comunidad: oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de...

31
Boletín del Seminario Evangélico Unido de Teología www.centroseut.org Nº 2 El Escorial, España Noviembre, 2005 Comunidad: Oportunidad y peligro Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2-5 DIONISIO BYLER Comunidad: Perspectiva bíblica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6-12 SERGIO ROSELL Iglesia y Reino de Dios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13-25 ANTONIO GONZÁLEZ Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialógica: «Mejorando las perspectivas comunitarias» . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26-29 RAÚL GARCÍA PÉREZ Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30-31

Upload: dinhcong

Post on 01-Oct-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

Boletiacuten del Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea

wwwcentroseutorg

Nordm 2 El Escorial Espantildea Noviembre 2005

Comunidad

Oportunidad y peligro

Introduccioacuten 2-5 DIONISIO BYLER

Comunidad Perspectiva biacuteblica 6-12 SERGIO ROSELL

Iglesia y Reino de Dios 13-25 ANTONIO GONZAacuteLEZ

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las perspectivas comunitariasraquo 26-29 RAUacuteL GARCIacuteA PEacuteREZ

Conclusiones 30-31

2 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Introduccioacuten Dionisio Byler

Desde hace antildeos el SEUT (Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea) viene celebrando Encuentros para nuestros estudiantes por extensioacuten brindaacutendoles la oportunidad para conocer a sus tutores personalmen-te y conocer tambieacuten a otros estudiantes

En la ocasioacuten del 9ordm Encuentro programado para los diacuteas 18-20 de noviembre de 2005 el tema propues-to fue Comunidad oportunidad y peligro La convocato-ria para el Encuentro poniacutea

Uno de los problemas maacutes agudos del mundo contemporaacuteneo es la ruptura del sentido de comu-nidad y el empobrecimiento de las diversas formas de comunidad humana El individuo se encuentra desamparado y solo las familias y grupos huma-nos se van desmembrando y destruyendo iquestCoacutemo nos afecta este fenoacutemeno a las iglesias y congrega-ciones cristianas iquestPodemos ofrecer alternativas humanizadoras iquestQueacute pistas y elementos cons-tructivos nos ofrecen la Biblia y la fe cristiana

En una primera sesioacuten de toma de contacto con el tema y de romper el hielo entre los participantes se observoacute que habiacutea presentes personas con una gran diversidad de experiencias con el tema de la comuni-dad cristiana desde alguno con antildeos vividos en laquoco-munidad de vidaraquo donde se compartiacutean vivienda y bienes con hermanos y hermanas hasta alguno cuya experiencia de comunidad cristiana se limitaba a los cultos dominicales en su iglesia local Tambieacuten se to-moacute nota de que para muchos evangeacutelicos en Espantildea la totalidad de su experiencia de conversioacuten y vida cristiana comprometida sucede en el marco de comu-nidades especialmente intensivas en el contexto de rehabilitacioacuten de toxicomaniacutea prostitucioacuten y delin-cuencia en centros como por ejemplo Remar o Reto

Los participantes del Encuentro que habiacutean parti-cipado en experiencias muy intensivas de comunidad cristiana comentaron aspectos positivos de esa viven-cia de profunda integridad como estilo de vida cris-tiano pero tampoco escondieron la realidad de los pe-ligros especialmente los que se producen en presencia de inmadurez personal tanto de liacutederes como de laquolos deacutebilesraquo Con estos testimonios personales a modo de trasfondo se pasoacute a oiacuter y debatir las conferencias

Las conferencias mdashque se reproducen en el presen-te nuacutemero del boletiacuten Encuentromdash se enfocaron desde tres aacutengulos o perspectivas concretas reflejando la di-

versidad de intereses y competencias de nuestro claustro de profesores

Sergio Rosell del Departamento de Biblia del SEUT habloacute sobre laquoComunidad perspectiva Biacuteblicaraquo

En primer lugar Rosell plantea la idea de la plura-lidad del testimonio biacuteblico mdashen este tema y en otrosmdash donde cualquier intento de reducirlo a una postura o ensentildeanza uacutenica y vinculante acaba distor-sionando el propio texto al que se pretende ensalzar como fuente de revelacioacuten Eso lleva obligadamente a la necesidad de juzgar y discernir entre mensajes laquordquoBiacuteblicasrdquo son muchas cosas pero lo que aquiacute se pre-tende hacer es ir un paso maacutes allaacute hacia lo genuina-

mente cristianoraquo mdashpropone Rosell (p 6)

En segundo lugar esto le lleva a examinar algunas propuestas recientes probablemente calificables como laquopostmodernasraquo mdashen un sentido positivo como avance en la evolucioacuten del saber humanomdash en la de-finicioacuten de queacute es lo que se pretende hacer en la labor de interpretacioacuten de los textos biacuteblicos Si el tema propuesto para este Encuentro es laquoComunidad opor-tunidad y peligrosraquo Rosell nos ofrece una cita de Thomas Merton sobre la hermeneacuteutica propuesta laquoEsta forma de leer el texto biacuteblico [seraacute una cultura ca-

racterizada por el riesgo la lucha y el redescubrimiento de

la libertad]raquo (p 7) Una lectura del texto biacuteblico cuyo desenlace tiene que resultar en la transformacioacuten de quien lee la Biblia

Con esto Rosell nos lleva a descubrir cuatro aspec-tos o rasgos esenciales de la experiencia de comuni-dad cristiana descritaensentildeada por los textos del Nuevo Testamento

bull La comunidad constituye en siacute misma un anuncio del Reino de Dios Hablar tanto de laquocomunidadraquo como de laquoreinoraquo nos lleva obviamente maacutes allaacute de lo estrictamente individual o individualista en la concepcioacuten del evangelio la conversioacuten y la salva-cioacuten Rosell observa que en la convivencia comu-nitaria descrita en los primeros capiacutetulos de Hechos se ponen en praacutectica algunos de los idea-les (iquestconcebidos como inalcanzables) de algunos filoacutesofos en boga entre los contemporaacuteneos de los apoacutestoles

El debate que puede suscitar esto seriacutea quizaacute el de si entonces el Reino de Dios ha dejado de

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 3

anunciarse en esencia una vez que han desapare-cido las formas concretas de expresioacuten de comuni-dad descritas a principios de Hechos Si el resul-tado de nuestra evangelizacioacuten es el de cristianos que viven vidas piadosas siacute pero individualistas y aisladas iquestsigue acaso siendo el mismo mensaje el que se estaacute anunciando o es que lo hemos sustitui-do por otro diferente

bull Centraacutendose en la experiencia de los aacutegapes que seguacuten las cartas de Pablo se celebraban conjunta-mente entre cristianos de etnia judiacutea y laquogentilesraquo Rosell destaca la inclusioacuten como elemento o rasgo esencial de la experiencia cristiana de comunidad El peligro que observa Rosell en la tendencia cris-tiana a acoger a los excluidos por otras construc-ciones sociales es el de rebajar las exigencias de lo que supone un auteacutentico compromiso donde la iglesia laquose vuelve un equipo de atencioacuten primariaraquo obviando la auteacutentica necesidad que tiene cada in-dividuo de salvacioacuten perdoacuten y reconciliacioacuten con Dios

bull Pasando al rasgo de comunidad cristiana en cuan-to comunidad teoloacutegica Rosell identifica precisa-mente el polo contrario al peligro identificado con el rasgo de inclusioacuten La comunidad cristiana al abrazar la doctrina de los apoacutestoles el estudio de la Biblia y los siacutembolos de identidad cristiana vive en la oportunidad que le ofrece la realidad de Dios y la revelacioacuten de Dios (y de la condicioacuten humana) que contiene la Escritura Pero el peligro es ahora el de negar la eficacia de la tendencia a la inclusioacuten simbolizada por el aacutegape intereacutetnico

bull El cuarto y uacuteltimo rasgo de la comunidad cristiana que examina Rosell es el de ser una comunidad escatoloacutegica Es una comunidad que se sabe en camino hacia realidades en las que cree pero que todaviacutea no encarna en toda plenitud Esto deberiacutea infundirnos una importante dosis de humildad aunque no siempre es asiacute

Lo cual nos deja preguntaacutendonos por queacute si la es-peranza cristiana estaacute puesta en un futuro que por de-finicioacuten hoy soacutelo experimentamos en parte (por muy real e importante que sea esa parte) las comunidades cristianas han sido muchas veces en efecto tan poco humildes en su relacioacuten con el resto de la humanidad Rosell observa que laquola comunidad cristiana en ocasio-nes no estaacute abierta a aprender de los que no son sus miembrosraquo (p 11) Pero esa falta de apertura a apren-der de los que no son sus miembros probablemente sea la regla maacutes que la excepcioacuten

Al final a modo de conclusioacuten Rosell reafirma una idea que va pareja con sus reflexiones iniciales sobre

coacutemo se llega a experimentar el texto biacuteblico como au-teacutentica revelacioacuten de Dios La comunidad cristiana no es en primera instancia algo sobre lo que formular teoriacuteas sino algo a experimentar Es soacutelo desde la sub-jetividad de la experiencia de la vida en comunidad cristiana que seraacute posible entender su esencia y valor

Antonio Gonzaacutelez de nuestro Departamento de Dogmaacutetica e Historia de la Iglesia habloacute sobre laquoIgle-sia y Reino de Diosraquo

El tiacutetulo de esta conferencia describe con bastante exactitud la temaacutetica y el enfoque que le son propios Ella lectora ha de estar sobre aviso entonces de que aunque al final en las uacuteltimas paacuteginas Gonzaacutelez iraacute a parar a un anaacutelisis de la realidad y le pertinencia hoy diacutea de la comunidad cristiana mdashy sus oportunidades y peligrosmdash esas conclusiones soacutelo son posibles como tales como punto de llegada tras una vista panoraacutemica del concepto de Reino (o Reinado) de Dios a traveacutes de toda la Biblia y los dos mil antildeos de historia de la Igle-sia Porque muchas veces lo importante no es espe-cialmente mdasho no exclusivamentemdash lo que se pueda decir sobre determinado tema entre manos (en este caso el concepto de comunidad cristiana) sino saber coacutemo se llega ahiacute es decir en queacute se basan esas afir-maciones

Seguacuten Gonzaacutelez el testimonio biacuteblico afirma que Dios es soberano para llegar a conclusiones praacutecticas contrarias a las que habitualmente se suelen deducir de ese hecho La afirmacioacuten de que la deidad reina ya no funciona a efectos de legitimar automaacuteticamente la poliacutetica de los gobernantes humanos mdashconcebidos eacutes-tos como vicarios de la deidad en esta tierra Al con-trario los relatos biacuteblicos afirman que Dios es Rey precisamente para fomentar una actitud criacutetica de las poliacuteticas humanas de dominacioacuten En el desarrollo posterior de la historia del cristianismo sin embargo se hallan diversas maneras de decir que siacute a Jesuacutes y a la Biblia y a la vez negar la eficacia de la desautoriza-cioacuten biacuteblica de las poliacuteticas humanas de dominacioacuten La manera de conseguir esto es desplazar el gobierno efectivo de Dios a una Iglesia idealizada y perfecta que soacutelo es posible fuera de mdashal margen de o poste-rior amdash la historia humana Concebidas asiacute las cosas aunque no resultan baladiacutees los esfuerzos por traer a la vida humana en esta tierra algunas de las conside-raciones morales que inspira Jesuacutes no parece que fue-ra necesario ni posible que la sociedad humana mdashni si-quiera la Iglesiamdash se ajuste aquiacute y ahora a las conduc-tas que Jesuacutes predicoacute

Aquiacute es donde Gonzaacutelez nos invita a entender que la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de

4 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

una misma realidad No se trata de que la Iglesia sea maacutes o menos equiparable al Reino de Dios (aunque imperfecta o provisional o terrenal o limitada en al-guacuten sentido) laquo[La Iglesia] no es un reinado maacutes pe-quentildeo particular presente e imperfecto Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos ins-tancias de una misma realidad sino realidades esen-cialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutearaquo (p 19)

Es decir que laquoreinoreinado de Diosraquo seriacutea lo que sucede siempre que Dios ejerce su autoridad y halla quienes le obedecen Mientras que la Iglesia seriacutea la comunidad de los que obedecen a Dios como soberano Son realidades o aspectos distintos de la cuestioacuten por mucho que se necesiten mutuamente

Con esto Gonzaacutelez nos ha traiacutedo adonde podemos examinar algunos rasgos de esta comunidad cristiana donde se manifiesta la actividad de Dios como Rey

En primer lugar descubrimos que es una sociedad donde no hay lugar para dominacioacuten de unas perso-nas sobre otras Siguiendo las pistas de las narracio-nes sobre el estadio premonaacuterquico de la historia de Israel Jesuacutes constituye una comunidad de iguales sin jerarquiacutea entre ellos

En segundo lugar en la medida que el Nuevo Tes-tamento declara que Jesuacutes estaacute en el trono y ejerce efectivamente como Rey juntamente con Dios Padre descubrimos que este es el contexto maacutes idoacuteneo para explicar el origen de las afirmaciones cristoloacutegicas que equiparan a Jesuacutes y Dios laquoAfirmar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Diosraquo (p 24)

En tercer lugar reconocer el ejercicio efectivo de su realeza la actividad de Dios (y de su Mesiacuteas) como soberano mdashy la existencia de la comunidad de los que escogen vivir como suacutebditosmdash nos brinda la pista ne-cesaria para desentrantildear la escatologiacutea del Nuevo Tes-tamento

laquoEl lenguaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transformaciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tam-bieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia

un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identificado Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que re-corren la historia humana sino bajo el reinado huma-no del Hijo del Hombreraquo (p 24)

Se trata a la vez de una realidad presente y el an-helo de algo auacuten por llegar

laquoEl reinado de Dios en cuanto acto de reinar reali-zado por Dios es perfecto ya en el presente Sin em-bargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios so-bre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce ple-namente sobre la vida de los individuos y de las co-munidadesraquo (p 24)

El resultado no es algo descarnado ni relegado a un futuro indeterminado sino eminentemente praacutecti-co en la vivencia cristiana

laquoEs precisamente ese reinar el que origina ya en la historia las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteasraquo (p 25)

Los planteamientos de Gonzaacutelez nos exigen nada menos que un debate de la cuestioacuten de la integridad e identidad de nuestras iglesias estas comunidades que se suponen expresioacuten visible y presente del Reinado de Dios En efecto la inferencia razonable pareceriacutea ser que no todos los grupos ni todas las instituciones humanas que se autodefinen como laquoiglesiasraquo gozariacutean de la misma integridad y legitimidad Desde que se define laquoiglesiaraquo como sentildeal de un reinado de Dios so-bre suacutebditos dispuestos a adoptar las poliacuteticas especiacute-ficas de su soberano descubrimos que existen en la preacutedica de Jesuacutes y en los escritos apostoacutelicos criterios concretos con que evaluar su legitimidad e integridad como tales laquoiglesiasraquo Estos criterios quedan resumi-dos aquiacute con la referencia a Gaacutelatas 328 (que es a la vez un resumen de la ensentildeanza generalizada en todo el Nuevo Testamento) laquoLa Iglesiaraquo soacutelo es la comu-nidad legiacutetima de los que han aceptado el laquoReinado de Diosraquo en la medida que en ella no haya ya distin-cioacuten entre amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mu-jer es decir donde han desaparecido las estructuras de dominacioacuten humana

Si con Rosell nos preguntaacutebamos sobre la integri-dad de un presunto evangelio cuyos efectos fuesen tan soacutelo individualistas y no la creacioacuten de comuni-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 5

dad ahora con Gonzaacutelez nos preguntamos sobre la integridad de iglesias que en cuanto comunidades humanas en efecto no hiciesen otra cosa que volver a reiterar las estructuras de dominacioacuten de siempre

Llegamos asiacute a la ponencia de Rauacutel Garciacutea Peacuterez del Departamento de Ministerio y Misioacuten del SEUT que habloacute sobre laquoRelaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica ldquoMejorando las relaciones co-munitariasrdquoraquo

Los que nos propone Garciacutea es esencialmente una vista panoraacutemica de algunos de los temas maacutes signifi-cativos de la obra de Martin Buber filoacutesofo existencia-lista y educador judiacuteo de la primera mitad del siglo pasado

Esencialmente Garciacutea desentrantildea algunos de los conceptos principales del libro Yo y tuacute (1922) Entre los conceptos que destaca estaacute la idea de que es esen-cial para la integridad del propio yo tratar al otro de tuacute y no de ello es decir negarse a laquocosificarraquo al otro como objeto que no como ente personal con su propia integridad identidad e iniciativa equiparables a las miacuteas (Aplicado a Dios por ejemplo escribe Buber y nos lo recuerda Garciacutea se trata de hablar con Dios mdashdiaacutelogomdash y no acerca de Dios mdashlo cual soacutelo puede ser un monoacutelogo) El tema de fondo es siempre la inte-gridad de relacionarse Es en relacioacuten que se existe como ser plenamente humano y es en relacioacuten que Dios se revela como plenamente Dios Si no es por relacionarnos no conocemos a nadie (ni siquiera a no-sotros mismos) y si no es por relacionarnos con eacutel tampoco conocemos a Dios

Llegamos asiacute al tema de la comunidad Porque es-ta manera de priorizar el relacionarse por encima de las abstracciones el ver al otro como tuacute en lugar de coacutemo ello determinaraacute tambieacuten la manera de concebir de la comunidad La comunidad no puede ser enton-ces un concepto abstracto mdashla comunidad como colec-tividadmdash sino que es el lugar de encuentro entre per-sonas cada una con su integridad personal que se re-lacionan entre siacute como acto y no como idea de relacioacuten

Al final con Garciacutea mdashy con Bubermdash desemboca-mos en un anaacutelisis de las dificultades las barreras de

comunicacioacuten que existen para este tipo de diaacutelogo entre un yo y un tuacute plenamente entregados a respetar la integridad del otro laquoEl terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegi-ca del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Bus-camos afirmacioacuten y seguridadraquo (p 29)

Es decir que Garciacutea nos ha llevado a profundizar en la direccioacuten contraria a la que nos conduciacutea Gonzaacute-lez sin negar en absoluto la validez de aquello La comunidad cristiana estaacute obligada a demostrar efectos sociales concretos y constatables que no resultan ser meramente una reiteracioacuten de las tiacutepicas estructuras de dominacioacuten (Gonzaacutelez) pero a la par la comuni-dad cristiana tiene que ser una donde las personas ba-jan la guardia y se atreven a ver al proacutejimo no soacutelo como una cifra en abstracto sino como un tuacute con el que es imprescindible entrar en relacioacuten (Garciacutea) Lo que no nos dice Garciacutea es coacutemo se consigue eso aun-que deja caer una pista importante laquoEl amor ldquoaacutegaperdquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras rela-ciones (1Tes 312) es de naturaleza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios mediosraquo (p 28)

Al final por sesudas y eruditas que resultasen es-tas exposiciones (alguacuten estudiante de primer curso se confesoacute francamente desbordado por el nivel de las ponencias y los debates posteriores) la sensacioacuten con que uno se queda es parecida al resultado de un buen sermoacuten la conviccioacuten de que las palabras son uacutetiles tal vez necesarias pero lo que cuenta es vivir lo que hemos oiacutedo El laquoreinado de Diosraquo como el auteacutentico conocimiento del sentido de la Biblia como el auteacutenti-co descubrimiento del tuacute y no meramente un ello en el proacutejimo se legitima en la praxis en la realidad vital

de comunidades de personas que se arriesgan a vi-

vir unos con otros todas las potencialidades que

nos abre la invitacioacuten a seguir los caminos de Jesuacutes

6 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Comunidad Perspectiva biacuteblica Sergio Rosell

Introduccioacuten

El tiacutetulo de este ciclo de conferencias laquoComuni-dad oportunidad y peligroraquo puede a primera vista parecer tendencioso inclinado desde su origen a una perspectiva de tensioacuten aderezada con un regusto de criacutetica tiacutepico de los profesores de teologiacutea Este ele-mento puede alentar sentimientos distintos el laquoonerse del ladoraquo de la persona que reconoce las limitaciones minusa veces exasperantesminus de nuestras comunidades de fe en aspectos baacutesicos de su praacutectica y por ende harta de repetir que laquoasiacute no se va a ninguna parteraquo o el de hacer surgir consabidas reticencias y reparos por parte del que tiene en mente que los profesores de teologiacutea son expertos en teoriacutea pero poco o nada saben de la praacutectica Espero que en esta primera conferencia estos posibles recelos queden de alguna manera solventa-dos no tanto por la mayor o menor calidad acadeacutemica de la misma sino porque el espiacuteritu con se ha escrito pueda trasmitirse a la audiencia con moderada preci-sioacuten No se trata de estar al lado o contra nadie sino de que la verdad del evangelio llegue a transformar-nos como comunidad de fe que ya somos

A menudo se comenta acerca de cuaacutel seriacutea el tipo de comunidad biacuteblica que habriacutea que aplicar al diacutea de hoy seguacuten se refleja en las paacuteginas del Nuevo Testa-mento Esta pregunta es de por siacute errada al menos en dos puntos

bull Se asume en primer lugar que hay un modelo tipo en las escrituras es decir una voz uniacutevoca y no una pluralidad de ellas y

bull Se asume que la transferencia del laquoentoncesraquo al laquoahoraraquo es directa y tiene poco que ver con el con-texto actual

Por muy bien intencionada que sea la buacutesqueda la respuesta es complicada y desde luego maacutes abierta No hay un modelo uniacutevoco de comunidad sino que desde el principio ha habido una variedad de ellos todos laquobiacuteblicosraquo (es decir fieles a los principios del evangelio aunque tambieacuten con sus debilidades y limi-taciones) y tratando de ser consecuentes con el contex-to socio-cultural en el que les ha tocado vivir y ser luz (Fil 215) lsquoBiblicasrsquo son muchas cosas pero lo que aquiacute se pretende hacer es ir un paso maacutes allaacute hacia lo ge-

nuinamente cristiano No buscamos sin maacutes que sea biacute-

blico (pe laquolas mujeres callen en la congregacioacutenraquo) mdash

que se encuentre avalado por alguacuten texto del NTmdash ya que podemos encontrar muchas y variadas estructu-ras sino lo que refleja maacutes elocuente y verdaderamen-te el espiacuteritu de las buenas noticias de Jesuacutes el Cristo

I Acercamiento al tema de la interpreta-cioacuten biacuteblica

Cuenta Stephen C Barton que en un congreso de Novi Testamenti Societas en Birmingham en 1997 el grupo de debate se habiacutea reunido para tratar el tema de la laquoEacutetica del Nuevo Testamentoraquo y que en la terce-ra sesioacuten del seminario se estaba estudiando a fondo la cuestioacuten de la mancomunidad en el libro de los Hechos El grupo se preguntaba si Theissen estaba en lo cierto al discernir una clara influencia helenista o si por el contrario como proponiacutean otros se trataba de una influencia esenia A rengloacuten seguido los especia-listas trataron la percepcioacuten lucana de la comunidad cristiana como cumplimiento del ideal sabaacutetico del Deuteronomio de la eliminacioacuten de la pobreza la su-puesta importancia de que las laquosentildeales y sanidadesraquo parezcan rodear la actividad de estos primeros cris-tianos etc No fue hasta que faltaban diez minutos pa-ra concluir la sesioacuten cuando una persona mdashmalinten-cionada sin dudamdash hizo la siguiente pregunta que to-dos habiacutean tratado con eacutexito hasta ese momento de evitar laquoiquestcoacutemo extrapolar las normas y principios de la narrativa lucanaraquo El grupo se quedoacute helado Una cosa es teorizar acerca de la geacutenesis del texto de su contexto histoacuterico y social de su adaptacioacuten al mo-mento por medio de su redaccioacuten etc pero ninguno de los presentes teniacutea competencia suficiente para de-cir de veras cuaacutel era el significado profundo de esa mancomunidad al no pertenecer ninguno de ellos a comunidades ya inmersas en esta praacutectica1

De manera que esa tendencia a resaltar y rescatar normas y principios lucanos (por poner un ejemplo) en ideales universales se torna maacutes en una praacutectica que lejos de tratar de apropiarse del texto parece que-rer neutralizarlo2 En un contexto distinto pero tam-bieacuten pertinente a nuestro tema escribe Thomas Mer-

1 Stephen C Barton Life Together Family Sexuality and Community in

the New Testament and Today EdinburghNew York T amp T Clark 2001 245

2 Ibiacuted 246

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 7

ton que laquo[a]l afirmar que como lectores podemos sentirnos escandalizados por la Biblia no estoy tra-tando de decir que tengamos que dejar de lado nues-tra inteligencia La Biblia puede resultar difiacutecil y pro-blemaacutetica y en este sentido puede suponer un desafiacuteo para nuestra inteligencia pero nunca una afrenta3raquo

Desde hace unas deacutecadas se viene observando un esfuerzo por acercarse al texto biacuteblico y su interpreta-cioacuten desde propuestas nuevas en las que se quiere romper con el consabido laquoacuerdo entre caballerosraquo si se me permite la expresioacuten de que hay que mante-ner separados el conocimiento como lo que pertenece a la esfera de lo puacuteblico y la fe que pertenece a la de lo privado Podriacuteamos tambieacuten hablar del significado como lo objetivo y la verdad (o su significado laquopara hoyraquo) como lo puramente subjetivo4 De hecho esta es una praacutectica muy comuacuten en los estudios biacuteblicos hoy en diacutea Una cosa es el estudio del texto su geacutenesis ar-queologiacutea historia literaria etc y otra bien distinta es ver (si acaso) queacute tiene que ver con nosotros hoy diacutea En el mundo anglosajoacuten se ha acuntildeado el teacutermino en-

gaged hermeneutics (algo asiacute como laquohermeneacuteutica com-prometidaraquo o laquode compromisoraquo) a la variedad que trata de discernir las posibles aplicaciones del texto a la sociedad que lee el texto de nuevo Muy lejos nos hemos ido si tenemos que recuperar la esencia de la interpretacioacuten biacuteblica por medio de semejantes cuntildeos

La analogiacutea que algunos han propuesto como nue-va viacutea de acercamiento al texto es conocida como Per-

formance que la asemeja a la interpretacioacuten de una obra musical pongamos de Beethoven En este caso lo im-portante no es soacutelo la agudeza y fidelidad teacutecnicas que podriacutean resultar laquosecasraquo si no van acompantildeadas de sentimiento y pasioacuten y que ya no centra soacutelo en el director la orquesta y la partitura sino que tiene en mente a la audiencia Se crea entre estos distintos ele-mentos una comunicacioacuten inigualable irrepetible donde se premia la fidelidad creativa Hasta aquiacute la ana-logiacutea funciona maacutes o menos pero hay un momento en que eacutesta se vuelve insuficiente Se puede caer faacutecil-mente en la laquoeventualidadraquo del momento es decir que lo que se ha hecho es laquointerpretarraquo laquotocarraquo una pieza musical o como se diriacutea en ingleacutes laquojugarlaraquo (to play

it) La escritura sin embargo llama a algo maacutes pro-fundo a la transformacioacuten de vida a vivir de un mo-do iacutentegro las veinticuatro horas del diacutea siete diacuteas a la semana La esteacutetica del momento no puede paralizar el proceso de transformacioacuten intenso que este acerca-

3 Thomas Merton Leer la Biblia Una gran aventura espiritual Barce-lona Oniro 1999 12-3

4 Ibiacuted 224

miento tiene como meta uacuteltima de la interpretacioacuten Por esto se ha propuesto un ejemplo maacutes claro que haga justicia a este acercamiento En este caso se ha elegido un texto como el de la Constitucioacuten america-na con su sentido de laquoenactmentraquo es decir de cum-plimiento de puesta en praacutectica para que se verifique el contenido y espiacuteritu de lo expresado5

Esta forma de leer el texto biacuteblico laquohellipwill be a cul-ture also characterized by risk struggle and new found

freedom because there is no scientific method to guar-antee assured results when the goal is human trans-formation by authentic performanceraquo6 Y de nuevo volvemos a Merton laquoLa afirmacioacuten baacutesica de la Biblia acerca de la palabra de Dios no se refiere pues al hecho de que el creyente deba aceptarla ciegamente en virtud de la autoridad divina sino a la circunstan-cia de ser una palabra reconocible por su poder transfor-

mador y liberador7raquo

Quizaacutes de forma raacutepida pero necesaria es impor-tante resaltar que si queremos conocer a fondo el sig-nificado de lo que es la perspectiva biacuteblica de la co-munidad cristiana tenemos que ser parte de la mis-ma Y no soacutelo parte sino implicados hasta que nos duela experimentar lo que el texto ya anunciaba No se trata de laquojugar a interpretarraquo si no de vivir para comprender y gustar8

II Comunidad una perspectiva biacuteblica-creyente

Al hablar de la comunidad se ha de partir por de-fecto del Antiguo Testamento Como bien dice Donald Senior laquoNo fue necesario que Jesuacutes fundara una igle-sia porque ya existiacutea en la comunidad de Israel Dios estaba ya forjando un pueblo daacutendole un destino y

5 Ibiacuted 229

6 Ibiacuted 248 laquohellipdaraacute a luz una cultura caracterizada por el riesgo la lucha y una nueva forma de libertad ya que no existe un meacutetodo cientiacutefico que garantice los resultados cuando la meta es la trans-formacioacuten humana a traveacutes de una interpretacioacuten auteacutenticaraquo

7 Merton 18

8 Durante el encuentro tuvimos oportunidad de repasar ciertos pun-tos de la ponencia con los asistentes Una criacutetica que se hizo a esta presentacioacuten es la afirmacioacuten (cito de memoria) de que lsquosoacutelo puede conocerse a fondo el mensaje comunitario del NT si se estaacute dentro de la comunidadrsquo Ciertamente que las demandas de Jesuacutes se pue-den conocer y valorar sin ser parte de su grupo (y por ello mismo rechazarlas por su radicalismo o por estar en contra de ellas) A lo que yo me refiero es que seguacuten me involucro en el objeto asiacute lo co-nozco Podemos teorizar acerca de lo que significa ser comunidad pero a menos que la vivamos (al nivel que sea) no descubriremos aacutereas y matices que permanecen ocultos al mero espectador

8 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

sacaacutendole de la muerte para llevarle a la vida9raquo Y lo cierto es que la comunidad cristiana primitiva se comprende a siacute misma muy pronto como la ekklesia

tou theou (Flp 36 Gaacutel 113) derivada del qahal Yahve con el que Israel es designado en el AT como pueblo de Dios congregado para el culto Es muy probable que fuera el grupo helenista el responsable de esta de-signacioacuten con lo que se quisiera enfatizar no soacutelo con-tinuidad si no de discontinuidad con la historia ante-rior debido su fuerte eacutenfasis en la ley10 laquoLa comuni-dad primitiva adoptoacute con la mayor naturalidad tiacutetulos del pueblo de Dios en el antiguo testamento y se los aplicoacute a siacute misma y a sus miembros11raquo De esta manera la comunidad recibe el tiacutetulo de laquolos santosraquo (Rom 15 23 1 Co 84 etc) laquolos elegidosraquo (Mc 1320) con lo que se expresa una conciencia de representar al pueblo es-catoloacutegico de Dios12

Esta conciencia de ser pueblo de Dios lleva a la comunidad cristiana a una praacutectica de vida que en mi opinioacuten se puede resumir en los siguientes puntos que son imprescindibles y baacutesicos para cualquier comu-nidad cristiana que quiera ser fiel al mensaje de Jesuacutes Son caracteriacutesticas que se solapan que no son inde-pendientes unas de otras pero por mor de la claridad se presentan en distintos apartados

Como ya hemos comentado existen muchas for-mas de comunidad o mejor dicho la comunidad puede

adquirir muchas formas pero estos elementos son im-prescindibles Dentro de cada uno de los apartados y tratando de ser fiel al tiacutetulo de esta serie de conferen-cia expondreacute tanto las oportunidades como los peli-

gros inherentes a ellos

A Una comunidad que anuncia el reino de Dios

Se trata de hacer visible en el aquiacute y el ahora el mensaje del reino de Dios Esto lo hace la comunidad de manera espontaacutenea impelida por el Espiacuteritu Santo Lejos de referirse a una ideologiacutea que hay que planifi-car minuciosamente este anuncio del reino es la con-

9 Donald Senior laquoEncontrando las huellas de Dios en el camino ini-ciado en la Bibliaraquo (traduccioacuten adaptada del original ingleacutes publi-cado en Church Summer 1999) httpwwwcisocclhtmlnov01htm (14102005)

10 No es tema de esta conferencia entrar en una discusioacuten detallada de este interesante toacutepico Pare ello referimos al lector a Ludger Schenke La comunidad primitiva Salamanca Siacutegueme 1999 en es-pecial a su capiacutetulo 5

11 Schenke La comunidad primitiva 126

12 Lohfink La iglesia que Jesuacutes queriacutea Dimensioacuten comunitaria de la fe

cristiana (3ordf ed) Bilbao Descleacutee de Brouwer 1998 87-88

crecioacuten actual e histoacuterica en la vida de sus suacutebditos La soberaniacutea de Dios se refleja en la vida de los miembros de la comunidad en su solidaridad su eacuten-fasis en la fraternidad de hermanos y hermanas don-de sobra todo tiacutetulo de poder y autoridad (Mc 1029)13 laquoLa fraternidad surge en la historia alliacute donde el Espiacute-ritu de Dios elimina la loacutegica de Adaacuten y todas sus consecuencia personales y sociales14raquo

La vida en comunidad que nos propone el libro de los Hechos aunque un tanto idealizada como en todo relato de los comienzos surge de esta nueva realidad que nace y se reproduce en el corazoacuten de las personas y que se concreta en la vida diaria Lejos de ser una conversioacuten interna e individualista el reino de Dios hace que la pequentildea semilla se transforme en un gran aacuterbol La necesidad de reunirse por las casas (Hch 246 cf Mc 1412-16) compartir no soacutelo la tradi-cioacutenensentildeanza de los apoacutestoles sino el comer surgen de esta conversioacuten a lo nuevo que sin embargo esta en continuidad con la praacutectica de Jesuacutes15

Un estudio del teacutermino koinocircn (laquocomuacutenraquo de ahiacute laquocompartirraquo laquocomuacuten-unioacutenraquo etc) y derivados nos muestra que la idea de compartir no era nueva sino que teniacutea un gran arraigo en el mundo heleno Pitaacutego-ras reconoce un orden coacutesmico que se refleja en el or-den humano En ese estado primigenio no existiacutea propiedad privada Platoacuten consideraba la propiedad privada como raiacutez de todo mal ya que lleva indefecti-blemente al deseo egoiacutesta de poseer maacutes la avaricia (pleonexiacutea)16 aunque experimentoacute en carne propia la dificultad de llevarlo a cabo en su propia vida De esta manera concluye que soacutelo dios y los hijos de los dio-ses pueden vivir en esta comunidad de bienes espo-sas e hijos (Leg V 739d) Aristoacuteteles toma una postu-ra maacutes realista e individualista y analiza los peligros de llevar a cabo la propuesta de Platoacuten (Pol II 2 1261a) laquoNo puede existir la imposicioacuten de la comuni-dad y la unidad en el estado sino que se debe llevar a cabo por medio de la educacioacutenraquo (Pol II 5 1263)

Es con los ciacutenicos que las propuestas de Platoacuten en-cuentran base en la naturaleza El ciacutenico Crates afirma que laquoentre amigos todo es comuacutenraquo El estoicismo to-ma una viacutea maacutes moderada y permite asiacute la propiedad

13 Para un interesante comentario de este verso G Lohfink La igle-

sia que Jesuacutes queriacutea 51s

14 Antonio Gonzaacutelez Reinado de Dios e imperio Ensayo de teologiacutea so-

cial Santander Sal Teacuterrea 2003 200

15 Cf Hechos 432 y Lucas 81-3

16 Friederich Hauck laquoKoinoacuteshellipraquo Theological Dictionary of the New Tes-

tament vol III Gerhard Kittel (ed) Grand Rapids Eermands 1989 792

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 9

privada Los neopitagoacutericos buscan la libertad interna que les permite laquono poseer nada y auacuten asiacute ser duentildeos de todoraquo17

La comunidad cristiana que teniacutea ejemplos concre-tos de mancomunidad provenientes tanto del mundo heleno como del judaiacutesmo (esenios therapeutae aun-que eacutestos viviacutean como comunidad con el propoacutesito del estudio piados de la escritura) vive su praacutectica como resultado del soplo del Espiacuteritu Santo (Hch 2) No es un movimiento econoacutemico en el sentido de que sea una economiacutea de tipo comunista tampoco es legal en el sentido de una socializacioacuten constitucional de la propiedad y tampoco es filosoacutefico en el sentido de imitacioacuten del orden natural de las cosas como ocurre con los ciacutenicos18 Como afirma Hauck el verbo elegen (laquonadie deciacutea ser suyohellipraquo Hch 432) contiene un laquosub-jective sense of fellowshipraquo19

La oportunidad que se ofrece a la iglesia es la de una posibilidad de vida maacutes solidaria contraria al flujo individualista y de poder que se ha erigido en modelo de convivencia al menos en gran parte del mundo oc-cidental Este idealismo necesario es oportunidad norte al que mirar y hacia el que caminar Todo lo que sea construir en esa direccioacuten (solidaridad renuncia a la violencia al individualismo egoacutelatra etc) es estar en la senda cristiana guiados por el mismo Espiacuteritu que impelioacute a los primeros disciacutepulos En ella la igle-sia se reconoce como tal como mensajera den las bue-nas nuevas de que el Reino estaacute entre nosotros20

Este ideal de comunidad se convierte en peligro cuando entra el desaacutenimo cuando no se ha medido bien el precio de tal empresa (Lc 1428) y se olvida que comunidad es tambieacuten dedicacioacuten y trabajo arduos pues es luchar contra el egolaacutetrico yo que se quiere imponer a toda costa Tambieacuten cuando el ideal no deja reconocer la realidad pero ese es tema que auacuten hemos de tratar

B Fraternidad inclusiva

Identificarse como pueblo de Dios no libra de eli-tismos y etnocentrismos La historia de la primitiva iglesia es buen ejemplo de ello A los que acusan a Lu-cas-Hechos de excesivo triunfalismo hay que recor-darles la inclusioacuten de periacutecopas donde se acentuacutea la limitacioacuten humana de la comunidad (Hch 51-11 61)

17 Esta afirmacioacuten de Filostrato se parece mucho a la que encontra-mos en 2 Corintios 610

18 Hauck laquoKoinoacuteshellipraquo 796

19 Ibiacuted

20 Lohfink La iglesia 65-6

En ellas se recoge el duro aprendizaje que la comuni-dad del Espiacuteritu tiene que llevar a cabo en su vivencia diaria Esa comunidad tiene que estar abierta a todos y todas pues no hay exclusiva para con Dios La co-munioacuten de mesa es uno de los elementos maacutes descon-certantes para el lector actual que se acerca al texto de los Hechos Pues la laquoforma de comer vincula con el propio cuerpo y con su historia21raquo Tenemos claros ejemplos de esta cercana relacioacuten entre comida y valo-res eacutetnicos histoacutericos y religiosos en el libro de Leviacuteti-co (coacutedigo de santidad) el mandamiento de celebra-cioacuten de la Pascua judiacutea (el simbolismo de cada plato) el libro de Daniel (los joacutevenes que no se mancillan con la comida extranjera) a las cartas paulinas (Romanos 14 1 Corintios 8 etc)22 En la comunioacuten de mesa por su forma de comer es donde Israel se identifica como diferente del resto Es su forma de separarse de entre los pueblos y es justamente ahiacute en el centro simboacutelico de su valor donde el Espiacuteritu de Dios viene a abrir y transformar los conceptos Los capiacutetulos 10 y 11 del libro de los Hechos no expresan tanto la conversioacuten del temeroso de Dios y gentil Cornelio como la con-versioacuten de Pedro (y por ende el comienzo de la con-versioacuten de la iglesia de Jerusaleacuten) a la visioacuten inclusiva del Reino de Dios

Creo que es importante resaltar un pequentildeo deta-lle en el relato del capiacutetulo 11 justo despueacutes de que Pedro haya calmado las preguntas de la asamblea (Hch 1119-21) laquoAhora bien los que habiacutean sido es-parcidos a causa de la persecucioacuten que hubo con mo-tivo de Esteban pasaron hasta Fenicia Chipre y An-tioquiacutea sin hablar a nadie la palabra sino solo a los judiacuteos Pero habiacutea entre ellos unos de Chipre y de Ci-rene los cuales cuando entraron en Antioquiacutea habla-ron tambieacuten a los griegos anunciando el evangelio del Sentildeor Jesuacutes Y la mano del Sentildeor estaba con ellos y gran nuacutemero creyoacute y se convirtioacute al Sentildeorraquo

Es casi iroacutenico pensar que mientras las grandes ca-bezas pensantes del moviendo de Jesuacutes ubicados en Jerusaleacuten disputaban acerca de la conveniencia o no de la inclusioacuten de los gentiles en la comunidad de fe

21 Rafael Aguirre La mesa compartida Estudios del Nuevo Testamento

desde las ciencias sociales Santander Sal Teacuterrea 1994 27

22 Recientemente (septiembre de 2005) se emitioacute un documental en la 2 de TVE en que se hablaba de los cambios dieteacuteticos en la pobla-cioacuten de los paiacuteses en viacuteas de desarrollo como consecuencia de su mayor poder econoacutemico Un padre de familia chino entrevistado hablaba con orgullo coacutemo su hija en edad de contraer matrimonio habiacutea engordado considerablemente a causa de su mejora en esta-tus social lo que les permitiacutea ahora acercarse al mundo de los res-taurantes de comida raacutepida iexclIncluso comer laquocomida basuraraquo se ha convertido en un siacutembolo de prosperidad econoacutemica y social laquoDi-me queacute comes y te direacute quieacuten eresraquo

10 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

los laquodon nadiesraquo aquellos de quienes ni siquiera co-nocemos su nombre misioneros anoacutenimos fueron los primeros en entender que laquoDios no hace distincioacuten de personasraquo De alguna manera Dios teniacutea ya guardado un laquoplan Braquo en caso de que la comunidad de Jerusaleacuten no afrontara la realidad con una buena dosis de ries-go

La oportunidad es crear una comunidad abierta que acoge a aquellos que la sociedad no suele acoger con gusto No es extrantildeo pues que en nuestras comunida-des tengamos personas con problemas sociales impor-tantes debilidades y carencias profundas La comuni-dad es oportunidad de vida para el marginado y oportunidad para los cristianos de conocer y relacio-narse con las personas de manera maacutes profunda23 Es oportunidad de crear una sociedad alternativa que se verifica en el diacutea a diacutea G Lohfink acertadamente apunta a otro teacutermino que fortalece el sentido de co-munidad de una forma diferente a koinoniacutea que en ocasiones puede entenderse de forma excesivamente estructural Se trata de la expresioacuten de reciprocidad allecirclocircn (laquounos a otrosraquo)24 De esta reciprocidad deviene el concepto de edificacioacuten (oikodomein) que tan popu-lar se ha hecho en el mundo pietista donde se ha cul-tivado de forma maacutes individualista Sin embargo en las cartas paulinas esta terminologiacutea se refiere al con-junto de la comunidad que de esta forma se convierte ella toda en responsable de que este ideal se lleva adelante Se podriacutea ahondar mucho maacutes en todo este entramado pero me imagino que las siguientes confe-rencias construiraacuten sobre este tema desde puntos de vista maacutes teoloacutegicos y pastorales por lo que huelga alargarnos aquiacute

Un peligro es diluirnos por ese afaacuten de querer lle-gar a todos Entonces no anunciariacuteamos ya un mensa-je renovador si no que la iglesia se vuelve un equipo de atencioacuten primaria o como si de un departamento de ofertas religiosas se tratara especializada en el aacuterea de la soledad y la depresioacuten25 Se trata de una vivencia

comunitaria de transformacioacuten no de un servicio a do-micilio La comunidad de fe no puede regalarle a la persona aquello que no le pertenece la salvacioacuten el perdoacuten la reconciliacioacuten con Dios pero si puede crear el espacio adecuado para que la persona tenga ese en-

23 Lejos de ser una entelequia no hay maacutes que echar un vistazo a las profundas reflexiones de Henri J M Nouwen En el nombre de Jesuacutes y El sanador herido para darse cuenta de que una comunidad que no acompantildea al herido y aprende de eacutel es incapaz de un diaacutelogo veraz con Dios en oracioacuten (En el nombre de Jesuacutes 25ss)

24 Lohfink La iglesia 110s

25 Lohfink La iglesia 12

cuentro con el Dios perdonador que habita en medio de su pueblo por medio de su Espiacuteritu

C Comunidad teoloacutegica

No se trata soacutelo una praacutectica social o grupo de au-to-ayuda se trata de una comunidad que estudia y se abre a las escrituras que es fiel a la doctrina No se aferra a eacutesta como si su vida dependiese de su fideli-dad a la letra sino que se esfuerza por vivir de mane-ra consecuente lo que entiende a la luz de su estudio y praacutectica cotidiana con la ayuda del Espiacuteritu que las ha dado haacutelito Hace ademaacutes un esfuerzo por entender el mundo y la sociedad que le rodean para asiacute servir al proacutejimo de manera maacutes efectiva Una comunidad que laquoescucharaquo y reflexiona maacutes que habla

Es una comunidad que se reuacutene alrededor de la doctrina y los siacutembolos que dan sentido a su praxis y ortodoxia Se trata por tanto de una comunidad que celebra a la vez que escudrintildea estudia las escrituras (Hch 24246) que se caracteriza por la alegriacutea pues sabe en quieacuten ha depositado su confianza (Flp 16 2 Tim 112) Se trata de una comunidad que se abre a su influencia y se convierte a su Autor a medida que en-tiende maacutes el mensaje de la escritura La escritura no es en uacuteltimo lugar un cuerpo de doctrina que hay que guardar y defender a toda costa sino la guiacutea que nos acerca maacutes al corazoacuten de Dios mediada por su Espiacuteri-tu santo

La oportunidad es que la comunidad sea relevante a la sociedad que dice querer servir Conocer sus escri-turas estaacute fuertemente unido a conocer la problemaacuteti-ca humana pues ellas dan testimonio de cuaacuten fraacutegil y orgulloso es el ser humano pero que afortunadamen-te hay solucioacuten a este dilema La oportunidad es para la comunidad el escuchar sin dar respuestas pre-cocinadas Es verse reflejada en las paacuteginas de la escri-tura y celebrar al mismo tiempo su salvacioacuten por me-dio de los siacutembolos de liberacioacuten Es por ello que la Palabra estaacute tanto en medio de la comunidad como frente a ella

El peligro es encerrarse en su propio mundo tra-tando de resolver los problemas del mundo sin prin-garse de lodo Una comunidad asiacute no se ha ganado el respeto de la sociedad a hablar ni tampoco representa el ideal cristiano de encarnacioacuten26 Se tratariacutea de que-

26 En el antildeo 260 cuando la peste se ceboacute con Alejandriacutea su obispo Dionisio escribioacute una carta que recoge Eusebio en su Historia Ecle-

siaacutestica VII 22 en la que se habla de la ejemplar actuacioacuten de los cristianos que acogiacutean a los moribundos en ocasiones hasta pade-cer y morir ellos mismos a causa de las enfermedad contraiacuteda mientras que los paganos echaban de casa incluso a sus allegados contagiados con tal de no verse ellos mismos en peligro En VII

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 11

rer ser laquosantaraquo a toda costa incluso a costa del her-mano o hermana moribundos pero esa santidad ya ha perdido su caraacutecter transformador y de contagio La sal ha perdido su sabor y sus propiedades aunque de lejos auacuten parece sal

D Comunidad escatoloacutegica

Se trata de una comunidad que espera la consuma-cioacuten final pero que no se queda perdida en la nada en el interim laquoLa espera escatoloacutegica de la comunidad primitiva fue una auteacutentica espera del futuro pero es-te futuro era tan inminente que podiacutean sentirse sus efectos que determinaban el presente27raquo El paso de los siglos puede que haya atenuado el celo original pero la comunidad de hoy no puede asentarse en esta sociedad de tal manera que pierda de vista la alterna-tiva de vida que ha de propugnar Conoce y experi-menta la realidad del conocido sanctus et peccator y por ello se aplica a la hora de tratar con sus miembros y los de afuera donde ejerce una laquodivina pacienciaraquo Se sabe en camino pero auacuten no completa en su praacutectica y expresioacuten y es por ello que actuacutea con humildad y una dosis de modestia Quizaacutes necesitamos maacutes de este mensaje y no tomarnos a nosotros mismos tan en se-rio Esta falta de capacidad de reiacuterse de uno mismo puede que sea una de las razones por la que la comu-nidad cristiana en ocasiones no estaacute abierta a aprender de los que no son sus miembros

Cuando la comunidad pierde de vista su valor temporal no absoluto es cuando sucumbe a la tenta-cioacuten de asentarse por cualquier medio La esperanza escatoloacutegica tiene que mirar al futuro inminente a tra-veacutes del filtro de la cruz de Jesuacutes sin cuya muerte y re-surreccioacuten no hubiera sido posible tal esperanza Los repetidos anuncios de muerte que Jesuacutes hace a sus disciacutepulos en el evangelio de Marcos resaltan una vez maacutes la falta de entendimiento de laquoestar en ondaraquo con el maestro (Mc 827-35 930-50 1032-45) Eacutestos se quieren asentar colocar en el poder mientras que el ejemplo del maestro es otro28 El servicio se hace yendo (Mt 107-8) en seguimiento de Jesuacutes cercano a eacutel laquoLa conclusioacuten que se desprende de todo lo dicho es muy clara no hay fe donde no hay seguimiento de Jesuacutes y

228 dicersquoAsiacute partieron de esta vida nuestros mejores hermanos Algunos de ellos eran ancianos y diaacuteconos o sencillamente gente del pueblo todos ellos muy apreciados y elogiados pues este tipo de muerte por la mucha piedad y poderosa fe que conlleva en nin-guacuten aspecto parece inferior al martiriorsquo

27 Schenke La comunidad 119

28 Ver los interesantes comentarios al respecto de R Aguirre Ensayo

sobre los oriacutegenes del cristianismo De la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la reli-

gioacuten domeacutestica de Pablo Estella Verbo Divino 2001 170-173

no hay seguimiento de Jesuacutes donde no hay movimien-toraquo29

La oportunidad es vivir hoy con la esperanza de un futuro glorioso que condiciona el ahora La tempora-lidad de cada uno de nosotros de la comunidad de fe en siacute frente a la inconmensurabilidad de Dios nos ayuda a poner las cosas en perspectiva y a ser creati-vos sin temor a equivocarnos La escatologiacutea puede ayudarnos a quitar esas maacutescaras que intentan que la comunidad de fe sea algo menos que humana y maacutes que divina El laquoya pero todaviacutea noraquo tintildee de esperanza y humildad a esa comunidad que se dedica al servicio de aquellos que llama a ser partiacutecipes de las promesas de Dios en Cristo Jesuacutes

El peligro es perder el valor de la temporalidad y querer establecerse en el poder terrenal Es en esos momentos que la comunidad de fe tiene que recupe-rar la visioacuten de la cruz de Jesuacutes y entender que la vic-toria soacutelo viene de mano de una derrota anterior la del cordero sin mancha como inmolado de pie en me-dio del trono (Apo 56) Si la comunidad pierde de vis-ta que estaacute en traacutensito seraacute propensa a absolutizar sus pretensiones

III Conclusiones

Volvemos de nuevo a la analogiacutea de la interpreta-cioacuten musical Naturalmente que uno puede disfrutar de una buena pieza musical sin leer muacutesica Pero para disfrutarla maacutes plenamente uno tiene que sentirla y dejarse llevar por eacutesta Existe una diferencia abismal entre estar en casa a solas y escuchar una buena gra-bacioacuten a estar en un auditorio y saborear el evento en carne propia junto a otras personas que tambieacuten parti-cipan del evento

Algunos cuestionaron a Jesuacutes indirectamente en el cuarto evangelio a causa de la doctrina que proponiacutea siendo eacutel persona sin estudio formal (715) a lo que Jesuacutes responde que lsquoEl que quiera hacer la voluntad de Dios conoceraacute si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuentarsquo (Juan 717)

Podemos teorizar y estudiar los textos que nos hablan del significado de laquocomunidadraquo hasta quedar-nos sin habla pero lo que propongo es un acercamien-to a primera vista maacutes pragmaacutetico pero que de hecho se ajusta a la forma en que conocemos la realidad a nuestro alrededor esa realidad que nos esculpe y nos hace ser lo que somos diacutea a diacutea Si de veras queremos

29 Joseacute Mariacutea Castillo El seguimiento de Jesuacutes Salamanca Siacutegueme 1998 20

12 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

acercarnos a los modelos biacuteblico-cristianos de comu-nidad no hay otra manera de hacerlo que arriesgaacuten-donos a vivir esa comunidad en el diacutea a diacutea experi-mentado en carne lo que los textos anuncian a viva voz Conoceremos en la medida en que estemos dis-puestos a ser parte de esa comunidad imperfecta que sin embargo me hace hueco y que ya ha sido santifi-cada por Dios Conoceremos tanto como estemos dis-puestos a darnos pues en eacutesta como en tantas otras situaciones de la vida no existe foacutermula maacutegica algu-na sino la de la entrega y renuncia totales

Una advertencia maacutes Sea cual fuere el modelo de comunidad que queremos llevar a cabo debemos estar atentos a estas sabias palabras30

Los que aman su suentildeo de comunidad maacutes que a la

misma comunidad llegan a ser destructores de la comu-

nidad

30 D Senior al comentar acerca de la advertencia de D Bonhoeffer sobre aquellos que desean vivir una comunidad cristiana basada en suentildeos irreales en laquoEncontrando las huellashellipraquo 9

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 13

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Iglesia y Reino de Dios Antonio Gonzaacutelez

La tesis de que la iglesia no se debe identificar con el reino de Dios es casi un lugar comuacuten en la teologiacutea contemporaacutenea La tesis es en buena medida correc-ta Sin embargo la cuestioacuten crucial consiste en deter-minar cuaacutel es la relacioacuten entre la iglesia y ese reinado iquestSe trata simplemente de que la iglesia ldquoanunciardquo el reino de Dios como sostendriacutean las posturas maacutes tra-dicionales iquestO se trata maacutes bien de que la iglesia ldquopromueverdquo aquellas iniciativas socio-poliacuteticas que considera maacutes apropiadas para que el reino de Dios se acerque como se diriacutea desde posiciones maacutes progre-sistas iquestSon estas posiciones tan distintas o compar-ten muchos presupuestos comunes iquestY hay acaso otras maneras de pensar la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios Evidentemente para aclarar estas cues-tiones es esencial que comencemos preguntaacutendonos por determinar queacute es lo que se quiere decir cuando se habla de un reino de Dios

1 El reinado iquestde Dios

En el canon la Biblia hebrea la idea de que Dios re-ina sobre su pueblo aparece por vez primera en Ex 1518 Se trata de un pasaje crucial que nos puede ilustrar en gran manera sobre el sentido profundo del reinado de Dios Tras el hundimiento del ejeacutercito del faraoacuten en las aguas del Mar de los Juncos Moiseacutes y su hermana Miriam entonan sendos cantos triunfales Pues bien al final su canto Moiseacutes proclama ldquoel SE-NtildeOR (YHWH) reinaraacute por siempre jamaacutesrdquo Lo que se afirma es justamente que el pueblo que ha salido de Egipto ya no estaacute bajo la soberaniacutea del faraoacuten sino ba-jo la soberaniacutea de Dios Dios reina sobre ese pueblo Se ha convertido en su gobernante porque ha arreba-tado a ese pueblo de la soberaniacutea del faraoacuten y lo ha situado bajo su propia soberaniacutea El reinado de Dios no es en el canto de Moiseacutes algo abstracto utoacutepico o meramente trascendente El reinado de Dios tiene lu-gar ya en la historia Dios reina alliacute donde el faraoacuten ya no reina y donde sorprendentemente tampoco Moi-seacutes se convierte en rey Si Dios reina otros no reinan El que Dios reine entrantildea el cuestionamiento de toda forma humana de dominacioacuten De ahiacute que la ley del Sinaiacute disentildee una sociedad altamente igualitaria que en principio no cuenta con la necesidad de una mo-narquiacutea y en la que se preveacuten distintos sistemas para reducir la aparicioacuten de desigualdades econoacutemicas

Desde el punto de vista de la exeacutegesis histoacuterico-criacutetica se ha sentildealado la posibilidad de que los textos en los que se habla de la monarquiacutea divina sean maacutes bien tardiacuteos Algunos sostienen que el texto maacutes anti-guo en el que aparece la idea de Dios (YHWH) como rey estaacute en el libro de Isaiacuteas cuando eacuteste proclama que ha visto ldquoal rey y Sentildeor de los ejeacutercitosrdquo (Is 65) El ca-raacutecter tardiacuteo de estos textos no deja de ser sorpren-dente si tenemos en cuenta que en los textos de Uga-rit ya se consideraba en maacutes de una ocasioacuten a los dio-ses como reyes Ahora bien en estos casos la desig-nacioacuten de la divinidad como ldquoreyrdquo no teniacutea una fun-cioacuten criacutetica sino maacutes bien legitimadora el monarca local apareciacutea como representante de la divinidad a la que tambieacuten serviacutea como administrador del templo La figura biacuteblica del Melquisedec tanto rey como sa-cerdote del ldquodios altiacutesimordquo puede ser considerada como caracteriacutestica del sistema poliacutetico y religioso de las ciudades cananeas En ellas el reinado de un dios no era maacutes que una forma de introducir al rey en la esfera divina y asiacute legitimar su poder Precisamente por ello Israel habriacutea sido reacio a utilizar el teacutermino ldquoreyrdquo para aplicarlo a Dios por maacutes que la idea del pueblo gobernado directamente por Dios podriacutea ser muy anterior a la introduccioacuten de la monarquiacutea En cualquier caso cuando finalmente el teacutermino ldquoreyrdquo se aplica a Dios en el contexto israelita las connotaciones criacuteticas parecen predominar sobre las legitimadoras que Dios reine es siempre un desafiacuteo para toda forma humana de igualdad o de dominacioacuten1

Desde un punto de vista sistemaacutetico es importante preguntarse cuaacutel es la razoacuten de que una misma idea (Dios como rey) pueda servir para dos fines tan opuestos entre siacute Y es que para entender queacute significa concretamente el reinado de Dios no basta con afirmar la realeza de Dios sino que hay que sentildealar en queacute manera se ejerce su funcioacuten real De hecho muchas de las dificultades que algunos teoacutelogos encuentran con la idea de un reinado de Dios se deben precisamente a su opcioacuten previa por una idea concreta de queacute sea la soberaniacutea real y cuaacutel es su forma de ejercicio Sin em-bargo la idea de que Dios reina se puede entender de formas muy diversas Aquiacute una cuestioacuten decisiva es la

1 Cf N Lohfink bdquoDas Koumlnigtum Gottes und die politische Machtldquo en su Das Juumldische am Christentum 2ordf ed Freiburg im Brisgau 1989 pp 71-102

14 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

de la mediacioacuten si se entiende que la soberaniacutea de Dios ha de estar mediada inmediatamente la idea de un reino de Dios se convierte en legitimadora de las ins-tancias mediadoras Asiacute por ejemplo en el caso de los pequentildeos reinos cananeos los reyes-sacerdotes serviacute-an precisamente como mediadores en la relacioacuten entre los dioses que eran considerados como ldquoreyesrdquo y su pueblo Y justamente por ello los reyes-sacerdotes quedaban encumbrados a una posicioacuten sagrada en la que tambieacuten se legitimaba su poder En cambio en la medida en que se afirme la posibilidad de una rela-cioacuten directa con Dios con independencia del palacio y del templo se pone en entredicho la necesidad de mediadores sacralizados y se apunta hacia la igual-dad fundamental de todos los miembros del pueblo que Dios rige Esta uacuteltima parece haber sido la opcioacuten predominante en Israel donde no soacutelo se privilegian mediadores distintos del rey (sacerdotes profetas) sino que tambieacuten se afirma (desde los relatos patriar-cales) la posibilidad de una relacioacuten no mediada con Dios

Es importante reconocer sin embargo la ambi-guumledad de la concepcioacuten israelita del reinado de Dios La introduccioacuten de la monarquiacutea en tiempos de Sauacutel y David pudo ser valorada como una traicioacuten a los idea-les originales de Israel un monarca significa un ejeacuterci-to permanente y una corte y la consiguiente des-igualdad entre los miembros del pueblo de Dios No soacutelo eso la monarquiacutea implica que Israel deja de ser un pueblo distinto para convertirse al menos en este aspecto en un pueblo como los demaacutes afectando sen-siblemente a su misioacuten en el mundo Pero lo maacutes gra-ve es que la introduccioacuten de la monarquiacutea significa que Dios es rechazado como rey de su pueblo (1 Sam 8) Aquiacute se plantea claramente la alternativa caracte-riacutestica de Israel o reina Dios o reina un rey humano (1 Sam 87) Sin embargo esta alternativa radical pue-de suavizarse Dios puede utilizar las decisiones erra-das para llevar adelante sus planes Tras el rechazo del primer rey Sauacutel Dios aparece al lado de David estableciendo y confirmando su dinastiacutea Ello no sig-nifica sin embargo que la perspectiva de un reinado de Dios desaparezca Los libros de Croacutenicas presentan a los gobernantes de Israel como personajes que se han sentado en el trono de Dios sobre su pueblo (1 Cr 1714 285 2923 2 Cr 98) Sin duda la idea de un go-bierno ldquovicariordquo del rey en el puesto de Dios puede funcionar como poderoso instrumento de legitima-cioacuten Pero al mismo tiempo introduce un permanen-te elemento criacutetico el reinado pertenece propiamente a Dios y no a los reyes De ahiacute que eventualmente ese reinado pueda ser reclamado por su auteacutentico propie-tario Y de hecho la historia de la monarquiacutea israelita

presenta buenas ocasiones para que el auteacutentico sobe-rano reclame sus derechos reales Y esto da lugar a una extrantildea tensioacuten en la concepcioacuten del reinado de Dios en la Biblia hebrea

Por un lado el diagnoacutestico de los llamados histo-riadores ldquodeuteronomistasrdquo y de los profetas coincide en atribuir a los reyes de Israel y de Judaacute una respon-sabilidad muy especial en el hundimiento de los dos reinos que culmina con las invasiones de los imperios de Asiria y de Babilonia Los reyes habriacutean sido los principales impulsores de las injusticias y de las idola-triacuteas que terminaron en una cataacutestrofe experimentada como un abandono por parte de Dios y en definitiva como un castigo divino De esta experiencia surge na-turalmente la esperanza de que Dios volveraacute a reinar directamente sobre su pueblo como en los tiempos fundacionales de Israel repitiendo las experiencias de la salida de Egipto el camino por el desierto y los primeros tiempos en la tierra prometida cuando so-lamente Dios era el rey de Israel Los dirigentes de Is-rael seraacuten sustituidos por el verdadero propietario de la tierra prometida y por el verdadero rey de su pue-blo Por otra parte el modelo de un rey como David pecador pero nunca idoacutelatra y las promesas dirigidas hacia su dinastiacutea posibilitan el hecho de que las espe-ranzas judiacuteas se dirijan no soacutelo hacia un reinado de Dios sino tambieacuten hacia el reinado de un descendien-te de David que restaure su dinastiacutea y lleve al pueblo a una era definitiva de esplendor Estas dos esperan-zas aunque puedan ser compartidas por los mismos grupos o expresadas en los mismos textos (como por ejemplo Ez 34) no dejan de contener en siacute mismas una tensioacuten no resuelta entre el reinar directo de Dios y la aparicioacuten de figuras mesiaacutenicas que reinan en su nombre y que se sientan en su trono2

Ciertamente el trasfondo de la Biblia hebrea es de-cisivo para entender correctamente el mensaje de un Jesuacutes al que los evangelios presentan anunciando la llegada inminente del reinado de Dios Jesuacutes anuncia que Dios va a volver a reinar directamente sobre su pueblo como habiacutea hecho al liberarlo de Egipto y trasladarlo a la tierra prometida Esto significa ob-viamente que el exilio ha llegado propiamente a su fin y que los pecados que impediacutean ese final del exilio estaacuten siendo perdonados3 No es extrantildeo dado el tras-fondo de la concepcioacuten hebrea del reinado que el

2 Siacutentoma de esta tensioacuten es el hecho de que Ezequiel no llame ldquoreyrdquo al futuro gobernante daviacutedico sino solamente ldquopriacutenciperdquo (na-

siacute Ez 3424)

3 Cf N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 268-274

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 15

propio papel de Jesuacutes no resulte inicialmente nada claro Jesuacutes no parece favorecer el tiacutetulo de Mesiacuteas pa-ra siacute mismo sino maacutes bien el de ldquohijo del hombrerdquo Se trata como es sabido de un tiacutetulo que en el contexto del libro de Daniel pretende contrastar con el caraacutecter bestial de los imperios que se disputan el gobierno mundial (Dn 7) Pero es un tiacutetulo que de ninguacuten modo subraya el gobierno monaacuterquico del que lo porta sino que maacutes bien abre la perspectiva de un gobierno con-junto de todo ldquoel pueblo de los santos del altiacutesimordquo Y es que el anuncio de Jesuacutes sobre el reinado de Dios no parece haber ido unido a la idea de una restauracioacuten del estado de Israel en la que Jesuacutes mismo pudiera aparecer como el rey ungido (=Mesiacuteas) al frente de una nueva monarquiacutea daviacutedica Al contrario en Jesuacutes se mantiene la idea originaria de Israel de un pueblo distinto gobernado por Dios y en este sentido desti-nado a no reproducir el modelo de gobierno propio de las demaacutes naciones (Lc 2224-30) Dicho en otros teacuterminos el anuncio de Jesuacutes sobre el reino de Dios mantiene la idea hebrea de un reinar directo de Dios sobre su pueblo y de esta manera nos plantea la pre-gunta sobre el sentido de una posible figura mesiaacutenica en ese reinado pues tal figura inevitablemente entra en tensioacuten con la idea de un gobierno directo de Dios sobre su pueblo

Por otra parte en el anuncio de Jesuacutes sobre el rei-nado de Dios se plantean algunos problemas adicio-nales El anuncio se expresa en el lenguaje de la apo-caliacuteptica con diversas alusiones no soacutelo a aconteci-mientos dramaacuteticos y beacutelicos sino tambieacuten a sucesos coacutesmicos como el oscurecimiento del sol la falta de luz en la luna la caiacuteda de las estrellas o la sacudida de las potencias celestiales (Mc 1324-25) Estas afir-maciones parecen ligar la venida del reinado de Dios con el final de la historia humana y con el final del universo espacio-temporal De aquiacute surgen dos cues-tiones importantes Una se refiere al hecho de que ese final de la historia no tuvo lugar con lo que inevita-blemente surge la pregunta por la posible ldquoequivoca-cioacutenrdquo de Jesuacutes y del cristianismo apostoacutelico Otra cuestioacuten estaacute expresada en la famosa expresioacuten de Loisy seguacuten la cual Jesuacutes habriacutea anunciado la llegada del reino de Dios pero lo que en realidad habriacutea ve-nido seriacutea la iglesia4 El llamado ldquoretraso de la paru-siacuteardquo el hecho de que no llegara lo que se predicaba como inminente habriacutea dado paso a la aparicioacuten de una realidad ambigua no directamente querida por

4 ldquoJeacutesus annonccedilait le royaume et crsquoest lrsquoeacuteglise quie est venuerdquo cf A Loisy LrsquoEvangile et lrsquoEglise Pariacutes 1902 p 111 Loisy queriacutea subrayar la continuidad aunque su expresioacuten luego se ha citado en el sentido opuesto

Jesuacutes y que llamamos iglesia No vino algo bueno que Jesuacutes anunciaba sino algo ambiguo como la igle-sia que de ninguna manera puede sustituir al reino de Dios Al menos esta parece ser la interpretacioacuten de muchos autores contemporaacuteneos Sin embargo esta interpretacioacuten no es necesariamente la maacutes correcta Pero tal vez merezca la pena preguntarnos coacutemo se ha llegado a ella

2 La iglesia como reino de Dios

En la historia de la teologiacutea cristiana aparecen muy pronto tendencias que a la larga posibilitaraacuten la pro-gresiva interpretacioacuten del reino de Dios como una rea-lidad ajena a este mundo a lo que sin duda ayudoacute la creciente influencia de la filosofiacutea platoacutenica sobre el cristianismo En el Pastor de Hermas nos encontramos ya con la reflexioacuten sobre una iglesia preexistente creada antes que todas las cosas5 Lo que inicialmente se quiere indicar con la preexistencia de la iglesia es el hecho de que el sentido profundo del universo culmi-na en la comunidad iniciada por Jesuacutes Al afirmar que la iglesia ha sido creada antes de todas las cosas se puede afirmar en los moldes culturales de su tiempo que todas las demaacutes cosas han sido creadas por razoacuten de la iglesia De forma semejante en la segunda carta de Clemente se afirma que la iglesia espiritual fue creada antes que el sol y que la luna de tal manera que ya antes que todas las cosas la iglesia estaacute referi-da a Cristo Ciertamente hay tambieacuten una iglesia car-nal situada en la historia del mismo modo que Jesuacutes tambieacuten vino en carne Pero ya antes de que todas las demaacutes cosas fueran creadas hay una referencia cons-titutiva entre Cristo y la iglesia6 No era difiacutecil que ul-teriormente esta iglesia preexistente fuera asociada con las imaacutegenes biacuteblicas de una Jerusaleacuten celestial tal como aparecen en la Carta a los Gaacutelatas (Ga 425-26) o en el libro del Apocalipsis (312 212) Sin embargo esa asociacioacuten no deja de esconder una diferencia im-portante mientras que el mundo biacuteblico piensa desde la accioacuten histoacuterica de Dios que da lugar a una nueva Jerusaleacuten en los tiempos finales el mundo griego pa-rece preferir los arquetipos ideales como modelos an-teriores al mundo material y desde los que se puede interpretar lo que ulteriormente sucede en la historia

Ahora bien la idea de una iglesia preexistente im-plica obviamente la distincioacuten entre eacutesta y la iglesia ldquocarnalrdquo que hay en la historia Esta distincioacuten estaacute cargada de consecuencias porque va a permitir que paulatinamente se vaya introduciendo la idea de una

5 Cf Pastor de Hermas II 4 1

6 Cf 2 Clem 142-3

16 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

iglesia invisible distinta de la iglesia visible La iglesia invisible no es soacutelo una realidad preexistente sino tambieacuten el modelo ideal al que se tiene que conformar la iglesia visible En Clemente de Alejandriacutea encon-tramos una posicioacuten de este tipo utilizada en sentido criacutetico Clemente sostiene que en la tierra los amos deben dar justicia e igualdad a los esclavos precisa-mente porque la iglesia terrenal es imagen de la igle-sia celestial7 Aquiacute estamos en un terreno claramente platoacutenico pues tambieacuten en la Repuacuteblica de Platoacuten la ciudad ideal es el modelo que sirve para determinar lo que las ciudades empiacutericas deberiacutean de ser al mismo tiempo que posibilita una actitud criacutetica respecto a ellas Ahora bien la distincioacuten entre iglesia invisible e iglesia visible tambieacuten puede desempentildear la funcioacuten opuesta Ante el progresivo acomodamiento de la iglesia al mundo de su contexto la distincioacuten entre una iglesia ideal y unas iglesias ldquovisiblesrdquo tambieacuten permitiraacute una cierta resignacioacuten ante el hecho de que el mundo sensible nunca podraacute llegar a ser igual que el mundo ideal De lo que se trataraacute maacutes bien seraacute de tener paciencia con el mundo real y aguardar que tras la muerte del cuerpo nuestra alma pueda llegar a gozar del mundo ideal La idea de un Dios que reina sobre un pueblo en la historia presente iraacute dejando lu-gar a un Dios que reina en los cielos Porque de hecho quien reina en la tierra son los emperadores cuya conversioacuten al cristianismo y cuyo patronazgo sobre la iglesia tendraacute que ser teoloacutegicamente integrado

Todaviacutea en Oriacutegenes encontramos claros alientos biacuteblicos cuando piensa en Judaacute como un pueblo go-bernado por Dios8 y tambieacuten cuando entiende que la iglesia terrena es la forma del reino que ha de venir pues su unidad adelanta la unidad de toda la huma-nidad9 Y es que Oriacutegenes a pesar del fuerte influjo del platonismo sobre su teologiacutea todaviacutea escribe en un contexto preconstantiniano En Agustiacuten de Hipo-na en cambio nos encontramos con la plena vigencia de la ecuacioacuten que equipara a la iglesia preexistente a la iglesia como arquetipo invisible y al mismo reino de Dios10 Ciertamente Agustiacuten tiene que admitir en su poleacutemica con los disidentes especialmente con los donatistas que la iglesia visible no es perfecta sino un ldquocuerpo mixtordquo en el que crece el trigo y la cizantildea Se trata sin duda de una curiosa interpretacioacuten de la pa-raacutebola evangeacutelica pues en ella Jesuacutes no refiere el

7 Cf Clemente de Alejandriacutea Stroacutemata 4 8 66

8 Cf Oriacutegenes Homiliacutea sobre Jeremiacuteas 9 2 (a propoacutesito de Jer 112)

9 Cf Oriacutegenes Sobre los principios I 6 2

10 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XIII 16 XVIII 29 Enqui-

ridioacuten a Laurencio 5615

campo en el que crecen el trigo y la cizantildea a la iglesia (ni a Israel) sino al mundo Sin embargo es obvio que el giro constantiniano al hacer co-extensivas la iglesia y el imperio permite interpretaciones como la de Agustiacuten asiacute como en el mundo creciacutean el trigo y la ci-zantildea tambieacuten ahora en la iglesia visible crecen el trigo y la cizantildea La distincioacuten entre el trigo y la cizantildea so-lamente es posible en la iglesia invisible cuya presen-cia no se distingue de aquella de los arquetipos a los que las realidades sensibles se asemejan Ahora bien en este aacutembito ideal Agustiacuten no tiene dificultades en afirmar sin ambages que ldquola iglesia es el reino de Cris-to y el reino de los cielosrdquo11

Esta identidad entre la iglesia y el reino de Dios se mantiene en la teologiacutea occidental a lo largo de las edades media y moderna aunque con un importante matiz en la medida en que la iglesia catoacutelica se va percibiendo a siacute misma como una ldquosociedad perfectardquo en oposicioacuten a los movimientos disidentes y a los es-tados nacionales crece tambieacuten la tendencia a identi-ficar esta iglesia presuntamente perfecta y sin duda visible con el reino de Dios Todaviacutea en el siglo XX autores catoacutelicos como Karl Adam (en El espiacuteritu del

catolicismo) o Reginald Garrigou-Lagrange (en Vida

eterna) han defendido la identidad entre la iglesia ca-toacutelica y el reino de Dios El concilio Vaticano II ha moderado levemente este entusiasmo afirmando que la iglesia es el reino de Dios presente ldquoen misteriordquo o que representa en la tierra ldquoel germen y el principiordquo del reino de Dios12 Tambieacuten en el aacutembito protestante se mantuvo desde los reformadores la identidad entre la iglesia y el reino de Dios Asiacute por ejemplo Lutero habla de la iglesia como ldquoel reino de Dios bajo Cris-tordquo13 Sin embargo los reformadores mantuvieron es-trictamente la distincioacuten agustiniana entre la iglesia visible y la iglesia invisible de modo que la ecuacioacuten entre la iglesia y el reino se daba maacutes bien en el aacutembi-to de la iglesia invisible y no en las diversas iglesias territoriales que surgieron de la Reforma En cambio en los grupos anabaptistas se comenzoacute a poner en tela de juicio la diferencia radical entre iglesia visible e iglesia invisible y se comenzoacute a entender la ldquoJerusa-leacuten celestialrdquo no como una iglesia distinta de la pre-sente sino como una metaacutefora de la iglesia histoacuterica concreta14

11 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XX 9 1-2

12 Cf Concilio Vaticano II LG 3 y 5

13 Cf Lutero WA 11 249-253 262

14 Cf J H Yoder Textos escogidos de la reforma radical Buenos Aires 1976 pp 403-443 W Klaassen Selecciones teoloacutegicas anabautistas Guatemala 1985 p 86

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 17

3 La iglesia no es el reino de Dios

La distincioacuten estricta entre la iglesia y el reino de Dios comienza con la ilustracioacuten En cierto modo co-mienza siendo una distincioacuten filosoacutefica que hace Kant en su obra de 1793-1794 sobre La religioacuten dentro de los

liacutemites de la pura razoacuten Como es sabido se trata de un texto tiacutepicamente ilustrado en el que se propone la progresiva sustitucioacuten de las religiones histoacutericas lle-nas de arbitrariedades por una religioacuten moral y ra-cional que en el fondo representa el nuacutecleo auteacutentico de toda religiosidad Al mismo tiempo como buen ilustrado Kant confiacutea en el triunfo progresivo de la moral y de la racionalidad en la historia humana En esta liacutenea Kant interpreta la victoria del principio del bien sobre el principio del mal como ldquofundacioacuten del reino de Dios sobre la tierrardquo15 De este modo el reino de Dios adquiere para toda la modernidad los claros caracteres de una utopiacutea eacutetica Ciertamente Kant re-conoce que la fundacioacuten de una comunidad moral constituye una obra que no se puede esperar de los seres humanos sino solamente de Dios Sin embargo los seres humanos no pueden permanecer de brazos cruzados sino que han de comportarse como si todo dependiera de ellos y solamente asiacute les estaacute permitido esperar que la providencia lleve a su esfuerzos bien intencionados a un cumplimiento pleno Esta comu-nidad eacutetica todaviacutea no realizada se puede interpretar entonces como una iglesia invisible mientras que la iglesia visible seriacutea aquella asociacioacuten de seres huma-nos que coincide con ese ideal y lo trata de realizar La verdadera iglesia visible seriacutea aquella que presenta (darstellt) el reino moral de Dios sobre la tierra y por tanto la iglesia podriacutea ser considerada como la repre-sentante (Repraumlsentantin) del reino o estado de Dios16

En buena medida puede decirse que las reflexiones kantianas han determinado el tratamiento de este problema teoloacutegico hasta el presente Albrecht Ritschl se sumoacute a la tesis kantiana diferenciado entre la igle-sia como comunidad del reino de Dios y el reino mismo de Dios17 Sin embargo no faltaron desde el principio las voces criacuteticas Friedrich Schleiermacher se opuso a la concepcioacuten eacutetica del reinado de Dios subrayando que eacuteste acontece no como realizacioacuten humana sino como efecto de la obra de Cristo Ahora bien el efecto de la obra de Cristo es la iglesia que en-tonces puede ser entendida por Schleiermacher como

15 Cf I Kant Die Religion innerhalb der Grenzen der bloszligen Vernunft B 127-222

16 Cf ibid B 142-144

17 Cf A Ritschl Unterricht in der christlichen Religion (1875) ed por G Ruhbach Guumltersloh 1966 p 15

ldquoreino de Dios fundado por Cristordquo18 La oposicioacuten a la concepcioacuten ilustrada en cierto modo se agudiza en el contexto de la ldquoescatologiacutea consecuenterdquo de Johan-nes Weiszlig y Albert Schweitzer El descubrimiento de la dimensioacuten escatoloacutegica del mensaje de Jesuacutes favorece una idea del reino de Dios como algo que se habriacutea de realizar como obra exclusiva de Dios sin la colabora-cioacuten humana De ahiacute que el sentildeoriacuteo (reinado) de Dios sea algo radicalmente distinto de la comunidad de los disciacutepulos de Jesuacutes por maacutes que ese sentildeoriacuteo seguacuten Weiszlig siacute incluye a la comunidad creyente en la que se realiza la verdadera justicia19 Ciertamente estos eacutenfa-sis escatoloacutegicos podriacutean haber sido importantes para recuperar aspectos esenciales del reinado de Dios y de su relacioacuten con la iglesia Sin embargo el movi-miento de la escatologiacutea consecuente planteaba dema-siados problemas a la teologiacutea de su tiempo como pa-ra poder ser digerido con facilidad Un Jesuacutes apocaliacutep-tico es tal vez una figura plausible en el siglo primero pero alguien demasiado extrantildeo para nuestro tiempo Y no soacutelo extrantildeo sino tambieacuten equivocado pues en definitiva la realizacioacuten inminente del reino por parte de Dios tal como la pensaron estos autores no habriacutea tenido lugar El final de los tiempos no llegoacute Jesuacutes y los primeros cristianos estaban equivocados

Ante esta dificultad una viacutea de solucioacuten empren-dida repetidamente por la teologiacutea del siglo XX fue la separar el mensaje de Jesuacutes de toda connotacioacuten apo-caliacuteptica Asiacute se pudo decir por ejemplo que los ele-mentos apocaliacutepticos de sus discursos habriacutean sido antildeadidos por la primera comunidad cristiana Jesuacutes no habriacutea anunciado la venida del reino de Dios o si la anuncioacute habriacutea tenido un sentido muy distinto al que despueacutes le atribuyeron los primeros cristianos El reino de Dios anunciado por Jesuacutes seriacutea un reino pu-ramente interior y su mensaje tendriacutea que ser enten-dido en teacuterminos puramente sapienciales o existencia-les La inminencia del reinado no tendriacutea que ser in-terpretada entonces como referida a grandes trans-formaciones globales sino simplemente como una ldquoescatologiacutea presenterdquo a diferencia de las escatologiacuteas futuristas de sus contemporaacuteneos La escatologiacutea pre-sente consistiriacutea simplemente en que aquellas trans-formaciones individuales e internas anunciadas por Jesuacutes seriacutean accesibles ya en el presente a cualquier persona con independencia de cualquier cataacutestrofe coacutesmica El precio de estas reinterpretaciones es por

18 Cf F Schleiermacher Der christliche Glaube (1930-1931) ed por M Redeker Berliacuten 1999 sect 107 citado en W Pannenberg Systematische Theologie vol 3 Goumlttingen 1993 p 47

19 Cf J Weiszlig Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes Goumlttingen 1892 pp 79 15-126

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 2: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

2 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Introduccioacuten Dionisio Byler

Desde hace antildeos el SEUT (Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea) viene celebrando Encuentros para nuestros estudiantes por extensioacuten brindaacutendoles la oportunidad para conocer a sus tutores personalmen-te y conocer tambieacuten a otros estudiantes

En la ocasioacuten del 9ordm Encuentro programado para los diacuteas 18-20 de noviembre de 2005 el tema propues-to fue Comunidad oportunidad y peligro La convocato-ria para el Encuentro poniacutea

Uno de los problemas maacutes agudos del mundo contemporaacuteneo es la ruptura del sentido de comu-nidad y el empobrecimiento de las diversas formas de comunidad humana El individuo se encuentra desamparado y solo las familias y grupos huma-nos se van desmembrando y destruyendo iquestCoacutemo nos afecta este fenoacutemeno a las iglesias y congrega-ciones cristianas iquestPodemos ofrecer alternativas humanizadoras iquestQueacute pistas y elementos cons-tructivos nos ofrecen la Biblia y la fe cristiana

En una primera sesioacuten de toma de contacto con el tema y de romper el hielo entre los participantes se observoacute que habiacutea presentes personas con una gran diversidad de experiencias con el tema de la comuni-dad cristiana desde alguno con antildeos vividos en laquoco-munidad de vidaraquo donde se compartiacutean vivienda y bienes con hermanos y hermanas hasta alguno cuya experiencia de comunidad cristiana se limitaba a los cultos dominicales en su iglesia local Tambieacuten se to-moacute nota de que para muchos evangeacutelicos en Espantildea la totalidad de su experiencia de conversioacuten y vida cristiana comprometida sucede en el marco de comu-nidades especialmente intensivas en el contexto de rehabilitacioacuten de toxicomaniacutea prostitucioacuten y delin-cuencia en centros como por ejemplo Remar o Reto

Los participantes del Encuentro que habiacutean parti-cipado en experiencias muy intensivas de comunidad cristiana comentaron aspectos positivos de esa viven-cia de profunda integridad como estilo de vida cris-tiano pero tampoco escondieron la realidad de los pe-ligros especialmente los que se producen en presencia de inmadurez personal tanto de liacutederes como de laquolos deacutebilesraquo Con estos testimonios personales a modo de trasfondo se pasoacute a oiacuter y debatir las conferencias

Las conferencias mdashque se reproducen en el presen-te nuacutemero del boletiacuten Encuentromdash se enfocaron desde tres aacutengulos o perspectivas concretas reflejando la di-

versidad de intereses y competencias de nuestro claustro de profesores

Sergio Rosell del Departamento de Biblia del SEUT habloacute sobre laquoComunidad perspectiva Biacuteblicaraquo

En primer lugar Rosell plantea la idea de la plura-lidad del testimonio biacuteblico mdashen este tema y en otrosmdash donde cualquier intento de reducirlo a una postura o ensentildeanza uacutenica y vinculante acaba distor-sionando el propio texto al que se pretende ensalzar como fuente de revelacioacuten Eso lleva obligadamente a la necesidad de juzgar y discernir entre mensajes laquordquoBiacuteblicasrdquo son muchas cosas pero lo que aquiacute se pre-tende hacer es ir un paso maacutes allaacute hacia lo genuina-

mente cristianoraquo mdashpropone Rosell (p 6)

En segundo lugar esto le lleva a examinar algunas propuestas recientes probablemente calificables como laquopostmodernasraquo mdashen un sentido positivo como avance en la evolucioacuten del saber humanomdash en la de-finicioacuten de queacute es lo que se pretende hacer en la labor de interpretacioacuten de los textos biacuteblicos Si el tema propuesto para este Encuentro es laquoComunidad opor-tunidad y peligrosraquo Rosell nos ofrece una cita de Thomas Merton sobre la hermeneacuteutica propuesta laquoEsta forma de leer el texto biacuteblico [seraacute una cultura ca-

racterizada por el riesgo la lucha y el redescubrimiento de

la libertad]raquo (p 7) Una lectura del texto biacuteblico cuyo desenlace tiene que resultar en la transformacioacuten de quien lee la Biblia

Con esto Rosell nos lleva a descubrir cuatro aspec-tos o rasgos esenciales de la experiencia de comuni-dad cristiana descritaensentildeada por los textos del Nuevo Testamento

bull La comunidad constituye en siacute misma un anuncio del Reino de Dios Hablar tanto de laquocomunidadraquo como de laquoreinoraquo nos lleva obviamente maacutes allaacute de lo estrictamente individual o individualista en la concepcioacuten del evangelio la conversioacuten y la salva-cioacuten Rosell observa que en la convivencia comu-nitaria descrita en los primeros capiacutetulos de Hechos se ponen en praacutectica algunos de los idea-les (iquestconcebidos como inalcanzables) de algunos filoacutesofos en boga entre los contemporaacuteneos de los apoacutestoles

El debate que puede suscitar esto seriacutea quizaacute el de si entonces el Reino de Dios ha dejado de

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 3

anunciarse en esencia una vez que han desapare-cido las formas concretas de expresioacuten de comuni-dad descritas a principios de Hechos Si el resul-tado de nuestra evangelizacioacuten es el de cristianos que viven vidas piadosas siacute pero individualistas y aisladas iquestsigue acaso siendo el mismo mensaje el que se estaacute anunciando o es que lo hemos sustitui-do por otro diferente

bull Centraacutendose en la experiencia de los aacutegapes que seguacuten las cartas de Pablo se celebraban conjunta-mente entre cristianos de etnia judiacutea y laquogentilesraquo Rosell destaca la inclusioacuten como elemento o rasgo esencial de la experiencia cristiana de comunidad El peligro que observa Rosell en la tendencia cris-tiana a acoger a los excluidos por otras construc-ciones sociales es el de rebajar las exigencias de lo que supone un auteacutentico compromiso donde la iglesia laquose vuelve un equipo de atencioacuten primariaraquo obviando la auteacutentica necesidad que tiene cada in-dividuo de salvacioacuten perdoacuten y reconciliacioacuten con Dios

bull Pasando al rasgo de comunidad cristiana en cuan-to comunidad teoloacutegica Rosell identifica precisa-mente el polo contrario al peligro identificado con el rasgo de inclusioacuten La comunidad cristiana al abrazar la doctrina de los apoacutestoles el estudio de la Biblia y los siacutembolos de identidad cristiana vive en la oportunidad que le ofrece la realidad de Dios y la revelacioacuten de Dios (y de la condicioacuten humana) que contiene la Escritura Pero el peligro es ahora el de negar la eficacia de la tendencia a la inclusioacuten simbolizada por el aacutegape intereacutetnico

bull El cuarto y uacuteltimo rasgo de la comunidad cristiana que examina Rosell es el de ser una comunidad escatoloacutegica Es una comunidad que se sabe en camino hacia realidades en las que cree pero que todaviacutea no encarna en toda plenitud Esto deberiacutea infundirnos una importante dosis de humildad aunque no siempre es asiacute

Lo cual nos deja preguntaacutendonos por queacute si la es-peranza cristiana estaacute puesta en un futuro que por de-finicioacuten hoy soacutelo experimentamos en parte (por muy real e importante que sea esa parte) las comunidades cristianas han sido muchas veces en efecto tan poco humildes en su relacioacuten con el resto de la humanidad Rosell observa que laquola comunidad cristiana en ocasio-nes no estaacute abierta a aprender de los que no son sus miembrosraquo (p 11) Pero esa falta de apertura a apren-der de los que no son sus miembros probablemente sea la regla maacutes que la excepcioacuten

Al final a modo de conclusioacuten Rosell reafirma una idea que va pareja con sus reflexiones iniciales sobre

coacutemo se llega a experimentar el texto biacuteblico como au-teacutentica revelacioacuten de Dios La comunidad cristiana no es en primera instancia algo sobre lo que formular teoriacuteas sino algo a experimentar Es soacutelo desde la sub-jetividad de la experiencia de la vida en comunidad cristiana que seraacute posible entender su esencia y valor

Antonio Gonzaacutelez de nuestro Departamento de Dogmaacutetica e Historia de la Iglesia habloacute sobre laquoIgle-sia y Reino de Diosraquo

El tiacutetulo de esta conferencia describe con bastante exactitud la temaacutetica y el enfoque que le son propios Ella lectora ha de estar sobre aviso entonces de que aunque al final en las uacuteltimas paacuteginas Gonzaacutelez iraacute a parar a un anaacutelisis de la realidad y le pertinencia hoy diacutea de la comunidad cristiana mdashy sus oportunidades y peligrosmdash esas conclusiones soacutelo son posibles como tales como punto de llegada tras una vista panoraacutemica del concepto de Reino (o Reinado) de Dios a traveacutes de toda la Biblia y los dos mil antildeos de historia de la Igle-sia Porque muchas veces lo importante no es espe-cialmente mdasho no exclusivamentemdash lo que se pueda decir sobre determinado tema entre manos (en este caso el concepto de comunidad cristiana) sino saber coacutemo se llega ahiacute es decir en queacute se basan esas afir-maciones

Seguacuten Gonzaacutelez el testimonio biacuteblico afirma que Dios es soberano para llegar a conclusiones praacutecticas contrarias a las que habitualmente se suelen deducir de ese hecho La afirmacioacuten de que la deidad reina ya no funciona a efectos de legitimar automaacuteticamente la poliacutetica de los gobernantes humanos mdashconcebidos eacutes-tos como vicarios de la deidad en esta tierra Al con-trario los relatos biacuteblicos afirman que Dios es Rey precisamente para fomentar una actitud criacutetica de las poliacuteticas humanas de dominacioacuten En el desarrollo posterior de la historia del cristianismo sin embargo se hallan diversas maneras de decir que siacute a Jesuacutes y a la Biblia y a la vez negar la eficacia de la desautoriza-cioacuten biacuteblica de las poliacuteticas humanas de dominacioacuten La manera de conseguir esto es desplazar el gobierno efectivo de Dios a una Iglesia idealizada y perfecta que soacutelo es posible fuera de mdashal margen de o poste-rior amdash la historia humana Concebidas asiacute las cosas aunque no resultan baladiacutees los esfuerzos por traer a la vida humana en esta tierra algunas de las conside-raciones morales que inspira Jesuacutes no parece que fue-ra necesario ni posible que la sociedad humana mdashni si-quiera la Iglesiamdash se ajuste aquiacute y ahora a las conduc-tas que Jesuacutes predicoacute

Aquiacute es donde Gonzaacutelez nos invita a entender que la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de

4 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

una misma realidad No se trata de que la Iglesia sea maacutes o menos equiparable al Reino de Dios (aunque imperfecta o provisional o terrenal o limitada en al-guacuten sentido) laquo[La Iglesia] no es un reinado maacutes pe-quentildeo particular presente e imperfecto Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos ins-tancias de una misma realidad sino realidades esen-cialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutearaquo (p 19)

Es decir que laquoreinoreinado de Diosraquo seriacutea lo que sucede siempre que Dios ejerce su autoridad y halla quienes le obedecen Mientras que la Iglesia seriacutea la comunidad de los que obedecen a Dios como soberano Son realidades o aspectos distintos de la cuestioacuten por mucho que se necesiten mutuamente

Con esto Gonzaacutelez nos ha traiacutedo adonde podemos examinar algunos rasgos de esta comunidad cristiana donde se manifiesta la actividad de Dios como Rey

En primer lugar descubrimos que es una sociedad donde no hay lugar para dominacioacuten de unas perso-nas sobre otras Siguiendo las pistas de las narracio-nes sobre el estadio premonaacuterquico de la historia de Israel Jesuacutes constituye una comunidad de iguales sin jerarquiacutea entre ellos

En segundo lugar en la medida que el Nuevo Tes-tamento declara que Jesuacutes estaacute en el trono y ejerce efectivamente como Rey juntamente con Dios Padre descubrimos que este es el contexto maacutes idoacuteneo para explicar el origen de las afirmaciones cristoloacutegicas que equiparan a Jesuacutes y Dios laquoAfirmar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Diosraquo (p 24)

En tercer lugar reconocer el ejercicio efectivo de su realeza la actividad de Dios (y de su Mesiacuteas) como soberano mdashy la existencia de la comunidad de los que escogen vivir como suacutebditosmdash nos brinda la pista ne-cesaria para desentrantildear la escatologiacutea del Nuevo Tes-tamento

laquoEl lenguaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transformaciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tam-bieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia

un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identificado Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que re-corren la historia humana sino bajo el reinado huma-no del Hijo del Hombreraquo (p 24)

Se trata a la vez de una realidad presente y el an-helo de algo auacuten por llegar

laquoEl reinado de Dios en cuanto acto de reinar reali-zado por Dios es perfecto ya en el presente Sin em-bargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios so-bre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce ple-namente sobre la vida de los individuos y de las co-munidadesraquo (p 24)

El resultado no es algo descarnado ni relegado a un futuro indeterminado sino eminentemente praacutecti-co en la vivencia cristiana

laquoEs precisamente ese reinar el que origina ya en la historia las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteasraquo (p 25)

Los planteamientos de Gonzaacutelez nos exigen nada menos que un debate de la cuestioacuten de la integridad e identidad de nuestras iglesias estas comunidades que se suponen expresioacuten visible y presente del Reinado de Dios En efecto la inferencia razonable pareceriacutea ser que no todos los grupos ni todas las instituciones humanas que se autodefinen como laquoiglesiasraquo gozariacutean de la misma integridad y legitimidad Desde que se define laquoiglesiaraquo como sentildeal de un reinado de Dios so-bre suacutebditos dispuestos a adoptar las poliacuteticas especiacute-ficas de su soberano descubrimos que existen en la preacutedica de Jesuacutes y en los escritos apostoacutelicos criterios concretos con que evaluar su legitimidad e integridad como tales laquoiglesiasraquo Estos criterios quedan resumi-dos aquiacute con la referencia a Gaacutelatas 328 (que es a la vez un resumen de la ensentildeanza generalizada en todo el Nuevo Testamento) laquoLa Iglesiaraquo soacutelo es la comu-nidad legiacutetima de los que han aceptado el laquoReinado de Diosraquo en la medida que en ella no haya ya distin-cioacuten entre amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mu-jer es decir donde han desaparecido las estructuras de dominacioacuten humana

Si con Rosell nos preguntaacutebamos sobre la integri-dad de un presunto evangelio cuyos efectos fuesen tan soacutelo individualistas y no la creacioacuten de comuni-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 5

dad ahora con Gonzaacutelez nos preguntamos sobre la integridad de iglesias que en cuanto comunidades humanas en efecto no hiciesen otra cosa que volver a reiterar las estructuras de dominacioacuten de siempre

Llegamos asiacute a la ponencia de Rauacutel Garciacutea Peacuterez del Departamento de Ministerio y Misioacuten del SEUT que habloacute sobre laquoRelaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica ldquoMejorando las relaciones co-munitariasrdquoraquo

Los que nos propone Garciacutea es esencialmente una vista panoraacutemica de algunos de los temas maacutes signifi-cativos de la obra de Martin Buber filoacutesofo existencia-lista y educador judiacuteo de la primera mitad del siglo pasado

Esencialmente Garciacutea desentrantildea algunos de los conceptos principales del libro Yo y tuacute (1922) Entre los conceptos que destaca estaacute la idea de que es esen-cial para la integridad del propio yo tratar al otro de tuacute y no de ello es decir negarse a laquocosificarraquo al otro como objeto que no como ente personal con su propia integridad identidad e iniciativa equiparables a las miacuteas (Aplicado a Dios por ejemplo escribe Buber y nos lo recuerda Garciacutea se trata de hablar con Dios mdashdiaacutelogomdash y no acerca de Dios mdashlo cual soacutelo puede ser un monoacutelogo) El tema de fondo es siempre la inte-gridad de relacionarse Es en relacioacuten que se existe como ser plenamente humano y es en relacioacuten que Dios se revela como plenamente Dios Si no es por relacionarnos no conocemos a nadie (ni siquiera a no-sotros mismos) y si no es por relacionarnos con eacutel tampoco conocemos a Dios

Llegamos asiacute al tema de la comunidad Porque es-ta manera de priorizar el relacionarse por encima de las abstracciones el ver al otro como tuacute en lugar de coacutemo ello determinaraacute tambieacuten la manera de concebir de la comunidad La comunidad no puede ser enton-ces un concepto abstracto mdashla comunidad como colec-tividadmdash sino que es el lugar de encuentro entre per-sonas cada una con su integridad personal que se re-lacionan entre siacute como acto y no como idea de relacioacuten

Al final con Garciacutea mdashy con Bubermdash desemboca-mos en un anaacutelisis de las dificultades las barreras de

comunicacioacuten que existen para este tipo de diaacutelogo entre un yo y un tuacute plenamente entregados a respetar la integridad del otro laquoEl terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegi-ca del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Bus-camos afirmacioacuten y seguridadraquo (p 29)

Es decir que Garciacutea nos ha llevado a profundizar en la direccioacuten contraria a la que nos conduciacutea Gonzaacute-lez sin negar en absoluto la validez de aquello La comunidad cristiana estaacute obligada a demostrar efectos sociales concretos y constatables que no resultan ser meramente una reiteracioacuten de las tiacutepicas estructuras de dominacioacuten (Gonzaacutelez) pero a la par la comuni-dad cristiana tiene que ser una donde las personas ba-jan la guardia y se atreven a ver al proacutejimo no soacutelo como una cifra en abstracto sino como un tuacute con el que es imprescindible entrar en relacioacuten (Garciacutea) Lo que no nos dice Garciacutea es coacutemo se consigue eso aun-que deja caer una pista importante laquoEl amor ldquoaacutegaperdquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras rela-ciones (1Tes 312) es de naturaleza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios mediosraquo (p 28)

Al final por sesudas y eruditas que resultasen es-tas exposiciones (alguacuten estudiante de primer curso se confesoacute francamente desbordado por el nivel de las ponencias y los debates posteriores) la sensacioacuten con que uno se queda es parecida al resultado de un buen sermoacuten la conviccioacuten de que las palabras son uacutetiles tal vez necesarias pero lo que cuenta es vivir lo que hemos oiacutedo El laquoreinado de Diosraquo como el auteacutentico conocimiento del sentido de la Biblia como el auteacutenti-co descubrimiento del tuacute y no meramente un ello en el proacutejimo se legitima en la praxis en la realidad vital

de comunidades de personas que se arriesgan a vi-

vir unos con otros todas las potencialidades que

nos abre la invitacioacuten a seguir los caminos de Jesuacutes

6 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Comunidad Perspectiva biacuteblica Sergio Rosell

Introduccioacuten

El tiacutetulo de este ciclo de conferencias laquoComuni-dad oportunidad y peligroraquo puede a primera vista parecer tendencioso inclinado desde su origen a una perspectiva de tensioacuten aderezada con un regusto de criacutetica tiacutepico de los profesores de teologiacutea Este ele-mento puede alentar sentimientos distintos el laquoonerse del ladoraquo de la persona que reconoce las limitaciones minusa veces exasperantesminus de nuestras comunidades de fe en aspectos baacutesicos de su praacutectica y por ende harta de repetir que laquoasiacute no se va a ninguna parteraquo o el de hacer surgir consabidas reticencias y reparos por parte del que tiene en mente que los profesores de teologiacutea son expertos en teoriacutea pero poco o nada saben de la praacutectica Espero que en esta primera conferencia estos posibles recelos queden de alguna manera solventa-dos no tanto por la mayor o menor calidad acadeacutemica de la misma sino porque el espiacuteritu con se ha escrito pueda trasmitirse a la audiencia con moderada preci-sioacuten No se trata de estar al lado o contra nadie sino de que la verdad del evangelio llegue a transformar-nos como comunidad de fe que ya somos

A menudo se comenta acerca de cuaacutel seriacutea el tipo de comunidad biacuteblica que habriacutea que aplicar al diacutea de hoy seguacuten se refleja en las paacuteginas del Nuevo Testa-mento Esta pregunta es de por siacute errada al menos en dos puntos

bull Se asume en primer lugar que hay un modelo tipo en las escrituras es decir una voz uniacutevoca y no una pluralidad de ellas y

bull Se asume que la transferencia del laquoentoncesraquo al laquoahoraraquo es directa y tiene poco que ver con el con-texto actual

Por muy bien intencionada que sea la buacutesqueda la respuesta es complicada y desde luego maacutes abierta No hay un modelo uniacutevoco de comunidad sino que desde el principio ha habido una variedad de ellos todos laquobiacuteblicosraquo (es decir fieles a los principios del evangelio aunque tambieacuten con sus debilidades y limi-taciones) y tratando de ser consecuentes con el contex-to socio-cultural en el que les ha tocado vivir y ser luz (Fil 215) lsquoBiblicasrsquo son muchas cosas pero lo que aquiacute se pretende hacer es ir un paso maacutes allaacute hacia lo ge-

nuinamente cristiano No buscamos sin maacutes que sea biacute-

blico (pe laquolas mujeres callen en la congregacioacutenraquo) mdash

que se encuentre avalado por alguacuten texto del NTmdash ya que podemos encontrar muchas y variadas estructu-ras sino lo que refleja maacutes elocuente y verdaderamen-te el espiacuteritu de las buenas noticias de Jesuacutes el Cristo

I Acercamiento al tema de la interpreta-cioacuten biacuteblica

Cuenta Stephen C Barton que en un congreso de Novi Testamenti Societas en Birmingham en 1997 el grupo de debate se habiacutea reunido para tratar el tema de la laquoEacutetica del Nuevo Testamentoraquo y que en la terce-ra sesioacuten del seminario se estaba estudiando a fondo la cuestioacuten de la mancomunidad en el libro de los Hechos El grupo se preguntaba si Theissen estaba en lo cierto al discernir una clara influencia helenista o si por el contrario como proponiacutean otros se trataba de una influencia esenia A rengloacuten seguido los especia-listas trataron la percepcioacuten lucana de la comunidad cristiana como cumplimiento del ideal sabaacutetico del Deuteronomio de la eliminacioacuten de la pobreza la su-puesta importancia de que las laquosentildeales y sanidadesraquo parezcan rodear la actividad de estos primeros cris-tianos etc No fue hasta que faltaban diez minutos pa-ra concluir la sesioacuten cuando una persona mdashmalinten-cionada sin dudamdash hizo la siguiente pregunta que to-dos habiacutean tratado con eacutexito hasta ese momento de evitar laquoiquestcoacutemo extrapolar las normas y principios de la narrativa lucanaraquo El grupo se quedoacute helado Una cosa es teorizar acerca de la geacutenesis del texto de su contexto histoacuterico y social de su adaptacioacuten al mo-mento por medio de su redaccioacuten etc pero ninguno de los presentes teniacutea competencia suficiente para de-cir de veras cuaacutel era el significado profundo de esa mancomunidad al no pertenecer ninguno de ellos a comunidades ya inmersas en esta praacutectica1

De manera que esa tendencia a resaltar y rescatar normas y principios lucanos (por poner un ejemplo) en ideales universales se torna maacutes en una praacutectica que lejos de tratar de apropiarse del texto parece que-rer neutralizarlo2 En un contexto distinto pero tam-bieacuten pertinente a nuestro tema escribe Thomas Mer-

1 Stephen C Barton Life Together Family Sexuality and Community in

the New Testament and Today EdinburghNew York T amp T Clark 2001 245

2 Ibiacuted 246

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 7

ton que laquo[a]l afirmar que como lectores podemos sentirnos escandalizados por la Biblia no estoy tra-tando de decir que tengamos que dejar de lado nues-tra inteligencia La Biblia puede resultar difiacutecil y pro-blemaacutetica y en este sentido puede suponer un desafiacuteo para nuestra inteligencia pero nunca una afrenta3raquo

Desde hace unas deacutecadas se viene observando un esfuerzo por acercarse al texto biacuteblico y su interpreta-cioacuten desde propuestas nuevas en las que se quiere romper con el consabido laquoacuerdo entre caballerosraquo si se me permite la expresioacuten de que hay que mante-ner separados el conocimiento como lo que pertenece a la esfera de lo puacuteblico y la fe que pertenece a la de lo privado Podriacuteamos tambieacuten hablar del significado como lo objetivo y la verdad (o su significado laquopara hoyraquo) como lo puramente subjetivo4 De hecho esta es una praacutectica muy comuacuten en los estudios biacuteblicos hoy en diacutea Una cosa es el estudio del texto su geacutenesis ar-queologiacutea historia literaria etc y otra bien distinta es ver (si acaso) queacute tiene que ver con nosotros hoy diacutea En el mundo anglosajoacuten se ha acuntildeado el teacutermino en-

gaged hermeneutics (algo asiacute como laquohermeneacuteutica com-prometidaraquo o laquode compromisoraquo) a la variedad que trata de discernir las posibles aplicaciones del texto a la sociedad que lee el texto de nuevo Muy lejos nos hemos ido si tenemos que recuperar la esencia de la interpretacioacuten biacuteblica por medio de semejantes cuntildeos

