confesión bíblica para unir a la iglesia y la familia

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Confesión Bíblica para Unir a la Iglesia y la Familia jesus24x7.org /nosotros/confesion-biblica-iglesia-familia/ Confesión Bíblica para Unir a la Iglesia y la Familia Declaración en el Siglo XXI por la necesidad de armonía entre las jurisdicciones particulares de la iglesia local y la familia. Introducción En el nombre del Señor Jesucristo, creemos que la familia es una institución sagrada, ordenada y establecida por el Dios Soberano y Trino quien creó los cielos y la tierra. La revelación infalible de Dios, la Biblia, revela que la familia es una parte integral del desarrollo de Su propósito eterno para la redención de los pecadores. Esta salvación tan grande y llena de misericordia –propuesta por el Padre, realizada por el Hijo y aplicada por el Espíritu Santo– es en gran medida transmitida a las generaciones subsiguientes a medida que los padres discipulan fielmente a los hijos que Dios les concede. Por lo tanto, el orden y la unidad bíblica de la familia son cruciales para la estabilidad y salud de la Iglesia de Jesucristo. A la luz de esto, reconocemos que la familia –y especialmente los padres– son el punto focal de un ataque fiero e implacable por parte del mundo, la carne y el diablo. Esta se ha intensificado hasta el punto que los Cristianos debemos levantarnos en defensa de la familia en una batalla bíblica sin componendas. En lugar de ayudar en esta batalla, el liderazgo eclesiástico ha contribuido inadvertidamente al problema y, a pesar de sus buenas intenciones, es responsable por la vulnerabilidad de la familia de cara a sus enemigos. La infidelidad a la Palabra de Dios en nuestros púlpitos ha producido la decadencia del cristianismo bíblico y la disolución de la familia en nuestras propias bancas. El abandono de la autoridad de Dios conduce a prácticas antibíblicas en las iglesias y a la erosión de la masculinidad y el liderazgo bíblicos. Esto a su vez conduce a la perversión del rol de las mujeres, la destrucción de nuestros hijos y el colapso de nuestra sociedad. Las tradiciones, que se han originado en las mentes de los demonios y de los hombres caídos, falsifican la autoridad de Dios. Las falsas doctrinas derivadas del Darwinismo, el Marxismo, el Feminismo, el Humanismo Secular, la psicología y de una incontable cantidad de fuentes antibíblicas, han emergido de una sociedad que ha desechado la Revelación Divina y que ha contaminado o sustituido los estándares de Dios en muchas iglesias que profesan al Señor Jesucristo. El amargo fruto de esto es la fragmentación, no la unidad de la familia. Creemos que la única solución a este problema es el arrepentimiento. Debemos confesar nuestros fracasos, rechazar las tradiciones de los hombres y volvernos de todo corazón a la revelación de Dios para el establecimiento y cuidado de la familia en una obediencia amorosa al Señor Jesucristo, la Cabeza de la Iglesia. Nuestra oración ferviente es que nuestro Dios levante de las cenizas de nuestras iglesias centradas en el hombre, fragmentadas e individualistas, verdaderas asambleas saludables, llenas del Espíritu e integradas por familias. ARTÍCULO I – La Escritura es Suficiente Afirmamos que nuestro Dios absolutamente sabio se ha revelado a Sí mismo y Su voluntad en una revelación ya completa –los sesenta y seis libros del Antiguo y Nuevo Testamentos– la cual es plenamente adecuada tanto en contenido como en claridad para “todo lo que pertenece a la vida (la salvación) y la piedad (santificación)” incluyendo los ordenamientos para la iglesia y la familia (Gal. 1:8-9; 1 Cor. 11:1-12; Efe. 5:22-6:4; 2 Ped. 1:3-4, 1:19-21; 1 Tim 3:15; 2 Tim. 3:16-17). Negamos que el pueblo de Dios deba tratar Su Palabra como si fuese inadecuada para la vida de la

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Confesión Bíblica Para Unir a La Iglesia y La Familia

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  • Confesin Bblica para Unir a la Iglesia y la Familiajesus24x7.org /nosotros/confesion-biblica-iglesia-familia/

    Confesin Bblica para Unir a la Iglesia y la FamiliaDeclaracin en el Siglo XXI por la necesidad de armona entre las jurisdicciones particulares de la iglesialocal y la familia.

