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COMPILACIÓNCONCURSO DE

RELATOS BREVES

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Nos encanta escuchar historias de otros, disfrutamos los cuentos desde que fuimos pequeños y nos entretuvimos imaginándolos, las ilustraciones acompañaron a las primeras narraciones y así fuimos conociendo mundos ficticios que capturaron nuestra atención.

Al crecer, se ampliaron los horizontes dibujados y comprendimos que una historia es reflejo de un individuo, de una sociedad y de una época, que su valor no radica en la cantidad de palabras, sino en la originalidad y el contenido de ellas, y que aquello tan interesante, personal, emotivo, frustrante, íntimo, clandestino, único, vivencial, lúgubre, irracional, radical, envolvente, social, etc. que pulsa en nosotros, puede ser motivo de un relato que sea vivido por personajes, en un tiempo y espacio determinados.

Ficción que se constituye como un mensaje que habla de sí y de su creador, registra etapas de madurez, pasiones, razones, anhelos y desenfrenos; visiones propias de un emisor que siente, vive, observa, cuestiona, discute y goza. Por su parte, la adolescencia se ha concebido como una etapa particular en el desarrollo del ser humano, donde las experiencias se descubren especialmente intensas, fluctuantes y repentinas, donde tampoco nada es definitivo, ni estable, pero sí sempiterno en el recuerdo…

Como Departamento de LENGUAJE Y COMUNICACIÓN, nos propusimos motivar a jóvenes narradores, para que experimentaran el proceso de creación literaria como un diálogo sincero y propio, donde encontraran el espacio para relatar desde lo más profundo de sus motivaciones adolescentes.

Es así como desde el año 2009 en adelante, cada tercer trimestre los alumnos desde 7° a IV medio se inspiran para dar a conocer sus historias.

En esta selección se publicaron los ganadores de los tres primeros certámenes, por lo que encontrarán quince relatos breves, entre ambas categorías. Narraciones que presentamos con mucho orgullo, ya que evidencian el trabajo en aula de nuestros alumnos, su creatividad, sus motivaciones personales, pero más que todo, el testimonio de que el objetivo principal sí se ha logrado: han nacido jóvenes narradores.

¡Los invitamos a disfrutarlas!

Ms. Carolina MoreticPRES

ENTA

CIÓ

N

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Cuando todo el mundo ha de estar dormido, yo mantengo mis ojos entreabiertos, la noche comienza a asomarse, ya es tiempo de dormir; sueño con días serenos y despejados, la esclavitud de una rutina marcada por el abuso, me hacen pensar que es solo el reflejo de sus propias carencias y ambiciones, gente con corazones vacíos, que ansían llenar con nuestro trabajo y sudor.

Llegada la noche, ya habíamos terminado con la excavación, era un hoyo de unos diez metros de profundidad, que sería usado como depósito de aquellos cuerpos sin vida, de esclavos caídos por la hambruna y la explotación. Comprendimos que habíamos cavado una hoguera, la hoguera de nuestra propia muerte. La rebelión y la huida eran inminentes.

Yacían sus huesos débiles y frágiles ante la vista de los cautivos, gritando de dolor rogaba: “¡Dios misericordia!”. Sus muslos rasgados de tanta golpiza mostraban la barbarie de la cual puede ser poseedor el hombre. Caído en el piso, uno más había muerto.

Habríamos viajado unos tres meses en esta nave infernal hasta llegar a tierra firme, nuestros cuerpos eran reflejo de la penurias padecidas, los signos de cansancio y de dolor eran evidentes, a lo lejos se podía divisar a un hombre blanco , que con látigo en mano gritaba: “¡Esclavos, trabajen o lo lamentarán!”. No había distinción entre hombres y ancianos, la condición de esclavo difícilmente cambiaría.

Llegados nosotros, los nuevos cautivos, se nos conduciría a los bagnos, sólidas prisiones subterráneas, donde seríamos examinados, marcados como bestias por un fierro de rojo ardor.

Quienes estuviéramos en peor condición seríamos vendidos al mercado de esclavos como ganado, no éramos vistos como humanos sino como animales.

Pasadas las horas habíamos llegado, caía el ancla y entendíamos lo que venía. Éramos puestos en dos filas, por en medio de éstas, un pequeño corredor era recorrido constantemente por un vigilante, que chasqueaba las espaldas desnudas de los más lentos y exhaustos. Podía sentir el olor a excremento y a orín emanados por la piel de mis iguales. Al llegar mi turno, un hombre fornido y de rostro adusto,

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me miraba con desprecio y enemistad, lo llamaban Asyna, con una voz ronca y amenazante me ordenó decir mi nombre, con miedo asentí, siempre con la cabeza gacha, articulé con dificultad, me llamo Barundí. Metió su mano en mi boca y revisó mi dentadura, anotó un detalle en una libreta bastante deteriorada por el tiempo, y luego me empujó para seguir con su trabajo.

Ya cayendo la noche nos dirigieron a un largo pasillo, dormiríamos a la intemperie, encadenados a largos postes de madera, esa sería nuestra primera noche. El dolor de las llagas producido por las cadenas en mis tobillos, junto a los quejidos y gemidos emitidos por los demás cautivos, y el sufrimiento del ardor que producía la herida chamuscada por el contacto de mi piel con el atizador de fierro, hicieron de aquella noche, una noche interminable.

Ya se hacía el alba junto al cantar de las aves, había comenzado a amanecer, una atractiva mujer de piel morena, con ojos sombríos se acercaba con nuestra primera comida, era una especie de engrudo que difícilmente podríamos tragar, al mirar sus ojos pude ver la amargura y desolación que ellos transmitían. Al intentar mantener su mirada sobre mí, Bakongo uno de los cautivos, golpea fuertemente mi hombro y me advierte: “Aquella linda mujer es la esclava preferida del amo Francisco de Abacoa, dueño toda esa granja de encadenados, es mejor que no te metas con ella”.

Sin pensarlo dos veces retiré mi mirada, e hice como si nada hubiese pasado.Mientras unos serían enviados a trabajar la tierra del campo, otros permanecerían en las afueras de la granja cavando un profundo hoyo. El sol quemaba fuerte ese día, y las horas trabajando se hacían interminables, Asyna daba la orden de redoblar los latigazos. Cuando un esclavo caía inconsciente-cosa que sucedía mas de una vez-era fustigado hasta dejarle muerto y tirado entre un montón de rocas. Mientras cavaba, con intención de provocar el surgimiento de un cambio real en el pensamiento de los demás esclavos, dije a Bakongo: “Las cadenas de la esclavitud atán solamente nuestras manos. ¡No hemos nacido para ser esclavos, no hemos nacido para servirles, debemos detener esta injusticia!”. De esta forma lentamente se comenzó a correr la voz, la libertad sería una motivación y un anhelo conciliado por todos.

Llegada la noche, ya habíamos terminado; era un hoyo de unos diez metros de profundidad, en el cual los cuerpos sin vida de los esclavos inservibles, serían quemados. Comprendimos que habíamos cavado una hoguera, la cual sería nuestra propia tumba.

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Las últimas luces se habían apagado, era la hora de dormir, pero no podíamos conciliar el sueño con aquella idea tan descabellada de huir. Bajo un pequeño murmullo y cuidando de no ser escuchados, por un vigilante que caminaba de un lugar a otro, llegamos a un consenso, la noche siguiente, sería la noche de la escapatoria.

Los primeros rayos del sol hacían caso de que el ansiado día, había llegado. Aquella linda mujer de piel tostada, nuevamente se dirigía a llevarnos ese engrudo de tan detestable aspecto y sabor.

Al mirar nuevamente sus ojos, pude apreciar el rastro de una golpiza tremenda, su cara estaba desfigurada y en sus ojos se percibía la agonía de no querer vivir. Al ver que el vigilante se alejaba, me apresuré a preguntarle: “¿Ha sido Abacoa,?, ella sin responder con sus ojos llenos de lágrimas, me hizo entender de que así había sido. Bakonga con una voz tenue y humilde, le explica: “Hoy en la noche, escaparemos de esta tortura, la libertad de tu existencia, está en tus manos” . Terminada la jornada, el cansancio no se hacía notar ante la idea de lograr el fin, todos estábamos nerviosos y sedientos de libertad, nos mirábamos con ansiedad, el miedo corría por nuestras venas, la noche era bella y el tiempo era corto. Bakonga recibió un corvo que días antes le había entregado uno de los hombres que trabajaba la tierra. Éste sería el arma fatal y la puerta hacia la liberación. Sin hacerse esperar mientras el vigilante se encontraba de espaldas se arremetió contra él, degollándolo y dándole muerte instantáneamente, no podíamos echar pie atrás. Maltrechos, viejos y encorvados, corríamos entre árboles y malezas, sin tener un rumbo conocido, varios de los nuestros habían caído, aquella mujer que día tras día nos llevaba la comida, nos había traicionado. Nos seguían muy de cerca, la idea de libertad se esmoronaba, teníamos que encontrar un refugio; una choza abandonada fue nuestra única salida.

