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El Museo de Prehistoria y

Arqueología de Cantabria: un

museo de museos

PedRo Ángel FeRnández Vega

Museo de Prehistoria yarqueología de cantabria

tenía la memoria –Mnemósine– un manan-tial que fluía no lejos de la fuente del olvido –lete– en las tierras griegas de beocia. Mne-mósine resultó especialmente fecunda: de otras tantas noches de amor con el padre de los dioses, el poderoso zeus, habrían de nacer nueve hermanas, las Musas. Moran las Musas, a decir de la mitología, en el Museo, que es por tanto la casa de las herederas de la memoria.

lejos de la tradicional idea del almacén de antigüedades con que el imaginario colectivo se empeña en ocasiones en identificar a un museo, habrá de ser éste un depósito de la memoria, en efecto, pero también un lugar fecundo, en el que las Musas se sustancien en ideas, conocimiento, iniciativas, propuestas estéticas, un enclave donde las manifestacio-nes culturales encuentren acomodo, incluso más allá de las colecciones que se exhiben, y más acá de donde seguramente el potencial de sus fondos podría llevarlo, si no fuera por las limitaciones de espacio, o los imperativos pecuniarios.

de esta ambivalencia emerge el Museo de Prehistoria y arqueología de cantabria, y también de un largo olvido, intentando ir más allá de donde lleva instalado más de seis décadas, y más acá por el momento, de un futuro prometedor que se anuncia en una nueva sede. Hoy, el Museo sigue donde siempre estuvo, pero manifiestamente actua-lizado en la faceta museográfica y cobrando renovado vigor en los ámbitos de difusión y de investigación.

COMuNICACIóN

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1.LA MEMORIA RECOBRADAsufrió el museo durante décadas la incuria ins-titucional y la penuria económica que impidió a sus gestores una puesta al día por la que también clamaban todos sus visitantes. desde 1941 lleva instalado en los bajos del edificio de la diputación Regional de cantabria, que pasaría a ser la sede del gobierno de can-tabria, languideciendo sin dirección desde 1988, en vetustas instalaciones museográfi-cas que le han otorgado hasta el momento actual un espacio expositivo de poco más de 300 m2. en el año 2000 experimentó por fin una reforma que modificó todo el plan museológico de la exposición y generó un nuevo discurso expositivo de carácter provisio-nal pues se anunciaba entonces un concurso para la redacción de proyecto arquitectónico de un singular y ambicioso Museo de can-tabria. de hecho, se preparó en la legislatura que terminó en mayo de 2003 un proyecto museológico que amalgamaba para ese fin el arte contemporáneo con la evolución histó-rica de cantabria, generando lo que se daba en denominar Museo de cantabria como resultado de las aportaciones de distintos especialistas en arte y museología y también de catedráticos de historia de distintas espe-cialidades. el resultado efectivamente era un plan museológico concebido como suma de aportaciones, y la propuesta hubiera uni-ficado los fondos del Museo de Prehistoria y arqueología con la colección norte de arte contemporáneo, propiedad del gobierno de

cantabria, y además hubiera requerido de los depósitos generosos de un buen número de instituciones y museos.

Mientras tanto se fallaba el concurso de ideas para el edificio a favor de un edificio singular concebido por los arquitectos tuñón y Mansilla, que reinterpreta conceptualmente los Picos de europa como referente formal de un edificio de caracteres plásticos, a juzgar por su juego de volúmenes, verdaderamente escultóricos.

El fin de la legislatura que promovió tal empresa conllevó que los planes se para-lizaran, mientras se sopesaban costes y comenzaban las divergencias entre las admi-nistraciones local y autonómica. entretanto la reforma del Museo realizada en 2001, que se había planteado como una remodelación transitoria, comenzaba a envejecer y apre-miaban otras circunstancias: estaba decidido que el edificio del Gobierno de Cantabria, el mismo que alberga el Museo, habría de demolerse para crear una nueva sede de la administración según los planos ganadores de otro concurso fallado a favor de Rafael Moneo.

de nuevo, las desavenencias políticas motivaron la paralización de planes, y el Museo, que en principio habría de salir de su sede, continuaba en la misma, envejeciendo a marchas forzadas por haberse reformado con materiales más propios de una exposi-ción temporal. Por todo ello, se convirtió en acuciante una decisión: empaquetar todo y aguardar en un depósito a mejores tiempos

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o volver a reacondicionar la sala, con un

presupuesto razonable, para dignificarla. De

este modo conseguíamos además un doble

fin: seguir abiertos de manera digna y seguir

siendo un problema a resolver, pues un museo

embalado en su depósito mantiene vivo todo

su potencial pero no insta una solución de

manera apremiante.

