sido las formas de tratamiento?

¿En la comunidad o entorno más cerca-no, qué organizaciones, líderes, e institucio-nes han intervenido para solucionar este uotro conflicto?

¿La solución favorable del conflicto, québeneficios le puede traer a los líderes, organi-zaciones y habitantes de la comunidad?

Finalmente, el grupo realizará un análisisacerca del conflicto que se reconstruyó incor-porando los elementos conceptuales de análi-sis, introducidos en esta parte del módulo.

○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

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2. LA MEDIACIÓN DE CONFLICTOS

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17L A M E D I A C I Ó N D E C O N F L I C T O S

Introducción

La resolución10 pacífica de losconflictos, la búsqueda de arre- glos justos y la responsabilidad

frente a los actos violentos, no son com-petencia exclusiva de las instituciones.Esto significa que damos especial impor-tancia al hecho de que la comunidadcuente con sus propios recursos parasolucionar sus problemas y construiracuerdos que promuevan una culturade paz y de convivencia ciudadana.

Esos recursos son, precisamen-te, los Mecanismos Alternativos deSolución de Conflictos, entre los cua-les, la Mediación y la Conciliación enEquidad, la construcción deliderazgos y formulación de políticapública sobre el conflicto, son de es-pecial utilidad para abordar la pro-blemática comunitaria entorno a losconflictos en conglomerados socialesespecialmente convulsionados.

La Mediación, como se sabe,implica la participación de un ter-cero que interviene entre las partesque se encuentran en conflicto paraescucharlas, ver sus intereses y fa-cilitar un camino en el cual se en-cuentren soluciones equitativas paralos participantes en controversia.

Para que su aplicación tenga lu-gar es necesario, insistimos, procurarun cambio en la mirada social de losconflictos y su solución, generando alinterior de las comunidades una agen-da distinta, solidaria y comunicativa,

que priorice las relaciones armónicas entre los se-res humanos y el ejercicio de una convivencia endemocracia.

Frente a un sistema de justicia que como elcolombiano, es lento, burocrático e inoperante, in-capaz de garantizar condiciones para resolver losconflictos de manera oportuna, normatizada e in-tegrada a las costumbres y dinámicas de nuestrasociedad, - incapaz de responder a las necesidadesde la sociedad, pero especialmente de los más po-bres -, surge la necesidad de incorporar a la prác-tica cotidiana de los grupos, la solución integral delos conflictos a través del diálogo y la cooperación11 .

Esa falta de operatividad de la Justicia, haproducido en la mente colectiva la percepción desu inutilidad o inaccesibilidad, de que es dema-siado lenta, corrupta y costosa para resolver pro-blemas de la vida cotidiana. Esto ha contribuidoa que en todo el territorio nacional, las comuni-dades opten por aplicar por sí mismas sus crite-rios y razones de justicia, utilizando, en ocasio-nes, los más inapropiados mecanismos, acom-pañados del ejercicio ilegítimo de la violencia.

10El concepto “resolución” se aplica aquí de manera genérica,pero tiene que ver más con la práctica de la trasformación ycanalización positiva de las desavenencias o incompatibilidades.11FEMENIA, Nora. Reforma de la Justicia enLatinoamérica y cambio cultural.

Ejes temáticos¿Cómo se aborda, generalmente, la soluciónde conflictos en Colombia?

¿Qué se entiende por mediación?¿Cómo integrar la mediación a la prácticacomunitaria?

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El concepto de mediaciónLa “mediación”, conjuntamente con la ne-

gociación y el arbitraje, es una de las formas másdifundidas de resolución de conflictos. Mientrasla negociación permite el control óptimo de losparticipantes sobre la dirección que sigue el pro-ceso de resolución del conflicto, la mediación, talcomo se la práctica actualmente, involucra a untercero que facilita el proceso de negociación. Esnormalmente un proceso corto en el que, con laayuda de un mediador, se trata de aislar los pro-blemas en disputa, con el objeto de encontraropciones y considerar alternativas que conduz-can a un acuerdo de mutua satisfacción12 .

El “Real Life Dictionary of the Law” defi-ne la mediación como el “… intento de ponerfin a una disputa legal a través de la participa-ción activa de un tercero (mediador) quien tra-baja para encontrar puntos de consenso y ha-cer que las partes en conflicto acuerden un re-sultado favorable. Se ha convertido en mediocomún para resolver las disputas o relacionesdomésticas, -divorcio, custodia de los niños,régimen de visitas-, …y en casos de demandasciviles y de contratos…”13 .

Esa definición, sin embargo, es necesariocompletarla insistiendo en que la mediación esun proceso de intervención de terceros neutra-les, -uno o más personas, cuya técnica es esen-cialmente no adversarial,- que busca aislarsistemáticamente la cuestión en disputa con elobjeto de considerar alternativas y encontraropciones para llegar a un acuerdo que satisfagalos intereses de las partes.

En otras palabras, es claro que la media-ción es un procedimiento:

No adversarial y voluntario.En el que interviene un tercero -uno o

más personas- .Pacífico.

Cooperativo, en tanto ambas partes accedena un proceso compartido de búsqueda desolución a la desavenencia.

Generalmente más rápido, más eficaz ymenos costoso. Sin los costos en tiempo,dinero y esfuerzo

Ese tercero que interviene es, por lo gene-ral, un profesional entrenado para asistir a laspersonas en conflicto, que actúa más sobre lasconductas de los actores que sobre la estructuradel conflicto, generando cambios psicológicos yconductuales que favorecen un mejor tratamien-to a la situación problemática correspondiente.

La característica más importante del me-diador es quizá, que es aceptado y reconocidopor las partes, y que actúa de manera impar-cial y neutra, ayudando a las partes en con-flicto a encontrar puntos en común que per-mitan avances hacia acuerdos mutuamente sa-tisfactorios.

Los mediadores deben ser imparciales,decíamos anteriormente, y mantener una lí-nea de actuación que impida inclinar la balan-za de la decisión en uno u otro sentido, peroesto no implica que no puedan tener sus pro-pias opiniones y sesgos vinculados con el temaen disputa. Lo que no deben es pronunciarsea favor de un resultado determinado. Su res-ponsabilidad es dejar sus opiniones a un ladodurante el proceso, ayudando a los disputantesa encontrar una solución creativa y aceptablepara ambos.14

12FOLBERG, Jay. TAYLOR, Alison, Mediación: Resoluciónde conflictos sin litigio, Limusa, México, 1992. Página 27.13Hill, Gerald N. y Thompson Hill, Kathleen. REAL LIFEDICTIONARY OF THE LAW. Los Angeles, California,U.S.A.: General Publishing Group: 1997. p 26714BARKER, James R.; DOMENICI, Kathy L. “Prácticas demediación para equipos generadores de conocimiento”. En:Resolución de conflictos. Nuevos diseños, nuevos contextos.Dora Fried Schnitman y Jorge Schnitman – compiladores.Ed. Granica, Buenos Aires, 2000. Páginas 258 – 260.

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19L A M E D I A C I Ó N D E C O N F L I C T O S

En su concepto más simple y usual la me-diación implica un proceso de facilitación, porun tercero, de la discusión de un conflicto o pro-blema. El mediador, a diferencia de un árbitro-en el Arbitraje-, no impone a las partes nin-gún criterio, mirada o concepto respecto a lospuntos en discusión. El proceso es generalmentevoluntario en el que tiene especial importanciala buena fe. Suele ser confidencial, de tal formaque las partes puedan sentirse seguras explo-rando los más mínimos detalles de la situaciónen que se encuentran inmersos.

Es notorio en esta forma alternativa de so-lución de conflictos, el que ella rechace, en pri-mera instancia, las formas tradicionales de so-lución de conflictos y que derive su fortaleza dela capacidad de interactuación del ser humanoy de su capacidad creativa puesta al servicio deun manejo provechoso de las situaciones con-flictivas.