La analogiacutea que algunos han propuesto como nue-va viacutea de acercamiento al texto es conocida como Per-

formance que la asemeja a la interpretacioacuten de una obra musical pongamos de Beethoven En este caso lo im-portante no es soacutelo la agudeza y fidelidad teacutecnicas que podriacutean resultar laquosecasraquo si no van acompantildeadas de sentimiento y pasioacuten y que ya no centra soacutelo en el director la orquesta y la partitura sino que tiene en mente a la audiencia Se crea entre estos distintos ele-mentos una comunicacioacuten inigualable irrepetible donde se premia la fidelidad creativa Hasta aquiacute la ana-logiacutea funciona maacutes o menos pero hay un momento en que eacutesta se vuelve insuficiente Se puede caer faacutecil-mente en la laquoeventualidadraquo del momento es decir que lo que se ha hecho es laquointerpretarraquo laquotocarraquo una pieza musical o como se diriacutea en ingleacutes laquojugarlaraquo (to play

it) La escritura sin embargo llama a algo maacutes pro-fundo a la transformacioacuten de vida a vivir de un mo-do iacutentegro las veinticuatro horas del diacutea siete diacuteas a la semana La esteacutetica del momento no puede paralizar el proceso de transformacioacuten intenso que este acerca-

3 Thomas Merton Leer la Biblia Una gran aventura espiritual Barce-lona Oniro 1999 12-3

4 Ibiacuted 224

miento tiene como meta uacuteltima de la interpretacioacuten Por esto se ha propuesto un ejemplo maacutes claro que haga justicia a este acercamiento En este caso se ha elegido un texto como el de la Constitucioacuten america-na con su sentido de laquoenactmentraquo es decir de cum-plimiento de puesta en praacutectica para que se verifique el contenido y espiacuteritu de lo expresado5

Esta forma de leer el texto biacuteblico laquohellipwill be a cul-ture also characterized by risk struggle and new found

freedom because there is no scientific method to guar-antee assured results when the goal is human trans-formation by authentic performanceraquo6 Y de nuevo volvemos a Merton laquoLa afirmacioacuten baacutesica de la Biblia acerca de la palabra de Dios no se refiere pues al hecho de que el creyente deba aceptarla ciegamente en virtud de la autoridad divina sino a la circunstan-cia de ser una palabra reconocible por su poder transfor-

mador y liberador7raquo

Quizaacutes de forma raacutepida pero necesaria es impor-tante resaltar que si queremos conocer a fondo el sig-nificado de lo que es la perspectiva biacuteblica de la co-munidad cristiana tenemos que ser parte de la mis-ma Y no soacutelo parte sino implicados hasta que nos duela experimentar lo que el texto ya anunciaba No se trata de laquojugar a interpretarraquo si no de vivir para comprender y gustar8

II Comunidad una perspectiva biacuteblica-creyente

Al hablar de la comunidad se ha de partir por de-fecto del Antiguo Testamento Como bien dice Donald Senior laquoNo fue necesario que Jesuacutes fundara una igle-sia porque ya existiacutea en la comunidad de Israel Dios estaba ya forjando un pueblo daacutendole un destino y

5 Ibiacuted 229

6 Ibiacuted 248 laquohellipdaraacute a luz una cultura caracterizada por el riesgo la lucha y una nueva forma de libertad ya que no existe un meacutetodo cientiacutefico que garantice los resultados cuando la meta es la trans-formacioacuten humana a traveacutes de una interpretacioacuten auteacutenticaraquo

7 Merton 18

8 Durante el encuentro tuvimos oportunidad de repasar ciertos pun-tos de la ponencia con los asistentes Una criacutetica que se hizo a esta presentacioacuten es la afirmacioacuten (cito de memoria) de que lsquosoacutelo puede conocerse a fondo el mensaje comunitario del NT si se estaacute dentro de la comunidadrsquo Ciertamente que las demandas de Jesuacutes se pue-den conocer y valorar sin ser parte de su grupo (y por ello mismo rechazarlas por su radicalismo o por estar en contra de ellas) A lo que yo me refiero es que seguacuten me involucro en el objeto asiacute lo co-nozco Podemos teorizar acerca de lo que significa ser comunidad pero a menos que la vivamos (al nivel que sea) no descubriremos aacutereas y matices que permanecen ocultos al mero espectador

8 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

sacaacutendole de la muerte para llevarle a la vida9raquo Y lo cierto es que la comunidad cristiana primitiva se comprende a siacute misma muy pronto como la ekklesia

tou theou (Flp 36 Gaacutel 113) derivada del qahal Yahve con el que Israel es designado en el AT como pueblo de Dios congregado para el culto Es muy probable que fuera el grupo helenista el responsable de esta de-signacioacuten con lo que se quisiera enfatizar no soacutelo con-tinuidad si no de discontinuidad con la historia ante-rior debido su fuerte eacutenfasis en la ley10 laquoLa comuni-dad primitiva adoptoacute con la mayor naturalidad tiacutetulos del pueblo de Dios en el antiguo testamento y se los aplicoacute a siacute misma y a sus miembros11raquo De esta manera la comunidad recibe el tiacutetulo de laquolos santosraquo (Rom 15 23 1 Co 84 etc) laquolos elegidosraquo (Mc 1320) con lo que se expresa una conciencia de representar al pueblo es-catoloacutegico de Dios12

Esta conciencia de ser pueblo de Dios lleva a la comunidad cristiana a una praacutectica de vida que en mi opinioacuten se puede resumir en los siguientes puntos que son imprescindibles y baacutesicos para cualquier comu-nidad cristiana que quiera ser fiel al mensaje de Jesuacutes Son caracteriacutesticas que se solapan que no son inde-pendientes unas de otras pero por mor de la claridad se presentan en distintos apartados

Como ya hemos comentado existen muchas for-mas de comunidad o mejor dicho la comunidad puede

adquirir muchas formas pero estos elementos son im-prescindibles Dentro de cada uno de los apartados y tratando de ser fiel al tiacutetulo de esta serie de conferen-cia expondreacute tanto las oportunidades como los peli-

gros inherentes a ellos

A Una comunidad que anuncia el reino de Dios

Se trata de hacer visible en el aquiacute y el ahora el mensaje del reino de Dios Esto lo hace la comunidad de manera espontaacutenea impelida por el Espiacuteritu Santo Lejos de referirse a una ideologiacutea que hay que planifi-car minuciosamente este anuncio del reino es la con-

9 Donald Senior laquoEncontrando las huellas de Dios en el camino ini-ciado en la Bibliaraquo (traduccioacuten adaptada del original ingleacutes publi-cado en Church Summer 1999) httpwwwcisocclhtmlnov01htm (14102005)

10 No es tema de esta conferencia entrar en una discusioacuten detallada de este interesante toacutepico Pare ello referimos al lector a Ludger Schenke La comunidad primitiva Salamanca Siacutegueme 1999 en es-pecial a su capiacutetulo 5

11 Schenke La comunidad primitiva 126

12 Lohfink La iglesia que Jesuacutes queriacutea Dimensioacuten comunitaria de la fe

cristiana (3ordf ed) Bilbao Descleacutee de Brouwer 1998 87-88

crecioacuten actual e histoacuterica en la vida de sus suacutebditos La soberaniacutea de Dios se refleja en la vida de los miembros de la comunidad en su solidaridad su eacuten-fasis en la fraternidad de hermanos y hermanas don-de sobra todo tiacutetulo de poder y autoridad (Mc 1029)13 laquoLa fraternidad surge en la historia alliacute donde el Espiacute-ritu de Dios elimina la loacutegica de Adaacuten y todas sus consecuencia personales y sociales14raquo

La vida en comunidad que nos propone el libro de los Hechos aunque un tanto idealizada como en todo relato de los comienzos surge de esta nueva realidad que nace y se reproduce en el corazoacuten de las personas y que se concreta en la vida diaria Lejos de ser una conversioacuten interna e individualista el reino de Dios hace que la pequentildea semilla se transforme en un gran aacuterbol La necesidad de reunirse por las casas (Hch 246 cf Mc 1412-16) compartir no soacutelo la tradi-cioacutenensentildeanza de los apoacutestoles sino el comer surgen de esta conversioacuten a lo nuevo que sin embargo esta en continuidad con la praacutectica de Jesuacutes15

Un estudio del teacutermino koinocircn (laquocomuacutenraquo de ahiacute laquocompartirraquo laquocomuacuten-unioacutenraquo etc) y derivados nos muestra que la idea de compartir no era nueva sino que teniacutea un gran arraigo en el mundo heleno Pitaacutego-ras reconoce un orden coacutesmico que se refleja en el or-den humano En ese estado primigenio no existiacutea propiedad privada Platoacuten consideraba la propiedad privada como raiacutez de todo mal ya que lleva indefecti-blemente al deseo egoiacutesta de poseer maacutes la avaricia (pleonexiacutea)16 aunque experimentoacute en carne propia la dificultad de llevarlo a cabo en su propia vida De esta manera concluye que soacutelo dios y los hijos de los dio-ses pueden vivir en esta comunidad de bienes espo-sas e hijos (Leg V 739d) Aristoacuteteles toma una postu-ra maacutes realista e individualista y analiza los peligros de llevar a cabo la propuesta de Platoacuten (Pol II 2 1261a) laquoNo puede existir la imposicioacuten de la comuni-dad y la unidad en el estado sino que se debe llevar a cabo por medio de la educacioacutenraquo (Pol II 5 1263)

Es con los ciacutenicos que las propuestas de Platoacuten en-cuentran base en la naturaleza El ciacutenico Crates afirma que laquoentre amigos todo es comuacutenraquo El estoicismo to-ma una viacutea maacutes moderada y permite asiacute la propiedad

13 Para un interesante comentario de este verso G Lohfink La igle-

sia que Jesuacutes queriacutea 51s

14 Antonio Gonzaacutelez Reinado de Dios e imperio Ensayo de teologiacutea so-

cial Santander Sal Teacuterrea 2003 200

15 Cf Hechos 432 y Lucas 81-3

16 Friederich Hauck laquoKoinoacuteshellipraquo Theological Dictionary of the New Tes-

tament vol III Gerhard Kittel (ed) Grand Rapids Eermands 1989 792

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 9

privada Los neopitagoacutericos buscan la libertad interna que les permite laquono poseer nada y auacuten asiacute ser duentildeos de todoraquo17

La comunidad cristiana que teniacutea ejemplos concre-tos de mancomunidad provenientes tanto del mundo heleno como del judaiacutesmo (esenios therapeutae aun-que eacutestos viviacutean como comunidad con el propoacutesito del estudio piados de la escritura) vive su praacutectica como resultado del soplo del Espiacuteritu Santo (Hch 2) No es un movimiento econoacutemico en el sentido de que sea una economiacutea de tipo comunista tampoco es legal en el sentido de una socializacioacuten constitucional de la propiedad y tampoco es filosoacutefico en el sentido de imitacioacuten del orden natural de las cosas como ocurre con los ciacutenicos18 Como afirma Hauck el verbo elegen (laquonadie deciacutea ser suyohellipraquo Hch 432) contiene un laquosub-jective sense of fellowshipraquo19

La oportunidad que se ofrece a la iglesia es la de una posibilidad de vida maacutes solidaria contraria al flujo individualista y de poder que se ha erigido en modelo de convivencia al menos en gran parte del mundo oc-cidental Este idealismo necesario es oportunidad norte al que mirar y hacia el que caminar Todo lo que sea construir en esa direccioacuten (solidaridad renuncia a la violencia al individualismo egoacutelatra etc) es estar en la senda cristiana guiados por el mismo Espiacuteritu que impelioacute a los primeros disciacutepulos En ella la igle-sia se reconoce como tal como mensajera den las bue-nas nuevas de que el Reino estaacute entre nosotros20

Este ideal de comunidad se convierte en peligro cuando entra el desaacutenimo cuando no se ha medido bien el precio de tal empresa (Lc 1428) y se olvida que comunidad es tambieacuten dedicacioacuten y trabajo arduos pues es luchar contra el egolaacutetrico yo que se quiere imponer a toda costa Tambieacuten cuando el ideal no deja reconocer la realidad pero ese es tema que auacuten hemos de tratar

B Fraternidad inclusiva

Identificarse como pueblo de Dios no libra de eli-tismos y etnocentrismos La historia de la primitiva iglesia es buen ejemplo de ello A los que acusan a Lu-cas-Hechos de excesivo triunfalismo hay que recor-darles la inclusioacuten de periacutecopas donde se acentuacutea la limitacioacuten humana de la comunidad (Hch 51-11 61)

17 Esta afirmacioacuten de Filostrato se parece mucho a la que encontra-mos en 2 Corintios 610

18 Hauck laquoKoinoacuteshellipraquo 796

19 Ibiacuted

20 Lohfink La iglesia 65-6

En ellas se recoge el duro aprendizaje que la comuni-dad del Espiacuteritu tiene que llevar a cabo en su vivencia diaria Esa comunidad tiene que estar abierta a todos y todas pues no hay exclusiva para con Dios La co-munioacuten de mesa es uno de los elementos maacutes descon-certantes para el lector actual que se acerca al texto de los Hechos Pues la laquoforma de comer vincula con el propio cuerpo y con su historia21raquo Tenemos claros ejemplos de esta cercana relacioacuten entre comida y valo-res eacutetnicos histoacutericos y religiosos en el libro de Leviacuteti-co (coacutedigo de santidad) el mandamiento de celebra-cioacuten de la Pascua judiacutea (el simbolismo de cada plato) el libro de Daniel (los joacutevenes que no se mancillan con la comida extranjera) a las cartas paulinas (Romanos 14 1 Corintios 8 etc)22 En la comunioacuten de mesa por su forma de comer es donde Israel se identifica como diferente del resto Es su forma de separarse de entre los pueblos y es justamente ahiacute en el centro simboacutelico de su valor donde el Espiacuteritu de Dios viene a abrir y transformar los conceptos Los capiacutetulos 10 y 11 del libro de los Hechos no expresan tanto la conversioacuten del temeroso de Dios y gentil Cornelio como la con-versioacuten de Pedro (y por ende el comienzo de la con-versioacuten de la iglesia de Jerusaleacuten) a la visioacuten inclusiva del Reino de Dios

Creo que es importante resaltar un pequentildeo deta-lle en el relato del capiacutetulo 11 justo despueacutes de que Pedro haya calmado las preguntas de la asamblea (Hch 1119-21) laquoAhora bien los que habiacutean sido es-parcidos a causa de la persecucioacuten que hubo con mo-tivo de Esteban pasaron hasta Fenicia Chipre y An-tioquiacutea sin hablar a nadie la palabra sino solo a los judiacuteos Pero habiacutea entre ellos unos de Chipre y de Ci-rene los cuales cuando entraron en Antioquiacutea habla-ron tambieacuten a los griegos anunciando el evangelio del Sentildeor Jesuacutes Y la mano del Sentildeor estaba con ellos y gran nuacutemero creyoacute y se convirtioacute al Sentildeorraquo

Es casi iroacutenico pensar que mientras las grandes ca-bezas pensantes del moviendo de Jesuacutes ubicados en Jerusaleacuten disputaban acerca de la conveniencia o no de la inclusioacuten de los gentiles en la comunidad de fe

21 Rafael Aguirre La mesa compartida Estudios del Nuevo Testamento

desde las ciencias sociales Santander Sal Teacuterrea 1994 27

22 Recientemente (septiembre de 2005) se emitioacute un documental en la 2 de TVE en que se hablaba de los cambios dieteacuteticos en la pobla-cioacuten de los paiacuteses en viacuteas de desarrollo como consecuencia de su mayor poder econoacutemico Un padre de familia chino entrevistado hablaba con orgullo coacutemo su hija en edad de contraer matrimonio habiacutea engordado considerablemente a causa de su mejora en esta-tus social lo que les permitiacutea ahora acercarse al mundo de los res-taurantes de comida raacutepida iexclIncluso comer laquocomida basuraraquo se ha convertido en un siacutembolo de prosperidad econoacutemica y social laquoDi-me queacute comes y te direacute quieacuten eresraquo

10 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

los laquodon nadiesraquo aquellos de quienes ni siquiera co-nocemos su nombre misioneros anoacutenimos fueron los primeros en entender que laquoDios no hace distincioacuten de personasraquo De alguna manera Dios teniacutea ya guardado un laquoplan Braquo en caso de que la comunidad de Jerusaleacuten no afrontara la realidad con una buena dosis de ries-go

La oportunidad es crear una comunidad abierta que acoge a aquellos que la sociedad no suele acoger con gusto No es extrantildeo pues que en nuestras comunida-des tengamos personas con problemas sociales impor-tantes debilidades y carencias profundas La comuni-dad es oportunidad de vida para el marginado y oportunidad para los cristianos de conocer y relacio-narse con las personas de manera maacutes profunda23 Es oportunidad de crear una sociedad alternativa que se verifica en el diacutea a diacutea G Lohfink acertadamente apunta a otro teacutermino que fortalece el sentido de co-munidad de una forma diferente a koinoniacutea que en ocasiones puede entenderse de forma excesivamente estructural Se trata de la expresioacuten de reciprocidad allecirclocircn (laquounos a otrosraquo)24 De esta reciprocidad deviene el concepto de edificacioacuten (oikodomein) que tan popu-lar se ha hecho en el mundo pietista donde se ha cul-tivado de forma maacutes individualista Sin embargo en las cartas paulinas esta terminologiacutea se refiere al con-junto de la comunidad que de esta forma se convierte ella toda en responsable de que este ideal se lleva adelante Se podriacutea ahondar mucho maacutes en todo este entramado pero me imagino que las siguientes confe-rencias construiraacuten sobre este tema desde puntos de vista maacutes teoloacutegicos y pastorales por lo que huelga alargarnos aquiacute

Un peligro es diluirnos por ese afaacuten de querer lle-gar a todos Entonces no anunciariacuteamos ya un mensa-je renovador si no que la iglesia se vuelve un equipo de atencioacuten primaria o como si de un departamento de ofertas religiosas se tratara especializada en el aacuterea de la soledad y la depresioacuten25 Se trata de una vivencia

comunitaria de transformacioacuten no de un servicio a do-micilio La comunidad de fe no puede regalarle a la persona aquello que no le pertenece la salvacioacuten el perdoacuten la reconciliacioacuten con Dios pero si puede crear el espacio adecuado para que la persona tenga ese en-

23 Lejos de ser una entelequia no hay maacutes que echar un vistazo a las profundas reflexiones de Henri J M Nouwen En el nombre de Jesuacutes y El sanador herido para darse cuenta de que una comunidad que no acompantildea al herido y aprende de eacutel es incapaz de un diaacutelogo veraz con Dios en oracioacuten (En el nombre de Jesuacutes 25ss)

24 Lohfink La iglesia 110s

25 Lohfink La iglesia 12

cuentro con el Dios perdonador que habita en medio de su pueblo por medio de su Espiacuteritu

C Comunidad teoloacutegica

No se trata soacutelo una praacutectica social o grupo de au-to-ayuda se trata de una comunidad que estudia y se abre a las escrituras que es fiel a la doctrina No se aferra a eacutesta como si su vida dependiese de su fideli-dad a la letra sino que se esfuerza por vivir de mane-ra consecuente lo que entiende a la luz de su estudio y praacutectica cotidiana con la ayuda del Espiacuteritu que las ha dado haacutelito Hace ademaacutes un esfuerzo por entender el mundo y la sociedad que le rodean para asiacute servir al proacutejimo de manera maacutes efectiva Una comunidad que laquoescucharaquo y reflexiona maacutes que habla

Es una comunidad que se reuacutene alrededor de la doctrina y los siacutembolos que dan sentido a su praxis y ortodoxia Se trata por tanto de una comunidad que celebra a la vez que escudrintildea estudia las escrituras (Hch 24246) que se caracteriza por la alegriacutea pues sabe en quieacuten ha depositado su confianza (Flp 16 2 Tim 112) Se trata de una comunidad que se abre a su influencia y se convierte a su Autor a medida que en-tiende maacutes el mensaje de la escritura La escritura no es en uacuteltimo lugar un cuerpo de doctrina que hay que guardar y defender a toda costa sino la guiacutea que nos acerca maacutes al corazoacuten de Dios mediada por su Espiacuteri-tu santo

La oportunidad es que la comunidad sea relevante a la sociedad que dice querer servir Conocer sus escri-turas estaacute fuertemente unido a conocer la problemaacuteti-ca humana pues ellas dan testimonio de cuaacuten fraacutegil y orgulloso es el ser humano pero que afortunadamen-te hay solucioacuten a este dilema La oportunidad es para la comunidad el escuchar sin dar respuestas pre-cocinadas Es verse reflejada en las paacuteginas de la escri-tura y celebrar al mismo tiempo su salvacioacuten por me-dio de los siacutembolos de liberacioacuten Es por ello que la Palabra estaacute tanto en medio de la comunidad como frente a ella

El peligro es encerrarse en su propio mundo tra-tando de resolver los problemas del mundo sin prin-garse de lodo Una comunidad asiacute no se ha ganado el respeto de la sociedad a hablar ni tampoco representa el ideal cristiano de encarnacioacuten26 Se tratariacutea de que-

26 En el antildeo 260 cuando la peste se ceboacute con Alejandriacutea su obispo Dionisio escribioacute una carta que recoge Eusebio en su Historia Ecle-

siaacutestica VII 22 en la que se habla de la ejemplar actuacioacuten de los cristianos que acogiacutean a los moribundos en ocasiones hasta pade-cer y morir ellos mismos a causa de las enfermedad contraiacuteda mientras que los paganos echaban de casa incluso a sus allegados contagiados con tal de no verse ellos mismos en peligro En VII

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 11

rer ser laquosantaraquo a toda costa incluso a costa del her-mano o hermana moribundos pero esa santidad ya ha perdido su caraacutecter transformador y de contagio La sal ha perdido su sabor y sus propiedades aunque de lejos auacuten parece sal

D Comunidad escatoloacutegica

Se trata de una comunidad que espera la consuma-cioacuten final pero que no se queda perdida en la nada en el interim laquoLa espera escatoloacutegica de la comunidad primitiva fue una auteacutentica espera del futuro pero es-te futuro era tan inminente que podiacutean sentirse sus efectos que determinaban el presente27raquo El paso de los siglos puede que haya atenuado el celo original pero la comunidad de hoy no puede asentarse en esta sociedad de tal manera que pierda de vista la alterna-tiva de vida que ha de propugnar Conoce y experi-menta la realidad del conocido sanctus et peccator y por ello se aplica a la hora de tratar con sus miembros y los de afuera donde ejerce una laquodivina pacienciaraquo Se sabe en camino pero auacuten no completa en su praacutectica y expresioacuten y es por ello que actuacutea con humildad y una dosis de modestia Quizaacutes necesitamos maacutes de este mensaje y no tomarnos a nosotros mismos tan en se-rio Esta falta de capacidad de reiacuterse de uno mismo puede que sea una de las razones por la que la comu-nidad cristiana en ocasiones no estaacute abierta a aprender de los que no son sus miembros

Cuando la comunidad pierde de vista su valor temporal no absoluto es cuando sucumbe a la tenta-cioacuten de asentarse por cualquier medio La esperanza escatoloacutegica tiene que mirar al futuro inminente a tra-veacutes del filtro de la cruz de Jesuacutes sin cuya muerte y re-surreccioacuten no hubiera sido posible tal esperanza Los repetidos anuncios de muerte que Jesuacutes hace a sus disciacutepulos en el evangelio de Marcos resaltan una vez maacutes la falta de entendimiento de laquoestar en ondaraquo con el maestro (Mc 827-35 930-50 1032-45) Eacutestos se quieren asentar colocar en el poder mientras que el ejemplo del maestro es otro28 El servicio se hace yendo (Mt 107-8) en seguimiento de Jesuacutes cercano a eacutel laquoLa conclusioacuten que se desprende de todo lo dicho es muy clara no hay fe donde no hay seguimiento de Jesuacutes y

228 dicersquoAsiacute partieron de esta vida nuestros mejores hermanos Algunos de ellos eran ancianos y diaacuteconos o sencillamente gente del pueblo todos ellos muy apreciados y elogiados pues este tipo de muerte por la mucha piedad y poderosa fe que conlleva en nin-guacuten aspecto parece inferior al martiriorsquo

27 Schenke La comunidad 119

28 Ver los interesantes comentarios al respecto de R Aguirre Ensayo

sobre los oriacutegenes del cristianismo De la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la reli-

gioacuten domeacutestica de Pablo Estella Verbo Divino 2001 170-173

no hay seguimiento de Jesuacutes donde no hay movimien-toraquo29

La oportunidad es vivir hoy con la esperanza de un futuro glorioso que condiciona el ahora La tempora-lidad de cada uno de nosotros de la comunidad de fe en siacute frente a la inconmensurabilidad de Dios nos ayuda a poner las cosas en perspectiva y a ser creati-vos sin temor a equivocarnos La escatologiacutea puede ayudarnos a quitar esas maacutescaras que intentan que la comunidad de fe sea algo menos que humana y maacutes que divina El laquoya pero todaviacutea noraquo tintildee de esperanza y humildad a esa comunidad que se dedica al servicio de aquellos que llama a ser partiacutecipes de las promesas de Dios en Cristo Jesuacutes

El peligro es perder el valor de la temporalidad y querer establecerse en el poder terrenal Es en esos momentos que la comunidad de fe tiene que recupe-rar la visioacuten de la cruz de Jesuacutes y entender que la vic-toria soacutelo viene de mano de una derrota anterior la del cordero sin mancha como inmolado de pie en me-dio del trono (Apo 56) Si la comunidad pierde de vis-ta que estaacute en traacutensito seraacute propensa a absolutizar sus pretensiones

III Conclusiones

Volvemos de nuevo a la analogiacutea de la interpreta-cioacuten musical Naturalmente que uno puede disfrutar de una buena pieza musical sin leer muacutesica Pero para disfrutarla maacutes plenamente uno tiene que sentirla y dejarse llevar por eacutesta Existe una diferencia abismal entre estar en casa a solas y escuchar una buena gra-bacioacuten a estar en un auditorio y saborear el evento en carne propia junto a otras personas que tambieacuten parti-cipan del evento

Algunos cuestionaron a Jesuacutes indirectamente en el cuarto evangelio a causa de la doctrina que proponiacutea siendo eacutel persona sin estudio formal (715) a lo que Jesuacutes responde que lsquoEl que quiera hacer la voluntad de Dios conoceraacute si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuentarsquo (Juan 717)

Podemos teorizar y estudiar los textos que nos hablan del significado de laquocomunidadraquo hasta quedar-nos sin habla pero lo que propongo es un acercamien-to a primera vista maacutes pragmaacutetico pero que de hecho se ajusta a la forma en que conocemos la realidad a nuestro alrededor esa realidad que nos esculpe y nos hace ser lo que somos diacutea a diacutea Si de veras queremos

29 Joseacute Mariacutea Castillo El seguimiento de Jesuacutes Salamanca Siacutegueme 1998 20

12 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

acercarnos a los modelos biacuteblico-cristianos de comu-nidad no hay otra manera de hacerlo que arriesgaacuten-donos a vivir esa comunidad en el diacutea a diacutea experi-mentado en carne lo que los textos anuncian a viva voz Conoceremos en la medida en que estemos dis-puestos a ser parte de esa comunidad imperfecta que sin embargo me hace hueco y que ya ha sido santifi-cada por Dios Conoceremos tanto como estemos dis-puestos a darnos pues en eacutesta como en tantas otras situaciones de la vida no existe foacutermula maacutegica algu-na sino la de la entrega y renuncia totales

Una advertencia maacutes Sea cual fuere el modelo de comunidad que queremos llevar a cabo debemos estar atentos a estas sabias palabras30

Los que aman su suentildeo de comunidad maacutes que a la

misma comunidad llegan a ser destructores de la comu-

nidad

30 D Senior al comentar acerca de la advertencia de D Bonhoeffer sobre aquellos que desean vivir una comunidad cristiana basada en suentildeos irreales en laquoEncontrando las huellashellipraquo 9

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 13

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Iglesia y Reino de Dios Antonio Gonzaacutelez

La tesis de que la iglesia no se debe identificar con el reino de Dios es casi un lugar comuacuten en la teologiacutea contemporaacutenea La tesis es en buena medida correc-ta Sin embargo la cuestioacuten crucial consiste en deter-minar cuaacutel es la relacioacuten entre la iglesia y ese reinado iquestSe trata simplemente de que la iglesia ldquoanunciardquo el reino de Dios como sostendriacutean las posturas maacutes tra-dicionales iquestO se trata maacutes bien de que la iglesia ldquopromueverdquo aquellas iniciativas socio-poliacuteticas que considera maacutes apropiadas para que el reino de Dios se acerque como se diriacutea desde posiciones maacutes progre-sistas iquestSon estas posiciones tan distintas o compar-ten muchos presupuestos comunes iquestY hay acaso otras maneras de pensar la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios Evidentemente para aclarar estas cues-tiones es esencial que comencemos preguntaacutendonos por determinar queacute es lo que se quiere decir cuando se habla de un reino de Dios

1 El reinado iquestde Dios

En el canon la Biblia hebrea la idea de que Dios re-ina sobre su pueblo aparece por vez primera en Ex 1518 Se trata de un pasaje crucial que nos puede ilustrar en gran manera sobre el sentido profundo del reinado de Dios Tras el hundimiento del ejeacutercito del faraoacuten en las aguas del Mar de los Juncos Moiseacutes y su hermana Miriam entonan sendos cantos triunfales Pues bien al final su canto Moiseacutes proclama ldquoel SE-NtildeOR (YHWH) reinaraacute por siempre jamaacutesrdquo Lo que se afirma es justamente que el pueblo que ha salido de Egipto ya no estaacute bajo la soberaniacutea del faraoacuten sino ba-jo la soberaniacutea de Dios Dios reina sobre ese pueblo Se ha convertido en su gobernante porque ha arreba-tado a ese pueblo de la soberaniacutea del faraoacuten y lo ha situado bajo su propia soberaniacutea El reinado de Dios no es en el canto de Moiseacutes algo abstracto utoacutepico o meramente trascendente El reinado de Dios tiene lu-gar ya en la historia Dios reina alliacute donde el faraoacuten ya no reina y donde sorprendentemente tampoco Moi-seacutes se convierte en rey Si Dios reina otros no reinan El que Dios reine entrantildea el cuestionamiento de toda forma humana de dominacioacuten De ahiacute que la ley del Sinaiacute disentildee una sociedad altamente igualitaria que en principio no cuenta con la necesidad de una mo-narquiacutea y en la que se preveacuten distintos sistemas para reducir la aparicioacuten de desigualdades econoacutemicas

Desde el punto de vista de la exeacutegesis histoacuterico-criacutetica se ha sentildealado la posibilidad de que los textos en los que se habla de la monarquiacutea divina sean maacutes bien tardiacuteos Algunos sostienen que el texto maacutes anti-guo en el que aparece la idea de Dios (YHWH) como rey estaacute en el libro de Isaiacuteas cuando eacuteste proclama que ha visto ldquoal rey y Sentildeor de los ejeacutercitosrdquo (Is 65) El ca-raacutecter tardiacuteo de estos textos no deja de ser sorpren-dente si tenemos en cuenta que en los textos de Uga-rit ya se consideraba en maacutes de una ocasioacuten a los dio-ses como reyes Ahora bien en estos casos la desig-nacioacuten de la divinidad como ldquoreyrdquo no teniacutea una fun-cioacuten criacutetica sino maacutes bien legitimadora el monarca local apareciacutea como representante de la divinidad a la que tambieacuten serviacutea como administrador del templo La figura biacuteblica del Melquisedec tanto rey como sa-cerdote del ldquodios altiacutesimordquo puede ser considerada como caracteriacutestica del sistema poliacutetico y religioso de las ciudades cananeas En ellas el reinado de un dios no era maacutes que una forma de introducir al rey en la esfera divina y asiacute legitimar su poder Precisamente por ello Israel habriacutea sido reacio a utilizar el teacutermino ldquoreyrdquo para aplicarlo a Dios por maacutes que la idea del pueblo gobernado directamente por Dios podriacutea ser muy anterior a la introduccioacuten de la monarquiacutea En cualquier caso cuando finalmente el teacutermino ldquoreyrdquo se aplica a Dios en el contexto israelita las connotaciones criacuteticas parecen predominar sobre las legitimadoras que Dios reine es siempre un desafiacuteo para toda forma humana de igualdad o de dominacioacuten1

Desde un punto de vista sistemaacutetico es importante preguntarse cuaacutel es la razoacuten de que una misma idea (Dios como rey) pueda servir para dos fines tan opuestos entre siacute Y es que para entender queacute significa concretamente el reinado de Dios no basta con afirmar la realeza de Dios sino que hay que sentildealar en queacute manera se ejerce su funcioacuten real De hecho muchas de las dificultades que algunos teoacutelogos encuentran con la idea de un reinado de Dios se deben precisamente a su opcioacuten previa por una idea concreta de queacute sea la soberaniacutea real y cuaacutel es su forma de ejercicio Sin em-bargo la idea de que Dios reina se puede entender de formas muy diversas Aquiacute una cuestioacuten decisiva es la

1 Cf N Lohfink bdquoDas Koumlnigtum Gottes und die politische Machtldquo en su Das Juumldische am Christentum 2ordf ed Freiburg im Brisgau 1989 pp 71-102

14 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

de la mediacioacuten si se entiende que la soberaniacutea de Dios ha de estar mediada inmediatamente la idea de un reino de Dios se convierte en legitimadora de las ins-tancias mediadoras Asiacute por ejemplo en el caso de los pequentildeos reinos cananeos los reyes-sacerdotes serviacute-an precisamente como mediadores en la relacioacuten entre los dioses que eran considerados como ldquoreyesrdquo y su pueblo Y justamente por ello los reyes-sacerdotes quedaban encumbrados a una posicioacuten sagrada en la que tambieacuten se legitimaba su poder En cambio en la medida en que se afirme la posibilidad de una rela-cioacuten directa con Dios con independencia del palacio y del templo se pone en entredicho la necesidad de mediadores sacralizados y se apunta hacia la igual-dad fundamental de todos los miembros del pueblo que Dios rige Esta uacuteltima parece haber sido la opcioacuten predominante en Israel donde no soacutelo se privilegian mediadores distintos del rey (sacerdotes profetas) sino que tambieacuten se afirma (desde los relatos patriar-cales) la posibilidad de una relacioacuten no mediada con Dios

Es importante reconocer sin embargo la ambi-guumledad de la concepcioacuten israelita del reinado de Dios La introduccioacuten de la monarquiacutea en tiempos de Sauacutel y David pudo ser valorada como una traicioacuten a los idea-les originales de Israel un monarca significa un ejeacuterci-to permanente y una corte y la consiguiente des-igualdad entre los miembros del pueblo de Dios No soacutelo eso la monarquiacutea implica que Israel deja de ser un pueblo distinto para convertirse al menos en este aspecto en un pueblo como los demaacutes afectando sen-siblemente a su misioacuten en el mundo Pero lo maacutes gra-ve es que la introduccioacuten de la monarquiacutea significa que Dios es rechazado como rey de su pueblo (1 Sam 8) Aquiacute se plantea claramente la alternativa caracte-riacutestica de Israel o reina Dios o reina un rey humano (1 Sam 87) Sin embargo esta alternativa radical pue-de suavizarse Dios puede utilizar las decisiones erra-das para llevar adelante sus planes Tras el rechazo del primer rey Sauacutel Dios aparece al lado de David estableciendo y confirmando su dinastiacutea Ello no sig-nifica sin embargo que la perspectiva de un reinado de Dios desaparezca Los libros de Croacutenicas presentan a los gobernantes de Israel como personajes que se han sentado en el trono de Dios sobre su pueblo (1 Cr 1714 285 2923 2 Cr 98) Sin duda la idea de un go-bierno ldquovicariordquo del rey en el puesto de Dios puede funcionar como poderoso instrumento de legitima-cioacuten Pero al mismo tiempo introduce un permanen-te elemento criacutetico el reinado pertenece propiamente a Dios y no a los reyes De ahiacute que eventualmente ese reinado pueda ser reclamado por su auteacutentico propie-tario Y de hecho la historia de la monarquiacutea israelita

presenta buenas ocasiones para que el auteacutentico sobe-rano reclame sus derechos reales Y esto da lugar a una extrantildea tensioacuten en la concepcioacuten del reinado de Dios en la Biblia hebrea

Por un lado el diagnoacutestico de los llamados histo-riadores ldquodeuteronomistasrdquo y de los profetas coincide en atribuir a los reyes de Israel y de Judaacute una respon-sabilidad muy especial en el hundimiento de los dos reinos que culmina con las invasiones de los imperios de Asiria y de Babilonia Los reyes habriacutean sido los principales impulsores de las injusticias y de las idola-triacuteas que terminaron en una cataacutestrofe experimentada como un abandono por parte de Dios y en definitiva como un castigo divino De esta experiencia surge na-turalmente la esperanza de que Dios volveraacute a reinar directamente sobre su pueblo como en los tiempos fundacionales de Israel repitiendo las experiencias de la salida de Egipto el camino por el desierto y los primeros tiempos en la tierra prometida cuando so-lamente Dios era el rey de Israel Los dirigentes de Is-rael seraacuten sustituidos por el verdadero propietario de la tierra prometida y por el verdadero rey de su pue-blo Por otra parte el modelo de un rey como David pecador pero nunca idoacutelatra y las promesas dirigidas hacia su dinastiacutea posibilitan el hecho de que las espe-ranzas judiacuteas se dirijan no soacutelo hacia un reinado de Dios sino tambieacuten hacia el reinado de un descendien-te de David que restaure su dinastiacutea y lleve al pueblo a una era definitiva de esplendor Estas dos esperan-zas aunque puedan ser compartidas por los mismos grupos o expresadas en los mismos textos (como por ejemplo Ez 34) no dejan de contener en siacute mismas una tensioacuten no resuelta entre el reinar directo de Dios y la aparicioacuten de figuras mesiaacutenicas que reinan en su nombre y que se sientan en su trono2

Ciertamente el trasfondo de la Biblia hebrea es de-cisivo para entender correctamente el mensaje de un Jesuacutes al que los evangelios presentan anunciando la llegada inminente del reinado de Dios Jesuacutes anuncia que Dios va a volver a reinar directamente sobre su pueblo como habiacutea hecho al liberarlo de Egipto y trasladarlo a la tierra prometida Esto significa ob-viamente que el exilio ha llegado propiamente a su fin y que los pecados que impediacutean ese final del exilio estaacuten siendo perdonados3 No es extrantildeo dado el tras-fondo de la concepcioacuten hebrea del reinado que el

2 Siacutentoma de esta tensioacuten es el hecho de que Ezequiel no llame ldquoreyrdquo al futuro gobernante daviacutedico sino solamente ldquopriacutenciperdquo (na-

siacute Ez 3424)

3 Cf N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 268-274

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 15

propio papel de Jesuacutes no resulte inicialmente nada claro Jesuacutes no parece favorecer el tiacutetulo de Mesiacuteas pa-ra siacute mismo sino maacutes bien el de ldquohijo del hombrerdquo Se trata como es sabido de un tiacutetulo que en el contexto del libro de Daniel pretende contrastar con el caraacutecter bestial de los imperios que se disputan el gobierno mundial (Dn 7) Pero es un tiacutetulo que de ninguacuten modo subraya el gobierno monaacuterquico del que lo porta sino que maacutes bien abre la perspectiva de un gobierno con-junto de todo ldquoel pueblo de los santos del altiacutesimordquo Y es que el anuncio de Jesuacutes sobre el reinado de Dios no parece haber ido unido a la idea de una restauracioacuten del estado de Israel en la que Jesuacutes mismo pudiera aparecer como el rey ungido (=Mesiacuteas) al frente de una nueva monarquiacutea daviacutedica Al contrario en Jesuacutes se mantiene la idea originaria de Israel de un pueblo distinto gobernado por Dios y en este sentido desti-nado a no reproducir el modelo de gobierno propio de las demaacutes naciones (Lc 2224-30) Dicho en otros teacuterminos el anuncio de Jesuacutes sobre el reino de Dios mantiene la idea hebrea de un reinar directo de Dios sobre su pueblo y de esta manera nos plantea la pre-gunta sobre el sentido de una posible figura mesiaacutenica en ese reinado pues tal figura inevitablemente entra en tensioacuten con la idea de un gobierno directo de Dios sobre su pueblo

Por otra parte en el anuncio de Jesuacutes sobre el rei-nado de Dios se plantean algunos problemas adicio-nales El anuncio se expresa en el lenguaje de la apo-caliacuteptica con diversas alusiones no soacutelo a aconteci-mientos dramaacuteticos y beacutelicos sino tambieacuten a sucesos coacutesmicos como el oscurecimiento del sol la falta de luz en la luna la caiacuteda de las estrellas o la sacudida de las potencias celestiales (Mc 1324-25) Estas afir-maciones parecen ligar la venida del reinado de Dios con el final de la historia humana y con el final del universo espacio-temporal De aquiacute surgen dos cues-tiones importantes Una se refiere al hecho de que ese final de la historia no tuvo lugar con lo que inevita-blemente surge la pregunta por la posible ldquoequivoca-cioacutenrdquo de Jesuacutes y del cristianismo apostoacutelico Otra cuestioacuten estaacute expresada en la famosa expresioacuten de Loisy seguacuten la cual Jesuacutes habriacutea anunciado la llegada del reino de Dios pero lo que en realidad habriacutea ve-nido seriacutea la iglesia4 El llamado ldquoretraso de la paru-siacuteardquo el hecho de que no llegara lo que se predicaba como inminente habriacutea dado paso a la aparicioacuten de una realidad ambigua no directamente querida por

4 ldquoJeacutesus annonccedilait le royaume et crsquoest lrsquoeacuteglise quie est venuerdquo cf A Loisy LrsquoEvangile et lrsquoEglise Pariacutes 1902 p 111 Loisy queriacutea subrayar la continuidad aunque su expresioacuten luego se ha citado en el sentido opuesto

Jesuacutes y que llamamos iglesia No vino algo bueno que Jesuacutes anunciaba sino algo ambiguo como la igle-sia que de ninguna manera puede sustituir al reino de Dios Al menos esta parece ser la interpretacioacuten de muchos autores contemporaacuteneos Sin embargo esta interpretacioacuten no es necesariamente la maacutes correcta Pero tal vez merezca la pena preguntarnos coacutemo se ha llegado a ella

2 La iglesia como reino de Dios

En la historia de la teologiacutea cristiana aparecen muy pronto tendencias que a la larga posibilitaraacuten la pro-gresiva interpretacioacuten del reino de Dios como una rea-lidad ajena a este mundo a lo que sin duda ayudoacute la creciente influencia de la filosofiacutea platoacutenica sobre el cristianismo En el Pastor de Hermas nos encontramos ya con la reflexioacuten sobre una iglesia preexistente creada antes que todas las cosas5 Lo que inicialmente se quiere indicar con la preexistencia de la iglesia es el hecho de que el sentido profundo del universo culmi-na en la comunidad iniciada por Jesuacutes Al afirmar que la iglesia ha sido creada antes de todas las cosas se puede afirmar en los moldes culturales de su tiempo que todas las demaacutes cosas han sido creadas por razoacuten de la iglesia De forma semejante en la segunda carta de Clemente se afirma que la iglesia espiritual fue creada antes que el sol y que la luna de tal manera que ya antes que todas las cosas la iglesia estaacute referi-da a Cristo Ciertamente hay tambieacuten una iglesia car-nal situada en la historia del mismo modo que Jesuacutes tambieacuten vino en carne Pero ya antes de que todas las demaacutes cosas fueran creadas hay una referencia cons-titutiva entre Cristo y la iglesia6 No era difiacutecil que ul-teriormente esta iglesia preexistente fuera asociada con las imaacutegenes biacuteblicas de una Jerusaleacuten celestial tal como aparecen en la Carta a los Gaacutelatas (Ga 425-26) o en el libro del Apocalipsis (312 212) Sin embargo esa asociacioacuten no deja de esconder una diferencia im-portante mientras que el mundo biacuteblico piensa desde la accioacuten histoacuterica de Dios que da lugar a una nueva Jerusaleacuten en los tiempos finales el mundo griego pa-rece preferir los arquetipos ideales como modelos an-teriores al mundo material y desde los que se puede interpretar lo que ulteriormente sucede en la historia

Ahora bien la idea de una iglesia preexistente im-plica obviamente la distincioacuten entre eacutesta y la iglesia ldquocarnalrdquo que hay en la historia Esta distincioacuten estaacute cargada de consecuencias porque va a permitir que paulatinamente se vaya introduciendo la idea de una

5 Cf Pastor de Hermas II 4 1

6 Cf 2 Clem 142-3

16 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

iglesia invisible distinta de la iglesia visible La iglesia invisible no es soacutelo una realidad preexistente sino tambieacuten el modelo ideal al que se tiene que conformar la iglesia visible En Clemente de Alejandriacutea encon-tramos una posicioacuten de este tipo utilizada en sentido criacutetico Clemente sostiene que en la tierra los amos deben dar justicia e igualdad a los esclavos precisa-mente porque la iglesia terrenal es imagen de la igle-sia celestial7 Aquiacute estamos en un terreno claramente platoacutenico pues tambieacuten en la Repuacuteblica de Platoacuten la ciudad ideal es el modelo que sirve para determinar lo que las ciudades empiacutericas deberiacutean de ser al mismo tiempo que posibilita una actitud criacutetica respecto a ellas Ahora bien la distincioacuten entre iglesia invisible e iglesia visible tambieacuten puede desempentildear la funcioacuten opuesta Ante el progresivo acomodamiento de la iglesia al mundo de su contexto la distincioacuten entre una iglesia ideal y unas iglesias ldquovisiblesrdquo tambieacuten permitiraacute una cierta resignacioacuten ante el hecho de que el mundo sensible nunca podraacute llegar a ser igual que el mundo ideal De lo que se trataraacute maacutes bien seraacute de tener paciencia con el mundo real y aguardar que tras la muerte del cuerpo nuestra alma pueda llegar a gozar del mundo ideal La idea de un Dios que reina sobre un pueblo en la historia presente iraacute dejando lu-gar a un Dios que reina en los cielos Porque de hecho quien reina en la tierra son los emperadores cuya conversioacuten al cristianismo y cuyo patronazgo sobre la iglesia tendraacute que ser teoloacutegicamente integrado

Todaviacutea en Oriacutegenes encontramos claros alientos biacuteblicos cuando piensa en Judaacute como un pueblo go-bernado por Dios8 y tambieacuten cuando entiende que la iglesia terrena es la forma del reino que ha de venir pues su unidad adelanta la unidad de toda la huma-nidad9 Y es que Oriacutegenes a pesar del fuerte influjo del platonismo sobre su teologiacutea todaviacutea escribe en un contexto preconstantiniano En Agustiacuten de Hipo-na en cambio nos encontramos con la plena vigencia de la ecuacioacuten que equipara a la iglesia preexistente a la iglesia como arquetipo invisible y al mismo reino de Dios10 Ciertamente Agustiacuten tiene que admitir en su poleacutemica con los disidentes especialmente con los donatistas que la iglesia visible no es perfecta sino un ldquocuerpo mixtordquo en el que crece el trigo y la cizantildea Se trata sin duda de una curiosa interpretacioacuten de la pa-raacutebola evangeacutelica pues en ella Jesuacutes no refiere el

7 Cf Clemente de Alejandriacutea Stroacutemata 4 8 66

8 Cf Oriacutegenes Homiliacutea sobre Jeremiacuteas 9 2 (a propoacutesito de Jer 112)

9 Cf Oriacutegenes Sobre los principios I 6 2

10 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XIII 16 XVIII 29 Enqui-

ridioacuten a Laurencio 5615

campo en el que crecen el trigo y la cizantildea a la iglesia (ni a Israel) sino al mundo Sin embargo es obvio que el giro constantiniano al hacer co-extensivas la iglesia y el imperio permite interpretaciones como la de Agustiacuten asiacute como en el mundo creciacutean el trigo y la ci-zantildea tambieacuten ahora en la iglesia visible crecen el trigo y la cizantildea La distincioacuten entre el trigo y la cizantildea so-lamente es posible en la iglesia invisible cuya presen-cia no se distingue de aquella de los arquetipos a los que las realidades sensibles se asemejan Ahora bien en este aacutembito ideal Agustiacuten no tiene dificultades en afirmar sin ambages que ldquola iglesia es el reino de Cris-to y el reino de los cielosrdquo11

Esta identidad entre la iglesia y el reino de Dios se mantiene en la teologiacutea occidental a lo largo de las edades media y moderna aunque con un importante matiz en la medida en que la iglesia catoacutelica se va percibiendo a siacute misma como una ldquosociedad perfectardquo en oposicioacuten a los movimientos disidentes y a los es-tados nacionales crece tambieacuten la tendencia a identi-ficar esta iglesia presuntamente perfecta y sin duda visible con el reino de Dios Todaviacutea en el siglo XX autores catoacutelicos como Karl Adam (en El espiacuteritu del

catolicismo) o Reginald Garrigou-Lagrange (en Vida

eterna) han defendido la identidad entre la iglesia ca-toacutelica y el reino de Dios El concilio Vaticano II ha moderado levemente este entusiasmo afirmando que la iglesia es el reino de Dios presente ldquoen misteriordquo o que representa en la tierra ldquoel germen y el principiordquo del reino de Dios12 Tambieacuten en el aacutembito protestante se mantuvo desde los reformadores la identidad entre la iglesia y el reino de Dios Asiacute por ejemplo Lutero habla de la iglesia como ldquoel reino de Dios bajo Cris-tordquo13 Sin embargo los reformadores mantuvieron es-trictamente la distincioacuten agustiniana entre la iglesia visible y la iglesia invisible de modo que la ecuacioacuten entre la iglesia y el reino se daba maacutes bien en el aacutembi-to de la iglesia invisible y no en las diversas iglesias territoriales que surgieron de la Reforma En cambio en los grupos anabaptistas se comenzoacute a poner en tela de juicio la diferencia radical entre iglesia visible e iglesia invisible y se comenzoacute a entender la ldquoJerusa-leacuten celestialrdquo no como una iglesia distinta de la pre-sente sino como una metaacutefora de la iglesia histoacuterica concreta14

11 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XX 9 1-2

12 Cf Concilio Vaticano II LG 3 y 5

13 Cf Lutero WA 11 249-253 262

14 Cf J H Yoder Textos escogidos de la reforma radical Buenos Aires 1976 pp 403-443 W Klaassen Selecciones teoloacutegicas anabautistas Guatemala 1985 p 86

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 17

3 La iglesia no es el reino de Dios

La distincioacuten estricta entre la iglesia y el reino de Dios comienza con la ilustracioacuten En cierto modo co-mienza siendo una distincioacuten filosoacutefica que hace Kant en su obra de 1793-1794 sobre La religioacuten dentro de los

liacutemites de la pura razoacuten Como es sabido se trata de un texto tiacutepicamente ilustrado en el que se propone la progresiva sustitucioacuten de las religiones histoacutericas lle-nas de arbitrariedades por una religioacuten moral y ra-cional que en el fondo representa el nuacutecleo auteacutentico de toda religiosidad Al mismo tiempo como buen ilustrado Kant confiacutea en el triunfo progresivo de la moral y de la racionalidad en la historia humana En esta liacutenea Kant interpreta la victoria del principio del bien sobre el principio del mal como ldquofundacioacuten del reino de Dios sobre la tierrardquo15 De este modo el reino de Dios adquiere para toda la modernidad los claros caracteres de una utopiacutea eacutetica Ciertamente Kant re-conoce que la fundacioacuten de una comunidad moral constituye una obra que no se puede esperar de los seres humanos sino solamente de Dios Sin embargo los seres humanos no pueden permanecer de brazos cruzados sino que han de comportarse como si todo dependiera de ellos y solamente asiacute les estaacute permitido esperar que la providencia lleve a su esfuerzos bien intencionados a un cumplimiento pleno Esta comu-nidad eacutetica todaviacutea no realizada se puede interpretar entonces como una iglesia invisible mientras que la iglesia visible seriacutea aquella asociacioacuten de seres huma-nos que coincide con ese ideal y lo trata de realizar La verdadera iglesia visible seriacutea aquella que presenta (darstellt) el reino moral de Dios sobre la tierra y por tanto la iglesia podriacutea ser considerada como la repre-sentante (Repraumlsentantin) del reino o estado de Dios16

En buena medida puede decirse que las reflexiones kantianas han determinado el tratamiento de este problema teoloacutegico hasta el presente Albrecht Ritschl se sumoacute a la tesis kantiana diferenciado entre la igle-sia como comunidad del reino de Dios y el reino mismo de Dios17 Sin embargo no faltaron desde el principio las voces criacuteticas Friedrich Schleiermacher se opuso a la concepcioacuten eacutetica del reinado de Dios subrayando que eacuteste acontece no como realizacioacuten humana sino como efecto de la obra de Cristo Ahora bien el efecto de la obra de Cristo es la iglesia que en-tonces puede ser entendida por Schleiermacher como

15 Cf I Kant Die Religion innerhalb der Grenzen der bloszligen Vernunft B 127-222

16 Cf ibid B 142-144

17 Cf A Ritschl Unterricht in der christlichen Religion (1875) ed por G Ruhbach Guumltersloh 1966 p 15

ldquoreino de Dios fundado por Cristordquo18 La oposicioacuten a la concepcioacuten ilustrada en cierto modo se agudiza en el contexto de la ldquoescatologiacutea consecuenterdquo de Johan-nes Weiszlig y Albert Schweitzer El descubrimiento de la dimensioacuten escatoloacutegica del mensaje de Jesuacutes favorece una idea del reino de Dios como algo que se habriacutea de realizar como obra exclusiva de Dios sin la colabora-cioacuten humana De ahiacute que el sentildeoriacuteo (reinado) de Dios sea algo radicalmente distinto de la comunidad de los disciacutepulos de Jesuacutes por maacutes que ese sentildeoriacuteo seguacuten Weiszlig siacute incluye a la comunidad creyente en la que se realiza la verdadera justicia19 Ciertamente estos eacutenfa-sis escatoloacutegicos podriacutean haber sido importantes para recuperar aspectos esenciales del reinado de Dios y de su relacioacuten con la iglesia Sin embargo el movi-miento de la escatologiacutea consecuente planteaba dema-siados problemas a la teologiacutea de su tiempo como pa-ra poder ser digerido con facilidad Un Jesuacutes apocaliacutep-tico es tal vez una figura plausible en el siglo primero pero alguien demasiado extrantildeo para nuestro tiempo Y no soacutelo extrantildeo sino tambieacuten equivocado pues en definitiva la realizacioacuten inminente del reino por parte de Dios tal como la pensaron estos autores no habriacutea tenido lugar El final de los tiempos no llegoacute Jesuacutes y los primeros cristianos estaban equivocados

Ante esta dificultad una viacutea de solucioacuten empren-dida repetidamente por la teologiacutea del siglo XX fue la separar el mensaje de Jesuacutes de toda connotacioacuten apo-caliacuteptica Asiacute se pudo decir por ejemplo que los ele-mentos apocaliacutepticos de sus discursos habriacutean sido antildeadidos por la primera comunidad cristiana Jesuacutes no habriacutea anunciado la venida del reino de Dios o si la anuncioacute habriacutea tenido un sentido muy distinto al que despueacutes le atribuyeron los primeros cristianos El reino de Dios anunciado por Jesuacutes seriacutea un reino pu-ramente interior y su mensaje tendriacutea que ser enten-dido en teacuterminos puramente sapienciales o existencia-les La inminencia del reinado no tendriacutea que ser in-terpretada entonces como referida a grandes trans-formaciones globales sino simplemente como una ldquoescatologiacutea presenterdquo a diferencia de las escatologiacuteas futuristas de sus contemporaacuteneos La escatologiacutea pre-sente consistiriacutea simplemente en que aquellas trans-formaciones individuales e internas anunciadas por Jesuacutes seriacutean accesibles ya en el presente a cualquier persona con independencia de cualquier cataacutestrofe coacutesmica El precio de estas reinterpretaciones es por

18 Cf F Schleiermacher Der christliche Glaube (1930-1931) ed por M Redeker Berliacuten 1999 sect 107 citado en W Pannenberg Systematische Theologie vol 3 Goumlttingen 1993 p 47

19 Cf J Weiszlig Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes Goumlttingen 1892 pp 79 15-126

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 3: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 3

anunciarse en esencia una vez que han desapare-cido las formas concretas de expresioacuten de comuni-dad descritas a principios de Hechos Si el resul-tado de nuestra evangelizacioacuten es el de cristianos que viven vidas piadosas siacute pero individualistas y aisladas iquestsigue acaso siendo el mismo mensaje el que se estaacute anunciando o es que lo hemos sustitui-do por otro diferente

bull Centraacutendose en la experiencia de los aacutegapes que seguacuten las cartas de Pablo se celebraban conjunta-mente entre cristianos de etnia judiacutea y laquogentilesraquo Rosell destaca la inclusioacuten como elemento o rasgo esencial de la experiencia cristiana de comunidad El peligro que observa Rosell en la tendencia cris-tiana a acoger a los excluidos por otras construc-ciones sociales es el de rebajar las exigencias de lo que supone un auteacutentico compromiso donde la iglesia laquose vuelve un equipo de atencioacuten primariaraquo obviando la auteacutentica necesidad que tiene cada in-dividuo de salvacioacuten perdoacuten y reconciliacioacuten con Dios

bull Pasando al rasgo de comunidad cristiana en cuan-to comunidad teoloacutegica Rosell identifica precisa-mente el polo contrario al peligro identificado con el rasgo de inclusioacuten La comunidad cristiana al abrazar la doctrina de los apoacutestoles el estudio de la Biblia y los siacutembolos de identidad cristiana vive en la oportunidad que le ofrece la realidad de Dios y la revelacioacuten de Dios (y de la condicioacuten humana) que contiene la Escritura Pero el peligro es ahora el de negar la eficacia de la tendencia a la inclusioacuten simbolizada por el aacutegape intereacutetnico

bull El cuarto y uacuteltimo rasgo de la comunidad cristiana que examina Rosell es el de ser una comunidad escatoloacutegica Es una comunidad que se sabe en camino hacia realidades en las que cree pero que todaviacutea no encarna en toda plenitud Esto deberiacutea infundirnos una importante dosis de humildad aunque no siempre es asiacute

Lo cual nos deja preguntaacutendonos por queacute si la es-peranza cristiana estaacute puesta en un futuro que por de-finicioacuten hoy soacutelo experimentamos en parte (por muy real e importante que sea esa parte) las comunidades cristianas han sido muchas veces en efecto tan poco humildes en su relacioacuten con el resto de la humanidad Rosell observa que laquola comunidad cristiana en ocasio-nes no estaacute abierta a aprender de los que no son sus miembrosraquo (p 11) Pero esa falta de apertura a apren-der de los que no son sus miembros probablemente sea la regla maacutes que la excepcioacuten

Al final a modo de conclusioacuten Rosell reafirma una idea que va pareja con sus reflexiones iniciales sobre

coacutemo se llega a experimentar el texto biacuteblico como au-teacutentica revelacioacuten de Dios La comunidad cristiana no es en primera instancia algo sobre lo que formular teoriacuteas sino algo a experimentar Es soacutelo desde la sub-jetividad de la experiencia de la vida en comunidad cristiana que seraacute posible entender su esencia y valor

Antonio Gonzaacutelez de nuestro Departamento de Dogmaacutetica e Historia de la Iglesia habloacute sobre laquoIgle-sia y Reino de Diosraquo

El tiacutetulo de esta conferencia describe con bastante exactitud la temaacutetica y el enfoque que le son propios Ella lectora ha de estar sobre aviso entonces de que aunque al final en las uacuteltimas paacuteginas Gonzaacutelez iraacute a parar a un anaacutelisis de la realidad y le pertinencia hoy diacutea de la comunidad cristiana mdashy sus oportunidades y peligrosmdash esas conclusiones soacutelo son posibles como tales como punto de llegada tras una vista panoraacutemica del concepto de Reino (o Reinado) de Dios a traveacutes de toda la Biblia y los dos mil antildeos de historia de la Igle-sia Porque muchas veces lo importante no es espe-cialmente mdasho no exclusivamentemdash lo que se pueda decir sobre determinado tema entre manos (en este caso el concepto de comunidad cristiana) sino saber coacutemo se llega ahiacute es decir en queacute se basan esas afir-maciones

Seguacuten Gonzaacutelez el testimonio biacuteblico afirma que Dios es soberano para llegar a conclusiones praacutecticas contrarias a las que habitualmente se suelen deducir de ese hecho La afirmacioacuten de que la deidad reina ya no funciona a efectos de legitimar automaacuteticamente la poliacutetica de los gobernantes humanos mdashconcebidos eacutes-tos como vicarios de la deidad en esta tierra Al con-trario los relatos biacuteblicos afirman que Dios es Rey precisamente para fomentar una actitud criacutetica de las poliacuteticas humanas de dominacioacuten En el desarrollo posterior de la historia del cristianismo sin embargo se hallan diversas maneras de decir que siacute a Jesuacutes y a la Biblia y a la vez negar la eficacia de la desautoriza-cioacuten biacuteblica de las poliacuteticas humanas de dominacioacuten La manera de conseguir esto es desplazar el gobierno efectivo de Dios a una Iglesia idealizada y perfecta que soacutelo es posible fuera de mdashal margen de o poste-rior amdash la historia humana Concebidas asiacute las cosas aunque no resultan baladiacutees los esfuerzos por traer a la vida humana en esta tierra algunas de las conside-raciones morales que inspira Jesuacutes no parece que fue-ra necesario ni posible que la sociedad humana mdashni si-quiera la Iglesiamdash se ajuste aquiacute y ahora a las conduc-tas que Jesuacutes predicoacute

Aquiacute es donde Gonzaacutelez nos invita a entender que la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de

4 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

una misma realidad No se trata de que la Iglesia sea maacutes o menos equiparable al Reino de Dios (aunque imperfecta o provisional o terrenal o limitada en al-guacuten sentido) laquo[La Iglesia] no es un reinado maacutes pe-quentildeo particular presente e imperfecto Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos ins-tancias de una misma realidad sino realidades esen-cialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutearaquo (p 19)

Es decir que laquoreinoreinado de Diosraquo seriacutea lo que sucede siempre que Dios ejerce su autoridad y halla quienes le obedecen Mientras que la Iglesia seriacutea la comunidad de los que obedecen a Dios como soberano Son realidades o aspectos distintos de la cuestioacuten por mucho que se necesiten mutuamente

Con esto Gonzaacutelez nos ha traiacutedo adonde podemos examinar algunos rasgos de esta comunidad cristiana donde se manifiesta la actividad de Dios como Rey

En primer lugar descubrimos que es una sociedad donde no hay lugar para dominacioacuten de unas perso-nas sobre otras Siguiendo las pistas de las narracio-nes sobre el estadio premonaacuterquico de la historia de Israel Jesuacutes constituye una comunidad de iguales sin jerarquiacutea entre ellos

En segundo lugar en la medida que el Nuevo Tes-tamento declara que Jesuacutes estaacute en el trono y ejerce efectivamente como Rey juntamente con Dios Padre descubrimos que este es el contexto maacutes idoacuteneo para explicar el origen de las afirmaciones cristoloacutegicas que equiparan a Jesuacutes y Dios laquoAfirmar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Diosraquo (p 24)

En tercer lugar reconocer el ejercicio efectivo de su realeza la actividad de Dios (y de su Mesiacuteas) como soberano mdashy la existencia de la comunidad de los que escogen vivir como suacutebditosmdash nos brinda la pista ne-cesaria para desentrantildear la escatologiacutea del Nuevo Tes-tamento

laquoEl lenguaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transformaciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tam-bieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia

un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identificado Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que re-corren la historia humana sino bajo el reinado huma-no del Hijo del Hombreraquo (p 24)

Se trata a la vez de una realidad presente y el an-helo de algo auacuten por llegar

laquoEl reinado de Dios en cuanto acto de reinar reali-zado por Dios es perfecto ya en el presente Sin em-bargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios so-bre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce ple-namente sobre la vida de los individuos y de las co-munidadesraquo (p 24)

El resultado no es algo descarnado ni relegado a un futuro indeterminado sino eminentemente praacutecti-co en la vivencia cristiana

laquoEs precisamente ese reinar el que origina ya en la historia las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteasraquo (p 25)

Los planteamientos de Gonzaacutelez nos exigen nada menos que un debate de la cuestioacuten de la integridad e identidad de nuestras iglesias estas comunidades que se suponen expresioacuten visible y presente del Reinado de Dios En efecto la inferencia razonable pareceriacutea ser que no todos los grupos ni todas las instituciones humanas que se autodefinen como laquoiglesiasraquo gozariacutean de la misma integridad y legitimidad Desde que se define laquoiglesiaraquo como sentildeal de un reinado de Dios so-bre suacutebditos dispuestos a adoptar las poliacuteticas especiacute-ficas de su soberano descubrimos que existen en la preacutedica de Jesuacutes y en los escritos apostoacutelicos criterios concretos con que evaluar su legitimidad e integridad como tales laquoiglesiasraquo Estos criterios quedan resumi-dos aquiacute con la referencia a Gaacutelatas 328 (que es a la vez un resumen de la ensentildeanza generalizada en todo el Nuevo Testamento) laquoLa Iglesiaraquo soacutelo es la comu-nidad legiacutetima de los que han aceptado el laquoReinado de Diosraquo en la medida que en ella no haya ya distin-cioacuten entre amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mu-jer es decir donde han desaparecido las estructuras de dominacioacuten humana

Si con Rosell nos preguntaacutebamos sobre la integri-dad de un presunto evangelio cuyos efectos fuesen tan soacutelo individualistas y no la creacioacuten de comuni-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 5

dad ahora con Gonzaacutelez nos preguntamos sobre la integridad de iglesias que en cuanto comunidades humanas en efecto no hiciesen otra cosa que volver a reiterar las estructuras de dominacioacuten de siempre

Llegamos asiacute a la ponencia de Rauacutel Garciacutea Peacuterez del Departamento de Ministerio y Misioacuten del SEUT que habloacute sobre laquoRelaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica ldquoMejorando las relaciones co-munitariasrdquoraquo

Los que nos propone Garciacutea es esencialmente una vista panoraacutemica de algunos de los temas maacutes signifi-cativos de la obra de Martin Buber filoacutesofo existencia-lista y educador judiacuteo de la primera mitad del siglo pasado

Esencialmente Garciacutea desentrantildea algunos de los conceptos principales del libro Yo y tuacute (1922) Entre los conceptos que destaca estaacute la idea de que es esen-cial para la integridad del propio yo tratar al otro de tuacute y no de ello es decir negarse a laquocosificarraquo al otro como objeto que no como ente personal con su propia integridad identidad e iniciativa equiparables a las miacuteas (Aplicado a Dios por ejemplo escribe Buber y nos lo recuerda Garciacutea se trata de hablar con Dios mdashdiaacutelogomdash y no acerca de Dios mdashlo cual soacutelo puede ser un monoacutelogo) El tema de fondo es siempre la inte-gridad de relacionarse Es en relacioacuten que se existe como ser plenamente humano y es en relacioacuten que Dios se revela como plenamente Dios Si no es por relacionarnos no conocemos a nadie (ni siquiera a no-sotros mismos) y si no es por relacionarnos con eacutel tampoco conocemos a Dios

Llegamos asiacute al tema de la comunidad Porque es-ta manera de priorizar el relacionarse por encima de las abstracciones el ver al otro como tuacute en lugar de coacutemo ello determinaraacute tambieacuten la manera de concebir de la comunidad La comunidad no puede ser enton-ces un concepto abstracto mdashla comunidad como colec-tividadmdash sino que es el lugar de encuentro entre per-sonas cada una con su integridad personal que se re-lacionan entre siacute como acto y no como idea de relacioacuten

Al final con Garciacutea mdashy con Bubermdash desemboca-mos en un anaacutelisis de las dificultades las barreras de

comunicacioacuten que existen para este tipo de diaacutelogo entre un yo y un tuacute plenamente entregados a respetar la integridad del otro laquoEl terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegi-ca del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Bus-camos afirmacioacuten y seguridadraquo (p 29)

Es decir que Garciacutea nos ha llevado a profundizar en la direccioacuten contraria a la que nos conduciacutea Gonzaacute-lez sin negar en absoluto la validez de aquello La comunidad cristiana estaacute obligada a demostrar efectos sociales concretos y constatables que no resultan ser meramente una reiteracioacuten de las tiacutepicas estructuras de dominacioacuten (Gonzaacutelez) pero a la par la comuni-dad cristiana tiene que ser una donde las personas ba-jan la guardia y se atreven a ver al proacutejimo no soacutelo como una cifra en abstracto sino como un tuacute con el que es imprescindible entrar en relacioacuten (Garciacutea) Lo que no nos dice Garciacutea es coacutemo se consigue eso aun-que deja caer una pista importante laquoEl amor ldquoaacutegaperdquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras rela-ciones (1Tes 312) es de naturaleza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios mediosraquo (p 28)

Al final por sesudas y eruditas que resultasen es-tas exposiciones (alguacuten estudiante de primer curso se confesoacute francamente desbordado por el nivel de las ponencias y los debates posteriores) la sensacioacuten con que uno se queda es parecida al resultado de un buen sermoacuten la conviccioacuten de que las palabras son uacutetiles tal vez necesarias pero lo que cuenta es vivir lo que hemos oiacutedo El laquoreinado de Diosraquo como el auteacutentico conocimiento del sentido de la Biblia como el auteacutenti-co descubrimiento del tuacute y no meramente un ello en el proacutejimo se legitima en la praxis en la realidad vital

de comunidades de personas que se arriesgan a vi-

vir unos con otros todas las potencialidades que

nos abre la invitacioacuten a seguir los caminos de Jesuacutes

6 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Comunidad Perspectiva biacuteblica Sergio Rosell

Introduccioacuten

El tiacutetulo de este ciclo de conferencias laquoComuni-dad oportunidad y peligroraquo puede a primera vista parecer tendencioso inclinado desde su origen a una perspectiva de tensioacuten aderezada con un regusto de criacutetica tiacutepico de los profesores de teologiacutea Este ele-mento puede alentar sentimientos distintos el laquoonerse del ladoraquo de la persona que reconoce las limitaciones minusa veces exasperantesminus de nuestras comunidades de fe en aspectos baacutesicos de su praacutectica y por ende harta de repetir que laquoasiacute no se va a ninguna parteraquo o el de hacer surgir consabidas reticencias y reparos por parte del que tiene en mente que los profesores de teologiacutea son expertos en teoriacutea pero poco o nada saben de la praacutectica Espero que en esta primera conferencia estos posibles recelos queden de alguna manera solventa-dos no tanto por la mayor o menor calidad acadeacutemica de la misma sino porque el espiacuteritu con se ha escrito pueda trasmitirse a la audiencia con moderada preci-sioacuten No se trata de estar al lado o contra nadie sino de que la verdad del evangelio llegue a transformar-nos como comunidad de fe que ya somos

A menudo se comenta acerca de cuaacutel seriacutea el tipo de comunidad biacuteblica que habriacutea que aplicar al diacutea de hoy seguacuten se refleja en las paacuteginas del Nuevo Testa-mento Esta pregunta es de por siacute errada al menos en dos puntos

bull Se asume en primer lugar que hay un modelo tipo en las escrituras es decir una voz uniacutevoca y no una pluralidad de ellas y

bull Se asume que la transferencia del laquoentoncesraquo al laquoahoraraquo es directa y tiene poco que ver con el con-texto actual

Por muy bien intencionada que sea la buacutesqueda la respuesta es complicada y desde luego maacutes abierta No hay un modelo uniacutevoco de comunidad sino que desde el principio ha habido una variedad de ellos todos laquobiacuteblicosraquo (es decir fieles a los principios del evangelio aunque tambieacuten con sus debilidades y limi-taciones) y tratando de ser consecuentes con el contex-to socio-cultural en el que les ha tocado vivir y ser luz (Fil 215) lsquoBiblicasrsquo son muchas cosas pero lo que aquiacute se pretende hacer es ir un paso maacutes allaacute hacia lo ge-

nuinamente cristiano No buscamos sin maacutes que sea biacute-

blico (pe laquolas mujeres callen en la congregacioacutenraquo) mdash

que se encuentre avalado por alguacuten texto del NTmdash ya que podemos encontrar muchas y variadas estructu-ras sino lo que refleja maacutes elocuente y verdaderamen-te el espiacuteritu de las buenas noticias de Jesuacutes el Cristo

I Acercamiento al tema de la interpreta-cioacuten biacuteblica

Cuenta Stephen C Barton que en un congreso de Novi Testamenti Societas en Birmingham en 1997 el grupo de debate se habiacutea reunido para tratar el tema de la laquoEacutetica del Nuevo Testamentoraquo y que en la terce-ra sesioacuten del seminario se estaba estudiando a fondo la cuestioacuten de la mancomunidad en el libro de los Hechos El grupo se preguntaba si Theissen estaba en lo cierto al discernir una clara influencia helenista o si por el contrario como proponiacutean otros se trataba de una influencia esenia A rengloacuten seguido los especia-listas trataron la percepcioacuten lucana de la comunidad cristiana como cumplimiento del ideal sabaacutetico del Deuteronomio de la eliminacioacuten de la pobreza la su-puesta importancia de que las laquosentildeales y sanidadesraquo parezcan rodear la actividad de estos primeros cris-tianos etc No fue hasta que faltaban diez minutos pa-ra concluir la sesioacuten cuando una persona mdashmalinten-cionada sin dudamdash hizo la siguiente pregunta que to-dos habiacutean tratado con eacutexito hasta ese momento de evitar laquoiquestcoacutemo extrapolar las normas y principios de la narrativa lucanaraquo El grupo se quedoacute helado Una cosa es teorizar acerca de la geacutenesis del texto de su contexto histoacuterico y social de su adaptacioacuten al mo-mento por medio de su redaccioacuten etc pero ninguno de los presentes teniacutea competencia suficiente para de-cir de veras cuaacutel era el significado profundo de esa mancomunidad al no pertenecer ninguno de ellos a comunidades ya inmersas en esta praacutectica1

De manera que esa tendencia a resaltar y rescatar normas y principios lucanos (por poner un ejemplo) en ideales universales se torna maacutes en una praacutectica que lejos de tratar de apropiarse del texto parece que-rer neutralizarlo2 En un contexto distinto pero tam-bieacuten pertinente a nuestro tema escribe Thomas Mer-

1 Stephen C Barton Life Together Family Sexuality and Community in

the New Testament and Today EdinburghNew York T amp T Clark 2001 245

2 Ibiacuted 246

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 7

ton que laquo[a]l afirmar que como lectores podemos sentirnos escandalizados por la Biblia no estoy tra-tando de decir que tengamos que dejar de lado nues-tra inteligencia La Biblia puede resultar difiacutecil y pro-blemaacutetica y en este sentido puede suponer un desafiacuteo para nuestra inteligencia pero nunca una afrenta3raquo

Desde hace unas deacutecadas se viene observando un esfuerzo por acercarse al texto biacuteblico y su interpreta-cioacuten desde propuestas nuevas en las que se quiere romper con el consabido laquoacuerdo entre caballerosraquo si se me permite la expresioacuten de que hay que mante-ner separados el conocimiento como lo que pertenece a la esfera de lo puacuteblico y la fe que pertenece a la de lo privado Podriacuteamos tambieacuten hablar del significado como lo objetivo y la verdad (o su significado laquopara hoyraquo) como lo puramente subjetivo4 De hecho esta es una praacutectica muy comuacuten en los estudios biacuteblicos hoy en diacutea Una cosa es el estudio del texto su geacutenesis ar-queologiacutea historia literaria etc y otra bien distinta es ver (si acaso) queacute tiene que ver con nosotros hoy diacutea En el mundo anglosajoacuten se ha acuntildeado el teacutermino en-

gaged hermeneutics (algo asiacute como laquohermeneacuteutica com-prometidaraquo o laquode compromisoraquo) a la variedad que trata de discernir las posibles aplicaciones del texto a la sociedad que lee el texto de nuevo Muy lejos nos hemos ido si tenemos que recuperar la esencia de la interpretacioacuten biacuteblica por medio de semejantes cuntildeos

La analogiacutea que algunos han propuesto como nue-va viacutea de acercamiento al texto es conocida como Per-

formance que la asemeja a la interpretacioacuten de una obra musical pongamos de Beethoven En este caso lo im-portante no es soacutelo la agudeza y fidelidad teacutecnicas que podriacutean resultar laquosecasraquo si no van acompantildeadas de sentimiento y pasioacuten y que ya no centra soacutelo en el director la orquesta y la partitura sino que tiene en mente a la audiencia Se crea entre estos distintos ele-mentos una comunicacioacuten inigualable irrepetible donde se premia la fidelidad creativa Hasta aquiacute la ana-logiacutea funciona maacutes o menos pero hay un momento en que eacutesta se vuelve insuficiente Se puede caer faacutecil-mente en la laquoeventualidadraquo del momento es decir que lo que se ha hecho es laquointerpretarraquo laquotocarraquo una pieza musical o como se diriacutea en ingleacutes laquojugarlaraquo (to play

it) La escritura sin embargo llama a algo maacutes pro-fundo a la transformacioacuten de vida a vivir de un mo-do iacutentegro las veinticuatro horas del diacutea siete diacuteas a la semana La esteacutetica del momento no puede paralizar el proceso de transformacioacuten intenso que este acerca-

3 Thomas Merton Leer la Biblia Una gran aventura espiritual Barce-lona Oniro 1999 12-3

4 Ibiacuted 224

miento tiene como meta uacuteltima de la interpretacioacuten Por esto se ha propuesto un ejemplo maacutes claro que haga justicia a este acercamiento En este caso se ha elegido un texto como el de la Constitucioacuten america-na con su sentido de laquoenactmentraquo es decir de cum-plimiento de puesta en praacutectica para que se verifique el contenido y espiacuteritu de lo expresado5

Esta forma de leer el texto biacuteblico laquohellipwill be a cul-ture also characterized by risk struggle and new found

freedom because there is no scientific method to guar-antee assured results when the goal is human trans-formation by authentic performanceraquo6 Y de nuevo volvemos a Merton laquoLa afirmacioacuten baacutesica de la Biblia acerca de la palabra de Dios no se refiere pues al hecho de que el creyente deba aceptarla ciegamente en virtud de la autoridad divina sino a la circunstan-cia de ser una palabra reconocible por su poder transfor-

mador y liberador7raquo

Quizaacutes de forma raacutepida pero necesaria es impor-tante resaltar que si queremos conocer a fondo el sig-nificado de lo que es la perspectiva biacuteblica de la co-munidad cristiana tenemos que ser parte de la mis-ma Y no soacutelo parte sino implicados hasta que nos duela experimentar lo que el texto ya anunciaba No se trata de laquojugar a interpretarraquo si no de vivir para comprender y gustar8

II Comunidad una perspectiva biacuteblica-creyente

Al hablar de la comunidad se ha de partir por de-fecto del Antiguo Testamento Como bien dice Donald Senior laquoNo fue necesario que Jesuacutes fundara una igle-sia porque ya existiacutea en la comunidad de Israel Dios estaba ya forjando un pueblo daacutendole un destino y

5 Ibiacuted 229

6 Ibiacuted 248 laquohellipdaraacute a luz una cultura caracterizada por el riesgo la lucha y una nueva forma de libertad ya que no existe un meacutetodo cientiacutefico que garantice los resultados cuando la meta es la trans-formacioacuten humana a traveacutes de una interpretacioacuten auteacutenticaraquo

7 Merton 18

8 Durante el encuentro tuvimos oportunidad de repasar ciertos pun-tos de la ponencia con los asistentes Una criacutetica que se hizo a esta presentacioacuten es la afirmacioacuten (cito de memoria) de que lsquosoacutelo puede conocerse a fondo el mensaje comunitario del NT si se estaacute dentro de la comunidadrsquo Ciertamente que las demandas de Jesuacutes se pue-den conocer y valorar sin ser parte de su grupo (y por ello mismo rechazarlas por su radicalismo o por estar en contra de ellas) A lo que yo me refiero es que seguacuten me involucro en el objeto asiacute lo co-nozco Podemos teorizar acerca de lo que significa ser comunidad pero a menos que la vivamos (al nivel que sea) no descubriremos aacutereas y matices que permanecen ocultos al mero espectador

8 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

sacaacutendole de la muerte para llevarle a la vida9raquo Y lo cierto es que la comunidad cristiana primitiva se comprende a siacute misma muy pronto como la ekklesia

tou theou (Flp 36 Gaacutel 113) derivada del qahal Yahve con el que Israel es designado en el AT como pueblo de Dios congregado para el culto Es muy probable que fuera el grupo helenista el responsable de esta de-signacioacuten con lo que se quisiera enfatizar no soacutelo con-tinuidad si no de discontinuidad con la historia ante-rior debido su fuerte eacutenfasis en la ley10 laquoLa comuni-dad primitiva adoptoacute con la mayor naturalidad tiacutetulos del pueblo de Dios en el antiguo testamento y se los aplicoacute a siacute misma y a sus miembros11raquo De esta manera la comunidad recibe el tiacutetulo de laquolos santosraquo (Rom 15 23 1 Co 84 etc) laquolos elegidosraquo (Mc 1320) con lo que se expresa una conciencia de representar al pueblo es-catoloacutegico de Dios12

Esta conciencia de ser pueblo de Dios lleva a la comunidad cristiana a una praacutectica de vida que en mi opinioacuten se puede resumir en los siguientes puntos que son imprescindibles y baacutesicos para cualquier comu-nidad cristiana que quiera ser fiel al mensaje de Jesuacutes Son caracteriacutesticas que se solapan que no son inde-pendientes unas de otras pero por mor de la claridad se presentan en distintos apartados

Como ya hemos comentado existen muchas for-mas de comunidad o mejor dicho la comunidad puede

adquirir muchas formas pero estos elementos son im-prescindibles Dentro de cada uno de los apartados y tratando de ser fiel al tiacutetulo de esta serie de conferen-cia expondreacute tanto las oportunidades como los peli-

gros inherentes a ellos

A Una comunidad que anuncia el reino de Dios

Se trata de hacer visible en el aquiacute y el ahora el mensaje del reino de Dios Esto lo hace la comunidad de manera espontaacutenea impelida por el Espiacuteritu Santo Lejos de referirse a una ideologiacutea que hay que planifi-car minuciosamente este anuncio del reino es la con-

9 Donald Senior laquoEncontrando las huellas de Dios en el camino ini-ciado en la Bibliaraquo (traduccioacuten adaptada del original ingleacutes publi-cado en Church Summer 1999) httpwwwcisocclhtmlnov01htm (14102005)

10 No es tema de esta conferencia entrar en una discusioacuten detallada de este interesante toacutepico Pare ello referimos al lector a Ludger Schenke La comunidad primitiva Salamanca Siacutegueme 1999 en es-pecial a su capiacutetulo 5

11 Schenke La comunidad primitiva 126

12 Lohfink La iglesia que Jesuacutes queriacutea Dimensioacuten comunitaria de la fe

cristiana (3ordf ed) Bilbao Descleacutee de Brouwer 1998 87-88

crecioacuten actual e histoacuterica en la vida de sus suacutebditos La soberaniacutea de Dios se refleja en la vida de los miembros de la comunidad en su solidaridad su eacuten-fasis en la fraternidad de hermanos y hermanas don-de sobra todo tiacutetulo de poder y autoridad (Mc 1029)13 laquoLa fraternidad surge en la historia alliacute donde el Espiacute-ritu de Dios elimina la loacutegica de Adaacuten y todas sus consecuencia personales y sociales14raquo

La vida en comunidad que nos propone el libro de los Hechos aunque un tanto idealizada como en todo relato de los comienzos surge de esta nueva realidad que nace y se reproduce en el corazoacuten de las personas y que se concreta en la vida diaria Lejos de ser una conversioacuten interna e individualista el reino de Dios hace que la pequentildea semilla se transforme en un gran aacuterbol La necesidad de reunirse por las casas (Hch 246 cf Mc 1412-16) compartir no soacutelo la tradi-cioacutenensentildeanza de los apoacutestoles sino el comer surgen de esta conversioacuten a lo nuevo que sin embargo esta en continuidad con la praacutectica de Jesuacutes15

Un estudio del teacutermino koinocircn (laquocomuacutenraquo de ahiacute laquocompartirraquo laquocomuacuten-unioacutenraquo etc) y derivados nos muestra que la idea de compartir no era nueva sino que teniacutea un gran arraigo en el mundo heleno Pitaacutego-ras reconoce un orden coacutesmico que se refleja en el or-den humano En ese estado primigenio no existiacutea propiedad privada Platoacuten consideraba la propiedad privada como raiacutez de todo mal ya que lleva indefecti-blemente al deseo egoiacutesta de poseer maacutes la avaricia (pleonexiacutea)16 aunque experimentoacute en carne propia la dificultad de llevarlo a cabo en su propia vida De esta manera concluye que soacutelo dios y los hijos de los dio-ses pueden vivir en esta comunidad de bienes espo-sas e hijos (Leg V 739d) Aristoacuteteles toma una postu-ra maacutes realista e individualista y analiza los peligros de llevar a cabo la propuesta de Platoacuten (Pol II 2 1261a) laquoNo puede existir la imposicioacuten de la comuni-dad y la unidad en el estado sino que se debe llevar a cabo por medio de la educacioacutenraquo (Pol II 5 1263)

Es con los ciacutenicos que las propuestas de Platoacuten en-cuentran base en la naturaleza El ciacutenico Crates afirma que laquoentre amigos todo es comuacutenraquo El estoicismo to-ma una viacutea maacutes moderada y permite asiacute la propiedad

13 Para un interesante comentario de este verso G Lohfink La igle-

sia que Jesuacutes queriacutea 51s

14 Antonio Gonzaacutelez Reinado de Dios e imperio Ensayo de teologiacutea so-

cial Santander Sal Teacuterrea 2003 200

15 Cf Hechos 432 y Lucas 81-3

16 Friederich Hauck laquoKoinoacuteshellipraquo Theological Dictionary of the New Tes-

tament vol III Gerhard Kittel (ed) Grand Rapids Eermands 1989 792

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 9

privada Los neopitagoacutericos buscan la libertad interna que les permite laquono poseer nada y auacuten asiacute ser duentildeos de todoraquo17

La comunidad cristiana que teniacutea ejemplos concre-tos de mancomunidad provenientes tanto del mundo heleno como del judaiacutesmo (esenios therapeutae aun-que eacutestos viviacutean como comunidad con el propoacutesito del estudio piados de la escritura) vive su praacutectica como resultado del soplo del Espiacuteritu Santo (Hch 2) No es un movimiento econoacutemico en el sentido de que sea una economiacutea de tipo comunista tampoco es legal en el sentido de una socializacioacuten constitucional de la propiedad y tampoco es filosoacutefico en el sentido de imitacioacuten del orden natural de las cosas como ocurre con los ciacutenicos18 Como afirma Hauck el verbo elegen (laquonadie deciacutea ser suyohellipraquo Hch 432) contiene un laquosub-jective sense of fellowshipraquo19

La oportunidad que se ofrece a la iglesia es la de una posibilidad de vida maacutes solidaria contraria al flujo individualista y de poder que se ha erigido en modelo de convivencia al menos en gran parte del mundo oc-cidental Este idealismo necesario es oportunidad norte al que mirar y hacia el que caminar Todo lo que sea construir en esa direccioacuten (solidaridad renuncia a la violencia al individualismo egoacutelatra etc) es estar en la senda cristiana guiados por el mismo Espiacuteritu que impelioacute a los primeros disciacutepulos En ella la igle-sia se reconoce como tal como mensajera den las bue-nas nuevas de que el Reino estaacute entre nosotros20

Este ideal de comunidad se convierte en peligro cuando entra el desaacutenimo cuando no se ha medido bien el precio de tal empresa (Lc 1428) y se olvida que comunidad es tambieacuten dedicacioacuten y trabajo arduos pues es luchar contra el egolaacutetrico yo que se quiere imponer a toda costa Tambieacuten cuando el ideal no deja reconocer la realidad pero ese es tema que auacuten hemos de tratar

B Fraternidad inclusiva

Identificarse como pueblo de Dios no libra de eli-tismos y etnocentrismos La historia de la primitiva iglesia es buen ejemplo de ello A los que acusan a Lu-cas-Hechos de excesivo triunfalismo hay que recor-darles la inclusioacuten de periacutecopas donde se acentuacutea la limitacioacuten humana de la comunidad (Hch 51-11 61)

17 Esta afirmacioacuten de Filostrato se parece mucho a la que encontra-mos en 2 Corintios 610

18 Hauck laquoKoinoacuteshellipraquo 796

19 Ibiacuted

20 Lohfink La iglesia 65-6

En ellas se recoge el duro aprendizaje que la comuni-dad del Espiacuteritu tiene que llevar a cabo en su vivencia diaria Esa comunidad tiene que estar abierta a todos y todas pues no hay exclusiva para con Dios La co-munioacuten de mesa es uno de los elementos maacutes descon-certantes para el lector actual que se acerca al texto de los Hechos Pues la laquoforma de comer vincula con el propio cuerpo y con su historia21raquo Tenemos claros ejemplos de esta cercana relacioacuten entre comida y valo-res eacutetnicos histoacutericos y religiosos en el libro de Leviacuteti-co (coacutedigo de santidad) el mandamiento de celebra-cioacuten de la Pascua judiacutea (el simbolismo de cada plato) el libro de Daniel (los joacutevenes que no se mancillan con la comida extranjera) a las cartas paulinas (Romanos 14 1 Corintios 8 etc)22 En la comunioacuten de mesa por su forma de comer es donde Israel se identifica como diferente del resto Es su forma de separarse de entre los pueblos y es justamente ahiacute en el centro simboacutelico de su valor donde el Espiacuteritu de Dios viene a abrir y transformar los conceptos Los capiacutetulos 10 y 11 del libro de los Hechos no expresan tanto la conversioacuten del temeroso de Dios y gentil Cornelio como la con-versioacuten de Pedro (y por ende el comienzo de la con-versioacuten de la iglesia de Jerusaleacuten) a la visioacuten inclusiva del Reino de Dios

Creo que es importante resaltar un pequentildeo deta-lle en el relato del capiacutetulo 11 justo despueacutes de que Pedro haya calmado las preguntas de la asamblea (Hch 1119-21) laquoAhora bien los que habiacutean sido es-parcidos a causa de la persecucioacuten que hubo con mo-tivo de Esteban pasaron hasta Fenicia Chipre y An-tioquiacutea sin hablar a nadie la palabra sino solo a los judiacuteos Pero habiacutea entre ellos unos de Chipre y de Ci-rene los cuales cuando entraron en Antioquiacutea habla-ron tambieacuten a los griegos anunciando el evangelio del Sentildeor Jesuacutes Y la mano del Sentildeor estaba con ellos y gran nuacutemero creyoacute y se convirtioacute al Sentildeorraquo

Es casi iroacutenico pensar que mientras las grandes ca-bezas pensantes del moviendo de Jesuacutes ubicados en Jerusaleacuten disputaban acerca de la conveniencia o no de la inclusioacuten de los gentiles en la comunidad de fe

21 Rafael Aguirre La mesa compartida Estudios del Nuevo Testamento

desde las ciencias sociales Santander Sal Teacuterrea 1994 27

22 Recientemente (septiembre de 2005) se emitioacute un documental en la 2 de TVE en que se hablaba de los cambios dieteacuteticos en la pobla-cioacuten de los paiacuteses en viacuteas de desarrollo como consecuencia de su mayor poder econoacutemico Un padre de familia chino entrevistado hablaba con orgullo coacutemo su hija en edad de contraer matrimonio habiacutea engordado considerablemente a causa de su mejora en esta-tus social lo que les permitiacutea ahora acercarse al mundo de los res-taurantes de comida raacutepida iexclIncluso comer laquocomida basuraraquo se ha convertido en un siacutembolo de prosperidad econoacutemica y social laquoDi-me queacute comes y te direacute quieacuten eresraquo

10 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

los laquodon nadiesraquo aquellos de quienes ni siquiera co-nocemos su nombre misioneros anoacutenimos fueron los primeros en entender que laquoDios no hace distincioacuten de personasraquo De alguna manera Dios teniacutea ya guardado un laquoplan Braquo en caso de que la comunidad de Jerusaleacuten no afrontara la realidad con una buena dosis de ries-go

La oportunidad es crear una comunidad abierta que acoge a aquellos que la sociedad no suele acoger con gusto No es extrantildeo pues que en nuestras comunida-des tengamos personas con problemas sociales impor-tantes debilidades y carencias profundas La comuni-dad es oportunidad de vida para el marginado y oportunidad para los cristianos de conocer y relacio-narse con las personas de manera maacutes profunda23 Es oportunidad de crear una sociedad alternativa que se verifica en el diacutea a diacutea G Lohfink acertadamente apunta a otro teacutermino que fortalece el sentido de co-munidad de una forma diferente a koinoniacutea que en ocasiones puede entenderse de forma excesivamente estructural Se trata de la expresioacuten de reciprocidad allecirclocircn (laquounos a otrosraquo)24 De esta reciprocidad deviene el concepto de edificacioacuten (oikodomein) que tan popu-lar se ha hecho en el mundo pietista donde se ha cul-tivado de forma maacutes individualista Sin embargo en las cartas paulinas esta terminologiacutea se refiere al con-junto de la comunidad que de esta forma se convierte ella toda en responsable de que este ideal se lleva adelante Se podriacutea ahondar mucho maacutes en todo este entramado pero me imagino que las siguientes confe-rencias construiraacuten sobre este tema desde puntos de vista maacutes teoloacutegicos y pastorales por lo que huelga alargarnos aquiacute

Un peligro es diluirnos por ese afaacuten de querer lle-gar a todos Entonces no anunciariacuteamos ya un mensa-je renovador si no que la iglesia se vuelve un equipo de atencioacuten primaria o como si de un departamento de ofertas religiosas se tratara especializada en el aacuterea de la soledad y la depresioacuten25 Se trata de una vivencia

comunitaria de transformacioacuten no de un servicio a do-micilio La comunidad de fe no puede regalarle a la persona aquello que no le pertenece la salvacioacuten el perdoacuten la reconciliacioacuten con Dios pero si puede crear el espacio adecuado para que la persona tenga ese en-

23 Lejos de ser una entelequia no hay maacutes que echar un vistazo a las profundas reflexiones de Henri J M Nouwen En el nombre de Jesuacutes y El sanador herido para darse cuenta de que una comunidad que no acompantildea al herido y aprende de eacutel es incapaz de un diaacutelogo veraz con Dios en oracioacuten (En el nombre de Jesuacutes 25ss)

24 Lohfink La iglesia 110s

25 Lohfink La iglesia 12

cuentro con el Dios perdonador que habita en medio de su pueblo por medio de su Espiacuteritu

C Comunidad teoloacutegica

No se trata soacutelo una praacutectica social o grupo de au-to-ayuda se trata de una comunidad que estudia y se abre a las escrituras que es fiel a la doctrina No se aferra a eacutesta como si su vida dependiese de su fideli-dad a la letra sino que se esfuerza por vivir de mane-ra consecuente lo que entiende a la luz de su estudio y praacutectica cotidiana con la ayuda del Espiacuteritu que las ha dado haacutelito Hace ademaacutes un esfuerzo por entender el mundo y la sociedad que le rodean para asiacute servir al proacutejimo de manera maacutes efectiva Una comunidad que laquoescucharaquo y reflexiona maacutes que habla

Es una comunidad que se reuacutene alrededor de la doctrina y los siacutembolos que dan sentido a su praxis y ortodoxia Se trata por tanto de una comunidad que celebra a la vez que escudrintildea estudia las escrituras (Hch 24246) que se caracteriza por la alegriacutea pues sabe en quieacuten ha depositado su confianza (Flp 16 2 Tim 112) Se trata de una comunidad que se abre a su influencia y se convierte a su Autor a medida que en-tiende maacutes el mensaje de la escritura La escritura no es en uacuteltimo lugar un cuerpo de doctrina que hay que guardar y defender a toda costa sino la guiacutea que nos acerca maacutes al corazoacuten de Dios mediada por su Espiacuteri-tu santo

La oportunidad es que la comunidad sea relevante a la sociedad que dice querer servir Conocer sus escri-turas estaacute fuertemente unido a conocer la problemaacuteti-ca humana pues ellas dan testimonio de cuaacuten fraacutegil y orgulloso es el ser humano pero que afortunadamen-te hay solucioacuten a este dilema La oportunidad es para la comunidad el escuchar sin dar respuestas pre-cocinadas Es verse reflejada en las paacuteginas de la escri-tura y celebrar al mismo tiempo su salvacioacuten por me-dio de los siacutembolos de liberacioacuten Es por ello que la Palabra estaacute tanto en medio de la comunidad como frente a ella

El peligro es encerrarse en su propio mundo tra-tando de resolver los problemas del mundo sin prin-garse de lodo Una comunidad asiacute no se ha ganado el respeto de la sociedad a hablar ni tampoco representa el ideal cristiano de encarnacioacuten26 Se tratariacutea de que-

26 En el antildeo 260 cuando la peste se ceboacute con Alejandriacutea su obispo Dionisio escribioacute una carta que recoge Eusebio en su Historia Ecle-

siaacutestica VII 22 en la que se habla de la ejemplar actuacioacuten de los cristianos que acogiacutean a los moribundos en ocasiones hasta pade-cer y morir ellos mismos a causa de las enfermedad contraiacuteda mientras que los paganos echaban de casa incluso a sus allegados contagiados con tal de no verse ellos mismos en peligro En VII

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 11

rer ser laquosantaraquo a toda costa incluso a costa del her-mano o hermana moribundos pero esa santidad ya ha perdido su caraacutecter transformador y de contagio La sal ha perdido su sabor y sus propiedades aunque de lejos auacuten parece sal

D Comunidad escatoloacutegica

Se trata de una comunidad que espera la consuma-cioacuten final pero que no se queda perdida en la nada en el interim laquoLa espera escatoloacutegica de la comunidad primitiva fue una auteacutentica espera del futuro pero es-te futuro era tan inminente que podiacutean sentirse sus efectos que determinaban el presente27raquo El paso de los siglos puede que haya atenuado el celo original pero la comunidad de hoy no puede asentarse en esta sociedad de tal manera que pierda de vista la alterna-tiva de vida que ha de propugnar Conoce y experi-menta la realidad del conocido sanctus et peccator y por ello se aplica a la hora de tratar con sus miembros y los de afuera donde ejerce una laquodivina pacienciaraquo Se sabe en camino pero auacuten no completa en su praacutectica y expresioacuten y es por ello que actuacutea con humildad y una dosis de modestia Quizaacutes necesitamos maacutes de este mensaje y no tomarnos a nosotros mismos tan en se-rio Esta falta de capacidad de reiacuterse de uno mismo puede que sea una de las razones por la que la comu-nidad cristiana en ocasiones no estaacute abierta a aprender de los que no son sus miembros

Cuando la comunidad pierde de vista su valor temporal no absoluto es cuando sucumbe a la tenta-cioacuten de asentarse por cualquier medio La esperanza escatoloacutegica tiene que mirar al futuro inminente a tra-veacutes del filtro de la cruz de Jesuacutes sin cuya muerte y re-surreccioacuten no hubiera sido posible tal esperanza Los repetidos anuncios de muerte que Jesuacutes hace a sus disciacutepulos en el evangelio de Marcos resaltan una vez maacutes la falta de entendimiento de laquoestar en ondaraquo con el maestro (Mc 827-35 930-50 1032-45) Eacutestos se quieren asentar colocar en el poder mientras que el ejemplo del maestro es otro28 El servicio se hace yendo (Mt 107-8) en seguimiento de Jesuacutes cercano a eacutel laquoLa conclusioacuten que se desprende de todo lo dicho es muy clara no hay fe donde no hay seguimiento de Jesuacutes y

228 dicersquoAsiacute partieron de esta vida nuestros mejores hermanos Algunos de ellos eran ancianos y diaacuteconos o sencillamente gente del pueblo todos ellos muy apreciados y elogiados pues este tipo de muerte por la mucha piedad y poderosa fe que conlleva en nin-guacuten aspecto parece inferior al martiriorsquo

27 Schenke La comunidad 119

28 Ver los interesantes comentarios al respecto de R Aguirre Ensayo

sobre los oriacutegenes del cristianismo De la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la reli-

gioacuten domeacutestica de Pablo Estella Verbo Divino 2001 170-173

no hay seguimiento de Jesuacutes donde no hay movimien-toraquo29

La oportunidad es vivir hoy con la esperanza de un futuro glorioso que condiciona el ahora La tempora-lidad de cada uno de nosotros de la comunidad de fe en siacute frente a la inconmensurabilidad de Dios nos ayuda a poner las cosas en perspectiva y a ser creati-vos sin temor a equivocarnos La escatologiacutea puede ayudarnos a quitar esas maacutescaras que intentan que la comunidad de fe sea algo menos que humana y maacutes que divina El laquoya pero todaviacutea noraquo tintildee de esperanza y humildad a esa comunidad que se dedica al servicio de aquellos que llama a ser partiacutecipes de las promesas de Dios en Cristo Jesuacutes

El peligro es perder el valor de la temporalidad y querer establecerse en el poder terrenal Es en esos momentos que la comunidad de fe tiene que recupe-rar la visioacuten de la cruz de Jesuacutes y entender que la vic-toria soacutelo viene de mano de una derrota anterior la del cordero sin mancha como inmolado de pie en me-dio del trono (Apo 56) Si la comunidad pierde de vis-ta que estaacute en traacutensito seraacute propensa a absolutizar sus pretensiones

III Conclusiones

Volvemos de nuevo a la analogiacutea de la interpreta-cioacuten musical Naturalmente que uno puede disfrutar de una buena pieza musical sin leer muacutesica Pero para disfrutarla maacutes plenamente uno tiene que sentirla y dejarse llevar por eacutesta Existe una diferencia abismal entre estar en casa a solas y escuchar una buena gra-bacioacuten a estar en un auditorio y saborear el evento en carne propia junto a otras personas que tambieacuten parti-cipan del evento

Algunos cuestionaron a Jesuacutes indirectamente en el cuarto evangelio a causa de la doctrina que proponiacutea siendo eacutel persona sin estudio formal (715) a lo que Jesuacutes responde que lsquoEl que quiera hacer la voluntad de Dios conoceraacute si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuentarsquo (Juan 717)

Podemos teorizar y estudiar los textos que nos hablan del significado de laquocomunidadraquo hasta quedar-nos sin habla pero lo que propongo es un acercamien-to a primera vista maacutes pragmaacutetico pero que de hecho se ajusta a la forma en que conocemos la realidad a nuestro alrededor esa realidad que nos esculpe y nos hace ser lo que somos diacutea a diacutea Si de veras queremos

29 Joseacute Mariacutea Castillo El seguimiento de Jesuacutes Salamanca Siacutegueme 1998 20

12 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

acercarnos a los modelos biacuteblico-cristianos de comu-nidad no hay otra manera de hacerlo que arriesgaacuten-donos a vivir esa comunidad en el diacutea a diacutea experi-mentado en carne lo que los textos anuncian a viva voz Conoceremos en la medida en que estemos dis-puestos a ser parte de esa comunidad imperfecta que sin embargo me hace hueco y que ya ha sido santifi-cada por Dios Conoceremos tanto como estemos dis-puestos a darnos pues en eacutesta como en tantas otras situaciones de la vida no existe foacutermula maacutegica algu-na sino la de la entrega y renuncia totales

Una advertencia maacutes Sea cual fuere el modelo de comunidad que queremos llevar a cabo debemos estar atentos a estas sabias palabras30

Los que aman su suentildeo de comunidad maacutes que a la

misma comunidad llegan a ser destructores de la comu-

nidad

30 D Senior al comentar acerca de la advertencia de D Bonhoeffer sobre aquellos que desean vivir una comunidad cristiana basada en suentildeos irreales en laquoEncontrando las huellashellipraquo 9

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 13

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Iglesia y Reino de Dios Antonio Gonzaacutelez

La tesis de que la iglesia no se debe identificar con el reino de Dios es casi un lugar comuacuten en la teologiacutea contemporaacutenea La tesis es en buena medida correc-ta Sin embargo la cuestioacuten crucial consiste en deter-minar cuaacutel es la relacioacuten entre la iglesia y ese reinado iquestSe trata simplemente de que la iglesia ldquoanunciardquo el reino de Dios como sostendriacutean las posturas maacutes tra-dicionales iquestO se trata maacutes bien de que la iglesia ldquopromueverdquo aquellas iniciativas socio-poliacuteticas que considera maacutes apropiadas para que el reino de Dios se acerque como se diriacutea desde posiciones maacutes progre-sistas iquestSon estas posiciones tan distintas o compar-ten muchos presupuestos comunes iquestY hay acaso otras maneras de pensar la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios Evidentemente para aclarar estas cues-tiones es esencial que comencemos preguntaacutendonos por determinar queacute es lo que se quiere decir cuando se habla de un reino de Dios

1 El reinado iquestde Dios

En el canon la Biblia hebrea la idea de que Dios re-ina sobre su pueblo aparece por vez primera en Ex 1518 Se trata de un pasaje crucial que nos puede ilustrar en gran manera sobre el sentido profundo del reinado de Dios Tras el hundimiento del ejeacutercito del faraoacuten en las aguas del Mar de los Juncos Moiseacutes y su hermana Miriam entonan sendos cantos triunfales Pues bien al final su canto Moiseacutes proclama ldquoel SE-NtildeOR (YHWH) reinaraacute por siempre jamaacutesrdquo Lo que se afirma es justamente que el pueblo que ha salido de Egipto ya no estaacute bajo la soberaniacutea del faraoacuten sino ba-jo la soberaniacutea de Dios Dios reina sobre ese pueblo Se ha convertido en su gobernante porque ha arreba-tado a ese pueblo de la soberaniacutea del faraoacuten y lo ha situado bajo su propia soberaniacutea El reinado de Dios no es en el canto de Moiseacutes algo abstracto utoacutepico o meramente trascendente El reinado de Dios tiene lu-gar ya en la historia Dios reina alliacute donde el faraoacuten ya no reina y donde sorprendentemente tampoco Moi-seacutes se convierte en rey Si Dios reina otros no reinan El que Dios reine entrantildea el cuestionamiento de toda forma humana de dominacioacuten De ahiacute que la ley del Sinaiacute disentildee una sociedad altamente igualitaria que en principio no cuenta con la necesidad de una mo-narquiacutea y en la que se preveacuten distintos sistemas para reducir la aparicioacuten de desigualdades econoacutemicas