Abrazados todos, miré hacia el techo de la choza, lentamente éste comenzó a desvanecerse, pude ver la inmensidad del cielo y logramos escuchar el canto de las aves, al fin éramos libres. Habíamos nacido para servirles, éramos esclavos y mientras viviéramos siempre lo seríamos, el castigo nos trajo miedo, pero el miedo nunca lo sentimos como un respeto, fue un sentimiento que con el tiempo se transformó en rebelión.

Primer Lugar - 2009Roberto Pastén

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El paisaje que se refleja en aquellas ventanas es ya ficción, tan solo un holograma de lo que nuestro mundo algún día fue. Blanco. Todo en la habitación cegaba mis cansados ojos. Busco entre las caras que se encuentran a mi alrededor, algunos unos destellos de vida, pero en esas miradas ajenas, solo veo la ansiedad… El espacio se torna frío. -Numero un millón cuatrocientos noventa y ocho mil uno.

Al escuchar la cifra, observo la barra de código tatuada en mi muñeca. Y tardo un momento en asimilar que es el mismo que había anunciado la monótona voz mecánica del `ViX`. Respiro hondo y me encamino nerviosa hacia la habitación. Estoy de pie. Un pequeño hombrecillo de pelo azabache se encuentra al otro lado del impecable despacho, de fibra liviana. Las luces azules provenientes del subsuelo encaminan mis pasos. Y allí estaba, el mismo entorno álgido y minimalista en el cual me encontraba minutos antes. Aquella persona sostiene mi futuro en sus manos. Me acomodo ligeramente el traje y le sonrío.

- Tome asiento, por favor. Me siento. Sin vacilar le entrego mi `memo` y al accionarlo, éste cobra vida. Una figura de mí misma en miniatura, comienza a enunciar mis antecedentes académicos.

-“Mi nombre es Gwen Stevens. Nací el veintiséis de agosto del año dos mil once. Estado civil, soltera. Primaria y secundaria finalizada exitosamente en Saint Lucas College. Experiencia de trabajo: ninguna.”

Al terminar, la figura se desvanece y el pequeño hombre archiva la información en la memoria de su computador.

-Muy bien. Señorita Stevens, dígame usted ¿Cuáles son sus proyecciones para el futuro? Seguridad. Dinero. Comprar, ropa, mucha ropa y un techo en donde vivir. Independencia. Amor y libertad. Quiero un mundo en donde pueda, por fin respirar

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y no sentirme asfixiada…También control sobre mi vida…

-Me gustaría desempeñarme como miembro activo esta empresa, destacarme como una secretaria proactiva, eficiente, responsable y confiable. TODO LO QUE UN JEFE NECESITA.

Toma nota.

.- Cuénteme más de usted, su infancia, su familia...

Mi infancia. El viento cálido haciendo danzar mi falda. Los rayos de sol acariciando mis hombros. La única parte de mi vida en la cual el horizonte parecía ser infinito ante mis ojos.

Recuerdo mi familia. Con las mejillas encendidas, el pelo alborotado y los pies descalzos, me detengo ante la enorme puerta, espantada de lo que mis oídos perciben. El grito es cada vez más intenso. Mis pequeñas manos rosadas temblando logran girar la perilla…

Y mi cuerpo ya no tiembla y mis mejillas palidecen.

Esos brazos que tantas veces me habían refugiado, aquellas manos trabajadoras en que ceñidos puños enrojecían, la morena piel de su cuerpo, hicieron de mi madre solo un agridulce recuerdo.

Recuerdo. Una niña derrotada. Un alma solitaria. Un futuro incierto. Una niña que por cuenta propia crecía.

- Tuve una infancia feliz junto a mi familia. Terminé la primaria con muy buenas calificaciones.

Tomó apunte.

- ¿Y qué me dice acerca de su secundaria?

El fuego. La adrenalina. El desenfreno. Él. Dolor. Archivo bloqueado..XXXXYYY

La noche caía, dulce y peligrosa. Y lo recuerdo a él. Prohibido. Caminaba segu-ro. Y cosquilleo en todo mi cuerpo.

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Quería vivir la via. Hacer lo mismo que todos, caer en un trace donde todo es nada y el cuerpo se desconecta del mundo… dejar atrás la inocente niña que tanto odiaba.

El ardiente líquido quemó mi pecho. La libertad comenzaba a fluir libre por mis venas. Nada más importaba. La noche me acompañaba, excitante y peligrosa…la música y alcohol nos exaltaban, éramos los dueños del mundo.

Tres años seguí tus pasos y tus juegos se tornaban más dañinos. Caías y me arrastrabas contigo. Tus adicciones se convirtieron en las mías. Brazos que aprisionaban y su pesada respiración en mi cuello, sentía más y quería más...el beso, un beso en caricia…y éstas en pecado. La noche fue testigo.

- En mis años de secundaria me desarrollé principalmente en áreas sociales y comunicativas. Participé en talleres de literatura y poesía en The Beautiful Arts Academy.

Silencio.

Escapé, pero nunca me desligué de ti. Lo siento inocentemente removiéndose en mis entrañas. Temo… despertar y salir de esta pesadilla. NO SE PUEDE…Debe haber una solución…¡¡¡¡Me van a matar!!!.

-Hábleme sobre su manejo informático y redes.

La decisión. El pequeño crecía y yo aún no decidía... Mi madre no sabe. Mi padre es capaz de golpearme.

− Sí, por supuesto, soy diestra en formatos Xmaster y WriterOn….y a nivel profesional, incluso puedo diseñar formatos propios en Ukka.

− Muy bien, muy bien.

Silencio.

− Me gustaría agregar que…. Soy una mujer correcta y responderé responsablemente cualquier tarea que usted me asigne. Esta oportunidad significaría mucho para mí.

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Aquellos grandes y envejecidos ojos me miraron y… parecieron percatarse del ruego escondido en ese mensaje.

Me despido y me encamino, nuevamente, hacia la sala de espera.

Conmoción… Acababa de removerlo. Culpa. Asco.

Tenía toda una vida por delante... pero…lo siento…ELIMINANDO DEL SISTEMA…ACCIONE OFF. ¿y si cometí, quizás, el mayor error de mi vida? …SIN RESPUESTA DEL SISTEMA CÓDIGO DESCONOCIDO. ¿Tal vez este maldito tropiezo me dejará en paz? ¡Ah! Mi infracción me acompañará hasta la hora de mi muerte... ¡No quiero recordar!

- Felicitaciones al número un millón cuatrocientos noventa y ocho mil, uno. Se le ha otorgado el empleo de secretaria de banco. Por favor, retire su `chip` informático en donde encontrará toda la información necesaria para desempeñarse en cargo eficazmente. Gracias - La voz mecánica anunció uniformemente.

La gente comenzó a retirarse, pero Gwen, confundida se quedó petrificada.

En un estado de trance, caminó y retiró su `chip`.

Sentía. Su afligido corazón latiendo vigorosamente y estremecido en su pecho. Nada. Debería estar satisfecha. Pero algo le impedía disfrutarlo. Ya lo creía sepultado. Cosas así nunca mueren. Marcan por siempre. Era esa sombra (...) YA PASÓ…

Curiosa, caminó hacia su nueva oficina, encendió el computador existente…borró el antiguo nombre de usuario e ingresó su chip.

Felicidades número un millón cuatrocientos noventa y ocho mil uno, usted ha ingresado exitosamente su chip contractual, a partir de este momento su tiempo y energía pertenecen a nuestra empresa. Tome asiento y olvídese de su pasado.

Segundo Lugar - 2009Valentina Irrazábal

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Descargando recuerdos… (¡Pip!)Reproduciendo memorias… (¡Pip!)Reviviendo desgracias.

Aún era muy pequeña cuando todo comenzó. Me cambió todo, tuve que saber cosas que ninguna de mis compañeras se imaginaban, tuve que vivir como si fuera una adulta. ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?

Él era mi tío, yo lo quería muchísimo. Éramos inseparables y como era conocido de la familia, nadie se preocupaba cuando íbamos al parque Brasil y pasábamos horas columpiándonos, tampoco cuando me pasaba a buscar al colegio y menos, si se ofrecía para llevarme a casa de mis amigas.

Para mi cumpleaños de 11 me fue a buscar en la tarde.- Tengo tu regalo – me dijo- ¿Es la barbie doctora que tanto quería? – le pregunté- Quizá, ahí veras - ¡Ah!, dale tío, dime- He estado esperando mucho tiempo por esto - fue lo único que respondió.Llegamos, tomó unos tragos de vino y todo parecía como de costumbre, pero ahora me dijo que lo acompañara, porque teníamos que brindar…extrañamente, él cerró la puerta con llave. No le di mayor importancia, ya que no era la primera vez que estaba con él a solas.

- ¿Lista para tu regalo? – me susurró al oído- ¡Obvio! – le contesté muy emocionadaY aquí es donde mi vida dio un giro inesperado. Fue mi cara, mis brazos, yo temblaba, no sabía qué hacer, ni entendía bien qué le estaba pasando, tenía mucho miedo… me quitaba la ropa, trataba de gritar, pero nada servía, quería huir…- Esto es sólo un juego, sólo entre tú y yo, ¿Verdad? – murmuró

(¡Pip! ¡Pip! ¡Pip!) ERROR zy4w5eEliminando pensamientos… (¡Pip!)Reiniciando existencia…

Tercer Lugar - 2009Nicol Dote

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Con Lorena fuimos al centro comercial, entramos por la puerta principal , pensamos en comernos unos de esos tentadores helados del Bravissimo, pero al pensar en calorías rápidamente nos fuimos a mirar los accesorios de Apio verde; siempre buscábamos aros grandes, de varios colores y los que estuvieran de moda, claro para tener el mejor look !!