La mediación es por ello una de las formasmás transformadoras de las situaciones conflic-tivas y de los procesos en que ellas se presen-tan, en tanto, instrumento de aprendizaje que“... transforma la concepción que tienen losdisputantes sobre sus conflictos actuales y fu-turos. En la mediación transformadora, el me-diador no solo facilita el proceso de resolu-ción sino que intenta que las partes aprendannuevas perspectivas sobre su conjunto comúny nuevas maneras de comunicarse entre sí enlos episodios conflictivos”.15

La práctica de la mediaciónen Colombia

Los mecanismos alternativos de soluciónde conflictos se han practicado en Colombia des-de el siglo XIX. La conciliación, por ejemplo,tuvo aplicación en Colombia desde 1825 comorequisito de procedibilidad en materia civil,eclesiástica y militar, y desde 1829 para todoslos procesos de jurisdicción ordinaria, aunque

en 1858 desaparece para retornar en el sigloXX, en 1921, cuando empieza a ser utilizada demanera facultativa en materia laboral.16

Más recientemente, con las reformas pro-cesales de 1989, la conciliación adquiere reno-vada importancia mediante el Decreto 2279 de1989, pero, pese a estos antecedentes, su ver-dadero desarrollo sólo fue posible a partir de1991, cuando la participación social en la solu-ción alternativa y pacífica de los conflictos fuerecogida profundamente en el espíritu de laConstitución Política aprobada ese año.

En su primer artículo, los colombianos aco-gimos la noción contemporánea de Estado So-cial de Derecho que encuentra su finalidad enagregar a los fines clásicos de “bien común” y“libertad”, el propósito colectivo de “igualdad”.En esta concepción, la “gracia” de aplicación dela justicia, según la cual el Estado debe restau-rar el orden social, haciendo que se compense eldaño a la libertad que cometen los ciudadanospor violaciones reales a la ley, evoluciona a unconcepto más amplio de aplicación, según la cualla sociedad misma está llamada a resolver losconflictos sociales, y sólo si sus mecanismos setornan insuficientes, posibilitar que el Estado ysu poder soberano arbitren la solución final enaras del bien común.17 Es así como, en su artícu-lo 116, la Constitución atribuyó a los particula-res la posibilidad de administrar justicia.

15Ibid. Página 263. Ver también: FOLGER, Joseph P.;BARUCH BUSH, Robert A. “La mediacióntransformadora y la intervención de terceros: lossellos distintivos de un profesional transformador”.En: Nuevos paradigmas en la resolución de conflictos.Ed. Granica,Buenos Aires, 2000. Páginas 73 – 97.16Ver: Mecanismos Alternativos de Solución de Conflictos.Mediación, Conciliación, Arbitraje, Amigable Composición.Ministerio de Justicia y del Derecho. Bogotá, julio de 1998.17Notas Conferencia del Doctor Gonzalo Suárez Beltrán.Ex–viceministro de Justicia y del Derecho. Universidad dela Sabana, junio 2002. También materiales profesor AndrésRestrepo R. curso “Estado y Gobierno en Colombia”,Facultad de Economía, Universidad Central.

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Este artículo encontró desarrollo en la Ley23 de 1991, -de descongestión de despachosjudiciales-, que reglamentó los eventos de con-ciliación en diferentes áreas, fuera de la juris-dicción ordinaria, introduciendo la práctica con-sistente en que los particulares pudieran cono-cer y/o asumir de manera autónoma la resolu-ción de sus disputas o conflictos.

Posteriormente, la Ley 446 de 1998, y suDecreto reglamentario 1818 del 7 de septiem-bre del mismo año, expiden el Estatuto de losMecanismos Alternativos de Resolución de Con-flictos. Este Estatuto compila las normas apli-cables a la conciliación, al arbitraje, a la amiga-ble composición y a la conciliación en equidad.

Pese a que estas normas no consideran demanera literal o explícita la figura de la media-ción, en la práctica ésta se ha dado a través delas Unidades de Mediación y Conciliación, pro-movidas en Bogotá de manera innovadora porlas últimas administraciones, creando espaciosinstitucionales específicos a nivel local para pro-mocionar y fortalecer los Mecanismos Alterna-tivos de Resolución de Conflictos. En otras ciu-dades este trabajo ha tenido menos difusión,aunque en Medellín, a partir de los hechos dela Comuna 13 acaecidos en el mes de octubrede 2002, se ha desplegado todo un dispositivoinstitucional para que esta forma de interven-ción sobre los conflictos comunitarios tenga es-pecial aplicación.

Perspectiva pedagógica dela mediación

Haciendo uso de la mediación, son las par-tes, con ayuda del tercero presente y facilitador,las que se concentran en encontrar una solucióna los distintos problemas o conflictos en que pue-dan encontrarse en determinado momento, for-mulando soluciones desde su misma experien-cia vital y su propia concepción de justicia, avan-zando mucho más allá de la solución misma de la

desavenencia para generar una nueva calidad enlas relaciones interpersonales y sociales.

En el fondo, lo que se privilegia es la solu-ción que satisface mutuamente los intereses delas partes y aquella que enmienda la relaciónsocial afectada, procurando acuerdos de máxi-ma satisfacción para ambas partes. Lo anteriorsignifica que estamos aceptando que el aparatodispuesto por el Estado para solucionar conflic-tos no debe pretender a ultranza mediar en latotalidad de las relaciones sociales en las que sepresentan incompatibilidades o conflictos.

Gladys Álvarez y Helena Highton a este pro-pósito, subrayan la conveniencia de que el Esta-do ofrezca y apoye otras formas de solución deconflictos que pueden resultar, de acuerdo conla naturaleza del conflicto, más efectivos y me-nos costosos en términos económicos, más rápi-dos con relación al tiempo empleado en su solu-ción, más convenientes en cuanto pueden impe-dir la recurrencia del conflicto y socialmente másvaliosos en cuanto posibilitan y mejoran la rela-ción futura de las partes.18

Estamos de acuerdo entonces con la no-ción de “heterogeneidad” o de servicio de jus-ticia heterogéneo, que supone el desafío de in-sistir en las posibilidades de la solución de losconflictos en y dentro de las comunidades. Estetipo de justicia y búsqueda de solución pacíficade conflictos, insistimos, tiene una ventaja adi-cional frente a los sistemas de justicia ordina-ria, en tanto los ciudadanos no necesitan cos-tear los procesos judiciales ni los honorarios, aveces exorbitantes, de los abogados. Es decir,la gratuidad del servicio de justicia opera comoun principio de equidad, además de la autono-mía que se construye al interior de los grupossociales, favoreciendo la convivencia.

18Ver: ALVAREZ, Gladys; HIGHTON, Helena.“Mediación para resolver conflictos”, Ed. Ad – Hoc,segunda edición, 1998.

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Claro está que, para que esto sea posible,y los Mecanismos Alternativos de Solución deConflictos tengan verdadera y eficaz aplicación,es necesario realizar acciones de formación ycapacitación de líderes naturales y comunita-rios, consolidando en ellos referentes concep-tuales, competencias y aprendizajes que otor-guen sentido público, democrático yparticipativo a las prácticas de solución pacíficay alternativa a los conflictos.

Esta acción educativa, todavía insufi-ciente, hace parte del trabajo que estamoshaciendo como Corporación Nuevo Arco Irisen las regiones de influencia del proyecto, conla que queremos contribuir a transformarprácticas de la cultura política tradicional,introduciendo nuevos imaginarios cívicos deconstrucción de comunidad y contribuyen-do a la formación de un tejido social inclu-yente e integrativo.