Desde el punto de vista de la exeacutegesis histoacuterico-criacutetica se ha sentildealado la posibilidad de que los textos en los que se habla de la monarquiacutea divina sean maacutes bien tardiacuteos Algunos sostienen que el texto maacutes anti-guo en el que aparece la idea de Dios (YHWH) como rey estaacute en el libro de Isaiacuteas cuando eacuteste proclama que ha visto ldquoal rey y Sentildeor de los ejeacutercitosrdquo (Is 65) El ca-raacutecter tardiacuteo de estos textos no deja de ser sorpren-dente si tenemos en cuenta que en los textos de Uga-rit ya se consideraba en maacutes de una ocasioacuten a los dio-ses como reyes Ahora bien en estos casos la desig-nacioacuten de la divinidad como ldquoreyrdquo no teniacutea una fun-cioacuten criacutetica sino maacutes bien legitimadora el monarca local apareciacutea como representante de la divinidad a la que tambieacuten serviacutea como administrador del templo La figura biacuteblica del Melquisedec tanto rey como sa-cerdote del ldquodios altiacutesimordquo puede ser considerada como caracteriacutestica del sistema poliacutetico y religioso de las ciudades cananeas En ellas el reinado de un dios no era maacutes que una forma de introducir al rey en la esfera divina y asiacute legitimar su poder Precisamente por ello Israel habriacutea sido reacio a utilizar el teacutermino ldquoreyrdquo para aplicarlo a Dios por maacutes que la idea del pueblo gobernado directamente por Dios podriacutea ser muy anterior a la introduccioacuten de la monarquiacutea En cualquier caso cuando finalmente el teacutermino ldquoreyrdquo se aplica a Dios en el contexto israelita las connotaciones criacuteticas parecen predominar sobre las legitimadoras que Dios reine es siempre un desafiacuteo para toda forma humana de igualdad o de dominacioacuten1

Desde un punto de vista sistemaacutetico es importante preguntarse cuaacutel es la razoacuten de que una misma idea (Dios como rey) pueda servir para dos fines tan opuestos entre siacute Y es que para entender queacute significa concretamente el reinado de Dios no basta con afirmar la realeza de Dios sino que hay que sentildealar en queacute manera se ejerce su funcioacuten real De hecho muchas de las dificultades que algunos teoacutelogos encuentran con la idea de un reinado de Dios se deben precisamente a su opcioacuten previa por una idea concreta de queacute sea la soberaniacutea real y cuaacutel es su forma de ejercicio Sin em-bargo la idea de que Dios reina se puede entender de formas muy diversas Aquiacute una cuestioacuten decisiva es la

1 Cf N Lohfink bdquoDas Koumlnigtum Gottes und die politische Machtldquo en su Das Juumldische am Christentum 2ordf ed Freiburg im Brisgau 1989 pp 71-102

14 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

de la mediacioacuten si se entiende que la soberaniacutea de Dios ha de estar mediada inmediatamente la idea de un reino de Dios se convierte en legitimadora de las ins-tancias mediadoras Asiacute por ejemplo en el caso de los pequentildeos reinos cananeos los reyes-sacerdotes serviacute-an precisamente como mediadores en la relacioacuten entre los dioses que eran considerados como ldquoreyesrdquo y su pueblo Y justamente por ello los reyes-sacerdotes quedaban encumbrados a una posicioacuten sagrada en la que tambieacuten se legitimaba su poder En cambio en la medida en que se afirme la posibilidad de una rela-cioacuten directa con Dios con independencia del palacio y del templo se pone en entredicho la necesidad de mediadores sacralizados y se apunta hacia la igual-dad fundamental de todos los miembros del pueblo que Dios rige Esta uacuteltima parece haber sido la opcioacuten predominante en Israel donde no soacutelo se privilegian mediadores distintos del rey (sacerdotes profetas) sino que tambieacuten se afirma (desde los relatos patriar-cales) la posibilidad de una relacioacuten no mediada con Dios

Es importante reconocer sin embargo la ambi-guumledad de la concepcioacuten israelita del reinado de Dios La introduccioacuten de la monarquiacutea en tiempos de Sauacutel y David pudo ser valorada como una traicioacuten a los idea-les originales de Israel un monarca significa un ejeacuterci-to permanente y una corte y la consiguiente des-igualdad entre los miembros del pueblo de Dios No soacutelo eso la monarquiacutea implica que Israel deja de ser un pueblo distinto para convertirse al menos en este aspecto en un pueblo como los demaacutes afectando sen-siblemente a su misioacuten en el mundo Pero lo maacutes gra-ve es que la introduccioacuten de la monarquiacutea significa que Dios es rechazado como rey de su pueblo (1 Sam 8) Aquiacute se plantea claramente la alternativa caracte-riacutestica de Israel o reina Dios o reina un rey humano (1 Sam 87) Sin embargo esta alternativa radical pue-de suavizarse Dios puede utilizar las decisiones erra-das para llevar adelante sus planes Tras el rechazo del primer rey Sauacutel Dios aparece al lado de David estableciendo y confirmando su dinastiacutea Ello no sig-nifica sin embargo que la perspectiva de un reinado de Dios desaparezca Los libros de Croacutenicas presentan a los gobernantes de Israel como personajes que se han sentado en el trono de Dios sobre su pueblo (1 Cr 1714 285 2923 2 Cr 98) Sin duda la idea de un go-bierno ldquovicariordquo del rey en el puesto de Dios puede funcionar como poderoso instrumento de legitima-cioacuten Pero al mismo tiempo introduce un permanen-te elemento criacutetico el reinado pertenece propiamente a Dios y no a los reyes De ahiacute que eventualmente ese reinado pueda ser reclamado por su auteacutentico propie-tario Y de hecho la historia de la monarquiacutea israelita

presenta buenas ocasiones para que el auteacutentico sobe-rano reclame sus derechos reales Y esto da lugar a una extrantildea tensioacuten en la concepcioacuten del reinado de Dios en la Biblia hebrea

Por un lado el diagnoacutestico de los llamados histo-riadores ldquodeuteronomistasrdquo y de los profetas coincide en atribuir a los reyes de Israel y de Judaacute una respon-sabilidad muy especial en el hundimiento de los dos reinos que culmina con las invasiones de los imperios de Asiria y de Babilonia Los reyes habriacutean sido los principales impulsores de las injusticias y de las idola-triacuteas que terminaron en una cataacutestrofe experimentada como un abandono por parte de Dios y en definitiva como un castigo divino De esta experiencia surge na-turalmente la esperanza de que Dios volveraacute a reinar directamente sobre su pueblo como en los tiempos fundacionales de Israel repitiendo las experiencias de la salida de Egipto el camino por el desierto y los primeros tiempos en la tierra prometida cuando so-lamente Dios era el rey de Israel Los dirigentes de Is-rael seraacuten sustituidos por el verdadero propietario de la tierra prometida y por el verdadero rey de su pue-blo Por otra parte el modelo de un rey como David pecador pero nunca idoacutelatra y las promesas dirigidas hacia su dinastiacutea posibilitan el hecho de que las espe-ranzas judiacuteas se dirijan no soacutelo hacia un reinado de Dios sino tambieacuten hacia el reinado de un descendien-te de David que restaure su dinastiacutea y lleve al pueblo a una era definitiva de esplendor Estas dos esperan-zas aunque puedan ser compartidas por los mismos grupos o expresadas en los mismos textos (como por ejemplo Ez 34) no dejan de contener en siacute mismas una tensioacuten no resuelta entre el reinar directo de Dios y la aparicioacuten de figuras mesiaacutenicas que reinan en su nombre y que se sientan en su trono2

Ciertamente el trasfondo de la Biblia hebrea es de-cisivo para entender correctamente el mensaje de un Jesuacutes al que los evangelios presentan anunciando la llegada inminente del reinado de Dios Jesuacutes anuncia que Dios va a volver a reinar directamente sobre su pueblo como habiacutea hecho al liberarlo de Egipto y trasladarlo a la tierra prometida Esto significa ob-viamente que el exilio ha llegado propiamente a su fin y que los pecados que impediacutean ese final del exilio estaacuten siendo perdonados3 No es extrantildeo dado el tras-fondo de la concepcioacuten hebrea del reinado que el

2 Siacutentoma de esta tensioacuten es el hecho de que Ezequiel no llame ldquoreyrdquo al futuro gobernante daviacutedico sino solamente ldquopriacutenciperdquo (na-

siacute Ez 3424)

3 Cf N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 268-274

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 15

propio papel de Jesuacutes no resulte inicialmente nada claro Jesuacutes no parece favorecer el tiacutetulo de Mesiacuteas pa-ra siacute mismo sino maacutes bien el de ldquohijo del hombrerdquo Se trata como es sabido de un tiacutetulo que en el contexto del libro de Daniel pretende contrastar con el caraacutecter bestial de los imperios que se disputan el gobierno mundial (Dn 7) Pero es un tiacutetulo que de ninguacuten modo subraya el gobierno monaacuterquico del que lo porta sino que maacutes bien abre la perspectiva de un gobierno con-junto de todo ldquoel pueblo de los santos del altiacutesimordquo Y es que el anuncio de Jesuacutes sobre el reinado de Dios no parece haber ido unido a la idea de una restauracioacuten del estado de Israel en la que Jesuacutes mismo pudiera aparecer como el rey ungido (=Mesiacuteas) al frente de una nueva monarquiacutea daviacutedica Al contrario en Jesuacutes se mantiene la idea originaria de Israel de un pueblo distinto gobernado por Dios y en este sentido desti-nado a no reproducir el modelo de gobierno propio de las demaacutes naciones (Lc 2224-30) Dicho en otros teacuterminos el anuncio de Jesuacutes sobre el reino de Dios mantiene la idea hebrea de un reinar directo de Dios sobre su pueblo y de esta manera nos plantea la pre-gunta sobre el sentido de una posible figura mesiaacutenica en ese reinado pues tal figura inevitablemente entra en tensioacuten con la idea de un gobierno directo de Dios sobre su pueblo

Por otra parte en el anuncio de Jesuacutes sobre el rei-nado de Dios se plantean algunos problemas adicio-nales El anuncio se expresa en el lenguaje de la apo-caliacuteptica con diversas alusiones no soacutelo a aconteci-mientos dramaacuteticos y beacutelicos sino tambieacuten a sucesos coacutesmicos como el oscurecimiento del sol la falta de luz en la luna la caiacuteda de las estrellas o la sacudida de las potencias celestiales (Mc 1324-25) Estas afir-maciones parecen ligar la venida del reinado de Dios con el final de la historia humana y con el final del universo espacio-temporal De aquiacute surgen dos cues-tiones importantes Una se refiere al hecho de que ese final de la historia no tuvo lugar con lo que inevita-blemente surge la pregunta por la posible ldquoequivoca-cioacutenrdquo de Jesuacutes y del cristianismo apostoacutelico Otra cuestioacuten estaacute expresada en la famosa expresioacuten de Loisy seguacuten la cual Jesuacutes habriacutea anunciado la llegada del reino de Dios pero lo que en realidad habriacutea ve-nido seriacutea la iglesia4 El llamado ldquoretraso de la paru-siacuteardquo el hecho de que no llegara lo que se predicaba como inminente habriacutea dado paso a la aparicioacuten de una realidad ambigua no directamente querida por

4 ldquoJeacutesus annonccedilait le royaume et crsquoest lrsquoeacuteglise quie est venuerdquo cf A Loisy LrsquoEvangile et lrsquoEglise Pariacutes 1902 p 111 Loisy queriacutea subrayar la continuidad aunque su expresioacuten luego se ha citado en el sentido opuesto

Jesuacutes y que llamamos iglesia No vino algo bueno que Jesuacutes anunciaba sino algo ambiguo como la igle-sia que de ninguna manera puede sustituir al reino de Dios Al menos esta parece ser la interpretacioacuten de muchos autores contemporaacuteneos Sin embargo esta interpretacioacuten no es necesariamente la maacutes correcta Pero tal vez merezca la pena preguntarnos coacutemo se ha llegado a ella

2 La iglesia como reino de Dios

En la historia de la teologiacutea cristiana aparecen muy pronto tendencias que a la larga posibilitaraacuten la pro-gresiva interpretacioacuten del reino de Dios como una rea-lidad ajena a este mundo a lo que sin duda ayudoacute la creciente influencia de la filosofiacutea platoacutenica sobre el cristianismo En el Pastor de Hermas nos encontramos ya con la reflexioacuten sobre una iglesia preexistente creada antes que todas las cosas5 Lo que inicialmente se quiere indicar con la preexistencia de la iglesia es el hecho de que el sentido profundo del universo culmi-na en la comunidad iniciada por Jesuacutes Al afirmar que la iglesia ha sido creada antes de todas las cosas se puede afirmar en los moldes culturales de su tiempo que todas las demaacutes cosas han sido creadas por razoacuten de la iglesia De forma semejante en la segunda carta de Clemente se afirma que la iglesia espiritual fue creada antes que el sol y que la luna de tal manera que ya antes que todas las cosas la iglesia estaacute referi-da a Cristo Ciertamente hay tambieacuten una iglesia car-nal situada en la historia del mismo modo que Jesuacutes tambieacuten vino en carne Pero ya antes de que todas las demaacutes cosas fueran creadas hay una referencia cons-titutiva entre Cristo y la iglesia6 No era difiacutecil que ul-teriormente esta iglesia preexistente fuera asociada con las imaacutegenes biacuteblicas de una Jerusaleacuten celestial tal como aparecen en la Carta a los Gaacutelatas (Ga 425-26) o en el libro del Apocalipsis (312 212) Sin embargo esa asociacioacuten no deja de esconder una diferencia im-portante mientras que el mundo biacuteblico piensa desde la accioacuten histoacuterica de Dios que da lugar a una nueva Jerusaleacuten en los tiempos finales el mundo griego pa-rece preferir los arquetipos ideales como modelos an-teriores al mundo material y desde los que se puede interpretar lo que ulteriormente sucede en la historia

Ahora bien la idea de una iglesia preexistente im-plica obviamente la distincioacuten entre eacutesta y la iglesia ldquocarnalrdquo que hay en la historia Esta distincioacuten estaacute cargada de consecuencias porque va a permitir que paulatinamente se vaya introduciendo la idea de una

5 Cf Pastor de Hermas II 4 1

6 Cf 2 Clem 142-3

16 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

iglesia invisible distinta de la iglesia visible La iglesia invisible no es soacutelo una realidad preexistente sino tambieacuten el modelo ideal al que se tiene que conformar la iglesia visible En Clemente de Alejandriacutea encon-tramos una posicioacuten de este tipo utilizada en sentido criacutetico Clemente sostiene que en la tierra los amos deben dar justicia e igualdad a los esclavos precisa-mente porque la iglesia terrenal es imagen de la igle-sia celestial7 Aquiacute estamos en un terreno claramente platoacutenico pues tambieacuten en la Repuacuteblica de Platoacuten la ciudad ideal es el modelo que sirve para determinar lo que las ciudades empiacutericas deberiacutean de ser al mismo tiempo que posibilita una actitud criacutetica respecto a ellas Ahora bien la distincioacuten entre iglesia invisible e iglesia visible tambieacuten puede desempentildear la funcioacuten opuesta Ante el progresivo acomodamiento de la iglesia al mundo de su contexto la distincioacuten entre una iglesia ideal y unas iglesias ldquovisiblesrdquo tambieacuten permitiraacute una cierta resignacioacuten ante el hecho de que el mundo sensible nunca podraacute llegar a ser igual que el mundo ideal De lo que se trataraacute maacutes bien seraacute de tener paciencia con el mundo real y aguardar que tras la muerte del cuerpo nuestra alma pueda llegar a gozar del mundo ideal La idea de un Dios que reina sobre un pueblo en la historia presente iraacute dejando lu-gar a un Dios que reina en los cielos Porque de hecho quien reina en la tierra son los emperadores cuya conversioacuten al cristianismo y cuyo patronazgo sobre la iglesia tendraacute que ser teoloacutegicamente integrado

Todaviacutea en Oriacutegenes encontramos claros alientos biacuteblicos cuando piensa en Judaacute como un pueblo go-bernado por Dios8 y tambieacuten cuando entiende que la iglesia terrena es la forma del reino que ha de venir pues su unidad adelanta la unidad de toda la huma-nidad9 Y es que Oriacutegenes a pesar del fuerte influjo del platonismo sobre su teologiacutea todaviacutea escribe en un contexto preconstantiniano En Agustiacuten de Hipo-na en cambio nos encontramos con la plena vigencia de la ecuacioacuten que equipara a la iglesia preexistente a la iglesia como arquetipo invisible y al mismo reino de Dios10 Ciertamente Agustiacuten tiene que admitir en su poleacutemica con los disidentes especialmente con los donatistas que la iglesia visible no es perfecta sino un ldquocuerpo mixtordquo en el que crece el trigo y la cizantildea Se trata sin duda de una curiosa interpretacioacuten de la pa-raacutebola evangeacutelica pues en ella Jesuacutes no refiere el

7 Cf Clemente de Alejandriacutea Stroacutemata 4 8 66

8 Cf Oriacutegenes Homiliacutea sobre Jeremiacuteas 9 2 (a propoacutesito de Jer 112)

9 Cf Oriacutegenes Sobre los principios I 6 2

10 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XIII 16 XVIII 29 Enqui-

ridioacuten a Laurencio 5615

campo en el que crecen el trigo y la cizantildea a la iglesia (ni a Israel) sino al mundo Sin embargo es obvio que el giro constantiniano al hacer co-extensivas la iglesia y el imperio permite interpretaciones como la de Agustiacuten asiacute como en el mundo creciacutean el trigo y la ci-zantildea tambieacuten ahora en la iglesia visible crecen el trigo y la cizantildea La distincioacuten entre el trigo y la cizantildea so-lamente es posible en la iglesia invisible cuya presen-cia no se distingue de aquella de los arquetipos a los que las realidades sensibles se asemejan Ahora bien en este aacutembito ideal Agustiacuten no tiene dificultades en afirmar sin ambages que ldquola iglesia es el reino de Cris-to y el reino de los cielosrdquo11

Esta identidad entre la iglesia y el reino de Dios se mantiene en la teologiacutea occidental a lo largo de las edades media y moderna aunque con un importante matiz en la medida en que la iglesia catoacutelica se va percibiendo a siacute misma como una ldquosociedad perfectardquo en oposicioacuten a los movimientos disidentes y a los es-tados nacionales crece tambieacuten la tendencia a identi-ficar esta iglesia presuntamente perfecta y sin duda visible con el reino de Dios Todaviacutea en el siglo XX autores catoacutelicos como Karl Adam (en El espiacuteritu del

catolicismo) o Reginald Garrigou-Lagrange (en Vida

eterna) han defendido la identidad entre la iglesia ca-toacutelica y el reino de Dios El concilio Vaticano II ha moderado levemente este entusiasmo afirmando que la iglesia es el reino de Dios presente ldquoen misteriordquo o que representa en la tierra ldquoel germen y el principiordquo del reino de Dios12 Tambieacuten en el aacutembito protestante se mantuvo desde los reformadores la identidad entre la iglesia y el reino de Dios Asiacute por ejemplo Lutero habla de la iglesia como ldquoel reino de Dios bajo Cris-tordquo13 Sin embargo los reformadores mantuvieron es-trictamente la distincioacuten agustiniana entre la iglesia visible y la iglesia invisible de modo que la ecuacioacuten entre la iglesia y el reino se daba maacutes bien en el aacutembi-to de la iglesia invisible y no en las diversas iglesias territoriales que surgieron de la Reforma En cambio en los grupos anabaptistas se comenzoacute a poner en tela de juicio la diferencia radical entre iglesia visible e iglesia invisible y se comenzoacute a entender la ldquoJerusa-leacuten celestialrdquo no como una iglesia distinta de la pre-sente sino como una metaacutefora de la iglesia histoacuterica concreta14

11 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XX 9 1-2

12 Cf Concilio Vaticano II LG 3 y 5

13 Cf Lutero WA 11 249-253 262

14 Cf J H Yoder Textos escogidos de la reforma radical Buenos Aires 1976 pp 403-443 W Klaassen Selecciones teoloacutegicas anabautistas Guatemala 1985 p 86

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 17

3 La iglesia no es el reino de Dios

La distincioacuten estricta entre la iglesia y el reino de Dios comienza con la ilustracioacuten En cierto modo co-mienza siendo una distincioacuten filosoacutefica que hace Kant en su obra de 1793-1794 sobre La religioacuten dentro de los

liacutemites de la pura razoacuten Como es sabido se trata de un texto tiacutepicamente ilustrado en el que se propone la progresiva sustitucioacuten de las religiones histoacutericas lle-nas de arbitrariedades por una religioacuten moral y ra-cional que en el fondo representa el nuacutecleo auteacutentico de toda religiosidad Al mismo tiempo como buen ilustrado Kant confiacutea en el triunfo progresivo de la moral y de la racionalidad en la historia humana En esta liacutenea Kant interpreta la victoria del principio del bien sobre el principio del mal como ldquofundacioacuten del reino de Dios sobre la tierrardquo15 De este modo el reino de Dios adquiere para toda la modernidad los claros caracteres de una utopiacutea eacutetica Ciertamente Kant re-conoce que la fundacioacuten de una comunidad moral constituye una obra que no se puede esperar de los seres humanos sino solamente de Dios Sin embargo los seres humanos no pueden permanecer de brazos cruzados sino que han de comportarse como si todo dependiera de ellos y solamente asiacute les estaacute permitido esperar que la providencia lleve a su esfuerzos bien intencionados a un cumplimiento pleno Esta comu-nidad eacutetica todaviacutea no realizada se puede interpretar entonces como una iglesia invisible mientras que la iglesia visible seriacutea aquella asociacioacuten de seres huma-nos que coincide con ese ideal y lo trata de realizar La verdadera iglesia visible seriacutea aquella que presenta (darstellt) el reino moral de Dios sobre la tierra y por tanto la iglesia podriacutea ser considerada como la repre-sentante (Repraumlsentantin) del reino o estado de Dios16

En buena medida puede decirse que las reflexiones kantianas han determinado el tratamiento de este problema teoloacutegico hasta el presente Albrecht Ritschl se sumoacute a la tesis kantiana diferenciado entre la igle-sia como comunidad del reino de Dios y el reino mismo de Dios17 Sin embargo no faltaron desde el principio las voces criacuteticas Friedrich Schleiermacher se opuso a la concepcioacuten eacutetica del reinado de Dios subrayando que eacuteste acontece no como realizacioacuten humana sino como efecto de la obra de Cristo Ahora bien el efecto de la obra de Cristo es la iglesia que en-tonces puede ser entendida por Schleiermacher como

15 Cf I Kant Die Religion innerhalb der Grenzen der bloszligen Vernunft B 127-222

16 Cf ibid B 142-144

17 Cf A Ritschl Unterricht in der christlichen Religion (1875) ed por G Ruhbach Guumltersloh 1966 p 15

ldquoreino de Dios fundado por Cristordquo18 La oposicioacuten a la concepcioacuten ilustrada en cierto modo se agudiza en el contexto de la ldquoescatologiacutea consecuenterdquo de Johan-nes Weiszlig y Albert Schweitzer El descubrimiento de la dimensioacuten escatoloacutegica del mensaje de Jesuacutes favorece una idea del reino de Dios como algo que se habriacutea de realizar como obra exclusiva de Dios sin la colabora-cioacuten humana De ahiacute que el sentildeoriacuteo (reinado) de Dios sea algo radicalmente distinto de la comunidad de los disciacutepulos de Jesuacutes por maacutes que ese sentildeoriacuteo seguacuten Weiszlig siacute incluye a la comunidad creyente en la que se realiza la verdadera justicia19 Ciertamente estos eacutenfa-sis escatoloacutegicos podriacutean haber sido importantes para recuperar aspectos esenciales del reinado de Dios y de su relacioacuten con la iglesia Sin embargo el movi-miento de la escatologiacutea consecuente planteaba dema-siados problemas a la teologiacutea de su tiempo como pa-ra poder ser digerido con facilidad Un Jesuacutes apocaliacutep-tico es tal vez una figura plausible en el siglo primero pero alguien demasiado extrantildeo para nuestro tiempo Y no soacutelo extrantildeo sino tambieacuten equivocado pues en definitiva la realizacioacuten inminente del reino por parte de Dios tal como la pensaron estos autores no habriacutea tenido lugar El final de los tiempos no llegoacute Jesuacutes y los primeros cristianos estaban equivocados

Ante esta dificultad una viacutea de solucioacuten empren-dida repetidamente por la teologiacutea del siglo XX fue la separar el mensaje de Jesuacutes de toda connotacioacuten apo-caliacuteptica Asiacute se pudo decir por ejemplo que los ele-mentos apocaliacutepticos de sus discursos habriacutean sido antildeadidos por la primera comunidad cristiana Jesuacutes no habriacutea anunciado la venida del reino de Dios o si la anuncioacute habriacutea tenido un sentido muy distinto al que despueacutes le atribuyeron los primeros cristianos El reino de Dios anunciado por Jesuacutes seriacutea un reino pu-ramente interior y su mensaje tendriacutea que ser enten-dido en teacuterminos puramente sapienciales o existencia-les La inminencia del reinado no tendriacutea que ser in-terpretada entonces como referida a grandes trans-formaciones globales sino simplemente como una ldquoescatologiacutea presenterdquo a diferencia de las escatologiacuteas futuristas de sus contemporaacuteneos La escatologiacutea pre-sente consistiriacutea simplemente en que aquellas trans-formaciones individuales e internas anunciadas por Jesuacutes seriacutean accesibles ya en el presente a cualquier persona con independencia de cualquier cataacutestrofe coacutesmica El precio de estas reinterpretaciones es por

18 Cf F Schleiermacher Der christliche Glaube (1930-1931) ed por M Redeker Berliacuten 1999 sect 107 citado en W Pannenberg Systematische Theologie vol 3 Goumlttingen 1993 p 47

19 Cf J Weiszlig Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes Goumlttingen 1892 pp 79 15-126

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 4: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

4 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

una misma realidad No se trata de que la Iglesia sea maacutes o menos equiparable al Reino de Dios (aunque imperfecta o provisional o terrenal o limitada en al-guacuten sentido) laquo[La Iglesia] no es un reinado maacutes pe-quentildeo particular presente e imperfecto Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos ins-tancias de una misma realidad sino realidades esen-cialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutearaquo (p 19)

Es decir que laquoreinoreinado de Diosraquo seriacutea lo que sucede siempre que Dios ejerce su autoridad y halla quienes le obedecen Mientras que la Iglesia seriacutea la comunidad de los que obedecen a Dios como soberano Son realidades o aspectos distintos de la cuestioacuten por mucho que se necesiten mutuamente

Con esto Gonzaacutelez nos ha traiacutedo adonde podemos examinar algunos rasgos de esta comunidad cristiana donde se manifiesta la actividad de Dios como Rey

En primer lugar descubrimos que es una sociedad donde no hay lugar para dominacioacuten de unas perso-nas sobre otras Siguiendo las pistas de las narracio-nes sobre el estadio premonaacuterquico de la historia de Israel Jesuacutes constituye una comunidad de iguales sin jerarquiacutea entre ellos

En segundo lugar en la medida que el Nuevo Tes-tamento declara que Jesuacutes estaacute en el trono y ejerce efectivamente como Rey juntamente con Dios Padre descubrimos que este es el contexto maacutes idoacuteneo para explicar el origen de las afirmaciones cristoloacutegicas que equiparan a Jesuacutes y Dios laquoAfirmar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Diosraquo (p 24)

En tercer lugar reconocer el ejercicio efectivo de su realeza la actividad de Dios (y de su Mesiacuteas) como soberano mdashy la existencia de la comunidad de los que escogen vivir como suacutebditosmdash nos brinda la pista ne-cesaria para desentrantildear la escatologiacutea del Nuevo Tes-tamento

laquoEl lenguaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transformaciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tam-bieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia

un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identificado Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que re-corren la historia humana sino bajo el reinado huma-no del Hijo del Hombreraquo (p 24)

Se trata a la vez de una realidad presente y el an-helo de algo auacuten por llegar

laquoEl reinado de Dios en cuanto acto de reinar reali-zado por Dios es perfecto ya en el presente Sin em-bargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios so-bre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce ple-namente sobre la vida de los individuos y de las co-munidadesraquo (p 24)

El resultado no es algo descarnado ni relegado a un futuro indeterminado sino eminentemente praacutecti-co en la vivencia cristiana

laquoEs precisamente ese reinar el que origina ya en la historia las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteasraquo (p 25)

Los planteamientos de Gonzaacutelez nos exigen nada menos que un debate de la cuestioacuten de la integridad e identidad de nuestras iglesias estas comunidades que se suponen expresioacuten visible y presente del Reinado de Dios En efecto la inferencia razonable pareceriacutea ser que no todos los grupos ni todas las instituciones humanas que se autodefinen como laquoiglesiasraquo gozariacutean de la misma integridad y legitimidad Desde que se define laquoiglesiaraquo como sentildeal de un reinado de Dios so-bre suacutebditos dispuestos a adoptar las poliacuteticas especiacute-ficas de su soberano descubrimos que existen en la preacutedica de Jesuacutes y en los escritos apostoacutelicos criterios concretos con que evaluar su legitimidad e integridad como tales laquoiglesiasraquo Estos criterios quedan resumi-dos aquiacute con la referencia a Gaacutelatas 328 (que es a la vez un resumen de la ensentildeanza generalizada en todo el Nuevo Testamento) laquoLa Iglesiaraquo soacutelo es la comu-nidad legiacutetima de los que han aceptado el laquoReinado de Diosraquo en la medida que en ella no haya ya distin-cioacuten entre amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mu-jer es decir donde han desaparecido las estructuras de dominacioacuten humana

Si con Rosell nos preguntaacutebamos sobre la integri-dad de un presunto evangelio cuyos efectos fuesen tan soacutelo individualistas y no la creacioacuten de comuni-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 5

dad ahora con Gonzaacutelez nos preguntamos sobre la integridad de iglesias que en cuanto comunidades humanas en efecto no hiciesen otra cosa que volver a reiterar las estructuras de dominacioacuten de siempre

Llegamos asiacute a la ponencia de Rauacutel Garciacutea Peacuterez del Departamento de Ministerio y Misioacuten del SEUT que habloacute sobre laquoRelaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica ldquoMejorando las relaciones co-munitariasrdquoraquo

Los que nos propone Garciacutea es esencialmente una vista panoraacutemica de algunos de los temas maacutes signifi-cativos de la obra de Martin Buber filoacutesofo existencia-lista y educador judiacuteo de la primera mitad del siglo pasado

Esencialmente Garciacutea desentrantildea algunos de los conceptos principales del libro Yo y tuacute (1922) Entre los conceptos que destaca estaacute la idea de que es esen-cial para la integridad del propio yo tratar al otro de tuacute y no de ello es decir negarse a laquocosificarraquo al otro como objeto que no como ente personal con su propia integridad identidad e iniciativa equiparables a las miacuteas (Aplicado a Dios por ejemplo escribe Buber y nos lo recuerda Garciacutea se trata de hablar con Dios mdashdiaacutelogomdash y no acerca de Dios mdashlo cual soacutelo puede ser un monoacutelogo) El tema de fondo es siempre la inte-gridad de relacionarse Es en relacioacuten que se existe como ser plenamente humano y es en relacioacuten que Dios se revela como plenamente Dios Si no es por relacionarnos no conocemos a nadie (ni siquiera a no-sotros mismos) y si no es por relacionarnos con eacutel tampoco conocemos a Dios

Llegamos asiacute al tema de la comunidad Porque es-ta manera de priorizar el relacionarse por encima de las abstracciones el ver al otro como tuacute en lugar de coacutemo ello determinaraacute tambieacuten la manera de concebir de la comunidad La comunidad no puede ser enton-ces un concepto abstracto mdashla comunidad como colec-tividadmdash sino que es el lugar de encuentro entre per-sonas cada una con su integridad personal que se re-lacionan entre siacute como acto y no como idea de relacioacuten

Al final con Garciacutea mdashy con Bubermdash desemboca-mos en un anaacutelisis de las dificultades las barreras de

comunicacioacuten que existen para este tipo de diaacutelogo entre un yo y un tuacute plenamente entregados a respetar la integridad del otro laquoEl terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegi-ca del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Bus-camos afirmacioacuten y seguridadraquo (p 29)

Es decir que Garciacutea nos ha llevado a profundizar en la direccioacuten contraria a la que nos conduciacutea Gonzaacute-lez sin negar en absoluto la validez de aquello La comunidad cristiana estaacute obligada a demostrar efectos sociales concretos y constatables que no resultan ser meramente una reiteracioacuten de las tiacutepicas estructuras de dominacioacuten (Gonzaacutelez) pero a la par la comuni-dad cristiana tiene que ser una donde las personas ba-jan la guardia y se atreven a ver al proacutejimo no soacutelo como una cifra en abstracto sino como un tuacute con el que es imprescindible entrar en relacioacuten (Garciacutea) Lo que no nos dice Garciacutea es coacutemo se consigue eso aun-que deja caer una pista importante laquoEl amor ldquoaacutegaperdquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras rela-ciones (1Tes 312) es de naturaleza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios mediosraquo (p 28)

Al final por sesudas y eruditas que resultasen es-tas exposiciones (alguacuten estudiante de primer curso se confesoacute francamente desbordado por el nivel de las ponencias y los debates posteriores) la sensacioacuten con que uno se queda es parecida al resultado de un buen sermoacuten la conviccioacuten de que las palabras son uacutetiles tal vez necesarias pero lo que cuenta es vivir lo que hemos oiacutedo El laquoreinado de Diosraquo como el auteacutentico conocimiento del sentido de la Biblia como el auteacutenti-co descubrimiento del tuacute y no meramente un ello en el proacutejimo se legitima en la praxis en la realidad vital

de comunidades de personas que se arriesgan a vi-

vir unos con otros todas las potencialidades que

nos abre la invitacioacuten a seguir los caminos de Jesuacutes

6 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Comunidad Perspectiva biacuteblica Sergio Rosell

Introduccioacuten

El tiacutetulo de este ciclo de conferencias laquoComuni-dad oportunidad y peligroraquo puede a primera vista parecer tendencioso inclinado desde su origen a una perspectiva de tensioacuten aderezada con un regusto de criacutetica tiacutepico de los profesores de teologiacutea Este ele-mento puede alentar sentimientos distintos el laquoonerse del ladoraquo de la persona que reconoce las limitaciones minusa veces exasperantesminus de nuestras comunidades de fe en aspectos baacutesicos de su praacutectica y por ende harta de repetir que laquoasiacute no se va a ninguna parteraquo o el de hacer surgir consabidas reticencias y reparos por parte del que tiene en mente que los profesores de teologiacutea son expertos en teoriacutea pero poco o nada saben de la praacutectica Espero que en esta primera conferencia estos posibles recelos queden de alguna manera solventa-dos no tanto por la mayor o menor calidad acadeacutemica de la misma sino porque el espiacuteritu con se ha escrito pueda trasmitirse a la audiencia con moderada preci-sioacuten No se trata de estar al lado o contra nadie sino de que la verdad del evangelio llegue a transformar-nos como comunidad de fe que ya somos

A menudo se comenta acerca de cuaacutel seriacutea el tipo de comunidad biacuteblica que habriacutea que aplicar al diacutea de hoy seguacuten se refleja en las paacuteginas del Nuevo Testa-mento Esta pregunta es de por siacute errada al menos en dos puntos

bull Se asume en primer lugar que hay un modelo tipo en las escrituras es decir una voz uniacutevoca y no una pluralidad de ellas y

bull Se asume que la transferencia del laquoentoncesraquo al laquoahoraraquo es directa y tiene poco que ver con el con-texto actual

Por muy bien intencionada que sea la buacutesqueda la respuesta es complicada y desde luego maacutes abierta No hay un modelo uniacutevoco de comunidad sino que desde el principio ha habido una variedad de ellos todos laquobiacuteblicosraquo (es decir fieles a los principios del evangelio aunque tambieacuten con sus debilidades y limi-taciones) y tratando de ser consecuentes con el contex-to socio-cultural en el que les ha tocado vivir y ser luz (Fil 215) lsquoBiblicasrsquo son muchas cosas pero lo que aquiacute se pretende hacer es ir un paso maacutes allaacute hacia lo ge-

nuinamente cristiano No buscamos sin maacutes que sea biacute-

blico (pe laquolas mujeres callen en la congregacioacutenraquo) mdash

que se encuentre avalado por alguacuten texto del NTmdash ya que podemos encontrar muchas y variadas estructu-ras sino lo que refleja maacutes elocuente y verdaderamen-te el espiacuteritu de las buenas noticias de Jesuacutes el Cristo

I Acercamiento al tema de la interpreta-cioacuten biacuteblica

Cuenta Stephen C Barton que en un congreso de Novi Testamenti Societas en Birmingham en 1997 el grupo de debate se habiacutea reunido para tratar el tema de la laquoEacutetica del Nuevo Testamentoraquo y que en la terce-ra sesioacuten del seminario se estaba estudiando a fondo la cuestioacuten de la mancomunidad en el libro de los Hechos El grupo se preguntaba si Theissen estaba en lo cierto al discernir una clara influencia helenista o si por el contrario como proponiacutean otros se trataba de una influencia esenia A rengloacuten seguido los especia-listas trataron la percepcioacuten lucana de la comunidad cristiana como cumplimiento del ideal sabaacutetico del Deuteronomio de la eliminacioacuten de la pobreza la su-puesta importancia de que las laquosentildeales y sanidadesraquo parezcan rodear la actividad de estos primeros cris-tianos etc No fue hasta que faltaban diez minutos pa-ra concluir la sesioacuten cuando una persona mdashmalinten-cionada sin dudamdash hizo la siguiente pregunta que to-dos habiacutean tratado con eacutexito hasta ese momento de evitar laquoiquestcoacutemo extrapolar las normas y principios de la narrativa lucanaraquo El grupo se quedoacute helado Una cosa es teorizar acerca de la geacutenesis del texto de su contexto histoacuterico y social de su adaptacioacuten al mo-mento por medio de su redaccioacuten etc pero ninguno de los presentes teniacutea competencia suficiente para de-cir de veras cuaacutel era el significado profundo de esa mancomunidad al no pertenecer ninguno de ellos a comunidades ya inmersas en esta praacutectica1

De manera que esa tendencia a resaltar y rescatar normas y principios lucanos (por poner un ejemplo) en ideales universales se torna maacutes en una praacutectica que lejos de tratar de apropiarse del texto parece que-rer neutralizarlo2 En un contexto distinto pero tam-bieacuten pertinente a nuestro tema escribe Thomas Mer-

1 Stephen C Barton Life Together Family Sexuality and Community in

the New Testament and Today EdinburghNew York T amp T Clark 2001 245

2 Ibiacuted 246

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 7

ton que laquo[a]l afirmar que como lectores podemos sentirnos escandalizados por la Biblia no estoy tra-tando de decir que tengamos que dejar de lado nues-tra inteligencia La Biblia puede resultar difiacutecil y pro-blemaacutetica y en este sentido puede suponer un desafiacuteo para nuestra inteligencia pero nunca una afrenta3raquo

Desde hace unas deacutecadas se viene observando un esfuerzo por acercarse al texto biacuteblico y su interpreta-cioacuten desde propuestas nuevas en las que se quiere romper con el consabido laquoacuerdo entre caballerosraquo si se me permite la expresioacuten de que hay que mante-ner separados el conocimiento como lo que pertenece a la esfera de lo puacuteblico y la fe que pertenece a la de lo privado Podriacuteamos tambieacuten hablar del significado como lo objetivo y la verdad (o su significado laquopara hoyraquo) como lo puramente subjetivo4 De hecho esta es una praacutectica muy comuacuten en los estudios biacuteblicos hoy en diacutea Una cosa es el estudio del texto su geacutenesis ar-queologiacutea historia literaria etc y otra bien distinta es ver (si acaso) queacute tiene que ver con nosotros hoy diacutea En el mundo anglosajoacuten se ha acuntildeado el teacutermino en-

gaged hermeneutics (algo asiacute como laquohermeneacuteutica com-prometidaraquo o laquode compromisoraquo) a la variedad que trata de discernir las posibles aplicaciones del texto a la sociedad que lee el texto de nuevo Muy lejos nos hemos ido si tenemos que recuperar la esencia de la interpretacioacuten biacuteblica por medio de semejantes cuntildeos

La analogiacutea que algunos han propuesto como nue-va viacutea de acercamiento al texto es conocida como Per-

formance que la asemeja a la interpretacioacuten de una obra musical pongamos de Beethoven En este caso lo im-portante no es soacutelo la agudeza y fidelidad teacutecnicas que podriacutean resultar laquosecasraquo si no van acompantildeadas de sentimiento y pasioacuten y que ya no centra soacutelo en el director la orquesta y la partitura sino que tiene en mente a la audiencia Se crea entre estos distintos ele-mentos una comunicacioacuten inigualable irrepetible donde se premia la fidelidad creativa Hasta aquiacute la ana-logiacutea funciona maacutes o menos pero hay un momento en que eacutesta se vuelve insuficiente Se puede caer faacutecil-mente en la laquoeventualidadraquo del momento es decir que lo que se ha hecho es laquointerpretarraquo laquotocarraquo una pieza musical o como se diriacutea en ingleacutes laquojugarlaraquo (to play

it) La escritura sin embargo llama a algo maacutes pro-fundo a la transformacioacuten de vida a vivir de un mo-do iacutentegro las veinticuatro horas del diacutea siete diacuteas a la semana La esteacutetica del momento no puede paralizar el proceso de transformacioacuten intenso que este acerca-

3 Thomas Merton Leer la Biblia Una gran aventura espiritual Barce-lona Oniro 1999 12-3

4 Ibiacuted 224

miento tiene como meta uacuteltima de la interpretacioacuten Por esto se ha propuesto un ejemplo maacutes claro que haga justicia a este acercamiento En este caso se ha elegido un texto como el de la Constitucioacuten america-na con su sentido de laquoenactmentraquo es decir de cum-plimiento de puesta en praacutectica para que se verifique el contenido y espiacuteritu de lo expresado5

Esta forma de leer el texto biacuteblico laquohellipwill be a cul-ture also characterized by risk struggle and new found

freedom because there is no scientific method to guar-antee assured results when the goal is human trans-formation by authentic performanceraquo6 Y de nuevo volvemos a Merton laquoLa afirmacioacuten baacutesica de la Biblia acerca de la palabra de Dios no se refiere pues al hecho de que el creyente deba aceptarla ciegamente en virtud de la autoridad divina sino a la circunstan-cia de ser una palabra reconocible por su poder transfor-

mador y liberador7raquo

Quizaacutes de forma raacutepida pero necesaria es impor-tante resaltar que si queremos conocer a fondo el sig-nificado de lo que es la perspectiva biacuteblica de la co-munidad cristiana tenemos que ser parte de la mis-ma Y no soacutelo parte sino implicados hasta que nos duela experimentar lo que el texto ya anunciaba No se trata de laquojugar a interpretarraquo si no de vivir para comprender y gustar8

II Comunidad una perspectiva biacuteblica-creyente

Al hablar de la comunidad se ha de partir por de-fecto del Antiguo Testamento Como bien dice Donald Senior laquoNo fue necesario que Jesuacutes fundara una igle-sia porque ya existiacutea en la comunidad de Israel Dios estaba ya forjando un pueblo daacutendole un destino y

5 Ibiacuted 229

6 Ibiacuted 248 laquohellipdaraacute a luz una cultura caracterizada por el riesgo la lucha y una nueva forma de libertad ya que no existe un meacutetodo cientiacutefico que garantice los resultados cuando la meta es la trans-formacioacuten humana a traveacutes de una interpretacioacuten auteacutenticaraquo

7 Merton 18

8 Durante el encuentro tuvimos oportunidad de repasar ciertos pun-tos de la ponencia con los asistentes Una criacutetica que se hizo a esta presentacioacuten es la afirmacioacuten (cito de memoria) de que lsquosoacutelo puede conocerse a fondo el mensaje comunitario del NT si se estaacute dentro de la comunidadrsquo Ciertamente que las demandas de Jesuacutes se pue-den conocer y valorar sin ser parte de su grupo (y por ello mismo rechazarlas por su radicalismo o por estar en contra de ellas) A lo que yo me refiero es que seguacuten me involucro en el objeto asiacute lo co-nozco Podemos teorizar acerca de lo que significa ser comunidad pero a menos que la vivamos (al nivel que sea) no descubriremos aacutereas y matices que permanecen ocultos al mero espectador

8 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

sacaacutendole de la muerte para llevarle a la vida9raquo Y lo cierto es que la comunidad cristiana primitiva se comprende a siacute misma muy pronto como la ekklesia

tou theou (Flp 36 Gaacutel 113) derivada del qahal Yahve con el que Israel es designado en el AT como pueblo de Dios congregado para el culto Es muy probable que fuera el grupo helenista el responsable de esta de-signacioacuten con lo que se quisiera enfatizar no soacutelo con-tinuidad si no de discontinuidad con la historia ante-rior debido su fuerte eacutenfasis en la ley10 laquoLa comuni-dad primitiva adoptoacute con la mayor naturalidad tiacutetulos del pueblo de Dios en el antiguo testamento y se los aplicoacute a siacute misma y a sus miembros11raquo De esta manera la comunidad recibe el tiacutetulo de laquolos santosraquo (Rom 15 23 1 Co 84 etc) laquolos elegidosraquo (Mc 1320) con lo que se expresa una conciencia de representar al pueblo es-catoloacutegico de Dios12

Esta conciencia de ser pueblo de Dios lleva a la comunidad cristiana a una praacutectica de vida que en mi opinioacuten se puede resumir en los siguientes puntos que son imprescindibles y baacutesicos para cualquier comu-nidad cristiana que quiera ser fiel al mensaje de Jesuacutes Son caracteriacutesticas que se solapan que no son inde-pendientes unas de otras pero por mor de la claridad se presentan en distintos apartados

Como ya hemos comentado existen muchas for-mas de comunidad o mejor dicho la comunidad puede

adquirir muchas formas pero estos elementos son im-prescindibles Dentro de cada uno de los apartados y tratando de ser fiel al tiacutetulo de esta serie de conferen-cia expondreacute tanto las oportunidades como los peli-

gros inherentes a ellos

A Una comunidad que anuncia el reino de Dios

Se trata de hacer visible en el aquiacute y el ahora el mensaje del reino de Dios Esto lo hace la comunidad de manera espontaacutenea impelida por el Espiacuteritu Santo Lejos de referirse a una ideologiacutea que hay que planifi-car minuciosamente este anuncio del reino es la con-

9 Donald Senior laquoEncontrando las huellas de Dios en el camino ini-ciado en la Bibliaraquo (traduccioacuten adaptada del original ingleacutes publi-cado en Church Summer 1999) httpwwwcisocclhtmlnov01htm (14102005)

10 No es tema de esta conferencia entrar en una discusioacuten detallada de este interesante toacutepico Pare ello referimos al lector a Ludger Schenke La comunidad primitiva Salamanca Siacutegueme 1999 en es-pecial a su capiacutetulo 5

11 Schenke La comunidad primitiva 126

12 Lohfink La iglesia que Jesuacutes queriacutea Dimensioacuten comunitaria de la fe

cristiana (3ordf ed) Bilbao Descleacutee de Brouwer 1998 87-88

crecioacuten actual e histoacuterica en la vida de sus suacutebditos La soberaniacutea de Dios se refleja en la vida de los miembros de la comunidad en su solidaridad su eacuten-fasis en la fraternidad de hermanos y hermanas don-de sobra todo tiacutetulo de poder y autoridad (Mc 1029)13 laquoLa fraternidad surge en la historia alliacute donde el Espiacute-ritu de Dios elimina la loacutegica de Adaacuten y todas sus consecuencia personales y sociales14raquo

La vida en comunidad que nos propone el libro de los Hechos aunque un tanto idealizada como en todo relato de los comienzos surge de esta nueva realidad que nace y se reproduce en el corazoacuten de las personas y que se concreta en la vida diaria Lejos de ser una conversioacuten interna e individualista el reino de Dios hace que la pequentildea semilla se transforme en un gran aacuterbol La necesidad de reunirse por las casas (Hch 246 cf Mc 1412-16) compartir no soacutelo la tradi-cioacutenensentildeanza de los apoacutestoles sino el comer surgen de esta conversioacuten a lo nuevo que sin embargo esta en continuidad con la praacutectica de Jesuacutes15

Un estudio del teacutermino koinocircn (laquocomuacutenraquo de ahiacute laquocompartirraquo laquocomuacuten-unioacutenraquo etc) y derivados nos muestra que la idea de compartir no era nueva sino que teniacutea un gran arraigo en el mundo heleno Pitaacutego-ras reconoce un orden coacutesmico que se refleja en el or-den humano En ese estado primigenio no existiacutea propiedad privada Platoacuten consideraba la propiedad privada como raiacutez de todo mal ya que lleva indefecti-blemente al deseo egoiacutesta de poseer maacutes la avaricia (pleonexiacutea)16 aunque experimentoacute en carne propia la dificultad de llevarlo a cabo en su propia vida De esta manera concluye que soacutelo dios y los hijos de los dio-ses pueden vivir en esta comunidad de bienes espo-sas e hijos (Leg V 739d) Aristoacuteteles toma una postu-ra maacutes realista e individualista y analiza los peligros de llevar a cabo la propuesta de Platoacuten (Pol II 2 1261a) laquoNo puede existir la imposicioacuten de la comuni-dad y la unidad en el estado sino que se debe llevar a cabo por medio de la educacioacutenraquo (Pol II 5 1263)

Es con los ciacutenicos que las propuestas de Platoacuten en-cuentran base en la naturaleza El ciacutenico Crates afirma que laquoentre amigos todo es comuacutenraquo El estoicismo to-ma una viacutea maacutes moderada y permite asiacute la propiedad

13 Para un interesante comentario de este verso G Lohfink La igle-

sia que Jesuacutes queriacutea 51s

14 Antonio Gonzaacutelez Reinado de Dios e imperio Ensayo de teologiacutea so-

cial Santander Sal Teacuterrea 2003 200

15 Cf Hechos 432 y Lucas 81-3

16 Friederich Hauck laquoKoinoacuteshellipraquo Theological Dictionary of the New Tes-

tament vol III Gerhard Kittel (ed) Grand Rapids Eermands 1989 792

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 9

privada Los neopitagoacutericos buscan la libertad interna que les permite laquono poseer nada y auacuten asiacute ser duentildeos de todoraquo17

La comunidad cristiana que teniacutea ejemplos concre-tos de mancomunidad provenientes tanto del mundo heleno como del judaiacutesmo (esenios therapeutae aun-que eacutestos viviacutean como comunidad con el propoacutesito del estudio piados de la escritura) vive su praacutectica como resultado del soplo del Espiacuteritu Santo (Hch 2) No es un movimiento econoacutemico en el sentido de que sea una economiacutea de tipo comunista tampoco es legal en el sentido de una socializacioacuten constitucional de la propiedad y tampoco es filosoacutefico en el sentido de imitacioacuten del orden natural de las cosas como ocurre con los ciacutenicos18 Como afirma Hauck el verbo elegen (laquonadie deciacutea ser suyohellipraquo Hch 432) contiene un laquosub-jective sense of fellowshipraquo19

La oportunidad que se ofrece a la iglesia es la de una posibilidad de vida maacutes solidaria contraria al flujo individualista y de poder que se ha erigido en modelo de convivencia al menos en gran parte del mundo oc-cidental Este idealismo necesario es oportunidad norte al que mirar y hacia el que caminar Todo lo que sea construir en esa direccioacuten (solidaridad renuncia a la violencia al individualismo egoacutelatra etc) es estar en la senda cristiana guiados por el mismo Espiacuteritu que impelioacute a los primeros disciacutepulos En ella la igle-sia se reconoce como tal como mensajera den las bue-nas nuevas de que el Reino estaacute entre nosotros20

Este ideal de comunidad se convierte en peligro cuando entra el desaacutenimo cuando no se ha medido bien el precio de tal empresa (Lc 1428) y se olvida que comunidad es tambieacuten dedicacioacuten y trabajo arduos pues es luchar contra el egolaacutetrico yo que se quiere imponer a toda costa Tambieacuten cuando el ideal no deja reconocer la realidad pero ese es tema que auacuten hemos de tratar

B Fraternidad inclusiva

Identificarse como pueblo de Dios no libra de eli-tismos y etnocentrismos La historia de la primitiva iglesia es buen ejemplo de ello A los que acusan a Lu-cas-Hechos de excesivo triunfalismo hay que recor-darles la inclusioacuten de periacutecopas donde se acentuacutea la limitacioacuten humana de la comunidad (Hch 51-11 61)

17 Esta afirmacioacuten de Filostrato se parece mucho a la que encontra-mos en 2 Corintios 610

18 Hauck laquoKoinoacuteshellipraquo 796

19 Ibiacuted

20 Lohfink La iglesia 65-6

En ellas se recoge el duro aprendizaje que la comuni-dad del Espiacuteritu tiene que llevar a cabo en su vivencia diaria Esa comunidad tiene que estar abierta a todos y todas pues no hay exclusiva para con Dios La co-munioacuten de mesa es uno de los elementos maacutes descon-certantes para el lector actual que se acerca al texto de los Hechos Pues la laquoforma de comer vincula con el propio cuerpo y con su historia21raquo Tenemos claros ejemplos de esta cercana relacioacuten entre comida y valo-res eacutetnicos histoacutericos y religiosos en el libro de Leviacuteti-co (coacutedigo de santidad) el mandamiento de celebra-cioacuten de la Pascua judiacutea (el simbolismo de cada plato) el libro de Daniel (los joacutevenes que no se mancillan con la comida extranjera) a las cartas paulinas (Romanos 14 1 Corintios 8 etc)22 En la comunioacuten de mesa por su forma de comer es donde Israel se identifica como diferente del resto Es su forma de separarse de entre los pueblos y es justamente ahiacute en el centro simboacutelico de su valor donde el Espiacuteritu de Dios viene a abrir y transformar los conceptos Los capiacutetulos 10 y 11 del libro de los Hechos no expresan tanto la conversioacuten del temeroso de Dios y gentil Cornelio como la con-versioacuten de Pedro (y por ende el comienzo de la con-versioacuten de la iglesia de Jerusaleacuten) a la visioacuten inclusiva del Reino de Dios

Creo que es importante resaltar un pequentildeo deta-lle en el relato del capiacutetulo 11 justo despueacutes de que Pedro haya calmado las preguntas de la asamblea (Hch 1119-21) laquoAhora bien los que habiacutean sido es-parcidos a causa de la persecucioacuten que hubo con mo-tivo de Esteban pasaron hasta Fenicia Chipre y An-tioquiacutea sin hablar a nadie la palabra sino solo a los judiacuteos Pero habiacutea entre ellos unos de Chipre y de Ci-rene los cuales cuando entraron en Antioquiacutea habla-ron tambieacuten a los griegos anunciando el evangelio del Sentildeor Jesuacutes Y la mano del Sentildeor estaba con ellos y gran nuacutemero creyoacute y se convirtioacute al Sentildeorraquo

Es casi iroacutenico pensar que mientras las grandes ca-bezas pensantes del moviendo de Jesuacutes ubicados en Jerusaleacuten disputaban acerca de la conveniencia o no de la inclusioacuten de los gentiles en la comunidad de fe

21 Rafael Aguirre La mesa compartida Estudios del Nuevo Testamento

desde las ciencias sociales Santander Sal Teacuterrea 1994 27

22 Recientemente (septiembre de 2005) se emitioacute un documental en la 2 de TVE en que se hablaba de los cambios dieteacuteticos en la pobla-cioacuten de los paiacuteses en viacuteas de desarrollo como consecuencia de su mayor poder econoacutemico Un padre de familia chino entrevistado hablaba con orgullo coacutemo su hija en edad de contraer matrimonio habiacutea engordado considerablemente a causa de su mejora en esta-tus social lo que les permitiacutea ahora acercarse al mundo de los res-taurantes de comida raacutepida iexclIncluso comer laquocomida basuraraquo se ha convertido en un siacutembolo de prosperidad econoacutemica y social laquoDi-me queacute comes y te direacute quieacuten eresraquo

10 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

los laquodon nadiesraquo aquellos de quienes ni siquiera co-nocemos su nombre misioneros anoacutenimos fueron los primeros en entender que laquoDios no hace distincioacuten de personasraquo De alguna manera Dios teniacutea ya guardado un laquoplan Braquo en caso de que la comunidad de Jerusaleacuten no afrontara la realidad con una buena dosis de ries-go

La oportunidad es crear una comunidad abierta que acoge a aquellos que la sociedad no suele acoger con gusto No es extrantildeo pues que en nuestras comunida-des tengamos personas con problemas sociales impor-tantes debilidades y carencias profundas La comuni-dad es oportunidad de vida para el marginado y oportunidad para los cristianos de conocer y relacio-narse con las personas de manera maacutes profunda23 Es oportunidad de crear una sociedad alternativa que se verifica en el diacutea a diacutea G Lohfink acertadamente apunta a otro teacutermino que fortalece el sentido de co-munidad de una forma diferente a koinoniacutea que en ocasiones puede entenderse de forma excesivamente estructural Se trata de la expresioacuten de reciprocidad allecirclocircn (laquounos a otrosraquo)24 De esta reciprocidad deviene el concepto de edificacioacuten (oikodomein) que tan popu-lar se ha hecho en el mundo pietista donde se ha cul-tivado de forma maacutes individualista Sin embargo en las cartas paulinas esta terminologiacutea se refiere al con-junto de la comunidad que de esta forma se convierte ella toda en responsable de que este ideal se lleva adelante Se podriacutea ahondar mucho maacutes en todo este entramado pero me imagino que las siguientes confe-rencias construiraacuten sobre este tema desde puntos de vista maacutes teoloacutegicos y pastorales por lo que huelga alargarnos aquiacute

Un peligro es diluirnos por ese afaacuten de querer lle-gar a todos Entonces no anunciariacuteamos ya un mensa-je renovador si no que la iglesia se vuelve un equipo de atencioacuten primaria o como si de un departamento de ofertas religiosas se tratara especializada en el aacuterea de la soledad y la depresioacuten25 Se trata de una vivencia

comunitaria de transformacioacuten no de un servicio a do-micilio La comunidad de fe no puede regalarle a la persona aquello que no le pertenece la salvacioacuten el perdoacuten la reconciliacioacuten con Dios pero si puede crear el espacio adecuado para que la persona tenga ese en-

23 Lejos de ser una entelequia no hay maacutes que echar un vistazo a las profundas reflexiones de Henri J M Nouwen En el nombre de Jesuacutes y El sanador herido para darse cuenta de que una comunidad que no acompantildea al herido y aprende de eacutel es incapaz de un diaacutelogo veraz con Dios en oracioacuten (En el nombre de Jesuacutes 25ss)

24 Lohfink La iglesia 110s

25 Lohfink La iglesia 12

cuentro con el Dios perdonador que habita en medio de su pueblo por medio de su Espiacuteritu

C Comunidad teoloacutegica

No se trata soacutelo una praacutectica social o grupo de au-to-ayuda se trata de una comunidad que estudia y se abre a las escrituras que es fiel a la doctrina No se aferra a eacutesta como si su vida dependiese de su fideli-dad a la letra sino que se esfuerza por vivir de mane-ra consecuente lo que entiende a la luz de su estudio y praacutectica cotidiana con la ayuda del Espiacuteritu que las ha dado haacutelito Hace ademaacutes un esfuerzo por entender el mundo y la sociedad que le rodean para asiacute servir al proacutejimo de manera maacutes efectiva Una comunidad que laquoescucharaquo y reflexiona maacutes que habla

Es una comunidad que se reuacutene alrededor de la doctrina y los siacutembolos que dan sentido a su praxis y ortodoxia Se trata por tanto de una comunidad que celebra a la vez que escudrintildea estudia las escrituras (Hch 24246) que se caracteriza por la alegriacutea pues sabe en quieacuten ha depositado su confianza (Flp 16 2 Tim 112) Se trata de una comunidad que se abre a su influencia y se convierte a su Autor a medida que en-tiende maacutes el mensaje de la escritura La escritura no es en uacuteltimo lugar un cuerpo de doctrina que hay que guardar y defender a toda costa sino la guiacutea que nos acerca maacutes al corazoacuten de Dios mediada por su Espiacuteri-tu santo

La oportunidad es que la comunidad sea relevante a la sociedad que dice querer servir Conocer sus escri-turas estaacute fuertemente unido a conocer la problemaacuteti-ca humana pues ellas dan testimonio de cuaacuten fraacutegil y orgulloso es el ser humano pero que afortunadamen-te hay solucioacuten a este dilema La oportunidad es para la comunidad el escuchar sin dar respuestas pre-cocinadas Es verse reflejada en las paacuteginas de la escri-tura y celebrar al mismo tiempo su salvacioacuten por me-dio de los siacutembolos de liberacioacuten Es por ello que la Palabra estaacute tanto en medio de la comunidad como frente a ella

El peligro es encerrarse en su propio mundo tra-tando de resolver los problemas del mundo sin prin-garse de lodo Una comunidad asiacute no se ha ganado el respeto de la sociedad a hablar ni tampoco representa el ideal cristiano de encarnacioacuten26 Se tratariacutea de que-

26 En el antildeo 260 cuando la peste se ceboacute con Alejandriacutea su obispo Dionisio escribioacute una carta que recoge Eusebio en su Historia Ecle-

siaacutestica VII 22 en la que se habla de la ejemplar actuacioacuten de los cristianos que acogiacutean a los moribundos en ocasiones hasta pade-cer y morir ellos mismos a causa de las enfermedad contraiacuteda mientras que los paganos echaban de casa incluso a sus allegados contagiados con tal de no verse ellos mismos en peligro En VII

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 11

rer ser laquosantaraquo a toda costa incluso a costa del her-mano o hermana moribundos pero esa santidad ya ha perdido su caraacutecter transformador y de contagio La sal ha perdido su sabor y sus propiedades aunque de lejos auacuten parece sal

D Comunidad escatoloacutegica

Se trata de una comunidad que espera la consuma-cioacuten final pero que no se queda perdida en la nada en el interim laquoLa espera escatoloacutegica de la comunidad primitiva fue una auteacutentica espera del futuro pero es-te futuro era tan inminente que podiacutean sentirse sus efectos que determinaban el presente27raquo El paso de los siglos puede que haya atenuado el celo original pero la comunidad de hoy no puede asentarse en esta sociedad de tal manera que pierda de vista la alterna-tiva de vida que ha de propugnar Conoce y experi-menta la realidad del conocido sanctus et peccator y por ello se aplica a la hora de tratar con sus miembros y los de afuera donde ejerce una laquodivina pacienciaraquo Se sabe en camino pero auacuten no completa en su praacutectica y expresioacuten y es por ello que actuacutea con humildad y una dosis de modestia Quizaacutes necesitamos maacutes de este mensaje y no tomarnos a nosotros mismos tan en se-rio Esta falta de capacidad de reiacuterse de uno mismo puede que sea una de las razones por la que la comu-nidad cristiana en ocasiones no estaacute abierta a aprender de los que no son sus miembros

Cuando la comunidad pierde de vista su valor temporal no absoluto es cuando sucumbe a la tenta-cioacuten de asentarse por cualquier medio La esperanza escatoloacutegica tiene que mirar al futuro inminente a tra-veacutes del filtro de la cruz de Jesuacutes sin cuya muerte y re-surreccioacuten no hubiera sido posible tal esperanza Los repetidos anuncios de muerte que Jesuacutes hace a sus disciacutepulos en el evangelio de Marcos resaltan una vez maacutes la falta de entendimiento de laquoestar en ondaraquo con el maestro (Mc 827-35 930-50 1032-45) Eacutestos se quieren asentar colocar en el poder mientras que el ejemplo del maestro es otro28 El servicio se hace yendo (Mt 107-8) en seguimiento de Jesuacutes cercano a eacutel laquoLa conclusioacuten que se desprende de todo lo dicho es muy clara no hay fe donde no hay seguimiento de Jesuacutes y

228 dicersquoAsiacute partieron de esta vida nuestros mejores hermanos Algunos de ellos eran ancianos y diaacuteconos o sencillamente gente del pueblo todos ellos muy apreciados y elogiados pues este tipo de muerte por la mucha piedad y poderosa fe que conlleva en nin-guacuten aspecto parece inferior al martiriorsquo

27 Schenke La comunidad 119

28 Ver los interesantes comentarios al respecto de R Aguirre Ensayo

sobre los oriacutegenes del cristianismo De la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la reli-

gioacuten domeacutestica de Pablo Estella Verbo Divino 2001 170-173

no hay seguimiento de Jesuacutes donde no hay movimien-toraquo29

La oportunidad es vivir hoy con la esperanza de un futuro glorioso que condiciona el ahora La tempora-lidad de cada uno de nosotros de la comunidad de fe en siacute frente a la inconmensurabilidad de Dios nos ayuda a poner las cosas en perspectiva y a ser creati-vos sin temor a equivocarnos La escatologiacutea puede ayudarnos a quitar esas maacutescaras que intentan que la comunidad de fe sea algo menos que humana y maacutes que divina El laquoya pero todaviacutea noraquo tintildee de esperanza y humildad a esa comunidad que se dedica al servicio de aquellos que llama a ser partiacutecipes de las promesas de Dios en Cristo Jesuacutes

El peligro es perder el valor de la temporalidad y querer establecerse en el poder terrenal Es en esos momentos que la comunidad de fe tiene que recupe-rar la visioacuten de la cruz de Jesuacutes y entender que la vic-toria soacutelo viene de mano de una derrota anterior la del cordero sin mancha como inmolado de pie en me-dio del trono (Apo 56) Si la comunidad pierde de vis-ta que estaacute en traacutensito seraacute propensa a absolutizar sus pretensiones

III Conclusiones

Volvemos de nuevo a la analogiacutea de la interpreta-cioacuten musical Naturalmente que uno puede disfrutar de una buena pieza musical sin leer muacutesica Pero para disfrutarla maacutes plenamente uno tiene que sentirla y dejarse llevar por eacutesta Existe una diferencia abismal entre estar en casa a solas y escuchar una buena gra-bacioacuten a estar en un auditorio y saborear el evento en carne propia junto a otras personas que tambieacuten parti-cipan del evento

Algunos cuestionaron a Jesuacutes indirectamente en el cuarto evangelio a causa de la doctrina que proponiacutea siendo eacutel persona sin estudio formal (715) a lo que Jesuacutes responde que lsquoEl que quiera hacer la voluntad de Dios conoceraacute si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuentarsquo (Juan 717)

Podemos teorizar y estudiar los textos que nos hablan del significado de laquocomunidadraquo hasta quedar-nos sin habla pero lo que propongo es un acercamien-to a primera vista maacutes pragmaacutetico pero que de hecho se ajusta a la forma en que conocemos la realidad a nuestro alrededor esa realidad que nos esculpe y nos hace ser lo que somos diacutea a diacutea Si de veras queremos

29 Joseacute Mariacutea Castillo El seguimiento de Jesuacutes Salamanca Siacutegueme 1998 20

12 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

acercarnos a los modelos biacuteblico-cristianos de comu-nidad no hay otra manera de hacerlo que arriesgaacuten-donos a vivir esa comunidad en el diacutea a diacutea experi-mentado en carne lo que los textos anuncian a viva voz Conoceremos en la medida en que estemos dis-puestos a ser parte de esa comunidad imperfecta que sin embargo me hace hueco y que ya ha sido santifi-cada por Dios Conoceremos tanto como estemos dis-puestos a darnos pues en eacutesta como en tantas otras situaciones de la vida no existe foacutermula maacutegica algu-na sino la de la entrega y renuncia totales

Una advertencia maacutes Sea cual fuere el modelo de comunidad que queremos llevar a cabo debemos estar atentos a estas sabias palabras30

Los que aman su suentildeo de comunidad maacutes que a la

misma comunidad llegan a ser destructores de la comu-

nidad

30 D Senior al comentar acerca de la advertencia de D Bonhoeffer sobre aquellos que desean vivir una comunidad cristiana basada en suentildeos irreales en laquoEncontrando las huellashellipraquo 9

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 13

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Iglesia y Reino de Dios Antonio Gonzaacutelez

La tesis de que la iglesia no se debe identificar con el reino de Dios es casi un lugar comuacuten en la teologiacutea contemporaacutenea La tesis es en buena medida correc-ta Sin embargo la cuestioacuten crucial consiste en deter-minar cuaacutel es la relacioacuten entre la iglesia y ese reinado iquestSe trata simplemente de que la iglesia ldquoanunciardquo el reino de Dios como sostendriacutean las posturas maacutes tra-dicionales iquestO se trata maacutes bien de que la iglesia ldquopromueverdquo aquellas iniciativas socio-poliacuteticas que considera maacutes apropiadas para que el reino de Dios se acerque como se diriacutea desde posiciones maacutes progre-sistas iquestSon estas posiciones tan distintas o compar-ten muchos presupuestos comunes iquestY hay acaso otras maneras de pensar la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios Evidentemente para aclarar estas cues-tiones es esencial que comencemos preguntaacutendonos por determinar queacute es lo que se quiere decir cuando se habla de un reino de Dios

1 El reinado iquestde Dios

En el canon la Biblia hebrea la idea de que Dios re-ina sobre su pueblo aparece por vez primera en Ex 1518 Se trata de un pasaje crucial que nos puede ilustrar en gran manera sobre el sentido profundo del reinado de Dios Tras el hundimiento del ejeacutercito del faraoacuten en las aguas del Mar de los Juncos Moiseacutes y su hermana Miriam entonan sendos cantos triunfales Pues bien al final su canto Moiseacutes proclama ldquoel SE-NtildeOR (YHWH) reinaraacute por siempre jamaacutesrdquo Lo que se afirma es justamente que el pueblo que ha salido de Egipto ya no estaacute bajo la soberaniacutea del faraoacuten sino ba-jo la soberaniacutea de Dios Dios reina sobre ese pueblo Se ha convertido en su gobernante porque ha arreba-tado a ese pueblo de la soberaniacutea del faraoacuten y lo ha situado bajo su propia soberaniacutea El reinado de Dios no es en el canto de Moiseacutes algo abstracto utoacutepico o meramente trascendente El reinado de Dios tiene lu-gar ya en la historia Dios reina alliacute donde el faraoacuten ya no reina y donde sorprendentemente tampoco Moi-seacutes se convierte en rey Si Dios reina otros no reinan El que Dios reine entrantildea el cuestionamiento de toda forma humana de dominacioacuten De ahiacute que la ley del Sinaiacute disentildee una sociedad altamente igualitaria que en principio no cuenta con la necesidad de una mo-narquiacutea y en la que se preveacuten distintos sistemas para reducir la aparicioacuten de desigualdades econoacutemicas

Desde el punto de vista de la exeacutegesis histoacuterico-criacutetica se ha sentildealado la posibilidad de que los textos en los que se habla de la monarquiacutea divina sean maacutes bien tardiacuteos Algunos sostienen que el texto maacutes anti-guo en el que aparece la idea de Dios (YHWH) como rey estaacute en el libro de Isaiacuteas cuando eacuteste proclama que ha visto ldquoal rey y Sentildeor de los ejeacutercitosrdquo (Is 65) El ca-raacutecter tardiacuteo de estos textos no deja de ser sorpren-dente si tenemos en cuenta que en los textos de Uga-rit ya se consideraba en maacutes de una ocasioacuten a los dio-ses como reyes Ahora bien en estos casos la desig-nacioacuten de la divinidad como ldquoreyrdquo no teniacutea una fun-cioacuten criacutetica sino maacutes bien legitimadora el monarca local apareciacutea como representante de la divinidad a la que tambieacuten serviacutea como administrador del templo La figura biacuteblica del Melquisedec tanto rey como sa-cerdote del ldquodios altiacutesimordquo puede ser considerada como caracteriacutestica del sistema poliacutetico y religioso de las ciudades cananeas En ellas el reinado de un dios no era maacutes que una forma de introducir al rey en la esfera divina y asiacute legitimar su poder Precisamente por ello Israel habriacutea sido reacio a utilizar el teacutermino ldquoreyrdquo para aplicarlo a Dios por maacutes que la idea del pueblo gobernado directamente por Dios podriacutea ser muy anterior a la introduccioacuten de la monarquiacutea En cualquier caso cuando finalmente el teacutermino ldquoreyrdquo se aplica a Dios en el contexto israelita las connotaciones criacuteticas parecen predominar sobre las legitimadoras que Dios reine es siempre un desafiacuteo para toda forma humana de igualdad o de dominacioacuten1

Desde un punto de vista sistemaacutetico es importante preguntarse cuaacutel es la razoacuten de que una misma idea (Dios como rey) pueda servir para dos fines tan opuestos entre siacute Y es que para entender queacute significa concretamente el reinado de Dios no basta con afirmar la realeza de Dios sino que hay que sentildealar en queacute manera se ejerce su funcioacuten real De hecho muchas de las dificultades que algunos teoacutelogos encuentran con la idea de un reinado de Dios se deben precisamente a su opcioacuten previa por una idea concreta de queacute sea la soberaniacutea real y cuaacutel es su forma de ejercicio Sin em-bargo la idea de que Dios reina se puede entender de formas muy diversas Aquiacute una cuestioacuten decisiva es la

1 Cf N Lohfink bdquoDas Koumlnigtum Gottes und die politische Machtldquo en su Das Juumldische am Christentum 2ordf ed Freiburg im Brisgau 1989 pp 71-102

14 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

de la mediacioacuten si se entiende que la soberaniacutea de Dios ha de estar mediada inmediatamente la idea de un reino de Dios se convierte en legitimadora de las ins-tancias mediadoras Asiacute por ejemplo en el caso de los pequentildeos reinos cananeos los reyes-sacerdotes serviacute-an precisamente como mediadores en la relacioacuten entre los dioses que eran considerados como ldquoreyesrdquo y su pueblo Y justamente por ello los reyes-sacerdotes quedaban encumbrados a una posicioacuten sagrada en la que tambieacuten se legitimaba su poder En cambio en la medida en que se afirme la posibilidad de una rela-cioacuten directa con Dios con independencia del palacio y del templo se pone en entredicho la necesidad de mediadores sacralizados y se apunta hacia la igual-dad fundamental de todos los miembros del pueblo que Dios rige Esta uacuteltima parece haber sido la opcioacuten predominante en Israel donde no soacutelo se privilegian mediadores distintos del rey (sacerdotes profetas) sino que tambieacuten se afirma (desde los relatos patriar-cales) la posibilidad de una relacioacuten no mediada con Dios

Es importante reconocer sin embargo la ambi-guumledad de la concepcioacuten israelita del reinado de Dios La introduccioacuten de la monarquiacutea en tiempos de Sauacutel y David pudo ser valorada como una traicioacuten a los idea-les originales de Israel un monarca significa un ejeacuterci-to permanente y una corte y la consiguiente des-igualdad entre los miembros del pueblo de Dios No soacutelo eso la monarquiacutea implica que Israel deja de ser un pueblo distinto para convertirse al menos en este aspecto en un pueblo como los demaacutes afectando sen-siblemente a su misioacuten en el mundo Pero lo maacutes gra-ve es que la introduccioacuten de la monarquiacutea significa que Dios es rechazado como rey de su pueblo (1 Sam 8) Aquiacute se plantea claramente la alternativa caracte-riacutestica de Israel o reina Dios o reina un rey humano (1 Sam 87) Sin embargo esta alternativa radical pue-de suavizarse Dios puede utilizar las decisiones erra-das para llevar adelante sus planes Tras el rechazo del primer rey Sauacutel Dios aparece al lado de David estableciendo y confirmando su dinastiacutea Ello no sig-nifica sin embargo que la perspectiva de un reinado de Dios desaparezca Los libros de Croacutenicas presentan a los gobernantes de Israel como personajes que se han sentado en el trono de Dios sobre su pueblo (1 Cr 1714 285 2923 2 Cr 98) Sin duda la idea de un go-bierno ldquovicariordquo del rey en el puesto de Dios puede funcionar como poderoso instrumento de legitima-cioacuten Pero al mismo tiempo introduce un permanen-te elemento criacutetico el reinado pertenece propiamente a Dios y no a los reyes De ahiacute que eventualmente ese reinado pueda ser reclamado por su auteacutentico propie-tario Y de hecho la historia de la monarquiacutea israelita

presenta buenas ocasiones para que el auteacutentico sobe-rano reclame sus derechos reales Y esto da lugar a una extrantildea tensioacuten en la concepcioacuten del reinado de Dios en la Biblia hebrea

Por un lado el diagnoacutestico de los llamados histo-riadores ldquodeuteronomistasrdquo y de los profetas coincide en atribuir a los reyes de Israel y de Judaacute una respon-sabilidad muy especial en el hundimiento de los dos reinos que culmina con las invasiones de los imperios de Asiria y de Babilonia Los reyes habriacutean sido los principales impulsores de las injusticias y de las idola-triacuteas que terminaron en una cataacutestrofe experimentada como un abandono por parte de Dios y en definitiva como un castigo divino De esta experiencia surge na-turalmente la esperanza de que Dios volveraacute a reinar directamente sobre su pueblo como en los tiempos fundacionales de Israel repitiendo las experiencias de la salida de Egipto el camino por el desierto y los primeros tiempos en la tierra prometida cuando so-lamente Dios era el rey de Israel Los dirigentes de Is-rael seraacuten sustituidos por el verdadero propietario de la tierra prometida y por el verdadero rey de su pue-blo Por otra parte el modelo de un rey como David pecador pero nunca idoacutelatra y las promesas dirigidas hacia su dinastiacutea posibilitan el hecho de que las espe-ranzas judiacuteas se dirijan no soacutelo hacia un reinado de Dios sino tambieacuten hacia el reinado de un descendien-te de David que restaure su dinastiacutea y lleve al pueblo a una era definitiva de esplendor Estas dos esperan-zas aunque puedan ser compartidas por los mismos grupos o expresadas en los mismos textos (como por ejemplo Ez 34) no dejan de contener en siacute mismas una tensioacuten no resuelta entre el reinar directo de Dios y la aparicioacuten de figuras mesiaacutenicas que reinan en su nombre y que se sientan en su trono2

Ciertamente el trasfondo de la Biblia hebrea es de-cisivo para entender correctamente el mensaje de un Jesuacutes al que los evangelios presentan anunciando la llegada inminente del reinado de Dios Jesuacutes anuncia que Dios va a volver a reinar directamente sobre su pueblo como habiacutea hecho al liberarlo de Egipto y trasladarlo a la tierra prometida Esto significa ob-viamente que el exilio ha llegado propiamente a su fin y que los pecados que impediacutean ese final del exilio estaacuten siendo perdonados3 No es extrantildeo dado el tras-fondo de la concepcioacuten hebrea del reinado que el

2 Siacutentoma de esta tensioacuten es el hecho de que Ezequiel no llame ldquoreyrdquo al futuro gobernante daviacutedico sino solamente ldquopriacutenciperdquo (na-

siacute Ez 3424)

3 Cf N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 268-274

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 15

propio papel de Jesuacutes no resulte inicialmente nada claro Jesuacutes no parece favorecer el tiacutetulo de Mesiacuteas pa-ra siacute mismo sino maacutes bien el de ldquohijo del hombrerdquo Se trata como es sabido de un tiacutetulo que en el contexto del libro de Daniel pretende contrastar con el caraacutecter bestial de los imperios que se disputan el gobierno mundial (Dn 7) Pero es un tiacutetulo que de ninguacuten modo subraya el gobierno monaacuterquico del que lo porta sino que maacutes bien abre la perspectiva de un gobierno con-junto de todo ldquoel pueblo de los santos del altiacutesimordquo Y es que el anuncio de Jesuacutes sobre el reinado de Dios no parece haber ido unido a la idea de una restauracioacuten del estado de Israel en la que Jesuacutes mismo pudiera aparecer como el rey ungido (=Mesiacuteas) al frente de una nueva monarquiacutea daviacutedica Al contrario en Jesuacutes se mantiene la idea originaria de Israel de un pueblo distinto gobernado por Dios y en este sentido desti-nado a no reproducir el modelo de gobierno propio de las demaacutes naciones (Lc 2224-30) Dicho en otros teacuterminos el anuncio de Jesuacutes sobre el reino de Dios mantiene la idea hebrea de un reinar directo de Dios sobre su pueblo y de esta manera nos plantea la pre-gunta sobre el sentido de una posible figura mesiaacutenica en ese reinado pues tal figura inevitablemente entra en tensioacuten con la idea de un gobierno directo de Dios sobre su pueblo

Por otra parte en el anuncio de Jesuacutes sobre el rei-nado de Dios se plantean algunos problemas adicio-nales El anuncio se expresa en el lenguaje de la apo-caliacuteptica con diversas alusiones no soacutelo a aconteci-mientos dramaacuteticos y beacutelicos sino tambieacuten a sucesos coacutesmicos como el oscurecimiento del sol la falta de luz en la luna la caiacuteda de las estrellas o la sacudida de las potencias celestiales (Mc 1324-25) Estas afir-maciones parecen ligar la venida del reinado de Dios con el final de la historia humana y con el final del universo espacio-temporal De aquiacute surgen dos cues-tiones importantes Una se refiere al hecho de que ese final de la historia no tuvo lugar con lo que inevita-blemente surge la pregunta por la posible ldquoequivoca-cioacutenrdquo de Jesuacutes y del cristianismo apostoacutelico Otra cuestioacuten estaacute expresada en la famosa expresioacuten de Loisy seguacuten la cual Jesuacutes habriacutea anunciado la llegada del reino de Dios pero lo que en realidad habriacutea ve-nido seriacutea la iglesia4 El llamado ldquoretraso de la paru-siacuteardquo el hecho de que no llegara lo que se predicaba como inminente habriacutea dado paso a la aparicioacuten de una realidad ambigua no directamente querida por

4 ldquoJeacutesus annonccedilait le royaume et crsquoest lrsquoeacuteglise quie est venuerdquo cf A Loisy LrsquoEvangile et lrsquoEglise Pariacutes 1902 p 111 Loisy queriacutea subrayar la continuidad aunque su expresioacuten luego se ha citado en el sentido opuesto

Jesuacutes y que llamamos iglesia No vino algo bueno que Jesuacutes anunciaba sino algo ambiguo como la igle-sia que de ninguna manera puede sustituir al reino de Dios Al menos esta parece ser la interpretacioacuten de muchos autores contemporaacuteneos Sin embargo esta interpretacioacuten no es necesariamente la maacutes correcta Pero tal vez merezca la pena preguntarnos coacutemo se ha llegado a ella

2 La iglesia como reino de Dios

En la historia de la teologiacutea cristiana aparecen muy pronto tendencias que a la larga posibilitaraacuten la pro-gresiva interpretacioacuten del reino de Dios como una rea-lidad ajena a este mundo a lo que sin duda ayudoacute la creciente influencia de la filosofiacutea platoacutenica sobre el cristianismo En el Pastor de Hermas nos encontramos ya con la reflexioacuten sobre una iglesia preexistente creada antes que todas las cosas5 Lo que inicialmente se quiere indicar con la preexistencia de la iglesia es el hecho de que el sentido profundo del universo culmi-na en la comunidad iniciada por Jesuacutes Al afirmar que la iglesia ha sido creada antes de todas las cosas se puede afirmar en los moldes culturales de su tiempo que todas las demaacutes cosas han sido creadas por razoacuten de la iglesia De forma semejante en la segunda carta de Clemente se afirma que la iglesia espiritual fue creada antes que el sol y que la luna de tal manera que ya antes que todas las cosas la iglesia estaacute referi-da a Cristo Ciertamente hay tambieacuten una iglesia car-nal situada en la historia del mismo modo que Jesuacutes tambieacuten vino en carne Pero ya antes de que todas las demaacutes cosas fueran creadas hay una referencia cons-titutiva entre Cristo y la iglesia6 No era difiacutecil que ul-teriormente esta iglesia preexistente fuera asociada con las imaacutegenes biacuteblicas de una Jerusaleacuten celestial tal como aparecen en la Carta a los Gaacutelatas (Ga 425-26) o en el libro del Apocalipsis (312 212) Sin embargo esa asociacioacuten no deja de esconder una diferencia im-portante mientras que el mundo biacuteblico piensa desde la accioacuten histoacuterica de Dios que da lugar a una nueva Jerusaleacuten en los tiempos finales el mundo griego pa-rece preferir los arquetipos ideales como modelos an-teriores al mundo material y desde los que se puede interpretar lo que ulteriormente sucede en la historia

Ahora bien la idea de una iglesia preexistente im-plica obviamente la distincioacuten entre eacutesta y la iglesia ldquocarnalrdquo que hay en la historia Esta distincioacuten estaacute cargada de consecuencias porque va a permitir que paulatinamente se vaya introduciendo la idea de una

5 Cf Pastor de Hermas II 4 1

6 Cf 2 Clem 142-3

16 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

iglesia invisible distinta de la iglesia visible La iglesia invisible no es soacutelo una realidad preexistente sino tambieacuten el modelo ideal al que se tiene que conformar la iglesia visible En Clemente de Alejandriacutea encon-tramos una posicioacuten de este tipo utilizada en sentido criacutetico Clemente sostiene que en la tierra los amos deben dar justicia e igualdad a los esclavos precisa-mente porque la iglesia terrenal es imagen de la igle-sia celestial7 Aquiacute estamos en un terreno claramente platoacutenico pues tambieacuten en la Repuacuteblica de Platoacuten la ciudad ideal es el modelo que sirve para determinar lo que las ciudades empiacutericas deberiacutean de ser al mismo tiempo que posibilita una actitud criacutetica respecto a ellas Ahora bien la distincioacuten entre iglesia invisible e iglesia visible tambieacuten puede desempentildear la funcioacuten opuesta Ante el progresivo acomodamiento de la iglesia al mundo de su contexto la distincioacuten entre una iglesia ideal y unas iglesias ldquovisiblesrdquo tambieacuten permitiraacute una cierta resignacioacuten ante el hecho de que el mundo sensible nunca podraacute llegar a ser igual que el mundo ideal De lo que se trataraacute maacutes bien seraacute de tener paciencia con el mundo real y aguardar que tras la muerte del cuerpo nuestra alma pueda llegar a gozar del mundo ideal La idea de un Dios que reina sobre un pueblo en la historia presente iraacute dejando lu-gar a un Dios que reina en los cielos Porque de hecho quien reina en la tierra son los emperadores cuya conversioacuten al cristianismo y cuyo patronazgo sobre la iglesia tendraacute que ser teoloacutegicamente integrado

Todaviacutea en Oriacutegenes encontramos claros alientos biacuteblicos cuando piensa en Judaacute como un pueblo go-bernado por Dios8 y tambieacuten cuando entiende que la iglesia terrena es la forma del reino que ha de venir pues su unidad adelanta la unidad de toda la huma-nidad9 Y es que Oriacutegenes a pesar del fuerte influjo del platonismo sobre su teologiacutea todaviacutea escribe en un contexto preconstantiniano En Agustiacuten de Hipo-na en cambio nos encontramos con la plena vigencia de la ecuacioacuten que equipara a la iglesia preexistente a la iglesia como arquetipo invisible y al mismo reino de Dios10 Ciertamente Agustiacuten tiene que admitir en su poleacutemica con los disidentes especialmente con los donatistas que la iglesia visible no es perfecta sino un ldquocuerpo mixtordquo en el que crece el trigo y la cizantildea Se trata sin duda de una curiosa interpretacioacuten de la pa-raacutebola evangeacutelica pues en ella Jesuacutes no refiere el

7 Cf Clemente de Alejandriacutea Stroacutemata 4 8 66

8 Cf Oriacutegenes Homiliacutea sobre Jeremiacuteas 9 2 (a propoacutesito de Jer 112)

9 Cf Oriacutegenes Sobre los principios I 6 2

10 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XIII 16 XVIII 29 Enqui-

ridioacuten a Laurencio 5615

campo en el que crecen el trigo y la cizantildea a la iglesia (ni a Israel) sino al mundo Sin embargo es obvio que el giro constantiniano al hacer co-extensivas la iglesia y el imperio permite interpretaciones como la de Agustiacuten asiacute como en el mundo creciacutean el trigo y la ci-zantildea tambieacuten ahora en la iglesia visible crecen el trigo y la cizantildea La distincioacuten entre el trigo y la cizantildea so-lamente es posible en la iglesia invisible cuya presen-cia no se distingue de aquella de los arquetipos a los que las realidades sensibles se asemejan Ahora bien en este aacutembito ideal Agustiacuten no tiene dificultades en afirmar sin ambages que ldquola iglesia es el reino de Cris-to y el reino de los cielosrdquo11

Esta identidad entre la iglesia y el reino de Dios se mantiene en la teologiacutea occidental a lo largo de las edades media y moderna aunque con un importante matiz en la medida en que la iglesia catoacutelica se va percibiendo a siacute misma como una ldquosociedad perfectardquo en oposicioacuten a los movimientos disidentes y a los es-tados nacionales crece tambieacuten la tendencia a identi-ficar esta iglesia presuntamente perfecta y sin duda visible con el reino de Dios Todaviacutea en el siglo XX autores catoacutelicos como Karl Adam (en El espiacuteritu del

catolicismo) o Reginald Garrigou-Lagrange (en Vida

eterna) han defendido la identidad entre la iglesia ca-toacutelica y el reino de Dios El concilio Vaticano II ha moderado levemente este entusiasmo afirmando que la iglesia es el reino de Dios presente ldquoen misteriordquo o que representa en la tierra ldquoel germen y el principiordquo del reino de Dios12 Tambieacuten en el aacutembito protestante se mantuvo desde los reformadores la identidad entre la iglesia y el reino de Dios Asiacute por ejemplo Lutero habla de la iglesia como ldquoel reino de Dios bajo Cris-tordquo13 Sin embargo los reformadores mantuvieron es-trictamente la distincioacuten agustiniana entre la iglesia visible y la iglesia invisible de modo que la ecuacioacuten entre la iglesia y el reino se daba maacutes bien en el aacutembi-to de la iglesia invisible y no en las diversas iglesias territoriales que surgieron de la Reforma En cambio en los grupos anabaptistas se comenzoacute a poner en tela de juicio la diferencia radical entre iglesia visible e iglesia invisible y se comenzoacute a entender la ldquoJerusa-leacuten celestialrdquo no como una iglesia distinta de la pre-sente sino como una metaacutefora de la iglesia histoacuterica concreta14

11 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XX 9 1-2

12 Cf Concilio Vaticano II LG 3 y 5

13 Cf Lutero WA 11 249-253 262

14 Cf J H Yoder Textos escogidos de la reforma radical Buenos Aires 1976 pp 403-443 W Klaassen Selecciones teoloacutegicas anabautistas Guatemala 1985 p 86

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 17

3 La iglesia no es el reino de Dios

La distincioacuten estricta entre la iglesia y el reino de Dios comienza con la ilustracioacuten En cierto modo co-mienza siendo una distincioacuten filosoacutefica que hace Kant en su obra de 1793-1794 sobre La religioacuten dentro de los

liacutemites de la pura razoacuten Como es sabido se trata de un texto tiacutepicamente ilustrado en el que se propone la progresiva sustitucioacuten de las religiones histoacutericas lle-nas de arbitrariedades por una religioacuten moral y ra-cional que en el fondo representa el nuacutecleo auteacutentico de toda religiosidad Al mismo tiempo como buen ilustrado Kant confiacutea en el triunfo progresivo de la moral y de la racionalidad en la historia humana En esta liacutenea Kant interpreta la victoria del principio del bien sobre el principio del mal como ldquofundacioacuten del reino de Dios sobre la tierrardquo15 De este modo el reino de Dios adquiere para toda la modernidad los claros caracteres de una utopiacutea eacutetica Ciertamente Kant re-conoce que la fundacioacuten de una comunidad moral constituye una obra que no se puede esperar de los seres humanos sino solamente de Dios Sin embargo los seres humanos no pueden permanecer de brazos cruzados sino que han de comportarse como si todo dependiera de ellos y solamente asiacute les estaacute permitido esperar que la providencia lleve a su esfuerzos bien intencionados a un cumplimiento pleno Esta comu-nidad eacutetica todaviacutea no realizada se puede interpretar entonces como una iglesia invisible mientras que la iglesia visible seriacutea aquella asociacioacuten de seres huma-nos que coincide con ese ideal y lo trata de realizar La verdadera iglesia visible seriacutea aquella que presenta (darstellt) el reino moral de Dios sobre la tierra y por tanto la iglesia podriacutea ser considerada como la repre-sentante (Repraumlsentantin) del reino o estado de Dios16

En buena medida puede decirse que las reflexiones kantianas han determinado el tratamiento de este problema teoloacutegico hasta el presente Albrecht Ritschl se sumoacute a la tesis kantiana diferenciado entre la igle-sia como comunidad del reino de Dios y el reino mismo de Dios17 Sin embargo no faltaron desde el principio las voces criacuteticas Friedrich Schleiermacher se opuso a la concepcioacuten eacutetica del reinado de Dios subrayando que eacuteste acontece no como realizacioacuten humana sino como efecto de la obra de Cristo Ahora bien el efecto de la obra de Cristo es la iglesia que en-tonces puede ser entendida por Schleiermacher como

15 Cf I Kant Die Religion innerhalb der Grenzen der bloszligen Vernunft B 127-222

16 Cf ibid B 142-144

17 Cf A Ritschl Unterricht in der christlichen Religion (1875) ed por G Ruhbach Guumltersloh 1966 p 15

ldquoreino de Dios fundado por Cristordquo18 La oposicioacuten a la concepcioacuten ilustrada en cierto modo se agudiza en el contexto de la ldquoescatologiacutea consecuenterdquo de Johan-nes Weiszlig y Albert Schweitzer El descubrimiento de la dimensioacuten escatoloacutegica del mensaje de Jesuacutes favorece una idea del reino de Dios como algo que se habriacutea de realizar como obra exclusiva de Dios sin la colabora-cioacuten humana De ahiacute que el sentildeoriacuteo (reinado) de Dios sea algo radicalmente distinto de la comunidad de los disciacutepulos de Jesuacutes por maacutes que ese sentildeoriacuteo seguacuten Weiszlig siacute incluye a la comunidad creyente en la que se realiza la verdadera justicia19 Ciertamente estos eacutenfa-sis escatoloacutegicos podriacutean haber sido importantes para recuperar aspectos esenciales del reinado de Dios y de su relacioacuten con la iglesia Sin embargo el movi-miento de la escatologiacutea consecuente planteaba dema-siados problemas a la teologiacutea de su tiempo como pa-ra poder ser digerido con facilidad Un Jesuacutes apocaliacutep-tico es tal vez una figura plausible en el siglo primero pero alguien demasiado extrantildeo para nuestro tiempo Y no soacutelo extrantildeo sino tambieacuten equivocado pues en definitiva la realizacioacuten inminente del reino por parte de Dios tal como la pensaron estos autores no habriacutea tenido lugar El final de los tiempos no llegoacute Jesuacutes y los primeros cristianos estaban equivocados

Ante esta dificultad una viacutea de solucioacuten empren-dida repetidamente por la teologiacutea del siglo XX fue la separar el mensaje de Jesuacutes de toda connotacioacuten apo-caliacuteptica Asiacute se pudo decir por ejemplo que los ele-mentos apocaliacutepticos de sus discursos habriacutean sido antildeadidos por la primera comunidad cristiana Jesuacutes no habriacutea anunciado la venida del reino de Dios o si la anuncioacute habriacutea tenido un sentido muy distinto al que despueacutes le atribuyeron los primeros cristianos El reino de Dios anunciado por Jesuacutes seriacutea un reino pu-ramente interior y su mensaje tendriacutea que ser enten-dido en teacuterminos puramente sapienciales o existencia-les La inminencia del reinado no tendriacutea que ser in-terpretada entonces como referida a grandes trans-formaciones globales sino simplemente como una ldquoescatologiacutea presenterdquo a diferencia de las escatologiacuteas futuristas de sus contemporaacuteneos La escatologiacutea pre-sente consistiriacutea simplemente en que aquellas trans-formaciones individuales e internas anunciadas por Jesuacutes seriacutean accesibles ya en el presente a cualquier persona con independencia de cualquier cataacutestrofe coacutesmica El precio de estas reinterpretaciones es por

18 Cf F Schleiermacher Der christliche Glaube (1930-1931) ed por M Redeker Berliacuten 1999 sect 107 citado en W Pannenberg Systematische Theologie vol 3 Goumlttingen 1993 p 47

19 Cf J Weiszlig Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes Goumlttingen 1892 pp 79 15-126

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 5: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 5

dad ahora con Gonzaacutelez nos preguntamos sobre la integridad de iglesias que en cuanto comunidades humanas en efecto no hiciesen otra cosa que volver a reiterar las estructuras de dominacioacuten de siempre

Llegamos asiacute a la ponencia de Rauacutel Garciacutea Peacuterez del Departamento de Ministerio y Misioacuten del SEUT que habloacute sobre laquoRelaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica ldquoMejorando las relaciones co-munitariasrdquoraquo

Los que nos propone Garciacutea es esencialmente una vista panoraacutemica de algunos de los temas maacutes signifi-cativos de la obra de Martin Buber filoacutesofo existencia-lista y educador judiacuteo de la primera mitad del siglo pasado

Esencialmente Garciacutea desentrantildea algunos de los conceptos principales del libro Yo y tuacute (1922) Entre los conceptos que destaca estaacute la idea de que es esen-cial para la integridad del propio yo tratar al otro de tuacute y no de ello es decir negarse a laquocosificarraquo al otro como objeto que no como ente personal con su propia integridad identidad e iniciativa equiparables a las miacuteas (Aplicado a Dios por ejemplo escribe Buber y nos lo recuerda Garciacutea se trata de hablar con Dios mdashdiaacutelogomdash y no acerca de Dios mdashlo cual soacutelo puede ser un monoacutelogo) El tema de fondo es siempre la inte-gridad de relacionarse Es en relacioacuten que se existe como ser plenamente humano y es en relacioacuten que Dios se revela como plenamente Dios Si no es por relacionarnos no conocemos a nadie (ni siquiera a no-sotros mismos) y si no es por relacionarnos con eacutel tampoco conocemos a Dios

Llegamos asiacute al tema de la comunidad Porque es-ta manera de priorizar el relacionarse por encima de las abstracciones el ver al otro como tuacute en lugar de coacutemo ello determinaraacute tambieacuten la manera de concebir de la comunidad La comunidad no puede ser enton-ces un concepto abstracto mdashla comunidad como colec-tividadmdash sino que es el lugar de encuentro entre per-sonas cada una con su integridad personal que se re-lacionan entre siacute como acto y no como idea de relacioacuten

Al final con Garciacutea mdashy con Bubermdash desemboca-mos en un anaacutelisis de las dificultades las barreras de

comunicacioacuten que existen para este tipo de diaacutelogo entre un yo y un tuacute plenamente entregados a respetar la integridad del otro laquoEl terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegi-ca del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Bus-camos afirmacioacuten y seguridadraquo (p 29)

Es decir que Garciacutea nos ha llevado a profundizar en la direccioacuten contraria a la que nos conduciacutea Gonzaacute-lez sin negar en absoluto la validez de aquello La comunidad cristiana estaacute obligada a demostrar efectos sociales concretos y constatables que no resultan ser meramente una reiteracioacuten de las tiacutepicas estructuras de dominacioacuten (Gonzaacutelez) pero a la par la comuni-dad cristiana tiene que ser una donde las personas ba-jan la guardia y se atreven a ver al proacutejimo no soacutelo como una cifra en abstracto sino como un tuacute con el que es imprescindible entrar en relacioacuten (Garciacutea) Lo que no nos dice Garciacutea es coacutemo se consigue eso aun-que deja caer una pista importante laquoEl amor ldquoaacutegaperdquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras rela-ciones (1Tes 312) es de naturaleza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios mediosraquo (p 28)

Al final por sesudas y eruditas que resultasen es-tas exposiciones (alguacuten estudiante de primer curso se confesoacute francamente desbordado por el nivel de las ponencias y los debates posteriores) la sensacioacuten con que uno se queda es parecida al resultado de un buen sermoacuten la conviccioacuten de que las palabras son uacutetiles tal vez necesarias pero lo que cuenta es vivir lo que hemos oiacutedo El laquoreinado de Diosraquo como el auteacutentico conocimiento del sentido de la Biblia como el auteacutenti-co descubrimiento del tuacute y no meramente un ello en el proacutejimo se legitima en la praxis en la realidad vital

de comunidades de personas que se arriesgan a vi-

vir unos con otros todas las potencialidades que

nos abre la invitacioacuten a seguir los caminos de Jesuacutes

6 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Comunidad Perspectiva biacuteblica Sergio Rosell

Introduccioacuten

El tiacutetulo de este ciclo de conferencias laquoComuni-dad oportunidad y peligroraquo puede a primera vista parecer tendencioso inclinado desde su origen a una perspectiva de tensioacuten aderezada con un regusto de criacutetica tiacutepico de los profesores de teologiacutea Este ele-mento puede alentar sentimientos distintos el laquoonerse del ladoraquo de la persona que reconoce las limitaciones minusa veces exasperantesminus de nuestras comunidades de fe en aspectos baacutesicos de su praacutectica y por ende harta de repetir que laquoasiacute no se va a ninguna parteraquo o el de hacer surgir consabidas reticencias y reparos por parte del que tiene en mente que los profesores de teologiacutea son expertos en teoriacutea pero poco o nada saben de la praacutectica Espero que en esta primera conferencia estos posibles recelos queden de alguna manera solventa-dos no tanto por la mayor o menor calidad acadeacutemica de la misma sino porque el espiacuteritu con se ha escrito pueda trasmitirse a la audiencia con moderada preci-sioacuten No se trata de estar al lado o contra nadie sino de que la verdad del evangelio llegue a transformar-nos como comunidad de fe que ya somos

A menudo se comenta acerca de cuaacutel seriacutea el tipo de comunidad biacuteblica que habriacutea que aplicar al diacutea de hoy seguacuten se refleja en las paacuteginas del Nuevo Testa-mento Esta pregunta es de por siacute errada al menos en dos puntos

bull Se asume en primer lugar que hay un modelo tipo en las escrituras es decir una voz uniacutevoca y no una pluralidad de ellas y

bull Se asume que la transferencia del laquoentoncesraquo al laquoahoraraquo es directa y tiene poco que ver con el con-texto actual

Por muy bien intencionada que sea la buacutesqueda la respuesta es complicada y desde luego maacutes abierta No hay un modelo uniacutevoco de comunidad sino que desde el principio ha habido una variedad de ellos todos laquobiacuteblicosraquo (es decir fieles a los principios del evangelio aunque tambieacuten con sus debilidades y limi-taciones) y tratando de ser consecuentes con el contex-to socio-cultural en el que les ha tocado vivir y ser luz (Fil 215) lsquoBiblicasrsquo son muchas cosas pero lo que aquiacute se pretende hacer es ir un paso maacutes allaacute hacia lo ge-

nuinamente cristiano No buscamos sin maacutes que sea biacute-

blico (pe laquolas mujeres callen en la congregacioacutenraquo) mdash

que se encuentre avalado por alguacuten texto del NTmdash ya que podemos encontrar muchas y variadas estructu-ras sino lo que refleja maacutes elocuente y verdaderamen-te el espiacuteritu de las buenas noticias de Jesuacutes el Cristo

I Acercamiento al tema de la interpreta-cioacuten biacuteblica

Cuenta Stephen C Barton que en un congreso de Novi Testamenti Societas en Birmingham en 1997 el grupo de debate se habiacutea reunido para tratar el tema de la laquoEacutetica del Nuevo Testamentoraquo y que en la terce-ra sesioacuten del seminario se estaba estudiando a fondo la cuestioacuten de la mancomunidad en el libro de los Hechos El grupo se preguntaba si Theissen estaba en lo cierto al discernir una clara influencia helenista o si por el contrario como proponiacutean otros se trataba de una influencia esenia A rengloacuten seguido los especia-listas trataron la percepcioacuten lucana de la comunidad cristiana como cumplimiento del ideal sabaacutetico del Deuteronomio de la eliminacioacuten de la pobreza la su-puesta importancia de que las laquosentildeales y sanidadesraquo parezcan rodear la actividad de estos primeros cris-tianos etc No fue hasta que faltaban diez minutos pa-ra concluir la sesioacuten cuando una persona mdashmalinten-cionada sin dudamdash hizo la siguiente pregunta que to-dos habiacutean tratado con eacutexito hasta ese momento de evitar laquoiquestcoacutemo extrapolar las normas y principios de la narrativa lucanaraquo El grupo se quedoacute helado Una cosa es teorizar acerca de la geacutenesis del texto de su contexto histoacuterico y social de su adaptacioacuten al mo-mento por medio de su redaccioacuten etc pero ninguno de los presentes teniacutea competencia suficiente para de-cir de veras cuaacutel era el significado profundo de esa mancomunidad al no pertenecer ninguno de ellos a comunidades ya inmersas en esta praacutectica1

De manera que esa tendencia a resaltar y rescatar normas y principios lucanos (por poner un ejemplo) en ideales universales se torna maacutes en una praacutectica que lejos de tratar de apropiarse del texto parece que-rer neutralizarlo2 En un contexto distinto pero tam-bieacuten pertinente a nuestro tema escribe Thomas Mer-

1 Stephen C Barton Life Together Family Sexuality and Community in

the New Testament and Today EdinburghNew York T amp T Clark 2001 245

2 Ibiacuted 246

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 7

ton que laquo[a]l afirmar que como lectores podemos sentirnos escandalizados por la Biblia no estoy tra-tando de decir que tengamos que dejar de lado nues-tra inteligencia La Biblia puede resultar difiacutecil y pro-blemaacutetica y en este sentido puede suponer un desafiacuteo para nuestra inteligencia pero nunca una afrenta3raquo