Caminábamos observando las vitrinas de las tiendas mas fashion, con la ropa más top y pensábamos si esos lugares serían dignos de nuestra presencia .Llegamos a Lacoste, la tienda número uno para nosotras, sobre todo para mí..me encantaban las zapatillas estaban cuáticamente top y esos diseños únicos con los que imaginaba que me encontraba en Europa nuevamente , todo era de lo más lais, como siempre…

Después nos fuimos al frente , miramos la ropa y enseguida nos probamos poleras, pantalones, faldas, de todo obviamente con flores, si es la moda que se viene , y con cada tenida que nos poníamos en los grandes probadores de Almacenes París , nos sacábamos una foto; nos cambiábamos de ropa entre las dos y nos seguíamos sacando fotos, era tan entretenido. Escogimos la mejor foto para ponerla como foto de perfil en el facebook . Mucha gente nos comentaba:

A ti, Valentinaa Perez Gonzalez, Isidora Lillo Varela, Vale Casanova y otras 3 personas más os gusta esto.

CATA: eri regia!!!!! FRAN : linda preciosa te adoro :D FRANCO: me gusta(L) ROCIO: pareces modelo, lais total linda <3

El 8 de octubre a las 19:08. Cada vez me sentía mejor.

A Lorena y a mí nos quedaba muy bien la ropa, las dos mediamos 1.78, teníamos el pelo hermoso, liso y hasta la cadera, de un color inexistente, teníamos la medidas que todas deseaban 90, 60, 90, sin mencionar la respingada nariz de Lorena; lo único que nos diferenciaba un poco era el color de ojos, ella los tenía verdes y yo celestes. “Nooo, yo los tengo celestes y tu verdes” bueno si igual los dos colores son lais, ¡Relájate gansa!

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Yo siempre había tenido muchas amigas, pero siempre pelolais o si no ni pensarlo, era de costumbre ser la diva y que todos los minos se fijaran en mí o en mis amigas of course!

Pero algo le comenzó a pasar a mi querido grupo de pelolais, “o sea las más regias” empezamos a perder reputación, ya no me comentaban en el facebook y en los pasillos del colegio ya no me saludaban; no entendía, las demás, o sea las feas, por decirlo suave, esas negritas o morenitas con rulos de pelo corto y negro se burlaban de nosotras, era atroz, cómo iba a estar pasando esto.

Las más débiles cayeron, nos abandonaron se cortaron el pelo otras se lo tinturaron… puedes creer que se hacían rulos, era desesperante… Ya no era más el gran grupo solo quedábamos dos: Lorena y yo.

Siempre estábamos juntas, era la única persona que no me traicionó, ella si era hermosa y chic, la adoraba…

Hoy, cuando hablaba con Lorena se me acercó una mina y me dijo: eres muy looser, hablas todo el día con el espejo, vas a todos lugares con él, y más encima lo llamas Lorena… mírate, estás sola….

Primer Lugar - 2010Categoría Enseñanza Media

Nicolle Mansilla

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− ¿Qué se yo?− Mucho tienes que saber. ¡Tú tenías que guardarla!− Ya te dije, mil y una vez, que lo puse ahí, en ese cajón en donde estás revisando.− Y yo te digo que ya he buscado, mil y una vez, en este estúpido cajón y no la encuentro. Tú vas a tener que explicárselo.

Fito se fue, dejando sólo el eco del portazo como rastro de su paso por aquel lugar. Guille se volvió a recostar en el sofá y se cubrió con el mantel a cuadros de la mesa, pues el ánimo y la resaca no le daban para levantarse a buscar una frazada.

La noche anterior había sido bastante intensa, no como la mayoría de las noches en Dejavu. Muchas personas, mucho alcohol y por supuesto, mucha tentación. El negocio había estado como nunca antes. Era la primera vez que vendían toda la mercancía tan rápidamente. Fito y Guille estaban contentísimos, pues sabían que “El Jefe” les daría una muy buena recompensa. Por lo mismo, Guille se antepuso a la situación y se recompensó a sí mismo con innumerables “shots” de tequila que, sin darse cuenta en ese momento, le traerían varios problemas a la mañana siguiente.

Entre un vaso y otro, un hombre se le acercó a Guille en la barra. Éste no pasaba los treinta años, vestía de negro de pies a cabeza y su actitud era algo extraña. Actuaba como si quisiera algo de Guille, pero ninguna palabra salía de su boca, tan sólo sus profundos ojos lo observaban atentamente. Finalmente, luego de unos diez minutos, el misterioso hombre se paró y cautelosamente dejó un sobre en el bolsillo de la chaqueta de Guille. Antes de irse le tocó el hombro y le dijo al oído:

− Revisa tu bolsillo. Ten cuidado.

Guille estaba sorprendido, y algo asustado. Como la curiosidad estaba que lo mataba, se fue rápidamente al baño y sacó el sobre, algo arrugado pero completamente sellado. Guille lo abrió sin delicadeza alguna y vio que adentro había una nota y un sobre blanco aún más pequeño. Se imaginó de qué podía tratarse todo esto, pero aún sentía curiosidad. Sacó primero la nota:

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“Entrega 18:00 hrs. Casa 03, calle Buenaventura. No le quiten un ojo de encima, vale millones. Pago el mismo día, donde siempre y a la hora de siempre.” Los ojos de Guille se quedaron pegados en la palabra “millones”, pues “El Jefe” siempre les pagaba bien por los encargos, pero nunca antes les había hablado de millones. Guille estaba tan ansioso que rápidamente guardó todo en su bolsillo y salió del baño en busca de Fito. Cuando por fin lo encontró, Fito estaba en la barra con unas chicas. Guille los interrumpió y le dijo a Fito que debía contarle algo muy importante.

− Te tengo una excelente noticia, no vas a creer...− ¡Dilo ya!, ¿no ves que estoy ocupado?− O.K., pero vamos a hablar por allá. Es algo más bien priv...

Guille no alcanzó a terminar la frase ya que Fito se paró, lo agarró de un brazo y lo llevó a la otra esquina del lugar. Fito estaba molesto pues Guille siempre se aparecía en los momentos menos indicados.

− ¿Qué quieres? Date prisa que me están esperando. - dijo Fito y luego se volteó y les hizo una seña a las chicas, las cuales le respondieron con sonrisitas. − “El Jefe” quiere que mañana entreguemos esta “canela fina”. - dijo Guille enseñándole el pequeño sobre blanco. Fito lo tomó y lo examinó.− ¿Qué tan fina?− Al parecer vale millones...− ¿Millones? - dijo Fito sorprendidamente, sin dejar de observar el sobre -. Ésta debe ser Metanfetamina o algo así.− ¿Metan qué?− Metanfetamina. Una de las drogas más fuertes, imbécil. − ¡Bah! Que importa, debe estar buenísima porque vale millones, ¡millones para nosotros!− Eso ya lo veremos. ¿Mañana a qué hora dijiste?− 18:00− O.K., te paso a buscar una hora antes.

Fito volvió a la barra en donde lo esperaban las dos chicas, y Guille se quedó en esa esquina pensando. No entendía porque Fito no estaba tan emocionado como él, y porque le había dicho eso de “ya lo veremos”. Al fin se convenció de que Fito seguía molesto por haber tenido que dejar a sus chicas un rato, y que

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mañana se le pasaría. Se fue a sentar en una de las mesas del pub y pidió una Escudo para relajarse. Una y unas cuantas más. Luego de que Fito se fue y él se volvió a acomodar en el sofá, Guille no pudo seguir durmiendo. Se levantó algo alterado, y fue a revisar el cajón en donde había dejado, según él, la droga. Confiaba en que su compañero no la había buscado bien y que allí estaba, de no ser así estaría en gravísimos problemas. Desafortunadamente estaba en aprietos, ni el sobre ni la nota estaban en el cajón. Pálido, Guille buscó desesperadamente en los bolsillos de la chaqueta y del pantalón que había usado la noche anterior, pero encontró nada más que dinero y unos papeles con números telefónicos anotados en ellos. Guille se sentó en el sofá, con ambas manos temblorosas restregándose el rostro, tratando de recordar lo sucedido en el pub. Miró el reloj y eran las 17:47, ya no había caso. Guille tomó su ropa, se vistió y se dispuso a ir a visitar al “Jefe”. Debía enfrentarlo, reconocer su error y prepararse para lo peor.

Por su parte, Fito se encontraba en busca de la calle Buenaventura. Cuando ya se halló en ella, no tardó en ubicar la casa 03. Se bajó de su auto, caminó hacia la puerta y tocó tres veces. Le abrió un hombre alto, de expresión seria y de actitud algo inquieta. Fito le pasó un sobre blanco y pequeño; el hombre le dio a cambio un pesado paquete envuelto en papel café. El hombre entró a su casa y cerró la puerta. Fito dio media vuelta, volvió a su auto y sonrió con perversidad.