ciertamente la sensibilidad de los res-

ponsables políticos estuvo a la altura de las

circunstancias y se emprendió una remode-

lación que se realizó en dos meses. en marzo

de 2007 el Museo reabrió después de una

nueva remodelación que está gozando del

aprecio expreso de los visitantes extranjeros y

de otras comunidades autónomas, más que

de los propios cántabros. sigue siendo una

constante, que se antoja difícil de salvar, el

que la población autóctona se interesa rela-

tivamente poco por uno de sus templos de la

memoria colectiva.

no deja de resultar curioso que concite

mayor interés el debate de una nueva ubi-

cación de los fondos o los edificios de Moneo

y de tuñón y Mansilla, que el propio Museo

y sus colecciones. tal atención resulta muy

positiva, sobre todo, después de décadas en

que las aguas de Mnemósine –la memoria

arqueológica de cantabria– se fundían con

las de lete en el mar del olvido, pero es con-

veniente recordar que no es el edificio el que

hace Museo sino los fondos, y a continuación,

convenir en que no hay Museo digno sin sede

razonable.

2.uN ESPACIO EXPOSITIVO ACTuALIzADOen este momento, y a la espera de nueva ubi-cación recientemente desvelada, el Museo sigue abierto y puesto al día. dentro de sus dimensiones reducidas el discurso exposi-tivo cubre desde la Prehistoria hasta la edad Media. en el hall de recepción recibe al visi-tante una estatua hiperrealista que evoca a un hombre magdaleniense y actúa como primer mediador hacia los contenidos; a conti-nuación el visitante encuentra una instalación multimedia, con escenografía conmutadas: se trata de introducir al visitante mediante una producción de vídeo muy breve en las gran-des etapas y estructuras de la historia que va a recorrer en el museo, y que, al finalizar, des-vela una secuencia estratigráfica recreada donde vuelven a mostrarse las etapas y eda-des con una síntesis cronológica y vinculadas con objetos arqueológicos muy representati-vos de cada momento, a modo de iconos de la evolución de la cultura material.

si en el momento de acceder se incide en la coordenada temporal, mediada la visita el visitante vuelve a observar otra producción, esta vez infográfica, proyectada sobre una maqueta volumétrica con el relieve de la comunidad y las regiones limítrofes, para des-cubrir cuál fue la evolución del territorio a lo largo de la historia.

se ha introducido la iluminación por led, para las piezas y vitrinas más relevantes, y como luz de retroiluminación para las bandejas de

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metacrilato opal que soportan las piezas en las vitrinas murales y cuyas formas van variando en cada vitrina para introducir elementos dis-tintos dentro de la regularidad del discurso. se han generado además vitrinas nuevas concebidas de forma vertical y emplazadas en lugares prominentes, con fondo negro: se trata de las vitrinas para las “joyas” de la colección.

también se ha ensayado con planteamien-tos escenográficos en las vitrinas que remedan un larario romano, una cocina o una estancia de hilado y pertenencias personales de época romana, del mismo modo que escenográfica resulta la exhibición de aras y estelas.

otros recursos estéticos y decorativos se sirven de la retroiluminación y los gobos que proyectan formas, en una ambientación que tiene un doble cromatismo y tratamiento de luz: más tenebrista, con techo negro y colores azulados turquesa para la prehistoria y más iluminada, aunque con luz controlada, techo gris perla y color rojo inglés en la zona histó-rica. los interactivos sobre pantalla táctil y la gráfica de dibujo muy elemental que acom-paña a los textos atestiguan la doble voluntad de actualización del discurso y de pedagogía de la historia con que concebimos el museo: se trata de usar los recursos gráficos como estrategia de acercamiento y de aprendizaje significativo entroncando los objetos arqueo-lógicos con los referentes mentales o ideas previas del visitante.

el discurso expositivo y los contenidos de las vitrinas se han mantenido conforme a la

revisión que se hizo en 2001, si bien se han vuelto a seleccionar materiales para ofre-cer sólo los de mejor calidad arqueológica y mayor singularidad. se ha condensado la información presentada en aras de pro-piciar la lectura de los paneles. se trata

de arriba abajo: áreas de entrada, prehistoria e historia.

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así de propiciar la comunicación de modo que el texto se aligera y presenta tres nive-les de lectura –presentación, introducción, aproximación–, mientras se acompaña de ver-siones en francés e inglés para no olvidar a los numerosos grupos de estudiantes galos o a los visitantes recién desembarcados del ferry que nos honran con su presencia de manera asi-dua. Mora nuestra clío, la musa de la historia, en morada modesta, pero hemos procurado propiciarla para que se manifieste acoge-dora hacia la universalidad de los visitantes. no de otro modo se cultiva la memoria que mediante la comunicación, el principal de los retos de un Museo de puertas afuera.