Desde hace unas deacutecadas se viene observando un esfuerzo por acercarse al texto biacuteblico y su interpreta-cioacuten desde propuestas nuevas en las que se quiere romper con el consabido laquoacuerdo entre caballerosraquo si se me permite la expresioacuten de que hay que mante-ner separados el conocimiento como lo que pertenece a la esfera de lo puacuteblico y la fe que pertenece a la de lo privado Podriacuteamos tambieacuten hablar del significado como lo objetivo y la verdad (o su significado laquopara hoyraquo) como lo puramente subjetivo4 De hecho esta es una praacutectica muy comuacuten en los estudios biacuteblicos hoy en diacutea Una cosa es el estudio del texto su geacutenesis ar-queologiacutea historia literaria etc y otra bien distinta es ver (si acaso) queacute tiene que ver con nosotros hoy diacutea En el mundo anglosajoacuten se ha acuntildeado el teacutermino en-

gaged hermeneutics (algo asiacute como laquohermeneacuteutica com-prometidaraquo o laquode compromisoraquo) a la variedad que trata de discernir las posibles aplicaciones del texto a la sociedad que lee el texto de nuevo Muy lejos nos hemos ido si tenemos que recuperar la esencia de la interpretacioacuten biacuteblica por medio de semejantes cuntildeos

La analogiacutea que algunos han propuesto como nue-va viacutea de acercamiento al texto es conocida como Per-

formance que la asemeja a la interpretacioacuten de una obra musical pongamos de Beethoven En este caso lo im-portante no es soacutelo la agudeza y fidelidad teacutecnicas que podriacutean resultar laquosecasraquo si no van acompantildeadas de sentimiento y pasioacuten y que ya no centra soacutelo en el director la orquesta y la partitura sino que tiene en mente a la audiencia Se crea entre estos distintos ele-mentos una comunicacioacuten inigualable irrepetible donde se premia la fidelidad creativa Hasta aquiacute la ana-logiacutea funciona maacutes o menos pero hay un momento en que eacutesta se vuelve insuficiente Se puede caer faacutecil-mente en la laquoeventualidadraquo del momento es decir que lo que se ha hecho es laquointerpretarraquo laquotocarraquo una pieza musical o como se diriacutea en ingleacutes laquojugarlaraquo (to play

it) La escritura sin embargo llama a algo maacutes pro-fundo a la transformacioacuten de vida a vivir de un mo-do iacutentegro las veinticuatro horas del diacutea siete diacuteas a la semana La esteacutetica del momento no puede paralizar el proceso de transformacioacuten intenso que este acerca-

3 Thomas Merton Leer la Biblia Una gran aventura espiritual Barce-lona Oniro 1999 12-3

4 Ibiacuted 224

miento tiene como meta uacuteltima de la interpretacioacuten Por esto se ha propuesto un ejemplo maacutes claro que haga justicia a este acercamiento En este caso se ha elegido un texto como el de la Constitucioacuten america-na con su sentido de laquoenactmentraquo es decir de cum-plimiento de puesta en praacutectica para que se verifique el contenido y espiacuteritu de lo expresado5

Esta forma de leer el texto biacuteblico laquohellipwill be a cul-ture also characterized by risk struggle and new found

freedom because there is no scientific method to guar-antee assured results when the goal is human trans-formation by authentic performanceraquo6 Y de nuevo volvemos a Merton laquoLa afirmacioacuten baacutesica de la Biblia acerca de la palabra de Dios no se refiere pues al hecho de que el creyente deba aceptarla ciegamente en virtud de la autoridad divina sino a la circunstan-cia de ser una palabra reconocible por su poder transfor-

mador y liberador7raquo

Quizaacutes de forma raacutepida pero necesaria es impor-tante resaltar que si queremos conocer a fondo el sig-nificado de lo que es la perspectiva biacuteblica de la co-munidad cristiana tenemos que ser parte de la mis-ma Y no soacutelo parte sino implicados hasta que nos duela experimentar lo que el texto ya anunciaba No se trata de laquojugar a interpretarraquo si no de vivir para comprender y gustar8

II Comunidad una perspectiva biacuteblica-creyente

Al hablar de la comunidad se ha de partir por de-fecto del Antiguo Testamento Como bien dice Donald Senior laquoNo fue necesario que Jesuacutes fundara una igle-sia porque ya existiacutea en la comunidad de Israel Dios estaba ya forjando un pueblo daacutendole un destino y

5 Ibiacuted 229

6 Ibiacuted 248 laquohellipdaraacute a luz una cultura caracterizada por el riesgo la lucha y una nueva forma de libertad ya que no existe un meacutetodo cientiacutefico que garantice los resultados cuando la meta es la trans-formacioacuten humana a traveacutes de una interpretacioacuten auteacutenticaraquo

7 Merton 18

8 Durante el encuentro tuvimos oportunidad de repasar ciertos pun-tos de la ponencia con los asistentes Una criacutetica que se hizo a esta presentacioacuten es la afirmacioacuten (cito de memoria) de que lsquosoacutelo puede conocerse a fondo el mensaje comunitario del NT si se estaacute dentro de la comunidadrsquo Ciertamente que las demandas de Jesuacutes se pue-den conocer y valorar sin ser parte de su grupo (y por ello mismo rechazarlas por su radicalismo o por estar en contra de ellas) A lo que yo me refiero es que seguacuten me involucro en el objeto asiacute lo co-nozco Podemos teorizar acerca de lo que significa ser comunidad pero a menos que la vivamos (al nivel que sea) no descubriremos aacutereas y matices que permanecen ocultos al mero espectador

8 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

sacaacutendole de la muerte para llevarle a la vida9raquo Y lo cierto es que la comunidad cristiana primitiva se comprende a siacute misma muy pronto como la ekklesia

tou theou (Flp 36 Gaacutel 113) derivada del qahal Yahve con el que Israel es designado en el AT como pueblo de Dios congregado para el culto Es muy probable que fuera el grupo helenista el responsable de esta de-signacioacuten con lo que se quisiera enfatizar no soacutelo con-tinuidad si no de discontinuidad con la historia ante-rior debido su fuerte eacutenfasis en la ley10 laquoLa comuni-dad primitiva adoptoacute con la mayor naturalidad tiacutetulos del pueblo de Dios en el antiguo testamento y se los aplicoacute a siacute misma y a sus miembros11raquo De esta manera la comunidad recibe el tiacutetulo de laquolos santosraquo (Rom 15 23 1 Co 84 etc) laquolos elegidosraquo (Mc 1320) con lo que se expresa una conciencia de representar al pueblo es-catoloacutegico de Dios12

Esta conciencia de ser pueblo de Dios lleva a la comunidad cristiana a una praacutectica de vida que en mi opinioacuten se puede resumir en los siguientes puntos que son imprescindibles y baacutesicos para cualquier comu-nidad cristiana que quiera ser fiel al mensaje de Jesuacutes Son caracteriacutesticas que se solapan que no son inde-pendientes unas de otras pero por mor de la claridad se presentan en distintos apartados

Como ya hemos comentado existen muchas for-mas de comunidad o mejor dicho la comunidad puede

adquirir muchas formas pero estos elementos son im-prescindibles Dentro de cada uno de los apartados y tratando de ser fiel al tiacutetulo de esta serie de conferen-cia expondreacute tanto las oportunidades como los peli-

gros inherentes a ellos

A Una comunidad que anuncia el reino de Dios

Se trata de hacer visible en el aquiacute y el ahora el mensaje del reino de Dios Esto lo hace la comunidad de manera espontaacutenea impelida por el Espiacuteritu Santo Lejos de referirse a una ideologiacutea que hay que planifi-car minuciosamente este anuncio del reino es la con-

9 Donald Senior laquoEncontrando las huellas de Dios en el camino ini-ciado en la Bibliaraquo (traduccioacuten adaptada del original ingleacutes publi-cado en Church Summer 1999) httpwwwcisocclhtmlnov01htm (14102005)

10 No es tema de esta conferencia entrar en una discusioacuten detallada de este interesante toacutepico Pare ello referimos al lector a Ludger Schenke La comunidad primitiva Salamanca Siacutegueme 1999 en es-pecial a su capiacutetulo 5

11 Schenke La comunidad primitiva 126

12 Lohfink La iglesia que Jesuacutes queriacutea Dimensioacuten comunitaria de la fe

cristiana (3ordf ed) Bilbao Descleacutee de Brouwer 1998 87-88

crecioacuten actual e histoacuterica en la vida de sus suacutebditos La soberaniacutea de Dios se refleja en la vida de los miembros de la comunidad en su solidaridad su eacuten-fasis en la fraternidad de hermanos y hermanas don-de sobra todo tiacutetulo de poder y autoridad (Mc 1029)13 laquoLa fraternidad surge en la historia alliacute donde el Espiacute-ritu de Dios elimina la loacutegica de Adaacuten y todas sus consecuencia personales y sociales14raquo

La vida en comunidad que nos propone el libro de los Hechos aunque un tanto idealizada como en todo relato de los comienzos surge de esta nueva realidad que nace y se reproduce en el corazoacuten de las personas y que se concreta en la vida diaria Lejos de ser una conversioacuten interna e individualista el reino de Dios hace que la pequentildea semilla se transforme en un gran aacuterbol La necesidad de reunirse por las casas (Hch 246 cf Mc 1412-16) compartir no soacutelo la tradi-cioacutenensentildeanza de los apoacutestoles sino el comer surgen de esta conversioacuten a lo nuevo que sin embargo esta en continuidad con la praacutectica de Jesuacutes15

Un estudio del teacutermino koinocircn (laquocomuacutenraquo de ahiacute laquocompartirraquo laquocomuacuten-unioacutenraquo etc) y derivados nos muestra que la idea de compartir no era nueva sino que teniacutea un gran arraigo en el mundo heleno Pitaacutego-ras reconoce un orden coacutesmico que se refleja en el or-den humano En ese estado primigenio no existiacutea propiedad privada Platoacuten consideraba la propiedad privada como raiacutez de todo mal ya que lleva indefecti-blemente al deseo egoiacutesta de poseer maacutes la avaricia (pleonexiacutea)16 aunque experimentoacute en carne propia la dificultad de llevarlo a cabo en su propia vida De esta manera concluye que soacutelo dios y los hijos de los dio-ses pueden vivir en esta comunidad de bienes espo-sas e hijos (Leg V 739d) Aristoacuteteles toma una postu-ra maacutes realista e individualista y analiza los peligros de llevar a cabo la propuesta de Platoacuten (Pol II 2 1261a) laquoNo puede existir la imposicioacuten de la comuni-dad y la unidad en el estado sino que se debe llevar a cabo por medio de la educacioacutenraquo (Pol II 5 1263)

Es con los ciacutenicos que las propuestas de Platoacuten en-cuentran base en la naturaleza El ciacutenico Crates afirma que laquoentre amigos todo es comuacutenraquo El estoicismo to-ma una viacutea maacutes moderada y permite asiacute la propiedad

13 Para un interesante comentario de este verso G Lohfink La igle-

sia que Jesuacutes queriacutea 51s

14 Antonio Gonzaacutelez Reinado de Dios e imperio Ensayo de teologiacutea so-

cial Santander Sal Teacuterrea 2003 200

15 Cf Hechos 432 y Lucas 81-3

16 Friederich Hauck laquoKoinoacuteshellipraquo Theological Dictionary of the New Tes-

tament vol III Gerhard Kittel (ed) Grand Rapids Eermands 1989 792

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 9

privada Los neopitagoacutericos buscan la libertad interna que les permite laquono poseer nada y auacuten asiacute ser duentildeos de todoraquo17

La comunidad cristiana que teniacutea ejemplos concre-tos de mancomunidad provenientes tanto del mundo heleno como del judaiacutesmo (esenios therapeutae aun-que eacutestos viviacutean como comunidad con el propoacutesito del estudio piados de la escritura) vive su praacutectica como resultado del soplo del Espiacuteritu Santo (Hch 2) No es un movimiento econoacutemico en el sentido de que sea una economiacutea de tipo comunista tampoco es legal en el sentido de una socializacioacuten constitucional de la propiedad y tampoco es filosoacutefico en el sentido de imitacioacuten del orden natural de las cosas como ocurre con los ciacutenicos18 Como afirma Hauck el verbo elegen (laquonadie deciacutea ser suyohellipraquo Hch 432) contiene un laquosub-jective sense of fellowshipraquo19

La oportunidad que se ofrece a la iglesia es la de una posibilidad de vida maacutes solidaria contraria al flujo individualista y de poder que se ha erigido en modelo de convivencia al menos en gran parte del mundo oc-cidental Este idealismo necesario es oportunidad norte al que mirar y hacia el que caminar Todo lo que sea construir en esa direccioacuten (solidaridad renuncia a la violencia al individualismo egoacutelatra etc) es estar en la senda cristiana guiados por el mismo Espiacuteritu que impelioacute a los primeros disciacutepulos En ella la igle-sia se reconoce como tal como mensajera den las bue-nas nuevas de que el Reino estaacute entre nosotros20

Este ideal de comunidad se convierte en peligro cuando entra el desaacutenimo cuando no se ha medido bien el precio de tal empresa (Lc 1428) y se olvida que comunidad es tambieacuten dedicacioacuten y trabajo arduos pues es luchar contra el egolaacutetrico yo que se quiere imponer a toda costa Tambieacuten cuando el ideal no deja reconocer la realidad pero ese es tema que auacuten hemos de tratar

B Fraternidad inclusiva

Identificarse como pueblo de Dios no libra de eli-tismos y etnocentrismos La historia de la primitiva iglesia es buen ejemplo de ello A los que acusan a Lu-cas-Hechos de excesivo triunfalismo hay que recor-darles la inclusioacuten de periacutecopas donde se acentuacutea la limitacioacuten humana de la comunidad (Hch 51-11 61)

17 Esta afirmacioacuten de Filostrato se parece mucho a la que encontra-mos en 2 Corintios 610

18 Hauck laquoKoinoacuteshellipraquo 796

19 Ibiacuted

20 Lohfink La iglesia 65-6

En ellas se recoge el duro aprendizaje que la comuni-dad del Espiacuteritu tiene que llevar a cabo en su vivencia diaria Esa comunidad tiene que estar abierta a todos y todas pues no hay exclusiva para con Dios La co-munioacuten de mesa es uno de los elementos maacutes descon-certantes para el lector actual que se acerca al texto de los Hechos Pues la laquoforma de comer vincula con el propio cuerpo y con su historia21raquo Tenemos claros ejemplos de esta cercana relacioacuten entre comida y valo-res eacutetnicos histoacutericos y religiosos en el libro de Leviacuteti-co (coacutedigo de santidad) el mandamiento de celebra-cioacuten de la Pascua judiacutea (el simbolismo de cada plato) el libro de Daniel (los joacutevenes que no se mancillan con la comida extranjera) a las cartas paulinas (Romanos 14 1 Corintios 8 etc)22 En la comunioacuten de mesa por su forma de comer es donde Israel se identifica como diferente del resto Es su forma de separarse de entre los pueblos y es justamente ahiacute en el centro simboacutelico de su valor donde el Espiacuteritu de Dios viene a abrir y transformar los conceptos Los capiacutetulos 10 y 11 del libro de los Hechos no expresan tanto la conversioacuten del temeroso de Dios y gentil Cornelio como la con-versioacuten de Pedro (y por ende el comienzo de la con-versioacuten de la iglesia de Jerusaleacuten) a la visioacuten inclusiva del Reino de Dios

Creo que es importante resaltar un pequentildeo deta-lle en el relato del capiacutetulo 11 justo despueacutes de que Pedro haya calmado las preguntas de la asamblea (Hch 1119-21) laquoAhora bien los que habiacutean sido es-parcidos a causa de la persecucioacuten que hubo con mo-tivo de Esteban pasaron hasta Fenicia Chipre y An-tioquiacutea sin hablar a nadie la palabra sino solo a los judiacuteos Pero habiacutea entre ellos unos de Chipre y de Ci-rene los cuales cuando entraron en Antioquiacutea habla-ron tambieacuten a los griegos anunciando el evangelio del Sentildeor Jesuacutes Y la mano del Sentildeor estaba con ellos y gran nuacutemero creyoacute y se convirtioacute al Sentildeorraquo

Es casi iroacutenico pensar que mientras las grandes ca-bezas pensantes del moviendo de Jesuacutes ubicados en Jerusaleacuten disputaban acerca de la conveniencia o no de la inclusioacuten de los gentiles en la comunidad de fe

21 Rafael Aguirre La mesa compartida Estudios del Nuevo Testamento

desde las ciencias sociales Santander Sal Teacuterrea 1994 27

22 Recientemente (septiembre de 2005) se emitioacute un documental en la 2 de TVE en que se hablaba de los cambios dieteacuteticos en la pobla-cioacuten de los paiacuteses en viacuteas de desarrollo como consecuencia de su mayor poder econoacutemico Un padre de familia chino entrevistado hablaba con orgullo coacutemo su hija en edad de contraer matrimonio habiacutea engordado considerablemente a causa de su mejora en esta-tus social lo que les permitiacutea ahora acercarse al mundo de los res-taurantes de comida raacutepida iexclIncluso comer laquocomida basuraraquo se ha convertido en un siacutembolo de prosperidad econoacutemica y social laquoDi-me queacute comes y te direacute quieacuten eresraquo

10 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

los laquodon nadiesraquo aquellos de quienes ni siquiera co-nocemos su nombre misioneros anoacutenimos fueron los primeros en entender que laquoDios no hace distincioacuten de personasraquo De alguna manera Dios teniacutea ya guardado un laquoplan Braquo en caso de que la comunidad de Jerusaleacuten no afrontara la realidad con una buena dosis de ries-go

La oportunidad es crear una comunidad abierta que acoge a aquellos que la sociedad no suele acoger con gusto No es extrantildeo pues que en nuestras comunida-des tengamos personas con problemas sociales impor-tantes debilidades y carencias profundas La comuni-dad es oportunidad de vida para el marginado y oportunidad para los cristianos de conocer y relacio-narse con las personas de manera maacutes profunda23 Es oportunidad de crear una sociedad alternativa que se verifica en el diacutea a diacutea G Lohfink acertadamente apunta a otro teacutermino que fortalece el sentido de co-munidad de una forma diferente a koinoniacutea que en ocasiones puede entenderse de forma excesivamente estructural Se trata de la expresioacuten de reciprocidad allecirclocircn (laquounos a otrosraquo)24 De esta reciprocidad deviene el concepto de edificacioacuten (oikodomein) que tan popu-lar se ha hecho en el mundo pietista donde se ha cul-tivado de forma maacutes individualista Sin embargo en las cartas paulinas esta terminologiacutea se refiere al con-junto de la comunidad que de esta forma se convierte ella toda en responsable de que este ideal se lleva adelante Se podriacutea ahondar mucho maacutes en todo este entramado pero me imagino que las siguientes confe-rencias construiraacuten sobre este tema desde puntos de vista maacutes teoloacutegicos y pastorales por lo que huelga alargarnos aquiacute

Un peligro es diluirnos por ese afaacuten de querer lle-gar a todos Entonces no anunciariacuteamos ya un mensa-je renovador si no que la iglesia se vuelve un equipo de atencioacuten primaria o como si de un departamento de ofertas religiosas se tratara especializada en el aacuterea de la soledad y la depresioacuten25 Se trata de una vivencia

comunitaria de transformacioacuten no de un servicio a do-micilio La comunidad de fe no puede regalarle a la persona aquello que no le pertenece la salvacioacuten el perdoacuten la reconciliacioacuten con Dios pero si puede crear el espacio adecuado para que la persona tenga ese en-

23 Lejos de ser una entelequia no hay maacutes que echar un vistazo a las profundas reflexiones de Henri J M Nouwen En el nombre de Jesuacutes y El sanador herido para darse cuenta de que una comunidad que no acompantildea al herido y aprende de eacutel es incapaz de un diaacutelogo veraz con Dios en oracioacuten (En el nombre de Jesuacutes 25ss)

24 Lohfink La iglesia 110s

25 Lohfink La iglesia 12

cuentro con el Dios perdonador que habita en medio de su pueblo por medio de su Espiacuteritu

C Comunidad teoloacutegica

No se trata soacutelo una praacutectica social o grupo de au-to-ayuda se trata de una comunidad que estudia y se abre a las escrituras que es fiel a la doctrina No se aferra a eacutesta como si su vida dependiese de su fideli-dad a la letra sino que se esfuerza por vivir de mane-ra consecuente lo que entiende a la luz de su estudio y praacutectica cotidiana con la ayuda del Espiacuteritu que las ha dado haacutelito Hace ademaacutes un esfuerzo por entender el mundo y la sociedad que le rodean para asiacute servir al proacutejimo de manera maacutes efectiva Una comunidad que laquoescucharaquo y reflexiona maacutes que habla

Es una comunidad que se reuacutene alrededor de la doctrina y los siacutembolos que dan sentido a su praxis y ortodoxia Se trata por tanto de una comunidad que celebra a la vez que escudrintildea estudia las escrituras (Hch 24246) que se caracteriza por la alegriacutea pues sabe en quieacuten ha depositado su confianza (Flp 16 2 Tim 112) Se trata de una comunidad que se abre a su influencia y se convierte a su Autor a medida que en-tiende maacutes el mensaje de la escritura La escritura no es en uacuteltimo lugar un cuerpo de doctrina que hay que guardar y defender a toda costa sino la guiacutea que nos acerca maacutes al corazoacuten de Dios mediada por su Espiacuteri-tu santo

La oportunidad es que la comunidad sea relevante a la sociedad que dice querer servir Conocer sus escri-turas estaacute fuertemente unido a conocer la problemaacuteti-ca humana pues ellas dan testimonio de cuaacuten fraacutegil y orgulloso es el ser humano pero que afortunadamen-te hay solucioacuten a este dilema La oportunidad es para la comunidad el escuchar sin dar respuestas pre-cocinadas Es verse reflejada en las paacuteginas de la escri-tura y celebrar al mismo tiempo su salvacioacuten por me-dio de los siacutembolos de liberacioacuten Es por ello que la Palabra estaacute tanto en medio de la comunidad como frente a ella

El peligro es encerrarse en su propio mundo tra-tando de resolver los problemas del mundo sin prin-garse de lodo Una comunidad asiacute no se ha ganado el respeto de la sociedad a hablar ni tampoco representa el ideal cristiano de encarnacioacuten26 Se tratariacutea de que-

26 En el antildeo 260 cuando la peste se ceboacute con Alejandriacutea su obispo Dionisio escribioacute una carta que recoge Eusebio en su Historia Ecle-

siaacutestica VII 22 en la que se habla de la ejemplar actuacioacuten de los cristianos que acogiacutean a los moribundos en ocasiones hasta pade-cer y morir ellos mismos a causa de las enfermedad contraiacuteda mientras que los paganos echaban de casa incluso a sus allegados contagiados con tal de no verse ellos mismos en peligro En VII

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 11

rer ser laquosantaraquo a toda costa incluso a costa del her-mano o hermana moribundos pero esa santidad ya ha perdido su caraacutecter transformador y de contagio La sal ha perdido su sabor y sus propiedades aunque de lejos auacuten parece sal

D Comunidad escatoloacutegica

Se trata de una comunidad que espera la consuma-cioacuten final pero que no se queda perdida en la nada en el interim laquoLa espera escatoloacutegica de la comunidad primitiva fue una auteacutentica espera del futuro pero es-te futuro era tan inminente que podiacutean sentirse sus efectos que determinaban el presente27raquo El paso de los siglos puede que haya atenuado el celo original pero la comunidad de hoy no puede asentarse en esta sociedad de tal manera que pierda de vista la alterna-tiva de vida que ha de propugnar Conoce y experi-menta la realidad del conocido sanctus et peccator y por ello se aplica a la hora de tratar con sus miembros y los de afuera donde ejerce una laquodivina pacienciaraquo Se sabe en camino pero auacuten no completa en su praacutectica y expresioacuten y es por ello que actuacutea con humildad y una dosis de modestia Quizaacutes necesitamos maacutes de este mensaje y no tomarnos a nosotros mismos tan en se-rio Esta falta de capacidad de reiacuterse de uno mismo puede que sea una de las razones por la que la comu-nidad cristiana en ocasiones no estaacute abierta a aprender de los que no son sus miembros

Cuando la comunidad pierde de vista su valor temporal no absoluto es cuando sucumbe a la tenta-cioacuten de asentarse por cualquier medio La esperanza escatoloacutegica tiene que mirar al futuro inminente a tra-veacutes del filtro de la cruz de Jesuacutes sin cuya muerte y re-surreccioacuten no hubiera sido posible tal esperanza Los repetidos anuncios de muerte que Jesuacutes hace a sus disciacutepulos en el evangelio de Marcos resaltan una vez maacutes la falta de entendimiento de laquoestar en ondaraquo con el maestro (Mc 827-35 930-50 1032-45) Eacutestos se quieren asentar colocar en el poder mientras que el ejemplo del maestro es otro28 El servicio se hace yendo (Mt 107-8) en seguimiento de Jesuacutes cercano a eacutel laquoLa conclusioacuten que se desprende de todo lo dicho es muy clara no hay fe donde no hay seguimiento de Jesuacutes y

228 dicersquoAsiacute partieron de esta vida nuestros mejores hermanos Algunos de ellos eran ancianos y diaacuteconos o sencillamente gente del pueblo todos ellos muy apreciados y elogiados pues este tipo de muerte por la mucha piedad y poderosa fe que conlleva en nin-guacuten aspecto parece inferior al martiriorsquo

27 Schenke La comunidad 119

28 Ver los interesantes comentarios al respecto de R Aguirre Ensayo

sobre los oriacutegenes del cristianismo De la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la reli-

gioacuten domeacutestica de Pablo Estella Verbo Divino 2001 170-173

no hay seguimiento de Jesuacutes donde no hay movimien-toraquo29

La oportunidad es vivir hoy con la esperanza de un futuro glorioso que condiciona el ahora La tempora-lidad de cada uno de nosotros de la comunidad de fe en siacute frente a la inconmensurabilidad de Dios nos ayuda a poner las cosas en perspectiva y a ser creati-vos sin temor a equivocarnos La escatologiacutea puede ayudarnos a quitar esas maacutescaras que intentan que la comunidad de fe sea algo menos que humana y maacutes que divina El laquoya pero todaviacutea noraquo tintildee de esperanza y humildad a esa comunidad que se dedica al servicio de aquellos que llama a ser partiacutecipes de las promesas de Dios en Cristo Jesuacutes

El peligro es perder el valor de la temporalidad y querer establecerse en el poder terrenal Es en esos momentos que la comunidad de fe tiene que recupe-rar la visioacuten de la cruz de Jesuacutes y entender que la vic-toria soacutelo viene de mano de una derrota anterior la del cordero sin mancha como inmolado de pie en me-dio del trono (Apo 56) Si la comunidad pierde de vis-ta que estaacute en traacutensito seraacute propensa a absolutizar sus pretensiones

III Conclusiones

Volvemos de nuevo a la analogiacutea de la interpreta-cioacuten musical Naturalmente que uno puede disfrutar de una buena pieza musical sin leer muacutesica Pero para disfrutarla maacutes plenamente uno tiene que sentirla y dejarse llevar por eacutesta Existe una diferencia abismal entre estar en casa a solas y escuchar una buena gra-bacioacuten a estar en un auditorio y saborear el evento en carne propia junto a otras personas que tambieacuten parti-cipan del evento

Algunos cuestionaron a Jesuacutes indirectamente en el cuarto evangelio a causa de la doctrina que proponiacutea siendo eacutel persona sin estudio formal (715) a lo que Jesuacutes responde que lsquoEl que quiera hacer la voluntad de Dios conoceraacute si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuentarsquo (Juan 717)

Podemos teorizar y estudiar los textos que nos hablan del significado de laquocomunidadraquo hasta quedar-nos sin habla pero lo que propongo es un acercamien-to a primera vista maacutes pragmaacutetico pero que de hecho se ajusta a la forma en que conocemos la realidad a nuestro alrededor esa realidad que nos esculpe y nos hace ser lo que somos diacutea a diacutea Si de veras queremos

29 Joseacute Mariacutea Castillo El seguimiento de Jesuacutes Salamanca Siacutegueme 1998 20

12 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

acercarnos a los modelos biacuteblico-cristianos de comu-nidad no hay otra manera de hacerlo que arriesgaacuten-donos a vivir esa comunidad en el diacutea a diacutea experi-mentado en carne lo que los textos anuncian a viva voz Conoceremos en la medida en que estemos dis-puestos a ser parte de esa comunidad imperfecta que sin embargo me hace hueco y que ya ha sido santifi-cada por Dios Conoceremos tanto como estemos dis-puestos a darnos pues en eacutesta como en tantas otras situaciones de la vida no existe foacutermula maacutegica algu-na sino la de la entrega y renuncia totales

Una advertencia maacutes Sea cual fuere el modelo de comunidad que queremos llevar a cabo debemos estar atentos a estas sabias palabras30

Los que aman su suentildeo de comunidad maacutes que a la

misma comunidad llegan a ser destructores de la comu-

nidad

30 D Senior al comentar acerca de la advertencia de D Bonhoeffer sobre aquellos que desean vivir una comunidad cristiana basada en suentildeos irreales en laquoEncontrando las huellashellipraquo 9

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 13

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Iglesia y Reino de Dios Antonio Gonzaacutelez

La tesis de que la iglesia no se debe identificar con el reino de Dios es casi un lugar comuacuten en la teologiacutea contemporaacutenea La tesis es en buena medida correc-ta Sin embargo la cuestioacuten crucial consiste en deter-minar cuaacutel es la relacioacuten entre la iglesia y ese reinado iquestSe trata simplemente de que la iglesia ldquoanunciardquo el reino de Dios como sostendriacutean las posturas maacutes tra-dicionales iquestO se trata maacutes bien de que la iglesia ldquopromueverdquo aquellas iniciativas socio-poliacuteticas que considera maacutes apropiadas para que el reino de Dios se acerque como se diriacutea desde posiciones maacutes progre-sistas iquestSon estas posiciones tan distintas o compar-ten muchos presupuestos comunes iquestY hay acaso otras maneras de pensar la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios Evidentemente para aclarar estas cues-tiones es esencial que comencemos preguntaacutendonos por determinar queacute es lo que se quiere decir cuando se habla de un reino de Dios

1 El reinado iquestde Dios

En el canon la Biblia hebrea la idea de que Dios re-ina sobre su pueblo aparece por vez primera en Ex 1518 Se trata de un pasaje crucial que nos puede ilustrar en gran manera sobre el sentido profundo del reinado de Dios Tras el hundimiento del ejeacutercito del faraoacuten en las aguas del Mar de los Juncos Moiseacutes y su hermana Miriam entonan sendos cantos triunfales Pues bien al final su canto Moiseacutes proclama ldquoel SE-NtildeOR (YHWH) reinaraacute por siempre jamaacutesrdquo Lo que se afirma es justamente que el pueblo que ha salido de Egipto ya no estaacute bajo la soberaniacutea del faraoacuten sino ba-jo la soberaniacutea de Dios Dios reina sobre ese pueblo Se ha convertido en su gobernante porque ha arreba-tado a ese pueblo de la soberaniacutea del faraoacuten y lo ha situado bajo su propia soberaniacutea El reinado de Dios no es en el canto de Moiseacutes algo abstracto utoacutepico o meramente trascendente El reinado de Dios tiene lu-gar ya en la historia Dios reina alliacute donde el faraoacuten ya no reina y donde sorprendentemente tampoco Moi-seacutes se convierte en rey Si Dios reina otros no reinan El que Dios reine entrantildea el cuestionamiento de toda forma humana de dominacioacuten De ahiacute que la ley del Sinaiacute disentildee una sociedad altamente igualitaria que en principio no cuenta con la necesidad de una mo-narquiacutea y en la que se preveacuten distintos sistemas para reducir la aparicioacuten de desigualdades econoacutemicas

Desde el punto de vista de la exeacutegesis histoacuterico-criacutetica se ha sentildealado la posibilidad de que los textos en los que se habla de la monarquiacutea divina sean maacutes bien tardiacuteos Algunos sostienen que el texto maacutes anti-guo en el que aparece la idea de Dios (YHWH) como rey estaacute en el libro de Isaiacuteas cuando eacuteste proclama que ha visto ldquoal rey y Sentildeor de los ejeacutercitosrdquo (Is 65) El ca-raacutecter tardiacuteo de estos textos no deja de ser sorpren-dente si tenemos en cuenta que en los textos de Uga-rit ya se consideraba en maacutes de una ocasioacuten a los dio-ses como reyes Ahora bien en estos casos la desig-nacioacuten de la divinidad como ldquoreyrdquo no teniacutea una fun-cioacuten criacutetica sino maacutes bien legitimadora el monarca local apareciacutea como representante de la divinidad a la que tambieacuten serviacutea como administrador del templo La figura biacuteblica del Melquisedec tanto rey como sa-cerdote del ldquodios altiacutesimordquo puede ser considerada como caracteriacutestica del sistema poliacutetico y religioso de las ciudades cananeas En ellas el reinado de un dios no era maacutes que una forma de introducir al rey en la esfera divina y asiacute legitimar su poder Precisamente por ello Israel habriacutea sido reacio a utilizar el teacutermino ldquoreyrdquo para aplicarlo a Dios por maacutes que la idea del pueblo gobernado directamente por Dios podriacutea ser muy anterior a la introduccioacuten de la monarquiacutea En cualquier caso cuando finalmente el teacutermino ldquoreyrdquo se aplica a Dios en el contexto israelita las connotaciones criacuteticas parecen predominar sobre las legitimadoras que Dios reine es siempre un desafiacuteo para toda forma humana de igualdad o de dominacioacuten1

Desde un punto de vista sistemaacutetico es importante preguntarse cuaacutel es la razoacuten de que una misma idea (Dios como rey) pueda servir para dos fines tan opuestos entre siacute Y es que para entender queacute significa concretamente el reinado de Dios no basta con afirmar la realeza de Dios sino que hay que sentildealar en queacute manera se ejerce su funcioacuten real De hecho muchas de las dificultades que algunos teoacutelogos encuentran con la idea de un reinado de Dios se deben precisamente a su opcioacuten previa por una idea concreta de queacute sea la soberaniacutea real y cuaacutel es su forma de ejercicio Sin em-bargo la idea de que Dios reina se puede entender de formas muy diversas Aquiacute una cuestioacuten decisiva es la

1 Cf N Lohfink bdquoDas Koumlnigtum Gottes und die politische Machtldquo en su Das Juumldische am Christentum 2ordf ed Freiburg im Brisgau 1989 pp 71-102

14 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

de la mediacioacuten si se entiende que la soberaniacutea de Dios ha de estar mediada inmediatamente la idea de un reino de Dios se convierte en legitimadora de las ins-tancias mediadoras Asiacute por ejemplo en el caso de los pequentildeos reinos cananeos los reyes-sacerdotes serviacute-an precisamente como mediadores en la relacioacuten entre los dioses que eran considerados como ldquoreyesrdquo y su pueblo Y justamente por ello los reyes-sacerdotes quedaban encumbrados a una posicioacuten sagrada en la que tambieacuten se legitimaba su poder En cambio en la medida en que se afirme la posibilidad de una rela-cioacuten directa con Dios con independencia del palacio y del templo se pone en entredicho la necesidad de mediadores sacralizados y se apunta hacia la igual-dad fundamental de todos los miembros del pueblo que Dios rige Esta uacuteltima parece haber sido la opcioacuten predominante en Israel donde no soacutelo se privilegian mediadores distintos del rey (sacerdotes profetas) sino que tambieacuten se afirma (desde los relatos patriar-cales) la posibilidad de una relacioacuten no mediada con Dios

Es importante reconocer sin embargo la ambi-guumledad de la concepcioacuten israelita del reinado de Dios La introduccioacuten de la monarquiacutea en tiempos de Sauacutel y David pudo ser valorada como una traicioacuten a los idea-les originales de Israel un monarca significa un ejeacuterci-to permanente y una corte y la consiguiente des-igualdad entre los miembros del pueblo de Dios No soacutelo eso la monarquiacutea implica que Israel deja de ser un pueblo distinto para convertirse al menos en este aspecto en un pueblo como los demaacutes afectando sen-siblemente a su misioacuten en el mundo Pero lo maacutes gra-ve es que la introduccioacuten de la monarquiacutea significa que Dios es rechazado como rey de su pueblo (1 Sam 8) Aquiacute se plantea claramente la alternativa caracte-riacutestica de Israel o reina Dios o reina un rey humano (1 Sam 87) Sin embargo esta alternativa radical pue-de suavizarse Dios puede utilizar las decisiones erra-das para llevar adelante sus planes Tras el rechazo del primer rey Sauacutel Dios aparece al lado de David estableciendo y confirmando su dinastiacutea Ello no sig-nifica sin embargo que la perspectiva de un reinado de Dios desaparezca Los libros de Croacutenicas presentan a los gobernantes de Israel como personajes que se han sentado en el trono de Dios sobre su pueblo (1 Cr 1714 285 2923 2 Cr 98) Sin duda la idea de un go-bierno ldquovicariordquo del rey en el puesto de Dios puede funcionar como poderoso instrumento de legitima-cioacuten Pero al mismo tiempo introduce un permanen-te elemento criacutetico el reinado pertenece propiamente a Dios y no a los reyes De ahiacute que eventualmente ese reinado pueda ser reclamado por su auteacutentico propie-tario Y de hecho la historia de la monarquiacutea israelita

presenta buenas ocasiones para que el auteacutentico sobe-rano reclame sus derechos reales Y esto da lugar a una extrantildea tensioacuten en la concepcioacuten del reinado de Dios en la Biblia hebrea

Por un lado el diagnoacutestico de los llamados histo-riadores ldquodeuteronomistasrdquo y de los profetas coincide en atribuir a los reyes de Israel y de Judaacute una respon-sabilidad muy especial en el hundimiento de los dos reinos que culmina con las invasiones de los imperios de Asiria y de Babilonia Los reyes habriacutean sido los principales impulsores de las injusticias y de las idola-triacuteas que terminaron en una cataacutestrofe experimentada como un abandono por parte de Dios y en definitiva como un castigo divino De esta experiencia surge na-turalmente la esperanza de que Dios volveraacute a reinar directamente sobre su pueblo como en los tiempos fundacionales de Israel repitiendo las experiencias de la salida de Egipto el camino por el desierto y los primeros tiempos en la tierra prometida cuando so-lamente Dios era el rey de Israel Los dirigentes de Is-rael seraacuten sustituidos por el verdadero propietario de la tierra prometida y por el verdadero rey de su pue-blo Por otra parte el modelo de un rey como David pecador pero nunca idoacutelatra y las promesas dirigidas hacia su dinastiacutea posibilitan el hecho de que las espe-ranzas judiacuteas se dirijan no soacutelo hacia un reinado de Dios sino tambieacuten hacia el reinado de un descendien-te de David que restaure su dinastiacutea y lleve al pueblo a una era definitiva de esplendor Estas dos esperan-zas aunque puedan ser compartidas por los mismos grupos o expresadas en los mismos textos (como por ejemplo Ez 34) no dejan de contener en siacute mismas una tensioacuten no resuelta entre el reinar directo de Dios y la aparicioacuten de figuras mesiaacutenicas que reinan en su nombre y que se sientan en su trono2

Ciertamente el trasfondo de la Biblia hebrea es de-cisivo para entender correctamente el mensaje de un Jesuacutes al que los evangelios presentan anunciando la llegada inminente del reinado de Dios Jesuacutes anuncia que Dios va a volver a reinar directamente sobre su pueblo como habiacutea hecho al liberarlo de Egipto y trasladarlo a la tierra prometida Esto significa ob-viamente que el exilio ha llegado propiamente a su fin y que los pecados que impediacutean ese final del exilio estaacuten siendo perdonados3 No es extrantildeo dado el tras-fondo de la concepcioacuten hebrea del reinado que el

2 Siacutentoma de esta tensioacuten es el hecho de que Ezequiel no llame ldquoreyrdquo al futuro gobernante daviacutedico sino solamente ldquopriacutenciperdquo (na-

siacute Ez 3424)

3 Cf N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 268-274

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 15

propio papel de Jesuacutes no resulte inicialmente nada claro Jesuacutes no parece favorecer el tiacutetulo de Mesiacuteas pa-ra siacute mismo sino maacutes bien el de ldquohijo del hombrerdquo Se trata como es sabido de un tiacutetulo que en el contexto del libro de Daniel pretende contrastar con el caraacutecter bestial de los imperios que se disputan el gobierno mundial (Dn 7) Pero es un tiacutetulo que de ninguacuten modo subraya el gobierno monaacuterquico del que lo porta sino que maacutes bien abre la perspectiva de un gobierno con-junto de todo ldquoel pueblo de los santos del altiacutesimordquo Y es que el anuncio de Jesuacutes sobre el reinado de Dios no parece haber ido unido a la idea de una restauracioacuten del estado de Israel en la que Jesuacutes mismo pudiera aparecer como el rey ungido (=Mesiacuteas) al frente de una nueva monarquiacutea daviacutedica Al contrario en Jesuacutes se mantiene la idea originaria de Israel de un pueblo distinto gobernado por Dios y en este sentido desti-nado a no reproducir el modelo de gobierno propio de las demaacutes naciones (Lc 2224-30) Dicho en otros teacuterminos el anuncio de Jesuacutes sobre el reino de Dios mantiene la idea hebrea de un reinar directo de Dios sobre su pueblo y de esta manera nos plantea la pre-gunta sobre el sentido de una posible figura mesiaacutenica en ese reinado pues tal figura inevitablemente entra en tensioacuten con la idea de un gobierno directo de Dios sobre su pueblo

Por otra parte en el anuncio de Jesuacutes sobre el rei-nado de Dios se plantean algunos problemas adicio-nales El anuncio se expresa en el lenguaje de la apo-caliacuteptica con diversas alusiones no soacutelo a aconteci-mientos dramaacuteticos y beacutelicos sino tambieacuten a sucesos coacutesmicos como el oscurecimiento del sol la falta de luz en la luna la caiacuteda de las estrellas o la sacudida de las potencias celestiales (Mc 1324-25) Estas afir-maciones parecen ligar la venida del reinado de Dios con el final de la historia humana y con el final del universo espacio-temporal De aquiacute surgen dos cues-tiones importantes Una se refiere al hecho de que ese final de la historia no tuvo lugar con lo que inevita-blemente surge la pregunta por la posible ldquoequivoca-cioacutenrdquo de Jesuacutes y del cristianismo apostoacutelico Otra cuestioacuten estaacute expresada en la famosa expresioacuten de Loisy seguacuten la cual Jesuacutes habriacutea anunciado la llegada del reino de Dios pero lo que en realidad habriacutea ve-nido seriacutea la iglesia4 El llamado ldquoretraso de la paru-siacuteardquo el hecho de que no llegara lo que se predicaba como inminente habriacutea dado paso a la aparicioacuten de una realidad ambigua no directamente querida por

4 ldquoJeacutesus annonccedilait le royaume et crsquoest lrsquoeacuteglise quie est venuerdquo cf A Loisy LrsquoEvangile et lrsquoEglise Pariacutes 1902 p 111 Loisy queriacutea subrayar la continuidad aunque su expresioacuten luego se ha citado en el sentido opuesto

Jesuacutes y que llamamos iglesia No vino algo bueno que Jesuacutes anunciaba sino algo ambiguo como la igle-sia que de ninguna manera puede sustituir al reino de Dios Al menos esta parece ser la interpretacioacuten de muchos autores contemporaacuteneos Sin embargo esta interpretacioacuten no es necesariamente la maacutes correcta Pero tal vez merezca la pena preguntarnos coacutemo se ha llegado a ella

2 La iglesia como reino de Dios

En la historia de la teologiacutea cristiana aparecen muy pronto tendencias que a la larga posibilitaraacuten la pro-gresiva interpretacioacuten del reino de Dios como una rea-lidad ajena a este mundo a lo que sin duda ayudoacute la creciente influencia de la filosofiacutea platoacutenica sobre el cristianismo En el Pastor de Hermas nos encontramos ya con la reflexioacuten sobre una iglesia preexistente creada antes que todas las cosas5 Lo que inicialmente se quiere indicar con la preexistencia de la iglesia es el hecho de que el sentido profundo del universo culmi-na en la comunidad iniciada por Jesuacutes Al afirmar que la iglesia ha sido creada antes de todas las cosas se puede afirmar en los moldes culturales de su tiempo que todas las demaacutes cosas han sido creadas por razoacuten de la iglesia De forma semejante en la segunda carta de Clemente se afirma que la iglesia espiritual fue creada antes que el sol y que la luna de tal manera que ya antes que todas las cosas la iglesia estaacute referi-da a Cristo Ciertamente hay tambieacuten una iglesia car-nal situada en la historia del mismo modo que Jesuacutes tambieacuten vino en carne Pero ya antes de que todas las demaacutes cosas fueran creadas hay una referencia cons-titutiva entre Cristo y la iglesia6 No era difiacutecil que ul-teriormente esta iglesia preexistente fuera asociada con las imaacutegenes biacuteblicas de una Jerusaleacuten celestial tal como aparecen en la Carta a los Gaacutelatas (Ga 425-26) o en el libro del Apocalipsis (312 212) Sin embargo esa asociacioacuten no deja de esconder una diferencia im-portante mientras que el mundo biacuteblico piensa desde la accioacuten histoacuterica de Dios que da lugar a una nueva Jerusaleacuten en los tiempos finales el mundo griego pa-rece preferir los arquetipos ideales como modelos an-teriores al mundo material y desde los que se puede interpretar lo que ulteriormente sucede en la historia

Ahora bien la idea de una iglesia preexistente im-plica obviamente la distincioacuten entre eacutesta y la iglesia ldquocarnalrdquo que hay en la historia Esta distincioacuten estaacute cargada de consecuencias porque va a permitir que paulatinamente se vaya introduciendo la idea de una

5 Cf Pastor de Hermas II 4 1

6 Cf 2 Clem 142-3

16 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

iglesia invisible distinta de la iglesia visible La iglesia invisible no es soacutelo una realidad preexistente sino tambieacuten el modelo ideal al que se tiene que conformar la iglesia visible En Clemente de Alejandriacutea encon-tramos una posicioacuten de este tipo utilizada en sentido criacutetico Clemente sostiene que en la tierra los amos deben dar justicia e igualdad a los esclavos precisa-mente porque la iglesia terrenal es imagen de la igle-sia celestial7 Aquiacute estamos en un terreno claramente platoacutenico pues tambieacuten en la Repuacuteblica de Platoacuten la ciudad ideal es el modelo que sirve para determinar lo que las ciudades empiacutericas deberiacutean de ser al mismo tiempo que posibilita una actitud criacutetica respecto a ellas Ahora bien la distincioacuten entre iglesia invisible e iglesia visible tambieacuten puede desempentildear la funcioacuten opuesta Ante el progresivo acomodamiento de la iglesia al mundo de su contexto la distincioacuten entre una iglesia ideal y unas iglesias ldquovisiblesrdquo tambieacuten permitiraacute una cierta resignacioacuten ante el hecho de que el mundo sensible nunca podraacute llegar a ser igual que el mundo ideal De lo que se trataraacute maacutes bien seraacute de tener paciencia con el mundo real y aguardar que tras la muerte del cuerpo nuestra alma pueda llegar a gozar del mundo ideal La idea de un Dios que reina sobre un pueblo en la historia presente iraacute dejando lu-gar a un Dios que reina en los cielos Porque de hecho quien reina en la tierra son los emperadores cuya conversioacuten al cristianismo y cuyo patronazgo sobre la iglesia tendraacute que ser teoloacutegicamente integrado

Todaviacutea en Oriacutegenes encontramos claros alientos biacuteblicos cuando piensa en Judaacute como un pueblo go-bernado por Dios8 y tambieacuten cuando entiende que la iglesia terrena es la forma del reino que ha de venir pues su unidad adelanta la unidad de toda la huma-nidad9 Y es que Oriacutegenes a pesar del fuerte influjo del platonismo sobre su teologiacutea todaviacutea escribe en un contexto preconstantiniano En Agustiacuten de Hipo-na en cambio nos encontramos con la plena vigencia de la ecuacioacuten que equipara a la iglesia preexistente a la iglesia como arquetipo invisible y al mismo reino de Dios10 Ciertamente Agustiacuten tiene que admitir en su poleacutemica con los disidentes especialmente con los donatistas que la iglesia visible no es perfecta sino un ldquocuerpo mixtordquo en el que crece el trigo y la cizantildea Se trata sin duda de una curiosa interpretacioacuten de la pa-raacutebola evangeacutelica pues en ella Jesuacutes no refiere el

7 Cf Clemente de Alejandriacutea Stroacutemata 4 8 66

8 Cf Oriacutegenes Homiliacutea sobre Jeremiacuteas 9 2 (a propoacutesito de Jer 112)

9 Cf Oriacutegenes Sobre los principios I 6 2

10 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XIII 16 XVIII 29 Enqui-

ridioacuten a Laurencio 5615

campo en el que crecen el trigo y la cizantildea a la iglesia (ni a Israel) sino al mundo Sin embargo es obvio que el giro constantiniano al hacer co-extensivas la iglesia y el imperio permite interpretaciones como la de Agustiacuten asiacute como en el mundo creciacutean el trigo y la ci-zantildea tambieacuten ahora en la iglesia visible crecen el trigo y la cizantildea La distincioacuten entre el trigo y la cizantildea so-lamente es posible en la iglesia invisible cuya presen-cia no se distingue de aquella de los arquetipos a los que las realidades sensibles se asemejan Ahora bien en este aacutembito ideal Agustiacuten no tiene dificultades en afirmar sin ambages que ldquola iglesia es el reino de Cris-to y el reino de los cielosrdquo11

Esta identidad entre la iglesia y el reino de Dios se mantiene en la teologiacutea occidental a lo largo de las edades media y moderna aunque con un importante matiz en la medida en que la iglesia catoacutelica se va percibiendo a siacute misma como una ldquosociedad perfectardquo en oposicioacuten a los movimientos disidentes y a los es-tados nacionales crece tambieacuten la tendencia a identi-ficar esta iglesia presuntamente perfecta y sin duda visible con el reino de Dios Todaviacutea en el siglo XX autores catoacutelicos como Karl Adam (en El espiacuteritu del

catolicismo) o Reginald Garrigou-Lagrange (en Vida

eterna) han defendido la identidad entre la iglesia ca-toacutelica y el reino de Dios El concilio Vaticano II ha moderado levemente este entusiasmo afirmando que la iglesia es el reino de Dios presente ldquoen misteriordquo o que representa en la tierra ldquoel germen y el principiordquo del reino de Dios12 Tambieacuten en el aacutembito protestante se mantuvo desde los reformadores la identidad entre la iglesia y el reino de Dios Asiacute por ejemplo Lutero habla de la iglesia como ldquoel reino de Dios bajo Cris-tordquo13 Sin embargo los reformadores mantuvieron es-trictamente la distincioacuten agustiniana entre la iglesia visible y la iglesia invisible de modo que la ecuacioacuten entre la iglesia y el reino se daba maacutes bien en el aacutembi-to de la iglesia invisible y no en las diversas iglesias territoriales que surgieron de la Reforma En cambio en los grupos anabaptistas se comenzoacute a poner en tela de juicio la diferencia radical entre iglesia visible e iglesia invisible y se comenzoacute a entender la ldquoJerusa-leacuten celestialrdquo no como una iglesia distinta de la pre-sente sino como una metaacutefora de la iglesia histoacuterica concreta14

11 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XX 9 1-2

12 Cf Concilio Vaticano II LG 3 y 5

13 Cf Lutero WA 11 249-253 262

14 Cf J H Yoder Textos escogidos de la reforma radical Buenos Aires 1976 pp 403-443 W Klaassen Selecciones teoloacutegicas anabautistas Guatemala 1985 p 86

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 17

3 La iglesia no es el reino de Dios

La distincioacuten estricta entre la iglesia y el reino de Dios comienza con la ilustracioacuten En cierto modo co-mienza siendo una distincioacuten filosoacutefica que hace Kant en su obra de 1793-1794 sobre La religioacuten dentro de los

liacutemites de la pura razoacuten Como es sabido se trata de un texto tiacutepicamente ilustrado en el que se propone la progresiva sustitucioacuten de las religiones histoacutericas lle-nas de arbitrariedades por una religioacuten moral y ra-cional que en el fondo representa el nuacutecleo auteacutentico de toda religiosidad Al mismo tiempo como buen ilustrado Kant confiacutea en el triunfo progresivo de la moral y de la racionalidad en la historia humana En esta liacutenea Kant interpreta la victoria del principio del bien sobre el principio del mal como ldquofundacioacuten del reino de Dios sobre la tierrardquo15 De este modo el reino de Dios adquiere para toda la modernidad los claros caracteres de una utopiacutea eacutetica Ciertamente Kant re-conoce que la fundacioacuten de una comunidad moral constituye una obra que no se puede esperar de los seres humanos sino solamente de Dios Sin embargo los seres humanos no pueden permanecer de brazos cruzados sino que han de comportarse como si todo dependiera de ellos y solamente asiacute les estaacute permitido esperar que la providencia lleve a su esfuerzos bien intencionados a un cumplimiento pleno Esta comu-nidad eacutetica todaviacutea no realizada se puede interpretar entonces como una iglesia invisible mientras que la iglesia visible seriacutea aquella asociacioacuten de seres huma-nos que coincide con ese ideal y lo trata de realizar La verdadera iglesia visible seriacutea aquella que presenta (darstellt) el reino moral de Dios sobre la tierra y por tanto la iglesia podriacutea ser considerada como la repre-sentante (Repraumlsentantin) del reino o estado de Dios16

En buena medida puede decirse que las reflexiones kantianas han determinado el tratamiento de este problema teoloacutegico hasta el presente Albrecht Ritschl se sumoacute a la tesis kantiana diferenciado entre la igle-sia como comunidad del reino de Dios y el reino mismo de Dios17 Sin embargo no faltaron desde el principio las voces criacuteticas Friedrich Schleiermacher se opuso a la concepcioacuten eacutetica del reinado de Dios subrayando que eacuteste acontece no como realizacioacuten humana sino como efecto de la obra de Cristo Ahora bien el efecto de la obra de Cristo es la iglesia que en-tonces puede ser entendida por Schleiermacher como

15 Cf I Kant Die Religion innerhalb der Grenzen der bloszligen Vernunft B 127-222

16 Cf ibid B 142-144

17 Cf A Ritschl Unterricht in der christlichen Religion (1875) ed por G Ruhbach Guumltersloh 1966 p 15

ldquoreino de Dios fundado por Cristordquo18 La oposicioacuten a la concepcioacuten ilustrada en cierto modo se agudiza en el contexto de la ldquoescatologiacutea consecuenterdquo de Johan-nes Weiszlig y Albert Schweitzer El descubrimiento de la dimensioacuten escatoloacutegica del mensaje de Jesuacutes favorece una idea del reino de Dios como algo que se habriacutea de realizar como obra exclusiva de Dios sin la colabora-cioacuten humana De ahiacute que el sentildeoriacuteo (reinado) de Dios sea algo radicalmente distinto de la comunidad de los disciacutepulos de Jesuacutes por maacutes que ese sentildeoriacuteo seguacuten Weiszlig siacute incluye a la comunidad creyente en la que se realiza la verdadera justicia19 Ciertamente estos eacutenfa-sis escatoloacutegicos podriacutean haber sido importantes para recuperar aspectos esenciales del reinado de Dios y de su relacioacuten con la iglesia Sin embargo el movi-miento de la escatologiacutea consecuente planteaba dema-siados problemas a la teologiacutea de su tiempo como pa-ra poder ser digerido con facilidad Un Jesuacutes apocaliacutep-tico es tal vez una figura plausible en el siglo primero pero alguien demasiado extrantildeo para nuestro tiempo Y no soacutelo extrantildeo sino tambieacuten equivocado pues en definitiva la realizacioacuten inminente del reino por parte de Dios tal como la pensaron estos autores no habriacutea tenido lugar El final de los tiempos no llegoacute Jesuacutes y los primeros cristianos estaban equivocados

Ante esta dificultad una viacutea de solucioacuten empren-dida repetidamente por la teologiacutea del siglo XX fue la separar el mensaje de Jesuacutes de toda connotacioacuten apo-caliacuteptica Asiacute se pudo decir por ejemplo que los ele-mentos apocaliacutepticos de sus discursos habriacutean sido antildeadidos por la primera comunidad cristiana Jesuacutes no habriacutea anunciado la venida del reino de Dios o si la anuncioacute habriacutea tenido un sentido muy distinto al que despueacutes le atribuyeron los primeros cristianos El reino de Dios anunciado por Jesuacutes seriacutea un reino pu-ramente interior y su mensaje tendriacutea que ser enten-dido en teacuterminos puramente sapienciales o existencia-les La inminencia del reinado no tendriacutea que ser in-terpretada entonces como referida a grandes trans-formaciones globales sino simplemente como una ldquoescatologiacutea presenterdquo a diferencia de las escatologiacuteas futuristas de sus contemporaacuteneos La escatologiacutea pre-sente consistiriacutea simplemente en que aquellas trans-formaciones individuales e internas anunciadas por Jesuacutes seriacutean accesibles ya en el presente a cualquier persona con independencia de cualquier cataacutestrofe coacutesmica El precio de estas reinterpretaciones es por

18 Cf F Schleiermacher Der christliche Glaube (1930-1931) ed por M Redeker Berliacuten 1999 sect 107 citado en W Pannenberg Systematische Theologie vol 3 Goumlttingen 1993 p 47

19 Cf J Weiszlig Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes Goumlttingen 1892 pp 79 15-126

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 6: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

6 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Comunidad Perspectiva biacuteblica Sergio Rosell

Introduccioacuten

El tiacutetulo de este ciclo de conferencias laquoComuni-dad oportunidad y peligroraquo puede a primera vista parecer tendencioso inclinado desde su origen a una perspectiva de tensioacuten aderezada con un regusto de criacutetica tiacutepico de los profesores de teologiacutea Este ele-mento puede alentar sentimientos distintos el laquoonerse del ladoraquo de la persona que reconoce las limitaciones minusa veces exasperantesminus de nuestras comunidades de fe en aspectos baacutesicos de su praacutectica y por ende harta de repetir que laquoasiacute no se va a ninguna parteraquo o el de hacer surgir consabidas reticencias y reparos por parte del que tiene en mente que los profesores de teologiacutea son expertos en teoriacutea pero poco o nada saben de la praacutectica Espero que en esta primera conferencia estos posibles recelos queden de alguna manera solventa-dos no tanto por la mayor o menor calidad acadeacutemica de la misma sino porque el espiacuteritu con se ha escrito pueda trasmitirse a la audiencia con moderada preci-sioacuten No se trata de estar al lado o contra nadie sino de que la verdad del evangelio llegue a transformar-nos como comunidad de fe que ya somos

A menudo se comenta acerca de cuaacutel seriacutea el tipo de comunidad biacuteblica que habriacutea que aplicar al diacutea de hoy seguacuten se refleja en las paacuteginas del Nuevo Testa-mento Esta pregunta es de por siacute errada al menos en dos puntos

bull Se asume en primer lugar que hay un modelo tipo en las escrituras es decir una voz uniacutevoca y no una pluralidad de ellas y

bull Se asume que la transferencia del laquoentoncesraquo al laquoahoraraquo es directa y tiene poco que ver con el con-texto actual

Por muy bien intencionada que sea la buacutesqueda la respuesta es complicada y desde luego maacutes abierta No hay un modelo uniacutevoco de comunidad sino que desde el principio ha habido una variedad de ellos todos laquobiacuteblicosraquo (es decir fieles a los principios del evangelio aunque tambieacuten con sus debilidades y limi-taciones) y tratando de ser consecuentes con el contex-to socio-cultural en el que les ha tocado vivir y ser luz (Fil 215) lsquoBiblicasrsquo son muchas cosas pero lo que aquiacute se pretende hacer es ir un paso maacutes allaacute hacia lo ge-

nuinamente cristiano No buscamos sin maacutes que sea biacute-

blico (pe laquolas mujeres callen en la congregacioacutenraquo) mdash

que se encuentre avalado por alguacuten texto del NTmdash ya que podemos encontrar muchas y variadas estructu-ras sino lo que refleja maacutes elocuente y verdaderamen-te el espiacuteritu de las buenas noticias de Jesuacutes el Cristo

I Acercamiento al tema de la interpreta-cioacuten biacuteblica

Cuenta Stephen C Barton que en un congreso de Novi Testamenti Societas en Birmingham en 1997 el grupo de debate se habiacutea reunido para tratar el tema de la laquoEacutetica del Nuevo Testamentoraquo y que en la terce-ra sesioacuten del seminario se estaba estudiando a fondo la cuestioacuten de la mancomunidad en el libro de los Hechos El grupo se preguntaba si Theissen estaba en lo cierto al discernir una clara influencia helenista o si por el contrario como proponiacutean otros se trataba de una influencia esenia A rengloacuten seguido los especia-listas trataron la percepcioacuten lucana de la comunidad cristiana como cumplimiento del ideal sabaacutetico del Deuteronomio de la eliminacioacuten de la pobreza la su-puesta importancia de que las laquosentildeales y sanidadesraquo parezcan rodear la actividad de estos primeros cris-tianos etc No fue hasta que faltaban diez minutos pa-ra concluir la sesioacuten cuando una persona mdashmalinten-cionada sin dudamdash hizo la siguiente pregunta que to-dos habiacutean tratado con eacutexito hasta ese momento de evitar laquoiquestcoacutemo extrapolar las normas y principios de la narrativa lucanaraquo El grupo se quedoacute helado Una cosa es teorizar acerca de la geacutenesis del texto de su contexto histoacuterico y social de su adaptacioacuten al mo-mento por medio de su redaccioacuten etc pero ninguno de los presentes teniacutea competencia suficiente para de-cir de veras cuaacutel era el significado profundo de esa mancomunidad al no pertenecer ninguno de ellos a comunidades ya inmersas en esta praacutectica1

De manera que esa tendencia a resaltar y rescatar normas y principios lucanos (por poner un ejemplo) en ideales universales se torna maacutes en una praacutectica que lejos de tratar de apropiarse del texto parece que-rer neutralizarlo2 En un contexto distinto pero tam-bieacuten pertinente a nuestro tema escribe Thomas Mer-

1 Stephen C Barton Life Together Family Sexuality and Community in

the New Testament and Today EdinburghNew York T amp T Clark 2001 245

2 Ibiacuted 246

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 7

ton que laquo[a]l afirmar que como lectores podemos sentirnos escandalizados por la Biblia no estoy tra-tando de decir que tengamos que dejar de lado nues-tra inteligencia La Biblia puede resultar difiacutecil y pro-blemaacutetica y en este sentido puede suponer un desafiacuteo para nuestra inteligencia pero nunca una afrenta3raquo

Desde hace unas deacutecadas se viene observando un esfuerzo por acercarse al texto biacuteblico y su interpreta-cioacuten desde propuestas nuevas en las que se quiere romper con el consabido laquoacuerdo entre caballerosraquo si se me permite la expresioacuten de que hay que mante-ner separados el conocimiento como lo que pertenece a la esfera de lo puacuteblico y la fe que pertenece a la de lo privado Podriacuteamos tambieacuten hablar del significado como lo objetivo y la verdad (o su significado laquopara hoyraquo) como lo puramente subjetivo4 De hecho esta es una praacutectica muy comuacuten en los estudios biacuteblicos hoy en diacutea Una cosa es el estudio del texto su geacutenesis ar-queologiacutea historia literaria etc y otra bien distinta es ver (si acaso) queacute tiene que ver con nosotros hoy diacutea En el mundo anglosajoacuten se ha acuntildeado el teacutermino en-

gaged hermeneutics (algo asiacute como laquohermeneacuteutica com-prometidaraquo o laquode compromisoraquo) a la variedad que trata de discernir las posibles aplicaciones del texto a la sociedad que lee el texto de nuevo Muy lejos nos hemos ido si tenemos que recuperar la esencia de la interpretacioacuten biacuteblica por medio de semejantes cuntildeos

La analogiacutea que algunos han propuesto como nue-va viacutea de acercamiento al texto es conocida como Per-

formance que la asemeja a la interpretacioacuten de una obra musical pongamos de Beethoven En este caso lo im-portante no es soacutelo la agudeza y fidelidad teacutecnicas que podriacutean resultar laquosecasraquo si no van acompantildeadas de sentimiento y pasioacuten y que ya no centra soacutelo en el director la orquesta y la partitura sino que tiene en mente a la audiencia Se crea entre estos distintos ele-mentos una comunicacioacuten inigualable irrepetible donde se premia la fidelidad creativa Hasta aquiacute la ana-logiacutea funciona maacutes o menos pero hay un momento en que eacutesta se vuelve insuficiente Se puede caer faacutecil-mente en la laquoeventualidadraquo del momento es decir que lo que se ha hecho es laquointerpretarraquo laquotocarraquo una pieza musical o como se diriacutea en ingleacutes laquojugarlaraquo (to play

it) La escritura sin embargo llama a algo maacutes pro-fundo a la transformacioacuten de vida a vivir de un mo-do iacutentegro las veinticuatro horas del diacutea siete diacuteas a la semana La esteacutetica del momento no puede paralizar el proceso de transformacioacuten intenso que este acerca-

3 Thomas Merton Leer la Biblia Una gran aventura espiritual Barce-lona Oniro 1999 12-3

4 Ibiacuted 224

miento tiene como meta uacuteltima de la interpretacioacuten Por esto se ha propuesto un ejemplo maacutes claro que haga justicia a este acercamiento En este caso se ha elegido un texto como el de la Constitucioacuten america-na con su sentido de laquoenactmentraquo es decir de cum-plimiento de puesta en praacutectica para que se verifique el contenido y espiacuteritu de lo expresado5

Esta forma de leer el texto biacuteblico laquohellipwill be a cul-ture also characterized by risk struggle and new found

freedom because there is no scientific method to guar-antee assured results when the goal is human trans-formation by authentic performanceraquo6 Y de nuevo volvemos a Merton laquoLa afirmacioacuten baacutesica de la Biblia acerca de la palabra de Dios no se refiere pues al hecho de que el creyente deba aceptarla ciegamente en virtud de la autoridad divina sino a la circunstan-cia de ser una palabra reconocible por su poder transfor-

mador y liberador7raquo

Quizaacutes de forma raacutepida pero necesaria es impor-tante resaltar que si queremos conocer a fondo el sig-nificado de lo que es la perspectiva biacuteblica de la co-munidad cristiana tenemos que ser parte de la mis-ma Y no soacutelo parte sino implicados hasta que nos duela experimentar lo que el texto ya anunciaba No se trata de laquojugar a interpretarraquo si no de vivir para comprender y gustar8

II Comunidad una perspectiva biacuteblica-creyente

Al hablar de la comunidad se ha de partir por de-fecto del Antiguo Testamento Como bien dice Donald Senior laquoNo fue necesario que Jesuacutes fundara una igle-sia porque ya existiacutea en la comunidad de Israel Dios estaba ya forjando un pueblo daacutendole un destino y

5 Ibiacuted 229

6 Ibiacuted 248 laquohellipdaraacute a luz una cultura caracterizada por el riesgo la lucha y una nueva forma de libertad ya que no existe un meacutetodo cientiacutefico que garantice los resultados cuando la meta es la trans-formacioacuten humana a traveacutes de una interpretacioacuten auteacutenticaraquo

7 Merton 18

8 Durante el encuentro tuvimos oportunidad de repasar ciertos pun-tos de la ponencia con los asistentes Una criacutetica que se hizo a esta presentacioacuten es la afirmacioacuten (cito de memoria) de que lsquosoacutelo puede conocerse a fondo el mensaje comunitario del NT si se estaacute dentro de la comunidadrsquo Ciertamente que las demandas de Jesuacutes se pue-den conocer y valorar sin ser parte de su grupo (y por ello mismo rechazarlas por su radicalismo o por estar en contra de ellas) A lo que yo me refiero es que seguacuten me involucro en el objeto asiacute lo co-nozco Podemos teorizar acerca de lo que significa ser comunidad pero a menos que la vivamos (al nivel que sea) no descubriremos aacutereas y matices que permanecen ocultos al mero espectador

8 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

sacaacutendole de la muerte para llevarle a la vida9raquo Y lo cierto es que la comunidad cristiana primitiva se comprende a siacute misma muy pronto como la ekklesia

tou theou (Flp 36 Gaacutel 113) derivada del qahal Yahve con el que Israel es designado en el AT como pueblo de Dios congregado para el culto Es muy probable que fuera el grupo helenista el responsable de esta de-signacioacuten con lo que se quisiera enfatizar no soacutelo con-tinuidad si no de discontinuidad con la historia ante-rior debido su fuerte eacutenfasis en la ley10 laquoLa comuni-dad primitiva adoptoacute con la mayor naturalidad tiacutetulos del pueblo de Dios en el antiguo testamento y se los aplicoacute a siacute misma y a sus miembros11raquo De esta manera la comunidad recibe el tiacutetulo de laquolos santosraquo (Rom 15 23 1 Co 84 etc) laquolos elegidosraquo (Mc 1320) con lo que se expresa una conciencia de representar al pueblo es-catoloacutegico de Dios12

Esta conciencia de ser pueblo de Dios lleva a la comunidad cristiana a una praacutectica de vida que en mi opinioacuten se puede resumir en los siguientes puntos que son imprescindibles y baacutesicos para cualquier comu-nidad cristiana que quiera ser fiel al mensaje de Jesuacutes Son caracteriacutesticas que se solapan que no son inde-pendientes unas de otras pero por mor de la claridad se presentan en distintos apartados

Como ya hemos comentado existen muchas for-mas de comunidad o mejor dicho la comunidad puede

adquirir muchas formas pero estos elementos son im-prescindibles Dentro de cada uno de los apartados y tratando de ser fiel al tiacutetulo de esta serie de conferen-cia expondreacute tanto las oportunidades como los peli-

gros inherentes a ellos

A Una comunidad que anuncia el reino de Dios

Se trata de hacer visible en el aquiacute y el ahora el mensaje del reino de Dios Esto lo hace la comunidad de manera espontaacutenea impelida por el Espiacuteritu Santo Lejos de referirse a una ideologiacutea que hay que planifi-car minuciosamente este anuncio del reino es la con-

9 Donald Senior laquoEncontrando las huellas de Dios en el camino ini-ciado en la Bibliaraquo (traduccioacuten adaptada del original ingleacutes publi-cado en Church Summer 1999) httpwwwcisocclhtmlnov01htm (14102005)

10 No es tema de esta conferencia entrar en una discusioacuten detallada de este interesante toacutepico Pare ello referimos al lector a Ludger Schenke La comunidad primitiva Salamanca Siacutegueme 1999 en es-pecial a su capiacutetulo 5

11 Schenke La comunidad primitiva 126

12 Lohfink La iglesia que Jesuacutes queriacutea Dimensioacuten comunitaria de la fe

cristiana (3ordf ed) Bilbao Descleacutee de Brouwer 1998 87-88

crecioacuten actual e histoacuterica en la vida de sus suacutebditos La soberaniacutea de Dios se refleja en la vida de los miembros de la comunidad en su solidaridad su eacuten-fasis en la fraternidad de hermanos y hermanas don-de sobra todo tiacutetulo de poder y autoridad (Mc 1029)13 laquoLa fraternidad surge en la historia alliacute donde el Espiacute-ritu de Dios elimina la loacutegica de Adaacuten y todas sus consecuencia personales y sociales14raquo

La vida en comunidad que nos propone el libro de los Hechos aunque un tanto idealizada como en todo relato de los comienzos surge de esta nueva realidad que nace y se reproduce en el corazoacuten de las personas y que se concreta en la vida diaria Lejos de ser una conversioacuten interna e individualista el reino de Dios hace que la pequentildea semilla se transforme en un gran aacuterbol La necesidad de reunirse por las casas (Hch 246 cf Mc 1412-16) compartir no soacutelo la tradi-cioacutenensentildeanza de los apoacutestoles sino el comer surgen de esta conversioacuten a lo nuevo que sin embargo esta en continuidad con la praacutectica de Jesuacutes15

Un estudio del teacutermino koinocircn (laquocomuacutenraquo de ahiacute laquocompartirraquo laquocomuacuten-unioacutenraquo etc) y derivados nos muestra que la idea de compartir no era nueva sino que teniacutea un gran arraigo en el mundo heleno Pitaacutego-ras reconoce un orden coacutesmico que se refleja en el or-den humano En ese estado primigenio no existiacutea propiedad privada Platoacuten consideraba la propiedad privada como raiacutez de todo mal ya que lleva indefecti-blemente al deseo egoiacutesta de poseer maacutes la avaricia (pleonexiacutea)16 aunque experimentoacute en carne propia la dificultad de llevarlo a cabo en su propia vida De esta manera concluye que soacutelo dios y los hijos de los dio-ses pueden vivir en esta comunidad de bienes espo-sas e hijos (Leg V 739d) Aristoacuteteles toma una postu-ra maacutes realista e individualista y analiza los peligros de llevar a cabo la propuesta de Platoacuten (Pol II 2 1261a) laquoNo puede existir la imposicioacuten de la comuni-dad y la unidad en el estado sino que se debe llevar a cabo por medio de la educacioacutenraquo (Pol II 5 1263)

Es con los ciacutenicos que las propuestas de Platoacuten en-cuentran base en la naturaleza El ciacutenico Crates afirma que laquoentre amigos todo es comuacutenraquo El estoicismo to-ma una viacutea maacutes moderada y permite asiacute la propiedad

13 Para un interesante comentario de este verso G Lohfink La igle-

sia que Jesuacutes queriacutea 51s

14 Antonio Gonzaacutelez Reinado de Dios e imperio Ensayo de teologiacutea so-

cial Santander Sal Teacuterrea 2003 200

15 Cf Hechos 432 y Lucas 81-3

16 Friederich Hauck laquoKoinoacuteshellipraquo Theological Dictionary of the New Tes-

tament vol III Gerhard Kittel (ed) Grand Rapids Eermands 1989 792

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 9

privada Los neopitagoacutericos buscan la libertad interna que les permite laquono poseer nada y auacuten asiacute ser duentildeos de todoraquo17

La comunidad cristiana que teniacutea ejemplos concre-tos de mancomunidad provenientes tanto del mundo heleno como del judaiacutesmo (esenios therapeutae aun-que eacutestos viviacutean como comunidad con el propoacutesito del estudio piados de la escritura) vive su praacutectica como resultado del soplo del Espiacuteritu Santo (Hch 2) No es un movimiento econoacutemico en el sentido de que sea una economiacutea de tipo comunista tampoco es legal en el sentido de una socializacioacuten constitucional de la propiedad y tampoco es filosoacutefico en el sentido de imitacioacuten del orden natural de las cosas como ocurre con los ciacutenicos18 Como afirma Hauck el verbo elegen (laquonadie deciacutea ser suyohellipraquo Hch 432) contiene un laquosub-jective sense of fellowshipraquo19

La oportunidad que se ofrece a la iglesia es la de una posibilidad de vida maacutes solidaria contraria al flujo individualista y de poder que se ha erigido en modelo de convivencia al menos en gran parte del mundo oc-cidental Este idealismo necesario es oportunidad norte al que mirar y hacia el que caminar Todo lo que sea construir en esa direccioacuten (solidaridad renuncia a la violencia al individualismo egoacutelatra etc) es estar en la senda cristiana guiados por el mismo Espiacuteritu que impelioacute a los primeros disciacutepulos En ella la igle-sia se reconoce como tal como mensajera den las bue-nas nuevas de que el Reino estaacute entre nosotros20

Este ideal de comunidad se convierte en peligro cuando entra el desaacutenimo cuando no se ha medido bien el precio de tal empresa (Lc 1428) y se olvida que comunidad es tambieacuten dedicacioacuten y trabajo arduos pues es luchar contra el egolaacutetrico yo que se quiere imponer a toda costa Tambieacuten cuando el ideal no deja reconocer la realidad pero ese es tema que auacuten hemos de tratar

B Fraternidad inclusiva

Identificarse como pueblo de Dios no libra de eli-tismos y etnocentrismos La historia de la primitiva iglesia es buen ejemplo de ello A los que acusan a Lu-cas-Hechos de excesivo triunfalismo hay que recor-darles la inclusioacuten de periacutecopas donde se acentuacutea la limitacioacuten humana de la comunidad (Hch 51-11 61)

17 Esta afirmacioacuten de Filostrato se parece mucho a la que encontra-mos en 2 Corintios 610

18 Hauck laquoKoinoacuteshellipraquo 796

19 Ibiacuted

20 Lohfink La iglesia 65-6

En ellas se recoge el duro aprendizaje que la comuni-dad del Espiacuteritu tiene que llevar a cabo en su vivencia diaria Esa comunidad tiene que estar abierta a todos y todas pues no hay exclusiva para con Dios La co-munioacuten de mesa es uno de los elementos maacutes descon-certantes para el lector actual que se acerca al texto de los Hechos Pues la laquoforma de comer vincula con el propio cuerpo y con su historia21raquo Tenemos claros ejemplos de esta cercana relacioacuten entre comida y valo-res eacutetnicos histoacutericos y religiosos en el libro de Leviacuteti-co (coacutedigo de santidad) el mandamiento de celebra-cioacuten de la Pascua judiacutea (el simbolismo de cada plato) el libro de Daniel (los joacutevenes que no se mancillan con la comida extranjera) a las cartas paulinas (Romanos 14 1 Corintios 8 etc)22 En la comunioacuten de mesa por su forma de comer es donde Israel se identifica como diferente del resto Es su forma de separarse de entre los pueblos y es justamente ahiacute en el centro simboacutelico de su valor donde el Espiacuteritu de Dios viene a abrir y transformar los conceptos Los capiacutetulos 10 y 11 del libro de los Hechos no expresan tanto la conversioacuten del temeroso de Dios y gentil Cornelio como la con-versioacuten de Pedro (y por ende el comienzo de la con-versioacuten de la iglesia de Jerusaleacuten) a la visioacuten inclusiva del Reino de Dios

Creo que es importante resaltar un pequentildeo deta-lle en el relato del capiacutetulo 11 justo despueacutes de que Pedro haya calmado las preguntas de la asamblea (Hch 1119-21) laquoAhora bien los que habiacutean sido es-parcidos a causa de la persecucioacuten que hubo con mo-tivo de Esteban pasaron hasta Fenicia Chipre y An-tioquiacutea sin hablar a nadie la palabra sino solo a los judiacuteos Pero habiacutea entre ellos unos de Chipre y de Ci-rene los cuales cuando entraron en Antioquiacutea habla-ron tambieacuten a los griegos anunciando el evangelio del Sentildeor Jesuacutes Y la mano del Sentildeor estaba con ellos y gran nuacutemero creyoacute y se convirtioacute al Sentildeorraquo

Es casi iroacutenico pensar que mientras las grandes ca-bezas pensantes del moviendo de Jesuacutes ubicados en Jerusaleacuten disputaban acerca de la conveniencia o no de la inclusioacuten de los gentiles en la comunidad de fe

21 Rafael Aguirre La mesa compartida Estudios del Nuevo Testamento

desde las ciencias sociales Santander Sal Teacuterrea 1994 27

22 Recientemente (septiembre de 2005) se emitioacute un documental en la 2 de TVE en que se hablaba de los cambios dieteacuteticos en la pobla-cioacuten de los paiacuteses en viacuteas de desarrollo como consecuencia de su mayor poder econoacutemico Un padre de familia chino entrevistado hablaba con orgullo coacutemo su hija en edad de contraer matrimonio habiacutea engordado considerablemente a causa de su mejora en esta-tus social lo que les permitiacutea ahora acercarse al mundo de los res-taurantes de comida raacutepida iexclIncluso comer laquocomida basuraraquo se ha convertido en un siacutembolo de prosperidad econoacutemica y social laquoDi-me queacute comes y te direacute quieacuten eresraquo

10 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

los laquodon nadiesraquo aquellos de quienes ni siquiera co-nocemos su nombre misioneros anoacutenimos fueron los primeros en entender que laquoDios no hace distincioacuten de personasraquo De alguna manera Dios teniacutea ya guardado un laquoplan Braquo en caso de que la comunidad de Jerusaleacuten no afrontara la realidad con una buena dosis de ries-go

La oportunidad es crear una comunidad abierta que acoge a aquellos que la sociedad no suele acoger con gusto No es extrantildeo pues que en nuestras comunida-des tengamos personas con problemas sociales impor-tantes debilidades y carencias profundas La comuni-dad es oportunidad de vida para el marginado y oportunidad para los cristianos de conocer y relacio-narse con las personas de manera maacutes profunda23 Es oportunidad de crear una sociedad alternativa que se verifica en el diacutea a diacutea G Lohfink acertadamente apunta a otro teacutermino que fortalece el sentido de co-munidad de una forma diferente a koinoniacutea que en ocasiones puede entenderse de forma excesivamente estructural Se trata de la expresioacuten de reciprocidad allecirclocircn (laquounos a otrosraquo)24 De esta reciprocidad deviene el concepto de edificacioacuten (oikodomein) que tan popu-lar se ha hecho en el mundo pietista donde se ha cul-tivado de forma maacutes individualista Sin embargo en las cartas paulinas esta terminologiacutea se refiere al con-junto de la comunidad que de esta forma se convierte ella toda en responsable de que este ideal se lleva adelante Se podriacutea ahondar mucho maacutes en todo este entramado pero me imagino que las siguientes confe-rencias construiraacuten sobre este tema desde puntos de vista maacutes teoloacutegicos y pastorales por lo que huelga alargarnos aquiacute

Un peligro es diluirnos por ese afaacuten de querer lle-gar a todos Entonces no anunciariacuteamos ya un mensa-je renovador si no que la iglesia se vuelve un equipo de atencioacuten primaria o como si de un departamento de ofertas religiosas se tratara especializada en el aacuterea de la soledad y la depresioacuten25 Se trata de una vivencia

comunitaria de transformacioacuten no de un servicio a do-micilio La comunidad de fe no puede regalarle a la persona aquello que no le pertenece la salvacioacuten el perdoacuten la reconciliacioacuten con Dios pero si puede crear el espacio adecuado para que la persona tenga ese en-

23 Lejos de ser una entelequia no hay maacutes que echar un vistazo a las profundas reflexiones de Henri J M Nouwen En el nombre de Jesuacutes y El sanador herido para darse cuenta de que una comunidad que no acompantildea al herido y aprende de eacutel es incapaz de un diaacutelogo veraz con Dios en oracioacuten (En el nombre de Jesuacutes 25ss)

24 Lohfink La iglesia 110s

25 Lohfink La iglesia 12

cuentro con el Dios perdonador que habita en medio de su pueblo por medio de su Espiacuteritu

C Comunidad teoloacutegica

No se trata soacutelo una praacutectica social o grupo de au-to-ayuda se trata de una comunidad que estudia y se abre a las escrituras que es fiel a la doctrina No se aferra a eacutesta como si su vida dependiese de su fideli-dad a la letra sino que se esfuerza por vivir de mane-ra consecuente lo que entiende a la luz de su estudio y praacutectica cotidiana con la ayuda del Espiacuteritu que las ha dado haacutelito Hace ademaacutes un esfuerzo por entender el mundo y la sociedad que le rodean para asiacute servir al proacutejimo de manera maacutes efectiva Una comunidad que laquoescucharaquo y reflexiona maacutes que habla

Es una comunidad que se reuacutene alrededor de la doctrina y los siacutembolos que dan sentido a su praxis y ortodoxia Se trata por tanto de una comunidad que celebra a la vez que escudrintildea estudia las escrituras (Hch 24246) que se caracteriza por la alegriacutea pues sabe en quieacuten ha depositado su confianza (Flp 16 2 Tim 112) Se trata de una comunidad que se abre a su influencia y se convierte a su Autor a medida que en-tiende maacutes el mensaje de la escritura La escritura no es en uacuteltimo lugar un cuerpo de doctrina que hay que guardar y defender a toda costa sino la guiacutea que nos acerca maacutes al corazoacuten de Dios mediada por su Espiacuteri-tu santo

La oportunidad es que la comunidad sea relevante a la sociedad que dice querer servir Conocer sus escri-turas estaacute fuertemente unido a conocer la problemaacuteti-ca humana pues ellas dan testimonio de cuaacuten fraacutegil y orgulloso es el ser humano pero que afortunadamen-te hay solucioacuten a este dilema La oportunidad es para la comunidad el escuchar sin dar respuestas pre-cocinadas Es verse reflejada en las paacuteginas de la escri-tura y celebrar al mismo tiempo su salvacioacuten por me-dio de los siacutembolos de liberacioacuten Es por ello que la Palabra estaacute tanto en medio de la comunidad como frente a ella

El peligro es encerrarse en su propio mundo tra-tando de resolver los problemas del mundo sin prin-garse de lodo Una comunidad asiacute no se ha ganado el respeto de la sociedad a hablar ni tampoco representa el ideal cristiano de encarnacioacuten26 Se tratariacutea de que-

26 En el antildeo 260 cuando la peste se ceboacute con Alejandriacutea su obispo Dionisio escribioacute una carta que recoge Eusebio en su Historia Ecle-

siaacutestica VII 22 en la que se habla de la ejemplar actuacioacuten de los cristianos que acogiacutean a los moribundos en ocasiones hasta pade-cer y morir ellos mismos a causa de las enfermedad contraiacuteda mientras que los paganos echaban de casa incluso a sus allegados contagiados con tal de no verse ellos mismos en peligro En VII

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 11

rer ser laquosantaraquo a toda costa incluso a costa del her-mano o hermana moribundos pero esa santidad ya ha perdido su caraacutecter transformador y de contagio La sal ha perdido su sabor y sus propiedades aunque de lejos auacuten parece sal

D Comunidad escatoloacutegica

Se trata de una comunidad que espera la consuma-cioacuten final pero que no se queda perdida en la nada en el interim laquoLa espera escatoloacutegica de la comunidad primitiva fue una auteacutentica espera del futuro pero es-te futuro era tan inminente que podiacutean sentirse sus efectos que determinaban el presente27raquo El paso de los siglos puede que haya atenuado el celo original pero la comunidad de hoy no puede asentarse en esta sociedad de tal manera que pierda de vista la alterna-tiva de vida que ha de propugnar Conoce y experi-menta la realidad del conocido sanctus et peccator y por ello se aplica a la hora de tratar con sus miembros y los de afuera donde ejerce una laquodivina pacienciaraquo Se sabe en camino pero auacuten no completa en su praacutectica y expresioacuten y es por ello que actuacutea con humildad y una dosis de modestia Quizaacutes necesitamos maacutes de este mensaje y no tomarnos a nosotros mismos tan en se-rio Esta falta de capacidad de reiacuterse de uno mismo puede que sea una de las razones por la que la comu-nidad cristiana en ocasiones no estaacute abierta a aprender de los que no son sus miembros

Cuando la comunidad pierde de vista su valor temporal no absoluto es cuando sucumbe a la tenta-cioacuten de asentarse por cualquier medio La esperanza escatoloacutegica tiene que mirar al futuro inminente a tra-veacutes del filtro de la cruz de Jesuacutes sin cuya muerte y re-surreccioacuten no hubiera sido posible tal esperanza Los repetidos anuncios de muerte que Jesuacutes hace a sus disciacutepulos en el evangelio de Marcos resaltan una vez maacutes la falta de entendimiento de laquoestar en ondaraquo con el maestro (Mc 827-35 930-50 1032-45) Eacutestos se quieren asentar colocar en el poder mientras que el ejemplo del maestro es otro28 El servicio se hace yendo (Mt 107-8) en seguimiento de Jesuacutes cercano a eacutel laquoLa conclusioacuten que se desprende de todo lo dicho es muy clara no hay fe donde no hay seguimiento de Jesuacutes y

228 dicersquoAsiacute partieron de esta vida nuestros mejores hermanos Algunos de ellos eran ancianos y diaacuteconos o sencillamente gente del pueblo todos ellos muy apreciados y elogiados pues este tipo de muerte por la mucha piedad y poderosa fe que conlleva en nin-guacuten aspecto parece inferior al martiriorsquo

27 Schenke La comunidad 119

28 Ver los interesantes comentarios al respecto de R Aguirre Ensayo

sobre los oriacutegenes del cristianismo De la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la reli-

gioacuten domeacutestica de Pablo Estella Verbo Divino 2001 170-173

no hay seguimiento de Jesuacutes donde no hay movimien-toraquo29

La oportunidad es vivir hoy con la esperanza de un futuro glorioso que condiciona el ahora La tempora-lidad de cada uno de nosotros de la comunidad de fe en siacute frente a la inconmensurabilidad de Dios nos ayuda a poner las cosas en perspectiva y a ser creati-vos sin temor a equivocarnos La escatologiacutea puede ayudarnos a quitar esas maacutescaras que intentan que la comunidad de fe sea algo menos que humana y maacutes que divina El laquoya pero todaviacutea noraquo tintildee de esperanza y humildad a esa comunidad que se dedica al servicio de aquellos que llama a ser partiacutecipes de las promesas de Dios en Cristo Jesuacutes

El peligro es perder el valor de la temporalidad y querer establecerse en el poder terrenal Es en esos momentos que la comunidad de fe tiene que recupe-rar la visioacuten de la cruz de Jesuacutes y entender que la vic-toria soacutelo viene de mano de una derrota anterior la del cordero sin mancha como inmolado de pie en me-dio del trono (Apo 56) Si la comunidad pierde de vis-ta que estaacute en traacutensito seraacute propensa a absolutizar sus pretensiones

III Conclusiones

Volvemos de nuevo a la analogiacutea de la interpreta-cioacuten musical Naturalmente que uno puede disfrutar de una buena pieza musical sin leer muacutesica Pero para disfrutarla maacutes plenamente uno tiene que sentirla y dejarse llevar por eacutesta Existe una diferencia abismal entre estar en casa a solas y escuchar una buena gra-bacioacuten a estar en un auditorio y saborear el evento en carne propia junto a otras personas que tambieacuten parti-cipan del evento

Algunos cuestionaron a Jesuacutes indirectamente en el cuarto evangelio a causa de la doctrina que proponiacutea siendo eacutel persona sin estudio formal (715) a lo que Jesuacutes responde que lsquoEl que quiera hacer la voluntad de Dios conoceraacute si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuentarsquo (Juan 717)

Podemos teorizar y estudiar los textos que nos hablan del significado de laquocomunidadraquo hasta quedar-nos sin habla pero lo que propongo es un acercamien-to a primera vista maacutes pragmaacutetico pero que de hecho se ajusta a la forma en que conocemos la realidad a nuestro alrededor esa realidad que nos esculpe y nos hace ser lo que somos diacutea a diacutea Si de veras queremos

29 Joseacute Mariacutea Castillo El seguimiento de Jesuacutes Salamanca Siacutegueme 1998 20

12 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

acercarnos a los modelos biacuteblico-cristianos de comu-nidad no hay otra manera de hacerlo que arriesgaacuten-donos a vivir esa comunidad en el diacutea a diacutea experi-mentado en carne lo que los textos anuncian a viva voz Conoceremos en la medida en que estemos dis-puestos a ser parte de esa comunidad imperfecta que sin embargo me hace hueco y que ya ha sido santifi-cada por Dios Conoceremos tanto como estemos dis-puestos a darnos pues en eacutesta como en tantas otras situaciones de la vida no existe foacutermula maacutegica algu-na sino la de la entrega y renuncia totales

Una advertencia maacutes Sea cual fuere el modelo de comunidad que queremos llevar a cabo debemos estar atentos a estas sabias palabras30

Los que aman su suentildeo de comunidad maacutes que a la

misma comunidad llegan a ser destructores de la comu-

nidad

30 D Senior al comentar acerca de la advertencia de D Bonhoeffer sobre aquellos que desean vivir una comunidad cristiana basada en suentildeos irreales en laquoEncontrando las huellashellipraquo 9

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 13

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Iglesia y Reino de Dios Antonio Gonzaacutelez

La tesis de que la iglesia no se debe identificar con el reino de Dios es casi un lugar comuacuten en la teologiacutea contemporaacutenea La tesis es en buena medida correc-ta Sin embargo la cuestioacuten crucial consiste en deter-minar cuaacutel es la relacioacuten entre la iglesia y ese reinado iquestSe trata simplemente de que la iglesia ldquoanunciardquo el reino de Dios como sostendriacutean las posturas maacutes tra-dicionales iquestO se trata maacutes bien de que la iglesia ldquopromueverdquo aquellas iniciativas socio-poliacuteticas que considera maacutes apropiadas para que el reino de Dios se acerque como se diriacutea desde posiciones maacutes progre-sistas iquestSon estas posiciones tan distintas o compar-ten muchos presupuestos comunes iquestY hay acaso otras maneras de pensar la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios Evidentemente para aclarar estas cues-tiones es esencial que comencemos preguntaacutendonos por determinar queacute es lo que se quiere decir cuando se habla de un reino de Dios

1 El reinado iquestde Dios

En el canon la Biblia hebrea la idea de que Dios re-ina sobre su pueblo aparece por vez primera en Ex 1518 Se trata de un pasaje crucial que nos puede ilustrar en gran manera sobre el sentido profundo del reinado de Dios Tras el hundimiento del ejeacutercito del faraoacuten en las aguas del Mar de los Juncos Moiseacutes y su hermana Miriam entonan sendos cantos triunfales Pues bien al final su canto Moiseacutes proclama ldquoel SE-NtildeOR (YHWH) reinaraacute por siempre jamaacutesrdquo Lo que se afirma es justamente que el pueblo que ha salido de Egipto ya no estaacute bajo la soberaniacutea del faraoacuten sino ba-jo la soberaniacutea de Dios Dios reina sobre ese pueblo Se ha convertido en su gobernante porque ha arreba-tado a ese pueblo de la soberaniacutea del faraoacuten y lo ha situado bajo su propia soberaniacutea El reinado de Dios no es en el canto de Moiseacutes algo abstracto utoacutepico o meramente trascendente El reinado de Dios tiene lu-gar ya en la historia Dios reina alliacute donde el faraoacuten ya no reina y donde sorprendentemente tampoco Moi-seacutes se convierte en rey Si Dios reina otros no reinan El que Dios reine entrantildea el cuestionamiento de toda forma humana de dominacioacuten De ahiacute que la ley del Sinaiacute disentildee una sociedad altamente igualitaria que en principio no cuenta con la necesidad de una mo-narquiacutea y en la que se preveacuten distintos sistemas para reducir la aparicioacuten de desigualdades econoacutemicas

Desde el punto de vista de la exeacutegesis histoacuterico-criacutetica se ha sentildealado la posibilidad de que los textos en los que se habla de la monarquiacutea divina sean maacutes bien tardiacuteos Algunos sostienen que el texto maacutes anti-guo en el que aparece la idea de Dios (YHWH) como rey estaacute en el libro de Isaiacuteas cuando eacuteste proclama que ha visto ldquoal rey y Sentildeor de los ejeacutercitosrdquo (Is 65) El ca-raacutecter tardiacuteo de estos textos no deja de ser sorpren-dente si tenemos en cuenta que en los textos de Uga-rit ya se consideraba en maacutes de una ocasioacuten a los dio-ses como reyes Ahora bien en estos casos la desig-nacioacuten de la divinidad como ldquoreyrdquo no teniacutea una fun-cioacuten criacutetica sino maacutes bien legitimadora el monarca local apareciacutea como representante de la divinidad a la que tambieacuten serviacutea como administrador del templo La figura biacuteblica del Melquisedec tanto rey como sa-cerdote del ldquodios altiacutesimordquo puede ser considerada como caracteriacutestica del sistema poliacutetico y religioso de las ciudades cananeas En ellas el reinado de un dios no era maacutes que una forma de introducir al rey en la esfera divina y asiacute legitimar su poder Precisamente por ello Israel habriacutea sido reacio a utilizar el teacutermino ldquoreyrdquo para aplicarlo a Dios por maacutes que la idea del pueblo gobernado directamente por Dios podriacutea ser muy anterior a la introduccioacuten de la monarquiacutea En cualquier caso cuando finalmente el teacutermino ldquoreyrdquo se aplica a Dios en el contexto israelita las connotaciones criacuteticas parecen predominar sobre las legitimadoras que Dios reine es siempre un desafiacuteo para toda forma humana de igualdad o de dominacioacuten1

Desde un punto de vista sistemaacutetico es importante preguntarse cuaacutel es la razoacuten de que una misma idea (Dios como rey) pueda servir para dos fines tan opuestos entre siacute Y es que para entender queacute significa concretamente el reinado de Dios no basta con afirmar la realeza de Dios sino que hay que sentildealar en queacute manera se ejerce su funcioacuten real De hecho muchas de las dificultades que algunos teoacutelogos encuentran con la idea de un reinado de Dios se deben precisamente a su opcioacuten previa por una idea concreta de queacute sea la soberaniacutea real y cuaacutel es su forma de ejercicio Sin em-bargo la idea de que Dios reina se puede entender de formas muy diversas Aquiacute una cuestioacuten decisiva es la

1 Cf N Lohfink bdquoDas Koumlnigtum Gottes und die politische Machtldquo en su Das Juumldische am Christentum 2ordf ed Freiburg im Brisgau 1989 pp 71-102

14 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

de la mediacioacuten si se entiende que la soberaniacutea de Dios ha de estar mediada inmediatamente la idea de un reino de Dios se convierte en legitimadora de las ins-tancias mediadoras Asiacute por ejemplo en el caso de los pequentildeos reinos cananeos los reyes-sacerdotes serviacute-an precisamente como mediadores en la relacioacuten entre los dioses que eran considerados como ldquoreyesrdquo y su pueblo Y justamente por ello los reyes-sacerdotes quedaban encumbrados a una posicioacuten sagrada en la que tambieacuten se legitimaba su poder En cambio en la medida en que se afirme la posibilidad de una rela-cioacuten directa con Dios con independencia del palacio y del templo se pone en entredicho la necesidad de mediadores sacralizados y se apunta hacia la igual-dad fundamental de todos los miembros del pueblo que Dios rige Esta uacuteltima parece haber sido la opcioacuten predominante en Israel donde no soacutelo se privilegian mediadores distintos del rey (sacerdotes profetas) sino que tambieacuten se afirma (desde los relatos patriar-cales) la posibilidad de una relacioacuten no mediada con Dios

Es importante reconocer sin embargo la ambi-guumledad de la concepcioacuten israelita del reinado de Dios La introduccioacuten de la monarquiacutea en tiempos de Sauacutel y David pudo ser valorada como una traicioacuten a los idea-les originales de Israel un monarca significa un ejeacuterci-to permanente y una corte y la consiguiente des-igualdad entre los miembros del pueblo de Dios No soacutelo eso la monarquiacutea implica que Israel deja de ser un pueblo distinto para convertirse al menos en este aspecto en un pueblo como los demaacutes afectando sen-siblemente a su misioacuten en el mundo Pero lo maacutes gra-ve es que la introduccioacuten de la monarquiacutea significa que Dios es rechazado como rey de su pueblo (1 Sam 8) Aquiacute se plantea claramente la alternativa caracte-riacutestica de Israel o reina Dios o reina un rey humano (1 Sam 87) Sin embargo esta alternativa radical pue-de suavizarse Dios puede utilizar las decisiones erra-das para llevar adelante sus planes Tras el rechazo del primer rey Sauacutel Dios aparece al lado de David estableciendo y confirmando su dinastiacutea Ello no sig-nifica sin embargo que la perspectiva de un reinado de Dios desaparezca Los libros de Croacutenicas presentan a los gobernantes de Israel como personajes que se han sentado en el trono de Dios sobre su pueblo (1 Cr 1714 285 2923 2 Cr 98) Sin duda la idea de un go-bierno ldquovicariordquo del rey en el puesto de Dios puede funcionar como poderoso instrumento de legitima-cioacuten Pero al mismo tiempo introduce un permanen-te elemento criacutetico el reinado pertenece propiamente a Dios y no a los reyes De ahiacute que eventualmente ese reinado pueda ser reclamado por su auteacutentico propie-tario Y de hecho la historia de la monarquiacutea israelita

presenta buenas ocasiones para que el auteacutentico sobe-rano reclame sus derechos reales Y esto da lugar a una extrantildea tensioacuten en la concepcioacuten del reinado de Dios en la Biblia hebrea

Por un lado el diagnoacutestico de los llamados histo-riadores ldquodeuteronomistasrdquo y de los profetas coincide en atribuir a los reyes de Israel y de Judaacute una respon-sabilidad muy especial en el hundimiento de los dos reinos que culmina con las invasiones de los imperios de Asiria y de Babilonia Los reyes habriacutean sido los principales impulsores de las injusticias y de las idola-triacuteas que terminaron en una cataacutestrofe experimentada como un abandono por parte de Dios y en definitiva como un castigo divino De esta experiencia surge na-turalmente la esperanza de que Dios volveraacute a reinar directamente sobre su pueblo como en los tiempos fundacionales de Israel repitiendo las experiencias de la salida de Egipto el camino por el desierto y los primeros tiempos en la tierra prometida cuando so-lamente Dios era el rey de Israel Los dirigentes de Is-rael seraacuten sustituidos por el verdadero propietario de la tierra prometida y por el verdadero rey de su pue-blo Por otra parte el modelo de un rey como David pecador pero nunca idoacutelatra y las promesas dirigidas hacia su dinastiacutea posibilitan el hecho de que las espe-ranzas judiacuteas se dirijan no soacutelo hacia un reinado de Dios sino tambieacuten hacia el reinado de un descendien-te de David que restaure su dinastiacutea y lleve al pueblo a una era definitiva de esplendor Estas dos esperan-zas aunque puedan ser compartidas por los mismos grupos o expresadas en los mismos textos (como por ejemplo Ez 34) no dejan de contener en siacute mismas una tensioacuten no resuelta entre el reinar directo de Dios y la aparicioacuten de figuras mesiaacutenicas que reinan en su nombre y que se sientan en su trono2

Ciertamente el trasfondo de la Biblia hebrea es de-cisivo para entender correctamente el mensaje de un Jesuacutes al que los evangelios presentan anunciando la llegada inminente del reinado de Dios Jesuacutes anuncia que Dios va a volver a reinar directamente sobre su pueblo como habiacutea hecho al liberarlo de Egipto y trasladarlo a la tierra prometida Esto significa ob-viamente que el exilio ha llegado propiamente a su fin y que los pecados que impediacutean ese final del exilio estaacuten siendo perdonados3 No es extrantildeo dado el tras-fondo de la concepcioacuten hebrea del reinado que el

2 Siacutentoma de esta tensioacuten es el hecho de que Ezequiel no llame ldquoreyrdquo al futuro gobernante daviacutedico sino solamente ldquopriacutenciperdquo (na-

siacute Ez 3424)

3 Cf N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 268-274

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 15

propio papel de Jesuacutes no resulte inicialmente nada claro Jesuacutes no parece favorecer el tiacutetulo de Mesiacuteas pa-ra siacute mismo sino maacutes bien el de ldquohijo del hombrerdquo Se trata como es sabido de un tiacutetulo que en el contexto del libro de Daniel pretende contrastar con el caraacutecter bestial de los imperios que se disputan el gobierno mundial (Dn 7) Pero es un tiacutetulo que de ninguacuten modo subraya el gobierno monaacuterquico del que lo porta sino que maacutes bien abre la perspectiva de un gobierno con-junto de todo ldquoel pueblo de los santos del altiacutesimordquo Y es que el anuncio de Jesuacutes sobre el reinado de Dios no parece haber ido unido a la idea de una restauracioacuten del estado de Israel en la que Jesuacutes mismo pudiera aparecer como el rey ungido (=Mesiacuteas) al frente de una nueva monarquiacutea daviacutedica Al contrario en Jesuacutes se mantiene la idea originaria de Israel de un pueblo distinto gobernado por Dios y en este sentido desti-nado a no reproducir el modelo de gobierno propio de las demaacutes naciones (Lc 2224-30) Dicho en otros teacuterminos el anuncio de Jesuacutes sobre el reino de Dios mantiene la idea hebrea de un reinar directo de Dios sobre su pueblo y de esta manera nos plantea la pre-gunta sobre el sentido de una posible figura mesiaacutenica en ese reinado pues tal figura inevitablemente entra en tensioacuten con la idea de un gobierno directo de Dios sobre su pueblo

Por otra parte en el anuncio de Jesuacutes sobre el rei-nado de Dios se plantean algunos problemas adicio-nales El anuncio se expresa en el lenguaje de la apo-caliacuteptica con diversas alusiones no soacutelo a aconteci-mientos dramaacuteticos y beacutelicos sino tambieacuten a sucesos coacutesmicos como el oscurecimiento del sol la falta de luz en la luna la caiacuteda de las estrellas o la sacudida de las potencias celestiales (Mc 1324-25) Estas afir-maciones parecen ligar la venida del reinado de Dios con el final de la historia humana y con el final del universo espacio-temporal De aquiacute surgen dos cues-tiones importantes Una se refiere al hecho de que ese final de la historia no tuvo lugar con lo que inevita-blemente surge la pregunta por la posible ldquoequivoca-cioacutenrdquo de Jesuacutes y del cristianismo apostoacutelico Otra cuestioacuten estaacute expresada en la famosa expresioacuten de Loisy seguacuten la cual Jesuacutes habriacutea anunciado la llegada del reino de Dios pero lo que en realidad habriacutea ve-nido seriacutea la iglesia4 El llamado ldquoretraso de la paru-siacuteardquo el hecho de que no llegara lo que se predicaba como inminente habriacutea dado paso a la aparicioacuten de una realidad ambigua no directamente querida por

4 ldquoJeacutesus annonccedilait le royaume et crsquoest lrsquoeacuteglise quie est venuerdquo cf A Loisy LrsquoEvangile et lrsquoEglise Pariacutes 1902 p 111 Loisy queriacutea subrayar la continuidad aunque su expresioacuten luego se ha citado en el sentido opuesto

Jesuacutes y que llamamos iglesia No vino algo bueno que Jesuacutes anunciaba sino algo ambiguo como la igle-sia que de ninguna manera puede sustituir al reino de Dios Al menos esta parece ser la interpretacioacuten de muchos autores contemporaacuteneos Sin embargo esta interpretacioacuten no es necesariamente la maacutes correcta Pero tal vez merezca la pena preguntarnos coacutemo se ha llegado a ella