Segundo Lugar - 2010Categoría Enseñanza Media

Carolina Muñoz

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Los monstruos no existen todos sabemos eso.

Seres de piel blanda, escaso pelo, frágiles y con una segunda o más capas de piel.Esos seres inexistentes tienen variaciones increíbles. Es imposible que sean reales.Son brutos y ambivalentes, aunque a veces delicados. Pero no importa, porque no existen.

Tienen un cerebro que no de mucho les sirve, pues no escuchan sus emociones.O eso me han dicho.

Mentiras. No existen y ya. Pero…entonces por que los veo en las calles conviviendo entre nosotros. Sonríen y hablan, aman y lloran, fruncen y se enrabian. ¿Por qué nadie reacciona, por qué nadie corre?

Monstruos entre nosotros.

Me aferro a la mano de mi madre, mientras caminamos por una avenida atestada de monstruos. Madre dijo que los monstruos no existen y yo quiero creerlo.

Cierro fuerte mis ojos para bloquear la mirada de estos gigantes sonrientes o malhumorados. Al abrirlos siguen ahí, saludando nos con sus dos ojos de tantos distintos colores.

Los monstruos nos comen, dicen algunos. Trato de mantener la mayor distancia para evitar contacto.

Son cálidos y aman. Gritan y golpean.

Qué monstruos más raros.

Me aferro al brazo de madre, al punto de cargarme. Me mira inquisidora para luego voltear la mirada y seguir caminando.

No tengo miedo los monstruos no existen.

Uno de menor tamaño se me cruza, se parece a mí. ¿Seré un monstruo?

LOS MONSTRUOS NO EXISTEN

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No. No puedo serlo, porque madre me quiere. Aunque dice que me querrá no importa que…

¿Mamá soy un monstruo?Se ríe fríamente y me responde- los monstruos no existen-Lo sabía, no soy un monstruo.

Quiero llorar, de alguna forma siento que sí lo soy. Me miro mis zapatos y luego a mi alrededor. También los llevan. Al igual que pantalones y poleras. Me dan miedo, monstruos o no. He oído lo que le hacen a personas como yo.

Esos monstruos solo deben ser mi imaginación.

Monstruos disfrazados de personas, eso solo se ve en televisión.

Tercer Lugar - 2010Categoría Enseñanza Media

Dahpne Lowenwarter

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Estoy en los juegos Olímpicos de Gimnasia Artistica en Londres 2012. Una jueza me llama, pues ya es mi turno en paralelas, estaba en las finales. Muy nerviosa empecé mi rutina; la había practicado tanto tiempo y era mi momento...

¡PERFECTA! Terminé mi participación demasiado feliz y esperé por mi puntaje. Fue un 16.75, era una muy buena y alta marcación; mi entrenador me abrazó. Hasta ese momento estaba en el primer lugar en paralelas. Empecé a mirar a las otras gimnastas. Nastia Liuikin, la mejor de los últimos tiempos era la última en pasar, pero yo todavía estaba en primer lugar, y sabía que Nastia era una muy buena, especialmente en paralelas. Cuando terminó su serie la felicité. Estaba esperando por su puntaje, sacó un 16.81. Shawn Johnson, otra muy buena gimnasta, estaba en el tercer lugar en paralela, Nastia Liukin estaba en el primer lugar, y yo estaba en el segundo lugar, muy muy contenta por mi desempeño y porque era la primera vez que mi puntaje estaba dentro de los mejores. Mi alegría era enorme, casi indescriptible.

Ahora venía Viga. Yo siempre me pongo muy nerviosa en Viga, es un aparato difícil, de mucha concentración y además, lo malo era que competía en último lugar, lo que significaba esperar mucho por mi turno. Decidí solo pensar positivamente y disfrutar el momento que estaba viviendo. Las gimnastas eran muy buenas, pero yo también lo era…

Antes de que yo pasara, fue el turno de Shawn Johnson, su rutina era segura con un alto puntaje de partida muchos ejercicios de gran dificultad y además era muy elegante. Ahora era el mío, mi rutina fue muy buena, segura y bonita, pero había tenido un gran desequilibrio. Igual salí feliz de Viga, pero no tanto como en paralela. Mostraron los puntajes y quedé en el tercer lugar, estaba muy feliz y mi entrenador también. Los puntajes en viga fueron: en primer lugar estaba Shawn Johnson, en el segundo lugar estaba Nastia Liukin y en el tercer lugar estaba yo.

Sueño con Sueños

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Ahora era tiempo de pasar en Suelo, mi rutina era segura, linda, elegante. Me tocó competir en segundo lugar. Cuando mi música comenzó, pensé muchas cosas, estaba ahí frente a todo esa gente, cuantas veces lo vi de afuera y soñé con ese momento, tenía que dar lo mejor de mí. Mis saltos eran muy buenos y elegantes, mis dificultades eran de alto puntaje con unas perfectas caídas. Cuando terminé mi rutina lo único que escuchaba eran gritos, aplausos, lo único que veía eran carteles diciendo “¡Vamos Maca!” y muchas otras cosas para mí y para las demás gimnastas. Salí del Suelo saltando de alegría, corrí hacia mis entrenadores, me abrazaron muy fuerte, como nunca lo habían hecho antes.

Estaba esperando mi puntaje, cuando entre todo el griterío de personas, escuché una voz conocida, demasiado conocida para ser verdad, me estaba llamando desde las graderías. Era la voz de mi mamá, que me estaba diciendo:

¡Maca! Levántate, te quedaste dormida, te tienes que ir a entrenamiento… ¡Maca!

Cuando desperté dije:

¡¡¡¡¡NOOOOOO!!!! ¡Nunca podré saber mi puntaje y qué lugar saqué en Suelo! …Todo realmente era un sueño…

Tuve que explicar a mi mamá el motivo de mi grito, ella se apenó de haberme despertado, le dije que no se preocupara, que el sueño había sido genial.

Pero saben fue el mejor sueño que he tenido, fue tan real… de verdad creo que los sueños se pueden hacer realidad, si lo quieres demasiado y trabajas por ellos…ojalá nadie deje de soñar.

Primer Lugar - 2010Categoría Séptimos y Octavos

Macarena Ilic

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Despierto temprano un día viernes pensando, en cómo me va a ir en la disertación de Historia, voy a arriba a la cocina y está mi mamá haciéndome mi lonchera.- Hijo ¿quieres jugo o bebida?- Bebida - respondo- mientras me preparo un sándwich de salame, vierto capuchino frío en un vaso y bajo a mi pieza. Enciendo la tele y empiezo a comer, termino y voy al baño, mientras tomo la ducha memorizo el aspecto político de los mayas, me seco, me visto y me voy al colegio.

En el trayecto veo a un quiltro parado en una esquina que me mira y me saluda con la pata, yo me restriego los ojos con las mangas para ver si estoy alucinando, y no, seguía saludándome con la pata y yo digo: -¡Mamá, oye mira, el perro me saludó.- Ella mira para el lado y el quiltro estaba limpiándose sus partes privadas y mamá se echa reír.

Al llegar al colegio me estaban esperando mis compañeros de disertación. Trrrrrriiiiiiiiiiin suena el timbre de entrada, somos los primeros en disertar.- ¿Estudiaste? Me dice Juan- Si ¿y tú?.- Más o menos es que me sé esta materia desde hace tiempo.- ¿y tu Marcial?.- digo yo- Ree’ poco.- “Niños basta de conversas y empiecen”, dice la profe.

Mientras expongo, recuerdo cuando leía las páginas del libro de Historia; tanto estudié, que veía en mi mente lo que estaba escrito en él. Cuando terminé de disertar, le tocaba a Juan. Él lo hacía fluida y tranquilamente, mientras mi compañero exponía, Marcial empezaba a mover las piernas como si tuviera ganas de hacer “pichí’’.

- “Profe’’.- dice Marcial.- ¿Qué pasa Marcial ?- Quiero ir al baño.- ¡Pero Marcial pensaba que iba a añadir algo e interrumpe para ir al baño!.- ‘’Profe’,’ por favor.- Bueno, pero rápido.- Gracias.- cuando Marcial salió de la sala de clases todos nos empezamos a reír, menos la ‘’profe’’.Marcial entró a la sala y empezó a disertar, sin ningún problema aunque algunas veces se le olvidaba y miraba para arriba. Terminamos de disertar después teníamos otras

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tres clases más y después a la casa.

Cuando llegué a casa almorcé y vi tele, tiririririn tiriririn suena mi celular era mi amigo Nico.- Aló ¿Oscar?.- Sí, soy yo ¿Qué pasa ?.- Me regalaron un perro ¿Quieres venir a verlo?.- ‘’Oka’’ voy volando.Me pongo las zapatillas, un poleron y voy a la casa de Nico. Pum pum puum toco la puerta, me abre la mamá de Nico.-Hola Oscar, pasa.-Hola ‘’tía’’.Entro y Nico me dice:- ¡Oscar ven, estoy acá!.Voy, me sorprendo y me pongo a reír, era el mismo perro que me saludó en la mañana.- Este perro me saludó en la mañana.- digo yo- Jajajajajja, ¿Te saludó?, ¿Cómo? Es imposible- ¡En serio… me saludó con la pata!- Ya Oscar, sí como quieras.Me siento en una silla de playa que tiene Nico y el perro se sienta en la silla conmigo, le empiezo a hacer cariño en el cuello y empieza a mover su pata. Me daba risa un diente que le sobresalía de la mandíbula, de repente estiro la mano y el perro me pone su pata, me quedo impresionado y digo:- Nico, mira el perro me dio la pata- ¿A ver?.- Nico extiende la mano, el perro lo mira y le lame la mano. Yo quedo ‘’Plop’’.- Pero si me la dio, me dio la pata.- por un momento pensé que estaba loco, tal vez el perro me quería molestar, pero es ilógico.- ¿Tiene nombre?.- digo yo.- No, aún no se me ocurre ninguno.- Beto, ése será su nombre.- digo yo.- ¿Beto? Buen nombre.