    IntroduccinEn el nombre del Seor Jesucristo, creemos que la familia es una institucin sagrada, ordenada yestablecida por el Dios Soberano y Trino quien cre los cielos y la tierra. La revelacin infalible de Dios, laBiblia, revela que la familia es una parte integral del desarrollo de Su propsito eterno para la redencinde los pecadores. Esta salvacin tan grande y llena de misericordia propuesta por el Padre, realizadapor el Hijo y aplicada por el Espritu Santo es en gran medida transmitida a las generacionessubsiguientes a medida que los padres discipulan fielmente a los hijos que Dios les concede. Por lotanto, el orden y la unidad bblica de la familia son cruciales para la estabilidad y salud de la Iglesia deJesucristo. A la luz de esto, reconocemos que la familia y especialmente los padres son el punto focalde un ataque fiero e implacable por parte del mundo, la carne y el diablo. Esta se ha intensificado hasta elpunto que los Cristianos debemos levantarnos en defensa de la familia en una batalla bblica sincomponendas.

    En lugar de ayudar en esta batalla, el liderazgo eclesistico ha contribuido inadvertidamente al problemay, a pesar de sus buenas intenciones, es responsable por la vulnerabilidad de la familia de cara a susenemigos. La infidelidad a la Palabra de Dios en nuestros plpitos ha producido la decadencia delcristianismo bblico y la disolucin de la familia en nuestras propias bancas. El abandono de la autoridadde Dios conduce a prcticas antibblicas en las iglesias y a la erosin de la masculinidad y el liderazgobblicos. Esto a su vez conduce a la perversin del rol de las mujeres, la destruccin de nuestros hijos y elcolapso de nuestra sociedad. Las tradiciones, que se han originado en las mentes de los demonios y delos hombres cados, falsifican la autoridad de Dios. Las falsas doctrinas derivadas del Darwinismo, elMarxismo, el Feminismo, el Humanismo Secular, la psicologa y de una incontable cantidad de fuentesantibblicas, han emergido de una sociedad que ha desechado la Revelacin Divina y que hacontaminado o sustituido los estndares de Dios en muchas iglesias que profesan al Seor Jesucristo. Elamargo fruto de esto es la fragmentacin, no la unidad de la familia.

    Creemos que la nica solucin a este problema es el arrepentimiento. Debemos confesar nuestrosfracasos, rechazar las tradiciones de los hombres y volvernos de todo corazn a la revelacin de Diospara el establecimiento y cuidado de la familia en una obediencia amorosa al Seor Jesucristo, la Cabezade la Iglesia. Nuestra oracin ferviente es que nuestro Dios levante de las cenizas de nuestras iglesiascentradas en el hombre, fragmentadas e individualistas, verdaderas asambleas saludables, llenas delEspritu e integradas por familias.

    ARTCULO I La Escritura es SuficienteAfirmamos que nuestro Dios absolutamente sabio se ha revelado a S mismo y Su voluntad en unarevelacin ya completa los sesenta y seis libros del Antiguo y Nuevo Testamentos la cual esplenamente adecuada tanto en contenido como en claridad para todo lo que pertenece a la vida (lasalvacin) y la piedad (santificacin) incluyendo los ordenamientos para la iglesia y la familia (Gal. 1:8-9;1 Cor. 11:1-12; Efe. 5:22-6:4; 2 Ped. 1:3-4, 1:19-21; 1 Tim 3:15; 2 Tim. 3:16-17).

    Negamos que el pueblo de Dios deba tratar Su Palabra como si fuese inadecuada para la vida de la

  • iglesia y la familia complementando Su revelacin ya completa con psicologa humanista, modelos denegocio corporativos y modernas tcnicas de mercadeo.

    ARTCULO II Dios Cre la Iglesia y la FamiliaAfirmamos que el Dios Todopoderoso es el Creador y Preservador soberano de Su pueblo y de todas lasinstituciones que le traen bendicin a la humanidad incluyendo la iglesia y la familia de modo que esmerecedor de nuestro ms alto honor y humilde obediencia (Gen. 1:28, 2:18-25; Sal. 46:1, 77:13-15, 95:6-7, 100:3, 119:73; Prov. 18:10; Mat. 16:16-18, 19:6; Juan 14:15; 1 Cor. 12:12-28, Col. 1:16-17; Efesios5:21-33, 1 Ped. 4:19; Santiago 1:17).