2 La iglesia como reino de Dios

En la historia de la teologiacutea cristiana aparecen muy pronto tendencias que a la larga posibilitaraacuten la pro-gresiva interpretacioacuten del reino de Dios como una rea-lidad ajena a este mundo a lo que sin duda ayudoacute la creciente influencia de la filosofiacutea platoacutenica sobre el cristianismo En el Pastor de Hermas nos encontramos ya con la reflexioacuten sobre una iglesia preexistente creada antes que todas las cosas5 Lo que inicialmente se quiere indicar con la preexistencia de la iglesia es el hecho de que el sentido profundo del universo culmi-na en la comunidad iniciada por Jesuacutes Al afirmar que la iglesia ha sido creada antes de todas las cosas se puede afirmar en los moldes culturales de su tiempo que todas las demaacutes cosas han sido creadas por razoacuten de la iglesia De forma semejante en la segunda carta de Clemente se afirma que la iglesia espiritual fue creada antes que el sol y que la luna de tal manera que ya antes que todas las cosas la iglesia estaacute referi-da a Cristo Ciertamente hay tambieacuten una iglesia car-nal situada en la historia del mismo modo que Jesuacutes tambieacuten vino en carne Pero ya antes de que todas las demaacutes cosas fueran creadas hay una referencia cons-titutiva entre Cristo y la iglesia6 No era difiacutecil que ul-teriormente esta iglesia preexistente fuera asociada con las imaacutegenes biacuteblicas de una Jerusaleacuten celestial tal como aparecen en la Carta a los Gaacutelatas (Ga 425-26) o en el libro del Apocalipsis (312 212) Sin embargo esa asociacioacuten no deja de esconder una diferencia im-portante mientras que el mundo biacuteblico piensa desde la accioacuten histoacuterica de Dios que da lugar a una nueva Jerusaleacuten en los tiempos finales el mundo griego pa-rece preferir los arquetipos ideales como modelos an-teriores al mundo material y desde los que se puede interpretar lo que ulteriormente sucede en la historia

Ahora bien la idea de una iglesia preexistente im-plica obviamente la distincioacuten entre eacutesta y la iglesia ldquocarnalrdquo que hay en la historia Esta distincioacuten estaacute cargada de consecuencias porque va a permitir que paulatinamente se vaya introduciendo la idea de una

5 Cf Pastor de Hermas II 4 1

6 Cf 2 Clem 142-3

16 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

iglesia invisible distinta de la iglesia visible La iglesia invisible no es soacutelo una realidad preexistente sino tambieacuten el modelo ideal al que se tiene que conformar la iglesia visible En Clemente de Alejandriacutea encon-tramos una posicioacuten de este tipo utilizada en sentido criacutetico Clemente sostiene que en la tierra los amos deben dar justicia e igualdad a los esclavos precisa-mente porque la iglesia terrenal es imagen de la igle-sia celestial7 Aquiacute estamos en un terreno claramente platoacutenico pues tambieacuten en la Repuacuteblica de Platoacuten la ciudad ideal es el modelo que sirve para determinar lo que las ciudades empiacutericas deberiacutean de ser al mismo tiempo que posibilita una actitud criacutetica respecto a ellas Ahora bien la distincioacuten entre iglesia invisible e iglesia visible tambieacuten puede desempentildear la funcioacuten opuesta Ante el progresivo acomodamiento de la iglesia al mundo de su contexto la distincioacuten entre una iglesia ideal y unas iglesias ldquovisiblesrdquo tambieacuten permitiraacute una cierta resignacioacuten ante el hecho de que el mundo sensible nunca podraacute llegar a ser igual que el mundo ideal De lo que se trataraacute maacutes bien seraacute de tener paciencia con el mundo real y aguardar que tras la muerte del cuerpo nuestra alma pueda llegar a gozar del mundo ideal La idea de un Dios que reina sobre un pueblo en la historia presente iraacute dejando lu-gar a un Dios que reina en los cielos Porque de hecho quien reina en la tierra son los emperadores cuya conversioacuten al cristianismo y cuyo patronazgo sobre la iglesia tendraacute que ser teoloacutegicamente integrado

Todaviacutea en Oriacutegenes encontramos claros alientos biacuteblicos cuando piensa en Judaacute como un pueblo go-bernado por Dios8 y tambieacuten cuando entiende que la iglesia terrena es la forma del reino que ha de venir pues su unidad adelanta la unidad de toda la huma-nidad9 Y es que Oriacutegenes a pesar del fuerte influjo del platonismo sobre su teologiacutea todaviacutea escribe en un contexto preconstantiniano En Agustiacuten de Hipo-na en cambio nos encontramos con la plena vigencia de la ecuacioacuten que equipara a la iglesia preexistente a la iglesia como arquetipo invisible y al mismo reino de Dios10 Ciertamente Agustiacuten tiene que admitir en su poleacutemica con los disidentes especialmente con los donatistas que la iglesia visible no es perfecta sino un ldquocuerpo mixtordquo en el que crece el trigo y la cizantildea Se trata sin duda de una curiosa interpretacioacuten de la pa-raacutebola evangeacutelica pues en ella Jesuacutes no refiere el

7 Cf Clemente de Alejandriacutea Stroacutemata 4 8 66

8 Cf Oriacutegenes Homiliacutea sobre Jeremiacuteas 9 2 (a propoacutesito de Jer 112)

9 Cf Oriacutegenes Sobre los principios I 6 2

10 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XIII 16 XVIII 29 Enqui-

ridioacuten a Laurencio 5615

campo en el que crecen el trigo y la cizantildea a la iglesia (ni a Israel) sino al mundo Sin embargo es obvio que el giro constantiniano al hacer co-extensivas la iglesia y el imperio permite interpretaciones como la de Agustiacuten asiacute como en el mundo creciacutean el trigo y la ci-zantildea tambieacuten ahora en la iglesia visible crecen el trigo y la cizantildea La distincioacuten entre el trigo y la cizantildea so-lamente es posible en la iglesia invisible cuya presen-cia no se distingue de aquella de los arquetipos a los que las realidades sensibles se asemejan Ahora bien en este aacutembito ideal Agustiacuten no tiene dificultades en afirmar sin ambages que ldquola iglesia es el reino de Cris-to y el reino de los cielosrdquo11

Esta identidad entre la iglesia y el reino de Dios se mantiene en la teologiacutea occidental a lo largo de las edades media y moderna aunque con un importante matiz en la medida en que la iglesia catoacutelica se va percibiendo a siacute misma como una ldquosociedad perfectardquo en oposicioacuten a los movimientos disidentes y a los es-tados nacionales crece tambieacuten la tendencia a identi-ficar esta iglesia presuntamente perfecta y sin duda visible con el reino de Dios Todaviacutea en el siglo XX autores catoacutelicos como Karl Adam (en El espiacuteritu del

catolicismo) o Reginald Garrigou-Lagrange (en Vida

eterna) han defendido la identidad entre la iglesia ca-toacutelica y el reino de Dios El concilio Vaticano II ha moderado levemente este entusiasmo afirmando que la iglesia es el reino de Dios presente ldquoen misteriordquo o que representa en la tierra ldquoel germen y el principiordquo del reino de Dios12 Tambieacuten en el aacutembito protestante se mantuvo desde los reformadores la identidad entre la iglesia y el reino de Dios Asiacute por ejemplo Lutero habla de la iglesia como ldquoel reino de Dios bajo Cris-tordquo13 Sin embargo los reformadores mantuvieron es-trictamente la distincioacuten agustiniana entre la iglesia visible y la iglesia invisible de modo que la ecuacioacuten entre la iglesia y el reino se daba maacutes bien en el aacutembi-to de la iglesia invisible y no en las diversas iglesias territoriales que surgieron de la Reforma En cambio en los grupos anabaptistas se comenzoacute a poner en tela de juicio la diferencia radical entre iglesia visible e iglesia invisible y se comenzoacute a entender la ldquoJerusa-leacuten celestialrdquo no como una iglesia distinta de la pre-sente sino como una metaacutefora de la iglesia histoacuterica concreta14

11 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XX 9 1-2

12 Cf Concilio Vaticano II LG 3 y 5

13 Cf Lutero WA 11 249-253 262

14 Cf J H Yoder Textos escogidos de la reforma radical Buenos Aires 1976 pp 403-443 W Klaassen Selecciones teoloacutegicas anabautistas Guatemala 1985 p 86

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 17

3 La iglesia no es el reino de Dios

La distincioacuten estricta entre la iglesia y el reino de Dios comienza con la ilustracioacuten En cierto modo co-mienza siendo una distincioacuten filosoacutefica que hace Kant en su obra de 1793-1794 sobre La religioacuten dentro de los

liacutemites de la pura razoacuten Como es sabido se trata de un texto tiacutepicamente ilustrado en el que se propone la progresiva sustitucioacuten de las religiones histoacutericas lle-nas de arbitrariedades por una religioacuten moral y ra-cional que en el fondo representa el nuacutecleo auteacutentico de toda religiosidad Al mismo tiempo como buen ilustrado Kant confiacutea en el triunfo progresivo de la moral y de la racionalidad en la historia humana En esta liacutenea Kant interpreta la victoria del principio del bien sobre el principio del mal como ldquofundacioacuten del reino de Dios sobre la tierrardquo15 De este modo el reino de Dios adquiere para toda la modernidad los claros caracteres de una utopiacutea eacutetica Ciertamente Kant re-conoce que la fundacioacuten de una comunidad moral constituye una obra que no se puede esperar de los seres humanos sino solamente de Dios Sin embargo los seres humanos no pueden permanecer de brazos cruzados sino que han de comportarse como si todo dependiera de ellos y solamente asiacute les estaacute permitido esperar que la providencia lleve a su esfuerzos bien intencionados a un cumplimiento pleno Esta comu-nidad eacutetica todaviacutea no realizada se puede interpretar entonces como una iglesia invisible mientras que la iglesia visible seriacutea aquella asociacioacuten de seres huma-nos que coincide con ese ideal y lo trata de realizar La verdadera iglesia visible seriacutea aquella que presenta (darstellt) el reino moral de Dios sobre la tierra y por tanto la iglesia podriacutea ser considerada como la repre-sentante (Repraumlsentantin) del reino o estado de Dios16

En buena medida puede decirse que las reflexiones kantianas han determinado el tratamiento de este problema teoloacutegico hasta el presente Albrecht Ritschl se sumoacute a la tesis kantiana diferenciado entre la igle-sia como comunidad del reino de Dios y el reino mismo de Dios17 Sin embargo no faltaron desde el principio las voces criacuteticas Friedrich Schleiermacher se opuso a la concepcioacuten eacutetica del reinado de Dios subrayando que eacuteste acontece no como realizacioacuten humana sino como efecto de la obra de Cristo Ahora bien el efecto de la obra de Cristo es la iglesia que en-tonces puede ser entendida por Schleiermacher como

15 Cf I Kant Die Religion innerhalb der Grenzen der bloszligen Vernunft B 127-222

16 Cf ibid B 142-144

17 Cf A Ritschl Unterricht in der christlichen Religion (1875) ed por G Ruhbach Guumltersloh 1966 p 15

ldquoreino de Dios fundado por Cristordquo18 La oposicioacuten a la concepcioacuten ilustrada en cierto modo se agudiza en el contexto de la ldquoescatologiacutea consecuenterdquo de Johan-nes Weiszlig y Albert Schweitzer El descubrimiento de la dimensioacuten escatoloacutegica del mensaje de Jesuacutes favorece una idea del reino de Dios como algo que se habriacutea de realizar como obra exclusiva de Dios sin la colabora-cioacuten humana De ahiacute que el sentildeoriacuteo (reinado) de Dios sea algo radicalmente distinto de la comunidad de los disciacutepulos de Jesuacutes por maacutes que ese sentildeoriacuteo seguacuten Weiszlig siacute incluye a la comunidad creyente en la que se realiza la verdadera justicia19 Ciertamente estos eacutenfa-sis escatoloacutegicos podriacutean haber sido importantes para recuperar aspectos esenciales del reinado de Dios y de su relacioacuten con la iglesia Sin embargo el movi-miento de la escatologiacutea consecuente planteaba dema-siados problemas a la teologiacutea de su tiempo como pa-ra poder ser digerido con facilidad Un Jesuacutes apocaliacutep-tico es tal vez una figura plausible en el siglo primero pero alguien demasiado extrantildeo para nuestro tiempo Y no soacutelo extrantildeo sino tambieacuten equivocado pues en definitiva la realizacioacuten inminente del reino por parte de Dios tal como la pensaron estos autores no habriacutea tenido lugar El final de los tiempos no llegoacute Jesuacutes y los primeros cristianos estaban equivocados

Ante esta dificultad una viacutea de solucioacuten empren-dida repetidamente por la teologiacutea del siglo XX fue la separar el mensaje de Jesuacutes de toda connotacioacuten apo-caliacuteptica Asiacute se pudo decir por ejemplo que los ele-mentos apocaliacutepticos de sus discursos habriacutean sido antildeadidos por la primera comunidad cristiana Jesuacutes no habriacutea anunciado la venida del reino de Dios o si la anuncioacute habriacutea tenido un sentido muy distinto al que despueacutes le atribuyeron los primeros cristianos El reino de Dios anunciado por Jesuacutes seriacutea un reino pu-ramente interior y su mensaje tendriacutea que ser enten-dido en teacuterminos puramente sapienciales o existencia-les La inminencia del reinado no tendriacutea que ser in-terpretada entonces como referida a grandes trans-formaciones globales sino simplemente como una ldquoescatologiacutea presenterdquo a diferencia de las escatologiacuteas futuristas de sus contemporaacuteneos La escatologiacutea pre-sente consistiriacutea simplemente en que aquellas trans-formaciones individuales e internas anunciadas por Jesuacutes seriacutean accesibles ya en el presente a cualquier persona con independencia de cualquier cataacutestrofe coacutesmica El precio de estas reinterpretaciones es por

18 Cf F Schleiermacher Der christliche Glaube (1930-1931) ed por M Redeker Berliacuten 1999 sect 107 citado en W Pannenberg Systematische Theologie vol 3 Goumlttingen 1993 p 47

19 Cf J Weiszlig Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes Goumlttingen 1892 pp 79 15-126

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 7: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 7

ton que laquo[a]l afirmar que como lectores podemos sentirnos escandalizados por la Biblia no estoy tra-tando de decir que tengamos que dejar de lado nues-tra inteligencia La Biblia puede resultar difiacutecil y pro-blemaacutetica y en este sentido puede suponer un desafiacuteo para nuestra inteligencia pero nunca una afrenta3raquo

Desde hace unas deacutecadas se viene observando un esfuerzo por acercarse al texto biacuteblico y su interpreta-cioacuten desde propuestas nuevas en las que se quiere romper con el consabido laquoacuerdo entre caballerosraquo si se me permite la expresioacuten de que hay que mante-ner separados el conocimiento como lo que pertenece a la esfera de lo puacuteblico y la fe que pertenece a la de lo privado Podriacuteamos tambieacuten hablar del significado como lo objetivo y la verdad (o su significado laquopara hoyraquo) como lo puramente subjetivo4 De hecho esta es una praacutectica muy comuacuten en los estudios biacuteblicos hoy en diacutea Una cosa es el estudio del texto su geacutenesis ar-queologiacutea historia literaria etc y otra bien distinta es ver (si acaso) queacute tiene que ver con nosotros hoy diacutea En el mundo anglosajoacuten se ha acuntildeado el teacutermino en-

gaged hermeneutics (algo asiacute como laquohermeneacuteutica com-prometidaraquo o laquode compromisoraquo) a la variedad que trata de discernir las posibles aplicaciones del texto a la sociedad que lee el texto de nuevo Muy lejos nos hemos ido si tenemos que recuperar la esencia de la interpretacioacuten biacuteblica por medio de semejantes cuntildeos

La analogiacutea que algunos han propuesto como nue-va viacutea de acercamiento al texto es conocida como Per-

formance que la asemeja a la interpretacioacuten de una obra musical pongamos de Beethoven En este caso lo im-portante no es soacutelo la agudeza y fidelidad teacutecnicas que podriacutean resultar laquosecasraquo si no van acompantildeadas de sentimiento y pasioacuten y que ya no centra soacutelo en el director la orquesta y la partitura sino que tiene en mente a la audiencia Se crea entre estos distintos ele-mentos una comunicacioacuten inigualable irrepetible donde se premia la fidelidad creativa Hasta aquiacute la ana-logiacutea funciona maacutes o menos pero hay un momento en que eacutesta se vuelve insuficiente Se puede caer faacutecil-mente en la laquoeventualidadraquo del momento es decir que lo que se ha hecho es laquointerpretarraquo laquotocarraquo una pieza musical o como se diriacutea en ingleacutes laquojugarlaraquo (to play

it) La escritura sin embargo llama a algo maacutes pro-fundo a la transformacioacuten de vida a vivir de un mo-do iacutentegro las veinticuatro horas del diacutea siete diacuteas a la semana La esteacutetica del momento no puede paralizar el proceso de transformacioacuten intenso que este acerca-

3 Thomas Merton Leer la Biblia Una gran aventura espiritual Barce-lona Oniro 1999 12-3

4 Ibiacuted 224

miento tiene como meta uacuteltima de la interpretacioacuten Por esto se ha propuesto un ejemplo maacutes claro que haga justicia a este acercamiento En este caso se ha elegido un texto como el de la Constitucioacuten america-na con su sentido de laquoenactmentraquo es decir de cum-plimiento de puesta en praacutectica para que se verifique el contenido y espiacuteritu de lo expresado5

Esta forma de leer el texto biacuteblico laquohellipwill be a cul-ture also characterized by risk struggle and new found

freedom because there is no scientific method to guar-antee assured results when the goal is human trans-formation by authentic performanceraquo6 Y de nuevo volvemos a Merton laquoLa afirmacioacuten baacutesica de la Biblia acerca de la palabra de Dios no se refiere pues al hecho de que el creyente deba aceptarla ciegamente en virtud de la autoridad divina sino a la circunstan-cia de ser una palabra reconocible por su poder transfor-

mador y liberador7raquo

Quizaacutes de forma raacutepida pero necesaria es impor-tante resaltar que si queremos conocer a fondo el sig-nificado de lo que es la perspectiva biacuteblica de la co-munidad cristiana tenemos que ser parte de la mis-ma Y no soacutelo parte sino implicados hasta que nos duela experimentar lo que el texto ya anunciaba No se trata de laquojugar a interpretarraquo si no de vivir para comprender y gustar8

II Comunidad una perspectiva biacuteblica-creyente

Al hablar de la comunidad se ha de partir por de-fecto del Antiguo Testamento Como bien dice Donald Senior laquoNo fue necesario que Jesuacutes fundara una igle-sia porque ya existiacutea en la comunidad de Israel Dios estaba ya forjando un pueblo daacutendole un destino y

5 Ibiacuted 229

6 Ibiacuted 248 laquohellipdaraacute a luz una cultura caracterizada por el riesgo la lucha y una nueva forma de libertad ya que no existe un meacutetodo cientiacutefico que garantice los resultados cuando la meta es la trans-formacioacuten humana a traveacutes de una interpretacioacuten auteacutenticaraquo

7 Merton 18

8 Durante el encuentro tuvimos oportunidad de repasar ciertos pun-tos de la ponencia con los asistentes Una criacutetica que se hizo a esta presentacioacuten es la afirmacioacuten (cito de memoria) de que lsquosoacutelo puede conocerse a fondo el mensaje comunitario del NT si se estaacute dentro de la comunidadrsquo Ciertamente que las demandas de Jesuacutes se pue-den conocer y valorar sin ser parte de su grupo (y por ello mismo rechazarlas por su radicalismo o por estar en contra de ellas) A lo que yo me refiero es que seguacuten me involucro en el objeto asiacute lo co-nozco Podemos teorizar acerca de lo que significa ser comunidad pero a menos que la vivamos (al nivel que sea) no descubriremos aacutereas y matices que permanecen ocultos al mero espectador

8 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

sacaacutendole de la muerte para llevarle a la vida9raquo Y lo cierto es que la comunidad cristiana primitiva se comprende a siacute misma muy pronto como la ekklesia

tou theou (Flp 36 Gaacutel 113) derivada del qahal Yahve con el que Israel es designado en el AT como pueblo de Dios congregado para el culto Es muy probable que fuera el grupo helenista el responsable de esta de-signacioacuten con lo que se quisiera enfatizar no soacutelo con-tinuidad si no de discontinuidad con la historia ante-rior debido su fuerte eacutenfasis en la ley10 laquoLa comuni-dad primitiva adoptoacute con la mayor naturalidad tiacutetulos del pueblo de Dios en el antiguo testamento y se los aplicoacute a siacute misma y a sus miembros11raquo De esta manera la comunidad recibe el tiacutetulo de laquolos santosraquo (Rom 15 23 1 Co 84 etc) laquolos elegidosraquo (Mc 1320) con lo que se expresa una conciencia de representar al pueblo es-catoloacutegico de Dios12

Esta conciencia de ser pueblo de Dios lleva a la comunidad cristiana a una praacutectica de vida que en mi opinioacuten se puede resumir en los siguientes puntos que son imprescindibles y baacutesicos para cualquier comu-nidad cristiana que quiera ser fiel al mensaje de Jesuacutes Son caracteriacutesticas que se solapan que no son inde-pendientes unas de otras pero por mor de la claridad se presentan en distintos apartados

Como ya hemos comentado existen muchas for-mas de comunidad o mejor dicho la comunidad puede

adquirir muchas formas pero estos elementos son im-prescindibles Dentro de cada uno de los apartados y tratando de ser fiel al tiacutetulo de esta serie de conferen-cia expondreacute tanto las oportunidades como los peli-

gros inherentes a ellos

A Una comunidad que anuncia el reino de Dios

Se trata de hacer visible en el aquiacute y el ahora el mensaje del reino de Dios Esto lo hace la comunidad de manera espontaacutenea impelida por el Espiacuteritu Santo Lejos de referirse a una ideologiacutea que hay que planifi-car minuciosamente este anuncio del reino es la con-

9 Donald Senior laquoEncontrando las huellas de Dios en el camino ini-ciado en la Bibliaraquo (traduccioacuten adaptada del original ingleacutes publi-cado en Church Summer 1999) httpwwwcisocclhtmlnov01htm (14102005)

10 No es tema de esta conferencia entrar en una discusioacuten detallada de este interesante toacutepico Pare ello referimos al lector a Ludger Schenke La comunidad primitiva Salamanca Siacutegueme 1999 en es-pecial a su capiacutetulo 5

11 Schenke La comunidad primitiva 126

12 Lohfink La iglesia que Jesuacutes queriacutea Dimensioacuten comunitaria de la fe

cristiana (3ordf ed) Bilbao Descleacutee de Brouwer 1998 87-88

crecioacuten actual e histoacuterica en la vida de sus suacutebditos La soberaniacutea de Dios se refleja en la vida de los miembros de la comunidad en su solidaridad su eacuten-fasis en la fraternidad de hermanos y hermanas don-de sobra todo tiacutetulo de poder y autoridad (Mc 1029)13 laquoLa fraternidad surge en la historia alliacute donde el Espiacute-ritu de Dios elimina la loacutegica de Adaacuten y todas sus consecuencia personales y sociales14raquo

La vida en comunidad que nos propone el libro de los Hechos aunque un tanto idealizada como en todo relato de los comienzos surge de esta nueva realidad que nace y se reproduce en el corazoacuten de las personas y que se concreta en la vida diaria Lejos de ser una conversioacuten interna e individualista el reino de Dios hace que la pequentildea semilla se transforme en un gran aacuterbol La necesidad de reunirse por las casas (Hch 246 cf Mc 1412-16) compartir no soacutelo la tradi-cioacutenensentildeanza de los apoacutestoles sino el comer surgen de esta conversioacuten a lo nuevo que sin embargo esta en continuidad con la praacutectica de Jesuacutes15

Un estudio del teacutermino koinocircn (laquocomuacutenraquo de ahiacute laquocompartirraquo laquocomuacuten-unioacutenraquo etc) y derivados nos muestra que la idea de compartir no era nueva sino que teniacutea un gran arraigo en el mundo heleno Pitaacutego-ras reconoce un orden coacutesmico que se refleja en el or-den humano En ese estado primigenio no existiacutea propiedad privada Platoacuten consideraba la propiedad privada como raiacutez de todo mal ya que lleva indefecti-blemente al deseo egoiacutesta de poseer maacutes la avaricia (pleonexiacutea)16 aunque experimentoacute en carne propia la dificultad de llevarlo a cabo en su propia vida De esta manera concluye que soacutelo dios y los hijos de los dio-ses pueden vivir en esta comunidad de bienes espo-sas e hijos (Leg V 739d) Aristoacuteteles toma una postu-ra maacutes realista e individualista y analiza los peligros de llevar a cabo la propuesta de Platoacuten (Pol II 2 1261a) laquoNo puede existir la imposicioacuten de la comuni-dad y la unidad en el estado sino que se debe llevar a cabo por medio de la educacioacutenraquo (Pol II 5 1263)

Es con los ciacutenicos que las propuestas de Platoacuten en-cuentran base en la naturaleza El ciacutenico Crates afirma que laquoentre amigos todo es comuacutenraquo El estoicismo to-ma una viacutea maacutes moderada y permite asiacute la propiedad

13 Para un interesante comentario de este verso G Lohfink La igle-

sia que Jesuacutes queriacutea 51s

14 Antonio Gonzaacutelez Reinado de Dios e imperio Ensayo de teologiacutea so-

cial Santander Sal Teacuterrea 2003 200

15 Cf Hechos 432 y Lucas 81-3

16 Friederich Hauck laquoKoinoacuteshellipraquo Theological Dictionary of the New Tes-

tament vol III Gerhard Kittel (ed) Grand Rapids Eermands 1989 792

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 9

privada Los neopitagoacutericos buscan la libertad interna que les permite laquono poseer nada y auacuten asiacute ser duentildeos de todoraquo17

La comunidad cristiana que teniacutea ejemplos concre-tos de mancomunidad provenientes tanto del mundo heleno como del judaiacutesmo (esenios therapeutae aun-que eacutestos viviacutean como comunidad con el propoacutesito del estudio piados de la escritura) vive su praacutectica como resultado del soplo del Espiacuteritu Santo (Hch 2) No es un movimiento econoacutemico en el sentido de que sea una economiacutea de tipo comunista tampoco es legal en el sentido de una socializacioacuten constitucional de la propiedad y tampoco es filosoacutefico en el sentido de imitacioacuten del orden natural de las cosas como ocurre con los ciacutenicos18 Como afirma Hauck el verbo elegen (laquonadie deciacutea ser suyohellipraquo Hch 432) contiene un laquosub-jective sense of fellowshipraquo19

La oportunidad que se ofrece a la iglesia es la de una posibilidad de vida maacutes solidaria contraria al flujo individualista y de poder que se ha erigido en modelo de convivencia al menos en gran parte del mundo oc-cidental Este idealismo necesario es oportunidad norte al que mirar y hacia el que caminar Todo lo que sea construir en esa direccioacuten (solidaridad renuncia a la violencia al individualismo egoacutelatra etc) es estar en la senda cristiana guiados por el mismo Espiacuteritu que impelioacute a los primeros disciacutepulos En ella la igle-sia se reconoce como tal como mensajera den las bue-nas nuevas de que el Reino estaacute entre nosotros20

Este ideal de comunidad se convierte en peligro cuando entra el desaacutenimo cuando no se ha medido bien el precio de tal empresa (Lc 1428) y se olvida que comunidad es tambieacuten dedicacioacuten y trabajo arduos pues es luchar contra el egolaacutetrico yo que se quiere imponer a toda costa Tambieacuten cuando el ideal no deja reconocer la realidad pero ese es tema que auacuten hemos de tratar

B Fraternidad inclusiva

Identificarse como pueblo de Dios no libra de eli-tismos y etnocentrismos La historia de la primitiva iglesia es buen ejemplo de ello A los que acusan a Lu-cas-Hechos de excesivo triunfalismo hay que recor-darles la inclusioacuten de periacutecopas donde se acentuacutea la limitacioacuten humana de la comunidad (Hch 51-11 61)

17 Esta afirmacioacuten de Filostrato se parece mucho a la que encontra-mos en 2 Corintios 610

18 Hauck laquoKoinoacuteshellipraquo 796

19 Ibiacuted

20 Lohfink La iglesia 65-6

En ellas se recoge el duro aprendizaje que la comuni-dad del Espiacuteritu tiene que llevar a cabo en su vivencia diaria Esa comunidad tiene que estar abierta a todos y todas pues no hay exclusiva para con Dios La co-munioacuten de mesa es uno de los elementos maacutes descon-certantes para el lector actual que se acerca al texto de los Hechos Pues la laquoforma de comer vincula con el propio cuerpo y con su historia21raquo Tenemos claros ejemplos de esta cercana relacioacuten entre comida y valo-res eacutetnicos histoacutericos y religiosos en el libro de Leviacuteti-co (coacutedigo de santidad) el mandamiento de celebra-cioacuten de la Pascua judiacutea (el simbolismo de cada plato) el libro de Daniel (los joacutevenes que no se mancillan con la comida extranjera) a las cartas paulinas (Romanos 14 1 Corintios 8 etc)22 En la comunioacuten de mesa por su forma de comer es donde Israel se identifica como diferente del resto Es su forma de separarse de entre los pueblos y es justamente ahiacute en el centro simboacutelico de su valor donde el Espiacuteritu de Dios viene a abrir y transformar los conceptos Los capiacutetulos 10 y 11 del libro de los Hechos no expresan tanto la conversioacuten del temeroso de Dios y gentil Cornelio como la con-versioacuten de Pedro (y por ende el comienzo de la con-versioacuten de la iglesia de Jerusaleacuten) a la visioacuten inclusiva del Reino de Dios

Creo que es importante resaltar un pequentildeo deta-lle en el relato del capiacutetulo 11 justo despueacutes de que Pedro haya calmado las preguntas de la asamblea (Hch 1119-21) laquoAhora bien los que habiacutean sido es-parcidos a causa de la persecucioacuten que hubo con mo-tivo de Esteban pasaron hasta Fenicia Chipre y An-tioquiacutea sin hablar a nadie la palabra sino solo a los judiacuteos Pero habiacutea entre ellos unos de Chipre y de Ci-rene los cuales cuando entraron en Antioquiacutea habla-ron tambieacuten a los griegos anunciando el evangelio del Sentildeor Jesuacutes Y la mano del Sentildeor estaba con ellos y gran nuacutemero creyoacute y se convirtioacute al Sentildeorraquo

Es casi iroacutenico pensar que mientras las grandes ca-bezas pensantes del moviendo de Jesuacutes ubicados en Jerusaleacuten disputaban acerca de la conveniencia o no de la inclusioacuten de los gentiles en la comunidad de fe

21 Rafael Aguirre La mesa compartida Estudios del Nuevo Testamento

desde las ciencias sociales Santander Sal Teacuterrea 1994 27

22 Recientemente (septiembre de 2005) se emitioacute un documental en la 2 de TVE en que se hablaba de los cambios dieteacuteticos en la pobla-cioacuten de los paiacuteses en viacuteas de desarrollo como consecuencia de su mayor poder econoacutemico Un padre de familia chino entrevistado hablaba con orgullo coacutemo su hija en edad de contraer matrimonio habiacutea engordado considerablemente a causa de su mejora en esta-tus social lo que les permitiacutea ahora acercarse al mundo de los res-taurantes de comida raacutepida iexclIncluso comer laquocomida basuraraquo se ha convertido en un siacutembolo de prosperidad econoacutemica y social laquoDi-me queacute comes y te direacute quieacuten eresraquo

10 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

los laquodon nadiesraquo aquellos de quienes ni siquiera co-nocemos su nombre misioneros anoacutenimos fueron los primeros en entender que laquoDios no hace distincioacuten de personasraquo De alguna manera Dios teniacutea ya guardado un laquoplan Braquo en caso de que la comunidad de Jerusaleacuten no afrontara la realidad con una buena dosis de ries-go

La oportunidad es crear una comunidad abierta que acoge a aquellos que la sociedad no suele acoger con gusto No es extrantildeo pues que en nuestras comunida-des tengamos personas con problemas sociales impor-tantes debilidades y carencias profundas La comuni-dad es oportunidad de vida para el marginado y oportunidad para los cristianos de conocer y relacio-narse con las personas de manera maacutes profunda23 Es oportunidad de crear una sociedad alternativa que se verifica en el diacutea a diacutea G Lohfink acertadamente apunta a otro teacutermino que fortalece el sentido de co-munidad de una forma diferente a koinoniacutea que en ocasiones puede entenderse de forma excesivamente estructural Se trata de la expresioacuten de reciprocidad allecirclocircn (laquounos a otrosraquo)24 De esta reciprocidad deviene el concepto de edificacioacuten (oikodomein) que tan popu-lar se ha hecho en el mundo pietista donde se ha cul-tivado de forma maacutes individualista Sin embargo en las cartas paulinas esta terminologiacutea se refiere al con-junto de la comunidad que de esta forma se convierte ella toda en responsable de que este ideal se lleva adelante Se podriacutea ahondar mucho maacutes en todo este entramado pero me imagino que las siguientes confe-rencias construiraacuten sobre este tema desde puntos de vista maacutes teoloacutegicos y pastorales por lo que huelga alargarnos aquiacute

Un peligro es diluirnos por ese afaacuten de querer lle-gar a todos Entonces no anunciariacuteamos ya un mensa-je renovador si no que la iglesia se vuelve un equipo de atencioacuten primaria o como si de un departamento de ofertas religiosas se tratara especializada en el aacuterea de la soledad y la depresioacuten25 Se trata de una vivencia

comunitaria de transformacioacuten no de un servicio a do-micilio La comunidad de fe no puede regalarle a la persona aquello que no le pertenece la salvacioacuten el perdoacuten la reconciliacioacuten con Dios pero si puede crear el espacio adecuado para que la persona tenga ese en-

23 Lejos de ser una entelequia no hay maacutes que echar un vistazo a las profundas reflexiones de Henri J M Nouwen En el nombre de Jesuacutes y El sanador herido para darse cuenta de que una comunidad que no acompantildea al herido y aprende de eacutel es incapaz de un diaacutelogo veraz con Dios en oracioacuten (En el nombre de Jesuacutes 25ss)

24 Lohfink La iglesia 110s

25 Lohfink La iglesia 12

cuentro con el Dios perdonador que habita en medio de su pueblo por medio de su Espiacuteritu

C Comunidad teoloacutegica

No se trata soacutelo una praacutectica social o grupo de au-to-ayuda se trata de una comunidad que estudia y se abre a las escrituras que es fiel a la doctrina No se aferra a eacutesta como si su vida dependiese de su fideli-dad a la letra sino que se esfuerza por vivir de mane-ra consecuente lo que entiende a la luz de su estudio y praacutectica cotidiana con la ayuda del Espiacuteritu que las ha dado haacutelito Hace ademaacutes un esfuerzo por entender el mundo y la sociedad que le rodean para asiacute servir al proacutejimo de manera maacutes efectiva Una comunidad que laquoescucharaquo y reflexiona maacutes que habla

Es una comunidad que se reuacutene alrededor de la doctrina y los siacutembolos que dan sentido a su praxis y ortodoxia Se trata por tanto de una comunidad que celebra a la vez que escudrintildea estudia las escrituras (Hch 24246) que se caracteriza por la alegriacutea pues sabe en quieacuten ha depositado su confianza (Flp 16 2 Tim 112) Se trata de una comunidad que se abre a su influencia y se convierte a su Autor a medida que en-tiende maacutes el mensaje de la escritura La escritura no es en uacuteltimo lugar un cuerpo de doctrina que hay que guardar y defender a toda costa sino la guiacutea que nos acerca maacutes al corazoacuten de Dios mediada por su Espiacuteri-tu santo

La oportunidad es que la comunidad sea relevante a la sociedad que dice querer servir Conocer sus escri-turas estaacute fuertemente unido a conocer la problemaacuteti-ca humana pues ellas dan testimonio de cuaacuten fraacutegil y orgulloso es el ser humano pero que afortunadamen-te hay solucioacuten a este dilema La oportunidad es para la comunidad el escuchar sin dar respuestas pre-cocinadas Es verse reflejada en las paacuteginas de la escri-tura y celebrar al mismo tiempo su salvacioacuten por me-dio de los siacutembolos de liberacioacuten Es por ello que la Palabra estaacute tanto en medio de la comunidad como frente a ella

El peligro es encerrarse en su propio mundo tra-tando de resolver los problemas del mundo sin prin-garse de lodo Una comunidad asiacute no se ha ganado el respeto de la sociedad a hablar ni tampoco representa el ideal cristiano de encarnacioacuten26 Se tratariacutea de que-

26 En el antildeo 260 cuando la peste se ceboacute con Alejandriacutea su obispo Dionisio escribioacute una carta que recoge Eusebio en su Historia Ecle-

siaacutestica VII 22 en la que se habla de la ejemplar actuacioacuten de los cristianos que acogiacutean a los moribundos en ocasiones hasta pade-cer y morir ellos mismos a causa de las enfermedad contraiacuteda mientras que los paganos echaban de casa incluso a sus allegados contagiados con tal de no verse ellos mismos en peligro En VII

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 11

rer ser laquosantaraquo a toda costa incluso a costa del her-mano o hermana moribundos pero esa santidad ya ha perdido su caraacutecter transformador y de contagio La sal ha perdido su sabor y sus propiedades aunque de lejos auacuten parece sal

D Comunidad escatoloacutegica

Se trata de una comunidad que espera la consuma-cioacuten final pero que no se queda perdida en la nada en el interim laquoLa espera escatoloacutegica de la comunidad primitiva fue una auteacutentica espera del futuro pero es-te futuro era tan inminente que podiacutean sentirse sus efectos que determinaban el presente27raquo El paso de los siglos puede que haya atenuado el celo original pero la comunidad de hoy no puede asentarse en esta sociedad de tal manera que pierda de vista la alterna-tiva de vida que ha de propugnar Conoce y experi-menta la realidad del conocido sanctus et peccator y por ello se aplica a la hora de tratar con sus miembros y los de afuera donde ejerce una laquodivina pacienciaraquo Se sabe en camino pero auacuten no completa en su praacutectica y expresioacuten y es por ello que actuacutea con humildad y una dosis de modestia Quizaacutes necesitamos maacutes de este mensaje y no tomarnos a nosotros mismos tan en se-rio Esta falta de capacidad de reiacuterse de uno mismo puede que sea una de las razones por la que la comu-nidad cristiana en ocasiones no estaacute abierta a aprender de los que no son sus miembros

Cuando la comunidad pierde de vista su valor temporal no absoluto es cuando sucumbe a la tenta-cioacuten de asentarse por cualquier medio La esperanza escatoloacutegica tiene que mirar al futuro inminente a tra-veacutes del filtro de la cruz de Jesuacutes sin cuya muerte y re-surreccioacuten no hubiera sido posible tal esperanza Los repetidos anuncios de muerte que Jesuacutes hace a sus disciacutepulos en el evangelio de Marcos resaltan una vez maacutes la falta de entendimiento de laquoestar en ondaraquo con el maestro (Mc 827-35 930-50 1032-45) Eacutestos se quieren asentar colocar en el poder mientras que el ejemplo del maestro es otro28 El servicio se hace yendo (Mt 107-8) en seguimiento de Jesuacutes cercano a eacutel laquoLa conclusioacuten que se desprende de todo lo dicho es muy clara no hay fe donde no hay seguimiento de Jesuacutes y

228 dicersquoAsiacute partieron de esta vida nuestros mejores hermanos Algunos de ellos eran ancianos y diaacuteconos o sencillamente gente del pueblo todos ellos muy apreciados y elogiados pues este tipo de muerte por la mucha piedad y poderosa fe que conlleva en nin-guacuten aspecto parece inferior al martiriorsquo

27 Schenke La comunidad 119

28 Ver los interesantes comentarios al respecto de R Aguirre Ensayo

sobre los oriacutegenes del cristianismo De la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la reli-

gioacuten domeacutestica de Pablo Estella Verbo Divino 2001 170-173

no hay seguimiento de Jesuacutes donde no hay movimien-toraquo29

La oportunidad es vivir hoy con la esperanza de un futuro glorioso que condiciona el ahora La tempora-lidad de cada uno de nosotros de la comunidad de fe en siacute frente a la inconmensurabilidad de Dios nos ayuda a poner las cosas en perspectiva y a ser creati-vos sin temor a equivocarnos La escatologiacutea puede ayudarnos a quitar esas maacutescaras que intentan que la comunidad de fe sea algo menos que humana y maacutes que divina El laquoya pero todaviacutea noraquo tintildee de esperanza y humildad a esa comunidad que se dedica al servicio de aquellos que llama a ser partiacutecipes de las promesas de Dios en Cristo Jesuacutes

El peligro es perder el valor de la temporalidad y querer establecerse en el poder terrenal Es en esos momentos que la comunidad de fe tiene que recupe-rar la visioacuten de la cruz de Jesuacutes y entender que la vic-toria soacutelo viene de mano de una derrota anterior la del cordero sin mancha como inmolado de pie en me-dio del trono (Apo 56) Si la comunidad pierde de vis-ta que estaacute en traacutensito seraacute propensa a absolutizar sus pretensiones

III Conclusiones

Volvemos de nuevo a la analogiacutea de la interpreta-cioacuten musical Naturalmente que uno puede disfrutar de una buena pieza musical sin leer muacutesica Pero para disfrutarla maacutes plenamente uno tiene que sentirla y dejarse llevar por eacutesta Existe una diferencia abismal entre estar en casa a solas y escuchar una buena gra-bacioacuten a estar en un auditorio y saborear el evento en carne propia junto a otras personas que tambieacuten parti-cipan del evento

Algunos cuestionaron a Jesuacutes indirectamente en el cuarto evangelio a causa de la doctrina que proponiacutea siendo eacutel persona sin estudio formal (715) a lo que Jesuacutes responde que lsquoEl que quiera hacer la voluntad de Dios conoceraacute si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuentarsquo (Juan 717)

Podemos teorizar y estudiar los textos que nos hablan del significado de laquocomunidadraquo hasta quedar-nos sin habla pero lo que propongo es un acercamien-to a primera vista maacutes pragmaacutetico pero que de hecho se ajusta a la forma en que conocemos la realidad a nuestro alrededor esa realidad que nos esculpe y nos hace ser lo que somos diacutea a diacutea Si de veras queremos

29 Joseacute Mariacutea Castillo El seguimiento de Jesuacutes Salamanca Siacutegueme 1998 20

12 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

acercarnos a los modelos biacuteblico-cristianos de comu-nidad no hay otra manera de hacerlo que arriesgaacuten-donos a vivir esa comunidad en el diacutea a diacutea experi-mentado en carne lo que los textos anuncian a viva voz Conoceremos en la medida en que estemos dis-puestos a ser parte de esa comunidad imperfecta que sin embargo me hace hueco y que ya ha sido santifi-cada por Dios Conoceremos tanto como estemos dis-puestos a darnos pues en eacutesta como en tantas otras situaciones de la vida no existe foacutermula maacutegica algu-na sino la de la entrega y renuncia totales

Una advertencia maacutes Sea cual fuere el modelo de comunidad que queremos llevar a cabo debemos estar atentos a estas sabias palabras30

Los que aman su suentildeo de comunidad maacutes que a la

misma comunidad llegan a ser destructores de la comu-

nidad

30 D Senior al comentar acerca de la advertencia de D Bonhoeffer sobre aquellos que desean vivir una comunidad cristiana basada en suentildeos irreales en laquoEncontrando las huellashellipraquo 9

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 13

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Iglesia y Reino de Dios Antonio Gonzaacutelez

La tesis de que la iglesia no se debe identificar con el reino de Dios es casi un lugar comuacuten en la teologiacutea contemporaacutenea La tesis es en buena medida correc-ta Sin embargo la cuestioacuten crucial consiste en deter-minar cuaacutel es la relacioacuten entre la iglesia y ese reinado iquestSe trata simplemente de que la iglesia ldquoanunciardquo el reino de Dios como sostendriacutean las posturas maacutes tra-dicionales iquestO se trata maacutes bien de que la iglesia ldquopromueverdquo aquellas iniciativas socio-poliacuteticas que considera maacutes apropiadas para que el reino de Dios se acerque como se diriacutea desde posiciones maacutes progre-sistas iquestSon estas posiciones tan distintas o compar-ten muchos presupuestos comunes iquestY hay acaso otras maneras de pensar la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios Evidentemente para aclarar estas cues-tiones es esencial que comencemos preguntaacutendonos por determinar queacute es lo que se quiere decir cuando se habla de un reino de Dios

1 El reinado iquestde Dios

En el canon la Biblia hebrea la idea de que Dios re-ina sobre su pueblo aparece por vez primera en Ex 1518 Se trata de un pasaje crucial que nos puede ilustrar en gran manera sobre el sentido profundo del reinado de Dios Tras el hundimiento del ejeacutercito del faraoacuten en las aguas del Mar de los Juncos Moiseacutes y su hermana Miriam entonan sendos cantos triunfales Pues bien al final su canto Moiseacutes proclama ldquoel SE-NtildeOR (YHWH) reinaraacute por siempre jamaacutesrdquo Lo que se afirma es justamente que el pueblo que ha salido de Egipto ya no estaacute bajo la soberaniacutea del faraoacuten sino ba-jo la soberaniacutea de Dios Dios reina sobre ese pueblo Se ha convertido en su gobernante porque ha arreba-tado a ese pueblo de la soberaniacutea del faraoacuten y lo ha situado bajo su propia soberaniacutea El reinado de Dios no es en el canto de Moiseacutes algo abstracto utoacutepico o meramente trascendente El reinado de Dios tiene lu-gar ya en la historia Dios reina alliacute donde el faraoacuten ya no reina y donde sorprendentemente tampoco Moi-seacutes se convierte en rey Si Dios reina otros no reinan El que Dios reine entrantildea el cuestionamiento de toda forma humana de dominacioacuten De ahiacute que la ley del Sinaiacute disentildee una sociedad altamente igualitaria que en principio no cuenta con la necesidad de una mo-narquiacutea y en la que se preveacuten distintos sistemas para reducir la aparicioacuten de desigualdades econoacutemicas

Desde el punto de vista de la exeacutegesis histoacuterico-criacutetica se ha sentildealado la posibilidad de que los textos en los que se habla de la monarquiacutea divina sean maacutes bien tardiacuteos Algunos sostienen que el texto maacutes anti-guo en el que aparece la idea de Dios (YHWH) como rey estaacute en el libro de Isaiacuteas cuando eacuteste proclama que ha visto ldquoal rey y Sentildeor de los ejeacutercitosrdquo (Is 65) El ca-raacutecter tardiacuteo de estos textos no deja de ser sorpren-dente si tenemos en cuenta que en los textos de Uga-rit ya se consideraba en maacutes de una ocasioacuten a los dio-ses como reyes Ahora bien en estos casos la desig-nacioacuten de la divinidad como ldquoreyrdquo no teniacutea una fun-cioacuten criacutetica sino maacutes bien legitimadora el monarca local apareciacutea como representante de la divinidad a la que tambieacuten serviacutea como administrador del templo La figura biacuteblica del Melquisedec tanto rey como sa-cerdote del ldquodios altiacutesimordquo puede ser considerada como caracteriacutestica del sistema poliacutetico y religioso de las ciudades cananeas En ellas el reinado de un dios no era maacutes que una forma de introducir al rey en la esfera divina y asiacute legitimar su poder Precisamente por ello Israel habriacutea sido reacio a utilizar el teacutermino ldquoreyrdquo para aplicarlo a Dios por maacutes que la idea del pueblo gobernado directamente por Dios podriacutea ser muy anterior a la introduccioacuten de la monarquiacutea En cualquier caso cuando finalmente el teacutermino ldquoreyrdquo se aplica a Dios en el contexto israelita las connotaciones criacuteticas parecen predominar sobre las legitimadoras que Dios reine es siempre un desafiacuteo para toda forma humana de igualdad o de dominacioacuten1

Desde un punto de vista sistemaacutetico es importante preguntarse cuaacutel es la razoacuten de que una misma idea (Dios como rey) pueda servir para dos fines tan opuestos entre siacute Y es que para entender queacute significa concretamente el reinado de Dios no basta con afirmar la realeza de Dios sino que hay que sentildealar en queacute manera se ejerce su funcioacuten real De hecho muchas de las dificultades que algunos teoacutelogos encuentran con la idea de un reinado de Dios se deben precisamente a su opcioacuten previa por una idea concreta de queacute sea la soberaniacutea real y cuaacutel es su forma de ejercicio Sin em-bargo la idea de que Dios reina se puede entender de formas muy diversas Aquiacute una cuestioacuten decisiva es la

1 Cf N Lohfink bdquoDas Koumlnigtum Gottes und die politische Machtldquo en su Das Juumldische am Christentum 2ordf ed Freiburg im Brisgau 1989 pp 71-102

14 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

de la mediacioacuten si se entiende que la soberaniacutea de Dios ha de estar mediada inmediatamente la idea de un reino de Dios se convierte en legitimadora de las ins-tancias mediadoras Asiacute por ejemplo en el caso de los pequentildeos reinos cananeos los reyes-sacerdotes serviacute-an precisamente como mediadores en la relacioacuten entre los dioses que eran considerados como ldquoreyesrdquo y su pueblo Y justamente por ello los reyes-sacerdotes quedaban encumbrados a una posicioacuten sagrada en la que tambieacuten se legitimaba su poder En cambio en la medida en que se afirme la posibilidad de una rela-cioacuten directa con Dios con independencia del palacio y del templo se pone en entredicho la necesidad de mediadores sacralizados y se apunta hacia la igual-dad fundamental de todos los miembros del pueblo que Dios rige Esta uacuteltima parece haber sido la opcioacuten predominante en Israel donde no soacutelo se privilegian mediadores distintos del rey (sacerdotes profetas) sino que tambieacuten se afirma (desde los relatos patriar-cales) la posibilidad de una relacioacuten no mediada con Dios

Es importante reconocer sin embargo la ambi-guumledad de la concepcioacuten israelita del reinado de Dios La introduccioacuten de la monarquiacutea en tiempos de Sauacutel y David pudo ser valorada como una traicioacuten a los idea-les originales de Israel un monarca significa un ejeacuterci-to permanente y una corte y la consiguiente des-igualdad entre los miembros del pueblo de Dios No soacutelo eso la monarquiacutea implica que Israel deja de ser un pueblo distinto para convertirse al menos en este aspecto en un pueblo como los demaacutes afectando sen-siblemente a su misioacuten en el mundo Pero lo maacutes gra-ve es que la introduccioacuten de la monarquiacutea significa que Dios es rechazado como rey de su pueblo (1 Sam 8) Aquiacute se plantea claramente la alternativa caracte-riacutestica de Israel o reina Dios o reina un rey humano (1 Sam 87) Sin embargo esta alternativa radical pue-de suavizarse Dios puede utilizar las decisiones erra-das para llevar adelante sus planes Tras el rechazo del primer rey Sauacutel Dios aparece al lado de David estableciendo y confirmando su dinastiacutea Ello no sig-nifica sin embargo que la perspectiva de un reinado de Dios desaparezca Los libros de Croacutenicas presentan a los gobernantes de Israel como personajes que se han sentado en el trono de Dios sobre su pueblo (1 Cr 1714 285 2923 2 Cr 98) Sin duda la idea de un go-bierno ldquovicariordquo del rey en el puesto de Dios puede funcionar como poderoso instrumento de legitima-cioacuten Pero al mismo tiempo introduce un permanen-te elemento criacutetico el reinado pertenece propiamente a Dios y no a los reyes De ahiacute que eventualmente ese reinado pueda ser reclamado por su auteacutentico propie-tario Y de hecho la historia de la monarquiacutea israelita

presenta buenas ocasiones para que el auteacutentico sobe-rano reclame sus derechos reales Y esto da lugar a una extrantildea tensioacuten en la concepcioacuten del reinado de Dios en la Biblia hebrea

Por un lado el diagnoacutestico de los llamados histo-riadores ldquodeuteronomistasrdquo y de los profetas coincide en atribuir a los reyes de Israel y de Judaacute una respon-sabilidad muy especial en el hundimiento de los dos reinos que culmina con las invasiones de los imperios de Asiria y de Babilonia Los reyes habriacutean sido los principales impulsores de las injusticias y de las idola-triacuteas que terminaron en una cataacutestrofe experimentada como un abandono por parte de Dios y en definitiva como un castigo divino De esta experiencia surge na-turalmente la esperanza de que Dios volveraacute a reinar directamente sobre su pueblo como en los tiempos fundacionales de Israel repitiendo las experiencias de la salida de Egipto el camino por el desierto y los primeros tiempos en la tierra prometida cuando so-lamente Dios era el rey de Israel Los dirigentes de Is-rael seraacuten sustituidos por el verdadero propietario de la tierra prometida y por el verdadero rey de su pue-blo Por otra parte el modelo de un rey como David pecador pero nunca idoacutelatra y las promesas dirigidas hacia su dinastiacutea posibilitan el hecho de que las espe-ranzas judiacuteas se dirijan no soacutelo hacia un reinado de Dios sino tambieacuten hacia el reinado de un descendien-te de David que restaure su dinastiacutea y lleve al pueblo a una era definitiva de esplendor Estas dos esperan-zas aunque puedan ser compartidas por los mismos grupos o expresadas en los mismos textos (como por ejemplo Ez 34) no dejan de contener en siacute mismas una tensioacuten no resuelta entre el reinar directo de Dios y la aparicioacuten de figuras mesiaacutenicas que reinan en su nombre y que se sientan en su trono2

Ciertamente el trasfondo de la Biblia hebrea es de-cisivo para entender correctamente el mensaje de un Jesuacutes al que los evangelios presentan anunciando la llegada inminente del reinado de Dios Jesuacutes anuncia que Dios va a volver a reinar directamente sobre su pueblo como habiacutea hecho al liberarlo de Egipto y trasladarlo a la tierra prometida Esto significa ob-viamente que el exilio ha llegado propiamente a su fin y que los pecados que impediacutean ese final del exilio estaacuten siendo perdonados3 No es extrantildeo dado el tras-fondo de la concepcioacuten hebrea del reinado que el

2 Siacutentoma de esta tensioacuten es el hecho de que Ezequiel no llame ldquoreyrdquo al futuro gobernante daviacutedico sino solamente ldquopriacutenciperdquo (na-

siacute Ez 3424)

3 Cf N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 268-274

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 15

propio papel de Jesuacutes no resulte inicialmente nada claro Jesuacutes no parece favorecer el tiacutetulo de Mesiacuteas pa-ra siacute mismo sino maacutes bien el de ldquohijo del hombrerdquo Se trata como es sabido de un tiacutetulo que en el contexto del libro de Daniel pretende contrastar con el caraacutecter bestial de los imperios que se disputan el gobierno mundial (Dn 7) Pero es un tiacutetulo que de ninguacuten modo subraya el gobierno monaacuterquico del que lo porta sino que maacutes bien abre la perspectiva de un gobierno con-junto de todo ldquoel pueblo de los santos del altiacutesimordquo Y es que el anuncio de Jesuacutes sobre el reinado de Dios no parece haber ido unido a la idea de una restauracioacuten del estado de Israel en la que Jesuacutes mismo pudiera aparecer como el rey ungido (=Mesiacuteas) al frente de una nueva monarquiacutea daviacutedica Al contrario en Jesuacutes se mantiene la idea originaria de Israel de un pueblo distinto gobernado por Dios y en este sentido desti-nado a no reproducir el modelo de gobierno propio de las demaacutes naciones (Lc 2224-30) Dicho en otros teacuterminos el anuncio de Jesuacutes sobre el reino de Dios mantiene la idea hebrea de un reinar directo de Dios sobre su pueblo y de esta manera nos plantea la pre-gunta sobre el sentido de una posible figura mesiaacutenica en ese reinado pues tal figura inevitablemente entra en tensioacuten con la idea de un gobierno directo de Dios sobre su pueblo

Por otra parte en el anuncio de Jesuacutes sobre el rei-nado de Dios se plantean algunos problemas adicio-nales El anuncio se expresa en el lenguaje de la apo-caliacuteptica con diversas alusiones no soacutelo a aconteci-mientos dramaacuteticos y beacutelicos sino tambieacuten a sucesos coacutesmicos como el oscurecimiento del sol la falta de luz en la luna la caiacuteda de las estrellas o la sacudida de las potencias celestiales (Mc 1324-25) Estas afir-maciones parecen ligar la venida del reinado de Dios con el final de la historia humana y con el final del universo espacio-temporal De aquiacute surgen dos cues-tiones importantes Una se refiere al hecho de que ese final de la historia no tuvo lugar con lo que inevita-blemente surge la pregunta por la posible ldquoequivoca-cioacutenrdquo de Jesuacutes y del cristianismo apostoacutelico Otra cuestioacuten estaacute expresada en la famosa expresioacuten de Loisy seguacuten la cual Jesuacutes habriacutea anunciado la llegada del reino de Dios pero lo que en realidad habriacutea ve-nido seriacutea la iglesia4 El llamado ldquoretraso de la paru-siacuteardquo el hecho de que no llegara lo que se predicaba como inminente habriacutea dado paso a la aparicioacuten de una realidad ambigua no directamente querida por

4 ldquoJeacutesus annonccedilait le royaume et crsquoest lrsquoeacuteglise quie est venuerdquo cf A Loisy LrsquoEvangile et lrsquoEglise Pariacutes 1902 p 111 Loisy queriacutea subrayar la continuidad aunque su expresioacuten luego se ha citado en el sentido opuesto

Jesuacutes y que llamamos iglesia No vino algo bueno que Jesuacutes anunciaba sino algo ambiguo como la igle-sia que de ninguna manera puede sustituir al reino de Dios Al menos esta parece ser la interpretacioacuten de muchos autores contemporaacuteneos Sin embargo esta interpretacioacuten no es necesariamente la maacutes correcta Pero tal vez merezca la pena preguntarnos coacutemo se ha llegado a ella

2 La iglesia como reino de Dios

En la historia de la teologiacutea cristiana aparecen muy pronto tendencias que a la larga posibilitaraacuten la pro-gresiva interpretacioacuten del reino de Dios como una rea-lidad ajena a este mundo a lo que sin duda ayudoacute la creciente influencia de la filosofiacutea platoacutenica sobre el cristianismo En el Pastor de Hermas nos encontramos ya con la reflexioacuten sobre una iglesia preexistente creada antes que todas las cosas5 Lo que inicialmente se quiere indicar con la preexistencia de la iglesia es el hecho de que el sentido profundo del universo culmi-na en la comunidad iniciada por Jesuacutes Al afirmar que la iglesia ha sido creada antes de todas las cosas se puede afirmar en los moldes culturales de su tiempo que todas las demaacutes cosas han sido creadas por razoacuten de la iglesia De forma semejante en la segunda carta de Clemente se afirma que la iglesia espiritual fue creada antes que el sol y que la luna de tal manera que ya antes que todas las cosas la iglesia estaacute referi-da a Cristo Ciertamente hay tambieacuten una iglesia car-nal situada en la historia del mismo modo que Jesuacutes tambieacuten vino en carne Pero ya antes de que todas las demaacutes cosas fueran creadas hay una referencia cons-titutiva entre Cristo y la iglesia6 No era difiacutecil que ul-teriormente esta iglesia preexistente fuera asociada con las imaacutegenes biacuteblicas de una Jerusaleacuten celestial tal como aparecen en la Carta a los Gaacutelatas (Ga 425-26) o en el libro del Apocalipsis (312 212) Sin embargo esa asociacioacuten no deja de esconder una diferencia im-portante mientras que el mundo biacuteblico piensa desde la accioacuten histoacuterica de Dios que da lugar a una nueva Jerusaleacuten en los tiempos finales el mundo griego pa-rece preferir los arquetipos ideales como modelos an-teriores al mundo material y desde los que se puede interpretar lo que ulteriormente sucede en la historia

Ahora bien la idea de una iglesia preexistente im-plica obviamente la distincioacuten entre eacutesta y la iglesia ldquocarnalrdquo que hay en la historia Esta distincioacuten estaacute cargada de consecuencias porque va a permitir que paulatinamente se vaya introduciendo la idea de una

5 Cf Pastor de Hermas II 4 1

6 Cf 2 Clem 142-3

16 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

iglesia invisible distinta de la iglesia visible La iglesia invisible no es soacutelo una realidad preexistente sino tambieacuten el modelo ideal al que se tiene que conformar la iglesia visible En Clemente de Alejandriacutea encon-tramos una posicioacuten de este tipo utilizada en sentido criacutetico Clemente sostiene que en la tierra los amos deben dar justicia e igualdad a los esclavos precisa-mente porque la iglesia terrenal es imagen de la igle-sia celestial7 Aquiacute estamos en un terreno claramente platoacutenico pues tambieacuten en la Repuacuteblica de Platoacuten la ciudad ideal es el modelo que sirve para determinar lo que las ciudades empiacutericas deberiacutean de ser al mismo tiempo que posibilita una actitud criacutetica respecto a ellas Ahora bien la distincioacuten entre iglesia invisible e iglesia visible tambieacuten puede desempentildear la funcioacuten opuesta Ante el progresivo acomodamiento de la iglesia al mundo de su contexto la distincioacuten entre una iglesia ideal y unas iglesias ldquovisiblesrdquo tambieacuten permitiraacute una cierta resignacioacuten ante el hecho de que el mundo sensible nunca podraacute llegar a ser igual que el mundo ideal De lo que se trataraacute maacutes bien seraacute de tener paciencia con el mundo real y aguardar que tras la muerte del cuerpo nuestra alma pueda llegar a gozar del mundo ideal La idea de un Dios que reina sobre un pueblo en la historia presente iraacute dejando lu-gar a un Dios que reina en los cielos Porque de hecho quien reina en la tierra son los emperadores cuya conversioacuten al cristianismo y cuyo patronazgo sobre la iglesia tendraacute que ser teoloacutegicamente integrado

Todaviacutea en Oriacutegenes encontramos claros alientos biacuteblicos cuando piensa en Judaacute como un pueblo go-bernado por Dios8 y tambieacuten cuando entiende que la iglesia terrena es la forma del reino que ha de venir pues su unidad adelanta la unidad de toda la huma-nidad9 Y es que Oriacutegenes a pesar del fuerte influjo del platonismo sobre su teologiacutea todaviacutea escribe en un contexto preconstantiniano En Agustiacuten de Hipo-na en cambio nos encontramos con la plena vigencia de la ecuacioacuten que equipara a la iglesia preexistente a la iglesia como arquetipo invisible y al mismo reino de Dios10 Ciertamente Agustiacuten tiene que admitir en su poleacutemica con los disidentes especialmente con los donatistas que la iglesia visible no es perfecta sino un ldquocuerpo mixtordquo en el que crece el trigo y la cizantildea Se trata sin duda de una curiosa interpretacioacuten de la pa-raacutebola evangeacutelica pues en ella Jesuacutes no refiere el

7 Cf Clemente de Alejandriacutea Stroacutemata 4 8 66

8 Cf Oriacutegenes Homiliacutea sobre Jeremiacuteas 9 2 (a propoacutesito de Jer 112)

9 Cf Oriacutegenes Sobre los principios I 6 2

10 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XIII 16 XVIII 29 Enqui-

ridioacuten a Laurencio 5615

campo en el que crecen el trigo y la cizantildea a la iglesia (ni a Israel) sino al mundo Sin embargo es obvio que el giro constantiniano al hacer co-extensivas la iglesia y el imperio permite interpretaciones como la de Agustiacuten asiacute como en el mundo creciacutean el trigo y la ci-zantildea tambieacuten ahora en la iglesia visible crecen el trigo y la cizantildea La distincioacuten entre el trigo y la cizantildea so-lamente es posible en la iglesia invisible cuya presen-cia no se distingue de aquella de los arquetipos a los que las realidades sensibles se asemejan Ahora bien en este aacutembito ideal Agustiacuten no tiene dificultades en afirmar sin ambages que ldquola iglesia es el reino de Cris-to y el reino de los cielosrdquo11

Esta identidad entre la iglesia y el reino de Dios se mantiene en la teologiacutea occidental a lo largo de las edades media y moderna aunque con un importante matiz en la medida en que la iglesia catoacutelica se va percibiendo a siacute misma como una ldquosociedad perfectardquo en oposicioacuten a los movimientos disidentes y a los es-tados nacionales crece tambieacuten la tendencia a identi-ficar esta iglesia presuntamente perfecta y sin duda visible con el reino de Dios Todaviacutea en el siglo XX autores catoacutelicos como Karl Adam (en El espiacuteritu del

catolicismo) o Reginald Garrigou-Lagrange (en Vida

eterna) han defendido la identidad entre la iglesia ca-toacutelica y el reino de Dios El concilio Vaticano II ha moderado levemente este entusiasmo afirmando que la iglesia es el reino de Dios presente ldquoen misteriordquo o que representa en la tierra ldquoel germen y el principiordquo del reino de Dios12 Tambieacuten en el aacutembito protestante se mantuvo desde los reformadores la identidad entre la iglesia y el reino de Dios Asiacute por ejemplo Lutero habla de la iglesia como ldquoel reino de Dios bajo Cris-tordquo13 Sin embargo los reformadores mantuvieron es-trictamente la distincioacuten agustiniana entre la iglesia visible y la iglesia invisible de modo que la ecuacioacuten entre la iglesia y el reino se daba maacutes bien en el aacutembi-to de la iglesia invisible y no en las diversas iglesias territoriales que surgieron de la Reforma En cambio en los grupos anabaptistas se comenzoacute a poner en tela de juicio la diferencia radical entre iglesia visible e iglesia invisible y se comenzoacute a entender la ldquoJerusa-leacuten celestialrdquo no como una iglesia distinta de la pre-sente sino como una metaacutefora de la iglesia histoacuterica concreta14

11 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XX 9 1-2

12 Cf Concilio Vaticano II LG 3 y 5

13 Cf Lutero WA 11 249-253 262

14 Cf J H Yoder Textos escogidos de la reforma radical Buenos Aires 1976 pp 403-443 W Klaassen Selecciones teoloacutegicas anabautistas Guatemala 1985 p 86

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 17

3 La iglesia no es el reino de Dios

La distincioacuten estricta entre la iglesia y el reino de Dios comienza con la ilustracioacuten En cierto modo co-mienza siendo una distincioacuten filosoacutefica que hace Kant en su obra de 1793-1794 sobre La religioacuten dentro de los

liacutemites de la pura razoacuten Como es sabido se trata de un texto tiacutepicamente ilustrado en el que se propone la progresiva sustitucioacuten de las religiones histoacutericas lle-nas de arbitrariedades por una religioacuten moral y ra-cional que en el fondo representa el nuacutecleo auteacutentico de toda religiosidad Al mismo tiempo como buen ilustrado Kant confiacutea en el triunfo progresivo de la moral y de la racionalidad en la historia humana En esta liacutenea Kant interpreta la victoria del principio del bien sobre el principio del mal como ldquofundacioacuten del reino de Dios sobre la tierrardquo15 De este modo el reino de Dios adquiere para toda la modernidad los claros caracteres de una utopiacutea eacutetica Ciertamente Kant re-conoce que la fundacioacuten de una comunidad moral constituye una obra que no se puede esperar de los seres humanos sino solamente de Dios Sin embargo los seres humanos no pueden permanecer de brazos cruzados sino que han de comportarse como si todo dependiera de ellos y solamente asiacute les estaacute permitido esperar que la providencia lleve a su esfuerzos bien intencionados a un cumplimiento pleno Esta comu-nidad eacutetica todaviacutea no realizada se puede interpretar entonces como una iglesia invisible mientras que la iglesia visible seriacutea aquella asociacioacuten de seres huma-nos que coincide con ese ideal y lo trata de realizar La verdadera iglesia visible seriacutea aquella que presenta (darstellt) el reino moral de Dios sobre la tierra y por tanto la iglesia podriacutea ser considerada como la repre-sentante (Repraumlsentantin) del reino o estado de Dios16

En buena medida puede decirse que las reflexiones kantianas han determinado el tratamiento de este problema teoloacutegico hasta el presente Albrecht Ritschl se sumoacute a la tesis kantiana diferenciado entre la igle-sia como comunidad del reino de Dios y el reino mismo de Dios17 Sin embargo no faltaron desde el principio las voces criacuteticas Friedrich Schleiermacher se opuso a la concepcioacuten eacutetica del reinado de Dios subrayando que eacuteste acontece no como realizacioacuten humana sino como efecto de la obra de Cristo Ahora bien el efecto de la obra de Cristo es la iglesia que en-tonces puede ser entendida por Schleiermacher como

15 Cf I Kant Die Religion innerhalb der Grenzen der bloszligen Vernunft B 127-222

16 Cf ibid B 142-144

17 Cf A Ritschl Unterricht in der christlichen Religion (1875) ed por G Ruhbach Guumltersloh 1966 p 15

ldquoreino de Dios fundado por Cristordquo18 La oposicioacuten a la concepcioacuten ilustrada en cierto modo se agudiza en el contexto de la ldquoescatologiacutea consecuenterdquo de Johan-nes Weiszlig y Albert Schweitzer El descubrimiento de la dimensioacuten escatoloacutegica del mensaje de Jesuacutes favorece una idea del reino de Dios como algo que se habriacutea de realizar como obra exclusiva de Dios sin la colabora-cioacuten humana De ahiacute que el sentildeoriacuteo (reinado) de Dios sea algo radicalmente distinto de la comunidad de los disciacutepulos de Jesuacutes por maacutes que ese sentildeoriacuteo seguacuten Weiszlig siacute incluye a la comunidad creyente en la que se realiza la verdadera justicia19 Ciertamente estos eacutenfa-sis escatoloacutegicos podriacutean haber sido importantes para recuperar aspectos esenciales del reinado de Dios y de su relacioacuten con la iglesia Sin embargo el movi-miento de la escatologiacutea consecuente planteaba dema-siados problemas a la teologiacutea de su tiempo como pa-ra poder ser digerido con facilidad Un Jesuacutes apocaliacutep-tico es tal vez una figura plausible en el siglo primero pero alguien demasiado extrantildeo para nuestro tiempo Y no soacutelo extrantildeo sino tambieacuten equivocado pues en definitiva la realizacioacuten inminente del reino por parte de Dios tal como la pensaron estos autores no habriacutea tenido lugar El final de los tiempos no llegoacute Jesuacutes y los primeros cristianos estaban equivocados

Ante esta dificultad una viacutea de solucioacuten empren-dida repetidamente por la teologiacutea del siglo XX fue la separar el mensaje de Jesuacutes de toda connotacioacuten apo-caliacuteptica Asiacute se pudo decir por ejemplo que los ele-mentos apocaliacutepticos de sus discursos habriacutean sido antildeadidos por la primera comunidad cristiana Jesuacutes no habriacutea anunciado la venida del reino de Dios o si la anuncioacute habriacutea tenido un sentido muy distinto al que despueacutes le atribuyeron los primeros cristianos El reino de Dios anunciado por Jesuacutes seriacutea un reino pu-ramente interior y su mensaje tendriacutea que ser enten-dido en teacuterminos puramente sapienciales o existencia-les La inminencia del reinado no tendriacutea que ser in-terpretada entonces como referida a grandes trans-formaciones globales sino simplemente como una ldquoescatologiacutea presenterdquo a diferencia de las escatologiacuteas futuristas de sus contemporaacuteneos La escatologiacutea pre-sente consistiriacutea simplemente en que aquellas trans-formaciones individuales e internas anunciadas por Jesuacutes seriacutean accesibles ya en el presente a cualquier persona con independencia de cualquier cataacutestrofe coacutesmica El precio de estas reinterpretaciones es por

18 Cf F Schleiermacher Der christliche Glaube (1930-1931) ed por M Redeker Berliacuten 1999 sect 107 citado en W Pannenberg Systematische Theologie vol 3 Goumlttingen 1993 p 47

19 Cf J Weiszlig Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes Goumlttingen 1892 pp 79 15-126

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 8: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

8 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

sacaacutendole de la muerte para llevarle a la vida9raquo Y lo cierto es que la comunidad cristiana primitiva se comprende a siacute misma muy pronto como la ekklesia

tou theou (Flp 36 Gaacutel 113) derivada del qahal Yahve con el que Israel es designado en el AT como pueblo de Dios congregado para el culto Es muy probable que fuera el grupo helenista el responsable de esta de-signacioacuten con lo que se quisiera enfatizar no soacutelo con-tinuidad si no de discontinuidad con la historia ante-rior debido su fuerte eacutenfasis en la ley10 laquoLa comuni-dad primitiva adoptoacute con la mayor naturalidad tiacutetulos del pueblo de Dios en el antiguo testamento y se los aplicoacute a siacute misma y a sus miembros11raquo De esta manera la comunidad recibe el tiacutetulo de laquolos santosraquo (Rom 15 23 1 Co 84 etc) laquolos elegidosraquo (Mc 1320) con lo que se expresa una conciencia de representar al pueblo es-catoloacutegico de Dios12

Esta conciencia de ser pueblo de Dios lleva a la comunidad cristiana a una praacutectica de vida que en mi opinioacuten se puede resumir en los siguientes puntos que son imprescindibles y baacutesicos para cualquier comu-nidad cristiana que quiera ser fiel al mensaje de Jesuacutes Son caracteriacutesticas que se solapan que no son inde-pendientes unas de otras pero por mor de la claridad se presentan en distintos apartados

Como ya hemos comentado existen muchas for-mas de comunidad o mejor dicho la comunidad puede

adquirir muchas formas pero estos elementos son im-prescindibles Dentro de cada uno de los apartados y tratando de ser fiel al tiacutetulo de esta serie de conferen-cia expondreacute tanto las oportunidades como los peli-

gros inherentes a ellos

A Una comunidad que anuncia el reino de Dios

Se trata de hacer visible en el aquiacute y el ahora el mensaje del reino de Dios Esto lo hace la comunidad de manera espontaacutenea impelida por el Espiacuteritu Santo Lejos de referirse a una ideologiacutea que hay que planifi-car minuciosamente este anuncio del reino es la con-

9 Donald Senior laquoEncontrando las huellas de Dios en el camino ini-ciado en la Bibliaraquo (traduccioacuten adaptada del original ingleacutes publi-cado en Church Summer 1999) httpwwwcisocclhtmlnov01htm (14102005)

10 No es tema de esta conferencia entrar en una discusioacuten detallada de este interesante toacutepico Pare ello referimos al lector a Ludger Schenke La comunidad primitiva Salamanca Siacutegueme 1999 en es-pecial a su capiacutetulo 5

11 Schenke La comunidad primitiva 126

12 Lohfink La iglesia que Jesuacutes queriacutea Dimensioacuten comunitaria de la fe

cristiana (3ordf ed) Bilbao Descleacutee de Brouwer 1998 87-88

crecioacuten actual e histoacuterica en la vida de sus suacutebditos La soberaniacutea de Dios se refleja en la vida de los miembros de la comunidad en su solidaridad su eacuten-fasis en la fraternidad de hermanos y hermanas don-de sobra todo tiacutetulo de poder y autoridad (Mc 1029)13 laquoLa fraternidad surge en la historia alliacute donde el Espiacute-ritu de Dios elimina la loacutegica de Adaacuten y todas sus consecuencia personales y sociales14raquo

La vida en comunidad que nos propone el libro de los Hechos aunque un tanto idealizada como en todo relato de los comienzos surge de esta nueva realidad que nace y se reproduce en el corazoacuten de las personas y que se concreta en la vida diaria Lejos de ser una conversioacuten interna e individualista el reino de Dios hace que la pequentildea semilla se transforme en un gran aacuterbol La necesidad de reunirse por las casas (Hch 246 cf Mc 1412-16) compartir no soacutelo la tradi-cioacutenensentildeanza de los apoacutestoles sino el comer surgen de esta conversioacuten a lo nuevo que sin embargo esta en continuidad con la praacutectica de Jesuacutes15

Un estudio del teacutermino koinocircn (laquocomuacutenraquo de ahiacute laquocompartirraquo laquocomuacuten-unioacutenraquo etc) y derivados nos muestra que la idea de compartir no era nueva sino que teniacutea un gran arraigo en el mundo heleno Pitaacutego-ras reconoce un orden coacutesmico que se refleja en el or-den humano En ese estado primigenio no existiacutea propiedad privada Platoacuten consideraba la propiedad privada como raiacutez de todo mal ya que lleva indefecti-blemente al deseo egoiacutesta de poseer maacutes la avaricia (pleonexiacutea)16 aunque experimentoacute en carne propia la dificultad de llevarlo a cabo en su propia vida De esta manera concluye que soacutelo dios y los hijos de los dio-ses pueden vivir en esta comunidad de bienes espo-sas e hijos (Leg V 739d) Aristoacuteteles toma una postu-ra maacutes realista e individualista y analiza los peligros de llevar a cabo la propuesta de Platoacuten (Pol II 2 1261a) laquoNo puede existir la imposicioacuten de la comuni-dad y la unidad en el estado sino que se debe llevar a cabo por medio de la educacioacutenraquo (Pol II 5 1263)

Es con los ciacutenicos que las propuestas de Platoacuten en-cuentran base en la naturaleza El ciacutenico Crates afirma que laquoentre amigos todo es comuacutenraquo El estoicismo to-ma una viacutea maacutes moderada y permite asiacute la propiedad

13 Para un interesante comentario de este verso G Lohfink La igle-

sia que Jesuacutes queriacutea 51s

14 Antonio Gonzaacutelez Reinado de Dios e imperio Ensayo de teologiacutea so-

cial Santander Sal Teacuterrea 2003 200

15 Cf Hechos 432 y Lucas 81-3

16 Friederich Hauck laquoKoinoacuteshellipraquo Theological Dictionary of the New Tes-

tament vol III Gerhard Kittel (ed) Grand Rapids Eermands 1989 792

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 9

privada Los neopitagoacutericos buscan la libertad interna que les permite laquono poseer nada y auacuten asiacute ser duentildeos de todoraquo17

La comunidad cristiana que teniacutea ejemplos concre-tos de mancomunidad provenientes tanto del mundo heleno como del judaiacutesmo (esenios therapeutae aun-que eacutestos viviacutean como comunidad con el propoacutesito del estudio piados de la escritura) vive su praacutectica como resultado del soplo del Espiacuteritu Santo (Hch 2) No es un movimiento econoacutemico en el sentido de que sea una economiacutea de tipo comunista tampoco es legal en el sentido de una socializacioacuten constitucional de la propiedad y tampoco es filosoacutefico en el sentido de imitacioacuten del orden natural de las cosas como ocurre con los ciacutenicos18 Como afirma Hauck el verbo elegen (laquonadie deciacutea ser suyohellipraquo Hch 432) contiene un laquosub-jective sense of fellowshipraquo19

La oportunidad que se ofrece a la iglesia es la de una posibilidad de vida maacutes solidaria contraria al flujo individualista y de poder que se ha erigido en modelo de convivencia al menos en gran parte del mundo oc-cidental Este idealismo necesario es oportunidad norte al que mirar y hacia el que caminar Todo lo que sea construir en esa direccioacuten (solidaridad renuncia a la violencia al individualismo egoacutelatra etc) es estar en la senda cristiana guiados por el mismo Espiacuteritu que impelioacute a los primeros disciacutepulos En ella la igle-sia se reconoce como tal como mensajera den las bue-nas nuevas de que el Reino estaacute entre nosotros20

Este ideal de comunidad se convierte en peligro cuando entra el desaacutenimo cuando no se ha medido bien el precio de tal empresa (Lc 1428) y se olvida que comunidad es tambieacuten dedicacioacuten y trabajo arduos pues es luchar contra el egolaacutetrico yo que se quiere imponer a toda costa Tambieacuten cuando el ideal no deja reconocer la realidad pero ese es tema que auacuten hemos de tratar

B Fraternidad inclusiva

Identificarse como pueblo de Dios no libra de eli-tismos y etnocentrismos La historia de la primitiva iglesia es buen ejemplo de ello A los que acusan a Lu-cas-Hechos de excesivo triunfalismo hay que recor-darles la inclusioacuten de periacutecopas donde se acentuacutea la limitacioacuten humana de la comunidad (Hch 51-11 61)

17 Esta afirmacioacuten de Filostrato se parece mucho a la que encontra-mos en 2 Corintios 610

18 Hauck laquoKoinoacuteshellipraquo 796

19 Ibiacuted

20 Lohfink La iglesia 65-6

En ellas se recoge el duro aprendizaje que la comuni-dad del Espiacuteritu tiene que llevar a cabo en su vivencia diaria Esa comunidad tiene que estar abierta a todos y todas pues no hay exclusiva para con Dios La co-munioacuten de mesa es uno de los elementos maacutes descon-certantes para el lector actual que se acerca al texto de los Hechos Pues la laquoforma de comer vincula con el propio cuerpo y con su historia21raquo Tenemos claros ejemplos de esta cercana relacioacuten entre comida y valo-res eacutetnicos histoacutericos y religiosos en el libro de Leviacuteti-co (coacutedigo de santidad) el mandamiento de celebra-cioacuten de la Pascua judiacutea (el simbolismo de cada plato) el libro de Daniel (los joacutevenes que no se mancillan con la comida extranjera) a las cartas paulinas (Romanos 14 1 Corintios 8 etc)22 En la comunioacuten de mesa por su forma de comer es donde Israel se identifica como diferente del resto Es su forma de separarse de entre los pueblos y es justamente ahiacute en el centro simboacutelico de su valor donde el Espiacuteritu de Dios viene a abrir y transformar los conceptos Los capiacutetulos 10 y 11 del libro de los Hechos no expresan tanto la conversioacuten del temeroso de Dios y gentil Cornelio como la con-versioacuten de Pedro (y por ende el comienzo de la con-versioacuten de la iglesia de Jerusaleacuten) a la visioacuten inclusiva del Reino de Dios

Creo que es importante resaltar un pequentildeo deta-lle en el relato del capiacutetulo 11 justo despueacutes de que Pedro haya calmado las preguntas de la asamblea (Hch 1119-21) laquoAhora bien los que habiacutean sido es-parcidos a causa de la persecucioacuten que hubo con mo-tivo de Esteban pasaron hasta Fenicia Chipre y An-tioquiacutea sin hablar a nadie la palabra sino solo a los judiacuteos Pero habiacutea entre ellos unos de Chipre y de Ci-rene los cuales cuando entraron en Antioquiacutea habla-ron tambieacuten a los griegos anunciando el evangelio del Sentildeor Jesuacutes Y la mano del Sentildeor estaba con ellos y gran nuacutemero creyoacute y se convirtioacute al Sentildeorraquo

Es casi iroacutenico pensar que mientras las grandes ca-bezas pensantes del moviendo de Jesuacutes ubicados en Jerusaleacuten disputaban acerca de la conveniencia o no de la inclusioacuten de los gentiles en la comunidad de fe

21 Rafael Aguirre La mesa compartida Estudios del Nuevo Testamento

desde las ciencias sociales Santander Sal Teacuterrea 1994 27

22 Recientemente (septiembre de 2005) se emitioacute un documental en la 2 de TVE en que se hablaba de los cambios dieteacuteticos en la pobla-cioacuten de los paiacuteses en viacuteas de desarrollo como consecuencia de su mayor poder econoacutemico Un padre de familia chino entrevistado hablaba con orgullo coacutemo su hija en edad de contraer matrimonio habiacutea engordado considerablemente a causa de su mejora en esta-tus social lo que les permitiacutea ahora acercarse al mundo de los res-taurantes de comida raacutepida iexclIncluso comer laquocomida basuraraquo se ha convertido en un siacutembolo de prosperidad econoacutemica y social laquoDi-me queacute comes y te direacute quieacuten eresraquo

10 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

los laquodon nadiesraquo aquellos de quienes ni siquiera co-nocemos su nombre misioneros anoacutenimos fueron los primeros en entender que laquoDios no hace distincioacuten de personasraquo De alguna manera Dios teniacutea ya guardado un laquoplan Braquo en caso de que la comunidad de Jerusaleacuten no afrontara la realidad con una buena dosis de ries-go

La oportunidad es crear una comunidad abierta que acoge a aquellos que la sociedad no suele acoger con gusto No es extrantildeo pues que en nuestras comunida-des tengamos personas con problemas sociales impor-tantes debilidades y carencias profundas La comuni-dad es oportunidad de vida para el marginado y oportunidad para los cristianos de conocer y relacio-narse con las personas de manera maacutes profunda23 Es oportunidad de crear una sociedad alternativa que se verifica en el diacutea a diacutea G Lohfink acertadamente apunta a otro teacutermino que fortalece el sentido de co-munidad de una forma diferente a koinoniacutea que en ocasiones puede entenderse de forma excesivamente estructural Se trata de la expresioacuten de reciprocidad allecirclocircn (laquounos a otrosraquo)24 De esta reciprocidad deviene el concepto de edificacioacuten (oikodomein) que tan popu-lar se ha hecho en el mundo pietista donde se ha cul-tivado de forma maacutes individualista Sin embargo en las cartas paulinas esta terminologiacutea se refiere al con-junto de la comunidad que de esta forma se convierte ella toda en responsable de que este ideal se lleva adelante Se podriacutea ahondar mucho maacutes en todo este entramado pero me imagino que las siguientes confe-rencias construiraacuten sobre este tema desde puntos de vista maacutes teoloacutegicos y pastorales por lo que huelga alargarnos aquiacute

Un peligro es diluirnos por ese afaacuten de querer lle-gar a todos Entonces no anunciariacuteamos ya un mensa-je renovador si no que la iglesia se vuelve un equipo de atencioacuten primaria o como si de un departamento de ofertas religiosas se tratara especializada en el aacuterea de la soledad y la depresioacuten25 Se trata de una vivencia

comunitaria de transformacioacuten no de un servicio a do-micilio La comunidad de fe no puede regalarle a la persona aquello que no le pertenece la salvacioacuten el perdoacuten la reconciliacioacuten con Dios pero si puede crear el espacio adecuado para que la persona tenga ese en-

23 Lejos de ser una entelequia no hay maacutes que echar un vistazo a las profundas reflexiones de Henri J M Nouwen En el nombre de Jesuacutes y El sanador herido para darse cuenta de que una comunidad que no acompantildea al herido y aprende de eacutel es incapaz de un diaacutelogo veraz con Dios en oracioacuten (En el nombre de Jesuacutes 25ss)

24 Lohfink La iglesia 110s

25 Lohfink La iglesia 12

cuentro con el Dios perdonador que habita en medio de su pueblo por medio de su Espiacuteritu

C Comunidad teoloacutegica

No se trata soacutelo una praacutectica social o grupo de au-to-ayuda se trata de una comunidad que estudia y se abre a las escrituras que es fiel a la doctrina No se aferra a eacutesta como si su vida dependiese de su fideli-dad a la letra sino que se esfuerza por vivir de mane-ra consecuente lo que entiende a la luz de su estudio y praacutectica cotidiana con la ayuda del Espiacuteritu que las ha dado haacutelito Hace ademaacutes un esfuerzo por entender el mundo y la sociedad que le rodean para asiacute servir al proacutejimo de manera maacutes efectiva Una comunidad que laquoescucharaquo y reflexiona maacutes que habla

Es una comunidad que se reuacutene alrededor de la doctrina y los siacutembolos que dan sentido a su praxis y ortodoxia Se trata por tanto de una comunidad que celebra a la vez que escudrintildea estudia las escrituras (Hch 24246) que se caracteriza por la alegriacutea pues sabe en quieacuten ha depositado su confianza (Flp 16 2 Tim 112) Se trata de una comunidad que se abre a su influencia y se convierte a su Autor a medida que en-tiende maacutes el mensaje de la escritura La escritura no es en uacuteltimo lugar un cuerpo de doctrina que hay que guardar y defender a toda costa sino la guiacutea que nos acerca maacutes al corazoacuten de Dios mediada por su Espiacuteri-tu santo

La oportunidad es que la comunidad sea relevante a la sociedad que dice querer servir Conocer sus escri-turas estaacute fuertemente unido a conocer la problemaacuteti-ca humana pues ellas dan testimonio de cuaacuten fraacutegil y orgulloso es el ser humano pero que afortunadamen-te hay solucioacuten a este dilema La oportunidad es para la comunidad el escuchar sin dar respuestas pre-cocinadas Es verse reflejada en las paacuteginas de la escri-tura y celebrar al mismo tiempo su salvacioacuten por me-dio de los siacutembolos de liberacioacuten Es por ello que la Palabra estaacute tanto en medio de la comunidad como frente a ella

El peligro es encerrarse en su propio mundo tra-tando de resolver los problemas del mundo sin prin-garse de lodo Una comunidad asiacute no se ha ganado el respeto de la sociedad a hablar ni tampoco representa el ideal cristiano de encarnacioacuten26 Se tratariacutea de que-

26 En el antildeo 260 cuando la peste se ceboacute con Alejandriacutea su obispo Dionisio escribioacute una carta que recoge Eusebio en su Historia Ecle-

siaacutestica VII 22 en la que se habla de la ejemplar actuacioacuten de los cristianos que acogiacutean a los moribundos en ocasiones hasta pade-cer y morir ellos mismos a causa de las enfermedad contraiacuteda mientras que los paganos echaban de casa incluso a sus allegados contagiados con tal de no verse ellos mismos en peligro En VII

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 11

rer ser laquosantaraquo a toda costa incluso a costa del her-mano o hermana moribundos pero esa santidad ya ha perdido su caraacutecter transformador y de contagio La sal ha perdido su sabor y sus propiedades aunque de lejos auacuten parece sal

D Comunidad escatoloacutegica

Se trata de una comunidad que espera la consuma-cioacuten final pero que no se queda perdida en la nada en el interim laquoLa espera escatoloacutegica de la comunidad primitiva fue una auteacutentica espera del futuro pero es-te futuro era tan inminente que podiacutean sentirse sus efectos que determinaban el presente27raquo El paso de los siglos puede que haya atenuado el celo original pero la comunidad de hoy no puede asentarse en esta sociedad de tal manera que pierda de vista la alterna-tiva de vida que ha de propugnar Conoce y experi-menta la realidad del conocido sanctus et peccator y por ello se aplica a la hora de tratar con sus miembros y los de afuera donde ejerce una laquodivina pacienciaraquo Se sabe en camino pero auacuten no completa en su praacutectica y expresioacuten y es por ello que actuacutea con humildad y una dosis de modestia Quizaacutes necesitamos maacutes de este mensaje y no tomarnos a nosotros mismos tan en se-rio Esta falta de capacidad de reiacuterse de uno mismo puede que sea una de las razones por la que la comu-nidad cristiana en ocasiones no estaacute abierta a aprender de los que no son sus miembros

Cuando la comunidad pierde de vista su valor temporal no absoluto es cuando sucumbe a la tenta-cioacuten de asentarse por cualquier medio La esperanza escatoloacutegica tiene que mirar al futuro inminente a tra-veacutes del filtro de la cruz de Jesuacutes sin cuya muerte y re-surreccioacuten no hubiera sido posible tal esperanza Los repetidos anuncios de muerte que Jesuacutes hace a sus disciacutepulos en el evangelio de Marcos resaltan una vez maacutes la falta de entendimiento de laquoestar en ondaraquo con el maestro (Mc 827-35 930-50 1032-45) Eacutestos se quieren asentar colocar en el poder mientras que el ejemplo del maestro es otro28 El servicio se hace yendo (Mt 107-8) en seguimiento de Jesuacutes cercano a eacutel laquoLa conclusioacuten que se desprende de todo lo dicho es muy clara no hay fe donde no hay seguimiento de Jesuacutes y

228 dicersquoAsiacute partieron de esta vida nuestros mejores hermanos Algunos de ellos eran ancianos y diaacuteconos o sencillamente gente del pueblo todos ellos muy apreciados y elogiados pues este tipo de muerte por la mucha piedad y poderosa fe que conlleva en nin-guacuten aspecto parece inferior al martiriorsquo

27 Schenke La comunidad 119

28 Ver los interesantes comentarios al respecto de R Aguirre Ensayo

sobre los oriacutegenes del cristianismo De la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la reli-

gioacuten domeacutestica de Pablo Estella Verbo Divino 2001 170-173

no hay seguimiento de Jesuacutes donde no hay movimien-toraquo29

La oportunidad es vivir hoy con la esperanza de un futuro glorioso que condiciona el ahora La tempora-lidad de cada uno de nosotros de la comunidad de fe en siacute frente a la inconmensurabilidad de Dios nos ayuda a poner las cosas en perspectiva y a ser creati-vos sin temor a equivocarnos La escatologiacutea puede ayudarnos a quitar esas maacutescaras que intentan que la comunidad de fe sea algo menos que humana y maacutes que divina El laquoya pero todaviacutea noraquo tintildee de esperanza y humildad a esa comunidad que se dedica al servicio de aquellos que llama a ser partiacutecipes de las promesas de Dios en Cristo Jesuacutes

El peligro es perder el valor de la temporalidad y querer establecerse en el poder terrenal Es en esos momentos que la comunidad de fe tiene que recupe-rar la visioacuten de la cruz de Jesuacutes y entender que la vic-toria soacutelo viene de mano de una derrota anterior la del cordero sin mancha como inmolado de pie en me-dio del trono (Apo 56) Si la comunidad pierde de vis-ta que estaacute en traacutensito seraacute propensa a absolutizar sus pretensiones

III Conclusiones

Volvemos de nuevo a la analogiacutea de la interpreta-cioacuten musical Naturalmente que uno puede disfrutar de una buena pieza musical sin leer muacutesica Pero para disfrutarla maacutes plenamente uno tiene que sentirla y dejarse llevar por eacutesta Existe una diferencia abismal entre estar en casa a solas y escuchar una buena gra-bacioacuten a estar en un auditorio y saborear el evento en carne propia junto a otras personas que tambieacuten parti-cipan del evento

Algunos cuestionaron a Jesuacutes indirectamente en el cuarto evangelio a causa de la doctrina que proponiacutea siendo eacutel persona sin estudio formal (715) a lo que Jesuacutes responde que lsquoEl que quiera hacer la voluntad de Dios conoceraacute si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuentarsquo (Juan 717)

Podemos teorizar y estudiar los textos que nos hablan del significado de laquocomunidadraquo hasta quedar-nos sin habla pero lo que propongo es un acercamien-to a primera vista maacutes pragmaacutetico pero que de hecho se ajusta a la forma en que conocemos la realidad a nuestro alrededor esa realidad que nos esculpe y nos hace ser lo que somos diacutea a diacutea Si de veras queremos

29 Joseacute Mariacutea Castillo El seguimiento de Jesuacutes Salamanca Siacutegueme 1998 20

12 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

acercarnos a los modelos biacuteblico-cristianos de comu-nidad no hay otra manera de hacerlo que arriesgaacuten-donos a vivir esa comunidad en el diacutea a diacutea experi-mentado en carne lo que los textos anuncian a viva voz Conoceremos en la medida en que estemos dis-puestos a ser parte de esa comunidad imperfecta que sin embargo me hace hueco y que ya ha sido santifi-cada por Dios Conoceremos tanto como estemos dis-puestos a darnos pues en eacutesta como en tantas otras situaciones de la vida no existe foacutermula maacutegica algu-na sino la de la entrega y renuncia totales

Una advertencia maacutes Sea cual fuere el modelo de comunidad que queremos llevar a cabo debemos estar atentos a estas sabias palabras30

Los que aman su suentildeo de comunidad maacutes que a la

misma comunidad llegan a ser destructores de la comu-

nidad

30 D Senior al comentar acerca de la advertencia de D Bonhoeffer sobre aquellos que desean vivir una comunidad cristiana basada en suentildeos irreales en laquoEncontrando las huellashellipraquo 9

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 13

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Iglesia y Reino de Dios Antonio Gonzaacutelez

La tesis de que la iglesia no se debe identificar con el reino de Dios es casi un lugar comuacuten en la teologiacutea contemporaacutenea La tesis es en buena medida correc-ta Sin embargo la cuestioacuten crucial consiste en deter-minar cuaacutel es la relacioacuten entre la iglesia y ese reinado iquestSe trata simplemente de que la iglesia ldquoanunciardquo el reino de Dios como sostendriacutean las posturas maacutes tra-dicionales iquestO se trata maacutes bien de que la iglesia ldquopromueverdquo aquellas iniciativas socio-poliacuteticas que considera maacutes apropiadas para que el reino de Dios se acerque como se diriacutea desde posiciones maacutes progre-sistas iquestSon estas posiciones tan distintas o compar-ten muchos presupuestos comunes iquestY hay acaso otras maneras de pensar la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios Evidentemente para aclarar estas cues-tiones es esencial que comencemos preguntaacutendonos por determinar queacute es lo que se quiere decir cuando se habla de un reino de Dios

1 El reinado iquestde Dios

En el canon la Biblia hebrea la idea de que Dios re-ina sobre su pueblo aparece por vez primera en Ex 1518 Se trata de un pasaje crucial que nos puede ilustrar en gran manera sobre el sentido profundo del reinado de Dios Tras el hundimiento del ejeacutercito del faraoacuten en las aguas del Mar de los Juncos Moiseacutes y su hermana Miriam entonan sendos cantos triunfales Pues bien al final su canto Moiseacutes proclama ldquoel SE-NtildeOR (YHWH) reinaraacute por siempre jamaacutesrdquo Lo que se afirma es justamente que el pueblo que ha salido de Egipto ya no estaacute bajo la soberaniacutea del faraoacuten sino ba-jo la soberaniacutea de Dios Dios reina sobre ese pueblo Se ha convertido en su gobernante porque ha arreba-tado a ese pueblo de la soberaniacutea del faraoacuten y lo ha situado bajo su propia soberaniacutea El reinado de Dios no es en el canto de Moiseacutes algo abstracto utoacutepico o meramente trascendente El reinado de Dios tiene lu-gar ya en la historia Dios reina alliacute donde el faraoacuten ya no reina y donde sorprendentemente tampoco Moi-seacutes se convierte en rey Si Dios reina otros no reinan El que Dios reine entrantildea el cuestionamiento de toda forma humana de dominacioacuten De ahiacute que la ley del Sinaiacute disentildee una sociedad altamente igualitaria que en principio no cuenta con la necesidad de una mo-narquiacutea y en la que se preveacuten distintos sistemas para reducir la aparicioacuten de desigualdades econoacutemicas

Desde el punto de vista de la exeacutegesis histoacuterico-criacutetica se ha sentildealado la posibilidad de que los textos en los que se habla de la monarquiacutea divina sean maacutes bien tardiacuteos Algunos sostienen que el texto maacutes anti-guo en el que aparece la idea de Dios (YHWH) como rey estaacute en el libro de Isaiacuteas cuando eacuteste proclama que ha visto ldquoal rey y Sentildeor de los ejeacutercitosrdquo (Is 65) El ca-raacutecter tardiacuteo de estos textos no deja de ser sorpren-dente si tenemos en cuenta que en los textos de Uga-rit ya se consideraba en maacutes de una ocasioacuten a los dio-ses como reyes Ahora bien en estos casos la desig-nacioacuten de la divinidad como ldquoreyrdquo no teniacutea una fun-cioacuten criacutetica sino maacutes bien legitimadora el monarca local apareciacutea como representante de la divinidad a la que tambieacuten serviacutea como administrador del templo La figura biacuteblica del Melquisedec tanto rey como sa-cerdote del ldquodios altiacutesimordquo puede ser considerada como caracteriacutestica del sistema poliacutetico y religioso de las ciudades cananeas En ellas el reinado de un dios no era maacutes que una forma de introducir al rey en la esfera divina y asiacute legitimar su poder Precisamente por ello Israel habriacutea sido reacio a utilizar el teacutermino ldquoreyrdquo para aplicarlo a Dios por maacutes que la idea del pueblo gobernado directamente por Dios podriacutea ser muy anterior a la introduccioacuten de la monarquiacutea En cualquier caso cuando finalmente el teacutermino ldquoreyrdquo se aplica a Dios en el contexto israelita las connotaciones criacuteticas parecen predominar sobre las legitimadoras que Dios reine es siempre un desafiacuteo para toda forma humana de igualdad o de dominacioacuten1

Desde un punto de vista sistemaacutetico es importante preguntarse cuaacutel es la razoacuten de que una misma idea (Dios como rey) pueda servir para dos fines tan opuestos entre siacute Y es que para entender queacute significa concretamente el reinado de Dios no basta con afirmar la realeza de Dios sino que hay que sentildealar en queacute manera se ejerce su funcioacuten real De hecho muchas de las dificultades que algunos teoacutelogos encuentran con la idea de un reinado de Dios se deben precisamente a su opcioacuten previa por una idea concreta de queacute sea la soberaniacutea real y cuaacutel es su forma de ejercicio Sin em-bargo la idea de que Dios reina se puede entender de formas muy diversas Aquiacute una cuestioacuten decisiva es la

1 Cf N Lohfink bdquoDas Koumlnigtum Gottes und die politische Machtldquo en su Das Juumldische am Christentum 2ordf ed Freiburg im Brisgau 1989 pp 71-102

14 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

de la mediacioacuten si se entiende que la soberaniacutea de Dios ha de estar mediada inmediatamente la idea de un reino de Dios se convierte en legitimadora de las ins-tancias mediadoras Asiacute por ejemplo en el caso de los pequentildeos reinos cananeos los reyes-sacerdotes serviacute-an precisamente como mediadores en la relacioacuten entre los dioses que eran considerados como ldquoreyesrdquo y su pueblo Y justamente por ello los reyes-sacerdotes quedaban encumbrados a una posicioacuten sagrada en la que tambieacuten se legitimaba su poder En cambio en la medida en que se afirme la posibilidad de una rela-cioacuten directa con Dios con independencia del palacio y del templo se pone en entredicho la necesidad de mediadores sacralizados y se apunta hacia la igual-dad fundamental de todos los miembros del pueblo que Dios rige Esta uacuteltima parece haber sido la opcioacuten predominante en Israel donde no soacutelo se privilegian mediadores distintos del rey (sacerdotes profetas) sino que tambieacuten se afirma (desde los relatos patriar-cales) la posibilidad de una relacioacuten no mediada con Dios

Es importante reconocer sin embargo la ambi-guumledad de la concepcioacuten israelita del reinado de Dios La introduccioacuten de la monarquiacutea en tiempos de Sauacutel y David pudo ser valorada como una traicioacuten a los idea-les originales de Israel un monarca significa un ejeacuterci-to permanente y una corte y la consiguiente des-igualdad entre los miembros del pueblo de Dios No soacutelo eso la monarquiacutea implica que Israel deja de ser un pueblo distinto para convertirse al menos en este aspecto en un pueblo como los demaacutes afectando sen-siblemente a su misioacuten en el mundo Pero lo maacutes gra-ve es que la introduccioacuten de la monarquiacutea significa que Dios es rechazado como rey de su pueblo (1 Sam 8) Aquiacute se plantea claramente la alternativa caracte-riacutestica de Israel o reina Dios o reina un rey humano (1 Sam 87) Sin embargo esta alternativa radical pue-de suavizarse Dios puede utilizar las decisiones erra-das para llevar adelante sus planes Tras el rechazo del primer rey Sauacutel Dios aparece al lado de David estableciendo y confirmando su dinastiacutea Ello no sig-nifica sin embargo que la perspectiva de un reinado de Dios desaparezca Los libros de Croacutenicas presentan a los gobernantes de Israel como personajes que se han sentado en el trono de Dios sobre su pueblo (1 Cr 1714 285 2923 2 Cr 98) Sin duda la idea de un go-bierno ldquovicariordquo del rey en el puesto de Dios puede funcionar como poderoso instrumento de legitima-cioacuten Pero al mismo tiempo introduce un permanen-te elemento criacutetico el reinado pertenece propiamente a Dios y no a los reyes De ahiacute que eventualmente ese reinado pueda ser reclamado por su auteacutentico propie-tario Y de hecho la historia de la monarquiacutea israelita

presenta buenas ocasiones para que el auteacutentico sobe-rano reclame sus derechos reales Y esto da lugar a una extrantildea tensioacuten en la concepcioacuten del reinado de Dios en la Biblia hebrea

Por un lado el diagnoacutestico de los llamados histo-riadores ldquodeuteronomistasrdquo y de los profetas coincide en atribuir a los reyes de Israel y de Judaacute una respon-sabilidad muy especial en el hundimiento de los dos reinos que culmina con las invasiones de los imperios de Asiria y de Babilonia Los reyes habriacutean sido los principales impulsores de las injusticias y de las idola-triacuteas que terminaron en una cataacutestrofe experimentada como un abandono por parte de Dios y en definitiva como un castigo divino De esta experiencia surge na-turalmente la esperanza de que Dios volveraacute a reinar directamente sobre su pueblo como en los tiempos fundacionales de Israel repitiendo las experiencias de la salida de Egipto el camino por el desierto y los primeros tiempos en la tierra prometida cuando so-lamente Dios era el rey de Israel Los dirigentes de Is-rael seraacuten sustituidos por el verdadero propietario de la tierra prometida y por el verdadero rey de su pue-blo Por otra parte el modelo de un rey como David pecador pero nunca idoacutelatra y las promesas dirigidas hacia su dinastiacutea posibilitan el hecho de que las espe-ranzas judiacuteas se dirijan no soacutelo hacia un reinado de Dios sino tambieacuten hacia el reinado de un descendien-te de David que restaure su dinastiacutea y lleve al pueblo a una era definitiva de esplendor Estas dos esperan-zas aunque puedan ser compartidas por los mismos grupos o expresadas en los mismos textos (como por ejemplo Ez 34) no dejan de contener en siacute mismas una tensioacuten no resuelta entre el reinar directo de Dios y la aparicioacuten de figuras mesiaacutenicas que reinan en su nombre y que se sientan en su trono2

Ciertamente el trasfondo de la Biblia hebrea es de-cisivo para entender correctamente el mensaje de un Jesuacutes al que los evangelios presentan anunciando la llegada inminente del reinado de Dios Jesuacutes anuncia que Dios va a volver a reinar directamente sobre su pueblo como habiacutea hecho al liberarlo de Egipto y trasladarlo a la tierra prometida Esto significa ob-viamente que el exilio ha llegado propiamente a su fin y que los pecados que impediacutean ese final del exilio estaacuten siendo perdonados3 No es extrantildeo dado el tras-fondo de la concepcioacuten hebrea del reinado que el

2 Siacutentoma de esta tensioacuten es el hecho de que Ezequiel no llame ldquoreyrdquo al futuro gobernante daviacutedico sino solamente ldquopriacutenciperdquo (na-

siacute Ez 3424)