Después de ir a casa de Nico, fui a mi casa a jugar videojuegos en mi notebook. Mientras jugaba me sonaba el estómago, tenía mucha hambre y decidí ir a comprarme algo al Mc’ Donalds. Cuando iba bajando de mi casa a comprarme el sándwich sentía que alguien me perseguía, miré hacia tras, estaba Beto sentado , ladró, se paró en dos patitas y me saludó.

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Beto ¿Qué haces aquí? Deberías estar en casa de Nico, te llevaré.- Lo tomo en brazos y lo llevo a su casa, toco la puerta, me abre Nico.

- Mira quién se arrancó.- digo yo- ¿Cómo? Es imposible, si tenía la puerta cerrada, gracias Oscar.- De nada, chao, me tengo que ir.- tomé una ‘’micro’’, me bajé en el Mc Donals, compré mi sándwich y me fui a mi casa. Me comí el sándwich y me acosté a dormir.

Después de un mes, la mamá de Nico dijo que Beto tenía un tumor y que había que sacrificarlo, mi mamá dijo que no, que nosotros lo íbamos a cuidar y a llevarlo al veterinario. Yo mismo lo revisé y no tenía ningún tumor, no lloraba, no se quejaba, corría y saltaba. Así que al poco tiempo decidí enseñarle trucos, cogí unas galletas de mantequilla y salí al patio.

-¡Beto, Beto venga!.- Vino a mí y le dije “¡sit!”, se sentó y lo premié con una galleta.- Hazte el muerto.- se echó al suelo, estiró las patas y me miró, con mis dedos hice una pistola, apunté a Beto, dije ¡Pum! Y él cerró los ojos, nuevamente lo premié con otra galleta. Me quedé impresionado porque es imposible que un cachorro aprenda trucos tan rápido, me aburrí de enseñarle gracias y decidí entrar. Cuando abrí la puerta Beto ladró, se echó al suelo y movió las patas, yo entré a mi casa y bajé a mi pieza. Se me cayó el celular y en el momento en que lo iba a recoger miré hacia el frente y estaba Beto, ‘’¡Guau!’’ ladró, me puse a reír, me senté en el sofá y empecé a jugar videojuegos. Después de dos horas, Beto empezó a ladrarme, ¿tienes hambre?, movió las patitas y ladro. Salí de mi pieza cogí un plato y eché comida para perro, empezó a comer, me devolví a mi pieza, me senté en mi sofá a descansar.

Después de varios meses con mi perro Beto, empezamos a consolidar nuestra buena amistad, cada vez que regresaba de la escuela él, me recibía con una gracia, trotábamos por la playa, jugábamos con una pelota que rechina, le daba algunas comidas que no me gustaban y me acompañaba andar en bici al cerro, lo bueno que él no necesitaba correa, se sabía el camino de memoria a mi casa. Pero no todo ha sido tan fantástico.

He recibido amenazas de muerte por parte de las vecinas de mi calle, porque Beto ladraba y algunas veces mordía el tobillo de las personas. Hoy escuché a Beto ladrar, fui y vi que Beto le había mordido el tobillo a una nana, me mostré y tenía una herida con sangre.

- Niño, usted me tiene que curar, aquí me duele mucho.

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- Altiro le traigo algodón y alcohol.

Entré a mi casa cogí el botiquín de primeros auxilios, le pasé un algodón una gaza y un parche curita. Se curó y se fue. Beto fue castigado y debió estar encerrado hasta el otro día.

Pasó un año y la misma historia, reclamos, amenazas de muerte y quejas. Con mi padrastro decidimos poner una malla en la reja porque nuestro Beto era tan flaquito que pasaba por entremedio, la fuimos a comprar, pero no la pusimos porque primero tenían arreglar la reja porque estaba mala.

Después de unos meses, un día jueves Beto desapareció, lo buscaba por todos lados, pero no lo encontraba, estaba muy preocupado. A la mañana siguiente abrí la puerta de mi casa y tampoco estaba, tuve clases en la mañana y salía a las dos; en la mañana de ese mismo día estaba triste y preocupado. Recuerdo que mis compañeros hablaban de la ‘’World Cup’’ del colegio, de la formación del equipo, de quién entraba de titular o de banca.

Tocó el timbre de salida, me vino a buscar mi padrastro, le pregunté si habían encontrado a mi Beto y dijo que no. Llegamos a la casa y el perro no estaba, mi padrastro dijo que le iba a preguntar a la mi nana. Mi mamá y yo decidimos ir a buscarlo donde los constructores que estaban unas calles más allá, pero estábamos en eso cuando mi padrastro nos hizo una seña del otro lado de la calle, vamos…

- Oscar, la nana dice que Beto, está en la Av. Argentina muerto.- Yo miré a mi mamá y me fui corriendo a mi habitación, me eché en mi cama a llorar. Después de unos cinco minutos llegaron dos amigos míos Esteban y ‘’Nano’’. Subí por las escaleras, salí al ante jardín y vi a Beto en una bolsa de basura en mi camioneta, abrí la bolsa, y le empecé a hacer cariño mientras una lagrima corría por mi mejilla, le traté de cerrar sus ojitos, pero no pude.- ¿Tú vas a enterrarlo? - preguntó mi mamá.- Sí- le dije.

Fui a buscar la pala y empecé a cavar un hoyo, cuanto terminé, puse a Beto ahí, lo tapé con tierra, me sequé las lágrimas y me encaminé a mi casa; fui a mi pieza y empecé a recordar todos los momentos que pasé con mi querido perro Beto.

Segundo Lugar - 2010Categoría Séptimos y Octavos

Oscar Veas

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Trauma. Me está acechando, y yo sé que quiere venganza. Mi nombre es Franco y estoy bajo un trauma que ni yo puedo comprender. Mi novia murió hace unos días, no por una enfermedad, no porque se suicidó, sino porque yo la maté. Fue todo tan rápido, pasé de ser un hombre feliz con su novia a un asesino que ahora es carcomido por la culpa. Antes de que esto pasara ella y yo éramos una pareja simple y común. Llevábamos dos años pololeando. Su nombre era Claudia. Era una chica hermosa, pelo rubio, ojos azules y estaba en buena forma. Nos conocimos en la fiesta de un amigo. Empezamos a salir juntos hasta que le pedí pololeo y me dijo que sí. Un día estábamos en mi casa y comenzamos a discutir. Dijo que me había visto con otra mujer. Discutimos hasta que se volvió una pelea y luego agarré un cuchillo que estaba en la mesa frente a mí y la ataqué con él. Mientras éste se acercaba ella gritaba, hasta que enterré el cuchillo en su corazón y no gritó más. En ese momento me di cuenta de lo horrible que había hecho, matéa la mujer que amaba. Pocos saben sobre esto, las autoridades piensan que ella ha sido secuestrada. Yo sé que ella aún no ha dejado este mundo y me está buscando, acechándome, poniéndome bajo un miedo tan grande que solo alguien que por poco escapó a la muerte comprendería. El único lugar donde me siento seguro es donde haya varias personas, pues ella sabe que no se puede mostrar en público. Yo sé que tarde o temprano ella va a actuar, la pregunta es ¿Cuándo? Hay varias noches en las que veo su espíritu. Está solo ahí, flotando y diciendo cosas como “¿Por qué lo hiciste?” o “Yo obtendré mi venganza”. Son noches como esas las que me hacen pensar ¿Qué puedo hacer para detener esto? Y la única respuesta que me viene a la mente es la muerte. Estoy escribiendo esta confesión para que todos sepan lo que pasaba conmigo, y el miedo por el que estaba viviendo. Ahora yo sé que la única forma de detener este sufrimiento es dejar que el diablo me lleve al infierno, y sufrir el castigo que me merezco.

Tercer Lugar - 2010Categoría Séptimos y Octavos

Joaquín Dubó

Paranoia Amorosa

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Era una niña alta, eso estaba claro, tan alta que parecía incómoda. Sentada con sus piernas cruzadas y expresión altanera, o tan altanera como se puede ser cuando se esquiva la mirada. Por su conducta tengo el presentimiento de que evitara toda visible incomodidad. La carta del ignorante atrevido me parece la más indicada. Con las piernas separadas y de lo más relajada aventuro: “Hay muchos cuadros aquí, ¿los pintaste tú?” Con gestos de disgusto masculla un “¿Tú qué crees?” Ignoro su antipatía y prosigo. “Se ve que contienen bastante dedicación, y por tu ficha calzaría con tu personalidad descrita.” La amargura pareciera habérsele evaporado de sus facciones, y así, con un tono más a gusto accedió a mi comentario. “Aún así no fui yo quien las pintó, fue mi madre.”