    Negamos que nosotros, siendo meras criaturas, tengamos el derecho de remodelar la iglesia y la familiade acuerdo con nuestras vanas imaginaciones alterando el gobierno prescrito de Dios, la adoracin, losroles basados en el gnero o cualquier otro patrn normativo revelado en la Escritura.

    ARTCULO III Satans es un EngaadorAfirmamos la advertencia de la Sagrada Escritura de que Satans, el padre de la mentira y el engaadorde los hermanos, ha usado su sutil artimaa desde el principio para cuestionar la Palabra de Dios: Conque Dios os ha dicho? (Gen. 3:1; Isa. 8:20; Juan. 8:44; Hechos. 17:11; Rom. 12:2; 2 Cor. 10:5, 11:3, 14;Col. 2:8; Apo. 12:9).

    Negamos que los hijos de Dios deban adoptar y emplear las filosofas, metas y mtodos de este mundocado en nuestras iglesias y familias, sucumbiendo as al engao del Adversario.

    ARTCULO IV La Cabeza de la Iglesia es CristoAfirmamos a nuestro Seor Jesucristo como la Cabeza de Su iglesia, habindola comprado con Su propiasangre e instruido por medio de Su Palabra con el objetivo de dar a conocer la multiforme sabidura deDios y traer gloria a S mismo (Deut. 8:3; Mat. 28:18-20; Juan. 17:17; Hechos 20:28; Efe. 1:19-23; Col.1:18).

    Negamos / Rechazamos la autoimportancia y orgullo del hombre de usurpar el liderazgo de Cristo sobreSu iglesia al introducir programas y reglas hechas por los hombres despreciando e ignorando as, la Leyde Cristo.

    ARTCULO V El Liderazgo y el Ministerio de la IglesiaAfirmamos el patrn revelado de Dios en la Escritura de que la iglesia sea dirigida y alimentada por unapluralidad de Ancianos bblicamente calificados a quienes el Espritu Santo levanta desde dentro de laiglesia local, quienes equipan a todos los santos a hacer la obra del ministerio y quienes podran o no,recibir una remuneracin por su labor (Hechos 14:23; 20:28; Efe. 4:11-12; 1 Tim. 5:17-18).

    Negamos / Rechazamos los dos extremos antibblicos de nuestra poca: el liderazgo/ministerio autoritariode un solo hombre que obstaculiza el funcionamiento bblico del cuerpo, y la ausencia de lderes en lasiglesias de casa, menospreciando la necesidad bblica de Ancianos.

    ARTCULO VI La Iglesia es una Familia de Creyentes que incluye a FamiliasAfirmamos que las Iglesias locales son familias espirituales de creyentes, que pueden estar integradas porunidades familiares individuales (incluyendo a solteros, viudas, divorciados, abuelos, etc.), las cuales sonjurisdicciones aparte y diferentes, que deben ser cuidadas y fortalecidas para llenar los roles establecidospor Dios, no slo como individuos sino tambin como familias (Glatas 6:10, Efesios 2:19, 1 Tim. 3:15,Efesios 5:22-33, Efesios 6:1-4; 1 Pedro 3:1-7).

    Negamos / Rechazamos la tendencia actual de las Iglesias a ignorar a la unidad familiar, a estar cegadasa la responsabilidad de fortalecerla, a fragmentarla sistemticamente y a no trabajar activamente paraequipar a los creyentes para que se conviertan en miembros de la familia fieles a la Palabra.

  • ARTCULO VII La Misin de la Iglesia y de la Familia es GeneracionalAfirmamos que Dios se ha propuesto, tanto para la iglesia como para la familia, llevar a cabo elevangelismo y el discipulado a travs de mltiples generaciones, sin menoscabo del trabajoevangelstico afuera, en el mundo, para que temas a Jehov tu Dios, guardando todos sus estatutos ysus mandamientos que yo te mando, t, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los das de tu vida (Deut. 6:2;Salmos 78:1-8; Lucas1:50; Efesios 6:4).

    Negamos / Rechazamos las filosofas individualistas contemporneas que ignoran la misintransgeneracional de la iglesia y la familia y por lo tanto, fallan en equipar a los santos para el ministeriocon las siguientes generaciones.