3 Cf N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 268-274

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 15

propio papel de Jesuacutes no resulte inicialmente nada claro Jesuacutes no parece favorecer el tiacutetulo de Mesiacuteas pa-ra siacute mismo sino maacutes bien el de ldquohijo del hombrerdquo Se trata como es sabido de un tiacutetulo que en el contexto del libro de Daniel pretende contrastar con el caraacutecter bestial de los imperios que se disputan el gobierno mundial (Dn 7) Pero es un tiacutetulo que de ninguacuten modo subraya el gobierno monaacuterquico del que lo porta sino que maacutes bien abre la perspectiva de un gobierno con-junto de todo ldquoel pueblo de los santos del altiacutesimordquo Y es que el anuncio de Jesuacutes sobre el reinado de Dios no parece haber ido unido a la idea de una restauracioacuten del estado de Israel en la que Jesuacutes mismo pudiera aparecer como el rey ungido (=Mesiacuteas) al frente de una nueva monarquiacutea daviacutedica Al contrario en Jesuacutes se mantiene la idea originaria de Israel de un pueblo distinto gobernado por Dios y en este sentido desti-nado a no reproducir el modelo de gobierno propio de las demaacutes naciones (Lc 2224-30) Dicho en otros teacuterminos el anuncio de Jesuacutes sobre el reino de Dios mantiene la idea hebrea de un reinar directo de Dios sobre su pueblo y de esta manera nos plantea la pre-gunta sobre el sentido de una posible figura mesiaacutenica en ese reinado pues tal figura inevitablemente entra en tensioacuten con la idea de un gobierno directo de Dios sobre su pueblo

Por otra parte en el anuncio de Jesuacutes sobre el rei-nado de Dios se plantean algunos problemas adicio-nales El anuncio se expresa en el lenguaje de la apo-caliacuteptica con diversas alusiones no soacutelo a aconteci-mientos dramaacuteticos y beacutelicos sino tambieacuten a sucesos coacutesmicos como el oscurecimiento del sol la falta de luz en la luna la caiacuteda de las estrellas o la sacudida de las potencias celestiales (Mc 1324-25) Estas afir-maciones parecen ligar la venida del reinado de Dios con el final de la historia humana y con el final del universo espacio-temporal De aquiacute surgen dos cues-tiones importantes Una se refiere al hecho de que ese final de la historia no tuvo lugar con lo que inevita-blemente surge la pregunta por la posible ldquoequivoca-cioacutenrdquo de Jesuacutes y del cristianismo apostoacutelico Otra cuestioacuten estaacute expresada en la famosa expresioacuten de Loisy seguacuten la cual Jesuacutes habriacutea anunciado la llegada del reino de Dios pero lo que en realidad habriacutea ve-nido seriacutea la iglesia4 El llamado ldquoretraso de la paru-siacuteardquo el hecho de que no llegara lo que se predicaba como inminente habriacutea dado paso a la aparicioacuten de una realidad ambigua no directamente querida por

4 ldquoJeacutesus annonccedilait le royaume et crsquoest lrsquoeacuteglise quie est venuerdquo cf A Loisy LrsquoEvangile et lrsquoEglise Pariacutes 1902 p 111 Loisy queriacutea subrayar la continuidad aunque su expresioacuten luego se ha citado en el sentido opuesto

Jesuacutes y que llamamos iglesia No vino algo bueno que Jesuacutes anunciaba sino algo ambiguo como la igle-sia que de ninguna manera puede sustituir al reino de Dios Al menos esta parece ser la interpretacioacuten de muchos autores contemporaacuteneos Sin embargo esta interpretacioacuten no es necesariamente la maacutes correcta Pero tal vez merezca la pena preguntarnos coacutemo se ha llegado a ella

2 La iglesia como reino de Dios

En la historia de la teologiacutea cristiana aparecen muy pronto tendencias que a la larga posibilitaraacuten la pro-gresiva interpretacioacuten del reino de Dios como una rea-lidad ajena a este mundo a lo que sin duda ayudoacute la creciente influencia de la filosofiacutea platoacutenica sobre el cristianismo En el Pastor de Hermas nos encontramos ya con la reflexioacuten sobre una iglesia preexistente creada antes que todas las cosas5 Lo que inicialmente se quiere indicar con la preexistencia de la iglesia es el hecho de que el sentido profundo del universo culmi-na en la comunidad iniciada por Jesuacutes Al afirmar que la iglesia ha sido creada antes de todas las cosas se puede afirmar en los moldes culturales de su tiempo que todas las demaacutes cosas han sido creadas por razoacuten de la iglesia De forma semejante en la segunda carta de Clemente se afirma que la iglesia espiritual fue creada antes que el sol y que la luna de tal manera que ya antes que todas las cosas la iglesia estaacute referi-da a Cristo Ciertamente hay tambieacuten una iglesia car-nal situada en la historia del mismo modo que Jesuacutes tambieacuten vino en carne Pero ya antes de que todas las demaacutes cosas fueran creadas hay una referencia cons-titutiva entre Cristo y la iglesia6 No era difiacutecil que ul-teriormente esta iglesia preexistente fuera asociada con las imaacutegenes biacuteblicas de una Jerusaleacuten celestial tal como aparecen en la Carta a los Gaacutelatas (Ga 425-26) o en el libro del Apocalipsis (312 212) Sin embargo esa asociacioacuten no deja de esconder una diferencia im-portante mientras que el mundo biacuteblico piensa desde la accioacuten histoacuterica de Dios que da lugar a una nueva Jerusaleacuten en los tiempos finales el mundo griego pa-rece preferir los arquetipos ideales como modelos an-teriores al mundo material y desde los que se puede interpretar lo que ulteriormente sucede en la historia

Ahora bien la idea de una iglesia preexistente im-plica obviamente la distincioacuten entre eacutesta y la iglesia ldquocarnalrdquo que hay en la historia Esta distincioacuten estaacute cargada de consecuencias porque va a permitir que paulatinamente se vaya introduciendo la idea de una

5 Cf Pastor de Hermas II 4 1

6 Cf 2 Clem 142-3

16 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

iglesia invisible distinta de la iglesia visible La iglesia invisible no es soacutelo una realidad preexistente sino tambieacuten el modelo ideal al que se tiene que conformar la iglesia visible En Clemente de Alejandriacutea encon-tramos una posicioacuten de este tipo utilizada en sentido criacutetico Clemente sostiene que en la tierra los amos deben dar justicia e igualdad a los esclavos precisa-mente porque la iglesia terrenal es imagen de la igle-sia celestial7 Aquiacute estamos en un terreno claramente platoacutenico pues tambieacuten en la Repuacuteblica de Platoacuten la ciudad ideal es el modelo que sirve para determinar lo que las ciudades empiacutericas deberiacutean de ser al mismo tiempo que posibilita una actitud criacutetica respecto a ellas Ahora bien la distincioacuten entre iglesia invisible e iglesia visible tambieacuten puede desempentildear la funcioacuten opuesta Ante el progresivo acomodamiento de la iglesia al mundo de su contexto la distincioacuten entre una iglesia ideal y unas iglesias ldquovisiblesrdquo tambieacuten permitiraacute una cierta resignacioacuten ante el hecho de que el mundo sensible nunca podraacute llegar a ser igual que el mundo ideal De lo que se trataraacute maacutes bien seraacute de tener paciencia con el mundo real y aguardar que tras la muerte del cuerpo nuestra alma pueda llegar a gozar del mundo ideal La idea de un Dios que reina sobre un pueblo en la historia presente iraacute dejando lu-gar a un Dios que reina en los cielos Porque de hecho quien reina en la tierra son los emperadores cuya conversioacuten al cristianismo y cuyo patronazgo sobre la iglesia tendraacute que ser teoloacutegicamente integrado

Todaviacutea en Oriacutegenes encontramos claros alientos biacuteblicos cuando piensa en Judaacute como un pueblo go-bernado por Dios8 y tambieacuten cuando entiende que la iglesia terrena es la forma del reino que ha de venir pues su unidad adelanta la unidad de toda la huma-nidad9 Y es que Oriacutegenes a pesar del fuerte influjo del platonismo sobre su teologiacutea todaviacutea escribe en un contexto preconstantiniano En Agustiacuten de Hipo-na en cambio nos encontramos con la plena vigencia de la ecuacioacuten que equipara a la iglesia preexistente a la iglesia como arquetipo invisible y al mismo reino de Dios10 Ciertamente Agustiacuten tiene que admitir en su poleacutemica con los disidentes especialmente con los donatistas que la iglesia visible no es perfecta sino un ldquocuerpo mixtordquo en el que crece el trigo y la cizantildea Se trata sin duda de una curiosa interpretacioacuten de la pa-raacutebola evangeacutelica pues en ella Jesuacutes no refiere el

7 Cf Clemente de Alejandriacutea Stroacutemata 4 8 66

8 Cf Oriacutegenes Homiliacutea sobre Jeremiacuteas 9 2 (a propoacutesito de Jer 112)

9 Cf Oriacutegenes Sobre los principios I 6 2

10 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XIII 16 XVIII 29 Enqui-

ridioacuten a Laurencio 5615

campo en el que crecen el trigo y la cizantildea a la iglesia (ni a Israel) sino al mundo Sin embargo es obvio que el giro constantiniano al hacer co-extensivas la iglesia y el imperio permite interpretaciones como la de Agustiacuten asiacute como en el mundo creciacutean el trigo y la ci-zantildea tambieacuten ahora en la iglesia visible crecen el trigo y la cizantildea La distincioacuten entre el trigo y la cizantildea so-lamente es posible en la iglesia invisible cuya presen-cia no se distingue de aquella de los arquetipos a los que las realidades sensibles se asemejan Ahora bien en este aacutembito ideal Agustiacuten no tiene dificultades en afirmar sin ambages que ldquola iglesia es el reino de Cris-to y el reino de los cielosrdquo11

Esta identidad entre la iglesia y el reino de Dios se mantiene en la teologiacutea occidental a lo largo de las edades media y moderna aunque con un importante matiz en la medida en que la iglesia catoacutelica se va percibiendo a siacute misma como una ldquosociedad perfectardquo en oposicioacuten a los movimientos disidentes y a los es-tados nacionales crece tambieacuten la tendencia a identi-ficar esta iglesia presuntamente perfecta y sin duda visible con el reino de Dios Todaviacutea en el siglo XX autores catoacutelicos como Karl Adam (en El espiacuteritu del

catolicismo) o Reginald Garrigou-Lagrange (en Vida

eterna) han defendido la identidad entre la iglesia ca-toacutelica y el reino de Dios El concilio Vaticano II ha moderado levemente este entusiasmo afirmando que la iglesia es el reino de Dios presente ldquoen misteriordquo o que representa en la tierra ldquoel germen y el principiordquo del reino de Dios12 Tambieacuten en el aacutembito protestante se mantuvo desde los reformadores la identidad entre la iglesia y el reino de Dios Asiacute por ejemplo Lutero habla de la iglesia como ldquoel reino de Dios bajo Cris-tordquo13 Sin embargo los reformadores mantuvieron es-trictamente la distincioacuten agustiniana entre la iglesia visible y la iglesia invisible de modo que la ecuacioacuten entre la iglesia y el reino se daba maacutes bien en el aacutembi-to de la iglesia invisible y no en las diversas iglesias territoriales que surgieron de la Reforma En cambio en los grupos anabaptistas se comenzoacute a poner en tela de juicio la diferencia radical entre iglesia visible e iglesia invisible y se comenzoacute a entender la ldquoJerusa-leacuten celestialrdquo no como una iglesia distinta de la pre-sente sino como una metaacutefora de la iglesia histoacuterica concreta14

11 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XX 9 1-2

12 Cf Concilio Vaticano II LG 3 y 5

13 Cf Lutero WA 11 249-253 262

14 Cf J H Yoder Textos escogidos de la reforma radical Buenos Aires 1976 pp 403-443 W Klaassen Selecciones teoloacutegicas anabautistas Guatemala 1985 p 86

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 17

3 La iglesia no es el reino de Dios

La distincioacuten estricta entre la iglesia y el reino de Dios comienza con la ilustracioacuten En cierto modo co-mienza siendo una distincioacuten filosoacutefica que hace Kant en su obra de 1793-1794 sobre La religioacuten dentro de los

liacutemites de la pura razoacuten Como es sabido se trata de un texto tiacutepicamente ilustrado en el que se propone la progresiva sustitucioacuten de las religiones histoacutericas lle-nas de arbitrariedades por una religioacuten moral y ra-cional que en el fondo representa el nuacutecleo auteacutentico de toda religiosidad Al mismo tiempo como buen ilustrado Kant confiacutea en el triunfo progresivo de la moral y de la racionalidad en la historia humana En esta liacutenea Kant interpreta la victoria del principio del bien sobre el principio del mal como ldquofundacioacuten del reino de Dios sobre la tierrardquo15 De este modo el reino de Dios adquiere para toda la modernidad los claros caracteres de una utopiacutea eacutetica Ciertamente Kant re-conoce que la fundacioacuten de una comunidad moral constituye una obra que no se puede esperar de los seres humanos sino solamente de Dios Sin embargo los seres humanos no pueden permanecer de brazos cruzados sino que han de comportarse como si todo dependiera de ellos y solamente asiacute les estaacute permitido esperar que la providencia lleve a su esfuerzos bien intencionados a un cumplimiento pleno Esta comu-nidad eacutetica todaviacutea no realizada se puede interpretar entonces como una iglesia invisible mientras que la iglesia visible seriacutea aquella asociacioacuten de seres huma-nos que coincide con ese ideal y lo trata de realizar La verdadera iglesia visible seriacutea aquella que presenta (darstellt) el reino moral de Dios sobre la tierra y por tanto la iglesia podriacutea ser considerada como la repre-sentante (Repraumlsentantin) del reino o estado de Dios16

En buena medida puede decirse que las reflexiones kantianas han determinado el tratamiento de este problema teoloacutegico hasta el presente Albrecht Ritschl se sumoacute a la tesis kantiana diferenciado entre la igle-sia como comunidad del reino de Dios y el reino mismo de Dios17 Sin embargo no faltaron desde el principio las voces criacuteticas Friedrich Schleiermacher se opuso a la concepcioacuten eacutetica del reinado de Dios subrayando que eacuteste acontece no como realizacioacuten humana sino como efecto de la obra de Cristo Ahora bien el efecto de la obra de Cristo es la iglesia que en-tonces puede ser entendida por Schleiermacher como

15 Cf I Kant Die Religion innerhalb der Grenzen der bloszligen Vernunft B 127-222

16 Cf ibid B 142-144

17 Cf A Ritschl Unterricht in der christlichen Religion (1875) ed por G Ruhbach Guumltersloh 1966 p 15

ldquoreino de Dios fundado por Cristordquo18 La oposicioacuten a la concepcioacuten ilustrada en cierto modo se agudiza en el contexto de la ldquoescatologiacutea consecuenterdquo de Johan-nes Weiszlig y Albert Schweitzer El descubrimiento de la dimensioacuten escatoloacutegica del mensaje de Jesuacutes favorece una idea del reino de Dios como algo que se habriacutea de realizar como obra exclusiva de Dios sin la colabora-cioacuten humana De ahiacute que el sentildeoriacuteo (reinado) de Dios sea algo radicalmente distinto de la comunidad de los disciacutepulos de Jesuacutes por maacutes que ese sentildeoriacuteo seguacuten Weiszlig siacute incluye a la comunidad creyente en la que se realiza la verdadera justicia19 Ciertamente estos eacutenfa-sis escatoloacutegicos podriacutean haber sido importantes para recuperar aspectos esenciales del reinado de Dios y de su relacioacuten con la iglesia Sin embargo el movi-miento de la escatologiacutea consecuente planteaba dema-siados problemas a la teologiacutea de su tiempo como pa-ra poder ser digerido con facilidad Un Jesuacutes apocaliacutep-tico es tal vez una figura plausible en el siglo primero pero alguien demasiado extrantildeo para nuestro tiempo Y no soacutelo extrantildeo sino tambieacuten equivocado pues en definitiva la realizacioacuten inminente del reino por parte de Dios tal como la pensaron estos autores no habriacutea tenido lugar El final de los tiempos no llegoacute Jesuacutes y los primeros cristianos estaban equivocados

Ante esta dificultad una viacutea de solucioacuten empren-dida repetidamente por la teologiacutea del siglo XX fue la separar el mensaje de Jesuacutes de toda connotacioacuten apo-caliacuteptica Asiacute se pudo decir por ejemplo que los ele-mentos apocaliacutepticos de sus discursos habriacutean sido antildeadidos por la primera comunidad cristiana Jesuacutes no habriacutea anunciado la venida del reino de Dios o si la anuncioacute habriacutea tenido un sentido muy distinto al que despueacutes le atribuyeron los primeros cristianos El reino de Dios anunciado por Jesuacutes seriacutea un reino pu-ramente interior y su mensaje tendriacutea que ser enten-dido en teacuterminos puramente sapienciales o existencia-les La inminencia del reinado no tendriacutea que ser in-terpretada entonces como referida a grandes trans-formaciones globales sino simplemente como una ldquoescatologiacutea presenterdquo a diferencia de las escatologiacuteas futuristas de sus contemporaacuteneos La escatologiacutea pre-sente consistiriacutea simplemente en que aquellas trans-formaciones individuales e internas anunciadas por Jesuacutes seriacutean accesibles ya en el presente a cualquier persona con independencia de cualquier cataacutestrofe coacutesmica El precio de estas reinterpretaciones es por

18 Cf F Schleiermacher Der christliche Glaube (1930-1931) ed por M Redeker Berliacuten 1999 sect 107 citado en W Pannenberg Systematische Theologie vol 3 Goumlttingen 1993 p 47

19 Cf J Weiszlig Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes Goumlttingen 1892 pp 79 15-126

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 9: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 9

privada Los neopitagoacutericos buscan la libertad interna que les permite laquono poseer nada y auacuten asiacute ser duentildeos de todoraquo17

La comunidad cristiana que teniacutea ejemplos concre-tos de mancomunidad provenientes tanto del mundo heleno como del judaiacutesmo (esenios therapeutae aun-que eacutestos viviacutean como comunidad con el propoacutesito del estudio piados de la escritura) vive su praacutectica como resultado del soplo del Espiacuteritu Santo (Hch 2) No es un movimiento econoacutemico en el sentido de que sea una economiacutea de tipo comunista tampoco es legal en el sentido de una socializacioacuten constitucional de la propiedad y tampoco es filosoacutefico en el sentido de imitacioacuten del orden natural de las cosas como ocurre con los ciacutenicos18 Como afirma Hauck el verbo elegen (laquonadie deciacutea ser suyohellipraquo Hch 432) contiene un laquosub-jective sense of fellowshipraquo19

La oportunidad que se ofrece a la iglesia es la de una posibilidad de vida maacutes solidaria contraria al flujo individualista y de poder que se ha erigido en modelo de convivencia al menos en gran parte del mundo oc-cidental Este idealismo necesario es oportunidad norte al que mirar y hacia el que caminar Todo lo que sea construir en esa direccioacuten (solidaridad renuncia a la violencia al individualismo egoacutelatra etc) es estar en la senda cristiana guiados por el mismo Espiacuteritu que impelioacute a los primeros disciacutepulos En ella la igle-sia se reconoce como tal como mensajera den las bue-nas nuevas de que el Reino estaacute entre nosotros20

Este ideal de comunidad se convierte en peligro cuando entra el desaacutenimo cuando no se ha medido bien el precio de tal empresa (Lc 1428) y se olvida que comunidad es tambieacuten dedicacioacuten y trabajo arduos pues es luchar contra el egolaacutetrico yo que se quiere imponer a toda costa Tambieacuten cuando el ideal no deja reconocer la realidad pero ese es tema que auacuten hemos de tratar

B Fraternidad inclusiva

Identificarse como pueblo de Dios no libra de eli-tismos y etnocentrismos La historia de la primitiva iglesia es buen ejemplo de ello A los que acusan a Lu-cas-Hechos de excesivo triunfalismo hay que recor-darles la inclusioacuten de periacutecopas donde se acentuacutea la limitacioacuten humana de la comunidad (Hch 51-11 61)

17 Esta afirmacioacuten de Filostrato se parece mucho a la que encontra-mos en 2 Corintios 610

18 Hauck laquoKoinoacuteshellipraquo 796

19 Ibiacuted

20 Lohfink La iglesia 65-6

En ellas se recoge el duro aprendizaje que la comuni-dad del Espiacuteritu tiene que llevar a cabo en su vivencia diaria Esa comunidad tiene que estar abierta a todos y todas pues no hay exclusiva para con Dios La co-munioacuten de mesa es uno de los elementos maacutes descon-certantes para el lector actual que se acerca al texto de los Hechos Pues la laquoforma de comer vincula con el propio cuerpo y con su historia21raquo Tenemos claros ejemplos de esta cercana relacioacuten entre comida y valo-res eacutetnicos histoacutericos y religiosos en el libro de Leviacuteti-co (coacutedigo de santidad) el mandamiento de celebra-cioacuten de la Pascua judiacutea (el simbolismo de cada plato) el libro de Daniel (los joacutevenes que no se mancillan con la comida extranjera) a las cartas paulinas (Romanos 14 1 Corintios 8 etc)22 En la comunioacuten de mesa por su forma de comer es donde Israel se identifica como diferente del resto Es su forma de separarse de entre los pueblos y es justamente ahiacute en el centro simboacutelico de su valor donde el Espiacuteritu de Dios viene a abrir y transformar los conceptos Los capiacutetulos 10 y 11 del libro de los Hechos no expresan tanto la conversioacuten del temeroso de Dios y gentil Cornelio como la con-versioacuten de Pedro (y por ende el comienzo de la con-versioacuten de la iglesia de Jerusaleacuten) a la visioacuten inclusiva del Reino de Dios

Creo que es importante resaltar un pequentildeo deta-lle en el relato del capiacutetulo 11 justo despueacutes de que Pedro haya calmado las preguntas de la asamblea (Hch 1119-21) laquoAhora bien los que habiacutean sido es-parcidos a causa de la persecucioacuten que hubo con mo-tivo de Esteban pasaron hasta Fenicia Chipre y An-tioquiacutea sin hablar a nadie la palabra sino solo a los judiacuteos Pero habiacutea entre ellos unos de Chipre y de Ci-rene los cuales cuando entraron en Antioquiacutea habla-ron tambieacuten a los griegos anunciando el evangelio del Sentildeor Jesuacutes Y la mano del Sentildeor estaba con ellos y gran nuacutemero creyoacute y se convirtioacute al Sentildeorraquo

Es casi iroacutenico pensar que mientras las grandes ca-bezas pensantes del moviendo de Jesuacutes ubicados en Jerusaleacuten disputaban acerca de la conveniencia o no de la inclusioacuten de los gentiles en la comunidad de fe

21 Rafael Aguirre La mesa compartida Estudios del Nuevo Testamento

desde las ciencias sociales Santander Sal Teacuterrea 1994 27

22 Recientemente (septiembre de 2005) se emitioacute un documental en la 2 de TVE en que se hablaba de los cambios dieteacuteticos en la pobla-cioacuten de los paiacuteses en viacuteas de desarrollo como consecuencia de su mayor poder econoacutemico Un padre de familia chino entrevistado hablaba con orgullo coacutemo su hija en edad de contraer matrimonio habiacutea engordado considerablemente a causa de su mejora en esta-tus social lo que les permitiacutea ahora acercarse al mundo de los res-taurantes de comida raacutepida iexclIncluso comer laquocomida basuraraquo se ha convertido en un siacutembolo de prosperidad econoacutemica y social laquoDi-me queacute comes y te direacute quieacuten eresraquo

10 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

los laquodon nadiesraquo aquellos de quienes ni siquiera co-nocemos su nombre misioneros anoacutenimos fueron los primeros en entender que laquoDios no hace distincioacuten de personasraquo De alguna manera Dios teniacutea ya guardado un laquoplan Braquo en caso de que la comunidad de Jerusaleacuten no afrontara la realidad con una buena dosis de ries-go

La oportunidad es crear una comunidad abierta que acoge a aquellos que la sociedad no suele acoger con gusto No es extrantildeo pues que en nuestras comunida-des tengamos personas con problemas sociales impor-tantes debilidades y carencias profundas La comuni-dad es oportunidad de vida para el marginado y oportunidad para los cristianos de conocer y relacio-narse con las personas de manera maacutes profunda23 Es oportunidad de crear una sociedad alternativa que se verifica en el diacutea a diacutea G Lohfink acertadamente apunta a otro teacutermino que fortalece el sentido de co-munidad de una forma diferente a koinoniacutea que en ocasiones puede entenderse de forma excesivamente estructural Se trata de la expresioacuten de reciprocidad allecirclocircn (laquounos a otrosraquo)24 De esta reciprocidad deviene el concepto de edificacioacuten (oikodomein) que tan popu-lar se ha hecho en el mundo pietista donde se ha cul-tivado de forma maacutes individualista Sin embargo en las cartas paulinas esta terminologiacutea se refiere al con-junto de la comunidad que de esta forma se convierte ella toda en responsable de que este ideal se lleva adelante Se podriacutea ahondar mucho maacutes en todo este entramado pero me imagino que las siguientes confe-rencias construiraacuten sobre este tema desde puntos de vista maacutes teoloacutegicos y pastorales por lo que huelga alargarnos aquiacute

Un peligro es diluirnos por ese afaacuten de querer lle-gar a todos Entonces no anunciariacuteamos ya un mensa-je renovador si no que la iglesia se vuelve un equipo de atencioacuten primaria o como si de un departamento de ofertas religiosas se tratara especializada en el aacuterea de la soledad y la depresioacuten25 Se trata de una vivencia

comunitaria de transformacioacuten no de un servicio a do-micilio La comunidad de fe no puede regalarle a la persona aquello que no le pertenece la salvacioacuten el perdoacuten la reconciliacioacuten con Dios pero si puede crear el espacio adecuado para que la persona tenga ese en-

23 Lejos de ser una entelequia no hay maacutes que echar un vistazo a las profundas reflexiones de Henri J M Nouwen En el nombre de Jesuacutes y El sanador herido para darse cuenta de que una comunidad que no acompantildea al herido y aprende de eacutel es incapaz de un diaacutelogo veraz con Dios en oracioacuten (En el nombre de Jesuacutes 25ss)

24 Lohfink La iglesia 110s

25 Lohfink La iglesia 12

cuentro con el Dios perdonador que habita en medio de su pueblo por medio de su Espiacuteritu

C Comunidad teoloacutegica

No se trata soacutelo una praacutectica social o grupo de au-to-ayuda se trata de una comunidad que estudia y se abre a las escrituras que es fiel a la doctrina No se aferra a eacutesta como si su vida dependiese de su fideli-dad a la letra sino que se esfuerza por vivir de mane-ra consecuente lo que entiende a la luz de su estudio y praacutectica cotidiana con la ayuda del Espiacuteritu que las ha dado haacutelito Hace ademaacutes un esfuerzo por entender el mundo y la sociedad que le rodean para asiacute servir al proacutejimo de manera maacutes efectiva Una comunidad que laquoescucharaquo y reflexiona maacutes que habla

Es una comunidad que se reuacutene alrededor de la doctrina y los siacutembolos que dan sentido a su praxis y ortodoxia Se trata por tanto de una comunidad que celebra a la vez que escudrintildea estudia las escrituras (Hch 24246) que se caracteriza por la alegriacutea pues sabe en quieacuten ha depositado su confianza (Flp 16 2 Tim 112) Se trata de una comunidad que se abre a su influencia y se convierte a su Autor a medida que en-tiende maacutes el mensaje de la escritura La escritura no es en uacuteltimo lugar un cuerpo de doctrina que hay que guardar y defender a toda costa sino la guiacutea que nos acerca maacutes al corazoacuten de Dios mediada por su Espiacuteri-tu santo

La oportunidad es que la comunidad sea relevante a la sociedad que dice querer servir Conocer sus escri-turas estaacute fuertemente unido a conocer la problemaacuteti-ca humana pues ellas dan testimonio de cuaacuten fraacutegil y orgulloso es el ser humano pero que afortunadamen-te hay solucioacuten a este dilema La oportunidad es para la comunidad el escuchar sin dar respuestas pre-cocinadas Es verse reflejada en las paacuteginas de la escri-tura y celebrar al mismo tiempo su salvacioacuten por me-dio de los siacutembolos de liberacioacuten Es por ello que la Palabra estaacute tanto en medio de la comunidad como frente a ella

El peligro es encerrarse en su propio mundo tra-tando de resolver los problemas del mundo sin prin-garse de lodo Una comunidad asiacute no se ha ganado el respeto de la sociedad a hablar ni tampoco representa el ideal cristiano de encarnacioacuten26 Se tratariacutea de que-

26 En el antildeo 260 cuando la peste se ceboacute con Alejandriacutea su obispo Dionisio escribioacute una carta que recoge Eusebio en su Historia Ecle-

siaacutestica VII 22 en la que se habla de la ejemplar actuacioacuten de los cristianos que acogiacutean a los moribundos en ocasiones hasta pade-cer y morir ellos mismos a causa de las enfermedad contraiacuteda mientras que los paganos echaban de casa incluso a sus allegados contagiados con tal de no verse ellos mismos en peligro En VII

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 11

rer ser laquosantaraquo a toda costa incluso a costa del her-mano o hermana moribundos pero esa santidad ya ha perdido su caraacutecter transformador y de contagio La sal ha perdido su sabor y sus propiedades aunque de lejos auacuten parece sal

D Comunidad escatoloacutegica

Se trata de una comunidad que espera la consuma-cioacuten final pero que no se queda perdida en la nada en el interim laquoLa espera escatoloacutegica de la comunidad primitiva fue una auteacutentica espera del futuro pero es-te futuro era tan inminente que podiacutean sentirse sus efectos que determinaban el presente27raquo El paso de los siglos puede que haya atenuado el celo original pero la comunidad de hoy no puede asentarse en esta sociedad de tal manera que pierda de vista la alterna-tiva de vida que ha de propugnar Conoce y experi-menta la realidad del conocido sanctus et peccator y por ello se aplica a la hora de tratar con sus miembros y los de afuera donde ejerce una laquodivina pacienciaraquo Se sabe en camino pero auacuten no completa en su praacutectica y expresioacuten y es por ello que actuacutea con humildad y una dosis de modestia Quizaacutes necesitamos maacutes de este mensaje y no tomarnos a nosotros mismos tan en se-rio Esta falta de capacidad de reiacuterse de uno mismo puede que sea una de las razones por la que la comu-nidad cristiana en ocasiones no estaacute abierta a aprender de los que no son sus miembros

Cuando la comunidad pierde de vista su valor temporal no absoluto es cuando sucumbe a la tenta-cioacuten de asentarse por cualquier medio La esperanza escatoloacutegica tiene que mirar al futuro inminente a tra-veacutes del filtro de la cruz de Jesuacutes sin cuya muerte y re-surreccioacuten no hubiera sido posible tal esperanza Los repetidos anuncios de muerte que Jesuacutes hace a sus disciacutepulos en el evangelio de Marcos resaltan una vez maacutes la falta de entendimiento de laquoestar en ondaraquo con el maestro (Mc 827-35 930-50 1032-45) Eacutestos se quieren asentar colocar en el poder mientras que el ejemplo del maestro es otro28 El servicio se hace yendo (Mt 107-8) en seguimiento de Jesuacutes cercano a eacutel laquoLa conclusioacuten que se desprende de todo lo dicho es muy clara no hay fe donde no hay seguimiento de Jesuacutes y

228 dicersquoAsiacute partieron de esta vida nuestros mejores hermanos Algunos de ellos eran ancianos y diaacuteconos o sencillamente gente del pueblo todos ellos muy apreciados y elogiados pues este tipo de muerte por la mucha piedad y poderosa fe que conlleva en nin-guacuten aspecto parece inferior al martiriorsquo

27 Schenke La comunidad 119

28 Ver los interesantes comentarios al respecto de R Aguirre Ensayo

sobre los oriacutegenes del cristianismo De la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la reli-

gioacuten domeacutestica de Pablo Estella Verbo Divino 2001 170-173

no hay seguimiento de Jesuacutes donde no hay movimien-toraquo29

La oportunidad es vivir hoy con la esperanza de un futuro glorioso que condiciona el ahora La tempora-lidad de cada uno de nosotros de la comunidad de fe en siacute frente a la inconmensurabilidad de Dios nos ayuda a poner las cosas en perspectiva y a ser creati-vos sin temor a equivocarnos La escatologiacutea puede ayudarnos a quitar esas maacutescaras que intentan que la comunidad de fe sea algo menos que humana y maacutes que divina El laquoya pero todaviacutea noraquo tintildee de esperanza y humildad a esa comunidad que se dedica al servicio de aquellos que llama a ser partiacutecipes de las promesas de Dios en Cristo Jesuacutes

El peligro es perder el valor de la temporalidad y querer establecerse en el poder terrenal Es en esos momentos que la comunidad de fe tiene que recupe-rar la visioacuten de la cruz de Jesuacutes y entender que la vic-toria soacutelo viene de mano de una derrota anterior la del cordero sin mancha como inmolado de pie en me-dio del trono (Apo 56) Si la comunidad pierde de vis-ta que estaacute en traacutensito seraacute propensa a absolutizar sus pretensiones

III Conclusiones

Volvemos de nuevo a la analogiacutea de la interpreta-cioacuten musical Naturalmente que uno puede disfrutar de una buena pieza musical sin leer muacutesica Pero para disfrutarla maacutes plenamente uno tiene que sentirla y dejarse llevar por eacutesta Existe una diferencia abismal entre estar en casa a solas y escuchar una buena gra-bacioacuten a estar en un auditorio y saborear el evento en carne propia junto a otras personas que tambieacuten parti-cipan del evento

Algunos cuestionaron a Jesuacutes indirectamente en el cuarto evangelio a causa de la doctrina que proponiacutea siendo eacutel persona sin estudio formal (715) a lo que Jesuacutes responde que lsquoEl que quiera hacer la voluntad de Dios conoceraacute si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuentarsquo (Juan 717)

Podemos teorizar y estudiar los textos que nos hablan del significado de laquocomunidadraquo hasta quedar-nos sin habla pero lo que propongo es un acercamien-to a primera vista maacutes pragmaacutetico pero que de hecho se ajusta a la forma en que conocemos la realidad a nuestro alrededor esa realidad que nos esculpe y nos hace ser lo que somos diacutea a diacutea Si de veras queremos

29 Joseacute Mariacutea Castillo El seguimiento de Jesuacutes Salamanca Siacutegueme 1998 20

12 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

acercarnos a los modelos biacuteblico-cristianos de comu-nidad no hay otra manera de hacerlo que arriesgaacuten-donos a vivir esa comunidad en el diacutea a diacutea experi-mentado en carne lo que los textos anuncian a viva voz Conoceremos en la medida en que estemos dis-puestos a ser parte de esa comunidad imperfecta que sin embargo me hace hueco y que ya ha sido santifi-cada por Dios Conoceremos tanto como estemos dis-puestos a darnos pues en eacutesta como en tantas otras situaciones de la vida no existe foacutermula maacutegica algu-na sino la de la entrega y renuncia totales

Una advertencia maacutes Sea cual fuere el modelo de comunidad que queremos llevar a cabo debemos estar atentos a estas sabias palabras30

Los que aman su suentildeo de comunidad maacutes que a la

misma comunidad llegan a ser destructores de la comu-

nidad

30 D Senior al comentar acerca de la advertencia de D Bonhoeffer sobre aquellos que desean vivir una comunidad cristiana basada en suentildeos irreales en laquoEncontrando las huellashellipraquo 9

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 13

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Iglesia y Reino de Dios Antonio Gonzaacutelez

La tesis de que la iglesia no se debe identificar con el reino de Dios es casi un lugar comuacuten en la teologiacutea contemporaacutenea La tesis es en buena medida correc-ta Sin embargo la cuestioacuten crucial consiste en deter-minar cuaacutel es la relacioacuten entre la iglesia y ese reinado iquestSe trata simplemente de que la iglesia ldquoanunciardquo el reino de Dios como sostendriacutean las posturas maacutes tra-dicionales iquestO se trata maacutes bien de que la iglesia ldquopromueverdquo aquellas iniciativas socio-poliacuteticas que considera maacutes apropiadas para que el reino de Dios se acerque como se diriacutea desde posiciones maacutes progre-sistas iquestSon estas posiciones tan distintas o compar-ten muchos presupuestos comunes iquestY hay acaso otras maneras de pensar la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios Evidentemente para aclarar estas cues-tiones es esencial que comencemos preguntaacutendonos por determinar queacute es lo que se quiere decir cuando se habla de un reino de Dios

1 El reinado iquestde Dios

En el canon la Biblia hebrea la idea de que Dios re-ina sobre su pueblo aparece por vez primera en Ex 1518 Se trata de un pasaje crucial que nos puede ilustrar en gran manera sobre el sentido profundo del reinado de Dios Tras el hundimiento del ejeacutercito del faraoacuten en las aguas del Mar de los Juncos Moiseacutes y su hermana Miriam entonan sendos cantos triunfales Pues bien al final su canto Moiseacutes proclama ldquoel SE-NtildeOR (YHWH) reinaraacute por siempre jamaacutesrdquo Lo que se afirma es justamente que el pueblo que ha salido de Egipto ya no estaacute bajo la soberaniacutea del faraoacuten sino ba-jo la soberaniacutea de Dios Dios reina sobre ese pueblo Se ha convertido en su gobernante porque ha arreba-tado a ese pueblo de la soberaniacutea del faraoacuten y lo ha situado bajo su propia soberaniacutea El reinado de Dios no es en el canto de Moiseacutes algo abstracto utoacutepico o meramente trascendente El reinado de Dios tiene lu-gar ya en la historia Dios reina alliacute donde el faraoacuten ya no reina y donde sorprendentemente tampoco Moi-seacutes se convierte en rey Si Dios reina otros no reinan El que Dios reine entrantildea el cuestionamiento de toda forma humana de dominacioacuten De ahiacute que la ley del Sinaiacute disentildee una sociedad altamente igualitaria que en principio no cuenta con la necesidad de una mo-narquiacutea y en la que se preveacuten distintos sistemas para reducir la aparicioacuten de desigualdades econoacutemicas

Desde el punto de vista de la exeacutegesis histoacuterico-criacutetica se ha sentildealado la posibilidad de que los textos en los que se habla de la monarquiacutea divina sean maacutes bien tardiacuteos Algunos sostienen que el texto maacutes anti-guo en el que aparece la idea de Dios (YHWH) como rey estaacute en el libro de Isaiacuteas cuando eacuteste proclama que ha visto ldquoal rey y Sentildeor de los ejeacutercitosrdquo (Is 65) El ca-raacutecter tardiacuteo de estos textos no deja de ser sorpren-dente si tenemos en cuenta que en los textos de Uga-rit ya se consideraba en maacutes de una ocasioacuten a los dio-ses como reyes Ahora bien en estos casos la desig-nacioacuten de la divinidad como ldquoreyrdquo no teniacutea una fun-cioacuten criacutetica sino maacutes bien legitimadora el monarca local apareciacutea como representante de la divinidad a la que tambieacuten serviacutea como administrador del templo La figura biacuteblica del Melquisedec tanto rey como sa-cerdote del ldquodios altiacutesimordquo puede ser considerada como caracteriacutestica del sistema poliacutetico y religioso de las ciudades cananeas En ellas el reinado de un dios no era maacutes que una forma de introducir al rey en la esfera divina y asiacute legitimar su poder Precisamente por ello Israel habriacutea sido reacio a utilizar el teacutermino ldquoreyrdquo para aplicarlo a Dios por maacutes que la idea del pueblo gobernado directamente por Dios podriacutea ser muy anterior a la introduccioacuten de la monarquiacutea En cualquier caso cuando finalmente el teacutermino ldquoreyrdquo se aplica a Dios en el contexto israelita las connotaciones criacuteticas parecen predominar sobre las legitimadoras que Dios reine es siempre un desafiacuteo para toda forma humana de igualdad o de dominacioacuten1

Desde un punto de vista sistemaacutetico es importante preguntarse cuaacutel es la razoacuten de que una misma idea (Dios como rey) pueda servir para dos fines tan opuestos entre siacute Y es que para entender queacute significa concretamente el reinado de Dios no basta con afirmar la realeza de Dios sino que hay que sentildealar en queacute manera se ejerce su funcioacuten real De hecho muchas de las dificultades que algunos teoacutelogos encuentran con la idea de un reinado de Dios se deben precisamente a su opcioacuten previa por una idea concreta de queacute sea la soberaniacutea real y cuaacutel es su forma de ejercicio Sin em-bargo la idea de que Dios reina se puede entender de formas muy diversas Aquiacute una cuestioacuten decisiva es la

1 Cf N Lohfink bdquoDas Koumlnigtum Gottes und die politische Machtldquo en su Das Juumldische am Christentum 2ordf ed Freiburg im Brisgau 1989 pp 71-102

14 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

de la mediacioacuten si se entiende que la soberaniacutea de Dios ha de estar mediada inmediatamente la idea de un reino de Dios se convierte en legitimadora de las ins-tancias mediadoras Asiacute por ejemplo en el caso de los pequentildeos reinos cananeos los reyes-sacerdotes serviacute-an precisamente como mediadores en la relacioacuten entre los dioses que eran considerados como ldquoreyesrdquo y su pueblo Y justamente por ello los reyes-sacerdotes quedaban encumbrados a una posicioacuten sagrada en la que tambieacuten se legitimaba su poder En cambio en la medida en que se afirme la posibilidad de una rela-cioacuten directa con Dios con independencia del palacio y del templo se pone en entredicho la necesidad de mediadores sacralizados y se apunta hacia la igual-dad fundamental de todos los miembros del pueblo que Dios rige Esta uacuteltima parece haber sido la opcioacuten predominante en Israel donde no soacutelo se privilegian mediadores distintos del rey (sacerdotes profetas) sino que tambieacuten se afirma (desde los relatos patriar-cales) la posibilidad de una relacioacuten no mediada con Dios

Es importante reconocer sin embargo la ambi-guumledad de la concepcioacuten israelita del reinado de Dios La introduccioacuten de la monarquiacutea en tiempos de Sauacutel y David pudo ser valorada como una traicioacuten a los idea-les originales de Israel un monarca significa un ejeacuterci-to permanente y una corte y la consiguiente des-igualdad entre los miembros del pueblo de Dios No soacutelo eso la monarquiacutea implica que Israel deja de ser un pueblo distinto para convertirse al menos en este aspecto en un pueblo como los demaacutes afectando sen-siblemente a su misioacuten en el mundo Pero lo maacutes gra-ve es que la introduccioacuten de la monarquiacutea significa que Dios es rechazado como rey de su pueblo (1 Sam 8) Aquiacute se plantea claramente la alternativa caracte-riacutestica de Israel o reina Dios o reina un rey humano (1 Sam 87) Sin embargo esta alternativa radical pue-de suavizarse Dios puede utilizar las decisiones erra-das para llevar adelante sus planes Tras el rechazo del primer rey Sauacutel Dios aparece al lado de David estableciendo y confirmando su dinastiacutea Ello no sig-nifica sin embargo que la perspectiva de un reinado de Dios desaparezca Los libros de Croacutenicas presentan a los gobernantes de Israel como personajes que se han sentado en el trono de Dios sobre su pueblo (1 Cr 1714 285 2923 2 Cr 98) Sin duda la idea de un go-bierno ldquovicariordquo del rey en el puesto de Dios puede funcionar como poderoso instrumento de legitima-cioacuten Pero al mismo tiempo introduce un permanen-te elemento criacutetico el reinado pertenece propiamente a Dios y no a los reyes De ahiacute que eventualmente ese reinado pueda ser reclamado por su auteacutentico propie-tario Y de hecho la historia de la monarquiacutea israelita

presenta buenas ocasiones para que el auteacutentico sobe-rano reclame sus derechos reales Y esto da lugar a una extrantildea tensioacuten en la concepcioacuten del reinado de Dios en la Biblia hebrea

Por un lado el diagnoacutestico de los llamados histo-riadores ldquodeuteronomistasrdquo y de los profetas coincide en atribuir a los reyes de Israel y de Judaacute una respon-sabilidad muy especial en el hundimiento de los dos reinos que culmina con las invasiones de los imperios de Asiria y de Babilonia Los reyes habriacutean sido los principales impulsores de las injusticias y de las idola-triacuteas que terminaron en una cataacutestrofe experimentada como un abandono por parte de Dios y en definitiva como un castigo divino De esta experiencia surge na-turalmente la esperanza de que Dios volveraacute a reinar directamente sobre su pueblo como en los tiempos fundacionales de Israel repitiendo las experiencias de la salida de Egipto el camino por el desierto y los primeros tiempos en la tierra prometida cuando so-lamente Dios era el rey de Israel Los dirigentes de Is-rael seraacuten sustituidos por el verdadero propietario de la tierra prometida y por el verdadero rey de su pue-blo Por otra parte el modelo de un rey como David pecador pero nunca idoacutelatra y las promesas dirigidas hacia su dinastiacutea posibilitan el hecho de que las espe-ranzas judiacuteas se dirijan no soacutelo hacia un reinado de Dios sino tambieacuten hacia el reinado de un descendien-te de David que restaure su dinastiacutea y lleve al pueblo a una era definitiva de esplendor Estas dos esperan-zas aunque puedan ser compartidas por los mismos grupos o expresadas en los mismos textos (como por ejemplo Ez 34) no dejan de contener en siacute mismas una tensioacuten no resuelta entre el reinar directo de Dios y la aparicioacuten de figuras mesiaacutenicas que reinan en su nombre y que se sientan en su trono2

Ciertamente el trasfondo de la Biblia hebrea es de-cisivo para entender correctamente el mensaje de un Jesuacutes al que los evangelios presentan anunciando la llegada inminente del reinado de Dios Jesuacutes anuncia que Dios va a volver a reinar directamente sobre su pueblo como habiacutea hecho al liberarlo de Egipto y trasladarlo a la tierra prometida Esto significa ob-viamente que el exilio ha llegado propiamente a su fin y que los pecados que impediacutean ese final del exilio estaacuten siendo perdonados3 No es extrantildeo dado el tras-fondo de la concepcioacuten hebrea del reinado que el

2 Siacutentoma de esta tensioacuten es el hecho de que Ezequiel no llame ldquoreyrdquo al futuro gobernante daviacutedico sino solamente ldquopriacutenciperdquo (na-

siacute Ez 3424)

3 Cf N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 268-274

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 15

propio papel de Jesuacutes no resulte inicialmente nada claro Jesuacutes no parece favorecer el tiacutetulo de Mesiacuteas pa-ra siacute mismo sino maacutes bien el de ldquohijo del hombrerdquo Se trata como es sabido de un tiacutetulo que en el contexto del libro de Daniel pretende contrastar con el caraacutecter bestial de los imperios que se disputan el gobierno mundial (Dn 7) Pero es un tiacutetulo que de ninguacuten modo subraya el gobierno monaacuterquico del que lo porta sino que maacutes bien abre la perspectiva de un gobierno con-junto de todo ldquoel pueblo de los santos del altiacutesimordquo Y es que el anuncio de Jesuacutes sobre el reinado de Dios no parece haber ido unido a la idea de una restauracioacuten del estado de Israel en la que Jesuacutes mismo pudiera aparecer como el rey ungido (=Mesiacuteas) al frente de una nueva monarquiacutea daviacutedica Al contrario en Jesuacutes se mantiene la idea originaria de Israel de un pueblo distinto gobernado por Dios y en este sentido desti-nado a no reproducir el modelo de gobierno propio de las demaacutes naciones (Lc 2224-30) Dicho en otros teacuterminos el anuncio de Jesuacutes sobre el reino de Dios mantiene la idea hebrea de un reinar directo de Dios sobre su pueblo y de esta manera nos plantea la pre-gunta sobre el sentido de una posible figura mesiaacutenica en ese reinado pues tal figura inevitablemente entra en tensioacuten con la idea de un gobierno directo de Dios sobre su pueblo

Por otra parte en el anuncio de Jesuacutes sobre el rei-nado de Dios se plantean algunos problemas adicio-nales El anuncio se expresa en el lenguaje de la apo-caliacuteptica con diversas alusiones no soacutelo a aconteci-mientos dramaacuteticos y beacutelicos sino tambieacuten a sucesos coacutesmicos como el oscurecimiento del sol la falta de luz en la luna la caiacuteda de las estrellas o la sacudida de las potencias celestiales (Mc 1324-25) Estas afir-maciones parecen ligar la venida del reinado de Dios con el final de la historia humana y con el final del universo espacio-temporal De aquiacute surgen dos cues-tiones importantes Una se refiere al hecho de que ese final de la historia no tuvo lugar con lo que inevita-blemente surge la pregunta por la posible ldquoequivoca-cioacutenrdquo de Jesuacutes y del cristianismo apostoacutelico Otra cuestioacuten estaacute expresada en la famosa expresioacuten de Loisy seguacuten la cual Jesuacutes habriacutea anunciado la llegada del reino de Dios pero lo que en realidad habriacutea ve-nido seriacutea la iglesia4 El llamado ldquoretraso de la paru-siacuteardquo el hecho de que no llegara lo que se predicaba como inminente habriacutea dado paso a la aparicioacuten de una realidad ambigua no directamente querida por

4 ldquoJeacutesus annonccedilait le royaume et crsquoest lrsquoeacuteglise quie est venuerdquo cf A Loisy LrsquoEvangile et lrsquoEglise Pariacutes 1902 p 111 Loisy queriacutea subrayar la continuidad aunque su expresioacuten luego se ha citado en el sentido opuesto

Jesuacutes y que llamamos iglesia No vino algo bueno que Jesuacutes anunciaba sino algo ambiguo como la igle-sia que de ninguna manera puede sustituir al reino de Dios Al menos esta parece ser la interpretacioacuten de muchos autores contemporaacuteneos Sin embargo esta interpretacioacuten no es necesariamente la maacutes correcta Pero tal vez merezca la pena preguntarnos coacutemo se ha llegado a ella

2 La iglesia como reino de Dios

En la historia de la teologiacutea cristiana aparecen muy pronto tendencias que a la larga posibilitaraacuten la pro-gresiva interpretacioacuten del reino de Dios como una rea-lidad ajena a este mundo a lo que sin duda ayudoacute la creciente influencia de la filosofiacutea platoacutenica sobre el cristianismo En el Pastor de Hermas nos encontramos ya con la reflexioacuten sobre una iglesia preexistente creada antes que todas las cosas5 Lo que inicialmente se quiere indicar con la preexistencia de la iglesia es el hecho de que el sentido profundo del universo culmi-na en la comunidad iniciada por Jesuacutes Al afirmar que la iglesia ha sido creada antes de todas las cosas se puede afirmar en los moldes culturales de su tiempo que todas las demaacutes cosas han sido creadas por razoacuten de la iglesia De forma semejante en la segunda carta de Clemente se afirma que la iglesia espiritual fue creada antes que el sol y que la luna de tal manera que ya antes que todas las cosas la iglesia estaacute referi-da a Cristo Ciertamente hay tambieacuten una iglesia car-nal situada en la historia del mismo modo que Jesuacutes tambieacuten vino en carne Pero ya antes de que todas las demaacutes cosas fueran creadas hay una referencia cons-titutiva entre Cristo y la iglesia6 No era difiacutecil que ul-teriormente esta iglesia preexistente fuera asociada con las imaacutegenes biacuteblicas de una Jerusaleacuten celestial tal como aparecen en la Carta a los Gaacutelatas (Ga 425-26) o en el libro del Apocalipsis (312 212) Sin embargo esa asociacioacuten no deja de esconder una diferencia im-portante mientras que el mundo biacuteblico piensa desde la accioacuten histoacuterica de Dios que da lugar a una nueva Jerusaleacuten en los tiempos finales el mundo griego pa-rece preferir los arquetipos ideales como modelos an-teriores al mundo material y desde los que se puede interpretar lo que ulteriormente sucede en la historia

Ahora bien la idea de una iglesia preexistente im-plica obviamente la distincioacuten entre eacutesta y la iglesia ldquocarnalrdquo que hay en la historia Esta distincioacuten estaacute cargada de consecuencias porque va a permitir que paulatinamente se vaya introduciendo la idea de una

5 Cf Pastor de Hermas II 4 1

6 Cf 2 Clem 142-3

16 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

iglesia invisible distinta de la iglesia visible La iglesia invisible no es soacutelo una realidad preexistente sino tambieacuten el modelo ideal al que se tiene que conformar la iglesia visible En Clemente de Alejandriacutea encon-tramos una posicioacuten de este tipo utilizada en sentido criacutetico Clemente sostiene que en la tierra los amos deben dar justicia e igualdad a los esclavos precisa-mente porque la iglesia terrenal es imagen de la igle-sia celestial7 Aquiacute estamos en un terreno claramente platoacutenico pues tambieacuten en la Repuacuteblica de Platoacuten la ciudad ideal es el modelo que sirve para determinar lo que las ciudades empiacutericas deberiacutean de ser al mismo tiempo que posibilita una actitud criacutetica respecto a ellas Ahora bien la distincioacuten entre iglesia invisible e iglesia visible tambieacuten puede desempentildear la funcioacuten opuesta Ante el progresivo acomodamiento de la iglesia al mundo de su contexto la distincioacuten entre una iglesia ideal y unas iglesias ldquovisiblesrdquo tambieacuten permitiraacute una cierta resignacioacuten ante el hecho de que el mundo sensible nunca podraacute llegar a ser igual que el mundo ideal De lo que se trataraacute maacutes bien seraacute de tener paciencia con el mundo real y aguardar que tras la muerte del cuerpo nuestra alma pueda llegar a gozar del mundo ideal La idea de un Dios que reina sobre un pueblo en la historia presente iraacute dejando lu-gar a un Dios que reina en los cielos Porque de hecho quien reina en la tierra son los emperadores cuya conversioacuten al cristianismo y cuyo patronazgo sobre la iglesia tendraacute que ser teoloacutegicamente integrado

Todaviacutea en Oriacutegenes encontramos claros alientos biacuteblicos cuando piensa en Judaacute como un pueblo go-bernado por Dios8 y tambieacuten cuando entiende que la iglesia terrena es la forma del reino que ha de venir pues su unidad adelanta la unidad de toda la huma-nidad9 Y es que Oriacutegenes a pesar del fuerte influjo del platonismo sobre su teologiacutea todaviacutea escribe en un contexto preconstantiniano En Agustiacuten de Hipo-na en cambio nos encontramos con la plena vigencia de la ecuacioacuten que equipara a la iglesia preexistente a la iglesia como arquetipo invisible y al mismo reino de Dios10 Ciertamente Agustiacuten tiene que admitir en su poleacutemica con los disidentes especialmente con los donatistas que la iglesia visible no es perfecta sino un ldquocuerpo mixtordquo en el que crece el trigo y la cizantildea Se trata sin duda de una curiosa interpretacioacuten de la pa-raacutebola evangeacutelica pues en ella Jesuacutes no refiere el

7 Cf Clemente de Alejandriacutea Stroacutemata 4 8 66

8 Cf Oriacutegenes Homiliacutea sobre Jeremiacuteas 9 2 (a propoacutesito de Jer 112)

9 Cf Oriacutegenes Sobre los principios I 6 2

10 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XIII 16 XVIII 29 Enqui-

ridioacuten a Laurencio 5615

campo en el que crecen el trigo y la cizantildea a la iglesia (ni a Israel) sino al mundo Sin embargo es obvio que el giro constantiniano al hacer co-extensivas la iglesia y el imperio permite interpretaciones como la de Agustiacuten asiacute como en el mundo creciacutean el trigo y la ci-zantildea tambieacuten ahora en la iglesia visible crecen el trigo y la cizantildea La distincioacuten entre el trigo y la cizantildea so-lamente es posible en la iglesia invisible cuya presen-cia no se distingue de aquella de los arquetipos a los que las realidades sensibles se asemejan Ahora bien en este aacutembito ideal Agustiacuten no tiene dificultades en afirmar sin ambages que ldquola iglesia es el reino de Cris-to y el reino de los cielosrdquo11

Esta identidad entre la iglesia y el reino de Dios se mantiene en la teologiacutea occidental a lo largo de las edades media y moderna aunque con un importante matiz en la medida en que la iglesia catoacutelica se va percibiendo a siacute misma como una ldquosociedad perfectardquo en oposicioacuten a los movimientos disidentes y a los es-tados nacionales crece tambieacuten la tendencia a identi-ficar esta iglesia presuntamente perfecta y sin duda visible con el reino de Dios Todaviacutea en el siglo XX autores catoacutelicos como Karl Adam (en El espiacuteritu del

catolicismo) o Reginald Garrigou-Lagrange (en Vida

eterna) han defendido la identidad entre la iglesia ca-toacutelica y el reino de Dios El concilio Vaticano II ha moderado levemente este entusiasmo afirmando que la iglesia es el reino de Dios presente ldquoen misteriordquo o que representa en la tierra ldquoel germen y el principiordquo del reino de Dios12 Tambieacuten en el aacutembito protestante se mantuvo desde los reformadores la identidad entre la iglesia y el reino de Dios Asiacute por ejemplo Lutero habla de la iglesia como ldquoel reino de Dios bajo Cris-tordquo13 Sin embargo los reformadores mantuvieron es-trictamente la distincioacuten agustiniana entre la iglesia visible y la iglesia invisible de modo que la ecuacioacuten entre la iglesia y el reino se daba maacutes bien en el aacutembi-to de la iglesia invisible y no en las diversas iglesias territoriales que surgieron de la Reforma En cambio en los grupos anabaptistas se comenzoacute a poner en tela de juicio la diferencia radical entre iglesia visible e iglesia invisible y se comenzoacute a entender la ldquoJerusa-leacuten celestialrdquo no como una iglesia distinta de la pre-sente sino como una metaacutefora de la iglesia histoacuterica concreta14

11 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XX 9 1-2

12 Cf Concilio Vaticano II LG 3 y 5

13 Cf Lutero WA 11 249-253 262

14 Cf J H Yoder Textos escogidos de la reforma radical Buenos Aires 1976 pp 403-443 W Klaassen Selecciones teoloacutegicas anabautistas Guatemala 1985 p 86

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 17

3 La iglesia no es el reino de Dios

La distincioacuten estricta entre la iglesia y el reino de Dios comienza con la ilustracioacuten En cierto modo co-mienza siendo una distincioacuten filosoacutefica que hace Kant en su obra de 1793-1794 sobre La religioacuten dentro de los

liacutemites de la pura razoacuten Como es sabido se trata de un texto tiacutepicamente ilustrado en el que se propone la progresiva sustitucioacuten de las religiones histoacutericas lle-nas de arbitrariedades por una religioacuten moral y ra-cional que en el fondo representa el nuacutecleo auteacutentico de toda religiosidad Al mismo tiempo como buen ilustrado Kant confiacutea en el triunfo progresivo de la moral y de la racionalidad en la historia humana En esta liacutenea Kant interpreta la victoria del principio del bien sobre el principio del mal como ldquofundacioacuten del reino de Dios sobre la tierrardquo15 De este modo el reino de Dios adquiere para toda la modernidad los claros caracteres de una utopiacutea eacutetica Ciertamente Kant re-conoce que la fundacioacuten de una comunidad moral constituye una obra que no se puede esperar de los seres humanos sino solamente de Dios Sin embargo los seres humanos no pueden permanecer de brazos cruzados sino que han de comportarse como si todo dependiera de ellos y solamente asiacute les estaacute permitido esperar que la providencia lleve a su esfuerzos bien intencionados a un cumplimiento pleno Esta comu-nidad eacutetica todaviacutea no realizada se puede interpretar entonces como una iglesia invisible mientras que la iglesia visible seriacutea aquella asociacioacuten de seres huma-nos que coincide con ese ideal y lo trata de realizar La verdadera iglesia visible seriacutea aquella que presenta (darstellt) el reino moral de Dios sobre la tierra y por tanto la iglesia podriacutea ser considerada como la repre-sentante (Repraumlsentantin) del reino o estado de Dios16

En buena medida puede decirse que las reflexiones kantianas han determinado el tratamiento de este problema teoloacutegico hasta el presente Albrecht Ritschl se sumoacute a la tesis kantiana diferenciado entre la igle-sia como comunidad del reino de Dios y el reino mismo de Dios17 Sin embargo no faltaron desde el principio las voces criacuteticas Friedrich Schleiermacher se opuso a la concepcioacuten eacutetica del reinado de Dios subrayando que eacuteste acontece no como realizacioacuten humana sino como efecto de la obra de Cristo Ahora bien el efecto de la obra de Cristo es la iglesia que en-tonces puede ser entendida por Schleiermacher como

15 Cf I Kant Die Religion innerhalb der Grenzen der bloszligen Vernunft B 127-222

16 Cf ibid B 142-144

17 Cf A Ritschl Unterricht in der christlichen Religion (1875) ed por G Ruhbach Guumltersloh 1966 p 15

ldquoreino de Dios fundado por Cristordquo18 La oposicioacuten a la concepcioacuten ilustrada en cierto modo se agudiza en el contexto de la ldquoescatologiacutea consecuenterdquo de Johan-nes Weiszlig y Albert Schweitzer El descubrimiento de la dimensioacuten escatoloacutegica del mensaje de Jesuacutes favorece una idea del reino de Dios como algo que se habriacutea de realizar como obra exclusiva de Dios sin la colabora-cioacuten humana De ahiacute que el sentildeoriacuteo (reinado) de Dios sea algo radicalmente distinto de la comunidad de los disciacutepulos de Jesuacutes por maacutes que ese sentildeoriacuteo seguacuten Weiszlig siacute incluye a la comunidad creyente en la que se realiza la verdadera justicia19 Ciertamente estos eacutenfa-sis escatoloacutegicos podriacutean haber sido importantes para recuperar aspectos esenciales del reinado de Dios y de su relacioacuten con la iglesia Sin embargo el movi-miento de la escatologiacutea consecuente planteaba dema-siados problemas a la teologiacutea de su tiempo como pa-ra poder ser digerido con facilidad Un Jesuacutes apocaliacutep-tico es tal vez una figura plausible en el siglo primero pero alguien demasiado extrantildeo para nuestro tiempo Y no soacutelo extrantildeo sino tambieacuten equivocado pues en definitiva la realizacioacuten inminente del reino por parte de Dios tal como la pensaron estos autores no habriacutea tenido lugar El final de los tiempos no llegoacute Jesuacutes y los primeros cristianos estaban equivocados

Ante esta dificultad una viacutea de solucioacuten empren-dida repetidamente por la teologiacutea del siglo XX fue la separar el mensaje de Jesuacutes de toda connotacioacuten apo-caliacuteptica Asiacute se pudo decir por ejemplo que los ele-mentos apocaliacutepticos de sus discursos habriacutean sido antildeadidos por la primera comunidad cristiana Jesuacutes no habriacutea anunciado la venida del reino de Dios o si la anuncioacute habriacutea tenido un sentido muy distinto al que despueacutes le atribuyeron los primeros cristianos El reino de Dios anunciado por Jesuacutes seriacutea un reino pu-ramente interior y su mensaje tendriacutea que ser enten-dido en teacuterminos puramente sapienciales o existencia-les La inminencia del reinado no tendriacutea que ser in-terpretada entonces como referida a grandes trans-formaciones globales sino simplemente como una ldquoescatologiacutea presenterdquo a diferencia de las escatologiacuteas futuristas de sus contemporaacuteneos La escatologiacutea pre-sente consistiriacutea simplemente en que aquellas trans-formaciones individuales e internas anunciadas por Jesuacutes seriacutean accesibles ya en el presente a cualquier persona con independencia de cualquier cataacutestrofe coacutesmica El precio de estas reinterpretaciones es por

18 Cf F Schleiermacher Der christliche Glaube (1930-1931) ed por M Redeker Berliacuten 1999 sect 107 citado en W Pannenberg Systematische Theologie vol 3 Goumlttingen 1993 p 47

19 Cf J Weiszlig Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes Goumlttingen 1892 pp 79 15-126

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 10: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

10 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

los laquodon nadiesraquo aquellos de quienes ni siquiera co-nocemos su nombre misioneros anoacutenimos fueron los primeros en entender que laquoDios no hace distincioacuten de personasraquo De alguna manera Dios teniacutea ya guardado un laquoplan Braquo en caso de que la comunidad de Jerusaleacuten no afrontara la realidad con una buena dosis de ries-go

La oportunidad es crear una comunidad abierta que acoge a aquellos que la sociedad no suele acoger con gusto No es extrantildeo pues que en nuestras comunida-des tengamos personas con problemas sociales impor-tantes debilidades y carencias profundas La comuni-dad es oportunidad de vida para el marginado y oportunidad para los cristianos de conocer y relacio-narse con las personas de manera maacutes profunda23 Es oportunidad de crear una sociedad alternativa que se verifica en el diacutea a diacutea G Lohfink acertadamente apunta a otro teacutermino que fortalece el sentido de co-munidad de una forma diferente a koinoniacutea que en ocasiones puede entenderse de forma excesivamente estructural Se trata de la expresioacuten de reciprocidad allecirclocircn (laquounos a otrosraquo)24 De esta reciprocidad deviene el concepto de edificacioacuten (oikodomein) que tan popu-lar se ha hecho en el mundo pietista donde se ha cul-tivado de forma maacutes individualista Sin embargo en las cartas paulinas esta terminologiacutea se refiere al con-junto de la comunidad que de esta forma se convierte ella toda en responsable de que este ideal se lleva adelante Se podriacutea ahondar mucho maacutes en todo este entramado pero me imagino que las siguientes confe-rencias construiraacuten sobre este tema desde puntos de vista maacutes teoloacutegicos y pastorales por lo que huelga alargarnos aquiacute

Un peligro es diluirnos por ese afaacuten de querer lle-gar a todos Entonces no anunciariacuteamos ya un mensa-je renovador si no que la iglesia se vuelve un equipo de atencioacuten primaria o como si de un departamento de ofertas religiosas se tratara especializada en el aacuterea de la soledad y la depresioacuten25 Se trata de una vivencia

comunitaria de transformacioacuten no de un servicio a do-micilio La comunidad de fe no puede regalarle a la persona aquello que no le pertenece la salvacioacuten el perdoacuten la reconciliacioacuten con Dios pero si puede crear el espacio adecuado para que la persona tenga ese en-

23 Lejos de ser una entelequia no hay maacutes que echar un vistazo a las profundas reflexiones de Henri J M Nouwen En el nombre de Jesuacutes y El sanador herido para darse cuenta de que una comunidad que no acompantildea al herido y aprende de eacutel es incapaz de un diaacutelogo veraz con Dios en oracioacuten (En el nombre de Jesuacutes 25ss)

24 Lohfink La iglesia 110s

25 Lohfink La iglesia 12

cuentro con el Dios perdonador que habita en medio de su pueblo por medio de su Espiacuteritu

C Comunidad teoloacutegica

No se trata soacutelo una praacutectica social o grupo de au-to-ayuda se trata de una comunidad que estudia y se abre a las escrituras que es fiel a la doctrina No se aferra a eacutesta como si su vida dependiese de su fideli-dad a la letra sino que se esfuerza por vivir de mane-ra consecuente lo que entiende a la luz de su estudio y praacutectica cotidiana con la ayuda del Espiacuteritu que las ha dado haacutelito Hace ademaacutes un esfuerzo por entender el mundo y la sociedad que le rodean para asiacute servir al proacutejimo de manera maacutes efectiva Una comunidad que laquoescucharaquo y reflexiona maacutes que habla

Es una comunidad que se reuacutene alrededor de la doctrina y los siacutembolos que dan sentido a su praxis y ortodoxia Se trata por tanto de una comunidad que celebra a la vez que escudrintildea estudia las escrituras (Hch 24246) que se caracteriza por la alegriacutea pues sabe en quieacuten ha depositado su confianza (Flp 16 2 Tim 112) Se trata de una comunidad que se abre a su influencia y se convierte a su Autor a medida que en-tiende maacutes el mensaje de la escritura La escritura no es en uacuteltimo lugar un cuerpo de doctrina que hay que guardar y defender a toda costa sino la guiacutea que nos acerca maacutes al corazoacuten de Dios mediada por su Espiacuteri-tu santo

La oportunidad es que la comunidad sea relevante a la sociedad que dice querer servir Conocer sus escri-turas estaacute fuertemente unido a conocer la problemaacuteti-ca humana pues ellas dan testimonio de cuaacuten fraacutegil y orgulloso es el ser humano pero que afortunadamen-te hay solucioacuten a este dilema La oportunidad es para la comunidad el escuchar sin dar respuestas pre-cocinadas Es verse reflejada en las paacuteginas de la escri-tura y celebrar al mismo tiempo su salvacioacuten por me-dio de los siacutembolos de liberacioacuten Es por ello que la Palabra estaacute tanto en medio de la comunidad como frente a ella

El peligro es encerrarse en su propio mundo tra-tando de resolver los problemas del mundo sin prin-garse de lodo Una comunidad asiacute no se ha ganado el respeto de la sociedad a hablar ni tampoco representa el ideal cristiano de encarnacioacuten26 Se tratariacutea de que-

26 En el antildeo 260 cuando la peste se ceboacute con Alejandriacutea su obispo Dionisio escribioacute una carta que recoge Eusebio en su Historia Ecle-

siaacutestica VII 22 en la que se habla de la ejemplar actuacioacuten de los cristianos que acogiacutean a los moribundos en ocasiones hasta pade-cer y morir ellos mismos a causa de las enfermedad contraiacuteda mientras que los paganos echaban de casa incluso a sus allegados contagiados con tal de no verse ellos mismos en peligro En VII

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 11

rer ser laquosantaraquo a toda costa incluso a costa del her-mano o hermana moribundos pero esa santidad ya ha perdido su caraacutecter transformador y de contagio La sal ha perdido su sabor y sus propiedades aunque de lejos auacuten parece sal

D Comunidad escatoloacutegica

Se trata de una comunidad que espera la consuma-cioacuten final pero que no se queda perdida en la nada en el interim laquoLa espera escatoloacutegica de la comunidad primitiva fue una auteacutentica espera del futuro pero es-te futuro era tan inminente que podiacutean sentirse sus efectos que determinaban el presente27raquo El paso de los siglos puede que haya atenuado el celo original pero la comunidad de hoy no puede asentarse en esta sociedad de tal manera que pierda de vista la alterna-tiva de vida que ha de propugnar Conoce y experi-menta la realidad del conocido sanctus et peccator y por ello se aplica a la hora de tratar con sus miembros y los de afuera donde ejerce una laquodivina pacienciaraquo Se sabe en camino pero auacuten no completa en su praacutectica y expresioacuten y es por ello que actuacutea con humildad y una dosis de modestia Quizaacutes necesitamos maacutes de este mensaje y no tomarnos a nosotros mismos tan en se-rio Esta falta de capacidad de reiacuterse de uno mismo puede que sea una de las razones por la que la comu-nidad cristiana en ocasiones no estaacute abierta a aprender de los que no son sus miembros

Cuando la comunidad pierde de vista su valor temporal no absoluto es cuando sucumbe a la tenta-cioacuten de asentarse por cualquier medio La esperanza escatoloacutegica tiene que mirar al futuro inminente a tra-veacutes del filtro de la cruz de Jesuacutes sin cuya muerte y re-surreccioacuten no hubiera sido posible tal esperanza Los repetidos anuncios de muerte que Jesuacutes hace a sus disciacutepulos en el evangelio de Marcos resaltan una vez maacutes la falta de entendimiento de laquoestar en ondaraquo con el maestro (Mc 827-35 930-50 1032-45) Eacutestos se quieren asentar colocar en el poder mientras que el ejemplo del maestro es otro28 El servicio se hace yendo (Mt 107-8) en seguimiento de Jesuacutes cercano a eacutel laquoLa conclusioacuten que se desprende de todo lo dicho es muy clara no hay fe donde no hay seguimiento de Jesuacutes y

228 dicersquoAsiacute partieron de esta vida nuestros mejores hermanos Algunos de ellos eran ancianos y diaacuteconos o sencillamente gente del pueblo todos ellos muy apreciados y elogiados pues este tipo de muerte por la mucha piedad y poderosa fe que conlleva en nin-guacuten aspecto parece inferior al martiriorsquo

27 Schenke La comunidad 119

28 Ver los interesantes comentarios al respecto de R Aguirre Ensayo

sobre los oriacutegenes del cristianismo De la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la reli-

gioacuten domeacutestica de Pablo Estella Verbo Divino 2001 170-173

no hay seguimiento de Jesuacutes donde no hay movimien-toraquo29

La oportunidad es vivir hoy con la esperanza de un futuro glorioso que condiciona el ahora La tempora-lidad de cada uno de nosotros de la comunidad de fe en siacute frente a la inconmensurabilidad de Dios nos ayuda a poner las cosas en perspectiva y a ser creati-vos sin temor a equivocarnos La escatologiacutea puede ayudarnos a quitar esas maacutescaras que intentan que la comunidad de fe sea algo menos que humana y maacutes que divina El laquoya pero todaviacutea noraquo tintildee de esperanza y humildad a esa comunidad que se dedica al servicio de aquellos que llama a ser partiacutecipes de las promesas de Dios en Cristo Jesuacutes

El peligro es perder el valor de la temporalidad y querer establecerse en el poder terrenal Es en esos momentos que la comunidad de fe tiene que recupe-rar la visioacuten de la cruz de Jesuacutes y entender que la vic-toria soacutelo viene de mano de una derrota anterior la del cordero sin mancha como inmolado de pie en me-dio del trono (Apo 56) Si la comunidad pierde de vis-ta que estaacute en traacutensito seraacute propensa a absolutizar sus pretensiones

III Conclusiones

Volvemos de nuevo a la analogiacutea de la interpreta-cioacuten musical Naturalmente que uno puede disfrutar de una buena pieza musical sin leer muacutesica Pero para disfrutarla maacutes plenamente uno tiene que sentirla y dejarse llevar por eacutesta Existe una diferencia abismal entre estar en casa a solas y escuchar una buena gra-bacioacuten a estar en un auditorio y saborear el evento en carne propia junto a otras personas que tambieacuten parti-cipan del evento

Algunos cuestionaron a Jesuacutes indirectamente en el cuarto evangelio a causa de la doctrina que proponiacutea siendo eacutel persona sin estudio formal (715) a lo que Jesuacutes responde que lsquoEl que quiera hacer la voluntad de Dios conoceraacute si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuentarsquo (Juan 717)

Podemos teorizar y estudiar los textos que nos hablan del significado de laquocomunidadraquo hasta quedar-nos sin habla pero lo que propongo es un acercamien-to a primera vista maacutes pragmaacutetico pero que de hecho se ajusta a la forma en que conocemos la realidad a nuestro alrededor esa realidad que nos esculpe y nos hace ser lo que somos diacutea a diacutea Si de veras queremos

29 Joseacute Mariacutea Castillo El seguimiento de Jesuacutes Salamanca Siacutegueme 1998 20

12 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

acercarnos a los modelos biacuteblico-cristianos de comu-nidad no hay otra manera de hacerlo que arriesgaacuten-donos a vivir esa comunidad en el diacutea a diacutea experi-mentado en carne lo que los textos anuncian a viva voz Conoceremos en la medida en que estemos dis-puestos a ser parte de esa comunidad imperfecta que sin embargo me hace hueco y que ya ha sido santifi-cada por Dios Conoceremos tanto como estemos dis-puestos a darnos pues en eacutesta como en tantas otras situaciones de la vida no existe foacutermula maacutegica algu-na sino la de la entrega y renuncia totales

Una advertencia maacutes Sea cual fuere el modelo de comunidad que queremos llevar a cabo debemos estar atentos a estas sabias palabras30

Los que aman su suentildeo de comunidad maacutes que a la

misma comunidad llegan a ser destructores de la comu-

nidad

30 D Senior al comentar acerca de la advertencia de D Bonhoeffer sobre aquellos que desean vivir una comunidad cristiana basada en suentildeos irreales en laquoEncontrando las huellashellipraquo 9

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 13

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Iglesia y Reino de Dios Antonio Gonzaacutelez

La tesis de que la iglesia no se debe identificar con el reino de Dios es casi un lugar comuacuten en la teologiacutea contemporaacutenea La tesis es en buena medida correc-ta Sin embargo la cuestioacuten crucial consiste en deter-minar cuaacutel es la relacioacuten entre la iglesia y ese reinado iquestSe trata simplemente de que la iglesia ldquoanunciardquo el reino de Dios como sostendriacutean las posturas maacutes tra-dicionales iquestO se trata maacutes bien de que la iglesia ldquopromueverdquo aquellas iniciativas socio-poliacuteticas que considera maacutes apropiadas para que el reino de Dios se acerque como se diriacutea desde posiciones maacutes progre-sistas iquestSon estas posiciones tan distintas o compar-ten muchos presupuestos comunes iquestY hay acaso otras maneras de pensar la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios Evidentemente para aclarar estas cues-tiones es esencial que comencemos preguntaacutendonos por determinar queacute es lo que se quiere decir cuando se habla de un reino de Dios

1 El reinado iquestde Dios

En el canon la Biblia hebrea la idea de que Dios re-ina sobre su pueblo aparece por vez primera en Ex 1518 Se trata de un pasaje crucial que nos puede ilustrar en gran manera sobre el sentido profundo del reinado de Dios Tras el hundimiento del ejeacutercito del faraoacuten en las aguas del Mar de los Juncos Moiseacutes y su hermana Miriam entonan sendos cantos triunfales Pues bien al final su canto Moiseacutes proclama ldquoel SE-NtildeOR (YHWH) reinaraacute por siempre jamaacutesrdquo Lo que se afirma es justamente que el pueblo que ha salido de Egipto ya no estaacute bajo la soberaniacutea del faraoacuten sino ba-jo la soberaniacutea de Dios Dios reina sobre ese pueblo Se ha convertido en su gobernante porque ha arreba-tado a ese pueblo de la soberaniacutea del faraoacuten y lo ha situado bajo su propia soberaniacutea El reinado de Dios no es en el canto de Moiseacutes algo abstracto utoacutepico o meramente trascendente El reinado de Dios tiene lu-gar ya en la historia Dios reina alliacute donde el faraoacuten ya no reina y donde sorprendentemente tampoco Moi-seacutes se convierte en rey Si Dios reina otros no reinan El que Dios reine entrantildea el cuestionamiento de toda forma humana de dominacioacuten De ahiacute que la ley del Sinaiacute disentildee una sociedad altamente igualitaria que en principio no cuenta con la necesidad de una mo-narquiacutea y en la que se preveacuten distintos sistemas para reducir la aparicioacuten de desigualdades econoacutemicas

Desde el punto de vista de la exeacutegesis histoacuterico-criacutetica se ha sentildealado la posibilidad de que los textos en los que se habla de la monarquiacutea divina sean maacutes bien tardiacuteos Algunos sostienen que el texto maacutes anti-guo en el que aparece la idea de Dios (YHWH) como rey estaacute en el libro de Isaiacuteas cuando eacuteste proclama que ha visto ldquoal rey y Sentildeor de los ejeacutercitosrdquo (Is 65) El ca-raacutecter tardiacuteo de estos textos no deja de ser sorpren-dente si tenemos en cuenta que en los textos de Uga-rit ya se consideraba en maacutes de una ocasioacuten a los dio-ses como reyes Ahora bien en estos casos la desig-nacioacuten de la divinidad como ldquoreyrdquo no teniacutea una fun-cioacuten criacutetica sino maacutes bien legitimadora el monarca local apareciacutea como representante de la divinidad a la que tambieacuten serviacutea como administrador del templo La figura biacuteblica del Melquisedec tanto rey como sa-cerdote del ldquodios altiacutesimordquo puede ser considerada como caracteriacutestica del sistema poliacutetico y religioso de las ciudades cananeas En ellas el reinado de un dios no era maacutes que una forma de introducir al rey en la esfera divina y asiacute legitimar su poder Precisamente por ello Israel habriacutea sido reacio a utilizar el teacutermino ldquoreyrdquo para aplicarlo a Dios por maacutes que la idea del pueblo gobernado directamente por Dios podriacutea ser muy anterior a la introduccioacuten de la monarquiacutea En cualquier caso cuando finalmente el teacutermino ldquoreyrdquo se aplica a Dios en el contexto israelita las connotaciones criacuteticas parecen predominar sobre las legitimadoras que Dios reine es siempre un desafiacuteo para toda forma humana de igualdad o de dominacioacuten1

Desde un punto de vista sistemaacutetico es importante preguntarse cuaacutel es la razoacuten de que una misma idea (Dios como rey) pueda servir para dos fines tan opuestos entre siacute Y es que para entender queacute significa concretamente el reinado de Dios no basta con afirmar la realeza de Dios sino que hay que sentildealar en queacute manera se ejerce su funcioacuten real De hecho muchas de las dificultades que algunos teoacutelogos encuentran con la idea de un reinado de Dios se deben precisamente a su opcioacuten previa por una idea concreta de queacute sea la soberaniacutea real y cuaacutel es su forma de ejercicio Sin em-bargo la idea de que Dios reina se puede entender de formas muy diversas Aquiacute una cuestioacuten decisiva es la

1 Cf N Lohfink bdquoDas Koumlnigtum Gottes und die politische Machtldquo en su Das Juumldische am Christentum 2ordf ed Freiburg im Brisgau 1989 pp 71-102

14 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

de la mediacioacuten si se entiende que la soberaniacutea de Dios ha de estar mediada inmediatamente la idea de un reino de Dios se convierte en legitimadora de las ins-tancias mediadoras Asiacute por ejemplo en el caso de los pequentildeos reinos cananeos los reyes-sacerdotes serviacute-an precisamente como mediadores en la relacioacuten entre los dioses que eran considerados como ldquoreyesrdquo y su pueblo Y justamente por ello los reyes-sacerdotes quedaban encumbrados a una posicioacuten sagrada en la que tambieacuten se legitimaba su poder En cambio en la medida en que se afirme la posibilidad de una rela-cioacuten directa con Dios con independencia del palacio y del templo se pone en entredicho la necesidad de mediadores sacralizados y se apunta hacia la igual-dad fundamental de todos los miembros del pueblo que Dios rige Esta uacuteltima parece haber sido la opcioacuten predominante en Israel donde no soacutelo se privilegian mediadores distintos del rey (sacerdotes profetas) sino que tambieacuten se afirma (desde los relatos patriar-cales) la posibilidad de una relacioacuten no mediada con Dios

Es importante reconocer sin embargo la ambi-guumledad de la concepcioacuten israelita del reinado de Dios La introduccioacuten de la monarquiacutea en tiempos de Sauacutel y David pudo ser valorada como una traicioacuten a los idea-les originales de Israel un monarca significa un ejeacuterci-to permanente y una corte y la consiguiente des-igualdad entre los miembros del pueblo de Dios No soacutelo eso la monarquiacutea implica que Israel deja de ser un pueblo distinto para convertirse al menos en este aspecto en un pueblo como los demaacutes afectando sen-siblemente a su misioacuten en el mundo Pero lo maacutes gra-ve es que la introduccioacuten de la monarquiacutea significa que Dios es rechazado como rey de su pueblo (1 Sam 8) Aquiacute se plantea claramente la alternativa caracte-riacutestica de Israel o reina Dios o reina un rey humano (1 Sam 87) Sin embargo esta alternativa radical pue-de suavizarse Dios puede utilizar las decisiones erra-das para llevar adelante sus planes Tras el rechazo del primer rey Sauacutel Dios aparece al lado de David estableciendo y confirmando su dinastiacutea Ello no sig-nifica sin embargo que la perspectiva de un reinado de Dios desaparezca Los libros de Croacutenicas presentan a los gobernantes de Israel como personajes que se han sentado en el trono de Dios sobre su pueblo (1 Cr 1714 285 2923 2 Cr 98) Sin duda la idea de un go-bierno ldquovicariordquo del rey en el puesto de Dios puede funcionar como poderoso instrumento de legitima-cioacuten Pero al mismo tiempo introduce un permanen-te elemento criacutetico el reinado pertenece propiamente a Dios y no a los reyes De ahiacute que eventualmente ese reinado pueda ser reclamado por su auteacutentico propie-tario Y de hecho la historia de la monarquiacutea israelita

presenta buenas ocasiones para que el auteacutentico sobe-rano reclame sus derechos reales Y esto da lugar a una extrantildea tensioacuten en la concepcioacuten del reinado de Dios en la Biblia hebrea

Por un lado el diagnoacutestico de los llamados histo-riadores ldquodeuteronomistasrdquo y de los profetas coincide en atribuir a los reyes de Israel y de Judaacute una respon-sabilidad muy especial en el hundimiento de los dos reinos que culmina con las invasiones de los imperios de Asiria y de Babilonia Los reyes habriacutean sido los principales impulsores de las injusticias y de las idola-triacuteas que terminaron en una cataacutestrofe experimentada como un abandono por parte de Dios y en definitiva como un castigo divino De esta experiencia surge na-turalmente la esperanza de que Dios volveraacute a reinar directamente sobre su pueblo como en los tiempos fundacionales de Israel repitiendo las experiencias de la salida de Egipto el camino por el desierto y los primeros tiempos en la tierra prometida cuando so-lamente Dios era el rey de Israel Los dirigentes de Is-rael seraacuten sustituidos por el verdadero propietario de la tierra prometida y por el verdadero rey de su pue-blo Por otra parte el modelo de un rey como David pecador pero nunca idoacutelatra y las promesas dirigidas hacia su dinastiacutea posibilitan el hecho de que las espe-ranzas judiacuteas se dirijan no soacutelo hacia un reinado de Dios sino tambieacuten hacia el reinado de un descendien-te de David que restaure su dinastiacutea y lleve al pueblo a una era definitiva de esplendor Estas dos esperan-zas aunque puedan ser compartidas por los mismos grupos o expresadas en los mismos textos (como por ejemplo Ez 34) no dejan de contener en siacute mismas una tensioacuten no resuelta entre el reinar directo de Dios y la aparicioacuten de figuras mesiaacutenicas que reinan en su nombre y que se sientan en su trono2

Ciertamente el trasfondo de la Biblia hebrea es de-cisivo para entender correctamente el mensaje de un Jesuacutes al que los evangelios presentan anunciando la llegada inminente del reinado de Dios Jesuacutes anuncia que Dios va a volver a reinar directamente sobre su pueblo como habiacutea hecho al liberarlo de Egipto y trasladarlo a la tierra prometida Esto significa ob-viamente que el exilio ha llegado propiamente a su fin y que los pecados que impediacutean ese final del exilio estaacuten siendo perdonados3 No es extrantildeo dado el tras-fondo de la concepcioacuten hebrea del reinado que el

2 Siacutentoma de esta tensioacuten es el hecho de que Ezequiel no llame ldquoreyrdquo al futuro gobernante daviacutedico sino solamente ldquopriacutenciperdquo (na-

siacute Ez 3424)

3 Cf N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 268-274

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 15

propio papel de Jesuacutes no resulte inicialmente nada claro Jesuacutes no parece favorecer el tiacutetulo de Mesiacuteas pa-ra siacute mismo sino maacutes bien el de ldquohijo del hombrerdquo Se trata como es sabido de un tiacutetulo que en el contexto del libro de Daniel pretende contrastar con el caraacutecter bestial de los imperios que se disputan el gobierno mundial (Dn 7) Pero es un tiacutetulo que de ninguacuten modo subraya el gobierno monaacuterquico del que lo porta sino que maacutes bien abre la perspectiva de un gobierno con-junto de todo ldquoel pueblo de los santos del altiacutesimordquo Y es que el anuncio de Jesuacutes sobre el reinado de Dios no parece haber ido unido a la idea de una restauracioacuten del estado de Israel en la que Jesuacutes mismo pudiera aparecer como el rey ungido (=Mesiacuteas) al frente de una nueva monarquiacutea daviacutedica Al contrario en Jesuacutes se mantiene la idea originaria de Israel de un pueblo distinto gobernado por Dios y en este sentido desti-nado a no reproducir el modelo de gobierno propio de las demaacutes naciones (Lc 2224-30) Dicho en otros teacuterminos el anuncio de Jesuacutes sobre el reino de Dios mantiene la idea hebrea de un reinar directo de Dios sobre su pueblo y de esta manera nos plantea la pre-gunta sobre el sentido de una posible figura mesiaacutenica en ese reinado pues tal figura inevitablemente entra en tensioacuten con la idea de un gobierno directo de Dios sobre su pueblo

Por otra parte en el anuncio de Jesuacutes sobre el rei-nado de Dios se plantean algunos problemas adicio-nales El anuncio se expresa en el lenguaje de la apo-caliacuteptica con diversas alusiones no soacutelo a aconteci-mientos dramaacuteticos y beacutelicos sino tambieacuten a sucesos coacutesmicos como el oscurecimiento del sol la falta de luz en la luna la caiacuteda de las estrellas o la sacudida de las potencias celestiales (Mc 1324-25) Estas afir-maciones parecen ligar la venida del reinado de Dios con el final de la historia humana y con el final del universo espacio-temporal De aquiacute surgen dos cues-tiones importantes Una se refiere al hecho de que ese final de la historia no tuvo lugar con lo que inevita-blemente surge la pregunta por la posible ldquoequivoca-cioacutenrdquo de Jesuacutes y del cristianismo apostoacutelico Otra cuestioacuten estaacute expresada en la famosa expresioacuten de Loisy seguacuten la cual Jesuacutes habriacutea anunciado la llegada del reino de Dios pero lo que en realidad habriacutea ve-nido seriacutea la iglesia4 El llamado ldquoretraso de la paru-siacuteardquo el hecho de que no llegara lo que se predicaba como inminente habriacutea dado paso a la aparicioacuten de una realidad ambigua no directamente querida por

4 ldquoJeacutesus annonccedilait le royaume et crsquoest lrsquoeacuteglise quie est venuerdquo cf A Loisy LrsquoEvangile et lrsquoEglise Pariacutes 1902 p 111 Loisy queriacutea subrayar la continuidad aunque su expresioacuten luego se ha citado en el sentido opuesto

Jesuacutes y que llamamos iglesia No vino algo bueno que Jesuacutes anunciaba sino algo ambiguo como la igle-sia que de ninguna manera puede sustituir al reino de Dios Al menos esta parece ser la interpretacioacuten de muchos autores contemporaacuteneos Sin embargo esta interpretacioacuten no es necesariamente la maacutes correcta Pero tal vez merezca la pena preguntarnos coacutemo se ha llegado a ella

2 La iglesia como reino de Dios

En la historia de la teologiacutea cristiana aparecen muy pronto tendencias que a la larga posibilitaraacuten la pro-gresiva interpretacioacuten del reino de Dios como una rea-lidad ajena a este mundo a lo que sin duda ayudoacute la creciente influencia de la filosofiacutea platoacutenica sobre el cristianismo En el Pastor de Hermas nos encontramos ya con la reflexioacuten sobre una iglesia preexistente creada antes que todas las cosas5 Lo que inicialmente se quiere indicar con la preexistencia de la iglesia es el hecho de que el sentido profundo del universo culmi-na en la comunidad iniciada por Jesuacutes Al afirmar que la iglesia ha sido creada antes de todas las cosas se puede afirmar en los moldes culturales de su tiempo que todas las demaacutes cosas han sido creadas por razoacuten de la iglesia De forma semejante en la segunda carta de Clemente se afirma que la iglesia espiritual fue creada antes que el sol y que la luna de tal manera que ya antes que todas las cosas la iglesia estaacute referi-da a Cristo Ciertamente hay tambieacuten una iglesia car-nal situada en la historia del mismo modo que Jesuacutes tambieacuten vino en carne Pero ya antes de que todas las demaacutes cosas fueran creadas hay una referencia cons-titutiva entre Cristo y la iglesia6 No era difiacutecil que ul-teriormente esta iglesia preexistente fuera asociada con las imaacutegenes biacuteblicas de una Jerusaleacuten celestial tal como aparecen en la Carta a los Gaacutelatas (Ga 425-26) o en el libro del Apocalipsis (312 212) Sin embargo esa asociacioacuten no deja de esconder una diferencia im-portante mientras que el mundo biacuteblico piensa desde la accioacuten histoacuterica de Dios que da lugar a una nueva Jerusaleacuten en los tiempos finales el mundo griego pa-rece preferir los arquetipos ideales como modelos an-teriores al mundo material y desde los que se puede interpretar lo que ulteriormente sucede en la historia

Ahora bien la idea de una iglesia preexistente im-plica obviamente la distincioacuten entre eacutesta y la iglesia ldquocarnalrdquo que hay en la historia Esta distincioacuten estaacute cargada de consecuencias porque va a permitir que paulatinamente se vaya introduciendo la idea de una

5 Cf Pastor de Hermas II 4 1

6 Cf 2 Clem 142-3

16 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

iglesia invisible distinta de la iglesia visible La iglesia invisible no es soacutelo una realidad preexistente sino tambieacuten el modelo ideal al que se tiene que conformar la iglesia visible En Clemente de Alejandriacutea encon-tramos una posicioacuten de este tipo utilizada en sentido criacutetico Clemente sostiene que en la tierra los amos deben dar justicia e igualdad a los esclavos precisa-mente porque la iglesia terrenal es imagen de la igle-sia celestial7 Aquiacute estamos en un terreno claramente platoacutenico pues tambieacuten en la Repuacuteblica de Platoacuten la ciudad ideal es el modelo que sirve para determinar lo que las ciudades empiacutericas deberiacutean de ser al mismo tiempo que posibilita una actitud criacutetica respecto a ellas Ahora bien la distincioacuten entre iglesia invisible e iglesia visible tambieacuten puede desempentildear la funcioacuten opuesta Ante el progresivo acomodamiento de la iglesia al mundo de su contexto la distincioacuten entre una iglesia ideal y unas iglesias ldquovisiblesrdquo tambieacuten permitiraacute una cierta resignacioacuten ante el hecho de que el mundo sensible nunca podraacute llegar a ser igual que el mundo ideal De lo que se trataraacute maacutes bien seraacute de tener paciencia con el mundo real y aguardar que tras la muerte del cuerpo nuestra alma pueda llegar a gozar del mundo ideal La idea de un Dios que reina sobre un pueblo en la historia presente iraacute dejando lu-gar a un Dios que reina en los cielos Porque de hecho quien reina en la tierra son los emperadores cuya conversioacuten al cristianismo y cuyo patronazgo sobre la iglesia tendraacute que ser teoloacutegicamente integrado

Todaviacutea en Oriacutegenes encontramos claros alientos biacuteblicos cuando piensa en Judaacute como un pueblo go-bernado por Dios8 y tambieacuten cuando entiende que la iglesia terrena es la forma del reino que ha de venir pues su unidad adelanta la unidad de toda la huma-nidad9 Y es que Oriacutegenes a pesar del fuerte influjo del platonismo sobre su teologiacutea todaviacutea escribe en un contexto preconstantiniano En Agustiacuten de Hipo-na en cambio nos encontramos con la plena vigencia de la ecuacioacuten que equipara a la iglesia preexistente a la iglesia como arquetipo invisible y al mismo reino de Dios10 Ciertamente Agustiacuten tiene que admitir en su poleacutemica con los disidentes especialmente con los donatistas que la iglesia visible no es perfecta sino un ldquocuerpo mixtordquo en el que crece el trigo y la cizantildea Se trata sin duda de una curiosa interpretacioacuten de la pa-raacutebola evangeacutelica pues en ella Jesuacutes no refiere el

7 Cf Clemente de Alejandriacutea Stroacutemata 4 8 66

8 Cf Oriacutegenes Homiliacutea sobre Jeremiacuteas 9 2 (a propoacutesito de Jer 112)

9 Cf Oriacutegenes Sobre los principios I 6 2

10 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XIII 16 XVIII 29 Enqui-

ridioacuten a Laurencio 5615

campo en el que crecen el trigo y la cizantildea a la iglesia (ni a Israel) sino al mundo Sin embargo es obvio que el giro constantiniano al hacer co-extensivas la iglesia y el imperio permite interpretaciones como la de Agustiacuten asiacute como en el mundo creciacutean el trigo y la ci-zantildea tambieacuten ahora en la iglesia visible crecen el trigo y la cizantildea La distincioacuten entre el trigo y la cizantildea so-lamente es posible en la iglesia invisible cuya presen-cia no se distingue de aquella de los arquetipos a los que las realidades sensibles se asemejan Ahora bien en este aacutembito ideal Agustiacuten no tiene dificultades en afirmar sin ambages que ldquola iglesia es el reino de Cris-to y el reino de los cielosrdquo11

Esta identidad entre la iglesia y el reino de Dios se mantiene en la teologiacutea occidental a lo largo de las edades media y moderna aunque con un importante matiz en la medida en que la iglesia catoacutelica se va percibiendo a siacute misma como una ldquosociedad perfectardquo en oposicioacuten a los movimientos disidentes y a los es-tados nacionales crece tambieacuten la tendencia a identi-ficar esta iglesia presuntamente perfecta y sin duda visible con el reino de Dios Todaviacutea en el siglo XX autores catoacutelicos como Karl Adam (en El espiacuteritu del

catolicismo) o Reginald Garrigou-Lagrange (en Vida

eterna) han defendido la identidad entre la iglesia ca-toacutelica y el reino de Dios El concilio Vaticano II ha moderado levemente este entusiasmo afirmando que la iglesia es el reino de Dios presente ldquoen misteriordquo o que representa en la tierra ldquoel germen y el principiordquo del reino de Dios12 Tambieacuten en el aacutembito protestante se mantuvo desde los reformadores la identidad entre la iglesia y el reino de Dios Asiacute por ejemplo Lutero habla de la iglesia como ldquoel reino de Dios bajo Cris-tordquo13 Sin embargo los reformadores mantuvieron es-trictamente la distincioacuten agustiniana entre la iglesia visible y la iglesia invisible de modo que la ecuacioacuten entre la iglesia y el reino se daba maacutes bien en el aacutembi-to de la iglesia invisible y no en las diversas iglesias territoriales que surgieron de la Reforma En cambio en los grupos anabaptistas se comenzoacute a poner en tela de juicio la diferencia radical entre iglesia visible e iglesia invisible y se comenzoacute a entender la ldquoJerusa-leacuten celestialrdquo no como una iglesia distinta de la pre-sente sino como una metaacutefora de la iglesia histoacuterica concreta14

11 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XX 9 1-2

12 Cf Concilio Vaticano II LG 3 y 5

13 Cf Lutero WA 11 249-253 262

14 Cf J H Yoder Textos escogidos de la reforma radical Buenos Aires 1976 pp 403-443 W Klaassen Selecciones teoloacutegicas anabautistas Guatemala 1985 p 86

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 17

3 La iglesia no es el reino de Dios

La distincioacuten estricta entre la iglesia y el reino de Dios comienza con la ilustracioacuten En cierto modo co-mienza siendo una distincioacuten filosoacutefica que hace Kant en su obra de 1793-1794 sobre La religioacuten dentro de los

liacutemites de la pura razoacuten Como es sabido se trata de un texto tiacutepicamente ilustrado en el que se propone la progresiva sustitucioacuten de las religiones histoacutericas lle-nas de arbitrariedades por una religioacuten moral y ra-cional que en el fondo representa el nuacutecleo auteacutentico de toda religiosidad Al mismo tiempo como buen ilustrado Kant confiacutea en el triunfo progresivo de la moral y de la racionalidad en la historia humana En esta liacutenea Kant interpreta la victoria del principio del bien sobre el principio del mal como ldquofundacioacuten del reino de Dios sobre la tierrardquo15 De este modo el reino de Dios adquiere para toda la modernidad los claros caracteres de una utopiacutea eacutetica Ciertamente Kant re-conoce que la fundacioacuten de una comunidad moral constituye una obra que no se puede esperar de los seres humanos sino solamente de Dios Sin embargo los seres humanos no pueden permanecer de brazos cruzados sino que han de comportarse como si todo dependiera de ellos y solamente asiacute les estaacute permitido esperar que la providencia lleve a su esfuerzos bien intencionados a un cumplimiento pleno Esta comu-nidad eacutetica todaviacutea no realizada se puede interpretar entonces como una iglesia invisible mientras que la iglesia visible seriacutea aquella asociacioacuten de seres huma-nos que coincide con ese ideal y lo trata de realizar La verdadera iglesia visible seriacutea aquella que presenta (darstellt) el reino moral de Dios sobre la tierra y por tanto la iglesia podriacutea ser considerada como la repre-sentante (Repraumlsentantin) del reino o estado de Dios16

En buena medida puede decirse que las reflexiones kantianas han determinado el tratamiento de este problema teoloacutegico hasta el presente Albrecht Ritschl se sumoacute a la tesis kantiana diferenciado entre la igle-sia como comunidad del reino de Dios y el reino mismo de Dios17 Sin embargo no faltaron desde el principio las voces criacuteticas Friedrich Schleiermacher se opuso a la concepcioacuten eacutetica del reinado de Dios subrayando que eacuteste acontece no como realizacioacuten humana sino como efecto de la obra de Cristo Ahora bien el efecto de la obra de Cristo es la iglesia que en-tonces puede ser entendida por Schleiermacher como

15 Cf I Kant Die Religion innerhalb der Grenzen der bloszligen Vernunft B 127-222

16 Cf ibid B 142-144

17 Cf A Ritschl Unterricht in der christlichen Religion (1875) ed por G Ruhbach Guumltersloh 1966 p 15

ldquoreino de Dios fundado por Cristordquo18 La oposicioacuten a la concepcioacuten ilustrada en cierto modo se agudiza en el contexto de la ldquoescatologiacutea consecuenterdquo de Johan-nes Weiszlig y Albert Schweitzer El descubrimiento de la dimensioacuten escatoloacutegica del mensaje de Jesuacutes favorece una idea del reino de Dios como algo que se habriacutea de realizar como obra exclusiva de Dios sin la colabora-cioacuten humana De ahiacute que el sentildeoriacuteo (reinado) de Dios sea algo radicalmente distinto de la comunidad de los disciacutepulos de Jesuacutes por maacutes que ese sentildeoriacuteo seguacuten Weiszlig siacute incluye a la comunidad creyente en la que se realiza la verdadera justicia19 Ciertamente estos eacutenfa-sis escatoloacutegicos podriacutean haber sido importantes para recuperar aspectos esenciales del reinado de Dios y de su relacioacuten con la iglesia Sin embargo el movi-miento de la escatologiacutea consecuente planteaba dema-siados problemas a la teologiacutea de su tiempo como pa-ra poder ser digerido con facilidad Un Jesuacutes apocaliacutep-tico es tal vez una figura plausible en el siglo primero pero alguien demasiado extrantildeo para nuestro tiempo Y no soacutelo extrantildeo sino tambieacuten equivocado pues en definitiva la realizacioacuten inminente del reino por parte de Dios tal como la pensaron estos autores no habriacutea tenido lugar El final de los tiempos no llegoacute Jesuacutes y los primeros cristianos estaban equivocados

Ante esta dificultad una viacutea de solucioacuten empren-dida repetidamente por la teologiacutea del siglo XX fue la separar el mensaje de Jesuacutes de toda connotacioacuten apo-caliacuteptica Asiacute se pudo decir por ejemplo que los ele-mentos apocaliacutepticos de sus discursos habriacutean sido antildeadidos por la primera comunidad cristiana Jesuacutes no habriacutea anunciado la venida del reino de Dios o si la anuncioacute habriacutea tenido un sentido muy distinto al que despueacutes le atribuyeron los primeros cristianos El reino de Dios anunciado por Jesuacutes seriacutea un reino pu-ramente interior y su mensaje tendriacutea que ser enten-dido en teacuterminos puramente sapienciales o existencia-les La inminencia del reinado no tendriacutea que ser in-terpretada entonces como referida a grandes trans-formaciones globales sino simplemente como una ldquoescatologiacutea presenterdquo a diferencia de las escatologiacuteas futuristas de sus contemporaacuteneos La escatologiacutea pre-sente consistiriacutea simplemente en que aquellas trans-formaciones individuales e internas anunciadas por Jesuacutes seriacutean accesibles ya en el presente a cualquier persona con independencia de cualquier cataacutestrofe coacutesmica El precio de estas reinterpretaciones es por

18 Cf F Schleiermacher Der christliche Glaube (1930-1931) ed por M Redeker Berliacuten 1999 sect 107 citado en W Pannenberg Systematische Theologie vol 3 Goumlttingen 1993 p 47

19 Cf J Weiszlig Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes Goumlttingen 1892 pp 79 15-126

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 11: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 11

rer ser laquosantaraquo a toda costa incluso a costa del her-mano o hermana moribundos pero esa santidad ya ha perdido su caraacutecter transformador y de contagio La sal ha perdido su sabor y sus propiedades aunque de lejos auacuten parece sal

D Comunidad escatoloacutegica

Se trata de una comunidad que espera la consuma-cioacuten final pero que no se queda perdida en la nada en el interim laquoLa espera escatoloacutegica de la comunidad primitiva fue una auteacutentica espera del futuro pero es-te futuro era tan inminente que podiacutean sentirse sus efectos que determinaban el presente27raquo El paso de los siglos puede que haya atenuado el celo original pero la comunidad de hoy no puede asentarse en esta sociedad de tal manera que pierda de vista la alterna-tiva de vida que ha de propugnar Conoce y experi-menta la realidad del conocido sanctus et peccator y por ello se aplica a la hora de tratar con sus miembros y los de afuera donde ejerce una laquodivina pacienciaraquo Se sabe en camino pero auacuten no completa en su praacutectica y expresioacuten y es por ello que actuacutea con humildad y una dosis de modestia Quizaacutes necesitamos maacutes de este mensaje y no tomarnos a nosotros mismos tan en se-rio Esta falta de capacidad de reiacuterse de uno mismo puede que sea una de las razones por la que la comu-nidad cristiana en ocasiones no estaacute abierta a aprender de los que no son sus miembros

Cuando la comunidad pierde de vista su valor temporal no absoluto es cuando sucumbe a la tenta-cioacuten de asentarse por cualquier medio La esperanza escatoloacutegica tiene que mirar al futuro inminente a tra-veacutes del filtro de la cruz de Jesuacutes sin cuya muerte y re-surreccioacuten no hubiera sido posible tal esperanza Los repetidos anuncios de muerte que Jesuacutes hace a sus disciacutepulos en el evangelio de Marcos resaltan una vez maacutes la falta de entendimiento de laquoestar en ondaraquo con el maestro (Mc 827-35 930-50 1032-45) Eacutestos se quieren asentar colocar en el poder mientras que el ejemplo del maestro es otro28 El servicio se hace yendo (Mt 107-8) en seguimiento de Jesuacutes cercano a eacutel laquoLa conclusioacuten que se desprende de todo lo dicho es muy clara no hay fe donde no hay seguimiento de Jesuacutes y