“¿Madre?” Las sílabas se me enredan, hace mucho que no las pronuncio en voz alta. Suspiro, eso no va al caso. Desvío mi atención a la entrevistada y ésta abriéndose a mí. “Gran pintora, no es reconocida pero ha pintado cuadros en exposición. Verá…”Me bloqué, no la puedo seguir escuchando. Se supone que la estoy entrevistando, a la mejor… ¿Qué es ella? Actriz, modelo, pintora, radio-taxista, ya no me acuerdo. Al parecer quedo muda, pues sus labios se mueven pero no le entiendo ni una palabra. De momentos me alegro de haber puesto la grabadora, o si no estoy segura que me despiden. Esto es lo que adoro de mi carrera: haces preguntas y mantienes a la persona hablando. Sus voces interminables un arrullo a tus nervios. Los problemas ajenos a la conversación se evaporan.

Mi madre, supongo que ella también podría denominarse una gran pintora. Desde sus comienzos le ofrecían comprar sus pinturas. Todo ese dinero… Asiento a mi entrevistada y dibujo a mano alzada garabatos en mi libreta de apuntes. Sus pinturas eran tan detallistas y reales que las visitas preguntaban si eran fotografías. Aún lo hacen. No fue hasta más tarde que entendí porqué rehusó venderlos, a pesar de los montos ofrecidos. Sus cuadros me pertenecen ahora, cubriendo todas las paredes de mi casa, casi no dejando entrever la pintura de estas.

Mi madre falleció. No es necesario explicarlo, sin embargo eso no cambia nada, ya es pasado, no hay nada que hacerle. Ya lo superé. Ya lo superé…

Alzo la nariz para evitar que las lágrimas resbalen. Hace bastante que la entrevista finiquitó. Me encuentro en la comodidad de mi casa, sentada apoyándome contra la pared de la escalera.

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Mi madre… acaricio el bastidor sobre mi regazo mientras sonrío con ojos húmedos. Unto mis dedos en pintura un escalón arriba. Excelente pintura, no de marca, no obstante las más hermosas. Son mezclas de pinturas que guardó mi madre en frascos de mayonesa. El fuerte olor a pintura era su perfume favorito. Imposible bloquear sus memorias. Cada frasco que abro desata una emoción distinta en mí. Con un dedo goteando de pintura toco mi mejilla. Secándose rápido puedo sentir una cáscara sobre mi piel. Una mancha trisada, quebrándose cada vez que se expande mi sonrisa.

Los cuadros a mi alrededor son contenidos por sus marcos, los únicos que evitan que se desborden y revienten como olas contra la realidad. Enamorada de sus cuadros, hizo lo posible por tenerlos siempre a su lado. Se pasaba horas y horas ensimismada, sumergida en un cuadro. En estas situaciones me acercaba sigilosamente, intentando que aún sin hacer ruido notara mi presencia. Solo para cuando rozaba su brazo se percataba de mi compañía. Me hacía sentar sobre su regazo y relataba el origen de esa pintura. Me lo podía contar mil veces, y lo hacía, pero a mis oídos siempre fue como la primera. Sentada tan cerca suyo, mis brazos aferrados a ella, pero mi mente de niña solo registraba su voz sin palabras mientras acariciaba mis cabellos.

Sentada en la escalera con el cuadro aún no acabado alzo la mirada recorriendo con ella los mundos contenidos colgando de las paredes. Dejo el bastidor a un lado para dejarlo secar y me aproximo a un marco vacío colgado en una muralla. La luz que entra por las ventanas hace destellar el marco. Ella forjó el marco a mano. Detalle por detalle. Solía albergar un cuadro muy particular, el cual ella nunca miraba a menos que me tuviese a su lado. Mi madre decía que cada uno de sus cuadros era un pedazo de su ser, sin embargo éste siempre estaría vacío hasta el momento que yo me posara frente a él. “Nunca lo olvides”, me decía sosteniéndome entre sus cálidos brazos, “eres un pedazo de mi corazón, el más hermoso; mi obra maestra”. Sin desviar la mirada de su obra sonreía atenta a las dos figuras abrazadas que nos sostenían la mirada. Figuras que crecían a la par de nosotros a través de los años.

Estimando que la pintura ya debe haberse secado vuelvo a mi asiento original. Con dedos temblorosos sonrío a mi primera y única obra terminada. La sostengo de un costado, y me dirijo al marco ya antes mencionado. Así estará contenido, impidiendo su desborde y colapso contra este mundo. Me poso erguida ante el mismo marco ante el cual he posado a lo largo de toda mi vida. Al descolgarlo le encajo el cuadro, para después devolverlo a su sitio. Con la yema de mis dedos acaricio este nuevo cuadro y sonrío nostálgicamente. Dos figuras no muy bien pintadas me sonríen del otro lado del marco.

Primer Lugar - 2011Categoría Enseñanza Media

Daphne Lowenwarter

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Faltaba solo una semana para mi viaje a Nueva York estaba nerviosa, pero más que todo ansiosa quería que el día llegara rápido, pero al mismo tiempo no quería que acabara nunca, algo me decía que este viaje sería diferente.. quería que fuera diferente, y estaba dispuesta a hacer todo lo posible para que así fuera. Iría con Francisca y Jacinta mis dos amigas de la infancia, con quien hace once meses habíamos realizado este mismo viaje con el mismo propósito, solo que no pudimos cumplirlo del todo, esta vez estábamos seguras que cumpliríamos nuestro sueño que para muchos sería una más de nuestras locuras.

Josefina con quien me había hecho amiga hace un año se había movido de cuidad justamente a Nueva York, nos quedaríamos en su casa y viviríamos las cuatro esta experiencia. Hace meses que lo veníamos planeando, desde el momento que uno de los integrantes de nuestra banda favorita anunciaba su tour. Fue difícil conseguir el permiso ya que tendríamos que viajar y esta vez iríamos solas, no podíamos echar a perder una oportunidad como ésta ni tampoco la confianza de nuestros papás, porque, en caso contrario, nunca volveríamos a tener una aventura como la que viviríamos.

--- ¿Te llego el mail? Era la típica pregunta que venía recibiendo cada vez que faltaba menos para el concierto, la mayoría eran en tono burlesco, nadie entendía para que concursaba si las posibilidades de ganar eran una en un millón, pero para mis amigas y para mí era lo mejor que nos podría pasar y no perdíamos nada concursando, era nuestro sueño y haríamos todo lo posible por cumplirlo.

Estaba sola en mi pieza había un silencio enorme hasta que mi celular interrumpió mis pensamientos era mi mejor amiga, Agustina.

-¡Faltan 3 días! ¿Estás emocionada? – dijo Agustina chillando.

- Sí – respondí con un tono no muy convincente.

- Te llegó… el mail? – dudo un poco en formular la pregunta que yo tanto deseaba no oír.

- No,... no me ha llegado aún – contesté muy cortante y le colgué, dejé mi celular en la mesita de luz, pero antes lo apagué, porque no quería hablar con nadie más y de paso también corté todo lo que me pudiera recordar al concurso, estaba frustrada, me había ilusionado y mucho.

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Estábamos en la sala de espera, ya habíamos hecho el check in, solo faltaba que nos llamaran y abordáramos nuestro vuelo hacia Nueva York, aun no anunciaban la ganadora del concurso, pero aunque no ganáramos haríamos absolutamente todo lo posible para conocerlo, no habíamos hecho todo este viaje por nada.

- Queridos pasajeros hemos llegado a la cuidad de Nueva York, por favor manténganse en sus asientos hasta que el avión se detenga por completo – dijo la azafata.

Nos bajamos rápidamente y fuimos directo a buscar nuestras maletas, luego nos acercamos a un guardia le preguntamos si el vuelo de nuestro artista ya había llegado, sabíamos que llegaba el mismo día, pero no la hora, nos miró por unos segundos y nos dijo, yo no debería darles esta información, pero el vuelo acaba de llegar están arreglando su salida hay muchas fans esperándolo afuera... esas palabras dieron vuelta en mi cabeza por unos minutos, no podía procesarlo, se me revolvió el estómago no podía creer que estaba en el mismo lugar que él, ¿habría sido el destino? solo me di cuenta que Jacinta estaba llorando.. el amable señor se dio cuenta de su reacción y nos dijo síganme, lo seguimos no sabíamos a donde íbamos hasta que paramos y vimos muchos instrumentos, había mucha gente y algunos de ellos reconocimos, como la banda telonera, pero él no estaba.

Pueden quedarse aquí un momento, yo iré a hablar con los chicos haber si se pueden acercar – dijo el guardia.

No lo podíamos creer, sacamos nuestras cámaras, y hojas para que nos autografiaran, dejamos las maletas a un lado y nos quedamos en silencio. Vimos como los chicos accedieron de inmediato, nos hicieron una seña para que nos acercáramos.

- Hola – dijeron al unísono los cuatro

- Hoooo..laaa.. – tartamudeamos las tres, estábamos nerviosas, pero solo al principio, estuvimos unos minutos hablando, ellos hicieron que todo fuera mucho mas fácil, eran muy simpáticos y agradables.