También ayuda a que las comunidades se“empoderen” y se piensen así mismas comoactores – constructores de su propio destino,procurando la superación de su exclusión en lasdeliberaciones y decisiones concernientes a sudesarrollo humano y social. La práctica del tra-tamiento en y entre la comunidad de sus pro-pios conflictos, potencia una cultura civilista ydemocrática y favorece la comprensión y elaprendizaje de nuevos referentes éticos y polí-ticos, que enrutan los conglomerados socialeshacia expresiones auténticas de construccióncolectiva de felicidad.19

En el trabajo que estamos realizando par-timos de otro principio de actuación fundamen-tal, consistente en concebir el espacio de lo lo-cal como el escenario ideal para poner en rela-ción la concepción teórico – filosófica de la me-diación y, en general de los Mecanismos Alter-nativos de Solución de Conflictos, con la prácti-ca cotidiana de la resolución alternativa de losconflictos.

Es en la comunidad y en sus correspondien-tes referentes geográfico – espaciales, donde exis-ten verdaderas posibilidades de que esta prácticade tratamiento alternativo de los conflictos obten-ga resultados concretos, favoreciendo los liderazgosdemocráticos, la activa participación ciudadana enla discusión de lo público, la planeación del desa-rrollo local y la ampliación real de los espacios deaplicación de los derechos humanos.

La integración en la práctica comunitariade solución de conflictos, de la formación aca-démica (explicación mediante talleres demetodologías negociadoras y de resolución deconflictos), la práctica directa (solución en te-rreno de problemas reales) y la investigaciónde campo (en tanto las experiencias seránsistematizadas), considerando la diversidad delas vivencias personales y grupales, potenciannuevos procesos de solución alternativa de con-flictos en comunidades y localidades.

A esta intencionalidad educativo –formativa, corresponde una perspectiva peda-gógica centrada en el reconocimiento de las prác-ticas y saberes de los ciudadanos, en la comuni-cación horizontal, de mutuo aprendizaje o “diá-logo de saberes”, desestructurando paulatina-mente los imaginarios sociales que sostienen lasprácticas confrotativas o adversariales, y hacien-do posible la identificación y consolidación decompetencias que permitan prácticas democrá-ticas de liderazgo comunitario y de construcciónde relaciones sociales de convivencia.

Esto implica hacer una intervención sobrelas formas de representación, de comprensióny de acción que tiene los ciudadanos de las áreas

19El filósofo español José Antonio Marina vieneinsistiendo en sus últimas publicaciones, que este tipo deacciones son las que verdaderamente contribuyen a laconstrucción de ultramodernidad, en la que la razón de lamodernidad y la acentuación de la individualidad de lapostmodernidad, dan paso a lo único verdadero que hanbuscado siempre los hombres: su felicidad.

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escogidas para trabajar y mediar en situacio-nes conflictivas, fortaleciendo su ejercicio deliderazgo y su protagonismo. Sabemos enton-ces que los sujetos actúan sobre la realidad so-cial conforme a los imaginarios y representa-ciones que tienen de ella. Corresponde poten-ciar los que favorecen los procesos de construc-ción democrática en convivencia. Esto permitela producción y recreación de aquellas formasde resolución de conflictos no difundidas y laapropiación de conocimientos y competenciasque muchos ciudadanos, de hecho, ya tienen yya han puesto en práctica en sus correspondien-tes contextos comunitarios.

En desarrollo del proyecto y de nuestroejercicio mediador, nos corresponde y nos ha

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correspondido ya, hacer seguimiento y apoyara las comunidades en la evaluación de sus pro-pias experiencias de resolución alternativa deconflictos. Esperamos que esto pueda dar comoresultado una nueva mirada de la aplicación deestos instrumentos de resolución de conflictosen el ámbito nacional.

Las fuentes de información básica para esteejercicio, serán los diarios de campo, la obser-vación sociológica que hagamos y los relatosdirectos de los ciudadanos involucrados en cadaexperiencia. Esto implica que convengamos conlas comunidades formatos especiales o instru-mentos especiales de recolección de informa-ción (descriptiva, interpretetativa, comparati-va y de conclusiones).

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3. LIDERAZGO Y SOLUCIÓN DE

CONFLICTOS

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Introducción

Hay un liderazgo emergenteen el mundo. Un liderazgo que le apuesta radicalmen-

te a la solución no violenta de losconflictos, que conquista su posi-ción dirigente en las comunidadesen las labores de negociación ymediación. Es una subversión delconcepto tradicional de liderazgoatado al recio carácter, a posicio-nes dominantes, a verdades abso-lutas, a la condición de guía y men-tor. Queremos alentar este nue-vo liderazgo en las comunidades.

Se trata de formar redes yestablecer centros de conciliacióny mediación en los barrios dondeadelantamos el proyecto. Perosobre todo se trata de formar alas organizaciones sociales queestán actuando en las comunida-des para que tramiten sus con-flictos desde una perspectiva pa-cifista.

La tarea no parte de cero.Las comunidades han ido cons-truyendo estructuras de media-ción en esta larga marcha de con-flictos que ha vivido la sociedadcolombiana y el reto es potenciarestas redes y propuestas sociales.

El OBJETIVO de ésta parte delmódulo es construir estructurassociales para la mediación másque profesionales o expertos me-diadores.

El concepto de líderUn líder es una persona segura, fuerte,

carismática, ambiciosa, inteligente, victoriosa.Sería la respuesta más generalizada. Es la no-ción de líder que ha ido forjando la humanidad.Corresponde a la dinámica que ha tenido la his-toria: competir y ganar. Él que gana es el líder.Él que vence en el estudio, en los negocios, enla guerra, en el deporte.

Uno de los objetivos del proyecto “Media-ción de conflictos y construcción de una cultu-ra de paz” es formar nuevos líderes y construiruna red de promotores comunitarios de la so-lución alternativa de conflictos.

Las funciones que deben cumplir estos lí-deres como negociadores o mediadores nos es-tarían indicando que estamos ante un nuevotipo de liderazgo. Los negociadores y media-dores buscan acuerdos, consideran los diferen-

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Ejes temáticos¿Quién es un líder?¿Cuáles son los nuevos liderazgos en la so-ciedad contemporánea?

¿Qué es un líder débil y cuál es su signifi-cación en la solución de conflictos?

¿En la solución de los conflictos se requierede liderazgos con las características quehistóricamente han ostentado los dirigentesó tendremos que buscar unas cualidadesdistintas?

¿Cuál es el papel de mediadores y nego-ciadores en la construcción de liderazgoscolectivos?

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tes intereses que están en pugna en un con-flicto, asumen una actitud flexible, de tran-sacción, de comprensión de la contraparte sies negociador o de las partes si es mediador.Su misión es la conciliación no la victoria.

¿Es posible esto? ¿Las sociedades estánproduciendo ya estos nuevos líderes?

Uno de los retos que tenemos en estostres años de desarrollo de este proyecto enlas ocho regiones que hemos escogido es des-cubrir ese nuevo perfil de líder y forjar mu-jeres y hombres con estas nuevas cualidades.No va a ser fácil porque la historia había for-jado con mucha paciencia la noción deliderazgo basada en la competencia, la con-frontación y la victoria. Establecer otra na-ción y hacer que arraigue en la sociedad serátarea de muchos años.

La historia marcha en otradirección

Hasta hace muy pocos años era impen-sable una oleada pacifista como la que se pre-sentó con motivo de la invasión y ocupaciónde los Estados Unidos a Irak en los prime-ros meses del año 2003. Para pedir una sa-lida negociada al conflicto, para solicitar queprosiguieran las presiones diplomáticas con-tra el régimen de Sadam Husseín hasta lo-grar un desarme pacífico, se levantaran losorganismos internacionales: ONU, UE, Paí-ses No Alineados. Más de 150 países se opu-sieron a la decisión de Estados Unidos y unpuñado de aliados de ir a la guerra. Lo hizola opinión pública mundial a través de milesde artículos y de imágenes, de protestasmultitudinarias y de denuncias masivas.