228 dicersquoAsiacute partieron de esta vida nuestros mejores hermanos Algunos de ellos eran ancianos y diaacuteconos o sencillamente gente del pueblo todos ellos muy apreciados y elogiados pues este tipo de muerte por la mucha piedad y poderosa fe que conlleva en nin-guacuten aspecto parece inferior al martiriorsquo

27 Schenke La comunidad 119

28 Ver los interesantes comentarios al respecto de R Aguirre Ensayo

sobre los oriacutegenes del cristianismo De la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la reli-

gioacuten domeacutestica de Pablo Estella Verbo Divino 2001 170-173

no hay seguimiento de Jesuacutes donde no hay movimien-toraquo29

La oportunidad es vivir hoy con la esperanza de un futuro glorioso que condiciona el ahora La tempora-lidad de cada uno de nosotros de la comunidad de fe en siacute frente a la inconmensurabilidad de Dios nos ayuda a poner las cosas en perspectiva y a ser creati-vos sin temor a equivocarnos La escatologiacutea puede ayudarnos a quitar esas maacutescaras que intentan que la comunidad de fe sea algo menos que humana y maacutes que divina El laquoya pero todaviacutea noraquo tintildee de esperanza y humildad a esa comunidad que se dedica al servicio de aquellos que llama a ser partiacutecipes de las promesas de Dios en Cristo Jesuacutes

El peligro es perder el valor de la temporalidad y querer establecerse en el poder terrenal Es en esos momentos que la comunidad de fe tiene que recupe-rar la visioacuten de la cruz de Jesuacutes y entender que la vic-toria soacutelo viene de mano de una derrota anterior la del cordero sin mancha como inmolado de pie en me-dio del trono (Apo 56) Si la comunidad pierde de vis-ta que estaacute en traacutensito seraacute propensa a absolutizar sus pretensiones

III Conclusiones

Volvemos de nuevo a la analogiacutea de la interpreta-cioacuten musical Naturalmente que uno puede disfrutar de una buena pieza musical sin leer muacutesica Pero para disfrutarla maacutes plenamente uno tiene que sentirla y dejarse llevar por eacutesta Existe una diferencia abismal entre estar en casa a solas y escuchar una buena gra-bacioacuten a estar en un auditorio y saborear el evento en carne propia junto a otras personas que tambieacuten parti-cipan del evento

Algunos cuestionaron a Jesuacutes indirectamente en el cuarto evangelio a causa de la doctrina que proponiacutea siendo eacutel persona sin estudio formal (715) a lo que Jesuacutes responde que lsquoEl que quiera hacer la voluntad de Dios conoceraacute si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuentarsquo (Juan 717)

Podemos teorizar y estudiar los textos que nos hablan del significado de laquocomunidadraquo hasta quedar-nos sin habla pero lo que propongo es un acercamien-to a primera vista maacutes pragmaacutetico pero que de hecho se ajusta a la forma en que conocemos la realidad a nuestro alrededor esa realidad que nos esculpe y nos hace ser lo que somos diacutea a diacutea Si de veras queremos

29 Joseacute Mariacutea Castillo El seguimiento de Jesuacutes Salamanca Siacutegueme 1998 20

12 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

acercarnos a los modelos biacuteblico-cristianos de comu-nidad no hay otra manera de hacerlo que arriesgaacuten-donos a vivir esa comunidad en el diacutea a diacutea experi-mentado en carne lo que los textos anuncian a viva voz Conoceremos en la medida en que estemos dis-puestos a ser parte de esa comunidad imperfecta que sin embargo me hace hueco y que ya ha sido santifi-cada por Dios Conoceremos tanto como estemos dis-puestos a darnos pues en eacutesta como en tantas otras situaciones de la vida no existe foacutermula maacutegica algu-na sino la de la entrega y renuncia totales

Una advertencia maacutes Sea cual fuere el modelo de comunidad que queremos llevar a cabo debemos estar atentos a estas sabias palabras30

Los que aman su suentildeo de comunidad maacutes que a la

misma comunidad llegan a ser destructores de la comu-

nidad

30 D Senior al comentar acerca de la advertencia de D Bonhoeffer sobre aquellos que desean vivir una comunidad cristiana basada en suentildeos irreales en laquoEncontrando las huellashellipraquo 9

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 13

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Iglesia y Reino de Dios Antonio Gonzaacutelez

La tesis de que la iglesia no se debe identificar con el reino de Dios es casi un lugar comuacuten en la teologiacutea contemporaacutenea La tesis es en buena medida correc-ta Sin embargo la cuestioacuten crucial consiste en deter-minar cuaacutel es la relacioacuten entre la iglesia y ese reinado iquestSe trata simplemente de que la iglesia ldquoanunciardquo el reino de Dios como sostendriacutean las posturas maacutes tra-dicionales iquestO se trata maacutes bien de que la iglesia ldquopromueverdquo aquellas iniciativas socio-poliacuteticas que considera maacutes apropiadas para que el reino de Dios se acerque como se diriacutea desde posiciones maacutes progre-sistas iquestSon estas posiciones tan distintas o compar-ten muchos presupuestos comunes iquestY hay acaso otras maneras de pensar la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios Evidentemente para aclarar estas cues-tiones es esencial que comencemos preguntaacutendonos por determinar queacute es lo que se quiere decir cuando se habla de un reino de Dios

1 El reinado iquestde Dios

En el canon la Biblia hebrea la idea de que Dios re-ina sobre su pueblo aparece por vez primera en Ex 1518 Se trata de un pasaje crucial que nos puede ilustrar en gran manera sobre el sentido profundo del reinado de Dios Tras el hundimiento del ejeacutercito del faraoacuten en las aguas del Mar de los Juncos Moiseacutes y su hermana Miriam entonan sendos cantos triunfales Pues bien al final su canto Moiseacutes proclama ldquoel SE-NtildeOR (YHWH) reinaraacute por siempre jamaacutesrdquo Lo que se afirma es justamente que el pueblo que ha salido de Egipto ya no estaacute bajo la soberaniacutea del faraoacuten sino ba-jo la soberaniacutea de Dios Dios reina sobre ese pueblo Se ha convertido en su gobernante porque ha arreba-tado a ese pueblo de la soberaniacutea del faraoacuten y lo ha situado bajo su propia soberaniacutea El reinado de Dios no es en el canto de Moiseacutes algo abstracto utoacutepico o meramente trascendente El reinado de Dios tiene lu-gar ya en la historia Dios reina alliacute donde el faraoacuten ya no reina y donde sorprendentemente tampoco Moi-seacutes se convierte en rey Si Dios reina otros no reinan El que Dios reine entrantildea el cuestionamiento de toda forma humana de dominacioacuten De ahiacute que la ley del Sinaiacute disentildee una sociedad altamente igualitaria que en principio no cuenta con la necesidad de una mo-narquiacutea y en la que se preveacuten distintos sistemas para reducir la aparicioacuten de desigualdades econoacutemicas

Desde el punto de vista de la exeacutegesis histoacuterico-criacutetica se ha sentildealado la posibilidad de que los textos en los que se habla de la monarquiacutea divina sean maacutes bien tardiacuteos Algunos sostienen que el texto maacutes anti-guo en el que aparece la idea de Dios (YHWH) como rey estaacute en el libro de Isaiacuteas cuando eacuteste proclama que ha visto ldquoal rey y Sentildeor de los ejeacutercitosrdquo (Is 65) El ca-raacutecter tardiacuteo de estos textos no deja de ser sorpren-dente si tenemos en cuenta que en los textos de Uga-rit ya se consideraba en maacutes de una ocasioacuten a los dio-ses como reyes Ahora bien en estos casos la desig-nacioacuten de la divinidad como ldquoreyrdquo no teniacutea una fun-cioacuten criacutetica sino maacutes bien legitimadora el monarca local apareciacutea como representante de la divinidad a la que tambieacuten serviacutea como administrador del templo La figura biacuteblica del Melquisedec tanto rey como sa-cerdote del ldquodios altiacutesimordquo puede ser considerada como caracteriacutestica del sistema poliacutetico y religioso de las ciudades cananeas En ellas el reinado de un dios no era maacutes que una forma de introducir al rey en la esfera divina y asiacute legitimar su poder Precisamente por ello Israel habriacutea sido reacio a utilizar el teacutermino ldquoreyrdquo para aplicarlo a Dios por maacutes que la idea del pueblo gobernado directamente por Dios podriacutea ser muy anterior a la introduccioacuten de la monarquiacutea En cualquier caso cuando finalmente el teacutermino ldquoreyrdquo se aplica a Dios en el contexto israelita las connotaciones criacuteticas parecen predominar sobre las legitimadoras que Dios reine es siempre un desafiacuteo para toda forma humana de igualdad o de dominacioacuten1

Desde un punto de vista sistemaacutetico es importante preguntarse cuaacutel es la razoacuten de que una misma idea (Dios como rey) pueda servir para dos fines tan opuestos entre siacute Y es que para entender queacute significa concretamente el reinado de Dios no basta con afirmar la realeza de Dios sino que hay que sentildealar en queacute manera se ejerce su funcioacuten real De hecho muchas de las dificultades que algunos teoacutelogos encuentran con la idea de un reinado de Dios se deben precisamente a su opcioacuten previa por una idea concreta de queacute sea la soberaniacutea real y cuaacutel es su forma de ejercicio Sin em-bargo la idea de que Dios reina se puede entender de formas muy diversas Aquiacute una cuestioacuten decisiva es la

1 Cf N Lohfink bdquoDas Koumlnigtum Gottes und die politische Machtldquo en su Das Juumldische am Christentum 2ordf ed Freiburg im Brisgau 1989 pp 71-102

14 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

de la mediacioacuten si se entiende que la soberaniacutea de Dios ha de estar mediada inmediatamente la idea de un reino de Dios se convierte en legitimadora de las ins-tancias mediadoras Asiacute por ejemplo en el caso de los pequentildeos reinos cananeos los reyes-sacerdotes serviacute-an precisamente como mediadores en la relacioacuten entre los dioses que eran considerados como ldquoreyesrdquo y su pueblo Y justamente por ello los reyes-sacerdotes quedaban encumbrados a una posicioacuten sagrada en la que tambieacuten se legitimaba su poder En cambio en la medida en que se afirme la posibilidad de una rela-cioacuten directa con Dios con independencia del palacio y del templo se pone en entredicho la necesidad de mediadores sacralizados y se apunta hacia la igual-dad fundamental de todos los miembros del pueblo que Dios rige Esta uacuteltima parece haber sido la opcioacuten predominante en Israel donde no soacutelo se privilegian mediadores distintos del rey (sacerdotes profetas) sino que tambieacuten se afirma (desde los relatos patriar-cales) la posibilidad de una relacioacuten no mediada con Dios

Es importante reconocer sin embargo la ambi-guumledad de la concepcioacuten israelita del reinado de Dios La introduccioacuten de la monarquiacutea en tiempos de Sauacutel y David pudo ser valorada como una traicioacuten a los idea-les originales de Israel un monarca significa un ejeacuterci-to permanente y una corte y la consiguiente des-igualdad entre los miembros del pueblo de Dios No soacutelo eso la monarquiacutea implica que Israel deja de ser un pueblo distinto para convertirse al menos en este aspecto en un pueblo como los demaacutes afectando sen-siblemente a su misioacuten en el mundo Pero lo maacutes gra-ve es que la introduccioacuten de la monarquiacutea significa que Dios es rechazado como rey de su pueblo (1 Sam 8) Aquiacute se plantea claramente la alternativa caracte-riacutestica de Israel o reina Dios o reina un rey humano (1 Sam 87) Sin embargo esta alternativa radical pue-de suavizarse Dios puede utilizar las decisiones erra-das para llevar adelante sus planes Tras el rechazo del primer rey Sauacutel Dios aparece al lado de David estableciendo y confirmando su dinastiacutea Ello no sig-nifica sin embargo que la perspectiva de un reinado de Dios desaparezca Los libros de Croacutenicas presentan a los gobernantes de Israel como personajes que se han sentado en el trono de Dios sobre su pueblo (1 Cr 1714 285 2923 2 Cr 98) Sin duda la idea de un go-bierno ldquovicariordquo del rey en el puesto de Dios puede funcionar como poderoso instrumento de legitima-cioacuten Pero al mismo tiempo introduce un permanen-te elemento criacutetico el reinado pertenece propiamente a Dios y no a los reyes De ahiacute que eventualmente ese reinado pueda ser reclamado por su auteacutentico propie-tario Y de hecho la historia de la monarquiacutea israelita

presenta buenas ocasiones para que el auteacutentico sobe-rano reclame sus derechos reales Y esto da lugar a una extrantildea tensioacuten en la concepcioacuten del reinado de Dios en la Biblia hebrea

Por un lado el diagnoacutestico de los llamados histo-riadores ldquodeuteronomistasrdquo y de los profetas coincide en atribuir a los reyes de Israel y de Judaacute una respon-sabilidad muy especial en el hundimiento de los dos reinos que culmina con las invasiones de los imperios de Asiria y de Babilonia Los reyes habriacutean sido los principales impulsores de las injusticias y de las idola-triacuteas que terminaron en una cataacutestrofe experimentada como un abandono por parte de Dios y en definitiva como un castigo divino De esta experiencia surge na-turalmente la esperanza de que Dios volveraacute a reinar directamente sobre su pueblo como en los tiempos fundacionales de Israel repitiendo las experiencias de la salida de Egipto el camino por el desierto y los primeros tiempos en la tierra prometida cuando so-lamente Dios era el rey de Israel Los dirigentes de Is-rael seraacuten sustituidos por el verdadero propietario de la tierra prometida y por el verdadero rey de su pue-blo Por otra parte el modelo de un rey como David pecador pero nunca idoacutelatra y las promesas dirigidas hacia su dinastiacutea posibilitan el hecho de que las espe-ranzas judiacuteas se dirijan no soacutelo hacia un reinado de Dios sino tambieacuten hacia el reinado de un descendien-te de David que restaure su dinastiacutea y lleve al pueblo a una era definitiva de esplendor Estas dos esperan-zas aunque puedan ser compartidas por los mismos grupos o expresadas en los mismos textos (como por ejemplo Ez 34) no dejan de contener en siacute mismas una tensioacuten no resuelta entre el reinar directo de Dios y la aparicioacuten de figuras mesiaacutenicas que reinan en su nombre y que se sientan en su trono2

Ciertamente el trasfondo de la Biblia hebrea es de-cisivo para entender correctamente el mensaje de un Jesuacutes al que los evangelios presentan anunciando la llegada inminente del reinado de Dios Jesuacutes anuncia que Dios va a volver a reinar directamente sobre su pueblo como habiacutea hecho al liberarlo de Egipto y trasladarlo a la tierra prometida Esto significa ob-viamente que el exilio ha llegado propiamente a su fin y que los pecados que impediacutean ese final del exilio estaacuten siendo perdonados3 No es extrantildeo dado el tras-fondo de la concepcioacuten hebrea del reinado que el

2 Siacutentoma de esta tensioacuten es el hecho de que Ezequiel no llame ldquoreyrdquo al futuro gobernante daviacutedico sino solamente ldquopriacutenciperdquo (na-

siacute Ez 3424)

3 Cf N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 268-274

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 15

propio papel de Jesuacutes no resulte inicialmente nada claro Jesuacutes no parece favorecer el tiacutetulo de Mesiacuteas pa-ra siacute mismo sino maacutes bien el de ldquohijo del hombrerdquo Se trata como es sabido de un tiacutetulo que en el contexto del libro de Daniel pretende contrastar con el caraacutecter bestial de los imperios que se disputan el gobierno mundial (Dn 7) Pero es un tiacutetulo que de ninguacuten modo subraya el gobierno monaacuterquico del que lo porta sino que maacutes bien abre la perspectiva de un gobierno con-junto de todo ldquoel pueblo de los santos del altiacutesimordquo Y es que el anuncio de Jesuacutes sobre el reinado de Dios no parece haber ido unido a la idea de una restauracioacuten del estado de Israel en la que Jesuacutes mismo pudiera aparecer como el rey ungido (=Mesiacuteas) al frente de una nueva monarquiacutea daviacutedica Al contrario en Jesuacutes se mantiene la idea originaria de Israel de un pueblo distinto gobernado por Dios y en este sentido desti-nado a no reproducir el modelo de gobierno propio de las demaacutes naciones (Lc 2224-30) Dicho en otros teacuterminos el anuncio de Jesuacutes sobre el reino de Dios mantiene la idea hebrea de un reinar directo de Dios sobre su pueblo y de esta manera nos plantea la pre-gunta sobre el sentido de una posible figura mesiaacutenica en ese reinado pues tal figura inevitablemente entra en tensioacuten con la idea de un gobierno directo de Dios sobre su pueblo

Por otra parte en el anuncio de Jesuacutes sobre el rei-nado de Dios se plantean algunos problemas adicio-nales El anuncio se expresa en el lenguaje de la apo-caliacuteptica con diversas alusiones no soacutelo a aconteci-mientos dramaacuteticos y beacutelicos sino tambieacuten a sucesos coacutesmicos como el oscurecimiento del sol la falta de luz en la luna la caiacuteda de las estrellas o la sacudida de las potencias celestiales (Mc 1324-25) Estas afir-maciones parecen ligar la venida del reinado de Dios con el final de la historia humana y con el final del universo espacio-temporal De aquiacute surgen dos cues-tiones importantes Una se refiere al hecho de que ese final de la historia no tuvo lugar con lo que inevita-blemente surge la pregunta por la posible ldquoequivoca-cioacutenrdquo de Jesuacutes y del cristianismo apostoacutelico Otra cuestioacuten estaacute expresada en la famosa expresioacuten de Loisy seguacuten la cual Jesuacutes habriacutea anunciado la llegada del reino de Dios pero lo que en realidad habriacutea ve-nido seriacutea la iglesia4 El llamado ldquoretraso de la paru-siacuteardquo el hecho de que no llegara lo que se predicaba como inminente habriacutea dado paso a la aparicioacuten de una realidad ambigua no directamente querida por

4 ldquoJeacutesus annonccedilait le royaume et crsquoest lrsquoeacuteglise quie est venuerdquo cf A Loisy LrsquoEvangile et lrsquoEglise Pariacutes 1902 p 111 Loisy queriacutea subrayar la continuidad aunque su expresioacuten luego se ha citado en el sentido opuesto

Jesuacutes y que llamamos iglesia No vino algo bueno que Jesuacutes anunciaba sino algo ambiguo como la igle-sia que de ninguna manera puede sustituir al reino de Dios Al menos esta parece ser la interpretacioacuten de muchos autores contemporaacuteneos Sin embargo esta interpretacioacuten no es necesariamente la maacutes correcta Pero tal vez merezca la pena preguntarnos coacutemo se ha llegado a ella

2 La iglesia como reino de Dios

En la historia de la teologiacutea cristiana aparecen muy pronto tendencias que a la larga posibilitaraacuten la pro-gresiva interpretacioacuten del reino de Dios como una rea-lidad ajena a este mundo a lo que sin duda ayudoacute la creciente influencia de la filosofiacutea platoacutenica sobre el cristianismo En el Pastor de Hermas nos encontramos ya con la reflexioacuten sobre una iglesia preexistente creada antes que todas las cosas5 Lo que inicialmente se quiere indicar con la preexistencia de la iglesia es el hecho de que el sentido profundo del universo culmi-na en la comunidad iniciada por Jesuacutes Al afirmar que la iglesia ha sido creada antes de todas las cosas se puede afirmar en los moldes culturales de su tiempo que todas las demaacutes cosas han sido creadas por razoacuten de la iglesia De forma semejante en la segunda carta de Clemente se afirma que la iglesia espiritual fue creada antes que el sol y que la luna de tal manera que ya antes que todas las cosas la iglesia estaacute referi-da a Cristo Ciertamente hay tambieacuten una iglesia car-nal situada en la historia del mismo modo que Jesuacutes tambieacuten vino en carne Pero ya antes de que todas las demaacutes cosas fueran creadas hay una referencia cons-titutiva entre Cristo y la iglesia6 No era difiacutecil que ul-teriormente esta iglesia preexistente fuera asociada con las imaacutegenes biacuteblicas de una Jerusaleacuten celestial tal como aparecen en la Carta a los Gaacutelatas (Ga 425-26) o en el libro del Apocalipsis (312 212) Sin embargo esa asociacioacuten no deja de esconder una diferencia im-portante mientras que el mundo biacuteblico piensa desde la accioacuten histoacuterica de Dios que da lugar a una nueva Jerusaleacuten en los tiempos finales el mundo griego pa-rece preferir los arquetipos ideales como modelos an-teriores al mundo material y desde los que se puede interpretar lo que ulteriormente sucede en la historia

Ahora bien la idea de una iglesia preexistente im-plica obviamente la distincioacuten entre eacutesta y la iglesia ldquocarnalrdquo que hay en la historia Esta distincioacuten estaacute cargada de consecuencias porque va a permitir que paulatinamente se vaya introduciendo la idea de una

5 Cf Pastor de Hermas II 4 1

6 Cf 2 Clem 142-3

16 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

iglesia invisible distinta de la iglesia visible La iglesia invisible no es soacutelo una realidad preexistente sino tambieacuten el modelo ideal al que se tiene que conformar la iglesia visible En Clemente de Alejandriacutea encon-tramos una posicioacuten de este tipo utilizada en sentido criacutetico Clemente sostiene que en la tierra los amos deben dar justicia e igualdad a los esclavos precisa-mente porque la iglesia terrenal es imagen de la igle-sia celestial7 Aquiacute estamos en un terreno claramente platoacutenico pues tambieacuten en la Repuacuteblica de Platoacuten la ciudad ideal es el modelo que sirve para determinar lo que las ciudades empiacutericas deberiacutean de ser al mismo tiempo que posibilita una actitud criacutetica respecto a ellas Ahora bien la distincioacuten entre iglesia invisible e iglesia visible tambieacuten puede desempentildear la funcioacuten opuesta Ante el progresivo acomodamiento de la iglesia al mundo de su contexto la distincioacuten entre una iglesia ideal y unas iglesias ldquovisiblesrdquo tambieacuten permitiraacute una cierta resignacioacuten ante el hecho de que el mundo sensible nunca podraacute llegar a ser igual que el mundo ideal De lo que se trataraacute maacutes bien seraacute de tener paciencia con el mundo real y aguardar que tras la muerte del cuerpo nuestra alma pueda llegar a gozar del mundo ideal La idea de un Dios que reina sobre un pueblo en la historia presente iraacute dejando lu-gar a un Dios que reina en los cielos Porque de hecho quien reina en la tierra son los emperadores cuya conversioacuten al cristianismo y cuyo patronazgo sobre la iglesia tendraacute que ser teoloacutegicamente integrado

Todaviacutea en Oriacutegenes encontramos claros alientos biacuteblicos cuando piensa en Judaacute como un pueblo go-bernado por Dios8 y tambieacuten cuando entiende que la iglesia terrena es la forma del reino que ha de venir pues su unidad adelanta la unidad de toda la huma-nidad9 Y es que Oriacutegenes a pesar del fuerte influjo del platonismo sobre su teologiacutea todaviacutea escribe en un contexto preconstantiniano En Agustiacuten de Hipo-na en cambio nos encontramos con la plena vigencia de la ecuacioacuten que equipara a la iglesia preexistente a la iglesia como arquetipo invisible y al mismo reino de Dios10 Ciertamente Agustiacuten tiene que admitir en su poleacutemica con los disidentes especialmente con los donatistas que la iglesia visible no es perfecta sino un ldquocuerpo mixtordquo en el que crece el trigo y la cizantildea Se trata sin duda de una curiosa interpretacioacuten de la pa-raacutebola evangeacutelica pues en ella Jesuacutes no refiere el

7 Cf Clemente de Alejandriacutea Stroacutemata 4 8 66

8 Cf Oriacutegenes Homiliacutea sobre Jeremiacuteas 9 2 (a propoacutesito de Jer 112)

9 Cf Oriacutegenes Sobre los principios I 6 2

10 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XIII 16 XVIII 29 Enqui-

ridioacuten a Laurencio 5615

campo en el que crecen el trigo y la cizantildea a la iglesia (ni a Israel) sino al mundo Sin embargo es obvio que el giro constantiniano al hacer co-extensivas la iglesia y el imperio permite interpretaciones como la de Agustiacuten asiacute como en el mundo creciacutean el trigo y la ci-zantildea tambieacuten ahora en la iglesia visible crecen el trigo y la cizantildea La distincioacuten entre el trigo y la cizantildea so-lamente es posible en la iglesia invisible cuya presen-cia no se distingue de aquella de los arquetipos a los que las realidades sensibles se asemejan Ahora bien en este aacutembito ideal Agustiacuten no tiene dificultades en afirmar sin ambages que ldquola iglesia es el reino de Cris-to y el reino de los cielosrdquo11

Esta identidad entre la iglesia y el reino de Dios se mantiene en la teologiacutea occidental a lo largo de las edades media y moderna aunque con un importante matiz en la medida en que la iglesia catoacutelica se va percibiendo a siacute misma como una ldquosociedad perfectardquo en oposicioacuten a los movimientos disidentes y a los es-tados nacionales crece tambieacuten la tendencia a identi-ficar esta iglesia presuntamente perfecta y sin duda visible con el reino de Dios Todaviacutea en el siglo XX autores catoacutelicos como Karl Adam (en El espiacuteritu del

catolicismo) o Reginald Garrigou-Lagrange (en Vida

eterna) han defendido la identidad entre la iglesia ca-toacutelica y el reino de Dios El concilio Vaticano II ha moderado levemente este entusiasmo afirmando que la iglesia es el reino de Dios presente ldquoen misteriordquo o que representa en la tierra ldquoel germen y el principiordquo del reino de Dios12 Tambieacuten en el aacutembito protestante se mantuvo desde los reformadores la identidad entre la iglesia y el reino de Dios Asiacute por ejemplo Lutero habla de la iglesia como ldquoel reino de Dios bajo Cris-tordquo13 Sin embargo los reformadores mantuvieron es-trictamente la distincioacuten agustiniana entre la iglesia visible y la iglesia invisible de modo que la ecuacioacuten entre la iglesia y el reino se daba maacutes bien en el aacutembi-to de la iglesia invisible y no en las diversas iglesias territoriales que surgieron de la Reforma En cambio en los grupos anabaptistas se comenzoacute a poner en tela de juicio la diferencia radical entre iglesia visible e iglesia invisible y se comenzoacute a entender la ldquoJerusa-leacuten celestialrdquo no como una iglesia distinta de la pre-sente sino como una metaacutefora de la iglesia histoacuterica concreta14

11 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XX 9 1-2

12 Cf Concilio Vaticano II LG 3 y 5

13 Cf Lutero WA 11 249-253 262

14 Cf J H Yoder Textos escogidos de la reforma radical Buenos Aires 1976 pp 403-443 W Klaassen Selecciones teoloacutegicas anabautistas Guatemala 1985 p 86

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 17

3 La iglesia no es el reino de Dios

La distincioacuten estricta entre la iglesia y el reino de Dios comienza con la ilustracioacuten En cierto modo co-mienza siendo una distincioacuten filosoacutefica que hace Kant en su obra de 1793-1794 sobre La religioacuten dentro de los

liacutemites de la pura razoacuten Como es sabido se trata de un texto tiacutepicamente ilustrado en el que se propone la progresiva sustitucioacuten de las religiones histoacutericas lle-nas de arbitrariedades por una religioacuten moral y ra-cional que en el fondo representa el nuacutecleo auteacutentico de toda religiosidad Al mismo tiempo como buen ilustrado Kant confiacutea en el triunfo progresivo de la moral y de la racionalidad en la historia humana En esta liacutenea Kant interpreta la victoria del principio del bien sobre el principio del mal como ldquofundacioacuten del reino de Dios sobre la tierrardquo15 De este modo el reino de Dios adquiere para toda la modernidad los claros caracteres de una utopiacutea eacutetica Ciertamente Kant re-conoce que la fundacioacuten de una comunidad moral constituye una obra que no se puede esperar de los seres humanos sino solamente de Dios Sin embargo los seres humanos no pueden permanecer de brazos cruzados sino que han de comportarse como si todo dependiera de ellos y solamente asiacute les estaacute permitido esperar que la providencia lleve a su esfuerzos bien intencionados a un cumplimiento pleno Esta comu-nidad eacutetica todaviacutea no realizada se puede interpretar entonces como una iglesia invisible mientras que la iglesia visible seriacutea aquella asociacioacuten de seres huma-nos que coincide con ese ideal y lo trata de realizar La verdadera iglesia visible seriacutea aquella que presenta (darstellt) el reino moral de Dios sobre la tierra y por tanto la iglesia podriacutea ser considerada como la repre-sentante (Repraumlsentantin) del reino o estado de Dios16

En buena medida puede decirse que las reflexiones kantianas han determinado el tratamiento de este problema teoloacutegico hasta el presente Albrecht Ritschl se sumoacute a la tesis kantiana diferenciado entre la igle-sia como comunidad del reino de Dios y el reino mismo de Dios17 Sin embargo no faltaron desde el principio las voces criacuteticas Friedrich Schleiermacher se opuso a la concepcioacuten eacutetica del reinado de Dios subrayando que eacuteste acontece no como realizacioacuten humana sino como efecto de la obra de Cristo Ahora bien el efecto de la obra de Cristo es la iglesia que en-tonces puede ser entendida por Schleiermacher como

15 Cf I Kant Die Religion innerhalb der Grenzen der bloszligen Vernunft B 127-222

16 Cf ibid B 142-144

17 Cf A Ritschl Unterricht in der christlichen Religion (1875) ed por G Ruhbach Guumltersloh 1966 p 15

ldquoreino de Dios fundado por Cristordquo18 La oposicioacuten a la concepcioacuten ilustrada en cierto modo se agudiza en el contexto de la ldquoescatologiacutea consecuenterdquo de Johan-nes Weiszlig y Albert Schweitzer El descubrimiento de la dimensioacuten escatoloacutegica del mensaje de Jesuacutes favorece una idea del reino de Dios como algo que se habriacutea de realizar como obra exclusiva de Dios sin la colabora-cioacuten humana De ahiacute que el sentildeoriacuteo (reinado) de Dios sea algo radicalmente distinto de la comunidad de los disciacutepulos de Jesuacutes por maacutes que ese sentildeoriacuteo seguacuten Weiszlig siacute incluye a la comunidad creyente en la que se realiza la verdadera justicia19 Ciertamente estos eacutenfa-sis escatoloacutegicos podriacutean haber sido importantes para recuperar aspectos esenciales del reinado de Dios y de su relacioacuten con la iglesia Sin embargo el movi-miento de la escatologiacutea consecuente planteaba dema-siados problemas a la teologiacutea de su tiempo como pa-ra poder ser digerido con facilidad Un Jesuacutes apocaliacutep-tico es tal vez una figura plausible en el siglo primero pero alguien demasiado extrantildeo para nuestro tiempo Y no soacutelo extrantildeo sino tambieacuten equivocado pues en definitiva la realizacioacuten inminente del reino por parte de Dios tal como la pensaron estos autores no habriacutea tenido lugar El final de los tiempos no llegoacute Jesuacutes y los primeros cristianos estaban equivocados

Ante esta dificultad una viacutea de solucioacuten empren-dida repetidamente por la teologiacutea del siglo XX fue la separar el mensaje de Jesuacutes de toda connotacioacuten apo-caliacuteptica Asiacute se pudo decir por ejemplo que los ele-mentos apocaliacutepticos de sus discursos habriacutean sido antildeadidos por la primera comunidad cristiana Jesuacutes no habriacutea anunciado la venida del reino de Dios o si la anuncioacute habriacutea tenido un sentido muy distinto al que despueacutes le atribuyeron los primeros cristianos El reino de Dios anunciado por Jesuacutes seriacutea un reino pu-ramente interior y su mensaje tendriacutea que ser enten-dido en teacuterminos puramente sapienciales o existencia-les La inminencia del reinado no tendriacutea que ser in-terpretada entonces como referida a grandes trans-formaciones globales sino simplemente como una ldquoescatologiacutea presenterdquo a diferencia de las escatologiacuteas futuristas de sus contemporaacuteneos La escatologiacutea pre-sente consistiriacutea simplemente en que aquellas trans-formaciones individuales e internas anunciadas por Jesuacutes seriacutean accesibles ya en el presente a cualquier persona con independencia de cualquier cataacutestrofe coacutesmica El precio de estas reinterpretaciones es por

18 Cf F Schleiermacher Der christliche Glaube (1930-1931) ed por M Redeker Berliacuten 1999 sect 107 citado en W Pannenberg Systematische Theologie vol 3 Goumlttingen 1993 p 47

19 Cf J Weiszlig Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes Goumlttingen 1892 pp 79 15-126

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 12: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

12 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

acercarnos a los modelos biacuteblico-cristianos de comu-nidad no hay otra manera de hacerlo que arriesgaacuten-donos a vivir esa comunidad en el diacutea a diacutea experi-mentado en carne lo que los textos anuncian a viva voz Conoceremos en la medida en que estemos dis-puestos a ser parte de esa comunidad imperfecta que sin embargo me hace hueco y que ya ha sido santifi-cada por Dios Conoceremos tanto como estemos dis-puestos a darnos pues en eacutesta como en tantas otras situaciones de la vida no existe foacutermula maacutegica algu-na sino la de la entrega y renuncia totales

Una advertencia maacutes Sea cual fuere el modelo de comunidad que queremos llevar a cabo debemos estar atentos a estas sabias palabras30

Los que aman su suentildeo de comunidad maacutes que a la

misma comunidad llegan a ser destructores de la comu-

nidad

30 D Senior al comentar acerca de la advertencia de D Bonhoeffer sobre aquellos que desean vivir una comunidad cristiana basada en suentildeos irreales en laquoEncontrando las huellashellipraquo 9

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 13

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Iglesia y Reino de Dios Antonio Gonzaacutelez

La tesis de que la iglesia no se debe identificar con el reino de Dios es casi un lugar comuacuten en la teologiacutea contemporaacutenea La tesis es en buena medida correc-ta Sin embargo la cuestioacuten crucial consiste en deter-minar cuaacutel es la relacioacuten entre la iglesia y ese reinado iquestSe trata simplemente de que la iglesia ldquoanunciardquo el reino de Dios como sostendriacutean las posturas maacutes tra-dicionales iquestO se trata maacutes bien de que la iglesia ldquopromueverdquo aquellas iniciativas socio-poliacuteticas que considera maacutes apropiadas para que el reino de Dios se acerque como se diriacutea desde posiciones maacutes progre-sistas iquestSon estas posiciones tan distintas o compar-ten muchos presupuestos comunes iquestY hay acaso otras maneras de pensar la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios Evidentemente para aclarar estas cues-tiones es esencial que comencemos preguntaacutendonos por determinar queacute es lo que se quiere decir cuando se habla de un reino de Dios

1 El reinado iquestde Dios

En el canon la Biblia hebrea la idea de que Dios re-ina sobre su pueblo aparece por vez primera en Ex 1518 Se trata de un pasaje crucial que nos puede ilustrar en gran manera sobre el sentido profundo del reinado de Dios Tras el hundimiento del ejeacutercito del faraoacuten en las aguas del Mar de los Juncos Moiseacutes y su hermana Miriam entonan sendos cantos triunfales Pues bien al final su canto Moiseacutes proclama ldquoel SE-NtildeOR (YHWH) reinaraacute por siempre jamaacutesrdquo Lo que se afirma es justamente que el pueblo que ha salido de Egipto ya no estaacute bajo la soberaniacutea del faraoacuten sino ba-jo la soberaniacutea de Dios Dios reina sobre ese pueblo Se ha convertido en su gobernante porque ha arreba-tado a ese pueblo de la soberaniacutea del faraoacuten y lo ha situado bajo su propia soberaniacutea El reinado de Dios no es en el canto de Moiseacutes algo abstracto utoacutepico o meramente trascendente El reinado de Dios tiene lu-gar ya en la historia Dios reina alliacute donde el faraoacuten ya no reina y donde sorprendentemente tampoco Moi-seacutes se convierte en rey Si Dios reina otros no reinan El que Dios reine entrantildea el cuestionamiento de toda forma humana de dominacioacuten De ahiacute que la ley del Sinaiacute disentildee una sociedad altamente igualitaria que en principio no cuenta con la necesidad de una mo-narquiacutea y en la que se preveacuten distintos sistemas para reducir la aparicioacuten de desigualdades econoacutemicas

Desde el punto de vista de la exeacutegesis histoacuterico-criacutetica se ha sentildealado la posibilidad de que los textos en los que se habla de la monarquiacutea divina sean maacutes bien tardiacuteos Algunos sostienen que el texto maacutes anti-guo en el que aparece la idea de Dios (YHWH) como rey estaacute en el libro de Isaiacuteas cuando eacuteste proclama que ha visto ldquoal rey y Sentildeor de los ejeacutercitosrdquo (Is 65) El ca-raacutecter tardiacuteo de estos textos no deja de ser sorpren-dente si tenemos en cuenta que en los textos de Uga-rit ya se consideraba en maacutes de una ocasioacuten a los dio-ses como reyes Ahora bien en estos casos la desig-nacioacuten de la divinidad como ldquoreyrdquo no teniacutea una fun-cioacuten criacutetica sino maacutes bien legitimadora el monarca local apareciacutea como representante de la divinidad a la que tambieacuten serviacutea como administrador del templo La figura biacuteblica del Melquisedec tanto rey como sa-cerdote del ldquodios altiacutesimordquo puede ser considerada como caracteriacutestica del sistema poliacutetico y religioso de las ciudades cananeas En ellas el reinado de un dios no era maacutes que una forma de introducir al rey en la esfera divina y asiacute legitimar su poder Precisamente por ello Israel habriacutea sido reacio a utilizar el teacutermino ldquoreyrdquo para aplicarlo a Dios por maacutes que la idea del pueblo gobernado directamente por Dios podriacutea ser muy anterior a la introduccioacuten de la monarquiacutea En cualquier caso cuando finalmente el teacutermino ldquoreyrdquo se aplica a Dios en el contexto israelita las connotaciones criacuteticas parecen predominar sobre las legitimadoras que Dios reine es siempre un desafiacuteo para toda forma humana de igualdad o de dominacioacuten1

Desde un punto de vista sistemaacutetico es importante preguntarse cuaacutel es la razoacuten de que una misma idea (Dios como rey) pueda servir para dos fines tan opuestos entre siacute Y es que para entender queacute significa concretamente el reinado de Dios no basta con afirmar la realeza de Dios sino que hay que sentildealar en queacute manera se ejerce su funcioacuten real De hecho muchas de las dificultades que algunos teoacutelogos encuentran con la idea de un reinado de Dios se deben precisamente a su opcioacuten previa por una idea concreta de queacute sea la soberaniacutea real y cuaacutel es su forma de ejercicio Sin em-bargo la idea de que Dios reina se puede entender de formas muy diversas Aquiacute una cuestioacuten decisiva es la

1 Cf N Lohfink bdquoDas Koumlnigtum Gottes und die politische Machtldquo en su Das Juumldische am Christentum 2ordf ed Freiburg im Brisgau 1989 pp 71-102

14 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

de la mediacioacuten si se entiende que la soberaniacutea de Dios ha de estar mediada inmediatamente la idea de un reino de Dios se convierte en legitimadora de las ins-tancias mediadoras Asiacute por ejemplo en el caso de los pequentildeos reinos cananeos los reyes-sacerdotes serviacute-an precisamente como mediadores en la relacioacuten entre los dioses que eran considerados como ldquoreyesrdquo y su pueblo Y justamente por ello los reyes-sacerdotes quedaban encumbrados a una posicioacuten sagrada en la que tambieacuten se legitimaba su poder En cambio en la medida en que se afirme la posibilidad de una rela-cioacuten directa con Dios con independencia del palacio y del templo se pone en entredicho la necesidad de mediadores sacralizados y se apunta hacia la igual-dad fundamental de todos los miembros del pueblo que Dios rige Esta uacuteltima parece haber sido la opcioacuten predominante en Israel donde no soacutelo se privilegian mediadores distintos del rey (sacerdotes profetas) sino que tambieacuten se afirma (desde los relatos patriar-cales) la posibilidad de una relacioacuten no mediada con Dios

Es importante reconocer sin embargo la ambi-guumledad de la concepcioacuten israelita del reinado de Dios La introduccioacuten de la monarquiacutea en tiempos de Sauacutel y David pudo ser valorada como una traicioacuten a los idea-les originales de Israel un monarca significa un ejeacuterci-to permanente y una corte y la consiguiente des-igualdad entre los miembros del pueblo de Dios No soacutelo eso la monarquiacutea implica que Israel deja de ser un pueblo distinto para convertirse al menos en este aspecto en un pueblo como los demaacutes afectando sen-siblemente a su misioacuten en el mundo Pero lo maacutes gra-ve es que la introduccioacuten de la monarquiacutea significa que Dios es rechazado como rey de su pueblo (1 Sam 8) Aquiacute se plantea claramente la alternativa caracte-riacutestica de Israel o reina Dios o reina un rey humano (1 Sam 87) Sin embargo esta alternativa radical pue-de suavizarse Dios puede utilizar las decisiones erra-das para llevar adelante sus planes Tras el rechazo del primer rey Sauacutel Dios aparece al lado de David estableciendo y confirmando su dinastiacutea Ello no sig-nifica sin embargo que la perspectiva de un reinado de Dios desaparezca Los libros de Croacutenicas presentan a los gobernantes de Israel como personajes que se han sentado en el trono de Dios sobre su pueblo (1 Cr 1714 285 2923 2 Cr 98) Sin duda la idea de un go-bierno ldquovicariordquo del rey en el puesto de Dios puede funcionar como poderoso instrumento de legitima-cioacuten Pero al mismo tiempo introduce un permanen-te elemento criacutetico el reinado pertenece propiamente a Dios y no a los reyes De ahiacute que eventualmente ese reinado pueda ser reclamado por su auteacutentico propie-tario Y de hecho la historia de la monarquiacutea israelita

presenta buenas ocasiones para que el auteacutentico sobe-rano reclame sus derechos reales Y esto da lugar a una extrantildea tensioacuten en la concepcioacuten del reinado de Dios en la Biblia hebrea

Por un lado el diagnoacutestico de los llamados histo-riadores ldquodeuteronomistasrdquo y de los profetas coincide en atribuir a los reyes de Israel y de Judaacute una respon-sabilidad muy especial en el hundimiento de los dos reinos que culmina con las invasiones de los imperios de Asiria y de Babilonia Los reyes habriacutean sido los principales impulsores de las injusticias y de las idola-triacuteas que terminaron en una cataacutestrofe experimentada como un abandono por parte de Dios y en definitiva como un castigo divino De esta experiencia surge na-turalmente la esperanza de que Dios volveraacute a reinar directamente sobre su pueblo como en los tiempos fundacionales de Israel repitiendo las experiencias de la salida de Egipto el camino por el desierto y los primeros tiempos en la tierra prometida cuando so-lamente Dios era el rey de Israel Los dirigentes de Is-rael seraacuten sustituidos por el verdadero propietario de la tierra prometida y por el verdadero rey de su pue-blo Por otra parte el modelo de un rey como David pecador pero nunca idoacutelatra y las promesas dirigidas hacia su dinastiacutea posibilitan el hecho de que las espe-ranzas judiacuteas se dirijan no soacutelo hacia un reinado de Dios sino tambieacuten hacia el reinado de un descendien-te de David que restaure su dinastiacutea y lleve al pueblo a una era definitiva de esplendor Estas dos esperan-zas aunque puedan ser compartidas por los mismos grupos o expresadas en los mismos textos (como por ejemplo Ez 34) no dejan de contener en siacute mismas una tensioacuten no resuelta entre el reinar directo de Dios y la aparicioacuten de figuras mesiaacutenicas que reinan en su nombre y que se sientan en su trono2

Ciertamente el trasfondo de la Biblia hebrea es de-cisivo para entender correctamente el mensaje de un Jesuacutes al que los evangelios presentan anunciando la llegada inminente del reinado de Dios Jesuacutes anuncia que Dios va a volver a reinar directamente sobre su pueblo como habiacutea hecho al liberarlo de Egipto y trasladarlo a la tierra prometida Esto significa ob-viamente que el exilio ha llegado propiamente a su fin y que los pecados que impediacutean ese final del exilio estaacuten siendo perdonados3 No es extrantildeo dado el tras-fondo de la concepcioacuten hebrea del reinado que el

2 Siacutentoma de esta tensioacuten es el hecho de que Ezequiel no llame ldquoreyrdquo al futuro gobernante daviacutedico sino solamente ldquopriacutenciperdquo (na-

siacute Ez 3424)

3 Cf N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 268-274

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 15

propio papel de Jesuacutes no resulte inicialmente nada claro Jesuacutes no parece favorecer el tiacutetulo de Mesiacuteas pa-ra siacute mismo sino maacutes bien el de ldquohijo del hombrerdquo Se trata como es sabido de un tiacutetulo que en el contexto del libro de Daniel pretende contrastar con el caraacutecter bestial de los imperios que se disputan el gobierno mundial (Dn 7) Pero es un tiacutetulo que de ninguacuten modo subraya el gobierno monaacuterquico del que lo porta sino que maacutes bien abre la perspectiva de un gobierno con-junto de todo ldquoel pueblo de los santos del altiacutesimordquo Y es que el anuncio de Jesuacutes sobre el reinado de Dios no parece haber ido unido a la idea de una restauracioacuten del estado de Israel en la que Jesuacutes mismo pudiera aparecer como el rey ungido (=Mesiacuteas) al frente de una nueva monarquiacutea daviacutedica Al contrario en Jesuacutes se mantiene la idea originaria de Israel de un pueblo distinto gobernado por Dios y en este sentido desti-nado a no reproducir el modelo de gobierno propio de las demaacutes naciones (Lc 2224-30) Dicho en otros teacuterminos el anuncio de Jesuacutes sobre el reino de Dios mantiene la idea hebrea de un reinar directo de Dios sobre su pueblo y de esta manera nos plantea la pre-gunta sobre el sentido de una posible figura mesiaacutenica en ese reinado pues tal figura inevitablemente entra en tensioacuten con la idea de un gobierno directo de Dios sobre su pueblo

Por otra parte en el anuncio de Jesuacutes sobre el rei-nado de Dios se plantean algunos problemas adicio-nales El anuncio se expresa en el lenguaje de la apo-caliacuteptica con diversas alusiones no soacutelo a aconteci-mientos dramaacuteticos y beacutelicos sino tambieacuten a sucesos coacutesmicos como el oscurecimiento del sol la falta de luz en la luna la caiacuteda de las estrellas o la sacudida de las potencias celestiales (Mc 1324-25) Estas afir-maciones parecen ligar la venida del reinado de Dios con el final de la historia humana y con el final del universo espacio-temporal De aquiacute surgen dos cues-tiones importantes Una se refiere al hecho de que ese final de la historia no tuvo lugar con lo que inevita-blemente surge la pregunta por la posible ldquoequivoca-cioacutenrdquo de Jesuacutes y del cristianismo apostoacutelico Otra cuestioacuten estaacute expresada en la famosa expresioacuten de Loisy seguacuten la cual Jesuacutes habriacutea anunciado la llegada del reino de Dios pero lo que en realidad habriacutea ve-nido seriacutea la iglesia4 El llamado ldquoretraso de la paru-siacuteardquo el hecho de que no llegara lo que se predicaba como inminente habriacutea dado paso a la aparicioacuten de una realidad ambigua no directamente querida por

4 ldquoJeacutesus annonccedilait le royaume et crsquoest lrsquoeacuteglise quie est venuerdquo cf A Loisy LrsquoEvangile et lrsquoEglise Pariacutes 1902 p 111 Loisy queriacutea subrayar la continuidad aunque su expresioacuten luego se ha citado en el sentido opuesto

Jesuacutes y que llamamos iglesia No vino algo bueno que Jesuacutes anunciaba sino algo ambiguo como la igle-sia que de ninguna manera puede sustituir al reino de Dios Al menos esta parece ser la interpretacioacuten de muchos autores contemporaacuteneos Sin embargo esta interpretacioacuten no es necesariamente la maacutes correcta Pero tal vez merezca la pena preguntarnos coacutemo se ha llegado a ella

2 La iglesia como reino de Dios

En la historia de la teologiacutea cristiana aparecen muy pronto tendencias que a la larga posibilitaraacuten la pro-gresiva interpretacioacuten del reino de Dios como una rea-lidad ajena a este mundo a lo que sin duda ayudoacute la creciente influencia de la filosofiacutea platoacutenica sobre el cristianismo En el Pastor de Hermas nos encontramos ya con la reflexioacuten sobre una iglesia preexistente creada antes que todas las cosas5 Lo que inicialmente se quiere indicar con la preexistencia de la iglesia es el hecho de que el sentido profundo del universo culmi-na en la comunidad iniciada por Jesuacutes Al afirmar que la iglesia ha sido creada antes de todas las cosas se puede afirmar en los moldes culturales de su tiempo que todas las demaacutes cosas han sido creadas por razoacuten de la iglesia De forma semejante en la segunda carta de Clemente se afirma que la iglesia espiritual fue creada antes que el sol y que la luna de tal manera que ya antes que todas las cosas la iglesia estaacute referi-da a Cristo Ciertamente hay tambieacuten una iglesia car-nal situada en la historia del mismo modo que Jesuacutes tambieacuten vino en carne Pero ya antes de que todas las demaacutes cosas fueran creadas hay una referencia cons-titutiva entre Cristo y la iglesia6 No era difiacutecil que ul-teriormente esta iglesia preexistente fuera asociada con las imaacutegenes biacuteblicas de una Jerusaleacuten celestial tal como aparecen en la Carta a los Gaacutelatas (Ga 425-26) o en el libro del Apocalipsis (312 212) Sin embargo esa asociacioacuten no deja de esconder una diferencia im-portante mientras que el mundo biacuteblico piensa desde la accioacuten histoacuterica de Dios que da lugar a una nueva Jerusaleacuten en los tiempos finales el mundo griego pa-rece preferir los arquetipos ideales como modelos an-teriores al mundo material y desde los que se puede interpretar lo que ulteriormente sucede en la historia

Ahora bien la idea de una iglesia preexistente im-plica obviamente la distincioacuten entre eacutesta y la iglesia ldquocarnalrdquo que hay en la historia Esta distincioacuten estaacute cargada de consecuencias porque va a permitir que paulatinamente se vaya introduciendo la idea de una

5 Cf Pastor de Hermas II 4 1

6 Cf 2 Clem 142-3

16 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

iglesia invisible distinta de la iglesia visible La iglesia invisible no es soacutelo una realidad preexistente sino tambieacuten el modelo ideal al que se tiene que conformar la iglesia visible En Clemente de Alejandriacutea encon-tramos una posicioacuten de este tipo utilizada en sentido criacutetico Clemente sostiene que en la tierra los amos deben dar justicia e igualdad a los esclavos precisa-mente porque la iglesia terrenal es imagen de la igle-sia celestial7 Aquiacute estamos en un terreno claramente platoacutenico pues tambieacuten en la Repuacuteblica de Platoacuten la ciudad ideal es el modelo que sirve para determinar lo que las ciudades empiacutericas deberiacutean de ser al mismo tiempo que posibilita una actitud criacutetica respecto a ellas Ahora bien la distincioacuten entre iglesia invisible e iglesia visible tambieacuten puede desempentildear la funcioacuten opuesta Ante el progresivo acomodamiento de la iglesia al mundo de su contexto la distincioacuten entre una iglesia ideal y unas iglesias ldquovisiblesrdquo tambieacuten permitiraacute una cierta resignacioacuten ante el hecho de que el mundo sensible nunca podraacute llegar a ser igual que el mundo ideal De lo que se trataraacute maacutes bien seraacute de tener paciencia con el mundo real y aguardar que tras la muerte del cuerpo nuestra alma pueda llegar a gozar del mundo ideal La idea de un Dios que reina sobre un pueblo en la historia presente iraacute dejando lu-gar a un Dios que reina en los cielos Porque de hecho quien reina en la tierra son los emperadores cuya conversioacuten al cristianismo y cuyo patronazgo sobre la iglesia tendraacute que ser teoloacutegicamente integrado

Todaviacutea en Oriacutegenes encontramos claros alientos biacuteblicos cuando piensa en Judaacute como un pueblo go-bernado por Dios8 y tambieacuten cuando entiende que la iglesia terrena es la forma del reino que ha de venir pues su unidad adelanta la unidad de toda la huma-nidad9 Y es que Oriacutegenes a pesar del fuerte influjo del platonismo sobre su teologiacutea todaviacutea escribe en un contexto preconstantiniano En Agustiacuten de Hipo-na en cambio nos encontramos con la plena vigencia de la ecuacioacuten que equipara a la iglesia preexistente a la iglesia como arquetipo invisible y al mismo reino de Dios10 Ciertamente Agustiacuten tiene que admitir en su poleacutemica con los disidentes especialmente con los donatistas que la iglesia visible no es perfecta sino un ldquocuerpo mixtordquo en el que crece el trigo y la cizantildea Se trata sin duda de una curiosa interpretacioacuten de la pa-raacutebola evangeacutelica pues en ella Jesuacutes no refiere el

7 Cf Clemente de Alejandriacutea Stroacutemata 4 8 66

8 Cf Oriacutegenes Homiliacutea sobre Jeremiacuteas 9 2 (a propoacutesito de Jer 112)

9 Cf Oriacutegenes Sobre los principios I 6 2

10 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XIII 16 XVIII 29 Enqui-

ridioacuten a Laurencio 5615

campo en el que crecen el trigo y la cizantildea a la iglesia (ni a Israel) sino al mundo Sin embargo es obvio que el giro constantiniano al hacer co-extensivas la iglesia y el imperio permite interpretaciones como la de Agustiacuten asiacute como en el mundo creciacutean el trigo y la ci-zantildea tambieacuten ahora en la iglesia visible crecen el trigo y la cizantildea La distincioacuten entre el trigo y la cizantildea so-lamente es posible en la iglesia invisible cuya presen-cia no se distingue de aquella de los arquetipos a los que las realidades sensibles se asemejan Ahora bien en este aacutembito ideal Agustiacuten no tiene dificultades en afirmar sin ambages que ldquola iglesia es el reino de Cris-to y el reino de los cielosrdquo11

Esta identidad entre la iglesia y el reino de Dios se mantiene en la teologiacutea occidental a lo largo de las edades media y moderna aunque con un importante matiz en la medida en que la iglesia catoacutelica se va percibiendo a siacute misma como una ldquosociedad perfectardquo en oposicioacuten a los movimientos disidentes y a los es-tados nacionales crece tambieacuten la tendencia a identi-ficar esta iglesia presuntamente perfecta y sin duda visible con el reino de Dios Todaviacutea en el siglo XX autores catoacutelicos como Karl Adam (en El espiacuteritu del

catolicismo) o Reginald Garrigou-Lagrange (en Vida

eterna) han defendido la identidad entre la iglesia ca-toacutelica y el reino de Dios El concilio Vaticano II ha moderado levemente este entusiasmo afirmando que la iglesia es el reino de Dios presente ldquoen misteriordquo o que representa en la tierra ldquoel germen y el principiordquo del reino de Dios12 Tambieacuten en el aacutembito protestante se mantuvo desde los reformadores la identidad entre la iglesia y el reino de Dios Asiacute por ejemplo Lutero habla de la iglesia como ldquoel reino de Dios bajo Cris-tordquo13 Sin embargo los reformadores mantuvieron es-trictamente la distincioacuten agustiniana entre la iglesia visible y la iglesia invisible de modo que la ecuacioacuten entre la iglesia y el reino se daba maacutes bien en el aacutembi-to de la iglesia invisible y no en las diversas iglesias territoriales que surgieron de la Reforma En cambio en los grupos anabaptistas se comenzoacute a poner en tela de juicio la diferencia radical entre iglesia visible e iglesia invisible y se comenzoacute a entender la ldquoJerusa-leacuten celestialrdquo no como una iglesia distinta de la pre-sente sino como una metaacutefora de la iglesia histoacuterica concreta14

11 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XX 9 1-2

12 Cf Concilio Vaticano II LG 3 y 5

13 Cf Lutero WA 11 249-253 262

14 Cf J H Yoder Textos escogidos de la reforma radical Buenos Aires 1976 pp 403-443 W Klaassen Selecciones teoloacutegicas anabautistas Guatemala 1985 p 86

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 17

3 La iglesia no es el reino de Dios

La distincioacuten estricta entre la iglesia y el reino de Dios comienza con la ilustracioacuten En cierto modo co-mienza siendo una distincioacuten filosoacutefica que hace Kant en su obra de 1793-1794 sobre La religioacuten dentro de los

liacutemites de la pura razoacuten Como es sabido se trata de un texto tiacutepicamente ilustrado en el que se propone la progresiva sustitucioacuten de las religiones histoacutericas lle-nas de arbitrariedades por una religioacuten moral y ra-cional que en el fondo representa el nuacutecleo auteacutentico de toda religiosidad Al mismo tiempo como buen ilustrado Kant confiacutea en el triunfo progresivo de la moral y de la racionalidad en la historia humana En esta liacutenea Kant interpreta la victoria del principio del bien sobre el principio del mal como ldquofundacioacuten del reino de Dios sobre la tierrardquo15 De este modo el reino de Dios adquiere para toda la modernidad los claros caracteres de una utopiacutea eacutetica Ciertamente Kant re-conoce que la fundacioacuten de una comunidad moral constituye una obra que no se puede esperar de los seres humanos sino solamente de Dios Sin embargo los seres humanos no pueden permanecer de brazos cruzados sino que han de comportarse como si todo dependiera de ellos y solamente asiacute les estaacute permitido esperar que la providencia lleve a su esfuerzos bien intencionados a un cumplimiento pleno Esta comu-nidad eacutetica todaviacutea no realizada se puede interpretar entonces como una iglesia invisible mientras que la iglesia visible seriacutea aquella asociacioacuten de seres huma-nos que coincide con ese ideal y lo trata de realizar La verdadera iglesia visible seriacutea aquella que presenta (darstellt) el reino moral de Dios sobre la tierra y por tanto la iglesia podriacutea ser considerada como la repre-sentante (Repraumlsentantin) del reino o estado de Dios16

En buena medida puede decirse que las reflexiones kantianas han determinado el tratamiento de este problema teoloacutegico hasta el presente Albrecht Ritschl se sumoacute a la tesis kantiana diferenciado entre la igle-sia como comunidad del reino de Dios y el reino mismo de Dios17 Sin embargo no faltaron desde el principio las voces criacuteticas Friedrich Schleiermacher se opuso a la concepcioacuten eacutetica del reinado de Dios subrayando que eacuteste acontece no como realizacioacuten humana sino como efecto de la obra de Cristo Ahora bien el efecto de la obra de Cristo es la iglesia que en-tonces puede ser entendida por Schleiermacher como

15 Cf I Kant Die Religion innerhalb der Grenzen der bloszligen Vernunft B 127-222

16 Cf ibid B 142-144

17 Cf A Ritschl Unterricht in der christlichen Religion (1875) ed por G Ruhbach Guumltersloh 1966 p 15

ldquoreino de Dios fundado por Cristordquo18 La oposicioacuten a la concepcioacuten ilustrada en cierto modo se agudiza en el contexto de la ldquoescatologiacutea consecuenterdquo de Johan-nes Weiszlig y Albert Schweitzer El descubrimiento de la dimensioacuten escatoloacutegica del mensaje de Jesuacutes favorece una idea del reino de Dios como algo que se habriacutea de realizar como obra exclusiva de Dios sin la colabora-cioacuten humana De ahiacute que el sentildeoriacuteo (reinado) de Dios sea algo radicalmente distinto de la comunidad de los disciacutepulos de Jesuacutes por maacutes que ese sentildeoriacuteo seguacuten Weiszlig siacute incluye a la comunidad creyente en la que se realiza la verdadera justicia19 Ciertamente estos eacutenfa-sis escatoloacutegicos podriacutean haber sido importantes para recuperar aspectos esenciales del reinado de Dios y de su relacioacuten con la iglesia Sin embargo el movi-miento de la escatologiacutea consecuente planteaba dema-siados problemas a la teologiacutea de su tiempo como pa-ra poder ser digerido con facilidad Un Jesuacutes apocaliacutep-tico es tal vez una figura plausible en el siglo primero pero alguien demasiado extrantildeo para nuestro tiempo Y no soacutelo extrantildeo sino tambieacuten equivocado pues en definitiva la realizacioacuten inminente del reino por parte de Dios tal como la pensaron estos autores no habriacutea tenido lugar El final de los tiempos no llegoacute Jesuacutes y los primeros cristianos estaban equivocados

Ante esta dificultad una viacutea de solucioacuten empren-dida repetidamente por la teologiacutea del siglo XX fue la separar el mensaje de Jesuacutes de toda connotacioacuten apo-caliacuteptica Asiacute se pudo decir por ejemplo que los ele-mentos apocaliacutepticos de sus discursos habriacutean sido antildeadidos por la primera comunidad cristiana Jesuacutes no habriacutea anunciado la venida del reino de Dios o si la anuncioacute habriacutea tenido un sentido muy distinto al que despueacutes le atribuyeron los primeros cristianos El reino de Dios anunciado por Jesuacutes seriacutea un reino pu-ramente interior y su mensaje tendriacutea que ser enten-dido en teacuterminos puramente sapienciales o existencia-les La inminencia del reinado no tendriacutea que ser in-terpretada entonces como referida a grandes trans-formaciones globales sino simplemente como una ldquoescatologiacutea presenterdquo a diferencia de las escatologiacuteas futuristas de sus contemporaacuteneos La escatologiacutea pre-sente consistiriacutea simplemente en que aquellas trans-formaciones individuales e internas anunciadas por Jesuacutes seriacutean accesibles ya en el presente a cualquier persona con independencia de cualquier cataacutestrofe coacutesmica El precio de estas reinterpretaciones es por

18 Cf F Schleiermacher Der christliche Glaube (1930-1931) ed por M Redeker Berliacuten 1999 sect 107 citado en W Pannenberg Systematische Theologie vol 3 Goumlttingen 1993 p 47

19 Cf J Weiszlig Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes Goumlttingen 1892 pp 79 15-126

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 13: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 13

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Iglesia y Reino de Dios Antonio Gonzaacutelez

La tesis de que la iglesia no se debe identificar con el reino de Dios es casi un lugar comuacuten en la teologiacutea contemporaacutenea La tesis es en buena medida correc-ta Sin embargo la cuestioacuten crucial consiste en deter-minar cuaacutel es la relacioacuten entre la iglesia y ese reinado iquestSe trata simplemente de que la iglesia ldquoanunciardquo el reino de Dios como sostendriacutean las posturas maacutes tra-dicionales iquestO se trata maacutes bien de que la iglesia ldquopromueverdquo aquellas iniciativas socio-poliacuteticas que considera maacutes apropiadas para que el reino de Dios se acerque como se diriacutea desde posiciones maacutes progre-sistas iquestSon estas posiciones tan distintas o compar-ten muchos presupuestos comunes iquestY hay acaso otras maneras de pensar la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios Evidentemente para aclarar estas cues-tiones es esencial que comencemos preguntaacutendonos por determinar queacute es lo que se quiere decir cuando se habla de un reino de Dios

1 El reinado iquestde Dios

En el canon la Biblia hebrea la idea de que Dios re-ina sobre su pueblo aparece por vez primera en Ex 1518 Se trata de un pasaje crucial que nos puede ilustrar en gran manera sobre el sentido profundo del reinado de Dios Tras el hundimiento del ejeacutercito del faraoacuten en las aguas del Mar de los Juncos Moiseacutes y su hermana Miriam entonan sendos cantos triunfales Pues bien al final su canto Moiseacutes proclama ldquoel SE-NtildeOR (YHWH) reinaraacute por siempre jamaacutesrdquo Lo que se afirma es justamente que el pueblo que ha salido de Egipto ya no estaacute bajo la soberaniacutea del faraoacuten sino ba-jo la soberaniacutea de Dios Dios reina sobre ese pueblo Se ha convertido en su gobernante porque ha arreba-tado a ese pueblo de la soberaniacutea del faraoacuten y lo ha situado bajo su propia soberaniacutea El reinado de Dios no es en el canto de Moiseacutes algo abstracto utoacutepico o meramente trascendente El reinado de Dios tiene lu-gar ya en la historia Dios reina alliacute donde el faraoacuten ya no reina y donde sorprendentemente tampoco Moi-seacutes se convierte en rey Si Dios reina otros no reinan El que Dios reine entrantildea el cuestionamiento de toda forma humana de dominacioacuten De ahiacute que la ley del Sinaiacute disentildee una sociedad altamente igualitaria que en principio no cuenta con la necesidad de una mo-narquiacutea y en la que se preveacuten distintos sistemas para reducir la aparicioacuten de desigualdades econoacutemicas

Desde el punto de vista de la exeacutegesis histoacuterico-criacutetica se ha sentildealado la posibilidad de que los textos en los que se habla de la monarquiacutea divina sean maacutes bien tardiacuteos Algunos sostienen que el texto maacutes anti-guo en el que aparece la idea de Dios (YHWH) como rey estaacute en el libro de Isaiacuteas cuando eacuteste proclama que ha visto ldquoal rey y Sentildeor de los ejeacutercitosrdquo (Is 65) El ca-raacutecter tardiacuteo de estos textos no deja de ser sorpren-dente si tenemos en cuenta que en los textos de Uga-rit ya se consideraba en maacutes de una ocasioacuten a los dio-ses como reyes Ahora bien en estos casos la desig-nacioacuten de la divinidad como ldquoreyrdquo no teniacutea una fun-cioacuten criacutetica sino maacutes bien legitimadora el monarca local apareciacutea como representante de la divinidad a la que tambieacuten serviacutea como administrador del templo La figura biacuteblica del Melquisedec tanto rey como sa-cerdote del ldquodios altiacutesimordquo puede ser considerada como caracteriacutestica del sistema poliacutetico y religioso de las ciudades cananeas En ellas el reinado de un dios no era maacutes que una forma de introducir al rey en la esfera divina y asiacute legitimar su poder Precisamente por ello Israel habriacutea sido reacio a utilizar el teacutermino ldquoreyrdquo para aplicarlo a Dios por maacutes que la idea del pueblo gobernado directamente por Dios podriacutea ser muy anterior a la introduccioacuten de la monarquiacutea En cualquier caso cuando finalmente el teacutermino ldquoreyrdquo se aplica a Dios en el contexto israelita las connotaciones criacuteticas parecen predominar sobre las legitimadoras que Dios reine es siempre un desafiacuteo para toda forma humana de igualdad o de dominacioacuten1

Desde un punto de vista sistemaacutetico es importante preguntarse cuaacutel es la razoacuten de que una misma idea (Dios como rey) pueda servir para dos fines tan opuestos entre siacute Y es que para entender queacute significa concretamente el reinado de Dios no basta con afirmar la realeza de Dios sino que hay que sentildealar en queacute manera se ejerce su funcioacuten real De hecho muchas de las dificultades que algunos teoacutelogos encuentran con la idea de un reinado de Dios se deben precisamente a su opcioacuten previa por una idea concreta de queacute sea la soberaniacutea real y cuaacutel es su forma de ejercicio Sin em-bargo la idea de que Dios reina se puede entender de formas muy diversas Aquiacute una cuestioacuten decisiva es la

1 Cf N Lohfink bdquoDas Koumlnigtum Gottes und die politische Machtldquo en su Das Juumldische am Christentum 2ordf ed Freiburg im Brisgau 1989 pp 71-102

14 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

de la mediacioacuten si se entiende que la soberaniacutea de Dios ha de estar mediada inmediatamente la idea de un reino de Dios se convierte en legitimadora de las ins-tancias mediadoras Asiacute por ejemplo en el caso de los pequentildeos reinos cananeos los reyes-sacerdotes serviacute-an precisamente como mediadores en la relacioacuten entre los dioses que eran considerados como ldquoreyesrdquo y su pueblo Y justamente por ello los reyes-sacerdotes quedaban encumbrados a una posicioacuten sagrada en la que tambieacuten se legitimaba su poder En cambio en la medida en que se afirme la posibilidad de una rela-cioacuten directa con Dios con independencia del palacio y del templo se pone en entredicho la necesidad de mediadores sacralizados y se apunta hacia la igual-dad fundamental de todos los miembros del pueblo que Dios rige Esta uacuteltima parece haber sido la opcioacuten predominante en Israel donde no soacutelo se privilegian mediadores distintos del rey (sacerdotes profetas) sino que tambieacuten se afirma (desde los relatos patriar-cales) la posibilidad de una relacioacuten no mediada con Dios

Es importante reconocer sin embargo la ambi-guumledad de la concepcioacuten israelita del reinado de Dios La introduccioacuten de la monarquiacutea en tiempos de Sauacutel y David pudo ser valorada como una traicioacuten a los idea-les originales de Israel un monarca significa un ejeacuterci-to permanente y una corte y la consiguiente des-igualdad entre los miembros del pueblo de Dios No soacutelo eso la monarquiacutea implica que Israel deja de ser un pueblo distinto para convertirse al menos en este aspecto en un pueblo como los demaacutes afectando sen-siblemente a su misioacuten en el mundo Pero lo maacutes gra-ve es que la introduccioacuten de la monarquiacutea significa que Dios es rechazado como rey de su pueblo (1 Sam 8) Aquiacute se plantea claramente la alternativa caracte-riacutestica de Israel o reina Dios o reina un rey humano (1 Sam 87) Sin embargo esta alternativa radical pue-de suavizarse Dios puede utilizar las decisiones erra-das para llevar adelante sus planes Tras el rechazo del primer rey Sauacutel Dios aparece al lado de David estableciendo y confirmando su dinastiacutea Ello no sig-nifica sin embargo que la perspectiva de un reinado de Dios desaparezca Los libros de Croacutenicas presentan a los gobernantes de Israel como personajes que se han sentado en el trono de Dios sobre su pueblo (1 Cr 1714 285 2923 2 Cr 98) Sin duda la idea de un go-bierno ldquovicariordquo del rey en el puesto de Dios puede funcionar como poderoso instrumento de legitima-cioacuten Pero al mismo tiempo introduce un permanen-te elemento criacutetico el reinado pertenece propiamente a Dios y no a los reyes De ahiacute que eventualmente ese reinado pueda ser reclamado por su auteacutentico propie-tario Y de hecho la historia de la monarquiacutea israelita

presenta buenas ocasiones para que el auteacutentico sobe-rano reclame sus derechos reales Y esto da lugar a una extrantildea tensioacuten en la concepcioacuten del reinado de Dios en la Biblia hebrea

Por un lado el diagnoacutestico de los llamados histo-riadores ldquodeuteronomistasrdquo y de los profetas coincide en atribuir a los reyes de Israel y de Judaacute una respon-sabilidad muy especial en el hundimiento de los dos reinos que culmina con las invasiones de los imperios de Asiria y de Babilonia Los reyes habriacutean sido los principales impulsores de las injusticias y de las idola-triacuteas que terminaron en una cataacutestrofe experimentada como un abandono por parte de Dios y en definitiva como un castigo divino De esta experiencia surge na-turalmente la esperanza de que Dios volveraacute a reinar directamente sobre su pueblo como en los tiempos fundacionales de Israel repitiendo las experiencias de la salida de Egipto el camino por el desierto y los primeros tiempos en la tierra prometida cuando so-lamente Dios era el rey de Israel Los dirigentes de Is-rael seraacuten sustituidos por el verdadero propietario de la tierra prometida y por el verdadero rey de su pue-blo Por otra parte el modelo de un rey como David pecador pero nunca idoacutelatra y las promesas dirigidas hacia su dinastiacutea posibilitan el hecho de que las espe-ranzas judiacuteas se dirijan no soacutelo hacia un reinado de Dios sino tambieacuten hacia el reinado de un descendien-te de David que restaure su dinastiacutea y lleve al pueblo a una era definitiva de esplendor Estas dos esperan-zas aunque puedan ser compartidas por los mismos grupos o expresadas en los mismos textos (como por ejemplo Ez 34) no dejan de contener en siacute mismas una tensioacuten no resuelta entre el reinar directo de Dios y la aparicioacuten de figuras mesiaacutenicas que reinan en su nombre y que se sientan en su trono2

Ciertamente el trasfondo de la Biblia hebrea es de-cisivo para entender correctamente el mensaje de un Jesuacutes al que los evangelios presentan anunciando la llegada inminente del reinado de Dios Jesuacutes anuncia que Dios va a volver a reinar directamente sobre su pueblo como habiacutea hecho al liberarlo de Egipto y trasladarlo a la tierra prometida Esto significa ob-viamente que el exilio ha llegado propiamente a su fin y que los pecados que impediacutean ese final del exilio estaacuten siendo perdonados3 No es extrantildeo dado el tras-fondo de la concepcioacuten hebrea del reinado que el

2 Siacutentoma de esta tensioacuten es el hecho de que Ezequiel no llame ldquoreyrdquo al futuro gobernante daviacutedico sino solamente ldquopriacutenciperdquo (na-

siacute Ez 3424)

3 Cf N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 268-274

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 15

propio papel de Jesuacutes no resulte inicialmente nada claro Jesuacutes no parece favorecer el tiacutetulo de Mesiacuteas pa-ra siacute mismo sino maacutes bien el de ldquohijo del hombrerdquo Se trata como es sabido de un tiacutetulo que en el contexto del libro de Daniel pretende contrastar con el caraacutecter bestial de los imperios que se disputan el gobierno mundial (Dn 7) Pero es un tiacutetulo que de ninguacuten modo subraya el gobierno monaacuterquico del que lo porta sino que maacutes bien abre la perspectiva de un gobierno con-junto de todo ldquoel pueblo de los santos del altiacutesimordquo Y es que el anuncio de Jesuacutes sobre el reinado de Dios no parece haber ido unido a la idea de una restauracioacuten del estado de Israel en la que Jesuacutes mismo pudiera aparecer como el rey ungido (=Mesiacuteas) al frente de una nueva monarquiacutea daviacutedica Al contrario en Jesuacutes se mantiene la idea originaria de Israel de un pueblo distinto gobernado por Dios y en este sentido desti-nado a no reproducir el modelo de gobierno propio de las demaacutes naciones (Lc 2224-30) Dicho en otros teacuterminos el anuncio de Jesuacutes sobre el reino de Dios mantiene la idea hebrea de un reinar directo de Dios sobre su pueblo y de esta manera nos plantea la pre-gunta sobre el sentido de una posible figura mesiaacutenica en ese reinado pues tal figura inevitablemente entra en tensioacuten con la idea de un gobierno directo de Dios sobre su pueblo

Por otra parte en el anuncio de Jesuacutes sobre el rei-nado de Dios se plantean algunos problemas adicio-nales El anuncio se expresa en el lenguaje de la apo-caliacuteptica con diversas alusiones no soacutelo a aconteci-mientos dramaacuteticos y beacutelicos sino tambieacuten a sucesos coacutesmicos como el oscurecimiento del sol la falta de luz en la luna la caiacuteda de las estrellas o la sacudida de las potencias celestiales (Mc 1324-25) Estas afir-maciones parecen ligar la venida del reinado de Dios con el final de la historia humana y con el final del universo espacio-temporal De aquiacute surgen dos cues-tiones importantes Una se refiere al hecho de que ese final de la historia no tuvo lugar con lo que inevita-blemente surge la pregunta por la posible ldquoequivoca-cioacutenrdquo de Jesuacutes y del cristianismo apostoacutelico Otra cuestioacuten estaacute expresada en la famosa expresioacuten de Loisy seguacuten la cual Jesuacutes habriacutea anunciado la llegada del reino de Dios pero lo que en realidad habriacutea ve-nido seriacutea la iglesia4 El llamado ldquoretraso de la paru-siacuteardquo el hecho de que no llegara lo que se predicaba como inminente habriacutea dado paso a la aparicioacuten de una realidad ambigua no directamente querida por

4 ldquoJeacutesus annonccedilait le royaume et crsquoest lrsquoeacuteglise quie est venuerdquo cf A Loisy LrsquoEvangile et lrsquoEglise Pariacutes 1902 p 111 Loisy queriacutea subrayar la continuidad aunque su expresioacuten luego se ha citado en el sentido opuesto

Jesuacutes y que llamamos iglesia No vino algo bueno que Jesuacutes anunciaba sino algo ambiguo como la igle-sia que de ninguna manera puede sustituir al reino de Dios Al menos esta parece ser la interpretacioacuten de muchos autores contemporaacuteneos Sin embargo esta interpretacioacuten no es necesariamente la maacutes correcta Pero tal vez merezca la pena preguntarnos coacutemo se ha llegado a ella

2 La iglesia como reino de Dios

En la historia de la teologiacutea cristiana aparecen muy pronto tendencias que a la larga posibilitaraacuten la pro-gresiva interpretacioacuten del reino de Dios como una rea-lidad ajena a este mundo a lo que sin duda ayudoacute la creciente influencia de la filosofiacutea platoacutenica sobre el cristianismo En el Pastor de Hermas nos encontramos ya con la reflexioacuten sobre una iglesia preexistente creada antes que todas las cosas5 Lo que inicialmente se quiere indicar con la preexistencia de la iglesia es el hecho de que el sentido profundo del universo culmi-na en la comunidad iniciada por Jesuacutes Al afirmar que la iglesia ha sido creada antes de todas las cosas se puede afirmar en los moldes culturales de su tiempo que todas las demaacutes cosas han sido creadas por razoacuten de la iglesia De forma semejante en la segunda carta de Clemente se afirma que la iglesia espiritual fue creada antes que el sol y que la luna de tal manera que ya antes que todas las cosas la iglesia estaacute referi-da a Cristo Ciertamente hay tambieacuten una iglesia car-nal situada en la historia del mismo modo que Jesuacutes tambieacuten vino en carne Pero ya antes de que todas las demaacutes cosas fueran creadas hay una referencia cons-titutiva entre Cristo y la iglesia6 No era difiacutecil que ul-teriormente esta iglesia preexistente fuera asociada con las imaacutegenes biacuteblicas de una Jerusaleacuten celestial tal como aparecen en la Carta a los Gaacutelatas (Ga 425-26) o en el libro del Apocalipsis (312 212) Sin embargo esa asociacioacuten no deja de esconder una diferencia im-portante mientras que el mundo biacuteblico piensa desde la accioacuten histoacuterica de Dios que da lugar a una nueva Jerusaleacuten en los tiempos finales el mundo griego pa-rece preferir los arquetipos ideales como modelos an-teriores al mundo material y desde los que se puede interpretar lo que ulteriormente sucede en la historia

Ahora bien la idea de una iglesia preexistente im-plica obviamente la distincioacuten entre eacutesta y la iglesia ldquocarnalrdquo que hay en la historia Esta distincioacuten estaacute cargada de consecuencias porque va a permitir que paulatinamente se vaya introduciendo la idea de una

5 Cf Pastor de Hermas II 4 1

6 Cf 2 Clem 142-3

16 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

iglesia invisible distinta de la iglesia visible La iglesia invisible no es soacutelo una realidad preexistente sino tambieacuten el modelo ideal al que se tiene que conformar la iglesia visible En Clemente de Alejandriacutea encon-tramos una posicioacuten de este tipo utilizada en sentido criacutetico Clemente sostiene que en la tierra los amos deben dar justicia e igualdad a los esclavos precisa-mente porque la iglesia terrenal es imagen de la igle-sia celestial7 Aquiacute estamos en un terreno claramente platoacutenico pues tambieacuten en la Repuacuteblica de Platoacuten la ciudad ideal es el modelo que sirve para determinar lo que las ciudades empiacutericas deberiacutean de ser al mismo tiempo que posibilita una actitud criacutetica respecto a ellas Ahora bien la distincioacuten entre iglesia invisible e iglesia visible tambieacuten puede desempentildear la funcioacuten opuesta Ante el progresivo acomodamiento de la iglesia al mundo de su contexto la distincioacuten entre una iglesia ideal y unas iglesias ldquovisiblesrdquo tambieacuten permitiraacute una cierta resignacioacuten ante el hecho de que el mundo sensible nunca podraacute llegar a ser igual que el mundo ideal De lo que se trataraacute maacutes bien seraacute de tener paciencia con el mundo real y aguardar que tras la muerte del cuerpo nuestra alma pueda llegar a gozar del mundo ideal La idea de un Dios que reina sobre un pueblo en la historia presente iraacute dejando lu-gar a un Dios que reina en los cielos Porque de hecho quien reina en la tierra son los emperadores cuya conversioacuten al cristianismo y cuyo patronazgo sobre la iglesia tendraacute que ser teoloacutegicamente integrado

Todaviacutea en Oriacutegenes encontramos claros alientos biacuteblicos cuando piensa en Judaacute como un pueblo go-bernado por Dios8 y tambieacuten cuando entiende que la iglesia terrena es la forma del reino que ha de venir pues su unidad adelanta la unidad de toda la huma-nidad9 Y es que Oriacutegenes a pesar del fuerte influjo del platonismo sobre su teologiacutea todaviacutea escribe en un contexto preconstantiniano En Agustiacuten de Hipo-na en cambio nos encontramos con la plena vigencia de la ecuacioacuten que equipara a la iglesia preexistente a la iglesia como arquetipo invisible y al mismo reino de Dios10 Ciertamente Agustiacuten tiene que admitir en su poleacutemica con los disidentes especialmente con los donatistas que la iglesia visible no es perfecta sino un ldquocuerpo mixtordquo en el que crece el trigo y la cizantildea Se trata sin duda de una curiosa interpretacioacuten de la pa-raacutebola evangeacutelica pues en ella Jesuacutes no refiere el

7 Cf Clemente de Alejandriacutea Stroacutemata 4 8 66

8 Cf Oriacutegenes Homiliacutea sobre Jeremiacuteas 9 2 (a propoacutesito de Jer 112)

9 Cf Oriacutegenes Sobre los principios I 6 2

10 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XIII 16 XVIII 29 Enqui-

ridioacuten a Laurencio 5615

campo en el que crecen el trigo y la cizantildea a la iglesia (ni a Israel) sino al mundo Sin embargo es obvio que el giro constantiniano al hacer co-extensivas la iglesia y el imperio permite interpretaciones como la de Agustiacuten asiacute como en el mundo creciacutean el trigo y la ci-zantildea tambieacuten ahora en la iglesia visible crecen el trigo y la cizantildea La distincioacuten entre el trigo y la cizantildea so-lamente es posible en la iglesia invisible cuya presen-cia no se distingue de aquella de los arquetipos a los que las realidades sensibles se asemejan Ahora bien en este aacutembito ideal Agustiacuten no tiene dificultades en afirmar sin ambages que ldquola iglesia es el reino de Cris-to y el reino de los cielosrdquo11

Esta identidad entre la iglesia y el reino de Dios se mantiene en la teologiacutea occidental a lo largo de las edades media y moderna aunque con un importante matiz en la medida en que la iglesia catoacutelica se va percibiendo a siacute misma como una ldquosociedad perfectardquo en oposicioacuten a los movimientos disidentes y a los es-tados nacionales crece tambieacuten la tendencia a identi-ficar esta iglesia presuntamente perfecta y sin duda visible con el reino de Dios Todaviacutea en el siglo XX autores catoacutelicos como Karl Adam (en El espiacuteritu del

catolicismo) o Reginald Garrigou-Lagrange (en Vida

eterna) han defendido la identidad entre la iglesia ca-toacutelica y el reino de Dios El concilio Vaticano II ha moderado levemente este entusiasmo afirmando que la iglesia es el reino de Dios presente ldquoen misteriordquo o que representa en la tierra ldquoel germen y el principiordquo del reino de Dios12 Tambieacuten en el aacutembito protestante se mantuvo desde los reformadores la identidad entre la iglesia y el reino de Dios Asiacute por ejemplo Lutero habla de la iglesia como ldquoel reino de Dios bajo Cris-tordquo13 Sin embargo los reformadores mantuvieron es-trictamente la distincioacuten agustiniana entre la iglesia visible y la iglesia invisible de modo que la ecuacioacuten entre la iglesia y el reino se daba maacutes bien en el aacutembi-to de la iglesia invisible y no en las diversas iglesias territoriales que surgieron de la Reforma En cambio en los grupos anabaptistas se comenzoacute a poner en tela de juicio la diferencia radical entre iglesia visible e iglesia invisible y se comenzoacute a entender la ldquoJerusa-leacuten celestialrdquo no como una iglesia distinta de la pre-sente sino como una metaacutefora de la iglesia histoacuterica concreta14

11 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XX 9 1-2

12 Cf Concilio Vaticano II LG 3 y 5

13 Cf Lutero WA 11 249-253 262

14 Cf J H Yoder Textos escogidos de la reforma radical Buenos Aires 1976 pp 403-443 W Klaassen Selecciones teoloacutegicas anabautistas Guatemala 1985 p 86

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 17

3 La iglesia no es el reino de Dios

La distincioacuten estricta entre la iglesia y el reino de Dios comienza con la ilustracioacuten En cierto modo co-mienza siendo una distincioacuten filosoacutefica que hace Kant en su obra de 1793-1794 sobre La religioacuten dentro de los

liacutemites de la pura razoacuten Como es sabido se trata de un texto tiacutepicamente ilustrado en el que se propone la progresiva sustitucioacuten de las religiones histoacutericas lle-nas de arbitrariedades por una religioacuten moral y ra-cional que en el fondo representa el nuacutecleo auteacutentico de toda religiosidad Al mismo tiempo como buen ilustrado Kant confiacutea en el triunfo progresivo de la moral y de la racionalidad en la historia humana En esta liacutenea Kant interpreta la victoria del principio del bien sobre el principio del mal como ldquofundacioacuten del reino de Dios sobre la tierrardquo15 De este modo el reino de Dios adquiere para toda la modernidad los claros caracteres de una utopiacutea eacutetica Ciertamente Kant re-conoce que la fundacioacuten de una comunidad moral constituye una obra que no se puede esperar de los seres humanos sino solamente de Dios Sin embargo los seres humanos no pueden permanecer de brazos cruzados sino que han de comportarse como si todo dependiera de ellos y solamente asiacute les estaacute permitido esperar que la providencia lleve a su esfuerzos bien intencionados a un cumplimiento pleno Esta comu-nidad eacutetica todaviacutea no realizada se puede interpretar entonces como una iglesia invisible mientras que la iglesia visible seriacutea aquella asociacioacuten de seres huma-nos que coincide con ese ideal y lo trata de realizar La verdadera iglesia visible seriacutea aquella que presenta (darstellt) el reino moral de Dios sobre la tierra y por tanto la iglesia podriacutea ser considerada como la repre-sentante (Repraumlsentantin) del reino o estado de Dios16

En buena medida puede decirse que las reflexiones kantianas han determinado el tratamiento de este problema teoloacutegico hasta el presente Albrecht Ritschl se sumoacute a la tesis kantiana diferenciado entre la igle-sia como comunidad del reino de Dios y el reino mismo de Dios17 Sin embargo no faltaron desde el principio las voces criacuteticas Friedrich Schleiermacher se opuso a la concepcioacuten eacutetica del reinado de Dios subrayando que eacuteste acontece no como realizacioacuten humana sino como efecto de la obra de Cristo Ahora bien el efecto de la obra de Cristo es la iglesia que en-tonces puede ser entendida por Schleiermacher como

15 Cf I Kant Die Religion innerhalb der Grenzen der bloszligen Vernunft B 127-222

16 Cf ibid B 142-144

17 Cf A Ritschl Unterricht in der christlichen Religion (1875) ed por G Ruhbach Guumltersloh 1966 p 15

ldquoreino de Dios fundado por Cristordquo18 La oposicioacuten a la concepcioacuten ilustrada en cierto modo se agudiza en el contexto de la ldquoescatologiacutea consecuenterdquo de Johan-nes Weiszlig y Albert Schweitzer El descubrimiento de la dimensioacuten escatoloacutegica del mensaje de Jesuacutes favorece una idea del reino de Dios como algo que se habriacutea de realizar como obra exclusiva de Dios sin la colabora-cioacuten humana De ahiacute que el sentildeoriacuteo (reinado) de Dios sea algo radicalmente distinto de la comunidad de los disciacutepulos de Jesuacutes por maacutes que ese sentildeoriacuteo seguacuten Weiszlig siacute incluye a la comunidad creyente en la que se realiza la verdadera justicia19 Ciertamente estos eacutenfa-sis escatoloacutegicos podriacutean haber sido importantes para recuperar aspectos esenciales del reinado de Dios y de su relacioacuten con la iglesia Sin embargo el movi-miento de la escatologiacutea consecuente planteaba dema-siados problemas a la teologiacutea de su tiempo como pa-ra poder ser digerido con facilidad Un Jesuacutes apocaliacutep-tico es tal vez una figura plausible en el siglo primero pero alguien demasiado extrantildeo para nuestro tiempo Y no soacutelo extrantildeo sino tambieacuten equivocado pues en definitiva la realizacioacuten inminente del reino por parte de Dios tal como la pensaron estos autores no habriacutea tenido lugar El final de los tiempos no llegoacute Jesuacutes y los primeros cristianos estaban equivocados

Ante esta dificultad una viacutea de solucioacuten empren-dida repetidamente por la teologiacutea del siglo XX fue la separar el mensaje de Jesuacutes de toda connotacioacuten apo-caliacuteptica Asiacute se pudo decir por ejemplo que los ele-mentos apocaliacutepticos de sus discursos habriacutean sido antildeadidos por la primera comunidad cristiana Jesuacutes no habriacutea anunciado la venida del reino de Dios o si la anuncioacute habriacutea tenido un sentido muy distinto al que despueacutes le atribuyeron los primeros cristianos El reino de Dios anunciado por Jesuacutes seriacutea un reino pu-ramente interior y su mensaje tendriacutea que ser enten-dido en teacuterminos puramente sapienciales o existencia-les La inminencia del reinado no tendriacutea que ser in-terpretada entonces como referida a grandes trans-formaciones globales sino simplemente como una ldquoescatologiacutea presenterdquo a diferencia de las escatologiacuteas futuristas de sus contemporaacuteneos La escatologiacutea pre-sente consistiriacutea simplemente en que aquellas trans-formaciones individuales e internas anunciadas por Jesuacutes seriacutean accesibles ya en el presente a cualquier persona con independencia de cualquier cataacutestrofe coacutesmica El precio de estas reinterpretaciones es por

18 Cf F Schleiermacher Der christliche Glaube (1930-1931) ed por M Redeker Berliacuten 1999 sect 107 citado en W Pannenberg Systematische Theologie vol 3 Goumlttingen 1993 p 47

19 Cf J Weiszlig Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes Goumlttingen 1892 pp 79 15-126

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 14: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

14 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

de la mediacioacuten si se entiende que la soberaniacutea de Dios ha de estar mediada inmediatamente la idea de un reino de Dios se convierte en legitimadora de las ins-tancias mediadoras Asiacute por ejemplo en el caso de los pequentildeos reinos cananeos los reyes-sacerdotes serviacute-an precisamente como mediadores en la relacioacuten entre los dioses que eran considerados como ldquoreyesrdquo y su pueblo Y justamente por ello los reyes-sacerdotes quedaban encumbrados a una posicioacuten sagrada en la que tambieacuten se legitimaba su poder En cambio en la medida en que se afirme la posibilidad de una rela-cioacuten directa con Dios con independencia del palacio y del templo se pone en entredicho la necesidad de mediadores sacralizados y se apunta hacia la igual-dad fundamental de todos los miembros del pueblo que Dios rige Esta uacuteltima parece haber sido la opcioacuten predominante en Israel donde no soacutelo se privilegian mediadores distintos del rey (sacerdotes profetas) sino que tambieacuten se afirma (desde los relatos patriar-cales) la posibilidad de una relacioacuten no mediada con Dios

Es importante reconocer sin embargo la ambi-guumledad de la concepcioacuten israelita del reinado de Dios La introduccioacuten de la monarquiacutea en tiempos de Sauacutel y David pudo ser valorada como una traicioacuten a los idea-les originales de Israel un monarca significa un ejeacuterci-to permanente y una corte y la consiguiente des-igualdad entre los miembros del pueblo de Dios No soacutelo eso la monarquiacutea implica que Israel deja de ser un pueblo distinto para convertirse al menos en este aspecto en un pueblo como los demaacutes afectando sen-siblemente a su misioacuten en el mundo Pero lo maacutes gra-ve es que la introduccioacuten de la monarquiacutea significa que Dios es rechazado como rey de su pueblo (1 Sam 8) Aquiacute se plantea claramente la alternativa caracte-riacutestica de Israel o reina Dios o reina un rey humano (1 Sam 87) Sin embargo esta alternativa radical pue-de suavizarse Dios puede utilizar las decisiones erra-das para llevar adelante sus planes Tras el rechazo del primer rey Sauacutel Dios aparece al lado de David estableciendo y confirmando su dinastiacutea Ello no sig-nifica sin embargo que la perspectiva de un reinado de Dios desaparezca Los libros de Croacutenicas presentan a los gobernantes de Israel como personajes que se han sentado en el trono de Dios sobre su pueblo (1 Cr 1714 285 2923 2 Cr 98) Sin duda la idea de un go-bierno ldquovicariordquo del rey en el puesto de Dios puede funcionar como poderoso instrumento de legitima-cioacuten Pero al mismo tiempo introduce un permanen-te elemento criacutetico el reinado pertenece propiamente a Dios y no a los reyes De ahiacute que eventualmente ese reinado pueda ser reclamado por su auteacutentico propie-tario Y de hecho la historia de la monarquiacutea israelita

presenta buenas ocasiones para que el auteacutentico sobe-rano reclame sus derechos reales Y esto da lugar a una extrantildea tensioacuten en la concepcioacuten del reinado de Dios en la Biblia hebrea

Por un lado el diagnoacutestico de los llamados histo-riadores ldquodeuteronomistasrdquo y de los profetas coincide en atribuir a los reyes de Israel y de Judaacute una respon-sabilidad muy especial en el hundimiento de los dos reinos que culmina con las invasiones de los imperios de Asiria y de Babilonia Los reyes habriacutean sido los principales impulsores de las injusticias y de las idola-triacuteas que terminaron en una cataacutestrofe experimentada como un abandono por parte de Dios y en definitiva como un castigo divino De esta experiencia surge na-turalmente la esperanza de que Dios volveraacute a reinar directamente sobre su pueblo como en los tiempos fundacionales de Israel repitiendo las experiencias de la salida de Egipto el camino por el desierto y los primeros tiempos en la tierra prometida cuando so-lamente Dios era el rey de Israel Los dirigentes de Is-rael seraacuten sustituidos por el verdadero propietario de la tierra prometida y por el verdadero rey de su pue-blo Por otra parte el modelo de un rey como David pecador pero nunca idoacutelatra y las promesas dirigidas hacia su dinastiacutea posibilitan el hecho de que las espe-ranzas judiacuteas se dirijan no soacutelo hacia un reinado de Dios sino tambieacuten hacia el reinado de un descendien-te de David que restaure su dinastiacutea y lleve al pueblo a una era definitiva de esplendor Estas dos esperan-zas aunque puedan ser compartidas por los mismos grupos o expresadas en los mismos textos (como por ejemplo Ez 34) no dejan de contener en siacute mismas una tensioacuten no resuelta entre el reinar directo de Dios y la aparicioacuten de figuras mesiaacutenicas que reinan en su nombre y que se sientan en su trono2

Ciertamente el trasfondo de la Biblia hebrea es de-cisivo para entender correctamente el mensaje de un Jesuacutes al que los evangelios presentan anunciando la llegada inminente del reinado de Dios Jesuacutes anuncia que Dios va a volver a reinar directamente sobre su pueblo como habiacutea hecho al liberarlo de Egipto y trasladarlo a la tierra prometida Esto significa ob-viamente que el exilio ha llegado propiamente a su fin y que los pecados que impediacutean ese final del exilio estaacuten siendo perdonados3 No es extrantildeo dado el tras-fondo de la concepcioacuten hebrea del reinado que el

2 Siacutentoma de esta tensioacuten es el hecho de que Ezequiel no llame ldquoreyrdquo al futuro gobernante daviacutedico sino solamente ldquopriacutenciperdquo (na-

siacute Ez 3424)

3 Cf N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 268-274

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 15

propio papel de Jesuacutes no resulte inicialmente nada claro Jesuacutes no parece favorecer el tiacutetulo de Mesiacuteas pa-ra siacute mismo sino maacutes bien el de ldquohijo del hombrerdquo Se trata como es sabido de un tiacutetulo que en el contexto del libro de Daniel pretende contrastar con el caraacutecter bestial de los imperios que se disputan el gobierno mundial (Dn 7) Pero es un tiacutetulo que de ninguacuten modo subraya el gobierno monaacuterquico del que lo porta sino que maacutes bien abre la perspectiva de un gobierno con-junto de todo ldquoel pueblo de los santos del altiacutesimordquo Y es que el anuncio de Jesuacutes sobre el reinado de Dios no parece haber ido unido a la idea de una restauracioacuten del estado de Israel en la que Jesuacutes mismo pudiera aparecer como el rey ungido (=Mesiacuteas) al frente de una nueva monarquiacutea daviacutedica Al contrario en Jesuacutes se mantiene la idea originaria de Israel de un pueblo distinto gobernado por Dios y en este sentido desti-nado a no reproducir el modelo de gobierno propio de las demaacutes naciones (Lc 2224-30) Dicho en otros teacuterminos el anuncio de Jesuacutes sobre el reino de Dios mantiene la idea hebrea de un reinar directo de Dios sobre su pueblo y de esta manera nos plantea la pre-gunta sobre el sentido de una posible figura mesiaacutenica en ese reinado pues tal figura inevitablemente entra en tensioacuten con la idea de un gobierno directo de Dios sobre su pueblo

Por otra parte en el anuncio de Jesuacutes sobre el rei-nado de Dios se plantean algunos problemas adicio-nales El anuncio se expresa en el lenguaje de la apo-caliacuteptica con diversas alusiones no soacutelo a aconteci-mientos dramaacuteticos y beacutelicos sino tambieacuten a sucesos coacutesmicos como el oscurecimiento del sol la falta de luz en la luna la caiacuteda de las estrellas o la sacudida de las potencias celestiales (Mc 1324-25) Estas afir-maciones parecen ligar la venida del reinado de Dios con el final de la historia humana y con el final del universo espacio-temporal De aquiacute surgen dos cues-tiones importantes Una se refiere al hecho de que ese final de la historia no tuvo lugar con lo que inevita-blemente surge la pregunta por la posible ldquoequivoca-cioacutenrdquo de Jesuacutes y del cristianismo apostoacutelico Otra cuestioacuten estaacute expresada en la famosa expresioacuten de Loisy seguacuten la cual Jesuacutes habriacutea anunciado la llegada del reino de Dios pero lo que en realidad habriacutea ve-nido seriacutea la iglesia4 El llamado ldquoretraso de la paru-siacuteardquo el hecho de que no llegara lo que se predicaba como inminente habriacutea dado paso a la aparicioacuten de una realidad ambigua no directamente querida por

4 ldquoJeacutesus annonccedilait le royaume et crsquoest lrsquoeacuteglise quie est venuerdquo cf A Loisy LrsquoEvangile et lrsquoEglise Pariacutes 1902 p 111 Loisy queriacutea subrayar la continuidad aunque su expresioacuten luego se ha citado en el sentido opuesto

Jesuacutes y que llamamos iglesia No vino algo bueno que Jesuacutes anunciaba sino algo ambiguo como la igle-sia que de ninguna manera puede sustituir al reino de Dios Al menos esta parece ser la interpretacioacuten de muchos autores contemporaacuteneos Sin embargo esta interpretacioacuten no es necesariamente la maacutes correcta Pero tal vez merezca la pena preguntarnos coacutemo se ha llegado a ella

2 La iglesia como reino de Dios

En la historia de la teologiacutea cristiana aparecen muy pronto tendencias que a la larga posibilitaraacuten la pro-gresiva interpretacioacuten del reino de Dios como una rea-lidad ajena a este mundo a lo que sin duda ayudoacute la creciente influencia de la filosofiacutea platoacutenica sobre el cristianismo En el Pastor de Hermas nos encontramos ya con la reflexioacuten sobre una iglesia preexistente creada antes que todas las cosas5 Lo que inicialmente se quiere indicar con la preexistencia de la iglesia es el hecho de que el sentido profundo del universo culmi-na en la comunidad iniciada por Jesuacutes Al afirmar que la iglesia ha sido creada antes de todas las cosas se puede afirmar en los moldes culturales de su tiempo que todas las demaacutes cosas han sido creadas por razoacuten de la iglesia De forma semejante en la segunda carta de Clemente se afirma que la iglesia espiritual fue creada antes que el sol y que la luna de tal manera que ya antes que todas las cosas la iglesia estaacute referi-da a Cristo Ciertamente hay tambieacuten una iglesia car-nal situada en la historia del mismo modo que Jesuacutes tambieacuten vino en carne Pero ya antes de que todas las demaacutes cosas fueran creadas hay una referencia cons-titutiva entre Cristo y la iglesia6 No era difiacutecil que ul-teriormente esta iglesia preexistente fuera asociada con las imaacutegenes biacuteblicas de una Jerusaleacuten celestial tal como aparecen en la Carta a los Gaacutelatas (Ga 425-26) o en el libro del Apocalipsis (312 212) Sin embargo esa asociacioacuten no deja de esconder una diferencia im-portante mientras que el mundo biacuteblico piensa desde la accioacuten histoacuterica de Dios que da lugar a una nueva Jerusaleacuten en los tiempos finales el mundo griego pa-rece preferir los arquetipos ideales como modelos an-teriores al mundo material y desde los que se puede interpretar lo que ulteriormente sucede en la historia

Ahora bien la idea de una iglesia preexistente im-plica obviamente la distincioacuten entre eacutesta y la iglesia ldquocarnalrdquo que hay en la historia Esta distincioacuten estaacute cargada de consecuencias porque va a permitir que paulatinamente se vaya introduciendo la idea de una

5 Cf Pastor de Hermas II 4 1

6 Cf 2 Clem 142-3

16 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

iglesia invisible distinta de la iglesia visible La iglesia invisible no es soacutelo una realidad preexistente sino tambieacuten el modelo ideal al que se tiene que conformar la iglesia visible En Clemente de Alejandriacutea encon-tramos una posicioacuten de este tipo utilizada en sentido criacutetico Clemente sostiene que en la tierra los amos deben dar justicia e igualdad a los esclavos precisa-mente porque la iglesia terrenal es imagen de la igle-sia celestial7 Aquiacute estamos en un terreno claramente platoacutenico pues tambieacuten en la Repuacuteblica de Platoacuten la ciudad ideal es el modelo que sirve para determinar lo que las ciudades empiacutericas deberiacutean de ser al mismo tiempo que posibilita una actitud criacutetica respecto a ellas Ahora bien la distincioacuten entre iglesia invisible e iglesia visible tambieacuten puede desempentildear la funcioacuten opuesta Ante el progresivo acomodamiento de la iglesia al mundo de su contexto la distincioacuten entre una iglesia ideal y unas iglesias ldquovisiblesrdquo tambieacuten permitiraacute una cierta resignacioacuten ante el hecho de que el mundo sensible nunca podraacute llegar a ser igual que el mundo ideal De lo que se trataraacute maacutes bien seraacute de tener paciencia con el mundo real y aguardar que tras la muerte del cuerpo nuestra alma pueda llegar a gozar del mundo ideal La idea de un Dios que reina sobre un pueblo en la historia presente iraacute dejando lu-gar a un Dios que reina en los cielos Porque de hecho quien reina en la tierra son los emperadores cuya conversioacuten al cristianismo y cuyo patronazgo sobre la iglesia tendraacute que ser teoloacutegicamente integrado

Todaviacutea en Oriacutegenes encontramos claros alientos biacuteblicos cuando piensa en Judaacute como un pueblo go-bernado por Dios8 y tambieacuten cuando entiende que la iglesia terrena es la forma del reino que ha de venir pues su unidad adelanta la unidad de toda la huma-nidad9 Y es que Oriacutegenes a pesar del fuerte influjo del platonismo sobre su teologiacutea todaviacutea escribe en un contexto preconstantiniano En Agustiacuten de Hipo-na en cambio nos encontramos con la plena vigencia de la ecuacioacuten que equipara a la iglesia preexistente a la iglesia como arquetipo invisible y al mismo reino de Dios10 Ciertamente Agustiacuten tiene que admitir en su poleacutemica con los disidentes especialmente con los donatistas que la iglesia visible no es perfecta sino un ldquocuerpo mixtordquo en el que crece el trigo y la cizantildea Se trata sin duda de una curiosa interpretacioacuten de la pa-raacutebola evangeacutelica pues en ella Jesuacutes no refiere el

7 Cf Clemente de Alejandriacutea Stroacutemata 4 8 66

8 Cf Oriacutegenes Homiliacutea sobre Jeremiacuteas 9 2 (a propoacutesito de Jer 112)

9 Cf Oriacutegenes Sobre los principios I 6 2

10 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XIII 16 XVIII 29 Enqui-

ridioacuten a Laurencio 5615

campo en el que crecen el trigo y la cizantildea a la iglesia (ni a Israel) sino al mundo Sin embargo es obvio que el giro constantiniano al hacer co-extensivas la iglesia y el imperio permite interpretaciones como la de Agustiacuten asiacute como en el mundo creciacutean el trigo y la ci-zantildea tambieacuten ahora en la iglesia visible crecen el trigo y la cizantildea La distincioacuten entre el trigo y la cizantildea so-lamente es posible en la iglesia invisible cuya presen-cia no se distingue de aquella de los arquetipos a los que las realidades sensibles se asemejan Ahora bien en este aacutembito ideal Agustiacuten no tiene dificultades en afirmar sin ambages que ldquola iglesia es el reino de Cris-to y el reino de los cielosrdquo11