    ARTCULO VIII El Mtodo de la Iglesia y de la Familia son las RelacionesAfirmamos que los santos de Dios han de ser equipados para el ministerio y la madurez espiritual,fundamentalmente a travs de la predicacin de la Palabra de Dios por Ancianos (Pastores) calificadosbblicamente; que los miembros del cuerpo se han de edificar mutuamente en amor; y que los hijos hande ser equipados, principalmente, a travs de relaciones de discipulado dentro de la familia, de uno-a-uno, de corazn a corazn y dirigidas por el padre (Deut. 6:4-7; Efe. 4:11-12, 16, 6:4; Fil. 3:17; 1 Tim. 3:4-5; 2Tim. 4:2).

    Negamos / Rechazamos el sistema popular de la iglesia que ha sustituido las relaciones de corazn acorazn con programas basados en actividades y que ha suplantado el involucramiento de los padres conel dominio de los clrigos y lderes.

    ARTCULO IX El Entorno de la Iglesia y la Familia es la Vida DiariaAfirmamos que las relaciones en la iglesia se nutren principalmente a travs del discipulado diario en lavida cotidiana, especialmente a travs de padres y madres entrenando a sus familias para cumplir la grancomisin, viviendo el evangelio en el ministerio a los santos y el testimonio a los perdidos (Mat. 28:19-20;Hechos 2:46-47, 8:4, 18:24-26; Efe. 5:21-6:4; Tito 2:2-6).

    Negamos / Rechazamos el nfasis en los programas que fragmentan a las familias y que se basan en lasinstalaciones fsicas de la iglesia en detrimento de la Iglesia como un pueblo en comunidad y quedesplazan el alcance de familias.

    ARTCULO X Las Familias pueden ser divididas por el EvangelioAfirmamos que el evangelio puede dividir a las familias ya que puede poner en disensin al hombrecontra su padre y aquel que ama a padre o madre ms que a m, no es digno de m y porque nuestraobligacin es obedecer a Dios antes que a los hombres; y que esta posible divisin no es pretexto paradejar de obedecer a Dios respecto de dar la debida honra a los padres y las responsabilidades para conlos nuestros (Mat. 10:35-37; Hechos 4:19-21; xodo 20:12; 1 Timoteo 5:4, 8; cf. Marcos 7:10-13).

    Negamos / Rechazamos que la lealtad a la familia deba suplantar la obediencia a Dios, lo que hara de lafamilia un dolo.

    ARTCULO XI La Iglesia y la Familia son Complementarias en roles y funcionesAfirmamos que la iglesia y la familia fueron diseadas para ser complementarias ya que a la familia se leencomienda criar una simiente piadosa que la iglesia necesitar para la siguiente generacin y que sertierra frtil para el liderazgo de la iglesia, mientras que sta ltima proporciona para la familia lainstruccin, disciplina, proteccin, compaerismo y adoracin (Deut. 6, Sal. 78:1-8, Efesios 6:1-9,Malaquas 2:15; 1 Timoteo 3:1-13; Hechos 2:42).

    Negamos / Rechazamos la idea de que la iglesia y la familia tienen propsitos que compiten entre s, yque los ordenamientos para la vida familiar, deban ser ignorados en las actividades de la iglesia y las

  • misiones.

    ARTCULO XII Dios nos Requiere que seamos examinadoresAfirmamos que Dios nos urge a examinarlo todo cuidadosamente, y a retener lo que es bueno adems, a dejar que cada uno examine su propia obra particularmente cuando el pueblo de Dios noest creciendo segn el patrn del Nuevo Testamento (Rom. 12:2; Efe. 5:10, 17; 1 Tes. 5:21; Gal. 6:4).

    Negamos que nosotros que pastoreamos el rebao de Cristo ya sea como padres o como Ancianos(Pastores) hayamos escudriado de manera adecuada y vigilante las creencias y prcticas de la iglesiamoderna lo mismo que nuestro propio rol en ella.

    ARTCULO XIII El Juicio Comienza Con la IglesiaAfirmamos que Dios ha declarado que el juicio comience por la casa de Dios y de este modo, nosotroslos cristianos, hemos de humillarnos bajo la poderosa mano de Dios, buscando juzgarnos a nosotrosmismos no vaya a ser que nuestro escarmiento sea an mayor (1 Ped. 4:17; 5:6).