Apoyado en su inmenso poderío militar,en unos cuantos gobiernos y en la opiniónmayoritaria de un país resentido por losacontecimientos del 11 de septiembre de

2001, el presidente de los Estados UnidosGeorge W. Bush, se lanzó a ocupar un paísy a tumbar un gobierno. Pero la inmensamayoría de los habitantes del planeta no es-taba de acuerdo con esta acción y veían aBush como un hombre autoritario y abusi-vo, como un personaje negativo. Al frentese crecieron las figuras de Koffi Annan Se-cretario General de la ONU que aún desdesu debilidad, aún representando a una or-ganización burlada y maltratada, irradiabalegitimidad. Lo mismo la mayoría de los lí-deres Europeos y los presidentes de poten-cias como China y Rusia. Ni el triunfo mili-tar de Estados Unidos logró atenuar la ima-gen negativa que el gobierno norteamerica-no proyectó hacia el mundo.

El significado de esta actitud de la ma-yoría de la opinión pública mundial y de es-tos líderes políticos es más grande si se pien-sa en el tipo de régimen que representabaHusseín. Nadie discutía el carácter dictato-rial del gobierno irakí, todo el mundo criti-caba la ausencia de libertades, la violaciónde derechos humanos del régimen, todos losgobiernos abrigaban algún temor de queHusseín pudiera apoyar organizaciones te-rroristas. Pero aún así se oponían a la in-tervención arbitraria de los Estados Unidos.Con un gobierno como el de Irak no era fácildefender la diplomacia y la salida negociaday el hecho de que la mayoría de la poblacióndel mundo se atreviera a ello muestra lafuerza de esta nueva idea.

Este es quizás el símbolo más claro de quela historia está cambiando. La violencia, laguerra, fue no sólo el método más extendidopara resolver agudas diferencias en el mundo,sino el más popular. En los museos y los par-ques de las grandes ciudades del mundo estánlos pedestales y las estatuas con que las na-ciones rendían homenaje a sus líderes guerre-ros. Eran los héroes. El heroísmo estaba aso-

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ciado a la victoria y en algunas oportunidadesa la derrota digna, a la derrota sacrificada. Lapaz se asociaba a la terminación de una gue-rra, la paz se asociaba a la victoria.

En las páginas de la historia están es-critos con letras de molde los nombres de losgrandes guerreros: los faraones de oriente,los emperadores romanos, Napoleón, Hitler,Roosevelt, Churchil, Stalin.

Sólo después del horror de las dos gran-des guerras mundiales, sólo después de lasgrandes gestas de liberación nacional de lospueblos colonizados por las grandes poten-cias, sólo después de que la humanidad em-pezó a percatarse de que los avances tecno-lógicos estaban generando armas que poníanen serio peligro la especie misma, empezó asurgir la corriente que ha propugnado por lanegociación de los conflictos, por la supera-ción pacífica de las diferencias. Esta corrien-te empezó a asociar la paz a la negociación.

Está surgiendo entonces un nuevoliderazgo. Personajes como Gandhi y MartínLuther King empezaron a tener importanciaen todo el mundo. Se estableció el premioNóbel de paz. Las organizaciones pacifistascomenzaron a ganar espacio en el mundo. Elsignificado de epopeya está cambiando. Es-taba asociado a una gran gesta de fuerza.Ahora también comienza a asociarse a un grandespliegue de imaginación del débil para con-quistar sus derechos mediante la negociación.

Un signo del cambio de perspectiva fuela asignación del premio Nóbel de paz al ex-presidente Jimy Carter cuando se discutíacon ardor en Estados Unidos la cuestión deIrak. Carter se oponía a la política de la CasaBlanca de avanzar hacia una declaratoria deguerra. El expresidente creó hace variosaños un centro para promover la resoluciónpacífica de conflictos y ha realizado labores

de mediación en varias partes del mundo. EnVenezuela ha estado trabajando con pacien-cia para lograr un arreglo pacifico entre elgobierno del presidente Chávez y la oposi-ción. El premio Nóbel tenía una gran signi-ficación, era, si se quiere un desafió alliderazgo guerrero del presidente Bush, erauna toma de partido a favor del liderazgomediador cuando precisamente el gobiernoamericano tomaba el nombre de la paz pararealizar su intervención.

El Liderazgo DébilGiani Vatimo un filósofo italiano contem-

poráneo quiso nombrar como pensamiento dé-bil a nuevas vertientes teóricas surgidas enEuropa. Decía que frente a los grandes siste-mas filosóficos, frente a los metarelatos surgi-dos en la modernidad para darle una explica-ción total al mundo, estaba surgiendo una nue-va actitud, una nueva apreciación, que enten-día que el mundo, la vida y la sociedad, podíantener explicaciones diversas, que hoy cabíanmúltiples voces y se debían validar distintasinterpretaciones de los fenómenos. Estamosante una nueva hermenéutica, decía Vatimo.

El juego de palabras es sin duda intere-sante. Lo fuerte, lo que pretende abarcarlotodo, lo que quiere dominar, no es sinónimode verdad. La verdad aquí es esquiva, rela-tiva, parcial, circunstancial, débil. Vatimo ob-viamente plantea que el pensamiento débiles mucho más comprensivo de la compleji-dad del mundo y de la sociedad, que las gran-des doctrinas.

En el mismo sentido la negociación y lamediación son estrategias vistas como débi-les para solucionar los conflictos. La estrate-gia fuerte, la dominante, la impositiva, es laviolencia. Podemos decir entonces que los ne-gociadores y mediadores son líderes débiles.Pero lo débil ha adquirido aquí una nueva sig-

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nificación. Los negociadores y mediadores seproclaman débiles frente a la fuerza bruta yla violencia, pero más consistentes en la jus-ticia y en el pensamiento. Lo débil se protegey busca la protección de los demás, lo débiltiende a fortalecerse con el tiempo, lo débilse preocupa por la legitimidad, por las razo-nes, por la moralidad de las acciones.

La mano débil delmediador

La figura de la debilidad nos permite esta-blecer las características que debe la mediación.

Se debe privilegiar la AUTOCOMPOSICIÓN

dicen Elena Inés Highton y Gladis StellaÁlvarez. Con ésta palabra se quiere signifi-car que son las partes quienes dictan la solu-ción y el mediador es sólo un facilitador. Unbuen mediador siempre transmite la sensa-ción de que la salida del litigio está en las par-tes involucradas en el conflicto.

En una “mesa dispareja” el mediador debeponer en juego la imaginación para buscar elequilibrio, debe atender con especial cuidado losintereses del más débil para que el resultado fi-nal de la negociación no genere una disparidadmayor que sea la fuente de nuevos conflictos.

El poder del mediador reside en el saber.Las partes tienen generalmente formas depresión diversas y las utilizan en el curso de lanegociación, a veces legítimamente a vecesilegítimamente, pero el mediador tiene comoúnica arma la persuasión. Este saber es tam-bién relativo y cambiante. A medida que la ne-gociación avanza el mediador va encontrandocaminos nuevos para promover el acuerdo. Esmás, el mediador debe permitirse momentosde confusión, momentos de perplejidad en losque insta a las partes a esclarecer las diferen-cias reales y los puntos de acuerdo.

Se dice que los procedimientos son elámbito del mediador, mientras que los con-tenidos son propiedad de los negociadores.Esta afirmación apunta a ubicar al mediadoren el terreno de la creación de un ambiente,en la construcción de unas reglas, en la defi-nición de unos tiempos, que permitan a laspartes acercarse al acuerdo. Para dejar quelos negociadores se concentren en controlarla materia del acuerdo, el juego de intereses.

La visibilidad de las partes y lainvisibilidad del mediador. Las partes en con-flicto deben ocupar el espacio principal y elmediador es sólo un artista evanescente quebusca que salten a la mesa todas las aspira-ciones y sentimientos de las fuerzas en con-frontación, que aparezcan también toda la so-lidaridad y la bondad que abrigan las partes.