- Les gustaría entrar a la prueba de sonido? – nos preguntó uno de la banda.

Entrar a la prueba de sonido, también era un sueño, muy pocas personas tenían el derecho de entrar, les respondimos que sí de inmediato, anotaron nuestros nombres y pusimos también a Josefina, estábamos en la lista, y nos volveríamos a ver mañana, nos despedimos y les agradecimos por todo, antes nos sacamos fotos y nos autografiaron.

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Me acerqué a uno de los chicos, muy discretamente le pregunté donde estaba él, no me respondió solo llamó a uno de sus guardaespaldas, le susurró algo al oído y otra vez nos decían que los siguiéramos, no entendía nada, solo lo seguimos, bajamos una escaleras blancas en forma de espiral, llegamos a un subterráneo, había estado muchas veces en ese aeropuerto pero jamás había visto ese lugar, llegamos y ahí estaba él junto a dos guardaespaldas más, se estaban subiendo al vehículo, miré al guardaespaldas que estaba con nosotras él solo asintió. Grité su nombre para que no siguiera subiéndose, pero ya estaba adentro, abrió la puerta, se bajó y vino caminando hacia nosotras con su perfecta sonrisa, se acercó nos saludó a las tres, le contamos que iríamos al concierto y que estaríamos en la prueba de sonido, nos autografió y nos sacamos fotos, él era realmente increíble, luego llegó uno de sus guardaespaldas a decirle que se hacía tarde y tenían que irse. Nos despedimos, le di un abrazo y le dije los sueños si se cumplen, y me contestó, sí, siempre que luches por ellos. Se fue y ahí estábamos las tres lo acabábamos de conocer, fuimos las únicas que pudimos estar con él en el aeropuerto, nuestro sueño se acababa de cumplir y nuestra aventura recién comenzaba, lo mejor estaba por venir, estaba muy agradecida de todas las personas que nos ayudaron a conseguir esto, sin ellos nada de esto hubiera ocurrido. Prendí mi celular, al prenderlo me llegaron muchas notificaciones, empecé a verlas una por una, hasta que llegué a una que decía CONCURSO, al seguir leyendo, se me cayó el celular de las manos, y me senté en la escalera, estaba en shock. Mis amigas tomaron mi celular y comenzaron a gritar, Sí, era el mail, el que tanto deseábamos que nos llegara, decía felicitaciones “has sido una de las ganadoras del meet&greet”; tendríamos la oportunidad de entrar y estar nuevamente con él. No podía pedir nada más, tenía todo lo que alguna vez imaginé e incluso más.

Segunda Lugar - 2011Categoría Enseñanza Media

Ivania Mery

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Sé que no era yo , ni siquiera nos parecíamos, yo no me recordaba al menos de esa forma... Ese reflejo me asustaba cada vez más, y aunque tenía mucha gente a mi lado para ayudarme, nunca quise darme ayuda yo misma.Todo comenzó cuando veía revistas en mi cuarto, estaba sola mirando algunas de las prendas hermosas, cuando en vez de enforcarme en las prendas , me enfoqué en las perfectas mujeres que las traían, me comencé a preguntar ¿ Por qué yo no soy así ?, sin encontrar respuesta alguna comenzó mi infierno... Mis amigas decían que yo estaba muy bien , pero... ¿Será verdad? ¿O solo lo dicen para hacerme sentir bien? , mis respuestas fueron claro que no es verdad, ellas son mis amigas nunca dirían mis defectos, y si estoy tan bien ¿ Por qué no he logrado encontrar un novio ? Un novio como los de las mujeres con cuerpos esculturales..Desde ese día que decidí poner una meta, un cambio en mi vida. Las comidas por supuesto comenzaron a ser invisibles, y aunque mi cuerpo lo pidiera, ni un solo rastro de comida había en mi boca.Todos comenzaron a preocuparse, según ellos yo cada vez bajaba más de peso. Los comentarios que siempre escuchaba de mis amigas era, estás mucho más delgada! yo les agradecía sus gestos , pero mi mente seguía insistiendo en que ellas me mentían , y que solo lo hacían para ayudarme , y digo ayudarme ahora , pero en ese momento me preguntaba por qué lo hacen... Solo quieren dañarme, solo están celosas de mi... Comencé a ver a todos como enemigos, todos envidiaban mi figura que según yo cada vez se ponía mejor, todos envidiaban mi nuevo aspecto, por esa razón me alejé de todos mis amigos y amigas, después de todo, yo no los necesitaba , mi cuerpo y mi alma estaban muy bien sin ellos.Pasaron los días, los meses, el tiempo en general y todo comenzó a ser un caos, mi familia peleaba conmigo cada vez que teníamos que comer, mis “amigas” no me dejaban estar sola cuando era la hora del almuerzo... Afortunadamente en mi casa existía mi perro Simón, el cual disfrutaba mi comida mucho más que yo... En fin todos pensaban que yo tenía algún problema , pero yo me sentía bien sin consumir nada , o al menos sin comer “ más de lo necesario “ .Mi mamá que siempre exageraba las cosas quiso llevarme a un doctor, quien comenzó a explicarme mi problema, pero yo no le daba mayor importancia , había conseguido lo que quería sin ayuda de él , estaba más delgada aunque aún me faltaban algunos detalles , pero la gente comenzaba a mirarme en la calle cuando caminaba y mis amigas las envidiosas solo querían que yo comiera en exceso para volverme gorda y dejar mi hermosa figura.

Alguien parecida a mí....

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Un día mi cuerpo me pedía comida, pero yo no lo aceptaba, no podía comer nada hasta el próximo día... Cuando de repente me miré al espejo, la figura de la persona que yo siempre veía no era así, estaba horrible, muy flaca, pálida y definitivamente no me veía ni parecida a la que yo pensaba que era... Entonces me dije, bienvenida al mundo de la anorexia...

Tercer Lugar - 2011Categoría Enseñanza Media

Valentina Tabilo

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28 de mayo… estaba en mi computador en facebook como siempre, revisando los comentarios de mis amigos, fotos y notificaciones cuando de repente me llegó una solicitud de amistad; un niño que no conocía, era de otra cuidad. La distancia no era tan lejos, pues yo soy de Santiago y el era de Viña del Mar, lo acepté sin saber lo que ocurriría después…Le mandé un inbox, mensajes internos, le pregunté por qué me había agregado; me dijo que tal vez me conocía, le pregunté su edad: tenía 16, nos llevamos por dos; yo tengo 14, me pidió mi Messenger y se lo mandé… Después empezamos a conocernos: sabía sobre su familia, sus amigos y sus gustos; siempre hablábamos, nunca nos aburríamos. Para mí siempre fue un juego, por lo que nunca le pregunté realmente qué pensaba de mí, hasta que me dijo que…. le encantaba hablar conmigo…Después de comunicarnos durante un mes, intercambiamos teléfonos. Hablábamos por horas en el celular, nos mandábamos mensajes todo el día; siempre me decía que me quería mucho, que quería conocerme, que le encantaba hablar conmigo y… yo también comencé a tenerle cariño.Llevábamos mucho tiempo hablando sin conocernos en persona, me gusta mucho su forma de ser, como me trataba, sus publicaciones en mi muro eran muy tiernas; siempre tuve mucho cuidado, nunca le dije nada que no debiera decirle, me gustaba, pero siempre tuve miedo de que él demostrase ser una persona que no fuera o que no era. Mi mejor amiga me decía que quizás era tonto lo que pensaba, siempre hablaba de él con la esperanza de algún día nos pudiéramos conocer en persona y quizá pasar a algo más de la amistad que teníamos; pero lo malo es que cada vez que veía su muro me daba rabia, siempre tenía posteos de niñas y a veces pensaba que yo era una más de ellas y a que a todas les decía lo mismo.Un día me contó que venía a Santiago con unos amigos al departamento de su hermana que vivía aquí, me puse muy contenta ¡por fin nos podíamos ver las caras en vivo y en directo! porque otras veces que lo he visto ha sido sólo por cámara web: siempre nos veíamos, hablábamos por mucho rato, nos reíamos y cantábamos.Por fin llegó el día, lo recuerdo muy bien, era 28 de noviembre nos pusimos de acuerdo en que nos encontraríamos en el mall .Pensé todo el día en qué pasaría ese día, si él quizás sentía lo mismo que yo, qué pensaría de mí, tan solo saber que me encontraría con él me ponía los pelos de punta.

Enamorada, pero sin conocerlo

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Faltaba una hora, estaba más que nerviosa; llegó el momento eran las 16:30 hrs. y estaba sentada donde dijimos que nos íbamos a encontrar. Vi que de lejos que estaba con un gorro, una polera morada y pantalones negros. Era él, llegó y me saludó. Pasaron sólo diez quien minutos para darme cuenta de que no era él quien solía ser a través del computador: era una persona distinta, completamente otra; era raro… pensé que quizás me quería hacer daño o quizás solo era así, lo único que hice fue llamar a mi mamá. Me fue a buscar, a él le dije que me habían llamado de emergencia. No era lo que yo esperaba, llegué a mi casa, lo eliminé de mis contactos y nunca más supe de él.

