Domingo 18 de septiembre de 2011 l Heraldo de Aragón70 l CULTURA Y OCIO

Conecte el ordenador con su tele vieja

El pasado reciente y el presente de la tecnología, unidos por un conversor. CARLOS MONCÍN

es decir, horas y horas de vídeo.¿Pero qué pasa con los televi-

sores de tubo? Sí, esos pesadosaparatos que, aunque casi no sevendan ya, siguen en millones decasas. Conectarlo a un ordena-dor es imposible con un sencillo

cableado. No obstante, existe unaparato que adapta la señal delordenador a las característicasdel televisor de tubo.

Se trata de un conversor quetiene una entrada de VGA y dossalidas para puertos de s-vídeo y

vídeo compuesto (es decir, loscables rojo, blanco y amarillo).Algunos hay que conectarlos a lacorriente, mientras que otros sealimentan a través del ordenadorcon un cable USB. Su precio va-ría entre 50 euros y 200 euros, se-

TECNOLOGÍA

Los conversores de señalpermiten ver los conteni-dos del PC también enlos televisores de tubo

ZARAGOZA. Ver series y pelícu-las a través del ordenador es unatendencia que se afianza graciasa internet. En muchas casas, lapantalla del ordenador le ha qui-tado protagonismo a la de la tele-visión, a pesar de que esta sueleser más grande. Surge entoncesla pregunta: ¿es posible ver lasimágenes que tenemos almace-nadas en el PC en la pantalla dela televisión?

La solución es sencilla en el ca-so de los televisores con panta-lla LCD o LED, los que se vendenahora en las tiendas. Llevan in-corporados puertos HDMI yVGA: los mismos que suelen te-ner los ordenadores. En casicualquier tienda de electrónicase venden cables HDMI-HDMIo VGA-VGA (del mismo tipo porambos extremos) que conectanambos aparatos. Son económi-cos, en torno a los 5 euros de pre-cio. Además, esos televisores tie-nen entradas USB por las que sepueden conectar ‘pen drives’ ydiscos duros, utensilios que al-macenan miles y miles de megas,

gún el modelo. No suelen comer-cializarse en grandes superficies,sino en unas pocas tiendas deelectrónica. No siempre lo tienenen el ‘stock’, por lo que a menudopasan unos días entre que se ha-ce el pedido y llega a la tienda.

«Hay varias marcas que los pro-veen. Algunos te ofrecen más re-solución y otros menos, aunquetambién depende de la tarjeta grá-fica del portátil», explica ÁngelArcón, de Certe S. C. Zaragoza. Eneste establecimiento suelen expe-dirse unos 20 al mes. «No es unademanda muy alta, sino un goteocontinuo porque se siguen ven-diendo», añade.

En el caso de Electrónica Go-ya, que lo lleva vendiendo cuatroaños, la demanda es aún menor:unos 6 o 7 al mes. «La gente sue-le preguntar por el cable que unela tele y el ordenador, pero paralas de tubo no existe. En internetse vende uno y mucha gente loha intentado, pero no funciona»,asegura Jorge Vázquez, de Elec-trónica Goya, que avisa de que«si se utiliza para leer textos pue-de cansar la vista, porque la ima-gen a veces parpadea».

Ese es el gran problema de al-gunos conversores. Ese ‘parpa-deo’ se traduce en unas rayas queestán continuamente en la pan-talla. Aunque no imposibilita lavisión, llega a ser algo molesto.Una solución es adquirir un con-versor más costoso, aunque porunos euros más puede hacersecon una televisión digital. Tododepende, como de costumbre, enlo que quiera (y pueda) gastarse.

DAVID MORALES