    Negamos que la iglesia deba continuar como hasta ahora y que deba retrasar su retorno a estarestablecida ad radicem, en la Palabra; o que pueda escapar de la ira de Dios a causa de ladesintegracin y destruccin de la familia al ignorar o al tomar a la ligera los roles y responsabilidadesbblicos.

    POR LO TANTO, a la luz de esta nuestra fe, por la presente resolvemos

    1. Confiar slo en la Escritura para todo lo que pertenece a la vida y a la piedad, tratando la Biblia comoplenamente suficiente para el ordenamiento de la iglesia y la familia;

    2. Restaurar la prctica de enseanza de todo el consejo de Dios a travs de la predicacin exegticade la Escritura en la iglesia y la instruccin diaria en los hogares por parte de los padres y madres;

    3. Honrar al Dios Todopoderoso como el Creador y Preservador de la iglesia y la familia, y someternoshumildemente a Su orden prescrito para cada una de estas instituciones fundamentales;

    4. Resistir el engao de Satans diseado para suplantar las metas y mtodos de Dios con lasnecesidades de sueos, ideas y pensamientos del mundo y las encuestas de opinin y, en lugar de eso,decidimos depender de la Palabra de Dios, as como lo hizo nuestro Seor en el desierto;

    5. Someternos al Liderazgo de Cristo sobre Su iglesia, abrazando Su multiforme sabidura, no la nuestra,para su estructura y operacin;

    6. Rechazar los errores del ministerio autoritario de un solo hombre y las iglesias en casa sin liderazgo, yretornar a la pluralidad de liderazgo por parte de Ancianos (Pastores) piadosos que equipan a los santospara el ministerio;

    7. Reconocer a la iglesia como una familia espiritual que valora la intimidad, la interaccin y elcrecimiento a travs de la multiplicacin de congregaciones que promuevan la vida familiar bblica;

    8. Rechazar la tendencia moderna abrazada por muchas Iglesias a socavar el propsito y gobierno de lafamilia y la iglesia, y decidimos promover la unidad de la familia, la unidad de la iglesia y las relacionesintergeneracionales;

    9. Desarrollar una visin multigeneracional tanto para la iglesia como para la familia, que estimule elsacrificio y la madurez personal y que preserve nuestra posteridad espiritual;

    10. Equipar a los hogares completos para el ministerio a travs de las relaciones de corazn a corazn

  • en lugar de hacerlo a travs de programas basados en actividades, preparando y usando a los padrescomo lderes-siervos en la familia y la iglesia;

    11. Desarrollar estrategias de alcance a travs de familias completas viviendo el evangelio en elministerio a los santos y el testimonio a los perdidos, en lugar de hacerlo a travs de programassegregados por edades o intereses;

    12. Escudriar las creencias y prcticas de las familias e iglesias modernas lo mismo que nuestro propiorol en ambas ya sea como padres o como lderes de la iglesia y hacer los cambios que seannecesarios para conformarnos a los patrones revelados por Dios para la familia y la iglesia;

    13. Buscar a Dios mientras haya tiempo de modo que, al ver nuestro verdadero arrepentimiento, lretenga Su mano de juicio sobre nuestras familias e iglesias que se han alejado del Diseo divino y sehan conformado a este siglo.

    Basado en la Declaracin de The National Center for Family-Integrated Churches (www.ncfic.org), en latraduccin original de Donald Herrera Tern.

    IMPORTANTE: Suscribimos esta declaracin, que aqu ha sido revisada, editada y adaptada enconcordancia con nuestra declaracin de fe, filosofa de ministerio, visin y misin y al entendimiento delos temas de la familia y la iglesia que el Seor nos ha revelado en su Palabra. Sin embargo, esimportante aclarar que no necesariamente compartimos ni sustentamos todas las prcticas y doctrinas deThe National Center for Family-Integrated Churches (NCFIC).

    Traduccin complementaria, revisin, edicin y adaptacin: David Franco, Ministerios Jess 247Artculos adicionales: David Franco, Ministerios Jess 247ltima revisin: Febrero 7, 2014

    Confesin Bblica para Unir a la Iglesia y la Familia