Esta identidad entre la iglesia y el reino de Dios se mantiene en la teologiacutea occidental a lo largo de las edades media y moderna aunque con un importante matiz en la medida en que la iglesia catoacutelica se va percibiendo a siacute misma como una ldquosociedad perfectardquo en oposicioacuten a los movimientos disidentes y a los es-tados nacionales crece tambieacuten la tendencia a identi-ficar esta iglesia presuntamente perfecta y sin duda visible con el reino de Dios Todaviacutea en el siglo XX autores catoacutelicos como Karl Adam (en El espiacuteritu del

catolicismo) o Reginald Garrigou-Lagrange (en Vida

eterna) han defendido la identidad entre la iglesia ca-toacutelica y el reino de Dios El concilio Vaticano II ha moderado levemente este entusiasmo afirmando que la iglesia es el reino de Dios presente ldquoen misteriordquo o que representa en la tierra ldquoel germen y el principiordquo del reino de Dios12 Tambieacuten en el aacutembito protestante se mantuvo desde los reformadores la identidad entre la iglesia y el reino de Dios Asiacute por ejemplo Lutero habla de la iglesia como ldquoel reino de Dios bajo Cris-tordquo13 Sin embargo los reformadores mantuvieron es-trictamente la distincioacuten agustiniana entre la iglesia visible y la iglesia invisible de modo que la ecuacioacuten entre la iglesia y el reino se daba maacutes bien en el aacutembi-to de la iglesia invisible y no en las diversas iglesias territoriales que surgieron de la Reforma En cambio en los grupos anabaptistas se comenzoacute a poner en tela de juicio la diferencia radical entre iglesia visible e iglesia invisible y se comenzoacute a entender la ldquoJerusa-leacuten celestialrdquo no como una iglesia distinta de la pre-sente sino como una metaacutefora de la iglesia histoacuterica concreta14

11 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XX 9 1-2

12 Cf Concilio Vaticano II LG 3 y 5

13 Cf Lutero WA 11 249-253 262

14 Cf J H Yoder Textos escogidos de la reforma radical Buenos Aires 1976 pp 403-443 W Klaassen Selecciones teoloacutegicas anabautistas Guatemala 1985 p 86

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 17

3 La iglesia no es el reino de Dios

La distincioacuten estricta entre la iglesia y el reino de Dios comienza con la ilustracioacuten En cierto modo co-mienza siendo una distincioacuten filosoacutefica que hace Kant en su obra de 1793-1794 sobre La religioacuten dentro de los

liacutemites de la pura razoacuten Como es sabido se trata de un texto tiacutepicamente ilustrado en el que se propone la progresiva sustitucioacuten de las religiones histoacutericas lle-nas de arbitrariedades por una religioacuten moral y ra-cional que en el fondo representa el nuacutecleo auteacutentico de toda religiosidad Al mismo tiempo como buen ilustrado Kant confiacutea en el triunfo progresivo de la moral y de la racionalidad en la historia humana En esta liacutenea Kant interpreta la victoria del principio del bien sobre el principio del mal como ldquofundacioacuten del reino de Dios sobre la tierrardquo15 De este modo el reino de Dios adquiere para toda la modernidad los claros caracteres de una utopiacutea eacutetica Ciertamente Kant re-conoce que la fundacioacuten de una comunidad moral constituye una obra que no se puede esperar de los seres humanos sino solamente de Dios Sin embargo los seres humanos no pueden permanecer de brazos cruzados sino que han de comportarse como si todo dependiera de ellos y solamente asiacute les estaacute permitido esperar que la providencia lleve a su esfuerzos bien intencionados a un cumplimiento pleno Esta comu-nidad eacutetica todaviacutea no realizada se puede interpretar entonces como una iglesia invisible mientras que la iglesia visible seriacutea aquella asociacioacuten de seres huma-nos que coincide con ese ideal y lo trata de realizar La verdadera iglesia visible seriacutea aquella que presenta (darstellt) el reino moral de Dios sobre la tierra y por tanto la iglesia podriacutea ser considerada como la repre-sentante (Repraumlsentantin) del reino o estado de Dios16

En buena medida puede decirse que las reflexiones kantianas han determinado el tratamiento de este problema teoloacutegico hasta el presente Albrecht Ritschl se sumoacute a la tesis kantiana diferenciado entre la igle-sia como comunidad del reino de Dios y el reino mismo de Dios17 Sin embargo no faltaron desde el principio las voces criacuteticas Friedrich Schleiermacher se opuso a la concepcioacuten eacutetica del reinado de Dios subrayando que eacuteste acontece no como realizacioacuten humana sino como efecto de la obra de Cristo Ahora bien el efecto de la obra de Cristo es la iglesia que en-tonces puede ser entendida por Schleiermacher como

15 Cf I Kant Die Religion innerhalb der Grenzen der bloszligen Vernunft B 127-222

16 Cf ibid B 142-144

17 Cf A Ritschl Unterricht in der christlichen Religion (1875) ed por G Ruhbach Guumltersloh 1966 p 15

ldquoreino de Dios fundado por Cristordquo18 La oposicioacuten a la concepcioacuten ilustrada en cierto modo se agudiza en el contexto de la ldquoescatologiacutea consecuenterdquo de Johan-nes Weiszlig y Albert Schweitzer El descubrimiento de la dimensioacuten escatoloacutegica del mensaje de Jesuacutes favorece una idea del reino de Dios como algo que se habriacutea de realizar como obra exclusiva de Dios sin la colabora-cioacuten humana De ahiacute que el sentildeoriacuteo (reinado) de Dios sea algo radicalmente distinto de la comunidad de los disciacutepulos de Jesuacutes por maacutes que ese sentildeoriacuteo seguacuten Weiszlig siacute incluye a la comunidad creyente en la que se realiza la verdadera justicia19 Ciertamente estos eacutenfa-sis escatoloacutegicos podriacutean haber sido importantes para recuperar aspectos esenciales del reinado de Dios y de su relacioacuten con la iglesia Sin embargo el movi-miento de la escatologiacutea consecuente planteaba dema-siados problemas a la teologiacutea de su tiempo como pa-ra poder ser digerido con facilidad Un Jesuacutes apocaliacutep-tico es tal vez una figura plausible en el siglo primero pero alguien demasiado extrantildeo para nuestro tiempo Y no soacutelo extrantildeo sino tambieacuten equivocado pues en definitiva la realizacioacuten inminente del reino por parte de Dios tal como la pensaron estos autores no habriacutea tenido lugar El final de los tiempos no llegoacute Jesuacutes y los primeros cristianos estaban equivocados

Ante esta dificultad una viacutea de solucioacuten empren-dida repetidamente por la teologiacutea del siglo XX fue la separar el mensaje de Jesuacutes de toda connotacioacuten apo-caliacuteptica Asiacute se pudo decir por ejemplo que los ele-mentos apocaliacutepticos de sus discursos habriacutean sido antildeadidos por la primera comunidad cristiana Jesuacutes no habriacutea anunciado la venida del reino de Dios o si la anuncioacute habriacutea tenido un sentido muy distinto al que despueacutes le atribuyeron los primeros cristianos El reino de Dios anunciado por Jesuacutes seriacutea un reino pu-ramente interior y su mensaje tendriacutea que ser enten-dido en teacuterminos puramente sapienciales o existencia-les La inminencia del reinado no tendriacutea que ser in-terpretada entonces como referida a grandes trans-formaciones globales sino simplemente como una ldquoescatologiacutea presenterdquo a diferencia de las escatologiacuteas futuristas de sus contemporaacuteneos La escatologiacutea pre-sente consistiriacutea simplemente en que aquellas trans-formaciones individuales e internas anunciadas por Jesuacutes seriacutean accesibles ya en el presente a cualquier persona con independencia de cualquier cataacutestrofe coacutesmica El precio de estas reinterpretaciones es por

18 Cf F Schleiermacher Der christliche Glaube (1930-1931) ed por M Redeker Berliacuten 1999 sect 107 citado en W Pannenberg Systematische Theologie vol 3 Goumlttingen 1993 p 47

19 Cf J Weiszlig Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes Goumlttingen 1892 pp 79 15-126

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 15: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 15

propio papel de Jesuacutes no resulte inicialmente nada claro Jesuacutes no parece favorecer el tiacutetulo de Mesiacuteas pa-ra siacute mismo sino maacutes bien el de ldquohijo del hombrerdquo Se trata como es sabido de un tiacutetulo que en el contexto del libro de Daniel pretende contrastar con el caraacutecter bestial de los imperios que se disputan el gobierno mundial (Dn 7) Pero es un tiacutetulo que de ninguacuten modo subraya el gobierno monaacuterquico del que lo porta sino que maacutes bien abre la perspectiva de un gobierno con-junto de todo ldquoel pueblo de los santos del altiacutesimordquo Y es que el anuncio de Jesuacutes sobre el reinado de Dios no parece haber ido unido a la idea de una restauracioacuten del estado de Israel en la que Jesuacutes mismo pudiera aparecer como el rey ungido (=Mesiacuteas) al frente de una nueva monarquiacutea daviacutedica Al contrario en Jesuacutes se mantiene la idea originaria de Israel de un pueblo distinto gobernado por Dios y en este sentido desti-nado a no reproducir el modelo de gobierno propio de las demaacutes naciones (Lc 2224-30) Dicho en otros teacuterminos el anuncio de Jesuacutes sobre el reino de Dios mantiene la idea hebrea de un reinar directo de Dios sobre su pueblo y de esta manera nos plantea la pre-gunta sobre el sentido de una posible figura mesiaacutenica en ese reinado pues tal figura inevitablemente entra en tensioacuten con la idea de un gobierno directo de Dios sobre su pueblo

Por otra parte en el anuncio de Jesuacutes sobre el rei-nado de Dios se plantean algunos problemas adicio-nales El anuncio se expresa en el lenguaje de la apo-caliacuteptica con diversas alusiones no soacutelo a aconteci-mientos dramaacuteticos y beacutelicos sino tambieacuten a sucesos coacutesmicos como el oscurecimiento del sol la falta de luz en la luna la caiacuteda de las estrellas o la sacudida de las potencias celestiales (Mc 1324-25) Estas afir-maciones parecen ligar la venida del reinado de Dios con el final de la historia humana y con el final del universo espacio-temporal De aquiacute surgen dos cues-tiones importantes Una se refiere al hecho de que ese final de la historia no tuvo lugar con lo que inevita-blemente surge la pregunta por la posible ldquoequivoca-cioacutenrdquo de Jesuacutes y del cristianismo apostoacutelico Otra cuestioacuten estaacute expresada en la famosa expresioacuten de Loisy seguacuten la cual Jesuacutes habriacutea anunciado la llegada del reino de Dios pero lo que en realidad habriacutea ve-nido seriacutea la iglesia4 El llamado ldquoretraso de la paru-siacuteardquo el hecho de que no llegara lo que se predicaba como inminente habriacutea dado paso a la aparicioacuten de una realidad ambigua no directamente querida por

4 ldquoJeacutesus annonccedilait le royaume et crsquoest lrsquoeacuteglise quie est venuerdquo cf A Loisy LrsquoEvangile et lrsquoEglise Pariacutes 1902 p 111 Loisy queriacutea subrayar la continuidad aunque su expresioacuten luego se ha citado en el sentido opuesto

Jesuacutes y que llamamos iglesia No vino algo bueno que Jesuacutes anunciaba sino algo ambiguo como la igle-sia que de ninguna manera puede sustituir al reino de Dios Al menos esta parece ser la interpretacioacuten de muchos autores contemporaacuteneos Sin embargo esta interpretacioacuten no es necesariamente la maacutes correcta Pero tal vez merezca la pena preguntarnos coacutemo se ha llegado a ella

2 La iglesia como reino de Dios

En la historia de la teologiacutea cristiana aparecen muy pronto tendencias que a la larga posibilitaraacuten la pro-gresiva interpretacioacuten del reino de Dios como una rea-lidad ajena a este mundo a lo que sin duda ayudoacute la creciente influencia de la filosofiacutea platoacutenica sobre el cristianismo En el Pastor de Hermas nos encontramos ya con la reflexioacuten sobre una iglesia preexistente creada antes que todas las cosas5 Lo que inicialmente se quiere indicar con la preexistencia de la iglesia es el hecho de que el sentido profundo del universo culmi-na en la comunidad iniciada por Jesuacutes Al afirmar que la iglesia ha sido creada antes de todas las cosas se puede afirmar en los moldes culturales de su tiempo que todas las demaacutes cosas han sido creadas por razoacuten de la iglesia De forma semejante en la segunda carta de Clemente se afirma que la iglesia espiritual fue creada antes que el sol y que la luna de tal manera que ya antes que todas las cosas la iglesia estaacute referi-da a Cristo Ciertamente hay tambieacuten una iglesia car-nal situada en la historia del mismo modo que Jesuacutes tambieacuten vino en carne Pero ya antes de que todas las demaacutes cosas fueran creadas hay una referencia cons-titutiva entre Cristo y la iglesia6 No era difiacutecil que ul-teriormente esta iglesia preexistente fuera asociada con las imaacutegenes biacuteblicas de una Jerusaleacuten celestial tal como aparecen en la Carta a los Gaacutelatas (Ga 425-26) o en el libro del Apocalipsis (312 212) Sin embargo esa asociacioacuten no deja de esconder una diferencia im-portante mientras que el mundo biacuteblico piensa desde la accioacuten histoacuterica de Dios que da lugar a una nueva Jerusaleacuten en los tiempos finales el mundo griego pa-rece preferir los arquetipos ideales como modelos an-teriores al mundo material y desde los que se puede interpretar lo que ulteriormente sucede en la historia

Ahora bien la idea de una iglesia preexistente im-plica obviamente la distincioacuten entre eacutesta y la iglesia ldquocarnalrdquo que hay en la historia Esta distincioacuten estaacute cargada de consecuencias porque va a permitir que paulatinamente se vaya introduciendo la idea de una

5 Cf Pastor de Hermas II 4 1

6 Cf 2 Clem 142-3

16 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

iglesia invisible distinta de la iglesia visible La iglesia invisible no es soacutelo una realidad preexistente sino tambieacuten el modelo ideal al que se tiene que conformar la iglesia visible En Clemente de Alejandriacutea encon-tramos una posicioacuten de este tipo utilizada en sentido criacutetico Clemente sostiene que en la tierra los amos deben dar justicia e igualdad a los esclavos precisa-mente porque la iglesia terrenal es imagen de la igle-sia celestial7 Aquiacute estamos en un terreno claramente platoacutenico pues tambieacuten en la Repuacuteblica de Platoacuten la ciudad ideal es el modelo que sirve para determinar lo que las ciudades empiacutericas deberiacutean de ser al mismo tiempo que posibilita una actitud criacutetica respecto a ellas Ahora bien la distincioacuten entre iglesia invisible e iglesia visible tambieacuten puede desempentildear la funcioacuten opuesta Ante el progresivo acomodamiento de la iglesia al mundo de su contexto la distincioacuten entre una iglesia ideal y unas iglesias ldquovisiblesrdquo tambieacuten permitiraacute una cierta resignacioacuten ante el hecho de que el mundo sensible nunca podraacute llegar a ser igual que el mundo ideal De lo que se trataraacute maacutes bien seraacute de tener paciencia con el mundo real y aguardar que tras la muerte del cuerpo nuestra alma pueda llegar a gozar del mundo ideal La idea de un Dios que reina sobre un pueblo en la historia presente iraacute dejando lu-gar a un Dios que reina en los cielos Porque de hecho quien reina en la tierra son los emperadores cuya conversioacuten al cristianismo y cuyo patronazgo sobre la iglesia tendraacute que ser teoloacutegicamente integrado

Todaviacutea en Oriacutegenes encontramos claros alientos biacuteblicos cuando piensa en Judaacute como un pueblo go-bernado por Dios8 y tambieacuten cuando entiende que la iglesia terrena es la forma del reino que ha de venir pues su unidad adelanta la unidad de toda la huma-nidad9 Y es que Oriacutegenes a pesar del fuerte influjo del platonismo sobre su teologiacutea todaviacutea escribe en un contexto preconstantiniano En Agustiacuten de Hipo-na en cambio nos encontramos con la plena vigencia de la ecuacioacuten que equipara a la iglesia preexistente a la iglesia como arquetipo invisible y al mismo reino de Dios10 Ciertamente Agustiacuten tiene que admitir en su poleacutemica con los disidentes especialmente con los donatistas que la iglesia visible no es perfecta sino un ldquocuerpo mixtordquo en el que crece el trigo y la cizantildea Se trata sin duda de una curiosa interpretacioacuten de la pa-raacutebola evangeacutelica pues en ella Jesuacutes no refiere el

7 Cf Clemente de Alejandriacutea Stroacutemata 4 8 66

8 Cf Oriacutegenes Homiliacutea sobre Jeremiacuteas 9 2 (a propoacutesito de Jer 112)

9 Cf Oriacutegenes Sobre los principios I 6 2

10 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XIII 16 XVIII 29 Enqui-

ridioacuten a Laurencio 5615

campo en el que crecen el trigo y la cizantildea a la iglesia (ni a Israel) sino al mundo Sin embargo es obvio que el giro constantiniano al hacer co-extensivas la iglesia y el imperio permite interpretaciones como la de Agustiacuten asiacute como en el mundo creciacutean el trigo y la ci-zantildea tambieacuten ahora en la iglesia visible crecen el trigo y la cizantildea La distincioacuten entre el trigo y la cizantildea so-lamente es posible en la iglesia invisible cuya presen-cia no se distingue de aquella de los arquetipos a los que las realidades sensibles se asemejan Ahora bien en este aacutembito ideal Agustiacuten no tiene dificultades en afirmar sin ambages que ldquola iglesia es el reino de Cris-to y el reino de los cielosrdquo11

Esta identidad entre la iglesia y el reino de Dios se mantiene en la teologiacutea occidental a lo largo de las edades media y moderna aunque con un importante matiz en la medida en que la iglesia catoacutelica se va percibiendo a siacute misma como una ldquosociedad perfectardquo en oposicioacuten a los movimientos disidentes y a los es-tados nacionales crece tambieacuten la tendencia a identi-ficar esta iglesia presuntamente perfecta y sin duda visible con el reino de Dios Todaviacutea en el siglo XX autores catoacutelicos como Karl Adam (en El espiacuteritu del

catolicismo) o Reginald Garrigou-Lagrange (en Vida

eterna) han defendido la identidad entre la iglesia ca-toacutelica y el reino de Dios El concilio Vaticano II ha moderado levemente este entusiasmo afirmando que la iglesia es el reino de Dios presente ldquoen misteriordquo o que representa en la tierra ldquoel germen y el principiordquo del reino de Dios12 Tambieacuten en el aacutembito protestante se mantuvo desde los reformadores la identidad entre la iglesia y el reino de Dios Asiacute por ejemplo Lutero habla de la iglesia como ldquoel reino de Dios bajo Cris-tordquo13 Sin embargo los reformadores mantuvieron es-trictamente la distincioacuten agustiniana entre la iglesia visible y la iglesia invisible de modo que la ecuacioacuten entre la iglesia y el reino se daba maacutes bien en el aacutembi-to de la iglesia invisible y no en las diversas iglesias territoriales que surgieron de la Reforma En cambio en los grupos anabaptistas se comenzoacute a poner en tela de juicio la diferencia radical entre iglesia visible e iglesia invisible y se comenzoacute a entender la ldquoJerusa-leacuten celestialrdquo no como una iglesia distinta de la pre-sente sino como una metaacutefora de la iglesia histoacuterica concreta14

11 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XX 9 1-2

12 Cf Concilio Vaticano II LG 3 y 5

13 Cf Lutero WA 11 249-253 262

14 Cf J H Yoder Textos escogidos de la reforma radical Buenos Aires 1976 pp 403-443 W Klaassen Selecciones teoloacutegicas anabautistas Guatemala 1985 p 86

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 17

3 La iglesia no es el reino de Dios

La distincioacuten estricta entre la iglesia y el reino de Dios comienza con la ilustracioacuten En cierto modo co-mienza siendo una distincioacuten filosoacutefica que hace Kant en su obra de 1793-1794 sobre La religioacuten dentro de los

liacutemites de la pura razoacuten Como es sabido se trata de un texto tiacutepicamente ilustrado en el que se propone la progresiva sustitucioacuten de las religiones histoacutericas lle-nas de arbitrariedades por una religioacuten moral y ra-cional que en el fondo representa el nuacutecleo auteacutentico de toda religiosidad Al mismo tiempo como buen ilustrado Kant confiacutea en el triunfo progresivo de la moral y de la racionalidad en la historia humana En esta liacutenea Kant interpreta la victoria del principio del bien sobre el principio del mal como ldquofundacioacuten del reino de Dios sobre la tierrardquo15 De este modo el reino de Dios adquiere para toda la modernidad los claros caracteres de una utopiacutea eacutetica Ciertamente Kant re-conoce que la fundacioacuten de una comunidad moral constituye una obra que no se puede esperar de los seres humanos sino solamente de Dios Sin embargo los seres humanos no pueden permanecer de brazos cruzados sino que han de comportarse como si todo dependiera de ellos y solamente asiacute les estaacute permitido esperar que la providencia lleve a su esfuerzos bien intencionados a un cumplimiento pleno Esta comu-nidad eacutetica todaviacutea no realizada se puede interpretar entonces como una iglesia invisible mientras que la iglesia visible seriacutea aquella asociacioacuten de seres huma-nos que coincide con ese ideal y lo trata de realizar La verdadera iglesia visible seriacutea aquella que presenta (darstellt) el reino moral de Dios sobre la tierra y por tanto la iglesia podriacutea ser considerada como la repre-sentante (Repraumlsentantin) del reino o estado de Dios16

En buena medida puede decirse que las reflexiones kantianas han determinado el tratamiento de este problema teoloacutegico hasta el presente Albrecht Ritschl se sumoacute a la tesis kantiana diferenciado entre la igle-sia como comunidad del reino de Dios y el reino mismo de Dios17 Sin embargo no faltaron desde el principio las voces criacuteticas Friedrich Schleiermacher se opuso a la concepcioacuten eacutetica del reinado de Dios subrayando que eacuteste acontece no como realizacioacuten humana sino como efecto de la obra de Cristo Ahora bien el efecto de la obra de Cristo es la iglesia que en-tonces puede ser entendida por Schleiermacher como

15 Cf I Kant Die Religion innerhalb der Grenzen der bloszligen Vernunft B 127-222

16 Cf ibid B 142-144

17 Cf A Ritschl Unterricht in der christlichen Religion (1875) ed por G Ruhbach Guumltersloh 1966 p 15

ldquoreino de Dios fundado por Cristordquo18 La oposicioacuten a la concepcioacuten ilustrada en cierto modo se agudiza en el contexto de la ldquoescatologiacutea consecuenterdquo de Johan-nes Weiszlig y Albert Schweitzer El descubrimiento de la dimensioacuten escatoloacutegica del mensaje de Jesuacutes favorece una idea del reino de Dios como algo que se habriacutea de realizar como obra exclusiva de Dios sin la colabora-cioacuten humana De ahiacute que el sentildeoriacuteo (reinado) de Dios sea algo radicalmente distinto de la comunidad de los disciacutepulos de Jesuacutes por maacutes que ese sentildeoriacuteo seguacuten Weiszlig siacute incluye a la comunidad creyente en la que se realiza la verdadera justicia19 Ciertamente estos eacutenfa-sis escatoloacutegicos podriacutean haber sido importantes para recuperar aspectos esenciales del reinado de Dios y de su relacioacuten con la iglesia Sin embargo el movi-miento de la escatologiacutea consecuente planteaba dema-siados problemas a la teologiacutea de su tiempo como pa-ra poder ser digerido con facilidad Un Jesuacutes apocaliacutep-tico es tal vez una figura plausible en el siglo primero pero alguien demasiado extrantildeo para nuestro tiempo Y no soacutelo extrantildeo sino tambieacuten equivocado pues en definitiva la realizacioacuten inminente del reino por parte de Dios tal como la pensaron estos autores no habriacutea tenido lugar El final de los tiempos no llegoacute Jesuacutes y los primeros cristianos estaban equivocados

Ante esta dificultad una viacutea de solucioacuten empren-dida repetidamente por la teologiacutea del siglo XX fue la separar el mensaje de Jesuacutes de toda connotacioacuten apo-caliacuteptica Asiacute se pudo decir por ejemplo que los ele-mentos apocaliacutepticos de sus discursos habriacutean sido antildeadidos por la primera comunidad cristiana Jesuacutes no habriacutea anunciado la venida del reino de Dios o si la anuncioacute habriacutea tenido un sentido muy distinto al que despueacutes le atribuyeron los primeros cristianos El reino de Dios anunciado por Jesuacutes seriacutea un reino pu-ramente interior y su mensaje tendriacutea que ser enten-dido en teacuterminos puramente sapienciales o existencia-les La inminencia del reinado no tendriacutea que ser in-terpretada entonces como referida a grandes trans-formaciones globales sino simplemente como una ldquoescatologiacutea presenterdquo a diferencia de las escatologiacuteas futuristas de sus contemporaacuteneos La escatologiacutea pre-sente consistiriacutea simplemente en que aquellas trans-formaciones individuales e internas anunciadas por Jesuacutes seriacutean accesibles ya en el presente a cualquier persona con independencia de cualquier cataacutestrofe coacutesmica El precio de estas reinterpretaciones es por

18 Cf F Schleiermacher Der christliche Glaube (1930-1931) ed por M Redeker Berliacuten 1999 sect 107 citado en W Pannenberg Systematische Theologie vol 3 Goumlttingen 1993 p 47

19 Cf J Weiszlig Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes Goumlttingen 1892 pp 79 15-126

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 16: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

16 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

iglesia invisible distinta de la iglesia visible La iglesia invisible no es soacutelo una realidad preexistente sino tambieacuten el modelo ideal al que se tiene que conformar la iglesia visible En Clemente de Alejandriacutea encon-tramos una posicioacuten de este tipo utilizada en sentido criacutetico Clemente sostiene que en la tierra los amos deben dar justicia e igualdad a los esclavos precisa-mente porque la iglesia terrenal es imagen de la igle-sia celestial7 Aquiacute estamos en un terreno claramente platoacutenico pues tambieacuten en la Repuacuteblica de Platoacuten la ciudad ideal es el modelo que sirve para determinar lo que las ciudades empiacutericas deberiacutean de ser al mismo tiempo que posibilita una actitud criacutetica respecto a ellas Ahora bien la distincioacuten entre iglesia invisible e iglesia visible tambieacuten puede desempentildear la funcioacuten opuesta Ante el progresivo acomodamiento de la iglesia al mundo de su contexto la distincioacuten entre una iglesia ideal y unas iglesias ldquovisiblesrdquo tambieacuten permitiraacute una cierta resignacioacuten ante el hecho de que el mundo sensible nunca podraacute llegar a ser igual que el mundo ideal De lo que se trataraacute maacutes bien seraacute de tener paciencia con el mundo real y aguardar que tras la muerte del cuerpo nuestra alma pueda llegar a gozar del mundo ideal La idea de un Dios que reina sobre un pueblo en la historia presente iraacute dejando lu-gar a un Dios que reina en los cielos Porque de hecho quien reina en la tierra son los emperadores cuya conversioacuten al cristianismo y cuyo patronazgo sobre la iglesia tendraacute que ser teoloacutegicamente integrado

Todaviacutea en Oriacutegenes encontramos claros alientos biacuteblicos cuando piensa en Judaacute como un pueblo go-bernado por Dios8 y tambieacuten cuando entiende que la iglesia terrena es la forma del reino que ha de venir pues su unidad adelanta la unidad de toda la huma-nidad9 Y es que Oriacutegenes a pesar del fuerte influjo del platonismo sobre su teologiacutea todaviacutea escribe en un contexto preconstantiniano En Agustiacuten de Hipo-na en cambio nos encontramos con la plena vigencia de la ecuacioacuten que equipara a la iglesia preexistente a la iglesia como arquetipo invisible y al mismo reino de Dios10 Ciertamente Agustiacuten tiene que admitir en su poleacutemica con los disidentes especialmente con los donatistas que la iglesia visible no es perfecta sino un ldquocuerpo mixtordquo en el que crece el trigo y la cizantildea Se trata sin duda de una curiosa interpretacioacuten de la pa-raacutebola evangeacutelica pues en ella Jesuacutes no refiere el

7 Cf Clemente de Alejandriacutea Stroacutemata 4 8 66

8 Cf Oriacutegenes Homiliacutea sobre Jeremiacuteas 9 2 (a propoacutesito de Jer 112)

9 Cf Oriacutegenes Sobre los principios I 6 2

10 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XIII 16 XVIII 29 Enqui-

ridioacuten a Laurencio 5615

campo en el que crecen el trigo y la cizantildea a la iglesia (ni a Israel) sino al mundo Sin embargo es obvio que el giro constantiniano al hacer co-extensivas la iglesia y el imperio permite interpretaciones como la de Agustiacuten asiacute como en el mundo creciacutean el trigo y la ci-zantildea tambieacuten ahora en la iglesia visible crecen el trigo y la cizantildea La distincioacuten entre el trigo y la cizantildea so-lamente es posible en la iglesia invisible cuya presen-cia no se distingue de aquella de los arquetipos a los que las realidades sensibles se asemejan Ahora bien en este aacutembito ideal Agustiacuten no tiene dificultades en afirmar sin ambages que ldquola iglesia es el reino de Cris-to y el reino de los cielosrdquo11

Esta identidad entre la iglesia y el reino de Dios se mantiene en la teologiacutea occidental a lo largo de las edades media y moderna aunque con un importante matiz en la medida en que la iglesia catoacutelica se va percibiendo a siacute misma como una ldquosociedad perfectardquo en oposicioacuten a los movimientos disidentes y a los es-tados nacionales crece tambieacuten la tendencia a identi-ficar esta iglesia presuntamente perfecta y sin duda visible con el reino de Dios Todaviacutea en el siglo XX autores catoacutelicos como Karl Adam (en El espiacuteritu del

catolicismo) o Reginald Garrigou-Lagrange (en Vida

eterna) han defendido la identidad entre la iglesia ca-toacutelica y el reino de Dios El concilio Vaticano II ha moderado levemente este entusiasmo afirmando que la iglesia es el reino de Dios presente ldquoen misteriordquo o que representa en la tierra ldquoel germen y el principiordquo del reino de Dios12 Tambieacuten en el aacutembito protestante se mantuvo desde los reformadores la identidad entre la iglesia y el reino de Dios Asiacute por ejemplo Lutero habla de la iglesia como ldquoel reino de Dios bajo Cris-tordquo13 Sin embargo los reformadores mantuvieron es-trictamente la distincioacuten agustiniana entre la iglesia visible y la iglesia invisible de modo que la ecuacioacuten entre la iglesia y el reino se daba maacutes bien en el aacutembi-to de la iglesia invisible y no en las diversas iglesias territoriales que surgieron de la Reforma En cambio en los grupos anabaptistas se comenzoacute a poner en tela de juicio la diferencia radical entre iglesia visible e iglesia invisible y se comenzoacute a entender la ldquoJerusa-leacuten celestialrdquo no como una iglesia distinta de la pre-sente sino como una metaacutefora de la iglesia histoacuterica concreta14

11 Cf Agustiacuten de Hipona La ciudad de Dios XX 9 1-2

12 Cf Concilio Vaticano II LG 3 y 5

13 Cf Lutero WA 11 249-253 262

14 Cf J H Yoder Textos escogidos de la reforma radical Buenos Aires 1976 pp 403-443 W Klaassen Selecciones teoloacutegicas anabautistas Guatemala 1985 p 86

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 17

3 La iglesia no es el reino de Dios

La distincioacuten estricta entre la iglesia y el reino de Dios comienza con la ilustracioacuten En cierto modo co-mienza siendo una distincioacuten filosoacutefica que hace Kant en su obra de 1793-1794 sobre La religioacuten dentro de los

liacutemites de la pura razoacuten Como es sabido se trata de un texto tiacutepicamente ilustrado en el que se propone la progresiva sustitucioacuten de las religiones histoacutericas lle-nas de arbitrariedades por una religioacuten moral y ra-cional que en el fondo representa el nuacutecleo auteacutentico de toda religiosidad Al mismo tiempo como buen ilustrado Kant confiacutea en el triunfo progresivo de la moral y de la racionalidad en la historia humana En esta liacutenea Kant interpreta la victoria del principio del bien sobre el principio del mal como ldquofundacioacuten del reino de Dios sobre la tierrardquo15 De este modo el reino de Dios adquiere para toda la modernidad los claros caracteres de una utopiacutea eacutetica Ciertamente Kant re-conoce que la fundacioacuten de una comunidad moral constituye una obra que no se puede esperar de los seres humanos sino solamente de Dios Sin embargo los seres humanos no pueden permanecer de brazos cruzados sino que han de comportarse como si todo dependiera de ellos y solamente asiacute les estaacute permitido esperar que la providencia lleve a su esfuerzos bien intencionados a un cumplimiento pleno Esta comu-nidad eacutetica todaviacutea no realizada se puede interpretar entonces como una iglesia invisible mientras que la iglesia visible seriacutea aquella asociacioacuten de seres huma-nos que coincide con ese ideal y lo trata de realizar La verdadera iglesia visible seriacutea aquella que presenta (darstellt) el reino moral de Dios sobre la tierra y por tanto la iglesia podriacutea ser considerada como la repre-sentante (Repraumlsentantin) del reino o estado de Dios16

En buena medida puede decirse que las reflexiones kantianas han determinado el tratamiento de este problema teoloacutegico hasta el presente Albrecht Ritschl se sumoacute a la tesis kantiana diferenciado entre la igle-sia como comunidad del reino de Dios y el reino mismo de Dios17 Sin embargo no faltaron desde el principio las voces criacuteticas Friedrich Schleiermacher se opuso a la concepcioacuten eacutetica del reinado de Dios subrayando que eacuteste acontece no como realizacioacuten humana sino como efecto de la obra de Cristo Ahora bien el efecto de la obra de Cristo es la iglesia que en-tonces puede ser entendida por Schleiermacher como

15 Cf I Kant Die Religion innerhalb der Grenzen der bloszligen Vernunft B 127-222

16 Cf ibid B 142-144

17 Cf A Ritschl Unterricht in der christlichen Religion (1875) ed por G Ruhbach Guumltersloh 1966 p 15

ldquoreino de Dios fundado por Cristordquo18 La oposicioacuten a la concepcioacuten ilustrada en cierto modo se agudiza en el contexto de la ldquoescatologiacutea consecuenterdquo de Johan-nes Weiszlig y Albert Schweitzer El descubrimiento de la dimensioacuten escatoloacutegica del mensaje de Jesuacutes favorece una idea del reino de Dios como algo que se habriacutea de realizar como obra exclusiva de Dios sin la colabora-cioacuten humana De ahiacute que el sentildeoriacuteo (reinado) de Dios sea algo radicalmente distinto de la comunidad de los disciacutepulos de Jesuacutes por maacutes que ese sentildeoriacuteo seguacuten Weiszlig siacute incluye a la comunidad creyente en la que se realiza la verdadera justicia19 Ciertamente estos eacutenfa-sis escatoloacutegicos podriacutean haber sido importantes para recuperar aspectos esenciales del reinado de Dios y de su relacioacuten con la iglesia Sin embargo el movi-miento de la escatologiacutea consecuente planteaba dema-siados problemas a la teologiacutea de su tiempo como pa-ra poder ser digerido con facilidad Un Jesuacutes apocaliacutep-tico es tal vez una figura plausible en el siglo primero pero alguien demasiado extrantildeo para nuestro tiempo Y no soacutelo extrantildeo sino tambieacuten equivocado pues en definitiva la realizacioacuten inminente del reino por parte de Dios tal como la pensaron estos autores no habriacutea tenido lugar El final de los tiempos no llegoacute Jesuacutes y los primeros cristianos estaban equivocados

Ante esta dificultad una viacutea de solucioacuten empren-dida repetidamente por la teologiacutea del siglo XX fue la separar el mensaje de Jesuacutes de toda connotacioacuten apo-caliacuteptica Asiacute se pudo decir por ejemplo que los ele-mentos apocaliacutepticos de sus discursos habriacutean sido antildeadidos por la primera comunidad cristiana Jesuacutes no habriacutea anunciado la venida del reino de Dios o si la anuncioacute habriacutea tenido un sentido muy distinto al que despueacutes le atribuyeron los primeros cristianos El reino de Dios anunciado por Jesuacutes seriacutea un reino pu-ramente interior y su mensaje tendriacutea que ser enten-dido en teacuterminos puramente sapienciales o existencia-les La inminencia del reinado no tendriacutea que ser in-terpretada entonces como referida a grandes trans-formaciones globales sino simplemente como una ldquoescatologiacutea presenterdquo a diferencia de las escatologiacuteas futuristas de sus contemporaacuteneos La escatologiacutea pre-sente consistiriacutea simplemente en que aquellas trans-formaciones individuales e internas anunciadas por Jesuacutes seriacutean accesibles ya en el presente a cualquier persona con independencia de cualquier cataacutestrofe coacutesmica El precio de estas reinterpretaciones es por

18 Cf F Schleiermacher Der christliche Glaube (1930-1931) ed por M Redeker Berliacuten 1999 sect 107 citado en W Pannenberg Systematische Theologie vol 3 Goumlttingen 1993 p 47

19 Cf J Weiszlig Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes Goumlttingen 1892 pp 79 15-126

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 17: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 17

3 La iglesia no es el reino de Dios

La distincioacuten estricta entre la iglesia y el reino de Dios comienza con la ilustracioacuten En cierto modo co-mienza siendo una distincioacuten filosoacutefica que hace Kant en su obra de 1793-1794 sobre La religioacuten dentro de los

liacutemites de la pura razoacuten Como es sabido se trata de un texto tiacutepicamente ilustrado en el que se propone la progresiva sustitucioacuten de las religiones histoacutericas lle-nas de arbitrariedades por una religioacuten moral y ra-cional que en el fondo representa el nuacutecleo auteacutentico de toda religiosidad Al mismo tiempo como buen ilustrado Kant confiacutea en el triunfo progresivo de la moral y de la racionalidad en la historia humana En esta liacutenea Kant interpreta la victoria del principio del bien sobre el principio del mal como ldquofundacioacuten del reino de Dios sobre la tierrardquo15 De este modo el reino de Dios adquiere para toda la modernidad los claros caracteres de una utopiacutea eacutetica Ciertamente Kant re-conoce que la fundacioacuten de una comunidad moral constituye una obra que no se puede esperar de los seres humanos sino solamente de Dios Sin embargo los seres humanos no pueden permanecer de brazos cruzados sino que han de comportarse como si todo dependiera de ellos y solamente asiacute les estaacute permitido esperar que la providencia lleve a su esfuerzos bien intencionados a un cumplimiento pleno Esta comu-nidad eacutetica todaviacutea no realizada se puede interpretar entonces como una iglesia invisible mientras que la iglesia visible seriacutea aquella asociacioacuten de seres huma-nos que coincide con ese ideal y lo trata de realizar La verdadera iglesia visible seriacutea aquella que presenta (darstellt) el reino moral de Dios sobre la tierra y por tanto la iglesia podriacutea ser considerada como la repre-sentante (Repraumlsentantin) del reino o estado de Dios16

En buena medida puede decirse que las reflexiones kantianas han determinado el tratamiento de este problema teoloacutegico hasta el presente Albrecht Ritschl se sumoacute a la tesis kantiana diferenciado entre la igle-sia como comunidad del reino de Dios y el reino mismo de Dios17 Sin embargo no faltaron desde el principio las voces criacuteticas Friedrich Schleiermacher se opuso a la concepcioacuten eacutetica del reinado de Dios subrayando que eacuteste acontece no como realizacioacuten humana sino como efecto de la obra de Cristo Ahora bien el efecto de la obra de Cristo es la iglesia que en-tonces puede ser entendida por Schleiermacher como

15 Cf I Kant Die Religion innerhalb der Grenzen der bloszligen Vernunft B 127-222

16 Cf ibid B 142-144

17 Cf A Ritschl Unterricht in der christlichen Religion (1875) ed por G Ruhbach Guumltersloh 1966 p 15

ldquoreino de Dios fundado por Cristordquo18 La oposicioacuten a la concepcioacuten ilustrada en cierto modo se agudiza en el contexto de la ldquoescatologiacutea consecuenterdquo de Johan-nes Weiszlig y Albert Schweitzer El descubrimiento de la dimensioacuten escatoloacutegica del mensaje de Jesuacutes favorece una idea del reino de Dios como algo que se habriacutea de realizar como obra exclusiva de Dios sin la colabora-cioacuten humana De ahiacute que el sentildeoriacuteo (reinado) de Dios sea algo radicalmente distinto de la comunidad de los disciacutepulos de Jesuacutes por maacutes que ese sentildeoriacuteo seguacuten Weiszlig siacute incluye a la comunidad creyente en la que se realiza la verdadera justicia19 Ciertamente estos eacutenfa-sis escatoloacutegicos podriacutean haber sido importantes para recuperar aspectos esenciales del reinado de Dios y de su relacioacuten con la iglesia Sin embargo el movi-miento de la escatologiacutea consecuente planteaba dema-siados problemas a la teologiacutea de su tiempo como pa-ra poder ser digerido con facilidad Un Jesuacutes apocaliacutep-tico es tal vez una figura plausible en el siglo primero pero alguien demasiado extrantildeo para nuestro tiempo Y no soacutelo extrantildeo sino tambieacuten equivocado pues en definitiva la realizacioacuten inminente del reino por parte de Dios tal como la pensaron estos autores no habriacutea tenido lugar El final de los tiempos no llegoacute Jesuacutes y los primeros cristianos estaban equivocados

Ante esta dificultad una viacutea de solucioacuten empren-dida repetidamente por la teologiacutea del siglo XX fue la separar el mensaje de Jesuacutes de toda connotacioacuten apo-caliacuteptica Asiacute se pudo decir por ejemplo que los ele-mentos apocaliacutepticos de sus discursos habriacutean sido antildeadidos por la primera comunidad cristiana Jesuacutes no habriacutea anunciado la venida del reino de Dios o si la anuncioacute habriacutea tenido un sentido muy distinto al que despueacutes le atribuyeron los primeros cristianos El reino de Dios anunciado por Jesuacutes seriacutea un reino pu-ramente interior y su mensaje tendriacutea que ser enten-dido en teacuterminos puramente sapienciales o existencia-les La inminencia del reinado no tendriacutea que ser in-terpretada entonces como referida a grandes trans-formaciones globales sino simplemente como una ldquoescatologiacutea presenterdquo a diferencia de las escatologiacuteas futuristas de sus contemporaacuteneos La escatologiacutea pre-sente consistiriacutea simplemente en que aquellas trans-formaciones individuales e internas anunciadas por Jesuacutes seriacutean accesibles ya en el presente a cualquier persona con independencia de cualquier cataacutestrofe coacutesmica El precio de estas reinterpretaciones es por

18 Cf F Schleiermacher Der christliche Glaube (1930-1931) ed por M Redeker Berliacuten 1999 sect 107 citado en W Pannenberg Systematische Theologie vol 3 Goumlttingen 1993 p 47

19 Cf J Weiszlig Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes Goumlttingen 1892 pp 79 15-126

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 18: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

18 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

supuesto la necesidad de amputar grandes extensio-nes de los evangelios y de privar al mensaje cristiano de referencias al mundo externo y a las realidades so-ciales e histoacutericas Por eso mismo otra corriente im-portante de la teologiacutea contemporaacutenea ha preferido mantenerse en la ruta abierta por Kant El reino de Dios seriacutea la expresioacuten de la utopiacutea de una humani-dad eacuteticamente realizada y perteneceriacutea al futuro que ha de llegar no soacutelo como una accioacuten de Dios sino tambieacuten mediante el trabajo humano en la historia La inminencia de ese reinado significariacutea la posibilidad de gozar ya en el presente de algunos de sus frutos y la iglesia seriacutea aquella comunidad que anuncia y promueve el acercamiento de esa utopiacutea cuya realiza-cioacuten plena significaraacute la consumacioacuten de la historia humana maacutes allaacute de este mundo

Esto significa que la distincioacuten entre la iglesia y el reino de Dios se puede considerar como una tesis bien establecida en la teologiacutea contemporaacutenea20 La distin-cioacuten suele transcurrir sobre las siguientes coordena-das En primer lugar la iglesia es una realidad parti-cular que solamente alcanza a una parte de la huma-nidad mientras que el reino de Dios es algo que con-cierne a toda la humanidad y a toda la historia En se-gundo lugar la iglesia es una comunidad limitada por la imperfeccioacuten (al menos en la doctrina catoacutelica por la imperfeccioacuten de sus miembros) mientras que el re-ino de Dios es algo perfecto que colmaraacute plenamente las ansias de todos los corazones humanos En tercer lugar la iglesia es algo que pertenece al presente mientras que el reino de Dios al menos en su realiza-cioacuten plena es algo que concierne al futuro Esto no obsta para que se admita que en el presente sea posi-ble gozar de alguacuten tipo de adelantos del reino de Dios pero nunca de su plenitud En esta perspectiva la iglesia ndashseguacuten matices en las diversas teologiacuteas- una institucioacuten que le compete anunciar promover repre-sentar adelantar etc el reino de Dios Pero en todos los casos ese reino de Dios es algo distinto de la igle-sia La teologiacutea latinoamericana de la liberacioacuten se inscribe en este marco teoloacutegico aunque con algunos acentos propios como pueden ser las dimensiones so-ciales de la utopiacutea del reino de Dios la posibilidad de adelantar parcialmente esa utopiacutea por medio de cier-tos logros socio-poliacuteticos y la denuncia contra ciertos estratos del Nuevo Testamento (especialmente contra

20 Cf K Rahner Schriften zur Theologie vol VI Einsiedeln 1965 pp 348-367 J Moltmann Kirche in der Kraft des Geistes Muumlnchen 1975 pp 214-221 W Pannenberg Systematische Teologie vol 3 op cit pp 40-51

Pablo) por haber abandonado el anuncio del reino de Dios sustituyeacutendolo por el anuncio de Cristo21

4 Consideraciones criacuteticas

Esta comprensioacuten del reino de Dios y de sus rela-ciones con la iglesia por extendida que sea presenta al menos tres dificultades importantes que es necesa-rio mencionar

1) En primer lugar hay que comenzar sentildealando que la mayor parte de la reflexiones sobre la relacioacuten entre la iglesia y el reino de Dios comparten un pre-supuesto no cuestionado Se suele pensar que la igle-sia y el reino son dos individuos del mismo geacutenero En ambos casos se estariacutea hablando de dos estados o situaciones No soacutelo estados de cosas sino estados so-ciales que incluyen diversos modos de relacionarse las personas entre siacute La iglesia representariacutea una si-tuacioacuten todaviacutea imperfecta donde las relaciones humanas aunque perfeccionadas por la gracia auacuten no habriacutean alcanzado la perfeccioacuten propia del reino Ademaacutes la iglesia seriacutea una realidad particular en la historia humana mientras que el reino seriacutea una rea-lidad anaacuteloga pero universal porque estariacutea destina-do a alcanzar a toda la humanidad La iglesia en su particularidad histoacuterica seriacutea una realidad presente mientras que el reino aunque podriacutea estar de algunos modos ya presente por su universalidad y por su per-feccioacuten seriacutea predominantemente una realidad futura En todos estos casos las diferencias se dan en una liacute-nea comuacuten pues las diferencias entre la iglesia y el reino se dan entre dos realidades anaacutelogas Son dife-rencias entre un estado de cosas presente imperfecto y particular y un estado de cosas futuro perfecto y universal

Ahora bien el testimonio biacuteblico no trata a la igle-sia y al reino de Dios como individuos del mismo geacute-nero El reinado de Dios no es primeramente un esta-do de cosas ni siquiera en el sentido de un estado de cosas utoacutepico e ideal caracterizado por la perfeccioacuten de las relaciones sociales Tanto el teacutermino hebreo

(malkut) como tambieacuten el termino griego normalmen-te traducido como reino (βασιλεία) no se refieren primeramente a un estado de cosas a una situacioacuten o a un conjunto de relaciones sociales Estos teacuterminos ya en su uso secular pero tambieacuten cuando son aplica-dos a Dios se refieren primeramente al hecho de que alguien reina a su autoridad para reinar o al tiempo de su reinado El reinado de Dios es ante todo el

21 Aunque no hay unanimidad en estos asuntos entre todos los au-tores

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 19: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 19

hecho de que Dios reine su soberaniacutea ejercida en acto Se trata ante todo de algo dinaacutemico y no simplemente de un estado de cosas Ciertamente el que Dios reine transforma radicalmente la realidad sobre la que se ejerce su soberaniacutea Por eso el reinado de Dios tam-bieacuten puede ser entendido en los textos biacuteblicos de forma espacial y hablarse de entrar en el reino de Dios En este caso el reinado de Dios es el aacutembito so-bre el que se ejerce la soberaniacutea de Dios Pero su as-pecto espacial no reposa sobre siacute mismo sino que se funda sobre el ejercicio efectivo de la soberaniacutea de Dios Sin duda el reinado de Dios crea un nuevo es-tado de cosas pero el reinado de Dios no es simple-mente el estado de cosas que eacutel crea Sin duda la igle-sia tendraacute que ser entendida en el marco del estado de cosas que crea el reinado de Dios Pero ella no es un reinado maacutes pequentildeo particular presente e imperfec-to Ni el reinado de Dios es una iglesia maacutes grande universal futura y perfecta El reinado de Dios y la iglesia no son dos individuos de un mismo geacutenero sino realidades esencialmente distintas Mientras que el reinado de Dios designa el acto de reinar por parte de Dios la iglesia pertenece al aacutembito de aquello que surge en virtud del ejercicio divino de esa soberaniacutea

Los oriacutegenes de esta tendencia ilustrada a pensar el reinado de Dios como utopiacutea podemos rastrearlos en la idea claacutesica del reinado de Dios como ldquoreino de los cielosrdquo Como es sabido el Evangelio de Mateo em-plea la expresioacuten ldquoreino de los cielosrdquo para evitar mencionar el nombre divino Es decir ldquolos cielosrdquo no es una indicacioacuten sobre doacutende se encuentra el reinado de Dios sino sobre quieacuten lo ejerce Decir que ldquolos cie-los te protejanrdquo es una forma piadosa de desear que ldquoDios te protejardquo Del mismo modo hablar del reina-do de ldquolos cielosrdquo es afirmar de que ldquolos cielosrdquo rei-nan es decir que Dios reina Si Jesuacutes afirmaba la lle-gada del reinado de ldquolos cielosrdquo no estaba diciendo que ese reinado fuera un estado de cosas situado en alguna regioacuten celeste sino simplemente afirmaba que Dios estaba a punto de volver a reinar sobre su pue-blo Sin embargo en la historia del cristianismo cuando la soberaniacutea efectiva de Dios fue sustituida por la soberaniacutea del emperador y cuando el plato-nismo se establecioacute como ldquolardquo filosofiacutea cristiana el reinado de ldquolos cielosrdquo fue interpretado como un es-tado de cosas celestial situado en una regioacuten de ultra-tumba El reinar de Dios sobre su pueblo ya en esta historia fue sustituido por un estado de cosas despueacutes de la muerte Cuando la ilustracioacuten repensoacute los gran-des temas del cristianismo el reino de ultratumba fue transformado faacutecilmente en una utopiacutea para el futuro de la humanidad Y por lo tanto algo que nos aguarda en un tiempo todaviacutea muy lejano o incluso al final de

los tiempos como conclusioacuten feliz de la historia humana El reinado de Dios como utopiacutea es la secula-rizacioacuten de una mala comprensioacuten del reinado de Dios como reino de ultratumba

2) Esto nos lleva a una segunda consideracioacuten criacute-tica sobre las concepciones claacutesicas de la relacioacuten entre la iglesia y el reinado de Dios Y es que si el reinado de Dios designa primeramente el acto de reinar por parte de Dios este acto no tiene por queacute quedar cir-cunscrito exclusivamente al futuro Obviamente la concepcioacuten del reinado de Dios como un estado de ultratumba o en sus versiones secularizadas como un estado utoacutepico de cosas tiende a circunscribirlo al fu-turo pues en el presente solamente se pueden detec-tar realizaciones imperfectas de esa utopiacutea Sin em-bargo el testimonio biacuteblico parece ir en una direccioacuten muy distinta Jesuacutes no solamente afirmoacute la llegada inminente del reinado de Dios sobre Israel Tambieacuten sostuvo que ese reinado ya estaba presente entre sus disciacutepulos (Lc 1721) De hecho Jesuacutes interpretoacute los exorcismos que teniacutean lugar durante su ministerio como una sentildeal de que el reinado de Dios ya habiacutea llegado a su pueblo (Lc 1120) En la carta a los Colo-senses se afirma que los creyentes ya han sido trasla-dados al reino (Col 113) Deacutemonos cuenta de algo importante en estos textos lo que ha llegado es el rei-nado de Dios no una realizacioacuten parcial del mismo Si el reinado de Dios fuera una utopiacutea solamente al final de los tiempos se podriacutea decir que ha llegado al final de los tiempos Pero si el reinado de Dios es el hecho de que Dios reina este reinar puede estar te-niendo lugar en el presente aunque no abarque toda-viacutea todos los aacutembitos de la realidad Alliacute donde la opresioacuten espiritual es vencida con el dedo de Dios alliacute Dios estaacute comenzando a reinar tal como sucedioacute en el Eacutexodo (Lc 1120 Ex 89) Y estonces el reinado de Dios no es simplemente una utopiacutea de futuro es un reinar efectivo de Dios en el presente por maacutes que es-te reinar todaviacutea haya de ampliarse extensiva e inten-sivamente en el futuro

3) Esto nos conduce a un tercer punto relaciona-do con la escatologiacutea de Jesuacutes Si Jesuacutes solamente hubiera afirmado que algo estaba a punto de suceder y despueacutes no hubiera sucedido nada ciertamente tendriacuteamos que lidiar con la mencionada equivoca-cioacuten del Jesuacutes apocaliacuteptico Ahora bien si Jesuacutes no soacutelo dijo que algo estaba a punto de suceder sino que tambieacuten dijo que aquello que estaba a punto de suce-der estaba de hecho ya sucediendo la cuestioacuten toma otro cariz Porque entonces se hace bastante difiacutecil de-cir que lo que Jesuacutes dijo que iba a suceder de hecho nunca sucedioacute Jesuacutes no parece haberse referido a algo

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 20: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

20 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

que tendriacutea que terminar definitivamente con el uni-verso espacio-temporal sino a algo que se podiacutea ob-servar en su propio tiempo en sus exorcismos en la comunidad de sus disciacutepulos No podemos hablar de un pronoacutestico totalmente equivocado cuando aqueacutel que hace una prediccioacuten considera que esa prediccioacuten no pertenece solamente al futuro sino que estaacute ya rea-lizaacutendose en el presente Al parecer las predicciones ya tuvieron alguna corroboracioacuten empiacuterica en la co-munidad de los disciacutepulos de Jesuacutes y en las primeras comunidades cristianas Si esto es asiacute la pregunta adecuada no es si Jesuacutes se equivocoacute sino maacutes bien queacute aspectos del reinado de Dios presentes en el tiempo de Jesuacutes experimentaron una continuacioacuten desde entonces y pueden tambieacuten considerarse como susceptibles de un cumplimiento futuro

Se podriacutea pensar que hay una diferencia esencial entre aquello que Jesuacutes vio realizado en su tiempo y aquello que sus discursos apocaliacutepticos anunciaban para un futuro maacutes o menos cercano Eacutese seriacutea el reino de Dios futuro no llegado tan pronto como pensoacute el cristianismo primitivo sino todaviacutea no realizado y por tanto interpretable como una utopiacutea que solamen-te se completaraacute al final de los tiempos Y es que se-guacuten esta concepcioacuten los mensajes apocaliacutepticos se re-feririacutean necesariamente al final del universo espacio-temporal Ahora bien el conocimiento actual de la apocaliacuteptica nos muestra algo muy distinto Los dis-cursos apocaliacutepticos contra lo que las primeras im-presiones pudieran sugerir no contaban con el final del universo Los escritores apocaliacutepticos del comien-zo de nuestra era podiacutean hablar de la caiacuteda de las es-trellas del oscurecimiento del sol y al mismo tiempo continuar hablando del decurso normal de la historia despueacutes de esos acontecimientos coacutesmicos La razoacuten es que esos acontecimientos no denotaban verdaderos sucesos cosmoloacutegicos sino que constituiacutean una forma literaria de referirse a graves transformaciones histoacute-ricas pero no al final de la historia El oscurecimiento del sol y de la luna la caiacuteda de las estrellas la sacudi-da de las potencias que estaacuten en el cielo etc eran modos de referirse a graves alteraciones sociales y poliacuteticas y no al final del espacio y el tiempo22

No se trata de un lenguaje tan extrantildeo a nosotros como pudiera parecer Tambieacuten en la actualidad hablamos de un des-astre econoacutemico o a un terre-moto poliacutetico no para referirnos a fenoacutemenos cos-

22 N T Wright Jesus and the Victory of God Minneapolis 1996 pp 210-220 De hecho ya en el Antiguo Testamento encontramos la imagen de que la caiacuteda de los dioses paganos incapaces de hacer justicia al pobre puede ser descrita como un tambalearse los fun-damentos de la tierra cf Sal 82

moloacutegicos o geoloacutegicos sino simplemente para hablar de graves transformaciones en la historia Los astros como potencias celestiales funcionaban en la apoca-liacuteptica como siacutembolos de las potencias reales de este mundo De nuevo no es algo tan extrantildeo si tenemos en cuenta con cuaacutenta frecuencia los poderes poliacuteticos y econoacutemicos de este mundo se representan a siacute mis-mos mediante estrellas soles lunas u otros astros Basta con echar una ojeada a las banderas del mundo o a los logos de las grandes empresas para caer en la cuenta de esto Al igual que en el tiempo de Jesuacutes to-daviacutea hoy hablamos de potencias (Mc 1325) para designar a los poderes poliacuteticos maacutes importantes Igualmente el teacutermino estrella se utiliza para desig-nar a personajes puacuteblicos (deportistas artistas etc) que son objeto de alguacuten tipo de admiracioacuten o incluso adoracioacuten masiva La caiacuteda de los astros en al apoca-liacuteptica era un modo de designar la caiacuteda de los gran-des poderes de este mundo y de este modo se referiacutea a las grandes trasformaciones que dariacutean lugar a una nueva era en esta historia Con imaacutegenes coacutesmicas la apocaliacuteptica no hablaba del final del espacio y del tiempo sino del inicio de un nuevo tiempo caracteri-zado por las trasformaciones que Dios introduciriacutea en nuestra historia

Todo esto no significa que los textos biacuteblicos no contemplen tambieacuten el final de la historia humana Pero los nuevos conocimientos sobre la apocaliacuteptica nos invitan a ser cautelosos respecto a la interpreta-cioacuten de los textos apocaliacutepticos No hay necesariamen-te en ellos la afirmacioacuten de un final del espacio y del tiempo Muchos de los anuncios apocaliacutepticos de Je-suacutes bien se pueden estar refiriendo a sucesos en nues-tra historia y no al final de la misma Y esto tiene en-tonces gran importancia para las cuestiones que nos ocupan Porque las afirmaciones de Jesuacutes sobre la pre-sencia actual del reinado de Dios en su propia activi-dad no representa un contraste con los acontecimien-tos apocaliacutepticos que eacutel anunciaba para un futuro inminente En el presente tenemos a Dios reinando alliacute donde las personas son liberadas de espiacuteritus opreso-res o a Dios reinando en el grupo de sus disciacutepulos En el futuro inmediato tenemos el reinado de Dios haciendo caer a las potencias (astros) que dominan es-te mundo ya no en la escala del ministerio de Jesuacutes y de la comunidad de sus disciacutepulos sino en una escala auacuten mayor Una escala que aunque no designa el fi-nal de la historia sino el inicio del reinado de Dios abre perspectivas que conducen hacia el final de la historia cuando todos los poderes finalmente hayan sido sometidos al reinado de Dios

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 21: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 21

Desde aquiacute podemos darnos cuenta que el escaacuten-dalo de la teologiacutea liberal con la presunta equivoca-cioacuten de Jesuacutes ha de ser revisado Porque si lo que Je-suacutes y las primeras comunidades anunciaban como inminente no era el final del universo sino profundas alteraciones en la historia la pregunta decisiva antes de hablar apresuradamente de una equivocacioacuten de Jesuacutes es saber si esas profundas alteraciones realmen-te sucedieron y si sucedieron en queacute consistieron exactamente Y esto nos conduce de nuevo a la pre-gunta por la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia Una pregunta que ahora podemos abordar en una nueva perspectiva

5 El pueblo del Rey

De las consideraciones anteriores creo que debe resultar claro que el reino de Dios se refiere primera-mente a su reinado al ejercicio faacutectico de su sobera-niacutea Y este ejercicio de soberaniacutea crea y sostiene un pueblo una comunidad Esto significa ante todo que la comprensioacuten del reinado de Dios como soberaniacutea no tiene en absoluto que reducirse a una comprensioacuten existencialista de la misma Y por tanto tampoco tie-ne sentido rechazar la idea del reinado de Dios como ejercicio dinaacutemico de su soberaniacutea por el simple hecho de que tal idea haya sido utilizada en ciacuterculos teoloacutegi-cos existencialistas23 La soberaniacutea de Dios no se refie-re solamente al individuo sino que se trata de una so-beraniacutea que constituye un pueblo Dios no soacutelo cues-tiona y transforma existencialmente a los individuos sino que esas transformaciones estaacuten dirigidas a la constitucioacuten de un pueblo especial y distinto de todos los demaacutes pueblos

Tambieacuten es necesario observar que aunque el rei-nado de Dios designa su sentildeoriacuteo sobre un pueblo to-daviacutea no especifica cuaacutel es la iacutendole de ese sentildeoriacuteo Y mientras no se especifique esa iacutendole tiene poco sen-tido rechazar el teacutermino reinado de Dios diciendo que despierta asociaciones monaacuterquicas tiraacutenicas y machistas en los oiacutedos contemporaacuteneos24 Estas aso-ciaciones pueden variar seguacuten los distintos contextos y dependen altamente del modo concreto en que se utilice la terminologiacutea del reinado de Dios Porque el sentido originario del reinado de Dios consiste preci-samente en afirmar que si Dios reina cualquier otro reinado sobre el pueblo de Dios queda excluido El reinado de Dios pone en entredicho cualquier otra so-

23 Es lo que hace J Moltmann Theologie der Hoffnung Muumlnchen 1968 pp 200-201

24 Cf J Moltmann Cristo para nosotros hoy Madrid 1997 pp 14 y 24

beraniacutea sea democraacutetica o tiraacutenica patriarcal o ma-triarcal monaacuterquica o republicana Precisamente el hablar de que Dios y nadie maacutes reina sobre su pue-blo nos permite poner en entredicho cualquier forma de dominacioacuten Si Dios reina directamente sobre su pueblo y si este reinado no estaacute mediado la comuni-dad sobre la que Dios reina es necesariamente una comunidad fraterna donde no puede haber domina-cioacuten Esta dimensioacuten criacutetica de la terminologiacutea sobre el reinado de Dios se pierde cuando se deja de hablar de que Dios reina y se adoptan otras terminologiacuteas maacutes impersonales como puede ser la de la nueva crea-cioacuten No soacutelo esto Ya en el libro de Daniel el reina-do de Dios es presentado como un reinado comparti-do entre el Hijo del Hombre y el ldquopueblo de los santos del Altiacutesimordquo (Dn 727) Esta idea aparece en boca de Jesuacutes cuando afirma que los doce se sentaraacuten con eacutel a juzgar a las tribus de Israel Noacutetese por cierto la prefe-rencia de Jesuacutes por imaacutegenes del tiempo anterior a la monarquiacutea cuando el pueblo era gobernado carismaacute-ticamente por jueces (Mt 1928) Otros estratos del Nuevo Testamento presentan imaacutegenes semejantes de los disciacutepulos reinando junto con el Mesiacuteas (2 Ti 212 Ap 510) Un reinado compartido entre todos los suacuteb-ditos es algo radicalmente distinto de cualquier forma humana de dominacioacuten incluso de las que pretenden ser democraacuteticas e igualitarias En cualquier caso el rechazo al reino de Dios alegando sus connotaciones tiraacutenicas parece algo superficial e injustificado

Todo esto ya nos permite afirmar algunas tesis so-bre la relacioacuten entre el reinado de Dios y la iglesia En primer lugar hay que afirmar categoacutericamente la dis-tincioacuten entre el reinado y la iglesia La iglesia designa la asamblea de los que han sido convocados por el rey y se han incorporado expliacutecita y conscientemente a su reinado En cambio el reinado se refiere al go-bernar de Dios y no a una especie de pueblo utoacutepico o de situacioacuten idiacutelica Por supuesto este gobernar puede pasar por distintas fases histoacutericas No es igual el reinar de Dios a la salida de Egipto que durante la etapa monaacuterquica de Israel que el reinar de Dios que aparece en el ministerio de Jesuacutes o que el reinar de Dios que experimentan las comunidades cristianas despueacutes de la pascua Y por supuesto este reinar estaacute abierto a una culminacioacuten escatoloacutegica Sin embargo se trata de un reinado ya presente Como tal designa el acto de reinar de Dios sobre un pueblo y es radi-calmente distinto de ese pueblo sobre el que Dios re-ina La diferencia entre el reinado de Dios y la iglesia no es simplemente cualitativa como la que se puede dar entre individuos del mismo geacutenero sino que es una diferencia esencial

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 22: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

22 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

Ahora bien una vez que afirmamos la distincioacuten radical entre el reinar de Dios y el pueblo hay que afirmar en segundo lugar que el reinado de Dios y el pueblo de Dios estaacuten constitutivamente referidos uno a otro Dios reina no en abstracto en la forma de una utopiacutea idiacutelica sino que Dios reina sobre un pueblo El reinar de Dios requiere un pueblo sobre el que Dios reine Del mismo modo la iglesia verdadera es aque-lla que tiene a Dios por rey como soberano que direc-tamente rige sobre ella Un signo esencial para distin-guir una iglesia auteacutentica de una farsa eclesiaacutestica es el hecho de que en una iglesia auteacutentica Dios reina directamente sobre su pueblo Por eso una iglesia au-teacutentica estaacute caracterizada por la igualdad fraterna de aquellos que solamente tienen a Dios por rey Y esto significa entonces que el reinado de Dios y la iglesia siendo dos categoriacuteas radicalmente distintas pues una se refiere a un pueblo y otra a un acto de reinar estaacuten sin embargo radicalmente referidas la una a la otra El reinado de Dios requiere un pueblo y el pueblo de Dios requiere que Dios y no otro sea el rey Siendo radicalmente distintos el reinado de Dios y la iglesia estaacuten constitutivamente referidos el uno al otro

Es algo que solamente puede ser captado correc-tamente mediante un pensamiento no sustancial sino estructural y dinaacutemico Desde el punto de vista sus-tancialista reinado de Dios e iglesia son dos sustan-cias una maacutes grande y mejor que otra Desde el punto de vista estructural y dinaacutemico el reinado de Dios es un acto y estaacute radicalmente referido a aqueacutel pueblo sobre el que Dios reina Inversamente el pueblo de Dios no es una sustancia ideacutentica a siacute misma sino una asamblea congregada por los actos liberadores del so-berano Por supuesto el reinar de Dios trasciende al pueblo concreto sobre el que expliacutecitamente reina El universo entero creado por Dios estaacute sujeto a su so-beraniacutea real Del mismo modo hay realidades huma-nas e histoacutericas sobre las que Dios puede ejercer una soberaniacutea no expliacutecitamente reconocida pero real y efectiva En uacuteltimo teacutermino toda la historia humana estaacute bajo la soberaniacutea de Dios por maacutes que quienes actuacutean en esa historia lo ignoren o incluso lo aborrez-can Ahora bien hay un aacutembito donde esa soberaniacutea sobre la creacioacuten y sobre la historia es reconocida conscientemente y proclamada expliacutecitamente en una forma que no pueden hacer ni las piedras ni las ranas ni los increacutedulos Ese aacutembito son las iglesias Las igle-sias cristianas en su diversidad y variedad constitu-yen una sola iglesia en la medida en que se situacutean li-bremente bajo la soberaniacutea del verdadero Rey Es el pueblo sobre el que Dios reina introduciendo la igualdad la libertad y el gozo de la nueva creacioacuten

6 El reinado del Mesiacuteas

Hemos sentildealado que seguacuten la perspectiva biacuteblica el reinado de Dios es compartido por Jesuacutes con los miembros de ese reinado Los disciacutepulos somos invi-tados a reinar con eacutel Sin embargo hemos sostenido hasta aquiacute que estamos hablando de un reinado de

Dios Tenemos entonces que preguntarnos por la posi-cioacuten especiacutefica de Jesuacutes en ese reinado Jesuacutes anuncioacute la llegada inminente del reinado de Dios Por otra par-te Jesuacutes no parecioacute sentirse demasiado a gusto con el tiacutetulo de Mesiacuteas prefiriendo el de ldquoHijo del Hombrerdquo Sin embargo despueacutes de su muerte y resurreccioacuten el reinado de Dios es interpretado cristoloacutegicamente como reinado del Mesiacuteas De acuerdo con Pablo el Mesiacuteas Jesuacutes ejerce en la actualidad su reinado hasta que finalmente cuando haya suprimido todo domi-nio toda autoridad y toda potencia entregue el rei-nado al Padre (1 Co 1524) Tambieacuten en los escritos post-canoacutenicos encontramos esta identificacioacuten entre el reino de Dios y el reino de Cristo Asiacute por ejemplo en la carta de Clemente la venida de Cristo es venida del reino de Dios25 A veces se ha querido ver aquiacute una gran contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y el mensaje del cristianismo primitivo Jesuacutes habriacutea esta-do centrado en el reino de Dios mientras que el cris-tianismo primitivo habriacutea estado pendiente de los tiacute-tulos de grandeza dados a Jesuacutes ahora proclamado como Mesiacuteas (Cristo) como Sentildeor etc

Sobre esta presunta contradiccioacuten hay que afirmar dos cosas En primer lugar la tesis de una contradic-cioacuten sobre el reino de Dios entre Jesuacutes y el cristianis-mo primitivo presupone la idea del reino de Dios co-mo una especie de utopiacutea Ya hemos visto que se trata de una concepcioacuten equivocada derivada de la com-prensioacuten del reino de Dios como reino celestial del ul-tratumba Jesuacutes afirmoacute el reinado de Dios como el re-inar inminente y directo de Dios sobre su pueblo El cristianismo primitivo afirmoacute que quien reinaba era el Mesiacuteas Jesuacutes En ambos casos se trata de un reinar efectivo Ahora bien iquestquien reina iquestJesuacutes o Dios Pues bien esto nos lleva en segundo lugar a una cues-tioacuten central decisiva para entender la cristologiacutea del cristianismo primitivo Se trata justamente de las afirmaciones neotestamentarias relativas a la divini-dad del Mesiacuteas El Nuevo Testamento otorga a Jesuacutes tiacutetulos propios de Dios como el de ldquoSentildeorrdquo o como el ldquoYo soyrdquo de Juan Otros muchos textos sugieren con diverso grado de claridad la divinidad de Jesuacutes26

25 Cf 1 Clemente 503

26 Cf R E Brown Introduccioacuten a la cristologiacutea del Nuevo Testamento Salamanca 2001 pp 191-219

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 23: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 23

Deacutemonos cuenta de algo fundamental si Dios estaba en el Mesiacuteas reconciliando el mundo consigo (2 Co 519) tal como afirma Pablo el reinado del Mesiacuteas no contradice el reinado de Dios La llegada del reinado del Mesiacuteas sobre su pueblo no es otra cosa que la lle-gada misma del reinado de Dios No son dos reinados distintos Si se afirma la divinidad del Mesiacuteas su rei-nado es reinado de Dios El reinado del Mesiacuteas sobre las comunidades mesiaacutenicas (=cristianas) es la llegada del reinado de Dios No es posible entender la cristo-logiacutea del Nuevo Testamento pasando por alto esta cuestioacuten crucial

En primer lugar podemos entender por queacute Jesuacutes no gustaba del tiacutetulo Mesiacuteas al mismo tiempo que tambieacuten podemos entender por queacute ese tiacutetulo le fue aplicado masivamente por el cristianismo primitivo hasta convertirse casi en un nombre propio (Cristo) Antes de la pascua la afirmacioacuten del reinado directo de Dios sobre su pueblo estaba como vimos en ten-sioacuten con la esperanza en la llegada de un rey ungido (=Mesiacuteas) seguacuten el modelo de David Era una tensioacuten que atravesaba la historia de Israel y que Jesuacutes decide claramente en un sentido no monaacuterquico Jesuacutes no op-ta por la instauracioacuten de un estado judiacuteo gobernado por eacutel como rey ungido el cual de alguna manera vi-caria se sentariacutea en el trono de Dios sobre su pueblo Jesuacutes rechaza el modelo estatal y pone en el centro la soberaniacutea directa de Dios sobre un pueblo de herma-nos y hermanas libre de cualquier mediacioacuten vicaria que diluiriacutea la fraternidad baacutesica de sus disciacutepulos A diferencia de las naciones el pueblo de Dios no estaacute llamado a ser un pueblo estatal Sin embargo despueacutes de la pascua el sentido de la misioacuten de Jesuacutes queda desvelado plenamente Jesuacutes ha sido resucitado y se ha sentado a la derecha del trono de Dios (Heb 81 122) No gobierna vicariamente en lugar de Dios sino que gobierna junto con Dios Ahora bien este ldquojunto conrdquo podriacutea contener todaviacutea una dualidad entre re-ino de Dios y reino del Mesiacuteas que solamente se di-suelve cuando claramente se afirma la identidad entre Dios y el Mesiacuteas Solamente entonces la tensioacuten de la Biblia hebrea entre el reinado directo de Dios y el rei-nado vicario del rey ungido se resuelve definitiva-mente El reinado de Dios es ideacutentico al reinado del Mesiacuteas El reinar del Mesiacuteas es reinar de Dios

Deacutemonos cuenta de las enormes consecuencias de esta perspectiva para una comprensioacuten adecuada de la cristologiacutea En primer lugar es necesario afirmar contra siglos de confusioacuten especulativa que la prime-ra razoacuten por la que el cristianismo primitivo afirma la divinidad de Jesuacutes no es una reflexioacuten metafiacutesica so-bre naturalezas y personas Las claves para entender

la afirmacioacuten de la divinidad de Jesuacutes tampoco tienen que ver con alguacuten gusto pagano por otorgar divinidad a ciertos personajes relevantes La afirmacioacuten neotes-tamentaria de la divinidad de Jesuacutes se entiende desde una perspectiva maacutes cercana a la tradicioacuten biacuteblica cuando se la situacutea en el marco de aquello que fue cen-tral para Jesuacutes el anuncio del reinado de Dios Afir-mar la divinidad de Jesuacutes es algo que se deriva de la percepcioacuten de que su reinar como Mesiacuteas glorificado no es un reinar vicario en lugar de Dios sino el reinar mismo de Dios Toda consideracioacuten ontoloacutegica es algo necesario pero derivado de un momento previo que es la experiencia del reinado de Dios como reinado realmente ejercido ahora en la historia por el Mesiacuteas resucitado que es cabeza de su pueblo (Heb 11-12)27

Si nos situamos en esta perspectiva podemos en segundo lugar entender que el cristianismo primitivo de ninguna de las maneras dejoacute de anunciar el reina-do de Dios Ciertamente los primeros cristianos no anunciaron una simple utopiacutea pero tampoco era eso lo que habiacutea anunciado Jesuacutes Jesuacutes habiacutea anunciado la llegada del reinar directo de Dios sobre su pueblo y eso fue lo que anuncioacute el cristianismo primitivo cuan-do reconocioacute a Jesuacutes como el verdadero Mesiacuteas Es decir no se trata solamente de caer en la cuenta de que de hecho los primeros escritos cristianos siguie-ron empleado el teacutermino ldquoreinado de Diosrdquo utilizado por el mismo Jesuacutes28 Es que ademaacutes cada vez que los primeros cristianos proclamaron a Jesuacutes como Mesiacuteas (Cristo) estaban de hecho anunciado el reinar de Dios Y es que obviamente el tiacutetulo de Mesiacuteas no es simplemente un ldquotiacutetulo de grandezardquo ldquode exaltacioacutenrdquo o cosa semejante sino que es un tiacutetulo claramente po-liacutetico en el sentido que designa al rey ungido para go-bernar sobre su pueblo No teniacutea sentido llamar a Je-suacutes ldquoMesiacuteasrdquo si no habiacutea un pueblo que se sintiera go-bernado directamente por eacutel Este pueblo claramente son las iglesias cristianas nacientes Ahora bien cuan-do esas iglesias afirmaban a Jesuacutes como Mesiacuteas no soacute-lo afirmaban el reinado de un hombre Como hemos visto la afirmacioacuten cristiana de la divinidad de Jesuacutes no soacutelo implica que su reinado es un reinado humano a diferencia de los reinados bestiales de los imperios

27 El texto de Hebreos es significativo porque no soacutelo se invoca a Jesuacutes como Dios sino que se hace esto en el contexto de su reinado mesiaacutenico con alusiones al cetro y al trono

28 Los Hechos de los Apoacutestoles se abren y concluyen con el tema del reinado de Dios entendido por Lucas como el eje de la predicacioacuten cristiana incluyendo la de Pablo cf Hch 13 y 2831 El teacutermino aparece al menos catorce veces en el corpus paulinum e igualmente se usa con profusioacuten en el resto del Nuevo Testamento Maacutes allaacute del teacutermino concreto la soberaniacutea de Dios sobre su pueblo es un tema omnipresente en todos los escritos neotestamentarios

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 24: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

24 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

mundiales sino tambieacuten implica que su reinado es el reinado mismo de Dios Y esto significa que no hay ninguna contradiccioacuten sino continuidad en diferen-cia entre el anuncio de Jesuacutes de la inminente llegada del reinado de Dios y la afirmacioacuten cristiana de Jesuacutes como Mesiacuteas Y es que el reinar de Jesuacutes es reinar de Dios Y esto implica entonces que el reinado de Dios efectivamente llegoacute tal como Jesuacutes lo habiacutea anuncia-do

Y entonces se nos resuelven tambieacuten los enigmas de la presunta equivocacioacuten de Jesuacutes sobre la inmi-nencia del reinado de Dios Como hemos visto el len-guaje apocaliacuteptico del Nuevo Testamento no se refiere al final del espacio y del tiempo sino a transforma-ciones decisivas ya en la historia por maacutes que en ellas se abran perspectivas universales tambieacuten hacia el final de los tiempos Ahora podemos concretar maacutes en queacute consisten esas transformaciones decisivas Con la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes y con la efusioacuten del Espiacuteritu Santo surge en la historia un pueblo nuevo guiado por el Mesiacuteas con el que Dios se ha identifica-do Este pueblo ya no estaacute bajo el dominio de ninguno de los imperios bestiales que recorren la historia humana sino bajo el reinado humano del Hijo del Hombre El surgimiento de este pueblo representa una novedad histoacuterica comparable a la que tuvo lugar con la salida de Egipto en tiempo del Eacutexodo Significa-tivamente la muerte y la resurreccioacuten de Jesuacutes han tenido lugar en la Pascua Los nuevos creyentes repre-sentaraacuten con el bautismo la nueva travesiacutea del Mar de los Juncos hacia la libertad Asiacute como las aguas sepa-radas en el Eacutexodo indicaban el acontecer de una nue-va creacioacuten29 igualmente ahora el lenguaje apocaliacutepti-co es perfectamente utilizable para designar la nove-dad radical que se ha producido en la historia Es la novedad de un pueblo en el que desaparecen las dis-tinciones entre esclavos y libres judiacuteos y gentiles va-rones y mujeres Un pueblo fraterno en el que sus miembros son invitados a reinar junto con el Mesiacuteas Un pueblo pequentildeo en el que se inicia una liberacioacuten que concierne a toda la humanidad hasta que todo principado y toda potestad sea suprimida y el Mesiacute-as el Hijo pueda finalmente entregar el reinado al Padre

Entonces iquestse puede decir que Jesuacutes anuncioacute el re-ino de Dios y despueacutes vino la iglesia Maacutes bien habriacutea que decir que Jesuacutes anuncioacute que Dios iba a volver a reinar sobre su pueblo y despueacutes ese reinado se inicioacute

29 Se recoge una imagen de las cosmogoniacuteas semiacuteticas que aparece hondamente transformada en Gn 16-7 La divisioacuten de las aguas del Mar de los Juncos indica el acontecer de una nueva creacioacuten

en una forma muy concreta no como una teocracia estatal en Israel sino como un Israel renovado seguacuten sus oriacutegenes no estatales y sobre el que Dios reina di-rectamente como Mesiacuteas mediante el Espiacuteritu que forma y recrea constantemente las asambleas No hay propiamente una contradiccioacuten entre el mensaje de Jesuacutes y la experiencia del cristianismo primitivo sino maacutes bien una continuidad fundamental aunque con las novedades propias de los planes de Dios un Mesiacute-as sin estado un Mesiacuteas derrotado un Dios que se identifica con el crucificado Como ya deciacutean los pri-meros cristianos ldquoel reino de Jesuacutes estaacute en la cruzrdquo30 El reinado del Mesiacuteas en el presente sufre violencia Sin embargo hay una esperanza para el final de los tiempos la Jerusaleacuten celestial en la que toda laacutegrima seraacute enjugada Esta Jerusaleacuten celestial no es el reinado de Dios situado en la ultratumba Dios ya estaacute rein-ando en el presente La Jerusaleacuten celestial es maacutes bien la imagen de la plenitud de ese reinado al final de los tiempos cuando toda forma de dominacioacuten sea su-primida y el Mesiacuteas entregue el reinado al Padre No hay por tanto alguacuten tipo de iglesia invisible de tipo platoacutenico que haga posible aceptar los liacutemites de la iglesia visible El reinado de Dios en cuanto acto de reinar realizado por Dios es perfecto ya en el presen-te Sin embargo el pueblo sobre el que Dios reina es imperfecto por maacutes que haya reconocido la soberaniacutea de Dios sobre su vida De hecho esa soberaniacutea no se ejerce plenamente sobre la vida de los individuos y de las comunidades Aquiacute es donde tienen perfecto sen-tido las consideraciones sobre el ser humano como justus et peccator

Con su imperfeccioacuten la iglesia es sin embargo ldquosignordquo de lo que seraacute el reinado de Dios en la pleni-tud de los tiempos Ahora bien ser ldquosignordquo no signifi-ca que Dios no reine ni que su reinado tenga que ser remitido al final de los tiempos Todo lo contrario La iglesia no es un signo extrantildeo a la cosa significada si-no el lugar donde la plenitud significada estaacute ya pre-sente como vestigio de la plenitud que se espera pues las iglesias cristianas son justamente las asambleas convocadas por el Sentildeor quien ya ejerce su soberaniacutea sobre ellas Las iglesias son signos de la plenitud de los tiempos precisamente porque ya en el presente constituyen el aacutembito donde se reconoce expliacutecita-mente la soberaniacutea de Dios La imperfecta fidelidad de los cristianos y por tanto la imperfecta unidad de las iglesias es signo de la plenitud futura de unidad y de fidelidad al Creador que alcanzaraacute a toda la Tierra Sin embargo ya en el presente las iglesias cristianas

30 Cf Epistola de Bernabeacute 85

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 25: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 25

gozan de una unidad por maacutes que sea imperfecta No es la unidad de unas instituciones centralizadas en las cuales se explicite el ansia humana de poder y la pre-tensioacuten secular de sustituir el reinado de Dios por rei-nados vicarios de potencias humanas Se trata de la unidad que surge cuando todos reconocen a un mis-mo Sentildeor (1 Co 12) pues es precisamente la fidelidad al Mesiacuteas la que conduce a todos los cristianos auteacuten-ticos hacia la unidad No se necesita por tanto postu-lar una iglesia invisible de corte platoacutenico que confiera unidad a las iglesias Lo que confiere unidad a las iglesias es el reconocimiento en la pluralidad y en la diversidad de un mismo Sentildeor que las convoca Las iglesias cristianas son signo de la plenitud del reinado de Dios por el hecho de que en ellas ya estaacute irrum-piendo ese reinado que finalmente un diacutea alcanzaraacute a toda la humanidad Con la ilustracioacuten los creyentes esperan una culminacioacuten de la historia pero a dife-rencia de la ilustracioacuten los creyentes gozan ya en el presente de la soberaniacutea compartida del Mesiacuteas con el que Dios se identificoacute La culminacioacuten de la historia seraacute plenitud del reinado de Dios entregado final-mente al Padre y al mismo tiempo trascendencia de la misma historia en la nueva creacioacuten cuando Dios lo sea todo en todos (1 Co 1528)

En definitiva podemos concluir que el reinado de Dios no es un estado de cosas futuro al estilo de un

mero reino de ultratumba ni tampoco la versioacuten secu-larizada de este reino en la forma de una utopiacutea El reinado de Dios tampoco es la iglesia ni siquiera la maacutes auteacutentica y fiel de todas El reinado de Dios es el reinar de Dios que requiere tanto de las iglesias como de la culminacioacuten futura de la historia humana Es precisamente ese reinar el que origina ya en la histo-ria las primicias del porvenir alliacute donde deja de haber amo y esclavo judiacuteo y griego varoacuten y mujer y la fraternidad propia de una sociedad gobernada di-rectamente por Dios toma formas concretas en la his-toria Por eso mismo el reinado de Dios no es un me-ro reinado sobre los espiacuteritus individuales Es un rei-nado de comunidades guiadas por el Espiacuteritu del Me-siacuteas y realizando en la historia aquello que para el re-sto de la humanidad es soacutelo un suentildeo o una utopiacutea El reinado de Dios en lugar de ser una utopiacutea es maacutes bien una ldquotopiacuteardquo algo que tiene lugar en la historia no por la perfeccioacuten de las personas ni tampoco por la perfeccioacuten de las iglesias sino por la perfeccioacuten de aqueacutel que en la cruz inicioacute su triunfo y su soberaniacutea sobre quienes humildemente como pecadores com-prados a gran precio se ponen a disposicioacuten de aquel Sentildeor por quien toda forma humana de dominacioacuten ya ha sido derrotada

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 26: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

26 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Relaciones interpersonales desde la perspectiva dialoacutegica laquoMejorando las relaciones comunitariasraquo

Rauacutel Garciacutea Peacuterez

Nuestras comunidades tienen que aprender a des-arrollar relaciones armoniosas entre sus miembros aprender a cuidar unos de otros y a tolerarnos y a dia-logar constructivamente

Perspectiva dialoacutegica seguacuten Martiacuten Buber

Buber fue profesor de religioacuten y eacutetica hebrea desde 1923 hasta 1933 y maacutes tarde de historia de las religio-nes desde 1933 hasta 1938 en la Universidad de Frank-furt Alemania

En 1933 antildeo en que los judiacuteos fueron expulsados de to-

das las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada

al poder de Adolf Hitler los dirigentes judiacuteos en materia

pedagoacutegica nombraron a Buber director de la Oficina Cen-

tral para la Educacioacuten de Adultos Judiacuteos en Alemania

En 1938 emigroacute a Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofiacutea social en la Universidad Hebrea de Jerusaleacuten En 1949 fundoacute y hasta 1953 dirigioacute el Instituto Israeliacute para la Educa-cioacuten de Adultos que preparaba profesores para traba-jar en el aacutembito de la inmigracioacuten En 1958 fue el edi-tor jefe de la Enciclopedia para la Educacioacuten israeliacute Tambieacuten fue un dirigente de la asociacioacuten Ichud (hebreo laquoUnioacutenraquo) grupo que pretendiacutea la reconcilia-cioacuten entre aacuterabes y judiacuteos

Buber es maacutes conocido por su filosofiacutea del diaacutelogo un

existencialismo religioso centrado en la distincioacuten entre re-

laciones directas o mutuas (a las que llamoacute laquola relacioacuten Yo-

tuacuteraquo o diaacutelogo) en las que cada persona confirma a la otra como valor uacutenico y las relaciones indirectas o uti-litarias (a las que llamoacute laquoyo-eacutelraquo o monoacutelogo) en las que cada persona conoce y utiliza a los demaacutes pero no los ve ni los valora en realidad por siacute mismos Al apli-car esta distincioacuten entre laquodiaacutelogoraquo y laquomonoacutelogoraquo a la religioacuten Buber insistioacute en que la religioacuten significa hablar con Dios no sobre Dios Esto no es monoteiacutes-mo sino el diaacutelogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaiacutesmo biacuteblico El hombre adquiere con-ciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos signos y dispuesto a res-ponder con todo su ser La filosofiacutea del diaacutelogo de Buber ha tenido mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos incluidos teoacutelogos protes-tantes de la categoriacutea de Karl Barth Emil Brunner Paul Tillich y Reinhold Niebuhr

Su obra maacutes importante es Yo y tuacute (1922) en la que construye una teoriacutea general del diaacutelogo La situacioacuten de laquodiaacutelogoraquo en que esencialmente consiste la reli-gioacuten la constituye Buber en la categoriacutea fundamental de su laquofilosofiacutea dialoacutegicaraquo De las tradiciones miacutesticas populares judiacuteas de Europa oriental (jasidismo) toma la idea de un Tuacute trascendente con quien el hombre ha de establecer en contra de los supuestos de la religioacuten judiacutea tradicional una relacioacuten de diaacutelogo Se originan asiacute conceptos fundamentales (o laquopalabras primordia-lesraquo) Yo-Ello Yo-Tuacute parejas de palabras que remiten de un sujeto a los objetos de un sujeto a un sujeto y a un Otro

El hombre necesita ambos tipos de relacioacuten con los objetos y con los sujetos pero la relacioacuten verdadera no es la que cosifica y hace de los demaacutes un ello sino la que se establece con el tuacute personal cuya forma perfec-ta es el Tuacute eterno que nunca se convierte en Ello rela-cioacuten abierta imprevisible y llena de riesgos De ahiacute surge la reciprocidad y de eacutesta la conciencia de siacute mismo el imperativo eacutetico de superar los falsos diaacutelo-gos hasta la reciprocidad maacutes auteacutentica que es el amor

YomdashTuacutemdashEllo

laquoLas palabras primordiales no significan cosas si-no que indican relacioneshellipraquo

La palabra primordial Yo-Tuacute soacutelo puede ser pro-nunciada por el Ser entero

La palabra primordial Yo-Ello jamaacutes puede ser pronunciada por el ser entero

laquoEscuchar a la totalidad de la persona con la tota-lidad de la personaraquo

Cuando se dice Tuacute quien lo dice no tiene ninguna cosa como objeto suyo Pues donde hay una cosa hay otra cosa

Cuando uno dice Tuacute no tiene a la vista cosa algu-na Tuacute no tiene confineshellip

La terrible melancoliacutea de nuestro destino reside en el hecho de que en el mundo en que vivimos Tuacute se convierte en Ellohellip

laquoCada Ello si entra en el proceso de la relacioacuten puede convertirse en un Tuacute cada Tuacute una vez aban-

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 27: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 27

donado el fenoacutemeno de la relacioacuten se convierte nece-sariamente en un Elloraquo

laquoToda vida verdadera es encuentroraquo

No existe el Yo en siacute sino en relacioacuten Yo-Tuacute o Yo-

Ello El Yo estaacute presente tanto cuando se dice Yo como cuando se dice Tuacute o Ello Ser y decir Yo son una sola y la misma cosa laquoQuien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ellaraquo Para el hombre el mundo aparece como dos as-pectos seguacuten las palabras fundamentales (pares de vocablos) que pronuncia Yo-Tuacute Yo-Ello Las palabras fundamentales no significan cosas sino indican rela-

ciones expresan algo que no tienen existencia inde-pendiente sino que adquieren existencia al ser dichas

Experiencia fugaz pero profunda

La relacioacuten

laquoEn el comienzo es la relacioacutenraquo laquoEl nintildeo tiene ins-tinto de relacioacutenraquo

laquoLa persona aparece en el momento en que se en-tra en relacioacuten con otras personasraquo

La relacioacuten dialoacutegica

laquoLa vida dialoacutegica no es aquella en la que se estaacute continuamente entre personas sino precisamente aquella otra en que con las personas con las que se es-taacute se estaacute verdaderamente Vivir monoloacutegicamente no es vivir en solitario sino no ser capaz de convertir en realidad esencial la sociedad en la que la persona se mueve conforme a su destinoraquo

Por aquiacute se encuentran las dos actitudes baacutesicas que desafiacutean a los seres humanos hoy ldquolos que quie-ren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los de-maacutes y los que optan por ser ellos mismos dejando que los otros tengan su propio modo de ser Rehusa-mos adoptar la primera actitud pero no queremos despreciar a los que la adoptan porque sabemos que demasiado a menudo todos tenemos la tendencia a hacer lo mismo Sabemos que ellos temen ser destrui-dos por otros si les dejan ser ellos mismos Pero no podemos aceptar una divisioacuten entre nuestra propia realidad y la realidad de los otros como un conflicto o liacutemite Solamente siendo nosotros mismos podemos ayudar a otros a ser ellos mismos y soacutelo dejando a otros ser ellos mismos ser diferentes podemos llegar a ser nosotros mismos

El concepto de reciprocidad pues hace referencia a una antropologiacutea que tiene como punto de partida la idea de que el ser humano es relacioacuten y no simple-mente que estaacute en relacioacuten Se puede pensar cabal-

mente en el Yo solamente cuando se logra pensar este en relacioacuten con un Tuacute Ello significa capacidad de dis-tinguir entre relacioacuten de intercambio y de don En la primera los teacuterminos de la permuta son equivalentes yo te doy una cosa un bien y tuacute me das el dinero co-rrespondiente En las relaciones genuinamente reciacute-procas siempre se da pero se diferencia de la anterior porque quien da primero debe poner al otro que la re-cibe en condiciones de reciprocidad es decir de do-narse eacutel tambieacuten en la libertad y la fraternidad so pena de caer en la humillacioacuten

Amar a alguien significa ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a crecer como persona Pero mientras no seamos auteacutenticos tampoco el otro lo seraacute La honestidad crea honestidad La falsedad crea falsedad Si no tenemos miedo de ser nosotros mismos tampoco el otro lo tendraacute La respuesta a la pregunta laquoiquestQueacute puedo hacer para ayudar a otros a llegar a ser ellos mismosraquo es laquono hagas nada Seacute tuacute mismoraquo El amor no es un modo de hacer sino un modo de ser No es una accioacuten sino una actitudLo primero que necesitamos para ayudar a otros a crecer es no impedir nuestro propio crecimiento En otras palabras a menos que nos amemos a nosotros mis-mos no seremos capaces de amar a otros

El amor es un sentimiento que se adhiere al Yo de manera que el Tuacute sea su contenido u objeto estaacute entre

el Yo y el Tuacute En este contexto de amor se universali-zan los Tuacute y se eliminan las distinciones las clasifica-ciones y las exclusiones que se puedan producir (bue-nos malos sabios necios bellos feos) todos son visto en el cara a cara del Tuacute (seres liberados deter-minados uacutenicos) esto se refleja en el Nuevo Testa-mento cuando se expresa que en Cristo ya no hay di-ferencias y que los los que antes estaacutebamos lejos hemos sido hechos cercanos epiacutestola a los Galaacutetas y Efesios

El amor se convierte en la responsabilidad de un Yo por un Tuacute Solamente asiacute puedo educar ayudar

curar liberar elevar En esto radica la igualdad entre los que se aman Hacerse cargo mutuamente y estar abiertos a los otros Tuacute que constituyen la humanidad comuacuten

Relacioacuten con Dios

Cada Tuacute particular abre su perspectiva sobre el Tu

eterno El Tuacute de todas las relaciones se realizan y dejan de realizarse pero no se consuma en ninguna Soacutelo se consuma plenamente en la relacioacuten directa con el uacuteni-co Tuacute que por su naturaleza jamaacutes puede convertirse en Ello (Dios) Los nombres del Tuacute eterno han sido va-riados los primeros mencionaban a Dios como un Tu

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 28: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

28 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

absoluto con el tiempo ndash al convertirlo en objeto de re-flexioacuten - se acercaron a las designaciones del Ello

En la relacioacuten con Dios la exclusividad incondicio-nal y la inclusividad incondicional se identifican Quien entra en la relacioacuten absoluta no se preocupa por nada aislado ndash cosas seres cielo tierra ndash pues to-do queda incluido en la relacioacuten No se encuentra a Dios si se permanece en el mundo pero no se lo en-cuentra si se abandona el mundo Dios es el laquoTodo otroraquo laquoTodo mismoraquo laquoTodo Presenteraquo

No se puede hablar con propiedad de la buacutesqueda de Dios Dios es encuentro y no puede ser inferido de ninguna cosa Es un hallazgo que uno mismo no ha buscado un descubrimiento priacutestino original Es el Ser maacutes inmediato maacutes cercano y maacutes duraderamen-te presente en nosotros

La relacioacuten con Dios es la relacioacuten del amor y no del sentimiento que acompantildea al amor Hay un pro-fundo encuentro ndash de necesidad mutua ndash entre el hombre y Dios La plegaria (expresa un sentimiento de dependencia absoluta) y el sacrificio han recorrido la historia de la relacioacuten con Dios

A este respecto viene a cuento la cita de Emil Brunner

La revelacioacuten biacuteblica del AT y del NT trata de la relacioacuten de Dios con los seres humanos y de los se-res humanos con Dios No contiene ninguna doc-trina sobre el Dios en siacute o el hombre en siacute Conside-ra siempre a Dios como el Dios-hacia-el-hombre y al hombre como al hombre-a-partir-de-Dios Dios incluso en su ser-en-siacute desde el principio desea ser comprendido como el-Dios-hacia-el-hombre este es precisamente el sentido de la doctrina sobre el Dios-Trino el ser humano siempre incluso en su ser natural es el-hombre-a-partir de Dios este es el sentido de la doctrina de la imago dei y el pecado original Y ambos pueden conocerse en su plenitud uacutenicamente en Jesucristo en el que en cuanto hombre que ha llegado a ser Hijo de Dios se revela el Dios-hacia-el-hombre y el hombre-a-partir-de-Dios

En la Biblia esta doble relacioacuten entre Dios y el hombre se realiza como acontecimiento en una histo-ria

Comunidad

Para Buber la comunidad no era ni una mera so-ciedad ni una mera colectividad

La colectividad no es una unioacuten sino un haz un empaquetamiento de individuos junto a indivi-

duos distribuidos y dispuestos gregariamente en-tre hombre y hombre no hay otra vida que la inci-tada por el paso de marcha Pero la comunidad la comunidad emergente (la uacutenica que conocemos hasta el presente) no es ya el estar unos junto a otros sino el estar uno cabe el otro de una plurali-dad de personas que aunque se muevan juntas en orden a una meta experimentan una mutua res-pectividad un estar frente a frente dinaacutemico un acudir del Yo al Tu Comunidad existe donde ocu-rre comunidad Mientras la colectividad se basa en una atrofia organizada de lo personal la comuni-dad se basa en el crecimiento y fortalecimiento de las reciprocidades

Bajo el caos organizado en que nos movemos todos esperamos la punzada liberadora un brusco giro de la historia- al menos de la relacioacuten social- por obra del cual el trabajo la economiacutea la admi-nistracioacuten y la poliacutetica sin dejar de pertenecer al mundo del ello porque eso seriacutea imposible permi-tan y favorezcan el resurgimiento del tuacute Porque nunca habraacute faacutebrica ni oficina entre cuyos tornos o mesas no puedan nacer y alzar su vuelo una mira-da de criatura sobria y fraternal que sea el signo y la garantiacutea de una humanidad en camino hacia su fin verdadero

El Nuevo Testamento da una importancia extraor-dinaria a las relaciones entre los creyentes en nuestro lenguaje relaciones interpersonales

La Iglesia es el proyecto de Dios para crear una nueva humanidad seguacuten su propoacutesito laquoel ser humano nuevoraquo (Ef 31ss 424)

El amor laquoaacutegaperaquo que es la maacutexima expresioacuten del amor en nuestras relaciones (1Tes 312) es de natura-leza espiritual y por maacutes que nos esforcemos no lo conseguiremos por nuestros propios medios

Dificultades para el diaacutelogo las barreras a la comunicacioacuten

La comunicacioacuten es un dialogo

Dialogo es un serio hablar y escuchar un dar y re-cibir entre dos o maacutes personas en el cual el ser y la verdad de uno son confrontados con el ser y la verdad de la otra

Para que haya dialogo pleno se necesita una sola condicioacuten debe haber reciprocidad y deseo de dialo-go por ambos lados

No siempre es faacutecil conseguirlo

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 29: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 29

Barreras del significado Lenguaje imaacutegenes an-siedades defensas designios (fines a conseguir obje-tivos)

Necesidades ontoloacutegicas de todo ser humano se-guridades del ser el valor de seguir siendo Afirma-cioacuten y seguridad

Significado cuando nos proponemos comunicar-nos con otro nos dirigimos a eacutel con la expectativa de que eacutel responderaacute Esperamos que los significados que intentamos comunicar activaraacuten ciertos significa-dos en eacutel que le impulsaraacuten a replicar y que cada uno continuaraacute en un intercambio de significados mutuo y reciproco hasta que se haya realizado alguacuten cambio

Comunicacioacuten ocurre siempre que hay un encuen-tro de significados entre dos o maacutes personas

Una barrera a la comunicacioacuten es algo que impide que los significados se encuentren No se debe supo-ner que si uno puede hablar puede comunicarse Nuestra educacioacuten induce a creer que la comunica-cioacuten es maacutes faacutecil de lo que en realidad es

El terreno primordial del que surgen las barreras es la necesidad y la preocupacioacuten que cada individuo siente por su propio ser en otras palabras las barreras surgen de la necesidad ontoloacutegica del hombre Todos estamos buscando garantiacuteas y seguridades del ser y el valor de seguir siendo Buscamos afirmacioacuten y se-guridad

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 30: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

30 Boletiacuten ENCUENTRO Nordm 2

copy 2005 Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea mdash Apdo 7 El Escorial Madrid mdash wwwcentroseutorg

Conclusiones

Era nuestra intencioacuten tener un comiteacute de conclu-siones que nos guiara en un proceso final de atar los cabos sueltos y descubrir hilos en comuacuten entre los tres aspectos tan diferentes del tema que se tratoacute Al final las exigencias del tiempo lo impidieron por lo que el proceso de buscar conclusiones quedoacute resumido en la invitacioacuten a los participantes a enviar por escrito las impresiones con que volvieron a casa Citamos aquiacute algunos paacuterrafos de esas aportaciones a modo de con-clusioacuten

laquoEl tema quizaacutes fue un poco teoacuterico a la luz de las viacutevidas experiencias de algunos de los asistentes lo que hubiera dado mucho juego para tratar no soacutelo con las liacuteneas generales que aportaban las conferen-cias los diferentes modelos que se aportaron y estu-diar maacutes a fondo su misionologiacutea eclesiologiacutea y anuncio coherente de los valores del reino junto con sus peligros [hellip] Hay muchas oportunidades y posi-bilidades pero me quedo con que para hacerlo viable hay que asumir riesgos que el Mesiacuteas para serlo tiene que reinar sobre un pueblo y eacuteste ha de vivir coheren-temente la eacutetica del Sentildeor del reinoraquo

(Sergio)

laquoLo que hace comunidad es la experiencia de Cristo Sin embargo esa experiencia no debe tomar un caraacutec-ter elitista encerrando la comunidad en siacute misma y viviendo una falsa sensacioacuten de santidad Tiene que arriesgar y crear una alternativa uacutetil anclada en el se-guimiento de Jesuacutes creando una comunidad de ac-cioacuten [hellip] que se construye y re-construye se piensa y se re-piensa en una relacioacuten dinaacutemica y fluida entre los textos (queacute dice y coacutemo y porqueacute) y su plasmacioacuten praacutectica aportando humildemente su experiencia a la sociedad [hellip] [Es necesario] mejorar las relaciones interpersonales en la comunidad pasando de una re-lacioacuten yo-ello a una visioacuten yo-tuacute con todos los miem-bros que la componen sin cosificar a traveacutes de la re-ciprocidad doacutende el amor se desarrolla plenamente La relacioacuten es en este sentido base esencial de toda comunidad especialmente la cristiana puesto que a traveacutes de esa relacioacuten positiva de crecimiento y madu-rez puede experimentar el amor aacutegape y empezar a sentir la nueva humanidad la maacutexima expresioacuten de las relacionesraquo

(Mireia)

bull La comunidad nace como iniciativa divina No es fruto de la ocurrencia de los hombres sino que queda patente como proyecto de Dios en la histo-ria de la salvacioacuten

bull La comunidad vive como resultado del don de Dios No sobreviviriacutea como mera iniciativa de es-fuerzos humanos

bull La comunidad se entiende a siacute misma como una comunidad fraterna inclusiva de iguales trans-formadora de su entorno y de sus miembros

bull La comunidad crea espacios y facilita el dialogo maacutes que responder a las preguntas

bull La comunidad debe ser relevante en su tiempo

bull La comunidad es la de la alegriacutea en medio del do-lor Distributiva del dolor comuacuten generosa con el gozo entre sus miembros

bull Es la comunidad escatoloacutegica la del futuro siem-pre inminente que vive la esperanza con humil-dad

bull La comunidad es la iglesia en la que Dios gobierna el pueblo en el que el reinado de Dios es ya y ahora real incompleto en avance pero eficaz y cierto

bull La comunidad es donde se hace patente el perdoacuten de los pecados porque Dios ha recuperado su so-beraniacutea sobre un pueblo de suacutebditos voluntarios que demuestran que Jesuacutes es el mesiacuteas prometido

bull La comunidad rompe la posibilidad de un indivi-dualismo aislacionista dando al reinado de Dios una dimensioacuten exclusivamente espiritual sino que hace patente el sentido amplio de la soberaniacutea de Dios sobre los suyos

bull La comunidad es un espacio de relaciones perso-nales profundas Es el lugar donde podemos en-contrar al otro como un igual a mi como un tuacute con el compartir en lugar de utilizarlo

(Miguel Aacutengel)

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)

Page 31: Comunidad: Oportunidad y peligro - facultadseut.org · infundirnos una importante dosis de humildad, ... la Iglesia y el Reino de Dios no son dos ejemplos de . 4 Boletín ENCUENTRO

Seminario Evangeacutelico Unido de Teologiacutea 31

laquoOportunidades La vida comunitaria a pesar de todas sus dificultades es imprescindible como expre-sioacuten de la nueva obra en Cristo Tanto los oriacutegenes de la iglesia como su historia muestran que el creyente no debe renunciar a ser parte de y a formar una co-munidad de fe Los modelos de eacutesta han variado bas-tante entre las eacutepocas pero esta diversidad no hace sino afirmar que fe y comunidad son realidades con-sustanciales

laquoPeligros Histoacutericamente estaacute claro el peligro del poder derivado de la vitalidad y el nuacutemero de la co-munidad Ademaacutes la vida comunitaria puede alejarse muchiacutesimo de la experiencia de gracia en tanto que se vuelve instrumento de algunos individuos o en sim-ple proveedor de servicios En todos estos casos ya no es Cristo quien hace la comunidad sino el ser huma-noraquo

(Pedro)