Las escuelas de negociación de conflictosen los Estados Unidos y Europa pusieron demoda los profesionales en la mediación y enla negociación. Se ha tratado entonces de unliderazgo individual generalmente bien remu-nerado. La Corporación Nuevo Arco Iris quie-re intentar la construcción de estructuras demediación y negociación de tipo colectivo,arraigadas en las comunidades, con presen-cia permanente en la sociedad.

El negociador comotramitador de interesescolectivos

Los negociadores y los mediadores tienenun perfil distinto. Comparten el afán por lle-gar a acuerdos, se identifican en un espírituconciliador, buscan comprender al otro o a losotros en la mesa de negociaciones. Pero las di-ferencias entre estos dos líderes son notables.

El negociador es parte del conflicto, esmás, es protagonista del conflicto, por esopuede influir decisivamente en la solución o

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en el agravamiento del mismo. El negocia-dor actúa en la mesa como líder de una de laspartes, tiene como primera misión defenderlos intereses de sus representados, pero tam-bién tiene la misión de hacer que la negocia-ción termine con éxito. Sólo si logra cumplircon estas dos misiones al tiempo puede con-siderarse un buen negociador.

Conciliar estas dos misiones no es fá-cil. Para representar bien a su parte tie-ne que conocer en detalle la historia delconflicto, las fortalezas y debilidades desu gente, los puntos más sensibles, las as-piraciones más recónditas, pero a la veztiene que comprender a la contraparte,saber también de sus aspiraciones, en-tender sus motivaciones.

El mediador en cambio no está comprome-tido directamente en el conflicto, no está ads-crito a una de las partes, tiene la distancia quele da el no tener sus intereses en juego. Su dis-tancia, es, sin embargo relativa, porque el noestar involucrado en una de las partes le debeservir para acercarse más al conflicto como to-talidad. El mediador tiene la obligación de co-nocer mejor los puntos más problemáticos delconflicto y las potencialidades de la solución.

Se dice “tercero neutral” para referir-se al mediador y es una muy buena caracte-rización. Está en la mitad de la mesa bus-cando puntos de encuentro entre las partesenfrentadas. Su misión, su única misión, eslograr que las partes se pongan de acuerdo,que lo hagan de modo que el arreglo satisfa-ga a sus representados, asegurando igual-mente que sea un convenio duradero.

En los conflictos que estamos tramitan-do en las comunidades de ocho departa-mentos seguramente nos será más fácildescubrir negociadores y un poco más difí-cil descubrir mediadores. En la mayoría de

los casos se trata de conflictos que enfren-tan a las comunidades con instituciones delEstado o con intereses externos a las co-munidades y eso hace que los líderes na-turales, los que se han puesto a la cabezade las comunidades para promover la mo-vilización y la búsqueda de soluciones a laproblemática, sean los primeros candida-tos para formar como negociadores. Noobstante, aún estos casos se deben traba-jar para encontrar personas de otras comu-nidades que jueguen el papel de mediado-res o buscar personas de las mismas comu-nidades que no han jugado un rolprotagónico en el conflicto y que pueden in-tentar un papel de mediación.

Cuando se trata de conflictos en el senode las mismas comunidades, por ejemplo, lasconfrontaciones en la escuela, la posibilidad deencontrar tanto negociadores como mediado-res en el mismo grupo humano se amplía.

La necesidad de tener claridad acerca dela diferencia de perfil entre el negociador yel mediador es vital a la hora de la formaciónde nuevos liderazgos en las comunidades.

El negociador se debe en primer lugar alos intereses de su parte. Tiene que cono-cer a profundidad las aspiraciones que tienesu comunidad, pero sobre todo debe sentiresas aspiraciones como propias. En el cursode la negociación tiene la obligación de con-sultar permanentemente a sus representa-dos para saber como anda el ánimo de sucomunidad, como esta la sensibilidad de suparte, como piensa la mayoría de su gente.Pero el negociador también se debe a la so-lución del conflicto. En ese papel su actitudes la comprensión y la flexibilidad. Com-prender los intereses y los sentimientos queestán al otro lado de la mesa y buscar pun-tos de encuentro entre los intereses propiosy los del contrario.

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4.POLÍTICA PÚBLICA Y GESTIÓN

DEL CONFLICTO

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Introducción

Vivimos tiempos de cambio.Sin haber superado el conflic-to armado interno y en me-

dio de un entramado de conflictoshistóricos y recientes de diversa índole,muchos de ellos no gestionados adecua-damente, la sociedad colombiana al igualque las sociedades contemporáneas, haenfrentado transformaciones profundas:cambios estructurales en la vida econó-mica, modificación del rol del Estado yde los gobiernos en la regulación de lasactividades económicas y sociales y en laprovisión de bienes y servicios, nuevasrelaciones entre el sector público y pri-vado, e irrupción de nuevos actores so-ciales y políticos que intervienen en la lu-cha por el orden social.

Ello ha puesto de presente lasdeficiencias del Estado para regular losconflictos, pero también ha generadouna explosión conceptual que pone entela de juicio las clásicas nociones de“la política”, “lo público” y “las polí-ticas públicas”. Hoy, la acción de go-bernar es impensable sin el desarro-llo de la capacidad del Estado para con-ducir los cambios y transformacionesen curso, pero sobre todo para incor-porar a sus agendas los diversos con-flictos que cruzan el entramado social.La vieja idea de conferir al Estado demanera exclusiva la definición delrumbo decisional de los principalesasuntos públicos queda en cuestión yse abre paso un nuevo escenario endonde actores sociales pugnan porconvertir sus conflictos en temas de

agenda gubernativa reconfigurando el contenidoy sentido de “lo público”, más allá de la esferapropiamente estatal.

En tales circunstancias, la construcción deprocesos y movimientos para definir una políti-ca pública frente a fenómenos de conflicto en di-ferentes esferas de la vida social, implica diná-micas de abajo hacia arriba y viceversa. La ini-ciativa, la movilización de intereses y elagenciamiento de las decisiones públicas pasacada vez más por las acciones de individuos ycontingentes sociales, y en tal sentido, la rela-ción entre actores, conflicto y política públicaresulta cada vez más pertinente e inobjetable.

A cambio de la noción y practica de la políticacomo un ejercicio “de arriba hacia abajo”, es decir,el ámbito de pensamiento, acción y decisión enmanos exclusivas del Estado cuyas percepcionesse traducirían en programas que afectarían al con-junto de las y los ciudadanos, se impone, en con-textos como el colombiano, reconcoer el rol funda-mental de las iniciativas ciudadanas comointerlocutoras legítimas en la estructuración de laspolíticas públicas. El objetivo de esta parte del mó-dulo, es ofrecer una reconceptualización de la rela-ción entre política pública y conflicto y algunas delas herramientas adecuadas para entablar un pro-ceso de ida y vuelta en la definición de política pú-blica para la gestión de conflictos en los contextosque hemos seleccionado para nuestra intervención.

El módulo se desarrollará en torno a pregun-tas y ejes temáticos, conceptos de referencia ydocumentos guía que desaten el debate, la re-flexión y la conceptualización para la acción porparte de los y las participantes de las acciones demediación de conflicto que estamos adelantando.

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Ejes temáticos¿Qué son Políticas Públicas?¿Cuáles son las condiciones para construirpolíticas públicas?

¿Cómo construir políticas públicas para lagestión de conflictos?

El concepto de políticapública

Tradicionalmente, se entiende por políticapública un programa de acción gubernamentalen un sector de la sociedad o un espacio geográ-fico. O como lo dice Oscar Oszlak, “las políticaspúblicas han sido vistas como un conjunto desucesivas tomas de posición del Estado frentea cuestiones socialmente problematizadas”.