3.LAS COLECCIONES DEL MuSEOotros son los desafíos y las funciones a cumplir en el seno de una institución museística que se precie. Para que fluyan fecundas y ricas en peces las aguas de la memoria, como lo hacían las del cántabro ebro en palabras del latino Plinio, han de nutrirse los fondos del Museo, como lo vienen haciendo desde hace un siglo, cuando empezó a gestarse la colec-ción. Por tratarse del Museo de Prehistoria y arqueología de cantabria acoge todos los restos de cultura material de origen arqueo-lógico que aparecen en nuestra comunidad autónoma, de modo que el ingente grueso de los materiales recuperados del seno de la tierra cántabra se custodian en el Museo: el casti-llo, la garma, altamira, Julióbriga, Morín… los procedentes de las grandes cuevas y

yacimientos, los hallazgos de las campañas anuales de excavación y las urgencias, los seguimientos de obras y los hallazgos casuales, en fin, todos los restos hallados en Cantabria de naturaleza arqueológica están predestina-dos a engrosar las colecciones del museo.

fluye generoso el manantial de Mnemósine en este museo, e incluso más que generoso, pródigo, si se considera la exquisita colección prestada en depósito al Museo de altamira, en la que están incluidas las piezas más relevan-tes de la colección de arte mueble del Museo con la salvedad de los recientes depósitos de materiales hallados en la garma que se han incorporado a la exposición, junto con algu-nas otras piezas de singular interés y hallazgo reciente, durante la última remodelación. si bien es verdad que disponemos de una representa-tiva muestra de épocas antigua y medieval, la colección prehistórica, y especialmente de época paleolítica, es tan excepcional que no sólo abastece una exposición sino dos y que bien merece un contenedor museístico de tamaño y singularidad proporcionales a la muestra que habría de albergar. Ésta es la idea que se baraja en el momento actual como proyecto para el nuevo Museo.

4.LA INVESTIGACIóN ARQuEOLóGICA DESDE EL MuSEO Heródoto, el padre de la Historia, fue también el creador del término que da nombre a esta disciplina, dejada por los griegos al amparo de

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clío, entre las nueve hijas de la memoria. inda-gación era en origen el significado del término e indagar es la labor cotidiana de los técnicos en conservación y restauración y de los beca-rios del Museo. indagar es hacer investigación arqueológica, es construir historia.

la actualización en este ámbito pasa por la adopción e implementación de la base de datos doMus, auspiciada por el Ministe-rio de cultura, que nos coloca en sintonía con los museos nacionales y con un número cre-ciente de museos autonómicos del territorio nacional.

De manera específica en el ámbito de la investigación arqueológica, existe una línea de trabajo sobre el fenómeno de con-quista y tránsito de la cultura cántabra a la romana, a partir de los yacimientos del asen-tamiento de camesa en valdeolea, que está deparando sorpresas relevantes y habrá de obligar a reconsiderar lo que se venía escri-biendo en relación con la conquista romana y la romanización de cantabria. asimismo se están poniendo actuaciones en marcha en el yacimiento de Retortillo, tradicional-mente asimilado a Julióbriga, cuya gestión está encomendada al Museo: un taller de empleo promovido desde la consejería de cultura, turismo y deporte y el servicio cán-tabro de empleo, supervisado desde el Museo, desarrollará durante todo el año 2008 excava-ciones, restauración de muros, y actuaciones de musealización y puesta en valor del yaci-miento romano de Retortillo, los campamentos militares que lo dominaban en el alto de la

Poza y el castro prerromano de celada Mar-lantes. ambas líneas de actuación centradas en camesa y Retortillo tienen la mayor rele-vancia para conocer el proceso de conquista y romanización de cantabria.

la revisión de las colecciones arqueo-lógicas y paleontológicas, las actuaciones arqueológicas y la puesta a disposición de investigadores de los materiales y de los libros de una biblioteca de más de veinte mil volúmenes, especializada en arqueología, configuran pues la faceta de investigación, una aportación relevante para que la musa de la historia fertilice la memoria de nuestro pasado.