Primer Lugar - 2011Categoría Séptimos y Octavos

Camila Urrutia

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Era una noche fría, el viento soplaba muy fuerte haciéndome estremecer. La pequeña cueva en donde me encontraba estaba cubierta de nieve y en el techo colgaban pequeñas estalactitas, haciendo que el lugar tuviera un aspecto más tenebroso. Me acurruqué contra una roca para poder calentarme. Podía sentir a los perros salvajes cerca, pero no había motivo por el que preocuparse. Había estado todo el día corriendo, pero después de tanto tiempo haciéndolo mi cuerpo estaba acostumbrado a correr. No podía conciliar el sueño. En la oscuridad se oyó un pequeño gimoteo haciendo que mi mente me trajera muchos recuerdos...¡Mamá, yo no quiero que me traigan la comida!-dije reusándome a comer, aunque sabía que al final el hambre me vencería-Yo podría conseguir mi propia comida.-Tú y tus locuras-dijo mi madre con un suspiro-con el tiempo se te va a pasar.No era la primera vez que había mostrado mi deseo de ser libre con mi madre, pero sabía de sobra que ella no compartía mi opinión, aún así no ocultaba mi deseo frente a ella. Yo no quería vivir en un pueblo, lo que quería era vivir en un bosque y correr, ser libre. Yo ya tenía todo planeado, esa misma noche me iba a escapar. Los que tenían el mismo sueño que yo estaban detrás de la montaña, así que planeaba escalarla para llegar. No iba a ser un camino fácil pero iba a valer la pena. Aunque de mala gana iba a tomar el camino más largo de la montaña, lo que significaba más tiempo para cruzar. Ante un camino tan largo iba a necesitar comer, y en el camino largo se encontraba el bosque donde sabía que encontraría buenas presas, aunque no tenía idea sobre como cazar.Esa noche vi mi oportunidad de escapar cuando vi que la puerta estaba junta y no cerrada. Sin pensarlo dos veces Salí corriendo lleno de júbilo, no pare hasta llegar al bosque. No sabía qué tenía que hacer ahora por lo que simplemente me dije “encontraré un lugar en donde pasar la noche, un refugio mañana empezaré el viaje y a cazar”. Con ese plan en mente fui a buscar un refugio y encontré un pequeño lugar dentro de un tronco esa noche dormí con una sonrisa en los labios sabiendo que empezaba a cumplir mi sueño.A la mañana siguiente me levanté temprano y fui al río que atravesaba la montaña y bebí de él. Eso suponía un punto a mi favor porque nunca iba a tener sed. Lo que no me esperé fue que fuera tan difícil cazar, corría detrás de todas mis presas pero nunca llegue a estar a más de un metro de ellas.Estuve todo el día sin comer, creo que me hubiera muerto si es que a la mañana siguiente una sombra no me hubiera despertado.-Hola-dijo una voz amable. Me observó con cuidado y su expresión se puso seria-no te ves bien, amiguito, creo que tienes hambre espera un segundo.

Camino a un sueño

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Salió corriendo, llevaba dos minutos esperando cuando vino con comida. Cuando recuperé fuerza le expliqué mi historia. Me ofreció acompañarme en mi viaje, él cazaría por mí hasta que yo fuera lo suficientemente fuerte para hacerloEsos meses fueron unos de los más felices de nuestra existencia. Descubrí que él se llamaba Balto y que se había aburrido de vivir en la ciudad, así que se fue a explorar al bosque cuando me encontró.Pasó el tiempo y nuestro viaje al otro lado de la montaña continuaba en pie. Balto me había enseñado a cazar y me había contado muchas historias sobre nuestro origen. En la noche nos sentábamos mirando al cielo mientras me contaba cuentos sobre las estrellas.Yo era un experto cazador y me preguntaba porque él no se había marchado aun, nunca lo mencionaba por miedo a hacer que se marchara.Un día llegamos hasta la cima de la montaña y yo no podía estar más feliz de lo que estaba. La alegría paso cuando me dijo con voz seria:-Hasta aquí a llegado mi viaje-sonaba triste pero decidido-ya eres grande y fuerte como para continuar sin mí.-Estas seguro de que te tienes que ir,-mi voz denotaba claramente tristeza-podrías quedarte conmigo.-No, yo ya estoy viejo y creo que me apetece volver al pueblo. Ha sido un placer viajar contigo. Será algo que nunca olvidare.Los dos salimos corriendo al unísono como tantas otras veces la única diferencia era que ahora él no iba a mi lado, sino en sentido contrario.Los meses que siguieron no fueron muy memorables ya que yo solo me dedicaba a viajar y a cazar. Ahora que yo iba colina abajo era mucho más rápido correr. Hasta que me tropecé con quien me quería encontrar¿Quién eres tú?- me dijo una voz cargada con autoridad-Me llamo Auca-respondí con la misma seriedad con la que él me había saludado. Al decir mi nombre recordé a mi madre, me había puesto así ya que yo era muy bravo y mi nombre en Aymara significaba guerrero-he hecho un gran viaje para encontrarme con vosotros…Un gemido de un cachorro me sacó de mis pensamientos. Me levanté de un salto aunque estaba un poco confuso al estar recordando mi pasado. Me adentré en la cueva para ver a mi hijo llamándome, porque la tormenta lo había despertado. Le lamí su pelaje mientras él mordía mi oreja. Finalmente, ambos salimos de la cueva para encontrarnos con la manada.

Segundo Lugar - 2010Categoría Séptimos y Octavos

Catherine Ferrer

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Érase una vez un planeta solamente de dragones, el se llamaba “Planeta de dragones”, en ese lugar todos los dragones vivían en paz, cuidando de sus bebes y enseñándoles a volar. Pero había un dragón, llamado Tomás que cuando nació, sus padres lo abandonaron, así que nunca aprendió a volar.

A veces él iba con sus amigos caminando y luego uno de ellos amigos decía –vámonos volando, él se ponía muy triste y se iba, sin embargo, aprendió a vivir sin esa necesidad o por lo menos lo intentaba…

Cuando él iba al colegio siempre sus compañeros le hacían “bullying” por no poder volar, por lo que él se sentía muy apenado por tener una vida así. Incluso en el orfanato nadie lo quería adoptar porque en la entrevista él honestamente confesaba que no podía hacer lo que los otros: volar. Momento en el que escuchaba la desilusión de la pareja.

Pasó el tiempo, transcurrieron algunos años y sus compañeros ya no le hacían “bullying”, al parecer se habían aburrido de molestarlo a él. Se sentía más tranquilo, pero en su interior sentía que tenía un desafío por lograr…

Hasta que un día se aburrió de no hacer nada y quedarse ahí parado, se propuso saltar del monte más grande de “Planeta de Dragones”, el Monte Heinz. Subió el monte, preparó una pista de despegue y fue corriendo a máxima velocidad gritando –“¡Yo puedo, yo puedo!”, pero a punto de saltar sintió miedo y paró diciendo –“No puedo”. Se fue llorando con una tristeza muy grande en su corazón.

Así pasaron los días, su pena no pasaba y su inquietud seguía, por lo que quiso hablar con su amigo dragón Kique, él nunca se había atrevido a decirle nada porque no quería que lo molestara y quizás perdiera su amistad. Pero ya no aguantaba más, así que fue hacia donde estaba él y le contó lo que le había pasado, que lo habían molestado mucho en su colegio, que había intentado saltar del Monte Heinz, pero que el miedo lo había superado y ahora estaba muy triste.

Kique le dijo que no se preocupara, que él iba a ir a buscar ayuda y que le iba a enseñar a volar.

Después de unos días Tomás se empezó a preocupar porque su amigo no llegaba, así que él decidió buscarlo, pasaba por cada calle que estaba a su alrededor y no lo

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encontraba. Preguntaba a sus vecinos, pero tampoco lo habían visto.

Quizás, se dijo, mi amigo está en un lugar prohibido: “Monte del Diablo”, donde la gente que iba nunca volvía, era lo más probable, ya que a Kyque siempre le había gustado la aventura.

Al llegar al sitio más prohibido del planeta, le pareció escuchar –“¡Ah, suéltame!”, entonces Tomás gritó –“¿¡Kiquee!?” y fue corriendo hacia donde escuchaba los gritos. La bestia que vivía en el Monte Heinz había capturado y atado a un cordón a su amigo, cuerda que iba descendiendo poco para sumergirlo la lava que había abajo… La bestia al darse cuenta de que había un dragoncito amigo, se fue contra él, lo atacó y malhirió, su pie estaba quebrado. No había escapatoria, salvo que… pudiera volar… intentó volar, volar, volar, volar…

¡Y lo logróoooo! Kique estaba realmente sorprendido, le gritó –“¡Ven a ayudarme, ven!” y lo recogió y se fueron volando. No sin antes, darle su merecido a la bestia maligna.

La noticia se hizo conocida en todo el planeta de los dragones, ahora Tomás era un héroe que había salvado a su amigo y lo mejor de todo, podía volar como un verdadero dragón. Finalmente, este huérfano tuvo una vida como siempre quiso, con una familia y reconocido por todos.

Tercer Lugar - 2011Categoría Séptimos y Octavos

Heinz Busch