Sin embargo, los procesos de reforma encurso en las sociedades contemporáneas hanpuesto en cuestión estas nociones tradicionalesy han generado nuevas preguntas por el tra-yecto que existe entre la formulación oestructuración de las políticas y su aplicaciónen realidades concretas. Esta “explosión con-ceptual” ha generado dos extremos que defi-nen, en un lado, a las políticas públicas comograndes macrolineamientos, y en el otro, la quelas concibe como respuestas puntuales y espe-cíficas a las demandas sociales.

En medio de estos polos de discusión, la de-finición de las políticas públicas pueden ser agru-padas en tres tipos de interpretaciones: en pri-mer lugar están las interpretaciones que se po-drían llamar “institucionalistas”, para quienes laspolíticas públicas se circunscriben a los estructu-ras, funciones y procedimientos que se requierenpara fundamentar los procesos de toma de deci-siones y la operación de las organizaciones públi-cas. En segundo lugar, están las denominadas

“sistémicas”, para quienes las políticas públicasconsisten en la identificación y comprensión de laruta que siguen las autoridades políticas paraidentificar, procesar y convertir las demandas delos ciudadanos en acciones del Estado. Y en ter-cer lugar, están los llamados “teóricos de lasaproximaciones sucesivas”, para quienes las po-líticas se derivan de las tramas y conflictos en elejercicio del poder en la sociedad.

Así, mientras que para los“institucionalistas” el propósito de las políti-cas es la reforma o adaptación de las institucio-nes, para los “sistémicos” el objetivo es la for-mulación de planes y para los teóricos de “lasaproximaciones sucesivas” es la consolidaciónde la capacidad de reacción del gobierno y delas organizaciones públicas a los problemas ydemandas de la sociedad.

Las tres interpretaciones coinciden en laidea de neutralidad del Estado y desarrollan susargumentos alrededor de tres ejes básicos co-munes : los procedimientos y lugares para latoma de decisiones, la administración de per-sonal al interior del aparato público y el des-empeño de las estructuras organizativas.

Sin embargo, pueden señalarse otras limi-taciones a estos tres tipos de abordaje: para elcaso de los “institucionalistas” la concepción deque las políticas públicas aparecen como un pro-blema de estructuras, funciones y procedimien-tos, vacíos de contenido conflictivo y sin ningu-na adscripción definida; en el de los“sistémicos” la creencia en que los ciudadanosse comportan siempre de manera racional,buscando siempre obtener el mejor beneficioposible al menor costo y que la conducta indi-vidual puede ser extendida al conjunto de la so-ciedad; en el de los defensores de “las aproxi-maciones sucesivas”, en la colocación del apa-rato público y de los gobiernos a la zaga de losacontecimientos, sin ofrecer un claro rumbo ala sociedad y al Estado.

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Pero al mismos tiempo, estas tres interpre-taciones ofrecen contribuciones importantes yútiles para una redefinición del concepto de Po-lítica Pública. De los “institucionalistas”, es ne-cesario rescatar el señalamiento que hacen a losproblemas del diseño organizacional que dancuenta de las tensiones relacionadas con la usur-pación de funciones y las colisiones de compe-tencias en el aparato estatal o con las pugnas depoder en las instituciones públicas; de los“sistémicos” hay que rescatar la noción de “tra-zado de políticas” o los ejercicios de planeacióny planificación; de los teóricos de “las aproxima-ciones sucesivas”, sobre todo para los propósi-tos del presente modulo, hay que recuperar elreconocimiento de la incertidumbre, el azar y elconflicto en la definición de las políticas.

Sin embargo, se hace necesario respondera tres preguntas para completar una definiciónalternativa de políticas públicas. La primera,¿Cúal es la instancia en donde se estructuranlas políticas públicas?; la segunda, ¿Que definela naturaleza pública de las políticas?; y la ter-cera, ¿Cómo inciden las políticas en la defini-ción de un nuevo contenido y sentido a las rela-ciones entre Estado y Sociedad ?.

Con relación al primer asunto, las políticaspúblicas dan cuenta de un determinado grado deconflicto en la sociedad. La existencia de ventajasde unos actores sociales e institucionales sobreotros, no puede ser interpretado de otra maneraque como la representación de una determinadacorrelación de fuerzas presentes en la sociedad.Las políticas públicas son el reflejo de una parti-cular dinámica de exclusión o inclusión entre ac-tores sociales, políticos e institucionales en el con-junto de relaciones Estado - Sociedad.

Pero las políticas públicas también expre-san el grado de control que tiene el gobernantesobre el aparato estatal. La definición y puestaen marcha de una decisión y su posterior con-versión en política pública exige la movilización

de recursos internos y externos de coerción oconsenso para lograr que permee el aparatopúblico y se interiorice en la sociedad. Conflictopolítico y control organizacional, ponen de pre-sente la naturaleza crítica de las políticas y sonel instrumento a través del cual se pone enmarcha y se le imprime una velocidad a la ma-quinaria gubernativa.

Con relación a la naturaleza publica de laspolíticas, ella se deriva de la confluencia de doselementos básicos: a ) la existencia de una “ra-zón colectiva”, que se constituye a través de lasrelaciones entre unas redes de solidaridad y unaspautas mínimas de organización de los indivi-duos; y b) La existencia de una “razón estatal”,que se constituye a través de la interacción en-tre un sentimiento de ciudadanía y un ordeninstitucional mínimo aceptado por los individuoscomo representación del Estado.

Cuando “razón colectiva” y “razón esta-tal” se extienden e interiorizan en los indivi-duos, derivan orgánicamente en “lo colectivo”como sociedad en movimiento y en “lo estatal”como Estado en movimiento. Allí donde ocurrela interacción (conflictiva o armónica) entre lasociedad en movimiento (lo colectivo) y el Es-tado en movimiento (lo estatal), allí emerge “LoPúblico” como el entramado de racionalidadese intereses que vincula individuos, institucio-nes, actores y contingentes sociales. Por ello,las políticas públicas competen –por igual- a locolectivo y lo estatal. Por ejemplo, una políticafiscal que implique un incremento o reducciónen lo impuestos afecta tanto los ingresos del Es-tado como los ingresos de los ciudadanos.

Lo público como interacción entre lo colec-tivo y estatal, requiere de un orden jurídico einstitucional que lo fundamente. Por lo demás,lo público rebasa las restricciones individualespara trascender a lo que es accesible y disponi-ble para todos los individuos de una asociaciónpolítica o en su condición de ciudadanos de un

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Estado. Lo público es lo diverso de los indivi-duos pero no lo adverso a ellos; en vez de res-tringir libertades y beneficios, deben ser su ga-rantía, respaldo y extensión general. El ámbitode lo público, es el campo de interacciones einterpelaciones en el que los individuos adquie-ren el carácter de ciudadanos, en el que los ciu-dadanos individuales, por si mismos o por losvoceros de sus organizaciones, hacen política yhacen las políticas.

Con relación a los efectos de las políticassobre la relación entre Sociedad y Estado, esnecesario precisar los ámbitos del poder públi-co en donde se desenvuelven las políticas pú-blicas. ¿Una sentencia de un juez o una ley delCongreso, pueden ser consideradas o no comopolíticas públicas?. En los hechos, el carácter depromotor o garante que una sentencia o unaley pueda tener en torno a los intereses y li-bertades de los individuos, permitiría su defi-nición como política pública o como política deEstado. No obstante, es mas preciso afirmar queen el caso de la sentencia esta es más bien unacto judicial y un acto legislativo en el caso de laley, a través de los cuales el Estado reafirma yejerce su papel como rector del orden social.

La razón gubernativa, entendida como larazón que rige el ejercicio de gobierno, se reve-la entonces como el escenario específico y par-ticular de las políticas públicas. Es el ámbitodonde el encuentro entre lo colectivo y estatal,es decir lo público, se concrete mediante lapuesta en marcha de un conjunto de decisionesy acciones institucionales y ciudadanas en bus-ca de unos propósitos específicos. Es el escena-rio en donde la pugna entre intereses indivi-duales y colectivos adquieren un sentido e im-primen un determinado carácter al conjunto derelaciones entre el Estado y la Sociedad.