5.uN MuSEO DE MuSEOSQuiere la tradición que las Musas sean vírge-nes centradas en el desempeño de las facetas que tienen encomendadas, tal vez porque imaginaban los griegos y romanos que de este modo empleaban todos sus esfuerzos en pro de los fines artísticos que protegían bajo los auspicios de apolo en el Parnaso. Hemos presentado las facetas expositiva y de investi-gación, pero han asumido nuestras musas en los tres últimos años más cometidos y empresas vinculados con la arqueología y con la difu-sión del patrimonio arqueológico, histórico y artístico de cantabria por encargo de la con-sejería de cultura, turismo y deporte.

en camesa, no sólo se está en proceso de investigación arqueológica: se creó el

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arqueositio como instalación que presentaba los vestigios arqueológicos con el apoyo de recreaciones y también de un audiovisual y un centro de interpretación. en el último año, un taller de empleo promovido junto con el ayuntamiento de valdeolea, ha permitido continuar excavando y también ajardinando el entorno para mejorar la calidad estética de la visita y poder presentar especies autóctonas y de uso constatado por la cultura romana. en paralelo se están ampliando las instala-ciones que permitirán acoger más visitantes en condiciones óptimas y ofrecer una visita mucho más sofisticada en cuanto al montaje museográfico y las ambiciones y recursos para la interpretación del patrimonio, gracias a los recursos aportados por el Proyecto Leader País Románico y la consejería de cultura, turismo y deporte.

la gestión de la domus de Julióbriga y del propio yacimiento también están enco-mendados al Museo, de modo que entre los tres centros –Museo, arqueositio y domus– se articula una red para la difusión de la cul-tura y modos de vida cántabro-romanos que ha cristalizado por ejemplo en las repetidas ediciones de las Jornadas Fontes Iberi. Vita Romana, un foro de reconstrucción histórica y de difusión de prácticas de vida cotidiana romana a través de dramatizaciones, repre-sentaciones, combates de gladiadores, etc., en los que colabora la asociación de amigos de Julióbriga.

las musas nos han derivado también más allá de la historia y la arqueología, hacia el

arte. Primero fue preparando el centro de interpretación del Románico en villacantid, destinado a hacer asequibles al gran público los arcanos y valores estéticos de ese estilo artístico, fomentando las visitas hacia sus mani-festaciones arquitectónicas.

después, emprendimos el reto de crear una exposición dedicada a revisar lo ocurrido entre los siglos iv y X bajo la óptica rutilante de la figura de Beato de Liébana con motivo de los fastos del año Jubilar lebaniego.

desde el pasado mes de agosto la inau-guración del centro de interpretación del Rupestre presenta al visitante el paleocris-tianismo de cantabria y difunde los valores patrimoniales de la arquitectura excavada en roca en forma de eremitorios, celdas, cenobios e iglesias a través de una sofisticada museografía.

la próxima cita con el patrimonio y la his-toria está concertada en la torre de Pero niño en san felices de buelna: allí, la caballería y la vida y hazañas de Pero niño nos transportarán a la sociedad de la baja edad Media.

6.El futuro del Museoen los últimos días de octubre de 2007 el orá-culo se pronuncia ya acerca del futuro del Museo: saldrá de su ubicación de más de seis décadas para tener dos sedes tempora-les mientras se realiza el proyecto de tuñón y Mansilla. la exposición permanente se tras-

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lada a la mejor sala de exposiciones con que cuenta santander en los bajos del Mercado del Este. La superficie de exposición se va a triplicar –de 300 a casi 900 m2– y la biblioteca, atención a investigadores, fondos y admi-nistración del Museo se emplazarán en un espacio de unos 1.100 m2 justamente enfrente del edificio interfacultativo de la Universidad de cantabria, para ofrecer sus servicios a los estudiantes de Historia y dependencias para el instituto internacional de investigaciones Prehistóricas.

Asimismo se ha anunciado que por fin se ejecutará el proyecto de tuñón y Mansilla pero no para el Museo de cantabria que se previó sino para albergar un Museo del Paleolítico, que también exhibirá los fondos arqueológicos de Historia Antigua y Medieval. La superficie total disponible para todo el proyecto se cifra en 26.000 m2, y se comenzará por una revisión del proyecto arquitectónico para adecuarlo a las nuevas necesidades expositivas.

era Mnemósine –el recuerdo– una titánide, hija de gea, la tierra, y de urano, el cielo. se diría que la memoria es inherente pues a la vida sobre la tierra, a todo lo que ocurre bajo el cielo. es la memoria una encomienda que se ha asumido en el Museo con renovada vitalidad, siendo nuestras musas propicias en la tarea de insuflar dinamismo y rentabilidad social al patrimonio arqueológico, artístico e histórico de cantabria, de fomentar su conoci-miento e imbuir una conciencia de protección hacia el mismo. las colecciones que posee el Museo y un decidido empeño en la puesta en marcha y gestión de los nuevos centros,

exposiciones, programas de investigación y publicaciones, después de un largo parénte-sis bajo las aguas letales del olvido, habrán de permitirle recuperar su función natural en el contexto cultural y social de la comunidad autónoma y la relevancia especial que le con-fieren sus colecciones paleolíticas como casa privilegiada por las Musas.