La tarea de gobierno es la de direccionar yconsolidar los procesos de cambio y construc-ción del orden social. El Gobierno no es un atri-

buto asociado a la legitimidad de las institucio-nes, ni un ejercicio de gerencia o administraciónde recursos y burocracias, ni un poder por simismo. Gobernar es la capacidad de inducir, li-derar y dirigir procesos en función de una nece-sidad de adaptación social e institucional al cam-bio y en función de movilizar recursos e intere-ses en una dirección determinada. Es allí dondese revela todo el potencial de las políticas públi-cas. Más allá de los saberes técnicos, las políticaspúblicas revelan la capacidad y habilidad guber-namental para identificar y manejar adecuada-mente las fuentes formales e informales del po-der, para incorporar y gestionar los conflictos opara estructurar una agenda capaz de señalarun norte y de convocar a los actores claves paraavanzar en la dirección deseada.

Resumiendo, las políticas públicas ya no sonun flujo de decisiones y acciones o de una direc-triz que señala un gobierno; las políticas públi-cas dan cuenta de un momento particular de ten-siones y conflicto en una sociedad y constituyenla conexión entre una idea de Sociedad y Estadocon una acción de gobierno. Lo democrático oautoritario de una política dependerá entoncesdel grado de tensiones y conflictos que en unmomento dado copen la agenda gubernamentaly la discusión publica, y del grado de concertacióny consenso que se logre en el proceso de cons-trucción y aplicación de la decisión política.

Más aún, las políticas pueden tener cual-quier origen (en las instituciones o por fuera deellas), pero es la compleja trama de actores eintereses y en sus correlaciones de fuerza endonde estas se forman y estructuran; las polí-ticas públicas dan fundamento político, social einstitucional a la función de gobierno; y por úl-timo, las políticas públicas expresan la unidadorgánica entre lo colectivo (la sociedad en mo-vimiento) y lo estatal (el Estado en movimien-to), de tal suerte que ellas no pueden ser en-tendidas si se considera al Estado de maneraseparada de la sociedad.

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Condiciones para laformulación de PolíticasPúblicas.

Metodológicamente, las políticas públicasdeben cumplir con tres condiciones básicas:

a. EVIDENCIA: la política debe estar funda-mentada por la mayor cantidad de elementos ypruebas de información y análisis que permitala identificación e interpretación de los procesospolíticos, sociales e institucionales más relevan-tes para el trazado de la misma.

b. CAPACIDAD ARGUMENTAL: La políticadebe ser coherente y consistente, debe po-seer la fuerza y contundencia necesaria paraexponer y contrastar los distintos elementospolíticos, económicos, sociales einstitucionales que permita identificar los ca-minos y opciones para su puesta en marcha.Aquí la clave es la cantidad y calidad de co-nocimiento que se pueda incorporar para laestructuración y trazado de la política. Estacondición es útil no solo para mejorar los con-tenidos concretos de la política, sino tambiénpara generar ambientes de gestión y nego-ciación de intereses y recursos organiza-cionales que permita la construcción de acuer-dos y consensos entre los diversos actorescomprometidos en la misma.

c. PODER PERSUASIVO: La convicción ocapacidad persuasiva de una política es laque permite que ella incida en las estructu-ras políticas, económicas, sociales einstitucionales que fundamentan el ordensocial y que puedan movilizar a los ciudada-nos, actores sociales e instituciones en unmismo sentido o dirección.

Sin embargo, las políticas públicas estánsometidas a una permanente lucha por la he-gemonía y ocurren en medio de un particular

régimen político. Por “lucha por la hegemo-nía” se entiende aquí el conjunto de estruc-turas y prácticas políticas que rigen una con-frontación, en la cual una de las partes buscaimponerse sobre las demás, con el propósitode tener el control y dominio sobre un terri-torio. La lucha por la hegemonía depende deltipo de confrontación existente, del tipo derazón que se busca imponer (política, econó-mica, social e institucional ) y de la territo-rialidad que está en juego.

Desde la perspectiva de la lucha por la hege-monía, las políticas públicas en regímenes políti-cos como el colombiano están sometidas al con-flicto, la incertidumbre y el azar. Si bien es ciertoque las políticas no pueden desenvolverse al mar-gen de las estructuras y organizaciones en dondese producen, también es cierto que no pueden serconsideradas por fuera de las tensiones y conflic-tos de intereses de los actores en escena. Ese do-ble vinculo de las políticas a las instituciones y a laevolución de la correlación de fuerzas en conflictopermite concretar los equilibrios parciales entreactores enfrentados. Es por ello que las políticaspúblicas dan cuenta de un determinado grado deconflicto en la sociedad.

La acción de gobierno en la estructuraciónde las políticas esta perneada por factores ex-ternos o variables fuera de control. No es lafuerza o intencionalidad de los intereses gu-bernamentales en juego (en las alturas delpoder), sino más bien el equilibrio parcial queel gobierno obtiene con las fuerzas internas yexternas en contienda lo que define el sentidoy contenido de las políticas públicas.

Las políticas están sujetas a la existenciade inercias y restricciones que no permiten unalibre movilidad y aplicación de los recursos. Lasburocracias también se constituyen en actorescruciales en la definición de las políticas por ellugar privilegiado que tienen en el aparato es-tatal y con ellas habrá que contar en el trazadode las políticas.

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No obstante, enfoques de tipo secuencial,plantean que para elaborar una política pública esnecesario:

1. LA IDENTIFICACIÓN DE UN PROBLEMA

Esto supone un proceso de investigaciónmínimo que le permita a los actores intere-sados construir un campo de percepción com-partido de la situación, del tema, del sector odel problema sobre el cual se quiere actuar.En estos términos se requiere que los acto-res definan el problema, tengan una imagendel mismo y también de los intereses en jue-go, los medios y las acciones a emprender.

2. DEFINICIÓN Y DESARROLLO DE UN PROGRAMA

En este segundo momento es necesario es-tablecer mecanismos de organización y accióncoordinada en los cuales se agreguen los inte-reses, capacidades y agentes para la formula-ción de soluciones y métodos para la acción. Esfundamental tener en cuenta que el ejercicio dereflexión y conceptualización del momento an-terior continúa en este segundo momento y porlo tanto cada decisión de acción debe ser moti-vo de una constante reflexión sobre consecuen-cias y posibles efectos. Es una manera depreveer y disminuir la incertidumbre. Por su-puesto cada uno de los momento está nutridocon grandes dosis de paciencia y constancia.

3. PUESTA EN MARCHA DEL PROGRAMA

El programa es el plan o mapa que han ela-borado los actores a partir de la identificación,abordaje y estudio de una situación problemáti-ca o de interés; es producto de las imágenes yescenarios que se construyen para solucionarloy proyectarlo en términos de futuro, es decir,en términos de una política pública entendidacomo un conjunto de decisiones relativamenteestables que permitan en el presente y en el fu-turo optimizar la situación de los ciudadanos ensu conjunto. En este momento se ponen en mar-cha las decisiones, los medios para llevarlas acabo y el seguimiento de las mismas.

4. EVALUACIÓN

Aunque la evaluación se debe realizar encada momento, este es el periodo para analizaren su conjunto el proceso y establecer las reco-mendaciones que van a traducirse realmenteen la formulación de la política pública. Se tratade narrar el proceso con una orientación clarahacia la definición de criterios y decisiones des-de la sociedad hacia el Estado y viceversa.

Desde esta perspectiva, una política pú-blica en un sentido mas contemporáneo secrea para traducir el lenguaje de la sociedaden lenguaje de la acción política, dinamizandoel poder de incidencia de cada individuo yactor colectivo en los espacios de decisión delo público. En este sentido elaborar una polí-tica pública es construir una imagen de la rea-lidad que se quiere intervenir y una repre-sentación de la realidad que se desea.

Una política públicapara la gestión delconflictoELEMENTOS DE UN MODELO ALTERNATIVO

¿Qué se entiende por gestión del conflicto?.Cuando se habla de gestionar un conflicto sehace referencia a las acciones, pasos y herra-mientas (aspectos legales, discursos, cuerposnormativos, metodologías y técnicas) que seponen en juego para “solucionarlo” .

Para no hablar en sentido meramenteabstracto, póngase por caso las dinámicas deconflicto escolar para interrogarse sobre cómose gestiona el conflicto en un escenarioinstitucional concreto. Es decir cuáles son lasherramientas, discursos, cuerpos legales y nor-mativos que se ponen en juego a la hora degestionar,enfrentar o “resolver” un conflictoen una escuela. Y luego, piénsese en cómo for-mular una política pública frente a la convi-vencia escolar.

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Las herramientas principales con las quecuentan las Instituciones educativas para resol-ver o enfrentar sus conflictos, son LOS MANUA-LES DE CONVIVENCIA. En realidad son instrumen-tos que intentan imitar los viejos reglamentos.Las nuevas instancias -como la personería es-tudiantil, los comités de convivencia, el gobiernoescolar, en fin- no han mostrado ni la décimaparte de su verdadero potencial. Pese a las re-formas que introduce la Ley 115 con respecto ala autonomía de las instituciones y los procesosdescentralizados, el impacto de herramientascomo el Manual ha sido más de forma que defondo, más de proclamación que de contenido.Un profesor señalaba al respecto que:“es el mis-mo reglamento estudiantil pero con otro títu-lo” .

Los manuales tienen el espíritu de un có-digo de policía, se usa un denso lenguaje queapela a la técnica socio jurídica y a apartes dejirones de discursos pedagógicos, muy impor-tantes individualmetne considerados, como elrespeto a la diferencia, la diversidad y el fo-mento de la autonomía, pero que, fragmetados,se convierten en una lista de derechos que, porno cumplirse, terminan en “seudo - derechos”o en meros enunciados.

Compare lo que hay allí, con el funciona-miento de la convivencia. El conjunto de refe-rencias a incisos y códigos convive con la debili-dad cada vez mayor para crear y hacersostenibles reglas de juego, valores y relacionesequitativas entre falta y castigo. No están exen-tos de demandas disciplinarias descabelladas:“los alumnos deben abstenerse de consumirgolosinas recordando que estas pueden ser per-judiciales para la salud” (SIC) y frases caídasdel cielo: “saludar y entender su significado”(SIC), “permanecer de buen humor ecuánimey amable”(SIC) .

Si continúa, podrá encontrarse con demos-traciones sobre su utilidad. Los que defienden

manuales como el citado, argumentan que es unabuena forma de protegerse contra las tutelas,demandas y otros procedimientos, aunque a lavez piensan que así no debería ser el manual.Ahora, frente a este panorama, ¿cómo pensaruna política pública que realmente fortalezca laconvivencia y la democracia escolar?

Para abordar este u otro tipo de conflic-tos aplicando un Modelo Alternativo comoel que queremos proponer para realidadescomo la colombiana, sugerimos partir de lossiguientes principios generales:

a. Ni el Estado, ni las instituciones sonneutras. El aparato estatal y las institucionesque lo componen están permeadas por unalucha de intereses entre los actores en con-frontación, que cuestiona la prevalencia de losintereses públicos sobre los intereses priva-dos, el principio de la división de poderes y launidad de acción de las instituciones.

b. No existe sincronía entre fines y medios.La primacía de los intereses privados sobre lospúblicos altera la relación entre lo que se busca(el qué) y la manera a través de la cual los go-bernantes se proponen lograrlo (el cómo).

c. La información es un recurso escaso yfuente de poder. La burocracia pública, lejos decumplir la función de traducir las políticas y es-trategias globales en planes y proyectos pun-tuales, se constituye en un factor de interferen-cia y bloqueo estructural a la acción de las insti-tuciones en cumplimiento de sus propósitos.

d. En el aparato estatal la relación jerárqui-ca está subordinada a la relación política. El fun-cionario público le debe más obediencia a su “jefepolítico” que a la instancia o funcionario que ocu-pa un lugar jerárquico superior en la institución.

e. La multiplicidad de fuerzas que interfieren,como consecuencia de los elementos anteriores,

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hace que la asignación y uso de los recursos estélimitada por la presencia de factores externos queimpide un uso racional de los recursos públicos.

Momentos básicos:formulación de políticaspúblicas

Desde el punto de vista metodológico, el pro-ceso de estructuración de políticas públicas quebusque la gestión de conflictos, puede seguir ocontener los siguientes momentos básicos:

Un primer momento en el que el propósitogubernamental de estructurar y trazar políticas ola irrupción del conflicto en la escena pública, pro-voca la concurrencia de actores, tramas y escena-rios que revelan la puesta en movimiento de inte-reses diversos sobre un tema, asunto o problemacomún. Los intereses y conflictos dan cuenta de laintencionalidad de los actores en escena por lograrque el Estado y el aparato estatal actúen en unadirección específica. Este primer momento se con-figura a partir de lo que podríamos llamar “unasituación detonador”, es decir, un hecho o circuns-tancia que por sus dimensiones y formas de mani-festación llama la atención de los gobiernos y de lasociedad civil sobre la necesidad de actuar.

Un segundo momento en que los actoresen escena exponen la particularidad y poten-cia de sus intereses frente a intereses contra-rios, configurando un escenario de reconoci-miento de tensiones y conflictos cuya intensi-dad varía según la naturaleza y alcance de loconflictos. Dicho reconocimiento conduce a undeterminado ordenamiento de los temas o pro-blemas a tratar, según sea la correlación defuerzas existente y la capacidad de los actoresen escena para lograr que sus prioridades dedecisión y acción, aparezcan como prioridadesa resolver. Es lo que podemos llamar “la ven-tana de oportunidad” que da cuenta de lascondiciones favorables para que la “situación

detonador” se proyecte como un elemento queafecte o favorezca la gobernabilidad.

Un tercer momento, en donde los actores enescena buscan alianzas o rupturas que modifiquenla correlación de fuerzas de tal manera que per-mita establecer equilibrios transitorios de las ten-siones y los conflictos. Se trata de un momento enque los actores en escena buscan alinderar las dis-tintas fuerzas en juego (políticas, sociales o eco-nómicas) con el propósito de lograr una situaciónque propicie una salida globalmente aceptada porlos actores involucrados en las situaciones de ten-sión y conflicto. Se habla de equilibrio transitorio,en tanto constituye una situación de relativa ar-monía entre las distintas fuerzas en contienda, yde que la situación conflictiva no está definitiva-mente resuelta. Esta situación de equilibrio sepuede traducir en una “agenda gubernativa”, esdecir una agenda preliminar de políticas públicasque selecciona los temas y problemas a tratar yordena las prioridades y acciones del Estado y laSociedad Civil.

Un cuarto momento, en el que la situaciónde equilibrio transitorio debe serinstitucionalizado, es decir, debe ser incorpora-da a las formas legales y organiza-cionales exis-tentes de tal manera que puedan ser reconoci-das, aceptadas y practicadas al menos por aque-llos que participan del conflicto.

Un Quinto momento, en donde lainstitucionalización de los equilibrios condu-ce a la puesta en movimiento del aparato es-tatal y las organizaciones de la sociedad ci-vil. Es el momento en el que los intereses eintencionalidades concertados se deben tra-ducir en hechos reales y concretos, es decir,en la incorporación de la técnicas e instru-mentos que permitan traducir las fuerzas,las tensiones y los conflictos, en objetivos,metas y resultados específicos que bajo lamodalidad de planes se despliegan sobre elterritorio donde acontecen los conflictos.

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